plano barcelona 2015

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EL PARK GÜELL Y BARCELONA Barcelona en el año 1900 Fuente: Plano de Frederic Armenter, Ciudad de Barcelona con su llano y alrededores. ©ICC PARK GÜELL C CASTELLANO PARK GÜELL VISITA A LA ZONA MONUMENTAL Archivo B:SM, 2013 DEPÓSITO LEGAL: B. 24815-2013 ACCESOS Calle de Olot Plaza de la Naturaleza Pasaje de Sant Josep de la Muntanya Correos de contacto Información y consultas: [email protected] Incidencias en el proceso de compra y consultas de grupos organizados: [email protected]t Esta guía propone un recorrido por los puntos de interés más emblemáticos y permite visitarlos independientemente del punto de entrada al Park Güell. Le recomendamos que siga este circuito que encontrará también señalizado en el parque. Texto: Joan Roca i Albert (MUHBA) y Mireia Freixa (Universitat de Barcelona) Diseño y plano axonométrico: Marta Galí i Brillas, Marta Oristrell i Santamaria Coordinación del proyecto: Carme Garcia Soler y Marta Iglesias (MUHBA) Imágenes: Archivo Colegio Baldiri Reixac · Archivo Fotográfico de Barcelona Archivo Hàbitat Urbà. Ayuntamiento de Barcelona · Archivo Municipal del Distrito de Gràcia · Archivo Barcelona de Serveis Municipals · Biblioteca de Catalunya Colección particular. Barcelona · IAAH. Archivo Mas · Institut Cartogràfic de Catalunya. El plano guía Park Güell, visita a la zona monumental ha sido elaborado por el Museo de Historia de Barcelona (MUHBA) 1.ª edición, octubre de 2013 © Barcelona de Serveis Municipals © de los textos y las imágenes, los autores Descárgate la app y haz tu visita guiada! Cuando comenzó la construcción del Park Güell, en el año 1900, Barcelona era una metrópolis moderna y cosmopolita que basaba su economía en la potencia de su industria y que superaba el medio millón de habitantes. Sus murallas se habían derruido casi medio siglo antes y la ciudad nueva, el Ensanche proyectado por el ingeniero Ildefons Cerdà, había crecido de manera espectacular a partir de 1860. Fue la mayor operación urbanística del siglo XIX en Europa. La expansión de Barcelona fue muy rápida a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, con el Ensanche extendiéndose por la llanura. Su área central empezó a adoptar los perfiles de un gran centro burgués y el urbanismo avanzaba también por sus flancos, en dirección a los viejos suburbios fabriles de la llanura, con un carácter más popular e industrial. La Exposición Universal de 1888 puso de manifiesto ante Europa y el mundo la pujanza de Barcelona, metrópolis industrial socialmente muy conflictiva, artísticamente muy dinámica y capital de una nación catalana renaciente. En ese ambiente floreció la búsqueda de un nuevo lenguaje artístico y de representación urbana. Esa fue la razón del éxito del mo- dernismo, muy presente en el corazón del Ensanche, y de la obra de un arquitecto tan singular como Antoni Gaudí. Eusebi Güell encargó a Gaudí el proyecto de una urbanización para familias acomodadas en una gran finca que había adquirido en la zona conocida popularmente como la montaña Pelada. Su situación era inmejorable, en un entorno sano y con unas vistas espléndidas del mar y de la llanura de Barcelona. En la urbanización estaban previstas unas 60 parcelas de forma triangular, con una compleja red de caminos, viaduc- tos y escaleras que salvaban la topografía del terreno. Las condiciones de construcción eran muy restrictivas, solo se podía edificar una sexta parte de la parcela, y las construcciones solo podían dedicarse a usos residenciales. Güell quería recrear los selectivos condominios británicos y por dicho motivo lo denominó Park Güell, en inglés. La relación que mantuvieron Güell y Gaudí no fue simplemente la propia de artista y mecenas, sino una verdadera historia de amistad. Gaudí emprendió una reflexión urbanística profunda para dar forma al conjunto, adentrándose en un insólito proceso de creación artística. Las obras del Park Güell avanzaron a buen ritmo los primeros años del siglo, pero las complejas condiciones de adquisición de las parcelas, el carácter exclusivo de la urbanización y la falta de un transporte adecuado hicieron inviable el proyecto. Eusebi Güell decidió paralizarlo en el año 1914. Tras la muerte de Eusebi Güell, sus herederos lo ofrecieron al Ayuntamiento de Barcelona, que decidió adquirirlo en el año 1922 y lo abrió como parque público cuatro años más tarde. Actualmente es un preciado lugar de esparcimiento para los barceloneses y un foco de atracción de visitantes de todo el mundo. La UNESCO lo declaró patrimonio cultural de la humanidad en 1984. GÜELL , GAUDÍ Y EL PARK La personalidad de Gaudí se puede interpretar desde un doble punto de vista. Por un lado, justificando su racionalidad técnica, por su prodigioso dominio de las formas y los materiales. Por otro lado, insistiendo en su pensamiento transcendente, que le llevó a crear una obra llena de contenidos simbólicos, en oposición a las corrientes de la arquitectura occidental moderna. Gaudí se planteaba aportar soluciones prácticas, como proyectar unos viaductos y unos caminos para transeúntes, definir las parcelas y establecer los sistemas de recogida de aguas, pero, al mismo tiempo, los resultados iban mucho más allá, con la aspiración de llegar a la obra de arte total y romper la frontera entre la naturaleza, o Creación, y el arte, entendido como producción humana. Eusebi Güell entendió más que ningún otro de sus contemporáneos el sentido de la arquitectura de Gaudí. Ambos discutieron a fondo tanto los aspectos urbanísticos del futuro complejo residencial como sus componentes iconográficos. Se han hecho múltiples interpretaciones sobre el universo simbólico del Park Güell y sus relaciones con la Grecia clásica, la tradición cristiana y Cataluña. Güell y Gaudí atesoraban una sólida formación humanística, tenían profundas convicciones religiosas y compartían un arraigado patriotismo catalanista. Más allá de la valoración artística, el Park Güell es una de las expresiones más notables de la voluntad de representación y de la ambición de capi- talidad de las elites industriales de Barcelona en los albores del siglo XX. Eusebi Güell en la Sala Hipóstila, 31 de agosto de 1915. BC

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Cuando com

enzó la construcción del Park Güell, en el año 190

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etrópolis moderna y cosm

opolita que basaba su econom

ía en la potencia de su industria y que superaba el medio m

illón de habitantes. Sus m

urallas se habían derruido casi medio siglo antes y la

ciudad nueva, el Ensanche proyectado por el ingeniero Ildefons Cerdà,

había crecido de manera espectacular a partir de 1860. Fue la m

ayor operación urbanística del siglo x

Ix en Europa.

La expansión de Barcelona fue m

uy rápida a lo largo de la segunda m

itad del siglo xIx, con el Ensanche extendiéndose por la llanura. Su área

central empezó a adoptar los perfi les de un gran centro burgués y el

urbanismo avanzaba tam

bién por sus fl ancos, en dirección a los viejos suburbios fabriles de la llanura, con un carácter m

ás popular e industrial. La Exposición U

niversal de 1888 puso de manifi esto ante Europa y el

mundo la pujanza de Barcelona, m

etrópolis industrial socialmente m

uy confl ictiva, artísticam

ente muy dinám

ica y capital de una nación catalana renaciente. En ese am

biente fl oreció la búsqueda de un nuevo lenguaje artístico y de representación urbana. Esa fue la razón del éxito del m

o-dernism

o, muy presente en el corazón del Ensanche, y de la obra de

un arquitecto tan singular como A

ntoni Gaudí.

Eusebi Güell encargó a G

audí el proyecto de una urbanización para fam

ilias acomodadas en una gran fi nca que había adquirido en la zona

conocida popularmente com

o la montaña Pelada. Su situación era

inmejorable, en un entorno sano y con unas vistas espléndidas del m

ar y de la llanura de Barcelona. En la urbanización estaban previstas unas 60

parcelas de form

a triangular, con una compleja red de cam

inos, viaduc-tos y escaleras que salvaban la topografía del terreno. Las condiciones de construcción eran m

uy restrictivas, solo se podía edifi car una sexta parte de la parcela, y las construcciones solo podían dedicarse a usos residenciales. G

üell quería recrear los selectivos condominios británicos

y por dicho motivo lo denom

inó Park Güell, en inglés.

La relación que mantuvieron G

üell y Gaudí no fue sim

plemente la

propia de artista y mecenas, sino una verdadera historia de am

istad. G

audí emprendió una refl exión urbanística profunda para dar form

a al conjunto, adentrándose en un insólito proceso de creación artística.

Las obras del Park Güell avanzaron a buen ritm

o los primeros años del

siglo, pero las complejas condiciones de adquisición de las parcelas, el

carácter exclusivo de la urbanización y la falta de un transporte adecuado hicieron inviable el proyecto. Eusebi G

üell decidió paralizarlo en el año 1914. Tras la m

uerte de Eusebi Güell, sus herederos lo ofrecieron

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iento de Barcelona, que decidió adquirirlo en el año 1922 y

lo abrió como parque público cuatro años m

ás tarde. Actualm

ente es un preciado lugar de esparcim

iento para los barceloneses y un foco de atracción de visitantes de todo el m

undo. La UN

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lo declaró patrim

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Barcelona en el año 1900Fuente: Plano de Frederic Arm

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Eusebi Güell en la Sala Hipóstila, 31 de agosto de 1915. BC

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central empezó a adoptar los perfi les de un gran centro burgués y el

urbanismo avanzaba tam

bién por sus fl ancos, en dirección a los viejos suburbios fabriles de la llanura, con un carácter m

ás popular e industrial. La Exposición U

niversal de 1888 puso de manifi esto ante Europa y el

mundo la pujanza de Barcelona, m

etrópolis industrial socialmente m

uy confl ictiva, artísticam

ente muy dinám

ica y capital de una nación catalana renaciente. En ese am

biente fl oreció la búsqueda de un nuevo lenguaje artístico y de representación urbana. Esa fue la razón del éxito del m

o-dernism

o, muy presente en el corazón del Ensanche, y de la obra de

un arquitecto tan singular como A

ntoni Gaudí.

Eusebi Güell encargó a G

audí el proyecto de una urbanización para fam

ilias acomodadas en una gran fi nca que había adquirido en la zona

conocida popularmente com

o la montaña Pelada. Su situación era

inmejorable, en un entorno sano y con unas vistas espléndidas del m

ar y de la llanura de Barcelona. En la urbanización estaban previstas unas 60

parcelas de form

a triangular, con una compleja red de cam

inos, viaduc-tos y escaleras que salvaban la topografía del terreno. Las condiciones de construcción eran m

uy restrictivas, solo se podía edifi car una sexta parte de la parcela, y las construcciones solo podían dedicarse a usos residenciales. G

üell quería recrear los selectivos condominios británicos

y por dicho motivo lo denom

inó Park Güell, en inglés.

La relación que mantuvieron G

üell y Gaudí no fue sim

plemente la

propia de artista y mecenas, sino una verdadera historia de am

istad. G

audí emprendió una refl exión urbanística profunda para dar form

a al conjunto, adentrándose en un insólito proceso de creación artística.

Las obras del Park Güell avanzaron a buen ritm

o los primeros años del

siglo, pero las complejas condiciones de adquisición de las parcelas, el

carácter exclusivo de la urbanización y la falta de un transporte adecuado hicieron inviable el proyecto. Eusebi G

üell decidió paralizarlo en el año 1914. Tras la m

uerte de Eusebi Güell, sus herederos lo ofrecieron

al Ayuntam

iento de Barcelona, que decidió adquirirlo en el año 1922 y

lo abrió como parque público cuatro años m

ás tarde. Actualm

ente es un preciado lugar de esparcim

iento para los barceloneses y un foco de atracción de visitantes de todo el m

undo. La UN

ESCO

lo declaró patrim

onio cultural de la humanidad en 1984.

EL PAR

K

ELL Y

BA

RC

ELON

A

Barcelona en el año 1900Fuente: Plano de Frederic Arm

enter, Ciudad de

Barcelona con su llano y alrededores. ©IC

C

PAR

K G

ÜELL

DEPÓSITO LEGAL: B. 24815-2013

CC

AST

ELLA

NO

PAR

K G

ÜEL

LVI

SITA

A L

A Z

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MO

NU

MEN

TAL

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Cal

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Pla

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Pas

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la M

unta

nya

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reos

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cont

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Info

rmac

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y co

nsul

tas:

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kgue

ll@bs

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pro

ceso

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com

pra

y co

nsul

tas d

e gr

upos

org

aniz

ados

: co

mer

cial

park

guel

l@bs

msa

.cat

Esta

guí

a pr

opon

e un

reco

rrid

o po

r los

pun

tos

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teré

s m

ás e

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emát

icos

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visi

tarl

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ndie

ntem

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trar

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Gau

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ism

o tie

mpo

, los

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sulta

dos i

ban

muc

ho m

ás a

llá, c

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ión

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egar

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Cre

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n, y

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rte,

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ción

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tect

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spec

tos u

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ístic

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turo

com

plej

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side

ncia

l com

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s co

mpo

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múl

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bólic

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l Par

k G

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acio

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Gre

cia

clás

ica,

la tr

adic

ión

cris

tiana

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uña.

Güe

ll y

Gau

dí a

teso

raba

n un

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lida

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ació

n hu

man

ístic

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pro

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part

ían

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gado

pat

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Más

allá

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tístic

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l Par

k G

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na d

e la

s exp

resi

ones

m

ás n

otab

les d

e la

vol

unta

d de

repr

esen

taci

ón y

de

la a

mbi

ción

de

capi

-ta

lidad

de

las e

lites

indu

stri

ales

de

Barc

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a en

los a

lbor

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el si

glo

xx

.

Tex

to: J

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Roca

i Alb

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MU

HBA

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irei

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(Uni

vers

itat d

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ona)

Dis

eño

y p

lan

o a

xon

om

étri

co: M

arta

Gal

í i B

rilla

s, M

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Ori

stre

ll i S

anta

mar

iaC

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rdin

ació

n d

el p

roye

cto

: Car

me

Gar

cia

Sole

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Igle

sias

(MU

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Imág

enes

: Arc

hivo

Col

egio

Bal

diri

Rei

xac

· A

rchi

vo F

otog

ráfi c

o de

Bar

celo

na

Arc

hivo

Hàb

itat U

rbà.

Ayu

ntam

ient

o de

Bar

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na ·

Arc

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Mun

icip

al d

el D

istr

ito

de G

ràci

a ·

Arc

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Bar

celo

na d

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rvei

s Mun

icip

als

· Bib

liote

ca d

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cula

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Mas

· In

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El p

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a P

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Güe

ll, v

isit

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ona

mon

umen

tal

ha si

do

elab

orad

o po

r el M

useo

de

His

tori

a de

Bar

celo

na (M

UH

BA)

1.ª e

dici

ón, o

ctub

re d

e 20

13©

Bar

celo

na d

e Se

rvei

s Mun

icip

als

© d

e lo

s tex

tos y

las i

mág

enes

, los

aut

ores

Eusebi Güell en la Sala Hipóstila, 31 de agosto de 1915. BC

Archivo B:SM, 2013

Des

cárg

ate

la ap

p y

haz t

u vi

sita

gui

ada!

guia_PG_CAST_def.indd 1 18/10/13 07:58

AC

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su p

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mie

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dent

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Mas

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1.ª e

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las i

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Eusebi Güell en la Sala Hipóstila, 31 de agosto de 1915. BC

Archivo B:SM, 2013

Des

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OK.

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1

10/1

2/13

13

:47

Guia park castellano.indd 1 27/05/14 15:28

Cuando com

enzó la construcción del Park Güell, en el año 190

0, Barcelona era una m

etrópolis moderna y cosm

opolita que basaba su econom

ía en la potencia de su industria y que superaba el medio m

illón de habitantes. Sus m

urallas se habían derruido casi medio siglo antes y la

ciudad nueva, el Ensanche proyectado por el ingeniero Ildefons Cerdà,

había crecido de manera espectacular a partir de 1860. Fue la m

ayor operación urbanística del siglo x

Ix en Europa.

La expansión de Barcelona fue m

uy rápida a lo largo de la segunda m

itad del siglo xIx, con el Ensanche extendiéndose por la llanura. Su área

central empezó a adoptar los perfi les de un gran centro burgués y el

urbanismo avanzaba tam

bién por sus fl ancos, en dirección a los viejos suburbios fabriles de la llanura, con un carácter m

ás popular e industrial. La Exposición U

niversal de 1888 puso de manifi esto ante Europa y el

mundo la pujanza de Barcelona, m

etrópolis industrial socialmente m

uy confl ictiva, artísticam

ente muy dinám

ica y capital de una nación catalana renaciente. En ese am

biente fl oreció la búsqueda de un nuevo lenguaje artístico y de representación urbana. Esa fue la razón del éxito del m

o-dernism

o, muy presente en el corazón del Ensanche, y de la obra de

un arquitecto tan singular como A

ntoni Gaudí.

Eusebi Güell encargó a G

audí el proyecto de una urbanización para fam

ilias acomodadas en una gran fi nca que había adquirido en la zona

conocida popularmente com

o la montaña Pelada. Su situación era

inmejorable, en un entorno sano y con unas vistas espléndidas del m

ar y de la llanura de Barcelona. En la urbanización estaban previstas unas 60

parcelas de form

a triangular, con una compleja red de cam

inos, viaduc-tos y escaleras que salvaban la topografía del terreno. Las condiciones de construcción eran m

uy restrictivas, solo se podía edifi car una sexta parte de la parcela, y las construcciones solo podían dedicarse a usos residenciales. G

üell quería recrear los selectivos condominios británicos

y por dicho motivo lo denom

inó Park Güell, en inglés.

La relación que mantuvieron G

üell y Gaudí no fue sim

plemente la

propia de artista y mecenas, sino una verdadera historia de am

istad. G

audí emprendió una refl exión urbanística profunda para dar form

a al conjunto, adentrándose en un insólito proceso de creación artística.

Las obras del Park Güell avanzaron a buen ritm

o los primeros años del

siglo, pero las complejas condiciones de adquisición de las parcelas, el

carácter exclusivo de la urbanización y la falta de un transporte adecuado hicieron inviable el proyecto. Eusebi G

üell decidió paralizarlo en el año 1914. Tras la m

uerte de Eusebi Güell, sus herederos lo ofrecieron

al Ayuntam

iento de Barcelona, que decidió adquirirlo en el año 1922 y

lo abrió como parque público cuatro años m

ás tarde. Actualm

ente es un preciado lugar de esparcim

iento para los barceloneses y un foco de atracción de visitantes de todo el m

undo. La UN

ESCO

lo declaró patrim

onio cultural de la humanidad en 1984.

EL PAR

K

ELL Y

BA

RC

ELON

A

Barcelona en el año 1900Fuente: Plano de Frederic Arm

enter, Ciudad de

Barcelona con su llano y alrededores. ©IC

C

PAR

K G

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DEPÓSITO LEGAL: B. 24815-2013

CC

AST

ELLA

NO

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Cor

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park

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Gau

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mpo

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Eusebi Güell en la Sala Hipóstila, 31 de agosto de 1915. BC

Archivo B:SM, 2013

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Eusebi Güell en la Sala Hipóstila, 31 de agosto de 1915. BC

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Cuando com

enzó la construcción del Park Güell, en el año 190

0, Barcelona era una m

etrópolis moderna y cosm

opolita que basaba su econom

ía en la potencia de su industria y que superaba el medio m

illón de habitantes. Sus m

urallas se habían derruido casi medio siglo antes y la

ciudad nueva, el Ensanche proyectado por el ingeniero Ildefons Cerdà,

había crecido de manera espectacular a partir de 1860. Fue la m

ayor operación urbanística del siglo x

Ix en Europa.

La expansión de Barcelona fue m

uy rápida a lo largo de la segunda m

itad del siglo xIx, con el Ensanche extendiéndose por la llanura. Su área

central empezó a adoptar los perfi les de un gran centro burgués y el

urbanismo avanzaba tam

bién por sus fl ancos, en dirección a los viejos suburbios fabriles de la llanura, con un carácter m

ás popular e industrial. La Exposición U

niversal de 1888 puso de manifi esto ante Europa y el

mundo la pujanza de Barcelona, m

etrópolis industrial socialmente m

uy confl ictiva, artísticam

ente muy dinám

ica y capital de una nación catalana renaciente. En ese am

biente fl oreció la búsqueda de un nuevo lenguaje artístico y de representación urbana. Esa fue la razón del éxito del m

o-dernism

o, muy presente en el corazón del Ensanche, y de la obra de

un arquitecto tan singular como A

ntoni Gaudí.

Eusebi Güell encargó a G

audí el proyecto de una urbanización para fam

ilias acomodadas en una gran fi nca que había adquirido en la zona

conocida popularmente com

o la montaña Pelada. Su situación era

inmejorable, en un entorno sano y con unas vistas espléndidas del m

ar y de la llanura de Barcelona. En la urbanización estaban previstas unas 60

parcelas de form

a triangular, con una compleja red de cam

inos, viaduc-tos y escaleras que salvaban la topografía del terreno. Las condiciones de construcción eran m

uy restrictivas, solo se podía edifi car una sexta parte de la parcela, y las construcciones solo podían dedicarse a usos residenciales. G

üell quería recrear los selectivos condominios británicos

y por dicho motivo lo denom

inó Park Güell, en inglés.

La relación que mantuvieron G

üell y Gaudí no fue sim

plemente la

propia de artista y mecenas, sino una verdadera historia de am

istad. G

audí emprendió una refl exión urbanística profunda para dar form

a al conjunto, adentrándose en un insólito proceso de creación artística.

Las obras del Park Güell avanzaron a buen ritm

o los primeros años del

siglo, pero las complejas condiciones de adquisición de las parcelas, el

carácter exclusivo de la urbanización y la falta de un transporte adecuado hicieron inviable el proyecto. Eusebi G

üell decidió paralizarlo en el año 1914. Tras la m

uerte de Eusebi Güell, sus herederos lo ofrecieron

al Ayuntam

iento de Barcelona, que decidió adquirirlo en el año 1922 y

lo abrió como parque público cuatro años m

ás tarde. Actualm

ente es un preciado lugar de esparcim

iento para los barceloneses y un foco de atracción de visitantes de todo el m

undo. La UN

ESCO

lo declaró patrim

onio cultural de la humanidad en 1984.

EL PAR

K

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BA

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ELON

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Barcelona en el año 1900Fuente: Plano de Frederic Arm

enter, Ciudad de

Barcelona con su llano y alrededores. ©IC

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PAR

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ÜELL

DEPÓSITO LEGAL: B. 24815-2013

CC

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Eusebi Güell en la Sala Hipóstila, 31 de agosto de 1915. BC

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Entrada del Park Güell, 1910. AFB

Eusebi Güell delante de la escalera, 31 de agosto de 1915. BC

Bailes populares en el Park Güell, noviembre de 1911. © Frederic Ballell. AFB

Antiguo vivero municipal, s/f. AHU

Colegio Baldiri Reixac, época de la II República, 1931.AEBR

Pórtico de la Lavandera, 1928.IAAH. Archivo MasLa rampa, 1908. © Colección particular, Barcelona

Tramo superior de la escalera monumental, 1934. © Francesc Gassó. AMDG

Sala Hipóstila, entre 1920 y 1930. © Ángel Toldrà Viazo, editor. AFB

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ACCESOS C. DE OLOT

ACCESO PASAJE DE SANT JOSEP DE LA MUNTANYA

ACCESOS PLAZA DE LA NATURALEZA

ENTRADA Y CONSERJERÍA

La entrada principal del par-que cuenta con unas puertas de hierro procedentes de la Casa Vicens, obra anterior de Gaudí. A ambos lados se en-cuentran los dos pabellones que formaban la portería de la urbanización. Ambos mues-tran unas cubiertas de una gran originalidad, revestidas de cerámica quebrada. La casa de la izquierda, que actual-mente alberga la librería, fue concebida como conserjería para recibir a los visitantes de la urbanización, con una espa-ciosa sala de espera.El trencadís es un sistema decorativo muy apreciado por Gaudí, que consiste en recu-brir superficies con pequeñas piezas de cerámica quebrada, que a menudo procedía de materiales de derribo y obje-tos en desuso.

SALA HIPÓSTILA, EL INTERIOR

La sala fue concebida como un espacio cubierto que, entre otros usos, podía hacer las veces de mercado de la urbanización. El ritmo regular de la densa columnata se interrumpe para crear tres espacios libres, uno central más grande y dos menores, como las naves de un templo. El techo está formado por pequeñas cúpulas construidas con la técnica de la bóveda catalana o tabicada, recubierta de cerámica quebrada, con unos plafones dispuestos a modo de clave de bóveda. Los proyectó Josep Maria Jujol, colaborador de Gaudí, con materiales, formas y colores insólitos que parecen el preludio del movimiento surrealista.

ESCALERA MONUMENTAL

La escalera arranca de la plaza de entrada, enmarcada por dos muros convexos con almenas, con un cobijo alrededor de una columna cónica situada en la parte derecha. Se trata de una escalinata doble y dividida en tramos que asciende hasta la Sala Hipóstila o Sala de las Columnas, bajo la cual se encuentra la cisterna que alimentaba las fuentes de su eje central.

La escalera está plagada de detalles. En primer lugar, se ven unas formas caprichosas, a manera de gro-tescos, que recuerdan las grutas descubiertas al construir la urbanización. Más arriba sorprenden los elementos escultóricos recubiertos de cerámica quebrada. Primero, un surtidor en forma de cabeza de serpiente sobre el escudo de Cataluña. A con-tinuación el dragón, o salamandra, de colores muy vivos. En la parte superior hay un trípode que parece formado por tres serpientes, delante de un banco cir-cular que ofrece una bella perspectiva del conjunto.

JARDINES DE AUSTRIA

Era una de las zonas del conjunto re-sidencial destinadas a la parcelación para construir viviendas, pero fue ocu-pada por un vivero municipal cuando, en el año 1926, el Ayuntamiento de Bar-celona abrió el parque al público. En los años sesenta se convirtió en un jardín con parterres diseñado por Lluís Riu-dor. Debe su nombre a una donación de árboles procedentes de Austria.

A lo lejos se ven las dos casas construi-das mientras el Park Güell fue una ur-banización: la Casa Trias, blanca, obra de Juli Batllevell, y la casa muestra de la urbanización, rosada, de Francesc Berenguer. Esta última fue habitada por Antoni Gaudí hasta poco antes de su muerte y actualmente es la Casa Museo Gaudí.

PÓRTICO DE LA LAVANDERA

Una puerta de hierro muy gaudiniana lleva a los jardines de la antigua masía, la Casa Larrard. Allí puede verse un pórtico, adosado al muro de contención del vial superior, hecho de piedra sin trabajar, que adopta el perfil de una gran ola. En el exterior se disponen varios contrafuertes, uno de los cuales representa una tosca cariátide conocida como la Lavandera, ya que muestra una mujer con los enseres de dicho oficio.

Gaudí resuelve el diálogo entre arquitectura y naturaleza de una manera dramática y excepcional, incrementando la tensión entre los dos principios. El dominio de las estructuras y los materiales más variados le permite inventar un mundo de formas único y, al mismo tiempo, plagado de referentes simbólicos.

RAMPA Y CASA LARRARD

El Pórtico de la Lavandera acaba en una rampa en espiral con columnas helicoidales de gran osadía formal. La disposición del conjunto crea una estructura muy elegante a doble altura, fusionando el balcón superior con el inferior. La Casa Larrard, situada debajo, formaba parte de los terrenos adquiridos para construir el Park Güell. El edificio conserva el estilo clasicista originario y Gaudí tan solo lo retocó para adaptarlo como residencia de Eusebi Güell y de su familia. En el año 1931, cuando el parque ya era público, se instaló allí el colegio municipal Baldiri Reixac.

CASA DEL GUARDA

La residencia del portero de la urbani-zación, a la derecha de la entrada principal del Park Güell, se construyó entre 1901 y 1903. Actualmente es parte del Museo de Historia de Barcelona. Es uno de los pocos ejemplos de vivienda modesta de Gaudí, práctica y sencilla pero sin renunciar a la riqueza formal, con un uso destacable de la bóveda catalana.

La bóveda catalana o bóveda tabicada es una técnica tradicional de construcción con varias capas de baldosa que tiene una gran flexibilidad para adoptar múltiples formas. Gaudí y otros arquitectos moder-nistas aprovecharon al máximo sus valores plásticos y constructivos.

SALA HIPÓSTILA, EL EXTERIOR

Es un espacio cubierto con ochenta y seis columnas estriadas, inspiradas en el orden dórico y coronadas por un cornisamento que también incorpora formas procedentes de los estilos clásicos. Por encima de la cornisa destaca, en acusado contraste de formas y colores, el banco de cerámica de la plaza superior. Las columnas exteriores se inclinan, junto con el entabla-mento, en un movimiento ondulante, abiertamente con-trario a las reglas de la composición clásica, que refuerza la percepción de su papel estructural y otorga un fuerte carácter al conjunto.

PLAZA DE LA NATURALEZA

La explanada era conocida como Teatro Griego o Teatro de la Naturaleza, ya que allí se preveía la celebración de espectáculos al aire libre. A diferencia del resto del parque, que se adapta al relieve, la plaza está, en parte, excavada en la montaña y, en parte, sustentada por la Sala Hipóstila. El banco ondulado que la rodea lo proyectó Josep Maria Jujol entre 1910 y 1914, con bloques prefabricados de hormigón recubiertos de cerámica quebrada y de piezas de cerámica cilíndricas. En las primeras décadas del siglo xx se hicieron en la plaza celebraciones de todo tipo, desde actos deportivos y el despegue de un globo, hasta actos sociales muy diversos. Lo más habitual fueron las manifestaciones de la cultura popular catalana y los actos de afirmación catalanista.

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