resumen fallo montenegro

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Page 1: Resumen Fallo Montenegro

Resumen Fallo Montenegro

Para comenzar primero debemos saber que Luciano Montenegro fue condenado en 1981 por delito de robo con armas en primera instancia. La condena se basó principalmente en la confesión misma de Montenegro en la que admitía el hecho.

Por tal motivo, la defensa del imputado interpuso recurso extraordinario contra el fallo que lo consideró autor por entender que lo resuelto transgredía el art., 18 de la Constitución Nacional que establece que nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo y con ello la inviolabilidad de la defensa en juicio, sin olvidar mencionar que en el artículo mismo in fine determina que quedan abolidos para siempre […] toda especie de tormento y los azotes. La defensa fundó su presentación en que el imputado había sido víctima de apremios ilegales, invalidándose así la declaración obtenida en sede policial en la que confiesa el ilícito.

Pese a ello, la Alzada consideró que la declaración, aún en esas condiciones, constituía una grave presunción contra el acusado ya que sus dichos permitieron esclarecer un hecho ilícito que no había sido denunciado, pudiéndose ubicar de este modo un comercio de discos fonográficos cuya dueña admitió haber sido asaltada y despojada. A su vez, en el domicilio del acusado se encontraron guardados varios de los efectos robados y entre ellos, un anillo grabado con iniciales y fecha, que concordaba con la declaración de la dueña del local. Se determinó incluso que, la declaración de Montenegro “en ningún momento se consideró “confesión” sino que constituyó mejor dicho una presunción grave que halló adecuada corroboración en el relato de la víctima y el secuestro de parte de los sustraídos, acreditándose de tal manera tanto la materialidad del hecho cuanto la autoría del acusado.”Por tales razones el recurso fue rechazado por versar sobre cuestiones de hecho y pruebas propias de los jueces de la causa.

De ese modo se recurrió en queja ante la Corte Suprema, la cual siguiendo la opinión del Procurador General, concluyó:+ Que la cuestión que se les planteaba consistía en decidir acerca de la validez de una condena dictada, a la cual se llegó gracias a una serie de hechos que sólo resultaron probados a través de una investigación que fue realizada sobre la base de una confesión extrajudicial que se obtuvo del imputado a partir de apremios ilegales. Por lo tanto, si bien esos hecho resultaban importantes a la hora de conectar a Montenegro con el ilícito que se investigaba, no se pudo demostrar que, sin tener en cuenta la declaración del imputado, hubiese podido probarse que efectivamente él era el autor hecho que se le reprochaba.

+ Que el recurso extraordinario cuya denegación motivaba la queja implicaba "el conflicto entre dos intereses fundamentales de la sociedad; su interés en una rápida y eficiente ejecución de la ley y su interés en prevenir que los derechos de sus miembros individuales resulten menoscabados por métodos inconstitucionales de ejecución de la ley" según lo definiera la Corte Suprema de los Estados Unidos ante un caso similar ("Spano vs. New York"). Pero que dicho conflicto estaba resuelto en nuestro país a partir de la prohibición contenida en el art. 18 de la Constitución de obligar a alguien a declarar contra sí mismo.

Además como bien plantea el Procurador, al resultar lo decidido por la Alzada violatorio de lo dispuesto en el art. 18 CN, surge como consecuencia lógica e inevitable que si una persona es obligada a declarar contra sí misma, tal declaración debe considerarse inexistente y no podría ser tenida en cuenta ni valorada acerca de la exactitud de los dichos. Una interpretación contraria desvirtuaría dicha garantía e implicaría “admitir que las declaraciones obtenidas bajo coacción física son válidas y utilizables contra el acusado, aunque más no fuere como indicio, si se las considera veraces. Arribaríamos así a una larvada, pero no por ello menos peligrosa, justificación de la tortura.”

Por estas razones y de acuerdo a lo dictaminado por el Procurador General, se declaró mal denegado el recurso extraordinario y se revocó la sentencia apelada solicitándose que se dicte un nuevo pronunciamiento acorde a derecho.