ARTICULO DE OFICIO.

¿/que Jíw n o v e d a d c?

Tjw yiO’rttm te J a la d .

7 J a

PARTE NO OFICIAL.

Noticias extranjeras.

F rancia .

En medio de los comentarios, que los diarios han publicado sobre el Príncipe Gustavo-Wasa no hay mas de cierto, sino que este Príncipe no ba hecho el viage de Kalisch, pero después que ha vuelto de la Silesia ha marchado á Teoplitz en vir­tud de una invitación especial. ( Cotid, )

Un acontecimiento que hará ruido en la Euro­pa por la solemnidad que se trata de darle, es la coronación del Emperador Fernando en Praga á presencia de sus ilustres aliados de Prusia y Rusia; el mundo entero verá en este pomposo espectácu­lo la unión mas íntima y duradera, que ahora y en adelante habrá entre estos tres Mouarcas, cu­yos intereses están identificados; y ellos dispuestos á resistir cualquier ataque, que se dirija contra los sagrados derechos de los Monarcas legítimos. ,

Por los papeles ingleses sabemos, que el Royal- Tar navio de vapor ingles al servicio de Cristina con el nombre <ie Reina Gobernadora, llegó aquí casi al mismo tiempo que el Ministro Mendizabal, á fin de tomar y conducir á Vizcaya las tropas auxiliares portuguesas; porque Evans quería te­ner al pronto bajo su mando tropas disciplinadas, mas bien que fiarse en esas hordas de hombres reunidos en los bodegones, que componen actual­mente su brillante columna. En consecuencia de esto Mendizabal pidió, que el 5.° Batallón de ca­zadores que se hallaba en Lisboa, y podía em­

barcarse al momento, se hiciese á la vela en dicho vapor dirigiéndose en seguida á Santander ó Bil­bao; por lo que se le invitó al batallón á tener parte en los triunfos de este famoso General, sin que hasta el presente ninguno haya entrado en la idea de coronarse con semejante clase de laure­les; antes al contrario todos sin excepción desde el primer oficial hasta el último soldado han rcusa- do formalmente esta gloria. Esta es la razón porque el Royal-Tar ha vuelto á toda prisa á las costas de Cantabria; y este hecho es suficiente para dar una idea de lo que sucedería, si las tropas portu­guesas entrasen efectivamente en España, cosa que no sucederá. (Id.)

Nota. La opinión del Ministro del interior Ma- galhaens emitida en el Consejo en presencia de Mendizabal sobre el envío de tropas portuguesas á España, no deja duda alguna sobre el partido que tomará. El Ministro ha declarado: que era bien co­nocido el espíritu del cgércilo portugués, cuya ter­cera parte lo menos había pertenecido á D. Miguel; y que era muy probable que estas tropas traslada­das á España se pasasen á D on C a r l o s , quien for­maría un cuerpo Miguelista, y que de este modo el gobierno de la Reina hubiera protegido á los portugueses descontentos. (Id.)

La Gaceta de Languecloc refiriéndose á su cor­responsal de Londres, nos da las noticias siguien-

Aps.— Ahora que D. Miguel está lejos de Portugal y que los amigos de la civilización .los filantrópi­cos reformadores del género humano, han tenido tiempo para desterrar de este afortunado país las densas tinieblas del oscurantismo, y de la mas ne­gra estupidez; convendrá que el universo enteio palpe las singulares ventajas, los dias de gloria é infrie usos beneficios, cpie el triunfo de D. Pedro ha dado á su nación desde su gloriosa conquista; y para prueba de esta incontrastable verdad copiare­mos un resúmen de las maravillas, que hace en Portugal el gobierno ilustrado de D.'1 María de la Gloria. Han sido asesinados vil y traidoramente

( ß . )W|í-’S!?:

min multitud do hombros ■ respetables do «od:,is c t ó s“s; luios ai sor conducidos á la cárcel, o íros,id .sá^ lii- do sus (-asas, o lios cuando va estaIxni. srgncosí cn las cárceles: v basta <*! venenodía sido latobichi parle de los ¡muñios de la filantrópica 1 iIjei'lacl.

En la Provincia (Ie , . , , . ¡

A!en tejo lia llegado el núme^í ro de . victimas safi’ifibidás á 7.8,, en la .de los Al*| gariics á 67, en la de Kcira á 17, en la de Ext re-y lindura ;i ño, en o:! territorio ue Santarcn á C>, en e l ! dé Tomar 7, en 'iYasfosmoutes 5, en la de Miño 5, y& en la Cindadela de Lisboa 97 oficiales de marina'« que estaban presos. Tenemos á la vista el iidmbi'e| y clases de estos silgólos, cuya mayor parte .sotes distinguidos eclesiásticos v beneméritos militares;, ybasta Señoras, y Señoras t f n ; siilo;.sacriti.: ;̂ cadas á la barbarie y al furor revolucionario; aña-!:' ’ do por co ad usimi: el corresponsal ¿’que apenas '

Mitigarán los asesinatos que aqui se mencionan ai 11 na tercera parte de los cometidos. ¡Triste euádrcfpor cierto, pero el resultado infalible de una cons­titución republicana! ' ' - ■ "

Evans tiene ■ mucho.', trabajo en organizar los pira­tas que lia reclutado en Inglaterra para el servicio de la titulada lieina 'de fsjjd ñ -’r; pues el castigo

la orden deí día dé estanunca interrumpido esturba imliscipliñada- Todds' los mercéuariosJ qiiehacen parte de la, expedición'son voluntario's' mí toda extensión dé taViialábráiy en ileuánuose el estomago, de órnen vino, no hay qué "concae con ellos para nada; y m ¿t > este género está mis ha- rato que en Londres, ¿péltenpí las nul mara villas, y luego,'éb azote es el que Aienéj4 ; deS¡)éÍ¡eta1’ lá zorra. ( Poro ganará eP carácter ingles con estéis expediciones, y. se/ne/xtnles expedicionariosñ) ( Fri ) i

& Comentando la negativa dé! jgliíjjerñd -p o iT p teste al de Madrid sobre el ..envío de trppas'Tí ■ España’'' á que se obligo aquel;por : 1,1 cuádruple-alianz,i, df-;

ide .haberse' negado el gobierno 1,1 (>!uria : es bien dolíOci'tl<>: *' í.a

que se olí :go aqce asi : el motivode I) '' Al ..na de u i .¡uria es , Dien .cquocitiq: 1 xva; tei

|gnes Tuf irmaseu un cuerpo piig/igfstuf yS iftí^ P éí 'ésFájf manera el gobierno de la líeina failó ríe previsión, suministrase á los portugueses déseonfeufós úri ex -celente medio de reacción. Queda'puésTeVteláÜoTt secreto de la negativa terminante, con qué ha con- testado D.a María de la Glona á da petiéidíi^deMentí izalr

En la Cotidiana leemos lo siguiente.— ”tiáf<Pnoti- .cias recibidas de Madrid son decisivas: daiV eT‘ca­rácter de un hecho completo, á lo que no eraírna’síque una inducción política : Cristina se entrega’ a! j .partido revolucionario: el examen del estatuto Reali_,por las Cortes está decidido : la soberanía dril pne-i blu implícitamente reconocida ; las prerogativas' Reales, la ley ele elección, toda la constitución en; una palaDra, esta sometida á la discusióti de lás in-|

■ mediatas Cortes, que el 16 de Noviembre próxi-, |mó se transformarán en una dsdmbléd constituyen-- ate. •> Menili/,a bal es á la vez el Neker y el iloilaucl de: vía revolución Españole. , : ' i|. £1 anterior ministerio no tenia su punto de apo-j

|vo en el interior, y tenia qué buscarle en e! exte4f§. |rióiví alianza íntima con el Càbinele dei térniino|í|,

Imedió le'prestaba una fuerza precaria, si se quiere,||; IpeVo real; V se servia-sin embargo de esta hierva

excéntrica, para oponer alguna resistencia a la re-te,; Vói nevón j y ofrecer á las Cortes la elección entre':' . iiiiá política ministerial y un« politica revoluciona- , ria. En el dia es bien diferente el estado de las co-;fi|

fsas: MendizabaL ha roto con da políbea del térmico^; m ed io , y ba entregado la usurpación ríe Madrid en manos de la revolución: 110 hay ya pur consi­guiente mas que una política: la fuerza y la polí­tica revolucionarias; y tanto las Corles como ei ministerio se ven en la precisión de marchar por, la senda que les marque la democracia. Ln España no hay mas que dos poderes, Don Carlos y la re­volución democrática.

Desde luego se comprende á donde se dirijen 'los últimos actos del ministerio Mendizabal: para impedir que la revolución rompiese con el poder,

|le na abierto la puerta escussila : á las exigencia^Fia contestado por concesiones; en adelante no puede separarse de esta senda : el sistema de las concesiones es su sola política, y el único medio de manifestarse francamente revolucionario; por­que si él es Ministro, lo debe á la revolución; y le es tan imposible el resistirla, cònio pasar sin sur apoyo.

En algunos periódicos franceses se lee lo siguien­te.— ’’Los Celes Carlistas de la Puebla y lions de

¿Eróles, que hace algunos dias ocupaban las salinasáf. "de Guerry cerca del valle de Árate delante de Ve-¿, ¿nasque con 800 hombres, han sido batidos por la|| ¿legión extranjera; de cuyas resultas la Piteóla hafí quedado muerto, y herido Ronsde Eróles: la tropa

¿de éste 'se háP dispersado cómpietaúiéntK'GíúlíieaV ?há cortado là’ retirada ál batallón:navarróqiie fcó. ‘ Ea legión extrangéra apúra tete taItes térttiinos ¿ fá V'S fnccióCos fugitivos, que aunque (piierán me-

terse en Frantela no ló podrán coiistegiiir sino 'es pól­la parte de Báñerest de Luchon ó de Fter.^-Glinea ha eiiViadò algunas cómpañiás á este plinto.»

¿ * En España tían dado'que reir bástan te i estás 110- ‘tirías. Ellas son1 tán verdadente y 'tan1 exactas cómo das dé VillarcáyÓ , ctiya sangrienta ha tal láháce un ■ in 'mes ocupa á los periódicos liberales I.a juiciosa

¿Caceta1 dé Eangúedoc, con ocasión de las noticias "preinsertas de Cátaluna j hace la oportuna observa- fteitHi que sigile. '■ v •’ -p-.éi-Piú :: _• yg,f: El Cefe Carlista de la Poblé ha sido muerto en ¿¿ TVónsq”('deheria haber dicho Ros ) pues si pa ri pú- ;

"biieo que no hay ningún Gefe Carlista; que asi se |j Míame: ló que hay en t'.ataluñá es úna gran potila- ¿ |cion de este nombre situada en las cercanías de;Ri-¿¿¿ spóll. El diarista ha cambiado el nombre de un pne- ¡ |blo con el de un hombre. El papel Ministerial eni|ì;!l ¿ségnida persigue de tal Tiíodó 4! tóá1 Víavarfós por lá¿íÍ legión extrangera , que rio tienen otro recurso ya¿ ¡1 que meterse en Francia, y eso haciéndolo solaiBerite¿íj|

¿por lá parte: de Báñerest dé Éúí hori ó ';cle Fer. Sing|| ?duda habría querido decir Fos en et rantoli de: Sáiit-;;¿|| p e á t , pero adelante con este pequeño error. Tof¿< íqute verdaderamevite es inconcebible cómo están tan e1.

Sí

tors, había sido completamente batida y derrotada el, i 5 en las inmediaciones de |a Seu de Urge!? Nos­otros podemos asegurar que á loá pocos dias de? ocurrido e! caso, llegó la noticia de un modo po­sitivo á las autoridades superiores de Pcrpiñan. Es pues evidente como queda probado que los dia-. í rios tic Paris co publican mas que mentiras sobre las’ocurrencias de fcspaña; y esto debe ser suficien- te para que los digrips independientes aprec ien en su justo valor las noticias de los diarios Parisienses.

El Diario de los Debates publica un artículo i (cuyo extracto reproducimos) que da lugar á re­flexiones muy serias; donde se manifiesta lo confe­sión franca dél Gobierno francés, que no sale ga­rante de que la Reina Gobernadora de España,per­manezca mandando.j Nuestros Ministros no se detienen, hoy en renun- .ciar á la estabilidad de la cuádruple alianza, desde que han palpado que én Madrid no puede estable­cerse un gobierno estable, manejado por una mu­ge r voluble y caprichosa, y dirigiendo sus miras á. un punto de apoyo mas sólido, es evidente en

.el dia, que el ministerio preferirá las relaciones de j.D oií CáBtos á las Juntas revolucionarias y á su '.conciliador Mendizabal , que no cuentan con mas ■ garantías que los espirantes esfuerzos déla deses- , peracion : mientras que las fuerzas triunfantes de

B C arlos y, aumentan por instantes el ámbito de su fldominación. C arlos V . R ey legítimo de España ofre-; Ideerà á los doctrinarios garantías mas sólidas que la:1 constitución de 181a, proclamada por el atolondra­ndo Conde de las Navas. Con C arlos V. será inútil la;

^intervención; y esta es precisamente la opinion' ^Constante del ministerio : ninguna fintervención «

t^giingyn precio. Éste sistema ha prfvalecidp eu fos'f ^¡Consejos. El mismo Talleyrand se ha manifestado! !?siempre decidido contra la, intervención.

w ;.

NOTICIAS DE %

Cartas de Madrid pintan el estado, de anarquía ¿en (pie se halla la Capital, y la ninguna consis-' ?-tencia de aquel gobierno que diz pretende salvar

: < la España. Estamos viendo , dicen , levantar a to-| ;. ?das . horas á unos .Ministros con] los mayores elo-- u-.gios é, .indecible entusiasmo , y derribarlos al rao*

mentó, y ser odiados ferozmente por.los mismos' ||jque los eligieron. Nombrado , presidente del Ga-| ¡. .binet.e el famoso Mendizabal por unánime aclama-| •ación de todos los exaltados vemos con asombro,¡; >>que en el momento mismo de llegar al poder, pre-í ^sa.gian ma| de su administración , y hasta deseon- |§jfían totalmente de su marcha. Es imposible for- • marse una idea del compromiso é impotencia en. Il'que se encuentra, este gobierno. ¡ Qué contraste] .. tan sublime forma nuestra situación con las pia-¡ lodosas v heroicas escenas de ese pais afortunado!;

Según estas cartas, volteará el hebreo como sus*

esperanzas; por lóm enos prometió » •ítria :j lo hubiera cumplido : nadie lo duda ; pero (consuélenos la seguridad de que si este cae, no . faltará para sustituirle un crecido numero de con­sumados políticos, ingeniosos proyectistas , sabios, ' y patriotas que hoy abundan corno las malvas.

Las. noticias de Cataluña son nuiy satisfactorias: .l- el egército de S. M. en aquel Principado ha to­mado un incremento milagroso : se organizan fuer­ces divisiones, y el enemigó parece haber aban­donado algunas casernas O fot lia sitio ocupado por nuestras tropas, y su gran fuerte está sitiado con todo el rigor de la guerra. Jáis tropas de línea y la legión han desaparecido, y la milicia urbana (hoy guardia nacional) huye conloantes huía , sin em­bargo del valor que le ha inspirado este nombre mágico. Hay bastante desersíon en las tropas de Cristina, particularmente en la división de Pastora: nuestras armas bloquean á Figueras, Mam esa; Cor- vera y otros pueblos muy crecidos; y han ocupa­do á V ic , bañólas, Resalo y Castel-follit: tal es el impulso que lia dado á aquella insurrección glorio­sa la marcha de los navarros. v Leemos en un Periódico de Madrid : mala seria, una revolución para nuestra pobre España, pero mas valdría una revolución triunfante que la vic­toria fiel Pretendiente; y sigienclo las cosas como van, mas trazas lleva de suceder lo segundo que lo pri­mero. En Cataluña hay por desgracia una facción muy, crecida :: : : ¿Es posible que no vea esto quien

■ tiene ojos? ¿Por qué no se publican en las provin­cias noticias verdaderas?

í ” No acertamos (dice el Diario de Beneficencia) A y „ ¿mover la pluma para expresar la emoción de jú- ?bilo , que siente nuestro pedio á vista de las no- llicias que acaban de llegar por extraordinario.» " qSanta Bárbara! ¡ Y qué saldrá después de tan estu­diado prologóme»,o! parluriunt montes; ello noti- |jc¡. ta' es cuando lleva tanto estruendo. ’ ’ Mina, el „héroe de la independencia, el terror de las fuc- ¡.cioiies Catalanas en a i , eminente patriota y liberal,- (por principios lo era el año ao, y no sabia ler: como ¿de estos fenómenos se ven en estos «lias de regene­ración universal en que poseen sus convicciones po­líticas hasta los chivos: mas el paréntesis va largó, cerrémosle:) ’’Mina pues, prosigue el diario se verá otra vez entre nosotros, para que añada nuevos lau-reles á su gloria.” Si la atrocidad, el robo y el asc-sinato son laureles, estamos de acuerdo: de lo con­

tra rio , nos podrá perdonar el diarista.Eu la Gaceta dé Francia se ha insertado una car­

ta escrita por Mina fecha en Pan el 3 de Octubre, que dice asi: ’’Amigo , voy á Cataluña á tomar el mando de las tropas: vuelvo á desenvainar la es­pada por la causa de la libertad , y no la eDvai-á naré hasta acabar con los rebeldes » ¡Qué risa! Si su expedición en Cataluña es tan lucida como en Navarra , tendrémos el centesimo testimonio de su inca

. : ' _W.-;S-.bsi.

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queÑo puede concebirse el grado de alucinación fili­le boy se halla la incauta Viuda de Fernando,

por los tortuosos manejos de una facción destruc­tora. La misma que há dos años declaró á la faz de la Europa que estaba resuelta á no variar nues­tras instituciones, y ¿ conservar para su augusta bija el depósito de esta Monarquía, tal cual se lo' entregó Fernando , acaba de convocar una conven­ción á la francesa, Una asamblea constituyente ó córtis generales, bajo un sistema electoral y una tendencia eminentemente democrática. En el de­cretó ¿«^convocación promete desenvolver los prin­cipios consignados en la exposición del Ministro Mendizabal. ¿Y cuáles son estos principios? Oi- gámolos de su propia boca. Dice el Sr. exponente, « que el Ministerio habrá de dedicar simulta- « uea é incansablemente sus conatos y tareas á con- « signar en Leyes sabias todos los derechos ,que « emanan y son ti único y Sólido sosten del régi- « gimen represen tai i vo ; y ¿vigorizar ó por mejor o decir, á crear el crédito público por el modelo «de la libre Inglaterra» De esta forma prometelevantar el magestuoso edificio de nuestra liber-tad legal, y elevar la Nación al grado de grande­za y de poder que la gran Bretaña debe á lós priucipios consignados er. su carta magna, y en su celebrado bilí de derechos ¿ Con que la Consti­tución británica y su bilí de derechos son ios ele­mentos que preparan hoy la grande obra de la restauración española ? No hallará ciertamente Mendizabal un hombre sólido é imparcial , que apoye tan extraña paradoja; Demos por supuesto, qué las instituciones inglesas, su carta magua, su bilí etc., constituyen un régimen adaptable á aque­llos pueblos dando lina latitud indefinida á sus relaciones políticas y comerciales: ¿mas quién ha di­cho ni puede decir jamas, á no hallarse destitui­do de sentido común, que dada la misma orga­nización al Gobierno de la Península, produciría los mismos saludables efectos, y elevaría esta Na­ción al alto grado de prosperidad de que boy <ris- fruta la gran Bretaña? ¿No son y han sido siem­pre muy atendibles las circunstancias peculiares del pais, para asegurar el acierto en la formación de sus leyes? ha situación geográfica de la Espa­ña, su posición social, las esenciales modificacio­nes que induce la naturaleza y el clima, el ca- rácter de los habitantes y sus ocupaciones mate­riales, difieren en un todo de las del pueblo in­gles. El iugles ¡es habitante de un islote, y nos­otros de un pais continental. Su terreno es estéril;.

¡ación á pueblos de tan diferente naturaleza Ras".í ta que los pedantes de Cádiz, presentándose co-| mo instrumentos de nuestra regeneración políti.f ca , quisieron acomodamos la constitución Ira ni cesa abortada por la revolución; hasta que los* apóstoles del ateísmo vinieron á predicarnos como*' medio de salud y garantía del orden social el c<W digo anárquico, que tantas lágrimas hizo derra-t; mar en el corto periodo de tres airos, y al que sin embargo se atrevieron á calificar de normé cierta y modelo ideal de perfección legislativa; hasta que finalmente aparecieron allá sobre los muros de Cádiz los mismos farsantes, que hoy fi­guran en el Gabinete de Madrid, tenia entendido la grave y sesuda España, que era el último es­fuerzo de la humana temeridad el pretender acli­matar en una parte del mundo las formas guber­nativas que para o tro , y esclusivamente para él, produjo la experiencia de los siglos. Tampoco ad­vierte el Sr. de Mendizabal , ni su víctima infeliz la Reina viuda, que los principios consignados en ]j curta magna, que ella ofrece desenvolver y él pre­tende plantear, aunque tal vez estén en armonía coh los principios religiosos de la protestante In­glaterra, están -en oposición diametral con los que profesa la católica España. No hay ni puede ha­ber gobierno, cuya parte política no tenga lina ne­cesaria analogía con In fa r te religiosa, ni objeto alguno en que se manifiéstenlas esta analogía, qué; en su inclinación á la ui¡i<!9¡il ó en su divergencia de ella. La España donde la unidad religiosa se liaencumbrado á 'sil mayor altura, tiende por nece** sulail ■* --- ------------- ---------- — -■a un «¡gimen eminentemente monárquico; . pero la Inglaterra se halla en posición muy (lite-, rente: un gobierno misto, bien se hermana con;; una religión y un dogma dé la roisbia especie. Pero | lo que mayor estrañeza causa éi/ que mientras se alteran los constitutivos de nuestra legislación y • se convierte la Monarquía ̂ española fuerte , abso­luta y vigorosa, en tilia democracia desencadena­da ? pretenda aun la mal acoiteejada Señora ha­ciéndose ridicula á los ojos del mundo civilizado, que desea asegurar,Ja observancia de nuestras an­tiguas leyes. ¿Cómo quedarán en pie nuestras mo­nárquicas instituciones cuando se establece un go­bierno del todo representativo y furiosamente re-publicano ? Republicano si; porque ya está vista

¿el^nuestro prodigiosamente feraz: y véanse dos principios encontrados, gastantes á prodhcir

jjuna considerable divergencia. Un espíritu de coó- ' servacion y sosiego debe ser el primer elemento' _ de nuestra prosperidad; mas la Inglaterra recia- . ma un cierto espíritu de agresión y de engrandé-

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mejordos y mas profundos, tuvieron por un delirio én

¿jjolítica el regir bajo un mismo sistema de legis-

la tendencia de nuestros Licurgos. De la Monar­quía no queda ya sino el nombre. El Soberano quedará excluido del egercicio directo d él’ poder '"g'^la'i— I q ye i ihidrri »ntaftteúr • Ibíi jde Cristina queda ya refiindíná en.esas ¡Córtes que tán sitl previsión convoca. Ella es su protectora: í ella será sú víótirriaJ ¿Podrá subsistir nada aián-.p to estableció la sabiduría dé nuestros mairoftps, • siendo parte del gobierno el hombre estúpido y entusiasta, que el año 1819. lanzó el escandaloso ¡ grito de todo abajo. Todo abajo pronunció la boca | sacrilega de García Herreros hoy favorito dé María Cristina , que dice desea asegurar la observancia ‘

1 de uuestras antiguas- leyes. : Desventorarla! ¡ Si Sei'á la guillotina el premio dé tú connivencia!' * ‘ |

t-éEN LA IMPRENTA REAL.