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U PE El trastorno autístico COMISIÓN: AT MARTES DE 14 A 16 HS. ALUMNAS : AGUILAR, DANIELA FALCONNAT, ELIANA FERNANDEZ, ALDANA FRANCO, DAIANA

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UPE

El trastorno

autístico

COMISIÓN: AT MARTES DE 14 A 16 HS.

ALUMNAS: AGUILAR, DANIELAFALCONNAT, ELIANAFERNANDEZ, ALDANAFRANCO, DAIANA QUINTEROS, LILIANA

AÑO: 2014

Indice

Introducción -------------------------------- Pág. 3-6

Desarrollo ----------------------------------- Pág. 7-38

- Causas del TEA

- Características y síntomas

- Hijo autista en la familia

- Reducción de stress y tensiones

- Indicadores importantes

- ¿Cómo se diagnostica el TEA?

- Concepto y función de AT

- Características del AT

- Funciones del AT

Conclusión --------------------------------- Pág. 40

Bibliografía --------------------------------- Pág. 41

Introducción

A modo de introducción a una temática tan particular como es la patología

mental denominada Autismo, haremos una reseña histórica donde pueda

observarse el cambio y la evolución en cuanto a la visión de dicha patología a

lo largo de los años.

La palabra Autismo, proviene del griego Auto- de Autós, que significa ‘propio,

uno mismo’; y en sus inicios se la pudo encontrar asociada a otros tipos de

patologías.

En 1887, el Dr. John Langdon Down, el primero en describir el Síndrome de

Down, investigó al retraso mental, y en sus descripciones del retraso en el

desarrollo, describe a los individuos que hoy son clasificados con Autismo.

Posteriormente en 1911 Eugen Bleuler, un psiquiatra suizo, utilizó la palabra

Autismo para describir un síntoma de Esquizofrenia en un tomo del American

Journal of Insanity.

En 1927, Eugene Minowski, discípulo de Bleuler, definió al Autismo como el

generador de problemas en esquizofrenia.

En la década de 1940 el término Autista y su visión sobre él hace un giro; ya

que recién en 1943 se realiza la clasificación médica del Autismo por el Dr. Leo

Kanner, quién estudió un grupo de once niños e introdujo la caracterización de

Autismo Infantil temprano; por otro lado, paralelamente, en 1944, un científico

austríaco, el Dr. Hans Asperger, utilizó coincidentemente el término Psicopatía

Autista en niños que exhibían características similares en estudios realizados.

Las interpretaciones del comportamiento de los grupos observados por Kanner

y Asperger fueron distintos. Kanner reportó que tres de los once niños con los

que realizó sus observaciones, no hablaban y los demás no utilizaban las

capacidades lingüísticas que poseían. También notó un comportamiento auto-

estimulatorio y extraños movimientos en aquellos niños.

Por otro lado, Asperger notó, más bien, sus intereses intensos e inusuales, su

repetitividad de rutinas y su apego a ciertos objetos, lo cual era muy diferente al

autismo, ya que en el experimento de Asperger todos los niños hablaban,

aunque tanto Hans Asperger como Leo Kanner posiblemente observaron la

misma condición, sus diferentes interpretaciones llevaron a la formulación del

Síndrome de Asperger que se diferenciaba del Autismo de Kanner; esto quiere

decir que los síntomas identificados por ambos eran similares pero no

idénticos; quienes sufrían del Síndrome de Asperger experimentaban las

mismas dificultades sociales, pero tenían habilidades de lenguaje más fuerte y

una compresión arriba del promedio normal con entendimiento altamente

técnico. Si bien hay distintos aspectos que inciden en la diferencia entre ambas

patologías, ésta sería la que más resalta y marca la diferencia entre una y la

otra.

En 1949 se realiza la Teoría Madre Refrigerador. Se realizó un estudio por

parte de Kanner, donde se observó un pequeño grupo de niños de alto nivel

social y educativo, llegando a la errónea conclusión de que los niños con

Autismo eran propensos a nacer en familias altamente intelectuales, y por ello

asoció a las madres con el término de frialdad. Ésta conclusión se ha calificado

como errónea debido a la limitada cantidad de muestras en el experimento

realizado y por la selección de la población utilizada.

Por el contrario, en 1950, Bruno Bettleheim, psicólogo y psicoanalista austriaco,

sostuvo que el Autismo era un trastorno emocional que se desarrollaba en

pequeños, por daños psicológicos de parte de sus madres.

Unos años más tarde, en 1964, Bernard Rimland, padre de un hijo con

Autismo, presentó el primer argumento sólido en el cual declaraba que el

autismo no estaba relacionado con el vínculo entre padres e hijos, sino más

bien con una causa biológica. Rimland publicó su libro, Autismo Infantil: El

Síndrome y sus implicaciones para una teoría neuronal de la conducta, y su

prólogo fue escrito por Leo Kanner. El hombre que identificó por primera vez el

Autismo como un Síndrome, dio credibilidad del libro entre los profesionales del

campo. Fue un giro de Kanner, ya que anteriormente había formulado la Teoría

Madre Refrigerador; pero éste había llegado a creer que el autismo tiene una

causa neurológica, aceptada en la profesión médica en la actualidad de ese

momento.

Ya en la década de 1970 se realizaron varios progresos. En 1971, Eric Shopler

y Robert Reichler estudiaron los efectos de la participación de los padres en los

tratamientos de los niños con Autismo; y en 1972 Schopler inició el Tratamiento

y Educación de Autismo y Comunicación Relacionada de los niños

Discapacitados como un programa en la Universidad de Carolina del Norte, y el

propósito del programa era brindar entrenamiento y otros programas para

individuos con Autismo.

Posteriormente en 1977 Susan Folstein y Michael Rutter llevaron a cabo un

estudio con veintiún gemelos del mismo sexo en donde al menos un gemelo

mostró síntomas de Autismo Infantil; y llegaron a la conclusión de que las

lesiones del cerebro durante el período infantil pueden llevar al Autismo por su

propia cuenta o en combinación con una predisposición genética; sin embargo

continuaba la incertidumbre entorno así es una patología hereditaria y a cómo

es que sucede.

En 1980 el Autismo se establece tal y como lo conocemos en la actualidad; en

ese mismo año el autismo fue añadido al Manual Estadístico de Trastornos

Mentales, tercera edición, (DSM III) como Autismo Infantil. Ésta adición hizo

posible el diagnóstico exacto de la patología, y brindó la posibilidad de

diferenciarla de la esquizofrenia.

En 1987 el término ‘Trastorno Autista’ reemplazó al ‘Autismo Infantil’ en el

manual y dio una explicación más expansiva del diagnóstico.

Más tarde la patología comenzó a tomar consistencia y claridad, por lo que la

cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales

(DSM IV) lo ubica entre los ‘Trastornos Generalizados del desarrollo’

considerados como un grupo de patologías psiquiátricas en las que se

encuentran alterados las habilidades recíprocas, el desarrollo del lenguaje y la

amplitud del repertorio de conductas; es decir, que se empezó a entenderlo

como un trastorno del desarrollo de ciertas capacidades infantiles (de la

socialización, la comunicación y la imaginación).

Si bien la definición de Autismo según el DSM IV se utilizó hasta hace muy

poco, en los últimos años se incorpora el término de Trastorno del Espectro

Autista (TEA). Éste término resalta aún más la idea de que existe una

alteración en un conjunto de capacidades de interacción social,

comunicacional y de la imaginación. Además facilita la comprensión de la

realidad social de estos trastornos e impulsa el establecimiento de apoyos para

las personas afectadas y su familia.

En la actualidad los Trastornos del Espectro Autista (TEA) se entienden como

un grupo de discapacidades del desarrollo provocados por un problema a nivel

cerebral. Si bien todavía los científicos no conocen con exactitud las causas de

este problema, se tiene el conocimiento de que puede afectar el

funcionamiento de las personas a diferentes niveles, de manera muy leve a

grave. Por lo general no se puede notar diferencia alguna en el aspecto de una

persona con TEA, pero es probable que tenga maneras diferentes de

comunicarse, interactuar, comportarse y aprender. Cabe mencionar que las

aptitudes mentales y la capacidad de aprendizaje de las personas con TEA

pueden variar, encontrándose desde personas talentosas hasta personas con

problemas muy serios.

Así es como podemos observar que, desde su descubrimiento hasta hoy, el

Autismo ha girado en torno a diferentes movimientos o épocas acerca de la

explicación del origen de esta patología. El primer período entre 1943 a 1963,

donde se pensaba que el Autismo era un trastorno emocional, producido por

factores emocionales o afectivos centrados en el vínculo; y el segundo período

que va de 1963 a 1983, momento en el cual se abandona la hipótesis de

padres culpables, al encontrarse indicios claros de asociación con trastornos

neurobiológicos.

Éste segundo período, en conjunto con los avances científicos y tecnológicos,

abre un espacio para la consideración del Autismo desde una perspectiva

evolutiva como un ‘Trastorno del Desarrollo’, tal y como la conocemos en la

actualidad.

Desarrollo

Como futuros AT nos proponemos realizar este trabajo con el fin de explicar las

características generales-específicas, causas y síntomas, como los padres

pueden detectarlo, cómo repercute dentro del entorno familiar y cómo podemos

nosotros desde nuestra función intervenir y lograr junto con un equipo

interdisciplinario una mejor calidad de vida, favoreciendo su inclusión social y

su vida cotidiana con la familia.

Causas del Trastorno del Espectro Autista

Las instituciones científicas reconocen que el autismo se debe a anomalías del

sistema nervioso central, y sus causas son biológicas y no psicosociales.

En la actualidad, la evidencia científica plantea una visión multifactorial

compleja, por interacción de diversos factores, genéticos y ambientales, sin que

todavía se conozca exactamente cuáles son y cómo interactúan los posibles

factores ambientales sobre la susceptibilidad genética.

Entre los factores ambientales, se han sugerido infecciones víricas (rubéola,

herpes, etc.), complicaciones obstétricas, intoxicaciones, intolerancia a ciertos

alimentos y nutrientes, consumo de determinados productos en el embarazo,

etc. Hasta la fecha, la conclusión de los numerosos grupos de trabajo es que

no existe evidencia documentada de modo científico, que pruebe que los

factores ambientales estudiados sean por sí mismos causantes del autismo. En

contraposición, el autismo es considerado por los expertos como el más

«genético» de los trastornos neuropsiquiátricos en la infancia.

Características y síntomas

A partir de los 24 meses se aprecian, con mayor intensidad, los síntomas

característicos.

El desarrollo del lenguaje, en los primeros años de vida, presenta un

retraso significativo o características peculiares en su mayoría. Este lenguaje

puede estar totalmente ausente, el niño puede sólo emitir ruidos

extraños y estereotipados como gritos agudos, y no puede

compensarlo mediante modos alternativos de comunicación,

tales como gestos o mímica.

Alteraciones cualitativas en la interacción social:

Las alteraciones sociales son el principal síntoma del autismo. Estas personas

encuentran difícil ajustar su comportamiento al de los demás, ya que no

entienden muy bien las convenciones y normas sociales. Suelen tener

problemas para compartir el mundo emocional, el pensamiento y los intereses.

No les resulta sencillo apreciar las intenciones de los demás, desarrollar juegos

y hacer amigos. En consecuencia, el mundo social no les resulta fácil y en

muchas ocasiones no les interesa, mostrando aislamiento.

Estas limitaciones sociales son especialmente marcadas en la infancia,

atenuándose un poco a lo largo de la vida; ya que su interés social va

aumentando espontáneamente y ello favorece el aprendizaje de nuevas

competencias.

Alteraciones cualitativas de la comunicación:

Los primeros estudios realizados en el autismo identificaban que un 50% de los

personas afectadas no desarrollaban lenguaje hablado funcional a lo largo de

su vida (si tenemos en cuenta el actual concepto de TGD o TEA, este

porcentaje disminuye sensiblemente). Existen otros casos, que empiezan a

hablar y que luego pierden su lenguaje. Frecuentemente, aquellos que

desarrollan el habla lo hacen con ciertas características peculiares: ecolalia,

perseveración, inversión pronominal, entonación anormal, etc. manual de

apoyo síntomas.

Lo más característico es el que el lenguaje no es utilizado de manera social

para compartir experiencias y vivencias; presentando dificultad para iniciar o

mantener una conversación recíproca; comprender sutilezas, bromas, ironía o

dobles intenciones. Este fallo de la comunicación verbal se acompaña además

de pobreza o ausencia de la comunicación no verbal: gestos, posturas o

expresiones faciales que acompañan normalmente al habla o la sustituyen.

Patrones restringidos de comportamiento, intereses y actividades:

Las personas con autismo presentan intereses especiales, que no son

frecuentes en otras personas de su edad

(Fascinación por partes de objetos, piezas giratorias, letras o logotipos, etc.),

aunque lo más característico es que no comparten sus intereses con los

demás. Pueden aparecer movimientos corporales estereotipados (aleteos,

giros sobre uno mismo, balanceo, deambulación sin funcionalidad, etc.). El

juego tiende a ser repetitivo y poco imaginativo (hacer hileras, agrupamientos,

fascinación por contar y repetir, etc.). Muchas personas presentan ansiedad

ante los cambios de sus rutinas y/o del entorno (horarios, recorridos, objetos o

personas que cambian su ubicación o postura, etc.). En todo caso,

normalmente no están interesados necesariamente en compartir su

conocimiento de manera recíproca. Aunque no están recogidos en los actuales

criterios diagnósticos, muchas de estas personas, especialmente durante su

infancia, padecen fenómenos de hipo e hipersensibilidad a los estímulos

sensoriales. Esta alteración sensorial puede explicar fenómenos

frecuentemente observados como por ejemplo, taparse los oídos, no tolerar

determinados alimentos o tejidos, rechazar el contacto físico, autoestimularse

con la saliva o mirando reflejos ópticos, o responder inusualmente al dolor.

Síntomas más frecuentes del autismo en niños:

Ausencia de balbuceo.

Ausencia de la conducta de señalar y otros gestos a los 12 meses.

Ausencia de palabras sueltas a los 16 meses.

Ausencia de frases espontáneas de 2 palabras a los 24 meses.

Pérdida de socialización o de lenguaje a cualquier edad.

Manual de apoyo diagnóstico

Entre los 4 y 5 años puede utilizar palabras repetidas

mecánicamente, fenomenas aislados o neologismos

completamente incomprensibles, gritos monótonos sin

intencionalidad comunicativa o significativa, y realizan

ruidos que no tienen que ver con acercarse al otro.

En consecuencia de lo explicitado anteriormente, se

dificulta la comunicación. Éstos niños no pueden

expresar sus necesidades o deseos a los demás de

forma convencional, como vocalizar o señalar. En vez

de ello, recurren al llanto para indicar lo que desean.

Aproximadamente el 80% de todas las personas

autistas verbales, desarrollan un tipo de anomalía

denominada Ecolalia, que se entiende como una

consecuencia de la inhibición del leguaje espontáneo,

produciéndose un hablar repetitivo. Ejemplos de ésta

anomalía pueden ser: la memorización perfecta de

canciones o de información. Pueden distinguirse dos

tipos de Ecolalia, la inmediata, que se da cuando los

niños acaban de oír una palabra o una frase y la repiten

inmediatamente; ó la retrasada que surgen cuando el

niño repite un diálogo que no lo ha oído en el momento,

como por ejemplo el diálogo de una película. Cabe

resaltar que si bien estos sujetos pueden repetir frases,

la Ecolalia no está al servicio de la comunicación, en

todo caso puede ser útil para calmar o distender al niño

si se encuentra muy nervioso.

Debido a todas éstas dificultades, las personas con

autismo, no pueden participar en una conversación

bidireccional, ni tampoco hay presencia del pronombre

“yo” ( a veces suele ser reemplazado por el pronombre

en segunda o tercera persona, como por ejemplo: ‘Juan

quiere…’).

El grado de posible discapacidad intelectual asociada tiene importancia a la

hora de determinar el tipo de apoyos que van a ser necesarios, e influye en el

pronóstico que se va a hacer en relación a la vida adulta de la persona.

Cuando hablamos de apoyos nos referimos a cómo hacer frente al estrés que

supone tener un hijo con estas características y así mantener un clima

hogareño conveniente. Es importante que cada familia disponga de recursos,

los cuales pueden ser muy distintos en cada caso.

Estos recursos pueden ser:

Recursos internos: características personales de los miembros de la unidad

familiar y de la atmosfera que reina en el hogar.

Recursos externos: son los que proporciona la comunidad. Son los apoyos

sociales que las familias puedan recibir desde fuera del grupo familiar. Estos

son necesarios e importantes para el éxito de la adaptación familiar del niño

con autismo.

El apoyo social se divide en dos clases:

Apoyo informal: no requiere de un intercambio económico. Incluye la ayuda que

pueda proporcionar la familia nuclear y la externa, los amigos, vecinos y otros

padres con hijos con discapacidad. Un ejemplo de este apoyo es: el que puede

proporcionar los abuelos.

Apoyo formal: la información y la asistencia realizada por profesionales y

centros especializados.

Indicadores Importantes

7 meses

Cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo, de manera que es imposible

predecir con exactitud cuándo aprenderá una destreza en particular. Los

indicadores de desarrollo que aparecen más adelante le darán una idea

general sobre los cambios que puede esperar en su hijo, pero no se alarme si

su desarrollo sigue un curso un poco diferente.

Área social y emocional

Disfruta de juegos sociales

Se interesa en las imágenes reflejadas en los espejos

Reacciona a las expresiones de emoción de otras personas y parece

contento a menudo

Área cognoscitiva

Encuentra objetos parcialmente escondidos

Explora con las manos y la boca

Se esfuerza por alcanzar objetos fuera de su alcance

Área del lenguaje

Reacciona cuando se menciona su nombre

Reacciona cuando se le dice “no”

Puede distinguir las emociones por el tono de voz

Responde a los sonidos con sonidos

Expresa gozo y disgusto verbalmente

Balbucea grupos de sonidos

Área motora

Se voltea para ambos lados (de estómago a espalda y

de espalda a estómago)

Se sienta apoyándose en las manos primero y luego sin ellas

Apoya toda su peso en sus piernas

Trata de alcanzar objetos con una mano

Pasa objetos de una mano a otra

Usa los dedos como rastrillo para acercar objetos con las manos

Área visual

Desarrolla visión a todo color

Su visión a distancia madura

Mejora su capacidad para seguir objetos con la vista

Observe de cerca el desarrollo saludable

Debe alertar a su doctor o enfermera si su hijo exhibe alguno

de los siguientes síntomas que pudieran indicar un retraso en

el desarrollo para este rango de edad.

Se ve rígido y con músculos tensos

Se ve sin fuerza como un muñeco de trapo

Cuando lo sienta la cabeza todavía se va hacia atrás

Trata de alcanzar las cosas solo con una mano

Rehúsa que lo abracen

No muestra afecto hacia la persona que lo cuida

No parece disfrutar de la compañía de otras personas

Uno o ambos ojos persisten en mirar hacia afuera o hacia adentro

Presenta constante lagrimeo, secreción en los ojos o sensibilidad a la luz

No reacciona a sonidos a su alrededor

Tiene dificultad para llevarse objetos a la boca

A los cuatro meses, todavía no voltea la cabeza para buscar los sonidos

A los cinco meses, no se voltea para ningún lado (ni de estómago a

espalda ni de espalda a estómago)

Después de los cinco meses, es imposible consolarlo por

las noches

A los cinco meses, no sonríe por sí solo

A los seis meses, no puede sentarse con ayuda

A los seis meses, no se ríe ni hace sonidos de placer

Entre los seis y siete meses, no trata de alcanzar objetos

constantemente

A los siete meses, no sigue objetos con la vista a distancias

cortas (de 1 pie) o largas (de 6 pies)

A los siete meses, no apoya su peso en las piernas

Los siete meses, no intenta llamar la atención con sus

acciones

A los ocho meses, no balbucea

A los ocho meses, no se interesa en juegos como “las escondidas”

El niño experimenta una pérdida drástica de las habilidades que en

algún momento tuvo.

12 meses

Área social y emocional

Actúa tímido o con ansiedad en presencia de extraños

Llora cuando la madre o el padre se alejan

Le gusta imitar a otras personas cuando juega

Prefiere ciertas personas y juguetes

Pone a prueba a los padres para ver cómo reaccionan a sus acciones

cuando lo alimentan

Pone a prueba a los padres para ver cómo reaccionan en respuesta a

su comportamiento

Puede temor a algunas situaciones

Prefiere a su madre o a la persona que lo cuida

Repite sonidos o gestos para llamar la atención

Se alimenta con los dedos por sí solo

Estira brazos y piernas para ayudar cuando lo están vistiendo

Área cognoscitiva

Explora los objetos en diferentes formas (los sacude, los golpea, los

tira, los suelta)

Encuentra fácilmente objetos escondidos

Mira la imagen correcta cuando se la nombran

Imita gestos

Empieza a usar correctamente los objetos (beber de una taza,

cepillarse el pelo, marcar el teléfono, escuchar por el auricular)

Área del lenguaje

Presta mayor atención al lenguaje

Responde a solicitudes verbales sencillas

Reacciona cuando le dicen “no”

Usa gestos simples como sacudir la cabeza de un lado a otro para

decir “no”

Balbucea con inflexiones en la voz (cambios en el tono)

Dice “papá” y "mamá"

Usa exclamaciones como "oh-oh!"

Trata de imitar palabras

Área motora

Se puede sentar sin ayuda

Gatea hacia adelante apoyado en el estómago

Se para en manos y rodillas

Se arrastra usando las manos y rodillas

Cambia de posición (de sentado pasa a gatear o se pone boca abajo)

Se levanta solo

Camina apoyándose en los muebles

Se para sin apoyo por momentos

Puede dar 2 ó 3 pasos sin apoyarse

Área de destrezas manuales

Agarra objetos pequeños entre el dedo índice y el pulgar

Golpea dos objetos uno contra el otro

Pone objetos en recipientes

Saca objetos de recipientes

Deja que se lleven los objetos

Pincha con el dedo índice

Trata de imitar escribir con garabatos

Observe de cerca el desarrollo saludable

Debe alertar a su doctor o enfermera si su hijo exhibe alguno de los

siguientes síntomas que pudieran indicar un retraso en el desarrollo para

este rango de edad.

No gatea

Arrastra una parte del cuerpo al gatear (por más de un mes)

No se puede parar con ayuda

No busca los objetos que vio esconder

No dice palabras sencillas como “mamá” o “papá”

No aprende a usar gestos como mover las manos para

decir adiós o mover la cabeza para decir “no”

No señala objetos o imágenes

El niño experimenta una pérdida drástica de las habilidades

que en algún momento tuvo

24 meses

Área social

Imita el comportamiento de otros, especialmente adultos y niños

mayores

Está más consciente de sí mismo como una persona independiente de

las demás

Se emociona con la compañía de otros niños

Área emocional

Es progresivamente más independiente

Empieza a mostrar un comportamiento desafiante

La ansiedad por la separación aumenta a mediados de esta edad y

luego desaparece

Área cognoscitiva

Encuentra objetos escondidos aún debajo de varias sábanas

Empieza a clasificar por formas y colores

Empieza a jugar con la imaginación

Área del lenguaje

Señala objetos e imágenes cuando se las nombran

Reconoce los nombres de personas cercanas, objetos y partes del

cuerpo

Dice varias palabras solas (entre los 15 y 18 meses)

Usa frases sencillas (entre 18 y 24 meses)

Usa oraciones de 2 a 4 palabras

Sigue instrucciones sencillas

Repite palabras que escuchó en conversaciones ajenas

Área motora

Camina solo

Hala juguetes detrás de él mientras camina

Puede cargar un juguete grande o varios juguetes al caminar

Empieza a correr

Se para de puntillas

Patea una pelota

Se trepa y baja de muebles sin ayuda

Sube y baja escaleras apoyándose

Área de destrezas manuales

Hace garabatos por sí solo

Voltea un recipiente para sacar lo de adentro

Construye torres de 4 bloques o más

Puede que use una mano más que la otra

Observe de cerca el desarrollo saludable

Debe alertar a su doctor o enfermera si su hijo exhibe alguno de los

siguientes síntomas que pudieran indicar un retraso en el desarrollo para

este rango de edad.

No camina a los dieciocho meses

No desarrolla una forma madura de caminar (apoyando primero el talón

y luego los dedos) después de varios meses de estar caminando o solo

camina de puntillas

No dice por los menos 15 palabras a los dieciocho meses

No usa oraciones de 2 palabras a los 2 años

A los quince meses no sabe cómo funcionan objetos de uso común en

la casa como los cepillos para el cabello, el teléfono, el timbre, el

tenedor o la cuchara

No imita acciones o palabras hacia el final de este período

No sigue instrucciones sencillas a los 2 años

No puede empujar juguetes con ruedas a los 2 años

El niño experimenta una pérdida drástica de las habilidades que en

algún momento tuvo

36 meses

Área social

Imita a adultos y compañeros de juego

Muestra afecto espontáneamente a compañeros de juego conocidos

Puede esperar su turno en los juegos

Entiende el concepto de “mío” y “suyo”

Área emocional

Expresa su afecto sin recelos

Expresa una gran variedad de emociones

A los 3 años, se separa fácilmente de sus padres

Se opone a grandes cambios en su rutina

Área cognoscitiva

Hace funcionar juguetes mecánicos

Hace corresponder objetos en su mano o en su cuarto con los que

aparecen en los libros

Juega imaginativamente con muñecas, animales y personas

Clasifica los objetos por su color y forma

Arma rompecabezas de 3 ó 4 piezas

Entiende el concepto de “dos”

Área del lenguaje

Sigue órdenes de 2 ó 3 partes

Reconoce e identifica casi todos los objetos e imágenes comunes

Entiende la mayoría de las oraciones

Entiende la ubicación de las cosas (encima, adentro, abajo)

Usa oraciones de 4 ó 5 palabras

Puede decir su nombre, edad y sexo

Usa pronombres (yo, tú, nosotros, ellos) y algunos plurales (carros,

perros, gatos)

Personas desconocidas entienden la mayoría de sus palabras

Área motora

Trepa bien

Sube y baja escaleras alternando los pies (un pie por escalón)

Patea una pelota

Corre fácilmente

Pedalea un triciclo

Se agacha hacia adelante fácilmente sin caerse

Área de destrezas manuales

Dibuja con lápiz o creyón líneas de arriba a abajo, de lado a lado y

círculos

Pasa las hojas de los libros una a la vez

Construye torres de más de 6 bloques

Agarra el lápiz correctamente

Tapa y destapa jarras, enrosca y desenrosca tuercas y tornillos

Gira manijas rotatorias

Observe de cerca el desarrollo saludable

Debe alertar a su doctor o enfermera si su hijo exhibe alguno de los siguientes

síntomas que pudieran indicar un retraso en el desarrollo para este rango de

edad.

Caídas frecuentes y dificultad al subir y bajar escaleras

Babeo persistente o habla enredada

No puede construir torres de más de 4 bloques

Se le dificulta manipular objetos pequeños

No puede copiar círculos a los 3 años

No se comunica con frases cortas

No se interesa en juegos imaginativos

No entiende instrucciones sencillas

Muestra poco interés en otros niños

Se le dificulta mucho separarse de su mamá o de la persona que lo

cuida

No hace buen contacto visual

No tiene interés en los juguetes

El niño experimenta una pérdida drástica de las habilidades que en

algún momento tuvo

48 meses

Área social

Se interesa en experiencias nuevas

Colabora con otros niños

Juega al “papá” o a la “mamá”

Exhibe una gran imaginación en juegos de fantasía

Se viste y desviste

Trata de negociar en situaciones conflictivas

Es más independiente

Área emocional

Se imagina que muchas imágenes con las cuales no está familiarizado

pueden ser “monstruos”

Se ve a sí mismo como una persona completa que incluye cuerpo,

mente y sentimientos

A menudo no puede distinguir la diferencia entre la fantasía y la realidad

Área cognoscitiva

Dice los nombres correctos de los colores

Entiende el concepto de contar y puede que conozca algunos números

Trata de resolver los problemas analizándolos desde un solo punto de

vista

Empieza a tener claro el concepto de tiempo

Sigue órdenes de 3 partes

Recuerda partes de un cuento

Entiende el concepto de “igual” y “diferente”

Juega usando la imaginación

Área motora

Brinca y se sostiene en un pie hasta por 5 segundos

Sube y baja escaleras sin apoyarse

Patea la pelota

Tira la pelota por encima de la cabeza

La mayoría de las veces agarra una pelota que rebota

Se mueve hacia adelante y hacia atrás con agilidad

Área del lenguaje

Ha aprendido algunas reglas básicas de gramática

Habla en oraciones de 5 y 6 palabras

Habla de una manera clara fácil de entender por personas desconocidas

Cuenta cuentos

Área de destrezas manuales

Copia figuras cuadradas

Dibuja una persona con 2 ó 4 partes del cuerpo

Sabe usar tijeras

Dibuja círculos y cuadrados

Empieza a copiar algunas letras mayúsculas

Observe de cerca el desarrollo saludable

Debe alertar a su doctor o enfermera si su hijo exhibe alguno de los siguientes

síntomas que pudieran indicar un retraso en el desarrollo para este rango de

edad.

No puede tirar una bola por encima de la cabeza

No puede saltar en el mismo sitio

No puede montar en triciclo

No puede agarrar un creyón entre el dedo índice y el pulgar

Se le dificulta tratar de escribir con garabatos

No puede apilar 4 bloques

Todavía se aferra a los padres o llora cuando se alejan

No muestra interés en juegos de interacción

Ignora a otros niños

No reacciona al contacto con personas ajenas a la familia

No le gustan los juegos de fantasía

Rehúsa vestirse, dormir y usar el baño

Pierde el control cuando está enojado o triste

No puede copiar un círculo

No usa oraciones de más de 3 palabras

No usa correctamente “a mí” y “a ti”

El niño experimenta una pérdida drástica de las habilidades que en

algún momento tuvo

60 meses

Área social

Quiere complacer a los amigos

Quiere parecerse a los amigos

Es posible que haga más caso a las reglas

Le gusta cantar, bailar y actuar

Es más independiente y hasta puede visitar por sí mismo a vecinos

cercanos

Área emocional

Está más consciente de su sexualidad

Puede distinguir entre la fantasía y la realidad

Algunas veces es exigente y otras muy colaborador

Área cognoscitiva

Puede contar 10 o más objetos

Dice los nombres correctos de al menos 4 colores

Entiende mejor el concepto de tiempo

Conoce las cosas utilizadas diariamente en casa (comida,

electrodomésticos)

Área del lenguaje

Recuerda partes de un cuento

Habla en oraciones de más de 5 palabras

Usa el tiempo futuro

Relata cuentos más largos

Dice su nombre y dirección

Área motora

Se para en un pie por 10 segundos o más

Brinca, hace volteretas

Se mece en los columpios, trepa

Puede ser capaz de brincar de lado

Área de destrezas manuales

Copia triángulos y otras figuras

Dibuja personas con cuerpo

Escribe algunas letras

Se viste y desviste sin ayuda

Usa tenedor y cuchara y a veces el cuchillo de mesa

Generalmente resuelve por sí mismo su necesidad de ir al baño

Observe de cerca el desarrollo saludable

Debe alertar a su doctor o enfermera si su hijo exhibe alguno de los siguientes

síntomas que pudieran indicar un retraso en el desarrollo para este rango de

edad.

Actúa tímidamente o demasiado asustado

Es demasiado agresivo

No se puede separar de los padres sin protestar mucho

Se distrae fácilmente y es incapaz de concentrarse en una sola actividad

por más de 5 minutos

Muestra poco interés en jugar con otros niños

Rehusa responder a las personas en general o lo hace solo

superficialmente

Es muy extraño que imite o use fantasía durante el juego

Parece no estar feliz o estar triste la mayoría del tiempo

No participa en una amplia variedad de actividades

Evita estar con otros niños o adultos o parece desinteresado cuando

está con ellos

No expresa una gran variedad de emociones

Tiene dificultad para comer, dormir o usar el baño

No diferencia la fantasía de la realidad

Se comporta muy pasivo

No puede entender órdenes de 2 partes usando preposiciones (“Coloca

la muñeca en la cama y recoge la pelota debajo del sofá”)

No puede decir correctamente su nombre y apellido

Al hablar no usa correctamente los plurales ni el tiempo pasado

No habla de sus actividades y experiencias diarias

No puede construir torres de 6 a 8 bloques

Parece incómodo al agarrar un creyón

Tiene problemas al desvestirse

No se cepilla los dientes correctamente

No puede lavarse y secarse las manos

El niño experimenta una pérdida drástica de las habilidades que en

algún momento tuvo

¿Cómo se diagnostica el autismo?

El autismo es un trastorno del desarrollo infantil. Esto es, se trata de un

trastorno que se manifiesta en los primeros tres años de la vida y que se

caracteriza porque no aparecen —o lo hacen de modo claramente desviado de

lo esperable— algunos aspectos normales del desarrollo: las competencias

habituales para relacionarse, comunicarse y jugar o comportarse como los

demás.

El diagnóstico se establece cuando se observan los síntomas característicos.

No hay un test o prueba médica que diga si una persona tiene o no autismo. El

diagnóstico se hace observando la conducta de la persona, conociendo su

historia del desarrollo y «aplicando» una batería de pruebas médicas y

psicológicas para detectar la presencia de los signos y síntomas del autismo.

A pesar de que el juicio clínico se basa en la observación del niño, los actuales

criterios internacionales utilizados tienen la fiabilidad suficiente para asegurar,

en mayor medida que en otros trastornos psiquiátricos infantiles, la validez del

diagnóstico. También, contamos ahora con sistemas estructurados de

obtención de información, como la entrevista ADIR y sistemas estructurados de

observación como el ADOS-G, que confieren todavía una mayor fiabilidad a la

clasificación diagnóstica.

El efecto de un hijo con autismo en la familia

Existe un campo de investigación muy notable por su número dedicado a

estudiar los efectos de un hijo con alguna minusvalía crónica en los demás

miembros de la familia.

En caso del autismo, es evidente que cuantas más alteraciones cognitivas y

conductuales presente el hijo con esta patología mayor será la alteración de la

convivencia familiar, mayor será la sensación de anormalidad que percibirán

los padres y mayores serán también las limitaciones, sus actividades (de ocio,

sociales, etc).

Cuanto menor sea la capacidad cognitiva del hijo con autismo mayor será la

dependencia de sus progenitores en todas las actividades, lo que conllevara un

aumento del estrés de aquellos. El pensamiento de los padres (teniendo en

cuenta lo que sabemos de la esperanza de vida de ese colectivo) de que su

hijo con autismo tiene muchas posibilidades de sobrevivirle en el tiempo, ha de

provocar, en los casos de mayor afectación intelectual una inquietud mucho

mayor. También la edad cronológica es un elemento importante en el estudio

del estrés familiar.

La cronología natural de los hijos en el sentido que, a medida que van

creciendo, va aumentando su independencia con respecto a los padres,

llegando un momento en que se convierten en personas totalmente autónomas.

Contrariamente, en el caso del autismo, esta progresiva independencia de los

hijos con respecto a los padres no se da, o se da en proporciones mucho

menores, por lo que no nos debe extrañar que los padres con hijos con

autismo, adolescentes o adultos manifiesten mayores niveles de estrés que

aquellos cuyos hijos aun son niños.

Dentro del entorno familiar no nos olvidemos de los hermanos de ese niño

autista, es posible que en su razonamiento no acepten que sus padres tengan

que prestar tanta atención al hermano en desventaja y que los demás no

reciban su justa participación. Esto es peor para un niño que esta próximo en

edad al que es autista, y los padres deben estar advertidos de este peligro y

hacer lo mejor que puedan para dar a sus hijos normales abundancia de afecto

e interés.

Un niño normal en edad escolar, con un hermano menor autista no sufre tanto

la falta de atención, pero puede sentirse impedido de llevar a sus amigos a

jugar en su casa. Esto claramente se puede ejemplificar con la película “El

pozo”, cuando el hermano de Pilar se avergonzaba de llevar a una amiga a su

casa a realizar la tarea o invitarla a su casa.

Es aconsejable explicar con franqueza y sencillez las desventajas del niño y

responder a las preguntas que los hermanos y sus amigos hacen en forma

cordial y tranquila.

Un niño autista destructivo suele romper los juguetes o cosas de sus

hermanos, quienes naturalmente encuentran que esto es difícil de soportar. Los

padres cuanto antes deben enseñar a su hijo autista que no debe tocar ningún

juguete que no sea suyo. Si se asegura a un niño normal que se respetan sus

derechos, aceptara la pérdida ocasional mejor y estará más dispuesto a jugar

con su hermano autista y a ayudarlo a utilizar los juguetes. Algunos niños

normales disfrutan enseñando a un niño autista y a veces haciéndolo participar

en muchas de sus actividades. También es común encontrar que tienen un

hermano en desventaja muestran un aire de madurez mayor que el

correspondiente a su edad.

Los padres deben tener cuidado de no echar demasiada responsabilidad sobre

los hombros de sus descendientes normales y asegurarse de que tengan

abundancia de tiempo para sus actividades infantiles comunes y de que no

sean interrumpidos en sus juegos por el autista.

El análisis de las dificultades que encuentran los hermanos y hermanas

subraya la importancia de enseñar a un niño autista una conducta social

razonable.

Otro de los problemas para los padres es que tienen que sufrir un cambio

completo de actitud cuando se enteran por primera vez la verdad, este es un

proceso es doloroso. Comienzan con la expectativa de que tienen un bebe

normal que crecerá como los demás. Se deben adaptar al hecho de que todos

sus planes y esperanzas para el futuro del niño (y en cierta medida para su

propio futuro también) tendrán que ser modificados. Es difícil para ellos

resistirse a la sensación de que en alguna manera han fracasado.

La dependencia de los padres generalmente continúa en la adolescencia y en

la vida adulta.

Tener un hijo con estas características tiende a limitar la vida social de la

familia. Suele ocurrir que una familia quede casi completamente aislada al

abandonar los contactos con amigos, sin salir nunca en conjunto y sin recibir

jamás visitas en su casa.

Reducción de stress y tensiones

Un factor importante para enfrentar con éxito la tensión de criar un niño con

autismo es la unidad interna de la familia. En los primeros años, antes de que

los hechos hayan sido plenamente aceptados y cuando los problemas se hallan

en su cima, es importante evitar la tentación de culpar al otro progenitor

respecto de las desventajas del niño.

Las buenas relaciones de familia tienen un efecto beneficioso sobre la

conducta del niño, en parte porque cualquier niño esta más contento y es más

fácil de llevar dentro de una familia unida y en parte porque el manejo

adecuado de la conducta difícil exige un enfoque coherente de ambos padres;

estos deben respaldarse en sus decisiones mutuamente frente al niño y

reservar las preguntas y los análisis sobre métodos para cuando estén solos.

El sentido del humor también es una gran ayuda en estos momentos; muchas

cosas que hacen y dicen los niños autistas son extremadamente divertidas,

hace bien.

Los padres no deben olvidarse de si mismos en este horario, necesitan algo de

descanso y distensión fuera de la familia con el fin de preservar su sentido de

las proporciones. Si sus horizontes quedan limitados a la vida diaria del hijo en

desventaja, excluyendo todo lo demás, nadie se beneficia y menos que ningún

otro, el mismo niño.

Concepto y función del acompañamiento terapéutico  

 

El Acompañante Terapéutico es un agente de la salud, académicamente

formado y con experiencia vivencial en el rol, con alto grado de vocación

asistencial, que trabaja junto a un equipo terapéutico especializado, con una

concepción dinámica y compleja de las enfermedades humanas, con el fin de

asistir cotidianamente e intensivamente a personas que sufren de trastornos

graves que afectan su salud física-mental y su adaptación a la vida familiar-

laboral-social que realizan un tratamiento interdisciplinario, teniendo en cuenta

su singularidad, su problemática y sus circunstancias. 

El AT consiste en acompañar, (estar con), al paciente en su día a día de su

dolencia, en su diversas actividades, ayudándolo  a desenvolverse y a detectar

las dificultades que tenga en su momento de vida, favoreciendo la emergencia

de la subjetividad y el desarrollo del lazo social. Su función es cumplir las

disposiciones y consignas determinadas por el equipo terapéutico siendo otro

agente de cambio en salud que contiene ansiedades y estimula potencialidades

en el paciente para desarrollar su proyecto de vida. 

El AT surge como uno de los recursos en los tratamientos complejos, de mayor

importancia, desarrollado en las últimas décadas, frente a la creciente

necesidad de instrumentar respuestas clínicas alternativas y complementarias,

que permitan sostener el tratamiento de una gran cantidad de pacientes. 

 

Su origen  

Su origen global se relaciona con los fracasos de los tratamientos clásicos en la

psiquiatría, como así también el auge de los tratamientos de abordaje múltiple

en salud mental y patologías médicas complejas. 

Los procesos de la antipsiquitrìa y desmanicomializacion y movimientos de la

asistencia en equipos iniciaron en Argentina los primeros antecedentes del AT

a fines de la década del 50. 

 

Características primordiales del AT  

La intervención del equipo interdisciplinario que incluye al at, tiene como

objetivo fundamental disminuir el sufrimiento emocional del paciente, favorecer

la reconstrucción de los lazos sociales y promover el desarrollo de las

potencialidades individuales y de las capacidades que permitan el

restablecimiento de los derechos de las personas a la salud y el desarrollo de

un proyecto de vida sostenible. 

El momento único y singular del encuentro entre AT y paciente genera

situaciones especiales y particulares y beneficiosas para el tratamiento donde

está implicado el vínculo humano correctivo en sus vicisitudes, expresiones y

vivencias. 

Todo AT debe tener una metodología y objetivos específicos dentro de la

estrategia de un equipo de especialistas coordinados por un director de

tratamiento. Prioriza el acompañar al paciente en su cotidianidad, disponiendo

de tiempos prolongados y permitiendo una mayor proximidad con el mismo. 

El AT trabaja en equipo en la creación de un espacio terapéutico

intermedio, lugar que permite re descubrir el significado y la intención de los

síntomas y promover el pase de la oscuridad a la luz y de la alienación y

enfermedad a la salud y a una mejor calidad de vida. 

Los equipos de tratamiento están integrados por agentes de salud: AT y

profesionales con experiencia en la dinámica de patologías complejas

(psiquiatras, psicólogos, psicopedagogos, musicoterapeutas, terapistas

ocupacionales, kinesiólogos, fonoaudiólogos, Prof. de ed. física, médicos

clínicos y de diversas especialidades, talleristas, etc.).         

La participación del AT con el grupo familiar  es decisiva en el tratamiento

integral de estas patologías complejas. 

Dispositivo ideal para pacientes con enfermedades en las que se puede

evitar la internación con sus efectos iatrogénicos, o terapias posteriores a la

institucionalización. 

El AT hace de puente entre la evolución de tratamiento y la salida al

campo comunitario de reinserción, favoreciendo la elaboración y el desarrollo

de respuestas frente a la "vuelta" con lo social, con sus propias dificultades  y

deseos. 

El acompañante no es un amigo y tampoco debe presentarse como tal ya

que la diferencia-discriminación siempre debe estar presente pero no debe

rechazar que el paciente lo ubique en ese lugar en oportunidades para 

afianzar la relación terapéutica. 

La multiplicidad de escenas, necesidades y emergentes presentes todos

los días en la vida del paciente, hacen del AT un profesional en constante

movimiento, "con la guardia en alto", pensando y repensando variables,

dispuesto a comprender situaciones, aportar al equipo, llevar adelante las

estrategias y a veces dar respuestas inmediatas que no pueden esperar a la

supervisión del psicoterapeuta, facilitar modificaciones conductuales y mejorar

la integración entre posibilidades del paciente y su medio social. 

 

Cabe destacar que en esta práctica profesional con individuos, familias, parejas

y organizaciones terapéuticas, debe estar nutrida y contenida en marcos

teóricos abarcativos que permitan construir opciones para transformar el dolor y

la enfermedad en alivio y salud. Este sostén que se brindara se basa en la

provisión de un ambiente de contención que reconozca las necesidades del

paciente, las acepte y tolere. En términos de Winnicott se genera un espacio de

transición, de juego que actúa como continente donde el acompañante

terapéutico ofrece como una membrana contenedora, que facilita el desarrollo

afectivo, cognitivo y social. 

Funciones del AT: muy importantes a tener en cuenta a la hora de

realizar nuestro trabajo.  

 

Acompañar  

El AT se inserta en la vida cotidiana del enfermo, ya sea en su domicilio, la

institución en la que se halle internado o en forma ambulatoria. Trabaja en un

nivel vivencial, no interpretativo, dentro de un equipo interdisciplinario y

siguiendo las consignas del terapeuta de cabecera. El AT contiene al paciente

en sus angustias, ansiedades y otros estados de manifestación aguda. 

 

Escuchar  

Estar con el otro, que escucha y asiste en el hacer, posibilitando un espacio de

confianza ante las necesidades, dificultades, deseos y proyectos del paciente. 

Integrar-integrarse  

Es el AT quien tendrá que investigar las potencialidades del paciente para

proponerle tareas acorde con sus intereses que le permitan recomponer su

realidad y elaborar un proyecto de vida. 

Le ayuda al paciente en distintas situaciones a enfrentar, organizar y elaborar

situaciones conflictivas, respetando su tiempo y recursos. 

 

Convivir  

Servir como agente catalizador de las relaciones familiares. Dada su

neutralidad y su capacidad de ver objetivamente las situaciones y relaciones

familiares, el AT funcionara como una especie de árbitro cuando hay

situaciones familiares conflictivas. Es conveniente que el AT evite que cualquier

miembro de la familia perpetué los síntomas del paciente o sabotee el

tratamiento. 

 

Contención física-emocional  

Contener al paciente es la función primordial y se da desde el inicio del

tratamiento hasta el final. El AT hace las veces de un soporte o continente de la

ansiedad, angustia, miedo, desesperanza, alegría, gratitud, etc, del paciente.

Es quien lo escucha, acompaña y contiene junto con el equipo terapéutico. 

 

Análisis de las conductas  

El AT es como una extensión del terapeuta fuera de los límites del espacio

terapéutico. El  tendrá que ayudar al paciente a dirigir ciertos señalamientos

hechos en la sesión terapéutica, intentando reforzarlos. Observara que

conductas suelen llamar la atención, su tipo de alimentación, sueño, hábitos de

higiene, etc. 

Estimulación  

Significa impulsar al paciente a planificar y decidir sobre asuntos que aun no es

capaz de hacer. Por ejemplo: organizar y cumplir  con las actividades diarias,

verificar que cumple sus citas con el médico, dentista, psicoterapeuta, etc, e

incluso tomar decisiones si el paciente no está en condiciones o sea promover

la utilización de los recursos del paciente, para mejorar su calidad de vida,

vehiculizando un proceso de integración social, reinserción laboral, mediando

vínculos entre el paciente y su familia, instituciones educativas y recreativas. 

 

Comunicación  

Brindar información para la comprensión global del paciente. El AT brindara

información fidedigna sobre el comportamiento del paciente fuera del espacio

terapéutico formal, con quien se vincula el paciente, que tipo de emociones

predominan en sus relaciones y reacciones. Estimulara y apoyara toda apertura

del paciente. 

 

Fortalecimiento psíquico  

Percibir, reforzar y desarrollar la capacidad creativa del paciente buscando

fortalecer el desarrollo de las áreas mas organizadas para reducir los efectos

de los aspectos más perturbados. 

 

Acompañamiento   terapéutico dentro del autismo  

El acompañamiento dependerá según el grado de ayuda que necesite el niño

en ese momento:

Ayuda física (contacto físico para guiar una enseñanza), esta puede ser:

Masiva: moldea la conducta total

Parcial: se lo ayuda al principio de la actividad y luego, si puede realizarla se lo

deja que la realice solo, repitiendo la tarea verbalmente.

Inicial: se lo incentiva al inicio y luego se lo deja que realice la actividad solo.

Ejecución: sin ayuda: solo se le da la pauta verbalmente.

Ayuda visual: dar indicaciones para que el niño pueda ver como modelo.

Ejemplo: espera, señalamiento de un objeto.

Ayuda verbal: (primero realizar ayuda parcial)

Masiva: ayudarlo con la totalidad de la palabra. Ejemplo: galletitas cuando

señala el frasco. Deci “no” cuando algo te perturbe pero no grites.

Parcial: se moldea primero la mitad de la palabra, para que el niño la termine.

Si esto no funciona se sigue por la ayuda masiva.

Esto irá acompañado de refuerzos:

Primarios (alimentos que le gusten, juguetes, estímulos sensoriales)

Secundarios (halagos, gestos de aprobación)

Refuerzos sociales:

Tono de voz: entusiasta, firme siempre dependiendo de la actitud correcta o

incorrecta y acompañarlo con lo gestual.

Contacto afectivo: (no invasivo) y dependiendo del gusto de cada niño.

Es necesario cuando se trabaja poner constantemente el cuerpo y la mente. Se

trabaja el aquí y el ahora, con los acontecimientos del momento.

Es conveniente no trabajar más de 2 años con el mismo paciente; es

recomendable que la jornada de trabajo no debe extenderse más de 6 hs; así

como también a alguien quién nos reemplace.

Como AT además debemos promover herramientas que faciliten las

actividades de la vida cotidiana; ayudar a la integración del niño; establecer un

vinculo con el niño, siempre ir despacio, necesitan un tiempo para conocernos;

acompañar al niño pero siempre respetando sus espacios y sus tiempos. Muy

importante no invadirlos.

Antes de comenzar nuestra tarea como AT es importante saber:

Cuáles son sus hábitos

Si duerme siesta

Si sale a pasear, donde

Cuáles son sus juegos preferidos

Que le gusta comer

Si está escolarizado. Cantidad de horas que va a la escuela (para saber

cuál será la energía que tendrá el niño cuando esté con nosotros).

Si tiene conductas inadecuadas (gritos, agresiones físicas, etc)

Saber porque nos contratan

A estos niños se necesita que se les marque de forma muy estructurada los

tiempos.

Las actividades serán funcionales, muy estructuradas, claras y sencillas, con

materiales que por sí solo, muestren al niño en qué consiste la tarea y si es

necesario con apoyos visuales para la comprensión de su realización.

Las rutinas se realizaran de forma estructuradas siguiendo las rutinas

establecidas:

1) Agenda

2) Rutinas: pasar lista, calendario, panel del tiempo

3) Educación física

4) Almuerzo

5) Patio

6) Juego

 

El acompañante terapéutico y sus servicios desde una institución  

 

Los niños que padecen estas patologías, carecen de la disponibilidad afectiva

normal para instalarse como "sujetos de interacción", y esto imposibilita llegar a

ellos con propuestas que modifiquen sus conductas hacia la natural evolución

madurativa, a través del aprendizaje espontaneo. 

Se hace imprescindible la acción de "alguien" que adentrándose en sus

códigos de comunicación, haga de mediador eficaz entre ellos y el mundo, y

desde el estimulo de esa relación particular y privilegiada, se motiven para

conectarse con el entorno y vivencien las experiencias modificadoras para su

crecimiento humano. 

El acompañante educativo terapéutico es fundamental dentro del contexto del

equipo que aborda al niño, es quien establece el vínculo más intenso y cercano

con él. 

La relación AT-niño, constituye un "eje organizador" importantísimo para la

recuperación de este. Sin sustituir la relación padres-hijo, le da al niño la

posibilidad de vivir un modelo afectivo de conducta y comunicación adecuados.

Es el mediador entre el niño y el mundo que lo circunda, facilitándole las

experiencias socializantes que él, por si mismo no se sabe procurar. De este

modo, le ayuda a insertarse en la trama afectiva de las relaciones familiares y

sociales en general, a la vez que efectivizar el desarrollo de las múltiples

funciones que hacen a su integridad más plena, para lo que está, tan impedido

en su desarrollo espontáneo por su patología. 

 

Acompañante educativo domiciliario  

El ATD no reemplaza a los padres, sino que realiza un vinculo reparentalizador,

que funciona como modelo de interacción socio afectiva, para ayudar a mejorar

las condiciones de una relación padre y/o madre y niño que generalmente

adolece de alguna disfuncionalidad. 

La actividad expresa del AT es ofrecerse como modelo en todas las actividades

del niño o joven que le cueste asumir, y las que los padres no pueden o no

saben enseñar, como: 

Puesta de limites 

Hábitos cotidianos y de convivencia (cuidados corporales y otros) 

Vida social más amplia 

Formas y actitudes comunicativas interpersonales (con lenguaje explicito

o no), mediante posibilidades alternativas de comunicación. 

Adecuación de las actividades a los niveles evolutivos del niño o joven. 

Enriquecimiento ludo educativo 

Contención y corrección de las conductas agresivas y otras inadaptadas,

enseñando y favoreciendo las adecuadas.

Conclusión

En la actualidad el autismo no se cura se logran distintos niveles de mejoría y

se previenen deterioros mayores a partir de diferencias tipos de abordajes

educativos y terapéuticos centrados básicamente en la aplicación de

programas que tienden al desarrollo de la comunicación, del lenguaje y de las

habilidades sociales del paciente como así también a la contención, orientación

y psicoeducación del núcleo familiar. 

Nuestra tarea como AT será brindarle a nuestro paciente el aprender a

postergar, tolerar frustraciones, aceptar límites, comprender pautas de trabajo,

crear un espacio de transición entre la dependencia y el desprendimiento.

El plan de trabajo que realizaremos se basara en las habilidades y fortalezas

del paciente para poder realizar las actividades. Siempre preponderando las

potencialidades del mismo.

El trabajo de acompañamiento terapéutico con este tipo de población debe

desarrollarse de manera permanente valorando los logros pequeños y

aceptando muchas veces las involuciones y limitaciones propias del cuadro. 

Por último concluimos que el rol del AT debe estar acompañado de dos

cualidades básicas fundamentales: la tolerancia y la paciencia.

Bibliografía

Aportes metapsicológicos al análisis del discurso en la clínica, Silvia

Schlemenson.

El niño con necesidades especiales, EL libro y el juego por Anabel

Cornago.

Los trastornos generales del desarrollo, vol 1, los trstornos del espectro

autista

Manual de apoyo para la detención de los trastornos del espectro autista

elaborado por autismo burgos.

Trastornos de aprendizaje, editorial Elea, 2010, Daniel Calmels.

Trastornos escolares, detección diagnostico y tratamiento, Daniel

Calmels.

Anexo