número 3

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I año - número 3: noviembre-diciembre 2015 costo: $20.00 fotografía dibujo expresión literatura investigación deporte Fotografía: Armando Parvool Nuño

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Colaboradores (orden en índice): Beth Guzmán - Tania Mejía - Armando Parvool Nuño - Rafael Macías Gómez - Abril Casas Cervantes - Ziayra Rivera - Fabián Pérez Ramírez - Maria Griselda Mayagoitia Cueva - Mariana Dome - Magui Alonso, Andrés Guzmán Díaz y Vanessa Xochihua

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  • I ao - nmero 3: noviembre-diciembre 2015

    costo: $20.00

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  • Editorial

    En el transcurso de los ltimos meses, se nombraron dos nuevos Pueblos Mgicos en Jalisco: Talpa de Allende y Mascota, a ms de los cinco que ya existan. Enrique Alfaro dialog con el Mtro. Tonatiuh Bravo Padilla sobre la posibilidad de que Guadalajara se convierta en la capital de la cultura de Latinoamrica; la FIL invit al Reino Unido como husped de honor este ao; los Charros se han hecho de mayor renombre y estn en el centro de los reflectores. El panorama cultural que la Perla Tapata ofrece al mundo est en constante expansin y, como revista con intenciones de propagar la cul-tura general, buscamos dedicar nuestro esfuerzo a involucrarnos en esta se-rie de sucesos de nuestra localidad. El apoyo que la sociedad estudiantil de la Universidad de Guadalajara ofrece nos hace pensar de manera inmediata que lo nico que espera es que lleguen propuestas para dialogar con ellas y echarles la mano. Es en este punto donde nosotros entramos. Las presen-taciones que las instituciones de la U. de G. nos han concedido funcionan como eje de promocin de un producto cultural que se relaciona directo con los estudiantes, los universitarios y los egresados. En otras palabras, son gran parte de nuestro pblico. Aprovechamos este espacio de editorial para agradecer a esta magna institucin, alma mater de todos nosotros.

    Jalisco ya era uno de los estados que se miraba como un centro cultural importante en el pas; de l han surgido colosos literarios y donde se realiza una de las ferias del libro ms importantes del mundo. Es, adems, el lugar natal del genio del cine Guillermo del Toro, por mencionar otra de los ml-tiples intereses de la entidad. Entonces, nuestro papel como revista inmersa en esta sociedad es funcionar como base para que el talento, que ya existe, se yerga sobre esta plataforma. Invitamos a fotgrafos, crticos, cientficos, escritores, reporteros y a aquellos que se dedican a toda disciplina cientfi-ca, acadmica y artstica a que se expresen y a que generemos la unin que algunas veces resulta difcil a la poblacin tapata. Siempre divisamos un ganar-ganar en el horizonte, nunca miramos ms all de nuestro principal objetivo: la difusin cultural.

    El panorama que promete mucho a la ciudad nos avisa desde lejos. Sin duda, nos atrevemos a aseverar que se aproximan grandes cosas. Estamos esperando a que llegue, pero de manera activa, pues nuestro equipo interno est siempre trabajando, siempre buscando de qu hablar.

  • Engarce, Ao 1, No. 3, noviembre-diciembre de 2015, es una publicacin bimes-tral editada y publicada por Andrs Guzmn Daz, Zapopan, Jal., correo electrnico: . Reservas de Derechos al Uso Exclusivo no. 04-2015-071717374200-102, ISSN y Licitud de Ttulo y Contenido en trmite. Impresa por Impresiones Empresariales, Calle Pino Surez 1379, Col. El viga, C. P. 45140, Zapopan, Jal., Tel. 1077-2686. Este nmero se termin de imprimir el da 5 de noviembre de 2015 con un tiraje de 100 ejem-plares.Las opiniones expresadas por los autores no estn basadas en las posturas del editor ni de la revista.Se permite, para fines acadmicos, la reproduccin total o parcial de los contenidos e imgenes de la publicacin con previas autorizaciones del editor y del autor, siempre y cuando se cite la fuente.

    Crnica de una pasin anunciada. Presentacin de la revista EngarceBeth Guzmn

    Un croquis hecho con la ilusin de compartir un proyecto terminado fue el gua para llegar el jueves 1 de octubre a la preparatoria nmero 7 en Zapopan, Jalisco; fecha y lugar de la presentacin de esta revista que lees, la revista Engarce. A la publicacin le tocaba formar parte del primer da del festejo por los 37 aos de la preparatoria.

    Llegamos sin saber realmente adnde llegar, con unos minutos de an-telacin que perdimos patticamente en subir y bajar escaleras tratando de encontrar el auditorio donde la presentacin se llevara a cabo. Una llama-da telefnica pidiendo socorro y el director de la revista, trajeado, con una sonrisa nerviosa y ese porte silencioso de costumbre, nos encontr y escolt a una sala llena de sillas. Al final de la habitacin estaba una mesa larga con cuatro sillas tras de s y los dos primeros nmeros de Engarce colocados verticalmente sobre ella. Cerca de la mesa estaban varios jvenes; un amigo

    Fotografa tomada porArmando Parvool Nuo

    De izquierda a derecha, ex-cepto la primera y las ltimas dos: Mariana Dome, Margari-ta Ortega Rodrguez, Andrs Guzmn Daz, Germn Ro-bles, Viana Flores y Susana Gabriela Ochoa Villarreal.

  • 2Crnica Engarce

    y algunas desconocidas para nosotros. Todos vestan combinados; recuerdo haberles dicho, para romper el hielo: en qu conjunto tocan? Realmente no s si les hizo mucha gracia mi pregunta.

    Tomamos asiento en la segunda fila de sillas; queramos estar cerca de quien presentara la revista. Nos contagiaron la emocin y los nervios. To-dos girbamos la cabeza constantemente, pues queramos ver todas y cada una de las sillas ocupadas; queramos que la gente viniera y que conociera este hijo rebautizado.

    Pasadas las 4 p.m., hora sealada para iniciar, la gente por fin comenz a llegar. La mayora de los asistentes eran, supongo, estudiantes de la mis-ma prepa, aunque haba otras personas que entraban y ocupaban un lugar; entre ellos, la cara sonriente y conocida de la mam del director de la revis-ta. Entr con ella una maestra que prcticamente vol a la mesa de enfrente para completar el presdium. Casa llena y adelante

    En poco ms de una hora, cada uno de los cuatro integrantes de la revista se present y present a su vez a otros miembros de la publicacin que o no estaban al frente o no asistieron a la presentacin. No slo habla-ron de sus papeles administrativos en Engarce, sino que nos hicieron rer e imaginar sus experiencias. Cada uno, muy a su manera, mostr el cario que le tienen a su retoo.

    Las preguntas, por parte del pblico, no se hicieron esperar: por qu el ttulo Engarce?, cmo puedo participar?, dnde puedo com-prarla?, cmo sustentan la revista?, qu concejos pueden dar para otros que quieren aterrizar tambin proyectos propios? y ms. Esplndido fue ver a los muchachos genuinamente interesados. La satisfaccin de los miembros de la revista fue tangible para todos y vaya que nos alegramos con ellos. No creo que a ninguna persona le desagrade compartir con la gente a la que quiere sus logros y, menos desagradable, que la misma gente le aplauda por ello.

    La charla cerr con cuestiones monetarias que quiz no tena caso que se expusieran, pero tal vez la emocin fue mucha y la lengua poca. Sin em-bargo, esto no le resta valor al reconocimiento de la obra.

    Un profesor finaliz la presentacin manifestando el orgullo de la pre-paratoria por sus egresados y sus maestros, por ese deseo de expresin y, sobre todo, por esa pasin que contagia.

    Y precisamente por esto ltimo que menciono me faculto eglatramen-te a confiar en que por unas cuantas pginas me uno a la familia Engarce. Me uno al orgullo de ser joven y tener un objeto palpable de xito. Me uno a la alegra del alumbramiento de la expresin. Me uno a los lazos de amistad que hay en estas letras y me permito invitarte a ti, desocupado lector, como dira Cervantes, a que te nos unas.

  • Crnica de una pasin anunciada. Presentacin de la revista Engarcede Beth Guzmn......................................................................................... 1

    Equipo editorial.................................................................................................... 4Fe de erratas en el nmero 2........................................................................... 36

    FotografaGuadalajara-Guanajuato de la Coleccin Changarros de Tana Meja........ 6Vendimia de la Coleccin Changarros de Tania Meja................................. 7Fotografa abstracta de Armando Parvool Nuo.................... 12 - 15 y 23 - 25

    DibujoGleerok de Rafael Macas Gmez...................................................................... 32Volvagia subterranean lava dragon de Rafael Macas Gmez.......................... 33

    ExpresinLa peluquera de Don Jos de Abril Casas Cervantes................................. 8Personas nicas y especiales de Ziayra Rivera.......................................... 10

    LiteraturaCuento Hermandad de Fabin Prez Ramrez.......................................... 16Cuento Abrzame, que pronto no podr hacerlo

    de Maria Griselda Mayagoitira Cueva.................................................... 19Cuento Te he trado un regalo de Mariana Dome..................................... 21

    InvestigacinAvances del proyecto Races con tinta. Antologa de escritoras jaliscienses del si-

    glo XIX (1810 1910) de Magui Alonso, Beth Guzmn, Andrs Guzmn Daz y Vanessa Xochihua...................................................................... 26

    DeporteArtculo Un nuevo pastor de Andrs Guzmn Daz............................. 34

    Contenido

  • 4Equipo editorial

    Direccin, edicin, maquetacin ycorreccin secundaria de estilo

    Andrs Guzmn Daz

    Nacido en Guadalajara, Jalisco. Estudiante de la licenciatura en Letras hispnicas en la Benemrita Universidad de Guadalajara; egresado de la Preparatoria no. 7 de la misma casa de estudios. Cofundador de la revista Engarce en 2013. Miembro del consejo editorial y escritor de la revista tri-

    mestral digital gora 127.

    SubdireccinMaria Griselda

    Mayagoitia Cueva

    Direccin financiera y publicitariaLic. Susana Gabriela

    Ochoa Villarreal

    Correccin primaria de estilo Dr. Jos Guzmn Hernndez

    Originario del estado de Guerrero. Posee los grados acadmicos de maes-tra y de doctorado; ambos grados obtenidos en el Departamento de Mate-mtica Educativa del Centro de Investigacin y de Estudios Avanzados del Instituto Politcnico Nacional (Cinvestav-IPN). Detenta un posdoctorado, estudiado en el Centre interdisciplinaire de recherche sur lapprentissage et le dveloppement en ducation (CIRADE) de la Universit du Qubec Montral (UQAM), Canad. Ha dado diversas conferencias en congresos nacionales e internacionales. En la actualidad est dedicado a la docencia y a la investi-

    gacin en matemtica educativa.

    DibujosJavier Ochoa Villarreal

    FotografasOswaldo Hernndez

  • 5Gestin de secciones

    HistoriaMtra. Margarita

    Ortega Rodrguez

    Arte visual y msica Mariana Dome

    Ciencia Viana Flores

    Nacida el da 2 de diciembre de 1994 en Zapopan, Jalisco. Egresada de la preparatoria nmero 7. Estudiante de la Licenciatura en Ingeniera en Ali-mentos y Biotecnologa en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenieras de la Universidad de Guadalajara. Procura cada semestre pre-sentar proyectos modulares acerca de los efectos de la fibra diettica en el cuerpo, al igual que el procesamiento de los cereales para la obtencin de

    dicha fibra y sus dems molculas benficas.

    Literatura Corinna Ramrez

    Originaria del Distrito Federal.

    Estudia la licenciatura en Letras hispnicas en la Universidad de

    Guadalajara.

    Poltica Lic. Lourdes Cano Vzquez

    Politloga y estudiante de la licen-ciatura en Derecho en la Universi-

    dad de Guadalajara.

    Filosofa y antropologa Jos Luis Santiago Bautista

    Sociologa y deporte Germn Robles

    Orientacin en diseoA. Lpez

  • 6Guadalajara-GuanajuatoDe la coleccin ChangarrosTania Meja

  • 7VendimiaDe la coleccin ChangarrosTania Meja

  • 8Expresin Engarce

    La peluquera de Don JosAbril Casas Cervantes

    Cada vez que visito el centro de San Agustn, no puedo evitar clavar la mi-rada en la pequea peluquera de Don Jos ubicada en la plaza principal. El local tiene un pulcro azulejo blanco en las pareces y el piso; al centro hay una silla de peluquera color caf que se ve antigua, pero bien cuidada. Lo nico que cuelga de las paredes es un espejo grande sin marco; debajo de ste se encuentra un mueble de madera que, al parecer, sirve para guardar los enseres. A pesar de lo reducido del espacio, hay varias sillas color negro alrededor para que los clientes esperen su turno. Esto ltimo lo supongo, ya que nunca he visto a nadie sentado en ellas.

    Don Jos siempre tiene el ceo fruncido, como si estuviera enojado, cuando tiene las tijeras o la navaja en la mano no habla; serio hace su tra-bajo, sin entablar conversacin con quien ocupa la silla. A veces estoy ah ms de dos horas y veo llegar slo uno o dos clientes, casi siempre ancianos, quienes se muestran complacidos con el trabajo de Don Jos y a quienes parece no molestarles el silencio.

    Una mujer del pueblo me cont que antes Don Jos tena mucha clien-tela y que no se daba abasto. Ahora parece que pocos necesitan de sus ser-vicios y que su peluquera, despus de muchos aos, est destinada a cerrar muy pronto. Me pregunto por qu los jvenes del pueblo no acuden a re-cortarse el cabello o a acicalarse la barba al mismo lugar donde sus abuelos lo hacen, qu hace que la peluquera de Don Jos sea tan poco atractiva para las nuevas generaciones.

    Debido al crecimiento de Guadalajara, muchos pueblos cercanos fue-ron absorbidos por la acelerada urbanizacin, como San Agustn, localizado al sur de la ciudad. Poco a poco el paisaje urbano fue cambiando en este pueblo y se mezcl lo tradicional con lo nuevo, las casas de arquitectura regional y a veces humilde con los modernos fraccionamientos de clase media y alta. Estos ltimos con entradas espectaculares caracterizadas por arcos imponentes, fuentes y jardines impecables, siempre custodiadas por seguridad privada.

    En estos desarrollos habitacionales vive gente muy distinta de los lu-gareos; es notorio quien es gente de fuera y quien naci y creci ah. La gente originaria de San Agustn viste sin pretensiones, siempre andan en bi-cicleta, participan en los festejos religiosos y saben realizar tareas en el cam-po; viven en casas grandes, pero sencillas, y salen todas las noches a platicar con los vecinos y ver a los nios jugar. Los nuevos siempre utilizan ropa de marca, se desplazan en automvil incluso a lugares cercanos, no estn interesados en los festejos religiosos del pueblo, y son profesionistas; viven

  • 9Expresinnov-dic 2015

    en casas pequeas, aunque modernas, o en casas grandes y lujosas, ambas en fraccionamientos cerrados.

    Con los fraccionamientos nuevos tambin llegaron plazas comerciales con servicios novedosos como gimnasios, farmacias abiertas las veinticua-tro horas, pasteleras, heladeras, supermercados gourmet y restaurantes de moda que siempre terminan con la slaba ra como La Refresquera, La Peltrera, La Hamburguesera y La Crepera. Tambin llegaron negocios especializados en el cuidado personal; entre ellos peluqueras que reconfi-guraron el concepto de barber shop norteamericana y estticas que anuncian sus servicios colocando fotografas ampliadas de modelos.

    Estos establecimientos ponen especial cuidado en la decoracin: papel tapiz, sillas de terciopelo, espejos grandes, cuadros con pinturas minimalis-tas, televisores en la pared que transmiten videos musicales y muebles de entrepaos con innovadores productos para el cuidado del cabello. Quienes ah trabajan son gente joven que al parecer llevan el concepto del lugar de la cabeza a los pies y que son parte de una escena de revista de modas. Estos lugares ahora atienden a los habitantes de los nuevos fraccionamientos y tambin a los nietos de los clientes de Don Jos.

    Las sillas de espera siempre estn llenas y las plticas entre los clientes y los estilistas se pierden entre la extraa msica ambiental. Los empleados caminan de un lado a otro y contestan el telfono, agendan citas, dan con-sejos acerca de las tendencias y ofrecen productos capilares. Los jvenes llegan con imgenes de Cristiano Ronaldo y solicitan, pese a las diferencias fsicas evidentes, que el estilo sea reproducido en su persona.

    Es como si la peluquera ubicada en el centro de San Agustn estuviera en el pasado, uno no muy lejano pero s ms sencillo. Don Jos no sabe ha-cer figuras en el cabello con la rasuradora, ni tampoco sabe imitar el corte de Cristiano Ronaldo; su lugar de trabajo puede ser descrito con muchos adjetivos, pero nunca con el de glamoroso. Todo pas rpido y tom por sorpresa al peluquero del pueblo. Hace poco la silla no alcanzaba a enfriarse atendiendo a un cliente tras otro, hoy queda tiempo para contemplar a la gente de fuera.

    Poco a poco se sustituye lo tradicional con lo moderno y, aunque ahora se mezclen, la peluquera de Don Jos es un reflejo de que lo nuevo rempla-zar a lo viejo y, que ms pronto de lo que se piensa, el futuro se instala y se vuelve presente. Por alguna razn ya no se encaja en l y se nota.

    Soy un testigo de los ltimos cortes de Don Jos. l no sabe que presto atencin a l y a su pequeo negocio, y mucho menos el revoloteo mental que me causan, pero me gusta pensar que lo estoy acompaando. Cada que me dirija al centro de San Agustn esperar verlo ah, en el mismo lugar, con el ceo fruncido y con la rasuradora en la mano.

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    Expresin Engarce

    Personas nicas y especialesZiayra Rivera

    Hace algunos das platicaba con mi hermana acerca de los telfonos celula-res. Platicbamos de las aplicaciones indispensables en los ahora llamados smartphones y los cambios transcendentales que ha habido en ellos; atrs quedaron los telfonos de las pantallas de un solo color y, con ello, el juego de la viborita.

    S, a muchos de ustedes y a m nos toc crecer con cambios tangibles, en especial en la telefona celular. Es esa generacin llamada millennials pro-veniente del baby boom cargada adems de estigmas y estereotipos que nos abarca a los nacidos entre 1981 y 1997, aproximadamente. El primero de estos trminos se refiere al cambio de milenio que nos alcanz, a la par de las tendencias digitales; adems, nuestra pertenencia tanto al espacio anlogo como al virtual.

    Somos y soy una persona inexplicable para los ms adultos aquellos pertenecientes a la generacin X y nos distinguimos por nuestras propias preocupaciones y atenciones. Los millennials hemos sido criticados fuerte por ser impacientes y malcriados, con serias y contradictorias intenciones de cambiar el mundo. Claro, quin no criticara a los vegetarianos y org-nicos o a los que buscan la sustentabilidad del planeta a la menor provoca-cin. Opuesto a estas ideas, somos la generacin que ms consume y menos ahorra.

    Incluso algunos nos han caracterizado por posponer las decisiones ms importantes en la vida de un ser humano: contraer matrimonio, te-ner hijos o comprar una casa. En cambio, en muchas ocasiones preferimos viajar o comprar un iPhone 6, aunque nuestros ingresos no nos lo permitan o las tarjetas de crdito estn a tope.

    Segn el artculo publicado hace unos das por Forbes, fuimos los hijos de la mejor poca en bienestar econmico; no nos toc trabajar desde ado-lescentes para ayudar con el gasto familiar o abandonar los estudios para obtener el mismo fin; fuimos hijos de unos padres mucho ms flexibles y comprensivos, quienes trabajaron duro para heredarnos un patrimonio.

    Sin embargo, pareciera ser que nuestra atencin est totalmente volca-da a la tecnologa y lo que se derive de ella. Nuestra habilidad para mover-nos en los campos de las computadoras y en los dispositivos mviles nos ha hecho poseedores al ttulo de multitasting, por nuestra capacidad de desa-rrollar varias actividades al mismo tiempo a travs de ellos. Hacemos uso a diestra y siniestra de nuestras redes sociales, creamos perfiles en Facebook, Twitter, Instragram, Snapchat, Tumblr y por lo menos 20 posibilidades ms.

  • 11

    Expresinnov-dic 2015

    Fotografa tomada porOswaldo Hernndez

    Adems, se han burlado de la esttica de nuestras fotografas en Ins-tagram: nuestros pies descalzos pisando la arena, las selfies, el caf que es-tamos por tomar mejor an si es de Starbucks y tiene tu nombre, nuestro excesivo y ridculo uso de hashtags, la pgina del libro que estamos leyen-do, los gatos, etc. Nuestro exagerado uso de filtros, desde claredon hasta Nashville, en nuestras fotografas nos ha hecho ganar numerosas crticas, pero al mismo tiempo han servido como terapia para elevar la autoestima con los likes, me gusta o el fav.

    Sin embargo, no la tenemos sencilla. El hecho de tener un ttulo univer-sitario y los estudios de posgrado no garantiza un futuro con una prspera situacin laboral y financiera. Sabemos que los actuales modelos econmi-cos, polticos y religiosos estn en picada, pero no hemos encontrado las soluciones mgicas a los cambios de paradigmas.

    S, esto nos hace incomprensibles porque ni siquiera yo podra expli-carles en cul momento cambiaron los ideales y comenzamos a despreo-cuparnos por el futuro. No intento justificarnos, pero los objetivos ya no son los mismos. Deseo que la siguiente generacin, cualquiera que sea su nombre, logre salvarnos y rpidamente puedan convertirse en los nuevos incomprendidos.

  • 12

    Fotografa Engarce

    Fotografa abstracta1Armando Parvool Nuo2

    La fotografa abstracta es una de las disciplinas ms creativas, pues se necesita gran dosis de creatividad para poder ver y captar imgenes impactantes. Por esta razn, es casi imposible categorizar la fotografa abstracta en diferentes modalidades.

    El Impresionismo de finales del siglo XIX, desemboca en corrientes emergentes de las dos primeras dcadas del siglo XX (Fauvismo, Cubismo, Futurismo, Pintu-ra Metafsica, Expresionismo, Dadasmo), posibilitadas por los planteamientos de Czanne, Gauguin y Van Gogh. Tales planteamientos crearon un caldo de cultivo, que nos condujo a unos planteamientos pictricos radicales. A estos movimientos y tendencias se les llam Abstraccionismo o Pintura Abstracta.

    Por lo tanto, esta corriente artstica surgi en contraposicin a la figurativa des-criptiva, anecdtica y literaria, y le dio un papel preponderante a la forma y el color; postul la libertad en la creacin y el arte como un fin en s mismo. La vigencia moderna de esta tendencia surgi con el artista ruso Vasily Kandinsky en 1910; cuya caracterstica principal de este artista es que no descompone las imgenes como los cubistas, sino que imprime a sus obras un impetuoso sentido del color.

    1 Contina en las pp. 23 - 25. Coleccin tambin publicada en gora 127, Ao 3, No. 11: .2 Segundo lugar del Concurso Centinelas del tiempo. rboles majestuosos de Mxico, edicin 2015.

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    Fotografanov-dic 2015

    La abstraccin lrica o cromticaEs la que se utiliza en la funcin expresiva y simblica de los colores y del ritmo producido por la relacin entre ellos para manifestar los procesos emocionales me-diante la pintura.

    Arte abstracto es un concepto general, opuesto al de arte figurativo, que remite a lo ms esencial del arte, reducido a sus aspectos cromticos, formales y estructu-rales. La abstraccin acenta las formas, abstrayndolas, alejndolas de la imitacin o reproduccin fiel o verosmil de lo natural, rechaza cualquier forma de copia de cualquier modelo exterior de la conciencia del artista.

    El concepto de arte abstracto se aplica a muchas y distintas artes visuales: pin-tura (pintura abstracta), escultura (escultura abstracta) y artes grficas (artes grficas abstractas). Su aplicacin a otras artes plsticas, como la arquitectura (arquitectura abstracta) o bien artes no plsticas (msica abstracta, danza abstracta o literatura abstracta), es menos evidente, pero existe un uso bibliogrfico de tales expresiones.

    Se entiende por arte abstracto el que prescinde de toda figuracin (espa-cio real, objetos, paisajes, figuras, seres animados e incluso formas geomtricas si se representan como objetos reales, con iluminacin y perspectiva). Una obra abstracta,

  • 14

    Fotografa Engarce

    entendida de forma estricta, no puede hacer referencia a algo exterior a la obra en s misma, sino que propone una nueva realidad distinta de la natural.

    De entre los gneros fotogrficos, la abstraccin es uno de los menos frecuen-tes, quizs ms practicado por artistas de la imagen y algunos pocos fotgrafos es-pecializados. Pero, hoy da, gracias a las inmensas posibilidades de la fotografa di-gital y del posterior procesado en la computadora, cultivar la fotografa abstracta es mucho ms sencillo. Adems, supone un enorme campo de experimentacin, ideal para liberar la creatividad encorsetada, pues muchas veces no sabemos cmo.

    En ocasiones, romper las reglas, probar nuevas composiciones, encuadres y velocidades de obturacin, pueden conjugar resultados sorprendentes. Pero no bas-ta con abandonarse al albedro y esperar que el resultado, por fortuna, depare un resultado interesante. Hay que tener claro qu queremos transmitir, cualquier mo-tivo vale, pero es importante que sea una forma de expresin, de comunicacin con el espectador.

    Podemos jugar con la luz, los colores, las formas, la composicin, ms aproxi-mada a la realidad o ms alejada, lo importante es que la imagen nos diga algo. La mquina suele ser importante, pero para transmitir un mensaje dentro de la abstrac-cin no es necesario tener un completo equipo fotogrfico, desde la cmara de un telfono mvil podemos lograrlo. Adems, siempre tenemos la edicin digital, para mejorar, potenciar efectos y lograr adecuarnos a nuestro objetivo.

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    Fotografanov-dic 2015

    Si nos convertimos en observadores pausados podemos encontrar a nuestro alrededor mltiples motivos que nos pueden ofrecer formas abstractas. No es ne-cesario buscar en lugares indmitos o alejados, ni emplear horas en un procesado. La sencillez es siempre lo ms efectivo. Por ello, mira a tu alrededor, observa dete-nidamente e intenta encontrar posibles imgenes abstractas en objetos reales y con formas conocidas.

    Una imagen abstracta puede transmitir serenidad o ansiedad. Puede ser una imagen esttica o con movimiento. Para conseguir transmitir emociones con este tipo de imgenes.

    La fotografa abstracta es una de las disciplinas fotogrficas ms complejas. Este arte crea un universo de lneas, superficies y composiciones que se aslan por completo de la realidad, de manera que una autntica obra abstracta es totalmente autosuficiente, no necesita de nada externo a ella para ser expresiva, pero tambin comprendida y analizada.

    Por ser una disciplina tan complicada es, posiblemente, una de las que menos se practican. Sin embargo, potenciar la fotografa abstracta puede ser una buena excusa para dar rienda suelta a nuestra creatividad.

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    Literatura Engarce

    HermandadFabin Prez Ramrez

    1999. Las bodegas y fbricas abandonadas cayendo a pedazos, oxidadas y derrui-das, son despertadas de su aparente quie-tud por un automvil Maverick del 70 des-pintado y en mal esta-do; se detiene abrup-tamente derrapando sobre el lodo producto de la lluvia de la noche anterior. En la radio del auto suena msica tradicional mexicana de acorden; figuras religiosas cuelgan del retrovisor, los ojos de

    Pedro de 20 aos se prenden a ellos por unos cuantos segundos, poco des-pus baja del auto respirando a grandes bocanadas, tenso. Lleva tatuajes con el nombre de Pedro y Mara entrelazados con rosas y espinas, tiene ojeras, viste playera de resaque blanca, tirantes y pantaln de gabardina manchado con torrentes de sangre; se duele de una herida en el abdomen. Mira nervioso su entorno, su caos interno va en aumento. Se escuchan rui-dos en la cajuela. De ah extrae a un hombre robusto y moreno de 50 aos que viste camisa vaquera de la que cuelga una placa, sombrero, botas y lentes Rayban sobre un bigote amplio y tupido. Se sacude violentamente. Amordazado y atado de manos cae al suelo. El telfono celular de Pedro suena, no contesta al identificar el nmero en la pantalla monocromtica, lo arroja molesto al auto. Arrastra al comandante bruscamente tomndolo del cuello de su camisa. En la radio se escucha un corte noticioso.

    Las noticias al minuto informa. Gran movilizacin en la ciudad por secues-tro de importante comandante de la federal.

    El interior de la bodega es oscuro, hmedo y lleno de goteras. El Co-mandante cae a un charco de agua sucia y dirige una mirada rabiosa a su secuestrador. Pedro le propina patadas en el suelo de manera desesperada; por el esfuerzo realizado, se duele de su herida colocando su mano en el

    Ilustrado porJavier Ochoa Villarreal

  • 17

    Literaturanov-dic 2015

    abdomen; en represalia, le lanza una patada con ms fuerza; el Comandante se duele a la vez que se le refleja la impotencia en sus ojos, justo al momento en que caen sus lentes por el impacto. Pedro con actitud burlona se le acerca.

    Je! Tienes algo que decir antes de morir?Pedro pisa los lentes con saa. El Comandante se enfurece y balbucea,

    su rostro y ojos se tornan rojos.Bueno... veo que no.Lo golpea con la cacha de su arma de bajo calibre dejndolo incons-

    ciente.Afuera un auto Gran Marquis de modelo reciente se estaciona detrs

    del auto de Pedro. Tiene una sirena policial de color azul frente al volante que se encuentra apagada. Al volante va un hombre delgado y moreno de 32 aos con actitud seria, fuma. Lleva camisa negra fajada, corbata y zapa-tos boleados. Llama por celular a Pedro, pero escucha el timbre de ese ce-lular sonando en aquel auto cercano; respira profundo con cara de enfado. Suena su radio comunicador.

    Agente Mrquez, las unidades desplegadas en la zona no han dado reportes. Encontr usted el auto del sospechoso?

    Negativo.Pedro indeciso camina en crculos. En un arranque de desesperacin

    encaona con su pequea arma al Comandante; se detiene al escuchar a Mrquez que camina hacia l. Mrquez mueve la cabeza negativamente a la vez que expulsa de sus pulmones el humo negro del cigarro.

    Saba que eras t.Mrquez molesto tira el cigarro al suelo y lo aplasta. Pedro traga saliva

    y responde con voz temblorosa.Hermano.Mrquez lo interrumpe furioso.Suelta esa arma imbcil!Pedro contesta nervioso y con mirada evasiva.No. No!, siempre quieres darme rdenes pero Ya no! Sultala! No sabes en lo que nos estas metiendo! Ni yo voy a poder

    salvarte de esta!Te vas a poner de su lado, verdad?! Me vas abandonar despus

    de lo que pas?! Despus de lo que l hizo?!Y qu quieres que haga? Que deje que arruines mi vida y la tuya?

    Siempre ando arreglando tus desmadres! Pero esta vez no!Y la vida de mi esposa qu?! Esa no vala?! En la redada no le

    import matarla!Pedro seala al comandante con el can de su arma.En primer lugar, fue t culpa que estuviera ella ah! No?

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    Literatura Engarce

    Pedro enmudece por un momento sin poder responder. Sus labios tiemblan. Todo su cuerpo se estremece y con un movimiento rpido logra mirar brevemente a Mrquez directo a sus ojos llameantes.

    Ella se me apareci la vi carnal. La vi! Ella me dijo que la ven-gara, que matara a ese cerdo! Ella me dijo! Ella me lo pidi!

    La rabia que contena la mirada de Mrquez se va tornando en una de compasin haca su hermano.

    T. T deberas de apoyarme en esto! le dice Pedro completamen-te fuera de s.

    Mrquez baja un poco la mirada, respira profundamente tomando un momento de reflexin en medio del caos, levanta la frente, su mirada de nuevo es fuerte, llena de autoridad.

    Yo?! Siento mucho lo de Mara, pero... crees que voy a matar a mi jefe?! Idiota! Podran matar a toda nuestra familia en represalia! Yo s de lo que l es capaz!

    El Comandante comienza a recobrar la conciencia, Mrquez pierde por un momento su seguridad al saber que l le reconoce, su frente suda a to-rrentes.

    Suelta esa arma! le grita desesperado a Pedro.El Comandante balbucea furioso hacia Mrquez. Pedro le conecta una

    patada en la boca que le disloca la mandbula, hacindolo retorcer del dolor. Mrquez presionado desenfunda su arma hacia a su hermano. Sirenas de patrullas se escuchan no muy lejos. Pedro acerca ms el arma hacia el Co-mandante, le tiembla el dedo en el gatillo y mira a Mrquez por segunda vez a los ojos. Una tenue sonrisa se dibuja en sus labios.

    Je! Ya nos llev la chin... Afuera, los oscuros rincones abandonados son iluminados por las sire-

    nas policiales; dos disparos suenan dejando su estela en el eco, la luz de las descargas se refleja por un instante en los ventanales.

    La noche llega. Un oficial acordona la zona con cinta amarilla. Repor-teros furiosos por entrar a la escena del crimen chocan a gritos con algunos policas. Luces azul y rojo circulan lentamente en las paredes. Cuatro fede-rales sacan dos cuerpos cubiertos en camillas. La radio del auto de Pedro sigue encendida. Una locutora narra.

    La procuradura desmiente la versin del secuestro e informa que el Coman-dante Garca muri heroicamente mientras se encontraba encubierto...

    Mrquez se acerca al Maverick esforzndose por no mostrar ninguna emocin. Recargado en la puerta del auto fuma e inhala profundamente, despus, da una gran bocanada mirando al cielo. Apaga la radio. Fin.

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    Abrzame, que pronto no podr hacerloMaria Griselda Mayagoitia Cueva

    Al tenerte, la tranquilidad volc mi esencia y no pude con esto Cobarde, abandon mi vida y me dej a ti. Haz lo que desees, pero abrzame!, que pronto no podr hacerlo. Mis msculos ya no responden, se paralizan; mi corazn decidi dejar de latir al mirarte. Ya no veo nada! Lo nico que ten-go es esto, no puedo ofrecerte ms. No ms, no menos, slo esta sensacin marchita. La soledad asecha!, aguarda por m.

    Tanto tiempo me abrazaste y yo te repel. Fui superflua, ingenua. Mientras tanto, t me besabas. Nunca me tocaste, sino que rasgaste mi alma y me obligaste a jurar amor. Nunca te dije nada, ni t a m. Tu mirar bast, tu esencia me hizo nacer. Solt mi cuerpo y me abrazaste slo con verme. Me quitaste el aliento y me robaste.

    Ilustrado porJavier Ochoa Villarreal

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    Literatura Engarce

    Quise tocar tu rostro, pero mi mano resbal en el oscuro vaco de mi incredulidad; mi forma exigi sentido y mi fondo dobl su espritu, dejando entrar a esto, esto que mi condena fue: esta pasin banal.

    An recuerdo ese da en el que te vi alejarte. Incluso te dije: adis!. Sonreste, eso fue lo ltimo que me dejaste. Cerraste la puerta. Sent tu olor, que an conservo, y yo no me mov

    Te fuiste, una y otra vez. Siempre fue lo mismo, hasta que no regresaste de nuevo. Me duele el cuerpo. Postrada espero tu regreso. Por la ventana llegan brisas que me susurran tu amor. Slo eso tengo y mis brazos an te esperan.

    La razn se apoder de m y tem el da en que me dejara caer porque saba que sera una cada libre. Estoy presa, pero si salgo, el aire puede di-solverme. Vi mi agona y t no estabas ah. Mi ser muri con tu ausencia, mi carne slo se pudre. Una y otra vez me congel; el egosmo devor mi movimiento. Esttica, esper, pero nadie lleg. He perdido ya la nocin del tiempo. Dejaste caer mis brazos, aquellos que extendidos te esperaron, y lo nico que toqu fue la ilusin, pero, tu clida piel... nunca. Sentada, ya no me puedo mover, ni hablar. Tampoco soy la misma, mi carne cae a pedazos, seca por el viento.

    Yo la abr, pero al marcharte no la cerraste. He sentido ms de 70 in-viernos y ninguna primavera. He visto infinidad de personas, pero ninguna eras t. Cada noche he llorado con la esperanza de que mis lgrimas se hagan ceniza y mi dolor piedra. Pero eso nunca pas.

    Abrzame, que pronto no podr hacerlo! Escuch tu alma. Habas regresado!, pero no para abrazarme, slo ve-

    nas a cerrar la ventana. Pasaste sobre m y antes de que pudiera abrazarte, te habas marchado nuevamente. Todo se cay. Saba que morira. Tu piel, tu alma, T!, que simbolizaste tanto, pero significabas nada, te habas con-vertido ya en un espejismo, una creacin de mi cabeza. Te convertiste en mi necesidad, en mi cura, en mi todo, en m misma! Dej de vivir, de pensar, de sentir. Dej de ser en m, para ser en ti, y no fui nada

    Mir la ventana, mi alrededor; estaba sola!, rodeada de agua, pero seca, marchita, sin vida, sin ti, sin m, sola!... Creo que a esas alturas haba muerto ya tantas veces que mi corazn era un cayo.

    De un momento a otro me vi y por primera vez, despus de tanto tiem-po, respir, y en ese nico momento me pude resignar, sabiendo que nunca me abrazaras, porque yo ya no poda hacer ms As volv a sentir, a pen-sar, a vivir. Volv a ser. Me dirig a mi asiento, una vez ms, pero esta vez sera la ltima.

    Sentada entonces, vi ese muro, y no haba ventana alguna y t T nunca exististe.

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    Te he trado un regaloMariana Dome

    Te he trado un regalo.Ana estir el brazo para coger los paquetitos, aunque como si estuviera

    desconcentrada. De pronto, lo que algunas horas antes haba parecido una idea excelente pareca ahora una estupidez.

    Son para tus pulmones dije, con un poco de vergenza. S que a veces tienes problemas.

    Y cmo sabes t eso, si no es indiscrecin? me pregunt ladeando la cabeza.

    Lo mencionaste en la escuela respond. He investigado un poco seal uno le los paquetes; con eso te puedes preparar Hierves las hojas con un poco de agua y aspiras el vapor.

    Ella me mir.Es una broma? Gracias dijo con ternura. Es el detalle ms boni-

    to que alguien ha tenido conmigo desde hace mucho tiempo.Fue hasta una cmoda y guard los dos paquetitos en una caja de ma-

    dera ornamentada.Veo que te van bien las cosas observ, sealando la bonita habita-

    cin.Ana se encogi de hombros y mir alrededor con indiferencia.Es Carlos a quien le va bien en las cosas me corrigi, yo slo

    aprovecho la luz que irradia.Asent, dando a entender que entenda.Crea que habas encontrado un mecenas.No, no es nada tan formal como eso. Carlos y yo paseamos juntos,

    como dicen en la ciudad, y l me ensea a tocar el arpa seal el enorme instrumento que estaba en el rincn.

    Me enseas lo que has aprendido?Ana neg con la cabeza, avergonzada, y su cabello se desliz alrededor

    de sus hombros.Todava lo hago muy mal.Controlar mi impulso natural de abuchear y silbar dije con gen-

    tileza.Est bien. Pero slo un poco acept ella, riendo. Se coloc detrs

    del arpa y acerc un taburete alto para apoyarse en l. Puso las manos sobre las cuerdas, hizo una larga pausa y empez a tocar.

    La meloda era una variante de El manso. Sonre.Tocaba despacio, casi con majestuosidad. Mucha gente cree que la

    velocidad es lo que distingue a un buen msico. Es comprensible. Lo que

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    Literatura Engarce

    Mara haba hecho en el teatro era asombroso. Pero la velocidad a la que puedas marcar la digitacin de las notas no es lo ms importante en la msi-ca, la verdadera clave es el ritmo. Es como contar un chiste, cualquiera pue-de recordar las palabras, cualquiera puede repetirlo, pero para hacer rer necesitas algo ms. Contar un chiste ms deprisa no lo hace ms gracioso. Como ocurre con muchas cosas, es mejor vacilar que precipitarse.

    Por eso hay tan pocos msicos buenos de verdad. Mucha gente sabe cantar o arrancarle una cancin a un violn; una caja de msica puede tocar una cancin impecablemente, una y otra vez. Pero no basta con saber las no-tas, tienes que saber cmo tocarlas. La velocidad se adquiere con el tiempo y la prctica, pero el ritmo es algo con lo que se nace, lo tienes o no lo tienes. Ana lo tena. Haca avanzar la cancin despacio, pero no pesadamente. La tocaba con la lentitud de un beso lujurioso. Y no es que en esta poca de mi vida yo supiera mucho de besos, pero vindola all de pie, con los bra-zos alrededor del arpa, concentrada, con los ojos entrecerrados y los labios ligeramente fruncidos, supe que quera que algn da me besaran con ese cuidado lento y deliberado.

    Adems, Ana era hermosa. Supongo que a nadie le extraar que sien-ta debilidad por las mujeres por cuyas venas corre la msica. Mientras Ana tocaba, la vi por primera vez ese da. Hasta entonces me haba distrado su peinado, diferente, y el corte de su vestido, pero vindola tocar, todo eso desapareci de mi vista.

    Me estoy yendo por las ramas. Baste decir que Ana tocaba de forma admirable, aunque era evidente que todava tena mucho que aprender. Le fallaron algunas notas, pero no las rechaz ni se estremeci. Como dicen, un joyero sabe reconocer la gema en bruto. Y yo lo soy; y ella lo era. Bueno.

    Ilustrado porJavier Ochoa Villarreal

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    Armando Parvool Nuo

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    Avances del proyecto de investigacin:Races con tinta. Antologa de escritoras jaliscienses del siglo XIX (18101910)Magui Alonso, Beth Guzmn, Andrs Guzmn Dazy Vanessa Xochihua

    Al parecernos tanto pertinente cuanto prctico, decidimos compartir con los amables lectores de la revista Engarce un ligero avance del proyecto de investigacin titulado Races con tinta. Antologa de escritoras jaliscienses del siglo XIX (18101910), cuyo origen acaeci en el transcurso del programa piloto del Proyecto MIL, dirigido por la Dra. Silvia Quezada Camberos, de la licenciatura en Letras hispnicas de la Universidad de Guadalajara hace dos meses, en aproximacin (calendario 2015-B).

    Tenemos la esperanza de, en un futuro no muy lejano, presentar nue-vos avances, ya en este mismo espacio, ya en uno distinto, y, eventualmen-te, dar por terminada esta pesquisa con un producto consultable.

    Por el momento, esperamos sirva de una miga de ilustracin o, cuanto menos, de recreacin:

    JustificacinHablar de Jalisco requiere, indiscutiblemente, preguntar sobre la cultura que lo forma. Este proyecto propone no slo cuestionarse, sino entrar en la curiosidad que la bsqueda por las races culturales provoca. Se pretende que los lectores puedan adentrarse en las pginas de esta antologa de letras jaliscienses orientada a los escritos de mujeres.

    Las letras de Jalisco no tienen una historia tan antigua como la tienen otros estados de Mxico. Sin embargo, si se remonta la bsqueda de races literarias al siglo XIX, se encuentra una fuente inagotable de herencia cultu-ral cuya muestra est principalmente en los peridicos de la poca, puesto que Jalisco fue uno de los primeros estados en tener imprenta en el mbito nacional (1792), despus de la Ciudad de Mxico (1534), Puebla (1642) y Oaxaca (1720).

    El proyecto est orientado a la difusin literaria, pues en la actualidad es casi imposible leer textos de autores decimonnicos, ya que se encuen-tran todos dispersos y muy poco se sabra de ellos si no es gracias a varias investigaciones sobre el campo, por ejemplo, la Antologa de letras romnticas en Jalisco de Magdalena Gonzlez Casillas y las Aportaciones a las letras jalis-cienses de la Universidad de Guadalajara.

    Entonces, por qu concentrarse en textos de mujeres decimonnicas? El siglo XIX en Mxico fue una vorgine de sucesos que resultan imprescin-dibles al querer entender al Jalisco de hoy. El papel de la mujer, en los albo-

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    Investigacinnov-dic 2015

    res del siglo XIX, era como esposa o como monja; la primera de stas, anal-fabeta. Pese a esta circunstancia, en el transcurso de ese siglo se encuentran mujeres de excepcional talento, quienes merecen que su obra sea conocida por los mismos jaliscienses y por muchas personas ms. Esta Antologa, ciertamente, no es la primera ni, ojal, la ltima; la creacin artstica de las mujeres en el siglo XIX pugna por ser explorada.

    DelimitacinEl periodo investigado en este proyecto abarca desde el inicio de la Inde-pendencia de Mxico hasta el inicio de la Revolucin mexicana (1810-1910) ya que son este tipo de grandes acontecimientos socio-polticos los que pro-vocan divisiones y cambios en la ideologa de una poca. De tal manera que si se hiciera un corte temporal tan tajante (del da 1ro. de enero de 1800 al 31 de diciembre de 1899) para la recopilacin de textos, se dejara fuera de la antologa otras obras de mujeres jaliscienses1 que merecen ser rescatadas.

    La investigacin literaria de este proyecto se acot a la informacin brindada por otras pesquisas que se han hecho sobre el tema2 para guiarse con los datos sobre aos especficos.

    Estado de la cuestinEs curioso pensar que desde la perspectiva de un estudiante de letras con mediano inters por la literatura jalisciense del siglo XIX, las fuentes que abordan el tema no son suficientes. Al comenzar a planear el proyecto tal era la visin en conjunto, sin embargo, con este documento es posible veri-ficar que el inters por la literatura del siglo XIX en Jalisco, si bien no des-medido, es amplio.

    La investigacin se inici en el acervo general de la biblioteca Dr. Ma-nuel Rodrguez Lapuente del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara (U. de G.), donde se en-contraron tres libros orientados a la literatura jalisciense del siglo XIX: La prensa decimonnica en Mxico, Historia de la literatura jalisciense en el siglo XIX y Mujeres del siglo XIX. Cultura, religin y vida privada.3 Estos tres libros ofre-cieron contexto y parteaguas a la investigacin, pues, a pesar del deseo de ver formada una antologa de mujeres escritoras de la poca en cuestin, el contexto histrico no estaba del todo presente. Adems, se encontr la

    1 Para los motivos de esta antologa se considera a una mujer jalisciense como una autora que public algn escrito en Jalisco en el lapso establecido.2 Adriana Puneda Soto y Celia del Palacio Montiel (coord.), La prensa decimonnica en Mxico, Morelia, UMSNH/Archivo histrico CONACYT/Universidad de Guadalajara, ca. 2003.3 Los nombres de los autores de cada texto mencionado en el texto se consignan en la seccin fuentes.

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    Investigacin Engarce

    Antologa de letras romnticas en Jalisco. Siglo XIX, una obra que deja en claro que la importancia de recopilar los textos decimonnicos en un solo lugar no es tan antigua (dicha antologa est fechada en 2002).

    Pese a estas primeras muestras de que la investigacin sobre escritores jaliscienses decimonnicos no es completamente original, s lo es el inters por integrar una antologa de escritoras; temtica que no ha sido del todo abordada en las investigaciones anteriores a la presente quiz no por falta de inters, sino por falta de informacin verdica sobre las publicaciones de las mismas escritoras.

    En la misma biblioteca se encontraron dos tomos de la Biobibliografa de escritores jaliscienses que ayudaron a comenzar el expediente de cada escrito-ra de la investigacin en conjunto con el texto Escritores jaliscienses. Tomo 1.

    En cuanto a las tesis del Departamento de Letras del mismo centro universitario a las cuales se acudi para tener una idea de cun interesados han estado los alumnos de la carrera en el tema, se consignaron slo aque-llas tesis que versan sobre la literatura en el siglo XIX, en las cuales se revis si abordan la produccin femenina en Jalisco o, por lo menos, si ofrecen un acercamiento a sta. De las nueve tesis (vase seccin fuentes), que inves-tigan acontecimientos literarios de Jalisco en el XIX, slo una versa en su totalidad sobre una escritora: Antologa de Isabel ngela Prieto, que no podra considerarse como antologa, ya que se trata de un anlisis de una parte de la obra de Isabel Prieto de Landzuri y anexa al final los fragmentos y textos analizados. En Aproximaciones a la literatura jalisciense del siglo XIX a travs de la obra de Fernando de Caldern, la autora seala otro tipo de informaciones pertinentes para el proyecto, pues aborda el amor y la mujer como tema en la literatura. Adems, un par de captulos abordan el tema de la educacin y la erudicin femenina. Asimismo, dentro del rea de tesis, se encontr un paquete didctico que se titula Seleccin de textos de literatura mexicana del siglo XIX. En la seccin de Narrativa y drama romnticos se aborda un texto de Isabel Prieto y en el apartado dedicado por completo a escritoras mexicanas se encuentra una Seleccin potica de Isabel Prieto.

    Se puede decir, en trminos generales, que la atencin ha sido acapa-rada por la obra de Isabel Prieto, haciendo que est privilegiada de algn modo.

    En la biblioteca Dr. Mario Rivas del Centro Universitario de los Altos de la U. de G. se localizaron dos tomos de la revista La repblica literaria, en la cual se recopilan poemas de Esther Tapia de Castellanos y, como texto terico, Aportaciones a las letras jaliscienses.

    Otras publicaciones literarias revisadas fueron La alianza literaria y El debate, ambas en la Biblioteca Pblica del Estado Jalisco Juan Jos Arreola. De esta pesquisa surgi uno de los problemas ms grandes de la investiga-

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    Investigacinnov-dic 2015

    cin: textos firmados con seudnimos, ya que sera un gran riesgo afirmar sin fundamentos consultables el sexo del autor.

    Al saber de la importancia de la Internet en investigaciones, se busc en la web; en la cual se han ubicado dos artculos de publicacin reciente en revistas electrnicas; el primero, Frente al espejo de un canon: poetisas en anto-logas del siglo XIX, atae a la validez de una antologa de mujeres escritoras del siglo XIX y el segundo, titulado El oficio de escribir, la profesionalizacin de las escritoras mexicanas (1850-1980), trata acerca del oficio de las mujeres como escritoras, los rigores de los cnones establecidos por/para hombres escritores y el absoluto olvido de la mujer en el mbito escolar y, despus, literario. Es importante sealar que estas publicaciones no corresponden de manera fiel a la delimitacin jalisciense en cuanto a lugar de nacimiento de los escritores, aunque mencionan a autoras oriundas como Refugio Ba-rragn Toscano.

    Por ltimo, el proyecto se ha visto reforzado por entrevistas con dife-rentes expertos profesionales en temas relacionados con las mujeres escrito-ras decimonnicas jaliscienses. En primer lugar, la entrevista con la maestra Mara del Socorro Guzmn Muoz, quien seal la posibilidad de utilizar como herramienta didctica la antologa presente, a ms de algunas con-sideraciones sobre el trato que ha tenido el tema a lo largo de los aos. A medidados de octubre, se entrevist, mediante Internet, a dos cronistas de la regin de los Altos de Jalisco: el cronista tepatitlense Dr. Miguel ngel Casillas Bez y el profesor Ezequiel Hernndez Lugo, director del Archivo Histrico de Lagos de Moreno, quienes colaboraron con el proyecto y otor-garon una dimensin diferente y ms extensa a la antologa, puesto que inmiscuirse en otros terrenos, fuera de Guadalajara, permite observar los distintos tipos de sociedades, en este caso, unidas por la literatura.

    ObjetivosObjetivo generalOfrecer un libro de consulta para difundir y promover la literatura produ-cida en Jalisco por mujeres en el siglo XIX.

    Objetivos especficosRescatar e inventariar todo el material posible sobre las obras y vidas de las escritoras de Jalisco en el siglo XIX.

    Armar una antologa que recopile textos de escritoras jaliscienses del siglo XIX; que cumpla con una doble funcin: tanto de difundir las obras como de proveer una herramienta a quien lo necesite.

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    Investigacin Engarce

    Supuesto o hiptesisLos datos de La prensa decimonnica en Mxico son claros: en Jalisco la pro-duccin literaria, y ms en concreto, la colaboracin de escritoras como Isa-bel Prieto, Josefa Sierra y Josefa Letechipa, inici en 1852 con la publicacin de la primera revista de corte literario neto, El ensayo literario.

    Sin embargo, esta investigacin parte del supuesto que hay literatura de mujeres jaliscienses antes de la fecha mencionada. Si se retoma la idea de que este siglo en particular no es muy estudiado, puede suponerse que los posibles textos que esta antologa pretende rescatar no hayan sido con-signados antes.

    FuentesInternetROMERO CHUMACERO, Leticia. Frente al espejo de un canon: poe-

    tisas en antologas del siglo XIX en Revista Valenciana. Universidad de Guanajuato: . Recuperado el 10 de octubre de 2015.

    VIVERO CNDIDA, Elizabeth. El oficio de escribir, la profesionalizacin de las escritoras mexicanas (1850-1980) en La ventana. Revista de estu-dios de gnero: . Re-cuperado el 10 de octubre de 2015 .

    Libros(s. a.) (1975). Mujeres mexicanas notables. Mxico.AGRAZ GARCA DE ALBA, Gabriel. Biobliografa de los escritores de Jalisco.

    Tomos A y B.ALBA, Alfonso de (1992). Antonio Moreno y Oviedo y la Generacin de 1903.

    Tomo 6, Biblioteca de autores y temas laguenses. Lagos, Monumen-to Nacional.

    GMEZ LOZA, Mara Esther (1999). Seleccin potica de Isabel Prieto en Isabel Prieto de Landzuri, coleccin Hojas Literarias, serie Ensayo, Guadalajara: Secretara de Cultura del Gobierno del Edo. de Jalisco.

    GUERRA MRQUEZ, Irma Estela (s. f.). Paseos literarios. Lagos de Moreno: Guas de Turistas Especializados Lagos de Moreno.

    PUNEDA SOTO, Adriana y Celia del Palacio Montiel (coord.) (ca. 2003). La prensa decimonnica en Mxico. Morelia: UMSNH/Archivo histrico CONACYT/Universidad de Guadalajara.

    PRIETO DE LANDZURI, Isabel (1964). Un lirio entre zarzas en El drama en la vida y obra de Isabel Prieto de Landzuri. Mxico: Instituto Nacional de Bellas Artes/Departamento de literatura.

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    Investigacinnov-dic 2015

    PRIETO DE LANDZURI, Isabel (1883). Seleccin potica en Obras poti-cas Mxico: Imprenta y litografa de Ireneo Paz.

    VARELA, Leonardo (2007). Juegos florales 2006. Poesa y cuento. Lagos de Mo-reno: Conaculta/Secretara de Cultura.

    VZQUEZ PARADA, Lourdes Celina y Daro Armando Flores Soria (coord.) (2008). Mujeres del siglo XIX. Cultura, religin y vida privada.

    VOGT, Wolfgang (comp.). Aportaciones a las letras jaliscienses.

    Paquete didcticoGAYTN GONZLEZ, Cindy Daniela (2013). Seleccin de textos de literatura

    mexicana del siglo XIX.

    Revistas decimonnicasLa alianza literaria (1876)Correo literario (7 de junio de 18). Tomo I, nmero 22. El debate (1880)La religin y la sociedad. Peridico religioso, poltico, cientfico y literario (1865,

    1866 y 1874). Tomos I (duplicado encuadernado y entrega XLV), II (en-trega XLV) y III (entregas V VII).

    La repblica literaria (18)

    TesisCASTILLO CAMACHO, Rafael. Dirigida por Zeromska Joanna Magdalena.

    La metfora en cuatro poetas mexicanos de la segunda mitad del siglo XIX.VELAZCO LPEZ, Octavio Augusto. La prensa liberal de Guadalajara en el

    siglo XIX: el libre y aceptado masn 1885-1889.HERRERA ARGELLES, Susana (1998). Lecturas populares en Mxico duran-

    te el siglo XIX: Novenas y Romances.RUANO GUTIRREZ, Marina. Antologa de Isabel ngela Prieto.RUIZ ZARAGOZA, Blanca Estela (1992). Aproximaciones a la literatura jalis-

    ciense del siglo XIX a travs de la obra de Fernando de Caldern.SIMA LOZANO, Eyder Gabriel (2003). La lanza de San Baltazar, un peridico

    religioso del siglo XIX.

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    GleerokR

    afael Macas G

    mez

    Esta fue una contribucin a Links blacklist, un proyecto de , en

    el que una vez ms he teni-

    do la oportunidad de parti-cipar.En esta ocacin eleg al guardian del elem

    ento de fu

    ego, Gleerok, el segu

    ndo

    jefe en The Legend of Zelda - The M

    inish Cap. Para este trabajo inves-

    tigue en Internet tanto a la criatura com

    o imgenes de

    fuego y lava, adems, volvi

    a jugar el juego para baar-m

    e en la magia del com

    ba-te. D

    e hecho, sufri un ac-cidente, pues la cartulina se m

    oj en su totalidad, pero hice

    algunas correcciones

    digitalmente,

    as que

    no pueden verlas.

    Direccin de correo electrnico:

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    Deporte Engarce

    Un nuevo pastorAndrs Guzmn Daz

    02/11/15. Zapopan, Jalisco.

    El cese del ex director tcnico del Club Deportivo Guadalajara, Jos Manuel Chepo de la Torre fue inminente. Despus de ocho jornadas del torneo Apertura 2015 de la Liga Bancomer MX, el equipo Chi-vas slo acumulaba 7 puntos, producto de dos victorias, un empa-te y cinco derrotas. Adems, el mal funcionamiento del equipo fue acentuado por los inmejorables momentos parciales que tuvieron los rivales involucrados en el descenso, Puebla y, el recin llegado, Do-rados de Sinaloa. No obstante, algunos aficionados positivos crean que eventualmente los resultados favorables llegaran, puesto que fue el Chepo quien logr salvar del descenso en la temporada pasada al Guadalajara, una de las instituciones deportivas ms grandes del pas, sin mencionar que ese buen desempeo le vali para llegar a fa-ses eliminatorias de la Liga e incluso al partido final de la Copa MX.

    El pasado, como saben los espectadores del ftbol nacional, im-porta poco; la liga de Mxico es un abrir y cerrar de ojos, as que los directivos y los dueos no quieren verse afectados por un mal tor-neo-corto del equipo. Vea usted al Santos, actual campen defensor, ahora imposibilitado de acceder a la Liguilla. De manera que, sin importar el pasado de Jos Manuel ni de Nstor de la Torre, quien funga como director deportivo desde que contrataron a su hermano Chepo, en la institucin, ni los resultados tan milagrosos que lograron despus de desastrosas temporadas pasadas, ni el cario que mu-chos jugadores y aficionados tenan por estas personas emblemti-cas, valieron para persuadir al caprichoso dueo Jorge Vergara o acaso a alguien que le susurrara consejos de mantener el proceso del ltimo director tcnico campen con Chivas, en 2006.

    La noticia del cese no fue tal; casi todos saban de un personaje que entraba al quite sin pretenderlo; la mayora exiga que Chivas, puesto que era subcampen de la prestigiossima Copa MX, estuvie-ra en los primeros puestos de la tabla, por tanto, reprobaban cada partido mal disputado del equipo. El nico sorprendido fue Nstor de la Torre, quien sin ms encontr a su hermano despedido, lo cual fue motivo para su propia renuncia, claro.

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    Deportenov-dic 2015

    De manera sutil en sus declaraciones surga el nuevo pastor para las Chivas, Matas Almeyda, argentino que se encarg de ascender a uno de los equipos ms importantes en el continente americano, River Plate. Mesurado y ecunime declar que an no estaba todo establecido para que l fuera el nuevo director tcnico, aunque era obvio que faltaba poco para que as sucediese.

    Se design entonces a Ramn Morales, icnico exjugador de Guadalajara, como director interino para el partido entre semana de copa, partido, por cierto, tanto irrelevante cuanto mediocre.

    Matas Almeyda fue presentado, oh sorpresa!, como nuevo di-rector tcnico de las Chivas; de varias redes sociales surgieron los fa-mosos memes, para sugerir que el dueo era tan visionario que ya haba trado a alguien para buscar el ascenso a la primera divisin en la temporada venidera. Sin embargo, de nuevo el sagaz argentino dio declaraciones pertinentes, aunque pocos analistas daban crdito de sus propuestas.

    Jornada 9, Guadalajara vence 2 a 1 al subcampen vigente, Ga-llos Blancos; jornada 10, contra todo pronstico, vence Chivas a su eterno rival, Amrica, 2 a 1 como visitante; jornada 11, otro triun-fo ante Monterrey. Atnitos, perplejos, anonadados, sorprendidos y otros adjetivos similares utilizaron los especialistas deportivos para referirse a s. Nadie pudo creer semejante racha; de repente, el grito de Chivas, Chivas, se encontraba hasta en los rincones ms calla-dos de los hogares de los aficionados. Sin duda, el nuevo pastor ha dado una prueba de lo que puede llegar a ser el equipo si el proceso se respeta: equilibrado, con certeza en el ataque y tenacidad en la defensa, lo que a todos les gusta ver en su equipo.

    Despus vendr, en la jornada 12, una derrota inexplicable ante Universidad Nacional y dos empates: a un gol contra Puebla en la jornada 13 y a cuatro goles contra Pachuca en la jornada 15 (se sus-pendi el partido intermedio). Adems, Guadalajara jugar la final de la Copa Corona MX, Apertura 2015.

    Es evidente que Matas Almeyda se est ganando a la aficin, que al principio le desconoca, y a los comentaristas soeces que le prejuzgaron. Enhorabuena, nuevo pastor.

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    Fe de erratas en el nmero 2

    A ms de algunas erratas estilsticas, como carencia de cursivas en algunos casos, las cuales se cree que no interfieren con la lectura, se da fe de las si-guientes:1. P. 5 - Se nos dijo que los poemas no deberan ir centrados, que algunas

    personas lo consideran una patada en las pelotas y que los sonetos no se titulan. Sobre lo primero, sea el lector quien difiera entre lo correcto y lo incorrecto de la alineacin; y, en lo segundo, considrese la palabra soneto no como ttulo, sino como mera distincin de la creacin para quienes no estn familiarizados.

    2. P. 13, prrafo 3 - En lugar de Es en este punto en cual, lase Es en este punto en el cual.

    3. P. 13, prrafo 5 - Por con la corrupcin..., entindase contra la co-rrupcin....

    4. P. 35, prrafo 3 - Falta una tilde en la ltima palabra del enunciado fue lo que lo condeno; entindase fue lo que lo conden.

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