materialismo historico_ toer mario

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  • 7/22/2019 Materialismo Historico_ TOER MARIO

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    Mario Toer

    El MnrERleusMo HrsrrucoCorcepros y cATEGonns esrcAs AcERcA DE Lo socrAL

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    Ediciones Cooperatiuas es un emprendimientocooperatiuo de docentes de la Facultad de CienciasEconmicas de la Uniuersidad de Buenos Aires paradifundir sus trabajos e inuestigacionesNinguna parte de esta publicacin, incluido el diseo de cubierta i1;"m;ft :ff Jill"xJ;*'1i:.:T::?'3il.:::T':*"il,:il:':ffi-."Htde grabacin o de fotocopia sin permiso previo del Editor. Suinfroccin est penada por las leyes 11723 y 25446.Toer, MarioEl materialismo histrico: conceptos y categoras bsicasacerca de lo social. - 2a ed. - Buenos Aires: Ediciones Coopera-tivas, 2008.108 p. ;21x14 cm.

    r s BN 978-987 -652-020 -1l. Socialismo. l. TtulocDD 320.5

    O 2008 Toer, MarioDerechos exclusivosO 2008 Ediciones CooperativasTucumn 3227 (1189)Buenos Aires - Argentinaa (54 ott) 4864 s520 I (r5) 4937 6915 http://www.edicionescoop.org.arX [email protected]

    2o edicin, Agosto 2008

    Hecho el depsito que establece la ley 11-723Impreso y encuadernado por:Imprenta Donego. Dorrego 1102, C.A.B'4.1". ed. Tirada: 100 ejemplares. Se termin de imprimir en Agosto 2008.

    Ecjitoriat esociada o,IMpRrso EN ARGENTINA - PRIiTED rN ARGENTn'{E

    INDICETNTRODUCCTN ........PRIMERA PARTEEL MATERIALISMO HISTRICOEl"materialismo".......... .............15Las fuerzas productivas.............................. ............... 18El surgimiento de las clases... ........19El Estado ".........21La lucha de clases ............... 23La ideologa ......24Los sucesivos modos de produccin.......,.. ......28Elsurgimiento delcapitalismo... .........31La burguesa y el proletariado... ...... 38La crisis del capitalismo........ ......................45Conciencia para s... .............47Los "usos" del marxismo............. ............ 50El legado Maxista..... ....... 53SEGUNDA PARTECarlos MarxPrlogo a la Contribucin a la Crtica de la Economa Poltica. ......... 57Carlos MarxCarta a P. V. Annenkov - La relacin estructura - superestructura. . . . 65Federico EngelsCarta a J. Bloch...... .....................67Federico EngelsCarta a H. Starkenburg............ ,..................69Federico Engels"Del Socialismo Utpico al Socialismo Cientfico". Captulo 3............ 77Adam Schaff"Marx.a su venganza en ultratumba"... ........99APND|CE. ................. 103

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    INTRODUCCIONResumir la obra que ms ha dado que hablar, ms ha dadoque escribir y ms ha dado que hacer en los ltimos 150 aos,no resulta sencillo para nadie. Menos hacerlo en dos horas y an-te estudiantes que recin acaban de dejar la escuela media eingresan a la Universidad. Pero, como ante todo desafo ineludi-ble, de nada vale disculparse. Los tributos a la brevedad y a lasimplificacin, espero que se compensen con la posibilidad deencontrar en un texto breve el despliegue de las ideas centralesdel Materialismo Histrico para facilitar la tarea de quien quiereintroducirse en el tema.En cualquier caso, el Materialismo Histrico, como puede se-guirse leyendo a sus autores, alguno de cuyos textos incluimosen este volumen, condensa ideas que muestran una singular vi-gencia y merece ser conocido en sus fuentes para poder sentarun juicio propio sobre una obra que ha alcanzado tanta trascen-dencia.La perdurabilidad de los postulados de Max y Engels sueleasombrar a quienes se inician en su apasionante lectura. Lomedular de los escritos que nos han dejado resultan de lecturaobligatoria para cualquiera que quiera entender algo ms denuestro mundo y ms an para cualquiera que se introduzca almbito e las Ciencias Sociales.

    PRIMERA PARTE

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    El Mnrunrursvo ursrnrcoEL MATERALISMO HISTRICO1

    Pretendemos presentar aqu los grandes lineamientos de unade las principales corrientes del pensamiento contemporneo, elllamado Materialismo Histrico, atenindonos fundamentalmentea la obra de quienes sentaron sus bases durante la segunda mi-tad del siglo XIX: Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels(1 820-1 8e5).Esta manera de concebir al mundo se origina en el mismo pe-rodo, en la misma situacin histrica, en que se desarrollan lasprincipales corrientes de las Ciencias Sociales, cuando la socie-dad capitalista alcanza su madurez. Entre ellas se encuentran lasque conocemos como sociologa clsica, que tambin continanhoy gravitando en el pensamiento contemporneo.Tanto en torno a la corriente que se constituye en la herederaprincipal de la sociologa clsica, el funcionalismo, como en el m-bito del Materialismo Histrico, son muy variadas las posturas y losdebates, tanto en lo que hace a lo especficamente terico comoen lo relativo a sus implicancias en el terreno de diversas prcti-cas, particularmente en lo referido a lo poltico. No nos es posibledetenernos en la vastedad de temas que de esta variedad de pos-turas se desprenden, por lo que nos vamos a limitar a los quepueden considerarse los conceptos bsicos, fundamentales, queconstituyen los pilares del Materialismo Histrico. Esta exposicinpretender servir de gua para que cada uno pueda hacer su pro-pia lectura y sacar sus propias conclusiones, atendiendo a que,como decimos, la diversidad de interpretaciones obliga a indagar yprofundizar el estudio de este legado conceptual.Como dijimos, el Materialismo Histrico surge en el mismocontexto histrico del pensamiento sociolgico que ha sido lla-mado clsico, pero con una perspectiva sustancialmente distinta.El pensamiento c/srco tena la preocupacin de aportar a laconstruccin de herramientas conceptuales que permitiesen con-I El presente texto se origina en la clase gue presentara sobre el temael profesor Toer, en la materia de Sociologa del Ciclo Bsico Comn dela Universidad de Buenos Aires, de la que es Titular.

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    PRIMERA PARTE

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    Mnnro Toentribuir a la articulacin del orden social, puesto en cuestin porlos cambios que se haban producido con el surgimiento de lasociedad capitalista, y ms en particular, con el desarrollo de lallamada revolucin industrial. El Materialismo Histrico se consti-tuye en la contrapartida. Es el pensamiento que, lejos de poner elacento en la bsqueda de recursos conceptuales que garanticenese orden, parte de poner en cuestin los fundamentos del ordenmismo que surga con la revolucin industrial, el orden de la so-ciedad capitalista.Marx y Engels, junto a muchos otros pensadores, se alinearonen ese vasto movimiento social de protesta que se expresa antela emergencia de este nuevo orden y que se llam socialismo. Elpunto de partida de este movimiento se sustentaba, bsicamen-te, en retomar aquellas banderas que haba levantado la Revolu-cin Francesa: la libertad,la igualdad y la fraternidad y que en laprctica concreta, mediando el siglo XlX, no apareceran concre-tadas en la realidad. Por el contrario, las relaciones sociales quese haban venido desarrollando, no daban lugar a nada que pu-diera aproximarse a los principios supuestos en la fraternidad ymenos an en la igualdad, y las libertades pblicas eran bastantefrgiles o restringidas.. En estas condiciones, la temtica del pensamiento socialistaen general, con diversas variantes, buscaba los caminos paraalcanzar un orden que hiciera viables aquellos postulados. Ladesintegracin del viejo orden, el feudal, que culminara con laRevolucin Francesa en 1789, no haba dado lugar a una socie-dad en los trminos que los revolucionarios de ese momentohistrico lo haban proclamado. Se trataba entonces de encontrarlas razones de por qu esto haba sido as y buscar las alternati-vas que s lo hicieran posible. Al acercarnos a mediados del sigloXlX, nos encontramos con un momento histrico signado por laprotesta y la resistencia de los sectores sociales menos favoreci-dos por esta nueva sociedad, la masa de asalariados, los prole-tarios, que constituan la nueva base del proceso productivo, losnuevos productores direcfos de la produccin en gran escala.Marx y Engels estuvieron insertos en esta bsqueda comoprotagonistas destacados del movimiento socialista de la poca,polemizando con distintas propuestas y tratando de definir una12

    El MRreRnlsno nrsrnrcopostura que no se limitase a imaginar un modelo ideal, sino quetratara de desentraar las razones, las causas, que haban dadolugar a la sociedad en la que vivan y, sobre esta base, intentardesplegar las posibilidades reales de abrir en sus entraas elcauce a una sociedad ms justa.Como sucede con toda nueva corriente de pensamiento quellega a tener trascendencia, se nutri de lo ms avanzado delpensamiento de la poca. En forma sumaria, suele decirse que elbasamento del pensamiento de Max y Engels se constituye apartir de una sntesis que se nutre, en primer lugar, de los avan-ces que se haban producido en el pensamiento filosfico enAlemania, donde ambos haban nacido y estudiado; en segundolugar, del desarrollo del pensamiento socialisfa que, sobre todo,haba venido teniendo lugar en Francia (no era casual que fueraen Francia, como vimos, ya que se constitua sobre la base debuscar el camino para que las banderas de la Revolucin Fran-cesa se hicieran realidad). Filosofa Alemana, Socialismo Fran-cs, y por ltimo, la economa poltica que, bsicamente, se des-arrollara en lnglaterra, pas que se constitua precisamente en laprincipal potencia econmica de entonces, y donde ambos residi-ran, en condiciones de exilio, la mayor parte de sus vidas adul-tas. Es a partir de estas tres vertientes que Max y Engels hacenel desarrollo que hoy conocemos como Materialismo Histrico.La Filosofa Alemana haba llegado a un momento de particu-lar riqueza conceptual con un filsofo que se llam Georg Wil-helm Friedrich Hegel (1770-1831), que haba desarrollado unaobra realmente notable en la cual desplegaba un desarrollo hist-rico de la sociedad humana, jerarquizando el movimiento, la di-nmica del cambio, tal como se da cuenta, se expresa, en lasideas que la humanidad produce. En el pensamiento de Hegel locentral es esta concepcin de la dinmica de la historia a partirdel movimiento que posibilita que lo nuevo vaya apareciendodejando atrs a lo viejo. Con este propsito despleg, inspirn-dose en el legado de la Grecia clsica, lo que conocemos comodialctica, para mostrar la dinmica de fuerzas contrapuestasexistentes al interior de toda propuesta, las que permitan conce-bir, a partir de esta tensin, el movimiento, el cambio y el surgi-miento de situaciones nuevas. Su tesitura convulsiona notable-

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    MRRro ToeRmente el pensamiento filosfico en Alemania, y esto lleva a que,en su entorno, se desarrollen corrientes y debates.A una de dichas corrientes, que toma ciertos aspectos y se di-ferencia en otros, se la conoce como "lzquierda Hegeliana" ytiene en un filsofo llamado Ludwig Feuerbach (1804-1872), suprincipal mentor. Feuerbach le reconoca a Hegel el enorme m-rito de haber permitido al pensamiento filosfico interpretar elmovimiento, pero le cuestiona la primaca que ste le otorga aldesarrollo de las ideas en general y a las religiosas en particularcomo instancia explicativa.Es en esta escuela filosfica que se nutre y se forma eljoven es-tudiante Carlos Max, y tambin Federico Engels, uno haba nacidoen 1818, Max, y en 1820 Engels. Se van a conocer aproximada-mente en el ao 1845, cuando tenan entre 27 y 25 aos.Sigamos entonces con los otros afluentes que gravitarn ensu obra. El pensamiento socialista, principalmente de origenfrancs, como se sealara, parta plantendose cmo hacerefectivas las banderas de la Revolucin Francesa, que no habanpodido llevarse a la prctica. Federico Engels se ocupa con de-tenimiento de los que considera precursores y elogia sus apor-tes, al mismo tiempo que expone sus lmites, sobre todo en suobra Del socialismo utpico al socialismo cientfico. All se detie-ne en el pensamiento del conde de Saint Simon (1760-1825) ysus tempranas expectativas en el papel revulsivo que habran detener la ciencia y la industria; en Charles Fourier (1772'1837) ysu elocuente crtica de la sociedad capitalista y la bsqueda deformas organizativas que pudiesen sustraerse a su influjo (a lasque llam falansterios); y tambin en Robert Owen (1771-1858),que en el contexto britnico busc en las formas cooperativasuna alternativa a la sociedad dominante.Y por ltimo, encontramos el afluente de la economa poltica,el pensamiento econmico que no por casualidad se desarrollaprincipalmente en lnglaterra, pas que haba tomado la delanteraen el desarrollo del capitalismo. Alli la obra de Adam Smith(1723-1790) y David Ricardo (1772-1823) abren un curso decisi-vo para comenzar a comprender cmo se compone el valor delos bienes que se intercambian en la economa.14

    El MlrunrRuso ursrRrcoEl contacto de Marx y Engels con el pensamiento relativo a losafluentes que mencionamos, tambin tiene que ver con el propioitinerario personal a que se ven obligados en esta convulsionadadcada del 40 del siglo XIX en Europa, a partir de su activa mili-tancia en las corrientes ms radicales y democrticas de enton-ces. Primero en Alemania, posteriormente en Francia, dondedeben exiliarse, y cuando la situacin tambin se complica enPars, habrn de dirigirse primero a Bruselas y despus a lngla-terra, donde * Max en Londres y Engels en Manchester y des-pus tambin en Londres - pasan la mayor parte del resto desus vidas dedicados a la investigacin, al estudio y a producir lostrabajos que hoy conocemos, al mismo tiempo que tomabantambin la iniciativa en la convocatoria a la unidad de las organi-zaciones de trabajadores y de las fuerzas y grupos socialistas detoda la regin.De esta experiencia y de esta prctica surge entonces el des-pliegue de ideas al que nos vamos a referir. Resulta importanteresaltar este posicionamiento inicial, bsico, junto a todos aque-llos sectores que ponan en cuestin el orden social de entonces,distinto del que, habamos visto, era la postura de quienes dieronorigen a la sociologa que hemos denominado clsica. Es desdeeste compromiso que ellos desarrollan su produccin terica.

    El "materialismo"Los primeros escritos que producen tienen el propsito de afir-mar la postura que sustentarn en el campo de lo filosfico. Se tratade un ajuste de cuentas con el bagaje presente en la formacininicial de ambos donde, precisamente, buscan afirmar la vertientematerialista como contraposicin al sesgo que consideran idealistade la filosofa de Hegel, rescatando la metodologa dialctica parapoder explicar el cambio desde el interior de los fenmenos socia-les. Qu implicaba esta aflrmacin del materialismo frente al idea-lismo? Bsicamente, en el contexto del debate filosfico de la po-ca, se' aluda a qu era lo que estaba primero. Si se conceba elanlisis de la realidad desde las ideas, desde el pensamiento quelos hombres iban produciendo y desde ah la realidad material comoproducto o consecuencia de este pensamiento, tal cual como ste

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    Mnnro Toendaba cuenta de ella o, por el contrario, se jerarquizaban las condi-ciones materiales concretas en las que los hombres producan supropia subsistencia como antecedente que permita comprender lascaractersticas de las ideas que los hombres forjaban, acordes conestas condiciones. Dirn entonces que no es el desarrollo del "espi-ritu" lo que explica el desarrollo de la naturaleza, sino por el contra-rio, es sta la que explica la vida espiritual.Esta sera una gran batalla en trminos filosficos y de all estadenominacin de "Materialismo Histrico" que deviene de ese nfa-sis en explicar, desde las condiciones materiales de produccin yreproduccin de la vida humana, cada momento histrico, las dife-rentes formas de organizarse de la sociedad.

    Siguiendo con la mencin de sus trabajos en orden cronolgico,digamos que en 1848 redactarn El Manifiesto Comunista, que esuna sintesis bastante acabada y elocuente de lo que ellos concibencomo propuesta alternativa a esa sociedad en la que viven, que havenido acumulando tensiones que van a hacer eclosin en ese aoen casi toda Europa. lnsurrecciones obreras y de otros sectoressociales que cuestionan las vertientes ms autoritarias de la socie-dad existente recorrern en ese ao buena parte del continente.Por ltimo, ellos van a profundizar eltema de cmo evoluciona yse constituye la sociedad desde el punto de vista econmico, aten-diendo a la configuracin de la sociedad capitalista en particular ytambin a la sucesin de distintos modos de producir que la socie-dad haba transitado hasta estos momentos, como forma de podertener en claro cules seran las condiciones obietivas que podanhacer posible aspirar a una sociedad sin explotacin, sin clases.Paralelamente producirn diversos textos en polmica con otrascorrientes de pensamiento o de anlisis de acontecimientos histri-cos, pero ser E/ Capital, escrito por Max, el texto que sistematiza-r las ideas centrales referidas a dar cuenta del origen y funciona-miento de la sociedad capitalista.Toda la obra de Max y Engels estar centrada, entonces, en elobjetivo de dilucidar cules seran las condiciones materiales objeti-vas que haran posible la sociedad sin clases. Cules son las condi-ciones que permitiran que se constituyan agentes que pongan encuestin las relaciones de explotacin de unos hombres por otros ytengan la posibilidad real de reconstruir el orden social sobre la base16

    El MnreRrursvo HtsrRIcode arribar a una sociedad donde no exista la explotacin, es decir, laapropiacin del producto del trabajo de unos hombres por otros ydonde, por el contrario, primen las relaciones de cooperacin.Nos dirn, entonces, que las relaciones sociales que se consti-tuyen en todas las pocas son relaciones que tienen que ver, secorresponden, con el grado de desarrollo o complejidad alcanzadopor las formas en que los hombres producen su propia subsisten-cia. Afirmarn que el primer hecho histrico, en el sentido de con-dicin para que haya historia y por tanto, para que haya sociedadhumana, es la actividad de los hombres para garantizar su propiasubsistencia. Esta actividad la constituye el trabajo y, ms all dela voluntad de cualquiera, resulta condicin para la existenciahumana. Por lo tanto el hecho de cmo se obtiene de la naturale-za lo que sirve para el consumo, la manutencin y la supervivenciahumana, es la base ineludible de constitucin de la organizacinsocial, y sta es la dimensin de lo econmico, que est definidoen trminos de esta relacin hombre - naturaleza que ha ido des-arrollando fuerzas productivas, desde lo ms sencillo y elementalde los tiempos primitivos, hasta la complejidad de la gran industriade la sociedad capitalista.Las fuerzas productivas

    El de fuerzas productivas es uno de los conceptos bsicos y lopodemos representar con un vector, para tener en claro que esalgo que, con distinta intensidad, ha estado en constante movi-miento. Porqu decimos "con distinta intensidad"? Porque Maxy Engels nos van a dar razones para explicarnos por qu esedesarrollo de las fueruas productivas no es invariable ni igual ensu ritmo en todo momento. S es algo que se ha desarrollado, apesar de momentneos retrocesos o estancamientos, sobre labase de la expansin creciente de las necesidades humanas.Esto resulta evidente ante la ms simple de las miradas a lo lar-go del tiempo. Es un hecho objetivo perteneciente a la materiali-dad concreta de las relaciones sociales entre los hombres y lascosas, y de los hombres entre s.Las fuerzas productivas estn constituidas, simplemente, portodo aquello que interviene y permite la actividad productiva. Es17

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    Mnnro ToeRdecir que podemos concebirlas como compuestas por la relacinentre tres cosas: materias primas, los rnsfrumenfos o las herra-mientas y la organizacin social de /os hombres para llevar elacto productivo a cabo, lo que incluye por cierto a la fuerza detrabajo.Estas fuerzas productivas se han desarrollado desde las for-mas ms simples y elementales en los tiempos ms remotos queconocemos, cuando el hombre empieza por tomar una piedra oun hueso para percutir y transformar algn aspecto o productodel mundo que lo rodea, y de esta manera posibilitar su uso conalgn fin ulterior, hasta la complejidad de la tecnologa de la so-ciedad contempornea.

    Entonces, sobre la base de este desarrollo de las fuerzas pro-ductivas, en las diferentes pocas histricas, se constituyen de-terminadas relaciones de produccn. Esas relaciones de pro-duccin estn definidas por el grado de desarrollo de las fuerzasproductivas. No pueden ser arbitrarias, son un requerimiento destas, tienen que corresponderse, formando como un entramadobsico al que los hombres en cada poca deben adecuarse, yaque estas condiciones materiales estn dadas ms all de lavoluntad de cada uno de ellos. Son relaciones sociales entre loshombres mismos y de estos con lo medios de produccin, confi'guradas segn la forma de organizacin que demanda la activi-dad productiva. Las caractersticas salientes de la relacin entrefuerzas productivas y relaciones socra/es de produccin, comoveremos, signar los sucesivos modos de produccn que exis-tieron histricamente, con su correspondiente bagaje de institu-ciones y creencias.Para que resulte ms claro y menos abstracto lo que venimosdiciendo, tomemos por caso el surgimiento de la agricultura, queya implica toda una serie de actividades que hacen que la orga-nizacin social de ese tiempo tenga que corresponderse con lonuevo que se est incorporando. Ya no son las mismas tareas.Ya no se trata simplemente de la caza y la recoleccn. Ahora losanimales y las plantas han sido "domesticados", se incorpora lacapacidad de malear instrumentos de hierro, se requiere el desa-rrollo de unidades de peso y medida, aparecen los metales divi-sibles que hacen de moneda para mediar el intercambio y surge18

    El MRreRrRr-rsrro Hrsrntcola necesidad de representar grficamente toda esta nueva activi-dad. Tambin, y como veremos, esto resulta de crucial importan-cia, aparecen los linajes de jefes y sacerdotes. Las nuevas reli-giones dejan atrs la etapa en que los ancianos administran lossaberes mgicos "caseros", con los que se tentaba superar laimpotencia y la ignorancia y ahora se conciben mandatos y cas-tigos provenientes del "ms all" para desalentar el desorden ygarantizar la sumisin a los nuevos mandantes. Paulatinamentese ha ido constituyendo una casta sacerdotal, que asume el mo-nopolio del vnculo con el "ms all", vela por la uniformidad delas creencias que se transforman en el cdigo compartido queunifica las conductas ante lo desconocido y lo injustificable y, deeste modo, operan como garante del orden establecido.Existe, entonces, una diversificacin creciente en el procesoproductivo, en las diferentes actividades, que por lo tanto requie-ren ser articuladas de una manera diferente, y as sucesivamenteir ocurriendo a lo largo de la historia hasta nuestros das.Elsurgimiento de las clases

    En este proceso de la relacin entre fuerzas productivas y re-laciones socra/es de produccin hay un momento clave que es eldel surgimiento de las c/ases socra/es. Max y Engels nos van adecir, en consonancia con los avances en los estudios antropo-lgicos de entonces, que en todo un primer perodo histrico,cuando la sociedad consuma en forma ms o menos cotidiana loque produca y recolectaba, no exista la posibilidad material deque un sector social se apropiase de un excedente para diferen-ciarse del resto. Es la larga etapa de lo que llamarn el modo deproduccin comunista primitivo, que ocupa un perodo de tiempomayor que el de todas las sociedades posteriores.Recin cuando el desarrollo de las fuerzas productivas posibi-lita que en el proceso de produccin surja un excedente, y por lotanto, ya existe una ms compleja divisin del trabajo que lohace posible, estarn dadas las condiciones materiales para queese excedenfe pueda ser apropiado o distribuido de diversasmaneras, acorde con el poder, las relaciones de fuerzas, quemaduran en el seno de la sociedad, que comienzan a gravitar

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    MRRto Toncon la intencin de procurar una apropiacin que favore zca a unsector con relacin a otros.Estas condiciones materiales iniciales para el surgimiento delas c/ases sociales suponen, entonces, la existencia de un exce-dente, producto de una mayor complejidad alcanzada por las fuer-zas producfivas, lo que est implicando que la divisin social deltrabajo, antes tan sencilla y elemental, slo referida a las diferen-cias de sexo y edad, ahora tambin sea ms compleja. Ahorahabr gente cuya capacidad y posibilidades hacen que se incluyanen el proceso productivo de una manera diferenciada del resto.Por lo pronto se fortalece la necesidad de disputar tierras, queera aleatorio cuando los hombres eran slo cazadores. Cuandohay que sembrar la tarea de demarcar un territorio ya no aparececomo ocasional. La forma de cuidar el territorio ya no es la mis-ma. Por lo tanto la significacin que adquieren los aparatos dedefensa y ataque en funcin de procurar nuevas tierras u otrosbienes, comienza a tomar caractersticas que hacen que ya nosea el mismo cazador que se ocupe de la defensa y el ataquesino que comienzan a constituirse grupos especializados, losguerreros.Hay entonces toda una serie de razones que efectivamentepermiten imaginar formas de configuracin de su7'efos socra/esque antes no existan y que aparecen, no de una manera arbitra-ria o repentina sino a partir de una nueva situacin que vienedefinida y demarcada desde ese creciente grado de desarrollo ycomplejidad de las fuenas productivas.Mencionamos a los guerreros y por lo tanto aparecer tam-bin el jefe de los guerreros, y estos habrn de tener en el senode la sociedad posibilidades de apropiacin de ese excedenteque, como es dable imaginarse, no son las mismas que las dequienes no estn situados en esos trminos.La existencia de un excedente y la divisin social del trabaioexplicarn, entonces, el surgimiento de las clases. Una definicinde las clases sociales, que cuenta con suficiente aceptacin, nosdice que /as c/ases son grandes agrupamientos humanos que sedistinguen entre s por el lugar que ocupan en relacin con losmedios de produccin y por lo tanto, por la capacidad de incidir20

    El Mnrrnrnttstro H lsrntcoen la decisin de qu se produce, cmo se produce y cmo sedistribuye lo producido.La conformacin de c/ases sociales, hemos visto, fue un pro-ceso muy largo. Por un buen tiempo existieron formas difusas, nosuficientemente consistentes. Podemos imaginarnos que porlargos perodos las disputas seran muy duras y la razn de lafuerza definira cada situacin de privilegio en la apropiacin delexcedente2.El Estado

    As se ir avanzando hacia sociedades ms complejas don-de ya se configura la divisin social entre clases de una manerams clara. Estas divisiones finalmente habrn de institucionali-zarse. No ser ya la mera presencia fsica del ms fuerte quedespoja al ms dbil, sino que habr mecanismos que dancuenta y regulan esta situacin. Las diferencias estarn asenta-das por toda una normatividad. Y el surgimiento de esas formasinstitucionales, que garantizan que exista un orden social queest basado en desigualdades, da lugar a la aparicin de lasprimeras formas de lo que hoy conocemos como el Esfado.Es decir que el Estado, desde sus formas ms elementales,devendra de la necesidad de poder mantener un orden, perono cualquier orden, sino un orden que tiene como caractersticabsica que hay quienes estn situados en posiciones dominan-tes y otros en las de dominados. Su razn primera estara dadaen la necesidad de normalizar una situacin de fuerza, una re-lacin de dominacin.Por lo tanto, desde su propio nacimiento, en funcin de estalgica, todas las formas jurdico * polticas y las ideolgicas,2 Una clebre novela del escritor ingls William Golding, publicada en1954, El seor de /as moscas, de la que tambin se hizo una pelcula,expone con genialidad esta relacin entre las condiciones que imponela natuialeza y las formas que adquieren las relaciones humanas, des-cribiendo en sentido inverso la regresin hacia el salvajismo que sufreun grupo de adolescentes escolares cuyo avin hace un aterrizaje for-zoso en una isla deshabitada.

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    como ya vamos a ver, tambin habrn de guardar una relacinde correspondencia con el grado de desarrollo de las fuerzasproductivas y, las normas e ideas que resultan dominantes encada poca se articularn, combinando la bsqueda del con-senso con la represin al transgresor, con los intereses de laclase dominante en el modo de produccin vigente. De estamanera se concluye que el surgimiento del Estado es conse-cuencia del surgimiento de las clases sociales.En el Prefacio a la Contribucin a la Crtica de la EconomaPoltica (1859) Marx hace una apretada pero elocuente sntesisde estos conceptos. All dice que a determinado grado de desa-rrollo de las fuenas productivas se corresponden determinadasrelaciones socra/es de produccin y que esto conforma una es-tructura o una base sobre la cual "se eleva un edificio iurdico ypoltico, al cual corresponden formas determinadas de la con-ciencia social. El modo de produccin de la vida material domi-na en general la vida social, poltica e intelectual".Entonces, siguiendo con esta metfora que Marx toma de laarquitectura, esta superestructura ideolgica, iurdico y polticano surge ni se desarrolla arbitrariamente, dadas ciertas ocu-rrencias o genialidades de tales o cuales hombres, sino queguarda una correspondencia con el grado de desarrollo alcan-zado por las fuerzas productivas. Y una parte sustancial de estasuperestructura est ocupada por el aparato de Esfado, con lafuncin de mantener el orden social. Pero como ese orden so-cial no es cualquier orden, sino que es un orden donde existendesigualdades y relaciones de dominacin, ese Estado se cons-tituye como instrumento que garantiza las relaciones de domi-nacin, a pesar de aparentar ser algo que est por encima de lasociedad, sirviendo en apariencia al mantenimiento de un ordenen el que estaran interesados por igual todos los que compo-nen esa sociedad, independientemente de la forma como seinsertan en ella.

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    La lucha de clasesYa nos hemos referido, entonces, a la base o infraestructura,a las fuerzas productivas - relaciones de produccin que consti-tuyen la base, y a la superestructura jurdica - ideolgica- poltica.Nos falta sealar que entre estos trminos el requerimiento decorrespondencia no es automtico. En distintos perodos puedeexistir armona o conflicto, correspondencia o antagonismo, yquienes, en definitiva, protagonizarn estas alternativas a partirde sus rnfereses discordantes sern las distintas c/ases sociales.El conflicto entre las distintas c/ases constituir, para Max y En-gels, el motor de la historia, en tanto es a travs de esta luchaentre las distintas c/ases, con sus respectivos lnfereses, que serecompone la correspondencia enlre relaciones de produccin yel grado alcanzado por el desarrollo de /as fuerzas productivas.Habr momentos, entonces, en que las relaciones de produc-cin previamente consolidadas se constituyen en traba u obsf-culo a lo nuevo que pugna por desarrollarse desde las fuerzasproductivas. Y esta tensin se resuelve cuando los hombres liga-dos o interesados en estos nuevos aspectos enfrentan y derrotana las viejas c/ases beneficiarias del estadio anterior, reorgani-zando la superestructura de manera tal que asegure la reproduc-cin de la nueva situacin.Esta manera un tanto esquemtica y abstracta de presentaresta relacin puede ser difcil de comprender, por eso veremosun ejemplo histrico, ms adelante, para que resulte ms claro.La misma forma de plantearlo por parte de Marx o de Engels,resulta en ocasiones esquemtica, como en el caso de la metfo-ra arquitectnica del edificio constituyendo la superestructurapresente en el "Prefacio..." que les mencion, donde quiz sepague tributo a las limitaciones conceptuales de la terminologacientfica de la poca3, o al celo pedaggico permanente de serclaros para ser comprendidos por los trabajadores de entonces.

    3 Pensemos que conceptos como el de retroatimentacin todava noson patrimonio del lenguaje de la fsica de entonces y que en buenamedida aparecen como siendo requeridos por anticipado en las metfo-ras con que se busca exponer esta lgica dialctica.

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    MnRro ToenAlgunos crticos han subrayado estos planteos, queriendo veren ellos una suerte de desarrollo mecnico e ineluctable de la so-ciedad que tornara banal la prctica social de los hombres. Peroen todo caso, en numerosos escritos tericos o histricos de Maxy Engels existen suficientes referencias que dejan planteado conclaridad que slo la prctica social de los hombres puede abrircurso a nuevas pocas histricas, que en todo caso, estas prcti-cas se encuentran ante un cierto enmarque de condiciones mate-riales que ponen lmites y encuadran sus alternativas.Por ms que los seguidores de Espartaco hubieran queridoimplantar el socialrsmo en la Roma antigua, no lo iban a poderrealizar, ni el reverendo Toms Moro en la lnglaterra mercantil,as como tampoco ningn conservador empecinado podra hoyhacernos regresar a la poca feudal.El afn que pusieron Max y Engels para generar asociacio-nes de trabajadores cuya prctica tuviese como objetivo el ac-cionar consciente en la defensa de sus condiciones de vida, en laperspectiva de terminar con la explotacin, resulta lo suficiente-mente elocuente como para descartar que supusieran un devenirineluctable, mecnico, independiente de la prctica social. Laafirmacin que hacen en el sentido de que ya no se trata de me-ramente explicar la realidad, sino de transformarla, en la que se-ra la famosa 7-esis 11 de sus escritos sobre Feuerbach, permiteenmarcar la significacin de su obra en general y relativizar algu-nas formulaciones permeadas por el evolucionismo positivistaque primaba en el discurso cientfico de la poca.

    La ideologaPero volvamos a la revisin que venamos haciendo, y antes deponer en escena a los conceptos vistos mediante un ejemplo hist-rico, detengmonos en el aspecto de la ideologa propiamente di-cha, o de los cuerpos de ideas dentro de cada perodo histrico,siguiendo la lgica que Max y Engels proponen. Qu es lo quenos dicen? Que aquellos sectores sociales con tiempo, capacidadesy posibilidad para poder dar cuanta de las condiciones en que sevive, es decir, los que podemos hoy llamar los intelectuales, gene-ralmente son gente que no est absorbida por el trabajo cotidiano,

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    El MRreRnllsrro nrsrnrcode sol a sol, para producir bienes como condicin de subsistencia.Son entonces personas que disponen de una cantidad de tiempopara dedicarse al estudio o la reflexin y generalmente son susten-tados por instituciones vinculadas a la estructura estatal,lo que dealguna manera, nos permite ir situando el lugar desde el cual pro-ducen los pensadores que dan cuenta de la situacin histrica, con-ciben las claves y significaciones de cada poca en cuestin.Es dable, entonces, concebir que en toda sociedad ocurre queaquellas instituciones dirigidas a producir, recoger, promover, vefte-brar y propagandizar las /deas, en tanto tienen que articularse conlas organizaciones estatales, van a privilegiar a todas aquellas ex-presiones del pensamiento de una poca que no pongan en riesgoel orden sobre el que est constituida esa sociedad en particular.Por el contrario, recibirn cabida y aliento aquellas expresiones quelo embellezcan o al menos lo justifiquen.Volvamos a las situaciones ms sencillas de los tiempos primi-tivos para poder ubicarnos mejor. Dijimos que, en un primer mo-mento, lo que contaba era la palabra de la experiencia, que era lade los ancianos. Cuando paulatinamente la sociedad se hace mscompleja, se hace imprescindible dar cuenta de una manera un-voca de fenmenos que por entonces no pueden ser resueltosdesde la mera experiencia y que, necesariamente, deben serabordados desde cdigos comunes. La produccin social del len-guaje ya nos anticipa una modalidad. Un sin nmero de fenme-nos que para nosotros resultan "natLlrales" eran incomprensible enesos tiempos, y muchos de ellos adquieren particular relevanciaen tanto decisivos al incorporarse prcticas productivas nuevascomo es el caso de la agricultura. Las estaciones del ao, loscambios climticos, que llueva o deje de llover, puede estar invo-lucrando la posibilidad o no de una cosecha, lo que implica la dife-rencia entre la vida y la muerte.Sia alguien se le caa una piedra en eldedo del pie, no resultabaun misterio la causa del dolor, la experiencia lo explicaba. Peroqu produca una enfermedad? Quin dejaba caer el agua de loscielos? Para la psicologa humana, el atribuir lo desconocido a vo-luntades concebidas a imagen y semejanza de s mismos, peroms poderosas, ha sido una constante.

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    MARIO TOERTodas las mitologas conocidas se sustentan en la presencia deestas voluntades, a las que, al igual que a las humanas, haba queseducir o calmar, rendir tributo y hacer ofrendas para ponerlas dellado de los deseos y necesidades de los impvidos e indefensoshumanos. Y asi se tejan las distintas creencias sobre la voluntad ycapricho de los dioses que desde lo alto regan la vida de los hom-bres. De la misma manera que el lenguaje, que deba ser comn,resultaba necesario contar con un conjunto de smbolos comparti-dos para que quienes integraban una sociedad se entendieran, paraque todos los pactos implicados en la sociedad contasen con unagaranta. Las claves para comprender estos designios superiores

    debian ser compartidas dentro de una comunidad, y alguien debaencargarse de dar coherencia a estas creencias compartidas. Y assurgieron los oficios de los brujos, hechiceros o como queramosllamarlos, monopolizando la intermediacin con lo desconocido. Yestos primeros sacerdotes deban estar sentados a la diestra delsoberano, o ser el soberano mismo con algo de divino, como ocu-rra entre los egipcios.Paulatinamente, las sociedades ms complejas, iran pasandode las creencias que situaban a las voluntades superiores en astros,animales u otros objetos observables, a seres ms abstractos eintangibles, y a su vez, de los hechiceros o sacerdotes como indivi-duos aislados, a congregaciones y cuerpos especializados' Pero lafuncin seguir siendo la misma, dar cuenta de lo desconocido,velar por la coherencia del cuerpo de creencias, desalentando, mu-chas veces con dureza y crueldad, la posibilidad de que se constitu-yan creencias disidentes. Por ltimo, y no por eso menos importan-te, deban dar cuenta de que quienes constituan el poder soberanoy que por tanto legitimaban el orden existente, lo hacan atenindo-se a la voluntad o el beneplcito divino. Estar contra los que man-daban era por tanto estar contra la voluntad de los dioses'.. y habaque atenerse a las consecuencias.Que la ideologa dominante se correspondiese con los interesesde la c/ase dominante no quera decir que los oprimidos no intenta-ran, con mayor o menor ahnco, segn las tensiones acumuladas,elaborar sus propios cdigos, que buscasen conformar una identi-dad e inclusive concibieran sus propias lealtades con el ms all.Asi ha ocurrido siempre en esta larga lucha. Los sometidos muchas26

    El MRreRrursuo ulsrnlcoveces buscaron dioses que se pusieran de su lado. A veces conmucha timidez, aceptando solo una especialcomplacencia de algnser divino de la corte oficial. Otras, cuando la tensin social era crti-ca, apelando a dioses y profetas enteramente desconocidos en eltemplo de los que ejercan la dominacin.En estos trminos nos refieren Max y Engels esta relacin de lasociedad con las ideas de cada poca. Y ser recin con la Revolu-cin Francesa, cuando la experiencia de los hombres y el desarrollode la ciencia hayan disipado muchos de los viejos misterios, quehabr quienes intentarn desalojar del templo a los seres divinos einstalar en su lugar a la "diosa" razn, a la razn humana. El riesgoera muy grande y la nueva clase dominante reparara prontamenteeste pecado de juventud.Pero vayamos a nuestro prometido ejemplo. Ya tenemos ms omenos a los personajes en escena, si se quiere nos falta ahora ellibreto y ver como se mueven.Hemos visto que Max y Engels sostienen que la historia de lahumanidad, lo que explica el movimiento social, es la historia de losconflictos entre las diferentes clases sociales, es la historia de lalucha de c/ases. Lucha de c/ases que es un proceso objetivo, entanto forma parte de una realidad que trasciende la voluntad de losindividuos aislados y que tiene que ver con las distintas formas deproducir y apropiarse del patrimonio o la riqueza creada, de lo pro-ducido en cada momento histrico,Por tanto este conflicto siempre est presenta, siempre tensionala realidad social aunque haya perodos donde aparece larvado yotros en los que eclosiona con virulencia. Este conflicto, con estascaractersticas, va a producir, como cualquiera que entr en un librode historia lo sabe, rebeliones, batallas, derrocamientos y encum-bramientos en la ms diversa y notable variedad, pero que en defi-nitiva constituyen expresiones de esta confrontacin ms profunda,que atraviesa a todas las sociedades divididas en c/ases.Vimos que Max y Engels sostienen que el desarrollo de lasfuerzas productivas genera situaciones nuevas y que las relacio-nes sociales de produccin que antes resultaban armoniosas seconstituyen en trabas para un ulterior desarrollo. Los interesesvinculados a lo nuevo que se desarrolla en las fuerzas producti-vas, expresado en algn sector de la sociedad, en alguna c/ase en

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    MRRIo Toenascenso, motorizan el conflicto y favorecen su resolucin, de ma-nera tal que permitan una recomposicin de las relaciones entrelas c/ases, nuevas relaciones socla/es de produccn, para queconcuerden y vuelvan a corresponderse con el grado de desarrolloalcanzado por las fuerzas productivas.Muchas de las rebeliones a que aludimos sern vanas, en tantotienen lugar en condiciones donde la c/ase dominante es suficien-temente fuerte, las relaciones de produccin en las que se asientase encuentran en la plenitud de su relacin de correspondencia conel grado de desarrollo de las fuezas productivas existentes. Otrasrebeliones no van a ser tan vanas, en tanto la c/ase dominante seha debilitado por determinadas razones que tienen que ver con queeldesarrollo de las fuezas productivas se encuentra en un momen-to en que las viejas c/ases dominantes no las tienen ya todas consi-go para regular el orden vigente, y los nuevos sectores que hansurgido al comps de ese desarrollo nuevo tienen el suficiente po-dero como para poner en cuestin las viejas formas de dominacin.Entonces empiezan a colarse aspectos nuevos y, si existen condi-ciones y posibilidades, se producir un perodo de acelerados cam-bios, en sus palabras"se abrir una poca de revolucin social'.Lo vamos a ver con un ejemplo histrico que permita entenderesto un poco mejor, complementando este resumen, que hemospresentado de una forma relativamente abstracta. Lo veremosabordando elsurgimiento de la sociedad capitalista.Los sucesivos modos de produccin

    Marx y Engels nos dicen que a lo largo de la historia podemosencontrar un sin fin de sociedades concretas diferentes entre s,de formaciones econmico sociales distintas. Ninguna formacineconmico socialconcreta es igual a otra, pero a lo largo de lahistoria podemos encontrar ciertos comunes denominadores quepermiten reconocer lo que ellos llaman grandes modos de pro-duccin. Aclarado entonces que al hablar de "modo" estamoshablando de los aspectos ms salientes en abstracto, no de unasituacin histrica concreta, especfica, sino de una abstraccinde aquellos aspectos ms notables que caracterizaran ese mo-do de producir.28

    EL MATERIALISMo nISIRIcoNos van a decir que con posterioridad al modo de produccin"comunista primitivo", el primer modo de produccin donde aca-badamente se dan relaciones de dominacin es el modo de pro-duccin esclavista, cuya caracterstica fundamental es que elproceso productivo se sustenta en la mano de obra esclava. Esdecir, el predominio de unos sobre otros es absolutamente expl-cito y claro. Todos conocemos a las primeras grandes civilizacio-nes, basadas en la esclavitud.Nos hablan, a posteriori, del modo de produccin feudal.Cules eran las clases que constituan bsicamente el modo deproduccin feudal? Los seores feudales y los siervos. La rela-cin productiva estaba basada centralmente en la tierra, unos yotros estaban relacionados con la tierra en forma diferente.El seor feudalera aquel al cual le corresponda el dominio,control y usufructo de un territorio, del feudo. El siervo era aqulque estaba ligado a ese feudo, que no poda abandonarlo y es-taba obligado a entregar, bajo diversas formas, una parte sus-tancial de lo que produca en la tierra al seor feudal, quedndo-se para s con lo que permita la subsistencia a l y su familia.Estas eran las reglas en la sociedad feudal, estas eran las rela-ciones sociales de produccin caractersticas y el modo de apro-piacin del excedente por parte de quienes estaban en la situa-cin de clase dominante.Cules eran las caractersticas bsicas de las institucionesde la poca, que podemos ubicar en la superestructura ideolgi-ca, jurdico - poltica de la sociedad feudal? Primero digamosque la estructura social estaba claramente estructurada comouna pirmide, donde debajo de todo estaban los sieryos y des-pus segua una estructura con distintos grados de jerarqua,jerarqua que estaba dada por la extensin y calidad de las tie-rras que se controlaban. Toda la estructura de la jerarqua socialestaba definida por la capacidad de control que se tena sobre latierra, el medio de produccn fundamental de la poca. Y sobreesta base estaban definidas jurdicamente toda una serie de re-laciones, de prestaciones de servicios, de vasallaje, de obliga-ciones mutuas, que inclusive suponan que el seor feudal ledeba dar ciertas garantas al propio siervo, siempre y cuando lacuota decisiva de la riqueza producida estuviera a su disposicin.

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    Mnnlo TonY esta pirmide, en la mayora de los casos, estaba coronadapor el monarca, el rey, que a su vez cerraba toda la lgica de laestructura social existente.La instancia que controlaba la circulacin de las rdeas en esteperodo estaba claramente concentrada en una institucin, lalglesia, que tena una estructura territorial similar, en tanto tenaque adecuarse a las caractersticas territoriales de la organiza-cin social de entonces. Sabemos que en los momentos msduros no era Suave la forma en cmo desde esta insfifucin sevelaba por la pureza de las concepciones e ideas existentes. Lainquisicin no se andaba con miramientos'Y tambin sabemos que la lglesia tena al sumo pontfice, alPapa, como mxima instancia que otorgaba el cierre, si se quie-re, a toda esta organicidad y esta lgica, en tanto el postuladobsico inherente a la jerarqua papal es que su palabra, en loque hace al dogma, es infalible. Por lo tanto la infalibilidad papalle daba consistencia y coherencia a toda esta estructura y atoda esta concentracin del pensamiento de la poca, celosa-mente guardaba en los monasterios. Quienes leyeron el libro deUmbert-o Eco o vieron la pelicula El Nombre de la Rosa podrnrecordar un cuadro de poca elocuente.Pero cul era la relacin fundamental que terminaba de ar-ticular las relaciones entre esta rnsflfucin clave dentro de lasuperestructura ideolgica de la poca feudal con el resto delas instituciones jurdico polticas de entonces? Se sustentabaen un hecho que era decisivo en cuanto a su significacin. Larazn ltima para que un determinado seor fuera monarca orey de una regin se respaldaba en la voluntad divina, la graciade dios. Y quin era el intrprete en la tierra de la voluntaddivina? El Papa. Y el que colocaba personalmente las coronasen la testa del seor coronado era precisamente el Papa' Paraque no quedasen dudas.Por lo tanto, toda la cadena de lealtades articuladas en estaestructura social est coronada por un seor cuya legitimidadpara estar ah provena de que Dios quera que as fuera.Estos eran los rasgos salientes de la superestructura ideolgi-ca, jurdico - pottica de esta sociedad' Sabemos que esto fun-cion ms o menos bien durante un perodo histrico considera-

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    El Mnrenrurso HrsrRrcoble. Entonces, de lo que se tratara de ver es: a qu se debe quehaya dejado de ser lo dominante, cul sera la dinmica que lleva que esto dejase de ser as.4El surgimiento del capitalismo

    Como hemos sealado, Marx y Engels tratan de entender lalgica del cambio ms que la lgica de la estabilidad, lo que re-sulta decisivo para poder entender el surgimiento de la sociedadcapitalista y a partir de all, comprender la dinmica que en supropio seno podra dar lugar a que tambin la sociedad capitalis-fa pudiera ser dejada atrs en algn momento.Situmonos entonces en las postrimeras de la poca feudal.Sabemos que entonces no existan slo los siervos y los seoresfeudales. Haba otros sectores sociales que no eran ni lo uno nilo otro y que iban teniendo una importancia creciente, y esa im-portancia creciente estaba asociada a lo nuevo que surga en eldesarrollo de las fuerzas productivas. Quines eran estos seo-res? Arfesanos y mercaderes, que desde una situacin, en unprimer momento accesoria, van viendo crecer su importancia so-cial en tanto agentes productores y difusores de las innovacionesque van emergiendo, agentes de las fuerzas productivas nuevasque se van desarrollando.Este sector viva en lo que se denominaban los burgos - lasciudades de esa poca - y se los llam por lo tanto u4gueses.Esta expansin creciente tena que ver con que eran ellos losinteresados en desarrollar las fuerzas productivas, eran los pro-tagonistas y beneficiarios fundamentales de todas las innovacio-nes que provocaban el desarrollo de las fuerzas productivas.Eran los que atendan a las nuevas necesidades en expansin.a En realidad esa lgica no es la dominante pero an persiste. No siem-pre se acepta y proclama el principio de soberana popular, y no solopara justificar a las monarquas y la realeza de nuestros das. No hacetanto que en Espaa, los documentos pblicos, billetes, monedas yestampillas proclamaban a "Francisco Franco, Caudillo de Espaa porla gracia de Dios".

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    MRnlo TornHabiamos dicho que la historia, en distintos momentos y endistintos lugares, registra infinidad de rebeliones de siervos, ascomo tambin registia con anterioridad numerosas rebeliones deesc/ayos, pero ninguna rebelin de esc/ayos pudo fundar unanueva sociedad donde se abolieran las c/ases, o fundar una nue-va sociedad que permitiera a los esc/ayos transformarse en nue-va clase dominante. Asi, tampoco, ninguna rebelin de siervospermiti reconstruir la sociedad sobre la base de una sociedadsin c/ases o una sociedad donde los siervos quedaran ubicadoscomo clase dominante.cul es la razn por la que ni los esc/ayos ni los sieruos die-

    ron-lugar al surgimiento de una nueva sociedad .gomo producto desu res'istencia la explotacin a la que eran sometidos? La raz6nreside en que ni unos ni otros estaban situados en relacin con eldesarrollo de las fuerzas productivas de un modo que hiciera quesu prctica social implicara un renovarse de estas fuerzas produc-fivas. A diferencia de ellos, la prctica misma de los burguesesimplicaba producir nuevas cosas, con nuevas tcnicas en menortiempo, acrecentado la riqueza material de la sociedad.Y es sobre la base de esa riqueza, y del poder que deviene desu apropiacin, que comienzan a negociar con los seores feu'dales. Primero en forma muy respetuosa les llevan cartas solici-tando que disminuyan los impuestos. El impuesto era la formabsica de apropiacin que tenan los seores feudales para ha-cerse de parte sustancial de todo lo producido en sus respectivascomarcas. Empiezan entonces por entregar cartitas respetuosasal seor del lugar. Paulatinamente se atreveran a ms, se junta-ban representantes de varias regiones y llegaban hasta el rey.Representatividad no les faltaba y plata tampoco, ya que no eranpocos los casos en que los reyes haban recibido prestamos deestos seores para alguna de sus empresas de conquista'Sus reclamos, ya desde el vamos, como despus vamos aver, van prefigurando el cuerpo doctrinario e ideolgico de es-ta nueva clase Qu era lo que reclamaban? Libertad paraproducir sin ningn tipo de coercin desde la estructura de losgremios, que reglaban a los oficios y profesiones; libertad paraomerciar, para que no hubiese impuestos que dificultaran lacirculacin de los bienes; tibertad para contralar fuerza de tra-32

    El MRreRrnusrro HlsrRlcobajo, que estaba restringida desde el momento en que los sier-yos no podan dejar la parcela a que estaban adscriptos; /iber-tad para transitar y para navegar los ros, lo que resultaba de-cisivo para el comercio de entonces.Por lo tanto, cul sera entonces la ideologa que va a ir com-ponindose a partir de todos estos reclamos? Puede seguirseque habr de tratarse del liberalismo, que se constituye como elreclamo de la burguesa naciente hacia el poder del viejo rgi-men de la sociedad feudal. Pero para que ello llegue a constituir-se como un cuerpo doctrinario todava falta. Vamos a ver quehay todo un captulo previo para que esto llegue a darse efectiva-mente en esos trminos.Volvamos ahora al escenario que habamos comenzado a di-sear. Los burgueses, cada vez con ms recursos, presionan pri-mero educadamente, y en la medida que van consiguiendo con-cesiones, van aumentando su fuerza y desde esa base, y sobretodo desde este vnculo decisivo que deviene de su situacin decreciente importancia en el proceso productivo, comienzan a po-nerse cada vez ms exigentes. Entonces, estas cartitas respe-tuosas de un inicio, en qu van a terminar?Las visitas ceremoniosas a los reyes de la poca van a ir que-dando atrs y nos terminamos encontrando con la cabeza deCarlos I de lnglaterra rodando por el suelo en 1649, al producirsela gran revolucin liderada por Oliver Cromwell (1Sgg-10S8). Se-r la primera, otras cabezas reales seguirn rodando, sobre todocon la Revolucin Francesa.

    Es decir que todo este conflicto va cobrando creciente intensi-dad, dando lugar a grandes confrontaciones que hacen eclosincon la Revolucin lnglesa y despus llegan a su punto culminan-te con la Revolucin Francesa.Pero, cul era la ideologa inicial, la forma en que apareca elconflicto en un inicio? Habamos dicho que lo que definimos co-mo la superestructura jurdico poltica e ideolgica del feudalismoera un circuito que cerraba por todas partes y daba garantas desolidea a las relaciones de dominacin de la poca, con esas dospirmides, la de las relaciones de vasallaje que culminaban en elrey y las de la lglesia, que se asemejaban y cuya cabeza, el pa-pa, interpretando la voluntad divina, coronaba a los soberanos.33

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    MnRto ToenLas ideas religiosas eran por lo tanto las dominantes, las quecimentaban las relaciones de todos los seres de la poca, cual-quiera fuera su situacin social, tanto para el seor feudalcomojara los sieruos y los burgueses. Porque a la ideologa dominan'fe no tenemos que verla como algo concebido en trminos exclu-sivos o excluyentes por los sectores dominantes y que el restode la socieda las perciba como algo ajeno, impuesto ala tuerza'La ideologa pretende siempre garantizar un cierto consenso yconstituir el cemento de todas las relaciones existentes, por loque la ideotoga dominante es, hasta cierto punto, como. el len-jua;e, obligariamente comn a los integrantes de u1a. determi-a"a socieOad. De alli que fuera en el terreno de lo religioso don-de se produciran los grandes alineamientos del conflicto en todoun primer perodo.RecorrbnOo la historia de la humanidad, puede verse que lasinstituciones religiosas, presentes desde tiempos muy remotos,cada tanto estuvieron surcadas por conflictos, disidencias, ver-siones dispares de interpretacin de qu era lo divino, como semanifestaba, a pesar de que en todas ellas mantener la coheren-cia resultaba primordial. Muchas de estas disidencias eran meno-res, eran rpidamente reprimidas o pasaban de forma intrascen-dente, pero otras se constituyeron con el tiempo en versionesque encontraron seguidores y marcaron distintos jalones en lahistoria de los distintos pueblos.con la iglesia catlica pasaba otro tanto. Haba habido monjesdisidentes n todos los tiempos, pero sin embargo, es en esteperodo histrico en el que la burguesa est pugnando por ponerbn cuestin toda esta superestructura, que una serie de monjesdisidentes comienzan a tener respaldo, a encontrar eco, neutrali-zan a la inquisicin y logran producir e imponer en zonas muyimportantes u n pensamiento rel igioso alternativo'Si miramos al mapa de Europa, cules eran las regionesdonde el desarrollo de las fuerzas productivas haba alcanzadouna gravitacin mayor? Bsicamente lo que hoy es el Reino uni-o, "trnia, los iases Bajos, el norte de Francia, Suiza, preci-samente los lugares donde la prdica de estos monjes alcanzasignificacin, cmienza a tener eco y a crear movimientos de loqJe despus se llam, en trminos genricos, el movimiento de

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    Et MRteRrRLrstro HlsrnlcoLa Reforma, con Calvino, Lutero, y otros. Estos son los pasesdonde, por sus condiciones (mayor desarrollo de las fuerzas pro-ductivas), comienza a tener lugar esta expansin de ideas nue-vas en el terreno de lo religioso, que era a su vez el terreno de laideologa dominante de la poca. No podan haber encontradosustentacin en un terreno diferente.Con variantes, muchos postulados del movimiento reformistaeran bastante claros, por ejemplo aquello de valorar ms la acti-vidad productiva en la tierra en tanto esto iba a ser consideradoun mrito para la otra vida, en contraste con el desprecio por lalabor productiva que resultaba caracterstico del abolengo de loscaballeros feudales. Muchos de estos movimientos se hacaneco de sentimientos existentes entre los habitantes de estas re-giones, acordes con los nuevos tiempos que corran. Y tenan unelemento en comn que resultaba decisivo, todos cuestionabanla infalibilidad papal. Todos ponan en cuestin que el Papa eralavoz infalible de Dios en la tierra. Y si se cuestionaba la infalibi-lidad papal qu pasaba con aquel circuito que cerraba antes tanbien? Se viene abajo, porque, est bien, ser por la voluntad divi-na de que hay un hombre que va a ser el soberano pero quin lodecide? Quin puede opinar sobre cul es en concreto el desti-natario de esta voluntad divina? Entonces una vez que se pone encuestin este aspecto, toda la articulacin de la superestructuraideolgica, jurdica y poltica de la poca entra en crisis.Al seor monarca nadie lo poda cuestionar, cmo iba a to-carse o cuestionar su nombre si era alguien que estaba ah porvoluntad de Dios? Pero si alguien deca: no, la voluntad divinaes otra y yo lo puedo decir porque el Papa no es infalible, a eseseor rey no solamente lo puedo tratar con gruesos eptetossino, como en definitiva ocurri, hasta le puedo llegar a cortar lacabeza por usurpador.Cmo hay que entender esto? Puede pensarse que hubouna confabulacin de los seores burgueses que se reunan ydecan: "dmosle manija a estos curas disidentes y cuestione-mos la infalibilidad papal y a partir de esto tendremos mejorescondiciones para cuestionar a tal o cual autoridad y entonces... ".No, no era esto lo que suceda. Era el desarrollo espontneo delos conflictos lo que haca que en algunos lugares se produjeran

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    Mnnro ToeRestos cortocircuitos. Era un movimiento social donde, en buenamedida, la mayora participaba segn lo que entenda eran sushonestas convicciones.Es as, entonces, que en la mayora de las regiones que hab-an alcanzado un mayor desarrollo, el movimiento protestante seconstituye, con distintas variantes, en la ideologa dominante. Sefortalece en tanto resulta el pensamiento que mejor expresa aesta nueva burguesa en ascenso que se va consolidando, entraa disputar el dominio en la sociedad y va a terminar constituyn-dose en clase dominante, y consecuentemente, al modo de pro-ducir que le es propio, en el modo de produccin predominante.Ese sera el terreno de disputa en el campo de las ideas quepreparara el camino, el terreno de la ideologia que era dominan-te en la poca. Como no poda ser de otra forma, si nos atene-mos al menos a lo que Marx y Engels nos dicen, los conflictossociales se desarrollan a partir de los elementos que la gentedispone en cada rnomento, es decir, a partir de la ideologa de undeterminado perodo que es la ideologa de la c/ase dominante,que habr de descomponerse y fracturarse en tanto surja unaexpresin local con fuerza suficiente como para poner en cues-tin esa dominacin y los principios que la legitiman.Es recin cuando la burguesa est segura de su propia tuerzaque comienza a desprenderse del pensamiento religioso. Cuando laburguesa ya se ha constituido como la nueva clase dominante enalgunas regiones es que comienzan a aparecer pensadores, comolos filsofos ingleses del siglo XVlll o quienes dieron lugar al enci-clopedismo francs, cuya principal caracterstica ser prescindir delpensamiento metafsico o religioso como sustento de sus argumen-tos y hacer un anlisis desde el racionalismo para la interpretacinde la realidad. Elfamoso razonamiento de Descartes "Pienso, luegoexisto", condensa un hito decisivo entre dos pocas. En un primermomento, la libertad conquistada por la nueva clase dominante,parece no tener lmites, y la libertad conduce a la duda, al privilegiode la razn.Es desde ese momento histrico que la burguesa comienza adar lugar, a abrir espacio, al pensamiento racionalista. Algunas ve-ces en forma no tan tumultuosa, otras, cundo el tema del poderpoltico an no est resuelto, con virulentas confrontaciones como36

    El MreRnlrsrro Hrsrnrcolas que signaron a la Revolucin Francesa. Revolucin que, haba-mos dicho, era la culminacin de todo este proceso histrico y du-rante la cual, ustedes saben, se volteaban las imgenes religiosasen los altares de los templos para colocar en ellos imgenes querepresentaban a la Razn, como smbolo del grado que haba ad-quirido el quiebre entre el pensamiento que surga como dominantey el pensamiento que haba caracterizado alviejo rgimen.Hemos visto, entonces, a estos "personajes" conceptuales en unescenario histrico concreto: desarrollo de las fuerzas productivas,relaciones socla/es de produccin, c/ases sociales, superestructuraideolgica, jurdica y poltica, contradicciones entre el desarrollo delas fuerzas productivas y las relaciones sociales de produccin,lucha de c/ases, revolucin social.Vimos como las relaciones socra/es de produccin se corres-ponden con determinado momento del desarrollo de las fuerzasproductivas, y pasamos a otro momento del desarrollo de las fuer-zas producfivas, en el que ha habido una serie de innovacionessignificativas. Vimos cmo las viejas relaciones socra/es de produc-cin que antes se correspondan e incluso facilitaban el desarrollode las fuerzas productivas quedan atrs, se retrasan y comienzan agravitar como una fueza retardataria, tiran hacia atrs, en tanto sonrelacones sociales que implican intereses de una clase dominanteen retroceso (en el caso que vimos, los terratenientes) que no estinteresada en que las cosas cambien y de este modo perder susprivilegios. Mientras que el desarrollo de las fuerzas productivas,sustentado ahora en otra c/ase social (en este caso, la burguesa),pugna hacia delante. Esta contradiccin entre las relaciones socra-/es de produccin y las fuerzas productivas llega a grados de ten-sin tales que dan lugar a un perodo de revolucin social, momentoen el que hay una nueva c/ase que se asienta en un basamentomaterial que le otorga capacidad suficiente para poder imponer unaalternativa al rgimen preexistente, permitiendo la generalizacin deun modo de producir distinto y por tanto a la primaca de nuevasrelaciones de produccin con la consiguiente nueva superestructuraideolgica, jurdica y poltica que opera como garante de la repro-duccin de la nueva situacin.

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    MRnto ToenLa burguesa y el Proletariado

    Esperamos que esta somera referencia histrica permitacomprender mejor los conceptos vistos. Ahora veremos algunosde los rasgos ms saliente de esta nueva sociedad, donde primael modo de produccin capitalisfa y de su correspondiente su-perestructura ideotgica, iurdica y poltica. Vamos a ver cmo seconstituye la nueva relacin entre las c/ases propias del capita-lismo,la burguesa y el proletariado.En lo que concierne a lo ideolgico, habiamos dicho que elpensamiento liberal llega a constituirse como doctrina recincuando se deja atrs el pensamiento religioso como dominante yaparecen los pensadores que vertebran doctrinariamente a loque fuera, en un inicio, una acumulacin de reclamos.En lo relativo a lo iurdico - poltico, cul es la institucin fun-damental que introduce la burguesa con su avance como formade estructuracin de la representacin poltica en el Esfado? ElParlamento, que se instituye precisamente en lnglaterra, dondese trataba de parlamentar entre esta c/ase en ascenso, represen-tada enr la Cmara de /os Comunes, con la clase terrateniente,representada en la Cmara de /os Lores.Se instituye, entonces, este mbito para parlamentar, con es-tas dos cmaras, la de los Lores, representando la tenencia de latierra o la representacin territorial (su continuidad moderna es elSenado, como representacin del territorio y no del nmero depersonas que lo habitan) y la cmara de los Comunes, (que paranosotros hoy sera la cmara de diputados)'En todo este primer perodo podan votar y ser elegidos sola-mente aquellos que pagaban impuestos sobre una propiedad. Elpadrn lo componan los que pagaban impuestos, los propietarios.Pero vayamos a la esfera de la economia, que es donde Marxse detiene para dar cuenta del funcionamiento de esta nuevasociedad. Durante el siglo XVlll y principios del XlX, es decir,algunas dcadas antes que Marx y Engels desarrollen su teora,aparece y se desarrolla en lnglaterra ese otro antecedente yafluente del Materialismo Histrico que habamos mencionadocon anterioridad: la economa poltica.38

    El MRrEnrrusuo nrsrnrcoLa economa poltica se constituye como disciplina, dejandoatrs los meros tratados contables, precisamente cuando la bur-guesa se ha establecido claramente como clase dominante y elcapitalismo es el modo de produccin que impera en lnglaterra ybuena parte de Europa. Este es el momento histrico en que elpensamiento de la economa poltica llega a su hilado ms fino. Yno sera casual, entonces, que fuera precisamente en lnglaterradonde se desarrolla, que era el pas que estaba a la vanguardiaen lo que haca a la produccin y la circulacin de mercancas.Y cul era el tema que preocupaba bsicamente al pensamien-to econmico de entonces? El tema era el que preocupaba natu-ralmente a los seores burgueses de la poca y consista en

    desentraar las razones que hacan que las distintas mercancasse intercambiaran en determinadas proporciones en el mercado,o en otras palabras, qu explicaba el valor por el cual se inter-cambian las distintas mercancas que aparecen en el mercado,qu explicaba el hecho de que en el mercado todas las mercan-cas que concurren se intercambian segn ciertas proporciones,en funcin de determinadas razones de equivalencia que apare-cen como constituyndose espontnea y naturalmente.Era todo un misterio, y para un seor que tiene mercancas yquiere venderlas mejor, es comprensible la importancia que tienedevelarlo. De all que constituyera un inters social, de parte deesta burguesa, el conocer con profundidad cmo se producaeste fenmeno. Aqu se sustenta, entonces, lo que se conocicomo la teora delvalor.El tema va dando lugar a un debate, con diversas posturas,pero paulatinamente se va afirmando la posicin que es susten-tada por Adam Smith primero y David Ricardo despus, que cen-tralmente van aportando a una idea que sostiene que: la nicalgica posible que permite entender cmo se intercambian entres las mercancas en el mercado, la nica razn posible de estasequivalencias, la tiene que brindar algo que todas las mercancastengan en comn, y lo nico que tienen todas las mercancias encomn es ser producto del trabajo humano.Entonces se va a seguir este razonamiento y decir: toda mer-canca requiere para su produccin una determinada cuota detrabajo humano. Algo que no es tan sencillo de cuantificar, pero es

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    MnRto Toenperfectamente posible de concebir. Y en definitiva, ms all devaivenes circunstanciales, de presencias o ausencias moment-neas que se produzcan en el mercado, van a tender a regular suvalor en funcin de las proporciones de trabaio que, en determina-das condiciones sociales, se requerirn para producir ese bien.El dinero operar como representacin, llegndose a las mer-cancas oro y plata para esta funcin por su acotada presencia yfcil maleabilidad, condicin para el fraccionamiento que estareferencia, como eq u ivalente general, req uiere.Esta relacin entre mercancasy trabaio, que estaba implcitadesde que hay intercambio, slo el capitalismo la lleva a sumxima generalizacin. Las ferias tranquilas de otras pocasahora se lransforman en hervideros humanos donde la transac-cin de grandes cantidades de mercancas regula la vida social.pued pensarse que hubo todo un primer perodo donde losproductores producan una mercanca, iban al mercado y retor-haban con lo que no producan y requeran para su subsistencia.un individuo producia una mercanca, por ejemplo una silla, ven-da su silla, le daban unos gramos de oro y con eso comprabasus alimentos, otros elementos de subsistencia y lo que necesi-taba para volver a producir otras sillas y luego volva al mercadocon otra silla, volva a venderla, etc., ese era el circuito'Esto se puede representar de la siguiente manera: Mercanca) Dinero ) Mercanca (M)D)M) y la riqueza de loS hombresno variaba demasiado, al menos no en gran escala, de no mediarla conquista y la sustraccin'

    La aractrstica de la sociedad capitalisfa est dada por lageneralizacin de otro circuito. con dinero se compran ciertashercancas en el mercado (herramientas, materias primas, fuer-za de trabajo), se las lleva para producir nuevas mercancas y seretorna al mercado para su venta, obtenindose una cantidad dedinero apreciablemente superior a la suma de las partes queconstituy'en la compra anterior. Es decir que, el crecimiento de lariqueza y la acumulacin de capitalse producen en gran escala,en proporciones anteriormente desconocidas.n estas circunstancias histricas, en las que este nuevo cir-cuito se ha generalizado, se tratar de develar el misterio delvalor de las mercancas. Hasta el punto que hemos mencionado,40

    El Mrrennlrslvro nrsrnrcode sealar la necesaria relacin entre valor y trabajo humano,haban llegado las indagaciones de los que conocemos comoeconomistas c/srcos, el caso de Adam Smith y David Ricardo.Qu es lo que le agrega Marx a todo esto? El dice, efectiva-mente, tiene que ser as, es el trabajo, es la cantidad de trabajocristalizado en cada mercanca lo que explica el intercambio demercancas en ciertas proporciones, pero eso no me basta paraexplicar la acumulacin de capital, porqu?, Porque si estamosintercambiando mercancas que contienen una determinada can-tidad de trabajo humano, estamos intercambiando equivalentes,y aunque por astucia o circunstancias momentneas, algunos sebeneficien algo, otros estarn perdiendo, lo que no altera signifi-cativamente esta relacin de equivalencias. Y entonces dednde surge el crecimiento casi geomtrico de capitalsi yo estoyintercambiando equivalentes? Si son determinadas cantidadesde trabajo humano las que estn presentes en cada mercanca,las llevo al mercado, especulacin ms especulacin menos,perdiendo al comprar algunos, ganando al vender otros, si lo queestoy intercambiando son equivalentes no hay explicacin posi-ble para el crecimiento en gran escala de capital. Por lo tantotiene que haber alguna otra razn que explique la acumulacinde capital.Entonces Marx va a sostener que la nica razn posible esque entre todas las mercancias que circulan en el mercado debehaber una que sea capaz, al ser consumida en el proceso deproduccin, porque ya vimos que en el proceso de circulacin nopoda encontrarse la respuesta, producir ms valor, ms valor delo que ella misma vale. Esa es la nica lgica posible que puedeexistir dentro de esta dinmica. Y l dice que efectivamente, esamercanca existe, es la mercanca fuerza de trabajo. Fuerza detrabajo que hay que distinguir del trabajo concreto y que estpresente en cada uno de ellos y que puede concebirse reducin-dola a fuerza de trabajo simple. Fuerza de trabajo que se vendeen el mercado por parte de aquellos que no tienen ninguna otracosa para vender y cuyo valor se define igual que cualquier otramercanca.Es decir, si decimos que el valor de toda mercanca se deter-mina por el tiempo de trabajo socialmente necesario, como pro-

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    MRRto Toenmedio en determinadas condiciones histricas' para producirla' elvator de ta fuerza iil'"o se define por el tiempo,de trabaiosocialmente necesario par producir todos aquellos bienes quehacen posible Ia suUsisienci Oe quien es portad.or de la fuena'"-"n\o,los alimentos, la vestimenta' el alojamiento' que post-bilitan que esa persona est viva y se reprod uzca' l.y su familia';;;;";;tpre tien qu-n"utt aisuien iisto a sucederlo' Y efec-tivamente, en retacin con este vaior la fuerza de trabajo se ven-de en el mercado y es comprada por un salario' Pero qu suce-de a partir de ese *t"ntdz Dice Max' cul es la nica posibi-lidad de explicar ta cumutacin de capfuat? Sucede. que a/ serconsumidaesame|rcancaenelprocesodeproduccinproduces valor de lo que ella misma vale'Sencillament" poi o siguiente' el capitalista q.ue compra fuer-,"'iio "n "l t"'"ao, la compra sobre la base de un con-trato que supone trO"j"t una ornada de trabaio' en esa pocaera ms larga, tupongtos t ns' La fuerza de trabaio es com-;;;i;u"n "alano i "s puesta a trabajar durante 1,2.ht; Y en-tonces qu pasaz trabaar ese asalriado una determinadacantidad de tiempo de esa irnada' supongamos la mitad' 6 hs''ese trabajaOor proOuo en ualquiera de las cosas que haya es-tado produciendo, pr e.emplo mesas' restando el valor de lar"1" v oet oesgite'oe ias herramientas'.el-eq.uivalente enmesas a lo que necesita para su supervivencia en una iornada'en papas, tomates, tro, tquiter, ve.stimenta' etc'' produjo en lamitad de ta iornaa;;li;;i" el equivalente al valor de su fuerzade trabaio.Porlotanto,todoelrestodelaiornadadetrabaio'eltrabaja-dor est proOucieo un p/usva/or' que es lo que se apropia eldueo de /os ,rd* de'produccin'' y es lo nicoque permite-i""i"l .r"rirnio n gr"n escal del capital. El capitalistahabr ido con ,nu'"i'*in0" cantidad ae ainy3- ^almercado'habr comprado rcancas, algunas que reaparecern en loproducido como r *u1"ii pti*"l.el deigaste de la maquinariao las herramients, con ta'expresin de su valor en la nuevamercanca y comprar esta otra m.ercanca que es la fuena detrabaio,y cuando'vuelve al mercado c91 la l'"u"-1:l:ancia M'obtiene D'dinero pi 'n cifra sustancialmente superior a la que42

    El MnreRrutsuo nlsrrucodesembols inicialmente. Y como en el mercado todo se inter-cambia por equivalentes, no es en el proceso de circulacin delas mercancas, sino en el proceso de produccin que al ser con-sumida la mercanca fuerza de trabaio, adems de producir elequivalente de su propio valor, en un perodo de la iornada detrabajo, producir en el resto de la iornada el plus valor que ex-plica'ei 'crecimiento del dinero obtenido que compone esta D'.biferencia de dinero que, ms all de lo que el capitalista retengapara su consumo individual, podr explicar el crecimiento en granbscala del capitat. Esta es la caracterstica del rgimen de pro-duccin capitalista, es la forma en que aparece, de una maneraencubierta, la apropiacin del producto del trabaio colectivo.En el modo de produccin feudalcmo era la forma de apro-piacin del trabajo colectivo? Era ms que evidente: tributos, prin-bipalmente en especie. A partir de lo producido por los siervos, loqe sobrepasaba lo necesario para la supervivencia de estos lecorresponda al seor feudalpor ser el dueo de la tierra'Y Max nos dir, entonces, que la sociedad capitalista, tras laapariencia de un intercambio entre iguales, personas jurdica-mente iguales ante la ley, tambin reproduce una forma de apro-piacin el trabajo colectivo, nada ms que se da velada por estataracterstica que tiene el hecho de que no se opera en el proce-so de circulacin sino que se da en el proceso de produccin, endonde se engendra esta plusvala, que no difiere de lo que eratambin en ls modos de produccron anteriores, una forma deapropiacin por parte de los dueos de los medios de produccindel producto socialmente producido. partir de este mecanismo bsico se estructurar el conjuntode los mecanismos que regulan la economa, que habr de cen-trarse en la competencia entre los diferentes capitalistas. Cadacapitalista, por su lado, tratar de incorporar innovaciones tcni-cub que aumenten la productividad del trabaio que tiene lugar ensu empresa, de manera que disminuya el tiempo necesario paraproduir sus mercancas. Y con esto, si bien est disminuyendo,bn las, condiciones socialmente necesarias, el promedio paraproducirlas, y con ello el valor de las mismas, al tomar la delante-ra no slo se estar apropiando de la p/usva/a producida por susobreros sino que tambin se estar apropiando de parte de la

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    Mnnto Toenplusvala producida en las dems empresas de su ramo, ya que'pOre obtbner por la venta de lo que produce, que se vende se-gn los costos promedio, la diferencia resultante de sus menoresostos. De esta manera Marx habr de diferenciar lo que consti-iuye ra plusvalia en trminos absolutos, definida por el incremen-to'de las formas de explotacin, la ms evidente es el aumentode la jornada de trabajo, y la plusvala relativa, que tiende a ge-nrli"rr" con el incrmento de la productividad del trabajo quen". qr" disminuya la parte de la jornada que equivale. a los bie-n"r q" constituy-en el valor de la mercanca fuerza de trabajo,"onr"u"ncia de las constantes innovaciones tcnicas que seincorporan al proceso productivo.Como resultante de este proceso, siempre irn quebrandoaquellas empresas que no cuenten con los recursos suficienteso in"rporar los ie"ursos tcnicos que se han ido generali-zano. por to que los capitalistas que tomaron la delantera sebenefician ocupando nuevos segmentos del mercado. Esto su-fon" qr" la competencia es a muerte, ya que supone la desapa-ii"ion b"l rival. E implica que la tendencia a la constitucin demonopolios por parte de los sobrevivientes es inherente a todasta disputa. Y tambin sern inherentes a la competencia capi-talista las crisls de superproduccin, ya que la permanente pugnaporaoaratarloscostosydesplazaralrival,llevaaquesellegue momentos donde se satura de mercancias el mercado, nopuede recuperarse lo desembolsado y se producen las quiebrasnrarizaoas. Y de stas slo emergen los.ms poderosos'isminuye significativamente el nmero de capitalistas que con-curran con sus mercancas, y el mercado se oligopoliza'-_ Slo un puado de empresas, mucho ms concentradas, con-trolarn ese mercado, pudiendo imponer precios superiores alvalor de lo que producen y as apropiarse del plusvalor producidoen otros mbitos del proc-eso productivo que no pueden hacer loritto y, por el contiario, deben bajar sus precios para intentarsobrevivir.Yesteproceso,quesedaprimeroaescalanacionalhabr de internacionalizarse, con no pocos conflictos armados depor medio, hasta regular la economa a escala mundial'por supuesto ei proceso es ms sofisticado, se concebirnmecanismos para paiiar las crisis, pero esencialmente la dinmi-

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    El Mlrenw-rso Hrsrrucoca es esta. Las crisis de superproduccin sern caractersticasde los centros ms desarrollados, mientras en los pases perifri-cos las crisis estarn signadas por el retraso tecnolgico ante lascondiciones medias que impone el desarrollo de los pases cen-trales, la depreciacin de los bienes que producen y la debilidadfinanciera parar reproducir el ciclo, dados los mecanismos deapropiacin del plusvalor producido en sus contextos nacionalesa partir del control monoplico de los mercados por parte de loscapitales residentes en los centros ms desarrollados, sea comoconsecuencia del intercambio desigual, intereses del endeuda-miento o por la inversin directa que hacen las metrpolis.En la periferia es muy difcil retener recursos que puedan sus-tentar procesos de acumulacin factibles de ser reciclados en lasrespectivas economas para competir en un pie de igualdad.Quien quiera que observe las crisis de la periferia, donde se sit-an pases como el nuestro, estar observando variantes de estemismo proceso.Toda la complejidad de este funcionamiento, interpretadodesde la perspectiva del Materialismo Histrico, se asienta eneste concepto de la plusvala, que Max incorpora a partir de estacrtica de la economa poltica anteriormente existente, desarro-llando a partir de aqu su propuesta terica ulterior.La crisis del capitalismo

    Marx despliega entonces el cuadro que permite entender quela sociedad capitalista ha llevado a la mxima simplificacin po-sible las relaciones de dominacin y apropiacin del excedenteproducido socialmente. La mxima simplificacin posible porqu? Porque ha transformado a todo en mercancas, a todo enalgo que puede ser adquirido y vendido en el mercado, inclusivela fuerza de trabajo, y por lo tanto no hay forma ms simple posi-ble de relaciones de dominacin y de apropiacin del excedente.A diferencia de la forma en cmo antes estaban enfrentadas lasc/ases dominantes y las dominadas, donde el reclamo de los deabajo no poda engendrar nada distinto, porque aun haba mar-gen para el surgimiento de otras c/ases que, asociadas a lo nue-vo en el desarrollo de las fuerzas productivas, podan engendrar

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    MmtoToenunnuevomododeproducclontambinbasadoenlaapropiacindel trabajo ajeno, en esta sociedad capitalista, quedan definiti-vamente enfrentados los poseedores de medios de produccin ylos que no poseen medios de produccin' Al no ser ya concebi-b i surgimiento de nuevas c/ases, las propias del capitalismolueoan dfinitivamente enfrentadas, por lo que este conflicto slopodra resolverse en trminos de que los oprimidos en esta socie-dadpuedanimponerlealac/asedominanteunanuevaorganiza-.ion'0" la socie'dad basada en la no existencia de las c/ases'Quotroselementosestarancontribuyendoaqueestopue-O"'ii"gr a ser posible? Marx va a decir que la organizacin mis-ma Ot proceso productivo, que antes mantenia dispersos a losfroductres directos, cada uno en su parcela, su gremio' etc"lon ta gran industria y las grandes urbes concentrando a la po-ciOn-y permitiendo la viculacin de los proletarios entre s,iltu ts'posibitidades de sus organizacin y la proyeccin delconflicto desde los trminos meramente econmicos, de disputa, ;. precio ms digno o ms justo de la venta de su fuerza dei,04o,' es decir del satario, a un cuestionamiento polfico enuno'al modelo de sociedad. Esta situacin facilitara el prop-sito de poner en evidencia el carcter superfluo de /os propieta-rios de /os medios de Produccin.Es decir, es esta base material, entonces, esta base objetiva,queSeestableceenesteperodohistricoyqueestabaausentecon anterioridad, la que abrira hacia delante para la humanidad porlUitiO"d de la upresin de las c/ases sociales y con ellopono'i"enunpiedeigualdadatodosloshombresequiparandosus posibilidades. Que el conflicto que enfrenta a poseedores ysposeioos, conflicto anlogo al que ha tenido lugar a lo largode la historia de la humanida, pueda resolverse ahora en trmi-nosque,trasunperiododetransicin,dondelac/asedominadapueO imponerle'su proyecto o modelo de sociedad a la c/ase'ominant, mediante io cue llamaron la dictadura del proletariadoialr" a que, obviamente, se trata de algo inconsulto de los msn relacin a los menos, ya que no puede tratarse de un trnsitoconsensuado), se pase a una'sociedad donde la organizacin delpio."ro prodctivo y de toda la estructura social no est caracte-'rizaa por la apropicin del trabaio ajeno sino que se caracteri-46

    El MRreRrR-rslr,ro Hrsrrucoce por relaciones de solidaridad en el proceso de produccin delos bienes necesarios para la subsisfencia humana. Esto abrira yensanchara todas las posibilidades en trminos de libertad crea-tiva, igualdad de posibilidades, etc., para la sociedad en su con-junto. Segn los trminos que utiliza Engels, la definitiva libera-cin del hombre de la esclavitud que le impone la economa, elpasaje del reino de la necesidad al reino de la libertad. O comotambn dirn, una sociedad en que cada uno brindar segn susposibilidades y recibir segn sus necesrdades. Esta habr deser la sociedad srn c/ases, la sociedad comunista.Esta extincin de las c/ases socra/es implicar tambin la extin-cin del Estado, en tanto instrumento de dominacin y su reempla-zo pot formas de coordinacin de la administracin de los bienes.Aqu podemos introducir el otro aspecto tomado como condi-cin para que esta sociedad sea posible'. el desarrollo de lasfuerzas productivas en este perodo de transicin, liberadas de latraba que supone el inters individual del propietario de los me-dios de produccin que produce para obtener un beneficio de laventa de lo que produce, es decir, produce aquello que puedeser adquirido por quienes tienen recursos y no segn las necesi-dades sociales, desarrollo que supondra la satisfaccin de /asnecesidades bsrcas a escala planetaria.Gonciencia para s

    Por ltimo, haremos alusin a un tema para nada menor. Elque dejaron planteado Marx y Engels en lo relativo a la consti-tucin de los sujetos que pueden aspirar y protagonizar loscambios que suponen la puesta en cuestin de la sociedadcapitalista. Ellos parten de la diferenciacn entre lo que lla-man "clase en s" y "clase para s". La primera es la que seestablece por el lugar que se ocupa en el proceso productivo,en tanto propietario o no de medios de produccin. La segun-da es la que supone la comprensin y asuncin de las condi-ciones'como explotado, con todo lo que ello significa. Comosabemos, sus esfuerzos siempre estuvieron dirigidos a convo-car y mancomunar a los explotados, coordinar sus experien-cias para posibilitar la reflexin colectiva implicada en este47

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    MRnro TorRpasaje. De all el papel protagnico que juegan en lo que fuerala Primera lnternacional de trabajadores y despus en la con-formacin del Partido Social Demcrata de Alemania. Pero porcierto, la experiencia de su tiempo no permita que nos legaranun pormenorizado instructivo de los modos de acceder a estaconciencia necesaria.Marx y Engels insisten en que la posibilidad de que esteconflicto pueda ser resuelto en trminos que hacer posible elarribo a una sociedad sin clases depender, entonces, ade-ms de las condiciones a que aludimos, de la conciencia quetenga la clase dominada con relacin a su situacin de tal y alas posibilidades de engendrar una nueva sociedad.Pero ellos mismos nos dicen que este proceso es difcil ytrabajoso. Por qu? Porque la mayora de las institucionesjurdicas, polticas e ideolgicas de la sociedad capitalista ac-cionan dando una versin donde aparece diluida, como inexis-tente, la contradiccin que atraviesa la sociedad. De la mismamanera que antes la lglesia santificaba como voluntad divinael orden social existente, en esta sociedad, la ideologa domi-nante argumenta que, en tanto todos los hombres somos igua-les ante la ley, no existen relaciones de explotacin en la so-ciedad moderna capitalista. Este argumento ser una de laspiedras fundamentales del conjunto de ideas que rigen la vidasocial en la sociedad contempornea. Solo existira el "atraso",del que cabra lamentarse sin que se adopten demasiadasiniciativas para superarlo.

    Pero la posibilidad de adquirir conciencia de que esa igual-dad ante la ley no supone que haya igualdad en cuanto a lasoportunidades de vida de todas las personas, dada la forma enque se estructuran las relaciones de produccin, es algo quepara los que estn en situacin de dominados no resulta evi-dente, siendo esta percepcin la condicin para que se consti-tuya el sujeto social dispuesto a encarar el conflicto en lostrminos que hemos visto.Esta temtica atraves y atraviesa desde los tiempos de laPrimera lnternacional incontables debates. La ms clebreentonces fue la que enfrent a Marx y Engels con Mijail Baku-nin (1814-1876), en torno a la importancia de la escena polti-48

    El Mnrrnnusno HISTRlcoca como espacio en el que organizarse, en tanto mbito queconvoca las expectativas del conjunto de la sociedad. La tesisde Bakunin, uno de los padres del anarquismo, por el contra-rio, alienta la necesidad de organizarse por afuera de dichoescenario para, supuestamente, hacerlo girar en el vaco yprovocar su derrumbe.En nuestro tiempo, por otra parte, las caractersticas de laspropias estructuras productivas no son las de entonces. Lasrevoluciones tecnolgica