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PERCEPCIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO, ADAPTACIÓN Y ESTRATEGIAS DE
MITIGACIÓN DE HABITANTES EN LA VEREDA CHORRILLOS DE LA
LOCALIDAD DE SUBA EN BOGOTÁ
PATRICIA HELENA CALERO PARDO
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES
MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL
BOGOTÁ D.C.
2017
PERCEPCIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO, ADAPTACIÓN Y ESTRATEGIAS DE
MITIGACIÓN DE HABITANTES EN LA VEREDA CHORRILLOS DE LA
LOCALIDAD DE SUBA EN BOGOTÁ
PATRICIA HELENA CALERO PARDO
Proyecto de grado requisito para optar al título de Magíster en Desarrollo
Sustentable y Gestión Ambiental
Directora
Yolanda Teresa Hernández Peña
Antropóloga. Ingeniera Catastral. Magíster en Planificación y Administración
del Desarrollo Regional. Doctora en Geografía.
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES
MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL
BOGOTÁ D.C.
2017
Nota de la Universidad
Según el artículo 117 del Acuerdo 029 de junio de 1998 expedido por del Consejo
Superior de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas Expedido, la
Universidad no será responsable por las ideas expuestas los trabajo de grado
presentados por los estudiantes, toda vez que dicha responsabilidad recae única y
exclusivamente de sus autores.
NOTA DE ACEPTACIÓN
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Firma del director
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Firma de jurado
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Firma de jurado
Bogotá, 17 de abril de 2017
A mis amados padres, quienes han sido mi ejemplo, mi guía y el justo modelo del
ser humano íntegro en el que deseo convertirme algún día.
Patricia Helena Calero Pardo.
AGRADECIMIENTOS
A la Directora de la investigación, Dra. Yolanda Hernández Peña, por su
asesoría académica e investigativa, por sus grandes y apreciados aportes a la
misma y por sus valiosas enseñanzas en el proceso formativo de la Maestría.
A mis padres y mi hermana que son mi apoyo y mi eje fundamental de vida,
quienes han contribuido de una manera muy significativa a la realización y
culminación de esta etapa académica.
A Edwin Mauricio Cortés Sánchez por su asesoría metodológica, sus
estimadas contribuciones conceptuales y procedimentales para la presente
investigación, y, especialmente por su infinita entrega, amor y convicción para
lograr los sueños y objetivos de la vida a toda costa.
A la comunidad de la Vereda Chorrillos de la localidad de Suba en Bogotá
por participar en este estudio, aportar valioso conocimiento y compartir sus
vivencias personales y su visión del territorio.
CONTENIDO
RESUMEN ................................................................................................. xxv
ABSTRACT ............................................................................................. xxvii
INTRODUCCIÓN .......................................................................................... 1
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN .................... 7
2. JUSTIFICACIÓN..................................................................................... 11
3. OBJETIVOS ........................................................................................... 17
3.1 OBJETIVO GENERAL ................................................................. 17
3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ........................................................ 17
4. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN .......................................... 19
4.1 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA
PERCEPCIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO........................................................ 19
4.1.1 Estudios globales sobre la percepción del cambio climático ...... 20
4.1.2 Diferentes estudios de percepción de cambio climático en
América Latina ............................................................................................... 24
4.1.3 Referentes de estudios perceptivos del cambio climático para
Colombia ........................................................................................................ 26
4.1.4 Enfoques metodológicos de los estudios perceptivos del Cambio
Climático para Colombia. ............................................................................... 32
4.1.5 Estudios sobre percepción de cambio climático en Bogotá-Región
....................................................................................................................... 34
4.2 ANTECEDENTES SOBRE RESPUESTAS FRENTE AL CAMBIO
CLIMÁTICO ....................................................................................................... 36
4.2.1 Referentes de las Estrategias de Adaptación y mitigación en
América Latina ............................................................................................... 37
4.2.2 Principales proyectos de Adaptación al Cambio Climático en
Colombia. ....................................................................................................... 39
xiv
4.2.2.1 Proyecto Piloto Nacional de Adaptación al Cambio Climático
(INAP) ......................................................................................................... 40
4.2.2.2 Programa Conjunto Integración de Ecosistemas y Adaptación
al Cambio Climático en el Macizo Colombiano. .......................................... 41
4.2.2.3 Estrategia Regional de Mitigación y Adaptación al Cambio
Climático para Bogotá y Cundinamarca. .................................................... 42
5. MARCO DE REFERENCIA .................................................................... 43
5.1 MARCO TEÓRICO - CONCEPTUAL ........................................... 43
5.1.1 La percepción como vivencia ..................................................... 44
5.1.2 Conocimientos de la población en estudios locales. .................. 45
5.1.3 Diversidad cultural y variabilidad climática. ................................ 46
5.1.4 Variabilidad climática y cambio climático. ................................... 49
5.1.5 El Cambio Climático como un factor de Riesgo. ......................... 51
5.1.6 Vulnerabilidad. ............................................................................ 52
5.1.7 El rururbano: un espacio de vulnerabilidad y riesgo ................... 54
5.2 MARCO JURÍDICO. EVOLUCIÓN DE INSTRUMENTOS
INTERNACIONALES SOBRE CC Y SU INCORPORACIÓN EN NORMATIVA
COLOMBIANA 58
5.3 MARCO CONTEXTUAL ............................................................... 65
5.3.1 Aspectos históricos y geográficos de Suba ................................ 65
5.3.2 Suba y su clima .......................................................................... 67
5.3.3 Caracterización y ubicación de la vereda Chorrillos ................... 68
5.3.3.1 El suelo rural y la vereda Chorrillos en función de la
Localidad. ................................................................................................... 68
5.3.3.2 El suelo rural de la Localidad de Suba según reconocimiento
social-territorial, inclusión de la vereda Chorrillos. ...................................... 70
5.3.3.3 Ubicación Geográfica de la vereda Chorrillos. ..................... 72
5.3.3.4 Descripción del territorio de la vereda Chorrillos. ................. 72
5.3.4 Cambios climáticos en la Sabana de Bogotá ............................. 73
xv
6. DISEÑO METODOLÓGICO ................................................................... 81
6.1 ENFOQUE DE LA INVESTIGACIÓN ................................................ 82
6.2 DOS FASES DE LA INVESTIGACIÓN ............................................. 84
6.2.1 Fase objetiva. El análisis de variables meteorológicas ............... 84
6.2.2 Fase subjetiva. Establecimiento de las categorías iniciales y
emergentes propias de la etnografía. ............................................................. 86
6.2.3 Categorías iniciales que orientaron el estudio ............................ 87
6.2.3.1 Los “indicadores” como “aspectos” y CIO para realizar la
indagación (Ulloa, 2014) ............................................................................. 88
6.2.3.2 Dimensiones de riesgo en el espacio rururbano
(Barrenechea, Gentile, González y Natenzon, 2005) ................................. 90
6.2.3.3 Acciones frente al cambio del clima (Hernandez, citado por
Forero, 2013) .............................................................................................. 93
6.2.4 Participantes en la investigación ................................................ 94
6.2.5 Técnicas de recolección de los datos ......................................... 95
6.2.5.1 La entrevista a habitantes de la vereda Chorrillos ............... 95
6.2.5.2 La observación e imágenes de acuerdo con el énfasis en
datos aportados por los entrevistados ........................................................ 96
6.3. PROCESAMIENTO Y ANÁLISIS DE LOS DATOS .......................... 97
6.3.1 Procesamiento de las variables meteorológicas con el uso de
Microsoft Office Excel..................................................................................... 97
6.3.2 Análisis cualitativo y triangulación de la información con el uso de
Atlas.ti .......................................................................................................... 104
7. RESULTADOS Y DISCUSIÓN ............................................................. 113
7.1 EVIDENCIAS DE CAMBIOS DE CLIMA EN LA VEREDA
CHORRILLOS ................................................................................................. 113
7.1.1 Análisis de los valores medios mensuales de humedad relativa
(%) ............................................................................................................... 113
7.1.2 Valores totales mensuales de precipitación (mms) .................. 116
xvi
7.1.3 Valores número de días mensuales de precipitación ............... 118
7.1.4 Valores máximos mensuales de temperatura (ºC) ................... 121
7.1.5 Valores mínimos mensuales de temperatura (ºC) .................... 123
7.2 PERCEPCIONES DE HABITANTES DE LA VEREDA CHORRILLOS
SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO ................................................................... 127
7.2.1 Percepción sobre CC y su conceptualización........................... 128
7.2.1.1 CE-“LOCO COMO UNA CABRA”. Percepción sobre la
incertidumbre y no predictibilidad del clima .............................................. 129
7.2.1.2 CE-INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
Crítica ....................................................................................................... 134
7.2.2 CC y percepción de pérdidas de impacto ambiental ................ 137
7.2.3 CE-AFECTACIONES HUMANAS ............................................. 145
7.2.4 CE- DESCONFIANZA FRENTE A LA INSTITUCIONALIDAD .. 148
7.2.5 Percepciones sobre las CIO fundamentadas en Ulloa (2014) y
Barrenechea, Gentile, González y Natenzon (2005) .................................... 150
7.2.5.1 Aspectos “indicadores” de Ulloa (2014) ............................. 151
7.2.5.2 CIO sobre las dimensiones de riesgo en el espacio rururbano
(Barrenechea, Gentile, González y Natenzon, 2005) ............................... 168
7.3 ADAPTACIÓN Y MITIGACIÓN ....................................................... 172
7.3.1 Los conocimientos locales como principal mecanismo de
respuesta ante el CC.................................................................................... 173
7.3.2 Datos asociados a las CIO tomadas de Hernández (2013) para
responder ante el CC ................................................................................... 176
8. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ........................................ 186
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................... 194
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA ....................................................................... 194
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA ................................................... 214
ANEXOS ................................................................................................... 218
ANEXO 1. MATRIZ DE COHERENCIA METODOLÓGICA .................. 218
xvii
ANEXO 2. ACTA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO - ENTREVISTAS
Y FOTOS ......................................................................................................... 220
ANEXO 3. CARACTERIZACIÓN DE LAS PERSONAS PARTICIPANTES
Y GEORREFERENCIACIÓN ........................................................................... 221
ANEXO 4. GUÍA DE OBSERVACIÓN Y FOTOGRAFÍA ....................... 224
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1. Mapa distribución veredal Localidad de Suba .................................. 71
Ilustración 2. Distribución espacial de la precipitación en Bogotá ......................... 75
Ilustración 3. Distribución espacial de la temperatura en Bogotá .......................... 76
Ilustración 4. Cambios de la precipitación % para los últimos 40 años ................. 77
Ilustración 5. Aumento de la temperatura media en ºC para los últimos 40 años . 78
Ilustración 6. Ubicación de las estaciones cercanas (IDEAM)............................... 85
Ilustración 7. Ingreso de datos al programa Microsoft Excel ................................. 98
Ilustración 8. Procedimiento para generar gráfico de las variables. ...................... 99
Ilustración 9. Procedimiento para obtener el gráfico de dispersión ..................... 100
Ilustración 10. Procedimiento para obtener la gráfica, ecuación y r cuadrado .... 101
Ilustración 11. Esquema de trabajo con Altlas. Ti. ............................................... 105
Ilustración 12. Apertura de HU ............................................................................ 105
Ilustración 13. Carpeta con los documentos organizados y la HU ...................... 106
Ilustración 14. PD que se asignan y preparan para el análisis ............................ 106
Ilustración 15. Proceso de codificación cualitativa .............................................. 107
Ilustración 16. Despliegue de la opción para codificar las CIO ........................... 109
Ilustración 17. Despliegue de la opción para nombrar las CIO ........................... 110
Ilustración 18. Elaboración de redes en el nivel conceptual con Atlas,ti ............. 111
Ilustración 19. Valores medios mensuales de humedad relativa (%) .................. 114
Ilustración 20. Valor medio anual de humedad ................................................... 115
Ilustración 21. Valores totales mensuales de precipitación ................................. 117
Ilustración 22. Gráficas con el valor anual de precipitación ................................. 117
Ilustración 23. Valores número de días mensuales de precipitación ................... 119
Ilustración 24. Gráficas con el valor anual de días de precipitación .................... 120
Ilustración 25. Valores máximos mensuales de temperatura (°C) ....................... 122
xix
Ilustración 26. Gráficas de valores máximos anuales de temperatura ................ 122
Ilustración 27. Valores mínimos mensuales de temperatura (°C)........................ 124
Ilustración 28. Gráficas de valores mínimos anuales de temperatura ................. 125
Ilustración 29. Red de las CE asociadas a la CIO-CONCEPTUALIZACIÓN ....... 129
Ilustración 30. Red CE-”LOCO COMO UNA CABRA” y las citas (quotes) asociadas
..................................................................................................................... 130
Ilustración 31. CE-INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y
CRÍTICA ....................................................................................................... 135
Ilustración 32. CE-PÉRDIDAS AMBIENTALES ................................................... 138
Ilustración 33. Cerro Majuy. Señalado para la observación 5PM en su entrevista
[14:1] ............................................................................................................ 140
Ilustración 34. Nacedero (y depósito de agua) con destacado de nivel bajo por la
sequía [15:1] ................................................................................................ 142
Ilustración 35. Acequia con agua contaminada cerca de las casas en la vereda
Chorrillos [17:1]. ........................................................................................... 143
Ilustración 36. Detalle del Río Bogotá y la vía Suba-Cota. .................................. 145
Ilustración 37. CE-AFECTACIONES HUMANAS ................................................ 146
Ilustración 38. CE-DESCONFIANZA FRENTE A LA INSTITUCIONALIDAD ...... 149
Ilustración 39. Familia de CIO con los aspectos -“indicadores”- de Ulloa (2014) 151
Ilustración 40. CIO-ASPECTOS METEOROLÓGICOS ....................................... 152
Ilustración 41. Detalle de las vías en la vereda Chorrillos [19:1] ......................... 153
Ilustración 42. Torres de energía en la vereda Chorrillos [16:1]. ......................... 154
Ilustración 43. CIO-ASPECTOS CORPORALES, SENSORIALES Y COGNITIVOS
..................................................................................................................... 157
Ilustración 44. CIO-ASPECTOS ASTRONÓMICOS, SIMBÓLICOS y CE-VISIÓN
DE TRASCENDENCIA ................................................................................. 159
Ilustración 45. CIO-ASPECTOS CORPORALES, SENSORIALES Y COGNITIVOS
..................................................................................................................... 162
Ilustración 46. Detalle del Río Bogotá y la vía Suba-Cota. .................................. 164
xx
Ilustración 47. Detalle del invernadero del tipo existente en la vereda Chorrillos 166
Ilustración 48. Detalle de vista satelital con invernaderos en la vereda Chorrillos
..................................................................................................................... 166
Ilustración 49. Familia de CIO sobre las dimensiones del riesgo en el espacio
rururbano (Barrenechea, Gentile, González y Natenzon, 2005) .................. 168
Ilustración 50. CE-CONOCIMIENTO LOCAL ...................................................... 174
Ilustración 51. Familia de CIO respuestas ante el CC. Hernández (citada por
Forero, 2013) ............................................................................................... 177
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Veredas según reconocimiento social-territorial y su participación en el
suelo rural ...................................................................................................... 70
Tabla 2. Aspectos -"Indicadores" - Ulloa (2014) .................................................... 89
Tabla 3. Dimensiones del riesgo en territorio RU (Barrenechea, Gentile, González
y Natenzon, 2005) .......................................................................................... 91
Tabla 4. Acciones frente al CC, de acuerdo con Hernández (citada por Forero,
2013) .............................................................................................................. 93
Tabla 5. Valores medios mensuales de los años con datos completos de
precipitación (mms) ...................................................................................... 102
Tabla 6. Valores totales mensuales calculados de precipitación (mms) ............. 104
Tabla 7. Codificación de los "indicadores" de Ulloa (2014) ................................. 108
Tabla 8. Codificación de las dimensiones del riesgo en territorio RU (Barrenechea,
Gentile, González y Natenzon, 2005) .......................................................... 108
Tabla 9. Codificación de las respuestas ante el CC (Hernández, citada por Forero,
2013) ............................................................................................................ 109
Tabla 10. Valores en % de la variable "humedad relativa mensual" ................... 114
Tabla 11. Valores totales mensuales de precipitación (mms) ............................. 116
Tabla 12. Valores número de días mensuales de precipitación .......................... 118
Tabla 13. Valores en ºC de la variable "temperatura máxima mensual" ............. 121
Tabla 14. Valores en ºC de la variable "temperatura mínima mensual" .............. 123
ÍNDICE DE SIGLAS Y ACRÓNIMOS
CC Cambio Climático CE Categorías Emergentes CI Conservación Internacional CIO Categorías Iniciales Orientadoras CORALINA Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San
Andrés, Providencia y Santa Catalina CMNUCC Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático CONPES Consejo Nacional de Política Económica y Social ENOS El Niño –Oscilación del Sur– GEI Gases Efecto Invernadero FMAM Fondo para el medio ambiente mundial HU Unidad Hermenéutica (del Inglés: Hermeneutic Unit) IDEAM Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales IPCC Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
(del Inglés: Intergovernmental Panel on Climate Change). IIRBAVH Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexánder Von
Humbold INVEMAR Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras "José Benito Vives
de Andréis" INS Instituto Nacional de Salud IRI Instituto Internacional de Investigación para la Predicción Climática. JAC Junta de Acción Comunal MDL Mecanismo de Desarrollo Limpio mms milímetros (precipitación pluvial) MRI Instituto de investigación Meteorológica del Japón. ONU - UN Organización de las Naciones Unidas (del Inglés: United Nations) OPS Organización Panamericana de la Salud OMS Organización Mundial de la Salud PD Documentos Primarios (del Inglés: Primary Docs) PNACC Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático PNUD Programa de las Naciones Unidas para Desarrollo POT Plan de Ordenamiento Territorial PNUMA Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PRICC Plan Regional de Cambio Climático Región Bogotá Cundinamarca RU Rururbano
xxiii
UNICEF Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
UPZ Unidad de Planeación Zonal WMO Organización Metereológica Mundial (del Inglés: World
Meteorological Organization)
RESUMEN
Los estudios de percepción sobre el cambio climático se valen de distintas
perspectivas investigativas, así se tienen trabajos adscritos a enfoques
cuantitativos, cualitativos o mixtos para realizar aproximaciones al fenómeno. En la
presente investigación, desde el enfoque cualitativo y con el privilegio de los
hallazgos por vía de la categorización emergente característica de la etnografía,
se hace el estudio de la percepción que habitantes de la vereda Chorrillos de la
Localidad de Suba en Bogotá, una comunidad rururbana [RU], manifiestan frente
al cambio climático y sus estrategias de mitigación y adaptación.
El trabajo de investigación responde a la pregunta: ¿Qué percepción detentan y
qué estrategias de adaptación y mitigación realizan los habitantes de la vereda
Chorrillos de la Localidad de Suba en Bogotá, frente al cambio climático como
fenómeno visible en su comunidad de carácter rururbano? En dos fases
metodológicas y tres objetivos específicos de la investigación se tienen
analizados, por un lado, desde el punto objetivo del fenómeno, las variables
climatológicas analizadas de acuerdo con parámetros de estadística descriptiva a
partir de los datos aportados por una de las estaciones meteorológicas situadas
por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales [IDEAM] en las
cercanías de la vereda Chorrillos desde principios del año 2008; por otro lado,
desde el punto de vista subjetivo se tienen las percepciones sobre el cambio
climático y las estrategias de adaptación y mitigación, a partir de los datos
aportados por las personas participantes en la investigación y analizados de
acuerdo con estrategias de categorización inductiva.
xxvi
Los hallazgos evidencian que los habitantes de la vereda conocen de una
manera muy particular su territorio y tal conocimiento local se consolida como el
principal mecanismo de respuesta que los habitantes utilizan ante el cambio
climático.
Dichos resultados estuvieron enmarcados en la investigación sobre “Respuestas
locales al cambio global, análisis desde el conocimiento local sobre ambiente y
desarrollo en comunidades urbanas, rururbanas y rurales perteneciente a la
Región Capital y sur de Boyacá”, proyecto financiado por el Centro de
Investigaciones y Desarrollo Científico de la Universidad Distrital, y a cargo de la
Dra. Yolanda Teresa Hernández Peña quien funge como Directora y Asesora
académica de la investigación.
ABSTRACT
Perception studies on climate change avail themselves of different research
perspectives and will have attached to quantitative, qualitative or mixed work to
make phenomenon approaches.
In this research, from the qualitative approach and the privilege of findings via the
feature emerging categorization of ethnography, it is making the study of
perception of people from the Chorrillos village, of Suba in Bogota, a rururban
community [RU], that them manifest from climate change and mitigation strategies
and adaptation.
The research answers the question: ¿What perception hold and what strategies of
adaptation and mitigation perform the inhabitants from the village of Chorrillos of
Suba in Bogota, addressing climate change as visible phenomenon in their
rururban character community? In two methodological phases and three specific
objectives of the research they are analyzed, on the one hand, from the target
point of the phenomenon, the climatic variables analyzed according to parameters
descriptive statistics from data provided by one of the weather stations by the
Institute of Hydrology, Meteorology and Environmental Studies [IDEAM] near the
village Chorrillos since early 2008; on the other hand, from the subjective point of
view of perceptions on climate change and adaptation and mitigation strategies,
from data provided by the participants in the investigation and analyzed according
to inductive categorization strategies.
xxviii
The results presented were framed in research on "Local responses to global
change, analysis from local knowledge on environment and development in urban
communities, urban production units and rural belonging to the Capital Region and
south of Boyacá" project funded by the Research and Scientific Development
Center of the Universidad Distrital and by Dr. Yolanda Teresa Hernández Peña
who serves as Director and Advisor academic research.
INTRODUCCIÓN
“Antes, ah, pues claro, eso ya se sabía en las estaciones. Ya decía no, este es el
tiempo de lluvias, entonces ya (...) no, eso ya, ahorita es temporada (...) es
incierto. Eso estamos igual que el IDEAM, no apuntamos una”
1MC, [1:41]
El cambio climático ha generado una serie de acciones globales, nacionales
y locales, las cuales tienden a la mitigación o adaptación. Sin embargo, las
concepciones sobre el clima y las acciones locales no siempre concuerdan con
acciones planteadas en escenarios internacionales y nacionales (Ulloa, 2014). Por
lo tanto, es necesario destacar las dimensiones e implicaciones que comunidades
locales manifiestan frente al cambio climático [CC], toda vez que existen, al igual
que la diversidad de culturas y sus manifestaciones, diversidad de percepciones
sobre el clima. Así las cosas, los conocimientos locales constituyen una ficha clave
en la generación de estrategias de manejo de la variabilidad climática y en las
propuestas políticas que incluyan diversas maneras de abordar las
transformaciones ambientales.
En este contexto es necesario abrir espacios de discusión y reflexión
acerca de diversos conocimientos sobre clima y tiempo atmosférico de los
pobladores locales, e incluir percepciones y diferentes estrategias de manejo de
los cambios climáticos. Esta necesidad surge de la urgencia de generación de
estrategias frente a las transformaciones climáticas que incluyan diversas visiones
y propuestas, así como de la necesidad de la apertura de espacios de discusión
entre tomadores de decisiones y pobladores locales. En ese sentido, estos últimos
2
y sus perspectivas sobre el clima a partir del conocimiento local, deben convertirse
en el centro de las acciones para que sean tomadas en cuenta con carácter
territorial y, por las manifestaciones que son específicamente humanas, se tenga
en cuenta el carácter cultural (Ulloa, 2011).
Sobre este particular, al hablarse de la vereda Chorrillos se tiene un
espacio geográfico ubicado en las cercanías de la ciudad de Bogotá y como parte
de la Localidad de Suba, y sin que se trate a sus pobladores como una comunidad
que corresponda concretamente a la definición de “cultura” (dentro de la cual se
comparten costumbres, perspectivas o formas específicas de un grupo o una
asociación), o de una sociedad “nacional” (característico de una comunidad
histórica más o menos completa institucionalmente, que tiene un territorio y tierra
natal determinada, al igual, comparten lengua y culturas diferenciadas de otras), o
que se trate de una “etnia” (en el caso de inmigrantes que se agregan a una
sociedad) (Kymlicka, 1996), se está ante una comunidad caracterizada por su
condición “rururbana” [RU], esto es, una población cercana a una ciudad que le
pone en riesgo por las presiones que en ella mantiene, lo que demuestra notas
características, problemáticas y aspectos puntuales que les diferencia de otras
comunidades y que por lo mismo, responden ante situaciones sobre las cuales
tienen las respectivas percepciones.
Así las cosas, la presente investigación desarrollada en el marco del
proyecto “Respuestas locales al cambio global, análisis desde el conocimiento
local sobre ambiente y desarrollo en comunidades urbanas, rururbanas y rurales
perteneciente a la Región Capital y sur de Boyacá”, trabajo financiado por el
Centro de Investigaciones y Desarrollo Científico de la Universidad Distrital, y a
cargo de la Dra. Yolanda Teresa Hernández Peña quien funge como Directora y
Asesora académica de la investigación, responde a la pregunta: ¿Qué percepción
detentan y qué estrategias de adaptación y mitigación realizan los habitantes de la
3
vereda Chorrillos de la Localidad de Suba en Bogotá, frente al cambio climático
como fenómeno visible en su comunidad de carácter rururbano?
El proyecto se distribuyó en dos fases concomitantes, en la primera, para el
análisis de las principales variables del cambio del clima en el sector vereda
Chorrillos de la Localidad de Suba de Bogotá; es “objetiva” porque tuvo en cuenta
datos exteriores a la “subjetividad”, toda vez que detenidos en una segunda fase
se analizan vivencias específicas de quienes aportan percepciones sobre el CC y
sus respuestas de adaptación y mitigación. En otras palabras, la primera fase y el
primer objetivo da razón de los cambios en el clima a partir de elementos que no
tocan a las personas participantes de la investigación, porque las informaciones
provienen directamente de una estación meteorológica del Instituto de Hidrología,
Meteorología y Estudios Ambientales [IDEAM] en las proximidades de la vereda
Chorrillos desde principios del año 2008. Por su parte, el segundo y el tercer
objetivo específico ubicados en la segunda fase, se enmarcan en el aspecto
“subjetivo” para dar cuenta de las percepciones como vivencias de habitantes en
el lugar de estudio.
La indagación por los antecedentes retoma estudios globales sobre la
percepción de CC, luego se reduce el campo para retomar estudios en América
Latina, en Colombia y en la región. De igual manera, estudios sobre respuestas
frente al cambio climático con estrategias de adaptación y mitigación en trabajos
sobre América Latina y en Colombia.
El marco de referencia, se distribuyó en tres partes. La primera para la
fundamentación teórica y la delimitación de los conceptos sobre la percepción
como vivencia, el conocimiento de la población en estudios locales, la diversidad
cultural y la variación del clima, de igual manera, sobre la vulnerabilidad y el
concepto rururbano -como espacio de vulnerabilidad y riesgo. En segundo lugar,
4
en vista de que los temas medioambientales y las respuestas sociales e
institucionales han devenido en la creación de normatividad que vincula a los
estados en general, y a las personas (jurídicas y naturales) en particular, se realiza
un marco jurídico pertinente con la percepción. En tercer lugar, en el marco de
referencia se expone el contexto donde se desarrolla la investigación.
Por las características del fenómeno sobre el cual se hizo la investigación
(asimismo, en consonancia con el proyecto marco), la perspectiva metodológica
se centró en el enfoque cualitativo de la investigación, y en él, la etnografía.
Aunque un primer objetivo desarrolle con el uso de la estadística descriptiva el
análisis de las variables climáticas aportadas por el IDEAM, y tal como se dijo
sobre la fase metodológica que indaga por las vivencias subjetivas que devienen
en percepciones de quienes habitan en la vereda Chorrillos y a través de los
cuales fue posible recabar información, se trata de un abordaje etnográfico.
Ante esta situación es necesario señalar que no se tiene un trabajo de
perspectiva “mixta” o “híbrida”, porque en la intencionalidad del objetivo central se
tiene la identificación de las percepciones como lo verdaderamente importante, y
el uso de la cuantificación simplemente aportó al momento de discutir los
resultados, esto es, al momento de realizar la triangulación de la información y
tener conclusiones sobre las percepciones. La línea argumentativa en la
descripción de los temas metodológicos aclara entonces el enfoque cualitativo de
la investigación, las dos fases realizadas concomitantemente, las categorías
iniciales orientadoras [CIO], de igual manera presentan los criterios para tener a
quienes participaron, y se describe el paso a paso del procesamiento y análisis de
la información.
Frente al primer objetivo de la investigación, los resultados obtenidos mostraron
que la información meteorológica entregada por el IDEAM no fue suficiente para
5
lograr la evidencia clara del cambio climático en la vereda Chorrillos, sin embargo,
se realizó el análisis estadístico de las variables climáticas “precipitación y
temperatura” para la zona, encontrando que la mayoría de las tendencias que
resultaron de dicho análisis coinciden con la evidencia teórica propuesta por los
autores Pabón (2003) e IDEAM (2012) frente al aumento de temperatura y la
disminución de la precipitación durante la última mitad del siglo XX en el país y
específicamente en la ciudad de Bogotá.
Respecto a las percepciones de habitantes de la vereda Chorrillos sobre
cambio climático y la indagación sobre sus estrategias de adaptación y mitigación,
se utilizaron como herramientas propias de recopilación de información en campo:
la entrevista semiestructurada no directiva, la observación y la fotografía. Se utilizó
el programa Atlas ti en la versión 6.0 para la sistematización de la información que
permitió el análisis por “categorización en doble vía”. En primera medida se
establecieron categorías iniciales orientadoras [CIO] que recibieron respaldo en
los datos recolectados, y, a partir de estas y otras informaciones, se hallaron las
categorías emergentes [CE] que destacan los resultados sobre las percepciones
de cambio climático y estrategias de adaptación de los habitantes de la zona de
estudio.
Los hallazgos evidencian que los habitantes de la vereda conocen de una
manera muy particular su territorio y tal conocimiento local se consolida como el
principal mecanismo de respuesta que los habitantes utilizan ante el cambio
climático. De igual modo, se concluye que la vereda Chorrillos por su condición de
borde, se cataloga como un área rururbana, la cual está sometida a
transformaciones provocadas por el crecimiento urbano y sufre los impactos
asociados a los cambios ambientales como el CC y los procesos continuos de
globalización. Estos factores imponen formas de apropiación y utilización de los
recursos que obligan a los residentes a cambiar sus rutinas cotidianas y adoptar
nuevas estrategias. Se observa la incidencia de las presiones globales-urbanas en
6
la población del rururbano Chorrillos, las cuales generan cambios constantes de
sus prácticas socioespaciales, así como a su vez, la incidencia del sentido de
pertenencia en la predisposición a cambiar de modo de vida y destino de las
tierras.
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
“La tierra ya no da como antes. Esta fue una de las expresiones más recurrentes (...) Las lluvias cambiaron. A nivel local se percibe que las lluvias
son cada vez más irregulares (...)” (Elías, 2015, p. 26).
Desde la segunda mitad del Siglo XX se ha reportado la alteración espacio-
temporal de los patrones de comportamiento de los fenómenos meteorológicos
(tormentas, granizadas y heladas, entre otros) y de las variables climatológicas
(temperatura, humedad y precipitación) a nivel global, regional y local. En
consonancia, el conocimiento científico con trabajos y elaboraciones han descrito
y confirmado que las principales causas de estos fenómenos se deben a la
ocurrencia e intensidad de la variabilidad climática ocasionados por el ciclo ENOS
[El Niño –Oscilación del Sur] y el ampliamente difundido, Cambio Climático [CC]
(Magaña, 2004).
Las diferentes manifestaciones y pruebas del clima anómalo y extremo, han
marcado un impacto en todos los sectores de la sociedad –económico, científico,
cultural y político–, de modo que la comprensión, la práctica y la experiencia en
torno al clima cambiante se han considerado procesos inherentes tanto a las
sociedades poco desarrolladas, como a las sociedades industriales más
avanzadas (Oltra et al., 2009). Por ello, los esfuerzos destinados a comprender
con mayor exactitud cómo el clima está cambiando en la actualidad, se han
multiplicado.
8
Las ciencias naturales y sus enfoques han abordado la definición,
explicación y entendimiento del clima a través de la conceptualización del mismo
como los procesos y fenómenos cambiantes de la atmósfera y su interacción a
diversas escalas con el océano y el continente (Lozano, 2004). Sin embargo,
desde la perspectiva de las ciencias sociales, el clima es ante todo el resultado de
la forma en que los individuos perciben, se adaptan, se apropian y descifran los
eventos meteorológicos y climáticos que ocurren a su alrededor. Por lo tanto, el
concepto de clima es una construcción cultural que se elabora a partir de procesos
materiales y simbólicos, y que denota aspectos culturales, espaciales e históricos
(Mariño, 2011).
Teniendo en cuenta esto, es necesario mencionar que cada cultura tiene
sus propias concepciones, relaciones, discernimientos y percepciones sobre el
ambiente y sus territorios, y sobre la historia de los cambios del entorno, incluidos
los cambios ambientales como los climáticos que han ocurrido desde antes de la
aparición de la especie humana sobre el planeta (Heyd, 2011). Situándonos en
este contexto, no es ajena la adaptación a tales cambios ambientales para las
distintas sociedades, ya que las diferentes formas de percibir, concebir,
comprender y actuar frente al tiempo meteorológico y a los fenómenos climáticos
han permitido la transformación y la conservación de las prácticas sociales de
manejo ambiental y productivo a través del tiempo.
Sin embargo, se ha determinado que el impacto de los períodos extremos
de variabilidad climática y del CC en las diferentes comunidades humanas no ha
sido homogéneo ni equilibrado, dado que existen grupos y sectores con mayor o
menor grado de vulnerabilidad (Ulloa et al., 2008). Así, por ejemplo, en América
Latina es evidente que la intensidad y ocurrencia de eventos climáticos extremos y
catastróficos afectan de manera más drástica a territorios rurales los cuales son
ocupados en su mayoría por población campesina, afrodescendiente e indígena.
9
En este contexto, en los últimos diez años alrededor del mundo han
aumentado paulatinamente las diferentes investigaciones sobre los diversos
niveles de conocimiento y percepciones humanas de las dinámicas climáticas y el
cambio, dado que el reconocimiento de los saberes, las creencias y las prácticas
que tienen las comunidades en relación a estos factores aportan no solo a llenar
vacíos en la información científica sino que disponen el camino para el diseño de
diferentes medidas de mitigación y adaptación al clima cambiante que sean
posibles y viables desde el punto de vista cultural (Correa, 2011).
En Colombia, los estudios acerca de la relación clima-cultura en torno a los
conocimientos, percepciones y estrategias de adaptación en lo local son recientes,
y se han enfocado hacia las comunidades indígenas (Correa, 2011; Killeen &
Solórzano, 2008; Puenayán, 2011; Ramos et al., 2011) y campesinas de
ecosistemas de alta montaña y páramos (De los Ríos & Almeida, 2011; Prieto,
2011, Forero, 2013). Respecto al tema de las percepciones urbanas sobre cambio
climático, el estudio publicado por Figueroa y Sabogal (2010) aborda el contexto
de percepciones, conocimientos y actitudes entre los habitantes de Bogotá.
El presente documento contiene los elementos propios de este proyecto de
investigación que propende por identificar las percepciones y las dinámicas de
adaptación ante los eventos de variabilidad climática y las estrategias de
mitigación por parte de los habitantes en la vereda Chorrillos de la Localidad de
Suba en Bogotá frente al cambio climático como fenómeno visible en una
comunidad de carácter rururbano [RU], lo cual constituye un elemento muy
interesante, ya que según Claval (1980) en estos sectores el campo subsiste y los
paisajes guardan a menudo el encanto de lo rural, pero las formas de vida son
predominantemente urbanas: nos encontramos pues, en la ciudad dispersa dentro
del medio RU, que cada vez se interpone más a menudo entre los centros urbanos
10
y las zonas acusadamente rurales, lo cual constituye una categoría de paisaje y
uso de suelo disímil a una netamente rural como es el enfoque de la mayoría de
los estudios culturales-climáticos locales.
Se trata específicamente del estudio de las percepciones y formas
adaptación y mitigación al cambio del clima evidenciado por los habitantes de una
zona ubicada al noroccidente del área metropolitana de Bogotá, región que ha
experimentado importantes transformaciones territoriales durante las últimas
décadas y constituye un punto de vista fundamental para la creación de medidas
claras y políticas de mitigación basadas en el conocimiento local de las
experiencias reales de cambio climático experimentadas en la Región
Metropolitana de Bogotá.
Así las cosas, el conocimiento sobre un fenómeno global, a saber, el CC, y
la percepción de este por parte de una comunidad muy particular, son elementos
contituyentes de la generación de nuevo conocimiento. En su formulación
interrogativa el problema de investigación corresponde a la pregunta: ¿Qué
percepción detentan y qué estrategias de adaptación y mitigación realizan los
habitantes de la vereda Chorrillos de la Localidad de Suba en Bogotá, frente al
cambio climático como fenómeno visible en su comunidad de carácter rururbano?
2. JUSTIFICACIÓN
«Los cambios precipitados que comenzaron en la mitad del siglo XX, personificados por el desarrollo de la computadora, la energía atómica y la
televisión, están en una clase diferente de aquéllos ocasionados por la invención de la máquina a vapor a finales del siglo dieciocho, o de la imprenta
durante el Renacimiento. Los únicos cambios que se comparan con aquéllos de nuestro tiempo son los que marcaron el nacimiento de la civilización entre el
sexto y el tercer milenio (...). No ha habido una gran crisis de igual importancia desde fines de la edad Neolítica hasta la mitad del siglo XX» (Garaudy, 1975, p.
11)1.
El Cambio Climático [CC] por sus efectos y alcance en las instancias
actuales provocados por los acontecimientos de la presencia de la humanidad en
su constante transformación, demuestra que los recursos no son infinitos, y que el
crecimiento de manera indefinida hacia el futuro no es posible (Boff, 2002, p. 14).
De igual manera, que las transformaciones provocadas por el “modelo de
civilización” construido por la humanidad, al sobreponerse en extremo para exigir y
requerir de la naturaleza recursos extralimitados para el consumo, desestructura
ecosistemas completos en desmedro de las condiciones mínimas para la
subsistencia, por lo cual se sobrepasa la frontera hacia la desaparición de muchas
especies, y muy posible, como consecuencia de este fenómeno, se ve afectada la
vida humana y las alternativas de vida en el planeta Tierra (Boff, 2002, p. 17).
1 Original en Inglés: “The sudden changes which began in the middle of the twentieth
century, epitomized by development of the computer, atomic energy and television, are in a different class from those occasioned by invention of the steam engine in the late eighteenth century, or of the printing press during the Renaissance. The only changes that compare with those of our time are marked by the birth of civilization between the sixth and the third millennia (...). There has not been a growth crisis of equal importance from the end of the Neolithic age to the mid-twentieth century” (Garaudy, 1975, p. 11).
12
El conocimiento como “poder” culmina con el sometimiento de todo aquello
que está por debajo de la humanidad instaurada en la cumbre de la jerarquía de la
naturaleza. Este fenómeno, de acuerdo con las críticas a la Modernidad, muestra
el carácter “antropocéntrico” de la condición del mundo y las relaciones con la
naturaleza (Boff, 2000, p. 200), y a la “razón” como un mero “instrumento”
(Horkheimer, 1973: 7). Desde esta perspectiva, deviene la destrucción de todo
aquello que está debajo de los seres humanos, ya que ello no tiene su mismo
valor racional instaurado como grandes controladores del medio en el que están
inmersos.
Desde el mismo título de la Resolución 43/53 de la Organización de las
Naciones Unidas [ONU] del 6 de diciembre de 1988, la protección del clima a
escala mundial resguarda las generaciones presentes y futuras de la humanidad,
por lo tanto, los asuntos derivados del CC no se reservan para grupos especiales
de población en circunstancias particulares, sino que al abarcar a toda la
humanidad, la ONU llama de urgencia a todas las instituciones gubernamentales o
no, intergubernamentales, y a la comunidad científica, para que se tome el tema
como asunto prioritario, se emprendan las respectivas medidas para la
cooperación en la acción e investigación que facilite la comprensión del fenómeno,
además de las respuestas que aboguen por la protección del clima a nivel global,
sin descuidar aspectos regionales y tiempos específicos (United Nations [UN],
1988, n. 6).
Y es precisamente en este contexto en el que un trabajo de investigación
como el que se presenta para el estudio sobre el fenómeno del CC y las
respuestas que una comunidad localizada realiza para su adaptación y mitigación,
contribuye desde el punto de vista de la naturaleza del problema, para la
visibilización de lo acaecido en el lugar de estudio con la consolidación de datos
reportados por las estaciones meteorológicas sobre los cambios ocurridos en los
13
últimos tiempos. Esta primera fase se detiene en el “aspecto objetivo” de la
investigación, esto es, en la consolidación de datos para señalar los cambios en el
clima en el lugar en el que se focaliza y contextualiza la investigación, logrando
tener a partir de los resultados datos que aportan al conocimiento para que con el
debido interés puedan ser utilizados por instituciones u organizaciones en la toma
de decisiones.
Ahora bien, desde el punto de vista “subjetivo” el proyecto en la
averiguación por las percepciones de quienes habitan la región, desarrolla una
segunda fase de investigación a partir de perspectivas vivenciales, dado que la
“percepción” permite que la persona se enfrente a un objeto de manera inmediata,
o partiendo de vivencias anteriores (Ferrater-Mora, 1965, p. 393). Lo “vivencial” de
las percepciones específicas de los informantes sobre su manera de habérselas
con la realidad del CC, aportan datos de carácter singular que son valiosos como
conocimiento de una realidad particular.
Así las cosas, en el desarrollo de esta fase se enfrenta a quienes participan
en el proyecto para que se cuestionen por el CC, y que sus respuestas y datos
aportados sean tomados en dos direcciones. A saber, por la vía deductiva puesto
que los instrumentos empleados contienen categorías iniciales orientadoras [CIO]
para la indagación, y de otra parte, de manera inductiva o emergente a partir de la
información aportada y analizada cualitativamente con las correspondientes
técnicas, se permite tener nuevo conocimiento que sin más es característico del
contexto situado en la vereda Chorrillos de la Localidad de Suba en Bogotá.
Desde el punto de vista metodológico, a través del desarrollo de la
investigación de acuerdo con Cisterna (2005) se tiene una categorización a priori
(inicial o deductiva) que se amplía en el marco de referencia del proyecto y
funciona para orientar la recolección de los datos, empero, se da preponderancia
14
al análisis y categorización emergente (o inductiva) para alcanzar una “teoría”
soportada en los datos (Glaser & Strauss, 1967). En pocas palabras, se utilizan
marcos teóricos preliminares, pero a la vez se permite explorar nuevos
conocimientos con las voces de quienes participan en la investigación, momento
en el cual los hallazgos aportan al conocimiento sobre la percepción de una
comunidad con características específicas de tipo rururbano [RU], frente a la
problemática del CC.
En la investigación cualitativa los conceptos logrados son el punto de
llegada, y es precisamente lo que se resalta para que de la recolección de la
información se tengan datos cuyo aporte respalde -fundamente- los hallazgos
(Glaser & Strauss, 1967, p. 3). Dicho esto, la presente investigación aporta una
teoría focalizada contextualmente en un espacio rururbano [RU] sobre la
percepción del CC y las estrategias de adaptación y mitigación por parte de
quienes habitan en la vereda Chorrillos de la Localidad de Suba en Bogotá.
El alcance de los resultados logrados por la investigación se ve reflejado en
distintos niveles. Destacable, los aportes del presente proyecto a la comunidad en
la cual se adelantó el trabajo, toda vez que el método etnográfico tiene por
característica el ser dialógico para que las conclusiones y los datos se puedan
comentar con las mismas personas participantes en el estudio (Angrosino, 2012,
p. 36). En este sentido se contribuye específicamente para que puedan ser
tomadas acciones pertinentes frente al CC por parte de la comunidad como la
directamente afectada e interesada, y por las instituciones u organizaciones cuya
competencia sobre el CC está de su razón de ser.
Los conocimientos locales relacionados con el clima y la predicción se
están teniendo en cuenta en la actualidad, están siendo reconsiderados y están
15
entrando a dialogar con el conocimiento científico. En esta perspectiva, los
trabajos antropológicos con enfoques de naturaleza etnográfica como este,
realizados en lugares específicos cobran importancia en el entendimiento de
fenómenos climáticos globales y sus efectos locales, caso específico de los
fenómenos del Niño y la Niña.
Se da paso, entonces, a estudios que analizan las percepciones, las
respuestas de las poblaciones a los cambios del clima y las propuestas y
dinámicas locales de manejo ambiental, partiendo de nociones de riesgo y
vulnerabilidad, articuladas al uso de tecnologías, debido a que las nociones y
categorías de riesgo e incertidumbre frente al clima se vuelven claves en los
análisis antropológicos (Ulloa, 2014). Finalmente, es clave destacar la importancia
de la realización de una investigación como la planteada, pues la perspectiva
antropológica, se considera vital para ser incluida en las políticas sociales y
ambientales, ya que da cuenta de la interrelación entre clima, derechos y justicia
climática (Peterson & Broad, 2009, Crate & Nuttall, 2009a, 2009b).
En este sentido, es importante también mencionar que un territorio como el
estudiado posee una coyuntura de espacios y poblaciones diferentes que se
interrelacionan e interactúan de una manera especial por tratarse de un espacio
con dinámicas únicas y muy particulares; este es el Rururbano. Autores como
Cardona (1993), Lavell (1996); entre otros, trabajan la temática de los riesgos
naturales y tecnológicos en el espacio RU, aportando conceptos de interés como
vulnerabilidad, riesgo y amenaza, considerando fundamental la indagación del
conocimiento local de las comnunidades rururbanas frente a estos aspectos, ya
que se encuentran sometidas a la expansión urbana como la amenaza más fuerte
sobre el sentido de arraigo y de pertenencia de sus residentes, actores realmente
vulnerables frente a esta presión.
16
3. OBJETIVOS
A continuación se presentan los objetivos general y específicos de la propuesta de
investigación2.
3.1 OBJETIVO GENERAL
Identificar las percepciones sobre cambio climático y las estrategias de adaptación
y mitigación por parte de habitantes en la vereda Chorrillos de la localidad de Suba
en Bogotá.
3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Analizar las principales variables del cambio del clima en el sector vereda
Chorrillos de la Localidad de Suba de Bogotá durante los últimos diez (10) años.
2. Reconocer las percepciones sobre cambio climático por parte de habitantes del
sector vereda Chorrillos de la Localidad de Suba de Bogotá.
2 La matriz para la evaluación de la coherencia de los mismos con el problema de
investigación, las categorías-subcategorías iniciales orientadoras, el marco de referencia y la metodología para la recolección y análisis de los datos, se encuentra en el Anexo 1.
18
3. Determinar las estrategias de adaptación y mitigación frente al cambio climático
aplicadas por los habitantes de la vereda Chorrillos de la Localidad de Suba en
Bogotá.
4. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
“Uno de los elementos en el que coinciden los diversos estudios (...) es que la
preocupación general existente entre los ciudadanos por el cambio climático es alta”
(Oltra, et al, 2009, p. 5).
La indagación por los antecedentes de la presente investigación se
desarrolló teniendo en cuenta, en primer lugar los estudios en relación con la
percepción de Cambio Climático [CC] a nivel internacional, nacional y regional. Se
hace referencia igualmente a las investigaciones realizadas para indagar sobre las
respuestas frente al CC como lo son las estrategias de adaptación y mitigación en
América Latina, y se nombran los diferentes proyectos llevados a cabo en
Colombia y en Bogotá.
4.1 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA PERCEPCIÓN DEL
CAMBIO CLIMÁTICO
La presentación de los antecedentes sobre investigaciones acerca de la
percepción del CC se inició por la referencia a investigaciones que dan cuenta en
el ámbito global; posteriormente se presentan diferentes estudios de percepción
en América Latina; asimismo, algunos referentes de estudios preceptivos del CC
para Colombia y para Bogotá-Región.
20
4.1.1 Estudios globales sobre la percepción del cambio climático
El CC poco a poco se ha transformado en una amenaza gradual tanto para
las sociedades menos desarrolladas como para las sociedades industriales
avanzadas. Los esfuerzos destinados a comprender con mayor precisión cómo
está cambiando el clima, así como los impactos de estos cambios en los sistemas
naturales y sociales se han multiplicado. También lo ha hecho la búsqueda de
soluciones de mitigación y adaptación, de orden tecnológico, social, económico y
medioambiental. Desde las ciencias sociales, las respuestas individuales e
institucionales en el mundo entero frente al CC han recibido una especial atención.
Cuestiones como las fuerzas socioeconómicas que dirigen el CC han sido
identificadas y analizadas por la investigación socioeconómica (Oltra et al., 2009).
Autores como Malone y Reyner (2001) han estimado dos tipos de
acercamientos en los estudios sociales del CC, a saber, una buena parte de la
investigación se determina por estudios globales descriptivos, dirigidos a analizar
las fuerzas subyacentes al cambio ambiental así como los factores de adaptación
y vulnerabilidad y los impactos sociales del CC (Pardo, 2007).
En otro plano se encuentran los análisis interpretativos sobre la dimensión
social y humana del CC. Los autores Dietz, Ostrom & Stern (2003) estudiaron las
perspectivas meso-sociales centradas en la resiliencia social. El autor Nisbet en
(1970) ha investigado el aprendizaje social en su libro “Social Change and history”;
Berkhout, Hertin y Gann (2004) proponen un estudio desde las respuestas
organizativas al CC, y Adger (2003) propone una mirada desde el capital social y
su influencia en el CC. Así mismo, aspectos como perspectivas micro-sociales
dirigidas a la comprensión de los valores, creencias, percepciones y normas sobre
el CC han intentado explorar la dimensión social humana como un todo. Esta
21
investigación aporta al conocimiento de estos aspectos, teniendo en cuenta que la
integración de las distintas perspectivas logra complementarse, permitiendo una
mejor comprensión de la capacidad adaptativa de las sociedades a los retos
ecológicos (Oltra et al., 2009).
Oltra et al., 2009, hace una compilación muy interesante de los
antecedentes frente a los estudios de la percepción del cambio climático en el
mundo, sustenta que el estudio de la percepción pública del CC se ha desarrollado
significativamente en los últimos años por autores como Immerwahr, 1999; Bord,
Fisher y O’Connor, 1998, Brechin, 2003, Leiserowitz, 2006, quienes concluyen que
los hallazgos de las diferentes investigaciones sobre percepción no son siempre
consistentes ya que el CC es un fenómeno complejo e incierto, difícil de relacionar
con la vida cotidiana para los individuos.
Oltra (2009) en su estudio argumenta que Lorenzoni y Pidgeon (2006)
establecieron algunas tendencias constantes en los distintos contextos estudiados,
como lo son: (i) Existencia de una alta preocupación por los problemas
medioambientales y el CC. Sin embargo, el CC es considerado menos importante
que otros problemas personales y sociales. (ii) Conocimiento limitado de las
causas y soluciones al CC. (iii) Percepción negativa y amenazante del CC, aunque
permanece como un riesgo psicológico, temporal y espacialmente distante. (iv)
Reconocimiento de los riesgos del CC, aunque cierta ambivalencia sobre el
potencial de catástrofe. (v) Existencia de un deseo de actuar frente a los riesgos
percibidos del CC, a través de medidas definidas y limitadas. y (vi) Adscripción de
la responsabilidad de mitigar el CC mayoritariamente al gobierno.
Diversos estudios internacionales en la temática coinciden en que la
preocupación general existente entre los ciudadanos y habitantes de zonas
vulnerables por el CC es alta (Oltra et al., 2009). De esta manera, las encuestas y
22
entrevistas realizadas durante los últimos años en diversos países muestran que
el grado de preocupación por el CC entre las poblaciones es elevado, aunque esta
preocupación es siempre menor que la existente en referencia a otros problemas
(Dunlap et al, 1993; Bord et al, 1998; Immerwahr, 1999; Brechin, 2003; Norton &
Leaman, 2004). Recientemente, Leiserowitz (2006) concluye que los ciudadanos
estadounidenses, a pesar de su alta preocupación, no perciben el CC como un
reto urgente que pueda implicar cambios en sus prioridades y hábitos de
consumo, sino como un problema que puede ser resuelto por otros actores.
El CC y la comprensión del mismo han sido analizados por diversos autores
(Kempton, 1997; Bord, et al., 1998). Estos argumentan que las personas aplican
diferentes modelos culturales que tradicionalmente han aplicado a otros problemas
medioambientales como la polución o la destrucción de la capa de ozono. De
acuerdo con esto, la gente considera el CC como una forma más de
contaminación, o bien, lo identifica con la destrucción de la capa de ozono, lo que
conduce a inferencias equivocadas sobre, por ejemplo, los efectos posibles del CC
sobre la salud (Oltra et al., 2009).
Stoll-Kleeman (2001) puso de manifiesto las dificultades de comprensión
que el CC genera en el público general debido a la naturaleza del problema. Junto
al grado de conocimiento público, otro aspecto investigado de las actitudes de los
individuos ante el CC es el sentimiento de incapacidad personal para lograr una
mitigación efectiva del calentamiento global.
Immerwahr, 1999; Norton & Leaman, 2004, entre otros autores, sustentan
que la percepción de que el CC es un problema sin solución en cuyo origen están
aspectos muy generales como la codicia humana se traduce en sentimientos de
falta de eficacia de la acción personal (Oltra et al., 2009). La conjunción de alta
preocupación con bajo conocimiento y percepción de eficacia personal puede
23
conducir a cierta frustración y desinterés en el ciudadano (Immerwhar, 1999). Los
individuos optarían entonces por estrategias discursivas para negar la
discrepancia (Stoll-Kleeman, et. al., 2001). Las más significativas serían: (i) los
costes en la calidad de vida de los individuos; (ii) las acciones proambientales; (iii)
la desconfianza en la acción del gobierno; (iv) desconfianza en la acción de los
otros ciudadanos; o, (v) la creencia en que la solución solo puede ser tecnológica.
La percepción de eficacia personal juega un papel determinante en las
creencias y normas que conducen a la acción proambiental (Stern, 2000). En la
percepción del CC, el grado de eficacia personal y responsabilidad ha sido
considerado un factor influyente en la preocupación individual por el CC (Kellstedt
et al., 2008). Según estos autores, el sentimiento de eficacia personal y
responsabilidad frente al CC estaría asociado positivamente al grado de
adscripción del individuo al Nuevo Paradigma Ecológico y a la confianza general
en la ciencia (Oltra et al., 2009).
Una nutrida tradición en el marco de los estudios etnográficos sobre la
cultura científica y la comprensión pública de la ciencia (Wynne, 2003; Irwin y
Wynne, 2001; Irwin y Michael, 2001) ha elegido la problemática ambiental como
uno de los tópicos significativos en esa tradición (por ejemplo, Wynne, 2003;
Ungar, 2000; Bulkeley, 2000; Young y Matthews, 2007; Blok, Jensen y Kaltoft,
2008). En este marco, los temas más frecuentes para los estudios etnográficos
fueron los de la comprensión popular de los fenómenos de contaminación y su
conexión con el CC, las representaciones sociales en la sociedad sobre la
contaminación ambiental, la relación entre pobladores y expertos, la percepción
del riesgo por parte del público y la asignación de confianza a distintas categorías
de expertos, la constitución de alianzas entre distintas facciones de un conflicto
ambiental y el conocimiento local a la comprensión de los fenómenos ambientales.
24
En Colombia hace falta enfatizar en el conocimiento local referente al CC,
por lo cual la presente investigación, tal como se desarrolla en otros países, se
enfocará en dicho conocimiento para ser empleado como herramienta que
fortalecerá los procesos de desarrollo local frente a este factor de riesgo.
4.1.2 Diferentes estudios de percepción de cambio climático en América
Latina
En Costa Rica, Delgado, Greenheck y Martínez (2009) sistematizaron las
percepciones y saberes locales de una comunidad campesina de ese país,
principalmente en cuanto a su visión del estado actual del clima, sus cambios y las
expectativas para el futuro de la actividad cafetera. Se realizaron entrevistas en
profundidad para indagar su percepción frente a estos tópicos. Las entrevistas se
desarrollaron en treinta y nueve (39) fincas cafetaleras del cantón de Puriscal,
Costa Rica. El estudio tomó elementos de los procedimientos y técnicas de
enfoques cualitativos como grounded theory y también de sistematización de
experiencias. Los temas abordados fueron enfocados hacia tres tópicos: estado
actual del clima y futuro de la actividad cafetera; opiniones sobre la caficultura
orgánica, y expectativas y necesidades de capacitación. A pesar de que el mayor
número de enunciados sugiere una actitud pesimista frente a la crisis de esta
actividad debido al cambio del clima, casi la mitad de ellos denotan una actitud
optimista frente a esta actividad. Esta investigación aunque indaga sobre el tema
climático, se enfoca más en la perspectiva y visión actual que tienen los habitantes
de la comunidad sobre la actividad cafetalera, su futuro y sus expectativas frente a
la misma.
Nordgren (2011) sustenta que en caso particular de Bolivia las
comunidades objeto de estudio frente a su percepción relacionada con el clima,
25
perciben un descenso en la temperatura. Esta diferencia en la percepción del
clima indica que estas tendencias diferentes pueden estar reflejando un alto nivel
de variabilidad climática regional (Nordgren, 2011). Olga Yana (2008) analiza las
percepciones de las mujeres indígenas en Bolivia, menciona que estas mujeres
han detectado que la región existe la sensación de que la humedad del suelo es
menor por causa de los cambios en las lluvias y una mayor temperatura en el aire.
Pérez (2007) analiza la percepción de las comunidades indígenas de
Guatemala frente al CC. En esta investigación se encontró que dichas
comunidades perciben diferentes tipos de manifestaciones del CC, pero el mayor
impacto se evidencia en los suelos, lo que significa según ellos, que hay menos
disponibilidad de agua para los cultivos y la vegetación nativa, lo que afecta
también el ganado.
En Bolivia, Ecuador y Perú, Pérez (et al. 2010), relatan cómo el CC afecta a
la agricultura a través de la pérdida de glaciares, cambios en las poblaciones de la
hidrología, suelos y plagas y enfermedades. Esto ha concebido un cambio en
factores económicos, sociales y culturales que también afectan los modos de vida
indígena (Nordgren, 2011; Ulloa, 2011;; García et al. 2011; Tupaz et al. 2011;
Sierra, 2011; Echeverry, 2009; Ulloa, 2008; Camarasa, 1994; De los Ríos et al.
2011; Pérez, 2007; Viella, 1997; Puenayán, 2011; Pérez et al. 2010). Por otro lado,
Donato (2007) menciona que los impactos negativos del CC se combinan con la
explotación de los recursos naturales (madera, oro, coca, pesca comercial) y el
conflicto armado, creando mayor vulnerabilidad a las comunidades locales y en
especial a las mujeres. (Forero, 2013).
EL hallazgo más común en las diferentes investigaciones, es el cambio en
las variables climáticas como lo son el régimen de las precipitaciones y aumento
de la temperatura, sin embargo, algunas comunidades han visto una alteración de
26
los ciclos climáticos, los cuales han cambiado tanto en su intensidad, duración y
los meses en que acontecen (Nordgren, 2011; Treulen, 2008; Correa, 2011;
Echeverry, 2009; García et al. 2011; De los Ríos et al. 2011). Treulen, 2008 y De
los Rios et., al., 2011) formulan que estas alteraciones del clima van en contra de
sus tradicionales formas de vida, lo que genera desequilibrios a nivel de
organización familiar y social, en especial en comunidades indígenas de los
andes, Amazonia, Macizo Colombiano, y comunidades campesinas; a nivel
familiar debido a que por los altos niveles de pobreza, deben emigrar a la ciudad
en busca de mejores condiciones de vida (Treulen, 2008; De los Ríos et al. 2011),
y a nivel social cambia el rol de cada persona en la comunidad, principalmente
sobre las personas dedicadas a la horticultura, pesca y caza en especial en la
Amazonía (Echeverry, 2009 y García et al. 2011; Pérez et al. 2010).
4.1.3 Referentes de estudios perceptivos del cambio climático para Colombia
En Colombia, Ulloa (2014) retoma discusiones previas realizadas por la
autora en diferentes publicaciones llevadas a cabo en los años 2009, 2010, 2011 y
2013 sobre la relación entre pobladores locales y clima, en donde argumenta que
las perspectivas culturales y los conocimientos locales son básicos en las
discusiones contemporáneas sobre el clima. En dicha investigación hace
referencia a la relación diversidad cultural y variabilidad climática desde la
perspectiva antropológica, destacando la importancia de la diversidad de
percepciones, representaciones y conocimientos sobre el clima, además se
destacan los procesos de conocer la variabilidad climática a través de indicadores,
que permiten predicciones locales sobre el tiempo atmosférico y el clima,
finalmente, Ulloa presenta algunas reflexiones que reclaman la necesidad de
continuar investigando sobre los conocimientos locales, y la relación clima y
27
diversidad cultural, marco en el que se fundamenta la realización de esta
investigación.
Ulloa, (2014) destaca los trabajos colombianos que ahondan sobre los
conocimientos locales de los fenómenos atmosféricos y el clima, que han
permitido a los pobladores locales manejarlos de acuerdo con procesos adquiridos
a través de generaciones.
Ulloa (2014) aporta discusiones acerca de las transformaciones
ambientales, incluidas las climáticas, y su existencia histórica en los pueblos
indígenas, al igual que en otras sociedades, así como sobre la generación de
diferentes estrategias para afrontarlas.
En Colombia, se han realizado estudios antropológicos que han dado
cuenta de las cosmovisiones indígenas y su relación con ciclos lunares,
movimientos planetarios, posiciones de las estrellas, o el tiempo y los ciclos
anuales ligados a cambios climáticos estacionales (Arias de Greiff y Reichel, 1987;
Pardo, 1987; Ortiz, 1987; Correa, 1987). Asimismo, hay trabajos que han indagado
por las concepciones locales y la perspectiva desde la interpretación y coautoría
de los mismos indígenas sobre los significados del agua y el arco iris, por ejemplo
entre los guambianos (Dagua y Vasco, 1999 en: Ulloa 2014). Sin embargo, solo a
partir del siglo XXI se ha dado un inicio a los estudios sobre clima y tiempo
atmosférico que dan cuenta de los conocimientos locales son numerosos. (Ulloa
2011, Ulloa y Prieto 2011). Catherine Ramos, Ana Delia Tenorio y Fabio Muñoz
Yule (2011) realizaron investigaciones para estudiar la perspectiva indígena y las
concepciones de los nasas con relación a los cambios climáticos y los calendarios
agrícolas. Diego Tupaz y Niven Guzmán (2011) presentan las concepciones pasto
sobre el tiempo ancestral y el tiempo climático según la tradición del mundo pasto.
Henao y Farekatde (2013) presentan prácticas y actividades vinculadas con
fenómenos atmosféricos o con ciclos climáticos. Al igual que estrategias que les
28
han permitido a pueblos indígenas amazónicos continuar con su tradiciones y
manejo del entorno. También se encuentran, investigaciones de mujeres
indígenas y CC en las cuales presentan los efectos diferenciados para hombres y
mujeres de las políticas de CC y de los cambios ambientales (Uriana 2008,
Zalabata 2008)
Ulloa (2014), destaca los trabajos de Zonia Puenayán (2011, 2013) quien
analiza los efectos del CC en la agricultura y las cosmovisiones del pueblo Pasto
asociadas al clima. Asimismo, presenta a descripción de las principales
características que conciben los indígenas de Pasto de su territorio, analizando su
conocimiento y el de los taitas y mamas mayores de sus pueblos, para plantear los
conceptos ancestrales propios acerca de cómo se ha pensado y se piensa el
tiempo histórico y clima actual.
Por otro lado, se percibe el tiempo en relación con el estado actual del
entorno natural del territorio asociado a la ley natural, la complementariedad y la
reciprocidad de la relación del ser humano y su entorno natural. Esto hace
referencia a que en la comunidad se percibe el tiempo bueno y el tiempo malo, y
esto depende en parte de las actuaciones positivas o negativas del indígena con
su ambiente natural y con la comunidad. Se dice que cuando hay mal tiempo hay
un castigo por parte de los espíritus del territorio. Entonces, como forma de
enmendar los errores, se practican los rituales y se hacen oraciones a los
espíritus” (Puenayán, 2013: 287-288).
Sierra (2011) presenta en su investigación cómo entre los pueblos kággaba,
u‟wa y misak las relaciones con el clima se dan primordialmente en torno a las
lluvias, el arco iris y el trueno, como parte de las complejas relaciones con el agua
y la cosmovisión de cada pueblo. Estos fenómenos se ven afectados por el CC y
29
tienen repercusiones en las prácticas culturales asociadas a nociones de territorio
(Ulloa, 2014).
Rodríguez, Pabón, Bernal y Martínez (2010) presentan los conocimientos
de los pueblos indígenas del Amazonas y su relación con el clima y los fenómenos
asociados. En particular resaltan las concepciones que tienen que ver con eventos
catastróficos, destacando como la memoria colectiva centrada en la mitología
indígena y dan cuenta de la formación del paisaje y los fenómenos climáticos
asociados.
Actualmente, también ha existido un interés por dar inicio a investigaciones
entre afro-descendientes, es el caso de Tocancipa-Falla, Rosero y Restrepo
(2011) quienes exploraron la percepción, religiosidad y conocimiento local sobre
su entorno, al igual que la relación con la variabilidad climática y fenómenos
extremos como inundaciones o tsunamis en la Costa Pacífica caucana en
Colombia, ellos plantean: “Algunos pescadores llevan brújula, otros simplemente
se guían por el conocimiento obtenido de sus ancestros, enriquecido a través de la
observación de las distintas manifestaciones de la naturaleza en sus prácticas
cotidianas: las corrientes marinas suaves y fuertes, los vientos, la nubosidad, el
oleaje, el sonido del mar, el color de las nubes, el comportamiento del mar en la
bocana, y en la noche, la luna y las estrellas; en fin, todo un conjunto de
observaciones y detalles que permiten dirigir los mecanismos de navegación y de
pesca” (Tocancipa-Falla, Rosero y Restrepo, 2011:410).
Por otra parte, Correa (2011) estudia las relaciones espaciales y de uso de
la naturaleza entre los pobladores de Sapzurro, específicamente sobre los
espacios marinos costeros y sus conocimientos relacionados con la playa, el clima
y el mar. En estos espacios describe las relaciones de apropiación, usos, saberes
y creencias en torno a lo espacial, a partir de las actividades de hombres y
30
mujeres. Asimismo, analiza algunos conocimientos, creencias y prácticas que se
relacionan con el tiempo atmosférico y el clima y los factores climáticos en
Sapzurro, municipio de Acandí, Chocó, en el Darién, Caribe colombiano.
Asimismo, la autora plantea: “A partir de las formas de predicción y manejo de los
elementos climáticos y atmosféricos y de la relación entre estos y las personas, se
pueden encontrar percepciones de modificaciones en la pluviosidad, en las épocas
de lluvias y sequías, en la incidencia de tormentas y tifones marinos, así como
creencias asociadas a estos fenómenos. Tal es el caso del sereno, el cual, más
que ser leído como un fenómeno atmosférico, es visto como un factor que influye
en la salud, principalmente femenina” (Correa 2011. pp. 138, Ulloa, 2014).
En un trabajo posterior Correa (2012) analiza las prácticas de los isleños de
Providencia y Santa Catalina, allí analiza el clima y los ritmos cotidianos de los
isleños, y plantea: “En términos generales, los habitantes de Providencia y Santa
Catalina describen los ciclos climáticos anuales como divididos en una estación
seca y una lluviosa, que en términos locales son llamadas Dray Weda (Dry
Weather) y Rien Weda (Rain Weather). Los cambios en las dos estaciones son
evidenciados por los habitantes de las islas en las variaciones de los tonos de la
vegetación, que de acuerdo con las características del bosque seco, se torna café
en la ausencia de lluvias y reverdece con las primeras precipitaciones, cambiando
drásticamente el paisaje. Tanto los meses en los que se da cada estación, como
las transformaciones que de estas se derivan, son observados y descritos de
manera similar por los interlocutores” (Correa 2012, pp. 210-211).
También se han realizado diferentes trabajos específicos en zonas
campesinas, en los que se destaca el de Andrea Prieto (2011), quien examina los
efectos del CC, centrándose en las relaciones de los campesinos con el agua de
fusión glaciar en la cuenca del río Claro. Correa (2013) presenta la relación que
31
tienen los campesinos con el entorno y los conocimientos sobre el clima asociados
a sus prácticas agrícolas.
Pinilla, Rueda Pinzón y Sánchez (2012) revisaron las percepciones sobre
los fenómenos de variabilidad climática y CC entre campesinos del centro de
Santander, realizando una encuesta general entre los campesinos del sector
cacaotero y cafetero de este municipio. Encontraron que la variabilidad es un tema
muy reconocido ya que la gente entiende y argumenta los cambios en el clima
regional, sus causas e impactos. Sus resultados revelan algunas prácticas
culturales como estrategias de adaptación recientes al clima cambiante, sin
embargo, se evidenció que el CC como fenómeno es reconocido pero aún no tiene
mucha difusión y hay poco conocimiento sobre sus causas, consecuencias y
formas de mitigarlo, aun así, la gente del municipio lo percibe como una
problemática local, regional y global que potencialmente puede tener solución
mediante la acción colectiva. Esta investigación se realizó bajo un enfoque
puramente cuantitativo por medio de encuestas, lo que limita la exploración del
verdadero conocimiento local frente al CC, por el contrario esta investigación
pretende además de identificar si los pobladores rurales de Suba reconocen o no
el cambio del clima, lograr identificar y resaltar acciones de cambio, ajustes y
estrategias espontáneas de mitigación frente al mismo, dando relevancia a los
saberes locales -no medibles- pero válidos y verificables en sí mismos.
La mayor parte de las investigaciones sobre percepción de CC en el país se
han realizado en territorios con población indígena, afrodescendiente y campesina,
en los cuales los conocimientos locales de estas comunidades establecen
relaciones con las entidades relacionadas con el clima, culturalmente hay maneras
de realizar lecturas que indican su estabilidad o cambio (Ulloa, 2014), sin
embargo, esta investigación es novedosa, pues difiere claramente de dichos
estudios por tratarse de la indagación del conocimiento local de un territorio
32
rururbano [RU] perteneciente a la ciudad de Bogotá, lo que nos permitirá observar
percepciones distintas de la perspectiva de unas comunidades que poco o nada
tienen que ver con el entorno de una gran urbe como lo es la capital.
4.1.4 Enfoques metodológicos de los estudios perceptivos del Cambio
Climático para Colombia.
Resulta importante señalar que el análisis de las perspectivas
metodológicas en trabajos como el realizado por Retamal, Rojas y Parra en su
investigación titulada: “Percepción al cambio climático y a la gestión del agua:
aportes de las estrategias metodológicas cualitativas para su comprensión” (2011),
y en la indagación por los enfoques metodológicos que hacen Forero, Hernández
y Zafra (2014) para la revisión de metodologías, herramientas y estrategias de
adaptación en comunidades locales, se listan perspectivas que se engloban bajo
los conceptos “cuantitativo”, “cualitativo” o “mixto”. Ahora bien, el estudio de las
estrategias para el respectivo análisis de los datos poco se tiene en cuenta y
resulta necesario para aclarar, en la presente investigación, pues puede darse el
caso de una investigación que proceda con una categorización por vía deductiva o
a priori (Cisterna, 2005) en la cual se toman las categorías del problema de
investigación y el marco teórico para analizarse de manera convencional con el
objetivo de cuantificar datos cualitativos que propenden por la generalización de
resultados estadísticos que se calculan a partir de dichas categorías (Bonilla &
Rodríguez, 1997, p. 134); mientras que se puede realizar el análisis con un
procedimiento de “categorización inductiva”, que “no tiene como fin reflejar la
teoría sino el marco de referencia cultural del grupo estudiado y constituye el
fundamento de la investigación etnográfica” (Bonilla & Rodríguez, 1997, p. 134).
33
Esta situación, manifiesta luego de la indagación bibliográfica por
antecedentes en la perspectiva metodológica para la presente investigación,
permite afirmar que estudios concentrados en elementos cuantitativos con la
medición de variables conllevan la imposición de marcos teóricos sobre los
informantes o encuestados, para de allí tener información numérica y porcentual
acerca de las percepciones de las personas basados en el criterio de quien
elabora el diseño e instrumentos para la recolección de los datos sobre CC. Este
enfoque se puede apreciar en investigaciones como las de Pinilla, Rueda, Pinzón
y Sánchez (2012) o Hidalgo & Pisano (2010).
De otra parte, también se pudo observar que trabajos cualitativos proceden con
categorías iniciales que de alguna manera son impuestas a los informantes, como
sucede en los trabajos realizados por Oltra et al (2013) o Forero (2013), asimismo
estudios “mixtos” tal como el desarrollado por Soares y Gutiérrez (2011).
En este tipo de investigaciones, específicamente en el espacio sobre
participantes en calidad de fuente para la recolección de la información, muchas
críticas y observaciones se hacen si no se tiene una “muestra” y se hacen cálculos
-cuantificaciones porcentuales- para determinar si la misma es o no “significativa”.
Frente a esta situación es importante recordar, epistemológicamente
hablando, que no resulta pertinente hacer yuxtaposiciones de una perspectiva de
investigación sobre la otra. Tal como se argumentó, la presente investigación se
adscribe a la perspectiva cualitativa de investigación, por lo cual se tiene en
cuenta lo que señalan Bonilla y Rodríguez al advertir: “[l]a cuantificación por la
cuantificación y no por el conocimiento de la realidad, así como el uso de
estadísticas cada vez más elaboradas y complejas, ejerce un verdadero hechizo
sobre un importante sector de científicos sociales que incluso sacrifican su
capacidad analítica” (1997, p. 33).
34
La sola expresión “muestra” trae a colación el componente numérico sobre su
“tamaño”, “su relación con un ‘universo’ y ‘población’, (...) sobre el cual se predica
‘representatividad’” (Cortés et al, 2012, p. 106). Pero si el “tamaño” no importa, no
hay afán de generalización, y en la perspectiva cualitativa de la investigación son
otros los criterios para determinar la “muestra”, (Hernández, Fernández y Baptista,
2010, p. 392), la denominación “muestreo cualitativo” traería los rezagos de una
perspectiva, por lo cual, “las lecturas desde el paradigma cuantitativo se podrían
yuxtaponer en el paradigma cualitativo de investigación” (Cortés et al, 2012, p.
106).
4.1.5 Estudios sobre percepción de cambio climático en Bogotá-Región
Ulloa, (2014), sustenta que las investigaciones sobre pobladores urbanos
son muy recientes, la investigación más destacada es la de la autora Andrea
Prieto (2011), quien analiza cómo las percepciones de los pobladores de las
ciudades sobre los fenómenos climáticos influyen en sus cuerpos y en sus
territorios, y presenta las acciones que desarrollan para contrarrestar los impactos
negativos que el CC climático les genera.
Es de vital importancia realizar más estudios como estos, ya que las
aproximaciones a los conocimientos locales relacionados con las estrategias de
manejo y predicción del clima son básicas para entender las dimensiones
culturales del clima. Es de vital importancia evidenciar la complejidad de los
saberes que pobladores locales, no solo indígenas, afrodescendientes y
campesinos, sino también urbanos tienen sobre el clima, debido a las aceleradas
transformaciones ambientales. (Ulloa, 2011, 2013, 2014).
35
Se han desarrollado pocos estudios de percepción del CC en relación a
diferentes factores, tales como la música, el territorio, la salud, el cuerpo, el
tiempo, la agricultura, los sueños, entre otros. Ulloa (2014) sugiere realizar más
estudios que den a conocer las intrincadas articulaciones de dichas concepciones
con estos factores, lo que permite planear estrategias de manejo de dicha
variabilidad.
En el marco del Plan Regional de Cambio Climático Región Bogotá
Cundinamarca [PRICC], se realizó el diseño e implementación de encuestas de
percepción relacionadas con los efectos en salud ocasionado por los factores de
riesgo asociados a efectos climáticos extremos y radiación ultravioleta en el
distrito. Los resultados de este estudio proporcionaron la percepción de los
Bogotanos acerca de la afectación en la salud por el CC, teniendo en cuenta que
según el Índice Global de Riesgo para Cambio Climático, Colombia fue el tercer
país más afectado por los eventos climáticos asociados al cambio y a la
variabilidad climática durante el año 2010, siendo sólo superado por Pakistán y
Guatemala, con 320 personas fallecidas y pérdidas económicas cercanas a los
8.000 millones de dólares (German-watch 2012). Según el Índice de Desarrollo
Humano Urbano (IDHU) las localidades con menor desarrollo son Ciudad Bolívar,
Bosa, Usme y Suba respectivamente. Sumado a esto, la casi inexistente
planificación urbana, que ha conllevado a un crecimiento desorganizado, empeora
las condiciones mencionadas anteriormente. En ese sentido, la alta informalidad
de la ciudad es caldo de cultivo para las urbanizaciones ilegales que se asientan
en lugares no aptos para la construcción. Todos estos factores hacen que buena
parte de la población se encuentre expuesta a la ocurrencia de desastres
naturales como inundaciones o fenómenos de remoción en masa, por lo cual se
hizo necesario conocer cuál es la percepción que tienen los habitantes de la
ciudad de Bogotá respecto a la variabilidad y CC en este estudio. Así mismo, se
desarrolló también la evaluación del impacto de la variabilidad y CC en la salud
36
humana en las localidades de Bogotá por medio de un estudio cuantitativo que
complementó el estudio de las percepciones de los ciudadanos.
En este sentido, es necesario realizar más estudios basados en la
percepción de los habitantes de Bogotá-Región frente al CC, no solo en la salud,
sino en los demás factores que puedan relacionarse a él, para que dicho
conocimiento de los locales sea tenido en cuenta en el desarrollo de estrategias
de adaptación y mitigación efectivas coherentes con las realidades de la capital
colombiana.
4.2 ANTECEDENTES SOBRE RESPUESTAS FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
Tanto las percepciones como las formas de adaptación vistas como
respuestas al CC, están determinadas por factores ligados a la cultura de cada
sociedad e igualmente por factores de tipo ambiental e institucional (Douglas,
1996; Ulloa, 2007). Las estrategias son actos conscientes y racionales por parte
de las personas, pero, al estar determinadas por el contexto en el cual se ubican,
las actuaciones son movimientos contenidos por los límites de las estructuras
socioeconómicas (Bonatti, 2007; Martín, 2010; De los Ríos et al., 2011). En este
caso, también la elección de las estrategias está condicionada por el contexto en
que viven los individuos, es parte de un tejido cultural y se relaciona con otras
estrategias locales de subsistencia (Bonatti, 2007; Ulloa, 2007; PNUD, 2007;
Martín, 2010; De los Ríos et al., 2011).
37
Los conocimientos ancestrales para enfrentar las alteraciones climáticas se
pueden observar, en general, en las zonas donde hay un mayor conocimiento y
aplicación de los saberes tradicionales (Ulloa, 2008; Echeverry, 2009; Puenayán,
2009; Pérez et al., 2010; Tocancipá et al., 2011; Nordgren, 2011; Pinilla et al.,
2012). Es importante aclarar que existen innumerables prácticas ancestrales y
estrategias de diversificación de riesgos climáticos que constituyen un
conocimiento estratégico que debe ser recuperado e incluido en los sistemas de
educación y en los planes nacionales de adaptación (Ulloa, 2009; Nordgren, 2011;
Treulen, 2008; Correa, 2011; Echeverry, 2009; García et al., 2011).
Desafortunadamente, muchos de estos saberes no son ampliamente manejados
por la población, muchos ya no se aplican por la incorporación de modelos de la
agricultura occidental, que han desplazado a los sistemas tradicionales o
indígenas de producción agrícola, como lo mostró Echeverry (2009), Pérez et al.
(2010), Donato (2007), por lo tanto hay que indagar y recuperar dichas estrategias
locales de adaptación que a su vez amortiguan y mitigan los cambios climáticos en
las comunidades que los viven.
4.2.1 Referentes de las Estrategias de Adaptación y mitigación en América
Latina
En las disímiles comunidades en las cuales se ha examinado el
conocimiento del CC, los conocimientos locales, las creencias y las percepciones
que se suscitan de una manera localizada, conciben prácticas mejradas y
adaptativas que en algunos casos podrían generar formas exitosas de superar los
impactos, sin embargo, también generan prácticas que pueden disminuir su
capacidad de adaptación, más si se tiene en cuenta que los impactos a los cuales
las comunidades o grupos sociales se están enfrentando son derivados no sólo
del CC sino de elementos sociales, políticos y económicos que ejercen fuertes
38
presiones sobre ellos. En este punto, surge la importancia y la necesidad del
trabajo conjunto entre la comunidad científica y comunidades locales, pues es un
tema relevante para que las comunidades indígenas y campesinas, logren
sobrevivir y se logren conservar los ecosistemas. (Forero, 2013).
Se han realizado diferentes investigaciones que dan cuenta de las
estrategias de adaptación y mitigación al cambio del clima, entre ellos, se
encuentran los estudios de Nordgren (2011), quien argumenta que en Bolivia los
agricultores se están viendo obligados a vender su ganado y plantar cultivos de
maduración más rápida debido a que las lluvias son cada vez menos frecuentes y
más variables.
Los campesinos de Ecuador, Perú y Bolivia están creando huertas flotantes para
proteger sus cultivos de las inundaciones (Pérez et al. 2007) En el Pacífico, las
comunidades están plantando manglares a lo largo de la costa para frenar las olas
provocadas por las tormentas tropicales (Tocancipá, et al., 2011).
Por otra parte, Torres et al. (2008), plantean que los sistemas
agroforestales como sistemas bióticos, de alguna manera mantienen una
arquitectura lo más cercana posible a la de un bosque original, generando mejores
condiciones para la sostenibilidad del sistema y su adaptación al cambio climático,
a través de las prácticas de manejo de la conservación del suelo, y contribuyendo
a la inserción de la producción en el mercado exportable. En Guatemala, en la
cuenca del Río Cuilco y en El Salvador, en la cuenca del Rio Jiboa, fueron
introducidas prácticas conservacionistas para asegurar una agricultura menos
vulnerable y más sostenible como, por ejemplo: la conservación de suelos con
barreras de pasto, piñas, rastrojo, arbustos y árboles; la reforestación, canales de
drenajes, terrazas y la diversificación de los sistemas del uso del suelo (Kohler,
2011).
39
En Paraguay, Borsy (2011), evidenció que la agricultura de la conservación
es una medida de adaptación al CC segura, puesto que está basada en el uso de
abonos verdes de invierno y verano, la rotación de cultivos, la labranza mínima y
siembra directa, no quemar, y la introducción de árboles en la finca.
En Colombia, una de las estrategias de adaptación más importante de los
pueblos indígenas del Cauca, es la realización de encuentros entre habitantes de
regiones vecinas, donde se intercambian semillas y alimentos, gracias a la reunión
de familias de diferentes regiones altitudinales lo que hace posible la disponibilidad
de variados productos alimenticios (Puenayán, 2011; Martín, 2010; García et al.,
2011). Expertos de las Naciones Unidas sostienen que ésta puede ser una de las
medidas de adaptación al CC clave para asegurar la seguridad alimentaria de las
comunidades rurales de los Andes colombianos y Latinoamericanos (IPCC, 2007).
4.2.2 Principales proyectos de Adaptación al Cambio Climático en Colombia.
Cardona (2009) referencia que en Colombia el primer proyecto de
adaptación al CC en Colombia se ejecutó entre 2000 y 2003, denominado
“Definición de la vulnerabilidad de los sistemas biogeofísicos y socioeconómicos
debido a un cambio en el nivel del mar en la zona costera colombiana (Caribe y
Pacífico) y medidas de adaptación”; fue también el primer proyecto en su tipo a
nivel mundial y lo ejecutó el INVEMAR en sociedad con la Universidad EAFIT, el
Instituto de Investigaciones Alexander von Humboldt, los Centros de Investigación
de la Armada (CCCP y CIOH) y el entonces Ministerio del Medio Ambiente. El
proyecto se financió con recursos del Programa Holandés de Asistencia para
Estudios en Cambio Climático (NCAP). Este proyecto después contó con una
segunda fase y con desarrollos posteriores que aún continúan (IPCC, 2007).
40
En la actualidad, en Colombia se ejecutan más de 40 proyectos de
adaptación al CC, en los cuales participan más de 100 instituciones. No obstante,
entre estas iniciativas cabe resaltar tres como las más importantes del país por
sus alcances y resultados y por el monto de los recursos comprometidos:
4.2.2.1 Proyecto Piloto Nacional de Adaptación al Cambio Climático (INAP)
Este proyecto se inició en julio de 2006 con un horizonte de 5 años y su
propósito es implementar medidas de adaptación útiles para las comunidades y
para la disminución de su vulnerabilidad presente y futura al CC. El IDEAM es el
coordinador técnico del proyecto, que cuenta con una financiación de 7.800.000
dólares estadounidenses provenientes principalmente del Fondo para el Medio
Ambiente Mundial (FMAM o GEF por sus siglas en inglés), a través del Banco
Mundial, más otros aportes del Instituto de Investigación Meteorológica del Japón
(MRI), el Instituto Internacional de Investigación para la Predicción Climática (IRI),
Conservación Internacional (CI), entre otros. La contrapartida nacional se estima
en un valor superior a los recursos internacionales. La ejecución administrativa y
financiera del proyecto corre por cuenta de Conservación Internacional Colombia.
El proyecto analizó cinco componentes, y alcanzó los siguientes resultados, a
saber:
- Componente A. Producción de información sobre cambio climático y variabilidad
climática para la toma de decisiones. Construcción de los escenarios de cambio
climático para Colombia. Responsable: IDEAM.
- Componente B. Reducción de la vulnerabilidad de los ecosistemas de alta
montaña. Responsable: IDEAM.
41
- Componentes C1 y C2. Diseño e implementación de un programa de adaptación
en las áreas insulares del Caribe Colombiano: insular y continental. Responsables:
Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina, (CORALINA) y el Instituto de Investigaciones
Marinas y Costeras "José Benito Vives de Andréis" (INVEMAR).
- Componente D. Respuestas a las enfermedades tropicales transmitidas por
vectores (malaria y dengue) inducidas por el cambio climático. Responsable:
Instituto Nacional de Salud (INS).
4.2.2.2 Programa Conjunto Integración de Ecosistemas y Adaptación al Cambio Climático en el Macizo Colombiano.
En este programa participan cuatro organismos de Colombia: el PNUD; el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO); y la Organización
Panamericana de la Salud /Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). El
programa cuenta con una financiación de 4 millones de dólares estadounidenses
para 3 años (2008 - 2011) provenientes de un fondo PNUD-España para el logro
de los ODM, recursos administrados en el proyecto por el PNUD. El programa
tiene tres orientaciones específicas: (i) transversalizar el CC en políticas
nacionales y apoyo a la formulación de éstas; (ii) mejorar la capacidad local de
adaptación; e (iii) implementar medidas piloto de adaptación. Este proyecto goza
de un alto reconocimiento entre los actores nacionales y conlleva acciones
importantes en cuanto al acompañamiento a la Política Hídrica Nacional, al
CONPES de CC, al análisis de la relación pobreza, ODM y CC, además de que
contribuye a tejer puentes y relaciones entre los diferentes actores.
42
4.2.2.3 Estrategia Regional de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático para Bogotá y Cundinamarca.
El objetivo de esta estrategia se basó en incrementar la resiliencia territorial
de la región Capital Bogotá-Cundinamarca a los impactos del CC y reducir las
emisiones de los gases efecto invernadero [GEI], así como definir e implementar
líneas estratégicas de acción y respectivos portafolios de proyectos de mitigación
y adaptación a la variabilidad y CC, que permitan impulsar opciones de desarrollo
social y económico frente a un clima cambiante. Las líneas estratégicas del
proyecto se basaron en Identificar e implementar medidas de mitigación al CC
adecuadas para la región Bogotá-Cundinamarca que permitieran reducir las
emisiones GEI calculadas para la región, así como identificar e implementar
medidas de adaptación al CC adecuadas para la región Bogotá-Cundinamarca
que permitieran reducir la vulnerabilidad identificada en la región. Estas líneas
estratégicas se están desarrollando actualmente por medio de la implementación
de diferentes proyectos que buscan fortalecer las capacidades técnicas de
diferentes asociaciones interinstitucionales interdisciplinarias y sustentar la toma
de decisiones a partir de la información científica, para enfrentar los retos del CC,
apoyando además el diseño y la implementación de medidas de mitigación y
adaptación en la Región de Bogotá y Cundinamarca (IDEAM, et. al., 2012).
5. MARCO DE REFERENCIA
En el presente marco de referencia, dado que en el proceso de
investigación se hace necesaria la fundamentación teórica y la delimitación de los
conceptos que orientan la recolección de los datos, el primer apartado en ello se
detiene. Por su parte, en vista de que los temas medioambientales y las
respuestas sociales e institucionales han devenido en la creación de normatividad
que vincula a los estados en general, y a las personas (jurídicas y naturales) en
particular, se realiza un marco jurídico pertinente con la percepción. Finalmente, al
desarrollarse la investigación en un determinado lugar, y al tratarse de las
percepciones sobre lo que sucede con el Cambio Climático [CC] y estrategias de
adaptación y mitigación situadas en una comunidad específica, la investigación
requiere de un marco contextual.
5.1 MARCO TEÓRICO - CONCEPTUAL
En el presente marco teórico - conceptual se explora la percepción vista
como la vivencia misma que experimentan los individuos y que da razón del
mundo que los rodea. Teniendo en cuenta ello, se aborda el tema “conocimiento
local”, tomando como referencia los conocimientos de la población en estudios
localizados. Por otra parte, se analiza la relación existente entre la diversidad
44
cultural de las poblaciones y la variabilidad del clima, teniendo en cuenta las
diferencias entre esta variabilidad y cambio climático.
Se analiza el cambio climático como un factor de riesgo sobre las comunidades y
finalmente se referencia el espacio rururbano como un lugar con características
específicas que se hace vulnerable ante el cambio del clima, no dejando de lado
las consecuentes acciones de adaptación y mitigación frente al mismo.
5.1.1 La percepción como vivencia
La “percepción” se entiende en la presente investigación como vivencia
intencional y sensible (a la manera como E. Husserl y su fenomenología
comprende la “percepción”) para aprehender un objeto real (Ferrater-Mora, 1965,
p. 391). También está presente en la “conciencia” como percepción interna de las
vivencias (Paredes, 2001, p. 94).
La “percepción” en general alude a la “aprehensión”, por lo que el acto de
percibir significa “recoger” (Ferrater-Mora, 1965, p. 391). Como tema filosófico,
específicamente en la Teoría del Conocimiento (Gnoseología), son distintas las
posiciones sobre lo que implica la “percepción”.
De una parte, se trata como un intermedio entre el puro pensar o el puro
sentir, o como intermedio entre el sujeto y el objeto (Ferrater-Mora, 1965, p. 391).
También, en una perspectiva como en el caso de G. Berkeley, el mundo que se
tiene ante los sentidos solamente existe si es percibido. En sus palabras, “es
ciertamente extraño que haya prevalecido entre los hombres la opinión de que
casas, montes, ríos, en una palabra, cualesquiera objetos sensibles tengan
existencia real o natural, distinta de la de ser percibidos por el entendimiento”
(citado por Cardona, 2003, p. 73). Los objetos solamente se dan si existe un sujeto
45
que los perciba. La “percepción” importa entonces porque denota existencia y
afectación vivencial.
5.1.2 Conocimientos de la población en estudios locales.
El conocimiento local es el adquirido por un grupo de personas y definido
por la zona o localidad donde ellas habitan (Sinclair et al. 1999). Los estudios de
conocimiento local distinguen entre tres grandes categorías: percepciones,
taxonomías y modelos causales. Las percepciones pueden ser ampliamente
compartidas o particulares a un individuo y sin ninguna o poca consistencia entre
individuos y pueden ser idiosincrásicas, como por ejemplo la realización de
prácticas agrícolas en función de las fases de la luna (Sain, 1999) u otras
creencias. Cuando de las percepciones se abstraen categorías con nombres y
propiedades definidas se las sistematiza, relacionándolas entre sí de manera
jerárquica, generando taxonomías. Gould y Vrba (1982), citando un texto de
Michel Foucault, sugieren que cuando se conoce por qué y cómo clasifica la
gente, en cierta forma se entiende cómo piensa. En su opinión, las taxonomías no
son categorías neutrales o arbitrarias para un conjunto de conceptos inmutables,
más bien reflejan (o incluso crean) diferentes teorías acerca de la estructura del
mundo (Ulloa, 2014).
El conocimiento local de las sociedades particulares como las campesinas
e indígenas en países en desarrollo es extenso, sistemático y utilizado, en muchas
ocasiones, para tomar importantes decisiones de manejo agrícola. Este tipo de
saber popular es uno de los factores que influyen en los procesos de decisión del
habitante de esta zonas en cuestión, aunque también existen factores y limitantes
exógenos que pueden desempeñar un papel fundamental en la conducta y actitud
del mismo. (Sain, 1999).
46
Sobre los conocimientos de los pobladores locales hay diversas
aproximaciones y denominaciones se habla de: conocimientos tradicionales,
conocimientos locales, saber ancestral o ciencia local, entre otros. Independiente
de cómo se nombren se plantea en general que los conocimientos locales se
relacionan con el clima bajo una mirada amplia de la definición de conocimientos
locales (Ulloa, 2014).
5.1.3 Diversidad cultural y variabilidad climática.
Según Ulloa (2014), cada cultura es diferente y posee diferentes formas de
conocer, interpretar, percibir, representar, actuar y reaccionar frente al tiempo
atmosférico y a los fenómenos y cambios climáticos, las cuales están ligadas a
concepciones culturales particulares, situadas en lugares específicos. Estas
concepciones se relacionan directamente con las formas en que las culturas, sea
cual sea su tipo, interactúan y se relacionan con el ambiente y la naturaleza que
los rodea. Esto tiene distintas implicaciones y múltiples nociones que coexisten en
relaciones de confrontación, complementariedad o desigualdad (Ulloa, 2014).
Los cambios climáticos, sus causas, efectos y mitigación están
estrechamente conectados con la cultura (Heyd, 2011; Ulloa, 2011; Crate, 2008;
Orlove, Chiang y Cane, 2004). Según los estudios de Ulloa frente a la relación
cultural con el cambio del clima, algunas culturas se centran en la idea del cambio
mismo del clima, y lo interpretan como “mal tiempo”, “cambio del tiempo”, “ya no
es como antes”, “el tiempo está confundido”, o se refieren al “destiempo”. En este
sentido, Ulloa (2014) también sustenta que existen culturas que se centran en
fenómenos para hablar de las transformaciones; es decir, que resaltan aspectos
específicos, como el aumento o la disminución del agua de caudales de los ríos, la
47
cantidad de días de un determinado tiempo, el aumento o disminución de especies
consideradas plagas o de ciertos animales específicos. Finalmente, la autora
argumenta que los cambios se pueden entender por la irregularidad en ciclos, por
ejemplo, de las lluvias, ríos, heladas o las cosechas. Los análisis y las
perspectivas antropológicas sobre el clima y el cambio climático, han aportado
elementos importantes para entender las relaciones de los humanos con los
fenómenos atmosféricos, dado que las construcciones culturales del tiempo
atmosférico y el clima no se pueden desligar de las nociones de naturaleza, con la
que establecen relaciones específicas, relaciones que hacen referencia a
experiencias vividas, percibidas o anticipadas a través de diversos indicadores, y a
valores y experiencias que establecen relaciones sociales y morales como sería el
caso de, la concepción de Dios en el clima o la inclusión de la religión en sus
visiones atmosféricas o ambientales (Ulloa, 2014).
Estas relaciones se vinculan con conocimientos que no se transmiten como
normas o fórmulas, dado que están atravesados por la experiencia cotidiana,
habitan lugares reconocidos y están embebidos en prácticas específicas
relacionadas con las condiciones climáticas en momentos particulares (Ingold,
2000). Al tiempo atmosférico y al clima se le asignan culturalmente valores que
permiten analizar experiencias cotidianas. Por ejemplo, Ulloa (2014), menciona
que entre algunas culturas, ciertas características atmosféricas permiten pensar
las relaciones sociales y morales: lluvias intensas pueden ser castigo divino por un
mal manejo del entorno. La observación de dichos indicadores y de las
transformaciones ambientales conduce a procesos de predicción. La distribución
espacial de ciertos fenómenos climáticos y las locaciones específicas de
pobladores locales, rurales y urbanos también son parte de las interacciones entre
clima y cultura (Strauss y Orlove, 2004).
48
Ulloa (2014) hace una revisión juiciosa respecto a los temas de interés
antropológico como las nociones de tiempo atmosférico y clima, las variaciones
climáticas y estacionales, y los eventos extremos y la relación que tienen con las
diferentes cosmovisiones que tienen los pobladores locales. Sustenta que de
acuerdo con Peterson y Broad (2009), en la década de los sesenta, los análisis se
centraron en descripciones de los desastres (lluvias, huracanes, inundaciones,
erupciones volcánicas y terremotos, entre otros), y peligros ambientales sobre las
poblaciones y las condiciones climáticas que experimentaron diversas culturas. Ya
en los años ochenta, los estudios que se realizaron, llevaron a diferentes análisis
sobre riesgo, vulnerabilidad, resiliencia y adaptación a los efectos de los procesos
culturales en el entorno, centrados en los procesos sociales para entender los
desastres. De esta forma, cuando se alcanzó la década de los noventa, se
comenzaron a utilizar diversas tecnologías para el monitoreo de los desastres.
Estos enfoques culturales, desde hace tres décadas se han combinado con
estudios que se centran en procesos cognitivos y clasificaciones locales sobre los
fenómenos ambientales y climáticos, por ejemplo, estudios de etnometodología,
que analizan los procesos simbólicos y rituales relacionados con nociones del
clima y, actualmente, el cambio climático (Ulloa, 2014).
Los conocimientos locales relacionados con el clima y la predicción se
están teniendo en cuenta en la actualidad, están siendo reconsiderados y están
entrando a dialogar con el conocimiento científico. En esta perspectiva, los
trabajos antropológicos en lugares específicos cobran importancia en el
entendimiento de fenómenos climáticos globales y sus efectos locales, caso
específico de los fenómenos del Niño y la Niña. Se da paso, entonces, a estudios
que analizan las propuestas y dinámicas locales de manejo ambiental, partiendo
de nociones de riesgo y vulnerabilidad, articuladas al uso de tecnologías. Las
nociones y categorías de riesgo e incertidumbre frente al clima se vuelven claves
en los análisis antropológicos (Ulloa, 2014). Finalmente, la perspectiva
49
antropológica da cuenta de la interrelación entre clima, y derechos y justicia
climática (Peterson y Broad, 2009, Crate, S. y M. Nuttall 2009a, 2009b).
5.1.4 Variabilidad climática y cambio climático.
Distintos autores sustentan que la variabilidad climática es una medida del
rango en que los elementos climáticos, como temperatura o lluvia, varían de un
año a otro, como es el caso de Magaña (2004).
Estas variaciones impactan la actividad de condiciones extremas, como “las
variaciones del número de aguaceros en un período de sequía de un año a otro,
en este sentido, la variabilidad climática es mayor a nivel regional o local que al
nivel hemisférico o global” (Costa, 2007). El IDEAM (2012) sugiere que los eventos
meteorológicos extremos pueden incluir desde una precipitación pluvial excesiva
como sequías prolongadas y, es considerado que estos fenómenos que ocurren
en una región específica, están relacionados con la OSEN — la Oscilación Sur de
El Niño. De esta forma, las dos fases del ciclo (El Niño, la fase cálida, y La Niña, la
fase fría) influyen en la presión del aire, en los totales de precipitación y en las
temperaturas en todo el mundo, que pueden estar por encima o por debajo de lo
normal, dependiendo de dónde se midan; “lo que lleva a que los episodios de El
Niño causen más precipitación en el Pacífico, aproximadamente hasta los 86° de
latitud oeste, y menos precipitación desde ese punto hacia el este; los episodios
de La Niña tienen el efecto contrario” (IDEAM, 2012).
Existe diferencia entre variabilidad climática (por ejemplo el fenómeno del
Niño) y el cambio climático, aunque estos dos fenómenos estén estrechamente
relacionados. “La variabilidad climática se presenta cuando con cierta frecuencia
un fenómeno genera un comportamiento anormal del clima, pero es un fenómeno
50
temporal y transitorio y el cambio climático, por otra parte, denota un proceso que
no es temporal y que puede verificarse en el tiempo revisando datos climáticos”
(Palacio, 2012:56). De acuerdo a Magaña (2004), las formas de variabilidad
climática son bastantes y muy variadas y, por lo tanto, pronosticar estas
variaciones a largo plazo no es fácil.
Autores como Pabón (2003) y Magaña (2004), entre otros, realizan estudios
para determinar qué produce cambios en el clima de una década a otra e incluso
de un año a otro, sin embargo, en escalas mayores de tiempo es muy complicado
conocer las causas y constituye un reto científico; a que saber qué parte de la
variabilidad climática puede ser predecible abriría la posibilidad de realizar
pronósticos útiles en diversas actividades socioeconómicas (Magaña, 2004).
De acuerdo a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio
Climático (CMNUCC), el cambio climático es concebido como un cambio de clima
que se atribuye directa o indirectamente a la actividad humana. Este cambio altera
la composición de la atmósfera mundial y constituye una problemática diferente a
la variabilidad natural del clima que ha sido observada durante periodos de tiempo
comparables (CMNUCC, 1992).
De otro lado, la Organización de las Naciones Unidas [ONU] define la
variabilidad climática como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a
la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se
suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo
comparables” (1992, art. 1.2).
Según las posturas anteriores, y siguiendo a Magaña (2004) a pesar de que
existan ciclos regulares de las glaciaciones o estaciones, muchas formas de
variabilidad climática natural apenas empiezan a explicarse y no es fácil
51
diferenciarlas del cambio climático de origen antropogénico (Magaña, 2004). De
acuerdo a Pabón (2006) y (2003), las variaciones del clima del último siglo y los
pronósticos en las próximas décadas podrían incluir alteraciones en las formas
como actualmente se experimenta la variabilidad interanual o incluso interdecadal
del clima, lo que llevará a eventos de El Niño más intensos y frecuentes,
huracanes de mayor magnitud, ondas de calor o frío más intensas, modificaciones
de los regímenes hídricos, así como incremento de la ocurrencia e intensidad de
los fenómenos climáticos extremos (por ejemplo, sequía, heladas, granizadas),
entre otras alteraciones climáticas resultado de la actividad humana.
Los impactos de esta variabilidad climática en diferentes sectores de las
actividades humanas es lo que ha llevado a la sociedad, instituciones y entes
gubernamentales a interesarse en el cambio climático (Forero, 2013). Lampis
(2012), argumenta que en la actualidad las agendas de los países incluyen un
componente dedicado al análisis de los potenciales impactos del cambio climático
y variabilidad climática, y se están realizando diferentes proyectos para mitigar la
vulnerabilidad de las regiones y las potenciales medidas de adaptación ante tales
cambios.
5.1.5 El Cambio Climático como un factor de Riesgo.
Según Berger et al. (1997), el cambio climático y sus efectos, en los últimos
años, representan un cuestionamiento a la relación entre naturaleza y sociedad o
entre naturaleza y cultura moderna. La tierra, el territorio y la biodiversidad, que
son los elementos constitutivos de la naturaleza, están sufriendo cambios que
podrían ser irreversibles y con consecuencias comprometedoras para el
funcionamiento del planeta y especie humana (Kohler, 2011). Para Rockstrom et
al. (2009), la escala, gravedad y profundidad de las transformaciones generadas
52
por el cambio climático lleva a replantearse la forma en que se piensan el mundo,
la política, la economía, la sociedad, y las relaciones de ésta con su entorno
natural. Algunos de los efectos del cambio climático que se han mencionado como
la mayor frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, la incertidumbre
de los escenarios y modelos climáticos, y los cambios de los parámetros
ambientales, impactan directamente en la base material de la cultura en las
comunidades (Berger et al. 1997). En este escenario de fragilidad e incertidumbre,
y de acuerdo con Gómez (2009), es pertinente preguntarse por los imaginarios
que se construyen en estas condiciones, y las formas en que se gestiona el riesgo,
en un escenario donde no es posible proyectar escenarios y territorios durables.
5.1.6 Vulnerabilidad.
La vulnerabilidad puede definirse como la capacidad disminuida de una
persona o un grupo de personas para anticiparse, hacer frente y resistir a los
efectos de un peligro natural o causado por la actividad humana, y para
recuperarse de los mismos. Este es un concepto relativo y dinámico. La
disposición interna a ser afectado por una amenaza. Si no existe vulnerabilidad no
se produce la destrucción. Según la CEPAL (2002), depende del grado de
exposición, de la protección, de la reacción inmediata, de la recuperación básica y
de la reconstrucción, lo que llevan a conformar la homeostasis y resiliencia y la
sumatoria de ambas forman la resistencia. Según Busso (2002), las condiciones
de vulnerabilidad se refieren a la capacidad de respuesta de individuos, hogares o
comunidades, resultante de la relación entre el “entorno” y el “interno”, como
consecuencia de la exposición a algún tipo de amenaza.
El IPCC (2001), ha definido la vulnerabilidad al cambio climático se ha
definido como: “Nivel al que un sistema [natural o humano] es susceptible, o no es
53
capaz de soportar, los efectos adversos del cambio climático, incluida la
variabilidad climática y los fenómenos extremos. La vulnerabilidad está en función
del carácter, magnitud y velocidad de la variación climática al que se encuentra
expuesto un sistema, su sensibilidad, y su capacidad de adaptación” (IPCC,
2003:3).
Según Soares (2011) el cambio climático pone de manifiesto la
vulnerabilidad social, dado que los desastres están asociados en gran medida a
los niveles de vulnerabilidad. Por irónico que pueda resultar, serán los países que
producen menor cantidad de emisiones, aquellos que tendrán sus sistemas
naturales y humanos más severamente afectados, debido a que sus medios de
sustento son menos seguros, su dependencia de recursos naturales, su
marginación y mayor vulnerabilidad al hambre y a la pobreza, entre otros (Wilches-
Chaux, 2008). Según el PNCC (2007), más de 1.300 millones de personas
dependen de la agricultura, la pesca y los bosques para su trabajo y
supervivencia, para estas personas el cambio climático supone una amenaza que
se añade a los riesgos que ya enfrentan cotidianamente, interactuando con ellos e
incrementando sus efectos. Por lo tanto, el cambio climático representa un serio
obstáculo para la erradicación de la pobreza, pudiendo llegar a aumentar la brecha
existente entre países desarrollados y en desarrollo.
De acuerdo con lo planteado por Busso (2002), la vulnerabilidad es
compleja y está formada por varias dimensiones, pues confluyen aspectos
relacionados con los hogares, los individuos, como así por las características
ambientales, económicas, culturales y políticas de la sociedad. Esas dimensiones
están vinculadas con el hábitat (medio ambiente y vivienda), el capital humano
(salud y educación), la dimensión económica (empleo e ingresos) y el capital
social y las redes de protección formal. De otro lado Wilches-Chaux (2008) plantea
que existen vulnerabilidades natural, física, económica, social, política, técnica,
54
ideológica, educativa, cultura, ecológica e institucional. Para Cannon (2008), la
vulnerabilidad está en los sistemas de vida y su resistencia a los impactos, que a
su vez requieren aspectos de autoprotección, lo cual contempla el nivel de
preparación y grado de protección; y otros aspectos de protección social como el
nivel de atención otorgado por el Estado. Para Anderson y Woodrow (1989) en
Foschiatti (2005), existen vulnerabilidades físico – materiales, donde se enmarca
el clima, ambiente, salud, fuerza de trabajo, alimentación, vivienda, etc. Social –
Organizacional, la cual se refiere a estructuras políticas formales y sistemas
informales, como organizaciones campesinas. Y una última la cual la denomina
motivacional – actitudinal, donde se encuentra la capacidad de las comunidades
para afrontar los eventos.
5.1.7 El rururbano: un espacio de vulnerabilidad y riesgo
La expansión de las ciudades genera espacios de bordes dinámicos en los
que la discontinuidad y los cambios, tanto espaciales —de uso y ocupación del
suelo y cambios climáticos— como funcionales, son distintivos de los modos de
vida y los vínculos entre actores. Estas particularidades convierten a esta zona en
un espacio con una identidad particular aunque vulnerable desde el punto de vista
ambiental y social. (Sereno et., at., 2012) Al respecto, las presiones del área
urbana inmediata, los embates económicos y ambientales derivados del orden
global son los principales aspectos que definen estas circunstancias que, en
ocasiones, obligan a los residentes a cambiar sus prácticas cotidianas y por
consiguiente, sus modos de vida; y en casos extremos, a vender sus propiedades.
Se entiende como rururbano [RU], el límite externo del periurbano, en
donde la continuidad urbana-rural manifiesta un predominio del ámbito rural
aunque con algunos rasgos propios de la ciudad (Sereno, Santamaría y Santarelli.
55
2010). En este caso, el interés se centra en la resistencia y vulnerabilidad de los
habitantes —especialmente de aquellos que conservan sus costumbres y
prácticas rurales— frente a las presiones de la ciudad y de los cambios en el
territorio.
Numerosos autores (Cardona 1993; Lavell 1996; Perles Roselló y Mérida
Rodríguez 2009; entre otros) trabajan la temática de los riesgos naturales y
tecnológicos, aportando conceptos de interés, como vulnerabilidad, riesgo,
amenaza y otros, que resultan útiles. Estos autores consideran la expansión
urbana como la amenaza más fuerte sobre el sentido de arraigo y de pertenencia
de los residentes rurales, actores vulnerables frente a esta presión.
Al respecto, existen diferentes perspectivas para definir riesgo; por un lado
puede considerarse como un conflicto de interacción, entre la naturaleza y el
accionar del hombre, existiendo así riesgos naturales y riesgos tecnológicos. Por
otro lado, nociones más generales entienden que todo evento, sea natural o
social, puede ocasionar riesgos, es decir que “[…] se refiere a la posibilidad de
que una contingencia (ocurrencia o presencia de un evento, característica o
proceso) entrañe efectos adversos para la unidad de referencia […]” (Comisión
Económica para América Latina y el Caribe —en adelante, CEPAL— 2002). Esta
última acepción permite considerar a la expansión urbana como un factor de
riesgo de origen social y económico, y como una amenaza relacionada con la
pérdida de propiedades de la población rural que genera inseguridad, inestabilidad
y desarraigo, lo que provoca transformaciones en sus rutinas, actividades y modos
de vida.
Desde este punto de vista, y en lo concerniente al tema de investigación,
los residentes del RU presentan un modo de vida particular, con prácticas
cotidianas, trayectos y tiempos que los identifican; motivos por los cuales
56
reaccionan y responden con una estructura de normas y con ritmos que los
diferencian entre sí y con el ciudadano urbano. En este sentido, cada residente
actúa y ofrece su modalidad de resistencia y resiliencia de acuerdo con la
exposición a la cual está sometido su entorno natural y socioeconómico.
En Chorrillos, una vereda ubicada en la vía Suba-Cota km 7, se hace
presente entre los campesinos una manera particular de concebir, entender y
relacionarse con la naturaleza, a saber: la agricultura. Esta forma de interactuar
con el ambiente pone en escena una noción dualista, pues entiende que la
naturaleza existe independiente de los seres humanos, pero a la vez
constructivista, pues le da a sus vidas unos significados particulares dependientes
de la relación con la naturaleza. En suma, la agricultura se encuentra en un punto
difuso entre ambas formas de relacionarse con y entender la naturaleza. (Ramos,
2011).
En este sentido, los campesinos de la vereda Chorrillos establecen una
relación con la naturaleza a través de la agricultura que no se corresponde
necesariamente con los modelos dualistas. No obstante, esta interacción se ve
intervenida por la aplicación de las políticas públicas respecto al ambiente, la
agricultura, la educación, entre otras, que plantean nuevas formas de ejercicio de
la agricultura y de comprensión de la naturaleza y, con ellas, otras maneras de
relacionarse con el medio, lo que hace que la vereda presente un grado de
vulnerabilidad al ser sometida a constantes cambios de orden ambiental y urbano.
Chorrillos ha sido en la última década objeto de las políticas de la alcaldía de
Bogotá a través de instituciones como el Hospital y la Alcaldía Local de Suba y la
Secretaría de Integración Social. Ello ha implicado tensiones (aunque no en todos
los casos) entre las formas de concebir el oficio de la agricultura, el entorno y los
cambios climáticos por parte de los campesinos, en contraposición con la
racionalidad estatal que plantea modelos meramente dualistas. (Rojas, 2010) En
57
otras palabras, la relación humano-naturaleza que plantean las instituciones a
través de las políticas públicas no se corresponde en su totalidad con la manera
de relación que establecen los campesinos ni sus perspectivas ambientales
respecto al territorio, por lo que ambas racionalidades entran en tensión constante.
Estas políticas públicas se encuentran enmarcadas en planes de desarrollo
globales que entienden a la agricultura y a la naturaleza como unas fuentes de
riqueza, y cuya meta principal es la explotación del ambiente como elemento
esencial para el crecimiento económico. A través de estas lógicas los gobiernos
buscan generar crecimiento económico bajo el desconocimiento de otros modelos
de naturaleza y de relación con el ambiente. En este sentido, las instituciones se
encuentran en una carrera en pro del desarrollo rural, cuyos componentes se
remiten a lo social, lo económico y lo político, desde unas lógicas ambientales
dualistas. Sus componentes atraviesan la agricultura, la educación, la salud, entre
otros elementos, sin embargo, al tratarse de una zona que está en los límites de la
urbe Bogotana y la zona rural del Suba, presenta un alto grado de vulnerabilidad
que requiere especial atención por parte de las instituciones de gobernabilidad
ambiental y reconocimiento a las dinámicas especiales de ese contexto específico.
58
5.2 MARCO JURÍDICO. EVOLUCIÓN DE INSTRUMENTOS
INTERNACIONALES SOBRE CC Y SU INCORPORACIÓN EN NORMATIVA
COLOMBIANA
Las dinámicas de respuesta ante la percepción generalizada sobre
fenómenos climáticos cambiantes y que afectan drásticamente el medio ambiente,
conllevó a que la Organización Meteorológica Mundial [WMO] -del Inglés World
Meteorological Organization) con sede en Génova, convocara para su desarrollo
en el mes de febrero de 1979, la Primera Conferencia Mundial del Clima
(Summerhayes, 2015, p. 141). El resultado de este encuentro reviste importancia
porque se presentan evidencias de que la intervención y manipulación humana
sobre el ambiente propicia el calentamiento global principalmente provocado por
las emisiones en la combustión de recursos fósiles (carbón, petróleo y gas), lo que
se conoce como gases efecto invernadero [GEI].
Sin embargo, la instauración de instrumentos internacionales que versan
sobre el CC y la regulación al respecto, tiene como dato importante que en 1988,
luego de la iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente [PNUMA] y de la Organización Metereológica Mundial [OMM], se crea el
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ([IPCC] del
Inglés: Intergovernmental Panel on Climate Change) con el objeto de tener
información y conocimiento sobre las repercusiones ambientales y de carácter
social y económico del fenómeno, institución que luego por parte de la Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas [ONU] se reconoce en el
quinto numeral de la Resolución 43/53 del 6 de diciembre de 1988 (United Nations
[UN], 1988).
59
El IPCC en su primer informe de 1990 confirma científicamente distintas
preocupaciones sobre el cambio climático, dentro de ellas el efecto invernadero
(específicamente en el capítulo 8º del Informe elaborado por T.M.L Wigley y T.P.
Barnett) para demostrar el problema del calentamiento global (IPCC, 1990, p. 245)
y, entre otros, el aumento en el nivel del mar (contenido en el capítulo 9º del
Informe elaborado por R. Warrick, J. Oerlemans) como consecuencia del CC
(IPCC, 1990, p. 263). Los resultados del Informe del IPCC ponen en el escenario
mundial la necesidad de tener un encuentro para la discusión y toma de
decisiones, lo que se llevó a cabo en la Segunda Conferencia Mundial sobre el
Clima el 7 de noviembre de 1990 en Ginebra, Suiza, y se determina la necesidad
de tener un tratado de carácter multilateral para ser signado por los Estados Parte.
En Río de Janeiro en junio de 1992 se promulga la Declaración de Río
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, y se tienen en el mismo año el Convenio
de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica y la Convención de las
Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. Mientras tanto, en Colombia
la Asamblea que culminó con la promulgación de la Constitución Política de 1991,
reconoce los “derechos colectivos y del ambiente” entre los artículos 78 al 82 de la
Constitución. En el artículo 79 se señala que: “todas las personas tienen derecho a
gozar de un ambiente sano (...) Es deber del Estado proteger la diversidad e
integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y
fomentar la educación para el logro de estos fines”; y como los derechos encarnan
deberes, en el artículo 95 el numeral 8º obliga que las personas protejan los
recursos culturales y naturales del país, por lo tanto es un deber velar por la
conservación de un ambiente sano3.
3 El medio ambiente, además del respaldo por vía constitucional, como un “bien jurídico” se
protege de las agresiones que se ocasionen en su contra, por lo cual el Título XI, Capítulo Único del Código Penal (Ley 599 de 2000), realiza las descripciones y sanciones de los “delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente” (artículos 328-339).
60
En el país, a la luz del artículo 206 de la Constitución Política a través de la
ley reciben denominación los ministerios y departamentos administrativos. Por lo
mismo, la Ley 99 de 1993 crea el “Ministerio de Medio Ambiente” y el “Sistema
Nacional Ambiental” [SINA]4, y conocida como la “Ley General Ambiental de
Colombia”, son relevantes los datos contenidos en la exposición de los motivos
para la presentación del proyecto de Ley, argumentación a cargo de Anatolio
Quirá, indígena perteneciente a la etnia de los Coconucos y Senador de la
República.
El Senador Quirá hace un recuento histórico sobre el interés normativo para
la regulación de los temas ambientales en Colombia. Comienza por la descripción
de lo acaecido en las tres primeras décadas del Siglo XX en las cuales los
recursos naturales se conciben como elementos conexos a la realización de la
infraestructura del sector público y como fuente de energía insuficiente para el
entonces incipiente desarrollo industrial. Con este criterio se expide el Decreto
1269 de 1908, para la creación del Departamento de Tierras Baldías y Bosques
Nacionales en el Ministerio de Obras Públicas.
La descripción del Senador Quirá, también trae a colación las
modificaciones a la propiedad en relación con las tierras que hace la Ley 200 de
Entre otras normas para la protección de especies y de ecosistemas, se sanciona la “contaminación ambiental”, para quien: “provoque, contamine o realice directa o indirectamente emisiones, vertidos, radiaciones, ruidos, depósitos o disposiciones al aire, la atmósfera o demás componentes del espacio aéreo, el suelo, el subsuelo, las aguas terrestres, marítimas o subterráneas o demás recursos naturales, en tal forma que ponga en peligro la salud humana o los recursos fáunicos, forestales, florísticos o hidrobiológicos” (artículo 332). Por su parte, la “destrucción del medio ambiente” en un contexto de “conflicto armado” se sanciona como lesión al Derecho Internacional Humanitario [DIH], lo que significaría que de acuerdo con el artículo 164 del Código Penal, en Colombia esta conducta constituye un “crimen de guerra”. 4 En el año 2002 la Ley 790 fusión de ministerios termina con la denominación y funciones para el
“Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial”. Luego, en 2011 a través de la Ley 1444 se escinden y reorganizan los ministerios para tener hoy en día la denominación y funciones del “Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible”.
61
1936 para el desmonte de las reservas forestales, de igual manera, la
normatividad y el manejo institucional luego de la década de 1940 para el
aprovechamiento de los bosques con la Ley 80 de 1946 y la creación del
Ministerio de Agricultura y Ganadería en 1947, y su División de Recursos
Naturales en 1952. De igual manera, se resalta la creación de distintas
corporaciones para la planificación y desarrollo regional ocurridas entre 1960 y
1968, y la creación del Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y
del Ambiente [Inderena] que hace el Decreto 2420 de 1968, reforma en la cual se
incluye la creación del Servicio Colombiano de Meteorología e Hidrología.
Como puede notarse, en Colombia había prevalecido la explotación de los
recursos naturales, y poca atención y respuesta normativa para su conservación,
situación que tiene por resultados el agotamiento de recursos y desastres
ecológicos que el Senador Quirá enumera en su exposición, por lo que anota: “la
crisis de los recursos naturales, significa a su vez la crisis del proceso productivo
en los diferentes sectores de la económica y por consiguiente, un incremento en la
pauperización de comunidades vinculadas al agro, a la pesquería, a la pequeña
minería y en general a todas aquellas actividades económicas de subsistencia”
(Colombia, Congreso de la República, 1993).
La mención de los motivos del Proyecto de Ley culmina el recorrido por la
normatividad en Colombia con legislación de las décadas de 1970 y 1980 sobre
recursos y ambiente, y presenta el diagnóstico ambiental y describe cada uno de
los apartados constitutivos del SINA.
De otra parte, como elemento fundamental para el presente marco jurídico,
se aclara que las dinámicas normativas internacionales sobre temas ambientales
tiene por instrumentos distintos tratados de carácter multilateral sobre temas
específicos que evolucionan, pero, para que dichos instrumentos de “derecho
62
blando” (“soft law”) tengan verdadera fuerza vinculante, en Colombia se requiere
su ratificación (Colombia, Ministerio de Relaciones Exteriores/Dirección de asuntos
Jurídicos Internacionales, s.f. p. 8).
Así las cosas, para que tenga fuerza vinculante en Colombia la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático [CMNUCC] firmada en
Nueva York el 9 de mayo de 19925 por la cual se propone “la estabilización de las
concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que
impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático” (Artículo 2);
se enumeran los principios y compromisos de los Estados Parte (Artículos 3-4); se
exige el apoyo para la investigación, recolección de datos y observación
sistemática (Artículo 5); se manifiesta frente a la educación, formación y
sensibilización del público (Artículo 6), y se hacen otras disposiciones, el Congreso
de la República de Colombia realizó la ratificación (con la transcripción del texto)
con su aprobación decretada en el Artículo 1A de la Ley 164 de 1994, año en el
que la CMNUCC entró en vigor.
En 1995 se celebró la Primera Conferencia de las Partes de la CMNUCC en
Berlín, y en 1996 la Segunda Conferencia en Ginebra y la creación de la
Secretaría de la CMNUCC con la finalidad de que las medidas adoptadas tengan
respaldo. Sin embargo, por tratarse de un “marco”, se realizan las modificaciones
y adiciones que culminan en marzo de 1997 con la adopción oficial del
denominado Protocolo de Kyoto de la CMNUCC.
5 Los antecedentes se ubican en las iniciativas del PNUMA que en 1987 había recogido el
Convenio de Viena para la protección de la Capa de Ozono -del 22 de marzo de 1985- y expide el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la Capa de Ozono; de igual manera, se tiene la Resolución 45/212 de la ONU de diciembre de 1990, por la que se decide, con el auspicio de la Asamblea General y el apoyo del PNUMA y la OMM, la creación de un “Comité Intergubernamental de Negociación” encargado de la preparación de una “convención general eficaz sobre los cambios climáticos, que contenga los compromisos apropiados, y los instrumentos conexos que se puedan convenir” (ONU, 1990, n. 1).
63
A través de este instrumento y con la finalidad limitar y disminuir las
emisiones de GEI, se tienen los objetivos, principios e instituciones ya contenidas
en la CMNUCC y en Colombia se hace la ratificación por medio del artículo 1º de
la Ley 629 de 2000. La adopción del protocolo dejo muchos aspectos con
contenido ambiguo y muchos aspectos pendientes. Por esta razón se adoptan los
Acuerdos de Marrakech en la Séptima Conferencia de los Estados Parte realizada
en 2001, para resolver temas como las reglas de cumplimiento y sanciones
(Urrutia, 2010). El Protocolo de Kyoto entra en vigor en 2005 y se inician
negociaciones sobre la fase en el marco del Grupo de Trabajo Especial sobre los
nuevos compromisos de las partes del anexo I con arreglo al Protocolo de Kyoto.
En 2007 las Partes en su Conferencia 13a acuerdan la Hoja de Ruta de Bali y en
este mismo año se publica el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC. Con él, “la
población empieza a ser consciente de la climatología” (ONU, s.f).
En el año 2009 se celebra el Acuerdo de Copenhague en el que las Partes
hacen promesas para contribuir a la reducción de emisiones y mitigación sin
carácter vinculante, porque su oficialización se hace en los Acuerdos de Cancún
en 2010. El siguiente año se aceptó la Plataforma de Durbán en la que se
reconoce la necesidad de fortalecer los instrumentos jurídicos sobre el CC
después del año 2020. En el año 2012 se adopta la Enminda de Doha al Protocolo
de Kyoto para incluir compromisos en el anexo I para el período comprendido
entre el 1 de enero de 2013 hasta el 31 de diciembre de 2020. Finalmente, las
últimas Conferencias de los Estados Parte se celebraron en Lima en 2014 y en
París en 2015 (ONU, s.f).
En Colombia el 27 de abril de 2004 se expide la Resolución 0453 por parte
del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, para la adopción de
los “principios, requisitos y criterios y se establece el procedimiento para la
64
aprobación nacional de proyectos de reducción de emisiones de gases de efecto
invernadero que optan al Mecanismo de Desarrollo Limpio, MDL”. A medida que
internacionalmente se realizan adiciones y modificaciones en el marco de la
CMNUCC, la aprobación por parte de la Ley 629 de 2000 del Protocolo de Kyoto,
y con este el Anexo B que establece que las reducciones de GEI deben ser reales
en un nuevo período, la Resolución 0453 es derogada por la Resolución 551 de
2009, y ésta a su vez es derogada por la Resolución 2734 de 2010 que se
mantiene vigente a la fecha.
En el año 2011 el Consejo Nacional de Política Económica y Social
[CONPES] expide el Documento 3700 para adoptar la “Estrategia Institucional
para la articulación de políticas y acciones en materia de cambio climático en
Colombia”. Allí se propone conformar el Sistema Nacional de Cambio Climático -
SISCLIMA6 y se proyecta el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático
[PNACC] elaborado por el Departamento Nacional de Planeación [DNP] en 2012,
de acuerdo con la exigencia de la Ley 1450 de 2011 que en su Artículo 217 para la
formulación del PNACC coordinado por el DNP, apoyado por el Ministerio de
Ambiente. Por objetivo del PNACC se tiene la reducción del riesgo e impactos
socio-económicos debidos a la variabilidad y al CC en Colombia. De igual manera,
se pretende la generación de conocimiento sobre los riesgos y oportunidades
frente al CC y la disminución de la vulnerabilidad.
En la ciudad de Bogotá, la Alcaldía Mayor en el Decreto 364 de 2013 “por el
cual se modifican excepcionalmente las normas urbanísticas del Plan de
Ordenamiento Territorial de Bogotá D. C., adoptado mediante Decreto Distrital 619
de 2000, revisado por el Decreto Distrital 469 de 2003 y compilado por el Decreto
6 El pasado 24 de febrero de 2016 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible expidió el
Decreto 298 “por el cual se establece la organización y funcionamiento del Sistema Nacional de Cambio Climático y se dictan otras disposiciones”.
65
Distrital 190 de 2004” dedica el capítulo VI a la “gestión de riesgos y cambio
climático”. Por CC allí se define: “la variación estadística en el estado medio del
clima o en su variabilidad, que persiste durante un período prolongado
(normalmente decenios o incluso más). (...) se puede deber a procesos naturales
internos o a cambios del forzamiento externo, o bien a cambios persistentes
antropogénicos en la composición de la atmósfera o en el uso de las tierras”
(Artículo 95). Como parte del Sistema Distrital de Gestión del Riesgo se tiene el
conocimiento e información sobre amenazas (Artículo 102) y, entre otros, el
análisis de la vulnerabilidad (Artículo 103). De igual manera, la reducción de los
riesgos con la obtención de información de manera articulada con las instituciones
correspondientes, estrategias de monitoreo y elaboración de mapa de riesgos
(Artículos 107-109).
5.3 MARCO CONTEXTUAL
En el presente marco contextual se desarrollan los aspectos históricos y
geográficos de la Localidad de Suba, su clima y la caracterización de la vereda
Chorrillos.
5.3.1 Aspectos históricos y geográficos de Suba
La población de Suba tiene orgínes prehispánicos que los une a la gran
familia Muisca:
“en ella habitaban el Hipa Tisquesusa, quien era el líder religioso y el Zaque que era el líder militar, quien se encargaba de la defensa y expansión de los muiscas. Esta familia se caracterizaba por tener una economía eminentemente agrícola,
66
basada en el trueque de sus productos con otras comunidades de la región. El pueblo Muisca contaba con un rico entorno natural, en donde se destacaban la riqueza forestal representada por los bosques del Cerro de Suba y la Conejera, la riqueza hídrica con abundantes cursos de agua y humedales (laguna de Tibabuyes y humedales sobre la margen oriental del río Funza hoy Bogotá y río Neuque hoy Juan Amarillo), lo que facilitaba el desarrollo de sus actividades agrícolas” (Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexánder Von Humbold [IIRBAVH], 2008).
Además, “la vida de los primeros habitantes del altiplano como los Muiscas,
transcurrió en cercanías de la gran extensión de pantanos y tierras húmedas de la
Planicie, estos lugares ofrecían peces, aves silvestres y plantas acuáticas.” (IDEA,
2007) “Con la llegada de los españoles en 1537, la estructura política y económica
de los Muiscas en el territorio de Suba, se disolvió y dio paso al sometimiento de
los indígenas que allí habitaban por medio de la posesión y saqueo de las tierras
por parte de los conquistadores. En 1550 la población de Suba fue fundada por los
encomenderos Antonio Díaz Cardozo y Hernán Venegas Castillo quedando los
grupos indígenas prácticamente confinados en el sector de lo que posteriormente
sería la vereda El Rincón, donde hoy se puede encontrar apellidos raizales como
Caita, Piracún, Cabiativa, Yopasá, Niviayo, entre otros, que constituyen el rasgo
fundamental de la herencia Muisca en la localidad. Hoy en día, la poca población
indígena se concentra en las zonas de El Rincón, Tibabuyes y Tuna Alta”
(IIRBAVH, 2008). “En 1884 el municipio lo conformaban cuatro veredas: Suba,
Tibabuyes, Conejera y Tuna con 1.584 habitantes. En este tiempo Suba mostraba
un aspecto desolado, su imagen era propia de un pueblo abandonado, colocada
en desnivel a los pies de la sierra” (Corp. La Cometa, 2001).
Hacia 1930, el municipio de Suba estaba conformado por ocho veredas (las
mismas posesiones señoriales de la Colonia): El Rincón, Tuna, Casablanca,
Tibabuyes, El Cerro Sur, El Cerro del Centro, La Conejera y El Prado; estas
veredas eran principalmente agrícolas, la comercialización de los productos se
llevaba a cabo alrededor de la plaza, ubicada en lo que hoy se conoce como el
parque principal, y la propiedad de la tierra se caracterizaba por grandes
67
haciendas. En 1960 el municipio rural de Suba es objeto de la expansión urbana,
suscitando que algunas haciendas se destinaran a la construcción de vivienda. En
las siguientes décadas llegaron a Suba familias de Boyacá, Santander y Tolima
que iniciaron el crecimiento de la ciudad hacia el occidente” (DAP, 2004).
Posteriormente, “el municipio se anexo al Distrito Especial de Bogotá mediante
Decreto Ley 3640 de 1954. Después por el Acuerdo Distrital 26 de 1972 Suba
integró con otros barrios una Alcaldía Menor, más tarde el Acuerdo Distrital 2 de
1992 constituyó la localidad Suba, conservando sus límites y siendo administrada
por un Alcalde Local y una Junta Administradora local integrada por 11 ediles”
(Alcaldía Mayor de Bogotá, 2009, p. 4).
De otra parte, propietarios originales mantuvieron sus propiedades de
carácter campestre y el uso de la tierra destinado a la ganadería o la siembra.
“Esto unido a diversas circunstancias ha permitido la preservación del único
remanente de suelo de sabana en el perímetro de Bogotá” (Alcaldía Mayor de
Bogotá, 2009, p. 4). El posicionamiento geográfico de suba la ubica en el extremo
noroccidental de la ciudad de Bogotá D.C, y: “la orografía local presenta una zona
plana y algunos sectores suavemente inclinados, al igual que una zona montañosa
aislada que se extiende de sur a norte en la zona central” (Alcaldía Mayor de
Bogotá, 2009, p. 4). Es una de las 20 localidades del Distrito Capital y se
encuentra entre los 2560 m.s.n.m sobre el río Bogotá y los 2700 m.s.n.m.
5.3.2 Suba y su clima
Bogotá D.C no ha sido ajena al cambio climático global, en los últimos años
ha presentado alteraciones climáticas como aguaceros fuertes que causan
inundaciones, granizadas inesperadas y vientos inusuales que generan pérdidas
económicas en algunas partes de la ciudad. (Alcaldía mayor de Bogotá, 2009). Es
de anotar que “el área urbana puede presentar entre dos y tres grados más de
68
temperatura que las zonas rurales, debido a la gran masa construida de la ciudad
y materiales como concreto y el vidrio que refleja buena parte de la energía solar
recibida” (Alcaldía mayor de Bogotá, 2009). En la zona de Suba la temperatura
oscila entre los máximos y mínimos. “El promedio de los valores máximos es de
23,5°C, y los valores promedios mínimos son de 1,4°C para el año, encontrándose
el valor más bajo cercano a 0,1°C. La temperatura promedio se encuentra entre
13,45 y 13,65 °C” (IIRBAVH, 2008). “La humedad relativa oscila entre 71% y el
93% en los meses lluviosos y 52% en los meses secos (La estación que menor
humedad relativa registra a lo largo del año es Guaymaral entre 71% y 77% y los
valores más altos se presentan en la estación de la Corporación Universitaria
Agropecuaria con 90% y 93%.)” (IIRBAVH 2008). “La precipitación media anual es
de 1.100 mm, con dos épocas marcadas de presencia de lluvias alternando con
periodos secos o de menos lluvias, no constantes en su aparición a través de los
meses del año” (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2009).
5.3.3 Caracterización y ubicación de la vereda Chorrillos
La caracterización y ubicación de la vereda Chorrillos se realizará en cuatro
apartados para destacar el suelo rural, su reconocimiento social y cultural,
terminando con la ubicación y la respectiva descripción del territorio.
5.3.3.1 El suelo rural y la vereda Chorrillos en función de la Localidad.
El suelo rural en la Localidad de Suba se extiende desde los 95.474 E hasta
los 105- 238 E y desde los 126.611 N hasta los 117.834 N, (que en coordenadas
geográficas corresponden a los 74°7’5’’ hasta los 74°1’49’’ de longitud y desde los
4°50’12’’ hasta los 4°45’26’’ de latitud). Según lo referenciado en el POT la
69
localidad posee zonas de uso como áreas para la producción sostenible de alta
capacidad ubicadas en las veredas Chorrillos y Guyamaral (denominadas AR1 y
AR2 de acuerdo con lo consignado en el decreto 1110 de 2000, que es
considerado decreto que reglamenta los usos para el área norte, y que mantiene
coherencia con las resoluciones ministeriales 475 y 621 de 2000), además de otra
de manejo especial, ubicada en la vereda Guaymaral (fue adicionado por el
artículo 270 del decreto 469 de 2003).
En la Localidad de Suba se encontraron dos tipos de información a nivel
veredal, la primera se origina de la base catastral 2006, donde se identifican 8
veredas. La segunda corresponde a las veredas reconocidas por los campesinos y
habitantes rurales de la Localidad así como por las instituciones y centros de
servicios presentes en el territorio, ésta división administrativa es la usada
tradicionalmente en la priorización de la inversión pública y privada; las veredas
identificadas por la comunidad son en total 8: Barajas Norte, Casablanca Suba,
Casablanca Suba I, Casablanca Suba II, Guaymaral, La Lomita, Las Mercedes
Suba Rural y Chorrillos. Esta variación se percibe en cambios en su extensión y
localización, no en cuanto al número total de veredas, esta situación se evidencia
con el caso de la vereda de Chorrillos, que no aparece en la información oficial de
Catastro Distrital, pero es el área reconocida por los diferentes actores que tienen
injerencia en el territorio, además de poseer reconocimiento en el acta de
conformación para la JAL Chorrillos. En tal medida se logró mediante el
levantamiento de cartografía social-territorial identificar esta división administrativa
a nivel de vereda que permitiera el reconocimiento de estos importantes sectores y
estructurar los resultados atendiendo esta distribución que permita una lectura del
documento de mayor utilidad en la toma de decisiones. (Alcaldía Mayor de Bogotá
- Agenda ambiental Localidad 11. 2009)
70
5.3.3.2 El suelo rural de la Localidad de Suba según reconocimiento social-territorial, inclusión de la vereda Chorrillos.
El suelo rural de la Localidad se encuentra divido en 8 veredas según el
reconocimiento con la comunidad y actores institucionales participantes dentro de
la ruralidad, estas son respectivamente: Barajas Norte, Casablanca Suba,
Casablanca Suba I, Casablanca Suba II, Chorrillos, Guaymaral, La Lomita y Las
Mercedes Suba Rural.
Su distribución dentro de la Localidad y su porcentaje de participación se
presenta en la Tabla1:
Tabla 1. Distribución veredal en la pieza rural del norte (Dirección de Ambiente y Ruralidad [DAR], 2014, p. 40).
VEREDA HECTÁREAS PORCENTAJE %
BARAJAS NORTE 3,828,763 10,18
CASABLANCA SUBA 279,432 7,43
CASABLANCA SUBA I 795,187 2,11
CASABLANCA SUBA II 1,314,823 3,50
GUAYMARAL 725,843 19,31
LA LOMITA 211,873 0,56
LAS MERCEDES SUBA RURAL 148,45 3,95
CHORRILLOS 1.991,1192 52,96
TOTAL GENERAL 3.759.91 100
La ubicación de la Localidad de Suba en el Distrrito de Bogotá, con
destacado en color verde de la ubicación de la vereda Chorrillos, se contempla en
la Ilustración 1:
71
Ilustración 1 Localidad de Suba en el Distrito de Bogotá y destacado con la ubicación de la vereda Chorrillos (Hospital de Suba, 2011, p. 15)
72
5.3.3.3 Ubicación Geográfica de la vereda Chorrillos.
La vereda Chorrillos tiene un área total de 1991,12 hectáreas y un 52,92%
de participación sobre el suelo rural de la Localidad, la vereda limita al norte con la
vereda Guaymaral, al occidente con la zona rural del Municipio de Cota, al sur con
la vereda las Mercedes Suba y el Humedal La Conejera y al oriente con las
veredas Casablanca suba, Casablanca suba I, La Lomita y Barajas norte.
5.3.3.4 Descripción del territorio de la vereda Chorrillos.
En esta zona se caracterizó el Microterritorio Chorrillos, este se encuentra
ubicado entre el barrio Compartir y el Río Bogotá con la transversal 92 y el
municipio de Cota, está conformado por la vereda Chorrillos. (Territorio 6 – GSI)
Chorrillos por estar ubicado en la zona de reserva ambiental y forestal, de
acuerdo con la información del Plan de Desarrollo Local, se concentran los suelos
clasificados como sistemas de áreas protegidas, el Cerro la conejera y el Humedal
la Conejera, que conserva la biodiversidad en fauna y flora. Existen zonas con
amenaza alta de inundación como son la Ronda hidráulica del río Bogotá y el
Humedal la conejera y amenaza media por remoción en masa en el Cerro de la
Conejera, situación que pone en riesgo a los moradores del sector. La
conformación territorial de la vereda Chorrillos data de más de 30 años atrás,
cuando este sector de la Localidad de Suba estaba habitado por campesinos de la
región del altiplano, dedicándose al cultivo de la tierra y actividades pecuarias. En
la actualidad y a pesar del continuo desarrollo urbanístico de la ciudad, algunos de
sus pobladores conservan aún estas costumbres. Su vía principal de acceso
vehicular pavimentada, es la vía Suba – Cota a la altura de los Kilómetros dos y
siete, en sentido oriente-occidente y abarcando tres sectores; no cuenta con
73
manzanas convencionales como en un casco urbano desarrollado, sino con una
serie de caminos destapados que comunican hacia diferentes sectores de la
vereda y que parten de la mencionada vía Suba – Cota. El uso predominante del
suelo es de actividad industrial, agrícola, pecuaria y deportiva, en menor grado las
actividades domésticas y comerciales. Los habitantes de los 3 sectores de esta
vereda carecen de servicios públicos domiciliarios como acueducto, alcantarillado
de aguas residuales y pluviales, la provisión de agua se realiza mediante la
perforación de pozos freáticos (medianamente contaminados por excretas e
infiltración) y compra en lugares privados. Ausencia de Sistemas Alcantarillado
Público y Pluvial, no cuentan con eficientes sistemas de evacuación de excretas,
aguas negras y grises producidas por actividad doméstica, industrial, rural,
comercial, entre otras, por lo que disponen de los desechos en los vallados de
aguas estancadas que hay paralelas a algunas vías y que alimentan algunos
pozos de agua subterránea. Contaminación del suelo por actividades rurales,
ocasionada por actividades agrícolas de pastoreo y especies menores, que
generan olores desagradables; baja frecuencia en recolección de residuos sólidos,
la Empresa de Aseo LIME la realiza una vez por semana, lo que genera
problemas de olores y proliferación de vectores y roedores debido al alto tiempo
en que estos deben ser almacenados para poder ser evacuados. Contaminación
Atmosférica, ésta se presenta en la vía Suba – Cota por donde circula todo tipo de
automotores desde el tráfico pesado, hasta el transporte urbano intermunicipal,
vehículos particulares y motos. (Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, 2015).
5.3.4 Cambios climáticos en la Sabana de Bogotá
Durante la segunda mitad del Siglo XX, el territorio colombiano ha mostrado
cambios constantes en el clima, lo que evidencia la expansión del calentamiento
global y el cambio climático general (Pabón, 2013). Para Colombia se ha
74
establecido que existe un proceso de incremento de la temperatura media anual,
no de manera muy acelerada, pero constante de 0,1 a 0,2 ºC por decenio, por el
contrario, la precipitación media anual ha presentado en este mismo período una
disminución en su mayoría, y en algunas ocasiones aumentó, en un rango que
oscila entre el -4% y +6%.
Para la Sabana de Bogotá este proceso del cambio del clima se ha
evidenciado por medio de los resultados de diferentes investigaciones.
Existen evidencias importantes del cambio climático en Bogotá, sin embargo, el
análisis del aumento o la disminución de la precipitación y la temperatura en la
ciudad ha evidenciado unas fluctuaciones importantes en dichos parámetros
convirtiendo estos aspectos en las variables climáticas más estudiadas para
determinar el clima cambiante. En este sentido, Escobar (2012), sustenta que
durante la última década, comprendida entre los años 2001 a 2010 se observaron
los valores más altos de precipitación en toda la región comparados con las
décadas anteriores, por esta razón, durante este período se reportaron diferentes
emergencias en la ciudad de Bogotá relacionadas con dicho cambio del clima.
Como consecuencia a estas fluctuaciones del clima, en el año 2010, se
evidenció que el nivel del río Bogotá aumentó de forma significativa llevando a su
desbordamiento, lo cual generó daños en gran parte del occidente de la ciudad.
Durante este mismo periodo de tiempo, se pudo observar que hacia el año
2002, el río Tunjuelito se desbordó generando inundaciones de incluso 1.50
metros de altura en algunos barrios de la ciudad dejando miles de damnificados.
En este evento, las zonas mayormente afectadas, correspondieron a la parte
norte, oeste y centro de la ciudad influenciando fuertemente las localidades de
Suba, Engativá, Fontibón, Barrios Unidos y Teusaquillo, pero en menor porcentaje
la localidad de Sumapaz ubicada al sur de Bogotá (Escobar, 2012).
75
Respecto a la distribución espacial de la precipitación en Bogotá, el IDEAM
en el año 2012 evidenció que en la ciudad, los valores mínimos de precipitación se
presentan principalmente en las localidades de Suba, Engativá y Fontibón con
valores que oscilan entre 500 y 1000 mm, por el contrario, los valores más altos de
precipitación (mm) se registraron hacia la parte noreste de la ciudad afectando
localidades como Santa Fé, San Cristóbal, Chapinero, Usaquén, sectores de
Usme y la parte sur sobre Sumapaz con valores que oscilan entre los 1000 y 2000
mm tal como se observa en la Ilustración 2:
Ilustración 2. Distribución espacial de la precipitación en Bogotá
(Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales [IDEAM] 2012)
76
La temperatura de Bogotá y su distribución espacial está dada por los
valores del promedio multianual de temperatura media que se encuentran entre
los 9ºC en las zonas más altas y 14ºC en las partes más bajas de la ciudad,
ubicándose este valor en parte norte y oeste de la ciudad, en donde se encuentran
las localidades de Suba y Engativá. Los valores más bajos se presentan hacía la
parte central y sur como Sumapaz.
Ilustración 3. Distribución espacial de la temperatura en Bogotá
IDEAM (2012)
Según el IDEAM (2012), la variable de precipitación en Bogotá en la última
década, señala que se presentaron más lluvias que en las décadas anteriores. La
77
caracterización de la década comprendida entre el año 2001 y 2010, presentó
alteraciones de la precipitación decadal respecto a la normal climatológica
establecida para el período 1971-2000, lo que reflejó un aumento de las lluvias por
encima del 40% respecto a dicho período de referencia, como se observa en la
Ilustración 4:
Ilustración 4. Cambios de la precipitación % para los últimos 40 años
78
Temperatura media: El IDEAM en 2012 determinó que en los últimos 40 años, la
temperatura media para Bogotá ha aumentado en promedio entre 1 y 2°C, como
se muestra en la Ilustración 5:
Ilustración 5. Aumento de la temperatura media en ºC para los últimos 40 años
79
De acuerdo con estos resultados hallados por el IDEAM, se pretende con
esta investigación encontrar la coherencia con el cambio climático evidenciado en
la ciudad de Bogotá y el cambio evidenciado en la Vereda Chorrillos de la
localidad de Suba.
6. DISEÑO METODOLÓGICO
La investigación marco titulada: “Respuestas locales al cambio global,
análisis desde el conocimiento local sobre ambiente y desarrollo en comunidades
urbanas, rururbanas y rurales perteneciente a la Región Capital y sur de Boyacá”,
en la que se inscribe el presente proyecto de investigación, trazó
metodológicamente, en consonancia con la naturaleza del fenómeno que indaga
por la “percepción”, un enfoque etnográfico, por lo cual la presente investigación
se adscribe al paradigma cualitativo de acuerdo con la respectiva fundamentación
que se abordará más adelante.
Ahora bien, dado que la disposición de un primer objetivo específico
requiere estrategias de cuantificación (a partir de datos existentes sobre registros
disponibles por los informes proveídos por estaciones climatológicas), se
consideró pertinente que la elaboración del presente trabajo se distribuyera en dos
fases, a saber: una primera fase para conocer datos resultados del análisis de
variables del clima relacionadas con en el sector en el cual se desarrolla la
investigación; y una segunda fase para reconocer, a partir de la subjetividad y lo
característico de personas situadas en el contexto del lugar del estudio, sus
percepciones sobre el Cambio Climático [CC] y las estrategias de adaptación y
mitigación presentes en el sector focalizado. La manera de disposición y
realización de estas fases se exponen como componentes del diseño de
investigación elaborado.
82
6.1 ENFOQUE DE LA INVESTIGACIÓN
Si bien el primer objetivo se vale de datos cuantitativos para el análisis de
variables sobre el clima, no por ello la presente investigación se enmarca en el
paradigma de la cuantificación, porque se detendría en una aspecto puramente
objetivo (Hernández, Fernández & Baptista, 2010, p. 26) para realizar mediciones,
y dichas cuantificaciones no versan fundamentalmente sobre categorías para
identificar la percepción. Se trata de datos objetivos que muestran tendencias. De
la misma manera, no se trata de una investigación mixta o híbrida centrada en el
origen cuantitativo y cualitativo de los datos, y la combinación en un mismo estudio
de las dos perspectivas en igual condición o con la preponderancia de una
perspectiva sobre otra (Hernández, Fernández & Baptista, p. 2010, p. 546).
La razón principal para realizar esta aseveración, se tiene al superar el
denominado “dilema de los métodos” cuya discusión da más importancia al
método para generar conocimiento, que al problema mismo de conocer la realidad
social, que por sus propiedades es al mismo tiempo objetiva, subjetiva, compleja y
dinámica (Bonilla & Rodríguez, 1995, p. 60). No se trata por tanto de la validación
de este u otro método, sino de la manera más adecuada de aprehensión del
fenómeno, el alcance y pretensión que se traza en la redacción del problema, y
como se contempla en los objetivos de la presente investigación, en la
sistematización y distribución de objetivos específicos.
Por esta razón, y como se ha afirmado, un primer propósito de la
investigación logra visualizar resultados del carácter “objetivo” sobre variables
meteorológicas a partir de datos ya disponibles en la recolección que se hace en
la estación meteorológica ubicada en la vereda Chorrillos de la Localidad de Suba
83
en Bogotá. Con ello se tienen informaciones consolidadas por medio de fórmulas
de estadística descriptiva, para proveer informes necesarios al momento de
realizar la “triangulación” de la información, esto es, para realizar el análisis de
acuerdo con “diferentes fuentes y métodos de recolección [de datos]” (Hernández,
Fernández, & Baptista, 2010, pág. 439).
En sentido estricto, en esta primera fase se tienen elementos de
mediciones y cuantificación que contribuyen con la discusión de los resultados que
por la vía cualitativa se obtienen en la segunda fase. Para ello se redactan las
pretensiones del segundo y tercer objetivo de la investigación, claramente
adscritas al aspecto subjetivo que se concentra en la percepción resultante de
vivencias sobre el CC, para de allí comprender el dinamismo de la adaptación y la
aplicación de estrategias de mitigación. De la misma manera, se adscriben a la
perspectiva cualitativa los instrumentos y procedimientos para el análisis de los
datos, con elementos tomados de la etnografía.
Como se puede ver, aunque existe cuantificación para el análisis de las
principales variables meteorológicas que visualizan lo acaecido en el lugar en el
cual se focaliza el trabajo, la preponderancia del estudio continúa sobre aspectos
singulares que indagan por la percepción y sin partir de la imposición del
investigador de variables (cuantificación) o de categorías (cuantificación o
enfoques cualitativos que privilegian las categorías iniciales para ser validadas).
De aquí, el enfoque de la investigación está en la perspectiva cualitativa y se
diferencia de trabajos preliminares dado que, aunque utiliza categorías iniciales la
función de éstas consiste en ser “orientadoras” por la necesaria teorización previa
que permite tener dominio sobre el alcance de la investigación en el momento del
abordaje a las personas participantes de la investigación (Aguilera et al, 1987, p.
22), pero lo que realmente importa se tiene en el análisis de los datos para que de
ellos, en un movimiento de retorno, se tengan elementos para respaldar, si es el
84
caso, aquellas categorías iniciales, o sean visibles nuevos descubrimientos con
nuevas categorías como puntos de llegada pretendidos -categorías emergentes-
(Bonilla y Rodríguez, 1995, p. 35-36).
6.2 DOS FASES DE LA INVESTIGACIÓN
En la investigación se desarrollaron dos fases. En primer lugar, una fase
para el estudio objetivo de análisis de variables climatológicas con los datos
aportados sobre variables que toma una estación meteorológica dispuesta por el
Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales [IDEAM] en el sector
focalizado para la investigación; y, en segundo lugar, una fase concentrada en el
carácter subjetivo de la percepción de personas que habitan en la vereda
Chorrillos, sobre el CC y sus respuestas de adaptación y mitigación. Las dos
fases, su ubicación y justificación se explican a continuación:
6.2.1 Fase objetiva. El análisis de variables meteorológicas
En primer lugar, y para desarrollar el primer objetivo, se analizan variables
climatológicas de incidencia en el lugar en el cual se desarrolló la investigación a
partir de los datos sobre las variables climatológicas aportadas por el IDEAM de
los registros tomados en la estación meteorológica “Bilbao Máximo Poti” (código
21206630), la más cercana a la estación meteorológica “Nueva Generación”
(código 21206600), única estación ubicada en la vereda Chorrillos, cuya
información por el tipo “automática” no está disponible para una consulta al público
por parte del personal del Instituto. La fecha de instalación de las estaciones data
85
del 15 de noviembre de 2001, sin embargo, solo existen datos disponibles desde
2008, y se ubican en la Localidad de suba como se muestra en la Ilustración 6:
Ilustración 6. Ubicación de las estaciones cercanas (IDEAM).
Imagen disponible en: http://www.ideam.gov.co/solicitud-de-informacion
86
Se tienen informaciones sobre variables meteorológicas de humedad
relativa, precipitación total y mensual, y de datos máximos y mínimos de
temperatura. Los datos aportados por IDEAM (consulta solicitada), a pesar de la
insistencia, solo comprenden el período 2008-2014 en los que se observan las
respectivas variaciones mes a mes. Los cambios anuales se sistematizaron en
gráficos de dispersión realizados con el software Microsoft Excel.
El análisis estadístico permitió mostrar la tendencia con los respectivos
datos para analizar los cambios de las variables, con lo que se tuvo el elemento
objetivo de informaciones consolidadas para confrontarse –o lo que se denomina
Triangulación- con los resultados obtenidos a partir de la subjetividad de
informaciones aportadas por las personas participantes entrevistadas.
6.2.2 Fase subjetiva. Establecimiento de las categorías iniciales y
emergentes propias de la etnografía.
Para desarrollar el segundo y tercer objetivo se realizó una categorización
en doble vía. En primera medida se establecieron categorías iniciales orientadoras
[CIO] que como su nombre lo indica, orientan la investigación en su etapa inicial.
Estas categorías recibieron respaldo en los datos recolectados en campo, y, a
partir de estas y otras informaciones, en segunda medida se hallaron las
categorías emergentes [CE] que destacan los hallazgos sobre las percepciones de
cambio climático de los habitantes de la zona de estudio.
Para establecer las categorías iniciales orientadoras [CIO] se tuvieron en
cuenta criterios de investigaciones preliminares que sirven para la caracterización
de las predicciones asociadas al tiempo atmosférico y al clima, es decir, la
87
agrupación de distintas concepciones que se basan en los conocimientos y en las
asociaciones culturales de las personas y sus “sistemas de conocimientos locales”
que sustentan vivencias y prácticas en torno al clima y tiempo atmosférico
respecto a sus realidades sociales.
6.2.3 Categorías iniciales que orientaron el estudio
La segunda fase metodológica se basa en tres tipos de apectos que en la
presente investigación, aclaran el enfoque y la manera para tener en cuenta las
nombradas “categorías iniciales orientadoras” [CIO], por lo que se optó por tener
como tales a partir del reciente trabajo de Ulloa sobre las “dimensiones culturales
del clima” (2014), los denominados “indicadores” que resultan de la compilación y
reunión de los criterios de investigaciones preliminares, y que sirven para
“agrupar” distintas concepciones que se basan en los conocimientos y en las
asociaciones culturales de las personas y sus “sistemas de conocimientos locales”
que sustentan vivencias y prácticas en torno al clima y al tiempo atmosférico.
Asimismo, tratándose de una población rururbana como sucede con la
vereda Chorrillos de la Localidad de Suba al estar sometida a transformaciones
que derivan de su ubicación y característica poblacional, se toman como CIO las
cuatro dimensiones del riesgo de este tipo de población, de acuerdo con
Barrenechea, Gentile, González y Natenzon (2005).
Finalmente, para conocer las respuestas de adaptación y mitigación frente
al CC de los habitantes de la Vereda estudiada, se toman como CIO las acciones
proactivas, reactivas, pasivas, tendenciales y tradicionales propuestas por
Hernández (citado por Forero, 2013). Estos indicadores transformados en CIOs se
explicarán el los apartados siguietes.
88
6.2.3.1 Los “indicadores” como “aspectos” y CIO para realizar la indagación (Ulloa, 2014)
En el trabajo de Ulloa intitulado: “Dimensiones culturales del cima:
Indicadores y predicciones entre pobladores locales en Colombia” (2014), se
resalta el valor de las expresiones de los conocimientos sobre el clima en
correspondencia con las lecturas culturales a partir de “indicadores” que la autora
puntualiza sobre las vivencias que las personas en contextos locales manifiestan
sobre el clima, con percepciones sobre aspectos astronómicos, atmosféricos y
botánicos en primer lugar, y luego, sobre aspectos físicos-geográficos y las
características de objetos corporales, sensoriales, cognitivos y simbólicos (Ulloa,
2014, p. 24-27).
Los conocimientos sobre la naturaleza y el clima se expresan en el manejo
de tales “indicadores”, es decir, se hacen lecturas de las señales que se
encuentran en diversos aspectos de elementos del entorno en relación con el
tamaño, el color, el cambio que sucede en temporadas de transformaciones
climáticas, y las respuestas de acuerdo con conocimientos culturales sobre el
tiempo y el clima. La fundamentación para los indicadores realizada por Ulloa,
toma en cuenta los trabajos de Tocancipa-Falla, Rosero y Restrepo (2011) y el de
Correa (2011; 2012) quienes realizan el estudio de pescadores e isleños de
ascendencia afrodescendiente, y sobre pueblos indígenas, retoma los trabajos de
Rodríguez y Van der Hammen (2014) y Puenayán (2013) (citados por Ulloa, 2014,
p. 24).
La segunda fase metodológica se basa en los indicadores propuestos por
Ulloa (2014) (Tabla 2) para la caracterización de las predicciones asociadas al
tiempo atmosférico y al clima.
89
Tabla 2. Aspectos -"Indicadores" - Ulloa (2014)
TIPO DE INDICADOR (ULLOA, 2014)
Predicciones que se asocian al tiempo atmosférico y el clima.
Indicadores astronómicos Estos indicadores se relacionan con el sol, la luna, las estrellas y la vía láctea, entre otros, y se observa su color, los halos que los rodean o el brillo/opacidad en diversas épocas del año; permiten conocer el tipo de tiempo atmosférico que se presentará al día siguiente o en una temporada.
Indicadores meteorológicos Estos indicadores se centran en los fenómenos meteorológicos, como lluvias, viento, humedad, cambio de temperaturas, y los cambios que se perciben en las nubes, lluvias, granizo, arcoíris, vientos luminosidad de los truenos, entre otros.
Indicadores biológicos Estos son los indicadores más conocidos. También se denominan bioindicadores, y se centran en la observación de los cambios de los ciclos de plantas y animales. Por ejemplo, comportamientos de especies que cambian de localización en ciertas épocas del año o cambian la distancia frente a fuentes de agua, o la altura en la que hacen sus lugares de habitación.
Indicadores físico-geográficos
Los indicadores físico-geográficos se centran en los cambios que se ven en las montañas, cauces de los ríos y/o quebradas, o en el mar. Pueden ser transformaciones de dichos componentes biofísicos o procesos que inciden en su apariencia, como el tipo de luminosidad sobre las laderas de una montaña o el tipo de nubes que la cubren, o la abundancia o escasez de especies.
Indicadores a través de las características de los objetos
Los objetos y sus características también se tornan en indicadores climáticos, al poderse leer en ellos la cantidad de humedad que absorben; por ejemplo, en la sal, el tabaco o en la lana. Si bien son escasas las referencias etnográficas, diversos pueblos se refieren a estas lecturas como parte de la vida cotidiana y del hacer, que se transmite en las prácticas relacionadas con el entorno.
90
Indicadores corporales, sensoriales y cognitivos
Los indicadores sensoriales y corporales son lecturas que se inscriben en el cuerpo de las personas, a través de sus coyunturas, por ejemplo, y que permiten una lectura de épocas frías que se aproximan.
Indicadores simbólicos Los sueños permiten predecir comportamientos de animales, plantas o astros, convirtiéndose en parte importante de los indicadores culturales. Asimismo, permiten ver las señales que los dueños de los elementos envían.
La importancia de conocer los “indicadores”, según Ulloa (2014), radica en
poder encontrar elementos desconocidos o más precisos. Así las cosas, no se
trata de tener elementos preconcebidos en calidad de “indicadores”, sino, se
conciben como tales los “aspectos” que reúnen las denominaciones que hace la
autora, para funcionar como CIO, y lograr la agrupación de los datos y el
procedimiento de análisis que se describirá más adelante, para hacer posible el
surgimiento de “categorías emergentes” [CE] y así poder posicionar otras maneras
de conocer y de pensar de quienes participaron a través de su percepción en torno
al clima, y la interrelación con los conocimientos expertos (meteorológicos o
climatológicos) y conocimientos locales de los habitantes de la Vereda Chorrillos
de la Localidad de Suba.
6.2.3.2 Dimensiones de riesgo en el espacio rururbano (Barrenechea, Gentile, González y Natenzon, 2005)
Por otra parte, y con una visión centrada en los riesgos naturales como los
eventos climáticos extremos, y otros riesgos sociales a los que se ve sometido un
territorio con características RU como sucede, por su ubicación geográfica, con la
vereda Chorrillos de la Localidad de Suba, se tiene en cuenta la propuesta de
Barrenechea, Gentile, González y Natenzon (2005), quienes establecen cuatro
dimensiones del riesgo resumidas en la siguiente tabla:
91
Tabla 3. Dimensiones del riesgo en territorio RU (Barrenechea, Gentile, González y Natenzon, 2005)
DIMENSIÓN DEL RIESGO EVIDENCIAS EN EL TERRENO DE INDICADORES DE RIESGO.
Peligrosidad en el espacio RU.
Dada por el avance de la mancha urbana y por las presiones económicas y ambientales (globales y locales) a las que están sometidos los residentes del lugar. El mayor peligro es la expansión urbana.
• Loteos y venta de terrenos en la periferia de la ciudad. • Avance de la infraestructura (redes de servicios, vías de comunicación, entre otras). • Cambios en el uso de suelo por factores ambientales. • Políticas urbanas locales (planificación estratégica) que afectan a pequeños propietarios agrícolas.
Vulnerabilidad Se observa en la capacidad de adaptación de los residentes a los riesgos ambientales y a las presiones urbanas.
Una síntesis de los aspectos que inciden en la capacidad de adaptación de los residentes del espacio RU son: • Vínculos entre actores (acuerdos y asociaciones para ayudarse mutuamente), puesto que cuanto mayores y más especializados son los mismos, menos vulnerable serán. • Acomodo a los cambios ambientales y del clima mediante estrategias a corto, mediano y largo plazo. • Lazos afectivos con su lugar. Significado y pertenencia al lugar: Aspectos clave para enfrentar los cambios. • Tamaño de las explotaciones y relación entre la capacidad y el tipo de actividad (a mayor tamaño, mejores posibilidades de emprender alguna estrategia para salir adelante). • Tipo de actividades realizadas y de manejo de la explotación. • Expectativas: las expresiones de cómo vislumbra el futuro cada actor son una fuente para identificar las presiones a las que está expuesto y cómo las vivencia. • Percepción del riesgo. • Conocimientos (nivel de instrucción). • Incorporación de nuevas tecnologías.
92
Exposición El espacio RU está expuesto a la expansión urbana y a los riesgos ambientales propios de su territorio, sus habitantes al riesgo de perder sus tierras, cambiar sus prácticas socio-culturales y espaciales o sufrir desarraigo, entre otros aspectos.
Distancia a la mancha urbana y a elementos paisajísticos que representen un riesgo (cuanto más cerca de la mancha urbana o de dichos elementos más expuesta al peligro). Localización en áreas definidas como potencialmente urbanizables por el municipio.
Incertidumbre Los actores poseen disímil o nula información sobre ordenanzas municipales relacionadas con el manejo el territorio, políticas ambientales, destino de sus tierras, así como los cambios en las políticas económicas.
La disponibilidad de información (relacionada con los vínculos que posee), los cambios en políticas ambientales y económicas y las expectativas sobre su futuro pueden hacer más o menos incierto que permanezcan en la propiedad RU.
La primera corresponde a la “peligrosidad”, entendida como lo
potencialmente peligroso de los fenómenos naturales; la segunda tiene en cuenta
la “vulnerabilidad”, que para los citados autores se detiene en las características
sociales, económicas y culturales de un grupo social frente a un evento ambiental
que les puede afectar, y con lo cual se determina el nivel de dificultad, como las
capacidades que tendrá dicho grupo social para poder recuperarse
autónomamente luego de padecer el impacto; de otra parte, los autores citados
resaltan la “exposición” para referirse a lo que potencialmente puede afectar a la
población y sus bienes materiales, frente a un fenómeno peligroso que sea de
carácter ambiental, climático u otro; y, finalmente, la cuarta tiene en cuenta la
“incertidumbre”, como la situación relacionada con las limitaciones al no contar con
el conocimiento (incertidumbre científica) y padecer la indeterminación en cuanto
competencias institucionales y normativa (incertidumbre política) (Barrenechea,
Gentile, González y Natenzon, 2005, pp.180-181).
93
Al seguir la línea de los citados autores se caracteriza el espacio RU como
un área de riesgo expuesta a la amenaza de fenómenos naturales como los
eventos climáticos extremos, además de tener que soportar la presión de la
expansión urbana sobre su territorio, con las implicaciones que ello conlleva. Así
las cosas, en la tabla se muestran las dimensiones del riesgo analizadas por los
autores antes mencionados, dimensiones que tomadas como CIO permitieron
abordar el conocimiento de las percepciones de quienes fungieron como
participantes en la presente investigación.
6.2.3.3 Acciones frente al cambio del clima (Hernandez, citado por Forero, 2013)
Con el objetivo de encontrar una tipología de acciones ante el CC, de
acuerdo con Hernández (citado por Forero, 2013, p. 28) existen acciones
proactivas, reactivas, pasivas, tendenciales y tradicionales, descritas en Tabla 4:
Tabla 4. Acciones frente al CC, de acuerdo con Hernández (citada por Forero, 2013)
Acciones frente al cambio del clima
ACCIONES DESCRIPCIÓN
Proactivas Son aquellas que se orientan a la anticipación, son las que permiten prever los efectos futuros y estar preparados para ello, lo que implica la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar mejoras o soluciones ante los eventos del cambio del clima.
Pasivas Son completamente opuestas a las proactivas, donde las personas sienten apatía, indiferencia, ante los efectos que puedan llegar a ocurrir producto del cambio del clima.
Reactivas Son aquellas que surgen hasta que el evento pase, son circunstanciales, se espera a ver qué pasa, están muy relacionadas con las actitudes pasivas, puesto que solamente esperan que el hecho o fenómeno suceda para tener algún tipo de respuesta, por tanto no
94
están preparados para el cambio.
Tendenciales Son las que llevan el ritmo de las circunstancias que están ocurriendo en el entorno, de acuerdo con las tendencias externas, se encuentran apreciaciones como si sirve bien, o sino también. De acuerdo con el momento, pueden resultar beneficiados o afectados.
Tradicionales Son aquellas que tienen que ver con las tradiciones de un pueblo, comunidad o sociedad. Estas acciones son las que practicaban los abuelos.
6.2.4 Participantes en la investigación
Teniendo en cuenta que el uso predominante del suelo de la vereda
Chorrillos es de actividad industrial, agrícola, pecuaria y deportiva, y en menor
grado las actividades domésticas y comerciales, se tuvo en cuenta alcanzar los
sectores de producción económica, por lo que se entrevistaron agricultores,
personas dedicadas al hogar, comerciantes, del sector de la construcción,
transporte y deporte, e intencionalmente también se tuvo en cuenta al presidente
de la Junta de Acción Comunal [JAC] de la vereda.
Los participantes se abordaron durante visitas in situ al lugar, por lo que se
indagó por su condición de personas mayores de edad, habitantes de la vereda
Chorrillos, a lo que dieron respuesta positiva (voluntaria) a la invitación
(Hernández, Fernández y Baptista, 2010, p. 392) para acceder a la entrevista,
realizar la grabación en audio y tomar imágenes pertinentes para la observación
(ver Anexo 2 formulario de consentimiento informado). La caracterización de las
personas participantes, la visualización de la georreferenciación y las
coordenadas, se tiene en el Anexo 3.
95
6.2.5 Técnicas de recolección de los datos
En consonancia con las fases de la investigación, para el logro del primer
objetivo en sentido estricto no se aplica ni se elabora un instrumento como tal, sino
que con las informaciones obtenidas del IDEAM se hizo el vaciado de los datos en
la tabla para su respectivo tratamiento con la herramienta Microsoft Office Excel,
como se expone en el siguiente apartado.
Por su parte, para la segunda fase son pertinentes técnicas de carácter
cualitativo para el abordaje a las personas participantes. En consonancia, y dada
la pretensión de conocimiento sobre la “percepción”, se utilizaron como
herramientas de recopilación de información: la entrevista, la observación y el
reforzamiento que se puede lograr con imágenes (fotografía). Las técnicas
mencionadas se describen a continuación:
6.2.5.1 La entrevista a habitantes de la vereda Chorrillos
La entrevista como técnica para la recolección de los datos cualitativos se
entiende como una conversación entre personas con el objetivo de obtener
información pertinente en la indagación realizada. Se trata de un acto de
comunicación para “la construcción conjunta de significados respecto a un tema”
(Hernández, Fernández & Baptista, 2010, p. 418).
Existen diferentes clases de entrevistas de acuerdo con las
intencionalidades y concordancia con el diseño y el alcance de la investigación. En
el presente estudio se utilizó la entrevista semiestructurada no directiva, en la que
se estableció un proceso de diálogo con receptividad por parte del entrevistador
para tener libertad frente a la formulación de las preguntas que son de naturaleza
96
flexible y abierta, y pueden ser presentadas el entrevistado sin un patrón
especifico, sino en dirección de sus respuestas (Bautista, 2011, p. 171).
La concordancia de la aplicación de las entrevistas con el problema de
investigación y las CIO se encuentra en el Anexo 1. Por su parte, la ficha técnica
de la entrevista semiestructurada que se aplicó se encuentra disponible en el
Anexo 4.
6.2.5.2 La observación e imágenes de acuerdo con el énfasis en datos aportados por los entrevistados
Durante la recopilación de los datos, la observación como técnica se basó
en la atención visual especial a una situación dada para atender a todos sus
detalles, tomar información, realizar el registro y posteriormente realizar la tarea de
análisis. Hernández, Fernández y Baptista manifiestan que no se trata de una
mera contemplación, sino que con esta técnica es posible “adentrarnos en
profundidad a situaciones sociales y mantener un papel activo, así como una
reflexión permanente. Estar atento a los detalles, sucesos, eventos e
interacciones” (2010, p. 411). De la misma manera, como lo señalan Bonilla y
Rodríguez, con este instrumento es posible tener registro de las acciones de las
personas en su propio ambiente (1995, p. 118). Con la observación, es posible
enfatizar en el contexto físico inmediato, también centrarse en detalles y
comprender escenas culturales específicas.
El instrumento aplicado de observación tuvo carácter no participante, dado
que un asistente de investigación lo diligenció de manera concomitante durante la
realización de la entrevista para destacar los aspectos aportados por el
97
entrevistado, por lo cual se realiza la diligencia de los elementos contenidos en la
Guía de Observación y Fotografía disponible en el Anexo 4.
Por su parte, la fotografía como técnica de recolección de datos se utilizó
para atender a esos detalles que naciendo de la “percepción” de un informante,
pretenden mostrar que un evento o situación sea captada en sus detalles. Se trató
de imágenes para soportar el trabajo y las actividades de campo con el énfasis y
el análisis posterior, esto es, se tuvo en cuenta información gráfica pertinente para
la investigación (Gamboa, 2014, p. 16).
6.3. PROCESAMIENTO Y ANÁLISIS DE LOS DATOS
De acuerdo con las fases de la investigación, a continuación se presenta el
procedimiento de análisis.
6.3.1 Procesamiento de las variables meteorológicas con el uso de Microsoft
Office Excel
En el programa Microsoft Office Excel, los datos sobre los valores medios
mensuales de las variables “precipitación y temperatura” aportados por el IDEAM
para la zona de influencia de la vereda Chorrillos, se analizaron como se
ejemplifica a continuación, en donde se tomó como guía para este “paso a paso”,
los datos de la variable “Humedad Relativa”.
Para lograr el análisis, se ingresaron los datos de la variable humedad
relativa mensual en porcentaje desde 2008 a 2014 sin el año 2013 aportados por
98
el IDEAM, se pusieron en columnas por meses para promediar cada mes y año,
como se ve en la Ilustración 7:
Ilustración 7. Ingreso de datos al programa Microsoft Excel
Con ayuda de la hoja de cálculo se determina el promedio anual, el
promedio entre los meses, los valores máximos y mínimos mensuales, para
determinar el comportamiento del mes distintivo en el año, una forma más rápida
de analizar los datos es con el uso de un gráfico que exprese lo dicho y muestre
las variaciones por cada año, mes a mes, para ello se selecciona en la tabla las
columnas desde enero hasta diciembre como se muestra en la Ilustración 8:
99
Ilustración 8. Procedimiento para generar gráfico de las variables.
Posteriormente se obtiene la gráfica de humedad vs. mes, por series que
luego se renombran como el año correspondiente, esta gráfica nos permite
comparar al mismo tiempo el porcentaje de humedad el año, el mes y observar las
tendencias.
Para generar la gráfica de dispersión, esto es, para observar la variabilidad
de los datos y conocer la distribución de las distancias de los valores de las
variables (Fernández, Córdoba & Cordero 2002, p. 192-193), se procede con la
activación de las opciones que facilitan su visualización, para este caso tomamos
la variable año y el valor promedio anual de humedad (para poder hacer la
selección hay que seleccionar primero la columna de año, oprimir la tecla “ctrl” y
luego la columna promedio anual), con el objeto de observar el comportamiento de
la humedad a medida que avanza el tiempo, como se observa en la Ilustración 9:
100
Ilustración 9. Procedimiento para obtener el gráfico de dispersión
Queda un gráfico de dispersión donde la hoja asume valores para el tiempo
y los del promedio de humedad. La ecuación se visualiza con la activación de la
función sobre uno de los puntos y se toman los años como los valores 1,2,3...,
para relacionarlos con la humedad. esta ecuación es una regresión lineal,
cuadrática, exponencial…, dependiendo del ajuste, para ello se calcula el r
cuadrado que se le pide al sistema. Si r cuadrado es cercano a uno (1) la relación
es directa, es decir, a mayor tiempo, mayor el valor de la variable humedad, pero
si es cercano a cero (0), el ajuste no explica relación entre las variables. La
ecuación en el gráfico puede ser lineal y aquí se mira la ecuación de la forma
y=mx+b.
101
Ilustración 10. Procedimiento para obtener la gráfica, ecuación y r cuadrado
Al cerrar el cuadro activado aparece una gráfica con la línea, la ecuación y
el r cuadrado. Allí podemos observar la tendencia de la variable.
Al existir una falta de datos significativa en las variables precipitación y
temperatura, se procedió a estimar los datos faltantes por medio del método
racional para estimación de datos faltantes en series de precipitación y
temperatura propuesto por Guevara J, en 2003, que consiste en calcular el
porcentaje de la variable para los meses en los años donde si tenemos dato,
asumiendo que el 100% es el total anual de cada año. Una vez calculados los
porcentajes mensuales en los años con datos completos, se calcula un promedio
mensual de dichos porcentajes y se asume ese promedio como el porcentaje total
de la variable en el mes con dato faltante. Para estimar los datos faltantes según
este método, solo basta sumar los datos mensuales existentes para el año en que
102
se quiere estimar un dato faltante y se calcula el porcentaje de esos meses, para
posteriormente aplicarse una simple regla de tres.
A modo de ejemplo de la estimación de datos por este método, se explicará
el procedimiento para la variable Precipitación.
En los datos suministrados por el IDEAM para el análisis, observamos que
falta el dato de precipitación del mes de enero del año 2008. Por lo que en primer
lugar se calculó el porcentaje de lluvia para este mes en los demás años, con la
siguiente ecuación, asumiendo que el 100% es el total anual de cada año:
% 𝐸𝑛𝑒𝑟𝑜 (2009) =41,9mm x 100%
799,2= 5,2
De esta manera se calculan los porcentajes para el resto de los años y para
los demás meses en los que hay datos faltantes.
Una vez calculados los porcentajes mensuales en los años con datos
completos, se calcula un promedio mensual y se asume ese promedio como el
porcentaje de lluvia caída en el mes con dato faltante, como se muestra en la
Tabla 5:
Tabla 5. Valores medios mensuales de los años con datos completos de precipitación (mms)
Año Enero febrero marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto SeptiembreOctubre NoviembreDiciembreSuma
año 2008 0
año 2009 5,2 9,7 15,5 7,9 1,6 11,5 3,4 4,6 7,7 21,2 7,3 3,6 99,2
año 2010 1,8 2 0,8 16,2 12 5,1 11,7 4,9 3,8 12,6 18 9,5 98,4
año 2011 0
año 2012 9,6 7,1 15,8 16,8 9,4 2,9 8,1 5 3,3 12,1 4,7 4,5 99,3
año 2013 0
año 2014 0
Promedio 5,533333 6,266667 10,7 13,63333 7,666667 6,5 7,733333 4,833333 4,933333 15,3 10 5,866667 98,96667
103
Así, se asume que 5,5 se corresponde con el porcentaje de lluvia del mes
de enero de 2008.
Procedemos al cálculo de los datos faltantes:
*Porcentaje de lluvia asumido para enero de 2008 = 5,5%.
*∑ de los datos mensuales de lluvia existente del año de 2008 = 491 mm.
*∑ de los porcentajes promedios de los meses con datos faltantes en 2008 = 48%.
*Porcentaje de lluvia de los meses con datos del año 2008 = Si el % de los meses
faltantes del año 2008 suman 48%, entonces el % de los meses con datos de
lluvia del año 2008 será= 100% - 48% = 52%.
El valor de lluvia para enero de 2008 se calcula por una simple regla de tres:
𝑉𝑎𝑙𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑃𝑟𝑒𝑐𝑖𝑝𝑖𝑡𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝐸𝑛𝑒𝑟𝑜 (2008) =5,5% x 491mm
52%= 51.9 𝑚𝑚
Para el cálculo en el resto de los meses del año 2008 y los demás datos
faltantes, se procede exactamente de la misma manera.
En la Tabla 6 se muestran tanto los valores suministrados por el IDEAM, así como
los valores estimados por el método racional, observándose que al estimar datos
mensuales es posible determinar los valores anuales, en este caso de los años
faltantes.
104
Tabla 6. Valores totales mensuales calculados de precipitación (mms)
De esta manera, es posible obtener la gráfica completa con los datos
suministrados y los estimados.
6.3.2 Análisis cualitativo y triangulación de la información con el uso de
Atlas.ti
El programa Atlas ti en la versión 6.0 se utiliza para la sistematización de
información que permite la categorización, creación de redes semánticas, listados,
etc., elementos propios del análisis por “categorización”, y para “triangular” los
datos tanto con informaciones proporcionadas por distintos instrumentos
(entrevistas, observación y fotografías) como provenientes de distintas fuentes
(elementos teóricos y las informaciones y datos cuantitativos visualizados luego
del análisis estadístico). El trabajo se representa gráficamente de la siguiente
manera:
Año Enero febreromarzo Abril Mayo Junio Julio Agosto SeptiembreOctubreNoviembreDiciembreValor anual
año 2008 51,9 92,6 65,1 128,4 71,7 61,3 85,4 45,3 60,8 146,1 94,4 41 944
año 2009 41,9 78,3 124,2 63,8 13,4 92,2 27,7 37,5 61,8 170,2 58,7 29,5 799,2
año 2010 33,3 36,3 32,2 290,9 215,8 92,3 210,5 88,1 68,5 226,1 322,8 170,9 1787,7
año 2011 85,3 81,4 177,8 281,2 154,2 77,8 51 54,5 65,6 146,1 217,4 85,7 1478
año 2012 86,1 64,2 141,5 150,7 84 26,3 72,9 45,3 30,1 108,9 42,8 40,4 893,2
año 2013 33,3 117,2 37,1 164,8 71,9 61,5 72,9 45,4 46,4 144,9 94,7 54,9 945
año 2014 50,7 85,1 84,5 73,9 93,4 46,1 65 40,5 41,39 129,2 84,4 48,9 843,09
105
Ilustración 11. Esquema de trabajo con Altlas. Ti.
(Muhr & Friese, 2005, p. 28)
Con el programa se organiza una “unidad hermenéutica” ([HU] -por sus
siglas en Inglés-), en donde se tendrá un recurso ilimitado para la “asignación” de
textos, también para la segmentación de los datos con la realización de “citas
textuales”, la asignación de “códigos” que representan las CIO y las CE, para tener
resultados visualizados en redes (networks).
El análisis se comenzó con la apertura de la HU a partir de la activación de
la opción señalada en la Ilustración 12
Ilustración 12. Apertura de HU
106
La asignación de los documentos primarios ([PD] -por sus siglas en Inglés-)
provenientes de una carpeta en la que previamente se organizaron, como se
muestra en las Ilustraciones 13 y 14 .
Ilustración 13. Carpeta con los documentos organizados y la HU
Ilustración 14. PD que se asignan y preparan para el análisis
107
El diseño del software está soportado en ladenominada “Teoría
Fundamentada -o Fundada-” (Grounded Theory) inicialmente propuesta por Glaser
y Strauss (1967), con la cual la teoría emerge desde los datos en un proceso de
codificación en dos niveles, a saber, en un primer nivel (nivel textual) con el
descubrimiento de las partes relevantes se descomponen los datos poniendo en
consideración un segmento de contenido sobre el cual se realizan preguntas sobre
similitudes y diferencias (Strauss & Corbin, 2002, p. 111).
Con la comparación, Hernández, Fernández y Baptista muestran
gráficamente cómo cada segmento se clasifica como similar o diferente de otros y
se asignan a categorías (2010, p. 452). Si se tienen las mismas cualidades, se
genera una CE (categorización emergente), o, como también puede suceder, se
respalda una existente CIO. Para ello se tienen los códigos que representan las
categorías. En la Ilustración 15 se muestra el procedimiento:
Ilustración 15. Proceso de codificación cualitativa
(Hernández, Fernández & Baptista, 2010, p. 452).
Las categorías son conceptos, esto es, elementos del lenguaje que
permiten nombrar los fenómenos y funcionan a manera de etiqueta (Strauss &
Corbin, 2002, p. 110). Las CIO derivadas de la propuesta de Ulloa (2004) y
codificadas con el uso del programa computacional Atlas.ti 6.0, se muestran en la
Tabla 5:
108
Tabla 7. Codificación de los "indicadores" de Ulloa (2014)
Denominación de acuerdo con Ulloa (2014)
CIO en la presente investigación y Codificación en Atlas.Ti 6.0
Indicadores astronómicos CIO-ASPECTOS ASTRONÓMICOS
Indicadores meteorológicos CIO-ASPECTOS METEOROLÓGICOS
Indicadores biológicos CIO-ASPECTOS BIOLÓGICOS
Indicadores físico-geográficos CIO-ASPECTOS FÍSICO-GEOGRÁFICOS
Indicadores a través de las características de los objetos
CIO-ASPECTOS SOBRE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS OBJETOS
Indicadores corporales, sensoriales y cognitivos
CIO-ASPECTOS CORPORALES, SENSORIALES Y COGNITIVOS
Indicadores simbólicos CIO-ASPECTOS SIMBÓLICOS
Las CIO derivadas de la propuesta de Barrenechea, Gentile, González y
Natenzon (2005), codificadas con el uso del programa computacional Atlas.ti 6.0
se muestran en la Tabla 6:
Tabla 8. Codificación de las dimensiones del riesgo en territorio RU (Barrenechea, Gentile, González y Natenzon, 2005)
Denominación de acuerdo con Barrenechea, Gentile, González y
Natenzon (2005)
CIO en la presente investigación y Codificación en Atlas.Ti 6.0
Peligrosidad en el espacio RU CIO-PELIGROSIDAD RU
Vulnerabilidad CIO-VULNERABILIDAD
Exposición CIO-EXPOSICIÓN
Incertidumbre CIO-INCERTIDUMBRE
109
Las CIO derivadas de la propuesta de Hernández (2013), codificadas con el uso
del programa computacional Atlas.ti 6.0 se muestran en la Tabla 7:
Tabla 9. Codificación de las respuestas ante el CC (Hernández, citada por Forero, 2013)
Denominación de acuerdo con Hernández (2013)
CIO en la presente investigación y Codificación en Atlas.Ti 6.0
Proactivas CIO-RTA ACCIONES PROACTIVAS
Pasivas CIO-RTA ACCIONES PASIVAS
Reactivas CIO-RTA ACCIONES REACTIVAS
Tendenciales CIO-RTA ACCIONES TENDENCIALES
Tradicionales CIO-RTA ACCIONES TRADICIONALES
En Atlas.ti la codificación de cada CIO se hizo con la opción "Open Coding"
(Muhr and Friese, 2005, p. 116) como muestra en las Ilustraciones 16 Y 17
Ilustración 16. Despliegue de la opción para codificar las CIO
110
Ilustración 17. Despliegue de la opción para nombrar las CIO
Los registros de audio de las entrevistas (en total fueron escuchadas cuatro
(4) horas de grabación), fueron objeto de segmentación con la asignación de citas
y su relación con códigos de acuerdo con el procedimiento señalado. Cada
segmento corresponde a una “cita” (quotations) (Muhr & Friese, 2005, p. 30)) para
establecer relaciones y asignación a las respectivas categorías [Codes] siguiendo
los criterios establecidos en comentarios o memos, y la correspondiente bitácora
para la realización del análisis. Glaser & Strauss advierten sobre la “saturación de
categorías” (1967: 61), cuando los datos son repetitivos en relación con una
categoría.
En casos especiales se puede realizar el vínculo de un segmento que por sí
mismo, y por el texto que contiene, se convierte en un código. Esta es la
denominada codificación "in vivo" (Muhr and Friese, 2005, p. 115). De igual forma,
111
con códigos ya existentes se puede hacer un vínculo a partir de la lista ("Code by
List"), o de una búsqueda automatizada ("Auto Coding").
La codificación en el segundo nivel (nivel conceptual), establece las
relaciones entre las categorías y su visualización en el software se hace a través
de las “redes” (networks) (Muhr & Friese, 2005, p. 209-211), como se muestra en
la Ilustración.
Ilustración 18. Elaboración de redes en el nivel conceptual con Atlas,ti
En este nivel hizo posible conocer lo que está sucediendo con el fenómeno,
esto es, relacionar las categorías (también su jerarquización de algunas menos
generales subcategorías) y dar explicaciones con soporte en los datos
previamente segmentados (Hernández, Fernández & Baptista, 2010, p. 464).
7. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados de la fase uno se presentan en dos partes. En la primera, las
variables analizadas con fundamento en los datos aportados sobre la estación
meteorológica del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales
[IDEAM]. Por su parte, los resultados de la fase dos se presentan con la
exposición y visualización de las redes (networks) con las principales categorías,
las relaciones de los datos segmentados en “citas” (quotations) y sus respectivas
asignaciones a categorías.
7.1 EVIDENCIAS DE CAMBIOS DE CLIMA EN LA VEREDA CHORRILLOS
A continuación se presentan los resultados obtenidos para la fase objetiva
de la investigación, a partir de los datos aportados por el IDEAM tomados de la
estación meteorológica “Bilbao Máximo Poti” (código 21206630), a saber, se
tienen informaciones sobre variables meteorológicas de humedad relativa,
precipitación total y mensual, y de la temperatura los máximos y mínimos.
7.1.1 Análisis de los valores medios mensuales de humedad relativa (%)
Para lograr el análisis se ingresaron los datos de la variable “humedad
relativa mensual”, aportados en porcentaje por el IDEAM para el período
comprendido de 2008 a 2014, sobre el que llama la atención el que no se tienen
114
registros del año 2013 para esta variable, tal como se puede contemplar en la
Tabla 10:
Tabla 10. Valores en % de la variable "humedad relativa mensual"
Con los datos ingresados al sistema se procedió a generar el gráfico,
visualizado en la Ilustración 19:
Ilustración 19. Valores medios mensuales de humedad relativa (%)
Año Enero febreromarzo Abril Mayo Junio Julio AgostoSeptiembreOctubreNoviembreDiciembreValor anual
año 2008 77,3 88,3 82,3 84,1 83
año 2009 88,3 86,1 88,3 85,3 90,1 76,1 72,1 75,1 78,3 71,3 81,1
año 2010 69,3 70,1 74,1 80,1 77,3 77,3 78,3 82,3 77,1 76,211111
año 2011 72,3 74,3 78,3 81,1 79,1 75,3 72,3 71,3 72,3 78,3 83,3 76,172727
año 2012 75,3 75,3 80,3 80,3 77,3 75,3 77,3
año 2014 74,1 75,3 77,1 75,1 75,3 75,3 75,366667
Enero febreromarzo Abril Mayo Junio Julio AgostoSeptiembreOctubreNoviembreDiciembreValor anual
medios 75,86 73,75 78,25 80,65 79,2 79 79,25 73,7 73,9 80 80,3 77,5 78,191751
máximos 88,3 75,3 80,3 86,1 88,3 85,3 90,1 76,1 77,3 88,3 83,3 84,1 83
mínimos 69,3 70,1 77,1 75,1 74,1 75,3 72,3 71,3 72,1 75,1 75,3 71,3 75,366667
60
65
70
75
80
85
90
95
100
VALORES MEDIOS MENSUALES DE HUMEDAD RELATIVA (%)
año 2008
año 2009
año 2010
año 2011
año 2012
año 2014
115
El gráfico generado de los datos contrasta la humedad versus el mes, por
series que representan el año analizado. La Ilustración muestra las variaciones de
la Humedad por cada año, en una frecuencia mes a mes. Se observa que todos
los años presentan un valor anual comprendido entre 70% y 83% de humedad, lo
que representa una humedad relativa significativa para la vereda.
Los años con la humedad relativa media más alta fueron 2008 y 2009, sin
embargo, los años con los datos de porcentaje más bajos son 2011 y 2014, pero
el valor medio mensual más bajo se presentó en el año 2010, con un porcentaje
del 69.3,1% en el mes de enero, fluctuando hasta llegar al valor medio mensual
más alto del período estudiado que es 90,1%.
Teniendo en cuenta estos datos representados, se observa que Ilustración
20 permite comparar al mismo tiempo el porcentaje de humedad en el año y en el
mes lo que evidencia, cuya tendencia es la disminución paulatina de la Humedad
relativa de la vereda con el pasar del tiempo.
Ilustración 20. Valor medio anual de humedad
y = -1,4173x + 83,152 R² = 0,727
74
76
78
80
82
84
0 2 4 6 8
Valor medio anual de Humedad
Valor anual
Lineal (Valor anual)
116
La gráfica de dispersión generada muestra la variabilidad de los datos y la
distribución de las distancias de los valores de la variable “humedad relativa media
anual”. Se observa que el cálculo del r cuadrado según la ecuación lineal es igual
a 0,7, lo que significa que a medida que pasan los años disminuye el porcentaje
de humedad.
7.1.2 Valores totales mensuales de precipitación (mms)
En la Tabla 11 se muestra el ingreso de datos suministrados por el IDEAM
y los estimados por el método racional, (relacionado en el aprtado procesamiento
de las variables meteorológicas) de la variable desde al año 2008 hasta el año
2014:
Tabla 11. Valores totales mensuales de precipitación (mms)
El sistema arrojó los datos mínimos, medios y máximos para proceder a
graficarlos.
Año Enero febreromarzo Abril Mayo Junio Julio Agosto SeptiembreOctubreNoviembreDiciembreValor anual
año 2008 51,9 92,6 65,1 128,4 71,7 61,3 85,4 45,3 60,8 146,1 94,4 41 944
año 2009 41,9 78,3 124,2 63,8 13,4 92,2 27,7 37,5 61,8 170,2 58,7 29,5 799,2
año 2010 33,3 36,3 32,2 290,9 215,8 92,3 210,5 88,1 68,5 226,1 322,8 170,9 1787,7
año 2011 85,3 81,4 177,8 281,2 154,2 77,8 51 54,5 65,6 146,1 217,4 85,7 1478
año 2012 86,1 64,2 141,5 150,7 84 26,3 72,9 45,3 30,1 108,9 42,8 40,4 893,2
año 2013 33,3 117,2 37,1 164,8 71,9 61,5 72,9 45,4 46,4 144,9 94,7 54,9 945
año 2014 50,7 85,1 84,5 73,9 93,4 46,1 65 40,5 41,39 129,2 84,4 48,9 843,09
Enero febreromarzo Abril Mayo Junio Julio Agosto SeptiembreOctubreNoviembreDiciembreValor anual
medios 54,643 79,3 94,629 164,81 100,63 65,357 83,629 50,943 53,513 153,07 130,74 67,329 1098,598571
máximos 86,1 117,2 177,8 290,9 215,8 92,3 210,5 88,1 68,5 226,1 322,8 170,9 1787,7
mínimos 33,3 36,3 32,2 63,8 13,4 26,3 27,7 37,5 30,1 108,9 42,8 29,5 799,2
117
Ilustración 21. Valores totales mensuales de precipitación
En la Ilustración 21 se observa la tendencia al aumento de la precipitación
con la presencia de lluvias en los meses de abril y de octubre en todos los años,
con una baja en el mes de septiembre y con un comportamiento de bastantes
lluvias y un régimen superior a los demás años, específicamente en el año 2010
después del mes de abril.
Ilustración 22. Gráficas con el valor anual de precipitación
0
50
100
150
200
250
300
350
Tít
ulo
de
l e
je
VALORES TOTALES MENSUALES DE PRECIPITACION (mms)
año 2008
año 2009
año 2010
año 2011
año 2012
año 2013
año 2014
118
En la Ilustración 22 se muestran dos formas similares de observar los
datos, en ellas se evidencia que el máximo valor de precipitación ocurrió en el año
2010, con un pico de 1787,7 mms de precipitación anual. A partir de ese año, se
observa una tendencia a la baja de este parámetro descendiendo en el año 2014 a
843,09mms, sin embargo, el valor mínimo se presenta en el año 2009 con un dato
de 799,2 mms. El valor medio anual se estimó en 1098,6 mms.
7.1.3 Valores número de días mensuales de precipitación
Se ingresaron los datos de la variable desde al año 2008 hasta el año 2014,
y se estimaron los datos faltantes como se muestra en la Tabla 12:
Tabla 12. Valores número de días mensuales de precipitación
Con los datos calculados por el programa, se procede a graficarlos y se
muestran en la Ilustración.
Año Enero febreromarzo Abril Mayo Junio Julio Agosto SeptiembreOctubreNoviembreDiciembreValor anual
año 2008 12,6 15,3 21 20 10 25 9,3 20 25 24,3 7,3 16 205,8
año 2009 10 17 17 13 7 14 11 10 9 14 14 9 145
año 2010 6 10 10 24 22 16 23 17 14 16 25 23 206
año 2011 15 21 25 24 22 15 13 16 11 25 16,8 25 228,8
año 2012 21 11 21 20 11 13 15 20 13 21 15 9 190
año 2013 4 16 12 18 7,3 25 7,9 20 19 24 7,3 16 176,5
año 2014 11 17 14 15 19 19 7 17 16 22 6,5 14,2 177,7
119
Ilustración 23. Valores número de días mensuales de precipitación
En esta gráfica se puede observar el común de número de días de lluvia
presentes en su mayoría en los meses de marzo, junio, septiembre, octubre,
noviembre y diciembre con un máximo de 25 días de precipitación, el mes que
presentó menor dato de días de precipitación fue enero del año 2013, con un total
de 4 días. En al año 2008, los meses más lluviosos correspondieron a junio y
septiembre con el dato máximo de 25 días de preciptación cada una.
Vemos que la gráfica se corresponde a la tendencia presentada para los
valores totales mensuales de precipitación de la Ilustración 21. Se observa la
tendencia al aumento de la precipitación con la presencia de lluvias en los meses
de marzo, abril y octubre en casi todos los años analizados. La mayor cantidad de
días lluviosos se presentó en el año 2011, con un total de 228 días de lluvia, en los
cuales marzo, octubre y diciembre presentaron 25 dias de precipitación, por el
contrario, el mes menos lluvioso para ese año fue septiembre con 11 días.
0
5
10
15
20
25
30
VALORES NÚMERO DE DÍAS MENSUALES DE PRECIPITACION
año 2008
año 2009
año 2010
año 2011
año 2012
año 2013
año 2014
120
La menor cantidad de días de precipitación se presentó en el año 2009, con
un total de 145 días de lluvia, siendo los meses de febrero y marzo los más
lluviosos con un dato de 17 días cada uno, y el mes con el menor número de días
lluviosos fue mayo con 7 días.
Estas tendencias están relacionadas directamente con los datos de
percepción de los meses de lluvia más frecuentes en años anteriores relacionados
por los participantes entrevistados del presente estudio.
Ilustración 24. Gráficas con el valor anual de días de precipitación
En estas dos gráficas de barras y de dispersión respectivamente, es posible
evidenciar que aunque hay una fuerte tendencia a la presencia de lluvias
continuas en los años referenciados y un número considerable de días de
precipitación, cabe anotar que estos datos no son del todo confiables, pues se
trata de estimaciones basadas en otras estimaciones, ya que en la mayoría de los
años solo se registraron datos para los primeros cuatro meses, tal vez por fallas
en la estación climatológica, sin embargo el IDEAM no da cuenta de estos datos
faltantes a la hora de realizar estos análisis, lo que puede dar lugar al valor del r
121
cuadrado obtenido, el cual se aproxima a cero (0), lo que significa que el ajuste no
explica relación entre las variables.
7.1.4 Valores máximos mensuales de temperatura (ºC)
Se ingresan los valores entregados por el IDEAM y los estimados por el
método racional para esta variable al sistema de datos de la hoja de cálculo como
se observa en la Tabla 13:
Tabla 13. Valores en ºC de la variable "temperatura máxima mensual"
Se procede a realizar las gráficas según los datos arrojados:
Año Enero febreromarzo Abril Mayo Junio Julio Agosto SeptiembreOctubreNoviembreDiciembreValor anual
año 2008 22 26 23,4 20,6 21,7 23,9 22 23,09 23,12 19,1 21,2 22,6 26,00
año 2009 23,5 24 24,13 21,33 22,4 21,43 20,8 21,43 22,43 22 21,63 24,04 24,13
año 2010 24 25,83 21 20,8 23,63 23 22,3 22,41 22,23 24 22,43 21,83 25,83
año 2011 23,6 23,6 23 24,03 23,03 23,03 23 23,43 23,23 24 22,03 23,7 24,03
año 2012 22,4 22,63 22,53 23,03 24,2 22,4 22,6 22,43 22,23 22,4 23,03 23,5 24,20
año 2014 23 23,03 22,03 22,23 23,03 22,2 22,8 23,2 23 23,78 23,9 22,5 23,90
Enero febreromarzo Abril Mayo Junio Julio Agosto SeptiembreOctubreNoviembreDiciembreValor anual
medios 23,083 24,182 22,682 22,003 22,998 22,66 22,25 22,665 22,707 22,547 22,37 23,028 24,6816667
máximos 24 26 24,13 24,03 24,2 23,9 23 23,43 23,23 24 23,9 24,04 26
mínimos 22 22,63 21 20,6 21,7 21,43 20,8 21,43 22,23 19,1 21,2 21,83 23,9
122
Ilustración 25. Valores máximos mensuales de temperatura (°C)
En la Ilustración 25 se observa la regularidad en todos los meses del año
de los valores máximos de temperatura, siendo estos menores en el año 2009
entre los meses desde junio a agosto, y los mayores en los años 2008 y 2010. En
febrero de 2008, ocurrió la mayor temperatura registrada en estos años, y, en el
mes de octubre del mismo año se presentó la menor respecto a los valores
máximos registrados.
Ilustración 26. Gráficas de valores máximos anuales de temperatura
17
19
21
23
25
27
29
VALORES MÁXIMOS MENSUALES DE TEMPERATURA (oC)
año 2008
año 2009
año 2010
año 2011
año 2012
año 2014
123
En Ilustración 26 se observa la regularidad en la temperatura frente a sus
valores máximos en cuatro de los años analizados, los cuales se concentran en un
rango de 23,5ºC a 24,5ºCmo se dijo anteriormente, los valores máximos de
temperatura se registran en los años 2008 y 2010 con 26 ºC y 25,8 ºC
respectivamente. En el gráfico de dispersión, es evidente que el valor del r
cuadrado se aproxima un poco más a cero (0), lo que significa que el ajuste no
explica del todo relación entre las variables.
7.1.5 Valores mínimos mensuales de temperatura (ºC)
Se ingresaron los datos de esta variable provenientes del IDEAM y los
estimados por el método racional al sistema estadístico, asi:
Tabla 14. Valores en ºC de la variable "temperatura mínima mensual"
Con los cálculos realizados por el software se procedió a graficar los datos
para el posterior análisis:
Año Enero febreromarzo Abril Mayo Junio Julio Agosto SeptiembreOctubreNoviembreDiciembreValor anual
año 2008 4,8 6 3,23 6,4 5,3 7,8 7,9 7,2 8,3 7,03 7,5 6,8 3,23
año 2009 5 6,83 4,1 5,8 7,4 9,03 8,63 9,83 6,83 6,43 6,03 6,43 4,10
año 2010 5,2 8,03 5,4 6,2 8,83 8,03 9,23 8,3 9,03 7,63 7,63 6,03 5,20
año 2011 5,2 5,8 7,2 7,03 10 8,83 8,03 6,63 7,03 6 6,83 7,5 5,20
año 2012 6,4 6,43 8,03 6,33 6,83 5 6,63 6,43 6,03 6,4 6,8 7,8 5,00
año 2014 6,8 7 6,2 7,43 7,43 10,03 9,1 10 8,1 7,3 8 7 6,20
Enero febreromarzo Abril Mayo Junio Julio Agosto SeptiembreOctubreNoviembreDiciembreValor anual
medios 5,5667 6,6817 5,6933 6,5317 7,6317 8,12 8,2533 8,065 7,5533 6,7983 7,1317 6,9267 4,821666667
máximos 6,8 8,03 8,03 7,43 10 10,03 9,23 10 9,03 7,63 8 7,8 6,2
mínimos 4,8 5,8 3,23 5,8 5,3 5 6,63 6,43 6,03 6 6,03 6,03 3,23
124
Ilustración 27. Valores mínimos mensuales de temperatura (°C)
En la Ilustración 27 se puede apreciar un pico en el año 2008,
correspondiente al valor 3,23ºC en el mes de marzo del mismo, y al valor mínimo
mensual de temperatura más bajo de los datos analizados. De igual manera, se
aprecia la menor variabilidad en el punto mínimo de la temperatura. El valor
mínimo más alto corresponde a 10,3ºC en el año 2014 durante el mes de junio, así
mismo se presentan datos de 10 ºC en los meses de mayo de 2011y agosto de
2014, demostrando la poca variabilidad de los datos suministrados.
23456789
101112
VALORES MÍNIMOS MENSUALES DE TEMPERATURA (oC)
año 2008
año 2009
año 2010
año 2011
año 2012
año 2014
125
Ilustración 28. Gráficas de valores mínimos anuales de temperatura
La Ilustración 28 muestra la gráfica de barras y de dispersión, en donde los
valores mínimos anuales son estables y se mantienen desde el 2010 hasta el
2012, en los años analizados estos valores oscilan entre 3,23ºC y 6,20ºC, lo que
significa que la temperatura mínima para la Vereda es similar a la de la ciudad de
Bogotá. En la gráfica se observa una leve tendencia al aumento de esos valores
mínimos conforme pasan los años, sin embargo, es una temporalidad muy corta
para asumir que es una tendencia certera. El r cuadrado arrojó un valor de 0,8, por
lo que se concluye que el ajuste explica relación entre las variables analizadas.
Con base en los resultados obtenidos del análisis estadístico general en
este apartado, se concluye que no se puede determinar realmente si hay
evidencia de cambio climático en el área de estudio. Por una parte, este resultado
puede adjudicarse a que la estación climatológica específica de la zona de estudio
solo posee datos recientes con una temporalidad de seis años de antigüedad, lo
que dificulta la obtención de una real evdencia del cambio del clima en la zona.
La mayoría de las tendencias que resultaron de dicho análisis para las
variables climáticas de temperatura y precipitación coinciden con la evidencia
teórica propuesta por los autores Pabón (2003) e IDEAM (2012) referenciados en
los antecedentes del estudio para demostrar la evidencia del cambio climático en
126
el país y específicamente en la ciudad de Bogotá; sin embargo se evidencia que el
cálculo del r cuadrado, solo en algunas variables presenta algún grado de relación.
A pesar de que se realizó esta prueba estadística para las series mínimas y
máximas de las variables de precipitación y temperatura, que según Alfaro et.al.,
(2000) son las variables que mejor revelan la existencia de cambios significativos
en las tendencias, especialmente de temperatura, no fue posible obtener evidencia
del cambio, ya que observando los datos suministrados por el IDEAM de la
estación climatológica estudiada, es claro que están incompletos pues faltan
bastantes datos, y los existentes presentan problemas, con lo cual es imposible
realizar una estimación del cambio climático de la vereda Chorrillos basada en
ellos, aunque el esfuerzo estadístico incluyó la estimación de los datos faltantes,
estos eran la mayoría, por tal razón, se dificultó la obtención de un resultado
confiable.
Los problemas de calidad en los datos y los errores en las mediciones
realizadas históricamente, son aspectos que afectan altamente este tipo de
estudios, y en este caso particular, la mayoría de los datos de las series
suministradas de la estación estudiada, (aproximadamente el 60%) presentan
problemas en dato según las convenciones del Sistema de Información Ambiental
del IDEAM que se relacionan en los informes entregados, ya sea dato incompleto
(OD = 3) o dato dudoso (OD=4). En este sentido, se hace necesario disponer de
series de tiempo observadas y limpias de las variables climatológicas sobre las
cuales se pueda examinar el carácter estadístico de los acontecimientos
meteorológicos extremos, sobre todo en estudios a escalas locales o regionales
que busquen conocer si existe o no cambio climático.
Detectar estadísticamente el cambio climático, depende, en gran medida de la
disponibilidad y calidad de datos y registros. Desafortunadamente, para este
estudio la cantidad e idoniedad de los registros fueron de dudosa calidad, lo que
127
hace cuestionable su utilización. Por otra parte, existe restricción al libre acceso a
la información, así sea con fines académicos, lo que dificulta más los hallazgos
certeros frente al Cambio Climático.
7.2 PERCEPCIONES DE HABITANTES DE LA VEREDA CHORRILLOS SOBRE
EL CAMBIO CLIMÁTICO
Como se aclaró en la presentación del enfoque de la investigación, el
trabajo fundamentalmente se enmarcó en la perspectiva cualitativa con la cual fue
posible describir detalladamente la percepción sobre el CC, y a la vez, explicar lo
que subjetivamente el accionar de las personas conlleva a su adaptación y se
provocan cambios como respuesta ante el fenómeno al aplicar estrategias para su
mitigación.
Esta fase tuvo en cuenta que, como la etnografía, se trata de una
perspectiva caracterizada por ser “naturalista”, es decir, con esta forma de hacer
investigación se “trata de comprender las realidades actuales, entidades sociales y
percepciones humanas, así como existen y se presentan en sí mismas” (Martínez,
2009, p. 182).
Lo citado se evidenció en el estudio por cuanto el logro del objetivo general
demandó que la identificación de la percepción en el contexto en el que ocurre el
fenómeno, se mostrara en sí mismo, sin que preconcepciones fueran
yuxtapuestas sobre la realidad. Es decir, el fenómeno al natural se mostró a partir
de las informaciones aportadas por las personas, y no se trató de una
corroboración de variables o categorías preconcebidas que se validaron en la
recolección de los datos.
128
Lo valioso de la etnografía se tiene por cuanto es un método para el trabajo
en campo (no sucedió en laboratorio alguno sino en un entorno real),
personalizado (por lo cual se tuvo contacto con personas que habitan en el lugar),
multifactorial (porque se utilizaron más de dos técnicas para la recolección de los
datos -entrevista, observación y fotografía- que se triangularon junto con los
resultados del análisis de las variables del clima), inductivo (porque no fue
sometida a prueba ninguna hipótesis que se derivara de teorías o modelos
existentes), y se trata de un método integral (porque luego del análisis se tuvo lo
más completo de un retrato del grupo estudiado) (Angrosino 2012, p. 35-36).
De esta manera fue posible científicamente describir las formas como las
personas perciben el CC, y a la vez fue posible captar sus razones sobre los
comportamientos observados y las propiedades subjetivas características (Bonilla
y Rodríguez, 1995, p. 35-36) de respuestas frente al CC con estrategias de
adaptación y mitigación.
Tal como se señaló en la metodología, la categorización en el presente
trabajo se realizó de doble vía. Por una parte, con el establecimiento de categorías
iniciales orientadoras [CIO] que reciben respaldo en los datos recolectados, y, a
partir de estas u otras informaciones, el hallazgo de categorías emergentes [CE].
Como parte fundamental para la presentación de los hallazgos, se comienza por
destacar las CE y así se exponen a continuación.
7.2.1 Percepción sobre CC y su conceptualización
Los cambios en las dinámicas del clima, su variación y la manera como se
concibe al ponerse en las palabras de los informantes a partir de la CIO-
129
CONCEPTUALIZACIÓN como se contempla en Ilustración 29, le son asociados
hallazgos de CE.
Ilustración 29. Red de las CE asociadas a la CIO-CONCEPTUALIZACIÓN
El “concepto” hace parte de la elaboración que etiqueta una realidad, que
permite nombrarla (Strauss & Corbin, 2002, p. 110). Por cuanto percepción, en el
estudio se tuvo en cuenta y de acuerdo con los presentes resultados, el sentir y la
apropiación de habitantes respecto al CC, para relacionarse con sus creencias,
sus hábitos cotidianos y sus relaciones sociales.
7.2.1.1 CE-“LOCO COMO UNA CABRA”. Percepción sobre la incertidumbre y no predictibilidad del clima
Es de vital importancia conocer la forma de percibir el CC de las
comunidades para destacar los problemas o desconocimientos que se presentan
130
por la existencia de vacíos o creencias populares. Como se contempla en la
Ilustración 30, y de acuerdo con la categorización inductiva, se tiene la CE-“LOCO
COMO UNA CABRA”. Como se explicó en la manera de hacer la categorización y
la asignación de un “código”, se está ante un “código in vivo” que surge cuando
una expresión de los datos por sí misma tiene la fuerza explicativa de un
fenómeno y es elevado a la condición de “categoría”.
Ilustración 30. Red CE-”LOCO COMO UNA CABRA” y las citas (quotes) asociadas
131
Así las cosas, se manifiesta la percepción inmediata de una asociación que
una de las personas participantes reiteró frente a la naturaleza no predictiva del
clima, en su entender, desordenada. Se puede escuchar en la expresión de 1MC7:
“Está terrible (...) está más loco que una cabra (...) está reloco (sic)”. En el
comentario a la cita (quote), para evitar mayores relaciones y la densidad de las
redes, se asocian de igual manera las manifestaciones de otras personas
participantes. Así las cosas, sobre lo cambiante del clima se explica por la
intervención humana de acuerdo con 7MD al afirmar: “Es efecto de la mano del
hombre, mucha gente ni sabe que está pasando, pero es por la mano del hombre
(...)”. Y resulta tan evidente lo que sucede con el fenómeno del CC, que 12HD
expresa: “en el solo hecho del comportamiento del clima, lógicamente ha
cambiado” [1:1]8.
La extensión de la cita [1:1] con las palabras de la misma persona
entrevistada se repite un poco más adelante: “El clima está más loco que una
7 Los códigos para las personas entrevistadas resguardan su identidad. A continuación se
enumeran para tener en cuenta en la manera de citar sus afirmaciones: 1MC 2JC 3AS 4KP 5PM 6SC 7LC 8HL 9RB
10MS 11SM 12HD
La caracterización de los entrevistados sistematizada en el instrumento de Observación, se encuentra disponible en el Anexo 3. 8 En adelante esta manera de citar se toma de los números asignados automáticamente por
Atlas.ti como se observa en las redes conceptuales y para los iconos de las citas (quotes). Corresponden a la posición del documento primario ([PD] -por sus siglas del Inglés: Primary Docs), y luego de los dos puntos, el número de la cita dentro del PD.
132
cabra, mijita (sic)” 1MC. Los comentarios se siguen en cadenas de respuestas
sobre el concepto de CC, toda vez que: “ha cambiado mucho porque ahorita (sic)
llueve un día, hace sol quince días, luego llueve quince días y en el mismo día
llueve durísimo y al rato un Sol picante” 11SM [1:5].
La cita base [12:1] tomada de la entrevista 12HD en la que se manifiesta:
“en diciembre eran heladas, enero verano, febrero verano, marzo ya empezaba
lluvias, abril aguas mil, mayo las señoras madres lloran bastante, junio-julio,
verano; agosto, septiembre, octubre, noviembre, invierno; diciembre, verano (...)
no se puede ahora hablar así (...) del 98, 2000 pa' acá (sic)", permite evidenciar el
cambio en la manera de calcular o no los períodos del clima, respecto de la
manera como se hacía antes. A la expresión de 12HD se suma la afirmación de
7LC al destacar: “no, eso ha cambiado mucho, digamos los meses de invierno ya
no son invierno, ya no sabe uno ni cuándo es invierno, ni cuando verano. Mejor
dicho, ya las ‘estaciones’ han cambiado mucho, ya no se tiene certeza de eso que
los antiguos decían, ‘tal día llueve’. Y eso, no”.
La transformación y desorientación frente al clima en las personas también
se tiene en expresiones: “eso hoy en día ha cambiado, anteriormente, digamos,
sabía uno que abril, mayo, eso era inviernos y todo. Venían los julios que eran
más pesados (sic), y luego venían las temporadas de verano. Ahorita no, en
cualquier momento es verano o es invierno de una vez” 9RB. También por parte
de 8HL sobre el clima y los distintos períodos, manifiesta que éstos: “no se
predicen porque el clima puede que digamos (sic), hay meses que hace mucho
calor, como hay meses que medio sale el Sol y llovizna, o sea, impredecible".
También en la entrevista a 4KP se escucha: “El clima ha cambiado, ante sí se
sabía, pero ahora no” [12:1].
133
La justificación para el concepto y la categoría resultante de la expresión
manifiesta de 1MC “el clima está loco como una cabra”, también se hace por
12HD sobre el trabajo como agricultor y la no predictibilidad del clima. Manifiesta,
“eso es un juego al azar, ya no se trabaja en el sentido de que voy a sembrar, voy
a proteger mi cultivo. Resulta que hoy en día juega con el clima, resulta que a
veces en enero y febrero no hela (sic) y hela (sic) en marzo y abril, o viceversa
(...). Ya usted, determinar que va a caer tal clima…” [12:5]. Asimismo, la cita [10:1]
justifica la cita [1:5] al afirmar 10MS: “el clima ha cambiado, en todo, en un tiempo
pongámosle (...) estaba que llovía todos los días. Y ahora vea, ahora estamos en
verano (...) eso viene como unos cinco o seis años atrás, yo creo que hace, o algo
más que ha cambiado el clima así (sic)".
Con la expresión “hay alternancia (sic) de períodos” [12:2], se extiende la
cita [12:1] y se apoya lo afirmado en la cita base [1:5]. Esta y otras
manifestaciones de 12HD soportan la CE expresada por 1MC al decir que el
“clima está loco”, toda vez que en el registro de la observación durante la
entrevista anota sobre la expresión no verbal que acompañada del gesto en el
momento de dar las respuestas, lo que deja entrever el desconcierto de 12HD
frente a lo que sucede con el CC.
Como apoyo que se une a la línea argumentativa en la fundamentación de
la CE-”LOCO COMO UNA CABRA”, se tienen afirmaciones sobre la incertidumbre
frente a la predicción del clima en la perspectiva de 1MC, dado que por la mano
del ser humano con sus “artificios”, frente al clima se propongan alternativas para
poder subsistir. En sus palabras, “El campesino, campesino como tal, alista la
tierra para sembrar ¿sí?, entonces se siembra y esa agüita es la que hace que las
maticas (...) ya sabía uno que, bueno, en tal tiempo va a llover, entonces ya
alistaban la tierrita y que hay que alistar porque hay que sembrar hay que esto...
hoy en día, bueno, ahorita, es incierto porque toca todo artificial, los aguaceros
134
toca artificiales”. Lo impredecible acompaña las expresiones para explicar la
incertidumbre frente a los temas climáticos, al manifestarse que “el cambio afecta
a todo el mundo porque usted sabía cuándo sembrar, cuándo cosechar, todo eso,
ahorita ya no” 12HD. Asimismo, los tiempos han cambiado y evidencian la
incertidumbre del clima. En palabras de 10MS: “se podía predecir [el clima], ahora
no, en Diciembre caían unas heladas las tremendas, esto quedaba pasto seco y
todo” [1:42].
7.2.1.2 CE-INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. Crítica
Los estudios realizados por Camsara (1994), Vide (1990) Urbina et. al.,
(2005), Pinilla et.al.,(2012), Fernández et.al.,(2013), entre otros, evidencian la
influencia que tienen los medios de comunicación en la percepción climatológica
de las personas. Para los autores, la influencia se da cuando los medios de
comunicación tienen en su programación y lenguaje exceso de datos y mención
sobre CC, de igual manera, expresiones sobre calentamiento global o efecto
invernadero, sin que necesariamente se tenga un fundamento de peso,
proyectando en la comunidad la percepción de unas temperaturas más altas, más
lluvias, inundaciones, calores más fuertes que de costumbre, presencia de
enfermedades, entre otros múltiples factores que asume el público
indiscriminadamente y “percibe” el presunto cambio a razón de esta influencia que,
según Fernández et. al., (2013), se puede ver reforzada por algunas experiencias
relacionadas con el CC vividas en el pasado, por lo que de esta manera los
individuos refuerzan la impresión de dicho cambio anunciado en el presente.
A partir de los datos aportados, y con las características de CE, se tiene la
influencia de los medios de comunicación sobre la cual coinciden informantes en
señalar que allí se escuchan o ven temas relacionados con el CC, y que por ello
135
saben de él y le conocen. Por esta razón, y como se ve en la Ilustración de la red
a continuación, se asocia esta influencia, prima facie, entre los medios de
comunicación y la conceptualización del CC.
Ilustración 31. CE-INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y CRÍTICA
136
Sobre el CC manifiestan las personas participantes: “yo he escuchado, (...)
en medios de comunicación y por ahí en reuniones que se habla de eso,
reuniones pero bueno, de otra índole” 7LC. También en la radio y televisión
manifiestan 6SC y 4KP que saben e identifican la existencia del fenómeno [7:2]. El
alcance de los medios como el noticiero, de igual manera “lo que se escucha”
3AS, hace parte de las posibilidades de quienes habitan la vereda Chorrillos, para
saber sobre el CC.
Sin embargo, la percepción sobre lo cambiante del clima y los temas allí
abordados, hacen que la influencia de los medios de comunicación se tenga
peyorativamente por la imprecisión o falta de veracidad (de allí la asociación con la
CE-”LOCO COMO UNA CABRA” visible en la Ilustración). Por una parte, frente a
los medios de comunicación y lo que se escucha, 11SM dice: “el mismo IDEAM
falla mucho, uno ve que no, que llueve hasta marzo, y llueve ocho días y entonces
los que ellos habían prevenido (sic), esto (...) prácticamente es como una agencia
externa, es una agencia que no es verídica como antes (...) prácticamente es a la
suerte" [11:12] (el tema será profundizado en el análisis de la desconfianza frente
a la institucionalidad). En el caso más extremo, y como anotación registrada en el
instrumento de Observación, 1MC utiliza la expresión: “estamos como el IDEAM,
no le apuntamos a ninguna” [13:1] para referir un desacierto, una incoherencia y
falta de precisión.
La imprecisión por los efectos de temas ambientales y lo que se escucha en
medios, se debe también a la variación climática. 11SM señala: “hay
enfermedades que decían que no, que Bogotá por la altura, los moscos se morían
(sic), los moscos de transmisiones de enfermedades como el Zika, o el
Chikungunya todo eso, no, ahorita en Bogotá hay mucho virus” [11:14]. Esto
quiere decir, que lo señalado en medios y lo advertido sobre distintas situaciones,
como en el caso la presencia de los mosquitos en determinados ambientes, por la
137
variación climática pueden en otro contexto en el que estaban ausentes,
presentarse las situaciones. De esta manera una información queda falseada por
lo ocurrido en la variación climática.
Por otra parte, se pone de manifiesto que hay temas que afectan el clima y
que no se ejercen los controles, a pesar de que ello se dice en los medios. Se
sabe de cosas que, como lo afirma 5PM, “uno escucha a diario que, porque se
queman llantas, los aerosoles, bueno, una cantidad de cosas, por el humo, la
contaminación por los carros. Pero, por la televisión se escucha que están
parando los carros por tal sector, por tal autopista, para la descontaminación del
aire (sic) pero mentiras, por aquí por esta vía, y por la de Siberia, Chía y Zipaquirá,
esos carros nunca los han revisado, porque eso botan ese gas carbónico que
botan los carros, todos los días” [5:11]. La insistencia sobre lo que se escucha en
los medios y la distancia con lo que ocurre en la realidad, es otra de las maneras
como se percibe equívocamente lo que los medios de comunicación manifiestan.
7.2.2 CC y percepción de pérdidas de impacto ambiental
Las afectaciones por el CC se perciben a partir de las pérdidas de recursos
y transformaciones que manifiestan en sus informaciones quienes aportaron datos
para tener en cuenta en el análisis y la sustentación, como se denota en la
codificación de esta categoría y en Ilustración 32 la CE-PÉRDIDAS
AMBIENTALES.
138
Ilustración 32. CE-PÉRDIDAS AMBIENTALES
El CC secó fuentes hídricas en la vereda. 1MC rememora que: “el humedal,
donde estaba el humedal, el espejuelo de agua, (...) ese se secó por el tiempo, por
el clima” [1:50]. Aunado, las consecuencias del CC se manifiesta en la pérdida de
fauna percibida por 1MC quien dice: “ya ni siquiera sapos hay, ya no, no volvieron
a haber sapitos oiga, tantos sapitos que habían acá (sic), habían matas de junco y
ya jummm (sic)” [1:35]. El cambio de clima y la sequía han hecho que se pierda la
biodiversidad y desaparezcan recursos naturales.
139
Estas pérdidas por el CC que se perciben en la vereda, se manifiestan por
11SM quien recuerda: “había un tipo de pato, (..) el pato andino ahorita se ve muy
poquito, había conejos de la sabana, ahora no hay, había esta mariposa que migra
por allá del Canadá, que llega acá, específicamente a los humedales de Bogotá,
ya no se ven esas migraciones como antes, o sea, todo ha cambiado mucho”
[11:15]. La observación sobre presencia de algunas aves migratorias en otras
épocas, especialmente en las temporadas de invierno, refieren la llegada de patos
canadienses, sin embargo, los habitantes en la actualidad perciben que dichas
aves ya no se ven con la frecuencia en comparación a épocas anteriores, ya que
por la sequía que se ha presentado en los últimos años, se secan fuentes y
recursos hídricos y ya no existe el espejo de agua en el que solían estar. Las
pérdidas de biodiversidad explica la percepción de 1MC quien resalta a este
respecto: “(...) acá en la vereda llegaban patos canadienses (...) ahora no porque
como por lo menos (...) el humedal de ahí ya se secó por tanta resequedad (sic)”
[1:32].
De otra parte, y como apoyo en la argumentación de la percepción sobre la
pérdida de la biodiversidad, también la flora se ha visto afectada. 1MC refiere: “acá
siempre ha habido planticas, pero sucede y pasa de que (sic) ya casi no se dan
(...) había antes Borraja y todas esas cosas que eran buenas para la tos, ehhh,
había Guava, ya no hay Guava; había Yerbamora, ya casi no hay Yerbamora;
había Manzanilla, ya casi no la…, mejor dicho, es muy raro, una lotería el que
tenga las planticas. Ya toda esa vaina se ha acabado” [1:30].
El conocimiento local de los habitantes frente a los recursos biológicos de la
región en donde habitan, se evidencia en el conocimiento de las plantas y
animales locales, ya sea por su presencia en la zona o por su utilidad. En el caso
de M.C., es claro que se identifican algunas plantas medicinales utilizadas por ella
y su familia durante toda la vida en la vereda, pero, sustenta que en la actualidad
140
no se ven tan frecuentemente como antes, hace evidente las transformaciones por
el CC y la presión de la urbanización sobre el territorio. Como se verá más
adelante, esta categoría se relaciona con la dimensión de riesgo en tanto
“Exposición”, pues según Gentile, González y Natenzon (2005), los habitantes de
las zonas rururbanas están en este riesgo por la posibilidad de perder sus tierras y
cambiar sus prácticas socio-culturales y espaciales, como es el caso de la pérdida
de la siembra de estas plantas.
Señalando las montañas cercanas a la vereda, 8HL desde su percepción
insiste en los cambios físicos y pérdidas en el paisaje de la vereda: “antes eran
más verdes, los incendios forestales también las han afectado” [8:10]. Por su
parte, 5PM señaló con su mano mientras manifestó: “este cerro, el Majuy, si ve
cómo se ve como gris, porque eso ha tenido no sé cuántas veces incendios” [5:9].
Su observación y destacado con el énfasis se presenta la Ilustración 33 a
continuación:
Ilustración 33. Cerro Majuy. Señalado para la observación 5PM en su entrevista [14:1]
Fuente. Archivo del registro de imágenes tomadas en el trabajo de campo.
141
Las críticas de 5PM sobre lo que ha sucedido en relación con los cambios y
transformaciones anotadas en su percepción, denota inconformidad: “se quemó
eso, y el gobierno hace tanta alaraca (sic) sobre todo el medio ambiente, de que
van a reforestar (sic), y estas son las horas que no han sembrado un árbol, solo se
dan comentarios de que van a reforestar y nada (...) solamente sale lo que
llamamos comúnmente nosotros los campesinos 'charrascal', pero árboles así
bonitos no” [5:8].
Al lado de las pérdidas de biodiversidad y los cambios en el paisaje con
transformaciones de allí derivadas, se tiene en la vereda Chorrillos una sensible
percepción sobre el tema del agua. El clima cambiante y la ausencia de lluvias en
la vereda afecta a la comunidad. Como consecuencia lógica de la sequía, se tiene
la ausencia del agua: “cuando no llueve, pues no hay agua” 4KP [4:1] y esta
respuesta aparentemente obvia, preocupa y genera dinámicas de protesta,
esperanza, movilización y crítica en la vereda Chorrillos.
El problema se aumenta debido a la contaminación de las aguas, tanto del
Río Bogotá, como de los aljibes, el agua en acequias (referidos como “vallados” en
la vereda) y la ausencia de acueducto. Por el CC se disminuyen los recursos
hídricos. 11SM sugiere tomar la fotografía de un nacedero de donde se toma el
agua para distintos usos (riego de cultivos, para los baños, etc.). Su nivel ha
cambiado debido a los cambios drásticos del clima, en sus observaciones destaca:
“lo vi hace como seis meses, estaba lleno (...) ahora está muy bajito. Ahí se ve
donde era el auge del lago (sic)” [11:9]. En la Ilustración 34 se muestra el énfasis
del detalle sugerido para observar por parte de 11SM:
142
Ilustración 34. Nacedero (y depósito de agua) con destacado de nivel bajo por la sequía [15:1]
Fuente. Archivo del registro de imágenes tomadas en el trabajo de campo.
En la vereda la percepción sobre los constantes cambios y la necesidad de
agua, está frecuentemente referenciada. 8HL destaca: “acá esta es una
comunidad, que generalmente acá no hay agua, (...) o sea, acá la gente se surte
de los pozos subterráneos, los afecta mucho en ese sentido, la gente de acá no
tiene ni cómo bañarse” [8:7]. El problema de la carencia de agua, y las
afectaciones por la contaminación es evidente. 8HL señala su personal afectación:
“yo no me puedo bañar con esa agua contaminada, porque me salen ronchas en
el cuerpo, porque no es tratada, es contaminada”. Los pozos subterráneos de
reservas de agua se afectan por la cercanía de las aguas contaminadas. En la
observación, la fotografía muestra la condición del agua y la cercanía con las
viviendas en las que fue entrevistado 8HL.
143
Ilustración 35. Acequia con agua contaminada cerca de las casas en la vereda Chorrillos [17:1].
Fuente. Archivo del registro de imágenes tomadas en el trabajo de campo.
Sobre las acequias 9RB señala el problema de los encharcamientos y las
inundaciones, lo que causa que “la mayoría de aquí para allá pues briegan (sic)
cuando hay demasiado invierno porque se les inunda el primer piso, por lo que no
hay alcantarillado, no hay desagües, y las zanjas esas que hay por el borde de la
central, todo eso se desborda” [9.9].
Para muchos usos en la vereda se requiere el uso de agua disponible en
los aljibes, afirma 1MC. Pero los mismos se ven afectados por el CC y, como se
ha visto, por la contaminación. [1:15]. El CC afecta la vereda, y así se percibe, por
el tema del agua. En la vereda, se requiere el uso de carrotanques y de otras
fuentes para traer de fuera de la vereda el agua, manifiesta 7LC.
144
Finalmente, las pérdidas ambientales que permiten visualizar la percepción
sobre el CC por parte de habitantes de la vereda Chorrillos en la Localidad de
Suba, coincide en la constante mención sobre el problema de la contaminación del
Río Bogotá con el que tiene límites la vereda, y sobre el cual añoran los tiempos
en los cuales se podía pescar. Sobre el Río Bogotá, 1MC hace la remembranza:
“hará unos cuarenta años si servía el agua del río, para regar las matas y todo
eso, (...) o sea, cuando yo era muy chiquita que íbamos a pescar si sacábamos
pescado de allá” [1:38]. De igual manera 5PM trae a colación como reminiscencia:
“en esa época venían tanto de Cota como de aquí (...) se podía pescar Capitán de
la Sabana”.
El Río Bogotá, además de gravísimo problema de contaminación y de no
poder disponer de su fuente hídrica, constituye por el CC un problema en épocas
de lluvias dado que provoca inundaciones. La vía Suba-Cota se inunda, a cada
rato sale por las noticias (...) usted no tiene como pasar" 1MC. Esta situación,
además del problema sanitario porque las aguas del Río Bogotá están
contaminadas, la afectación también se da con los problemas de tráfico y de vías
de acceso a la vereda, relata 8HL [1:37]. En la Ilustración se resalta la altura del
dique que separa al Río Bogotá de la vía Suba-Cota, dique que en época de lluvia
es traspasado y se causa la inundación.
145
Ilustración 36. Detalle del Río Bogotá y la vía Suba-Cota.
Fuente archivo del registro de imágenes tomadas en el trabajo de campo.
7.2.3 CE-AFECTACIONES HUMANAS
En conexión con las pérdidas ambientales como CE, se encuentra como efecto,
explicable de la percepción sobre el CC, las afectaciones. Las relaciones de las
categorías y las citas asociadas se muestran en la siguiente Ilustración 37:
146
Ilustración 37. CE-AFECTACIONES HUMANAS
Los efectos negativos que se provocan frente a la salud, se deben al CC
tiene por consecuencia, según la percepción de 1MC: “que los niños se enfermen
y les dé mucho resfriado y toca tenerlos bien cobijados, y todo, cuando hace
mucho frío (...) los viejitos también (...) Con el calor se afectan también los
animales, pobrecitos, ¿dónde van a buscar refugio?”. Estas afirmaciones
coinciden con la percepción de las afectaciones humanas por parte de 9RB: “más
que todo digamos a la niñez, ¿no? los niños, son los más que sufren porque uno
está ya capacitado (sic) a cualquier cambio, pero los niños son igual que los
pollitos ¿no? hay que cuidarlos” [1:44].
La extensión de las afirmaciones para ampliar el tema de la percepción
sobre los efectos del CC, abren el abanico del impacto no solo para la salud, sino,
para “todo” en el sentido de una expresión omniabarcante sobre la realidad. En los
señalamientos de 11SM: “los cambios drásticos del clima son malísimos tanto
147
para nosotros, como para los cultivos y para de todo, o sea, es malísimo. Por
ejemplo, estas lluvias, las que vienen después de una sequía, son lluvias ácidas
(...) malísimas para la piel, de todo, produce calvicie, o sea, hay muchas cosas
detrás de eso” [11:11]. Todo se afecta por el clima, y más para un agricultor. 9RB
manifiesta: “si hay un invierno extremo, el agricultor sufre. Si hay un verano... lo
mismo” [9:8].
Así tienen cabida afectaciones de tipo económico porque de la naturaleza y
los recursos que de allí se obtienen, al escasear, tiene impacto en la economía y
en la cadena de producción. En la percepción de 8HL, por el CC al escasear el
pasto en la producción pecuaria, se incrementan los costos dado que los animales
tienen que alimentarse y sin un recurso natural que depende del clima para
obtenerse, se debe acudir a suplementos (como el concentrado), lo que marca un
incremento en la inversión y desestabilidad en la economía [8:8].
La percepción de habitantes de Chorrillos sobre su condición “rururbana”
[RU], tiene que ver con temas de respuesta al CC, como se explicará más
adelante. Por ahora, y en gracia discusión sobre las afectaciones humanas como
CE, es importante señalar que una pérdida de costumbres rurales, impacta la
preparación de las nuevas generaciones para que enfrenten el CC. 11SM expresa
esta preocupación: “esta parte es más capital (...) las costumbres se van
perdiendo y ya los niños que nacen de esa familia que respetaba unas creencias,
ya los niños no respetan nada” [11:17]. Y un respaldo para la fundamentación de
estas aseveraciones, se tiene con la preocupación de 5PM: “la juventud, a pesar
de que hay tanta información, divulgación sobre los CC (...) la juventud ni se
prepara ni a ellos los preparan (...) frente a los CC” [5:15].
Los temas climáticos y ambientales, son por tanto, tema de la presente y
futuras generaciones, toda vez que una afectación en el presente por una mala
148
decisión, deja para quienes son la generación futura, un problema cuyo impacto
puede tener y hacer la diferencia entre la vida, su permanencia, o la extinción,
como lo manifiesta distinta documentación cuyo contenido versa sobre la
problemática ambiental como tema que convoca a toda la humanidad (UN, 1988;
ONU, 1990).
7.2.4 CE- DESCONFIANZA FRENTE A LA INSTITUCIONALIDAD
El CC y la percepción de desconfianza frente a la institución, se da en las
instancias, como lo muestra la Ilustración 38.
Por una parte, frente a la institución encargada de los temas de predicción
del clima el IDEAM no cuenta con credibilidad [11:12]. 1MC manifiesta esta
desconfianza al decir: “antes, ah, pues claro, eso ya se sabía en las estaciones.
Ya decía no, este es el tiempo de lluvias, entonces ya (...) no, eso ya, ahorita es
temporada (...) es incierto. Eso estamos igual que el IDEAM, no apuntamos una”
[1:41].
De otra parte, aparece la desconfianza frente a la administración tiene
nombre de la persona que está a cargo, y a ella se atribuye lo que perciben las
personas. 1MC, señala: “(...) don Peña porquería ese (sic), ese desgraciado
solamente quiere construir, él quiere construir todo esto, la reserva forestal, todo,
todo quiere construirlo; no, terrible”. Igualmente 12HD manifiesta: “Peñalosa dijo:
estos son unos potreros que no sirven pa ni mierda (sic), pa’ construir edificios (...)
usted vive setenta años y le afecta setecientos años la vida de la gente, no más”
[1:17]. A lo que se suma lo dicho por 7LC sobre desconfianza que tiene carácter
personal y político: “eso ya es (sic) intereses del señor Peñaloza, de acabar con
los humedales y hacer construcciones de otra índole” [7:4]. Lo que también causa
149
que sea evidente la desesperanza como en 1MC al decir: “yo creo que si este
viejo desgraciado sigue así como va no va a haber futuro para estas criaturas que
se están levantando, (...) porque esto va a ser una nube de cemento, solo
cemento (...) así como va (...) esto se desaparece” [1:23].
Ilustración 38. CE-DESCONFIANZA FRENTE A LA INSTITUCIONALIDAD
150
Estas afirmaciones tienen por efecto, frente a la percepción del CC, que se
atribuya a la administración pasada “el hablar mucho de eso [del CC]”, mientras
que en la actual no [7:3]. La situación está en consonancia con los eventos de las
acciones realizadas por la administración anterior, toda vez que es en ella cuando
se expide el Decreto 364 de 2014, conocido como el Plan de Ordenamiento
Territorial [POT], instrumento jurídico de interés que presta atención al fenómeno
del CC. La desatención por parte de la administración, esto es, el no percibir
actuaciones positivas y afirmativas de la institucionalidad, se manifiesta en la
percepción sobre su desinterés al no llevar a cabo programas, incentivos o
difusión sobre lo que las personas puedan hacer en torno a las respuestas frente
al CC, manifiesta 11SM [11:3]. Se tiene la percepción de olvido por la desatención
de las administraciones [7:5] y de su inactividad frente a los temas climáticos y sus
efectos [11:13].
7.2.5 Percepciones sobre las CIO fundamentadas en Ulloa (2014) y
Barrenechea, Gentile, González y Natenzon (2005)
Luego del énfasis en lo específicamente fundamentado de la investigación
sobre las percepciones del CC por parte de habitantes en la vereda Chorrillos para
tener como emergentes las categorías expuestas en este apartado de resultados y
discusión de los mismos, a continuación se presentan los datos que enriquecen
las CIO con las que se permitió la elaboración de los instrumentos y el trabajo de
campo.
151
7.2.5.1 Aspectos “indicadores” de Ulloa (2014)
Como se explicó en la metodología, la categorización por doble vía tiene la
posibilidad de proceder con CIO a las que se adhieren datos a partir de
informaciones tomadas en el campo. En condición de tales categorías, se tuvo en
cuenta la propuesta de “indicadores” con los cuales Ulloa en su estudio de 2014
abordó las dimensiones culturales que comunidades locales manifiestan frente a
temas climáticos y ambientales. En ese orden de ideas, a través de Atlas.ti se
organizaron los códigos de las CIO en una “familia”, y de manera automática de
acuerdo con el número de datos asociados (fundamento -grounded-) y relaciones
establecidas (densidad -density-) (“saturación” en el lenguaje de Glaser & Strauss
(1967: 61)) organizó la red de la forma como se observa en la Ilustración 39.
Ilustración 39. Familia de CIO con los aspectos -“indicadores”- de Ulloa (2014)
En primer lugar, de acuerdo con el análisis de los datos se ubican los
“aspectos” meteorológicos que reúnen las percepciones sobre fenómenos
152
climáticos como lluvias, viento, humedad, cambio de temperaturas, entre otros,
sobre los cuales habitantes de la vereda Chorrillos puntualmente manifiestan,
como se ve en la Ilustración 40:
Ilustración 40. CIO-ASPECTOS METEOROLÓGICOS
La percepción sobre el calor, en palabras de 1MC quien hace la
comparación con otras generaciones al decir: “hace más calor, incluso los más
viejitos de acá dicen que es insoportable” [1:6], lo que se puede apoyar en la
afirmación de 3AS al señalar: “antes si, uno veía oscuro, no, viene un aguacero, y
ahora se pone oscuro y llueve en otros lados pero acá no llueve” [3:2], o de la
misma expresión de 1MC con la onomatopeya “wow” para referir el calor [1:3].
Todo ello causado porque: “estamos en el verano más terrible, y yo creo que no
solamente acá, en todo lado, (...), ahorita ha llovido, bendito sea mi Dios, ha
llovido; pues no como debía ser que wow (sic) pero (...) así esporádico, si ha
llovido” [1:9].
153
La percepción que sobre el CC está presente, resalta la sequía y las
implicaciones para la vereda Chorrillos, en el caso de 1MC y su ubicación al lado
de una de las vías de acceso al lugar y sin pavimentar destaca: (...) “mire antier,
ayer, antenoche fue que llovió y mire cómo está eso allá... la polvareda es bárbara
(...) hay una sequía espantosa” [1:4]. Las características de las vías se muestran y
detallan en la Ilustración 41:
Ilustración 41. Detalle de las vías en la vereda Chorrillos [19:1]
Fuente. Archivo del registro de imágenes tomadas en el trabajo de campo.
Sobre las precipitaciones, se percibe su intensidad. Manifiesta 1MC: “Oiga,
mira que antes, o sea, cuando llovía así que esto de que en tiempo de, pero era lo
normal o sea, lo que uno veía normal, ahorita por esas torres de energía, ahorita si
154
los rayos pegan muy cerquita” [1:27]. En la Ilustración 42 se pone el detalle
tomado con el instrumento de la observación para mostrar las torres que menciona
1MC:
Ilustración 42. Torres de energía en la vereda Chorrillos [16:1].
Fuente. Archivo del registro de imágenes tomadas en el trabajo de campo.
1MC percibe que las torres de energía son un elemento que se insertó en el
paisaje de la Vereda, y lo asocia con una característica urbana que antiguamente
no presionaba la zona, y que a partir de su instalación genera la atracción de
tormentas eléctricas que desde sus manifestaciones se presentan con mucha más
frecuencia que antes. Las tormentas eléctricas son un aspecto que según Ulloa
(2014) hace parte de los indicadores meteorológicos para detectar el cambio de
clima, sin embargo, se puede vincular esta categoría a la dimensión de riesgo en
el territorio rururbano, “peligrosidad en el espacio RU”, como se verá más adelante
155
porque aquí la comunidad claramente se ve afectada por el avance de una
infraestructura de desarrollo como lo son las redes de electricidad y las antenas de
comunicaciones que aparte de generar un cambio en el paisaje, generan
inseguridad y desconfianza en los habitantes. Afirmaciones de 5PM sustentan
además, que las tormentas eléctricas por la caída de rayos en árboles y en
campos abiertos, han generado daño por la caída de algunos [5:5].
Percepciones sobre cambios en el clima y el fenómeno de las “heladas” que
se tienen en la vereda, y la sequía, es recurrente en las informaciones. Así en
1MC, “por heladas y por sequía, por la misma, porque no llovió entonces los
cultivos, la tierra estaba muy reseca, se secó, se quemó”, de igual manera con
8HL quien manifiesta: “en época de sequía se ve el paisaje seco, árboles secos,
pastos secos, cultivos quemados, más que todo los cultivos de maíz” [1:13], y los
efectos por las afectaciones que a todos incumbe cuando los alimentos se
encarecen [7:6].
Percepciones subjetivas sobre el “frío penetrante”, manifiesta 1MC: “el
clima si ha cambiado bastante, (...) hace muchos años usted, ehh, o sea, podía,
digamos el frío de ahorita es más penetrante, de pronto puede que sea el mismo
frío pero es más, como más, mmm, si, penetrante" [1:2]. También la expresión se
repite durante la entrevista, así: “el clima si ha cambiado bastante, (...) hace
muchos años usted, ehh, o sea, podía, digamos el frío de ahorita es más
penetrante, de pronto puede que sea el mismo frío pero es más, como más, mmm,
si, penetrante” [1:7].
Las manifestaciones de percepción sobre el CC tienen un lugar específico
para la “incertidumbre”, como ya se ha presentado en los resultados de la
presente investigación [10:1]; [12:1]; [12:2]; [12:5]. La percepción es constante
sobre las lluvias, de acuerdo con informaciones de 3AS: “antes si, uno veía
156
oscuro, no, viene un aguacero, y ahora se pone oscuro y llueve en otros lados
pero acá no llueve” [3:9].
De otra parte, 5PM manifiesta la conexión entre las predicciones del
Almanaque Bristol y los cambios de clima. Señala: “uno se guía por el Almanaque
Bristol que es el almanaque mejor hecho para uno guiarse (...) es uno de los
mejores almanaques editados” [5:4]. De igual forma, por las “cabañuelas” como
prácticas de la generación de personas mayores frente al clima: “como viejo uno
se guía por las cabañuelas, uno sabe si va a llover pronto o no (...) son unas
temporadas que predicen... si las doce cabañuelas hacia adelante y otras hacia
atrás (...) en el mes de enero, la cabañuela de enero. si no llovió en el mes de
enero, entonces es verano (...) si no en febrero entonces ya en marzo (...) ya uno
predice que llueve en marzo o en abril” [5:3]. Sin embargo, como se ha señalado,
esto contradice la mayor parte de las informaciones sobre la percepción que pone
el hincapié en la impredecibilidad del clima y la percepción de incertidumbre frente
a él.
Finalmente, y frente a los vientos, percepciones sobre sus cambios son
puestas en evidencia por 1MC: “Si, hay más ventarrones, claro sí. Los techos se
van, las tapas de los tanque se vuelan”; también por 12HD: “Agosto se supone
que es la temporada de viento, pero a veces pasa a Septiembre, o en Julio (...) a
veces en Octubre hace más viento que en Agosto”; por 8HL; “Ahora hay vientos
más fuertes" (...) puede que afecte los cultivos de maíz, y a uno como persona el
viento le quema a uno mucho la cara” [1:25]; y no son ahora fácilmente
predecibles, según la percepción de 1MC: “en agosto nos salíamos a volar
cometas (...) las ultimitas de Julio ya sabía uno que tenía que alistar su cometa (...)
ya en Agosto ya no hay viento, no ya, (...) no porque ya ahorita, por lo menos
ahorita está ventiando (sic) ya, y estamos en Marzo”. Así las cosas, se evidencia
157
que el parámetro viento es percibido como cambiante respecto a los patrones de
temporalidad en que se presentaba en el pasado.
En segundo lugar, se tienen los aspectos corporales, sensoriales y
cognitivos, como CIO que recibe fundamentación en los datos recabados en el
trabajo de campo visibles en la Ilustración 43.
Ilustración 43. CIO-ASPECTOS CORPORALES, SENSORIALES Y COGNITIVOS
Según Ulloa (2014), los indicadores sensoriales y corporales son lecturas
que se inscriben en la mente y en cuerpo de las personas, a través de sus
coyunturas por ejemplo, y que permiten una lectura de épocas frías que se
aproximan. Podrían ser otra especie de síntoma que tiene su cuerpo o su mente
para predecir un cambio extremo del clima, como por ejemplo presentir cambios
próximos en la temperatura por los síntomas que su cuerpo presenta o por las
sensaciones que parecen aparecer de un momento a otro.
Los aspectos cognitivos pueden estar relacionados con el conocimiento que
poseen los individuos frente a su propio territorio y lo que han aprendido del
158
mismo, sobre el paisaje actual y las memorias sobre su cambio. También, dicho
conocimiento local se constituye por las distintas maneras en que las personas
conciben su territorio a partir de lo que observan, viven y sienten. Greiner (1998)
sostiene que todos los miembros de una comunidad tienen conocimientos
tradicionales que aparecen de sus interacciones con el medio y los aprendizajes
que obtienen del mismo.
A partir de los datos, se evidencia que el CC provoca cambios en las
costumbres en habitantes de la vereda. 9RB resalta: “A si claro, eso, toca uno ir
variando igual que el clima(...) si, claro que si” [9:1]. De igual manera, las
costumbres sobre el vestido: “bueno, digamos en esta temporada uno utiliza
camisa manga corta, sin abrigos ni nada, ya cuando se vienen las heladas pues
obvio que ya tiene que buscar uno su abrigo, arroparse porque ya el frío es
terrible” [9:4]. De otra parte, 8HL recuerda que los CC intervienen en los cambios
de alimentación “con el frío tomamos sopas y bebidas calientes, con el calor
tomamos líquido” [8:15].
Sobre la salud, se percibe con los cambios del clima manifestaciones que
producen efectos. 1MC enfatiza el fenómeno sobre niños, personas mayores y
animales [1:44]. De igual manera, 6SC manifiesta la presencia de “dolores
reumáticos (...) más en la madrugada y en la noche” [6:2]. Aunado, se percibe con
el clima la presencia de mosquitos y otros insectos en la época de lluvia. 11SM
afirma: “el impacto a nivel de moscas es impresionante, acá por los restaurantes
es muy delicado este tipo de cosas. ¿Por qué? Porque es incómodo para uno
comer y estar con moscas y moscas y moscas. Y eso también se debe a las
plagas (...) y esa plaga es por el mismo impacto ambiental” [1:34]. También
aparecen alergias, y la presencia de gripe. 1MC describe que: “aparece la gripa
(sic) por el calor, por el mismo polvo, usted sabe que los cambios de temperatura
afectan las vías respiratorias” [1:46].
159
El CC se percibe en la afectación a la salud, lo mismo en la manera de
tomar alternativas con plantas medicinales y tradicionales, toda vez que cambian
las costumbres y por el fenómeno, las mismas plantas van desapareciendo [1:47];
[1:30].
En tercer lugar y cuarto lugar, como se ve en la Ilustración 44, están los
aspectos astronómicos asociados con aspectos simbólicos. Además, se encuentra
una CE que se denominó “VISIÓN DE TRASCENDENCIA”.
Ilustración 44. CIO-ASPECTOS ASTRONÓMICOS, SIMBÓLICOS y CE-VISIÓN DE TRASCENDENCIA
Los aspectos astronómicos se relacionan con el Sol, la Luna, las estrellas,
entre otros. Se detienen en las observaciones sobre sus características
perceptibles por el color, los halos que los rodean o el brillo/opacidad en diversas
160
épocas del año. A través de ellos es posible conocer el tipo de tiempo atmosférico
para un día o una temporada (Ulloa, 2004).
De acuerdo con informaciones tomadas en el trabajo de campo, se percibe
que el CC interviene en formas de concebir los días, 5PM afirma: “siempre hay
formas en que, a veces, la mañana es más oscura, y viceversa (...) hay ese
fenómeno” [5:2]. Y los aspectos astronómicos son perceptibles para concebir los
días y sus horas. 8HL manifiesta esta variabilidad, lo mismo que 3AS, “pues hay
días que si es como más oscuro, como hay días que a las cinco de la Mañana ya
está esto súper clarito” [8:3]. También la noche está vinculada con la temperatura,
toda vez que se percibe más fría cuando está despejada [8:2].
Llama la atención, y por ello la conexión entre los aspectos astronómicos y
simbólicos, está en la mención de 5PM sobre el “Almanaque Bristol”. Publicado
por la editorial Lanman & Kemp-Barcalay & Co. (2016), su denominación completa
es: “Almanaque Pintoresco de Bristol”, y los cálculos astronómicos que contiene
se hacen puntualmente para un contexto. Así, el de Colombia acompaña el título
con la aclaración de que es “calculado para la República de Colombia”. Publicado
desde 1832 y al contener datos astronómicos, el almanaque ha sido usado por
generaciones de campesinos para conocer de las predicciones climáticas. En la
percepción y por los datos astronómicos, a la vez, por el significado simbólico, “es
uno de los mejores almanaques editados” [5:4].
Como aspectos simbólicos, se tiene en cuenta en relación con el clima
aspectos de situación onírica o con la atribución de significado con los cuales se
pueden predecir comportamientos de animales, plantas o astros, convirtiéndose
en parte importante de los indicadores culturales (Ulloa, 214).
161
En la región, 11SM describe, “esta es una zona muy ancestral (...) hay
gente de acá que todavía pertenece a tribus” [11:16]. La referencia toma en cuenta
las tradiciones que son ricas en el conocimiento y saber cargado de simbología
frente a los temas climáticos y las culturas amerindias. De otra parte, aspectos
simbólicos relacionan el clima con las predicciones y agüeros característicos de
personas mayores de otras generaciones [1:49].
Las informaciones recogidas en ocasiones mencionan a Dios en relación
con los CC. 2JC dice: “yo tengo una sola fe, mi Dios es el que dice. Bueno, va a
llover, o no va a llover” [2:5]. Por esta razón fenómenos climáticos son atribuidos a
la trascendencia. En la misma línea argumentativa dice 2JC "ah, como usted no va
a misa pues no llueve”. [2:4]; y 12HD considera que el CC se debe a un castigo:
“castigo porque usted se ha comportado mal con el ambiente. Si usted tala diez
árboles, al menos siembre dos. Acá talan veinte árboles y tumban cincuenta más”
[12:4]. Asimismo, se asiste a la eucaristía para pedir, según 8HL la no afectación
por parte de un clima adverso [8:17].
Un fenómeno como el arcoíris por 1MC es considerado como “gran
bendición de nuestro señor”, es “es la promesa de nuestro señor Jesucristo”
[1:28]. Al analizar esta percepción se puede afirmar que al mencionar el “arcoíris”
se refiere ávidamente a un indicador meteorológico según la clasificación de Ulloa
(2014), por lo que se relacionó como tal. Sin embargo, la concepción que tiene la
habitante de la Vereda frente a dicho fenómeno es profundamente teológica, ya
que le atribuye a Dios la existencia del mismo y tiene la creencia de que éste se
manifiesta como una bendición para la persona que lo observe o se lo encuentre
repentinamente al mirar al horizonte. También se evidencia una asociación de
Dios como un aspecto simbólico religioso, pues el arco iris en este caso
representa trascendentalmente una “bendición de Dios”.
162
Aquí se evidenció cómo se percibe la relación de los temas climáticos con
la trascendencia, con la existencia de Dios y la religión con su papel muy
importante en el diario vivir, dado que estas relaciones hacen que la fe esté
involucrada en las diferentes percepciones sobre CC que poseen personas en la
vereda, y sobre el espacio que los rodea.
En quinto, sexto y séptimo lugar se encuentran relacionadas las CIO sobre
los aspectos físico-geográficos, biológicos y las características de los objetos tal
como se observan en la Ilustración 45.
Ilustración 45. CIO-ASPECTOS CORPORALES, SENSORIALES Y COGNITIVOS
Los indicadores que detienen la observación sobre aspectos biológicos se
centran en los cambios de los ciclos de plantas y animales. Por ejemplo,
comportamientos de especies que cambian de localización en ciertas épocas del
163
año o cambian la distancia frente a fuentes de agua, o la altura en la que hacen
sus lugares de habitación (Ulloa 2014).
En el trabajo de campo se evidenció que la percepción del cambio y
afectación del Río Bogotá por los cambios en el clima que provocan sequías e
inundaciones (1MC dice: “el río cuando llueve mucho, cuando ya, abren las
represas, se llena, y cuando llueve, (...) cuando hay sequía se seca” [1:36], y la
contaminación a la que fue sometido, provoca la desaparición de especies, dentro
de las nativas, se cuenta el pez llamado “Capitán de la Sabana” [5:13]. Sobre el río
5PM se lamenta afirmando: “Es una lástima porque eso se convirtió en un caño de
aguas negras”, de igual manera 1MC recuerda: “cuando yo era muy chiquita
íbamos a pescar, sacábamos pescado de allá” [1:38].
La desaparición de especies o su disminución es evidentemente percibida
por habitantes de la vereda Chorrillos. Y esto no sucede solamente con las
personas mayores que en el párrafo anterior son citadas sobre sus
remembranzas, como lo denotan los rangos en que se ubican algunas personas
entrevistadas, sino que, como 1SM apenas mayor de 20 años, percibe por el CC
las transformaciones de flora y fauna en la zona: “el buchón (…) había un tipo de
pato, (..) el pato andino ahorita se ve muy poquito, había conejos de la sabana,
ahora no hay” [11:15]. En la Ilustración 46 se detallan aves mencionadas por
11SM nadando en el Río Bogotá9.
9 En los medios de comunicación una investigación dirigida por Roselli (2015) en la Universidad de
Ciencias Aplicadas y Ambientales, fue objeto de titulares de prensa como “El río Bogotá sigue vivo y tiene una diversidad sorprendente” realizada por El Espectador (Redacción Bogotá,
2015), o por el periódico El Tiempo con el artículo: “Pese a contaminación, río Bogotá sigue siendo hogar de más de 800 aves. Científicos identificaron a más de 30 especies de aves que tienen ese afluente como hábitat (Betancur 2015).
164
Las remembranzas de personas mayores sobre el tema y las
transformaciones padecidas, conectan las categorías sobre los aspectos
biológicos con los aspectos geográficos, y sobre las características de los objetos
ya que por estos existe relación con las personas con los cambios, en el caso, lo
sucedido con el Río Bogotá.
Ilustración 46. Detalle del Río Bogotá y la vía Suba-Cota.
Fuente archivo del registro de imágenes tomadas en el trabajo de campo.
El uso del suelo de la Vereda Chorrillos es en gran medida la agricultura,
sinembargo, los diferentes cultivos se han visto fuertemente afectados por el CC,
pues al ya no conocer dichos cambios ni poder predecirlos como antiguamente lo
hacían los habitantes, la comunidad ha optado por incrementar la siembra de
165
cultivos bajo invernaderos, lo que constituye una alternativa segura para afrontar
los efectos de la variabilidad del clima, pero para los habitantes de la vereda, esta
práctica tiene impactos negativos sobre le ambiente y el paisaje rural que aún
sobrevive allí, pues se han visto afectados por la presencia de plásticos y químicos
utilizados en este tipo de producción que en algunos lugares van directamente a
los “vallados” o zonas de abastecimiento de agua.
1MC manifiesta: “ahora tenemos es pinos, flores, pinos, flores, pinos,
flores… que los pinos no son nativos de acá (...) ah, lo único que nos queda es por
ahí los Sauces, y eso los que no los han tumbado” [1:31]. Se evidencia el
conocimiento de la biodiversidad de la zona por parte de la persona entrevistada,
ya que ha vivido toda su vida en la vereda Chorrillos, porque denota que quedan
pocas especies vegetales nativas de la zona, y denuncia la presencia
indiscriminada de pinos, arboles introducidos a la vereda desde hace mucho
tiempo y que ha propiciado la pérdida de las especies nativas que han estado
presentes en la vereda.
De otra parte, en la información aportada se puede observar la percepción
de cómo han cambiado los recursos biológicos en la zona de un tiempo para acá y
cómo se han visto afectados por el reemplazo de los mismos con fábricas e
industrias en toda la zona, siendo el principal producto las flores tipo exportación,
lo que conlleva a la existencia de un gran número de invernaderos en la vereda
Chorrilos, como se contempla en la Ilustración 47 y especialmente en la Ilustración
48 en la cual se tienen las estrellas amarillas por convención para registrar los
lugares en los que fueron abordadas personas entrevistadas:
166
Ilustración 47. Detalle del invernadero del tipo existente en la vereda Chorrillos
Fuente archivo del registro de imágenes tomadas en el trabajo de campo.
Ilustración 48. Detalle de vista satelital con invernaderos en la vereda Chorrillos
Visualización satelital con el uso de “google maps”. Recuperado de
www.google.com.co/maps/@4.7821342,-74.0931075,8465m/data=!3m1!1e3?hl=es-419
167
Los datos aportados en las informaciones del trabajo de campo explican las
percepciones sobre el CC y sus efectos que conllevan la pérdida de la
biodiversidad [1:35], la desaparición de plantas medicinales [1:30], al lado de la
manifestación sobre la sobre la presencia de algunas aves que en su población
han disminuido [1:32], como aspectos biológicos también asocian las
percepciones sobre las características de los objetos y los aspectos físico
geográficos como lo observado sobre la pérdida de espejos de agua y zonas de
humedal en la vereda [1:50].
Por percepciones de los objetos y características, se lee en ellos aspectos
relacionadas con el entorno. En los datos aportados se pueden asociar con
aspectos biológicos, toda vez que transformaciones provocadas por el CC, se ven
reflejadas, desde la percepción de 1MC: “cuando cae el Sol [las plantas] se
marchitan. Eso es no más cuando usted tenga harto calor a ver si no busca la
sombrita, bueno, así mismo le pasa a los animalitos. Y las planticas pues se ponen
así todas como alicaídas, como tristes” [1:29]. Ulloa (2014) hace referencia a los
indicadores biológicos como los más comunes para identificar los cambios en el
clima, las percepciones que los habitantes tienen en este aspecto son obtenidas
con la observación del espacio en el que habitan, de los cambios de los ciclos de
plantas y animales. Por lo mismo, aquí se evidencia el conocimiento de la 1MC
sobre el comportamiento natural de los animales y las plantas en épocas de
verano extremo.
Finalmente, por los CC e incidencia sobre espacios físico geográficos y los
aspectos de las características de los objetos, entrecruzan datos visualizados en
la Ilustración 45, toda vez que desde la vereda Chorrillos es apreciada la sequía y
falta de reforestación del cerro Majuy [3:6], o se es consciente de que los
nacederos, fuentes hídricas y espejos de agua desaparecen, como también, se
168
perciben las consecuencias del CC con las inundaciones del Río Bogotá o de las
acequias que se desbordan [3:8], todo ello afecta y es causa de la pérdda en el
cambio del paisaje [8:10]
7.2.5.2 CIO sobre las dimensiones de riesgo en el espacio rururbano (Barrenechea, Gentile, González y Natenzon, 2005)
Con el uso de Atlas.ti se organizaron los códigos de las CIO en una
“familia”, y de manera automática de acuerdo con el número de datos asociados
(fundamento -grounded-) y relaciones establecidas (densidad -density-)
(“saturación” en el lenguaje de Glaser & Strauss (1967: 61)) se organizó la red de
la forma como se observa en la Ilustración 49.
Ilustración 49. Familia de CIO sobre las dimensiones del riesgo en el espacio rururbano
(Barrenechea, Gentile, González y Natenzon, 2005)
De acuerdo con la gráfica, la CIO-VULNERABILIDAD contiene la mayor
parte de datos asociados. Según Chambers (2009), la vulnerabilidad hacia el CC
169
varía entre los países, las comunidades, e incluso en los hogares. Teniendo en
cuenta esto, la adaptación requiere la inclusión de actividades contextualizadas y
estrategias que se orienten a satisfacer las necesidades de los grupos más
vulnerables. Las estrategias para disminuir la vulnerabilidad de las comunidades
deben realizarse en el contexto del municipio, y debe incorporar el análisis de
asuntos que se encuentren a nivel local, regional y nacional, con el objetivo de
fomentar un ambiente propicio para la adaptación a tal vulnerabilidad.
Frente al cambio climático, más que acciones puntuales o acciones de
emergencia, frente a ellos se deben promover proyectos y programas que
realmente desencadenen en una serie de cambios en el actuar real de las
comunidades. La disminución de la vulnerabilidad de la comunidad de la vereda
Chorrillos frente al cambio climático, ocurre cuando los actores tengan la
verdadera posibilidad de ser personas proactivas en la determinación de su
trayectoria social y apropiarse de sus posibilidades reales en el contexto en el que
se desenvuelven.
Ahora bien, la CIO-EXPOSIÓN para conocer la percepción sobre el espacio
RU, permitió encontrar frente a la expansión urbana y a los riesgos ambientales
propios de su territorio, que sus habitantes tienen consecuencias por la
“vulnerabilidad”, por lo cual el “riesgo” se tiene para perder sus tierras, cambiar sus
prácticas socio-culturales y espaciales o sufrir desarraigo, entre otros aspectos. En
el análisis se encontraron asociada, como se ve atrás en la Ilustración 49.
Las informaciones asociadas con esta categoría tienen que ver con el
sentimiento de desconfianza por personas en la administración y el poder público
que por su actuar no realizan mitigación, sino que contribuyen con el deterioro del
ambiente y del clima [1:17].
170
Se siente que la cercanía con la ciudad afecta de alguna manera el carácter
de vereda y su condición, como también que se pueden mejorar las cosas [6:3], u
ocasionar desplazamiento a otro lugar, si se adquiriera la condición totalmente
urbana del sector. 12HD afirma, “me afectaría porque toca desplazarse a otro
lado” [12:16]. Asimismo se siente vulnerable 1MC, toda vez que “ahorita al menos
usted puede tener por ahí una vaquita o algo, de ahí se va alimentar usted de la
lechesita, de lo que consiga cierto? (...) pero imagínese donde llegue a ser todo
esto cemento que?” [1:18]. También, reconoce que hay personas que: “se van a
buscar un mejor, a otro lado, pa’ que(sic)” [1:21].
Las personas de la Vereda sustentan que para ellos es muy complicado
tener una tierra allí, por lo que prefieren irse a la ciudad a pagar un arriendo que
es más económico y más fácil que intentar invertir en terrenos de la vereda, pues
sustentan que eso costaría una gran cantidad de dinero que irá toda para el
gobierno en forma de impuestos y que a ellos no les queda nada, por lo que se
sienten sin oportunidades, lo que genera el desarraigo a la Vereda y el abandono
de la misma para buscar mejores oportunidades en la ciudad [1:21].
Se evidencia una fuerte presión urbana en la zona, según las declaraciones
de la señora 1MC y su familiar, quienes consideran que la expansión de la
urbanización sobre la Vereda afecta fuertemente a la comunidad, porque implica la
pérdida de terrenos y específicamente del recurso del cual obtienen el alimento,
para ellas es imposible pensar que las personas prefieran urbanizar las tierras y
quedarse sin el suelo que les proveerá el alimento, Afirma que tendrían como
alternativa: “comernos un ladrillo, cuando nos dé hambre, quitar un ladrillo de la
casa y echar a l'olla (sic) (...) sí, porque ¿qué más?, ¿no ve que no hay donde
sembrar?” [1:24].
171
Por su parte, la CIO-INCERTIDUMBRE, en la perspectiva de los autores
tiene que ver ante el espacio RU, distinto a lo que hasta el momento en el
apartado del análisis se tiene como incertidumbre ante lo impredecible del
comportamiento del clima. Tiene que ver con que los actores poseen disímil o nula
información sobre ordenanzas municipales relacionadas con el manejo el territorio,
políticas ambientales, destino de sus tierras, así como los cambios en las políticas
económicas.
Así, se tienen de los datos del trabajo de campo informaciones sobre la
desesperanza y la posibilidad de que la vereda desaparezca [1:23]. Ahora bien, no
se sabe si continuarán los planes de urbanización [12:17]. 7LC señala: “el futuro
yo me lo imagino (...), con conjuntos residenciales y así” [1:18]. La afirmación tuvo
en cuenta el nombre del alcalde actual de la ciudad de Bogotá, sobre el que pesa
incertidumbre frente a lo que va a suceder, o a realizar en términos de desarrollo y
destinación del suelo. 1MC señala: “Las grandes fincas y todo ya se están
convirtiendo en grandes empresas y todo eso, mire, yo no me explico por qué, se
supone que esto era una reserva forestal y no me explico cómo diablos vinieron,
de donde sacaron los permisos, o sea el que tiene plata marranea (sic) y el que no
se hace el marrano” [1:19].
Finalmente, sobre la CIO-PELIGROSIDAD, se refuerzan las informaciones
sobre la presión urbana [1:18], las construcciones que no gozan de legalidad en
los permisos [1:19]; la desaparición de la vereda [1:23]
La transformación de la vereda en palabras de 2JC: “(...) en un tiempo era
(...) cultivos, ganadería, (...) floristería también había un tiempo, ya muy poco,
ahora ya son meros colegios, canchas de fútbol, perreras” [2:1]; también la
presencia de clubes que generan impactos ambientales graves, refiere 11SM
[11:8].
172
Los agricultores sustentan que en la Vereda no se realizan reuniones por
parte de ellos mismos o alguna asociación para hablar sobre las afectaciones que
les produce el CC, sin embargo, argumentan que los grandes agricultores siempre
llevan la delantera por las características y el tamaño que rodean las producciones
que generan, mientras que los pequeños agricultores se ven perjudicados por
estas nuevas maneras de producción, pues no cuentan con la tecnología
necesaria, ni con los terrenos que requieren los grandes monocultivos que realizan
los grandes empresarios. 12HD afirma: “el pez grande a ver cómo se traga al
pequeño, infortunadamente es una mala política y un mal pensamiento que se
tiene, porque si el grande apoya al pequeño, el pequeño le da impulso al grande,
pero eso nunca lo ven” [12:14].
7.3 ADAPTACIÓN Y MITIGACIÓN
De la misma manera como se privilegió la presentación de los hallazgos con la
exposición de elementos emergentes, para el cumplimiento del tercer objetivo que
versa sobre la manera de respuesta de los habitantes de la vereda Chorrillos para
adaptarse y mitigar el CC, se presenta en primer lugar la CE-CONOCIMIENTO
LOCALES, mientras que en segundo lugar se exponen los datos relacionados con
las CIO tomadas de la propuesta de Hernández (2013).
173
7.3.1 Los conocimientos locales como principal mecanismo de respuesta
ante el CC
Resulta conveniente para la sociedad en general conocer las diferentes
actitudes y opiniones de sus integrantes, toda vez que el conocimiento que poseen
a escala local se basa en la vida experimentada de cada persona. Y tal es la
concepción subjetiva sobre la “percepción” que se argumentó en el presente
trabajo para tener en cuenta las “vivencias”, las formas particulares como las
personas enfrentan su mundo, lo que puede resultar de gran utilidad para precisar
y especificar políticas eficientes de adaptación y de mitigación frente a la
variabilidad y el cambio climático.
Así las cosas, teniendo en cuenta que la percepción se constituye en una
representación subjetiva del fenómeno que está siendo estudiado, se debe
resaltar que la elaboración mental de la misma está fundamentada en la realidad
propia de las comunidades, en las interacciones socioculturales de la población y
en su cotidianidad, en las experiencias y relaciones con su entorno natural y en la
sensibilidad ante su hábitat. En este sentido las percepciones se establecen en el
reflejo de la realidad de la población de la Vereda Chorrillos y en las declaraciones
colectivas que, en voz alta, son expresadas por dicha comunidad.
Además de los datos ya analizados en al anterior apartado, como CE-
CONOCIMIENTO LOCAL se resaltan en la visualización de la Ilustración 50:
174
Ilustración 50. CE-CONOCIMIENTO LOCAL
En primer lugar, los conocimientos propios sobre problemas específicos
que culturalmente involucran a los pobladores de la vereda Chorrillos con vecinos
pertenecientes a población indígena. Así lo destaca la información de 11SM por la
naturaleza ancestral de los territorios y pobladores aledaños a la zona [11:16];
también en manifestaciones de 5PM quien destacó su época de trabajo con
indígenas en temas de reforestación, en reuniones y capacitación a la que dijo
haber asistido tiempo atrás. Por eso su conciencia sobre los tipos de semillas en el
proceso de recuperación de la flora: “las semillas de este árbol nacen hasta en un
tarro (...) el Urapán, allá en esa roca pegaría” [5:10].
En segundo lugar, aparece como afectación y en conexión con la
percepción del CC, las variaciones que conllevan “heladas” que afectan a las
175
personas en la vereda Chorrillos. En la descripción de las “heladas negras”,
precisa 12HD, persona dedicada a la agricultura en la región: “resulta que si hay
helada negra (...) de las seis y media a siete de la mañana, hasta las ocho de la
mañana. Está el rayo de Sol, está cayendo nieve, quema las plantas de una”
[12:10]. Si bien existen dificultades para la predicción de los acontecimientos
climáticos, es posible observar “indicios” para prepararse y responder ante el
fenómeno. Sobre el particular 12HD dice: “usted ve caminos de hielo (...) significa
que hay helada (...) la temperatura cambia y el tiempo va cambiando” [12:7].
Sobre el problema del agua, el CC tiene como efectos sequía y la
consecuente escasez, la ausencia de acueducto y alcantarillado que ocasiona la
contaminación de los aljibes por la cercanía de las aguas aptas y no para el
consumo, las precipitaciones que devienen en inundaciones de las acequias
(vallados) y del Río Bogotá, como la posibles existencia de un gran acuífero
subterráneo en la vereda Chorrillos, requieren respuestas desde una seria política
que está en las manos de todo ciudadano. Ahora bien, esto encarnaría esfuerzos
de educación ciudadana para mitigar los efectos nocivos contra el medio ambiente
y la ocurrencia de drásticas variaciones con el CC. Generalmente las respuestas
personifican a quienes están en la administración, a quienes detentan el poder y
sus intereses económicos egoístas. Sobre estos temas, 12HD tiene en cuenta
que, “acá no se han dado cuenta que aquí hay un acuífero que puede alimentar a
toda Bogotá, pero no lo quieren ver (...)” [12:18].
Finalmente, dado que el sector RU caracteriza la vereda Chorrillos la
percepción si bien encarna un “riesgo”, como se vio en el apartado anterior,
algunos habitantes consideran que es un beneficio el que la vereda se encuentre
cerca de la ciudad de Bogotá, pues de esa cercanía se obtienen beneficios en
cuanto al acceso a los servicios necesarios para vivir, servicios que sin la ciudad
tan cerca, serían casi imposibles de obtener. Sostienen que si la vereda quedara a
176
gran distancia de la ciudad, todo sería mucho más complicado, perdiendo tiempo,
dinero y esfuerzo en transporte, lo que no es bueno para la comunidad [1:22].
Sin embargo, 2JC al decir: “aquí en el sector que estoy (...) aquí se
consigue, plata no, pero se consigue de comer (...) en la ciudad, si no hay plata…
(...) Es bueno, porque es muy cerquitica” [2:6], se puede mencionar que la Vereda
no se ve afectada por su cercanía con la ciudad como lo expresa la categoría
Peligrosidad en el espacio Rururbano, sino, por el contrario, la cercanía constituye
para ellos un avance en el mejoramiento de las condiciones y los acerca un poco a
la calidad de vida. Y mantener este conocimiento local potencializado, tendría
efectos en la manera en que las subjetividades se relacionan con su entorno y con
su mundo.
7.3.2 Datos asociados a las CIO tomadas de Hernández (2013) para
responder ante el CC
Con el uso de Atlas.ti se organizaron los códigos de las CIO en una
“familia”, y de manera automática de acuerdo con el número de datos asociados
(fundamento -grounded-) y relaciones establecidas (densidad -density-)
(“saturación” en el lenguaje de Glaser & Strauss (1967: 61)) se organizó la red de
la forma como se observa en la Ilustración 51.
177
Ilustración 51. Familia de CIO respuestas ante el CC. Hernández (citada por Forero, 2013)
Como CIO con datos de respaldo asociados en mayor número, está la CIO-
ACCIONES REACTIVAS, es decir, se tienen informaciones sobre acciones que
surgen hasta que los eventos climáticos pasan. Son acciones circunstanciales
muy relacionadas con las actitudes pasivas, puesto que solamente esperan que el
hecho o fenómeno suceda para tener algún tipo de respuesta, por tanto no están
preparados para el cambio.
Así las reacciones frente a las heladas [12:10], por las razones de
impredecibilidad se procede reactivamente por el azar [12:6]. En el momento de
suceder la helada, “en los invernaderos utilizan el riego, le colocan aspersores
para enfriar el plástico y no se arrebaten (sic) los cultivos” [9:3]. También frente a
las fuentes hídricas, para “limpiar el río sería lo mejor (...) igual que uno, si tiene
gripa busca la forma de descongestionarse” [9:7], o para acceder al agua con los
carrotanques [3:4]; [7:7].
178
Contra el frío en situaciones extremas 1MC tiene como acción reactiva:
“calentar las botellitas de agua, meterlas a la cama... claro, cuando hace tanto frío
¿qué puede usted hacer más?”. Teniendo en cuenta la clasificación de Hernández
(2013), las personas esperan que el hecho o fenómeno suceda, en este caso que
se presenten episodios de frío extremo, para tener algún tipo de respuesta, como
lo es calentar agua y ponerla en botellas plásticas para calentar el cuerpo dentro
de la cama, por lo tanto, es una acción en respuesta a ese cambio, pero en
realidad, las personas no están preparadas para el cambio del clima. También
puede ser catalogada como una acción “tradicional” (que se tratarán más adelante
con fundamento en los datos), ya que esta costumbre se conoce desde tiempos
antiguos y se ha constituido como una tradición para mitigar el frío intenso.
También, cuando 1MD dice frente al frío: “se pone uno tres y cuatro pares
de medias, por el hijuemadre (sic) frío, (...) claro, tiene uno que abrigarse bien”
[1:51]. AL hablar de cambios de los hábitos cotidianos por el CC, se puede referir
a que dicho acto es una acción respuesta, por lo que esta acción reportada por
1MD podría analizarse de tres maneras distintas de acuerdo con Hernández,
(2013). Por una parte, se puede decir que es una acción “reactiva”, puesto que el
hecho de usar tres y hasta cuatro pares de medias surge hasta que el evento de
frío extremo se presenta, es circunstancial y se espera a ver si esta medida sirve
para mitigar el cambio de clima o no sirven como tipo de respuesta. Puede
también verse como una acción “tendencial”, ya que ocurre al ritmo de las
circunstancias de frío que están ocurriendo en el entorno, de acuerdo con las
tendencias externas, se encuentran apreciaciones como si sirve bien, o sino
también. En este caso específico, las personas que usen tantos pares de medias,
en su momento pueden resultar beneficiadas o afectadas. De otra parte, este acto
como tal, también puede ser visto como una acción “tradicional”, ya que el hecho
de ponerse varios pares de medias al tiempo es una acción realizada por tradición
179
desde los abuelos y demás generaciones para mitigar un poco la sensación de frío
en los días de frío intenso.
En segundo lugar, se encuentra la CIO-ACCIONES TENDENCIALES que
llevan el ritmo de las circunstancias que están ocurriendo en el entorno, de
acuerdo con las tendencias externas, se encuentran apreciaciones como “si sirve
bien”, o “sino también”. De acuerdo con el momento, pueden resultar beneficiados
o afectados.
En las informaciones tomadas en el trabajo de campo se tiene por estas
acciones las manifestaciones de 11SM: “uno puede empezar a generar un cambio
(...) el cambio por ejemplo está por ejemplo en reciclar; el cambio también está a
nivel de que las digamos, las personas economicen el agua, no desperdicien
recursos como el agua, cuidemos los entornos como son los páramos. Todo ese
tipo de ecosistemas son muy importantes para nosotros por ejemplo todo lo que
son lagos naturales y yacimientos del agua también cuidarlos, no explotar los
recursos (... ) por sacar el oro contaminan los ríos, también lo mismo el cambio a
nivel de las energías alternativas, eso es buenísimo, todo lo que es energías
limpias, como la eólica, la solar y todo eso (...) son energías económicas, la solar
si es costosa porque los paneles solares no son nada baratos, pero la eólica si es
muy autóctona de por acá, pero aquí se va perdiendo eso” [11:2].
Las CIO -ACCIONES TRADICIONALES para observar las tradiciones de un
pueblo, comunidad o sociedad con acciones frente al CC. En los datos se tiene la
expresión de 1MD para mitigar el frío: “Aguapanela (sic) con canela se toma uno
pal (sic) frío, que es una bebida muy cálida” [1:54]. En los episodios de frío
extremo el “aguapanela” es una de las bebidas más populares de Colombia, ya
que su reparación es muy sencilla y es muy familiar para los diferentes hogares de
cualquier condición económica, aportando nutrientes y propiedades energéticas
180
útiles en los tratamientos contra gripes y resfriados. Se puede decir que esta
bebida encabeza una serie de tradiciones que son utilizadas por las personas en
la prevención y cura de diferentes trastornos, por la cual fue situada en la
categoría de respuestas tradicionales frente al cambio del clima.
Una de las preparaciones más usadas es su consumo caliente, con limón y
algún medicamento contra los resfriados. Muchas personas estimulan el “sudor”
como descongestionante gripal, agregando una copa de aguardiente. En las zonas
de frío intenso, siempre cae muy bien una “aguapanelita” caliente con queso. En
muchas regiones del país se acostumbra también preparar el café endulzado con
panela y se le denomina "aguacafé". (Castaño, 2012) Es también una acción
tendencial pues está mediada por las circunstancias externas que ocurren
alrededor de los habitantes y ellos se pueden ver beneficiados por las calorías que
aporta dicha bebida, así como puede que no sea útil en ese momento para mitigar
el frío.
En esta apartado también se pueden ubicar las respuestas sobre ritos
religiosos [8:17]; [12:18].
Finalmente, se tienen las CIO para las respuestas con acciones “proactivas”
y “pasivas”. Las acciones “proactivas” como aquellas que se orientan a la
anticipación, son las que permiten prever los efectos futuros y estar preparados
para ello, lo que implica la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones creativas
y audaces para generar mejoras o soluciones ante los eventos del cambio del
clima. En las informaciones de habitantes de la vereda Chorrillos, se toman estas
acciones si se hacen efectivos los planes de reforestación [5:10] o la limpieza del
Río Bogotá [9:7]; de igual manera si hay la conciencia sobre el agua para la
recolección de aguas lluvias [8:14] y el racionamiento de la energía [1:53].
181
Las acciones “pasivas”, completamente opuestas a las “proactivas”,
muestran apatía e indiferencia por parte de las personas ante los efectos que
puedan llegar a ocurrir producto del CC. En las informaciones se culpa la
administración, y por los efectos en algunos espacios en los que se demuestra
desinterés por no cuidar el Río o las acequias, se presenta esta situación [8:13];
[11:3]. Existe en la afirmación de 5PM desinterés por parte de la administración,
pero también falta serios programas de educación con énfasis y dirección hacia la
juventud [5:13].
Analizando un poco más los resultados enmarcados en los objetivos
específicos del estudio que dan cuenta de la precepción del cambio climático y las
estrategias de adaptación y mitigación, podemos referir las siguientes
consideraciones:
Teniendo en cuenta que la percepción se constituye en una representación
subjetiva del fenómeno que está siendo estudiado, se debe resaltar que la
elaboración mental de la misma está fundamentada en la realidad propia de las
comunidades, en las interacciones socioculturales de la población y en su
cotidianidad, en las experiencias y relaciones con su entorno natural y en la
sensibilidad ante su hábitat, por lo tanto se debe tener en cuenta que las
percepciones de cada uno de los participantes en esta investigación está
influenciada, aparte de todo esto, por su ocupación y las relaciones sociales que
instauran en su territorio; en este sentido las percepciones se establecen en el
reflejo de la realidad de la población de la Vereda Chorrillos y en las declaraciones
colectivas que, en voz alta, son expresadas por dicha comunidad.
Frente al segundo objetivo de la investigación, los resultados evidencian
que la percepción de los habitantes de Chorrillos da cuenta de cada uno de los
aspectos o indicadores propuestos por Ulloa (2014) para obtener las percepciones
182
climáticas y del tiempo atmosférico, por Barrenechea, et., jal., (2005) para detectar
el riesgo y vulnerabilidad de un espacio rururbano como lo es la vereda estudiada
y por Hernández (2013) para observar las distintas respuestas de los habitantes
frente al cambio climático. Se validaron todos los aspectos indicadores propuestos
por los autores, apreciando su utilidad y validez para la indagación de las
percepciones de cambio climático, riesgos asociados y las consecuentes
estrategias de adaptación y mitigación al mismo.
En este contexto, el conocimiento local es adquirido por un grupo específico
de personas y definido por la zona o la localidad donde ellas habitan (Wolker et al.
1998). Los resultados aquí obtenidos, exponen el conocimiento local de los
habitantes de Chorrillos frente al Cambio Climático, lo que constituye una
herramienta fundamental en su relación con el medio, y la subsistencia en el
mismo.
Por otra parte, Sain (1999) expone que las percepciones pueden ser
ampliamente compartidas o particulares a un individuo y sin ninguna o poca
consistencia entre individuos y pueden ser idiosincrásicas, como por ejemplo la
realización de prácticas agrícolas en función de las fases de la luna u otras
creencias. En el presente estudio, se evidencian resultados heterogéneos en
algunos casos y homogéneos en la mayoría, obteniendo percepciones similares
respecto a las variaciones del clima en la zona de estudio. Con esta investigación,
es posible concordar con la teoría del autor, quien asegura que cuando de las
percepciones se abstraen categorías con nombres y propiedades definidas se las
sistematiza, relacionándolas entre sí de manera jerárquica, generando
taxonomías. Podemos observar las interrelaciones de estas taxonomías obtenidas
en el estudio, mediante la visualización del fenómeno de apropiación del Cambio
climático que detenta la percepción del mismo.
183
Gould y Vrba (1982), citando un texto de Michel Foucault, sugieren que
cuando se conoce por qué y cómo clasifica la gente, en cierta forma se entiende
cómo piensa. En otro sentido, las taxonomías organizadas no son categorías
neutrales o arbitrarias para un conjunto de conceptos inmutables, más bien
reflejan (o incluso crean) diferentes teorías acerca de la estructura del mundo y la
forma en que las personas lo reconocen (Ulloa, 2014). En este sentido, los
habitantes de Chorrillos tienen una visión clara de su territorio y se involucran en
sus problemáticas reales, lo cual hace que el conocimiento que poseen sea
extenso, sistemático y utilizado, en muchas ocasiones, para tomar importantes
decisiones de manejo agrícola que en definitiva afectan la economía local de la
zona y la nacional. Este tipo de saber popular es en definitiva, uno de los factores
que influyen en los procesos de decisión del habitante de estas zonas en cuestión.
Los conocimientos locales se relacionan con el clima bajo una mirada amplia de la
definición de conocimientos locales (Ulloa, 2014).
Los conocimientos locales relacionados con el clima y la predicción se
están teniendo en cuenta en la actualidad, están siendo reconsiderados y están
entrando a dialogar con el conocimiento científico. En esta perspectiva, los
trabajos antropológicos con enfoques de naturaleza etnográfica como este,
realizados en lugares específicos cobran importancia en el entendimiento de
fenómenos climáticos globales y sus efectos locales, caso específico de los
fenómenos del Niño y la Niña. Se da paso, entonces, a estudios que analizan las
propuestas y dinámicas locales de manejo ambiental, partiendo de nociones de
riesgo y vulnerabilidad, articuladas al uso de tecnologías, debido a que las
nociones y categorías de riesgo e incertidumbre frente al clima se vuelven claves
en los análisis antropológicos (Ulloa, 2014). Finalmente, es clave destacar la
importancia de los resultados aquí obtenidos, pues la perspectiva antropológica,
vital para ser incluida en las políticas sociales y ambientales, da cuenta de la
184
interrelación entre clima, derechos y justicia climática (Peterson & Broad, 2009,
Crate & Nuttall, 2009a, 2009b).
Respecto al territorio estudiado, tratándose de un espacio Rururbano,
Autores como Cardona (1993), Lavell (1996); entre otros, trabajan la temática de
los riesgos naturales y tecnológicos en el espacio RU, aportando conceptos de
interés como vulnerabilidad, riesgo y amenaza. Estos autores, al igual que los
resultados que aquí se presentan, consideran la expansión urbana como la
amenaza más fuerte sobre el sentido de arraigo y de pertenencia de los residentes
rururbanos y rurales, actores vulnerables frente a esta presión.
Los resultados obtenidos frente a las acciones de adaptación y mitigación al
fenómeno estudiado, evidencian que los pobladores de la vereda perciben el
cambio del clima como una amenaza sobre su territorio, sin embargo, no saben
cómo afrontarlo ni se sienten preparados para lograr mitigarlo de algún modo
seguro, pues desconocen los programas de adaptación y mitigación que realizan
las alcaldías local y distrital y en algunos casos, sus modos de vida no les
permiten aprovechar el territorio para poder implementar alguna acción influyente
en este sentido.
Los pobladores no conocen estrategias efectivas tales como los sistemas
agroforestales y bióticos, que según Torres et al. (2008), de alguna manera
mantienen una arquitectura lo más cercana posible a la de un bosque original,
generando mejores condiciones para la sostenibilidad del sistema y su adaptación
al cambio climático, a través de las prácticas de manejo de la conservación del
suelo, y contribuyendo a la inserción de la producción en el mercado exportable,
sin producir un efecto mayor en los recursos naturales de la vereda. Es necesario
que los habitantes de Chorrillos introduzcan prácticas conservacionistas para
asegurar una agricultura menos vulnerable y más sostenible como, por ejemplo: la
185
conservación de suelos con barreras de pasto, piñas, rastrojo, arbustos y árboles;
la reforestación, canales de drenajes, terrazas y la diversificación de los sistemas
del uso del suelo, que como estrategias de adaptación y mitigación, funcionarían
en suelos productivos (Kohler, 2011).
Forero, et. al., 2014, menciona diferentes estragias de adaptación al cambio
climático en comunidades locales reflejadas en distintas investigaciones y
antecedentes sobre la percepción del mismo. En dicho estudio se observan tres
categorías a saber: agropecuaria, hídrica y comunitaria. De acuerdo a la
información recolectada, se evidencia que de estas estrategias detectadas para
latinoamerica, los habitantes de la Vereda Chorrillos realizan algunas
pertenecientes a la categoría Hídrica, tales como “el atajado o lagunillas y
captación de aguas lluvias” y “sistemas de riego para los cultivos” que en algunas
ocaciones es industrializado de acuerdo a la producción, y en otras es manual y
artesanal. No se evidenciaron estrategias para la reforestación de la cuenca
hidrográfica del rio Bogotá, ni la quebrada la Salitrosa que está cercana. Respecto
a la categoría comunitaria, se evidencian estrategias de mitigación tales como
“trabajo y cooperación mutua” para enfrentar las problemáticas que los afectan, y
dejando de lado estrategias como “la capacitación y trabajo con grupos
interdisciplinarios” y “recuperación de la medicina tradicional”. Se evidencia la
ausencia de estrategias adscritas a la categoría agropecuaria, lo que al parecer
evidencia una pérdida del conocimiento ancestral en cultivos y de la agricultura de
la conservación y sistemas agroforestales, lo que pone en mayor riesgo a la
comunidad.
8. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Las conclusiones y recomendaciones que se elaboran como corolario de la
investigación realizada, tienen en cuenta la propuesta metodológica desarrollada,
y los hallazgos en las fases que dan respuesta a los objetivos planteados.
1. Frente a la propuesta metodológica y los resultados de la investigación.
La metodología enfocada en los aspectos subjetivos, constituye uno de los
aportes que desde la justificación, propendió por la elaboración del trabajo. Así, al
resaltar y destacar las voces mismas de los participantes en la investigación, en el
caso del conocimiento local se tienen aportes de gran relevancia, por lo que no se
debe desestimar ni menospreciar dicho conocimiento poseído y característico,
esto es, localizado, de pobladores de un lugar específico con problemáticas muy
particulares sobre el clima y el entorno.
Esta anotación se atiene como conclusión, ya que en ciertas ocasiones ese
conocimiento puede representar un capital cognitivo que tiene posibilidades para
dirigir la investigación a desarrollos ulteriores con la perfección y afinación de los
instrumentos para la recolección de datos, y, dado que las categorías iniciales
orientadoras [CIO] facilitaron enfocar en el trabajo de campo y obtener los
resultados, la ampliación y divulgación de los resultados permitiría
estratégicamente propugnar por trabajos de naturaleza cualitativa con énfasis en
la categorización emergente [CE], distanciarse de rígidos trabajos técnicos, y
desde perspectivas científicas y políticas con intereses distintos al conocimiento
“natural” cercano a puntuales realidades y contextos.
187
Por lo anterior, y frente a las posibilidades del trabajo con los resultados de
la investigación, se realizan las siguientes recomendaciones:
- La discusión de los resultados con autoridades locales para realizar las
anotaciones que lleven a una posterior retroalimentación con la comunidad.
- El desarrollo de la socialización de los resultados con la misma localidad,
contando con el respaldo institucional, a saber, con manifestaciones formales de la
Universidad en conexión y trabajo con representantes de autoridades de la
Localidad de Suba, para acercarlos a la comunidad ya que en las informaciones
se tienen afirmaciones sobre su ausencia, falta de política y trabajo en torno al
fenómeno del cambio climático [CC].
- Una vez aprobada la investigación y socializados los resultados, se
publicará como “artículo resultado de investigación”. Ya se envió propuesta a la
Revista de Gestão Social e Ambienta de Brasil con registro en Scopus Q4. Podría
publicarse también un libro en el marco del grupo de investigación INDESOS
adscrito a la Maestría en Desarrollo Sustentable y Gestión ambiental y a la
Facultad de Medio Ambiente.
2. Frente a la evidencia y medición del tema “objetivo” del CC en la Vereda
Chorrillos.
Los datos objetivos sobre la variación climática, con cifras que permiten el
análisis de variables climáticas, son posibles de referir y demostrar la evidencia de
CC, siempre y cuando tengan registros completos y de períodos prudencialmente
extensos para que sea visualizado el fenómeno.
188
Esto no sucedió en la investigación, ya que el Instituto de Hidrología,
Meteorología y Estudios Ambientales [IDEAM], a pesar de tener estaciones
meteorológicas en la zona y cercanas, los datos en ocasiones son insuficientes o
no están disponibles, empero, se realizó una aproximación estimativa con
fundamento en los datos existentes. De aquí por tanto se recomienda:
- El desarrollo y alcance de lo mandado por el Decreto 364 de 2014 conocido
como POT, para que se obligue a la institución encargada y sean aportados los
datos, no simplemente con el interés académico, sino, que estos cumplan con el
objetivo de incorporarse en relación con la vereda Chorrillos y el accionar del
Sistema Distrital de Gestión del Riesgo, el cual debe contar con la información
pertinente.
- La revisión de la idoneidad de las estaciones meteorológicas para que sea
posible la obtención de los datos. Como se puso de manifiesto en el análisis de los
datos cualitativos, la institución IDEAM goza de fama en los ciudadanos, por la
imprecisión de las predicciones climáticas que realiza. Esto desde un punto de
vista subjetivo y por la variación provocada por el CC podría justificarse, no así la
falta de los registros que por mandato de las funciones que debe tener, o bien no
son asequibles, o en muchos casos son insuficientes.
3. Frente a la fase subjetiva:
3.1 Percepciones de habitantes de la vereda Chorrillos respecto al CC.
De acuerdo las CIO propuestas en la investigación, se concluye que la
percepción de los habitantes de Chorrillos da cuenta de cada uno de los aspectos
o indicadores propuestos por Ulloa (2014) para obtener las percepciones
climáticas y del tiempo atmosférico, por Barrenechea, et., al., (2005) para detectar
189
el riesgo y vulnerabilidad de un espacio rururbano como lo es la vereda estudiada
y por Hernández (2013) para observar las distintas respuestas de los habitantes
frente al cambio climático. Se validaron todos los aspectos indicadores propuestos
por los autores, concluyendo su utilidad y validez para la indagación de las
percepciones de cambio climático, riesgos asociados y las consecuentes
estrategias de adaptación y mitigación al mismo.
La categorización inicial propuesta para este estudio, permitió correlacionar
los aspectos “indicadores” considerados para cada categoría entre sí mismos y
con todas las categorías de análisis a su vez, lo que permitió vislumbrar por medio
de redes gráficas las diferentes relaciones entre los aspectos referentes a la
problemática del cambio climático y su percepción, analizándolas en un contexto
rururbano desde una perspectiva holística e integradora, lo que reveló realidades
puntuales de orden ambiental y socioeconómico que en este aspecto
experimentan los habitantes de la Vereda Chorrillos.
En esta fase se pudo determinar de acuerdo a los hallazgos arrojados por
las categorías emergentes, que la vereda Chorrillos de la Localidad de Suba
presenta una dinámica propia que consiste básicamente en procesos de
intercambio y transformación de sus componentes naturales y antrópicos y por lo
tanto también intercambia dinámicas de su funcionalidad o disfuncionalidad
creciente con el entorno cercano, en este caso con la localidad de Suba y el
municipio de Cota.
Asimismo, la población que se establece en este espacio de carácter
rururbano, lo hace para realizar ciertas actividades económicas específicas,
porque esto responde a un comportamiento adaptativo de las condiciones del
territorio que habitan.
190
Aunado, es importante destacar que en el territorio se observan viviendas
con población permanente, y en el cual subyace un sistema transicional, en el que
se manifiestan fenómenos y procesos propios de los espacios rurales que
circundan la vereda, en contraposición a otros propios del espacio urbano
cercano, todo esto sin la presencia de las funciones rurales puras, ni la densidad y
dinámica del tejido urbano existente en la ciudad de Bogotá.
La vereda posee habitantes de ocupaciones varias relacionadas
especialmente con actividades económicas como la agricultura, actividades
pecuarias, el deporte y en menor medida el hogar y el comercio. Dichos habitantes
poseen un concepto aproximado del cambio climático, mediada por su percepción
propia de los cambios en el clima y el ambiente, y en otra basada en la influencia
de los medios de comunicación que popularizan el fenómeno generalizado.
Los habitantes de la Vereda perciben que el cambio climático les origina
afectaciones de diferente índole, desde pérdidas ambientales de factores bióticos
y abióticos que en tiempos anteriores se encontraban en la vereda, hasta
afectaciones humanas que incluyen la falta de recursos y servicios como el acceso
al agua y al saneamiento básico, afecciones a la salud, pérdida de sus terrenos y
de sus costumbres, hasta la pérdida del conocimiento ancestral de los habitantes
raizales.
Los pobladores de Chorrillos demuestran una gran desconfianza frente a la
institucionalidad, esto se evidenció mediante la categorización emergente, la cual
demostró que la gran mayoría de los habitantes consideran que las instituciones
gubernamentales no toman las medidas necesarias para proteger el territorio
frente a las consecuencias del cambio climático, pues no existen programas de
mitigación o adaptación frente al mismo, y si los hay, ellos los desconocen debido
191
a la falta de la inclusión de la población, y de sus características y necesidades
reales.
La población siente un gran desarraigo por la vereda, fundamentado en la
falta de identidad que sustentan, ellos no se sienten parte de Suba, ni mucho
menos de Bogotá puesto que perciben el desinterés por parte de la Alcaldía local
por esta zona particular, sintiéndose incomprendidos y no incluidos en los
programas de gobierno para la mejora de la calidad de vida.
De acuerdo con lo hallado, desde esta investigación se recomienda que:
- Los procesos de ocupación del territorio de la vereda Chorrillos deben conformar
una transformación de carácter cualitativo para las entidades territoriales y las
administraciones locales, quienes hasta el momento, (así lo perciben los
habitantes) en su mayoría han vislumbrado en ella simplemente un proceso de
carácter cuantitativo, de mera acumulación demográfica en torno a la conjunción
de los recursos naturales de la localidad y de municipios aledaños, o de distancia
al centro dinámico más cercano, como es la ciudad de Bogotá.
- Los tomadores de decisiones deben conformar con la comunidad de la Vereda
Chorrillos un proceso de carácter cualitativo, verdaderamente conectado con las
realidades de la vereda, en el cual las circunstancias que determinan las
singularidades del territorio en cuestión, tomen en cuenta el origen de la población,
el motivo y la conformidad de vivir en dicho espacio, sumado a los usos del suelo
específicos del lugar, y, finalmente determine un espacio que más que
caracterizarlo desde lo rural o desde lo urbano exige a los diferentes actores de la
sociedad y administradores un nuevo camino, un concepto que lo identifique por
sus propiedades endógenas y por sus articulaciones concretas con el entorno.
192
3.2 Adaptación y mitigación de los habitantes de la vereda Chorrillos
respecto al CC.
De acuerdo con los hallazgos encontrados en este apartado, se concluye
que los habitantes de la vereda demostraron conocer de manera particular su
territorio, por lo que de los resultados obtenidos en campo, surgió la categoría
emergente “Conocimientos locales” en donde se agruparon todos los aspectos
que dan cuenta del conocimiento de elementos particulares bióticos o abióticos
existentes allí que generan algún interés particular, tales como recursos naturales,
potencialidades sociales y económicas, riesgos y vulnerabilidades específicos
para la zona, entre otros tantos. Estos saberes locales se consolidaron como el
principal mecanismo de respuesta que los habitantes utilizan ante el cambio
climático.
Para este apartado se evidenciaron diferentes respuestas frente al cambio
climático realizadas por los habitantes de Chorrillos que van en concordancia con
las categorías iniciales orientadoras para este estudio tomadas de Hernández
(2013), siendo las acciones reactivas frente al cambio las más representativas,
seguidas por las tendenciales y las pasivas, demostrando que los habitantes de la
vereda no están preparados para adaptarse de manera efectiva al cambio del
clima y demuestran poca actividad frente a acciones reales de mitigación.
Los pobladores de la vereda perciben el cambio del clima como una
amenaza sobre su territorio, sin embargo, no saben cómo afrontarlo ni se sienten
preparados para lograr mitigarlo de algún modo seguro, pues desconocen los
programas de adaptación y mitigación que realizan las alcaldías local y distrital, y
se sienten un poco más apoyados por la alcaldía del municipio cercano de Cota
quienes en algunas ocasiones les suministran agua potable para mitigar la sequía
193
y realizan actividades ambientales a cargo del resguardo indígena de dicho
municipio.
A partir de lo anterior, se recomienda que las alcaldías local de Suba y
Distrital, re-evalúen y rediseñen de una manera verídica los planes de acción,
adaptación y mitigación del cambio climático propuestos para la ciudad, y
específicamente para las localidades con zonas rurales, para que en ellos también
se incluyan estrategias de vinculación de las zonas rururbanas de la ciudad con
características muy particulares y dinámicas distintas, basándose en los
resultados de este estudio y otros que aportan datos de gran interés local para
lograr las verdaderas transformaciones sobre el territorio de Chorrillos.
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ANEXOS
ANEXO 1. MATRIZ DE COHERENCIA METODOLÓGICA
219
220
ANEXO 2. ACTA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO - ENTREVISTAS Y
FOTOS
Yo ________________________________, identificado/a con la Cédula de Ciudadanía Número ________________ de ______________, habitante en la Vereda Chorrillos de la Localidad de Suba en Bogotá, acepto participar de manera voluntaria en la investigación: “Percepción del cambio climático y estrategias de adaptación y mitigación”, dirigida por la Dra. YOLANDA TERESA HERNÁNDEZ
PEÑA, investigación que será presentada como requisito de grado de PATRICIA
HELENA CALERO PARDO en la Maestría en Desarrollo Sustentable y Gestión Ambiental de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Manifiesto que he sido informado/a sobre los objetivos de la investigación y el tipo de participación que se me solicita para ser entrevistado/a. De igual manera, he sido informado/a que mi participación no involucra ningún daño o es una fuente de peligro para mi salud física o mental y que puedo negarme avanzado el proceso sin dar explicaciones. Autorizo que sean tomadas fotografías que capten aspectos descriptivos del espacio físico/geográfico para explicar aspectos que quiero enfatizar sobre la información del cambio del clima en el sector en el que habito, y que por las imágenes no se recibirá beneficio toda vez que se trata de un trabajo académico, y serán conservadas por el investigador Para la protección de mis datos en el informe deseo que se pongan las siglas de mi nombre o un código numérico que preserve mi identidad (SI: ) (NO: ). El presente documento se firma en dos ejemplares, quedando uno en poder de cada parte. _______________________________ Patricia Helena Calero Pardo Nombre Participante Investigadora _______________________________ __________________________ Firma Firma Fecha: _________________________ Cualquier pregunta que desee hacer durante el proceso de investigación, o si desea manifestar que han sido vulnerados sus derechos, podrá contactar a la Dra. YOLANDA TERESA HERNÁNDEZ
PEÑA, en la Maestría en Desarrollo Sustentable y Gestión Ambiental de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Correo electrónico: [email protected]
221
ANEXO 3. CARACTERIZACIÓN DE LAS PERSONAS PARTICIPANTES Y
GEORREFERENCIACIÓN
Quienes participaron en la investigación gozan del derecho a que su identidad sea
resguardada, por tal razón le fue asignado un código, y se tienen datos que les
caracteriza de acuerdo con la ocupación, la edad o su rango, sexo y tiempo
residiendo en la vereda Chorrillos.
CÓDIGO DE LA
PERSONA
ENTREVISTADA
OCUPACIÓN EDAD SEXO TIEMPO EN LA
VEREDA
1MC HOGAR Mayor de 40 Mujer Más de 40
2JC AGRICULTOR Mayor de 40 Hombre Más de 20
3AS HOGAR 20-30 Mujer Más de 20
4KP HOGAR 20-30 Mujer 5 años
5PM AGRICULTOR 75 años Hombre 1 año
6SC HOGAR - COMERCIANTE 73 años Mujer 6 meses
7LC PRESIDENTE JAC Mayor de 40 Hombre 25 años
8HL CADDY GOLF 21 Hombre 21 años
9RB OPERARIO DE MAQUINARIA Mayor de 40 Hombre 2 años
10MS CONDUCTOR 58 años Hombre 58 años
11SM ESTUDIANTE - DEPORTISTA 20-30 Hombre Más de 20
12HD AGRICULTOR 38 Hombre 38 años
222
En el siguiente mapa se muestra la georreferenciación de los lugares en los cuales
se recabó información con las personas participantes en la investigación.
Imagen disponible en: www.google.com.co/maps/@4.7830928,-
74.0973757,13.82z?hl=es-419
223
A continuación se señalan las coordenadas de los lugares en los cuales se
realizaron las entrevistas.
CÓDIGO DE LA PERSONA
ENTREVISTADA COORDENADAS
1MC 4º47'10.5''Norte 74º05'55.3''Oeste
2JC 4°47'08.2"Norte 74°05'58.5"Oeste
3AS 4°46'56.1"Norte 74°05'47.2"Oeste
4KP 4°46'52.5"Norte 74°05'43.9"Oeste
5PM 4°46'53.7"Norte 74°05'42.3"Oeste
6SC 4°46'51.9"Norte 74°05'44.6"Oeste
7LC 4°46'52.6"Norte 74°05'44.3"Oeste
8HL 4°46'44.2"Norte 74°05'39.1"Oeste
9RB 4°46'35.4"Norte 74°05'16.1"Oeste
10MS 4°46'37.2"Norte 74°05'16.0"Oeste
11SM 4°46'30.6"Norte 74°05'07.2"Oeste
12HD 4°46'30.6"Norte 74°05'07.2"Oeste
224
ANEXO 4. GUÍA DE OBSERVACIÓN Y FOTOGRAFÍA
GUÍA DE OBSERVACIÓN Fecha: ____________ Hora de inicio: ________
Finalización: _______ Duración: _______
1. Nombre del entrevistado: _________________________ Código: _____
Breve descripción (características (edad, sexo, etc.): _________ _______________ _____________________________________
_______________ _____________________________________ 2. Lugar de la reunión: ______________________________
Breve descripción: _____________________________________ _______________ _____________________________________
_______________ _____________________________________ 3. Dinámica durante la entrevista: _________________________________________________________ _________________________________________________________ _________________________________________________________ _________________________________________________________ 4. Fotografía. Detalles de énfasis sugeridos para ilustrar: ___________________________ ______________________________________________________________ Detalles observados en expresiones no verbales pero que requieren atención a detalles sugeridos para ilustrar: ______________________________________ ______________________________________________________________
225
GUÍA DE ENTREVISTA
CATEGORÍA INICIAL ORIENTADORA
Nº PREGUNTA BASE
Caracterización del entrevistado y del lugar
1 ¿Por favor, díganos su nombre, a qué se dedica?
2 ¿Su edad está en el rango de 10-20, de 20-30, de 30-40 o
más?
3 ¿A qué se dedica y cuánto tiempo ha vivido en la vereda?
4 ¿Qué tipo de actividades de producción se llevan a cabo
en la vereda?
Conceptualización CC
5 ¿Ha escuchado hablar de Cambio Climático?
Aspectos meteorológicos
6 ¿Cuándo las estrellas o la Luna no se ven claramente en
el cielo, cómo siente usted el noche? ¿Es igual a una noche “estrellada”?
7 ¿Todos los días amanece a la misma hora? ¿por qué cree
que esto sucede?
Aspectos meteorológicos
8 ¿En Chorrillos los atardeceres presentan arreboles? ¿Qué
tan frecuentemente?
9 ¿El clima general de la Vereda es húmedo, o seco? ¿Así
ha sido siempre?
10 ¿Cómo percibe usted la temperatura de la vereda?¿En
qué época del año hace más calor?
11 ¿En qué época del año hace más frio en la Vereda?
12 ¿Ha notado usted cambios en la frecuencia de la
precipitación o lluvia en Chorrillos? ¿Desde cuándo ha notado estos cambios?
13 ¿En qué temporadas llueve más?
14 ¿Cuándo hay heladas en la madrugada?
15 ¿Las cosechas se dañan más con las heladas o las
granizadas? ¿Cuándo fue la última vez que se han dañado las cosechas por esa razón?
16 ¿Cómo ha afectado esta variabilidad del clima a la
comunidad?
17 ¿En qué época del año siente usted los vientos más
fuertes?¿Así ha sido siempre?
18 ¿Con qué frecuencia ocurren las tormentas eléctricas en
la vereda?¿Estas tormentas causan daños a la comunidad?
19 Cuando “sale el arcoíris” ¿por qué cree que sucede?¿Es
frecuente observarlo en el paisaje de Chorrillos?
Aspectos Biológicos
20 ¿Ha observado Ud. que los animales y las plantas
cambian de vez en cuando en la vereda? ¿Qué ha observado?
226
21 ¿Sabe Ud. cuáles son plantas son o no de la región?
22 ¿Cuándo es la época de floración de las especies más
representativas de plantas que Ud. conoce?
23 ¿Qué características tiene el clima cuando esa floración
se presenta?
26 ¿Qué aves migratorias conoce usted? ¿En qué época del
año llegan a la Vereda?
27 ¿Qué aves permanecen durante todo el año en la
Vereda?
28 ¿Cuándo observa usted abundancia de zancudos?
29 ¿Qué animales aparecen cuando llegan las épocas de
lluvia?
30 ¿Cuando llega el verano y calor intenso, cómo se
observan las plantas y los animales?
Aspectos Físico-Geográficos
31 ¿Cómo describe Ud. las montañas que se ven desde la
Vereda?
32 ¿De qué color son? ¿Se aprecia que habitan muchas
especies animales y vegetales allí?
33 ¿Cómo es el cauce de la quebrada que atraviesa la
vereda?
34 ¿En épocas de invierno cómo se comporta el afluente de
agua? ¿Se desborda?
36 ¿Se puede pescar allí?¿En qué época?
37 En época de sequía, ¿cómo se observa el paisaje?
¿Cambia o sigue igual?
Aspectos sobre las características de los objetos
38 Algún elemento de la Vereda cambia por las condiciones
climáticas?
39 Cuando hay mucho viento, ¿qué sucede en la vereda?
Aspectos corporales, sensoriales y cognitivos
40 ¿Qué siente su cuerpo cuando se aproxima la temporada
de frío?
41 ¿En Chorrillos se presentan veranos e inviernos
extremos?
42 ¿Sabe Ud. si alguien de la comunidad es afectado por el
frio extremo?
43 ¿Sabe si alguien de la comunidad es afectado por el calor
extremo?
44 ¿Su cuerpo o mente saben cuándo un cambio en el clima
se aproxima?
45 ¿Considera que alguna afectación a la salud se relaciona
con el cambio del clima? ¿toma/n medicinas naturales?
46 ¿Qué señal física en su cuerpo le avisa los cambios en el
clima?
Aspectos simbólicos
47 ¿Desde qué edad habita la Vereda?
227
Peligrosidad en el espacio Rururbano [RU]
48 ¿Se ha visto afectado por planes de loteo, de
urbanización, o por el avance de infraestructura como redes de electricidad u otros?
Vulnerabilidad
49 ¿En la comunidad se tienen asociaciones para ayudar a
enfrentar los riesgos ambientales y la presión que pueda sentirse por la cercanía a la ciudad?
50 ¿Existe en la comunidad sentido de pertenencia por la
vereda?
Exposición
51 ¿Qué piensa Ud. sobre la cercanía de la vereda a la
ciudad?
Incertidumbre
52 ¿Cómo ve, o se imagina Ud. la vereda en un mediano y
largo plazo?
53 ¿De qué manera Ud. cree que su familia tiene sentido de
pertenencia con la vereda, y qué pasará dentro de un tiempo?
Acciones frente al cambio
del clima (Respuestas
Locales):
54 ¿Qué cosas ha cambiado de sus hábitos cotidianos
debido el cambio del clima?
55 ¿Ahora trabaja más tiempo o menos tiempo que antes?
56 ¿Cuando llueve mucho, qué cosas ha hecho en su casa
para no verse afectado?
57 ¿Cuándo hace mucho calor, cómo ha acondicionado su
casa?
58 ¿Si se dedica a la agricultura, qué ha hecho para proteger
sus cultivos?
59 ¿Cómo ha evitado los deslizamientos en su territorio
cuando llueve mucho?
60 ¿Qué acciones realiza usted cuando se presentan
cambios extremos en el clima?
61 ¿Cuándo usted detecta que se aproxima un cambio de
clima, qué medidas toma para proteger su casa y sus terrenos?
62 ¿Qué animales se afectan más por el cambio del clima?
¿Usted los asiste?
63 ¿Qué hace Ud. cuando los animales sufren en la sequía
extrema?
64 Cuando se presentan heladas, ¿puede usted hacer algo
para recuperar su cosecha?
65 Si no puede recuperarla, ¿qué estrategia utiliza para evitar
que una helada vuelva a dañar sus cultivos?
66 Si vive cerca a la quebrada, ¿qué medidas toma para
evitar que su casa se inunde cuando hay una creciente?
228
67 Cuando hace mucho frío, a parte de la ruana tradicional,
¿qué ropa usa Ud.?
68 Cuando entra el verano extremo, ¿cambia su forma de
vestir radicalmente, o esta se mantiene de algún modo?
69 ¿Cambia su alimentación y la de su familia dependiendo
de las condiciones climáticas?
70 ¿Qué alimentos consume particularmente en las épocas
de frío?
71 ¿Qué alimentos consume particularmente en las épocas
de calor?
72 ¿Qué formas particulares de protegerse frente a los
cambios climáticos extremos han adoptado los habitantes de la Vereda Chorrillos?
73 ¿Se reúnen los vecinos y habitantes de la vereda para
hablar sobre las afectaciones que les produce el clima?
74 ¿Si la Vereda se ha afectado por estos cambios en su
actividad económica, cómo se han organizado para enfrentarlo como comunidad?
75 Observando a los vecinos de la vereda más afectados,
¿qué hace Ud. para evitar verse afectado cuando llegue la próxima sequía o inundación?
76 ¿Qué tipo de eventos realiza la comunidad para ayudar a
los habitantes mayormente afectados por los cambios extremos del clima?
77 ¿Conoce plantas medicinales naturales que se
encuentren en la vereda? Si es así, ¿qué acciones realiza usted para conservar estas plantas?
78 ¿Cree Ud. que los cambios extremos en el clima se dan
por la intervención de un Ser Supremo? ¿qué hace usted para evitar que esto suceda?
79 En la comunidad elevan plegarias para que mejoren las
condiciones climáticas? A quién?
80 ¿Qué tipo de rituales hace la comunidad para pedir la no
afectación por el clima extremo?