para calcular cada una de las variaciones punto a punto1 que … · 2016. 3. 19. · para calcular...
TRANSCRIPT
Para calcular cada una de las variaciones punto a punto1 que aquí se presentan, debe utilizarse la
siguiente fórmula:
∆𝐼𝑃𝐶 = [𝐼𝑃𝐶𝑡−𝐼𝑃𝐶𝑡−1
𝐼𝑃𝐶𝑡−1] ∗ 100
Lo anterior expresa en términos porcentuales el cambio del Índice de Precios al Consumidor del período
𝑡 − 1 (el período anterior) al período 𝑡 (el período actual).
Las tablas y gráficos presentadas a continuación, han sido tomadas del Boletín Estadístico Agropecuario
(BEA) No°24, Serie Cronológica 2010-2013.
1 De un período a otro, sea intermensual o interanual.
Nótese la constante inflación existente en el país mes a mes y, por consiguiente, año con año. De 2010 a
2013 hubo una Inflación del 15%, es decir, en 3 años los precios de la cesta (conjunto) de bienes
adquiridos por los hogares ha incrementado en un 15%.
Nótese que el mayor incremento porcentual lo poseen los alimentos y bebidas no alcohólicas año con
año, que poseen una ponderación del 18.6%2, lo cual implica que año tras año aumenta más de precio el
componente más importante del consumo de los hogares. El servicio adquirido “Educación” posee una
baja ponderación (lo que significa que la educación no es accesible para las familias promedio, lo cual a
su vez es fácilmente explicable por sus elevados costos y la exclusión del sistema educativo en general
respecto a las grandes mayorías3), sin embargo, es el segundo componente de la cesta de consumo que
2 Ponderar un bien dentro de la cesta de consumo significa darle un peso relativo específico dentro del total. Lo anterior no es más que asignarle mayor “importancia” estadística según el nivel de consumo que representa dentro de la cesta en cuestión, es decir, dentro del conjunto de bienes y servicios que una familia promedio consume mensualmente. 3 Esto no es un hecho que deba alegrarnos, pues implica una menor competitividad en el mercado laboral cualificado (aquel que posea mayores requerimientos de trabajo socialmente necesario para la producción de una determinada fuerza laboral).
más incrementó su precio. Por su parte, el servicio “Salud” también incrementó su precio de manera
significativa (el tercer componente que más incrementó), a pesar que su ponderación relativa es baja
(esto se debe probablemente a la baja demanda de servicios de salud privados que hay en Costa Rica,
evidentemente lo anterior se explica por el ratio salario real/precio de la salud privada; sin embargo,
debe recalcarse que en tiempos recientes, el servicio de salud pública ha sido deficiente y tiene muchas
asignaturas pendientes con la población costarricense4. Finalmente, el servicio “Transporte”, que es el
segundo componente con mayor importancia relativa, es de los que menos incrementos han sufrido.
4 Por ejemplo, puede verse la investigación presentada por Alcira Castillo en 2000, titulada “La Crisis de la Caja Costarricense de Seguro Social y la Reforma del Estado Costarricense” o, para tener un marco de referencia más reciente, puede consultarse también el documental presentado por el catedrático y documentalista de la UCR Pablo Ortega en 2014 titulado “La Caja de Pandora” (título que a nuestro juicio es muy acertado).
Nótese que los costos promedio por persona son mayores en la ciudad que en el campo.
Aquí debe resaltarse que según los Resultados Generales de la Encuesta Nacional de Hogares realizada
en julio de 2014, el número de integrantes promedio por familia es de 3.3, por lo cual, en una familia
promedio si solamente una persona trabaja (padre o madre, aunque generalmente suele ser el padre),
se deberá multiplicar el costo de la canasta básica alimentaria (CBA) por 3, por lo cual el ratio o relación
establecida en el cuadro anterior cambiará. Estadísticamente, si al calcular el ingreso promedio mensual
a nivel nacional, el valor obtenido está más cerca del sector rural que del urbano (tal y como se aprecia
en la gráfica anterior), esto significa que se encuentran más personas en el sector rural que en el sector
urbano y, por tanto, debemos fijarnos con especial atención en las estadísticas del sector rural, pues
representan la mayor parte de la población costarricense (los cuales poseen un menor salario y aunque
su costo CBA es menor, su ratio también es menor, sin mencionar también que sus ingresos promedio
mensuales varían muchísimo menos y el costo CBA varía menos en apenas un 0.2%)5.
5 Aunque el título del gráfico presentado no especifica que es un costo promedio mensual por persona, se puede verificar tal cuestión en el Boletín Mensual CBA de enero de 2015.
Como ya bien es sabido, las grasas no son un elemento de dieta que sea recomendable en altas
cantidades, de hecho, según los expertos, lo recomendable es precisamente evitarlas hasta cierto punto,
sin embargo, dados los elevados precios de otros bienes (así como también factores culturales no-
cuantificables), las grasas ocupan un lugar preponderante en la dieta alimenticia de los costarricenses,
principalmente (aunque no por mucho) en el sector rural. Nótese que el acceso a alimentos de mejor
calidad es mayor en el área urbana que en la rural, lo cual puede evidenciarse al observar los pesos
relativos de esta clase de alimentos en la estructura calórica de la CBA de cada área.
Nótese en el cuadro anterior que en el lugar donde se compran los bienes y servicios a sus precios de
producción6 y no donde ya los valores se encuentran en términos de precios de venta.
6 Véase para comprender más al respecto lo expuesto en el programa anterior.
Fuente: Boletín CBA, enero de 2015
Con el cuadro anterior puede evidenciarse que, por ejemplo, en la carne de res, no tenemos precios
competitivos como país para ofrecerle a la población costarricense (la carne de res costaba en diciembre
de 2014 en el mercado nacional 3,723 colones costarricenses el kilo mientras que en el mercado
mundial se tasaba en USD$4.03 justo un año antes, es decir, al tipo de cambio de este momento serían
2135.9 colones costarricenses) y tal es el caso general para la mayor parte de productos. Lo anterior
simplemente denota la falta de planificación de los gobiernos para lograr sustentabilidad alimentaria,
pues como país productor de medios de consumo (bienes con bajo contenido tecnológico) es un hecho
que nos encontramos en la capacidad de poseer soberanía alimentaria (producimos, en términos
generales, nuestros promedios alimentos). Si se sabe que la innovación en la técnica productiva
disminuye los costos medios a largo plazo y recordamos la baja participación del servicio “Educación” en
la cesta de consumo, es lógico pensar que la exclusión académica en el país limita la competitividad en
el mercado mundial y, por tanto, el abaratamiento de los costos de la vida en el mercado local.
Es destacable que poseemos déficit comercial en todos los años presentados en el cuadro anterior7.
7 En uno de los programas anteriores se habló de los términos de intercambio de Costa Rica y se planteó la necesidad de revisar sus socios y acuerdos en materia de comercio internacional
Nótese un detalle importante, el cual consiste en que lo que nos genera un déficit comercial la
importación de fertilizantes químicos, maquinaria y equipos utilizados como capital fijo y
demanda/consumo intermedia/o en la producción agrícola.
Nótese que, pareciera que adrede, se presentan únicamente los detalles de la balanza comercial en
términos de cobertura agropecuaria y no en términos de valores absolutos.