planteamiento problema estructuralismo versión1a

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Ésta es una breve presentación para mostrar cómo se construye una problematización desde la perspectiva estructuralista en la Antropología de Claude Lévi-Strauss. A partir de algunos extractos seleccionados de su obra "La alfarera celosa" buscamos señalar estrategias de redacción que permiten identificar un formato "embudo" en la construcción del problema.

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Tutora Seminario Central III: Estructuralismo

Tutora de Seminario Central III:Planteamiento de ProblemaUniversidad Externado de ColombiaAntropologaAlejandro Munvar SalazarMarzo de 2015Estructura del ProyectoPresentacinIntroduccinAntecedentesProblemaPreguntaObjetivo GeneralObj. EspecficosJustificacinAspectos TericosAsp. MetodolgicosRuta MetodolgicaAspectos ticosImpactoCronogramaPresupuestoBibliografaDe dnde sale el problema?Estado del ArteTensiones y VacosPreguntas de investigacinProblema de investigacinDe dnde sale el problema?Dimensin EstructuralistaMtodo ComparativoEspacio TiempoSituaciones similaresLa Alfarera Celosa - ProblemaCuando en 1947 regresaba en barco de los Estados Unidos, a veces conversaba en el puente de pasajeros con un director de orquesta que acababa de dar unos conciertos en Nueva York. Cierto da me dijo haber observado a lo largo de su carrera que el carcter de un msico se reconcilia a menudo con el evocado por el timbre y ejecucin de su instrumento; el director deba tenerlo en cuenta si quera estar a bien con su orquesta. De este modo, aada, fuera cual fuese el pas en que se encontrara, contaba con que el oboe estuviera dolido y susceptible; el trombn, jovial y buen muchacho.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 4)La Alfarera Celosa - ProblemaEn suma, mi director de orquesta volva a dar vida en su sector a creencias antiguas y generalizadas segn las cuales hay una homologa entre dos sistemas: el de las ocupaciones profesionales y el de los temperamentos;creencias respecto a las cuales, an hoy, podemos preguntamos si son totalmente arbitrarias o si no descansan, en cierto modo, sobre un fondo de experiencia y de observacin.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 4)La Alfarera Celosa - ProblemaHace aproximadamente un siglo, Sbillot haba estudiado el problema. Su libro Lgendes et curiosits des mtiers hace el inventario de los rasgos constitutivos de la personalidad asociados por la tradicin a la prctica de diversas artesanas.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 4)La Alfarera Celosa - ProblemaEn las sociedades que estudian los etnlogos, la especializacin profesional es menos acusada que -desde hace siglos, cuando no milenios- en las de Europa, Oriente y Extremo Oriente. Sin embargo, en ellas se observa la misma disposicin a las correspondencias, slo que traspuestas a otros registros.Se establecen entonces, por un lado, entre el aspecto fsico y el temperamento, y, por otro, entre el primero y la pertenencia clnica, la supuesta procedencia o el lugar de residencia.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 4)La Alfarera Celosa - ProblemaLa obra de Sbillot demuestra a su manera que en nuestras sociedades exista tambin una tendencia, que quizs an existe, a tratar las categoras sociales como especies naturales.Pero plantea al mismo tiempo un problema. Entre ms de treinta oficios enumerados, no se halla mencin alguna del alfarero. Y, sin embargo, la alfarera es con el tejido una de las dos artes mayores de la civilizacin.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 6)La Alfarera Celosa - ProblemaDesde hace milenios, la alfarera, bajo una o varias formas -barros barnizados o no, gres, porcelana- figura en todas las viviendas, sean humildes o aristocrticas; hasta el punto que los antiguos egipcios decan mi vasija en lugar de mi bien, y que incluso nosotros, cuando se trata de reparar daos de cualquier naturaleza, hablamos siempre de pagar los platos rotos.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 6)La Alfarera Celosa - ProblemaCmo explicar esta laguna? Mejor dicho, se trata de una laguna en la documentacin del autor o hay que admitir que el alfarero (o la alfarera) no ocupaba un lugar sealado en el inventario de las idiosincrasias profesionales? Teniendo en cuenta su erudicin y su escrpulo, es poco probable que Sbillot hubiera hecho caso omiso de informaciones disponibles, y, apoyando la primera hiptesis, esgrimiremos dos rdenes de consideraciones.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 4)La Alfarera Celosa - ProblemaVeremos a continuacin cmo, para los mismos indios, el barro de alfarera que hay que hacer cocer, y que por tanto precisa tambin de fuego, es la puesta de otro combate, esta vez entre un pueblo celeste y un pueblo del agua o del mundo subterrneo.Testigos pasivos de esta lucha, los humanos obtienen accidentalmente el beneficio de ello. O an ms, los humanos, en presencia del pueblo del agua, reciben de l la alfarera con ciertas condiciones y no sin riesgos.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 8)La Alfarera Celosa - ProblemaEste libro, consagrado a los mitos de las dos Amricas, plantea e intenta resolver tres problemas que enumerar no en el orden en que aparecern, sino en el de su generalidad creciente. Un problema compete a la etnografa. Intentar sealar analogas, tanto de estructura como de contenido, entre mitos procedentes de regiones muy distantes: el sur de California y, en el otro hemisferio, la llanura oriental de los Andes desde los jbaros al norte hasta las tribus del Chaco, al sur, pasando por los campas, los machiguengas y los tacanas; como si en las dos Amricas se descubriera a lo largo de las montaas un reguero arcaico que habra dejado aqu y all los vestigios de las mismas creencias y de las mismas representaciones.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 8)La Alfarera Celosa - ProblemaOtro problema, con el cual se abre este libro y cuyo estudio (vase Palabras dadas) haba iniciado en un curso dado en el Collge de France en 1964-1965, concierne a la lgica de los mitos. Partiendo de un mito bien localizado y que, a simple vista, parece reconciliar caprichosamente trminos desde todos los puntos de vista heterclitos, seguir paso a paso las observaciones, las inferencias empricas, los juicios analticos y sintticos, los razonamientos explcitos e implcitos que dan cuenta de su relacin.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 8)La Alfarera Celosa - ProblemaEl tercer problema llena los ltimos captulos. Tratan del pensamiento mtico en general, y muestran la distancia que separa, tanto en este tema como en otros, el anlisis estructural del psicoanlisis, y plantean finalmente la cuestin de saber si el pensamiento mtico, en lugar de representar una prctica superada de la actividad intelectual, no est siempre actuando cada vez que el espritu se interroga acerca de lo que es el significado.(Lvi-Strauss, La alfarera celosa, 1986, p. 8)Estructura del textoAncdotaAntecedentes acadmicosVaco (Laguna)HiptesisProblema EstructuralistaDe dnde sale el problema?Salud Mental y PosconflictoPTSD; Ansiedad; DepresinSufrimiento Violencia(s)Cmo se resignifican el sufrimiento y la violencia en los procesos de reintegracin social en frica y Amrica Latina?De dnde sale el problema?Indgenas y PosconflictoDerecho, JusticiaOralidad - EscrituraCmo se realizan las negociaciones de sentido entre formas diferentes del derecho en estado de Posconflicto?