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y la gloria inmortal de su nombre, la rodean con sus rayos pro-teo toree.

Admiremos las virtudes de BRICEÑO, tratemos de imitarley dejemos por ahora correr el llanto libremente; pues bien neqe-sitamos de tan benéfico desahogo.

Cartagena, Julio 21 de 1886

MANUEL N. JIMENEZ O:

MANUEL IliticENo.

I.

No es nuestro ánimo escribir una biografía, menos aún dibu-jar lo que en t4rminos de arte se llama un retrato : trabajos deesta naturaleza demandan aptitudes especiales, y el escaso alcan-ce de nuestras fuerzas nos exime de carga agobiadora. Laboreshay además que reclaman imperiosas la oportunidad antes que to-do. Libres estamos, por ende, de merecer la fa nota de jactan-cioos: mueven nuestra- pluma senttmietoa más levantados.Mienbros del Ejército naciooal en operaciones so)re la Costa at-lántica, tuvitnns el honor de ser wmpaema de armas del &s11'rGeneral MANUEL BRICEÑO ; decidi4os partidarios de tinacanea política que ha prometido la reger:erci6n da Colombia, noscobijó una misma bandera; ¡ cómo no dedicar un recuerdo á sumemoria, expresión sincera de nuestro acerbo dolor 1 1 Cómo nohacer un esfuerzo para que la voz de la juventud e deje oir C:)este doloroso etarnoreo que hiende los aires llevando luto y tris-teza al corazón de loe verdaderos patriotaa! lié aqu! el móvil yel plan 3o la pre.eiite publicación.

Plumas aventajadas traza,M con energía los perfiles de estabrillante figura colombiana, y dejarán sobre el cuadro todo el tra-bajo de sombra y c&orido que exija la autenticidad de) persona-jeque consagró al bién de la Patria todos los pensaniientos de sualma de romano, y todas las palpitaciones de su corazón.—Guan-do la crítica histórica ayudada por la acción del tiempo, hayaaplicado con perfecta imparcialidad sus instrumentos de an&lisi;el General MANUEL BEICEÑO aparecerá como uno de loe a-

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dalides mía descollantes de nuestra política contemporánea. ilia-torices se apreciará debidamente la pérdida que acaba de hacerla República con la muerte del experto y valeroso militar.

II.

¡Cl mérito se impone, es avasallador: semeja impetuosa co-rriente que tarde 6 temprano arrastra en pos de sí loa. obstáculosque le dificultan llegará su,tármino natural. Ls insensatos quese agitan en las sombras ejecutando su trabajos de zapa; losperversos que fría y premeditadamente tejen la red en que ansíanperder al objeto de sus envidias; las almas en que alientan gene .rosos sentimientos, pero que se ofuscan con las luchas y rivali-dades del momento; todos ceden al fin, dejándole franco el paso:los espirítus levantados con positiva alegría; los mezquinos re-torciéndose como las antiguas pitonisas, en media de los inten-sos dolores y horribles angustias con que la misma envidia sabecastizar Quienes la aman.

)4ANÜKL BRICEÑO, como todos los hombres superiores,sintió muchas veces desangrada su ejanta en los zarzales de lavida; pero alma caldeada al fuego delas magnas virtudes que es-clarecieron 1 la antiguedad, nunca desmayó.; corazón nacido pa-ra las grandes luchas y las pavorosas tempestades de estas demo-cracias sur-americanas, se sentía gigante, como Anteo, al contactode la tierra, con las vallas poderosas que intentaba cerrarle elcamino; naturaleza pujante 6 indómita, consideraba el batallarcomo única tarea.digna4cl hambre; espíritu vigoroso y. dotadode un? movilidad vertiginosa, parepía que la I'roviencia.hubie-se esculpido en él aquel4a gráfica expresión del poeta: LA VI-DA ES UN EXTENSO CAMPO DE EATALLAI Tlfu6 laidiosincrasia de su temperameuto.

BRICEÑOse abrió paso al través de nuestra politica, -y losarios de 1876 y 1877 le contemplaron oomo uno de loa.principa-les uudillos de la .revolución que estalló en aquel tiempQ, Es.taba demasiado joven; el escenario exigía aptitiadcs singulares deinteligencia y de pericia;.y aunque el ilustte mancebo no podíaostentar conocimientos ea el arte. de la.guerra, ni veterani'a, hizoolvidar todo ésto con el arrojo del héroe y con la pasmosa activi-dad que fu6 siemple rasgo distintivo de su carácter.

Concluida la guerra, siguió ocupando en su partido puestode primera línea; y en las situaciones diftoiles de la política, suopinión se dejó oir siempre en los consejos de la ctusa á que ser-vi a con ejemplar abnegación- De 1877 £ esta parte se dedicó

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con especialidad al estudio, sin abandonar por esto las múltiplesocupaciones á que debía atender para llevar el pan de cada día 4más de treinta personas que dependían de su trabajo personal.El tiempo le alcanzaba para todo. Logró, por tanto, dar al paísrica cosecha de importantes producciones y cumplir al propiotiempo con las obligaciones de su estado. Prodigiosa fué la acti-vidad de BRICEÑO. En la República no se ha conocido unhombre que haya poseido esta cualidad en arado tan eminente ysostenido; y hay razón para creer que no se presentará en lo futu'ro quien lo iguale en la materia.

'Ir.

En la prensa fuó atleta. Todos los problemas políticos quese han presentado en los últimos diez aflos, lo iluminó con susescritos. En los grandes debates airojaba materias explosivassin perder el domin i o de sí mismo; era todo fuego y entusiasmo,y sabia prender en los demás la hoguera que ardía co su inte•rior ; rendía culto á la Patria y á sus arraigadas conviccionespropagandista incansable, buscaba el biéu de Ii República y eltriunfo de sus principios, esforzándose en per3uadis- al país, nó enconvencerlo: BRICEÑO no era filósofo. Exponer ¶ desarrollarcon frialdad sistemática un conjunto ordenado de lacas, endere-zándolo al entendimiento de una generación, y darle despuda lasolidez requerida para que continuase sefloreando el movimientosocial al través de 4ós tiempos y tropiezos naturales, esto le hu-biera sido imposible: él era una naturaleza de guerrero 'y orador,que respiraba atmósfera de vida en medio del humo de las ba-tallas, y ¿lue terinadn la contienda proseguía su nropaganddirigiéndose al corazón antes que á la inteligencia. Por esto fudoradur.

Tenía todo el simpático calor de alma para alánzar puestodistinguido.en la brillante constelación que ostenta, como astrosde primera magnitud á Demóenea y Cicerón; M,rabeau y Verg-niaud; Pitt y O'Conncfl; Castelar y Donoso Cortés. .....Poseíaademás un talento claro y penetrante, é instrucción sólida y va-riada; sin los cuales es imposiblb lucir en la oratoria. No logrósin embargo el Ser contado entre el número de los que más des-cuellan en esto arte tan útil como hermoso, ya fuese porque lanaturaleza, celosa de los muchos dones que le había prodigado,le hubiese negado voz armoniosa, fuerte y sostenida; ora porquela práctica y el tiempo no hubiesen sido suficientes para dar el

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debido desarrollo á ene aptitudes naturale. ya, en fin, por lo di-ficil que ea en nuestro país sobresalir en este ramo; 6 bien por bo-

das estas cosas juntas; lo cierto fué que no figuró como uno delos primeros oradoresde Colombia. Fuá A pesar de todo, granorador en la actpcidn más filosófica del vocablo. Sus escritos nosrevelan al t:ibuno que imprime marca de fuego sobre los hechosy las cosas de su tiempo; y en aquel carácter se sostiene inapea-ble desde la primera basta la última sílaba.

Sus producciones, tanto políticas como literarias, le croaronmerecida reputación. Su pluma incisiva y ardiente le dió nombreen algunos paises de la América latina. Dos obras le debe lahistoria patria: escrita la primera (Historia de la revolución de1878 A 187) bajo las impresiones del campamento; dictada lasegunda por un penRarniento del Lodo concienzudo. La historiade los COMUNEROS, notable por muchos aspectos, tiene unmérito singular: es casi una revelación. Sabido es que las auto-ridades de Espafla impusieron S los hijos del Socorro, en el niglo pasado, tributos y alcabalas que agobiaban la incipiente in.dustria, haciendo imposibles las transacioncs; y esta conducta dola autoridad real engendró una lid sangrienta. Sobre este movi-miento revolucionario, de carácter netamente ecnnórnico, apenasse conocían algunos hechos aislados; y BRIQEÑO siempre in-vestigador y en constante actividad intelectual, hizo conocer loehechos causas de aquella desgraciada rebelión queagitaba on suseno lk's mismas ideas que prendieron el incendio en la antiguacolonia ds.Norte-América

La ciencia do la guerra le deba también twa orn impor-tante sobre tñctic:t. Seiforeaba este ramo de una man ra pridi.giOsa; y corno era un hombre pr5eticu, probó en la presento revo-lución que sabía tradudre hechos los conocimientos en que a-bundaba. Aquel trabajo le mereció entusiasts aplausos en elpaís; y sólo es do sentirse que la falta de reoursós hubiese dete-nido al auvoren el propósito de seguír dilucidando por la pren-ea los átduos problemas do la guerra. Su ejemplo deben imitar-o nuestros heráicos Generales, dando á la ciencia la importancia

que se merece, ¡fin de que la talla del gladiador crezca con los co-nocimientos que fijan la victoria.

Sus notables dotes de periodisats, y los servicios prestados ala prensa y A las letras patrias por el espacio no interrumpido dediez afios, le valieron el nombramientc de Representante del Go-bierno de Cundinamarca y de la Prensa asociada de Colombia

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ea el Centenario de Bolívar; festividad anunciada con grandesprep$rflivoø, que debi6 celebranc enOaracas, cuna del Liberta-dor, y cae Guzmán Blanco profanó con ea enconada vanidad.BMCEÑO mantuvo la dignidad de su puto con toda la alti-vez de su alma: pero no pudo llenar su misión porque el ridícu-lo Dictador de Venezuela 86 denegó L reconocerle en aquel carác-ter. El *ve de rapia recordaba con indecible amargura loBRIOEÑQ había escrito aquí contra ese su aparato de repúblicaque afrenta á un pueblo de gloriosas tradiciones. Aparentóolvidar que en Colombia no existen bóvedas para castigar las ex-pansiones del pensamiento, y que nuestras libertades nos son tannecesarias á la vida como el agua y el fuego. As probó el dés-

rota que tenía en más las impresiones de su estulta vanidad, que

la grandeza de una fiesta destinada á ser apoteósis del abnegadocaudillo que di6 á un Continente el biin inapreciable de lalibertad.

La conducta de BRICEÑO le trao muchas Simpatías enColombia y en los corazones libres de Venezuela. Desde el os-curo fondo de un calabazo en el cual se castigaban manifestacio.nes inocentes de la conciencia, se alzó una voz en su defensa.Ese preso político es e) joven Roberto Syers Piar, persona de ca-rácter levantado, que lleva en stkS venas la sangre del gallardohéroe de San Félix, General Manuel Piar. El seflor Ss-era, concuya amistad no g bonranos, nos ha facilitado el siguiente er-inoso pensamient4:

« MANUEL BRICEÑO.mfcdiga bis caballero cruzado, 11e96 ci tiempo del eter,a desean.

so paÑ& d; repo6ct en paz,que vela sobre tu tu4brg, apirte de tu., que.riJos colombüznos, taz núcleo de veneeatanos (le alma gnqa.

"Admiradores de susgrandes virtudes, tí vosotros sólo nos atre-vemos á dirigir. Una súpba, con desautoricada voz: en los alrede-dores de aquélla, ha G¿dqu4 se guarde silencio, si. mutuo sÜezio . ... 1rnuchfinzo siteuc .........

Qutagena, Juflo 13 de 1886.

"ROBERTO Szua PIAR"

157.

Gloriosas son, en verdad, las tradiciones de nuestro Parla-mento; por sus salones han cruzado los espíritus más luminosos

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y pujantes del país; en lenguas de fuego han hablado allí las míahondas y generosas pasiones del corazón humano; la elocuenciaha despe&do los rayos más preciosos de su regia diadema; por eltamiz de sus discusiones han pasado todas las ideas y doctrinasque se disputan el dominio del mundo; la palabra ardiente dosus fogosos oradores ha generado tempestades semejantes al terri-ble oleaje que levantaba Demóstenes en las juntas populares doAtenas ........aquello ha sido un palenque abierto á todas lasmanifestaciones de la vida republicana.

Nuestro Cuerpo legislativo ha sido la imagen acabada delcarácter de nuestra raza, de sus ideas, y hasta de sus instintos, sise quiere. La serenidad y mesura que hoy en día presiden enlos parlamentos europeos, no se adaptan á nuestro modo de ser.En Colombia las grandes emociones políticas son diarias, y loshábitos adquiridos piden que se manifiesten de igual modo en laplaza pública que en el templo de las leves. Nos abstenemos deemitir opinión sobro este punto; pero sí debemos dejar consigna-do, que en el Parlamento nacional han abundado los Licurgos ySolones que han sa ljido descrnpeflar á maravilla su tarea reden.tora.

I3RICEÑO lució como legislador notable. Le agradabanlas luchas de nuestra tribuna parlamentaria tan adecuadas comoson para dar desahogo á los arranques del alma. Su palabrasiempre acerada y cargada de electricidad, engendró tormentas;pero una vez pasado el vendaval, se recogía en-su interior, y en-tonces elaboraba leyes, no fantásticas como tántas que tenemos,sino prácticas como qúresponden á las verdaderas necesidadesde la scie4iad. N.oposeía toda la metat'ísica y teorías que cons-tituyen la ciencia de la legislatión, pero abundaba en algo mejor:eindóresis y conocimiento de su país. -

A semejanza del indomable Aníbai, BRICEÑO ceffíí laespada del guerrero tenaz y entendido. Desconcertaba al ene-migo con la rapidez de sus marchas; le sorprendía cuando éstemenos lo pensaba; y, homblt despabilado, se ;nantenfa al Cc-

¡tiente de cuanto eaaaba en los campamentos contrarios. Sumuerte ha privado a Colombia de no militar científico y valiente,y el vacío que deja en las armas nacionales se hará sentir siemprecon positivo dolor.

En la presente guerra que aún aflige al país, 61 fué de loi

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primeros que tomaron servicio en favor de la legitimidad recia-mente combatida por una fuerte rebelión sin ideal político queJa justifique ante Dios y la Historia. Como el bravo lidiador dola libertad romana, BRICEÑO poseía el misterioso poder de ha-cer brotar soldados de Ja tierra. Sólo así puede explicarse queimprovisase en pocos momentos una magnífica División, y quevontribuyese también 4 la organización del Ejército que el Pre-sidente de la Unión confió st General Casabianca. Cooperó efi-cazmente á la pacificación de los Estados del Tolima y Antio.quia; y no contento con ésto, abrió campafia sobre esta Costaatlántica, atravesando una multitud de climas malignos, y sopor-tando, lleno de alegría, las penalidades de una campafla en extre-mo peligrosa, á fin de contribuir epa sus esfuerzos á rest-ablecer.elimperio da la ley y de la razón, en mala hora perturbadopor unapartida de cciosos sin bandera. Todos confiaban ea él: en suvalor y pericia estaban fijas las miradas; pero la muerte que ¡ohuella todo con igual pié, como dijo el inimitable Horacio, apagótan preciosa existencia el 11 de los corrientes, en ,el Cuartel gene-ral de Calamar; burlando aí las fundadas esperanzas que ense fincaban.

Por lo que dejamos dicho se comprenderá, que el GeneralMANUEL BRICEÑO manejaba con admirable maestría las trespalancas que mueven el mundo: la pluma, la palabra y la espa-da. Gustaba del estudio que desenvuelve y nutre la inteligencia,haciendo apto al hombre para merecer su titulo de rey de la crea-ción. Creía que la palabra era no solamente un medio de comu-nicación entre los hombres, sí que también era una fuerza que de-bis ponersé al srvicio de la virtud y las convicciones honradas.La noble profesión do las armas la juzgaba digna de las almasheróicas.

y-'-

BRICEÑO fu6 hombre convencido en asuntos religiosos.Bu!caba fuera de este mundo lleno de miserias y dolores, algoque calmase su sed de poseer al Infinito; y en lo imperecedero dela sustancia espiritual veía la compleinentaeión del st humanaDefendió sus creencias corno debía defenderlas: con el buenejemplo, que edifica, y con la pluma, que es ariete.

Hijo de un ilustre Prócer compaflero de Eclívar en la mag-na guerra, no ea extrao que BRIOEÑO amara con idoisría lasinstituciones republicanas. Para 61 la república no era una fox.

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ma polfUca de bondad relativa, sino la expresión exacta de Itjusticia. Gustaba de Ja democracia poderosa y moralizadora queanacos de las doctrinas evan.gélicas, y que semeja en.su,pat'esá las antiguas vestaie; pero despreciaba altamente á esa asque-rosa bacante que con los cabellos desgreflados y el rostro desam-puesto por todo género de abusos y liviandades, suele engaflar LJos incautos vistiendo un traje tan f.soinador como impropio.No fud, qor tanto, demagogo. Este vicio lo juzgó siempregan-greca de las ideas que heredó con la sangre, y que deapuÑ ford.ñcó con el estudio y la reflexión.

BR10EÑO comprendió todo el alcance de esta obra de re-generación iniciada poco há.El veía que pan el porvenir de laRepública era necesario pacificar los ánimos por medio (le unapolítica do tolerancia y de respeto á todos los derechos. Si mag.nifioo criterio le ensenaba que los antiguos nombres despertabanodios profundos y reciproco; y que al- calor de éstos se manten-dría latente el e.spiritu de .diseordLt que trae po9trwlos á estospaises embriontirios, pobtados por una raza en que kt imaginacióny el faege abrasadot, prcaecen sabro los dictados del buene&tido.• Int$mameote persuadido de estas-verdades, trabajó porquese fundieran en un solo molde los elemeutos sanos Jél psis, cQnci fin de formar una escuela poderosa por ¡a rectitud de sus mirasy pot el número de sus afiliados, que pudiese dirigir los negociospúblicos hermanando el progreso coa-la sensatez, la justicia conla rns;naniptidad y la libertad con el orden. A este resultadoconfiaoa 61 la suerte futura de Colombia.

Juzgaba él, como muchos, que su pensamiento respondía ánecesidades tan sentidas como notorias, y que por lo mismo suanhelo se vería cnmplido. Sobre este punto el tiempo se encar-gará de probarnos si sus lucubraciones eran simples espejismos

: del almnç ó nos hará palpable la razón que le asistís.

VIL

Múltiplei y. sorprendentes virtudes adornaron al GeneralBRICEÑO: hijo tierno; esposo diligente y lleno de afectos;padre amoroso y solícito; hermano inmejorable; amigo leal yconsecuente; honradez nunca desmentida; aquel hombre era iii-maculado ea su vida privada. La pureza y severidad de suscostumbres reflejaron luz en su vida pública. Se entregó encuerpo y alma á una causa política; la sirvió con todo el coraje

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de su carácter y todo el brillo de su talento; hizo grande isaerifi-cias por levantarla; y salió puro de la prueba, pues nunca man-olió su nombre con el más ligero pensamiento de bajeza. Peroel alma de BBICEÑO batía sus alas en horizontes míe amplios:sal tud que jamás pospuso la Patria á loe intereses de partido.Por ella hubiera rendido mil veces su vida.

El General BR10ERO preteneció á esta especie de tipos,todos los dIna en creciente escasez, que se lanza al campo encen-dido de las luchas políticas, listos á sacrificarse en todas ocasio-nes por el triunfo de 8U ideal, y que nunca dejan caer sobre el fan-go de los intereses personales las blancas vestiduras de la doc-trina. La medra—profesión á que se han consagrado tántos hom-bres públicos—no te mereció un solo pensamiento á pesar de ha-berle sido cosa fácil esta tarea, y teniendo además como incenti-vo poderoso, la fia2ua de la época y graves responsabilidadesempetadas en procurarla subsistencia y el porvenir de una fa-milia dilata4ísima, que se &grupaba en torno de aquel modernoPalante. BRICESO. era una naturaleza netamente espi-ritual.

No es de extraare que haya muerto en completo estádode pobreza. El hombe no parecia hijo de este siglo que corrodesalado en pos del vellocino de oro. La Patria absorbió por-completo sus capacidadda y su ineansable actividad. Por fortu-na, Colombia es un país generoso sobre toda ponderación, y sa-brá reenpensar los méritos extraordinarios de aquel. hombrevirtuoso que lo sirvió desinteresadamente. Yá se ha orgunizadoun Comité nacional para recaudar las cuotas destinadas á librarsu hogar de los horrores de la miseria El éxito de tan noblepensamiento será brillante s norque la República colombiana sa•be estimar á BUS verdaderos'y gratuitos servidore&. Esta hidal-ga Cartagena, que al través de los tiempos y de las adversidades,conserva puro ci fuego de sus tradicionales sentimientos, ha da.do comienzo á su caritativa labor, probando de esta suerte quesi supo honrar los restos del bizarro militar, sabe también cum-plir el deber que impone la desgracia de la numerosa familiaque ha perdido en único apoyo.

VI r r.

El tiempo seguirá su macha vertiginosa; acaso cambien deuna manera notable los hombres y los partidos de Colombia; pue-da que 103 resortes morales hoy tan gastados en el mun.

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do de nuestra política, recobren su perdido vigor, quizá vengauna ¿poca abundante en grandes caracteres; pero hombres cornoBRIOEÑO serán siempre raros. Hoy no ea fácil apreciarlo entoda su ganden: el momento critico que alcanzamos sri el cua-drante de nuestra historia, apenas si deja vagar para algo que nosean los fenómenos de actualidad. Asistimos á un periodo revo-luciouario que elabora en su seno ideas nueças y atrevidas; hayafán de luchar como se pueda; la sociedad se agita en convul-siones epilépticas; batalla sin tregua; debilita sus fuerzas; y eneste espantoso torbellino todos nao vemos envueltos y absorvi-doe. Pero al fin vendrá la bonanza; calmarán. los tormentos dezozobrar; y alegres marineros de este viaje glorioso ea busca demejores destinos, gritarán alborozados: Tíeria! Tzerra! En-tonces se pensará y se medirá con exactitud la talla del persona-

sobre cuyo sepulcro lloran hoy las letras y las armas coloca'bianas.

Difícil es que salgaá la pública escena un hombre de laseximias cualidades de BabERO. El molde de los ahtiguoscaracteres está roto, y sus fragmentos giran perdidos por el va-cío. Colombia vestirá de duelo por hijo tan preclaro. Esta noes cuestión de partido: se trata de una gloria nacional! Poreso nosotros, en estas líneas que hemos escrito á la ligera, noshemos dirigido al sentimiento patrio, haciendo caso omiso delos partidos políticos.

Las olas mugidoras del mar Caribe parecen responderánuestro hondo pesar y exclamar adoloridas: BRICEÑO RAMUERTO! Todos nos resistimos á ,la resignación. Que caigael árbol cuando ha devuelto á la tierra las primicias todas de susavia elaborante, pase; pero que soplo destructor tronche la co-pa reverdecida de árbol nuevo y -vigoroso, ah! 4eto será siempreuna ruina de esperanzas. -

Si la muerte ha de guardar analogía con las condiciones ge .niales del 'individuo que sucumbe, el General BRICEROno debió haber rendido su jornada por consecuencia deuna enfermedad. BRICEÑO parecía destinado á morircomo el antiguo gladiador, dejando sobre la arena delcombate, los despojos de la vida después de leal y espantosa lu-cha con atlético adversario; 6 bien en una batalla contra ejérci-tos extranjeros, excitado por el estruendo ensordecedor do la me.tralla, empanando con una mano la bandera de Colombia, y conla otra prendiendo la chispa de una vasta hoguera que helase de

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espanto al enemigo, 6 le pusiese en la dura condición de avan-zar sobre escombros y cenizas!

Los jóvenes debemos, especialmente, imitar su ejemplo.Sobre nuestros hombros pesarán maflana los destinos del país-y debemos inspirarnos en sus virtudes con el fin de llenar digna-mente nuestra misión en esta tierra querida, en la cual hemos naci-do y que recibirá las últimas palpitaciones de nuestros cora-zones.

Ounrdemos con respeto la memoria del General MANUELBRICEÑO, y sobre su tumba formemos el propósito inquebran-table de no vivir g ino para la Patria.

Cartagena, Julio 21 de 1885.

ALEJANDRO GARcIA.

¡¡RECUERDO DE DOLOR!!

El día 11 de Julio del corriente ano, á lis de la msllana,en Calamar, situado en las márgenes del gran Danubio de Colom-bia, exhaló su último suspiro el ilustre y conspicuo General MA-NUEL BI-tICEÑO. Inmediatamente después de haberse entre-gado á su suello eterno, que comenzó ti esparcirse y pulular portodo el campamento del Ejercito Nacional, tan funesta y lamen.tabla pérdida, empezó á reinar en él un silencio profundo, de.mostrando con este acto todos sus copartidarios, que se meditabadetenidamente en tan terrible desaparición: que se meditaba n6en la pérdida do un hambre cualquieru, sino en la pérdida de ungrande hombre.

11 MANUEL BRICEO 11 Prototipo de la honradez; es-poso sin rival; padre tierno y carifloso; hijo afable; hermano bon-dadoso; excelente ciudadano; insigne guerrero; abnegado, patrio-ta, leal sostenedor de la legitimidad; valeroso, intrépido en losmomentos del peligro, infatigable, celoso de los derechos de laPatria; inteligente, ilustrado; en una palabra, hombre adornadocon todas las más bellas cualidades que pueden engalanur ti sé;humano. iii Ha muerto Fil pero ha muerto con la concienciatranquila por haber llenado sus deberes, ya como hijo, ya comoesposo, ya como padre, ya como hermano y ya como ciudadanoútil ti la Patria.

n

SI Geüdral BRICEÑO que comprendía las tune8tas conse-cuencias que atraerían á Colombia las guerras civiles que cono-tknteffietits Be originaban en el Paja por Loa diversos partidos po-líticos, se imperió en trabajar y cooperar con su valioso contin-jente ¿fin de unir á todos los hombres honradas de la Repúblicay la formación de un partido pie se apellidara Nacional 6 Repw-blicano; y cuando esto Be habla logrado; cuando empezaba 6. sa-borear el fruto de su incansable labor, llegó la muerte y terminósus halagüeflas esperanzas; llegó la muerte y nos arrebató á nues-tro distinguido Jefe, dejando á Colombia cubierta de luto, 6. suestimable familia postergada y agobiada por el intenso dolor, y ásus numerosos amigns lamentando su gran pérdida.

El Dr. BRIOEÑO murió en un clima ardiente, en donde sehallaba al frente del enemigo, en defensa de las sagradas institu-ciones del psis amenazado, y su cadáver fué conducido á la sim-pática Cartagena, en donde sus dignos hijos, que comprenden elmérito, le hicieron todos los honores que merecía el ilustre difun-to; le sepultaron en una;magolfica tumba, y guardan y veneran susrestos como es debido.

¡Biso ILUSTRE DE COLOMBIA 1 Ante vuestro monumentotodos nos inclinaremos, y admirando los preciosos restos que en-cierra vuestra tumba, pediremos ¿DIOS que os colme de bendicio-nes en el CIELO, como os dot6 de prendas recomendables en estemundo.

H*ito sun-AMEJUCAN0! Descansád en paz, que vuestrosamigos oran por tí y acompaflan ¿vuestra desolada familia en tangrande dolor.

Cartagena, Julio 21 de 1885.

CARLOS VELEZ 11.

MANUEL BRICENO.

Un suceso lamentable ha venido á herir de lleno la socie-dad, y á privar 6. la República de una de las espadas más valen.tea, al servicio siempre de la buena causa y de la defensa de losfueres populares

Nuestros corazones, llenos ce consternación por una pérdidatan irreparable, lamentan tan extraordinaria desgracia; y nuestros

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os .dernma ltgrimas de dolor, por la . aeMparicióa de una delas figuras iaü prominentes del Ejórcito de la República.

El vapor "Lebri)» a" iil;;; ¿: j:to, en la maZana del día 12 de los cornente.s.

Una multitud se agrupaba en los muelles de la Aduana.La bandera nacional, traída por el vapor á media asta, aman-

ciaba.atguna desgracia para la Patria.El vapor atracó, y la vista de un sarcófago confirmó al pue-

blo el triste presentimiento que lo domina. ......El nombre de BRICtÑO se oía de boca en boca, y un gri-

to de dolor so ecap6 del pecho de cada uno de los circunstantes.r Valiente y generoso BRICEÑO 1 Este grito fué la protes-

ta más sincera de un pueblo reconocido, que paga así los servi-cios de sus leales defensores 1 ......

El General BRICEÑO apenas supo la desgracia de ¡os opri-midos de la Costa, empu!16 la espada, y atravesando los Estadosde Cundinamarca, Tolima y Antio q uia, y venciendo doquiera áloe enemigos de la República, Begó á esce Estado con el ánimode escarmentar á los sempiternos revolucionario; cuya causa es,y ha sido siempre, la satisfacción de las ambiciones personales, Jaruina de la República y el desquiciamiento social.

El General BRICEO era sumamente honrado, y sus ene-migos, no teniendo armas con que combatirlo, pretendieron afren.tarlo llamándolo pobre, sólo porque no lucraba con su honra, nise humillaba ante el mandatario que recompensa con destinos laabyección y la villanía.

General BRICEÑO 1 La Patria se maestra agradecida porvuestros desinteresados esfuerzos en defensa de las sanas ideas,cuyo definitivo y sólido planteamiento es la única esperanza pa-za elporvenir!

Vuestro nombre pasará it la posteridad, y el recuerdo devuestros grandes hechos y el sacrificio de vuestra vida, ofrendadaen aras de la República, servirá de digno modelo que habrán deimitar las generaciones presente y venideras.

El genio do la Gloria guardará vuestro inmarcesible nom-bre, y la apoteósis será el galardón de vuestras excelsas y muyraras virtudes.

Cartagena, Julio 21 de 1585.

Fernando Polanco R.—Lino M. ¿e León —Ricardo E. Rorndn-E. de Fombo.—Fvlgenc(o Lequerica.—Luis F. de Zubir(a.—Joaqufa

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¿'. Viles £—D. Villana! 3.—O. Ye7es.—A. Torrb H.—R. S.Sdnches, Aurelio Ferndndes. - Camilo Benedeti J.—F. de Zubiría.-Francisco Franco. —Juan 31. GonidIel, José M. Losanu.—Azirgusto-J'ono.—T. Villa 11.—Francisco Burgos R.—M. E. Viles--CarlosViles D. —Manuel D. Calvo.—Jos/ C. Calvo 4.—Simm J. Viles.-hf:çuel Macíd.—Antonio R. Tono.—A. P. Gonzaga. —Cipriano Ve-ga C.—J. M. Arrásola f_—Manuel S. Merlano.--L. M. Pires U.Blas de Ledn.—Carlos A. Romdn.—Constanlina C. Matos.—Julio.Benea'eti.—F. A. L4pe&—M. .Posada.—L. Herndna'ez . —1?. Herndir& A.—L. Aíanrique.—Agustln Y/Itt—A. Villareat—Antonio Ro-nzdn.—Octav:o (Jornas.—F. A. Gdmez.—Generoso jaspe.—Luis E.Calvo.— José .if. Castillo G.—Antonio Araujo L.—Diego Martines.José Dionisio Araujo—Alejandro Pontbo,J. fi. Hcrndndes.—Hilar/o Polanco.—Benito Falcdn.—Frandsco Trujillo.—L. Segovia.-.José.0. Figueroa fi—Julio Pon:bo.—M:zuel Rodrfues Z.—S. Ca-fiurro—Dnaldo E. Grau.—Manuel Burgos R.— Vicente Villa.—Donine'o Espinosa r.—Isaac Pereira.— Tomds B. iVztIs.—J. Y.de la Vega.—José N. Quin/ero. —Manuel A. Taus.— Felipe Arad/o.Santiago A razfjo.—Jacobo .8. Mareno.— Tornds Navarro. —Aurelia-no Vila.— Ambrosio Franco.—Gabriel de la Es/riel/a.

DECRETOecr,ec11cio or el Concejo ..íttnicipat ciel

distrito cIa Cerote, en la xntaerte del11 nstre Oeneral

MANUEL ERIC EÑO

Rl Concejo 21unicipczl del distrito cL C1eé

En uso (le SUS atribuciones legales y

CONSIDERARDO:

Que la prematura cuanto inesperada muerte del preckro Genetal de la 2. División Nacional, MANUEL BRTCEO, acae-cida en el campamento de Calamar, el 11 do los corrientes, hacausado una honda y sensible impresión de dolor, en todos susamigos petsonales y políticos de esto distrito;

Que ea un deber de justicia y de verdadero patriotismo, el

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que loe empleados y corporaciones públicas del Gobierno, baganconocer por un acto espontáneo y especial de su seno, los senti-mientos de gratitud y admiración de que se hayan animadoslos miembros que la componen,

DECRETA:

Art. 1.0 La Corporación Municipal del distrib de Ceretd,la.nenta como uno de los hechos más deplorables para la Repú-blica y para la numerosa familia del finado, la irreparable pérdidaque han hecho, con la prematura muerte de uno de sus másilustres hijos é incansable adalid, General MANUEL BRI-CEÑO.

Art. 2.0 Como un acto de honorara esta Corporación yde eterna memoria para los buenos ciudadanos de este distritoy de sus miembros en particular, dispone consignar, como lo ha-ce, en el acta de este día, tau infausto acontecimiento, con el cualtributa un justo homenaje de gratitud, admiración y respeto álas cenizaq de tan eminente héroe.

Coniuníquese en copia el presente de2reto al seflor Presi-dente de la República, al acüer Jefe Civil y Militar, al seflorGobernador de la Provincia y á la muy estimable familia delfinado.

Dado en Cereté, á 20 de Juio de 1885.FI Presidente del (Jonceja,

JULIO C. ESPINOSA.El vocal Vicepresidente,

FRANCISCO PADRON . UEl vocal Secretario,

JOSE MARIA PERNEt

E t ti S P ti M Scia linstro r exiinio ci. u.ciaciano 0-eneral

MANUEL BRICEÑO.

El 11 de este mismo mes, aparecía sobre Ja banda orientalde nuestros campamentos la aurora derramando sus rayos color

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de oro... .Quidn creyera que en ella venía envuelto el nunciofatal de la profunda herida que debía recibir el corazón de laPatria.... ¿ Quién, que Dios la sometiera en este día á una nneva prueba arrebatándole una de sus mejores aspadas, de SUS me-jores inteligencias, de sus más asíduos defensores de la justicia yel derecho, y por último, el ap6stol infatigable y rendido adora-dor de las doctrinas del Cristianismo?. . ......

Su joven genio admiró,Porque digno y virtuosoEn su alma atesoróPodo lo bello y grandiosoQue á la historia le legó.

Yo le admiré, y extasiadoContemplaba su Igura,Porque de envidia inspiradoAnhelé por su bravuraComo el valiente soldado.

Hombre sereno y de calma, defendió, ya con la pluma, ya conla espada, ora en la tribuna, sus principio; sin trepidar en la sen-da que le trazara el deber.

Cuántas veces en la escenaLe vimos llenos de gloria,Con esa calma serenaCon que grabó su memoriaEl mártir de Santa Helena.

Y era admirable esa calmaEn este joven guerrero,Pugnando alcanzar la palmaCon la punta de su acero,Con el ardor de su alma.

También la serenidadQue se notaba en su frente,Donde nunca la maldadPudo llegar imprudenteA contrariar la verdad.

Porque MANUEL, rodeado de las más grandes ovaciones,era más humilde; porque Jefe de numerosas huestes, aparecía enlas cuadras do su ejército, ejerciendo en todas sus anifastaoi&

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'hes 1u do un padre asfduo y carifloso, la prodigalidad del comOpaflero, y sinceridad de la amistad sin límites.

La agitación de ese infausto día en el ejército, la deanudezde los semblantes, la plegaria á Dios acomparnda de sollozos xtorrentes de lágrimas de cada un miembro del ejército arrancadaspor el dolor, no se borrarán jamás de mi memoria.

Hoy la patria se prepara & aliviar la desgracia acaecida enla numerosa familia del finado, único amparo de cuyos brazos vivían, y no debería suceder de otra manera,manera, porque es el consueloque nosotros podemos darle; y Dios que recogió el último alientode BRICEÑO, le tiene yá á su lado para que de allí derrameBus bendiciones y consuelo sobre el corazón de aq pobre viada,madre y familia, en la cual estamos tndos sus subordinados.

¡i Que en paz descanse el Genio II ......

Calamar, Julio 23 de 1885.

HERIBERTO DUQUE O.

O-E :tq- En S la

MANUEL BIIICENO.

No hay quien ignore que la muerte ese! fin de la vida, ysin embargo, considerado el &n como término, el espíritu se rebe-la cuando ese término corta por sorpresa una vida que comienzA,la corta en momentos inoportunos, y contrariando, por decirlo así,la naturaleza del suceso. Esoha acontecido con la inesperadamuerto del simpático General MANUEL BRICEÑO. En laplenitud de su vida, en el apogeo de su gloriosa carrera público,cuando & su impetuoso carácter sofrenaba el contrapeso de losartes y el aplomo de la experiencia, BRICEÑO rindió su carre-ra mortal dejando sin hacer mucho de la importante tarea que lehabía sido impuesta. Organo caracterizado de un gran partidopolítico, no muere como debía morir, dejando la pluma con cicalor de sus dedos. Padre, no do una numerosa familia, sino douna colonia de familia-3, corta su benemérita labor, sin dejar reem-plazo, y cuando niflos y ancianos reclamaban con mayor urgen-cia su protección y ea amparo. Jefe de una División del Ej6rci-lo Nacional, en la actual guerra civil, no muere, como pudo y

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quiso morir, conduciendo sus legiones al combate, sino abrasadasu sangre, afligido su espíritu y extenuado su cuerpo por el ri-gor de la fiebre. ¡ Inescrutables arcanos do la Providencia 1¡Morir antes de tiempo y dejar una vida tan laboriosa y tan lle-na de quehaceres.

Pocos como BRICERO mostraron mayor esfuerzo en la en-carnizada batalla de la vida. No dejó de lidiar nunca. Comohijo, como padre, como ciudadano, como sectario político, comotribuno, como representante del pueblo, se le vi6 siempre luchan-do. Hoy mismo cuando la muerte paraliza su energía, en losdelirios de la fiebre sueña con las emociones del combate, y son-río ante las auroras de la victoria. 1 Amargis contrariedades dela suerte! ¿ Porquó no murió en la lucha el qne vivió siempreluchando?

Dios lo ha querido y debemos inclinarno4 ante su iintitavoluntad.

Nosotros, los Jefes y Oficiales de la 3.' División, sus compa.eros de fatigas y privaciones, con el alma atribulada por su

muerte, consagramos 6. su memoria este recuerdo.

El Geceral Jefe. J. it Dorainquez E—El Coronel, Jefe deE. Mayor. Luciano Estrada B.—EL Mayor, Comisario Pagador,Alcides II. Herrera.—El Mayor, Comisario Ordenador, FedericoA. Byrne.—EL br. A y udante, Gregorio Lorente M.—El. Mayor,lcr. Ayudante del E. M., Asnoraldo Rojas C—El 2. 1 Ayudan-te de Campo, Víctor Oz3tro.—El Mayor, 2. 4 Ayudante del E.?tL, Juan E. Bynte.—El 3er. Ayudante de Campo, D. J Llce'rn3—El O. Ayudante del Estado Mayor, José A. Jlolauo.—ElAyudante de R4wdo Mayor di? ¡a 3. s bivisi6n, Joxé Al. Palau.-El Coronel, Auditor de Guerra, Floro Gómez.—Teniente Ayu-dante del Estado Mayor, José R. Linares. —EL Capitán adjunto elEstado Mayor. Marcos A. Galv.—El Teniente Ayudante, kantVillafrerfr—Subteniente, Isaías Mon.ailo.—El Capitia Ayudan-te del Estado Mayor, Alejandro Concha F.—El Capio Ayudan-te del Proveedor, José Antonio Martinez—El Capitán, Pablo Ale-janeiro Teilktrda.

Batallón número 15 de Talud.

El Teniente–Coronel, ler. Jefe, Tomas C. Barona—EI Snr-gento Mayor, 2. 0 Jefe, 1. E. 6bn3tain.—El Sarento Mayor, Co-mandante de Ja Banda, Alejandro Concha.—El Capitán Ayudan-

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te mayor del Batallón, Ytente A. &cobar.—El Capitán de laBanda, Policarpo Delgada—El Capitán de it Banda, Julio ¿ferre-ra.—El Capitán de la 1,' Companía, Ramón Tascón &—EL 0*.pitán de la 2.' Compat.ía, Henrique Escobar T.—El Capitán dela 3.' Compaflía, Octavio E. González V.—El Teniente 2. 0 Ayu.dante del Batallón, Constantino Rojas.—El Teniente de la 1.'Compaflía, Luis Nolasco Escobar.—El Teniente de la 2.' Compu-fha, Marceliano Tascón 8.—El Teniente de la 3.' Compatia,José A. concha P.—El Teniente de la Banda, E5equi4 Carca—El Teniente de la Banda, Jesús García Espinosa.—El Tenien-te de la Banda, Juan Gonzólz.—E! Subteniente Abanderado delBatallón, .&1iX A. .Botero..—El Subteniente de la 1.' Comp.'fiia,iíanud Potes—El Subteniente de la 1.' Curnpaía, R nogerio Sa-tacruz—El Subteniente de la 2.' Componía, Rubén Ta3c6n.—E1Subteniente de la 2.' Compatía, .Jesús A. Custaño.—El Subte.niente de Ja 3.' Compaflía. Modesto Borja.—El Subteniente de la3.' Coropaflia, Jauki- B. Victoria—El Subteniente de la Btnda,Julio D. Posada—El Subteniente de la Batida, Miguel AP. Dá-vila V,—El Sargento 1.' Brigada, Miguel H. Gayózi 11.—El Sar.gento 1.* de la 1.' Cwn pafiia, Hnrique Méndez—El Strgento 1.de ¡a 2.' Co;npaüia, Manuel Dolores Montrugn.—Sigucn cien-tu 8PSeUtIJÍ firmas de los individuos do trol)a.

Batallón 21 del Q,ulndío.

Pedro Zrezo G.--Tenientn ().,rutiel. Florentino Zaual V.-Captin Ayudante, Murío A. Martines.—Ter,¡ente Habilitado, Vc-br Manuel Sarria.—Teniente Ayudante, Jíirtirz Ancía AL—Te.mente Abndcrado, Augusto Delgado 0.—Sargento Brigida, JoséPio Delgado.—Sargeiito 1.' corneta. Elías Gutiérrez—Capitán,Jltpótzto Tones.—Capit.árt, Adolfo Gaita. —Ca pitán, Pedro Vár-gas—Capitán, Rornán Viterí.—Tenjente Julio Garcés.—Tenjente,Jiinrique Arboleda.—Teniente, Lisandro Quznián.—Tenien t,,Ramón Antonio Delgado.—Subteniente, Salvador Cobo—Subte.niente, Narciso &ilcedo.—Subtenjente ¡sajar Orejuela.—Suhte-niente, C'órlos R. Vékz.—Subteaiente, Bartolomé C'aate.—Sar.genio L°, Santiago Goosulez.—Sargento 1. 4, Joaqu Montes d&Oca.—Sargento L', Víctor Sin ved ra.—Sargento 2. 9, Mario Gar-eía.—Sargento 2.°, Pedro T. Delgado.—Sargento 2. 0, Pedro Cope-te—Sargento 2. 0, Joaquín Laspril la. —Sargento 2. 0, GregorioOchoa,—Pedro J. Cordovds. —Sargento 2 0, Manuel S. González.Sargento 2 0, Jorge E. Martínez.—Sargento 2. 0, Joid Escobar.-

JesdÑ María Martínez—Sargento 2.°, Salvador iizardp.—Caboe1.', Caribe Rodríguez.—Jesds María Laurido.—Aurelio Conzlez.Manuel GonzMea—Nicolás Baracha.—J esús M. Ayala—Ra'món Buenaventura.—Pedro Medina—Manuel 31.' Quintero.-C gboq 2.0, Torcuato Arce,—Juan Barahona.—F4lix Meza.-Concordio Milln.—Juan A. Díaz.—Guillermo Callejas.—JesúaMaría García.—Salomón Reyes.—Ambrosio Murillo.—AlejandroMartínez.—Juan Polanco.—Manuel J. Reyna.— Leonar(io Puli.da—Soldados, Miguel AnUa M, José Marroquín, Jcsih M.tFernández, Eleuterio Machado, Joaquín Vivas, Martín Rivera,Miguel Solano, Benjamín Rentería, Manuel Moreno. Efrain Mi.llán, Fabio Pernis, Ezequiel Campo, Manuel M. González,Manuel Vélez, Fernando Piedrabita, Efraín Balcázar, José Suá-rez, Alcides Zúnip, Plácido Bonilla, Belisario MonLaflo, Nepo'muceno Brines, Lisandro Montenegro, José Tuestas, TeodolindoVictoria, Nemesio Asprilia, Serafín Choche, Santos Virgen,Francisco Mata, Juan R Lerma, Próspero Bedolla, NicomedesVida), Raimundo Hernández, Rafael Potes, Víctor Posso. JulioZereso, Julio Velasco, Abdón Martínez, Remigio Corredor, Ri-cardo ¡'rice, Antonio Rodríguez, Caliato Muriel, Fermín Megia,Juan B. Medina, Julio O. Satisábal. Joaquín Montes, TrinidadMontenegro, Juan de D. Castro, Miguel Cruz, Jeremías Gutié-rrez, Quintiniano Ríos, Rafael Marín, Pablo Jaramillo, ReginaldoFigueroa, Obdulio Gómez, Estovan Mata, Lorenzo Lizarda, Dii-maso Forero; Francisco Otero, Francisco Pérez, Edtardo Aspri-Pa, Rafael Santacruz, Nicanor Rodríguez, Jesús St$lis, Epaminon-das Cuenca, Pedro Suaza, Manuel de Jesús Cobo, Dámaso Moli-mi, Vicente Romero, Silvestre Díaz, Manuel M.' Orozco, JesúsMaría Duque, Clemente García, José María Lizarda, Jesús M.'Longa, Joaquín Franco, Manuel Jiménez, Teodoro Sánchez, JuanMachado, Rubén Suárez, Alfredo Gneis, Luis Antía, JoaquínBenacázar, Fermín Lozano, Juan de C. Lépez, Fermín Escobar,Juvenal Bonilla, Juan M.' Tagara, Manuel J. Arana, Manuel A.Bocanera, Abdón Castellón, Jesús Ruiz, Lisímaco Ramírez,Pampiho Loaisa, Felipe Nieva, Marcos Sarabia, José María Coe-Ib, David Cadena, Vicente Berón, Pascual Segura, Manuel Gar-cía, Teodoro Santibiflez, Cesáreo Romero, CrEstóbal Caicedo,Manuel D. Manzano, Inocencio Día; Manuel S. Rivera. (Si.guen 50 firmas más.)

Calamar, Julio24 de 1885.

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Batallón 25.B¡ Teniente Coronel, ler. Jefe, Vicente N. Pat—El Sargen-

to Mayor, 2, 9 Jefe, Francisco Ángulo y Le~.—El Sargento Ma-yor, Encargadn del dotal, Manuel Afas-ina.—El Capitán Ayu-dante Mayor, Ignacio Quintero H.— El Capitán de la 1.' Compa-lila, Julio Plaza.—Ei Capita de la 2.' Coçnp:ibía, Leonidas Ca-ballero R.—El Teniente de la 1.' Compaía, Guillermo A. Quiño-n.a—El Teniente de )a 1.' Compartía, Ángel AL' GuEérrez.—ElTeniente de la 2. 4 Companfa, Francisco O. Cabrera.—EL Subte-niente de la 1.' Oompaftía, Ludo Concha.—El Subteniente dela 2.' Companía, Benjamín Escobar.—El Subteniente flabilitado,aro Morcilla.—El Subteniente Abanderado, Pablo AL Plaza.—El Sargento Brigada, Isaac B. Rodrgua—El Sargento 1. 0 de Ja1.' Companfa, Luz AL Romero.—(Siguen 180 individuo. detropa).

Batallón 34.Sargento Mayor, ler. Jefe, Joaqum Ortiz—Sargento Ma-

yor, 2. Jefe, Alejandro Botero.—Ca pitán Ayudante, Vicente Va-ca.—Capitán, Pedro Beniks.—Cspitn Domingo Afurillas.—Capi-tán, &gacftino CMvez.—TenienLe 2 1 Ayudante, Justiniano de laC%-uz.----Teniente. Mizinu, ¡Jernandeg.—Teniente, Cbrnelio Velen.62.—Teniente, Meandro Gordillo. —Subtenien'e, Fernando Pie-drahita.—Subteniente, Lean icJg., Valderrama.—Subteniente, JesúsM.' Villafata.—Subteniente, Francisco Torres N.—Subteniente,Joaquín Román.—Subteniente, Bautista Quinkro.—Subteniente,Fernando González—(Síguen 182 firmas de los individuos detropa.)

Batallón 1! de Iteserva.ler. Jefe Teniente Coronel, Carlos Trilla-2. 9 Jefe, Francis.

co A. Calder&-_Capitán Ayudante, Israel Santa Coloma.—Te-niente Ayudante, Indalecio Parra D.—Teniente corneta, &r.gio Durán—Subteniente Abanderado, Gregorio 7S-ejb.—Capitán,Joaquín María Domínguez—Capitán Félix María Anoyave.-Capitán José María R&wón.—Teninete, Juan P. Barrerca—Te-niante Maximüiano Fiedrahica,—Teniente, flUx A. 7frado.-Subteniente, Juan de Capristano Arce.—Subteniente, Juan dela (1 Monzoya.—Subteniente, Manael & Areila.—Subteniente,

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Malaquías Monsalve.—Sabteniente, Blas Al. Giraido.—(Siguenciento setenta y siete firmas de los individuos de tropa).

HOMENAJE.

Los que suscriben, Jefe-9 y Oficiales do la 1. 4 División del.Ejército de operaciones en el Atlántico, lamentan profundamenteel fallecimiento del ciudadano General MANUEL BRICEÑO.

No alcanza á juzgar sino aproxirnativamente los grandesmerecimientos de tan ilustre Joven; pero si el duelo de ellos me-rece alguna signica&bn, agradecerán que la Patria, la familia ydemás amigos de él acepten este bumenaje de rc;peto y estima-ción ti su memoria.

Calamar, Julio 11 de 1885.

El Comandante General, Marco A. Pi;kros.— Pricnnr Ayu-dante Roberto Qaano.—Comisario Pagador, Luis Urruchurlu.-Habilitado del Quartel general. Miguel Forero Uribe. —AyudanteDarioflórez C—Ayudante Akteo Parra.—El Ayudante, H. ERodríguez—Ayudante, Jesús M. Peüa.—Ayudante, Leonardo Fe-ña.—El Jefe (le Estado Mayor de la División, Manuel Gúrnez ALEl Capitán adjunto al Estado Mavnr, Floro Moreno 11.—El Capi-tán 2.' adjunto al Estado Mayor, Ricardo A. Pertuz.—El Tenien-te adjunto al Estado Ma yor, Abdalásis Gómez .J.—Sargento Ma-yor, Luis Vsqiez.—El Médico, Jefe de la ambulancia, L. Cuer.yo Márguez.--El Médico del Batallón 19, Ricardo »trepa Un-be.—El Médico del Batallón 16, Eduardo Zuleta.—EI Médico delBatallón 20, Joaquín Solano. —El Médico del Batallón Ayacucho,Juan de la C OliveL(a—El Ayudante. Juan Francisco Posada.—El Proveedor Teniente Coronel, P. Urdaneta.

Batallón 20 de Infantería.El General ler. Jefe, Severiano Buendia.—El Mayor 2 Jefe,

Luis Daqu.rr&—El Capitánn Ayudante Mayor, Jesús E. Silva.El Teniente 2.' Ayudante, Antonio Obando.—Subteniente Abati-derado, Tobas Pulido.—El Capitán de la 1. 5 CompaMa, JosEAfaría &nchez &—El Teniente, Néstor Tobar.—EL Subteniente,

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José Maria Brkeo.—El Subteniente, Ángel &gura.—El Capitánde la 2. 5 Comp&nia, Ceiw Molina.—EL Teniente, Federico S.Gómeg.—El Subteniente, Segundo Niquepa.—El Subteniente Ra.si& Rotnero.—El Capitán de la 8 Compaflía, Daniel Martín.—El Teniente Griceldino Carvajal.—EL Subteniente novio VanegasL.—E1 Subteniente .Pris&iano Rodríguez.—El Capitán do la 4'Compa?lio, Aquileo L. Corcituelo—El Teniente, &iluttiano. F('orchuclo.—El Subteniente llenrüpze Rcssi 0.–El Subteniente, To-más Ramíree.—EL Capitán do la 5.' Conipaflia, Pedro Alonso3.—EL Teniente Ulpiano Hernández.—El Subteniente LeonidasS. Buendía. - El Subteniente Fernando Aguñte.

Batallón 16 de Infantería.E! Comandante lcr. Jefe, Arturo Douscicbés.—El Sargentn

Mayor 2. 0 Jefe, Julio E. Maldonado.—El Capitán Ayudnnte Ma-yor, Marco A. Páer---El Teniente Ayudante.—ET Capitán tic la1.' Compañía, Leoncio Tascó».—E! Teniente.—El Subteniente dela 1, 2 Companía. Antonio Moreno.—EL Subteniente de la L' ()om-paflua, aSVrnón » Alemán.—El Capitin de la 2.' Oompailía.—ELTeniente, Juan 1. BernaL—El Subteniente.—El Subteniente, LuisEavarrete.—El Capitán de la 3.' Compañía, Juan Manuel Gueva-ra.—El Teniente d0 la 3• 5 Compañía, Ricardo E. de León—E1Subteniente, Juan C. Bolívar.—E,! Subteniente de la 3. 1 Oompa-fía, Luis Aavarrete—E! Cnpitdn de la 4. L Compañía, Ricardo Va-n¿ S—El Subteniente, Juan Obando E.—ElSubteniente, Alexis Ortiz.— El Capitan de la 5. 4 Conpaí1a—E1Teniente, Ce/jo Guzw4u.

Batallón 19 de Infantería.

EL Comandante (le! Batallón 19, Cosme J. Jirnéner.—E! 2?Jefe Estevan Parra—E1 Capitán Ayudante, Garlas Morale&-Teniente 2? Ayudante, Diego D:z.—Capitán, Enrique Rodríguez.Capitán Miguel E. Urib—Capitán de la 3.' Compañía, JYmo teaRoa.—Tenicnte, Juan 1'. ('tarea. - Capitin, Genaro Vilamizar.Teniente, Víctor Al. Gavfrza. —Ten ien te, Camilo Vds quez.—Te'niente, Luis Cárdenos. —Teniente, Alejandro Díaz.—Teniente,Abel Torres.--Subteniente, Antonio Pérez.--Subteniente, VicenteLópez.—Subteniente, Florentino 2lln R—Subteniente, EugenioCa.tellanot—Subtcnicnte, Belisario Pulido S

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Batallón 19 de Ayacucho.

El Comandante lcr. Jefe. Ramón Guerrero.—El Mayor t•Jefe.—E( Capitán Ayudante Mayor, Jesús M.' &rna.—El Capi-tán de la 1.' Compafifa, Atanasio Rodríguez.—El Abandtyado,Cayetano Estévez.—El Teniente, Severo .ifolin3.—El Capitán dela 2.' Compaflh a, Francisco Pirterej G.—Subteniente, BernardoD(azr-Teniente de la 2.' Companfa, Vicente E. Olt'veros.—Teniente 2.° Ayudante, Guillermo &ntos.—El Teniente. ClíntaeoOrdóñet—El Capitán de la 3' Compaflla, Eduardo Wheder E.—Subteniente de la 2.' Compafifa, Aurelio lVhe4er L.—El Capitánde la 4.' Compafifa, Juan J. Oliwlla DÑt—El Teniente, JosíGonzález Rubio.—El Snbteniente, Bruno B. antro.

Medio Batallón 29 de Infantería.El Jefe, D. Becerra —El Encargado del dna), QSrlos &lano.

El Capitán de 4.' Compatía, Cirios González.—El Teniente de la8.' Comapufa Torg. Antonio .Micolia.—El SubteDieDte FedericoHidalgo.—El Subteniente, Custodio Fon4eca.—El Teniente de la4' Companfa, Federico Restrepo.—El Abanderado, Alejandro flo•rrens.—El Subteniente de la 4.' Compnzín, Arcetio .1?. Prieto.—El Teniente de la 8.' Coinpaflía, Eulogio Leal.—El Subtenientede la 4.' Compaflía, Fernando FUTeX.—Los Subtenientes, IsidoroNoriega, Enrique Farra, Damián Pernctt.

flataflon Libre. del Magdalena.El Corone) Jefe, O. Bustamank—Capitán del Librea del

Magdalena, 7. Guillermo AmarÑ.—Los Subtenientes del Libredel Magdalena Josa B. Ocampos, Juan J. Varela, Nicolás Ápri

ALea, Rafael ' de Vega, Enrique .& Verdo, Plácido Polo, José Side Vega, Joú Fi GO»I61eZ, CeciNo A. Cepeda, los¿ J. Chiquillo AL,N. Chiquillo AL, Pedro Chiquillo, Julio A. (Mates.

MANUEL BIL10EÑO.

El 11 de los corrientes L las 7 25 n. in. falleció en, este lugarel ilustre General MANUEL BRICEÑO.

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Su nombre fntimamenteunido £ las glorias de la República,ayer como hoy, infundirá reapeto y admiración á amigos y á ene-migos y corno el de todos los grande hombres, su nombre solo,basta para reoordar la Historia de cm época de luz y sacrificios,en que el Orden, la Libertid y la Justicia, lo encuentran colocan.do la primera piedra del nuevo edificio social, en donde por mu-chos aflos, la Regeneración ha de levantarse fecunda, poderosa yvencedora.

Con él han desaparecido una pluma y una espada; pero nosqueda su ejemplo.

Modelo de virtud en el bogar y en la campana—de enterezaen el peligro—de resignación y constancia en la adversidad—en6rgico y activo militar, sin olvidar cuánto vale y puede la cle-mencia: buen padre—buen amigo—y enemigo generoso, (si pudoserlo de los hombre antes que del delito)—su imagen y su genio,consagradospor su dolor, el do su Patria agradecida y el de suscompafleros de armas que lo lloran, no pasarán como pasan lasglorias de vulgares ambiciones.

Cuantas veces se diga—Fn fiat/tía libertas, se sentirá su vozy su espada:—su pluma y su nombre.

Hoy Cartagena, conserva entre mármoles sus restos—Noso-tros, con ella, guardaremos su memoria, no sólo consagrando estorecuerdo do cariflo, de respeto y condolencia á él y su familia, si-no cumuliendo fielmente í la República, nuestra palabra empea-da con la suya, en defensa de los derechos de los pueblos.

No dudamos que la bandera (le esta causa tan lealmente de-tendida y que tan dolorosos sacrificios cueste, dRM benéfica som-bra á su esposa y á sus hijos.

Ellos encontrarán un pue3to depreferencia en el corazón dolos compafleros de armas del ¡lustre literato 1 caudillo y mártir dela Regeneración.

Calamar, Julio lB de 1885.

El Jefe de Estado Mayor de la 2.' División, Henriqve Arto-la'a,—El Coronel primer Ayudante Secreta:io de la Comandanciade la 35 Divi g ión, Antonio Quintero N.—El Coronel primer Ayu-dante general del Estado Mayor, Enrique C. de Barras—CoronelJuan C. dr/otra, primer Jefe del Batallón 5. 0 de Tequendama.-Coronel Eduardo París, lcr. Jefe del Batallón 3. 9 de Bogotá.—Co-ronel Sjngdn Hcrndndgz, lcr. Jefe del Escuadrón Funza.—Coronel¡lcr/teno Duque. lcr. Jefe del Batallón 6 de Agosto.—TenienteCoronel ¿Viro/di .Perdomo, lcr. Jefe del Batallón 3.' de Bogotá.-

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Teniente Coronel Francisco Leiva 8., lcr. Jefe del Batallón 12 dela Calera.—Teniente Coronel Ambtosu Jlerndndes, lcr. Jefe delBatallón 14 de Funza.—Teniente Coronel Viciar M. Ganta A.—Teniente Coronel, Mariano Tovar.—Teniente Coronel, M. A. Po-rras.—Coronel, jesús María Tamayo.—Sargento Mayor, RafaelMaría Gaiidn.—Sargento Mayor, Ramón E. Rodr4uez.—SargentoMayor, Julio J. Salcedo.—Sargento Mayor, Daniel Gutiérrez A.—Sargento Mayor Donato Jiménez.—Sargento Mayor. Rafael Esca.bar.—Capitán. Abelardo Cuéllar—Capitán, Arcadio Charry.—Capi.Un, Daniel Esiévez.—Capitln. Francisco Tovar.—Capitán. Jertini.no Espejo.—Capitán, Moisés Herrera—Capitán. Abraham C. Rodrí-

guez.—CapEtán, Belisario Alvarado B.—Capitán Arturo Sdnches.Teniente, Antonio M. Jaramillo.—Subteniente, Antonio Posada.—Capitán, Elías Vaquero.—Capitán, Eduardo 4may Hoyos .—Tenien-te, Isaías Rincón—Teniente, Rafael Verga,—Teniente, AlejandroRubiano.—Subteniente. Cristóbal Chape.—Teniertte Mclildn Cabre-ra C.—Subteniente, Francisco López 8.—Subteniente, Nicasio II.Sarmiento. —Subteniente, Gregorio Alvis C.—Subteniente Flavi.Triana.—Teniente. Manatí Ferndndez C.—Teniente, Miguel Enao0—Teniente, Víctor Cordovez.— Subteniente, Marcelino Gómez.—Subteniente, Juan B. Villa R.—Teniente Coronel, Domingo Ama-ya.--Capitán, Tele'sforo Amaya.—Cztpitán, ftf:çuelAmnya.—Tenien-te, Luis M. Jlerndndez S.—Subteniente, Daniel Santos.—Subtenien-te Domin?Q Gonzdlez —Subteniente, Belisario Vdsques.—Subtenien-te, Isidoro Resirepo..—Subteniente, José Antonio Morales.—Sub-teniente, Antonio .Sdnchez.—Subteniente, Belisario Rodr:,içuez.—Sub-teniente, Antonio Bernaí—Sargen to Mayor. Urbano Ferreira.—Ca.pitán, Pascual Rodrguez.—Capitán José Manuel Cabrera 7.—Capi-tán, calixto Leiva. MI—Capitán, Teodolindo Gaona.--Capitán. Drttgel/o Pldza.—Teniente, L'nrique Raymdn L.—Teniente, José fC Sa-lasar.—Teniente, Gonzalo Pfrez.—Subteniente, Emiliano Alfonso.—Subteniente, Julio Correal.—Capitán Ricardo Pgreira.—Subtenien-te, Rem:gio Roncancio V.—Cap i tán, Jesüs María Gaitdn.—Subte.niente, Adolfo Rojas.—Subtenierite, Pedro P. Bus/lila—Capitán,Emilio .Beltrdn C.—Stibtcniente, Emeterio C/:pedes.—Capitán Li.sandro Villalobo.—Subtcniente. Carnp;s Amaya.—Subteniente, Eus.taquio Bermúdez—Subteniente Heliodoro Rondón - -Teniente, Al-cides Novoa.—Subteniente, Indalecio Bernal,—Subteniente, Lucío Sil-va.--Capiián, Belisario Villa.—Teniente, Guillermo Le'smez.—Tc-niente, Cosme Liet'ano.—Capitán, Guillermo Martínez.—Teniente,Eugenio Pi,biela.—Teniente, Felifl Pda.—Teniente Tomds j Es-quivel.—Subtcniente, Luis Londoño haza.—Teniente, César Garda.Teniente. Nefiemuceno Pinto F.— Capitán, Pío Quinta Ampudia.-Teniente, Néstor Peretra.—Subtenicnte, Juan C. TebM.—Sargeirto Mayor, Juan ¿e Mata Mesa—Capitán, Lorenzo Corrían C-

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Subteniente, Cristina Alvaret—Teniente, Gilberto E. ¿el Valle.~Teniente Julio Esft/nosa.— Ten ¡en te. Manuel Acevedo C.—Capitár.,Fa'ro A. Reslrepo.—Subteniente, Adelmo de J. Martínez.—Capi-tán Fermín Sofís.—Subteniente, Andrés E. Guardia—SubtenienteSamuel Fuentes—Capitán, Manuel fíat Granddos.—Subteniente,Luis E. Baldovinos.—Capitán, J. a Careta Ponce.—Teniente,José M.' Ferreira.—Subteniente, Pedro Lozano,— Teniente, Mal-z'dn Ayala.— Teniente, Joaquín Ferreira—Capitán, C'iriaco Ju.lío—Teniente. Samuel J. Reyes.—Subteniente, Bernardo García.-Sabteniente, Fe/:»e Campo It—Teniente Coronel. Manuel Alvarez.—Sargento Mayor, Jesús Meza.—Teniente, J. D. MonsalveP.—Capitán, Francisco Alvarez--Capitán, Federico .Diago.—Ca-pitán, Justo Borrero 1.—Capitán, Antonio Amaya.—Ca pitán, Gon-zalo García H. —Capitán, Federico Cuéllar.—Teniente, Ramón VI/ea.Teniente, Autonio Ramírez—Teniente, Carlos infante.—Subte-niente, Ignacio Rodr,uez—Sub ten iente. Ramón Arango.—Subtenienie, Enrique Montoya.—Subteniente, Jesús María Rendón.—Sub-teniente, Inocencio Ca/derdn.—Subteniente, Pedro Vargas.—Sub.teniente, Salta/jano Vargas.—Subteniente, Es/cvan L. Pedroza.—Subteniente, Cesar Solórzano.—Sargento M2yor, Jesús Parada L.Capitán, Alberto M. Arrdzola.—Sargento Mayor, Rafael Fernd,rdes .D.—Teniente Coronel. Justiniano Martines C.—Capitán, Ra-fael Salazar.—Capitán, Antonio Mayer.—Coronel, Manuel E. dtCaslro.—Capitán, Dagoberto Arosemena.

UNA LAMENTACION MÁS.

Apenas, en la inMiana del 11 (le) preeiite, los aires (le Cala-mar conducen Ja triste nueva: "BRICEÑO HL MUERTO!" pordoquier, á un tiempo, los ecos, por mil veces, "BRICEÑO HAMUERTOI" repitieron.

Y Colombia, la madre azradecida, gime desolada, y tétricoscrespones festonan su cielo.

Tan terrible nuev), en rápido desborde-Sollozante pregona elM&gdalena.

Lóbrego retumba el Monserrate-Y en confuso plaic ruedasu linfa-El Funza y precipita al Tequendama.

Su iracunda mole detiene el mar, y en lastimero acentotrueca su atronador bramido.

Y Cartagena, agobiada de dolor, recibe el premio de sus nue-vas hazafias. Tócale en suerte, para gloria suya, abrir los bra.

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?os y cobijar en su seso el féretro que guarda los sagradoa des-pojos de tan preclaro campeón; y con razón siéntese orgullosa alcumplimiento de esta su voluntad postrera: "Quiero que misrestos reposen á la sombra (le los muros de la ciudad redentora,"dijo el Héroe que lloramos.

General BRICEÑO! Dejando gloriosa catela, huyó tu plan-ta del suelo dn la madre Patria; empero has pasado á su cielo, áocupar tu puesto en la brillante constelación de los mártires de lalibertad!

Colombial En justa pena mezclada con el llanto, deplora tudesgracia; que fué BRICEÑO de los primeros en cimentar tufelicidad; que fué y será su genio, para honra tuya, la admira.ción de todos, y eL brillo de su espada, nítido lampo de tusglorias.

General BRICEÑO! Dichoso tú que, al volar á Ja regiónexcelsa, dejas á la Historia brillante página envidiable. Dichosotú que alcanzarás del Ciclo la bendición para tu Patria. Ruegapor ella 6 implora el perdón de sus hijos extraviados, para que,todos hermanados, bajo una misma bandera y á la sombra de. ladoctrina del Cristo, veamos surgir de sus enlutados horizontes,cual surge de las tinieblas la luz incierta del faro, que al náufra-go vuelvo la yá perdida esperanza, el ma de bonanza, emblemadel más halagüdllo y próspero porvenir.

Alabemos las glorias del que, arrancando nuestras lágrimas,nos deja en desamparo, 6 imitemos sus virtudes.

Cartagena, Julio 24 de 1885.

FRANCISCO BURGOS R•

a CEt'TEflSI..

MANUEL BRICEÑO.

1.

Las letras colombianasVisten luto al morir MANUEL BRICEÑO,Aquel que siempre las mostró galanasCon lujo no pequeho:Si de su pluma la verdad salíaTambién es la verdad su gran valía.

Son vientos las pasionesQue cambian al cambiar las. estaciones:Busquemos la verdad que en él había.

II.

Como esplendentes OsasBrillan en este cielo colombianoDe grande magnitud muchas estrellas;Son todas luminosas,Muchísimas hay bellas,Mas la estrella polar se busca en vano:Parece que la brújula no existe,Y sin 1\orte, piloto el mis experto,Aunque la tierra aviste,Tan sólo por acaso hallará el puerto.Sabido es desde cuandoViene esta cara nave zozobrando:Apenas construidaPor el más puro y noble patriotismo,Al botarla 1 la mur embi ;tvecitia,Desciende basta tocar casi et abismo.¿Quién no ha sufrido en el naufragio horrendoQue desde allá se viene sucedienjo?

M.

Una de ¿datas víctimas, BRICEÑO,Deja un hondo dolor que llega al alma;Su muerte como un suello,El la recibo en religiosa calma ......BRICEÑO, activo, generoso y fuerte,Al golpe de la muerte,Onaudo su sien ante la tumba inclina,Semeja una alta encinaQue al filo de segur se rinde i:erte.......El charco sanguinosoQue brota el monstruo horzible (le la guerraEn flúido venenosoSe eleva y ae difunde por k tierra:Veneno que en el hombre se inocula,Y la muerte por él pronto circula.

Tal vez una dolencia de esta suerte,Allá en el Magdalena.Nos priv6 de BRICEÑO, cuya muerteLlora la Patria con profunda pena.

JOSE GUJZADO.Cartagena, Julio 28 de 1885.

..A. T A Mflr,4OnIsdel iltzs tre Citadadann 0-eneral

MANUEL BRICEÑO.

A orillas del hermoso MagdalenaQue se dirige suave y ondulanteCon dulce calma y majestad serenaA confundirse con el mar de Atlnte,Allí la Parca fieraDetuvo tu magnífica existenciaEn mitad de su ardiente primaveral

Como raudal que desbordado bajaDesde empinada cumbre,Que con acento furibundo rugeY la montaría secular descuajaCon su potente empuje,Así has venido tú desde la cimaDe los enhiestos AndesA terminar en un lejano climaTu vida—que es la vida de los grandes--

De la región distanteDonde se yergue airado y altaneroEl Puracé gigante,Cuya cumbre de hieloParece que quisieraEscudrifiar la inmensidad del cieloY sepultarse en la azulada esfera,Hasta las playas cálidas, ardientes,Que el mar Caribe con sus olas batia,Hondas quejas dolientes

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Se escuchan por doquiera;Tristes gemidos por el aire Vagan,Porque aflige L Colombia toda enteraTu prematura muerte:Es que vierte, BRICEÑO, á tu memoriaRaudal de llanto al recordar tu historia.

Tan joven y morir! Cuando en tu menteRiM en grandes ideas,Sentías bullir el fuego omnipotenteDe las almas sublimes,giganteas!Cuando después de innúmeros trabajosY de fatiga tÁnta,Cedieron á tu paso los obstáculosY se posó tu plantaDe nuestra grande y caudalosa arteriaEn la florida margen..Pero nó, tú no has muerto! La materiaSucumbe y so convierte en polvo vano,Pero el recuerdo nunca, ese no muere:Tú vivirás en cada colombiano,Y bastará tu nombre sacrosantoPara inflamar el pechoDel patriotismo con el fuego santo!

Como cruza veloz del combo cieloLa inmensidad vacíaRaudo meteoro con gigante vueloAlumbrando la bóveda sombría,Así tú aparecisteDe Colombia en el ancho firmamento,Pero ¡ ay! también muy pronto te perdiste!Tu patria queda en sombras sumergidaAl apagarse de tu gran talentoLa antorcha refulgente;Al extinguirse tu preciosa vida.

Tu alma grande, titánica, templadaAl sacro fuego de virtudes muchas1Jamás se vió humilladaEn su noble ambición, ni doblegadaDel infortunio en las amargas luchas!

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Colombia triste.y »batida HoraTu irreparable pérdida, BRtOEO,Y al Sr Supremo con tenor imploraQue nada turbe tu profundo sueflo.Y aunque hoy corro á torrentes todavfaLa sangre de sus hijos,No está lejano, el codiciado díaEa que pueda entre dulces regocijosEntregarse otea vez á la alegrla.•Mas no será de tu nativo sueloCompleta la ventura,Porque hundido en arnsrgo desconsueloY hondísima tristuraEternamente sentirá su duelo.

Siempre lo grande con lo grande unido 1Parece que Ja mano del destinoTe hubiera conducidoA terminar el mundanal caminoEn la Heróica ciudad do Cartagena,Que se eleva de frente al OcéanoSobre una playa de menuda arena,Cual Seflora del Mundo &nlericano 1Tú, que de libertad un genio fuiste,Lidiador incansable del derecho,Tú que sólo sentisteEnsancharse de fe tu noble pecho,Has hallado una tumba generosaEn Ja tierra preciadaDonde nació la luz esplendorosaDe la sublime libertad sagrada.

La cuna de gloriosas tradiciones,De tus restos feliz depositaria;—La que causara pasmo á las nacionesY admiración al mundo—Guarda en su seno tu urna funerariaCon respeto profundo 1

Y allí duermes tranquilo al blando arrulloDe las olas del mar que rumorosas,

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(ion triste y melancólico murmulloAcarician la tumba co que reposas.

TORCUATO A. ORTEGA.Barranquilla, Agosto 5 de 1885.

nEsot.iaoxoz'-del distrito cia bA onteria qu.e honra la me-

¿noria dei. benetnento 0-eneral

MANUEL BRICENO.

El Concejo Munici»l del distrito de Montería,

CONSIDERANDO:1. 0 Que el ciudadano General MANUL BRICEÑO ex-

baló su último suspiro en el distrito de Calamar, víctima de unaenfermedad aguda que le arrebató, en pocas horas, su precios[-sima existencia

2 0 Que por sus elevadas ideas, por su ilustración y sustalentos, mereció que se le colocara en el número de las entida-des notables, verdaderamente útiles al país

3.0 Que Colombia pierde en él uno de sus hijos más ab.negudo2, que incansable trabajó siem pre por 1W honor, por sugloria y su esplendor;

4. 0 Que si como hombre público Ja patria tenía razon, ásque suficiente, para sentirse envanecida ¡orgullosa, por haberarrullado en su seno á un hijo tan amante, tan desinteresado ytan modesto, como celoso de su honra, y de sus prerrogativas ysus esfuerzos,--t8mbio en el hogar su familia vela en él, consatisfacción íntima y legítima, un modelo entre los hijos, en-tre los esposos y los padres;

6. 0 Que abandonó á los suyos,, por lanzarse á combatir con-tra los actuales enemigos del orden y de Ja legitimidad, habien-do aceptado la Comandancia en Jefe de una de las Divisionesdel Ejércitp nacional, en cuyo puesto vino á sorprenderlo lamuerte; y

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6.' Que tan inmensa desgracia ha sido justamente sentidapor todos tos habitantes de este pueblo, que sabe distinguir lavirtud y valorar el mérito;

RESUELVE:

Registrar en el acta de la sesión de este día, la irreparablepérdida que ha sufrido el país con la defunción del beneméritoGeneral MANUEL BRICEÑO;

Dar un voto de intenso pesar y 'le profunda condolenciapor tan deplorable acontecimiento; y

Enviar una copia de esta resolución al sefior Secretario deGobierno y Guerra del Estado, para su publicación en el Regis-tro de Bolívar.

Montería, Agosto 6 de 1885.

EL Presidente del Concejo,

Luis SALAS.

Los Vocales, P. Áraújo Blanco.—&zntiaqo CanabaL—El Se-cretario, MarÑno Toro.

onnn G.fl.TEfl,AL

rara el Ula 10 c3.e S.gosto ó.e 188.

Artículo 163. Debiendn re}ehrar4e los funerales del bene-mérito General MAI'UEL BRICEÑO maana it del presenteen la iglesia Catedral, este Estado Mayor ee de six deber Contri-buir á dar solemnidad al acto corno digna recompensa á los ser-vicios del ilustre hombre que murió en defensa del Gobierno Na-cional, y por lo tanto dispone:

1 . 0 El Jefe del Batallón "4,0 de infantería" dispondrá quedos ()ompaías del cuerpo concurran al acto con el vestido deparada que dispone el C6digo Militar y harán el servicio de guar-dar a tumba.

2. 0 El Jefe del Batallón "Libres de Cartagena" dispondráigualmente que das Compaías del Batallón asistan ¡ la solemni-dad con el uniforme de parada que dispone el Código Militar yharán el servicio do guardias en las portadas de la Iglesia Cate-

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dral para coservar el orden y compostura que requiere la seriedaddel acto.

3. 0 Los Jetes de los Batallones "4. 0 de infantería" y "Li-bres de Carta gena" así camo todos los Jefes y Oficiales ¿le lasComparsias "Unión" y "Suelta de Bolívai", asitir&n al acto conel uní forme de parada.

4 0 Se invita á los leales y voluntarios servidores del Esta-IleSa "Cívicos de Cartagena" tanto Jefes como Oficiales y soldados,y muy encarecidamerne se les ruega atiendan esta invitación.

5. 0 Las compaflías de los Batallones 1 '4. 0 de infautería'? y"Libres de Cartagena", estarán en la Catedial á las 7 de la mata-Ira precisamente.

6. 0 Hoy á las 5 y media p. m. el Batallón "Libres de Carta-gena", mandará una guardia de 20 hombres al mando de un Ca-pitan

á la Iglesia Catedral para hacer guardar el orden en la fun.ción de vísperas que tendrá lugar esta noche.

7, 0 La banda del Batallón "Libres (le Cartagena", concu.rrira á la celebración de estas honras, de riguroso uniforme:

8 0 La banda de música militar dará una retreta f,ínebre enla portada de la Casa Municipal en las noches del 10 y it á las Sen punto.

Artículo 163. Los Ayudantes del Estado Mayor, así cornolos Comisarios ordenador y pagador, concurrirán á esta oficina ma-Tia ni á las 7 a m. para salir en cuerpo con el seflor Jefe de Esta-do Maynr de este despacho y vendrán vestidos de riguroso uni-lorme.

El Coronel Jefe de Estado Mayor,

JOSE DEL C. VILLA.

a-