linguistica general y descriptiva
TRANSCRIPT
Universidad Nacional de Loja -AEAC 1
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
ÁREA DE LA EDUCACIÓN, ARTE Y LA COMUNICACIÓNÁREA DE LA EDUCACIÓN, ARTE Y LA COMUNICACIÓNÁREA DE LA EDUCACIÓN, ARTE Y LA COMUNICACIÓNÁREA DE LA EDUCACIÓN, ARTE Y LA COMUNICACIÓN
FUNCIÓN: FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOSFUNCIÓN: FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOSFUNCIÓN: FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOSFUNCIÓN: FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS
NIVEL DE PREGRADONIVEL DE PREGRADONIVEL DE PREGRADONIVEL DE PREGRADO
Seminario taller:
Lingüística General y Descriptiva MODULO MODULO MODULO MODULO TRESTRESTRESTRES :::: CARRERA DE LICENCIATURA
EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN,
MENCIÓNMENCIÓNMENCIÓNMENCIÓN :::: LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
DURACIÓNDURACIÓNDURACIÓNDURACIÓN :::: 50 HORAS
EQUIPO DE DISEÑO:
Dr. Ángel Ruque Ganashapa Mg. Sc. Dr. Benjamín Pinza Suárez Mg. Sc.
Dra. Enriqueta Andrade Maldonado Mg. Sc. Dr. Yovany Salazar Estrada Mg. Sc.
COORDINADORA DEL MÓDULO: Dra. Carmen Mercedes Quezada Mg. Sc.
LOJA-ECUADOR 2010 - 2011
Universidad Nacional de Loja -AEAC 2
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
1. PRESENTACIÓN:
El presente seminario taller, intenta ser una introducción a los temas fundamentales de la
lingüística general y descriptiva. Decimos fundamentales en cuanto que constituye el
punto de partida de la teoría de lenguaje propio de nuestro ciclo.
Cuando nos interesamos por la investigación lingüística en curso, quedamos asombrados
ante la multitud de cuestiones que se someten a estudio desde los más diversos puntos de
vista; esto lleva a fácilmente a creer que es poco menos que imposible encuadrar los
problemas lingüísticos en un cuerpo de doctrina bien definido, hay tantos criterios al
respecto. No obstante, si se parte de la consideración del lenguaje como sistema o más
exactamente, si se parte del concepto de "lengua" como estructura formal, aparece
enteramente viable una teoría lingüística de carácter general que no se pierda en
cuestiones de detalle; el panorama se esclarece y la temática forzosamente fundamental se
simplifica hasta reducirse a un número limitado de cuestiones. Dicho en otros términos:
un estudio introductorio de lingüística general y descriptiva debe explicar el puesto de la
lingüística como ciencia, el objeto de su investigación y su método, de modo que quede
patente qué es lo que se entiende hoy por ciencia de lenguaje.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 3
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
2 PROBLEMÁTICA.
Es frecuente la opinión, entre los profanos de que la lingüística trata del lenguaje,
entendiendo por lenguaje las lenguas; así el lingüista viene hacer lo mismo que un
entendido absoluto de la misma esto no es cierto. Esta idea vaga hay que corregirla
diciendo que si bien el ser políglota es muy provechoso, no por eso es uno ya lingüista.
Pero lingüista tampoco significa filólogo, cosa que también suele creerse; el filólogo
considera que el lenguaje más como un medio de conocimiento, que no como un fin en sí
mismo; al lingüista por el contrario, le interesa lo que el lenguaje es en sí, es decir, la
lengua; le interesa la función que tienen las palabras en el discurso o en la exposición oral
sea esta de cualquier tipo, con el fin de que el emisor haga llegar el mensaje debidamente
al receptor. Por eso la lingüística es la ciencia del lenguaje o, mejor aún la ciencia de la
lengua. Es entonces que alguien tal vez se preguntará qué es entonces la lengua. Esto es
justamente lo que nos proponemos esclarecer a medida de nuestras posibilidades, en el
presente seminario taller.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 4
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
3 JUSTIFICACIÓN:
El taller seminario: LINGÜÍSTICA GENERAL Y DESCRIPTIVA que nos proponemos
exponerlo en un espacio tan limitado de 50 horas se justifica en virtud de lo siguiente:
Los estudiantes de la carrera de LICENCIATURA EN CIENCIAS DE LA
EDUCACIÓN, MENCIÓN: LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA, necesitan,
indispensablemente conocer por lo menos los elementos de lingüística que les permita
más tarde ya en el mundo de la práctica y la docencia, refinar esos conocimientos para
convertirse en "dominadores" del idioma, sobre todo cuando se pretende formar docentes
especializados para la enseñanza de idiomas extranjeros.
Quizá de una manera arbitraria nos ha guiado en la selección y exposición de los temas
para descubrir los caminos para el análisis científico de la lengua, algunos colegas de
nuestro Centro de Estudios Superiores, así como lo proponen los autores que incursionan
en la moderna teoría lingüística Para alcanzar este objetivo los temas propuestos se van
exponiendo de lo más general a lo más especifico. No es una recopilación de cuestiones
inconexas, sino más bien una unidad bien trabada en y que cada una viene hacer base de
las siguientes.
Lamentablemente el tiempo muy escaso dado para este seminario taller nos impedirá,
cumplir a cabalidad, nuestro objetivo.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 5
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
OBJETIVOS:
GENERALES.
• Conocer las principales unidades de lenguaje y las interrelaciones de las
mismas
• Introducir al estudiante de la universidad, de una manera lógica y reflexiva al
mundo maravilloso del lenguaje
ESPECÍFICOS:
• Ofrecer la oportunidad para que el alumno pueda diferenciar con certeza los
principales elementos que contribuyen a la comunicación oral y escrita.
• Habituar a los estudiantes al cultivo de habilidades y destrezas para hablar con
claridad, precisión, corrección, propiedad y fluidez.
• Introducir al estudiante en el amplio campo de la expresión escrita para que
pueda manifestarse con propiedad, originalidad y expresividad.
• Dotar a los estudiantes de nociones y conocimientos lingüísticos básicos
que les faciliten el estudio y la investigación de problemas lingüísticos.
• Posibilitar el que los alumnos conozcan el desarrollo de las principales teorías
lingüísticas que han emergido, a través de la historia y que han influido en las
escuelas lingüísticas modernas en actual vigencia
• Analizar los mecanismos que rigen la lengua, así como las estructuras
fundamentales que sustenten el sistema.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 6
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
5 CONTENIDOS
a. La metodología del seminario taller en el sistema modular por objetos de
transformación SAMOT.
Primera parte
• La reflexión lingüística en la antigüedad y en la Edad Media
• Los estudios lingüísticos entre los siglos XVI al XVIII;
• La lingüística histórico comparada
• La lingüística en el siglo XX: el estructuralismo con Ferdinand de Saussure y
la escuela de Ginebra;
• El desarrollo del estructuralismo de Europa: La escuela de Praga y la escuela de
Copenhague;
• La lingüística Americana: Bloomfield, Morris. Halle, Kenneth Pike; Noam
Chomsky y la lingüística generativo-transformacional:
• El concepto de lenguaje, lengua y habla; y,
• El análisis morfosintáctico.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 7
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
6. METODOLOGÍA
Para la realización de este seminario taller se emplearán las metodologías, técnicas y
aquellas estrategias correspondientes al aprendizaje tanto activo individual y grupal
teniendo en cuenta mucho las actividades prácticas y más iniciativas que permitan
mejorar los niveles de participación de los alumnos de la especialidad.
Para este trabajo consideraremos las técnicas de estudio, la ejercitación oral y por
consiguiente la perfección escrita; nos servirán en" nuestro quehacer docente la
utilización de los organizadores gráficos.
Para la teorización se ha elaborado un compendio pasado en contenidos de lingüistas muy
calificados como Fernando Lázaro Carreter y José Antonio Collado, también se exponen
opiniones y experiencias del Coordinador de este Taller. Hemos intentado ser daros
siguiendo un criterio pedagógico. No en vano se dirige este trabajo en primer lugar a los
estudiantes universitarios que desean un conocimiento inicial de la lingüística moderna-
En la realización nos ha sido de gran utilidad la experiencia adquirida a lo largo de varios
años en la enseñanza de la asignatura.
Debido a esa experiencia la materia va tratada de modo que ha nuestro juicio, puede ser
más útil y más fácilmente asequible al nivel superior de nuestros estudiantes de letras.
Con este propósito no hemos reparado en ofrecer citas de autores de primera categoría,
comenzando desde luego por Saussure.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 8
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
7. EVALUACIÓN, ACREDITACIÓN Y CALIFICACIÓN
EVALUACIÓN
En cuanto a la evaluación hemos de seguir un proceso sistemático y continuo, y de sus
resultados nos permitirán reorientar el proceso.
ACREDITACIÓN
Para acreditar el seminario taller nuestros estudiantes cumplirán con las actividades
planificadas para lo cual tomarán en cuenta lo siguiente.
• Lectura analítica de los documentos elaboración de esquemas y más
organizadores gráficos.
• Exposición oral.
• Socialización de los temas
• Trabajos escritos permanentes
• Elaboración, sustentación y defensa de un trabajo final.
CALIFICACIÓN.
La calificación se establecerá según lo normado por la Universidad en una escala
cuantitativa entre 00 y 10 puntos.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 9
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
8. RECURSOS HUMANOS.
La coordinación del presente seminario taller estará a cargo de la Dra. Carmen Mercedes
Quezada, docente titular de la carrera de Lengua Castellana y Literatura.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 10
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
CONTENIDOS TEÓRICOS Y PRÁCTICOS DE APOYO AL DESARROLLO DEL
SEMINARIO TALLER LINGÜÍSTICA GENERAL Y DESCRIPTIVA.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 11
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
I
LA LINGÜISTICA COMO CIENCIA
EL OBJETO DB 1A LINGÜÍSTICA: EL LENGUAJE
Si reclamamos para la lingüística el predicado de «ciencia», habremos de definirla
como «el estudio científico del lenguaje humano». Mas esta definición general y simple,
formulada en numerosos tratados, carecería del valor informativo deseado sí no la
acompañásemos de una explicación adecuada. Esta explicación no se encuentra en
muchos -de esos tratados, tal vez por considerarla demasiado obvia. Sin embargo, precisar
desde el principio el concepto de lingüística como ciencia, así como el concepto de
lenguaje, parece ser cosa indispensable, tanto para delimitar los dominios de su
competencia, como para centrar el objetivo de sus investigaciones. Para lo cual es preciso
saber ante todo:
1) Qué se entiende en realidad por lenguaje.
2) Cuáles son los principios y métodos bajo los que se debe abordar el estudio del
lenguaje si tal estudio ha de alcanzar formalmente su objeto.
Dos son, pues, las tareas que se nos ofrecen a este propósito: la primera delimitar
el significado del término lenguaje, esclareciendo qué es lenguaje y qué no lo es; con lo
cual habremos ganado el objeto material de la lingüística; la segunda fijar el punto de
vista en la comprensión del lenguaje, un punto de vista que sea propio y exclusivo de
nuestra ciencia. Este punto de vista es, concretamente, la descripción o análisis de la
naturaleza del lenguaje, de su realidad interna (estructura) y de su funcionamiento, con lo
cual habremos ganado el objeto específico y el método propio de la lingüística.
Dado que el estudio del lenguaje puede interesar a muchas ciencias como objeto
parcial o marginal de sus investigaciones, es preciso, notar que el lenguaje es el objeto
total. único, de la lingüística, y que esta ciencia no se propone otro fin que analizarlo
científicamente. De aquí que la cuestión fundamental esté en saber qué se entiende en este
caso por «científico», o cómo será científico este estudio exclusivo del lenguaje.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 12
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Considerando Saussure los dominios de la lingüística como envueltos en una
nebulosa de ambigüedades (en su tiempo eran muchas las ciencias que reclamaban el len-
guaje como objeto propio suyo), dice que la tarea primordial de esta ciencia ha de ser
«deslindarse y definirse ella misma” y, como es natural, la del lingüista, «definir qué es lo
que hace de la lengua un sistema especial en el conjunto de los hechos semiológicos»1
Para esto opina Saussure, “es preciso colocarse desde el primer momento en el terreno de
la lengua y tomarla como norma de todas las otras manifestaciones del lenguaje»2. Pero
ya con anterioridad a él, G. von der Gabelentz había reclamado para la lingüística el rango
de ciencia autónoma con objeto y métodos propios. Gabelentz se expresa en estos
términos:
Cuando una ciencia acomete la tarea de definirse a sí misma, lo que está intentando es una justificación
previa de su existencia, lo cual viene a significar que reclama para sí determinados derechos.
Una ciencia tiene derecho a poseer un puesto especial entre las demás cuando ninguna otra puede
disputarle su objeto. Este requisito lo cumple la lingüística plenamente...; lo único que necesita es cobrar
conciencia exacta de su punto de vista. La ciencia del lenguaje se propone como objeto el conocimiento de la lengua en función de misma; su
objeto es toda lengua humana, todas las lenguas, las de los salvajes lo mismo que las de los pueblos
cultivados..., los más pequeños dialectos tanto como las grandes "familias de lenguas. Y quiere analizar
este su objeto desde todos sus aspectos3.
Estas afirmaciones implican una toma de posición muy definida, y llevan consigo
el adoptar como objeto de investigación el fenómeno lingüístico en su realidad más
inmediata.
Partiendo de aquí, Martinet puntualiza el significado de «científico» aplicado a la
lingüística como opuesto a «prescriptivo». Lo prescriptivo en lingüística es algo
impuesto, venido de fuera y no emanado de la realidad interna del lenguaje lo científico
es lo estrictamente lingüístico tomado como dato de investigación. «Un estudio se llama
científico cuando se funda sobre la observación de los hechos y se abstiene de proponer una
selección entre estos hechos»4. La historia de la lingüística nos muestra que hasta época muy
1 . F. de Saussure, Curso de Lingüística General, Buenos Aires,1967, págs. 46 y 60 2 . Ibid, pág. 51 3 . G. von der Gabelentz, Die Sprachwissenschaft, Leipzig, 1901; reimpr, Tubinga, 1969,págs. 1,13,78 4 . A. Martinet, Elementos de lingüística general, Madrid, 1965, pág. 11
Universidad Nacional de Loja -AEAC 13
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
reciente los estudios lingüísticos se han realizado partiendo de principios normativos, externos,
sin atender a lo que es el lenguaje en sí mismo. Todos los estudios gramaticales, históricos,
filosóficos, sociológicos y psicológicos sobre el lenguaje desde la Antigüedad hasta principios del
siglo xx, han padecido este desenfoque de método. «El más notable logro de la lingüística
contemporánea es probablemente la afirmación definitiva de su derecho a erigirse en
disciplina completamente autónoma con objeto, propósitos y métodos propios»5.
Entre los representantes de la lingüística europea, es sin duda Hjelmslev quien con
más énfasis exige una fundamentación estrictamente científica del análisis lingüístico.
Según Hjelmslev, la elaboración de «una verdadera lingüística que sea algo más que una
ciencia auxiliar» exige «comprender el lenguaje no como un conglomerado de fenómenos
no lingüísticos (físicos, fisiológicos, psicológicos, lógicos, sociológicos), sino como una
totalidad autosuficiente, como una estructura sui generis». Sólo se puede someter el
lenguaje a tratamiento científico .construyendo «una teoría lingüística que descubra y
enuncie las premisas de tal lingüística, que establezca sus métodos e indique el camino».6
De lo contrario, aun cuando se haga al lenguaje objeto de investigación científica, no
pasará de ser un medio, pero nunca constituirá un fin en sí mismo, y el objeto de la
investigación se hallará fuera del lenguaje. Como todo proceso, el lenguaje tiene un
sistema subyacente que hace posible el tratamiento científico del mismo.
Entre los lingüistas americanos, es Bloomfield el primero que diseña dentro de un
plan preconcebido la teoría y técnica de la lingüística como ciencia precisa y definida7.
Supuesta la necesidad de este método científico propio de la lingüística, debemos
ahora precisar su objeto, el concepto de lenguaje, así como el aspecto bajo el cual esta
ciencia deberá tratarlo.
1) La lingüística es la ciencia del lenguaje; pero, ¿qué se entiende propiamente por
lenguaje? Es de nuevo Martinet quien nos ofrece unos puntos de vista claros y
enteramente utilizables a este propósito.
5 . A. Martinet. El lenguaje desde el punto de vista funcional. Madrid 1971, pág. 13. 6 . L. Hjelmslev, Prolegómenos a una teoría del lenguaje, Madrid, 1971, págs. 14-15 7 . L. Bloomfl , Language, 1933
Universidad Nacional de Loja -AEAC 14
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
«En el hablar ordinario, el 'lenguaje' designa propiamente la facultad que tienen
los hombres de entenderse por medio de signos vocales»8. Este es el sentido propio de la
expresión «lenguaje», fuera del cual existen usos impropios o metafóricos de la misma
expresión. En sentido general, lenguaje es todo lo que sirve para expresar o manifestar
algo, todo lo que puede ser interpretado de alguna manera; así se habla del lenguaje de los
cielos estrellados, del lenguaje de las flores, del lenguaje de las aves y de cualquier
animal. Posteriormente volveremos a tocar este punto cuando, al deslindar la lingüística de
sus ciencias afines, hablemos de la semiología como ciencia de todos los sistemas de
comunicación. El lenguaje a que ahora nos referimos, y que es objeto exclusivo de la
lingüística, es aquel que es facultad privativa del hombre. «El lenguaje que estudia el
lingüista es el del hombre».9
Si, según esto, podemos o debemos hacer una precisión en el empleo del término
lenguaje en cuanto facultad exclusiva del hombre, quiere decirse que este lenguaje
implica una modalidad específica a la que es ajeno todo otro tipo de lenguaje. «Este
lenguaje humano que se realiza bajo la forma de lenguas diversas, es, por cierto, el objeto
exclusivo de las investigaciones propiamente lingüísticas»10.
El lenguaje "propiamente dicho es la facultad comunicativa del hombre qué se
realiza en una pluralidad de lenguas. El objeto de la lingüística se concretiza, por tanto, en
las lenguas humanas que son el producto efectivo de la facultad del lenguaje. «No
conocernos el lenguaje sino bajo la forma de sus diversas modalidades, las lenguas» 11
Admitido este principio como procedimiento para definir el objeto general de la
lingüística, debemos dar un paso más y examinar los caracteres que distinguen al lenguaje
humano, a las lenguas humanas, como medio de comunicación propio y exclusivo del
hombre.
8 . A.. Martinet, La Lingüística synchronique, Paris. 1965, pág. 12 9 . A. Martinet, Elementos de lingüística general, Madrid, 1965, pág. 12 10 . A. Martinet. La Lingüística synchronique. París, 1965, pág. 12 11 . Ibid, pág. 12
Universidad Nacional de Loja -AEAC 15
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
La tarea de definir científicamente el término «lenguaje* consistirá, pues, en determinar los rasgos que caracterizan el lenguaje humano oponiéndolo a cualquier otra forma de comunicación que el lingüista como tal no se reconoce competente para observar o describir 12
Y puesto que el lenguaje no se manifiesta sino en una pluralidad de lenguas,
«descubrir los rasgos que caracterizan al lenguaje es, en efecto, deducir los que
caracterizan a toda lengua» 13 Se trata, por tanto, de un método inductivo: examinando el
mayor número posible de lenguas y extrayendo sus rasgos comunes, se establece que
«esos rasgos son los que deben existir en todo sistema de comunicación que aspire al
título de 'lengua'»14
Dichos rasgos son, según Martinet, los siguientes:
a) La arbitrariedad del signo. — Prescindiendo de todas las discusiones en torno a
esta cuestión, de las cuales nos ocuparemos en su lugar"15, es evidente que «éste es uno de
los rasgos que mejor parecen caracterizar el lenguaje humano»16. Sin embargo, este rasgo
no basta; no cualquier sistema de signos arbitrarios o convencionales puede ser objeto de
la lingüística (por ej., las señales de la circulación o los signos empleados en la
cartografía). De aquí la necesidad de buscar nuevos rasgos específicos del lenguaje
humano.
b) El lenguaje articulada. — Desde muy antiguo, y con anterioridad a todo
análisis científico, se ha puesto de relieve esta propiedad del lenguaje humano: el estar
formado por sonidos articulados constituyendo como una cadena o engranaje en que cada
sonido aislado posee un puesto fijo. En virtud de esta articulación parece distinguirse él
lenguaje humano de los sonidos inarticulados emitidos por los animales e incluso por el
hombre en determinadas circunstancias. Sin embargo, la percepción clara de esta
articulación del lenguaje es más bien resultado del conocimiento de sus valores
significativos; en tanto distinguimos con claridad los sonidos, o mejor dicho, los grupos
de sonidos, en cuanto que a través de ellos percibimos los contenidos significativos que 12 . Ibid, pág. 12 13 . Ibid, pág. 12 14 . Ibid. Pág. 12 15 Véase en el cap. “el signo lingüístico” el aparato sobre las propiedades del signo lingüístico. 16 . A. Martinet, La linguistique synchronique, pág. 14
Universidad Nacional de Loja -AEAC 16
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
comportan17, por el contrario, cuando oímos una lengua que nos es totalmente extraña,
apenas percibimos articulaciones de sonidos, sino una serie de ruidos que en ciertas
ocasiones asociamos a los ruidos o gritos emitidos por los animales. Por otra parte,
tampoco está totalmente excluido el que podamos distinguir una articulación en los gritos
o sonidos de los animales. Por esto, la expresión «lenguaje articulado» no viene a
significar en realidad otra cosa que lenguaje oral o vocal, es decir, un conjunto de signos
sonoros producidos por el aparato fonatorio.
c) La doble articulación.-—Este es, según Martinet, el rasgo que distingue
inconfundiblemente el lenguaje humano de todo otro sistema de comunicación por medio
de signos.
En efecto, «el lenguaje humano puede ser descrito como doblemente articulado en
unidades significativas (los .monemas) y en unidades distintivas (los fonemas)»18 .Las
unidades significativas son cada uno de los segmentos mínimos dotados de sentido. Las
unidades distintivas son cada uno de los segmentos no dotados de sentido, pero sí capaces
de determinar y variar la significación de las unidades significativas. Así, por ejemplo,
casa es una unidad significativa, y cada uno de los elementos fónicos de que consta son
sus unidades distintivas, pues basta con cambiar una sola de ellas, diciendo por ej. masa,
para obtener una unidad significativa distinta. La combinación de estas dos formas de
articulación determina la naturaleza específica del lenguaje humano, de modo que
«lengua» sólo puede llamarse aquel sistema de signos que ofrezca la doble articulación.
Según esto, la secuencia de sonidos vocales voy a mi casa es lenguaje humano por el
hecho de que sus elementos son analizables en la doble forma de articulación expuesta.
Hasta aquí la descripción del objeto material de la lingüística.
2) Pero también el lenguaje humano, tal y como lo hemos definido, es objeto de estudio
de otras ciencias dentro de los fines y métodos particulares de dichas ciencias. Por eso
debemos precisar ahora el aspecto especial bajo el que la lingüística considera el lenguaje,
17 . Teniendo en cuenta este hecho, Gabelentz define el lenguaje como “expresión articulada del
pensamiento mediante sonidos”, queriendo con ello decir que la articulación no se refiere directamente a los sonidos, sino al pensamiento se articula o analiza en secuencias de sonidos. Cf. Die Sprachwissenschaft, pág. 3,5-6
18 . A. Martinet, la linguistique synchronique, pág. 15
Universidad Nacional de Loja -AEAC 17
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
es decir, su objeto específico o formal. Este objeto es el lenguaje en el sentido de lengua o
sistema de signos con una estructura interna y un rendimiento funcional. El objetivo total
y único de la lingüística es analizar esta estructura y su funcionamiento, tanto en las
lenguas en general, como en cada lengua en particular, estableciendo para ello los
principios pertinentes. Bajo este aspecto no puede considerar al lenguaje humano
ninguna otra ciencia.
Al proponerse Saussure la cuestión del objeto específico de la lingüística, parece
no hallar un criterio adecuado debido a la dificultad de deslindar la complejidad de los
fenómenos lingüísticos; sus formulaciones son con frecuencia imprecisas. Primero dice
que «la materia de la lingüística está constituida por todas las manifestaciones del len-
guaje humano», con lo cual quiere dar a entender (recogiendo la sugerencia de Gabelentz)
que la lingüística debe ocuparse de cualquier clase de lenguas, ya sean cultas, o incultas,
antiguas o modernas, y de todas las formas de expresión, ya sean correctas o incorrectas.19
Luego, al querer precisar el punto de vista del análisis lingüístico, echa de ver la di-
versidad de aspectos que presenta el lenguaje, hasta tal punto que puede ser reclamado
como objeto de diversas ciencias; de donde concluye que «lejos de preceder el objeto al
punto de vista, se diría que es el punto de vista el que crea el objeto». Ante este hecho, «el
objeto de la lingüística se nos aparece como un montón confuso de cosas heterogéneas y
sin trabazón». Todavía se aleja más Saussure de formular con precisión el objeto
específico de la lingüística al considerar el lenguaje como «facultad de constituir una
lengua, es decir, un sistema de signos distintos que corresponden a ideas distintas», que
vendría a ser lo que se llama «lenguaje articulado». Ante todas estas dificultades opta por
establecer una distinción tajante entre lenguaje y lengua, otorgando a ésta, «como
totalidad en sí y principio de clasificación», la primacía entre todos los hechos lingüísti-
cos20. Así Saussure preconiza un estudio científico del lenguaje en el sentido de
«lingüística de la lengua». De este concepto de lengua excluye todo lo que sea extraño a
su organismo, a su sistema, y establece la distinción entre lingüística externa y lingüística
interna. La lingüística interna es la lingüística de la lengua. «La lengua es un sistema que
no conoce más que su orden propio y peculiar». El conocimiento de este orden es para
19 . Cf. F. de Saussure, Curso, pág. 46 20 . Cf. Ibid. , pág. 49-53
Universidad Nacional de Loja -AEAC 18
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Saussure el objeto específico de la lingüística21. Así queda propuesto en Saussure el pro-
grama de investigación de la lengua, es decir, el objeto propio de la ciencia del lenguaje.
Si llegar a la definición del objeto específico de la lingüística supone en Saussure
todos estos tanteos, no es extraño que aun mucho tiempo después de él los tratados sobre
esta materia, o bien pasen por alto esta cuestión creyéndola sin duda cosa sabida, o bien
se contenten con definiciones de tipo general que no llegan a eliminar los puntos oscuros
o las ambigüedades. Por lo común, los autores no definen directa y detalladamente el
objeto específico de la lingüística, limitándose a describir el concepto de lenguaje y
enumerar sus caracteres. Como ya dijimos antes, esto no basta, pues el lenguaje puede ser
objeto de muchas ciencias.
La necesidad de definir con precisión el "objeto formal de la lingüística no se ha
hecho sentir hasta época relativamente reciente. Todo el mundo ha dado por supuesto que
la lingüística es la ciencia del lenguaje; ahora bien, lo que hace de ella una ciencia
especial es el punto de vista en la consideración de su objeto. En el fondo se trata de una
cuestión de método que apunta a una finalidad propia.
El objeto formal de la lingüística aparece claramente definido por Hjelmslev como
«análisis del texto». «Si algo hay que dar —dice- Al investigador lingüístico, es el texto
todavía sin analizar». «Los objetos que interesan a la teoría lingüística son los textos», no
un solo texto en una lengua determinada, sino toda clase de textos en cualquier lengua.
Aplicando a tal selección de textos los procedimientos de la teoría lingüística, se podrán
extraer de ellos conocimientos utilizables respecto de otros textos, es decir, respecto del
«sistema o lengua en que se basan todos los textos». Sobre esta base habrá de realizarse
«un análisis en el que se considere el texto como clase dividida en componentes, después
estos componentes como clases divididas en componentes, y así sucesivamente hasta
agotar el análisis». Este tipo de análisis lo define Hjelmslev como «la descripción de un
objeto por las dependencias uniformes de otros objetos respecto de él y entre sí». Según
esto, el objetivo del análisis lingüístico es «realizar una partición del proceso textual», el
21 . Cf. Ibid, pág. 67-70
Universidad Nacional de Loja -AEAC 19
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
cual consiste prácticamente en una cadena fónica con sus distintas partes o unidades:
frases, palabras, sílabas, etc. Hjelmslev exige que este análisis sea «exhaustivo»22.
Esta concepción del análisis de componentes como objeto formal de la lingüística
ha venido a determinar la praxis general de los lingüistas modernos, tanto europeos como
americanos. El análisis ha llegado a abarcar los aspectos más variados de los sistemas de
las lenguas a los más diversos niveles, con el propósito de llegar a
la elaboración de formulaciones generales que sinteticen y, en la medida de lo posible, reduzcan a reglas y regularidades la infinita variedad de los fenómenos (enunciados verbales o escritos) que caen dentro de su alcance.23
En capítulos sucesivos de este libro (como por ej. los que tratan de la sincronía y
diacronía, de las unidades de la lengua, de las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas)
podrán comprobarse más por extenso algunos de estos aspectos específicos del análisis
formal de la lengua.
Hasta aquí la descripción del objeto formal de la lingüística.
EL LENGUAJE COMO OBJETO DE OTRAS CIENCIAS
El lenguaje es algo tan íntimamente humano, y se halla tan implicado en los
múltiples aspectos de la vida del hombre, de la sociedad y de la cultura, que parece
imposible considerarlo separado de todo esto. Por eso ofrece tantas posibilidades de ser
estudiado desde los más diversos puntos de vista. Todos ellos son interesantes, válidos e
incluso necesarios si se quiere poseer un conocimiento completo de esta incomparable
facultad humana. Siendo esto así, no es extraño que muchas ciencias, y en particular las
humanas, hayan hecho al lenguaje objeto de sus investigaciones como medio de
esclarecer sus propios postulados.
22 . Cf. L. Hjelmslev, prolegomenos, pág. 25 y sigs. 23 . R. H. Robins, Lingüística General, Madrid, 1971, pág. 27
Universidad Nacional de Loja -AEAC 20
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Después de haber establecido en las páginas anteriores que la lingüística es la
ciencia del lenguaje por derecho propio, ya que su objeto específico es el análisis interno
de la lengua como finalidad en sí, es preciso que veamos ahora en qué sentido interesa el
lenguaje a otras ciencias, o qué aspectos extralingüísticos ofrece que puedan formar parte
del objeto y método de ellas. Con lo cual, de rechazo, obtendremos dos resultados útiles a
nuestro propósito de definir la lingüística como ciencia del lenguaje: primero, tener un
criterio claro para distinguir lo que es estudio lingüístico del lenguaje de lo que no lo es,
lo que es lingüística de lo que no lo es; segundo, aprovechar las aportaciones de esas
ciencias respecto del fenómeno lingüístico para un conocimiento más amplio del mismo.
Con lo cual la ciencia del lenguaje se delimita ulteriormente y se complementa.
Lenguaje y semiología. — La semiología es una ciencia en período de elaboración
que tiene por objeto el estudio de los signos en general. Como el lenguaje es un sistema
especial de signos, forzosamente ha de caer bajo el dominio de la semiología.
Fue Saussure el primero en lanzar la idea de que era necesario crear una ciencia de
más amplitud que la lingüística con objeto de estudiar el conjunto de sistemas de signos
empleados por el hombre. A esta supuesta ciencia la bautizó, aun antes de haber nacido,
con el nombre de semiología, del griego semeion, signo. Para Saussure, que desde el pri-
mer momento considera el lenguaje como sistema de signos, el problema capital de la
lingüística es de orden semiológico: «saber en qué consisten los signos y cuáles son las
leyes que los gobiernan”. Sólo cuando esto se haya visto con claridad, dice Saussure,
habrá quedado patente la verdadera naturaleza de la lengua24.
La semiología habría de estudiar, por tanto, además de la lengua, todos los
sistemas de signos en general, entre los cuales Saussure nombra expresamente la
escritura, el alfabeto de los sordomudos los ritos simbólicos, las formas de cortesía, las
señales militares, etc. Ahora bien, el lenguaje es el más importante de todos estos sistemas
de signos. Según esto, las leyes de la semiología, serían aplicables a la lingüística, la cual
quedaría ligada a un dominio bien definido en el conjunto de hechos humanos.
24 . Cf. F. de Saussure, Curso, Pág. 60-62.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 21
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Esta idea saussureana halla un amplio eco en Hjelmslev, quien corrientemente
llama a la lengua una semiótica, y a lo lingüístico semiótico 25.
Recogiendo todas estas sugerencias, varios lingüistas, como R. Barthes, E.
Buyssens, Ch. Morris, L. J. Prieto, G. Mounin, se han esforzado por analizar el complejo
mundo de los signos que polarizan el conocimiento humano y definen las formas de la
comunicación en la sociedad. Estos estudios van esclareciendo numerosos datos de la
comunicación y el puesto que en ellos corresponde al lenguaje.
La semiología, en efecto, al desplegar la inmensa red de señales que nos rodea,
pone de manifiesto hasta qué punto somos dependientes del mundo de los signos. Cuando
se considera esto, uno no es capaz de imaginar lo que sería la vida humana en un
ambiente vacío de señales. Una parte de estas señales la forma la lengua, y por eso la
lingüística es una sección de la semiología. Pero ocurre que entre todos los sistemas de
señales el lenguaje es el más rico y perfecto, de aquí que la lingüística sea la parte
esencial de la semiología; ésta se va constituyendo con el apoyo de la lingüística y como
una ulterior diferenciación de ella. Al paso que se definen los caracteres del lenguaje, se
comprueba si esos caracteres son válidos o no respecto de otros sistemas de signos. Así,
haciendo una clasificación general de los signos y de su funcionamiento, obtendremos
una idea sumaria de los dominios de ambas ciencias, pues, si bien toda lengua es un
sistema de signos, no todo sistema de signos es una lengua. Se da, pues, una diferencia
específica entre los signos que constituyen la lengua, y que son el objeto de la lingüística,
y los otros sistemas de signos en general que estudia la semiología.
Según esto, serán lenguaje, en sentido estricto, y objeto de la lingüística los signos
o sistemas de signos que reúnan los caracteres siguientes:
a) ser arbitrarios, sin nexo natural entre el significante y el significado;
b) ser emitidos con intención comunicativa, no solo manifestativa;
c) funcionar dentro de un sistema;
d) desarrollarse en la dimensión del tiempo;
e) estar constituidos por elementos discretos;
25 . Cf. L. Hjelmslev, Prolegómenos, pág. 150 sigs.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 22
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
f) poseer una doble articulación.
No serán lenguaje, y pertenecerán al dominio de la semiología:
a) los signos que muestran una clara relación natural entre significante y significado, es
decir, que son enteramente motivados;
b) los signos carentes de intención comunicativa, como los suspiros, el tono y el timbre de
la voz que informa sobre la edad, el sexo, el estado psicológico, e incluso el origen geo-
gráfico y social del hablante;
c) los signos asistemáticos, como los anuncios de la publicidad, las insignias, los gestos,
las formas de cortesía;
d) los que se expresan en la dimensión del espacio, como las artes plásticas;
e) los formados por elementos continuos, como muchos de los signos de la cartografía;
f) los signos no articulados o de simple articulación, como los gritos, ya sean del hombre,
ya de los animales. Asimismo no son lenguaje en sentido estricto y no pertenecen a la
lingüística:
a) los signos sustitutivos del lenguaje hablado, como son los alfabetos fonéticos, de
sordomudos, de la telegrafía, etc.;
b) los signos ideográficos, matemáticos, y la información por medio de cifras, fórmulas y
nomenclaturas, ya sean físicas, lógicas o matemáticas;
c) los signos de la circulación;
Universidad Nacional de Loja -AEAC 23
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
d) los signos de la cartografía en las diversas clases de mapas, planos y esquemas que
constituyen todo un sistema de ideogramas de uso diario y universal26.
Esta sería, a grandes rasgos, la distribución del mundo de los signos entre la
lingüística y la semiología.
Lenguaje y filosofía.- Las primeras reflexiones sobre el lenguaje que hallamos en los
orígenes de nuestra cultura son de orden filosófico. El núcleo de tales reflexiones lo
forma, la cuestión de la verdad del lenguaje, ya se trate del problema de la rectitud o de la
arbitrariedad de las palabras, ya de su sentido etimológico. ¿Nos facilitan las palabras la
verdadera noción de las cosas? El filósofo griego veía claramente que el mundo de las
palabras, el lenguaje, tendía a ser ante todo una copia o traducción del mundo de las ideas.
Por eso a ambas cosas daba por igual el nombre de logos. Sin embargo, aquí es donde
precisamente comienza el lenguaje a ser problema filosófico: qué realidad reviste la pala-
bra hablada en relación con el pensamiento y en relación con las cosas que representa.
El problema quedará planteado a lo largo de toda la historia de la filosofía. Ante él
no caben más que dos actitudes: o independizar la idea de la palabra, el significado del
significante (ésta ha sido la actitud dominante en la filosofía), o ligar íntimamente ambas
cosas en el sentido de que a cada idea corresponda una imagen lingüística y viceversa;
con lo cual la expresión lingüística pasaría a ser forma y límite del pensamiento humano.
Entre estos dos extremos intentaron tender un puente las utopías de una lengua universal
perfecta, capaz de expresar los más sublimes conceptos (F. Bacon, Leibniz).
A partir del Renacimiento surge otro tema de especulación filosófica: la cuestión
del origen del lenguaje, que llega a ocupar las mentes de los filósofos señaladamente
durante el siglo XVIII, para caer luego rápidamente en el mayor descrédito.
Todo esto nos muestra cuan estrecha es la relación entre la filosofía y la lingüística
cuando se trata de precisar la función del lenguaje en la expresión del pensamiento. El
26 . Cf. G. Mounin, Introduction a la semiologie, París, 1970, Pag. 17 y sigs y 67 y sigs. Pueden
consultarse sobre este tema en versión castellana, L. J. Prieto, Mensajes y señales, Barcelona, 1967 y R. Barthes, Elementos de semiología, Madrid. 1970.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 24
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
lenguaje interesa a la filosofía en cuanto que ofrece los módulos para la expresión externa
de las ideas. Lo cual está muy lejos de significar que la clarificación de las estructuras
lingüísticas vaya alguna vez a comportar la solución de los problemas filosóficos. Los
problemas filosóficos no son problemas lingüísticos, sino problemas humanos, del
existente en trance de alcanzar la verdad. Por eso la filosofía debiera polarizarse
socráticamente hacia la interioridad de la reflexión, dejando a la lingüística la tarea de
analizar sus propias estructuras.
Lenguaje y lógica.— Todo concepto tiende a expresarse en palabras y todo juicio y
raciocinio a traducirse en proposiciones orales. Por eso es tan antiguo el intento de
equiparar las formas verbales a las formas lógicas.
El mundo de la experiencia es posesión del hombre sólo en cuanto se aloja en
categorías formales. Lo caótico es incognoscible e indefinible. De este modo, lo que
llamamos lógica es la estructura formal del mundo de abstracciones de la mente, es decir,
del pensamiento. A esta estructura se dice corresponder la estructura formal del lenguaje,
que es la expresión o materialización de los conceptos mentales27.
Fue Aristóteles el primero en proponer esta asimilación del lenguaje al proceso
lógico de formalización del pensamiento; las categorías lógicas y las gramaticales
deberían, según esto, corresponderse. A diferencia de Platón, Aristóteles no concede tanta
importancia al aspecto ontológico o sustancia del lenguaje como a su aspecto formal y
funcional. Es ante todo un lógico. Y así como según él las cosas quedan integradas en una
estructura lógica según las diferencias formales que presentan, así también los nombres de
las cosas se integran en una estructura de sonidos significativos como signos o símbolos
27 . “Hay que distinguir el término pensado o concepto y el término oral o palabra de la misma manera
que hay que distinguir la proposición pensada, o construcción de conceptos, y la proposición oral o expresión hablada de esta proposición pensada. Sin embargo, al estudiar una se estudia la otra; y siendo los conceptos menos fáciles de estudiar por nosotros en sí mismos que en los signos materiales que los expresan, considerando sobre todo la proposición oral – pero en cuanto expresión de la proposición de pensada--, la lógica estudia la proposición y forma una teoría de ella”. J. Maritain, El orden de los conceptos, Buenos Aires, 1958, Pág. 139.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 25
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
de sus formas mentales. De este modo el lenguaje es una imagen, un símbolo material del
mundo de nuestra mente. La estructura formal del pensamiento determina la estructura
formal del lenguaje; éste es lógico por ser símbolo de las conceptualizaciones mentales.
De aquí parte toda la corriente logicista en la interpretación del lenguaje: Las gramáticas
normativas, los tractatus de modis significandi medievales, la gramática razonada de
Port-Royal.
En todo esto se supone que a cada concepto objetivo, a cada juicio o proposición
de la mente, corresponde una palabra, una proposición oral. La verdad de los conceptos y
de los juicios se traduce, por tanto, en la verdad de las palabras y de las expresiones, es
decir, del lenguaje. No hay que olvidar que aquí el mundo conceptual tiene la primacía, y
que la correspondiente estructura lingüística no es más que una copia desmejorada de los
contenidos mentales. El pensamiento humano posee una estructura universal e inmutable.
El lenguaje sirve al pensamiento, pero presupone, la actividad de éste. El conocimiento se
debe a la capacidad abstractiva de la mente, previas las impresiones de los objetos
externos en los órganos sensoriales.
Ahora bien: ¿puede afirmarse en algún sentido que el lenguaje sea también fuente
de conocimiento? ¿Son las estructuras lingüísticas dadas formas en que se ofrece al indi-
viduo una experiencia del mundo?
Para la mayoría de los lingüistas, cada lengua, mediante sus propias estructuras,
determina la educación mental del individuo y condiciona su manera de percibir y
organizar la realidad28. Una atenta observación parece demostrar que Cuando un niño
pregunta qué es esto, el sentido de la pregunta se refiere, no al deseo o curiosidad por
conocer la esencia, sino el nombre de la cosa. El nombre parece dar ya una orientación
suficiente respecto de la realidad.
De aquí habríamos de concluir que la posesión de conceptos mentales no sólo
depende de la experiencia facilitada por los sentidos, sino también, o incluso
28 . Estas ideas fueron ya propuestas por W. von Humboldt y han dado origen modernamente a la
llamada teoría de Salir-whorf.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 26
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
principalmente, del sistema de signos ofrecido por la lengua. Ambas cosas, los sensorios
y el lenguaje, serían las vías de elaboración de nuestra visión del mundo. Con lo cual el
logicismo tradicional habría sufrido un rudo golpe, Y lo grave del caso es que el lenguaje
no es un calco de la realidad, y que a cada lengua corresponde una organización particular
de los datos de la experiencia. Una prueba de esto puede ser el hecho de que el espectro
solar es analizado en diversos segmentos de colores según las diversas expresiones
existentes en las lenguas. Asimismo los campos semánticos de las palabras varían de una
lengua a otra; la palabra alemana Holz significa madera y leña, y la francesa bois,
madera, leña y bosque. La diversa extensión significativa de las palabras puede hacer
variar el perfil de los conceptos. Lo mismo ocurre con otros datos más abstractos de la
experiencia. Es decir, que cada lengua supone un análisis distinto de la realidad, y cada
lengua se comporta de modo diverso en relación con las formas del pensamiento.
Todas estas consideraciones obligan a distanciarse de cualquier valoración
estrictamente lógica del lenguaje. Si bien el lenguaje no está en relación directa con el
orden mental de los conceptos, puede, sin duda, influir en él. La lengua es, en todo caso,
un orden y una estructura, de por sí.
Lenguaje y psicología. — Todos los fenómenos lingüísticas son en última
instancia psicológicos. «En el fondo todo es psicológico en la lengua», dice Saussure
todavía bajo la influencia de la concepción psicologista29. Tomada esta afirmación sin
limitaciones, habríamos de decir que el estudio del lenguaje cae por completo dentro del
objeto de la psicología.
En efecto, partiendo de la psicología individual, todas las manifestaciones del
lenguaje tienden a ser expresión de la interioridad humana: pensamientos, afectos,
tendencias, carácter; en una palabra, del conjunto de estados y procesos psíquicos de la
persona. Por eso el estudio del lenguaje es para el psicólogo uno de los medios más
adecuados para conocer el comportamiento psíquico de los individuos.
Sin embargo, aquí surge también el problema de si la estructura lingüística que
permite la comunicación puede tomarse como modelo representativo de la estructura
29 . Cf. Curso, pág. 47
Universidad Nacional de Loja -AEAC 27
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
psíquica subyacente; o dicho en otros términos: si la organización de los signos
lingüísticos es fiel reflejo de los estados y procesos psíquicos que tienden a comunicarse.
El tratamiento de estas relaciones constituye el objeto de la psicolingüística.
La psicolingüística es una parte de la psicología que considera el mensaje
lingüístico como un comportamiento revelador de los caracteres psicológicos de los
hablantes. Aquí se considera el lenguaje como un valor o un conjunto de valores
simbólicos relativos a la psique humana. La psicolingüística se propone construir modelos
y teorías específicas, utilizando simultáneamente los conceptos psicológicos y la
descripción lingüística. Su método es el experimental propio de la psicología científica.
Fácilmente se ve que el interés del psicólogo por los problemas lingüísticos es
meramente material; el lenguaje es para él un índice, un síntoma, una determinada forma
de comportamiento. El proceso de aprendizaje de la lengua en el niño indica los estadios
de su desarrollo mental y psíquico, así como las perturbaciones en el uso del lenguaje, por
ejemplo la afasia, son igualmente reflejo de un trastorno en el funcionamiento psíquico.
Bajo el aspecto de la psicología social, el lenguaje, como producto de la
colectividad, es exponente de la psicología de dicha colectividad. En este sentido aplicó
Wundt el análisis del lenguaje a la comprensión de la psicología de los pueblos. La
evolución del lenguaje, cual se manifiesta sobre todo en los cambios fonéticos, está
motivada en gran parte por factores de la psicología social e individual de los hablantes;
hecho que era puesto de manifiesto ya a principios del siglo XIX por el danés Bredsdorff.
Así por ejemplo, la fijación del acento libre del indoeuropeo en la sílaba radical dentro del
área germánica sólo es explicable recurriendo a factores psicológicos colectivos. El
fenómeno de la analogía, consistente en la modificación de una forma siguiendo el
modelo de otra u otras ya existentes en la lengua, se explica también psicológicamente
por una tendencia a la simplificación bajo un determinado principio asociativo. Tanto la
estructura de una lengua, como sus formas y sobre todo su léxico, muestran la manera
como los usuarios de dicha lengua han interpretado el ambiente en que vivían.
Todos estos aspectos del lenguaje son utilizables por la psicología como datos del
comportamiento y del carácter de los individuos y de los grupos lingüísticos.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 28
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Finalmente no hay que olvidar que el lenguaje en su totalidad es un proceso en
cuya realización está implicada toda la estructura psíquica de la persona. Ya
consideremos el acto de la comunicación partiendo del concepto hasta terminar en los
sonidos vocales, ya lo consideremos a la inversa, desde las vibraciones acústicas
registradas por el oído hasta la comprensión del mensaje por el oyente, en ambos casos
tiene lugar un proceso psicofisiológico dirigido por los centros nerviosos. Dentro de este
proceso, la parte psicológica forma esa red de asociaciones que hacen inteligibles los
mensajes.
Sin embargo, con ser tan psicológico el lenguaje, su realidad misma objetiva y su
estructura interna se sustraen a toda consideración psicológica. La lingüística es la única
ciencia llamada a analizar la naturaleza de los signos lingüísticos, su coordinación y
funcionamiento y sus mutuas relaciones.
Lenguaje y fisiología. — Entre las múltiples relaciones que como vamos viendo,
guarda el lenguaje con otras ciencias, las relativas a la fisiología son las más externas y
materiales. El lenguaje es una actividad espiritual del ser humano, pero no exenta de
condicionamientos y elementos materiales. El primer elemento material del lenguaje es el
aire que albergan los pulmones, siendo también la primera condición para que el lenguaje
se realice. La segunda condición material del lenguaje es el llamado aparato fonatorio for-
mado por varios órganos fisiológicos: los pulmones, la laringe y las cavidades
supraglóticas (boca y fosas nasales). Este aparato es el encargado de modular y sonorizar
las impulsiones del aire pulmonar en su salida al exterior; de esta forma el lenguaje se
produce en una serie de sonidos vocales debidamente articulados. Estos sonidos
constituyen el objeto de análisis de la fonética articulatoria.
Por otra parte, los sonidos articulados, al ser emitidos al exterior, producen una
sucesión, de ondas sonoras destinadas a ser captadas por el órgano del oído, de modo que
nuevamente tiene aquí lugar un proceso fisiológico, el de la audición, condición asimismo
necesaria para que el mensaje trasmitido a través de las ondas sonoras pueda ser
Universidad Nacional de Loja -AEAC 29
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
percibido e interpretado por el oyente como tal mensaje. La percepción de los sonidos
articulados constituye el objeto de la fonética acústica.
El papel de la fisiología consiste, por tanto, en describir los órganos de la fonación
y de la audición y su funcionamiento; pero la fisiología no analiza los sonidos articulados
del lenguaje; esto es tarea de la fonética, ciencia auxiliar de la lingüística en el sentido
más propio. La lingüística utiliza, pues, los datos de la fisiología, pero los dominios de
ambas ciencias no se interfieren, pues el trabajo de la lingüística comienza allí donde lo
físico y fisiológico pasa a ser psíquico y espiritual, es decir, allí donde la materia fónica se
hace signo, mensaje humano. «Lo esencial de la lengua —dice Saussure— es extraño al
carácter fónico del signo lingüístico»30.
Para valorar debidamente el puesto de la fisiología en relación con el lenguaje, es
preciso no olvidar que la función primaria de los órganos fonatorios no es precisamente la
fonación. Como dice Sapir, en realidad no hay órganos de la fonación; éstos sirven ante
todo a funciones fisiológicas, e incidentalmente a la producción de los sonidos del len-
guaje. Desde el punto de vista fisiológico, el lenguaje es una función secundaria, un
conjunto de funciones secundarias, no indispensables para la vida del organismo31.
En resumen podemos decir que, sin el medio material, físico, que es el aire y las
ondas sonoras (objeto de la física), y sin los órganos de la fonación y de la audición
(objeto de la fisiología), el lenguaje, la comunicación humana mediante signos
articulados, no existiría. Ahora bien, en todo esto sólo se trata de una condición, de la
base material del lenguaje. El aspecto formal del lenguaje, aquello por lo cual es mensaje
y comunicación humana, es ajeno al carácter fónico-acústico de los signos lingüísticos y
de su producción a través de un medio físico y fisiológico, es decir, es ajeno al objeto de
la fisiología.
Lenguaje y ciencias naturales.- El lenguaje presenta aspectos que permiten se le
considere en analogía con el objeto de las ciencias naturales. La aplicación de los métodos
30 . Curso, pág. 47 31 . Cf. E. salir, Lenguaje. An introduction to the Studynof Speech, London, 1970, págs. 8-9.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 30
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
de las ciencias naturales a la investigación de las lenguas fue corriente durante el siglo
XIX. Schleicher, y luego los neogramáticos, utilizaron este método sacando de él hasta
las últimas consecuencias. Según estos autores, el lenguaje, antes que hecho social, es un
producto de la naturaleza, humana, un organismo natural. Como tal organismo, nace,
vive, crece, se reproduce y muere; como organismo evoluciona, presentando en sus
formas concretas periodos de apogeo, decadencia y disgregación. Esta sería la raíz
biológica de la historia de las lenguas. A la existencia de especies y subespecies en el
mundo de la naturaleza corresponden en el mundo del lenguaje las familias de lenguas
con las subdivisiones o grupos que llamamos dialectos. También las leyes genealógicas
tienen buena aplicación en lingüística. El modo de propagación de las lenguas guarda
estrecha analogía con el crecimiento de los vegetales. La vida interna de las lenguas se
muestra, como en cualquier organismo, en el cambio lingüístico que incorpora formas y
elementos nuevos desechando parte de los antiguos. Este metabolismo no se produce al
azar; su regularidad y los límites en que se contiene hacen creer que se rige por
verdaderas leyes. Y así como las leyes de la naturaleza no conocen excepción que no se
explique por una nueva ley, así también las leyes de la evolución del lenguaje no admiten
excepción posible. En suma: la lingüística no es una disciplina humanística, sino una
ciencia natural; su ámbito no es el de la libertad, sino el de la necesidad.
Sin embargo, esta equiparación del lenguaje con los seres naturales, y de la
lingüística con las ciencias de la naturaleza, no obstante su genialidad, adolece de un error
de método; el considerar como identidad lo que tan sólo es semejanza o analogía. En
realidad, aquí no se considera el lenguaje sí mismo; lo que se considera son ciertos
fenómenos lingüísticos comparables con fenómenos observados en el mundo de los seres
naturales. Que este método es unilateral, y que descuida los aspectos realmente esenciales
del lenguaje es cosa hoy día evidente, por más que en su época dio resultados realmente
admirables. Partiendo de presupuestos semejantes, cualquiera de las ciencias que vamos
examinando podría aplicar con parecido derecho sus propios procedimientos al estudio
del lenguaje. A este propósito hace Gabelentz la observación siguiente:
Es cierto que el método inductivo del investigador de lenguas es idéntico al del investigador de la naturaleza. Pero nunca se denomina al científico por razón del instrumento que emplea, sino por la materia que investiga; y ésta es,
Universidad Nacional de Loja -AEAC 31
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
por cierto, en nuestro caso bien distinta. Quien no ve en el lenguaje cosa mejor que formas muertas, ése sería mejor que se dedicara a la anatomía32
Lenguaje e historia. — Aquí hay dos aspectos distintos que considerar:
1) el lenguaje en cuanto integrado por naturaleza en el devenir inmanente de todas las
cosas, es decir, como ente histórico en absoluto;
2) el lenguaje en cuanto influenciado por la historia humana, en cuanto sometido al
desarrollo y contingencias de la historia política y cultural de las nociones; aquí se trataría
de la influencia del acontecer histórico de los pueblos en el destino de sus propias
lenguas.
El primero de estos dos aspectos conduciría a una identificación total del lenguaje
con el ser histórico, y su estudio se agotaría en la investigación de su naturaleza evolutiva.
La lingüística seria, pues, una ciencia estrictamente histórica. En efecto, si el destino de
los pueblos viene determinado por su condición histórica, y si el lenguaje es un producto
de la actividad de esos pueblos en busca de la expresión cada vez más adecuada de su
propio carácter, entonces habríamos de afirmar que el lenguaje es un fenómeno
esencialmente histórico.
El segundo de los aspectos históricos del lenguaje es más bien externo al lenguaje
mismo, mas no por eso carente de importancia, ya que todas las lenguas muestran en sí
las huellas de los acontecimientos políticos, sociales y culturales operados en el seno de
sus respectivas comunidades de hablantes. Por esta razón podría afirmarse que la historia
de una lengua forma parte de la historia de una nación.
De todos modos, si queremos abarcar la realidad total del lenguaje, hemos de
considerarlo bajo las tres categorías que miden y definen todo lo histórico: el pasado, el
presente y el futuro. Todo estado de lengua está basado sobre la serie de estados pasados,
al mismo tiempo que apunta hacia una serie de nuevos estados en el futuro. Esta parece
ser la condición real del lenguaje humano. Por eso no es extraño que el método histórico
32 . G. von der Gabelentz, Die Sprachwissenschaft, pág. 15
Universidad Nacional de Loja -AEAC 32
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
entusiasmara a los grandes lingüistas del siglo último, dando por resultado esa asombrosa
investigación histórica de las lenguas que representan las gramáticas y estudios históricos.
Difícilmente es posible rechazar por entero el método histórico en la investigación
del lenguaje; la perspectiva histórica es válida y científica en todos los casos; sólo que no
es la única. Situándose en el extremo opuesto a H. Paul, quien había afirmado que el
método histórico es el único método científico en el estudio del lenguaje, Saussure esta-
bleció la absoluta oposición entre los puntos de vista sincrónico y diacrónico. Por fortuna
nace ya tiempo que esta actitud saussureana quedó superada, siendo la diacronía un
auxiliar efectivo de la investigación sincrónica. Las perspectivas son distintas, pero se
complementan mutuamente. El aspecto evolutivo o histórico de la lengua es cosa distinta
del análisis de la misma como estado o sistema; pero todo estado o sistema es tal en virtud
de la evolución. Por lo demás, parece justificado —sin por ello invalidar los resultados
del método histórico— asignar a la lingüística como tarea propia el análisis del sistema y
funcionamiento de la lengua como un fin en sí mismo. En virtud de este método deja de
ser la lingüística una ciencia histórica, convirtiéndose en disciplina autónoma con objeto y
métodos propios.
En resumen:
La lengua de un pueblo es la expresión más inmediata de la vida espiritual de ese pueblo, dependiendo por tanto de éste y de su evolución. Con lo cual la lengua es una parte de la historia de dicho pueblo y la lingüística — en cuanto tiene por objeto las lenguas y sus destinos—, una ciencia histórica. Y no pasaría de ser esto, una ciencia histórica, si no concibiera su objeto más amplia y profundamente. Con ello cesaría de ser ciencia y ya no habría una lingüística, sino las lingüísticas de las distintas lenguas 33.
Lenguaje y etnología. — Como ciencia de los fenómenos culturales de los pueblos, la
etnología ha tenido siempre en la investigación de las lenguas un auxiliar poderoso. Es
importante observar que el interés por conocer lenguas extrañas y exóticas fue motivado
siempre a lo largo de la historia de la lingüística por razones etnológicas. Así ocurrió en el
siglo XVIII con las descripciones de lenguas, en el siglo XIX con el comparatismo, y en
el siglo XX con los comienzos de la lingüística americana. Esto se comprende fácilmente
por el hecho de que el lenguaje no sólo es el principal vehículo de toda cultura, sino la
base misma del desarrollo cultural. La historia de las lenguas corre siempre pareja con la 33 . G. von der Gabelentz, op. Cit, pág. 14
Universidad Nacional de Loja -AEAC 33
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
historia de, las civilizaciones. Las costumbres de una nación repercuten sobre su lengua
modificándola, y a la inversa, la lengua configura el carácter espiritual de una nación.
Según esto, habríamos de decir que el objeto central en la investigación de la
cultura de un pueblo es la lengua de dicho pueblo; o lo que es lo mismo, que el lenguaje
es el objeto primario de la etnología.
El estudio científico de una cultura —escribe Sapir— no puede prescindir de las informaciones facilitadas por un estudio lingüístico. Los modelos culturales de una civilización están inscritos en la lengua que la expresa. Los perfiles de una cultura no se pueden percibir por la simple observación sin recurrir al simbolismo lingüístico que los hace inteligibles 34.
Bajo estos supuestos, no se puede negar al etnólogo el derecho a investigar el
lenguaje como objeto de la ciencia por él cultivada. Claro que las conclusiones de su
estudio no estarán en función del lenguaje mismo, sino en función de la etnología. Pero
no por esto se podrá negar que tales investigaciones acerca del lenguaje o acerca de una
lengua dada sean auténticas investigaciones lingüísticas, bien que orientadas hacia fines
extralingüísticos.
Si, no obstante, queremos reservar a la lingüística el estudio del lenguaje
como objeto propio suyo, ha de ser reduciendo el campo visual del fenómeno
lingüístico, de modo que en él solamente entre en consideración el aspecto formal y
funcional del lenguaje como finalidad exclusiva.
En un sentido más general, las mismas reflexiones valen respecto de la relación
entre el lenguaje y la antropología.
Lenguaje v sociología. El lenguaje representa para la sociología un objeto de interés tan
real como para la etnología. Desde el punto de vista sociológico, el lenguaje aparece
como una institución muy peculiar al servicio de la comunicación entre los hombres. Por
esto, y debido a las condiciones sociales en que por necesidad funciona y se desarrolla, no
puede menos de ser objeto de estudio de la sociología. Las técnicas de comunicación
lingüística y las diferencias entre las mismas en los diversos grupos sociales son para el
34 . E. Salir. “The Status of Linguistics as a science”, publicado en Lenguaje, 5. 1929.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 34
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
sociólogo indicios de los distintos niveles de organización y desarrollo dentro de la
sociedad.
Son ya clásicas las definiciones saussureanas de la lengua como “la parte social
del lenguaje», como «producto social», como «conjunto de convenciones adoptadas por el
cuerpo social», como «instrumento creado y suministrado por la colectividad»35. En
efecto, la lengua, sistema de signos arbitrarios establecidos «por una especie de contrato
entre los miembros de la comunidad»36, no tiene más validez que la que le confiere el uso
que de ella hace la comunidad de hablantes; por eso, toda su evolución está supeditada a
la del grupo étnico que la usa. Si dicho grupo étnico deja de existir como tal, su lengua
desaparece como lengua viva. Por otra parte, los hábitos lingüísticos determinan en gran
medida la visión del mundo por parte del grupo. Una vez establecida la lengua como
instrumento o medio de comunicación entre los hablantes, la lengua queda compenetrada
con la realidad social.
Otro aspecto importante del carácter sociológico del lenguaje es el intercambio
lingüístico; éste está en proporción directa con los contactos entre grupos sociales
distintos. La teoría de las ondas, propuesta en 1872 por J. Schmidt, es una explicación
irrebatible de este fenómeno sociológico.
Pero el lenguaje no es solamente fenómeno social; a lo largo de estas páginas
vamos viendo su naturaleza compleja; la psicología no puede abarcar la sorprendente
riqueza de sus aspectos. Muchos son los secretos del lenguaje que pueden ser esclarecidos
a la luz de los principios sociológicos; y con todo, son todavía más los que quedan por
esclarecer. La sociología no puede disputar a la lingüística su objeto propio.
Lenguaje y filología..- Los estudios lingüísticos han sido llamados tradicionalmente
estudios filológicos. La filología ha tenido siempre por objeto el estudio de las lenguas y
literaturas, incluidas las instituciones culturales y sociales más típicas y representativas de
los distintos grupos lingüísticos. Más a medida que los campos de la investigación se
35 . Cf. Curso, págs. 51-53 36 Cf. Ibid., pág.58
Universidad Nacional de Loja -AEAC 35
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
fueron ensanchando, la filología hubo de ir parcelando sus dominios. Así se introdujeron
las subdivisiones de filología clásica, filología semítica, filología moderna, etc. Todos los
estudios lingüísticos del siglo XIX fueron, por sus métodos y objetivos, estudios
filológicos, girando en lo esencial en torno a la gramática comparada y a la gramática
histórica de las distintas familias de lenguas. Aquí tuvo una importancia especial el
estudio de los textos, sobre todo antiguos, no sólo como monumentos literarios, sino
también como testimonio de las formas pretéritas de las lenguas.
Pero ya el término «lingüística» comenzó a emplearse esporádicamente en el siglo
XIX, junto con el de filologías en los casos en que la investigación se centraba
exclusivamente en el análisis de las formas gramaticales. Todavía hoy suelen emplearse
ambas expresiones sin suficiente distinción (en las secciones de letras de las facultades
universitarias sigue figurando la expresión «filología» para designar las diversas
especialidades de lenguas), por más que el término «lingüística» va arrinconando al
tradicional de filología.
Con el desarrollo de una teoría lingüística que tiene por objeto el análisis interno
de la lengua con vistas a establecer las leyes y modelos de su funcionamiento, el estudio
del lenguaje ha ganado una dimensión especial, y los campos de la filología y de la
lingüística han quedado definitivamente separados.
Lenguaje y estética. — El concepto de estética es un tanto complejo debido a sus
múltiples aspectos y aplicaciones. Aquí lo tomamos en su acepción más general como
teoría de la expresión, incluyendo la estilística y las formas literarias. En este sentido el
lenguaje tiene que ver con la estética, ya que es un medio de expresión que hace uso de
los recursos estilísticos y literarios.
El iniciador de esta concepción del lenguaje fue B. Croce, quien identificó los
problemas científicos de la lingüística con los de la estética en cuanto ciencia de la
expresión. Las ideas de Croce hallaron eco en filólogos alemanes como Vossler y Spitzer,
mientras que en Italia se formó la llamada escuela neolinguística con representantes como
Bertoni y Bartoli.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 36
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Para los neolingüistas, el carácter dominante del lenguaje consiste en ser una
creación constante del mundo del hombre, creación libre y por tanto imitación de la
realidad; por esto es posible identificarlo con el arte, que como tal imita la naturaleza sin
copiarla. Las creaciones del lenguaje suponen una elaboración constante y renovada de
los datos de la experiencia, lo cual determina una gran variedad de estilos y formas de
expresión. Aquí es de considerar la acción individual de los escritores y poetas, cuyas
creaciones influyen con fortuna diversa en la evolución de los idiomas. La aceptación de
una forma lingüística nueva por la comunidad de hablantes supone un juicio de naturaleza
estética en consonancia con el sentimiento dominante en dicha comunidad. Bajo este
aspecto, el cambio lingüístico, tradicionalmente considerado como sujeto a leyes fijas de
aplicación universal, viene a explicarse en el sentido de una norma establecida por el
gusto de los hablantes. Con esto, el valor humano del lenguaje pasa a ocupar el primer
puesto, y la lingüística es considerada como ciencia esencialmente humanística.
El estudio del lenguaje no puede prescindir del estudio de la civilización de que es
reflejo. La historia de una lengua forma parte de la historia cultural de un grupo étnico,
pues en ella se manifiestan en acción los diversos factores, tanto internos como externos,
que van plasmando el carácter espiritual del grupo. Dicho carácter se expresa sobre todo
en la literatura. El análisis lingüístico es esencialmente análisis literario. Los signos
lingüísticos sólo tienen sentido en cuanto símbolos expresivos; una secuencia de sonidos
sin contenido afectivo no sería lenguaje humano. La gramática puede aceptarse como
disciplina pedagógica, como esquema general normativo de las formas de la lengua y de
su uso encaminado al aprendizaje. Sin embargo, lo vivo del lenguaje, lo que éste tiene de
creador, de estético y literario, no depende de las reglas, pues está por encima de ellas.
Bajo estos principios, Croce y la escuela neolinguística identifican la lingüística
con la estética en un solo y mismo objeto: la expresión. La lengua la constituye toda la
serie de sus manifestaciones, ante todo literarias, que son auténticas obras de arte.
Esta consideración del lenguaje en su aspecto estético y estilístico no deja de ser
interesante. En realidad el lenguaje es todo eso, bien que no es sólo eso. Una vez más
Universidad Nacional de Loja -AEAC 37
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
podemos comprobar aquí que las múltiples facetas del lenguaje son todas ellas verdaderas
y válidas, estando todas en estrecha relación con los diversos aspectos de la vida y del
mundo del hombre. Pero por encima de ellas, y sin negar sus indiscutibles valores, la
lingüística puede y debe ser, como la concebía Gabelentz y la quería Saussure, una
ciencia autónoma que tenga por «único y verdadero objeto la lengua considerada en sí
misma y por sí misma»37.
37 . Curso, pág. 364
Universidad Nacional de Loja -AEAC 38
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
II
LENGUAJE, LENGUA Y HABLA
Parece imposible estudiar el concepto de lenguaje sin topar con la célebre
dicotomía saussureana de langue y parole. Toda la moderna lingüística tiene aquí su más
decidido punto de partida. Así lo expresa en términos concisos un gran seguidor de
Saussure, el danés Hjelmslev. La doctrina de Saussure, dice,
reducida a su esencia absoluta, es la distinción realizada entre lengua y habla. El conjunto de la teoría se reduce lógicamente a esta tesis primordial que choca fatalmente contra la actitud acostumbrada. F. de Saussure hace el descubrimiento de la lengua; con esto se cobra conciencia del hecho de que la lingüística de la época no había tenido en cuenta más que el habla, y de que hasta entonces había descuidado su verdadero, y único objeto38.
Hjelmslev dice además que en la lingüística presaussureana el lenguaje se reduce a la
suma de las acciones individuales, decisivas en todo cambio lingüístico, en tanto que
Saussure establece algo que es radicalmente distinto: una lingüística estructural, una
lingüística de la forma (Gestallinguistik), destinada a suplantar la lingüística puramente
asociativa al uso.
Evidentemente, hablar de lingüística estructural o de lingüística de la forma es
establecer un método de investigación específico en el plano de la abstracción. En el
plano de lo concreto, lo único que existe es la conversación entre las personas, la
comunicación basada en la locución; es decir, los actos concretos del lenguaje,
inmediatamente individuales, bien que enmarcados dentro del ámbito de las convenciones
sociales en que toda la vida del hombre se desarrolla. Y puesto que esta comunicación
oral tiende a satisfacer las múltiples necesidades vitales y relaciónales de los hablantes,
sus formas y contenidos son cada vez nuevos y acomodados a las situaciones dadas. Por
eso, cada exteriorización lingüística, cada conversación, es una producción de lenguaje.
El lenguaje humano es el hablar, el expresarse o comunicarse mediante sonidos
articulados o palabras. Fuera de esto puede emplearse el término lenguaje en otros
muchos sentidos más o menos metafóricos 39.
38 . L. Hjelmslev, Essais linguistique, Paris, 1971, pág. 77 39 . Cf. Supra, págs. 15 sigs
Universidad Nacional de Loja -AEAC 39
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Si se pregunta cómo es que todos los individuos pertenecientes a una misma
comunidad lingüística emplean en general las mismas fórmulas de expresión, y si las
emplearan distintas, o llamarían la atención de los demás provocando extrañeza, o no
serían entendidos; si se pregunta cómo esa producción de lenguaje se mantiene dentro de
unos límites definidos, a todo esto se puede responder que dicho grupo de individuos
tiene adquiridos los mismos hábitos lingüísticos en virtud de la convivencia y de la
natural tendencia a la imitación. Es decir, que lo que hemos llamado producción de len-
guaje más bien es una reproducción de lenguaje; así, cada cual se expresa como oye
expresarse a los demás. Con todo, las necesarias diferencias individuales, por ejemplo en
la configuración de los órganos fonatorios, la libertad de que gozan los hablantes en el
uso y elección de las expresiones, todo esto hace que las formas usuales de expresión y
las mismas modulaciones de los sonidos vayan cambiando de fisonomía, así como
cambian las maneras de vivir, de vestir, de viajar o de divertirse. Hasta aquí no existe
dificultad alguna; esto es lo que todo el mundo sabe y entiende por lenguaje.
La dificultad surge tan pronto como entra en juego la reflexión qué es el camino
hacia la abstracción. Por la reflexión comenzamos a descubrir aspectos varios en las cosas
y métodos diversos de investigación y de análisis; y así ocurre también en el lenguaje: por
la reflexión comenzamos a teorizar sobre él. Por esto es conveniente no olvidar que el
campo de la ciencia del lenguaje, a que vamos a asomarnos, es el campo de la
abstracción. Bajo este aspecto han de apreciarse las siguientes exposiciones.
Según esto, se pueden distinguir en el lenguaje tres aspectos fundamentales:
a) la facultad de hablar o facultad del lenguaje, que implica todo el mecanismo
psicofísico de la comunicación mediante sonidos articulados o signos fono-acústicos;
b) el sistema de signos en que consiste la lengua; estos signos son fono-acústicos,
articulados, convencionales, creados por la comunidad hablante y existentes en ella como
una disponibilidad; expresan ideas distintas lo mismo que procesos y estados anímicos;
Universidad Nacional de Loja -AEAC 40
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
c) la actuación de la facultad de hablar mediante actos de comunicación oral que
podemos llamar habla. El habla, que es el hablar, consiste en la Utilización individual del
sistema de signos de la lengua.
Todas estas tres cosas se suponen y exigen en la comunicación por medio del
lenguaje: poder hablar, tener un medio en que expresarse, y utilizarlo hablando; su
análisis, funcionamiento y relaciones forman el quehacer de la investigación lingüística.
Desde que la doctrina del Curso de Saussure vino a ser el punto de arranque de la
moderna lingüística, las ideas del maestro ginebrino fueron acogidas con entusiasmo por
la generalidad de los estudiosos. Lingüistas como Martinet, Jespersen, Bally, Sechehaye,
Hjelmslev, Wartburg, Porzig, Weisgerber, Glinz, Gardiner y otros interpretan, comentan
y completan diversamente ese caudal de ideas y sugerencias. Saussure ha sido celebrado
en el mundo lingüístico como el creador de la verdadera lingüística científica.
Sin embargo, considerada la cosa atentamente, hoy ya no se puede hacer tal
afirmación sin reservas. En un principio, a ninguno de los entusiastas continuadores de
Saussure se les ocurrió pensar (puesto que Saussure no indica fuentes) si las ideas del
Curso no habrían sido ya propuestas en alguna forma por otros autores anteriores; es
decir, que no se investigaron las fuentes de la obra de Saussure ni sus precursores.
Todavía Mounin afirma que «por lo que se refiere a este punto, la búsqueda de
precursores y fuentes no aportaría demasiado»40. Es E. Coseriu quien acaba de hacer re-
cientemente unos comentarios realmente interesantes para mostrar que la célebre
dicotomía saussureana, así como otros puntos claves de la doctrina del Curso, se
encuentran ya explícitamente formulados en la obra Die Sprachwissenschaft (1891) del
lingüista alemán G. von der Gabelentz. Coseriu insiste en que Saussure tuvo que haber
conocido y utilizado esta obra41.
40 . G. Mounin, Saussure. Presentación y textos. Barcelona, 1969, pág.32 41 . Cf. E. Coseriu, “Georg von der Gabelentz et la Linguistique synchronique” Estudio preliminar a la
reimpresión de la obra de Gabelentz Die Sprachwissenschaft, Tubingue, 1969. Cf. E. Coseriu, Einfuhrung in die strukturelle Linguistik, Tubingen, 1969, pág. 24, 32, 39, 90 y sigs.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 41
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El mismo Coseriu se había propuesto ya con anterioridad (inspirándose sin duda
en formulaciones de Hjelmslev) completar la dicotomía saussureana de lengua y habla
mediante una tricotomía a la que da los nombres de sistema, norma y habla. También
otros autores proponen explicaciones semejantes o distintas.
Con todos estos puntos de vista, el tema que intentamos exponer en este capítulo adquiere
una complejidad que es preciso esclarecer con holgura suficiente. Esta va a ser nuestra
tarea en las páginas que siguen.
LENGUAJE, LENGUA Y HABLA EN SAUSSURE
De la lectura de los pasajes en que Saussure propone su célebre dicotomía42 se
saca la impresión de que se trata de unas ideas interesantes y sugestivas, pero carentes de
coherencia, faltas de claridad y a veces hasta contradictorias. Una amplia selección de
textos del Curso sobre este punto, ordenados y recompuestos en la medida de lo posible,
será tal vez la mejor demostración.
El lenguaje.
El estudio del lenguaje comporta dos partes: la una, esencial, tiene por objeto la lengua, que es social en su esencia e independiente del individuo; este estudio es únicamente psíquico; la otra, secundaria, tiene por objeto la parte individual del lenguaje, es decir, el habla, incluida la fonación, y es psíco-física (pág. 64). El lenguaje tiene un lado individual y un lado social, y no se puede concebir el uno sin el otro... En cada instante el lenguaje implica a la vez un sistema establecido y una evolución; en cada momento es una institución actual y un producto del pasado (pág. 50). Tomado en su conjunto, el lenguaje es multiforme y heteróclito; a caballo en diferentes dominios, a la vez físico, fisiológico y psíquico, pertenece además al dominio individual y al dominio social; no se deja clasificar en ninguna de las cate-gorías de los hechos humanos, porque no se sabe cómo desembrollar su unidad (pág. 51). El conjunto global del lenguaje es incognoscible porque no es homogéneo (pág. 65). No es el lenguaje hablado el natural al hombre, sino la facultad de constituir una lengua, es decir, un sistema de signos distintos (pág. 53).
Las oscuridades que ofrecen estos textos son manifiestas: ¿Por qué el estudio de la
lengua es únicamente psíquico? ¿Por qué la fonación se ha de incluir en el estudio del ha-
bla? Las expresiones «sistema», «institución», «producto», ¿se pueden aplicar al lenguaje
si éste es algo heteróclito, multiforme, incognoscible, si se considera como facultad?
42 . Cf. Curso. Págs. 49-53, 57-60, 53-66, 266-267.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 42
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
La lengua.
La lengua parece ser lo único susceptible de definición autónoma... La lengua no se confunde con el lenguaje: la lengua no es más que una determinada parte del lenguaje, aunque esencial. Es a la vez un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esa facultad en los individuos (pág. 51).
Una lengua es «un sistema de signos distintos que corresponden a ideas distintas»
(pág. 53).
Para atribuir a la lengua el primer lugar en el estudio del lenguaje, se puede hacer valer el argumento de que la facultad —natural o no— de articular palabras no se ejerce más que con la ayuda del instrumento creado y suministrado por la colectividad; no es, pues, quimérico decir que es la lengua la que hace la unidad del lenguaje (pág. 53).
Si pudiéramos abarcar la suma de las imágenes verbales almacenadas en todos los individuos, entonces toparíamos con el lazo social que constituye la lengua. Es un tesoro depositado por la práctica del habla en los sujetos que pertenecen a una misma comunidad, un sistema gramatical virtualmente existente en cada cerebro, o, más exactamente, en los cerebros de un conjunto de individuos, pues la lengua no está completa en ninguno, no existe perfectamente más que en la masa... La lengua no es una función del sujeto hablante, es el producto que el individuo registra pasivamente; nunca supone premeditación, y la reflexión no interviene en ella más que para la actividad de clasificar (pág. 57). La lengua es un objeto bien definido en el conjunto heteróclito de los hechos del lenguaje. Se la puede localizar en la porción determinada del circuito donde una imagen acústica viene a asociarse con un concepto. La lengua es la parte social del lenguaje exterior al individuo, que por sí solo no puede ni crearla, ni modificarla; no existe más que en virtud de una especie de contrato establecido entre los miembros de la comunidad. El individuo tiene necesidad de un aprendizaje para conocer su funcionamiento... La lengua, distinta del habla, es un objeto que se puede estudiar separadamente. Ya no hablamos las lenguas muertas, pero podemos muy bien asimilarnos su organismo lingüístico. La ciencia de la lengua no sólo puede prescindir de otros elementos del lenguaje, sino que sólo es posible a condición de que esos otros elementos no se inmiscuyan. Mientras que el lenguaje es heterogéneo, la lengua así delimitada es de naturaleza homogénea; es un sistema de signos en el que sólo es esencial la unión del sentido y de la imagen acústica, y donde las dos partes del signo son igualmente psíquicas.
Las asociaciones ratificadas por el consenso colectivo, y cuyo conjunto constituye la lengua, son realidades que tienen su asiento en el cerebro... En la lengua no hay más que la imagen acústica...; cada imagen acústica no es más que la suma de un número limitado de elementos o fonemas... (págs. 58-59).
La lengua existe en la colectividad en la forma de una suma de acuñaciones depositadas en cada cerebro... Es, pues, algo que está en cada uno, aunque común a todos y situado fuera de la voluntad de los depositarios (pág. 65). En el seno del fenómeno total que representa el lenguaje, hay dos factores: La lengua y el habla. La lengua es para nosotros el lenguaje menos el habla. La lengua
Universidad Nacional de Loja -AEAC 43
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
es el conjunto de hábitos lingüísticos que permiten a un sujeto comprender y hacerse comprender. Pero esta definición deja todavía a la lengua fuera de su realidad social, y hace de ella una cosa irreal, ya que no abarca más que el aspecto individual; hace falta una masa, parlante para que haya una lengua... Su naturaleza social es uno de sus caracteres internos (págs. 143-144).
El habla.
El habla es un acto individual de la voluntad y de la inteligencia, en el cual
conviene distinguir: 1°, las combinaciones por las que el sujeto hablante utiliza el código
de la lengua con miras a expresar su pensamiento personal; 2do., el mecanismo
psicofísico que le permite exteriorizar esas combinaciones (pág. 57).
El habla es la suma de todo lo que las gentes dicen, y comprende: a)
combinaciones individuales, dependientes de la voluntad de los hablantes; b) actos de
fonación igualmente voluntarios, necesarios para ejecutar tales combinaciones. No hay,
pues, nada de colectivo en el habla; sus manifestaciones son individuales y momentáneas.
En ella no hay nada más que la suma de los casos particulares (pág. 65).
Todo cuanto es diacrónico en la lengua solamente lo es por el habla; en el habla es
donde se halla el germen de todos los cambios (pág. 172).
Al separar la lengua del habla, se separa a la vez: 1.°, lo que es social de lo que es
individual; 2, lo que es esencial de lo que es accesorio y más o menos accidental (pág.
57).
Tal es la primera bifurcación con que topamos en cuanto se intenta hacer la teoría
del lenguaje. Hay que elegir entre dos caminos que es imposible tomar a la vez; tienen
que ser recorridos por separado. ...Por todas estas razones sería quimérico reunir en un
mismo punto de vista la lengua y el habla... La distinción y la subordinación, propuestas
lo aclaran todo (página 65).
La lengua y el habla, ínter dependientes. — El estudio del lenguaje comporta dos partes: una esencial,
la lengua, y otra secundaria, el habla.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 44
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Ambos objetos están estrechamente ligados y se suponen recíprocamente: la lengua es necesaria para que el habla sea inteligible y produzca todos sus efectos; pero el habla, es necesaria para que la lengua, se establezca; históricamente, el hecho de habla precede siempre... El habla es la que hace evolucionar a la lengua... (pág. 64).
Nada entra en la lengua sin haber sido ensayado en el habla; todos los fenómenos evolutivos tienen su raíz en la esfera del individuo (pág. 271).
Hay, pues, interdependencia de lengua y habla; aquélla es a la vez el instrumento y el producto de ésta. Pero eso no les impide ser dos cosas absolutamente distintas (págs. 64-65).
Se puede en rigor conservar el nombre de lingüística para cada una de estas dos disciplinas y hablar de una lingüística del habla; pero con cuidado de no confundirla con la lingüística propiamente dicha, esa cuyo objeto único es la lengua (páginas 65-66).
Estos son los textos esenciales de Saussure referentes a los conceptos de lenguaje,
lengua y habla. Creemos que es imposible establecer en ellos mayor rigor y claridad, y
dudamos de que nuevos comentarios sobre ellos puedan aportar más luz acerca de su
contenido. Su carácter inconfundible está sin duda en lo espontáneo y vigoroso de la
expresión y en la fuerza con que el autor intuye un mundo de realidades inherentes al
lenguaje que no acaba de discernir, y para las que no encuentra un puesto definitivo
dentro de una estructura científica. Por eso lo mejor es tomar estos textos en su sentido
literal, tal cual están formulados, como estímulo para ulteriores y más serenas reflexiones.
Esto es lo que, en último término, han hecho los grandes continuadores de Saussure.
LENGUAJE, LENGUA Y HABLA EN GABELENTZ
Una vez que E. Coseriu ha expuesto de manera convincente la influencia de
Gabelentz en las ideas claves del Curso de Saussure (puede comprobarse incluso un
paralelismo de ideas y expresiones), y puesto que efectivamente se encuentra en
Gabelentz claramente propuesta una distinción de tres términos: Rede, Einzelsprache,
Sprachvermogen, los cuales parecen corresponder por orden inverso a los términos
saussureanos de íengua¡e, lengua y habla, es preciso analizar qué sentido o qué alcance
tienen en el ignorado lingüista alemán estos conceptos ya tradicionalmente considerados
como originales de Saussure.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 45
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
La delimitación de dichos tres conceptos viene motivada en Gabelentz por la
definición que él mismo da del lenguaje humano como «expresión articulada del
pensamiento mediante sonidos»43. Después de hacer notar que tal definición encierra en sí
algo complejo, prosigue:
a) En primer lugar, el lenguaje se entiende como fenómeno externo, como medio
de expresión, en cada caso, de cada pensamiento particular, es decir, como habla (Rede) (pág. 3).
El término Rede parece corresponder, por el sentido, a lo que en Saussure se llama
parole, traducido al español, con más o menos acierto, por habla. Pero tal vez Rede se
traduciría mejor al español por locución, discurso, expresión oral o palabra, según los
casos. El término habla tiene un sentido algo vago en nuestra lengua, y a mi parecer
significa ante todo la facultad fisiológica de hablar; sin embargo, se ha hecho usual en
lingüística para significar el francés parole. Por eso, en los textos de Gabelentz que cito a
continuación traduciré Rede por habla.
b) En segundo lugar, el lenguaje se entiende como un conjunto unitario de tales medios de expresión para cualquier pensamiento. En este sentido hablamos de la lengua de un pueblo, de un determinado grupo o profesión, de un escritor, etc. Lenguaje, en este sentido, no tanto es el conjunto de todas las hablas del pueblo, del grupo o del individuo, sino más bien todo el conjunto de aquellas aptitudes y tendencias que determinan la forma, y de aquellas representaciones concretas que determinan la materia del habla (pág. 3).
Según este texto Gabelentz parece concebir la lengua, en cuanto distinta del habla,
como el conjunto de hábitos lingüísticos y medios de expresión existentes dentro de cada
comunidad lingüística y dentro de cada grupo de hablantes, los cuales se traducen en los
actos concretos de habla o del habla de cada individuo de esa comunidad o grupo. Es, por
tanto, lo que comúnmente llamamos lengua y lo que también Saussure llama lengua.
c) En tercer lugar se llama al lenguaje, lo mismo que al derecho y a la religión, un bien común del hombre. Con ello se da a entender la facultad del lenguaje, es decir, el don inherente a todos los pueblos de expresar los pensamientos mediante el lenguaje (pág. 3).
Nótese cómo estas tres acepciones distintas aparecen como aspectos o
componentes del lenguaje. Mas ahora veamos cómo se relacionan ulteriormente.
43 . Die Sprachwinssenschaft, pág. 3
Universidad Nacional de Loja -AEAC 46
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
a) Lo primero que Gabelentz concibe en el lenguaje es el habla (Rede), es decir, el hecho
o el fenómeno del hablar, el discurso:
La expresión viva de una lengua, o mejor dicho, la lengua misma —ya que no es otra cosa que una expresión de vida— es el habla, la cual fluye inmediatamente del alma del individuo (pág. 9).
Sin embargo, el habla (Rede) sólo (disfruta de una relativa autonomía respecto de
la lengua; el habla supone la lengua previamente organizada:
Hasta la lengua más pobre concederá al habla ciertas libertades. El hablante tiene la libertad de revestir los pensamientos que se le ocurren, ya de una forma ya de otra (pág. 386). Explicar una expresión es dar razón de las fuerzas que le sirven de base. El habla es una expresión del individuo; la fuerza que la produce pertenece, pues, en primer término al individuo. Pero el habla debe ser entendida, y sólo puede ser entendida si la fuerza de que procede influye también en el oyente. Esta fuerza, conjunto de materias y formas, es justamente la lengua (Einzelsprache). Describirla rectamente vale tanto como explicar sus expresiones (pág. 59).
Es decir, que el habla sólo se concibe en cuanto basada en la lengua, en cada
lengua particular.
b) En segundo lugar está la lengua como sistema hecho y permanente:
La lengua está tan lejos de ser una colección de palabras y formas, como el organismo una colección de miembros y órganos. Ambos son en cada fase de su vida (relativamente) sistemas perfectos, tan sólo dependientes de si mismos; todas sus partes se influyen mutuamente, y cada una de sus manifestaciones vitales brota de esta mutua influencia (págs. 8-9). Cada lengua es un sistema, cuyas partes dependen orgánicamente unas de otras, al mismo tiempo que se influencian mutuamente (pág. 481).
Toda la lengua vive en cada momento. Lo que ya no vive en la lengua, ya no pertenece a ella... Toda lengua viva es un todo en cada momento, y sólo lo vivo en el momento es operante en ella (pág. 8).
También Gabelentz afirma expresamente el carácter social de la lengua: :
La lengua es un producto de la sociedad (pág. 3).
Toda lengua es un bien común de un grupo mayor o menor de hombres, al cual
vamos a llamar por el momento un pueblo, pues por lo general comunidad
lingüística viene a coincidir con comunidad nacional... A una tal comunidad
lingüística pertenecen todos los cohablantes (pág. 8).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 47
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
c) Finalmente está el lenguaje como facultad humana en general:
Se habla del organismo de la lengua, y con todo derecho, pues la lengua no es un ser
independiente, sino una facultad y función de la naturaleza psicofísica del hombre
(pág. 17).
La lingüística general intenta explicar las diversas lenguas como múltiples formas
de manifestación de una común facultad humana; con esto intenta explicar esta
misma facultad (página 302).
Si se comparan estos textos con los anteriores de Saussure, se verá claramente
cómo las nociones saussureanas de lenguaje, lengua y habla siguen paso a paso las
correspondientes del lingüista alemán. Gabelentz parece más lógico y reflexivo, más
escueto en sus formulaciones; Saussure, en cambio, es más impulsivo, y en él se muestra
cierta pasión. Su estilo es más fluido que el de Gabelentz.
LA ACTITUD DE MARTINET. CÓDIGO Y MENSAJE
A partir de Saussure la distinción entre lenguaje, lengua y habla se hace corriente
entre los lingüistas; en la mayoría de los casos, sólo varían ligeros puntos de vista o de
enfoque; en otros, la dicotomía fundamental da pie para establecer distinciones o
precisiones más afinadas.
A Martinet se expresa en términos que refrendan íntegramente la distinción
saussureana:
Es indispensable distinguir cuidadosamente entre, por una parte, los hechos lingüísticos de todas clases, tales cuales aparecen en los enunciados, y, por otra parte, los hechos lingüísticos en tanto que pertenecen a un repertorio del que dispone la persona que intenta comunicar44.
44 . A. Martinet, Elementos de lingüística general, Madrid, 1965, pág. 34.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 48
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Como se ve, Martinet se refiere claramente a los conceptos de habla y lengua.
Dónde y cómo se halla reunido ese repertorio de expresiones disponible que llamamos
lengua, es algo que no corresponde al lingüista investigar. El hecho es, dice Martinet, que
La lengua no manifiesta su existencia más que por el discurso o, sí se prefiere, por actos del habla. Pero el discurso, los actos del habla, no son la lengua. La oposición, que es tradicional, entre lengua y habla, puede expresarse también en términos de código y mensaje. El código es la organización que permite la redacción del mensaje y con el que se confronta cada elemento de un mensaje para obtener el sentido 45.
Martinet introduce aquí los términos paralelos de código y mensaje, que sin duda
sensibilizan y esclarecen ulteriormente la distinción establecida.
Finalmente, el principal peligro que, según Martinet, puede encerrar «esta
distinción, muy útil, entre lengua y habla» es que puede hacer creer que el habla posee
una organización independiente de la organización de la lengua, de modo que se podría
pensar que existe una lingüística del habla frente a la lingüística de la lengua. Sin
embargo, el habla no hace más que concretar la organización de la lengua. Sólo por el
examen del habla podemos tener conocimiento de la lengua46
NUEVO PLANTEAMIENTO EN HJELMSLEV:
ESQUEMA, NORMA Y USO
Bajo un punto de vista más crítico considera L. Hjelmslev la dicotomía
saussureana. En un ensayo de 1943, publicado bajo el título Langue et parole 47, se
propone esclarecer qué clase de función existe entre la lengua y el habla. Para ello dice
que es preciso proceder a un análisis de las nociones, pues «cada uno de los dos términos
introducidos por el Curso admite acepciones diferentes». Según Hjelmslev, la lengua se
puede considerar:
a) como una forma pura, definida independientemente de su realización social y
de su manifestación material;
45 . Ibid, pág. 34 46 . Ibid., pág. 35 47 . Cf. Essais linguistiques, París, 1971, págs. 77 sigs.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 49
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
b) como una forma material, definida por una realización social dada, pero todavía
independiente del detalle de la manifestación;
c) Como un simple conjunto de hábitos adoptados en una sociedad dada y
definidos por las-manifestaciones observadas.
A estos tres aspectos en que se realiza el concepto de lengua, quiere dar Hjelmslev
un nombre concreto:
a) esquema (sistema), es decir, la lengua como forma material;
b) norma, es decir, la lengua como forma material;
c) uso, es decir, el conjunto de los hábitos.
El alcance de estos conceptos lo explica Hjelmslev sirviéndose de un ejemplo: La
posición de la r francesa frente a estas tres posibilidades.
a.) La r francesa puede ser definida: por el hecho de pertenecer a la categoría de las
consonantes; por el hecho de pertenecer a la sub-categoría de las consonantes que
pueden ir en posición inicial, final, etc., o también por el hecho de entrar en
conmutación con otras consonantes, por ej. la l..
Esta definición de la r francesa basta para fijar su papel dentro del mecanismo
interno (relaciones sintagmáticas y paradigmáticas) de la lengua considerada como
esquema. Con los restantes elementos definidos de forma análoga, la r francesa
constituiría la lengua francesa considerada como esquema, y, desde este punto de vista,
cualquiera que sea la manifestación de este fonema, la lengua francesa permanecerá
idéntica a sí misma. Aun en el caso en que la pronunciación del francés cambiará por
completo, la lengua, como esquema, permanecería la misma siempre que no se alteraran
las distinciones e identidades.
b) En segundo lugar, la r francesa podría ser definida como una vibrante,
admitiendo como variante libre la pronunciación de constrictiva posterior.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 50
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Esta definición de la r francesa basta para fijar su papel en la lengua como norma;
.así se opone a los otros elementos del mismo orden, distinguiéndose de ellos posi-
tivamente: por sus vibraciones se opone a las no vibrantes; por su articulación posterior se
opone a las otras constrictivas; por su pronunciación constrictiva se opone a las oclusivas.
La r francesa no implica ninguna precisión en cuanto al lugar de articulación; por esto,
aunque la definición habitual del francés cambiará dentro de los límites indicados, la
lengua, considerada como norma, permanecería idéntica.
c) Finalmente, la r francesa podría ser definida como una vibrante sonora alveolar, o
como constrictiva sonora uvular.
Esta definición comprendería todas las variantes de la pronunciación de la r
francesa, presentándola como elemento de la lengua considerada como uso; se da la
posibilidad de variar la pronunciación dentro de los límites usuales, y la lengua,
considerada como uso, permanece la misma.
Es evidente, hace notar Hjelmsslev, que de las tres acepciones de la palabra lengua,
la que la concibe como esquema es la más próxima al sentido habitual dado a esta palabra
cuando se trata de identificar una lengua. El término lengua denota, por tanto, lo más
esencial del sistema de comunicación (Hjelmslev opina que éste es el sentido que parece
dar Saussure a dicho término), despojándolo de todo carácter material, como son, por
ejemplo, las variantes fónicas. Según Hjelmslev, esta acepción es la que mejor confirma
la máxima fundamental de que la lengua es una forma y no una sustancia.
Por otra parte, la noción saussureana de «imagen acústica», como traducción
psíquica del arquetipo de la lengua en la mente del individuo, cree Hjelmslev que vincula
la lengua a una materia dada, asimilándola por tanto a la norma.
Asimismo, la lengua es definida por Saussure como «el conjunto de hábitos
lingüísticos que permiten a un sujeto comprender y hacerse comprender» 48. De donde
Hjelmslev deduce que, en tal caso, la lengua no sería más que un uso.
48 . Curso, pág. 144
Universidad Nacional de Loja -AEAC 51
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
En suma: que la definición de la lengua no está ni en una ni en otra de las tres
acepciones dichas. Hjelmslev concluye que la única definición de la lengua
universalmente aplicable es la que da el mismo Saussure cuando dice que «la lengua es un
sistema de signos»49.
Ahora bien: ¿cómo se condicionan, mutuamente los planos de esquema, norma y
uso?
La norma presupone el uso, pero no viceversa; el uso precede lógica y
prácticamente a la norma; la norma nace del uso.
El esquema presupone igualmente la norma y el uso. La lengua representa aquí un
valor, el valor de cambio de las ciencias económicas, el cual depende del uso. Así una
moneda o un billete de banco pueden cambiar de valor, lo mismo que pueden, cambiar de
valor un sonido o un significado cuando se les interpreta en relación con diferentes
esquemas.
En cuanto al habla, Hjelmslev hace las siguientes puntualizaciones:
El habla se distingue de la lengua por tres cualidades:
a) es una ejecución, no una institución;
b) es individual, no social;
c) es libre, no fijada.
Estos tres caracteres son indispensables en la definición del habla, y la supresión
de uno solo de ellos bastaría para falsificarla. Por eso la noción de habla aparece tan
compleja como la de lengua, por lo cual sería conveniente someterla a un análisis como el
anterior. Así se podría considerar la ejecución haciendo abstracción de las distinciones
entre lo individual y lo social, y entre lo libre y lo fijado; de donde la ejecución sería
ejecución del esquema, comportando los elementos siguientes:
1) las combinaciones por las que el sujeto hablante utiliza el código del esquema;
49 . Ibid., pág. 53
Universidad Nacional de Loja -AEAC 52
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
2) el mecanismo psicofísico que le permite exteriorizar esas combinaciones.
Aquí descubre Hjelmslev el límite entre forma y sustancia: todo lo relativo a la
institución se reduce a una teoría del esquema, y todo lo relativo a la ejecución
comprende la teoría de la sustancia y tiene por objeto la norma y el uso. La norma, el uso
y los actos del habla están íntimamente ligados entre sí y tienden a constituir un solo
objeto verdadero: el uso, en relación con el cual la norma, aisladamente considerada, es
una abstracción, en tanto que los actos del habla son una concretización. Todo el
mecanismo psicofísico y todo lo perteneciente a la fonación pertenece a la sustancia y cae
dentro del marco del habla; frente a esto, el esquema constituye el sistema abstracto, la
forma de la lengua.
Hjelmslev concluye diciendo que lo verdaderamente nuevo en el concepto
saussureano de lengua es lo que él llama esquema, y que si se ha de permanecer dentro de
la dicotomía, al esquema hay que contraponerle el concepto de uso, de modo que estos
dos términos sustituyan a los de lengua y habla.
NUEVO PLANTEAMIENTO EN C05E-RIU:
SISTEMA, NORMA Y HABLA
Una interpretación análoga a esta de Hjelmslev presenta Coseriu en un amplio
estudio titulado Sistema, norma y habla50
Después de analizar diversas interpretaciones de la dicotomía saussureana y de
presentar él mismo distintos aspectos de la misma, viene a la conclusión de que dicha
dicotomía es, por un lado, excesivamente rígida, y, por otro, insuficiente para explicar la
realidad del lenguaje. Sin embargo, no deja de confesar que en Saussure se encuentra «la
intuición de la flexibilidad, de la relativa libertad del sistema» (pág. 59). Esta libertad
consiste, según Coseriu, en que el sistema de la lengua presenta dos aspectos distintos:
uno estrictamente funcional (podríamos decir también institucional) representado por el
50 . Cf. E. Coseriu, Teoría del lenguaje y lingüística general, 2da. Edic. Reim. Madrid, 1967, págs. 11-113
Universidad Nacional de Loja -AEAC 53
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
código de posibilidades en la organización del mensaje, por las reglas del juego; otro
normal que determina la aplicación general del código o de las leyes del juego. De este
modo se distingue lo que es normal y lo que es anormal en relación con el sistema. Fuera
de esto está además el uso particular que cada individuo hace del sistema y de las reglas
del juego.
En todo orden de cosas, viene a decir Coseriu, hay características concretas,
variadas y variables; hay características generales, comunes o normales, más o menos
constantes; y hay por fin características típicas o exclusivas, que son indispensables y por
tanto constantes. Así, por ejemplo, una ley es un principio directivo del comportamiento,
y como tal, en sí misma algo abstracto. De tal principio abstracto se derivan, no obstante,
unas normas de aplicación concreta a los posibles casos particulares. Toda ley exige
siempre una explicación, una interpretación. Finalmente se da la aplicación efectiva a
cada caso particular.
Todas estas analogías, pero sobre todo la misma investigación del hecho
lingüístico, de la fonología y en general de la lingüística estructural, dan pie a Coseriu
para establecer los conceptos de sistema, norma y habla como aspectos distintos del
lenguaje:
La lengua, en el sentido amplio del término, no sólo es sistema funcional, sino también realización normal (pág. 68). El habla es la realización individual (pág. 98).
En todo caso, si no se atribuye la totalidad de la realización al habla, y si la lengua
se concibe en sentido estricto, como sistema funcional, es necesario introducir el concepto
intermedio de norma como conjunto de hechos extrafuncionales constantes.
Coseriu demuestra esta tesis aduciendo ejemplos de la fonética, de la morfología,
de la derivación y composición, de la sintaxis y del léxico. De los múltiples ejemplos que
aduce, vamos a seleccionar algunos entre los más significativos.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 54
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
a) En español no existe la oposición distintiva entre vocales largas y breves
(sistema); sin embargo, las vocales finales se realizan normalmente como largas (norma).
El fonema /x/ (en la grafía corriente j o g delante de e, í) es un elemento común del
sistema fonológico español; sin embargo, una frase como Artajo trajo la valija abajo
produce un extraño efecto estilístico, pues la frecuencia relativa de dicho fonema es
mucho menor en la norma de la lengua española. Todo lo que se refiere a la frecuencia de
los fonemas en una lengua concierne a la norma, no al sistema.
La oposición fonológica entre la vibrante simple y la vibrante múltiple (r-ir) existe
en español sólo en posición intervocálica (pero-perro, caro-carro), y se neutraliza, en
cambio, en todas las demás posiciones. Así, en posición inicial, desde el punto de vista
del sistema, importa sólo que se trate de vibrante, es decir, que no se confunda raro con
paro, rey con ley. Pero no es ésta la situación de la norma: la realización normal es una
vibrante múltiple (rr) en posición inicial y después de I, s, n; una vibrante simple (r)
después de oclusiva (presa); y es facultativa, aunque más a menudo simple, sólo en
posición final y delante de consonante (ver, puerta). Por eso, pronunciando rey con
vibrante simple en lugar de múltiple, no se afecta al sistema, la palabra no se confunde
con otra; pero esa realización no es normal en español.
b) En el campo de la morfología se destacan los errores de flexión que hacen los
niños o las personas que no conocen lo suficiente la norma: por ejemplo, morido en vez
de muerto, sabo en vez de sé, ande en lugar de anduve, etc. Tales formas falsas son
virtualmente posibles en el sistema pero no son admisibles desde el punto de vista de la
norma. La expresión falsa tiene lugar cuando las oposiciones funcionales del sistema son
aplicadas contrariamente a lo que constituye la norma entre los hablantes. La norma es
siempre menos general que el sistema. Así, por ejemplo, en el empleo de los pronombres
personales de tercera persona le y lo, le y la, el sistema en sí ofrece más posibilidades de
las qué permite la norma, la cual, por otra parte, puede variar.
En cuanto a la formación de palabras, la distinción entre norma y sistema se da en
virtud de las necesidades comunicativas de los hablantes. Aquí el sistema queda abierto a
Universidad Nacional de Loja -AEAC 55
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
muchas formas en consonancia con el espíritu y las leyes de la lengua; pero de tales
formas la norma sólo hará el uso exigido por las circunstancias o las necesidades de
expresión. En el sistema del español existen virtualmente todos los nombres posibles
terminados en -miento y ción, como derivados de verbos; todos los verbos posibles en -
izar, y los abstractos en -idad, sean o no utilizados por la norma. El sistema es un
conjunto de vías cerradas y vías abiertas; se pueden ampliar indefinidamente las líneas de
los derivados en -ción, -miento, pero no la de los derivados en -iego. Ahora bien, la norma
es la que acoge y desecha formas, dentro de las posibilidades que le brinda el sistema.
Para el femenino de los nombres de agente en -tor, el sistema ofrece las posibilidades -
tora y triz, pero la norma es la que elige las formas, dándoles un uso y un significado; así
no es lo mismo directora que directriz, ni actora lo mismo que actriz. La norma admite,
por ejemplo, la oposición maestro / maestra, pero no la oposición ministro / ministra. El
sistema se realiza sólo parcialmente.
c) En el campo sintáctico aparece la misma diferencia entre tipos normales de
frases y tipos no normales, pero posibles dentro del sistema. La frase se me ha dado
presenta el orden normal, del que se aparta me se ha dado (usual en algunas zonas
rurales), que, sin embargo, mantiene todas las distinciones requeridas por el sistema. En
latín, la libertad permitida en el orden de las palabras hace posible todas estas
expresiones: Petrus Paulum amat, Paulum Petrus amat, Petrus amat Paulum, etc. Todas
estas formas de construcción de la frase son correctas dentro del sistema; sin embargo,
sólo la primera forma es la normal y usual.
Después de todos estos ejemplos, Coseriu concluye:
Hemos comprobado, pues, que en todos los campos, en todas las funciones que se pueden considerar en el lenguaje, es posible y necesario distinguir los dos aspectos de norma y sistema para una comprensión mas intima de los hechos lingüísticos; o, mejor, que al lado del sistema funcional hay que distinguir la realización normal, o sea un grado inferior de abstracción, que también caracteriza las lenguas (págs. 88-89).
El sistema constituye una entidad abstracta, una red de funciones, que se realiza en
formas sociales más o menos constantes; éstas constituyen un sistema de realizaciones
normales, también abstracto, que es la norma; ésta, a su vez, se realiza en formas
Universidad Nacional de Loja -AEAC 56
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
individuales que dan lugar a una infinita variedad de la actividad lingüística concreta, es
decir, el hablar o habla.
El sistema es, pues, el conjunto de oposiciones funcionales; la norma, la
realización colectiva del sistema; el hablar o habla, la realización individual concreta de
la norma, que contiene la norma misma y además la originalidad expresiva de los
individuos hablantes.
El sistema es el conjunto de posibilidades; la norma, el conjunto de realizaciones
que pueden dar lugar (y de hecho lo dan) a los tipos del lenguaje familiar, popular,
literario, elevado, vulgar, etc. El individuo hablante hace uso libremente de todas estas
posibilidades dentro del marco de la norma y del sistema. El sistema es el lugar en que
concurren la norma y el hablar concreto.
Comenzando por el hablar concreto, realidad inmediata del lenguaje, tenemos los
hechos de habla, creación inédita que corresponde a las intuiciones inéditas del individuo;
sin embargo, no son invenciones arbitrarias del individuo, sino estructuraciones sobre
modelos preexistentes en la lengua: recreaciones. El individuo saca sus expresiones del
código de la lengua, y así habla su lengua, que es a la vez la de los demás. Ahora bien,
pasando al plano de la abstracción, dichas expresiones adquieren un primer grado de
formalización en cuanto que reproducen las formas o normas usuales en la comunidad. Y
adquieren un segundo grado de formalización cuando de ellas abstraemos una serie de
elementos esenciales e indispensables, de oposiciones funcionales, que es lo que
llamamos sistema. Pero norma y sistema no son conceptos arbitrarios aplicados al hablar,
ni tampoco aspectos del habla, sino formas que se manifiestan en el hablar mismo, en la
actividad lingüística del individuo.
Hasta aquí el resumen de las ideas de Coseriu sobre una concepción tripartita del
lenguaje.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 57
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
USOS VARIOS DE LOS TÉRMINOS «LENGUA» Y «HABLA»
Como resumen de los puntos de vista expuestos, así como de otros varios que
permite la tradicional dicotomía saussureana de lengua y habla, vamos a enumerar los
distintos usos o acepciones en que se toman o pueden tomar dichos términos.
El término lengua puede significar:
a) El conjunto o repertorio de posibilidades de que disponen los hablantes para la
formación de enunciados dentro de la lengua en cuestión, así como para la interpretación
de los mismos.
b) El uso, en general, de tales posibilidades dentro de una determinada comunidad
lingüística, uso que confiere a la lengua su carácter social. Se trata, por tanto, del instru-
mento empleado por la comunidad de hablantes. Así, cada miembro de la comunidad
debe conocer y emplear, en sus caracteres fundamentales, el instrumento de manera en
principio idéntica a como lo emplean sus semejantes.
c) Dadas las particularidades existentes entre los usuarios de la lengua, ésta se
entiende también como el conjunto de los usos que precisan los caracteres esenciales de
las formas de comunicación empleadas; estos caracteres esenciales son los que
constituyen la unidad de la lengua. Se trata, más o menos, de lo que Coseriu llama norma.
d) Lengua se opone finalmente a dialecto, en cuanto que su carácter social
presupone la realización de determinadas condiciones o requisitos políticos, históricos,
geográficos, culturales, etc. En este sentido lengua es el vehículo general y común de la
cultura y de la comunicación dentro de una comunidad ante todo nacional o política.
El término habla puede significar:
a) Un enunciado o un conjunto de enunciados, es decir, el hablar en concreto, el
discurso, la locución.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 58
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
b) Las condiciones psicofísicas que hacen posible la realización del hablar, del
discurso, de los enunciados, como son, por ejemplo, los movimientos articulatorios.
c) Determinadas formas de expresión lingüística que, o no han adquirido aún carta
de naturaleza dentro del hablar común, o la han perdido por haber caído en desuso. En
este sentido se distingue entre «hechos de habla» y «hechos de lengua». Se trata de
elementos no discordantes con el sistema de la lengua y por tanto posibles.
d) Finalmente forman parte integrante del habla ciertos elementos extralinguísticos,
presentes no obstante en toda clase de enunciados, como el timbre de la voz, las pausas,
las inflexiones, etc.
Como fácilmente se echa de ver, todas estas varías acepciones de los términos
lengua y habla han venido a hacer a dichos términos, en ocasiones, prácticamente
embarazosos y de difícil aplicación. Si la dicotomía diera en efecto una visión clara y
total de la realidad del lenguaje y de sus aspectos, podría aceptarse sin restricciones. Mas
el hecho de ser posibles múltiples subdivisiones pone en peligro su practicidad.
EL CONCEPTO DE LENGUAJE SEGÚN SAPIR
Veamos ahora, para terminar este capítulo, una descripción sencilla y clara del
concepto de lenguaje cual nos la ofrece Sapir en el primer capítulo de su obra Language
(1921). El célebre lingüista americano define el lenguaje en estos términos:
El lenguaje es un método exclusivamente humano, no basado en el instinto, para comunicar ideas, sentimientos y deseos por medio de un sistema de símbolos libremente establecidos. Estos símbolos son ante todo acústicos y se producen mediante los llamados «órganos de la fonación”51.
En el mismo capítulo se hallan amplios comentarios de esta definición, que
podemos resumir de este modo:
1) El lenguaje es un método exclusivamente humano.— Es una actividad común a
todos los hombres, cuya diferenciación en las distintas comunidades lingüísticas no tiene
51 . E. Salir, Lenguaje, An Introduction to the Study of Speech, London, 1970, pág. 8.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 59
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
límites perceptibles, toda vez que el lenguaje es la herencia de la comunidad en virtud de
un condicionamiento puramente histórico, y el resultado del prolongado uso común.
Así como el individuo humano no es concebible sino como miembro de una
comunidad, así tampoco la lengua se concibe sino dentro de la comunidad humana.
Supuesto el caso de que un recién nacido pudiera subsistir aislado de los demás,
aprendería sin duda a andar, pero jamás aprendería a hablar, es decir, a formular
pensamientos en un sistema lingüístico. El hombre es capaz del lenguaje sólo dentro de la
comunidad humana.
2) El lenguaje es una facultad no instintiva. — Puede decirse que el hombre está
ya predestinado a andar; y esto, no porque los mayores le ayuden a adquirir esta destreza,
sino porque el organismo humano desde el nacimiento y aun desde el momento de la
concepción está dispuesto para realizar todos los esfuerzos nerviosos y musculares cuyo
resultado final es el andar. En una palabra: el andar es una función biológica innata del
organismo humano; una función instintiva. El lenguaje, por el contrario, es una función
adquirida, cultural.
Es cierto que existen manifestaciones del lenguaje que inducen a pensar en una
base instintiva, como cuando al sentir un afecto impetuoso, una profunda alegría o un
punzante dolor, prorrumpimos en expresiones que manifiestan nuestro estado de ánimo.
Sin embargo, tales expresiones no forman el tipo normal de la comunicación que
llamamos lenguaje. Tales expresiones son en realidad instintivas y carecen del carácter
simbólico (sémico) del lenguaje.
Ni las interjecciones ni las onomatopeyas son prueba de que el lenguaje tenga una
base instintiva. El lenguaje no se deriva de ellas. Las interjecciones son distintas en las di-
versas lenguas, y las onomatopeyas no son otra cosa que formas de imitación de ruidos
naturales, y por tanto productos del entendimiento y de la fantasía de los hombres, lo
mismo que todos los demás elementos de las lenguas.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 60
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
No existe, pues, en el lenguaje humano una base instintiva apreciable. La
comunicación mediante gritos producidos instintivamente (la cual se observa también
entre los animales) nada tiene que ver con el lenguaje en el sentido en que lo entendemos
aquí.
3) Para comunicar ideas, sentimientos y deseos. — No es posible considerar el
lenguaje sino como un sistema plenamente desarrollado que cumple una determinada
función dentro de la estructura intelectual y psíquica del hombre. Por otra parte, es
evidente que todos los fenómenos psico-físicos concomitantes no bastan para explicar la
realidad misma del lenguaje, por más que la base psicofísica es indispensable para que el
individuo sea capaz de hablar.
Por esto el lenguaje puede ser considerado como un instrumento utilizable para
toda una serie de fines psíquicos y espirituales. El acto lingüístico no se desarrolla a un
único nivel respecto de, los contenidos de conciencia, sino a niveles diversos. En la escala
de los contenidos, el ínfimo lugar corresponde a las representaciones concretas; el
supremo, a los conceptos abstractos y a sus mutuas relaciones, es decir, a lo que
comúnmente se llama discurso o razonamiento.
Respecto de estos distintos niveles, la forma externa del lenguaje permanece
idéntica; su significado, en cambio, su contenido espiritual, es una magnitud variable
según los intereses del individuo y su grado de desarrollo intelectual. Es evidente que el
contenido más denso del lenguaje, su más profundo valor significativo, es el que le
confiere el pensamiento. Esto no significa que lenguaje y pensamiento sean una misma
cosa, pero sí es cierto que el lenguaje se puede considerar como la parte exterior del
pensamiento, siendo su objetivo más cumplido la formulación de conceptos abstractos,
que es donde cobran pleno sentido las formas de expresión simbólicas.
4) Por medio de un sistema de símbolos libremente establecidos. La base material
del lenguaje consiste en el desarrollo de un sistema fonético nítido, al cual subyace una
estructura relacional de valores simbólicos que es su base formal. Todo ello ofrece la
posibilidad de expresar los más diversos contenidos mentales. Estos requisitos los
Universidad Nacional de Loja -AEAC 61
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
cumplen todas las lenguas conocidas. Hay lenguaje, por tanto, allí donde a los diversos
datos de nuestra experiencia se asignan determinados sonidos articulados, libremente
elegidos en cuanto tales elementos significativos, es decir, establecidos para tal objeto por
convención. Una palabra como casa no es un hecho lingüístico mientras con ella no se
signifique otra cosa que el puro efecto acústico de los sonidos c, a, s, a. Sólo cuando
dichos sonidos establezcan una asociación con el concepto «casa», sólo entonces cobrarán
valor simbólico pasando a ser una palabra y con ello lenguaje.
Es esencial que el significado exprese una representación abstracta. La palabra
casa no es en primera línea la imagen verbal de una percepción aislada ni de la
representación de un objeto concreto, sino que es el símbolo fónico-acústico de un
concepto, es decir, un casillero capaz de albergar mil experiencias distintas.
Toda comunicación no instintiva de ideas implica una transmisión mediata o
inmediata del simbolismo lingüístico. La facilidad con que este simbolismo puede
trasferirse de un sentido a otro, de una técnica a otra, indica claramente que los simples
sonidos no constituyen la esencia del lenguaje, sino que éste consiste más bien en la
capacidad de clasificar conceptos vertiéndolos en formas concretas, y de relacionarlos
entre sí.
5) Estos símbolos son ante todo acústicos y se producen mediante los llamados
«órganos de la. -fonación». — Si bien, como hemos dicho, lo esencial del lenguaje es el
simbolismo significativo, este simbolismo sólo se da en un medio acústico. El lenguaje es
un sistema simbólico-acústico. Las imágenes acústicas y los correspondientes procesos
nerviosos y musculares que determinan la articulación de los sonidos constituyen la
fuente de todo lenguaje humano.
En el individuo normal, los impulsos fonatorios parten del campo de las
imágenes verbales, siendo transmitidos desde allí a los nervios motores que regulan el
funcionamiento de los órganos fonatorios. Sin embargo, la suma de fenómenos nerviosos
y las sensaciones que los acompañan no constituyen el término de este proceso; sólo
tienen el valor de medios, y sirven para producir efectos acústicos tanto en el hablante
Universidad Nacional de Loja -AEAC 62
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
como en el oyente. La comunicación mutua, que es la finalidad del lenguaje, tan sólo
tiene lugar cuando el oyente traduce sus percepciones acústicas a una cadena de imágenes
o pensamientos que se corresponden en la significación con los que el hablante había
querido trasmitirle. El ciclo de la comunicación lingüística comienza, pues, y termina en
el ámbito de lo acústico; al principio están las imágenes acústicas del hablante, y al final
las percepciones acústicas del oyente, que a su vez producen en él imágenes acústicas.
Este ciclo se da también en el interior de un solo individuo -cuando se escucha a sí
mismo, es decir, en los casos en que pensamos en alto o dialogamos con nosotros
mismos. Esta sencilla descripción del concepto o de la realidad del lenguaje que nos
ofrece Sapír es sumamente ilustrativa, pues recoge todos los caracteres esenciales del
lenguaje humano. Puede considerarse como un complemento de las exposiciones
anteriores. Al prescindir de los diversos aspectos formales del lenguaje, limitándose a
describir sus caracteres más inmediatos, evita las dificultades u obscuridades que hemos
comprobado en los otros autores.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 63
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
III
EL SIGNO LINGÜÍSTICO
La teoría del «signo lingüístico», introducida en la mayoría de los trabajos sobre
lingüística general, tiene su origen en el Curso de F. de Saussure, si bien el término
«signo» ha sido empleado con anterioridad en un sentido semejante. Esta teoría, no
obstante haber descubierto aspectos nuevos para la investigación y comprensión del
fenómeno lingüístico, ha producido también inevitables discusiones y confusiones
debido, sobre todo, a la falta de claridad y precisión con que aparece expuesta en la obra
del profesor ginebrino. Por esto, antes de hacer reflexiones o precisiones, conviene
conocer las ideas fundamentales de Saussure sobre este punto.
En el Curso se halla, primero una descripción de la naturaleza del signo lingüístico
como unión de significante y significado, y segundo una exposición de sus propiedades52.
Más tarde, el autor expone cómo el sistema de signos que es la lengua constituye un
sistema de valores en que se expresan y organizan los conceptos de la mente53. Con lo
cual parece quedar modificado el concepto de signo antes establecido, ya que el signo se
daría como tal antes de existir el concepto definido. Vamos a intentar, pues, aclarar estos
extremos.
EL CONCEPTO DE SIGNO LINGÜÍSTICO
1) La naturaleza del signo lingüístico aparece descrita en el Curso en estos
términos:
«Para ciertas personas, la lengua, reducida a su principio esencial, es una
nomenclatura, esto es, una lista de términos que corresponden a otras tantas cosas” (pág.
127). Pero esta concepción es criticable por muchas razones; en último término, por hacer
suponer que los nombres son etiquetas que se ponen a las cosas y que ello se reduce a una
operación muy simple. Y aun con todo, esta perspectiva simplista muestra ya que toda
52 . Cf. Curso, pág. 127-145 53 . Cf. Ibid., págs. 191-206
Universidad Nacional de Loja -AEAC 64
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
unidad lingüística es una cosa doble, algo formado por la unión de dos elementos. Se trata
de una unidad asociativa verificada en nuestro cerebro, a la que se puede dar el nombre de
«signo lingüístico». Con esto, Saussure intenta corregir el punto de vista superficial del
profano, que no ve más que la apariencia externa, situando la realidad de la lengua en un
plano interno, psicológico. Así, dice: «Lo que el signo lingüístico une no es una cosa y un
nombre, sino un concepto y una imagen acústica» (pág. 128).
Centrada así en el signo lingüístico la esencia de la lengua, ésta queda convertida
en un hecho psicológico puro, ya que tanto el concepto como la imagen acústica, que son
los componentes del signo, son procesos o fenómenos anímicos.
Es importante saber qué se entiende aquí por imagen acústica o imagen verbal; Saussure
insiste mucho en ello. La imagen acústica no es el sonido externo, físico o material, de la
palabra, sino la representación interna de ésta en la imaginación o en la mente; es, por
tanto, la forma verbal concebida, ó como dice Saussure «la huella psíquica» del sonido
material. La imagen acústica es la representación natural de la palabra, en cuanto hecho
de lengua virtual, fuera de toda realización por el habla.
Este carácter psíquico de las imágenes acústicas o verbales lo podemos comprobar
por nosotros mismos pensando o diciéndonos algo para nuestros adentros, o
reflexionando sobre lo que diríamos a otra persona. Y es que los términos de la lengua,
sobre todo de la lengua materna, son en primer lugar imaginaciones, formas de la fantasía
previas a las formas fónicas externas, a su traducción material en sonidos articulados (cf.
pág. 128).
«El signo lingüístico es, pues, una entidad psíquica de dos caras»: concepto e
imagen acústica; es «la combinación del concepto y de la imagen acústica». Estos dos
elementos están íntimamente unidos y se reclaman recíprocamente (cf. pág. 129).
Saussure se da cuenta, no obstante, de que en esta definición el término signo tiene
un sentido que no es el usual; por esto hace notar que, empleado según el uso corriente, el
Universidad Nacional de Loja -AEAC 65
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
signo lingüístico se referiría a la imagen acústica sola54. Pero replica: «Se olvida que si
llamamos signo a arbor no es más que gracias a que conlleva el concepto «árbol», de tal
manera que la idea de la parte sensorial implica la del conjunto» (pág. 129). Por esto
propone conservar la palabra signo para designar el conjunto, en tanto que las partes, que
son el concepto y la imagen acústica, pueden ser sustituidas por las expresiones
significado y significante respectivamente. Más no parece quedar Saussure muy
satisfecho con este arreglo, pues termina diciendo:
En cuanto al término signo, si nos contentamos con él es porque no sugiriéndonos la lengua usual cualquier otro, no sabemos con qué reemplazarlo (págs. 129-130).
Al hablar más adelante Saussure del «valor lingüístico», reaparece el fondo de
estas mismas ideas, pero su formulación es mucho más imprecisa y hasta, a veces,
contradictoria. Dice que son «dos los elementos que entran en juego en el funcionamiento
de la lengua: las ideas y los sonidos». Pero de estos dos elementos parecen ser los sonidos
los que desempeñan la función preponderante, pues, «hecha abstracción de su expresión
por medio de palabras, nuestro pensamiento no es más que una masa amorfa e indistinta»
que sólo se esclarece gracias a las palabras. «El pensamiento es como una nebulosa donde
nada está necesariamente delimitado. No hay ideas preestablecidas, y nada es distinto
antes de la aparición de la lengua». «Sin la ayuda de los signos, seríamos incapaces de
distinguir dos ideas de manera clara y constante» (pág. 191).
La conclusión inmediata que se desprende de estas frases es que, sin las palabras,
es decir, sin los signos lingüísticos, no hay pensamiento formado. Pero esto hace presu-
poner la palabra, el signo, al concepto. Lo cual parece destruir la definición de signo
lingüístico antes establecida en el sentido de fusión de un concepto; y una imagen
acústica, es decir, elementos singulares preexistentes, o previos. Ahora parece decirse más
bien que son las delimitaciones de la lengua —palabras o signos— las que crean, dan
realidad significativa al pensamiento, organizándolo.
54 . Esta concepción del término “signo” como relativo a la imagen acústica solo parece habérsele
deslizado, no obstante, al hablar del circuito de la palabra, donde dice: “Los hechos de conciencia, que llamaremos conceptos, se hallan asociados con las representaciones de los signos lingüísticos o imágenes acústicas que sirven a su expresión” (página 54). El subrayado es mío.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 66
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Un poco distinta suena de nuevo la frase siguiente:
El papel característico de la lengua frente al pensamiento no es el de crear un medio fónico material para la expresión de las ideas, sino el de servir de intermediaria entre el pensamiento y el sonido, en condiciones tales que su unión lleva necesariamente a deslindamientos recíprocos de unidades (pág. 192).
En este texto se hace difícil entender qué cosa sea en sí misma la lengua como
«intermediaria» entre el pensamiento y el sonido, salvo que se la considere como pura
forma abstracta, y en virtud de qué aparecen esos deslindamientos recíprocos de unidades.
No sin razón se da cuenta el mismo Saussure de que esto tiene que ser un «hecho en cierta
manera misterioso». De todos modos, parece ser que la idea que sirve de base a estas
expresiones es que la lengua, sus unidades, tienen el carácter de signos que delimitan las
masas del pensamiento y del sonido; es decir, signo = unión de significante y significado.
En esta dirección apuntan las frases que siguen, aunque en ellas fácilmente se insinúa la
contradicción: «El pensamiento, caótico por naturaleza, se ve forzado a precisarse al
descomponerse». «El ‘pensamiento-sonido' implica divisiones, y la lengua elabora sus
unidades al constituirse entre dos masas amorfas» (pág. 192). «Cada término lingüístico
es un miembro, un articulus donde se fija una idea en un sonido y donde un sonido se
hace el signo de una idea» (pág. 193). En esta última frase se afirma claramente que el
sonido material es el signo de la idea; es decir que de nuevo emplea Saussure el término
«signo» en el sentido usual, el de significante, no en el sentido especial que le diera al
principio; pero esto queda contradicho a renglón seguido, donde vuelve a reafirmarse la
idea de que el signo lingüístico es la unión de significado y significante:
La lengua es también comparable a una hoja de papel: el pensamiento es el anverso y el sonido el reverso; no se puede cortar uno sin cortar el otro; así tampoco en la lengua se podría aislar el sonido del pensamiento, ni el pensamiento del sonido (pág. 193).
Con menor fortuna emplea Saussure en todos estos textos la expresión «sonido»
donde debiera decir «imagen acústica” como hizo anteriormente. Ya sabemos que el
sonido es imagen verbal interior antes de ser fonación externa. Quizás emplea sonido para
destacar más la contraposición de los dos órdenes distintos.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 67
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Por fin aparece una frase lograda que rehabilita la definición inicial de signo
lingüístico: «La lingüística trabaja en el terreno limítrofe donde los elementos de dos
órdenes se combinan; esta combinación produce una forma, no una sustancia» (pág.
193). Evidentemente esta forma es la lengua o sistema de signos; es decir que la lengua es
la combinación de un sistema de significantes con una constelación de significados.
Estas serían las ideas claves de Saussure sobre el signo lingüístico, ideas realmente
sugestivas, bien que faltas de rigor en su formulación y por consiguiente no exentas de
contradicciones; defectos todos, por lo demás, ya vistos y comentados por muchos
autores. Sin embargo (y aparte de todas las posibles observaciones sobre los textos de
Saussure) el fallo fundamental de su teoría del signo lingüístico está en haber incluido en
el concepto de signo la noción de significante y significado como unidad de dos caras.
Con lo cual parece haber desconocido, o por lo menos no haber estimado en su valor, la
verdadera y usual noción de signo55. Por esto, si queremos seguir empleando el concepto
de signo como algo válido en lingüística, es preciso que esclarezcamos su sentido y su
aplicación a los elementos del lenguaje.
2) ¿Qué se entiende, pues, por signo? Se dice que signo es todo lo que representa a
otra cosa como haciendo las veces de esa cosa; o en términos psicológicos: signo es un
estímulo que evoca en el mecanismo mental la imagen latente de otro estímulo, es decir,
de un contenido previamente adquirido. Así se dice que la nube es signo de la lluvia. Es
condición necesaria que lo que hace de signo sea conocido de antemano como tal signo,
en su función de representar. Lo cual supone un proceso asociativo dentro de la memoria,
por el que se establecen relaciones de significado entre elementos dispares. El signo
consiste, pues, formalmente en esta relación o asociación de significado que llamamos
significación.
55 . B. Malmberg parece opinar lo contrario, pues escribe: “Incluyendo así el significado en la idea de
signo lingüístico, Saussure ha puesto el fundamento de la semántica moderna. Ha visto claramente que no existen conceptos o representaciones sin denominaciones que les correspondan, y por eso, al sistema de nociones mentales le ha dado un puesto en el sistema lingüístico, y a la semántica un lugar dentro de la descripción lingüística” (Les nouvelles tendance de la linguistique, París, 1966, pág. 63. Pero talvez la cuestión esté aquí más bien en saber si tiene sentido tal concepto de signo lingüístico, o si no es más bien un contrasentido; además de que es discutible si el sistema de noción mentales debe quedar por este camino integrado dentro del sistema lingüístico.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 68
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
De aquí se deducen dos caracteres fundamentales:
a) el signo siempre es distinto de la cosa significada;
b) el signo se valora en función de aquello que significa, ya que su razón de ser
como tal signo es significar. Para entender qué es signo es preciso entender qué es
significar. Esto es el signo definido en sí mismo.
Pero no hay que olvidar que todo signo tiene dos soportes pasivos, sin los cuales
no existiría; éstos son el sujeto y el término de la relación, o si se quiere, el representante
y el representado, ¿Qué papel desempeñan esos dos soportes?
Entre la nube (representante) y la lluvia (representado) se da una relación o
asociación en virtud de la cual la nube representa la lluvia, es signo de la lluvia. Pero
tenemos que la nube sigue siendo nube, y que la lluvia es cosa distinta de la nube. ¿A qué
se debe entonces el que la nube signifique la lluvia sin serlo? ¿Qué realidad o sentido
recibe la nube para ser signo de la lluvia? ¿Se da una fusión de ambas cosas en la realidad
del signo? De ningún modo. Fácilmente se ve que en tal caso la noción de signo se
perdería, resultando más bien un compuesto. Para seguir afirmando que la nube es signo
de la lluvia, la nube tiene que seguir siendo nube, y la lluvia, lluvia, sin confundirse. Por
otra parte, la nube en tanto nos interesa en cuanto que tiene que ver con la lluvia. Es decir,
que para que la nube sea signo de la lluvia tiene que mantener por una parte su realidad de
nube, y recibir por otra parte un modo de ser cuyo sentido sea exclusivamente
relacionarse con la lluvia, significarla. Este modo de ser, que en los signos naturales se
define bien como accidente real (algo que no consiste sólo en ser pensado), es el ser de la
relación. Así, volviendo a nuestro ejemplo, la nube, en cuanto es signo de la lluvia, tiene
en sí su ser de nube y además el ser de la relación con la lluvia por la que es signo de ésta.
En cuanto al término de la relación, el representado (la lluvia) es evidente que permanece
inalterado en su ser, no obstante ser significado por el signo. De aquí que se hable de una
relación no mutua.
El problema fundamental de la teoría de los signos reside, por tanto, lógicamente
en el concepto de relación, y psicológicamente en la naturaleza de las asociaciones
Universidad Nacional de Loja -AEAC 69
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
mentales. En el orden lógico, el proceso de la significación consiste en establecer
referencias y relaciones entre los conceptos, o, si se quiere, en las relaciones mismas entre
éstos. Bajo el aspecto psicológico, la significación no es otra cosa que un proceso de
asociación: poner señales que sean capaces de evocar, de atraer hacia sí y hacer presentes
otras señales. Toda nuestra vida cognoscitiva se reduce a establecer una red de
significaciones, y todo el mundo de la conciencia consiste en la percepción de
significados. Las asociaciones mentales constituyen un proceso psicológico relativo a la
vida de las imágenes e ideas que forman el depósito de nuestros conocimientos. Cualquier
nuevo dato de experiencia venido de fuera cobra sentido para nosotros sólo en la medida
en que se enlaza con nuestros propios conocimientos. Lo que llamamos adquirir
experiencia no es otra cosa, que dar sentido a la realidad, hacerla significativa. El
conocimiento y la conciencia no llegan más allá de donde llega la significación.
Al decir Saussure que el signo lingüístico une una imagen acústica y un concepto
(un significante y un significado), además de hacer de la representación imaginativa
(imagen verbal) y el concepto una unidad imposible —ya que ambas cosas pertenecen a
niveles abstractivos distintos—, se salía el ser de la relación en que consiste el signo y que
es suficiente para establecer el nexo entre el significante y el significado. La imagen
verbal arbor significa el concepto de «árbol», no porque conlleve tal concepto, cosa
imposible, ni porque «la idea de la parte sensorial implique la del conjunto», cosa todavía
más imposible, sino porque la imagen verbal arbor está mentalmente relacionada o
asociada con el concepto «árbol» en virtud de su significado, de la relación significativa.
Sería curioso investigar qué pudo haber inducido a Saussure a formular en tales
términos el concepto de signo lingüístico. Ya hemos visto cómo sus ideas en este punto
son vacilantes. En una ocasión llega incluso a formular el concepto de signo en el sentido
de relación, bien que dentro de un texto confuso; dice: «El signo es la relación que une los
dos elementos concepto e imagen auditiva» (pág. 195). Nótese que no dice que el signo
sea la unión de los dos elementos, sino la relación que los une.
De todo lo hasta aquí dicho se deduce que el concepto de signo no implica ni
puede implicar más realidad que la de establecer una relación entre dos cosas distintas
que desempeñan respectivamente las funciones de representante y representado, o de
Universidad Nacional de Loja -AEAC 70
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
significante y significado. Dicha relación —que psicológicamente consiste en una
asociación— es formalmente la significación. Por esto, y por nada más, es signo el signo.
La relación significativa puede tener por objeto tanto conceptos como cosas. Es, por
tanto, imposible la inclusión del significado dentro del signo. Lo mismo vale respecto del
signo lingüístico. La nube, signo de la lluvia, no es nube + lluvia; la imagen verbal mesa,
significativa del concepto «mesa», no es mesa imagen + mesa concepto; sino que mesa
significa (stat pro) «mesa». No sólo la cosa física queda fuera del signo, sino también el
concepto de la cosa. Ahora bien: el sigilo se relaciona tanto con el concepto como con la
cosa56.
Uno de los esquemas tal vez más logrados para ilustrar la función del signo
lingüístico en el complejo de relaciones psicológicas en que se sitúa, es sin duda el
Organon-Modell. de Bühler. Claro que Bühler coloca el signo lingüístico en el sonido
concreto o físico57, mientras que nosotros, siguiendo a Saussure, lo hemos situado en la
zona interior o psíquica en que se instalan las imágenes verbales; pero esto no cambia el
modo de la relación del signo. El esquema de Bühler supone los procesos mentales que
determinan el cuadro de relaciones externas aquí expresadas:
56. K. Buhler resume en las siguientes ideas la noción de signo que acabamos de exponer: “Siempre
que tiene lugar una sustitución hay, como en toda relación, dos fundamentos, un algo y otro algo que la consideración tiene que distinguir. Si un concreto funciona hic et nuc como representante, siempre puede plantearse la cuestión de en virtud de qué propiedades recibió la representación, la asumió y la realiza. Por tanto siempre tiene que ser posible una determinación doble de ese concreto, una de las cuales prescinde de la función de representante que tiene el que representa, para definirlo como lo que es y sería por si mismo. La segunda interpretación, en cambio, busca y encuentra en él aquéllas propiedades a las que está ligadas la representación. En el caso del ser el signo nunca son más que momentos abstractos, en virtud de los cuales y con los cuales el concreto actúa “como” signo. He denominado este hecho fundamental de la teoría del lenguaje el principio de la relevancia abstractiva.” Buhler recuerda cómo los escoláticos definieron el signo con aquella célebre fórmula aliquid stat pro aliquo, y continúa: “el stare pro pertenece, en todos los ejemplos de la vida conocidos, a las relaciones no mutuas. EL legado es un representante de su Estado, pero no al revés. Esto es válido también para los signos, y se puede decir que el sustituto (id quod stat pro aliquo) pertenece siempre a la espera de lo perceptible” (Sprachtheorie, Stuttgart, 1965, pág. 40-41).
57 . El mismo Buhler da razón de esta preferencia: “El hablar llamado “interior”, imperceptible externamente, no quebranta la regla; pues aquí también se dan intuitivamente –por tanto de modo perceptible para el solitario para quien ese hablar existe- sonidos o un sustitutivo de sonidos en alguna forma (acústica, motriz, óptica); si no, no se da un auténtico fenómeno verbal” (op. Cit., pág. 41n.)
Universidad Nacional de Loja -AEAC 71
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Objetos y estados de cosas
Según Bühler, todo mensaje o signo lingüístico implica una triple relación:
a) con las cosas o fenómenos que son objeto del mensaje;
b) con el sujeto emisor del mensaje;
c) con el sujeto receptor del mensaje.
Al hablar siempre ocurre que alguien comunica algo a alguien. El mensaje es, por tanto:
a) representación de aquello de que se habla;
b) expresión del sujeto hablante;
c) apelación a la persona del receptor.
El círculo del centro simboliza el fenómeno acústico concreto. Tres aspectos variables en él están llamados a elevarlo por tres veces distintas a la categoría de signo. Los lados del triángulo inserto simbolizan esos tres aspectos. Por una parte, el triángulo comprende menos que el círculo (principio de la relevancia abstractiva); por otra parte, sobrepasa el círculo para indicar que el dato sensible siempre experimenta un complemento perceptivo. Los grupos de líneas simbolizan las funciones semánticas del complejo signo lingüístico. Este es símbolo en virtud de su ordenación a objetos y estados de cosas; síntoma (indicio), en virtud de su dependencia del emisor, cuya interioridad expresa; y señal, en virtud de su apelación al oyente, cuya conducta externa o interna dirige como otras señales de" comunicación 58 .
Como es natural, la importancia relativa de estas tres funciones puede variar según
la naturaleza y finalidad del mensaje.
58 . K. Bhuler, op. Cit., pág. 28
Universidad Nacional de Loja -AEAC 72
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Con esto queda claro que signo lingüístico y concepto son dos cosas
objetivamente distintas, y que no es necesario, desde el punto de vista lingüístico, partir
del concepto para explicar sólo por él el sentido de las palabras. Las ideas de Saussure
sobre el signo lingüístico se fundan en una concepción psicológica que podemos
considerar anticuada. Nociones como concepto, representación mental, especie impresa,
etc., no tienen buena cabida en un amplio sector de la moderna psicología. Los filósofos
de orientación metafísica y lógica siguen aceptando el mundo conceptual o mundo de las
ideas como un ámbito superior independiente dentro de la estructura de la persona. Pero
la tendencia dominante entre lingüistas y psicólogos es que los conceptos están supe-
ditados a las relaciones establecidas por la lengua y a los niveles culturales condensados
en ella. Desde este punto de vista, el signo lingüístico puede incluso prescindir del com-
ponente conceptual; los significados, más bien que seguir la línea ascendente de los
conceptos, siguen la dirección horizontal de las relaciones intralingüísticas. Las palabras,
se dice, no tienen significados; tienen empleos. El significado, tal como se nos comunica
a través del lenguaje, depende de las relaciones entre las distintas partes de los
enunciados, y estas relaciones las determina la estructura del sistema de la lengua. El
sentido de cada palabra en cada caso lo define el conjunto de sus relaciones, más bien que
el concepto que representa. Así se opina sobre todo en la lingüística americana.
Aquí podría tener aplicación la misma noción saussureana de valor lingüístico59, a
la que se aludió más arriba. Es el estado de la lengua el que determina los usos de las
palabras; los usos son su valor o sus valores, es decir, sus posibilidades de empleo en la
comunicación, y por tanto su significado. Así, por ejemplo, en relación con los colores, el
empleo y el significado de la palabra azul dependen de la existencia o no existencia en
cada lengua determinada de otros términos para expresar colores, como verde, amarillo,
naranja, etc., de modo que la extensión significativa de azul y sus aplicaciones están
delimitadas y definidas por la extensión significativa y las aplicaciones de las restantes
denominaciones de colores.
Es, por tanto, el estado de la lengua, es decir, la red de relaciones en ella posibles y
vigentes, lo que determina el valor significativo de las palabras y las posibilidades de ope-
rar con ellas y de emplearlas en la comunicación.
59 . Cf. Curso, págs. 185 sigs.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 73
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Partiendo de esta doctrina de Saussure, muchos lingüistas opinan que si la lengua
no es más que un sistema de valores, los signos lingüísticos no son representaciones de
conceptos en el sentido de contenidos mentales, sino simples «deslindamientos de
unidades» susceptibles de variación y de empleos diversos de acuerdo con la estructura de
la lengua y con las exigencias cambiantes de la comunicación. Con lo cual la doctrina de
Saussure tendría dos vertientes, opuestas en este punto.
A este respecto es característica la concepción de un gran sector de la lingüística
americana bajo la influencia de la psicología behaviorista.
Entre los lingüistas americanos no es corriente el empleo del término «signo»; por
signo se entiende aquí propiamente un estímulo capaz de provocar una reacción. Para
Bloomfield, por ejemplo, la comunicación lingüística forma parte de las actividades
sociales de los individuos y se realiza siempre dentro de determinadas situaciones. Ante
determinados estímulos (S), el individuo reacciona emitiendo sonidos (r); estos sonidos
constituyen para el oyente un estímulo lingüístico (s), al que a su vez responde con una
reacción práctica (R). S y R son actividades prácticas que pertenecen al mundo
extralingüístico; r y s, por el contrario, constituyen el acto lingüístico60.
En toda lengua se dan expresiones total o parcialmente idénticas; los elementos
comunes entre ellas son formas cuyo significado es determinable según los estímulos y
reacciones que promuevan. Toda forma lingüística es identificable por sus fonemas. El
lingüista tiene que operar con fonemas, en tanto que los significados escapan a su
consideración. La lingüística tiene que partir necesariamente de las formas. Las formas
mínimas Son denominadas morfemas. El sentido de los morfemas son los sememas.
Bloomfield reconoce que la determinación del significado es el punto flaco del estudio de
las lenguas. Si bien define el morfema como identidad fonémica y semántica, lo esencial
es que la combinación corresponda siempre a los mismos estímulos y reacciones
60 . Cf. L. Bloomfield, Language, London, 1967, págs. 23 sigs.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 74
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
LAS PROPIEDADES DEL SIGNO LINGÜÍSTICO
Cuatro son, según Saussure, las propiedades del signo lingüístico: arbitrariedad,
linealidad, inmutabilidad y mutabilidad 61. A éstas hay que añadir el carácter discreto o
diferencial del signo, de que se ocupa en otros lugares12.
La descripción de estas propiedades ha tenido una fortuna semejante a la de la
teoría del signo; es una doctrina en gran parte confusa e inexacta, pero fecunda; discutida,
pero al mismo tiempo admitida como verdad axiomática por un gran sector de la
lingüística actual. De hecho no es posible establecer nociones generales de lingüística sin
exponer en primer lugar los conceptos saussureanos, por deficientes que ellos aparezcan.
Lo arbitrario del signo.
El lazo que une el significante al significado es arbitrario: o bien, puesto que entendemos por signo el total resultante de la asociación de un significante con un significado, podemos decir más simplemente: el signo lingüístico es arbitrario . Así la idea de sur no está ligada por relación alguna interior con la secuencia de sonidos s-u-r que le sirve de significante; podría estar representada tan perfectamente por cualquier otra secuencia de sonidos. Sirvan de prueba las diferencias entre las lenguas y la existencia misma de lenguas diferentes: el significado «buey» tiene por significante bwéi en español, böf (boeuf) en francés, oks (Ochs) en alemán, etc. El principio de .lo arbitrario del signo no está contradicho por nadie..., domina toda la lingüística de la lengua, y sus consecuencias son innumerables,., (pág. 130).
Se ha utilizado la palabra símbolo para designar el signo lingüístico, o, más exactamente, lo que nosotros llamamos significante. Pero hay inconvenientes para admitirlo, justamente a causa de nuestro primer principio. El símbolo tiene por carácter no ser nunca completamente arbitrario; no está vacío: hay un rudimento de vínculo natural entre el significante y el significado. El símbolo de la justicia, la balanza, no podría reemplazarse por otro objeto cualquiera, un carro, por ejemplo.
La palabra arbitrario necesita también una observación. No debe dar idea de que el significante depende de la libre elección del hablante (no está en manos del individuo el cambiar nada en un signo una vez establecido por un grupo lingüístico);
61 . Cf. Curso,págs. 130-145
Universidad Nacional de Loja -AEAC 75
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
queremos decir que es inmotivado, es decir, arbitrario con relación al significado, con el cual no guarda en la realidad ningún lazo natural... Se podría uno apoyar en las onomatopeyas para decir que la elección del significante no siempre es arbitraria. Pero las onomatopeyas nunca son elementos orgánicos de un sistema lingüístico. Su número es, por lo demás, mucho menor de lo que se cree...
Saussure hace notar que hay palabras que por su sonido parecen onomatopeyas;
pero si se examina su origen etimológico se ve que no lo son en realidad.
En cuanto a las onomatopeyas auténticas (tíc-tac, etc.), no solamente son escasas, sino que su elección es ya arbitraria en cierta medida, porque no son más que la imitación aproximada y ya medio convencional de ciertos ruidos (por ej., guau guau)... Las exclamaciones, muy vecinas a las onomatopeyas, dan lugar a observaciones análogas y no son más peligrosas para nuestra tesis... (págs. 131-132)62
El carácter lineal del signo
.
El significante, por ser de naturaleza auditiva, se desenvuelve en el tiempo únicamente y tiene los caracteres que toma el tiempo: a) representa una extensión, y b) esa extensión es mensurable en una sola dimensión; es una línea... Todo el mecanismo de la lengua depende de ese hecho. Por oposición a los significantes visuales (señales marítimas, por ejemplo)..., los significantes acústicos no disponen más que de la línea del tiempo; sus elementos se presentan uno tras otro; forman una cadena (pág. 133).
Dicha cadena se compone de elementos discretos. De aquí deriva Saussure su
teoría de las relaciones sintagmáticas de la lengua.
En el discurso, las palabras contraen entre sí, en virtud de su encadenamiento, relaciones fundadas en el carácter lineal de la lengua, que excluye la posibilidad de pronunciar dos elementos a la vez. Los elementos se alinean uno tras otro en
62 . Dentro de la arbitrariedad esencial del signo lingüístico, Saussure distingue entre arbitrariedad absoluta y arbitrariedad relativa. “El principio fundamental de lo arbitrario del signo no impide distinguir en cada lengua lo que es relativamente arbitrario, es decir, inmotivado, de lo que no lo es más que relativamente. Solo una parte de los signos son absolutamente arbitrarios; en otros interviene un fenómeno que permite reconocer grados en lo arbitrario sin suprimirlo: el signo puede ser relativamente motivado. Así veinte es inmotivado, pero diecinueve no lo es en el mismo grado, porque evoca los términos de que se compone y otros que le están asociados… Lo mismo ocurre con peral, que evoca la palabra simple pera, y cuyo sufijo –al hace pensar en rosal, frutal, etc.” (pág.219). “La motivación es siempre tanto más completa cuanto más fácil es el análisis sintagmático y más evidente el sentido de las subunidades. Por lo demás, aún en los casos más favorables, la motivación nunca es absoluta” (pág. 220) “Todo lo que se refiere a la lengua en cuanto sistema exige ser abordado desde el punto de vista de la limitación de lo arbitrario… No hay lengua alguna en que no haya cosa motivada” (pág. 221). “Dentro de una misma lengua, todo el movimiento de su evolución puede señalarse como un paso continuo de lo motivado a lo arbitrario y de lo arbitrario a lo motivado” (pág. 222).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 76
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
la cadena hablada. Estas combinaciones que se apoyan en la extensión se pueden llamar sintagmas. El sintagma se compone siempre, pues, de dos o más unidades consecutivas... (pág. 207).
La inmutabilidad del signo.
Si, con relación a la idea que representa, aparece el significante como elegido
libremente, en cambio, con relación a la comunidad lingüística que lo emplea,
no es libre, es impuesto. A la masa social no se le consulta, ni el significante
elegido por la lengua podría tampoco ser reemplazado por otro... No solamente
es verdad que un individuo sería incapaz de modificar en un ápice la elección ya
hecha, sino que la masa misma no puede ejercer su soberanía sobre una sola
palabra; la masa está atada a la lengua tal cual es... (pág. 135).
En cualquier época que elijamos, por antiquísima que sea, ya aparece la lengua
como una herencia de la época precedente. De hecho, ninguna sociedad conoce
ni jamás ha conocido la lengua de otro modo que como un producto heredado
de las generaciones precedentes y que hay que tomar tal cual es... Un estado de
lengua dado siempre es el producto de factores históricos, y esos factores son
los que explican por qué el signo es inmutable, es decir, por qué resiste toda
sustitución arbitraria... (pág. 136).
Saussure sigue exponiendo ulteriores factores que determinan la inmutabilidad; el
carácter arbitrario del signo, la multitud de signos necesarios para constituir cualquier len-
gua, el carácter demasiado complejo del sistema de la lengua, la resistencia de la inercia
colectiva a toda innovación lingüística. Después de todo lo cual concluye:
La lengua forma cuerpo con la vida de la masa social, y la masa, siendo naturalmente inerte, aparece ante todo como un factor de conservación... Si la lengua tiene carácter de fijeza, no es sólo porque esté ligada a la gravitación de la colectividad, sino también porque está situada en el tiempo. Estos dos hechos son inseparables. En todo instante la solidaridad con el pasado pone en jaque a la libertad de elegir. Decimos hombre y perro porque antes que nosotros se ha dicho hombre y perro (pág. 139).
La mutabilidad del signo.
El tiempo, que asegura la continuidad de la lengua, tiene otro efecto, en apariencia contradictorio con el primero: el de alterar más o menos rápidamente los signos lingüísticos, de modo que, en cierto sentido, se puede hablar a la vez de la inmutabilidad y de la mutabilidad del signo... El signo está en condiciones de alterarse porque se continúa... El principio de la alteración se funda en el principio de la continuidad.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 77
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Por alteración dice Saussure que no se han de entender sólo los cambios fonéticos
sufridos por el significante, ni sólo los cambios de sentido que atañen al concepto de sig-
nificado; esta perspectiva sería insuficiente.
Sean cuales fueren los factores de la alteración, ya obren aisladamente o
combinados, siempre conducen a un desplazamiento de la relación entre el significado y
el significante (pág. 140).
Una lengua es radicalmente incapaz de defenderse contra los factores que desplazan minuto tras minuto la relación entre significado y significante. Es una de las consecuencias de lo arbitrario del signo (pág. 141). Situada [la lengua] a la vez en la masa social y en el tiempo, nadie puede cambiar nada en ella; y, por otra parte, lo arbitrario de sus signos implica teóricamente la libertad de establecer cualquier posible relación entre la materia fónica y las ideas... La lengua se altera, o mejor, evoluciona, bajo la influencia de todos los agentes que puedan alcanzar sea a los sonidos sea a los significados. Esta evolución es fatal; no hay un solo ejemplo de lengua que la resista. Al cabo de cierto tiempo, siempre se pueden observar desplazamientos sensibles (página 142). La continuidad del signo en el tiempo, unida a la alteración en el tiempo, es un principio de semiología general (pág. 143).
El carácter discreto o diferencial del signo.
Esta propiedad del signo no la trata Saussure expresamente; alude a ella repetidas
veces y es parte integrante de su concepción del signo lingüístico como valor relativo
dentro del sistema de la lengua 63.
Como hace notar Mounin, el término «discreto» no se halla en Saussure mismo;
Saussure dice que el signo lingüístico es «diferencial»:
Lo que importa en 3a palabra no es el sonido por sí mismo, sino las diferencias fónicas que permiten distinguir esas palabras de todas las demás... Arbitrario y diferencial son dos cualidades correlativas (pág. 200).
Esto quiere decir que el signo lingüístico «funciona por su presencia o ausencia
globales, como una unidad discreta y no como una magnitud continua»64 . El signo 63 . Una exposición de las ideas de Saussure sobre este punto puede verse en G. Mounin, Saussure.
Presentación y textos, Barcelona, 1969. págs. 46-48.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 78
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
caballo significa «caballo» por su oposición a todos los demás signos existentes en la
lengua.
Este carácter discreto o diferencial del signo se deriva de la noción de valor, cuya
«parte conceptual está constituida únicamente por sus conexiones y diferencias con los
otros términos de la lengua» (págs, 199-200). En virtud de su carácter diferencial, los
signos lingüísticos funcionan en el sentido de oposiciones mutuas.
Los valores no funcionan más que por su oposición recíproca en el seno de un sistema definido (pág. 202). Todo el mecanismo del lenguaje se basa en oposiciones de este género y en las diferencias fónicas y conceptuales que implican (pág. 204). Cada idioma compone sus palabras a base de un sistema de elementos sonoros, cada uno de los cuales forma una unidad netamente deslindada y cuyo número está perfectamente determinado. Pero lo que los caracteriza no es… sino simplemente el hecho de que no se confunden unos con otros. Los fonemas son ante todo entidades opositivas, relativas y negativas (página 201).
La diferencia de significado de las palabras casa y tasa, debida a la diferencia de
los fonemas iniciales c y t, se funda últimamente en la oposición de dichos fonemas, lo
cual basta para distinguir los dos significantes.
El significante lingüístico, en su esencia, de ningún modo es fónico; es incorpóreo, constituido, no por su sustancia material, sino únicamente por las diferencias que separan su imagen acústica de todas las demás (pág. 201).
Todos estos caracteres del signo lingüístico se pueden reducir a dos grupos:
a) la arbitrariedad, que determina a su vez tanto la inmutabilidad como la
mutabilidad del signo;
b) el carácter lineal, consistente en una sucesión de elementos discretos o
diferenciales.
64 . G. Mounin, op. BIT., pág. 46
Universidad Nacional de Loja -AEAC 79
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Pero la valoración de esto grupos de caracteres del signo ha corrido una suerte
diversa. Así, mientras que el carácter lineal y diferencial del signo lingüístico no ha sido
puesto en cuestión por nadie, el carácter arbitrario, tal como lo presenta Saussure, es en
realidad cuestionable y por eso ha dado lugar a muchas discusiones.
A primera vista, la arbitrariedad parece, cosa evidente; nadie duda de que las cosas
podrían llamarse de manera distinta, y de que otros nombres servirían lo mismo para
designarlas. Sólo un análisis más detenido es capaz de manifestar que la cuestión encierra
una mayor dificultad. De hecho es imposible cambiar los nombres de las cosas. Este
problema quedó ya planteado con los filósofos griegos.
Por otra parte, en la exposición de Saussure el principio de lo arbitrario del signo
se complica ulteriormente, ya que lo arbitrario se define como inmotivado (con la
salvedad de los signos relativamente motivados), al mismo tiempo que se contrapone a lo
simbólico (en que siempre hay un vínculo natural entre significante y significado). Es
decir, que Saussure pone en juego conceptos faltos de suficiente precisión. Por eso, antes
de discutir estos conceptos es preciso esclarecer en qué acepciones se toma la palabra
signo, es decir, cuáles son las diversas clases de signos.
Puesto que todo signo establece una relación, basada a su vez en una asociación,
los signos pueden ser naturales o artificiales, según que la relación asociativa tenga su
fundamento en la naturaleza de las cosas, o en el artificio o arbitrio de los hombres. Así el
humo es signo natural del fuego, mientras que una placa triangular de ciertas
características al borde de un camino es signo artificial de peligro.
Los signos artificiales pueden ser representaciones directas de la realidad (signos
iconográficos), como una pintura, una escultura, y en general todas las creaciones del arte,
o medios de comunicación con los demás, como una señal de cortesía, un rito, una
palabra. Por tanto podemos hablar de signos artificiales representativos y comunicativos.
Los signos representativos pueden ser a la vez comunicativos, como por ejemplo
una fotografía, bien que su carácter propio consiste en ser reproducción de la realidad, en
Universidad Nacional de Loja -AEAC 80
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
tanto que los signos comunicativos son esencialmente convencionales; su significado
estriba en un acuerdo entre los que hacen uso de ellos.
Este acuerdo o convención puede tener, no obstante, una motivación de carácter objetivo
(así, por ejemplo, la elección de luces rojas en vez de azules para indicar prohibición o
peligro), y entonces tenemos signos convencionales, pero motivados, o puede carecer de
toda motivación, siendo por tanto cosa puramente arbitraria (por ejemplo, la elección de
placas triangulares, redondas y cuadradas como signos de significado distinto en el
tráfico), con lo cual tenemos signos convencionales arbitrarios.
¿SIGNO O SÍMBOLO?
Aquí surge una importante cuestión de terminología: se trata del sentido y del
empleo de la expresión símbolo.
Por una parte, los signos representativos pueden tener un elevado carácter
simbólico (baste pensar en el sentido simbólico de las artes en general), pero por otra,
también los signos comunicativos pueden tenerlo, pudiendo por tanto recibir igualmente
el nombre de símbolos. Es decir, que no existe una división clara entre los conceptos de
signo y símbolo, pues cualquier signo puede fácilmente adoptar un valor simbólico.
Normalmente se entiende por símbolo una imagen, figura o emblema
representativos de un concepto en virtud de alguna semejanza o correspondencia que el
entendimiento percibe entre ambas cosas. El símbolo exige, por tanto, una semejanza o
correspondencia con la cosa simbolizada, en lo cual se diferencia del signo simplemente
convencional o arbitrario, como opina Saussure. Pero el problema está en que dicha
semejanza no es puramente objetiva, sino descubierta por el entendimiento y establecida
en virtud de una regla igualmente convencional. Así, por ejemplo, una figura de águila es
interpretada como símbolo dentro de una determinada comunidad, símbolo por ejemplo
del poder estatal. La figura de águila, como tal figura, no es de suyo indiferente para
adoptar cualquier posible significación, pues de suyo, como tal figura, evoca
necesariamente determinadas representaciones y asociaciones mentales; es decir, que
Universidad Nacional de Loja -AEAC 81
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
tiene en sí una fuerza evocativa en una determinada dirección. Este valor en sí de la figura
es aprovechado por la convención para fijarlo dándole un significado concreto. Para quien
no conoce dicha convención, tal figura no significa nada especial, no pasando de tener ese
sentido vago de las asociaciones que suscita; una vez conocida la convención se establece
el vínculo de semejanza entre la figura y su significado, quedando convertida en símbolo.
Fundándose en estos hechos psicológicos, Saussure contrapone el concepto de
símbolo al concepto de signo lingüístico; el símbolo, dice,
no está vacío; hay un rudimento de vínculo natural entre el significante (por ej., la balanza) y el significado (la justicia), de modo que no podría fácilmente ser sustituido por otro. El signo lingüístico, por el contrarío, es en sí mismo vacío, arbitrario (pág. 131).
Sin embargo, difícilmente puede afirmarse que los signos lingüísticos sean del
todo vacíos; también ellos encierran un valor asociativo, y por tanto simbólico. Así lo de-
muestran las investigaciones sobre el simbolismo fonético, conocidas ya por Platón lo
mismo que por los lingüistas modernos65. El mismo estilo literario, como recurso
descriptivo y expresivo, implica un simbolismo lingüístico muy importante. De aquí los
movimientos esteticistas en lingüística.
Parece, pues, justificado el empleo del término símbolo para designar el
significante lingüístico, siempre que se tenga en cuenta el sentido institucional de los
símbolos como contrapuesto a lo propiamente alegórico.
Entre los signos convencionales cabe distinguir, pues, aquellos que representan
algunos rasgos naturales de las cosas, es decir, que tienen alguna motivación, como son
los símbolos, y aquellos que son puramente convencionales o arbitrarios. Los signos
lingüísticos de suyo se aproximan más a estos últimos, si bien no excluyen algún género
de asociación natural o motivación entre el significante y el significado, por el que pueden
ser llamados símbolos. No olvidemos que aun el signo más arbitrario (por ej., la enseña
65 . Véase, sobre el tema, E. Salir, “A Study in Phonetic Symbolism”Q, en Journal of Experimental
Psychology, 12, 1929. También trata el mismo tema O. Jespersen en Languaje. Its nature, development and origin, London, 1964, cap. XX
Universidad Nacional de Loja -AEAC 82
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
de la patria) puede llevar prendido un alto valor simbólico. Según esto, podemos hacer el
siguiente esquema:
Naturales SIGNOS Representativos Artificiales (Sig. Iconogr.) Comunicativos Motivados (convencionales Símbolos Arbitrarios
Supuestas estas aclaraciones, pasamos a establecer las conclusiones siguientes:
a) El signo lingüístico es ante todo convencional. Lo convencional puede ser
arbitrario o motivado; estas dos categorías de arbitrariedad y motivación se excluyen de
suyo mutuamente. Los signos lingüísticos, empero, no son ni estrictamente arbitrarios ni
enteramente motivados, sino que participan de ambos caracteres.
b) El signo lingüístico es, en principio, arbitrario. Es arbitrario en la medida en que
entre el significante y el significado no existe más relación que la establecida
convencionalmente por los hablantes. Sin embargo, y aparte del simbolismo lingüístico,
no se puede afirmar que nunca haya existido una relación natural entre ambos; sólo que
en un determinado estadio de evolución de las lenguas tal relación no es perceptible. Así
en el castellano no se percibe ningún lazo natural entre el signo piedra y el concepto o la
cosa significada; por eso, en principio, sería posible cualquier otro nombre para
significarlos, siempre que dicho nombre corresponda al sistema de la lengua.
Saussure da como explicación de la arbitrariedad del signo la diversidad de signos
existentes para expresar el mismo concepto o la misma cosa en diversas lenguas: por
ejemplo lapis, pierre, pietra, Síein, stone. Pero ésta es una explicación muy superficial
que deja sin aclarar el hecho mismo de que los distintos signos tienen en sus respectivas
Universidad Nacional de Loja -AEAC 83
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
lenguas un determinado significado y no otro. En realidad, lo arbitrario del signo
lingüístico debe hacerse consistir, no en que el lazo que une el significante al significado
sea arbitrario (más bien habría que decir que tal lazo es necesario si ha de haber tal signo),
sino en que el tipo de relación entre ambos (tal como aparece normalmente a la
conciencia de los hablantes en el estado evolucionado de las lenguas) no es natural, o
necesario, sino convencional o artificial, y en que la semejanza o correspondencia que
pudiera descubrirse es o muy vaga o muy subjetiva y no comprende la generalidad de los
signos.
Saussure funde en la realidad signo la imagen verbal y el concepto; con lo cual el
signo deja eo ipso de ser arbitrario convirtiéndose en necesario, como muy bien ha visto
Benveniste, basándose en los principios del mismo Saussure66
c) Pero existe un punto de vista de tipo psicológico desde el cual se podría llegar a
afirmar que el vínculo que une el significante al significado es en verdad necesario; es,
decir, que el signo lingüístico no es arbitrario, sino necesario.
Comencemos por recordar la anécdota del tirolés que, después de haber hecho un
viaje por Italia, no acababa de comprender cómo allí llaman caballo a lo que toda persona
de sentido común sabe que es un Pferd. Lo cual demuestra con qué fuerza la palabra y la
cosa (y hasta el concepto) están ligados en la conciencia de los hablantes.
Si evocamos la imagen verbal caballo, ésta implica para nosotros una realidad
completa: el animal conocido. Supongamos que dicho animal nos fuera desconocido, o
que sólo lo conociésemos vagamente, entonces el signo verbal caballo apenas tendría.;
sentido para nosotros. El hablante sin prejuicios supone una adecuación completa entre la
lengua y la realidad, y los signos lingüísticas son siempre expresión humana de lo vivido.
66 . “El signo encierra un significante y un significado, cuya unión debe ser reconocida como necesaria
si esos dos componentes son consustanciales uno a otro”. “El dominio de lo arbitrario queda así relegado fuera de la comprensión del signo lingüístico”. “Hay por tanto contradicción entre la manera como Saussure define el signo lingüístico y la naturaleza fundamental que le atribuye”. (E. Benveniste, Problemas de linguistique générale, París, 1966, págs. 49 y sigs.).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 84
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Es por tanto un hecho de la vida psíquica la identificación de las palabras con las
cosas, se deba o no a ilusión. Para el hombre, primitivo —que podemos poner como tipo
de la espontaneidad natural a este respecto— la palabra y la cosa son todo uno; saber el
nombre de las cosas es entrar en contacto con ellas, es incluso cobrar dominio sobre ellas.
De aquí la tendencia a evitar el uso de las expresiones que pudieran atraer el mal, así
como de los nombres de lo feo u obsceno, de lo arcano y misterioso; diversas clases, por
tanto, de tabús lingüísticos. Como dice acertadamente Adrados,
para una tradición gramatical no extinguida del todo hasta el siglo XIX, la
lengua es phýsei, es decir, los signos responden a la naturaleza de las cosas.
Pero incluso para nosotros mismos, las palabras se asocian a las cosas, se tiñen
o infectan de ellas según nuestras experiencias personales67.
En realidad —concluye Benveniste— el punto de vista del sujeto hablante y el
del lingüista son tan diferentes a este respecto, que la afirmación del lingüista
de que las denominaciones son arbitrarias no refuta el sentimiento contrario del
sujeto hablante68.
d) El signo lingüístico es fundamentalmente motivado. La motivación constituye
uno de sus caracteres básicos. La motivación puede ser externa e interna. Es externa
cuando la misma cosa significada motiva la forma o el modo del significante, de suerte
que la relación entre ambos queda fuera del sistema lingüístico. El caso más claro de
motivación externa es el de las onomatopeyas, que en su origen no son otra cosa que
imitaciones de sonidos o ruidos naturales. Sin embargo, las onomatopeyas, una vez
integradas en el sistema de la lengua, siguen los pasos de la evolución de ésta y se
desnaturalizan, es decir, pierden más o menos su motivación. De aquí que los mismos
signos onomatopéyicos difieran en las diversas lenguas. También el simbolismo fonético
y estilístico, así como el ritmo, son elementos de representación natural y por tanto
motivaciones externas.
La motivación es interna cuando elementos o palabras existentes en la lengua dan
lugar a la formación de nuevos significantes; por tanto, la relación entre ambos nace del
67 . F.R. Adrados, Lingüística estructural, Madrid, 1969, pág. 29 68 . E. Benveniste, op. Cit., pág. 52
Universidad Nacional de Loja -AEAC 85
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
interior del sistema lingüístico. El tipo más claro y más general de motivación interna es
la derivación y composición morfológicas. La mayor parte de los signos lingüísticos son
de este modo motivados. Saussure, no obstante su tesis general de la arbitrariedad del
signo, ha sabido conceder también a la motivación su debida importancia.
Sin embargo, la motivación suele tener una vida efímera dentro del
funcionamiento y evolución de las lenguas; los signos motivados tienden a
independizarse, a vivir su vida propia, con lo cual se incoa el proceso de desmotivación,
al final del cual los signos presentan únicamente un carácter arbitrario. Sirvan, por otros
muchos, los siguientes ejemplos:
lat.: caleña • catenatus; manus - manica
esp.: cadena-candado; mano-manga.
Aquí la motivación es perceptible en el latín, pero ya no lo es en el español, donde
los signos candado y manga aparecen como arbitrarios.
Así la motivación es una fuerza generadora de nuevos medios de expresión; pero
es conveniente que su vigencia se debilite progresivamente a fin de que los signos puedan
evolucionar libremente.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 86
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
IV
LENGUAJE Y PENSAMIENTO
La cuestión de las relaciones entre lenguaje y pensamiento constituye un problema
de difícil penetración, al que quizá no sea posible dar una solución satisfactoria, y menos
aún definitiva. Partiendo de este supuesto, el presente estudio se limitará a exponer el
problema de modo que se reflejen los aspectos de su tratamiento, sus núcleos teóricos y
las opiniones que ante él se enfrentan.
Metódicamente se nos ofrecen dos puntos de vista distintos: uno teórico y otro
empírico. El teórico parte de los conceptos de lenguaje y pensamiento con el fin de
analizar sus mutuas relaciones. El empírico se basa en los datos de la psicología del
desarrollo, tanto en su proceso normal (Inquisición de ideas y formas de expresión
lingüística) en su proceso anormal (perturbaciones debidas a retraso mental, a sordera, o a
los diversos tipos de afasia). En el aspecto teórico se dan dos posiciones encontradas,
afirma que lenguaje y pensamiento constituyen una sola realidad, un proceso único, de
modo que considerar el pensamiento humano desligado de su manifestación lingüística
sería tan imposible como imaginar a un hombre sin cuerpo. En este sentido, la relación
entre el lenguaje y el pensamiento es comparable a la que existe entre una melodía y el
sistema tonal en que se realiza. Una melodía se puede trasponer a tonos diferentes o
interpretar con distintas clases de instrumentos sin que por ello deje de ser la misma
melodía; así también un mismo pensamiento puede expresarse en lenguas distintas sin
que por ello se modifique en su contenido. La segunda posición defiende que lenguaje y
pensamiento son dos realidades o procesos enteramente independientes uno de otro, de
modo que el lenguaje viene a ser como el ropaje o vestidura del pensamiento, su presen-
tación externa, o si se quiere su materialización. El pensamiento sería, según esto, un acto
mental puro, y el lenguaje su expresión verbal.
La presente exposición se centrará principalmente en torno al punto de vista
teórico, teniendo en cuenta las dos posiciones contrarias y limitando a lo más preciso las
referencias a los datos empíricos. Esto se debe, tanto a la dificultad de acumular en un
resumen una relación adecuada de los datos experimentales existentes, como a la
Universidad Nacional de Loja -AEAC 87
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
insuficiencia de estos mismos datos experimentales para esclarecer en sus raíces últimas
el problema que nos ocupa. Creemos, por tanto, que se trata de una cuestión teórica ante
todo, y que los datos empíricos pueden tener un valor ilustrativo, sin que jamás puedan
aportar una explicación final.
LOS CONCEPTOS DE LENGUAJE Y PENSAMIENTO
Ocurre con harta frecuencia, que .los autores, que .tratan este tema parten en sus
exposiciones del concepto de lenguaje, mientras se olvidan de precisar el concepto de
pensamiento, que es donde reside la principal dificultad.
Visto desde el lenguaje, el pensamiento aparece como algo etéreo y confuso, o
como un complicado proceso psicológico que sólo en virtud del lenguaje alcanza
precisión y contornos. Por eso yo creo que es preciso comenzar fijando el alcance de
ambos conceptos con criterio libre y objetivo, y sin hacer depender el uno del otro.
Del lenguaje poseemos todos un conocimiento inmediato, aunque no por eso
científico ni especializado, debido al uso que hacemos de él diariamente. La noción
científica de lenguaje nos introduce en un dominio ya más complicado, aunque no por eso
difícilmente asequible; en todo caso el lenguaje ofrece un aspecto material por el que
puede asirse fácilmente. Por lenguaje se entiende, ya la facultad de hablar, ya más
estrictamente el sistema de signos fónico-acústicos en que consiste la lengua, instrumento
al servicio de la comunicación creado por la comunidad hablante. De todo esto nos hemos
ocupado ya en su lugar.
Más difícil es, sin duda, precisar la noción de pensamiento. También es verdad
que todos poseemos una experiencia inmediata de nuestra actividad mental; tenemos
conciencia de que pensamos, estamos convencidos de nuestras ideas, poseemos nuestras
opiniones sobre las cosas, en una palabra: somos seres racionales. Pero si se nos pregunta
qué es pensar, qué son las ideas, en qué consisten las opiniones, es muy difícil y hasta
comprometido dar una respuesta definitoria. Si en busca de la noción científica de
Universidad Nacional de Loja -AEAC 88
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
pensamiento recurrimos a la psicología, ésta nos introduce en el laberinto de los procesos
anímicos, en los estados de conciencia, en las formas de comportamiento, con todo lo cual
se hace prácticamente imposible ver con claridad en qué consiste y cómo funciona el
mundo de nuestra mente.
Pero hay una ciencia que hace precisamente de esto su objeto; esta ciencia es la
lógica, que estudia el aspecto formal de las cosas pensadas y las leyes de sus relaciones en
cuanto objetos mentales. Alguien dirá tal vez que esta suposición del pensamiento es un
apriorismo. Tal vez tenga razón. Lo cierto es que, si sólo externamente, a posteriori,
queremos deducir el pensamiento, el único camino viable es el del lenguaje en el sentido
de proceso evolutivo de asimilación que nos va marcando las formas de adaptación al
mundo ambiente y el adiestramiento necesario en nuestras relaciones con los demás
dentro de él. Pero a nadie se le oculta que el lenguaje así considerado resulta una vía
excesivamente estrecha para tomarla como acceso único a los extensos dominios de la
mente. De aquí la enorme dificultad de precisar las relaciones entre el lenguaje y el
pensamiento sin partir del mundo conceptual como realidad independiente.
Una vez expuesta la noción general de lenguaje, prescindo de ulteriores
precisiones sobre este punto, que por lo demás pueden verse en cualquier manual de
lingüística. Por el contrario creo necesario detenerme en la noción de pensamiento, tanto
por la dificultad que encierra, como por haber sido más descuidada. Sin una noción clara
de lo que se entiende por pensamiento, no es posible obtener una base adecuada que
permita tratar debidamente el tema propuesto. El pensamiento es un modo especial de
captación de la realidad, propio y exclusivo del hombre, al que ya los griegos dieron el
nombre de nóesis. ¿En qué consiste, pues, esta nóesis?
El sentido de esta noción supone que el hombre es capaz de conocer de modo
humano el mundo de los objetos externos. De esta capacidad se deriva el poseer ideas de
las cosas, que son el modo de apropiación cognitiva de dichas cosas subsiguiente al acto
de conocimiento. Según esto, la idea o concepto es un producto de la mente en virtud del
cual entendemos o sabemos lo que son las cosas; es decir, que al conocer nos hacemos
poseedores de una imagen o reproducción mental de esas cosas u objetos.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 89
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El concepto es por una parte la forma mental en que conocemos una cosa (nóesis),
y por otra la cosa misma en cuanto conocida, la cosa objetivada en la mente (noema).
Como forma de conocimiento, el concepto es una imagen de la cosa conocida en la cual el
cognoscente conoce dicha cosa. Poniendo una comparación podría decirse que es el
espejo mental en que se refleja la cosa u objeto externo, un espejo que es la mente misma,
que tiene la forma o hechura de la mente. Como objeto de conocimiento, el concepto es la
cosa en el espejo reflejada. Lo que llamamos concepto formal es, pues, «una cosa de
nosotros por la cual conocemos el objeto, mientras que el concepto objetivo es una cosa
del objeto por la cual es conocido por nosotros»69.
Es evidente que, desde el punto de vista cognoscitivo, lo que inmediatamente nos
interesa es el concepto formal o nóesis, que a su vez es signo formal o imagen del objeto
conocido. Por eso nuestros conceptos mentales significan las cosas que representan. Si
esto es así, podemos afirmar que mediante el proceso cognoscitivo contamos con una
posesión del mundo de tipo noético. Ahora bien, ¿cuáles son las características de esta
posesión noética del mundo?
Los objetos del mundo externo accesibles a la facultad cognoscitiva son en su
realidad física singulares y concretos. Sin embargo, la mente cognoscente no los posee en
su ser físico, sino a través de las imágenes o formas intencionales que hemos llamado
conceptos. Esto implica que aquello que ha pasado a ser objeto de conocimiento
intelectual, ha recibido en la mente y de la mente un modo de ser irreal mediante el cual
significa una pluralidad de objetos. A esto se llama concepto universal. El concepto
universal comporta, por tanto, la segregación de una serie de caracteres generales
aplicables a una pluralidad de objetos. Cuando yo contemplo, por ejemplo, un monte, mis
ojos están viendo ese monte, pero mi pensamiento está plasmando mediante el concepto
formal la idea de «monte», que ya no se limita precisamente a ese monte que yo estoy
viendo, sino que conviene a cualquier monte. En esto consiste la universalidad de los con-
ceptos; y en este sentido, los conceptos universales guardan una semejanza con los
términos del lenguaje, por ejemplo la palabra monte, de carácter igualmente universal.
69 . J. Maritain, El orden de los conceptos, Buenos Aires, 1958, pág. 41
Universidad Nacional de Loja -AEAC 90
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Los conceptos universales, según su modo de aplicación a las cosas concretas, se
dividen ya desde Aristóteles en diez grupos o categorías supremas, los llamados
predicamentos70. Es decir, que la experiencia está intelectualmente organizada, según el
filósofo griego, en diez tipos de conceptos generales, predicables de los seres concretos71.
Ahora bien, ¿en qué se funda o a qué se debe este modo de conceptualización? A
la naturaleza misma de la mente humana, que es una potencia abstractiva. Lo que la
mente directa e inmediatamente capta es la realidad o esencia de las cosas materiales en
cuanto concepto universal, es decir, prescindiendo o abstrayendo de la materialidad y de
los caracteres individuales. Esto significa que las cosas no tienen acceso al entendimiento
sino universalizadas en el sentido explicado; lo cual se opera a través del proceso
abstractivo.
Mediante el conocimiento sensitivo, el hombre conoce los objetos materiales en la
medida en que éstos están dotados de las llamadas cualidades sensibles, como son el
color, la extensión, la figura, etc., que son las que afectan a los órganos sensoriales. Así
obtenemos las imágenes o representaciones de las cosas concretas y singulares, por
ejemplo la imagen de una casa, de un árbol, etc.
La otra forma de conocimiento que llamamos intelectual, prescinde por completo
de las cualidades sensibles, registrando tan sólo las notas o caracteres comunes a varios
objetos, para lo cual prescinde o abstrae de lo concreto e individual. Con ello entendemos
lo que es una esencia o naturaleza común a una pluralidad de objetos y realizada en ellos,
y obtenemos la idea de «casa» o «árbol», que no es ya la simple representación de una
casa o de un árbol, sino la noción del significado o significados de dichos objetos. A esto
se refiere el pensamiento, y no a los caracteres concretos de una casa o un árbol vistos.
Así podemos, por ejemplo, tener idea de un miriágono, sin que por eso hayamos de poder
70 . Aristóteles propone las categorías en los términos siguientes: “Cada una de las expresiones que no
entran en una composición significativa la sustancia, o cuánto, o cuál, o en relación a qué, o dónde, o cuándo, o estar situado, o estar en un estado, o hacer, o padecer” (Categorías, cap. IV)
71 Para un análisis de las categorías aristotélicas en su relación con el lenguaje, véase E. Benveniste, “Categorías de pensé et catégories de langue”, en Problemes de linguistique générale, París, 1971, páginas 63 sigs.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 91
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
imaginárnoslo. A esta operación intelectual se llama en filosofía abstracción lógico-
metafísica, que prescinde de toda materialidad, considerando, ya la pura forma lógica, ya
la pura esencia o entidad. Bajo este aspecto estudia el lógico los conceptos o formas de la
mente, y el metafísico las esencias de las cosas,
Si estas nociones responden a una realidad psíquica humana, o dicho con más
propiedad, a la estructura de la mente humana, y no son puras ficciones de intelectualismo
o intuicionismo entonces es necesario presuponer la inteligencia con su función propia: el
pensamiento en la forma descrita. En este sentido se expresa H. Delacroix al concluir de
los datos empíricos facilitados por la psicología del desarrollo, que en el niño la
inteligencia es un hecho primario, algo constitucional dado con la misma naturaleza. Por
esta causa, dice, han fracasado las diversas tentativas de deducir la inteligencia. La
filosofía intelectualista ha sabido demostrar siempre al empirismo que olvidaba la
inteligencia y que era preciso añadirla a sus principios. El nisi ipse intellectus de Leibmz
es una verdad incontestable. El orden inherente al mundo, del cual el empirismo no puede
prescindir, es la inteligencia misma, que además es la percepción de este orden.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 92
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
V
LAS UNIDADES DE LA LENGUA
La lengua presenta el extraño y sorprendente carácter de no ofrecer entidades perceptibles a primera vista, sin que por eso se pueda dudar de que existan y de que el Juego de ellas es lo que la constituye 72.
Estas palabras de Saussure preludian toda la problemática de la cuestión que nos
va a ocupar en las siguientes páginas.
A la no evidencia de las unidades que constituyen la lengua se debe quizás el que
hasta hace muy pocos años las nociones sobre este punto fueran muy generales y hasta
imprecisas; las ideas de los profesionales en materia lingüística no se alejaban mucho de
las de cualquier profano: el lenguaje se compone de sonidos articulados que forman las
palabras, las cuales a su vez forman las frases; los sonidos tienen su representación
gráfica en las letras del alfabeto (incluso a los sonidos se les daba el nombre de letras),
que facilitan la escritura de las palabras y de las frases; éstas tienen siempre un
significado, a diferencia de los sonidos que carecen de él.
Esta es, sin más complicaciones, la concepción tradicional de los elementos del
lenguaje a que se atienen tanto las gramáticas como los diccionarios. De lo precario de
esta concepción nos damos cuenta hoy fácilmente, pero ello no fue así tan sólo hace unos
decenios, pues casi nadie había reflexionado sobre esta cuestión.
Al intentar ahora una enumeración o descripción más detallada de las unidades de
la lengua, la primera pregunta que se nos ofrece es si tales unidades por describir serán
concretas o más bien abstractas, es decir, si se dan materialmente en la lengua, o si por el
contrario no pasan de ser formas de análisis lingüístico.
La pregunta aparece ya propuesta en el Curso de Saussure, bien que muy
confusamente, quedando sin solución clara73. Esta imprecisión se explica por el hecho de
72 . F. de Saussure, Curso de lingüística general, Buenos Aires, 1967, pág.184 73 . “Los signos de que se compone la lengua no son abstracciones, sino objetos reales, y se les puede
llamar las entidades concretas”. Pero estas entidades solo tienen valor lingüístico para Saussure en cuanto asociación de significante y significado: “Una sucesión de sonidos sólo es lingüística si
Universidad Nacional de Loja -AEAC 93
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
que Saussure no ha llegado aún a descubrir la fonología; sin embargo, va bordeando la
noción de unidad fonológica74, e incluso llega a expresar el concepto da abstracción en
esa búsqueda de las unidades lingüísticas 75.
En efecto, sin el recurso a la abstracción creemos que no es posible analizar las
unidades de la lengua. Las expresiones concretas de los sujetos hablantes que constituyen
toda cadena hablada, las distintas partes incluso de dichas expresiones, forman
ciertamente el material, la masa de ejemplos sobre que debe versar el análisis lingüístico.
Para descubrir las unidades de la lengua es preciso estudiar con la mayor exactitud los
mensajes tal como se producen en el acto de la comunicación, es decir, los mismos
hechos de habla en el sentido de Saussure, de modo que pueda verse su relación con el
sistema. Pero las unidades descubiertas no existen como tales en la cadena hablada, no
siendo más que formas de realizar el análisis.
La cadena hablada es el medio material significativo mediante la articulación de
sonidos. Esta articulación de sonidos evidencia al oyente, por su peculiaridad, el sentido
del mensaje que comporta. Por esto Saussure recurre al significado como criterio para
llegar a deslindar las unidades; pero las dificultades con que por este camino tropieza le
impiden conseguir su propósito. Para superarlas es preciso hacer abstracción en la cadena
fónica, tanto del sonido como pura realidad material, en el sentido que quiere Saussure,
como del significado en cuanto componente espiritual de los signos, en contra de lo que
opina Saussure, debiendo atender más bien a la función de los signos, o al significado
dentro de la función. No son los significados de las partes fónicas de la cadena los que
directamente determinan las unidades de la lengua, sino la coordinación y funciones de
los elementos y partes fónicas dentro de la cadena. Si bien, como veremos, hay unidades
de significado, éste no obstante puede estar sobreordenado a las unidades. Por eso en
principio no se le puede hacer coincidir con ellas. Sólo teniendo esto en cuenta nos
es soporte de una idea: tomada en sí misma, no es más que la materia de un estudio fisiológico” (Op. Cit., pág. 178).
74 . “La entidad lingüística no está completamente determinada más que cuando está deslindada, separada de todo lo que la rodea en la cadena fónica. Estas entidades deslindadas o unidades son las que se oponen en el mecanismo de la lengua”. Pero “este análisis es imposible si no se tiene en cuenta más que el aspecto fónico del fenómeno lingüístico” (Op. Cit., pág. 179)
“Una cosa es sentir ese juego rápido y delicado de unidades, y otra darse cuenta de él por medio de un análisis metódico” (op. Cit., pág. 183)
75 . Cf. Ibid., pág. 182.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 94
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
mantendremos dentro del plano formal, que es el plano de la abstracción, al buscar las
unidades de la lengua.
Como es sabido, fue la moderna fonética, y concretamente la fonometría, la que al
suministrar una ingente cantidad de variantes y modalidades articulatorias y acústicas de
los sonidos, produjo la necesidad de llevar a cabo una estructuración fonológica de los
mismos. Las unidades fonométricas parecieron pronto no sólo carentes de interés lin-
güístico, sino incluso causa de confusión. Desde este momento fue ya imposible
prescindir en lingüística de las abstracciones de los fonólogos.
Se dan, en efecto, variantes acústicas de sonidos que es preciso clasificar dentro de
una unidad aun en contra de la impresión acústica recibida, y sonidos que el oído percibe
como idénticos, que no se pueden clasificar bajo una misma unidad tan pronto como
desempeñan funciones distintas, por lo cual constituyen fonemas distintos. En ambos
casos, únicamente los principios fonológicos ofrecen una clasificación adecuada. De aquí
que el método fonológico sea el método genuinamente lingüístico. Intentamos, por
tanto, un método de análisis formal, que nos ofrecerá las unidades dentro de un esquema
adecuado.
CLASIFICACIÓN DE LAS UNIDADES DE LA LENGUA
Supuesto este planteamiento del problema, podemos adelantar la siguiente
clasificación de unidades:
1) Unidades -fonéticas. — Nos referimos a aquellas unidades que constituyen
propiamente la parte material de los mensajes, en cuya descripción desempeñan un papel
fundamental las cualidades físicas y fisiológicas de los sonidos. Estas unidades son;
a) sonidos;
b) vocales y consonantes.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 95
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
2) Unidades -fonológicas. — Nos referimos a aquellas unidades de carácter
propiamente formal, en cuya descripción los sonidos se clasifican desde el punto de vista
de la función y de sus cualidades distintivas y contrastivas. Estas unidades son:
a) fonemas (fonos, alófonos);
b) silabemas (sílabas);
c) prosodemas (fonemas tonales).
3) Unidades morfológicas, — Son unidades en relación con el contenido o
significación. En rigor etimológico, morfología significa estudio de las formas, expresión
que, aplicada al lenguaje, denota las unidades dotadas de sentido en sí mismas. Estas
unidades son:
a) morfemas (morfos, alomorfos);
b) morfonemas;
o) lexemas (lexos, alolexos);
d) palabras.
4) Unidades sintácticas. — Son unidades relativas ante todo a las combinaciones
de lexemas. Etimológicamente sintaxis significa «composición». La sintaxis es, pues, el
procedimiento para formar unidades significativas complejas mediante la adecuada
combinación, de formas significativas simples o morfemas. Estas unidades son:
a) expresiones (locuciones, cláusulas, oraciones);
b) sintagmas;
e) constituyentes inmediatos.
5) Unidades semánticas, — Son unidades de contenido significativo. Semántica
significa «ciencia de la significación». Por ser unidades estrictamente de contenido caen
fuera del estudio de las unidades en cuanto elementos formales de la lengua. Estas
unidades son:
a) sememas o semantemas (semas).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 96
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
LAS UNIDADES FONÉTICAS
Teniendo en cuenta la concepción tradicional sobre la estructura del lenguaje, es
preciso puntualizar primero la cuestión de las unidades fonéticas.
Estas unidades son los sonidos. Pero la expresión sonido ha venido a ser en el uso
lingüístico, a partir del desarrollo de la fonología, un término ambiguo que no puede
emplearse sin una ulterior especificación. Ya hemos dicho mas arriba que no todo tipo de
sonidos existentes en una lengua es de interés para el estudio científico de dicha lengua.
Por esto, cuando se pregunta si dos sonidos son iguales o distintos, o cuántos sonidos
posee una lengua, hay que saber sí la pregunta se refiere a los sonidos como entidades
físicas, o a los sonidos como entidades funcionales, distintivas, dentro de esa lengua; por
ejemplo, los sonidos b, d, g del español o los de l del inglés en las distintas posiciones, o
los sonidos l y r en las lenguas europeas y en el chino o japonés respectivamente. En el
primer caso se dará una descripción fonética de los sonidos en cuestión; en el segundo
caso, una descripción fonológica, y aquí se empleará la expresión fonemas en sustitución
de sonidos.
Esto que decimos de los sonidos es aplicable por igual a las restantes unidades que
caen bajo las agrupaciones fonética y fonológica (vocales y consonantes, silabemas y
prosodemas), ya que para esas unidades no se han establecido términos distintos alusivos
a su empleo en sentido fonético o en sentido fonológico. Estas clases de unidades
admiten, pues, una descripción fonética junto con una descripción fonológica, según los
aspectos que se consideren. Aquí, con el fin de simplificar, vamos a hablar de los sonidos
en general y de las vocales y consonantes en especial como unidades fonéticas, dejando
las otras (silabemas y prosodemas) para considerarlas bajo el aspecto fonológico.
Fuera de esto hay que notar que las distintas expresiones terminadas en -ema
indican siempre clases de elementos, por tanto unidades formales de descripción; así una
clase de sonidos o fonos es un fonema, una clase de sílabas es un silabema, etc.
a) Los sonidos.—Hablando de sonidos del lenguaje en general, deberíamos tener
en cuenta todo aquello que podría ser reproducido en un grabador de alta precisión, es
Universidad Nacional de Loja -AEAC 97
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
decir, el fenómeno físico del sonido con todas sus particularidades específicas. La
descripción completa incluiría asimismo las modalidades de duración, tono, intensidad,
timbre, etc., y todo ello sin referencia alguna, ni a la función de dicho sonido dentro de la
lengua, ni a su posible significado o significados. Se trataría, por tanto, del fenómeno
acústico puramente real y natural.
Según esto, sonido, como fenómeno de habla, es cualquier unidad fónica
fonéticamente distinta; cualquier unidad de sonido producida por los órganos del habla,
capaz de ser distinguida por el fonetista de otras unidades de sonido producidas por los
mismos órganos. Y puesto que de hecho no existe ningún límite para el número de
sonidos que pueden producir los órganos de la fonación humana y que pueden ser
distinguidos por el fonetista, de aquí que el sonido, como fenómeno natural de habla, sea
cosa indeterminada por naturaleza. El límite para la distinción de sonidos del lenguaje
está determinado, ya por la capacidad perceptiva del fonetista, ya por la perfección de los
instrumentos que emplea, ya por los fines particulares de su análisis76. Este es el sonido
como unidad, es decir, como elemento del lenguaje susceptible de análisis.
Sin embargo no hay que olvidar que la fonación humana, en su realidad más
inmediata y natural, constituye un continuo fluido sonoro, de desigual intensidad y
duración, tan sólo interrumpido físicamente por pausas, que son como puntos de descanso
del hablante para reflexionar o para tomar aliento. Por tanto los sonidos, una vez
reducidos a unidades, y aun considerados en su pura realidad fónica, son ya en cierto
modo abstracciones para fines analíticos y científicos. Esto desde el punto de vista
acústico.
Desde el punto de vista articulatorio, cabe decir que la producción de los distintos
sonidos está determinada por las distintas posiciones que los órganos de la fonación van
adoptando sucesivamente; y así como la fonación es un proceso continuado, sólo
interrumpido por algunas pausas, así también los órganos de la fonación se hallan al
hablar en constante actividad y movimiento, salvo las intermitencias correspondientes.
Por eso los sonidos no deben considerarse en realidad atómicamente, con absoluta
76 . Cf. J. Lyons, Introducción en la lingüística teórica, Barcelona, 1971, pág.102
Universidad Nacional de Loja -AEAC 98
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
independencia unos de otros, sino en cadena, eslabonados. Hay sonidos que en el flujo del
discurso no pueden articularse separadamente, necesitando para su articulación del apoyo
de otros sonidos concomitantes, por ejemplo, sonidos nasales. Cualquier cambio de
posición en los órganos fonatorios determina un cambio perceptible de sonido, cuando
menos una variante articulatoria. Así los sonidos del lenguaje se clasifican de manera
general atendiendo al lugar de articulación (labios, ápice de la lengua, alvéolos, glotis,
laringe, etc.) y al modo de articulación (oclusión total o parcial de los órganos, fricción,
vibración, etc.).
A las unidades fónicas que llamamos sonidos se ha dado en las comunidades
alfabetizadas una ejemplificación gráfica de gran eficacia mediante los caracteres o letras
de los alfabetos. El ideal de los alfabetos es dar a cada sonido un signo gráfico
correspondiente. Claro está que esto no pasa ni ha pasado de ser un ideal, del que están
muy lejos los alfabetos existentes. Sin embargo, debido a la sugestión de la imagen,
grafica, han venido a tomarse en ocasiones los símbolos de los sonidos por los sonidos
mismos, identificándose la naturaleza fluida y compleja de los sonidos con la naturaleza
discontinua y simple de los signos gráficos.
Un intento de remediar las deficiencias de los alfabetos oficiales ha sido la
creación de los diversos alfabetos fonéticos, que tienden a reproducir los sonidos de las
lenguas con la mayor exactitud posible.
b) Vocales y consonantes. —-Tradicionalmente, los sonidos del habla se dividen
en vocales y consonantes. La distinción data ya de los gramáticos alejandrinos (s. II a.
C.), quienes llamaron phonéenta (vocales) a las unidades dotadas de sonido en sí mismas,
y sýnphona (consonantes) a las unidades que sólo tienen sonido mediante el apoyo de una
vocal. Para designarlas se echó mano de las letras del alfabeto, que a su vez se dividieron
igualmente en vocales y consonantes. Esta distinción, evidentemente precaria, se
generalizó persistiendo hasta nuestros días; y dada la estrecha relación que por lo común
existe (sobre todo en las lenguas clásicas) entre los sonidos y las letras que los designan,
vocales y consonantes vinieron a ser sinónimo de letras, incluso para los lingüistas.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 99
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Con todo, la distinción de vocales y consonantes no deja de tener un valor práctico
como punto de partida para la clasificación y descripción de los sonidos del lenguaje. En
efecto, cualquier persona sabe distinguir claramente entre ambos tipos de sonidos, que
parecen ofrecer el carácter de realidades físicas tanto al que habla como al que escucha.
Así se explica el que los términos tengan aún hoy vigencia y que sean usados sin reparo
alguno en los manuales y tratados de fonética. Sin embargo, en todas las lenguas existen
modalidades de sonidos que no encajan en esta simple división y que deben ser
clasificadas en otros términos. El desarrollo de la fonología en los pasados decenios ha
puesto de manifiesto la necesidad de poseer agrupaciones más precisas. Los trabajos de la
escuela de Praga y de los modernos lingüistas americanos han llegado a convencer a los
especialistas de que los conceptos de vocal y consonante exigen ser precisados de nuevo.
Pero la única clasificación generalmente válida obtenida hasta ahora por la moderna
lingüística es la de fonemas y alófonos.
Para la descripción de vocales y consonantes suelen emplearse criterios
articulatorios y acústicos. Bajo el aspecto articulatorio, las vocales son modalidades de los
sonidos de la voz, en cuya producción la corriente de aire pasa por la faringe y la cavidad
bucal sin obstrucción o fricción por parte de la lengua, dientes o labios. Algunos autores
consideran la sonoridad como cualidad esencial de los sonidos vocálicos; pero de hecho
existen algunas lenguas (por ej. el comanche) que poseen vocales sordas, y por otro lado
la sonoridad puede ser mayor o menor.
Las vocales suelen clasificarse, atendiendo a tres posiciones articulatorias
principales, en:
1) cerradas y abiertas, según el grado de abertura de la cavidad bucal;
2) anteriores, posteriores y centrales, según la posición de la parte más alta de la lengua;
3) labializadas y no labializadas, según la posición (redondeamiento o no) de los labios.
Las consonantes son modalidades de sonidos producidas por los diversos
obstáculos (cierres o estrechamientos) que los órganos de la fonación oponen a la
Universidad Nacional de Loja -AEAC 100
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
corriente de aire emitida desde los pulmones. Los factores decisivos en la producción de
los sonidos consonánticos son, pues, el lugar de articulación (lugar del cierre u obstáculo)
y el modo de articulación (modo del cierre u obstáculo). También es de importancia la
vibración o no vibración de las cuerdas vocales, que determina consonantes sonoras o
sordas, así como la participación o no de la cavidad nasal, que da sonidos nasales u orales.
Según el lugar de articulación, las consonantes pueden ser: bilabiales,
labiodentales, dentales, interdentales, alveolares, palatales, velares; mientras que por el
modo de articulación se dividen en: oclusivas, fricativas, africadas, nasales y líquidas,
que pueden ser laterales, vibrantes, etc.
Según las distintas cualidades fónicas, las vocales y consonantes se ordenan en
cuadros o esquemas que ofrecen gran semejanza con sistemas fonológicos.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 101
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
1 A LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
La comunicación. El funcionamiento de todas las sociedades animales y humanas es
posible gracias a la comunicación. Ésta consiste en un acto mediante el cual un individuo
establece con otro u otros un contacto que le permite transmitirles una información. El
león que ruge para advertir a otro león que ha invadido su territorio; el niño que llora para
que alguien satisfaga su hambre; la persona que habla con otra u otras personas; el locutor
que, por radio o televisión, lee el diario de noticias, realizan actos de comunicación.
• Para que la comunicación pueda producirse, se necesita un código, es decir, un
conjunto limitado y moderadamente extenso de signos que se combinan mediante ciertas
reglas conocidas por quien envía el mensaje (emisor) y quien lo recibe (receptor). Si
alguien me habla en japonés, no entenderé lo que quiere decirme (su mensaje) porque
desconozco el código que utiliza, es decir, la lengua japonesa.
Los signos Vivimos en un continuo ir y venir de comunicaciones y, por tanto, de
signos. Los principales son los lingüísticos (hablamos, leemos); pero nuestro tránsito por
calles y carreteras está regulado por semáforos y discos de trafico, que son signos; las
señales horarias (las agujas recorriendo la esfera del reloj, las campanadas) gobiernan
buena parte de nuestros actos; el plano de una ciudad desconocida, con sus signos en el
papel, nos permite recorrerla sin perdernos; la aguja del barómetro predice lluvia o
bonanza; un timbre nos anuncia que alguien espera en la puerta de casa... Insistimos:
nuestra vida, en el seno de la sociedad, está regida por los signos.
• Llamamos signo a un objeto material (audible, visible, etc.) que representa a otro
objeto, y que se utiliza para percibir, conservar o transmitir una información relativa
al objeto representado.
La Semiología o Semiótica. El gran lingüista suizo Ferdinand de Saussure previo
en su Curso de Lingüística General (1916), una nueva ciencia, la Semiología, que se
ocuparía del estudio de los signos en el seno de la vida social. Entendamos esto bien: de
Universidad Nacional de Loja -AEAC 102
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
todos los signos, sólo de los orales y escritos que constituyen el objeto de la Lingüística.
De esa manera, la Lingüística sería sólo una rama (fundamental, es cierto) la Semiología.
• Aquella ciencia prevista por Saussure ha alcanzado gran desarrollo en los últimos
años. El norteamericano Ch. S. Peirce la rebautizó en 1931 con el término Semiótica, y,
desde entonces, se designa indistintamente con ambas palabras: Semiología o Semiótica
(ambas están formadas sobre el griego semeion, que significa 'signo’).
• El campo que esta nueva ciencia abarca es extensísimo: prácticamente, todos los
hechos culturales, científicos, artísticos, sociales, etc., ya que se manifiesten mediante
signos.
Sistemas semiológicos.- Los signos se ordenan en sistemas semiológicos, es decir, en
conjuntos interrelacionados. Así, los tres colores del semáforo forman un pequeño
sistema, en el cual el color verde adquiere significación porque se opone (es la manera
normal de relacionarse los signos) al rojo y al ámbar; y cada uno de éstos, a su vez, posee
su especial significado porque se opone a los otros dos.
• Los síntomas de una enfermedad son también signos; el médico tiene que
descubrir la relación que guardan unos con otros (temperatura, dolor, resultados de
análisis, etc.), para establecer un diagnóstico,
• Las monedas son signos de valores; el conjunto de las que circulan en un
momento dado (el valor de cincuenta céntimos, el de peseta, el de cinco pesetas, los de
veinticinco, cincuenta y cien) constituye el sistema monetario metálico español: un
conjunto de signos, adoptados para representar los valores dinerarios reales; de ahí su
carácter semiológico.
• De igual modo, el lenguaje se compone de signos interrelacionados (morfemas,
palabras…), que se integran, por lo tanto, en un sistema semiológico.
Factores que intervienen en la comunicación. Para que pueda establecerse
comunicación, es preciso que a ella coadyuven los siguientes factores:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 103
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• El emisor (alguien que emite el mensaje).
• El receptor que recibe el mensaje, y que puede ser una persona, un grupo de
personas, un animal y hasta una máquina (la calefacción automática, por ejemplo, puede
recibir el mensaje de un termostato que le «ordena» ponerse en marcha cuando ha
descendido la temperatura).
• El mensaje, es decir, la información o el conjunto de informaciones que se
transmiten.
• El canal de comunicación, esto es, la vía por la cual circulan los mensajes. Según
sean los canales de circulación, los mensajes se dividen en:
a) sonoros (lenguaje oral, sonidos, músicas, ruidos, etc.); y
b) Visuales (lenguaje escrito, dibujos, gráficos, planos, señales de la cir-
culación, etc.).
Naturalmente, puede haber tantos canales de comunicación como sentidos. Así, si golpeo a alguien en el codo para indicarle que se calle (o que hable, o que saiga, o que atienda y no se duerma, ele.), ese golpe es un signo táctil. Hasta un perfume puede tener un significado si dos personas convienen en atribuírselo; los olores son signos fundamentales en la comunicación animal.
• El código: conjunto de los signos y de las reglas para combinarlos.
• La situación en que se transmite el mensaje, y que contribuye esencialmente a
comprender éste. Así, si estamos en clase, un timbrazo significa que ha terminado ya la
hora; pero si cambia la situación, y estamos, por ejemplo, en casa, el timbrazo advierte
que alguien llama a nuestra puerta.
El mensaje ¡Un clavo! significa cosas muy diferentes para el automovilista que examina la rueda pinchada de su coche, o para el carpintero que dice eso mismo a quien le está ayudando a construir un mueble, El mismo mensaje, pues, posee significados distintos según sea la situación en que se produce.
• Estos factores de la comunicación pueden representarse así en una figura:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 104
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
MENSAJE
EMISOR
CANAL
RECEPTOR
CODIGO
CONTEXTO
Los medios de comunicación. Cualquier cosa que sirve para establecer comunicación es
un medio de comunicación: el correo, los carteles pegados en las paredes, el teléfono, el
telégrafo, etc.
• Pero, más específicamente, llamamos medios de comunicación a los medios de
comunicación de masas (en inglés, mass media), en los que se incluyen los periódicos,
las revistas, la radio, la televisión, la publicidad, los documentales cinematográficos, etc.
Es decir, cuantos procedimientos existen para informar a la colectividad y, por tanto, para
influir en su conducta.
Más adelante nos ocuparemos en particular de dos medios de comunicación de
masas importantísimos: el periodismo y la publicidad.
Naturaleza de los mensajes Todo cuanto el hombre piensa, siente o quiere puede ser
convertido en mensaje dirigido a otros hombres. Por tanto, hay mensajes en que
predomina la función expresiva (el hablante transmite lo que le sucede a él: ¡Cómo me
duele el pie!). En Otros, importa actuar sobre el oyente (función conativa: Compre en los
almacenes X). Por fin, otros mensajes sólo comunican hechos objetivos (función
representativa: Las clases comenzaron el lunes).
• Existen, pues, tres clases fundamentales de mensajes, los expresivos, los conativos
y los representativos.
• Por supuesto, las intenciones expresiva, conativa y representativa pueden
entremezclarse en un solo mensaje. Así, si exclamo ¡Sigue lloviendo!, esta oración es, a la
vez representativa (señalo algo que ocurre) y expresiva (manifiesto, por ejemplo, mi
Universidad Nacional de Loja -AEAC 105
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
enojo). Al advertir a alguien que está en riesgo de que le atropelle un coche, con la
oración ¡Cuidado!, intervienen tres funciones: la representativa (le anuncio un peligro), la
expresiva (manifiesto mi susto) y la conativa (intento actuar sobre el oyente para que se
aparte de la calzada).
• Recuérdese que, en segundo curso, decíamos que los mensajes literarias contaban
con una (función peculiar: la función poética o estética. De ella trataremos más adelante.
• Según sea la relación entre el emisor y el receptor, podemos clasificar también los
mensajes del siguiente modo:
- mensajes unilaterales: el emisor no recibe respuesta inmediata del receptor; no podemos
contestar, por ejemplo, al locutor de radio o televisión.
- mensajes bilaterales: emisor y receptor establecen comunicación recíproca; es lo que
ocurre cuando hablamos con otras personas.
RESUMEN: Clasificación de los mensajes según su naturaleza Expresivos: ¡Cómo me duele la piel¡ Por la función Conativos: Compre en los almacenes X Dominante Representativo: Las clases comenzaron el lunes Por la relación Unilaterales: Mensajes de prensa, radio, etc. Entre emisor Bilaterales: Conservaciones, coloquios, etc. y receptor La forma de los mensajes Los mensajes pueden clasificarse también según sea la forma
de sus signos. Como hemos visto, la forma más frecuente que adoptan son la visual y la auditiva,
• De los mensajes auditivos, los más importantes y frecuentes son los que se
emiten utilizando el lenguaje oral. Pero ya hemos dicho que otros signos sonoros pueden
comunicar también mensajes: un silbido, una música convenida de antemano, etc.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 106
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Frecuentísimos son también los mensajes visuales. Destacan, en primer lugar, los
que circulan haciendo uso de la escritura. Pero también los que emplean imágenes
(dibujos, grabados, figuras diversas). Vamos a ocuparnos un momento de estos últimos.
• Lenguaje e imagen Muchas imágenes constituyen signos por si mismas, sin el
auxilio del lenguaje oral o escrito. Cualquier automovilista, al ver la imagen.
a la entrada de una calle, sabe que no puede penetrar por ella.
• En cambio, si veo representados en un cartel unos calcetines, sin letrero alguno
(que indicara la marca, por ejemplo), me resultará imposible descifrar el mensaje.
• Hay, pues, imágenes que funcionan automáticamente como signos, y otras que
requieren el complemento o auxilio del lenguaje verbal.
• Entre las primeras figuran las señales de tráfico; o las camisetas cuyos colores
permiten identificar a los jugadores de un equipo; o las cartas de la baraja.
• Entre las segundas, es decir, las que necesitan el auxilio del lenguaje verbal,
podemos enumerar las siguientes:
- los cuadros, que precisan un título (La rendición de Breda);
- las fotografías, los dibujos, etc., acompañados de letreros;
- los chistes, con sus pies; las historietas o «comics» con sus diálogos,
- etcétera.
Hay chistes, los llamados «sin palabras», en que el dibujo se basta por si mismo para comunicar un mensaje
pleno.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 107
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Clases de signos Los signos admiten múltiples clasificaciones. Una de las más
conocidas es la establecida por Ch. S. Peirce, según la cual los signos se dividen en:
- iconos, si ellos mismos poseen alguna semejanza con el objeto que
representan; y así, son signos icónicos el retrato, la caricatura, los mapas,
el teatro, el cine, la onomatopeya (que, con sus sonidos, reproduce alguna
propiedad de lo que es significado por ella: tintineo, chirrido, borbotón,
etc.).
- indicios, cuando, sin parecerse al objeto significado, mantienen con él
alguna relación; por ejemplo, el humo es indicio de fuego; la fiebre. de
enfermedad; el llanto, de tristeza o de dolor.
- símbolos, que representan a otros objetos de un modo convencional, sin
que exista entre ellos parecido ni relación alguna. La bandera bicolor, roja
y amarilla, es símbolo de España porque así se ha convenido: gran parte de
los emblemas adoptados por los partidos políticos (puño y rosa, yugo y
flechas, semi arcos rojo y verde, etc.) son también simbólicos.
A veces, es difícil decidir sobre la naturaleza de un signo. Así. la cruz es símbolo del cristianismo,
pero en la medida en que representa algo ligado a la muerte de Cristo, parece ser un signo icónico. La
balanza, que se emplea como símbolo de la justicia, posee alguna relación con esta: el juez ha de esforzarse
en que su sentencia no desnivele los platillos; en este sentido sería también signo icónico (o tal vez indicial).
• Los signos que constituyen el lenguaje oral (dejando aparte las onomatopeyas) o
escrito —es decir, los fonemas y las letras— poseen carácter simbólico. Y son también
símbolos las palabras que se forman con ellos: ningún parecido hay entre el vocablo libro
y el objeto que con él designamos. Su relación es puramente convencional. Lo prueba el
hecho de que ese mismo objeto recibe nombres distintos en las diversas lenguas (francés
livre, inglés book, alemán buch, etc.).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 108
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
EJERCICIOS DE LA LECCIÓN
I. Dígase qué signos debe saber interpretar el espectador de un partido de fútbol.
2. Llamo por teléfono a X para decirle que no podremos ir al cine porque no hay
entradas. ¿Qué factores intervienen en esta comunicación?
3. Cuando presenciamos una película, entre el filme y nosotros se establece una
comunicación. ¿Qué factores intervienen en ella?
4. Invéntense situaciones en que la frase La hora signifique cosas diferentes.
5. Propónganse dos ejemplos de mensajes expresivos, representativos y conatitos.
6. Propónganse dos ejemplos de mensajes unilaterales y bilaterales.
7 Pónganse ejemplos de imágenes visuales autosuficientes.
8. Pónganse ejemplos de imágenes que precisan el auxilio del lenguaje.
9. Dígase si los signos siguientes son iconos, indicios o símbolos:
- el vapor de agua que sale de una olla;
- un himno nacional;
- la matrícula de un automóvil;
- el plano de una ciudad;
- la cruz roja que emplea la institución así llamada;
- la estrella de tres puntas encerrada en una circunferencia, que sirve de
distintivo a los automóviles de marca «Mercedes».
- un chiste sin palabras.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 109
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
2 A EL LENGUAJE VERBAL
A qué llamamos lenguaje verbal. Denominamos lenguaje verbal o, simplemente,
lenguaje al que emplea palabras habladas o escritas (en latín, verbum significa 'palabra').
• El término lenguaje designa también, por extensión o semejanza, otros tipos de comunicación:
lenguaje animal, de banderas, de sordomudos, etc. Por eso, el adjetivo verbal indica que nos referimos
exclusivamente al lenguaje oral o escrito, al que se manifiesta con palabras.
El lenguaje está estructurado. La lengua, tal como existe en un momento
dado (en nuestro presente, por ejemplo, o durante la época de los Reyes Católicos),
constituye un sistema de signos perfectamente estructurados.
• Este postulado, que formuló F. de Saussure (1916), es el punto de partida de la
Lingüística moderna (y en realidad, de toda la Semiología).
• Un sistema es un conjunto de cosas que dependen unas de otras. Por Ser la lengua,
en un momento dado, un sistema, todos sus signos son interdependientes. Saussure
presentó su idea de un modo intuitivo; los elementos lingüísticos (fonemas, palabras,
tipos de frase) mantienen un equilibrio parecido al que guardan las piezas del ajedrez en
un momento de la partida (es decir, en una sincronía). Sí se cambia de lugar una pieza, si
desaparece alguna o si se introduce otra en el juego, el equilibrio se altera, y se pasa de un
sistema a otro diferente. Cada movimiento «diacrónico» (que se produce en el transcurso
del tiempo) da origen a una «sincronía» nueva, en el que las piezas adquieren un
equilibrio distinto del que guardaban en el estado anterior.
En realidad, las lenguas están variando, más o menos, continuamente: sufren variaciones
diacrónicas. Pero los hablantes no las notamos: pensamos que estamos utilizando un sistema estable. En
este sentido, la sincronía de que se ocupa la Gramática es una abstracción, una convención.
En qué niveles se estructura el lenguaje.- En otros cursos, hemos estudiado que la
lengua, —cualquier lengua— puede ser analizada en cuatro niveles; el fonológico, el
Universidad Nacional de Loja -AEAC 110
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
morfológico, el léxico y el sintáctico. Pues bien: en estos cuatro niveles están
estructurados los signos lingüísticos.
Cuestión previa: el valor de los signos. Las oposiciones. La interrelación que los
signos establecen para constituir un sistema o estructura es sólo posible gracias a que
cada signo posee un valor que resulta de oponerse a otro u otros signos. Si un signo estu-
viera aislado, carecería de valor.
• Hemos dicho que el valor se establece porque un signo se opone a otro, es decir,
porque entre ellos existe una oposición. Las palabras cama y cana significan cosas
distintas gracias a que hay una oposición fonológica entre las consonantes m y n. El
vocablo notable sólo tiene sentido porque se opone, simultáneamente a sobresaliente y a
aprobado; y estas tres calificaciones comparten un significado positivo porque las tres, en
bloque y por separado, se oponen a suspenso; existen, pues, entre estas cuatro palabras,
oposiciones léxicas. Por su parte, cantó se diferencia significativamente de cantaba,
porque hay una oposición morfológica entre las desinencias -ó y -aba. Y la oración Ha
venido el cartero quiere decir lo contrario de No ha venido el cartero, porque hay entre
ambas una oposición sintáctica; esta última oración lleva la «marca sintáctica negativa»
no, que falta en la primera.
La marca o rasgo opositivo.- Se llama marca o rasgo una particularidad cuya presencia
en un signo y su ausencia en otro, permite oponerlos.
• Así, la oposición entre los fonemas n y m se establece porque, siendo ambos
consonantes nasales, el segundo es bilabial (se articula juntando los labios) y el primero
no. La m lleva, pues la marca o el rasgo bilabial; y n carece de él.
• Las palabras sobresaliente, notable y aprobado llevan la marca semántica
'calificación positiva', frente a suspenso, que no posee esa marca. A su vez, sobresaliente
y notable llevan la marca 'calificación distinguida', frente a aprobado. Y sobresaliente
se opone a notable merced al rasgo 'calificación máxima’; notable comporta el rasgo
'calificación distinguida', pero sin el rasgo 'calificación máxima'.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 111
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Desde el punto de vista morfológico, cantó se opone a cantaba, porque -ó lleva la
marca 'acción pasada con final implicado' (Ayer escuché un concierto; escuché implica
que terminé de oírlo), y -aba expresa también pretérito, pero nada indica sobre el final de
la acción (Ayer escuchaba un concierto y...; la acción de escuchar transcurría sin que se
exprese nada sobre su acabamiento). Cantó es, pues, el término marcado de la oposición,
y can taba el no marcado.
• Por último, según ya hemos dicho, No ha venido el cartero cuenta con la marca
negativa no, ausente de Ha venido el cartero.
• Insistimos: la lengua se estructura en cualquiera de sus niveles (fónico,
morfológico, léxico o sintáctico) gracias a las oposiciones que se establecen entre sus
diversos signos. Las oposiciones, a su vez, son posibles por la existencia de marcas o
rasgos presentes en unos signos y ausentes de otros.
Sintaxis y Semántica. Como ya sabemos, todo mensaje se compone de signos
(consideraremos, a partir de la hora, solo los signos llamados palabras o vocablos),
combinados de una cierta manera, que está regulada también por el código. Si yo quiero
decir ‘El avión aterrizó’, o sólo debo emplear los signos el, avión, aterrizó, sino que tengo
que combinarlos conforme a dos únicas posibilidades:
El avión aterrizó aterrizó el avión
Las secuencias * Avión el aterrizó, *El aterrizó el avión* *avión aterrizó el , son
imposibles en castellano, no significan nada: están «prohibidas» por el código lingüístico
español.
• De esa manera, todos los signos significan algo; pero para poder entrar en un
mensaje (en una oración), deben ajustarse a ciertas reglas o prescripciones combinatorias.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 112
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• La significación de las palabras es el objeto de estudio de la semántica; de su
combinación para que puedan formar oraciones plenamente significativas se ocupa la
Sintaxis. Entre Semana y Sintaxis existe, por tanto, una estrecha relación.
• Una oración puede ser inaceptable, bien porque contenga defectos semánticos: La
naranja sonrió (obsérvese que esta oración es «gramatical», está bien construida
sintácticamente; no la aceptamos solo por razones semánticas); o porque esté mal
formada sintácticamente (y es, por tanto, “gramatical”: Aterrizó avión el).
Compatibilidad semántica.- Como acabamos de ver, toda palabra que entra a formar
parte de una oración tiene que poder combinar su significado con los significados de los
demás. Dicho de otro modo: en las oraciones que forman un texto oral o escrito, sus
vocablos han de ser semánticamente compatibles.
• Así, la oración La cartulina sospechó de la alfombra carece de sentido porque sus
términos son incompatibles semánticamente. En efecto, el verbo sospechar sólo puede
combinarse con nombres-sujeto que cuenten con el rasgo semántico [+ humano); porque
sólo las Personas pueden sospechar no la cartulina. Ese verbo aún impone otra exigencia
para poder ser empleado: que su complemento tenga el rasgo [+ animado]: sospechar de
una persona o de un animal (no ha de ser forzosamente humano). No es posible sospechar
de una alfombra
Aquella oración es, pues, inaceptable por la manifiesta incompatibilidad semántica
entre el verbo y el sujeto (la cartulina!, Por un lado, y entre el verbo y su complemento
(de la alfombra), por otro.
• En la oración El rinoceronte ha bebido neumáticos, la incongruencia, se debe a
que beber exige un nombre con el rasgo [+ liquido] como complemento directo; y
neumáticos lleva el rasgo [- líquido] (es decir, ‘no líquido’)
• Examinemos ahora esta otra oración:
Los esquiadores sueñan con pistas llenas de nieve;
está perfectamente construida y es aceptable. En cambio,
Universidad Nacional de Loja -AEAC 113
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Las pistas llenas de nieve sueñan con esquiadores;
resulta inaceptable, porque pistas, que posee el rasgo [— animado] no puede combinarse
con el verbo soñar, marcado con el rasgo {+ sujeto animado]. Sin embargo, poéticamente,
esta segunda oración puede tener sentido: es posible imaginar unas pistas «soñando» con
esquiadores que se deslicen por su nieve. Diremos entonces que soñar funciona ahí
metafóricamente. La metáfora suele resultar de la incompatibilidad semántica de dos
vocablos, a los cuales se fuerza a ser compatibles cambiando la significación de uno de
ellos. Cuando Góngora escribe que los arados peinan las tierras, obliga a arados y a
peinan a ser compatibles haciendo que peinan adquiera el sentido transitorio de 'abren
surcos':
En el ejemplo Las pistas sueñan,,,, hay que atribuir a pistas el rasgo [ + animado] para que soñar
pueda funcionar metafóricamente.
• Muchas veces, hablando o escribiendo sin cuidado, o por mera ignorancia, un
vocablo funciona indebidamente en el lugar de otro, porque el hablante le atribuye un
significado que no posee. Por ejemplo, cuando se afirma: El director detenta el cargo
desde hace un mes, queriendo decir, simplemente, que lo 'desempeña', se comete un error
lingüístico, ya que detentar significa «retener uno sin derecho lo que manifiestamente no
le pertenece».
Este error, consistente en emplear por ignorancia una palabra incompatible
semánticamente con el significado que debe tener la oración, se denomina impropiedad.
Detentar, ahí, es un vocablo impropio, está empleado impropiamente. Al hablar y al
escribir, hemos de hacerlo con propiedad, empleando palabras propias, es decir, con el
significado adecuado a lo que queremos decir.
Realizaremos numerosos ejercicios para corregir las impropiedades más frecuentes en nuestro
idioma.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 114
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Estructuración Sintáctica. También veíamos que el código lingüístico cuenta con
unas reglas para formar las oraciones, combinando adecuadamente los signos que las
componen. Y que esas reglas constituyen el objeto de estudio de la Sintaxis.
• Cuando se violan las reglas sintácticas, se produce el fenómeno llamado
agramaticalidad, la cual es tanto más grave cuantas más reglas se violan.
Así, entre las oraciones
Marta le trajo a sus hermanos varios regalos.
El equipo bien jugaron; y
Aterrizó avión el.
Se observa, una escala de agramaticalidad: la tercera es menos gramatical que la
segunda (aunque las dos son inaceptables); y la segunda es menos gramatical que la
primera (la cual es parcialmente aceptable, aunque incorrecta: debe decirse les trajo).
• Cuando una oración está indebidamente estructurada, se produce el fenómeno
llamado incorrección (que, como vemos, no es lo mismo que impropiedad).
Un caso frecuente de estructuración sintáctica defectuosa: la ambigüedad.-Una
oración es ambigua cuando podemos atribuirle simultáneamente dos o más signi-
ficaciones distintas. Así, Yo hago el cuarto puede significar cosas diferentes: 'yo voy
arreglar el cuarto', 'yo estoy el cuarto', etc. La ambigüedad no es grave (por el contrario,
resulta perfectamente normal) cuando la neutraliza el contexto. Si una persona, que está
distribuyéndose con otra la limpieza de la casa, dice Yo hago el cuarto, esta frase no
resulta ambigua. Tampoco lo es si, en una fila, por ejemplo, contesto a alguien que me
pregunta en qué lugar estoy: Yo hago el cuarto.
• Pero, muchas veces, sobre todo al escribir, la ambigüedad dificulta la
comprensión, puede impedirla totalmente. He aquí una noticia de prensa:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 115
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Militantes de ese partido denunciaron haber sido amenazados por desconocidos
que portaban pistolas mientras colocaban carteles.
¿Quiénes colocaban carteles, los militantes o los desconocidos?
Debe suponerse (pero sólo suponerse) que los primeros. El redactor de la noticia
tendría que haber suprimido la ambigüedad, estructurándola sintácticamente así:
Militantes de ese partido denunciaron haber sido amenazados, mientras
colocaban carteles, por desconocidos que portaban pistolas.
EJERCICIOS DE LA LECCION
A) De compatibilidad semántica 1. Consultando previamente en el diccionario el significado de la palabra dilema,
dígase en cuál (de las siguientes frases está empleada con propiedad, y sustitúyase en las restantes por otra que sea más apropiada: La empresa está en un dilema porque no puede pagar a los obreros. Estoy en un dilema; ¿me voy a pasar las Navidades con mis abuelos o me quedo en casa? Tenías un dilema: ¿había clase el próximo jueves? El guardia me puso en un dilema, porque me pidió el documento de identidad y no lo llevaba. Eso no constituye ningún dilema: si el autobús no funciona, vas a pie.
2. Realícese el mismo ejercicio a propósito de la palabra simpatizar, que se emplea en las siguientes oraciones: Ese chico no me simpatiza mucho: prefiero no hablar con él. Me parece que al arbitro no le simpatiza nuestro equipo. No le simpatizamos nada al perro: nos va a morder. Carmina no simpatiza con nosotros: por eso se va sola.
3. Realícese el mismo ejercicio a propósito de la palabra singladura, que se emplea en las siguientes oraciones?
«Hacíamos un camino ventajoso, prometiéndonos una singladura igual o mayor a la del día anterior.» (J. C. Mutis, 1760). Hoy sale de Cartagena el barco-escuela para una singladura de tres meses. Al cesar hoy en su cargo, tras doce años de desempeñarlo, remata una singladura fecundisima.
4. Realícese el mismo ejercicio a propósito de la palabra rutinario, que se emplea en
las siguientes oraciones: Raphael ha estrenado en uno de sus rutinarios recitales una preciosa canción.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 116
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El ministro, en su rutinaria rueda de prensa, dio cuenta de lo acordado en el Consejo. «Plinio llevaba varios meses de aburrimiento y trabajo rutinario, sin entidad.» (F. García Pavón). El médico, en el reconocimiento rutinario que le hacía desde su última enfer-medad, le descubrió una mancha en el pulmón.
B) De estructuración sintáctica 5. Consultando en el diccionario el vocablo gualda, dígase si es correcta la siguiente
oración: Los colores de ¡a bandera española son el rojo y el gualda.
6. Dígase si están bien empleadas las preposiciones (escritas en negrita) en las si-
guientes oraciones; propóngase la sustitución. Muchas personas han manifestado su adhesión con la convocatoria. Nunca he viajado en un avión a reacción. El árbitro señaló una falla sobre Aguilar.
7. Las siguientes noticias de prensa son ambiguas. Señálense en qué consiste su ambigüedad, y propónganse las correcciones oportunas:
El taxi se encontraba a las afueras de Burgos en el barrio de Gamonal, cerca de un gallinero con las puertas abiertas. No se celebró la manifestación anunciada para hoy en la Plaza Mayor de Sa-lamanca en protesta por la falta de potabilidad del agua. Algunos manifestantes lanzaron un cóctel Molotov que no llegó a hacer explosión contra la luna del Banco Anglo-Egipcio.
8. En las siguientes oraciones hay incorrecciones: se observa en ellas una deficiente estructuración sintáctica. Corríjanse Es por mi primo que me enteré de lo sucedido Su madre descendía de irlandeses, mientras su padre era español. ¿Será porque está enferma que no ha venido hoy? Llenaba luto, con sombrero y corbata negra. Contra más lo pienso, menos me decido. Una epidemia de cólera maligna hace estragos en África. Ella misma le hace los vestidos a sus hijas.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 117
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
3 A LA ORACIÓN GRAMATICAL
La oración es una unidad estructural.- Por exigencia del Cuestionario oficial,
debemos repasar, en esta lección y en algunas de las siguientes, conceptos que ya
debieron quedar claros en primer curso.
• Se denomina oración a la unidad lingüística dotada de significación, que no
pertenece a otra unidad lingüística superior.
El fonema es una unidad lingüística, pero se integra en otra unidad, la palabra,
para poder funcionar; p. l, u, m, a forman la unidad pluma, a la cual pertenecen. La
palabra pluma, a su vez, no comunica nada: « sólo el nombre de objetos que todos
conocemos. Para comunicar, ha de combinarse con otras palabras para constituir una
unidad superior: la oración. La combinación Mi pluma no funciona está formada por otras
unidades (mi, pluma, no, funciona) que pertenecen a ella, que la constituyen. Pero la
oración, como unidad, constituye un todo, dotado de significación, que no pertenece a
otra unidad lingüística superior: Mi pluma no funciona.
• La oración es la máxima unidad de que se ocupa la Gramática
No obstante, una reciente rama de la Lingüística, llamada Gramática del Texto, intenta analizar
unidades superiores a la oración, según veremos en la lección 16.
• Toda oración constituye una unidad estructural: sus componentes están
interrelacionados, formando una estructura mediante el desempeño de funciones mutuas
que iremos repasando.
La oración es también una unidad de contenido.- La oración comunica un sentido
completo; si dividimos la secuencia
Universidad Nacional de Loja -AEAC 118
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
¡Qué película más divertida he visto!, en tres trozos (Qué película / más divertida / he
visto!), tales trozos podrán tener sentido, pero no será completo: no sirven para comunicar
nada.
• Tengamos en cuenta que, al hablar, algunos elementos de la oración pueden ser
omitidos, aunque no están ausentes de la conciencia de quien habla y de quien escucha.
Si, en clase, un alumno dice a otro: El bolígrafo, este entenderá, por ejemplo: Préstame el
bolígrafo. Si la comunicación se realiza, El bolígrafo será una oración porque tendrá
sentido completo. Aunque se omitan elementos tan importantes como el predicado
(presta) y el complemento indirecto (me)
Estructura profunda y estructura superficial de la oración.- Como vemos, lo que
decimos (El bolígrafo) cuenta a veces con menos elementos o funciones que lo que
pensamos. (Préstame el bolígrafo)
• En lo pensado, la oración se presenta con todas las palabras y con todas las
relaciones perfectamente claras. Si veo que Luis hace algo que no debe, y lo reprendo
diciéndole sólo ¡Luis!, tenemos que distinguir en esta oración dos niveles o estructuras:
— lo que pienso: «Luis, no debes hacer eso»;
— lo que digo: ¡Luis!
• Llamamos al primer nivel (lo pensado) estructura profunda de la oración; y al
segundo (lo dicho o escrito efectivamente) estructura superficial.
La estructura profunda y la superficial pueden coincidir, pero, a veces, hay
grandes diferencias entre ellas.
A una misma estructura profunda pueden corresponder varias estructuras
superficiales. Así sucede, en efecto. Consideremos una oración cuyas estructuras
superficial y profunda coincidan:
Yo espero a Pepita en la plaza.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 119
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Hay varias maneras de decir esto mismo al hablar o al escribir:
Espero a Pepita en la plaza (con supresión de yo).
La espero en la plaza (sustituyendo, además, Pepita por la).
En la plaza la espero (invirtiendo, además, el orden), etc.
Son, como vemos, tres oraciones con la misma estructura profunda que Yo espero
a Pepita en la plaza. Se diferencian sólo en la estructura superficial; y esas diferencias las
explica la Gramática diciendo que se han producido al aplicar transformaciones distintas
(supresiones, cambios de orden, pronominalizaciones, etc.) a una determinada estructura
profunda.
Una misma estructura superficial puede corresponder a distintas estructuras
profundas. Es el caso contrario. Así, una oración como Me ha alegrado la elección de
Luisa posee dos significados diferentes, que corresponden a dos estructuras profundas
también diferentes:
a. «Luisa ha sido elegida y ello me ha alegrado.»
b. «Luisa ha realizado una elección, la cual me ha alegrado.»
• Aquella oración es, pues, ambigua. Este es un caso muy frecuente de
ambigüedad: cuando dos (o más) estructuras profundas se manifiestan con una misma
estructura superficial.
Constituyentes de la oración: sintagma nominal y sintagma Verbal.- En su estructura
profunda, toda oración (O) está constituida por dos sintagmas fundamentales: un
sintagma nominal (SN) y un sintagma verbal (SV) o predicativo.
• Recordemos que sintagma es la unidad inferior a la oración. Está constituido por
dos o más elementos (monemas) que mantienen entre si una cohesión especial, la cual les
proporciona cierta autonomía frente a otros sintagmas de la misma oración. Así, la
oración
Universidad Nacional de Loja -AEAC 120
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Muchos pájaros anidan en los árboles
puede ser dividida en dos sintagmas:
Muchos pájaros / anidan en los árboles.
El segundo puede subdividirse a su vez en sintagmas menores que aquí no interesan.
• Llamamos sintagma nominal al que contiene, como núcleo, un nombre (muchos
pájaros); y sintagma verbal al que se ordena en torno a un verbo (anidan en los
árboles).
• Repetimos que toda oración (O) en su estructura profunda, consta de un SN y de
un SV. De tal modo que, al construir oraciones, aplicamos la siguiente regla:
O���� SN + SV
En primer curso, llamábamos sintagma predicativo (S Pred) al sintagma Verbal; pero el
Cuestionario de COU prefiere este último término.
La flecha significa «rescríbase». Es, efectivamente, una regla de rescritura.
Llamamos reglas de rescritura a las que ordenan los elementos que han de combinarse en
la estructura profunda. (En cambio, las que ordenan cómo ha de pasarse de la estructura
profunda a la superficial, mediante transformaciones, las denominamos reglas
transformacionales o transformatorias)
• La regla O����SN + SV se lee así: si se desea construir una oración, rescríbase un
sintagma nominal seguido de un sintagma verbal. Puede representarse mediante un árbol
gráfico:
0
SN SV ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ El niño sonrío
Universidad Nacional de Loja -AEAC 121
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Sujeto y predicado de la oración.- SN y SV son los dos constituyentes inmediatos
de la oración (véase e! gráfico anterior): la constituyen inmediatamente, es decir, sin
necesidad o mediación de otros elementos. Son, respectivamente, lo que la Gramática
tradicional llama sujeto y predicado, funciones que definiremos así:
• Sujeto es el SN que es constituyente inmediato de la oración (O).
• Predicado es el SV que es constituyente inmediato de la oración (O).
En la estructura profunda, SN precede siempre a SV.
Hay, con todo, un tipo de oraciones, las impersonales (llueve; anocheció, etc.), cuya construcción no
obedece a esta regla, porque carecen del SN sujeto. Pero su estudio no corresponde a este curso.
• Desde el punto de vista semántico, el sujeto es un SN a propósito del cual se
afirma, se niega, se pregunta, se exclama, se duda o se desea algo. Y el predicado es un
SV con el que se afirma, se niega, se pregunta, se exclama, se duda o se desea algo del
SN, o con el que se le ordena alguna cosa.
Modalidades oracionales Desde ese punto de vista semántico, es decir según su
significado, las oraciones pueden ser:
— enunciativas: comunican que algo sucede, ha sucedido o sucederá bien afirmándolo
(enunciativas afirmativas; Ya llueve), bien negándolo (enunciativas negativas: Ya no
llueve);
— interrogativas; pueden ser directas (¿Cómo te llamas?), o indirecta: (Quisiera saber
tu nombre);
— imperativas o exhortativas: Callaos; Venga conmigo
— exclamativas: ¡Qué horror!; ¡vaya broma!
— dubitativas (expresan duda): Tal vez esté enferma; y
Universidad Nacional de Loja -AEAC 122
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— optativas o desiderativas (expresan un deseo): ¡Ojalá acertemos!
La entonación Al hablar (es decir, en su estructura superficial), las oraciones han de
acomodarse a una línea melódica especial que permite entenderlas. Esa línea melódica se
denomina entonación, y la forman los sucesivos tonos con que emitimos los sonidos que
se suceden en la oración.
Recordemos que tono es la cualidad que recibe el sonido según que las cuerdas vocales estén
tensas (tono agudo) o flojas (tono grave)
Clases de entonaciones.- Podemos imaginar los diversos tipos de entonación que
existen en español como «moldes musicales, en los que tenemos que encajar la oración
para que adquiera su significado definitivo. He aquí ejemplos de tres tipos importantes de
entonación: los que corresponden a las oraciones enunciativas, interrogativas y
exclamativas (está lloviendo; ¿está lloviendo?; ¡está lloviendo!)
• Si trazamos una línea de puntos para indicar él tono normal, es decir sin
apreciables subidas o bajadas de tono, la oración enunciativa sigue esta entonación:
TONO tá llo vien NORMAL es do
Empieza, pues, por debajo del tono normal; lo alcanza con la primera sílaba acentuada (tá); y
desciende después de la última silaba acentuada (vien).
• La oración interrogativa suele presentarse así:
tá llo TONO -------------------------------------------------------------------------------------NORMAL vien do?
¿es
Universidad Nacional de Loja -AEAC 123
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Empieza también por debajo del tono normal; sube por encima de este, hasta emitir la primera silaba tónica;
desciende hasta llegar por debajo del tono normal; y vuelve a subir a partir de la última silaba acentuada,
para alcanzar, después de esta, el tono normal.
• Por último, la entonación exclamativa admite esta representación:
tá
llo
TONO -----------------------------------------------------------------------NORMAL
vien
¡es do!
Sube también por encima del tono normal, y desciende bruscamente a partir de la
primera sílaba tónica.
Lectura y entonación.- Al hablar, damos espontáneamente la entonación debida a cada
oración. En la lectura silenciosa, la puntuación nos ayuda a proporcionársela al texto que
leemos; de ahí la importancia de puntuar bien, según ya señalamos.
• Por idéntica razón, importa mucho entonar con justeza cuando leemos en voz alta
textos en prosa o en verso. El Cuestionario oficial ordena, con razón, que en el Seminario
de Lengua se realicen ejercicios de lectura. Hay alumnos que, sin necesidad de
aprendizaje leen en voz alta correctamente, entendiendo el texto y haciéndolo entender a
los demás. Otros, en cambio, necesitan ejercitarse; su principal enemigo es la timidez:
temen caer en ridículo. A ellos dedicamos estos breves consejos.
Lectura de textos en prosa.- Leer bien no consiste en someter la entonación a exa-
geraciones; por el contrario, debe entonarse con naturalidad.
• La lectura no será lenta ni rápida. Hay que dar el tiempo justo al oyente para que
capte lo que leemos, sin aturdido por exceso de velocidad ni cansarlo con nuestra lentitud.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 124
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• «Naturalidad» no implica monotonía. Se marcarán bien las inflexiones
interrogativas, exclamativas, dubitativas, etc., pero sin excesos.
• La velocidad de la lectura debe cambiar en función del contenido. Aquello que
merece ser subrayado, ha de leerse más lentamente. De igual modo, deben marcarse con
los debidos recursos tonales la ironía, el lirismo el patetismo...: todos aquellos pasajes en
que el escritor ha intensificado movimientos de su ánimo.
• Pero jamás, insistimos, el lector ha de mostrarse exagerado. Son excesos los que
resultan ridículos.
Lectura de textos en verso.- Valen las anteriores recomendaciones, pero hemos de
añadir algunas más. No confundamos la lectura que debemos hacer nosotros con la
recitación. El recitador busca, en general, su propio lucimiento, y desea ser reconocido
como; lista. Nuestra lectura ha de ser sencilla: no intentemos lucirnos, sino, simplemente,
hacer entender el poema a quienes nos escuchan.
• En general, la lectura de textos en verso requiere un poco más tensión en la voz,
discretamente adecuada a la naturaleza excepcional al lenguaje poético.
• Hay que marcar con una momentánea detención las pausas que siguen a cada
verso, a cada línea, pues desempeñan una función rítmica. Jara debe leerse el verso como
si fuera prosa; las pausas, las rimas, los acentos regulares están allí para eso: para evitar
que el discurso metrificado se confunda con la prosa. Saltarse las pausas, aunque el
sentido parezca exigir implica destruir el mensaje poético.
• Ojo con el tonillo, con las inflexiones tonales excesivas y monótona; nuestra
lectura ha de servir al poeta, el poema; no vamos a ser actores recitadores. Debemos leer
con una cierta tensión, según hemos dicho, pero sin afectación, sin cursilería, empapado
nuestro espíritu de lo que el te dice, pero expresándolo con sobriedad: Sin exaltarnos y sin
caer en el otro extremo de la ramplonería inexpresiva y burda.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 125
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Proponemos a continuación algunos textos para ser leídos en clase.
Convendrá que todos los pasajes, literarios o no, que figuran en las res-
tantes lecciones, se lean siempre en voz alta.
EJERCICIOS DE LA LECCION
I. Lectura de textos en prosa
Don Antonio Ponz, el crítico e historiador del Arte de tendencia neoclásica, cuenta que
durante uno de sus viajes por las diferentes partes de España hechos en tiempo de
Carlos III, un día lluvioso llegó a un lugar de la jurisdicción de Cuenca, en el que fue
bien recibido en una casa hidalga. Después de haberse secado al fuego, durante la cena,
fueron llegando las personas mes notables del término, deseosas de tratar con el
forastero, como siempre ocurría en aquellos ………………..
…………………
…………………
Universidad Nacional de Loja -AEAC 126
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
4A ESTRUCTURA Y FUNCIONES DEL SINTAGMA NOMINAL
El nombre, núcleo del SN. Como veíamos en la lección anterior, el nombre es el
núcleo del SN. Dotado de sus accidentes de género y número, aparece en la estructura
profunda precedido de un determinante (artículo, demostrativo, posesivo, etc.: Unas
nubes aparecieron de pronto), que no siempre se manifiesta en la estructura superficial
(Aparecieron nubes de pronto).
• Sintácticamente, el nombre (cualquier nombre: común, propio, abstracto,
concreto, individual, colectivo, etc.) se caracteriza porque siempre puede ser sujeto de
una oración. Así, los nombres ventana, actor y Luis son sujetos en las siguientes
oraciones:
Esa ventana da al patio.
El actor fue muy aplaudido.
Luis no me hizo caso.
Pero, además de la función de sujeto, los nombres pueden desempeñar otras
funciones, como veremos.
Adyacentes del nombre.- Dos son, pues, los constituyentes fundamentales del SN: el
nombre (núcleo) y el determinante.
• Pero, además, puede llevar (no necesariamente) otros términos adyacentes, es
decir, unidos al nombre y dependientes de él, que lo complementan. Observemos estas
oraciones:
Esa ventana pequeña da al patio.
El célebre actor fue muy aplaudido.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 127
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Los adjetivos pequeña y célebre complementan los significados respectivos de ventana y
actor; son términos adyacentes al nombre, y por tanto, forman parte de los sintagmas
nominales Esa ventana pequeña y El célebre actor. Vemos, pues, cómo un SN puede
estar constituido, en la estructura superficial, por un nombre acompañado de un
determinante y de un adjetivo (término adyacente).
• Pero no sólo un adjetivo puede funcionar como término adyacente. También
puede hacerlo una oración de relativo.
La película que me recomendaste / me aburrió.
El pantano, que estaba lleno, / se ha desbordado.
Por desempeñar una función semejante a la de los adjetivos, las oraciones de
relativo se llaman también oraciones adjetivas.
Muchas veces, una oración de relativo puede ser sustituida por un adjetivo, y viceversa: La estrella que brilla tanto es Venus. Esa estrella tan brillante es Venus.
• A veces, también funciona como adyacente de un nombre otro nombre unido al
núcleo por una preposición:
Sabe tocar varios instrumentos de viento.
El café sin azúcar no me gusta.
De viento y sin azúcar son sintagmas preposicionales (S Prep), y están
constituidos, como vemos, por un nombre precedido de preposición.
• Por último, es posible que un nombre funcione como adyacente de otro nombre-
núcleo, sin necesidad de preposición:
El viento hombrón la persigue (García Lorca).
Se ha comprado un sillón Renacimiento.
El profesor Vázquez continúa enfermo.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 128
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Llevaba un vestido rosa.
Lisboa, capital de Portugal, está a orillas del Tajo.
De esos nombres complementarios, se dice que están en aposición; son nombres
adyacentes apuestos.
• Recapitulemos: el sintagma nominal está constituido por un determinante y por
un nombre; pero el nombre, en la estructura superficial, puede ir acompañado de los
siguientes términos adyacentes:
adjetivo sintagma preposicional
oración adjetiva otro nombre en aposición
Los más importantes son los adjetivos y las oraciones adjetivas, que estudiaremos
en la lección siguiente.
Funciones del SN.- Recordemos nociones que debieron quedar fijadas en primer curso.
• El SN puede funcionar como:
• sujeto: El tren ha llegado a su hora.
• Atributo: Su hermana es enfermera.
• Vocativo: ¿Puede atendernos, camarero?
• complemento directo: Lean otra vez ese párrafo.
• Pero ya hemos visto que el nombre puede ir precedido de preposición,
constituyendo un sintagma preposicional (S Prep). Y entonces, el S Prep puede
desempeñar también la función de complemento directo, y otras funciones:
• complemento directo de un verbo: El chico no vio a sus padres
• complemento indirecto de un verbo: Entrega esta carta al portero
• complemento circunstancial de un verbo: Te espero en la esquina
• complemento de un nombre: El café sin azúcar no me gusta
Universidad Nacional de Loja -AEAC 129
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• complemento de un adjetivo: Está loca de alegría
En está enumeración de funciones no consideramos los nombres en aposición.
Estilística del Sintagma Nominal. .- El SN puede producir abundantes efectos de estilo:
proporciona recursos para que el hablante o el escritor se expresen, es decir, manifiesten
los movimientos de su ánimo. Vamos a examinar algunos de ellos.
Posición del SN respecto del SV.- En la estructura profunda, el SN precede
siempre al SV. Esa mosca nos está molestando; pero, mediante una transformación,
puede invertirse el orden de esos elementos en la estructura superficial: Nos está mo-
lestando esa mosca.
• Es esta una cuestión dificilísima de la Gramática: la de explicar el orden de los
sintagmas en la oración, y el orden de las palabras dentro del sintagma. Refiriéndose a
estos problemas, Dámaso Alonso ha escrito; «El orden de las palabras es uno de los más
sutiles y delicados instrumentos de expresión que posee el lenguaje [...]. Cada ser
hablante muestra predilección por ciertos tipos ordenativos, que son los que mejor
cuadran a su temperamento. Más aún: una misma persona emplea órdenes de palabras de
tipo muy distinto según el oyente a quien se dirige, la intención expresiva en un momento
dado, o la intensidad de los sentimientos que expresa.»
• Los tipos de posición del SN, respecto del SV, más frecuentes en español son los
siguientes:
— ordenación «lógica», es decir, ajustada a la estructura profunda
(SN + SV):
Esa mosca nos está molestando;
— ordenación inadvertida, anteponiendo el SV porque interesa al hablante anticipar
la acción expresada por el verbo:
¡Nos está molestando esa mosca!
Hoy, se ha lucido el árbitro;
Universidad Nacional de Loja -AEAC 130
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— rítmica, basada en motivos musicales; es frecuente en la poesía que las palabras
de más relieve ocupen posiciones en que pueden recibir los acentos principales:
Penden tal vez más densos los follajes.
En este verso. Jorge Guillén adelanta el verbo penden porque le interesa comenzar
con una silaba tónica, produciendo un intenso efecto expresivo que desaparecería si se
antepusiera el SN: Los follajes tal vez más densos penden o Los follajes penden tal vez
más densos.
— impulsiva, adelantando también el SV porque es la acción lo que importa
recalcar, como resultado de un sentimiento vehemente:
¡Que responda tu hermano antes que tú!
• En todos estos ejemplos, el SN desempeña la función de sujeto. Pero las
alteraciones de orden se producen igualmente, y por los mismos motivos, con los
sintagmas nominales y preposicionales que desempeñan otras funciones :
— ordenación lógica:
No le digas eso a tu padre.
Tus gafas no están en la mesilla.
— invertida:
Al otro lado del río estás construyendo una fábrica.
En la habitación no había nada.
— rítmica:
¡A poco supo aquello!
¡Alamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas! (A. Machado)
Universidad Nacional de Loja -AEAC 131
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— impulsiva:
¡A tu padre no le digas eso'.
¡En la mesilla no están tus gafas!
El orden de palabras dentro del SN.- En la estructura profunda, los determinantes
van dentro del SN siempre delante del nombre (estos chicos; mis hijos). Pero algunos
pueden posponerse por razones expresivas (¡nunca el artículo!):
¡Qué chicos estos!; Hijos míos; Un papel cualquiera;
No tienes razón alguna; Los alumnos todos asistieron a clase;
De sus orejas le salían pelos abundantes.
No habría dinero bastante en el mundo para comprarlo.
• Los restantes términos adyacentes del nombre, que normalmente siguen a este, se
le anteponen por las razones que ya conocemos:
Del salón en el ángulo oscuro (Bécquer).
Sin azúcar, el café no me gusta.
Capital de España, Madrid va resultando inhabitable.
Aún conserva de su juventud la belleza.
• Resulta imposible generalizar a propósito de estas inversiones: en cada caso,
obedecen a motivaciones distintas, bien psicológicas, bien rítmicas
Omisión de elementos en el SN.- Como ya sabemos, el nombre propio (salvo ciertos
topónimos: El Escorial, los Pirineos, etc.) se presenta superficialmente sin artículo. En
cambio, el nombre común necesita un determinante para poder funcionar (no podemos
decir *Pez nada, sino El (este, mi, todo, etc.) pez nada). Sin embargo, a veces se presenta
el SN sin determinante:
— En proverbios y refranes: Obras son amores, que no buenas razones: la omisión
contribuye a dar carácter sentencioso a ese mensaje.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 132
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— En series de nombres: Madre e hija piensan igual; Llevaba traje, corbata,
calcetines y zapatos negros; puede advertirse cómo la falta de determinantes
acelera la enumeración.
— Con algunos nombres colectivos seguidos de un complemento preposicional:
Había infinidad de mosquitos; Acudió cantidad de gente. Se consigue así un
efecto ponderativo.
— En el lenguaje publicitario y periodístico: Se vende coche; Barco apresado en el
Atlántico. Hay para ello razones de economía idiomática; y se logra hacer más
chocante la expresión.
— Con nombres plurales: Cazaremos perdices; Se ven barcos en el horizonte. La
omisión hace que se sienta como más indefinido el número de perdices y de
barcos.
— Al tratar un nombre común como si fuese propio;
En la estepa
del alto Duero, primavera tarda (A. Machado).
• Es frecuente la omisión de la preposición que une a dos nombres dentro de un SN;
pero, muchas veces, se trata de un vulgarismo reprobable:
un cacho pan (por de pan) ; calle Ramón y Cajal (por de Ramón y Cajal).
Valores semánticos del núcleo nominal. En el SN, el nombre aporta el significado
léxico fundamental; los determinantes y los términos adyacentes, la delimitan o la
complementan.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 133
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Es raro el nombre que sólo tiene una significación (elefante, Nueva York,
cigarrillo); en ese caso, se dice de él que es monosémico.
• Mas frecuente es que posea dos o más significados (operación, financiera,
matemática, quirúrgica, etc.; hoja de árbol o de papel); el nombre es, entonces,
polisémico. Y el fenómeno por el cual una palabra cualquiera (un nombre, un adjetivo, un
verbo o un adverbio) posee más de un significado, se denomina polisemia ('varias
significaciones').
• Entre los significados de un nombre, alguno o algunos pueden deberse a metáfora
o a metonimia. Estudiaremos estos fenómenos más adelante. Anticipemos sólo que:
— la metáfora consiste en designar una cosa con el nombre de otra parecida; así, a la
lámpara de muchos brazos la denominamos araña; y a la parte estrecha de la botella, la
llamamos cuello.
— se produce la metonimia cuando damos a un objeto el nombre de otro que se le
asocia naturalmente, que está junto a é! o en su contigüidad: los pies de la cama (porque
es el lugar en que se colocan los pies de quien se acuesta); un espada, por «un torero»
(porque éste emplea la espada), etc.
•••• Acontece también el fenómeno contrario a la polisemia: el mismo significado
puede expresarse con diversas palabras; así, al significado «cerdo», le corresponden
vocablos como cerdo, tocino, cochino, etc. El fenómeno se denomina sinonimia; y las
voces que tienen un mismo significado se llaman palabras sinonímicas o, simplemente,
sinónimos. (También hay verbos sinónimos: subir y ascender; empezar y comenzar; y
adjetivos sinónimos: frágil y quebradizo; rojo y colorado, etc.).
•••• Los nombres metafóricos, metonímicos y sinónimos ayudan grandemente a la
expresión oral y escrita, si se emplean oportunamente: de ello trataremos en otras
lecciones. Pero adelantemos que los sinónimos rigurosos son muy escasos.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 134
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Normalmente, hay diferencias de matiz y de valor entre los términos
presuntamente sinónimos; o no pueden usarse en las mismas situaciones. Ya lo vimos, a
propósito de pegas, dificultades, obstáculos, etc., en un ejercicio reciente. En según qué
contextos, no pueden usarse indistintamente sinónimos como baile y danza, comida y
alimento, canto y canción, alivio y mejoría...: realizaremos ejercicios para confirmarlo.
El valor semántico del nombre, el que debemos darle a la hora de ele-girlo, depende de su significado propio, pero también del contexto en que debe figurar, de la situación y de los oyentes o lectores a quienes nos dirigimos (es decir, del registro que adoptamos).
EJERCICIOS DE LA LECCIÓN
1. Señálense, en las siguientes oraciones, los sintagmas nominales (y preposicio-
nales), y, dentro de ellos, el núcleo, los determinantes y los adyacentes:
Los libros antiguos están en ese otro estante.
Carlos visitó con sus padres el colegio.
La carta que escribimos no ha llegado a su destino.
Nicolás, hijo, se ha hecho cargo del negocio de su padre.
2. Dígase qué funciones desempeñan los sintagmas nominales en las siguientes
oraciones:
Ese individuo que nos ha impedido posar es el capataz.
Su padre está lleno de deudas.
Enseñé el salvoconducto a los policías.
El médico diagnóstico acertadamente al enfermo.
Le aseguro, amigo mío, que yo obedecí sus instrucciones.
La función se celebró al aire libre.
Me he comprado las obras completas de Cervantes.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 135
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
5 A LA ADJETIVACIÓN
Los Adjetivos Cualitativos Desde el punto de vista de la significación, los adjetivos
calificativos expresan cualidades del nombre:
una excursión agradable un viento suave
peligrosa huracanado
divertida frió
larga, etc. veloz, etc.
• Casi todas las observaciones que hagamos para el adjetivo valen también para los
participios pasivos, que son las formas que adopta el verbo para funcionar como
adjetivo: Nuestro recordado amigo…; Aquella temida enfermedad...
• Se ha dicho que el adjetivo es como el color en la pintura: aporta, efectivamente,
los matices a la noción significada por el nombre, y, como veremos, resulta
imprescindible en las descripciones.
Gradación del adjetivo.- Un adjetivo puede presentarse con su cualidad pura, ni
aumentada, ni disminuida ni comparada: Una excursión agradable. Se dice, entonces,
que está en grado positivo. Pero esa cualidad puede aparecer con modificaciones que la
cuantifican o la comparan:
Una excursión muy agradable. Una excursión más agradable que la
vuestra.
Una excursión escasamente agradable. Una excursión menos agradable que la
vuestra.
• Existen, pues, dos posibilidades de modificar la cualidad significada por el
adjetivo: la de cuantificarla o la de compararla. Examinémoslas por separado.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 136
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Cuantificación de los adjetivos. La cuantificación de los adjetivos se realiza
normalmente (pero no siempre) por medio de adverbios:
Los superlativos: muy culto; extremadamente inteligente; demasiado estrecho; ¡es
tan alto!; particularmente rudo; terriblemente procaz; excepcional mente bella.
• No Todos los adjetivos admiten cuantificación; es imposible decir, por ejemplo:
"ganado muy vacuno; "jarro bastante lechero; "dificultades demasiado financieras; *una
reacción extraordinariamente química; "los dientes más inferiores, etcétera.
• Tradicionalmente, se dice que un adjetivo se presenta en grado superlativo,
cuando se cuantifica su significado con la máxima intensidad. Ello se logra:
• con el sufijo -ísimo: cortísimo, listísimo, bellísima;
• con los adverbios muy, harto, bien: muy listo, harto aburrido, bien lento
Pero también producen gradación superlativa otros adverbios: excepcionalmente
bella; terriblemente procaz; particularmente rudo: extremadamente inteligente;
microscópicamente diminuto; astronómicamente caro; incalculablemente divertido;
increíblemente astuto; rigurosamente exacto; especialmente cariñoso; atrozmente
cruel; absurdamente confuso.
• La lengua no cesa de crear procedimientos para intensificar superlativamente al
adjetivo: pedazo de tonto; torpe, más que torpe; ¡que especie de bruto estás hecho!, etc.
Apela también a procedimientos sintácticos complejos; así, las oraciones consecutivas:
Es tan blanco que hace daño a los ojos.
Se puso tan furioso que parecía un demonio.
• Cunde hoy, especialmente, el empleo de prefijos, como super- y extra-
superautomático, superpuntual, extraplano.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 137
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El superlativo relativo. Hemos citado ejemplos de superlativos absolutos: con ellos la
cualidad del objeto se exalta sin tener en cuenta ningún otro objeto. Pero si decimos que
Manolo es el más alto de la clase, ello no significa que sea altísimo: sus compañeros
pueden ser muy bajos; Manolo es alto sólo si lo comparamos con los demás alumnos.
Esta gradación de alto se denomina superlativo relativo, y se expresa normalmente con
el más + adjetivo + de o con el menos + adjetivo + de:
Julia es la más estudiosa de sus hermanas. — Ese sello es el menos valioso de mi
colección,—El menos avispado de los niños lo hubiera hecho antes.
Funciones del adjetivo El adjetivo, cuantificado o no, se presenta superficialmente
en dos tipos de construcciones principales:
— Formando parte del predicado nominal, como atributo unido a nombre por un
verbo copulativo: Carlos es inteligente; La tarde está lluviosa.
— Como complemento adjunto al nombre: Pon ahí la ropa sucia; Las motos
dieron rápidas vueltas al circuito.
— En aposición a un nombre (entre pausas o comas en la escritura) El niño,
perplejo, no supo qué contestar; Muy digna, Celia se marchó.
— Como complemento predicativo. Observemos estos dos ejemplos:
El río viene turbio,
Los asistentes escucharon atentos,
El reo oyó impasible la sentencia.
Podemos ver que el adjetivo se refiere a la vez al sujeto (con el que concuerda en
género y número) y al verbo:
El río viene turbio.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 138
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Estas oraciones se parecen a las de predicado nominal (El río está turbio), pero se
diferencian de ellas en que el verbo no es copulativo: cualquier verbo predicativo admite
esta construcción. Y esa función doble de complemento que desempeña el adjetivo, es la
que se denomina función de complemento predicativo. Insistiremos sobre esta cuestión
en la lección 11.
Función de atributo El adjetivo sólo figura en la estructura profunda de las oraciones
cuando funciona como atributo, pues, como veremos, una de las reglas para construir el
sintagma verbal dice así:
SV -verbo copulativo + sintagma adjetivo (SAdj.)
La catedral es antigua El teatro estaba lleno.
• Los principales verbos copulativos son ser y estar; pero también funcionan como
tales ponerse, volverse, quedarse, llegar a ser, llegar a hacerse, etcétera.
El perro se puso muy nervioso Pablo se quedará sorprendido
Juana se ha vuelto arisca Su insistencia llega a ser molesta
El dolor llegó a hacerse insufrible.
En realidad, todos estos verbos son variantes transformaciones de SER.
Función de adjunto al nombre En la estructura profunda, nunca un adjetivo se
presenta unido a un nombre (casa grande): en cambio, esto ocurre normalmente en la
estructura superficial.
• Desde el punto de vista de la Gramática generativa, se admite que el adjetivo se
une al nombre (delante o detrás de él) por una transformación, mediante la cual una
oración se incrusta en otra:
Juan vive en una casa
La casa es grande.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 139
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
La segunda, transformándose previamente en oración de relativo, se incrusta en la
primera:
Juan vive en una casa que es grande -Juan vive en una casa grande
• En esta función de adjunto, los adjetivos pueden ser especificativos y
explicativos.
Adjetivos especificativos y explicativos (o epítetos) Como ya sabemos de cursos
anteriores, el adjetivo especificativo va normalmente detrás del nombre, y selecciona a
éste dentro del grado a que pertenece:
Dame el abrigo gris.—Iba con su hermano pequeño.- Atacaron
los soldados valientes.
Los adjetivos gris, pequeña y valiente precisan de qué abrigo, de qué hermano y de que saldados se trata, para diferenciarlos de otros abrigos, de otros hermanos y de otros soldados. Sin ellos, las oraciones ofrecerían una información incompleta.
En ciertos casos, puede ir delante: escaso (gran, máximo, etc.) esplen. Suele
suceder esto, como vemos, con adjetivos de significación cuantitativa como enorme,
mínimo, gran, extraordinario, mayor, etcétera.
• El adjetivo explicativo o epíteto va delante, y, en ocasiones, detrás del nombre, y
se limita a señalar una cualidad del mismo, sin que necesario para diferenciarlo.
Me llamó con insistente apremio
Había llovido y nos sentamos sobre la hierba húmeda
Atacaron los valientes soldados.
Los adjetivos insistente, húmeda y valientes se limitan a añadir una r
ornamental a sus respectivos nombres. Si prescindimos de ellos, las opciones ofrecerán
una información menor, pero no incompleta. Sin embargo los epítetos resultan
imprescindibles en la lengua literaria.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 140
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Variedad del epíteto es el llamado epíteto constante, que se as de manera fija con
ciertos nombres:
blanca nieve, manso cordero, bravo militar, virtuoso sacerdote, etc.
Lejos de enriquecer la expresión, suelen empobrecerla.
Proposiciones adjetivas o de relativo Según dijimos, funcionan dentro del SN como
un adjetivo. Complementan a un nombre, crusándose en la proposición matriz detrás d
mediante uno de los pronombres relativos: que, cual(es) y quien (es):
Sus respuestas no me convencieron Que fueron vacilantes • El nombre completado (respuestas) se denomina antecedente.
Proposiciones de relativo especificativas y explicativas Como verdaderos adjetivos
que son, las proposiciones de relativo pueden ser también especificativas y explicativas.
• Las proposiciones de relativo especificativas seleccionan al nombre antecedente
dentro del grupo a que pertenece;
Van a arreglar las calles que están mal pavimentadas.
Sólo van a arreglar, pues, algunas calles, porque otras cuentan con buen pavimento.
• Las proposiciones de relativo explicativas no seleccionan: se limitan a informar
sobre alguna cualidad del antecedente:
Van a arreglar las calles, que están mal pavimentadas.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 141
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
La proposición adjetiva no selecciona: todas las calles están mal pavimentadas.
Las
proposiciones de relativo con nexo preposicional . La proposición de relativo puede
insertarse en la oración matriz por medio de una preposición;
Aquel señor con quien hablaba es un vecino.—Esa es la puerta por la cual escapó.—
Ese es el sillón en que solía sentarse.
Adverbios relativos En algunos casos, el sintagma formado por preposición +
pronombre relativo se puede sustituir por adverbios que, en esa función, se llaman
adverbios relativos:
— donde [=en el que, en la cual]; Esa es la ciudad donde nací.
— como [=con el cual]: Ignorábamos la manera como salir de allí.
— cuando [=en el cual]: ¿Recuerdas los tiempos cuando nos conocimos?
• Por su parte, el adverbio relativo cuanto equivale a lo que: Gasta cuanto gana.
Proposiciones de relativo con «cuyo» Cuyo (-a, -os, -as) puede introducir también
proposiciones de relativo, pero tiene siempre carácter relativo-posesivo. En la oración
Los alumnos | cuyos libros están en la portería, pueden bajar a recogerlos,
cuyo indica que el objeto por él determinado (libros) pertenece al antecedente (alumnos).
Expresa, pues, relaciones semejantes a las del sintagma preposicional del cual el (o de la
cual el, o de las cuales, 'las, etc.).
• Cuyo puede construirse también con preposición:
Se detuvo un coche, │con cuyos faros pudimos buscar el collar.
Obsérvese que la proposición explicativa va siempre entre pausas (comas en
la escritura); y la especificativa, sin ellas.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 142
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Proposiciones de relativo sin antecedente expreso En muchas oraciones con
proposición adjetiva incrustada, no figura expresado el antecedente en la estructura
superficial, porque es desconocido, no interesa o se sobrentiende fácilmente;
Quien [=la persona que] bien te quiere te hará llorar.—El que [= la persona que] quiera
hablar, que hable.—Ahora tengo en que [=cosas en que] ocuparme.
EJERCICIOS DE LA LECCIÓN
1. Exprésese de diversos modos el grado superlativo (absoluto y relativo) del adjetivo forzudo. 2. Dígase qué funciones desempeña el adjetivo en las siguientes oraciones: El Sevilla obtuvo el domingo un triunfo decisivo. El asno, obstinado, se empeñó en no andar. Me estoy poniendo nervioso. El público se rió regocijado. Celia está entusiasmada. 3. Dígase si son explicativos o especificativos los adjetivos que en las; siguientes oraciones, funcionan como adjuntos al nombre: E! publico, entusiasmado, lo premió can cálidas oraciones. Han tenido que poner un grifo nuevo. En la apacible tarde de junio sólo se oían los pájaros. He dejado los apuntes en aquella mesa blanca. 4. Pónganse dos ejemplos de proposiciones de relativo explicativas, y otros dos de especificativas.
• El pronombre relativo puede desempeñar, en la proposición de relativo, la misma función que su antecedente en la oración matriz:
El avión (sujeto) que (sujeto) acaba de aterrizar/venia de Londres. Pero puede desempeñar funciones distintas: El motor (sujeto) que (compl. directo) lleva ese coche / es potente. Aquella chica (sujeto) /con quien (compl. circunst.) me viste /es Marta. No apartes el sillón (compl. directo)/en el cual (compl. circunst.) se sienta tu
padre. 5. Teniendo esto en cuenta, dígase qué funciones desempeñan los pronombres relativos en las siguientes oraciones:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 143
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
La carretera que tomamos era muy mala. Vi a Juan, a quien le di el recado. Mi hermana es la chica que lleva un jersey amarillo. Esa es la pistola con la cual se cometió el crimen. 6. Díganse dos oraciones en que figuren que y quien sin antecedente expreso. La lucha fue cruenta, aunque no hubo heridos. Es por él que supe lo sucedido. Su madre descendía de ingleses, mientras su padre era español. Las dificultades del tráfico constituyen un problema a resolver. Nació el domingo, siendo bautizado el viernes Mañana iremos a compras al pueblo. Este coche hace ciento cincuenta kilómetros a la hora. No ha vuelto aún: está a casa de sus padres, ¿Será porque está enfermo que no ha venido hoy? Lleva siempre zapatos y chaquetas muy caras. ¿Te gusta la natilla? Contra más pienso en ello, más rabia me da. Jugamos en la playa con un cometa, y nos divertimos mucho. Le gusta echar en la sopa pimentón, azafrán y otras especies fuertes. Cuando me quedo a solas con mí mismo, pienso en aquello. Ni en el armario ni en la mesa no hay cuchillos. Esa fiesta se celebra en veintiún naciones. ¿Puede prestarme una poca de sal? Fui a su casa e hice lo que me mandastes. Yo fui uno de los que dijo eso. ¿No le has dicho a tus hermanos lo que ha pasado? Yo de ti. aceptaría la invitación. Si ya sabría la verdad, la contaría. Coge la cesta por este asa. Es muy indisciplinado: siempre ignora las instrucciones que recibe. Esa chica me simpatiza mucho. Ese jugador no ha entrenado en toda la semana.
REDACCIÓN O DEBATE ORAL 9. Tema: Menéndez y Pelayo afirmaba que la fotografía no es un arte. Discútase esta opinión.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 144
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
6A ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL SINTAGMA VERBAL
El sintagma verbal De acuerdo con la regla ya estudiada
O-SN + SV,
El sintagma verbal es uno de los dos constituyentes inmediatos de la oración,
caracterizado por la presencia de un verbo, que funciona como núcleo de dicho sintagma:
El oleaje / azota las costas atlánticas
Los bomberos / sofocaron) el incendio en pocas horas.
En los sintagmas verbales de estos ejemplos (resaltados en negrita), los núcleos
respectivos son azota y sofocaron. En estos ejemplos tales núcleos van acompañados de
complementos, que ya estudiaremos.
• Según ya sabemos, el SV constituye el predicado de la oración. De ahí que
podamos llamarlo también sintagma predicativo (SPred.). Semánticamente, manifiesta
algo a propósito del sujeto o SN que, en la estructura profunda, figura a su izquierda: El
autobús ha atropellado a un peatón, El oro es un metal, Las flores se han puesto
mustias, El lobo aulló.
Lexema verbal y Auxiliar.- Toda forma verbal, bien simple (recibió), bien compuesta
(había recibido), está constituida por un lexema, que aporta el significado del verbo
(recib-) y de unos morfemas que lo acompañan, por delante (había) o por detrás (-ió, -
ido), los cuales aportan informaciones muy variadas: número, persona, tiempo, modo y
aspecto.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 145
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Los morfemas, que pueden ser desinencias (-o, -as, -a; -amos, -ais, -an), sufijos
(-ar, -er, -ir; -ado, -ido; -ando, -iendo) o verbos auxiliares (haber, empezar a, echarse a,
etc.), se acogen bajo la denominación global de Auxiliar. De ese modo,
Verbo (V) ���� Auxiliar (Aux) +Lexema Verbal (Lex V);
expresado gráficamente:
V
Aux Lex V
La colocación del Aux delante del Lex V es convencional, ya que en la superficie, unas veces va detrás
(recib-io) y otras delante y detrás (he recib-ido).
Qué informaciones proporcionan las formas verbales. La Persona. Hemos visto
que había formas verbales dotadas de desinencias:
recib-ía, -ias, -ia, -íamos, -íais, -ian,
y otras, de sufijos:
recib-ir, recib-iendo, recib-ido.
• Las desinencias informan de la persona (recibí es 1a. persona; recibíais es 2a,
persona, etc.), y también del número, el (tiempo y el modo. En cambio, los sufijos
verbales no informan de tales cosas.
Llamamos a las formas dotadas de desinencias, formas personales del verbo; y a,
las que llevan sufijos verbales, formas no personales.
Las formas no personales son el infinitivo (recibir}, el gerundio (recibiendo) y
el participio (recibido).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 146
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El tiempo. Las formas personales o desinenciales, hemos dicho, informan también del
número (recibí, singular-recibimos, plural) y de otras significaciones típicamente
verbales, como son el tiempo y el modo.
• En efecto, recibo señala tiempo presente; recibí, pasado, y recibiré, futuro. Tales
formas, pues, mediante las desinencias, explican el tiempo (presente, pasado o pretérito
y futuro). En los tiempos compuestos, son las desinencias del verbo auxiliar las que
aportan la información temporal (hab-ía recibido; hab-ré recibido).
El modo Comparemos estas oraciones:
I. Felipe ha venido hoy.
II. Felipe tal vez venga mañana.
III. Felipe, ven mañana.
— En I, el hablante es neutral ante la acción: se limita a expresarla sin que su subjetividad
intervenga para nada.
— En II, el hablante interviene subjetivamente: presenta la acción como probable en su
opinión.
— En III, también participa activamente, expresando su voluntad de que se cumpla la
acción.
• Estas tres posturas o actitudes del hablante ante la acción se manifiestan también
mediante las desinencias, dando lugar a otros tantos modos verbales:
— Indicativo o modo que no expresa intervención subjetiva del hablante.
— Subjuntivo o modo de la participación subjetiva del hablante (que, con él,
manifiesta incertidumbre, deseo, temor, finalidad, etc.).
— Imperativo o modo de la imposición de la voluntad del hablante.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 147
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El aspecto verbal Una forma verbal no sólo explica el tiempo, según veíamos, sino
que también lo implica. Queremos decir con ello que informa sobre el desarrollo
interno de la acción.
• En efecto, el verbo, en la oración Felipe ha venido hoy, además de expresar
tiempo pasado, indica que la acción de venir está acabada; dicho de otro modo, ha venido
implica el final de la acción. En cambio, en la oración Felipe ya vivía entonces en
Madrid, el verbo expresa también tiempo pasado; pero no implica el final de la acción;
Felipe puede seguir viviendo en Madrid.
• Llamamos aspecto a una categoría gramatical de las formas verbales, que les
permite informar sobre el proceso interno de la acción, con independencia del tiempo en
que esta se sitúe.
• Las formas simples de la conjugación (excepto canté) expresan aspecto
imperfecto (= acción no acabada): Estudio C.O.U.; Iremos a nadar; Venga a casa.
• Las formas compuestas (a las que se incorpora canté) expresan aspecto perfecto
(= acción acabada): He comprado pan, Yo lo había hecho mejor.
El sistema del verbo español. Formas no personales.- Como decíamos en la lección
2, el lenguaje está estructurado en todos sus niveles. Y se estructura mediante
oposiciones: las formas se enfrentan o se oponen entre sí. Vamos a ver de qué modo se
estructuran las formas verbales. Separaremos para ello las formas no personales, opuestas
a las personales porque no expresan persona. Y, dentro de las personales, distinguiremos
luego las simples de las compuestas.
• La primera oposición es, pues:
Formas no personales / Formas personales.
• Las formas no personales simples son:
Infinitivo: estudiar Gerundio: estudiando Participio: estudiado
Universidad Nacional de Loja -AEAC 148
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Podemos establecer entre ellas la siguiente oposición:
infinitivo / gerundio, participio.
El Infinitivo conserva intacta toda su «energía», toda su tensión verbal; por el
contrario el gerundio la ha perdido en parte (aunque conserva otra parte), y el participio
la ha perdido totalmente. Por ello, el infinitivo, que lleva la marca [— distensión], se
opone a las otras dos formas en bloque, caracterizadas por la marca [+ distensión].
• Pero, a su vez, estas otras dos formas, gerundio y participio se oponen
mutuamente:
gerundio / participio.
Las opone el hecho de que el gerundio no implica el final de la acción (estoy
leyendo), mientras que el participio si que lo implica (he leído). El gerundio conserva una
parte de tensión; el participio carece de ella.
• Podemos, pues, representar la estructura de las formas no personales del verbo, del
siguiente modo (E. Alarcos Llorach):
Tensión máxima � Tensión media � tensión cero
INFINITIVO GERUNDIO PARTICIPIO
Distensión cero� Distensión media� Distensión máxima
O bien de este otro:
Sin distensión Con distensión INFITIVO Leer
Sin implicar el final Implicando el final
GERUNDIO Leyendo
PARTICIPIO Leído
• Estas oposiciones son de carácter aspectual, no temporal, ya que esas tres formas pueden situarse
en cualquier punto de la línea del tiempo.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 149
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Ello nos permite explicar por qué el infinitivo interviene en construcciones
progresivas, que miran hacia el futuro (Vamos a emprender un viaje; en Quisimos
emprender un viaje, el infinitivo apunta hacia el futuro, aunque la acción sea pretérita).
Comprendemos también la causa de que el gerundio funcione para indicar acciones en
curso de desarrollo (Vinimos cantando en el autobús; Estamos aguardando a un amigo).
Y la de que el participio, con su tensión cero, exprese acciones acabadas, perfectas (Ya
he telefoneado a casa; Eso lo habíamos pensado nosotros).
El sistema de las formas simples. Las formas simples españolas son como sabemos:
INDICATIVO
Presente: estudio Pretérito imperfecto: estudiaba
Pretérito indefinido: estudié Futuro imperfecto: estudiaré
Condicional simple: estudiaría
SUBJUNTIVO
Presente: estudie Pretérito imperfecto: estudiara o estudiase
Futuro imperfecto: estudiare
IMPERATIVO
Presente: estudia (tú)
• Para establecer el sistema de las formas simples, excluimos el futuro imperfecto
de subjuntivo (estudiare), porque ha desaparecido prácticamente del uso. Y también el
presente de imperativo, porque tiene un empleo aparte sólo sirve para mandar; a
diferencia de las otras formas, no puede entrar en oraciones enunciativas, ni en
interrogativas. Lo estudiaremos, pues en otra lección como forma independiente.
• Las siete formas simples restantes presentan, en primer término, un; oposición
modal:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 150
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Formas del indicativo / Formas del subjuntivo
estudio, estudiaba, estudié, Estudié; estudiará o estudiase
estudiaré, estudiaría
• Entre las formas del indicativo, podemos establecer otra oposición: de carácter
temporal.
INDICATIVO
Formas que no expresan pasado ¡ Formas que expresan pasado
estudio, estudiaré ¡ estudiaba, estudié, estudiaría
• A su vez, las formas que no expresan pasado se oponen así:
Forma que no expresa pasado ni futuro ¡ Forma que no expresa pasado y sí futuro
Estudio ¡ estudiaré
• Las que expresan pasado muestran esta otra oposición:
Formas que no expresan futuro / Formas que si expresan futuro
estudiaba, estudié ¡ estudiaría
No hay contradicción en el hecho de que la forma estudiaría indique simultáneamente pasado y futuro. En
la oración Juan dijo que vendría» ayer, el condicional vendría es pasado con relación a nuestro presente;
pero es futuro con relación a dijo.
• Sólo nos quedan por caracterizar las formas estudiaba y estudió las dos
pertenecen al modo indicativo, y las dos son pretéritos e incapaces de significar el
futuro. ¿En qué se oponen, pues? Su oposición no es modal ni temporal, sino aspectual.
La forma estudiaba no implica el final de la acción; estudié si lo implica.
• Podemos resumir en el siguiente cuadro el sistema de oposiciones de las formas
personales simples españolas en el modo indicativo (E. Alarco Llorach):
Universidad Nacional de Loja -AEAC 151
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
INDICATIVO No expresan pasado Si expresan pasado
No expresa futuro Si expresa futuro No expresan futuro Si expresa futuro
PRESENTE Estudio
FUTURO
estudiaré
No implica final
Si implica final
CONDICIONAL Estudiaría
IMPERFECTO Estudiaba
INDEFINIDO estudié
• En cuanto a las dos formas simples del subjuntivo, estudie y estudiara o estudiase
su oposición es temporal: estudie no puede indicar nunca pasado, y estudiara o estudiase
si puede indicarlo (Me dijo que fuera ayer a verlo).
SUBJUTIVO
No expresa pasado Si indica pasado
PRESENTE
Estudie
PRETÉRITO IMPERFECTO
Estudiara o estudiase
Las formas compuestas Las formas compuestas con el verbo haber se oponen en
conjunto a las simples porque todas ellas indican aspecto perfecto o acabado. Por lo
demás, sus relaciones temporales son aproximadamente las mismas.
• Así habré estudiado, por ejemplo (Cuando llegues, ya habré estudiado la
lección), se comporta de modo parecido a estudiaré:
— no expresa pasado,
— y si expresa futuro (con relación a llegues).
Se diferencian en que estudiaré no implica el final de la acción, y habré estudiado sí lo
implica.
• Otras formas compuestas manifiestan, sin embargo, peculiaridades propias
respecto de la forma simple correspondiente. Así, mientras estudio no indica pasado,
según hemos visto, he estudiado sí que lo indica (Esta semana he ido dos veces al cine).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 152
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Vimos también que estudiaba no implica el final de la acción, mientras que
estudié sí lo implica. Sus formas compuestas correspondientes; había estudiado y hube
estudiado, que, como sabemos, son perfectas (implican ambas el final de la acción).
Estudiaremos todas las formas verbales en lecciones posteriores.
EJERCICIOS DE LA LECCIÓN
1. No estará de más, si el profesor lo estima conveniente, que se repase la conjugación de verbos regulares como cantar, temer y partir (en el libro de primero. páginas 245-247). 2. Y, por supuesto, la de verbos irregulares, como haber, ser (págs. 243-244), andar, caber, caer, conocer, decir, dormir, estar, hacer, ir, jugar, oír, poder, poner querer, reír, saber, traer, etc. (págs. 249-251). 3. Hay verbos que poseen un participio regular (atendido, del verbo atender}, y otro irregular (alentó). Dígase cuáles son los participios regular e irregular de los siguientes verbos: abstraer, bendecír, concluir, confesar, confundir, convencer, despertar, elegir, eximir, freír, hartar, imprimir, incluir, maldecir, manifestar , proveer, soltar, suspender, torcer. 4. Construir oraciones en los que figuren los participios irregulares de esos verbos.
• Hace años que estudiamos los verbos defectivos; son aquellos que carecen de algunas formas. Conviene repasar los principales:
— atañer: sólo se emplea en las terceras personas (singular y plural); y en el
gerundio y participio — balbucir: no se usan las formas en que debía producirse el grupo consonántico
–zc- ('balbuzco, *balbuzcas, * balbuzcamos, etc.); y en el gerundio y participio balbucir se usa poco; se prefiere balbucear, que no es defectivo.
— concernir: se emplean sólo las terceras personas de cada tiempo; y es el
gerundio y participio.
— soler: sólo se usa en los presentes de indicativo y subjuntivo; en el pretérito imperfecto y en el indefinido de indicativo; en el pretérito perfecto de indicativo; y en gerundio y participio.
— abolir, agredir y transgredir: sólo se utilizan las formas cuyas desinencia
empieza por -i.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 153
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
5. Teniendo esto en cuenta, dígase en cuáles de estas oraciones está usado correctamente el verbo, y en cuáles no:
Un individuo agrede a un sereno y se da a la fuga. Balbució algunas palabras confusas, Eso no nos atañirá a nosotros, ¿Es que tú le conciernes a él? No balbuzcáis tanto al hablar. Como me agredas, te agredo. Aunque soliera hacer eso, nunca lo supo nadie.
en el crecimiento económico de España, por el motivo de que el país es esencialmente
agrario, de tal manera que sus bienes proceden de América. A pesar de ello, las
actividades industriales surgen a causa de dos líneas de actuación. La oficial, por medio
de la cual se crean manufacturas. Y la privada, a consecuencia de lo cual aquellas
actividades alcanzan en algunas regiones cierto esplendor.
11. He aquí un texto demasiado «seco», excesivamente telegráfico, que lo harían poco
legible. Manteniendo su estructura, propóngase una redacción más atractiva,
introduciendo conjunciones y adverbios (o locuciones conjuntivas y adverbiales).
En medio de la sala había una estufa encendida. Hacía calor; Esteban abrió el
balcón; se sentó junto a él. Se veían tejados; las tejas brillaban con tonos verdosos.
Encima asomaba la fachada de la Audiencia. Esteban sintió frío; soplaba un viento
helado: cerró el balcón. Prefería asfixiarse a enfermar de pulmonía.
12. En el siguiente texto de Pío Baroja (1902), sustitúyanse las palabras escritas en negrita
por otras palabras o giros, de tal modo que no se altere el significado:
Es un retrato que tiene su historia. Fue primitivamente retraía de Amadeo,
vestido de capitán general; vino la República, se arrinconó el cuadro y sirvió de
mampara en una chimenea; llegó la Restauración, y el gobernador de aquella época
mandó borrar la cabeza de Amadeo, y sustituirla por la de Alfonso. Es posible que esta
de ahora sea sustituida por alguna otra cabeza. Es el símbolo de España.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 154
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
REDACCIÓN O DEBATE ORAL
13. Tema. Discútase lo que afirma Antonio Machado (1936) en este pasaje:
El español suele ser un buen hombre, generalmente inclinado a la piedad. Las
prácticas crueles —a pesar de nuestra afición a los toros— no tendrán nunca buena
opinión en España. En cambio, nos falta respeto, simpatía y, sobre todo, complacencia en
el éxito ajeno. Si veis que un torero ejecuta en el ruedo una faena impecable y que la
plaza entera bate palmas estrepitosamente, aguardad un poco. Cuando el silencio se
haya restablecido, veréis indefectiblemente un hombre que se levanta, se lleva dos dedos
a la boca, y silba con todas las fuerzas de sus pulmones. No creáis que ese hombre silba
al torero —probablemente él lo aplaudió también—: silba al aplauso.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 155
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
7A ESTILÍSTICA DE LAS FORMAS VERBALES NO PERSONALES
Usos rectos y usos desplazados de las formas verbales.- En la lección anterior,
veíamos el valor estructural; de cada forma del verbo, su uso recto. Así, decíamos; el
presente de indicativo no indica pasado ni futuro. Apago la luz.
• La caracterización del uso recto de las formas verbales es imprescindible para
establecer la estructura básica del verbo; pero ocurre muchas veces que, según sea su
contexto, las formas verbales se desplazan de este uso recto o fundamental, y pueden
expresar otro tiempo (y otro modo u otro aspecto). Así, el presente de indicativo puede
funcionar como pretérito (Colón descubre América en 1492) o como futuro (Mañana
vamos a Sevilla.
• Llamamos usos desplazados de las formas verbales a aquellos empleos que
contrarían sus valores temporales, modales o aspectuales básico. Gracias a esos usos, el
sistema verbal se enriquece y permite al hablante mayores posibilidades en la expresión
de la acción verbal.
Infinitivo; su doble naturaleza.- El infinitivo es la forma que el verbo puede adoptar
naturaleza para funcionar como nombre, sin dejar de ser verbo. El fumar (o Fumar) es
peligroso. Aquí, fumar función como nombre, igual que si dijéramos El tabaco, en la
frase El tabaco es peligroso.
• Como nombre, puede llevar determinantes (artículos, demostrativo; posesivos,
etc.) y adjetivos:
Su respirar jadeante hacía temer que estuviera muy enfermo.
«El dulce lamentar de dos pastores» (Garcilaso).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 156
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Como verbo, pueden acompañarlo adverbios y los complementos característicos
del verbo (directos, indirectos y circunstanciales):
Fumar excesivamente es peligroso.
Voy a enviar este paquete [compl. dir.) a Laura [compl. indir.) por correo
[compl. circunst.].
Por supuesto, el adverbio cuando acompaña al infinitivo es también un complemento circunstancial. Fumar
excesivamente.
El infinitivo como nombre: sus funciones.- Al ser el infinitivo, en muchas de sus
funciones, nombre y verbo, funciona como un sintagma nominal con carácter oracional.
Desempeña, por tanto, las funciones propias del SN:
— sujeto: Me gusta cantar,
— atributo: Querer es poder (por su parte, querer es sujeto),
— complemento preposicional de un nombre: Déme papel de envolver,
— complemento en aposición de un nombre: Sólo le divierte una cosa: murmurar,
— complemento preposicional de un adjetivo: Es un problema difícil de resolver,
— complemento preposicional de un adverbio: Estoy lejos de pensar eso,
— complemento directo de un verbo: Lamento disentir,
— complemento circunstancial de un verbo: Me conformo con aprobar.
Notemos que el infinitivo lleva sujeto profundo (y, en ocasiones, superficial). Unas veces, es el misino del
otro verbo: Quiero [yo] cantar [yo]; otras, lleva el suyo propio: Me ordenó [él abrir [yo]. Otras veces tiene
carácter impersonal: Querer es poder.
• Unos pocos infinitivos se han nominalizado tanto, que pueden funcionar como
auténticos nombres y admiten el plural: Mi deber es ese; Mis deberes son esos. En ese
grupo, figuran: andar (-es), cantar (-es), haber (-es), ser (-es), parecer (-es), poder(-es) y
saber (-es).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 157
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Funciones preferentemente verbales del infinitivo.- En algunos casos, el infinitivo
forma oraciones por si solo (es decir, sin la presencia de otro verbo). Es, entonces, un
verbo pleno:
Oraciones imperativas o exhortativas, constituidas por a + infinitivo:
¡A callar! !A dormir! ¡A jugar todos en la plaza!
Mucho cuidado: el uso del infinitivo en vez del imperativo (¡Callar! en vez de ¡Callad!)
es un vulgarismo reprobable. Podemos decir ¡A callar!, pero es incorrecto ¡Callar!
Con todo, es normal y aceptable et empleo del infinitivo para exponer instrucciones con carácter
impersonal:
Girar a la derecha.—No tocar.—Señalar las sílabas fónicas de estas palabras- — Pelar los tomates y
cortarlos en rodajas (en los libros de cocina), etcétera.
• Oraciones interrogativas, de carácter deliberativo (el hablante se pregunta a sí
mismo):
¿Qué hacer? ¿Cómo salir de este atolladero? ¿Por dónde empezar?
• Oraciones interrogativas o exclamativas con fuerte contenido emocional
(sorpresa, indignación, deseo, extrañeza, etc.):
¿Mentir yo? /Insultar así a ese pobre hombre! /Engañarnos de ese modo!
• En todos estos casos, el infinitivo adquiere valores desplazados: expresa modo, es decir, tomas de
posición por parte del hablante (mandato, deliberación, sorpresa, etc.), mientras que, en sus usos rectos, el
infinitivo carece de valor modal. Naturalmente, esos desplazamientos se deben a los contextos en que
aparece.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 158
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El infinitivo con auxiliares. Perífrasis.- Si, como acabamos de ver, el infinitivo apenas
puede formar oraciones por sí solo, las constituye en cambio normalmente con la ayuda
de auxiliares de tiempo, modo o aspecto, como echarse a, empezar a, acabar de,
terminar por, ir a, disponerse a, deber de, tener que, romper a, haber de, volver a,
etcétera:
Va a empezar la función. — El crío se echó a llorar. —Tengo que irme.
• En estos casos, como en los anteriores, el infinitivo no posee carácter nominal, sino plenamente
verbal. Y lo mismo ocurre en las otras funciones que vamos a ver.
El infinitivo en proposiciones circunstanciales.- Es muy frecuente el infinitivo como
parte de una oración compuesta, formando una proposición circunstancial o adverbial
dentro de ella:
Al llegar a Zaragoza, te telefonearé (sentido temporal: Cuando llegue...),
Con ser tan listo, no resolvió el problema (sentido concesivo: Aunque era tan listo...).
A no ser por ti, me hubiera extraviado (sentido condicional: Si no hubiera sido por ti...).
De estar yo allí, no hubiera ocurrido eso (Sentido condicional: Sí yo hubiera estado
allí...).
Eso es tan importante como respirar (sentido comparativo).
Por llegar tarde, no cenarás hoy (sentido causal).
• Como vernos, también está trasladado el valor de estos infinitivos. Así, en el primer ejemplo, llegar indica
tiempo futuro; y ya sabemos que el infinitivo, por si solo, no expresa tiempo.
Infinitivo compuesto: “haber estudiado” Como forma compuesta que es, expresa
aspecto perfecto o acabado. La tensión del infinitivo (haber) queda extinguida o
neutralizada por el participio (estudiado).
Tiene diversos usos; he aquí los principales:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 159
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Complemento preposicional de un adjetivo: Estoy orgulloso de haber vivido
allí.
• En proposiciones circunstanciales, dentro de una oración compuesta:
(Le doy las) gracias por haber venido (de causa).
Con haber hecho eso, no has solucionado nada (concesiva).
De haber sabido tu llegada, te habría telefoneado (condicional).
En determinadas circunstancias, esta forma tiende a ser sustituida hoy por el
infinitivo simple. Las oraciones anteriores informarían lo mismo si dijéramos por venir,
con hacer eso o de saber tu llegada. Sólo se produce esta posibilidad cuando la
proposición subordinada circunstancial indica una acción claramente anterior a la de la
principal. El sentido general de la oración compuesta hace innecesario que, en la
subordinada, se marque explícitamente la anterioridad. Sin embargo, hablando o
escribiendo con cuidado, debe mantenerse el infinitivo compuesto. Y, a veces, resulta in-
sustituible:
Los vecinos protestaron al Ayuntamiento por cortar aquellos árboles.
Puede entenderse que los empleados municipales no habían terminado de cortarlos, y que los vecinos
protestaron para impedir o interrumpir la acción.
Los vecinos protestaron al Ayuntamiento por haber cortado aquellos árboles.
La acción se había consumado.
El gerundio simple: Mientras que el infinitivo puede desempeñar, como hemos visto
funciones nomínales (sin dejar de ser verbo) y funciones verbales, el gerundio simple
funciona unas veces como adverbio (sin dejar de ser verbo) y, otras, como verbo pleno.
Su función adverbial.- En efecto, en construcciones como se alejó cantando, el
gerundio funciona lo mismo que un adverbio (compárese: Se alejó alegremente). Hasta
tal punto esto es así, que ciertos gerundios reciben sufijos diminutivos, al igual que
algunos adverbios (cerquita, lejitos, arribita, etc.);
Universidad Nacional de Loja -AEAC 160
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Se alejó silbandito.—Entra callandito.—Se fue andándito calle abajo.
• Pero, según hemos dicho, aunque es adverbio (y, como tal, funciona como
complemento circunstancial del verbo al cual complementa), en su calidad de verbo,
cuenta con sujeto (el mismo del verbo principal); y puede llevar sus propios
complementos verbales:
Le [compl. indir.] vine [yo] leyendo [yo] una novela [compl. dir.] en el tren (compl.
circunst.].
Le, una novela y en el tren son complementos del gerundio leyendo.
funciones verbales. 1ra. En oraciones independientes.- Vimos que el infinitivo forma
muy raramente oraciones independientes por sí solo (¡A callar!; ¿Mentir independientes
yo?). Más raras son aún las oraciones formadas por el gerundio. Prácticamente, sólo se
emplea en ciertas oraciones que van al pie de fotografías o cuadros:
Los novios saliendo de la iglesia David dando muerte a Goliat.
• Pero, también como el infinitivo, el gerundio constituye oraciones independientes,
mediante perífrasis que forma con la ayuda de ciertos auxiliares: estar, ir, venir, andar,
continuar, seguir, proseguir, etcétera.
Está lloviendo. — Continuó trabajando. —Elena seguirá descansando.— Siempre anda
metiéndose en todo.
También trataremos de estas perífrasis en la lección 9.
• Por supuesto, las perífrasis pueden aparecer en proposiciones dependientes-
Aunque siga afirmando eso, no lo creas.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 161
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
2a: en proposiciones que complementan a un nombre.- El gerundio puede funcionar
como núcleo verbal de proposiciones complementarias de un nombre o de un pronombre.
Éste puede ser:
• El sujeto de la oración:
El presidente, considerándose desobedecido, dimitió.
Yo, viendo tal desorden, me marché.
• El complemento directo de la oración (si es nombre animado: de persona o
animal):
Encontraron al niño durmiendo en el suelo.
He retratado a mis primos nadando en la piscina.
En este último uso, el gerundio puede prestarse a equívocos: He visto a tu padre
paseando: ¿quién paseaba, yo (sujeto) o tu padre (compl. dir.)? Al hablar o al escribir,
evitemos el riesgo de ambigüedad.
— No debe usarse este gerundio cuando el complemento directo es un nombre
inanimado:
* Detuvieron un camión transportando explosivos. (Mejor: que
transportaba.)
* Descubrí una caja conteniendo joyas. (Mejor: que contenía.)
• Aunque el complemento directo sea un nombre animado, no debe usarse el
gerundio si significa acción permanente:
* Tienen un perro siendo cojo (que es).
* Necesito una asistenta sabiendo guisar (que sepa).
* Hay muchas personas llevando el mismo apellido (que llevan).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 162
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Se considera también incorrecto el gerundio cuando complementa a nombres que
no son ni el sujeto ni el complemento directo:
* Disparó un tiro a un jabalí saliendo del bosque (que salía: jabalí es
compf. indir.).
* El orador fue un diputado hablando con torpeza (que hablaba: diputado
es atributo).
* Montamos en un autobús dirigiéndose a Cuenca (que se dirigía: autobús
es compl. circunst.).
3ra. en proposiciones circunstanciales.- Efectivamente, el gerundio constituye
también posiciones subordinadas, circunstanciales o adverbiales, que se integran en una
oración compuesta. Y sus contenidos semánticos son diversos:
Corriendo un poco, alcanzarás el tren (condicional; Si corres...).
Enojó a lodos riéndose así (causal: porgue se rió así).
Viniendo a casa, me han dado esto (temporal: Citando venía a casa).
Ponlo en marcha accionando esta palanca (modo).
Aun diciéndolo tú, no te creo (concesiva: Aunque lo digas tú).
• Obsérvese que, en todos estos ejemplos, el sujeto del gerundio desempeña también
una función (la de sujeto o no) en la oración principal. Así, el sujeto de corriendo (tú) es
también el sujeto de alcanzarás (tú). El sujeto de Viniendo a casa (yo) es el complemento
indirecto (me) de la oración principal. Pero ocurre a veces que la cláusula de gerundio es
completamente autónoma. Vamos a verlo.
4 ª. en cláusula absoluta.- Cuando el sujeto del gerundio es una persona o cosa que no
están presentes (con presencia real o sobreentendida) en la oración principal, ese
gerundio forma cláusula absoluta.
En sonando el reloj, saldremos a la calle (cláusula temporal)
Universidad Nacional de Loja -AEAC 163
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El sujeto de sanando es reloj, al que no se alude en la oración principal (saldremos a la calle).
Estando todos los vecinos en casa, el portero cerró el portal (causal).
No acordándose aquello, ¿qué hacía yo allí? (condicional; Si no se acordaba.../.
El sujeto de acordándose es aquello.
• Salvo el giro en + gerundio, que aparece en el primer ejemplo, estas
construcciones absolutas son más frecuentes en la lengua escrita que en la oral.
Un gerundio evitable: El de posterioridad: El gerundio, en cualquiera de las
funciones que acabamos de describir, expresa una acción:
— simultánea de la acción principal: Me fatigo subiendo escaleras.
— anterior a ella: Yo, tomando carrerilla, salté la tapia.
• Según ya advertimos, resulta inelegante, y conviene evitarlo, el gerundio cuando
su acción es posterior a la acción principal:
Me caí por la escalera, rompiéndome la pierna.
Montamos en el coche, dirigiéndonos seguidamente a Tacoronte.
Sufrieron asedio, rindiéndose a los quince días.
Conviene decir y me rompí, y nos dirigimos, y se rindieron,
Gerundio compuesto «habiendo estudiado» El participio (estudiado), forma totalmente
distensa, impone su distensión al gerundio compuesto: habiendo estudiado.
• Nunca forma oraciones independientes. Entra en cláusulas subordinadas en las
que indica que su acción, ya acabada, es anterior a la del verbo principal:
El tren, habiendo silbado dos veces, arrancó (compl. del sujeto).
Habiéndote esforzado un poco, habrías aprobado (circunst. condicional:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 164
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Si te hubieras esforzado).
Habiéndome informado antes, rellené el impreso (de tiempo).
Habiendo dado las doce, se acostaron (cláusula absoluta de tiempo).
El participio “estudiado”: Ya sabemos que forma los tiempos compuestos, con
carácter estrictamente verbal: he mirado, habré hecho, etcétera.
• Pero puede completar a un nombre, exactamente igual que un adjetivo,
concordando con él en género y número:
Los periódicos publicados hoy no traen la noticia.
Fuimos por una carretera inaugurada hace poco.
Sólo se alimentaban de patatas cocidas.
Obsérvese que, a pesar de su carácter adjetivo, conserva la facultad de llevar complementos estrictamente
verbales: hoy y hace poco.
• Carácter preferentemente verbal tiene el adjetivo cuando constituye cláusulas con
su propio sujeto, es decir, cláusulas absolutas, que pueden funcionar:
— Como complementos del sujeto de la principal;
Juan deambulaba, el gesto cansado, por las calles.
El toro, abiertos bien los ojos, arremetió contra el torero.
En estos casos, son simultáneas las acciones del participio y del verbo principal.
— Como proposiciones subordinadas circunstanciales, dentro de la oración
compuesta:
Acabada la función, cerraron el cine (de tiempo).
Decidido ya eso por vosotros, me marcho (causal: Me marcho porque habéis
decidido eso).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 165
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Gastada esa agua, no podremos ni beber (condicional: Si se gasta...).
Indica siempre acción anterior a la principal. Esa anterioridad puede subrayarse
con adverbios o locuciones adverbiales de tiempo como apenas y una vez.
• Dígase cuál de esos dos verbos conviene en las siguientes frases (utilícese la
forma cantó):
Los guerrilleros (...) un faene castigo al ejército.
La seguía (...) graves pérdidas a la agricultura.
El picador (...) lo que dispone el reglamento taurino.
El temporal (...) un gran descalabro a las embarcaciones deportivas.
Los almacenes (...) las disposiciones vigentes en materia de precios.
Su primo le (...) agravios imperdonables.
7. Díganse adjetivos que puedan calificar a los nombres:
combate suerte aplausos
REDACCIÓN O DEBATE ORAL
8. Tema: Ventajas y desventajas de las grandes y de las pequeñas poblaciones.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 166
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
8A ESTILÍSTICA DE LAS FORMAS VERBALES
EL INDICATIVO (I)
Presente: “estudio”. Término no marcado. Es, como veíamos, la forma no marcada
frente al pretérito (canté). Así pues, en el cuadro estructural de las formas verbales, el
presente de indicativo no expresa pasado ni futuro: corto la cuerda; cierran la puerta.
• En gramática, al decir que una forma es “no marcada”, no queremos dar entender
que significa lo contrario de la marcada . Si un individuo lleva puesto un traje militar
(término marcado), sabemos que es, efectivamente, un militar; pero si otro hombre no
viste de uniforme (término no marcado en la oposición “no uniformado”/”uniformado”, el
ir sin él no indica que no es un militar: puede serlo, e ir de paisano. De igual modo,
cuando decimos que un elemento lingüístico es no marcado, afirmamos sólo que no lleva
la marca.
• En las oposiciones gramaticales, los términos no marcados pueden desempeñar
funciones propias de los marcados. Lo contrario es imposible, Así el presente de
indicativo puede funcionar, según los contextos, como pasado (la guerra iniciada en
1936, acaba en 1939) y como futuro(El año próximo Ingreso en la Universidad).
Evidentemente, se trata de de usos trasladados, a los que ya aludimos y nos referimos
pronto. En cambio, estudié no puede funcionar nunca como presente o como futuro,
porque lleva la marca positiva [+ pretérito].
• Los usos trasladados del presente son posibles, pues, gracias a que es la forma no
marcada en las oposiciones temporales: no lleva la marca [ + pretérito] ni la marca [+
futuro]. (Recuérdese el cuadro de las formas verbales del indicativo en la acción 6).
• En el sistema, como hemos dicho, estudio se corresponde con el tiempo actual,
posterior al pretérito y anterior al futuro, según podemos ver en este ejemplo:
Ayer llovió; hoy hace sol; ¿qué tiempo tendremos mañana?
Universidad Nacional de Loja -AEAC 167
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Desde el punto de vista aspectual, como forma simple que es, el presente indica
acción inacabada.
EL presente actual.- La acción significada por el presente, expresa, pues, primariamente
coincidencia exacta con el momento en que se habla.
• Pero démonos cuenta que muchas veces esa coincidencia no puede ser exacta:
cuando hablamos para referirnos a algo actual, ya ha pasado una porción de tiempo.
Prácticamente, sólo los locutores de radio y televisión, emplean el presente actual al
transmitir lo que está sucediendo en aquel momento: Jiménez dispara y el balón sale
fuera.
De ahí que, para “prolongar” el presente, de manera que no quede rezagado respecto del avance del
tiempo, prefiramos la fórmula perifrástica durativa estar + gerundio:
Estoy abriendo la carta de Mariano
- ¿Qué está haciendo? – Está poniendo la mesa.
Presente durativo y habitual. Muy frecuentemente, la acción expresada por el presente
se realiza, si cuando se está hablando , pero ya se estaba produciendo antes y seguirá
produciéndose cuando deje de hablar. Es el presente durativo.
El museo del prado exhibe cuadros valiosísimos
Esto ocurre mientras lo digo; pero ocurriría ya antes y después.
• Otras veces, la forma estudio, indica acciones que no están sucediendo
precisamente ahora cuando hablo, sino que ocurren habitualmente:
Conozco a ese señor porque trae el pan a casa
Universidad Nacional de Loja -AEAC 168
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• En ambos casos, es normal el empleo del presente. Este indica, pues, una acción
que dura o se repite durante un tiempo continuo que viene del pasado y se prolongará en
el futuro, incluyendo por tanto el momento en que se habla.
Presente Gnómico.- En relación con el durativo y con el habitual, hay que poner el
presente gnómico, que aparece en aforismos, máximas, refranes, definiciones, etc. las
cuales valen no solo ahora sino en cualquier tiempo:
Tanto va el cántaro a la fuente, que al fin se rompe
Forman el agua dos volúmenes de hidrógeno y uno de oxígeno
Valores trasladados del presente. Su uso como pretérito. Ya hemos señalado que la
forma no marcada, estudio puede ocupar el lugar de la marcada estudié, funcionando con
valor de pretérito. Para que esto sea posible, se requiere que otros elementos de la
oración (o la situación misma) marquen con claridad que nos estamos refiriendo al
pasado; de lo contrario, se produciría confusión:
Bartolomé L. de Argensola nace en 1562
Castilla vive muy inquieta bajo el reinado de Juan II
• Suele llamarse al presente, en estos empleos, presente histórico; pero este
término no debe hacernos creer que se usa sólo en los libros de historia; lo empleamos en
la conversación ordinaria:
No quería verlo, pero ayer, apenas salgo a la calle, me lo encuentro
Y entonces, un individuo se sale de la fila y se cuela.
• Tiene también valor pretérito el denominado presente de conato, con el cual se
expresa acción pasada que estuvo a punto de producirse y no se produjo. Va precedido de
locuciones adverbiales como por poco, a poco más, a poco:
Por poco me caigo.— A foco más, Toribio revienta.— A poco os matáis.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 169
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• El presente histórico sirve, tanto al hablar como al escribir, para hacer más vivos
los relatos, acercando ficticiamente el tiempo pasado al actual. Diestramente usado, evita
la monotonía que causa el empleo exclusivo de formas pretéritas, alternando con ellas y
dando lugar a una agradable variación retórica. Naturalmente, abusar de él puede
producir hastío y resultados artificiosos. He aquí un pasaje de Ignacio Aldocoa (1959), en
el que, tras una serie de formas pretéritas, introduce sabiamente un presente histórico:
El andarríos volaba rascando el juncal; daba su grito: “Uí-er, ui-er, ». Bajaba el agua turbia, rápida, enemiga. En el confín de la mirada, el río parecía remansar y ennegrecer. Junto a los árboles quedan las últimas, vagorosas, huellas de la noche. Presente por futuro Ya hemos indicado que puede producirse la traslación del
presente al valor de futuro. Y ello también cuando el contexto o la situación impiden
todo equívoco:
Mañana me examino de Geografía
La boda se celebra el lunes en Santa Engracia.
• Cuando utilizamos una oración interrogativa para pedir permiso o solicitar una
instrucción, el presente es obligado (queda excluido el futuro):
¿Abro la ventana? ¿Le entrego el paquete en mano?
• También en oraciones interrogativas, puede aparecer esta forma cuando el
hablante se pregunta a si mismo:
Y ahora, ¿qué hago yo? ¿Cómo salgo de este apuro?
• Es capaz de adquirir un fuerte valor modal de mandato, también futuro,
sustituyendo ventajosamente al imperativo:
¡Tú te callas/ ¡Te tomas el jarabe, quieras o no!
Universidad Nacional de Loja -AEAC 170
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Precedido de adverbios o locuciones adverbiales como enseguida, ahora mismo,
dentro de poco, dentro de un minuto, etc., se emplea el presente para indicar que el futuro
es inmediato:
Enseguida bajo Ahora mismo le escribo Dentro de poco estoy ahí.
• Funciona necesariamente en las prótasis condicionales encabezadas por si, para
expresar futuro:
Si vas [y no si irás], dile que no he podido acompañarte.
En la apódosis (o proposición principal), puede aparecer también, pero no
necesariamente:
Si compras diez vasos te regalan [o te regalarán] uno
Si vas, te acompaño (o te acompañaré).
Este presente en la apódosis de las oraciones condicionales, comunica mayor viveza, un interés superior, por parte del hablante.
El pretérito imperfecto: Esta forma del indicativo expresa, según sabemos, una
acción pretérita inacabada o Imperfecta: no señala ni el principio ni el fin de la acción:
Entonces, nosotros vivíamos en Segovia. El pueblo celebraba sus fiestas.
• El imperfecto es un tiempo relativo; queremos decir con ello que normalmente
debe ponerse en relación con otras formas verbales para que la oración en que figura
posea sentido. Obsérvense los ejemplos anteriores: son oraciones que requieren
forzosamente la presencia de otras formas verbales en oraciones o proposiciones vecinas.
Así:
No nos enteramos de aquel suceso; entonces, nosotros vivíamos en Segovia Cuando
llegamos a Peñaranda, el pueblo celebraba sus fiestas.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 171
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Ese otro tiempo con que se relaciona puede ser también un imperfecto: Cuando
vivíamos en Segovia, nos veíamos mucho.
• De esa manera, el imperfecto expresa con mucha frecuencia:
- una acción paralela a otra acción paralela:
Yo iba a estudiar allí, pero había mucho ruido;
- una acción continua que es cortada por otra acción:
Cuando me llamaste, estaba dormido.
La acción dormía es corlada por la acción llamaste.
Su uso en las descripciones.- Dentro de las formas verbales pretéritas, estudié se
emplea preferentemente para narrar acciones (Ayer lo ví, le hablé del asunto y me
prometió resolverlo). En cambio, estudiaba en la forma normal en las descripciones.
• De ahí su empleo frecuentísimo, en la literatura, para pintar ambientes, paisajes,
hábitos y costumbres de personajes, etc., en los que no avanza el argumento de la novela
o del cuento. He aquí, por ejemplo, cómo describe Pío Baroja (1904) el patio de una casa
pobre madrileña:
Hallábase el patio siempre sucio; en un ángulo se levantaba un montón de trastos inservible,
cubierto de chapas de cinc; se veían telas puercas y tablas carcomidas, escombros, ladrillos, tejas y cestos; un revoltijo de mil diablos. Todas las tardes algunas vecinas lavaban en el patio, y cuando terminaban su faena nadaban los lebrillos en el suelo, y los grandes charcos, al secarse, dejaban manchas blancas y regueros azules de agua de añil. Solían echar también los vecinos por cualquier parte la basura, y cuando llovía, como se obturaba casi siempre la boca del sumidero, se producía una pestilencia insoportable de la corrupción del agua negra que inundaba el patio, y sobre la cual nadaban hojas de col y papeles pringosos.
No hay, pues, más que imperfectos, dado el carácter descriptivo, puramente
«pictórico», que Baroja se ha propuesto en ese pasaje. Como contraste, compárese con
este otro, del mismo autor, en que domina la intención narrativa (contar cosas), y en el
que predominan absolutamente los pretéritos indefinidos:
El joven jaque77 [...] salió al zaguán. Primeramente se acercó al caballo que habla tras Fernando, y comenzó a hacer de él una serie de elogios burlones; después, viendo que esto no le alteraba al forastero, cogió una cuerda y empezó a saltar como los chicos, amagandar78 con ella a Fernando. Éste, que notó la
77 . jaque, valentón, matón 78 . amagando dar, haciendo como si le fuera a dar.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 172
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
intención, palideció profundamente y cambió de sitio; entonces el joven, creyendo que Ossorio no sabría defenderse, hizo como que empujaban, y pisó a Fernando. Lanzó Ossorio un grito de dolor; se levantó, y con el puño cerrado, dio un golpe tremendo en la cara de su contrario. E! jaque tiró de cuchillo: pero al mismo tiempo, Fernando, que estaba lívido79 de miedo y de asco, sacó el revólver y con voz sorda:
- Al que se acerque lo malo80 Como hay Dios, que lo malo.
Como es natura!, algunos de estos indefinidos (todos, incluso) podría; ser sustituidos
por presentes históricos, según hemos visto.
• La intención descriptiva y la narrativa pueden entremezclarse dentro de un mismo
texto. Así, en el pasaje anterior:
Fernando, que estaba lívido [...] sacó el revólver.
O en este otro de la misma novela (Camino de perfección, 1902):
Oyó cantar una jota, y después otra y otra [...], en las cuales celebraba a un señor que
vivía enfrente.
Valores trasladados del imperfecto.- Son muchos y vamos a limitarnos a los
principales
Imperfecto de apertura. Al comienzo del relato, abriéndolo, puede aparecer el
imperfecto lugar del indefinido:
Al amanecer de un día de otoño, una barquíchuela arribaba a la playa de
Laredo..
En vez de arribaba podríamos haber escrito arribó.
• Imperfecto de cierre. Tras un indefinido o una serie de indefinido como
variación retórica, un imperfecto puede usarse con valor de indefinido.
79 . Lívido no significa ‘pálido’ sino ‘amoratado’; Baroja emplea este adjetivo de poca piedad. 80 . mato, presente con valor de futuro
Universidad Nacional de Loja -AEAC 173
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Nos anunció su llegada. Efectivamente, diez minutos después aparecer en casa.
Cenamos en un mesón del camino. Carmina quiso que no continuáramos el viaje,
pero yo me obstiné en seguir, a pesar del cansancio tras quince horas de volante. Y, en
efecto, dos horas más tarde llegábamos [=llegamos] a Córdoba.
• Imperfecto de conato. La forma estudiaba aparece desplazada hacia el futuro en
frases como esta:
Me encuentran aquí por pura casualidad, porgue yo ya me iba.
El hablante enuncia así una intención, una acción futura, próxima pero aún no
realizada.
• Imperfecto de cortesía. En frases como —¿Qué deseaba usted? —Quería saber
si tenían ustedes bolígrafos como este. Su valor de presente es claro.
• Imperfecto de contrariedad. Observemos estas oraciones:
Hoy que me sabía la lección, no me la preguntan
Ahora que estaba repuesto de su hepatitis, coge unas anginas.
Esos imperfectos (sabía, estaba) no se refieren exclusivamente al pasado, pues
expresan acciones que continúan ahora. Es otro caso de desplazamiento hacia el presente,
aunque distinto del anterior.
• Imperfecto-futuro, en la apódosis de las condicionales. La relación entre los
tiempos de las cláusulas que forman una oración condicional, se establece así:
Si me lo ofrece, yo aceptaré
Si me lo ofreciera, yo aceptaría.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 174
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Pero, en la lengua coloquial, y manifestando mayor vehemencia por parte del
hablante (muchas veces, para persuadir al interlocutor), aquella situación cambia de este
modo:
Si me lo ofrece, yo acepto
Si me lo ofreciera, yo aceptaba.
En acepto hallamos el presente-futuro que ya conocemos. Aceptaba es un ejemplo
de imperfecto-futuro. Insistimos en el carácter coloquial de estas traslaciones.
La misma posibilidad se produce también en las oraciones concesivas:
Aunque me lo pidiera de rodillas, no me quedaba (por quedaría) aquí.
EJERCICIOS DE LA LECCIÓN
1. El eminente gramático venezolano Andrés Bello (1847) escribió: en unos verbo», la
acción, «por el hecho de haber llegado a su perfección, expira, y en otros, sin embargo,
subsiste durando. A los primeros llamo desinentes, y a los segundos permanentes. Así,
nacer, morir son verbos desinentes, porque luego que uno nace o muere, deja de nacer
o de morir; pero ser, ver, oír son verbos permanentes, porque, aunque la existencia, la
visión o la audición sea desde el principio perfecta, puede seguir durando gran
tiempo.» Conforme a esta distinción, soltar, abrir, cerrar, disparar son verbos
desinentes: y pensar, saber, pasear, temer son permanentes.
Esta distinción influye en el significado de las formas verbales. Compárese:
Sale al campo y dispara su pistola durante toda la tarde
Sale al campo y pasea durante toda la tarde.
En estos ejemplos, el presente dispara ¿significa acción continua o serie sucesiva de
acciones repetidas? El presente pasea ¿significa acción continua o serie sucesiva de
acciones repetidas? Formúlese una regla acerca de qué significa el presente con los
verbos desinentes y con los verbos permanentes.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 175
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
2. Repítase el ejercicio con los siguientes ejemplos, donde figuran imperfectos:
El carcelero soltaba a los presos por su cuenta.
Carmela, de niña, arañaba a su hermano
Menéndez Pelayo tenía una memoria prodigiosa
Pacían las vacas en el prado.
3. Dígase qué tipos de presentes aparecen en las oraciones siguientes:
Tú te vienes con nosotros
Casa con dos puertas mala es de guardar
Estábamos tan tranquilos, y súbitamente se oye un grito
A poco se parte la cuerda
Les periódicos publican el programa de televisión
El mes que viene se abre la veda de la perdiz
Los trenes españoles circulan por vías más anchas que los franceses
La ballena es un mamífero.
4. ¿Con qué intenciones usa el presente Gabriel Miró, en este pasaje de su novela Años
y leguas (Í928)?:
Acabó la misa; y Sigüenza nada más alcanza el responsorio. El «Réquiem» vibra
como un himno de consagración: y hasta el pobre órgano, de resuello cansado, se
esfuerza hoy en exclamaciones tan juveniles, tan claras, que parece pasar el sol por
todos sus caños como a través de una vidriera de colores. Toda la nave retiembla por
un empuje coral de mozos de rondalla, y el chantre, el organista, los artesanos de la
música del pueblo, se agrupan sobrecogidos escuchando. Desde las bancas, los
abuelos de cráneos ascéticos y cayadas de pastor, miran inmóviles hacia el coro.
5. El siguiente fragmento narrativo de Miguel de Unamuno (San Manuel Bueno,
mártir, 1930) está fundamentalmente construido con pretéritos indefinidos. Propóngase
la sustitución de algunos de éstos por presentes históricos:
Y llegó el día de su comunión, ante el pueblo todo, con el pueblo todo. Cuando llegó la
vez a mi hermano pude ser que don Manuel, tan blanco cama la nieve de enero en la
Universidad Nacional de Loja -AEAC 176
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
montaña y temblando como tiembla el lago cuando le hostiga el cierzo, se le acercó
con la sagrada forma en la mano, y de tal modo le temblaba esta al arrimarla a la
boca de Lázaro, que se le cayó la forma a tiempo que le daba un vahído. Y fue mi
hermano mismo quien recogió la hostia y se la llevó a la boca,
6. ¿Por qué, en el texto anterior, se usan los presentes como tiembla el lago cuando le
hostiga el cierzo? Explíquese también la razón del contraste entre estas formas
verbales: se le cayó la forma a tiempo que le daba un vahído.
7. ¿Por qué utiliza Eugenio d'Ors (Oceanografía del tedio, 1921) el presente, al
describir el agua que sale por una manga de riego?
Y he aquí que el espectáculo se torna más maravilloso aún. El chorro baila. Ahora,
violentamente se acorta. Ahora se proyecta a lo lejos, muy lejos. De derecha a
izquierda, de lejos acerca, baila. Parece borracho, Y de verle borracho así,
emborracha. Emborracha con una alegría infantil y violenta.
dinamo- fuerza dinamómetro 'aparato para medir fuerzas'.
icono- imagen iconoclasta 'destructor de imágenes'.
galacto- leche galactómetro 'aparato que mide la densidad de la
leche'.
gastro- estómago gastralgia 'dolor de estómago'.
geo- tierra geografía 'descripción de la Tierra'.
gin- mujer ginecología 'estudio de las enfermedades propias de
la mujer.
• Teniendo esto en cuenta, trátese de explicar qué aportan tales prefijos al
significado de las palabras siguientes:
acrópolis, acromegalia, antropología, antroponimia, antropo-piteco, autopsia,
autógena (soldadura), automóvil, autógrafo, bibliomanía, bioquímica, biopsia,
Universidad Nacional de Loja -AEAC 177
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
braquigrafía, demografía, dinámico, dinamita, iconografía, galaxia, gastritis,
gastronomía, geología, gtnecocracia, gineceo.
8. En las siguientes oraciones, sustituir cada palabra escrita en negrita por tres que
sean sinónimas o casi sinónimas:
Sus desvelos resultaron inútiles.
Está gravísimo: sus fuerzas se acaban por momentos.
Habla siempre con un empaque ridículo.
La casa, tan sucia, manifiesta la negligencia de todos.
Sobre un muro, están esculpidos los nombres de las personas ilustres nacidas allí.
A partir de entonces, se mostró obediente.
Aún siente Inquina por lo que le hicieron.
Obró así en un momento de aturdimiento.
REDACCIÓN O DEBATE ORAL
9. Tema: El feminismo actual.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 178
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
9A ESTILÍSTICA DE LAS FORMAS
VERBALES
EL INDICATIVO (II)
La oposición “estudié” “he estudiado”. Estas dos formas, el pretérito Indefinido y el
pretérito perfecto, mantienen entre si una oposición muy peculiar, única en el sistema
verbal español.
• En efecto, ambas pertenecen al modo indicativo; y las dos expresan tiempo
pretérito y aspecto acabado o perfecto. ¿En qué se diferencian, pues? He aquí la
respuesta:
— La forma simple estudié expresa una acción realizada en una unidad de tiempo
que ya ha pasado para el hablante:
Ayer estuve a verlo (la unidad de tiempo ayer ha pasado ya)
En la última reunión acordamos eso (estamos fuera del tiempo en que se celebró la
reunión)
En febrero faltasteis dos días (se entiende que febrero ha acabado)
— La forma compuesta he estudiado expresa una acción realizada en una unidad de
tiempo que aún no ha terminado para el hablante:
Esta semana hemos ido dos veces al cine (la semana no ha acabado)
En mi vida he visto cosa igual (mi vida dura aún)
Hoy no he leído el periódico (el día de hoy no ha terminado).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 179
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• De ahí que estudié sea compatible con adverbios o locuciones de tiempo que
excluyen el tiempo en que se habla:
Hace un año, ayer, ayer tarde, anoche, el mes pasado, una vez, etc.,
y que he estudiado se combine normalmente con adverbios o locuciones temporales
como las siguientes, que incluyen el tiempo en que se habla:
aún, todavía, hoy, ahora, en este momento, este año, esta semana, siempre, etcétera.
Ayer descubrí la verdad Hoy he descubierto lo verdad
Anoche hubo un apagón Esta noche ha habido un apagón
Una vez jugué al fútbol Siempre he jugado al fútbol
Hace un año se desbordó el río Este año se ha desbordado el río
Cuando no hay complementos temporales. En los ejemplos anteriores, existen
complementos temporales (esta semana, en mi vida, entonces, una vez, etc.). Pero en las
siguientes oraciones no aparecen:
Lope escribió «Fuenteovejuna»
Se nos ha estropeado el televisor.
• Sin embargo, aunque superficialmente no figuren precisiones de tiempo, el
hablante se siente instalado en una unidad temporal, y decide entre estudié y he
estudiado del modo como hemos dicho. Así,
— en Lope escribió «Fuenteovejuna», considera acabado el tiempo en que ocurrió la
acción de escribir;
— en Se nos ha estropeado el televisor, el hablante se sitúa mentalmente en una
unidad de tiempo (hoy, aflora mismo, esta mañana, etc.) que aún no ha terminado
para él.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 180
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Véanse dos muestras literarias que confirman cuanto llevamos dicho: [Con
complementos temporales:] El bollero de Arrabal de Portillo [...], al lamentarme ayer de
la seguía, me respondió que quizá durase poco [...]. Hoy, en efecto, ha amanecido un
día gris y aborrascado, con vientos racheados que bajan de las cuestas de Zaratán. A
mediodía ha comenzado a llover tímidamente (M. Delibes),
[Sin complementos temporales:] Ha muerto el doctor Solórzano, el papirologo'
universal. La muerte le sorprendió haciendo lo de siempre: pajaritas de papel [...]. A mi
paso por Buenos Aires, el doctor Solórzano me entregó un cocodrilo de papel plegado y
me dijo con sonrisa maliciosa: «Entregue usted esto en mano al doctor Montero cuando
llegue a Valladolid. Dígale que he conseguido un cocodrilo en veintisiete pliegues» (M.
Delibes).
En este último ejemplo, acompaña a me entregó y a me dijo un complemento temporal (A mi paso
par Buenos Aires}. Pero van sin complemento ha muerto, le sorprendió y he conseguido. El autor, al emplear ha muerto se refiere a una unidad de tiempo (fila semana, en estos días, en este mes, etc.) que considera inacabada. En cambio, con la muerte le sorprendió cambia de perspectiva: ve a la muerte actuando en una unidad de tiempo concluida. Estilísticamente, estas elecciones de forma verbal son importantes: el pesar que siente por e! fallecimiento de su amigo dura aún (de ahí, ha muerto); y expresa su rechazo a la acción de la muerte, sacándola de su tiempo actual (le sorprendió). El doctor Solórzano, al emplear he conseguido alude a una actividad que viene practicando desde siempre: hacer figuras de papel cada vez más simples y perfectas.
No es cierto, como algunos dicen, que estudié indique un pasado remoto, y he estudiado un pasado próximo. Si digo: Ayer estudié las conjunciones, este pasado es más; próximo que si digo Este invierno he estudiado poco, porque el invierno en que estoy no solo incluye ayer, sino días y meses anteriores.
Traslaciones estilísticas de las formas «estudié» y «he estudiado» Muchos hablantes
gallegos y asturianos, muestran una marcada preferencia por la forma estudié, que
emplean cuando en castellano cabría esperar he estudiado. Ello se debe a que, en sus
respectivas lenguas no emplean de la forma compuesta, y asturiano y gallego cantéi
equivale a canté y he cantado. No establecen, pues, la diferencia cuando hablan
castellano. Esta indistinción se refleja en periodistas y escritores de aquella procedencia,
aunque, claro es, no de modo constante. En rigor, esta traslación (canté en vez de he
cantado) carece en ellos de intenciones estilísticas, es decir, expresivas: se trata de un
fenómeno normal de influjo entre lenguas que están en contacto.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 181
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Sin embargo, en multitud de ocasiones, y por hablantes de lengua materna
castellana, se producen traslaciones intencionadas, para producir determinados efectos.
Utilizando estudié donde debería aparecer he estudiado, y al revés, cobra a veces mayor
relieve la acción.
• Por ejemplo, un alumno, satisfecho por el resultado de sus exámenes, podrá decir
«He aprobado el C.O.U. en junio» (aunque estemos en agosto): el tiempo psicológico de
su satisfacción dura todavía, a pesar de que haya terminado la unidad cronológica (junio).
Un hijo, afligido por la muerte de su padre, podrá escribir a un amigo: «Mi padre ha
muerto la semana pasada»: vive aún instalado en el tiempo de su dolor, aunque la unidad
cronológica (la semana pasada) haya concluido.
• Inversamente: si yo estoy realizando un trabajo enojoso, podré exclamar en el
momento de darle fin: «Ya lo rematé}», aunque la unidad de tiempo (el día, la tarde) no
haya alcanzado su término. Un locutor de radio puede anunciar: «Oyeron ustedes nuestro
espacio "Cantantes negros"». Con ello marca que uno de los tiempos o «espacios» en que
se divide el programa diario de la emisora, ha terminado y va a empezar otro.
Psicológicamente, el locutor se instala ya en otra unidad subjetiva de tiempo (otro
«espacio») posterior.
• Estos ejemplos, y otros muchos que podríamos aducir, revelan que, en el uso de
estudié y de he estudiado, influye a veces más el tiempo psicológico (las unidades
subjetivamente sentidas por el hablante) que el tiempo cronológico (las unidades
objetivas, medidas por el reloj y el calendario).
• Con todo, recomendamos que, al escribir, se mantenga la regularidad gramatical
que hemos explicado en la primera y en la segunda pregunta de esta lección:
— estudié cuando el hablante se siente fuera de la unidad de tiempo obje-
tivamente considerada:
Aprobé el C.O.U. en junio.- El accidente ocurrió la semana pasada.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 182
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— He estudiado cuando el hablante está dentro de la unidad de tiempo en
que se produjo la acción:
¡Ya lo he rematado¡- Han oído ustedes nuestro espacio “Cantantes negro”
• Aunque dividimos la unidad hoy en varias subunidades (esta mañana, al
mediodía, después de comer, esta tarde, etc.), se tiende a que prevalezca la unidad hoy, y,
por tanto, he estudiado, para referimos a subunidades ya concluidas:
Esta mañana he ido [y no fui] a clase.—Esta tarde habéis trabajado [y no trabajasteis]
mucho.
• Por supuesto, no se trata de imponer un criterio único, sino de proponer una regla
segura para no errar. Si nos decidimos a trasladar las formas de sus usos normales,
debemos de estar conscientes de que lo hacemos y de por qué lo hacemos. Y hay
traslaciones que resultarán chocantes, casi imposibles:
Hoy ví la televisión.—Ahora mismo lo saludé.—Todavía no llegó.—
Una vez hemos visto un eclipse. — Se ha inaugurado el puente hace dos años.—
Anoche me han puesto una inyección.
• Advirtamos, para acabar, una última traslación estilística de he estudiado
(imposible con estudié); puede equivaler, en efecto, a un futuro muy inmediato:
— ¿Nos vamos ya?
— Ve saliendo: en un instante he acabado [= acabaré], y te alcanzo.
— Aún no eres médico.
— En dos semanas, me he examinado de todo, y ya tengo el titulo.
— Siento mucho que tengamos que separarnos de ellos,
— Dentro de diez días han vuelto, y no se irán más.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 183
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Se representa así como ya hecho lo que va a ser hecho, poniendo de relieve la
prontitud con que se realizará la acción futura del verbo.
El futuro «estudiaré» Indica acción futura respecto del tiempo en que hablamos.
• El latín expresaba el futuro con una forma simple: cantaba ('cantaré'). Las lenguas
románicas no heredaron esta forma sino que constituyeron su futuro, a partir del latín
vulgar, mediante la perífrasis infinitivo + haber:
cantar-he, cantar-has, cantar-ha, cantar-hemos, cantar-heis, cantar-han, que
significaba la obligación de cantar (tengo que cantar, tienes que cantar, etcétera).
K. Vossler explicó las razones de esta sustitución: el hablante se encuentra inseguro ante
el futuro: teme hacer aserciones sobre él, pues no puede controlarlo; puede resultarle
fallido lo que anuncia. Y prefiere presentar como una obligación (tengo que ir), una
intención (voy a ir), una decisión (he de ir), etc., la acción futura. Observemos que
aquello que ocurrió en latín sucede también en castellano.
No vemos el futuro con naturalidad y tendemos a sustituirlo por perífrasis como las
indicadas. Se usa relativamente poco la forma estudiaré; y es más propia de las personas
cultivadas que de las indoctas.
• Al formar el futuro con la perífrasis obligativa cantar he > cantaré, esta forma
tuvo en castellano medieval un fuerte carácter modal obligatorio.
No expresaba simplemente el tiempo futuro, sino que lo impregnaba de una carga
subjetiva. Pues bien, ese valor modal, que se impone al meramente temporal, subsiste
aún en algunos usos.
Usos modales del futuro.- En tales usos, estudiaré no es propiamente un indicativo ya
que este modo es, en realidad, un «no modo», porque según dijimos, el hablante, al
emplearlo (llueve, ha venido miraba, etc.), manifiesta las acciones con absoluta
neutralidad, sin participación afectiva en ellas.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 184
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Aparece, en cambio, su originario valor modal obligativo, más fuerte que el
temporal de futuro, en oraciones como estas:
No matarás
Mañana traerás una redacción sobre este tema
Los aspirantes presentaran sus instancias en la secretaría
¿Te callarás de una vez?
¡Me las pagará!
Resalta especialmente ese valor cuando sustituye al imperativo:
¡Haréís ahora mismo lo que os digo!—¡Te lomarás el jarabe quieras o no.
• Sirve también la forma estudiaré para expresar la conjetura, la probabilidad en
el tiempo presente; se trata, pues, de otro valor modal distinto con él, el hablante da a
entender que el cálculo que hace es sólo aproximado.
Tendrá ahora veinte años. —Serán las diez.— Eso costará cien o ciento veinte pesetas.
• Y aún posee otros valores modales, normalmente en sustitución de presentes:
— la cortesía: Esa herida le dolerá a usted mucho. — ¿Podrá darnos fuego?—Ustedes
me dirán [por díganme] en qué puedo servirle
— la atenuación: No le ocultaré que estoy muy disgustado.— Le advertí a usted que ya
me había dado cuenta.
— la incertidumbre: ¿Quién llamará a estas horas? —¿Serán ya las seis? ¿Tendremos
bastante para pagar?
Usos temporales del futuro.- En muchísimos casos, estudiaré ha perdido sus valen
modales y funciona como un futuro del indicativo:
Mañana amanecerá a las seis. — Esta tarde iremos, ¿Crees que bajará pronto?—¡No
pensaré más en eso!
Universidad Nacional de Loja -AEAC 185
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Recuérdese que, en este uso temporal, el futuro puede ser sustituido por el
presente-futuro (Mañana amanece a las seis), y, algunas veces, por el pretérito perfecto
(Dentro de diez días han vuelto y ya no se irán más.
• Ya hemos dicho que estudiaré sufre la competencia de abundante perífrasis con
que lo soslayamos. He aquí las principales:
— haber de + infinitivo: He de verle mañana
— tener que + infinitivo: Tenemos que ir pronto a Las Palmas
— deber (de) + infinitivo: Debo de visitar a Carlos cuanto antes
— ir a + infinitivo: Voy a estudiar Derecho
— estar a punto de + infinitivo: Está a punto de llegar el tren.
Estos auxiliares (haber de, tener que, etc.) suelen añadir valores modales a la
expresión del futuro, o los refuerzan:
¡Te tomarás esto! ¡Te has de tomar esto!
Errores en el empleo del futuro.- En el empleo del futuro, hay que evitar los
siguientes errores:
• Nunca puede usarse en la prótasis condicional (es decir, en la proposición que
empieza por si). Nunca * Si vendrás, sino Si vienes.
Tampoco en las proposiciones encabezadas por cuando, donde o como
MAL BIEN
* Cuando se curará volverá a clase Cuando se cure volverá a clases
* Iremos a donde querrás Iremos donde quieras
* Hazlo como te dirán allí Hazlo como digan allí
Universidad Nacional de Loja -AEAC 186
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
EJERCICIOS DE LA LECCIÓN
1. Explíquese el valor de las formas verbales impresas en negrita en el siguiente
fragmento de Miguel Delibes (Un año de mi vida, 1972). Se trata de un diario:
17 de agosto.—He subido o los aitón con Miguel, el veterinario, para aprender las
lindes de lo nuestro81. El domingo 23 se levanta82 la codorniz. Cada vez hay más hazas 83en estos páramos y, consecuentemente, también lamenta la codorniz, • Estoy
convencido de que a este pájaro le gustan los altos, y ahora que desaparecen linderos
y espuendas84 can la concentración en la Castilla llana, la codorniz está más a gusto
aquí [...]. Al bajar, el veterinario me estuvo enseñando un te silvestre que se cría en
las rocas de Las Puertas. Las planillas crecen en los resquicios más inverosímiles, allá
donde se forma un poco de mantillo. Tiene un olor muy aromático, más parecido a la
manzanilla que al te. LO he tendido sobre un periódico en la viga de la Cabaña, y
cuando seque lo probaré.
2. Repítase el mismo ejercicio con el siguiente texto de J. Corrales Egea (La otra cara,
1962):
El tiempo empezó a mejorar. En la segunda semana de marzo, el aire se entibió. En
los árboles podados aparecían los primeros brotes, de un verde tierno amarillento:
por las mañanas, los pájaros del Retiro y de las glorietas formaban algarabías
jubilosas. Los puestos de las castañedas desaparecieron uno a uno. En la plaza
Mayor, los viejos y los soldados se sentaban a tomar el sol en los bancos de piedra,
alrededor de la estatua.
3. Repítase el mismo ejercicio con el siguiente texto de R. Pérez de Ayala (La caída de
los Limones, 1916):
El día que yo falte, ¿Fernanda qué podría hacer sin un hombre de su casta al lado?
[...] Quiero que seas tan heredero de mi acta85 e influencia como de mi apellido, y
81 . lo nuestro es lo coto que han alquilado para cazar 82 . se levanta la veda de 83 . haza porción de tierra cultivada 84 . espuenda, borde que limita un campo 85 . acta de diputado
Universidad Nacional de Loja -AEAC 187
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
confío en que has de empinarle más alto que yo sobre los cimientos que para vosotros
asenté. Medra, hijo mío, en alzada86 política. Y verás cómo los periódicos te
publicarán entonces cuanto escribas, aun cuando sean puras sandeces, y te llamarán
portento [...].
Aquí Dominica bajó los ojos, Arias se volvió a mirarla con mezcla de asombro y
enfado:
— ¿Bajas los ojos, Dominica, dulce y buena Dominica? ¿Qué se le ocultará a un
padre?
4. Indíquese el valor de las formas verbales impresas en negrita en las siguientes
oraciones:
¡Tú le estás sentado y sin rechistar!
¿Cómo que no quieres? Irás a ver a tu abuela ahora mismo.
El barco navega ahora hacia Buenos Aires.
A poco tiro el jarrón,
El viernes se sortea la lotería de Navidad.
Con el trabajo común, Alemania se recupera pronto de los efectos de la guerra,
y llega a ser una primera potencia.
En un segundo acabo esto y lo llamo. En un segundo he acabado esto y lo llamo.
La gente paseaba tranquila y se alarmó con la explosión. Si se lo mandaran, seguro
que se apresuraba a obedecer.
¿Podría hablar con usted unos momentos?
La gente estaba bailando alegremente. De pronto, la música cesaba y se producía
una sorpresa general.
El portero abría el local a las ocho.
Le pusieron una inyección y a las tres horas estaba ya sin fiebre.
Cuando ya salía a la calle llaman a la puerta y era un telegrama.
Este mes ha llovido más que en todo el año.
Ha subido otra vez el precio del pan.
Ustedes verán, pero conviene que se decidan pronto: hay gente aguardando.
86 . alzada rango
Universidad Nacional de Loja -AEAC 188
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
En junio, ha aumentado nuestra familia con otro hermano, ¡Por fin resolví este
dichoso problema!
5. He aquí un hermoso fragmento de Juan Ramón Jiménez (Platero y yo, 19J4). En él
alterna los tiempos pasados, presentes y futuros. Señálese cuáles son sus valores
respectivos:
Mira, Platero: el canario de los niños ha amanecido hoy muerto en su jaula de plata.
Es verdad que el pobre estaba ya muy viejo... El invierno último, tú te acuerdas bien,
lo pasó silencioso. Con la cabeza escondida en el plumón y al entrar esta primavera,
cuando el sol hacía jardín la estancia abierta y abrían87 las mejores rosas del patio, él
quiso también engalanar la vida nueva y cantó; pero su voz era quebradiza y
asmática, como la voz de una flauta cascada.
CORRECCIÓN DE ERRORES
7. Corríjanse los errores que se adviertan en las siguientes oraciones:
El consumo de medicamentos es en España superior que en „ otros países.
Me dormí: es por eso que no llegué a tiempo.
Ya le- advertí a tus hermanas lo que podía ocurrirles.
Estoy en un dilema porque se me hace tarde.
Me he caído y me se ha roto la falda.
Siempre me acordaré del día que nos conocimos.
Pero ¿no era la catedral la iglesia que entramos?
Es otra la carretera que hemos ido, más estrecha y peor.
¿Puedes prestarme el hacha que partías leña el otro día?
¿Cuál es la ventanilla que tengo que dirigirme?
¿Cuál es la estación que tengo que apearme?
Esa es la razón que no esté hoy con nosotros.
87 . alzada rango
Universidad Nacional de Loja -AEAC 189
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
REDACCIÓN O DEBATE ORAL
8. Tema: Coméntese esta afirmación de J. Ortega y Gasset (1914): «No es para nosotros
lo más importante el orden público; antes del orden público hay la vitalidad nacional.»
Universidad Nacional de Loja -AEAC 190
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
10A ESTILÍSTICA DE LAS FORMAS
VERBALES
EL INDICATIVO (III). — SUBJUNTIVO E IMPERATIVO
El condicional simple “cantaría”.- La forma cantaría puede aparecer en oraciones que
poseen sentido condicional (de ahí el nombre que recibe), y en oraciones que poseen
otros significados:
Si fueras al cine te acompañaría Pensaba que no estarías en casa
Yo, en tu lugar, aceptaría Han anunciado que retransmitirían el partido
Yo, en tu lugar, aceptaría es condicional: Yo (si estuviera), en tu lugar, aceptaría.
• Cuando no figura en estructuras condicionales, la forma cantaría expresa
acciones que tienen su origen en el pasado, pero desarrolladas hacia el futuro. Esa acción
futura puede detenerse en el pasado (Dijo que vendría ayer), llegar hasta nuestro presente
(Dijo que vendría ahora) y rebasarlo (Dijo que vendría mañana). Se trata, pues, de un
futuro del pasado.
• En tales empleos, es un tiempo relativo, ya que necesita apoyarse en otro tiempo
(pasado) para poder funcionar.
Se diferencia en esto de cantaré, que es tiempo absoluto: podemos formar oraciones con é1 sin el auxilio de otro tiempo: Juan vendrá mañana. Además, cantaré jamás puede situarse en el pasado: es un futuro a partir del presente.
• En el caso de las oraciones condicionales la forma cantaría aparece en la
apódosis:
Si fueras mañana al cine [prótasis], te acompañaría [apódosis]
En ese caso [prótasis], volvería a estudiar tu propuesta [apódosis]
En la estructura profunda de esta última prótasis, hay una condicional: Si se produjera ese caso.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 191
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Observemos que, en este tipo de oraciones (las estudiaremos más adelante), la forma
cantaría no significa «futuro del pasado». En ambos ejemplos, expresa futuro con
relación al tiempo actual, y también con relación al otro verbo (fueras, produjera).
• Por tanto la descripción estructural de cantaría que dábamos en la lección 6,
corresponde sólo a sus usos en oraciones no condicionales.
Usos trasladados del condicional simple. También con el condicional (igual que con el
futuro: Serán las seis) pueden expresarse la probabilidad, la conjetura, el cálculo
aproximado; pero exclusivamente en el pasado.
Cuando él llegó, serían las seis
Al acabar la carrera, tendría veintitrés años.
• Se trata de un uso trasladado, porque coexisten temporalmente los dos verbos relacionados: llegó y serían; al acabar y leñarla.
• El condicional, siempre, y, por tanto, también en este caso, indica aspecto
inacabado, igual que el imperfecto, del cual procede históricamente [cantar + (hab)ía].
No se pronuncia, pues, sobre el final de la acción; la considera como un continuo. Serían
las seis no dice que ya habían dado las seis: podían ser unos minutos más o unos minutos
menos.
• También constituye un empleo trasladado e! condicional de cortesía, que puede
alternar con el imperfecto, ambos con significado temporal presente:
Quería saber el precio de ese reloj Querría saber el precio de ese reloj ¿Podía
darme fuego? ¿Podría darme fuego?
Usos incorrectos La forma cantaría no va nunca en la prótasis de las oraciones
condicionales. Son, por tanto, incorrectas oraciones como Si yo sabría eso, te lo diría.
Lo correcto es supiera o supiese.
• Se leen en la prensa titulares como estos:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 192
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El Gobierno convocaría elecciones para el otoño
El ingreso en el Mercado Común sufriría un nuevo aplazamiento,
Es calco de un uso francés del condicional, llamado «condicional del rumor»:
presenta un hecho dudoso, eventual, un «se dice» cuya verdad no se garantiza. Debe
evitarse.
En lugar de esos titulares podrían aparecer estos otros, por ejemplo: «Es probable que el Gobierno convoque elecciones para el otoño»; «¿Sufre un nuevo aplazamiento el ingreso en el Mercado Común?»
• Estos dos empleos incorrectos que acabamos de describir se producen también con
el condicional compuesto (habría cantado). Lo advertimos ahora para no tener que aludir
a ello cuando nos refiramos a esa forma:
* Si habrías venido [por hubieras o hubieres], te habrías divertido
* El presidente habría sido objeto de un atentado
Por «Se asegura que el presidente fue objeto de un atentado», «¿Atentado contra el presidente?», etcétera.
Formas compuestas del indicativo. El pluscuamperfecto “había cantado”. Vimos ya,
en la lección anterior, he cantado. Ocupémonos ahora de las restante, empezando por el
pluscuanperfecto (había cantado).
• Expresa tiempo pasado y aspecto perfecto. Es forma relativa: su acción se
presenta como anterior a otra acción también pasada:
Cuando llegaron, ya había puesto la mesa.
La acción había puesto es anterior a la acción, también pasada, llegaron.
• Es la forma perfecta que corresponde al pretérito imperfecto (cantaba).
• Advirtamos una importante traslación estilística: puede emplearse en vez de cantó
para expresar la rapidez con que un hecho se ha producido:
Sacó los pasteles y, al instante, habían desaparecido [= desaparecieron]
Le interrogó el juez; al momento, lo había declarado [ = declaró] todo
Universidad Nacional de Loja -AEAC 193
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El efecto de rapidez se produce porque la acción de desaparecer y de declarar se presentan, exageradamente, como realizadas antes de que transcurran unidades de tiempo tan breves e inmediatas como son al instante y al momento. El pretérito anterior: “hube cantado” Expresa las mismas relaciones de tiempo
aspecto que el pluscuamperfecto. Sólo se diferencian en esto: hube cantado informa de
que su acción es inmediatamente anterior a la otra (Nos fuimos cuando hubo acabado el
acto, es decir, nos fuimos apenas acabó).
En cambio, habla cantado carece de tal marca semántica (Nos fuimos cuando
había acabado el acto; ¿inmediatamente después de acabar, o nos entretuvimos por allí
algún tiempo?).
• Si en vez de esto último, decimos: Nos fuimos apenas habla acabado e! acto, el
adverbio apenas aporta el significado de 'inmediatez', y resulta ocioso que lo repitamos
diciendo hubo acabado.
Así, pues, la oposición había cantado/hube cantado se extingue o neutraliza con
adverbios o locuciones adverbiales como apenas, en cuanto, tan pronto como, así que, en
el instante mismo, etc. Y, con tales complementos, ni siquiera hace falta había cantado:
basta cantó:
Hubo acabado
Nos fuimos apenas había acabado el acto
acabó
De ahí que hube cantado haya desaparecido del idioma hablado, y que ya se use
muy poco en el escrito.
El futuro perfecto: “habré cantado” Expresa tiempo futuro y aspecto perfecto. Se
emplea como forma relativa para indicar acción futura y acabada, anterior a otra
acción futura:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 194
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Cuando traigáis la lámpara, ya habré puesto el enchufe.
La acción de poner el enchufe es futura y anterior a la acción futura traigáis.
• Sin embargo, puede trasladarse hacia el pasado, para indicar una conjetura, la
probabilidad de que haya ocurrido la acción:
Supongo que habrá llegado. —¿Habrá cumplido su palabra?—No habrás visto a
Lucia, por casualidad.
El condicional compuesto: “habría cantado” Expresa tiempo futuro y aspecto
perfecto. Es también una forma relativa, que se emplea para indicar una acción futura
respecto de un momento del pasado, pero anterior a otro momento que se señala en
la oración. Así, en
Usted me ha dicho que, cuando yo llegara a casa, ya me habría enviado el recibo.
la acción habría enviado es futura con relación a dijo, pero anterior a llegara.
• Puede indicar también la conjetura o probabilidad en el pasado, pero (a
diferencia de cantaría) manifestando el final, el acabamiento de la acción:
Por entonces, él ya habría cumplido sesenta años.
Recapitulemos cuanto llevamos dicho sobre la expresión de la conjetura:
ACERCA DEL PRESENTE;
Ahora ganará una fortuna.
Ganará añade a gana el matiz conjetural.
ACERCA DEL PASADO
Habrá ganado una fortuna.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 195
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El hablante hace este cálculo dentro de una unidad de tiempo no concluida para él.
Habrá ganado añade a ha ganado el matiz conjetural.
Cuando se casó, ganaría una fortuna,
El hablante se refiere a una unidad de tiempo que considera concluida. Pero no
señala el final de la acción de ganar (aspecto imperfecto), la cual “duraba”
posiblemente antes, en y después del momento de la boda. Ganaría añade a ganaba
el matiz conjetural.
Cuando se casó, habría ganado una fortuna.
También ha concluido la unidad de tiempo; y se indica que la acción de ganar
posiblemente había alcanzado su término (aspecto perfecto) cuando aquella persona
se casó. Habría ganado añade a había ganado el matiz conjetural.
LAS FORMAS DEL SUBJUNTIVO
Se emplean en la subordinación. Los tiempos del subjuntivo (cante, cantara o cantase,
haya cantado, hubiera o hubiese cantado) aparecen siempre en proposiciones
subordinadas, y, por tanto, integradas en oraciones compuestas.
• No obstante, las gramáticas describen subjuntivos en supuestas oraciones
independientes:
/Muera la muerte!—Ojalá ocurra así.—Quizá me llame hoy.
Pero son independientes sólo en superficie. En la estructura profunda dependen de
verbos introductores principales: afirmo que, pienso que. creo que, etcétera.
La interjección ojalá es en árabe una proposición que significa 'quiera Dios que'.
Y quizá procede del antiguo quicab 'quién sabe'.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 196
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El presente: «cante» Puede referirse indistintamente a un tiempo presente (Es
conveniente que te quedes) o futuro (Es conveniente que vayas mañana a la reunión). No
se refiere nunca al tiempo pasado.
• Otros ejemplos:
Te he traído esta novela para que la leas (proposición final)
Aunque llueva, se celebrará el partido (proposición concesiva)
Cuando llegue, déle mi recado (proposición temporal)
El imperfecto: «cantara» o «cantase». Su referencia temporal es más amplia que la del
presente, ya que puede indicar presente, futuro y, además, pretérito:
Aquí estoy porque, si no estuviera, protestarías
Me contestaron lo de siempre: que volviese el mes próximo
Dijo que me llamaría; eso hizo que me pasar el domingo pendiente de' teléfono.
La oposición «cante»/ “cantara” o “cantase” Cante y cantara o cantase cubren, por
consiguiente, una misma zona temporal: la del presente y la del futuro. ¿Cuándo se
emplean una u otras formas?
• Normalmente, su aparición respectiva está gobernada por la forma del verbo
principal, y no podemos elegir entre ellas. Por ejemplo:
Me dicen que venga Me decían que viniera
Me han dicho que venga Me dijeron que viniera
Me dirán que venga Me dirían que viniera
Me habrán dicho que venga Me habrían dicho que viniera
• Pero hay proposiciones en que sí cabe optar, como entre estas concesivas:
Aunque me escriba, no le contestaré Aunque me escribiera, no le contestaría,
Con escriba consideramos tal eventualidad como más probable que con escribiera. Algo parecido
ocurre con otras oraciones (sobre todo condicionales), donde la opción se establece con el presente de indicativo;
Universidad Nacional de Loja -AEAC 197
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Si me escribe, no le contestaré Si me escribiera, no le contestaría.
También escribiera manifiesta una eventualidad mas remota que escribe.
Un empleo peculiar de “cantara”. Nos referimos al que se observa en una oración
como esta: No es Montevideo la ciudad que él dejara [= había dejado] al partir (J. E.
Rodó).
Como vemos, en ese contexto, dejara equivale al pluscuamperfecto de indicativo.
• Se trata de un empleo arcaico que subsiste en la lengua literaria. Efectivamente, en
latín, cantaveram (de donde procede cantara) pertenecía al indicativo y equivalía a
nuestro pluscuamperfecto (habla cantado). El castellano medieval conservó ese valor; y
así, leemos en el «Poema de! Cid»: Fizo enviar por la tienda que dexara [= había dejado]
allí.
• Pero con el correr del tiempo, había cantado (y cantó) desplazó de ese uso a
cantara, que adoptó las mismas funciones que cantase, tiempo que ya era subjuntivo en
latín (cantavissem). Cantara, pues, pasó al modo subjuntivo. Sin embargo, los escritores
románticos (siglo XIX) volvieron a utilizar cantara como en la Edad
Media, según puede advertirse en este ejemplo de Espronceda:
Esa noche y esa luna/ las mismas son que miraran [— habían mirado]/ indiferentes tu
dicha.
Ese gusto cundió, y cantará se emplea hasta hoy con los valores de había cantado y de
cantó, en la lengua escrita, sobre todo en la lengua literaria.
• Sin embargo, hay locutores y periodistas que dicen:
El Celta ha perdido el punió que conquistara [ = había ganado o ganó] en Oviedo.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 198
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
La reunión que se anunciara [= había anunciado o anunció] el lunes no se ha celebrado,
O bien se trata de pedantería (imitación de un uso literario), o bien de influjo del
gallego o del asturiano (justificable en periodistas y locutores de Galicia o Asturias),
idiomas que conservan aún hoy la forma cantara con su valor indicativo latino: Chamou
cando ti xa marcharas («Llamó cuando tú ya te habías marchado»), en gallego; Cuando
llegué, ya marcharan («...ya habían marchado»), en asturiano.
• En cualquier caso, hablando y escribiendo en un castellano normal, no literario, no
debe emplearse cantara como un pluscuamperfecto o un indefinido de indicativo, porque
es imperfecto de subjuntivo. En la lengua escrita de pretensiones elevadas, puede usarse
con moderación.
• En ese uso, estudiara y estudiase no son equivalentes (pues estudíase ha sido
siempre imperfecto de subjuntivo). Sería muy incorrecto decir: * Ha perdido las
esperanzas que concibiese hace años.
Pretérito perfecto: “haya cantado”. Expresa acción perfecta realizada en una unidad
de tiempo que incluye pasado o futuro, pero en la cual se siente instalado el hablante:
Espero que haya escrito ya esa carta (pasado)
Cuando hayas escrito esa carta, avísame (futuro)
• En su valor de futuro, si no interesa señalar el aspecto perfecto, puede emplearse
en ocasiones el presente: Cuando escribas esa carta, avísame. Pero si importa evitar la
ambigüedad (en efecto, ¿has de avisarme cuando estés escribiendo la carta o cuando ya la
tengas terminada), conviene emplear hayas escrito.
• Otros ejemplos:
Aunque hayamos ganado, no ascenderemos.-—No debes envanecerle porque
hayas aprobado.—Que lo hayas hecho adrede o no, poco importa.—
Apenas me haya instalado, iré a verte.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 199
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Pretérito pluscuamperfecto Expresa Acción perfecta y pasada, realizada en una unidad
de tiempo que ya ha concluido para el hablante. Y figura normalmente (aunque no
siempre) en oraciones condicionales:
Habría ido a esperarte, ji me hubieras avisado
Sí hubiera venido en el mismo vagón que tú, lo hubieses visto
Por mi gusto, yo hubiera sido torero
¡Milagro hubiese sido que tú no hubieras protestado/
En este último ejemplo la acción hubiese sido, por su irrealidad, se coloca en un tiempo que
excluye por completo al del hablante.
Los futuros imperfecto (“cantare”) y perfecto (“hubiere cantado”) Ambos
expresaban la eventualidad:
Si me llegare algún telegrama, recójamelo (futuro).
Si hubiere alguien aguardando, que pase (presente)
Sí alguien lo hubiere visto lo diría (pasado).
Si para entonces hubiere recibido noticias, se las comunicaría (futuro).
• Se diferencian fundamentalmente porque cantare señala aspecto imperfecto,
frente a hubiere cantado, que implica el final de la acción.
• Ambas formas han sido desplazadas por otras (Si me llega...; Si hay alguien; Si
hubiera (o he) recibido...) en el español actual, aunque pueden verse empleadas aún en
textos jurídicos y administrativos. Sin embargo, permanecen vivas en ciertas zonas de
América.
EL IMPERATIVO
Imperativo presente: «estudia» (tú) Consta en rigor de dos formas solo: las correspon-
dientes a la segunda persona de singular (estudia) y de plural (estudiad).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 200
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• No existe la primera persona del singular, porque nadie puede darse órdenes a sí
mismo.
• Tampoco pertenecen al imperativo (aunque expresen órdenes o instrucciones) la
primera persona del plural (estudiemos), ni la tercera del singular o del plural (estudie,
estudien). Aunque en la estructura superficial se presenten como no dependientes:
Salgamos ya. —Que se calle.— Que se callen
en la estructura profunda dependen de otro verbo implícito;
(Deseo, ruego, ordeno, etc., que) salgamos ya
que se calle (Deseo, ruego, ordeno, dile, diles, etc. que se callen
Tienen, pues, significado imperativo o exhortativo, pero constituyen un caso particular
del subjuntivo subordinado. Observemos que esas formas (estudiemos, estudie, estudien)
pertenecen, efectivamente, al presente de subjuntivo.
• Recuérdese que al negar e! imperativo debemos emplear el subjuntivo:
Habla-No hables Dormíos-No os durmáis Salid-No salgáis.
Es totalmente incorrecto decir No hablad. No salid, No trabajad mañana.
• Y, también, que es un vulgarismo usar el infinitivo: Hablar ahora por Hablad
ahora.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 201
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• No debe olvidarse tampoco que otras formas verbales pueden adquirir significado
imperativo: ¡Ahora mismo os calláis!; ¡Tú te callarás ahora mismo!; ¡A callar!; ¡Que te
calles.'; Yo en tu lugar, me callaba, forastero (más que un consejo es una orden).
EJERCIC1OS DE LA LECCIÓN
1. Explíquese el valor de las formas verbales impresas en negrita en el siguiente
test" de Francisco García Pavón (Las hermanas coloradas, 1970). Pertenecen a una carta.
Durante su estancia aquí podré pagarle unas dietas suficientes para cubrir sus gastos y, naturalmente, las del simpático don Lotario. No sé cuál será mi relación con el señor alcalde —supongo que buena— y sus obligaciones ahí, pero no creo que le pongan graves inconvenientes —-en caso contrario me avisa—, ya que para Tomelloso y su Guardia Municipal debe ser una honra el Que usted sea llamado a Madrid. En fin. Manuel, llámeme por teléfono con lo que acuerde. 2. Repítase el mismo ejercicio en el siguiente pasaje de A. Buero Vallejo (La tejedora de sueños, 1952): Euriclea.— ¿Por qué nunca me dejas castigar a Dione? Penélope. — Mi hijo Telémaco se apiadaría y la querría más. Lo sabes muy bien, nodriza. Cuando le autoricé su viaje por mar en busca de su padre, no lo hice por librarle de las celadas de los pretendientes. Ni tampoco para que encontrase a mi esposo. No, Ulíses sabría, cuando quisiera, encontrar solo el camino de esta casa. Pero había que alejarle de Dione [...]. Me odia porque sabe que no quiero a esa entrometida. Y si la castigase.... me odiaría más. ¡Es muy difícil ser madre, Euriclea! Y más difícil aún, ser reina. Euriclea.—Tú sabrás, ama. Yo no soy más que una pobre mujer... [...]. ¿Qué se te da a ti de que Telémaco guste de Dione? ¡Déjame castigarla! Penélope.—No castigarás a Dione. 3. Repítase el mismo ejercicio a propósito de las siguientes frases: «Los secuestradores podrían liberar hoy a sus rehenes». Adela había cumplido su palabra,- teníamos plaza en el hotel. Siempre pensé que serías aviador. Le dicté el problema y en un segundo ya lo había resuelto. ¿Dónde habré puesto las tijeras? Tú te vienes en el coche con nosotros, ¡Cuándo se cocerán estos garbanzos! Por aquellos años, yo estaría cumpliendo el servicio militar. El accidente hubiera podido tener graves consecuencias. Obtuvo la libertad, cuya consecución tanto le costara. Se lo dije para que lo supiera. Aunque me lo asegurara él, no lo creería. Cuando hubo heredado la fábrica, solo él mandó allí.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 202
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Ya habré telefoneado a la clínica cuando lleguéis. ¡Así caigan chuzos de punta! Cuando pintes ese cuadro, iré a verlo. Vamos adentro y sea lo que fuere. «Si al Rey llegaren quejas contra algún magistrado, podrá suspenderle» (Constitución de 1812). Me sentiría mejor si pudiera beber agua. Ve a llevar esto. Y ahora mismo estás aquí, ¡A correr.' No te detengas. Que espere un momento. 4. Expresar lo mismo que decimos con la oración Colón descubrió América en 1492 utilizando la mayor variedad posible de formas verbales, aunque, para ello, haya que insertar esa información en una oración compuesta. 5. Repetir el mismo ejercicio con la oración Mañana cerrará el comercio. 6. En el siguiente texto, sustituir por otras todas las formas verbales impresas en negrita, de tal modo que se mantenga la información (pueden cambiarse también otras palabras): Manolo vendrá mañana, como comprobaréis. Nos aseguró que vendría, y él no faltará a su palabra: de ordinario, cumple lo que promete. No me atrevo a decir lo mismo de su hermano: se excusará seguramente y afirmará que está enfermo.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 203
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
11A ESTRUCTURA DEL PREDICADO
Estructura del predicado. Recordemos lo que decíamos en la lección 3: la oración tiene
como constituyentes inmediatos un sintagma nominal y un sintagma verbal. Esto lo
expresábamos mediante la fórmula O �SN + SV. Y así, la O(ración) El pez nada está
constituida por el pez (SN) + nada (SV).
• El SN es el sujeto de esa oración; el SV es el predicado. Por eso, podemos
llamarlo también sintagma predicativo.
• En la estructura profunda del predicado hay siempre un verbo, sea copulativo (o
cópula), sea no copulativo (V). La fórmula estructural del predicado en español es la
siguiente:
Sintagma nominal SN
Cópula + Sintagma adjetivo SAdj
Predicado Sintagma preposicional SPrep
V+ (SN)+(SPrep)+
• Cuando dos o más símbolos están escritos verticalmente entre llaves, queremos
decir que es preciso elegir uno de ellos (y sólo uno). Cuando algunos símbolos están
escritos entre paréntesis, en la misma línea en que hay otro u otros sin paréntesis, ello
significa que éstos son obligatorios, y aquéllos facultativos (pueden aparecer o no). La
cruz que, en la línea final, aparece tras (S Prep)+ significa que el verbo (V) puede ir
acompañado por un sintagma preposicional (Me bañé | en la piscina) o más de uno (Me
bañé en la piscina, / por la noche, a oscuras).
Interpretación de la fórmula. La fórmula estructural anterior debe interpretarse así;
Universidad Nacional de Loja -AEAC 204
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• 1ro. El predicado puede ser de dos tipos: con cópula (ser o estar) o sin ella (un
verbo no copulativo V).
• 2do Cuando el predicativo se forma con cópula, recibe el nombre de predicado
nominal: El viento era fuerte. Aquí, la cópula es era (del verbo copulativo ser); el
adjetivo fuerte se llama atributo. El atributo, según comprobamos en la fórmula puede
ser:
— un sintagma nomina! o, simplemente, un nombre (con ser): Pedro fue pescador
— un sintagma adjetivo o, simplemente, un adjetivo (con ser o estar] El viento era
fuerte; La clase está silenciosa.
— un sintagma preposicional (con ser o estar): Este vino es de Jerez
Pablo está con un enfado terrible.
Nótese que el SPrep, en estos casos, equivale normalmente a un adjetivo: de Jerez =jerezano, con un
enfado terrible = enfadadísimo.
• 3ro. Cuando el predicado se forma con un verbo no copulativo (V se denomina
predicado verbal. Y, según la fórmula, puede estar constituido por:
— un verbo (V) solo: El ciclista sudaba;
— un verbo (V) seguido de un sintagma nominal (SN): Los bomberos apagaron el
fuego;
— un verbo (V) seguido de un sintagma nominal (SN) y de uno o más; sintagmas
preposicionales (SPrep)+: Lolita tiene |familia| en Ciuda Real; — un verbo (V) seguido de uno o más sintagmas preposicionales (SPrep)+
veranean por │Malaga, │ en un pueblo de la costa
Oraciones atributivas y predicativas Tradicionalmente, las oraciones que poseen un
predicado constituido por cópula (es decir un predicado nominal), se denominan
oraciones atributivas (porque la cópula va seguida de atributo). Sería preferible
llamarlas: oraciones copulativas, pues se forman con ayuda de una cópula.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 205
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Las oraciones cuyo predicado está formado por un verbo no copulativo (V) (esto
es, un predicado verbal) se llaman oraciones predicativas.
Adverbios y sintagmas preposicionales Muchos adverbios equivalen a sintagmas
preposicionales: aquí = en el lugar donde estamos. ayer = en el día anterior al de
hoy: abajo = en lugar inferior al que estamos; así = de esta manera, etc.
• Por ello (aun teniendo en cuenta que otros adverbios no permiten txxxxx;
equivalencia), en la fórmula estructural del predicado, no incluirnos adverbio que puede
acompañar al verbo, aceptando que SPrep puede referirse, por igual, a un sintagma
preposicional (Vino con rapidez) o a un adverbio, el cual sería o podría ser un sustituto
superficial de un SPrep (Vin xxxxxx. rápidamente).
Verbos copulativos Como hemos visto, el predicado nominal se construye con un
verbo copulativo (o cópula) y un atributo. Las cópulas son ser y estar. Están casi
vacías de significación.
• Pero hay otros verbos que poseen más significación, y que también forman
predicados nominales. Pueden desempeñar, por tanto, una función copulativa.
— parecer: Roque parece tonto; Aquel señor parecía el dueño; Ese barco parece
de Japón.
— ponerse: El cielo se puso plomizo; Por nada, se ponía farioso.
— quedarse: La gente se quedó asombrada; El crío se quedó de piedra.
— mantenerse: El puente se mantiene firme; La casa aún se mantiene en pie.
• Hay algunos más de este tipo: llegar a ser, ser tenido por, ser llamado, etcétera.
• Atención: ser, estar y los restantes verbos copulativos pueden funcionar como
verbos normales (V), es decir, sin necesidad de atributo. Entonces, ser significa existir,
estar en un sitio, ocurrir, o suceder y estar significa estar presente o permanecer:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 206
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El atribulo se distingue porque, cuando es nombre o adjetivo, debe llevar el
mismo género y el mismo número que el sujeto: El es alto Ellas son altas.
El acto fue en un teatro, — Ven conmigo, no es lejos. — !Así sea! -- Es que no quiero. —
Mañana estaré en casa. — Ese cuadro está en el Prado. — No estoy para nadie. — No se
parece a él, — Me puse en la fila. — Se quedó a la puerta.
- Se mantiene de milagro.
Complemento predicativo. Comparemos estas dos oraciones:
I. El viento era fuerte.
II. El viento soplaba fuerte.
• Aparentemente, la organización de ambas oraciones es idéntica: fuerte se dice de
viento con la ayuda de un verbo. Ya sabemos que ser es copulativo; su función es unir,
porque prácticamente carece de contenido semántico. Pero soplar es un verbo pleno (V),
con una significación bien definida. No une sólo: aporta a la oración su propio
significado. Tanto es así que si en la oración I quitamos fuerte, se queda incompleta,
porque este adjetivo forma parte del predicado, según la fórmula estructural. En
cambio, si en II prescindimos de fuerte, la oración subsiste.
• Ello quiere decir que son dos estructuras diferentes. En II, fuerte sirve
simultáneamente de complemento al sujeto (viento fuerte) y al verbo (soplaba faene). La
oración I es atributiva; la II, predicativa. En I, fuerte funciona como atribulo, dentro del
predicado nominal; en II desempeña una función simultánea de complemento del sujeto y
del verbo. Esa función se denomina complemento predicativo. Prácticamente, todos los
verbos pueden llevarlo:
Las chicas jugaban alegres en el recreo. — Aquel señor leyó atento el documento.
— El enfermo duerme tranquilo. — Su madre trabaja afanosa. — Ellos me miraron
risueños.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 207
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Estos predicados con complemento predicativo no se forman directamente con la fórmula estructural que hemos dado, sino mediante transformaciones que no son de este lugar.
Naturaleza semántica y estructura del predicado. El predicado, según hemos dicho,
puede ser nominal (El bedel es amable; El bedel está enfermo) o verbal (El bedel viene,
pronto).
• En ambos casos, el predicado afirma, niega o pregunta algo acerca del sujeto. En
muchas ocasiones un mismo significado o contenido semántico puede expresarse, bien
con un predicado nominal (Ese perro es muy ladrador o verbal (Ese perro ladra mucho).
Pero, naturalmente, ello no siempre resulta posible.
• El predicado nominal expresa, semánticamente, maneras de ser o estar, no
acciones propiamente dichas. Si afirmo que Juan es alto o que Juan está triste, Juan no
realiza actividad alguna: en él ocurren procese normalmente sin que se los haya
propuesto.
• Hay. igualmente predicados verbales constituidos por verbos que también
carecen del rasgo semántico [acción], corno vivir-, gustar, palidecí, dormir, etc. Otros, en
cambio, sí lo poseen: andar, correr, venir, perdonar, escribir, etc.
• Tenemos, así, dentro de las oraciones que poseen predicado verbales): dos tipos
diferenciados semánticamente:
• con verbos de estado (carentes del rasgo [acción]); Me gustan , naranjas ;
• con verbos de actividad (poseedores del rasgo [acción]): Subí el baxxxxxxx
• Pero no son éstas las únicas posibilidades semánticas del predicado verbal. Así,
hay verbos que no significan ni estado ni actividad del sujeto. Con la oración Me he
cortado el pelo, quiero decir normalmente que xxxxxxxx lo he hecho cortar en la
peluquería'. Estos verbos con que el sujeto ha de hacer algo se llaman factitivos:
L empresa ha construido nuevos talleres en Játiva.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 208
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El Ayuntamiento ha arreglado las calles.
• Podríamos distinguir muchas clases de predicados verbales más. A los que exigen
sujeto humano (pensar, negociar, licenciarse, etc.) o no hxxxxxxx mano (germinar,
crujir, tintinear, etc.); los que precisan un complemento que designa un objeto ya
existente (He roto el jarrón}, frente a otros que van construyendo el objeto (He escrito
una carta; Alzaron una torre, etc. Insistimos: hay muchas variedades de predicado
verbal. Vamos a fijarnos sólo en una de ellas muy importante: la de aquellos predicados
constituidos por un verbo que requiere forzosamente un complemento.
Transitividad e intransitividad. Llamamos transitividad a la propiedad de ciertos
verbos (llamados verbos transitivos) que les obliga a funcionar complementados
necesariamente por un sintagma nominal.
He leído dos novelas.—¿No guardaste los botones en !a cómoda?—Mi padre comprará
un tractor.— Limpia esa lámpara.
• Este sintagma nominal obligatorio se denomina, como sabemos, complemento
directo, y se construye sin preposición (ejemplos anteriores). Pero hay una excepción:
cuando designa seres humanos va precedido de la preposición a: El médico visitó a los
enfermos; Saludamos a la directora.
Se trata, con todo, de una regla insegura Decimos: La guerra forja héroes, sin preposición, aunque héroes es nombre, con el rasgo [+ humano); y Algunos pueblas adoran al sol, aunque sol lleva el rasgo [ - humano]. El problema no ha hallado aun una formulación gramatical inobjetable. Las excepciones anteriores pueden explicarse porque forjar es verbo que normalmente se construye con complemento [ - humano] (Forjaron esa reja en 1660), mientras que, a la inverna, adorar suele llevar complemento [+ humano) (Adora u sus padres).
• Los pronombres pueden desempeñar la función de complemento directo, cuando
sustituyen a un sintagma nominal que funcionaría como tal:
El médico visitó a los enfermos = Los visitó.
Saludamos a Elena = La saludamos.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 209
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Existen otros verbos que se construyen sin necesidad de complemento directo.
Esta propiedad se denomina intransitividad. y los verbos que la poseen, verbos
intransitivos:
La gallina cacarea. —Estuvimos en el cine.—Juana ha adelgazado.—Los
excursionistas caminaron por la orilla del mar.—Luis charla por los codos,—
Despotrica de lodo lo humano y lo divino.—Los almendros han florecido.
Como vemos, los verbos intransitivos pueden llevar otros complementos, pero siempre
precedidos de preposición.
Complementos comunes a los verbos transitivos e intransitivos. Vemos, pues, que los
verbos transitivos llevan un complemento, el directo, del cual carecen los intransitivos
En cambio, hay otros tipos de complementos que pueden funcionar indistintamente con
unos y otros verbos.
• Así, el complemento indirecto:
— con verbo transitivo:
He contado la verdad a mi padre.--¿Les has regalado algo?
La verdad y algo son complementos airéelos.
—con verbo intransitivo:
El perro ladró al ciclista.- Le regaña frecuentemente.
• O los complementos circunstanciales:
— con verbo transitivo:
Dobló una moneda con los dedos.—¿Venden esos caramelos en la farmacia?
Moneda y caramelos son complementos directos.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 210
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— con verbo intransitivo:
Sonrió con tristeza.—Respira dificultosamente.
Hay verbos, transitivos e intransitivos que exigen obligatoriamente un complemento
preposicional. Un verbo transitivo como sacar lleva obligatoriamente un complemento
directo; por ejemplo: Sacó una navaja. Pero, en la estructura profunda, ese verbo
requiere, para función; con plenitud, un complemento más, construido con preposición.
Sacó una navaja del bolsillo (o del cajón, o de la maleta...)
• Este complemento preposicional obligatorio puede ser indirecto (Perdonó no las
ofensas a sus enemigos) o circunstancial (Sacó una navaja del bolsillo).
• Esa misma propiedad la poseen muchos verbos intransitivos. Así él verbo ir,
requiere forzosamente un complemento preposicional: María: ha ido a la estación. Otros
ejemplos:
Estuvimos en el cine. —Manolo alardea de valiente.—El agua brotó de la peña.—Ya
han salido para Mallorca.
• La moderna gramática denomina esta propiedad común a ciertos verbos transitivos e intransitivos,
rasgo atributivo. Este término es equívoco, pues también llamamos verbos atributivos a ser y estar, según
hemos visto.
Transformaciones en la estructura del predicado y cambios de significación
El predicado de la oración, constituido por el verbo y sus posibles complementos, puede
sufrir modificaciones, es decir, puede transformarse. He aquí un par de transformación
que afectan a los verbos transitivos.
• Transformación de supresión del complemento directo. Ciertos verbos
transitivos pueden presentarse en superficie sin su complemento directo por ser éste
evidente y sobradamente conocido. Sin embargo, ese complemento figura necesariamente
en la estructura profunda:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 211
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
En mi casa, comemos a las tres.
Esos individuos beben a todas horas.
Los carteros reparten por la mañana y por la tarde.
Se asegura que denunció durante la guerra,
Estos verbos se presentan, pues, superficialmente sin su complemento necesario.
Pero observemos que, a la vez, han especializado su significado general. Comer no
significa sólo ingerir alimentos, sino 'tomar la comida principal'. Beber es específica
mente, en ese ejemplo, 'beber vino o licor.
Repartir significa ahí 'distribuir el correo'. Y denunciar, 'delatar a adversarios políticos".
• Transformación pasiva. Las oraciones con verbos, transitivos, en condiciones no
bien especificadas aún por la Gramática, pueden experimentar una transformación pasiva
:
La pálida disolvió la manifestación � LA manifestación fue disuelta por la policía.
El Rey recibirá a los senadores � Los senadores serán recibidos por el Rey.
Decirnos que esta transformación no esta bien especificada por la Gramática porque se ignoran las
circunstancias que la bloquean u impiden en algunos casos:
Yo como sólo verduras -» *Sólo verdinas son comidas por mi.
Mi hermano no lee periódicos -> *Periódicos no son leídos por mi hermano.
• Normalmente, la transformación pasiva no altera el significado general de la
oración, pero si el punto de vista que adopta el hablante. En La policía disolvió la
manifestación, se tematiza, es decir, se hace tema principal de la oración el sujeto agente
(La policía). Al transformar pasivamente esa oración, se tematiza el complemento directo
(La manifestación), convirtiéndolo en sujeto paciente: La manifestación fue disuelta por
la policía.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 212
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
EJERCICIOS DE LA LECCION
I. Constrúyase oraciones (tres de cada tipo) que respondan a las siguientes Fórmulas
estructurales del predicado:
cópula + SAdj V+SN V V+Sprep
2. Dígase a qué fórmula estructural del predicado responden las siguientes oraciones.
El agua circula mal por la cañería.
Julito parece tonto.
Construyó una silla con tres tablas.
Duerme en el suelo sobre una estera.
Su padre llegó a ser campeón.
La niña chillaba de terror.
3. Qué oraciones de la lista anterior son atributivas, y cuáles predicativas
4. Constrúyanse cinco oraciones atributivas y otras cinco predicativas.
5- Qué tipos de complementos acompañan al verbo en las siguientes oraciones:
Javier dio un puntapié a una piedra.
El director salió abatido de su despacho.
Llegamos a Granada a las cinco
El público contempla divertido la escena.
La aviación bombardeó la población civil.
La aviación lanzó bombas a la población civil.
La aviación lanzó bombas sobre la población civil.
6. En las oraciones siguientes, hay verbos activos, factitivos y de estado, distínganse:
Esa zona abunda en pastos.
Ya clarea el día.
La moda ha acortado la falda.
¿Por qué me acusas de mentiroso?
Nerón incendió Ruma.
Los tres niños dormían beatíficamente.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 213
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
La nueva empresa agrandará las naves.
No se que te ocurrió
Me han autorizada o salir.
El enfermo deliraba de fiebre
Su mala fama le cierra todas las puertas.
7. En las oraciones anteriores, dígase qué verbos son transitivas, y cuáles intransitivos.
8. En las siguientes oraciones, hay verbos transitivos o intransitivos que requieren
obligatoriamente (al menos, en la estructura profunda) un complemento preposicional,
y oíros que no. Distínganse:
Yo no intervengo en ese asunto.
Comunicaremos la noticia a todo el mundo
Escribió la novela Con mucha rapidez.
Las huelgas repercuten en la economía.
Ha escondido la llave en la nevera.
Debo añadir algo a lo que has dicho.
Los altavoces aturdían.
Los aviones abastecen de medicamentos a la población civil.
Emprendieron la marcha con buen ánimo.
El orador enardeció a los oyentes.
Nos guarecimos de la lluvia en un portal.
Ese perro muerde.
Corta el pan con el cuchillo.
9. En las siguientes oraciones figuran verbos transitivos sin complemento directo en
superficie. ¿Qué significado peculiar adquieren?
Tres corredores han abandonado hoy.
Están ahorrando mucho.
El abogado recibe de cuatro a siete.
En esa casa vive una mujer que adivina.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 214
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Hay que aguantar mucho en esta vida.
Ese médico visita sólo en su domicilio.
Ese sacerdote celebra a las nueve.
Llegar a donde éI ha llegado, cuesta.
Es un profesor que enseña.
10. Conviértanse en pasivas las siguientes oraciones, y dígase si la transformación es
posible.
Los bordados proporcionan al vestido un valor particular.
A mi nadie me toma el pelo.
El agente multó al camionero.
La empresa ha agotado sus recursos.
Sus palabras encendieron el ánimo de todos.
Unos desconocidos atracaron al taxista.
Los ciclistas corrieron un gran peligro.
Juan le soltó una andanada de insultos.
Por favor, no abrid esa ventana.
Por favor, abrir esa ventana.
Matilde confesó que lo había hecho ella «motu propio».
Se pueda calcular «a grosso modo» que habría allí mil personas.
Ella tenía entonces diez y seis años.
El marcador, a los once minutos de juego, continúa inalterable.
El Tormes y el Pisuerga son afluyentes del río Duero.
El gobierno no preveyó que iba a suceder eso.
Al oír aquello, me se puso un nudo en la garganta.
Yo y tú vamos a jugar en el equipo.
No haremos puente mañana, puesto que hubieron vacaciones
la semana pasada.
Por favor, siéntensen ustedes.
Le dije que fregara los platos y se rehusó a hacerlo.
Nos recibió con la cordialidad que siempre lo hace.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 215
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
La noche que llegué allí estaba nevando.
La fiesta de las fallas alcanza su punto álgido la noche de San José.
Esperarse un poco, que no puedo ir tan deprisa.
REDACCIÓN O DEBATE ORAL
12. Tema: Discútase si es razonable lo que afirma este refrán: «Más vale pájaro en
mano que ciento volando».
Universidad Nacional de Loja -AEAC 216
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
12 A ORACIÓN
SIMPLE Y ORACIÓN COMPLEJA
VALORES DE LA RELACIÓN ORACIONAL
LA COORDINACIÓN
La oración simple. Llamamos oración simple a la que consta de un solo sujeto y de un
solo predicado:
El tren se ha detenido Estalló una revolución en el país.
Las oraciones simples pueden ser muy breves (Luis volverá) o muy largas (La prensa anuncia una nueva representación de «Las galas del difunto» mañana en el teatro Coliseum a las siete de la tarde). Lo decisivo para que sea simple es que posea sólo un sujeto y un predicado.
• La Gramática tradicional consideraba simples las oraciones con dos o más sujetos,
siempre que tuvieran un solo predicado:
Carlos y María vinieron en anión.
Según la moderna Gramática generativa, esta oración no sería simple, sino
compleja, porque, en su estructura profunda, consta de dos proposiciones con forma
oracional:
Carlos vino en avión y María vino en avión
.
• También se admitía tradicionalmente que una oración como la siguiente:
El coche amarillo ha ganado la carrera
es simple. Como vemos, lleva un adjetivo (amarillo) calificando a coche. Según los
gramáticos generativos, se trata de una oración compleja, porque todo adjetivo se
introduce en la oración matriz formando parte de una proposición de relativo. El proceso
transformativo sería el siguiente:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 217
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El coche ha ganado la carrera. El coche es amarillo � El coche que es amarillo ha
ganado la carrera � El coche amarillo ha ganado la carrera.
En el origen de esta oración terminal habría, pues, dos proposiciones.
• El predicado de una oración simple puede llevar verbos auxiliares, sin que esta
deje de ser simple:
El chico continuó llorando El chico se echó a llorar
Continuar y echarse funcionan como verbos auxiliares.
La oración compleja. Proposiciones. Cuando una oración consta de dos o más
proposiciones (es decir, grupos de palabras con sujeto y predicado), se denomina oración
compleja (o compuesta):
Paco se ha levantado tarde porque el despertador no ha funcionado.
Esta oración consta de dos proposiciones:
Paco se ha levantado tarde y El despertador no ha funcionado.
Como vemos, ambas proposiciones tienen forma oracional, porque poseen sujeto
(Paco, el despertador) y predicado (se ha levantado, no ha funcionado). Las llamamos
proposiciones y no oraciones, porque, según ya vimos en la lección 3, reservamos el
nombre de oración para las unidades lingüísticas dotadas de significación que no
pertenecen a otra unidad lingüística superior. Como Paco se ha levantado tarde y El
despertador no ha funcionado forman parte de otra unidad superior (la oración compleja
Paco se ha levantado tarde porque el despertador no ha funcionado), no son oraciones,
sino proposiciones.
• Proposición es una unidad lingüística con estructura oracional (tiene sujeto y
predicado), que forma parte de una oración compleja.
(Yo) Estuve allí y (yo) ví lo que ocurrió
Universidad Nacional de Loja -AEAC 218
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
o sólo el mismo predicado:
Carlos y María vinieron en avión,
• El verbo de la proposición puede ir en forma personal (ejemplos anteriores) o en
forma no personal (infinitivo, gerundio o participio):
Me ha parecido oír otra cosa.
La gente, temiendo algún incidente, se dispersó.
Los ciclistas, fatigados, llegaron tarde a la meta.
Los sujetos respectivos de oír, temiendo y fatigados son, respectivamente, yo, gente y
ciclistas.
Coordinación y subordinación.- En el seno de una oración compleja, las
proposiciones pueden interrelacionarse de dos maneras: mediante coordinación y
mediante subordinación.
• La coordinación se produce cuando entre las proposiciones interrelacionadas no
existe relación de dependencia. Aunque contribuyen a producir un significado superior,
jerárquicamente son iguales:
Ayer por la tarde fui al cine y estudié por la noche.
• Por el contrario, existe subordinación cuando una proposición tiene una jerarquía
gramatical inferior a la de la otra. La proposición subordinada desempeña una función
gramatical respecto de la otra, que se denomina proposición principal. Y así, puede
actuar dentro de ella como
— sujeto: Me alegra que hayas vuelto
— atributo: Ese coche es el que ha ganado
— complemento de un nombre: El aula que tenemos es muy fría.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 219
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Estas y otras funciones las estudiaremos en las lecciones siguientes; porque en esta, vamos a ocuparnos sólo
de la coordinación.
• En la tradición gramatical española, la coordinación se denomina también
parataxis; y a la subordinación se le da el nombre de hipotaxis. Las construcciones
coordinadas son, pues, paratácticas; y las subordinadas, hipotácticas.
En otras tradiciones, estos términos tienen otros significados; se llama parataxis a
la unión de dos proposiciones (coordinadas o subordinadas) sin conjunción. (Te ruego
vuelvas: es lo que, entre nosotros, se llama yuxtaposición, según vamos a estudiar ahora
mismo. Y se denomina hipotaxis a la unión mediante conjunciones (Te ruego que
vuelvas). Como si Cuestionario no aclara esta cuestión, seguimos en la terminología la
tradición española.
La yuxtaposición. Muy frecuentemente, tanto las proposiciones coordinadas como las
subordinadas van unidas por conjunciones:
Aposté y gané.—Lo esperamos pero no ha llegado aún.—Discutes siempre aunque no
tengas razón.—Lee las instrucciones para que no se le olvide nada.
• Pero, en ocasiones, las proposiciones se suceden en la oración sin ninguna
conjunción que las relacione. La relación la establecen mentalmente el hablante y el
oyente:
Intenté telefonearle; no estuvo en casa iodo el día. Van a darme un certificado; me lo
entregarán mañana. Carlos es estudioso; aprobará.
• A esta relación sin conjunciones explícitas la llamamos yuxtaposición; y a las
proposiciones que así se relacionan, proposiciones yuxtapuestas.
• La yuxtaposición no se opone a la coordinación o a la subordinación, no es cosa
distinta. Es sólo una manera de construir las proposiciones coordinadas o subordinadas.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 220
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Sólo ocurre que, a veces, por carecer de conjunciones, que son los signos destinados a
informar explícitamente sobre el tipo de relación, se puede dudar acerca de si esta es
coordinativa o subordinativa.
• En la oración Intenté telefonearle; no estuvo en casa todo el día, la relación parece
ser de coordinación adversativa:
Intenté telefonearle [pero] no estuvo en casa todo el día.
En el segundo de los ejemplos anteriores, existe coordinación copulativa:
Van a darme un certificado [y] me lo entregarán mañana.
En cambio, en el tercero, la relación que une a las proposiciones parece ser de
subordinación consecutiva:
Carlos es estudioso; [por tanto] aprobará.
Pero podría ser también de coordinación copulativa:
Carlos es estudioso [y ] aprobará.
Proposiciones coordinadas: sus clases.
El esquema normal de una oración compleja formada por dos proposiciones coordinadas es el siguiente: O
Proposición 1 Conjunción Proposición 2 ¡ ¡ ¡ ¡ Yo fui al cine y Martha se quedó en casa
• Las proposiciones coordinadas pueden dividirse en varios grupos, caracterizados
por la presencia de conjunciones distintas:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 221
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— Copulativas (se suceden sumando sus significados) :
Discutieron y riñeron. — Ni habla ni come.
— Disyuntivas (presentan opciones que se excluyen):
¿Vienes con nosotros o vas con ellos? —¿Dices la verdad u ocultas algo? — Me lo
prestas o bien te lo compro.
— Adversativas (una proposición corrige a la otra):
Es serio pero muy simpático.— Lo pretendió, mas no lo logró. — Me dice que lo tutee,
aunque no me atrevo. — Estudia mucho: sin embargo, no aprueba. —No te quejes;
antes (o antes bien) debes estarle agradecido.— Has tenido dos faltas; por lo demás, el
ejercido está bien.— No pierde belleza, sino que está cada día mas guapa.— La película
es muy famosa; con todo, no la encuentro amena.— No me parece bueno; más bien yo
diría que es todo lo contrario.— No tengo nada que hacer, fuera de (o excepto o salvo)
echar estas cartas. —Lo hace bien todo, menos reír. --El fuego se extendió mucho; no
obstante, pudo atajarse.
— Distributivas (presentan acciones alternativas que no se excluyen):
Estos días, ya llueve, ya hace sol.—Tan pronto canta como ríe.—
Una canta, la otra baila.—Ese individuo, bien fuma sin cesar. bien se pasa dos meses sin
encender un pitillo.
— Explicativas (una proposición aclara el significado de la anterior):
Le hizo un quite, esto es, se llevó el toro. —Las gaviotas son aves acuáticas, es decir,
viven en el agua.
Consideremos por separado algunos casos particulares de estas relaciones.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 222
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Proposiciones copulativas. La principal conjunción copulativa es y; pero pueden
emplearse con el mismo valor amén de, junto con, además de:
Lola, amén de otras chicas, salió despavorida,-—Pablo, junto con sus amigos, me
acompañó hasta casa. — El director, además de los profesores, asistió al acto.
• Estas y otras locuciones conjuntivas expresan, pues, 'adición' o 'combinación'. La
'combinación' aparece clara en ejemplos como
Han subido mi baúl Ignacio y Ramón;
pero otras veces hay que reforzarla con entre (que forma con y una locución conjuntiva
discontinua):
Entre Ignacio y Ramón resolvieron el problema.
• Algunos gramáticos (como Staal, 1963} reconocen en y un valor subordinado
consecutivo:
Tomó arsénico y murió.
Jugaron con mucho brío y ganaron el partido.
En efecto, y establece ahí la misma relación que las locuciones conjuntivas
consecutivas:
Tomó arsénico; por consiguiente, se murió.
Jugaron con tanto brío que ganaron el partido.
Proposiciones disyuntivas Hemos dicho que se excluyen entre sí: ¿Te pones la
gabardina o el abrigo? Sin embargo hay casos en que no se produce exclusión: Tal vez
vengan hoy mi hermano o mi primo (pueden venir los dos).
Universidad Nacional de Loja -AEAC 223
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Y existe un uso de o con valor explicativo, en que las proposiciones se presentan
como portadoras de un significado equivalente:
Juan estudia la ciencia que se ocupa de los peces o Ictiología.
La Sexta Sinfonía o Pastoral fue muy bien interpretada.
Aquí, la opción se establece entre los nombres, no entre las cosas (porque sólo hay una). Podríamos expresar lo mismo con las locuciones conjuntivas explicativas: Juan estudia la ciencia que se ocupa de los peces, esto es, Ictiología. — La Sexta Sinfonía, es decir, la Pastoral fue muy bien interpretada.
Compatibilidad semántica entre las proposiciones coordinadas. Aunque
aparentemente la coordinación es una estructura sintáctica bastante sencilla, presenta una
gran complejidad que no ha podido ser resuelta aún por los gramáticos. En efecto, no
todas las oraciones pueden coordinarse, aunque tengan el mismo sujeto y el mismo verbo.
Obsérvese la imposibilidad de las siguientes oraciones:
* Luis es rubio y [es] concejal.
* Clotilde hace las camas o piensa escribir un libro.
* Unos se cortaban las uñas pero otros combatían en Palestina.
* Era de noche; sin embargo, llovía.
• Son problemas en que trabajan semantistas y lógicos. En principio, y
provisionalmente, podemos señalar que para que la coordinación sea posible, se
necesita:
— La compatibilidad entre sus proposiciones. Dos términos son compatibles cuando
no se excluyen. Será imposible decir * Manolo trabaja y no trabaja; podremos decir, en
cambio, Manolo trabaja y estudia (o se ríe, se divierte, canturrea, etc.).
— Una relación alternativa entre ellas; no pueden decir lo mismo. Resulta imposible
decir: * ¿Cumples los años en agosto o durante el verano?; *Se detuvieron todos los
coches y todos los automóviles de la calle.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 224
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— Una relación de coherencia: los elementos relacionados deben ser objetos, acciones,
cualidades, etc., con los que se pueda responder a una misma pregunta. Así, a la pregunta
«¿Qué cualidades físicas tiene Luis?», podremos contestar: «Es rubio (o bajo, miope,
pati-corto, etc.)». Todas esas proposiciones podrán coordinarse:
Luis es rubio y alto Luis es rubio y miope.
Luis es bajo y pasicorto Luis es bajo y miope, etc.
En cambio, a aquella pregunta no podremos contestar «Luis es concejal», porque
concejal no constituye una cualidad física; y esta respuesta, por tanto, no puede
coordinarse con ninguna de las anteriores.
A la pregunta «¿Qué acción realiza Clotilde?» corresponden respuestas Hace las camas,
Escribe una novela. Estudia en la Universidad, etcétera, porque son acciones. Pero
«pensar escribir un libro» no es una acción, y no puede coordinarse con ninguna de las
restantes respuestas.
— Una relación de oposición, en el caso de las proposiciones adversativa., El que unos
se corten las uñas y otros combatan en Palestina no son acciones opuestas, no se enfrentan
entre sí. Tampoco hay oposición ni enfrentamiento en los hechos de que sea de noche y
de que llueva. No es, pues, posible coordinar tales acciones.
• Insistimos en que estas cuestiones, afrontadas recientemente por la Gramática,
distan de estar resueltas.
Las construcciones paratáctica e hipotáctica en los textos. Tanto la parataxis
(coordinación) como la hipotaxis (subordinación) abundan en el idioma oral y en la
lengua escrita.
• En general, la parataxis es menos compleja que la hipotaxis, y se presta a una
mayor viveza expresiva. Una oración paratáctica corno Han chocado dos autos y ha
habido tres heridos resulta más viva y coloquial que Han chocado dos autos, a
consecuencia de lo cual ha habido tres heridos. Pero, en la mayor parte de los casos no
Universidad Nacional de Loja -AEAC 225
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
es posible optar, ya que el significado de las oraciones y su ordenación en el discurso
obligan a la construcción coordinativa o subordinativa.
• Sin embargo, al escribir sobre todo, no conviene abusar de esta última. Es mejor
construir párrafos cortos que no fatiguen al lector. En el siglo XIX fue normal la
preferencia por largos párrafos plagados de construcciones hipotácticas, que hoy nos
parecen hinchados y desmesuradamente retóricos. He aquí un fragmento típico,
correspondiente a un panfleto anónimo de 1848, en que las proposiciones paratácticas e
hipotácticas se entrelazan en un interminable párrafo (marcamos los nexos coordinativos
en cursiva y los subordinativos en negrita):
«Somos los primeros en confesar que la civilización ha progresado, que « han hecho grandes adelantamientos en punto de gobierno; más conviene advenir que no se deben a esos sistemas quiméricos y absurdos, ni a estas visiones pueriles, ni a estas teorías vanas que en diferentes épocas, o de tiempo en tiempo, se han presentado por hombres más bien de imaginación caldeada que de juicio y reflexión madura, sino que son obra del tiempo y de la experiencia y de ese poder irresistible, [que es] inherente a nuestra naturaleza[…] que, a manera del desarrollo producido por la vegetación, da sabrosos ; abundantes frutos, si no se la precipita y si se tiene paciencia para aguardar su completa razón, pero que los rinde desabridos y perjudiciales si se atropella la vegetación y quieren cogerse los frutos verdes o antes de tiempo.»
• Como contraste, léase este fragmento de un discurso político de J. Ortega y Gasset
(1914), y obsérvese la parvedad de nexos hipotácticos:
«Una nación no se hace sólo con un verso, con un razonamiento o con un párrafo que le ocurre a un orador; es una labor de lodos los días, de todos los instantes, labor sobre la cual hay que extender como un calor, como un amor que haga fructificar a su tiempo la semilla y la acompañe en su expansión. Y esto ¿dónde está preparado? ¿Cómo es posible que en el estado actual de los partidos políticos se pueda encontrar amparo para esas delicadísimas, oscuras, nobles labores de competencia?
Asíndeton y polisíndeton polisíndeton.- El término asíndeton equivale a
yuxtaposición, es decir, a la unión de proposiciones (unidas por relación coordinativa o
subordinatiua) sin conjunción. Así asíndeton se opone el polisídeton o unión de
proposiciones mediante abundantes nexos conjuntivos.
• He aquí nuevos ejemplos de asíndeton (o yuxtaposición):
Se calló: no sabia contestar.
Hace frío; encenderemos la estufa.
Llegamos por fin; eran las seis.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 226
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
No es caro; es carísimo.
Hazme caso, le irá bien.
• Y he aquí otros de polisíndeton:
Me he comprado unos zapatos y un bolso y unos guantes y un paraguas...
Tengo que suspenderlo porque no ha contestado a algunas preguntas,
porque ha contestado mal, porque el ejercicio es desordenado y porque ha cometido
tres faltas de ortografía.
• El empleo del asíndeton y del polisíndeton no puede regularse gramaticalmente;
obedece a intenciones estilísticas por parte del hablante o del escritor muy difíciles de
prever.
• Así, al escribir Fernando de Herrera (1534-1597) polisindéticamente
Y el santo de Israel abrió su mano,
y los dejó, y cayó en despeñadero
el carro y el caballo y caballero,
separa con la repetida conjunción y una serie de acciones para que el lector las contemple
aisladamente. Desea, pues, ponerlas de relieve. Lo mismo pretende Miguel Delibes
(1962) en el siguiente texto:
Aún no calentaba el sol y las chimeneas alentaban lánguidamente un humo blanquecino
y el áspero aroma de la paja quemada se cernía sobre el pueblo como un incienso
pega/uso.
Efecto muy parecido (clara diferenciación de las oraciones) logra Federico García
Lorca (1930):
Universidad Nacional de Loja -AEAC 227
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Entonces, "La Niña de los Peines» se levantó como una loca, tronchada igual que una
llorona medieval, y se bebió de un trago un gran vaso de cazalla como fuego, y se sentó a
cantar sin voz, sin aliento, sin matices, con la garganta abrasada, pero... con duende.
• El asíndeton se presta quizá a intenciones más variadas. En los siguientes versos,
Fray Luis de León (1527-1591), evocando la pérdida de España, exhorta al rey don
Rodrigo para que vaya a luchar contra los árabes que han iniciado la conquista de la
Península. La falta de conjunciones comunica una sensación de urgencia, de prisa, de
alarma:
Acude, corre, vuela,
traspasa el alta sierra88, ocupa el llano ;
no perdones la espuela89,
no des paz a la mano,
menea fulminando el hierro insano90
— He aquí otro breve pasaje de Francisco Umbral (1977):
A media tarde salía por Madrid a hacer eso que se ha llamado vida literaria. Un poco de Ateneo, un poco de pintura, un poco de conferencia, un poco de flirteo, un poco de cóctel.
Este complemento (un poco de cóctel) podría ir unido al anterior con la conjunción y,
puesto que es el último. El autor prefiere el asíndeton, pues con y parecería que era eso,
siempre eso y sólo eso lo que hacía. Prescindiendo de la conjunción, sugiere al lector que
hacía esas cosas, entre otras, y no por ese orden, y no todas las tardes. La construcción
asindética favorece, pues, en las enumeraciones, el propósito de no ser completo ni
enteramente preciso. Son como pinceladas sueltas, significativas pero no totales.
— Semejante intención impresionista puede advertirse en esta otra serie asindética de
Unamuno (1933):
88 . Hoy diríamos la alta 89 . Es decir, espolea a tu caballo para correr más 90 . El hierro insano, la espada
Universidad Nacional de Loja -AEAC 228
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El me enseñó a vivir, él nos enseñó a vivir, a sentir la vida, a sentir el sentido de la vida, a sumergirnos en el alma de la montaña, en el alma del lago, en el alma del pueblo de la aldea, a perdemos en ellas para quedar en ellas. — Muchas veces, el escritor manifiesta su intención de no enumerar la totalidad
empleando puntos suspensivos, como hace aquí Juan Ramón Jiménez (pero no es
necesario, según hemos visto en los ejemplos anteriores):
“Se oyó en el silencio la hora lenta que daba el reloj en la torre del pueblo, el menudo
cantar de un mosquitito, el venir del agua en el regato...»
EJERCICIOS DE LA LECCIÓN
1. Cuáles de estas oraciones son simples, y cuáles complejas. Justifíquense las
respuestas.
Hemos pintado la cocina y el pasillo.
Aterrizó el avión con mucho retraso en Sondica.
Le afeó la conducía por mentiroso, por falso.
El conserje y los bedeles han respondido lo mismo
No lo dije yo, sino él.
Pasa las lardes en la biblioteca a en el casino.
Apenas si descansamos en aquel hotel tan ruidoso.
Quisimos ir pero no pudimos.
Algunos iban en coche; los más, a pie.
Me parece que es ya muy tarde.
Sabe hacerlo todo menos estar callado.
¿Hay entre esas oraciones algunas construidas mediante yuxtaposición?
Marchémonos cuanto antes: va a llover.
El barco llevaba trece tripulantes a bordo, y le ha sido confiscada toda la pesca y los
aparejos.
Ninguno de los asistentes quisieron dar sus nombres.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 229
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Los asaltaron unos individuos que ocultaban sus caras en unos pasamontañas.
Se han cancelado todos los permisos y ordenado volver a todos los funcionarios.
Ese partido se distingue por su negativa al colectivismo.
Un gentío ocupaba el salón, que siguió atentamente la conferencia.
La Junta de Andalucía fue constituida el sábado en la iglesia de San Felipe, Neri.
REDACCIÓN O DEBATE ORAL
11. Tema; Discútase la siguiente afirmación de Miguel de Unamuno (1919):
«Grosería y no otra cosa es hablar de modo que no lo entiendan todos los que a uno le
oyen, cuando se puede hablar de modo que lo entiendan todos».
Universidad Nacional de Loja -AEAC 230
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
13 A LA SUBORDINACIÓN
SUSTANTIVA Y ADJETIVA
Clases de proposiciones subordinadas. Repasemos algunos conceptos que
debieron quedar claros en primer curso de Bachillerato.
• Veíamos en la lección anterior que se produce relación subordinativa cuando una
de las proposiciones (la subordinada desempeña una. función gramatical respecto de la
otra, que es la proposición principal. Es decir, cuando funciona como sujeto, como
complemento xxxxxxxxx de la principal.xxxxxxxxxx
• Ello permite clasificar las proposiciones subordinadas en tres tipos
— las que desempeñan una función típica del nombre: proposición sustantivas;
— las que asumen funciones características del adjetivo: proposición adjetivas o de
relativo;
— por fin, las que funcionan como adverbios: proposiciones adverbial
• En esta lección sólo vamos a ocuparnos de las proposiciones sustantivas y
adjetivas.
Proposiciones sustantivas: sus funciones. Equivalen, según acabamos de decir, a
nombre o sustantivo; por tanto, podrán desempeñar las mismas funciones que el nombre.
— sujeto de la principal: Me entristece que mientas tanto
—- atributo del sujeto;(Yo} estoy que me subo por las paredes (=furioso:
— complemento de un sustantivo: He perdido la esperanza de que vuelva
— complemento de un adjetivo: Estábamos seguros de que aprobaría
— complemento directo de un verbo: Eugenio ha dicho que lo llamé
Algunos gramáticos piensan que hay también proposiciones sustantivas en función complemento indirecto; serían las finales del tipo Sube al piso de arriba a que nos presten. Preferimos considerarlas como subordinadas adverbiales.
• Todas estas funciones (y alguna más) puede desempeñarlas también un infinitivo
(véase la lección 7} el cual constituye así una proposición subordinada sustantiva:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 231
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Le agrada pasear (sujeto).—Hablar bien es decir las cosas con exactitud (atributo), —
Tengo la seguridad de acertar (compl. de un sustantivo).
Estoy seguro de acertar (compl. de un adjetivo). —Quiero ir (compl. directo de un
verbo).
La proposición sustantiva como sintagma nominal. Podemos considerar, pues, la
proposición sustantiva como un sintagma nominal (SN), puesto que desempeña
funciones típicas de este. En la lección 3 decíamos que el SN se componía
fundamentalmente de un determinante y un nombre (N). Pero ahora vemos que SN
puede estar constituido por una proposición (SN�proposición). Y cabe también que esté
constituido por un SN seguido de una proposición: E1 hecho (SN) de que hayas venido
(proposición). Como vemos, de funciona como nexo. Debemos pues, ampliar la regla
que permite construir el SN:
Determinante + N (el viento)
SN-- proposición (…que lo llames)
SN + preposición (el hecho de que hayas venido)
He aquí las respectivas representaciones gráficas:
SN SN SN Det N Proposición SN Proposición | | | | | | det N el viento
que lo llames el hecho (de) que hayas venido
El nexo de las proposiciones sustantivas.- Las proposiciones sustantivas con verbo en
forma personal (esto es, cuando no van en infinitivo) se unen a la principal con la
Universidad Nacional de Loja -AEAC 232
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
conjunción que. Esta conjunción es normal también en las subordinadas adverbiales: se
define por ello como nexo de la subordinación.
• Unas veces, que no va precedida de preposición (Me entristece que mientas
tanto); otras, sí (He perdido la esperanza de que vuelva): depende de la función que
desempeña.
• ATENCIÓN: en función de complemento directo nunca lleva preposición. De
ahí que sea extremadamente incorrecta la tendencia, cada vez más difundida, a construirlo
con de:
* Me dijo de que no me preocupara.
* Estoy pensando de que sería mejor abrir aquí una ventana.
* Nosotros opinamos de que hacer eso no nos conviene.
Es el vicio del «dequeísmo», a que ya nos hemos referido en otra ocasión; se está
extendiendo simultáneamente en España y en América. Afecta, sobre todo, a los verbos
que significan 'decir', 'pensar' y 'mandar'.
• Naturalmente, la preposición de puede preceder a la conjunción que cuando la
proposición sustantiva no funciona como complemento directo.
Estoy persuadido de que tengo razón (compl. de un adjetivo).—Expresa. la opinión de
que eso no nos conviene (compl. de un nombre).
Cómo distinguir conjunción “que” del pronombre “que”. Según veremos enseguida
—y ya sabemos— el pronombre que sirve también de nexo para las proposiciones
relativas:
El reloj que han puesto en la calle funciona mal
• No debemos confundir el pronombre relativo que con la conjunción que
Universidad Nacional de Loja -AEAC 233
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
- Que, cuando es pronombre, se refiere siempre a un nombre anterior, (lo sustituye
dentro de la proposición de relativo):
El reloj funciona mal
���� El reloj que han puesto en la calle
funciona mal
han puesto un reloj en la calle
- Que, cuando es conjunción, no se refiere a ningún nombre anterior.
Espero que me escribas.
• Prácticamente, podemos resolver la duda así: cuando que puede ser sustituido por
el cual (la cual, los cuales o las cuales), es pronombre; en caso contrario, es conjunción.
• Comparemos estas dos. oraciones:
I. No me gusta la posibilidad de que ( = la cual) el presidente ha hablado
II. No me gusta la posibilidad de que el presidente haya hablado.
En I, que es pronombre relativo (puede sustituirse por la cual); en II, es conjunción. Ambas oraciones significan cosas bien distintas. Esquemáticamente, sus respectivas estructuras profundas pueden representarse así; O O
I II
SN SN SV SV No me gusta no me gusta SN Proposición SN Proposición Det N ¡ ¡ El presidente ha hablado el presidente ha hablado De la posibilidad ¡ la posibilidad ¡ La posibilidad ¡ ¡ --------------------------------- ----------------------------- la posibilidad de que el la posibilidad de que el presidente presidente ha hablado haya hablado
Universidad Nacional de Loja -AEAC 234
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Como vemos, en I, la proposición que forma parte del SN sujeto repite este sujeto (la posibilidad); por ello, en la estructura superficial vuelve a aparecer reproducido por el pronombre relativo que En II, la proposición no contiene el SN sujeto, no se refiere a el; y que, en la estructura superficial es conjunción.
Estilo directo e indirecto Cuando una proposición sustantiva funciona como
complemento directo, y el verbo de la oración principal significa 'acción que se realiza
hablando o pensando; la proposición principal puede presentar dos formas llamadas estilo
directo y estilo indirecto.
• En el estilo directo, la proposición subordinada reproduce literalmente (esto es,
al pie de la letra) lo que yo u otra persona hemos dicho o pensado :
Tú me dijiste exactamente: No me interesa ir con vosotros mañana. Yo pensé: Si entro
por la ventana, no me verán.
• En e! estilo indirecto se reproduce lo dicho o pensado mediante transformaciones
gramaticales; y la proposición subordinada se une a la oración principal con la conjunción
que:
Tu me dijiste exactamente que no te interesaba venir con nosotros hoy Yo pensé que si
entraba por la ventana, no me verían.
Como vemos, estas transformaciones afectan principalmente al verbo (que cambia
de persona, tiempo y, a veces, modo), al pronombre (me -te), y, en ocasiones, también al
adverbio (mañana - hoy)
• A veces, se suprime la conjunción que cuando el verbo principal y el subordinado
están próximos: Te suplico que me digas la verdad - Te Suplico me digas la verdad,
• También se puede suprimir si se trata de una oración interrogativa indirecta, y
figura en la pregunta una palabra interrogativa (¿quien?, ¿cómo?, ¿dónde?, etc)
Universidad Nacional de Loja -AEAC 235
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Me preguntó (que) quién era yo. — Te he preguntado (que) cuántos hermanos
tienes y (que) dónde vives.
Estilo indirecto libre En la literatura (sólo en la literatura) existe otra manera de
reproducir los dichos y pensamientos propios o ajenos, denominada estilo indirecto
libre:
Se arrepintió de sus sospechas: confiaría en ella, tenía que confiar.
Como vemos:
— al igual que en el estilo directo, hay pausa (representada por los dos puntos) delante de
la secuencia que manifiesta el pensamiento del personaje (que es lo que va en estilo
indirecto libre);
— a diferencia de lo que ocurre en los estilos directo e indirecto, falta el verbo introductor
(dijo, pensó, etc.); y al igual que en el indirecto, hay transformaciones gramaticales.
• En estilo directo, se expresaría así:
Se arrepintió de sus sospechas y decidió: Confiaré en ella, tengo que confiar.
Y en indirecto, de esta otra manera:
Se arrepintió de sus sospechas y decidió que confiaría en ella, que tenía que confiar.
• Nos referimos más detalladamente a este artificio literario en las páginas
correspondientes al Arte de escribir.
Proposiciones adjetivas. Recomendamos repasar la lección 5, en que ya hemos
expuesto algunas nociones fundamentales sobre este tipo de proposiciones adjetivas o de
relativo. Hemos visto allí, en efecto, que:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 236
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— siempre complementan a un nombre (igual que los adjetivos), al que llamamos
antecedente:
Las flores que me regalaron están ya secas
— los pronombres relativos, que, quien y cual (-es), sirven de nexo, para insertarse en la
oración matriz que contiene el antecedente:
Ha llegado Juan, que nos ha traído buenas noticias.
Ha llegado Juan, quien nos ha traído buenas noticias.
Ha llegado Juan, el cual nos ha traído buenas noticias.
— a veces sirven de nexo los adverbios relativos donde, como, cuando:
Había un agujero, por donde se escapó. —Ignoro la manera como lo hizo.-Ya no
recuerda los días cuando decía lo contrario (más frecuente en América).
— el pronombre cuyo (-a, -os, -as) funciona como relativo-posesivo
Ese piso cuyas ventanas aparecen cerradas está en venta.
— existen proposiciones de relativo explicativas (El concejal, que había; sido atacado,
dimitió) y especificativas (El concejal que había sido atacado dimitió).
— puede haber proposiciones de relativo sin antecedente expreso:
Quien lo sepa, que lo diga, — Los que vengan, que entren.
• Vamos a ampliar algunas noticias sobre esta clase de proposiciones
Los pronombres relativos y sus antecedentes.- El pronombre que reproduce
antecedentes significa personas, animales y cosas:
El taxista que nos ha traído era muy simpático.
Los perros que había allí eran mastines.
El rosal que planté no ha prendido.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 237
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• En cambio, quien sólo puede llevar antecedentes personales:
Hemos jugado con los de tercero, a quienes hemos ganado por dos a uno. Vivió con su
abuela, quien le dejó toda su fortuna.
Hasta el siglo XVIII, quien se empleaba, como que, para reproducir antecedentes
personales y no personales, como puede verse en este ejemplo de Cervantes: «Quiérote
mostrar las, maravillas que este transparente alcázar solapa, de quien [antecedente:
alcázar] yo soy alcaide y guarda mayor perpetuo, porque soy el mismo Montesinos, de
quien [antecedente: Montesinos] la cueva toma nombre». En la lengua actual, emplear
quien con antecedente no personal se considera gran incorrección.
• A veces, quien se refiere a antecedentes que, sin ser estrictamente personales,
implican sin embargo el significado de personas:
El presidente hablará al Congreso, a quien explicará el plan energético. Hoy
expondrán su postura en la ONU Francia e Inglaterra, de quienes no cabe esperar
grandes sorpresas.
Pero sería preferible utilizar al cual o al que, y de las cuales, respectivamente.
• Quien debe ir en plural (quienes) si su antecedente es plural. Deben evitarse
construcciones como estas:
* San los únicos amigos a quien se lo he dicho.
* Me encontré con unos compañeros, con quien estuve charlando un rato.
En ambos casos, quienes es de rigor.
• El cual, la cual, los cuales y las cuales pueden llevar antecedente personal y no
personal:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 238
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Descarriló un vagón, en el cual viajaban cuarenta niños.—He dado el recado a la
telefonista, la cual ha quedado en comunicárselo.— Vi a mis primos, los cuales no sabían
nada de eso.—Nos han prestado tres bicicletas, con las cuales nos iremos a Tudela.
Observaciones sobre el empleo del “cuyo”. En la lección 5 (ejercicio 7) hemos
prevenido ya contra el mal uso que se hace de cuyo en frases como estas:
* La crisis obedece a muchas causas, cuyas cansas hay que analizar.
* Ha ocurrido un accidente, de cuyo suceso informaremos pronto.
Son desechables estas frases porque, en ellas, cuyo carece del significado posesivo que le
es propio. Serían, en cambio, correctas estas otras:
La crisis obedece a muchas causas, cuyos orígenes hay que analizar.
Ha ocurrido un accidente, de cuyas circunstancias informaremos pronto.
• Nótese que cuyo no se emplea apenas en la lengua coloquial, la cual lo sustituye
por que su (es decir, distribuyendo en un relativo y en un posesivo las funciones que
acumula cuyo):
* He estado con aquella chica que su padre es notario.
Se trata de un vulgarismo evitable; y, por supuesto, inaceptable en la lengua escrita.
• El insigne gramático venezolano Andrés Bello censuraba, con mucha razón, por ejemplo de las expresiones para (o a) cuyo fin, a cuyo efecto, con tuyo objeto: Se construirá un monumento, para cuyo fin (o a cuyo fin) se va importar mármol de Carrara. El pago de las pensiones empezará mañana, a cuyo efecto se han dado las oportunas instrucciones. Se pretende ampliar el comercio con Portugal con cuyo objeto se ha desplazado una comisión a aquel país. Tampoco cuyo mantiene en estas expresiones su valor posesivo fundamental. Eso mismo podría decirse mejor de esta manera: Se construirá un monumento, con destino al cual se va a importar mármol de Carrara. El pago de las pensiones empezará mañana; se han dado las oportunas instrucciones
Universidad Nacional de Loja -AEAC 239
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
para ello.- Se pretende ampliar el comercio con Portugal; con tal finalidad se ha desplazado una comisión a aquel país.
Origen generativo de las proposiciones de relativo. Como sabemos, las proposiciones
de relativo pueden ser especificativas y explicativas:
ESPECIFICATIVAS;
El guardia que nos vio nos puso una multa.
El médico de quien le hablé ayer es amigo de mi padre.
La puerta por la cual entramos era la de servicio.
EXPLICATIVAS:
El guardia, que nos vio, nos puso una multa.
El médico, de quien te hablé ayer, es amigo de mi padre.
La puerta, por la cual entramos, era la de servicio.
• Obsérvese que, en función especificativa, quien y el cual se construyen siempre precedidos de preposición. En función explicativa, esto no es necesario": Mariana y Laura, quienes estaban allí, nos lo contaron. Mariano y Laura, los cuales estaban allí, nos lo contaron.
Sería absolutamente incorrecto decir o escribir:
* Unas personas quienes estaban allí nos los contaron. * Unos ciclistas los cuales se cayeron resultaron heridos
• Las estructuras profundas de las proposiciones explicativas y especificativas son
muy diferentes. A la oración Las mujeres, que estaban esperando, protestaron (en la que
figura una proposición de relativo explicativa) corresponde la siguiente estructura
profunda:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 240
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
O
Proposición 1 Proposición 2
SN SV SN SV
Determinante N Protestaron determinante N estaban esperando
¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ las mujeres las mujeres
La transformación (que conducirá a la estructura superficial) consiste en incrustar
la proposición 2 en la proposición 1 (matriz), tras el nombre (mujeres}, con el pronombre
que y entre pausas:
Las mujeres, que estaban esperando, protestaron.
Esas pautas se justifican porque la proposición explicativa (2) es constituyente
inmediato de O, y tiene, por tanto, la misma jerarquía respecto de la de (1): con las pausas
preserva esa jerarquía.
• En cambio, a la oración Las mujeres que estaban esperando protestaro, con proposición de relativo especificativa, corresponde esta otra estructura profunda:
O SN SN SN Proposición protestaron Determinante N SN ¡ ! ¡ ! Det N ! ¡ ¡ ¡ estaban esperando ¡ ¡ ¡ ¡ Las mujeres las mujeres
Universidad Nacional de Loja -AEAC 241
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Como vemos, la proposición especificativa no es constituyente inmediato de O,
sino del SN; por ello, no puede llevar pausas (no podemos separar un adjetivo del nombre
al cual califica: paraguas verde y no * paraguas, verde). La transformación suprime el
segundo SN (las mujeres) que repite al primero; e incrusta la proposición dentro del SN
con el relativo que:
Las mujeres que estaban esperando prostestaron.
Origen generativo de los adjetivos explicativos y especificativos. Vimos también en la
lección 5 que existen adjetivos especificativos (La torre alta es la de Santa María) y
explicativos o epítetos: La alta torre domina el caserío). Del primero no puede
prescindirse, del segundo, sí.
• Advertíamos también que, desde el punto de vista de la Gramática Generativa,
todo adjetivo unido a un nombre procede de una proposición de relativo existente en la
estructura profunda. Pues bien, se admite que el adjetivo especificativo resulta de
transformar (mediante supresiones) una proposición de relativo especificativa:
La torre que es alta es la de Sama María -» La torre alta es la de Santa María.
Y que el epíteto posee en la estructura profunda una proposición de relativo explicativa:
La torre, que es alta, domina el caserío -> La torre, alta, domina el caserío.
Opcionalmente, el epíteto puede anteponerse al nombre (La alta torre domina el
caserío); pero puede mantener su posición entre pausas: Jaime, digno, se negó a aceptar.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 242
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
EJERCICIO DE LA LECCION
1- Dígase qué funciones desempeñan las proposiciones subordinadas sustantivas que
hay en las siguientes oraciones:
No la creo capaz de entender eso.
La radio anunciará está noche que el acto ha sido suspendido.
Estás que no das pie con bola.
¡Qué tormento es no poder dormir!.
Yo tenía la intención de que nos acompañaseis.
Le dolió que no te acordases de su cumpleaños.
Esas nubes rojas son señal de que mañana va a llover.
2- Distíngase el que conjunción y el que pronombre relativo en tas siguientes
oraciones:
El rumor que corre es que está enfermo.
Aseguró que estaría en casa y que podíamos ir a cualquier hora.
¡Que no me lo creo, vamos, que no me lo creo '.
El que lo sepa que lo diga.
¿Así que se han casado?
¿Sabes que aquel individuo que vino el domingo ha vuelto hoy?
¡Esos que están hablando, que se callen!
11. En el siguiente texto, abundan excesivamente la conjunción y el pronombre que
y los adverbios acabados en -mente. Redáctese de otro modo más elegante.
En estas conversaciones que anunciamos y que comenzarán próximamente
intervendrán posiblemente los mismos ponentes que actuaron la otra vez que tuvieron
lugar, que propondrán colectivamente sus argumentos. Se espera que asista no menos
público que en aquella ocasión, y que participe activamente en el coloquio.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 243
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
REDACCIÓN O DEBATE ORAL
12. Tema: ¿Sustituirán los medios audiovisuales a la lectura?
Universidad Nacional de Loja -AEAC 244
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
14A LA SUBORDINACIÓN ADVERBIAL (I)
Subordinadas adverbiales Decíamos en la lección anterior que llamamos
proposiciones subordinadas adverbiales a aquellas que dentro de la oración, funcionan
como un adverbio. Expresan, por tanto, circunstancias de la acción del verbo principal,
como
— tiempo: Yo estaba allí cuando sucedió
— modo: Habló como cabía esperar de él
— causa: Lo logró porque se lo propuso, etc.
• Muchas veces, la proposición adverbial equivale a un adverbio o una locución
adverbial realmente existentes en la lengua:
El parque está precioso cuando se pone el sol (= al atardecer)
Esto se hace como te estoy mostrando (=así)
Pero no siempre dispone el idioma de un adverbio o de una locución adverbial que
signifique lo mismo que una proposición subordinada adverbial. Estas son, pues,
imprescindible. Y las llamamos adverbiales porque su función es la misma que
correspondería al adverbio si existiera.
• No se ha llegado aún a explicaciones satisfactorias de las subordinadas adverbiales
en el marco de la Gramática generativa moderna. Ya vimos cómo el adverbio es, muchas
veces un sustituto superficial de un sintagma preposicional (aquí = en este lugar; hoy =
en este día. Etc.}. Por ello, muchas de las proposiciones subordinadas adverbiales se
interpretan como sintagmas preposicionales de forma oracional, incrustados en el
sintagma predicativo de proposición principal. He aquí el esquema que correspondería a
la oración:
Luis ha venido para que le arregle la bicicleta.
O
Universidad Nacional de Loja -AEAC 245
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
SN SV V Sprep Preposición Preposición Ha venido ¡ ¡ ¡ SN SV ¡ ¡ para ¡ yo V SN arreglaré su bicicleta En este esquema, como en otros anteriores, utilizamos triángulos para simplificar el desarrollo pormenorizado de los sintagmas nominales (Del+ N) o del verbo (auxiliar + lexema verbal). Sobre la estructura profunda así esquematizada, una serie de transformaciones (introducción del que subordinativo; sustitución del futuro de indicativo arreglaré por el presente de subjuntivo arreglé, etc.), configurarán la estructura superficial de la oración.
Clases de proposiciones subordinadas adverbiales. Distinguiremos las siguientes
clases de proposiciones subordinadas adverbiales
- de lugar - comparativas - condicionales
- de tiempo - causales - concesivas
- de modo - consecutiva - finales
Proposiciones subordinadas de lugar. Señalan un lugar relacionado con la acción
principal. Su nexo principal es el adverbio relativo donde, precedido o no de preposición:
¿Habéis estado donde ocurrió el accidente?
Hemos paseado por donde fuimos ayer Escóndete en donde no te vea.
Sin embargo, estas proposiciones pueden ser interpretadas como adjetivas o de relativo,
ya que donde equivale a el lugar (al, del, por el...) que; en este sintagma, que es un
pronombre relativo.
Revísense las Prácticas Complementarias de la lección 8 (página 152); allí se explica el empleo de dónde como interrogativo; y también cuándo hemos de escribir a donde y adonde.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 246
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Proposiciones subordinadas de tiempo. Informan sobre una acción que sirve para situar
en el tiempo la acción principal. Esa acción subordinada puede realizarse antes o después
de la principal, o a la vez que ella (simultaneidad):
A) Subordinada anterior a la principal:
Cuando terminó, todos te aplaudieron
Apenas lo averigües, avísame
Echamos a correr así sonó el disparo
Tan pronto como llegue, empezará la sesión. •
Me lo encontré no bien salí a la calle.
B) Subordinada posterior a la principal:
Antes de que él lo dijera, lo adiviné
Cuando lo anunciaron, yo ya lo sabía
Pasarán dos horas primero que se arregle.
C) Simultaneidad de las acciones principal y subordinada :
Cuando hablo me duele la garganta
No hables mientras comes
Lee el periódico; mientras tanto, te plancharé la chaqueta
Entretanto que ella lo buscaba por un sitio, él la buscaba por otro
A medida que pasa el tiempo, va perdiendo fuerzas
Conforme (o según) crece, razona mejor
Según iban llegando más noticias, nos íbamos tranquilizando
Siempre que escribe da recuerdos para ti.
• Como vemos, son abundantes las conjunciones y locuciones conjuntivas que
sirven de nexo a las subordinadas temporales: cuando (que puede expresar anterioridad,
posterioridad y simultaneidad), apenas, tan pronto como, en cuanto, en el instante en
que, antes (de) que, primero que, mientras según, mientras tanto, mientras que,
Universidad Nacional de Loja -AEAC 247
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
entretanto, a medida que, conforme, al par que, siempre que, antes de, después de,
así (que), etc.
• El verbo subordinado puede ir en infinitivo cuando el sujeto es el mismo en la
principal y en la subordinada.
Reanudaron el trabajo después de comer
Antes de empezar, deseo hacer una advertencia
Al hablar comete muchos errores.
• Pueden emplearse también signos. temporales correlativos:
Apenas apareció cuando el público prorrumpió en gritos
No bien supe lo ocurrido, cuando fui a decírselo.
Proposiciones subordinadas de modo. Informan sobre la manera de realizar o
realizarse la acción principal. Sus conjunciones y locuciones habituales son como, según
y según que:
Contesté como tú me dijiste
He montado el aparato según indican las instrucciones
La vidriera brilla más o menos según que le dé la luz de lleno o de lado
• Notemos que según tiene otras funciones que no debemos confundir con ésta
— preposición, que precede a un nombre o a un pronombre:
La Pasión según San Mateo.—Eso, según él, es falso.
— adverbio, que formula duda y condición:
Iré, o no según lo que tenga que hacer. ~
- conjunción temporal, como hemos visto:
Según iban llegando más noticias, nos íbamos tranquilizando
El modo verbal en las proposiciones de lugar, tiempo y modo Estas proposiciones
hasta ahora estudiadas, llevan, en general, el verbo:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 248
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— en indicativo, si expresan tiempo presente o pasado:
Donde estoy mejor es en casa
No están las tijeras en donde las puse ayer
Cuando la miro me sonríe
Apenas lo ví, lo reconocí
Voy a renunciar según me aconsejas
Escribo como me han enseñado.
— en subjuntivo, cuando expresa futuro:
Márchate donde te apetezca
Visita el Alcázar cuando vayas a Segovia
Hazlo como te dé la gana.
Existen, con todo, excepciones.
Proposiciones subordinadas comparativas. Sirven de término de comparación a la pro-
posición principal.
• Entre esta y la subordinada puede haber relaciones de igualdad, de superioridad
y de inferioridad. Y sí el verbo de la principal y el de la subordinada es el mismo, se
omite el de la subordinada: Pedro ha leído más libros que Juan [ha leído).
• La comparación suele establecerse mediante dos morfemas interrelacionados; uno
figura en la proposición principal (Pedro ha leído más libros), y otro en la subordinada
(que Juan).
• Según sean las relaciones que existen entre las dos proposiciones, los morfemas
conjuntivos empleados son los siguientes:
— de igualdad: tal... cual (o como) ; tanto... como; tanto... cuanto; tan... como; y
también los morfemas igual que y como si encabezando la subordinada:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 249
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
El discurso fue tal / cual (o como) se esperaba
Tiene tanta suerte / como desvergüenza
Comió tantas cerezas / cuantas pudo
Es tan vanidoso / como un pavo real
Se tratan igual que si fuesen hermanos
No se saludaron como si no se conocieran
— de superioridad: más... que (o más... de):
Tiene más conchas / que un galápago
Eso te va a costar más / de lo que te piensas
En lugar de más bueno, más malo, más grande y más pequeño se emplean los
comparativos etimológicos mejor, peor, mayor, y menor respectivamente:
Ir con él es mejor / que quedarse en casa
El postre de hoy ha sido peor / que el de ayer
Mi mentira resultó mayor / que la tuya
Los ingresos son menores / que los gastos
— de inferioridad: menos... que:
El programa de esta temporada es menos interesante / que el de la pasada
Julita resiste menos en el agua / que su hermana.
Proposiciones subordinadas causales. Expresan el motivo por el cual acontece la
acción principal: El coche no arranca porque no tiene gasolina.
• A veces, la proposición causal depende de una condición implícita
No hay nadie en casa porque [si hubiera alguien] estarían levantadas las persianas
Carmen no iba en ese autobús, pues [si hubiera ido] la habría visto.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 250
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Las conjunciones y locuciones conjuntivas causales más frecuentes son éstas:
que, porque, pues, puesto que, supuesto que, ya que, como, a fuerza de en vista de
que, visto que, como quiera que, por razón de que.
EJEMPLOS:
Me voy a la cama, que tengo mucho sueño
No ha venido porque no ha querido
No sé cómo lo hizo, pues no me fijé
Puesto que no lo quieres, me quedaré con él
Supuesto que ya has acabado, ¿por qué no vienes con nosotros?
Yo te echaré las cartas, ya que tengo que pasar por Correos
Como cree que es un sabio, también opina sobre esto
Aprobó a fuerza de insistir
En vista de que no habla nadie más, se suspende la sesión
Visto que dais la razón a Polo, me callo
Como quiera que el día estaba espléndido, decidimos bañarnos en el río
La policía no ha facilitado noticias, por razón de que siguen aún las investigaciones.
Algunas observaciones sobre estas conjunciones. No debemos confundir el que causal
con otros usos de esta conjunción, la cual, como sabemos, puede ser mero índice de
subordinación sustantiva (Quiere que vayas) y de subordinación comparativa (Lo quiere
más que a nadie); puede también funcionar como
— conjunción final: Habla más alto, que [ = para que] se te oiga bien
— conjunción (discontinua) concesiva: Por tonto que [ = aunque] sea, lo adivinará
— conjunción (discontinua) consecutiva: Chilla tanto que aturde a todos
• Que, cuando es causal, puede sustituirse por porque:
Procura estar tranquilo, que nadie le amenaza
Enciende la luz, que ya no se ve
Te lo voy a contar, que no tengo nada que ocultar.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 251
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• En las oraciones con porque, la negación no, si precede al verbo principal, no niega
a este, sino a la causa:
No grita porque tenga razón, sino porque no la tiene.
Efectivamente, grita, se niega sólo que tenga razón; y se afirma con sino la causa
verdadera.
• La proposición causal con porque suele ir detrás de la principal. Pero puede ir
delante por énfasis o cuando se contesta vivamente al interlocutor:
Porque lo dices tú, lo creo
— ¡Siempre estás dándome consejos!
— /Porque te convienen te los doy!
• También suelen seguir a la principal las proposiciones encabezadas por que y
pues. Pero no de modo rígido; así, con que, puede precederla si el hablante adopta un
tono de insistencia:
Que tengo mucho sueño, quiero irme a la cama
Que no tengo ganas de bromas, déjame en juez.
Y, con pues, aparece delante en este ejemplo de Lope de Vega:
Pues andáis en las palmas,
ángeles santos,
que se duerme mi Niño,
tened los ramos.
• Encabezada con como, la proposición causal precede siempre a la principal:
Como no abrías los ojos, he pensado que estabas durmiendo
Como habla tanto, se le seca la garganta
Universidad Nacional de Loja -AEAC 252
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Esta conjunción suele usarse cuando la causa es conocida, a la vez, por el hablante
y por el oyente.
No debemos confundirla con el como que entra en las comparaciones, según
hemos visto. Ni con el como condicional;
Como se entere [= si se entera], se va a enfadar.
Cuando es causal se construye con indicativo: y con subjuntivo cuando es
condicional.
• Con las restantes conjunciones, las proposiciones causales pueden libremente
delante o detrás de la principal;
Visto que dais la razón a Polo, me callo - Me callo, visto que dais la razón a Polo.
Aprobó a fuerza de insistir - A fuerza de insistir, aprobó.
Puesto que no lo quieres, me quedaré con él - Me quedaré con él, puesto que no lo
quieres,
• La locución conjuntiva a fuerza de presenta la causa como insistente y reiterada.
Y se construye:
— con infinitivo: Nos oyó a fuerza de gritar
— con ser o estar + adjetivo: A fuerza de ser constante, logró el ascenso; Parece
discreto a fuerza de estar serio.
— con sustantivos: Se mantiene a fuerza de [tomar] medicamentos.
Otros procedimientos para expresar la causa. Observemos esta oración:
No sé qué hacer, de desorientado que estoy equivale prácticamente a esta otra; "No se qué
hacer porque estoy muy desorientado'. Su carácter causal resulta evidente. La causa de la
Universidad Nacional de Loja -AEAC 253
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
principal es el alto grado con que se presenta la cualidad manifestada en la subordinada.
Y obedece a la fórmula:
de + adjetivo o participio + que + ser o estar.
También puede emplearse esta otra:
de + tan + adjetivo o participio- que o como + ser o estar.
No sé qué hacer de tan desorientado que (o como) estoy.
• Otros ejemplos;
De grande que es, no cabe por esa puerta
De tan grande que (o como) es, no cabe por esa puerta
• Sobre todo en posición final, puede suprimirse que + ser o estar
Esta agua no se puede beber de fría.
No me tengo en pie de cansado.
• Y cabe también la posibilidad de tan + adjetivo o participio: ocurre en estos
versos de Jorge Guillen:
Sobre el hombro solitario. El instante lo exalta
tan ligero de tan duro a marea, de tan alta,
de tan alta, sin vaivén.
• Pero la causa de la principal puede ser la grande o pequeña cantidad con que se
presenta el complemento directo de la subordinada. Una oración como
No puedo respirar porque hace mucha calor,
puede transformarse así;
No puedo respirar de tanta calor que (o como) hace.
Esa misma fórmula se repite en los siguientes ejemplos:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 254
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Hablaba a borbotones, de tanta ira que (o como) tenía
Mendiga casi, de tan poco dinero que (o como) tiene
Está ronco de tantas voces que (o como) da.
• En algunos casos, no bien descritos por la Gramática, pueden suprimirse que (o
como) + verbo subordinado:
Murió joven de tantos pesares
Me canso al subir a casa, de tantas escaleras.
• Cuando el verbo es intransitivo (y no lleva, por eso, complemento directo), la
intensificación de la causa se produce así:
de + tanto + que o como + verbo intransitivo
Me cansa de tanto que (o como) protesta
Tengo los zapatos rotos, de tanto que (o como) he andado.
Cuando el sujeto de las dos proposiciones es el mismo, puede usarse el infinitivo en la
subordinada:
Se puso enfermo de tanto trabajar
Tengo los zapatos rotos de tanto andar
Está exhausta de tanto llorar.
Esta fórmula puede sufrir también una reducción:
Se puso enfermo de trabajar
Tengo los zapatos rotos de andar
Está exhausta de llorar.
Con ello, se mantiene el carácter intensificador de la acción, pero no tan nítidamente
marcado.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 255
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
EJERCICIOS DE LA LECCION
1. Sustitúyanse por un adverbio o locución adverbial las proposiciones adverbiales
que figuran en las siguientes oraciones:
Llegamos cuando ya estaba amaneciendo.
Sonríe como so fuera un ángel.
Nos reuniremos en este lugar donde estamos.
Se inaugúrala el cine en una fecha que ya está próxima.
2. Volvamos a una cuestión ya estudiada en la lección 8 (página 152). Dígase si, en
las oraciones siguientes, debemos escribir o donde o adonde:
Fuimos jumos... estábamos citados.
No es la luna... se dirige ese cohete.
Me enviaron a esa ventanilla… tuve que guardar cola
Iré… me ordenes.
Echamos los anzuelos... el mar batía con más fuerza.
3. En las siguientes oraciones, dígase si la proposición subordinada temporal expresa
anterioridad, posterioridad o simultaneidad respecto de la proposición principal:
Al par que izaban la bandera, disparaba salvas la artillería.
Mientras te bañas, yo haré los desayunos.
Telefonéame así que llegues.
Cuando él empezaba, yo ya había terminado.
Primero que se decide, hay tiempo para echarse una siesta.
Se lo mandaremos tan pronto como esté en nuestro poder.
4. Expresar de tres maneras distintas lo mismo que decimos con la oración:
Me canso cuando subo las escaleras.
5. Expresar de dos maneras distintas lo mismo que decimos con la siguiente oración:
Tardo poco en arreglarme; mientras, lee el periódico.
6. Expresa de dos maneras distintas lo mismo que decimos con la siguiente oración:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 256
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Cuando va madurando, el fruto va adquiriendo mejor sabor.
7. Expresa de seis maneras distintas, pero añadiendo el matiz de que la acción
subordinada se realizó inmediatamente, lo mismo que decimos con la siguiente
oración:
Cuando entregué el examen, me di cuenta de que me había equivocado
8. Formúlense dos oraciones con proposiciones subordinadas de modo. en las que
figuren, respectivamente, como y según.
9. Formúlense tres oraciones con proposiciones subordinadas comparativas de
igualdad, superioridad e inferioridad, respectiva mente.
10. Expresa de siete maneras distintas lo mismo que decimos con la siguiente oración:
Esa mancha no se irá con agua porque es de tinta.
11. Expresa con a fuerza de lo mismo que decimos con las siguientes oraciones.
Se han anegado los campos parque ha llovido mucho.
Se puse muy gordo porque comió mucho.
A don Quijote se le secó el cerebro porgue leyó muchos libros de caballerías
Se ha estropeado el libro porgue lo ha manoseado mucha gente.
12. Formúlense dos oraciones en que figuren, respectivamente, en vista de y visto que
13. - ¿Qué valores tiene que en las siguientes oraciones?:
No quiero que le vistas así.
El repartidor que trae la leche no ha venido hoy.
Es tan gordo que revienta la ropa.
Ahorra azúcar, que está muy caro.
Date la vuelta, que te veamos todos. Es más Hilo que el hombre.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 257
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Pueden utilizarse los adjetivos jovial, apacible, mohíno, sombrío, ceñudo,
melancólico, compungido, risueño.
II. Dígase qué significan los siguientes sustantivos abstractos, y dígase qué adjetivo les
corresponde (así, a crueldad le corresponde el adjetivo cruel):
longevidad credibilidad sobriedad nimiedad
afabilidad fecundidad sagacidad liviandad
benignidad fertilidad Sutileza Liberalidad
credulidad hospitalidad venalidad impunidad
REDACCIÓN O DEBATE ORAL
12. Tema: Discútanse las siguientes afirmaciones de Gregorio Marañón (Vocación y
ética, 3," ed., 1947):
Salvo casos rarísimos, geniales, de vocación pura, precoz e invencible, la mayoría de los
hombres en plena nebulosidad de la adolescencia [...] hemos de decidir nuestro futuro
social, sin otra razón de peso que la de que somos bachilleres en junio y antes del
próximo octubre hemos de estar matriculados en esta o en la otra Escuela Superior o
Facultad. El hombre, que no se conoce nunca a sí mismo, es justamente en esos años
amorfos cuando se conoce menos. Y decide nuestro porvenir el consejo familiar o la
simple imitación a un amigo, o la tradición familiar, o el mandato del padre, o cualquier
otro motivo no menos impregnado de azar y no menos ajeno a la genuina vocación, aún
dormida. Cuando el joven, con claridad y firmeza dice «quiero ser esto o lo otro y
ninguna otra cosa», rara vez, repito, es una vocación verdadera, esto es, la conciencia
más o menos explícita de su auténtica aptitud, sino una predilección fundada en esas
otras cosas imaginativas y brillantes de las que está ávida el alma trémula del
adolescente.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 258
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
15 A LA SUBORDINACIÓN
ADVERBIAL (II)
Proposiciones adverbiales Estas proposiciones se enlazan lógicamente
consecutivas con las causales. En estas, una acción se presenta como causante de la
principal:
No saldré porque llueve.
En las consecutivas, se invierte la relación, y la proposición subordinada se presenta como
una consecuencia de la principal:
Llueve; por tanto, no saldré.
• Distinguiremos dos tipos de consecutivas: aquellas que expresan una consecuencia
que no depende de la intensidad o grado de la principal (Pienso, luego existo); y las que
se producen como consecuencia de una proposición principal intensa (Gritan tanto que
no podemos entendernos).
Consecutivas con principal no intensiva. Se unen a la proposición principal con las
siguientes conjunciones o locuciones conjuntivas:
— luego: Se ha despedido el profesor hasta el viernes, luego el miércoles no piensa
venir;
— conque: No tengo ganas de bromas, conque estáte quieto;
— pues: No viene; está enfermo, pues - No tengo ganas de bromas; estáte quieto, pues.
Obsérvese que, a diferencia del pues causal, el consecutivo va al final de la
proposición, separado por pausa (o coma).
— así es que: Hoy no hay función, así es que iremos mañana;
— por consiguiente: No me ha invitado; por consiguiente no asistiré. —
Es suya; dásela, por consiguiente;
Universidad Nacional de Loja -AEAC 259
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— por [lo] tanto: Ya ha pasado e! mes; por [lo] tanto debes volver al médico.—Es
suya; dásela, por [lo] tanto.
— así: No es fácil tomar esa decisión; así, medítala.
Esta última conjunción se usa poco; debe ir seguida de pausa (o coma): y hay que
evitarla cuando puede confundirse con el adverbio de modo así:
Está lloviendo; así, no vayas a la calle.
Así ¿significa 'por consiguiente' o '[vestido] de esa manera'? Es cierto que, con esta última acepción, el
adverbio se uniría sin pausa al verbo, pero esta diferenciación puede resultar insuficiente.
Consecutivas con principal intensiva. Es muy rica la variedad de fórmulas que el
español posee para expresar que una acción se produce a consecuencia de la intensidad de
la acción principal.
• Existen, en primer lugar, estas locuciones conjuntivas fijas:
— Va corriendo de tal modo que va a estrellarse.
— Cojea de tal manera que da pena.
— Se le ha caído el pelo de tal suerte que está casi calvo.
— Se fatigó en grado tal que se desmayó.
— Conoce el «Quijote» hasta el punto de que casi se lo sabe de memoria.
• De estas locuciones, las tres primeras, si van precedidas de pausa, admiten otra
interpretación semántica: ya no resultan de la intensidad de la acción principal:
Va corriendo, de tal modo que va a estrellarse.
Cojea, de tal manera que da pena.
Se le ha caído el pelo, de tal suerte que está casi calvo.
En este caso, la presencia de tal es opcional: Va corriendo, de modo que va a estrellarse.
• La intensidad de la principal puede manifestar también con arreglo a las siguientes
fórmulas:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 260
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
tal + sustantivo + que
Les da tales sustos que están atemorizados.
de un + sustantivo + tal + que
Pepe es de un cinismo tal que llega a negar la evidencia.
tan + adjetivo + que
Estás tan alto que pareces mucho mayor.
tan + adverbio de modo + que
Me lo han arreglado tan bien que funciona maravillosamente.
tanto y tan + adverbio de modo + que
Escribe tanto y tan excelentemente que pronto se hará famoso.
tanto + sustantivo + que
Tiene tantas deudas que está arruinado.
tanto + verbo + que o verbo + tanto + que
Tanto bebió que se embriagó — Bebió tanto que se embriagó.
Cuando la oración es exclamativa, la consecuencia puede omitirse:!Les da tales sustos…!, ¡ Tiene tantas
deudas…!
Otras fórmulas consecutivas. Insistimos: son tantas las fórmulas consecutivas (sobre
todo con principal intensiva) que no podemos recogerlas todas. He aquí algunas más:
Llegué que no podía más.
Comimos hasta reventar.
Contó muchos chistes; era para morirse de risa.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 261
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
• Ya sabemos que no debe emplearse el gerundio de posterioridad; por tanto, serán
recusables proposiciones consecutivas como estas:
* Contestó muy bien, aprobando sin dificultad [por consiguiente, aprobó...
* Mañana se celebran elecciones, suspendiéndose las clases [por lo tanto se
suspenderán...]
Proposiciones condicionales Formulan una condición para que se cumpla la acción
principal:
Si me esperas, / nos iremos junios.
• Se da el nombre de prótasis a la proposición condicional ( si me es peras), y el de
apódosis a la principal (nos iremos jumos).
• La prótasis puede formular uno condición de cumplimiento posible como en el
ejemplo anterior. Pero la condición puede ser de cumplimiento imposible:
Si volviera a nacer / sería torero.
Esta distinción es importante, ya que afecta al modo verbal que adopta la prótasis cuando
se emplea la conjunción si.
Conjunciones y locuciones conjuntivas condicionales. Son también bastante
numerosas. La más frecuente en si; pero puede alternar con otros nexos condicionales
como los siguientes:
— como: Te vas a poner malo como te comas todas esas cerezas.
— cuando: Será verdad cuando él lo dice.
— [en el] caso de que: Lo esperamos abajo [en el] caso de que no funcione el ascensor.
— a condición de que: Te ayudaré a condición de que me ayudes.
— a menos que: Hoy no iré al cine, a menos que me inviten.
— en el supuesto de que: Llegarán muy tarde, en el supuesto de que vengan, hoy.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 262
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— siempre que: Podemos hacerlo así, siempre que todos estemos conforme
— con tal [de] que: Haz lo que quieras, con tal [de] que no molestes.
— sólo con que: Alcanzarás el tren sólo con que corras un poco.
— con que: No lo quiero todo; con que me dejes probarlo tengo bastante
• Obsérvese que todas estas conjunciones y locuciones conjuntivas pueden ser
sustituidas por si. Y que todas también se construyen con subjuntivo.
El modo en las proposiciones condicionales con «si» Cuando la prótasis va encabezada
por la conjunción si, puede construirse en subjuntivo o en indicativo.
Se construye en subjuntivo:
— cuando la condición es de cumplimiento imposible:
Si viviera tu padre estaría orgulloso de ti.
Si le hubiéramos hecho caso, habríamos acertado.
— cuando la condición es de cumplimiento posible, pero el hablante la formula con
un matiz subjetivo de duda, temor, súplica, ruego, deseo, aprensión, etc., acerca de su
cumplimiento:
Si le subiera la fiebre, tendríamos que llamar al médico.
Si hubiera llegado ya, nos recibiría enseguida.
Si aprobara en junio, ¡qué verano me iba a pasar!
• Se construye en indicativo cuando la condición es de cumplimiento posible, y el
hablante se limita a exponerla objetivamente:
Si le sube la fiebre, tendremos que llamar al médico.
Si te molesta el sol, echa la persiana.
Si ha llegado ya, nos recibirá enseguida.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 263
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Es grave incorrección la prótasis con futuro o condicional: * si vendrá, * si habrá venido, * si vendría, * si habría venido Debemos decir: si viene, si ha venido, si viniera (o viniese), si hubiera
(o hubiese) venido
Por supuesto, las construcciones si vendrá, si habrá venido, si vendría, si habría venido son
posibles cuando si no funciona como condicional, sino como equivalente de que en oraciones sustantivas
con principal negativa.
Sé que vendrá � No sé si vendrá, Sé que ha venido� No sé si habrá venido, Y también en otras
construcciones; pero nunca, insistimos, en la prótasis condicional.
Indicativo en vez de subjuntivo. Es muy frecuente, sobre todo en la lengua coloquial,
la aparición del indicativo allá donde cabría esperar el subjuntivo. Se consigue con ello
una mayor viveza expresiva.
Así, la oración: Si en aquel momento hubiera entrado el Cid a caballo, me
hubiese quedado tan fresco responde a la regla que hemos dado: prótasis en subjuntivo
por formular una condición de cumplimiento imposible. Pero es normal formularla
también así;
Sí en aquel momento entra el Cid a caballo, me quedo tan fresco.
Con esta otra oración: Si volviera, no me dejarían entrar, el hablante introduce un
fuerte matiz subjetivo; puede volver, pero no quiere por temor, desengaño, etc. El
subjuntivo es, pues, de norma. Y sin embargo, puede expresarse lo mismo, pero con
mayor plasticidad, diciendo:
Si vuelvo, no me dejan entrar.
Prótasis en imperativo, infinitivo, gerundio y participio. No sólo el indicativo y el
subjuntivo pueden aparecer en la prótasis; esta puede presentarse también en imperativo,
frecuentemente unida a la apódosis por la conjunción y:
Haz eso y se reirán de ti [=Si haces eso...].
Universidad Nacional de Loja -AEAC 264
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Ceded una vez, y cederéis ciento.
Pero admiten también la yuxtaposición o asíndeton:
Invítala: verás cómo no se hace de rogar.
Muéstrale un poco de afecto; no habrá persona más contenta.
• También es posible la prótasis formada por de + infinitivo (simple o compuesto):
De ser eso cierto, lo sabríamos nosotros.
Hubiésemos ganado de haber jugado Marcelino.
De seguir así, el negocio se arruina en dos días.
• El gerundio posee muchas veces valor condicional:
Estarías mejor echando el respaldo atrás [=si echaras].
Siguiendo por ese camino, no irás lejos.
Mejor nos iría comprando en esta tienda.
• Y lo mismo ocurre con el participio:
Este suelo, fregado todas los días, reluce como el mármol [= si se friega], Carlos,
tratado con bondad, no es tan rebelde.
Ese jarrón se vería mejor puesto en otro sitio.
Prótasis elíptica Hay casos en que la prótasis se presenta sin verbo; de ella queda sólo
un sustantivo:
Una actriz no lo haría mejor [Si fuera una actriz...; o Si lo hiciera una actriz…]
Un pollo no me apetecería más que esto.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 265
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
En la lengua literaria pueden presentarse prótasis elípticas, en las que ha
desaparecido la cópula y subsiste el atributo; eso ocurre en los siguientes versos de Jorge
Guillén:
El aire mismo en torno de la dama
ronda también. ¡Humano, la amaría!
Es decir, el aire, si fuera humano, amaría a la dama.
Otras fórmulas condicionales.- Son tantas las maneras de expresar la condición en
condicionales español, que vamos a limitarnos a ofrecer otros ejemplos más:
Con esa bicicleta, yo también correría más [= Si tuviera esa bicicleta...].
Con una carrera, trabajaría en otro sitio [Si tuviera una carrera…].
Con que hubiera un palmo más de cuerda, tendríamos bastante.
Me conformaría con quedar el segundo,
¿Que le dan de comer? El conforme. ¿Que no le dan? Conforme también.
¿Que quiere venir? Que venga, ¿Que no quiere venir? Que se quede en casa.
Te pones a pensar y no sacas nada en claro [= Si te pones a pensar, no sacas...]. Que
tuviera yo veinte años. Ya lo creo que nadaría mejor que él.
Proposiciones concesivas Oponen una dificultad al cumplimiento de la proposición
principal (Aunque estoy muy cansado), pero no lo impiden (iré).
• La principal conjunción concesiva es aunque, seguida en frecuencia de uso por a
pesar de que (o a pesar de + infinitivo) :
Puedo seguir leyendo aunque hay poca luz.
A pesar de que hay poca luz, puedo seguir leyendo.
A pesar de haber poca luz, puedo seguir leyendo.
• Pero también se emplean estos otros nexos conjuntivos:
Universidad Nacional de Loja -AEAC 266
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— cuando: Me dieron la mitad, cuando tenía derecho a todo.
— aun cuando: No me lo creo, aun cuando lo dice el periódico.
— si bien: Escribe muy deprisa a máquina, si bien comete alguna falta.
— aun si: Seguirán creyendo que miento aun si presento mil pruebas.
— así: No se tomará el jarabe así lo maten,
— siquiera sea[n]: Hazme ese favor, siquiera sea el último.
— mal que: Lo haré mal que le pese.
— por más que: No lo convencí por más que insistí [=aunque insistí mucho].
El indicativo y el subjuntivo en las concesivas con «aunque» Debemos distinguir si se
refieren a un tiempo pasado o a un tiempo presente o futuro.
• Si se refieren a un tiempo pasado, se construyen en indicativo si la acción, se
cumplió (Aunque lo pregunté, no me lo dijeron). Y en subjuntivo, si no se cumplió
(Aunque lo hubiera preguntado, no me lo habrían dicho).
• Si se refieren a un tiempo presente o futuro, las acciones pueden ser de
cumplimiento inseguro o de cumplimiento cierto.
— Las de cumplimiento inseguro se construyen en subjuntivo:
Aunque venga en avión, llegará tarde.
Aunque tuviera que ir, no iría.
— Las de cumplimiento cierto se construyen en indicativo:
Aunque vive en mi calle, nunca nos encontramos.
Aunque recibiré el dinero esta tarde, no podré pagarte hasta mañana.
Sin embargo, estas últimas proposiciones de cumplimiento cierto pueden
construirse en subjuntivo, si el hablante se opone a la opinión de otra persona.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 267
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— ¿Qué vas a hacer en Inglaterra, si no sabes inglés?
— Aunque no sepa inglés, quiero ir a Londres.
Otras construcciones concesivas. Poseen también significado concesivo las
siguientes construcciones:
— por… que:
Por mucho que llore, no conseguirá nada
Por tonto que sea, tiene que saberlo.
Por mucha prisa que te des, llegarás tarde.
— con infinitivo:
Con ser rico, eso no lo puede comprar
Con haber empezado a estudiar tarde, sobresalió enseguida.
— con lo + adjetivo o participio + que + ser o estar:
Quiere marcharse, con lo útil que es su presencia.
¿No te gusta esta tarta, con lo rica que está?
— con + artículo + sustantivo + que:
Ahora me ¡rata así, con los favores que yo le he hecho.
Con el dinero que ha derrochado, ahora está sin una perra.
— aun + gerundio:
Aun pagándolo a precio de oro, no te lo venderán.
Lo hice, aun sabiendo que no te gustaría.
— gerundio, participio o adjetivo + y todo:
Cojeando y todo, llegó el primero.
Odiado y todo, quiere seguir mandando.
Enfermo y todo, seguía trabajando.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 268
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
— Otras fórmulas gramaticales permiten expresar la concesión; así la de futuro + y:
Lo matarán y seguirá en sus trece [=Aunque lo maten...].
• Son también concesivos los giros:
diga lo que diga, dijera lo que dijese, haga lo que haga, hable lo que hable, etc.
Diga lo que diga, no te lo creas.
Trabaje lo que trabaje, nunca está el amo satisfecho [=aunque trabaje mucho],
Gane lo que gane, en esta casa no hay nunca un céntimo.
Corra lo que corra, mi hermano llegará antes.
Pese a quien pese, la verdad debe brillar.
• Idéntico matiz tienen construcciones como estas:
Ande, yo caliente y ríase la gente ( = aunque se ría...}.
Ponle la inyección quiera o no.
Queramos que no, hay que pasar por el aro.
Que le guste que no le guste, tú haz lo que debes.
• Los futuros y los condicionales de indicativo puede funcionar con claro
significado concesivo, coordinados con una proposición adversativa:
Paco, tendrá sus manías, pero es buenísimo [= aunque tenga sus manías].
Esa señora habrá sido delgada, pero está como un trueno.
El chico sería torpe de pequeño, pues ahora es listísimo.
Su padre habría comprado aquello, no lo dudo; pero su hijo no lo sabía
Precedidos de lo, o de artículo, abundan en las réplicas:
— Marisa es muy simpática
— Lo será, pero a mi no me cae bien.
— Tu hermana le ha lavado la camisa.
— La habrá lavado, pero sigue llena de manchas.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 269
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
Proposiciones finales. Explican para qué se realiza la acción principal, es decir, su
finalidad:
Vengo /a que me devuelvas el balón.
Hay que volver al hospital para que te curen la herida.
• Las locuciones conjuntivas más usadas son a que y para que; pero se emplean
también los siguientes nexos:
— que: Trae que me lo ponga.
— a fin de que: La pistola lleva un seguro a fin de que no se dispare.
— con el objeto de que: Tome nata, con el objeto de que me llame apenas llegue.
— con el fin de que: fue una hora antes con el fin de que no le quitaran el sitio.
— con la intención de que: Encendí una hoguera con la intención de que me vieran.
— con vistas a que: Se porta bien con vistas a que lo asciendan.
• Las proposiciones finales se construyen siempre en subjuntivo.
• Pero van en infinitivo si llevan el mismo sujeto que la principal. Y en la locución
conjuntiva se prescinde de que:
Vengo a pedir perdón.
Volveré a casa para tomarme el medicamento.
Gritó a fin de ser oído.
La policía investiga con el objeto de averiguar la verdad.
Retienen el azúcar con vistas a subir los precios.
Universidad Nacional de Loja -AEAC 270
Carrera de Lengua y Literatura, Módulo 5
EJERCICIOS DE LA LECCIÓN
I. En las siguientes oraciones hay proposiciones subordinadas Adverbiales.
Señálense y dígase de qué tipo son:
Estuvimos en donde nos dijiste. Estos melocotones están buenos a pesar de que no han madurado aún. El dormitorio es mayor que el comedor. No toma ahora las vacaciones con vistas a que se las den en Navidad. Siempre lee mientras come. Ahí es donde está la fuente No se puede tratar con él de orgulloso que es. No se puede respirar del humo. No se puede respirar de humo que hay. Aprobarás solo con que te esfuerces un poco. Saqué la fotografía según las instrucciones que leí en el folleto El niño es tan glotón como la niña. El niño es tan glotón que parece querer comerse las manos. Tengo que ver la película hoy, ya que es último día. Protesta, cuando debía estar agradecido. Te lo regalo para que me recuerdes. Colorea las figuras coma están en e1 el modelo. Aún están las puertas cerradas; hoy no abren, pues. Saldremos tan pronto como den las dos. Coso de que te pongan teléfono, ya me darás el número. Sudé que parecía que salía del baño. Como no te cuides más, te pondrás peor. Ese perro nos está molestando, así que ahuyéntalo. Con tu edad, yo también subiría al monte de un tirón. Va todos, los domingo al fútbol, así caigan chuzos de punta. Con lo guapa que es se empeña en vestirse de adefesio. Nos contó tales mentiras, que nos dejó estupefactos De haber dispuesto de más tiempo, hubiéramos ido a Yuste.
2. Expresa -le seis maneras distintas lo mismo que decimos con esta oración:
Lo vieron el miércoles, luego no se había ido aún.
3. Expresa de nueve maneras distintas el hecho de que Juan tiene novia, de lo cual se
seguirá la consecuencia de que ya vendrá menos con nosotros.
4. Expresa de cinco maneras distintas el hecho de que Juan trasnocha tanto, que se
sigue la consecuencia de que casi todos los días ve amanecer.