las necesidades de financiación

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LAS NECESIDADES DE FINANCIACIÓN. Los inversores pueden ser de muchos tipos. El primero de ellos es el FFF (Friends, Fools and Family). Estos son normalmente amigos del emprendedor que están dispuestos a invertir entre 10.000 y 50.000 euros cada uno por un porcentaje de la empresa. Son, en general, los menos exigentes en cuanto a la valoración, y ese es el mayor error de un emprendedor. Consigue de ellos una valoración estratosférica que lastra luego posibles rondas con inversores externos. El segundo grupo es el de Angel investors o Business Angels. Estos invierten generalmente entre 25.000 y 100.000 euros, y suelen entrar a valoraciones por debajo de un millón de euros. Rara vez lo hacen por encima de los 2 millones. Las redes pueden agrupar a varios de ellos y alcanzar inversiones de 300 a 600.000 euros. Algunos son muy expertos en los sectores en los que invierten y pueden aportar mayor valor que el dinero que invierten. El tercer tipo es el Seed Capital Funds e incubadoras de negocio. Suelen invertir entre 50.000 y 250.000 euros, y entran al mismo tiempo o justo detrás que los FFF a valoraciones similares. En algunos casos están muy especializados y aportan mucho valor adicional al emprendedor. Por ello conviene estudiar antes lo que han hecho y si conocen nuestro sector específico. El cuarto tipo son los VCs de primera ronda, los cuales invierten entre 1 y 2’5 millones a valoraciones sobre los 3’5 y 6 millones de euros. También suelen estar especializados y es recomendable, como en el caso anterior, buscar bien y saber con quién hablamos. Los contratos son mucho más restrictivos y hay que tener un buen abogado asesorándonos antes de firmar la documentación que nos planteen. El penúltimo grupo son los VCs de segunda ronda-consolidación, los cuales solo entran en empresas con fuerte crecimiento y un modelo probado, a valoraciones entre 10 y 25 millones de euros, donde aportan entre 3’5 y 6 millones de euros. Aquí los contratos suelen ser muy “leoninos”, pero dejan poco espacio a la negociación. A pesar de ello, hay que tener un buen abogado que nos asesore. Finalmente nos encontramos con los VCs de tercera y rondas más

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Page 1: Las Necesidades de Financiación

LAS NECESIDADES DE FINANCIACIÓN.

Los inversores pueden ser de muchos tipos. El primero de ellos es el FFF

(Friends, Fools and Family). Estos son normalmente amigos del

emprendedor que están dispuestos a invertir entre 10.000 y 50.000 euros

cada uno por un porcentaje de la empresa. Son, en general, los menos

exigentes en cuanto a la valoración, y ese es el mayor error de un

emprendedor. Consigue de ellos una valoración estratosférica que lastra

luego posibles rondas con inversores externos. El segundo grupo es el de

Angel investors o Business Angels. Estos invierten generalmente entre

25.000 y 100.000 euros, y suelen entrar a valoraciones por debajo de un

millón de euros. Rara vez lo hacen por encima de los 2 millones. Las redes

pueden agrupar a varios de ellos y alcanzar inversiones de 300 a 600.000

euros. Algunos son muy expertos en los sectores en los que invierten y

pueden aportar mayor valor que el dinero que invierten. El tercer tipo es

el Seed Capital Funds e incubadoras de negocio. Suelen invertir entre

50.000 y 250.000 euros, y entran al mismo tiempo o justo detrás que los

FFF a valoraciones similares. En algunos casos están muy especializados y

aportan mucho valor adicional al emprendedor. Por ello conviene estudiar

antes lo que han hecho y si conocen nuestro sector específico. El cuarto

tipo son los VCs de primera ronda, los cuales invierten entre 1 y 2’5

millones a valoraciones sobre los 3’5 y 6 millones de euros. También

suelen estar especializados y es recomendable, como en el caso anterior,

buscar bien y saber con quién hablamos. Los contratos son mucho más

restrictivos y hay que tener un buen abogado asesorándonos antes de

firmar la documentación que nos planteen. El penúltimo grupo son los VCs

de segunda ronda-consolidación, los cuales solo entran en empresas con

fuerte crecimiento y un modelo probado, a valoraciones entre 10 y 25

millones de euros, donde aportan entre 3’5 y 6 millones de euros. Aquí los

contratos suelen ser muy “leoninos”, pero dejan poco espacio a la

negociación. A pesar de ello, hay que tener un buen abogado que nos

asesore. Finalmente nos encontramos con los VCs de tercera y rondas más

Page 2: Las Necesidades de Financiación

avanzadas. Son las grandes empresas con fondos de varios cientos de

millones de euros, que buscan entrar en una empresa poco antes de salir

a Bolsa o de que sea vendida a otro gran grupo. Empiezan a invertir por

encima de los 25 millones de euros y a valoraciones por encima de los 80

millones en general. Cuando has llegado hasta aquí tienes mucha oferta y

hay que seleccionar al inversor por la ayuda que nos pueda aportar para

conseguir salir a Bolsa o vender la empresa o lo que queramos hacer con

ella.

Así que, dependiendo de las necesidades de financiación de cada negocio,

así serán los inversores, de cualquiera de los tipos antes mencionados.

Un inversor quiere tener claro para qué necesita la empresa su dinero.

Quiere saber cuándo lo recuperará y si existe la posibilidad de

multiplicarlo por 50 o 100. Pero eso sí, hay que dejar claro que no es

necesario tener una patente para valorar mejor la empresa. Es bueno

tener patentes sobre todo porque sirven para defenderse de la

competencia y de que esta nos frene con acciones legales porque tengan

una patente sobre lo que queremos hacer. Por lo tanto sí que es un área a

investigar, pero la patente solo aporta un valor marginal.

El primer dilema que se tiene es la valoración. Una empresa que

solamente tiene una idea y un plan de negocio no vale nada, a no ser que

esté acompañada de un buen equipo gestor creíble, tenga una patente o

venga con un emprendedor de “pata negra”.

Un emprendedor novato, sin experiencia, con una idea y un plan de

negocio, no puede esperar una valoración de más de 250.000 euros.

Aunque la valoración puede subir a los 500.000 euros si la idea es muy

buena, se le ve muy convencido, sabe contestar a todas las preguntas de

los inversores con respuestas lógicas y si se ve que conoce bien su

mercado y sabe qué es lo que tiene que hacer para ganar. Si nos

encontramos ante un modelo que se ha probado en otro país y que no

existe en España, la valoración mínima será de 1 millón de euros, siempre

y cuando venga con un equipo gestor de primera línea. Esta cifra podrá

superarse dependiendo del modelo y el tiempo que se prevea que va a

necesitar para ser más rentable.

Page 3: Las Necesidades de Financiación

Por lo tanto, según la experiencia que tenga cada emprendedor y, por

supuesto, del equipo, que es muy importante, la valoración aumentará o

disminuirá dependiendo de estos factores. Lo que se puede hacer es ir

poco a poco e ir ampliando el negocio hacia otras regiones y países con el

fin de globalizarlo.

Hay que dejar claro que no es lo mismo una buena empresa y una

empresa adaptada al perfil de inversores particulares.

¿Y cuál es la diferencia? Pues bien, una buena empresa puede ser un

proyecto a largo plazo, con un crecimiento de hasta un 15% anual y capaz

de generar muchos puestos de trabajo en el tiempo. Un inversor busca

crecimientos muy rápidos una vez el modelo de negocio se ha probado.

Un proyecto que crece hasta los 2 millones de euros en cinco años puede

ser una gran empresa, pero frustrará a un inversor que espera que facture

50 en ese período de tiempo.

Por lo tanto, la primera norma es gestionar bien las expectativas de todos

los inversores, que no son las mismas en cada tramo.

Un “emprendedor pata negra” es aquel que lo ha hecho una vez bien, ha

hecho ganar mucho dinero a sus inversores y tiene una pequeña fortuna

personal. Este tipo de emprendedor es muy raro encontrarlo en España,

pero tiene todas las de ganar. Normalmente, en su siguiente proyecto

aprovecha todo lo que ha aprendido de un proyecto ganador en el que ha

cometido muchos errores y, a pesar de ello, lo ha llevado a convertirse en

un gran negocio.

Sería bueno en nuestro país encontrarnos este tipo de emprendedores, ya

que todos los inversores saldrían ganando si invirtieran en su empresa.