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RENTA AMBIENTAL DEL MONTE Pablo Campos Palacín Instituto de Políticas y Bienes Públicos. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. C/Albasanz 26- 28. 28037-Madrid (España). Correo electrónico: [email protected] Resumen Este trabajo propone el criterio contable de valoración residual para medir la renta ambiental de un monte a partir de estimar previamente la renta total, la renta de capital y asumir la aplicación de la tasa de rentabilidad del capital manufacturado inmovilizado. Las dificultades de estas mediciones están motivadas, unas, por la falta de datos de las producciones y costes de la función de renta total y, otras, por los métodos de valoración ambiental que presentan aún retos pendientes para su empleo en la estimación de los servicios del valor existencia de las diversidades natural y cultural públicas del monte. En las agendas de los gobiernos y otras instituciones de interés público, se señala la dis- posición a acordar la implantación de una nueva metodología contable de los ecosistemas naturales alternativa al sistema de cuentas nacionales convencional. El fin perseguido es que se refleje la apor- tación de la renta ambiental a los productos con y sin precios de mercado que contribuyen a la renta nacional social y el bienestar humano en general. Este trabajo conceptualiza la medición de la renta ambiental de los montes en el contexto de la metodología del sistema de Cuentas Agroforestales que está desarrollando el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el proyecto Renta y Capital de los Montes de Andalucía (RECAMAN), en colaboración con la Junta de Andalucía y otras insti- tuciones de investigación. Palabras clave: Cuentas agroforestales del monte, Renta total, Valoración ambiental, RECAMAN INTRODUCCIÓN ¿Hacia la medición de la renta ambiental de los ecosistemas? La División de Estadística de las Naciones Unidas, la Unión Europea y otras instituciones económicas internacionales gubernamentales, entre las que se encuentran algunas de las ofici- nas estadísticas nacionales de los países más industrializados, lideran el desarrollo de la metodología de la contabilidad experimental de los ecosistemas en el marco convencional del sistema de cuentas nacionales (SCN) (COMISIÓN EUROPEA et al., 2009; EUROPEAN COMMISSION et al., 2012, 2013). Este limitado marco está suje- to a debate y en la conferencia que se celebró en Nagoya en 2010 la Convención de la Diversidad Biológica de Naciones Unidas recomendó a los gobiernos que extiendan la contabilidad nacio- nal convencional integrando los bienes y servi- cios (en adelante servicios) de los ecosistemas. Este acuerdo ha sido asumido por la Comisión Europea que ha propuesto que de forma volun- taria los países de la Unión Europea, no más allá de 2020, valoren los servicios de los ecosistemas y los incorporen en la contabilidad nacional (COMISIÓN EUROPEA, 2011: 13). A escala nacio- nal, los gobiernos de España y el Reino Unido han sido pioneros en llevar a cabo estimaciones monetarias de los servicios de sus ecosistemas 35 Cuad. Soc. Esp. Cienc. For. 39: 35-71 (2015) «Conferencias y Ponencias del 6º Congreso Forestal Español» ISSN: 1575-2410 © 2015 Sociedad Española de Ciencias Forestales

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Page 1: RENTAAMBIENTAL DEL MONTEnacional social y el bienestar humano en general. Este trabajo conceptualiza la medición de la renta ambiental de los montes en el contexto de la metodología

RENTA AMBIENTAL DEL MONTE

Pablo Campos Palacín

Instituto de Políticas y Bienes Públicos. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. C/Albasanz 26-28. 28037-Madrid (España). Correo electrónico: [email protected]

Resumen

Este trabajo propone el criterio contable de valoración residual para medir la renta ambiental deun monte a partir de estimar previamente la renta total, la renta de capital y asumir la aplicación dela tasa de rentabilidad del capital manufacturado inmovilizado. Las dificultades de estas medicionesestán motivadas, unas, por la falta de datos de las producciones y costes de la función de renta totaly, otras, por los métodos de valoración ambiental que presentan aún retos pendientes para su empleoen la estimación de los servicios del valor existencia de las diversidades natural y cultural públicasdel monte. En las agendas de los gobiernos y otras instituciones de interés público, se señala la dis-posición a acordar la implantación de una nueva metodología contable de los ecosistemas naturalesalternativa al sistema de cuentas nacionales convencional. El fin perseguido es que se refleje la apor-tación de la renta ambiental a los productos con y sin precios de mercado que contribuyen a la rentanacional social y el bienestar humano en general. Este trabajo conceptualiza la medición de la rentaambiental de los montes en el contexto de la metodología del sistema de Cuentas Agroforestales queestá desarrollando el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el proyecto Renta y Capitalde los Montes de Andalucía (RECAMAN), en colaboración con la Junta de Andalucía y otras insti-tuciones de investigación.

Palabras clave: Cuentas agroforestales del monte, Renta total, Valoración ambiental, RECAMAN

INTRODUCCIÓN

¿Hacia la medición de la renta ambiental delos ecosistemas?

La División de Estadística de las NacionesUnidas, la Unión Europea y otras institucioneseconómicas internacionales gubernamentales,entre las que se encuentran algunas de las ofici-nas estadísticas nacionales de los países másindustrializados, lideran el desarrollo de lametodología de la contabilidad experimental delos ecosistemas en el marco convencional delsistema de cuentas nacionales (SCN) (COMISIÓN

EUROPEA et al., 2009; EUROPEAN COMMISSION etal., 2012, 2013). Este limitado marco está suje-

to a debate y en la conferencia que se celebró enNagoya en 2010 la Convención de la DiversidadBiológica de Naciones Unidas recomendó a losgobiernos que extiendan la contabilidad nacio-nal convencional integrando los bienes y servi-cios (en adelante servicios) de los ecosistemas.Este acuerdo ha sido asumido por la ComisiónEuropea que ha propuesto que de forma volun-taria los países de la Unión Europea, no más alláde 2020, valoren los servicios de los ecosistemasy los incorporen en la contabilidad nacional(COMISIÓN EUROPEA, 2011: 13). A escala nacio-nal, los gobiernos de España y el Reino Unidohan sido pioneros en llevar a cabo estimacionesmonetarias de los servicios de sus ecosistemas

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ISSN: 1575-2410© 2015 Sociedad Española de Ciencias Forestales

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naturales, aunque sin considerar su integraciónde forma consistente en el cálculo de las rentasnacionales respectivas, por lo que estas valora-ciones no pueden considerarse propiamente enel ámbito de la contabilidad nacional (BATEMAN

et al., 2011, 2013; ESTEBAN, 2010; HARRIS,2013; MARM, 2010; UK NEA, 2011).

En el ámbito científico son escasos los econo-mistas y estadísticos que han proporcionando avan-ces significativos en los métodos de valoraciónambiental basados en preferencias de los consumi-dores aplicados al cálculo de la renta ambiental delos ecosistemas (CAPARRÓS et al., 2003; EDENS &HEIN, 2013; EUROPEAN COMMISSION et al., 2013;OVIEDO et al., 2012, 2013).

Las iniciativas políticas, estadísticas y científi-cas referidas muestran que el sistema de cuentasnacionales convencional ha de ser modificadopara incorporar el valor monetario de los serviciosescasos de los ecosistemas naturales que contribu-yen a la renta total social de las naciones.

Valoraciones de la renta ambiental de losmontes en España

La palabra monte designa en esta ponencia aun micro ecosistema formado por una explota-ción, constituida por una o varias fincas en cotoredondo, bajo el control de un único propietarioque toma decisiones independientes, en la quepredomina su superficie forestal. La gestión desus actividades privadas está influida por laadministración pública a través de la regulación,los incentivos económicos y, con frecuencia, lagestión directa de algunos de los bienes y servi-cios finales (en adelante productos) públicosescasos producidos en el monte.

En la España seca mediterránea, la superficiede monte mayoritariamente se concentra en fin-cas de tamaño superior a las 100 hectáreas, y eneste tipo de explotaciones según el predominiode la superficie de sus formaciones forestalespueden clasificarse en bosque, dehesa, matorraly pastizal. Y aunque en un monte generalmentelas superficies agrícolas ocupan una parte menorde la superficie de las fincas, este puede no ser elcaso de las formaciones de pastizales naturalesdel oeste y suroeste de España. El propietario yla administración pública han de dar respuestasconjuntas, en el marco de los incentivos y las res-tricciones derivados de la política pública, a la

gestión combinada deseada del mosaico de usosy vegetaciones del monte, con el reto añadido deevitar o mitigar los daños a las diversidades geo-lógica, biológica y cultural presentes en los mon-tes.

La administración pública en España incurreen costes de gestión directos en el monte en laprevención y lucha contra los incendios foresta-les y los servicios recreativo público, paisaje ybiodiversidad amenazada, entre otros. Este costepúblico en el monte no se refleja en las cuentasde la agricultura y selvicultura oficiales(CEA/CES), encontrándose registrado (disloca-do) en las cuentas de la administración públicade la contabilidad nacional (COMISIÓN EUROPEA,2001). Esta dislocación del gasto público direc-to de la administración pública en la cuenta eco-nómica del gobierno, aunque no afecta a la rentaambiental del monte, sí repercute directamenteen sus rentas manufacturadas.

Las nuevas demandas de productos públicosdel monte, satisfechas con la producción incen-tivada mediante costes públicos, motivan elinterés del propietario y la administración públi-ca en medir de forma consistente las rentaspública y privada que generan. Este propósito decalcular la renta total social (en adelante rentatotal) requiere implantar un sistema de cuentasagroforestales del monte que las vincule deforma consistente al fin dispuesto.

Las características de los servicios de losmontes de ser sus valores económicos visiblesunos e invisibles otros, y consumidos in situ unosy ex situ otros (incluyendo estos últimos los glo-bales consumidos de forma colectiva) acentúan lanecesidad de aplicar un sistema de cuentas de losecosistemas normalizado por las oficinas estadís-ticas, que integre la medición de todos los servi-cios escasos de los ecosistemas que en cada casocuentan para las personas individuales que losusan y el gobierno como garante de las necesida-des esperadas de las personas no nacidas.

El Ministerio de Medio Ambiente y MedioRural y Marino (MARM) ha publicó dos estima-ciones de la renta ambiental de las superficiesforestales españolas (CASTELLANO, 2012;ESTEBAN, 2010; MARM, 2010 y 2011). Losvalores medios de la renta ambiental forestal porhectárea aportados son notablemente divergen-tes. No se dispone de la publicación de las meto-

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dologías detalladas aplicadas. En el caso del lasrentas ambientales aportadas por el IIIInventario Forestal Nacional no se indican losservicios singulares objeto de medición(MARM, 2011). En la publicación Valoraciónde Activos Naturales de España (MARM, 2010)se emplean el excedente del productor de losservicios ambientales comerciales y el exceden-te del consumidor (este no es un valor de rentaeconómica) de los servicios ambientales recrea-tivos sin precios de mercado. Estas limitacionesde las valoraciones oficiales de la renta ambien-tal de los sistemas forestales españoles represen-tan dificultades insuperables para poder hacerun uso consistente de sus resultados en términosde renta económica, y, en consecuencia, losinvalida para el cálculo del capital ambiental delos sistemas forestales españoles en el marco delos principios de valoración de activos ambien-tales del sistema de cuentas nacionales(COMISIÓN EUROPEA et al., 2009; EUROPEAN

COMMISSION et al., 2012, 2013). En el ámbito científico en España desde el

año 2008 se está aplicando el sistema de CuentasAgroforestales (CAF) en el proyecto Renta yCapital de los Montes de Andalucía (RECA-MAN). Este estudio se lleva a cabo a escalas deexplotación en una muestra de 58 montes y agre-gada en todas las superficies forestales georrefe-renciadas de Andalucía (con la excepción de lassuperficies de humedales, cursos fluviales ymasas de agua interiores). RECAMAN es unencargo de la Junta de Andalucía al ConsejoSuperior de Investigaciones Científicas (CSIC)que tiene como propósito político la implanta-ción por la Junta de Andalucía de las cuentas delos ecosistemas forestales andaluces (JUNTA DE

ANDALUCÍA, 2008). RECAMAN está siendo des-arrollado por el Grupo de Economía Ambiental(GEA) del Instituto de Políticas y BienesPúblicos (IPP) del CSIC y cuenta con la partici-pación de otros centros de investigación delCSIC (MNCN, EEAD, IESA), la FundaciónCentro de Servicios y Promoción Forestal y desu Industria de Castilla y León (CESEFOR), elInstituto Nacional de Investigación y TecnologíaAgraria y Alimentaria (INIA), la Universidad deExtremadura (UEX) y la Universidad Politécnicade Madrid (UPM) (CAMPOS, 2011, 2012;CAMPOS & CAPARRÓS, 2011a,b, 2012).

OBJETIVOS

En este trabajo se expone la idea de que elfin último que debería perseguir la modificaciónde la contabilidad nacional desde la perspectivaambiental es el de extender el cálculo de la rentanacional a las rentas ambientales con y sin pre-cios de mercado y la valoración de los activosambientales de los ecosistemas.

Las cuentas de los montes han de respondera la pregunta ¿cómo medir las rentas privada ypública que perciben los propietarios de hechode los factores de producción de mano de obra,capital natural (en adelante activo ambiental) ycapital manufacturado (excluye el activoambiental) empleados en una explotación demonte y los beneficiarios públicos individuales ylas sociedad en su conjunto? Los productos delmonte generalmente ofrecen una renta totalmixta compuesta de la renta ambiental social (enadelante renta ambiental) y la renta manufactura-da social (en adelante renta manufacturada). Estaúltima renta está formada por la renta de mano deobra y la renta de capital manufacturado.

El objetivo general de esta ponencia es laconceptualización de la medición de la rentaambiental de los montes en el contexto de lametodología del sistema de cuentas agroforesta-les (CAF) a escala de explotación y agregada delas superficies forestales georreferenciadas deAndalucía. Un objetivo prioritario es la descrip-ción de las metodologías de estimación de lasrentas ambientales incorporadas (embebidas) enla renta total de los productos individuales delos montes de Andalucía.

La lógica económica que manifiestan las ins-tituciones y los individuos en sus transaccionesde mercado crea las condiciones para que los ser-vicios del trabajo humano y el capital manufactu-rado sean, en general, remunerados con prioridada la renta ambiental. Sucede que en una situacióndeterminada no se dan las condiciones para laaparición de la renta ambiental de un recursoambiental apropiado dado por la naturaleza. Eneste caso, el servicio ambiental no es económico(servicio ambiental cuasi económico/libre), y sucontribución a la economía del monte puede con-sistir en hacer emerger las remuneraciones deltrabajo y el capital manufacturados de las activi-

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dades económicas del monte que utilizan el inputambiental de valor económico nulo.

Se espera que el objetivo de la administra-ción pública sea el de procurar que la renta totalque generan las actividades realizadas en elmonte sean compatibles con la persistencia de lacapacidad natural del ecosistema de seguir inde-finidamente generando su renta ambiental y sinpérdidas irreversibles de diversidades geológica,biológica y cultural.

El trabajo continua exponiendo el debateactual sobre la función de la rentra total, siguecon la descripción de los criterios contables devaloración de la renta ambiental embebida enlos valores de los productos singulares delmonte aplicados en el proyecto RECAMAN,seguido de un modelo simplificado de estima-ción de la renta ambiental y concluye con elsumario de los principales retos que se abordanen los apartados centrales de este trabajo paraestimar la renta ambiental del monte.

¿QUÉ HAN DE CONTAR LAS CUENTASECONÓMICAS DEL MONTE?

Contar los productos que cuentan más alládel mercado

Las aplicaciones por los países del sistema decuentas nacionales convencional se limitan amedir la renta de explotación derivada de la pro-ducción corriente de las actividades privadascomerciales y los productos que las administra-ciones públicas generan para suministrarlos gra-tuitamente a los ciudadanos. En la contabilidadnacional la renta de explotación comercial recibeel nombre de valor añadido neto. Este último enla contabilidad nacional convencional es la sumade las remuneraciones de los servicios de la manode obra y, parcialmente, del capital en conceptode margen neto de explotación (beneficio de laexplotación antes de subvenciones e impuestosrelacionados con la producción corriente).

El concepto de valor añadido neto conven-cional que se estima de la producción corrientede los recursos naturales renovables es el valorde mercado de las ventas de las extracciones deproductos finales netas de los costes intermedioscomprados (inputs de materias primas y servi-cios de fuera de la explotación) y la amortiza-

ción de capital fijo manufacturado (depreciaciónde plantaciones, construcciones y equipamien-tos). Este cálculo del valor añadido neto conven-cional del monte ignora el crecimiento naturaldel año y el coste en forma de inputs utilizadosde producciones en curso existentes al inicio delejercicio en la explotación, como son la maderay los animales cinegéticos extraídos en el año.

Las limitaciones señaladas de las cuentaseconómicas de la agricultura y la selviculturaoficiales (CEA/CES) se mantienen de formapertinaz en su estrecho concepto de la funciónde producción comercial a pesar de que laComisión Europea admite que el concepto derenta total que se expone más adelante es el quese correspondería con el concepto de rentanacional interior de los sectores de la agricultu-ra y la selvicultura: “La renta puede ser definidacomo el máximo consumo que puede hacersesin reducir las riquezas durante un periododado” (COMISIÓN EUROPEA, 2001: 95).

En el debate actual sobre el desarrollo de unapropuesta metodológica de las cuentas económi-cas de los ecosistemas adquieren relevancia lasmediciones de las producciones en curso leñosasutilizadas (extraídas) y de animales cinegéticoscapturados, los crecimientos naturales leñosos yde animales cinegéticos que permanecen al finalde la campaña en el monte, la valoración de losproductos y costes ambientales públicos, y laganancia de capital derivada de las revaloriza-ciones, las destrucciones y los ajustes netos deentradas y salidas ad hoc de los capitales econó-micos ambiental y manufacturado. Estas estima-ciones supondrían ampliaciones sustanciales delsistema de cuentas nacionales convencional, eimplicarían la redefinición de sus conceptos deproducción y costes económicos, y, por tanto, elconcepto de valor añadido comercial convencio-nal habría de ser ampliado con la estimación delas rentas ambientales dislocadas y omitidas delos ecosistemas en las cuentas CEA/CES(COMISIÓN EUROPEA, 2001, 2011; EUROPEAN

COMMISSION, 1994; LEDOUX, 2013).En las valoraciones antes referidas de los

ecosistemas forestales la elección de los produc-tos del monte que son objeto de valoración esarbitraria y por esta razón se dificulta la compa-ración de los resultados al variar en cada casolos componentes de la cesta de productos del

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monte seleccionados. La Clasificación ComúnInternacional de los Servicios de losEcosistemas (CICES) es una investigación enproceso con el fin de normalizar la cesta de pro-ductos de los ecosistemas naturales. La CICESprovisional ha limitado la lista de productos eco-nómicos del monte a los que tienen un origenbiótico y al agua natural, y excluye las energíasrenovables abióticas, la extracción de áridos yservicios de sumideros de sustancias industrialescontaminantes. La CICES aún no ha desarrolla-do una clasificación con el criterio de valor decambio de los productos intermedios y finalesofrecidos por los ecosistemas (EEA, 2011;EUROPEAN COMMISSION et al., 2013; HAINES-YOUNG & POTSCHIN, 2013).

Los economistas han producido una abun-dante investigación referida a la valoraciónambiental de estudios de casos con el fin casiexclusivo de estimar el excedente del consumi-dor ante cambios en la provisión y dotación deservicios ambientales. Sorprendentemente, tra-tándose de investigadores de la ciencia económi-ca, los economistas ambientales, salvo rarasexcepciones, no han desarrollado la valoraciónambiental aplicada al cálculo de la renta ambien-tal de los ecosistemas de forma consistente con elcriterio de valor de cambio de la contabilidadnacional (BATEMAN et al., 2011, 2013; EDENS &HEIN, 2013; FISHER et al., 2008; TEEB, 2010).

El desarrollo de la metodología y su poten-cial aplicación futura de las cuentas de los eco-sistemas tiene como protagonistas principales ala comunidad científica, la administración públi-ca y las oficinas estadísticas oficiales. La medi-ción de la renta total del monte precisa que lacomunidad estadística diseñe la metodología delas cuentas de los ecosistemas recurriendo almejor conocimiento científico disponible. Lasadministraciones públicas no han puesto a dis-posición de las oficinas estadísticas los recursosnecesarios para hacer posible la producción dela nueva información estadística que permitiríaaplicar sus recomendaciones de implantar lacontabilidad ambiental nacional de los ecosiste-mas (EUROPEAN COMMISSION, 1994; COMISIÓN

EUROPEA, 2011; HARRIS, 2013; LEDOUX, 2013).Existe una primera propuesta embrionaria deguía metodológica de las cuentas de los ecosis-temas por parte de las comunidades estadísticas

y económicas (EUROPEAN COMMISSION et al.,2013). En el ámbito científico son escasas laspublicaciones disponibles de las cuentas de losecosistemas integradas con el criterio de valorde cambio de la contabilidad nacional conven-cional (CAMPOS et al., 2001; CAPARRÓS et al.,2003; EDENS & HEIN, 2013).

El sistema de cuentas agroforestales (CAF)del Grupo de Economía Ambiental representauna excepción a la falta de desarrollo de la valo-ración ambiental aplicada a las cuentas de losecosistemas integradas en el sistema de cuentasnacionales convencional (SCN) (COMISIÓN

EUROPEA et al., 2009). El sistema CAF puedeconsiderarse una propuesta teórica de las cuentasde los ecosistemas alternativa a la metodologíaembrionaria oficial del sistema de cuentas eco-nómico ambientales- contabilidad experimentaldel ecosistema (SEEA-EEA) (EUROPEAN

COMMISSION et al., 2013). Están disponiblesnumerosas aplicaciones del sistema de cuentasagroforestales referidas a estudios de casosmicro en sistemas agroforestales en países declima mediterráneo (CAMPOS, 2010, 2011, 2012;CAMPOS et al., 2001, 2002, 2004, 2007, 2008a,b;CAMPOS & CAPARRÓS, 2006; CAPARRÓS Y

CAMPOS, 2004; CAPARRÓS et al., 2003; OVIEDO etal., 2013). La metodología del sistema de cuen-tas agroforestales ha sido expuesta y/o referen-ciada también en los ámbitos de las oficinasestadísticas (CAMPOS et al., 2002; CAMPOS &CAPARRÓS, 2011b) e instituciones especializadas(CAMPOS & CAPARRÓS, 2011a,b, 2012).

El sistema de cuentas agroforestales incor-pora las rentas ambientales privadas y públicasdel monte dislocadas u omitidas en el sistema decuentas nacionales convencional, evita lasdobles contabilizaciones teniendo en cuenta lasrentas ambientales embebidas en el valor añadi-do neto convencional y tiene en cuenta la rentamanufacturada de las empresas de servicios querealizan trabajos in situ en el monte que son soli-citados directamente por el propietario y laadministración pública. Las cuentas agroforesta-les aplicadas en RECAMAN incorporan la valo-ración a los productos sin precios de mercadomediante la aplicación del método de valor decambio simulado (VCS), y de este modo segarantiza la consistencia de los precios reales demercado y los precios simulados en la agrega-

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ción de las rentas de los productos privados ypúblicos del monte (CAMPOS et al., 2001;CAPARRÓS et al., 2003; EUROPEAN COMMISSION

et al., 2013; OVIEDO et al., 2012). La División de Estadística de Naciones

Unidas (UNSD), en cooperación con otras ofici-nas estadísticas e instituciones gubernamentalesespecializadas de los países más industrializa-dos, ha publicado el Sistema de CuentasEconómicas Ambientales-Marco Central(SEEA-CF) (EUROPEAN COMMISSION et al.,2012). El sistema SEEA-CF es el consensoactual de las oficinas estadísticas para servir deguía metodológica oficial en los desarrollosnacionales de la implantación de las cuentasambientales de los productos comerciales que sederivan del sistema de cuentas nacionales(COMISIÓN EUROPEA et al., 2009). La UNSD hapublicado el debate teórico para la elaboraciónexperimental de las cuentas de los ecosistemas(EUROPEAN COMMISSION et al., 2013). Esta guíaaunque en su conceptualización actual no buscahacer visibles y extender las mediciones experi-mentales de las rentas ambientales privadas ypúblicas de los productos sin precios de merca-do de los ecosistemas que están embebidas, dis-locadas u omitidas por la contabilidad nacionalconvencional, sí puede considerarse el embriónde futuras ampliaciones del concepto de produc-ción corriente (NEWSON, 2013; LEDOUX, 2013).

Una parte de la comunidad estadística seampara en las críticas a las limitaciones inheren-tes a los métodos de valoración ambiental, espe-cialmente los basados en preferenciasdeclaradas, como una de las razones por las queaún no se ha consensuado la guía metodológicade las cuentas de los ecosistemas (NEWSON,2013). Otra parte, no menos numerosa, de lascomunidades estadística, científica y políticason partidarias de implantar las cuentas de losecosistemas incorporando las rentas ambientalesahora invisibles, dislocadas y omitidas en lacontabilidad social de las naciones (CAMPOS,2013; CAMPOS Y CAPARRÓS, 2009; CAPARRÓS etal., 2003; EDENS & HEIN, 2013; HARRIS, 2013;COMISIÓN EUROPEA, 2011; LEDOUX, 2013).

La agregación de valores desde una escalamicro a otra macro y el coste de producir la esta-dística ambiental también se han aducido comocausas del retraso en la implantación de la con-

tabilidad ambiental nacional de los ecosistemas.La agregación de valores a escala macromediante la técnica de la transferencia de resul-tados obtenidos a escala micro sigue siendo con-siderada, con generalidad, como una técnica queno resuelve de forma consistente la valoraciónde los productos con el criterio ex post (produc-ción observada con anterioridad a su registrocontable) de la contabilidad nacional. Esta limi-tación metodológica es reseñable en las estima-ciones de los servicios de paisaje ybiodiversidad amenazada, en los que el consu-mo no consuntivo dificulta la determinación delvalor de los productos públicos consumidos. Esde destacar en este punto el conservadurismofrente a la innovación metodológica de la valo-ración ambiental de la Oficina Estadística de laUnión Europea (EUROSTAT) (NEWSON, 2013)que, por otra parte, contrasta con la decisiónpolítica de la Dirección General de MedioAmbiente (LEDOUX; 2013) y de la propiaComisión Europea (COMISIÓN EUROPEA, 2011) afavor de la implantación de la contabilidadnacional ampliada a los productos sin precios demercado de los ecosistemas. No obstante, sí seproduce una aceptación generalizada en que deforma voluntaria los países lleven a cabo losdesarrollos metodológicos y sus correspondien-tes aplicaciones experimentales de las cuentasambientales de los ecosistemas ampliadas a losproductos sin precios de mercado integradas enel sistema de contabilidad nacional.

Función de la renta total del ecosistemaUn ecosistema tiene una función (F) de renta

total que emplea inputs (IA) y capital (CA)ambientales (regalados por la naturaleza), manode obra (MO), e inputs (IM) y capital (CM)manufacturados para generar la renta total (RT)del monte (CAMPOS, 2011, 2013; EDENS & HEIN,2013):

RT =_ F(IA, IM, MO, CA, CM) [1].La ecuación [1] contiene toda la información

necesaria para calcular la renta total a precios deproductor en sus dos componentes de renta totalprivada y renta total pública del ecosistema paracualquier escala de unidad territorial, sea estaúltima una vegetación, una finca, una región ouna nación. Los inputs son flujos de materiasprimas, servicios y producciones en curso utili-

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zados en el ejercicio contable para contribuir ala producción total del ecosistema. El stock decapital del ecosistema en un instante dado puedeclasificarse en capital de producciones en cursoy capital fijo, este último se compone de recur-sos biológicos, tierra, plantaciones, construccio-nes y equipamientos. La mano de obra sedistingue en asalariada y no asalariada.

La valoración económica de la renta total yel capital de un ecosistema comienza por laidentificación de los productos in situ sobre losque existe demanda humana efectiva. Los pro-ductos se han de agrupar en actividades priva-das y públicas (Tabla 1). Una actividad estáformada por un producto o grupo de productospara los que se dispone de sus cuentas de pro-ducción y capital, y, en consecuencia, es factibleestimar sus rentas ambiental, manufacturada(incluye la remuneración de la mano de obra) y

total, esta última se obtiene como valor agrega-do de las dos primeras.

La Clasificación Nacional de ActividadesEconómicas (CNAE) registra los productoscomerciales del ecosistema agroforestal en lasactividades forestales, agrícolas, ganaderas ycinegéticas (COMISIÓN EUROPEA, 2001). LaCNAE no incluye entre los productos públicosdel ecosistema agroforestal los derivados de lagestión directa del monte que hace la adminis-tración pública, si no que estos últimos se regis-tran dislocados en las cuentas del sector de laadministración pública valorados a coste de pro-ducción, y omite los productos intermedios nocomercializados, el autoconsumo ambiental ylos productos públicos sin costes de producciónincurridos por la administración pública.

Los productos se separan en el sistema decuentas agroforestales en intermedios y finales.

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Clase Ambiental ManufacturadaActividades privadasMadera � �Corcho � �Leña � �Piñón � �Castaña � �Bellota � �Hierba y ramón � �Servicios de la selvicultura de conservación �Otros productos forestales �Productos cinegéticos � �Productos ganaderos �Productos agrícolas � �Servicios recreativos comerciales �Servicios residenciales �Autoconsumo ambiental �

�Actividades públicas �Agua natural superficial regulada �Setas silvestres recolectadas �Servicio de fijación neta de carbono �Servicios recreativos públicos � �Servicios de paisaje � �Servicios de biodiversidad amenazada � �

Tabla 1. Rentas ambientales y manufacturadas medidas en RECAMAN

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Los productos de pastos naturales y servicios dela selvicultura de conservación del monte sonejemplos de productos intermedios que se utili-zan en otras actividades del monte como inputs.Las capturas cinegéticas y las cortas de maderason ejemplos de productos finales del ecosiste-ma agroforestal. Entre las producciones finalesse incluyen los productos que permanecen en elmonte contribuyendo a sus producciones futu-ras, como es el caso de la formación bruta decapital por cuenta propia. El coste de una plan-tación de especies forestales es un ejemplo deformación bruta de capital fijo por cuenta propiaque ha de atribuirse un coste de amortizaciónanual estimado por su precio de reposición. Elcrecimiento bruto natural anual de la madera esun ejemplo de formación bruta de produccionesfinales en curso.

Los productos se registran en el sistema decuentas agroforestales en las cuentas de produc-ción y capital. Por un lado, la cuenta de produc-ción distingue la producción total y el coste totalpor actividades privadas y públicas con la fina-lidad de estimar como valor residual el margenneto de explotación. Por otro lado, el stock derecursos que permanecen en el ecosistema agro-forestal por más de un periodo contable (un año)que contribuyen a la generación de productos deejercicios futuros se registra en la cuenta decapital. Esta cuenta ofrece como valor residualla revalorización de capital.

La ganancia de capital del año se estima apartir de la revalorización de capital y restándo-le el valor de las destrucciones de capital, ysumándole los ajustes netos de entras y salidasad hoc y el consumo de capital fijo manufactu-rado para evitar las dobles contabilizaciones.

Conocidos el valor añadido neto y la gananciade capital, se obtiene la renta total del ecosistemaagroforestal por la suma de ambas rentas(COMISIÓN EUROPEA, 2001; EISNER, 1989; HICKS,1939; KRUTILLA, 1967). La renta total es separadaen el sistema de cuentas agroforestales en diversasclasificaciones ad hoc como son, por ejemplo, enrenta privada y renta pública, renta ambiental yrenta manufacturada, renta de mano de obra (MO)y renta de capital (RC), y esta última se clasificaen renta ambiental (RA) y renta de capital manu-facturado (RCM) (CAMPOS et al., 2001, 2002,2008a,b, 2004, 2007, 2008, 2009; CAMPOS Y

CAPARRÓS, 2006; CAPARRÓS et al., 2003;CAPARRÓS Y CAMPOS, 2004, OVIEDO et al., 2013):

RT = RA + MO + RCM [2].

Concepto de renta ambiental La renta ambiental se define como la contri-

bución de los servicios de los ecosistemas a surenta total. Esta definición es coincidente con lade los servicios del ecosistema de EDENS & HEIN

(2013), EUROPEAN COMMISSION et al., 2013;HAINES-YOUNG & POTSCHIN (2013) y CAVENDISH

(2002). Estas definiciones de los servicios delmonte equiparan los conceptos de renta del recur-so natural (renta económica) y renta de explota-ción ambiental embebida en el producto ofrecidopor el monte. En otras palabras, la renta ambien-tal difiere de la renta total en que la primera nocontiene rentas de mano de obra y capital manu-facturado (CAVENDISH, 2002: 53). Se requiere asírecurrir, con generalidad, a la estimación de larenta total del ecosistema para hacer posible lamedición residual de su renta ambiental.

Los productos del monte tienen carácter eco-nómico cuando una persona física y/o jurídicaestá dispuesta a pagar por ellos al propietario dela tierra y/o a la administración pública, en esteúltimo caso normalmente mediante el pago deimpuestos y tasas. Los productos económicosprivados requieren de la existencia de un merca-do del producto o del capital ambiental que lerepresenta, Por ejemplo, en este último caso seencuentra el autoconsumo ambiental del propie-tario privado no-industrial del monte (CAMPOS etal., 2009). El propietario no-industrial privado sepaga así mismo su autoconsumo ambiental deservicios recreativo, paisaje y biodiversidadamenazada y otros vía el coste de oportunidadincurrido por el mayor precio de la tierra que sejustifica por la demanda del mercado de autocon-sumo ambiental (CAMPOS et al., 2009: OVIEDO etal., 2012, 2013). No existe un mercado real paralos productos económicos públicos, ya que lapersona de forma individual o formando partedel conjunto de la sociedad accede sin un pagodirecto a su consumo, siendo en este caso nece-sario recurrir al método de valor de cambio simu-lado (VCS) para estimar su renta económicapública consumida (CAMPOS y CAPARRÓS, 2009;CAPARRÓS et al., 2003; EDENS & HEIN, 2013;EUROPEAN COMMISSION et al., 2013).

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Un producto del monte cuando su función deproducción incorpora un input dado por la natu-raleza puede contener embebida de forma invi-sible su renta ambiental, ya que ésta esobservable sólo en el caso que sea objeto detransacción en el mercado previamente a la ges-tión humana de la actividad que genera el pro-ducto. Si se da esta situación, la renta ambientalde un producto se puede estimar directamentepor su consumo público y/o el valor de su creci-miento natural y la ganancia de capital observa-dos en el año. Sin embargo, es más frecuenteque un producto del monte se genere mediantela contribución, adicional a la tierra, del trabajohumano y el capital manufacturado, encontrán-dose en este caso su renta ambiental embebidaen el valor de transacción real o simulada delproducto. En España son escasos los serviciosambientales sobre los que puede observarse surenta ambiental directamente a través de su pre-cio de mercado. Habitualmente el arrendamien-to de un servicio ambiental privado de la tierrasuele llevar incorporado en el canon ciertos cos-tes de producción manufacturados del propieta-rio de la tierra y, aunque no incluido en el canonde mercado, la administración pública puedehaber incurrido en algún coste de gestión delproducto arrendado.

Una primera opción para valorar la rentaambiental de un monte conocido el precio demercado de su activo ambiental es asumir cons-tante el valor futuro de este último y multiplicarsu valor por una tasa de rentabilidad ambientalarbitraria y así estimar su renta ambiental. El pre-cio de mercado de un activo ambiental observa-do en transacciones reales puede contener variasrentas ambientales y, sin conocerse el valor capi-tal de transacciones de mercado de uno de loscapitales ambientales singulares que se deseaconocer, podría estimarse su valor capitalambiental mediante el método de precio hedóni-co. Una segunda opción para estimar la rentaambiental de recursos renovables se basa en susflujos de crecimientos y ganancias de capital delservicio del ecosistema en el ejercicio, si bien eneste caso sólo es posible aplicar este procedi-miento cuando son observables sus precioscomerciales ambientales en una situación deestado estacionario en la que no se ha incurridopreviamente en costes de mano de obra y capital

manufacturado. Una tercera opción de estimar larenta ambiental es a partir de los cánones dearrendamientos de los recursos renovablesambientales que ofrecen su renta ambientalembebida restándoles a estos últimos los costesmanufacturados incurridos por el propietario dela tierra. Y una cuarta opción para valorar la rentaambiental (RA), cuando se encuentra embebidaen la renta total (RT), es restar de esta última larenta de la mano de obra (MO) y la renta delcapital manufacturado (RCM) incurridos por elpropietario de la tierra y la administración públi-ca. Este procedimiento de estimar la rentaambiental a partir de la renta total de la actividadsingular recibe el nombre de método de valora-ción residual (MVR). Este método puede aplicar-se también a los productos sin precios demercado si se han valorado previamente simu-lando la existencia de mercados por métodos devaloración ambiental basados en preferencias delos usuarios u otros métodos alternativos:

RA = RT – MO – RCM [3].

RENTA AMBIENTAL DE LOS MONTESMEDIDAS EN RECAMAN

La naturaleza aporta una oferta de serviciosambientales libres que, dada su abundancia yausencia de apropiación, nadie quiere pagar porellos. Entre estos servicios no económicos, para-dójicamente, se incluyen algunos que son indis-pensables para la vida, pero que afortunadamentedada su condición de ser una producción naturalabundante y la imposibilidad de excluir a nadiede su consumo, está garantizado su consumo gra-tuito para siempre para todos los seres vivos. Sonejemplos de servicios libres el aire, el flujo deenergía solar y el ciclo del oxigeno. Otros produc-tos del ecosistema agroforestal, cuando no sonobjeto de transacciones, son económicos por serescasos e implicar habitualmente la oferta deestos productos del monte un coste de producciónmanufacturado. Estos productos económicos sinprecios de mercado son los que son objeto devaloración a precios de mercado o estimados susprecios simulando el mercado por métodos devaloración ambiental ad hoc. Los ecosistemasagroforestales de montes presentan una ampliagama de servicios económicos que se pueden

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agrupar en servicios públicos puros, servicioscuasi públicos/privados y servicios privadospuros (KOPP & SMITH, 1993). Los consumos depasto, ramón y bellota por las especies cinegéti-cas y ganaderas pueden llegar a ser consideradosproductos cuasi económicos/libres. Podría consi-derarse un consumo libre de un servicio económi-co del monte si el propietario de la tierra noencuentra a persona o institución alguna quepague por consumirlos o disponer de ellos enexclusiva; o bien, no se genera una renta familiarmixta que alcance para remunerar los tres facto-res de producción del monte formados por lamano de obra, el capital ambiental (la tierra inclu-yendo el vuelo y los animales silvestres insepara-bles de la tierra) y el capital manufacturado.

La apropiación y consumo de rentas ambien-tales privadas y públicas confieren al monte sucarácter de activo ambiental mixto privado ypúblico, ya que tanto los costes de producción sonconjuntos privados y públicos, como los produc-tos económicos son también conjuntos privados ypúblicos. Por ser habitualmente invisibles las ren-tas ambientales privada y pública del monte, suestimación requiere aplicar métodos de valora-ción que simulan las transacciones de mercado delos servicios del ecosistema que se encuentranincorporados en los valores de los productos cony sin precios de mercado observados.

Se ha señalado previamente que las cuentasde los montes tienen como un objetivo priorita-rio hacer visible in situ la renta ambiental de losproductos del monte con precios y sin precios demercado. En el caso de aplicarse a este objetivoel método de valoración residual (MVR), se hande medir primero la renta total derivada de losproductos generados y los costes incurridos enel monte en el ejercicio contable. Las cuentasagroforestales microeconómicas del monte y lasmacroeconómicas de las vegetaciones forestalesgeorreferenciadas han de estimar los valores decambio de todos los productos intermedios yfinales del monte en su conjunto y de cada acti-vidad y/o producto singular.

El proyecto RECAMAN valora seis produc-tos públicos del monte sin precios de mercado insitu. Tres de estos productos (setas, agua y carbo-no) pueden presentar precios de mercado fueradel monte. Se han identificado cuatro productossin precios de mercado, uno privado en forma de

flujo anual de autoconsumo ambiental, y los tresservicios públicos recreativo, paisaje y biodiver-sidad amenazada que son valorados por métodosde preferencias declaradas (valoración contin-gente discreta y experimento de elección). En elservicio de autoconsumo ambiental se simula elingreso de mercado al que el propietario delmonte declara que renuncia a percibir a cambiode mantenerse en el disfrute ambiental de su pro-piedad, y en los tres servicios públicos se simulael ingreso que la administración pública podríarecaudar de los usuarios en las condicionesactuales del monte si los productos públicoshubieran sido puestos a la venta o, alternativa-mente, haberse implantado una tasa justificadapor el consumo de estos productos ambientales.

El desarrollo que sigue del cálculo de larenta ambiental de los productos del monte deAndalucía tiene en cuenta por tipo de actividady/o producto la oferta conjunta de rentasambientales y manufacturadas, excepto algunosproductos que solo generan rentas ambientales omanufacturadas (Tabla 1).

Rentas ambientales privadasLas rentas ambientales privadas estimadas en

el proyecto RECAMAN proceden de los produc-tos de madera, corcho, leña, piñón, castaña,bellota, pasto, ramón, cinegéticos, agrícolas yautoconsumo ambiental. No obstante, se descri-ben brevemente, aunque no generan directamen-te renta ambiental, las actividades de serviciosrecreativos comerciales, productos ganaderos yservicios residenciales. También se describen conmayor detalle las actividades privadas de servi-cios de la selvicultura de conservación (incluyela selvicultura de prevención de incendios fores-tales) y otros productos forestales que, aunquetampoco aportan renta ambiental directamente almonte, proporcionan servicios de producciónintermedia manufacturados que son utilizadoscomo inputs propios manufacturados en la gene-ración de las rentas ambientales de autoconsumoambiental, y los productos públicos de setas,recreativo, paisaje y biodiversidad amenazada.Servicios de la selvicultura de conservación

Se entiende que la selvicultura de conserva-ción genera un servicio intermedio manufactura-do con origen en las actuaciones demantenimiento de las vegetaciones y faunas sil-

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vestres forestales, y el servicio de las plantacio-nes históricas de orientación conservacionista(valorado por el consumo de capital fijo a costede reposición) y el servicio de tratamientos de lavegetación con fines de prevención de incendiosforestales. Son ejemplos de sub-actividadesincluidas en la selvicultura de conservación (a) larenaturalización de pinares para favorecer los cre-cimientos de especies nativas mediterráneas, (b)los tratamientos de restauración de hábitats fores-tales que sustentan a especies amenazadas y (c) elmantenimiento del pastoreo extensivo por elganado rumiante en sustitución de procedimien-tos mecánicos de extracción de la vegetaciónforestal. En el caso en el que se utilicen algunasde las variedades de las razas de ganado autócto-nas que se encuentran en estado crítico se estaríatambién favoreciendo la preservación de la biodi-versidad doméstica (MOLINA, 2010). La actividadde la selvicultura de conservación, ya sea finan-ciada con gasto público en fincas privadas o porel propietario público del monte, se simula, res-pectivamente, que la administración pública com-pra los servicios intermedios manufacturadosproducidos de la selvicultura de conservación alpropietario de la tierra privado y el propietariopúblico los dona a la administración pública,valorados por el coste de producción propio incu-rrido (sin margen). La administración pública losemplea como inputs propios manufacturados delmonte en los productos públicos de setas, y servi-cios recreativos, servicio de paisaje y servicio dela biodiversidad amenazada. En el caso en el queel propietario de la tierra no-industrial sea elfinanciador exclusivo de la selvicultura de con-servación se atribuiría su producción de serviciosintermedios valorados por su coste sin margen alautoconsumo ambiental.

La selvicultura de conservación que da origena las plantaciones orientadas a la conservaciónde las vegetaciones también ofrece un servicio deformación bruta de capital fijo manufacturadopor cuenta propia (FBCFSC,P), y como coste deamortización en el futuro queda embebido su ser-vicio en la producción de servicios intermediosde la selvicultura de conservación. Adicional-mente a la FBCFSC,P, podría generarse otras for-maciones brutas de capital fijo por cuenta propiaen la selvicultura de conservación con origen enconstrucciones y equipamientos (FBCFSC,CE).

El criterio de la contabilidad nacional con-vencional de valoración de la selvicultura de con-servación sin margen determina que sus rentasambiental y de capital manufacturada sean nulas(RASC = 0 y RCMSC = 0) y, en consecuencia, segenera únicamente renta de trabajo (MOSC). Sinembargo, al ser empleados sus servicios interme-dios como un input de la producción de los servi-cios públicos del monte, es en la renta ambientalde estos últimos en donde se manifiesta de formainvisible su contribución a la renta ambiental delmonte, incluyendo su efecto en el margen de estasúltimas actividades públicas:

RASC = RTSC – MOSC = 0 [4].Otros productos forestales

En RECAMAN se han incluido en la activi-dad de otros productos forestales los servicios delucha contra incendios no incluidos en los servi-cios de prevención de incendios forestales y víaspecuarias. Estas subactividades producen servi-cios intermedios y finales de formación bruta decapital fijo por cuenta propia que siguen los mis-mos criterios de valoración que la actividad deservicios de la selvicultura de conservación:

RAOF = RTOF – MOOF = 0 [5].Madera, corcho y leña

Las rentas ambientales de la biomasa fores-tal leñosa de la madera, el corcho y la leñapodrían estimarse por el valor de sus crecimien-tos brutos naturales ambientales (CNABL) y susganancias de capital ambientales (GCABL) en elejercicio contable, siempre que el arbolado y elmatorral se encontraran en estado estacionario yhaber sido valorados por sus precios ambienta-les. Esta medición directa solo puede aplicarsecuando se dispone de valores ambientales (sinvalores manufacturados) de crecimientos yganancias de la biomasa leñosa:

RABL = CNABL + GCABL [6].La estimación de la RABL en la ecuación [6]

implica que la renta de capital manufacturado(RCMBL) es calculada como un valor residual,incumpliendo la prelación de remuneracióndada con anterioridad a esta última renta sobrela primera.

En RECAMAN se estima la renta ambientalde la biomasa leñosa (RABL) asumiendo arbitra-riamente una rentabilidad normal del capitalmanufacturado invertido en la producción de labiomasa leñosa, y en consecuencia su renta

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ambiental se estima por el método de valoraciónresidual (MVR):

RABL = RTBL – MOBL – RCMBL [7].La medición de la renta ambiental de la bio-

masa leñosa no ofrece dificultad metodológicaalguna. Las funciones físicas de crecimientonatural de la biomasa pueden ser estimadas apartir de los datos aportados por el InventarioForestal Nacional y de investigaciones disponi-bles y/o producidas ad hoc. Las extraccionesfísicas anuales suelen estar publicadas en laestadística oficial. Los precios y los costescomerciales son datos en ciertos casos precarioso inexistentes en la estadística oficial. En lapráctica se requiere un arduo trabajo de produc-ción de la información requerida para estimar larenta ambiental de la biomasa leñosa forestal.Piñones y castañas

Los criterios para estimar la renta ambientalde piñones y castañas son los mismos que los dela biomasa leñosa, con la salvedad de verse faci-litado su cálculo por ser sus producciones yextracciones productos de ciclo anual. La selvi-cultura industrial de castañas y piñones excluyelos costes de los tratamientos del pino piñoneroy el castaño orientados a la conservación delpaisaje y a la producción de madera. En cambio,sí se incluye en la producción de la selviculturaindustrial los efectos en los rendimientos frute-ros de la selvicultura de conservación, pero nolos costes de esta última:

RACP = RTCP – MOCP – RCMCP [8].Bellotas, hierbas y ramones

La cuantificación del consumo de recursosde pastoreo del monte presenta una de susmayores dificultades en las cuantificaciones físi-cas de las extracciones de bellota, hierba yramón. El consumo en pastoreo por la ganaderíay las especies cinegéticas de las unidades forra-jeras se consideran producciones intermediaseconómicas sólo cuando existe un propietario deganado u operador cinegético que está dispuestoa pagar al propietario de la tierra un canon dearrendamiento. Existen situaciones en las que nohabría demanda efectiva para pagar el consumode recursos de pastoreo de los animales contro-lados y la fauna silvestre no cinegética delmonte. En España tiende a ser frecuente que losrecursos de pastoreo en ciertas ocasiones seanconsumidos por la fauna cinegética y la ganade-

ría sin que sean objeto de demanda efectiva porparte de los propietarios del ganado y/o los titu-lares de cotos cinegéticos, siendo así que bello-ta, hierba y ramón son de hecho productos noeconómicos (gratuitos) en estas circunstancias.

La tendencia a la desaparición de la rentaambiental de los recursos de pastoreo forestalesno sería completa si se produce un pago por losservicios ambientales derivados del pastoreo delos animales controlados cinegético y doméstico.Si un propietario paga a un ganadero para que elganado de este último paste su monte con fines deextracción de la biomasa digestible, el ganaderotenderá a exigir al propietario el pago del costeincremental de practicar el pastoreo frente a lamejor alternativa de cuidado de su ganado. Asíque se espera que el pastoreo del ganado utiliza-do como herramienta biológica extractora de bio-masa del monte pueda influir en el sentido debajar el coste incremental del pastoreo con finesde extracción de la biomasa del monte, y de estemodo el propietario del monte verá reducido elcoste de extracción de la biomasa y/o aumentadala producción de servicios ambientales. Estosconsumos libres de recursos de pastoreo, cuandoes posible su contabilización, se deben incorporaren la producción final de la actividad de la silvo-pascicultura valorados a precio cero, ya que suscontribuciones hacen posible las produccionesfinales económicas de las faunas doméstica ycinegética del monte y de los servicios de alquilerdel ganado con fines de extracción de la biomasa.La paradoja es que el valor económico nulo delconsumo de pastoreo en estos casos posibilita lageneración de rentas manufacturadas de trabajo ycapital manufacturado de las actividades cinegé-tica y ganadera. En estos casos la ganadería puedefavorecer una mayor demanda de unidades de tra-bajo anual del monte y la selvicultura de conser-vación posibilitar que la densidad ganaderaextensiva sea practicada con menor dependenciade la alimentación suplementada en pesebre.

La constatación de un valor económico nulode los recursos de pastoreo consumidos por lafauna controlada de los sistemas pastorales y agro-forestales en el Mundo es un hecho corriente ensociedades tanto pre-industriales como post-indus-triales. En el primer caso, la ausencia de la rentaambiental del recurso de pastoreo forestal se puededeber a que las sociedades con economías de sub-

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sistencia de acceso igualitario gratuito del ganadoal pastoreo de la tierra no generan una renta totalprivada suficiente para remunerar el trabajo fami-liar, el capital manufacturado y el capital ambien-tal de propiedad comunal. En el segundo caso, losprecios de mercado de las producciones comercia-les ganaderas y cinegéticas tienden a generaringresos insuficientes para cubrir los costes deestas producciones y remunerar los servicios de lamano de obra y los capitales inmovilizados priva-dos ambiental y manufacturado.

La renta ambiental de los recursos de pasto-reo se estima en RECAMAN a partir del canonde arrendamiento (CARP), restando a este últimolos costes incurridos por el propietario de la tie-rra de consumo intermedio manufacturado(CIMRP), mano de obra (MORP), consumo decapital fijo manufacturado (CCFRP) –estos tresúltimos costes forma el coste total manufactura-do (CTMRP)– y la renta normal del capitalmanufacturado (RCMRP):

RARP = CARP – CTMRP – RCMRP [9]. La existencia de un mercado de arrendamien-

to de la tierra para los recursos de pastoreo, lascapturas cinegéticas y los cultivos agrícolas ofre-ce la opción preferente de valorar sus rentasambientales a precios cuasi de mercado, ya que elcanon de arrendamiento se espera que sea próxi-mo a la renta ambiental de los recursos arrenda-dos por los bajos costes que el propietario de latierra incurre en sus producciones naturales. Enestas tres rentas ambientales, aún en ausencia dearrendamiento por el propietario de los tres recur-sos ambientales referidos, es preferible aplicar suprecio medio ambiental unitario con origen en loscánones respectivos estimados en el mercado dearrendamientos de dichos recursos, evitándose asíque la estimación residual alternativa de sus pre-cios ambientales se vean influidos por los resulta-dos derivados de la rentabilidad arbitrariaatribuida en este caso al capital inmovilizadomanufacturado de las respectivas actividades. Noobstante, el precio ambiental en ecosistemasmediterráneos suele tener incorporado rentamanufacturada por proceder de rendimientos deuna naturaleza que ha sido transformada por laintervención humana en el pasado. Productos cinegéticos

El punto de partida para estimar la rentaambiental cinegética es el canon de arrendamien-

to cinegético (CACI). La alternativa al canon paraestimar la renta ambiental es partir de la rentatotal de la actividad cinegética (RTCI), aunqueantes fue señalado que se puede incurrir en valo-raciones de mayor incertidumbre en este caso. Seha observado que puede estar sucediendo que elautoconsumo ambiental induce a ciertos propie-tarios a aceptar remuneraciones del capital cine-gético manufacturado por debajo de las normalesdel mercado e incluso negativas, justificadasestas últimas por ver cumplidas los propietariossus “ilusiones venatorias”, es decir, las pérdidascinegética que reflejan sus márgenes de explota-ción negativos no serían tales, sino que podríaser una producción de servicio intermedio de laactividad cinegética omitido a favor de la activi-dad de autoconsumo ambiental. Las especiescinegéticas también podrían estar incorporandorenta ambiental pública embebida en el valor delas rentas ambientales de los productos públicosdel ecosistema, con mayor influencia en el servi-cio recreativo público (CATLIN et al., 2013).

El coste manufacturado (CTMCI) del propie-tario de la tierra está compuesto por las materiasprimas propias de producción intermedia derecursos de pastoreo valorados a precios de mer-cado y/o coste de producción (MPMpiCI). Noobstante, las producciones de recursos de pasto-reo se aplican, con generalidad, al consumo de laganadería, y son los tratamientos de producciónde ramón y siembras agrícolas con destino al pas-toreo de las especies cinegéticas los que única-mente se consideran en sus consumos de recursosde pastoreo (MPMpiCI) en fincas abiertas. En fin-cas con vallado cinegético, a diferencia de las fin-cas abiertas, el canon de arrendamiento de pastosincluiría el consumo de recursos de pastoreo quehacen las especies cinegéticas si compiten con laganadería. La mano de obra (MOCI), el consumode capital fijo propio cinegético manufacturado(CCFCI) –estos tres últimos costes forma el costetotal manufacturado (CTMCI)– y la renta normaldel capital manufacturado (RCMCI) son los costesrestantes a considerar. La destrucción extraordi-naria de capital manufacturado se asume que espagada directamente por el arrendatario de laactividad cinegética.

La renta ambiental cinegética se estima par-tiendo del canon de arrendamiento cinegético(CACI) restándole los costes manufacturados

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(CTMCI) incurridos por el propietario de la tierramás la remuneración normal del capital manu-facturado (RCMCI):

RACI = CACI – CTMCI – RCMCI [10].En RECAMAN no se han estimado las ren-

tas ambientales cinegéticas de autoconsumo ypública que podrían estar embebidas en los valo-res de los productos de las actividades de auto-consumo ambiental privado y servicios públicosrecreativo, paisaje y biodiversidad amenazada.En sentido opuesto a la potencial renta ambien-tal dislocada de la actividad cinegética, no hansido estimados en RECAMAN los malesambientales públicos de la actividad cinegéticapor emisiones de carbono equivalentes y degra-dación o destrucciones por muertes de ganado acausa de la transmisión de enfermedades por lasespecies cinegéticas y los potenciales daños a laregeneración natural de los recursos biológicossilvestres y cultivados.Productos ganaderos

Los animales domésticos, al igual que lossalvajes, simultáneamente generan rentasambientales privadas y públicas. En las explota-ciones de monte un propietario puede mantenerla actividad ganadera con remuneraciones de sucapital inmovilizado manufacturado por debajodel coste de oportunidad de mercado, habiéndo-se observado rentas de capital manufacturadasnegativas a precios básicos (incluye subvencio-nes netas de impuestos ligados a la producciónganadera). En esta situación podría constatarseque la ganadería genera autoconsumo ambientalal propietario y renta ambiental pública a losusuarios recreativos del monte y a la sociedad ensu conjunto por los servicios recreativo, paisajey biodiversidad domestica amenazada.

En RECAMAN no se ha estimado las rentasambientales ganaderas embebidas en el autocon-sumo ambiental, los productos forestales y agríco-las con origen en la fertilización y transporte desemillas de las deyecciones, y públicas embebidasen los valores de los productos de las actividadesde servicios públicos recreativo, paisaje y biodi-versidad amenazada. En sentido opuesto a lapotencial renta ambiental dislocada de la activi-dad ganadera, no han sido estimados en RECA-MAN los males ambientales de la actividad gana-dera por los daños económicos a la regeneraciónnatural de plantas leñosas y herbáceas, las emisio-

nes de carbono equivalente de efecto invernadero,la degradación por compactación de los suelos, lacontaminación del agua natural y otros.Productos agrícolas

La renta ambiental de los productos agríco-las se obtiene para la tierra de cultivos de seca-no, incorporando en el coste de los productos deregadío como “compra” simulada el consumo deagua embalsada por los cultivos. Este procedi-miento evita la doble contabilización in situ(renta ambiental del agua forestal medida porRECAMAN) y el mismo agua en destino cuan-do se consume en el regadío mediante una con-cesión al propietario de la tierra de regadío.

La renta ambiental de los productos agrícolasse corresponde con la renta de la tierra de seca-no, ya que previamente se ha considerado en elcoste del agua de los cultivos de regadío la rentaambiental del agua embalsada concedida por laadministración pública al propietario de la tierra.

La renta ambiental de los productos agrícolasse estima a partir del canon de arrendamiento dela tierra de cultivos agrícolas de secano (CAAG).Se procede aplicando el método de valor residualde forma similar a las actividades de recursos depastoreo y cinegética. Se conocen los costesincurridos por el propietario de la tierra de con-sumo intermedio (CIMAG) de materias primas(MPMAG) y servicios (SSMAG) manufacturados,mano de obra (MOAG), amortizaciones (CCFAG)–estos tres últimos costes forma el coste totalmanufacturado (CTMAG)–, y rentabilidad normaldel capital manufacturado (RCMAG). La rentaambiental (RAAG) de los cultivos agrícolas seobtiene con el mismo criterio que el de las acti-vidades de recursos de pastoreo y cinegética:

RAAG = CAAG – CTMAG – RCMAG [11]. En RECAMAN no se han estimado los

males ambientales causados por la producciónagrícola. El principal mal ambiental de los culti-vos agrícolas procede in situ de la pérdida desuelos y cuenca abajo de la contaminación desuelos y agua por la utilización de fitosanitariosindustriales. La escasa superficie de cultivosagrícolas en las explotaciones de monte, elcarácter extensivo de los cultivos, con la excep-ción del cultivo del olivar de sierra con laboreointensivo, permite esperar que sean absorbidospor la capacidad natural de asimilación de con-taminantes in situ por el medio natural.

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Servicios recreativos comerciales yresidenciales

Los servicios recreativos comerciales sonaún marginales en las explotaciones de monte,ya que el uso recreativo se produce en los mon-tes en forma de libre acceso por el viario públi-co y, en no pocas ocasiones invadiendo losespacios privados de las fincas. Las visitas pri-vadas comercializadas en el interior de lasexplotaciones donde existe el derecho de exclu-sión del propietario suelen producirse vincula-das a turismo activo, aunque también comienzaa practicarse la visita comercial por motivos delos disfrutes escénico, gastronómico y cultural.

Los servicios residenciales comprenden a lasviviendas (con sus construcciones y equipa-mientos auxiliares) de uso recreativo comercial,pagos en especie a los trabajadores y residencia-les de uso familiar del propietario del monte.Las viviendas de los trabajadores producen unservicio de alojamiento que es valorado a preciode mercado de viviendas similares en el entornolocal. Las viviendas residenciales del propieta-rio generan un servicio que puede variar desdeel servicio que ofrece una vivienda de un traba-jador hasta los servicios de una residencia “pala-ciega”. Esta última podría generar una potencialrenta ambiental pública si tiene alguna cataloga-ción de bien de interés cultural. En RECAMANno se ha estimado un precio singular de lavivienda residencial del propietario y se ha con-siderado el precio de mercado local de viviendasde similares dotaciones de servicios. De existirun componente de renta ambiental en las vivien-das residenciales del propietario se encontraríaembebida en el autoconsumo ambiental.

En RECAMAN no se han estimado laspotenciales rentas dislocadas ambientales de losservicios recreativos comerciales y residenciales. Autoconsumo ambiental

El propietario de un monte es consciente deque entre las rentas privadas que el mercadointerioriza en el precio de la tierra se encuentranla renta ambiental autoconsumida por el propie-tario privado familiar (CAMPOS et al., 2009;OVIEDO et al., 2012, 2013). Este propietariotambién es consciente del creciente valor de losproductos ambientales públicos que ofrece elmonte a los visitantes públicos que acceden almonte y a la sociedad en su conjunto por los ser-

vicios de carbono, agua natural producidamediante la escorrentía superficial regulada yfiltración natural cuenca abajo, setas recolecta-das, el servicio recreativo público, servicio depaisaje y servicio de biodiversidad amenazada.

La racionalidad económica de un propietariofamiliar (no-industrial) de un monte se aceptaque se satisface con el resultado de una tasa derentabilidad comercial a precios de productormoderada (antes de considerar el autoconsumoambiental y las subvenciones netas de impuestosligados a la producción), pero asociada al obje-tivo de garantizarse el propietario el estilo devida que le ofrece su monte en exclusiva, medi-do aquí por la renta del autoconsumo ambientalcon origen en los servicios del disfrute recreati-vo, transmisión del legado familiar y otros flujoseconómicos sin precios de mercado. Así, si no setiene en cuenta la tasa de rentabilidad ambientalprivada del monte, se podría observar una apa-rente paradoja económica, que se fundamenta-ría en la inconsistencia entre el precio demercado de la tierra y su reducida tasa de ren-tabilidad comercial de explotación observada.Esta paradoja desaparece si la tasa de rentabili-dad total real privada del monte se estima comoel resultado agregado de las tasas de rentabilidadcomercial y ambiental que genera el monte a suspropietarios privados familiares (OVIEDO et al.,2013). El autoconsumo ambiental, al declarar elpropietario la aceptación de una menor y, enocasiones negativa, tasa de rentabilidad deexplotación comercial es la demostración de queel autoconsumo ambiental genera una rentaambiental privada, si bien su visibilidad moneta-ria, en forma de flujo de caja acumulado, sólo sepercibe de forma explícita en el mayor precio demercado que alcanza la tierra en el momento desu compra-venta, por continuar siendo deman-dado el autoconsumo ambiental del monte porsu nuevo propietario familiar.

Se ha manifestado previamente que el auto-consumo ambiental puede estar influido por lacontribución de las rentas ambientales de otrasactividades del monte como cinegética, ganade-ría, servicios recreativos comerciales y serviciosresidenciales. En RECAMAN la renta ambientaldel autoconsumo ambiental podría estar sobre-valorada al no haberse estimado como inputs deeste último las rentas ambientales de otras acti-

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vidades del monte, que si se hubieran contabili-zado se manifestarían en productos de serviciosintermedios de estas últimas actividades.

Aunque no es el caso de las mediciones rea-lizadas en RECAMAN, se ha señalado antes quetambién podrían representarse como un serviciode producción intermedia privada del ganado,cuando es pagado por el propietario privado dela tierra, el mantenimiento del pastoreo extensi-vo del ganado rumiante en sustitución de proce-dimientos mecánicos de extracción de lavegetación forestal por motivos de favorecer elvalor del autoconsumo ambiental. En este caso,este último estaría contribuyendo a mantener unmayor censo de unidades ganaderas equivalen-tes pastando en el monte.

El único coste manufacturado atribuido alautoconsumo ambiental en RECAMAN es el delos servicios de alojamiento de las residenciasfamiliares del monte. Este servicio intermediomanufacturado se registra como input de consu-mo intermedio manufacturado de servicio pro-pio (SSMpiAA) de la actividad de autoconsumoambiental.

La valoración del flujo anual de autoconsu-mo de servicios ambientales privados se puedeestimar por los métodos de valoración hedónicay contingente. Los resultados de aplicar el méto-do de la valoración contingente en los montesmediterráneos ibéricos y californianos muestranque el autoconsumo ambiental suele ser la rentaambiental privada singular más importante queobtienen los propietarios familiares de un monte(CAMPOS et al., 2009; OVIEDO et al., 2012, 2013):

RAAA = RTAA – SSMpiAA [12].Los montes públicos y privados industriales

pierden la renta de explotación de autoconsumoambiental, aunque sus propietarios no renunciana su valor capital incorporado en el precio demercado de la tierra en el caso de venta delmonte. Un propietario privado de tipo industrialdel monte busca la maximización de la renta decapital comercial, y no tiene interés en el auto-consumo privado de los servicios ambientalesdel monte, excepto que estos últimos puedan darorigen a la obtención de beneficios del propieta-rio fuera del monte. No obstante, los inversoresindustriales pueden apostar por las plusvalíasesperadas si anticipan en sus expectativas tasasde ganancias de capital reales positivas fundadas

en la revalorización futura de los precios ambien-tales del autoconsumo ambiental. Existen indi-cios de que esta racionalidad está presente en elmonte español entre una parte de los propietariosactuales y nuevos inversores. A esta pujanza alalza de precios en el mercado de la tierra funda-da en los servicios ambientales privados, quetiene efectos favorables para el mantenimientode la diversidad en los aprovechamientos tradi-cionales de una parte de los propietarios, tambiéntiene el efecto de dificultar la compra de tierrapor parte de propietarios actuales que deseenfinanciar la compra con el ahorro procedente delos flujos de caja neto del monte que espera obte-ner en el futuro de la inversión: “Un aspectoreseñable en la dehesa es la rigidez del mercadode la tierra, con unos precios de venta muy altosno acordes con las rentas comerciales directasque obtienen de las dehesas (de produccionesganaderas, forestales), sino que son motivadaspor otros aspectos, como los servicios ambienta-les o de ocio que ofrece (consumidos por el pro-pietario o la sociedad en general), o porexpectativas de cambio de uso. En este sentido,los propietarios que han pretendido aumentar eltamaño de sus explotaciones para avanzar en lamejora de su dimensión y manejo, o diversificarsus aprovechamientos, han visto mermadas susposibilidades por los elevados precios reseña-dos” (JUNTA DE ANDALUCIA, 2013: 130).Ciertamente, el autoconsumo ambiental empujaa una racionalidad de propietario a mantener flu-jos de caja negativos financiados con ahorrosajenos a los aprovechamientos comerciales, porello los propietarios que no pueden o no deseanpagarse su autoconsumo ambiental están aboca-dos a vender su finca (CAMPOS et al., 2009).

Rentas ambientales públicasLas rentas ambientales públicas del monte

estimadas en RECAMAN proceden de la recolec-ción gratuita de setas por el público, la fijaciónneta de carbono de árboles y matorrales, la pro-ducción superficial de agua forestal embalsadaeconómica, el servicio recreativo de los visitantespúblicos, el servicio del paisaje y el servicio de labiodiversidad amenazada. Varias de estas activi-dades públicas pueden generar productos manu-facturados entre los que se encuentra laformación bruta de capital fijo por cuenta propia

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(FBCF) de construcciones y equipamientos de laadministración pública y otros. En RECAMANno se ha estimado el valor de mercado simuladodel viario público que se encuentra desplegado enel monte, pero sí su mantenimiento por el gobier-no, ya que se asume que es inalienable y por talmotivo carece de valor de cambio.Setas recolectadas por el público

En España, se reconoce que las setas son unbien económico privado, aunque la realidad quese constata hoy en los montes de Andalucía es,con generalidad (BOE, 2003: Art. 36.1), el libreacceso del público que recolecta las setas en losmontes. Algunos montes públicos han adjudica-do el uso exclusivo a sociedades micológicas atasas notablemente inferiores a su precioambiental, por lo que en estos casos el propieta-rio público dona una parte de su potencial rentaambiental privada de las setas a los socios de lasociedad micológica. Esta renta comercialambiental de las setas en los montes deAndalucía es de escasa importancia, y por ello sejustifica que la recolección de setas en los mon-tes por el público que accede sin permiso expre-so del propietario o con acuerdo del propietarioen el caso de algunos montes públicos se consi-dere en RECAMAN un producto económicoambiental público. La medición de la rentaambiental de las setas asume la práctica de unrecolector recreativo-consumidor y por ello elvalor de mercado de las setas recolectadas a piede finca se atribuye todo él a la renta ambientalpública apropiada por el recolector recreativo. Sise diera el hecho de la práctica de la recolecciónpor personas por motivos de obtener una remu-neración de los servicios de la mano de obra noasalariada empleada, entonces en RECAMAN elvalor de la renta ambiental de las setas recolecta-das únicamente podría aparecer si el precio hora-rio de la mano de obra no asalariada alcanza el80% del precio horario de la mano de obra asala-riada de una actividad local con la que pueda sercomparada la recolección de setas.

La estimación de la renta ambiental de la can-tidad anual de setas ambientales públicas recolec-tadas en los montes se obtiene en RECAMANmediante una encuesta telefónica específica ahogares de la población recolectora potencial de18 o más años de edad resiente en Andalucía. Larenta ambiental de las setas recolectadas se estima

partiendo del valor de mercado a pie de monte dela cantidad anual de setas recolectadas por el públi-co de orientación recreativa a coste privado nulo, eincurriéndose únicamente en un coste de gestiónde la administración pública. Se conoce el costetotal manufacturado incurrido por la administra-ción pública de consumo intermedio (CIMSP),mano de obra (MOSP) y consumo de capital fijo(CCFSP), además se tiene también estimada laganancia de capital manufacturado (GCMSP). Esti-mada la renta total (RTSP) y asumida la rentabili-dad normal del capital manufacturado (RCMSP) seestima la renta ambiental de las setas:

RASP = RTSP – MOSP – RCMSP [13]. Servicio de fijación neta de carbono deárboles y matorrales

La función sumidero de calor de la atmósfe-ra se considera que es un capital ambiental públi-co perteneciente a las naciones. La variación dela cantidad de carbono almacenado por la vege-tación leñosa del monte afecta al rendimiento dela función sumidero de la atmósfera (aquí elsumidero es el espacio exterior al atribuido a laatmósfera). Este efecto del ciclo del carbono enel monte aún no ha sido objeto de la creación deun mercado regulado generalizado, y por estarazón el flujo de carbono equivalente de efectoinvernadero sigue siendo un servicio económicoambiental público en el monte de Andalucía. Ladisponibilidad a pagar por la fijación neta de car-bono de efecto invernadero de la administraciónpública que muestran los acuerdos que regula lapolítica de cambio climático de la UniónEuropea y el daño evitado, justifican que puedasimularse un valor económico ambiental públicode cambio para el flujo neto de carbono acumu-lado en el monte. Los flujos anuales de fijación yemisión de carbono de la vegetación leñosa(árboles y matorrales) dan lugar a un margenneto de explotación del carbono derivado de lagestión de la biomasa del monte y las variacionesen las edades del arbolado y los matorrales.

El crecimiento anual de los árboles y mato-rrales fija carbono que se simula podría “com-prar” la administración pública de la nación uotro agente económico al precio del mercado deemisiones de carbono forestal u otro precioacordado por la administración pública (dañoevitado). En sentido contrario, la emisión de car-bono equivalente de efecto invernadero a la

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atmosfera es la causa de que disminuya la fun-ción sumidero de calor de la atmósfera, y estedaño al capital ambiental público se produce conla corta de la biomasa (madera, leña, corcho ymatorral), por lo que se puede contabilizar comoun coste de la fijación bruta de carbono delmonte. Por tanto, la fijación y la emisión de car-bono podrán añadir o restar, respectivamente,renta ambiental pública al monte según sea lavariación anual de la biomasa almacenada demadera, leña, corcho y matorral.

La valoración de la fijación neta de carbonotiene una elevada incertidumbre tanto si se adoptanprecios observados en las transacciones de merca-dos de carbono industriales, como se si se aceptanprecios derivados de estimas de daños evitados.Este último criterio de valoración es en teoríamenos preferible, y en la práctica puede implicarun coste desproporcionado, ya que estimar undaño evitado en el caso del carbono requiere unavaloración global del daño de la emisión, que ade-más tiene la dificultad de que sus efectos se distri-buyen en el tiempo en años futuros extraordinaria-mente largos. En RECAMAN se valora el serviciodel efecto invernadero de la fijación neta de carbo-no por el precio de mercado y de las transacionesindustriales europeas del ejercicio que, en ausenciade costes manufacturados, ofrece directamente larenta ambiental del carbono público:

RACP = RTCP [14].En RECAMAN no se ha considerado el

potencial efecto fertilización del incremento delstock de carbono equivalente en la atmósferaque podría aumentar la productividad de creci-miento de la biomasa forestal. En todo caso, lasbajas tasas de crecimiento natural de la vegeta-ción leñosa en los montes de Andalucía podríandar lugar a un efecto fertilización de escasa onula relevancia económica.

No ha sido tenido en cuenta el potencialefecto en la variación de la evapotranspiraciónde las extracciones de biomasa leñosa. El efectode la evapotranspiración podría ser a lo largo deltiempo de un aumento de esta última. Esteaumento del consumo de agua natural por lavegetación del monte induce a la disminución enel stock de agua en el suelo, la escorrentía super-ficial y la filtración. Este aumento del consumode agua tiene un coste invisible en concepto derenta ambiental pública del agua, siempre que

cuenca abajo de donde tiene lugar las extraccio-nes de biomasa el agua se encuentre regulada(CROITORU & YOUNG, 2011). Agua natural de escorrentía superficialregulada

La transformación de una tierra de secano entierra de regadío, cediendo la administraciónpública el uso del agua embalsada al propietariode la tierra de regadío mediante el pago de unatasa por gestión (no incluye la renta ambientaldel agua), supone transferir la renta ambientaldel agua superficial embalsada producida en elmonte al propietario de la tierra que por primeravez adquiere la concesión del agua para los cul-tivos de regadío.

La regulación actual de los derechos de pro-piedad del agua embalsada por la administraciónpública determina su condición de bien económi-co ambiental público cuyos usos para riego hansido adjudicados a sus beneficiarios privados porla administración pública. Tanto la agencia públi-ca que gestiona el agua regulada y directamentela administración pública incurren en costes derestauración “hidrológica-forestal” que tienen losefectos de mejorar la calidad del agua embalsaday reducir los aportes anuales de materiales a losembalses. Estos costes manufacturados son cos-tes de la cuenta del agua de la agencia pública porasumirse que tienen lugar en el dominio públicodel cauce de los ríos, y estos últimos no son obje-to de cuantificación económica en RECAMAN.

Se estima en RECAMAN únicamente un valoreconómico ambiental del agua natural embalsadaprocedente de la escorrentía superficial de agua delluvia de la superficie del monte. Se asume que larenta ambiental unitaria del agua más reducida esla derivada del uso para regadío, generando, portanto, otros usuarios del agua regulada por la agen-cia pública un precio ambiental del agua superior.En RECAMAN el precio ambiental del agua con-siderado es el de su uso para riego.

El propietario de un monte incurre en costesordinarios y de consumo de capital fijo manufac-turado para la producción de agua utilizada en lasactividades del monte, y el consumo final comopago en especie a los trabajadores y el autocon-sumo de agua manufacturada propia. Este costeprivado de producción de agua en el monte seincorpora directamente como coste de las activi-dades que utilizan el agua en el mismo monte.

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La vegetación natural del monte consumeagua natural cuyo valor queda embebido en losproductos vegetales del monte. Esta producciónde agua natural intermedia no se ha estimado enRECAMAN. El agua natural filtrada al acuiferoprofundo puede tener un uso económico cuencaabajo y por ello también una renta ambiental enel monte, aunque las limitaciones de datos nohan permitido su estimación en RECAMAN

El agua superficial embalsada tiene usuariosque pagan por su consumo (regantes, industriales,empresas de servicios comerciales, hogares, yotras instituciones). El método de precios hedóni-cos aplicado en RECAMAN a los precios compa-rados de la misma tierra con usos de regadíofrente a secano permite obtener el valor del acti-vo ambiental (CEAG) de mercado del agua natu-ral regulada consumida por los productos deregadío. Asumiéndose una tasa de rentabilidadnormal del agua se calcula su renta ambiental deforma directa. En este caso, por no haber implica-do en el activo ambiental costes manufacturadosde la administración pública embebidos en elcapital natural del agua del monte embalsada esti-mado por su precio hedónico (BERBEL Y MESA,2007; BERBEL et al., 2011), la renta ambientalpública se estima por el producto de la tasa derentabilidad normal (n) sobre el valor al incio dela campaña del activo de agua natural (CiAAG:

RAAAG = N * CiAAG [15].Servicio recreativo público

El disfrute recreativo del público que accedede forma libre a visitar el monte por el viario dedominio público y el acceso permitido en algunasfincas de propietarios públicos es un servicio eco-nómico ambiental público próximo a los servi-cios recreativos comerciales similares descritoscon anterioridad. En estos montes públicos suelensituarse las áreas recreativas donde se instalan lasinfraestructuras de servicios a los visitantes,excepto los centros de recepción de visitantes yaulas de la naturaleza que suelen situarse en lospueblos de entrada a los espacios naturales.

La simulación del precio de mercado de lasvisitas recreativas del público es más robusta o, sise prefiere, son menos inciertas que las valoracio-nes de los servicios del paisaje y la biodiversidadamenazada. La cantidad de visitas se ha estimadoen RECAMAN recurriendo a una encuesta enhogares de España (excluye a los no residentes),

aunque también pueden estimarse, en un mínimo,in situ durante la realización de las visitas (no seha entrevistado a los visitantes extranjetros). Elprecio que los visitantes públicos están dispuestoa pagar para no renunciar a la visita recreativa seha estimado simulando el mercado. En RECA-MAN se ha utilizado el precio dado por la media-na de las visitas mediante una encuesta in situ devaloración contingente a los visitantes de losmontes de Andalucía. Estimado el precio se mul-tiplica por el 50% de las visitas estimadas en elaño por la encuesta de valoración contingente enhogares en toda la superficie de monte considera-da mediante una encuesta en hogares españolespara calcular el ingreso simulado de mercado delas visitas recreativas del público (CAMPOS Y

CAPARRÓS, 2009; CAPARRÓS et al., 2003;EUROSTAT, 2002). Se han utilizado en RECA-MAN como medios de pago una entrada y unasubida en el coste de la gasolina, y se han estima-do precios mixtos de ambos medios de pago parareducir los efectos de las distorsiones de ambostipos de pago simulados.

La administración pública incurre en costes degestión ordinarios y de inversión de la prestacióndel servicio recreativo público a los visitantes delos montes. Entre los productos del servicio recre-ativo público puede haber una producción final deformación bruta de capital fijo por cuenta propiade construcciones y equipamientos (FBCFRP) conorigen en la gestión pública. Las cuentas de pro-ducción y capital de la administración pública enla gestión del la actividad recreativa pública per-miten estimar la renta total, la mano de obra y larenta normal de capital manufacturado incurridosque se requieren para estimar la renta ambientaldel servicio recreativo público en condicioneshomogéneas con el valor de cambio de los pro-ductos de mercado del monte:

RARP = RTRP – MORP – RCMRP [16].Servicio de paisaje

El Convenio Europeo del Paisaje estableceque “por «paisaje» se entenderá cualquier partedel territorio tal como la percibe la población,cuyo carácter sea el resultado de la acción y lainteracción de factores naturales y/o humanos”(CONSEJO DE EUROPA, 2000: Art. 1a). Esta defini-ción de paisaje puede comprender las perspectivasde un paisaje cultural, un ecosistema y, en térmi-nos económicos, una explotación agroforestal.

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El valor del servicio del paisaje público delmonte se refiere a la disponibilidad del públicoa pagar el gasto público incurrido por la admi-nistración pública en la selvicultura de conser-vación, el servicio de la lucha contra incendios(excluidas las actividades de prevención ejecu-tadas en el monte) y la gestión directa de la acti-vidad del paisaje público. Las personas estándispuestas a pagar por el bienestar que percibenhoy de los servicios del paisaje a cambio degarantizarse la continuidad de la producción delos servicios que les presta en el futuro con el findel disfrute personal y/o de terceras personas (seaseguran mediante el pago un bienestar actualpor un valor opción de uso activo futuro). Enotras palabras, el valor del servicio del paisaje esun tipo de valor opción aplicado en situacionesdonde los servicios actuales del paisaje no seencuentran amenazados de extinción.

La estimación del valor de la producciónfinal ambiental pública del servicio del paisajese estima en RECAMAN mediante un experi-mento de elección (EE) realizado en hogaresespañoles. El método de experimento de elec-ción presenta una mayor versatilidad que el devaloración contingente convencional para con-seguir hacer emerger los valores de la disposi-ción al pago más cercanos al valor esperado delos servicios del paisaje y la biodiversidad ame-nazada de forma conjunta. El valor del productodel servicio del paisaje se valora en RECAMANpor la disponibilidad a pagar del público(DAPPP) con origen en el coste total ordinario deproducción manufacturado (CTMOPP) –elCTMOPP excluye el coste total de la formaciónbruta de capital fijo del año (CTMFBCF)– incurri-do en el ejercicio corriente por la administraciónpública más un pago adicional (DAPAPP) alcoste corriente simulado que estima el pago totaldeclarado, y manteniendo el usuario el compro-miso del pago de la tasa adicional al gasto públi-co en años sucesivos hasta un horizonte máximode 30 años. En el coste total de la administraciónpública se incluye el coste de inversión para laproducción propia de construcciones y equipa-mientos (FBCFPP) en la gestión del servicio delpaisaje. El valor del producto del servicio delpaisaje (DAPPP) incluye el coste de amortizacio-nes históricas de las construcciones y equipa-mientos existentes al inicio del ejercicio

utilizadas en la gestión pública de la actividaddel servicio del paisaje. El criterio seguido paraestimar el ingreso total es arbitrario al asumirseque la elección de la tasa única de pago es la quedeclara el último beneficiario que hace máximala recaudación que se deriva de los resultados dela encuesta de experimento de elección realiza-da a la población residente de 18 o más años deEspaña (asumiendo un criterio conservador seha omitido a en el cálculo a los beneficiariosextranjeros). La DAPPP tiene en cuenta que elcoste de la FBCFPP se encuentra contabilizadodoblemente en el valor a coste de producción delcoste total ordinario manufacturado (CTMOPP)de paisaje público en el ejercicio:

DAPPP = CTMOPP + DAPAPP [17].El coste total ordinario manufacturado del

año de la actividad pública del paisaje (CTMOPP)está integrado por el consumo intermedio(CIMOPP), la mano de obra pagada con gastopúblico (MOOPP) y el consumo de capital fijo(CCFOPP). El CIMOPP está formado por las dematerias primas compradas (MPMcOPP), los ser-vicios comprados (SSMcOPP) e intermedios pro-cedentes de la selvicultura del paisaje y de lalucha contra incendios forestales (SSMpiPP):

CTMOpP = CIMOPP + MOOPP + CCFOPP [18].La encuesta de experimento de elección

(EE) se ha diseñado simulándose la opción,entre otras opciones, que el paisaje se conservaen los próximos 30 años en la calidad y la canti-dad actuales dependiendo de la tasa que esté dis-puesto a pagar. Se le requiere a la persona queelija entre varias opciones de gestión conjuntasde paisaje y biodiversidad amenazada asociadasal pago de una tasa que se le presenta como unpago adicional a añadir al gasto público actual.El resultado es que se obtienen las demandasconjuntas de los servicios del paisaje y biodiver-sidad amenazada. Estas demandas relacionanlos precios y cantidades respectivos de superfi-cies por tipos de paisaje y biodiversidad amena-zada de especies silvestres que actualmente songestionadas por la administración pública.

En RECAMAN se ha simulado un mercadoaplicado a los servicios del paisaje y la biodiver-sidad amenazada derivados del experimento deelección y de los costes de gestión de la adminis-tración pública de ambas actividades por separa-do que permiten recaudar el máximo ingreso

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conjunto que se puede recaudar por los serviciosde paisaje y biodiversidad amenazada medianteuna tasa única a recaudar de todos los beneficia-rios. Conocidos la renta total, la mano de obra yla renta de capital normal manufacturada de laadministración pública, se estima por el métodode valor residual la renta ambiental del serviciode paisaje: RAPP = RTPP – MOPP – RCMPP [19].Servicio de biodiversidad amenazada

La valoración económica del servicio de biodi-versidad amenazada público considera únicamen-te el valor existencia de las especies vivas de losmontes reconocidas por la administración públicay/o la comunidad científica en distintos grados detendencia hacia la extinción en ausencia de medi-das preservacioncitas y que cuentan con progra-mas de gestión financiados con gasto público.

El valor existencia se fundamenta en el bien-estar que experimenta el público por incurrir enpagos que mitigan y/o evitan que desaparezcanlas especies silvestres suficientemente escasasen ausencia de la gestión pública (mínimo deseguridad estándar). El público, a cambio delbienestar actual que percibe por la preservaciónde las especies vivas, declara su disponibilidad apagar una tasa para asegurarse el derecho a quese reduzca el riesgo de extinción y/o no aumen-ten las especies silvestres amenazadas delmonte. La variedad biológica amenazada, comolas restantes especies no amenazadas, puedenaportar otras rentas ambientales, distintas alvalor de la de la biodiversidad amenazada (valorexistencia), embebidas en otros productos delmonte, como por ejemplo el uso recreativo y elservicio del paisaje.

Los conocimientos científicos de los exper-tos de la biología de la conservación y la admi-nistración pública ofrecen la lista con el númerode especies amenazadas de los montes en elentorno del umbral crítico de la extinción y conbase en esta lista se diseña una encuesta de expe-rimento de elección (EE) que ofrece, tras un tra-bajo de análisis estadístico laborioso, la curva dedemanda conjunta con el servicio del paisaje,pero que mediante un complejo tratamiento eco-nométrico de las respuestas a los cuestionariosse pueden obtener las curvas de demanda sepa-radas en el tramo del entorno de las cantidadesde servicios consumidos actualmente de la bio-diversidad amenazada y el paisaje.

El proyecto RECAMAN aplica un experi-mento de elección sobre la base de 235 especiesvegetales y animales silvestres amenazadas endistintos grados de los montes de Andalucía. Noobstante, se reconoce que resta todavía un incier-to camino de experimentación científica hastalograr estimar la tasa declarada por biodiversidadamenazada mitigando los sesgos actuales quemotivan las controversias en el ámbito científico.No obstante, cualquiera que siga siendo la incer-tidumbre de la valoración de la biodiversidadamenazada, se considera que es una buenaopción para el diseño de políticas de mitigaciónde pérdidas de biodiversidad conocer la tasa queen un lugar y tiempo dados están dispuestos apagar los ciudadanos de forma individual ocolectiva (gobiernos e instituciones privadas).

El valor agregado de la biodiversidad amena-zada de los montes de Andalucía se obtiene mul-tiplicando el total de especies amenazadas por elprecio de mercado simulado único. Este últimoha sido estimado a partir de la elección de la tasaque maximiza el ingreso conjunto de paisaje ybiodiversidad amenazada que se deriva de laencuesta de experimento de elección a hogaresespañoles, y separando con posterioridad susprecios respectivos por procedimientos econo-métricos. La elección de un mismo precio paratodas las especies amenazadas está justificadapor la naturaleza de la cosa valorada. Esta últimaes mitigar la extinción de una variedad genéticaúnica no-reproductible y no sustituible cuyobeneficio activo actual o futuro es desconocido.En esta situación el público no tiene preferenciaspor una variedad genética singular frente a otra,siguiéndose que todas las variedades genéticasson equivalentes en precio. Ciertamente estahipótesis teórica puede que no sea creíble a la luzdel comportamiento observado de los usuarios,ya que la declaración del valor de uso pasivo(valor existencia) puede no ser realmente contes-tada por estar la experiencia del consumidor elhabitualmente asociada a otros usos activos de lacosa valorada, siendo así que la respuesta puedereferirse a valor económico total de la cosa, y noa uno de sus múltiples valores, justamente el máselusivo de todos, como es el caso del valor exis-tencia por el que se le pregunta de forma directao implícita (CAMPOS, 2010). No son pocos losque desde todas las disciplinas rechazan que sea

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posible medir en términos comparables a los pro-ductos de mercado el valor existencia. En lapráctica los excepticos pueden llevar la delante-ra, pero aún y así, la ausencia de valoración noimpide la acción política, y esta última podráimponerse con fundamento en el principio deprecaución por una minoría a la mayoría, inclusoaunque se conozca el valor existencia que estaúltima atribuye a una cosa única no reproducibleen peligro de desaparecer para siempre.

La crítica que rechaza la valoración econó-mica ambiental basada en preferencias socialesde los productos sin precios de mercado de losservicios, ecosistemas o especies en los casos debienes únicos en el umbral del peligro de extin-ción tiene su fundamento en el principio de pre-caución. En estas situaciones son los gobiernosa los que les compete decidir, en última instan-cia, en representación de las generaciones actua-les y las no nacidas, sobre la cuantía del gastopúblico destinado a la preservación de un hábi-tat o una especie. En esta situación es racional-mente aceptable que el gasto público incurridopueda ser superior al que desean gastar las gene-raciones actuales, con la restricción de que estasúltimas han de tolerar el mayor gasto para que elgobierno de un país democrático decida llevarloa cabo. La integración en la elección de la cuan-tía del gasto público en interés de las generacio-nes aún no nacidas justifica la opción de laadministración pública de no atender únicamen-te el bienestar de las generaciones actuales(KRUTILLA, 1967; NORTON, 1987).

En ausencia de umbrales próximos a laextinción, la crítica que niega la consistenciateórica de la aplicación de la valoración ambien-tal basada en las demandas sociales puede supo-ner la sustitución “política” de la valoraciónambiental surgida de la mayoría de la sociedadpor la valoración ambiental implícita de lasminoritarias “expertas” de la sociedad, y sin serde aplicación en esta situación el principio deprecaución, dicha sustitución es contraria alprincipio democrático de la mayoría.

Como sucede con las setas y los serviciospúblicos recreativo y paisaje, también el servi-cio de la biodiversidad amenazada público tieneuna función de costes manufacturados (CTMBP)incurridos por la administración pública. Losproductos que resultan de la gestión pública de

la actividad del servicio de la biodiversidadamenazada son el servicio de la biodiversidadamenazada valorado por la disposición a pagardel público (DAPBP) y la formación bruta decapital manufacturado por cuenta propia(FBCFBP). La DAPBP se compone del coste totalordinario manufacturado (CTMOBP) y la tasaadicional (DAPABP):

DAPBP = CTMOBP + DAPABP [20].Conocidos la renta total, la mano de obra y

la renta de capital normal manufacturada de laadministración pública, se estima por el métodode valor residual la renta ambiental del serviciode la biodiversidad amenazada público:

RABP = RTBP – MOBP – RCMBP [21].

MODELO SIMPLIFICADO DEESTIMACIÓN DE LA RENTAAMBIENTAL

La Tabla 2 presenta un ejemplo hipotéticodel cálculo de la renta ambiental de un ecosiste-ma que se deriva de las cuentas de producción ycapital del sistema de cuentas agroforestales.Los valores presentados no son reales y única-mente sirven al fin de facilitar la comprensiónde los registros contables. Con el propósito desimplificar la descripción de los registros conta-bles, y sin que ello suponga pérdida de generali-dad, se asume que no existen otros servicioseconómicos en el ecosistema que los descritos.

Valor añadido netoProducción total

El sistema de cuentas nacionales (SCN) noregistra la producción intermedia del ecosiste-ma. El propietario del ecosistema produce recur-sos y pastoreo que aprovechan los animalesdomésticos y cinegéticos por un valor de merca-do imputado de 72€·ha-1. El propietario tiene uncontrato territorial firmado con la administra-ción pública para la realización de servicios deconservación forestal que favorecen el valor dela producción final de los servicios públicos, quele da derecho a una compensación del gobiernode 12€·ha-1. Ambas producciones de recursos depastoreo y servicios de selvicultura de conserva-ción suman la cantidad de 64€·ha-1 registradacomo producción intermedia privada.

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Clase Privada Pública Total 1. Producción total 419 182 601

1.1 Producción intermedia 84 0 841.2 Producción final 335 182 517

1.2.1 Producción final SCN 205 40 2451.2.2 Producción final otra 130 142 272

2. Coste total 173 40 2132.1 Consumo intermedio 106 32 138

2.1.1 Consumo intermedio propio 72 12 842.1.2 Consumo intermedio comprado SCN 28 20 482.1.3 Producción en curso utilizada 6 0 6

2.2 Mano de obra SCN 57 3 602.2.1 Empleo asalariado 50 3 532.2.2 Empleo no-asalariado 7 0 7

2.3 Consumo de capital fijo manufacturado SCN 10 5 15

3. Margen neto de explotación (1 – 2) 246 142 3883.1 Margen neto de explotación ambiental 236 133 3693.2 Margen neto de explotación manufacturado 10 9 19

4. Valor añadido neto (2.2 + 3 = 1 – 2.1 – 2.3) 303 145 4484.1 Valor añadido neto SCN (1.2.1 – 2.1.2 – 2.3) 167 3 1704.2 Valor añadido neto otro (4 – 4.1) 136 142 278

5. Ganancia de capital – 7 – 15 – 225.1 Revalorización de capital – 9 – 20 – 29

5.1.1 Revalorización de capital ambiental 1 – 15 – 145.1.2 Revalorización de capital manufacturado – 10 – 5 – 15

5.2 Destrucción de capital 8 0 85.2.1 Destrucción de capital ambiental 6 0 65.2.2 Destrucción de de capital manufacturado 2 0 2

5.3. Ajuste neto de capital 0 0 05.3.1 Ajuste neto de capital ambiental 0 0 05.3.2 Ajuste neto de capital manufacturado 0 0 0

5.4 Consumo de capital fijo manufacturado SCN 10 5 15

6. Renta total (4 + 5 = 6.1 + 6.2) 296 130 4266.1 Mano de obra 57 3 606.2 Renta de capital 239 127 366

6.2.1 Renta ambiental 227 118 3456.2 .2 Renta de capital manufacturado 12 9 21

7. Capital inmovilizado 8.000 7.000 15.0007.1 Capital inmovilizado ambiental 7.600 6.700 14.3007.2 Capital inmovilizado manufacturado 400 300 700

Tabla 2.Modelo simplificado de estimación de la renta ambiental del ecosistema

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El ecosistema genera una producción finalde bienes y servicios privados compuesta porproductos agrícolas, ganaderos, cinegéticos yautoconsumo ambiental de una cuantía de335€·ha-1. El autoconsumo ambiental, que no estenido en cuenta por el SCN, se estima que apor-ta 130€·ha-1 a la producción final.

La producción final pública se asume queestá compuesta en esta ocasión por la producciónde agua natural superficial embalsada, la fijaciónneta de carbono, las setas recolectadas, los servi-cios recreativos de libre acceso, los servicios depaisaje y los servicios de biodiversidad amenaza-da. La producción final pública se valora por ladisponibilidad a pagar por los beneficiariospúblicos individuales, institucionales y la socie-dad en su conjunto por los productos públicosconsumidos y/o apropiados gratuitamente sumi-nistrados por el ecosistema. Además del gastopúblico incurrido en el ejercicio contable por elgobierno en la producción final pública de40€/ha, los beneficiarios están dispuestos a pagaruna cantidad adicional por la utilidad que le pro-porciona la gestión productiva del gobierno delecosistema de 142€·ha-1. El SCN únicamenteregistra el valor de la producción final públicapor el coste incurrido en su generación, cuandosu valor de mercado simulado es de 182€·ha-1. Enesta producción final pública se incluye la forma-ción bruta de capital fijo manufacturado deriva-do del gasto público por una cuantía de 2€·ha-1.Sumadas las producciones finales públicas y pri-vadas, valoradas ambas de forma consistente porsus respectivos valores de cambio, se estima unaproducción final total de 517€·ha-1.Coste total

El SCN contabiliza únicamente los costes deconsumo intermedio de materias primas y servi-cios comprados, la mano de obra y el consumo decapital fijo manufacturado. El consumo interme-dio con origen en la producción intermedia derecursos de pastoreo y la producción en curso uti-lizada de capturas cinegéticas son los costes omi-tidos por el SCN. El coste de consumo intermediopropio público de 12€·ha-1 se debe a los serviciosde la selvicultura de conservación, y estos si soncontabilizado por el SCN, si bien serían registra-do por este último sistema como una compra deservicios en la cuenta del gobierno y no en lacuenta del ecosistema. Una alternativa a la aquí

propuesta sería considerar la producción interme-dia de servicios de la selvicultura como una pro-ducción final privada que compra el gobierno y seregistra como un consumo intermedio de servi-cios comprados (intra-consumo) de la actividadde producción pública del ecosistema (EUROPEAN

COMMISSION et al., 2013). Se ha desestimado estaalternativa del SEEA-EEA por inconsistencia conla función de producción del ecosistema, ya quedicha convención responde al criterio político deno modificar la estructura de unidades económi-cas del SCN que atribuye la producción del eco-sistema a las dos unidades económicasindependientes de empresa privada y empresapública (gobierno). El sistema de cuentas agrofo-restales (CAF) sigue el criterio de la función deproducción física de la unidad económica territo-rial que fija los limites únicos del ecosistemacomo empresa gestionada de forma conjunta yconcertada (intervención pública) por los gestoresprivado y público.Valor añadido neto

La cuenta de producción del ecosistema per-mite estimar el margen neto de explotación aprecios de productor del ejercicio contable querepresenta el beneficio de explotación derivadode las actividades productivas privada y pública.Sumado a este último el coste de la mano deobra se obtiene el valor añadido neto del ecosis-tema, que en este caso representa la renta deexplotación del ecosistema. El valor añadidoneto público contabilizado por el SCN incorpo-ra entre su coste intermedio el coste de 12€·ha-1

de intra-consumo (consumo intermedio propiopúblico), además de los señalados con la siglaSCN en la Tabla 2. Se observan notables dife-rencias en el ejemplo hipotético, y aunque estacondición le invalida para cualquier análisis deuna realidad concreta, la experiencia disponibleen aplicaciones en montes mediterráneos mues-tra que el SCN subvalora en grado notable larenta de explotación.

Ganancia de capitalLa preocupación por medir la renta total del

ecosistema requiere estimar la capacidad produc-tiva futura de los activos naturales del ecosiste-ma. En este ejemplo hipotético que pone elacento en la estructura contable de la cuenta deproducción no se muestra la cuenta de balance de

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capital y se presentan los indicadores que se deri-van de esta última. Se asumen precios constantesde los servicios del ecosistema y una la ligeradisminución futura de la capacidad productivanatural que se estiman de una pérdida total decapital (revalorización negativa) de -14€·ha-1.Las destrucciones de capital privado que suman8€·ha-1 se refieren al ganado reproductor muertoy al ajuste por el déficit de capturas cinegéticassobre las previstas existentes contabilizadas en elinventario inicial. Consideradas las revaloriza-ciones, las destrucciones, los ajustes y el consu-mo de capital fijo se estiman una pérdida(ganancia negativa) de capital total de -22€·ha-1.La renta total social es en el ejemplo ligeramen-te inferior al valor añadido total, por lo que larenta de explotación (valor añadido neto) es unindicador próximo a la renta total del ecosistemasi su gestión se encuentra en un a situación esta-ble o estacionaria.

Renta total socialEstimados la renta total social y sus compo-

nentes de renta de mano de obra (MO) y de rentade capital (RC), resta imputar la remuneracióndel capital manufacturado inmovilizado(CINM). Las cuentas de capital y producción delecosistema del sistema CAF ofrecen la informa-ción necesaria para las estimaciones del capitalmanufacturado inicial y el capital circulantemanufacturado que agregados muestran el valordel CINM de 700€·ha-1, repartido en 400€·ha-1 y300€·ha-1, respectivamente, de las actividadesprivada y pública. Asumida una tasa de rentabi-lidad del capital manufacturado del 3%, se tieneuna renta de capital manufacturado, respectiva-mente, de 12€·ha-1 y 9€·ha-1 de las actividadesprivada y pública. Aplicando la ecuación del cál-culo residual de la renta ambiental [3], se tieneque en el ejemplo la renta ambiental aporta, res-pectivamente, el 77% y el 91% de la renta totalsocial de las actividades privada y pública. Estepeso relativo es consistente con la informacióndisponible sobre la contribución del capitalambiental inmovilizado al capital total inmovili-zado en ecosistemas de montes mediterráneos.

El corolario de este ejemplo hipotético esque refleja situaciones frecuentes en el monteespañol, en las economías de los serviciosambientales privados y públicos explicarían la

mayor parte de la renta total social del monte, yel autoconsumo ambiental del propietario engran medida el precio de mercado del monte.Ambos resultados económicos son ignoradospor la estadística oficial, cosa que no sucede conla contabilidad privada de las explotaciones demonte, ya que los propietarios sí los tienen encuenta para tomar sus decisiones de continuar oabandonar su empresa agroforestal.

CONCLUSIONES

La valoración de la renta ambiental de unmonte requiere considerar hechos objetivos ocu-rridos en el ejercicio contable y recurrir median-te herramientas científicas a la valoración dehechos y expectativas de producción futuras derentas de capital sobre los que ha de imputarse,en unos casos, sólo sus precios y, en otros casos,asumirse hechos futuros esperados referidos acantidades y precios. De todas las expectativasde futuro asumidas, es la elección arbitraria de latasa normal de rentabilidad esperada la quepuede suponer un efecto significativo en lamedición de la renta total actual. La imputaciónde un precio corriente para los servicios públi-cos de la fijación neta de carbono, recreativo,paisaje y biodiversidad amenazada implica eluso de modelos y datos de encuestas a los con-sumidores que inducen al analista a una elecciónentre un abanico de valores extraordinariamenteabierto. Es inevitable que la valoración de larenta ambiental de un monte –y así sucede tam-bién en las mediciones de RECAMAN– seencuentre sujeta a un rango amplio de incerti-dumbre en los valores simulados de los produc-tos sin precios de mercado, y de manera másacentuada en los casos de el paisaje y la biodi-versidad amenazada.

Se ha señalado que la medición de la rentaambiental del monte sin precios de mercadosigue siendo controvertida en los ámbitos cientí-fico y estadístico. Esta valoración tiene a sufavor que sus resultados responden a la aplica-ción de métodos científicos, y en su contra que seha de recurrir también a algunos supuestos arbi-trarios. Aún así, deberían ser preferidas una ges-tión del monte y un diseño de las políticaspúblicas que han tenido en cuenta las valoracio-

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nes económicas de servicios ambientales obteni-das mediante el mejor conocimiento científicodisponible. Este punto de vista ha sido expuestoen este trabajo que es habitualmente defendidoen el ámbito político. Un ejemplo de esta actitudya fue expresado con claridad hace unos años poruna autoridad política de reconocido prestigio:“Las políticas que no se basan en la ciencia y enel conocimiento no pasarán la prueba del tiempo.Ciertamente, no hay otras bases para una deci-sión política sana que la de usar la mejor eviden-cia científica disponible. Esto es especialmentecierto en el campo de la gestión de los recursosnaturales” (BRUNDTLAND, 1997: 457).

Este trabajo ha mostrado que el sistema decuentas agroforestales ofrece, de forma consis-tente con el criterio del valor de cambio de lacontabilidad nacional, la medición de la rentatotal del monte, y así se hace posible el cálculode sus rentas ambientales singulares y sus con-tribuciones a las rentas totales que generan losproductos del monte. En este contexto, quienesson contrarios al uso cauteloso de la valoraciónambiental para el cálculo de la renta nacionalsuelen aducir precisamente la volatilidad de losresultados derivados de las respuestas de losusuarios en los cuestionarios preparados ad hoc.Es una paradoja observar como los economistasque trabajan únicamente con datos observadosde transacciones de mercado no ponen en cues-tión la continuidad de sus métodos de trabajoante la habitual repetición del incumplimientode las predicciones de sus análisis. No cabeesperar de la valoración ambiental basada encomportamientos reales y/o declarados de losusuarios que no resulten iguales o más inciertasque las que se derivan de los datos del mercado.La valoración ambiental tiene su mayor virtuali-dad en el estudio de casos, aunque ha de recono-cerse que aún no ha madurado en su desarrolloen contextos macroeconómicos con criteriossimilares a los del mercado que aplica la conta-bilidad social convencional. Una de las mayoresincertidumbres de la valoración ambiental, notratada en este trabajo, es que de llevarse a lapráctica real las simulaciones del mercado aescala macro podría suceder que los preciosrelativos de la economía general se vieran influi-dos, y por este motivo los precios simulados delos productos del monte se verían afectados. Se

asume de forma arbitraria que los cambios en elconsumo en esta situación no serían de granefecto en el resto de productos de la cesta de lacompra del consumidor.

Se ha descrito en esta ponencia la metodolo-gía que desarrolla el proyecto RECAMAN decombinar criterios micro y macro para construirunas contabilidades a escala de explotación y aescala regional de las rentas ambiental y total delos montes. Se ha mostrado que los métodos devaloración ambiental hacen posible medir losproductos sin precios de mercado de los ecosis-temas de forma consistente con las valoracionesde mercado aplicando el método de valor decambio simulado. El sistema de cuentas agrofo-restales presentado permite medir la rentaambiental y la renta total de los montes deAndalucía de forma integrada y consistente conlos criterios de la contabilidad convencional.

El gasto público ha sido integrado enRECAMAN en las cuentas del monte con el finde aportar la medición de la renta ambiental delos productos públicos del monte.

Esta información contable sistemática favo-rece el análisis de la eficiencia, la equidad y larentabilidad social de la contribución del gastopúblico en las economías privada y pública delmonte. La información suministrada por el siste-ma de cuenta agroforestales del monte puedetener aún mayor relevancia cuando el objetivodel administración pública persigue la implanta-ción de tasas ambientales para sufragar el costepúblico de favorecer los servicios públicosrecreativo, paisaje, biodiversidad amenazada enlos montes, entre otros.

RECAMAN no ha estimado los dañosambientales derivados de las actividades econó-micas del monte. Se cree que su medición nomodificarían significativamente los resultadosen las condiciones extensivas y de acumulaciónde biomasa que se está produciendo en los mon-tes de Andalucía, con la excepción de la dismi-nución de la escorrentía superficial de aguanatural que alcanza los embalses. Tampoco hasido valorada la extracción de biomasa forestalcon el fin de producir energía renovable porhaberse aplicado la política de incentivos a estaactividad con posterioridad a 2010, fecha estaúltima a la que se refiere la valoración de larenta ambiental de RECAMAN.

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Agradecimientos

El autor agradece las contribuciones recibidasen el desarrollo de las ideas presentadas en estaponencia de sus colegas Alejandro Caparrós, JoséLuis Oviedo, Begoña Álvarez, Paola Ovando delGrupo de Economía Ambiental del IPP-CSIC.Otros colegas de las instituciones participantes enel proyecto RECAMAN han aportado conoci-mientos especializados indispensables para la dis-cusión aquí expuesta, entre los que se encuentranlos investigadores Santiago Beguería, Luis DíazBalteiro, Mario Díaz, Juan Carranza, CasimiroHerruzo, María Martínez, Fernando Martínez,Gregorio Montero, María Pasalodos, CarlosRomero y Mario Soliño. Conste el reconocimien-to del autor a la Junta de Andalucía por haber con-tribuido a la financiación y al trabajo de campo delproyecto RECAMAN, singularmente a José San-tiago Guirado que confió en el GEA para empren-der la dirección del proyecto RECAMAN, a lossucesivos responsables del Expediente de RECA-MAN (contrato número NET165602) Franciscade la Hoz, José Ramón Guzmán y Rafael Cadenasen la Consejería de Agricultura, Medio Ambientey Agua (CAPMA), y a María Isabel Martín y otroscolaboradores de RECAMAN en la AgenciaAndaluza de Medio Ambiente y Agua (AMAyA).Los puntos de vista aquí expresados, no obstante,son de la exclusiva responsabilidad del autor y nonecesariamente coinciden con los de las institu-ciones participantes en el proyecto RECAMAN.

GLOSARIO

Actividad ambiental:Proceso natural y/o derivado de la interven-

ción humana que, mediante el consumo derecursos económicos, conduce a la obtención deuno o más productos no comerciales principalintegrados en la producción total de la explota-ción en el ejercicio contable y que son registra-dos de forma convenida en las cuentas deproducción y capital con el fin de estimar surenta y capital. Puede contener productoscomerciales asociados.Actividad ambiental privada:

Proceso natural y/o derivado de la interven-ción humana que, mediante el consumo de

recursos económicos, conduce a la obtención deuno o más productos no comerciales principalesconsumidos y/o apropiados por el propietariointegrados en la producción total de la explota-ción en el ejercicio contable y que son registra-dos de forma convenida en las cuentas deproducción y capital con el fin de estimar surenta y capital. Puede contener productoscomerciales asociados.Actividad ambiental pública:

Proceso natural y/o derivado de la interven-ción humana que, mediante el consumo derecursos económicos, conduce a la obtención deuno o más productos no comerciales principalconsumidos y/o apropiados gratuitamente por elpúblico integrados en la producción total de laexplotación en el ejercicio contable y que sonregistrados de forma convenida en las cuentasde producción y capital con el fin de estimar surenta y capital. Puede contener productoscomerciales asociados.Actividad comercial:

Proceso natural y/o derivado de la interven-ción humana que, mediante el consumo de recur-sos económicos, conduce a la obtención de uno omás productos comerciales principal integradosen la producción total de la explotación en elejercicio contable y que son registrados de formaconvenida en las cuentas de producción y capitalcon el fin de estimar su renta y capital. Puedecontener productos no comerciales asociados.Actividad productiva:

Proceso natural y/o derivado de la interven-ción humana que, mediante el consumo de recur-sos económicos, conduce a la obtención de uno omás productos integrados en la producción totalde la explotación en el ejercicio contable y queson registrados de forma convenida en las cuen-tas de producción y capital con el fin de estimarsu renta y capital. Formada por un producto ogrupo de productos para los que se dispone de suscuentas de producción y capital, y, en consecuen-cia, es factible separar su renta total en ambiental,mano de obra y capital manufacturado.Autoconsumo ambiental:

Disposición a renunciar a un mayor ingresoque el actual de su finca por los propietarios pri-vados familiares (no industriales) en contrapar-tida al disfrute y otros valores no comercialesque les proporciona mantenerse en la propiedad

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y a los que se verían obligados a perder en casode venta de su propiedad con el objetivo deincrementar los beneficios monetarios de lainversión en sectores alternativos al monte. Elvalor capital con origen en la renta del autocon-sumo ambiental es incorporado en el precio demercado de la tierra (CAMPOS et al., 2009;OVIEDO et al., 2012 y 2013). Beneficiarios:

Personas y unidades económicas (empresas,hogares, gobiernos y otras unidades en el restodel Mundo) que reciben beneficios a los que losservicios y productos del ecosistema contribu-yen (EUROPEAN COMMISSION et al., 2013: 158).Bienes y servicios públicos:

Productos apropiados y/o consumidos gra-tuitamente generados en el ejercicio corriente,con frecuencia como una producción conjuntaasociada a la producción de otros bienes y servi-cios, por los factores de producción empleadosen la explotación. También reciben el nombre deexternalidades positivas cuando su producciónconjunta es involuntaria. Bosque:

Explotación constituida en su mayor partepor formaciones arboladas de coníferas y fron-dosas maderables, y formaciones de robles noadehesados.Capital ambiental:

Valor de cambio de los activos fijo y circulan-te dados por la naturaleza que proporcionan losservicios del ecosistema que contribuyen a la pro-ducción total de la explotación en el ejerciciocorriente. También conocido por capital natural yse refiere a todo bien o servicio escaso que pro-porciona bienestar a las personas sea directamen-te o a través de un proceso de producción conintervención humana (UNU & IHDP, 2012: 333).Capital inmovilizado:

Valor medio durante el ejercicio contable dela inversión de capital empleado en la obtenciónde la producción total de la explotación(CAMPOS et al., 2001; OVIEDO et al., 2013).Capital manufacturado:

Valor de cambio de los activos fijo y circu-lante producidos con la intervención humana queproporcionan servicios del ecosistema que con-tribuyen a la producción total de la explotaciónen el ejercicio corriente. Incluye el capital fijo deplantaciones, construcciones y equipamientos.

Las oficinas estadísticas cuando hablan de inver-sión en capital fijo se refieren a la acumulaciónde capital producido (UNU & IHDP, 2012: 333).Capital natural:

También conocido por capital ambiental y serefiere a todo bien o servicio escaso que propor-ciona bienestar a las personas sea directamente oa través de un proceso de producción con inter-vención humana (UNU & IHDP, 2012: 333).Compensación pública:

Compra simulada de la administración públicade la producción intermedia de servicios privadoscon origen en las actividades privadas financiadastotal y/o parcialmente con pagos públicos. Cuenta de balance de capital privada:

Registros contables del sistema de cuentasagroforestales (CAF) de la acumulación y movi-mientos en el ejercicio contable de las produc-ciones en curso y los bienes duraderos (bienesde capital fijo) empleados en la generación de laproducción total privada, valorados a precios deproductor, pertenecientes a los propietarios de latierra y el ganado.Cuenta de balance de capital social:

Registros contables del sistema de cuentasagroforestales (CAF) de la acumulación y movi-mientos en el ejercicio contable de las produc-ciones en curso y los bienes duraderos (bienesde capital fijo) empleados en la generación de laproducción total social, valorados a precios deproductor, pertenecientes a los propietarios de latierra y el ganado, y a la administración pública.Cuenta de producción privada:

Registros contables del sistema de cuentasagroforestales (CAF) de la producción y el costecomerciales (incluye el autoconsumo ambiental)valorados a precios de productor pertenecientesa los propietarios de la tierra y el ganado.Cuenta de producción social:

Registros contables del sistema de cuentasagroforestales (CAF) de la producción y el costeprivados y públicos valorados a precios de pro-ductor pertenecientes a los propietarios de la tie-rra y el ganado, y a la administración pública.Dehesa:

(i) “Explotación constituida en su mayorparte por formación adehesada, sometida a unsistema de uso y gestión de la tierra basado prin-cipalmente en la ganadería extensiva que aprove-cha los pastos, frutos y ramones, así como otros

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usos forestales, cinegéticos o agrícolas” (JUNTA

DE ANDALUCÍA, 2010: 8, artículo 2b). (ii)“Sistema antrópico de uso y gestión de la tierrabasado principalmente en la explotación ganade-ra extensiva de una superficie de pastizal y arbo-lado mediterráneo, en la que más del 20% estáocupada por especies frondosas con una fracciónde cabida cubierta arbolada comprendida entre el5% y el 60%, que da lugar a un ecosistema en elque la conjunción del manejo agrosilvopastoralpropicia importantes valores ambientales, el usosostenible del territorio, un paisaje equilibrado yuna adecuada diversidad a distintos niveles deintegración" (MAPA, 2008: 7).Densidad cinegética:

Número de unidades ganaderas equivalentesde especies cinegéticas por hectárea existentesal inicio del ejercicio contable en la explotación.Esta densidad se calcula considerando todos losanimales cinegéticos. Densidad ganadera:

Número de unidades ganaderas equivalentespor hectárea existentes al inicio del ejerciciocontable en la explotación. Densidad total animal:

Número de unidades equivalentes de las espe-cies domésticas y cinegéticas por hectárea existen-tes al inicio del ejercicio contable en la explotación. Equidad:

Justicia e imparcialidad en un contrato oreparto que mueve a dar a cada parte lo quemerece en reciprocidad a sus aportaciones.Ecosistema:

“..es un sistema dinámico complejo decomunidades de planta, animal y microorganis-mos, y ambiente no vivo interactuando comouna unidad funcional” (MA, 2005: p. v).Excedente del consumidor:

“Es la ganancia obtenida por los consumido-res por haber comprado un producto a un preciode mercado que es inferior al precio más eleva-do que estarían dispuestos a pagar” (EUROPEAN

COMMISSION et al., 2013: 161).Excedente del productor:

“Es la cantidad que los productores gananvendiendo a un precio de mercado que es más ele-vado que al que estarían dispuestos a vender, quesería función de los costes de producción” másuna remuneración normal por el capital inmovili-zado (EUROPEAN COMMISSION et al., 2013: 168).

Excedente neto de explotación privado:Agregación del margen neto y las subven-

ciones netas de explotación privados.Externalidad:

“Efectos de las actividades [de la explota-ción] en el bienestar de las personas que no hantomado parte en las decisiones de llevarlas acabo” (UNU & IHDP, 2012: 332).Flujo de caja neto privado a precios básicos:

Diferencia entre los ingresos y los gastosmonetarios pertenecientes al propietario de laexplotación incurrida en el ejercicio contableligada a la generación de la producción corrien-te y la compra de bienes de capital.Formación adehesada:

“Superficie forestal ocupada por un estratoarbolado, con una fracción de cabida cubierta(superficie de suelo cubierta por la proyección dela copa de los árboles) comprendida entre el 5%y el 75%, compuesto principalmente por encinas,alcornoques, quejigos o acebuches, y ocasional-mente por otro arbolado, que permita el desarro-llo de un estrato esencialmente herbáceo (pasto),para aprovechamiento del ganado o de las espe-cies cinegéticas” (JUNTA DE ANDALUCÍA, 2010: 8,artículo 2a).Formación bruta de capital fijo:

Producción terminada de bienes duraderospor cuenta propia (inversión interna) en formade construcciones, equipamientos, paso de ani-males de renuevo a reproductores o adultos detrabajo, y plantaciones forestales.Formación bruta de producciones en curso:

Producción de bienes no terminados existen-tes al final del ejercicio que incluyen el crecimien-to bruto natural leñoso del año, y las existenciasfinales del año de producciones agrícolas en pro-ceso de crecimiento, ganados existentes al finaldel ejercicio no incluidos en la formación bruta decapital fijo ganadera y animales cinegéticos exis-tentes al final del ejercicio no incluidos en la for-mación bruta de capital fijo cinegético.Impuestos sobre la producción:

Tasas sobre los productos y consumos inter-medios, excluido el impuesto del valor añadido,y otras tasas similares no deducibles.Males públicos:

Costes incorporados involuntariamentecomo inputs ambientales de la producción gene-rados en el ejercicio corriente en la explotación,

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generalmente como una producción conjuntaasociada a otros bienes y servicios, por los fac-tores de producción empleados en la explota-ción. También reciben el nombre deexternalidades negativas. Un ejemplo de malpúblico se tiene en la emisión de dióxido de car-bono asociada como a la corta de madera y laroza de matorral.Mano de obra asalariada:

Empleo demando por la explotación en elejercicio contable prestando de forma depen-diente bajo la responsabilidad del propietario dela finca o de la administración pública. Mano de obra asalariada privada:

Empleo demando por la explotación en elejercicio contable prestando de forma depen-diente bajo la responsabilidad del propietario dela finca y pagado por este último directamente oa través de terceros encargados por el propieta-rio de gestionar la ejecución de las actividadesagroforestales privadas.Mano de obra asalariada pública:

Empleo demando por la explotación en elejercicio contable prestando de forma depen-diente bajo la responsabilidad de la administra-ción pública y pagada por esta últimadirectamente o a través de terceros encargadospor la administración pública de gestionar la eje-cución de las actividades agroforestales privadas.Mano de obra no asalariada privada:

Empleo demando por la explotación en el ejer-cicio contable prestando de forma independientebajo la responsabilidad del propietario de la finca.Mano de obra privada:

Empleo demando por la explotación en elejercicio contable prestando de forma dependien-te (mano de obra asalariada privada) e indepen-diente (mano de obra no asalariada privada) bajola responsabilidad del propietario de la finca.Mano de obra total:

Empleo demando por la explotación en elejercicio contable que se deriva de las activida-des económicas realizadas bajo la responsabili-dad del propietario (empleo privado) eimputadas bajo la responsabilidad de la adminis-tración con origen en el gasto público (empleopúblico). Este empleo puede estar pagado(empleo asalariado y no asalariado remunerado)y no-pagado (empleo privado no asalariadofamiliar no remunerado).

Margen neto de explotación privado:Renta de explotación que remunera los ser-

vicios prestados por los capitales ambiental(natural) y manufacturado privados empleadosen la generación de la producción total privadade la explotación en el ejercicio contable. Margen neto de explotación social:

Renta de explotación que remunera los servi-cios prestados por los capitales ambiental (natural)y manufacturado (privados y públicos) empleadosen a la generación de la producción total social dela explotación en el ejercicio contable. Matorral:

Explotación constituida en su mayor partepor formaciones forestales leñosas no arbóreas.Paisaje:

‘‘Es cualquier parte del territorio tal como lapercibe la población, cuyo carácter sea el resul-tado de la acción y la interacción de factoresnaturales y/o humanos (CONSEJO DE EUROPA,2000: Art. 1a).Pastizal:

Explotación constituida en su mayor partepor formaciones forestales herbáceas.Precio ambiental:

Valor unitario de la renta ambiental de losservicios del ecosistema.Precios básicos:

Son los precios de productor a los que se lesañade las subvenciones a la producción y se res-tan cualquier tasa pagada por la ejecución de lasactividades productivas. Este es el precio rele-vante para la toma de decisiones del propietariopor constituir el precio real percibido (COMISIÓN

EUROPEA et al., 2009: 116, par. 6.51a y 6.52)Precios de productor:

Son precios recibidos por el propietario de laventa de los productos y la ejecución de servi-cios productivos en la explotación que excluyenlas subvenciones a la producción y el impuestodel valor añadido y cualquier otra tasa similardeducible (COMISIÓN EUROPEA et al., 2009: 116,par. 6.51b).Producción en curso utilizada:

Bienes no terminados que se encuentranacumulados en la explotación al inicio del añocontable o que entran durante el año de fuera dela explotación y que se contabilizan como uncoste de consumo intermedio cuando son emple-ados en la generación de la producción total del

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ejercicio corriente. Permite la integración en lacuenta de producción de la salida de la cuenta debalance de producciones en curso de bienes noterminados que tienen un valor antes de queentren a formar parte de la producción del ejer-cicio contable. Se incluyen los consumos delejercicio de bienes procedentes de las cuentas debalance de producciones en curso forestal, gana-dera, agrícola y cinegética.Producción final:

Bienes y servicios generados en la explotacióndurante el ejercicio contable destinados a la venta,el autoconsumo, la acumulación de produccionesexistentes al final del año, la donación, el pago enespecie, la extracción furtiva de animales cinegé-ticos, y cualquier otro uso de los bienes y serviciosde la producción corriente del ejercicio contableque no sea la producción intermedia. Producción intermedia:

Bien o servicio producido en la explotaciónen el ejercicio contable y reempleado en elmismo ejercicio para producir otro bien o servi-cio en la misma explotación. Por el mismo valoruna producción intermedia se registra en el costede consumo intermedio de la explotación comoconsumo intermedio propio.Productos no comerciales escasos:

Bienes y servicios de la producción total dela explotación generados en el ejercicio contableque carecen de precios de mercado.Productos comerciales:

Bienes y servicios de la producción total dela explotación generados en el ejercicio contableque son habitualmente objeto de transaccionesde mercado. Productos del ecosistema:

“Son las cosas [escasas] que las personascrean o derivan de los servicios de los ecosiste-mas” (HAINES-YOUNG & POTSCHING, 2013: i).Contienen incorporados los valores de los servi-cios del ecosistema y los servicios manufactura-dos de mano de obra y capital construido.Reempleo de producción agrícola:

“Únicamente deben registrarse en la produc-ción [final] agraria [cosechada] de la rama deactividad los productos vegetales utilizados en laalimentación animal” en pesebre durante el ejer-cicio contable (COMISIÓN EUROPEA, 2001: 42,par. 2.20.8). El sistema de cuentas nacionales(SCN) omite la producción intermedia

(COMISIÓN EUROPEA et al., 2009). El sistema decuentas económicas de la agricultura y la selvi-cultura (CEA/CES), que es un sistema satélitedel SCN, respetando el espíritu del SCN ha con-siderado denominar a la producción intermediavegetal cosechada para ser usada en la alimenta-ción animal en pesebre en la explotación duranteel mismo año de su cosecha como una ventasimulada de producción final (reempleo) y sucontrapartida en el coste como una compra ficti-cia de consumo intermedio. Así la explotaciónregistra en la producción final toda la producciónagrícola cosechada sea comercializada o no.Remuneración de la mano de obraasalariada:

Pagos en dinero y en especie (bienes y servi-cios), en contraprestación por los servicios de lamano de obra dependiente (asalariada) a cargodel propietario y la administración pública, yotros agentes económicos en su nombre, quereciben los trabajadores y la seguridad social. Remuneración de la mano de obra noasalariada:

Cuando la mano de obra no asalariada espagada su precio horario es inferior o igual al80% del precio horario de la mano de obra asa-lariada en las fincas para la prestación delmismo servicio, se asume que toda la rentamixta familiar manufacturada es atribuida al tra-bajo no asalariado y el margen neto de explota-ción del propietario familiar es cero. Cuando elvalor de la renta mixta familiar manufacturadaes positivo y su valor por hora de mano de obrafamiliar empleada es superior al 80% del preciohorario de la hora de trabajo asalariado, seasume que el empleo no asalariado es remunera-do al 80% del coste horario del empleo asalaria-do, y el restante valor de la renta mixta familiarmanufacturada se atribuye al margen neto deexplotación manufacturado del propietario fami-liar (OVIEDO et al., 2013: 396, nota10). Renta ambiental:

Es la contribución que hacen los ecosistemasen términos de valor de cambio a los productosque las personas crean o derivan de los ecosiste-mas. Al ser un regalo de la naturaleza recibe elnombre de renta del recurso natural (RR), y portanto no contiene ni renta de trabajo, ni renta decapital manufacturado (CAVENDISH, 2002: 53;EUROPEAN COMMISSION et al., 2013: 152). La

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renta del recurso (RR) es la renta que recibe unpropietario por arrendar a una tercera persona latierra para llevar a cabo la producción corriente,una vez que se ha detraído del canon de arrenda-miento cualquier remuneración de trabajo y capi-tal manufacturado en que pudiera haber incurridoel propietario en la generación de la produccióncorriente perteneciente al arrendador (COMISIÓN

EUROPEA et al., 2009: 180, par. 7.154). Se corres-ponde con el concepto de renta económica. Estaúltima aplicada a los activos ambientales recibetambién el nombre de renta del recurso. Renta de capital privada:

Remuneración que recibe el propietario encontraprestación por los servicios de los factoresde producción de los capitales ambiental ymanufacturado privados empleados en la pro-ducción corriente del ejercicio estimadas por elsistema de cuentas agroforestales (CAF). Renta económica:

(i) “Este término fue aplicado por los econo-mistas británicos en el siglo XIX a la renta obte-nida de la propiedad de la tierra (SAMUELSON &NORDHAUS, 1989: 981). (ii) “Es el beneficio quese apropia el productor o usuario de un activocalculado después de que todos los costes y laremuneración normal [del capital manufactura-do] han sido tenidos en cuenta” (EUROPEAN

COMMISSION et al., 2012: 297).Renta del recurso:

“Es la renta económica que procede de los acti-vos ambientales, incluyendo a los recursos natura-les” (EUROPEAN COMMISSION et al., 2012: 304).Renta total privada:

Remuneración que reciben los trabajadores yel propietario en contraprestación por los servi-cios de los factores de producción ambiental ymanufacturado privados empleados en la produc-ción corriente del ejercicio estimadas por el siste-ma de cuentas agroforestales (CAF). Se definecomo: (i) “Montante máximo que puede consu-mir el beneficiario durante un período dado, sindisminuir el volumen de sus activos. Tambiénpuede definirse, como la suma del consumo y dela variación del valor de los activos que se pose-en durante un período dado, en igualdad de con-diciones, puesto que la renta representa lo que sehabría podido consumir. La distinción entre lascuentas corrientes y la cuenta de capital del SEC1995 permite estudiar el consumo potencial

máximo, midiendo el consumo y el ahorro en lascuentas corrientes y la variación del valor de losactivos en la cuenta de capital” (COMISIÓN

EUROPEA, 2001: 95, par. 4.02). (ii) “Consumo [enel ejercicio contable que puede hacer el beneficia-rio] que mantiene la riqueza real constante, elahorro [la inversión] es la diferencia entre estamedida [de la riqueza] y el consumo corriente.Ambos, renta y ahorro han de incluir, por tanto,las ganancias de capital. Para preservar la identi-dad ahorro-inversión, la inversión ha de incluirlas ganancias de capital. La no inclusión de lasganancias de capital es la causa de la divergenciaentre las estimaciones de la renta y los valores demercado registrados en la cuenta de balance decapital” (EISNER, 1989: 17). (iii) “Algunos teóri-cos de la economía han definido la renta como elmáximo consumo que un hogar, u otra unidadeconómica, puede consumir sin reducir su patri-monio neto; el ahorro es definido en consecuen-cia como el cambio real en el patrimonio neto. Enlas NIPAs [cuentas de la renta y el productonacional], la definición de renta es más reducida,reflejando el propósito [de las NIPAs] de medir laproducción corriente” (BEA, 2010: 18).Renta total pública:

Agregación de la remuneración que recibenlos trabajadores y del valor de cambio del consu-mo o apropiación por los usuarios de libre accesode la producción de bienes y servicios ambienta-les públicos de la explotación procedentes los ser-vicios de los factores de producción de trabajo ylos capitales ambiental público y manufacturadode la administración pública empleados en la pro-ducción corriente del ejercicio estimadas por elsistema de cuentas agroforestales (CAF). Renta total social:

“Flujo monetario (real o simulado) generadoen el periodo (un año) que totalmente gastadodentro del periodo, deja al beneficiario con elmismo stock de riqueza (capital del ecosistema) alfinal del periodo que había al inicio en términosreales, en ausencia de nuevos descubrimientos ytransferencias netas de fuera del ecosistema”(CAPARRÓS et al., 2003). Se estima por la agrega-ción de las rentas totales privada y pública de laexplotación en el ejercicio contable estimadas porel sistema de cuentas agroforestales (CAF).Incluye las rentas con origen en los productos sinmercados y las ganancias de capital (CAPARRÓS et

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al., 2003: 179; EISNER, 1989: 17; KRUTILLA, 1967:779; COMISIÓN EUROPEA, 2001: 95). Selvicultura de conservación:

Trabajos orientados a mantener, crear ymodificar la vegetación forestal con fines deproducción de servicios recreativos, paisaje ybiodiversidad amenazada. Los servicios genera-dos son considerados una producción intermediaque se valora a coste de producción y son inputsatribuidos como un coste de consumo interme-dio propio de las actividades públicas citadas.Servicios del ecosistema:

“Son las contribuciones que hacen al bienes-tar humano” las cosas escasas regaladas por lanaturaleza (HAIENES-YOUNG & POTSCHING, 2013:i). No contienen incorporado recursos manufactu-rados de mano de obra y capital construido.Subvenciones de explotación:

Transferencias sin contrapartida recibidaspor el propietario de la administración públicapor mantener algunas de las producción corrien-tes de la explotación.Superficie agraria útil:

Superficie ocupada por suelo fértil dondecrecen la vegetación forestal y los cultivos agrí-colas de la explotación. Tasa de ganancia de capital real:

Se estima como la diferencia entre las tasasnominales de variación media acumulativa delprecio de la tierra y los precios al consumo en elperiodo 1994-2010 en España (MAGRAMA,2011).Tasa de rentabilidad de explotación totalcorriente:

Se refiere al cociente entre margen o el exce-dentes netos de explotación y el capital totalinmovilizado en el ejercicio al fin de generar laproducción total de la explotación (CAMPOS etal., 2001; OVIEDO et al., 2013)Tasa de rentabilidad corriente:

Se refiere al cociente entre diversas rentasparciales (margen y excedentes netos de explo-tación, ganancia de capital) y total (renta decapital) de capital y el capital total inmovilizadoen el ejercicio al fin de generar la produccióntotal de la explotación. El recurso al capitalinmovilizado se justifica a efectos de medirtasas comparables a las obtenidas en inversionesen activos financieros alternativos (CAMPOS etal., 2001; OVIEDO et al., 2013)

Tasa de rentabilidad total real:Se estima por la suma de la tasa de rentabi-

lidad de explotación total corriente y la tasa deganancia de capital real. Unidad forrajera:

Representa a un kilogramo de cebada conuna humedad del 14,1% que aporta el contenidode 2.723 kcal·kg-1 MS (materia seca) de energíametabolizable (INRA, 1978).Unidad ganadera equivalente ovina:

Equivale a un requerimiento anual de 631,45Mcal de energía metabolizable, que se correspondecon los requerimientos energéticos anuales de man-tenimiento de una hembra de ovino vacía en estadosanitario normal y con un peso vivo de 40 kg (MAR-TÍN et al., 1987). Las unidades ganaderas ovinoincluyen únicamente los animales reproductorespresentes en la finca al inicio del periodo, exceptoen los casos del ganado de lidia y el porcino demontanera, en los que se consideran todos los efec-tivos presentes en la finca al inicio del periodo.Unidad de trabajo anual:

Equivale a una persona empleada a tiempocompleto en la explotación que presta serviciosde forma efectiva durante 1.826 horas anuales(h) (MAGRAMA, sf: 26).Valor añadido neto privado:

Renta de explotación que remunera los ser-vicios prestados por la mano de obra y los capi-tales ambiental (natural) y manufacturadoprivados empleados en la generación de la pro-ducción total privada de la explotación en elejercicio contable. Valor añadido neto social:

Renta de explotación que remunera los ser-vicios prestados por la mano de obra y los capi-tales ambiental (natural) y manufacturado(privados y públicos) empleados en la genera-ción de la producción total privada de la explo-tación en el ejercicio contable. Valor de cambio:

Agregación de valores con precios y sin pre-cios de mercado sobre la base, respectivamente,del precio de mercado real en presencia de latransacción y simulado en su ausencia, en uncontexto de equilibrio parcial de los mercados(EUROPEAN COMMISSION et al., 2013: 151).Valor de existencia:

Demanda de opción de uso pasivo que semanifiesta en la disponibilidad a pagar de las per-

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sonas físicas o jurídicas una prima con el exclusi-vo fin de evitar la extinción futura de una cosaúnica no reproducible una vez desaparecida.Valor económico total:

Conceptualización que permite clasificar lasfuentes que fundamentan el origen de los valo-res económicos los productos sobre la base delos usos corriente y futuro.Valor opción de uso activo:

Disponibilidad a pagar de las personas físi-cas o jurídicas de una prima adicional al valorcorriente del bien o servicio para el que se quie-re garantizar una cantidad determinada de ofer-ta futura.

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