¿quÉ es el budismo? - sgi de...

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INTRODUCCION A LA FILOSOFIA ARGENTINA SEIKYO - 15 de octubre de 2008 (Material extraído de Develando los misterios del nacimiento y la muerte, de Daisaku Ikeda, 2008. ¿QUÉ ES EL BUDISMO? Los orígenes del Budismo se remontan a 2.500 años atrás, en la India, cuando Shakyamuni (Siddhartha Gautama), quien fuera el fundador histórico de esta filosofía, reveló sus enseñanzas. A través del siguiente artículo, Argentina Seikyo , invita al lector a iniciar un recorrido a través de su historia y comenzar, de este modo, a descubrir los principales fundamentos de esta enseñanza milenaria. Budismo es el nombre que reciben las enseñanzas del Buda compiladas como sutras . A diferencia de otras filosofías o sistemas de pensamiento religioso, el Budismo no establece una distinción entre una divinidad y la condición humana. El Buda no es un ser trascendental o supremo. “Buda” significa el iluminado: un buda es alguien que percibe la esencia o realidad de la vida en su interior. El Budismo enseña a percibir la realidad esencial de la vida en todos los seres humanos por igual y, en consecuencia, a respetar la dignidad de la vida de todas las personas. La propia fe impulsa a enseñar y ayudar a otros a percibir la realidad última que existe en el interior de cada uno, para que todos puedan desarrollar una existencia verdaderamente feliz. Practicar el Budismo provoca una transformación positiva en los más hondo de la vida de un individuo, a la vez que transforma el miedo en valentía, los impulsos ilusorios en sabiduría y el egoísmo en amor compasivo. Con fe firme, uno puede, sin falta, alcanzar el estado de la Budeidad. Mientras uno no se aparte del camino correcto de la práctica

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INTRODUCCION A LA FILOSOFIA

ARGENTINA SEIKYO - 15 de octubre de 2008 (Mater ia l extraído de Develando los mister ios del

nacimiento y la muerte, de Daisaku Ikeda, 2008.

¿QUÉ ES EL BUDISMO?

Los orígenes del Budismo se remontan a 2.500 años atrás, en la India,

cuando Shakyamuni (Siddhartha Gautama), quien fuera e l fundador

histór ico de esta f i losofía, reveló sus enseñanzas. A t ravés del s iguiente

art ículo, Argent ina Seikyo , invi ta al lector a in ic iar un recorr ido a t ravés

de su histor ia y comenzar, de este modo, a descubr i r los pr incipales

fundamentos de esta enseñanza mi lenar ia.

Budismo es el nombre que reciben las enseñanzas del Buda compi ladas

como sutras . A di ferencia de otras f i losofías o s istemas de pensamiento

rel ig ioso, el Budismo no establece una dist inción entre una div in idad y la

condic ión humana.

El Buda no es un ser t rascendental o supremo. “Buda” s igni f ica el

i luminado: un buda es alguien que percibe la esencia o real idad de la v ida

en su inter ior. El Budismo enseña a percibir la real idad esencial de la

v ida en todos los seres humanos por igual y, en consecuencia, a respetar

la dignidad de la v ida de todas las personas. La propia fe impulsa a

enseñar y ayudar a otros a percibir la real idad úl t ima que existe en el

inter ior de cada uno, para que todos puedan desarrol lar una existencia

verdaderamente fe l iz.

Pract icar el Budismo provoca una transformación posi t iva en los

más hondo de la v ida de un indiv iduo, a la vez que transforma el miedo

en valentía, los impulsos i lusor ios en sabiduría y el egoísmo en amor

compasivo.

Con fe f i rme, uno puede, s in fa l ta, a lcanzar el estado de la

Budeidad. Mientras uno no se aparte del camino correcto de la práct ica

budista, s in el menor asomo de duda podrá revelar, en esta existencia,

ese estado de absoluta fe l ic idad l lamado Budeidad.

El Budismo no es una rel ig ión que cierra los ojos a l sufr imiento de

las personas: por el contrar io, es una enseñanza que abre los ojos a la

gente. De tal suerte, es el camino que permite los hombres ser fe l ices.

Apartar la mirada de las contradicciones de la sociedad y deshacemos de

todos los pensamientos mundanos no const i tuye el camino de la práct ica

budista. El autént ico espír i tu del Budismo de Nichiren yace en manifestar

nues t ra sab idur ía innata en nuest ro med io ambiente y en luchar,

resuel tamente, por la fe l ic idad de nosotros mismos y de nuest ros

semejantes, mientras construimos una sociedad mejor.

La base de la enseñanza budista

El Buda Nichiren Daishonin (1222-1282) asumió el desafío de guiar la

humanidad a la i luminación en la época impura del Úl t imo Día de la Ley, y

urgió a las personas a cul t ivar su Budeidad inter ior. Con el lo, abr ió el

camino para t ransformar radicalmente la época y la v ida del ser humano

en sí mismo.

El Daishonin designó esa naturaleza de Buda inherente a todos los

seres como Nam-myoho-renge-kyo , y estableció el medio por el cual

todas las personas puedan manifestar la Budeidad en esta existencia:

entonar Nam-myoho-renge-kyo y creer en él . Así , es posible convert i r la

oscur idad en luz, los deseos mundanos en i luminación, y lograr un estado

de vida insuperable, rebosante de benef ic ios. Esta es la base del

Budismo de Nichiren Daishonin.

Algo que no debemos pasar por al to es que, para manifestar el

estado de Budeidad en nuestra v ida, debemos emprender una ser ia y

compromet ida lucha in ter ior para vencer la i lus ión y la oscur idad

mediante la fe. Por eso, el Daishonin, cuando recalca la importancia de

e n t o n a r e l d a i m o k u ( N a m - m y o h o - r e n g e - k y o ) , t a m b é m a d v i e r t e

estr ictamente que si pensamos que la Budeidad existe fuera de nuestra

v ida, no estamos abrazando realmente la Ley míst ica.

Todos los sufr imientos, en úl t ima instancia, der ivan de no tener

conciencia de la Ley, o de no poder creer en el la, aun cuando l leguemos

a conocer la : ambas condic iones surgen de la i lus ión o ignorancia

fundamental . La i luminación del Buda transforma esa ignorancia y esa

i lusión en sabiduría. Esto no signi f ica erradicar los deseos mundanos,

s ino, antes bien, vencer todos los sufr imientos mediante la fe. Como

resul tado de este desafío, se produce en nosotros un cambio inter ior que

ac t iva nuest ro es tado de Budeidad. Este potenc ia l de t ransformar

i n s t a n t á n e a m e n t e l a i g n o r a n c i a e n s a b i d u r í a , r e p r e s e n t a n u e s t r a

naturaleza de Buda. Todas las formas de vida poseen esta naturaleza en

forma inherente. Es decir, entonces, que la naturaleza de Buda existe en

forma or ig inar ia en la v ida de todas las personas; es la “causa” para el

logro de la Budeidad. Y la condic ión que act iva dicha naturaleza es la

invocación de Nam-myoho-renge-kyo.

Esta t ransformación inter ior que t iene lugar en lo profundo de

nuestra v ida, y que va de la ignorancia a la fe, es el corazón mismo del

Budismo. Cuando tenemos una fe inamovible en la Ley míst ica, se act iva

nuestra naturaleza de Buda inherente, y se manif iesta con potencia el

estado de vida de la Budeidad. Por otro lado, cuando no damos espacio a

la fe o cedemos ante la duda, nuestra naturaleza de Buda se repl iega a la

inact iv idad y nuestra v ida, en ese momento, se envuelve de oscur idad.

“El Sutra del loto es como la semi l la; e l Buda es como el sembrador;

y el pueblo es como el campo”. Cuando el labrador ha sembrado la

semi l la, e l pueblo puede l lenarse de grandes frutos en el campo de su

corazón, es decir que las personas mismas son las que obt ienen el f ruto

de la Budeidad.

Sembrar las semil las de la Budeidad

La profunda transformación inter ior que se produce en la v ida del ser

humano, a raíz de act ivar la naturaleza de Buda, hace que el potencial de

la Budeidad se despl iegue y se ponga de manif iesto desde el inter ior. En

el escr i to “El logro de la Budeidad en esta existencia” , e l Daishonin

expresa: “Asimismo, af i rma que si e l corazón de las personas es impuro,

su t ierra también lo es, pero s i su corazón es puro, igualmente puro es el

s i t io en que viven. No existen, en sí mismas, una t ierra pura y otra

impura; la di ferencia sólo reside en el b ien y el mal que hay en nuestro

inter ior. Lo mismo ocurre con un buda y un ser humano común. Se

denomina persona común a la que vive en la i lusión, pero cuando esa

persona está i luminada, pasa a ser l lamada buda”. 1

Cuando las semi l las de la Budeidad que fueron sembradas, brotan

en el corazón del ser humano, este abandona instantáneamente la i lusión

para expresar la i luminación. Para dar un ejemplo, mientras la luz del sol

está ocul ta t ras un grueso manto de nubes negras, la t ierra se ve oscura;

pero cuando las nubes se dis ipan y el Sol l lega sin obstrucción alguna, la

t ie r ra ins tan táneamente se i lumina . La t ie r ra de n ingún modo ha

cambiado, s in embargo, en un instante, un lugar que antes estaba sumido

en las profundas t in ieblas pasa a ser una br i l lante t ierra de luminosa

esperanza. Así, la sabiduría inf in i ta, abre el camino hacia la v ictor ia

inf in i ta. He aquí la esencia de la fe. Este es el Budismo expuesto por

Nichiren Daishonin.

GLOSARIO

• Bodhisattva: Quién superó su propio egoísmo y actúa con sol idar idad y

miser icordia para ayudar a sus semejantes

• Daimoku: Es la reci tación de Nam-myoho-renge-kyo. El daimoku abre

el potencial de laBudeidad en cada persona

• Gohonzon: Pergamino escr i to en chino y en sánscr i to, que es el objeto

de devoción del Budismo de Nichiren Daishonin. Representa es estado

de vida de la Budeidad que pueden acceder todas las personas

• Kosen-rufu: Es la di fusión ampl ia de las ideas del Budismo. Se def ine

también como el logro de la paz mundial

• Nam-myoho-renge-kyo: Es la ley fundamental de la v ida universal ,

expuesta por Nichiren Daishonin, y se basa en el Sutra del loto, la

enseñanza esencial del buda Sakyamuni

• Nich i ren Da ishon in , (1222-1282) : F i lóso fo y re fo rm is ta re l i g ioso

japonés que interpretó las enseñanzas del Budismo de Shakyamuni y

reveló la práct ica de Nam-myoho-renge-kyo como forma de manifestar

la Budeidad

• Soka Gakka i I n te rnac iona l : O rgan i zac ión mund ia l de c reyen tes

budistas la icos, que desarrol la tareas en los campos de la paz, la

educación y la cul tura, en más de ciento noventa y dos países y

terr i tor íos.

INTRODUCCION A LA FILOSOFIA - HISTORIA DEL BUDISMO

LOS ORÍGENES DEL BUDISMO

El Budismo es una de las rel ig iones más ant iguas del mundo. Su esencia

radica en comprender el propósi to de la v ida y en ayudar a las personas a

superar sus padecimientos. Sus raíces se remontan hasta la India,

cuando el pr íncipe Shakyamuni decidió abandonar su v ida palaciega y

buscar respuestas a los sufr imientos básicos de los seres humanos: el

nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte.

Despertar a la verdad de la vida

Shakyamuni, también conocido como Siddharta Gautama, renunció al

mundo secular después de haber constatado los padecimientos humanos,

a t ravés de lo que se conoce como “ los cuatro encuentros”, un relato

presente en muchos escr i tos budistas.

El rey Shuddhodana, padre del joven Siddharta, había quer ido

ahorrar le a su hi jo todo contacto con el sufr imiento; para eso, lo había

mantenido recluido en el mundo ideal de su palacio. Pero, c ier to día,

habiendo atravesado las mural las por la puerta or iental , Shakyamuni v io a

un frági l anciano que avanzaba con di f icul tad, apoyado en un bastón. Al

observar esa escena comprendió c laramente que la v ida, de manera

inevi table, entrañaba el sufr imiento de la vejez. En otra ocasión, a l sal i r

por la puerta que daba al Sur, v io a un enfermo y entendió que la

enfermedad también era parte inseparable de la existencia. La tercera

vez que atravesó los muros lo hizo por la puerta Oeste, y sus ojos se

posaron en un cadáver humano; ese encuentro lo l levó a comprender que

todo lo que vive, con el t iempo, está sujeto a morir. Finalmente, sal ió del

palacio en dirección al Norte y se cruzó con un asceta cuyo aire de

dignidad hizo tomar al pr íncipe la determinación de emprender la v ida

rel ig iosa.

Después de abocarse durante muchos años a diversas práct icas

espir i tuales, Shakyamuni logró la i luminación y también trascender los

sufr imientos del nacimiento1, la vejez, la enfermedad y la muerte.

Resuel to a guiar a sus semejantes para que manifestaran ese mismo

esclarecimiento, comenzó a predicar y l legó a ser conocido como el

“Buda”, término sánscr i to que signi f ica el “ i luminado” y se apl ica a quien,

a t ravés de su sabiduría, abarca a verdad suprema de la v ida y del

universo.

Una i l imitada fuerza vital y sabiduría

Shakyamuni concluyó que los problemas no son, en sí mismos, la causa

fundamental de la infel ic idad, s ino carecer de la sabiduría y la fuerza

para resolver los y hacer de el los una fuente de real ización. En tal

sent ido, Shakyamuni se i luminó a la verdad de que todas las personas

poseen, de manera innata, una i l imi tada fuerza vi ta l y sabiduría. Se ref i r ió

así a la “verdad suprema de la v ida” o Budeidad. Aunque empleó mi les de

palabras para descr ib i r la, no indicó ningún término o f rase que la

def in iera de manera cabal . Lo que él quiso, en cambio, fue que sus

discípulos y futuros seguidores comprendieran dicha verdad mediante la

dedicación a las práct icas que él había indicado.

Puesto que el a lcance del entendimiento de Shakyamuni superaba

al de los más sabios de su época, tuvo que preparar a sus oyentes

e n s e ñ á n d o l e s p r i m e r o d o c t r i n a s d e f á c i l c o m p r e n s i ó n , u t i l i z a n d o

parábolas y ana logías cot id ianas. De esa manera, pudo e levar la

condic ión de vida de las personas a las que instruía, manteniendo

s i e m p r e s u i n t e n c i ó n f u n d a m e n t a l d e m o s t r a r l a g e n t e q u e ,

inherentemente, poseían la Budeidad, y que podrían desarrol lar las

cual idades necesar ias para vencer sus sufr imientos.

El Sutra del loto

Durante los cuarenta y dos años poster iores a su despertar, que ocurr ió

cuando con taba con ap rox imadamen te t r e i n t a años , se ded i có a

comunicar parte de su i luminación a los demás. Pero, durante los ocho

años f inales de su existencia, expuso sus máximas enseñanzas, que más

tarde fueron recopi ladas y conocidas con el nombre de Sutra del loto . El

Sutra del loto es único entre las doctr inas del Budismo ya que af i rma que

manifestar la i luminación sin dist inción de circunstancias, posic ión social

o educación.

El Budismo, ta l como está expresado en el Sutra del loto , es una

enseñanza act iva, af i rmat iva de la v ida, igual i tar ia y humanista.

El Budismo se difunde por toda Asia

Luego del fa l lecimiento de Shakyamuni, se propagaron var ias escuelas de

Budismo por toda Asia. Con el t ranscurso del t iempo, el Budismo fue

di fundiéndose en dirección al sudeste; desde la India a Sr i Lanka,

Birmania, Tai landia y Camboya. En su tránsi to hacia el norte, atravesó

Asia central , la China y la península de Corea, hasta arr ibar al Japón.

No obstante, a l mismo t iempo que su propagación se expandía,

también crecía la confusión acerca de la verdadera naturaleza del

Budismo y de la super ior idad relat iva de determinado sutra sobre el resto.

Para solucionar este problema, los grandes pensadores de la época

comparaban y s istemat izaban las muchas enseñanzas budistas. Con el

t iempo, un erudi to de la China l lamado Chih- i ( luego conocido por el

nombre de Gran Maestro T´ ient´ai) formuló un estándar def in i t ivo para

discernir cuál de el las era super ior. Este s istema clasi f icó las enseñanzas

de Shakyamuni entre otras maneras, de acuerdo al orden y la forma en

que éste las expuso y a su contenido. De esta manera, T´ ient´a i

esclareció que todos los sutras eran medios de preparación para la

enseñanza suprema: el Sutra del loto.

Pero fue recién en el s ig lo XII I , en el Japón, cuando un monje

l lamado Nichiren Daishonin desentrañaría la Ley universal impl íc i ta en la

i luminación de Shakyamuni y la expresaría en la f rase Nam-myoho-renge-

kyo, revolucionando la histor ia del Budismo

(Mater ia l extraído de Develando los mister ios del nacimiento y la muerte ,

de Daisaku Ikeda, 2008, Emecé Edi tores S.A.)

1 El “nacimiento” fue considerado como uno de los cuatro sufr imientos

dado que, en úl t ima instancia, lo que provoca todas nuestras desdichas

mundanas es la v ida en sí , en otras palabras, e l hecho de haber nacido

en este mundo.

LÍNEA CRONOLÓGICA DE LA HISTORIA DEL BUDISMO

• SHAKYAMUNI (1029-949 a,C): Buda histór ico que viv ió hace tres mi l

años en la India. Luego de probar diversas práct icas infructuosamente,

se sumergió en una meditación profunda hasta lograr la i luminación.

Durante más de cuarenta años preparó a sus discípulos y, en los

úl t imos ocho años de su v ida, reveló el Sutra del loto.

• MAHAYANA: Li teralmente, “vehículo super ior” , junto con el Hinayana

(“vehículo menor”) , una de las pr incipales corr ientes budistas. Las

enseñanzas del Mahayana no sólo destacan la salvación indiv idual ,

s ino que subrayan la importancia de conducir a todas las personas a la

i luminación. Se dice que tuvo su or igen hace dos mi l años, y que

poster iormente se propagó por Asia Central , la China, Corea y el

Japón.

• MAHAYANA PROVISIONAL: Las enseñanzas del Mahayama se div iden

en dos categorías: provis ional y verdadera. Todas aquel las enseñanzas

e x p u e s t a s c o n a n t e r i o r i d a d a l S u t r a d e l l o t o s o n l l a m a d a s

“provis ionales”, pues Shakyamuni las ut i l izó como medio para elevar la

comprensión de sus discípulos hasta el punto en que el los pudieran

comprender la verdad contenida en el Sutra del loto.

• MAHAYANA VERDADERO: Concre tamente , e l Su t ra de l lo to . Es

l lamado “verdadero” porque revela plenamente la i luminación del Buda.

• T´IEN-T´AI (538-597): Fundó la escuela que l levara su nombre y reveló

la doctr ina de tres mi l estados contenidos en cada instante de la v ida

( ichinen sanzen). Clasi f icó todos los sutras de Shakyamuni en cinco

períodos y ocho enseñanzas, según su orden, contenido y método de

propagación. Así demostró que el Sutra del loto era el más elevado de

todos.

• DENGYO (767-822): Fundador de la escuela Tendai en el Japón. Los

trabajos de T´ ien-t´ai conf i rmaron su fe en el Sutra del loto; en 804,

v ia jó a la China con el f in de dominar las doctr inas de T´ ien-t´ai .

Gracias a sus esfuerzos, el Sutra del loto logró ampl ia di fusión en el

Japón como la enseñanza más elevada de Shakyamuni.

• NICHIREN DAISHONIN (1222-1282): Fi lósofo y reformista rel ig ioso

japonés que interpretó las enseñanzas del Budismo de Shakyamuni y

reveló la práct ica de Nam-myoho-renge-kyo como forma de manifestar

Budeidad.

• SOKA GAKKAI (1930): Organización de creyentes budistas la icos,

fundada por el educador japonés Tsunesaburo Makiguchi . Actualmente,

a t ravés de la Soka Gakkai Internacional (SGI), desarrol la diversas

tareas en los campos de la paz, la cul tura y la educación, en 192

países y terr i tor ios del mundo.

LA ENSEÑANZA HUMANÍSTICA DE NICHIREN DAISHONIN

El propósi to fundamenta l de l Budismo es permi t i r a cada persona

comprender la verdadera naturaleza de su vida. Esta verdad, que muchos

sutras mencionan de manera impl íc i ta, no pudo ser expresada cabalmente

por Shakyamuni, e l fundador histór ico de la enseñanza budista. No fue

hasta la apar ic ión de Nichiren Daishonin, en el Japón del s ig lo XII I , que

ese pr incipio universal se corpor i f icó de una manera concreta y que fuera

senci l lo de pract icar por todas las personas: la ley de Nam-myoho-renge-

kyo .

Una búsqueda para el pueblo

A di ferencia de Shakyamuni, quien fuera príncipe heredero. Nichiren

Daishonin nació en el seno de una modesta fami l ia de pescadores, e l 16

de febrero de 1222, en la aldea de Kominato, actual prefectura de Chiba,

Japón.

A temprana edad comenzó a buscar cómo resolver al problema de la

t ransi tor iedad de la v ida y de los sufr imientos que asolaban al pueblo,

una búsqueda que le l levaría casi veinte años de estudios e introspección

en los templos más importantes del Japón, donde volcó su v ida con la

decis ión de abr i r, ser ia y s inceramente, un camino hacia la i luminación de

todas las personas. Su gran anhelo era lograr que todos pudiesen

transformar de raíz su condic ión de vida y lograr la fe l ic idad absoluta,

cambiando al mismo t iempo la real idad social .

Luego de una ardua dedicación, el 28 de abr i l de 1253 presentó en

el Seicho- j i , e l templo al que había ingresado para estudiar s iendo un

niño, los resul tados de su invest igación f i losóf ica. Al l í proclamó que

ninguna de las enseñanzas anter iores al Sutra del loto revelaba la

i luminación del Buda y que Nam-myoho-renge-kyo , la esencia de dicho

sutra , era la Ley mediante la cual las personas podían manifestar su

Budeidad.

Nichiren plasmó de manera universal y accesible esa verdad úl t ima

implíc i ta en el Sutra del loto ; de esa forma, al lanó el camino para que

todas las personas marchasen en pos de su propia i luminación. La ley de

Nam-myoho-renge-kyo cont iene los dos aspectos esenciales del Budismo:

la verdad en sí , y la práct ica que cul t iva la sabiduría con la cual se

aprehende dicha verdad. Nichiren enseño a sus seguidores a creer en la

verdad de Nam-myoho-renge-kyo y a reci tar o entonar esa frase como

práct ica pr imordial . De tal forma, Nam-myoho-renge-kyo representa el

objeto de la práct ica - que es el objeto de Shakyamuni y de todos los

demás budas –, pero al mismo t iempo, también es el medio para alcanzar

dicha meta.

La verdad esencial de la vida

Nichiren Daishonin pasó más de dos décadas enseñando al pueblo sobre

la verdad del Budismo y enfrentando los embates de otras escuelas

rel ig iosas, que veían en él una amenaza a sus propios intereses. Durante

e s e p e r í o d o , s o b r e v i v i ó a d o s e x i l i o s , u n i n t e n t o d e e j e c u c i ó n ,

e m b o s c a d a s y n u m e r o s a s i n t r i g a s d e s t i n a d a s a d e s a c r e d i t a r l o .

Finalmente, el 12 de mayo de 1274, se dir ig ió rumbo a una le jana región

montañosa si tuada en Minobu, donde se dedicó a culminar la úl t ima etapa

de sus act iv idades.

Al l í , en 1279, inscr ib ió el Dai-Gohonzon , e l objeto de devoción para

toda la humanidad. Por entonces, muchos de sus discípulos se sentían

dispuestos incluso a arr iesgar sus v idas para abrazar y propagar Nam-

myoho-renge-kyo. El Daishonin tuvo, pues, la cert idumbre de que esos

f i rmes creyentes habrían de proteger sus enseñanzas en bien de la

poster idad.

Tres años más tarde, la mañana del 13 de octubre de 1282, en la

residencia de un seguidor (s i tuada en una región que corresponde a

Tokio), e l Daishonin fa l leció pacíf icamente, dejando tras de sí un legado

para toda la humanidad.

Dentro de la corr iente del pensamiento y de la histor ia del Budismo,

podríamos deci r que Nichi ren Daishonin fue e l buda que despertó

respecto de la verdad esencial de la v ida y la def in ió como Nam-myoho-

renge-kyo. Tanto Shakyamuni como Nichiren se i luminaron con respecto a

una misma verdad; sus enseñanzas sólo di f i r ieron en la época en que les

tocó viv i r, e l t ipo de población que escuchó sus doctr inas y la cul tura que

les s i rv ió de trasfondo.

Su i luminación es realmente universal , en la medida en que toda la

humanidad puede acceder a el la s i real iza la práct ica budista de manera

correcta. Las enseñanzas de Nichiren Daishonin cont ienen la esencia de

todas las doctr inas budistas. Por un lado, el s igni f icado del Budismo yace

en haber descubierto la naturaleza de Buda inherente a todos los seres

humanos; por otro, reside en haber establecido un método práct ico para

que las personas extraigan dicho potencial y encuentren en su v ida

cot id iana el supremo sent ido de la existencia.

LA PRÁCTICA BUDISTA, EL BUDISMO DÍA A DÍA

Nichiren Daishonin enseño que Myoho-renge-kyo1, resume la enseñanza

universal con respecto a la cual se i luminó Shakyamuni y que, al entonar

Nam-myoho-renge-kyo y, esforzarse en la fe y en la práct ica, las

p e r s o n a s p u e d e n m a n i f e s t a r s u n a t u r a l e z a d e B u d a i n h e r e n t e o

i luminación. Esta entonación junto a la reci tación de pasajes del Sutra del

loto const i tuyen la práct ica fundamental de los miembros de la Soka

Gakkai .

Existen tres bast iones fundamentales en la práct ica del Budismo de

Nichiren Daishonin: la entonación de Nam-myoho-renge-kyo, para la

fe l i c idad de uno y de los demás; e l es tud io para p ro fund izar la

comprensión de las enseñanzas y el esfuerzo por compart i r con otras

personas la perspect iva budista acerca de la dignidad y el potencial

inherentes a la v ida.

Diar iamente, los miembros de la Soka Gakkai real izan una práct ica

conocida como gongyo , tanto por la mañana como por la tarde, que

consiste en la entonación de Nam-myoho-renge-kyo y la reci tación de

fragmentos del Sutra del loto . Nichiren estableció una práct ica s imple,

pero a la vez profunda, que permite a todos los seres humanos revelar la

ve rdad suprema de su p rop ia v ida . Cons ide ró que la enseñanza

fundamental del Budismo se basa en el Sutra del loto , con su mensaje de

que todo ser humano posee de forma inherente a la naturaleza de Buda.

En l ínea con las pr imeras escuelas dedicadas al Sutra del loto , é l develó

que los c inco caracteres chinos del t í tu lo del sutra , Myoho-renge-kyo,

corpor i f ican su esencia, y que dicha Ley universal (Dharma) subyace a

todo lo que existe, es la esencia misma de la v ida, el r i tmo fundamental

que gobierna el universo.

Nam-myoho-renge-kyo

Nam

La palabra Nam der iva del sánscr i to, que signi f ica “dedicar nuestra v ida a

algo”. En la acción de reci tar r í tmicamente la f rase Nam-myoho-renge-

kyo, nos fusionamos al pr incipio fundamental de Myoho-renge-kyo (Ley

esencial que r ige el universo) y armonizamos nuestra v ida con él . Esto

nos permite, en forma inmediata, manifestar nuestra naturaleza de Buda

inherente.

Myoho

Myoho s igni f ica l i teralmente “Ley míst ica” y expresa la relación que existe

entre la v ida inherente al universo y las diversas maneras en que esta

v ida se manif iesta. Myo se ref iere a la esencia de la v ida, que es

“ invis ib le” y está más al lá de la comprensión de nuestra mente. Esta

esencia s iempre se manif iesta en una forma tangible (ho ) que puede ser

percibida por cualquiera de los c inco sent idos. Los fenómenos (ho ) son

cambiantes, pero todos están impregnados por una real idad constante

conocida como myo .

Al unir ambos conceptos dentro de la palabra myoho , se ref le ja la

inseparabi l idad existente entre la real idad úl t ima y la real idad cot id iana.

La práct ica nos permite tomar conciencia de esta unión y percibir así

cada circunstancia con una profunda sabiduría.

Renge

Renge s igni f ica “ f lor de loto”. El loto f lorece y produce semi l las al mismo

t iempo, de esta forma representa la s imultaneidad de causa y efecto. El

Budismo expone que las c i rcunstancias y la cal idad de cada v ida

indiv idual son determinadas por las causas y efectos part iculares, tanto

posi t ivos como negat ivos, que acumulamos a t ravés de lo que pensamos,

decimos y accionamos, a cada momento. A esto se lo denomina karma. La

“ ley de causa y efecto” expl ica que cada persona t iene la responsabi l idad

de su propio dest ino. Nosotros lo generamos, pero también podemos

modif icar lo. Para el lo, la reci tación de Nam-myoho-renge-kyo es la causa

más poderosa que podemos crear en nuestra v ida para dicho cambio.

La f lor de loto crece y f lorece en un estanque fangoso y, a pesar de

el lo, se mant iene pura e inmaculada. De la misma manera, una persona

común inmersa en su vida cot id iana, puede hacer surgir desde su inter ior

e l noble estado de la Budeidad.

Kyo

Kyo s igni f ica l i teralmente “sutra ” , la voz o la “enseñanza de un buda”.

También representa las palabras y voces de todos los seres v iv ientes. En

este sent ido, s igni f ica además, sonido, r i tmo o v ibración. Como el buda

enseñó mediante la prédica, es decir, oralmente, la palabra kyo suele

s ign i f i ca r “ son ido” . Por o t ra pa r te , e l i deograma ch ino para kyo ,

representa una p ieza t renzada de te la te j ida , que s imbo l izaba la

cont inuidad de la v ida a t ravés del pasado, el presente y el futuro. En un

sent ido más ampl io, kyo conl leva el concepto de que todas las cosas en

el universo son una manifestación de la Ley míst ica.

El Daishonin af i rma: “La voz cumple la función del Buda y se l lama

kyo ”2, y también dice: “Las palabras se manif iestan a t ravés del sonido

para t ransmit i r los sent imientos que l levamos en el corazón”3. Esto señala

otro aspecto de la f i losofía budista y es la importancia que br inda a la

fuerza del d iálogo que expresa una autént ica preocupación y dedicación

por la o t ra persona. Cuando poseemos un esp í r i tu as í , podemos

manifestar nuestra humanidad y personal idad más genuinas.

Lo importante es s i podemos crear valor en nuestras v idas y ayudar

a otros a hacer lo mismo. Como enseña el Daishonin, a lcanzamos la

i luminación mediante una transformación cont inua que sucede en lo más

profundo de nuestra existencia, a la vez que buscamos cumpl i r nuestros

deseos y resolver nuestros conf l ic tos.

Es imprescindible comprender que nuestras oraciones se concretan

porque extraemos de nosotros mismos la condic ión más elevada y la

sabiduría para real izar la acción correcta.

El Gohonzon

El Gohonzon es el objeto de devoción del Budismo de Nichiren

Daishonin. En japonés, “go ” s ignf ica “digno de honor” y “honzon” s igni f ica

“objeto de respeto fundamental” . Nichiren def in ió la Ley universal que

impregna l a v ida y e l un i ve rso como Nam-myoho- renge -kyo y l a

corpor i f icó en la forma de un mandala . En el Gohonzon (un pergamino

sobre el cual están inscr iptos ideogramas en chino y en sánscr i to) ,

Nichiren descr ib ió en forma simból ica el estado de vida de la Budeidad

que todas las personas poseemos.

Los miembros de la Soka Gakkai entonan Nam-myoho-renge-kyo a

un Gohonzon entronizado en sus hogares. Junto con la fe del pract icante

y la entonación de Nam-myoho-renge-kyo, el Gohonzon actúa como

incent ivo para avivar la condic ión de Budeidad innata, que yace dentro de

nuestra propia v ida.

El Daishonin se ref iere al Gohonzon como un espejo del yo inter ior.

Es una manera de ver dentro de nosotros mismos para comenzar a

modif icar lo que no nos gusta, y para for ta lecer aquel lo que sí deseamos

para nuestra condic ión de seres humanos. Por ejemplo, tenemos el

potencial de sent i r i ra, pero no nos enojamos a menos que en el ambiente

algo nos provoque. Para que sur ja nuestro potencial de condic ión v i ta l

más elevado ( la Budeidad) también se requiere de un est ímulo. Cuando

desarrol lamos nuestra convicción, l legamos a ver que el Gohonzon es el

est ímulo externo más posi t ivo para nuestra v ida y que, invocar Nam-

myoho-renge-kyo f rente al é l const i tuye la causa interna que act iva el

estado latente de la Budeidad. De hecho, la i luminación de Nichiren a la

Ley míst ica, le permit ió crear un est ímulo capaz de act ivar esa misma

condic ión i luminada dentro de cada persona por toda la eternidad, s iendo

la for ta leza de la fe el e lemento más esencial en la práct ica del Budismo

de Nichiren.

BUDEIDAD: EL POTENCIAL QUE TODOS POSEEMOS EN NUESTRO

INTERIOR

Es común pensar que la fe l ic idad es tener una vida l ibre de sufr imientos,

pero s i profundizamos nuestro anál is is, podremos darnos cuenta de que

lo que nos provoca infel ic idad, en real idad, no es tener problemas, s ino

no poseer la sabiduría para solucionar los. El Budismo expone que, en

forma innata, todos tenemos el poder y la sabiduría necesar ias para

generar un profundo cambio posi t ivo en la propia v ida y en nuestro

entorno, lo que nos permite darnos cuenta que viv i r una existencia s in

arrepent imientos es una tarea t i tánica, pero no imposible.

El concepto de los Diez Estados de Vida

Para entender correctamente la v is ión budista de la v ida, es necesar io

conocer el concepto de “Diez Estados”. Los Diez Estados indican diez

condic iones en las que una ent idad de vida se manif iesta en el curso del

t iempo o en determinadas circunstancias. En una de las cartas dir ig ida a

sus seguidores, Nichiren Daishonin c i ta: “Cuando en dist intos momentos

observamos la faz de una persona, a veces la encontramos fel iz ; a veces,

fur iosa, en ocasiones, serena. En ciertas c i rcunstancias, e l rostro humano

expresa codic ia; en otras, necedad, y en otras perversidad. El odio

corresponde al estado de inf ierno; la codic ia, a l de las ent idades

hambrientas; la estupidez, a l de los animales; la perversidad, al de los

asuras ; la alegría, a l de los seres celest ia les; la calma, al de los seres

humanos”.1 Esto s igni f ica que todos los resul tados que se manif iesten en

n u e s t r a v i d a e s t á n d i r e c t a m e n t e l i g a d o s a l e s t a d o e n q u e n o s

encontremos en ese momento.

Los pr imeros seis (de los diez) estados son: inf ierno, hambre,

animal idad, i ra, humanidad y éxtasis. Veamos una breve def in ic ión de

cada uno de el los:

• Inf ierno: Como vimos con anter ior idad, en su tratado “El objeto de

devoción para observar la v ida”, Nichiren Daishonin establece que “el

odio corresponde al estado de Inf ierno”. Esta es una condic ión en la

que la persona está dominada por el impulso fur ioso de destruir y de

atraer la ruina sobre sí mismo y sobre los demás. Concretamente, este

estado representa el sufr imiento y la desesperación más extremos del

ser humano.

• Hambre: Manejado e impulsado por la codic ia propia de esta condic ión,

uno está sometido a un insaciable deseo egoísta de r iquezas, fama y

placer, que jamás puede ser enteramente sat isfecho, ya que se torna

imposible cortar los deseos de obtener más y más.

• Animal idad: El t ratado ci tado anter iormente también se ref iere a esta

condic ión y dice que “ la estupidez (corresponde al estado) de los

animales”. Al carecer de la sabiduría o el poder de controlarse, las

personas que se encuentran en este estado se dejan l levar por el

impulso de los deseos e inst intos, ya que carecen de la sabiduría para

controlarse.

• I ra: Conscientes de su propio yo, pero dominadas por el egoísmo, las

pe rsonas que man i f i es tan es es tado de i r a son i ncapaces de

comprender la verdadera esencia de las cosas. Por consiguiente,

menosprecian y agreden constantemente a los demás y así , p ierden el

respeto por la dignidad de todo lo que los rodea.

• Humanidad: Cuando sent imos calma, la razón nos permite controlar

cualquiera de los estados anter iores, pero sólo temporalmente, ya que

este “autocontrol” proviene de la razón. En este estado, nos es posible

exper imentar una vida pacíf ica y armoniosa siempre y cuando nuestra

mente nos permita controlar nuestro accionar.

• Éxtas is : Concretar a lgo deseado, encont rar la so luc ión a a lgún

problema o recibir una buena not ic ia nos hace exper imentar una

profunda dicha. Sin embargo, esta alegría se esfuma rápidamente ya

que es vulnerable a las condic iones externas. Es por el lo que el estado

de éxtasis se encuentra directamente l igado a i lusión.

Rompiendo las barreras del destino

Como podemos ver, los pr imeros seis estados que mencionamos se

encuentran condic ionados por los impulsos o deseos. O sea, surgen y

se act ivan mediante la sat is facción o la f rustración de diversos

est ímulos y ansías; por el lo su apar ic ión o desapar ic ión está sujeta a

las c i rcunstancias externas.

La mayoría de las personas pasan la v ida f luctuando entre

estas seis condic iones de vida, s in jamás comprender que están a

merced de sus reacciones frente a lo que sucede a su alrededor. Sea

cual fuere la sat isfacción que br inden estos estados, esta es precar ia y

poco duradera. Cuando viv imos en el marco de los seis estados

infer iores, no nos damos cuenta de esto úl t imo y basamos nuestra

dicha – o mejor dicho, toda nuestra v ida – en factores externos. De

esta forma, se torna imposible t ransformar posi t ivamente nuestro ser.

E n c a m b i o , c u a n d o r e c o n o c e m o s q u e t o d o l o q u e

exper imentamos en estos seis estados es t ransi tor io, comenzamos a

buscar una verdad más duradera. Esta búsqueda nos l leva a los cuatro

estados siguientes. A di ferencia de los seis estados anter iores, los

estados de aprendizaje, comprensión intui t iva, bodhisat tva y buda sólo

se despl iegan y se act ivan mediante el esfuerzo constante en pos de

nuestro desarrol lo como valores humanos.

• Aprendizaje: Este estado es una condic ión que se exper imenta cuando

uno lucha por lograr una profunda sat isfacción y estabi l idad, mediante

la reforma y el desarrol lo de la propia v ida. Concretamente, es estado

de aprendizaje es la condic ión en la que nos dedicamos a construir

una vida mejor, aprendiendo de las ideas, el conocimiento y las

exper iencias de los demás.

• Comprensión intui t iva: Es s imi lar a l de aprendizaje, porque ambos se

alcanzan a t ravés de la lucha por reformarse a uno mismo. Pero lo que

lo d i fe renc ia de l es tado an te r io r es que las pe rsonas que se

encuentran en la condic ión de comprensión intui t iva buscan dominar el

proceso de la propia t ransformación mediante su percepción directa de

los fenómenos.

• Bodhisattva : Vimos que los estados de aprendizaje y comprensión

intui t iva buscan comprender la v ida, pero que lo hacen desde un punto

de vista teór ico. El estado de bodhisat tva se dist ingue por su amor

compasivo y por el comportamiento abnegado y al t ru ista. Los que se

encuentran en el estado de bodhisat tva aspiran a lograr la i luminación

suprema en benef ic io de sí mismos, pero también están comprometidos

a que sus semejantes alcancen esta misma condic ión. La palabra

sánscr i ta bodhisat tva se compone del término bodhi ( i luminación), y de

sattva ( “ser”) ; def ine a la persona que busca la i luminación pero, a la

vez, conduce a otros a que alcancen este gran anhelo. Conscientes de

los lazos que nos l igan con todo el mundo circundante, en estado de

Bodhisattva sent imos que cualquier fe l ic idad que se l imi te a la esfera

pr ivada es parcial y por ende, i lusor ia. Así pues, nos consagramos a

al iv iar e l sufr imiento de los demás, aun a costa de la propia v ida.

Como af i rmó el Daishonin: “Alegría s igni f ica que tanto uno como los

demás poseen sabiduría y miser icordia”. 2

El estado de Buda

Los nueve estados que vimos hasta aquí representan las dist intas

maneras que el ser humano se manif iesta comúnmente. Pero más al lá de

estos nueve, inherente a cualquier persona, también existe un décimo

estado, caracter izado por las cuatro v i r tudes i luminadas de eternidad,

fe l ic idad, verdadera ident idad y pureza. A esta condic ión se la denomina

estado de Buda o Budeidad, y que existe en la v ida de todos los seres

humanos.

Uno de los puntos relevantes del Budismo de Nichiren es que, a

t ravés de la invocación de Nam-myoho-renge-kyo , todas las personas

pueden hacer surgir e l máximo potencial de la Budeidad. De esta manera,

los nueve es tados de l se r humano común no desaparecen n i se

ext inguen, s ino que obran bajo la inf luencia de la Budeidad. De esta

forma, todas las acciones que emprendamos, sean desde el estado que

sean, tendrán como única meta nuestra fe l ic idad y la de los demás. Por

el lo, la Budeidad es un estado de fel ic idad absoluta e indestruct ib le.

Lo que la mayoría de las personas t iende a def in i r como fel ic idad se

encuentra sujeta a condic iones externas. Por ejemplo: ser r ico o pobre,

tener una buena salud o estar enfermos, enfrentar problemas o disfrutar

de una vida placentera. Por esto mismo es relat iva, ya que al desaparecer

estas condic iones ese estado de fel ic idad desaparece.

Por el contrar io, la fe l ic idad absoluta que proviene de la Budeidad

no se ve afectada por las c i rcunstancias externas. Al desarrol lar una

fuerte v i ta l idad y una profunda sabiduría podemos exper imentar una dicha

absoluta, sean cual fueren las c i rcunstancias que estemos atravesando.

Si construimos este fuerte estado inter ior podremos tener la profunda

convicción de que, s in fa l ta, crearemos valor a cada momento de nuestra

existencia.

Paralelamente, la Budeidad se caracter iza por un profundo sent imiento de

amor compasivo hacia los demás, y de una sabiduría inagotable. El

Budismo se ref iere a la importancia de transmit i r a los semejantes las

enseñanzas, para que cada persona también manif ieste su i luminación.

Es por el lo que existe la “práct ica para uno y para los demás”. Por lo

tanto, la labor en bien de la sociedad y del medio ambiente der iva del

t rabajo que cada persona real iza en pos de manifestar su Budeidad a

t ravés de la entonación de Nam-myoho-renge-kyo.

Sujeto y medio ambiente

Para el Budismo, tanto el sujeto como el ambiente son inseparables. Por

el lo un budista se esfuerza no sólo por manifestar su Budeidad, s ino que

también trabaja act ivamente por la paz y la prosper idad de su vecindar io

y de su país.

La f inal idad básica con el cual se propaga el Budismo en la

sociedad es para fomentar la paz global y la prosper idad de todos los

seres humanos. De esta forma, nuestra v ida no está l imi tada a lo que

generalmente percibimos como “el yo”, s ino que abarca también a otras

personas, al mundo y hasta al universo. Por el lo, la práct ica budista nos

br inda la oportunidad de l iberarnos de los sufr imientos al romper con las

barreras de nuestro “pequeño yo”. Así nuestra v ida comienza a percibir

que posee la fuerza y la v i ta l idad de todo el universo.

Es por el lo, que desplegar el máximo potencial de la Budeidad

latente en cada uno de nosotros no sólo puede resolver la cuest ión de los

cuatro sufr imientos universales – el nacimiento, la vejez, la enfermedad y

la muerte – s ino también todas las demás af l icc iones humanas. Como

di j imos antes, a l manifestar la alegría proveniente de la Budeidad,

nuestro accionar comienza a contagiar esperanza y miser icordia a los

demás y, por consiguiente, esto genera un cambio en el lugar donde nos

encontramos. Visto este, generar un cambio en nuestra fami l ia o en

nuestro t rabajo dejará de ser una pesada carga o una meta que creemos

imposible, y se convert i rá en la gran oportunidad que tenemos para

desarrol larnos como verdaderos valores humanos.

La revolución humana

Como vimos hasta aquí, e l Budismo se caracter iza por dar una gran

importancia a la t ransformación interna del ser humano y así (a t ravés de

la entonación de Nam-myoho-renge-kyo) poner en manif iesto nuestro

potencial humano pleno, o sea nuestra Budeidad.

“Revolución humana” es un término ut i l izado por el segundo presidente de

la Soka Gakkai , Josei Toda, para descr ib i r e l proceso fundamental de

t ransformación in ter ior que l levamos a cabo en búsqueda de este

potencial . De esta forma, logramos romper con los gr i l letes de nuestro

“pequeño yo” capaz de interesarse y emprender acciones por la causa de

otros y, fundamentalmente, por toda la humanidad.

Es un acto revolucionar io que se genera desde el inter ior del ser humano

y es la c lave para desencadenar un cambio a escala global . Por el lo,

como señala el presidente de la SGI, Daisaku Ikeda: “La gran revolución

humana de un solo indiv iduo puede contr ibuir a lograr un cambio en el

dest ino de una nación, y más aún, en el de toda la humanidad”.

Asumir la responsabi l idad por la t ransformación de nuestra propia v ida es

el pr imer paso hacia la creación de una sociedad humana basada en la

miser icordia y el respeto por la dignidad de la v ida de todas las personas.