LEGENDARY MOONLIGHT SCULPTOR

El Nacimiento De Un Jugador Oscuro

Imagina una vida noble, elegante y pintoresca en un entorno pobre, de las que solo se ven en una telenovela. Sin importar lo pobre que sea la persona, que nunca deje de mostrar un amor incondicional hacia el prójimo, e incluso de compartir un pedazo de pan con una sonrisa. Si alguien hubiese asegurado a Lee Hyun que semejante ilusión podía ser cierta, Lee le daría una paliza, y para terminar, lo habría golpeado de nuevo para acabarlo. La vida era cruel con el pobre. La Ley de Bienestar Laboral revisada por el Parlamento hacía ilegal el empleo infantil. Pero por muy ilegal que fuese, Lee Hyun había aceptado todo tipo de trabajos imaginables. Desde los 14 años empezó a coser en una fábrica. El sueldo era realmente miserable, pero al menos podía comer gratis. Pero al estar en un sótano con solo un par de ventiladores, su salud quedó gravemente dañada. Y el daño pulmonar solo le trajo más gastos médicos. Después fue un trabajo en una gasolinera, y ocasionalmente, él incluso llegó a tirar de un carrito de mano en el que recogía y vendía productos reciclables. Pero sin importar que tan duro trabajase, el dinero que quedaba en su bolsillo era una miseria. Al ser menor, estaba obligado a trabajar de forma ilegal. Y sus empleadores se aprovechaban de esto para explotarle sin piedad. Siguió con esa vida de explotación hasta los 20 años. Gracias a eso, Lee Hyun conocía mejor que nadie el valor del dinero. Pero ahora las cosas iban a cambiar. Por fin era un adulto, y tenía el carné que le permitiría trabajar legalmente. - Tengo que trabajar hasta que mi cuerpo se venga abajo – dijo, guardándose el nuevo carné en la cartera – Seguramente pueda tener 3 trabajos a la vez.

Sus padres habían muerto cuando él aún era pequeño, y ahora su hermana y su abuela eran su única familia. - Muy bien, a partir de ahora, vamos a ser ricos – con esa promesa, regresó a su casa. - ¿Acabas de llegar? Su abuela estaba tumbada en la cama, acurrucada bajo la manta. Tras caerse por las escaleras unos días antes, se dislocó la cadera, quedando incapacitada para trabajar. Aunque se tomaba sus medicamentos, con los problemas del hogar no podía recibir un buen tratamiento en el hospital, así que solo podía descansar en la casa. Y al no recibir un tratamiento, cada noche gemía de dolor. Cada vez que entraba en casa, Lee Hyun se sentía angustiado. Era un hogar sin vida, con una hermana pequeña distante y una abuela anciana. Sin ser consciente de ello, eso seguramente hacía que se sintiese aún más incómodo en su propia casa. - ¿Y Hayan? - No lo sé. Salió y aún no ha vuelto. Tal vez esté por ahí con malas compañías, no estoy segura. Lee Hayan era su hermana. Últimamente no la veía mucho. - Todo irá bien. ¿Qué podría pasarle? - Eres su único hermano. Deberías cuidar mejor de ella.

- Tienes razón – y sonriendo sin ganas, Hyun se fue a su cuarto. Aunque se viese obligado a trabajos físicos o a conducir un taxi, quería mandar a su hermana a la universidad. Llevaba un tiempo descarriada del buen camino pero, a diferencia de él, era alegre e inteligente. Él creía que en la universidad hallaría un buen marido y que podría tener una buena vida. También quería pagar a su buena y anciana abuela por todos los sacrificios con los que les había criado. - Bueno, y mañana, a buscar trabajo. Seguramente tendré una entrevista… Entre murmullos, Lee Hyun encendió su ordenador. El viejo equipo empezó a funcionar entre zumbidos. En cuanto tuvo acceso a internet, como de costumbre accedió a un juego. El Continente de la Magia. Un juego clásico de más de 20 años. Un juego online que en su momento tuvo una legión de seguidores en la República de Corea. El juego se mantuvo en la cima hasta hace 3 años. El viejo equipo de Lee Hyun, ensamblado con partes encontradas aquí y allá no soportaba casi ningún juego. Salvo El Continente de la Magia, ningún juego funcionaba bien. Era el primer juego que había jugado, pero solo durante el juego, él podía tener una sensación de disfrute. Su estilo de juego era muy peculiar. No se asociaba con los demás, sino que se pasaba el día cazando. Tras matar monstruos y subir de nivel, se desplazaba a zonas de caza más complicadas. Nunca se involucraba en asedios ni guerras de clanes. Disfrutaba del juego mejorando las habilidades de su personaje y mejorando su equipamiento gradualmente. En una ocasión estuvo cazando 200 horas seguidas sin dormir. No era raro verle esforzarse todo un mes para subir un nivel, o derrotar a un determinado monstruo. Otros podían preguntarse qué tenía de divertido, pero le encantaba ver crecer a su personaje, y cuando podía derrotar a monstruos antes intocables, su placer era inmenso. En poco tiempo había alcanzado el máximo nivel, el estado definitivo en el que ya no podía seguir creciendo. Era el primer y único en tener ese record en la historia del Continente de la Magia. Cuando se fijó, nadie podía rivalizar la supremacía de su personaje. En las zonas

de caza en que los partys tenían problemas, el acababa en solitario con todos los monstruos. Tras alcanzar el máximo nivel. Cazó a todos los monstruos finales, incluidos los Dragones. Así que Lee Hyun había perdido el interés. Hoy en día, con todos los avances tecnológicos, el objetivo de todo juego era introducirse en el sistema de Realidad Virtual. Entre ellos se encontraba uno llamado Royal Road, que estaba considerado como el estándar para los juegos de VR (Realidad Virtual). Contando con un mundo completamente implementado, el juego contenías miles de razas y millones de usuarios. Miles y miles de trabajos estaban disponibles, y había cientos de miles de habilidades. Podías disfrutar de aventuras a tu medida, o incluso irte a pescar con los amigos durante días… siempre que no te cruzases con un tifón en el camino, claro. La absoluta libertad era increíble, pero lo más impresionante de todo era el sistema de juego. Royal Road tenía la reputación de generar la diversión definitiva que cualquier ser humano podría esperar de un juego. - Bueno, para mí todo eso no son más que castillos en el aire. ¿Qué podía esperar Lee Hyun de un equipo que empezaba a ralentizarse al cargar una página web medio decente? Con lo popular que era, instalar el equipo que habilitaba la VR costaba más de 10.000.000 won. De tener ese tipo de dinero, iría directamente a los gastos médicos de su abuela, o a la matrícula de la universidad para su hermana. Y ahora, para empezar a ganar dinero lo más diligentemente posible, el juego tenía que terminar.

• ¿Está seguro de que desea eliminar su cuenta?

• Si / No

Lee Hyun puso el cursor del mouse sobre el “Si”. En ese momento, con un simple click del mouse, el personaje que había cultivado con tanto esmero desaparecería para siempre. En el momento en que empezó a doblar el dedo, se le ocurrió una idea. “¿Podría vender mi personaje por dinero real? Creo que lo llaman “Venta de cuenta”. Recordaba haber leído en un periódico hacía tiempo que la compra-venta de personajes era algo habitual. Y eso significaba dinero. Y ya que él iba a eliminar la cuenta de todos modos, bien que podía vendérsela a otra persona. Empezó a buscar por internet una página de venta de personajes. Con una búsqueda dio con docenas de sitios, y entre ellos, escogió el que tenía un mayor volumen de ventas. - ¿Así que muestro aquí mi personaje con un precio, y ya está? Lee Hyun subió algunas imágenes de su personaje. Personaje de El Continente de la Magia con el máximo nivel. Incluye el mejor equipamiento concedido por los Dragones, valorado en unos 30 trillones de marcos. Decidió iniciar la subasta con el precio inicial de 50.000 won. Temía que nadie ofreciese si ponía un precio inicial demasiado alto. El límite de la subasta era un día. Era ilógico esperar mucho tiempo por una gran suma. Y para conseguir un trabajo necesitaba urgentemente un traje decente, así que tenía prisa por lograr el dinero. Normalmente podía comparar los personajes y objetos de otros, pero los contenidos de los demás solo podían ser vistos por miembros de pago de la página, por lo que él no tenía acceso. Terminó de hacer el anuncio y se fue a dormir. Planeaba levantarse temprano al día siguiente para ir de inmediato a la oficina de empleo.

Ni una hora después de poner la subasta, los habitantes del cyber-espacio empezaron a calentar el ambiente.

* * * * * Al principio, nadie creía en el contenido del post. Era bien sabido que la última actualización de El Continente de la Magia había aumentado notablemente los niveles máximos disponibles. El nuevo nivel máximo se había puesto en 200. En todo el servidor nadie había alcanzado aún ese nivel, seguramente porque era algo imposible para cualquier ser humano. Y de pronto ponen una subasta en la que se vende un personaje con ese mismo nivel. “Este tipo nos toma por tontos.” “¿Qué clase de tonto se entretiene con estas estupideces?” “Esto lo han hecho tantas veces que ya no tiene ni gracia.” Había muchos comentarios como esos. Algunos aconsejaban que nadie picase, y otros agradecían el buen rato de risas que habían pasado con el post. Desde principios del siglo XXI, el phishing se había puesto de moda, y por eso todo el mundo pensó que no era más que otro caso de publicidad engañosa. “No… Imposible” “No puede ser.” Los habitantes de la red intentaron ignorar la subasta. Pero no pudieron contener su curiosidad y volvieron a examinar el post.

Los post de subastas exigen que siempre se incluyan capturas de pantalla del personaje a la venta. Abrieron todos los archivos adjuntos al post. La información del personaje era impactante. Algunos atributos estaban al máximo y los elementos equipados eran, simplemente, fantásticos. “¿Dónde diablos ha conseguido esas armas?” “¿El Conjunto completo de la Armadura de Dragón Rojo y el escudo de Columna Vertebral del Dragón Rojo? Guau…” “Dice que se lo otorgó el Dios Negro del Valor.” La gente estaba bastante impresionada. Por alguna razón, no parecía un phishing normal. Para falsificar esas imágenes hacía falta un gran esfuerzo. “Este tipo se ha pasado un montón de tiempo con esto…” “La interfaz es la del Continente de la Magia, pero… ¿De qué juego ha importado ese equipamiento?” Entre los que miraron el post había algunos diseñadores gráficos. Estos examinaron la foto con mucho cuidado. “No importa lo bien manipulada que este la imagen, una falsificación siempre tiene restos microscópicos. Aunque para una persona normal parezca real, si se aplica la última tecnología siempre se pueden encontrar las partes modificadas.” Los diseñadores ampliaron 10.000 veces la imagen, siguiendo los rastros de píxeles, estudiando cada sombra y hasta escaneando los archivos de las imágenes en 3D para demostrar que era falsa. Pero fue en vano. Al final se vieron forzados a reconocerlo. “Todas esas imágenes son reales.”

“Como diseñador jefe de LK Co. garantizo que esta imagen no ha sido alterada en modo alguno.” En contra de las expectativas, los diseñadores gráficos empezaron a confirmar la autenticidad de las imágenes. Entonces aparecieron los verdaderos usuarios de Continente de la Magia. En cuanto vieron las imágenes, empezaron a gritar sorprendidos. No se lo habían esperado. “Es verdad. El personaje llamado Weed. Es jodidamente famoso.” “El equipamiento es suyo, pero no sabía que había alcanzado el máximo nivel. Impresionante.” Lee Hyun siempre jugaba solo, evitando intencionalmente las zonas de caza con mucha gente. Nunca participaba en asedios, y por lo general ignoraba las disputas menores. Pero los rumores sobre él eran interminables. Acabar con Krakens y Dragones, a los que se consideraban invencibles y barrer los territorios de caza de mayor dificultad en solitario. Que no se asociase con los demás no significaba que no fuese reconocido. Entre el resto de usuarios era una leyenda andante. Solo él ignoraba que era una estrella. “Entonces, ¿ese equipamiento es real?” “En este caso, esto es una ganga…” El precio inicial de la subasta era de solo 50.000 wons. Ignorando el valor del personaje y el equipamiento, solo su posesión hacía que el valor fuese exorbitantemente bajo. La gente se apresuró a hacer sus ofertas. Pasó rápidamente de 50.000 a 300.000, e inmediatamente a 700.000 won. Al cabo de una hora excedía el millón de won. Y como ese era el valor de la venta de cualquiera de las piezas equipadas, la gente empezó a ofertar sin miedo. Las ofertas empezaron a dispararse.

En este momento algunos empezaron a echarse atrás, al darse cuenta con impotencia de hasta dónde podía llegar el precio final. Aunque el número de jugadores de Continente de la Magia había decrecido con el tiempo, tras la integración de todos los servidores en uno y hacerse gratuito, aún retenía un buen número de usuarios. Estos usuarios eran los que habían aumentado la subasta en sus primeras fases, y a continuación fueron los administrativos adinerados los que siguieron aumentando el precio. Al principio, cuando se lanzó el juego, Continente de la Magia mantuvo despierto a todo el mundo en la República de Corea toda la noche. El personaje de máximo nivel del juego, poseer algo tan clásico tenia tanto valor, como para querer enseñárselo a los demás. El más astuto de los administrativos llamó rápidamente a su jefe de una edad similar a la suya. - ¿Director-nim? - ¿Por qué me llamas a medianoche? ¿Es que quieres que te despida? - Eh… ahm… bueno… Director-nim, ¿no era usted un jugador de Continente de la Magia hace tiempo? - Si ¿Por? - Están subastando un personaje con el máximo nivel de Continente de la Magia. Pensé que podría estar interesado… - ¡¿Qué?! ¡¿Estás hablando de Weed?! - Sí. Veo que lo conoce. Tiene nivel 200. Y los atributos y el equipamiento están mejorados al máximo. Entonces, continuó con una explicación:

- Ahora mismo vas a ofertar 30.000.000 won de tu bolsillo. Yo voy a conectarme de inmediato para comprobarlo, intenta poner la mayor oferta. En esta época, la gente en posiciones clave de las compañías era de una generación que jugó a juegos online en su juventud. Su entrada en la subasta aumentó una vez más el ritmo de las ofertas. En los principales portales y las webs relacionadas con los juegos, el tema del momento era esa subasta. Mucha gente empezó a buscar información, y la búsqueda de la palabra “ranking” se disparó por las nubes. En ese momento empezó la verdadera subasta.

* * * * * Y mientras tanto, Lee Hyun estaba profundamente dormido, sin la más mínima idea de los acontecimientos. - Trabajo duro… 50.000 won al día. Lavar platos en un restaurante, 30.000 won. Cena, trozos de jamón… Él estaba ocupando ajustando el plan del día siguiente en sus sueños.

* * * * * Con la atención de todo el mundo centrada en una sola persona, el precio de la subasta estaba subiendo como la espuma. Hasta entonces, nadie había sabido quien tenía el mayor nivel en Continente de la Magia, por lo que todos tenían el deseo de poseer y demostrar la supremacía del personaje eterno del que una vez fue el juego más grande. Finalmente el valor de la subasta superó los 100.000.000 won. En ese momento, la posesión del personaje superaba el valor de mercado de las posesiones individuales y el equipamiento. Algunas personas se lamentaron por su falta de fondos y abandonaron la subasta. - Creo que quien está vendiendo este personaje no es más que un bicho raro.

- ¿Cómo puede poner un periodo tan corto al subastar un avatar tan importante? - ¿Tan seguro estaba de conseguir el máximo precio posible? Así se quejaban los que iban abandonando la subasta. Rápidamente el número de comentarios rebasó los 900. Las ofertas se renovaron automáticamente unas cuantas veces, y cuando esta superó los 300.000.000 won, se sumaron a la subasta un buen número de empresas. Pese a ser una simple subasta, estaba claro que no era algo que se iba a resolver simplemente. Si se cerraba con una cifra descomunal, muchísima gente se terminaría enterando por las noticias o por el boca a boca. Los efectos de publicidad eran formidables. El mero hecho de poner un anuncio en el post de la subasta costaba un montón de dinero, también, después de invertir dolorosamente el dinero para hacer el anuncio, las personas aún no se molestaban en mirarlo de cerca. Sin embargo, ¿qué hay de las noticias del personaje de más alto nivel siendo vendido por una pequeña fortuna? El interés y la atención de la gente se concentrarían. Los departamentos de relaciones públicas de cada empresa estudiaron esa posibilidad. Los medios digitales aumentaron la competición, las cadenas de comunicación querían poseer el personaje. El precio no era problema. Organizar una serie de especiales sobre el famoso juego del pasado, y luego presentar al personaje en cuestión, aumentaría notablemente la confiabilidad y la imagen de la emisora. La fiera competición disparó una vez más los precios, y el aumento en el número de visitas hizo que los dueños de la página de subastas sonriesen satisfechos. La subasta por fin terminó. Cinco cadenas de juegos se enfrentaron entre sí, pero alzándose sobre las demás, quien hizo la última oferta y recibió el trofeo fue CTS Media. Esta se hallaba en medio de una rápida expansión que la hacía resultar interesante. Mediante la

secretaria del presidente, la oferta ganadora fue escrita y presentada justo antes del final del plazo.

* * * * * “Hola” Una llamada de teléfono despertó a Lee Hyun a primera hora de la mañana. El trabajo de construcción del día anterior le había dejado exhausto y había caído rendido en la cama. Solo había ganado 30.000 won. Era menos de la media porque le habían echado por incompetente. -Hola. Para su sorpresa, la voz al otro lado de la línea era una hermosa voz femenina. - Ehm… creo que ha llamado al número equivocado. Lee Hyun, estando convencido que nadie en su sano juicio llamaría a su casa, intento colgar. Pero… <<Usted intento vender su cuenta a través de internet, ¿verdad?>> - Así es. <<Le llamo desde CTS Media Incorporated. Soy Yoon Nahee, la secretaria del presidente. Hemos ingresado la suma de la oferta final de la subasta en su cuenta, puede confirmarlo con la web de subastas, y le rogamos que nos contacte lo antes posible.>> - ¿Qué? Un momento… ¿Hubo una oferta ganadora? <<Ajá, así es. Si me permite la pregunta, ¿aún no lo ha comprobado?>>

- No… estaba un poco ocupado… Yoon Nahee de CTS Media. La secretaria del presidente, que se encargaba hasta de los recursos financieros, no era una mujer corriente. También dominaba 8 idiomas, y era alabada por todos los que le rodeaban. Pero el hecho de que Lee Hyun no hubiese comprobado aún el resultado de la subasta bastó para dejarla abrumada. - ¿De cuánto ha sido la oferta final? – Lee Hyun estaba incómodo. Esperaba que fuesen al menos 200.000 won para poder pagar las facturas médicas, y por eso había preguntado, pero la respuesta que oyó por el teléfono le dejó paralizado. <<3.090.000.000 won. >> Originalmente, el valor del personaje, Weed, según los precios de mercado era de 150.000.000 won. Hoy en día, con los juegos en la cima de la popularidad, solo el equipamiento podía llegar a 100.000.000 won, pero al ser un juego antiguo, el precio de mercado estaba en el lado extremadamente bajo. Pero varios factores como el corto plazo de subasta, la rareza exclusiva y su fama, habían hecho que el precio final rebasase los 3.000.000.000 won. La subasta ya era buen material para las noticias, que era, exactamente, lo que CTS Media quería. Aun así, Lee Hyun respondió con tono áspero. - ¿Esta bromeando conmigo? <<¿Perdón?>> - No puedo creer que me haya llamado para contarme una tontería semejante. Voy a colgar ahora. Tras colgar, Lee Hyun sonrió con amargura.

- ¿Cómo sabia ella del post de la subasta? ¿Y cómo obtuvo mi número de teléfono para jugarme una broma?– Lee Hyun no se creía nada de eso. Era demasiado absurdo. Pero en cuanto accedió al portal de subastas, la suya estaba en la primera posición de la lista. Muchísima gente había estado comentando en tiempo real, y la oferta final cuadraba con lo que le habían dicho por teléfono, 3.090.000.000 won. Lee Hyun logró no desmayarse solo por su severa tenacidad. Si esto es un sueño, espero no despertarme nunca. Al día siguiente confirmó que los más de 3.000.000.000 won habían sido efectivamente ingresados en su cuenta. El pellizco su carne hasta que pudo ver sangre. ¡No era un sueño! Lee Hyun corrió a mostrarle a su abuela la libreta bancaria. Aún no se atrevía a contárselo todo. - Abuela, he juntado algo de dinero. - Si, hijo, si – respondió su abuela sin mucho ánimo, solo habían pasado 3 días desde que le diesen el carné de trabajo. No podía haber ganado mucho – Buen trabajo Hyun. - No ha sido difícil, abuelita – dijo pasándole la libreta bancaria. - ¿Qué es esto? - Mira. Es el dinero que he ganado. Su abuela se froto los ojos un par de veces, tras ver el contenido de la libreta. Su reacción tras ver la cifra inscrita en la última línea era de desconcierto. - Tú… ¿has robado? No… esta cantidad de dinero no se puede robar sin más. - Lo que he hecho ha sido vender mi cuenta de juego.

- ¿Cuenta? - Es… complicado… de todos modos, ese dinero lo he ganado legalmente. - Entonces… de verdad… – su abuela, llena de una creciente emoción, empezó a llorar – Hyun-, ¿esto significa que podemos vivir como los demás? ¿Qué ya no tendremos que preocuparnos constantemente por las facturas del agua y la luz? - Por supuesto, e incluso podremos tener nuestra propia casa. - Puedes volver al colegio… y Hayan puede ir a la universidad. Ya no tenemos que vivir envidiando lo que tienen los demás. Su abuela estaba conmovida hasta el punto de empezar a llorar abiertamente. Y lo mismo le pasaba a Lee Hyun al recordar los amargos momentos por los que había pasado. - Ahora podemos vivir felizmente todos juntos, abuelita. - Si, por supuesto. Tras los duros tiempos que habían pasado juntos, los dos estaban mucho más animados. Tras unos días compraron una nueva casa y recibieron un buen tratamiento en el hospital. Además de los problemas de cadera, su abuela tenía otra infinidad de síntomas, y tuvo que ser admitida en el hospital. Su hermanita, Hayan, también estaba encantada por los acontecimientos. Pero toda esa felicidad no duró mucho. Los hombres de los trajes negros. Las personas a las que menos quería ver aparecieron en el hospital. Hombres de negro con zapatos frescos de la tienda, literalmente empujaron hacia la habitación del hospital. Con sus músculos solo 5 de ellos llenaron el pequeño cuarto de hospital.

El resto de los pacientes se asustó, así que con ayuda de sus cuidadores abandonaron rápidamente el cuarto. Solo quedaron Lee Hyun, su abuela y los hombres de negro. Lee Hyun pensó que al menos su hermana no estaba allí cuando llegaron. Pero esa gente nunca le había traído buenas noticias. Y no esperaba otra cosa en esta ocasión. - Lee Hyun, he oído que la suerte le ha sonreído a tu familia… – dijo un hombre rubio. Lee Hyun respondió con rudeza. - ¿Y? - En el pasado, tu padre nos pidió un préstamo, y hemos venido a cobrar. - ¿A cobrar? - Así es. Y ahora que tienes el dinero, supongo que no tendrás problemas en pagarnos lo que se nos debe. Lee Hyun tragó saliva. Cuando sus padres murieron, Lee Hyun heredó la deuda de 100.000.000 won. No hubiese habido problemas si hubiese rechazado la herencia, pero por aquel entonces Lee Hyun había sido muy pequeño, y desconocía esas leyes. Además, su abuela, con la inmensa pena de haber perdido a su pequeño no aplicó los formularios necesarios para rechazar la herencia dentro de los 3 meses legales, por lo que el legado fue pasado a los herederos. De ese modo, Lee Hyun quedó endeudado a los prestamistas por 100.000.000 won. Sabía lo desalmados que podían llegar a ser, pero ahora tenía un montón de dinero. No tenía razones para estar asustado. - Les pagaré lo que les debemos. ¿Cuánto es?

- ¿Pagar? Te quedas un poco corto. Bueno, tampoco es que sea un problema. Al fin y al cabo, nos preocupamos por nuestros queridos clientes. El dinero que tienes que entregarnos asciende a 3.000.000.000 won. Al oír la cifra, las sienes de Lee Hyun palpitaron con rabia. - Eso es absurdo… Mi padre solo pidió prestados 100.000.000 won. - Eh, han pasado 8 años desde entonces. Y con el tiempo, los intereses se van acumulando. - Que absurdo… Pienso llamar a la policía. - ¿La policía? Piensa por ti mismo. ¿Crees que la policía se pondrá de tu lado? - La policía es el escudo que protege a la gente. - Fua… Ajajaja… JAJAJAJAJA. Los hombres se rieron de su comentario. Sobre todo el rubio, al oír semejante absurdo, se llevó la mano a la frente y se rio a placer. El hombre que estaba en silencio tras él hasta ahora, empezó a hablar. Teniendo en cuenta la atmosfera, parecía el líder. - Explícale la situación al chico inmediatamente. No queremos problemas innecesarios. - Si, Hyung-nim. Lo siento, chico, escúchame bien. No estamos rompiendo ninguna ley. Es un interés legítimo. Para empezar, el interés es del 50% anual. ¿Quieres que te haga las cuentas? El primer año pasa de 100 a 150 millones, el 2º, a unos 220, el 3º, 330, y al final del 4º, cerca de los 500. Al oír las cuentas, Lee Hyun se desesperó. La deuda se había quintuplicado en solo 4 años. Habían pasado 8, así que andaría por los 2.500.000.000, pero habían pasado más de 8 años, por lo que decir que eran 3.000.000.000 no era algo equivocado. Lee Hyun, acosado por los miembros de la banda, no sabía exactamente cuánto debía. Sin saberlo, había acumulado una deuda astronómica.

¡Era la bancarrota! Otros, con una deuda tan grande, se declararían en quiebra. Tras una bancarrota aún podrían contar con algunos miles de won. Pero él ni lo consideró. Declararse en quiebra costaba dinero en papeleo y consejeros legales. Solo siguiendo el papeleo y pagando las tarifas podías entrar en bancarrota. Lee Hyun no podía permitirse declararse en quiebra. De hecho, aun teniendo el dinero, no creía que los viciosos prestamistas le permitiesen hacerlo sin más. - Queremos 3.000.000.000 won. - No, ni hablar. - ¿Ni hablar? Haz lo que quieras. Si no quieres pagar, vendremos a cobrar mañana. Pero entonces tendrás que pagar un poco más, pero oye, es tu decisión. Los hombres vestidos de negro estaban confiados. Confiados en su libertad, en su poder. Además, Lee Hyun sabía que era mejor pagar la deuda, si podía. En primer lugar, no tenía más alternativas, habían venido sabiendo que tenía el dinero. Los hombres sonrieron con malicia. - Tu pobre abuelita está hospitalizada, pero la verdad es que parece que está bastante cómoda. Al igual que tu hermanita, en el pasillo. Una hermanita tan preciosa, estoy seguro que alcanzará una buena cifra en la isla… - ¡Ni se te ocurra ponerle la mano encima a Hayan! - Tranquilo. No hemos hecho nada… aún. Solo estamos hablando, chico. Pero si esta familia de 3 fuera admitida a la vez en el hospital sería una imagen conmovedora.

Lee Hyun no pudo seguir aguantando las amenazas camufladas. No podía hacer nada. Le bastaba con que esos hombres se fuesen. En los suburbios había visto el destino de aquellos que no habían podido pagarles. Si había un pecado principal, era el de pedirle un préstamo a esa gente. Sin poder ni siquiera defenderse tras la ley, Lee Hyun tuvo que entregar su libreta bancaria. Los hombres la tomaron y sacaron 90.000.000 won en efectivo de una bolsa, junto con un pagaré de 100.000.000 won escrito por sus padres 8 años atrás. Desde el principio habían conocido toda la historia, y habían venido preparados. - Gracias, y perdón por los problemas. Cuando los hombres empezaban a irse, Lee Hyun grito. - ¡Un momento! - ¿Si, chico, qué es lo que quieres? - Algún día, me las pagaran por todo esto. - ¿Qué dices? - Creen que ahora que les he pagado esto se ha terminado. Pero en el futuro saldaré cuentas con ustedes. Los hombres estaban a punto de empezar a reír otra vez. Pero al ver la expresión en los ojos de Lee Hyun la risa murió antes de empezar. Una joven bestia salvaje. La crudeza de su mirada les causó un escalofrío. - Veo que aún tienes espíritu. Tenemos que enseñarle a un chico valiente como tú cómo funciona el mundo – los hombres se subieron las mangas. Pero Lee Hyun no mostró ninguna señal de miedo, ni retrocedió.

- Ya basta. Hemos recogido el dinero, no hagan nada innecesario. - Pero… - ¿Es que quieren montar una escena en un hospital? - Entiendo, Hyung-nim Los hombres salieron apresuradamente del cuarto. - Y, chico – el líder del grupo miró a Lee Hyun y le dijo – Mi nombre es Han Jinsup de Myongdong. ¿De verdad crees que tu audacia funcionara en este venenoso mundo? Si crees que es injusto, consigue reunir 3.000.000.000 won en 5 años, y búscame. A partir de ese momento te serviré como si fueras mi Hyung-nim. Los prestamistas se fueron. Y Lee Hyun se sentó en el suelo, sin poder hacer nada. Y al oír los llantos de Lee Hayan en el pasillo, su abuela suspiró sin fuerzas.

* * * * * Tras haber sido robado hasta el punto de los 3.000.000.000 won, no tenía fuerzas para hacer nada. Estaba completamente vacío por dentro. Pero, tras el tercer día en esta situación, se levantó. Había una esperanza, una posibilidad. Así que no podía sentarse y dudar. Una sonrisa casual le cruzó los labios. Entre lágrimas, Lee Hyun empezó a sonreír. Había sido solo un momento, pero la experiencia de poseer una gran suma de dinero le había mostrado un poco sobre cómo podía vivir en el mundo. Eso es. Si lo logré una vez, puedo lograrlo de nuevo. Lee Hyun estaba ocupado. Le quedaban 90.000.000 won, pero eso no significaba que pudiese usarlos. Como el contrato de la nueva casa ya estaba firmado, tuvo que reservar 50.000.000 won.

Podía cancelar el contrato, pero eso supondría una penalización. Prefería morir a pagar esa penalización. En definitiva, ¡solo contaba con 40.000.000 won! Todo gracias a la caída de bienes raíces de principios del siglo XXI.

* * * * * Con parte del dinero restante, Lee Hyun se registró en centros de artes marciales como aikido, kendo y taekwondo. Se puso un horario muy riguroso, llegando a asistir a 6 centros cada día. Mientras su cuerpo se quebraba en los varios gimnasios, el dominó las artes marciales. Los instructores le apodaron “Bestia Salvaje”. Para aumentar su fortaleza practicó con la espada hasta el punto que las manos empezaron a sangrarle. ¡Un juego de realidad virtual! Al ser un sitio en el que podías mover tu propio cuerpo, significaba que podías hacer lo mismo que en la realidad. Entonces, ¿no sería útil aprender artes marciales y estudiar un poco más sobre el sistema de juego? Por supuesto, aprender artes marciales no era una ventaja absoluta. Pero para ser más fuerte incluso en nivel 1, era mejor aprenderlas. Imagina poder ser al menos un 10% más fuerte durante el juego, los tremendos efectos que puede aportar. Por eso aprendió artes marciales por la mañana, y por la noche estudiaba sobre los juegos de realidad virtual. Qué juego tenía más usuarios y cómo funcionaba el sistema… todo fue estudiado a conciencia. Hizo tablas y análisis sobre cada profesión, ciudad y habilidad y las colgó en el muro de su cuarto. Los informes ocupaban todo el espacio disponible. Un año. En ese tiempo, Lee Hyun aprendió artes marciales y estudió los juegos de realidad virtual. Pero no fue solo un año de preparación, también lo aprovechó para estudiar con detenimiento el desarrollo de Royal Road.

El juego cumplía con las expectativas, como su nombre indicaba, caminaba por el camino del emperador con confianza. Con más del 75% de la cuota del mercado de juegos, más del 90% de los jugadores coreanos participaban en el juego. Prácticamente se podría llamar una secuencia programada. Particularmente durante las guerras entre reyes, llego a un punto en el abrumo a la audiencia de todas las demás redes. El único juego del mundo en el que se podía conseguir fama, poder y dinero. Royal Road era el resultado de un ingenioso sistema que se basaba en la realidad virtual. - Genial, todo va según el plan – la fría mirada de Lee Hyun estaba clavada en el monitor. Ese día había comprado por 10.000.000 won la cápsula para conectarse a Royal Road. Era lo bastante caro como para hacer que se le salieran las lágrimas, pero no dejó de convencerse de que era una inversión. Había terminado con los preparativos. Era el momento de empezar con el juego. Se sentía como un soldado a punto de entrar en el campo de batalla.

• ¿Quiere Conectarse a Royal Road?

• Si / No Cuando apareció el mensaje, Lee Hyun no dudó en gritar. - ¡SI!

LA BESTIA SALVAJE APARECE La exploración en el iris y la vena ha determinado que usted es un usuario registrado. ¿Quieres crear una cuenta nueva? **** Cuando Lee Hyun estaba conectado a Royal Road, el primer sonido que llegó a sus oídos fue una voz femenina. Miró a su alrededor para ver quién había hablado con él, pero no había nadie más, un espacio dentro del universo. Entonces se dio cuenta de que estaba en el medio del proceso de activación de una nueva cuenta. "¡Sí!" - Seleccione el nombre de su avat… - "Weed". Weed (Mala Hierba), lo más humilde en el reino vegetal. Para Lee Hyun, Eso sonaba más apropiado para él. - Seleccione su género de hombre, mujer o neutr...- "Hombre!" - Royal Road tiene cuarenta y nueve razas. Puede seleccionar su raza de las primeras veintinueve- "Humano"

- Usted puede cambiar su aparien...- "Como Soy". - Su cuenta ha sido activada. Sus estadísticas y clase se determinarán mientras está jugando Royal Road- "Paso" - Seleccione una ciudad y un reino en que desea iniciar. "La ciudadela de Serabourg, Reino de Rosenheim!" - Bienvenido a Royal… - "Paso" Con miedo a perder ni un segundo, Lee Hyun salto la fase de tutorial y tomaba decisiones rápidas de acuerdo con su plan preestablecido. 300,000 ? (won…moneda koreana) de factura mensual por el juego fue un gran costo para él. **** En Royal Road, hay más de un centenar de ciudades principales y miles de pueblos. Un nuevo jugador comienza su aventura en una capital o una gran ciudad de tamaño comparable. Al igual que en la que Weed está comenzando. * Flash * Con un destello de luz, apareció en la Ciudadela de Serabourg del reino de Rosenheim.

"Esto es...” Weed se dejó influir por la visión de innumerables avatares, los usuarios y los NPC (personajes creados por el juego, no son usuarios) por igual, y pensó que se había perdido en medio de Seúl. "¿Dónde estoy? ¡Increíble!" Asombrado, Weed no daba crédito a sus ojos cuando miró a su alrededor. El ruido de los regateos y charlas sonó en sus oídos. La vista que se desarrolla ante sus ojos era exactamente igual que en el mundo real, con gente muy ocupada yendo y viniendo. Bajó la mirada a sus piernas que se colocaban en el suelo. Sus sentidos le dijo que se sentía absolutamente sólido. Extraños pasaron a su lado mientras estaba todavía en las nubes. "Míralo. Estoy seguro de que es un novato." "Parece que nunca ha jugado un juego de realidad virtual antes". Mientras pasaba por allí, algunos usuarios arrojaron observaciones fugaces sobre sus hombros. Eso fue suficiente para que él se diera cuenta de algo… Tienen razón. Esto es Royal Road. El mundo de la realidad virtual, y mi nuevo lugar de trabajo. No importa qué tan bien Weed se había preparado, su conocimiento de la realidad virtual y su investigación sobre el sistema de juego quedó en segundo lugar ante la extraña experiencia que estaba teniendo ahora. El estaba desconcertado, pero era temporal, y pronto se calmó, las diferencias también comenzaron a llamar su atención. Sus sentidos estaban en consonancia con la realidad, sin embargo la gente alrededor de él estaban vestidos con armaduras o chalecos de cuero.

Cerca del lugar donde había aparecido había un tablón de anuncios exhibiendo mapas y descripciones del Reino de Rosenheim e instrucciones para el uso de la interfaz básica. Es hora de que empiece. Weed apretó el puño, y luego empezó a hacer ejercicio. Se sentó y se puso de pie, y entonces empezó a dar grandes saltos, volteretas, patadas y puñetazos. Giró en torno a su cintura y cuidadosamente probando una articulación tras otra. Movió los dedos de manos y pies, y señaló con la cabeza hacia atrás y hacia adelante. A pesar de que un tsunami de comentarios humillantes brotó de otros usuarios cercanos, Weed estaba decidido a vencer. "¿Qué diablos está haciendo él ahora?" "Parece que se está moviendo su cuerpo. Supongo que todavía está incómodo con el juego de realidad virtual." "Oh, ya veo. ¿Pero cuál es el punto de hacer un espectáculo en el medio de una calle llena de gente?" El sentimiento de humillación con el que Weed había luchado para ignorar prevaleció sobre su determinación. ¡Qué escena que había estado haciendo frente a extraños! "¡Maldita sea!" Weed salió a toda prisa y se dirigió hacia otro lugar. Un recién llegado en Royal Road está confinado en su ciudad de origen durante una semana en el mundo real y cuatro semanas en el juego, gracias al distinto flujo de tiempo que hay entre un lugar y otro.

Una gran mayoría de los recién llegados estaban aprendiendo lo básico, búsquedas simples o aprender habilidades artesanales, tales como sastrería, herrería y la cocina, que son relativamente fáciles de adquirir. El juego alardea de su flexibilidad sin restricciones, casi al punto del desorden, y mientras todas las posiciones de alto rango todavía son ocupadas por los NPCs en lugar de los usuarios, Esto refuerza la necesidad de contactos personales. Por otra parte, un número considerable de usuarios trabajan en bibliotecas o tiendas para ganar dinero. La Plaza Central rebosa con aspirantes a comerciantes que instalaron quioscos para comprar y vender con otros usuarios, y muchos nuevos grupos en busca de aventura se forman en el lugar cada minuto. Después de verlos casualmente, Weed no dudó en dirigirse a la sala de entrenamiento. El Salón de Entrenamiento está abierto a cualquier usuario, siempre y cuando le plazca, y la mayoría de los usuarios visitan el salón para experimentar con nuevas habilidades adquiridas. Es casi imposible encontrar a alguien que, como Weed, iría directamente a la sala de entrenamiento tan pronto como se creó un nuevo avatar. No es sólo que los recién llegados están más interesados ??en saber cómo es el reino y la ciudad que los vio nacer, pero también es en gran parte porque el entrenamiento en la sala de entrenamiento se considera más bien ineficaz. En el momento en que el instructor vio a Weed caminar en la entrada, sus ojos brillaron con fiereza. "Joven aventurero, supongo que ha llegado al continente Versalles hace muy poco tiempo", dijo el instructor. "Sí, señor", dijo Weed en breve. Aun estaba molesto por haber hecho el ridículo en su primer día.

"Usted encontrara el entrenamiento con la espada absolutamente necesario cuando llegue el momento de enfrentarse a los monstruos. ¿Necesita mi guía? Os digo, tome cualquier espantapájaros desatendido y golpéelo en la forma que desee. Una espada de madera está colocada delante de un espantapájaros, y es toda suya. " "Gracias, señor. Ya es suficiente. No necesito más orientación”. "Buena Suerte" Weed agarró la espada de madera y se dirigió a un espantapájaros que se colocaba solo en el más remoto rincón. Entonces, él comenzó a golpearlo, una vez, dos veces, tres veces. Las manos poco a poco se acostumbraban al peso de la espada de madera y al sentido de golpear al espantapájaros. En Royal Road, el nivel de un nuevo avatar está bloqueado en las primeras cuatro semanas, porque está prohibido viajar más allá de la puerta de la ciudad y cazar monstruos en el campo. Es más común llevar a cabo tantas misiones como sea posible, ganando así puntos favorables de servicio público, dinero y formar su propia red de contactos personales. Sin embargo, Weed continuó golpeando en silencio el espantapájaros con la espada de madera. Hay cerca de un millar de espantapájaros en el salón de entrenamiento de la Ciudadela de Serabourg, y un suministro ilimitado de espadas de madera en las paredes, lo que podría ser útil. El Salón Suele ser frecuentado por los usuarios que gustan de poner a prueba sus habilidades. En este momento, sin embargo, todos los ojos se fijaron en algún lugar en particular. "Este hombre, definitivamente, tiene agallas de hierro."

"Es condenadamente rudo”. "No puedo creer cualquier hombre cuerdo vaya tan lejos" Weed estaba empapado en sudor. La camisa blanca y pantalón que le fueron dados al principio habían absorbido el sudor y se habían pegado rápido a su cuerpo. El todavía daba un golpe tras otro al espantapájaros sin un minuto de descanso. Fuerza incrementada en 1 punto. (+1 STR) Después de seis horas de golpear el espantapájaros, Weed escuchaba buenas noticias. Se sentía como si los músculos de su mano empuñando la espada de madera fueran haciéndose más ligeros. "Ventana De Estadísticas," murmuró Weed mientras golpea el espantapájaros.

Avatar: Weed Tipo: Neutral Nivel: 1 Clase: Ninguna Titulo: Ninguno Fama: 0 Salud: 100 Magia: 100 Fuerza: 11 Agilidad: 10 Vitalidad: 10 Sabiduría: 10 Inteligencia: 10 Liderazgo: 0 Suerte: 0 Ataque: 3

Defensa: 0 Resistencia A La Magia: Fuego: 0% Agua: 0% Tierra: 0% Magia Negra: 0%

El Avatar de Weed estaba tan débil que no había nada notable. -Cinco horas más tarde- Vitalidad incrementada en 1 punto. (+1 VIT) Agilidad incrementada en 1 punto. (+1 AGI) Las dos estadísticas aumentaron casi al mismo tiempo. "Menos mal". Weed finalmente dejó la espada de madera y tomo un breve descanso. Sin comer ni beber, había estado golpeando el espantapájaros durante casi ocho horas seguidas. Estaba cansado físicamente, y peor aún, su garganta ardía de sed, el estómago estaba vacío y hueco. "Ventana De Inventario" Pronunciando esta palabra clave, las imágenes semitransparentes de todas las pertenencias del inventario de Weed flotaron delante de sus ojos. Dentro de su inventario había una cantimplora y diez piezas de pan de centeno. Eso era todo. En Royal Road, tienes que apoderarte de lo que necesitas por tu cuenta. Otros usuarios hacen dinero mediante la realización de misiones fáciles en las primeras cuatro semanas, pero Weed no podía prescindir ni de un minuto.

El sacó un pedazo de pan de centeno y la cantimplora, y mordisqueó un bocado de pan. Mientras comía alimentos, apaciguo su hambre y su factor de satisfacción se elevo. "Se supone que debo tener una comida cada cinco horas. Será mejor que coma más a menudo si hago ejercicio intenso, pero no es necesario elevar el factor de satisfacción al máximo. Todo lo que necesito hacer es permanecer lejos de la muerte" Una vez terminada la comida Weed rápidamente, tomó la espada de madera en su empuñadura y se puso delante del espantapájaros. "Lo está haciendo de nuevo." "Está loco". "Creo que él tiene un rencor contra eso o algo así." "No creo que vaya a parar hasta que se rompa en pedazos ese espantapájaros". ¿Era una ilusión que el espantapájaros parecía que temblaba en ese mismo momento? La espada de madera de Weed golpeo cada centímetro del espantapájaros. El mismo tipo de preguntas surgieron entre todos los espectadores. "¿Por qué diablos esta ese tipo golpeando el espantapájaros?" "No creo que eso vaya a ayudar en absoluto, si quiere aumentar el índice de pericia de una habilidad, es mucho mejor salir al campo y utilizarla en un conejo en vez del espantapájaros de aquí". "Miren lo que está haciendo. Él no está usando ninguna habilidad. A mí me parece más como si estuviera golpeando el espantapájaros por impulso”. "A lo mejor el está incrementando sus estadísticas", comentó un caballero con armadura resplandeciente, inmediatamente atrajo la atención de todos los demás en la escena. "¿Puedes mejorar tus estadísticas con sólo golpear el espantapájaros?", Un ranger de piel oscura preguntó.

"¿Eh? Ah, sí, eso es correcto ", dijo el caballero. "Entonces, ¿por qué no solo seguir golpeando a un espantapájaros en vez de sudar duro para elevar tu nivel?”, pregunto de nuevo el ranger. El caballero llamado Pluto tenía un nivel muy alto, por lo que ha aprendido una gran cantidad de información de fuentes confiables. También fue el único hombre que adivinó correctamente el motivo de las acciones de Weed. Si un avatar consume su energía, su vitalidad y la resistencia se desarrollarán como consecuencia de ello, y si un mago lanza una gran cantidad de hechizos, su sabiduría e inteligencia aumentará. Sin embargo, este aumento es insignificante en comparación con los puntos de bonificación de estadísticas que vienen acompañados de un aumento de nivel. Medio día de golpear a un espantapájaros sin descanso puede dar uno o dos puntos de estadísticas. Teniendo en cuenta que el número de puntos de bonificación de estadísticas como recompensa por un aumento de nivel es de cinco, lo que estaba haciendo Weed parecía una idiotez. "Realmente es una tontería." Una hechicera sacudió la cabeza cuando escuchó la explicación de Pluto. Pero él pensaba de otra manera. "Funciona", dijo Pluto. "¿Perdón?" "Tú puedes ganar sólo una pequeña cantidad de puntos de experiencia si matas a un monstruo más débil que tu nivel actual. Ya lo sabes, ¿verdad? " "Por supuesto" "En otras palabras, cuanto más alto sea tu nivel, más difícil es ganar un nivel. Pero si mejoras tu fuerza experimentando este tipo de prueba en la fase

inicial, podrás cazar monstruo más fácil en el futuro. Esto tomara efecto a través del juego. " "¿Conoces este método, por lo que supongo que pasaste por el mismo entrenamiento? No, no haría todo el mundo lo mismo si supieran al respecto? " "En realidad no. Incluso si la gente lo supiera, nadie lo haría. De vuelta al punto, ¿hay alguien que quiera seguir golpeando ese espantapájaros durante diez horas para mejorar su fuerza por un punto? " “…” "Hay límites para lo mucho que puedes aumentar tus estadísticas, trabajando en un espantapájaros que se conoce como el más débil oponente. En el caso de la fuerza, Estimo que es cuarenta más o menos. ¿Hay alguien que quiera seguir golpeando el espantapájaros durante al menos un mes para elevar esos cuarenta puntos en fuerza? Me enfermaría y me cansaría de eso, y me daría por vencido en días. " El público que estaba viendo a Weed asintió al unísono. Prefieres buscar un arma cool en vez de golpear un espantapájaros sin cesar durante un mes completo con el fin de incrementar tu fuerza en cuarenta puntos. Un ítem que aumente la fuerza en cuarenta puntos es único, sin embargo, lejos de ser raro. "Esto sólo funciona para los novatos que no pueden ir más allá de las paredes. Una vez fue popular golpear a un espantapájaros de esta manera, pero fue abandonado rápidamente porque, cuando piensas en lo que se puede obtener a largo plazo, se vuelve demasiado aburrido y laborioso”. Weed escuchó la acalorada discusión que los que le rodeaban estaban teniendo. Le hubiera gustado poder haber entrenado en otro lugar, pero mientras no se le permita salir de la Ciudadela, no pudo evitar llamar la atención desfavorable en el Salón. ¿Qué los hace llamar a esto aburrido y laborioso? Weed blandió la espada de madera con toda su fuerza. Si trabajas duro, tu avatar se fortalece poco a poco. Cuando tu avatar evoluciona, puede derrotar a monstruos más fuertes y hacer más dinero. Para Weed, este es el mejor entretenimiento de su vida.

Weed estaba acostumbrado al trabajo físico de rutina. Durante todo este tiempo, el instructor le miraba con ojos muy satisfechos. **** Tres semanas habían pasado. Weed se logueaba (iniciaba sesión) en Royal Road a diario, a excepción de las horas mínimas de sueño, hasta el punto de la adicción. Su estado físico, que había construido antes de que empezar el juego, le permitía dormir no más de cuatro horas al día. Ahora que volvió a mirar a las últimas tres semanas, se ponía enfermo de incluso pensar en ello. Una vez que entro en el juego, pasó ochenta horas en promedio, golpeando monótonamente el espantapájaros, lo que le agoto mentalmente. Si no hubiera sido por los mensajes emergentes de aliento, él se habría dado por vencido. Fuerza incrementada en 1 punto. (+1 STR) Agilidad incrementada en 1 punto. (+1 AGI) Nueva Estadística: Espíritu De Lucha ]Nueva Estadística: Sustento En Royal Road, a veces se crean nuevas estadísticas además de las originales.

Espíritu De Lucha

Puedes llamar una fuerza sobrehumana temporalmente, o poner a los monstruos más débiles de rodillas con solo la fuerza en tus ojos. Está prohibida

la distribución de puntos de bonificación para esta estadística, se eleva espontáneamente, dependiendo de la acción del avatar, especialmente si luchas

contra monstruos durante mucho tiempo, o si enfrentas con frecuencia monstruos más fuertes que tu nivel actual.

Los mensajes emergentes relacionados con las habilidades aparecían de vez en cuando, la única habilidad que Weed tenía hasta ese momento era de esgrima.

Aumento De Nivel: Esgrima[3]

Aumenta el poder de ataque con una espada (+30% ATK)

Aumenta la velocidad de ataque con una espada (+9% ATK SPD)

Sustento

Es probable que utilice menos energía en acción. Está prohibida la distribución de puntos de bonificación para esta estadística.

Cada vez que un mensaje emergente aparecía, Weed se alegraba en secreto por los progresos que estaba haciendo. Pero lo que le preocupaba profundamente era un sentimiento de frustración de que se había quedado retrasado en sus objetivos. Desde hace tres semanas, el se dedicó a sí mismo a golpear a los espantapájaros, su fuerza se había incrementado sólo por 28 puntos, agilidad 25, y la vitalidad 22.

"Si no puedo tomar mi ritmo, voy a terminar perdiendo más tiempo precioso en este espantapájaros incluso después de que la restricción sea removida. Tengo que terminar esto antes de que pueda salir de la Ciudadela”. Los ojos de Weed ardían con determinación. *Rumble* En ese momento, el estómago de Weed decidió que era hora de comer. Aparte del lento progreso con sus estadísticas, estaba atormentado por el hecho de que se estaba quedando sin pan. Podía correr a una fuente cercana y llenar la cantimplora con agua, pero el pan era diferente. Tenía que pagar dinero por él. * Sniff * Él olía un aroma apetitoso que venía de alguna parte. Weed, balanceando la espada de madera, se detuvo y alcanzó a ver al instructor, quien estaba sacando su lonchera para el almuerzo. "Jeje, honorable instructor." Mientras Weed movía su cola invisible, se acercó al instructor. "Hmm, ¿quién es, ni más ni menos que Weed-nim? ¿Qué te ha traído aquí? ", Dijo el instructor con gusto. "¿No sería solitario almorzar solo? Yo estoy aquí para hacerte compañía ", dijo Weed obsequioso. * Growl * Mientras que su estómago gruñó, Weed mintió con una cara seria, pero no pudo engañar al instructor. "Puedo entender que usted tiene hambre. Siéntate a mi lado! He traído un montón de comida, suficiente para alimentar a dos bocas”. "Gracias, señor".

"Basta con la humildad” Es para mí un honor servir una comida a alguien que será un gran aventurero como tú, Weed-nim. Te aseguro que tu reputación algún día resonara más allá de los límites de la Ciudadela de Serabourg. Cuando llegue ese día, por favor, acuérdate de mí! " "Sí, señor. Yo ciertamente lo hare. " Después de adular al instructor ligeramente, Weed disfruto de un almuerzo junto a él. Fue una escena un poco triste, sin embargo, estaba agradecido de que con poco esfuerzo, pudo llenar su estomago. No estaba adulando a un hombre de verdad, de todos modos. ¿Cuál es la gran cosa acerca de hablar suavemente a un Npc con inteligencia artificial? Además de las estadísticas que Weed había aumentado sin dejar de golpear el espantapájaros en las últimas tres semanas, él estableció una afinidad con el instructor. Este efecto complementario fue algo admirable. Mientras Weed estaba ocupado devorando el almuerzo, el instructor preguntó de pronto: "Por cierto, Weed-nim, ¿qué piensa usted de la Maestría Escultural?" Maestría Escultural? ¿Qué diablos es la Maestría Escultural? Weed masticó un bocado de arroz hervido y se lo tragó antes de que él le preguntara de vuelta: "¿Qué quieres decir con Maestría Escultural?" "Yo solamente estoy curioso de tu opinión. Me pregunto qué tipo de vista en general tienes sobre la Maestría Escultura ", dijo el instructor. En ese momento, la velocidad del cerebro de Weed aumento, a pesar de ser absurdo para convertirlo en un valor numérico, multiplicado casi por cinco. Yo hasta ahora he descubierto que el instructor es un hombre ingenuo y miope. Él cree sinceramente que la espada es invencible, y para él, la mayor

virtud es ejercitarse lo suficientemente duro para romper a sudar en el Salón de Entrenamiento. Y ahora me está preguntando lo que pienso de la Maestría Escultural? Tan pronto como Weed recogió sus pensamientos, él frunció el ceño. " Honorable Instructor! No puedo creer que siquiera lo mencione. Yo soy un hombre de la espada. ¿Pregunta por mi opinión sobre, Dios me perdone, Maestría Escultural? Estoy muy decepcionado. Esta es mi respuesta: nunca, nunca, ni siquiera una vez pasó por mi noble mente el pensamiento de esta humilde artesanía ". A pesar del tono ofensivo de Weed, que le habría enfurecido en otras situaciones, el instructor inesperadamente dio unas palmadas de alegría. "Yo sabía que ibas a decir eso!" "Está fuera de cuestión. Los gustos de Maestría Escultural no son más que errores terribles de Dios, que no merecen un segundo de nuestra atención. ¿Por qué yo, un hombre de espada, necesitaría pensar alguna vez en eso? " "Estás muy agradable, Weed-nim" Weed tuvo la sensación de que, aunque era invisible, su amistad con el instructor se trasladó a un grado más alto en ese momento. Esta es la manera de hacer amistad con alguien. No es necesario derramar sangre con ellos. No tienes que malgastar tiempo y dinero en ellos. Solo necesitas acercarte a ellos y hablar mal de algo en la primera oportunidad, y se ganara su simpatía. Weed espero que el instructor cambiara el tema de la conversación, pero se frotó la parte de atrás de su cabeza y se quedó en el tema. "Se rumorea que el desconocido que dómino la escultura , una vez tallo la luz de la luna", dijo el instructor.

"No lo creo, señor. Un rumor es siempre propenso a la distorsión. ¿Cómo puede alguien que aprendió una Maestría Escultural sin valor tallar la luz de la luna? Tal vez fue una piedra en forma de luna ", dijo Weed alegremente. "Tú también lo crees? Pero eso me dijo mi predecesor. Su nombre honorable nombre es Mellium, actualmente un caballero Real ... " La Escultura fue percibida como una habilidad inútil, no es más que recortar un pequeño bloque de madera para producir un ornamento fino. Corría el rumor de que si se eleva el arte más allá de un cierto nivel, usted sería capaz de fabricar armas de proyectil de metal. Pero fue, sin duda, una de esas habilidades obsoletas que nadie se molestó en aprender. "Con eso en cuenta Weed-nim, estas dudas sobre la Maestría Escultural me intrigan. Es indudable que el arte no puede competir con nuestra espada, en ningún caso, pero averiguarías si el rumor tiene algo de verdad? Te estoy pidiendo este favor porque eres un hombre digno de confianza. Si acepta mi solicitud, yo estaría feliz ", dijo el instructor. A continuación, un mensaje emergente apareció delante de los ojos de Weed. * Ting *

Se rumorea que un escultor misterioso visito el Palacio Real

El rumor de que un hombre que había llegado a dominar el arte escultural y tallo la luz de la luna ha permanecido circulando en la corte real del Reino de Rosenheim por mucho tiempo. Estudia el rumor para determinar si es cierto o no!

Nivel de dificultad: E

Requisitos de la Misión:

Amistad estrecha con instructor, reservado sólo para aquellos que no han adquirido la Maestría Escultural.

Ser reconocido como una persona confiable por el instructor, gracias a una pasión constante por la esgrima.

Weed apenas contuvo un susurro de triunfo. Su instinto le decía que esta misión era la más rara de las raras. Esto se debe a que la misión tenía que cumplir unas condiciones muy difíciles con el fin de poderla iniciar. Amistad estrecha con el instructor, ¿quién hubiera pensado en eso? La mayoría de los usuarios en general ni siquiera se conoce la ubicación de la sala de entrenamiento, y mucho menos lo visitan cuando adquieren una nueva habilidad, no es necesario venir todo el camino a practicar con un espantapájaros entre todas las cosas. Además, es muy raro que alguien esté dispuesto a quedarse atorado en el Salón de entrenamiento destruyendo al espantapájaros una y otra vez para aumentar sus estadísticas en la forma más elemental, como Weed había hecho. Si se busca lo suficiente, es posible encontrar algunos usuarios por el estilo, pero en el caso de Weed, había pasado la mayor parte de las últimas tres semanas con el espantapájaros. ¿Quién más podría haberlo soportado hasta tal punto? Hablando de estrecha amistad con el instructor, es casi imposible de lograr a menos que alguien como Weed se acerque a él, adulándolo para que comparta su almuerzo. Incluso si cumples con todas estas condiciones, tendrías que haber comenzado tu nueva aventura en la Ciudadela de Serabourg del Reino de Rosenheim contra todas las posibilidades, sin mencionar que tienes que encontrar el momento adecuado para hablar sobre Maestría Escultural junto con el instructor.

Esto es genial. Estoy a punto de ir a la quiebra y morir de hambre. Con un nivel de dificultad E, esta misión parece fácil de terminar. Weed asintió al instructor. "Es un honor para mí aceptarla”. Aunque yo no creo en ninguna de esas tonterías, voy a averiguar cómo se talla la luz de la luna. " Has Aceptado La Misión "Yo se lo agradezco. Os encomiendo esta tarea. Toma este dinero como anticipo ", dijo el instructor, y le entrego 2 monedas de plata. "Te doy mi consejo: visita la tienda de esculturas primero y extrae información a partir de ahí" Una pedazo de pan de centeno, aunque literalmente no tiene sabor aún es suficiente para llenar el estómago, y cuesta 3 monedas de cobre. Dado que 1 moneda de plata es igual a 100 monedas de cobre, es seguro decir Weed acababa de recibir el equivalente a sesenta y seis pedazos de pan de centeno para subsistir, más el cambio. Estaba seguro de que una vez que la misión fuera completada, podía esperar más recompensas del instructor. "Genial! No hay que preocuparse por quedarse sin pan por el momento. " Muchos años de haber experimentado el hambre de primera mano lo persuadieron para evitar estar desnutrido a cualquier precio. Aclaraciones Tallar: Es la acción de dar forma o trabajar un material. -Nim: Es un honorifico que se usa para demostrar respeto en algunos casos, en este caso Weed-nim significaría algo así como “Señor Weed”… Probablemente…

LA PETICIÓN DEL INSTRUCTOR En primer lugar, Weed fue a la fuente a llenar su cantimplora de agua y a continuación se dirigió a la tienda de esculturas. Era su primer paseo por la calle, que estaba llena a rebosar de jugadores y NPCs. - Necesitamos un clérigo de nivel 17 o superior. - ¡Ey, oíd! Vamos a asaltar la Cueva Lasok. ¿Alguien quiere unirse? Había un montón de jugadores en la calle, pero ninguno miró a Weed más que de pasada. Aunque a él no le molestaba esa actitud. Yendo de un lado para otro con un traje de viajero, sin tan siquiera un pectoral demostraba que aún no tenía ni el requisito mínimo de 4 semanas de juego necesario para abandonar el recinto de la Ciudadela. Entre las innumerables tiendas que trabajaban en la capital del Reino de Rosenheim la tienda de esculturas tenía una posición especial. La mayoría de los aventureros apenas podía recordar dónde se hallaba porque no tenían nada que hacer con el local. Solo un número insignificante de jugadores que habían aprendido el arte de la escultura lo visitaban periódicamente. Pero la tienda estaba justo al lado de la joyería de la Avenida Central, que era una de las tiendas visitadas más habitualmente por los nobles del reino. *CHIN* Weed entró en la tienda de esculturas. - Bienvenido a… ¿Qué quieres, desconocido? El vendedor había empezado a recibir un nuevo cliente con una sonrisa amable, hasta que vio la ropa de Weed, momento en que cambio completamente su actitud.

Weed echó un vistazo a la tienda, solo para descubrir que era el único cliente. Una herrería o un almacén siempre están abarrotados, pero este local solo atendía a unos pocos clientes al día, los días que recibían alguna visita. Pero al comparar los ingresos diarios la tienda de esculturas no queda muy lejos de las otras. En otras palabras, vende mercancías bastante caras. Weed se ajustó el cuello de la camisa y preguntó educadamente. - Vengo buscando la respuesta a una pregunta que me angustia bastante, señor. - Así que lo que quieres es hacerme una pregunta, ¿no? - Si, siempre que pueda dedicarme un minuto de su tiempo. - Ahora mismo estoy ocupado, vete por favor – el vendedor le rechazó sin más, aparentemente enojado. Como la fama de Weed era 0, y no era conocido, el vendedor tenía todo el derecho de echarle de su tienda. - Sí, señor. Lo veré luego. - Adiós – respondió el vendedor. Weed se estaba tomando su tiempo para cruzar la puerta. Cuando pasó la mirada casualmente a las estatuas expuestas en el local. - ¡Qué impresionante! – exclamó – La grandeza de esta estatua me llena el alma. ¿Ofrecéis trabajos de esta calidad a la Corte de Rosenheim? El tendero no pudo evitar sentirse atraído por esas palabras. - ¿A cuál obra te refieres, desconocido? - Esta águila de dos cabezas de oro puro. No me atrevería a imaginar que artista ha creado semejante obra, pero es evidente la excelencia de su

maestría. Es indudablemente digno. Está tan llena de vida que casi la confundo por un ser vivo, y me llena de orgullo poder decir que he visitado un local que alberga obras de este calibre. Sin duda esta es una tienda que merece y alberga los mejores trabajos. Ha abierto mis humildes ojos a una belleza divina. Tal vez fuese consciente o no de ello, pero la boca del vendedor iba tomando la forma de una luna creciente horizontal. - ¿Te interesa el arte de la escultura, viajero? - Si me permite el atrevimiento, diría que, en efecto, así es… Mi mayor deseo es alcanzar la paz mental observando la belleza de estatuas notables, y mi espíritu ansía llegar a formar parte del magnífico espíritu que estas representan. - Ven y siéntate a mi lado. Tal vez seas una buena compañía para librarme de mi aburrimiento. - Gracias, señor. - ¿Te gustaría una taza de té? - Solo si fuese lo bastante amable como para ofrecerme agua endulzada, hasta un simple vaso de agua fría sería suficiente. - ¡Por supuesto! Claro que tengo. Weed se bebió el vaso de agua endulzada que le brindo el vendedor, lo que le ayudó a relajar sus músculos del cansancio acumulado en las 3 últimas semanas. - Cuéntame ahora qué te tiene preocupado – dijo al fin el tendero. - Sí, señor. Pero antes perdone que le moleste pidiéndole permiso para admirar las estatuas que tiene en el local antes de entrar en esos temas. Si bien tengo asuntos que requieren su orientación, es menos urgente que la

necesidad de consolar a mi pobre alma que quiere tener un buen vistazo de estas obras maestras de arte – dijo Weed. - Puedes observarlas tanto como gustes. ¿No es esa la Razón De Ser de las más hermosas estatuas? ¿Ser apreciadas en toda su gloria? – el vendedor consintió con una gran sonrisa encantada. Weed tenía la impresión de haberse ganado su aprecio, algo inusual por las pocas visitas que tenía el local y lo alejado que estaba de la atención del público en general. Suponiendo que alguien pidiese estudiar los distintos bienes expuestos en un almacén… al segundo siguiente le estarían echando a patadas por la puerta. Weed estudió a placer las estatuas expuestas. Pero con dudosas intenciones. Dudo que el dominio de la escultura ayude a ganar dinero. La más costosa de las estatuas expuestas no superaba las 30 monedas plata. Las estatuas de calidad estaban hechas en piedra o maderas exóticas, y pese a la impresionante destreza del creador, los materiales en si mismos no eran caros. No eran más que maderas esculpidas o piedras talladas. Weed sabía que podía ganarse un buen dinero si pudiese crear una estatua gigantesca de un león o una estatua de bronce, pero no se dejó afectar por una posibilidad tan remota. ¿Qué tipo de noble tendría el dinero suficiente como para malgastarlo pidiendo una nueva estatua cada año? Tendría que llegar a la cima de los escultores para poder ganar algo con esa profesión. Aunque la ausencia de una fuerte competencia parecía indicar que no sería muy difícil alcanzar esa posición. Aún así, era un mercado pequeño, demasiado como para considerarlo. La forma segura de hacer una fortuna era convertir a los demás jugadores en clientes potenciales. Siempre estaban subiendo de nivel y exigiendo mejor y mejor equipamiento con el que retar a enemigos más poderosos, y así continuamente. Armas de fuego, armaduras poderosas, brazaletes encantados y anillos eran populares entre los jugadores, pero las estatuas, salvo en contadas ocasiones, no tenían para ellos ningún valor. Pérdida de tiempo, pérdida de dinero.

Su objetivo principal en el juego era hacer dinero, con D mayúscula. Miró a las obras expuestas un buen rato e hizo su juicio sobre el dominio de la escultura. Esa habilidad es completamente inútil. Weed se sentó frente al vendedor. - Dime ahora, ¿qué es lo que buscas? – preguntó el vendedor. - Me interesan unos acontecimientos del pasado. Me han comentado que alguien logró esculpir la luz de la luna en el Palacio Real hará unos 50 años. Me gustaría saber si hay algún rastro de verdad en esa información – dijo al fin Weed. - ¡Oh, aquel evento! Es una historia legendaria que ha sido pasada entre escultores. También se lo he oído comentar a algunos de mis clientes habituales de la Corte Real. Weed había pensado que lo de esculpir la luz lunar no era más que algo imposible, una especie de leyenda urbana, pero el dueño de la tienda de esculturas también conocía la historia que el instructor del Centro de Entrenamiento le había comentado.

¡Misión Completada!

Rumores sobre un Misterioso Escultor Visitando el Palacio Real.

El rumor que conocía el instructor del Centro de Entrenamiento resultó ser cierto. Un escultor esculpió la luz lunar, y era algo amplio, si bien discretamente, conocido por los miembros de la corte real de Serabourg, aunque aún no se ha

desvelado la identidad del escultor que realizó la hazaña. Recompensa | Vuelve al instructor para reclamarla. Weed sonrió complacido. Esta era, después de todo, una misión simple con el más bajo nivel de dificultad, E. Aún así, a menos que te hicieses amigo del vendedor la misión podía haber sido bastante más compleja.

Con eso había terminado con la misión, lo siguiente era regresar al Centro de Entrenamiento y recibir la recompensa del instructor. Mientras Weed estaba a la espera del momento indicado para despedirse, el vendedor, que estaba perdido en sus pensamientos, por fin volvió a hablar. - Lo que no he oído es cómo esculpió la luz lunar. - ¿Los clientes de la Corte Real no se lo comentaron? - No, siempre se reservan esa parte. Se niegan a contarme nada al respecto. Al parecer la Reina Evane de Rosenheim, cuya alma descanse en paz, estaba involucrada en el evento. ¿Puedes hacerme un favor e investigar sobre este asunto para calmar mi curiosidad? El Pasado del Escultor.

Según los rumores, la Reina Evane estuvo involucrada en el evento en que el escultor se presentó en el palacio y esculpió la luz de la luna. El dueño de la

tienda de esculturas se pregunta qué relación había entre ellos. Nivel de Dificultad: E

Aviso: Si te descubren investigando sobre este asunto estarás expuesto a la hostilidad de los caballeros reales.

Los puños cerrados de Weed temblaban de excitación. ¡Es una misión en serie! Aunque tuviesen un nivel bajo, los niveles de las recompensas en las misiones en serie aumentan progresivamente. Cuantas más fases de la serie completas, más difíciles se van haciendo, y más fases seguramente harán que sea demasiado difícil para Weed completarlas en ese momento.

Las únicas misiones que Weed podía completar a esas alturas eran las que se desarrollasen dentro de la Ciudadela, sobre todo las de ir preguntando por ahí recopilando información para otros. - Aún soy bastante incompetente. Temo no ser merecedor de su petición – dijo Weed. - Estoy convencido de que estarás a la altura de esta tarea. Tu prudencia te abrirá el camino – replicó el vendedor. - Si está convencido, acepto encantado su encargo. Has aceptado la misión. - Gracias viajero. Deberías buscar a un bardo que conozca las viejas historias y los chismes que inundan las calles y preguntarle sobre la Reina Evane. ¡Pero cuidado! Es este un asunto muy sensible, así que procura no causar un problema que pueda dar lugar a una difamación de la Familia Real. * * * * * Conteniendo el repentino impulso de empezar a tararear una melodía, Weed fue directamente al bar que estaba al otro lado de la calle. - Buenas tardes – devolviendo el saludo de la camarera, Weed empezó a buscar algún bardo. Tenía que dar con uno que cumpliese ciertos requisitos. En primer lugar descartó a los bardos jugadores de la lista de candidatos. Era muy improbable que ningún jugador estuviese al corriente de un evento que había ocurrido en el Palacio Real hacía más de 50 años. Tendría más opciones si buscaba por un nativo de la Ciudadela, y a ser posible algún anciano. Supiesen o no cantar, todo bardo es una fuente fiable de chismes mundanos. Weed pasó por muchos bares hasta dar con un bardo que se ajustaba a sus

expectativas. Era un bardo de unos cuarenta años, con experiencia comprada al precio de la juventud y el encanto perdidos. Aplaudiendo, Weed se acercó al bardo. - Gracias por una buena balada, señor. Perdone que le interrumpa, pero quiero hacerle un par de preguntas… ¿Conoce lo que pasó hace cincuenta años en la Corte Real de Rosenheim? El bardo extendió la palma, y Weed no se perdió el significado de este gesto. Frunció el ceño, y su boca empezó a temblar, dejando clara su intención de no gastarse ni un céntimo. - Tienes una voz encantadora. Y debes de tener un inmenso talento para componer tanto la letra como la música de una balada tan inspiradora. ¡Y qué decir de la más que impresionante habilidad con la que manejas el instrumento…! - …- - Seguro que le rompiste el corazón a un buen número de damas de Serabourg cuando eras un joven en la cima de tu carrera. Y por supuesto, seguro que aún hoy en día sigues robando el corazón de cualquier dama que desees… Para un bardo, al fin y al cabo, la aventura y el romance lo son todo. Yo también amo el romance. La palma no se movió, y además, el bardo replicó. - Estoy más que cansado de patéticos cumplidos como esos, extranjero. O me muestras el dinero, o te pierdes. Weed no supo cómo reaccionar inmediatamente. ¿Tengo que abandonar la misión a medias? Aunque la misión no me penaliza por dejarla a medias. Pero tal vez consiga una buena recompensa más adelante, y no me gustaría pensar que he abandonado una misión tan pronto. La mano de Weed se deslizó en su bolsillo, donde pescó una moneda antes de darse cuenta del error. ¡Dos monedas de plata! Solo tenía 2 monedas de

plata en el bolsillo. Eso era todo lo que el instructor le había dado como adelanto de la misión anterior. El bardo cogió la moneda de plata de la mano de Weed. Había sido un error muy básico el olvidarse de cambiar una moneda de plata en monedas de cobre por adelantado. ¡No puedo creer que haya cometido un error tan estúpido! El cuerpo de Weed temblaba de angustia y dolor. - ¡Hum! Esto es un secreto, así que no puedes ir contándolo por ahí – dijo el bardo entre susurros – La Reina Evane y el escultor habían sido íntimos desde la infancia. - ¿A qué te refieres con “íntimos”? - ¡Tonto! No se me ocurre ninguna otra forma en la que un hombre y una mujer se puedan considerar íntimos… se amaban el uno al otro. - Entiendo… – Weed se dio cuenta de por qué tenía que investigar todo este asunto sin que se enterase la Corte Real. Dado que el nombre de la respetada difunta Reina se mencionaba en un asunto escandaloso. Los caballeros reales estarían más que encantados de silenciar a quien fuese necesario con tal de mantener su honor a salvo. El bardo miró alrededor del local y añadió cuidadosamente: - Nacieron en el mismo poblado, y crecieron contando siempre el uno con el otro. El chico se llamaba Zahab. La chica siempre llevaba los adornos tallados que él le regalaba desde que era pequeña, soñando en convertirse en su esposa algún día. ¡Pero el Destino les jugó una mala pasada! La chica fue elegida para ser la Doncella Real y el chico le dejó ir. Pero en su despedida hubo una promesa del uno al otro. - ¿Qué promesa? – preguntó Weed, con curiosidad.

- Zahab prometió mostrarle a la chica la estatua más hermosa bajo el cielo. - Entonces, supongo que no pudo cumplirla. La Reina debe tener una gran cantidad de estatuas hermosas y magníficas en el palacio. - Al contrario, sí que cumplió la promesa. Tras muchos años, Zahab se presentó en la Corte Real por una misión. Se dice que, al ver la calidad de su trabajo, la Reina quedó más que conmovida, diciendo que era la obra más hermosa que jamás se hubiese visto. - Entonces, por el amor de Freya… ¿Qué estatua le presentó a la Reina? Su Majestad no alabaría tanto una simple pieza. - En efecto. Deberías visitar a la doncella de una dama que vio todo el incidente para oír el resto de la historia. Esto es todo lo que yo puedo contar ya que, al fin y al cabo todo lo que sé lo oí a través de otros. - ¿Esa doncella sigue viva? - Si – y el bardo le indicó el camino para llegar a la casa de la doncella. Weed fue inmediatamente a visitar a la doncella. Ya estaba retirada, pero cuando Weed le preguntó por la Reina Evane y el escultor le recibió con gozo. - Su Alteza era una dama virtuosa y encantadora. ¿Quieres saber lo que pasó por aquel entonces? - Así es, señora. - Pues has encontrado a la persona indicada. Yo misma serví a Su Alteza. Al principió detestó a Zahab-nim cuando este llegó al palacio. - ¿Por qué, si me permite la pregunta?

- Por su promesa. Cuando eran jóvenes, hicieron una promesa, la de que Zahab-nim le presentaría a Su Alteza la estatua más hermosa del mundo. Pero cuando apareció en el palacio, lo que llevaba a la cintura era una espada, no una herramienta de tallar. A los ojos de todo el mundo se aparecía como un apuesto espadachín con un buen manejo de la espada. Deberíais poder ver lo dolida que estaba Su Alteza. ¡Era indescriptible! Su Alteza había creído tanto en Zahab-nim que aunque el mundo se hubiese vuelto cabeza abajo solo su fe en él no hubiese cambiado, y por lo tanto, la promesa que tenía con él era lo más sagrado para ella. - … - Ese día, el Reino de Brent, que limita con Rosenheim, mandó un grupo de asesinos, demostrando una traicionera ambición por controlar nuestro Reino, y solo Freya sabia lo asustada que estaba cuando los asesinos entraron a la carga atacando a Sus Majestades en el jardín del Palacio. - ¡Esas alimañas taimadas! - Así es, joven viajero, puedes decirlo bien alto. Un par de los Caballeros Reales se enfrentaron a los asesinos, pero no pudieron contenerlos… y estaban a punto de morir a sus manos. En ese preciso momento, Zahab-nim entró caminando en el jardín. Como era de esperar, en medio de la batalla la Reina le grito y le ordenó que se fuese, pero Zahab-nim se limitó a sonreír… - ¿Sonrió en medio de una situación tan comprometida? - …y dijo que le mostraría la más hermosa estatua que jamás se hubiese esculpido en el mundo. Para la sorpresa de todos, la espada de Zahab-nim hizo pedazos la luz de la luna. Era algo de una belleza sobrecogedora. Estaba cantando una canción mientras esculpía la luz. Aunque no puedo recordar la letra del todo, el título era “El Corazón de un Escultor”. Al oír la canción, la Reina empezó a llorar descontroladamente. Era, sin duda, la estatua más hermosa que jamás hubiese visto. Aunque si Zahab-nim se hubiese limitado a inscribir su nombre en una placa de madera, para Su Alteza hubiese sido la obra más hermosa del mundo, pero créeme, la visión de el joven esculpiendo la luz de la luna era, literalmente, una aparición celestial. Los asesinos se retiraron ante la inconcebible visión ante ellos, y así Zahab-nim cumplió su promesa. Muchos años han pasado desde aquella noche, pero aún atesoro ese recuerdo conmovedor. En ese momento, un misterioso flashback apareció ante los ojos de Weed.

* * * * * *Tchack* *tchack* Un chico tiene un pequeño cuchillo de tallar en las manos. A medida que el cuchillo se desliza de arriba abajo, una pieza de madera va tomando forma. Al parecer, está tallando la figura de una muchacha. Una muchacha pequeña y adorable. Gracias a su habilidad, el pedazo de madera está recibiendo una nueva vida. Una chica, completamente sonrojada, le está observando. Las manos del chico siguen moviendo el cuchillo de tallar, con gesto serio. La chica le ama, lo ama todo de él. Pronto el chico completa la estatua. Es muy parecida a la chica. - Por ahora solo puedo tallar un trozo de madera. Pero algún día, te mostraré la estatua más hermosa del mundo. - Gracias, Zahab, no puedo esperar que llegue ese día. El chico y la chica, cogidos de la mano, se hacen una promesa. * * * * *

A medida que la chica crecía, también aumentaba su belleza. Hasta el punto de atraer la atención del Rey. Con el paso del tiempo se convirtió en Reina. Pero la chica no era feliz. La Reina tampoco se alegró el día que Zahab volvió a su lado. Zahab portaba una espada, no un cuchillo de tallar. Dando un paseo por el jardín, Su Alteza se deja llevar por un arrebato de pasión y coge de un tirón una rosa espinosa. Su palma empieza a sangrar. - ¿Por qué has olvidado nuestra promesa? Esa promesa lo era todo para mi… Su Alteza se lamentaba por la promesa incumplida. Esa tarde, los asesinos asaltaron el palacio. El Reino de Brent, tan hostil como siempre, había enviado unos asesinos. Los Caballeros de Rosenheim cayeron uno tras otro. Ella y Su Majestad temían la muerte inminente e inevitable. Zahab desenvainó su espada… y la luz de la luna empezó a bailar… * * * * *

¡Misión Completada! El Pasado del Escultor.

La promesa entre el chico y la chica se cumplió. La azul luz de la luna se hizo añicos, lo que sirvió para derrotar a los asesinos. El Escultor Lunar Zahab… con

su habilidad de escultura a la atura de cualquier Maestro le presentó su obra más hermosa a su amiga de la infancia.

Recompensa: Vuelve al vendedor para reclamarla. Subes de Nivel Subes de Nivel Para su sorpresa, acababa de subir 2 niveles por una simple misión, y eso no era todo. Otro mensaje apareció ante él. Aún más sorprendente que los anteriores, era una ventana de conversión de clase. ¡Cambio de Clase! Ahora puede aceptar la clase secreta Escultor de la Luz Lunar. Si acepta, puede

aprender habilidades exclusivas fuera del alcance de las clases iniciales. ¿Desea convertirse en un Escultor de la Luz Lunar? Un infinito número de jugadores estaban ocupados buscando clases secretas en Royal Road, pero menos de un millar de ellos habían logrado dar con una. Pero la respuesta de Weed fue. - No la quiero.

Por favor, confirme su decisión. Ahora puede aceptar la clase secreta Escultor

de la Luz Lunar. ¿Desea convertirse en un Escultor de la Luz Lunar? - No. Para Weed, estar Escondido en una esquina hacienda figuras que nadie quería no merecía ni ser considerado. Tenía que admitir que la de escultor podía ser una clase entretenida si se entrenaba de la forma apropiada. Pero él necesitaba una clase financieramente lucrativa para sus ganancias personales. Cuando Weed recuperó el sentido, la anciana doncella le estaba observando. - Ha sido una historia maravillosa. Muchas gracias, señora. - No hay de qué. Ha sido un placer contarte esta historia. Por eso, joven viajero, quiero darte un pequeño recuerdo. ¿Quisieras aceptarlo? ¿No sería maleducado rechazar una muestra de Buena voluntad? Weed no era lo bastante cruel como para rechazar lo que se le ofrecía. Un hombre debe aceptar cualquier regalo que se le haga con gratitud. - Estaré más que encantado de recibirlo, señora. La anciana doncella sacó algo enterrado al fondo de un cajón. La forma era parecida a la de un antiguo escalpelo. - Este cuchillo de tallar perteneció a Zahab-nim. Él se lo dio a Su Alteza, y con el tiempo acabó en mis manos. Y esta estatuilla de madera fue tallada por Zahab-nim. Por favor, tómalas – dijo, mientras le acercaba ambos objetos. - Pienso atesorar vuestro regalo por mucho tiempo – respondió Weed.

Cogió los dos objetos que se le entregaban.

Has recibido un Cuchillo de Tallar

Has recibido el Legado de Zahab. Weed pensó que serían objetos poco comunes al haber sido dejados atrás por uno de los Maestros de las Artes Escultóricas. Hasta la talla de madera parecía tener cierta clase a primera vista. - Por favor, cuida del cuchillo de tallar de Zahab-nim con gran cuidado. - Por supuesto, señora – Weed calculó que podía sacar un buen dinero al venderlo. - La estatuilla te mostrará el sitio en que se halla enterrado el cuerpo de Zahab-nim. Deseo que su maestría y arte no queden encerrados con el por siempre jamás… - También es ese mi deseo, señora. - Si tan solo pudiese volver a oír la canción de aquel día… Todo el conocimiento del dominio de la escultura está imbuido en ese cuchillo de tallar. - ¿Perdón? - En el cuchillo de tallar de Zahab-nim. En ese momento Weed aprovechó para mirar el cuchillo con más atención. Tenía una sensación en el estómago de que un destino inevitable se estaba acercando.

Cumple la Última Voluntad de Zahab.

Zahab no murió aquel día. Sino que se fue a un lejano continente a poner a prueba su Dominio de la Escultura. En cuanto adquieras el Dominio de la

Escultura deberías buscar a Zahab para aprender la canción “El Corazón de un Escultor” de su misma boca. Entonces deberías volver a cantársela a la anciana doncella. Según los rumores, la última vez que alguien vio a Zahab este estaba

cruzando la Región del Paso Gris. Nivel de Dificultad: A

Requisitos : Debes completar la misión antes de que la doncella muera.

No se puede cancelar.

Recompensa : Aprender la habilidad “Identificar”. Aprender la habilidad “Dominio de la Escultura”. Aprender la habilidad “Reparar”.

Aprender la habilidad “Manualidades”. Una misión en serie con una dificultad de nivel A, con una recompensa de 4 habilidades. Weed no sabía si considerarse afortunado o no. Por un lado, sabía que era realmente complicado adquirir habilidades no relacionadas con tu clase. Esas habilidades, como “Identificar” y “Reparar” que podía aprender sin convertirse en escultor podían resultar útiles en muchas maneras, pero una misión de Nivel A iba a estar muy fuera de sus posibilidades por bastante tiempo, seguramente, años. El nivel medio en ese momento entre los jugadores de Royal Road estaba sobre 100. Los más avanzados estarían por 300 y poco. La dificultad de una misión que requiere un grupo bien equilibrado de jugadores de nivel 300 para completarla se considera de nivel B.

Eso significaba que acababa de aceptar una misión que le exigía tener al menos un nivel 400 para poder emprenderla, ni que decir para completarla. Como si eso no fuese ya lo bastante malo. La región del Paso Gris era una de las 10 zonas más peligrosa, habitada solo por los monstruos más salvajes. Es una de las 10 zonas prohibidas del continente, donde con solo poner un pie supone ser hecho pedazos. ¡Mierda! Solo se podían tener 3 misiones activas en todo momento. Ahora que una de ellas estaba ocupada por la Última Voluntad de Zahab, solo le quedaban otros dos espacios para nuevas misiones. Pero al ser una misión en serie, era imposible predecir que recompensas le esperaban al final. Y esta serie le acababa de ofrecer una clase secreta en tan solo la 2ª fase. Y aún habiéndola rechazado, le había concedido 4 habilidades prácticas. Imagínate qué recompensas podría haber en la última fase. Weed no era tan estúpido como para dejar pasar una buena oportunidad. Pero aún no tenía claro cuándo o como la iba a poder aprovechar. Se despidió de la anciana doncella y volvió a la tienda de esculturas. - Oh, Weed-nim, agradezco tu esfuerzo por traerme resultados tan pronto. Me has demostrado que no erré al contar contigo para esta misión – dijo el vendedor. El vendedor le pagó como recompensa por completar la tarea. Weed recibió 2 monedas de plata, recuperando la plata que le había sido virtualmente robada por el bardo. Cuando regresó al Centro de Entrenamiento, recibió otra moneda de plata, junto con algunos elogios del instructor. Así pues, hasta el momento había logrado ganar 5 monedas de plata. También había subido 2 niveles, a nivel 3. Distribuyó los puntos extra equitativamente entre Fuerza y Agilidad.

¿Por qué no empezar otra misión? Se preguntó. Weed luchó contra la tentación, y terminó cogiendo la espada de madera de nuevo. Una misión que no se ha dado a conocer al público como la que acababa de hacer era algo inusual. Por eso había conseguido unas recompensas tan generosas para su nivel.

WEED EL ESPANTOSO La civilización del Continente de Versalles se remonta a unos 1.080.000 años. Por entonces, Humanos, Elfos, Enanos y Orcos vivían juntos. Las diestras mujeres enanas hacían de matronas de los niños orcos. Los pequeños orcos eran bautizados por las elfas, y las humanas los bañaban en aguas claras. Las 4 razas habían vivido juntas, compensando lo que les faltaba a las demás. Los cazadores élficos reunían frutas de los árboles, los artesanos enanos creaban herramientas, y los exploradores humanos cazaban la comida junto a los guerreros orcos. Dado que había una abundancia de monstruos mortales en el mundo, los débiles no tenían más remedio que depender los unos en los otros para sobrevivir. Los orcos, que maduraban en unos 2 ó 3 años, eran grandes guerreros por naturaleza. Nacidos con una fuerza antinatural e instinto de batalla, mantenían a los humanos y a los elfos. Así los orcos reclamaron el liderazgo de las 4 razas en nombre y acción, ya que ninguna de ellas podía compararse a la fecundidad y habilidades de combate de los orcos. Pero cuando los humano desarrollaron las técnicas agrícolas, la domesticación de plantas y animales, se fueron haciendo cargo de la cadena alimenticia, desafiando gradualmente la supremacía orca. Los elfos, que aprendieron las magias espiritual y elemental en consonancia con la Naturaleza, se volvieron arrogantes, y empezaron a alejarse de los orcos, a los que consideraban como unos bárbaros ignorantes. Los enanos mejoraron día tras día la tecnología del metal, lo que al fin les dio un medio para oponerse a la tiranía orca. Tras una serie de desacuerdos hostiles y ataques de celos, la alianza de las 4 razas se desmoronó.

Los humanos construyeron ciudades, que más adelante se unieron formando reinos en zonas fértiles. Los elfos se mudaron a los Bosques sin Retorno, donde el efecto de los elementos y los espíritus se veía incrementado, ampliando vastamente su dominio de la magia. Los orcos se dispersaron por todas partes, cazando las bestias salvajes y alarmando a voluntad las zonas civilizadas, disfrutando el combate sin restricciones. Los enanos se mantuvieron aislados en las montañas, excavando metales y refinándolos con sus artes. Inevitablemente, los humanos y los orcos empezaron a enfrentarse por los escasos alimentos, mientras que los enanos y los elfos se despreciaban mutuamente en un intento de imponer sus supremacías sobre el reino natural. Esta es la historia del Continente de Versalles, el mito olvidado de la 4 razas. * * * * * Los rumores sobre el extraño extranjero se dispararon como la pólvora en la Ciudadela de Serabourg. Se hablaba de una bestia que había estado blandiendo una espada de madera contra un espantapájaros sin hablar durante 4 semanas seguidas en el Centro de Entrenamiento. *Zash* *Pok* Weed blandía la espada de madera en silencio. Sus ataques al espantapájaros no mostraban piedad. Cada vez que la espada impactaba en el muñeco resonaba con fuerza en la sala.

Al principio se conformaba con rozar al muñeco. Pero a medida que aumentaban su Fuerza y Agilidad, los impactos habían ido ganando fuerza. - ¿De verdad es un usuario? - ¿Crees que es una persona real? No lo creo. - Mírale, seguro que no lo es. - ¿Puede ser un NPC? - Teniendo en cuenta su repentina aparición… - ¡Tiene que ser un NPC relacionado con alguna misión! Los ojos de algunos jugadores empezaron a brillar con entusiasmo y un puñado le ofrecieron dinero y comida para ganarse su favor, preguntándose si sería un NPC de alguna misión. Demasiado orgulloso como para aceptar que le tratasen como a un simple mendigo, Weed rechazó las ofertas, pero eran persistentes. - Vamos, por favor, acepta esto… - ¿Quieres otra cosa? Solo dime qué quieres e iré a traértelo. - ¿No crees que una espada de acero es mejor que una de madera? Puedo darte una espada larga, ya verás lo útil que resulta. Acosaban a Weed con la esperanza de que les introdujese en una misión especial. Pero no estaban seguros, ya que Weed no dejaba de insistir en que no era un NPC, y los despedía sin más, diciendo que interrumpían su entrenamiento. Lo más raro de todo era que esa actitud no hacía más que reforzar sus convicciones. - No acepta ningún regalo.

- ¿Cómo puede golpear el espantapájaros, no por unos o dos días, sino por 4 semanas seguidas? - ¡Y es un buen amigo del instructor…! El instructor, que siempre había menospreciado a los jugadores como si fuesen una molestia, era amable con Weed, llegando al punto de compartir su almuerzo con él cada día. Para el público, Weed era cualquier cosa menos un ser humano. La única forma de diferenciar a un humano de un NPC era cuando demostraban su identidad. Por eso los demás confundían a Weed con un NPC. Un buen número de jugadores de más nivel comprendieron las intenciones de Weed de mejorar sus atributos. Se le acercaron y le hablaron amigablemente. Estos se le acercaban a conciencia, a sabiendas de que era un jugador. - Si te unes a mi clan, te apoyaremos en todo momento. - Nosotros correremos con todos los gastos hasta que llegues al nivel 100. Royal Road tenía un concepto de clanes distinto al de los demás juegos online, pero había un objetivo aún mayor… ¡El Emperador! El objetivo de cada clan con miembros de los más altos niveles era entronar un Emperador… fundar su propio Imperio en el Continente de Versailles, y gobernar sobre todas sus gentes. Con los impuestos recogidos cada mes, los señores feudales y los monarcas podían construir edificios básicos como graneros o herrerías en las ciudades que controlaban, así como usar dinero en alistar reclutas y entrenarlos. Si un buen gobernante administra los asuntos de una región, la economía y la tecnología de esta avanzan. Y estas innovaciones tecnológicas propician la

aparición de un mejor armamento en las herrerías, afectando de paso la seguridad pública y la sanidad de la población, factores determinantes para el tamaño de una población. El rey se encuentra en la cima de una estructura jerárquica piramidal, con una autoridad suprema que le permite definir las políticas regionales y nacionales, así como establecer lazos diplomáticos con otras naciones. Los reyes gestionan las ciudades y las fortalezas con la intención de expandir sus propios dominios, atrayendo a inmigrantes que pasan a convertirse en nuevos súbditos sujetos a su mandato. Este proceso a veces genera problemas internos, y también hay que tener en cuenta la posibilidad de que haya una guerra. En una guerra, los ejércitos reunidos por los ambiciosos reyes se enfrentan entre sí, liderados por los respectivos generales. Los jugadores normales, en las posiciones de súbditos, pretenden que sus reyes jugadores sean sabios y justos. Por lo tanto, las ciudades en las que residen se hacen más prósperas, y el comercio de bienes se hace más dinámico, lo que estimula a los jugadores a tener éxito en el juego. Aún así, Weed rechazó todas las ofertas. [+1 STR] Tu Fuerza ha aumentado en 1 punto. [+1 AGI] Tu Agilidad ha aumentado en 1 punto. [+1 VIT] Tu Vitalidad ha aumentado en 1 punto. [+20 FAME] Tu Fama ha aumentado en 20 puntos. [+100 HP] Tu Salud ha aumentado en 100 puntos. La espada de madera que hasta entonces no había dejado de moverse se detuvo de pronto en medio del aire. Weed cerró los ojos.

Lo conseguí. Tras 4 semanas del tiempo en el juego, Weed había mejorado sus atributos tanto como era posible en el Centro de Entrenamiento. Para su sorpresa había ganado algo de fama… nunca está de más tener algo de fama. Cuanta más fama tienes, más barato puedes comprar en las tiendas o las herrerías, y recibes más respeto al hablar o negociar con los NPCs. El instructor, que había estado observando su esfuerzo desde la distancia se le acercó y dijo: - Buen trabajo, Weed-nim. - Gracias, señor. - No esperaba que llegases tan lejos. Pero has superado mis prejuicios. Estoy muy orgulloso de ti. - Se lo debo a sus enseñanzas, respetable instructor. - ¡Jajaja! Tienes toda la razón – dijo el instructor, riendo complacido. Weed sabía muy bien lo que unas simples palabras podían mejorar el ánimo del instructor. El instructor le alcanzó una espada a Weed. - ¿Qué es esta espada…? - Es tuya. Es una recompensa para quienes completan el programa básico de entrenamiento. - Programa básico… – de pronto se le ocurrió una pregunta.

Había descubierto por casualidad que podía mejorar sus atributos con los espantapájaros del Centro de Entrenamiento. Mientras exploraba las comunidades online sobre el juego dio con un post al respecto en un foro por el que se comunicaban algunos clanes menores. Por eso se había centrado en mejorar sus atributos lo más posible antes de ponerse en serio con el juego. Weed tenía una buena razón para hacerlo así, aunque reconocía que podía parecer ineficiente gastar 4 semanas para mejorar los atributos lentamente punto a punto. Por lo que los usuarios sabían, era mejor usar menos tiempo para adquirir un objeto que mejorase sus atributos esa misma cantidad de puntos. Pero, pensó Weed, no es lo mismo que entrenar duro para mejorar los atributos básicos de tu avatar. Eso marca una diferencia, una gran diferencia. Dependiendo de tu suerte podrías recibir un buen objeto en un viaje, pero tus atributos básicos se mantienen fijos, sin importar qué lleves equipado. Supongamos que aumentas en 40 tu Fuerza Y ENTONCES te pones un collar con +50 STR. Los atributos que Weed había mejorado en el Centro de Entrenamiento se quedarían con él hasta su último minuto en el juego. Weed reflexionó sobre el significado tras el último comentario del instructor, y al fin preguntó: - ¿Sabes cuanta gente ha completado el entrenamiento básico por ahora? - En este Centro, 16 – respondió el instructor de inmediato, antes de añadir – El Continente es vasto, Weed-nim. Creo que habrá unos 3.800 extranjeros que lo hayan terminado. Pero, hasta donde sé, nadie lo ha terminado tan rápido como tú.

¡3.800 personas! Los ojos de Weed brillaron. Esos son mis rivales en potencia. Su siguiente pregunta rompió el breve silencio. - Dices que este es el entrenamiento básico. ¿Ofreces algún entrenamiento más avanzado en este centro? - No, pero si lo hay en otros lugares. - ¿En dónde? - No sé donde se encuentran. He oído que solo están abiertos a aquellos destinados a encontrarlos. Debes terminar el nivel básico para acceder al siguiente. - Gracias por esa información, honorable instructor. - No hay de qué. Weed ya había terminado con el Centro de Entrenamiento. Cuando se estaba dando la vuelta, listo para irse, el instructor le llamó una vez más. - Weed-nim, ¿tienes algún plan? - ¿Cómo dice, señor? - Una fuerza expedicionaria está programada para salir a la guarida de Litvart dentro de una semana. Un colega mío es el comandante de la fuerza. Su nombre es Midvale. Si no tienes nada mejor que hacer por ahora, ¿por qué no les ayudas?

Operación de Limpieza en la guarida de Litvart.

El Reino de Rosenheim lleva tiempo sufriendo por los monstruos, cuyo número ha aumentado en las últimas décadas. El rey Theodarren, recto y benevolente gobernante del país, ha emitido un decreto real según el cual un distinguido caballero, Sir Midvale, irá a explorar y a limpiar de monstruos la guarida de Litvart. Erradica los monstruos de esa madriguera junto a Sir Midvale y sus soldados.

Nivel de Dificultad: E Requisitos: Fallo al morir.

La propuesta del instructor era una misión que cualquier otro jugador se apresuraría en aceptar. El Ejército Real de Rosenheim cuenta con soldados bien entrenados y organizados. El nivel medio de la infantería es casi 30, y por lo general un caballero supera el nivel 150. En particular los caballeros con nombre entre sus filas están considerados como Caballeros con Título. Sus niveles rondan entre 180 y 220. Una fuerza así puede limpiar cualquier madriguera sin problemas. Y la guarida de Litvart no iba a ser, probablemente, una excepción. Según las investigaciones de Weed, La guarida de Litvart estaba infestada de kobolds con niveles sobre el 20, y goblins con niveles sobre 50. Todo lo que Weed tendría que hacer si se unía a la misión era mantenerse con vida, tomase o no parte activa en el combate. Era una oportunidad de oro ofrecida de buena voluntad por el instructor. Pero Weed sacudió la cabeza. - Lo siento, señor. Has rechazado la misión. - ¿Cómo? ¿Hay algo que te preocupe, Weed-nim? - No es nada, solo que aún no tengo una clase.

- Oh, por Freya… ¡tienes razón! Me he apresurado. Visítame cuando quieras. Te haré saber si sé de alguna misión que te vaya bien. El instructor no solo tenía un nivel 200, sino que también seguía en contacto con los soldados que entrenaba. En otras palabras, tenía su Red Privada en el Ejército Real. Y aún así, su posición relativamente humilde evitaba que le acosasen los oficiales de mayor rango. De pronto, el instructor bajó la voz y le preguntó: - Weed-nim, ¿ya sabes qué a clase quieres acceder? - Aún no lo he decidido. Iré al gremio de información a ver qué recomiendan. El gremio de información aconseja a los jugadores, según sus atributos y habilidades. En las primeras fases, la mayoría de los jugadores tenían un mismo camino, por lo que el gremio de inteligencia los clasifica en 2 grupos: Clases de Combate (melé y apoyo) y oficios, donde están incluidos los mercaderes. En contadas ocasiones, el gremio desvela una clase secreta. En MUY contadas ocasiones, de hecho. - Solo te digo esto porque eres un… una persona digna de confianza, que rechazó la oportunidad de convertirse a una clase tan patética como la de escultor. Dime, con franqueza, Weed-nim… ¿lamentas no haber aceptado el cuchillo del tallador? - ¡En absoluto, señor! Nunca, por nada del mundo me haría escultor. - Hm… nunca le he dicho esto a nadie… eres la primera persona. Acércate. La voz del instructor se convirtió en un murmullo. Susurrándole en la oreja. A Weed se le puso la piel de gallina al sentir el aliento del instructor, que

recordaba a un ogro, en la cara, pero evitó que la sensación de desagrado se le notase en la cara. - Buscas por una buena clase. Y yo te ayudaré. ¿Has oído hablar de Rodríguez, el Sabio? - Si, señor. - Ve a visitarle. Reconocido como la Estrella de la Sabiduría, es reverenciado por su conocimiento en todos los campos. Él te dirá cual es la profesión que mejor se te adapta, mucho mejor que lo que te digan en el gremio de inteligencia. Pero… - ¿…? - El problema es que el Consejero es un bicho raro. Peor aún, nunca sabes por donde te puede salir. Es malhumorado, desagradable y estrecho de mente. - … - Normalmente no podrías reunirte con él. En primer lugar, es que ni se molestaría en escucharte. Pero si le das esto, te hará, una única vez, un favor. Objeto conseguido: Pañuelo de la Reina Evane - Gracias, honorable instructor. - Para nada. Me siento responsable por tu decisión, pues es cierto que muchos espadachines no lo hacen tan bien como los escultores de la luz lunar. Rezo a Freya para que consigas una buena clase. Cuídate del Consejero Rodríguez. No tiene vergüenza, así que no deberías contarle nada hasta que acceda a hablar contigo.

Cuando Weed se despidió del instructor y salía del edificio un hombre inmenso se le acercó. El gigante se llamaba Python, un guerrero temerario con una espada gigante. - ¿Ya te vas? - Si. - Hm… ¿A dónde vas? - En primer lugar a buscar una clase, después, a esforzarme en subir de nivel. - Seguro que llegarás pronto a los puestos más altos. ¡No he visto a nadie más entregado a un juego online! Aunque estoy orgulloso de lo duro que soy, he de reconocer que tú eres un auténtico hombre de hierro. Python era un guerrero de nivel 288. Acababa de adquirir una nueva habilidad, por eso había venido a experimentarla en el Centro de Entrenamiento. Cuando llegó, el lugar estaba lleno de usuarios que se habían reunido para observar a Weed. Python también era un hombre curioso. Algunos pensaban que Weed era un NPC, pero cuando Python, apretujado entre la multitud, oyó que podías mejorar así tus atributos, empezó a golpear el muñeco que estaba al lado del de Weed. La fuerza liberada por los ataques de Python había sido sorprendente. Al haber más gente haciendo lo mismo que él, Python había desviado, sin pretenderlo, parte de la atención pública que se había concentrado en Weed. Durante la última semana Python fue el único jugador con el que Wees había hablado.

- Gracias por el cumplido. - De todos modos, ¡no veo la hora! El día que nos enfrentemos. No me decepcionarás, ¿verdad? - Estarás más que decepcionado. - ¿Eh? - Con tus debilidades, soy mucho más duro de lo que piensas. - FWAA… UAAAJAJAJAJA… – Python empezó a reírse escandalosamente. Con un nivel de 280 estaba entre los más fuertes del juego, y todo el mundo le trataba con respeto. Le intrigaba Weed, que podía hacer un comentario como ese a alguien que era mucho más poderoso que él mismo. Python entrecerró los ojos, algo más serio, ahora. - Lo estaré esperando con impaciencia. - Cuídate. Weed se despidió de él, y se dirigió a la mansión de Rodríguez el Sabio. Rodríguez el Sabio, la Estrella de la Sabiduría, que todo lo sabe. Él me indicará qué clase debería escoger, se dijo a si mismo. * * * * * La mansión del Consejero Rodríguez estaba ubicada en la zona norte de la Ciudadela de Serabourg, y tenía soldados de guardia en todo su perímetro. En cuanto Weed se acercó a la puerta, 2 soldados le hicieron detenerse.

- ¡Alto! ¿Qué negocio te trae hasta aquí, extranjero? - Vengo a visitar al Consejero. Tengo algo para él que el instructor del Centro de Entrenamiento me ha confiado. - Pues lo siento. Comprendo que tienes negocios de los que tratar, pero el Consejero no espera a nadie con tan poca fama – le respondió el soldado con un tono que indicaba que era obvio. - Pero tengo un artículo que el instructor me pidió que le entregase en persona. - Eso no es asunto mío. ¿Crees que se te permitirá reunirte con Su Alteza solo porque tienes algo que entregarle? - … En resumen, se necesitaba una reputación o fama impresionantes para poder visitar a nobles o reyes, y su fama solo era de 20, demasiado baja como para acceder a la mansión del Consejero. - Yo conozco al instructor. Una vez me entrenó él mismo. Pero aún así, no puedo dejarte entrar. - Ya que insistes en eso, ¿puedo esperar aquí siempre que no entre en la mansión? Los guardias estaban perplejos ante la pregunta de Weed. - Explícate, viajero. - Pregunto si os importa que me siente en la calle a esperar que el Consejero salga.

- En absoluto – dijo el soldado con indiferencia – la calle es libre para todo el mundo. Weed asintió ligeramente. - Gracias por su permiso. - No, para nada. Pero… - ¿Si? - Te digo esto porque eres un conocido del instructor… el Consejero suele encerrarse durante semanas. Sobre todo cuando un invitado no deseado llama a su puerta, es más que seguro que no abrirá. ¿Aún así estás dispuesto a esperar? Liu Bei visitó a Zhuge Liang tres veces antes de reclutarle, y al final resultó ser la clave para fundar una nueva dinastía en el suroeste de china. Recordando el histórico evento, Weed asintió. - Ajá. Weed se agachó frente a la mansión, esperando que el Consejero saliese en cualquier momento. A veces charlaba con los guardias, y pronto descubrió que el instructor era muy respetado entre los miembros de menor rango de la guardia. “Un hombre que en una ocasión soñó con ser caballero, y está ahora perfectamente capacitado para serlo.” Mientras, la noche cayó y la mansión del Sabio se oscureció. Mentiría si dijese que contaba con reunirme con él el primer día. Pero no puede quedarse ahí dentro para siempre. Weed consideró inútil quedarse de guardia mientras el Consejero dormía. Así que abandonó su posición y se dirigió hacia las puertas.

La luz de la luna aumentaba la brutalidad de los monstruos en el Continente de Versalles. Se hacían más fuertes en un 50%, y a cambio daban un 30% más de XP[1]. Estó hacía que los usuarios estuviesen más atentos para evitar morir. Esa noche marcó la primera aventura de Weed fuera de la Ciudadela. En un amplio campo abierto un puñado de jugadores corrían detrás de zorros, conejos y mapaches, una escena basada en novatos, a los que Weed estaba a punto de unirse. - A ver, ¿qué puedo usar como arma? Sacó la espada de hierro que le había dado el instructor y la sujetó con fuerza. - Ventana de Estado del Objeto.

Buena Espada de Hierro

Durabilidad: 54/54 Daño: 10~14 Recompensa para aquellos que han completado el programa de entrenamiento

básico. Esta popular espada es mejor que las básicas disponibles en las herrerías.

Mejoras : +10 STR Requisitos : +40 STR

+35 VIT La espada que le había dado el instructor era una de las mejores a las que podía acceder. La blandió un par de veces, y notó que tenía un equilibrio perfecto, y se sintió cómodo con ella. Weed comprobó su otra arma. - ¡Ventana de Estado del Cuchillo de Tallar!

Cuchillo de Tallar de Zahab

Durabilidad 948/1000 Daño 40~54 Un pequeño cuchillo de tallar, construido especialmente para obras delicadas.

Este cuchillo está muy afilado. Mejoras

Mejora las posibilidades de golpes críticos. El cuchillo hacía más daño que la espada, pero Weed escogió la última. Por un lado, era más larga y tenía mayor alcance. Con el cuchillo de tallar le resultaría molesto acercarse al enemigo. La espada era más útil a la hora de eliminar monstruos. Es más, el cuchillo de tallar no se gastaría fácilmente, gracias a su alta durabilidad. Esa ventaja se transfería a Weed, que había obtenido la habilidad “reparar”, y la espada ofrecía más oportunidades de mejorar la habilidad al ser comparativamente más frágil, requiriendo un mantenimiento más frecuente. Genial. Creo que ya estoy listo, Weed lanzó un par de tajos al aire. Mapaches, zorros, lobos, vengan a mí. Acabaré con todos ustedes. En el momento que iba a empezar… - Perdona – alguien le habló a Weed, que caminaba en silencio – ¿Estás solo? Weed se volvió. Vio a una chica mona a su lado con un sombreo de algodón y una armadura de cuero azulada. Una chica, pensó. - Si, no estoy con nadie – dijo Weed, bajando su tono de voz.

- ¿Quieres unirte a nosotros para una misión de caza? Tenemos una maga, una clérigo, un arquero y una monje. Weed miró sobre el hombro de la chica antes de responder. Había 2 chicas con túnicas y un chico que supuso que sería el arquero. Al verlos comprendió porqué le estaban pidiendo a un extraño que se uniese a su equipo. Todos eran unos debiluchos, con ropas y armadura de piel, limitados a ataques a distancia, por eso necesitaban una última pieza, un tanker que les protegiese. No está mal. Es mi primer combate, y seguramente está mejor empezar en un equipo. Siempre es mejor prevenir que lamentar, pensó. Weed accedió rápidamente. - Me parece bien. - Gracias. Weed se unió rápidamente al equipo. - Encantada de conocerte. Yo soy Irene, una clérigo de nivel 7. Me especializo en curación y protecciones divinas. - Yo soy una maga de nivel 6, mi nombre es Romuna. Mi elemento principal es el fuego. Las dos chicas se presentaron primero, y entonces le llegó el turno al chico. Estudió la cara de Weed con curiosidad antes de hablar. - Pale, arquero de nivel 6. Tienes agallas, saliendo a cazar solo de noche. - Jeje, yo soy Surka, una monje de nivel 7.

Los miembros del equipo le dieron sus nombres y niveles, y ahora era el turno de Weed. - Mi nombre es Weed. Nivel 3… - … – se hizo un silencio incómodo. Pale reunió el coraje y preguntó: - ¿Y cuál es tu equipo? - Todo lo que tengo es esta espada. - … Contando hasta el polvo de sus bolsillos, Weed solo tenía 5 monedas de plata. Una buena armadura de piel, y otros productos cuestan 30 monedas de plata. Weed no se había molestado con misiones normales, por lo que no tenía el dinero para comprar ni una armadura de piel. - ¿Y tu clase es…? - Sin decidir – respondió Weed, sacudiendo la cabeza con dudas. Sentía que algo andaba mal, aunque no lograba precisar el qué. - ¡Dios! – Pale por fin tomo aliento. Parecía completamente perdido. - Supongo que depende de ti tomarte tu tiempo en elegir una clase… Por cierto, parecía que ibas a cazar solo. ¿Es tu primera vez aquí fuera? - Sí, soy nuevo en los juegos de Realidad Virtual. - Ya veo, ¿por qué no me sorprende?

Al oír la franca respuesta de Weed, Irene y Romuna miraron a Surka acusadoramente. Como culpándole por haber elegido a la persona equivocada. Nivel 3 con la clase aún por decidir. Como si eso ya no fuese lo bastante malo, el chico de aspecto lamentable era un novato en la VR. La falta de experiencia a menudo resulta fatal al enfrentarte por primera vez contra un monstruo. A menudo pierdes la calma, la razón y la vida, en ese orden. Lo sabían muy bien porque ya habían tenido su porción de ser los novatos. Esos animales, a pesar de estar hechos a la medida de los novatos al alcance de la Ciudadela, aún eran relativamente fieros y fuertes. Todo un desafío para un solo jugador. - Fiu… Creo que tenemos una especie de problema – Pale no sabía qué decir, así que sonrió evasivamente. Weed decidió poner las cartas sobre la mesa para aliviar la tensión. - Si creéis que haré más mal que bien, no tengo problemas en dejar el equipo. - Lo siento – Surka, reconociendo su error se inclinó en señal de disculpa. Al fijarse mejor, Weed vio que llevaba un gi[2] básico. Pensé que sería fuerte al tener una espada de hierro. Jo, ¿de dónde la habrá sacado? Parece realmente buena…. Se dijo a si misma. Weed se alejó del equipo y se dirigió en solitario a la zona de caza. Pale y Sukra se sentían culpables por haberle echado del grupo.

- ¿Qué deberíamos hacer ahora? ¿Buscar un reemplazo? Había reemplazos por todas partes. Lo único que había en abundancia en el Continente de Versailles eran jugadores, hasta monstruos había pocos… - Mira, ya nos hemos dado la mano. - Si luchamos como un equipo, no habrá problema, ¿no creéis? - Supongo, pero… - Vamos a intentarlo, por lo menos. Alcanzaron a Weed, que estaba ocupado estudiando un grupo de conejos y mapaches que saltaban cerca de su posición. No sabía nada de los monstruos en general, ni cuánto daño podían causar o cuáles eran sus patrones de ataque. - Perdona – le llamó Pale – Si sigues interesado, nos gustaría que vinieses. - Tengo un nivel bajo. Si no les importa, me gustaría ir con ustedes – respondió Weed, con cautela. - Bien, eso nos basta. Ahora somos un equipo. No hace falta que te fuerces en el frente, y si te parece necesario, puedes ponerte tras nosotros. Pale sugirió a Weed que se ocultase en vez de tomar un papel activo en la caza. A sus ojos, no era más que un completo novato. - ¿Estás seguro? - Si. Aunque no puedes ganar muchos XP, ya que estás disminuyendo el trabajo de tu equipo sin contribuir, tu prioridad actual es subir de nivel. Mira, pasar del nivel 3 al 6 supone una completa diferencia, aunque solo sean 3 niveles de diferencia. Si estás al 3 y has puesto todos tus puntos en Fuerza tendrás 25. Yo tengo 40. Añade los 10 puntos por conversión de clase y la diferencia entre nosotros crece notablemente.

- … Pale no lo dijo, pero había otras ventajas más importantes dependiendo de la clase del jugador. Por ejemplo, por un arquero con una espada y un guerrero con una espada, el guerrero puede causar el doble de daño. Por otro lado, sus flechas harán la mitad de daño que las del arquero. Por eso les había decepcionado que no tuviese clase. - Ahora ponte detrás y mira como acabamos con los monstruos por ahora, Weed-nim. Si ves una oportunidad, aprovéchala y retírate. Será útil si puedes confundirlos y desviar la atención del aggro. Weed asintió. - Entendido. Resuelta la confusion, Weed decidió unirse a su equipo e ir a cazar con ellos. Era un grupo diseñado para cazar monstruos torpes cerca de la Ciudadela, y sus compañeros ya habían practicado juntos con anterioridad. Pero se habían dado cuenta que era demasiado arriesgado dejar que solo Surka, una monje cuya agilidad para esquivar suplía su baja defensa, tankease en el frente. Por eso habían buscado un nuevo tanker. * * * * * - Maldita sea. Lee Hyundo Ann, sucesor de Bonkuk Kumdo, una de las escuelas tradicionales de esgrima en Corea apretó los labios con insatisfacción. En el dojang cientos de jóvenes y adultos practicaban Kumdo, lanzando gritos de batalla, o kihap según el lenguaje de Bonkuk Kumdo. - ¡Iai!

- ¡Iai! Ahn podía oír los kihaps y los silbidos de las espadas moviéndose. Cuando dominabas la espada, un sonido te bastaba para saber el nivel de un practicante. Ahn estaba considerado como el máximo maestro de Kumdo a nivel mundial, habiendo sido 4 veces el Campeón del Mundo de Espadas. Según crecía, se fue retirando a su dojang y dedicando su tiempo y energía a la siguiente generación de practicantes de Kumdo, pero ni su mano ni su cuerpo habían dejado la espada de lado en ningún momento. Nunca he visto a nadie con tantas agallas. Debí haber entrenado al chico en condiciones cuando aún estaba aquí. Tiene algo, algo que puede transcender mi talento. Y además tenía pelotas y agallas… Ahn solía estar satisfecho con tener un buen número de aprendices competentes. Tenían suficiente talento como para aspirar a una medalla en el Campeonato Mundial que se celebraba cada 5 años. Pero un día vio como todas sus impresiones se vieron rebasadas. * * * * * Un año antes. Un joven de unos 20 años visitó el dojang de Ahn. - Buenas, soy Lee Hyun. He venido porque me han dicho que este es el mejor dojang.

- Hijo, ¿has manejado una espada con anterioridad? - No, señor, por eso estoy aquí. - Cierto, tienes que aprender. Aprender y aprender hasta que comprendas la grandeza de la espada, y entonces veremos cuál es la mejor. Ahn creía que eso sería todo, y se olvidó del joven por un tiempo. Entonces, una mañana, vio a Lee Hyun blandiendo la espada a plena luz del sol. Lee Hyun manejó la espada durante horas. Sus movimientos estaban sincronizados con su respiración, y la espada creaba un sonido armonioso. Ya había alcanzado un estado que un principiante tardaría meses en alcanzar. Ahn llamó a los instructores subordinados y les preguntó sobre el joven que tan devotamente se entregaba a las incesantes prácticas repetitivas. - Si hablas de ese estudiante, tiene el talento. No he visto a nadie tan obsesionado con el entrenamiento en mi vida. - ¿Cómo de obsesionado dirías que está? - Cuando coge una espada no la suelta hasta que se la quitamos de las manos. - ¿Tienes que quitarle la espada de las manos para detenerle? - Si, maestro. Si le dejamos estar, continúa hasta quedar completamente sin aliento. En su primer día en el dojang estuvo blandiendo hasta que tuvo las manos completamente enrojecidas por la sangre. - ¿Llego hasta ese extremo…? - Si, maestro. Y exactamente lo mismo pasó el 2º día. Practicó las técnicas hasta que se le formaron callos en las manos, su agarre era firme, y sus manos, duras como rocas. Así que no es de extrañar que haya alcanzado este nivel tan rápidamente.

- ¡Es increíble! – Ahn escogió a Lee Hyun como su sucesor, pero sin decirle nada a éste. Talento y esfuerzo. Al alumno tenía ambas virtudes, y lo que realmente capturó la mente del maestro fueron sus ojos. Cuando Ahn enseñaba a su futuro sucesor en sus ojos brillaba algo característico. Era el deseo de luchar, que en el hombre moderno había sido olvidado por la civilización, pero que en Lee Hyun estaba en la forma más pura. Aún era un periodo de pruebas para él. Ahn creía que era pronto para contarle sus planes a Lee Hyun, algo que podría hacer peligrar sus progresos. Por eso el maestro había tratado a su aprendiz con fingida indiferencia, motivándole con múltiples objetivos y observando sus progresos desde la distancia. Pero de pronto, un día Lee Hyun dejó de pasar por el dojang. * * * * * De vuelta en el presente. - ¡Ah…! – los suspiros de Ahn se hicieron más profundos – me pregunto qué estará haciendo. Debí haberle nombrado mi sucesor cuando aún podía. * * * * * A cubierto tras Pale, Weed estaba observando el combate tras la barrera. - ¡Irene, ayúdame! - ¡Entendido! ¡Bola de Fuego! – Romuna se metió en la conversación.

- Poder dívino, guíanos al triunfo, ¡Bendición! Mientras Surka la monje encaraba al zorro de frente, Pale e Irene le atacaban desde la retaguardia. Adoptaron esta estrategia porque el nivel de Surka era 7, el mayor de entre ellos, y el resto eran unos debiluchos con relativamente poca vida y defensa. El zorro se movía ágilmente de un lado a otro. Esquivaba casi ileso los puños de Surka, y a veces atacaba de repente, llegando a hacer algunos críticos, forzando a la monje a retirarse un poco. Con poco Aguante, Surka se veía a menudo al límite de la inmovilización. En ese momento Irene le lanzaba una curación rápida para reponer su Vida y Aguante mientras los demás atacaban al zorro para atraer su atención y alejárselo. No son malos. El trabajo en equipo del cuarteto era muy empático. Ni ansiaban objetos ni se peleaban por los detalles. Le daba la impresión que la relación entre ellos debía tener un buen tiempo. Quizás habían sido compañeros en otro juego online antes de migrar juntos a Royal Road. Aún así tenían que aumentar la tensión cazando zorros de nivel 5. Mapaches y conejos eran presas fáciles, por lo que Surka podía encargarse sola. Pero los zorros eran duros, por decirlo de forma suave. Weed comprendió que el equipo se centraba en zorros en su caza. Observó el progreso de la batalla un rato… hasta que creyó haber visto lo suficiente. Su aguda mirada analizó los patrones de movimientos de Surka y los zorros. Es más fácil de lo que pensaba. Superaban al enemigo 4 a 1. Los movimientos del zorro eran lentos y predecibles. Lo observó hasta ganar

suficiente confianza, y apretando la empuñadura de la espada abandonó su posición protegida. Surka le sonrió al ver que se ponía a su lado. - Atento, Weed-nim. - Si – su respuesta fue corta. Los monstruos en su radar eran, una vez más, zorros. - Yo atraeré primero su atención, y tú atacas después, cuando ya estén bastante heridos. Surka lanzaba puñetazos a los zorros, que saltaban hacia ella por reflejo. Romuna, Pale e Irene atacan desde atrás con flechas y magia. Cuando la vida del zorro se puso en un tercio, Weed intervino. Tenía poca experiencia previa en juegos de VR, pero estaba acostumbrado a la espada tras cientos de duelos. Además, había golpeado el espantapájaros del Centro de entrenamiento miles y miles de veces. La espada de hierro dibujó un arco plateado en el aire en una fracción de segundo, al final del cual estaba el zorro. Weed había apuntado con tanta precisión que el zorro no pudo esquivar el ataque. ¡GOLPE CRÍTICO! Una ventana solo visible para él apareció ante sus ojos. ¡Un golpe crítico!

Solo aparecían cuando el daño se doblaba como resultado de un ataque efectivo, resultado de un movimiento excelente. *Zas* El zorro fue cortado por la mitad, y desapareció en un destello. Soltó 2 objetos: una piel de zorro y carne. Puedes convertir la carne en filetes cocinándola en una fogata, y la piel de zorro es uno de los materiales textiles más comunes. Ese tipo de proceso de producción requiere el uso de habilidades relacionadas. Los novatos no solían aprender ese tipo de habilidades, como “Cocina” o “Costura”. Lo más habitual era que esos objetos terminasen siendo vendidos en los almacenes. - ¡Vaya ataque! Esta vez has tenido suerte – sonriendo, Surka recogió los objetos. Pale y Romuna, que habían estado preparando sus ataques más poderosos por si acaso estaban encantados por el éxito de su nuevo compañero. Weed-nim, nos repartiremos el botín cuando terminemos de cazar. - De acuerdo. - Entonces atraeré otro zorro. Chicos, prepárense. - De acuerdo. Trae un zorro cargado de objetos. - Calla. Ojalá dependiese de mí – gruñó Surka bromeando. Le dio un puñetazo a un zorro que pasaba y volvió corriendo con el grupo. - ¡Bola de fuego! - Bendición. Mano sanadora. Surka luchó duro con los ágiles movimientos del zorro. Pale y Romuna no dejaban de presionar al zorro.

La hoja de Weed empezó a moverse cuando la vida del monstruo estaba al 40%. La espada salió de su vaina y golpeó al zorro como un relámpago. *Zas* Por desgracia, esta vez no hubo objetos, aunque tampoco era como si los objetos que solían dejar fuesen gran cosa, de todos modos. Con el tercer zorro, la espada entró en acción con el 50% de la vida, Esta vez no hubo un crítico, así que el zorro sobrevivió al primer ataque, que fue seguido por una fluida secuencia de ataques. Al morir dejó un objeto. - ¿Qué? - Es extraño. - Estamos cazando zorros más rápido. - Cuando Weed ataca, casi siempre mueren. Un par de zorros después sus compañeros también lo notaron. Desde que Weed se les había unido, el ritmo de caza había subido. En cuanto sacaba su espada, los zorros desaparecían rápidamente en un estallido de luz grisácea. - ¡Pero qué…! – Pale se quedó boquiabierto, incapaz de moverse. Para que Weed pudiese mantener el ritmo matando zorros, Surka estaba ocupada atrayéndolos. Aunque él no se molestase en disparar flechas, el ritmo de caza apenas disminuía. Esta situación, que para el grupo era inexplicable, se debía a los atributos de Weed. Al crear la cuenta, Weed tenía 10 puntos en Fuerza, más los 40 obtenidos en el Centro de Entrenamiento. Después puso los puntos de los 2 niveles por

igual entre Fuerza y Agilidad. Como resultado, ambas tenían 55 puntos, y Aguante 50. Además, contaba con otros 10 puntos de Fuerza de la espada de hierro que usaba. Para conseguir todos esos puntos de Fuerza solo subiendo de nivel tendría que haber llegado al nivel 11 invirtiendo todos los puntos en ese atributo. Y aún más importante era que su Agilidad, Aguante, Voluntad y Vitalidad también estaban muy por encima de su nivel. Se necesitaban al menos otros 8 ó 9 niveles extra para mejorar tanto un personaje. Weed, con nivel 3, era como un guerrero normal de nivel 30. Otro hecho más sorprendente era que había subido su Dominio de la Espada al 4 con el entrenamiento. Lo que se traducía en un 40% de daño extra en cada ataque. Su nivel actual en la habilidad era [4 - 98%]. En cuanto llegase al Nivel 5, el porcentaje de daño extra sería del 50%. Y por último, pero no menos importante, la espada de hierro que le había dado el instructor era una especie de objeto de lujo para su nivel actual. En resumen, un zorro no era rival para Weed. - Esa espada tiene que ser un objeto único – empezó a sospechar Pale poco después. Era la única explicación para la extraña fuerza que Weed estaba empleando. Aún eran novatos, por lo que no podían ver que Weed siempre atacaba en el momento justo. En las batallas en un juego online de realidad virtual, al estar basadas en movimientos reales, un fan de las artes marciales tiene ventajas obvias sobre alguien sin conocimientos de combate. Weed usaba las técnicas de combate entrenadas todo un año, incluido el aparentemente inútil juego de pies, que era invisible para quien no lo conociese. Por eso solo podían pensar que tenía una espada sublime. - Genial – excitada, Surka atraía zorros uno tras otro.

Weed sujetaba con fuerza la espada de hierro. Estaba animado porque las técnicas que había aprendido estaban resultando ser muy productivas. No ha sido un año perdido. ¡Vamos! Gritó para sí mismo. ¡ATAQUE CRÍTICO! Muchos de sus ataques eran críticos. Predecía donde iba a estar el zorro, y lanzaba un ataque preciso a esa posición. Todo el año de sudor y sangre estaba demostrando sus resultados. - ¡Iah! ¡Iai! – empezó a lanzar unos gritos secos. Estaba inmerso en la lucha, sin dejar de mirar a los zorros y atacando sin piedad. Irene y Romuna se rieron al ver lo gracioso que resultaba Weed luchando con tanta seriedad. De pronto un zorro le alcanzó con una garra en el pecho. - ¡Mano sanadora! El torso de Weed brilló con una luz blanca. Pero antes de que el hechizo curativo actuase se dio cuenta de que su salud apenas había disminuido. - Tal vez… Weed le hizo una pregunta a Surka, que corría hacia un nuevo zorro. - Surka-nim. - ¿Si, Weed-nim? - ¿Cuántos puntos de vida tienes? - 150, ¿por?

- Ah, no, por nada. Simple curiosidad. El máximo daño de un zorro era 15. Al no tener defensa, Weed había sufrido todo el daño, pero su vida estaba por encima de los 700 puntos. - Vale, Surka-nim, ¿Qué te parece si a partir de ahora yo tankeo los zorros? - ¿Estás seguro? - Si. Tú sigue atrayéndolos. Romuna-nim e Irene-nim no pueden moverse mucho porque se quedan enseguida sin Aguante. Pale-nim, ¿puedes atraer zorros más alejados con tus flechas? – en poco tiempo Weed había asumido el rol de líder del grupo. - Por supuesto. - Entonces, por favor, ayuda a Surka-nim a atraerlos. Weed se movía como un salvaje. Cuando Surka volvía, recibiendo daños del zorro, él actuaba de inmediato. Los que Pale atraía con sus flechas caían de inmediato bajo sus ataques. Weed llegó al nivel 4. Decidió usar los puntos en Agilidad. Cuanto mayor es la Agilidad, más fácil es esquivar un ataque enemigo y más posibilidades tienes de impactar. Está directamente relacionada con la precisión y la evasión. La espada de hierro de Weed era maravillosa para cualquier novato, con los puntos extra de fuerza. Por eso se permitió invertir los puntos en Agilidad en vez de reforzar a su avatar. La caza continuaba. Excitadas por el buen ritmo, Romuna e Irene no podían creer su buena suerte. Nunca habían estado en una cacería tan fantástica. - Surka, atrae más zorros.

- SI, déjanoslo a nosotros. Puedes concentrarte en atraerlos. - De acuerdo, Unni[3] - Surka estaba ocupada atrayendo zorros. Y Pale también. Si Weed hubiese estado cazando solo, hubiese tenido que vagar buscando monstruos, y descansar a menudo para rellenar el Aguante consumido. En cambio, este equipo le concedía un cebo y una clérigo, lo que claramente aumentaba el ritmo de caza. No es un juego para un solo jugador. Cuando juagaba a El Continente de la Magia, siempre estaba rodeado de monstruos. Solía entrar a una caverna llena de monstruos y luchar a libertad. Se conectaba días y noches hasta que se quedaba sin hierbas y pociones. El inventario tan lleno, que afectaba a sus movimientos. Los monstruos le sorprendían constantemente. A menudo luchaba en medio de un círculo de enemigos. Maté a muchísimos, y a cambio me mataron muchas veces, también. Para él, el juego en grupo era muy distinto a lo que estaba acostumbrado. Era más efectivo, y divertido. Pero su estrategia pronto les falló. - ¡Ahhh! – Surka había cometido un error mortal. Al ir a atraer un zorro, sin querer atrajo la atención de un lobo. Intentando huir, gritó – ¡Chicos, huyan! *Auuu* El lobo le perseguía a plena carrera, con saliva goteándole del monstruosos hocico. Mientras el grupo reaccionaba, Surka estaba siendo constantemente asaltada por el lobo. Era más rápido que un zorro, ganándole terreno rápidamente. Aparentemente no había forma de escapar.

- Yo le ayudaré. Deberían huir. Oh, poder del Espíritu Santo, restaura su salud. ¡Mano Sanadora! – Irene, la clérigo, resistió el impulso de huir para salvarse, y lanzó un hechizo de curación tras otro para rellenar la vida decreciente de Surka. - ¡Mierda! – tras un momento de indecisión, Pale empezó a dispararle flechas al lobo. Uno, dos, tres tiros. En cuanto cargaba una flacha, la lanzaba. El tiro multiple, su habilidad característica, alcanzó hacia el lobo, pero este apenas reaccionó. Ahora que el lobo había reconocido a todo el grupo como enemigos, cuando acabase con Surka atacaría a Pale e Irene. Así que, ¿qué iba a hacer Weed? Apretó la empuñadura de la espada y avanzó. ¿Podré hacerlo? ¡Por qué no! A primera vista, los dientes y las garras del lobo parecían terroríficas. Weed estaba seguro que el lobo se lanzaría contra él, en vez de lanzarle un zarpazo, para empezar a morderle enloquecidamente. - Tendrás que enfrentarte a mi primero – dijo, interponiéndose en el camino del lobo. No esperaba que el lobo le entendiese, pero como si hubiese reconocido al enemigo más peligroso del grupo, el lobo volvió la mirada hacia él de inmediato. *Grrrr* El lobo saltó directamente hacia Weed. Weed rodó hacia un lado con rapidez, fuera del camino de la carga del lobo, y atacó con la espada. Los dientes del lobo casi le rajan la garganta. Ese simple rasguño le quitó 80 puntos de vida.

- ¡Weed-nim, huye! ¡Me he quedado sin maná, no puedo usar Mano Sanadora! – gritó Irene. Mierda. ¿Qué clase de clérigo no sabe manejar su maná? Se dijo a sí mismo. Ya que Irene solo se encargaba de curar, siempre debía reservar suficiente maná para una emergencia. Si no, alguien podía acabar muerto o, en el peor de los casos, todo el equipo podía ser eliminado. Weed había creído que Irene tendría algo bajo la manga cuando se ofreció voluntaria para rescatar a Surka. Pero para su consternación, todo lo que la clérigo tenía, por su naturaleza, era un buen corazón. La situación no le dejó tiempo para criticárselo. El lobo le estaba gruñendo. Tras unas pocas llamas de Romuna, los ataques mágicos dejaron de llegar desde la retaguardia. Al parecer, ella también se había quedado sin maná. Solo Pale seguía disparando flechas desde lejos. El lobo estaba ensangrentado, pero los inútiles intentos de Pale solo lograron que el lobo intensificara su agresividad. - ¡Vamos, maldito! – Weed blandió la espada, encarando al lobo. *Auuu! Aullando, el lobo saltó hacia él. A partir de ese momento la postura y los movimientos de Weed cambiaron drásticamente. Sus piernas estaban pegadas al suelo, mientras que su cintura y sus hombros se balanceaban adelante y atrás. Como una brisa, Weed dejó que el fiero lobo le pasase de largo. - Tendría que ser un tonto para morir aquí. Weed era capaz de predecir el siguiente movimiento del lobo, y la herida que había recibido no era tan grave como se había esperado.

Sé que puedo vencer. Weed aflojó la presión sobre la espada a propósito. *Aihn* El lobo gimió de dolor. Aunque Weed había sacrificado una porción de su poder para obtener más velocidad, el daño de su espada aún era muy sustancial. - ¡Mierda! – el también perdía vida cada vez que el lobo le alcanzaba. Sus 700 puntos de vida cayeron a 200. Ya estaba bañado en su propia sangre. - ¡Perdón, Weed-nim! ¡No puedo apuntar bien, es demasiado rápido! – la baja agilidad de Pale le hacía imposible acertarle al lobo, que se movía como un relámpago. - Yo también voy a luchar – Surka se le acercó. Había sido herida cuando huía del lobo, y le quedaban menos de la mitad de sus puntos de vida. Tropezando, con piernas temblorosas, Weed dijo: - Escuchen. Deberían huir a un sitio seguro mientras les cubro la retirada. - Pero… - Es su única oportunidad. ¡Ahora! Pale y Surka se miraron el uno al otro, pero ninguno de los dos dio señales de huir. Al verlo, Weed murmuró para sí mismo: - ¡Idiotas! ¿De qué sirve sacrificarse por un desconocido?

Pale estaba al borde de las lágrimas. Sabía que Weed podría haberse salvado si hubiese querido. Podría haber escapado del lobo hasta las puertas de la Ciudadela donde los guardias le hubiesen defendido de la amenaza. Pero en cambio, había avanzado, preparando su espada y su posición, y se enfrentó al lobo por sus compañeros de equipo, a los que había conocido un par de horas antes. - Weed-nim – los ojos de Surka estaban húmedos. Inocente y sensitiva como era, estaba profundamente conmovida por el heroico acto de Weed. Sin retirar la mirada del lobo, Weed dijo: - Si quieren quedarse, haganlo. Yo haré lo que pueda por luchar con este bastardo. Pero tienen que irse inmediatamente en el momento en que me mate. - Si. - Prométanmelo. - Prometido. Surka y Pale se alejaron, creando un claro, y Weed empezó un duelo sangriento contra el lobo, que aún presentaba una seria amenaza. La vida de Weed bajó a 150 puntos, y poco después estaba a 70. La espada de hierro seguía fallando por centímetros. El lobo sangraba tanto que parecía que un simple golpe podría tumbarlo, pero Weed no había logrado dar ese golpe final hasta el momento. Irene y Romuna se dieron cuenta de que la vida de Weed al fin había llegado al punto más peligroso, por debajo del 10%.

El corazón de Pale estaba acelerado, y el de Surka brincaba en su pecho. Intentaron atraer la atención del lobo. Pero este sabía que era a Weed a quien tenía que matar, e ignoró por completo a las otras amenazas inferiores. Otro golpe del lobo, y Weed estaba muerto. Si moría, Weed perdería algunos objetos de su inventario, perdería uno o más niveles y le penalizarían cortándole el acceso a Royal Road las siguiente 24 horas, y todo por haber arriesgado su vida por un puñado de desconocidos. El lobo rio, sintiendo que tenía la ventaja sobre su máximo enemigo. *Grrr* Cuando el lobo saltó para matar a Weed con su ataque final, la espada, que había fallado repetidamente hasta entonces, se clavó por fin en sus costillas. Ante los ojos de Weed estalló una cascada de ventanas de mensajes. Subes de Nivel Dominio de la espada [4 à 5] +50% FUE +15% AGI Has adquirido una nueva habilidad: Técnica de Cuchillo de Tallar. Del lobo estaban saliendo tantos XP que su nivel llegó al 5. Weed sacudió la cabeza, un tanto sorprendido. ¿Qué es esa “Técnica de Cuchillo de Tallar”?

- ¡Ventana de habilidad! Identificación [1-0%] Permite hallar el valor de objetos no identificados. Consumo de maná: 30 Escultura [1-0%] Permite tallar o grabar diversos materiales. Las obras de arte de alto valor artístico valen una fortuna. Facilitan el acceso al corazón de una mujer. Reparar [1-0%] Permite reparar armas y armaduras. A partir del nivel 5 puedes crear nuevas armas y equipo. Manualidades [1-0%] Diferentes efectos en diferentes habilidades manuales, y en el Dominio de las armas. Dominio de la Espada [5-0%] Aumenta el poder de ataque y las posibilidades de impacto al usar una espada. Hoja del Escultor [1-0%] Te permite alcanzar lo invisible, lo intangible. Consumo de maná: 50 por segundo. Según la leyenda, el Gran Maestro Zahab descubrió, accidentalmente, una gran verdad mientras practicaba con las esculturas: que la escultura es un medio para transformarlo todo según la voluntad del escultor. La técnica secreta de Zahab es transferida a su sucesor. Weed examinó la ventana de habilidades y sacudió la cabeza sorprendido.

Tengo que probar esta nueva técnica para ver qué diablos es. Se chupa un montón de maná. Con mi nivel no puedo mantenerlo más de 2 segundos clavados. De todos modos, el lobo había muerto. - Ugh. Weed cayó al suelo, con la cara pálida. En ese momento Pale, Irene, Romuna y Surka fueron corriendo hacia él. Las primeras palabras que Weed dedicó a sus compañeros fueron: - Surka, ¿estás bien? - Weed-nim… Irene y Romuna estaban a punto de echarse a llorar. Surka no pudo ocultar sus lágrimas. Pale, el único chico del equipo, aparte de Weed, no sabía qué decir, sobrecogido por una oleada de emociones. Si la vida de un jugador baja del 10%, empieza a morir lentamente. Al cabo de un minuto, Irene recuperó algo de maná, y lanzó un hechizo de Mano Sanadora para arrancar a Weed de las garras de la muerte. - Muchas gracias, Irene-nim. - Es un placer, Weed-nim – la mirada entre Weed e Irene se intensificó, una señal de que empezaba a sentir algo por él, y lo mismo pasaba con Surka e

Irene. Y lo que más le sorprendió fue el hecho de que Pale le tratase con un respeto y admiración que hasta el momento nunca le había dedicado. - Sigamos – dijo Weed en cuanto se encontró mejor. - ¿Estás bien? - Sip, sano y salvo – respondió Weed, levantándose la camisa y dejando su pecho a la vista para demostrar que no quedaban rastros de las heridas recibidas. Surka no volvió a cometer el mismo error. El equipo pasó a estar bajo el liderazgo de Weed, lo que dio lugar a un sorprendente registro de 60 zorros en 4 horas. Romuna, Irene, Pale y Surka subieron de nivel, así como Weed, que llegó al 6. Weed invirtió todos los puntos de atributos en Agilidad. - Fiu. Bueno – dijo Romuna, sudando mucho como si estuviese agotada por el excesivo consumo de maná – nosotros tenemos que irnos. Mañana por la mañana tenemos clases. >> Deberíamos quedar para cazar otra vez. Estarás por aquí mañana, ¿no? – le preguntó a Weed, que asintió ligeramente. - ¿Puedo añadirte a mi lista de amigos? – preguntó Surka. Pale e Irene estaban sonriendo. - Claro – Weed les añadió a su [Lista de Amigos] y se despidió de ellos. - Esta es tu parte Weed recibió 3 monedas de plata cuando distribuyeron los restos de la caza. Cuando se hubieron ido, se fue a cazar más zorros.

Por eso odiaba jugar en equipos. Cuando las cosas se ponían interesantes, la gente se iba. Weed siguió buscando monstruos ya que aún le quedaba una hora hasta el amanecer. Ignoró las presas fáciles como mapaches y zorros, y dejó los límites de la Ciudadela para entrar en el bosque, en el que se decía que había lobos bajo cada sombra. *AUUUU* Apareció una manada de lobos. Se agazaparon y se acercaron a Weed, que caminaba solo, con los ojos brillando con anticipación. El sistema de Royal Road permitía a los monstruos subir de nivel tanto por conflictos internos como matando a jugadores, por lo que los lobos buscaban jugadores solitarios. Cuando los lobos vieron los ojos de Weed, empezaron a temblar por instinto. “Esos ojos…” “Este humano no nos considera como enemigos.” “Nos considera XPs.” “Unos bonitos XPs. Buenos objetos. Eso es lo que quiere de nosotros.” Los lobos entendieron las intenciones de Weed. Peor, la voluntad de luchar que emitía les hacía temblar de miedo. *Aiiih* *Aii* Inmediatamente se dieron la vuelta para huir. - Cómo se atreven. La espada de hierro no conocía piedad, ni Weed honor. Apuñaló tranquilamente las espaldas de los lobos que huían, acorralándolos sin dejarles escapatoria, y destrozando a todos y cada uno hasta hacerlos puré.

- ¡Vamos, Bastardos! El momento en que la hoja cortaba el aire, otro lobo se venía abajo. Rápido y sin piedad. Las extraordinarias técnicas de Weed con la espada aterrorizaron a los lobos. Entonces, ¿por qué había luchado con tantos problemas contra un solo lobo cuando le rodeaban sus compañeros de equipo? Al borde de una muerte inminente e inevitable, Weed había acertado con el último ataque contra el lobo. A los ojos de los demás había sido un golpe de suerte. Y Weed tuvo mucho cuidado en dejar que el malentendido se mantuviese. Weed había terminado con los lobos cuando el sol de la mañana se levantó. Abandonó el campo de combate y se dirigió hacia la mansión del Consejero Rodríguez. [1] XP: eXperience Points à Puntos de experiencia [2] Gi: el pantalón que se usa en muchas artes marciales. [3] Unni: Hermana mayor de la chica que habla, o forma cariñosa de referirse una chica a otra de más edad.

LA CHICA QUE PERDIÓ LAS PALABRAS "Maldita sea... es día de nuevo." Temprano en la mañana, Lee Hyun ya se deprimió. El Parlamento de Corea del Sur, más prudente que su prudencia, había aprobado un proyecto de ley no deseado apodado No Dejar Atrás a Nadie, que fue ideado para eliminar a los marginados e inadaptados. La estupidez total fue fundada en una teoría que afirma que los que han nacido y crecido en entornos defectuosos crean una mayor tasa de crímenes violentos y divorcios. Según la ley, todos los ciudadanos coreanos que tuvieran veinte años de edad o más con defectos notables en su origen estaban obligados a visitar a un psiquiatra de vez en cuando para un examen mental. En resumen, Lee Hyun era elegible para ello ya que había perdido a sus padres en su infancia y su adolescencia había sido perseguida por los usureros. Lee Hyun fue al Centro de Rehabilitación “Gran Sociedad”. "Me siento como si hubiera viajado de regreso a los años sesenta. Gran Sociedad, que lamentable”. Murmurando quejas, Lee Hyun entró en la rehabilitación. El nombre sugería interiores decorados románticamente. La sala de recepción estaba llena de las personas con veinte años de edad que

acudieron a tomar exámenes médicos, por lo que tuvo que perder una hora esperando su turno para inscribirse. "Ya veo. Por favor, rellene este formulario. "Una enfermera en un vestido blanco entregó un pedazo de papel a Lee Hyun. "¿Qué es esto?" "Vamos a realizar un análisis completo de su estado mental basado en sus respuestas a este cuestionario. Si usted cae en la categoría de las personas socialmente ineptas, se le ordenara entrar en el centro de rehabilitación y recibir tratamiento periódico. En ese caso, el gobierno enviará un cheque mensual a su familia en compensación. " Qué ley tan inhumana. El gobierno había hecho prácticamente nada para apoyar a las personas desfavorecidas que sufrían infancias terribles, maltratados por sus padres o expulsados ??de la escuela. Ahora tenían que aceptar un obstáculo si se quería aplicar a una escuela de pregrado cuando salían de la escuela secundaria. Peor aún, ni siquiera eran elegibles para puestos en el gobierno. La Guerra contra el Terrorismo presentó una excusa viable para segregar a los desposeídos de los ricos. "Sí, señora". Lee Hyun tomó la forma y la llenó rápidamente. La pluma no salió de la superficie del papel. Lee Hyun había pensado en estas preguntas durante muchos años, por lo que las respuestas fueron fluyendo de su corazón. "Ya he terminado. ¿Puedo irme ahora? " "Por supuesto. Tome esto para cubrir su pasaje. "

Por lo menos, el gobierno mostró una pequeña muestra de piedad. Lee Hyun tomó las monedas y dejó el asilo. Mientras tanto, el cuestionario presentado por él había iniciado a circular entre los psiquiatras del centro. **** Cha Eunhee, Ph.D. en psiquiatría se reía en voz muy alta. El médico cuya actitud le valió el apodo de “Reina De Hielo”, se reía sin pensar en público, fue un espectáculo poco común para las enfermeras. "¿Ella finalmente tuvo éxito en comunicarse con su perro mascota?" "Supongo que sí. Nada es imposible para el Dr. " Dr. Cha había emigrado a los Estados Unidos con sus padres, ambos diplomáticos, cuando ella era joven. Se había graduado cum laude de la Universidad de Harvard a la edad de veinte años, y obtuvo su doctorado antes de cumplir veintitrés años. Combinando belleza y cultura, sin embargo, con mucho orgullo, nunca se había demostrado este nivel de la humanidad antes, lo que se convirtió en un tema en boca de todos. Al final, la enfermera jefe decidió poner su cabeza por encima del parapeto. "Dr. Cha, ¿qué tiene de gracioso?” "Mira esto". Riéndose tan fuerte que estaba llorando, el Dr. Cha dio a la enfermera jefe lo que ella tenía en la mano. Era una sola página de un formulario que alguien

había llenado bajo la ley de No Dejar Atrás a Nadie. Las siete preguntas cortas y respuestas igualmente breves. [Cuestionario Nombre: Lee Hyun 1. ¿Cuál es su nombre? Lee Hyun 2. ¿Cuál es su profesión? Un gran villano que pondrá en peligro la paz mundial. 3. ¿Qué estás haciendo? Rellenar este cuestionario. 4. ¿Cuáles son las tres cosas más memorables, o valiosas, que has hecho en tu vida? Llegar al nivel máximo en el Continente de la Magia. Jugar el juego online por 204 horas seguidas sin comer ni dormir. Vender mi cuenta. 5. ¿Qué piensa usted de los políticos en el poder? ¿Por qué no podemos exportarlos a China y Japón?

6. ¿Cuándo reconoció su posición social? Después de ver "El planeta de los simios '. 7. ¿Cómo describiría su identidad en una sola frase? Soy Da Dragón.] La enfermera se veía desconcertada cuando ella terminó de leer el documento. "No me diga esto-es un extracto de una novela gráfica?" "No. Parece que uno de los pacientes lleno esto esta mañana. ¿No puedes ver el sello de confirmación en la parte inferior derecha? " "Un caso de locura típico" "Te equivocas de nuevo. Si fuera un loco, no observaría la sociedad de una manera tan sarcástica y precisa como lo hizo en este cuestionario. " Contra el sentido común, el Dr. Cha concluyó que era mentalmente normal. Desde la perspectiva de un psiquiatra, casi podía oír un grito de desesperación creciente de esas respuestas. Para ser capaz de ridiculizar la sociedad de tal manera, este joven llamado Lee Hyun debe haber vivido una vida sin color en un mundo de crueldad. "¡Menos mal!” La enfermera jefe no pudo evitar suspirar.

No tenía ninguna razón para contradecir la conclusión del doctor. Sin embargo, pensó que o la Dr. Cha, que se había ganado un Ph.D. en psiquiatría en los Estados Unidos y ha sido idolatrada en revistas médicas reconocidas a nivel mundial, era superior a lo normal, o este tipo Lee Hyun era inferior a lo normal. "Los dos son simplemente anormales. O ellos son normales, y yo soy la única loca en la habitación. Tal vez la dura verdad es que el mundo entero se ha vuelto loco », pensó mientras le daba vueltas la cabeza. Dr. Cha recogió el formulario y se levantó. "La sociedad necesita diferentes tipos de personas. Que así sea. Usted no tiene que fijarse mucho en esto. Por cierto, voy a mostrar esto a Seoyoon”. "Paciente Jeong Seoyoon?" "Sí". "¿Crees que ella lo leerá?" "Ella lo hará. Los que cierran su mente es más probable que anhelan la atención desde el exterior. Sólo espero que ella se ría esta vez. "Dr. Cha tomó el cuestionario que Lee Hyun había completado y se dirigió a la sala. Su destino era una sala especial ubicada en el piso 12. Con los nuevos instrumentos médicos y los mejores doctores, equipada con una piscina privada y un gimnasio cubierto, el coste de la habitación es de casi 20.000.000? al día. "Hola, Seoyoon, estoy aquí para verte"

Sonriendo a su paciente, Cha Eunhee entró en la sala. Una niña de rostro pálido levantó la cabeza de un libro que estaba leyendo, Quién incluso entre las supermodelos cuyo aspecto más destacado es su apariencia, sería eclipsado por su belleza, pero su rostro estaba vacío de emoción. Al igual que una muñeca francesa, parecía sin vida. "Dios le dio belleza, más de con lo que podía vivir” Dr. Cha pensaba. La chica era tan hermosa, que era demasiado querida por su padre protector. El tabú que separa la línea entre padre e hija no se había roto, pero su madre estaba paranoica, desconfiando de su marido. Su madre había estado celosa de su propia hija, lo que resulto en un abuso incesante en los primeros años, y luego vino la tragedia en el día fatídico. Desde entonces, la niña había perdido el poder de las palabras. Antes, cuando era joven, Seoyoon había sido un ángel atrapado en un cuerpo terrenal. Dr. Cha, que solía ser una buena amiga de ella, siempre sintió lástima de que ella se viera privada de su cuota justa de amor y de inocencia. "Echa un vistazo a esto. No estoy autorizada a remover cualquier documento desde mi oficina, pero quería mostrarte esto. "Dr. Cha dio a la niña el formulario presentado por Lee Hyun. Los ojos sin luz Seoyoon se deslizaban sobre el papel. Dr. Cha esperaba que fuera a estallar en carcajadas. ¿Sabes que, si te ríes esta vez, contra todos los pronósticos, será la primera vez en cinco años? Dr. Cha pensaba.

Pero la cara todavía inmóvil destrozaba esperanzas del doctor. La chica miró el cuestionario y sólo volvió a ella. La Dr. se sintió afligida al recordar cuan brillante Seoyoon había sido. "Está bien... ¿Necesitas algo más?" Le preguntó la Dr. Cha. Seoyoon suavemente sacudió la cabeza. "Entonces, no dudes en llamarme en cualquier momento si necesitas algo." Dr. Cha salió de la habitación en silencio. “¿Se río?", preguntó la enfermera, a ella no se le permitió entrar en la sala. Dr. Cha sonrió amargamente. "No funcionó otra vez", dijo la enfermera. "No. No puedo encontrar una manera de abrir su mente, "dijo el Dr. Cha. "Debo rehabilitarla para mantener la fe del presidente en mí-no, en nombre de Seoyoon...” Incontables psicólogos, psiquiatras y chamanes habían sido contratados para hacer frente a la condición de Seoyoon, sin ningún resultado. Ninguno de ellos podía derretir su corazón congelado. Ahora, casi todo el mundo abandonó cualquier esperanza para la niña. La enfermera también lloraba. Era triste que una chica tan linda ni hable ni se ria, encerrada sola en su propio caparazón. "¿No hay ninguna terapia o medicina para ayudarla?", Preguntó la enfermera.

"Un remedio psiquiátrico no va a funcionar siempre y cuando el paciente se niega a abrir su mente y aceptar la realidad", dijo el Dr. Cha. "Entonces, ella va a vivir así por el resto de su vida...” "Tenemos que hacer algo para recuperarla. Sólo necesita una señal, algo que la llevará a enfrentarse a la realidad. " "Pero ya han pasado cinco años. Su conciencia podría haber quedado atascada desde hace tiempo. " "Es nuestro trabajo hacer que eso suceda. Sin importar que pase, voy a traerla de vuelta. "La resolución de la Dr. Cha era feroz. Ella se había especializado en psiquiatría y entrado voluntariamente a este hospital para salvar a Seoyoon. "Ya empecé un nuevo tratamiento hace un año." "Nunca he oído hablar de él." "Por supuesto que no. Es porque tenía que mantenerlo en secreto. Es Royal Road. Está pasando sus días y noches en el juego, a excepción de la medicación y el asesoramiento” "Entonces-"

"Exactamente. Dejémosla empezar de nuevo en un mundo de ficción. Sacarla de su caparazón, y ella paso a paso podrá interactuar con los demás. Espero que recupere la fe perdida en la gente y sienta emociones que nunca había sentido antes, por lo menos en la realidad virtual ". **** De vuelta a casa, Lee Hyun visitó el sitio de transacción de ítems antes de iniciar sesión en Royal Road. Aunque Lee Hyun había comerciado sólo un artículo allí hasta el momento su estado era de triple diamante. La cuenta en el Continente de la Magia fue valorada en más de 3.000.000.000?. Solo esto lo elevó al prestigio VIP. [ [Compro] Espada de Hierro +20 STR por ? 400,000 ] [ [Compro] Anillos para guerreros. Oferta. ] [ [Compro] Botas Azules para clase Ranger. ? 300,000 - negociable. ] [ [Compro] Pendientes para magos. ] La lista de ítems en demanda era de miles de páginas. Una palabra clave arrojó millones de resultados de búsqueda, pero pocos de ellos llegaron a un acuerdo. Como muchos usuarios estaban ansiosos por obtener buenos ítems, la demanda era alta. El suministro no podía continuar con esto.

El sistema favorecía los vendedores, y cuando uno de ellos publicaba sus ítems, la subasta se efectuaba en minutos. [ [Vendo] Maza de Espíritu Rojo: Durabilidad 105/105 / 96-105dmg /+15 STR [? 100,000 +] ] [ [Vendo] Anillo De Bendición Brillante: Raro / Cura 3 MP por segundo durante 5 min. [? 3.000.000] ] [ [Vendo] Pendiente Mesías: Aumenta defensa mágica. Magia de Fuego +8% exp. [? 4.000.000] ] [ [Vendo] Martillo de herrero de Thomas: 15% de probabilidad de éxito en la creación de armamento. Permite producir armas mejoradas. [? 5.000.000] ] Los ítems en el top 10 de la subasta tenían precios escandalosos. Estos fueron seguidos por debajo por objetos menores, que todavía ascienden a por lo menos 100.000?. Este mercado en alza señaló que los artículos eran escasos. Si Weed no hubiera tenido la suerte de obtener la espada de hierro en un principio, habría repetido misiones comunes aquí y allá para recoger unas

cuantas monedas de cobre cada vez, y correr al taller de un herrero para comprar una espada cruda antes de dirigirse al campo. De lo contrario, tendría que haber golpeado monstruos con sus puños, basándose en las estadísticas que había acumulado al golpear el espantapájaros. En ese caso, su poder de ataque se habría reducido a la mitad sin los efectos de la esgrima. Comparado con armas y equipo que fueron altamente configurados, ítems artesanales hechos con herrería y sastrería eran baratos. Ítems relacionados con la clase escultor no estaban aún disponibles. Royal Road había abierto sólo 15 meses atrás. Los usuarios aún estaban inmersos en subir de nivel y la aventura. Lee Hyun no había visto a otros artesanos. El 70% del continente era todavía desconocido, es por eso que muchas mazmorras todavía estaban inexploradas, y muchas misiones sin resolver. Con una oportunidad infinita presentada ante sus ojos, sólo unos pocos usuarios soñaban con convertirse en artesanos. El Reino de Rosenheim era un mundo relativamente nuevo que había sido descubierto tan sólo 6 meses antes (de acuerdo con el tiempo del mundo real). El grupo de expedición que descubrió primero el reino había obtenido enormes ganancias monetarias. Rosenheim estaba muy lejos del centro del continente, pero territorios inexplorados y mazmorras desenterradas estaban esparcidos por todas partes, y los monstruos fuertes abundaban. Esta fue la razón principal por la cual Lee Hyun eligió Rosenheim para comenzar su aventura. "¿Empecé demasiado tarde? No, todavía tengo la oportunidad de ponerme al día ", se dijo.

Lee Hyun agitó la cabeza. Mientras que los competidores fueron subiendo de nivel y teniendo aventuras, en su lugar Lee Hyun había trabajado y recopilado información durante todo un año para prepararse. Él no quería vender su cuenta de nuevo. El procedimiento de transacción de la cuenta de un juego en línea era más complicado en un juego de realidad virtual en el que un escaneo del iris se toma para verificar la identidad del jugador. Además, Lee Hyun tuvo que permanecer en el negocio en lugar de hacer dinero rápido. Royal Road tenía que mantener a su familia económicamente, al menos en los próximos 5 años. "A este paso, Royal Road dará a mi familia algo que vivir por los próximos 5 años, no, 10 años. Entonces, puedo darme el lujo de enviar Hayan a la universidad. La estabilidad es lo primero. Soy un desertor de la escuela secundaria, pero Hayan merece una mejor vida ", se dijo. * Ring * El teléfono empezó a sonar de repente. Lee Hyun miró a su alrededor y se dio cuenta que la abuela y Hayan estaban fuera de la casa, así que cogió el teléfono de mala gana. "Hola. ¿Quién está hablando? " "Lee Hyun, ¿Eres tú? Todavía suenas áspero en el teléfono, hombre. Soy yo, Sanghoon. "

"Oh, eres tú. Sanghoon” Lee Hyun no había oído esa voz durante mucho tiempo. Desde que salí de la escuela secundaria, pensó con amargura. "Hey, ¿qué pasa?", Preguntó Lee Hyun. "Tenemos una reunión de alumnos esta noche" "No me importa una mierda sobre eso. ¿No se supone que deben asistir sólo los graduados? Ni siquiera es gracioso si un desertor como yo se manifiesta en la reunión ". "Pero-" "No hay peros. ¿Sabes por qué dejé la escuela. No quiero tener nada que ver con la escuela ahora. Eso es todo. " "..." "Hazme un favor, Sanghoon. No vuelvas a llamarme otra vez. " * Golpe * Lee Hyun dejó caer el teléfono y suspiró profundamente. Fue una llamada telefónica que no quería en absoluto. Si sólo le hubieran dado un borrador de memoria tipo MIB(XD), entonces, sin duda, habría borrado todos los tres años de la escuela secundaria, la peor memoria y tiempo de su vida.

En aquel entonces, Lee Hyun había sido golpeado y amenazado por los usureros. Él tuvo que colarse a la escuela. Había ido a la escuela en la madrugada y se iba a la media noche, como si estuviera jugando a las escondidas. Durante un par de días, Lee Hyun había esquivado los usureros, pero eran más inteligentes de lo que pensaba. Habían contratado mafiosos callejeros para presionar a los maestros. El tutor de Lee Hyun incluso le había dicho que pagara su deuda, justo en frente de sus compañeros de clase. El profesor se había arrodillado ante el estudiante perdido, suplicando entre lágrimas que no quería involucrarse en esa locura. "Era el colmo. Dejé la escuela al día siguiente ", dijo. Lee Hyun estaba un poco curioso de cómo sus amigos eran en la universidad. Pero mostrar su cara en la reunión sólo reviviría momentos vergonzosos. 'La verdad ineludible es que la única cosa que me queda por hacer es jugar el juego de realidad virtual.' Lee Hyun terminó el almuerzo y se metió en el juego de nuevo. **** Weed nunca salto su rutina diaria de sentarse en frente de la mansión de Rodríguez desde el amanecer hasta la puesta del sol. ¿Quién más podría ser capaz de hacer frente a días aburridos como este? "¿Qué piensa usted acerca de ir de caza al valle del oeste? Los Hippies tienen un alto nivel, pero si hacemos equipo juntos, son pan comido ".

"He oído que se unió a una misión de escolta a las caravanas con destino a la Villa Eline?" "El precio de la sangre de duende se ha disparado últimamente en casi el triple de la cantidad habitual. Me temo que una gran guerra está llegando ". Un montón de conversaciones se colaron en los oídos de Weed. Los caballos relinchaban, los carruajes rodaban. Sentado junto a la avenida principal, Weed podría coger un montón de información. Él se enteró de lo que estaba pasando en el mundo. Sin este tipo de diversión, se habría dado por vencido ya. Cuando Weed golpeó el espantapájaros, por lo menos disfrutaba de la sensación de ser más poderoso. Era auto-tortura que tuviera que quedarse quieto bajo la luz solar intensa. '¿No paso Buda varios días frente a una pared, meditando?', Se preguntó. Él estaba pasando por una experiencia similar, decidido a ver a Rodríguez. Durante los dos últimos días, Weed había quedado con Pale e Irene para ir a cazar juntos. Ellos no eran tan fuertes como él, por lo que ganaban EXP más lentamente. Sin embargo, podían cazar monstruos a su antojo, día y noche. Gracias a su horario flexible, ellos alcanzaron el nivel de Weed.

30% de bonificación de EXP en la noche era técnicamente cancelado por el hecho de que los monstruos eran 50% más fuertes que durante el día. Más a menudo, la caza durante el día es más eficaz para los usuarios de bajo nivel. Además, Weed fue penalizado por ser de clase indecisa, por lo que no podía aprender cualquier habilidad. Él se quedaría atrás en niveles de habilidad si se convertía a una clase en un nivel más alto que un usuario promedio. Por último, pero no menos importante, el hecho de que estaba perdiendo un valioso tiempo de espera en el medio de una calle, puso a prueba su paciencia. ¿Qué puedo hacer ahora? “Maestría Escultural... esculturas...” Weed miró a su alrededor. Encontró un trozo de madera que parecía haber sido arrojado de la rueda de un carro. Recogiendo la pieza de madera, Weed activa la habilidad de escultura "Tallar esto." * Deslice * Mientras la mano de Weed se movía, la madera era cortada aquí y allá. "¿Qué! - " Cuando la habilidad terminó el tallado, Weed suspiró. La pieza de madera, una vez cuadrada quedó reducida a una pequeña pieza circular. "Será mejor que lo haga yo mismo." Weed cogió otro pedazo de madera y comenzó a cortar con el cuchillo de grabado. Con su experiencia pasada de haber laborando en una fábrica textil

concentrando sus manos, la artesanía era como una segunda naturaleza para él. El cuchillo de grabado era tan fuerte que con sólo un toque, talló a través de la madera. Después de algunos intentos de prueba y error, finalmente tallo la pieza de madera en una espada corta. [Has ganado pericia en Maestría Escultural.] [Has ganado pericia en Habilidad Artesanal.] Dos ventanas de mensajes emergentes aparecieron en cascada. Weed aprendido algo, que no necesitaba depender de la habilidad de escultura para tallar un objeto, y que cuando se usa la habilidad, se tiene que reconocer exactamente qué forma se estaba trabajando. Será mejor que practique la escultura con más frecuencia. Aburrido, Weed reunió varias piezas de madera y comenzó a tallarlas. "Es divertido a su manera." De repente Weed recordó que cuando estaba en la escuela primaria, sus profesores de arte lo habían elogiado por ser bueno para hacer las cosas. Lo que Weed tallaba usualmente resultaba inútil, pero algunos de ellos parecían aceptables, incluso a sus ojos.

El pasó 5 horas tallando piezas de madera. Parecía extraño que un hombre debiera sentarse a cortar madera con un cuchillo de grabado, pero él sentía que era mejor que matar el tiempo en vano. [Aumento De Nivel: Maestría Escultural [2] Permite realizar obras más complicadas. Disminuye la probabilidad de fallar la habilidad.] La Habilidad Artesanal y la Maestría Escultural de Weed subieron de nivel rápidamente porque debido a su relativamente bajo nivel necesitan una pequeña cantidad de EXP para alcanzar un nivel más alto. "Wow." Weed estaba impresionado. A medida que su nivel de Maestría Escultural subía, varias ventanas aparecieron mientras estaba tallando un trozo de madera. Se le dieron consejos visuales tales como, dónde cortar en un círculo o que patrones estaban disponibles. Weed podía elegir uno de los consejos, que se procesan automáticamente. Incluso si se cometía un error, la Maestría Escultural lo complementaba para refinar el producto final. Ahora el estaba haciendo estatuas de calidad. Weed talló un zorro que había cazado la otra noche, y una estatua de lobo era más fácil de lo que pensaba. El colocó estatuas completamente animadas a su lado. El nivel de habilidad de Weed era actualmente dos, pero el cuchillo de grabado de Zahab lo duplicó a cuatro.

El cuchillo era un ítem único que cualquier escultor moriría por obtener. El problema es que a nadie le importa. La clase escultor está cerca de la extinción. Aun si quedan algunos escultor-aspirantes, sus niveles son mediocres, por lo que es inútil esperar un buen precio por el cuchillo de grabado de Zahab. Cuando Weed termino las obras de arte — [Nueva Estadística: Arte] "Arte?" Un regalo en la comprensión y la práctica de la belleza, el arte hace elegantes a las comidas y productos en un sentido estético y práctico. Mejora cuando usted ve, oye, huele, prueba o toca cosas bellas, o creando obras de arte. "..." Weed se quedó en silencio. Cálculo el potencial infinito prometido por la estadística Arte. Luego, tomó una decisión rápida. "Eliminar la estadística arte!" La estadística no se puede eliminar.

"Maldita sea!" Un usuario no puede crear estadísticas infinitamente. El número máximo de slot de las estadísticas es de quince. Weed encontró intolerable que una de las ranuras se desperdició en el arte. Sin embargo, a pesar de que tenía previsto llenarlos sólo con los absolutamente necesarios. "No puedo evitarlo! Para Weed no podía importar menos la estadística arte. Él juró que nunca distribuiria los puntos de bonificación de estadísticas a la misma. Se sintió aliviado al saber que la estadística aumentaría automáticamente, pero se mostró escéptico acerca de cómo iba a funcionar. Weed siguió tallando piezas de madera. Él estaba más interesado en los efectos secundarios que la misma Maestría Escultural, sin embargo. "La Maestría Escultural no sirve para nada. Pero la habilidad artesanal vale el esfuerzo en muchas áreas. Se aumentará el poder de ataque de las espadas, y el tiro con arco se apoya en las manos. Puedo trabajar en artesanías sensibles, también. " La Habilidad Artesanal es una necesidad que influye en todo. [Usted ganó pericia en la Habilidad Artesanal.

Aumento De Nivel: Habilidad Artesanal [3] Le permite aprender habilidades de costura y cocina. Aumenta el poder de ataque cuerpo a cuerpo y con armas de largo alcance. (3% ATK) Aumenta el poder de ataque con los puños. (5% ATK)] La Habilidad Artesanal de Weed alcanzo el nivel tres gracias a que su arte escultural lo ayudó a conseguir EXP rápido. Realmente vale la pena. Weed se mostró satisfecho con un rápido aumento en su nivel de Habilidad Artesanal. Fue en parte debido a las obras de arte que había producido eran, de hecho, de nivel cuatro gracias al cuchillo de grabado de Zahab, pero la Maestría Escultural fue el factor principal. Las habilidades de cocina y sastrería, por ejemplo, afectan la habilidad artesanal en gran medida, sin embargo, no pueden competir con la Maestría Escultural en delicadeza y destreza. En pocas palabras, la Maestría Escultural es esencial para mejorar la habilidad artesanal. Ni que decir tiene, nadie se molestaría en aprender maestría escultura con el fin de mejorar la habilidad artesanal. "Mierda, yo nunca aprenderé sastrería. Lo odio! "

Weed consideró positivo dominar las habilidades básicas de cocina para que pudiera disfrutar de una deliciosa comida con recetas en línea. Sin mencionar que comprar los ingredientes directamente de una tienda y cocinarlos con sus propias manos era más barato que pedir una carne en un restaurante de calidad. Además, Weed podría preservar mejor la resistencia mediante el uso de comidas hechas a mano cuando saliera en una misión de caza de una o más semanas sin volver a la civilización. La comida instantánea no puede restaurar la resistencia al completo. Además, Weed estaba tan atormentado por el recuerdo de haber laborando arduamente en una fábrica textil, que estaba decidido a no aprender la habilidad de sastrería. "Odio la sastrería más que cualquier otra cosa. Nunca, nunca lo hare ", se dijo. Absorto en trabajar en las estatuas, Weed no se dio cuenta de que estaba ensombrecido por figuras negras hasta que sus oídos captaron conversaciones extrañas. "Wow, es encantador." "Parece que son reales." "Nunca he visto una obra tan viva antes." Weed miró en la dirección de las sombras. Había un grupo de gente que veia sus estatuas con admiración.

Una pequeña, linda chica señaló con el dedo a la estatua que parecia un conejo. "Hola, señor, esta esto a la venta?" Weed habría corregido suavemente que él era sólo un adolescente, pero seria la forma en que una mujer en sus treinta años reaccionaria a la etiqueta de "anciana". Pero-... "Sí. ¿Qué puedo hacer por usted, señorita? ", Dijo Weed, sonriendo educadamente, porque olía a dinero. "Quiero ese. ¿Cuánto cuesta? " Entregando la estatua de conejo, Weed tuvo un pensamiento pasajero. "Cuesta ..." Weed estaba presionado para pedir un precio justo. Convertir las estatuas en un beneficio ahora, o dejarlas allí para siempre, terminando en un contenedor de basura. Él mostró dos dedos. "Cuesta esto", dijo Weed.

"Dos monedas de plata? Es más barato de lo que pensaba. "La chica pagó dos monedas de plata y cogió la estatua. "Este conejo es muy lindo. Lo guardaré como recuerdo. " Estupefacto, Weed miró a su espalda mientras ella se iba gratamente. Dos dedos significan dos monedas de cobre. Sólo dos monedas de cobre. Pero la chica pagó cien veces su valor. "Hola, quiero comprar uno." "Lo mismo digo. Me quedo con los dos zorros de allá ". Las estatuas de Weed se vendían bien. Las pequeñas tenían un precio de dos monedas de platas, y tres las grandes. Las estatuas de zorro y conejo que él había cazado en el campo alrededor de la Ciudadela eran más populares que las estatuas en forma de espada o escudo. Los animales parecían lindos, y los clientes los prefieren en memoria de su época de novato. Un usuario de nivel 100 puede fácilmente hacer un par de monedas de oro por día. Para ellos, dos de plata eran una ganga. Las existencias de las estatuas se agotaron rápidamente "¿Puedes por favor hacer una estatua con forma de zorro? Un zorro con nueve colas. ¿Puedes hacer eso? "

Weed contempló y asintió. La solicitud no era tan difícil como parecía. La forma estándar de un zorro más nueve colas. ¿Por qué no? "Sí, señor. Pero usted tiene que pagar más por una versión personalizada ". "¿Cuánto es?" "Lo hare por 5 monedas de plata." Cuando la palabra "cinco" salió de su boca, Weed lamentó que podría haber pedido mas, pero los compradores se apresuraron a responder. "Muy bien. Yo lo quiero. Entonces, usted debe hacer que se vea muy bonito. ¿Por favor? " En la Ciudadela, hay una tienda de esculturas, pero se especializa en estatuas de tamaño natural, a veces adornadas con oro y piedras preciosas, que no son accesibles para la mayoría de usuarios. Puesto que nadie más estaba interesado en la Maestría Escultural, esas estatuas que Weed tallaba tenían un valor de colección. "Wow, es genial." Quienes compraron estatuas estaban emocionados, adorando sus compras recientes.

"¿Puedo saber su nombre? Así que cuando me quiera comprar otra, te buscare. " "Weed – Escultor Weed. Si alguna vez quiere tener una estatua a su gusto, no dude en ponerse en contacto conmigo. " "Gracias. Nos vemos más tarde ". Antes de la puesta del sol, los rumores del escultor se propagaron a los otros extremos de la Ciudadela y la gente vino a visitar a Weed. "Ahí está." "Quiero que usted haga algunas estatuas para nosotros." Weed había ganado cuatro monedas de plata de la caza durante toda la noche anterior, pero uno o dos estatuas hacían más dinero ahora. Sólo tomaba diez minutos para tallar una estatua. Y los materiales costaban casi nada, era un comercio muy lucrativo. Al día siguiente, Weed se detuvo en un taller de carpintería y compró madera al mayor. Comenzó a producir estatuas en masa. Mientras la Habilidad Artesanal y la Maestría Escultural aumentaban, piezas más bellas y delicadas eran creadas. No hace falta decir que, bendecido por su gran habilidad, se venden a un precio más alto y a un ritmo más rápido. Obras Maestras, una o dos de cada mil, fueron incluso puestas en subasta.

Su opinión de la Maestría Escultural cambió ligeramente en el proceso - un trabajo de medio tiempo para asegurar una cantidad satisfactoria de dinero de bolsillo.

SOBRE UNA BARBACOA Rodríguez estaba afectado por una grave enfermedad. “Gripe” Era el 6º día. Weed aún seguía sentado enfrente de la mansión. Rodríguez, en su aislamiento había sido consciente de la presencia del intruso desde el primer día. Rodríguez estaba seguro de que estaría ocupado vendiendo sus estatuillas. Tengo que descubrir quién es ese hombre y qué quiere de mí. A pesar de su extrema vagancia, al 6º día por fin cedió a su curiosidad y movió el trasero. - Saludos, desconocido, soy Rodríguez. ¿Por qué me has estado esperando? - ¡Increíble! ¡El consejero ha salido! - ¡Es Rodríguez, la Estrella de la Sabiduría! La multitud en la cola esperando para comprar figuras estaba asombrada. Los Sabios tenían algo en común: querían que les dejasen en paz. Especialmente cuando un desconocido aseguraba tener algo que tratar con urgencia. Rodríguez por fin había aparecido por la puerta de su mansión. Weed se sacó del bolsillo un pañuelo con un pájaro azul bordado y se lo enseñó al consejero. - Esta es la razón por la que he estado esperando estos 6 días, Consejero. Los ojos de Rodríguez se llenaron de lágrimas inmediatamente al verlo.

- Ya veo. El pañuelo de la Reina Evane… Aquí hay demasiados ojos y oídos. ¿Por qué no entras, viajero? - Si, señor. ¡Lo siento, chicos! ¡Cierro por hoy! – sonriendo de forma triunfal, Weed cerró su pequeño puesto y se levantó. - ¡No es posible! - ¡Yo también quiero verlo! La multitud gritó enfadada, algunos con un gesto dolorido al verse privados de participar en un momento histórico, pero ni Weed ni Rodríguez podían preocuparse menos de esa gente. Rodríguez guió a su invitado por la mansión. - Ahora está tranquilo. Todo aquel que me traiga un objeto como este tiene el derecho a decirme una cosa, sobre la que meditaré apropiadamente. - Si, señor, lo sé. ¡El Consejero Rodríguez! Había declarado públicamente que le concedería una audiencia a quienquiera que le llevase una pertenencia de la Reina Evane. Y Weed se había presentado con uno de sus pañuelos. - Habla, viajero. Soy todo oídos a lo que tengas que contar. El tono sincero de Rodríguez mostraba la obligación de todo Sabio al ver a alguien en apuros, pero era solo una falsa impresión por su parte. Aunque el pañuelo era un objeto de un valor incalculable para él, no tenía ni la más mínima intención de ayudar a Weed. ¡Y sin contradecir su promesa pública! Rodríguez le había urgido a hablar, añadiendo que meditaría sobre ello. Lo único a lo que le obligaba su promesa era a aprender qué le preocupaba a

Weed para satisfacer sus deseos intelectuales y su curiosidad, punto. Ni se planteaba ofrecer una solución fuese cual fuese el problema de Weed. El Consejero ya había timado de esa forma a varios jugadores. Siempre les seguía la corriente, y evitaba responder a las dudas que les corroían. Aparte de su glorioso título de Estrella de la Sabiduría, el Consejero era conocido como el Callejón Sin Salida de las Misiones. Pero Weed no cayó en un truco tan inocente. Desde el principio no había confiado en Rodríguez. El ser humano es débil. Por eso se había pasado un año preparándose antes de empezar a jugar: una voluntad débil y un cuerpo que busca la comodidad. Weed no se fiaba de su propio cuerpo, ¿Por qué iba a confiar en Rodríguez, a quien no conocía? - ¿Sirve de algo que le cuente mi problema? - ¿Qué quieres decir, viajero? - ¿Me ayudará tras oír lo que le cuente, Consejero? - Eso es… - Entonces me niego a contar nada. ¿Para qué molestarme? Solo servirá para cansarme la lengua. Rodríguez frunció el ceño. Fingió que su integridad se estaba viendo dolida por la paranoia de Weed. - ¡Ay, Weed-nim! ¡Dime ya lo que sea! Puedes contarme cualquier cosa que consideres oportuna. Me has traído el pañuelo de la Reina Evane, lo que te da derecho a abrirme tu mente – dijo en tono persuasivo. Eran las palabras que Weed había estado esperando. Haré que hables.

Por desgracia para el consejero, Weed era más retorcido que cualquiera de las personas a las que el consejero había conocido anteriormente. Exigía una confirmación absoluta. - Consejero, si le hago una pregunta, ¿Me contara lo que quiero saber? - … - Me mantendré en silencio hasta que le oiga esa promesa. - Eh… Escúcheme, Weed-nim. - Creo que el pañuelo de la Reina Evane es un objeto de un valor inestimable. Y, si no me equivoco, es aún más valioso para usted, Consejero. ¿Debería quedármelo? - ¡Quédatelo y desaparece de mi vista! - Como desee. Suerte, señor. Al ver que Weed realmente recogía el pañuelo y empezaba a irse, Rodríguez levantó ambas manos en señal de derrota. - Espera. ¡Desde ahora te prometo que te guiaré tras oír tu petición! Ya he prometido una audiencia a quien me traiga una pertenencia de la Reina Evane. Así que, mientras esté al alcance de mis posibilidades, haré lo posible. - ¿Es una promesa entre personas de honor? - Por supuesto… Pero a cambio, algún día, tendrá que hacerme un favor. Weed consideró la contra oferta de Rodríguez, y asintió. - De acuerdo.

El consejero sonrió con suficiencia. - ¿Qué le preocupa, Weed-nim? Un asunto trivial no le habría tenido esperando ahí fuera los últimos 6 días – Rodríguez tenía sus propias intenciones tras esta pregunta, que demostraba su gran curiosidad. ¿A quién le importa lo que tú quieras? ¡Cómo te atreves a humillarme al hacer un trato con alguien tan patético como tú! ¿Responderte? Lo haré, lo haré. Pero con la respuesta más truculenta, terrible y corrompida que pueda, para hacértelo pagar. Rodríguez estaba lo bastante seguro de conseguir su venganza tras oír la petición de Weed. Si buscaba a alguien, le dirigiría al sobrino de un primo de la suegra de un amigo de la esposa de esa persona, forzándole a seguir la cadena de gente. Si buscaba un sitio, le mostraría una tierra lejana con un nombre lo bastante similar. Je. Consciente o no de las intenciones de Rodríguez, Weed por fin expuso sus intenciones. - No sé qué clase debería escoger. - ¿Una clase? Ahora que me fijo, es verdad que no tienes una. - Así es, Consejero. Rodríguez se rio ligeramente. Se trataba de algo mucho más trivial de lo que se había esperado. Había esperado que le preguntase por la ubicación de una mazmorra secreta, o sobre las políticas futuras de Rosenheim. Una buena mazmorra aportaría una considerable fortuna a quien la descubriese, y el conocimiento de antemano de las políticas era valioso si se sabía aprovechar.

Imagina que sabes por adelantado que la corte planea mejorar el año siguiente las provincias del sur, puedes adquirir derechos comerciales en esas provincias por adelantado y obtener de ellos una gran fortuna. Una recomendación personal sobre la clase era un trabajo muy fácil para el Consejero. - No puedo creer que un asunto tan mundano le preocupe tan intensamente. No tenía que consultarlo conmigo. Mi consejo es que vayas a la agencia de empleos. Has desperdiciado 6 días, Weed-nim. - Me recomendaron que usted era la persona con el mejor juicio para este asunto. - Bien, ¡te recomendaré una clase ideal! Muéstrame tus atributos. - Sí, señor. Weed abrió su pantalla de personaje por primera vez desde que había terminado de mejorar sus atributos en el Centro de Entrenamiento. - ¡Ventana de Personaje!

Nombre Weed

Alineamiento Neutral

Nivel 13

Profesión Ninguna

Título

Ninguno

Reputación 0

Salud 960

Maná 100

Fuerza 55

Agilidad 105

Aguante 89

Vitalidad 50

Sabiduría 10

Inteligencia 10

Espíritu Combativo 67

Arte 23

Suerte

0

Liderazgo 0

Ataque 19

Defensa 5

Resistencias Mágicas

Fuego 0% Agua 0% Tierra 0% Magia Negra 0% Weed había estado jugando día y noche, por lo que su nivel había llegado al 13. Ahora podía acabar con un lobo sin problemas. - ¡Por Freya! – Rodríguez estaba pasmado – ¿Nivel 13, y 960 puntos de vida? ¡Superas tu nivel en 50 de Fuerza y Vitalidad y 100 de Agilidad! El Centro de Entrenamiento. Está claro que has practicado allí. Tu fuerza de voluntad es admirable. Rodríguez estaba a la altura de su reputación de Estrella de la Sabiduría al comprenderlo con un solo vistazo a sus atributos. Pero sus sorpresas no terminaron ahí. - ¡Nivel 4 en Esculturas, y 6 en Artesanía! ¡Increíble, es increíble! Me gustaría saber qué clase de viaje has seguido hasta ahora. Weed le contó a Rodríguez sus experiencias hasta el momento. A cada momento Rodríguez se veía boquiabierto con incredulidad. - Has cogido la más extraordinaria de las misiones gracias a tu amistad con el instructor. Y… ¿qué? ¿Has heredado la voluntad de Zahab? ¿Pero rechazaste la posibilidad de convertirte en un Escultor de la Luz Lunar?

Con los ojos completamente abiertos, Rodríguez no sabía cómo reaccionar. Y hay que resaltar que difícilmente hubiese levantado una ceja si alguien le dijese que uno de los reinos vecinos había iniciado una ofensiva contra Rosenheim sin una declaración de guerra preventiva. Zahab, ¿qué eras? Era uno de los poderes absolutos ocultos en el Continente. Rodríguez se había cruzado con él a veces por la influencia de la Reina, y llegó a admirar su dominio en los campos de la escultura y la espada… Reverenciaba la gran personalidad y los talentos del escultor. Rodríguez y él se habían hecho amigos. Eso había ocurrido 50 años atrás, la camaradería entre dos chicos inmaduros. El consejero incluso intentó convencer a Su Majestad para que incluyese a Zahab en la corte. - Has rechazado una clase tan buena. Entonces, ¿qué tipo de clase quieres? - Me vale cualquiera que sea lucrativa. Rodríguez se quedó en silencio. Quizás este muchacho sea Él. El que he buscado. La Voluntad del Gran Emperador podría residir en él… Una clase misteriosa, cuya gloriosa tradición se remontaban a las Edades Antiguas. Geihar von Arpen, el legendario emperador que había conquistado todo el continente… su sangre corría por las venas del Sabio. Aún tiene que demostrar su valía mediante tribulaciones. ¿Podrá superar la prueba final? De todos modos, será él quien sea puesto a prueba, no yo, se dijo este. Rodríguez continuó hablando con tono serio. - Weed-nim.

- ¿Si, señor? - Tengo una misión para ti, aunque tendrás que ser más paciente que un capullo, más apto a sobrevivir que una cucaracha y más insistente que una sanguijuela… o fallarás. ¿Estás cualificado para esta misión? - … - ¿Qué significa esa mirada? - No me gusta la forma en que lo ha descrito. Pero puedo decir con orgullo que estoy preparado para hacer lo que haga falta. - Tu confianza me anima. Con ese aspecto hasta podrías chupar una larva hasta extraerle la última gota de su jugo. - … - Haz lo que te digo, y la misión te conferirá una clase. Pero te aviso, que estarás poniendo tu vida en juego. Eres libre de ignorar mi consejo e irte si así lo deseas. Weed por fin empezó a sentir algo maquinándose tras las palabras de Rodríguez. - Vale, ¿Qué tengo que hacer? - ¿Has oído hablar de la Guarida de Litvart? - Sí, señor. La guarida de Litvart era, casualmente, el destino de la misión que el instructor le había mencionado anteriormente. ¿Sería coincidencia? Quién sabe.

- Eso me ahorra meterme en detalles. Con tu propia fuerza, destruye la maldad que repta en esa caverna. Una vez que el mal haya sido eliminado, te será concedida la clase que te está destinada. *Ding*

Operación de Limpieza en la Guarida de Litvart [II].

Hay un centenar de monstruos habitando la guarida de Litvart. Mátalos a todos, del primero al último, y demuéstrate merecedor de una clase honorable. Si completas esta misión, se abrirá un camino hacia tu destino.

Nivel de Dificultad: Desconocido Requisitos: -- Sin Requisitos --

Weed repasó las instrucciones una y otra vez, hasta la letra pequeña. Este viejo-lo-que-sea está planeando algo. Si no, no le habría dado una misión relacionada con la guarida Litvart, una mazmorra subterránea de 5 pisos que había sido completamente explorada y la mayoría de la cual se había expuesto al dominio público. Había muchos jugadores que cazaban allí día y noche. Los monstruos que la infestaban estaban entre los niveles 20 y 50, mientras que Weed solo tenía un nivel 13. Pero los atributos adicionales mejorados en el Centro de Entrenamiento le habían reforzado tanto que era casi como un guerrero de nivel 40. Teniendo en cuenta habilidades pasivas como el Dominio de la Espada y Artesanía, estaba convencido de que podía acabar sin muchos problemas con monstruos del nivel 50. Aunque acabar con los monstruos de la Guarida de Litvart sería difícil para él, desde luego no era algo imposible. Hay algo más detrás de esto. Pero seguro que no me miente. No importa qué me oculte, si termino esta misión, tendré una clase. El olor de una trampa era obvio. No se trata de cazar los monstruos normales de la guarida. ¿Qué es? Los ojos de Weed brillaron con intensidad.

- Dime, Weed-nim, ¿Lo tomas o lo dejas? Para tu información, no se me ocurre ninguna alternativa mejor. No puedo forzarte. Es tu decisión. Tras un breve momento de malabarismos mentales, Weed asintió. - Con respeto, acepto su consejo, Consejero. Has aceptado la misión. - Bien. Vuelve cuando hayas derrotado a todos los monstruos de la guarida. En el improbable caso de que tengas éxito, tendré algo que darte. Aunque es obvio que fallarás. Rodríguez se rio con maldad. * * * * * Weed se fue directamente al Centro de Entrenamiento. Espero llegar a tiempo. Sus pasos eran rápidos porque aún estaba a tiempo de llegar para el almuerzo. Cuando entró en el centro el instructor estaba a punto de meter la cuchara en su caja del almuerzo. - Buenos días, honorable Instructor. - ¡Me has sorprendido, Weed-nim! Se te echa de menos por aquí. - Yo también le he echado de menos, y por eso he venido.

- Ven y siéntate a mi lado. Sírvete algo antes de empezar a hablar de negocios. - Gracias, señor. Gracias a llegar a tiempo, Weed almorzó gratis. Las proporciones del almuerzo eran inmensas, en proporción al cuerpo XXXL del instructor. Sustraer la porción de Weed era como tomar un vaso de agua del océano. - Por cierto, instructor, acabo de recordar la misión que mencionaste el otro día… - Ah, esa. - Sí. Me gustaría unirme. - Jaja, sabía que esto iba a pasar, así que les pedí que te reservaran un puesto. Me alegra que hayas aceptado la misión. El instructor le concedió el favor generosamente. Has aceptado la misión.

Operación de Limpieza en la Guarida de Litvart.

El Reino de Rosenheim lleva tiempo sufriendo por los monstruos, cuyo número ha aumentado en las últimas décadas. El rey Theodarren, recto y benevolente gobernante del país, ha emitido un decreto real según el cual un distinguido caballero, Sir Midvale, irá a explorar y a limpiar de monstruos el Cubil de Litvart. Erradica los monstruos de esa madriguera junto a Sir Midvale y sus soldados.

Nivel de Dificultad: E Requisitos : Fallo al morir.

- Te queda un día hasta la marcha de las tropas. ¿Por qué no vienes y lo pasas en mi casa? - Lo siento, Instructor, pero tengo que hacer los preparativos para la misión. - Que pena, y eso que quería invitarte a cenar. - ¿Cenar? - Sí. Mi esposa comentó esta mañana que iba a hacer barbacoa de cerdo. La boca de Weed se hizo agua al pensar en una barbacoa de cerdo. ¡Una barbacoa sabrosa y picante! La tentación era irresistible. - Si le soy honesto, siempre he querido visitar su casa. - Jajaja, lo sabía. - Jeje – Weed nunca se avergonzaba de actuar de forma obsequiosa o humilde. Pero… Simplemente estaba cansado del pan de centeno. Royal Road reproduce todos los aspectos de la realidad, incluido el gusto, hasta el punto que el sushi hecho con un pescado recién cogido sabe a fresco y la comida caducada se endurece y acaba pudriéndose. El pan de centeno no era una excepción. Durante los últimos 2 meses, Weed solo había comido pan de centeno, y su lengua estaba teñida con el centeno. Ver centeno la daba nauseas. Una barbacoa sería de lo más refrescante. Además, gratis: la oportunidad no tenía precio. - Entonces, volveré por la tarde, Instructor. - De acuerdo, Weed-nim. Hasta luego.

Weed acababa de aceptar otra misión en el Centro de Entrenamiento. Ahora los tres huecos de la ventana de misiones estaban ocupados. En el superior estaba la de la Voluntad de Zahab, que por ahora, estaba fuera de su alcance, mientras las otras dos estaban relacionadas. Ahora, el problema es que la misión de Rodríguez no es lo que parece… pero eso no importa. Weed se preparó para encarar el desafío. En el peor de los casos, moriría, ¿Y? No quería morir inútilmente, pero siempre tenía que esperar algunas dificultades. Ahora lo que tengo que hacer es prepararme. En primer lugar, tengo que ir a comprar lo que necesitaré para el viaje hasta la Guarida de Litvart. Weed se acercó caminando al centro de la Ciudadela. Los peatones se cruzaban con él con trajes llamativos, manteniendo animadas conversaciones. Un grupo de jugadores habían montado unas tiendas callejeras y estaban vendiendo los objetos que no podían usar o no les interesaban. Weed se dirigió inmediatamente a la herrería, donde compró un arco y varios carcajes de flechas.

Arco de Theo el Grande

Durabilidad: 50/50 Daño: 5~6 Tiros rápidos: 4

Arco corto que requiere una fuerza de orco, crudamente construido, tiene poca precisión, pero su notable poder de ataque es práctico para arqueros novatos.

El arco costaba una moneda de oro y veinte de plata, pero Weed nunca pagaba el precio entero de nada. Al entregar una figurita de una mariposa a la cajera, solo tuvo que pagar una de oro. Había descubierto por accidente que con las esculturas se podía ganar el corazón de las mujeres. Dominio de las Esculturas. Solo es útil en ocasiones insignificantes. También compró un gran número de panes de centeno, aunque estaba hastiado de él, era mejor que morir de hambre, y cuando estaba luchando, reducía el ritmo al que caía su vitalidad. Cuando los PV caían por debajo del 30%, el jugador se vuelve más lento, y va perdiendo vida regularmente. Su mochila estaba llena con carcajes, hierbas y pan. En cuanto comprobó que todo estaba bien, volvió con el instructor. - Ya he terminado, instructor. - Oh, ya veo. Vamos a mi casa, entonces. Tengo a una invitada esperando. - ¿Una invitada? ¿Ha invitado a alguien más a cenar, Instructor? - ¿No te lo había mencionado? – El instructor parecía algo confundido, pero recuperó la compostura enseguida – es una chica agradable. Seguro que te cae bien. Aunque sonaba extraño, Weed dejó el asunto de lado y se relajó. El instructor le cogió de la mano y se dirigió hacia su casa. Su mano era velluda como la de un gorila. Weed frunció el ceño. - Puede soltarme la mano, Instructor.

- Claro que no. Temo que te me perderías. - ¿Perdón? Weed y el instructor acababan de llegar a la casa de éste. Estaba convencido de que, al abrir la puerta, se encontraría con la más alegre de las familias, con una chimenea que llenaría de calidez el ambiente. Weed ya sabía que el instructor estaba casado con una bárbara, un amor de verdad que superaba la barrera racial, pero que aún no había dado ningún fruto. Pero, al abrir la puerta, Weed se quedó de piedra al ver a la chica sentada en la mesa. Increíble. Por un momento, la belleza de la chica le dejó sin aliento. La que tenía ante sí era una imagen idílica. Pero rápidamente se recuperó de la impresión. Al ser una invitada a la casa del instructor, Weed había asumido que sería una NPC. Pero, al igual que él, era otra jugadora. Por el aspecto de su aparentemente caro equipamiento, estaba claro que tenía un nivel bastante alto. Pero eso no fue lo que más sorprendió a Weed. El nombre de la chica parpadeaba en letras rojas. Un usuario puede ocultar su identidad, a veces hasta fingir ser un NPC mientras quiera, pero un asesino, un PKer[i] no disfruta de ese derecho a la privacidad. Un nombre rojo, y un diamante de sangre en la frente: la marca de un asesino.

- Venga, venga. Tranquilo, Weed-nim. Ya ves porque no te soltaba la mano. Weed trató de escapar, pero su desesperado intento falló al estar cogido de la mano por el instructor. - Instructor. - ¿Si? - No sabía que estaba tan dispuesto a librarse de mí. - Pues ya lo sabes. El instructor le sonrió con malicia, y Weed se relajó un poco. Sabía que, de quererle muerto, preferiría mancharse las manos a depender de otro. - Por favor, toma asiento, deja que los presente. Este es Weed. Su nivel es bajo, pero ha superado el entrenamiento básico impecablemente. Weed se inclinó ligeramente ante la chica, que le ignoró sin apenas inclinar la cabeza. - Esta es Seoyoon. También pasó el entrenamiento recientemente. Viene a mi casa una vez al mes para cenar con nosotros. - Hola. Encantado de conocerte – Weed saludó a Seoyoon con educación, pero lívida, ella no se molestó ni en mirarle. Era una obvia muestra de falta de interés no disimulado. ¿No quieres hablar con un novato o qué? Si no quieres estar en el mismo cuarto que yo, yo tampoco querría tener nada que ver contigo. En ese momento, el instructor se excusó y arrastró a Weed a una esquina.

- Lo siento. Permite que me disculpe por su rudeza. - No, no es nada, señor. - Es básicamente una buena chica. Es solo que no sabe hablar. Es lo más próximo que tengo a una hermana pequeña. Parece que no confía en la gente. Le invité porque creí que contigo podría abrir un poco su mente. Fiu… - Está bien. No importa. Pese a sus palabras, no se sintió inclinado a darle la mano a Seoyoon. Le parecía inútil conocer a un asesino, ni que decir de un NPC. - Por cierto, ¿le importa si le hecho una mano a la Sra. Lancer? - ¿Se te da bien la cocina? - Para nada. Pero aun así, una mano es una mano en la cocina. Ella puede enseñarme lo que tengo que hacer, - Haz lo que quieras. Bárbara de origen, la esposa del instructor era una gigante. Siguiendo sus órdenes, Weed cortó pedazos de cerdo y los metió en un tarro con salsa. Al verle trabajar duramente en la cocina, Seoyoon se arremangó y entró también a echar una mano. Se sentía avergonzada por ser la única sentada en la mesa. Se acercó a Weed, poniéndose a un lado, y observó cómo cortaba la carne. Se había acercado a ayudar, pero no sabía ni por dónde empezar. Weed señaló hacia la montaña de platos. - Por favor, limpia esos platos. Había dado la instrucción casi contando con que la chica la ignoraría, pero para su sorpresa, cogió los platos y se acuclilló en el suelo para enjuagarlos. Se habían ganado el respeto de la anfitriona con su esfuerzo.

- Están haciendo un buen trabajo. - Gracias, señora. - Tienes buenas manos. ¿Quieres aprender a cocinar? Esta proposición era, exactamente, lo que Weed había estado esperando oír. ¿Por qué otra razón se hubiese ofrecido a ensuciarse las manos? - Me gustaría, señora. Muchísimas gracias por su amabilidad. Has aprendido una Habilidad: Cocinar Como si se le acabase de ocurrir al ver las acciones de Weed, Seoyoon también pidió a la esposa del instructor que le enseñase a cocinar. Habilidad Cocinar: una habilidad simple que puedes aprender en cualquier sitio, pagando una cuota a un chef o siendo aprendiz en un restaurante. Sin duda, una habilidad que valía la pena tener. Por fin se sirvió a la mesa la gran bandeja de cerdo a la barbacoa. Estaba perfectamente tostado, y el olor era delicioso, casi como si estuviese delante del plato en la realidad. Weed rápidamente cogió el cuchillo y el tenedor. De pronto, el instructor le llamó la atención con una mirada severa. - Weed-nim, eres un invitado, así que no vayas a comer demasiado. ¿Qué clase de anfitrión critica a un invitado en la mesa? Aquí no era el correcto instructor del Centro de Entrenamiento. Aquí era como un orco vicioso mostrando su avaricia por la comida puesta en la mesa. Un Orco de nivel 200, o superior.

Pero Weed no era de los que sucumben fácilmente al chantaje en frente de semejante manjar. - Lamento disentir, Instructor. - ¿No estás de acuerdo conmigo? Weed se sintió de pronto presionado, que era más de lo que podía soportar. Se sintió ligeramente mareado, y la mano del cuchillo le temblaba. Mierda, tragando saliva, miró hacia el lado. Había mirado hacia el lado para ver como trataba con la situación la chica de aspecto frágil. Este era un mundo de fantasía. El nivel imperaba. No estaba afectada. Tiene al menos nivel 200. Y la mujer bárbara también, pensó. La esposa del instructor, una de los bárbaros que adoran la ley de la naturaleza, especialmente la de la supervivencia del más apto, ignoraría la petición de ayuda de un debilucho. Dado que los bárbaros eran físicamente superiores a otras razas, solo Weed se vio amenazado por la intimidación mortal que el instructor le estaba dedicando con la mirada. Nadie se iba a poner de su lado. Pero él era Weed. ¿No era él quien podía convertir a sus enemigos en sus amigos, y a sus amigos en mártires? - Honorable Instructor, deje que me explique – luchando contra los temblores que amenazaban con incapacitarle, Weed apenas consiguió abrir la boca. - ¡Qué! Si tienes algo que decir, primero suelta los cubiertos, y entonces podremos hablar tranquilamente tanto como desees. - Su hermosa esposa ha mostrado un conocimiento y una habilidad tan excepcionales en la cocina que el mero olor me tiene intoxicado, y ahora

mismo, en mi cabeza solo tienen lugar pensamientos de cómo sabrá. Una vez que coma este plato, estoy convencido de que se convertirá en un recuerdo que atesoraré por el resto de mi vida. El instructor empezó a reírse con sus carcajadas características. - Es una gran cocinera. Estoy orgulloso de ella. - Es normal. Es su esposa, al fin y al cabo. La barbacoa tiene un aspecto impresionante. - Cariño – la Señora Lancer le dio un ligero codazo a su marido. Aparentemente estaba halagada con los dulces cumplidos de Weed. - Tienes razón, ¿en qué otro sitio podrías probar una comida tan deliciosa? Adelante, Weed-nim, sírvete. Como dice el dicho, la mujer es el orgullo del marido. El instructor acababa de demostrar que su esposa era uno de sus puntos débiles. De cualquier modo, la comida era estupenda. No solo la barbacoa, sino también los acompañamientos que la anfitriona había preparado con una receta de la Provincia Norteña deleitaron el paladar de Weed. - Que rico. Es demasiado bueno, señora. Es la mejor cocinera que he conocido. Siento envidia del señor Lancer, que puede comer unos platos tan deliciosos todos los días. - Cierto, cierto – dijo el instructor con una gran sonrisa de aprobación. Weed se aflojó el cinturón y se relajó. El instructor se rio con ganas, y Seoyoon se terminó el plato en silencio, como una muñeca francesa de hielo. Weed pasó la noche en la casa, y a la mañana siguiente se fue a las puertas de la Ciudadela.

* * * * * Sir Midvale y su ejército de 30 soldados de a pie que habían sido enviados a dominar la guarida de Litvart estaban acampados junto a la puerta. - Saludos. ¿Es Weed-nim? – preguntó un caballero. - Sí, señor – respondió este. Un poco de investigación antes de iniciar una misión nunca estaba de más. Por lo que Weed había reunido en las calles, Sir Midvale pertenecía a la Orden Roja, la unidad más importante del ejército de Rosenheim, en el cual realizaba misiones de alta importancia. Había sido promovido recientemente, según decían los rumores, a Caballero Real. Era el orgullo del reino, reconocido como el epítome de la caballería. - Nuestro destino está bastante alejado. Son 3 horas a caballo – dijo Sir Midvale. - … Todos los presentes, a excepción de Weed estaban montados en caballos marrones. Él llevaba su mochila, y nunca se le había ocurrido que hubiese podido necesitar un caballo. Aunque, de todos modos, tampoco hubiese supuesto ninguna diferencia. Un caballo era un lujo que costaba, por lo menos, 100 monedas de oro. - Docke me pidió un favor. Así que te prestaré un caballo por el momento – dijo el caballero. - Gracias, señor – respondió Weed. - Vance, trae el caballo.

Un soldado le acercó un potro de aspecto lamentable. Lo llevaba a la fuerza por las riendas, y se resistía con las patas traseras. Mostrando dos dientes dorados y bufando, el potro parecía bastante desobediente. Si monto en ese caballo, mi suerte se habrá acabado para los próximos 7 años, pensó Weed. - Este caballo te será asignado temporalmente hasta el final de la misión – le explicó Sir Midvale. *Ding*

Nombre Trasero

Alineamiento Neutral

Nivel 3

Especie Caballo

Título Semental

Reputación -300

Salud 30

Maná 0

Asignado al equipo de asalto destinado a la guarida de Litvart. Este potro resabido a menudo trata de dejar en ridículo a quien lo monta. Odia el agua y se niega a galopar cuando llueve. Necesita un cuidado especial, o podría morir de una enfermedad. P.S.: Cuidado, tiende a tirarse pedos muy a menudo. - … La ventana de estado del animal era de lo más frustrantemente colorida. Weed había oído en una ocasión que los caballos de sangre pura eran difíciles de manejar, pero le parecía increíble que ese potro de aspecto frágil fuese incluso peor. - Aunque no estaremos juntos mucho tiempo, vamos a tratar de llevarnos bien – Weed levantó la mano en un intento de acariciar al potro, pero este se la mordió inmediatamente – ¡Como te atreves! Cuando Weed le miró enfadado, el potro se volvió y bajó las patas traseras. - Eso es, buen chico – dijo Weed con dulzura. En cuanto hubo subido a espaldas del potro, un curioso olor surgió del no muy agradable de ver trasero… y de pronto bajó la cabeza, y lanzó una coz con las dos patas traseras. - ¡Au! – la acción cogió a Weed por sorpresa, que cayó al suelo miserablemente. El simple ataque le había hecho perder 70 PV. La intención del potro no había sido sino la de matarle. - ¡Maldito trasero! *Snif* Entre el potro y Weed se acababa de formar una relación. Se miraron al uno al otro como si intentasen romperse el cuello mutuamente.

- Nunca te dejare que te subas a mi lomo, estúpido humano – parecía estar diciendo el animal. - Algún día te mataré de una paliza – decía la expresión de Weed. Un inusual enfrentamiento entre hombre y bestia. En cierto punto del desgraciado incidente, Sir Midvale dijo: - Si estás listo, es hora de ponerse en marcha. Sir Midvale y su tropa empezaron a marchar hacia el este. Weed se montó a lomos del potro en silencio y los siguió. * * * * * Seoyoon también había pasado la noche en la residencia del instructor. No había podido rechazar la insistente petición de la esposa a que se quedase a dormir. Por la mañana se cruzó con Weed a menudo. Cuando abrió la puerta del cuarto de invitados, él estaba pasando por delante. Pero ninguno de los dos estableció contacto visual, fingiendo ambos no darse cuenta de la presencia del otro, y evitándose darse los buenos días. Cuando Weed salió de la casa, Seoyoon le siguió, ya que le daba vergüenza quedarse sola en la casa. Con sus ojos sin vida, miró al espacio vacío en el que él había estado apenas unos minutos antes. ¿A dónde debería ir ahora? Se preguntó. A donde me dé la gana… se auto-respondió.

No había ningún lugar que cumpliese con esa definición. Pero eso significaba que era libre de ir a cualquier sitio. Mientras pueda mantenerme alejada de estos dolorosos recuerdos… Poco después, Seoyoon empezó a encaminarse hacia la Puerta Sur. No es que quisiese ir hacia allí. Simplemente quería ir a las zonas salvajes, a territorio aún sin explorar completamente, donde los monstruos fuesen salvajes. Había empezado su viaje cerca del centro del continente, moviéndose hacia la Frontera Oeste en busca de monstruos poderosos contra los que luchar. - Quiero ver monstruos. - Puedo perder la vida si lucho con ellos. - No tengo que pensar en nada más. - Hasta la dolorosa verdad de que nunca nadie me ha amado en toda mi vida. - Para, Seoyoon, no te hundas. Aunque Seoyoon no le hablaba a nadie, no era correcto decir que su don de la palabra hubiese desaparecido. Por debajo de la fría superficie, sus emociones se alzaban como una tempestad a medida que se hacía preguntas, y las contestaba. Pero en la superficie, en su cara no había ningún signo de emoción, como si estuviese tallada en un témpano de hielo. Una conversación repetida. Decir esto, oír aquello. Ecos de su mente.

Seoyoon sentía menos dolor cuando estaba luchando en medio de un grupo de monstruos. Por eso buscaba batallas en mazmorras llenas de monstruos. Siempre ansiando encontrar monstruos peligrosos, no tenía miedo a la muerte. Y nunca dejaba que la sangre de la batalla se secase bajo sus pies. Una berserker que se consideraba merecedora de una vida inmersa en locura y masacres… eso era ella, siempre [i] PKer: Player Killer. Mata-jugadores.

MAESTRO DE BATALLAS La Guarida de Litvart estaba a los pies de las Montañas del Sepulcro, un viaje de tres horas a caballo desde la Ciudadela. El potro que Weed montaba se desviaba de vez en cuando de la ruta, y hasta se ponía a pastar plácidamente. Tenía que persuadirlo para que reanudase la marcha. Cuando llegaron ante la guarida, se encontraron con un soldado que se encargaría de cuidar de los caballos hasta que regresasen. - Johnson, cuida bien de los caballos. - Si, señor. La fuerza disciplinaria dirigida por Sir Midvale dejó los caballos al soldado, y entró a la mazmorra. Weed por fin se vio libre del potro. - ¡Preparaos para la batalla! - ¡Posición de batalla! El grupo se reforzó con rodelas de acero y se armó con lanzas y espadas. En comparación, el equipo de Weed era bastante patético. Una simple espada de hierro y un arco. Sir Midvale se le acercó vistiendo su cota de mallas. - ¿Es eso todo lo que tiene, Weed-nim? - Sí, señor.

- Estás pobremente armado para luchar en el frente. Mantente en la retaguardia y apoya la acción de las tropas. - Sí, señor. Los soldados levantaron sus rodelas al frente y marcharon al interior de la guarida. Weed los siguió. Tras avanzar un poco en el interior de la mazmorra, dieron con 5 kobolds que estaban acampados junto a una fogata, cocinando algo. Sorprendidos por la repentina aparición de la tropa, los kobolds se apresuraron en ponerse de pie. - ¡Grakht! - ¡Enemigo! ¡Humanos atacan! Los kobolds eran unos enemigos de baja estatura de nivel 20, median menos de 1’20 metros, armados con toscos escudos de madera y espadas de bronce. - ¡Matar, matar! - ¡Expulsar a los malvados humanos! ¡Destruyen refugio! ¡Arriba, bravos guerreros kobold! Cuando los kobolds cargaron, los soldados se tensaron. Nuevos reclutas, recién salidos del campo de prácticas, aún no habían tenido ninguna experiencia en un combate real. Weed miró a Sir Midvale, pero el caballero se limitaba a observar sus tropas con mirada indiferente, como si no le importase el número de bajas. ¿No se supone que un caballero debería preocuparse por el bienestar de sus tropas? Quizás lo que quiera es que adquieran experiencia de combate de primera mano por sí mismos. Pensó Weed. Los soldados cambiaron rápidamente a una formación lineal y cargaron contra la oleada de los kobolds. Un par de kobolds lanzaron piedras con unas

hondas, pero los proyectiles apenas molestaron a los soldados. Superando en número al enemigo, y mejor equipados, los soldados se impusieron a los kobolds con pocas bajas. Cada vez que un kobold caía, una pequeña pieza de metal caía al suelo. - Buren, Becker, reunid los botines. Los dos soldados señalados por Sir Midvale empezaron a reunir las piezas de metal. Eran pedazos de cobre o hierro con muchas impurezas de poco valor, pero aun así útiles para crear herramientas de labranza. Una de las razones por las que el reino creaba este tipo de purgas, aparte de para entrenar a los nuevos reclutas y restaurar la seguridad del territorio era para recoger los botines de guerra, una inyección creativa al tesoro. Tengo que empezar a actuar lo antes posible… Pensó Weed. En la siguiente batalla, sacó el Arco de Theo el Grande y apuntó al cuello de uno de los kobolds. Mantén la respiración. Reafirma las manos. Apunta al objetivo. *Shuii* El alto valor en Agilidad y Artesanía de Weed guiaron la flecha con precisión al Kobold al que apuntaba. Subes de Nivel Cuando Weed hubo acabado con 3 kobolds, ante él apareció una ventana de aumento de nivel. Esos Kobolds con un nivel superior a 20 le daban a Weed, que solo tenía nivel 13, grandes cantidades de XP. Todos los kobolds a los que disparaba una flecha caían inmediatamente porque seleccionaba a aquellos que estaban al borde de la muerte. En un alarde de inteligencia, Weed disparaba a las piezas fáciles desde detrás de los soldados que estaban arriesgando sus vidas en primera línea.

Era una táctica segura pero egoísta. Un pirómano que prende fuego a una casa es menos culpable que el vecino que roba joyas y cerámica de la casa en llamas, ¿No? Lo que estaba haciendo era muy retorcido, aprovechándose de sus compañeros de armas que derramaban sangre y sudor luchando contra los monstruos. Una buena persona nunca se hubiese aprovechado así de esa situación. Por otro lado, Weed estaba preocupado que esa forma de actuar pudiese reventarle en la cara cuando los soldados se diesen cuenta de lo que estaba haciendo y empezasen a criticarle. Imagina lo molestos que podrían llegar a estar si un kobold a punto de morir, a falta de un último ataque, muriese por una flecha salida de la nada. Así que solo apuntaba a los kobolds que huían en un desesperado intento de sobrevivir, o cuando un soldado estaba sobrepasado por un grupo de 2 ó 3 kobolds. Subes de Nivel Cada vez que tumbaba a un kobold, Weed sonreía encantado, Mientras los demás soldados luchaban con esfuerzo, él solo tenía que disparar flechas a diestro y siniestro desde una posición segura. ¿Había algo más fácil? Su nivel estaba subiendo más rápido que las acciones de Google. El plan de Weed de comprar el arco antes de empezar la misión estaba dando sus frutos. Al profundizar más en la guarida dieron con un amplio espacio abierto. Sir Midvale y sus hombres lo rodearon, eliminando kobolds a medida que los iban localizando, y volviendo a esta posición. - Descansad y preparad la comida – ordenó Sir Midvale.

- Sí, señor – Buren y Becker se apresuraron en preparar una gran olla y encender un fuego. Al ser los más jóvenes del grupo, eran los responsables de llevar a cabo esas tareas. Weed se acercó a ellos y cogió un cuchillo. - Les echaré una mano – dijo Weed, sonriendo inocentemente. - Oh, no hace falta – respondió Becker. - Bueno, la cosa es que me gusta cocinar. Aún soy un novato, pero, ¿No sería maravilloso servir a los valientes guerreros que entregan sus espadas y escudos por el reino de Rosenheim? - Es muy amable de tu parte, Weed-nim. Weed acababa de ganarse el favor de los soldados. Un hombre que se ofrece para realizar las labores manuales siempre es muy bien recibido en todo viaje. Por una parte, la actitud de Becker y Buren hacia Weed cambió. No podían evitar que les gustase el modo en que cogía el cuchillo y cortaba la ternera. Por supuesto, para todo esto tenía sus propias razones, y no tenían nada que ver con la benevolencia universal ni nada por el estilo. Mejorar su habilidad de Cocinar. Weed cortó y metió la ternera en la olla, y añadió vegetales y especias para el estofado. Se necesitaban un montón de ingredientes para cocinar para 32 personas. Weed era consciente que cocinar en grandes cantidades era el método más rápido para mejorar su habilidad en la cocina lo más rápidamente posible. Subes de Nivel: Artesanía [7] Mejora todas tus habilidades artesanales.

Subes de Nivel: Cocinar [2] Mejora el sabor de las comidas. Aumenta la recuperación de Aguante. Aumenta la salud [+5% Salud] Las dos ventanas aparecieron casi juntas. La habilidad de cocina de Weed aumentó, mientras que la de Artesanía, que había estado a unos pocos puntos de subir de nivel llegó al 7. Desde luego, dos pájaros de un tiro. Weed probó una cucharada del estofado (el privilegio del chef). - Excelente Comparar ese estofado con el pan de centeno de las tiendas sería un insulto. No era tan bueno como la barbacoa de la noche anterior, pero era satisfactorio para ser su primera vez sirviendo algo, gracias a que su alto nivel en Artesanía compensaba su bajo nivel en Cocina. - ¡Chicos! ¡La comida está lista! ¡Ya pueden venir! Los soldados, hambrientos tras las incesantes batallas recibieron, cada uno, un bol de estofado, que se comieron con avidez. - Oh, esto está delicioso. - No me puedo creer que la comida de una expedición pueda saber tan bien. - Por alguna razón, me parece que cocina mejor que mi esposa.

Todos felicitaron a Weed. Sus reacciones le dejaron claro que les gustaría que siguiese encargándose de hacer las comidas. Rellenó sin cesar los boles vacíos con estofado cada vez que le pedían, y entre bol y bol, también iba comiendo un poco. Los soldados acabaron con el contenido de la olla, y cuando el almuerzo hubo terminado, Sir Midvale se acercó a Weed. - Weed-nim, ¿Le importaría seguir preparando la comida para mis hombres? – preguntó con cordialidad. Al parecer, hasta un valiente caballero valoraba el contar con un buen cocinero. Aunque era más probable que, al ser considerado como un noble, estaría acostumbrado a buenas comidas, y no podría considerar aceptar nada de peor calidad. - Sí, señor, yo me encargaré de las comidas. Y así, Weed fue nombrado cocinero oficial del grupo de asalto. No veía ninguna razón para declinar la petición de Sir Midvale, ya que le permitía mejorar su atributo de cocina haciendo 32 platos tres veces al día. Además, no estaba limitado únicamente a la cocina. - ¡Puedo reparar armas y armaduras! Tráiganme lo que tengan roto o dañado. - ¿De verdad? - ¿Seguro que puedes reparar mi espada? - Enséñamela… ¡Reparar! Weed usó su habilidad Reparar con las armas y equipamiento que algunos soldados le llevaron. Hubiese costado una fortuna hacer que un herrero les reparase todo el equipo en una ciudad. Y si se quedaban con poca durabilidad, podrían romperse en mitad de una batalla.

- ¡Gracias, Weed-nim! Weed fue aclamado por la tropa. Podía mejorar sus habilidades de Artesanía y Reparar, y había ganado la confianza de los soldados como extra. Sir Midvale, que se había mostrado escéptico con la recomendación de su amigo de llevarle en la misión, estaba ahora más que satisfecho con su actuación. - Así se hace, Weed-nim - No es nada, señor. Weed se mezclaba con el resto de los soldados. A saber qué dificultades hubiesen sufrido de no estar él allí. Hubiesen tenido que volver a un poblado cercano de vez en cuando para reparar armas rotas o melladas, y las comidas les hubiesen revuelto el estómago. Hubiesen necesitado pergaminos de identificación para los inusuales objetos mágicos, que costaban varias monedas de oro por unidad. Pero Weed podía identificar los objetos allí mismo con su habilidad Identificar. Para los soldados, hubiese sido una tortura volver al engrudo insípido que Buren y Becker aseguraban que era estofado, especialmente tras disfrutar la versión de Weed. - ¡Para empezar, no somos cocineros! – gritaron ambos soldados a la vez. Así, entre Weed y los soldados se formó una relación inesperada. *Shus* Cada vez que una flecha salía despedida, un kobold se volvía gris. Los kobolds estaban considerados como monstruos relativamente débiles. Sabían usar herramientas, pero sus herramientas eran muy pobres, como si

hubiesen sido hechas por niños. En el combate básicamente confiaban en sus números. - ¡Iaaaaaaiaiaia! – un escuadrón de 9 kobolds cargó a la vez. ¡Vengan! ¡Mis preciosos XPs! Con una gran sonrisa formándose en su cara, Weed saludó en silencio a los kobolds. Disparó flechas por todas partes, ganando Xps fácilmente. Los soldados se encargaban de la defensa, de todos modos. Todo lo que tenía que hacer era disparar tantas flechas como le fuese posible. Subes de Nivel. Subes de Nivel. Nueva Habilidad: Arquería. Era un festival de subidas de nivel. Además había aprendido arquería, una habilidad que por lo general estaba reservada a los arqueros. Pero no era de extrañar, al considerar que no había hecho nada más que disparar flechas, sin coger ni una vez la espada en las batallas. Y con todo, ninguno de los soldados se mostraba celoso de él. Tras las batallas, él era el más ocupado. Cocinaba la comida, reparaba equipos y atendía a los heridos. Sir Midvale tenía unas pocas pociones curativas para emergencias, pero los soldados del grupo de asalto no contaban con tan costosas medicinas. Weed les frotaba las heridas con hierbas y se las cubría con vendas usando su habilidad de Artesanía. Nueva Habilidad: Vendajes.

Te permite detener hemorragias. Aumenta la salud de los heridos atendidos. El máximo número de habilidades que un jugador sin clase podía tener era 10. Su habilidad en vendajes, afectada por su alto nivel en artesanía, tenía un efecto impresionante. Y como estaba ocupado atendiendo todos los días a sus 30 pacientes, la habilidad creció casi sin control. La tropa rondó por la 1ª y 2ª planta de la mazmorra, eliminando kobolds, durante una semana. A veces veían jugadores que miraban a Weed con envidia, al tener el privilegio de unirse a una fuerza de asalto de NPCs y cazar monstruos con ellos. La semana de destruir kobolds subió su nivel a 26. La habilidad reparar llegó a 3, y su habilidad Cocinar, ahora se encontraba a nivel 4, le daba la opción extra de aumentar en 50 los PV de aquellos que comían sus platos hasta que se redujese su nivel de satisfacción. Pero aun así, algo le molestaba. - ¡Ventana de Misión!

Operación de Limpieza en el Cubil de Litvart [II].

Hay un centenar de monstruos habitando el Cubil de Litvart. Mátalos a todos, del primero al último, y demuéstrate merecedor de una clase honorable. Si completas esta misión, se abrirá un camino hacia tu destino.

Nivel de Dificultad Desconocido Requisitos: -- Sin Requisitos --

Monstruos restantes: 100

En la misión que el Consejero Rodríguez le había encomendado, el número de monstruos que tenía que liquidar no había disminuido a pesar de que a estas alturas Weed ya había acabado con cientos de kobolds. Tras una semana calentando con los kobolds, la tropa se dirigió al tercer nivel de la mazmorra: el territorio de los goblins. Mientras que acabar con los kobolds había estado dirigido a darle a los nuevos reclutas experiencia de primera mano en combates reales, el enfrentamiento contra los goblins supondría poner su vida en auténtico peligro. El nivel de los kobolds estaba por la veintena. Los matones kobolds tenían un nivel 23, y los relativamente más fuertes guerreros kobold, 28, pero los kobolds sin título estaban a tan solo nivel 20. En cambio, los goblins tienen nivel 50 o superior. Sus armas y equipo superan al de los kobolds, tanto en poder de ataque como en defensa. La fuerza de combate de un goblin era unas 5 o 6 veces la de un kobold. - Ahora cuidado. Si se ven en peligro, retírense de inmediato. - ¡Si, Comandante! Los soldados no podían ocultar su excitación y tensión. Sus niveles rondaban entre el 23 y el 25 tras la caza de kobolds, pero su confianza estaba baja ante la idea de enfrentarse a un enemigo desconocido cuyo nivel era, por lo general, el doble del suyo. El único alivio era que los goblins estaban en grupos más reducidos que los kobolds. - Fiu – Weed suspiró exasperado. Su estómago se encogía al pensar que si la tropa se enfrentaba a los goblins en ese momento, seguramente sufrirían bajas. ¿Un tercio? ¿Más? Espero que no nos aniquilen.

Si él hubiese estado al cargo de las tropas, hubiese estado más tiempo acumulando experiencia y niveles con sus hombres antes de llevarlos al hogar de los goblins, por no mencionar que les hubiese enseñado como luchar contra ellos de forma eficiente. Pero el mando de la tropa pertenecía exclusivamente a Sir Midvale. Weed solo tenía 2 opciones. O les seguía como hasta entonces, para sentarse y ver como morían inútilmente, o abandonaba la misión y se iba a cazar kobolds por su cuenta hasta alcanzar el nivel necesario para encargarse de los goblins. La segunda opción, que le penalizaba abrumadoramente, estaba directamente descartada. De hecho, la razón por la que Weed estaba tan preocupado por el bienestar de los soldados era más algo práctico al no querer ver como morían en vano cuando había trabajado tanto para formar una amistad con ellos. - Aquí vienen. ¡Preparaos! – incluso antes de que Sir Midvale terminase de hablar, un grupo de goblins apareció corriendo por una galería. - ¡Iiigh! - ¡Humanos, humanos! - ¡Ellos mueren! Había 5 goblins. El número de soldados se imponía en una proporción de 6:1. Weed planeaba disparar una flecha a los goblins para quitarles algo de iniciativa, y buscar oportunidades a continuación: sin duda, un goblin supondría una tremenda cantidad de XP, y se moría por conseguir uno. Pero los soldados estaban petrificados. Era como si estuviesen completamente clavados en su posición. ¡Y de los goblins emanaba un fuerte espíritu combativo! Los soldados temblaban al ver al enemigo de nivel 50. Sus espadas apuntaban al suelo, y era difícil no ver cómo temblaban las rodelas. Idiotas…Weed chascó la lengua.

Los goblins no hubiesen sido fáciles de derrotar ni aunque los soldados hubiesen estados dispuestos a hacerles frente sin miedo, y ahora estaban petrificados incluso antes de que empezase el combate. El único resultado de esta situación era una calamidad. Weed lanzó una mirada a Sir Midvale, que estaba de pie a su lado. Estaba claro que el caballero no estaba de humor como para motivar a sus hombres. “El débil merece morir”. El código de caballería del reino de Rosenheim era muy despiadado. Weed avanzó. Se colgó el arco a la espalada y desenvainó la espada de hierro. Tengo fe en la amistad que he trabajado tanto en formar, se dijo. Entonces hizo algo que era inimaginable para los soldados que recordaban cómo había actuado en las batallas anteriores. ¡Con un grito de guerra cargó hacia los goblins! - ¡Iai! *Clinck* La espada de Weed fue rechazada fácilmente, haciendo que se sintiese inútil. Con sus altos atributos, podía cubrir el hueco entre su nivel y el de los goblins, pero el menor alcance de la espada era una diferencia crítica. La espada no era muy efectiva contra los goblins, que estaban armados con largas lanzas. No llevo equipo defensivo. Si me alcanzan, estoy muerto. Los goblins bloquearon su espada, y casi al mismo tiempo le atacaron con sus lanzas. Se agachó para esquivarlas. Fue necesaria una combinación de sus increíbles reflejos y su claridad mental para salvar su vida. No pretendía luchar en serio contra los goblins, por lo que sus siguientes ataques no tuvieron mucho entusiasmo. - ¡Muere, humano!

- ¡Tu espada da pena! Con las cinco lanzas, los goblins atacaban al azar, dejando que sus instintos dirigiesen sus acciones. Mientras no se pusiese dentro del alcance de la espada, no corría el riesgo de verse atravesado por las lanzas. Aun así, fingió estar en peligro, esquivando los ataques por centímetros. A los ojos de los soldados, no era más que un inútil forcejeo del débil por sobrevivir. Aunque su nivel había sobrepasado hacía mucho el de ellos, en su mente su papel estaba fijo como el del chico de las tareas que se encargaba de tareas manuales como las reparaciones, la cocina y los primeros auxilios. ¡Y ese Weed estaba luchando con los goblins! Los ojos de los soldados empezaron a recuperar la confianza. Tras otro par de intercambios, Weed se retiró un par de pasos y rugió con voz potente. - ¡Mírenlos! ¡Esos goblins son más débiles de lo que parecen! ¡Les superamos en número! No están solos; ¡nos tenemos los unos a los otros! ¡Nuestros camaradas, a nuestro lado, nos protegen las espaldas! - ¡U-hah! – los soldados recuperaron inmediatamente la moral. - ¡Sería una vergüenza que nos escondiésemos tras Weed como ratones! - ¡Adelante… luchad! – cargaron directamente hacia los goblins. Weed sintió la fuerza que se aproximaba y se retiró de la batalla. - Los bastardos solo están usando lanzas. Si luchamos en el rango de sus armas solo nos causará más daño. Usad los escudos. Levantad las rodelas,

avanzad, reducir los huecos con los compañeros, y evitad que muevan las lanzas con libertad. - ¡Sí! - ¡Haré como dices! Weed les estaba dando consejos oportunos en un tono amigable. Como su amistad estaba al máximo, sus órdenes eran aceptadas inmediatamente por los soldados. Hicieron retroceder a los goblins con su asalto. Dos tercios de los soldados llevaban las rodelas frente a ellos, y el resto empuñaba sus espadas. Como las dos primeras líneas cargaban protegidas por los escudos, los ataques de las lanzas de los goblins rebotaron, sorprendiendo a los descerebrados enemigos. En cuanto la distancia se hubo reducido, la tercera línea empezó a atacar con las espadas. [+3 CAR] El CARISMA ha aumentado en tres puntos Weed, que estaba descansando ociosamente, vio cómo su Carisma aumentaba en 3 puntos. El atributo de Carisma afecta a las tropas de NPC, y hace que sea más fácil domesticar una mascota o contratar mercenarios. Como los soldados que habían sido motivados por la pelea de Weed habían empezado a actuar, su liderazgo había sido reconocido. *Zash* Los goblins, a pesar de su superior nivel, no podían imponerse a las tropas, que los sextuplicaban. La ofensiva coordinada fue convirtiendo a un goblin tras otro en destellos grises.

Esas tácticas de falange romana hubiesen sido inefectivas en una batalla contra ejércitos con los mismo números de tropas, pero en un cuerpo de 30 soldados con rodelas, cargando desde las 4 direcciones, era suficiente para devastar a los goblins, que solo contaban con sus largas lanzas. Y las ocasionales flechas disparadas por Weed desde una posición segura servían para aumentar su nivel de desconcierto. ¡Cinco goblins! ¡Uno de ellos es mío! Weed observó la situación de la batalla, y cuando vio que uno de los goblins estaba a punto de morir, disparó una flecha certera al cuello del monstruo. Subes de Nivel. Desde que había llegado al nivel 26 los kobolds habían dejado de darle tantos XPs como antes. Aún era un montón de puntos, pero demasiado pocos para Weed. En ese sentido, un goblin estaba en una liga completamente diferente. Cuando Weed mató al goblin, esa muerte rellenó el 37% que le quedaba hasta el siguiente nivel, además de avanzar un 10% del nuevo nivel. Con su nivel 50, los goblins son mucho mejores que los kobolds en XPs. Weed estaba tentado de besar el trasero del goblin. Solo Dios sabe lo que hubiese hecho de no haber estado rodeado de soldados. Era difícil encontrar un territorio de caza mejor que este. - ¡Hemos ganado! – exclamaron los soldados tras haber derrotado al enemigo, lanzando las espadas al aire. Estaban rebosantes de confianza por haber derrotado sin grandes problemas a sus primeros goblins. - Los goblins no son rivales para nosotros. - No, ganamos fácilmente porque seguimos los consejos de Weed.

- Tiene el don de un líder. - Es excelente valorando la fuerza de su oponente. - Si nos dirigiese, nuestras posibilidades de sobrevivir serían muy altas. Cuando la batalla hubo concluido, los soldados alabaron a Weed, dándole palmaditas en la espalda. ¡La diosa de la fortuna le sonreía! Pero Weed dirigió su mirada cuidadosamente hacia Sir Midvale. Si el caballero estaba ofendido porque su mando hubiese sido arrebatado por un simple extranjero, tendría todo el derecho de ejecutarle sin juicio, aunque a Weed le aliviaba pensar que su amistad con el caballero evitaría el peor resultado. Sir Midvale estaba mirando el cadáver de un goblin, profundamente sumido en sus pensamientos, cuando de pronto levantó la mirada y le dijo: - Eres un buen soldado, Weed-nim. Puedo ver que tienes un gran talento. ¿Qué te parecería pasar a ser un guardia real? - ¿Guardia real? - Serías un oficial en el honorable ejército del reino de Rosenheim. Y empezarías con la posición de decurión. *Ding* Has recibido una oferta de trabajo.

Si aceptas, asumirás la posición militar de Decurión de Rosenheim. Tendrás el mando de 10 soldados. Podrás recibir entrenamiento regular y un ingreso mensual de 50 monedas de plata. ¿Aceptas la oferta? Al completar el entrenamiento regular, recibiría algunas técnicas básicas de espada y algo de equipo militar, como una espada y un escudo. Desde luego, no serían los mejores de la ciudad (una espada de hierro, o similar, y una armadura pesada que solo tendría opciones de defensa). Weed sacudió la cabeza porque, según sus planes, era demasiado pronto como para asentarse en una carrera determinada. - Me honra que tengáis tan alta opinión de mí, señor. Pero no puedo aceptar. Ser un Guardia Real es algo a lo que sin duda aspiro, pero preferiría dedicarme a moverme libremente en ayuda del pobre y el débil, y eliminar a los monstruos que amenazan la paz por el momento. En mi fluye la sangre de un caminante, Sir Midvale. - Bien, así sea. Si en cualquier ocasión cambia de idea, hágamelo saber. Por ahora, por favor, toma el mando de mis hombres. - ¿Está seguro? - Aunque sea mi responsabilidad, está claro que mis hombres están dispuestos a seguirte, y a aprender de ti. Observaré desde la retaguardia hasta donde puede llevarles tu liderazgo. Sir Midvale le transfirió el mando de la fuerza de asalto a Weed. A partir de ahora los soldados estarían obligados a obedecer sus órdenes, por lo menos mientras permaneciesen en la mazmorra. Por supuesto no esperaba una lealtad absoluta hasta el punto de saltar a un pozo de lava si se lo pidiese. Su Carisma era demasiado bajo, por lo que contaba en su amistad con los soldados. Aun así, estaba encantado con su nueva posición. ¡Genial! ¡Pienso exprimir esta situación al máximo! se dijo.

Weed guardó el arco rápidamente, y sacando la espada la mantuvo en alto. Era una demostración de su nueva posición. Con el arco hubiese sido bastante menos impresionante, al recordar a sus nuevos subalternos su comportamiento en las batallas anteriores, que no había sido precisamente el más honorable. - ¡Escuchen, soldados! Mi nombre es Weed, y a partir de ahora, estoy al mando. Solo les pido que sigan mis órdenes con prontitud. - ¡Si, Comandante! - Mi principal objetivo es someter esta mazmorra sin sufrir bajas. Den todo lo que puedan, y ni una sola gota de su sangre se derramará en vano. - ¡Si, Comandante! Ahora que Weed había tomado el mando de Sir Midvale, la actitud de los soldados hacia él había cambiado drásticamente. - Buren, Becker. - ¡Si, Comandante! - A partir de ahora son exploradores. Se mantendrán por delante del ejército, buscando enemigos por la zona. Aunque estemos en medio de una batalla, deberán seguir prestando atención a cualquier enemigo que se nos aproxime. - ¡Si, Comandante! Weed dirigió la marcha de su tropa con los dos exploradores al frente. Poco después Buren volvió a él, respirando con dificultad. - Comandante. - Habla.

- ¡Buren informando, señor! Siete goblins a las doce. Dos mujeres goblins y cinco saqueadores goblin. Según la base de datos privada de Weed los saqueadores goblin debían tener un nivel 58. - Buen trabajo, Buren. ¡Tropa, alto! Weed instruyó a sus tropas para que se detuviesen en una caverna abierta y montó algunas trampas. Tras eso se adentró solo por la cueva en la que Buren había encontrado a los monstruos. Tal y como Buren le había informado, Weed encontró a los 7 goblins descansando. Sacando su arco, disparó una flecha al más alejado de él. Antes de que la flecha alcanzase su objetivo, se dio la vuelta y empezó a correr. *Zas* - ¡Agh, humano! – los goblins buscaron a su alrededor hasta que vieron a Weed y se lanzaron en su persecución. Weed sabía que, si le rodeaban los 7, no tendría ninguna posibilidad de salir vivo. Por eso estaba rezando para que sus pies no le fallasen. *Pum-pum* Empezó a sentir escalofríos al sentir como le iban ganando terreno. Los goblins, sujetando sus largas lanzas, corrían con pesadas zancadas. Dios, me están dando escalofríos. Esto es lo que yo llamo una cacería impresionante. No, el mejor trabajo posible para mí, pensó. Aunque estaba en una situación peligrosa, sus pensamientos seguían siendo positivos. Estaba solo, pero en cuanto llegase a la zona en la que se

ocultaban sus tropas estaría a salvo. Corrió como si le hubiesen prendido fuego en las ropas, y llegó a la caverna. - ¡Comandante! – las primeras caras que vio fueron las de Buren y Becker. - Prepárense para la batalla. ¡Se acercan los goblins! Mientras el grito de Weed aún resonaba en la amplia caverna, los 7 goblins salieron corriendo de la cueva. En un momento su destino quedó decidido. - ¿Kugh? – los goblins estúpidos y descerebrados por naturaleza estaban sobrecogidos por la repentina aparición de los soldados tras las rocas en las que habían estado escondidos. Aprovechando la distracción de los monstruos los soldados les lanzaron las antorchas encendidas. - ¡Los bastardos están atrapados! - ¡Presionad! - Tienen lanzas. ¡Cuidado con las lanzas! Cualquiera que este herido, sea grave o no, que se retire a la retaguardia. Si Weed hubiese previsto que iba a estar a cargo de las tropas hubiese comprado más trampas y cebos. Al no tener nada más, lo mejor que se le ocurrió fue lanzarles las antorchas a los goblins. Aun así, los soldados estaban luchando bastante bien. Las sucias tropas eran una máquina que estaba separando a los goblins en grupos menores y destrozándolos uno tras otro. Estaban reforzados por una variable inmensurable llamada moral. Tanto para los monstruos como para los NPCs la moral es siempre un factor decisivo en combate. Los soldados tenían fe en su nuevo líder, Weed. Mientras que, confundidos pos las antorchas que les habían lanzado, los goblins empezaban a darse cuenta de que se habían metido en una trampa, rodeados por un montón de humanos, por lo que estaban perdiendo el ánimo de lucha.

- ¡Tramposos humanos nos atacan! - ¡Kiiih! ¡Salvaos! - ¿Y creen que les vamos a dejar huir? Mientras los soldados presionaban sin descanso al enemigo, en los ojos de Weed se pudo vislumbrar un destello. - Rodéenlos. ¡Bloqueen la boca de la cueva! - ¡Si, Comandante! - Dejen que los heridos se retiren y reciban 1os auxilios. Los soldados con toda la salud que se concentren en la defensa. Los que hayan sido curados que mantengan la posición. Prepárense para unirse a la batalla a mi señal – bajo las órdenes de Weed, los soldados inmovilizaron a los goblins, dos de los cuales cayeron bajo sus flechas. Ya que había arriesgado su vida, pensaba que se merecía al menos 2 goblins para compensar. Los goblins, con su alto nivel, aguantaron bastante pese a su baja moral, pero en cuanto Weed ordenó a sus tropas que se dividiesen en 3 grupos y les ordenó que se turnasen para agotar al enemigo, poco a poco fueron desapareciendo en destellos grises. Los goblins soltaron 9 monedas de plata, un escudo de acero y una lanza de bronce. Cuando Buren y Becker, según sus instrucciones, los recogieron, Weed intervino. - ¡Todos, escuchen! Me enorgullece su valor. Por eso pienso dividir los botines de un modo diferente al usado hasta ahora. - …

- Recompensaré más a quien muestre más valor luchando contra los goblins. Con una condición, que no esté tan herido como para no poder seguir luchando. Mi prioridad es devolverlos a salvo con las familias que les esperan en casa. - ¡Si, Comandante! En cuanto terminó de hablar, los ojos de su tropa estaban llenos de admiración. [+2 CAR] Tu Carisma ha subido en 2 puntos. De haber podido, se hubiese quedado con todo el botín para sí mismo, pero se controló. Si su amistad con los soldados disminuía, su bajo nivel de carisma hubiese podido causar un motín, o incluso un linchamiento. La presencia de Sir Midvale influía aún más en su contención. Dirigiendo sus tropas, Weed empezó a limpiar sistemáticamente el tercer piso. Pero un día, Sir Midvale se le acercó con una mueca. - Weed-nim, vamos demasiado despacio. Te recomiendo que apures. - ¿Perdón, señor? - Estas tropas me han sido prestadas de otros regimientos, No puedo contar con ellos indefinidamente. Deben terminar la misión en un mes, y volver a sus regimientos originales. Weed no había sabido nada de ese límite de tiempo. Al parecer, solo los soldados estaban obligados a ajustarse a él. Aun así, no incrementó el ritmo.

Cuando había 6 o más goblins, siempre los atraía a espacio abierto con una o dos flechas, para que sus tropas se impusiesen. Y cuando había menos de 6, les dirigía directamente a cargar contra el enemigo. Weed evitaba las batallas a menos que sus hombres estuviesen completamente curados, y aún se encargaba de cocinar y reparar las armas dañadas para mantenerlos en la mejor condición posible. * * * * * Cuando la fuerza de asalto logró imponerse en el tercer piso de la guarida, Weed había llegado al nivel 37, y sus hombres al 34. Ahí empezó el tiempo de caza. - ¡A la carga! - ¡Mantengan la formación! ¡A la carga! – bajo sus órdenes, los soldados avanzaban como berserkers, dominados por la sed de sangre. Los goblins no eran rivales para ellos. - ¡Iai! ¡Iai! - ¡Muere, monstruo horrendo! - Caras de rana come-queso, les barreré de la faz de la tierra. Los soldados presionaban con los escudos por delante. Eran más malhablados que nunca porque Weed les había estado enseñando. A veces rugían amenazadoramente, y cargaban bajo lo que parecían unas condiciones imposibles. Sus espadas se volvieron más activas, penetrando más fácilmente por los huecos que dejaban las lanzas de los goblins. Weed seguía manteniendo la misma formación para que sus hombres contasen con sus compañeros, pero eran más osados y rápidos. Habían acabado con una multitud de goblins, dejando a su paso miles de cuerpos.

Usando agresivamente las tácticas de Weed, sus tropas aplastaban las defensas de los goblins con ataques bien coordinados. Ahora acababan en un momento con un escuadrón de 6 goblins, con el ejército de 30 veteranos cargando brutalmente y devastando al enemigo. - Hemos ganado esta batalla. Dejen que distribuya los objetos según los logros individuales. Hosram y Dale. - ¡Sí! - ¿Algún soldado necesita descansar o que repare algo? - ¡No, Comandante! - ¡Ninguno! - Pues en marcha. ¡Exploradores, informen! Buren y Becker, por turnos, exploraban e informaban sobre la ubicación y los números de los goblins más cercanos. - ¡Becker informando, Comandante! Ocho goblins a cien yardas a las nueve. Un alquimista, seis guerreros y un goblin normal. - ¡Adelante! Los soldados corrieron a un ritmo cómodo, ni lento ni rápido. Galopando, se recuperaban de la fatiga de la batalla y se preparaban para la nueva. - ¡Hu… humanos! - Enemigo, ¡matenlo!

Los goblins empezaron a resistir, pero casi no pudieron hacer nada. Los soldados, ahora veteranos curtidos por la experiencia, ya se imponían a los goblins en moral, y las flechas de Weed eran sentencias de muerte. Su nivel en Arquería subió rápidamente, al estar participando activamente en las batallas, y sus flechas ya no apuntaban solo a goblins moribundos. Ahora disparaba para ganar la iniciativa, y cuando los goblins se reunían para escapar de la red de soldados que les rodeaban, entorpecía sus movimientos con tiros de advertencia. El objetivo principal era, siempre, cualquier goblin que pusiese en peligro la vida de cualquiera de sus hombres. Imagina que una lanza de goblin se te viene encima, y que una flecha de tu comandante le abre un agujero en la cabeza al goblin que la empuña, ¿No te sentirías seguro y más leal a tu líder? Esa lógica se aplicaba a todos los hombres cuyas vidas habían sido salvadas por las flechas de Weed en el último momento. Su tropa cazaba goblins en la forma más eficiente y rápida. Dominaron el cuarto piso más rápido que el tercero, e incluso mantuvieron el mismo ritmo al llegar al quinto, en donde se encontraban veintenas de goblins en cada combate. A medida que los soldados iban madurando en sus habilidades, iban recibiendo el grado de veteranos, llegando incluso a poder enfrentarse a los goblins en combates singulares. Aun así, Weed se mantuvo fiel a sus viejas tácticas de centrarse en la defensa y superar en número al rival. Algunos de sus hombres se crecieron y le sugirieron que la cambiase, y empezasen a desafiar a los goblins a luchas justas en igualdad de condiciones. Pero Weed se mantuvo firme. - ¡Ni se les ocurra pensar que los goblins se merecen un trato justo! ¿Alguna vez habéis oído hablar de un caballero solicitando un duelo contra un

monstruo? Si lo hubiese, sería un estúpido, por intentar defender su honor contra un monstruo. Estamos luchando por reinstaurar la paz y defender a los habitantes de Rosenheim. No se olviden que si dudan en acabar con un goblin por razones éticas, ¡Serán sus compañeros los que paguen las consecuencias! El carisma de Weed logró mantener a raya a sus 30 hombres. Uno que luchó solo contra un goblin se vio negado de su reconocimiento. Y excusado de la siguiente batalla. Al principio se alegró por verse fuera de peligro, pero pronto se dio cuenta de que tenía que quedarse sentado mientras veía cómo sus compañeros subían de nivel. Este ejemplo les enseñó la lección, por lo que las tropas hasta estaban dispuestas a apuñalar por la espalda si era posible. Habían sido hipnotizados por la lengua de plata de Weed. Técnicas de Combate de Infantería 101. Por menos de un mes, Weed dirigió la fuerza de asalto barriendo los monstruos de la Guarida de Litvart. Cuando aún quedaba una semana, volvieron a la tercera planta y por el camino aplastaron a los goblins que se habían regenerado. En cuanto empezaba un combate, los soldados se abrían en alas, en una formación envolvente, eliminando a los enemigos en un abrir y cerrar de ojos. Y en cuanto terminaban con una batalla, se dirigían inmediatamente al siguiente. No murió ni un solo soldado. Terminaron la misión Operación de Limpieza en la Guarida de Litvart con el nivel general de las tropas en 57, y el de Weed en 62. Teniendo en cuenta que el nivel medio de los decuriones en el Ejército de Rosenheim era 40, lo que Weed había conseguido era impresionante. - Buen trabajo, Weed-nim, nos habéis hecho un gran servicio – sir Midvale no ocultaba su admiración – Si contásemos con otros cinco hombres con vuestro coraje y lealtad, el reino de Rosenheim no se vería nunca más acosado por los monstruos. Por eso, por el derecho que me otorga mi posición como Caballero Real, en este momento le otorgo el rango de centurión. ¿Le gustaría aceptar mi propuesta, Weed-nim?

*Ding* Has recibido una oferta de trabajo. Si aceptas, asumirás la posición militar de Centurión de Rosenheim. Tendrás el mando de 100 soldados. Podrás recibir entrenamiento regular y un ingreso mensual de 3 monedas de oro. ¿Aceptas la oferta? Un oficial al mando de un centenar de hombres, un centurión, está considerado como un sub-caballero, cualificado para entrar en un proceso de pruebas anuales de promoción a caballero en la Orden Roja. Si se hubiese tratado de cualquier otro jugador, hubiesen aceptado el puesto encantados, pero Weed no se dejó llevar. - No sabéis cuanto me alegra su propuesta, Sir Midvale, pero es más de lo que podría aceptar. - ¡Freya no lo permita! Dígame si hay algo más que le interese, Weed-nim. Estoy convencido de que podremos llegar a un acuerdo. - Su oferta… supera mis más ambiciosos sueños. Pero lo único que pretendo es la paz y la prosperidad del Reino de Rosenheim. Mientras mi espíritu me mueva a ayudar a aquellos que precisen de mi ayuda, no será aún el momento de asentarme. Si tiene alguna otra misión para acabar con la amenaza de los monstruos tras las cosechas de otoño, o si Rosenheim se ve invadido, seré el primero en ofrecer mi ayuda y mis servicios para dirigir a los valientes soldados del ejército de Rosenheim. - Tu espíritu es admirable, Weed-nim. Las puertas del Ejército Real siempre estarán abiertas para ti – sir Midvale retiró su propuesta con gesto satisfecho – Ahora que hemos concluido con nuestra misión, dirigiré a las tropas de regreso a la Ciudadela. ¿Se unirá a nosotros? - Antes tengo algo que hacer aquí, señor. - ¿Puedo preguntarle qué le retiene? – preguntó Sir Midvale con curiosidad.

Las últimas 4 semanas Weed había hecho 32 platos de estofado 3 veces al día. Su experiencia en Cocina le permitía crear grandes platos en cualquier situación, y Sir Midvale era uno de los que se habían beneficiado y enamorado de su comida, lo que le había ayudado a formar una sólida amistad. - Debo cumplir una misión que me ha sido encomendada por el Consejero Rodríguez – Weed había asumido que la aniquilación de los goblins bastaría para cumplir con los requisitos de la misión, pero eso había sido un grave error de cálculo por su parte. El número de monstruos que aún tenía que abatir seguía siendo 100, sin señales de disminuir. De todos modos, el número de goblins en la guarida era de cientos en cada planta, sin exagerar. La misión de Rodríguez consistía en acabar con todos los monstruos de la Guarida de Litvart, pero kobolds y goblins no podían ser el objetivo, ya que superaban en mucho el objetivo impuesto. - Ya veo, Weed-nim. Una misión del Consejero… Entiendo. Esperaba que regresaras con nosotros a la Ciudadela, pero el destino quiere que nos separemos aquí. En cambio, Le prestaré a Trasero. - ¿Trasero? ¿El trasero de quién? - ¿Ya habéis olvidado el nombre del caballo que le trajo hasta aquí? - No me diga… – Weed empezó a sentirse indispuesto. ¡El potro que le había coceado y le había mordido la mano! Ahora que se acordaba, su nombre era Trasero. Vaya un nombre tan vergonzoso para un aspirante a semental. - El viaje a la Ciudadela le costará un tiempo muy valioso sin un caballo. Trasero está a vuestro servicio. - Gracias, pero no gracias, señor. No necesito un caballo.

- Solo le devuelvo el favor, Weed-nim. Por favor acéptelo. Devuélvalo a los Establos Reales cuando termine con su misión. - … Sir Midvale se dio la vuelta en cuanto hubo terminado de hablar. Su actitud implicaba que no había nada más que decir, caso cerrado. El caballero tenía buenas intenciones hacia él, pero él no quería nada de eso. ¿Cómo diablos iba a soportar al salvaje potro? Weed odiaba con toda su alma esa nueva molestia, pero no le quedó más remedio que aceptar, o volvería a dejar en ridículo al caballero. - Comandante, le echaremos de menos. - ¡Todos volvemos vivos a casa gracias a usted! - Por favor, pase por mi local a saludar cuando regrese a la Ciudadela. - Dirijo una posada en la Avenida Central. Siempre será bienvenido. - Mi familia tiene un restaurante. Mi esposa le servirá una comida deliciosa, ¡Aunque no tan Buena como la suya! Los soldados fueron a despedirse de Weed. Como veteranos de alto nivel, seguramente serían ascendidos en cuanto volviesen, por lo menos, a decuriones, aunque 1 o 2 seguramente podrían optar a una posición incluso mejor. Weed les dio la mano a sus ex-subordinados. Sus manos eran cálidas, y mantenía el apretón por un par de segundos. - ¿Realmente tienen que marcharse?

- Me gustaría quedarme con usted, Comandante, pero soy un orgulloso soldado del Ejército de Rosenheim, y tengo que regresar a mi regimiento. - ¡Comandante, le echaré de menos! Los ojos de Weed mostraban su reluctancia. ¡Cuántos problemas había tenido que pasar para entrenar a esos soldados! Suyo era el mérito de transformar a los novatos de nivel 20 en veteranos en combate. Ahora sentía como si el Reino se los estuviese robando. - ¡Chicos, que tengan buen viaje! – dijo al fin. - Buena suerte, Comandante. - ¡Comandante, no se olvide de pasar por mi local! Tras las difíciles despedidas con su antigua tropa, Weed se quedó solo

LA PROFESION DESTINADA Como tenía por costumbre, Rodríguez estaba dando un paseo por la tarde. Disfrutaba observando a sus vecinos y aumentando sus miserias. - ¿Cómo estás, Hans? - Bien, Consejero. - ¿Cuál es la mejor fruta hoy? - Esta. Probadla, por favor. Fresas frescas, señor. - Muchas gracias. Su paso era ligero. Esta tarde, para variar, no estaba molestando a todo aquel al que veía. Estaba complacido por la publicación de su obra más reciente. Al regresar a casa, el mayordomo a cargo de la mansión le esperaba en la puerta para recibirle. Habló sin reservas al sirviente que había servido en su familia desde hacía décadas. - ¿Qué tal vuestro paseo, señor? - Excelente. Muy agradable. Estos días no hay preocupaciones ni problemas. - Me alegro por ello, mi señor. Por cierto, ¿puedo haceros una pregunta? - ¿Qué pasa, William? - Es sobre el joven señor que tallaba estatuas al otro lado de la calle, Señor.

- Oh, ¡Ese chico! - ¿Encontró lo que buscaba? Rodríguez empezó a reír. - Nunca es tan fácil. - Entonces… - ¡Ni por asomo! No puede dar con el sitio, y si, contra todas las posibilidades lo encuentra… - … - ¡Se lo merece, incluso si consigue la clase! – Rodríguez empezó a reírse descontroladamente. * * * * * Lo primero que Weed hizo en cuanto estuvo solo fue comprobar el estado de su armadura y su inventario. - Veinticuatro monedas de oro y treinta monedas de plata… En vez de recibir su porción del botín que sus hombres habían ido recogiendo al eliminar kobolds y goblins, que eran sobre todo armas bastas, equipo y piezas de metal, Weed había pedido dinero en metálico. - El ingreso no está nada mal, y…

Durante el último mes Weed había mejorado bastante sus habilidades. Su habilidad de Cocina llegó a 6, y la de Reparar a 4. Esta última era tan útil que algunos jugadores se animaban a escogerla, pero la de Cocina estaba casi extinta, salvo por los cocineros profesionales. La habilidad Vendajes, ahora a nivel 4, le permitía tratar heridas menores con un par de vendas. Pero lo que más había avanzado era su nivel. Le daban ganas de echarse a reír. *Brrr* Pero por desgracia, Trasero bufó con desagrado. No tenía más remedio que cuidar del potro que tenía por cortesía de Sir Midvale. El animal, por ahora, no servía de nada, pero Weed estaba obligado a devolverlo sano y salvo al Establo Real. La Guarida de Litvart. No hay otras mazmorras con ese nombre por el momento. Es aquí. El engaño del Consejero. Convencido de que había algo detrás de todo esto, Weed se dedicó a estudiar el objetivo de la misión desde todos los ángulos posibles. Tiene que estar escondido en alguna parte de la mazmorra, en algún sitio que aún no ha sido encontrado… en una cámara secreta. Así que empezó a buscar desde la primera a la quinta planta. Para las clases aventureras, como arqueros y exploradores, que cuentan con diversas habilidades de observación, es fácil dar con accesos secretos. Pero Weed tenía que usar métodos básicos como confiar en su vista y pasar la mano por cualquier zona sospechosa para buscar la “cámara secreta”. Había al menos 20 jugadores en cada planta de la Guarida. Mientras cazaban monstruos, no podían evitar hacer comentarios sobre la extraña actuación de Weed. - ¿Qué está haciendo ese tío?

- Parece que esté buscando por una entrada. ¿Por qué otra razón iba a acariciar con tanta ternura los muros de piedra? - Fuah, menudo idiota. Este sitio no tiene pasajes ocultos. - Esta fue la primera mazmorra explorada tras el descubrimiento de Rosenheim hace meses. Ya ha sido superada por miles de aventureros. Lo que está haciendo no tiene sentido. - Vaya un bicho raro. Se reían de él abiertamente, aún celosos tras haberle visto moverse cómodamente por la guarida con la ayuda de los 30 soldados NPC. No le extrañaba ser el objetivo de envidias y celos de los demás. - Pero, por si acaso… - Cuidado. Que no sepa que le seguimos. Muchos le siguieron en silencio, pensando que tal vez hubiese obtenido algún tipo de información valiosa de los soldados NPC durante la misión. O mejor aún, que estaba realizando una misión especial. En ese caso, hasta se plantearon obligarle a que compartiese la misión. A sus ojos, ese bicho raro solitario era un arquero de nivel bajo, con insuficientes habilidades en el cuerpo a cuerpo; se encargaba de las tareas de las tropas y se pegaba a ellos como un parásito. Después de una semana sin cambios, los aprovechados se empezaron a cansar de seguir a Weed en vano; debía estar obsesionado en explorar la mazmorra, así que terminaron dejándole en paz. - Loco. - Mierda. Estoy cabreado. Qué pérdida de tiempo.

Pero incluso cuando le dejaron solo, Weed no dejó de buscar. Tiene que haber algo. Una legión de exploradores había completado el mapa de toda la región, y determinado que no quedaba nada más. Eso era también lo que decía toda la información que Weed había recopilado. De hecho, no había dejado de buscar cuando podía mientras cazaba kobolds y goblins, pero hasta el momento no había conseguido descubrir nada. Aun así, Weed estaba convencido de que en cualquier momento daría con algo. Este sitio ha sido registrado por famosos aventureros de todo el continente. ¿Y? Ellos se equivocan. Yo no. La Guarida de Litvart era un sitio muy amplio. Vagar por allí con la triste esperanza de descubrir un cuarto secreto era como esperar un milagro. Aunque los aventureros tenían una clara ventaja con sus habilidades de observación, la actitud podía marcar la diferencia. Weed palpaba los muros con paciencia, buscando cualquier pista *Brr* Trasero observaba a Weed con desprecio. Se había traído al caballo a la guarida porque en esta ocasión no tenía a nadie con quien dejarlo a salvo, pero la desobediente bestia le estaba empezando a estresar. Antes de seguir tengo que enseñarle una lección. Weed guio a Trasero a un nido de goblins a propósito, había un guerrero goblin y tres asaltantes goblin. En cuanto los monstruos vieron a Weed cargaron hacia él. Él se adelantó como para ponerse ante el potro y protegerlo, y empezó a luchar contra los goblins, gritando.

- ¡Oh, dios! ¡No, no quiero morir! La lanza del goblin guerrero se le vino encima, pero apenas le rozó, haciendo que le surgiese un pequeño reguero de sangre en la mejilla. - Si… si muero ahora… ¿Qué será de mi queridísimo Trasero…? Los goblins no dejaban de atacarle. - ¡No! ¡Tengo que resistir para proteger a mi Trasero! ¡Vamos, monstruos abominables! ¡Tendréis que pasar sobre mi cadáver si pretendéis ponerle la mano encima a mi pobre Trasero! Weed estaba jugando el papel de un valiente caballero defendiendo a los débiles aún a riesgo de su propia vida. Pero, cuando miró atrás, vio al potro bostezando y jugueteando con unas piedrecitas en el suelo. Además, la bestia estaba preparada para salir disparada hacia la salida de la guarida en el preciso instante en que su amo cayese muerto. - ¡Maldito seas! Weed estaba avergonzado por la situación. ¿Por qué se había puesto en ridículo por un simple potro? *Zas* Weed acabó con los molestos goblins con un simple movimiento de su espada. Estaba tentado en cortar también la cabeza de la bestia, pero perder la confianza de Sir Midvale era un precio demasiado alto. *Brrr* Trasero le miró con desdén como preguntando por qué había derramado sangre innecesariamente si podía haber acabado con ellos tan fácilmente. Uf. He sido un tonto al actuar así. Calma, calma.

Weed retomó la tarea de investigar la mazmorra. Diez días después, más precisamente el décimo desde que había empezado su investigación privada, encontró una cavidad en un rincón oscuro del cuarto piso en donde los asaltantes goblin se regeneraban. Estaba diez yardas por detrás del punto de regeneración. Hasta los más concienzudos exploradores se lo habrían saltado. La cavidad estaba ensombrecida por una gran roca saliente, alejada de los ojos humanos. ¿Hay alguien cerca? Mirando alrededor, Weed se aseguró de que no hubiese nadie espiándole. Los que le habían estado siguiendo durante una semana habían desaparecido, pero nunca estaba de más mostrarse cauto. Si esta cavidad resultaba ser lo que Weed había estado buscando, sería el primero en descubrirla y no quería compartir el crédito con nadie. Las recompensas por ser el primero en descubrir una nueva zona eran inmensas. Se ganaba fama, además del doble de XPs y un mayor índice de botines durante una semana tras el descubrimiento. Weed se introdujo en la caverna con mucho cuidado. El hueco era lo bastante estrecho como para confundirlo con una fisura en las rocas, pero el interior se iba ensanchando poco a poco a cada paso. Pronto llegó a un pasadizo por el que podía moverse cómodamente. Un olor húmedo y asqueroso le asaltó la nariz. Nervioso, se preparó para el combate. No tenía ni idea de lo que vendría a continuación, así que sujetó la espada de hierro con la mano derecha, y hierbas y vendas con la izquierda. Vamos allá. Weed se adentró lentamente en la cueva. En el interior había bastantes desvíos. Escogió el izquierdo y entró por él, solo para dar con un gusano inmenso en un callejón sin salida. - ¿Qué coño… qué clase de monstruo es ese? Nunca he visto un gusano de ese tipo…

Antes de que Weed hubiese podido terminar de hablar, su entorno sufrió un brusco cambio. Lo que había pensado que era un suelo negruzco resultó ser en realidad una gran cantidad de insectos del tamaño de un dedo meñique. Como Moises separando las aguas del Mar Rojo, los insectos se separaron, antes de volverse a atacar a Weed, arrastrándose amenazadoramente. - ¡Pero qué…! ¡Cómo se atreven…! – Weed atacó con la espada como si fuese un molinillo. Cubiertos con desagradables caparazones crujientes, los pequeños bichos apenas tenían poder de ataque, pero el gusano con aspecto de reina los creaba más rápido de lo que él podía exterminarlo. Realmente echaba de menos a sus hombres de la fuerza de asalto. - Acabaría antes con todo este embrollo si los tuviese aquí. De pronto, la reina exhaló unas humaredas de un color verde claro. Igual que una gota de tinta en un vaso de agua, el humo se expandió lentamente por el abarrotado espacio, hasta llegar a la zona en la que estaba Weed. En el mismo momento en que lo inhaló… ¡Has sido envenenado! Tu vida decrecerá continuamente hasta que recuperes el estado normal. Cogido por sorpresa, Weed comprobó su barra de vida. ¡Su vida estaba decreciendo a un punto por segundo!

- Mierda… ¡Y no tengo antídotos! Si esto sigue así… Desesperado, Weed ignoró a los pequeños bichos, corrió hacia la reina y le golpeó con la espada de hierro. El caparazón de la gusano reina crujió, y empezó a manar un líquido amarillento. - ¡Si voy a morir, te llevaré conmigo! Weed ignoró completamente a los pequeños insectos que le subían por todo el cuerpo y le mordían. Tanto si le mordían o pasaba el tiempo, iba a morir de todas maneras. Dividido entre las dos opciones, decidió que era mejor acabar con la reina y escapar a toda prisa. Como si hubiesen sentido que su madre estaba muriendo, los pequeños insectos asaltaron a Weed con agresividad, pero su espada de hierro era persistente. El caparazón de la reina era tan duro que, aunque estaba parcialmente agrietado, apenas lo había dañado. Mientras, a Weed, empezaba a darle vueltas la cabeza. Voy a morir. Si tan solo tuviese una habilidad de combate… ¿Habilidad? ¡Por qué no lo he pensado antes! ¡La habilidad que aún no había tenido la posibilidad de usar! Tenía una habilidad de combate que chupaba tanto maná que no podía mantenerla más de un segundo. Tanto si funcionaba como si no, las cosas ya estaban bastante mal como estaban. - ¡Hoja del Escultor! – la hoja de la espada de hierro brilló con una luz blanca. Temporalmente se impuso a la defensa de su enemigo. *CRACK* Por fin, el caparazón del gusano gigante se hizo pedazos. Subes de Nivel Weed se saltó la ventana de aviso y gritó:

- ¡Ventana de misión!

Operación de Limpieza en La Guarida de Litvart [II].

Hay un centenar de monstruos habitando la Guarida de Litvart. Mátalos a todos, del primero al último, y demuéstrate merecedor de una clase honorable. Si completas esta misión, se abrirá un camino hacia tu destino.

Nivel de Dificultad Desconocido Requisitos: -- Sin Requisitos --

Monstruos restantes: 99 Aunque estaba envenenado y moribundo, Weed sonrió. - ¡Lo logré! – por fin había dado con la respuesta para el cambio de clase. Eran los gusanos de la cueva. Tenía que matar a las reinas, no a los pequeños bichos – Pero antes tengo que curarme del envenenamiento… Perseguido por los enfurecidos insectos, Weed salió de la cueva a toda prisa. Cuando vio que los bichos no podían salir de los límites de su cueva, empezó a avanzar más lentamente hacia la primera planta con el caballo. Cuando un jugador está envenenado, su cara se oscurece. Weed evitó el contacto con los demás jugadores para ocultar el hecho de que estaba envenenado, y recargó sus PV constantemente restregándose hierbas por el cuerpo e hinchándose con comidas precocinadas. Si se ponía a ello, seguramente podría dar con un equipo con un clérigo. Pero preferiría morir antes que pedir ayuda. ¿Era demasiado orgulloso como para suplicar por su vida? ¡Tonterías! No había monstruos venenosos en la Guarida de Litvart. Ni los kobold ni los goblins tenían conocimientos de sustancias venenosas, y menos aún de su uso.

Quien le salvase querría saber dónde había sido envenenado, y por quien… con sospechas. Preferiría morir una vez que compartir con los demás la ubicación de la cámara secreta que había encontrado después de tantos problemas. En cuanto llegó a la salida de la Guarida, se montó en el potro. - Poblado. Al poblado más cercano. Rápido. O perderé la consciencia. *Brr* La bestia ni siquiera se movió. Como si disfrutase de la desgracia ajena, Trasero pretendió estar sordo y empezó a rascar el suelo con las patas. Ý empezó a masticar un trozo de hierba. - Si piensas comportarte así, entonces… – por fin se había quedado sin paciencia – no me dejas con otras opciones. Weed sacó el cuchillo de tallar. Trasero miró aterrorizado el afilado objeto, pero se calmó enseguida como si supiese que Weed se estaba marcando un farol. En vez de cortar a Trasero, Weed se hizo un corte en el antebrazo. ¿Había perdido la cordura hasta tal punto que se había vuelto auto-destructivo cuando su vida ya estaba lo bastante en peligro por el gas venenoso? - Jojojo – Weed sonrió con malicia, su visión estaba borrosa por la anemia. A continuación abrió la quijada del potro a la fuerza y le obligó a beber su sangre - ¿Ves? Ahora que has bebido de mi sangre, tú también estás envenenado. Llévame al poblado, o los dos estamos muertos. Yo resucitaré en un par de días, pero tú nunca volverás a la vida, ¿Entiendes? El potro por fin empezó a galopar hacia el poblado, aunque su velocidad tampoco fuese mayor que en el primer viaje. Al llegar al poblado, Weed recibió un hechizo de cura cuando ya estaba justo al borde de la muerte. Compró hierbas y antídotos por un total de 20 monedas de oro. Aunque sus bolsillos estaban ahora vacíos, no lo lamentaba. Volvió rápidamente ala Guarida de Litvart, y solo cuando estuvo convencido de que nadie le seguía entró a la cueva en la que esperaban los gusanos.

Esta vez incluso metió a Trasero. Temía que otros jugadores se lo robasen, y mientras la idea de que otra persona le librase de él era más que tentadora, no quería saber qué podría pasar si no lograba devolver el potro a las Caballerizas Reales como su propiedad. - Mantente siempre a mi espalda. Trasero meneó la cola, resignado. Weed empezó a acabar solo con las reinas gusano. Los pequeños bichos solo daban XPs proporcionales a su tamaño, y la forma en que se arrastraban hacia él desde todas las direcciones hacía que fuese molesto acabar con todos. Del mismo modo que un experto de la espada no puede detener todas las gotas de lluvia, Weed ignoró los bichos que cubrían todo el suelo. - ¡Hoja del Escultor! La misteriosa técnica de combate de Zahab. Aplastaba el caparazón de los enemigos con un poder que simplemente desintegraba la naturaleza de un objeto, independientemente de su resistencia y defensa. A veces se enfrentaba con reinas más grandes y necesitaba 2 o 3 ataques, entre los que tenía que defenderse para hacer tiempo y rellenar su maná. A menudo estaba envenenado, y los pequeños bichos siempre le frenaban. Con los PV siempre disminuyendo, Weed siempre escapaba por los pelos; la muerte nunca había estado tan cerca. Cuantas más reinas gusanos mataba, más abatido se sentía. ¿Quién hubiese pensado que esta era simplemente una misión para un cambio de clase? La mayoría de los jugadores solían seleccionar su primera clase antes del nivel 10.

Por otro lado, Weed había alcanzado el nivel 62, y esta cueva estaba llena de desafíos mortales para él. No dejaba de preguntarse qué tipo de clase requería que se tomase semejantes molestias. * * * * * Monstruos restantes: 1 Al final del séptimo día de viciosas batallas, a Weed solo le quedaba matar a una más. ¡La reina de las reinas! Era cinco veces más grande que la mayor de las demás. Cuando Weed entró descuidadamente en la sala del trono, fue recibido en una cordial bienvenida por una densa humareda verde de gas venenoso que la reina había estado preparando para él. En otras condiciones, hubiese dejado que le alcanzase, pero un vago instinto hizo que retrocediese de un salto. *PSSSS* Los pequeños insectos que eran alcanzados por el humo se derritieron en apenas un par de segundo. - Que terrible veneno – su corazón estaba acelerado. La única forma de mantenerse a salvo del gas venenoso era utilizando el arco desde cierta distancia. Pero sus flechas no podrían penetrar el duro caparazón del gusano reina. Tenía que entrar en el radio de alcance del gas venenoso. La reina sabía cuál era el dilema de Weed, y estaba preparada con una bocanada del gas venenoso, esperando a que se le acercase para bañarle con él. Como unas serpientes de cascabel enroscadas, esperando por una oportunidad, la reina gusano y Weed se enfrentaron, inmóviles.

Solo puede lanzar la humareda una vez. Si logro esquivar ese primer ataque, el segundo será mucho más ligero. El ataque inicial será decisivo. Los ojos de Weed brillaron cuando vio el tesoro acumulado detrás de la reina. Nunca, nunca me rendiré. Si tan solo tuviese a alguien a quien pudiese sacrificar con el gas venenoso… Eso es, creo que tengo la respuesta. Sus ojos se entrecerraros hasta ser prácticamente un par de rendijas. Su mirada estaba dirigida al rostro estúpido de Trasero. *Pak* Weed pateó el trasero del animal. Trasero saltó hacia delante por instinto, y la reina gusano le lanzó el gas venenoso por la misma razón. Lo siento, Trasero. Este es tu destino. La vida no es justa, y este es el final de nuestra relación. Weed no se creía capaz de observar el final de la pobre bestia. En cuanto se aseguró de que el gas venenoso acumulado en la boca de la reina había sido completamente agotado, se lanzó hacia ella. - ¡Hoja del Escultor! ¡Doble danza! – Weed atacó salvajemente con la espada hasta que se le agotó el maná. Con la espada de hierro en la derecha, y el cuchillo de tallar en la izquierda, destrozó en caparazón de la reina gusano. Al no tener ninguna habilidad de combate que valiese la pena, esta era su mejor posibilidad. La reina gusano se resistió, pero su gigantesco tamaño actuó en su contra, al estar los dos demasiado cerca. *IIIIHH* Por fin cerró los ojos. En ese momento cayó una llave de su cuerpo.

- Esto es. Weed recogió la llave y la metió en la cerradura del cofre del tesoro, y rápidamente la giró. En el cofre encontró unos cuantos volúmenes y un pergamino. El Sucesor del Emperador Legendario. Mi nombre es Geihar Von Arpen, primer Emperador del Continente, que terminó con las interminables disputas. Mis últimos años no han sido precisamente satisfactorios. ¡Nadie ha reconocido mi angustia, mi superioridad! ¿Por qué nadie puede entender mi profesión? ¿Por qué todos la desprecian y menosprecian? Esclavos de sus prejuicios, aquellos con talento han rechazado mi buena voluntad por sucederme en mi especialidad. Incluso mis hijos. ¡Ese puñado de imbéciles insensibles! No se merecen ser mis sucesores. Por eso te confío a ti mis secretos.

El Emperador Geihar Von Arpen fue el primer y único hombre que había gobernado sobre un imperio unificado en la historia del Continente de Versailles. Tras su muerte, el imperio se volvió a dividir, dando lugar a la distribución actual, pero sus logros fueron registrados como algo legendario. Weed estaba emocionado. - También en aquel tiempo había idiotas. Deberían haber sido más inteligentes. Es una oportunidad excelente… ¿Quién es el Emperador Geihar? Ni más ni menos que la primera persona que conquistó todo el continente con su propio poder, ¡Y esta es su clase! Debe ser tremendamente buena, y aun así la consideraron superficial. *Ding* ¡Clase Secreta! Si aceptas, podrás usar habilidades exclusivas relacionadas con la naturaleza de la clase. ¿Deseas convertirte ahora? Weed gritó sin dudar. - ¡Por supuesto! En ese momento, su avatar quedó envuelto en luz.

Nombre: Weed Alineamiento: Neutral Nivel: 68 Profesión: Legendario Escultor de la Luz Lunar Título: Ninguno Reputación: 250 Salud: 3460

Maná: 340 Fuerza: 235+20 Agilidad: 200+20 Aguante: 89+20 Vitalidad: 89+20 Sabiduría:16+20 Inteligencia:10+20 Espíritu Combativo: 67+20 Arte: 29+100 Suerte : 5+20 Liderazgo:68+20 Ataque: 170 Defensa: 30 Resistencias Mágicas Fuego 0% |Agua 0%

Tierra 0% |Magia Negra 0% Todos los atributos aumentan en 20 puntos. El Atributo Arte aumenta en 80 puntos extras. En noches de luna llena, +30% a todos los atributos. Puedes equipar objetos específicos de la clase. Puedes adquirir todas las artesanías hasta nivel maestro. Concede mejoras extras a objetos producidos o refinados. Aumenta el poder de Ataque de la Hoja del Escultor. Disminuye el consumo de maná de la Hoja del Escultor. Te permite aprender habilidades secretas dependiendo de tu nivel en el Dominio de la Escultura. Puedes ganar Fama creando estatuas con valor artístico o sorprendentes. Weed por fin había logrado la clase por la que había estado luchando tanto, pero en cuanto vio el nombre de la clase, casi se muere de humillación. - ¡Mierda! ¡Escultor de la Luz Lunar! * * * * * Tras todo el sudor y sangre, todo volvía al Escultor de la Luz Lunar.

De hecho, era “Legendario” Escultor de la Luz Lunar, con un prefijo grandilocuente, pero eso a Weed le daba completamente igual. ¡La maldita profesión de los muertos de hambre, Escultor de la Luz Lunar! - ¿Por qué a mí? – las lágrimas no dejaban de manar de sus ojos. Aunque estaba oliendo los restos del gas venenoso que la reina gusano había exhalado en sus últimos momentos de vida, no era eso lo que había abierto la presa de sus lágrimas. No le quedaba más remedio que aceptar la maldita clase. - Debería haberme hecho un guerrero normal. Weed, que acababa de reírse de los idiotas que habían rechazado asimilar la profesión del Emperador Geihar, ahora culpaba al mismo emperador por engañarle para que se convirtiese en un Escultor de la Luz Lunar. No le agradaba nada la idea. ¿Por qué mi vida es tan difícil? Se lamentaba, auto compadeciéndose. Se había pasado una semana sentado en medio de la calle para estimular la curiosidad de Rodríguez, y más de siete días en la Gurida de Litvart para dar con esta caverna y aplastar los desagradables gusanos. ¡Y todos esos esfuerzos se habían desperdiciado al convertirse en un Escultor de la Luz Lunar! Quería ponerse a llorar desconsoladamente. Pero aun así, había mejorado sus habilidades de Artesanía y Dominio de la Escultura en esa sentada delante de la mansión de Rodríguez: también había subido niveles a un ritmo aterrador mientras estaba en la Guarida… pero todo eso estaba ahora mismo convenientemente olvidado. Solo la cruda realidad de que ahora era un Escultor de la Luz Lunar le importaba en ese momento. Lo único que quería era gritar lo injusto que era el mundo.

- Bueno, tiene sus lados positivos. Tras un largo periodo de crisis, por fin los ojos de Weed empezaron a recuperar algo de vida al ver lo que se le estaba pasando entre tantas miserias. Había pensado que no podía caer más bajo, pero a medida que se iba clamando, fue viendo el lado positivo de la situación. Guerreros, exploradores y hechiceros eran las tres clases principales, lo que significaba que habían sido probadas y estudiadas más que las demás. Para los guerreros y exploradores, había un bonus del 50% en el Poder de Ataque al usar un arma correspondiente a su sub-clase. Los clérigos podían aprender y lanzar hechizos sagrados que nadie más, salvo los paladines, podían usar. Por eso, Weed causaría menos daño con una espada que un guerrero especializado en la espada de su mismo nivel, y el daño de sus flechas no podían compararse con las de un explorador. Por eso, una clase secreta, cuyos secretos hay que descubrir por uno mismo mediante un proceso de prueba y error, depende en gran medida de cuánto se va aprendiendo. Si se va desarrollando apropiadamente, centrándose en los beneficios de la clase y sus características, puede resultar bien. Si no, terminará siendo algo mediocre, no mejor que una clase común. Weed rápidamente se concentró en el pergamino. Aún quedaban algunos párrafos por leer. Amo las bellas estatuas. Las estatuas talladas con el magnífico espíritu de Kvasir nunca me han fallado. Mientras las ame y confíe en ellas, me sean leales. ¿Quién se creerá esto? Que el triste Dominio de la Escultura es la clave de mi ascenso de humilde granjero en una ciudad rural al hombre que unió el Continente.

Escucha, mi sucesor en el camino de la escultura. Te espera un camino muy difícil. Uno que cientos de hombres abandonan y las naciones no harían mejor. Pero, mi sucesor, te animo a que plantes cara a estos duros desafíos. La dificultad aporta su propio valor, así como la resistencia. ¡El Gran Maestro de la Escultura! Debes aprender los secretos del Dominio de la Escultura que yo no logré adquirir. Ese será siempre el deseo de todo hombre que ha aprendido el arte de la escultura. Así te confío unos dones valiosos. Emperador Geihar, conquistador de la tierra, mar y aire con el Dominio de la Escultura. Weed terminó de leer el pergamino y estudió los demás objetos: tres tabletas y un libro. Los efectos de las tabletas no estaban indicados en ningún sitio, pero sabía que habilidad tenía que usar en esa situación. - ¡Identificar! No has logrado identificar el objeto. No has logrado identificar el objeto. No has logrado identificar el objeto.

Tableta del Emperador

Esta píldora fue creada con una mezcla de hierbas poco habituales por un antiguo emperador para aclarar la mente al consumirla.

Efectos: +200maná Tras una serie de intentos fallidos, Weed logró reconocer el objeto. Eran objetos raros, no, más que raros, valiosos, que incrementaban la cantidad de maná del usuario permanentemente en 200 puntos. Las píldoras emitían una fragancia indescriptiblemente agradable. Weed estimó que cada una se podría vender por no menos de 10.000 monedas de oro. Ya que las píldoras aumentaban la cantidad máxima de maná, en vez de recuperarlo temporalmente como las pociones de maná del mercado, realmente se merecían un precio desorbitado. - Muchas gracias, Su Majestad Imperial, realmente aprecio tu generosidad. Weed soltó las píldoras y cogió el libro. - ¿Contendrá grandes habilidades? ¡Debería! No creo que vaya a tener más ataques de mala suerte después de todos los anteriores. No, no soy tan desafortunado. También en esta ocasión Weed solo consiguió desentrañar el contenido del libro cuando casi se había rendido tras un montón de ventanas de fallos.

Libro de las Técnicas Secretas de la Espada de la Familia Imperial Arpen

El Emperador Geihar Von Arpen inscribió las Técnicas de los Pasos Perfectos

por el bien de la perpetuidad y prosperidad de la Familia Imperial. El libro contiene cinco movimientos y un juego de pies. Todos los miembros de la Familia Imperial fueron, en principio, caballeros. La habilidad está limitada, en principio, a los caballeros, pero el Emperador Geihar Von Arpen consideró a su sucesor en el Dominio de la Escultura, por lo que refinó la habilidad para que un Escultor pudiese aprender una versión debilitada.Mejoras +10 STR Requisitos +40 STR +35 VIT Sorprendido, Weed casi dejó caer el libro. - Este, este color es… El Libro de las Técnicas Secretas de la Espada empezó a brillar con luz dorada en cuanto lo reconoció. ¡Eso significaba que era un libro de habilidades raras! Es más, era un libro con habilidades de nivel A. - Sois tan generoso, Su Majestad Imperial. Gracias por concederme un libro de Técnicas de Espadas de nivel A – dijo Weed. Aunque la verdad era que le decepcionaba un poco que no fuese único o de nivel S. Aun así, le extrañaba que, siendo ahora un escultor, pudiese aprender de un libro de técnicas tan avanzadas por mucho que lo hubiese encontrado. Las técnicas de nivel S por lo general estaban limitadas a ciertas clases, generalmente guerreros o caballeros.

Como él no tenía una habilidad de combate en condiciones, este libro era como una llovizna en medio de una sequía. ¡Los días de habilidades básicas de espada y arco! Ahora se habían acabado, un recuerdo del pasado. Weed puso una mano sobre el libro. - ¡Aprender! – gritó. Has aprendido las Técnicas de los Pasos Perfectos El libro, ahora utilizado, brilló con una luz blanca y se quemó hasta las cenizas. - ¡Ventana de la Técnica de los Pasos Perfectos! Técnica Imperial de la Espada Sin Forma Esta habilidad está hecha a la medida de los Escultores por el Emperador Geihar Von Arpen. A medida que aumenta el nivel del Dominio de la Escultura, el Poder de Ataque de la habilidad aumenta en 1%. Se compone de cinco movimientos, una técnica de respiración y un juego de pies. - Jejeje – los extremos de la boca de Weed se alzaron. ¡Genial! El Imperio Arpenio había dominado todo el Continente. Al final había caído hasta quedarse solo en un nombre, pero la técnica de la espada que había sido exclusiva de la Familia Imperial bien que valía la pena.

Pero Weed casi se desespera al leer la descripción de cada movimiento en la ventana de la habilidad. - ¡Qué diablos! – gritó. El primer movimiento, que era el que menos maná consumía de los cinco, utilizaba 300 puntos de maná. Como su maná máximo por el momento era demasiado bajo, las técnicas secretas estaban fuera de su alcance, incluso después de haberse tomado las 3 Tabletas del Emperador.

LA CIUDAD DEL CIELO Un Bar. Un sitio que normalmente estaba lleno de risas agradables y cientos de ruidos había estado en silencio los dos últimos días por un simple hombre, Volk. Tenía un cuerpo terroríficamente inmenso, pero lo que más miedo daba era su cara. Teniendo en cuenta que alguien cuyo aspecto podría hacer que un orco huyese del campo de batalla había estado bebiendo de mal humor todo el día, no era de extrañar que el Bar estuviese tan tranquilo y silencioso. Volk torció el gesto mientras bebía. Quiero pedirle la mano. Necesito algo especial para ella, si es que existe. Volk quería pedir matrimonio a una dama. Su descorazonadora angustia no era visible para los que le rodeaban. Un regalo para ella. He oído que hay un escultor en la Ciudadela de Serabourg. Le pediré que me haga una. Si consigue hacer algo que me complazca, le daré el objeto más preciado que tengo a cambio. Dando tumbos, Volk abandonó el bar. * * * * * - Guau, esto está lleno de jugadores. De regreso en la capital de Rosenheim después de 7 semanas, Weed sintió como le empezaba a doler la cabeza al ver un desorbitado número de jugadores.

Era una mareante imagen en la que compradores y vendedores negociaban activamente entre sí, y los nuevos aventureros buscaban compañeros de viaje. - ¡Rápido, Trasero! Vamos a tu casa. Weed guió al potro al Establo Real. Éste le siguió obedientemente. La bestia había sobrevivido por poco al gas venenoso de la reina gusano, afortunadamente. Como si hubiese sabido por instinto que se había salvado de una muerte inminente más veces de las que se merecía, el animal estaba más que dispuesto a alejarse de Weed; en cuanto antes volviese a su hogar, mejor. Había un establo destartalado fuera del Palacio Real. En cuanto el jefe de los establos posó su vista sobre el potro, su gesto se desfiguró con una mueca. - Los buenos tiempos se han terminado, ahora que este desabrido Trasero está de vuelta. Oí hablar de ti a Sir Midvale. ¿Nos devuelves esta bestia que ridiculiza el nombre de su padre, Weed-nim? Más animado, Weed dejó al animal en una cuadra libre. - Has tenido un buen viaje. Sé que esta bestia no causa más que problemas. - No pasa nada. Ya se ha terminado. - Lord Midvale le dejó un mensaje. Quiere que le visites si aún estas interesado en el puesto de centurión. Dice que será tuyo en cuanto lo solicites. - Dile que aprecio su oferta. El jefe de los establos era educado con Weed, que era prácticamente un extraño para él.

Convencido una vez más de que el estatus de una persona depende de quienes sean sus contactos, y de lo que había hecho por ellos, Weed abandonó el Establo Real y se encaminó al Centro de Entrenamiento. Allí se reunió con el instructor. - Hmmm… Con que eso es lo que te ha pasado… El instructor lamentaba mucho que se hubiese visto obligado a convertirse a la clase del Legendario Escultor de la Luz Lunar. - Es mi culpa – Weed no insistió. Se limitó a bajar la cabeza con un gesto apesadumbrado. - No, ¿cómo podría nadie culparte? El Consejero se propasó. Espera, aún quedan esperanzas – dijo el instructor, dándole una palmada en el hombro. - Si, instructor. Es el único en quien siempre podré confiar… – dijo Weed. - Jaja. Por supuesto. De todos modos has vuelto de un gran viaje, y has completado mi misión. El instructor le recompensó con 3 monedas de oro y 50 puntos de servicios públicos a Rosenheim por haber completado la misión de la Operación de Limpieza en la Guarida de Litvart. Cuando se acumulaban suficientes puntos de servicios públicos, el usuario conseguía ventajas en los negocios en ese país, y estaba cualificado para diversas posiciones gubernamentales. Pero la actitud del instructor había cambiado ligeramente. Ya no consideraba a Weed uno de los suyos como colega en el mismo camino de la espada. Eso significaba que la amistad que Weed se había esforzado tanto en mejorar se empezaba a desmoronar.

Tras haber visitado al instructor. Weed se pasó por la mansión de Rodríguez como su última visita. Como siempre, el Consejero estaba encerrado en su estudio. - Jaja. Así que realmente terminaste la misión – dijo Rodríguez – Me estaba preguntando cómo te habría ido después de tanto tiempo sin verte delante de mi puerta. - Si, Consejero. - Hmm… de todos modos, como indica el destino, tengo algo para ti. Rodríguez le entregó a Weed una estatuilla de madera que le cabía en la palma. Tenía la forma de un caballero imperial. - ¿Qué es esto? – preguntó Weed. - El legado de Geihar Von Arpen el Magnífico. Mi familia sirvió bajo la Familia Imperial del Imperio Arpenio. La sangre, y la obligación que la acompaña, ha fluido en mi familia desde entonces. Y yo soy el que ha heredado la obligación en esta generación. Ahora que te he entregado este objeto, por fin estoy liberado de su control – dijo el Consejero. - Pero, ¿para qué es esta estatua? – Weed ya había recibido una estatua de madera con otra forma mientras realizaba la misión del Escultor Lunar Zahab. - Yo tampoco conozco los secretos de esta estatuilla de madera – dijo Rodríguez – según el mito, ha habido cinco maestros del arte de la escultura en el Continente. Por supuesto, no es más que un mito, ya que vienen y van como el viento. Son conocidos por haber dejado sus habilidades en sus legados, por lo que tiendo a pensar que esta estatua es, probablemente, uno de ellos. Según este mito, si logras reunir las cinco estatuillas, se te descubrirá el secreto definitivo del arte escultórico. Aún con dudas, Weed identificó la estatuilla de madera. Por su aún bajo nivel en la habilidad, solo tuvo éxito en la identificación tras un par de intentos fallidos.

Estatuilla de madera

Durabilidad: 1/1 Esta estatuilla contiene las habilidades del Emperador Geihar Von Arpen. Mejoras: Permite adquirir la habilidad única de dar vida a cualquier estatua. Requisitos:

Nivel Intermedio en Dominio de la Escultura. Cuando había identificado la estatuilla de Zahab, también había encontrado la Hoja del Escultor cuyo prerrequisito era tener un nivel de 5 o superior en el Dominio de la Espada. - Hay un gran secreto tras el Dominio de la Escultura – dijo Weed. - Ya estás en el mundo de las artes escultóricas, y te deseo lo mejor en tu recorrido hasta Gran Maestro del Dominio de la Escultura. El mundo nunca ha visto un Gran Maestro, pero si alguna vez llegase a haberlo, no tendría problemas en dirigir el destino del Continente – explicó el Consejero – Es cierto que te introduje en este camino por maldad y venganza, pero también es cierto que nada de lo que te he contado es falso. Weed no le guardaba resentimiento a Rodríguez. Eso quedaba ya en el pasado, y de pronto le había asaltado un repentino interés en la artesanía. Aquel que crea su propio camino. Es más, según le habían contado, si tenía éxito, le esperaban días de poder y riquezas. Rodríguez consideraba que había saldado cuentas con Weed. Al ver el lamentable estado en que se encontraba tras vagar con frío y hambre durante 7 semanas, el resentimiento había abandonado la mente del Consejero. - Tengo otra pregunta, Consejero. ¿Los cocineros o los herreros también tienen un modo de llegar a convertirse en Grandes Maestros? – preguntó Weed.

- Supongo. Los dioses son generosos – respondió el Consejero – no todos en el camino de la Cocina ven y aprovechan las oportunidades. - Entonces… - ¡Tiene que haber otros elegidos! Ellos seguirán sus propios caminos. Depende de ellos completarlos o no. Cuando Weed hubo oído todo lo que quería oír, abandonó la mansión. * * * * * El corazón de Darius latía con fuerza. Nunca se había esperado que llegaría tan lejos mientras resolvía una serie de misiones de aspecto trivial. La mejor de las suertes, según sus propias palabras. Había dos hombres en el centro del juego de poderes del Reino de Rosenheim: el Duque Kanus y el Conde Albrook. De los dos, el Duque, responsable de los asuntos militares, era el más poderoso. Ese mismo hombre estaba bajando una nívea espada hacia él en ese momento. - Darius-nim, en este momento le concedo el título temporal de caballero de Rosenheim en reconocimiento a sus servicios a la Corte Real. Le encomiendo la creación de una fuerza de asalto con su dignidad de caballero y rescatar a los habitantes de la frontera de su mísera situación. - Estoy a su servicio, mi señor. Podéis contar conmigo – respondió él. - Sir Darius, Le encomiendo esta misión – concluyó el Duque Kanus. Darius sintió un leve toque de la espada primero en un hombro, luego en el otro, y por último, en la cabeza.

Podía ser una sensación terrible en tiempos de guerra, pero estaba en medio de una simple ceremonia de caballería en el Palacio Real de Rosenheim. Es más, el portador de la espada era el Duque Kanus. En vez de terrible, para Darius era un momento importante en el que casi se le escapa un grito excitado. Había tenido que luchar con el espontáneo exabrupto y las ganas que sentía de echarse a rodar por la alfombra a pesar de la solemnidad del ambiente. Conteniendo una mueca, no pudo evitar que una sonrisa se le formase en la cara. Ahora soy el comandante de una fuerza de asalto. Darius se consideraba muy, muy afortunado. * * * * * Tengo que hacer algo. Pensó Weed, con cara seria. La naturaleza de la clase escultor con la que se había tropezado era la siguiente: Como su arma principal era una espada, podía usar a un guerrero normal como punto de referencia. En el momento que su clase estaba decidida, un guerrero con espada obtenía un 50% de bonificación en el Dominio de la Espada. Por otro lado, Weed podía cubrir el hueco con las útiles habilidades artesanales como compensación. Gracias a sus inicialmente mejorados atributos, ni siquiera un caballero con su mismo nivel no era rival para él. En el caso de jugadores con niveles ligeramente inferiores, estaba convencido de que podría ganar un duelo contra dos guerreros con espadas de su mismo nivel, al contar con la Hoja del Escultor y la Técnica Imperial de la Espada sin Forma. La Técnica Imperial de la Espada sin Forma … Weed se quedó sorprendido cuando la probó por su imponente poder.

La técnica era lo más parecido que conocía a una trampa, ya que doblaba los reflejos y el poder destructivo, y hasta triplicaba el ritmo de recuperación de maná. No le extrañaba que el Emperador Geihar la hubiese elegido como su legado. Pero los guerreros y caballeros también tenían técnicas de espadas y métodos de respiración propios. Cuando dominaban un método de respiración propio de su clase, les causaba un gran efecto, incluso cuando el nivel de sus técnicas con la espada que conociesen fuesen inferiores a la Técnica Imperial de la Espada sin Forma de Weed. Era el derecho especial que disfrutaban caballeros y guerreros, las dos clases estándar especializadas en las habilidades de combate. En otras palabras, no importaba si Weed aumentaba celosamente o no sus habilidades y atributos, o si adquiría más habilidades que se pudiesen considerar trampas en el juego, sus contrapartidas terminarían alcanzándole antes o después. Incluso ahora, Weed solo les llevaba una ligera ventaja si no usaba tácticas cuestionables. Obviamente, hubiese sido mucho más débil que un guerrero con espada normal si no hubiese invertido tiempo apropiadamente en la habilidad Artesanía y en la Técnica Imperial de la Espada sin Forma, más los atributos extra que había ganado en el Centro de Entrenamiento. Pero la clase de escultor tiene un potencial más grande de lo que parece. Si no, el Emperador Geihar no hubiese dominado el Continente, y hubiese sido difícil explicar la fuerza de Zahab, pensó. * * * * * Ciudadela de Serabourg, capital del Reino de Rosenheim. En frente de la Fuente Central, en medio del bullicioso centro de la ciudad, había una fila de avatares observando una serie de estatuillas en exposición.

- Buenas. ¿Cuánto cuesta esta? – preguntó una chica. - Cinco monedas de plata – respondió Weed. - Oh, vaya, es muy caro. ¿Podrías hacerme un pequeño descuento? ¿Por favor? Te compraré dos piezas. La hermosa chica le sonrió, intentando convencerle, pero él no tenía piedad. Especialmente con respecto al dinero, trataba con igualdad a hombres y mujeres. - Con todo el debido respeto, joven, un descuento sería un insulto a mi trabajo. ¿Crees acaso que desconté en mi pasión en mi arte, y mi devoción a mi trabajo en particular, cuando creé esta estatua? Una obra de arte ha de tener un precio justo que represente su verdadero valor., que no dejará de crecer en tu mente a medida que pase el tiempo – explicó. La chica estaba conmovida. Había sido estúpido por su parte regatear por una obra de arte en la que el escultor había volcado su alma. Dominada por el remordimiento, cogió unas brillantes monedas de plata de su bolsillo. - Lo siento. Ten, diez monedas de plata – dijo. - Gracias, señorita. Weed sonrió abiertamente, entregándole las dos figuras. Era una sonrisa de ganador, orgullos por haber vendido las dos figuras por su precio original. Como escultor con el osado título de “Legendario Escultor de la Luz Lunar”, al que se había convertido pese a su resistencia, podía hacer estatuas cuya belleza sería reconocida por las más prestigiosas revistas de arte. Su nivel actual en el Dominio de la Escultura era 4. Desde que se había convertido a la nueva clase, los efectos de su Dominio de la Escultura se habían doblado, por no mencionar que poseía uno de los mejores objetos para su profesión, hasta el punto que casi era trampa, el Cuchillo de Tallar de Zahab.

La capacidad de Weed aún se limitaba a pequeñas figuras hechas de materiales simples por su inexperiencia en la habilidad. Su simplicidad y bajo precio eran bastante atractivos para un mayor rango de clientes. Algunos de sus admiradores incluso se alineaban para adquirir las piezas en las que estaba trabajando en ese momento. Conejos y zorros, que costaban menos de 10 monedas de cobre en materiales, eran los productos más populares de su puesto, y se vendían de inmediato, a pesar de costar 5 monedas de plata la unidad. Weed pensaba que su negocio era honesto. No forzaba a nadie a que las comprase. ¿Qué podía hacerle si la gente se aglomeraba para comprárselas al precio establecido? Weed movió el cuchillo de tallar más rápido. Estaba aumentando su porcentaje en el Dominio de la Escultura mientras hacía dinero. Al igual que en el Dominio de la Escultura, Cocina, Reparar y el resto de las habilidades artesanales pasaban de la fase básica a la intermedia al llegar al nivel 10, reseteándose a 1 tras la mejora. En la habilidad de Cocina, esta mejora implicaba un fuerte aumento en los beneficios a la salud y el maná de las comidas hechas. En la de Reparar, el paso al nivel intermedio abría un nuevo árbol tecnológico de producción y refinado de armas y equipo. Y eso no era todo. Cuando el nivel de la habilidad volvía a alcanzar 10, superando así el nivel intermedio, el nivel experto se desbloqueaba para el recién generado maestro, que se había mostrado merecedor del título por haber alcanzado el dominio necesario. Un maestro en cualquier campo, tanto de combate como artesanal, era reconocido y respetado basándose en ese simple factor, pero las habilidades artesanales generales como Escultura y Cocina estaban muy limitadas en ese sentido.

La prioridad de Weed en ese momento era aumentar su habilidad Artesanía del nivel básico al intermedio. El nivel de la habilidad había llegado a nueve mientras se dedicaba a reparar equipo dañado y a servir platos a las tropas en la Guarida de Litvart. Otro nivel, y la habilidad alcanzaría el nivel intermedio. El nivel intermedio de Artesanía mejoraba el dominio de la espada y el arco, aumentando el poder de ataque en un 30%. La habilidad era imprescindible para un escultor, cuyo poder de ataque era muy inferior, en el mejor de los casos, penalizado por los rasgos de su clase. La habilidad Artesanía es muy práctica. A medida que la habilidad aumentaba, todas las habilidades artesanales se hacían más eficientes. El nivel experto podía hasta eliminar las restricciones gremiales, permitiéndole acceder a otras artesanías como alquimia o herrería. La clase de Legendario Escultor de la Luz Lunar ya era un pase gratuito a todas las habilidades artesanales relacionadas con las demás profesiones, pero Weed era consciente que una mayor habilidad en artesanía haría que adquirirlas y desarrollarlas fuese más fácil y rápido. Quizás los artesanos se iban asemejando hasta el punto de convergir en un mismo camino en la supremacía de un Gran Maestro. De hecho, no sería un error pensar que los artesanos desaparecerían si no existiese la habilidad Artesanía. No podían ponerse a la altura de los especialistas en combate a menos que hinchasen sus patéticas habilidades de combate. ¡Ya he terminado un centenar de estatuas! Aunque había estado tallando estatuas sin cesar, su nivel en el Dominio de la Escultura estaba estancado en el 98% del nivel 4. Al revés que el rápido aumento en la habilidad Artesanía, el crecimiento de esta otra se había ralentizado.

Espero que pase de nivel tras otras cincuenta estatuas. En ese momento, una cliente se hecho de pronto a un lado con un grito, y a través de un corredor que acababa de formarse apareció un hombre alto de aspecto terrorífico que se acercaba hacia Weed. El hombre parecía estar envuelto por un aura mortal que causó escalofríos incluso a Weed. ¿Qué he hecho para que este matón venga a buscarme? Se preguntó mentalmente. El hombre miró a su alrededor con los ojos entrecerrados. - ¡Ahh! - ¡Me ha mirado! – chilló una chica. El hombre se acercó lentamente a Weed, y cuando estuvo lo bastante cerca se inclinó miserablemente como un ratón desaliñado. - Querría pedirte un favor – dijo. - Dispara – mala elección de palabras. - Vengo a comprar una estatua. Pero no he encontrado lo que quiero – explicó, arrodillado ante Weed – ¿Podrías hacerme una estatua a pedido? No, te lo ruego, por favor. Hazme la estatua, para que pueda pedirle la mano a mi dama. Weed estaba intentando hacer que el hombre se levantase y se explicase. Su nombre era Volk. Volk se había enamorado de una mujer. El principal motivo por el que había empezado a jugar online era para poder estar a su lado y protegerla. Por el

bien de esa persona, que era una sacerdotisa, había escogido la clase de paladín para su avatar. Durante un año de numerosas misiones y batallas, ella no había muerto ni una sola vez gracias a su devoción y sacrificio. Él también había disfrutado de esta segunda vida con sus bendiciones y curaciones. El lazo entre ellos había crecido a medida que pasaban los meses, y él era tan feliz como la primera cada vez que la veía. Así que era el momento de proponerle matrimonio. - Quiero ofrecerle algo que nunca olvide. No una flor, que se terminará marchitando. Querría que tallaras las flores que nunca se marchiten: ¡Y mi corazón con ellas! ¡Por favor! – Volk seguía arrodillado. Su cara podía ser intimidante, pero no así su corazón. ¿Cuántos hombres se arrodillarían así ante un desconocido por un amor tan incondicional? Suspirando profundamente, Weed miró a su alrededor. Muchas mujeres parecían conmovidas. Incluso él pese a su ceguera por el dinero, había podido sentir la profundidad del dolor de Volk. * * * * * La amo. La amo, ¿pero por qué no lo ve? Quiero decir lo que pienso. He intentado repetirlo en mi cabeza miles de veces, ¡TE AMO! ¿Pero por qué no se lo puedo decir a ella?

* * * * * Como hombre, Volk contaba con la simpatía de Weed, que le cogió de la mano y le ayudó a incorporarse. - Para pedir un favor como ese – dijo Weed con voz amable – No tienes que arrodillarte, Volk-nim. Tienes todo el derecho de pedirlo de pie. Soy débil ante ese tipo de peticiones. Estoy más que orgulloso de poder aceptar tu pedido. Volk empezó a llorar. - Gracias, muchas gracias, Weed-nim. - Para nada. Así que, ¿qué tipo de flores tenías en mente? - Por favor, haz siete girasoles. Representarán mi corazón, que la ha seguido a ella, la luz de mi vida, estos últimos siete años. - Entiendo. ¿Puedes esperar? Weed estudió el montón de madera que tenía a su lado y escogió el trozo de mejor calidad: Madera Élfica. Era una madera muy gruesa y dura, conocida por crecer solo en el clima cálido del sur. Aún estaba en una pieza del tamaño de una roca, que aún había tenido que pasar por el proceso de ser cortada para hacer las pequeñas estatuillas. Esta vez tengo que darlo todo. Weed ya podía tallar zorros o conejos con los ojos cerrados, pero las flores le suponían un desafío. Si tallase cada flor por separado, sería bastante simple, pero, ¿cómo podría unirlas después? Siete girasoles, más un centenar de rosas como mi regalo particular para la pareja. Será mejor que lo talle todo de una sola vez.

Weed se formó mentalmente la imagen final, y empezó a trabajar el trozo de madera muy lentamente. Volk y las chicas no tenían ni idea de lo que Weed planeaba. No podían entender porqué había escogido un trozo de madera tan grande para hacer solo 7 girasoles. De todos modos, a medida que la Madera Élfica iba siendo recortada, la forma fue empezando a surgir, poco a poco. La primeras flores fueron los relativamente grandes girasoles, que pronto fueron seguidas por las rosas que los rodeaban. A medida que las manos mágicas de Weed bailaban, un hermoso ramo de flores se iba revelando de arriba abajo. - ¡Guau! - Es increíble, Los clientes que habían estado esperando pronto se convirtieron en clientes asombrados, observando el arte escultórico de Weed. Cada vez que el cuchillo de tallar se hincaba en la madera, o un trozo de madera era arrancado, la audiencia tragaba saliva, ya que el más mínimo error podía romper el frágil tallo de una de las flores. - ¡Oh, Dios mío! Déjale que lo termine. Este no solo era el deseo de Weed y Volk, si no el de todos los presentes. Delante de ellos, Weed estaba febrilmente concentrado en las flores. A medida que el cuchillo de tallar se movía, la madera iba cogiendo forma, revelando flores, tallos y hojas. El fallo no está permitido en esta ocasión. Los ojos de Weed ardían.

De haber estado solo, se habría perdonado algún fallo, pero ahora estaba rodeado por un denso círculo de espectadores en medio de la calle. Si cometía un error delante de los posibles clientes, su ascendiente reputación se estrellaría irremisiblemente. Sabía mejor que nadie que su reputación estaba en aumento, atribuido en gran medida al hecho de que no había ningún otro escultor conocido en las inmediaciones, y él había estado haciendo todo lo posible para que no disminuyese. ¡La fantasía de un seguidor equivalía a dinero! Weed sublimó su excesiva obsesión por el dinero en una producción artística, y al final terminó con éxito el ramo. Subes de Nivel: Dominio de la Escultura [5] Aumenta la belleza y la complejidad de las estatuas Disminuye la posibilidad de fallos al crear estatuas. Subes de Nivel: Artesanía [BásicoàIntermedio] Aumenta el Poder de Ataque de armas y puños [+30% ATQ] Mejora todas las artesanías y el Dominio con la Espada. Arte aumenta en 5 puntos [+5 ARTE] Fama aumenta en 1 punto [+1 Fama] Cuidado: la venta de una obra defectuosa puede causar pérdida de nivel.

En cuanto Weed hubo terminado el ramo de madera, las dos habilidades subieron a la vez. Como su Dominio de la Escultura había estado atascado al 98% del nivel 4, el primer mensaje no le había sorprendido, pero como la habilidad Artesanía había estado al 94% del nivel 9, le sorprendía que los hubiese subido del tirón, llevándola al nivel intermedio. Afortunadamente, el atributo de Arte, que le había estado preocupando porque no avanzaba, había aumentado en 5 puntos. - Esto es increíble. ¡Ventana de habilidades! Weed comprobó la ventana rápidamente, y se dio cuenta de que su nivel de habilidad en el Dominio de la Escultura no solo había llegado al 100%, sino que tenía un 17% extra del 5º nivel. Hasta la habilidad de Artesanía había llegado al 5% tras llegar al nivel intermedio. ¿Tengo suerte, o no? Weed estaba excitado por su buena suerte, pero rápidamente entendió qué había pasado. Las esculturas no eran una máquina de andar. El ritmo de experiencia en del Dominio de la Escultura no avanzaba con las producciones en serie de las mismas figuras como si fuese una fábrica en cadena. Solo cuando un escultor se entregaba a la creación de un trabajo original de alto valor artístico que nunca había intentado antes, el Dominio de la Escultura ganaba un incremento considerable. Eso le recordó que los primeros zorros y conejos que había hecho habían aumentado bastante su porcentaje en Dominio de la Escultura. Prueba y error, su habilidad había aumentado visiblemente. Cuando dejó de intentar hacer nuevas figuras y empezó a crearlas por hábito, y creaba repetitivamente los mismos productos, su habilidad había ido dejando de mejorar hasta casi pararse.

Creía que el aumento de nivel se iba ralentizando a medida que subía de nivel, pero no se trataba de eso. Estaba tomando el camino equivocado. Mientas Weed permanecía sumido en sus pensamientos, Volk y las mujeres estaban fascinados por el ramo. Un ramo de flores hecho de madera. Los girasoles y las rosas irradiaban calidez y suavidad, casi como si fuesen reales. - Está listo, Volk-nim – Weed le entregó el ramo de rosas a Volk. Los girasoles y las rosas brillaban a los ojos del paladín. Para él, eran una obra de magia. - O Dios mío,… no puedo creerlo… – nuevas lágrimas empezaron a caer de sus ojos – ¿De verdad están hechas de madera? El Dominio de la Escultura puede hacer milagros… - En efecto, Volk-nim. Me has visto haciéndolo, ¿no es así? - Es, simplemente, increíble – dijo Volk entre lágrimas. El resto de los espectadores también estaban deslumbrados por el trabajo completado. No podría haber realizado el ramo sin el cuchillo de tallar de Zahab, y especialmente en el momento clave, su Dominio de la Escultura y su habilidad Artesanía se habían combinado para dar un efecto más fantástico a la creación. - He hecho este ramo con todo mi corazón. Ahora ve a por ella con el tuyo –dijo. Animó a Volk con elegancia. Estaba inspirado tras haber descubierto un nuevo secreto del Dominio de la Escultura mientras creaba el ramo. - Gracias, tantísimas gracias – dijo Volk, sinceramente agradecido a Weed, llevándose la manos al bolsillo para sacar el pago del ramo. Animado, Weed dijo:

- Son tres monedas de oro. Considerando el esfuerzo que le había dedicado, la figura se merecía un precio aún mayor, pero estaba satisfecho con esa cantidad. De pronto, Volk puso un gesto confundido, y empezó a rebuscarse en los bolsillos. - ¿Dónde… dónde están? – gritó. Su mano, que había estado registrando los bolsillos, apareció vacía. Era Weed, en cambio quien empezó a sentir pánico en ese momento. ¿Está intentado estafarme? Weed ya sabía lo que iba a venir a continuación: más concretamente, lo que Volk iba a decir. Asegurará que ha perdido su dinero en cualquier sitio. - Lo… lo siento, Weed-nim, he debido haber perdido mi dinero por algún lado. Porque de entrada ya no lo tenías. Volk no esperó por la respuesta de Weed, y gritó: - Creo que me han robado. ¡Sabandijas! Ahí está- Pero no te vas escapar con engaños en medio de esta multitud observando todos tus movimientos. Si es un experto en este tipo de negocios, debería pensárselo mejor antes de intentar estafarme si espera salir de esta ileso. - ¿Te importa si te doy algo de igual valor a cambio del dinero que falta?

Volk siguió los pasos que Weed ya había previsto, un truco habitual entre los que no tienen dinero, pero estaba subestimando a Weed, que empezaba a emitir un aura terrible. ¿Crees que puedes timarme, chacal? Pensó. En ese momento, Volk se volvió a llevar la mano al bolsillo - Menos mal. He encontrado dos monedas de oro y noventa monedas de plata. ¿Podrías descontarme 10 monedas de platas? – preguntó. - ¿Por qué no me das algo que valga diez monedas de plata? ¿Qué tienes? – los agudos ojos de Weed estudiaron la figura de Volk. Observó armas, equipo y adornos. Decenas de miles de objetos identificados en Royal Road estaban registrados en orden alfabético en una zona de su cerebro. Quería ser capaz de identificar inmediatamente un nuevo objeto en cuanto lo adquiriese, estimar su precio de mercado, y alegrarse el doble, o hasta el triple, en el momento de encontrarlo. Pero sus ojos no dieron con nada valioso en Volk, que estaba pobremente equipado. El paladín extrajo un libro de sus ropas y se lo entregó. - ¿Qué tal si te doy esto por las diez monedas de plata? Weed rápidamente escaneó el libro. La Ciudad Olvidada en el Continente de Versailles #4 En el cielo, sobre la región Sur del Reino de Rosenheim hay una ciudad misteriosa según los cuentos y leyendas, que se dice habitada por una raza claramente no humana. La mejor forma de describirla sería Aves.

Siendo una raza de fuertes guerreros, no soportaban a los monstruos, a los que expulsaban de la Provincia del Sur. Pero esa raza ya no está, y hasta el camino a la Ciudad del Cielo, como se conocía, está hoy perdido. Ahora su existencia es cuestionable, pero los ciudadanos de la Provincia Sur aún creen en la ciudad y sus residentes avianos, y los ancianos siguen cultivando las historias en la imaginación de las nuevas generaciones. Según una fuente no muy fiable, se necesita una Semilla Misteriosa para acceder a la Ciudad del Cielo. Weed se sentía timado. ¿Quién iba a creerse semejante sinsentido sobre una ciudad en el cielo? Si había una ciudad flotando por el aire, violando todas las leyes de la física, ya se habría visto desde el suelo. Por lo tanto, el autor del libro tenía que estar mintiendo al asegurar su existencia. Si esto no fuese ya lo bastante ridículo, el último párrafo sobre subir trepando una planta era estrafalario, cuando no abominable. La historia tenía cero credibilidad. Como si notase el escepticismo de Weed sobre el contenido del libro que le había dado, Volk se defendió apresuradamente. - Tal vez no lo creas, pero ese libro fue difícil de conseguir… - … - Desearía poder darte algo mejor, pero da la casualidad que ese libro es lo más valioso que tengo – dijo, mostrando el contenido de su mochila: una piel de conejo, una escama de serpiente y una espada rota. Weed podría arreglar la espada, pero solo daba +2 ATQ, por lo que ni un kobold la querría. Tal vez podría venderla por 2 monedas de cobre en la herrería.

- Lo siento, Weed-nim Weed suspiró hondo. Bueno, tampoco pasa nada. De todos modos, he aprendido el secreto del Dominio de la Escultura, que nunca hubiese descubierto de haber seguido haciendo siempre la misma basura. Le perdonaré por regatearme diez monedas de plata. No es para tanto. Cuando había mencionado las 3 monedas de oro, ya se había planteado que eran negociables. La intención había sido sorprender a Volk para que jugase con sus normas. El precio de las estatuas no estaba fijo por ningún baremo, sino que en gran medida estaba determinado por el regateo entre comprador y vendedor. Dos monedas de oro y 90 monedas de plata, más un libro tonto, no eran un mal trato, si incluía el aumento de nivel de sus habilidades. Pero solo Dios sabe qué habría hecho Weed si hubiesen sido 2 monedas de oro con 80 monedas de plata. - Creo que el libro vale diez monedas de plata. Te deseo la mejor de las suertes en tu proposición, Volk-nim. Y la dama de la que te has enamorado… - ¿Si? – preguntó Volk. - Tendrá una maravillosa vida a tu lado – dijo con sarcasmo. Con un marido tan tacaño, por lo menos nunca estaría en la ruina. - Gracias, Weed-nim – tras darle la mano, Volk se alejó lentamente. Weed le observó mientras se iba. De pronto, en el equipo de Volk apareció una brillante armadura de mithril. Sus pantalones estaban cubiertos por unas polainas de mithril. Hasta sus botas resultaron ser del preciado metal, lo que dejó a Weed cavilando. ¡Lleva un anillo de vida de algodón, un objeto raro que dobla la vida máxima! ¡Un tesoro sin precio! Por lo que se, esos pendientes resisten los rayos. Por

lo que había oído solo existían en el catálogo por el momento, y nadie los tenía. Bastardo, estás cargado… no es justo que times a un pobre escultor. Los objetos con los que Volk estaba equipado eran valiosos más allá de la más salvaje imaginación de Weed. Algunos bien valían miles de monedas de oro. * * * * * Tras haber terminado el ramo tras arduas horas de trabajo, Weed estiró los brazos y bostezó. De pronto los observadores empezaron a lanzarle monedas de oro y a gritar… - ¡Quiero el mismo ramo, por favor! - Acabo de comprar dos zorros, ¿podría devolverlos y encargar un ramo, por favor? - ¡Por favor! * * * * * Al dejar la Ciudadela de Serabourg Volk tenía una sonrisa extraña. Su humorística personalidad traicionaba su temible aspecto. Volk había pretendido recompensar a Weed honestamente por haberle creado un ramo tan maravilloso. ¡El libro de la Ciudad del Cielo! La verdad era que se había pasado 2 meses para hacerse con él. Según el contenido del libro, se trataba de un lugar misterioso en el que él aún no había estado.

Una de las razones por las que había acudido a Rosenheim era para visitar esa ciudad. Pero la proposición a la dama que le había robado el corazón se imponía a todo lo demás. Volk le había dado a Weed el libro a cambio del ramo, pero no le importaba. No lo tires. Guárdatelo. Te mostrará el camino si lo buscas, y algún día podrás llegar a esa ciudad. Sujetando el ramo con cuidado, Volk se dirigió el Reino de Brent, donde su adorada dama esperaba. * * * * * ¡Un ramo de flores de madera! Era un regalo perfecto para ocasiones como cuando un chico quería pedirle una cita a una chica, por eso los rumores sobre Volk el paladín y el ramo de madera se extendieron, y el puesto de estatuas de Weed se convirtió rápidamente en una ubicación famosa. La mayoría de los jugadores habían considerado las estatuas como un recuerdo para poner sobre la chimenea u oculto en algún rincón oscuro, acumulando el polvo, pero el evento de Volk transformó la forma en la que se veían las estatuas. Ese día Weed declaró: - ¡Lo siento, pero ya no puedo realizar más estatuas con las mismas formas! Había llegado a esa conclusión, movido por su interés personal, para subir el ritmo al que aumentaba el nivel de su Dominio de la Escultura y su Artesanía. Aún así el público confundió sus intenciones.

- ¡Es un verdadero artista! - Como mola. Ha dicho que no piensa repetir más estatuas. - En ese caso, el valor de sus estatuas va a aumentar. Los clientes hasta entonces le compraban una o dos figuras de conejos o zorros como recuerdos baratos, pero ahora le pedían diseños originales para hacer regalos. El número de productos completados quedó por debajo de los dos dígitos, ya que cada obra le llevaba un par de horas, pero eran más populares que los producidos en serie: tres monedas de oro por estatua. Dado que el negocio no requería muchos costes de producción, era un negocio lucrativo. Además, los niveles de sus habilidades Dominio de la Escultura y Artesanías se dispararon rápidamente. En solo 3 días, su Dominio de la Escultura había llegado al nivel 8, y su Artesanía al nivel intermedio 4. Cuando Weed empezaba a quedarse sin pedidos, cocinaba y vendía comida. - ¡Carne de conejo o de zorro! Si me traes carne, te la cocino. No puede mantenerse mucho tiempo, por lo que hay que comérsela en el mismo día. Su habilidad Cocina concedía un extra de vida y maná a los platos que preparaba. Eran los esteroides de los pobres. Aquellos que tenían problemas haciendo la carne que habían cogido mientras cazaban animales salvajes alrededor de la Ciudadela corrieron hacia él. - Ten. - ¿De verdad puedes cocinar?

- Si, créeme. Solo pagas especias y salsas. La cosa es que me puedes traer cualquier tipo de carne siempre que quieras – explicó Weed. La comida hecha con Artesanía: los platos que Weed servía eran obras de arte. Más jugadores de lo que se creía aprendían a cocinar porque era útil cuando acampaban al raso. ¿Pero cuántos cocineros novatos podían aplicar su atributo de arte al resultado de su trabajo? Con la excepción de los cocineros profesionales, pocos jugadores invertían tiempo y dinero en la habilidad Cocina, por lo que los platos apetitosos eran incluso más raros entre los mejores jugadores. Vendiendo comida de calidad a bajos precios, el puesto de Weed seguía siendo un rotundo éxito. Los jugadores lo llenaban con la esperanza de obtener un extra de vida y vitalidad. Alguien le habló en un susurro a Weed, que se había pasado una semana tallando estatuas y cocinando. > Weed-nim, ¿me oyes? Era Pale, el arquero, con el que se había llegado a tratar bastante durante las largas noches cazando zorros y lobos. > Hola. Cuánto tiempo. > Genial, estás conectado. ¿Dónde has estado? Te he estado llamando casi a diario, pero siempre estaba bloqueado. > Tenía trabajo. La caverna secreta en la Guarida de Litvart: en su interior, los susurros estaban bloqueados automáticamente. Pale no insistió en el asunto. > Ya veo. ¿Ahora tienes tiempo?

Weed miró a su alrededor. Sus estatuas aún eran populares, pero era exclusivamente una producción por demanda, por lo que las ventas habían superado su punto cumbre. La gente buscaba regalos similares. En ese sentido, su declaración de solo hacer trabajos originales se le había vuelto en contra. > Sip. > Entonces, ¿por qué no te nos unes en la misión de la fuerza de asalto al Poblado Baran? Hemos decidido coger la misión juntos, y he intentado contactar contigo para ver si te querías venir también.

EL PAPEL DE WEED EN LA FUERZA DE ASALTO ¡La fuerza de asalto al Poblado Baran! Localizado en la frontera de la civilización humana, el Reino de Rosenheim estaba rodeado por monstruos. El reino había levantado muros fortificados y organizado milicias en las ciudades fronterizas, pero los ataques anuales de goblins y orcos que asaltaban tras las cosechas de otoño seguían causando estragos, lo que suponía un quebradero de cabeza en la Corte Real. La misión de la fuerza de asalto asignada a Darius era una misión de grupo para recuperar el Poblado Baran que había caído bajo el ataque de los hombres-lagarto. Aquellos que se unían a la fuerza de asalto compartían la misma misión, y ellos, formando un cuerpo de 300 jugadores, irían a expulsar del poblado a los hombres-lagarto. El tema había estado causando sensación en la Ciudadela de Serabourg los últimos días. Hasta los jugadores de otros reinos estaban llegando a la Ciudadela para unirse a la misión, haciendo que estuviese más llena de gente que de costumbre. A todo aquel que tomase parte en la misión se le otorgaban Xps, por no mencionar fama, como reconocimiento por sus servicios al Reino de Rosenheim. Todo el mundo estaba hablando de ellos, pero Weed no se había enterado al haber estado ocupando tallando estatuas en su puesto. Weed accedió a reunirse primero con sus antiguos compañeros de equipo. Todos le esperaban en el centro de la ciudad. - Me alegro de volver a verte, Weed-nim. - Guau, cuánto tiempo sin verte.

Surka e Irene le dieron la bienvenida. Su equipo había cambiado notablemente desde la última vez que se habían visto. Surka llevaba una buena túnica, e Irene un vestido clerical completamente blanco. En el caso de Romuna, la maga, vestía la túnica negra estándar. Se sorprendieron al ver que Weed aún llevaba el mismo atuendo. - Weed-nim, ¿Dónde has estado? - Es una larga historia… – antes de que pudiese terminar de responder, Surka le quitó la palabra y dijo: - Entiendo. No te has conectado desde hace semanas, ¿verdad? - … - Oh, ¿Vas a unirte a la misión de la fuerza de asalto? ¡Por favor, ven con nosotros, Weed-nim! – Romuna le rodeó el brazo con los suyos, como si fuesen una pareja. Pale el arquero les observaba con expresión dolida que le causó a Weed un escalofrío. Ya se había fijado en que Pale cortejaba discretamente a la maga. Deslizando su brazo del firme agarre de Romuna, Weed preguntó: - ¿Qué niveles tienen? - Yo, cuarenta y ocho. He muerto cinco o seis veces, por lo que tengo el nivel más bajo del grupo – respondió Surka obedientemente. - Yo estoy en el cincuenta y uno – dijo Irene. - Igual que yo – esta vez era Romuna.

- Y yo cincuenta y tres – dijo por último Pale, aún incómodo por la imagen que acababa de ver. Weed ya sabía que sus compañeros eran amigos en la realidad, por lo que siempre estaban cazando juntos, y subiendo niveles a un ritmo parecido. Aun así, era obvio que habían estado en un buen terreno de caza, ya que habían subido de nivel más rápidamente que la mayoría de los jugadores normales. Le confiaron que se habían retirado temporalmente de la universidad. Aunque no querían decirle más, él supuso que habían estado jugando a Royal Road casi sin parar, sin dormir, encerrados en sus cuartos oscuros como si fuesen personas recluidas socialmente aisladas. Pale pronto determinó que Weed se uniría con ellos a la misión de la fuerza de asalto. - Han posteado que el nivel requerido es treinta o superior. Esta misión da un extra a la experiencia conseguida. Y además puedes conseguir algo de fama. La fuerza de asalto tenía previsto encontrarse muchos tipos de monstruos. El objetivo principal eran los hombres-lagarto que ocupaban el Poblado Baran, pero era más que probable que se encontrasen con los menos peligrosos goblins. - La misión es un poco arriesgada, pero podemos usar la ayuda de los NPC en caso de emergencia. Estoy realmente cansada de arañas rojas y bandidos – dijo Pale con gesto abatido. Mientras Weed había estado ocupado, sus compañeros habían estado cazando en una mazmorra cercana. La mazmorra de las arañas, en la que en cada estalactita se escondían arañas rojas y arácnidos venenosos. Irene se encarga de los envenenamientos, pero Pale quedó traumatizado al verse atrapado en una pegajosa telaraña, removiéndose patéticamente contra las babeantes arañas gigantes. Weed asintió, comprendiendo exactamente por lo que Pale había pasado. Él lo había pasado mal luchando contra los gusanos gigantes.

- No estaría mal tomar parte en la fuerza de asalto. - Pues bienvenido, Weed-nim. Por cierto… - ¿Si? - ¿Has conseguido una clase? Hasta donde el grupo sabía, su clase aún había estado por decidir cuando estaban haciendo sus cacerías nocturnas. Hasta habían hecho sus apuestas sobre cual terminaría escogiendo. - Tengo una clase, pero… - ¿Qué clase es? Anda, dínoslo… – Irene, que normalmente se mostraba reservada, se le acercó con los ojos brillando. Como sacerdotisa a cargo de la curación de sus compañeros, se suponía que debía conocer la clase de los demás. Solo entre los tipos de guerreros ya había muchas posibilidades, por no mencionar las ramas de clases de combate que se especializaban en diferentes armas y estilos de lucha. Los tanques tenían Defensas pesadas y gran Vitalidad, y los dañadores se enfocaban en el Poder de Ataque y Fuerza. En el caso de Surka y Pale, pertenecían a las clases de apoyo con gran Agilidad, pero menores Fuerza y Vitalidad comparados con los otros luchadores cuerpo a cuerpo. Es más, los paladines, más conocidos como caballeros sagrados, podían usar poderes divinos, incluyendo la Mano Sanadora, para curarse, gracias a su atributo exclusivo de Fe. Weed se rascó la cabeza, incómodo. - Soy un escultor.

- ¡Guau, mola! ¡Te has cogido una clase de artista! – Surka empezó a reírse alegremente, pero el resto no parecía tan complacido. El prejuicio asociado con los débiles escultores estaba profundamente arraigado en sus subconscientes. De hecho, la clase escultor era una de las clases artesanales que no tenían nada que ver con las habilidades de combate, por lo que no contaban con ningún efecto en Fuerza o Vitalidad. Aun así aceptaron a Weed como uno de los suyos con toda su alma. No eran tan crueles como para volverle la espada a su antiguo hermano de armas solo porque se hubiese convertido en un miembro de una de las clases menos deseables. - Vamos de camino a Sir Darius para unirnos a la expedición. Ven con nosotros – dijo Pale. - Pero, es que verás, soy un escultor – insistió Weed. - No te preocupes. Podemos cubrir lo que te falte. Deberíamos apresurarnos antes de que otros llenen el cupo. El límite del cuerpo de asalto es de trescientos jugadores y doscientos soldados NPCs y se llena por orden de llegada – explicó Pale. - Vamos, Weed-nim – le insistió Romuna. - Si piensas que no estás cualificado para ocupar un puesto por ser un escultor nosotros te ayudaremos. ¿Por favor? – dijo Surka. Ahora que había expuesto su clase se había quedado sin excusas para rechazar la propuesta. Las mujeres sentían un instinto maternal tan fuerte hacia él que no podían abandonarle, aunque le creyesen débil, y Pale casi le rogó que se les uniese en la fuerza de asalto para compensarle por lo que había hecho por ellos anteriormente. Persuadido por sus insistencias, Weed se dirigió hacia donde las fuerzas de Darius se estaban congregando.

* * * * * El Duque Kanus estaba manteniendo un encuentro regular de caballeros. Todos los caballeros de la Ciudadela, sin excepción, habían sido invocados a ella. En la reunión, se discutía cómo expulsar a los monstruos de Rosenheim, un plan de reclutamiento y otros asuntos militares de urgencia. - Ha hecho un buen trabajo, Lord Midvale, y los soldados que se le asignaron están perfectamente entrenados. Estoy impresionado por ver que todos han superado el nivel cincuenta – dijo el Duque. - No es obra mía, Su Excelencia – replicó Sir Midvale. - ¿Eh? Yo mismo te confié esa misión. Dígame qué pasó. - Si insiste, Excelencia – respondió el caballero. A continuación pasó a informar en detalle de los eventos acontecidos durante la estancia en la Guarida de Litvart. - Hmm… ya veo – dijo el Duque Kanus acariciándose el cuidado bigote. Los demás caballeros también se mostraban sorprendidos porque un extranjero, y no un nativo de Versailles, hubiese hecho tan buen trabajo. Los NPCs se reconocían como oriundos del continente, y a los usuarios como hombres libres enviados por Gaea, el Vidente Sagrado. Tenían emociones, y hablaban y actuaban como si fuesen reales gracias a una avanzada inteligencia artificial. - Un buen hombre, desde luego. Lord Midvale, ¿Por qué no le reclutaste para el Ejército de Rosenheim? – preguntó el Duque. - Le ofrecí dos veces puestos de oficial, pero ambas veces dijo que quería mantener su libertad para acabar con los monstruos a su criterio – contestó Sir Midvale.

- Entiendo, un hombre libre – comentó el Duque Kanus, impresionado. - Si, Su Excelencia. Aunque no pertenece a nuestro Reino, me da la impresión que es un hombre que volverá a proteger Rosenheim – dijo Sir Midvale. - Si tú lo dices, seguro que volveremos a ver su espada a nuestro lado algún día – dijo el Duque, abandonando el tema sobre la Guarida de Litvart y pasando al siguiente. * * * * * De camino a Darius, Weed se detuvo en una tienda. - ¿Weed-nim, por qué nos hemos parado aquí? - Ahora verán. La tienda estaba abarrotada de clientes. Principalmente recaderos de los diferentes restaurantes de la Ciudadela. Un chico, vestido con lo que parecía ser un traje de mensajero, gritó: - ¡Quiero unas buenas pechugas! - Buajajaja, estás en el lugar equivocado, semental. El burdel está en la próxima esquina. Esperó que tengas un carné – respondió el tendero. - Joder. ¡Lo que quiero son pechugas de pollo! – el chico hizo una mueca de disgusto. Pero el tendero, en cambio, no dejaba de sonreír. - ¿Solo pechugas de pollo? ¿No necesitas huevos también? - Ups, me olvidaba. Huevos también.

- Pues tendrás que esperar a que las gallinas pongan. - ¿Y el pollo? - Cuando los huevos se abran, señor. Irene se rio ante el intercambio entre el tendero y el recadero. - Que chico tan gracioso. - Supongo que trabaja para un restaurante porque no puede salir de la Ciudadela estas primeras cuatro semanas. - Mala elección. ¿Por qué habrá decidido trabajar en un restaurante, donde no hay gran cosa que aprender? – para Pale, hacer carrera en un restaurante no era buena idea. A los novatos se les recomendaba tomar trabajos bien pagados, o en el caso de los aspirantes a hechicero, leer y aprender todo lo posible en una biblioteca. Era así para que pudiesen comprar mejor equipo con el que cazar más fácilmente y subir más rápido de nivel la larga. Pero Weed no estaba de acuerdo con esa opinión. - Si trabajas en un restaurante, puedes aprender la habilidad Cocina. Vale la pena – dijo. - Lo sé, ¿Pero de qué sirve aprender una habilidad inútil como Cocina? Si compras pan de centeno procesado, te puede durar un mes – replicó Pale. - Tiene razón. ¿Para qué aprender como cocinar cuando es fácil aumentar tu nivel de satisfacción? – preguntó Surka. A Weed, Surka y Pale le parecían estúpidos y hasta infantiles. Subestimaban la habilidad de Cocina tanto como habían despreciado el Dominio de la

Escultura, sin saber el gran impacto que las buenas comidas podían tener sobre los atributos. Esta gente no sabe lo que es una vida de pobre, pensó. Los ojos de Weed se oscurecieron. Quienes han pasado periodos de dificultades económicas no subestimarían el significado de la habilidad Cocina. Imagina que te ves obligado a comer solo pan de centeno cuando estás cazando en el campo. Si eres un novato con un nivel bajo, y tienes poco dinero, aguantas porque no tienes otra opción. Pero en cuanto tu nivel alcanza cierto punto en que puedes permitirte una buena comida, tu lengua rechaza automáticamente el pan de centeno. En realidad, hasta Pale empezaba a tener problemas llevándose el pan de centeno a la boca. En el fondo, toda la gente es igual. Tienen la misma lista de deseos, y a medida que los van cumpliendo, la lista crece sola. Particularmente, las necesidades básicas de una casa, las ropas y la comida son inseparables de la misma vida. Lo que es más, la habilidad Cocina funcionaba en la realidad. A medida que la habilidad mejora, recibes una lista de recetas basadas en los ingredientes con los que cuentas. Puedes probar nuevas recetas en la VR que se quedarán en tu cabeza cuando te desconectes. Si dominas la habilidad al menos hasta el nivel experto, nunca tendrás que preocuparte por buscar un trabajo, porque cualquier restaurante te recibiría con los brazos abiertos. VR. Significaba que la realidad estaba copiada con precisión en este mundo imaginario. En otras palabras, lo que se aprendía aquí, también funcionaba en la realidad. Así de detallado y realista era Royal Road. Por supuesto, la mayoría de los jugadores que no se molestan aprendiendo habilidades artesanales tanto como Weed nunca comprenderán como es en verdad hasta que lo experimenten por ellos mismos. Me pregunto si alguna vez lo intentarán. Weed anticipaba que el valor de la habilidad aumentaría a medida que los jugadores llegasen a las centenas de niveles.

Las comidas que Weed preparaba con su habilidad de Cocina básica tenían un efecto beneficioso en los PV, ¿Qué efecto tendrían los platos de un maestro? Estoy seguro que hasta una pareja felizmente casada se matarían para poder probar un poco de un plato así. No solo el sabor de la comida, también el efecto adicional tendría que ser algo excepcional. ¡Duro e insípido pan de centeno de 3 monedas de cobre contra un plato de cocina francesa que mejora tus atributos! La competición había terminado antes de empezar. Weed se imaginaba que los platos preparados por un gran chef podrían venderse por un verdadero montón de dinero. Pensaba que el valor de las estatuas como algo superficial no cambiaría por mucho tiempo que pasase, pero que la habilidad Cocina, mientras fuese una parte integral de la vida, nunca perdería su influencia en el día a día. En algún momento los primeros puestos empezarían a buscar la mejor comida que pudiesen encontrar, y entonces el valor de los cocineros profesionales se dispararía. Bueno, puede que algunos ya lo hayan previsto. Los cocineros son uno de los grupos que más celosamente protegen sus secretos profesionales. Deben estar creando sus propias recetas y mejorando su habilidad. Se volvió hacia sus compañeros con gesto serio, y les dijo: - Entiendo que no aprecien las habilidades artesanales en general. Las de combate son importantes. Pero creo que llegará el momento en que las habilidades de producción terminarán siendo las más importantes. Todas las artesanías tienen algo en común, y además también mejoran y ayudan en la capacidad de combate del avatar. Les sugiero que aprendan, por lo menos, la de Cocina. Al fin y al cabo, es algo esencial en el día a día.

- … - Lo siento – dijo Surka con voz baja. - Olvidaba que eres un escultor, y sin pensarlo empecé a criticar a los artesanos. Lo siento mucho – dijo Pale también. Surka, Pale e Irene estaban avergonzados. Pensaban que Weed se había enfadado porque habían estado subestimando la habilidad Cocina, una de las artesanías, en su cara. No era esa mi intención. Me habéis malinterpretado. Weed sacudió la cabeza. No importaba cuánto se esforzase en explicárselo, no lo entenderían hasta que no se viesen en la necesidad. La tienda tenía un ambiente agradable, ya que la mayoría de los clientes eran habituales. Weed se abrió camino entre la multitud y se dirigió al mostrador. - Buenas – dijo. - Buenas. He oído lo que decías. ¡Creo que tienes razón sobre la Cocina! – dijo el tendero. - Gracias. - Tu cara me resulta familiar. - Es posible. Vine a comprar hace unos pocos días.

Cuando Weed estaba mejorando su Dominio de la Escultura y su Cocina a la vez, había ido solo a esta tienda para comprar alimentos en cantidad, por una simple razón, sus bajos precios. La mejor manera de maximizar los beneficios es siempre minimizar los costes comprando grandes cantidades de materiales a la vez con un descuento. Weed siempre había comprado en esta tienda, pero era la primera vez que hablaba con el tendero. - Será eso. Gracias por venir a mi tienda. Por cierto, ¿Estás siguiendo el camino de la Cocina? - No, mi clase principal no es la de cocinero, pero conozco muy bien su valor. - Está bien. ¿Qué puedo hacer por ti? – los ojos del tendero refulgieron, evaluando a Weed. Weed ya había comprendido, por su conversación con el recadero, que el otro tenía que ser también un jugador. - Especias y salsas. - Hmm. Hay muchos tipos de especias – respondió el tendero – Sal, azúcar y pimienta, y puedo mostrarte algunas especialidades locales interesantes, como especias de las tierra de los elfos, y botellas de savia extraída de ciertas plantas del norte. En el amplio continente, había una gran cantidad de objetos con sabores propios que los granjeros cosechaban y eran transportados en caravanas. - No busco nada especial, solo lo básico. - Perfecto. Solo los tontos que buscan impresionar a los demás hacen pedidos especiales. ¿Sobre la calidad? - Por supuesto, la mejor.

- ¿Cuánto? Weed recontó el dinero que tenía. Aún no había vendido alguno de los metales que tenía, salvo la plata que había reunido de las reinas gusano. Los estaba reservando para el futuro, cuando mejorase su habilidad de Reparar lo bastante como para reducirlos. - Tengo veintisiete monedas de oro. Esa cantidad – dijo tras hacer cuentas. - Muy bien, te daré un pequeño extra – respondió el tendero. Cuando los compañeros de Weed oyeron la conversación entre él y el tendero sintieron que entre ambos existía una sensación de entendimiento y respeto, como si un par de viejos compañeros de copas se acabasen de encontrar. De hecho, el tendero era uno de los que habían emprendido el camino de la Cocina. Cuando vio a Weed, comprendió que en la última oleada había aparecido un buen rival. Weed también reconocía al tendero como alguien que había empezado antes que él en ese camino, por lo que se entendían con pocas palabras. Bastaba con el contacto visual. Se guardó las especias en la mochila. Satisfecho con los preparativos para el nuevo viaje, se dirigió al campamento de la fuerza de asalto de Darius junto con sus compañeros. * * * * * La fuerza de asalto al Poblado Baran ya era el principal tema de conversación en la ciudad, por lo que muchos jugadores habían estado dispuestos a unirse a la misión.

Darius estaba sentado en una pequeña silla, entrevistando a los aspirantes. - Siguiente. - Hola, me llamo Cochran. Arquero de nivel 68. Soy bueno con Tiro Múltiple, y mi arma es un Arco de Lassante. - Aprobado. Los siguientes eran el equipo de Weed, con Pale como cabecilla, que habló nervioso con Darius. Pale hablaba como representante de su equipo. - Todos estamos en el mismo equipo. Niveles cincuenta. Clérigo, maga de combate especializada en fuego, explorador, monje y… – Pale tartamudeó al ir a presentar a Weed porque temía que, al mencionar que Weed era un escultor, Darius pudiese enfadarse y rechazar al grupo. - Hmm… es un equipo equilibrado. Genial. Y él… – Darius señaló a Weed, y le preguntó a Pale – ¿También pertenece a tu equipo? - Si - Cinco en total. Con eso se completan los últimos puestos de mi ejército. - Entonces… - ¿Quieren unirse a la misión de reconquista del Poblado Baran? – preguntó Darius, y una ventana apareció ante los ojos de Weed.

Fuerza de Asalto al Poblado Baran.

Más allá de las fronteras del Reino de Rosenheim hay un mundo de bestias salvajes. A pesar de que se construyeron muros y se envía a las tropas para

expulsar a los monstruos que cada año asaltan la patria, esta vez hubo un fallo en las defensas, y una oleada de monstruos se asentó en el Poblado Baran.

Con la ayuda de los soldados de Rosenheim, salva el Poblado Baran de la calamidad, y destroza los monstruos.Nivel de DificultadBLimitaciones Completar en un plazo máximo de 30 días. Pale habló con una gran sonrisa. - Claro. - Yo también quiero unirme. - Y yo. - Gracias por invitarme. - Si – Weed fue el último en unirse. Has aceptado la misión. - Muy bien, en marcha. Darius se puso en pie de un salto y gritó: - ¡Chicos de la fuerza de asalto, por aquí! ¡Estamos todos! ¡Nos vamos! * * * * *

No hubo ceremonia de despedida para la fuerza de asalto enviada al Poblado Baran. Solo algunas personas que conocían a algún miembro de la tropa sacudiendo la mano en señal de despedida. 300 jugadores, con atuendos coloridos, marcharon hacia la Provincia del Sur por la Puerta del Sur: destino, Poblado Baran. Pretendían recuperar el poblado que había caído bajo las garras de los hombres-lagarto. - Jeje. Nunca había estado tan lejos de la Ciudadela. ¡Es como un viaje escolar! – dijo Romuna. - Creo que nos teníamos que haber traído algo de comer – respondió Irene. Las chicas estaban hablando animadamente. ¡Aire fresco y un día soleado! Era un día perfecto para una excursión. Lobos y leones, aterrorizados por el tamaño del grupo, desaparecían de su camino, asegurando la seguridad del viaje. Mientras los compañeros de Weed hablaban relajadamente, disfrutando de la charla, él estaba examinando a los demás grupos, desde qué vestían a su equipamiento. La media de los jugadores en la fuerza de asalto está entre 40 y 60. Por lo que he oído, el de Darius es ciento cuarenta y algo. Darius tenía 5 compañeros, 3 guerreros con espada, un ladrón y un guerrero normal. Supongo que tendrán más o menos los mismos niveles. Weed determinó que Darius había formado el batallón con cualquiera que se presentase y cumpliese con los requisitos básicos hasta tener los 300 requeridos.

Había empezado a sospecharlo cuando se presentó para la misión, al ver la forma relajada en que les aceptaba. En el caso de Weed, ni se había molestado en preguntar ni su clase ni su nivel. Supongo que quiere acabar con todo esto lo antes posible. Hay un montón de recompensas en juego. Una sensación de alarma se iba abriendo paso en sus ideas. Había investigado sobre Darius, el líder de la fuerza de asalto, justo después de que Pale le propusiese la idea. Darius tenía una mala reputación. Era un hecho conocido que haría lo que fuese necesario para su propio interés. - Chicos, escuchen – dijo en voz baja. - ¿Eh? – a Surka le extrañó la actitud de Weed. - Cuando lleguemos a Poblado Baran no deberíamos confiar en nadie. - ¿Qué quieres decir con eso? – preguntó Romuna. - Que estamos por nuestra cuenta – respondió él. Pale miró alrededor, como si acabase de despertar tras oír el comentario de Weed, y se mostró de acuerdo. - Entiendo lo que quieres decir, Weed-nim. - ¿Qué pasa? No lo entiendo – insistió Surka. Weed le miró con el ceño fruncido. - ¿Conocemos a alguien más de la fuerza de asalto?

- No – respondió ella. - ¿Quieres decir que si logramos un buen objeto alguien podría matarnos para intentar quedárselo? – preguntó Irene. La pregunta pilló a los demás por sorpresa. Surka y Romuna incluso parecían asustadas. - No es eso a lo que me refiero, pero claro, es posible. Pero no creo que haya nadie tan descarado como para pasarse tanto delante de todos estos testigos en la fuerza de asalto. Si recibe la marca del asesino por matarnos, se convertiría en un enemigo público delante de miles de personas, y le matarían en un acto de venganza. Además, Darius no lo permitiría, porque pondría en duda su autoridad. - ¿Entonces qué es lo que te preocupa? – preguntó Romuna. - El problema es que no tenemos a nadie en quién confiar – explicó. Weed llevó a su grupo a cierta distancia del grueso de las tropas para que no les escuchasen, y añadió. - A pesar de nuestros bajos niveles vamos a enfrentarnos con un buen número de monstruos. - ¡Exacto! ¿No es por eso por lo que se han reunido trescientos jugadores para la misión, y tomados prestados doscientos NPCs del Ejército de Rosenheim? Cuando esto termine, habremos ganado experiencia y fama – dijo Surka. - Y he aquí la pregunta. ¿Cómo lucharemos cuando empiece la lucha? – preguntó Weed – Si, tenemos un montón de gente, pero somos un puñado de desconocidos que no sabemos nada los unos de los otros. No conocemos las habilidades de ese explorador. No sabemos si el mago a su lado es realmente un mago, o un impostor disfrazado. Imagínate que los hombres-lagarto nos atacan por sorpresa, ¿Cómo reaccionarán? ¿Cómo podemos hacerles frente y contraatacar?

- ¿Y qué tiene eso de malo? Se supone que los asaltos son así, ¿No? – preguntó Irene. Al oír la pregunta, Pale meneó la cabeza. - La mayoría de los asaltos consisten en matar un cierto número de monstruos, o acabar con la amenaza en un área definida – explicó – No he oído mucho sobre batallas a gran escala contra los monstruos en campo abierto como esta misión. Contamos con trescientos jugadores y doscientos soldados, pero cuando empiece el combate, estaremos separados en secciones con nuestros compañeros de equipo. - Eso significa… - Irene-nim, los números no siempre son absolutos – empezó a explicar Weed – Trescientos usuarios y doscientos soldados no garantizan que se pueda contar con un ejército de quinientos hombres. Si nos imponemos a los monstruos, no habrá problemas. Pero si nos encontramos con un inesperado giro de los acontecimientos, nos derrumbaremos como un castillo de naipes. Deberíamos tener cuidado. Además, Darius había estado demasiado obsesionado por obtener una victoria rápida. Al haber muchos jugadores dispuestos a unirse a la misión, él hubiese aceptado jugadores de alto nivel para disminuir el riesgo de que todo se viniese abajo en una emergencia… aunque en ese caso el equipo de Weed no se hubiese podido unir. Pero Darius estaba determinado a hacerse con todos los puntos de servicios públicos, por lo que había rechazado a cualquier jugador con un nivel superior a 100. En cambio, había cargado las filas con jugadores de bajo nivel. También había ordenado a los soldados de Rosenheim que se quedasen atrás y siguiesen al cuerpo principal a cierta distancia. Apuesto a que le preocupa que los soldados puedan obtener algunos XPs y fama que le corresponderían a él.

Si Weed hubiese liderado las tropas para la misión, hubiese hecho justo lo contrario. Hubiese descartado a los 300 jugadores, y en su lugar hubiese aprovechado a los 200 soldados de Rosenheim. Si hubiese comandado a los NPCs para que destruyesen la banda de hombres-lagarto, su reputación y su Carisma habrían aumentado. Hay muchas formas de ganar fama o XPs, pero el atributo Carisma necesitaba este tipo de oportunidades para crecer más rápidamente. Una vez más, Weed avisó a sus compañeros que tuviesen cuidado. * * * * * La tropa se detenía de vez en cuando para descansar y comer. Los jugadores de la fuerza de asalto masticaban la comida seca que habían comprado, o preparaban almuerzos ligeros. Los soldados de Rosenheim mantenían un plan de 3 comidas diarias. - ¿Qué vamos a hacer con las comidas? – preguntó Surka. Pale y Surka miraron a Weed mientras hablaban sobre la próxima comida. Sabían, por la conversación que habían seguido el día anterior en la tienda que Weed era bueno cocinando. Weed se ofreció a demostrarles su habilidad Cocina. - Yo me encargaré de nuestras comidas. Pale-nim, ¿Podrías cazar conejos o ciervos? Al menos dos de cada uno. - Sin problemas – respondió el arquero.

Pale cogió su arco, y poco después estaba de regreso con 3 conejos y 2 ciervos. Como explorador especializado con el arco, ya podía dispararle a un conejo con una certeza de impacto del 100%. - Ahora les prepararé un plato delicioso – dijo Weed. Weed encendió un fuego, peló la piel de los conejos y los ciervos, los atravesó con unos palos y los puso encima del fuego. A medida que los iba girando lentamente, iba esparciéndoles sal y pimienta. - Uahh, que buena pinta – exclamó Surka. - ¿Ya podemos comer? – preguntó Irene. Ambas estaban babeando por el olor de las carnes asadas… la tentación era casi irresistible. Weed ya había cautivado las lenguas y los estómagos de Sir Midvale y sus hombres en La Guarida de Litvart. Habían devorado sus estofados como una manada de lobos hambrientos, y hasta rebañaban los pocos restos que hubiesen podido quedar en las cazuelas. Comparado con esos días, su habilidad intermedia Artesanía añadía profundidad al sabor de sus platos, y el atributo Arte hacía que resultasen incluso más apetitosos. Hasta el palo que atravesaba los ciervos desde la boca hasta los cuartos traseros para mantenerlos sobre el fuego tenía buena pinta. - Por favor, sírvanse – dijo cuando vio que ya había torturado suficiente a sus compañeros con la visión de la comida. Como dice el dicho, el hambre es la mejor de las especias. *ÑAM*

En cuanto Weed les dio su aprobación a los demás, estos se apresuraron hacia la barbacoa y empezaron a arrancar la carne de los huesos y a llevársela a la boca. - ¡Ohh… esta taaaaaaaan bueno! – gritó Surka. - Eres el mejor, Weed-nim – dijo Romuna, levantando el pulgar con la mano llena de grasa. Su boca estaba cubierta de grasa amarillenta. Aparentemente sucumbiendo a uno de los 7 pecados capitales, la gula, Irene se estaba comiendo un conejo entero, y Pale estaba ocupado atacando una de las patas traseras de uno de los ciervos. Hasta estaban chupando los huesos. - Gracias, Weed-nim. Encantados por la espléndida comida, no dejaban de alagar a Weed una y otra vez. - No es nada – Weed miró alrededor y vio que muchos de los demás jugadores se habían reunido alrededor de su equipo sin que se hubiesen dado cuenta. - Tiene buena pinta… - Y que lo digas… - ¡Qué envidia me dan! Entre los miembros de la fuerza de asalto, el apetito de los observadores estaba siendo aguijoneado incluso más al ver a Irene y Romuna quienes estaban disfrutando como nunca antes. - ¿Les importa si cojo un poco? – preguntó un hombre. Weed distribuyó la comida entre los demás.

- Sírvete, pero la próxima vez deberías traer algo de carne. - Oh, muchas gracias – recibieron agradecidos la comida. Pero esta se acabó después de que unos pocos se les uniesen. Weed empezó a trabajar más duro en la siguiente comida, ya que muchos jugadores se le acercaban con carne y le pedían que se la preparase. De hecho, algunos sabían cocinar. Se habían visto obligados a prepararse la comida cuando se les acababa la carne seca cuando iban a algunas misiones de caza. Por decirlo de forma simple, el 80% de las tropas eran hombres. Odiaban las mundanas labores de la cocina, como pelar patatas y cortar cebollas. Y lo mismo ocurría con las jugadoras. Incluso aquellos que habían aprendido la habilidad Cocina preferían reunir la carne y dársela a Weed para que se la preparase a cocinarla ellos mismos. - Lo siento. Te debo una – dijo un hombre el segundo día de viaje. - No, no es nada. No te preocupes. Lo hago por diversión – respondió Weed. - Pero… - ¿Te resulta incómodo? ¿Y si hacemos un trato? Si quieres compensarme para no sentirte culpable ni que me debes nada, puedes pagarme por la comida. Por las especias y las salsas, ¿Sabes? – propuso. - Eso me gusta más. Así no me sentiría incómodo. ¡Un gran trabajo secundario! Weed empezó a cobrar una pequeña tarifa por cocinar. Por supuesto, era bastante superior a los costes de las especias y las salsas, pero nadie se quejó porque aún estaba dentro de lo aceptable.

Cuando la tropa se detuvo en una ciudad en el viaje hacia el Poblado Baran, Weed compró una gran cantidad de alimentos en una tienda local. Necesitaba actualizar sus recetas para mejorar su habilidad Cocina más rápidamente. Además, los nuevos menús que nunca antes había intentado hacer siempre eran bien recibidos por sus clientes. Siempre estaba ocupado: durante la marcha trabajaba en los alimentos que había comprado en la tienda, y en los descansos, cocinaba. El Cuchillo de Tallar de Zahab, además de para su uso original, era perfecto para pelar patatas. Bueno, al fin y al cabo tallar y pelar son bastante parecidos. Las comidas que preparaba por lo general aumentaban la vida de quien la comía en un 5%, y como su Artesanía estaba en nivel intermedio, además daban otros beneficios. El nivel intermedio de la Artesanía ofrecía efectos adicionales de un aumento del 30% en su Dominio de la Espada, y del 50% en la Cocina. Por lo tanto, el efecto final sobre los PV era el de un aumento del 7%. Podía sonar como algo trivial, pero esa diferencia podía salvar una vida en medio de una batalla caótica en que siempre podías recibir un golpe por la espalda en cualquier momento. Unas caras familiares se acercaron a Weed, que estaba concentrado cocinando. Vestían los uniformes del Ejército de Rosenheim. - ¡Comandante! Solo unos pocos NPCs llamarían a Weed con ese título. Dejó de cortar la carne, levantó la cabeza, y reconoció las caras que tenía delante. - Son… – empezó a decir.

- ¡Saludos! ¡Saluden al Comandante! Eran Becker, Hosram y Dale, los hermanos de armas con los que Weed había estado luchando en la Guarida de Litvart. - ¿Cómo están? – les preguntó. - Nos promovieron a decuriones, Comandante – respondió Becker. Cuando los soldados que Weed había adiestrado a conciencia fueron promovidos a decuriones, no pudieron regresar a sus regimientos originales. Por eso, las autoridades militares les habían asignado los nuevos reclutas y otra misión. - Supongo que les han ordenado unirse a la fuerza de asalto del Poblado Baran – dijo Weed. - Si, Comandante – respondió Dale – Una vez que la misión esté completa, estaremos asignados en el poblado para asegurar el área circundante. Algunos de los antiguos subordinados de Weed, Buran incluido, habían sido puestos bajo el mando de Sir Midvale, pero el resto, que eran ahora decuriones, estaban sirviendo actualmente en la fuerza de asalto. Había sido la nariz de perro de Becker la que había notado el olor de la cocina de Weed y lo había seguido hasta dar con su antiguo comandante. - Jeje – dijo Hosram. - Echamos de menos sus comidas, Comandante – añadió Becker. - Lamento que esta vez no estemos bajo su mando, pero, ¿No nos va a demostrar que la vieja camaradería nunca muere? Dijeron los viejos subordinados con cara de hambre.

- ¿Cómo es que conoce a soldados de Rosenheim? - Y no son meros soldados. Parecen decuriones. - Acaban de llamarle Comandante. Surka y Pale no podían ocultar su sorpresa. Un decurión era un puesto bastante respetable, y los niveles habituales de los decuriones parecían ligeramente superiores a los suyos. - Muy bien. Aquí tienen. Weed sirvió sin reservas lo que había estado preparando a sus antiguos subordinados. No hace falta decir que a partir de ese momento los alimentos destinados a la comida de los soldados empezaron a desviarse hacia Weed. * * * * * A las tropas les llevó exactamente 10 días a pie llegar hasta su destino. Weed había tenido la impresión de mejorar su habilidad Cocina en el trayecto. Para alcanzar el nivel intermedio, no solo requería ser apto con la habilidad, sino una inconmensurable cantidad de esfuerzo. En los días de la Guarida de Litvart, Weed había estado sirviendo a 32 hombres 3 veces al día, lo que sumaban 96 servicios cada día, acumulando un total de unos 3.000 platos de estofado. A continuación había montado un puesto al aire libre en el que preparaba y vendía comida en el centro de la Ciudadela. Ahora estaba alimentando cientos de bocas en el viaje, contaba que al menos había servido unos 10.000 platos. Suponiendo que un hombre come 3 veces al día, son 90 comidas al mes, lo que viene a ser unas 1.080 comidas al año.

Weed había hecho comida suficiente como para que un solo hombre comiese durante 10 años, solo para poder alcanzar el nivel intermedio de la habilidad Cocina, así que si no pillas la idea, es que estás muy perdido. Cocinar como hobby no era comparable a preparar miles de platos para ganar experiencia en la habilidad. Aunque el Dominio de la Escultura era lo mejor para mejorar la Artesanía, Weed temía que pudiese atraer una atención indeseada si se ponía a tallar estatuas en el camino. Cocinar podía pasar más inadvertido, generando dinero y ganándose gratitudes, cuando no respeto, de los demás. * * * * * Las tropas por fin podían ver el Poblado Baran. - Ya casi hemos llegado. - ¿Qué tipo de monstruos crees que habrá? No veo la hora de empezar a luchar. Charlando tranquilamente, Irene y Surka recorrían el camino, mientras que Weed, que ya había terminado de cocinar, levantaba la mirada hacia el cielo. No había nada salvo nubes navegando por el cielo azul. Lo sabía. La Ciudad del Cielo no es más que un mito. Me dejé llevar por una estúpida leyenda. Poblado Baran… el libro decía que era el último sitio con alguna conexión con la Ciudad del Cielo. Por eso me uní a esta expedición, pero me equivoqué. Una pequeña esperanza se desvanecía Cuando la tropa se acercó al poblado, Darius gritó.

- ¡Alto! Había señalado una parada absoluta. Cuando Weed, que se había encontrado en la parte de atrás del ejército, se acercó al frente, vio a un anciano con ropas hechas jirones y una docena de niños tambaleantes junto a la tropa. - ¿Qué es lo que quieres? – preguntó Darius; ni siquiera se había bajado del caballo. Darius y sus compañeros eran los únicos a caballo. - Saludos, oh respetable Comandante. Somos los supervivientes del Poblado Baran – explicó el anciano – mi nombre es Ghandilva, y era el anciano del poblado. Hace poco envié a Jackson con las noticias de la calamidad que había asolado a mi gente a Su Majestad pidiendo ayuda. Espero que vos seáis quien nos libere de nuestras miserias. - Así es – respondió Darius. Ghandilva, el anciano del Poblado Baran, y los aterrorizados críos que le seguían habían escapado del poblado con él cuando había sido invadido por los hombres lagarto. - Muy pronto habremos recuperado el Poblado Baran. Así que ponte cómodo y espera un poco más a las buenas noticias. - Me alegro de oírlo, respetado Comandante. Por cierto, tengo una petición personal… – dijo Ghandilva. - ¿Cuál es? - Por favor, rescatad a mi gente, capturada por esas despreciables criaturas. Es el último deseo de este humilde anciano. Los ojos de Darius adquirieron un nuevo brillo. - ¿Es una misión?

- Si, es la misión de mi poblado, oh respetable Comandante – dijo Ghandilva. - ¿Y qué recompensas puedes ofrecerme? Como jugador de alto nivel, Darius no se lanzaba a por la primera misión que le ofrecían. Había demasiadas misiones por ahí, y muchas de ellas no eran más que una pérdida de tiempo. Ghandilva puso una cara derrotada. - No tenemos nada de valor que ofreceros, señor. Todo lo que puedo ofreceros es esto… – mostró una simple semilla. - Eso me parecía. ¿Qué recompensas podría esperar de un viejo que pierde su poblado ante un patético grupo de hombres-lagarto? Ni tesoros ni objetos – dijo Darius. Darius se rio con frialdad. El viejo solo había venido a causar problemas antes de que empezase a expulsar a los hombres-lagarto del poblado. - Entonces recuperaré rápidamente el poblado, y si tenemos tiempo libre después de la batalla, yo personalmente me encargaré de que algunas tropas sean enviadas a rescatar a los cautivos – dijo el comandante de la expedición – No podemos perder tiempo pensando que los rehenes de los hombres-lagartos puedan seguir aún vivos. No pongas a prueba mi paciencia, viejo. Darius se alejó al trote de malos modos de Ghandilva. Algunos jugadores de la fuerza de asalto maldijeron el nombre de su líder en voz baja, pero ninguno se atrevió a adelantarse a ayudar al anciano. Ghandilva estaba sumido en la desesperación. Pero en ese momento, alguien cogió las manos arrugadas. Ese alguien era Weed