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DIFUSIÓN DE LA CULTURA JURÍDICA ® Agosto 2011 Publicación Mensual 3a. Época Núm. 24

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Revista Agosto 2011

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Page 1: Revista Agosto 2011

DIFUSIÓN DE LA CULTURA JURÍDICA®

Agosto 2011 Publicación Mensual 3a. Época Núm. 24

Page 2: Revista Agosto 2011

9na. Jornada de Actualización JurídicaJUICIOS ORALES EN MATERIA CIVIL

Costo del donativo: $250.00 para alumnos con credencial, y de $500.00 para exalumnos y profesionistasSede: Auditorio Gustavo Baz Prada del Antiguo Palacio de Medicina, Av. República de Brasil #33, Esq. Belisario Domínguez, Col. Centro Del. Cuauhtémoc.

INFORMES:UNIVERSIDAD TEPANTLATOe-mail:[email protected], Tel.: 55648661, 55648373 y 52658860 Fax: 55648373 Ext.: 110Horario de atención:Lunes a Viernes de 9:00 a 18:00hrs.,Sábado de 9:00 a 13:00hrs.

PROGRAMA DE VINCULACIÓN:e-mail: [email protected], dirigido a Elvia VenturaTel.: 56226181 y 56226186 Fax: 56226058Horario de atención:Lunes a Viernes de 9:30 a 18:00hrs.Depósitos en la cuenta:UNAM Vinculación Exalumnos 00102532077Banco: Scotiabank, clave interbancaria 044180001025320776

Los fondos recaudados serán destinados a becas de titulación paraalumnos con alto rendimiento académico de la UNAM

Para obtener tu constancia deberás inscribirte antes del 14 de septiembre

Horario 7:30 a 8:30 hrs Registro de alumnos

8:00 a 8:30 hrs I N A U G U R A C I Ó N 8:30 a 9:00 hrs Coffee Break

9:00 a 9:40 hrsGeneralidades Parte I • Competencia.• Rectoría del procedimiento.• Nulidades.• Supletoriedad.• Peticiones de las partes.

9:40 a 10:20 hrsGeneralidades Parte II• Limitaciones de las notificaciones.• Incidentes.• Impugnación de documentos.• Irrecurribilidad.• Vigencia.

10:20 a 11:00 hrsEtapas.• Fijación de la Litis.• Audiencia preliminar.• Audiencia de juicio.

11:00 a 12:00 hrs Desayuno

12:00 a 12:40 hrsPrincipios del juicio oral.• Oralidad.• Publicidad.• Igualdad.• Inmediación.• Contradicción.• Continuidad.• Concentración.

12:40 a13:20 hrsAudiencia preliminar. Parte I• Depuración del procedimiento.• Conciliación de las partes.

14:00 a 14:40 hrs

Audiencia preliminar. Parte II• Fijación de acuerdos sobre hechos no controvertidos.• Fijación de acuerdos probatorios.• Pronunciamiento del juez respecto de la admisión de pruebas y citación para la audiencia de juicio.

13:20 a 14:00 hrs Coffee Break

14:40 a 15:20 hrs

Audiencia de juicio.• Recepción y desahogo de pruebas.• Alegatos.• Citación para sentencia.

Pruebas en particular.• Confesional.• Testimonial.• Instrumental.• Pericial.

15:20 a 15:40 hrs Relatoría 15:40 a 15:50 hrs Clausura 15:50 hrs Entrega de Constancias

Ponentes

Temas

24 de septiembre de 2011

Dr. Gonzalo Hernández CervantesMagistrado del Noveno Tribunal ColegiadoEn Materia Civil del Primer Circuito

Mtro. Neófito López RamosMagistrado del Tercer Tribunal ColegiadoEn Materia Civil del Primer Circuito

Mtro. Manuel Ernesto Saloma VeraMagistrado del Séptimo Tribunal ColegiadoEn Materia Civil del Primer Circuito

Mtro. Arturo Ramírez SánchezMagistrado del Décimo Tercer Tribunal ColegiadoEn Materia Civil del Primer Circuito

Lic. Fernando Rangel RamírezJuez Noveno de Distrito en materia CivilEn el Distrito Federal

Mtro. Francisco Javier Sandoval López Magistrado del Cuarto Tribunal ColegiadoEn Materia Civil del Primer Circuito

Lic. Felipe V Consuelo SotoJuez Décimo Primero de Distrito en Materia Civil en el D.f.

Mtro. Felipe Alfredo Fuentes BarreraMagistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito

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En este número compartimos con el público lector el cumplimiento cabal de una promesa académica en conjunción con un anhelo personal.

Desde el inicio nos propusimos encaminar los esfuerzos en pos de la excelencia académica tanto del claustro de profesores como de los alumnos de la Universidad Tepantlato. Sabíamos certeramente que sólo partiendo de eso podríamos obtener los frutos deseados. La educación en general requiere de tiempo, en el que la paciencia disminuye cada día ante el nacimiento de la madurez intelectual, la que por cierto cotidiana y prácticamente crece entre lecturas, investigaciones, ensayos, refl exiones y, desde el principio: poniendo mucha atención en clase. En estricto correlato, en México abundan los buenos estudiantes que desean en verdad entregarse al estudio en aras de cambiar o cuando menos modifi car la realidad circundante. No sin pocos esfuerzos día con día crecen en todas las fases de la vida, sin descuidar sus lazos familiares ni ocupaciones laborales. El camino del conocimiento es arduo pero repleto de gracia, difícil, pues una pregunta lleva a otra y la respuesta no aparece: hay que buscarla; preguntarla a los cuatro vientos pero también en clase al maestro.

Lo anterior lo ejemplifi ca Andrés Pérez Lozano (Magistrado del Décimo Octavo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito), quien con otros jueces y magistrados formó parte de la primera generación en la Maestría en Derecho de Amparo de nuestra universidad; es decir: los ponentes son doctores y maestros, jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación, y ello de acuerdo con el Convenio de colaboración e intercambio académico y de educación continua entre la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación, Quinta Región, y nuestra institución.

Pérez Lozano obtuvo la Maestría correspondiente con la tesis El control de convencionalidad en el sistema jurídico mexicano. Como presidente del jurado fungió el Dr. Ricardo Romero Vázquez (Magistrado del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito); como secretario, la Mtra. Sonia Rojas Castro (Juez Tercero de Distrito en el Estado de México) y como vocal, el Dr. Miguel Alejandro López Olvera (Investigador Titular C de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM).

Es cierto, las inquietudes intelectuales pueden alterar el panorama nacional siempre y cuando el conocimiento y la voluntad de saber se encuentren en un espacio que lo propicie: la Universidad Tepantlato.

Además, y de acuerdo con la evolución científi ca del Derecho y las reformas al sistema de justicia nacional, modifi camos el plan de estudios de la licenciatura y aumentamos un año la preparación de los alumnos (ahora estudiarán cinco años); consecuentemente, incrementamos el número de materias y añadimos, extracurricularmente, inglés básico, jurídico, ortografía y redacción, oratoria, que también tienen que cursar los alumnos. En octubre próximo empezará la Maestría en Educación: esta y el Derecho son indisolubles; con lo que intentamos servir día a día a la sociedad. Sobre todo, porque sin educación jamás habrá superación. También, en ese mes, iniciará el Doctorado en Derecho C onstitucional, impartido, precisamente, por doctores en derecho constitucional.

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Difusión de la Cultura Jurídica

˙Presidencia de la República˙Secretarías de Estado˙Gobernadores Constitucionales˙Jefatura de Gobierno del D.F.˙Cámaras de Diputados y Senadores˙Asamblea de Representantes˙Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación˙Secretarios de Estudio y Cuenta de cada Ministro˙Poder Judicial Federal, Magistrados y Jueces Federales˙Tribunales del Fuero Común, Magistrados y Jueces˙Tribunales Supremos de los Estados˙Procuraduría General de la República ˙Procuradores de cada estado˙Procuraduría General de Justicia del D.F.˙Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa˙Delegados Políticos˙Organizaciones Sociales˙Delegados de la Procuraduría General de la República en cada estado˙Titulares de las Procuradurías Generales de Justicia de cada estado

DISTRIBUCIÓN

CARTAS DE AGRADECIMIENTO 64TE INVITO A LEER UN LIBRO 63

JURISPRUDENCIA 66HUMOR JURÍDICO 68

57ORGULLO MEXICANONezahualcóyotl: un Dios único

PORTADA

4CONTENIDO JURÍDICO

Ezequiel Montes Ledesma3IN MEMORIAM

˙Comisión Nacional de Derechos Humanos˙Comisión de Derechos Humanos en el Distrito Federal˙Universidades Públicas y Colegios de Extensión Universitaria˙Embajadas y Ofi cinas Consulares˙Bancos y Casas de Bolsa˙Notarías Públicas˙Despachos de Abogados˙Distribuidores Independientes de Literatura Jurídica˙Compañías de Seguros y Fianzas˙Hoteles˙Compañías Radiodifusoras y Televisoras˙Restaurantes˙Suscriptores˙Universidades Públicas de Alemania, España, Italia, Argentina, Chile, Brasil y Colombia˙Aerolineas˙Agentes del Ministerio Público˙Estaciones de Radio˙Autobuses

˙Abogados postulantes˙Secretarios de Acuerdos˙Secretarios Proyectistas˙Actuarios˙Conciliadores

04-2001-061210401600-102, expedido por la Dirección General de Derechos de Autor de la Secretaría de Educación Pública. Número de Certificado de Licitud de Título No. 7274, Número de Certificado de Licitud de Contenido No. 003744/97. Distribuido por: Instituto de Ciencias Jurídicas de Egresados de la UNAM FES Aragón y SEPOMEX con registro No. PP09-1636. Impreso por Gráficos y Lithográfica Comercial S.A. de C.V. Bolívar 165 Int. 110, Col. Obrera, Deleg. Cuauhtémoc C.P. México, DF, C.P. 06800 Tel. 5578-8830. El contenido de cada artículo es responsabilidad exclusiva de su autor. Certificado de Reserva de Derechos al uso Exclusivo del Título “TEPANTLATO”.Número de tiraje: 10.000 ejemplares. Año 2011.

COORDINACIÓN

LEOBARDO REGALADO VÁZQUEZGUADALUPE AGUILAR ESPINOSA

JEFE DE REDACCIÓN

HÉCTOR GONZÁLEZ ESTRADA

COORDINACIÓN DE ARTE Y CULTURAEN LA REVISTA Y EN SITIO WEB

REYNA ZAPATA

ARTE Y DISEÑO

RODOLFO TREJO GARCÍAVÍCTOR SOLANO SÁNCHEZ

PRODUCTOR DEL CANAL CULTURAL

CARLOS ANTONIO TINOCO GARCÍAARY ARTURO CORREA MEDINARUBÉN ADDIEL MORALES ALFARO

CORRECCIÓN DE ESTILO

ALEJANDRO LÓPEZ JIMÉNEZSALVADOR GONZÁLEZ VILCHIS

DISTRIBUCIÓN Y LOGÍSTICA

JOSÉ PÉREZ SERVÍN

CONSEJO EDITORIALHÉCTOR GONZÁLEZ ESTRADASERGIO CÁRDENAS CABALLEROJAVIER ANTONIO FLORESARTURO BACA RIVERA

EDITOR RESPONSABLE ENRIQUE GONZÁLEZ BARRERA

DIRECTOR

ENRIQUE GONZÁLEZ BARRERA

ÁREA INTERACTIVE:WEB DESIGNER: Roberto LozadaWEB MASTER: Rodrigo RodríguezPROGRAMADOR WEB: Salvador Vázquez

7

CANAL TEPANTLATO 53Programación

LICENCIATURA 32En Derecho

ARTE Y CULTURA 61Ana Karen Allende Noriega

Dr. Alfredo BautistaDoctor en Psicología

Dr. Mauro Morales SánchezJuez Cuadragésimo Quinto de Paz Penal

MAESTRÍAS EN EDUCACIÓN 51Presencial

27TEPAN-RADIOProgramación

“LA MAYORÍA DE LOS DELITOS SON DOLOSOS”: SOSA ORTIZ

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Clases de error en el Derecho Penal

MAESTRÍAS Y DOCTORADOS 38Presencial

¿Qué es Tepantlato?En el Códice Florentino (cap. IX: “Hechiceros y trampistas) hay una referencia a la actividad del tepantlato, en náhuatl significa “el que habla o ruega por otros”. Proviene de “tepan”: intercesor o abogado, y “tlatoa”: hablar. Por tanto, la palabra tepantlato alude al abogado y, a su vez, a la actividad que desempeña. Hablar por otros no impide su palabra, sino interpretar y adecuar sus fines e ideales a los de la comunidad. Tepantlato es el guía que orienta, el sabio que aconseja y el justo que vela por la aplicación del Derecho.

Acerca de la interrelación entre las disciplinas jurídicas y psicológicas desde un marco epistemológico análogo

Dr. Miguel Alejandro López Olvera Reseña de El control de convencionalidad en el sistema jurídico mexicano, de Andrés Pérez Lozano

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Nace en Cadereyta, Querétaro, el 26 de noviembre de 1820.

Sus padres fueron Vicente Montes y María Ledesma. En 1838 ingresa al colegio de San Ildefonso en la ciudad de México. En

1849 ingresa a la Academia Teórico Práctica de Jurisprudencia. En 1852 obtiene el título de abogado. El Supremo Gobierno lo nombra profesor de derecho romano en el Colegio de San Ildefonso. Antes de concluir sus estudios es diputado a la legislatura de Querétaro y en octubre de 1852 se le nombra representante al Congreso General.

En 1856 funge como oficial mayor de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Poco después es juez propietario de un juzgado civil de México.

Ignacio Comonfort le encarga la Secretaría de Justicia, Instrucción Pública y Negocios Eclesiásticos. Ante el Congreso, Montes Ledesma defiende con apasionamiento todos los actos de ese gobierno.

La Constitución de 1857 entra formalmente en vigor el 16 de septiembre. El Congreso Constitucional expide un decreto por el cual Ignacio Comonfort es declarado presidente constitucional para el siguiente cuatrienio. El 20 de noviembre de 1857 es electo Benito Juárez como presidente de la Suprema Corte de Justicia y Ezequiel Montes como sexto magistrado propietario. Pero no toma posesión del cargo por estar ausente del país.

En 1861 es diputado por el Distrito de Zumpango, del Estado de México, y en 1863 es desterrado a Francia.

De regreso a México, en 1867 funge como diputado por Querétaro y en 1869 por el distrito de Dolores Hidalgo, Guanajuato. Desempeña idéntica función en 1871 por el distrito de Huichapan, estado de Hidalgo. En el gobierno del general Manuel González es nuevamente secretario de justicia e Instrucción Pública.

En la Suprema Corte es electo cuarto magistrado propietario el 7 de febrero de 1868. Es presidente interino por poco tiempo de la Suprema Corte de Justicia, durante la Restauración de la República entre 1872 y 1876. Y décimo magistrado propietario el 9 de diciembre de 1873, cargo que ocupa hasta 1879.

Muere en la ciudad de México el 5 de enero de 1883.

Ezequiel Montes Ledesma Magistrado de la

Suprema Corte de Justicia (republicana de Comonfort) en 1857

Magistrado de la Suprema Corte de Justicia (Restauración de la

República) en 1868

Presidente interino de la Suprema Corte de Justicia (Restauración de

la República) en 1873 a 1879

Magistrado de la Suprema Corte de Justicia de 1873 a 1879

* Vid. Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ministros 1815 - 1914,

Semblanza, Volumen II, SCJN, México, 2001, p. 531.

*

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Difusión de la Cultura Jurídica

Trayectoria académica

•El Sistema Nacional de Investigadores lo reconoce como Investigador Nacional Nivel 1

•Doctor en Derecho (Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires)

•Maestría en Derecho (Facultad de Derecho de la UNAM)

•Licenciatura en Derecho (Centro de Estudios Universitarios)

Actividades académicas

•Actualmente es investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

•Imparte clases en la Facultad de Derecho de la UNAM y en institutos del interior de la República

•Es miembro de la Asociación Internacional de Derecho Administrativo y Foro Mundial de Jóvenes Administrativistas

Participación en libros

“El transporte de pasajeros y el sistema vial en la ciudad”, en Régimen jurídico del urbanismo. Memoria del Primer Congreso de Derecho Administrativo Mexicano, 2009.

“La delimitación de competencias en el derecho turístico mexicano”, en Régimen jurídico del turismo y de la zona marítimo-terrestre, 2009

“Las medidas cautelares en el juicio de amparo”, en La ciencia del derecho procesal constitucional. Estudios en homenaje a Héctor Fix-Zamudio en sus cincuenta años como investigador del derecho, t. VII, Procesos constitu-cionales de libertad, 2008

Participaciones en actividades académicas •Ponente con el tema: “Bases jurídicas de la

corrupción en México”, Tercer Congreso Iberoamericano y Cuarto Mexicano de Derecho Administrativo; Mesa 2, 2011

•Ponente en el Primer Congreso Internacional de Derecho Registral Marco Jurídico de la Planeación, Diseño, Operación, y Funcionamiento de los Registros Públicos; Mesa 6, 2010

•Comentarista del libro, Decisiones políticas ¿problemática del derecho parlamentario?, de Bernardino Esparza Martínez. 2009

•Participante en el Seminario Derechos Humanos y Medio Ambiente; Mesa 6. Conclusiones. 2007

Dr. Miguel Alejandro López OlveraInvestigador Asociado C de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

Reseña de El control de convencionalidad en el sistema jurídico mexicano, de Andrés Pérez Lozano (tesis de maestría, México, Universidad Tepantlato, 2011)

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Difusión de la Cultura Jurídica

Reseña de El control de convencionalidad en el sistema jurídico mexicano, de Andrés Pérez Lozano (tesis de maestría, México, Universidad Tepantlato, 2011)

por Dr. Miguel Alejandro López Olvera

La tesis que para obtener el grado de maestro en amparo presenta el magistrado Andrés Pérez Lozano es trascendente, novedosa y

actual para nuestro sistema jurídico.Es importante recordar que los libros, en

este caso la tesis del magistrado Pérez Lozano, son el producto del pensamiento, la meditación y

la creatividad de quien los escribe. En ellos va la ideología del autor, en el caso

de esta tesis, van los conocimientos, la experiencia, el saber, las inquietudes, las ideas, y hasta las vivencias personales que posee el magistrado Pérez

Lozano, quien a lo largo de una larga trayectoria dentro del Poder Judicial Federal ha estudiado, analizado y detectado los principales problemas que existen en

la actualidad en materia de control constitucional y convencional en el sistema jurídico mexicano.

En ese sentido, debemos destacar que la tesis del magistrado Pérez Lozano representa un aporte importante

a la doctrina jurídica mexicana y latinoamericana en virtud de que abrirá la discusión respecto de un tema poco

estudiado en los países latinoamericanos, especialmente México y Centroamérica.

Es una obra original y novedosa que servirá a las generaciones presentes y futuras de estudiantes, profesores, jueces, abogados litigantes e investigadores de todo el

Continente Americano. Es una obra original porque ofrece una perspectiva diferente sobre algunos, que ya mencionamos, de los problemas más importantes que encara actualmente

el control de la convencionalidad en el derecho mexicano. Es novedosa porque contiene en un solo volumen, refl exiones bien

meditadas y profundas sobre los retos, los desafíos, así como la aportación de soluciones, que en opinión del autor, son las más convenientes para la solución de los problemas que presenta el control de la convencionalidad.

La tesis se divide en seis capítulos, denominados, respectivamente, el control constitucional, control difuso o autocontrol de la constitución, control judicial de la constitución, los tratados internacionales y su incorporación al sistema jurídico mexicano, el control de convencionalidad en el sistema jurídico mexicano y cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

En el capítulo primero, el autor hace un análisis del control constitucional como medio de defensa para proteger a nuestra Carta Magna, estudiando también los principios de supremacía constitucional, así como el de división de poderes.

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Difusión de la Cultura Jurídica

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En el capítulo segundo, se reseñan los antecedentes más importantes del tema. Destaca la referencia hecha al sistema jurídico inglés, así como el análisis de los casos Marshall de 1803 y del caso Marbury-Madison, estos dos últimos dentro del sistema jurídico de los Estados Unidos de América. También se hace un análisis de la reforma constitucional publicada en el Diario Ofi cial de la Federación el 6 de junio de 2011, mediante la cual se hace una ampliación del objeto de protección del juicio de amparo, ya que se protegerán de manera directa, las garantías que actualmente prevé la Constitución, así como los derechos humanos reconocidos por ésta y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte.

En el capítulo tercero se estudia el control judicial de la Constitución, así como los medios de defensa, precisando que el juicio de amparo tiene en la Constitución su origen y su meta.

El estudio de la relación entre el derecho interno y el derecho internacional se realiza en el cuarto capítulo, donde se hace una referencia al principio pacta sunt servanda, que señala que los tratados se hicieron para cumplirse, por lo que se mencionan los principios generales de los tratados y su clasifi cación, así como los tratados internacionales de Derechos Humanos y su incorporación al Sistema Jurídico Mexicano.

Para sustentar la tesis propuesta, el magistrado Andrés Pérez Lozano destaca en su investigación, en el capítulo quinto, los aspectos generales del control de convencionalidad, destacando dos resoluciones emitidas por el Poder Judicial de la Federación, la primera emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer Circuito y la segunda del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito.

Por último, en el capítulo sexto, se destaca el voto concurrente del ministro José Ramón Cossío Díaz, emitido en el amparo directo en revisión 908/2006, donde precisó que cuando se trate de un confl icto que verse sobre derechos humanos, los tratados o convenciones suscritos por el Estado mexicano que los regulan, deben ubicarse propiamente a nivel de la CPEUM, porque dichos instrumentos

internacionales deben concebirse como una extensión de lo previsto por ella respecto a los derechos fundamentales, al ser los tratados instrumentos jurídicos que buscan garantizar el goce de derechos y libertades del ser humano.

Asimismo, es importante mencionar que en el presente trabajo de investigación también se mencionó el caso de Almonacid Arellano vs Chile, asunto que resolvió la Corte la Corte Interamericana de Derechos Humanos, recordando a los tribunales chilenos que deben “ejercer una especie de control de convencionalidad entre las normas jurídicas internas que aplican en los casos concretos y la Convención Americana sobre derechos Humanos”, es decir, cuando un Estado ha ratifi cado un tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque el efecto útil de la Convención no se vea mermado o anulado por la aplicación de leyes contrarias a sus disposiciones, objeto y fi n.

Estoy seguro que esta magnífi ca obra será de gran ayuda y utilidad para el desarrollo del derecho mexicano. Los que ya tuvimos la oportunidad de leerlo, sabemos de su gran valor y estamos agradecidos con el magistrado Pérez Lozano por ofrecernos este importante trabajo de investigación, de una altísima calidad académica.

Al respecto, cabe citar al profesor Agustín Gordillo cuando nos recuerda que “Un libro vale no por lo que dice sino por los pensamientos que inspira en quien lo lee”.*

Sin duda, los que ya leímos el libro, nos ha inspirado un sinnúmero de interrogantes, de pensamientos, de ideas.

¡Muchas felicidades al autor, a la Universidad Tepantlato y al derecho mexicano!

*Agustín Gordillo, Tratado de derecho administrativo. Tomo I. Parte general, 9º ed., Porrúa, México, 2004, p. XLIII.

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Difusión de la Cultura Jurídica

Dr. Mauro Morales Sánchez

Juez Cuadragésimo Quinto de Paz Penal

Clases de error en el Derecho Penal

Trayectoria académica

•Doctorado en Ciencias Penales en el Instituto de Ciencias Jurídicas de Estudios Superiores (hoy Universidad Tepantlato)

•Maestría en Derecho de Amparo en el Instituto de Ciencias Jurídicas de Estudios Superiores(hoy Universidad Tepantlato)

•Maestrías en Ciencias Penales en el Instituto de Ciencias Jurídicas de Estudios Superiores (hoy Universidad Tepantlato)

•Máster internacional en Derecho Penal, Constitución y derechos, Universidad Autónoma de Barcelona

•Máster internacional en Sistemas penales comparados y Problemas sociales, Universidad de Barcelona

•Licenciatura en Derecho, UAM

Cursos

•Cursos de actualización para juez penal (1992) y juez de paz penal (1993), CEJ-TSJ

•Diplomados “El Derecho Penal vigente y la mediación en el ámbito penal”, Universidad de Sonora (enero-abril 2002) y “Justicia penal y criminalística”, Colegio Superior de Ciencias Jurídicas e Instituto Jurídico y de Ciencias Forenses (abril-septiembre 2002)

Actividades académicas

•Ponente: diplomados “Derecho sustantivo y adjetivo penal” y “Ciencias penales, Derecho sustantivo y adjetivo”, Instituto de Ciencias Jurídicas de Egresados, UNAM (2004)

•Catedratico de la Maestría y Doctorado en Ciencias Penales, del Instituto de Ciencias Jurídicas de Estudios Superiores (hoy Universidad Tepantlato)

Experiencia laboral

•Asesor jurídico, PRI-DF (1994)

•Agencia del Ministerio Público, PGJDF (1989) •Despacho Morales Estrada (1979-1989)

Trayectoria en el Tribunal Superior de Justicia del DF

•Juez de Paz Penal Cuadragésimo Primero (1999-2003) y Cuadragésimo Quinto (desde julio 2003).

•Secretario Proyectista, Décimo Segunda Sala Penal (1995-1999)

•Secretario de Acuerdos, Juzgado Vigésimo Quinto Penal (1990-1995)

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SUMARIO

I. Introducción

Como preámbulo, cabe señalar que un grupo de doc-trinarios estiman al error como ignorancia o falsa apreciación de una situación. Otros, simplemente, lo consideran una falsa apreciación de la realidad. En tanto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo defi ne como un falso conocimiento sobre la verdad. Durante mucho tiempo predominó en el Derecho Penal la división del error proveniente del Derecho Civil, que distinguía entre error de hecho y de Derecho. Sobre este punto, Gustavo Malo Camacho explica:

El Código Penal mexicano de 1931 originalmente previó los conceptos del error de hecho y el error del derecho, en los artículos 9 y 10 en los términos si-guientes: el error de hecho o error fácil, lo recogió el texto regulado confusamente junto con el concepto de dolo de consecuencias necesarias relacionado con el dolo indeterminado o indefi nido, al expre-sar: ‘… no se propuso causar el daño que resultó, si éste fue consecuencia necesaria y notoria del hecho u omisión en que consistió el delito’, disposición que estaba en relación con el concepto del dolo previsto en el mismo artículo 9, fracción II, que reconocía el desafortunado principio de presunción de inten- cionalidad delictuosa, cuyo contenido de carácter eminentemente procesal se contrapone al principio

de inocencia, uno de los pilares fundamentales de todo Derecho penal liberal, en los términos si-guientes: ‘La intención delictuosa se presume salvo prueba en contrario, dicha presunción no se destruirá aunque se pruebe que el acusado previó o pudo pre- ver esa consecuencia por ser efecto ordinario del hecho u omisión y estar al alcance del común de las gentes, lo que supuso una presunción iuris tantum sobre el particular’.

Con base en esa premisa, los errores pueden clasifi carse en dos categorías.

− El error que se refi ere al sentido lingüístico de una expresión, y

− el que se refi ere a los presupuestos fácticos bajo los cuales la expresión se aplica acertadamente en un caso determinado.

El error referido al contenido de la norma, fi jado en el tipo, es un subcaso de error de la primera categoría y puede caracterizarse como error de Derecho (relevante para la culpabilidad). En cambio, el de hecho (que excluye el dolo) es un subcaso de error de la segunda categoría. Ese planteamiento tan claro, pronto se tornó confuso con la constatación de los elementos normativos del tipo, ya que implicaban momentos de

I. Introducción

I.I. Error esencial y no esencial

I.II. Clases de error de tipo

I.II.I. Error sobre el objeto de la acción

I.II.II. Error sobre la relación de causalidad

I.II.III. Error en el golpe

I.II.IV. Dolus generalis

I.II.V. Para Francisco Muñoz Conde...

II. Error de prohibición

II.I. Clases de error de prohibición

II.I.I. Error de prohibición directo

II.I.II. Error indirecto de prohibición

III. Error vencible e invencible

Conclusiones

Bibliografía

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valoración en la tipicidad. De ahí que, con posteriori-dad, se acogiera en forma predominante la clasifi cación de error de tipo y error de prohibición. Primero, porque cuando una descripción legal contiene elementos normativos del tipo, el error sobre algunos de ellos puede deberse a un error de Derecho, sin embargo, un error de tipo, y no meramente un error sobre la prohibición. Segundo, porque a partir del fi nalismo, un sector doctrinal mantiene que el error sobre las fácticas de una causa de justifi cación, pese a ser un error de hecho, es un error de prohibición, y no un error sobre el tipo excluyente del dolo. A nivel federal, la regulación de ese error fue plasmada hasta la reforma del Código Penal de 1984. Antes de ello, la doctrina procuró elaborar teorías en torno al problema que se presentaba a menudo en tribunales; el tratamiento que debía darse a los supuestos en los que el sujeto actuaba con desconocimiento o error sobre la existencia de alguno de los elementos de la norma penal o cuando actuaba ilícitamente sin saberlo. Así, se puede señalar que de conformidad a la actual dogmática penal, en lo general, hay dos clases de error en materia penal; error de tipo y error de pro-hibición.

− Error de tipo (también conocido como “error de hecho”)

El error de tipo o de hecho encuentra sustento en la corriente fi nalista, en la que se suprime la distinción entre error de hecho y error de Derecho, para asumir, en la teoría del error, la diferencia entre error de tipo y error de prohibición; el primero excluye el dolo; mientras que el error de prohibición excluye la culpabilidad, como se desarrollará más adelante. El error de tipo es aquel sobre una circunstancia objetiva del hecho del tipo legal, que excluye el dolo de la realización típica (dolo de tipo). Enrique Díaz Aranda establece: “Si el aspecto cognitivo del dolo se conforma con el conocimiento de las circunstancias en las que el sujeto realiza su conducta típica; entonces la falsa percepción de alguna de las circunstancias esenciales de esa realidad da lugar al error de tipo.” Resulta necesario seguir a Luzón Peña, quien sobre el particular realiza en una exposición breve pero sustancial; la razón por la cual no existe una identidad exacta entre error de tipo y error de hecho.

Pues dicho autor considera que cuando se yerra sobre un elemento del tipo, en particular sobre los elementos normativos, se yerra sobre el derecho mismo; asimismo, cuando se trata sobre el error de prohibición y se yerra sobre los presupues-tos fácticos de una causa de justifi cación. Lo cierto es que se yerra sobre el hecho, pese a ser un error de prohibición.

Por su parte, Márquez Pinero señala:

La teoría del error de tipo se encuentra relacionada −de manera directa e inmediata− con la teoría del dolo, ya que el error de tipo no es más que la negación del contenido de representación requerido para el dolo. Más claramente: el autor no conoce los elemen-tos a que, según el tipo penal de que se trate, debe extenderse el dolo. Concurre el error de tipo cuando en la comisión del hecho se desconoce una circuns- tancia que pertenece al tipo legal.

Es importante retomar el concepto que, sobre el error de tipo escribe el realista Francisco Pavón Vasconcelos, puesto que a partir del mismo tenemos un panorama más explícito de los diversos planteamientos que de este tema derivan. Pavón Vasconcelos escribe:

Si por error se entiende el falso conocimiento que una persona tiene respecto de una cosa o de un hecho determinado, o bien la ausencia de conocimiento de ellos, no resulta desacertado decir que por error de tipo deba entenderse el desconocimiento o falsa concepción que el agente tiene respecto de los elemen-tos del tipo, cualquiera que sea la naturaleza de los mismos (descriptivos, normativo o subjetivos). Conse-cuentemente, aceptemos válidamente que el referido error recae sobre alguna de las circunstancias objeti-vas de carácter legal, lo cual puede llevar a considerar, como lo ha hecho la doctrina, que el error de tipo excluye la tipicidad de la acción, por estimar que ésta, a virtud del error, no queda comprendida en ella.

Por su parte, Zaffaroni afi rma que en el error de tipo el sujeto carece del conocimiento sobre los elementos del tipo objetivo, y que tal error elimina el dolo, pero que de ser vencible puede dar lugar a una tipicidad culposa. Al referirse a la delimitación entre el error de tipo y el error de prohibición, estima que en los tipos dolosos la congruencia genera un supuesto de atipicidad que se denomina “error de tipo”. Cuando el aspecto cognoscitivo del tipo no abarca el aspecto objetivo en

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la forma típicamente requerida, la conducta no será dolosa, no habrá dolo y será atípica. Este error de tipo es diferente del error de prohibición, que interesa a la cul-pabilidad y cuyos efectos son otros. En tanto que el error de tipo recae sobre el aspecto objetivo del tipo, el error de prohibición recae sobre el conocimiento de la antiju-ridicidad, como la antijuridicidad no pertenece al tipo, el conocimiento de la objetividad de este no la abarca. El jurista español Blanco Lozano, dice: “Hay error de tipo cuando el autor yerra en la contemplación de alguno de los elementos expresamente defi nidos en el tipo legal, ya sean elementos típicos; carácter objetivo o elementos típicos de carácter normativo.” De gran relevancia resulta destacar el elemento intelectual en el error de tipo, como lo hace Cerezo Mir, quien dice:

Consiste en la conciencia o conocimiento de la realización de los elementos objetivos del tipo. En un sentido más estricto, comprende la conciencia de los elementos objetivos del tipo que concurren en el momento de dar comienzo a la acción típica y la previsión de la realización de los restantes elementos objetivos del tipo y, por tanto, de la producción del resultado, en los delitos de resultado material. En estos delitos, el dolo comprende, asimismo, la previsión del curso causal entre la acción y el resultado y el conocimiento de las circunstancias que fundamentan la imputación objetiva del resultado. El autor ha de conocer, por tanto, la peligrosidad de la acción desde un punto de vista ex ante.

Este principio nos permite vislumbrar la capacidad de acierto o de error que pudo tener quien desplegó la acción, que en un momento dado se juzgue sobre los parámetros de realidad permitidos. Bajo el punto de vista ex ante se clarifi ca la situación previa del sujeto ante la realización de la hipótesis normativa. Gustavo Garibaldi, jurista argentino, establece su propio concepto de error de tipo cuando dice:

El error importa siempre un défi cit en el saber. Defi nir lo que debe entender, trae como consecuencia la posi- bilidad de destinar aquello sobre lo cual, con relevancia, puede alguien errar. Así, en el homicidio (art. 79 Código Penal) el conocimiento del otro, en tanto per-sona humana–elemento descriptivo, perceptible por los sentidos− será relevante para el derecho, como lo será, por ende, el error sobre ese elemento. La vesti-

menta del otro, en cambio, carecerá de importancia, como así también un error sobre ese dato de la realidad. En el dolo, lo relevante es el conocimiento de los elementos del tipo objetivo. Ellos determinarán la materia de error en este nivel de análisis lógico.El tipo penal cumple con una función sistemática, siendo el punto de referencia de un variado número de condiciones jurídicas, fundamentales para decidir la aplicación de una pena. Así, elegir uno u otro dato del texto erigiéndolo el elemento del tipo objetivo, traerá consecuencias jurídicas distintas en materia de participación, tentativa, prescripción de la acción y en lo que aquí interesa, respecto del dolo […] solo el que actúa con conocimiento efectivo de los elementos del tipo objetivo, puede dirigir fi nalmente su acción hacia la realización de éste. El conocimiento del agente puede referirse a aquellos que fi guran en el centro de su atención o a los datos de la realidad que forman de una u otra manera parte de su saber. Así, quien conoce que la cosa mueble total o parcialmente ajena, podrá apoderarse ilegítimamente de ella.

Ese pensamiento recalca la importancia de entender que el error de tipo viene en gran medida aparejado con el grado de conocimiento del hecho, dando en consecuencia la relación directa con el dolo, con la conciencia de la antijuridicidad, en el caso del error de prohibición. Por un lado, distinguimos la conducta enfocada hacia un hecho en particular (error de tipo) y, por otra, observamos la conciencia respecto a la licitud de dicho acto (error de prohibición). En ese orden de ideas podemos señalar que si el sujeto activo no conoce o conoce con defecto alguno de los elementos del tipo y despliega su conducta atendiendo a ese conocimien-to erróneo, se actualiza el denominado “error de tipo”, mientras no sea el caso que dicho error se considere vencible; pues como ya lo hemos señalado, subsistiría la culpa en aquellos que así lo establecen. Tomando en consideración que el actuar erróneo implica una de las formas en que puede darse esta fi gura, recordamos lo establecido por Jescheck quien señaló: “En cuanto a su contenido, el error de tipo puede consistir tanto en una representación falsa como en la falta de una represen-tación pues error es, en términos generales, la discre-pancia entre conciencia y realidad.” En México, Enrique Díaz Aranda expone: “Si el aspecto cognitivo del dolo se conforma con el acon-tecimiento de las circunstancias en las que el sujeto

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realiza su conducta típica, entonces la falsa percepción de alguna de las circunstancias esenciales de esa realidad da lugar al error de tipo.” La percepción errónea puede recaer sobre alguno de los elementos objetivos de la conducta típica o sobre alguno de los elementos normativos. Recordemos que los primeros son aquellos que se perciben a través de los sentidos; porque se manifi estan en el mundo real, mientras que los elementos normativos sólo se pueden identifi car a través de una comprensión intelectual. Es necesario adelantar un poco sobre lo relativo a la “vencibilidad” del error, toda vez que la misma im-plica un problema cuya solución se ha vertido en diver-sas discusiones dentro de la dogmática, pero que, sin embargo, poco se ha abonado en este terreno en algún libro de la especialidad en nuestro país. En virtud de lo cual, hemos recogido algunas orientaciones especial-mente de las literaturas penales española y argentina. Blanco Lozano señala: “El error de tipo será invenci-ble cuando el sujeto, atendidas sus circunstancias per-sonales en relación con las objetivas de la situación, no tuvo posibilidad alguna de percibir adecuadamente el hecho, esto es, que por más que se hubiese esforzado, nunca hubiera podido llegar a un conocimiento exacto de la situación objetiva.” Sumado a esto, dice Garibaldi: “Sólo lo previsible es evitable. Lo imprevisible no puede ser objeto de imputación legítima. Tampoco podrá imputarse como doloso aquello que pudo haber sido previsto por el autor pero, de hecho, no lo fue. En suma, no imputable, signifi ca inevitable, quiere decir imprevisible.” El jurista Claus Roxin, al desarrollar lo relativo a la teoría del dominio del hecho, realiza grandes aporta-ciones al tema que nos ocupa, y señala:

La estructura del dominio de la voluntad cuando se utiliza es un instrumento doloso. Piénsese en el supuesto en que a pide a b encender la luz en un país, [lo que] que inocentemente hace b, activando así, como había planeado a, en un lugar lejano un explo-sivo que mata a una persona. O bien, a aconseja a b, [quien] va a emprender un viaje a América, utilizar determinado aeroplano, del que sabe que en el curso del vuelo va a precipitarse a tierra.

Resulta necesario señalar la posición que guarda la doctrina respecto al error del tipo. Lucio Eduardo Herrera señala:

Habiendo estudiado ya el error de hecho y de derecho y el de tipo y de prohibición, corresponde aquí considerar, en un amplio panorama, la ubicación que en la sistemática jurídico-penal corresponde a la teoría del error […] es en Alemania donde se han desarrollado dos teorías que se disputan la supremacía sobre el lugar que corresponde al conocimiento de la antijuridicidad, son ellas: la teoría del dolo y la de la culpabilidad. La primera, al considerar que el dolo se integra con el conocimiento de los hechos y el de la antijuridicidad, forzosamente, el error sobre uno u otro aspecto, excluye el dolo, y con ello la culpabilidad, si el error es inimputable (inevitable). En cambio la segunda, por sostener un dolo natural como elemento subjetivo del tipo, el error sobre los hechos estructurales de la fi gura delictiva, excluye el dolo y con ello el tipo.

El problema planteado por Herrera no es un asunto menor que haya sido superado por la doctrina; consi-deramos desde luego que la partición en las opiniones viene y refresca el debate, pero no ofrece una solución uniforme. Queda claro que, ante las derivaciones que surgen de estas dos clases de error (tipo y prohibición), se impone la necesidad de crear una teoría alrededor de este problema, que, en la práctica se ve acentuado por la falta de aplicación o estudio de sus características. Considero que no pocas veces se ha resuelto un pro-blema penal que se soslaya: al invocar al error de tiem-po y al error de prohibición, como ocurre en la llamada “legítima defensa putativa de una excluyente equívoca”, Herrera continúa explicando el cariz que ha tomado el error en la doctrina. Al referirse a los autores que tratan al error como reverso del dolo, señala:

Franz Von Liszt estudia el error en el parámetro inmediato posterior al de dolo, después la conciencia de la ilegalidad y la culpa. Resulta claro que considera al error como causa de exclusión del dolo. También Ernst von Beling, en el mismo parámetro que estudia la intención (dolo), trata al error con excluyente de este. Edmund Mezger, al desarrollar la estructura del dolo, se refi ere al error como excluyente de este, sin dar ninguna clase de independencia. En España, Eugenio Cuello Calón considera a la ignorancia y al error como causales que suprimen el dolo.

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La teoría del error se halla en parámetro conectada en forma inmediata con la teoría del dolo, ya que el error de tipo no es más que la negación del contenido de representación requerido para el dolo: el autor desconoce los elementos típicos, por ello, debe excluirse el delito; si el autor no ha comprendido perfectamente la base fáctica del concepto jurídico del tipo. Este tipo de error se encuentra previsto en la fracción VIII, inciso a), del artículo 15 del Código Penal Federal, que textualmente dice: “El delito se excluye cuando:

VIII. Se realice la acción o la omisión bajo un error invencible

a) sobre alguno de los elementos esenciales que integran el tipo penal; o

Mientras que en la legislación penal local, está prevista en el artículo 29, fracción VIII, inciso a), del código sustantivo que dice:

El delito se excluye cuando:

VIII. (error de tipo y error de prohibición). Se realice la acción o la omisión bajo un error invencible, respecto de:

a) alguno de los elementos objetivos que integran la descripción legal del delito de que se trate; o

Algunos tratadistas consideran que el error de hecho puede ser esencial o no esencial. El error esencial de hecho sólo puede excluir al dolo cuando es invencible, esto es, cuando a pesar de que el agente ponga todo su esfuerzo para comprender el resultado ilícito del hecho no logra hacerlo, atentas las circunstancias que rodean al agente y al mismo hecho. La invencibilidad estriba en la imposibilidad, desde el punto de vista humano, de superar el error de acuerdo con las circunstan-cias que rodean al hecho mismo, lo cual, sin duda alguna, es una cuestión que en la mayoría de los casos corresponderá apreciar al juez. Entonces, válidamente, puede establecerse que el desconocimiento de algunos de los elementos integrantes del tipo penal repercute en la tipicidad, porque excluye el dolo y, en esencia, a eso se le llama error de tipo.

El error sobre cualquier otro elemento perteneciente a otras categorías distintas al tipo (error sobre los presupuestos de las causas de justifi cación; error sobre la antijuridicidad, culpabilidad o penalidad), carece de relevancia en la tipicidad. El error de tipo debe referirse a cualquiera de sus elementos integrantes, sean de naturaleza descriptiva (cosa, explosivo) o normativa (ajena, documento). Respecto a estos últimos, basta con que el autor tenga una valoración paralela en la esfera para imputar el conocimiento del elemento normativo a título de dolo.

Novena épocaInstancia: Primera SañaFuente: Semanario Judicial de la Federación y su GacetaXXIII, Marzo de 2006Página: 208Tesis: 1ª. CIZ/2005Tesis aisladaMateria(s) Penal.Rubro.- Error de tipo como causa de exclusión del delito.

Texto: El artículo 15 del Código Penal Federal establece como causa de exclusión del delito, entre otras, la existencia de un error invencible, bajo el cual se realiza la acción u omisión, que recae sobre alguno de los elementos esenciales que inte-gran el tipo penal. El error es una falsa apreciación so-bre la realidad y se distingue de la ignorancia en que ésta implica un desconocimiento total y conlleva una entera ausencia de noción sobre un objeto determinado. Entonces, el error de tipo consiste en una falsa apreciación o distorsión sobre uno más de los elementos –sean de naturaleza objetiva o normativa− exigidos por la ley para integrar el tipo delictivo. Este tipo de error, como causa de exclusión del delito, tiene como efecto excluir el dolo o la culpa, de manera que si el error es invencible (insuperable), sino que en términos del artículo 66 del citado ordenamiento actúa como aminorante, pues se aplica la punibilidad del delito culposo si el hecho de que se trata admite tal forma de realización.

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Novena épocaInstancia: Primera SañaFuente: Semanario Judicial de la Federación y su GacetaXXIII, Octubre del 2005Página: 181Tesis: 1ª. 116/2005JurisprudenciaMateria(s) Penal.Rubro: Delito contra la salud en su modalidad de transportación. El desconocimiento, por parte del inculpado, respecto del narcótico transportado, no constituye una causa de exclusión del delito, sino la ausencia de elemento cognitivo del dolo.

Texto. El Código Penal punitivo federal prevé como causa de exclusión del delito, en su artículo 15, fracción VIII inciso a), el error invencible que recaiga sobre uno de los elementos exigidos por la ley para integrar el tipo delictivo. Dicha causa de exclusión se actualiza cuando el agente del delito tiene una falsa apreciación o distorsión –error− sobre uno o más elementos, objetivos o normativos, del tipo penal. Debe dis-tinguirse el error, que no implica más que un conocimiento falaz de la ignorancia, que implica un desconocimiento total. La ignorancia supone la falta absoluta de toda representación y consiste en una entera ausencia de noción sobre un objeto determinado, mientras que el error supone una idea falsa, una representación errónea de un objeto cierto. De lo anterior que el desco-nocimiento del narcótico transportado, respecto del delito contra la salud en su modalidad de transportación previsto en el artículo 194 fracción i, del Código Penal Federal, no actualice la causa de exclusión analizada, consistente en un error sobre un elemento del tipo, a saber, el objeto material, sino que únicamente denota la ignorancia respecto del mismo, lo que en su caso, daría lugar a la ausencia del dolo, al faltar el elemento cognitivo constitutivo del mismo. Por ello, para que se actualizara un error sobre el objeto material del delito, sería necesario que el sujeto activo hubiese tenido una falsa concepción sobre su esencia, esto es, que hubiere crédito que el narcótico no era tal, sino cualquier otra sustancia que pudiese transportar lícitamente. De ello que no corresponda la carga de la prueba de dicho desconocimiento

al inculpado, lo que sí acontecería de actualizar éste una causa de exclusión del delito, atento al principio de que, quien afi rma está obligado a probar.

Como se dejó asentado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación considera al error de tipo como una falsa apreciación sobre la realidad, un falso conocimiento sobre la verdad. El error no es sino una distorsión de una idea respecto a la realidad de un hecho, de una cosa o de su esencia. Sin embargo, en este punto es de suma importancia distinguir entre el error, que no implica más que un conocimiento falaz, y la ignorancia, que implica un desconocimiento total. La ignorancia supone la falta absoluta de toda repre-sentación, un desconocimiento total, y consiste en una entera ausencia de noción sobre un objeto determinado, es decir, constituye un estado negativo. Sobre el tema, el jurista Luis Jiménez de Asúa expone en su obra La ley y el delito:

Ignorancia y error. En el área de la psicología hay una distinción fundamental entre la ignorancia y el error, que se halla ya en Platón. La primera supone la falta absoluta de toda representación y consiste en una entera ausencia de noción sobre un objeto determinado; es un estado negativo. El error supone una idea falsa, una representación errónea de un objeto cierto; es un estado positivo. La ignorancia consiste, en suma, en una falta completa de un conocimiento, mientras que en el error hay un conocimiento falso.En contrario, el error supone una idea falsa, una representación errónea de un objeto cierto (constituye un estado positivo).En suma, la ignorancia consiste en una falta completa de conocimiento mientras que en el error hay un conocimiento falso y, por ello, al no ser equiparable la ignorancia con el error, aquella no constituye causa de exclusión del delito.

En efecto, para que se actualice la causa de exclusión relativa al error de tipo, debe recaer sobre uno de los elementos del injusto, llámense objetivos o normativos, entendiéndose por error la falsa concepción sobre su esencia. Respecto a la primera, se requiere que el sujeto activo tenga una falsa concepción, una idea distorsio-nada sobre un elemento objetivo, como lo puede ser el objeto material, el sujeto pasivo, etcétera. Un ejemplo

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de ello sería, en el caso de un homicidio, el que dispara en contra de una persona, creyendo que es un animal o un espantapájaros. Por lo que hace al error que recae sobre un elemento normativo, para que se dé, basta con que el autor tenga una valoración cultural paralela, comprobable, contraria a la otorgada en la ley. Un ejemplo de ello, sería el que el agente, por provenir de una distinta cultura, considere que la tierra y sus frutos pertenecen a la humanidad, y no tenga manera de conocer el signifi cado de que una determinada porción de tierra sea “ajena” (robo) o que alguien tenga la “posesión” de la misma (despojo). En conclusión, el error sobre uno de los elementos del tipo penal (como causa de exclusión del delito) tiene como efecto excluir el dolo o la culpa, pero siempre y cuando el error sea invencible, esto es, insuperable; no pudiendo evitarse ni habiendo actuado el agente con el mayor cuidado, se excluye plenamente la responsabili-dad penal del sujeto. El error invencible es aquel que el autor no hubiera podido superar ni aun empleando una gran diligencia; excluye la responsabilidad tanto a título de dolo como de imprudencia, por lo que ni siquiera puede hablarse de tipicidad penal. Sin embargo, si dicho error es vencible, esto es, supe-rable, no se excluye por completo dicha responsabili-dad sino que actúa como aminorante, es decir, se le aplicará la punibilidad del delito culposo si el hecho de que se trata admite tal forma de realización.

I.I. Error esencial y no esencial

El error será esencial cuando recaiga sobre alguno de los elementos constitutivos del tipo penal, o bien, sobre una circunstancia agravante o sobre la antijuri- dicidad del hecho. Será no esencial (también deno- minado “accidental”) cuando recaiga sobre circunstan-cias que acompañan al hecho, pero que las mismas no alteran la esencia de la fi gura delictiva, o bien su califi cación. Para que el error sea excluyente de toda culpabilidad, el mismo debe ser esencial e inculpable o invencible. La exigencia de que el error sea esencial, corresponde a la circunstancia de que esa es la única forma que impide comprender la criminalidad del acto; y, la exigencia de que sea inculpable o invencible se deriva de que esta es la única forma que elimina el dolo y la culpa.

Dentro del error accidental o no esencial se distinguen tres clases.

− Aberratio ictus es aquel en el cual el resultado producido no es el mismo que se perseguía pero, sin embargo, es idéntico en su signifi cación jurídica.

− Error in personam es un caso de error en el objeto, es decir, que recae sobre el sujeto objeto de padecer la acción del delito, o mejor dicho, en aquellos tipos enu-merados en los delitos contra las personas, como la libertad, el honor o la integridad sexual; y,

− Error en los medios empleados, es decir, cuando sean distintos de los propuestos pero idénticos para causar el mismo resultado.

I.II. Clases de error de tipo

El error puede recaer sobre distintos elementos típicos. De acuerdo con ello, se distingue entre error sobre el objeto de la acción; error sobre la relación de causali-dad; error en el golpe; dolus generalis; y error sobre los elementos agravantes.

I.II.I. Error sobre el objeto de la acción (error in objecto vel in persona). También conocido como “error en la persona”, da lugar a supuestos de ausencia de tipi-cidad objetiva o de error de tipo cuando se trata de objetos no equivalentes. Ejemplo: el que le dispara a una persona creyendo que es un animal. La equivalencia no es material sino jurídica, siendo posible que la no equivalencia elimine la tipicidad objetiva, como en el caso del que se apodera de la cosa propia creyendo que era ajena. El problema surge cuando los objetos son equiva-lentes: en estos supuestos el sujeto elabora todo su plan, lo pone en marcha con referencia a un objeto y obtiene el resultado deseado respecto del mismo, sólo que en la elaboración de su plan identifi có errónea-mente al objeto. Salvo los supuestos de errores sobre atenuantes y agravantes, esta identifi cación errónea no tiene relevancia excluyente del dolo. Esta solución no es contradictoria con la concreción del dolo como determinante de la esencialidad o inesencialidad de la discordancia con el plan, porque en las hipótesis planteadas el plan ha sido llevado a cabo y agotado conforme a sus designios, y la causalidad no se ha separado de lo planeado, tratándose de un puro error en la motivación.

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En palabras de Muñoz Conde, “es irrelevante la cualidad del objeto o de la persona sobre la que recae la acción”. Así, entonces, es irrelevante que A se apodere del automóvil de B creyendo que era propiedad de C, o que mate a D en lugar de E; en ambos casos, hay un único delito doloso consumado, robo y homicidio. Sin embargo, cuando los objetos son heterogéneos (se quiere matar al perro del vecino pero se mata al vecino) el error dará lugar a un concurso entre el delito que el sujeto quería realizar (daños en grado de tentativa) y el resultado imprudente realizado (la muerte del vecino). Dicho en otras palabras, al error hay que considerarlo relevante cuando se trata de los mismos objetos pero con diferente protección jurídica (objetos heterogénicos). Son los casos, del que quiere matar al jefe de Estado y da muerte al escolta que le precede, o del que quiere causar daños materiales y, además, causa la muerte de una persona. En estos casos el error obliga a reconocer la concurrencia de dos delitos; en el primer caso, un delito de homicidio tentado al jefe de Estado y un homicidio doloso consumado del escolta, y en el segundo, un concurso de delito de daños consumados con un delito culposo de homicidio.

I.II.II. Error sobre la relación de causal idad. Generalmente, se parte de la base de que, pese a la desviación del curso legal, sigue habiendo relación causal, y se sostiene que el error sobre la desviación no esencial del curso causal es irrelevante y no excluye el dolo, ya que éste no tiene que abarcar en sus detalles toda la relación causal, lo que normalmente sólo es asequible a expertos. Así es, las desviaciones in esenciales o que no afectan a la producción del resultado deseado por el autor, son irrelevantes; ejemplo: A dispara contra B con ánimo de matarle, pero sólo lo hiere, muriendo B a los pocos días a causa de la gravedad de la herida. Por el contrario, si el resultado se produce de un modo totalmente desconectado de la acción del autor, todo lo demás podría imputarse como tentativa; ejemplo: en el caso anterior, B muere posteriormente a consecuencia del incendio del hospital. En este caso, aunque se dé el tipo subjetivo del delito doloso de homicidio, falta la realización en el resultado del peligro implícito en la acción lesiva inicial y, por tanto, falta la imputación objetiva del resultado a la acción.

I.II.III. Error en el golpe (aberratio ictus literalmente signifi ca “equivocación del golpe”). Este se da cuando el que dirige el ataque contra un objeto alcanza a otro equivalente (Ej. dispara contra Juan y mata a José). En efecto, este tipo de error se encuentra sobre todo en los delitos contra la vida y la integridad física, y se produce cuando se desvía o modifi ca el curso causal previsto por el autor, pero tampoco alcanza al objeto representado y deseado por aquel, sino a otro objeto distinto y más o menos cercano al primero. El autor, por su mala puntería alcanza a B, cuando quería matar a C. En este caso, según la doctrina tradi-cional, se está en presencia de un único caso de delito doloso de homicidio, sustancialmente al advertirse la acción fi nal del sujeto activo. En cuanto a este paradig-ma, Francisco Muñoz Conde señala:

Esta solución tiene, a mi juicio, el inconveniente que es injusta cuando además de la tercera persona alcanzada por el disparo o golpe también resulta alcanzada la persona a la que se pretendía herir y, desde luego, no puede aplicarse tampoco cuando se trata de resultados heterogéneos; por ejemplo, se pretende matar a una persona y se mata al valioso caballo pura sangre que esta montaba. En estos casos, la solución del concurso es la única capaz de abarcar el desvalor perfectamente diferenciable de los distintos resultados.

Este criterio es congruente con el de otros tratadistas, quienes consideran que quizá procedería considerar relevante el error y, con relación al ejemplo citado, apreciar un concurso ideal de homicidio doloso tentado y homicidio doloso consumado. Ante esto, otro sector doctrinal considera que hay un delito doloso frustrado en la acción con la que se pretende alcanzar al objeto o persona representados, generalmente en concurso ideal con un delito impru-dente respecto de la lesión del objeto o persona efec-tivamente alcanzada, si ello, aunque no deseado, era objetivamente previsible y atribuible a una infracción del cuidado debido.

I.II.IV. Dolus generalis. En este caso, el autor cree haber consumado el delito cuando, en realidad, la con-sumación se produce por un hecho posterior (el sujeto, tras haber estrangulado a su víctima, y en la creencia de que la ha matado, la arroja por un precipicio para ocultar su delito, siendo entonces cuando la víctima, que sólo estaba desvanecida, muere realmente a consecuencia del golpe en la caída).

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Al respecto, Muñoz Conde precisa: “[en] La práctica parece más justo apreciar, sin embargo, un solo delito consumado doloso: el sujeto quería matar a la persona y lo ha conseguido, ya que aquí, a diferencia de lo que sucede en el aberratio ictus, no se pone en peligro ni se lesiona a otra persona.” La misma pretensión realizada con la que se sostiene en la inesencialidad del yerro en el golpe (aberratio ictus), en caso de equivalencia de objetos alcanzados, se procura emplear para resolver los supuestos en que el resultado se atrasa o adelanta respecto de lo planeado por el agente, considerando que todos son casos de disparidades inesenciales que no afectan al dolo.

I.II.V. Para Francisco Muñoz Conde existe otra clase de error de tipo, denominado “error sobre los elementos agravantes o califi cadores”, en el que su existencia determina la no apreciación de la circunstancia agravante o, en su caso, del tipo cualifi cado. En el entendido que dichos elementos agravantes o califi cadores son aquellas circunstancias que modifi can la pena, porque suponen modifi caciones de la respon-sabilidad criminal (culpabilidad). Las circunstancias modifi cativas las clasifi ca en tres basándose en la legislación española: atenuantes, agravantes y mixtas.

II. Error de prohibición

Por el momento intelectual es decisiva la capacidad de comprensión de lo injusto del hecho, no siendo necesario que el autor pueda reconocerlo como contrario a la ley, ni la conciencia de perpetrar una inmoralidad, sino que el autor tiene que poder reconocer que su hecho entraña una transgresión de aquellas normas sociales que son indispensables para la vida en común.

El conocimiento de la antijuricidad no pertenece al dolo, sino que precisamente es el motivo por el cual el dolo se reprocha al agente, así el dolo es un elemen-to de tipo subjetivo; y el conocimiento de la antijurici-dad pertenece a la culpabilidad.

De ahí que la culpabilidad se excluya por el desconocimiento inevitable de la antijuricidad, como es el caso del error de prohibición invencible.

El error de prohibición es el error sobre la antiju-ricidad del hecho, con pleno conocimiento de la reali-zación del tipo, en el que el autor sabe lo que hace pero supone erróneamente que estaría permitido; no conoce la norma jurídica, la interpreta mal, o supone errónea-mente que concurre una causa de justifi cación.

Como error de prohibición debe entenderse no sólo la falsa representación, sino también la falta de representación de la antijuricidad; por tanto, es la designación abreviada del error sobre la antijuricidad del hecho real, que impide que el autor advierta que su acción típica lesiona el orden jurídico. La regulación actual del error de prohibición se encuentra en el artículo 15, fracción VIII, inciso b), del Código Penal Federal que dice:

VIII. Se realice la acción o la omisión bajo un error invencible.

b) Respecto de la ilicitud de la conducta, ya sea porque el sujeto desconozca la existencia de la ley o el alcance de la misma, o porque crea que está justifi cada su conducta.

Así como en el artículo 29, fracción VIII, inciso b), del Código Penal para el Distrito Federal al señalar:

VIII. (Error del tipo y error de prohibición). Se realice acción o la omisión bajo un error invencible, respecto de:

b) La ilicitud de la conducta, ya sea porque el sujeto desconozca la existencia de la ley o el alcance de la misma o porque crea que está justifi cada su conducta.

Como se sabe, nuestra regulación tiene rasgos muy especiales que la distinguen de los demás códigos modernos, en los que se adopta la teoría de la culpabilidad para solucionar los problemas de error de prohibición. Se basa en una variante de la teoría de la culpa- bilidad pura, en la que la atenuación hará los casos de error de prohibición vencible como obligatoria. Siendo este criterio preferible desde el punto de vista político-criminal, por lo que en caso de que la atenuante para el error de prohibición vencible fuera meramente facultativa, nos encontraríamos con el peligro de que los jueces o magistrados volvieran a aplicar solapadamente la teoría del error iuris nocet sin considerar la atenuante. Desde el punto de vista dogmático, en los supuestos de error de prohibición, aunque fuera muy fácilmente vencible, el sujeto creía que su conducta era lícita conforme al derecho y, por ello, estaba disminuida su capacidad de obrar de otro modo, conforme a las exigencias del ordenamiento jurídico.

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La culpabilidad es siempre menor, por lo que la atenuación debe ser obligatoria. La atenuación obligatoria es más ajustada al principio de culpabilidad, según el cual no hay pena sin culpabilidad y la pena no debe rebasar la medida de la culpabilidad. El error sobre la desaprobación jurídico-penal del hecho, esto es: habrá un error sobre la punibilidad cuando el autor haya supuesto erróneamente la no punibilidad del hecho realizado. Esta situación se dará:

− Cuando el autor carezca totalmente del conocimiento de la punibilidad, es decir, de la desaprobación jurídico-penal del hecho

− Cuando haya supuesto alguna causa de justifi cación, de inculpabilidad o una excusa absolutoria que, en realidad, sí contiene el ordenamiento jurídico en algunos casos

− Cuando haya supuesto la concurrencia de circunstancias que hubiera determinado la exclusión de la punibilidad (sea circunstancias de una causa de justifi cación, de una causa de inculpabilidad o de una excusa absolutoria). El error invencible, sobre la punibilidad, excluye la culpabilidad. Según la llamada “teoría del dolo”, el error invencible hace desaparecer el conocimiento de la antijuricidad, que su concurrencia se señala como elemento esencial del dolo, pues produce la impunidad por ausencia tanto del dolo como de la culpa. Para la llamada “teoría de la culpabilidad”, el error de prohibición invencible conduce a la impunidad, porque siendo el conocimiento de la antijuricidad uno de los pilares en que se basa el juicio de reproche, éste no puede formularse, por lo que desaparece totalmente la culpabilidad, sin cuya afi rmación no puede imponerse la pena. Así pues, la conclusión es prácticamente la misma, pero no el razonamiento previo. El error vencible sobre la punibilidad no excluye la culpabilidad, pero puede atenuarla en la medida de su evitabilidad. En el sistema causalista, por ejemplo, el error de derecho supone una falta de diligencia en el sujeto que no quiso informarse adecuadamente, determina la desaparición del dolo y la subsistencia de la culpa, que será la forma bajo la que se castigará el hecho.

En cambio, en el fi nalismo, el error de prohibición se produce cuando es vencible una reducción del reproche que se plasma en el juicio de culpabilidad, puesto que el carácter doloso del hecho no depende de que el autor conociera o no la antijuricidad, y esa reducción del reproche se traduce en una reducción de la pena. En consecuencia, la evitabilidad del error sobre la desaprobación jurídico-penal, como queda dicho; el efecto excluyente de la culpabilidad del error sobre la punibilidad, está condicionado por la inevitabilidad del error. El autor, que podría evitar el error en consecuencia, reúne la primera condición para comportarse de acuerdo con derecho; para cumplir con su deber jurídico-penal. Por ello, la sola capacidad del autor de conocer la desaprobación jurídico-penal expresada en la punibilidad, no alcanza para determinar el carácter evitable del error. Además, de esa capacidad del autor, es preciso que éste haya tenido la posibilidad concreta de ejercerla. Sin embargo, y al prescindir de la discusión teórica, aquí el problema es de índole técnica, pues la reducción de la pena no hay manera de precisarla, siendo necesario remitirla al arbitrio judicial. La regulación de los efectos del error, en la legislación penal mexicana, con independencia de su mayor o menor precisión técnica, responde a funda- mentadas necesidades técnicas, político-criminales. Lo cierto es que, en este aspecto, los preceptos legales citados proporcionan una regulación de los efectos del error que satisface el principio de legalidad y la seguridad jurídica, sin limitar la libre circulación doctrinal y la creación o especulación dogmática, pues no impone, a nuestro juicio, una doctrina del error sobre otras. El principal mérito de la teoría de la culpabilidad ante la teoría del dolo consiste, en palabras de Muñoz Conde: “En haber dado una salida a algo que parecía férreamente anclado en la conciencia de los juristas. Al trasladar el problema del conocimiento de la antijuricidad y por consiguiente del error sobre la misma al ámbito de la culpabilidad, se dejaban intactas la tipicidad y la antijuricidad del acto realizado, y con ellas la vigencia objetiva de las normas jurídico-penales.” Al conceder relevancia al error de prohibición, al desconocimiento de la antijuricidad, el moderno estado democrático de derecho se encuentra dispuesto a negociar con el ciudadano los ámbitos de relevancia de sus prejuicios y hasta su propia concepción del derecho, y a tener en cuenta ésta hasta el punto de

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eximir, o por lo menos de atenuar su responsabilidad por la infracción realizada, pero sin que ello suponga tener que modifi car en nada la vigencia objetiva de las normas jurídicas.

II.I. Clases de error de prohibición

Como quedó asentado, existe error de prohibición no sólo cuando el autor cree que actúa lícitamente, sino también cuando ni siquiera se plantea la ilicitud de su hecho. El error de prohibición se subdivide en dos:

− error de prohibición directo

− error de prohibición indirecto

II.I.I. Error de prohibición directo

Es cuando el error de prohibición recae directamente sobre la norma prohibitiva como tal, ya sea en cuanto a su existencia, vigencia o aplicación.

II.I.II. Error indirecto de prohibición

En esta hipótesis, el autor sabe que su conducta está prohibida en general, pero cree erróneamente que, en el caso concreto, hay una causa de justifi cación que lo permite, que actúa dentro de los límites de la misma o que se dan presupuestos objetivos. En el error sobre los presupuestos fácticos de una causa de justifi cación, el autor sabe que actúa típica-mente, pero cree estar legitimado para hacerlo. Esta especie de error puede subdividirse en dos:

− error sobre los fundamentos fácticos de una causa de justifi cación; por ejemplo, quien va a sufrir una agresión erróneamente y, en su virtud, lesiona a otro en defensa legítima, derecho que entonces se entendería concurrente.

− error sobre la existencia misma de la causa de justifi cación, por ejemplo, creer que el consentimiento de la víctima justifi ca siempre.

Algunos autores también denominan a la teoría del error de prohibición, “justifi cantes putativas o errores de permisión”, y afi rman: dentro del error de prohibición encontramos a las “justifi cantes putativas”, que consisten en la suposición errada del autor, en el sentido de que “en el hecho típico concurre una causa de justifi cación”; a las “justifi cantes putativas” se les

ha denominado también “errores de permisión”, lo que es igualmente correcto. El término “putativo” signifi ca “error”, “creencia errada”, “suposición incorrecta”, etcétera. Por lo que aplicada esta defi nición a las causas de justifi cación, tenemos entonces que siempre que se hable de una justifi cante putativa, se entenderá que el agente creyó erróneamente que podría actuar lesionando bienes jurídicos en forma lícita, por encontrarse dentro del permiso de la ley (por eso el nombre de “error de permisión”), cuando realmente no lo estaba. En resumen, el error de prohibición tanto si es directo (sobre la existencia de la norma prohibitiva) como si es indirecto (sobre la existencia, límites o presupuestos objetivos de una causa de justifi cación), no incide en la confi guración típica, dolosa o imprudente del delito, sino en la culpabilidad del autor del concreto tipo delictivo que haya realizado. Pero el error de prohibición que indica la ley no puede tomarse como un solo desconocimiento de ella o de sus alcances, y que con eso baste para tener esta circunstancia como exculpante, sino que hay que deducir válidamente si éste podía o no tener una idea de la antijuricidad de su hecho.

III. Error vencible e invencible Cabe destacar que la teoría del error iuris nocet en lo general, tanto en la legislación federal como en la local establecen que el error (sea de tipo o de prohibición), debe ser invencible. Pero cómo entender o comprender este tópico. Para el tratamiento de la invencibilidad del error, me parece acertado citar al catedrático Muñoz Conde, quien si bien hace una refl exión sobre este tema respecto a la legislación española, también resulta aplicable a la nuestra dada su similitud. Dice:

La ven civilidad del error. En todos estos casos los criterios para determinar la ven civilidad o invenci-bilidad del error son los mismos que los señalados para el error de tipo en el artículo 14,1 (las circunstancias del hecho y las personales del autor), aunque lógicamente adaptadas a la peculiar naturaleza del conocimiento de la anti-juricidad, ya que muchas veces éste supone un conocimiento específi co que sólo se da en pro-fesionales relacionados con la actividad o, en general, en personas que tienen una obligación especial de informarse sobre la licitud de su hacer.

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A veces, como señala Nieto Marín, no habrá más remedio que recurrir a criterios basados en la vida anterior del auto, sus conocimientosprevios, su nivel y formación cultural, para saber el grado de ven civilidad que pudo tener su error. Ello no implica una culpabilidad previa por la forma en que se ha vivido, sino simplemente un indicador de hasta qué punto el sujeto estuvo en condiciones de vencer el error en el que actuó en el caso concreto (Cfr. Felip I Saborit, pp. 248 y ss.; y recensión a esta obra de Miguel Díaz y García Conlledo, 2002, pp. 374 y ss). En los casos normales bastará con que el sujeto hubiera podido salir de su error con una reflexión y con la información que cualquier persona en sus circunstancias podría haber obtenido. Si el error es vencible, todo lo más viene en consideración la atenuación de la culpabilidad prevista en el ar tículo 14,3.

Al respecto, el Dr. Zaffaroni señala:

Error vencible: se da cuando el sujeto, aplicando el cuidado debido, pueda salir del error en que se hallaba y, por ende, no realizar el tipo objetivo. En tal supuesto, si existe tipo culposo y se dan los demás requisitos de esa tipicidad, la conducta será típica por imprudencia, pero nunca por dolo. Error invencible: Aun si el agente aplicando el cuidado debido, tampoco hubiese podido salir del error en que se hallaba, la acción no sólo será atípica del tipo doloso sino también de su eventual tipicidad culposa.

Otros autores hablan de evitabilidad o inevitabilidad del error como sinónimo de ven civilidad o invencibilidad del error. Señalan que un error, sea evitable o inevitable, se basa en el poder conocer la antijuricidad de la conducta desplegada, o sea, que el estudio está en la contienda del autor; pero cabe destacar que esta conciencia sobre la antijuridicidad es diferente a la conciencia general exigida por la culpabilidad, ya que esta última se analiza una vez confi rmada la capacidad del sujeto de comprender la mentada antijuridicidad. En el mismo orden de ideas, Fontán Palestra, hace referencia al error invencible denominándolo “error inculpable”, estableciendo que será tal cuando no obstante haber puesto en la acción la normal diligencia requerida por la naturaleza de los hechos, se ha incurrido

en él. “Si bien desde el punto de vista de la estructura delictiva del hecho sigue siendo doloso, ello no afecta al autor, por cuanto el dolo libre de valoraciones nada predice que por sí solo acerca de la enemistad o indiferencia del autor frente al derecho. Pero también desaparece toda posibilidad de atribuir responsabili-dad por culpa: este realizó el tipo dolosamente […] El error de prohibición inevitable trae como consecuencia forzosa la absolución.” En cuanto a la evitabilidad del error, denominada por Fontán Palestra “error culpable” (culposo), es aquel que procede de las mismas fuentes que la culpa; es decir, la imprudencia y la negligencia. En consecuencia, el error vencible o culpable lo que hace es eliminar el dolo dejando subsistente la respon-sabilidad culposa; o bien disminuye la reprochabilidad del autor, refl ejándose esta en la cuantía de la pena. En tanto que respecto del error invencible o inculpable, lo que se elimina es la culpabilidad, es decir, no hay reprochabilidad del injusto. “El error de prohibición evitable deja subsistente el cuadro global de un hecho delictivo doloso, pero crea la posibilidad de aplicar una pena atenuada debido a una culpabilidad disminuida”. Por su parte, Zaffaroni entiende que el concepto de culpabilidad, es decir, la evitabilidad o inevitabilidad del error, debe valorarse siempre en relación con el sujeto en concreto, y a sus posibilidades. Por tanto, el error de tipo y error de prohibición son supuestos en que el juzgador debe resolver cuando, en un asunto que se ventile en su juzgado, se dé el mismo o cuando se lo plantea a algún abogado postulante, debiendo resolver el órgano jurisdiccional tal situación apegada a Derecho.

Conclusiones

El tema del error en el Derecho Penal es bastante amplio como para sintetizarlo en un solo trabajo. Tal como se ha observado a lo largo del presente, existen diferentes subclases de error como teorías dogmáticas del derecho penal. Dicho tema no es exclusivo de la teoría del error, sino de toda la ciencia jurídico penal, pues es bien sabido que, dependiendo la corriente, rige la estructura del delito y sus consecuencias, entre ellas, las causas excluyentes de responsabilidad como la categoría del delito en el que corresponde su estudio.

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Sin embargo, a manera de síntesis, se puede hablar de dos clases de error: de tipo y de prohibición. El primero versa sobre cualquiera de los elementos integrantesdel tipo, sean de naturaleza descriptiva o normativa; en tanto que el segundo afecta la antijuricidad. El error de tipo excluye el dolo mientras que el de la prohibición, la culpabilidad. El requisito común a los dos es que el error debe ser invencible, entendiéndose por esto la comisión del injusto, a pesar de que el autor hubiera empeñado todo el cuidado debido sin que pudiera salir del error en que se hallaba. Caso contrario, si el error es vencible, el hecho puede ser sujeto de reproche penal a título culposo, si lo permite el delito concreto.

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Dr. Alfredo BautistaDoctor en Psicología Acerca de la interrelación entre las disciplinas jurídicas y psicológicas desde un marco epistemológico análogo

TRAYECTORIA ACADÉMICA

•Posdoctorado en Grupos Interculturales por la Universidad de Kassel, Alemania

•Doctorado en Psicología por la Universidad de Francfort del Meno, Alemania

•Maestría en Psicología Clínica por la Universidad de las Américas, Campus Puebla

•Licenciatura en Psicología por la Universidad de las Américas, Campus Puebla

TRAYECTORIA LABORAL

•Ha trabajado en Dahramsala, India; Catania, Italia; San Petersburgo, Rusia y Boston, Mass; en proyectos con emigrantes científicos y artistas

•En el Departamento de Consultoría de la Universidad de las Américas fungió como coordinador del programa “Top Management”

•Fue responsable de los cursos acerca de la “Inteligencia Emocional” y “Planeación Estratégica” en la misma institución

•Actualmente dirige la investigación “La práctica profesional de la abogacía y la salud mental” en la Facultad de Derecho de la Universidad Tepantlato, en México, D.F., cuyo objetivo es la propuesta de programas para una profesionalización de la práctica de la abogacía

•Trabaja como consultor y asesor internacional de programas de movilidad de jóvenes científicos

•Actualmente es profesor en la Universidad de las Américas, en la ciudad de Puebla, México

OTROS DATOS

•Es miembro del Grupo GUCAL (Grupo para el Fomento de la Calidad en Universidades de América Latina) y cofundador del Grupo sobre Estudios Interculturales de Monterrey, NL

•Ha sido nominado a Becario de la “Endeavour Organization” para el periodo 2011-2012

•Entre sus publicaciones recientes están: “Identidad cultural y progreso”. “Contribuciones para una internacionalización del carácter mexicano”. “México 1910-2010-(2110)? Vicisitudes en la construcción de nuestra identidad cultural (capítulo de libro)

•Es coautor del libro: Interculturalidad y comunicación. Apuntes psicoanalíticos y sociológicos, Plaza y Valdés, México, 2011

•Articulista de la revista TRANSFORMACIÓN y de la revista TEPANTLATO

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SUMARIO I. Introducción

II. El problema de la emocionalidad

III. El ejercicio del “habla y la escucha”, práctica fundamental en la abogacía

y la psicología

IV. Conclusiones

V. Notas

I. Introducción

A partir del curso de entrevistas con magistrados y jueces del Poder Judicial, así como con abogados, litigantes y estudiantes avanzados de la Licenciatura y Maestría en Derecho en la Universidad Tepantlato, bajo la temática de “La práctica profesional de la abogacía y su relación con la salud mental”, de la serie Entre Argumentos,1 nos ha sido posible, primeramente, reconocer y detectar una serie de elementos parale-los, de carácter narrativo, entre las disciplinas jurídi-cas y psicológicas. Nuestra propuesta para la discusión en este texto, tiene que ver con la necesidad de pro-fundizar acerca de la interrelación entre ambas disci-plinas, con el objetivo de poder establecer acuerdos y entendimientos en el análisis y la interpretación de los diálogos surgidos de las entrevistas mencionadas.

La base epistemológica que aquí proponemos intenta establecer puentes de comunicación entre ambas disciplinas en cuestión, constituyendo a la vez nuestro punto de partida. Pensamos que, para dar con-tinuidad a algunas experiencias en las que el Derecho y la Psicología han trabajado de manera conjunta como en los estudios de Psicoanálisis y Criminología (véase por ejemplo los trabajos de Ferenczi)2 habrá que poner énfasis en las nuevas tendencias y aportes interdiscipli-narios, especialmente en lo referente a la construcción de métodos de investigación cualitativa como en los estudios de historias de vida e historia oral, los análi-sis de redes conversacionales y organizacionales, así como los estudios acerca de periautobiografías, espe-cialmente a los análisis hermenéuticos y psicoanalíti-cos de textos escritos. Pensamos que dichos conceptos nos permitirán abordar los necesarios temas de actua-lidad a los que nos enfrentamos desde el Derecho y la Psicología.

II. El problema de la emocionalidad

La heterogénea proveniencia académica y laboral de las personas entrevistadas, nos ha permitido re-caudar una amplia variedad de opiniones, afi rmaciones y consideraciones acerca de la relación existente en-tre las disciplinas jurídicas y psicológicas, como hemos mencionado. En todas nuestras sesiones de entrevista observamos una preocupación genuina y constante por ahondar de una manera más sistemática en el cono-cimiento psicológico de las personas en relación con otras, es decir, en el establecimiento de vínculos, es-pecífi camente en lo concerniente a las emociones y su manejo; en múltiples ocasiones impregnan y de-terminan de sobremanera el origen, evolución y desenlace de los sucesos para los cuales se solici-ta la intervención profesional del abogado a quien de manera casi automática se le adjudica, en el curso de la relación profesional, un papel y una función intermedia-dora en el mejor de los casos, mientras que en otros, se ve compelido a actuar como “verdugo”, ”conciliador”, “sicario”, etcétera. Aunado a lo anterior, pareciera que en otras ocasiones la relación profesional también apunta al establecimiento de una especie de compro-miso implícito “no hablado” acerca de “la confi anza” y “la fi delidad en un cien por ciento”, que el aboga-do debe tener hacia la persona solicitante de servi-cios y que tendrá que manifestar en todo momento y a costa de toda objetividad. En otras palabras, el pro-fesionista es visto no como un “aliado” con quien se busca construir un acuerdo, sino como un cómplice in-condicional de quien se puede requerir cualquier tipo de demanda fuera del objetivo inicial planteado.

Evidentemente, las acciones señaladas arriba desvirtúan la labor primaria del abogado en su función de receptor y escucha, porque además de crear un ses-

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go importante en la narrativa verbal, dan lugar a una asimetría entre quien habla y escucha. Es evidente que ante la utilización de mecanismos que implican una so-bredemanda emocional o el reclamo de una presencia casi total e incondicional por parte del profesionista, se origina una lucha de poder dentro de la relación pro-fesional. En el sesgo de las narrativas que esto oca-siona, surge un desequilibrio entre realidad y fi cción, un distanciamiento entre la verdad histórica y la ver-dad narrativa, y una fractura en la estrategia general; señal de lo anterior es que aparecen “las verdades a medias”, los hechos son relatados y descritos a base de trozos o jirones de otros relatos cuyo contenido es de tipo épico y dramático, los recuerdos se traslapan y confunden, los personajes se tornan sombríos; de acuerdo con Mier,3…“con transfi guraciones íntimas de saberes establecidos, con testimonios del hacer y la afección, con imágenes surgidas de un pasado poten-cial y un paisaje virtual de lo vivido.”

Las respuestas a este tipo de intercambios por parte de los profesionistas pueden ser de diversa ín-dole, abarcando una amplia gama de posibilidades en acciones y decisiones con el correspondiente entre-cruzamiento de intereses y opiniones, valores éticos, convicciones personales e ideológicas, y por supuesto, estados emocionales. Sin duda alguna se trata de si-tuaciones difíciles, especialmente para los más nove-les, pero aun para los experimentados; ya que no son pocos los relatos obtenidos en nuestras entrevistas acerca del abogado que se encuentra en la disyunti-va de tener que “cancelar” (en términos psicológicos: “reprimir”, “desplazar”, “transformar”, etc.; todos e-llos mecanismos defensivos al servicio del yo) de algu-na manera, sentimientos y emociones propias con el objetivo de llevar a cabo una evaluación o una toma de decisión más acorde con la racionalidad y la obje-tividad jurídica, en relación al caso que se le plantea; esto, sin dejar de mantener el adecuado apego al códi-go de ética y responsabilidad propios de la práctica pro-fesional. Escuchamos de nuestros entrevistados, que la difi cultad más sobresaliente para tomar una decisión no radica precisamente en lo concerniente a aspectos técnicos o jurídicos –para los cuales puede existir casi siempre una respuesta o solución apegada al Derecho; sino que principalmente se trata de la manera como las propias emociones− en las cuales siempre hay un involucramiento en menor o mayor grado, se manejan y controlan.

Con base en lo anterior podemos llevar a cabo una primera conclusión relacionada con la necesidades de una interrelación más sólida, tanto a nivel teóri-co como operativo, en donde pudiera haber un inter-cambio fructífero de experiencias y conocimientos para benefi cio mutuo, encontrando, por supuesto, puntos de coincidencia y entendimiento en la argumentación y la retórica; ya que queda claro que ambas áreas del conocimiento −el Derecho y la Psicología− mantienen, cada una desde su posición teórica, práctica, institu-cional, y aun política, una fuerte línea de diferenciación y distanciamiento en aspectos que paradójicamente resultan ser comunes a sus respectivas prácticas profesionales. Hablamos acerca de que ambas discipli-nas están fundamentadas en el establecimiento de in-terrelaciones y formación de vínculos entre personas, aunque los propósitos y metas de dicha interrelación sean en apariencia divergentes, aunque de igual mane-ra, complementarias.

III. El ejercicio del “habla y la escucha”, práctica fundamental en la abogacía y la psicología

Las divergencias mencionadas ocurren a pesar de que ambas disciplinas comparten una base epistemológi-ca común centrada en el ejercicio del habla y la escu-cha, por lo que es posible afi rmar que continuamente generamos una actividad conversacional basada en el lenguaje, la cual, además, es susceptible de ser analizada e interpretada bajo los modelos teóricos correspondientes. A este respecto, podemos agregar que tanto para el Derecho como para la Psicología, la base empírica de la cual partimos para llevar a cabo una acción interpretativa (hermenéutica) la encontramos a partir del material vivencial recolectado de intercam-bios verbales, de acciones conversacionales in vitro provenientes, ya sea de la consulta psicológica o de la práctica de la jurisprudencia (como en los juicios, au-diencias, careos, testimonios orales, etc.), en donde el habla y la escucha nos comunican una verdad.

En este sentido, el estudio sistemático de la ac-tividad conversacional tendría como objetivo llegar a “la comprensión” y “el entendimiento”, lo que en palabras del fi lósofo alemán Gadamer signifi ca: “Com-prender lo que alguien dice es… ponerse de acuerdo en la cosa, contrario a lo que sería ponerse en el lu-gar del otro y reproducir sus vivencias”,4 que es justa-mente donde observamos el problema del involucra-miento emocional por parte del profesionista, quien en

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la relación con el cliente intenta por todos los medios posibles, aun echando mano de su instrumental teórico y técnico, ponerse en el lugar del otro de una manera empática (en ocasiones sobre-empática), reproducien-do así una vivencia propia, íntima y personal (general-mente originada en el pasado, en la construcción de sus propios vínculos afectivos), para tratar de encon-trar una solución a “su” problema, cuando en realidad el propósito de la relación profesional es el de encon-trar una solución para el problema de su cliente a partir de generar acuerdos.

Siguiendo la línea planteada por Gadamer, reconocemos que es a través del estudio del tipo de acuerdos, no únicamente en su parte fenomenológica y descriptiva, sino en la indagación de sus orígenes, bases, desarrollo, etcétera; en suma, es a través del cono-cimiento de su “historicidad” que llegamos a una com-prensión objetiva (interpretativa) del problema, y a esto el autor mencionado lo ha llamado “la fusión del hori-zonte hermenéutico”.

En lo concerniente al ejercicio del habla y la es-cucha es importante señalar que desde la Psicología partimos de dichos elementos para detectar, diagnos-ticar, y, en lo posible, controlar estados de ánimos que son producto del establecimiento de vínculos afectivos surgidos entre personas signifi cativas, tanto del pa- sado como del presente, incluida la persona del psicó-logo mismo; nuestra labor empieza cuando escucha-mos las verbalizaciones de las personas que acuden con nosotros solicitando nuestros servicios, sean estos del ámbito público o privado, clínico, organizacional, etcétera. Antes que la observación y clasifi cación de cualquier tipo que podamos realizar de las personas y/o los eventos, nuestra tarea está encaminada a es-cuchar de una manera neutral y receptiva la argumen-tación verbal expresada a través del cúmulo de vo-ces y sonidos que captan nuestra atención “fl otante”. A través de las emociones que en nuestro interior va despertando el relato formamos ciertas hipótesis preli- minares, las cuales corroboramos a un tiempo conve-niente, esperando siempre a que haya una resonancia mutua, permitiendo así la continuidad del diálogo, el in-tercambio de sonidos, palabras, afectos.

De manera análoga, lo anterior ocurre en la práctica de la abogacía, es decir, que las expresiones verbales de las personas son primeramente escuchadas y procesadas de manera silenciosa y atenta (de acuerdo con la ética, se trata de una escucha que necesariamente requiere estar “desprejuiciada”, es decir, fuera de toda valoración pre-via que la condicione). El cúmulo de verbalizaciones es

retenido de manera momentánea en el interior del profe-sionista, siendo procesadas cognoscitiva (con apoyo de la teoría y las experiencias anteriores) y afectivamente (con apoyo de las emociones y la historia personal), antes de poder pasar los interlocutores al debate y la discusión con él. Las respuestas que se produzcan indicarán el tipo de procesamiento interno llevado a cabo, ya que las mani-festaciones acústicas de las personas demandantes de la intermediación del abogado, obviamente conminan al receptor a establecer un diálogo, también verbal an-tes que el registro escrito, el cual se lleva a cabo para conocer, diferenciar y clasifi car las características y elementos planteados por las personas acerca del caso, en su apego a Derecho, en la continuidad o dis-rupción de una normatividad jurídica, en la cual están inscritos todos los protagonistas involucrados, incluso el abogado mismo.

Si bien es cierto que la observación de las perso-nas en su estilo de actuar y en su imagen proporcionan datos relevantes para el problema que plantean al pro-fesionista, la fuente original y la portadora efectiva de información respecto a una persona, sus vínculos, emo-ciones, deseos, disyuntivas, etcétera, es, en primera instancia, el habla sonora (que incluye el lenguaje con su gramática y sintaxis), es decir, la intensidad de voz con sus variaciones y modulaciones, los respiros y chas-quidos, etcétera, paralelamente a lo no expresado ver-balmente como los silencios, los sonidos guturales, las pausas con diferentes duración; habrá que considerar que en una voz parlante se concentra una multiplicidad de voces acompañantes, de tal manera que quien ha- bla, habla por él, pero también habla por el hermano, padre, tío, la esposa, madre, tía, los amigos, compa-dres, vecinos, etcétera, de tal manera que el discurso se torna “polifónico” (véase Bajtín),5 porque en él con-vergen una multiplicidad de voces a las que tenemos que escuchar y saber diferenciar. Finalmente, la mira-da complementará o corroborará la información inicial proporcionada fonéticamente.

Observamos, sin embargo, que en ambas situaciones, tanto la que corresponde a la práctica de la abogacía como la de la psicología, se encuentran y convergen las expresiones sonoras convertidas en narrativas pertenecientes al orden de los relatos (bien provengan de la intimidad o la fabulación, o que hayan sido recolectados de la memoria, las remembranzas o los hábitos de la cotidianeidad), las anécdotas, los tes-timonios, las peticiones, los reclamos, las historias de vida, los dichos, las parábolas, los sueños y aun las ple-garias, en suma, todo el conglomerado de expresiones

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del lenguaje hablado, las cuales escuchamos una y otra vez en la cotidianeidad de nuestra práctica profe- sional. Justamente en el acto de escuchar, asociamos las palabras provenientes del exterior con palabras ubi-cadas en nuestro interior, por lo que al fi nal, nos es-cuchamos internamente, encontrando una resonancia que nos hará verter nuevas palabras (véase Rizutto).6

De acuerdo con Mier Garza la actividad narrativa oral pone en escena

…dos facetas de la fuerza signifi cativa de la sonoridad: por una parte, pone en juego la materia que da forma, hace inteligible y ofrece la síntesis concreta y dinámica a la multiplicad de signifi caciones inherentes al acto narrativo, y por la otra, hace posible el despliegue de intensidades corporales de afecciones, de facetas, del vínculo, de disposiciones del don. Los rasgos sonoros, acentos y modulaciones de la voz desbordan los códigos que ponen de relieve otro juego de signifi caciones y juegos de la afección (p. 25).

En efecto, acontece justamente y en primera instancia, que a través de los cambios y modulaciones sonoras nosotros escuchamos, y por ende, percibimos senso-rialmente antes que de manera cognoscitiva, no única-mente la fuerza o debilidad de las tonalidades afecti-vas o emocionales de los relatos, sino su importancia o desdén que éstos transfi eren a los implicados en él.

Dentro de dicha dinámica del habla y la escucha, consideramos asimismo la pertenencia cultural y gru-pal de los participantes en una relación profesional, ha-ciendo entonces hincapié en la prevalencia de la cultu-ra oral local y regional predominante, a la cual llegamos a través del conocimiento del folclor, los mitos, las tradi-ciones, la música, la poesía, la literatura regional, y es-pecialmente de la historia de la formación y devenir so-cial de los pueblos. Cabe señalar aquí, que a diferencia de otras culturas, en donde la escritura sistematizada es la base del entendimiento social y colectivo, man-teniendo un papel determinante en las relaciones afec-tivas entre personas, en nuestras latitudes predomina básicamente una cultura de “la oralidad”. Somos un pueblo de manifestaciones verbales, sonoras, fonéti-cas, cuanto más musicales antes que escritas, por lo que gran parte de nuestra identidad cultural e histo-ria social funciona a partir de dicha condición de ora-lidad. De acuerdo con Mier Garza, reafi rmamos que…“La voz del lenguaje es una forma de la experiencia que se expresa en un régimen del vínculo con los otros, es una condición narrativa, en la presuposición de un ré-

gimen común de signifi caciones, en presupuestos de identidad y de reciprocidad” (op. cit., p. 15); para nues-tro caso y estudio de la dinámica conversacional, dicha experiencia resulta en un constitu-yente cultural, nece-sariamente presente en la interrelación profesional.

Por el ajuste a las reglas de mnemotécnica y a las fórmulas de la narrativa oral (señaladas por Ong)7 es entonces imprescindible poder entrar y comprender una dinámica de la oralidad, como la que se plantea en nuestra cultura. Dichas reglas ajustan y determinan un parámetro social hasta el punto de confi gurar una iconografía, una prosaica y una dinámica psicológica específi camente aplicada en el ámbito de la abogacía; de tal manera que en el imaginario popular se expre-sa a través de chistes, guasas, anécdotas, relatos for-males, referencias, recomendaciones, dichos, etcétera, haciendo alusión a características y estereotipos, pre-juicios y valoraciones, fi cciones y realidades. Todas e-llas sirviendo como recurso mnemotécnico y pasando de “boca en boca”, de “oído en oído” las que expresa-das rítmicamente, a manera de fórmulas verbales cons- tituyen la sustancia de una idiosincrasia, del pensar y sentir de un pueblo, respecto a determinado grupo so-cial de profesionistas.

IV. Conclusiones

La práctica profesional de la abogacía demanda de una serie cambios y fortalecimiento de algunas áreas de las cuales reconocemos: Un fortalecimiento pedagógico (implica la formación académica y los requerimientos para una actualización continua). Un fortalecimiento intercultural (implica una internacionalización de la prác-tica jurídica con el estudio de sus intereses y difi cul-tades); y un fortalecimiento psicológico (implica el es-tudio de la dimensión psicológica coadyuvante en la práctica profesional de la abogacía y su infl uencia en la salud mental).

En este texto, hemos revisado una propuesta para conceptualizar una base epistemológica común al Dere-cho y la Psicología, pero también de otras disciplinas en donde la construcción de vínculos emocionales es parte de su quehacer profesional. Pensamos que la susten- tación de nuestros postulados puede abrir caminos para investigaciones posteriores a partir de experiencias vivas y ubicadas especialmente dentro de nuestro ámbito socio-cultural y nuestra labor cotidiana, tan necesarias en la actualidad debido a que la legislación tanto federal como local (sin dejar de considerar la internacional) ha abierto nuevas perspectivas de con-vivencia, aseguramiento, justifi cación, censura y ac-

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Difusión de la Cultura Jurídica

26

cionalidad. Como anunciamos al principio, requerimos de una plataforma interdisciplinaria y transdisciplinaria actualizada, para hacer de dichas legislaciones y nor-matividades objetos de estudio viables con aplica-ciones y benefi cios en la colectividad.

V. Notas 1 Las entrevistas han sido lllevadas a cabo en el Canal Cultural Tepantlato (www.tepantlato.com.mx ) y pueden ser revisadas a través del link al canal youtube. 2 Sandor Ferenczi (1917) “Psychoanalyse und Kriminologie”, en Schriften zur Psychoanalyse Band II, Fischer Verlag, Frankfurt am Main, 1970, pp. 297-300.

3 Raymundo Mier Garza, “La multiplicidad de las voces: la narración como juego de vínculos”, en Isabel Contreras Islas y Anna Dolores García Pollino (coord.), Escritos sobre oralidad, Universidad Iberoamericana, México, 2009, p. 26. 4 H-G. Gadamer (1960) Wahrheit und Methode (Verdad y méto-do), J.Mphr. Tübingen, 1990, p 387 [traducción mía]. 5 M. Bajtín, The Dialogic Imagination, 1982.6 Ana-Maira Rizzuto (1993), Freud’s Speech Apparatus and Spontaneous Speech. INt. J. Pyscho.Anal, 74,113. En este sen-tido, sugiero leer mi texto sobre la formación de la identidad cul-tural: “Devenires de la identidad cultural” (Cap. 10), en A. Bau-tista, La formación de la identidad cultural, Porrúa, Tecnológico de Monterrey, 2010.7 Walter Ong (1987), Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra, FCE. México, 1987.

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Page 29: Revista Agosto 2011
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Difusión de la Cultura Jurídica

28

Resumen gráfi co de la obtención de la maestría en Derecho de Amparo de Andrés Pérez Lozano, el viernes 12 de agosto de

2011 en la Universidad Tepantlato

Pérez Lozano ante la Dr. Sonia Rojas Castro; Dr. Ricardo Romero Vázquez y el Dr. Miguel Alejandro López Olvera

Acto de protesta solemne

Maestro Andrés Pérez Lozano

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Difusión de la Cultura Jurídica

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Recién fi nalizado el examen

Público asistente

Familia Pérez Lozano

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1

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Page 34: Revista Agosto 2011

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Proceso de selección de 2012/1

Registro de aspirantes: del 1° de agosto al 2 de septiembre de 2011; traer una

fotografía tamaño infantilExamen de admisión: 7 y 8 de septiembre

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BANCOMER, N° de Cta. 0161998846 Resultados: 12 de septiembre

Inscripciones del 13 al 30 de septiembre de 2011

Nuevo Plan de Estudios, de 4 a 5 añosRVOE: Acuerdo N° 2007662 con fecha 19 de noviembre de 2007

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Horarios:Clases de lunes a viernes Matutino de 7 a 11 hrs.

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Documentación solicitadaOriginal y 3 copias del certifi cado de Bachillerato o

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Los estudiantes de la Licenciatura optarán exclusivamente por la excelencia: promedio mínimo de 8.0 en cada materia durante toda la carrera. Con este criterio, garantizamos la formación

académica que México está requiriendo.

Page 35: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

NUEVO PLAN DE ESTUDIOS

DE LA LICENCIATURA EN DERECHO

1er. SEMESTREIntroducción al Estudio del DerechoSociologíaDerecho Romano ITécnicas de la InvestigaciónTeoría económicaPrevención del Delito I

3er. SEMESTREDerecho Penal IDerecho Civil IHistoria del Derecho MexicanoDerecho ConstitucionalDeontología JurídicaTeoría Política

5o. SEMESTREDerecho Mercantil IIDerecho Civil IVDerecho Procesal PenalDerecho Procesal CivilDerecho Administrativo IDerecho de Justicia de Menores

7o. SEMESTREDerecho AgrarioDerecho al Trabajo IPráctica Forense de Derecho AdministrativoDerecho ambientalRégimen Jurídico Derecho del Comercio ExteriorLegislación Sanitaria

9o. SEMESTREPráctica Forense de Derecho de AmparoDerecho Procesal ConstitucionalDerecho Internacional PrivadoFilosofía del DerechoPráctica Forense de Derecho del TrabajoPráctica Forense del Derecho FiscalMedicina Forense

2do. SEMESTREHistoria del Pensamiento EconómicoDerecho Romano IITeoría General del EstadoDerecho Civil IMetodología Jurídica

4o. SEMESTREDerecho Penal IIDerecho Mercantil IDerecho Civil IIITeoría General del ProcesoGarantías Individuales y SocialesDerechos Humanos

6o. SEMESTREDerecho Mercantil IIIPráctica Forense del Derecho PenalPráctica Forense del Derecho PrivadoDerecho Notarial y RegistralDerecho Administrativo IIDerecho Canónico

8vo. SEMESTREDerecho de AmparoDerecho Internacional PúblicoDerecho del Trabajo IIDerecho FiscalDerecho de la Seguridad SocialDerecho del Deporte

10o. SEMESTREDerecho de Autor y propiedad IndustrialDerecho ElectoralDerecho MunicipalCriminologíaDerecho PenitenciarioProyecto de Investigación

La Universidad Tepantlato, comprometida con brindar una preparación de calidad y acorde a las exigencias de la realidad, modifi ca su programa de Licenciatura en Derecho de 4 a 5 años, pensando en que la actualización y

profundización en la ciencia jurídica forjará mejores abogados que benefi ciarán a la sociedad.

MATERIASCOMPLEMENTARIASPARA TITULACIÓN

-INGLÉSBÁSICO INTERMEDIO

Del 1o. AL 8vo. SEMESTRE

-INGLÉS JURÍDICODel 8vo. AL 10o. SEMESTRE

- ORTOGRAFÍA

Y REDACCIÓN

- ORATORIA

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Difusión de la Cultura Jurídica

34

Lic. Modesta Francisca Reyes SilvaProfesora de la Secretaría de Educación Pública en la DGENAM del D.F. Maestrando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Mtra. Liliana Dávalos HamDistinguida Abogada Postulante, egresada de la Maestría en Derecho Familiar de la Universidad Tepantlato

Lic. Diana López GarcíaDistinguida Catedrática. Egresada de la Facultad de Sociología de la UNAM, FES Aragón

Lic. Mayela Cortez LópezDistinguida Abogada Postulante, Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Mtro. Esli Josué Domínguez de la O.Distinguido Abogado Postulante. Doctorando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

C.P. Karla Guadalupe Nava CerecedoContadora General en Amextra, A.C.Lic. en Contaduría y Lic. Psicología

Lic. Nadia Ángeles Velazquillo SánchezDistinguida Abogada Postulante, Maestrando en Derecho Civil en la Universidad Tepantlato

Lic. Luis Medina MejíaAsesor Jurídico de la Gerencia de Seguridad Institucional en materia de Derechos Fundamentales y Seguridad Pública en el Sistema de Transporte Colectivo

Lic. Raúl Alcantar EstradaDistinguido Abogado Postulante. Maestrando en Derecho Civil en la Universidad Tepantlato

Lic. Carlos Mauricio Ramírez MedinaDistinguido Abogado Postulante. Asociado Corporativo Legal con especialidad en materia de Amparo y Garantías Constitucionales

PLANTA DOCENTE

Mtra. Carmen Margarita Villar ReyesDistinguida Abogada Postulante. Especialidad en Criminología, con Maestría en Ciencias Penales

Lic. Julio César Medina RodríguezDistinguido Abogado Postulante. Egresado de la UNAM, con Mención Honorífi ca

Dr. Mauro Morales SánchezJuez Cuadragésimo Quinto de Paz en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (egresado de la Maestría en Ciencia Penales, Maestría en Derecho de Amparo y el Doctorado en Ciencias Penales de la Universidad Tepantlato)

Mtro. Arcenio Alfredo López CaballeroDistinguido Abogado Postulante. Egresado de la Maestría en Derecho de Amparo y de la Maestría en Derecho Civil de la Universidad Tepantlato

Lic. Pedro López HernándezSupervisor de la Dirección de Justicia Cívica en el D.F. Maestrando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Mtra. María Magdalena Salcido ManchaResponsable de la Secretaría de Previsión Social del Sindicato de Telefonistas; egresada de la Maestría en Derecho Familiar de la Universidad Tepantlato

Lic. Nohemí Juárez LópezAdministrativa Especializada en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Lic. Hugo Morales de la RosaAdministrativo del Juzgado Cincuenta y tres en materia penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Lic. Miguel Rivas GarcíaAnalista Administrativo de la Secretaría de Educación Pública. Maestrando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Page 37: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

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PLANTA DOCENTE

Mtra. María Verónica de la Rosa GaliciaDistinguida Abogada Postulante. Doctorando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Lic. Karla Vicencio GonzálezDistinguida Abogada Postulante

Mtro. Sergio Cárdenas CaballeroDistinguido Abogado Postulante, egresado de la Maestría en Ciencias Penales de la Universidad Tepantlato

Mtro. David Salvador López SotoSecretario del Octavo Colegiado en Materia del Trabajo del Primer Circuito del Poder Judicial de la Federación

Lic. Raymundo Pavel Alvarado PalmaDistinguido Abogado Postulante

Lic. Mónica Leyva NavaOfi cial Administrativo, del Onceavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito del Poder Judicial. Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Lic. Fernando Montiel OrtizSubdirector de Análisis Jurídico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Maestrando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Mtro. Amado Manzo BenítezSecretario Proyectista del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Egresado de la Maestría en Derecho Civil de la Universidad Tepantlato

Lic. Jorge Manuel Orona NegreteDistinguido Abogado Postulante. Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Lic. Ulises Martínez GarcíaDistinguido Abogado Postulante

Lic. Omar Escartín GarridoDistinguido Abogado Postulante. Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Mtro. Carlos Virgilio NavaDistinguido Abogado Postulante. Egresado de la Maestría en Derecho Civil de la Universidad Tepantlato

Dr. José Refugio Vite PalmaDistinguido Abogado Litigante. Doctorando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Mtro. Isaac Ortiz NepomucenoSecretario Proyectista de Juzgado de Paz adscrito al Juzgado Cuadragésimo Tercero de Paz Civil del D.F.

Lic. Alicia Concepción Rivas GarcíaDistinguida Abogada Postulante

Mtro. Juan Manuel Alcantar MendozaDistinguido Abogado Postulante. Egresado de la Maestría en Derecho Civil de la Universidad Tepantlato

Mtro. Iván Ojeda SalazarSecretario Proyectista adscrito a la Novena sala en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Egresado de la Maestría en Derecho Civil y Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Mtra. Patricia Gómez RíosDistinguida Abogada Postulante. Egresada de la Maestría en Derecho de Amparo de la Universidad Tepantlato

Lic. Óscar Armando Prado MirandaSubdirector de Área de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Maestrando en Ciencias Penales

Mtro. Pascual Virgilio HernándezSecretario proyectista del Juzgado 42° Familiar. Egresado de la Maestría en Derecho de Amparo de la Universidad Tepantlato

Page 38: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

36

Lic. Marco Antonio Pérez VargasSecretario del Juzgado 6º Amparo Penal del D.F. Maestrando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Lic. Martín Gutiérrez Del Monte. Laborando en el Juzgado 41 Familiar. Maestrando en Derecho Civil en la Universidad Tepantlato

Lic. Salvador Bazán ValdezActuario del Juzgado Cincuenta y tres en materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Maestrando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Lic. Miguel Ángel Solís ChávezTécnico Judicial (Proyectista de Sentencias), en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de México. Maestrando en Derecho Civil en la Universidad Tepantlato

Lic. Apolonio Fuentes AmbrizDistinguido Abogado Postulante. Maestrando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Lic. José Guadalupe Palacios ReynaSecretario de acuerdos del Juzgado sesenta de Paz Penal en el Tribunal Superior de Justicia. Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Lic. José Luis Venegas ReyesDistinguido Abogado Postulante. Maestrando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Lic. Juan Manuel Gutiérrez GuerecaDistinguido Abogado Postulante. Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Lic. Héctor Antonio Ruiz ÁngelAsesor en la Comisión de Aduanas en la Cámara de Diputados. Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Lic. María Rocío Aceff GalgueraOfi cial Administrativo en el Tribunal Superior de Justicia, Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

PLANTA DOCENTE

Lic. María Eugenia Peñaloza MacíasDistinguida Abogada Postulante. Maestrando en Derecho Civil en la Universidad Tepantlato

Lic. Santiago Silva MezaDistinguido Abogado Postulante

Lic. Gustavo Adolfo Avilés MejíaDistinguido Abogado Postulante con especialidad en Derecho Penal

Lic. Víctor Iván Ramos SolísAsesor Comisión de Aduana en la Cámara de Diputados. Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Dr. Amado Azuara GonzálezDirector del Centro de Información y Recepción “Héroes de Celaya” de la Dirección General de Protección Social del Distrito Federal, Médico Cirujano, Maestría en Prevención del delito y Sistemas Penitenciarios

Mtro. José Antonio Bernal ArzaluzAdministrativo de la Octava sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Doctorando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Dra. Azucena Camacho HernándezDistinguida Abogada Postulante. Egresada del Doctorado en Ciencias Penales de la Universidad Tepantlato

Mtro. Germán Felipe Campos MierJuez Décimo Cuarto del Registro Civil de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales del Distrito Federal. Egresado de la Maestría en Derecho de Familiar de la Universidad Tepantlato

Mtra. Olga Chávez García Juez del Estado de México. Egresada de la Maestría en Ciencias Penales de la Universidad Tepantlato

Page 39: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

37

PLANTA DOCENTELic. Ramón Contreras Barrón

Secretario Particular del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Mtra. Ma. Esther Correa Jardines Coordinadora Jurídica del Valle de México del SUTE y M. Egresada de la Maestría en Derecho Civil de la Universidad Tepantlato

Mtro. Raúl García DomínguezSecretario del Juzgado treinta y nueve en materia civil del Tribunal Superior de Justicia. Doctorando en Ciencias Penales en la Universidad Tepantlato

Mtro. Gino Alejandro García MirandaDistinguido Abogado Postulante. Egresado de la Maestría en Derecho Civil de la Universidad Tepantlato

Lic. Benjamín Garcilazo Ruiz Secretario Proyectista de la Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Lic. Enrique González CerecedoInvestigador de la Universidad Tepantlato

Lic. María Guadalupe Martínez ChávezDistinguida Abogada Postulante. Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Dra. María Teresa Mier VidaurriEmpleada Federal de la Comisión Federal de Electricidad en Gerencia de Relaciones Laborales de ofi cinas Nacionales. Egresada del Doctorado en Ciencias Penales de la Universidad Tepantlato

Lic. Marco Antonio Negrete GaliciaDistinguido Abogado Postulante. Maestrando en Derecho de Amparo en la Universidad Tepantlato

Mtra. Rosa Angélica Ramos Soto Distinguida Abogada Postulante. Egresada de la Maestría en Derecho de Amparo de la Universidad Tepantlato

Dr. Juan Jesús Raya MartínezEgresado del Doctorado en Ciencias Penales de la Universidad Tepantlato Lic. Félix Edmundo Reynoso VázquezJefe de Área de Recursos Administrativos, Consultor y verifi cador de los Contratos de Obra Pública de la DGCOH, Especialidad en Derecho Fiscal

Lic. Isabel Rosas OcegueraSecretaria de Estudio y Cuenta del Juzgado Décimo Primero Civil, del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Ignacio Salgado MejíaEgresado de la Maestría en Derecho de Amparo de la Universidad Tepantlato

Lic. Aída Segura SalazarDistinguida Abogada Postulante

Mtra. Anahí Jeanette Valle MuñozDistinguida Abogada Postulante. Egresada de la Maestría en Derecho Civil de la Universidad Tepantlato

Mtro. Jorge Antonio Vázquez De GyvesDistinguido Abogado Postulante

Mtra. Elvia Patricia Ramos SotoSecretaría de Acuerdos del Juzgado sesenta y cuatro Civil en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Egresada de la Maestría en Derecho Civil de la Universidad Tepantlato

Mtro. Héctor Hugo Negrete Galicia Distinguido abogado postulante, egresado de la Maestría en Derecho Familiar y Maestrando en Ciencias Penales de la Universidad Tepantlato

Page 40: Revista Agosto 2011

a través de la

Facultad de Derecho Invitan a las

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Próximamente, transmitiremos la historia y las tradiciones de cada Delegación del D.F., programas de teveunam, guía y reseñas de museos y exposiciones, reportajes de la Cineteca Nacional y entrevistas con todo el medio jurídico.

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Page 41: Revista Agosto 2011

MISIÓN Y VISIÓN:

Con el humanismo y el rigor científico que nos han caracterizado durante 25 años, continuamos formando profesionales del Derecho.Nuestra propuesta parte del Derecho Natural y se extiende en preponderar y destacar los valores principales del ser humano y generar, por tanto, conocimiento y saber jurídicos en los estudiantes. También, parte central de nuestra visión es moldear espíritu y participación en beneficio de la sociedad, mediante el desarrollo de la inteligencia y la sensibilidad creadora de nuestros alumnos.Para ello, contamos con el claustro de profesores y catedráticos de la más alta calidad académica, ya que laboran como juristas en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en el Poder Judicial de la Federación y en la Suprema Corte de Justicia de la Nación; quienes ofrecen su servicio de manera gratuita y con entera libertad de cátedra, brindándote así el apoyo para estudiar.En la Universidad Tepantlato es importante la excelencia académica y el compromiso de nuestros alumnos con el saber; por eso tendrán que mantener un promedio mínimo de 8.0 en cada materia durante toda la carrera. Con este criterio garantizamos la formación de alto nivel que les proporcionará una mayor competitividad laboral.

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Horario de Informes vía telefónica MULTILÍNEA: 5564 8373

Lunes a viernes de 9 a 15 hrs. y de 16:00 a 18 hrs.Sábados de 8 a 13 hrs.

Forma de pago Depósito en cuenta:

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Page 42: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

La Maestría consta de 4 semestresInicio: 3 de octubre de 2011; horarios: lunes y martes de 17:30 a 20:30 hrs.

Maestría enDERECHO de AMPARO

Dr. Jorge Mario Pardo RebolledoMinistro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

Dra. Mónica Ibarra GonzálezDoctora en Desarrollo y Planeación

Dr. Humberto Manuel Román FrancoMagistrado del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito

Mtro. Javier Cardoso ChávezMagistrado del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito

Mtro. Neófi to López RamosMagistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Dr. Indalfer Infante GonzálezVocal Jurídico del Instituto Federal de Concursos Mercantiles (IFECOM)

Dr. Gonzalo Hernández CervantesMagistrado del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Dr. Juan Carlos Ortega CastroMagistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito

Mtro. Víctor Francisco Mota CienfuegosMagistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Dr. Fernando Córdova del ValleJuez Décimo Octavo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal, con sede en el Reclusorio Oriente.

Mtro. Francisco Javier Sandoval López Magistrado del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Docentes

Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios Superiores con número de Acuerdo 2006042 con fecha 19 de enero de 2006, emitido por la Secretaría de Educación Pública.

•Carta de exposición de motivos•Síntesis curricular•4 fotografías tamaño infantil b/n•4 fotografías tamaño diploma b/n

•4 fotografías tamaño título b/n•Copia del título de la licenciatura•Copia de cédula de la licenciatura•Copia del CURP

•Original acta de nacimiento certificada•Original del certificado de estudios totales de la licenciatura

DERECHO de AMPARO Secretaría de Educación Pública

•4 fotografías tamaño título b/n4 fotografías tamaño título b/n•Copia del título de la licenciatura

•Original acta de nacimiento certificadaOriginal acta de nacimiento certificada•Original del certificado de estudios

Documentación solicitada:

1er. SEMESTREIntroducción al Campo de la EducaciónDisposiciones Fundamentales del AmparoEvolución y Naturaleza Jurídica del Juicio de AmparoTeoría del Acto ReclamadoPrincipios Fundamentales del Amparo

2do. SEMESTREMétodos y Técnicas de la EnseñanzaLos Presupuestos ProcesalesSujetos Procesales, Términos y NotificacionesLos IncidentesTeoría de la Constitución

3er. SEMESTRELos Supuestos de Procedencia del Juicio de Amparo IndirectoLos Supuestos de Procedencia de Juicio de Amparo DirectoLa Improcedencia del Juicio de Amparo y el SobreseimientoLa Suspensión de los Actos Reclamados.Amparo contra Leyes

4to. SEMESTRELa Sentencia y su EjecuciónRecursos en Materia de AmparoDerecho JurisprudencialEl Amparo Agrario y Notas Distintivas con otras MateriasResponsabilidad en el Juicio de AmparoSeminario de Tesis

Page 43: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

Coordinadores honorarios de Metodología en Derecho de Amparo

Dr. Julio Humberto Hernández FonsecaMagistrado del Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito

Mtro. Daniel Horacio Escudero ContrerasMagistrado del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Mtro. José Martínez GuzmánMagistrado del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito

Mtra. María de Lourdes Lozano MendozaMagistrada del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito

Mtro. Juan Wilfrido Gutiérrez CruzMagistrado del Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito

Mtro. Felipe Alfredo Fuentes BarreraMagistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito

Mtro. Manuel Ernesto Saloma VeraMagistrado del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Mtro. Óscar Alejandro López CruzJuezgado segundo de Distrito en Ejecución Penal con residencia en Tlalnepantla

Dr. Ricardo Romero VázquezMagistrado del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito

Dr. Horacio Armando Hernández OrozcoMagistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito

Mtro. Fernando Sánchez CalderónMagistrado del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito

Doctorando Lucio Leyva NavaJuez Tercero de Distrito con Residencia en Acapulco

Mtra. Angélica Marina Díaz PérezMagistrada del Segundo Tribunal Unitario del Segundo Circuito del Estado de México

Mtro. Felipe V. Consuelo SotoJuez Décimo Primero de Distrito en Materia Civil

Mtro. Alejandro Sosa OrtizMagistrado del primer tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Segundo Circuito del Estado de México.

Mtro. Miguel Enrique Sánchez FríasMagistrado del Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con residencia en Nezahualcóyotl

Mtra. Maria Gabriela Rolón MontañoMagistrada del Octavo Tribunal Colegiado en materia Administrativa del Primer Circuito

Mtro. Victor Manuel Mendez CortézMagistrado del Tercer Colegiado en materia Administrativa del Segundo Circuito con residencia en Naucalpan

Nuestros coordinadores académicos cuentan con una amplia y reconocida trayectoria académica y jurídica, se han distinguido por estar en constante actualización porque

consideramos firmemente que un abogado actualizado dará un mejor servicio a la sociedad. Por lo que nos enorgullece que estos servidores públicos sean parte fundamental de nuestro

claustro de profesores, dando prestigio y calidad a nuestra Universidad.

Dr. Ricardo Romero VázquezMagdo. del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito

Dr. Julio Humberto Hernández FonsecaMagdo. del Primer Tribunal Colegiadoen Materia Administrativa del Primer Circuito

Dr. Humberto Manuel Román FrancoMagdo. del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito

Dr. Juan Carlos Ortega CastroMagdo. del Tercer Tribunal Colegiadoen Materia Civil del Segundo Circuito

Mtro. Neófi to López RamosMagdo. del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Docentes

Maestría enDERECHO de AMPARO

Page 44: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

La Maestría consta de 4 semestresInicio: 3 de octubre de 2011; horarios: lunes y martes de 7 a 9 hrs.

Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios Superiores con número de Acuerdo 2006044 con fecha 19 de enero de 2006, emitido por la Secretaría de

Educación Pública.

Mtro. José Antonio Navarrete HernándezJuez trigésimo séptimo en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Óscar Gregorio Cervera RiveroMagistrado de la Segunda Sala Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Óscar Barragán AlbarránSecretario Proyectista de la Segunda Sala Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Eduardo García RamírezJuez Trigésimo en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Víctor Manuel Rocha SeguraJuez Décimo Cuarto en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. María Teresa Cruz AbregoDistinguida Catedrática de la Universidad Tepantlato

Mtro. Eduardo Vélez ArteagaJuez Séptimo de lo Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. María Elena Ramírez Sánchez Juez Vigésimo de lo Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. Margarita Gallegos LópezJuez Séptomo en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. José Antonio Manzanero EscutiaNotario Público Nº. 138 del Distrito Federal

•Carta de exposición de motivos•Síntesis curricular•4 fotografías tamaño infantil b/n•4 fotografías tamaño diploma b/n

•4 fotografías tamaño título b/n•Copia del título de la licenciatura•Copia de cédula de la licenciatura•Copia del CURP

•Original acta de nacimiento certificada•Original del certificado de estudios totales de la licenciatura

Docentes

Documentación solicitada:

1er. SEMESTREIntroducción al Campo de la EducaciónLa Familia y sus RelacionesEl Estado Civil de las PersonasEl Derecho Alimentario Estructura de la Capacidad Jurídica en el Ámbito Familiar

3er. SEMESTRESucesión Testamentaria

Derechos y Obligaciones del MatrimonioDeclaración de AusenciaClínica Procesal IFunción del Tribunal Superior de Justicia en elDistrito Federal en Materia de Derecho Familiar

2do. SEMESTREMétodos y Técnicas de la EnseñanzaEl Patrimonio Familiar

La Patria Potestad de los HijosLos Procesos de Adopción en la FamiliaLa Competencia Jurisdiccional en los Procesos Familiares

4to. SEMESTRESucesión LegítimaClínica Procesal IIJurisdicción Voluntaria y Vía de Apremio en los Procesos FamiliaresAmparo en Materia FamiliarSeminario de Tesis

Maestría enDERECHO FAMILIAR

Page 45: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

Coordinadores honorarios de Metodología en Derecho Familiar

Mtra. Rebeca Florentina Pujol RosasMagistrada de la Cuarta Sala Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. David Suárez CastilloAgente del Ministerio Público

Mtro. Germán Felipe Campos MierJuez Décimo Cuarto del Registro Civil de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales del Distrito Federal

Mtra. María de Jesús Jacaranda Solís Ledezma Juez Vigésimo Segundo en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. Gloria Rosa Santos MendozaJuez Décimo Sexto en Materia Familiar del Tribunal Supe-rior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. José de Jesús Alcaraz Orozco Secretario del Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito

Mtro. José de Jesús Delgado GonzálezSecretario Actuario de la Segunda Sala Familiar

Doctorando Lucio Leyva NavaJuez Tercero de Distrito con Residencia en Acapulco

Dra. Ma. Rosario Ruiz GonzálezDistinguida Catedrática de la Universidad Tepantlato

Mtra. Gloria Rosa Santos MendozaJuez Décimo Sexto en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Mtra. María de Jesús Jacaranda Solís LedesmaJuez Vigésimo Segundo en Materia Familiar

del Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Mtra. María Margarita Gallegos LópezJuez Décimo Tercero en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Docentes

Maestría enDERECHO FAMILIAR

Nuestros coordinadores académicos cuentan con una amplia y reconocida trayectoria académica y jurídica, se han distinguido por estar en constante actualización porque

consideramos firmemente que un abogado actualizado dará un mejor servicio a la sociedad. Por lo que nos enorgullece que estos servidores públicos sean parte fundamental de nuestro

claustro de profesores, dando prestigio y calidad a nuestra Universidad.

Page 46: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

La Maestría consta de 4 semestresInicio: 7 de octubre de 2011; horarios: viernes de 17:30 a 20:30 hrs.

y sábado de 9 a 11 hrs.

1er. SEMESTREIntroducción al Campo de la EducaciónTeoría del Delito IConducta y Ausencia de ConductaTipicidad y AtipicidadAntijuricidad y Causas de JustificaciónImputabilidad e Inimputabilidad

Dra. Mónica Ibarra GonzálezDoctora en Desarrollo y Planeación

Doctorando Nemecio Guevara RodríguezJuez Cuadragésimo Noveno de Paz Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. Juan Alejandro Suárez Velázquez Distinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato e investigador

Dr. Mauro Morales SánchezJuez Cuadragésimo Quinto de Paz Penal en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Doctorando Ciro Betancourt GarcíaJuez Sexagésimo Cuarto de Paz Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. Juan Jesús Raya MartínezDistinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato

Dr. Leobardo Miguel Martínez SoriaMagistrado de la Segunda Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México con residencia en Texcoco

Dr. Héctor González EstradaDistinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato e investigador

Doctorando. Óscar Alejandro López CruzJuezgado Segundo de Distrito en Ejecución Penal con residencia en Tlalnepantla

Dr. Amado Azuara GonzálezDistinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato e investigador

Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios Superiores con número de Acuerdo 2006041 con fecha 19 de enero de 2006, emitido por la Secretaría de Educación Pública.

•Carta de exposición de motivos•Síntesis curricular•4 fotografías tamaño infantil b/n•4 fotografías tamaño diploma b/n

•4 fotografías tamaño título b/n•Copia del título de la licenciatura•Copia de cédula de la licenciatura•Copia del CURP

•Original acta de nacimiento certificada•Original del certificado de estudios totales de la licenciatura

Documentación solicitada:

4to. SEMESTREAmparo en Materia Penal

Derechos Humanos(Derechos Fundamentales)

Criminología

VictimologíaPenología y Ejecución de PenasSeminario de Tesis

3er. SEMESTREProceso Penal Mexicano, Fase Investigadora, General y Adversarial

La Preinstrucción y la Instrucción

Clínica Procesal Penal

Recursos en Materia PenalIncidentesLa Justicia para Adolescentes

2do. SEMESTREMétodos y Técnicas de la EnseñanzaCulpabilidad e InculpabilidadPunibilidad y no PunibilidadTeoría de la TentativaTeoría del Delito IIDelitos en Particular

Docentes

Maestría enCIENCIAS PENALES

Page 47: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

Dr. José Eligio Rodríguez AlbaJuez Quincuagésimo en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Doctorando Jesús Reyes HernándezJuez Octavo en Matería Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. Rafael Guerra ÁlvarezMagistrado de la Séptima Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. Rodolfo García GarcíaEncargado del Área de Asuntos Penales y Especiales de la Procuraduría Federal del Consumidor

Dr. Humberto Manuel Román FrancoMagistrado del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito

Dr. Ramón Alejandro Sentíes Carriles,Magistrado de la Sexta Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Marcelino Sandoval MancioCoordinador Responsable de la Agencia del Ministerio Público Auxiliares del Procurador

Dr. Enrique Gallegos GarcilazoJuez Trigésimo Sexto en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Antonio Cortés MayorgaJuez Vigésimo Tercero en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Doctorando Lucio Leyva Nava Juez Tercero de Distrito con Residencia en Acapulco

Doctorando Felipe Landeros Herrera Juez de Control y de Juicios Orales del Estado de México

Dr. Héctor Pichardo AranzaMagistrado del Tribunal de Justicia del Estado de México

Dr. José Antonio Yáñez RosasDirector de Área de la Procuraduría General de la República Mexicana

Mtra. Ma. Rosario Ruiz GonzálezDistinguida Catedrática de la Universidad Tepantlato

Mtra. Laura Contreras NavarreteSubdirectora de logística de la Agencia Federal de Investigación de la Procuraduría General de la República

Doctorando Carlos López Cruz Juez Decimo Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el D.F.

Docentes

Coordinadores honorarios de Metodología de Maestría en Ciencias Penales

Dr. José Eligio Rodríguez AlbaJuez Quincuagésimo Penal del Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Dr. Héctor González EstradaDistinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato.

Dr. Arturo Baca RiveraInvestigador de la Escuela Judicial del Tribunal Superior de Justiciadel Estado de México.

Dr. Rafael Guerra ÁlvarezMagdo. de la Séptima Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Dr. Ramón Alejandro Sentíes CarrilesMagdo. de la Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Maestría enCIENCIAS PENALES

Nuestros coordinadores académicos cuentan con una amplia y reconocida trayectoria académica y jurídica, se han distinguido por estar en constante actualización porque

consideramos firmemente que un abogado actualizado dará un mejor servicio a la sociedad. Por lo que nos enorgullece que estos servidores públicos sean parte fundamental de nuestro

claustro de profesores, dando prestigio y calidad a nuestra Universidad.

Page 48: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

1er. SEMESTREIntroducción al campo de la EducaciónObligacionesModalidades de las ObligacionesCumplimiento de las Obligaciones

Doctorando Lucio Leyva NavaJuez Tercero de Distrito con Residencia en Acapulco

Mtro. Juan Hugo Morales Maldonado Juez Septuagésimo Octavo Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. Flor del Carmen Lima Castillo Juez Sexagésimo Primero del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Víctor Manuel Rocha SeguraJuez Décimo Cuarto en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. Minerva Tania Martínez Cisneros Juez Tercero de Paz Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. María del Rocío Martínez Urbina Juez Décimo Noveno en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dra. Mónica Ibarra GonzálezDoctora en Desarrollo y Planeación

Mtra. María de los Ángeles Rojano ZavalzaJuez Séptimo en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Juan Ángel Lara LaraJuez Décimo Quinto de Paz Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. Blanca Laura Enríquez Montoya Juez Cuadragésimo Tercero de Paz Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. José Luis De Gyves MarínJuez Quincuagésimo en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. Jaime Daniel Cervantes Martínez Juez Sexagésimo Tercero en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Francisco René Ramírez RodríguezJuez Quincuagésimo Tercero en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios Superiores con número de Acuerdo 2006045 con fecha 19 de enero de 2006, emitido por la Secretaría de Educación Pública.

•Carta de exposición de motivos•Síntesis curricular•4 fotografías tamaño infantil b/n•4 fotografías tamaño diploma b/n

•4 fotografías tamaño título b/n•Copia del título de la licenciatura•Copia de cédula profesional•Copia del CURP

•Original acta de nacimiento certificada•Original del certificado de estudios totales de la licenciatura

Documentación solicitada:

La Maestría consta de 4 semestresInicio: 5 de octubre de 2011; horarios: miércoles y jueves de 17:30 a 20:30 hrs.

4to. SEMESTREJuicios OralesJuicio de AmparoJurisprudenciaArgumentación y Fundamentación JurídicaSeminario de Tesis

3er. SEMESTREContratos de Mutuo, Transporte y Asociación

Contrato de Mandato, Servicios Profesionales

y de ObraContratos de Juego, Apuesta, Fianza y Prenda

Tipo de AccionesJuicios Generales

2do. SEMESTREMétodos y Técnicas de la EnseñanzaObligaciones Complejas

Extinción de las ObligacionesContratos de Promesa y Compraventa, Permuta y Donación

Docentes

Maestría enDERECHO CIVIL

Page 49: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

Mtro. Iván Ojeda SalazarSecretario Proyectista Adscrito a la Novena Sala en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. Lidia Barrera Santiago Juez Septuagésimo Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. María Elena Galguera GonzálezJuez Primero en Matería Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtra. María del Socorro Vega Zepeda Magistrada de la Novena Sala en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. Gonzalo Hernández Cervantes Magistrado del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Dr. Juan Carlos Ortega CastroMagistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito

Mtro. Fernando Rangel RamírezJuez Noveno de Distrito en Materia Civil del Distrito Federal

Mtro. Víctor Francisco Mota Cienfuegos Magistrado del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito

Mtra. Gloria Montante TapiaJuez Sexagésimo Séptimo Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Mtro. Gino Alejandro García Miranda Distinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato e investigador

Mtro. Álvaro Augusto Pérez JuárezMagistrado de la Octava Sala en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del Dstrito Federal

Mtro. José de Jesús Alcaraz Orozco Secretario del Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito

Doctorando Raúl García DomínguezSecretario del Juzgado Treinta y Nueve de Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia

Mtro. Tadeo Alejandro Villanueva ArmentaDistinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato e investigador

Mtra. Marisela Trejo MendiolaMaestra en Pedagogía, distinguida Catedrática de la Universidad Tepantlato

Mtro. Juan Hugo Morales MaldonadoJuez Septuagésimo en Materia Civildel Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Mtra. María Elena Galguera GonzálezJuez Primero en Materia Civildel Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Mtro. Álvaro Augusto Pérez JuárezMagdo. de la Octava Sala en Materia Civil del Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Mtra. Minerva Tania Martínez CisnerosJuez Tercero de Paz en Materia Civildel Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Coordinadores honorarios de Metodología en Derecho Civil

Docentes

Maestría enDERECHO CIVIL

Nuestros coordinadores académicos cuentan con una amplia y reconocida trayectoria académica y jurídica, se han distinguido por estar en constante actualización porque

consideramos firmemente que un abogado actualizado dará un mejor servicio a la sociedad. Por lo que nos enorgullece que estos servidores públicos sean parte fundamental de nuestro

claustro de profesores, dando prestigio y calidad a nuestra Universidad

Page 50: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

El Doctorado consta de 4 semestresInicio: 3 de octubre de 2011; horarios: lunes y martes de 7 a 9 hrs.

4to. SEMESTREDerecho Internacional de los Derechos Humanos

Política CriminalSistemas PenitenciariosTeoría Jurídica ContemporáneaSeminario de Tesis Doctoral

Dr. Ramón Alejandro Sentíes CarrilesMagistrado de la Sexta Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. Héctor González EstradaDistinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato e investigador

Dr. Rafael Guerra ÁlvarezMagistrado de la Séptima Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. Humberto Manuel Román FrancoMagistrado del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito

Dr. Enrique Gallegos GarcilazoJuez Trigésimo Sexto en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. Mauro Morales SánchezJuez Cuadragésimo Quinto de Paz Penal en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. Leobardo Miguel Martínez Soria Magistrado de la Segunda Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México con residencia en Texcoco

Dr. Rodolfo García GarcíaEncargado del Área de Asuntos Penales y Especiales de la Procuraduría Federal del Consumidor

Dr. José Guadalupe Álvarez AlmanzaAgente del Ministerio Público Supervisor en Funciones de Instructor del Instituto de Formación Profesional de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal

Dra. Ma. Rosario Ruiz GonzálezDistinguida Catedrática de la Universidad Tepantlato

•Carta de exposición de motivos•Síntesis curricular•4 fotografías tamaño infantil b/n•4 fotografías tamaño diploma b/n•4 fotografías tamaño título b/n•Copia del grado de la maestría

•Copia de cédula de la maestría•Copia del CURP•Original acta de nacimiento certificada•Original del certificado de estudios totales de la maestría

Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios Superiores con número de Acuerdo 2006043 con fecha 19 de enero de 2006, emitido por la Secretaría de Educación Pública.

Documentación solicitada:

1er. SEMESTREMetodología de la Investigación I

Antecedentes Históricos del Derecho Penal y sus Fuentes

Garantías ConstitucionalesHistoria de las Ideas Jurídico PenalesCriminología I

2do. SEMESTREMetodología de la Investigación IITeoría de la TentativaAutoría y ParticipaciónLa Preinstrucción y la InstrucciónCriminología II

3er. SEMESTREProceso Penal AdversarialRecursos ProcesalesJusticia Especializada para Adolescentes

Teoría de la Pena, Penas y Medidas de SeguridadDelitos en Particular

Docentes

Doctorado enCIENCIAS PENALES

Page 51: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

Coordinadores honorarios de Metodología del Doctorado en Ciencias Penales

Dr. José Eligio Rodríguez AlbaJuez Quincuagésimo Penal

del Tribunal Superior de Justicia del D.F.

Dr. Héctor González EstradaDistinguido Catedrático

de la Universidad Tepantlato.

Dr. Arturo Baca RiveraInvestigador de la Escuela Judicial del Tribunal Superior de Justicia

del Estado de México.

Dr. Rafael Guerra ÁlvarezMagistrado de la Séptima Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del

D.F.

Dr. Ramón Alejandro Sentíes Carriles

Magdo. de la Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del

D.F.

Dr. Juan Jesús Raya MartínezDistinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato

Dr. Rubén Arturo Sánchez ValenciaMagistrado del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito

Dr. Arturo Baca RiveraInvestigador de la Escuela Judicial del Estado de México.

Dr. Juan Alejandro Suárez VelázquezDistinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato e investigador

Dr. Amado Azuara GonzálezDistinguido Catedrático de la Universidad Tepantlato

Dr. José Eligio Rodríguez AlbaJuez Quincuagésimo en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal

Dr. José Antonio Yáñez RosasDirector de Área de la Procuraduría General de la República Mexicana

Dr. Luis Enrique Villatoro MartínezGerente de Seguridad Institucional del STC

Mtro. Miguel Enrique Sánchez FríasMagistrado del Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con residencia en Nezahualcóyolt

Docentes

Doctorado en CIENCIAS PENALES

Nuestros coordinadores académicos cuentan con una amplia y reconocida trayectoria académica y jurídica, se han distinguido por estar en constante actualización porque

consideramos firmemente que un abogado actualizado dará un mejor servicio a la sociedad. Por lo que nos enorgullece que estos servidores públicos sean parte fundamental de nuestro

claustro de profesores, dando prestigio y calidad a nuestra Universidad.

Page 52: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

Page 53: Revista Agosto 2011

Informes e Inscripciones en Av. Baja California N° 157 cerca del metro Chilpancingo, Col. Roma Sur, Deleg. Cuauhtémoc, C.P. 06760 Multílinea: 5564-8373 e-mail: [email protected]

[email protected] www.universidadtepantlato.edu.mx

Universidad Tepantlato

Maestría en EducaciónRVOE: Acuerdo N° 20100681 con fecha 2 de junio de 2010

Inicio 7 de octubre de 2011

Documentación solicitada *Carta de exposición de motivos*Síntesis curricular*4 fotografías tamaño infantil B/N*4 fotografías tamaño diplomado B/N*4 fotografías tamaño título b/n*Copia de cédula original de licenciatura*Copia de título de licenciatura*Copia del CURP*Original de acta de nacimiento certificada*Original del certificado de estudios totales de licenciatura

PROCESO DE SELECIÓN DE 2012/1Registro de aspirantes:Del 1° de agosto al 14 de septiembre de 2011Traer una fotografía tamaño infantilExamen de admisión 19 y 20 de septiembreCosto $ 200.00HSBC N° de Cta. 04035642990BANCOMER N° de Cta. 0161998846Resultados 22 de septiembre de 2011Inscripciones del 23 al 30 de septiembre de 2011

Horarios: Días de clases: Viernes de 18 a 22 Hrs. Sábado de 8 a 12 Hrs.

Nuestros docentes en la maestría cuentan con el grado académico de estudios y una amplia experiencia y trayectoria académica en el

ámbito educativo, ya que están día a día actualizados. Por eso estos profesores, dan prestigio y calidad a nuestra universidad. La excelencia

es el compromiso de nuestros alumnos que deben mantener un promedio mínimo de 8.0 por materia durante toda la carrera, para

continuar en nuestra institución, ya que con ese criterio garantizamos una formación académica de mejores profesionistas que la sociedad hoy

por hoy está requiriendo.

Informes e Inscripciones en Av. Baja California N° 157 cerca del metro Chilpancingo, Col. Roma Sur, Deleg. Cuauhtémoc, C.P. 06760 Multílinea: 5564-8373 e-mail: [email protected]

www.tepantlato.com.mx

Page 54: Revista Agosto 2011

DIFUSIÓN DE LA CULTURA JURÍDICA®

Agosto 2011 Publicación Mensual 3a. Época Núm. 24

DIFUSIÓN DE LA CULTURA JURÍDICA®

Requisitos para publicar en Revista Tepantlatoa) Currículum académico y laboral del autor.b) Los temas serán jurídicos, exclusivamente, inéditos.c) El texto tendrá una extensión entre 20 y 30 cuartillas, con Sumario y aparato crítico.d) El encabezado no tendrá más de 50 caracteres.e) Los capítulos no tendrán más de 44 caracteres.f) Tanto el encabezado como los capítulos, sin sangría pegados al margen izquierdo.g) El trabajo estará impreso en hojas tamaño carta (solo por una cara y foliadas) con las siguientes especifi caciones: márgenes superior e inferior: 2.5 cm; izquierda y derecha: 3 cm; interlínea: 1.5 cm; fuente Arial: 10 puntos, justifi cada, sin división silábica; acompañado del CD-ROM o USB correspondientes (debidamente etiquetados con el título del artículo, nombre del autor y fecha de entrega). Además, datos personales y fotografía del autor: nota biográfi ca, dirección, teléfono y correo electrónico. Los trabajos se entregarán personalmente en la Universidad Tepantlato: Av. Baja California 157, Col. Roma Sur, Deleg. Cuauhtémoc, 06760, México, D.F. h) La indicación de cuadros, esquemas, diagramas, tablas y gráfi cas, etcétera, estará indicada exactamente en el soporte impreso y en archivos separados. i) Las citas a pie de página deberán observar el siguiente criterio: Nombre del autor(es), Apellidos, Título del libro, editorial, país, año. Además, nombre completo del prologuista, traductor, coordinador, compilador, etc. Si con un artículo empezase, entrecomillado y en redondas; luego: “en” Nombre del autor, Título del libro…etc., o el nombre de la revista en cursivas. Usar las abreviaturas: p (página), pp. (páginas). j) La bibliografía (aparte de obligatoria y al fi nal del texto) empezará con los apellidos del autor y se ordenará alfabéticamente.k) En cuanto a las citas textuales: cinco líneas o menos irán precedidas de dos puntos y entrecomilladas; si son de mayor extensión se ubicarán en párrafo aparte, con sangrado, sin entrecomillar y a un espacio. Los agregados deberán ir entre corchetes.

l) No se devolverán originales.

Derecho y con bonita letra

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Difusión de la Cultura Jurídica

54de izquierda a derecha Lic. Rafael Zamudio Arias, Dr. Gonzalo Antonio Vergara Rojas,

Dr. Alejandro Sosa Ortiz y Dr. Humberto Manuel Román Franco

La presentación estuvo a cargo del doctor Humberto Manuel Román Franco (Magistrado del Noveno Tribunal Colegiado de Circuito en Material Penal); el licenciado Rafael Zamudio Aria (Magistrado del Quinto Tribunal Unitario del Segundo Circuito) y el doctor Gonzalo Antonio Vergara (Magistrado del Estado de México en retiro). También asistió el maestro Enrique Carrete Solís, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Y como anfitrión fungió el rector de la Universidad Tepantlato, doctor Enrique González Barrera. En la primera intervención de la tarde, el doctor Román Franco halagó la sencillez con la que Sosa Ortiz explica las posiciones cambiantes en cuanto a la conducta de quien daña a la sociedad, y mencionó el causalismo, el finalismo y la estructuración de un delito. Resumió el tratado del libro con una cita del mismo: “El juzgador, para fundamentar el acreditamiento del dolo, tiene que precisar no sólo la norma jurídica o penal que tipifica el delito de mérito, sino también, a cuál de las distintas fases de dolo, contenidas en la norma sustantiva (que lo define), se refiere, y para motivar correctamente tal acreditamiento debe exponer las razones justificatorias que tuvo para considerar que, del acervo aprobatorio obrante en auto, se deduce que el actuar de dicha persona se subsume de manera exacta en

esa hipótesis del dolo.” Expresó que “un juzgador no puede dar por hecho que alguien cometió un acto doloso sin antes analizar, justificar y motivar la resolución, para estar seguros de que la persona lo hizo y con mala intención”. Afirmó que la discusión quedaba para los positivistas, “que presentan una nueva idea en contraste con los negativistas, quienes la destruyen en el sentido positivo (‘¿qué errores pueden tener?’)”; mientras que los eclécticos combinan las dos partes y ofrecen a los positivistas una nueva posibilidad. Por último, el experto felicitó al autor y agradeció la invitación. Luego, el licenciado Rafael Zamudio Arias inició con el comentario de lo que llamó “un sencillo homenaje al autor de la obra” y reconoció “la ejemplar carrera y profunda dedicación al estudio del Derecho Penal de parte del doctor Alejandro Sosa Ortiz…” Calificó de “subyugante la lectura de El dolo penal. La motivación de su acreditamiento ...” y, siempre en un tono de respeto y admiración, el licenciado refirió los distintos temas que abarca la obra, sobre la cual afirmó “que se distinguía no sólo por los distintos conceptos jurídicos expuestos en ella, sino por la profundidad y sapiencia con las que se abordan”. Para terminar, hizo énfasis en la responsabilidad del juez para justificar sus decisiones, por medio de razones y argumentos.

“La mayoría de los delitos son dolosos”: Sosa OrtizEl jueves 7 de julio, a las 18 horas, se efectuó en la Galería José Vasconcelos de la Universidad Tepantlato

la presentación del libro El dolo penal: la motivación de su acreditamiento (Porrúa, México, 2010, 306 pp.) del doctor Alejandro Sosa Ortiz

Por José Samuel Enciso Sánchez

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55

La Galería José Vasconcelos lució llena

El doctor Vergara Rojas finalizó la presentación de El dolo penal… mediante cinco puntos: en el primero, agradeció la deferencia a la Universidad Tepantlato, al rector, doctor González Barrera y al doctor Sosa Ortiz, por distinguirlo con tal honor; en el punto dos, el público asistente (numeroso por cierto) escuchó una semblanza de Alejandro Sosa Ortiz, de quien fue condiscípulo en el posgrado de Derecho en Ciudad Universitaria, y desde entonces “le advirtió determinación y disciplina para alcanzar sus metas”, lo que lo ha hecho un “excelente juzgador federal y connotado jurista”; además, lo calificó como ”un ser humano equilibrado, cualidad que se percibe en su humildad”. En el tercer punto, Vergara Rojas partió “del Estruc-turalismo y el Pragmatismo como perspectivas filosóficas” para la presentación de una obra; agregó:

“El presentador del libro debe buscar perspectivas que realcen las virtudes que él ya haya observado, como en este caso”. Y consideró que todo conocimiento debe tener forma y fondo, que lo haga útil. En el cuarto punto −en sí el tema de la forma y el fondo−, opinó que el título de la obra era el adecuado (forma), pues es congruente con el contenido (fondo); mientras que el subtítulo precisa el valor práctico. Mencionó que la estructura facilita conocer la materia esencial de la obra (el estudio específico y especializado del dolo); apuntó que Sosa Ortiz preparó “un estudio no sólo conceptual y de ubicación conforme a la dogmática neo-causalista del dolo, sino que genera las hipótesis derivadas del Artículo 9 del Código Penal Federal, que permiten identificar y diferenciar tanto el dolo directo del primer y segundo grado como el eventual”. Por último, calificó a El dolo penal… como una “obra jurídica que no deja en un contenido teórico el tema que desarrolla, sino que expone conocimientos específicos en forma clara, lo que permite su asimilación, y representa para el aplicador del derecho un conocimiento práctico”. Acto seguido, después de un aplauso para los presentadores, el doctor Alejandro Sosa Ortiz (Magistrado del Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del

Segundo Circuito) agradeció el espacio que al rector de la Universidad de Tepantlato le brindó, también expresó su gratitud a su familia, a los invitados y a los comentaristas. El magistrado Sosa Ortiz dijo que intentaría explicar qué lo llevó a escribir El dolo penal… Al ser “Juez de Amparo y Magistrado de Circuito siempre advirtió una concesión frecuente de amparos por falta de motivos en las sentencias penales, autos de formal prisión, entre otros, otorgando la protección constitucional porque las autoridades responsables no encausan correctamente el concepto del dolo”. Además, precisó que la mayoría de los delitos son dolosos, dejando a un lado los culposos por no ser comparables en trascendencia con aquellos, pues implican la pena de prisión, y que la regla general es que se sancionen sólo las conductas intencionales y no las meras

conductas imprudentes. “Al analizar las consecuencias como la indefensión que genera en contra del inculpado el hecho de no motivar el dolo, se advierte que también puede generar impunidad, pues al no motivarse correctamente, puede concederse un amparo aunque la conducta haya sido dolosa”. Consideró que su libro es una herramienta que el defensor puede usar para cuestionar al juzgador que omite el dolo o lo razona de manera equivocada. El acto finalizó con unas palabras del rector de la Universidad Tepantlato, doctor González Barrera, quien agradeció al magistrado Sosa Ortiz escoger la institución para la presentación de su libro, y se congratuló por la presencia del maestro Carrete Solís. Mencionó las diferentes maestrías que imparte la Universidad (entre otras, la de Amparo para Magistrados del Poder Judicial Federal y Jueces de Distrito; la de Amparo para todo público; la Maestría de Ciencias Penales; todas impartidas por funcionarios del tribunal, jueces y funcionarios públicos; asimismo, mencionó que cada año egresan alrededor de cinco alumnos, pues la Universidad Tepantlato (“abogado”, en náhuatl) siempre apunta a la excelencia. Finalizó con un pensamiento: “La lectura hace a la mente lo que el ejercicio hace al cuerpo”.

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Difusión de la Cultura Jurídica

56

El autor habla de su obra...

... y la dedica

Page 59: Revista Agosto 2011

Difusión de la Cultura Jurídica

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Orgullo MexicanoOrgullo MexicanoEn nuestro firme ideal de servir a México y a nuestra sociedad, que

reclama más y mejores profesionales con una formación humanista, estamos ahora a sus órdenes en la Universidad Tepantlato, una institución que se viene gestando desde hace 25 años y que hoy ya es una realidad. Contamos con los mejores maestros que comparten sus conocimientos y habilidades sin recibir ninguna aportación económica, tales como Jueces del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y Magistrados del mismo tribunal, así como del Estado de México, en las diferentes materias como derecho civil, penal y familiar; también nos apoyan de igual manera Jueces y Magistrados del Poder Judicial Federal. Gracias a este esfuerzo nace también la Facultad de Derecho, el Instituto de Ciencias Pedagógicas y el Instituto en Tecnologías de la Información de esta misma Universidad, para brindar un servicio integral y de mayor calidad a sus estudiantes.

EEn nuestro firme ideal de servir a México y a nuestra sociedad, que n nuestro firme ideal de servir a México y a nuestra sociedad, que reclama más y mejores profesionales con una formación humanista, reclama más y mejores profesionales con una formación humanista,

estamos ahora a sus órdenes en la Universidad Tepantlato, una estamos ahora a sus órdenes en la Universidad Tepantlato, una institución que se viene gestando desde hace 25 años y que hoy ya es institución que se viene gestando desde hace 25 años y que hoy ya es una realidad. Contamos con los mejores maestros que comparten sus una realidad. Contamos con los mejores maestros que comparten sus conocimientos y habilidades sin recibir ninguna aportación económica, conocimientos y habilidades sin recibir ninguna aportación económica, tales como Jueces del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal tales como Jueces del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y Magistrados del mismo tribunal, así como del Estado de México, en y Magistrados del mismo tribunal, así como del Estado de México, en las diferentes materias como derecho civil, penal y familiar; también las diferentes materias como derecho civil, penal y familiar; también nos apoyan de igual manera Jueces y Magistrados del Poder Judicial nos apoyan de igual manera Jueces y Magistrados del Poder Judicial Federal. Gracias a este esfuerzo nace también la Facultad de Derecho, Federal. Gracias a este esfuerzo nace también la Facultad de Derecho, el Instituto de Ciencias Pedagógicas y el Instituto en Tecnologías de el Instituto de Ciencias Pedagógicas y el Instituto en Tecnologías de la Información de esta misma Universidad, para brindar un servicio la Información de esta misma Universidad, para brindar un servicio integral y de mayor calidad a sus estudiantes. integral y de mayor calidad a sus estudiantes.

estamos ahora a sus órdenes en la Universidad Tepantlato, una estamos ahora a sus órdenes en la Universidad Tepantlato, una institución que se viene gestando desde hace 25 años y que hoy ya es institución que se viene gestando desde hace 25 años y que hoy ya es una realidad. Contamos con los mejores maestros que comparten sus una realidad. Contamos con los mejores maestros que comparten sus conocimientos y habilidades sin recibir ninguna aportación económica, conocimientos y habilidades sin recibir ninguna aportación económica, tales como Jueces del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal tales como Jueces del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y Magistrados del mismo tribunal, así como del Estado de México, en y Magistrados del mismo tribunal, así como del Estado de México, en las diferentes materias como derecho civil, penal y familiar; también las diferentes materias como derecho civil, penal y familiar; también nos apoyan de igual manera Jueces y Magistrados del Poder Judicial nos apoyan de igual manera Jueces y Magistrados del Poder Judicial Federal. Gracias a este esfuerzo nace también la Facultad de Derecho, Federal. Gracias a este esfuerzo nace también la Facultad de Derecho, el Instituto de Ciencias Pedagógicas y el Instituto en Tecnologías de el Instituto de Ciencias Pedagógicas y el Instituto en Tecnologías de la Información de esta misma Universidad, para brindar un servicio la Información de esta misma Universidad, para brindar un servicio integral y de mayor calidad a sus estudiantes. integral y de mayor calidad a sus estudiantes.

En el Códice Magliabecchi, de origen mexica, aparece el nombre de Teskanikuili, que significa “manta de tezcanicuyly”; separando términos: Teskani, es imagen, modelo, más

Ikuilia, trazar un diagrama o esbozo, término derivado de Kuilli, signo gráfico, cómputo. De

modo que la traducción literal es: Modelo o diagrama de cómputo. Así, en el escudo del

Instituto en Tecnologías de la Información aparece esta ilustración, la cual ejemplifica el

interés tecnológico de los antiguos mexicas.

es imagen, modelo, más es imagen, modelo, más trazar un diagrama o esbozo, término trazar un diagrama o esbozo, término

signo gráfico, cómputo. De signo gráfico, cómputo. De modo que la traducción literal es: Modelo o modo que la traducción literal es: Modelo o diagrama de cómputo. Así, en el escudo del diagrama de cómputo. Así, en el escudo del

Instituto en Tecnologías de la Información Instituto en Tecnologías de la Información aparece esta ilustración, la cual ejemplifica el aparece esta ilustración, la cual ejemplifica el aparece esta ilustración, la cual ejemplifica el aparece esta ilustración, la cual ejemplifica el

es imagen, modelo, más es imagen, modelo, más trazar un diagrama o esbozo, término trazar un diagrama o esbozo, término

signo gráfico, cómputo. De signo gráfico, cómputo. De modo que la traducción literal es: Modelo o modo que la traducción literal es: Modelo o diagrama de cómputo. Así, en el escudo del diagrama de cómputo. Así, en el escudo del

Instituto en Tecnologías de la Información Instituto en Tecnologías de la Información aparece esta ilustración, la cual ejemplifica el aparece esta ilustración, la cual ejemplifica el aparece esta ilustración, la cual ejemplifica el aparece esta ilustración, la cual ejemplifica el itnstituto

en

ecnologíasla

nformación

Para nuestra Facultad de Derecho tomamos del arte azteca a Itztlacoliuhqui-Ixquimilli, dios de la

justicia náhuatl, que generalmente es representado con cara de piedra y los ojos vendados, lo que

simboliza la imparcialidad, así como con una flecha con punta de piedra en la cabeza, lo cual simboliza

castigo; símbolos que forman la T de Tepantlato.Itztlacoliuhqui-Ixquimilli representa la firmeza para

impartir el castigo y la justicia.

Quetzalcóatl: A este dios se le considera el introductor del cultivo y del maíz, y se refieren a él como el dios que se convirtió en hombre para que los hombres vivieran como dioses; también era considerado el dios patrón del sacerdocio azteca, del aprendizaje y el conocimiento. Por ello, Quetzalcóatl es el símbolo de nuestro Instituto de Ciencias Pedagógicas.

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Orgullo MexicanoOrgullo MexicanoNezahualcóyotl: un Dios único

En la madurez de la vida, cuando se advierte que la existencia humana es memoria y olvido, remembranza y azar, amores y desatinos; cuando prácticamente podemos editar la nuestra en capítulos y en años, por ejemplo, una idea inquieta continuamente a la mente: que la vida es obra de un artista que en cada quien intentó la obra perfecta.

Todos lo sabemos: el niño tiene futuro, el adulto tiene pasado. El primero mira el cielo, el segundo observa a la tierra. El niño sueña, el adulto recuerda. Mientras tanto, las cuatro estaciones fungen como escenografía.

Nezahualcóyotl (1402-1472) advirtió ante la grandeza de su propia vida que lo recomendable era darle la bienvenida a la humildad, platicar y sonreír con ella; escucharla. Sujetar su pensamiento para luego unirlo con el canto general.

Precisamente, un canto general que procedía desde hacía 5 mil años y en el que, mediante “cantos antiguos, se habla de un dios uno, hacedor del cielo y de la tierra, sustento del universo y sus criaturas, y que ‘estaba donde no tenía segundo, y en un lugar después de nueve andanas’, que había un lugar, junto a ese dios, para los virtuosos, y otro, de penas y trabajos terribles, para los malos; y que a ese dios, sin cuerpo humano ni otra figura, se referían los indios antiguos en su lengua como In Tloque in Nahuaque, que quiere decir el señor del cielo y de la tierra”.1

Sentirse parte de la comunidad, por medio de la palabra escrita, lo convirtió en hombre retraído, distante. Que buscaba hallar la réplica a su anhelo en el silencio del bosque; mejor: en el diálogo susurrante de la Naturaleza.

Nunca se sabrán los entresijos, acaso no importe, pues el poeta legó en sus cantos y poemas lo que lo condujo a su descubrimiento personal: un Dios único. Hoy sabemos que hay códices que hablan de ese Dios único, aunque tal conocimiento sólo lo tenían los sacerdotes soberanos y los escribanos. (De eso, y muy pronto, en estas páginas daremos a conocer ese tema.)

Con flores escribes

Con flores escribes las cosas,¡oh Dador de la Vida!

Con cantos das color,con cantos sombreasa los que han de vivir en la tierra.

Después destruirása águilas y tigres:solamente en tu pintura vivimos,aquí, sobre la tierra.

1 José Luis Martínez, Nezahualcóyotl, vida y obra, FCE, México, 2010, p.77.

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Con tinta negra borraráslo que fue la hermandad,la comunidad, la nobleza.

Tú sombreasa los que han de vivir en la tierra.

Después destruirása águilas y tigres:solamente en tu pintura vivimos, aquí, sobre la tierra.2

Orgullo MexicanoOrgullo Mexicano

Sólo un creador está autorizado a destruir lo que emanó de su (in)genio; a cambio ofrecerá la comunión de la palabra y el exacto cumplimiento de la ley suprema: vivir y morir, y, entretanto, interpretaremos su obra desde nuestro leal entender y libre albedrío.

Aunque sea de jade

Yo Nezahualcóyotl lo pregunto ¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra? No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí. Aunque sea de jade se parte, aunque sea de oro se rompe, aunque sea plumaje de quetzal se desgarra. No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí.3

…la infinita tristeza de la belleza:

Contemplo una flor

Por fin lo comprende mi corazón escucho su canto, contemplo una flor. ¡Ojalá no se marchiten!4

Y después de muchos años, Nezahualcóyotl volvió a mirar el cielo.

2 Miguel León-Portilla, La tinta negra y roja. Antología de poesía náhuatl (Imágenes de Vicente Rojo), Era / El Colegio Nacional / Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, Barcelona, 2008, p. 31. 3 Ibidem, p. 33.4 Ibidem, p. 41.

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60Yo la quería con locura Con ardiente frenesí Y me pierdo en la fragancia De su boca carmesí.

Su sonrisa es una playa De remanso y de quietud Que dibuja la esperanzaDe una vida en plenitud.

Aquel día así como ellaTambién el sol ardíaSu mirada brillabaComo la espuma del marQue su cuerpo bañaba.

Su piel nacaradaTersa y delicadaJunto con la brisaYo la acariciaba.Me cedió su cuerpoMe fundí en su pecho

Y sentí morirme En la ardiente arenaQue sirvió de lecho.En el libro del recuerdo Anotaré lo que fueron Aquellas noches de luna Que en la Paz nos envolvieron.

Yo la quiero con locuraCon ardiente frenesí Y me pierdo en la fraganciaDe su boca carmesí.

En la Paz *

*Poesía, Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística / Chihuahua, Representación del Gobierno del Estado en la Ciudad de México, 2010, p. 13.

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Arte y CulturaArte y Cultura

Por Ana Karen Allende Noriega

El juguete es una expresión artística y simbólica que nos acompaña desde la más tierna infancia hasta a lo largo de nuestra existencia. En el mundo no se conoce cultura alguna que prescinda de juguetes. En el inicio no eran más que objetos de la naturaleza: un palito obtenía con ayuda de la imaginación la forma de una persona, o un puñado de hojas y lodo formaban un platillo suculento. Luego, también las semillas, el alambre, las fibras vegetales, la madera, el barro, el azúcar, el trapo, el cartón sirvieron para hacer juguetes. Los materiales se han sofisticado tanto hasta el punto de llegar a los juguetes electrónicos, por cierto,

nada relacionados con la imaginación. Nuestro interés es enfocarnos a los que tienen origen casero, en familia, con materiales sencillos, de hechura cuidadosa, repletos de significados familiares. Desde pequeña, tuve la fortuna de contar con dos abuelas creativas, hábiles con las telas, hilos y estambres. Me enseñaron a tejer, coser y bordar. Incluso, mi bisabuela nos enseñó a mi hermana y a mí a confeccionar juguetes para nuestros juguetes; por ejemplo, toda una vajilla a partir de las envolturas en colores

brillantes de los chocolates; “oritos” les llamaba. No importaba si fueran rosas, azules plateados o dorados. La maravilla de ver cómo entre tus dedos se crean objetos que puedes utilizar y compartir con tus amigos; constatar que les gusten; que les genere una emoción positiva para jugar más, siempre resultó muy gratificante. Mis padres apoyaron mi interés en aprender a utilizar diferentes materiales relacionados con la pintura: el pastel al óleo, pinturas acrílicas, gouache, carboncillo sobre madera, lienzos, papel de diversos gramajes, bajo la tutela de Miguel Ángel Guerrero y Miguel Sandiel, principalmente −artistas formidables a quienes les agradezco su paciencia e interés por expandir sus conocimientos transmitiéndolos−. A lo largo de la vida se presentan oportunidades de aprendizaje que tal vez en su momento no consideras de gran importancia; por ejemplo, mis abuelos vivían en el centro de Coyoacán. Así tuve la oportunidad de conocer a muchos artesanos que se daban cita en el parque cada fin de semana. Aprendí a utilizar el alambre y a darme cuenta de lo valioso del trabajo manual. Reconocí las diferencias en la manera de trabajar de acuerdo con el lugar de origen. Nuestros padres se dieron el tiempo de llevarnos a museos, a pueblos, a diversos estados de la República, para que conociéramos la riqueza del país en el que vivimos. Nosotros tuvimos limitado el tiempo por jugar con los juguetes electrónicos; sin embargo, con los que hacíamos con las manos, con los amigos, podíamos jugar lo que quisiéramos. Hacíamos naves espaciales con los cojines de la sala, vaciábamos los

muebles de la cocina de casa de Man (mi abuela) para jugar a la casita; en los parques y jardines jugábamos de todo con los amigos que hacíamos en ese momento. Eso me hizo observar la importancia de la imaginación, su ilimitada facultad, lo vital de su estimulación. Antes de dormir la lectura marcó buenos sueños; además, el teatro, conciertos, baile. En el Metro, me descubro observando los rostros de mis acompañantes de vagón, sus oficios, aficiones y profesiones. Las plantas, cada ser vivo; cada per-sona tiene algo que transmitir… Todo ello forma parte de mí, de mis recuerdos, cultura, identidad. Cada vez que tomo una tela, viene a mi memoria algún episodio, algún juego; algún rostro, lo transmito a la tela y nace un juguete. Nosotros comenzamos a hacer muñecos de trapo a finales de 2002, con el fin de formar parte de la tradición del regalo de la última muñeca en los quince años −la transición de niña a mujer mar-cada, entre otras cosas, por el cambio de zapato plano a zapatilla, el baile, la pre-sentación de la joven ante la socie-dad...− A mi hermana le hice una muñeca de trapo. Quedó muy chueca pero llena de cariño, muy tierna, y la conserva todavía. La vida presenta oportunidades que hay que aprovechar. Así lo hemos hecho y gracias a Dios nos ha llevado a consolidar nuestra forma de vida haciendo juguetes.

Retacitos® es ahora una marca registrada desde hace seis años; qué rápido damos vueltas al sol. Estar involucrada en el quehacer del juguete me ha dado también la oportunidad de ejercitar mi formación

Una muñeca de trapo regresa simultáneamente el abrazo

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antropológica (estudié Lingüística en la ENAH), y por ello estar consciente del valor social, cultural, simbólico, sentimen-tal de los juguetes. Hay quienes los utilizan para jugar físicamente o mentalmente, al llevarlos como pieza de ornato. Hay quienes les dan un valor mágico mientras otros marcan el recuerdo de algún suceso importante de su vida mediante una pieza de tela. En nuestro país, ya se usaban juguetes desde antes de que llegaran los españoles. Debido a su origen natural, muchos no están en buen estado. Pero podemos afirmar que muchos de los prin-cipios utilizados en la elaboración de los juguetes populares actuales, provienen desde entonces. Con los españoles también llegaron juguetes de toda Europa; las muñecas con cara y manos de cerámica son un ejemplo, aunque en la época prehispánica ya se elaboraban muñecas semejantes. La técnica para la elaboración de los juguetes se transmite de generación en generación; precisamente, esa convivencia permite también que la cultura se transfiera. Por eso la impor-tancia de valorar y evitar que se rompan esos lazos de conocimiento entre una generación y otra. También, los mexicanos nos hemos caracterizado por sacar lo mejor de lo que nos rodea y adaptarlo a nuestras necesi-dades y costumbres; por eso el juguete popular mexicano ha sido modificado y

adecuado a las nuevas tecnologías y materiales que llegan a nuestro territorio. Pero jamás dejan de ser productos elaborados en casa, con cariño, en un ambiente familiar, caracterizados por el manejo extraordinario del color intrínseco de nuestras sociedades. Además, una diferencia absoluta entre el juguete artesanal y el industrial, es que el primero te da la libertad total para utilizarlo como tu imaginación se exprese, en cambio, el segundo limita tu campo de acción al estar programado para decir o hacer algo determinado. Un juguete artesanal se hace tuyo y será siempre tuyo aunque esté viejo o se llegue a romper, porque tendrás la facilidad de arreglarlo o renovarlo con tus manos; por el contrario, si se te descompone un juguete industrial lo más probable es que termine arrumbado o en la basura. Los juguetes de tela son más entraña-bles que los de otros materiales, precisamente, por cómo están hechos. La tela es algo con lo que nos protegemos diariamente: nos cubre. Nuestra ropa nos contiene en un abrazo continuo a lo largo del día. Una muñeca de trapo regresa simultáneamente el abrazo. Es maleable, si llega a descoserse cualquiera prácticamente la puede reparar, no importa la edad. Un suéter viejo puede ser un bebé ideal para una niña; un calcetín sin par convertirse en un títere divertidísimo.

La belleza intrínseca de elabo-rarlo a mano estimula la imaginación de quien lo crea, y quien lo posee sabrá tenerlo en casa como adorno u obsequiarlo en cualquier ocasión. Al ser personal, lleva un trocito de vida, sentimientos, información y forma de ser de quien lo elabora. Cuando compras o regalas un juguete hecho a mano, le imprimes tu propia experiencia y tu propio mensaje, porque es tan único como tú. Por todo lo anterior, los juguetes artesanales o de tradición popular forman parte de nuestro patrimonio cultural nacional.

[email protected]

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TE INVITO

A LEER1LIBRO“La Lectura hace a la mente lo que el ejercicio al cuerpo”

La raza cósmica

José Vasconcelos (Oaxaca, Oax.1882-Cd. de México, 1959) escribió este texto en 1925 y desde entonces ha sido aceptado por la crítica no sin algunos raspones. Lo cierto es que el filósofo se adelantó a lo que ocurrió 25 años después de publicado el libro que nos ocupa. Ya que en la década de los cincuenta del siglo pasado la juventud se comportó de acuerdo con lo que escribió en La raza cósmica: “Las normas las dará la facultad suprema, la fantasía; es decir, se vivirá sin norma; en un estado en que todo nace del sentimiento, es un acierto. En vez de reglas, la inspiración constante [serán] las leyes de la emoción, la belleza y la alegría [las que determinen los cruces] con un resultado infinitamente superior al de esa eugénica fundada en la razón científica, que nunca mira más que la porción menos importante del suceso amoroso”. Así, la conjunción mediante la unión de las razas negra, roja, amarilla y blanca culminaría en la raza cósmica, que viviría en la Amazonia en un lugar llamado “Universalópolis”. Para ello, dos etapas precedieron a la cósmica: la “Instintiva” y la “Racional”; en la primera, el hombre sobrevive mediante su instinto, precisamente; mientras que en la segunda, se aplican métodos y reglas acordados por los países. Aquella tercera etapa, Vasconcelos la denominó “Estética”, en la que desaparecen las reglas y las decisiones las dicta la pasión En la segunda parte del libro, narra sus viajes a Ecuador, Perú, Colombia, Venezuela, Argentina y Brasil. Tratándose de El Maestro de América, el lector ya sabe a qué atenerse: ameno, apasionado y, sobre todo, audaz.

Las medidas afl ictivas y la reparación del daño bajo el sistema de protección jurisdiccional internacional de los derechos fundamentales, de Sonia Rojas Castro

Por lo agudo de los confl ictos diferentes que atañen al ser humano, el rubro de los derechos humanos ha adquirido relevancia en la mayoría de los Estados que apuestan a la democracia, lo que implica que las diferencias ideológicas no siempre se resuelven por medio del diálogo. Por tanto, el Derecho Internacional ha recobrado el interés debido y acaso también propone las soluciones correctas. Por desgracia, no siempre ocurre así. Por ello, Rojas Castro examina algunos casos en que, “al menos en América, la gran mayoría de víctimas, cuyos casos se han tramitado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos provienen de una extracción económica y social muy humilde. Así, al cuantifi carse el daño emergente y el lucro cesante, las cantidades resultan a veces, incluso ridículas, si tomamos en cuenta la gravedad de la violación contenida”. Este ensayo está formado por cinco capítulos: I. El derecho a la justicia; II. Responsabilidad del Estado y las medidas que recaen; III. Medidas reparadoras; IV. Medidas afl ictivas, y V. Las medidas afl ictivas en diversos ordenamientos jurídicos. En este, y en numeral 2, “Las medidas afl ictivas y algunos órganos internacionales”, la autora revisa minuciosamente algunos hechos sucedidos en Honduras, Surinam, Venezuela, Colombia, Perú, Argentina, Ecuador, Guatemala, Turquía. En suma, en palabras de Rojas Castro: “... alcanzar la justicia es, en última instancia, el objetivo y razón de ser de la doctrina de los derechos fundamentales, por lo que ese deber el fi n principal que busquen establecer los tribunales internacionales de derechos humanos.”

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Difusión de la Cultura Jurídica

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te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo

tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-

amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo

amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-

matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-

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Difusión de la Cultura Jurídica

te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-

amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias

tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias

matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias

amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias

amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te

matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te

te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo ma-tias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo

amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo matias te amo

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Registro No. 922192Localización: Novena ÉpocaInstancia: Segunda SalaFuente: Apéndice (actualización 2002)Tomo V, Trabajo, Jurisprudencia SCJNPágina: 8Tesis: 3Jurisprudencia Materia(s): laboral

Comisión Federal de Electricidad. Connotación del Concepto de “Tiempo Extra Constante” a que se refi eren los contratos colecti vos de trabajo vigentes del año 1992 hasta el 2000, como factor integrante del salario para determinar el monto de las pensiones jubilatorias.

De lo dispuesto en la cláusula 29 del contrato colectivo de trabajo vigente para el bienio 1992-1994, idéntica en cuanto a los conceptos que in-tegran el salario a la cláusula 30 de los siguientes pactos colectivos que rigieron hasta el bienio 1998-2000, se advierte que el “tiempo extra constante” es uno de los factores nominados que forman parte del salario para fijar el monto de la pen-sión jubilatoria de un trabajador de la Comisión Federal de Electricidad, siempre y cuando se trate de los que perciben tal concepto en términos de los propios pactos colectivos por tra-tarse de una prestación extralegal. Asimismo, deriva de los contratos de referencia que las partes deter-minaron que el tiempo extraordinario constante será percibido por los tra-bajadores sujetos a las condiciones de trabajo previstas en los incisos a), b) y, en su caso, c) de la fracción I de la cláusula 16, de idéntico conte-nido en todos los contratos colectivos de mérito, es decir, los que laboran: a) En puestos donde rige el sistema de turnos continuos, en seis jornadas de seis horas con cuarenta minutos, más una hora con veinte minutos de tiempo extraordinario constante, a los

que se les compensa con el pago de treinta minutos de tiempo extraordi-nario constante por el trabajo noc-turno y mixto que realizan; b) En las centrales generadoras, subestaciones y demás centros de trabajo donde se labora bajo el sistema de turnos continuos establecidos en forma progresiva, divididos en cinco jor-nadas de ocho horas, con pago de treinta minutos de tiempo extraor-dinario constante para compensar el trabajo nocturno y mixto, y c) En puestos correspondientes a guardias y servicios especiales en los que de conformidad con el contenido de la propia cláusula 16, las jornadas se establecen por las partes, si las con-venidas corresponden al sistema de turnos continuos. De lo anterior, se concluye que el tiempo extraordinario constante que se paga a esa clase de trabajadores por las condiciones de trabajo a que están sujetos, par-ticularmente de turnos continuos, es el que por disposición contractual constituye ese concepto que integra el salario para efectos jubilatorios, sin que sea factible incluir a los demás trabajadores que laboren tiempo ex-traordinario en forma regular y aun permanente, ya que al nominado tiempo extra constante no se le puede dar una interpretación distinta a la que contractualmente determinaron las partes que celebraron el pacto colectivo.

Novena Época:

Contradicción de tesis 118/2001-SS.-Entre las sustentadas por el Primero, el Séptimo, el Décimo y el Décimo Primer Tribunales Colegiados en Materia de Trabajo del Primer Circuito.-12 de abril de 2002.- Cinco votos.-Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.-Secretaria: Aída García Franco.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XV, abril de 2002, p. 475, Segunda Sala, tesis 2a. /J. 29/2002.

Registro No. 922049Localización: Novena ÉpocaInstancia: Primera SalaFuente: Apéndice (actualización 2002)Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJNPágina: 5Tesis: 1Jurisprudencia Materia(s): Civil

Alimentos. El derecho que a éstos ti ene el cónyuge inocente, en el caso de un divorcio necesario, implica la subsistencia de una obligación del cónyuge culpable, que surgió con el matrimonio, por lo que su otorgamiento debe ser proporcional a la posibilidad del que debe darlos y a la necesidad del que debe recibirlos (legislación del Estado de México).

De lo dispuesto en los artículos 150 y 285 del Código Civil del Estado de México, se advierte que la obligación de ambos cónyuges de proporcio-narse alimentos surge con motivo de su matrimonio; además, para el caso en que éste se disuelva mediante el divorcio necesario o contencioso, el propio ordenamiento prevé diversas consecuencias para el cónyuge que causó la disolución del vínculo matri-monial, entre las que se encuentra la contenida en su artículo 271, primer párrafo, consistente en que el cónyuge inocente tendrá derecho a alimentos, siempre que se reúnan los requisi-tos que para el caso de la mujer y el del varón prevé. En congruencia con lo anterior, se concluye que en razón de dicha disolución para el cónyuge culpable subsiste la obligación de otorgar alimentos al cónyuge inocente, por lo que debe otorgarlos como lo venía haciendo o debía hacerlo

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dentro del matrimonio, es decir, con-forme al principio de proporcionalidad contenido en el artículo 294 del có-digo indicado, de manera que la pensión que por ese concepto se decrete deberá ser proporcional a la posibilidad del que debe otorgarla y a la necesidad del que debe percibirla. Lo anterior se corrobora con la dis-posición contenida en el señalado nu-meral 285, consistente en que: “Los cónyuges deben darse alimentos. La ley determinará cuándo queda sub-sistente esta obligación en los casos de divorcio y otros que la misma ley señale”, ya que de ella se desprende que el citado artículo 271 sólo precisa que en los casos de divorcio necesa-rio, para el cónyuge culpable, subsiste la obligación de proporcionar alimen-tos al cónyuge inocente, por lo que ésta debe cumplirse de la manera en que se haría en el caso de continuar casados.

Novena Época:

Contradicción de tesis 86/2001-PS.-Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado de la misma materia y circuito.-30 de agosto de 2002.-Unanimidad de cuatro votos.-Ausente: Juventino V. Castro y Castro.-Ponente: Juan N. Silva Meza.-Secretaria: Guillermina Coutiño Mata.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XVI, noviembre de 2002, p. 5, Primera Sala, tesis 1a. /J. 53/2002; véase la ejecutoria en la página 6 de dicho tomo.

Nota: Los artículos a que se refiere esta tesis corresponden a la codificación local vigente hasta el 22 de junio de 2002.

Registro No. 921781Localización: Novena ÉpocaInstancia: Segunda SalaFuente: Apéndice (actualización 2002)Tomo III, Administrati va, Jurisprudencia SCJNPágina: 7Tesis: 1Jurisprudencia Materia(s): Administrati va

“Bando” Informati vo. El número 9 sobre el combate a la circulación de taxis irregulares y la negati va de concesiones, consti tuye un acuerdo general administrati vo emiti do por el jefe de Gobierno del Distrito Federal en ejercicio de las atribuciones que le confi eren la Consti tución General de la república, el estatuto de gobierno del Distrito Federal y la ley de transporte de la propia enti dad

En el referido acto el jefe de Gobierno del Distrito Federal dispuso que: “1. En los próximos tres años no se otor-garán más concesiones para taxis.-2. Se combatirá, conforme a la ley, la circulación de taxis irregulares con la coordinación conjunta de la Procura-duría General de Justicia del Distrito Federal, la Secretaría de Seguridad Pública, la Secretaría de Transportes y Vialidad y el Instituto del Taxi.”; con-forme a lo anterior debe estimarse que tal acto no constituye un bando sino que, en términos de lo pre-visto en los artículos 122, apartado C, base segunda, fracción II, inciso b), de la Constitución General de la República y 67, fracción II, del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, es un acuerdo general administrativo mediante el cual se proveyó en la esfera administrativa a la exacta observancia de la Ley de Transporte del Distrito Federal expedida por la Asamblea Legisla-tiva de la propia entidad, específica-mente, de lo dispuesto en sus artícu-los 1o., 3o., 4o., 7o., fracciones II, IX, XIII, XVI, XXII, XXV y 30, sin que la

incorrecta denominación de dicho acuerdo trascienda a su constitu-cionalidad, pues con ello no se ejerce la potestad reservada constitucional-mente a un diverso órgano del Estado ni se desvirtúa la naturaleza y efectos jurídicos de lo dispuesto en él.

Novena Época:

Contradicción de tesis 44/2002-SS.-Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Octavo y Décimo Segundo en Materia Administrativa, ambos del Primer Circuito.-23 de agosto de 2002.- Unanimidad de cuatro votos.- Ausente: Mariano Azuela Güitrón.-Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán.-Secretario: Emmanuel G. Rosales Guerrero.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XVI, octubre de 2002, p. 199, Segunda Sala, tesis 2a. /J. 105/2002; véase la ejecu-toria en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Épo ca, Tomo XVI, noviembre de 2002, página 461.

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Difusión de la Cultura JurídicaDifusión de la Cultura JurídicaDifusión de la Cultura Jurídica

Oye Cirilo: ¿Qué tal era el abogado que te recomendé para resolver tu problema con la herencia que tenías que recibir?

Buenísimo. Ahora todo es suyo.

¿Qué le dice un buitre a un abogado?Quién como tú, que te los comes vivos.

En un juicio por el robo de un coche, el juez le dice al acusado:Por falta de pruebas, es declarado inocente y le reti ran los cargos.Perdone, señoría, ¿eso signifi ca que me puedo quedar con el coche?

Una mujer estaba en un juicio cuando el fi scal le pregunta:¿Después de haber envenenado a su esposo, no le dio remordimiento?Sí, cuando me pidió otro plato de guiso.

Hay dos ti pos de abogados: aquellos que conocen la ley y aquellos que conocen al juez.

Dos amigas del insti tuto se encuentran al cabo de muchos años. Hola amiga, ¡cuánto ti empo; he oído que te casaste! Sí, con un abogado, un hombre muy honrado. Oye, ¿pero eso no es bigamia?

Encuentro de dos amigos: ¡Qué tal hermano!, ¿cómo te fue en el divorcio? Bien. ¿Te tocó el 50% para ti y el 50% para ella? No, el 50% para ella, y el otro 50 para el abogado.

¿QuéQuién como tú, que te los comes vivos.

Hay dos ti pos y aquellos que conocen al juez.

Dos amigas del insti tuto se encuentran al cabo de muchos años. Hola amiga, ¡cuánto ti empo; he oído que te casaste! Sí, con un abogado, un hombre muy honrado. Oye, ¿pero eso no es bigamia?

Encuentro de dos amigos: ¡Qué tal hermano!, ¿cómo te fue en el divorcio? Bien. ¿Te tocó el 50% para ti y el 50% para ella? No, el 50% para ella, y el otro 50 para el abogado.

Sí, con un abogado, un hombre muy honrado.

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La Universidad Tepantlatopresentó en su galería José Vasconcelos la exposición

Mtro. Jorge Luis Astudillo Escarramán Astuesca

Inauguración

Público asistente

Próxima exposición: sábado 3

de septiembre: Mtro. Padilla

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