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Boletín del Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad de Madrid / Abril 2014 Uso privado DONATIVO 1 [ nº 44 ] Resucitó, ¡Aleluya! Celebremos La Pascua Canonizaciones de Juan XXIII y Juan Pablo II Hablan los nuevos responsables de París y la Escuela de San Pablo Entrevista a Silvia Muñoz y Miguel Sigueros, nuevos rectores

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Boletín del Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad de Madrid / Abril 2014U

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DON

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[nº 44]

Resucitó, ¡Aleluya!Celebremos La Pascua

Canonizaciones de Juan XXIII y Juan Pablo II

Hablan los nuevos responsables de París y la Escuela de San Pablo

Entrevista a Silvia Muñoz y Miguel Sigueros, nuevos rectores

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editorialJosé ramón rubio

Después de tanto tiempo estoy ya a pocos días de la ordenación sacerdotal. Muchos dirán: “¡Qué rápido pasó el tiempo!” Y es que <<mil años en tu presencia son un ayer que pasó, una vela nocturna>> (Sal 90,4). Sin embargo, mi experiencia ha sido distinta y responde más a esta otra palabra de Dios que dice: <<para el Señor un día es como mil años>> (2 P 3,8).Toda esta intensidad de vida que Dios me ha regalado durante estos siete años ha sido una verdadera bendición, aún a pesar de los momentos difíciles que me

ha tocado vivir. Ante tanto recibido surge una pregunta: <<¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?>> (Sal 116,12). Este es el lema sacerdotal que he escogido y que responde a una vida que quiere ser constante acción de gracias por lo que Dios hace en ella.Sin duda el movimiento de cursillos de cristiandad ha sido y es un motivo para dar gracias al Señor. Fue en un cursillo donde yo me encontré con el Señor a mis 25 años de edad. Es en esta comunidad en la que el Señor

fue mostrándome la forma en la que vivir la vocación a la que me llama. Por mucho que me esmere, tengo la certeza de que nunca seré capaz de agradecerle al Señor todo el bien que me ha hecho. Por eso mi agradecimiento necesita contar también con Él, como si en el día del padre necesitara el hijo la ayuda del padre para el regalo del hijo al padre. Entonces sí. Entonces es posible un agradecimiento adecuado y para ello <<alzaré la copa del Señor invocando el nombre del Señor>> (Sal 116,13).

Gracias.

editorial Secretariado Diocesano de Cursillos de Cristiandad de MadridredaCCioN Macarena MontesMaQUetaCioN Mercedes FernándezilUStraCioNeS Juan Pablo ArenasdiSeÑo Beatriz Rodríguez de los RíosFotoGraFÍa Nacho Pereira y Cindy GonzálezColaBoradoreS eSPeCialeS José Ramón Rubio, Susana

Sanz, Silvia Muñóz, Miguel Sigueros, Jóse Antonio Méndez, Eva Castrillo, Gema Mateos, Santi Fernández, Begoña Sánchez-Ramos, Alberto Benaldo de Quirós, Carmen Barallat, Miguel García - San Román, Leticia Nájera-Alesón, Monchi Fernández, Familia Ortega, Mónica Toledo. iMPriMe Reproconsulting, S.L. Este número se puede descargar en formato pdf en

www.cursillosmadrid.org

i nombre es José ramón y hace poco menos de siete años que entré en el seminario conciliar de Madrid. M

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ace unos meses, pensando en el final de curso, me vino un pensamiento fugaz a la cabeza: “cuando llegue junio, termino con la responsabilidad de la ultreya y soy libre”

Digo fugaz porque en el segundo siguiente me asaltó otro pensamiento, pero este con miedo: ” Susana, la última vez que tuviste un pensamiento así, pensando en rascarte la barriga por terminar con algo, te cayó una responsabilidad mayor pues me quedé embarazada de Marta”. Pocas semanas después me llama Manolo y me cuenta que Anita está malucha, se tiene que cuidar, y me propone ser Responsable de la Escuela de San Pablo.El Señor me ha demostrado muchas veces su amor. Y la mayor parte de esas veces en este Movimiento. Y si

me quiere trabajando en la Escuela de San Pablo, de la que soy dirigente comprometida por voluntad personal y porque un día me dijo que contaba conmigo, pues bendito sea. Además, junto con Jordi y la comisión de Escuela, cuento con Edu y con mi equipo (Abraham, Alicia, Elvira, Maripi y Papapi). Intentaré hacerlo lo mejor posible. Pido vuestras oraciones desde ya, y cuento con vuestra entrega al Señor y al Movimiento como dirigentes, para llenar Madrid del amor de Cristo Resucitado. de colores.

eSCUela de SaN PaBloSusana Sanz

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a Junta de rectores y directores espirituales de Cursillos de Cristiandad de Madrid ha ele-gido en los últimos meses a cuatro nuevos rectores: Silvia Muñoz; Cristina Casado; Miguel Sigueros y Juan antonio Montoya que por obra y gracia del espíritu Santo emprenderán una tarea de servicio y entrega a la comunidad de cursillos.

1- ¿Cómo has acogido tu nombramiento como rector/a?Pues la verdad es que tardé un tiempo en acogerlo. Al principio fue una sorpresa y entonces me surgieron unas cuantas preguntas o mejor dicho tentaciones: ¿por qué yo, si yo no sé, no soy capaz? ¿y si salgo co-rriendo? ¿y a dónde? ¿cuánto complicará esto mi vida y la de los míos? Y mirando al Señor en el Sagrario, aparecieron las repuestas: Un día te dije: “Cuento contigo” y me contestaste: “Y yo con tu gracia”; ¿hacia dónde vas a correr, que mi amor no te alcance?; ¿compli-carte la vida? Mírame en la cruz. Y es que el Señor tumba, te deja sin excusas.

2- ¿Qué responsabilidades has adquirido? y ¿qué nuevos horizontes se abren ante este servicio a la comunidad de cursillos?Cuando le conté el nombramiento a mi reunión de grupo, alguien me dijo mirándome con mucho cari-ño que mi vida ya no podía ser la misma, que esta-ba llamada a una vida de verdad cristiana, y esto es lo que ha marcado mi vida en estos siete meses, en los que vivo llena de gratitud al Señor porque cada vez tengo más necesidad de El. Le busco en la Eu-caristía, en el Sagrario, en la Escuela, en la Ultreya, en mi matrimonio, en todo y siempre le encuentro. En definitiva, quiero ser mas cristiana, mas santa y mas apóstol del Señor, en el servicio que El me pida.Le pido a nuestro Señor que me permita seguir po-niendo siempre mi mirada en El y que sea un hu-milde y fiel instrumento suyo para cuidar “su Cur-sillo” y que sean muchos los que puedan participar de la alegría de vivir una vida en Cristo.

eNtreviSta NUevoS reCtoreSSilvia Muñoz

LDesde Proa les damos las gracias y rezamos por ellos.En este número de PROA publicaremos las entrevistas a Silvia Muñoz y Miguel Sigueros.

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1- ¿Cómo has acogido tu nombramiento como rector/a?Al ser algo totalmente inesperado por mi parte, al prin-cipio lo viví con gran sorpresa y emoción ya que uno se ve superado ante esta tarea. Luego, con una gran alegría y responsabilidad, pero sobre todo con una gran confianza en el Espíritu Santo que ha sido realmente el inspirador de mi nombre a mis hermanos de la junta de Rectores y Directores Espirituales. Además, este servi-

cio, totalmente inmerecido por mi parte, solo puedo llevarlo adelante por la oraciones y sacrificios de los hermanos de la comuni-dad lo que le da a uno mucha tranquilidad.

2- ¿Qué responsabilidades has adqui-rido? y ¿qué nuevos horizontes se a b r e n

ante este servicio a la comunidad de cursillos?La principal responsabilidad que he adquirido de cara al movimiento ha sido la de profundizar sobre todo en el método y en los tres tiempos propios del cursillo de los que somos meros “guardianes” para ajustarme exactamente sin salirme ni una coma y no dejar nada a mi improvisación. Para ello durante este curso cambié mi asistencia a la escuela de dirigentes para incorporar-me a la escuela de metodología. En ella al desgranarse las funciones propias del dirigente así como los rollos y meditaciones del cursillo, me ha sido de gran ayuda tanto en mi formación personal como en la preparación de mi primer cursillo como rector, que tuvimos la gracia de celebrar el pasado 20 al 23 de Marzo. A nivel perso-nal, me estimula a ser aún más coherente en mi vida y

apostólicamente más comprometido en la fermenta-ción de mis ambientes.

Yo ni imagi-naba, cuando hice mi cur-sillo hace 18 años, lo que el señor ha ido haciendo tanto en mi vida como en la del movimiento de cursillos de Madrid. Por eso, los nuevos ho-rizontes que se abren a la c o m u n i d a d los veo bajo el prisma, de como decía nuestro queri-do Sebastián, de la ilusión, “del Mayores cosas veréis”.

eNtreviSta NUevoS reCtoreSMiguel Sigueros

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“La experiencia del dolor y de la angustia, de la prueba y del sufrimiento, es uno de esos trances por los que toda persona termina por pasar, antes o después. Des-de que el pecado entró en el mundo, la aflicción forma parte de las reglas del juego. Y tan humano es verse asediado por la congoja, la enfermedad o la muerte, como rehuir de la cruz y del tormento como de la peste. Si hemos sido creados a semejanza de un Dios que es amor, es lógico que nuestro corazón, mente y voluntad tiendan a rechazar con espanto los frutos del pecado original. Pero entonces, ¿cómo es posible que fuese pre-cisamente ése el lenguaje con que Dios quisiera escribir las páginas más importantes de la Historia? ¿Qué clase de pedagogía divina es esa que escoge el camino del Calvario, de la Pasión y de la tortura; qué clase de amor se entrega a la crueldad, al sufrimiento, al llanto y a la zozobra; qué Dios-Amor es el que se encarna en la inseguridad, en la fragilidad, en el miedo…? Siglos llevamos los hombres gimiendo al cielo entre alaridos, cada cual con sus preguntas: ¿Por qué se murió mi hijo? ¿Por qué enfermó mi mujer? ¿Por qué sufrieron mis padres? ¿Por qué mi marido agoniza? ¿Por qué el dolor de mi nieto? ¿Por qué la cruz? ¿Por qué, por qué, por qué?”.Así encaraba yo la Semana Santa, con una inquietud que me corroía desde hace meses: que no entiendo la Cruz y no entiendo el misterio del dolor; no me gusta la cruz, aunque sepa que no se puede ser cristiano ni se-guir al crucificado sin aceptar mi cruz. No es que dude de que Dios me quiera, es que a veces, no entiendo su forma de amarme….Y en estas llegó la Pascua. Relatar a concatenación de sucesos, frases y ratos de sagrario que, durante la Pas-cua de familias con Cursillos, me fueron dando paz y luz

sería demasiado largo para este artículo de PROA. Pero la conclusión, que es lo importante, me la dio mi hijo Mateo, acabada la Vigilia, cuando empezó a jugar con-migo desde el escenario del salón de actos y, tras coger carrerilla, saltaba “al vacío” sin miedo… sólo porque sabía que yo, su padre, estaba debajo y lo iba a coger, sin dejar que se cayese, que se golpease, que sufriese. No le importaba que, aunque alguna que otra vez, se hubiese dado antes un golpe en mi presencia: se fiaba de mí, por ser su padre. A mí me da miedo sufrir y que sufran los míos, y más después del cáncer de Laura. Es lo natural, es lo huma-no. Pero la gracia, o sea, lo sobrenatural, me permite,

tras pedírselo a Dios y recibir-lo de Él como un don, fiarme de mi Padre y lanzarme a vivir, sin temor a caerme y hacerme daño en el futuro. Además, mi gran descubrimiento de esta Pascua es que lo que importa no es el bienestar (esa nueva religión del mundo), el es-tar-bien, el no padecer. Lo que

importa es la Verdad: ¿Jesús sufrió, sí o no? ¿Resucitó, sí o no? Porque si es verdad que Cristo resucitó tras padecer, entonces el sufrimiento no es estéril, ni deja de tener sentido, ni es razonable temerlo. Si el dolor y la cruz no tienen la última palabra, porque el Varón de dolores, el Crucificado, ha resucitado (¡¡!!), la pedago-gía de la cruz cambia de perspectiva. Ha sido una gracia de Dios haber perdido el miedo al posible sufrimiento futuro –o presente–, o sea, el miedo a perder mi bien-estar o el de los míos. El salto de Mateo en mis brazos me ha hecho entender que mi Padre siempre estará ahí para sostenerme, aun en el dolor y por más que yo haya sufrido antes, porque es verdad que tras la cruz, viene la gloria. ¡Feliz Pascua de resurrección!

ntes de que empezara la Pascua, escribí unas líneas para alfa y omega que no llegué a pu-blicar:

la importancia de un saltoJosé Antonio Méndez

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Hace tres meses el Secretariado nos proponía formar parte de la Comunidad de Paris… Un nuevo salir de mi tierra… un nuevo SI al Señor y, feliz de que nuevamen-te me complique la vida y me permita ponerme al servi-cio de los otros, y desde la cercanía formar parte de sus vidas y poder al reconocer al Señor en ellos… En estos meses, escucha de corazón a corazón…. paciencia… amistad…. SAGRARIO…. esa oración confiada de que es ÉL quien hace fecunda nuestra entrega… Lo primero que necesitaba era conocer sus caras… sus nombres… sus vidas… sin eso es imposible la AMISTAD…. y qué fácil hace el Señor las cosas cuando está en medio… qué fácil es llegar a un lugar donde no conoces a na-die, ni te conocen pero hay Alguien que une nuestras vidas….Dos realidades distantes, unidas por el Señor y ese en-cuentro con ÉL en un cursillo… Su historia se construye desde el sacrificio y la esperanza, desde esa lucha coti-diana… Es una Comunidad, pequeña, sencilla y sacri-ficada… En medio de un Paris enorme… una Ultreya,

que se empeña con mucho sacrificio en ser fermento en la masa… Los domingos cada 15 días se ponen en camino para compartir su FE…. para ir MÁS ALLÁ…. muchos hacen dos horas de camino en metro… llevan la comida y como esas primeras comunidades, com-parten todo lo que tienen… Saben acoger, te abren la puerta de su casa y te hacen sentir como uno más…. y lo mismo que te abren su casa, te abren su corazón… Viven con ese empeño de continuar pese a las dificul-tades, porque se saben sostenidos por el Señor, y desde esa humildad de los sencillos, acogen todo con gran generosidad… Su vivir habla de una FE grande en las dificultades.Es el Señor quien une nuestras vidas, y pese a las dis-tancias las acerca. Hoy os quiero pedir que la Comuni-dad de Paris, forme parte de vuestra oración diaria, que le pidáis al Señor por ellos, para que no se cansen de cansarse, y para que el Señor renueve su ardor apostó-lico… UNO en la misma FE y con el mismo deseo… ser SANTOS, APÓSTOLES y UNIDOS.

CUrSilloS de ParÍSEva Castrillo

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C aminando en comunidad con el deseo de ser SaNtoS y aPÖStoleS…

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l pasado domingo 13 de abril Carmen Barallat nos recibía en su casa para compartir un bo-nito testimonio sobre su marido, emiliano Martín, que subió a la Casa del Padre en el mes de marzo. Una tarde en torno a un delicioso café y bizcocho en que nos acompañaron Gema Mateos y Santi Fernández, ambos de la Ultreya de Santa María Micaela, la que Emiliano compartía. E

CaFe CoN...Carmen Barallat y Emiliano Martín

Os dejamos con los testimonios de Gema y Santi, que compartieron el Café con... Carmen. A continuación los testimonios de Begoña y Alberto, amigos de Emiliano, de la Ultreya de Santa María Micaela.

Gema Mateos. Compartir una tarde con Carmen ha sido un auténtico regalo. Según llegamos, nos abrió la puerta y nos acogió como si nos conociéramos de toda la vida, con muchísimo cariño. Nos invitó a merendar y pudimos disfrutar de una magnífica conversación. Es impresionante ver que después de tantos años, tanto ella como Emiliano, han trabajado duro con mucha alegría y entusiasmo, en aquello de lo que están convencidos que vale la pena, la Iglesia. Ver tan de cerca que se puede ir toda la vida a contracorriente, y que es lo que realmente hace feliz, hace que yo también sienta el orgullo de ser Iglesia y desee de corazón “gastarme y desgastarme” por y para ella.

Santi Fernández. Para alguien como yo que hace poco comenzé a caminar con la comunidad de Cursillos, el testimonio tan cercano de Carmen y su marido Emiliano me llena de esperanza, por una parte por ver la generosidad y fidelidad de Dios que permanece durante toda una vida y por otra por palpar con mis propias manos que, en contra de lo que uno puede pensar con veintidós años, es posible con la gracia de Dios entregar la vida, ser santo y evangelizar el mundo a pesar de todas las circunstancias. Gracias al testimonio de personas así uno puede decir sin temor a equivocarse que ¡merece la pena!.

Begoña Sánchez Ramos. Para mi Emiliano era y es un amigo, un amigo en Cristo, una gran persona con la que he tenido el privilegio de compartir preciosos ratos de vida, de charla, pero sobre todo de fe y de entusiasmo por transmitir el Amor de Cristo. Emiliano era un cristiano humilde y perseverante: venía

a la Ultreya con una humidad entrañable, a pesar de ser alguien que estuvo en los momentos iniciales del Movimiento, en la primera hora, y que había sido rector de muchos cursillos. Siempre hacía gala de una gran discreción, ayudando, queriendo, rezando, para que solo sea Cristo el que se vea. Era un enamorado de Cristo, pero esta discrec ión no restaba, en absoluto, entusiasmo en la acción; siempre estaba pendiente de las personas que aun no conocen o no se han encontrado de manera definitiva con el Señor; fue un gran apóstol. Sin duda encarnaba el espíritu

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cursillista, aquel que siendo como es, se da por entero para la salvación de sus hermanos y le urge la evangelización con naturalidad y en verdad.Cuando yo llegué a la Ultreya de Santa María Micaela le conocí y me gustaba oírle. Compartía con él ese celo apostólico, lo que desde el primer momento me hizo estar próxima a él. Al poco tiempo supe que Carmen, su mujer, fue mi profesora de filosofía de 5º de bachillerato, algo que me encantó saber, pues ella es una monada; desde entonces me alegraba mucho verles venir a la Ultreya juntos, como en la misa diaria de San Germán. Fuí testigo de como con Dios, el matrimonio es una vocación llena de sentido. Pude ver que es verdad, que la misión del matrimonio cristiano, es que el otro sea santo: se veía que Carmen ha nacido para que Emiliano sea santo y que Emiliano ha nacido para que Carmen sea santa. ¡Y cómo Emiliano quería a su familia! Cuánto hablaba de ella a sus amigos y con qué pasión. Tenía palabras muy entrañables para su director espiritual, D. Manuel Aparici y siempre hablaba de la iglesia y de Cristo. La última vez que lo vi en el hospital unos días antes de fallecer, le llevé la lista de las cursillistas que formaban el Cursillo del 6 al 11 del último mes de febrero y ¡cómo la acogió!En fin, un placer conocerle y quererle. Estoy segura que desde el cielo nos cuida a todos y que ahora está feliz disfrutando del Amor de su vida, Cristo. Gracias por ser buen amigo, por ser un excelente cursillista, por ser un hermano, por ser Iglesia, por ser un fiel seguidor de Cristo, un cristiano. Desde aquí, hasta pronto, cuídanos. ¡De colores!

Alberto Bernaldo de Quirós. Emiliano reunía en muy alto grado simpatía, inteligencia y bondad. Recibió de Dios unos dones y los aumentó: dió mucho fruto.Pero yo destacaría dos rasgos que eran consecuencia de lo anterior: su humildad y su sentido de Iglesia.Emiliano era tan sencillo y humilde que tardamos algún tiempo en saber que era un veteranísimo dirigente. Sirvió al Señor en muchísimos cursillos y con frecuencia como rector. En la ultreya era uno más, no presumía de esos “servicios prestados”. En cambio, contaba anécdotas de los cursillos de los años 50 y 60 con mucha gracia y viveza.Por su amor a la Iglesia, le molestaban los “capillismos”, los de Cursillos o los de cualquier otra “parte” del Cuerpo místico de Cristo. Sentía que el Señor amaba a toda su

Iglesia, y por tanto no teníamos derecho a pensar que “los cursillistas somos los mejores”.

Gracias por tu testimonio y por tu vida cara a Dios.

en memoria de emiliano Martín.

CaFe CoN...Carmen Barallat y Emiliano Martín

Emiliano y Carmen con su familia

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ara mí esta Pascua ha supuesto valorar de qué manera ha actuado el Señor en mi vida en los últimos meses.

Al comparar cómo era mi vida cuando salí de la Pascua del año pasado, a cómo es ahora, me doy cuenta de que no tiene nada que ver. Soy testigo de que el Señor va ordenando poco a poco las cosas que se tambalean.Al estar en el equipo, he podido vivir la preparación de la Pascua de cerca, lo que me ha permitido vivir una Cuaresma más auténtica y crecer en el servicio a los demás. Han sido unos días preciosos, en los que he vuelto a recordar y a vivir el Amor que Dios me tiene. La entrega

y sacrificio de Jesucristo me llevan a plantearme mi labor como cristiana, y me recuerdan la importancia del apostolado en mí día a día.Doy gracias al Señor por haberme regalado estos días en compañía de tantos jóvenes que renuevan mi ilusión y mis ganas de crecer en la Fe y vida cristianas. Con alegría puedo acoger el lema de esta Pascua, y decir que “La Gracia de Dios no ha sido estéril en mí”. ¡Feliz Pascua de resurrección!

teStiMoNio Pascua de Jóvenes 2014Leticia Nájera - Alesón

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Celebramos la Pascua en Comunidad! Cuando los ecos de la Cuaresma y de la Semana Santa recién concluida ya forman parte de nuestro acervo espiritual, la luz esplendente del cirio Pascual ilumina todavía con fuerza nuestros corazones restaurados y gozosos. He aquí algunos testimonios personales de cómo la Comunidad de Cursillos de Madrid ha vivido esta experiencia insondable y vivificante que constituye el Triduo Pascual. Desde nuestra parroquia, desde las Pascuas misionera, de jóvenes o en familia… toda la comunidad de cursillos hemos proclamado al unísono: “El Señor ha resucitado, ¡Aleluya!” .

¡

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teStiMoNio Pascua de Jóvenes 2014Leticia Nájera - Alesón

teStiMoNio Pascua en Parroquia 2014 Monchi Fernández

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Sin prisas, con calma, cada una en el sitio que le co-rresponde, buscando el equilibro perfecto. Iban a acom-pañar al Señor estos días. Primero en el Monumento y después en el Altar, para celebrar su Resurrección. Este año he tenido la suerte de ser la ayudante de Luis Salinas. Aquí, en mi Parroquia, mi casa, Nuestra Señora del Enebral. ¡Qué maravilla aprender cosas nuevas! Y en mi caso de la mano de una persona tan entregada al servicio como es Luis. Sólo tengo que observarle. Lleva manejando flores ni se sabe la de años y no ha perdido la dulzura del que ama lo que hace, sabiendo

¡ Nunca he disfrutado tanto con las flores! rosas, claveles, lirios… colocando una a una todas ellas de la forma más armoniosa posible.

siempre que todo es para y por el Señor… ¡Como para no aprender!Me he enamorado de este servicio porque así, hora tras hora, Luis y yo, en familia, charlando, riéndonos, confiándonos historias de nuestra vida que el Señor ya sabe, hemos llenado nuestro corazón de belleza y dul-zura para ofrecérsela al Señor. ¡Cuántas veces rezo y pretendo expresar mis sentimien-tos y no encuentro las palabras más acertadas! Aquí todas esas palabras, mientras hacíamos los ramos, se convertían en flores para El.

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uerida Comunidad:QEsta ha sido la segunda Pascua que, gracias a Dios, hemos podido vivir con vosotros y bajo la atenta mirada y cariñoso abrazo del Señor. Desde qué hiciéramos como matrimonio juntos nuestro Cursillo el 17 de Enero del pasado año (otro gran regalo del Señor) hemos tratado de acudir a casi todos los momentos que la Comunidad nos brinda para vivir juntos nuestra Fe, pero esta vez no estaba previsto nuestra asistencia, pues casi 15 días antes de celebrarse la Pascua de Familias, el Señor nos regalaba el nacimiento de nuestro segundo hijo (Pablo), por lo que no estaba en nuestros planes asistir pero si en los Planes de Dios. Y quizás por esta reciente paternidad, fue lo que precisamente descubrimos, entre otros grandes testimonios: el gran amor que el Padre nos tiene por la entrega de su Hijo para salvar el pecado. Como se proclamó en uno de los rollos, cuando somos Padres y Madres, se entiende mejor ese gran sufrimiento que nunca debemos olvidar y que no sabemos cómo agradecer al Señor. ¿Y cómo podemos agradecérselo al Señor? Cumpliendo su voluntad, proclamando el Evangelio con nuestra

palabra y nuestra obra, dando testimonio con nuestras vidas, sin escondernos ni avergonzarnos por ello, como cada día nos puede pasar en nuestros ambientes, negando al Señor como Pedro lo hizo. Clavando nuestros pecados en la Cruz que el Señor carga por nosotros, también pudimos sentir la misericordia de Dios. Por segundo año, el hueco donde clavar nuestros pecados, ya estaba ahí, como signo indicativo de nuestro persistente pecar, pero también como muestra del amor de Dios, pues hagamos lo que hagamos nos perdona y, para ello, Cristo entrega su vida por cada uno de nosotros. Esperamos poder disfrutar el próximo año de una nueva Pascua de Familias, si el Señor nos vuelve a dar oportunidad de ello, y nos permitimos sugerir que no os privéis de tal experiencia, compartiendo con la Comunidad la Última Cena, velando al Señor, compartiendo el dolor por su Pasión y Muerte, acompañando a la Madre tras la entrega del Espíritu de Cristo al Padre por nosotros y llenándonos de gozo por su Resurrección, porque Cristo Vive! Aleluya!

de ColoreS.

teStiMoNio Pascua en Familia 2014Familia Ortega

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e llamo Mónica toledo, tengo 41 años y soy del cursillo de Febrero del 2008. MSiempre he vivido la Semana Santa muy en solitario, mis misas, oficios, siempre como espectadora, nunca implicándome, participando. Mi interior estaba inquieto, algo me decía que esta Pascua debía ser diferente hasta lo ahora vivido (adiós a los brazos cruzados, a los estériles lamentos). Y de repente surgió... pues a la Pascua Misionera donde se dedican a servir y ayudar al párroco de unos pueblos de Galicia. Fue decir la palabra SERVIR, cuando note que mi corazón dio un vuelco. La naturaleza, las flores, las casas, el sonido del rio, de los pájaros, del aire,....el aroma de las flores, el paisaje en si era alucinante; la gente del pueblo, me sorprendió que aun existieran lugares en España donde se abrieran las puertas a desconocidos (impresionante), dándonos de comer todo lo mejor que tenían, dejándonos entrar en la intimidad de su casa… no sabemos los efectos inmediatos pero estoy convencida de que la semilla que llevamos cayo en tierra fértil y que con el tiempo dará

su fruto. Mi experiencia.....alucinante en la vida me hubiera imaginado en tal escenario. Lo que allí sucedió fue una autentica obra de Dios.Los oficios, fue una pasada vivirlos desde dentro, la liturgia me ha sabido a gloria, porque la he vivido y sentido en mis propias carnes. Y el acompañamiento de la Madre ha sido muy especial pues creo que Dios sabe que ella me enseñara aquello que necesito para completarme como persona. Por último deciros que con mis compañeros misioneros me he encontrado en familia, he cantado, he bailado, he descubierto a personas fantásticas con unas ganas de vivir en Dios, con una alegría contagiosa. Junto a ellos todo parecía facilísimo. La verdad que nos hemos ido de allí, con la sensación de pertenecer a algo grande.

de colores.

teStiMoNio Pascua Misionera 2014Mónica Toledo

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aNiverSarioS UltreyaS

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aNiverSarioS UltreyaS

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odas las claves del INCREÍBLE PRIMER AÑO de un Papado ya histórico: sus mensajes, sus gestos, anécdotas, los cambios, los actos más importantes... Con la intervención de

cardenales, periodistas y los mejores expertos de todo el mundo.Este documental muestra el fulminante ascenso a la cima de la popularidad del Papa Francisco, así como el radical cambio de la imagen de la Iglesia que él ha generado.¿Pero a dónde lleva Francisco a la Iglesia? ¿Qué

T

título El Efecto Francisco: el Papa del Cambio

Nº discos 1duración 53 minutosCalificación Para todos los públicosidiomas Español / English / Françaisestreno 13 de Marzo de 2014

cambiará? Sobre tales incógnitas el film recoge opiniones de los cardenales de París, Nueva York, Bombay, Lima, Sao Paulo, Santiago de Chile, Quebec, W e s t m i n s t e r y Sevilla. Sus r e s p u e s t a s despejan muchas dudas.Con imágenes entrañables, este documental ofrece también anécdotas, gestos de humor, mensajes, opiniones y claves para comprender un papado ya histórico.

CrÍtiCa doCUMeNtal

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CrÍtiCa de liBro

título Juan Pablo II. Recuerdos de la vida de un santo

autor Paloma Gómez BorreroNº páginas 208editorial Plaza y JanesPrecio 17 €

on motivo de la próxima canonización de Juan Pablo II, que Francisco celebrará en Roma, Paloma Gómez Borrero ha publicado un nuevo libro: Juan Pablo II. Recuerdos de la vida de un santo.

Para esta famosa periodista española “Juan Pablo II ha supuesto la figura de un papa magno. Cercano. Carismático y familiar. Un ejemplo de hombre de oración. De amor mariano”.En el libro Paloma recoge algunas anécdotas. Por ejemplo, dice que en su primera audiencia juntos le preguntó: “Santidad, ¿habla español?”. Y el papa polaco respondió: “Todavía no, pero le he prometido a los cardenales y obispos españoles que lo aprenderé”.Además, realata, Karol Wojtyla tenía un gran sentido del humor y una gran naturalidad. Durante una visita al barrio de Quarticciolio se encontró con un grupo que jugaba a la petanca. Uno de ellos invitó al Papa a que probara con una de las bolas. Juan Pablo II lanzó con fuerza y, claro está, no se lució. A pesar de que la bola quedó muy alejada del objetivo, todos los presentes aplaudieron y gritaron: “¡Buena jugada, Santidad! Bravissimo!”. El Santo Padre respondió: “Deseo que juguéis mejor que el Papa, pero también espero que recéis tanto como reza el Papa”.Fruto de esta gran simpatía y cercanía con la gente, Gómez Borrero destaca que durante su pontificado, la secretaría del Papa respondía a las miles de cartas que llegaban a Su Santidad.Tras la JMJ de Río de Janeiro, el papa Franmcisco sorprendió a todo el mundo dedicando gran parte del viaje a contestar todo tipo de preguntas que le dirigían los periodistas. Pues bien, según cuenta el libro que ahora publica la editorial Plaza y Janés cuando Juan Pablo II viajaba en avión respondía a todas las preguntas que le hacían los periodistas.

CEn la publicación también hay hueco para sonados acontecimientos como el atentado que Karol sufrió en 1981 o el primer viaje a España, en 1982, a Ávila.