robin hobb - sibaja.website fileel joven traspié hidalgo se convierte en el catalizador que habrá...
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El jovenTraspiéHidalgoseconvierteenel catalizadorquehabrádealterar la trayectoriadeuna casa real en grave peligro, en este estremecedor relato del reino costero de los SeisDucados.Traspiéhasobrevividoasuprimeramisiónpeligrosacomoasesinodelrey,aunquederesultashasalidomuymalparado.Maltrechoy resentido,seproponequebrantarsu juramentoal reyArtimañas y quedarse en las lejanas montañas. Pero el amor y unos hechos de tremendaurgencia lo llevan de regreso a la corte de Torre del Alce y a las mortíferas intrigas de lafamiliareal.LosCorsariosdelaVelaRoja,renovandosusferocesataquessobrelacosta,dejanasupasoaldeas calcinadas y víctimas enloquecidas.El reino sufre asimismoun ataque desde dentro,pueslatraiciónamenazaeltronodelreyafligido.Enestemomentodegranpeligro, lasuertedel reinopodríaestarenmanosdeTraspié,cuyopapelen lasalvaciónde losSeisDucadosbienpudieraexigirleelmásterribledelossacrificios...
RobinHobb
AsesinoRealVatídico2
ePUBv1.1Anónimo09.07.11
Libro3:AsesinoReal
Prólogo
¿Por qué se prohíbe transcribir determinados conocimientos mágicos? Quizá se deba al temorgeneralizadoaquetalesconocimientospuedancaerenmanosdequiennoseadignodellevarlosalapráctica. Es innegable que siempre ha existido un sistema de aprendizaje para garantizar quedeterminados conocimientos mágicos se transmitan sólo a quienes hayan sido adiestrados yconsiderados dignos de dichos conocimientos. Si bien esto parece un encomiable intento porprotegernosdelospracticantesindignosdelsaberarcano,omiteelhechodequelasdistintasmagiasno derivan de estos conocimientos específicos. La predilección por cierto tipo demagia ha de serinnata. Por ejemplo, la aptitud para la magia llamada Habilidad está estrechamente ligada a laconsanguinidadconlalíneadelosVatídico,auncuandotambiénpuedanexhibiruna«venadelocura»aquellosdescendientesdelastribusdelinteriorylosMarginados.QuienestéversadoenlaHabilidadpodrá sondear la mente de otros, con independencia de la distancia que los separe, y saber quépiensan.Quienesestén fuertementeHabilitadospodrán influir endichospensamientos,oconversarcon esa persona. Para orquestar una contienda o recabar información, es evidente que resulta uninstrumentosumamenteútil.
Elsaberpopularhabladeunamagiaaúnmásantigua,despreciadaennuestrosdías,llamadalaMaña.Pocosadmitirántenertalentoparaestamagia,deahíquesiempreseatribuyasudominioalasgentesdelvallevecino,oaquienesvivanalotroladodelasmontañas.Intuyoqueantañodebiódeserla magia natural de quienes recorrían la tierra como pueblos cazadores en vez de gregarios; unamagiaparaquienessentíanafinidadporlasbestiassalvajesdelosbosques.LaMaña,cuentan,dabaaunolafacultaddehablarelidiomadelasbestias.TambiénseadvertíadequequienespracticabanlaMaña demasiado tiempo o demasiado bien se convertían en las bestias con las que estuvieranvinculados.Aunqueéstaspudieransermerashabladurías.
ExistentambiénlasmagiasllamadasVulgares,aunquenuncahelogradodeterminarelorigendesu nombre. Se trata de magias tanto verificadas como intuidas, entre las que se incluyen laquiromancia,lacontemplacióndelagua,lainterpretacióndelreflejoenloscristalesyuncúmulodedisciplinasquepretendendiscernirelfuturo.Enunacategoríaalmargen,sinnombre,seenglobanlasmagias que causan efectos físicos, como la invisibilidad, la levitación, la infusión de vida o el
movimiento en objetos inanimados... Todas las magias de las antiguas leyendas, desde la SillaVoladora del Hijo de la Viuda al Mantel Mágico del Viento del Norte. No sé de nadie que hayareclamado estas magias como propias. Parece que sean exclusivamente quimeras, adscritas apersonasquevivieronentiemposolugareslejanos,oaseresdereputaciónmíticaosemilegendaria:dragones,gigantes,Vetulus,laOtraGente,tragones.
Hagounapausaparalimpiarmipluma.Losfinostrazosdemicaligrafíaseconviertenenlamparonessobreestepobrepapel.Peronovoyaemplearpergaminodebuenacalidadparaestaspalabras;aúnno.Noestoysegurodequedebaplasmarlas.Mepregunto,¿porquéescribirnada?¿Acasonotransmitirálatradiciónoralestosconocimientosaquienesseanmerecedoresdeescucharlos?Quizásí.Peroquizáno.Loqueahoradamosporsentado,elconocimientodeestascosas,bienpudieraseralgúndíaunmisterioyunprodigioparanuestrosdescendientes.
Ninguna biblioteca contiene gran cosa sobre la magia. Me cuesta horrores hilvanar un hilo deconocimiento en estos retales de información dispersos. Descubro referencias aisladas, alusiones depasada,peronadamás.Heconseguidoreunirtodoestoalolargodelosúltimosañosylohealmacenadoenmicabeza,intentandosiempretrasladarmisconocimientosalpapel.Pretendoponerporescritoloquemehaenseñadolaexperiencia,améndeloquehepodidorecabar.Quizáparaproporcionarrespuestasaotropobreiluso,entiemposvenideros,quesesientatanmagulladocomoyoporculpadelascontiendasmágicasdesuinterior.
Pero cuando me siento y afronto la tarea, vacilo. ¿Quién soy yo para oponer mi voluntad a lasabiduría demis predecesores? ¿Habré de resumir en términos comprensibles losmétodos según loscualesalguiendotadoparalaMañapuedeexpandirsualcance,ovincularunacriaturaasuser?¿Habréde detallar la formación necesaria para ser reconocido como adepto de la Habilidad? Las brujeríasVulgaresylamagialegendarianuncahansidoparamí.¿Tengoalgúnderechoasacarsussecretosalaluzyclavarlosalpapelcomomariposasuhojasrecogidasparasuestudio?
Intentoconsiderarquépodríahaceralguienconestosconocimientos,injustamenteadquiridos.Esomellevaaconsiderarquémehaprocuradoesteconocimiento.¿Poder,dinero,elamordeunamujer?Meríodemí.NilaHabilidadnilaMañamehanofrecidonadaparecido.Osilohicieron,notuveelbuenjuicionilaambiciónparaaceptarlocuandotuveocasión.
Poder.Creoquenuncalobusquéporsísolo.Loanhelé,aveces,cuandoestabaenapuros,ocuandolas personas próximas a mí sufrían bajo aquellos que abusaban de sus poderes. Dinero. Nunca hepensadoenél.Desdeelmomentoenqueyo,sunietobastardo,jurélealtadalreyArtimañas,éstesiempreseocupódecubrirmisnecesidades.Tuvedesobraparacomer,máseducacióndelaquesupeapreciaraveces,atuendossencillosyropasfastidiosamentelujosas,yamenudounaodosmonedasparagastarlasamiantojo.HabiéndomecriadoenTorredelAlce,ésaeramásriquezadelaquelamayoríadejóvenesdelaCiudaddeTorredelAlcepodríandesear.¿Amor?Bueno.MiyeguaHollínmeapreciaba,asuplácidamanera.GocédelalealtadincondicionaldeunperrollamadoMorrón,yesolecostólavida.Recibíelmás feroz de los amores de parte de un cachorro de terrier, y también eso le supuso la muerte.Meestremezcoalpensarenelprecioquesehallegadoapagarporamarme.
Siempre he poseído la soledad de quien ha crecido en el seno de las intrigas y los secretos, elaislamientodeunmuchachoquenopuedeconfiarlaplenituddesucorazónanadie.NopodíaacudiraCerica,elescribanodelacorte,queensalzabaminítidacaligrafíaymisbienentintadasilustraciones,y
confiarle que ya era aprendiz del asesino real, lo queme inhabilitaba para ejercer la profesión de laescritura.TampocopodíainformaraChade,mimaestroenlaDiplomaciadelCuchillo,delafrustrantebrutalidad que hube de soportarmientras intentaba aprender las artes de laHabilidad conGaleno, elMaestro de laHabilidad.Y connadieme atrevía a hablar demi emergente propensión a laMaña, laantiguamagiadelasbestias,consideradaunaperversiónyunalacraparaquieneslapracticaran.
NisiquieraconMolly.Mollyeramiposesiónmáspreciada:unauténticorefugio.Noteníaabsolutamentenadaquevercon
mividadiaria.Noerasóloquesetratasedeunafémina,aunqueesoyamesuponíasuficientemisterio.Me había criado casi por completo en compañía de varones, despojado no sólo de padre y madrenaturales, sino también de cualquier lazo de sangre que se me pudiera reconocer abiertamente. Depequeño, habían confiadomi cuidado a Burrich, el hosco caballerizo que antaño sirviera ami padrecomohombredeconfianza.Losmozosdecuadraylosguardiaseranmiscompañerosdediario.Antes,igualqueahora,habíamujeresenlascompañíasdesoldados,aunquequizánotantascomoahora.Peroaligualquesuscamaradasmasculinos, teníandeberesquecumplir,yvidasy familiaspropiascuandonoestabandeservicio.Nopodíaexigirlesquemededicaransutiempo.Noteníamadre,nihermanasnitíaspropias.Nohabíamujerquemeofrecieralaternuraespecialqueselessuponealasféminas.
NingunasalvoMolly.Teníaquizásunpardeañosmásqueyo,ycrecíaigualquecreceunabriznadehierbaentrelasgrietas
delempedrado.Nilasempiternaembriaguezdesupadreylafrecuentebrutalidadalaquelasometíanilosdemoledoresquehaceresdeunachiquillaqueintentamanteneralmismotiempounafarsadehogarynegociofamiliarpodíandoblegarla.Laprimeravezquelavi,eracautaysalvajecomouncachorrodezorro.MollyMartilletelallamabanlosniñosdelacalle.Amenudomostrabalasseñalesdelaspalizasquelepropinabasupadre.Peseasucrueldad,ellacuidabadeél.Nuncaloentendí.Elhombrerezongabaylareñíaaunqueellalocondujeraacasatrasunadesusjuergasylotendieraenlacama.Ycuandosedespertaba,jamássearrepentíadesuborracheranidesusduraspalabras.Sóloteníamáscríticasparaella:¿porquéestabalaveleríasinbarrerynosehabíaesparcidohenolimpioporelsuelo?¿Porquénohabíacuidadodelospanales,cuandoyacasinolesquedabamielquevender?¿Porquéhabíapermitidoqueseapagaraelfuegobajolaolladesebo?Fuimudotestigomásvecesdelasquequierorecordar.
Peroenmediode todoaquello,Mollycrecía.Floreció,una inesperadamañana,enformade jovenmujerquemesorprendióconsusaptitudesysusencantosfemeninos.Porsuparte,parecíacompletamenteajenaalmodoenquesusojossecruzabanconlosmíosysemesecabalalenguaenlaboca.Nohabíamagiaqueposeyerayo,niHabilidad,niMaña,quepudieraprotegermedelroceaccidentaldesumanocontra lamía,quepudierapaliar la torpezaqueseadueñabademícuandoaleteabaunasonrisaensuslabios.
¿Deberíacatalogarsucabelloondeandoalviento,odetallarcómocambiabaelcolordesusojosdelámbar oscuro al rico castaño en función de su talante y el color de su vestido?A veces atisbaba susfaldasescarlatasysuchalrojoenmediodelgentíodelmercadoy,degolpe,yanoveíaanadiemás.Detodasestasmagiashesidotestigo,yaunquelaspusierasobreelpapel,nadiesabríareproducirlasconlamismamaestría.
¿Cómolacortejé?Conlastorpesgalanteríasdeuncrío,observándolaconlabocaabiertaigualqueobservaembobadounmemolaactuacióndeunmalabarista.Ellasabíaqueyolaqueríamuchoantesque
yomismo.Ydejóquelacortejara,aunquetuvieraalgunosañosmenosqueella,aunquenofueseunodelosmuchachosde la ciudadni tuvieraplanesde futuroqueella supiera.Me teníapor el chicode losrecadosdelescribano,ayudanteocasionalenlosestablos,mensajerodelcastillo.Nuncasospechóqueyofueseelbastardo,elhijonoreconocidoquehabíaderribadoalpríncipeHidalgodesulugarenlalíneasucesoria.Esosóloeraunsecretoenormedeporsí.Demismagiasymiotraprofesión,nosabíanada.
Quizáporesopodíaquererla.Sindudaporesolaperdí.Permitíquelossecretos,losfracasosylosproblemasdemisotrasvidasmemantuvierandemasiado
ocupado.Habíamagiasqueaprender,secretosquedesentrañar,intrigasalasquesobrevivir.Enmediodeaquella vorágine, jamás se me ocurrió que pudiera recurrir a Molly para obtener una pizca de laesperanzaylacomprensiónquemeestabanprohibidasencualquierotraparte.Ellaestabaalmargendeesascosas, inalteradaporellas.Meocupabadequenadadeesolatocara.Nuncaintentéatraerlaamimundo.Alcontrario,ibayoalsuyo,alaciudadportuariadondeteníaunatiendaenlaquevendíavelasymiel,dondecomprabaenlaplazaydonde,aveces,paseabaconmigoporlaplaya.Amímebastabaconqueexistieseparaqueyopudieraamarla.Nisiquierameatrevíaasoñarconquemecorrespondiera.
LlegóunmomentoenquemiformaciónenelcampodelaHabilidadmesumióenunadesdichatanhondaquepenséquememataría.Nolograbaperdonarmemiincapacidadparaaprenderla;noconseguíaimaginar que a los demás pudiera darles igual mi ineptitud. Oculté mi desesperación tras un estoicoretraimiento.Dejéquetranscurrieranlaslargassemanas,ynuncafuiaverlanilehicesaberquepensabaenella.Alfinal,cuandonohabíanadiemásaquienpudieraacudir,labusqué.Demasiadotarde.LleguéalaVeleríadeToronjilenlaciudaddeTorredelAlceunatarde,cargadoderegalos,atiempodeverlasalir.Acompañada.DeJade,unapuestomarinerodeanchasespaldas,conunosadopendienteenlaorejaylavirilseguridadqueleconferíalaedad.Ignorado,derrotado,meocultéyvicómosealejabancogidosdel brazo. La vi marchar, y la dejé marchar, y en los meses siguientes, intenté convencerme de quetambién mi corazón la había dejado marchar. Me pregunto qué habría ocurrido si hubiera salidocorriendo tras ellos aquella tarde, si le hubiera suplicado que me dirigiera una última palabra. Quéextraño,pensarquetantascosaspuedandependerdelequivocadoorgullodeunmuchachoysuinculcadaaceptacióndeladerrota.Ladesterrédemipensamientoynolehabléanadiedeella.Seguíconmivida.
ElreyArtimañasmeenvióencalidaddeasesinoconunagrancaravanadepersonasqueibanaasistiral compromiso de la princesa de lasmontañasKettricken y el príncipeVeraz.Mimisión consistía enacabar discretamente con la vida del hermanomayor de Kettricken, el príncipe Rurisk, con sutileza,naturalmente,paraqueellaquedaracomoúnicaherederaaltronodelasmontañas.Peroloquedescubríalllegarallífueunareddeintrigasymentirasurdidaporelmásjovendemistíos,elpríncipeRegio,queaspirabaaderrocaraVerazdelalíneasucesoriaycasarseélconlaprincesa.Yoeraelpeónquehabríadesacrificarseenarasdeeseobjetivo;yenvezdeesofuielpeónquedesbaratóeltablero,descargandosobremísuiraysuvenganza,aunquenosinsalvaranteslacoronaylaprincesaparaelpríncipeVeraz.Nocreoqueesopuedacalificarsedeheroísmo.Tampococreoquesedebieraalmezquinoresentimientoque me inspiraba alguien que siempre me había atormentado y menospreciado. Fue el acto de unmuchacho que estaba convirtiéndose en un hombre, que hizo lo que había jurado hacer años antes decomprenderelpreciodedichojuramento.Elpreciofuelasaluddemijovencuerpo,algoquenohabíasabidoapreciarentodosmisaños.
MuchodespuésdedesbaratarlosplanesdeRegio,seguíalanguideciendoenmilechoenelreinodelas montañas. Pero al fin llegó la mañana en que desperté y creí que mi larga convalecencia habíaterminado.Burrichhabíadecididoqueyaestaba losuficientementerecuperadoparacomenzarel largoviajederegresoalosSeisDucados.LaprincesaKettrickenysuséquitohabíanpartidohaciaTorredelAlcesemanasatrás,cuandoelclimaaúneraapacible.Ahoralasnievesdelinviernocubríanlospasoselevadosdelreinodelasmontañas.SinosalíamosprontodeJhaampe,nosveríamosobligadosapasarallí todo el invierno.Me levanté pronto aquella mañana, y terminaba de preparar mis bultos cuandopercibíelprimerodeunaseriedepequeñostemblores.Noleshicecaso,medijequeaúnmeflojeabanlaspiernaspornohaberdesayunadoyporlaemociónderegresaracasa.MepuselasropasquehabíapreparadoJonquiparaeltránsitodelasmontañasnevadasylasllanuras.Paramíhabíaunacamisalargayroja,acolchadaconlana.Lospantalonesforradoserandecolorverde,aunquebordadosconhilorojoenlacinturaylasperneras.Lasbotaseransuaves,casisinformahastaquehubemetidolospiesenellas.
Erancomobolsasdecueroblando,acolchadasconlanayforradasdepiel.Seanudabanconlargascintasdecuero.Misdedostemblorososconvirtieronlatareadeatarlasenalgocomplicado.Jonquinoshabíaaseguradoqueeranestupendasparalanievesecadelasmontañas,peroquedebíamosprocurarquenosemojaran.
Habíaunespejoenlahabitación.Alprincipio,sonreíalvermereflejado.NisiquieraelbufóndelreyArtimañaslucíaunoscolores tanllamativos.Perofueradelosalegresropajes,micaraseveíaflacaypálida,misojosnegrosdemasiadograndes,mientrasquemicabellomuycorto,negroyerizado,estabadepuntacomolospelosdeunperro.Laenfermedadmehabíadejadohechountrapo.Peromedijequeporfinibaavolveracasa.Meapartédelespejo.Mientrasempaquetabalosmodestosregalosconquepensabaobsequiaramisamigos,lainseguridadseapoderódemismanos.
PorúltimavezBurrich,ManosyyonossentamosadesayunarconJonqui.Leagradecídenuevotodaslasatencionesquemehabíadispensado.Cogíunacucharaparaelcaldoymimanosufrióunespasmo.Lasolté.Vicómocaíalaformaplateadaymecaídetrásdeella.
Losiguientequerecuerdoeselsombríoentornodeldormitorio.Mequedétumbadomuchotiempo,sinmoverme ni hablar. Pasé de una sensación de vacío a comprender que había sufrido otro ataque.Habíapasadoya;micuerpoymimentevolvíanaobedecermisórdenes.Peroyano losquería.A losquinceaños,unaedadenque lamayoríade losmuchachosalcanzabalaplenituddesusfuerzas,yonopodíaconfiarenquemicuerpodesempeñarasiquieralaacciónmássencilla.Sentíaunarabiaciegahacialacarney loshuesosquemeaprisionaban,ydeseéconocer lamaneradeexpresarmi ferozamargura.¿Porquénopodíacurarme?¿Porquénomehabíarecuperado?
—Hará falta tiempo, eso es todo.Espera a quehaya pasadomedio añodesde el día de tu lesión.Entoncespodráshacervaloraciones.
Era Jonqui la sanadora. Estaba sentada junto a la chimenea, pero su silla quedaba inmersa en lassombras. No había reparado en su presencia hasta escuchar su voz. Se levantó despacio, como si ledolieranloshuesosporculpadelinvierno,ysepusodepiealladodemicama.
—Noquierovivircomounanciano.Fruncióloslabios.—Tardeotempranodeberáshacerlo.Almenos,tedeseoquevivastantosaños.Yosoyvieja,igual
quemihermanoelreyEyod.Aningunodelosdosnosparecequeseaunacargatanpesada.
—Medaría igual tenerelcuerpodeunviejosimelohubieraganadoconlosaños.Peronopuedoseguirasí.
Meneólacabeza,atónita.—Claro que puedes. Curarse a veces resulta tedioso, pero decir que no puedes seguir... No lo
comprendo.¿Será,quizá,quehablamosidiomasdistintos?Cogíalientopararesponder,peroeneseprecisomomentoaparecióBurrich.—¿Despierto?¿Tesientesmejor?—Despierto. Nome siento mejor—rezongué. Aun a mis oídos, sonaba como un crío malcriado.
Burrich y Jonqui semiraron por encima demí. Ella se acercó a la cama,me dio una palmada en elhombroysaliódelahabitaciónensilencio.Suflagrantetoleranciamemortificaba,ymirabiaimpotentecreciócomolamarea—.¿Porquénopuedescurarme?—recriminéaBurrich.
Laacusaciónimplícitaenmipreguntalodesconcertó.—Noestansencillo—empezó.—¿Porquéno?—Mesentérectoenlacama—.Tehevistocurartodotipodeenfermedadesenlas
bestias. Afecciones, fracturas, lombrices, sarna... eres elmaestro caballerizo y te he visto curarlos atodos.¿Porquénomecurasamí?
—Túnoeresunperro,Traspié—dijoBurrichenvozbaja—.Conlosanimalesesmásfácil,cuandoestángravementeenfermos.Aveceshetomadomedidasdrásticas,diciéndomeque,enfin,sielanimalmuere,almenosdejarádesufrir,yesopodríasanarlo.Nopuedohacerlomismocontigo.Túnoeresunabestia.
—¡Nomehascontestado!Lamitaddelasveceslossoldadosacudenatienvezdealcurandero.LesacasteaDenaquellapuntadeflecha.¡Leabristeelbrazoenteroparahacerlo!CuandoelcuranderodijoqueelpiedeDingrisestabademasiado infectadoyque tendríaqueamputarlo,ellaacudióa tiyse losalvaste.Yelcuranderonoparabadedecirquelainfecciónseextendería,quemoriríayquetútendríaslaculpa.
Burrich arrugó los labios, atemperando su genio. Si yo hubiera estado en condiciones, habríaprocurado no incurrir en su ira. Pero su paciencia conmigo durante mi convalecencia me habíaenvalentonado.Cuandohabló,suvozsonósuaveycontrolada.
—Ésas fueron medidas arriesgadas, sí. Pero las personas que me pidieron ayuda conocían losriesgos.Además—añadió, levantando la voz para acallar la protesta que yo había estado a punto deformular—,erancosassencillas.Conocía lacausa.Sacar lapuntayelastade laflechadeunbrazoylimpiar la herida.Ungüento para eliminar la infección del pie deDingris. Pero tu afección no es tansencilla.NiJonquiniyosabemosrealmentequéteocurre.¿SetratadelassecuelasdelvenenoquetedioKettrickencuandopensabaquehabíasvenidoparaasesinarasuhermano?¿Se tratade losefectosdelvinoenvenenadoquetehizobeberRegio?¿Osedebealapalizaquerecibistedespués?¿Oaquecasiteahogas?¿Sehabráncombinadotodasestascosasparaqueahoraestésasí?Nolosabemos,poresonosabemosquéhacerparacurarte.Deverdadquenolosabemos.
Suvozseapagóconsusúltimaspalabrasyderepenteviquesucompasiónpormísesobreponíaasufrustración.Anduvounospasos,antesdedetenerseparacontemplarelfuego.
—Hemosconversadolargoytendido.Jonquimehacontadomuchossaberesdelamontañadelosquenuncahabíaoídohablar.Yoleheexplicadolascurasqueconozco.Perolosdosestuvimosdeacuerdoen
quelomejorseríadartetiempoparasanar.Tuvidanoestáenpeligro,creemos.Esposibleque,coneltiempo,tupropiocuerpopuedaeliminarlosúltimosvestigiosdelveneno,orepararcualquierdañoquehayassufridoentuinterior.
—O—añadídespacio—esposiblequemequedeasíparaelrestodemivida.Queelvenenoolapalizacausaranundañopermanente.MalditoseaRegio,patearmedeesamaneracuandoyaestabaatado.
Parecía queBurrich se hubiera convertido en una estatua de hielo. Luego se dejó caer en la sillaocultaenlassombras.Ensuvozdespuntabaelabatimiento.
—Sí.Tambiéncabeesaposibilidad.Pero¿novesquenonosquedaotraelección?Podría tratarteparaqueintentarasexpulsarelvenenodetucuerpo.Perosise tratadeunaherida,nodeveneno,sóloconseguiríadebilitarteytuorganismotardaríamuchomásenrestañareldaño.
Sequedómirandolasllamasylevantóunamanoparaatusarseunmechóndecanasjuntoalasien.YonoeraelúnicoquehabíasucumbidoalatraicióndeRegio.ElpropioBurrichacababaderecuperarsedeungolpeen lacabezaquehabríamatadoaalguienmenos testarudo.Sabíaquehabía soportado largosdías de vértigo y falta de visión. No recordaba haber oído que se quejara ni una sola vez. Tuve ladecenciadesentirmeunpocoavergonzado.
—Entonces,¿quéhago?Burrichsesobresaltócomosiacabaradedespertarlo.—Loqueestáshaciendo.Espera.Come.Descansa.Noseasdurocontigomismo.Yaverquépasa.
¿Tanterribleeseso?Paséporaltosupregunta.—¿Ysinomejoro?¿Ysimequedoasí,sufriendotembloresoataquescuandomenosmeloespere?Tardóenofrecermeunarespuesta.—Apechuga.Mucha gente lo pasa peor. Estás bien casi todo el tiempo.No estás ciego.No estás
paralítico.Todavíapuedesrazonar.Dejadedefinirteporloquenopuedeshacer.¿Porquénopiensasenloquenohasperdido?
—¿Que no he perdido? ¿Qué no he perdido?—Mi rabia se alzó como una bandada de aves queremonta el vuelo, empujada también por el pánico—. Estoy impedido. Peor que impedido, soy unavíctima a la espera. Si pudiera regresar y machacar a Regio, valdría la pena. Pero no, tendré quesentarmealamesaconelpríncipeRegio,mostrarmeeducadoydisplicenteconlapersonaqueplaneabaderrocaraVerazyasesinarmeyadepaso.Nosoportaréquemeveaenfermoytembloroso,oquemedéunataquedelantedeél.Noquieroverlosonreírporreducirmeaesto;noquieroverlopaladearsutriunfo.Intentarámatarmeotravez.Losdoslosabemos.AlomejorhaaprendidoquenoesrivalparaVeraz,alomejorrespetaelreinadodesuhermanoyasuesposa.Perodudoqueextiendaeserespetohastamí.SeréotromodoenquepoderatacaraVeraz.Ycuandoocurra,¿quéharéyo?Quedarmesentadojuntoalfuegocomounviejoachacoso,sinpoderhacernada.¡Nada!Todamiformación,todalainstrucciónmilitardeCapacho, lascuidadosas leccionesdeescrituradeCerica, incluso loquemehasenseñado tú sobreelcuidadodelosanimales.¡Todoenvano!Nopuedohacernadadeeso.Vuelvoaserunsimplebastardo,Burrich.Yalguienmedijounavezquelosbastardosrealessólovivenmientrasvalenparaalgo.
Prácticamentegritabalasúltimaspalabras.Peroaunfuriosoydesesperado,meresistíaahablarenvozaltadeChadeymientrenamientocomoasesino.Tampocopodíahacernadadeesoahora.Todomisigilo ymi destrezamanual, lasmaneras precisas dematar a un hombre con lasmanos, laminuciosa
mezcladevenenos,todomeestabanegadoahoraporculpademicuerpotembloroso.Burrichpermaneciósentadosindecirnada,dejandoquemedesahogara.Cuandomequedésinaliento
ysinrabia,sentadojadeanteenlacama,conmistraidorasytrémulasmanosenlazadasconfuerza,hablóconserenidad.
—Bueno.¿MeestásdiciendoquenoquieresquevolvamosaTorredelAlce?Esomepillódesprevenido.—¿Ytú?—Mividaestádedicadaalhombrequelleveesependiente.Hayunalargahistoriadetrásdeeso,una
historia que quizá te cuente algún día. Paciencia no tenía derecho a dártelo. Pensé que el príncipeHidalgoselohabíallevadoalatumba.Seguramentepensóqueseríacualquierfrusleríaquelegustabaasumarido,queteníaderechoaquedárselooregalarlo.Encualquiercaso,ahoraestuyo.Dondetúvayas,iréyo.
Acerqué lamanoa labaratija.Eraunadiminutapiedraazulprendidaenuna reddehilodeplata.Empecéaquitármelo.
—Nohagaseso—dijoBurrich.Suspalabras fueronquedas,más roncasqueelgruñidodeunperro.Peroen suvozhabíaordeny
amenaza.Bajélamanoalinstante,incapazdecontrariarloalmenosenesto.Meresultabaextrañoqueelhombrequemehabíacuidadodesdequeerauncríodejaraahorasufuturoenmismanos.Masallíestaba,sentado,aguardandomispalabras.Estudiéloquepodíaverdeélalaoscilanteluzdelalumbre.Antesmeparecíaunrobustogigante,siniestroyamenazador,perotambiénunsalvajeprotector.Ahora,quizápor vez primera, lo vi comounhombre.El pelo y los ojos oscuros eran la tónica general en quienesteníansangremarginada,yenesonosparecíamosambos.Peroélteníalosojoscastaños,nonegros,yelvientoaportabaasusmejillassobrelabarbarizadaunarojezquehablabadeantepasadosdemásnoblecuna.Alcaminarcojeaba,marcadamentecuandohacíafrío.Eraelrecuerdodeunjabalíquehabíaestadoa punto de matar a Hidalgo. No era tan grande como me parecía antes. Si yo seguía creciendo,probablementeseríamásaltoqueélenmenosdeunaño.Tampocoera tanexageradamentemusculoso,sinoquehacíagaladeunasolidezqueobedecíaalaprestezadesucuerpoysumente.NoerasutamañoloqueconseguíaquefueserespetadoytemidoenTorredelAlce,sinosucarácterariscoysutenacidad.Enciertaocasión,cuandoeramuypequeño,lepreguntésialgunavezhabíaperdidounapelea.Acababade doblegar a un potranco rebelde y estaba en el establo con él, apaciguándolo. Burrich sonrió,enseñando sus dientes blancos como los de un lobo. El sudor se había condensado en gotas sobre sufrenteylecorríaporlasmejillashastasubarbaoscura.Merespondiódesdeelotroladodelapareddelcompartimiento.
—¿Perderunapelea?—dijo,aúnsinaliento—.Lapeleanoterminahastaquelaganas,Traspié.Esoesloúnicoquedebesrecordar.Daigualloquepienseelotrohombre.Oelcaballo.
Mepregunté siyoseríaunapeleaqueél teníaqueganar.Amenudomehabíadichoqueyoera laúltimatareaquelehabíaencomendadoHidalgo.Mipadrehabíaabdicadodeltrono,avergonzadodemiexistencia.Peromehabíaconfiadoaestehombrey lehabíapedidoquecuidarademí.QuizáBurrichpensaraquesutareaaúnnohabíaterminado.
—¿Quécreesquedeberíahacer?—preguntéhumildemente.Nilaspalabrasnilahumildadmeresultaronfáciles.
—Curarte—respondió al cabodeunmomento—.Tómate el tiemponecesario para curarte.No tepuedespresionar.
Bajólamiradahaciasuspiernas,estiradasfrentealfuego.Algo,nounasonrisa,letorcióloslabios.—¿Creesquedeberíamosvolver?—insistí.Sereclinóensusilla.Cruzólasbotassobrelostobillosymirófijamenteelfuego.Tardómuchoen
contestar.Peroalfinaldijo,casiaregañadientes:—Sinovolvemos,Regiopensaráquehavencido.EintentarámataraVeraz.Oalmenosharáloque
creaquedebehacerparaapoderarsedelacoronadesuhermano.Soylealamirey,Traspié,igualquetú.EnestosmomentosesereyesArtimañas.PeroVerazeselReyalaEspera.Nocreoqueseajustoqueesaesperaseaenvano.
—Tieneotrossoldados,másdiestrosqueyo.—¿Teliberaesodetupromesa?—Argumentasigualqueuncura.—Yonoargumentonada.Tehehechounasimplepregunta.Yotramás.¿Aqué renuncias, sidejas
atrásTorredelAlce?Me tocaba amí guardar silencio. Pensé enmi rey, y en todo lo que le había jurado. Pensé en el
príncipeVeraz,enlabonachoneríaylafranquezaquemehabíamostrado.MeacordédelviejoChadeydelalánguidasonrisaquemeregalabacadavezquedominabacualquiertrozodesaberarcano.Penséenlady Paciencia y en su dama de compañía, Cordonia, enCerica y enCapacho, incluso en Perol y enPremura,lacosturera.Nohabíamuchaspersonasquesepreocuparanpormí,peroesonolashacíamenosimportantes,alcontrario.LasextrañaríaatodassinoregresabaaTorredelAlce.PeroloquesaltóenmíigualqueunabrasareavivadafueelrecuerdodeMolly.Ydealgunamanera,meencontréhablándoledeellaaBurrich,queselimitóaasentirmientrasyodesgranabatodalahistoria.
Cuando habló, sólo me dijo que había oído que la Velería de Toronjil había cerrado al morirendeudado el borracho que la regentaba. Su hija se había visto obligada a mudarse a casa de unosparientesenotraciudad.Nosabíaencuál,peroestabasegurodepoderaveriguarlo,siyomeempeñaba.
—Conoce tu corazón antes de nada, Traspié—añadió—. Si no tienes nada que ofrecerle, déjalapartir.¿Queestástullido?Sólositúlodecides.Perosidecidesahoraqueeresuntullido,quizánotengasderechoairensubusca.Nocreoquequierassucompasión.Esmalsustitutodelamor.
Dichoestoselevantóysefue,dejándomeconlamiradafijaenelfuego,pensativo.¿Erauntullido?¿Habíaperdido?Micuerpopulsabacomolascuerdasmalafinadasdeunarpa.Eso
era cierto. Pero mi voluntad, y no la de Regio, se había impuesto.Mi príncipe Veraz seguía siendocandidatoaltronodelosSeisDucados,ylaprincesadelasmontañaserayasuesposa.¿TemíaqueRegioseburlarademismanostemblorosas?¿Acasonopodíayoburlarmedeél,quejamásseríarey?Crecióenmíunasalvajesatisfacción.Burrichteníarazón.Nohabíaperdido.PeropodíacerciorarmedequeRegiosupieraquiénhabíavencido.
SihabíavencidoaRegio,¿nopodíaganarmetambiénaMolly?¿Quéseinterponíaentreellayyo?¿Jade?PeroBurrichhabíaoídoquesehabíamarchadodelaciudaddeTorredelAlce,noquesehubieracasado.Acasadeunosparientes, sinunpenique. Jadedebería avergonzarsepor haber permitidoqueocurrieratalcosa.Labuscaría,laencontraríaymelaganaría.Molly,consucabellosueltoyalviento,Molly con sus brillantes faldas y capa rojas, intrépida igual que un charrán escarlata, y no menos
rutilantessusojos.Pensarenellaconsiguióquemeestremeciera.Sonreíparamisadentros,paraluegosentirquemislabiossepetrificabanenunrictusyqueelestremecimientosetrocabaenescalofrío.Micuerpo sufrióun espasmoymi cogote rebotóviolentamente contra la cabecerade la cama.Proferí ungritoinvoluntario,ungorjeoestridente.
Jonqui llegó en un instante, seguida de Burrich. Entre los dos me sujetaron de brazos y piernas.Burrichcargótodoelpesodesucuerposobremí,intentandocontenermispataleos.Luegomedesvanecí.
Salí de la oscuridad a la luz, como si emergiera a aguas más cálidas después de una profundainmersión.Elmullidocolchóndelacamadeplumasmeacunaba,lassábanaserancálidasysuaves.Mesentíasalvo.Porunmomentotodofuepaz.Yacíinmóvil,sintiéndomebien,casi.
—¿Traspié?—preguntóBurrich,inclinándosesobremí.Regreséelmundo.Volvíasaberqueeraunsermaltrechoylastimero,untítereconlamitaddelos
hilosenredadosouncaballoconuntendónamputado.Nuncavolveríaasereldeantes;nohabíasitioparamíenelmundoquehabíaconocidohastaentonces.Burrichhabíadichoquelacompasióneramalsustitutodelamor.Noqueríalacompasióndenadie.
—Burrich.Seacercóaúnmásamí.—Nohasidotangrave—mintió—.Túduerme.Mañana...—MañanapartiráshaciaTorredelAlce—ledije.Fruncióelceño.—Nonosprecipitemos.Dateunosdías,recupérate,yluegoya...—No.—Me senté con esfuerzo. Volqué hasta el último ápice de fuerza que me quedaba en mis
palabras—.Hetomadounadecisión.MañanavolverásaTorredelAlce.Allíhaypersonasyanimalesqueteesperan.Tenecesitan.Estuhogarytumundo.Peronoelmío.Yano.
Sequedóunratosindecirnada.—¿Ytúquépiensashacer?Meneélacabeza.—Esonoesdetuincumbencia.Nidenadiemás,sólomeincumbeamí.—¿Lachica?Volvíasacudirlacabeza,conmásenergía.—Yahatenidoquecuidardeuntullido,yesolehacostadosujuventud,paraluegodescubrirquela
habíadejadoenlamiseria.¿Cómovoyairabuscarlaenesteestado?¿Cómovoyapedirlequemequierayconvertirmeenotracargaparaella,comoyalofuesupadre?No.Solaocasadaconotro,ahoraestámejorasí.
Elsilencioseprolongóentrenosotros.Jonquiseafanabaenunaesquinadelahabitación,preparandootromejunjedehierbasquenomeserviríadenada.Burrichseñoreabasobremí,sombríoyamenazadorcomounnubarrón.Sabíaquequeríazarandearme,arrancarmemiobstinaciónasopapos.Peronolohizo.Burrichnopegaríajamásauntullido.
—Enfin—dijoalcabo—.Esodejasoloaturey.¿OesquehasolvidadoquejurasteserunHombredelrey?
—Noloheolvidado—dijedespacio—.Ysitodavíameconsideraraunhombre,volvería.Peronolosoy,Burrich.Soyunaresponsabilidad.Eneltablerodejuego,meheconvertidoenunadeesasfichasque
hayqueproteger.Unrehénasecuestrar,incapazdedefenderseasímismooalosdemás.No.Miúltimaacción comoHombre del rey será eliminarme de la partida antes de que lo haga otro ymi rey salgaperjudicado.
Burrichmevolviólaespalda.Eraunasiluetaenlasalatenuementeiluminada,inescrutablesurostroalaluzdelasllamas.
—Hablaremosmañana—empezó.—Sóloparadespedirnos—lointerrumpí—.Micorazónesfirmeenesto,Burrich.Acariciéelpendienteenmioreja.—Sitútequedas,tendréquequedarmeyotambién.Habíafierezaensuvozronca.—Esonoesasí.Enciertaocasión,mipadretepidióquetequedarasatrásycriarasasubastardo.
Ahorayotepidoquetemarchesparaserviraunreyqueaúntenecesita.—TraspiéHidalgo,no...—Porfavor.—Noséquéoyóenmivoz.Sóloquesequedóquietoderepente—.Estoymuycansado.
Tremendamentecansado.Sóloséquenopuedocumplirlasexpectativasdepositadasenmí.Nopuedo.—Metemblólavozcomoaunanciano—.Daigualloquedebahacer.Noimportaloquehayajuradohacer.Nomequedanfuerzasparacumplirmipalabra.Puedequeesoestémal,peroesasí.Losplanesdelosdemás.Los objetivos de los demás.Losmíos nunca.Lo he intentado, pero...—El cuarto osciló amialrededorcomosifueseotrapersonalaquehablabaymedesconcertaransuspalabras.Peroenelfondosabíaqueesaspalabrasentrañabanlaverdad—.Ahoranecesitoestarsolo.Dormir—dije,simplemente.
Los dos se me quedaronmirando. Ninguno dijo nada. Salieron de la habitación, con parsimonia,comosiesperaranquefueseaarrepentirmeyllamarlosdenuevo.Nolohice.
Perocuandosehubieronidoymequedésolo,mepermitíexhalarunsuspiro.Mesentíamareadoporladecisiónquehabía tomado.No ibaavolver aTorredelAlce.Qué ibaahacer,no lo sabía.Habíabarridomispedazosdeltablero.Ahorahabíasitioparadistribuirdenuevolasfichasquemequedaran,idearunanuevaestrategiaparavivir.Gradualmente,comprendíquenoteníadudas.Elarrepentimientosedebatíaconelalivio,peronoteníaningunaduda.Dealgúnmodo,eramássoportableavanzarhaciaunavidaenlaquenadiemerecordaracómohabíasido.Unavidaquenoestuvierasometidaalavoluntaddenadie.Nisiquieraalademirey.Lasuerteestabaechada.Metumbéenlacamayporprimeravezdesdehacíasemanasmerelajéporcompleto.«Adiós»,penséconcansancio.Mehubieragustadodecirlesadiósatodos,presentarmeporúltimavezantemireyyverensugestoqueobrababien.Quizápudierahacerlecomprenderporquénoqueríavolver.Nopodríaser.Lasuerte,misuerte,estabaechada.
—Losiento,mirey—musité.Mequedémirandofijamentelasllamasdelachimeneahastaqueelsueñovinoapormí.
Sedimentos
SerReyalaEspera,oReinaalaEspera,significaestarfirmementeancladoamediocaminoentrelaresponsabilidadylaautoridad.Cuentanquesecreóesepuestoparasatisfacerlasambicionesdeunherederoalpoder,al tiempoquese leeducabaparaejercerlo.Elprimogénitode la familiarealasume este cargo al cumplir los dieciséis años. A partir de ese día, el Rey o Reina a la Esperaadquiere una carga plena de responsabilidad por el gobierno de los Seis Ducados. Normalmente,asumede inmediato los deberes quemenos le importenalmonarca regente, y éstos varían engranmedidadeunreinadoaotro.
Bajo el rey Artimañas, el príncipe Hidalgo fue el primero en convertirse en Rey a la Espera.Artimañasdelegóenéltodolorelativoaloslímitesylasfronteras:asuntosdeguerra,negociacionesyembajadasdiplomáticas, las incomodidadesde los largosviajes y las condicionesmiserablesquesuelenconcurrirentalescampañas.CuandoabdicóHidalgoylellegóelturnoalpríncipeVerazdeserReya laEspera,heredó todas las incertidumbresde laguerracon losMarginados,asícomolainsurrección civil que originaba la situación entre los ducados costeros y los terrales. Todas estastareas se veían complicadaspor el añadidodeque, en cualquiermomento, el reypodíaanular susdecisiones.Amenudohabíadevérselasconunasituaciónconlaqueélnoteníanadaquever,armadoúnicamenteconopcionesqueélnuncahabríaelegido.
Aúnmásinsostenible,quizás,eralasituacióndelaReinaalaEsperaKettricken.Suscostumbrespropiasde lamontañalaseñalabancomoextranjeraen lacortede losSeisDucados.En tiempodepaz,puedequehubierasidoacogidaconmástolerancia.PerolacorteenTorredelAlcesehacíaecodelainquietudgeneraldelosSeisDucados.LosCorsariosdelaVelaRoja,procedentesdelasIslasdelMargen,asolabannuestrascostascomonolohabíanhechoengeneraciones,destruyendomuchomás de lo que robaban. El primer invierno de reinado de Kettricken como Reina a la Espera viotambién el primer saqueo invernal que habíamos experimentado. La amenaza constante de lasincursionesyelinsistentetormentodelosforjadosentrenosotrossacudieronloscimientosdelosSeisDucados. La confianza en la monarquía estaba por los suelos, y Kettricken gozaba de la nadaenvidiableposicióndeserlaesposaextranjeradeunReyalaEsperaalquenadieadmiraba.
Lainsurreccióncivildividiólacortecuandolosducadosterralesexpresaronsumalestarporlos
impuestos destinados a proteger una costa de la que ellos no disfrutaban. Los ducados costerosclamabanporbuquesdeguerra,soldadosyunsistemaeficazdecombatiraloscorsarios,quesiempregolpeabandondemenospreparadosestábamos.ElpríncipeRegio,nacidoenel interior,aspirabaaamasarpoderprodigandoobsequiosydispensassocialesalosducadosterrales.ElReyalaEsperaVeraz,convencidodequesuHabilidadyanobastabaparamantenerarayaaloscorsarios,volcabatodasuatenciónenlaconstruccióndebarcosdeguerraconquedefenderlosducadoscosteros,ynoteníamucho tiempo para su nueva reina. Supervisándolo todo estaba el rey Artimañas, agazapadocomo una araña gigante, empeñado enmantener el poder repartido entre sus hijos y élmismo, enpreservarelequilibrioyenquelosSeisDucadossalieranintactos.
Me desperté cuando alguien me tocó la frente. Con un gruñido contrariado, aparté la cabeza delcontacto.Teníalassábanasenrolladasamialrededor;medesembaracédesuabrazoymesentéparaverquiénsehabíaatrevidoaincordiarme.ElbufóndelreyArtimañasmeobservabaansioso,sentadoenunasilla a mi vera. Lo miré con ojos desorbitados y retrocedió ante mi escrutinio. Se adueñó de mí eldesasosiego.ElbufóndeberíaestarenTorredelAlce,conelrey,amuchasmillasydíasdedistancia.Nuncahabíaoídoquesealejaradelladodelreymásqueporunashorasoparapasarlanoche.Elqueestuviera ahí no presagiaba nada bueno. El bufón era mi amigo, tanto como se lo permitía suextravagancia.Perocualquieradesusvisitasobedecíaaalgúnpropósito,yéste raravezera trivialniagradable.Parecíamáscansadodeloquelohubieravistojamás.Vestíauninusitadojubóndeverdesyrojos y sostenía un cetro bufo rematado en cabeza de rata. Los chillones ropajes contrastabanexageradamenteconsupielincolora.Loconvertíanenunavelatraslúcidaenvueltaenacebo.Suatuendoparecíamássustancialqueél.Sufinocabellopálidoondeabadesdelosconfinesdesugorro,igualqueelpelodeunahogadoinmersoaúnenelagua,mientraslasdanzarinasllamasdelachimenearelucíanensusojos.Me froté losmíos legañososymeapartéunosmechonesdel rostro.Tenía el cabello empapado;habíaestadosudandomientrasdormía.
—Hola—conseguídecir—.Noesperabaverteaquí.Teníalabocaseca,lalenguaagriaypastosa.Estabaenfermo,recordé.Losdetalleserandifusos.—¿Dóndesino?—Meobservóconcaradeafligido—.Conladehorasquehapasadodormido,se
diríaquenohapegadoustedojo.Túmbese,miseñor.Dejequeloacomode.Seafanóenrecolocarmisalmohadas,perolodetuveconunademán.Algoibamal.Nuncasehabíadirigidoamíconesasolicitud.Éramosamigos,pero laspalabrasquemededicabaelbufón siempreeranásperasyamargascomo lafruta aún verde. Si su inesperada amabilidad obedecía a la compasión que le inspiraba, no pensabaaceptarla. Observé de reojo mi camisón con brocados, la lujosa ropa de cama. Había algo extraño.Estabademasiadocansadoydébilparamatizarelqué.
—¿Quéhacesaquí?—lepregunté.Cogióalientoysuspiró.—Cuidodevos.Velomientrasdormís.Séqueospareceráunatontería,peroclaro,paraalgosoyun
bufón.Sabéisquedemíseesperaquehagaeltonto.Perosiempremepreguntáislomismocadavezqueos despertáis. Permitid, pues, que os proponga algomás inteligente.Os ruego,mi señor, queme deispermisoparallamaraotrosanador.
Mereclinéenlasalmohadas.Estabanempapadasdesudorymeparecíaquedespedíanunoloracre.Sabíaquepodíapediralbufónquelascambiarayloharía.Perolasempaparíadenuevosilohacía.Era
inútil.Meaferréalassábanasconlosdedosagarrotados.Bruscamente,pregunté:—¿Paraquéhasvenido?Mecogiólamanoylediounapalmadita.—Mi señor, me escama esta repentina debilidad. Parece que los cuidados de este sanador no os
hacenningúnbien.Metemoquesusconocimientosnoestánalaalturadelafequedepositaélenellos.—¿Burrich?—¿Burrich?¡Ojaláestuvieraélaquí,miseñor!Seráelmaestrocaballerizo,peroasíytodo,apuestoa
quesabemásdecurasqueesteWallacequeossedayosdeshidrata.—¿Wallace?¿NoestáaquíBurrich?Elbufóncompusoungestosolemne.—No,mirey.Sequedóenlasmontañas,comobiensabéis.—Turey—dije,eintentéreír—.Tienegracia.—Nipizca,miseñor—dijocordialmente—.Nipizca.Su ternurame desconcertaba. Ése no era el bufón que yo conocía, lleno de palabras retorcidas y
acertijos,desarcasmos,pullase ingeniosos insultos.Mesentíderepente tangastadocomounacuerdavieja,eigualdedeshilachado.Aunasí,intentéencajarlaspiezas.
—¿AsíqueestoyenTorredelAlce?Asintiódespacio.—Desdeluegoquesí.Teníaloslabiosfruncidosdepreocupación.Mequedémudo,asimilandolamagnituddemitraición.DealgunamanerahabíaregresadoaTorre
delAlce.Contramivoluntad.Burrichnisiquierasehabíadignadoacompañarme.—Permitidqueostraigaalgodecomer—mesuplicóelbufón—.Unosiempresesientemejorconel
estómago lleno.—Se levantó—. Lo traje hace unas horas. Lo he puesto junto al hogar para que semantengacaliente.
Mis ojos lo siguieron con cansancio. Se acuclilló frente a la enorme chimenea para apartar unasopera tapada del borde del fuego. Levantó la tapa y percibí el olor de un sabroso caldo de ternera.Empezóaservirloenuncuenco.Hacíamesesquenoprobabalaternera.Enlasmontañasnohabíamásque carne de venado, cabra y cordero. Paseé lamirada por la estancia con parsimonia. Los pesadostapices, las colgaduras de la cama, ricamente tejidas.Conocía ese sitio.Era el dormitorio del rey enTorredelAlce.¿Porquéestabaacostadoenlacamadelrey?Quiseinterrogaralbufón,perohablóotrapersonapormiboca.
—Sé demasiadas cosas, bufón. Ya no puedo dejar de saberlas. A veces es como si otra personacontrolarami voluntad y empujaramimente hacia lugares que preferiría no visitar.Losmuros se hanresquebrajado. Todo entra como un torrente.—Inhalé hondo, pero no podía evitarlo. Primero un fríocosquilleo,luegocomosimesumergieraenunosrápidoscongelados—.Untorrentequesiguecreciendo—jadeé—.Traebarcos.Barcosconlaquillaroja...
Elbufóndesorbitólosojos,alarmado.—¿Enestaépoca,SuMajestad?¡Imposible!¡Estamoseninvierno!Elalientomeoprimíaelpecho.Hubedeesforzarmeparahablar.—Elinviernohatardadoenllegar.Noshaprivadodesustormentasysuprotección.Mira.Asómate
ahí,alagua.¿Loves?Yavienen.Surgendelaniebla.Levanté un brazo para señalar. El bufón acudió corriendo ami lado. Se agachó paramirar en la
direcciónqueleindicaba,perosabíaquenoveríanada.Aunasí,apoyólealmenteunamanovacilanteenmi débil hombro y siguió mirando como si pudiera ver a través de las paredes y las millas que loseparaban de mi visión. Deseé estar tan ciego como él. Así la mano pálida de largos dedos quedescansaba sobremihombro.Porun instante contemplémimanoapergaminada, el anillo conel selloreal encajado en un dedo huesudo tras un nudillo hinchado. Luegomi renuentemirada ascendió ymivisiónsealejó.
Señalabaconlamanoelpuertoencalma.Quisesentarmemáserguido,paraverlomejor.Laciudadoscurecida se extendía ante mí como un rompecabezas de casas y carreteras. La niebla ocupaba lashondonadasyseespesabaenlabahía.Vaacambiareltiempo,pensé.Enelaireseagitabaalgoquemehelaba los huesos, condensando el sudor rancio sobremi piel y provocándome escalofríos. Pese a lanegruradelanocheylaniebla,nomecostabanadaverlotodoperfectamente.LosojosdelaHabilidad,medije,yluegomeextrañé.YonopodíaHabilitar,noconresultadospredecibles,nodeformapráctica.
Peroantemisojosdosbarcossalierondelabrumayentraronenelpuertodormido.Meolvidédeloquepodíaonopodíahacer.Eranesbeltosygráciles,esosbarcos,yaunqueparecíannegrosalaluzdelaluna,sabíaquesusquillasseríanrojas.CorsariosdelaVelaRoja,procedentesdelasIslasdelMargen.Lasnavescortaban lasolascomonavajas,abriéndosepasoenmediode laniebla,hundiéndoseen lasprotegidasaguasdelpuertocomouncuchilloafiladoenelvientredeuncerdo.Losremossemovíansinhacerruido,enperfectasincronía,silenciadoscontraposlostoletes.Ibanafondearenlosmuellesconladesfachatezdeunoscomerciantesquevinieranamercadear.Unmarinerosaltóágilmentedelaprimerabarca,portandounacuerdaqueatóaunpilar.Unremeromantuvoelbarcoapartadodelmuellehastaquese hubo tendido y anudado a su vez el cabo de popa.Qué serenidad, qué descaro. El segundo barcoseguíasuejemplo.LastemiblesVelasRojashabíanllegadoalaciudad,osadascomogaviotas,yhabíanamarradoenelmismopuertodesusvíctimas.
Ningún centinela dio la voz de alarma. Ningún vigía sopló el cuerno ni arrojó una antorcha a unmontóndeleñaembreadaparaprenderlahogueradeadvertencia.Losbusquéylosencontréenseguida.Conlacabezareposadaenelpecho,inmóvilesensuspuestos.Lasropasdebuenalanahabíanpasadodelgris al rojoal absorber la sangreque severtíade susgargantasabiertas.Susasesinoshabían llegadosigilosamente, por tierra, sabedores del puesto de cada centinela, para silenciar a todos los guardias.Nadieprevendríaalaciudaddormida.
Nohabíatantoscentinelas.Laciudadnoeragrancosa,apenassisemerecíaunpuntoenelmapa.Laciudadhabíacontadoconlahumildaddesusposesionesparaevitarincursionescomoésta.Buenalanasetrasquilaba allí, y tejíanhilodebuena calidad, cierto.Trabajaban la tierray ahumabanel salmónqueremontabaelrío,ysusmanzanaseranpequeñasydulces,yelaborabanbuenvino.Haciaeloestehabíaunaplayaabarrotadademoluscos.Ésaseran las riquezasde laBahíade losSedimentos,yaunquenofueragrancosa,bastabaparaquesushabitantesatesoraransusvidas.Claroquenadieselanzaríasobreellosconantorchasyespadas.¿Quiénensusanojuicioibaapensarqueunbarrildesidraounaristradesalmonesahumadospodríanatraerlaatencióndeloscorsarios?
PeroéstoseranVelasRojas,ynoveníanasaquearbienesnitesoros.Nobuscabanganadoquecriar,mujeres que desposar ni niños que esclavizar en sus galeras. Las lanudas ovejas serían mutiladas y
sacrificadas, pisotearían el salmón ahumado, prenderían fuego a los almacenes de vellón y vino.Tomarían rehenes, sí, pero sólo para forjarlos. La magia de la Forja los haría menos que humanos,desprovistosde todaemociónydecualquierpensamiento, salvo losmásbásicos.Loscorsariosnosequedarían con estos rehenes, sino que los abandonarían allímismo para que volcaran su debilitadoraangustia sobre quienes los habían amado y considerado hermanos. Los forjados, despojados desensibilidadhumana,asolaríanlatierraquelosvionacer,voracescomotejones.Éstaeralamáscrueldelas armas de losmarginados: obligarnos a abatir a nuestros forjados. Supe todo esto antes de verlos.Habíapresenciadolasconsecuenciasdeotrasincursiones.
Vicómolamareademuertecrecíaparainundarlapequeñaciudad.Lospiratasmarginadossaltarondelbarcoa losmuellesyseadentraronenlaaldea.Recorríanlascallessilenciosamenteengruposdedosodetres,letalescomoelvenenodisueltoenelvino.Algunosseentretuvieronregistrandolasotrasembarcacionesamarradas.Casitodaslasbarcaseranpequeñasarenerasabiertas,perohabíadosbarcosdepescayunmercante.Sustripulacionesconocieronunamuerterápida.Sufrenéticaoposiciónfuetanpatéticacomoladelasgallinasquecacareanyaleteancuandosecuelaunacomadrejaenelcorral.Hastamíllegabansusvocesllenasdesangre.Laespesanieblaengullósusgritosconavidez.Lamuertedeunmarinero no era más que el chillido de una gaviota. Después incendiaron las embarcaciones,descuidadamente,sinpreocuparsedesuposiblevalor.Estoscorsariosnocogíanningúnbotín.Quizásunpuñado de monedas si se lo tropezaban, o la gargantilla del cuerpo de quien acabaran de violar yasesinar,peropocomás.
Nopodíahacernadasalvomirar.Tosíconfuerzaantesdeencontraralientoparahablar.—Ojalápudieraentenderlos—dijealbufón—.Ojalásupieraquéquieren.EstasVelasRojassonun
misterio.¿Cómopodemosenfrentarnosaalguienqueluchapormotivosdesconocidos?Perosipudieraentenderlos...
Elbufónfrunciósuspálidoslabiosymeditó.—Compartenlalocuradequienlosgobierna.Sóloquiencompartasulocurapuedeentenderlos.Por
miparte,nomeinteresaentenderlos.Entenderlosnolosdetendrá.—No.Noqueríacontemplarlavilla.Habíavistoesapesadillademasiadasveces.Perosóloundesalmado
podría haberle vuelto la espalda como si se tratara de un espectáculo de títeres mal orquestado. Lomínimoquepodíahacerpormipuebloeraverlomorir.Tambiéneralomáximoquepodíahacerporél.Estabaenfermoeimpedido,eraunancianomuylejosdeallí.Nosepodíaesperarotracosademí.Asíquemiré.
Vicómodespertabalapequeñaciudaddesuplácidosueñoalaférreapresadeunamanoenelcuelloo el pecho, al cuchillo sobre la cuna, al repentino grito de un niño arrancado de su sueño. Las lucesempezaronaparpadearyrefulgirportodalaaldea;algunaseranvelasencendidasaloír losgritosdelvecino;otraseranantorchasuhogaresincendiados.AunquehacíamásdeunañoqueloscorsariosdelaVelaRoja aterrorizaban a los SeisDucados, para esa gente elmiedo se había hecho real esta noche.Creían estar preparados. Habían escuchado las historias de horror y habían decidido que nunca lespasaríaaellos.Peroaunasíardían lascasasy losgritoshendíanlanochecomosi los transportaraelhumo.
—Habla,bufón—ordenéconvozronca—.Recuerdaelfuturoparamí.¿QuédicendelaBahíadelos
Sedimentos?UnaincursiónenlosSedimentos,eninvierno.Inhalóunabocanadatemblorosa.—No es fácil, no está claro—vaciló—. Todo fluctúa, todo sigue cambiando. Hay demasiado en
movimiento,SuMajestad.Ahíelfuturosevierteentodasdirecciones.—Dimequéves—ordené.—Compusieronunacanciónsobreestaciudad—comentóelbufónconvozhueca.Seguíaaferradoa
mihombro;atravésdelcamisón,eltactodesusdedoslargosyfuerteserafrío.Pasóunestremecimientoentrelosdosysentícómoseesforzabaporseguirdepieamilado—.Cuandosecantaenalgunataberna,conelestribillomarcadoporelaporreardejarrasdecervezasobrelasmesas,nadadetodoesoparecetan grave. Se puede imaginar uno la valiente batalla que presentaron aquellas personas, que eligieronmorirluchandoantesquerendirse.Nadie,niunasolapersona,fuecogidaconvidayforjada.Niunasola.
Elbufónhizounapausa.Unanotadehisteriasemezclabaconlafrivolidadquepretendíaimprimirasuvoz.
—Claroque,cuandoseestácantandoybebiendo,nosevelasangre.Nisehuelelacarnequemada.Niseoyenlosgritos.Peroesoescomprensible.¿Algunavezhabéis intentadoencontrarunarimapara«bebédescuartizado»?Huboquienpropuso«serárecordado»,perolaestrofanotuvoéxito.
Suretahílaestádesprovistadehumorismo.Suschistesamargosnoconsiguenescudarnosaningunodelos dos. Vuelve a guardar silencio, mi prisionero, condenado a compartir conmigo sus dolorososconocimientos.
Observo en silencio.No hay verso que pueda hacer justicia al padre que lemete una ampolla devenenoenlabocaasuhijoparaimpedirquelocapturenloscorsarios.Nadiepodríacomponercancionessobre los pequeños que chillaban víctimas del potente y veloz veneno, ni sobre lasmujeres que eranvioladasmientrasdabansusúltimosestertores.Nohayrimanimelodíacapazdetransmitirlatragediadeaquellosarqueroscuyasflechasmáscerterasabatieronasushermanosantesdeque losapresaran.Measoméalinteriordeunacasaenllamas.Enmediodelfuego,vicómouninfantedediezañosofrecíaelcuelloalanavajadesumadre.Elniñososteníaenbrazosasuhermana,unbebé,yaestrangulada,pueshabíanllegadolasVelasRojasyningúnhermanocaritativohubierapodidodejarlacaerenmanosdeloscorsariosolasllamasvoraces.Vilosojosdelamadrecuandorecogióloscadáveresdesusretoñosydejó que las llamas los envolvieran a los tres. Hay cosas que es mejor no recordar. Pero no se meahorrabasuconocimiento.Eramidebersaberlas,yrecordarlas.
Notodosmurieron.Huboquieneshuyeronaloscamposybosquesdelosalrededores.Viaunhombreescondido bajo los muelles con cuatro niños, en el agua helada, abrazado a los pilares forrados demoluscoshastaquesefueronloscorsarios.Otrosintentaronhuiryfueronabatidosmientrascorrían.Viaunamujerque salíadeunacasavestida sóloconel camisón.Las llamasdevorabanyael costadodeledificio.Llevabauncríoenbrazosyotroagarradoasusfaldas.Aunenplenanoche,laluzdelascabañasincendiadasdespertabadestellosbruñidosensucabello.Mirabaenrededorconojosatemorizados,masellargocuchilloqueempuñabaensumanolibreapuntabaretadorhaciaarriba.Percibíeldestellodeunabocapequeñasolemnementeapretada,unosojosentornadosconfiereza.Luego,poruninstante,viaquelperfilorgullososilueteadocontralaluzdelfuego.«¡Molly!»,jadeé.Tendíunamanocrispadahaciaella.Levantóunapuertaymetióalospequeñosenunsótanodetrásdelhogarincendiado.Cerrólapuertaensilenciosobretodosellos.¿Asalvo?
No.Doblaronlaesquina,dos.Unoempuñabaunhacha.Caminabanconparsimonia,trastabillandoyriéndoseacarcajadas.Elhollínquelesembadurnabaelrostroresaltabaelblancodesusojosydientes.Unoeraunamujer.Erapreciosa,sereíamientrascaminaba.Sinmiedo.Teníaelpelorecogidoenunatrenzadealambredeplata.Lasllamassereflejabanrojasenella.Loscorsariosllegaronalapuertadelsótanoyeldelhachalablandióconungranarcodescendente.Elhierrosehundióenlamadera.Oíelgrito aterrorizado de un niño. «¡Molly!», chillé. Salí a rastras de la cama, pero no tenía fuerzas paraincorporarme.Gateéhaciaella.
Lapuertacedióyloscorsariossecarcajearon.UnomurióentrerisascuandoMollycruzódeunsaltolosrestosdestrozadosdelapuertaylehundióellargocuchilloenlagarganta.Perolahermosamujerconplata en los cabellos teníaunaespada.MientrasMolly intentabadesclavar el cuchillodelmoribundo,aquellaespadacayó,cayó,cayó.
En ese preciso instante algo saltó con un sonoro crujido en la casa incendiada. La estructura setambaleó y se desplomó con una lluvia de chispas y una llamarada rugiente.Una cortina de fuego selevantóentreelsótanoyyo.Nopodíavernadaenmediodeaquelinfierno.¿Seinterpondríaacasoentreelsótanoyloscorsariosqueloatacaban?Noseveíanada.Melancéhaciadelante,enbuscadeMolly.
Pero en un instante, todo hubo acabado.No había casa incendiada, ni ciudad saqueada, ni puertoinvadido,niVelasRojas.Sóloyo,encuclillasantelachimenea.Habíametidolasmanosenelfuegoymisdedosaferrabanuncarbón.Elbufónsoltóungritoymecogiódelamuñecaparasacarmelamanodelfuego.Meloquitédeencima,antesdemirarmisdedoscubiertosdeampollasconexpresiónembobada.
—Mirey—dijopesarosoelbufón.Searrodillóamilado,apartandoconcuidadolasoperaquehabíajuntoamirodilla.Humedecióuna
servilletaenelvinoquemehabíaservidoparacenarymeenvolviólosdedosconella.Lodejéhacer.Nosentíalapielchamuscadaacausadelainmensaheridaabiertaenmiinterior.Susojospreocupadosseclavaronenlosmíos.Apenassipodíaverlo.Semeantojabainsustancial,conlasdébilesllamasdelachimenea reflejadas en sus ojos incoloros. Una sombra, igual que las demás sombras que meatormentaban.
Misdedosquemadosempezaronapalpitarderepente.Lossujetéconlaotramano.¿Quéhabíahecho,enquéestabapensando?LaHabilidadsehabíaapoderadodemícomounaconvulsiónyluegomehabíaabandonado,dejándomevacíocomounvasoapurado.Elcansanciosecerniósobremí,comouncaballosobreelquemontabaeldolor.Pugnéporconservarloquehabíavisto.
—¿Quiéneraesamujer?¿Esimportante?—Ah.—Elbufónparecíamásagotadoaún,perohizounesfuerzoporsobreponerse—.¿Unamujerde
losSedimentos?—Secallócomosiintentararecordaralgo—.No.Notengonada.Todoestámezclado,mirey.Cuestasaberlo.
—Mollynotieneningúnhijo—ledije—.Nopodíaserella.—¿Molly?—¿SellamabaMolly?—quisesaber.Medolíalacabeza.Larabiaseadueñódemídeimproviso—.
¿Porquémeatormentasasí?—Miseñor,noconozcoaningunaMolly.Venid.Volvedalacama,queostraeréalgodecomer.Meayudóa incorporarmey toleré sucontacto.Recuperé lavoz.Flotaba, lavista semenublabaa
intervalos.Ahorasentíasumanoenmibrazo,ahoraparecíaquelaestanciaysusocupantesfueranparte
deunsueño.Conseguíhablar.—DebosabersieraMolly.Tengoquesabersisemuere.Bufón,tengoquesaberlo.Elbufónexhalóunhondosuspiro.—Nodependedemí,mi rey.Ya lo sabéis. Igualquevuestrasvisiones, lasmíasmedirigen,noal
revés.Nopuedotirardeunhilodeltapiz,sinomirarallídondeapuntenmisojos.Elfuturo,mirey,escomolacorrientedeuncanal.Nopuedodecirosdóndevaunagotadeaguaenconcreto,perosídóndeesmásfuertelacorriente.
—UnamujerdelaBahíadelosSedimentos.—Unapartedemísecompadecíademipobrebufón,perootra parte insistía—:No la habría visto tan nítidamente si no fuese importante. Inténtalo. ¿Quiénera?
—¿Esimportante?—Sí.Estoyseguro.Oh,sí.Elbufónsesentóenelsueloconlaspiernascruzadas.Sellevóloslargosdedosalassienesyapretó
comosiintentaraabrirunapuerta.—Nolosé.Noloentiendo...Estátodomezclado,esunaencrucijada.Lashuellasseconfunden,los
rastros sepierden...—Memiró.Dealgúnmodomehabíapuestodepie, pero él estaba sentadoen elsueloamispies,mirándome.Susojospálidossobresalíanensusemblanteblancocomounacáscaradehuevo.Se tambaleóacausade la tensión,esbozóunasonrisabobalicona.Contemplósucetro,pegó lanarizaladelacabezaderata—.¿HasvistoaunatalMolly,Ratita?¿No?Melofiguraba.Quizádebierapreguntaraalguienconmásposibilidadesdesaberalgo.Alosgusanos,talvez.
Una risita estúpida se apoderó de él.Criatura inútil. Estúpido adivino intrigante. En fin, no podíaevitarserloqueera.Lodejésoloycaminédespaciohastalacamaparasentarmeenelborde.
Descubrí que estaba temblando a intervalos como si tuviera fiebre. Un ataque, me dije. Debotranquilizarmeomedaráunataque. ¿Queríaquemevieseelbufón retorciéndomey sinaliento?Medabaigual.Nomeimportabanada,salvoaveriguarsiésaeramiMolly,ysiloera,¿habríamuerto?Teníaquesaberlo.Teníaquesabersihabíamuerto,ysiasíera,cómohabíamuerto.Saberalgonuncahabíasidotanesencialparamí.
Elbufónsehabíaacuclilladoenlaalfombracomounsapodesteñido.Sehumedecióloslabiosymesonrió.Aveceseldolorescapazdearrancarsonrisasasíalaspersonas.
—Esunacanciónmuyalegre,laquecantansobrelosSedimentos—comentó—.Unacancióntriunfal.Veréis,ganaronlosaldeanos.Noganaronsusvidas,no,sinounamuertelimpia.Lamuerte,encualquiercaso.Muerte,noforja.Algoesalgo.Algosobreloquecomponerunacanciónyrecordaresosdías.Asíestán ahora las cosas en los Seis Ducados.Matamos a los nuestros para que no puedan hacerlo loscorsarios, y luegoescribimos cancionesvictoriosas.Es increíble loquepuede llegar ahacer lagenteparaconsolarsecuandonoquedanadaaloqueaferrarse.
Mivisiónsesuavizó.Supederepentequeestabasoñando.—Nisiquieraestoyaquí—dijedébilmente—.Esunsueño.SueñoquesoyelreyArtimañas.Alzósupálidamanoalaluzdelfuegoycontemplóloshuesosquesemarcabanenlacarnedelgada.—Sivos lodecís,mi señor,así será.Tambiényosueñoentoncesquesoisel reyArtimañas.Sios
pellizcara,entonces,¿medespertaría?Memiré lasmanos. Las vi viejas y surcadas de cicatrices. Las cerré,me fijé en las venas y los
tendones que abultaban bajo la frágil superficie, sentí la arenosa resistencia demis propios nudilloshinchados.Ahorasoyunanciano,medije.Asísesienteunoalllegaraviejo.Noenfermo,cuandoaúnaspiraarecuperarse.Viejo.Cuandocadanuevodíasólopuedesermásdifícil,cadanuevomesesotracargaparaelcuerpo.Todoseescurríaentremisdedos.Habíapensado,porunmomento,queteníaquinceaños.Dealgunaparteveníaeloloracarnequemadaypelochamuscado.No,erael sabrosocaldodeternera.No,elinciensocurativodeJonqui:Lamezcladearomasmeprovocónáuseas.Habíaperdidolapista de mi identidad, de las cosas importantes. Me debatí con la escurridiza lógica, intentandodesentrañarla.Envano.
—Nolosé—susurré—.Noentiendonada.—Ah—dijoelbufón—.Yaoslohedicho.Sólopuedeentenderseaquelloquesees.—¿AsíquesesienteestoalserelreyArtimañas?—quisesaber.Estabaprofundamenteconmovido.
Nuncalohabíavistoasí,asediadoporlosachaquesdelaedadperoafrontandoimplacablementeeldolordesussúbditos—.¿Estoesloquetienequesoportar,undíatrasotro?
—Esometemo,miseñor—contestóelbufónconsuavidad—.Venid.Dejadqueosayudeaacostaros.Seguroquemañanaossentísmejor.
—No.Losdossabemosqueno.Nofuiyoelquepronuncióesasterriblespalabras.SalierondeloslabiosdelreyArtimañasyyolas
oí, y supe que ésa era la debilitadora verdad con la que cargaba el rey Artimañas a diario. Estabatremendamente cansado.Medolía el cuerpoentero.No sabíaque la carnepudierapesar tanto,queelmero vendaje de un dedo pudiera requerir tanto esfuerzo. Quería descansar. Volver a dormir. ¿Yo, oArtimañas? Debería permitir que el bufónme acostara, que mi rey descansara. Pero el bufón seguíasujetandootrotrocitodeinformaciónlejosdemisvoracesmandíbulas.Seguíahaciendomalabaresconelúnicoápicedeinformaciónquemefaltabaparaestarentero.
—¿Murióallí?—exigí.Mededicóunamiradaapesadumbrada.Sedetuvodegolpe,recogiósucetroconcabezaderoedor.La
diminutagotadeunalágrimacruzabalamejilladeRatita.Sefijóenellaysumiradasetornódistantedenuevo,perdidaenunatundradecongoja.Hablóconunsusurro.
—UnamujerdelosSedimentos.Unagotadeaguaenlacorrientedetodaslasmujeresdelabahía.¿Quépudohabersidodeella?¿Murió?Sí.No.Sufriógravesquemaduras,perosobrevivió.Leamputaronun brazo a la altura del hombro. La arrinconaron y violaronmientras asesinaban a sus hijos, pero ladejaronconvida.Casi.—Losojosdelbufónsevaciaronaúnmás.Eracomosiestuviera leyendounalista en voz alta. Su voz carecía de inflexión—.Ardió en vida con sus hijos cuando la estructura enllamassedesplomósobreellos.Ingirióvenenoencuantoladespertósumarido.Seasfixióconelhumo.Murió por culpa de una herida de espada infectada días después.Murió destripada. Se ahogó en supropia sangremientras la violaban. Se cortó la garganta después de acabar con la vida de sus hijosmientras los corsarios derribaban su puerta. Sobrevivió y dio a luz al bebé de un corsario el veranosiguiente.Laencontraronvagandodíasmás tarde, congravesquemaduras, sin recordarnada.Teníaelrostroabrasadoylehabíancortadolasmanos,perovivió...
—¡Cállate!—leordené—.¡Para!Teloruego,cállate.Sedetuvoycogióaliento.Susojosregresaron,sefijaronenmí.—¿Quepare?—Suspiró.Escondióelrostroentrelasmanos,siguióhablandoconvozquedaentresus
dedos—. Que pare. Eso gritaban las mujeres de los Sedimentos. Pero ya ha ocurrido, mi señor. Nopodemospararloquesucede.Unavezhecho,esdemasiadotarde.
Alzólacaradesusmanos.Parecíamuyfatigado.—Porfavor—supliqué—.¿Nopuedesdecirmenadadelamujerquehevisto?Derepentesemehabíaolvidadosunombre.Sólosabíaqueeramuyimportanteparamí.Negóconlacabezaylascampanillasdeplatadesugorrotintinearonlastimeras.—Laúnicaformadedescubrirloseríairallí.—Memiró—.Simeloordenáis,partirédeinmediato.—ConvocaaVeraz.Tengoinstruccionesparaél.—Nuestros soldados no podrán llegar a tiempo de impedir el saqueo—me recordó—. Sólo de
contribuir a apagar los incendios y ayudar a los habitantes a rescatar lo poco que quede entre losescombros.
—Puesquehaganeso—dijeconpesadez.—Antes,permitidquevuelvaaacostaros,mirey.Noseaqueosresfriéis.Ydejadqueossirva la
cena.—No,bufón—rechacécontristeza—.¿Habrédesentirmecómodoysaciadomientrasloscadáveres
delosniñosseenfríanenelbarro?Veabuscarmitúnicaymisborceguíes.YluegollamaaVeraz.Elbufónsemantuvofirmeensupostura.—¿Pensáisquelaincomodidadqueosinflijáispodrádevolverelalientosiquieraaunsoloniño,mi
señor?LoocurridoenlaBahíadelosSedimentoshechoestá.¿Porquétendríaisquesufrir?—¿Queporquétendríaquesufrir?—Encontréunasonrisaparaelbufón—.Seguroqueesomismo
preguntabanestanochealanieblatodosloshabitantesdelosSedimentos.Sufro,queridobufón,porqueelloshansufrido.Porquesoyelrey.Perosobretodo,porquesoyunhombreyhevistoloquehaocurridoallí.Piénsalo,bufón.¿YsicadapersonadelosSeisDucadossedijera:«Bueno,lopeorquepodíapasaryahapasado.Porquéhabríaderenunciaramicamacalienteymicomidaparapreocuparmedeeso»?¿Acasosufroestanochemásdeloquesufrieronellos?¿QuéeseldolorylostembloresdeunhombrecomparadosconlosucedidoenlaBahíadelosSedimentos?¿Porquédeberíaresguardarmemientrasmipuebloessacrificadocomounamanadadereses?
—Perodospalabrasescuantonecesitodecir alpríncipeVeraz.—Elbufónseguíacontrariándomecon su discurso—. «Corsarios» y «Sedimentos», y es tan capaz como el que más. Permitid que osacueste,miseñor,yluegoiréabuscarlocorriendoparadecirleesasdospalabras.
—No.—Unanuevanubededolorsecondensóenmicabeza.Intentabaempañarmiconciencia,peromemantuvefirme.Obliguéamicuerpoacaminarhastalasillaquehabíajuntoalachimenea.Conseguísentarme—.PasémijuventuddefiniendolasfronterasdelosSeisDucadosantetodoelqueseatrevíaaponerlasenduda.¿Deberíasermividademasiadovaliosaenestosmomentos,cuandomequedatanpocaylaquequedaestállenadedolor?No,bufón.Llamaamihijosindilación.TendráqueHabilitarpormí,puesestanochemefaltanlasfuerzas.Juntos,valoraremosloqueveamosydecidiremosloquehayaquehacer.Veteenseguida.¡VETE!
Lospiesdelbufónpalmotearonsobreelsuelodepiedraensuhuida.Mequedésoloconmispensamientos.Nuestrospensamientos.Mellevélasmanosalassienes.Sentí
que una dolorosa sonrisa me arrugaba el rostro al encontrarme. Vaya, muchacho. Ahí estás. Mi reyvolviósuatenciónlentamentehaciamí.Estabacansado,peroextendiósuHabilidadparatocarmimente
conlasuavidaddeunatelarañaalviento.Sondeécontorpeza,intentandocompletarellazodeHabilidad,yloestropeétodo.Nuestrocontactosedisolvió,desmenuzándosecomountrapopodrido.Desapareció.
Estaba solo, agachado en el suelo demi dormitorio en elReino de lasMontañas, incómodamentecercadelfuegodelachimenea.Teníaquinceañosymicamisónerasuaveyestabalimpio.Lasllamasardían sin fuerza. Sentía un rabioso palpitar en los dedos abrasados. El presagio de una jaqueca deHabilidadlatíaenmissienes.
Memovídespacio,meincorporéconcuidado.¿Comounanciano?No.Comounjovencuyasaludaúnnoseharestablecido.Ahoraconocíaladiferencia.
Micamalimpiaysuavemellamaba,igualqueunlimpioysuavemañana.Rechacéambos.Mesentéenlasilla juntoalachimeneaymequedémirandolasllamasfijamente,
meditabundo.CuandovinoBurrichadespedirsealdespuntarelalba,estabalistoparapartirconél.
LaVueltaaCasa
El castillo deTorre delAlce semira en el puerto de aguas profundasmás hermoso de los SeisDucados.Alnorte,elríoAlcesevierteenelmar,yconsusaguastransportacasitodaslasmercancíasexportadas de los ducados interiores de Haza y Lumbrales. Los escarpados acantilados negrosproporcionanasientoalcastillo,queseñoreasobrelabocadelrío,elpuertoylasaguasquebañanlacosta. La ciudad de Torre del Alce se adhiere en precario equilibrio a esos acantilados, a buenadistanciade la llanura sujetaa inundacionesdelgran río, conunagenerosaporciónerigida sobremuellesydársenas.Lafortalezaoriginaleraunaestructurademaderaconstruidaporlosprimerospobladoresdelazonaparadefendersedelasincursionesdelosmarginados.Laconquistóhacemuchotiempo un corsario llamado Dueño, que con la apropiación del fuerte se convirtió en residente.Reemplazó la estructurademaderapormurallas y torres de piedranegra excavadade losmismosacantilados,yenelprocesohundióloscimientosdeTorredelAlceenlaroca.ConcadageneraciónsucesivadellinajedelosVatídico,lasmurallassefueronfortificandoylastorresserobustecieronycrecieronmásaltas.DesdelostiemposdeDueño,elfundadordellinajedelosVatídico,TorredelAlcenohavueltoacaerenmanosenemigas.
Lanievebesabamirostro,elvientomeapartabaelcabellodelafrente.Salídeunsueñoturbioparaentrarenotroaúnmásoscuro,unparajeinvernalenmediodelbosque.Hacíafrío,salvoporlacalidezquedesprendíamiporfiadamontura.Entremispiernas,Hollínseabríacaminoestólidaenmediodelanieveazotadaporelviento.Supusequellevabatiempoviajando.Manos,elmozodecuadra,cabalgabafrenteamí.Segiróenlasillaymegritóalgo.
Hollínfrenódegolpe,noenseco,peronomeloesperabayapuntoestuvedesalirdisparadodelasilla.Meagarréasucrinymantuveelequilibrio.Loscoposquecaíansincesarvelabanelbosquequenos rodeaba.Laspíceasestabancargadasdenieveacumulada,mientrasque los abedules intercaladoseran negras siluetas a la empañada luz de la luna. No se apreciaba camino alguno. Los árboles seapiñabananuestroalrededor.ManoshabíadetenidosucastradonegrodelantedenosotrosyeraesoloquehabíapropiciadoquesepararaHollín.Amiespalda,Burrichmontabasuyeguaruanaconlamaestríadequienhasidojinetetodasuvida.
Tenía frío y la debilidad me hacía tiritar. Miré en rededor aturdido, preguntándome por qué nos
habíamosdetenido.Elvientosoplabaconfuerza,azotandoelflancodeHollínconmicapaempapada.Manosseñalódeimproviso.
—¡Allí!—Volvióamirarme—.¿Nohasvistoeso?Me incliné hacia delante para escrutar enmedio de la nieve que caía comoondeantes cortinas de
encaje.—Meparecequesí—dije.Elvientoy lanieve se tragaronmispalabras.Porun instantehabíaatisbadounas lucesdiminutas.
Eranamarillasyestáticas,distintasdelospálidosfuegosfatuosquemeinvadíanocasionalmentelavista.—¿CreesqueesTorredelAlce?—gritóManosenmediodelaventiscaquearreciaba.—Lo es—aseguró quedamenteBurrich, imponiendo su voz sin esfuerzo—.Ya sé dónde estamos.
AquíesdondeabatióelpríncipeVerazaaquellaciervaenormeharáseisaños.Meacuerdoporquediounbrincocuandoseleclavólaflechaysecayóporesaquebrada.Tardamoselrestodeldíaenbajaryrecuperarlacarne.
Laquebradaalaquesereferíanoeramásqueunalíneadearbustosmedioocultatraslanieve.Peroderepenteloencajétodoensusitio.Ladisposicióndeesaladera,lostiposdeárboles,laquebradadeahí,demodoqueTorredelAlceestabaporesecamino,nosfaltabanpocospasosparapoderdivisarlafortalezaencaramadaalosacantiladosquesemirabanenlabahíaylaciudaddeTorredelAlceasuspies.Porvezprimeraendías,supedóndemeencontrabasinlugaradudas.Losdensosnubarronesnoshabíanimpedidoorientarnosmirandolasestrellas,ylainusitadafuerzadelanevadahabíadeformadolaorografíadelterrenohastadesconcertarinclusoaBurrich.Masahorasabíaquemihogarestabaapocosmetrosdedistancia.Almenosenverano.Meaferréalaescasadeterminaciónquemequedaba.
—Nofaltamucho—dijeaBurrich.Manosyahabíaazuzadoasucaballo.Elcastrado,pequeñoyrobusto,abriólamarchacondecisión,
abriéndosepasoenlanievecuajada.DiungolpesuaveaHollínylaaltayeguaemprendiólamarchaaregañadientes.Al sortear la coliname resbalé de lado.Mientrasme peleaba en vano con la sillameadelantóBurrich.Estiróunbrazo,measiódelcuelloymeenderezó.
—Nofaltamucho—convino—.Puedesconseguirlo.Logréasentir.Eralasegundavezqueteníaqueayudarmeenmenosdeunahora.Unademismejores
tardes,medijeconamargura.Meenderecéenlasillayerguí loshombros,resuelto.Yacasiestabaencasa.
Elviajehabíasidolargoyarduo.El tiempohabíasidoinclementey lasconstantespenalidadesnohabíancontribuidoamejorarmiestadodesalud.Granpartedemis recuerdosparecíansacadosdeunsueñodifuso;díasdelanguidecerenlasilla,conscienteapenasdelcamino,nochesdeyacerentreManosyBurrichennuestrapequeñatiendaytemblarconunafatigatangrandequenisiquieramedejabadormir.Cuando nos acercamos al ducado de Gama pensé que el trayecto sería más fácil. No comprendía lacauteladeBurrich.
En el lago Turia pernoctamos en una posada. Pensé que embarcaríamos en una gabarra al díasiguiente,puesaunqueelhielo ribeteara lasorillasdel ríoAlce, la fuerte corrientemanteníauncanallimpiodurantetodoelaño.Fuidirectoanuestrahabitación,dadaslaspocasfuerzasquemequedaban.BurrichyManosanhelabanunplatocalienteyunpocodecompañía,pornohablarde lacerveza.Noesperaba que se fueran a la cama temprano. Pero apenas habían pasado dos horas cuando subieron a
acostarse.Burrich semostraba serio y taciturno, pero cuando se hubo acostado,Manosme susurró desde su
camacuanpobrementeconsideradoestabaelreyenesaciudad.—SisupieranquenosdirigimosaTorredelAlce,nocreoquehablarantanalaligera.Perovestidos
comovamosconropasdelasmontañas,noshabrántomadoporcomerciantesomercaderes.UnadecenadevecespenséqueBurrichseechabaencimadealguno.Nosécómoha logradoreprimirse.Todosselamentandelosimpuestosparaladefensadelacosta.Seburlanydicenquepeseatodoeldineroqueleshan exprimido, los corsarios camparon a sus anchas en otoño, cuando el tiempo aún era apacible, eincendiaron otras dos ciudades. —Manos hizo una pausa, para añadir, vacilante—: Pero dedicaninusitadoselogiosalpríncipeRegio.PasóporaquíescoltandoaKettrickencaminodeTorredelAlce.Unode loscomensales se refirióaellacomounabuenamerluzademujer,dignaesposadel reyde lacosta. Y otro intervino para decir que al menos el príncipe Regio mantenía el porte frente a lasadversidades,queteníatodalapintadeunpríncipedeverdad.Luegobrindaronporlasaludylargavidadelpríncipe.
Elfríosememetióenloshuesos.Susurréamivez:—Lasdosaldeasforjadas.¿Sabescuáleshansido?—QuijadadelMarenOsorno,ySedimentosenlamismaGama.Lapenumbraseoscureciótodavíamásamialrededorypasétodalanocheconlosojosabiertosa
ella.AlamañanasiguientesalimosdeTuria.Acaballo.Portierra.Burrichnisiquieranosdejóatenernos
a la carretera. Protesté en vano. Escuchó mis quejas y luego me llevó a un lado para preguntarmeferozmente:
—¿Quieresmorir?Lomirésinsaberquédecir.Soltóunbufidodedisgusto.—Traspié, no ha cambiado nada. Sigues siendo un bastardo en la corte y el príncipeRegio sigue
considerándoteunobstáculo.Haintentadolibrarsedeti,nounavez,sinodos.¿CreesqueteesperaenTorredelAlceconlosbrazosabiertos?No.Paraélseríamejorquenoregresáramosjamás.Asíquenovamosaconvertirnosenblancosfáciles.Iremosportierra.Sialgunodesussecuacesoélmismoquierecazarnos,tendráqueinternarseenlosbosques.Ysiemprehasidounpésimocazador.
—¿NonosprotegeríaVeraz?—preguntédébilmente.—EresunHombredelRey,yVerazeselReyalaEspera—señalóBurrich,lacónico—.Túproteges
alrey,Traspié.Noalrevés.Noesquetengamalaopinióndeti,yharíacuantoestuvieraensumanoporprotegerte.Peroloacucianproblemasmásurgentes.VelasRojas.Unanuevaesposa.Yunhermanomenorqueopinaquelacoronaluciríamejorensucabeza.No.NoesperesqueelReyalaEsperaveleporti.Cuidadetimismo.
SólopodíapensarenlosdíasañadidosqueestabaponiendoentrelabúsquedadeMollyyyo.Peronoexpuseesemotivo.Nolehabíahabladodemisueño.Envezdeeso,dije:
—Regionoestátanlococomoparaatentarcontranosotrosdenuevo.Todoelmundosabríaqueesélelasesino.
—Locono,Traspié.Despiadadosí.EsoesRegio.Noteengañespensandoqueserigeporlasmismasnormasquenosotros,oquepiensasiquieracomonosotros.SiaRegioselepresentalaoportunidadde
matarnos,laaprovechará.Ledaráigualquiénsospechedeélmientrasnadiepuedademostrarnada.VerazesnuestroReya laEspera.Nonuestro rey.Todavíano.Mientrasel reyArtimañassigaconvidaysesienteenel trono,Regiosabráeludir lavigilanciapaterna.Hará loque leplazcacontotal impunidad.Inclusoasesinar.
Burrich había dirigido su caballo fuera de la transitada carretera, había atravesadomontículos denieveyascendidolaanónimacolinatrasellosparatrazarunarutadirectahaciaTorredelAlce.Manosmehabíamiradocomosisesintieraenfermo,peroloseguimos.Ycadanochecuandonosacostábamos,hacinadosenunasolatiendaparacompartirelcalorenvezdegozardelascomodidadesdeunaposada,pensaba enRegio.Cada paso vacilante que dábamos por cualquier ladera, tirando de los caballos lamayoríadelasveces,ycadacautodescenso,pensabaenelmenordelospríncipes.RepartíalasdemáshorasentreMollyyyo.Sólosentíaquecrecíanmisfuerzascuandosoñabadespiertoconacarrearlaruinaa Regio. No podía prometerme venganza. La venganza pertenecía a la corona. Pero si yo no podíavengarme,tampocoRegiosesaldríaconlasuya.RegresaríaaTorredelAlceymealzaríaorgullosoanteél,ycuandosutorvamiradaseposarasobremí,nomeconmovería.Tampoco,mejuré,consentiríaqueRegiomevieratemblar,niapoyarmeenunaparedparanocaerme,nifrotarmelosojoscansados.Nuncasabríacuancercahabíaestadodederrotarme.
AsífuecomollegamosalfinaTorredelAlce,noporlasinuosacarreteradelacosta,sinoatravésdelascolinasboscosasquerespaldabanelcastillo.Lanieveamainó,cesó.ElvientoquesoplabaporlanochehabíabarridolasnubesyunalunaespléndidahacíaquelasmurallasdepiedradeTorredelAlcerelucierancomoel azabachecontra elmar.La luzbrillabaamarilla en sus torretasy juntoa lapuertalateral.
—Hemosllegado—dijoBurrichconvozqueda.Bajamosunaúltimacolina,pisamosporfinlacarreteraydimosunrodeohastaplantarnosdelantede
lamajestuosaentradadeTorredelAlce.Había un joven soldado de guardia esa noche.Bajó su pica para cortarnos el paso y quiso saber
nuestrosnombres.Burrichsequitólacapuchaquelecubríaelrostro,peroelmuchachonosemovió.—¡SoyBurrich,elmaestrocaballerizo!—leinformóBurrich,incrédulo—.Maestrodecaballerizas
aquídesdeantesdequetúnacieras,lomásseguro.¡Medaquedeberíaseryoelquetepreguntaraquéhacesplantadodelantedemipuerta!
Antesdequeelpatidifusomuchachotuvieraocasiónderesponder,seescuchóuntumultoprocedentedeloscuarteles.«¡EsBurrich!»,exclamóelsargentodeguardia.Burrichseconvirtiódeinmediatoenelcentrodeatencióndeunenjambredesoldados,todossaludándoloavocesyhablandoalmismotiempomientrasManos y yo seguíamos a lomos de nuestros derrengados caballos al filo de la batahola. Elsargento,untalFilo,losmandócallarfinalmente,másquenadaparapoderhacerseescucharaplacer.
—No esperábamos que volvieras hasta la primavera, compañero—declaró el fornido y veteranosoldado—.Yniasíesperábamosveralmismohombrequesaliódeaquí.Perotienesbuenaspecto,vayaque sí. Aterido, vale, y disfrazado de extranjero, con un par de cicatrices nuevas, pero elmismo desiempreapesardetodo.Sedicequetedejaronbaldado,yqueelbastardocasiladiña.Noséquépesteoveneno,hayrumoresparatodoslosgustos.
Burrichse rióyextendió losbrazosparaque todospudieranadmirar suatuendomontañés.Porun
momentoviaBurrichcomodebíandeverloellos,consuspantalonesacuadrosamarillosypúrpuras,sublusónysusborceguíes.Ahoraentendíaporquénoshabíandetenidoalaspuertas.Peroseguíasintiendointerésporlosrumores.
—¿Quiéndicequeelbastardohamuerto?—preguntépicadoporlacuriosidad.—¿Quiénquieresaberlo?—inquirióFiloasuvez.Echóunvistazoamisropas,memiróalosojosy
nomereconoció.Perocuandomeenderecéenlasilla,diounrespingo.AúnhoypiensoqueconocíaaHollín y quepor eso supoquién era yo.Noocultó su sorpresa—. ¿Traspié? ¡Pero si estás hechounapiltrafa!Niquehubieraspilladolatalasemia.
Comprendíentonceselmalaspectoquedebíadeofreceraquienesmeconocían.—¿Quiéndicequemeenvenenaron,oquecontrajelapeste?Repetílapreguntadespacio.Filosesobresaltóymiróporencimadesuhombro.—Oh,nadie.Nadie enparticular, vamos.Ya sabes lo quepasa.Comonovolviste con los demás,
pueslagenteseimaginóestoyaquello,yenmenosquecantaungallofuecomositodoslosupiéramos.Rumores, habladurías de cuartel.Chismorreosde soldados.Nos extrañabaquenohubieras regresado,esoestodo.Nadiesecreíanadadeloquesemurmuraba.Cuandosehanpropagadotantosrumorescuestadarcréditoalashabladurías.NospreguntábamosporquénovolvíaisBurrich,Manosytú.
Sediocuentaporfindequeestabarepitiéndoseyenmudecióantemiescrutinio.Dejéqueelsilenciosepropagaralosuficienteparasubrayarquenopensabaresponderaesapregunta.Luegomeencogídehombros.
—Nohayningúnproblema,Filo.Peropuedesdecirlesqueelbastardonoestáacabadotodavía.Conpestesoconvenenos,deberíassaberqueBurricheracapazdecurarme.Pareceréuncadáver,perosigovivo.
—Oh,Traspié,chaval,nopretendíadecireso.Essóloque...—Hedichoquenohabíaningúnproblema,Filo.Olvídalo.—Deacuerdo,señor—contestó.AsentíymiréaBurrichparadescubrirloobservándomeconunaexpresiónextraña.Cuandomegiré
para intercambiar unamirada de asombro conManos, descubrí elmismo pasmo en su semblante.Nolograbaentenderelmotivo.
—Bien, pues buenas noches, sargento. No amonestes a tu lancero. Hizo bien en detener a unosdesconocidosalaspuertasdeTorredelAlce.
—Sí,señor.Buenasnoches,señor.Filomededicóunenvaradosaludomarcialylasgrandespuertasdemaderaseabrierondeparenpar
frenteanosotros.Hollínlevantólacabezaysedesembarazódepartedesucansancio.Amiespalda,elcaballodeManosrelinchósuavementeyeldeBurrichresopló.Nuncaantesmehabíaparecidotanlargoelsenderoqueuníalamuralladelcastilloconlosestablos.CuandodesmontóManos,Burrichmecogiódelamangaeimpidióquemecayera.Manossaludóaladormiladomozodecuadraqueaparecióparaalumbrarnoselcamino.
—HemospasadobastantetiempoenelReinodelasMontañas,Traspié—meadvirtióBurrichenvozbaja—.Allíanadieleimportaaquéladodelassábanasnaciste.Peroahoraestamosencasa.AquíelhijodeHidalgonoesningúnpríncipe,sinounbastardo.
—Esoyalosé.—Medoliósufranqueza—.Lohesabidotodalavida.Lohesufridotodalavida.—Así es—admitió. Una expresión extraña se instaló en su rostro, una sonrisa entre incrédula y
orgullosa—.Entonces,¿cómoesqueexigesinformaciónalsargentoyrepartesórdenescontantoímpetucomosifuerasHidalgoenpersona?Casinomelopodíacreer,laformaenquehablaste,ycómoacatarontusórdenesesoshombres.Túnisiquieratedistecuentadelmodoenquerespondieronanteti,notedistecuentadequehabíassalidoalpasoymehabíasquitadolapalabradelaboca.
Sentíquemeruborizabalentamente.EnelReinode lasMontañas todosmehabíantratadocomosifueseunpríncipedeverdad,ynoelsimplebastardodeuno.¿Tandeprisamehabíaacostumbradoaesaposiciónmáselevada?
Burrichsoltóunarisitaalcomprendermiturbación,peroprontosepusoserio.—Traspié, tienes que recuperar la cautela. Caminamirándote la punta de los pies y no yergas la
cabeza como si fueras un potrillo.Regio lo entenderá como un desafío y eso es algo que no estamospreparadosparaafrontar.Todavíano.Puedequenunca.
Asentí congravedad, con los ojos fijos en la nievepisoteadadel patio de los establos.Mehabíavuelto imprudente.CuandoinformaraaChade,elviejoasesinosedisgustaríaconsuaprendiz.Tendríaquedarexplicaciones.Estabasegurodequelosabría todoacercadel incidentedelaentradaantesdequevolvieraallamarme.
—Noseasharagán.Bajadelasnubes,muchacho.Burrichinterrumpiómiscavilacionesdegolpe.Diunrespingoaloírsuvozycomprendíquetambién
éltendríaqueamoldarseanuestrosrespectivospuestosenTorredelAlce.¿Cuántosañoshacíaqueerasumozo de cuadra y pupilo?Mejor sería que recuperáramos esos papeles lo más al pie de la letraposible.Asísereduciríanloschismorreosenlacocina.Desmontéy,tirandodeHollín,seguíaBurrichasusestablos.
Elinterioreracálidoyestabaguarecido.Laoscuridadyelfríodelanocheinvernalnotraspasabanloslímitesdelasgruesasparedesdepiedra.Éseeramihogar,laslámparasbrillabanconsuluzamarillaylarespiracióndeloscaballosrecogidoserahondayacompasada.PeroalpasodeBurrich,lacuadracobróvida.Nohubocaballooperroentodoeledificioquepasaraporaltosuolorydejaradelevantarseparasaludarlo.Elmaestrocaballerizohabíavueltoyrecibió lacálidabienvenidadequienesmejor loconocían.Prontoanduvieron trasnuestrospasosdosmozosquedestripabanalunísonohastaelúltimoápice de novedad concerniente a los halcones, perros o caballos. Burrich ostentaba ahora su plenaautoridad,asentíavigorosamenteyformulabasecaspreguntasmientrasabsorbíahastaelúltimodetalle.SureservaflaqueósólocuandoFosca,suveteranasabuesa,llegórenqueanteasulado.Doblóunarodillaparaabrazarlayfrotarla,yellaseriócomouncachorroeintentólamerlelacara.
—Mira,estosíqueesunperrodeverdad—laaduló.Luego se incorporó de nuevo para continuar con su ronda.Fosca lo siguió, pese a flaquearle los
cuartostraserosacadabarridodesucola.Yoarrastrabalospiestrasellos;elcalordisipabalaspocasfuerzasquemequedabanenlaspiernas.
Vinocorriendounodelosmozosparadejarmeunalámpara,antesdeseguirsucaminoyrendirpleitesíaanteBurrich.LleguéalcompartimientodeHollínyabrílapuerta.Entróenseguida,conunresoplidodesatisfacción.Mihogar.
Ése era mi hogar, más quemi cámara en las alturas del castillo, más que ninguna otra parte del
mundo.UncompartimientoenelestablodeBurrich,asalvoensudominio,unadesuscriaturas.Ojalápudieravolveralpasado,tumbarmeenelhenoacogedoryecharmeunamantadecaballoporlacabeza.
Hollín bufódenuevo, con reprobación esavez.Había cargado conmigodurantemuchosdías y semerecíatodalacomodidadquepudieraproporcionarle,perotodaslashebillasseresistíanamisdedoscansadosyentumecidos.Lequitélasilladellomoyapuntoestuvededejarlacaeralsuelo.Porfiéunaeternidadconsusbridas,elbrillantemetaldelastrabillasbailabaantemisojos.Terminéporcerrarlosydejarquemisdedosselasapañaransolosparasacarelbocado.Cuandovolvíaabrirlos,Manosestabaamilado.Losaludéconlacabezaylasriendasseescaparondemisdedossinvida.Mirólosaperosdereojo,sindecirnada.SirvióaHollínelcalderodeaguaquelehabíatraído,removiólaavenaparaellayapañóunabrazadadepajafragantecasiverdeaún.YoacababadecogerloscepillosdeHollíncuandopasójuntoamíymelosquitódemisdébilesmanos.
—Yalohagoyo—dijoenvozbaja.—Ocúpateantesdetucaballo—protesté.—Yaestá,Traspié.Mira.Novasacuidarlabien.Déjameamí.Sinotetienesenpie.Acuéstateun
poco—conundejodegenerosidad,añadió—:Lapróximavezquesalgamosacaballo,teocupastúdeBraviopormí.
—Burrichmearrancarálapielatirassidejomianimalalcuidadodeotro.—No,veráscomono.Nuncadejaríaunanimalenmanosdealguienquecasinoseaguantadepie—
comentóBurrichdesdefueradelcompartimiento—.DejaaHollínconManos,muchacho.Sabeloquesehace.Manos,haztecargoun ratode lascuadras.Cuando terminesconHollín, échaleunvistazo a esayeguamanchadadelfondosur.Noséquiénessudueñonidedóndeviene,peropareceenferma.Si loconfirmas,hazque losmozos laapartende losotroscaballosy frieguenel cajónconvinagre.Vuelvoenseguida,cuandohayadejadoaTraspiéHidalgoensusaposentos.Traerécomidaycenaremosenmicuarto.Ah,ydileaunode loschavalesquenosvayaencendiendolachimenea.Seguroqueahíarribahacemásfríoqueenningunacueva.
Manosasintió,ocupadoyaconmicaballo.Hollínhabíaenterradoelhocicoensuavena.Burrichmecogiódelbrazo.
—Vamos—dijo,comosisedirigieraauncaballo.Meapoyéenélsinproponérmelomientras recorríamos la largahileradecompartimientos.Agarró
una lámpara al llegar a la puerta. La noche parecíamás fría y oscura tras la calidez de los establos.Mientrascruzábamoselsenderoheladocaminodelascocinas,empezóanevarotravez.Mimentevolabaysearremolinabaigualqueloscopos.Noestabasegurodedóndepisaba.
—Ahoratodoesdistinto,parasiempre—dijealanoche.Elvientosellevómispalabras.—¿Elqué?—preguntóBurrichconcautela.Sutonoindicabaquelepreocupabaelposibleregresodemifiebre.—Todo.Laformaenquemetratas.Cuandonoteparasapensarenello.CómometrataManos.Hace
dosañosélyyoéramosamigos.Doscríosquetrabajabanenlosestablos.Nuncaselehabríaocurridocepillarmicaballo.Peroestanochesehaportadocomosiyo fueseun inválidoenfermo... indignoderecriminarlesuinutilidad.Comosifueselógicoquehicieraesascosaspormí.Loshombresdelaentradani siquierame reconocieron. Hasta tú, Burrich. Hace seismeses o un año, si hubiera enfermado,me
habrías llevado de los pelos a tu habitación y me habrías medicado como a un perro. Y si llego aquejarme,mearmasunabuena.Ahora,encambio,meacompañashastalapuertadelascocinasy...
—Vale ya de lamentarse—gruñó Burrich—. Deja de lloriquear y compadecerte de ti mismo. SiManos tuvieraelmismoaspectoque tú,harías lomismoporél—casia regañadientes,añadió—:Lascosascambianporquepasael tiempo.Manosnohadejadodeser tuamigo.PeroyanoereselmismochavalquesaliódeTorredelAlceenlaépocadelasiega.AquelTraspiéeraelrecaderodeVeraz,yhabíasidomimozodecuadra,peropocomás.Unbastardoreal,sí,peronoparecíaqueesoleimportaramuchoanadiemásqueamí.PeroenJhaampe,enelReinodelasMontañas,demostrastesermuchomásque eso. Da igual lo pálido que estés, o que casi no puedas ni caminar después de pasarte un díacabalgando.TemuevescomoloharíaelhijodeHidalgo.Esosenotaentuporte,yaesohanrespondidolos guardias. YManos.—Cogió aliento y se detuvo para abrir la pesada puerta de la cocina con elhombro—.Yyo,queEdatengapiedaddenosotros—musitóparafinalizar.
Masacontinuación,comosiquisieradesdecirse,mecondujoalasaladeguardiasfrentealacocinaymesoltóencimadeunlargobancojuntoalapotreadamesademadera,sinmiramientos.Lasalaolíaincreíblemente bien.Allí era donde cualquier soldado, daba igual lo sucio o borracho que estuviera,podíaacudirenbuscadesolaz.Perolsiempreteníaunaolladecaldoalfuego,ypanyquesoencimadelamesa, y tambiénunapiezademantecadeverano sacadade la despensa.Burrichnos sirvió sendoscuencos de caldo caliente espesado con cebada y jarras de cerveza fría para acompañar al pan, lamantecayelqueso.
Mequedéunmomentocontemplandolacomida,demasiadoexhaustoparalevantarlacuchara.Peroelaromame incitó a probar una cucharada y ya no pude parar.A lamitad,me detuve para quitarme elblusón a cuadros y partir otra hogaza de pan. Levanté la cabeza demi segundo cuenco de sopa paradescubrirqueBurrichmeobservabadivertido.
—¿Mejor?—preguntó.Meparéapensar.—Sí.—Habíaentradoencalor,teníaelestómagollenoy,aunqueestabacansado,erauncansancio
agradable,de losquesecurandurmiendo.Levantéunamanoy lamiré fijamente.Seguía sintiendo lostemblores,peroyanosaltabanalavista—.Muchomejor.
Mepusedepieymispiernasmesostuvieronconfirmeza.—Ahoraestásencondicionesdepresentarteanteelrey.Loobservéincrédulo.—¿Ahora?¿Estanoche?ElreyArtimañassehabráacostadohacerato.Nomedejarápasarlaguardia
desupuerta.—Alomejorno,ybienquetevendría,peroestanochedebesanunciartupresencia,almenos.Elrey
decidirácuándoverte.Siterechazan,podrásirtealacama,peroapuestoaquesielreyArtimañasnoquiererecibirte,elReyalaEsperaVerazestaráencantadodeescuchartuinforme.Ycuantoantes,lomásseguro.
—¿Vuelvesalosestablos?—Por supuesto. —Ensayó una sonrisa lobuna de satisfacción—. Yo no soy más que el maestro
caballerizo,Traspié.Notengopartequedar.Además,prometíaManosquelellevaríalacena.Viensilenciocómocargabaunabandeja.Cortódoslargasrebanadasdepanytapóconellasunpar
decuencosdecaldo,antesdeañadiruntrozodequesoyunabuenaporcióndemantecaamarilla.—¿QuéopinasdeManos?—Esbuenchaval—rezongóBurrich.—Esalgomásqueeso.DecidistequesequedaraenelReinodelasMontañasynosacompañaraenla
vueltaacasa,cuandohabíasenviadoatodoslosdemásderegresoconlacaravana.—Necesitabaunamanofirme.Yenesosmomentostúestabas...muyenfermo.Yyonoestabamucho
mejor,laverdadseadicha.—Levantóunamanoparaatusarseunmechóndecanasenmediodesuoscuracabellera,testimoniodelgolpequeapuntohabíaestadodecostarlelavida.
—¿Porquétedecantasteporél?—Nofueasí,laverdad.Vinoél.Nosécómodescubriódóndenoshabíanalojadoylogrópersuadira
Jonqui.Yoseguíavendadodepiesacabezaycasinopodíaverconclaridad.Percibísupresenciamásque otra cosa. Le pregunté qué quería yme dijo que yo tenía que delegar responsabilidades, porqueconmigoimpedidoyMazurcolejos,elpersonaldelosestablosempezabaavolversedescuidado.
—Yesoteimpresionó.—Dio en el clavo.Nome atosigó preguntándome pormí, ni por ti, ni por lo que ocurría. Había
encontradoalgoquepodíahaceryqueríahacerlo.Aprecioesoenunhombre,quesepaquépuedehacerylo haga.Demodo que lo puse almando. Lo hizo bien. Lo retuve cuando los demás se fueron a casaporque sabía que necesitaría a alguien como él, y también para ver cómo era conmis propios ojos.¿Estaríadominadoporlaambición,osabríarealmenteloqueledebeelhombrealabestiaquetieneasucargo?¿Querríapodersobresussubalternos,oelbienestardesusanimales?
—¿Quépiensasahoradeél?—Yanosoyningúnmozalbete.Creoqueaúnpodríahaberunbuenmaestrocaballerizoenlosestablos
deTorredelAlcecuandoyoyanoseacapazdedomarunpotrorebelde.Noesquetengaintenciónderetirarmeenseguida.Todavíatienequeaprendermuchascosas.Perolosdossomoslobastantejóvenes,élparaaprenderyyoparaenseñar.Esomellenadesatisfacción.
Asentí.Antes, supuse, ése era el lugar quemehabía reservado.Ahora ambos sabíamosque no loseríajamás.
Sevolvióparairse.—Burrich—dijeenvozbaja.Sedetuvo—.Nadiepodráreemplazarte.Gracias.Portodoloquehas
hechoestosmeses.Tedebolavida.Noessóloquemesalvastedemorir,sinoquemehasdadolavida,mi identidad.Desdeque teníaseisaños.Hidalgofuemipadre,ya losé,peronunca loconocí.Túhassidounpadreparamíundíasíyotrotambiéndurantemuchosaños.Nosiemprehesabidoapreciar...
Soltóunbufidoyabriólapuerta.—Ahórrate esos discursos para cuando nos estemosmuriendo alguno de los dos.Ve a informar y
luegoacuéstate.—Sí,señor—meoídecir,ysupequemispalabrasleharíansonreír.EmpujólapuertaconelhombroysedirigióalosestablosconlacenaparaManos.Éseerasuhogar.Yéste,aquí,eraelmío. Ibasiendohoradeque loasumiera.Tardéun instanteenalisarmis ropas
empapadasymepaséunamanoporelpelo.Quiténuestrosplatosdelamesaydoblémiblusóncaladodeaguasobreunbrazo.
Mientrasibadelacocinaalvestíbulo,ydeahíalGranSalón,medesconcertóloquevi.¿Brillaban
más que antes los tapices? ¿Tenían antes esa fragancia tan dulce las coberturas de paja, habíanrelumbrado siempredeesamanera las tallasdemaderadecadapuerta?Loachaquéal alivioquemeinspiraba lavueltaacasa.Perocuandomedetuvealpiede laescalinataparacogerunavelaconquealumbrarelcaminohastamicámara,mepercatédequelamesanoestabasalpicadadecera,yesmás,laengalanabaunmantelconbordados.
Kettricken.Ahora había una reina en Torre del Alce. Me encontré sonriendo como un bobo. En fin. Aquel
imponentecastillofortalezahabíaseguidoadelanteenmiausencia.¿HabríaacicaladoVerazsuhaciendayasuspobladoresantesdelallegadadesuesposa,oeraellalaquehabíaexigidoesevastolavadodecara?Seríainteresantedescubrirlo.
Mientras ascendía lagranescaleramedi cuentadeotrosdetalles.Habíandesaparecido lasviejasmanchasdehollínquecoronabancadacandelabrodepared.Nisiquieraenlasesquinasdelosescalonesseveíapolvo.Nohabíatelarañas.Encadarellano,loscandelabrosestabanllenosdevelasencendidas,yencadaunohabíaunestanteconespadasporsiseproducíaunataque.Asíqueesoeraloqueimplicabaquehubieseuna reina en el castillo.Peroni siquiera envidade la reinadeArtimañas recordabaqueTorredelAlceluciesetanlimpianiestuvierataniluminada.
El soldadoquemontabaguardia frentea lapuertadel reyArtimañaseraunveteranodesemblanteadustoalqueconocíadesdequeyocontabaseisaños.Eraunhombrecallado;meobservóatentamenteymereconoció.Mededicóunasonrisasucintamientraspreguntaba:
—¿Algocrucialqueinformar,Traspié?—Sóloquehevuelto—dije,yasintióvigorosamente.Estabaacostumbradoamisidasyvenidas,amenudoahorassumamenteintempestivas,peronoera
dado a sacar conclusiones ni a imaginarse cosas, ni siquiera a prestar oídos a quienes sí tenían esasinclinaciones.DemodoqueentrósinhacerruidoenlacámaradelreyparaanunciaraalguienquehabíavenidoTraspié.Alinstantellególarespuestadequeelreymellamaríacuandoloconsideraraoportuno,perotambiéndesualegríaporsabermesanoysalvo.Meapartédiscretamentedesupuerta,valorandosumensajemásque si lasmismaspalabrashubieran salidodeotros labios.Artimañasnoerade losqueprodiganvacuidadesporcortesía.
Los aposentos de Veraz se encontraban en el mismo pasillo, más adelante. También ahí mereconocieron,perocuandosolicitéalguardiaqueinformaraaVerazdemiregresoymisdeseosdedarparte,selimitóaresponderqueelpríncipeVeraznoestabaensuhabitación.
—Entonces,¿ensutorre?—pregunté,intrigadoporloquepudieramantenerloenvelaenesaépocadelaño.
Las tormentas invernales protegían nuestras costas de los corsarios al menos durante unos pocosmesesalaño.
Una sonrisa gradual se adueñó del rostro del guardia. Cuando reparó en mi expresión dedesconcierto,lasonrisaseensanchótodavíamás.
—ElpríncipeVeraznoseencuentraensuhabitaciónenestepreciso instante—repitió,para luegoañadir—:Meocuparédequerecibatumensajeencuantosedespierteporlamañana.
Medemoréotromomento,plantadoestúpidamentecomounposte.Luegodimediavueltaymealejéensilencio.Mesentíaaturdido.AsíquelapresenciadeunareinaenTorredelAlceconllevabaademás
otrasimplicaciones.Subíotrosdostramosdeescalonesyatraveséelpasillocaminodemidormitorio.Olíaahumedady
la chimenea estaba apagada.Hacía frío por culpa de la falta de uso, y abundaba el polvo.Allí no senotabalapresenciadeningunamanofemenina.Lahabitaciónparecíaadustaygriscomounacelda.Peroseguíasiendomáscálidaqueunatiendaplantadaenlanieveylacamadeplumaseratansuaveymullidacomo la recordaba.Mequité la ropa suciadelviajeymeacerquéaella.Me tiréencimaymequedédormido.
Lazosrenovados
La referencia más antigua a los Vetulus en la biblioteca de Torre del Alce se encuentra en unpergaminomuymaltratado.Lasvagasdecoloracionessobrelavitelasugierenquesaliódeunabestiapintada,jaspeadadeunmododesconocidoparanuestroscazadores.Latintadelescritoderivadeunamezcladetintadecalamaryraízdecampanilla.Hasoportadobienelpasodeltiempo,muchomejorque las tintas de colores de las ilustraciones y glosas originales del texto. Éstas no sólo se handesvaídoycorrido,sinoqueenvarioslugareshanllamadolaatencióndealgunapolillaqueharoídoyatiesadoelotroraflexiblepergamino,provocandoquevariaspartesdelrolloseanahorademasiadoquebradizascomoparaextenderlas.
Pordesgracia,eldañosehaconcentradoprincipalmenteenlaspartesinterioresdelpergamino,quecontienencapítulosdelasproezasdelreySapienciaquenoseencuentranenningúnotrositio.Apartirdeestosfragmentos,sepuedeinferircuandesesperadodebíadeestarparabuscarlatierradelosVetulus.Suspreocupacionesnosresultanfamiliares:unosbarcosasolabansuscostassinpiedad.LoslegajosapuntanaquepartióacaballohaciaelReinodelasMontañas.SedesconocequélollevóasuponerqueésaeralarutaquehabríadeconducirloalhogardeloslegendariosVetulus.Esunalástima que los estadios finales de su periplo y su encuentro con los Vetulus se ilustraran tanprofusamente,puesahíelpergaminohaquedadoreducidoaunfrágilentramadodesugerentestextosy dibujos incompletos.Nada se sabe de aquel primer encuentro.Ni siquiera alcanzamos a suponercómologróinduciralosVetulusaaliarseconél.Muchascanciones,conabundanciademetáforas,relatancómodescendieronlosVetulus,como«tormentas»,como«olasgigantes»,como«lavenganzahecha oro» y «la ira encarnada en piedra viva» para expulsar a los corsarios de nuestras orillas.TambiéncuentanlasleyendasquejuraronaSapienciaque,devolveraprecisarlosSeisDucadossuayudaencualquiermomento,acudiríandenuevoennuestroauxilio.Esohacequeunoconjeture,ynosonpocos losque lohacen, comodemuestra la gran variedadde leyendasnacidas en tornoa estaalianza.Masel relatoquedeaquel sucesohicierael escribanodel reySapiencianoesahora sinopastodelmohoylosgusanos.
Mi cámara contaba con una sola ventana con vistas almar. En invierno, un postigo demadera seenfrentabaalosvendavalescubiertoporuntapizqueprestabaalahabitaciónunailusióndeacogedora
calidez.Deesemodomedespertéaoscurasypaséunratotumbadoparafamiliarizarmeconmiantiguoentorno.Deformagradualsefiltraronhastamílossutilessonidosdelcastillo.Elsonidodelamañana.Sonidosmuymadrugadores.Micasa,comprendí.TorredelAlce.Yalinstantesiguiente,«Molly»,dijeenvozaltaalaoscuridad.Aúnsentíaelcuerpofatigadoydolorido.Peronoexhausto.Salídelacamaalfríodemicuarto.
Meacerquéconpasovacilanteamichimenea,ociosadesdehacíatantotiempo,yencendíunpequeñofuego.Pronto tendríaquesubirmás leña.Lasdanzarinas llamasproyectaronuna inestable luzamarillasobrelaestancia.Cogíropadelarcónquehabíaalpiedemicamaydescubríquemiantiguoatuendomesentaba raro.La larga convalecencia había erosionadomimusculatura, pero aun así había conseguidoapañármelasparaestirarlosbrazosylaspiernas.Nohabíanadademitalla.Recogílacamisadeldíaanterior,perounanocheentresábanaslimpiashabíabastadopararefrescarmeelolfato.Elolordelasropas de viaje me resultaba insoportable. Volví a escarbar en mi arcón. Encontré una suave camisamarrónqueantañohabíatenidolasmangasdemasiadolargasyahoramequedababien.Melapuseconmispantalonesverdesacuadrosymiblusóndelasmontañas.SabíaqueencuantoladyPacienciaolaseñoraPremuramepusieranlavistaencima,seabalanzaríansobremíyremediaríanlasituación.Perono,esperaba,antesdedesayunarybajara laciudaddeTorredelAlce.HabíavariossitiosenlosquepodríapreguntarporMolly.
Encontré el castillo desperezándose aunque no despierto del todo. Comí en la cocina como hacíacuandoerapequeño,descubriendoqueallí,comosiempre,elpaneramásfrescoylasgachasmásdulces.Perolsedeshizoenexclamacionesalverme,oracomentandocuántohabíacrecido,oralamentándosepormi aspecto flaco y demacrado. Intuí que, antes de que acabara el día, estaría harto de escucharobservacionesparecidas.Cuandolacocinaempezóallenarsemeescapéconunarebanadadepanbienuntadademantequillaycargadadelonchasdeembutido.Volvíamihabitaciónparacogerunacapadeabrigo.
EncadacámaraquedejabaatrásveíamásymásindiciosdelapresenciadeKettricken.Unaespeciedetapiz,tejidoconhierbasdedistintoscolores,querepresentabaunparajemontañosoadornabaahoralapared del SalónMenor. No había flores que recoger en esa época del año, pero en los lugaresmásinsospechados aparecían robustas macetas llenas de guijarros que sostenían ramas desnudas perograciosas,ocardosynébedassecas.Loscambioseranpequeñosperoinconfundibles.
LleguéaunadelasseccionesmásantiguasdeTorredelAlceysubílospolvorientosescalonesquecomunicaban con la atalaya deVeraz.Gozaba de una amplia vista de nuestra costa y desde sus altasventanasVerazmontabaguardiaenveranoporsiavistabanavescorsarias.DesdeaquíobrabalamágicaHabilidadquemanteníaarayaa lasVelasRojas,onosadvertíaalmenosdesu llegada.Enocasionesdemostraba ser una defensa insuficiente.Debería contar conun séquito de subalternos formados en lamagiaqueloasistieran,peronisiquierayo,adespechodemisangrebastarda,habíaconseguidodominarmis caprichosas dotes para la Habilidad. Galeno, nuestro maestro de la Habilidad, había muerto sinenseñar sus artesmásqueaunpuñadodealumnos.Nohabíanadieque lo reemplazara,y suspupiloscarecíandeunaverdaderacomuniónconVeraz,porloqueésteseveíaobligadoaHabilitarensolitariofrenteanuestrosenemigos.Eso lehabíahechoenvejecerprematuramente.MepreocupabaquepudieraconsumirseenelintentoysucumbiralaadictivadebilidaddequienesabusabandelaHabilidad.
Cuandolleguéaloaltodelaescaleradecaracol,mefaltabaelresuelloymeflaqueabanlaspiernas.
Empujé la puerta y ésta se abatió suavemente sobre sus goznes bien engrasados. La fuerza de lacostumbremellevóaentrarenlahabitaciónsinhacerruido.LociertoeraquenoesperabaencontraraVeraz ni a nadie. Las tormentasmarinas eran nuestrosmejores vigilantes en invierno, pues protegíannuestras costasde los corsarios.Parpadeéante la repentina luzgrisde lamañanaqueentrabapor lasventanasabiertasdelatorre.Verazeraunasiluetaoscurarecortadacontraelfondogrisdelfirmamentoencapotado.Nosediolavuelta.
—Cierralapuerta—dijoenvozbaja—.Lacorrientedeairequesubeporlasescalerashacequeporestecuartocorramásvientoqueporcualquierchimenea.
Hiceloquemedecíaymequedéallíplantado,tiritando.Elvientoheladotraíahastamíelaromadelmaryloaspirécomosifueralamismavida.
—Noesperabaencontrarosaquí—dije.Mantuvolosojosfijosenelagua.—¿No?Entonces,¿porquéhasvenido?Habíaensuvozunanotadehumorismoquemesobresaltó.—Laverdad,nolosé.Volvíaamidormitorio...Dejélafraseinacabadamientrasintentabarecordarporquéhabíasubidohastaallí.—TeheHabilitado—declaró,lacónico.Mequedécalladoypensativo.—Nohesentidonada.—Noquería que lo sintieras.Te lo dije hace tiempo.LaHabilidad puede ser comoun susurro al
oído.Nohacefaltaqueseaunaordenagritos.Se volvió despacio para encararse conmigo, y cuandomis ojos se acostumbraron a la luz seme
hinchóelcorazóndealegríaalverelcambiooperadoenél.CuandosalídeTorredelAlceenlaépocade la siega, era una sombramarchita, abrumado por el peso de sus responsabilidades y su incesantevigilia.Aún tenía el cabello oscuroveteadodegris, perohabían regresado losmúsculos a su fornidaconstituciónylavitalidadchispeabaensusojosnegros.Teníatodoelaspectodeunrey.
—Sediríaqueelmatrimonioossientabien,mipríncipe—comentétontamente.Aquellolopusonervioso.—Enciertomodo—admitió,al tiempoqueunpúdico ruborseadueñabadesusmejillas.Volvióa
asomarsealaventana—.Venavermisbarcos—ordenó.Ahoramecorrespondíaamísentirmeaturullado.Meacerquéalaventanaasuladoycontempléel
puerto,yluegoelmismomar.—¿Dónde?—pregunté,desconcertado.Mecogióporloshombrosymeorientóhaciaelastillero,dondesehabíaerigidounalarganavede
madera de pino amarillo. Los hombres entraban y salían del edificiomientras sus forjas y chimeneasescupían humo.Negras contra la nieve se veían varias de las inmensas tablas que constituían la dotenupcialdeKettricken.
—Aveces,cuandoestoyaquíarribaalgunamañanadeinvierno,measomoalmarycasipuedoverlasVelasRojas.Séque tienenquevenir.Pero tambiénavecesveo losbarcosquehabrándehacerlesfrente. Esta primavera no encontrarán una presa fácil,muchacho, y para el invierno que vieneme hepropuestoenseñarlesloquesesientealserinvadido.
Hablabaconunasalvajesatisfacciónquemehabríaatemorizadosiyonolacompartiera.Sentíquemisonrisareflejabalasuyacuandocruzamoslamirada.
Enesemomentocambiósuexpresión.—Tienesunaspectohorrible—declaró—.Casitantocomoturopa.Busquemosunsitiomáscálido,a
versiteencontramosunacopadevinoespeciadoyalgodecomer.—Ya he desayunado —le dije—. Y me siento mucho mejor que hace unos meses, gracias por
preocuparos.—Notehagasderogar—meregañó—.Nimedigasloqueyasé.Nimemientas.Lasescalerastehan
dejadoagotadoytiemblascomounpollo.—EstáisusandolaHabilidadconmigo—acusé,yélasintió.—Haceyadíasqueestoyalcorrientedetuproximidad.HeintentadoHabilitarteenvariasocasiones,
peronoconseguíahacermenotar.Mepreocupécuandoossalisteisdelacarretera,perocomprendíqueBurrichteníasusmotivos.Mecomplacequehayasabidocuidartanbiendeti,nosóloaltraerteacasasanoysalvo,sinocontodoloocurridoenJhaampe.Nosemeocurrecómorecompensárselo.Tendríaqueseralgosutil.Conociéndolo,unreconocimientopúblicoseríaindebido.¿Algunasugerencia?
—Vuestras palabras de agradecimiento, no aceptarámás.Refunfuñará si pensáis quenecesita algomás.Meda la impresióndequenadade loquepodáisdarleharía justicia a loquehizopormí.Unaformade aplacarlo seríadecirleque elija el potrancoquemás leguste, ahoraque su caballo sehaceviejo.Esolocomprendería.—Lopenséatentamente—.Sí.Podríaishacereso.
—Conquepodríahacereso,¿eh?—dijosecamenteVeraz.Notédenuevounanotadehumorismoensuvoz.Miosadíameabrumóderepente.—Disculpadmismodales,mipríncipe—medisculpéhumildemente.Unasonrisacurvósuslabiosymediounafuertepalmadaenelhombro.—Bueno, yo te he preguntado, ¿no? Por un momento hubiera jurado que eras el viejo Hidalgo
aconsejándome cómo tratar a mis hombres en vez de mi joven sobrino. Tu viaje a Jhaampe te hacambiado,muchacho.Vamos.Hablabaenseriocuandotedijelodebuscarunsitiomáscálidoyuntragodealgo.Kettrickenquerrávertemástarde.YtambiénPaciencia,imagino.
Semeencogióelcorazóncuandoagolpó tantosquehaceressobremí.LaciudaddeTorredelAlcetirabademícomounimán,peroéseeramiReyalaEspera.Inclinélacabezaantesuvoluntad.
Abandonamos la torre y lo seguí escaleras abajo, hablando de trivialidades. Me dijo que lecomentaraalaseñoraPremuraquenecesitabaropanueva;meintereséporLeón,superrolobo.Detuvoaunmozo en el pasillo y le pidió que llevara vino y pastel de carne a su estudio. Lo seguí, no a susaposentos, sino a una estancia inferior, familiar y desconocida a un tiempo. La última vez que habíaestadoallí,Cericaelescribanolaempleabaparaseleccionarysecarhierbas,conchasyraícesconqueconfeccionarsustintas.Deaquellonoquedabanirastro.Lapequeñachimeneaestabaencendida.Verazavivólasllamasyechómásleñamientrasyocurioseabaporlahabitación.Habíaunagranmesaderobletalladoydosmáspequeñas,variassillas,unestanteconpergaminosyunabaldadesvencijadaatestadaconobjetosdelomásvariopinto.CubríalamesaelbosquejodeunmapadelosEstadosdeChalaza,conlasesquinassujetasporunpuñalytrespiedras.Variostrozosdepergaminoesparcidosporlasuperficieestabancubiertospor la letradeVerazybocetospreliminares llenosdeapuntes.Elapacibledesorden
que imperaba en las dosmesas pequeñas y varias de las sillas seme antojó familiar.Al cabo de unmomentoreconocílasdiversaspertenenciasdeVerazqueotroraguardabaensudormitorio.Elpríncipedejóderemoverlosrescoldosyesbozóunasonrisatorcidaalrepararenmiscejasarqueadas.
—MiReinaalaEsperanotoleraeldesorden.«¿Cómopretendestrazarunalínearectaenmediodeeste desbarajuste?», me decía. Su cámara tiene la precisión de un campamento militar. Así que hemontadoaquímiguarida,porqueenseguidadescubríqueme resultaba imposible trabajarenuncuartolimpioyvacío.Además,así tengounsitiodondehablar tranquilamenteyalqueno todos sabencómollegar.
AúnnohabíaterminadolafrasecuandoseabriólapuertaparaqueentraraCharimconunabandeja.SaludéconlacabezaalcriadodeVeraz,quenosólonoparecíasorprendidodeverme,sinoqueademáshabía añadido al pedido del príncipe cierto tipo de pan con especias que siempreme había gustadomucho.Sepaseóporlahabitaciónunmomento,enfrascadoencambiaralgunoslibrosypergaminosdesitioparadespejar una silla paramí, y volvió a desaparecer.Veraz estaba tan acostumbrado a él queapenassipareciórepararensupresencia,salvoporlabrevesonrisaqueintercambiaronalirseCharim.
—Bueno —dijo en cuanto se hubo cerrado la puerta—. Quiero un informe detallado. Desde elprecisoinstanteenquepusisteunpiefueradeTorredelAlce.
Nofueaquélunmerorelatodemiviajeyloacontecidoduranteelmismo.Chademehabíaentrenadopara ser espía además de asesino, y desdemi infanciaBurrichmehabía exigido siempre que supieranarraraldetallecuantoocurrieraenlosestablosdurantesuausencia.DemodoquemientrascomíamosybebíamosdesgranéparaVerazelrelatodetodoloquehabíavistoyhechodesdemimarchadeTorredelAlce.Aestosiguióel resumende lasconclusionesa lasquemehabíanconducidomisexperiencias,yluegolassospechasquemeinspirabatodoloaprendido.Llegadosaesepunto,Charimhabíavueltoconotra bandeja.Mientras dábamos cuenta de los platos nuevos,Veraz limitó nuestra conversación a susbuquesdeguerra.Nopodíaocultarsuentusiasmoporellos.
—Ha bajado Matafión a supervisar la construcción. Subí yo en persona hasta Altibajos parabuscarlo. Me dijo que ya estaba demasiado viejo. «El frío me helaría los huesos, ahora no podíaconstruirunbarcoen invierno»,ésa fue su respuesta.Asíquepusea trabajara losaprendicesy fuiaverlo yomismo.No pudo decirme que no cuandome tuvo delante.Cuando llegó aquí, lo llevé a losastilleros y le enseñé la nave acondicionada, lo bastante grande para albergar un buque de guerra,construidademodoquepudieratrabajarsinpasarfrío.Peronofueesoloqueleconvenció.FueelrobleblancoquemehabíaregaladoKettricken.Cuandoviolamadera,leentraronunasganasirresistiblesdehincarlelaazuela.Elgranoesrectoyuniformedecaboarabo.Lastablasyaveníanbiencortadas.Seránunosbarcospreciosos,conlaquillaalabeada,sinuososcomoserpientesenelagua.
Derrochabaentusiasmo.Yapodíaimaginarmeelsubirybajardelosremos,elcrujidodelospaloscuadradoscuandoestuvieranenmovimiento.
Luego dejamos a un lado los platos y los retales y empezó a interrogarme sobre lo acaecido enJhaampe.Meobligóareconsiderarcadaincidenteaisladodesdetodoslospuntosdevistaposibles.Paracuandohuboterminadoconmigo,habíareveladoelepisodioensutotalidadymirabiaantelatraicióndequehabíasidovíctimavolvíaaserfrescayvivida.
AVerazno lepasó inadvertida.Se reclinóen su sillaparaalcanzarotro leño,quearrojóal fuegolevantandounalluviadechispasenlachimenea.
—Tienespreguntas—dijo—.Ahorapuedeshacerlas.Enlazólasmanossobresuregazoyesperó.Intentédominarmisemociones.—ElpríncipeRegio,vuestrohermano—empecéconcautela—,esculpablede lamáximatraición.
Organizóelasesinatodelhermanomayordevuestraesposa,elpríncipeRurisk.Pretendíallevaracabounaconspiraciónquehabríaculminadoconvuestramuerte.Queríaarrebatarosvuestracoronayavuestramujer.Porsiesofuerapoco,atentócontramividaendosocasiones.YcontraladeBurrich.
Hiceunapausaparacogeraliento,intentandoserenarmicorazónymivoz.—Tú y yo aceptamos esas cosas como ciertas. Nos costaría demostrarlas—observó suavemente
Veraz.—¡Deesoseaprovecha!—escupí,paraluegoapartarelrostrodeVerazhastaconseguirdominarmi
ira.Sucrudaintensidadmesobrecogió,puesnomehabíapermitidosentirlahastaentonces.Hacíameses,cuandoaplicaba todomiempeñoa la tareademantenermeconvida, lahabíaarrinconadoparapensarconclaridad.Losmesessiguienteshabíansidodeconvalecenciamientrasmerecuperabadel frustradointentodeenvenenamientoporpartedeRegio.NisiquieraaBurrichhabíapodidocontárselotodo,yaqueVerazhabíadejadoclaroquenoqueríaquenadiesupieramásdelonecesariosobrelasituación.Ahorameencontrabasentadofrenteamipríncipeylafuerzademirabiameprovocabaescalofríos.Micarasecontorsionóde repente, víctimadeuna seriedeviolentos espasmos.Esomeabatióde talmaneraqueconseguítranquilizarmedenuevo—.Regioseaprovechadeeso—repetí,conmáscalma.
EntodoesetiempoVeraznosehabíamovidonihabíaalteradosuexpresiónapesardemiarrebato.Permanecía sentado con gesto grave a su lado de lamesa, con lasmanos encallecidas por el trabajoenlazadasfrenteaél,observándomeconsusojososcuros.Bajélamiradaalmantelytracéconlayemadeundedolavolutatalladaenlaesquinademadera.
—Noosadmiraporrespetarlasleyesdelreino.Loconsideraunadebilidad,unaformadeeludirlajusticia.Quizásintenteasesinarosotravez.Casicontodaseguridad,intentaráatentarcontramí.
—Enesecaso,habremosdetenercuidado,losdos,¿noteparece?—observósuavementeVeraz.Lomiréalacara.—¿Esoestodoloquevaisadecirme?—preguntébruscamente,conteniendomiindignación.—TraspiéHidalgo, soy tupríncipe.Soy tuReya laEspera.Mehas jurado lealtad, igualqueami
padre.Y,sifuesepreciso,tambiénselahasjuradoamihermano.—Verazselevantódeimprovisoparadeambularpor laestancia—.Justicia.Esoesalgoqueanhelar,algode loquenuncaestaremoshartos.Perono.Nosconformamosconlaley.Ysihayalgociertoesquecuentaelhombredemayorrango.Lajusticiatecolocaríaalacabezadelacoladeherederosaltrono,Traspié.Hidalgoeramihermanomayor.Perolaleydicequenacistefueradelmatrimonio,deahíquenuncapuedasaspiraraltrono.Habráquiendiga queme adueñé de la corona demi hermano. ¿Cómo ha de extrañarme quemi hermano pequeñoquieraquitármelaamí?
NuncahabíaoídoaVerazhablarasí,conesavoztantempladayllenadeemociónalmismotiempo.Guardésilencio.
—Creesquedeberíacastigarlo.Podríahacerlo.Nomehacefaltademostrarsufeloníaparahacerlelavida imposible. Podría enviarlo a Bahía del Frío en calidad de emisario, con cualquier pretexto, ymantenerlo allí, lejos de la corte, en las peores condiciones. Podría hacer cualquier cosa menos
desterrarlo.Opodríadejarloaquíenlacorte,cargándolocontalcantidaddetareasdesagradablesquenolequedetiempoquededicarasuspasatiempos.Élcomprenderíaqueestabasiendocastigado,igualquecualquiernoblecondosdedosdefrente.Sussimpatizantessaltaríanensudefensa.Losducadosterralesseinventaríancualquieremergenciaenlatierradesumadrequeexigieralapresenciadesuhijo.Unavezallí,podríaatraermásadeptosparasucausa.Bienpudiera fomentar la insurreccióncivilquebuscabaantesyencontrarunreinodelinteriorlealsóloaél.Aunquenotuvieraéxitohastaesepunto,provocaríaunrevuelosuficienteparaacabarconlaunidadquedeboalcanzarsiquierodefendernuestroreino.
Dejó de hablar. Alzó el rostro y miró alrededor de la habitación. Seguí su mirada. Las paredesestaban empapeladas conmapas.Ahí estabaOsorno, ahíTorote, ahíGarrón.En la pared de enfrente,Gama,HazayLumbrales.TododibujadoporlamanoprecisadeVeraz,hastaelúltimoríodelineadoenazul,hasta laúltimaciudadcon sunombre.Ésos eran susSeisDucados.Los conocía comonunca losconoceríaRegio.Habíaviajadoporesascarreteras,habíaayudadoamarcaresasfronteras.SiguiendoaHidalgo,sehabíamezcladoconlasgentesquebordeabannuestrastierras.Habíaempuñadounaespadaensudefensayhabíasabidocuándosoltaresaespadaparanegociarlapaz.¿Quiénerayoparadecirlecómodebíagobernarsuhogar?
—¿Quépensáishacer?—preguntéconvozqueda.—Tenerloamilado.Esmihermano.Yelhijodemipadre.—Sesirviómásvino—.Elbenjamín,el
predilecto.Heacudidoamipadre,el rey,y lehesugeridoqueRegiopodríacontentarsemejorconsupapel si estuvieramás implicado en el gobierno del reino. El reyArtimañas ha dado su visto bueno.Esperoestarmásqueocupadoconladefensadenuestropaísfrentea lasVelasRojas,asíquerecaerásobreRegio la tareadesubir los impuestosquenosharán falta,y tambiéndeberá lidiarconcualquierotra crisis interna que pueda surgir. Con un círculo de nobles que lo asesore, desde luego. Estaréencantadodedejarqueseaélquiensoportesusrencillasydisensiones.
—¿YRegiosedaráporsatisfechoconeso?Verazesbozóunafinasonrisa.—Nopuededecirlocontrario.Nosiaspiraaconservarsuimagendejovendotadoparaelgobierno
a la espera de una oportunidad para demostrar su valía.—Levantó su copa de vino y se giró paracontemplarelfuego.Loúnicoqueseescuchabaenlasalaeraelchasquidodelasllamasqueconsumíanlamadera—.Cuandovengasavermemañana...—empezó.
—Mañananecesitoeldíaparamí—ledije.Posósucopaymemiró.—¿Lonecesitas?—preguntóconvozrara.Lomiréalosojos.Traguésaliva.Mepusedepie.—Mipríncipe—comencé,empleandolafórmuladelprotocolo—,ossolicitoquemeeximáisdemis
deberesparamañana,paraquepueda...hacermecargodeunasuntopersonal.Medejódepieunmomento.Luego:—Oh,siéntate,Traspié.Mezquino.Supongoqueesohasidomezquinopormiparte.PensarenRegio
meponedemalhumor.Claroquepuedestomarteeldíalibre,muchacho.Sitepreguntaalguien,diqueestáshaciendoalgoparamí.¿Tepuedopreguntardequéasuntotanimportantesetrata?
Volvílamiradaalfuego,alasllamasdanzarinas.—UnaamigavivíaenSedimentos.Tengoqueaveriguar...
—Oh,Traspié.EnlavozdeVerazhabíamáscompasióndelaquepodíasoportar.Me cubrió una repentina ola de cansancio. Me alegré de haber vuelto a sentarme. Empezaron a
temblarmelasmanos.Laspusedebajodelamesayentrelacélosdedosconfuerza.Seguíasintiendolostemblores,peroalmenosahoranadiepodíavermidebilidad.
Elpríncipecarraspeó.—Vea tucuartoydescansa—dijoamablemente—.¿Quieresquemañanateacompañealguiena la
BahíadelosSedimentos?Neguéconlacabezaconapatía,súbitaymiserablementesegurodeloqueibaaencontrar.Laideame
revolvíaelestómago.Measaltóotroescalofrío.Intentérespirardespacio,tranquilizarmeyapartarmedelataquequemeamenazaba.NosoportaríaavergonzarmedeesemododelantedeVeraz.
—Yo debería avergonzarme, y no tú, por pasar por alto cuan enfermo has estado. —Se habíaincorporadosinhacerruido.Dejósuvasodevinodelantedemí—.Eldañoquesufristeibadirigidoamí.Lamentohaberpermitidoqueteocurrieraesto.
MeobliguéamiraraVerazalosojos.Sabíatodoloqueyointentabaocultar.Losabía,ylaculpalohacíadesdichado.
—Noestanmaloamenudo.Mesonrió,perosusojosnocambiaron.—Eresunembusteroexcelente,Traspié.Nopiensesquetuentrenamientohasidoenbalde.Perono
puedesengañaraalguienquehapasadotantotiempocontigocomoyo,nosóloestosúltimosdías,sinoamenudo durante tu convalecencia. Si cualquier otra persona te dijera «Sé cómo te sientes», podríastomarlo por una cortesía. Pero si te lo digo yo es porque ésa es la verdad.Y sé que contigo pasa lomismoqueconBurrich.Atinopuedoofrecertequeelijaselpotroquemástegustedentrodeunosmeses.Acambioteofrezcomibrazo,silodeseas,pararegresaratucuarto.
—Puedosolo—respondí,mortificado.Eraconscientedecómomehonraba,pero tambiénde lanitidezconqueveíamidebilidad.Quería
estarsolo,ocultarme.Asintió,comprendiéndolo.—LástimaquenodomineslaHabilidad.Podríaofrecertemifuerza,comotantasotrasvecesmehe
aprovechadoyodelatuya.—Nopodríaaceptarla—musité,incapazdedisimularlosreparosquemeproduciríareemplazarmis
fuerzasconlasdeotrapersona.Mereprochédeinmediatoelinstantedevergüenzaquevienlosojosdemipríncipe.—Tambiényopodíamostrarmeasídeorgullosoenelpasado—dijoenvozbaja—.Veydescansaun
poco,muchacho.Mediolaespaldadespacio.Seatareóordenandosustinterosyvitelasdenuevo.Salísinhacerruido.Habíamospasadotodoeldíaencerrados.Enlacalleeranochecerrada.Elcastillomostrabaelaire
acostumbradodeunaveladadeinvierno.Recogidaslasmesas,loscomensalessehabríanreunidofrentealaschimeneasdelGranSalón.Quizáshubieraalgúntrovadorcantando,oalgúntitiriteroimplicandoasusdesgarbadosmuñecosencualquierhistoria.Algunosespectadorescontemplaríanlafunciónmientrasemplumabansusflechas,otrostendríanagujaehiloentrelasmanos,losniñosestaríanhaciendogirarsus
peonzas, o peleando con espadas de madera, o dormitando con la cabeza apoyada en las rodillas uhombrosdesuspadres.Todoeraseguro.Afuera,lastormentasdeinviernosoplabanynosmanteníanasalvo.
Caminabaconlacauteladeunborracho,evitandolaszonascomunesdondesereuníalagenteporlanoche.Mecrucédebrazosyencorvéloshombroscomosiestuvieraateridoparaconseguirdominarlostemblores. Subí despacio el primer tramo de escalones, como si estuviera ensimismado en mispensamientos.Enelrellanomepermitíunapausaparacontarhastadiez,antesdeobligarmeaencararelsiguientetrecho.
Perocuandopuseelpieenelprimerpeldaño,aparecióCordoniabajando lasescaleras.Peseasucorpulenciayladecenadeañosquemesacaba,descendíaporlosescalonesconlaagilidaddeunacría.Al llegar al rellanome abrazó al grito de «¡Te encontré!», como si yo fuese un par de tijeras que sehubieranextraviadodesucosturero.Meagarródelbrazoconfirmezaymearrastróendirecciónalsalón.
—Si no he subido y bajado estas escaleras hoy una decena de veces no las he subido y bajadoninguna. Pero mira, qué alto estás. Lady Paciencia está fuera de sí y todo es por tu culpa. Primeroesperabaquellamarasasupuertadeunmomentoaotro.Estabaencantadadequehubierasregresadoalfin.—Sedetuvoparamirarmeconsusbrillantesojosdeave—.Esohasidoestamañana—meconfió.Luego—:¡Esciertoquehasestadoenfermo!Peromiraquéojeras.
Prosiguiósindarmeocasióndereplicarnada.—Aprimerahoradelatarde,comonollegabas,empezóasentirseinsultadayunpocoofendida.En
lacenaestabayadetalgenioportudescortesíaqueapenassiprobóbocado.Desdeentonceshadecididohacercasoalosrumoressobretugraveenfermedad.Estáconvencidadequetehasdesmayadoenalgúnrincón,odequeBurrichtehatenidofregoteandolosestablosyocupándotedeloscaballosylosperrosapesardetusalud.Bueno,yahemosllegado,andaparadentro,lotengo,milady.
YmeintrodujoenlosaposentosdePaciencia.La cháchara deCordonia tenía unmatiz extraño, como si eludiera algo. Entré con paso vacilante,
preguntándomesilapropiaPacienciahabríaestadoenfermaosilehabríaacaecidoalgunadesgracia.Deserciertocualquierademistemores,laverdaderaquenohabíaalteradoennadasuestilodevida.Susaposentosseveíanigualquesiempre.Todassusplantashabíancrecido,sehabíanentrelazadoyhabíanechadohojas.Unmantodenuevasaficionescubríalosdescartadosenlahabitación.Sehabíanañadidodos palomas a su séquito.Había una decena aproximada de herraduras esparcidas por el cuarto.Unagruesaveladeyemasdelaurelardíaencimadelamesa,despidiendounperfumeagradablealtiempoquederramabasucerasobreunpuñadodefloresyhierbassecascolocadasenunabandejapróxima.Tambiéncorríapeligrounmanojodepalilloscuriosamentelabrados.Parecíanvarasdeadivinacióncomolasqueutilizaban loschyurdos.Cuandoentré, su resistenteperra terrier salióamiencuentro.Meagachéparaacariciarla y luegome pregunté si sería capaz de erguirme de nuevo. A fin de disimularmi lentitud,recogí con cuidado una arcilla del suelo.Eramuy antigua, y seguramente rara, similar a las varas deadivinación.Pacienciadiolaespaldaasutelarparadarmelabienvenida.
—Ah, levántate y deja de hacer el ridículo—exclamó al verme agazapado—. Eso de inclinar larodillaesunaimbecilidad.¿Oesqueesperasquemeolvidedelafaltadeeducaciónquehasdemostradoalnoveniravermeenseguida?¿Quéesesoquemetraes?¡Oh,quéconsiderado!¿Cómosabíasquelasestaba estudiando?Sabes, hepuestopatas arriba todas las bibliotecasdel castillo ynohe encontrado
grancosasobrelasvarasdepredicción.Mearrebatólaarcilladelasmanosymeagradecióelsupuestoobsequioconunasonrisa.Cordonia
meguiñóunojopor encimadel hombro.Respondí conundiscreto encogimientodehombros.Volví amirar de soslayo a lady Paciencia, que dejó su arcilla en lo alto de un inestable montón de otrasparecidas. Volvió a fijarse enmí. Por un instanteme observó con afectuosidad, antes de conjurar unprofundofruncimientodeceño.Suscejasse toparonsobresusojosdeavellana,en tantosupequeñayrectabocasetrocabaenunalíneainflexible.Elefectodesuexpresiónreprobatoriaseresintiócuandosevinoamiladoyviqueteníadoshojasdeenredaderaprendidasenelpelo.
—Conpermiso—dije,ylasdesenredétemerariamentedesusindomablesrizososcuros.Lascogiódemimanocontodaseriedad,comosifueranimportantes,ylasdejóencimadelaarcilla.—¿Dóndehasestadotodosestosmeses,cuandotantafaltahacíasaquí?—inquirió—.Lamujerdetu
tíollegóhacetiempo.Tehasperdidolabodaoficial,tehasperdidoelbanquete,elbaileylareunióndelosnobles.Mírame,volcandotodamienergíaenelempeñodequesetetratecomoalhijodeunpríncipequeeresytúahí,esquivandotodostuscompromisossociales.Ycuandovuelvesacasa,envezdeveniraverme, te dedicas a deambular por el castillo y a conversar con todo el mundo vestido como unpordiosero.¿Quiénteengañóparaquetehicierasesecortedepelo?
—La esposa de mi padre, otrora horrorizada al descubrir que su marido había engendrado unbastardoantesdecasarseconella,habíapasadodeaborrecermeatenermeenpalmitas.Avecesesoeramás difícil de soportar que su antigua repulsa—. ¿Es que no se te ocurrió pensar que podrías tenerquehaceressocialesaquímásimportantesquecorretearporahíconBurrichviendocaballos?—empezóahora.
—Lo lamento, milady. —La experiencia me había enseñado a no llevar nunca la contraria aPaciencia.SuexcentricidadhabíaconquistadoalpríncipeHidalgo.Amímedistraía,losdíaspropicios.Esanochemesentíaapabulladoporella—.Heestadoenfermounatemporada.Nomesentíalobastantebiencomoparaemprenderunviaje.Cuandomerecuperé,nosretrasóeltiempo.Sientohabermeperdidolaboda.
—¿Yyaestá?¿Éseeselúnicomotivoporelquetehasdemoradotanto?Suspreguntaseransecas,comosiseolieraalgúnengañoatroz.—Enefecto—respondísolemnemente—.Perohepensadoenvos.Oshetraídoalgo,estáaúnentre
miequipaje.Todavíanohesacadolosbártulosdelestablo,peropiensohacerlomañana.—¿Quées?—quisosaber,concuriosidadinfantil.Cogíaire.Micamamellamabaagritos.—Esunaespeciedeherbario.Unosencillo,puessonmuydelicadosylosmáselaboradosnohabrían
sobrevividoalviaje.Loschyurdosnoempleanarcillasnipergaminosparaenseñarelartedelashierbas,comohacemosnosotros.Loqueostraigoesunestuchedemadera.Alabrirlo,descubriréisminiaturasenceradecadahierba,pintadasconloscoloresadecuadosyperfumadosconlaesenciaexactaparafacilitarsuaprendizaje.Lostextosestánenchyurdo,claro,peroaunasísemeocurrióqueoscomplacería.
—Pareceinteresante—dijo,conunbrilloenlosojos—.Memueroporverlo.—¿Queréis que le traiga una silla, señora? Tiene aspecto de haber estado enfermo—intervino su
damadecompañía.—Oh,desdeluego,Cordonia.Siéntate,muchacho.Dime,¿quétehaafligido?
—Comíalgo,unadeesashierbasextranjeras,ymeprodujounafuertereacción.Bueno.Era fiel a la verdad.Cordoniame acercó un taburete pequeño yme senté agradecido.Me
cubrióunaoladeagotamiento.—Ah.Yaveo.—Soslayódeesemodomienfermedad.Inspiró,miróenrededory,derepente,saltó
—:Dime.¿Haspensadoalgunavezencontraermatrimonio?Aquel brusco cambio de conversación era tan propio de Paciencia que tuve que sonreír. Intenté
pensarenlapregunta.PorunmomentoviaMolly,conlasmejillasencendidasporelvientoquejugabaconsucabellosuelto.Molly.Mañana,meprometí.LaBahíadelosSedimentos.
—¡Traspié!¡Nohagaseso!Notemequedesmirandodeesamanera,comosinometuvierasdelante.¿Mehasoído?¿Estásbien?
Salídemiensimismamientoconesfuerzo.—Laverdadesqueno—respondícontodasinceridad—.Hetenidoundíaagotador...—Cordonia,traealmuchachounacopadevinodesaúco.Parecefatigado,enefecto.Alomejornoes
ésteelmejormomentoparahablar—decidióladyPaciencia,preocupada.Porprimeravezmeobservóconatención.Unagenuinainquietudseasomóasusojos—.Esposible—insinuóenvozbaja,alcabo—quenomehayaspuestoalcorrientedelatotalidaddetusdesventuras.
Fijé lamiradaenmisacolchadosborceguíesdemontaña.Laverdadaleteóenmi interior,antesdecaerenpicadoyahogarseenelpeligroquesupondríaquePaciencialaconocieraporcompleto.
—Unviaje largo.Mala comida. Infectas posadas con camas duras ymesas sucias. Eso lo resumetodo.Nocreoquequeráisescucharlosdetalles.
Sucedióalgoextraño.Secruzaronnuestrasmiradasy supequeellaveía a travésdemismentiras.Asintió despacio, dando el embuste por necesario, y volvió el rostro.Me pregunté cuántas veces lehabríacontadomipadrementirasparecidas.Cuántolecostaríaaellaasentirdeesemodo.
Cordoniamepuso la copadevino en lamano con firmeza.La alcéy el dulce aguijóndel primersorbomerevivió.LasostuveconambasmanosyconseguídedicarunasonrisaaPacienciaporencimadelborde.
—Dime —empecé y, a mi pesar, se me quebró la voz igual que a un anciano. Carraspeé paratemplarla—.¿Cómotehaido?SupongoqueteneralareinaaquíenTorredelAlcetehabrácomplicadolavida.
Cuéntametodoloquemeheperdido.—Uy—dijo,comosisehubierapinchadoconunalfiler.AhorafuePaciencialaqueapartólamirada
—.Yasabesque soyunalmasolitaria.La saludnomeacompañaen todas lasocasiones.Trasnochar,tanto baile y tanta charla, hace que luego tenga que pasarme dos días enteros en la cama.No.Me hepresentadoalareinayhecompartidolamesaconellaenunpardeocasiones,peroellaesjovenyelajetreode sunuevavida la absorbepor completo.Yyoya estoyviejay achacosa, ymepaso el ratoocupadaenmisaficionesparticulares...
—Kettricken comparte tu pasión por la jardinería—aventuré—. Seguro que le interesaría...—Untiritónrepentinomesacudióloshuesosymecastañetearonlosdienteshastaobligarmeacerrarlaboca—.Tengounpocodefrío...esoestodo.—Medisculpéyvolvíalevantarlacopadevino.Echéunbuentragoenvezdel sorbitoquepretendía.Me temblaron lasmanosyelvinomeempapó labarbillay lapechera de la camisa. Di un brinco, desolado, y mis manos traidoras soltaron la copa. Cayó en la
alfombraysealejórodando,dejandounrastrodevinooscurocomolasangre.Volvíasentarmedegolpeymeabracéconfuerzaparafrenarlostemblores—.Estoymuycansado—dijeparaintentarevadirme.
Cordonia semeacercóconunpañoyempezóa secarmesuavementehastaque se loarrebaté.Mefrotélabarbillaysequécasitodoelvinodemicamisa,perocuandomeagachépararecogerloquesehabíaderramadoapuntoestuvededardebrucesenelsuelo.
—No,Traspié,olvídatedelvino.Yalolimpiaremosnosotras.Estáscansadoymedioenfermo.Cogeyacuéstate.Venavermecuandohayasdescansado.Haytemasseriosquequierodiscutircontigo,peropodránesperarotranoche.Ahoralargo,chiquillo.Correalacama.
Me puse de pie, agradecido por la tregua, y ensayé mis graciosas reverencias. Cordonia meacompañó hasta la puerta y se quedó allí plantada, observándome ansiosa, hasta que hube llegado alrellano.Mepropusecaminarcomosilasparedesyelsuelonosecolumpiaranantemisojos.Medetuveenlaescaleraparasaludarlaconlamanoyemprendíelascenso.Tresescalonesmásarriba,fueradesuvista,meparéymeapoyéenelmuropararecuperarelaliento.Levantélasmanosparaprotegermelosojosdelabrillanteluzdelasvelas.Losmareosmeasaltabanenoleadas.Cuandoabrílosojos,lovitodoatravésdeunaneblinaarcoiris.Volvíacerrarlosconfuerzayapretélospuñoscontraellos.
Oíquealguienbajabasigilosamenteenmidirección.Lospasoscesarondosescalonesporencimademí.
—¿Seencuentraustedbien,señor?—preguntóalguien,inseguro.—Habrébebidodemasiado—mentí.Lociertoeraqueelvinoquemehabíaechadoporencimame
prestabaelolordeunborracho—.Semepasaráenseguida.—Permitidqueosayudeasubirlasescaleras.Tropezaraquípodríaserpeligroso.Habíaahoraenlavozunreprocheimplícito.Abrílosojosyespiéentremisdedos.Faldasazules.Delamismatelaprácticaqueusabantodaslas
sirvientas.Sindudahabíalidiadoantesconborrachos.Meneélacabezaperohizocasoomisodeminegativa, lomismoquehubierahechoyoensulugar.
Sentíqueunamanofuertemeasíaelbrazoconfirmezamientraselotrobrazomerodeabalacintura.—Vamos,sólohayquesubirunospeldaños—meanimó.Meapoyéenella,sinproponérmelo,ylleguéatrompiconesalsiguienterellano.—Gracias—musité,pensandoqueahoraseiría,perosiguiósujetándome.—¿Estássegurodequeésteestupiso?Verás,lasdependenciasdelossirvientesestánunaplantamás
arriba.Conseguíasentir.—Tercerapuerta.Sinoteimporta.Guardósilenciodurantealgomásqueuninstante.—Ésaeslahabitacióndelbastardo.Lanzó las palabras como un frío reto, pero nome hicieron encogerme como hubieran conseguido
antaño.Nisiquieralevantélacabeza.—Sí.Yapuedesretirarte.Ladespedíconlamismafrialdad.Enlugardeirsesemeacercómás.Meagarróporloscabellosymelevantólacabezahastaencararse
conmigo.—¡Nuevo!—siseófuriosa—.Deberíadejartetiradoaquímismo.
Erguílacabezadegolpe.Nolograbafijarlamiradaensusojos,perolareconocídetodosmodos,reconocí la forma de su rostro y lamanera en que se derramaba el cabello sobre sus hombros, y sufragancia, igual que una tarde de verano. El alivio me bañó como una ola. EraMolly, miMolly, lavendedoradevelas.
—¡Estásviva!—chillé.Micorazónsaltabaenmipechoigualqueunpezqueacabaradepicarelanzuelo.Laabracéylabesé.Lointenté,almenos.Meapartóconlosbrazostiesosyrezongó:—Nilocapiensobesaraunborracho.Mehiceesapromesaypiensocumplirla.Nidejarqueunome
besuquee.Suvozerainflexible.—Nohebebido,esqueestoy...enfermo—protesté.Laemociónhacíaquelacabezamedieravueltas
aúnmásdeprisa.Mebalanceésobremispies—.Peroahoraesonoimporta.Estásaquí,asalvo.Meenderezó.Unactoreflejoquehabíaadquiridocuidandodesupadre.—Oh.Vale.Noestásborracho.—Ensuvozsemezclabanelascoylaincredulidad—.Tampocoeres
elaprendizdelescriba,quéva.Niunmozodecuadra.¿Esquesiempreempiezasengañandoalagente?Porqueparecequeasíescomosiempreterminas.
—Noteengañé—dijeentonoquejumbroso,desconcertadoporlarabiaquehabíaensuvoz.Deseésercapazdeposarmisojosenlossuyos—.Esquenotecontéloque...esdemasiadocomplicado.Molly,mealegra tanto saberqueestásbien. ¡Yaquí, enTorredelAlce!Penséque tendríaque remover...—Seguíasujetándome,manteniéndomeenpie—.Quenoestoyborracho.Deverdad.Sitehementidoahoramismoesporquemedabavergüenzareconocerlodébilqueestoy.
—Así que vas ymientes.—Su voz era como un latigazo—.Debería dartemás vergüenzamentir,Nuevo.¿Oesquealoshijosdelospríncipesselespermiteserunosembusteros?
Mesoltóymeapoyédegolpeenlapared.Intentéponerenordenmisarremolinadasideasaltiempoqueprocurabaquemicuerposiguieraenposiciónvertical.
—Nosoyelhijodeningúnpríncipe—dijeporfin—.Soysubastardo,quenoeslomismo.Ysí,medabavergüenzaadmitireso.Perotampocotedijenuncaquenofueseelbastardo.Cuandoestabacontigosentía que eraNuevo, nadamás. Era bonito, tener un puñado de amigos quememiraban y pensaban,«Nuevo»,envezde«elbastardo».
Mollynocontestó.Selimitóaagarrarme,conmuchamásviolenciaqueantes,por lapecheraymearrastróporelvestíbulohastamicuarto.Mesorprendiólafuerzaquepuedentenerlasmujerescuandoseenfadan.Empujólapuertaconelhombrocomosituvieraalgoensucontraytiródemíhacialacama.Encuantoestuvecerca,mesoltóymedejócaerencimadeella.Meenderecéyconseguísentarme.Logrésofocar los temblores demismanos entrelazándolas enérgicamente y apresándolas entremis rodillas.Mollysequedóallíplantada,fulminándomeconlamirada.Meresultabaimposibleverlaconclaridad.Superfileradifuso,susrasgoseranmanchasborrosas,perolamaneraenquesesosteníameindicabaqueestabafuriosa.
Transcurridounmomento,meatrevíadecir:—Hesoñadocontigo.Cuandoestabafuera.Siguiósinhablar.Meenvalentoné.—Soñé que estabas en laBahía de los Sedimentos.Cuando la atacaron.—Mis palabras brotaban
tensasacausadelesfuerzoquemeveíaobligadoarealizarparaimpedirquemetemblaralavoz—.Soñécon los incendios, con el asalto de los corsarios. Enmi sueño, había dos niños a los que tenías queproteger. Parecía que fuesen tuyos. —Su silencio se oponía a mis palabras como una muralla.Posiblementepensabaqueyoeraelmayorde loscretinos, farfullando incoherenciassobresueños.¿Yporqué,detodaslaspersonasenestemundoquepodríanhabermevistoamedrentadodeaquellamanera,porquéteníaqueserMolly?Elsilenciosehabíaalargado—.Peroestabasaquí,enTorredelAlce,sanay salva.—Mepropuse reafirmarmi trémula voz—.Me alegra que estés a salvo. Pero ¿qué haces enTorredelAlce?
—¿Quequéhagoaquí?—Suvozsonabatantirantecomolamía.Larabialeconferíaunmatizfrío,peromeparecióapreciarundejodetemor,igualmente—.Vineenbuscadeunamigo.—Hizounapausaypareció debatirse consigo misma un instante. Cuando reanudó su discurso, su voz era artificialmenteserena,casiamable—.Verás,mipadremurióymedejócubiertadedeudas,demodoquelosacreedoresmequitaron la tienda.Mefuiacasadeunosparientes,con la intencióndeayudaren la recolecciónyganar el dinero necesario para empezar de nuevo. Aunque no alcanzo a imaginar cómo has podidoenterarte. Conseguí ahorrar un poco y mi primo accedió a prestarme el resto. Había sido una buenacosecha.Me disponía a regresar aTorre delAlce al día siguiente. Pero atacaron los Sedimentos.Yoestabaallí,conmissobrinos...—Porunbreveinstante,lefallólavoz.Revivíelrecuerdoconella.Losbarcos,elfuego,lamujerriendo,blandiendounaespada.Lamiréycasiconseguíverla.Nopodíahablar.Peroella tenía lamiradaperdida,porencimademicabeza.Siguióhablando, tranquila—.Misprimosperdierontodocuantotenían.Sedieronporafortunados,puessushijossobrevivieron.Nopodíavolverapedirlesunpréstamo.Adecirverdad,nisiquierapodríanhabermeremuneradoeltrabajorealizadoensugranjasiselohubierareclamado.DemodoquevolvíaTorredelAlce,conelinviernoalavueltadelaesquina y sin un techo bajo el que guarecerme.Y pensé, siempre he guardado una buena amistad conNuevo.Sihayalguienalquepodríapedirleunpréstamoparaencauzarlascosas,esél.Asíquemevinehasta la torreypreguntéporelaprendizdelescriba.Pero todoelmundoseencogíadehombrosymeremitíaaCerica.YCericaescuchómientrasyotedescribía,yfruncióelceño,ymedijoquebuscaraaPaciencia.—Mollyhizounapausasignificativa.Intentéimaginarmeaquelencuentro,perolodesechéconunestremecimiento—.Mepusoalserviciodeunadamaencalidaddedoncella—dijoMollyenvozbaja—.Dijoqueeralomenosquepodíahacerpormí,yaquetúmehabíasdejadoenvergüenza.
—¿Quetehabíadejadoenvergüenza?—Meenderecédegolpe.Elmundogiróamialrededorylasmanchasdemivisiónsedisolvieronenchispas—.¿Cómo?¿Quéhiceparaavergonzarte?
LavozdeMollyeraserena.—Dijo que era evidente que te habías labradomi afecto, para luego abandonarme. Bajo el falso
supuestodequealgúndíapodríascasarteconmigo,habíaconsentidoquemecortejaras.—Siyono...—Mequedésinvoz,yluego—:Éramosamigos.Nosabíaquesintierasalgomás.—¿No? —Levantó la barbilla; conocía ese gesto. Hacía seis años lo habría acompañado de un
puñetazocontramiestómago.Meencogídetodosmodos.Peroselimitóabajaraúnmáslavozcuandodijo—:Supongoqueeradeesperarquedijerasalgoasí.Esmuysencillodecirlo.
Metocabaamísentirmeofendido.—Erestúlaquemeabandonósindedicarmesiquieraunapalabradedespedida.Yconesemarinero,
Jade.¿Creesquenoestoyenterado?Estabaallí,Molly.Vicómotecogíasdesubrazoytemarchabascon
él.¿Porquénovinisteamíentonces,antesdeirteconél?Adoptóunairedigno.—Eraunamujerconporvenir.Degolpeyporrazo,acabéhechaunamorosa.¿Piensasqueestabaal
corriente de las deudas contraídas pormi padre y que había preferido ignorarlas?Los acreedores novinieron hasta después de su entierro. Lo perdí todo. ¿Querías que me plantara ante ti como unapordiosera, con la esperanza de queme acogieses? Pensaba que te preocupabas pormí. Pensaba quequerías...¡QueEltemaldiga,porquétengoqueconfesartenada!—Suspalabrasmeimpactaroncomounpuñadodepiedras.Sabíaque tenía losojos encendidos, lasmejillas sonrojadas—.Penséquequeríascasarteconmigo,quequeríastenerunfuturoconmigo.Yyoqueríaaportaralgoaesefuturo,noacercarmea ti sin un peniquey sin perspectiva alguna.Nos había imaginadodueños de una tiendita, yo conmisvelas,mishierbasymimiel,y túcon tuoficiodeescribano...Asíqueacudíamiprimoparapedirledinero.Noteníanadaquedarme,peroorganizómivisitaalosSedimentosparaquehablaraconPetro,suhermanomayor.Ya te he contado el final de esa historia. Llegué aquí a bordo de un barco de pesca,Nuevo,destripandopescadoyponiéndoloensalazón.LleguéaTorredelAlcecomounaperraapaleada.Ymetraguémiorgulloysubíaquíaqueldía,ydescubríloestúpidaqueera,cómohabíasfingidoymehabíasengañado.Eresunbastardo,Nuevo.Síqueloeres.
Porunmomentoescuchéunextrañosonido,intentandodistinguirquéera.Entoncescaíenlacuenta.Mollylloraba,enpequeñossollozosentrecortados.Sabíaquesiintentabalevantarmeyacercarmeaella,me caería de bruces. O llegaría hasta ella y me derribaría de un golpe. Con la estupidez propia decualquierborracho,repetí:
—Vale,¿entoncesquéhaydeJade?¿Porquéteresultótansencilloirteconél?¿Porquénovinisteantesamí?
—¡Yatelohedicho!¡Esmiprimo,imbécil!—Surabiaseimpusoasuslágrimas—.Cuandotienesproblemas,recurresa tufamilia.Lepedíayudaymellevóalagranjademifamiliaparaayudarenlarecolección.—Unmomentodesilencio.Luego,conincredulidad—:¿Quétepensabas?¿Queeradeesasquepodríajugarconloshombresadosbandas?—convozgélida—:¿Queibaadejarquemecortejarasmientrasmeveíaconotro?
—No.Yonohedichoeso.—Seguroquesí—lodijocomosiderepentetodaslaspiezasencajaranensusitio—.Eresigualque
mipadre.Siemprepensabaqueloengañaba,detantasmentirascomocontabaél.Lomismoquetú.«No,sinoestoyborracho»,cuandoapestasaalcoholyapenassitetienesenpie.Ytuestúpidahistoria:«SoñéqueestabasenlaBahíadelosSedimentos».Todalaciudadsabíaquemehabía idoa losSedimentos.Seguroquehasescuchadolahistoriaenteraestamismanoche,sentadoenalgunataberna.
—Queno,Molly.Tienesquecreerme.Meaferréalaropadelacamaparamantenermerecto.Mehabíavueltolaespalda.—No.¡Notecreo!Yanotengoporquécreeranadie.—Hizounapausa,comosimeditaraalgo—.
Sabes, hace tiempo, hacemucho tiempo, cuando era una cría. Antes de conocerte, incluso.—Su vozempezaba a adquirir una extraña serenidad. Más vacía, pero más calmada—. Fue en el Festival dePrimavera. Recuerdo que pedí unos peniques a mi padre para gastarlos en los puestos, me dio unabofetadaymedijoquenopensabamalgastareldineroensemejantestonterías.Luegomeencerróenlatiendaysefueabeber.Peroyaentoncessabíacómoescaparmedelatienda.Fuialospuestosdetodos
modos,sóloparaverlos.Enunohabíaunviejoquepredecíaelfuturoconcristales.Yasabescómolohacen.Arriman el cristal a la llama de una vela y te dicen tu futuro según qué colores te iluminen elrostro.
Hizounapausa.—Losé—admitíenmediodesusilencio.Sabíaaqué tipodemagiavulgarserefería.Habíavistoelbailede las lucesdecoloressobre los
ojoscerradosdeunamujer.EnesosmomentossólodeseabapoderveraMollyconclaridad.Pensabaquesilograbamirarlaalosojos,podríaconseguirquevieralaverdadenmiinterior.Deseéatrevermeaponermedepie,acercarmeaellaeintentarabrazarladenuevo.Peromedabaporebrioysabíaquemecaería.Nopensabaavergonzarmedenuevodelantedeella.
—Unmontóndeniñasymujeresibanaquelesleyeranelfuturo.Peroyonoteníaniunpenique,asíquesólopodíamirar.Sinembargo,alpoco,elviejosefijóenmí.
Creo que debió de tomarme por una cría tímida.Me preguntó si no quería conocer mi suerte. Y yoempecéallorar,porquesíquería,peronoteníadinero.EntoncesserióBrinna,lapescadera,ydijoquenomehacíafaltapagarparasaberquémedeparabaeldestino.Todoelmundosabíael futuroquemeesperaba.Era lahijadeunborracho,sería laesposadeunborrachoy lamadredeunosborrachos—susurró—:Todosserieron.Hastaelviejo.
—Molly—dije.Creoquenisiquierameoyó.—Sigo sin un penique —dijo despacio—. Pero al menos sé que no pienso casarme con ningún
borracho.Creoquenisiquieraquieroseramigadeuno.—Tienesqueescucharme.¡Estássiendoinjusta!—Milenguatraidoraseenredóconlaspalabras—.
No...Lapuertasecerródegolpe.—...sabíaquepensabasenmídeesaforma—dijecomounidiotaalahabitación,gélidayvacía.Los temblores me asaltaron con violencia. Pero no estaba dispuesto a perderla de nuevo tan
fácilmente.Meincorporéyconseguídardospasosantesdequeelsuelodesaparecierabajomispiesymecayeraderodillas.Mequedéasíunmomento,conlacabezacolgandocomoladeunperro.Penséqueno la impresionaríapersiguiéndolaa rastras.Lomásprobableeraquemedieraunapatada.Siesquelograbaencontrarla.Optéporvolveralacamaymeaupédenuevoaella.Nomedesvestí,sinoquemelimité a cubrirme con lamanta.Mi vista se atenuaba, se oscurecía en los bordes, pero nome dormíenseguida. En vez de eso,me quedé allí tumbado, pensando en lo estúpido que había sido el veranoanterior. Había cortejado a una mujer, creyendo que paseaba con una chica. Aquellos tres años dediferenciadeedadsiemprehabíansignificadomuchoparamí,perodelamaneramásequivocada.Creíaqueellameveíacomoaunniñoydesesperédeconquistarla.Demodoquemehabíacomportadocomounniñoenlugardeintentarquemevieracomoaunhombre.Yelniñolehabíahechodaño,ysí,lahabíaengañado,ycon todaprobabilidad lahabíaperdidoparasiempre.Laoscuridadsecerniósobremí, lanegruraeraabsolutasalvoporunremolinodechispas.
Sehabíaenamoradodeaquelniñoyhabíaprevistounavidajuntosparalosdos.Melancésobrelaschispasymehundíenelsueño.
Dilemas
EnlorelativoalaMañaylaHabilidad,sospechoquetodaslaspersonastienenalmenosciertaaptitud.Hevistoamujeresqueseolvidabandegolpedesusquehaceresparadirigirsealahabitaciónadyacente,dondeempezabaadespertarseunbebé.¿Nopuede seréstauna formade laHabilidad?También he sido testigo de la muda cooperación que surge en el seno de una tripulación que hapasadomuchotiempoabordodelamismanave.Trabajan,sinpronunciarpalabra,tanestrechamentecomocualquiercamarilla,hastatalpuntoqueelbarcosetornacasienunabestiaprovistadevidaylatripulaciónensuenergíavital.Hayquiensienteafinidadporciertosanimalesylaexpresaenunblasónoenlosnombresqueotorgaasushijos.LaMañateabreaesaafinidad.LaMañaconcedelaconcienciadetodoslosanimales,aunqueelsaberpopularinsisteenquelamayoríadelosusuariosdelaMañaterminandesarrollandounvínculoconunanimalenparticular.AlgunashistoriashablandeusuariosdelaMañaque,alalarga,adoptaronlascostumbresyfinalmentelaformadelasbestiasa las que estaban ligados. Creo que podemos desdeñar estas historias como cuentos de miedodestinadosadisuadiralosniñosdepracticarlamagiadelasbestias.
Medespertépor la tarde.Hacíafríoen lahabitación.Nohabíaningúnfuegoencendido.Lasropasempapadasdesudorsemepegabanalcuerpo.Bajéalacocinaarrastrandolospies,comíalgo,salíalacasetadebaño,empecéatiritaryvolvíasubiramicuarto.Memetídenuevoenlacama,temblandodefrío.Mástardeentróalguienyhablóconmigo.Norecuerdolaconversación,sóloquemesobrecogió.Eraalgodesagradable,peropodíaignorarloyesofueloquehice.
Despertécuandoanochecía.Habíaunfuegoencendidoenmichimeneayunpulcromontóndeleñaenelcapacho.Alguienhabíaarrimadounamesitaamicama,yhabíapan,carneyquesoenunabandejaquedescansaba sobreunmantel conbrocadosybordesdeencaje.Ungran tazónconel fondocubiertodehierbasdeinfusiónaguardabaelaguadelaenormeteteraquehervíaencimadelfuego.
Alotroladodelhogarhabíandispuestounapalanganayjabón.Mehabíandejadouncamisónlimpiocruzadoalpiedemicama;noeraunademisantiguasprendas.Parecíainclusodemitalla.
Lagratitudse impusoamidesconcierto.Me lasapañépara librarmede lassábanasydisfrutardetodoaquello.Despuésme sentímuchomejor.Elvértigo fue sustituidoporuna sensaciónde liviandadantinatural,queprontosucumbióalpanyalqueso.Eltéposeíaunligeromatizdecortezafeérica;pensé
deinmediatoenChadeymepreguntésihabríasidoélquienintentaradespertarme.Perono,Chadesólomellamabaporlanoche.
Meestabapasandoporlacabezaelcamisónlimpiocuandoseabriódiscretamentelapuerta.Elbufónsecolóenmicuarto.Vestíasujubóndeinvierno,negroyblanco,loqueconferíaunapalidezaúnmayorasu piel incolora. Sus ropas estaban confeccionadas con algún tejido sedoso, de corte tan holgado queparecía un palo envuelto en ellas.Estabamás alto, e inclusomás delgado, si es que eso era posible.Comodecostumbre,susojosblancosresultabanchocantes,aunenaquelrostroexangüe.Mesonrióymesacósulenguarosadaenactitudburlesca.
—Tú—deduje,yseñaléamialrededor—.Gracias.—No—negó. Sus pálidos cabellos ondearon bajo su gorro como un halo cuando zangoloteó la
cabeza—.Aunque en algo he contribuido.Gracias por darte ese baño.Asíme resultamenos onerosopresentarmeanteti.Mecomplacequeestésdespierto.Sueltasunosronquidosabominables.
Paséporaltosucomentario.—Hascrecido—observé.—Sí. Igual que tú. Y has estado enfermo. Y has dormido pero que mucho rato. Y ahora te has
despertado,tehasbañadoyhascomido.Siguesteniendounaspectohorrible.Peroyanoapestas.Yacasianochece.¿Algúnotrohechoevidentequeteapetezcareseñar?
—Hesoñadocontigo.Cuandoestabafuera.Mededicóunamiradadubitativa.—¿Sí?Quéenternecedor.Nopuedodecirqueyohayasoñadocontigo.—Teheechadodemenos—dije,ymesolacéenlafugazexpresióndesorpresaquesurcólosrasgos
delbufón.—Menudagracia.¿Seráporesoquetehasdedicadoahacertantaspayasadas?—Alomejor.Siéntate.Dimequéhaocurridoenmiausencia.—Nopuedo.MeesperaelreyArtimañas.Mejordicho,nomeespera,yporesoprecisamentedeboir
averloenseguida.Cuandoteencuentresmejor,deberíasiraverlotambiéntú.Sobretodosinoteespera.—Diomediavueltabruscamente,dispuestoamarcharse.Desaparecióporlapuertayvolvióaasomarsedegolpe.Levantóloscascabelesdeplataquecolgabandeunamangaridículamentelargaylosagitóenmidirección—.Adiós,Traspié.Procuracomponértelasunpocomejorynodejesquenadietemate.
Lapuertasecerrósinhacerruidoasuespalda.Mequedésolo.Meservíotratazadetéyprobéunsorbo.Volvióaabrirselapuerta.Miré,esperando
veralbufón.Cordoniaasomólacabezayanunció:—Ah,sehadespertado—yluego,entonomássevero,inquirió—:¿Porquénodijistelocansadoque
estabas?Casimemuerodelsustoalvertedurmiendotodoundíaseguido.Noesperóaquelainvitaraeirrumpióenlaestancia,consábanasymantaslimpiasenlosbrazosy
ladyPacienciaenlostalones.—¡Oh,perosiestádespierto!—exclamóaCordonia,comosilohubieradudado.Hicieron caso omiso del bochorno que me inspiraba recibirlas en camisón. Lady Paciencia se
acomodóenmicamamientrasCordoniadeambulabapor lahabitación, instaurandoelorden.Nohabíagrancosaquehacerenmidesamuebladacámara,peroapilómisplatossucios,atizómifuego,refunfuñóalrepararenelaguasuciadelapalanganaylasropastiradasporelsuelo.Permanecíarrinconadojuntoa
lachimeneamientrasdeshacíalacama,lavolvíaahacer,seechabalassábanassuciassobreelbrazotrasolisquearlasconlanarizarrugada,mirabaenrededorytrasponíalapuertaconsucargamento.
—Pensabarecogerlotodo—musité,avergonzado,peroladyPacienciapareciónodarsecuenta.Señaló la cama con gesto imperioso. Me metí en ella con reluctancia. Creo que no he vuelto a
sentirmeentamañadesventaja.Desventajaqueellaenfatizóarropándomeyprensandolassábanasamialrededor.
—A propósito de Molly—sentenció de improviso—. Tu conducta esa noche fue deplorable. Teaprovechaste de tu debilidad para conducirla hasta tu cuarto. Y la instigaste sin piedad con tusacusaciones. Traspié, no estoy dispuesta a tolerarlo. Si no estuvieras tan enfermo, me enfadaríamuchísimocontigo.Asílascosas,mesientoprofundamentedecepcionada.Nosemeocurrequédecirdelamaneraenqueengañasteaesapobremuchachaylahicistebailaratuson.Demaneraquesólodiréquenovolveráaocurrir.Vasacomportartehonorablementeconella,entodoslosaspectos.
ElsimplemalentendidoentreMollyyyosehabíaconvertidoderepenteenalgomásserio.—Estoesunequívoco—dije,intentandoaparentarcalmaycompetencia—.Mollyyyotenemosque
arreglarlo.Hablando,a solas.Tegarantizo,para tu tranquilidad,quenose trataenabsolutode loqueestáspensando.
—Recuerdaquiéneres.Elhijodeunpríncipeno...—Traspié—le recordécon firmeza—.SoyTraspiéHidalgo.ElbastardodeHidalgo.—Paciencia
pareciósobrecogerse.VolvíasentircuántohabíacambiadodesdemimarchadeTorredelAlce.Yanoeraningúncríoqueellapudierasupervisarycorregir.Teníaquevermecomoloqueera.Empero,intentésuavizarmitonoalmatizar—:NoelhijolegítimodelpríncipeHidalgo,milady.Tansóloelbastardodevuestromarido.
Sequedósentadaalpiedemicama,observándome.Susojosdeavellanaseclavaronenlosmíosyme sostuvieron la mirada. Vi más allá de su vértigo y perplejidad y me asomé a un alma capaz dealbergarmásdolorypesardeloquenuncahubierapodidoimaginarme.
—¿Cómoesperasquepuedaolvidarlojamás?—preguntóconunhilodevoz.Semeagolparonlaspalabrasenlagargantamientrasbuscabaunarespuesta.Merescatóelregresode
Cordonia.Habíareclutadoadoslacayosyunpardechiquillosquesellevaronelaguasuciaylosplatosmientraselladisponíaunabandejadepastasyotrasdos tazas.Midiónuevashierbasde infusiónparaprepararotratetera.Pacienciayyopermanecimoscalladoshastaquelossirvienteshubieronsalidodelcuarto.Cordoniahizoelté,sirviótazasparatodosysesentóconsusempiternalabordebordado.
—Si esto es algomás que un simple equívoco es precisamente debido a quien eres.—Pacienciaretomólaconversacióncomosiyonuncamehubieraatrevidoainterrumpirla—.SinofuesesmásqueelaprendizdeCerica,ounmozodecuadra,seríaslibredecortejarydesposaraquienteplaciera.Peronolo eres, Traspié Hidalgo Vatídico. Tienes sangre real. Aun un bastardo—tropezó ligeramente con lapalabra—deeselinajehaderespetarciertasreglas.Yatenerseadeterminadasdiscreciones.Piensaentupuestoenlacasareal.Debesgozardelconsentimientodelreyparacasarte.Esonosetehabrápasadoporalto.PordeferenciahaciaelreyArtimañasdebisteinformarlodetusintencionesdecortejoparaqueél pudiera sopesar las particularidades del caso y decirte si lo aprobaba o no. Lo sopesaría. ¿Es unmomentopropicioparatumatrimonio?¿Beneficiaaltrono?¿Eselenlaceaceptableo,porelcontrario,essusceptibledeprovocarunescándalo?¿Interferirátucortejocontusresponsabilidades?¿Esaceptable
ellinajedeladama?¿Deseaelreyquetengasdescendencia?A cada pregunta que planteaba, sentía aumentar mi consternación. Me quedé tumbado sobre mis
almohadas,mirandofijamente lascolgadurasdemicama.NuncahabíapretendidorealmentecortejaraMolly.Delaamistaddenuestrainfanciahabíamospasadoaunacamaraderíamásestrecha.Sabíaenquédireccióndeseabaavanzarmicorazón,peromimentenuncasehabíaparadoameditarlo.Pacienciasupoleerenmirostro.
—Tampocoteolvides,TraspiéHidalgo,dequeyahaspronunciadounjuramento.Tuvidaperteneceaturey.¿QuéofreceríasaMollysitecasarasconella?¿Losdespojosdelrey?¿Lasmigajasdetiempoquenoteexija?Alhombrecuyodeberestádedicadoasureylequedapocotiempoparalasotraspersonasdesuvida.—Laslágrimasafloraronderepenteasusojos—.Algunasmujeresestándispuestasaaceptarlo que sinceramente pueda ofrecer un hombre así y conformarse con ello. Para otras no es suficiente.Nuncapodríasersuficiente.Debes...—Vaciló,yfuecomosileexprimieranlaspalabrasdelcuerpo—.Debespensareneso.Nosepuedenponerdossillasalmismocaballo.Pormuchoquequisiera...—Seleperdió la voz en las últimas palabras. Cerró los ojos como si le doliera algo. Luego cogió aliento yprosiguiórápidamente,comosinohubierahechoningunapausa—.Otraconsideración,TraspiéHidalgo.Molly es, o era, una mujer con porvenir. Tiene un oficio y lo conoce bien. Supongo que conseguirárestablecerse,pasadoalgúntiempoderentas.Pero¿ytú?¿Quévasaofrecerle?Tienesbuenaletra,perodistasdeposeereltalentodeunbuenescribano.Eresunbuenmozodecuadra,sí,peronoesasícomoteganaselpan.Ereselbastardodeunpríncipe.Vivesenelcastillo,setedadecomer,seteviste.Peronotienesingresosfijos.Estacámaraescómoda,paraunasolapersona.¿PensabastraeraquíaMollyparaquevivieracontigo?¿OenseriocreíasqueelreytedaríapermisoparairtedeTorredelAlce?Yaunquelohiciera,¿entoncesqué?¿Viviráscontuesposaycomeráselpanquepongaellaenlamesamercedalsudordesufrentemientrastútequedasdebrazoscruzados?¿Oestaríasdispuestoaaprendersuoficio,paraasípoderayudarla?
Alfinhizounapausa.Noesperabaquerespondieraaningunadesuspreguntas.Nisiquieralointenté.Tomóaireyvolvióalacarga.
—Tehascomportadocomounmocosoinconsciente.Séquenoteníasmalaintención,yveremosqueningúnmalsalgadeesto.Paranadie.PeromenosquenadieparaMolly.Tehascriadoentreloschismesylasintrigasdelacortereal.Ellano.¿Vasapermitirquesedigadeellaqueestuconcubina,opeoraún,labagasadelcastillo?YahaceañosqueTorredelAlceesunacortedehombres.LareinaDeseofue...lareina,peronuncatuvolosmismospoderesquelareinaConstancia.AhoravuelveahaberunareinaenTorredelAlce.Lascosasyahancambiado,comoprontodescubrirás.SideverdadesperasqueMollyseconviertaentuesposa,deberáentrarenlacortepasoapaso.Delocontrarioseencontrarásiendounapariarodeadadepersonasqueasienteneducadamente.Estoysiendofrancacontigo,TraspiéHidalgo.Noporquedisfrutesiendocruel.PeroprefieromilvecessercruelahoracontigoaqueMollysufraunavidadeindiferentecrueldad.
Hablabacontodamesura,sinapartarlavistademicara.Esperóhastaquepregunté,desesperado:—¿Quédebohacer?Porunmomentosemirólasmanos.Luegovolvióaclavarsusojosenlosmíos.—Nada, de momento. Y quiero decir nada. He hecho de Molly una de mis sirvientas. Estoy
enseñándole,lomejorquepuedo,lascostumbresdelacorte.Demuestraserunaalumnaaplicada,améndeunamaestrasumamenteagradableparamíenlotocantealashierbasylaconfeccióndeperfumes.HepedidoaCericaqueleenseñealeeryescribir,loqueellaestámásquedispuestaaaprender.Peroporahora,esoescuantodebeocurrir.Lasmujeresdelacortedeberánaceptarlacomounademisdamas...nocomolaesposadeunbastardo.Pasadoalgúntiempopodrásempezaraverteconella.Perodemomentoseríaimprocedentequelavierasasolas,oquebusquessucompañíasiquiera.
—Peronecesitohablara solasconella.Sólounavez,unmomento, luegoprometoqueacataré tusnormas. Cree que la engañé a propósito, Paciencia. Piensa que anoche estaba borracho. Tengo queexplicarle...
Mas Paciencia había empezado amenear la cabeza incluso antes de que la primera frase hubierasalidodemislabios,ysiguiósacudiéndolahastaquemeinterrumpídegolpe.
—Yahemostenidonuestraraciónderumoresgraciasaquevinoaquípreguntandoporti.Esodecíanlashabladurías.Lasheacallado,asegurandoatodoelmundoqueMollyrecurrióamíporqueatravesabaunamalarachaysumadrehabíasidolaempleadadeladyBrezoentiemposdelareinaConstancia.Locualnodejadeserverdad,deahíquetengaderechoasolicitarmiayuda,máximecuandoladyBrezomeacogiócomounaamigalaprimeravezquelleguéaTorredelAlce.
—¿ConocistealamadredeMolly?—preguntéconcuriosidad.—Enrealidadno.Sehabía ido,paracasarseconunfabricantedevelas,antesdequeyovinieraa
TorredelAlce.PeroconocíaladyBrezo,quetanbienseportóconmigo.Dioporzanjadalacuestión.—Pero¿nopodríairatusaposentosyhablarallíconella,enprivado,y...?—¡No pienso sufrir escándalo alguno! —declaró con firmeza—. No pienso tentar al escándalo.
Traspié,tienesenemigosenlacorte.NovoyadejarqueMollyseconviertaensuvíctimacuandoquieranhacertedaño.Ea.¿Meheexplicadoporfinconclaridad?
Sehabíaexplicadoconclaridad,yhabíahabladodecosasdelasquenolacreíaalcorriente.¿Cuántosabía sobremis enemigos? ¿Pensaría que era unmero conflicto social? En la corte eso era bastante.Pensé en Regio, en sus taimadas conspiraciones, en cómo podría cuchichear con sus partidarios encualquier banquete y todos se sonreirían y añadirían velados comentarios a las críticas del príncipe.Penséencómotendríaquematarlo.
—Veo,ajuzgarporlamaneraenqueaprietaslosdientes,quelocomprendes.—Pacienciaselevantóydejósutazasobrelamesa—.Cordonia,meparecequeahoradeberíamosdejarsoloaTraspiéHidalgoparaquedescanse.
—Por favor, dile almenosqueno se enfade conmigo—le supliqué—.Dileque anocheno estababorracho.Dilequenuncapretendíengañarlaniocasionarledañoalguno.
—¡No voy a decirle nada de eso! ¡Ni tampoco tú, Cordonia! No te creas que no he visto cómoguiñabas el ojo. Para los dos, insisto en que guardéis el debido decoro. Recuerda una cosa, TraspiéHidalgo. No conoces aMolly. La señorita Candelaria. Ella no te conoce a ti. Así ha de ser. Vamos,Cordonia.TraspiéHidalgo,esperoqueduermasbienestanoche.
Meabandonaron.AunqueintentécapturarlosojosdeCordoniaygranjearmesucomplicidad,ellasenegó a mirar en mi dirección. La puerta se cerró a sus espaldas y me recosté sobre las almohadas.ProcuréimpedirquemimentezarandearalosbarrotesdelasrestriccionesquehabíaerigidoPacienciaen
mi camino. Por molesto que fuera, tenía razón. Sólo podía rezar para que Molly tomara micomportamientoporirreflexiónantesqueporengañoofabulación.
Salíde lacamaymedispuseaatizarel fuego.Luegomesentécercade lachimeneayobservé lacámaraamialrededor.TraslosmesesquehabíapasadoenelReinodelasMontañas,semeantojabaunlugarsumamentedesolado.LomásparecidoaunelementodecorativoquehabíaenmihabitaciónerauntapizcubiertodepolvoqueretratabaalreySapienciaofreciendosuamistadalosVetulus.Veníaconelcuarto,aligualqueelarcóndecedroquehabíaalpiedemicama.Contempléeltapizconojocrítico.Era viejo y estaba apolillado; entendía por qué lo habían relegado allí. De pequeño me producíapesadillas.Tejidoalaantiguausanza,elreySapienciasemostrabaextrañamentealargado,mientrasquelosVetulusnoguardabanparecidoconningunacriaturaquehubiesevistojamás.Seapreciabaelfantasmadeunasalassobresusabultadoshombros.Oquizápretendieraserunhalodeluzquelosenvolvía.Mereclinécontralachimeneaparaestudiarlos.
Mequedédormido.Despertécuandosentíunsoplodeaireenelhombro.LapuertasecretaquehabíajuntoalhogaryquecomunicabaconlosdominiosdeChadeestabaabiertadeparenpar.Meincorporéenvarado,medesperecéysubílosescalonesdepiedra.Habíaseguidoaquelmismocamino,hacíatantotiempo, vestido entonces igual que ahora únicamente con un camisón. Había seguido a un ancianoatemorizadorconelrostropicadoyunosojostanagudosybrillantescomolosdeuncuervo.Meofrecióenseñarmeamatargente.Meofreció,sinpalabras,suamistad.Aceptéambosofrecimientos.
Los peldaños de piedra estaban helados. Aún había aquí telarañas, polvo y hollín sobre loscandelabrosdelasparedes.Demodoquelalimpiezadelacasanohabíallegadohastaesaescalera.NialosaposentosdeChade.Seguíansiendotancaóticos,infamesycómodoscomosiempre.Enunextremode su cámara estaba su chimenea encendida, el suelo de piedra desnuda y un inmenso escritorio. Loatestaban los utensilios acostumbrados: morteros con sus manos, platos pringosos con tiras de carnedestinadasaSisalacomadreja,tarrosdehierbassecas,arcillasypergaminos,cucharasypinzas,yunateterarenegridaqueemitíaaúnpenachosdehumomaloliente.
PeroChadenoestabaallí.No,seencontrabaalotro ladode lacámara,dondeunasilladeescasoacolchadomirabahaciaunachimeneadondebailabaelfuego.Lasalfombrassesuperponíanunasaotrasenesesuelo,ysobreunamesaelegantementelabradahabíaunafuentedecristal llenademanzanasdeotoño y una escancia de vino estival. Chade estaba encogido en la silla, leyendo un pergaminodesenrollado a medias que sostenía a la luz. ¿Lo sostenía más lejos de su nariz que en el pasado?¿Estabanmás disecados susmagros brazos?Me pregunté si habría envejecido durantemismeses deausencia,osisimplementenomehabíafijadohastaahora.Sutúnicadelanagrislucíaigualderaídaquesiempre, y su largo cabello cano sobrepasaba sus hombros y parecía del mismo color. Como decostumbre,guardésilenciohastaquesedignólevantarlacabezayreconocermipresencia.Algunascosascambiaban,perootrasno.
Porfindejóelpergaminoymiróenmidirección.Teníalosojosverdes,ysubrillosiempreresultabasorprendenteensurostrodeVatídico.Adespechodelascicatricescomodeviruelaquelemoteabanlacaraylosbrazos,suslinajesbastardosresultabancasitanevidentescomolosmíos.Supongoquepodríapensarenélcomoenun tíoabuelo,peronuestra relacióndemaestroyaprendizeramásestrechaqueningúnlazodesangre.Meobservódearribaabajoyyo,cohibido,enderecélaespaldabajosuescrutinio.Suvozsonóseriacuandoordenó:
—Chico,acércatealaluz.Avancé una decena de pasos ymedetuve con aprensión.Me estudió con lamisma intensidadque
habíadedicadoalpergamino.—Desertraidoresambiciosos,túyyo,nosaseguraríamosdequelagentepercibieratuparecidocon
Hidalgo.Tepodríaenseñaraerguirtecomohacíaél;yaandascomoélandaba.Podríaenseñarteaañadirarrugasatucaraparaqueparecierasmayor.Yacasierestanaltocomoél.Podríasmemorizarsusfrasesfavoritas, y la forma en que se reía. Ganaríamos poder poco a poco, con discreción, sin que nadiesospecharajamásloquenosestaríanconcediendo.Yunbuendía,podríamosalzarnosyhacernosconelpoder.
Hizounapausa.Neguéconlacabeza,despacio.Luegolosdossonreímosymesentéenlaspiedrasdelachimenea,a
suspies.Eraagradablesentirelcalordelfuegoenmiespalda.—Esmioficio,supongo.—Suspiróydiounsorbodevino—.Tengoquepensarenestascosas,pues
sé que hay quienes pensarán en ellas. Algún día, tarde o temprano, cualquier noble de tres al cuartopensaráqueesunaideaoriginalyseacercaráaticonella.Esperayverássitengorazón.
—Rezoparaque te equivoques.Estoyhartode intrigas,Chade, yno soy tandiestro en este juegocomoesperaba.
—Nosetehadadomal,paralamanoquellevabas.Hassobrevivido.Contemplóelfuegoamiespalda.Entrenosotrosflotabaunapregunta,casipalpable.¿Porquéhabía
reveladoelreyArtimañasalpríncipeRegioqueyoerasuasesinoentrenado?¿Porquémehabíapuestoenlatesituradetenerqueinformaryobedeceraunhombrequedeseabamimuerte?¿MehabríavendidoaRegioparadistraerlodeotrasafrentas?Ysiyohabía sidounpeóna sacrificar, ¿seguiría siendouncebo y una distracción para el menor de los príncipes? Creo que ni siquiera Chade podría habercontestadoatodasmispreguntas,yformularcualquieradeellashubierasupuestolamásimperdonabletraiciónhacia loque amboshabíamos jurado ser:HombresdelRey.Losdos, hacía tiempo, habíamosentregado nuestras vidas al servicio de Artimañas, a la protección de la familia real. No noscorrespondía a nosotros cuestionar la forma en que deseara utilizarnos. Ese camino conducía a latraición.
Chade cogió el vino estival y llenó un vaso que me esperaba. Dedicamos un breve momento aconversarsobrecosasqueanadieincumbíansalvoanosotros,tantomáspreciadasporesomismo.YomeintereséporSisalacomadrejayélmeofreciósupésameporlamuertedeMorrón.MehizounpardepreguntasquemeindujeronapensarqueestabaalcorrientedetodocuantohabíacontadoyoaVeraz,asícomo de numerosos cotilleos de los establos. Me informó de las habladurías que circulaban por elcastillo,ydeloacontecidoentrelaservidumbreenmiausencia.PerocuandolepreguntéquépensabadeKettricken,nuestraReinaalaEspera,susemblantesetornóserio.
—Seenfrentaauncaminodifícil.Vieneaunacortesinreina,dondeellaesyalmismotiemponoeslareina.Vieneenmomentosdepenurias,aunreinoqueseenfrentaa loscorsariosya la insurreccióncivil.Peroparaella lomáscomplicadoesquevieneaunacortequenocomprendesuconceptode larealeza.Lahan acosado conbanquetesy reuniones en suhonor.Está acostumbrada apasear entre sussúbditos,aocuparseellamismadesusjardines,sustelaresysuforja,adirimirdisputasyasacrificarsepara evitar privaciones a su pueblo. Aquí descubre que su sociedad es solamente la nobleza, los
privilegiados,losricos.Noentiendeelconsumodevinoymanjaresexóticos,eldesplieguedetelasdelujo, laexhibiciónde joyasquesonelpropósitodeestoseventos.Yporesono«luce».Esunamujeratractiva,asumanera.Peroesdemasiadogrande,demasiadomusculosa,demasiadollamativaentrelasmujeresdeTorredelAlce.Escomouncorcelrodeadodecazadores.Tienebuencorazón,peronosésiestaráalaalturadelatarea,chico.Adecirverdad,sientolástimaporella.Llegósola,sabes.Lospocosquelaacompañabanhacetiempoqueregresaronasusmontañas.Asíquesesientemuysolaaquí,apesardetodoslosqueaspiranamerecersesuconfianza.
—¿Y Veraz? —pregunté, preocupado—. ¿No hace nada por aliviar esa soledad, por enseñarlenuestrascostumbres?
—Veraz tienepocotiempoparaella—respondióbruscamenteChade—.Intentóexplicárseloal reyArtimañas antes de que se organizara el enlace, pero no lo escuchamos. El rey Artimañas y yo nosdejamosseducirporlasventajaspolíticasqueprometíaesaboda.Olvidéquehabríaunamujeraquí,enestacorte,undíasíyotrotambién.Veraztienelasmanosocupadas.Sifuesennadamásqueunhombreyunamujer,ysidispusierandetiempo,creoquepodríanllegaraocuparsegenuinamenteelunodelotro.Peroaquíyahoradebendedicartodassusenergíasaaparentar.Prontolesexigiránunheredero.Lesfaltatiempoparallegaraconocerse,másaúnparacuidarelunodelotro.—Debióderepararenmiexpresióndolorida,puesañadió—:Asíhasidosiempreparalarealeza,muchacho.HidalgoyPacienciafueronunaexcepción.Compraronsufelicidadacostadelasventajaspolíticas.EraalgoinusitadoqueelReyalaEsperasecasaraporamor.Creoquehasescuchadomilveceslaestupidezquecometieron.
—Ysiempremehepreguntadosiaélleimportaba.—Pagóporello—dijoChade,despacio—.Nocreoquelamentarasudecisión,peroeraelReyala
Espera.Túnogozasdeesalibertad.Ahíestaba.Sospechabaqueélsabíaalgo.Envanohabíaesperadoquenodijeranada.Sentíqueun
paulatinoruborseapoderabademicara.—Molly.Asintiólentamente.—Eradistinto cuando todopasaba abajo, en la ciudad, y tú erasmásomenosunniño.Esopodía
pasarseporalto.Peroahoraseteconsideraunhombre.Cuandollegóaquípreguntandoporti,laslenguassedesataronylagenteempezóaespecular.Pacienciahizogaladeunaagilidadencomiablealahoradeacallarlosrumoresyempuñarlasriendasdelasituación.Sidemíhubieradependido,esamujernosehabríaquedadoaquí.PeroPacienciaselascompusodivinamente.
—Esamujer...—repetí,zaherido.Sihubieradicho«esaputa»nomehubieradolidomás—.Chade,teequivocas con ella.Y conmigo. Empezó siendo una amistad, hacemucho tiempo, y si alguien tuvo laculpade...cómosalieronlascosas,ésefuiyo,noMolly.Siemprehabíapensadoquelosamigosquehiceenlaciudad,queeltiempoquepasabaallísiendoel«Nuevo»erancosamía.
—¿Pensabasquepodrías llevarunadoblevida?—LavozdeChadeerasuave,peronoamable—.Pertenecemosalrey,chico.Hombresdelrey.Nuestrasvidaslepertenecen.Entodomomento,todoslosdías,yadurmamosoestemosdespiertos.Notienestiempoparainteresespropios.Sóloparalossuyos.
Cambié ligeramente de postura paramirarme en las llamas.Alumbrado por ellas pensé en lo quesabía de Chade. Lo veía allí, de noche, en aquellos aposentos aislados. Nunca lo había visto fuera,merodeandoporTorredelAlce.Nadiemehabíamentadosunombre.Enocasiones,disfrazadodelady
Tomillo,seaventurabaasalir.Unavezhabíamoscabalgadojuntosenlanoche,rumboaaquellaprimeraForjaespantosaenlaaldeadelmismonombre.Peroinclusoaquellohabíasidoalserviciodelrey.¿QuévidateníaChade?Unacámara,buenacomidayvino,yunacomadrejaportodacompañía.Eraelhermanomayor de Artimañas, y su bastardía podría auparlo al trono. ¿Era su vida un presagio de lo quemedeparabalamía?
—No.Nohabíaexpresadomispensamientosenvozalta,peroChademeleyóelpensamientocuandolomiré
alacara.—Elegíestavida,muchacho.Despuésdequeunapociónmalmezcladaexplotaraymelegaraestas
cicatrices.Antañofuiguapo.Yvanidoso.CasitantocomoRegio.Cuandosemeestropeóelrostro,quisemorir.Pasémeses sin salirdemisaposentos.Cuando lohacíaeradisfrazado,node ladyTomillo,noentonces.Midisfrazmeocultabalacaraylasmanos.AbandonéTorredelAlce.Durantelargotiempo.Ycuandoregresé,el jovenatractivoquefuihabíafallecido.Descubríqueresultabamásútila la familiaahoraqueestabamuerto.Lahistorianoestansencilla,chico.Perohasdesaberqueescogícómovivir.NofuealgoquemeobligaraahacerArtimañas.Lohiceyosolo.Tufuturopodríaserdistinto.Peronopiensesqueesodependedeti.
Mepudolacuriosidad.—¿PoresosabíandetiHidalgoyVeraz,peronoRegio?Chadeesbozóunaextrañasonrisa.—Fuiunaespeciedebondadosotíopolíticoparalosdosmayores,aunquetecuestecreerlo.Velaba
porellos,enciertomodo.Perotraslascicatrices,mealejéinclusodeellos.Regionollegóaconocerme.A su madre la horrorizaba la viruela. Supongo que creía en todas las leyendas relativas al HombrePicado,heraldodedesastreseinfortunios.Porconsiguiente,profesabauntemorcasisupersticiosohaciacualquieraquefueseimperfecto.LoverásenlaactituddeRegiohaciaelbufón.Ellasenegabaaaceptaraningunasirvientaconelpiezopo,oalcriadoalquelefaltaranunoodosdedos.Amiregreso,nadiemepresentó a la señora, ni al hijo que engendró.CuandoHidalgo se convirtió en elRey a laEspera deArtimañas,fuiunodelossecretosqueselerevelaron.Mesorprendiódescubrirqueseacordabademí,yque me había echado de menos. Aquella noche trajo a Veraz para que me viera. Me vi obligado aregañarlo por eso. Fue difícil hacerles comprender que no podían acudir a mí cada vez que se lesantojara.Quémuchachos.
Meneólacabezaysonrióasusrecuerdos.Nopuedoexplicarlapunzadadecelosquesentí.Encaucélaconversaciónhaciamí.
—¿Quécreesquedeberíahacer?Chadefruncióloslabios,diounsorbodevino,ypensó.—Por ahora, Paciencia te ha dado un sabio consejo. Ignora o evita a Molly, pero sin que sea
evidente. Trátala como si fuese una criada nueva; con cortesía, si te tropiezas con ella, pero sinfamiliaridad.Nolabusques.EntrégatealaReinaalaEspera.Verazteagradeceráqueladistraigas.AKettrickenlealegraráverunacaraamiga.YsituintenciónesganarteelpermisoparacasarteconMolly,laReinaalaEsperapodríaserunapoderosaaliada.AltiempoqueentretienesaKettricken,velaporellatambién.TenencuentaquehayquienesnodeseanqueVeraztengaunheredero.Losmismosalosquenolesharíagraciaquetútuvierashijos.Demodoqueestáteatentoyalerta.Nobajeslaguardia.
—¿Esoestodo?—pregunté,desalentado.—No.Duermeunpoco.¿FueraízmuertaloqueusóRegiocontigo?—Asentíyélsacudiólacabeza,
entrecerrandolosojos.Luegomemiródirectamentealacara—.Eresjoven.Quizáconsigasrecuperarte,casiporcompleto.Sédeotrohombrequesobrevivióalomismo.Perosepasóelrestodesusdíaspresade temblores. Aún se aprecian pequeños indicios de la raíz en ti. No resultará evidente, salvo paraquienesmejorteconozcan.Peronotefatigues.Elcansancioteprovocarátembloresytenublarálavista.Excédeteysufrirásunataque.Noteconvienequenadiesepadetudebilidad.Lomejorquepuedeshaceresseguircontuvidadeformaqueesadebilidadnosalgaalaluz.
—¿Poresohabíacortezafeéricaenelté?—preguntésinnecesidaddeconocerlarespuesta.Enarcóunaceja.—¿Té?—Alomejorfueobradelbufón.Cuandodespertéhabíacomidaytéenmicuarto...—¿YsihubierasidoobradeRegio?Tardéuninstanteenasimilarlasimplicaciones.—Podríahabermeenvenenado.—Peronohasidoasí.Noestavez.No,nofueobradelbufón,nimía,sinodeCordonia.Ahítienesa
alguien que vale más de lo que te imaginas. El bufón te encontró y algo lo empujó a decírselo aPaciencia.Mientrasellasevolvíaloca,Cordoniasehizocargodelasituaciónsinhacerruido.Creoqueenelfondoopinaqueeresigualdetarambanaquesuseñora.Dalelamenoroportunidadyteorganizarála vida. Por buenas que sean sus intenciones, no puedes permitir que eso ocurra,Traspié.Un asesinonecesitatenerintimidad.Ponuncerrojoentupuerta.
—¿Traspié?—mepreguntéenvozalta.—Ésees tunombre.TraspiéHidalgo.Vistoqueyanoparecemortificarte, loemplearéapartirde
ahora.Yaempezabaacansarmedetanto«chico»y«muchacho».Incliné la cabeza.Seguimoshablandodeotros asuntos.Faltaba unahora aproximadamente para el
amanecercuandoabandonésusaposentossinventanasyregreséalosmíos.Volvíaacostarme,peronolograbaconciliarelsueño.Siemprehabíamantenidoarayalarabiaocultaquemedabamipuestoenlacorte.Ahoraardíaenmiinteriorhastaelpuntodeimpedirmedescansar.Apartélassábanasymepuselaropaquesemehabíaquedadopequeña,salídelcastilloyencaminémispasoshacialaciudaddeTorredelAlce.
Elfuertevientoquesoplabadelmartraíaconsigounfríohúmedoqueeraunabofetadamojadaenelrostro.Meembocéenmicapaysujetémicapucha.Caminéabuenpaso,esquivandolosparchesdehieloque se habían formado en la empinada carretera que descendía a la ciudad. Intentaba no pensar, perodescubríqueelvigorosobombeodemisangremecalentabalacabezamásqueelrestodelcuerpo.Misideasserevolvíancomouncaballoalquehubierantiradodelasriendas.
LaprimeravezquebajéalaciudaddeTorredelAlce,éstaeraunlugarpequeño,sucioybullicioso.Enlaúltimadécadahabíacrecidoyhabíaadoptadounairedesofisticación,perosusorígenesseguíanresultandoobvios.LaciudadseaferrabaalosacantiladosbajoelcastillodeTorredelAlce,ycuandoesosacantiladosdabanpasoalasplayasrocosas,losalmacenesynavesselevantabansobremuellesypilares. Los profundos fondeaderos que se cobijaban a la sombra de Torre del Alce atraían velerosmercantes y cargueros. Más al norte, donde el río Alce desembocaba en el mar, había playas más
apaciblesyelamplioríoservíaderutacomercialpara lasbarcazasqueseadentrabanenlosducadosterrales. Las tierras próximas a la boca del río eran susceptibles de sufrir inundaciones, y losfondeaderossetornabanimpredeciblesallídondeelríovariabasucurso.PoresolagentedelaciudaddeTorredelAlcevivíahacinadaenlosabruptosacantiladosqueseñoreabansobreelpuertoigualquelasavesenlosAcantiladosOvales.Asíseentendíanlascallesangostasymalempedradasquesurcabansinuosaslasempinadasladerasensucaminohastaelagua.Lascasas,tiendasyposadasseagarrabanconhumildadalacaradelacantilado,sinsoñarconofrecerresistenciaalgunaalosvientosquesoplabancasisincesar.Másarribaenlacaradelacantilado,loshogaresycomerciosmásambiciososerandemadera,conloscimientosexcavadosenlapiedradelospropiosacantilados.Perosabíapocodeeseestrato.Depequeñohabíacorridoyjugadoentrelastiendasyposadasdemarinerosmásmodestasqueseagolpabancasihastaelbordedelmar.
CuandolleguéaesapartedelaciudaddeTorredelAlce,reflexionabaconironíaquetantoaMollycomo a mí nos habría ido mucho mejor si nunca nos hubiéramos hecho amigos. Yo había puesto sureputación en telade juicio, y si continuabaprodigándolemis atenciones, lomásprobable eraque seconvirtieraenelblancodelamaliciadeRegio.Encuantoamí,laangustiaquehabíasentidoalcreerquemehabíaabandonadoporotronoerasinounrasponazocomparadaconlaprofundaheridadesaberqueellapensabaquelahabíaestadoengañando.
Salídemistorvospensamientosparadescubrirquemispiestraidoresmehabíanconducidohastalamismapuertadesuvelería.Ahoraerauna tiendade téyhierbas.Justo loquenecesitaba laciudaddeTorredelAlce,otratiendadetéyhierbas.MepreguntéquéhabríasidodelascolmenasdeMolly.Sentíunapunzadadedoloralcomprenderqueparaellalasensacióndeestardescolocadadebíadeserdiezveces...no,cienvecespeor.ConquéfacilidadhabíaaceptadoelhechodequeMollyhubieraperdidoasupadrey con él su formadeviday susperspectivasde futuro.Conqué facilidadhabía aceptadoelcambio que la había transformado en una criada del castillo. Una criada. Apreté los dientes y seguícaminando.
Deambuléporlaciudadsinrumbofijo.Peseamimalhumor,reparéencuántohabíacambiadoenlosúltimosseismeses.Aunenesefríodíadeinvierno,eraunhervidero.Laconstruccióndelosbarcoshabíaatraídomásgente,ymásgenteequivalíaamáscomercio.MedetuveenunatabernadondeMolly,Hoz,Retintoyyoacostumbrábamosacompartirunpocodebrandydevezencuando.Solíandarnoselbrandydemoramásbarato.Mesentésoloydicuentademicervezapequeñaensilencio,peroamialrededortrabajabanlaslenguasymeenterédemuchascosas.NoeransólolosastilleroslosquehabíanimpulsadolaprosperidaddelaciudaddeTorredelAlce.Verazhabíahechounllamamientoparareclutarhombresque tripularan susbuquesdeguerra.El llamamientohabía recibidounacalurosaacogidaporpartedehombresymujeresdetodoslosducadoscosteros.Habíaquienesveníanconcuentasquesaldar,conlaintencióndevengarasusmuertosoforjadosporloscorsarios.Otrosllegabanatraídosporlaaventura,por laesperanzadeconseguiralgúnbotín,osimplementeporqueensussaqueadasaldeasyano teníanningúnporvenir.Habíaquienespertenecíanafamiliasdepescadoresocomerciantes,criadosenelmaryconaptitudesparaelagua.Otroseranantiguospastoresygranjerosdealdeasarrasadas.Pocoimportaba.TodoshabíanvenidoalaciudaddeTorredelAlce,sedientosdesangrecorsaria.
Porahora,muchossealojabanen loqueantes fueranalmacenes.Capacho, lamaestradearmasdeTorre delAlce, los entrenaba en elmanejode las armasy seleccionaba a los que juzgaba aptos para
gobernarlosbarcosdeVeraz.Losdemásrecibíanlaofertadeconvertirseensoldadosasueldo.Taleraelexcesodepoblaciónqueinundabalaciudadyatestabaposadas,tabernasyfondas.Tambiénescuchéquejasporelhechodequealgunosde losqueveníana tripular losbuquesdeguerraeranmarginadosinmigrantes,expulsadosdesupropiatierraporlosmismosCorsariosdelaVelaRojaqueamenazabanahoranuestrascostas.Tambiénellosafirmabanansiarvenganza,peroeranpocos loshabitantesde losSeisDucadosque se fiabandeellos,yhabíanegociosen la ciudadque senegabanavenderlesnada.Aquella situación confería un feo cariz de tensión a la bulliciosa taberna. Alguien discutíaacaloradamente sobre ciertomarginado al que habían apaleado en losmuelles el día anterior. Nadiehabía llamado a la patrulla de la ciudad. Cuando las especulaciones se trocaron aún más ofensivas,cuandoempezaronadecirque todos losmarginadoseranespíasyquequemarlosseríaunamedidadeprecaucióninteligenteysensata,meresultóimposibleseguirsoportándoloysalídelataberna.¿Esquenohabíaningúnsitioalquepudierairparasentirmelibredesospechaseintrigas,siquieraporunahora?
Paseésoloporlascallesjalonadasporelinvierno.Sefraguabaunatormenta.Elvientoimplacablerecorríalascallessinuosas,prometiendonieve.Elmismofríosalvajeserevolvíaenmiinterior,saltandodelarabiaalodiopasandoporlafrustración,yvueltaaempezar,acumulandounapresióninsoportable.No tenían derecho a hacerme aquello. No había nacido para convertirme en su herramienta. Teníaderecho a vivir mi vida libremente, a ser quien había nacido para ser. ¿Acaso pensaban que podíansometermea suvoluntad, utilizarmecomo lesplaciera, sinqueyome rebelara?No.Llegaría la hora.Llegaríamihora.
Unhombrecorríaenmidirección,conel rostroocultoporsucapuchaparaguarecersedelviento.Miródesoslayoysecruzaronnuestrasmiradas.Palidecióydiomediavueltaparadesandarsuspasosalacarrera.Hacíabien.Mirabiaresultabayaabrasadora.Elvientomealborotabaelcabelloypretendíaaterirme,peroesosóloconseguíaqueaceleraramispasosyquesintieracómoardíalafuerzademiodio.Tirabademíyyoloseguíacomosifueraunrastrodesangrefresca.
Doblé una esquina y me encontré en el mercado. Amenazados por la tormenta inminente, loscomerciantes más pobres embalaban sus pertenencias en mantas y esteras. Quienes tenían tenderetessujetabansuslonas.Losdejéatrásalargaszancadas.Lagenteseapartabademicamino.Meabríapasosinimportarmecómomemirabantodos.
Lleguéalpuestodelvendedordeanimalesymeencaréconmigomismo.Eraenjuto,detorvosojosnegros.Mefulminóconsumiradaabrasadoraylasoleadasdeodioqueemanabandeélmebañaronamododesaludo.Nuestroscorazoneslatíanalmismoritmo.Sentícómotemblabamilabiosuperior,comosipretendieragruñiryenseñarmispatéticosdienteshumanos.Compusemisrasgos,sometílasemocionesdenuevoamicontrol.Peroelcachorrodeloboenjauladodesuciopelajegrismemirabafijamente,yreplegósuslabiosnegrospararevelartodasudentadura.Osodio.Osodioatodos.Venid,acercaos.Osmataré.Primeroosdestrozaré los tendonesy luegoosdesgarraré lagarganta.Mecomerévuestrasentrañas.Osodio.
—¿Queríasalgo?—Sangre—dijeconvozqueda—.Quierotusangre.—¿Cómo?Apartédegolpelosojosdelloboylosfijéenelhombre.Estabasucioymugriento.Hedía,porEl,
cómo apestaba. Pude oler sudor y comida rancia, la incrustación de sus propias excreciones en su
persona.Secubríaconcuerosmalcuradosy tambiénsu fetidez flotabaa sualrededor.Tenía losojospequeños,dehurón,ysussuciasmanoserancrueles.Unavaraderobleenvueltaenbroncecolgabadesucinturón.Hubedecontenermeparanoarrebatarleaquelpaloodiosoyabrirlelaseseraconél.Calzabagruesasbotasensuspiesacostumbradosarepartirpatadas.Semeacercódemasiadoymeagarréamicapaparanomatarlo.
—Lobo—conseguídecir.Mivozsonabagutural,asfixiada—.Quieroellobo.—¿Estásseguro,muchacho?Tienemalcarácter.Propinóunpuntapiéa la jaulaymeabalancésobreél,magullándomedenuevoelhocico,perome
dabaigual.Sipudierahincarlosdientesensucarne,learrancaríaunjirónonuncalasoltaría.No.Vete,saldemicabeza.Meneélacabezaparadespejarla.Elvendedormeobservabaconairede
extrañeza.—Séloquequiero.Hablabasininflexiones,resistiéndomealasemocionesdellobo.—Conque sí, ¿eh?—El hombrememiraba fijamente, calculandomi valía. Iba a cobrarme lo que
creyeraqueyopodíapermitirme.Nolecomplacíanmisropasestrechas,nimijuventud.Perointuíaquehacía tiempo que tenía aquel lobo. Esperaba venderlo siendo aún un cachorro. Ahora que el loboprecisabamáscomidaynolarecibía,elhombreseguramenteaceptaraloqueleofrecieran.Mejorparamí.Nopodíaofrecerlegrancosa.
—¿Paraquéloquieres?—preguntóelhombrecomositalcosa.—Paralosfosos—respondíconigualindiferencia—.Esunsacodehuesos,perolomismopuededar
guerratodavía.Ellobosearrojóderepentesobrelosbarrotes,abiertaslasfauces,centelleantesloscolmillos.Los
mataré,losmataréatodos,lesabrirélagarganta,losdestriparé...Calla,siquieresserlibre.Lediunempujónmentalyelloboretrocediódeunsaltocomosiacabara
depicarlounaabeja.Seretiróalrincónmásapartadodelajaulayallísequedóacoquinado,enseñandolosdientesperoconelraboentrelaspatas.Sesentíainseguro.
—Peleasdeperros,¿eh?Ah,ésteseguroqueofreceespectáculo.—Elvendedordiootrapatadaalajaula, pero el lobo no se inmutó—. Te vas a sacar tus buenos dineros con éste, ya lo verás. Esmáscanallaquecualquierglotón.
Otrapatada,másfuerte.Elloboseencogiótodavíamás.—Sí, tiene toda la pinta—comenté con desdén. Di la espalda al lobo como si hubiera perdido
cualquierinterésenél.Estudiélasavesenjauladas.Lospichonesylaspalomasteníanaspectodeestarbiencuidados,perohabíadosarrendajosyuncuervohacinadosenunajaulasucia,atestadadetrozosdecarnepodridayexcrementos.Elcuervoparecíaunmendigocubiertoporunaandrajosacapadeplumasnegras.Picoteadlapiezaquebrilla,sugeríalospájaros.Alomejorasíencontráislasalida.Elcuervose quedó posado en su percha con apatía, con la cabeza hundida entre sus plumas, pero uno de losarrendajos aleteó hasta un asidero más alto y empezó a tantear y tironear del alfiler metálico quemanteníalajaulacerrada.Miréal lobodesoslayo—.Tampocopensabausarloenlaspeleas,detodosmodos.Sóloquería soltárseloa losperrosparaque seentretuvieran.Unpocode sangrey listosparaluchar.
—Oh,perosiseríaunluchadordeprimera.Ven,miraesto.Estomelohizonohaceniunmes.Ibaa
darledecomercuandosemeechóencima.Sesubióunamangaparadesnudarunamuñecamugrientasurcadadetajosamoratados,aúnamedio
cicatrizar.Meacerquéaparentandouninterésmoderado.—Tienepintadehaberseinfectado.¿Noperderáslamano?—Quévaaestarinfectado.Loquepasaesquetardaencurarse,esoes.Mira,muchacho,seacerca
una tormenta.Voy ameter lamercancía en el carro, a ver sime largo antes de que descargue. ¿Qué,quieresofrecermealgoporeselobo?Verásquébuenluchadores.
—Seguroquevalecomocebo,peropocomás.Teofrezco,ah,seiscobres.Teníaunmáximototaldesiete.—¿Cobres?Chaval, estamos hablando de platas, por lomenos.Mira, qué bestiamás guapa.Dale
biendecomeryseharámásgrandeymásfiero.Ahoramismopodríasacarmeseiscobresporsupellejosolo.
—Pueshazlo,antesdequepierdatodavíamáslustre.Yantesdequedecidaarrancartelaotramano.—Meacerquéalajaula,empujandoalmismotiempo,yelloboseacobardómástodavía—.Paramíqueestá enfermo.Mi señor se pondría furioso conmigo si se lo llevara y los perros cayeran enfermos almatarlo.—Echéunvistazoalcielo—.Tenemoslatormentaencima.Serámejorquemevaya.
—Unaplata,muchacho.Yteloestoyregalando.Eneseprecisomomentoelarrendajologróquitarelalfiler.Lapuertadelajaulaseabrióyelpájaro
llegódeunsaltoalfilodelasalida.Meinterpusediscretamenteentreelhombreylajaula.Amiespalda,oí cómo los arrendajos se encaramabana lo altode la jaulade lospichones.Lapuertaestáabierta,señalé al cuervo. Oí cómo sacudía sus lastimosas plumas. Cogí la bolsa demi cinturón y la sopesé,meditabundo.
—¿Unaplata?Notengounaplata.Perodaigual,laverdad.Acabodedarmecuentadequenotengomaneradetransportarlohastacasa.Lomejorseráquenolocompre.
Detrásdemí,losarrendajosemprendieronelvuelo.Elhombreprofirióunamaldiciónymeempujóaunladoensucarrerahacia la jaula.Conseguíenredarmeconéldemodoqueambosnoscayéramosalsuelo.Medesembaracédelvendedorymepuseenpiedeunsalto,zarandeandolajaulaparaasustaralcuervoyquesalieradesuprisión.Batiólasalasconesfuerzoyéstaslollevaronaltejadodeunaposadacercana.Mientraselvendedorse incorporabacon torpeza,elcuervoextendiósusalasraídasygraznóconsorna.
—¡Acabo de perder una jaula entera de mercancía!—empezó a acusarme, pero cogí mi capa eindiquéundesgarrónenella.
—¡Ahorasíquevaaenfadarsemiseñor!—exclamé,ysostuvesuiracundamiradaconlamía.Miróalcuervodereojo.Elavehabíaahuecadosusplumascontralatormentayhabíaplaneadohasta
el refugio de una chimenea. Jamás volvería a capturar ese pájaro. A mi espalda, el lobo soltó unrepentinogañido.
—¡Nueve cobres! —ofreció de repente el vendedor, desesperado. Aquel día no había cerradoningunacompra,estabasegurodeeso.
—¡Yatehedichoquenopuedollevármeloacasa!—contesté.Mepuselacapuchayalcélavistaalcielo—.Yaestáaquílatormenta—anunciéaltiempoquecaíanlosprimeroscopos,gruesosyhúmedos.
Aldíasiguiente,lascallesamaneceríanrelucientesdehielo.Medispuseamarcharme.—¡Vale,puesdametusseisasquerososcobres!—aullóelvendedor,presadelafrustración.Lossaquéunoauno,dubitativo.—¿Melovasallevarhastamicasa?—preguntémientrasmelosquitabadelamano.—Llévalotúsolito,chaval.Estoesunroboylosabes.Dicholocual,agarrósujauladepalomasypichonesylametióenelcarro.Lajaulavacíadelcuervo
fue lasiguiente.Hizooídossordosamisairadasprotestasmientrassesubíaalpescanteysacudía lasriendasdelpony.Laviejabestiatiródelarechinantecarretayseperdióenlanieveyelocaso.Anuestroalrededor, elmercadoestabadesierto.Elúnico tráfico loconstituían los transeúntesquecorríana sushogaresenmediode la tormenta,alzados loscuellosyprendidas lascapasparaprotegersedelvientohúmedoydelazotedelanieve.
—¿Yahoraquéhagocontigo?—preguntéallobo.Sácame.Libérame.Nopuedo.Noesseguro.Sisoltabaalloboenplenocentrodelaciudadnuncallegaríaalbosquecon
vida.Erandemasiadoslosperrosquepodríanformarunamanadaparaabatirlo,demasiadosloshombresquepodríancazarloporsupiel.Oporelmerohechodeserunlobo.Meacerquéalajaula,dispuestoalevantarlayvercuántopesaba.Selanzósobremí,mostrandolosdientes.¡Atrás!Derepentemesentíafurioso.Eracontagioso.Temataré.Eresigualqueél,unhombre.Vasadejarmeenestajaula,¿verdad?Temataré,tedestriparéyjugarécontusvísceras.
¡Queteapartes!Loempujé,confuerza,yvolvióaacobardarse.Gruñóygañóperplejoporloquehabíahecho,peroseretiróaunrincóndesujaula.Laagarré,lalevanté.Pesaba,yelviolentobalanceodesupesonomeloponíamásfácil.Peropodíacargarconella.Nomuylejos,nimuchotiempo.Perosilo hacía tramo a tramo, conseguiría sacarlo de la ciudad.Una vez adulto, posiblemente pesaría tantocomoyo.Peroestabafamélicoyerajoven.Másjovendeloquehabíadeducidoaprimeravista.
Levanté la jaulay laapoyécontramipecho.Sisemeechabaencimaahora,podríahacermedaño.Peroselimitóagañiryencogerseensuesquina.Hacíaquemecostaramuchocargarconél.
¿Cómoteatrapó?Teodio.¿Cómoteatrapó?Recordabaunaguarida,yadoshermanos.Unamadrequelellevabapescado.Ylasangre,elhumo,
sushermanosysumadreseconvirtieronenpielesparaelhombredelasbotas.Aéllosacóelúltimoylotiródentrodeunajaulaqueolíaahurones,y loalimentódecarroña.Ydeodio.Elodioera loquelohabíasustentado.
Tumadredebiódeparirtetardesipescabaparadartedecomer.Meobservóenfurruñado.Todaslascarreteraserancuestaarribaylanieveempezabaacuajar.Misbotasraídaspatinabanen
losadoquinesheladosymedolíanloshombrosporculpadelpesodescompensadodelajaula.Temíaquemeasaltaranlostemblores.Teníaquepararconfrecuenciaparadescansar.Cuandolohacía,menegabatenazmenteapensarenloqueestabahaciendo.Medecíaquenoibaavincularmeaeselobo,nianingunaotracriatura.Melohabíaprometido.Sóloibaadardecomeraesecachorroparaluegosoltarloenalgúnsitio.Burrich no se enteraría nunca.No tendría que enfrentarme a su repugnancia.Volví a levantar la
jaula.¿Quiénhubierapensadoqueaquelcachorroescuálidopodríapesartanto?Escuálidono.Indignado.Bichos.Lajaulaestállenadebichos.Demodoqueelpicorquesentíaenelpechonoeraproductodemiimaginación.Genial.Tendríaque
volverabañarmeesanoche,amenosquequisieracompartirmicamaconlaschinchesloquerestabadeinvierno.
HabíallegadoallímitedelaciudaddeTorredelAlce.Apartirdeahísólohabíaunpuñadodecasasdispersasylacarreteraseríamásempinada.Muchomásempinada.Dejéla jauladenuevoenelsuelocubiertodenieve.Elcachorroestabaovilladoenella,pequeñoydesamparadosinlarabiayelodioquelosustentaban.Teníahambre.Toméunadecisión.
Voyasacarte.Tevoyallevarenbrazos.Nohuborespuestaporsuparte.Meobservófijamentemientrasmanipulabaelpestillodelajaulay
abría la puerta. Pensaba que seme colaría entre las piernas comouna exhalacióny se perdería en lanievey lanoche.Encambio,sequedóencogidoenelsitio.Metíunamanoen la jaulay loagarrédelpescuezo para sacarlo. Lo tuve encima en un abrir y cerrar de ojos, encaramado ami pecho, con lasfaucesdirigidascontramigarganta.Levantéelbrazojustoatiempodeincrustarmiantebrazoentresusmandíbulas.Mantuve la presa sobre la piel de su cuello y hundí el brazo con fuerza en su boca,másadentrodeloqueaéllehubieragustado.Suspatastraserasmearañabanlabarriga,peromijubóneralobastante grueso como para paliar casi todo el daño. En un instante nos vimos rodando por la nieve,rugiendoyporfiandolosdoscomolocos.Peroyocontabaconelpeso,elequilibrioylaexperienciadehaber pasado años adiestrando perros. Lo tumbé de espaldas y lo retuve ahí, indefenso, mientras sucabezasaltabadeunoaotroladoymeinsultabaconvilesepítetosparalosqueloshumanosnotienenpalabras.Dejéquesefatigaraymeinclinésobreél.Lesujetélagargantaymeasoméasusojos.Ésteeraun mensaje físico que supo entender. A eso añadí: Yo soy Lobo. Tú eres Lobezno. ¡Tienes queobedecerme!
Mequedéallí,mirándolo fijamentea losojos.Élprontoapartó lamirada,pero lo retuve todavía,hastaquevolvió amirarmeypudeapreciar el cambiooperadoen susojos.Lo solté.Se levantóy sealejó.Setumbó.Arriba.Ven.Rodóyseacercóamí,arrastrandolabarriga,conelraboentrelaspatas.Cuandoestuvoamialcancesetendiódecostadoydescubrióelvientre.Gañódeformaimperceptible.
Transcurrido un momento, claudiqué. De acuerdo. Teníamos que dejar las cosas claras entrenosotros.Notengointencióndehacertedaño.Venconmigo.Alarguéunbrazopararascarleelpecho,perocuandolotoqué,soltóungritito.Sentíelfogonazorojodesudolor.
¿Quéteduele?Vilavaraenvueltaenbroncedelvendedor.Todo.Procuréirconcuidadomientrasloauscultaba.Antiguosverdugones,bultosenlascostillas.Mepuse
depieyapartélajauladenuestrocaminodeunaviolentapatada.Vinoyseapoyóenmipierna.Hambre.Frío.Muycansado.Sussensacionesvolvíanaimponersealasmías.Cuandoloacariciaba,mecostabasepararmispensamientosdelossuyos.¿Eramíalarabiaporeltratoquehabíarecibido,osuya?Decidíqueesonoimportaba.Loaupéconcuidadoymeerguí.Sinlajaula,apretadocontramipecho,nopesabatanto.Eracasitodopielylargoshuesosenfasedecrecimiento.Lamentélafuerzaquehabíaempleadocontraél,aunquealmismotiemposabíaqueeraelúnicoidiomaquehubieraentendido.
—Yocuidarédeti—meobliguéadecirenvozalta.
Calor,pensóconagradecimiento,ymedemoréuninstanteparaarroparloconmicapa.Sussentidosalimentabanlosmíos.Podíaolermeamímismo,conunaprecisiónmilvecesmayordeloquequerría.Caballos,perros,maderaquemada,cervezayuna trazadelperfumedePaciencia.Hice loposibleporsepararmiconcienciadesussentidos.Loabracéconfuerzaysubí laempinadaladeraqueconducíaaTorre delAlce.Conocía una cabaña abandonada, detrás de los graneros, que había ocupado antes unanciano porquero. Ahora estaba deshabitada. Estaba demasiado derruida, y demasiado lejos de losdemásvecinosdeTorredelAlce.Peroserviríaparaloquemeproponíahacer.Lodejaríaallí,conunoscuantos huesos que pudiera roer y unos cereales cocidos, y paja que le sirviera de lecho.Una o dossemanas,unmesalosumo,yestaríalobastanterecuperadoyfortalecidocomoparaapañárselasporsucuenta.LuegoloconduciríaaloestedeTorredelAlceylodejaríaenlibertad.
¿Carne?Suspiré.Carne,prometí.Ningunabestiahabíaintuidomispensamientosdeesemodoenelpasado,ni
había sabido expresármelos con tanta nitidez. Menos mal que no íbamos a pasar mucho tiempo encompañíaelunodelotro.Menosmalqueprontoseiría.
Calor,mecontradijo.Apoyólacabezaenmihombroysequedódormido,humedeciéndomelaorejaconsurespiración.
LaEstrategia
Sindudaexisteunantiguocódigodeconducta,ysindudasuscostumbresfueronmásestrictasquelas nuestras de hoy en día. Pero me atrevería a decir que no nos hemos alejado tanto de dichascostumbrescomoparahaberlasolvidadoporcompleto.Lapalabradeunguerrerosiguesiendosumáspreciadaprenda,yentrequienestrabajancodoconcodonohaynadiemásdespreciablequeaquelquemiente a sus camaradas o acarrea la deshonra sobre ellos. Las leyes de la hospitalidad todavíaprohíbenquequiencompartalasalalamesadealguienderramesangreensusuelo.
ElinviernoarreciabaentornoalcastillodeTorredelAlce.Las tormentasprocedíandelmarparaaporrearnos con su furia helada y luego partir. La nieve seguía su estela, grandes ventiscas quecongelabanlasalmenasy lesconferíanelaspectode tartasespolvoreadasconazúcar.Laimpenetrableoscuridaddelaslargasnochesdurabacadavezmás,yenlasnochesdespejadaslasestrellasardíanfríassobrenuestrascabezas.TrasmilargoviajedesdeelReinodelasMontañas,laferocidaddelinviernonomeresultabatanamenazadoracomoantaño.Mientrasrealizabamisrondasdiariasentreelestabloyelantiguocochinero,elfríomeencendíalasmejillasylaescarchameapelmazabalaspestañas,perosabíaentodomomentoquecercateníaunhogaryunachimeneaencendida.LastormentasylasgrandesheladasquenosrugíancomolobosalaspuertaseranalmismotiempolasbestiasguardianasquemanteníanaloscorsariosdelaVelaRojalejosdenuestrasorillas.
Eltiemposemehacíaeterno.MereuníaconKettrickenadiario,comosugirieraChade,peronuestrodesasosiegoerademasiadosimilar.Estoysegurodequelairritabatantocomoellaamí.Nomeatrevíaapasardemasiadashorasconelcachorro,portemoraestablecervínculosconél.Noteníamásquehaceresobligatorios.LosdíasteníandemasiadashorasylasllenabatodasconpensamientossobreMolly.Porlasnoches era aún peor, pues entonces mi mente somnolienta escapaba a mi control y mis sueños seinundabandemiMolly,mivendedoradevelasconsusradiantesfaldasrojas,tanapagadaytímidaahoracon su azul propiode las criadas.Yaquenopodía acercarme a ella durante el día, enmis sueños lacortejaba con una ansiedad y una energía que despierto jamás hubiera conseguido reunir. Cuandopaseábamos por la playa después de una tormenta, caminábamos de la mano. Mis besos erancompetentes,faltosdeinseguridad,ylamirabaalosojossinsecretosqueocultar.Nadiepodíatenerlaalejadademí.Enmissueños.
Alprincipio,eladiestramientodeChademeindujoaespiarla.Sabíaquéhabitacióndelaplantadelossirvienteseralasuya,sabíacuálerasuventana.Averigüé,sinproponérmelo,elhorariodesusidasyvenidas. Me daba vergüenza plantarme donde pudiera escuchar sus pasos en la escalera y atisbarlafugazmente saliendo del mercado con sus compras, pero por mucho que lo intentara, no conseguíaresistirmeaestarallí.Sabíaconquécriadashabíatrabadoamistad.Aunquenopudierahablarconella,alasdemássípodíasaludarlasycharlarun ratoconellas, siemprecon laesperanzadequementaranaMollyaunquefuesedepasada.Laextrañabacondesesperación.Mecostabaconciliarelsueñoyhabíaperdidoelapetito.Nadasuscitabamiinterés.
Unatardemeencontrabasentadoenlasaladeguardia,frentealacocina.Habíadescubiertounlugarenlaesquinadondepodíaapoyarmeenlaparedyposarlasbotasenelbancodedelanteparadisuadirtodaposiblecompañía.Una jarradecervezaqueya llevabahorascalientedescansabaenfrentedemí.Carecía aún de la ambición necesaria para beber hasta sumirme en el estupor.Miraba sin ver nada,procurando no pensar, cuando el banco desapareció de golpe debajo demis pies. A punto estuve decaermedelasientoantesderecuperarmeyveraBurrichacomodándosedelantedemí.
—¿Quétepreocupa?—preguntósinpreámbulos.Seacercóamíybajólavozsóloparamisoídos—.¿Hassufridootroataque?
Volvíaclavarlamiradaenlamesa.Respondíenelmismotono.—Algún que otro temblor, pero ataques de verdad no. Parece que sólo me asaltan si hago
sobreesfuerzos.Asintió solemnemente y esperó. Levanté la cabeza y me topé de frente con sus ojos oscuros. La
preocupaciónquehabitabaenellosremovióalgoenmiinterior.Meneélacabeza,mudodeimproviso.—SetratadeMolly—dijealcabo.—¿Nohaspodidoaveriguaradondefue?—No.Si está aquí, enTorredelAlce, trabajandode criadaparaPaciencia.Pero éstanomedeja
verla.Dice...Burrich había desorbitado los ojos al escuchar mis primeras palabras. Miró entonces a nuestro
alrededoryluegoindicólapuertaconuncabeceo.Melevantéyloseguíhastalosestablos,ydesdeallíhasta su cuarto.Me senté a sumesa, frente a su chimenea, y sacó su excelente brandydeHaza y doscopas.Acontinuacióncogiósusútilesdezurcirelcueroysuperpetuomontóndearnesesareparar.Meentregóunronzalqueprecisabaunnuevorevestimiento.Paraél,eligióunbrocadoinscritoenlafaldadeunasillademontar.Ocupósutabureteymemiró.
—EstaMolly.¿Lahabrévistoentonces,enloslavaderos,conCordonia?¿Vasiempreconlacabezaalta?¿Conbrillosrojosenlacrin?
—Enelpelo—locorregíaregañadientes.—Buenascaderas.Notendráproblemasparaparir—dijoconaprobación.Lofulminéconlamirada.—Gracias—dijeconvozglacial.Esbozóunasonrisaquemedesconcertó.—Enfádate.Prefieroverteasíquecompadeciéndotedetimismo.Va.Cuenta.Yseloconté.Lecontéseguramentemuchomásdeloquelehubieraconfiadoenlasaladeguardia,
puesaquíestábamossolos,elbrandyerauncálidoregueroenmigaznateymerodeabanlasfamiliares
vistas,aromasytrabajosdesucuarto.Sialgunavezmehabíasentidoasalvo,eraallí.Parecíasegurorevelarlemidolor.Nohablónihizocomentarioalguno.Auncuandohubeconcluidomi relato,guardósilencio.Vicómofrotabatinturaenlaslíneasdelalcequehabíalabradoenelcuero.
—Bueno.¿Quédeberíahacer?—meoípreguntar.Dejósulaborencimadelamesa,apurósubrandyyvolvióallenarselacopa.Paseólamiradaporsu
habitación.—Estáclaroquemelopreguntasporqueyatehasdadocuentadeltremendoéxitoquehetenidoala
horadeprocurarmeunaamanteesposaymuchoshijos.La amargura de su voz me sorprendió, pero antes de que pudiera reaccionar soltó una risotada
ahogada.—Nomehagas caso.Endefinitiva, la decisión la toméyo, y eso fuehacemucho tiempo.Traspié
Hidalgo,¿quécreestúquedeberíashacer?Loobservémalhumorado.—¿Quéfueloqueempezólosproblemas?—Antemisilencio,insistió—:¿Noacabasdedecirmeque
lacortejastecomounniño,cuandoellapensabaquelohacíascomounhombre?Buscabaunhombre.Asíquedejadeenfurruñartecomouncríoenfurruñado.Séunhombre.
Sebebiólamitaddesubrandyyrellenóambascopas.—¿Cómo?—quisesaber.—Igualquehasdemostradoserunhombreentodolodemás.Aceptaladisciplina,estátealaaltura
delaempresa.Nopuedesverla,vale.Siconozcounpocoalasmujeres,esonosignificaqueellanotevea.Tenlopresente.Mírate.Tieneselpeloquepareceelabrigodeinviernodeunpony,apostaríaloquefueseaquenotehascambiadodecamisaenunasemana,yestásmásflacoqueunpotrilloeninvierno.Nocreoquevayasarecuperarsurespetodeestaforma.Comebien,aséateadiario,yporelamordeEda, haz un poco de ejercicio en vez de abotargarte en la sala de guardia. Búscate algo que hacer yentrégateaello.
Aceptésuconsejoasintiendodespacio.Sabíaqueteníarazón.Peronopudeevitarprotestar:—PeronadadeesoservirádealgosiPacienciasigueimpidiéndomeveraMolly.—Alalarga,muchacho,nosetratadePacienciaydeti.SetratadetiydeMolly.—YdelreyArtimañas—añadíconironía.Memirócongestointerrogante.—SegúnPaciencia,unhombrenopuedeserfielasureyyalmismotiempoentregartodosucorazóna
unamujer.«Nocabendossillasenelmismocaballo»,medijo.Ella,quesecasóconunReyalaEsperayseconformóconelpocotiempoqueélpodíadedicarle.
EstiréelbrazoparaentregaraBurrichelronzalreparado.Nolocogió.Sehabíaquedadoconlacopadebrandyamediocaminodeloslabios.Ladejósobrela
mesacontantafuerzaqueellíquidosaltóysederramóporelborde.—¿Esotedijo?—mepreguntóconvozronca.Susojosperforabanlosmíos.Asentílentamente.—Dijo que no sería honorable esperar queMolly se conforme con el poco tiempo libre queme
concedaelrey.
Burrich se reclinóen su silla.Unacadenadeemocionesenfrentadas surcaba sus rasgos.Volvió lamiradahacialachimenea,yluegoamídenuevo.Porunmomentoparecióapuntodedeciralgo.Luegoenderezólaespalda,sebebiósubrandydeunsolotragoysepusoenpiedegolpe.
—Estoestádemasiadotranquilo.¿PorquénobajamosalaciudaddeTorredelAlce?Aldíasiguientemelevantéehicecasoomisodelmartilleoenmicabezaparaaplicarmealatareade
noconducirmecomouncríoenamorado.La impetuosidady la irreflexiónpropiasde losniñoshabíantenidolaculpadequeperdieraaMolly.Mepropusehacergaladelaserenidaddeunadulto.Simatandoeltiempoeracomopodríallegarhastaella,seguiríaelconsejodeBurrichyaprovecharíadelamejormaneraesetiempo.
Demodoquemelevantabatempranotodoslosdías,inclusoantesqueloscocinerosencargadosdeldesayuno.Enlaintimidaddemicuarto,practicabaestiramientosyluegoensayabamovimientosdeluchaconunaescobavieja.Meejercitabahastaacabarsudorosoymareadoyluegobajabaalosbañosparadesfogarme.Pocoapoco,muypocoapoco,comencéarecuperarenergías.Ganépesoyempecéaponermúsculossobreloshuesos.LaropanuevaquemehabíaentregadolaseñoraPremuraempezóaquedarmebien.Seguíasinvermelibredelostembloresquemeasaltabanaveces,perolosataqueserancadavezmenos y siempre conseguía volver a mis aposentos antes de sufrir la vergüenza de desplomarme.Paciencia me dijo que había recuperado el color, mientras que Cordonia disfrutaba cebándome a lamenorocasión.Comenzabaasentirmeyomismodenuevo.
Compartíalamesaconlosguardiastodaslasmañanas,dondelacantidadingeridasiempreeramásimportantequelosmodales.Aldesayunoseguíaunpaseoalosestablos,parasacaraHollínatrotarporlanieveymantenerlaenbuenaforma.Cuandoladevolvíaalacuadra,mesolazabaocupándomedeellaconmispropiasmanos.Antesdenuestrasdesventuras en elReinode lasMontañas,Burrichyyonoshabíamos visto enfrentados pormi empleo de laMaña.Había llegado a prohibirme la entrada en losestablos.Deahíquemeprodujeraalgomásquesatisfacciónelhechodecepillarlaydarlelacebadayomismo.Megustabaelambientebulliciosodelosestablos,elcálidoolordelasbestiasylosrumoresdelcastillo,contadoscomosólolosmozosdecuadrasabencontarlos.Si teníasuerte,ManosoBurrichsetomabanunrespiroparaveniracharlarconmigo.Otrasveces,endíasdemástrabajo,meentregabaalaagridulce satisfacción de verlos discutir la tos de un semental, o diagnosticar la enfermedad de algúncerdotraídoalcastilloporungranjero.Entalesocasionesteníanpocotiempoquededicaragalanteríasy,sinproponérselo,meexcluíandesucírculo.Asídebíaser.Yohabíaemprendidootravida.Nopodíaesperarquelaantiguameestuvieraesperandoentreabiertaeternamente.
Esa ideano eraóbiceparaque sintieraunapunzadade culpabilidad cadavezquemeescapaba ahurtadillasalacabañaabandonadadetrásdelosgraneros.Lacautelaeramifielcompañera.LapazquehabíareencontradoconBurrichnoestabatanconsolidadacomoparaseralgoqueyodieraporsentado;recordaba perfectamente cuan dolorosa había sido la pérdida de su amistad. Si Burrich llegara asospecharquehabíareincididoenelempleodelaMaña,surechazoseríaigualderápidoyterminanteque antaño. Todos los díasme preguntaba por qué exactamente estaba dispuesto a poner en juego suamistadyrespetoporculpadeuncachorrodelobo.
Laúnicarespuestaquesemeocurríaeraquenoteníaelección.DarlaespaldaaLobeznoseríacomodárselaaunniñoencerradoymuertodehambre.ParaBurrich, laMañaqueenocasionesmepermitíaabrirme a lamente de los animales era una perversión, una debilidad repulsiva indigna de cualquier
hombre recto.Me había confesado incluso su aptitud latente para ella, pero insistía tercamente en elhechodequejamáslahabíaempleado.Silohacía,lociertoeraqueyonolohabíadescubiertonunca.Nopodíadecirselocontrario.Conunaagudezaextraordinaria,siemprehabíasabidocuándomesentíaatraídoporunanimal.Depequeño,miindulgenciaenlaMañaconcualquierbestiasolíamerecermeunpescozónounaairadareprimendaparaenviarmedevueltaamisresponsabilidades.CuandovivíaconBurrich en los establos, hizo todo lo que estaba en sumano para impedir queme vinculara a ningúnanimal. Lo había logrado siempre, salvo en dos ocasiones. El insoportable dolor que me supuso lapérdidademiscompañerosdelazomehabíaconvencidodequeBurrichteníarazón.Sólounnecioseentregaríaaalgoqueconducíainevitablementeaunapérdidatangrande.Demodoqueesomeconvertíaenunnecio,antesqueunhombrerectocapazdedarlaespaldaalassúplicasdeuncachorrofamélicoyapaleado.
Rapiñabahuesos,cortezasytirasdecarne,yhacíaloposibleparaquenadie,nisiquieraPeroloelbufón,supierandemisactividades.Meesforzabaloindecibleparavariarlahorademisvisitasdiarias,ytodoslosdíasseguíauncaminodistintoparanodejarunrastrodemasiadovisiblequecondujeraalacabañaderruida.Máscomplicadohabíasidosustraerdelosestablospajalimpiayunamantadecaballovieja.Perolohabíaconseguido.
Dabaigualcuándoapareciera,Lobeznosiempreestabaesperándome.Nosetratabaúnicamentedelavigiliapropiadeunanimalqueaguardasucomida.Sedabacuentadecuándoemprendíamipaseodiarioa lacabañaoculta tras losgranerosymeesperaba.Sabíacuándoguardabagalletasde jengibreen losbolsillos y pronto se aficionó a ellas. No es que hubieran desaparecido sus reservas hacia mí. No.Percibíasurecelo,yelmodoenqueseencogíacadavezquemeponíaasualcance.Peroconcadadíaque pasaba sin que lo golpeara, con cada trozo de carne que le traía, colocaba una nueva tabla en elpuentequenosunía.Eraunarelaciónquenoqueríaalentar.Procurabamantenermeajenoaél,conocerlolomenosposiblepormediode laMaña.Temíaquepudieraperder el instinto salvajequenecesitaríaparasobrevivirporsucuenta.Unayotravezseloadvertía:«Tienesquepermanecerescondido.Todaslaspersonassonunpeligroparati,ytambiéntodoslosperros.Debesquedartedentrodeesteedificioynohacerruidosiseacercaalguien».
Al principio le resultaba fácil obedecer. Estaba tremendamente flaco y se abalanzaba sin demorasobrelacomidaqueletraíaparadevorarla.Porlogeneralsequedabadormidoensulechoantesdequeyosalieradelacabaña,omevigilabacelosamentemientrasroíatumbadoalgúnhuesosabroso.Peroalalimentarsecomoeradebido,disponerdeespacioparamoverseyhabermeperdidoelmiedo,elcarácterjuguetóninnatoentodosloscachorroscomenzóahacersenotar.Seaficionóasaltarsobremíenataquessimuladosencuantoseabríalapuerta,yaexpresarsupredilecciónporlosnudososhuesosdeterneracon gruñidos y gañidos. Cuando lo amonestaba por hacer demasiado ruido, o por las marcas quedelatabansusincursionesnocturnasenloscamposnevadostraslacabaña,seacobardabaantemienfado.
Peroenesasocasionespercibíaasimismoelsalvajismoenmascaradoensusojos.Noreconocíamiautoridad.Tansólounasuertedeveteraníadentrodelamanada.Aguardabaelmomentoenquepudieratomarsuspropiasdecisiones.Pordolorosoqueresultaraaveces,asídebíaser.Lohabíarescatadoconelfirmepropósitodedevolverlelalibertad.Dentrodeunañonoseríamásqueotroloboaullandoalolejosenlanoche.Estoselorepetíaconstantemente.Alprincipio,cuandopreguntabacuándopodríasalirdel maloliente castillo y de las infranqueables murallas de piedra que lo cercaban, le prometía que
pronto, en cuanto hubiera recuperado las fuerzas, en cuanto quedaran atrás las peores nevadas delinvierno y pudiera apañárselas solo. Pero conforme transcurrían las semanas y las tormentas lerecordaban lo cómoda que era su cama y lo sabrosa que era la carne que le daba, sus preguntas sehicieronmenosfrecuentes.Avecessemeolvidabarecordárselo.
Lasoledadmecarcomíapordentro.PorlasnochesmepreguntabaquéocurriríasisubíafurtivamentelasescalerasyllamabaalapuertadeMolly.Dedíameconteníaparanovincularmealpequeñocachorroquetantodependíademí.Enelcastillosólohabíaotracriaturatansolitariacomoyo.
—Seguroquetienesotrascosasquehacer.¿Porquévienesavermetodoslosdías?—mepreguntóKettrickenconlafranquezapropiadelasgentesdelamontaña.
Eramediamañanadeldíasiguienteaunatormenta.Lanievecaíaencoposesponjososy,pesealfrío,Kettrickenhabíaordenadoqueseabrieranlospostigosdelasventanasparapodercontemplarelpaisaje.Lahabitaciónenquebordabadabaalmarypenséquelefascinabanlasinmensasyrevueltasaguas.Elcolordesusojoseraequiparablealdelaguaesedía.
—Semehabíaocurridoqueosayudaríaamatarel tiempode formamásagradable,miReinaa laEspera.
—Matareltiempo.—Suspiró.Apoyólabarbillaensumanoyseacodóparacontemplarpensativalanieve que caía. La brisa marina le alborotaba los pálidos cabellos—. Qué idioma más extraño, elvuestro.Habláisdematareltiempocomohablaríamosenlamontañadesacrificarunaresenferma.Comosifueraalgoquesetuvieraqueexterminar.
Sudoncella,Romero, sentadaa suspies,ocultó la risa tras susmanos.Anuestraespalda, susdosdamasdecompañíacuchichearonconaprensiónpara luego inclinarcondiligencia lacabezadenuevosobresulabor.LapropiaKettrickenhabíaempezadoabordarunagrantela,ilustradaconelnacimientodeunasmontañasyunacascada.Nopercibíaquehubieraprogresadograncosaconella.Elrestodesusdamasdecompañíanosehabíanpresentadoesedía,perohabíanenviadopajescondiferentesexcusasparasuausencia.Jaquecas,ensumayoría.Ellanoparecíacomprenderquelanegligenciadesuservicioconstituía una afrenta. Yo no sabía cómo explicárselo, y había días en queme preguntaba si deberíahacerlo.Éseeraunodeesosdías.
Cambiédeposturaenmisillaycrucélaspiernasenelsentidocontrario.—Mereferíaaque,eninvierno,TorredelAlcepuedellegaraserunlugartedioso.Elmaltiempo
nostieneencerradosamenudo;haypocasdistracciones.—Noocurrelomismoenlosastilleros—meinformó.Susojosadoptaronunaexpresióndecuriosa
avidez—.Allí están siempre atareados, hasta el último rayo de sol alumbra la colocación de grandestablones y el combadode las planchas.Aunque el día esté gris o amenace tormenta, en las naves losarmadores continúan serrando, moldeando y puliendo la madera. En las forjas de metal se producencadenasyanclas.Hayquienesdibujanlonasrobustasqueseránvelasyquieneslascortanycosen.Verazsepaseaporallí,supervisándolotodo.Mientrasyomequedoaquísentadaconmislaboresymepincholosdedosymedejolosojosbordandofloresypájaros.Paraquecuandohayaterminadopuedadejarmitrabajoenunmontónconelrestodelostraposdecolores.
—Oh, trapos no, no, nunca, milady—saltó impulsivamente una de sus criadas—. Cómo, pero sivuestros bordados son apreciados en todas partes. En Torote, lord Shemshy ha colgado uno en susaposentosprivados,yelduqueKelvardeGarrón...
Kettrickenatajóloscumplidosdelamujer.—Preferiría zurcirunavela, conunaenormeagujadehierroounhusodemadera,para engalanar
cualquiera de los barcos demimarido.Ése sería un trabajo dignodemi tiempo, y de su respeto.Encambio,medan juguetesparaqueme entretenga, como si fueseunaniñamimadaqueno conociera elvalordeltiempobienempleado.
Volvió a asomarse a la ventana. Reparé entonces en el hecho de que el humo que salía de losastilleroseratanvisiblecomoelmar.Puedequehubieraconfundidoladireccióndesumirada.
—¿Queréis que vaya a buscar té y pastas, milady?—inquirió esperanzada una de sus damas decompañía.
Ambasestabansentadasconloshombrosembozadosensusrespectivoschales.Kettrickennoparecíasentirelairefríoqueentrabaaraudalesporlaventanaabierta,peronodebíaderesultaragradableparaquienessufríanlacorrientecosiendoensussillas.
—Siteapetece—respondióKettrickencondesinterés—.Notengohambrenised.Alcontrario,temoengordarcomounaocadecorral,sentada,bordando,comiendoybebiendotodoeldía.Memueroporhaceralgoquemerezcalapena.Dimelaverdad,Traspié.Sinotesintierasobligadoaveniraverme,¿tepasaríaseldíaharaganeandoentusaposentos?¿Otejiendoenlapenumbra?
—No.Peroclaro,yonosoylaReinaalaEspera.—Alaespera.Ah,ahoraentiendodesobraelsignificadodeesamitaddemitítulo.—Unaamargura
comojamáshabíaescuchadobrotardesuslabiosasomóasuvoz—.¿Ylaotramitad?Enmitierra,comobiensabes,nodecimosreina.Deestarallíahora,deregirenvezdemipadre,mellamaríansacrificio.Esmás,seríaunsacrificio.Porelbiendemitierraymipueblo.
—Deestarallíahora,enplenoinvierno,¿quéestaríashaciendo?—pregunté,conlaúnicaintencióndeencontraruntemadeconversaciónmásagradable.
Meequivoqué.Sequedócalladaymiróporlaventana.—Enlasmontañas—dijoenvozbaja—nuncahaytiempoparaelocio.Yoera lamás jovenen la
líneasucesoria,por loquecasi todos losdeberesdel sacrificio recaíansobremipadreymihermanomayor.PerocomodiceJonqui,siemprehaytrabajomásquedesobraporhacer.Aquí,enTorredelAlce,todolohacenloscriados,aescondidas,yunasóloveelresultado,lahabitaciónrecogida,lacomidaenlamesa.Quizásedebaaloatestadoqueestáestesitio.
Hizounapausamomentáneayextraviólamirada.—EnJhaampe,eninvierno,elpalacioylamismaciudadatemperansuactividad.Nievamuchoycon
fuerza,yelinmensofríoseciernesobrelatierra.Loscaminosmenostransitadossepierdeneninvierno.Las ruedas se cambian por patines. Los visitantes de la ciudad hace tiempo que ya volvieron a sushogares.Enelpalacio,enJhaampe,sóloquedalafamilia,yquienesdecidenquedarseparaayudarnos.Noparaservirnos,no,noexactamente.TúhasestadoenJhaampe.Sabesqueallínohaynadiequesirvaexclusivamente,salvolafamiliareal.EnJhaampemelevantaríatempranoparabuscarelaguanecesariapara preparar las gachas, y aguardaríami turnopara remover la cazuela.Keera, Sennick, Jofrony yollenaríamos la cocina con nuestra conversación. Y todos los pequeños corretearían de acá para allá,entrandolaleña,sacandolosplatosyhablandodemilcosas.
Selequebrólavozyescuchéelsilenciodesusoledad.
Alcabo,continuó:—Si hubiera trabajo por hacer, pesado o no, todos contribuiríamos. He ayudado a combar y
entrelazar las ramasdeuncobertizo.Aunenpleno invierno,he ayudadoa limpiar lanievey levantararcosnuevosparaeltejadodeunafamiliavíctimadeunincendio.¿Creesqueelsacrificionopuededarcazaaunviejoosoenfermoquesehayaaficionadoamatarcabras,otensarunacuerdaparaimpedirquelascrecidasdelríoarrastrenunpuente?
—Aquí,enTorredelAlce,noponemosenpeligroanuestrasreinas—dije,lacónico—.Esacuerdase puede enroscar en otro hombro, tenemos decenas de cazadores que competirían por el honor dedespacharunasesinodeganado.Reinasólotenemosuna.Haycosasquesólolareinapuedehacer.
Enlahabitación,detrásdenosotros,susdamasdecompañíasehabíanolvidadodeella.Unahabíallamado a un paje y éste había vuelto con pastas y una tetera humeante. Conversaban entre sí,calentándose las manos con sus tazas. Les dediqué un sucinto vistazo para recordar bien qué damashabíanescogidoasistirasureina.Kettricken,empezabaadarmecuenta,quizánofueralareinamásfácildeasistir.Sudoncella,Romero,estabasentadaenelsuelojuntoalamesitadeté,conojosadormiladosyunapastaaferradaentresusmanosdiminutas.Deseéderepentevolveratenerochoañosypoderjugarconella.
—Sédeloquehablas—respondióbruscamenteKettricken—.EstoyaquíparaentregarunherederoaVeraz.Esunaresponsabilidadquenopretendoeludir,puesnomesuponeunacargasinounplacer.Tansólodesearíaestarseguradequemiseñorcompartemissentimientos.Siempreestáfuera,ocupadoenlaciudad.Sédóndeestáhoy;ahíabajo,viendocómonacensusbarcosdelastablasyplanchas.¿Nopodríaestarasuladosincorrerpeligro?Estáclaroque,sisóloyopuedoconcebirsuheredero,sóloélpuedeengendrarlo. ¿Por qué he de quedarme aquí encerradamientras él se entrega a la tarea de proteger anuestragente?ÉsaesunatareaquemecorresponderíacompartircomosacrificiodelosSeisDucados.
Peseahabermeacostumbradoa la franquezade lasmontañasduranteel tiempoquepaséenellas,seguíaconsternándomelasinceridadconqueseexpresaba.Esoinstigóloacaloradodemirespuesta.Medescubrílevantándomeparapasarjuntoaellaycerrarconfuerzalospostigoscontralacorrientedeaire.Aprovechélaproximidadparasusurrarleferozmentealoído:
—Sicreéisqueéseeselúnicodeberdenuestrareina,osequivocáisgravemente,milady.Porhablarcon la misma claridad que vos, descuidáis vuestra responsabilidad para con vuestras damas decompañía,quesiestánaquíestedíaessóloparaasistirosyconversarconvos.Pensadeneso.¿Acasonopodrían manejar las mismas agujas en la calidez de sus habitaciones, o en compañía de la señoraPremura?Suspiráisporloquepercibíscomounatareamásimportante,peroantevostenéisunatareaqueelmismoreyesincapazdeafrontar.Estáisaquíparacumplirla.ReconstruidlacortedeTorredelAlce.Convertidla en un lugar deseable y atractivo. Animad a sus damas y caballeros para que busquen laatención de su príncipe; conseguid que lo apoyen en sus empresas.Hacemuchoque no hay una reinaagradableenestecastillo.Envezdequedarosmirandounbarcoqueotrasmanossonmáscapacesdeconstruir,aceptadeltrabajoqueseoshaencomendadoydemostradqueestáisalaalturadelreto.
Concluí volviendo a colgar el tapiz que cubría los postigos y ayudaba a mitigar el frío de lastormentas marinas. Luego me aparté y miré a los ojos de mi reina. Para mi pesar, parecía igual deescarmentada que una niña pequeña. Las lágrimas se habían asomado a sus pálidos ojos y tenía lasmejillas tan rojas como si la hubiera abofeteado. Miré de reojo a sus damas de compañía, que
continuabanbebiendotéenfrascadasensuconversación.Romero,sinvigilancia,habíaaprovechadolaoportunidad para romper todas las pastas y ver qué había dentro. No parecía que nadie se hubierapercatadodenadaextraño.Peroestabaaprendiendoamarchasforzadascuandiestraseranlasdamasdelacortealahoradeejercertalesdisimulos,ytemíaqueseespecularasobreloquepodríahaberdichoelbastardoalaReinaalaEsperaparaqueéstaterminaseconlágrimasenlosojos.
MemaldijepormitorpezaymerecordéquecomoquieraquefueseKettricken,noeramuchomayorqueyoyseencontrabasolaenunlugarextraño.Nodeberíahabermeencaradoconella,sinoquetendríaquehaberplanteadoelproblemaaChadeydejarquefueseélquienmanipularaaalguienparaqueseloexplicaraaella.EntoncescaíenlacuentadequeChadeyahabíaelegidoaalguienparaqueleexplicaraesosmenesteresaKettricken.Volvíamirarlaalosojosyensayéunasonrisanerviosa.Enseguidasiguióladireccióndemimiradahastasusdamasdecompañíayconlamismaprestezadevolvióeldecoroasusemblante.Semehinchióelcorazóndeorgulloporella.
—¿Quésugieres?—preguntóenvozbaja.—Loquesugiero—dijehumildemente—esquemeavergüenzoporhabermedirigidoamireinacon
tantabrusquedad.Ospidoperdón.Perotambiénsugieroquemostremosaestasdosdamaslealesalgunaseñalespecialdefavorreal,pararecompensarlasporsufidelidad.
Asintió,comprendiendomisintenciones.—¿Yquéfavorseríaése?—inquiriócondiscreción.—Unaveladaasolasconsureinaensusaposentosprivados,talvezparaescucharaalgúnjuglaro
asistiraunespectáculodetíteresespecial.Loimportantenoeselentretenimientoqueofrezcáis,sinoquequienesnohayandecididoasistirosconlamismafidelidadsesientanexcluidos.
—EsosuenaaalgopropiodeRegio.—Es posible. Se le da muy bien crear lacayos y esbirros. Pero él lo haría empujado por el
resentimientoparacastigaraaquellosquenobailenasuson.—¿Yyo?—Yvos,miReinaalaEspera,voslohacéispararecompensaraquienessíbailanavuestroson.No
conintencióndecastigara losqueno,sinoparadisfrutarde lacompañíadeaquellaspersonasqueesevidentequesientenlomismohaciavos.
—Entiendo.¿Yeljuglar?—Ungalán.Tieneeldondeconseguirqueparezcaquecantaparatodasycadaunadelasdamasenla
sala.—¿Querrásversiestálibreestanoche?—Milady.—Tuvequesonreír—.SoislaReinaalaEspera.Paraélseráunhonorpresentarseante
vos.Siempreestarálibreparaacudiravuestrallamada.Volvióasuspirar,perofueunsuspiropequeño.Asintióparaindicarmequepodíairmeyseincorporó
paradirigirsesonriendoasusdamasdecompañía,alasquerogóquedisculparanlodistraídaqueestabaesamañana,antesdepreguntarlessiquerríanvisitarlatambiénesanocheensusaposentosprivados.Lasvi intercambiarmiradas de soslayo y sonrisas, y supe que todo había salido bien. Tomé nota de susnombres paramí: ladyEsperanza y ladyModestia.Hice una reverencia antes de salir de la estancia,aunquemimarchapasódesapercibida.
Así fuecomomeconvertí enconsejerodeKettricken.Noeraunpapelquemeagradara,hacerde
compañeroeinstructor,serquienlesusurraraaloídocuáleraelpasoquedebíadaracontinuación.Laverdadseadicha,eraunaresponsabilidadincómoda.Sentíaquelarebajabaconmisreprimendasyquelacorrompíaenseñándolelasintrincadasveredasdelpoderenellaberintodelacorte.Ellaestabaenlocierto.ÉsaseranlasarguciasdeRegio.SiellalasutilizabaconfinesmásnoblesydeformamásamablequeRegio,mis intencioneseranegoístasdesobrapara losdos.Queríaqueellaamasarapoderensusmanos,yqueconélvincularaeltronoaVerazfirmementeenlamentedetodosycadauno.
TodaslastardesseesperabademíquemereunieraconladyPaciencia.Cordoniayellasetomabanesasvisitasmuyenserio.Pacienciaopinabaqueyoestabaasuenteradisposición,comosiaúnfuerasupaje,ynoselopensabadosvecesa lahoradepedirmequelecopiaraalgúnpergaminoantiguoensupreciado papel de caña, o que lemostraramis progresos con el caramillo. Siempreme regañaba porconsiderar que no ponía el empeño necesario en esa tarea, y era capaz de pasarse hasta una horaconfundiéndomealtiempoqueintentandoenseñarmeatocarlo.Yoprocurabaserdócilyeducado,peromesentíaatrapadoensuconspiraciónparaimpedirmeveraMolly.ReconocíaloprudentedelgestodePaciencia,perolaprudenciaesmalremedioparalasoledad.Peseasusintentospormantenermelejosdeella,veíaaMollyentodaspartes.Oh,noenpersona,no,sinoenlafraganciadelagruesaveladeyemasdelaurelqueardíacontantoprimor,enlacapadobladasobreelrespaldodeunasilla,aunlamieldelospastelesdemielmesabíaaMolly.¿Pensaréisqueeratontoporsentarmecercadelavelayaspirarsuaroma,porsentarmeenaquellasillaparapoderreclinarmesobresucapacubiertadenieve?AvecesmesentíaigualqueKettricken,comosifueseaahogarmeenmisresponsabilidades,comosiyanohubieranadaenmividaquefuesemíoydenadiemás.
Informabatodas lassemanasaChadesobre losprogresosdeKettrickenenlas intrigasde lacorte.Chadefueelquemeadvirtiódeque,derepente,lasdamasmásenamoradasdeRegiohabíanempezadoabuscar también el favor de Kettricken. Por tanto yo debía avisarla, decirle a quién debía tratar concortesía,peronadamás,yaquiéndebíadedicarsonrisassinceras.Avecespensabaquepreferiríamilvecesmatarensecretoparamireyquevermeenvueltoenaquellamarañadeconspiracionesencubiertas.FueentoncescuandomehizollamarelreyArtimañas.
Recibí elmensaje unamadrugada yme di prisa en vestirme para presentarme ante el rey. Era laprimeravezquerequeríamipresenciadesdemivueltaaTorredelAlce.Meintranquilizabaelquemehubiera ignorado durante tanto tiempo. ¿Estaría decepcionado conmigo por lo acaecido en Jhaampe?Seguroquemelohubieracomunicadodirectamente.Aunasí,laincertidumbremecomíapordentro.Mepropuseacudiranteélsinperdertiempoperosindescuidartampocomiaspecto.Terminéfracasandoenambastareas.Mipelo,trasquiladodurantemiconvalecenciaenlasmontañas,habíavueltoacreceryseveía tan enredado e ingobernable como el de Veraz. Lo peor era que también mi barba empezaba aerizarse.EndosocasionesmehabíadichoBurrichqueharíabienendecidirmeadejarmeunabarbaencondicionesoatendermásamenudosuafeitado.Puestoquemibarbacrecíaconlamismairregularidadqueelpelajedeinviernodeunpony,aquellamañanamecortéconcienzudamentemásdeunavezantesdejuzgar que un poco de vello en la cara llamaríamenos la atención que toda esa sangre.Me aparté elcabellodel rostroydeseépodérmelo recoger sobre lanucaenunacoletadeguerrero.ColoquéenmicamisaelalfilerquemedieraArtimañashacíatantotiempoparaseñalarmecomosuyo.Luegocorríaveramirey.
Mientras cruzaba a largas zancadas el vestíbulo frente a la puerta del rey, Regio traspuso de
improviso lasuya.Frenéparanoatropellarloymequedéallíplantado,mirándolofijamente.Lohabíavistoenvariasocasionesdesdemiregreso,perosiemprealotroladodeunsalón,odepasadamientrasmeocupabadecualquierotroasunto.Ahoraestábamosfrentea frente,apenasaunbrazodedistancia,contemplándonossinparpadear.Consternado,penséquepodríamospasarporhermanos.Élteníaelpelomásrizado,susrasgoseranmásdelicados,másaristocráticosuporte.Suatuendoeralacoladeunpavorealcomparadoconmisapagadoscolores,yonoteníanadadeplataenelcuellonienlasmanos.Asíytodo,elsellodelosVatídicoeraevidenteenambos.CompartíamoselmentóndeArtimañas,lacaídadesuspárpadosylacurvadesulabioinferior.NiunoniotropodíaaspiraracompararsumusculaturaconladeVeraz,perolamíaestaríamáspróximaquelasuya.Nosseparabanmenosdediezaños.Sólosupielmeapartabadesusangre.Lesostuvelamiradaydeseépoderesparcirsusentrañasporelsueloreciénfregado.
Sonrió,unbrevedesplieguededientesblancos.—Bastardo—me saludó con galantería. Su sonrisa se hizo más pronunciada—. O, mejor dicho,
maeseTembleque.Síqueospegaesenombre.Nopensabadejarningúnlugaradudassobresuintencióndemortificarme.—Príncipe Regio—contesté, y dejé que el tono de mi voz imprimiera a mis palabras el mismo
significadoqueteníanlassuyas.Aguardéconunapétreapacienciaquehastaesemomentonosabíaqueposeyera.Tendríaqueatacar
élprimero.Permanecimos un momento en nuestros puestos, sosteniéndonos la mirada. Agachó la cabeza,
fingiendosacudirseunamotadepolvodesumanga.Pasóami lado.Nolehicesitio.Dejóescapar laoportunidaddepropinarmeunodelosempujonesconquesolíaregalarmeantaño.Cogíaireyseguímicamino.
Noconocíaalguardiadelapuerta,peromehizopasaralosaposentosdelrey.Suspiréymeencarguéunanuevatarea.Teníaquevolveraaprendermelosnombresylascaras.Ahoraquelacorterebosabadegentequeveníaaver a lanueva reina,descubríaquemeconocíanmuchaspersonasde lasqueyonosabíanada.«Ésedebedeserelbastardo,porlapintaquelleva»,habíaoídoquedecíauntorneroasuaprendizelotrodíafrentealaspuertasdelacocina.Mehacíasentirvulnerable.Loscambiosseestabanproduciendodemasiadodeprisaparamí.
La habitación del rey Artimañas me dejó desconcertado. Esperaba encontrar las ventanasentreabiertas a la fría brisa invernal, a Artimañas levantado, vestido y sentado alerta a su mesa, taninteresadocomouncapitán recibiendoel informedesus tenientes.Siemprehabíasidoasí,unancianoentusiasta, estricto consigomismo,madrugador, dignomerecedor de su nombre. Pero no estaba en susala.Meacerquéalaentradadesudormitorioymeasoméalapuertaabierta.
Enel interior, lahabitación seguía enpenumbra.Un sirviente apilaba tazasyplatos enunamesitapróxima a la gran cama condoseles.Memiró de soslayoy nomeprestómás atención, tomándome atodaslucesporotrolacayo.Seapreciabaunaatmósferaranciaycargada,comosielcuartoestuvieraendesusoonosehubieraaireadoenmuchotiempo.AguardéunmomentoaqueelsirvienteinformaraalreyArtimañasdemillegada.Cuandosiguióignorándome,avancéconcautelahastaelladodelacama.
—¿Mirey?—meatrevíadecirpararomperelsilencio—.Heacudidocomoordenasteis.Artimañas estaba sentado entre las sombras que proyectaban las cortinas de su cama, acomodado
entrealmohadones.Abriólosojosaloírmivoz.—¿Quién...?Ah,Traspié.Ven,siéntate.Wallace, tráeleunasilla.Ytambiénunatazayunplato.—
Mientraselsirvientesedisponíaacumplirlavoluntaddesurey,Artimañasmeconfió—:EchodemenosaCheffers.Tantosañosamilado,ynuncatuvequedecirleloquequeríaquehiciera.
—Meacuerdodeél,milord.¿Dóndeestá?—Selollevólatos.Lacontrajoenotoñoyyanopudolibrarsedeella.Loconsumiópocoapoco,
hastaqueyanopudonirespirar.Recordabaalsirviente.Noerajoven,perotampocoviejo.Lanoticiadesumuertemesorprendió.Me
quedécallado,sinsaberquédecir,mientrasWallacemeacercabalasilla,elplatoylataza.Fruncióelceño con desaprobación cuandome senté, pero lo pasé por alto. No tardaría en aprender que el reyArtimañasdiseñabasupropioprotocolo.
—¿Yvos,alteza?¿Osencontráisbien?Nosécuándofuelaúltimavezqueospillólamañanaenlacama.
ElreyArtimañasemitióunruiditoimpaciente.—Esunfastidio.Nisiquieraesunaenfermedaddeverdad.Sólounmareo,unaespeciedevértigoque
se adueña demí si hagomovimientos bruscos.Todas lasmañanas pienso que se ha ido, pero cuandointento levantarmeescomosisemevinieranencima todas laspiedrasdeTorredelAlce.Asíquemequedoacostado,desayunoalgoymelevantodespacio.Haciamediodíavuelvoaseryo.Meparecequetienealgoqueverconeste invierno tan frío,aunqueel sanadordicequepodríadeberseaunaantiguaheridade espadaque sufrí cuandono teníamuchosmás años que tú ahora.Mira, todavía conservo lacicatriz,aunquepensabaqueeldañosehabíareparadohacíatiempo.—ElreyArtimañasseinclinóhaciadelante en su cama con doseles y retiró con mano temblorosa un mechón de pelo cano de su sienizquierda.Vilamarcadelaviejacicatrizyasentí—.Peroyaestábien.Notehellamadoparaelucubrarsobremisalud.Supongoqueyasabrásaquéhasvenido.
—¿QueréisuninformedetalladodeloocurridoenJhaampe?—aposté.VolvílamiradahaciaelsirvienteyviqueWallaceandabacerca.Chefferssehabríaidoyaparaque
Artimañasyyopudiéramoshablar tranquilamente.Mepregunté cuan explícito tendríaque ser con esehombre.
PeroArtimañasdesestimólacuestiónconunademán.—Esoyaestáhecho—dijoconvoz rotunda—.Verazyyo lohemosdiscutido.Ahora tocadejarlo
correr.Nocreoquepuedascontarmedemasiadascosasqueyonosepaohayadeducidoaestasalturas.HehabladolargoytendidoconVeraz.Lamento...ciertosincidentes.Perohenosaquí,yheteaquíellugardelquesiemprehemosdepartir.¿No?
Las palabras se agolpaban enmi garganta, amenazando con asfixiarme.Regio, quería decirle.Esehijovuestroqueintentómatarme,amí,vuestronietobastardo.¿Tambiénconélhabéishabladolargoyrendido? Mas, como si Chade o Veraz acabaran de decírmelo al oído, supe de pronto que no teníaderechoacuestionaramirey.Nisiquieraapreguntarlesihabíavendidomividaalmenordesushijos.Apretélosdientesydejélaspalabrassinpronunciar.
Artimañasmemiróalosojos.SusojosrepararonenWallace.—Wallace.¿Porquénotevasunratoalascocinas?Oadondeteparezcaquenoseaaquí.—Wallace
parecíacontrariado,perodiomediavueltaconunresoplidoysemarchó.Dejólapuertaentreabiertaasu
paso.AunaseñaldeArtimañas,melevantéylacerré.Retornéamiasiento—.TraspiéHidalgo—dijosolemnemente—.Estoacabarámal.
—Señor.Lomiréalosojosporunmomento,antesdeagacharlacabeza.Hablóconrotundidad.—Aveces, los jóvenesambiciososcometenestupideces.Cuandose leshacever loequivocadode
susacciones,pidenperdón.—Levantélacabezaderepente,preguntándomesiesperabaunadisculpapormiparte.Perocontinuó—:Semehapedidoperdón.Heaceptadolasdisculpas.Ahoraseguimosadelante.Hazmecasoenesto—dijo,yhablabaconamabilidad,peronoeraunainvitación—:cuantomenosdigauno,menostendráquedesdecirsedespués.
Apoyélaespaldaenlasilla.Cogíalientoyexhaléundiscretosuspiro.Merepuseenuninstante.Miréamireyconexpresiónfranca.—¿Puedopreguntarosparaquémehabéishechovenir,majestad?—Un asuntillo desagradable —dijo con acritud—. El duque Mazas de Osorno opina que me
correspondezanjarlo.Temelasconsecuenciassinolohago.Segúnél,nosería...apropiadoquefueseélquienemprendieraunaacción.Demodoqueheaceptadosuinvitación,aunquearegañadientes.¿Seráquetenemospocosproblemasconloscorsariosalaspuertas,sinnecesidaddedisputasinternas?Enfin.Elpueblotienederechoapediryyoeldeberdedar.Volverásaimpartirlajusticiadelrey,Traspié.
Me hizo un resumen de la situación en Osorno. Una joven de la Bahía de los Sedimentos habíallegadoaTorredelaOndaparaofreceraMazassusservicioscomoguerrera.Élseavinoaemplearla,puesteníalosmúsculosyeltalentonecesarios,dominabaelcayado,elarcoyelacero.Erahermosaalaparquefuerte,menuda,morenayágilcomounanutriademar.SuincorporaciónalaguardiadeMazasfuebienrecibidayprontosehizopopular tambiénenlacorte.Teníanoencanto,sinoesecorajeyesafuerza de voluntad que impele a los demás a seguir a una persona. ElmismoMazas había llegado acogerleafecto.Lajovenalegrabasucorteeinfundíaánimosasussoldados.
Masdeuntiempoaestapartehabíaempezadoadarseairesdeprofetisayagorera.AfirmabaqueeldiosmarinoElleteníareservadoundestinomáselevado.SellamabaMadja,descendíadeunafamiliaconvencional,peroahorahabíadadoenbautizarsedenuevoenunaceremoniadefuego,vientoyaguayhabíaadoptadoelnombredeVirago.Sólocomíaloquecazabaynoguardabaensusaposentosnadaqueno hubiera ganado en lid o creado ella con sus propias manos. Sus seguidores eran cada vez másnumerososyentreellossecontabanalgunosdelosnoblesmásjóvenes,améndelossoldadosqueteníaasus órdenes. Predicaba la necesidad de retomar el culto a El. Propugnaba las viejas costumbres yabogabaporunavidasencillayrigurosaqueglorificaseloquepodíamerecerseunapersonaporméritospropios.
ConsiderabaqueloscorsariosysuforjaeranelcastigodeElpornuestroindulgenteestilodevida,yculpabaalalíneadelosVatídicoporalentardichaindulgencia.Alprincipiosereferíaatalesasuntosdeformacircunspecta.Ahorasehabíavueltomásosada,sibiennunca tantocomoparaquese lapudieraacusar de flagrante traición. Empero, se sacrificaban bueyes en los acantilados, y con su sangre sepintabannumerososjóvenesqueluegopartíanenposdeempresasespiritualescomolasdelaantigüedad.AoídosdeMazashabíallegadoelrumordequeMadjabuscabaunhombredignodeella,alguienquelaayudaraaderrocaralosVatídicodeltrono.GobernaríanjuntosparadarinicioalaeradelLuchadory
poner fin a los días del Granjero. SegúnMazas, eran varios los jóvenes dispuestos a disputarse esehonor.Quería detenerla antes de verse obligado a acusarla personalmente de traición y obligar a sushombres a elegir entreVirago y él.Artimañas opinaba que su feligresía se reduciría drásticamente sialguienlograraderrotarlaencombate,sisufrieraungraveaccidenteocayeravíctimadealgunaterribleenfermedadqueacabaraconsufuerzaysubelleza.Hubedereconocerqueprobablementeasífuese,peroobservéquehabíamuchoscasosenque lagentemoríaparadespuésconvertirseendioses.Artimañasrepusoqueesoseríasiemprequelagentetuvieraunamuertehonorable.
Acontinuación,de improviso,cambióde tema.EnTorrede laOnda,en laBahíade lasFocas, seencontrabaunantiguopergaminoqueVerazdeseabacopiar,unalistadetodoslososornensesquehabíanservidoalreyenlaHabilidad,comomiembrosdeunacamarilla.SedecíaasimismoquehabíaenTorrede laOnda una reliquia perteneciente a los días de la defensa de la ciudad por parte de losVetulus.Artimañasqueríaquepartieraaldíasiguiente,queviajaraalasFocas,copiaralosescritos,examinaralareliquiayletrajerauninformesobreella.TambiéndebíatransmitiraMazaslosmejoresdeseosdelreyylapromesadeéstedequesusproblemasprontohabríanterminado.
Asentí.Cuandome disponía amarcharme, Artimañas levantó un dedo para indicarme que aguardara.Me
detuve,expectante.—¿Piensasquemantengolapalabraquetedi?—preguntó.Era la vieja pregunta, la misma que me hacía siempre, después de cada reunión, cuando yo era
pequeño.Mehizosonreír.—Señor,piensoquesí—respondí,tambiéncomosiempre.—Enesecasoprocuramantenertúlatuya.—Hizounapausa,antesdeañadir,comonuncaantes—:
Recuerda,TraspiéHidalgo:tododañoquesufraunodelosmíoslosufroyo.—¿Señor?—Noharíasdañoaningunodelosmíos,¿verdad?Meenderecé.Sabíaloquequeríaescucharyseloconcedí.—Señor,nuncaharédañoaunodelosvuestros.SoylealalalíneadelosVatídico.Asintiódespacio.LehabíaarrancadounadisculpaaRegio,yamímipalabradequenomataríaasu
hijo.Seguramentepensabaquehabía restablecido lapazentrenosotros.Alotro ladodesupuerta,medetuvepara apartarme el pelode los ojos.Acababadehacer unapromesa,me recordé.Lo considerécuidadosamenteymeobliguéacalcularcuántomecostaríacumplirla.Meembargó laamargura,hastaquelocomparéconloquemecostaríaromperla.Encontrélasreservasenmiinteriorylasaplastéconfirmeza.Mehiceelfirmepropósitoderespetareljuramentoamirey.NoestabaenpazconRegio,peroalmenospodíaestarloconmigomismo.Ladecisiónhizoquemesintieramejorycrucéelvestíbuloconpasoresuelto.
Nohabíarestablecidomiprovisióndevenenosdesdemivueltadelasmontañas.Ahoranohabíanadaverdeenlacalle.Tendríaquerobarloquenecesitara.Lostintorerosdelanapodríanteneralgoquemesirviera,y lareservadelcuranderomeproporcionaríaelresto.Teníalamenteocupadaenesetipodeplanescuandoempecéabajarlasescaleras.
Serenaestabasubiendo.Alverla,mequedéparalizadoenelsitio.SupresenciameacobardócomonolohabíaconseguidoladeRegio.Eraunantiguoreflejo.DetodalacamarilladeGaleno,ellaeraahora
lamásfuerte.Augustosehabíaretiradodeljuego,sehabíarecluidoenelinteriorparavivirentrehuertasy ser allí un caballero.SuHabilidad le había sido arrebatadapor completo durante el enfrentamientofinalquesupusoelfindeGaleno.SerenaeraahoralausuariaclavedelaHabilidadenlacamarilla.Enverano se quedaba en Torre del Alce y los demás miembros del grupo, diseminados por torres ytorreonesalolargodenuestracosta,canalizabanatravésdeellatodossusinformesalrey.Duranteelinvierno, la camarilla al completo venía aTorre delAlce para renovar sus lazos de camaradería.EnausenciadeunMaestrodelaHabilidad,ellahabíaasumidogranpartedelaposicióndeGalenoenelcastillo. También había asumido, con gran entusiasmo, el apasionado odio que me había profesadoGaleno.Serenamerecordabacondemasiadanitidezlosabusossufridosenelpasadoymeinspirabauntemorquenoserendíaalalógica.Habíaestadoesquivándoladesdemiretorno,peroahorasusojosmeteníanclavadoenelsitio.
Laescaleraeralobastanteanchaparapermitirelpasodedospersonas.Amenosqueunadeellasseplantara deliberadamente enmedio de un escalón.Aun cuando ella tuviera quemirarme desde abajo,tenía la impresión de que la ventaja era suya. Su porte había cambiado desde nuestra época deestudiantes bajo la tutela deGaleno.El conjunto de su aspecto físico reflejaba su nueva posición. Sutúnica de azul medianoche mostraba ricos bordados. Tenía el largo cabello negro intrincadamentetrenzadoconalambrebruñidocuajadodeadornosdemarfil.Habíaplataen sucuelloyanillosen susdedos.Perosufeminidadhabíadesaparecido.HabíaadoptadolosvaloresascéticosdeGaleno,loqueseevidenciaba en su complexión esquelética, en sus manos semejantes a garras. Era una hoguera desanturronería, como había sido él. Era la primera vez que me acosaba directamente desde elfallecimientodeGaleno.Aguardéporencimadeella,sinimaginarmequépodíaquererdemí.
—Bastardo—dijo,lacónica.Eraunapelativo,nounsaludo.Mepreguntésiesapalabradejaríademortificarmealgúndía.—Serena—respondí,conlamayorfrialdadquesupereunir.—Nomoristeenlasmontañas.—No.Nomorí.;;Seguíaallí,cerrándomeelpaso.Envozmuybaja,dijo:—Séloquehiciste.Séloqueeres.Yo, por dentro, temblaba como un conejo.Me dije que probablemente estaba empleando hasta el
último ápice de su Habilidad para infligirme ese miedo. Me dije que no era una emoción que mepertenecierarealmente,sinounasimplesugerenciadesuHabilidad.Meobliguéasacarlaspalabrasdemigarganta.
—Tambiényoséloquesoy.Soyunhombredelrey.—Noeresnadaqueseparezcaaunhombre—replicóconcalma.Mesonrió—.Algúndíalosabrán
todos.El miedo se parece extraordinariamente al miedo, venga de la fuente que venga. Me quedé allí
plantado, sin contestar.Al cabo, sehizoaun ladopara franquearmeelpaso.Entoncesme toméaquelgestocomounapequeñavictoriaamifavor,aunqueenretrospectivaentiendoquehabíapocomásquepudierahaberhechoella.MedispuseaorganizarmiviajeaOsorno,súbitamentecontentodeabandonarelcastilloporunosdías.
Noguardobuenos recuerdos de aquellamisión.Conocí aVirado, pues también ella se alojaba en
Torre de laOndamientras yo cumplía conmi trabajo de escribano. Era tal y como la había descritoArtimañas,unamujerbella,demúsculosprominentes,quesemovíaconunagraciafelina.Ostentabalavitalidaddesusaludcomosideglamoursetratara.Todoslosojoslaseguíancuandoestabaenlasala.
Su castidaddesafiaba a todos loshombresque la seguían. Inclusoyome sentía atraídopor ella yagonizabaentregándomeamitarea.
La primera noche que compartimos una mesa se sentó frente a mí. El duque Mazas me habíaprodigadounacalurosísimabienvenida,hasta elpuntodeencargar a su cocineroquepreparase ciertoplato de carne especiada que me encantaba. Sus bibliotecas estaban a mi disposición, así como losserviciosde sumodesto escriba.Lamenorde sushijashabía llegadoaprescindir de su timidezpararegalarme con su compañía. Discutía la copia que me habían encargado con Celeridad, que mesorprendióconsurecatadainteligencia.Mediadalacena,Viragoinformóenvozaltaasuacompañanteenlamesaquehubountiempoenqueseahogabaalosbastardoscuandonacían.Asílodictabanlasleyesde El, dijo. Podría haber pasado por alto el comentario si no se hubiera acodado en la mesa parapreguntarmeconunasonrisa:
—¿Habíaisoídohablardeesacostumbre,bastardo?MiréendirecciónalasientodelduqueMazas,quegobernabalamesa,peroseencontrabaenfrascado
enunaanimadaconversaciónconsuprimogénita.Nisiquierameviodereojo.—Mepareceque se trata deuna costumbre tan antigua como la de lamutua cortesía debida entre
huéspedesalamesadesuanfitrión—repuse.Procuréquenovacilaranmisojosnimivoz.Erauncebo.Mazasmehabíaemplazadofrenteaellaen
lamesaparaservirledecebo.Nuncaantesmehabíanutilizadocontamañodescaro.Encajélaafrentaeintentédejardeladolossentimientospersonales.Almenosestabapreparado.
—HayquienesopinanqueelhechodequetupadrellegaradesvirgadoasulechodebodaseraunaseñaldeladegeneracióndellinajeVatídico.Yo,claroestá,noosaríainsultaralafamiliademirey.Perodime:¿quéleparecíaalpueblodetumadrequeéstafueseunaputa?
Ensayéunaagradablesonrisa.Deprontomimisiónyanomeproducíatantosreparos.—Norecuerdograncosademimadreolossuyos—respondíconindiferencia—.Perosupongoque
lespareceríalomismoqueamí:quevalemásserunaputa,oelhijodeuna,queunatraidoraalrey.LevantémicopadevinoyvolvílavistahaciaCeleridad.Susoscurosojosazulessedesorbitarony
jadeócuandoelcuchillodeViragosaltódesucinturónalamesadeMazas,aescasoscentímetrosdemicodo.Loesperabaynomeinmuté.Antesbien,giré lacabezaparamirarlaa losojos.Viragosehabíalevantadodesusilla,conlosojosencendidos,resollando.Eltintedesuruborinflamabasubelleza.
Habléconvozplácida.—Dime. Predicas las antiguas costumbres, ¿me equivoco? En ese caso, ¿no veneras a aquel que
prohíbeelderramamientodesangreenunacasadelaqueseeshuésped?—Pensabaquenoteníassangreenlasvenas—espetóamododerespuesta.—Igualquetú.Nopiensoinsultaralduqueensumesa,dandopieaquesedigaquepermitióquesus
invitadossemataranencimadesupan.¿Oacasolacortesíahaciatuduqueteimportatanpococomolalealtadaturey?
—NohejuradoningunalealtadalalfeñiquedetureyVatídico—siseó.Los comensales se revolvían en sus asientos, algunos con incomodidad, otros para vermejor.De
modoquehabíaquieneshabían acudidoparapresenciar cómome retaba, en lamesadeMazas.Todoaquellohabíasidoplaneadoconlaminuciosidaddeunacampañamarcial.¿Sospecharíahastaquépuntolohabíaplaneadotambiényo?¿Habríareparadoeneldiminutoenvoltorioocultoenmimanga?Habléconarrojo,levantandolavozparaquetodosmeoyeran.
—He oído hablar de ti. Creo que las personas a las que intentas seducir para que respalden tutraiciónharíanmejoryendoaTorredelAlce.ElReyalaEsperaVerazhahechounllamamientoatodoelquesepamanejarunarmaparatripularsusbuquesdeguerrayplantarcaraalosmarginados,enemigosdetodosnosotros.Ésa,enmiopinión,seríamejormanerademedirlavalíadeunguerrero.¿Noesmáshonorable ese propósito que la rebelión contra unos líderes a los que se ha jurado lealtad, o elderramamientodelasangredeuntoroenloaltodeunacantiladoalaluzdelaluna,cuandoesamismacarnepodríadardecomeralasvíctimasdelosCorsariosdelaVelaRoja?
Midiscursoestabacargadodepasiónyelvolumendemivozcrecíaconformeaumentabasupasmoportodoloqueyosabía.Medescubríatrapadoenmispropiaspalabras,puescreíaenellas.Meinclinésobre lamesa, sobre el plato y la copa deVirago, para arrimarmi cara a la suya todo lo posible ypreguntar:
—Dime,valiente:¿algunavezhasluchadocontraalguienquenofueratupropiocompatriota?¿ContraalgúnmarinerodelaVelaRoja?Mefigurabaqueno.Esmuchomásfácilinsultarlahospitalidaddeunanfitrión,omutilaralhijodeunvecino,quemataraquienhavenidoamataralostuyos.
LaspalabrasnoeranciertamentelamejorarmadeVirago.Furiosa,meescupió.Merecliné,concalma,paralimpiarmelacara.—Quizánoteimporteretarmeenunmomentoylugarmásapropiados.Dentrodeunasemana,talvez,
enlosacantiladosdondefuistetanvalientedeasesinaralmaridodelavaca.Yquizáyo,unescribano,resulteunavíctimamásdifícilquetubovinocontrincante.
Eneseprecisomomento,elduqueMazassedignóprestaratenciónalalboroto.—¡TraspiéHidalgo!¡Virago!—nosrecriminó.Peronuestrasmiradasseguíancruzadas,mismanosplantadasaambosladosdesupuestoenlamesa
parasostenermemientrasladesafiaba.Creoqueelhombrequelaacompañabapodríahabermedesafiadoasuvez,denoserporqueelduque
Mazas aporreó entonces su cuenco de sal contra la mesa, rompiéndolo casi, y nos recordóautoritariamentequeésaerasumesayésesusalón,yquenotoleraríaquesevertierasangreenél.AlmenoséleracapazdehonraralreyArtimañasylasviejascostumbresalmismotiempo,ynosrecomendóquehiciéramoslopropio.Medisculpéconsumahumildadyelocuencia,yViragomascullósu«perdón».Sereanudólacenaycantaronlosjuglares,yeneltranscursodelosdíassiguientescopiéelpergaminoparaVerazyestudiélareliquiadelosVetulus,queamijuicionoparecíamásqueunsimplerecipientedecristal compuesto de finas escamas de pescado. Celeridad parecía sentirsemás impresionada pormigesto de lo que me hacía sentirme cómodo. La otra cara de esa moneda era enfrentarse a la fríaanimosidadquesereflejabaenlosrostrosdequienesapoyabanaVirago.Fueunasemanamuylarga.
Nofueprecisoquemebatieraenaquelduelo,puesantesdequeterminaralasemana,lalenguaylabocadeViragohabíanquedadodestrozadasporlasllagasylaspústulasque,segúnlaleyenda,eranelcastigoreservadoalosqueengañabanasuscompañerosdearmasyrompíansusjuramentos.Apenassipodíabeber,muchomenoscomer,ysuaflicciónladesfiguródetalmaneraquehastasusmásallegados
rehuían su compañía por miedo a contraerla también. Sufría tales dolores que no pudo salir a laintemperieparaluchar,ynohubonadiedispuestoaaceptareltestigodesudesafío.Celeridadaguardabaamilado,aligualqueunadecenaaproximadadepequeñosnoblesqueelduqueMazashabíainstadoaacompañarme.Conversamossobretrivialidadesybebimosmuchomásbrandydelqueeraprudenteparanomorirnosdefrío.Yadenochecerrada,llegóunmensajerodelcastilloparainformarnosdequeViragohabía abandonadoTorre de laOnda si bien no para enfrentarse a su retador.Había partido a caballohacia el interior. Sola. Celeridad entrelazó los dedos y luego me desconcertó dándome un abrazo.Regresamos,ateridosperocontentos,paradisfrutardeunaúltimacenaenTorredelaOndaantesdemiregresoaTorredelAlce.MazasmecolocóasuizquierdayCeleridadsesentóamilado.
—Sabes—mecomentóelduque,haciaelfinaldelacomida—.Cadaañoteparecesmásatupadre.
Forjados
Los dos hijos de lady Constancia y el rey Artimañas eran Hidalgo y Veraz. Nacieron con unadiferenciadedosaños y crecieron tanunidos comopudieranestarlodoshermanos.Hidalgoera elprimogénito,yfueelprimeroenasumireltítulodeReyalaEsperaalcumplirlosdieciséisañosdeedad.SupadreloenviócasideinmediatoazanjarunadisputafronterizaconlosEstadosdeChalaza.Apartirdeaquelmomento,raraeralaocasiónenquepasabamásdeunospocosmesesseguidosenTorredelAlce.NiaundespuésdelmatrimoniodeHidalgoselepermitiríagozardedescansoalguno.Noesquehubiesetantosalzamientosenlasfronterasporaquelentonces,sinoqueArtimañasparecíaempeñadoenformalizarsuslímitescontodossusvecinos.Muchasdeaquellasdiferenciassedirimíancon la espada, aunqueamedidaque transcurría el tiempoHidalgoganaba en astucia, y empezóarecurrirprimeroaladiplomacia.
HabíaquienesdecíanquelaasignacióndeaqueltrabajoaHidalgoeraobradesumadrastra,lareinaDeseo,queaspirabaaenviarloalamuerte.OtrosdecíanqueeralaformaqueteníaArtimañasdealejarasuhijomayordelavistaydelaautoridaddesunuevareina.ElpríncipeVeraz,condenadopor su juventud a quedarse en casa, solicitaba oficialmente a su padre todos los meses que lepermitieraseguir lospasosdesuhermano.Todos losesfuerzosdeArtimañaspor interesarloensuspropias responsabilidades caían en saco roto. El príncipe Veraz cumplía con las labores que se leencargaban, pero que nadie piense ni por un momento que no preferiría estar en compañía de suhermanomayor.Porfin,cuandoVerazacababadecumplirveinteaños,trasseisañosdesolicitarunmes sí y otro también que se le permitiera seguir a su hermano,Artimañas le concedió su deseo aregañadientes.
Apartirdeesedíayhastaeldíaenque,cuatroañosdespués,HidalgoabdicarayVerazasumierael título de Rey a la Espera, los dos príncipes trabajaron como uno solo en la formalización defronteras,tratadosyacuerdoscomercialesconlosterritoriosquelindabanconlosSeisDucados.EltalentodelpríncipeHidalgoconsistíaensaberentenderseconlaspersonas,tantoengrupocomoporseparado.EldeVerazera laatencióna losdetallesde losacuerdos, laprecisiónde losmapasquedelineaban las fronteras convenidas y el apoyo de su hermano en su autoridad como soldado ypríncipe.
ElpríncipeRegio,elmenordeloshijosdeArtimañasyelúnicodelareinaDeseo,pasótodasujuventud en casa, en la corte, donde sumadre puso todo su empeño en criarlo como candidato altrono.
Emprendí el regreso a Torre del Alce con una sensación de alivio. No era la primera vez querealizabauna tareaparecidaparami rey, peronuncahabía llegado a regocijarme enmi trabajo comoasesino. Me alegraba de que Virago me hubiera insultado y atosigado, pues eso había hecho mássoportablemitarea.Aunasí,habíasidounamujerpreciosa,yunaexcelenteguerrera.Eraundesperdicioynomeenorgullecíademitrabajo,salvoenlotocanteahabercumplidolasórdenesdemirey.EnesopensabamientrasHollíncoronabalaúltimalomaquemeseparabademihogar.
Mirécolinaarribaymecostócreer loquevi.KettrickenyRegioacaballo.Cabalgabanelunoalladodelotro. Juntos.Parecían la ilustracióndealgunade lasmejoresvitelasdeCerica.Regioestabavestidodeescarlatayoro,conlustrosasbotasnegrasyguantesdeestemismocolor.Llevabasucapademontar echada sobre un hombro, lo que desplegaba el brillante contraste de colores que ondeaban alvientodelamañana.Labrisahabíadadounapinceladaderojoasusmejillasydesbaratabaelprecisoarreglo de sus rizos negros. Tenía un brillo en sus ojos oscuros. Casi parecía un hombre, pensé, ahorcajadassobreelaltocaballonegroquecontantogarbocaminaba.Podríaserasísiquisieranenvezdel lánguido príncipe que siempre tenía un vaso de vino en la mano y una dama a su lado. Otrodesperdicio.
Ah,peroladamaqueloacompañabaeraotrocantar.Comparadaconelséquitoquelosseguía,lucíacomounararaflorextranjera.Montabaahorcajadasconpantalonesholgados,yaquelpúrpuraazafránnohabía salido de ninguna cuba de tinte de Torre del Alce. Los pantalones estaban adornados conintrincados bordados de ricos colores,metidos por dentro de sus botas, que le llegaban casi hasta larodilla;Burrichhubieraaprobadoelcarácterprácticodeaquellamedida.Secubría,envezdeconunacapa,conunachaquetilladevoluminosopeloblanco,conelcuelloaltopararesguardarsedelviento.Unzorroblanco,deduje,cazadoenlatundradelextremomásalejadodelasmontañas.Llevabaunosguantesnegros. El viento había jugado con su largo cabello rubio, desplegándolo y enredándoselo sobre loshombros.Setocabaconungorrodelanadetodosloscoloresimaginables.Sesentabaerguidayechadahaciadelanteensusilla,alestilodelamontaña,porloqueparecíaquePasoSuaveestuvierabailandoenlugardecaminando.Elarnésdelayeguaalazanaestabacuajadodediminutoscascabelesdeplataquerepicaban como témpanos de hielo en la fría mañana. Comparada con las demás mujeres con susvoluminosasfaldasycapas,parecíatanágilcomounagata.
Metrajoalamenteunaguerreraexóticasalidadelosclimasdelnorte,ounaaventureraescapadadealgunacrónicaantigua.Ladistinguíadesusdamasdecompañía,nodelaformaenquemuestraunamujerde alta cuna y finos adornos su posición entre lasmenos nobles, sinomás bien del modo en que sedistinguiríaunhalcónenjauladoentreavescanoras.Noestabasegurodequedebieramostrarseasíantesus súbditos. El príncipe Regio cabalgaba al lado de Kettricken, sonriendo y charlando con ella. Suconversación era animada, salpicada de risas frecuentes.Al acercarme, dejé queHollín aminorara elpaso.Kettricken tiró de las riendas, sonriendo, y se habría detenido para saludarme, pero el príncipeRegioasintiófríamenteeimpulsósucaballoaltrote.LayeguadeKettricken,paranoquedarserezagada,tiródesubocadoysemantuvoalapardeél.Recibílamismabienvenidaporpartedequienespaseabantras la reinayelpríncipe.Medetuveparadejarlospasary luegoproseguímicaminohaciaTorredel
Alceconelánimoalterado.Kettrickenteníaelrostrojovial,lasmejillassonrosadasporlabrisafría,ylassonrisasquededicabaaRegioestabanimpregnadasdeladiversióngenuinaquetodavíameregalabaenocasiones.Peromecostabacreerquefuesetaningenuacomoparaconfiarenél.
ÉstaseranmiscavilacionesmientrasdesensillabaaHollínylacepillaba.Mehabíaagachadoparaechar un vistazo a sus cascos cuando presentí queBurrichme observaba por encima de la pared delcompartimiento.
—¿Desdecuándo?—lepregunté.Élsabíaaquémerefería.—Empezóalospocosdíasdetupartida.Latrajoaquíundíaymehablóconfranqueza,diciendoque
leparecíaunalástimaquelareinasepasaratodoeldíaencerradaenelcastillo.Estabaacostumbradaalairelibreyalavidacampechanadelasmontañas.Dijohaberconsentidoendejarseconvencerporellaparaqueleenseñaraamontaralausanzadelastierrasbajas.LuegomehizoensillaraPasoSuaveconlasillaquehabíaencargadoVerazparasu reina,yalláquese fueron.En fin,¿quéqueríasquehicieraodijerayo?—preguntóferozmentecuandomegiréparadirigirleunamiradainquisitiva—.Túmismolodijiste.Somoshombresdelrey.Leales.YRegioespríncipedelacasadelosVatídico.Aunquefueralobastantedeslealcomoparacontrariarlo,ahíestabamiReinaalaEspera,aguardandoquelebuscaseuncaballoyseloensillara.
Un leve gesto demimano recordó aBurrich que sus palabras rayaban en la traición.Entró en elcompartimientoconmigoyrascó lasorejasdeHollínconsemblantepensativomientrasyoacababadearreglarla.
—Nopodíashacernada—admití—.Peronodejodepreguntarmequéseproponeenrealidad.Yporquélotoleraella.
—¿Quequésepropone?Nosé,volveraganarsesufavor,alomejor.Noesningúnsecretoqueseaburre en el castillo.Oh, habla sin rodeos con todo elmundo. Pero es demasiado sincera comoparaconvenceralosdemásdequeesfelizcuandonoesasí.
—Esposible—leconcedíaregañadientes.Levantélacabezatanderepentecomounperrocuandosilbasuamo—.Tengoqueirme.ElReyalaEsperaVeraz...
Dejé lafrase inacabada.NoeraprecisoqueinformaraaBurrichdequehabíasidoconvocadopormedio de la Habilidad.Me eché al hombro las alforjas cargadas con los pergaminos trabajosamentecopiadosymedirigíalcastillo.
Nomeentretuvecambiándomederopa,nisiquieramedemoréenlascocinasparacalentarmeconsusfogones,sinoquesubídirectamentealasalademapasdeVeraz.Lapuertaestabaentreabierta,llaméunavezyentré.Verazestabaencorvadosobreunmapaclavadoensumesa.Apenassimemiródesoslayoparareconocermipresencia.Meaguardabayaunhumeantevasodevinoespeciado,yhabíaunagenerosabandejadefiambresypansobreunamesacercadelachimenea.Alratoseenderezó.
—Te bloqueas demasiado bien—dijo Veraz amodo de bienvenida—. Llevo tres días intentandotransmitirtequetedierasprisa,¿ycuándotedascuentaporfindequeteheHabilitado?Cuandoyaestásen mis establos. Te voy a decir una cosa, Traspié, tenemos que sacar tiempo de alguna parte paraenseñarteacontrolarmejortuHabilidad.
Yosabíaquenosacaríamosesetiempodeningunaparte.Erandemasiadoslosasuntosquerequeríansuatención.Comodecostumbre,abordósupreocupacióndeinmediato.
—Forjados—dijo.Sentícómomerecorríalacolumnaunescalofríoominoso.—¿Hanvueltoaatacarloscorsarios?¿Enplenoinvierno?—preguntéconincredulidad.—No.Almenosnoshemoslibradodeeso.Peroalparecerloscorsariospuedenirseasushogares
tranquilamenteysembrartodavíasuvenenoentrenosotros.—Hizounapausa—.Bueno,adelante.Entraencalorycomealgo.Puedesmasticaryescucharalmismotiempo.
Mientrasdisfrutabadelvinoylacomida,Verazmecontóloocurrido.—Eselmismoproblemadesiempre.Losinformeshablandeforjadosquerobanyasaltan,nosóloa
losviajeros,sinotambiéngranjasycasasaisladas.Hehechoaveriguacionesylosinformessonveraces.Pero los ataques se producen lejos de los escenarios de cualquier saqueo, y en todos los casos lostestigos afirman que no se trata de uno o dos forjados, sino de grupos enteros de ellos que actúanorganizadamente.
Considerésuspalabrasunmomentoytraguéantesdehablar.—No creo que los forjados sean capaces de agruparse ni de formar ningún tipo de asociación.
Cuandoteencuentrasconellos,descubresquecarecendesentidode la...comunidad.Puedenhablar,yrazonar,perosiempreentérminosegoístas.Soncomoglotonesdotadosdelafacultaddelhabla.Sólolesimportasupropiasupervivencia.Venasuscongénerescomorivalesconlosquecompitenporlacomidaocualquiertipodeconfort.
Rellenémivaso,agradecidoporelcalorque infundíaelvino.Almenospaliabael frío físico.Laheladaideadelgrisaislamientodelosforjadoserainmuneasusefectos.
HabíasidolaMañaloquemehabíapermitidoaveriguaraquelloacercadelosforjados.Suafinidadcon el resto del mundo se había embotado hasta tal punto que apenas si había logrado sentirlos enabsoluto. LaMañame proporcionaba cierto acceso a esa red que une a todas las criaturas, pero losforjados estaban al margen de dicha red, aislados como piedras, hambrientos, implacables eimpredeciblescomounatormentaounríodesbordado.Miinesperadoencuentroconunohabíasidotansobrecogedorcomosisehubieraalzadounarocaparaatacarme.
Verazselimitóaasentir,meditabundo.—Pero incluso los lobos, animalesque son, atacanenmanada. Igualquecazanballenas lospeces
arpón.Siestosanimalespuedenagruparseparaprocurarsesusustento,¿porquénolosforjados?Soltéelpanquehabíacogido.—Loslobosylospecesarpónhacenloquelesdictasunaturalezaycompartenlacarneconsuscrías.
Nocazacadaunosuparte,sinoqueproporcionancarneatodalamanada.Hevistogruposdeforjados,peronoactúanorganizadamente.Aquellavezquemeatacaronvariosforjados,loúnicoquemesalvófuequepudeenfrentarlosentresí.Dejécaerlacapaqueansiabanysepelearonporella.Ycuandovolvierona buscarmemás tarde, se entorpecieronmutuamentemás que se ayudaron.—Hube de esforzarme pormantener la voz firme al rememorar aquella noche.Herrero había muerto esa noche, y yo maté porprimera vez—.Pero no luchan juntos. Eso está por encima de los forjados, la idea de cooperar parabeneficiodetodos.
LevantélacabezaypudeverlosojososcurosdeVerazcargadosdelástima.—Habíaolvidadoquetienesexperienciaenfrentándoteaellos.Perdona.Nocreasquenolotengoen
cuenta. Es sólo que últimamente me acosan los problemas. —Se le apagó la voz y pareció prestar
atención a algo en la lejanía. Transcurrido un momento volvió en sí—. En fin. Según tú no puedencooperar.Pero lohacen, alparecer.Ven,mira.—Ypasó lamanosuavementeporelmapaqueestabaextendidosobrelamesa—.Heestadoseñalandolasfuentesdeprotestasyllevoelcómputodecuántossedicequehabía.¿Quétepareceesto?
Mepusea su lado.EstarcercadeVerazeraahoracomoarrimarseaunaespeciedechimenea.Lafuerza de laHabilidad irradiaba de él.Me pregunté si pugnaba pormantenerla a raya, si amenazabasiempreconescaparasucontrolypropagarsuconcienciaportodoelreino.
—Elmapa,Traspié—merecordó,ymepreguntéhastaquépuntopodíaleermelamente.Mepropuseconcentrarmeenlatareaqueteníaentremanos.ElmapamostrabaGamaenprodigioso
detalle.Alolargodelacostaestabanmarcadaslasmarismasyloslagospocoprofundos,aligualqueloshitos del interior y las carreterasmenos transitadas. Era unmapa trazado con cariño por alguien quehabíarecorridoaquellazonaapie,acaballoyenbarco.Verazhabíaempleadogotasdecerarojaamododeindicadores.Lasestudié,esforzándomeporverquéeraloquelepreocupabarealmente.
—Sieteincidentesdistintos.—Extendióunamanoparatocarsusmarcadores—.AlgunosaundíadecaballodeTorredelAlce.Peronohemossufridosaqueostancerca,asíque,¿dedóndepodríanhabersalidoesosforjados?Podríanhabersidoexpulsadosdesusaldeasnatales,claro,pero¿porquéibanaconvergertodosenTorredelAlce?
—Quizásetratedegentesdesesperadasquesefingenforjadoscuandorobanasusvecinos.—Esposible.PeroresultapreocupantequelosincidentesseproduzcancadavezmáscercadeTorre
delAlce.Haytresgruposdistintos,atenordelasdeclaracionesdelasvíctimas.Perocadavezquesedenunciaunrobo,ouna incursiónenungranero,oelsacrificiodeunaresenelcampo,escomosielgruporesponsablehubieraavanzadohaciaTorredelAlce.Nosemeocurreporquéharíanalgoasílosforjados.Y—meinterrumpióantesdequeyopudierareplicarnada-lasdescripcionesencajanconlasdeotroataque,denunciadohacemásdeunmes.Sisetratadelosmismosforjados,hanrecorridounlargocaminoenesetiempo.
—Nopareceobradeforjados—dijeparaluegopreguntar,conreservas—:¿Sospechasquesetratadealgúntipodeconspiración?
Verazsoltóunbufidodeexasperación.—Desdeluego.¿Dóndenoveoconspiraciones?Peroalmenosenestecasocreoquepuedobuscarla
raíz fueradeTorredelAlce.—Secallódegolpe, como si acabarade reparar en lagravedadde suspalabras—.Ocúpatedeestopormí,¿quieres,Traspié?Salporahíyabrebienlosoídos.Dimedequésehabla en las tabernas y qué indicios encuentras en las carreteras. Recaba chismes relativos a otrosataquesynopierdasdevistalosdetalles.¿Podráshaceresopormí?
—Naturalmente. Pero ¿por qué tanto sigilo? Se diría que si alertamos a la población, nosenteraríamosantesdeloqueocurre.
—Nos enteraríamos de algo, por supuesto. Demás rumores ymuchasmás quejas. Por ahora sonprotestasindividuales.Creoquesoyelúnicoquehaencontradounpatrónenlosasaltos.NoquieroqueTorredelAlceselevanteenarmasquejándosedequesureynisiquierapuedeprotegersucapital.No.Sigilo,Traspié.Sigilo.
—Investigarconsigilo.Noeraunapregunta.
Verazencogió levementesusfuerteshombros,peromásbiencomoalguienquecambiasucargadesitio,nocomosisehubieralibradodeella.
—Ponfrenoaestosipuedes.—Suvozsonabaapagadayfijólavistaenlasllamas—.Consigilo,Traspié.Conmuchosigilo.
Asentídespacio.Tampocoeralaprimeravezquerecibíaesetipodeencargo.Asesinarforjadosnome molestaba tanto como matar a un hombre. A veces me imaginaba que estaba poniendo fin a lossufrimientosdeunalma,acabandoconlaangustiadeunafamilia.Rezabaparanovolvermeunexpertoenengañarme amímismo.Un asesino no podía permitirse esos lujos.Chademehabía advertido de quesiempredebíatenerpresenteloqueeraenrealidad.Nounángelredentor,sinounasesinoqueactuabaporelbiendesurey.OsuReyalaEspera.Eramidebergarantizar laseguridaddel trono.Mideber.Vaciléantesdehablar.
—Mipríncipe.MeheencontradoporelcaminoconnuestraReinaalaEsperaKettricken.CabalgabajuntoalpríncipeRegio.
—Hacenbuenapareja,¿verdad?¿Quétalmontasucaballo?Veraznopodíaeliminartodalaamarguradesuvoz.—Bien.Aunquetodavíaalestilodelasmontañas.—Vinoaverme,diciendoquedeseabaaprenderamontarmejornuestrospequeñoscaballosde las
tierrasbajas.Apoyélaidea.NosabíaqueibaaescogeraRegiocomomaestrodeequitación.Verazseinclinóestudiandoenelmapaalgúndetalleinexistente.—Alomejoresperabaquepudierasenseñarlatú.Hablédeformairreflexiva,alhombre,noalpríncipe.—Alomejor.—Suspiróderepente—.Ah,yaséqueloesperaba.Kettrickensesientesolaaveces.A
menudo.Meneólacabeza.Tendríaquehabersecasadoconalguienmásjoven,conmástiempolibre.Oconun
reycuyoreinonoseencontraraalbordedelaguerrayeldesastre.Nolehagojusticia,Traspié.Losé.Peroesqueestan...joven.Aveces.Ycuandonoessujuventud,essuexacerbadopatriotismo.ArdeendeseosdesacrificarseporlosSeisDucados.Siempretengoquecontenerla,decirlequenoesesoloquenecesitan los Seis Ducados. Es como un tábano. No me deja respirar, Traspié. Cuando no quierejuguetearcomounachiquilla,meacribillaapreguntassobrealgunacrisisenlaquemegustaríadejardepensarporunosmomentos.
Pensé en ese instante en la testarudabúsquedade la frívolaPacienciaporpartedeHidalgo,ymeparecióatisbarelmotivo.Unamujerqueeraunavíadeescapeparaél.¿AquiénhabríaescogidoVerazsilaelecciónhubieraestadoen susmanos?Seguramenteaalguienmayor, aunamujerapacible llenadecalmayserenidadinteriores.
—Quéhartoestoy—dijoVerazenvozbaja.Sesirvióotrovasodevinoconespeciasyseacercóalachimeneaparadarunsorbo—.¿Sabesloquemegustaría?
Enrealidadnoeraunapregunta.Nomemolestéenresponder.—MegustaríaquetupadreestuvieravivoyfueseelReyalaEspera.Yqueyofueratodavíasumano
derecha.Mediríaloqueteníaquehaceryyoharíaloquemepidiese.Estaríaenpazconmigomismo,sinimportarloduroquefuesemitrabajo,puesestaríaconvencidodesucapacidadparahacerlocorrecto.¿Sabeslofácilquees,Traspié,seguiraalguienenquiencrees?
Memiróporfinalosojos.—Mipríncipe—dijeconunhilodevoz—.Creoquesí.PorunmomentoVerazsequedóparalizado.Luegodijo:—Ah.RetuvomimiradaconlasuyaynomehizofaltalacalidezdelaHabilidadparasentirlagratitudque
meenvió.Seapartóde lachimenea,se irguió.VolvíaaestarenpresenciademiReya laEspera.Medespidióconunademánimperceptibleysalídesucuarto.Mientrassubíalasescalerashaciamicuarto,porprimeravezenmividamepreguntésinodeberíasentirmeafortunadoporhabernacidosiendounbastardo.
Encuentros
Siemprehabíasidocostumbreydeesperarque,cuandocontrajeramatrimoniounreyoreinadeTorredelAlce,elcónyugerealaportaraunséquitopropioencalidaddetestigo.Esehabíasidoelcasoconambas reinasdeArtimañas.Mascuando la reinaKettrickende lasMontañas llegóaTorredelAlce,vinocomoSacrificio,comodictabalatradicióndesutierra.Llegósola,sinhombresnimujeresque la asistieran, sin una sola doncella como confidente. En Torre del Alce no había nadie que leproporcionara el confort de la familiaridad en su nuevo hogar. Comenzó su reinado rodeada porcompletodeextraños,nosóloensucategoríasocial,sinotambiénporcuantoasirvientesyguardias.Conforme transcurría el tiempo se granjeóamistades y asimismoencontró criadosadecuadosparaella,sibienalprincipiolaideadequeunapersonavivieraparacumplirsusdeseoseraparaellaunconceptoextrañoyperturbador.
Lobeznohabíaextrañadomicompañía.AntesdepartirhaciaOsornolehabíadejadoelcadáverdeunciervo, bien congelado y escondido detrás de la cabaña. Debería haberle proporcionado alimentosuficienteenmiausencia.Perocomoelloboqueera,sehabíahartadoydormido,sehabíavueltoahartaryhabíavueltoadormirse,hastaterminarconlacarne.Hacedosdías,meinformó,brincandoybailandoamialrededor.Elinteriordelacabañaeraunvertederodehuesosbienroídos.Mesaludócongenuinoentusiasmo, informadoporpartidadoblepor laMañaysuolfatode lacarnefrescaque le llevaba.Seabalanzó sobre ella con ansia y no me prestó ninguna atención mientras guardaba los restos de subanqueteenunsaco.Elexcesodeesetipodedesperdiciosatraeríaalasratas,traslasquevendríanlosperrosratonerosdelcastillo.Nopodíacorrereseriesgo.Loobservésubrepticiamentemientrasrecogía,vi el salto de losmúsculos de sus hombros cuando asió el trozo de carne con las patas delanteras yarrancóunbocado.Reparétambiénenquetodosloshuesosdeciervosalvolosmásgruesoshabíansidopartidosydesprovistosdetuétano.Aquelloyanoformabapartedelosjuegosdeuncachorro,sinoqueeraobradeunpoderosocazadorjoven.Algunosdeloshuesosquehabíapartidoeranmásgruesosquelosdemibrazo.
Pero¿porquéibaaatacarte?Metraescomida.Ygalletasdejengibre.Supensamientoestabapreñadodesignificado.Talera lacostumbredeunamanada.Yo,unadulto,
proporcionabacarneaLobezno,unacría.Yoeraelcazadoryél sebeneficiabadeunaporcióndemi
caza. Lo sondeé y descubrí que, para él, nuestras diferencias estaban desapareciendo. Éramos unamanada.Eraunconceptonuevoparamí,másprofundoqueeldelcompañerismoolaasociación.Temíaqueparaélsignificaralomismoqueparamíelvínculo.Nopodíaconsentirlo.
—Yosoyhumano.Túeresunlobo.Pronuncié las palabras en voz alta, sabedor de que comprendería su sentido gracias a mis
pensamientos,perointentandotransmitirnuestrasdiferenciasatodossussentidos.Porfuera.Pordentrosomosunamanada.Hizounapausayselamióelhocico,complacido.Tenía
laspatasmanchadasdesangre.—No,aquítealimentoytedoycobijo,perosólotemporalmente.Cuandopuedascazarportisolote
llevarélejosyteabandonaré.Nuncahecazado.Teenseñaré.Esoespropiodelamanada.Túmeenseñasyyocazocontigo.Compartiremosmuchascaceríasy
degustaremosmuchaspiezassabrosas.Teenseñaréacazaryluegotedejaréenlibertad.Yasoylibre.Noerestúquienmeretieneaquí,sinomipropiavoluntad.Descolgólalenguasobresus
blancosdientes,riéndosedemiingenuidad.Eresarrogante,Lobezno.Eignorante.Puesenséñame.Ladeó lacabezaparaaplicar losmolaresa lacarney los tendonesdelhuesoque
teníaentrelasfauces.Estudeberdentrodelamanada.Nosomosunamanada.Notengomanada.Medeboamirey.Sieles tu líder, tambiéneselmío.Somosunamanada.Amedidaque se llenabael estómagose
volvíamáscomplacientealrespecto.Cambiédeestrategia.Ledijefríamente:Pertenezcoaunamanadaenlaquenohaylugarparati.En
mimanada,todossomoshumanos.Túnoereshumano.Eresunlobo.Nosomosdelamismamanada.Seadueñódeélelsilencio.Nointentóresponderaeso.Perosentía,yloquesentíamedejóhelado.
Aislamientoytraición.Soledad.Di lavueltay lodejéallí.Peronopodíaocultarle lodifícilqueme resultabaabandonarlodeesa
forma,ocultarlaprofundavergüenzaquemeproducíarechazarlo.Esperabaquesintieratambiénqueyocreíaque lohacíapor subien.Tanto, reflexioné, comocuandoBurrich se llevóaMorrón porquemehabíavinculadoalcachorro.Aquelpensamientomeespoleóynoesquemefueraapasolargo,sinoquehuídelacabaña.
CaíalanochecuandoregreséaTorredelAlceysubílasescaleras.Visitémihabitaciónenbuscadeunoshatosquehabíadejadoallíyluegovolvíabajar.Mispiestraicionerosaminoraronelpasoalllegaralsegundorellano.SabíaquefaltabamuypocoparaqueMollypasaraporallí,cargadaconlabandejaylosplatosdelacenadePaciencia.Éstararavezsedignabacompartirlamesaenelsalónconelrestodelos lores y damas del castillo, prefiriendo la intimidad de sus aposentos y la agradable compañía deCordonia. Su timidez había empezado a adquirir tintes de reclusión últimamente. Pero no era esapreocupaciónloquemedemoróenlaescalera.OíelrocedelospiesdeMollycruzandoelvestíbulo;sabíaquedeberíaseguirmicamino,perohacíadíasqueno laveíaun instantesiquiera.Los timoratosflirteosdeCeleridadsólohabíanservidopararecordarmecuántoechabademenosaMolly.Seguroque
nomepropasaríaporelmerohechodedarle lasbuenasnochescomoharíaconcualquierotracriada.Sabía que no debería hacerlo, sabía que si Paciencia llegaba a enterarse me llevaría una buenareprimenda.Yaunasí...
Fingíexaminaruntapizdelrellano,untapizqueyaestabacolgadoallímuchoantesdequellegarayoaTorredelAlce.Oícómoseacercabansuspasos, losoí frenar.Elcorazónmartilleabaenmipecho,teníalaspalmasdelasmanosempapadasdesudorcuandomegiréparaverla.
—Buenasnoches—conseguídecir,mediochillando,medioensusurros.—Buenasnoches—respondiócongrandignidad.Levantólacabezaunápicemás,reafirmósubarbilla.Llevabaelpelodomadoendosgruesastrenzas
queseenroscabanensucabezacomounacorona.Susencillovestidoazul teníaelcuellodedelicadoencajeblanco,ajuegoconsuspuños.Sabíaaquiénpertenecíanlosdedosquehabíanurdidoaqueldiseñofestoneado. Cordonia se portaba bien con ella y la obsequiaba con el fruto de su trabajo. Bueno erasaberlo.
Mollynovacilóalpasaramilado.Susojosmeapuntarondesoslayounavezynopudereprimirunasonrisa, y antemi sonrisa se apoderóde su caray su cuelloun rubor tal quecreí sentir su calor.Suslabiostrazaronunalíneamásfirme.Mientrasdoblabaydescendíalasescalerasmellegósufragancia,bálsamodelimónyjengibresobreelperfumemásdulcequepertenecíasimplementeaMolly.
Hembra.Buena.Vastaaprobación.Diunrespingocomosimehubieranpinchadoymiréenrededor,esperandocomounneciodescubrir
aLobeznodetrásdemí.Noestabaallí,claro.Sondeé,perotampocoestabadentrodemicabeza.Sondeémáslejosyloencontrédormitandoenlacabaña,tendidoensucamadepaja.Nohagaseso,leadvertí.Mantentelejosdemicabezaamenosqueyotelopida.
Consternación.¿Quéquieresquehaga?Novengasconmigo,salvocuandoyotellame.¿Cómosabréentoncesquemehasllamado?Buscarétumentecuandorequieratupresencia.Unlargosilencio.Yyoharélomismocuandorequieralatuya,ofreció.Sí,asíeslamanada.Llamar
cuandounonecesitaayudayestarsiempredispuestoaescucharesallamada.Somosunamanada.¡No!Noteestoydiciendoeso.Teestoydiciendoquedebesmantenertealejadodemimentecuando
noquieraqueestésallí.Noquierocompartirtodosmispensamientoscontigo.Esonotienesentido.¿Esquesólopuedorespirarcuandotúhusmeeselaire?Tumente,mimente,
eslamentedelamanada.¿Dóndequieresquepiensesinoesaquí?Sinoquieresoírme,noescuches.Mequedépatidifuso,intentandoasimilaraquellaidea.Comprendíqueteníalamiradaextraviada.Un
sirvienteacababadedesearmebuenasnochesynolehabíacontestado.—Buenasnoches—respondí,peroyamehabíadejadoatrás.Miró por encima del hombro, desconcertado, para ver si lo había llamado, pero le indiqué que
continuara. Sacudí la cabeza para despejarla de telarañas y crucé el vestíbulo en dirección a lahabitacióndePaciencia.YadiscutiríaconLobeznomástarde,loharíaentrarenrazón.Yprontoestaríalejos,fuerademialcance,fuerademimente.Dejéaquellaexperienciaaunlado.
LlaméalapuertadePacienciaysemepermitiólaentrada.ViqueCordoniasehabíaentregadoaunadesusbatidasperiódicasyhabíarestauradociertoordenenelcuarto.Inclusohabíaunasillalibredonde
sentarse.Lasdossealegrarondeverme.LeshablédemiviajeaOsorno,evitandomencionaraVirago.SabíaquePacienciaterminaríaporenterarseymeinterrogaríaalrespecto,yentoncesleaseguraríaquelas habladurías exagerabannuestro encuentro.Esperabaque esodiera resultado.Mientras tanto, habíatraído algunos regalos. Diminutos peces de marfil, perforados para poderse colgar como cuentas decollaroprenderenunatelaparaCordonia,yparaPacienciapendientesdeámbaryplata.Unfrascodebarrodebayasdegaulteriaenconserva,conlatapaselladaconcera.
—¿Gaulteria?Nomegustalagaulteria—seextrañóPacienciacuandoseloofrecí.—¿No?—fingísentirmedesconcertado—.Penséquemehabíasdichoqueechabasdemenossusabor
yfraganciadetuniñez.¿Noteníasuntíoquetellevabagaulteria?—No.Norecuerdoesaconversación.—EntoncesseríaCordonia.—No,señor.Mepicalanarizsilapruebo,aunquedesprendeunperfumeagradable.—Ah,vaya.Mehabréequivocado.—Dejéel tarroencimade lamesa—.¿Yqué,CopodeNieve?
¿Otravezpreñada?Esto le dije a la terrier blanca de Paciencia, que por fin se había animado a arrimarse para
olisquearme. Sentí cómo su pequeña mente canina se extrañaba por el olor de Lobezno que meimpregnaba.
—No,esqueseestáponiendomuygorda—respondióCordoniaporella,agachándosepararascarlelasorejas—.Miseñoranoparadedejarporahíplatosconfiambresygalletas,yCopodeNievesiempreconsiguehincarleseldiente.
—Ya sabes que no deberías permitírselo. Es muy malo para sus dientes y su pelaje —reñí aPaciencia, que repuso que ya lo sabía, pero queCopo deNieve era demasiado vieja para atender arazones.
Laconversaciónsiguiósucursoapartirdeahíypasóotrahoraantesdequemedesperezaraylesdijeraquedebíamarcharme,paraintentarinformardenuevoalrey.
—Antesnomehandejadocruzarsupuerta—mencioné—.Aunquenofueningúnguardia.Suhombre,Wallace,acudióalapuertacuandollaméparanegarmelaentrada.Cuandolepreguntéporquénohabíanadie vigilando la puerta del rey, dijo que los guardias habían sido relevados de esa tarea.Ahora seocupabaél,lomejorparaevitaratosigamientosalrey.
—Elreyseencuentramal,sabes—comentóCordonia—.Heoídoqueraravezsaledesusaposentosantesdelmediodía.Luego,cuandoseaventuraasalir,escomosiestuvieraposeído,llenodeapetitoyenergía,peroalcaerlatardelanguidecedenuevoyempiezaaconfundirymascullarlaspalabras.Cenaensuhabitación,yelcocinerodicequelabandejavuelveigualdellenaquefue.Esmuypreocupante..
—Loes—convine,ymefui,temiendocasienterarmedemás.De modo que la salud del rey era ya la comidilla del castillo. Eso no estaba bien. Tendría que
consultaraChadealrespecto.Ydebíaverloconmispropiosojos.Enmianteriorintentodeinformaralrey sólo había encontrado al entrometido Wallace, que me trató con suma brusquedad, como si yoestuvieraallísimplementeparapasarel ratoynoparadarmi informetrasunamisión.Secomportabacomo si el rey fuese el más delicado de los inválidos, y se había propuesto impedir que nadie lomolestara.Wallace,decidí,nohabíasidobienaleccionadoenlasresponsabilidadesdesupuesto.Eraunpersonaje enojoso. Mientras llamaba a la puerta, me pregunté cuánto tardaría Molly en encontrar la
gaulteria.Seguroquesedabacuentadequelahabíatraídoparaella;alosdosnosencantabasusaborcuandoéramospequeños.
Wallace vino a la puerta y la abrió justo para asomarse. Frunció el ceño al descubrir que era yo.Abriómáslapuertaperolabloqueóconelcuerpo,comosiyopudierahacerdañoalreyponiéndolelosojosencima.Prescindiódesaludosyselimitóainquirir:
—¿Nohasvenidoantes,haceunrato?—Sí,enefecto.EntoncesmedijistequeelreyArtimañasestabadormido.Poresovuelvoahora,para
entregarlemiinforme.Procurémanteneruntonodevozcivilizado.—Ah.¿Yesimportante,eseinforme?—Creo que el rey puede juzgarlo por sí solo y despedirme si le parece quemalgasto su tiempo.
Sugieroqueledigasqueestoyaquí.Sonreíconciertoretraso,intentandodulcificarlabrusquedaddemispalabras.—Elreytienepocasfuerzas.Intentoquelasdediqueexclusivamentealonecesario.Nopensabaapartarsedelapuerta.Medescubrícalibrándoloconlamirada,preguntándomesipodría
apartarlodeunempujón.Esoprovocaríaunaconmoción,ysielreyestabaenfermo,noqueríaquepasaraalgoasí.Alguienmedioungolpecitoenelhombro,perocuandomevolvíparamirarnohabíanadie.Algirarmedenuevoencontréalbufóndelantedemí,entreWallaceyyo.
—¿Acasosoissumédico,paraemitirtalesjuicios?—Elbufónretomólaconversacióndondeyolahabía dejado—.En ese caso, debéis de ser unmédico excelente.Vuestramera presenciame llena desalud,yvuestraspalabrasinfundentantoomásánimoquelasmías.¿Cuansanonoestaránuestroqueridorey,quelanguideceadiarioenvuestracompañía?
Elbufónportabaunabandejacubiertaconunaservilleta.Olíaaricocaldodeterneraypandehuevoreciénsalidodelhorno.Habíaengalanadosujubóninvernalnegroyblancoconcascabelesesmaltadosyunacoronadeaceboceñíasugorro.Llevabasucetrobufoapresadobajosubrazo.Denuevounarata.Ésta había sido colocada en lo alto de la vara en actitud de saltar. Lo había visto mantener largasconversacionesconellafrentealaGranChimenea,oenlosescalonesalpiedeltronodelrey.
—¡Largo,bufón!Tehaspresentadoantesdosveces.Elreysehaacostadoya.Notenecesita.Elhombrehablabaconvoztajante,perofueWallaceelqueseretiró,sinproponérselo.Viqueerauna
deesaspersonasquenosoportabalamiradadelospálidosojosdelbufónyrehuíaelrocedesumanoblanca.
—Nohaydossintres,buenWallace,niausentesquetraiganpresentes.CorreacontarletuschismesaRegio,porquesilasparedestienenoídostúdebesdeserlamuralladelcastillo,conlasorejasllenasarebosardeasuntosdel rey.Hazteunpocoelmédico tambiénconnuestroqueridopríncipemientras loiluminas.Ajuzgarporlonegrodesumirada,medaquepuedehaberperdidolavistadetantoagarrarunciegotrasotro.
—¿Cómo te atreves a hablar así del príncipe?—balbucióWallace. El bufón ya había cruzado lapuertayyotrassuspasos—.Seenterarádeesto.
—Amínomedigas.Díseloaél.Digoyoqueaélledirástodoloquesedice.Amínomevengascondimes y diretes, buenWallace, guárdatelos para tu príncipe, que se diría aficionado a oírte decir.Haestado fumando, creo, demodo que puedes correr a abanicarlo y soplarle al oído, que seguro que él
asienteadormiladoypiensaquetienesunpicodeoro.Elbufónsiguióavanzandomientrasparloteaba,escudándosetraslabandejacargada.Wallacecedía
terrenofácilmenteyelbufónloobligóacaminardeespaldasportodalasalahastallegaraldormitoriodelrey.AllíelbufóndejólabandejaenlacabeceradelacamadelreymientrasWallaceseretirabaalaotrapuertadelacámara.Losojosdelbufóncobraronunnuevobrillo.
—Ah,perosinoestáenlacama,nuestrorey.Comonoseaqueestédebajo,Wallace,tesoro.Misi,misi,mirey,dejaosdeartimañas.TienemañasmireyArtimañasyseandaescondiendotraslascortinasylassábanas.
Elbufónempezóarevolverlascolchasymantasvacíascontantoempeño,yaasomarsucetroderatadebajodelacamacontantacomicidad,quenopudecontenerlarisa.
Wallaceapoyólaespaldaenlapuertainterior,comosiquisieraprotegerladenosotros,peroeneseinstante se abrió desde el otro ladoy a punto estuvode caer enbrazos del rey.Acabó sentándosedegolpeenelsuelo.
—¡Felóny ladino!—exclamóelbufón—.Peromiracómopretendeusurparmisitioa lospiesdelrey,miraquétorpessuscabriolasypayasadas.¡Semereceeltítulodebufón,peronoelpuesto!
Artimañas se quedó allí plantado, vestido con un simple camisón, con un rictus de vejación en elrostro.ContemplóperplejoaWallacetiradoenelsuelo,albufónyamí,yluegoprefiriódesentendersedelasituación.SedirigióaWallacemientrasésterecuperabalacompostura.
—Estosvaporesnomehacenningúnbien,Wallace.Loúnicoqueconsiguenesempeorarmidolordecabeza,yademásmedejanunsaborhorribleenlaboca.Fueraconellos,ydileaRegioquesushierbasquizá sirvan para espantar las moscas, pero no la enfermedad. Llévatelas enseguida, antes de queempiece a apestar también este cuarto. Ah, bufón, ahí estás. Y Traspié, por fin te has decidido aentregarmetuinforme.Ven,siéntate.Wallace,¿nomeoyes?¡Sacadeaquíesecondenadocazo!No,quenopaseporaquí,llévateloporlaotrapuerta.
Y con un gesto de sumano, Artimañas ahuyentó al hombre como si de un fastidiosomosquito setratara.
Artimañascerrólapuertadesucuartodebaño,comosiquisieraimpedirqueelhedorsepropagaraasudormitorio,yseacomodóenunasilladerespaldorectojuntoalfuego.Enunmomentoelbufónhabíacolocadounamesaasulado,laservilletaquecubríalacomidasehabíaconvertidoenunmantelyhabíapresentado lacomidaal reycon tantoprimorcomocualquiercriada.Aparecieroncubiertosdeplatayunanueva servilleta, un juegodemanosquehizo sonreír incluso aArtimañas, tras lo que el bufón seacurrucóencimadelachimenea,conlasrodillascasialaalturadelasorejas,labarbillaacunadaentresuslargosdedos,conelcabelloylapielpálidareflejandotonosrojosprocedentesdelasvivasllamas.Todos sus movimientos tenían la gracia de un bailarín, y la postura que adoptó resultaba artística ycómicaapartesiguales.Elreyestiróelbrazoparaalisarleelcabelloalborotadocomosielbufónfueseungatito.
—Tehedichoquenoteníahambre,bufón.—Cierto.Peronomedijisteisquenoostrajeracomida.—¿Ysilohubierahecho?—Entoncesosdiríaqueestonoescomida,sinouncazohumeantecomoeseconelqueosmartiriza
Wallace,destinadoallenaroslanarizdeunolorcuandomenosmásagradablequeelsuyo.Yestonoes
pan,sinounemplastoparalalenguaquedeberíaisaplicaroscuantoantes.—Ah.El reyArtimañas arrimó lamesa un pocomás y tomó una cucharada de sopa. En el caldo había
cebada,carneyzanahoria.Artimañasloprobóyluegoempezóacomer.—¿AquesoycasitanbuenmédicocomoWallace?—ronroneóelbufón,complacido.—DesobrasabesqueWallacenoesmédico,sinounsimplecriado.—Desobralosé,ydesobralosabéisvos,peroWallacenosabenadaydeahíqueestédesobra.—Déjateyadenaderías.Ven,Traspié,notequedesahíplantadocomounbobo.¿Quémetienesque
contar?Miré al bufón de soslayo y decidí que no iba a insultar al rey ni al bufón preguntando si podía
informarlibrementedelantedeél.Demodoquelohice,unpartesencillo,sinmencióndemisaccionesmás clandestinas aparte de sus resultados. Artimañas escuchó atentamente y al final no hizo ningúncomentario, salvo para regañarme pormismalosmodales a lamesa del duque. Luego preguntó si elduqueMazasdeOsornoparecíacontentoconlapazensuducado.Contestéqueasíeracuandomefui.Artimañasasintió.Luegoquisoverlospergaminosqueyohabíacopiado.Lossaquéyselosmostré,yfuirecompensadoporuncumplidosobreladestrezademioficio.MedijoquelosllevaraalasalademapasdeVerazymeaseguraradequeéstelosveía.MepreguntósihabíaechadounvistazoalareliquiadelosVetulus.Seladescribíaldetalle.Mientrastanto,elbufónseguíasentadoenlaspiedrasdelachimeneaynosobservaba callado comounbúho.El reyArtimañasdio cuentade su sopay supanbajo la atentamiradadelbufón,mientrasyoleíaenvozaltaelpergamino.Cuandohubeterminado,suspiróysereclinóensusilla.
—Bueno, a ver esas letras tuyas—me ordenó y, desconcertado, le entregué la hoja.De nuevo laexaminóconatenciónantesdeenrollarla.Aldevolvérmela,dijo—:Se tedabien lapluma,muchacho.Buenacaligrafía,ybienescogidaslaspalabras.LlévaloalasalademapasdeVerazyasegúratedequelovea.
—Claroquesí,mirey—tartamudeé,confuso.Noentendíaporquéestabarepitiéndoseynosabíasiesperabaotrarespuestademí.Peroelbufónse
estabalevantandoypercibíenélalgomenosqueunamiradadesoslayo;noelarqueamientodeunaceja,no el fruncido de un labio, pero bastó para hacerme callar. El bufón recogió los platos sin dejar decharlar animadamente con el rey, quenosdespidió a ambos almismo tiempo.Cuando salimos, el reyteníalamiradafijaenlasllamas.
Una vez en el vestíbulo, intercambiamos las miradas más abiertamente. Quise decir algo pero elbufónempezóasilbarynoparóhastaquehubimosbajadomediaescalera.Allísecallóymetiródelamanga, y nos detuvimos enmedio de la escalera, entre dos pisos. Intuí que había elegido ese sitio apropósito.Allínadiepodríavernosnioírnos,anoserquelosviéramostambiénnosotros.Sinembargo,nisiquierafueelbufónelquemehabló,sinolaratadesucetro.Melaplantódelantedelasnaricesychillóconlavozdelarata:
—Ah,perotúyyodebemosrecordartodoloqueélolvide,Traspié,yguardarloparaél.Lecuestamuchomostrarse tan fuertecomoestanoche.Queno teengañe.Loque tehadicho,dosveces,hasdeatesoraryobedecer,puessignificaquehabíahechoundobleesfuerzoportenerlopresenteydecírtelo.
AsentíymepropuseentregarelpergaminoaVerazesamismanoche.
—MepreocupaWallace—comentéalbufón.—EnlugardepreocuparteporWallace,preocúpateporellugarqueocupa—replicósolemnemente.Deprontoapoyólabandejaenunasolamanoylalevantósobresucabezaparallevárselatrotando
escalerasabajo,dejándomeasolasconmispensamientos.Entreguéelpergaminoesanoche.En losdías siguientes retomé las tareasquemehabíaencargado
Verazconanterioridad.Utilicégordassalchichasypescadoahumadocomovehículosparamisvenenos,envueltos en pequeños hatillos. Podría soltarlos fácilmente mientras huía, con la esperanza de quehubiera bastantes para todos mis perseguidores. Todas las mañanas estudiaba el mapa en la sala demapasdeVeraz,antesdeensillaraHollíneirmeconmisvenenosdondemeparecíamásprobablequepudieran tendermeunaemboscada los forjados.Recordandoexperienciaspasadas, llevabaunaespadacortaaesasexpediciones,loquealprincipiohizobastantegraciaaManosyBurrich.LesdijequesalíaenbuscaderastrosdeanimalesporsiaVerazleapetecíaorganizarunacaceríaeseinvierno.Manosmecreyósinmás,peroBurrichapretóloslabiosparahacermeentenderquesabíaqueloestabaengañando,yque también era consciente de que yo no podía decirle la verdad.No se entrometió, pero tampoco legustaba.
Dosvecesendiezdíasmeemboscaronlosforjados,yenambasescapéfácilmente,dejandocaermisprovisiones envenenadas de mis alforjas mientras huía. Se lanzaban sobre ellas con avidez, sindesenvolverapenaslacarneantesdemetérselaenlaboca.VolvíacadaescenarioaldíasiguienteparatomarnotaparaVerazdecuántoshabíaeliminadoycuálerasuaspecto.Elsegundogruponoencajabaconningunadescripciónquehubiéramosrecibido.Losdossospechamosqueesosignificabaquehabíamásforjadosdelosquesedecía.
Cumplíaconmideber,peronomesentíaorgullosodeello.Muertosinspirabanaúnmáslástimaquevivos.Erancriaturasharapientas,demacradas, castigadaspor lasheladasymaltrechasde tantopelearentre sí, y la brutalidad de los venenos fulminantes que yo empleaba deformaba sus cuerpos encaricaturashumanas.Elhielorutilabaensusbarbasycejas,ylasangredesusbocasformabagotasrojascomo rubíes en la nieve. Siete forjados maté de esa manera, y apilé los cuerpos helados con pinoembreado,derraméaceite sobre ellosy lesprendí fuego.No séquéme resultabamás repugnante, losenvenenamientosoelocultarmisacciones.Alprincipio,Lobeznomehabíasuplicadoparaquelodejaraacompañarmecuandosediocuentadequesalíatodoslosdíasacaballodespuésdedarledecomer,peroenunaocasión,mientrascontemplabalosesqueletoscongeladosquehabíamatado,escuché:Estonoescaza.Estonoesobradelamanada.Estoesobradelhombre.Supresenciadesaparecióantesdequepudieraamonestarloporentrometersedenuevoenmimente.
Por lanochevolvíaaTorredelAlce,a lacomida frescayelcalordel fuego,a la ropasecay lablandacama,pero losespectrosdeaquellosforjadosse interponíanentre talescomodidadesyyo.Mesentía como una bestia sin corazón por disfrutar de esos lujos después de haberme pasado el díaimpartiendomuerte.Miúnicoconsueloeratambiénespinoso:elquedenoche,mientrasdormía,soñabaconMolly,paseabayhablabaconella,lejosdelosforjadososuscadáverescubiertosdenieve.
Cierto día salí más tarde de lo previsto, pues Veraz estaba en su sala demapas y nos habíamosentretenido charlando. Se fraguaba una tormenta, aunque no parecía demasiado grande. Ese día nopretendíaalejarmedemasiado,peroencontré rastros frescosen lugardemipresa,marcasdeungrupomásnumerosode loqueesperaba.Demodoqueseguíadelante,siempreconloscincosentidosalerta,
pueselsextoqueeralaMañaresultabainútilalahoradedetectaralosforjados.Loscúmulosdenubesextinguíanlaluzdelcielomásdeprisadeloquehabíaprevisto,yelrastromecondujohastaunastrochaspor las que Hollín y yo hubimos de aminorar el paso. Cuando abandoné por fin el seguimiento,admitiendoquemehabíaneludidoesedía,descubríqueestabamuchomáslejosdeTorredelAlceydecualquiercarreteratransitadadeloquemehabíapropuesto.
Empezóasoplarelviento,rachasfríasquepresagiabanunanevada.MeembocéenmicapaydirigíaHollínhaciacasa,confiandoenqueellaencontraraelcaminomáscorto.Oscureciósinquehubiéramosavanzadomuchoylanochetrajonieveconsigo.Denohaberrastreadoaquellazonatanamenudoenlosúltimos días, de seguro me habría perdido. Pero seguimos adelante, siempre, al parecer, de cara alviento. El fríome caló hasta los huesos y empecé a tiritar. Temí que los escalofríos pudieran ser elumbraldeunataquedetemblorescomohacíamuchoquenosufría.
Digraciascuandolosvientospracticaronporfinundesgarrónenelmantodenubesylaluzdelalunaylasestrellasdespuntóparaalumbrarunpoconuestrocamino.Avanzamosmásrápidoentonces,peseala nieve fresca que debía vadearHollín. Salimos de un pequeño bosque de abedules y dimos en unacolinaqueunrayohabíadeforestadoañosatrás.Elvientoeramásfuerteahoraquenadaloobstaculizaba,meencogíenmicapayvolvíasubirmeelcuello.SabíaquecuandocoronaralacolinaveríalaslucesdeTorredelAlce,yquetrasotralomayunvalleencontraríauncaminoquemeconduciríaacasa.Asíqueemprendíconmásánimoslatravesíadelasuavependiente.Oícomountruenorepentinoloscascosdeuncaballo que pugnaba por ganar velocidad pese a verse entorpecido de alguna manera.Hollín frenó,levantólacabezayrelinchó.Eneseprecisoinstanteviapareceruncaballoconsujinetequeavanzabancolinaabajoyhaciaelsur.Ademásdeljinetehabíaotrasdospersonassubidasalcaballo,unaagarradaalascinchasdelpechoyotraalapiernadeljinete.Laluzdestellóenunahojaquesubíaybajaba,yconungrito,elhombreaferradoalapiernadeljinetesecayópararevolcarseychillarenlanieve.Perolaotrafigura se había hecho con los jaeces del caballo e intentaba detener a la bestia. Otras dos figurassurgieronentrelos.árbolesparaconvergersobreelporfiadojineteysumontura.
Elmomento en que reconocí aKettricken es inseparable del instante en que hinqué los talones enHollín.Loqueveíanoteníasentidoperoesonoentorpeciómireacción.NomepreguntéquéhacíaallífueramiReinaalaEspera,denoche,solayasaltadaporbandidos,sinoquemedescubríadmirandolaformaenquesemanteníaensusillayencabritabasucaballoaltiempoquerepartíapatadasytajosentreloshombresqueintentabanderribarla.Desenvainémiespadaalacercarmealalucha,peronorecuerdohaberproferidosonidoalguno.Mirecuerdodelabatallaesextraño,unapeleadesiluetas,representadaenblancoynegrocomounaobradesombrasdelamontaña,silenciosasalvoporlosgruñidosygritosdelosforjadosconformecaíanunoauno.
Kettrickenhabíaheridoaunoen lacara,cegándoloconsupropiasangre,peroésteseguíaasidoaellaeintentabadescabalgarla.Elotroignorabaelpeligroquecorríansuscompinchesytironeabadelasalforjasqueprobablementenoguardaranmásqueunpocodecomidaybrandyparaundíadepaseoacaballo.
HollínmellevóhastaelquesujetabaeljaezdePasoSuave.Viqueeraunamujerantesdequemiespadaentraraenellaunayotravez,enunejerciciotandespiadadocomolataladeunárbol.Québatallamáspeculiar. Podía sentirnos aKettrickeny amí, elmiedode sumonturay el entusiasmodeHollín,adiestradaparalaguerra,peronadadesusatacantes.Nadaenabsoluto.Nodesprendíanira,nidolorante
susheridas.ParamiMañanoestabanallí,erancomolanieveoelvientoquetambiénseoponíanamí.ComoensueñosvicómoKettrickenjalabaasuagresordeloscabellosyleechabalacabezahacia
atrásparadegollarlo.Lasangresevertióalaluzdelaluna,empapandoelabrigodeellaydejandounapátinaenelcuelloyelhombrodelaalazana,antesdequeelhombresedesplomarasobrelanieveenmediodeespasmos.Blandímiespadecortacontraelúltimo,peroerréelblanco.NoasíKettricken.Supuñal voló y atravesó jubón, caja torácica y pulmón, antes de desclavarlo con lamisma presteza. Loapartódeunpuntapié.—¡Amí!—exclamósinmásalanoche,ehincólostalonesensuyegua,dirigiendoaPasoSuavecolinaarriba.
Hollín corría con elmorro a la altura del estribo deKettricken, y coronamos la colina a la par,divisando fugazmente las luces de Torre del Alce antes de emprender el galope cuesta abajo. Habíamaleza al pie de la pendiente y un arroyo oculto por la nieve, por lo que espoleé aHollín para quetomaraladelanteraydesviaraPasoSuaveantesdequesehundieraenélysecayera.Kettrickennodijonadamientras yo redirigía sumontura;medejó encabezar la carreramientras nos adentrábamos en elbosquealotroladodecorriente.Cabalgabatandeprisacomomeatrevía,esperandoquedeunmomentoaotrosenosecharanencimamás figurasvociferantes.Peroal finalcanzamos lacarretera, justocuandovolvían a cerrarse las nubes, privándonos de la luz de la luna. Frené los caballos y les concedí unrespiro.Avanzamos unmomento en silencio, ambos prestando atención a cualquier posible sonido depersecución.
AlcabonossentimossegurosyoíaKettrickensoltarporfinelalientoenunsuspiroestremecido.—Gracias,Traspié—selimitóadecir,aunqueaúnle temblabalavoz.Nohiceningúncomentario,
medio esperando que rompiera a llorar en cualquier momento. No la hubiera culpado. En cambiorecuperó la compostura gradualmente, se alisó la ropa, limpió la hoja en sus pantalones y volvió aenfundarla en su cintura. Se inclinó hacia delante para acariciar el cuello dePaso Suave ymurmurarpalabrasdeelogioyconsueloalcaballo.SentíquelatensióndeHollíndisminuía,yadmiréaKettrickenpor suhabilidadparagranjearse tandeprisa la confianzade su altamontura—.¿Quéhacías ahí? ¿Mebuscabas?—preguntóalfin.
Meneélacabeza.Volvíaanevar.—Había salido a cazar y me alejé más de lo previsto. Ha sido el azar lo que hizo que nos
encontráramos.—Hiceunapausa,antesdeaventurar—:¿Oshabéisperdido?¿Habrájinetesbuscándoos?Resoplóycogióaliento.—No del todo —dijo con voz trémula—. Salí a cabalgar con Regio. Había más personas con
nosotros,perocuandoempezóaamenazartormentaemprendimoselregresoaTorredelAlce.Losdemásiban delante de nosotros, peroRegio y yo los seguíamos sin prisas.Me estaba contando una historiapopulardesuducadonatalydejamosque losotros tomaranladelanteraparanotenerquesoportar lacontinuadistraccióndesusconversaciones.—Cogióalientoylaoítragarselosúltimosrestosdelterrorde esa noche. Su voz sonaba más calmada cuando reanudó su relato—. Los demás se nos habíanadelantadomuchocuandoderepentesurgióunzorroentrelosarbustosaorillasdelcamino.«¡Síguemesiquieres ver una auténtica cacería!», me retó Regio, y sacó su caballo del sendero para perseguir alanimal.Antesdequeyo tomaraunadecisión,PasoSuave corrió trasellos.Regiocabalgabacomounposeso,completamenteestiradoencimadesucaballo,fustigándolo.
Habíaconsternación,yextrañeza,perotambiénundejodeadmiraciónensuvozaldescribirlo.
PasoSuavedejóderesponderalasriendas.AlprincipioKettrickenseasustódelavelocidadalaque corrían, pues no conocía el terreno y temía que el animal pudiera tropezar.Demodo que intentófrenar sumontura.Pero cuando sedio cuentadequeyanoveía la carreterani a losdemás,ydequeRegiolesacabaunagrandelantera,dejóquePasoSuavetomaralainiciativaconlaesperanzadeacortardistancias.Conelpredecibleresultadodequesehabíaperdidoporcompletoparacuandodescargólatormenta.Había dadomedia vuelta para encontrar el camino de regreso a la carretera, pero la nievecaíday el vientohabíanborrado sus huellas.Por fin se decidió a confiar enquePaso Suave supieravolveracasaporsísola.Esposiblequelohubierahechosiaquellossalvajesnosehubieranlanzadosobreella.Suvozseperdióenelsilencio.
—Forjados—ledijeenvozbaja.—Forjados—repitióconasombro.Luego,conmásfirmeza—:Yanotienencorazón.Almenoseso
mehanexplicado.—Sentímásquevisumiradadesoslayo—.¿Tanpobresacrificiosoyquehaygentedispuestaamatarme?
Oímosalolejoslallamadadeuncuerno.Rastreadores.—Se habrían abalanzado sobre cualquiera que se cruzara en su camino—dije—. No sabían que
estabanatacandoasuReinaalaEspera.Dudomuchoqueosconozcansiquiera.ApretélosdientesconfuerzaantesdepoderañadirquenoocurríalomismoconRegio.Sinolehabía
deseadoningúndaño,tambiéneraciertoquenohabíahechonadaporevitárselo.Nocreíaquequisierahaberle enseñado a «cazar de verdad»persiguiendoun zorro por las colinas nevadas en plena noche.Queríadespistarla.Yhabíahechountrabajoestupendo.
—Meparecequemiseñorvaaenfadarsemuchoconmigo—dijo,cariacontecidacomounachiquilla.Comoen respuestaa supredicción, coronamos lacolinayvimosaunos jinetesconantorchasque
avanzabanennuestradirección.Volvimosaoírelcuerno,conmásnitidez,yenunosinstantesestuvimosconellos.Componíanlaavanzadilladelgruesodelapartidadebúsqueda.UnajovenpartiódeinmediatoalgalopeparadeciralReya laEsperaquehabíaaparecidosuesposa.A la luzde lasantorchas, losguardiasdeVerazsedeshicieronenexclamacionesyjuramentosalverlasangrequerelucíaenelcuellodePasoSuave,peroKettrickenmantuvolacomposturamientraslesasegurabaquenoeralasuya.Hablóconmesuradelosforjadosquelahabíanemboscadoydeloquehabíahechoparadefenderse.Vicómocrecía la admiración por ella entre los soldados. Me enteré entonces de que el más osado de susasaltantessehabíadejadocaersobreelladesdeunárbol.Fueciertamenteelprimeroenmorir.
—¡Cuatrohaabatido,y sin sufrirniun rasguño!—celebróun roncoveterano—.Os ruegoperdón,alteza.¡Nopretendíaofenderos!
—La historia habría sido distinta si no hubiera aparecido Traspié para liberar la cabeza de micaballo—dijoKettricken.
Elrespetoquesentíanhaciaellacreciócuandoseaseguródequeyo tambiénfuerareconocido,envezderegodearseensutriunfo.
LafelicitaronclamorosamenteyhablaronconrabiadepeinaraldíasiguientetodoslosbosquesquerodeabanTorredelAlce.
—¡Es una vergüenza para todos nosotros, soldados, que nuestra reina no pueda salir a montarsintiéndosesegura!—declaróunamujer.
Cerróelpuñoentornoalaempuñaduradesuespadayjuróporellaquealdíasiguientelabañaríaen
sangre forjada.Variosmás imitaron su ejemplo.La conversación se animó, alimentada conbravatasyaliviopor laseguridadde la reina.Fueunaprocesión triunfaldevueltaacasa,hastaque llegóVeraz.Veníaagalopetendido,alomosdeuncaballoqueseresentíadeladistanciaylavelocidad.Supeenesemomentoquelabúsquedanohabíasidobreve,ysólopudeimaginarcuántascarreterashabríarecorridoVerazdesdequesupieradeladesaparicióndesuseñora.
—¡Cómohaspodidocometerlaimprudenciadealejartetanto!—fueronlasprimeraspalabrasqueledirigió.
Suvoznoeracariñosa.Vique lacabezadeKettrickenperdía sugallardíayoí loscomentariosmusitadosdelhombreque
teníamáscerca.Apartirdeahítodoempeoró.Nolaabroncódelantedesushombres,perolovitorcerelgestomientrasellalerelataballanamenteloquelehabíaocurrido,ycómohabíamatadoparadefenderse.Al reyno lecomplacíaqueellahablara tanabiertamentedeunabandade forjados lobastanteosadosparaatacaralareina,ycasialasombradeTorredelAlce.LoqueVerazhabíapretendidomantenerensecretoestaríaenbocadetodosaldíasiguiente,conlacircunstanciaagravantedequeeralamismareinaaquiensehabíanatrevidoaagredir.Verazmedirigióunamiradaasesina,comosi todoaquello fueseobramía,ysolicitóairadamentecaballosderefrescoadosdesusguardiasparavolverconsureinaalcastillo. La apartó de ellos, llevándola a Torre delAlce al galope, como si llegar allí antes pudierapaliar en algo el peligro. No pareció darse cuenta de que había negado a su guardia el honor dedevolverla sana y salva a su hogar. Por mi parte viajé de regreso con ellos, intentando no oír loscomentariosdespechadosde los soldados.Nocriticaban tantoalReya laEspera comoensalzabanelbrío de la reina y lamentaban que no hubiera sido recibida con un abrazo y una palabra amable. SialguienteníaalgoquedecirsobrelaconductadeRegio,seloguardóparasí.
Más tarde esamisma noche, en los establos, cuando hube acomodado aHollín, ayudé aManos yBurrichenelarreglodePasoSuaveyFranco,elcaballodeVeraz.Burrichrefunfuñóporelmaltratoquehabíansufridoambasbestias.PasoSuavehabíarecibidounrasguñodurantelarefriegayteníalabocalastimada, magullada por culpa de la lucha por su cabeza, pero ninguno de los animales presentabaheridasdeconsideración.BurrichenvióaManosa recogerungeneroso sacodecebadapara losdos.SóloentoncesmecontóenvozbajacómosehabíapresentadoRegio,cómohabíadejadosucaballoenlacuadraparadirigirseluegoalcastillosinmencionarniunasolavezaKettricken.ElpropioBurrichhabíasidoalertadoporunodeloscaballerizos,quepreguntabadóndeestabaPasoSuave.CuandoBurrichsepropuso investigarlo y hubo reunido el valor suficiente para interrogar al mismo Regio, éste habíareplicadoquepensabaqueKettrickensehabíaquedadoenlacarreterayveníaconsuséquito.DemodoquehabíasidoBurrichelquedieralavozdealarma,mostrándoseRegiomuyimprecisorespectoallugarexacto en que había salido del camino y en qué dirección lo había guiado el zorro, dirección queprobablementehabríaseguidoKettricken.
—Hacubiertobiensushuellas—mesusurróBurrichcuandoregresabaManosconlacebada.Yosabíaquenoestabarefiriéndosealzorro.Teníalaspiernasagarrotadascuandosubíalcastilloesanoche,yelcorazónenunpuño.Noqueríani
imaginarloquedebíadesentirKettricken,niosésuponerquésedecíaenlasaladeguardia.Mequitélaropa,medesploméenlacamaymedormíalinstante.Mollymeaguardabaenmissueños,asícomolaúnicapazqueconocía.
Medespertópocodespuésalguienqueaporreabamipuertatrancada.Melevantéparaabrírselaaunpajesomnoliento,enviadoparaconvocarmealasalademapasdeVeraz.Ledijequeconocíaelcaminoylo envié de vuelta a la cama.Me vestí apresuradamente y corrí escaleras abajo, preguntándome quénuevodesastresehabíaabatidosobrenosotros.
AllímeesperabaVeraz,conelfuegodelachimeneaportodailuminación.Teníaelpelorevueltoysehabíapuestounatúnicaencimadelcamisón.Eraevidentequetambiénélacababadesalirdelacama,ymedispusearecibircualquiernoticiaqueacabaradeconocer.
—¡Cierralapuerta!—meordenóbruscamente.Obedecíyluegomeplantéanteél.Nosupedistinguirsielbrillodesusojoseraderabiaodiversióncuandopreguntó—:¿QuiénesladyFaldasRojasyporquésueñoconellatodaslasnoches?
Me quedé sin palabras. Me pregunté con desesperación cuánto sabía acerca de mis sueños. Elbochornomeprovocabamareos.Nohubierapodidosentirmemásexpuestoniaundesnudofrenteatodalacorte.
Verazvolvióelrostroysoltóunatosquepodríahabersidounarisita.—Vamos,hombre,comosinoloentendiera.Noqueríahusmearentussecretos,preferiríaquemelo
hubieras contado, sobre todo desde hace unas noches. Lo que necesito es dormir, no despertarmeencendido por culpa de tu... admiración por esa mujer. —Dejó de hablar de repente. Mis mejillasdesprendíanmáscalorquecualquierchimenea—.Enfin—dijoconincomodidad.Depronto—:Siéntate.Tevoyaenseñaradominartuspensamientostanbiencomocontrolaslalengua.—Meneólacabeza—.Resulta extraño,Traspié, que a veces puedas bloquear tumente amiHabilidadpor completo y luegoviertastusdeseosmásíntimosigualqueunloboaullandoalaluna.SupongoquetodosedebealoquetehizoGaleno. Ojalá pudiéramos remediarlo. Pero ya que eso es imposible, te enseñaré lo que pueda,siemprequepueda.
Nomehabíamovido.Derepenteningunoeracapazdemiraralotro.—Venaquí—repitiómalhumorado—.Siéntateconmigo.Miralasllamas.Yporespaciodeunahoramediounejercicioparaquepracticara,unoquemepermitiríareservar
missueñosparamío,lomásprobable,garantizarquenosoñaraenabsoluto.ComprendícondesánimoqueperderíainclusoamiMollyimaginadacomohabíaperdidoalareal.Percibiómidesaliento.
—Vamos,Traspié,setepasará.Conténtusimpulsosyaguanta.Puedehacerse.Llegaráeldíaenquedesearásquetuvidaestétanlibredemujerescomoahora.Lomismoquemepasaamí.
—Noseperdióadrede,sir.Verazmedirigióunamiradafulminante.—Las intenciones no compensan los resultados. Es laReina a la Espera,muchacho.Debe pensar
siempre,nounavezsinotres,antesdehacernada.—Me dijo quePaso Suave seguía al caballo de Regio y que no respondía a las riendas. Podéis
culparnosaBurrichyamí;sesuponíaquehabíamosadiestradoaesecaballo.Suspiróderepente.—Supongoque sí.Considérate reprendido,ydile aBurrichque lebusqueamiesposauncaballo
menosbriosohastaquehayaaprendidoamontar.—Exhalóunhondosuspirodenuevo—.Meimaginoqueellaselotomarácomouncastigopormiparte.Memiraráentristecidaconesosojazosazulesperonodirániunapalabradeprotesta.Ah,enfin.Esonotieneremedio.Pero¿teníaquemataryhablarluego
deellocontantacrudeza?¿Quévaapensarmipueblodeella?—Notuvoelección,sir.¿Hubierasidomejorquelamataran?Encuantoaloqueopinalagente...en
fin.Lossoldadosquenosencontraronlacalificarondevalerosa.Ycapaz.Nohuboadjetivospeyorativosparalareina,señor.Lasmujeresdevuestraguardia,sobretodo,hablabanelogiosamentedeellaanuestravuelta.Ahoralaconsideransureina,muchomásquesifueseunadamitamojigatayllorosa.Laseguiránsin hacer preguntas. En los tiempos que corren, quizás una reina que sepa manejar un cuchillo sepaproporcionarnosmásesperanzasqueotraqueseentierreenjoyasysecobijetraslasmurallas.
—Esposible—musitóVeraz.Presentíquedisentía—.Peroahoratodossabrán,conlujodedetalles,delosforjadosqueestánreuniéndosealrededordeTorredelAlce.
—Tambiénsabránquealmenosunapersonaenconcretosabedefendersedeellos.Yadecirdelosguardiasquemeescoltarondevueltanicastillo,creoquehabrámenosforjadosdeaquíaunasemana.
—Ya lo sé.Hay quienes están dispuestos a asesinar a sus hermanos. Forjados o no, son los SeisDucadosloqueestamosesquilmando.Miintencióneraevitarquemiguardiamataraasupropiopueblo.
Unbrevesilencioseextendióentrenosotrosmientrascadaunoreflexionabaquenohabíatenidolosmismos escrúpulos a la hora de encomendarme la misma tarea. Asesino. Ese era el nombre que memerecía.Comprendíqueyonoteníahonorqueguardar.
—Esonoescierto,Traspié—respondióamipensamiento—.Túmedasmihonor.Yyotehonroporeso, por hacer lo que se debe. El juego sucio, a escondidas. No te avergüences por trabajar por laseguridaddelosSeisDucados.Nopiensesquenoapreciotulaborsimplementeporquehadellevarseacaboensecreto.Estanochehassalvadoamireina.Tampocoolvidaréeso.
—Lasalvédepoco,sir.Creoqueaunsolapodríahabersobrevivido.—Bueno.Noledemosmásvueltas.—Hizounapausa,antesdeañadircontorpeza—:Sabes,debo
recompensarte.Cuandoabrílabocaparaprotestar,alzóunamanocongestoimperioso.—Yaséquenonecesitasnada.Tambiénséquehemospasadopor tantascosasquenadade loque
pudieradartebastaríapara saldarmideuda.Perosonmuchas laspersonasquenosabennadadeeso.¿QuieresquesedigaenlaciudaddeTorredelAlcequesalvastelavidadelareinayqueelReyalaEsperanotedioabsolutamentenadaacambio?Aunquenotengoniideadequépodríaregalarte...tendríaqueseralgovisibleparaque loostentesuna temporada.AlmenosesoséenmateriadecuestionesdeEstado.¿Unaespada?¿Algomejorqueesetrozodehierroconelquecargabasestanoche?
—EsunaespadaviejaquemedioCapachoparaqueentrenara—medefendí—.Mesirve.—Esoesevidente.Lepediréqueescojaunamejorparati,yqueengalanelaempuñaduraylavaina.
¿Bastará?—Creoquesí—musité,intimidado.—Bien.Serámejorquevolvamosaacostarnos.Ahoramedejarásdormir,¿no?Elhumorismodesuvozahoraresultabainconfundible.Volvíaruborizarme.—Sir.Tengoquepreguntaros...—Mecostóencontrar laspalabrasadecuadas—.¿Sabéisconquién
estabasoñando?Negódespacioconlacabeza.—Notemashaberpuestosuhonorenentredicho.Loúnicoqueséesquevistefaldasazulesperotú
lasvesrojas,yquelaquieresconelardorpropiodela juventud.Noteesfuercesendejardeamarla.
Dejasólodehabilitarlaporlasnoches.NosoyelúnicoreceptivoalaHabilidad,aunquecreoquesísoyelúnicoquepodríareconocertanfácilmenteturúbricaenelsueño.Tencuidado,encualquiercaso.LacamarilladeGalenonoestádesprovistadeHabilidad,aunquelaempleencontorpezaypocafuerza.UnhombrepuedecorrerpeligrosisusenemigosdescubrenquéleesqueridoensussueñosdeHabilidad.Nobajeslaguardia.—Soltóunarisitainvoluntaria—.YesperoqueporlasvenasdetuladyFaldasRojasnocorrasangrede laHabilidad,puessi tieneaunquesóloseaunagotaseguroque te llevaoyendo todasestasnoches.
Ytrasplantaraquellaintranquilizadoraideaenmicabeza,meenviódevueltaamisaposentosyamicama.
Novolvíaconciliarelsueñoesanoche.
DespiertalaReina
Oh,hayquienesprefierenlacazadeljabalíOaprestansusflechasenbuscadealces.MasmiamorcabalgabaconlareinaVulpinaParaasísolventarnuestrosmaloslances.Nosoñabaconlafamaesedía,Niconelmiedoaencontrareldolor.Ellaanhelabarestañarelcorazóndesupueblo,Ytrassuspasoscabalgabamiamor.
«LacaceríadelareinaVulpina»
Todoelcastillomadrugóaldíasiguiente.Serespirabaunaireenfervorizado,casifestivo,enelpatiomientras laguardiapersonaldeVerazyhastaelúltimoguerrerosinplanesparaesedíasepreparabanparasalirdecaza.Lossabuesos ladraban inquietosmientras losperrosdearrastre,consuspoderosasmandíbulas y sus fuertes torsos, resoplaban excitados y tensaban sus correas.Ya corrían las apuestassobrequécazadortendríamáséxito.Loscaballosarañabanlatierra,secomprobabanlascuerdasdelosarcos y los pajes corrían como gallinas decapitadas de un lado para otro. En la cocina, lamitad delpersonalseatareabapreparandoenvoltoriosdecomidaparaloscazadores.Soldadosjóvenesyviejos,hombresymujeres,sepavoneabanycarcajeaban,alardeandodeenfrentamientospretéritos,comparandosusarmas,caldeandolosánimosparalacaza.Lohabíavistomilveces,siempreantesdesalirenbuscade alces u osos. Pero esta vez percibía un nuevo matiz, el perfume de la sed de sangre en el aire.Escuchabaretazosdeconversación,palabrasquemepreocupaban:«...sinpiedadconesaescoria...»,«...cobardes y traidores, atreverse a atacar a la reina...», «... lo pagarán caro. No merecen una muerterápida...».Me refugié corriendo en la cocina,me abría paso enmediodeuna zona frenética comounhormiguero irritado.Tambiénallíescuchéexpresada lamismasuertedesentimientos, lamismaseddevenganza.
EncontréaVerazensusalademapas.Viquesehabíabañadoycambiadoderopaesedía,perola
nocheanteriorlocubríacomounatúnicasucia.Sehabíapreparadoparapasareldíaencerradoconsuspapeles.Llaméflojoalapuerta,aunqueestabaentreabierta.Ocupabaunasillafrentealachimenea,deespaldas amí.Asintió, pero nomedirigió lamirada cuando entré.Adespechode su inmovilidad, laatmósferadelcuartoestabacargada,sefraguabaunatormenta.Unabandejadedesayunoreposabaencimade una mesa junto a su silla, ignorada. Me acerqué a él con discreción, casi seguro de que era suHabilidad lo quemehabía llamado.Cuando el silencio se prolongómepregunté si sabría por qué elpropioVeraz.Alalargamedecidíahablar.
—Mipríncipe.¿Nosalíshoyacaballoconvuestrosguardias?—aventuré.Fuecomosihubieseabiertolacompuertadeunapresa.Sevolvióhaciamí;laslíneasdesucarase
habíanpronunciadodurantelanoche.Seveíaojeroso,enfermo.—No.Nomeatrevo.¡Cómopodríaaprobarquesedécazaanuestropropiopueblo!Yaunasí,¿qué
alternativame queda? ¡Refugiarme deprimido entre losmuros del castillomientras los demás salen avengarestaafrentacontramiReinaalaEspera!Nosemeocurriríaprohibiramishombresquesofrenensuhonor.Asíquetengoquehacercomosinosupieraloqueocurreenelpatio.Comosifueseuncretino,unholgazánoun cobarde.Se escribiráunabalada sobre estedía, no lodudo. ¿Cómovan a titularla?¿«Verazmasacraalostontos»?¿O«LareinaKettrickensacrificaalosforjados»?
Alzabalavozacadapalabray,antesdequehubieraterminadodehablar,meacerquéalapuertaylacerréconfirmeza.Miréamialrededorenlahabitaciónmientraséldespotricaba,preguntándomequiénmásapartedemíestaríaescuchandoaquellaspalabras.
—¿Habéisconseguidodormir,mipríncipe?—preguntécuandohuboperdidofuelle.Sonriósinunapizcadehumorismo.—Bueno, ya sabes qué fue lo que frustrómi primer intento de descanso. El segundo fuemenos...
simpático.Sepresentómiseñoraenelcuarto.Sentíquemeardíanlasorejas.Sinimportarloqueestuvieraapuntodedecirme,noqueríaoírlo.No
deseabasaberquéhabíaocurridoentreelloslanocheanterior.Disputaoreconciliación,noqueríatenernadaqueverconello.Veraznoseapiadódemí.
—Novinollorando,comopodríahabermeimaginado.Nienbuscadeconsuelo.Nipararefugiarsedelos terrores nocturnos o recuperar mi aprecio. No, vino firme como una espada, como un sargentoamonestado.Sequedófirmealpiedemicamaymepidióperdónporsusdelitos.Másblancaquelatizayduracomoun roble...—Se leperdió lavoz, comosi comprendieraque seestabadelatando—.Ellaprevioestabatidaderepresalia,noyo.Acudióamíenplenanoche,preguntándomequédebíamoshacer.Nosupequéresponder,comonoloséaún...
—Almenosanticipóesto—aventuré,conlaesperanzaderepararsuenfadoconKettricken.—Yyono—dijocon fuerza—.Ella sí.Hidalgo también lohabríaanticipado.Oh,Hidalgohabría
sabidoqueocurriríadesdeelmismomomentodesudesapariciónyhabríatrazadotodotipodeplanesdecontingencia.Peroyono.Yosólopodíapensarenquevolvieraprontoacasayesperarqueseenteraracuantamenosgentemejor. ¡Comosieso fueseposible!Asíquehoymedigoquesialgunavez llegaadescansarlacoronasobremifrente,descansaráenunlugarindigno.
EraaquélunpríncipeVerazdesconocidoparamí,unhombrecuyaconfianzaensímismohacíaaguas.PorfinsupevercuanmalaparejahacíanKettrickenyél.Noeraculpadeella.Erafuerte,criadaparagobernar. Veraz se decía a menudo que había crecido para ser siempre el hijo segundo. La mujer
adecuadaparaélseríalaqueleproporcionaralaestabilidaddeunancla,laqueleayudaraarecuperarsunaturalezareal.Unamujerquehubieracorridollorandoasucamaparadejarseabrazarytranquilizarle habría permitido sentirse hombre y digno monarca. La disciplina y el autocontrol de Kettrickenconseguíanhacerlodudardesupropiafuerza.Mipríncipeerahumano,comprendíderepente.Noeraunaideatranquilizadora.
—Deberíassaliralmenosydirigirlesunaspalabras.—¿Ydecirlesqué?¿«Buenacaza»?No.Perovete,muchacho.Ve,observaeinfórmameluegodelo
que ocurra. Vete enseguida. Y cierra la puerta. No quiero ver a nadiemás hasta que regreses con elinformedelosucedido.
Medilavueltaehiceloquemeordenaba.CuandosalídelGranSalónybajabaporelpasilloquedesembocabaenelpatio,meencontréconRegio.Raravezselevantabatantemprano,yparecíaqueelmadrugóndeesedíanohubierasidoideasuya.Sehabíavestidoyarregladoelpeloconpulcritud,peroseechabandemenoslaspequeñaspinceladasdeacicalamiento:nadadependientes,nadadepañuelosdesedaanudadosalcuello,ysuúnicapiezadebisuteríaerasuanillodesello.Sehabíapeinado,peronosehabíaperfumadoelcabellonisehabíahecholosrizos.Yteníalosojosenramadosderojo.Loposeíalafuria.Cuando intenté adelantarlome agarró y tiró demí para encararme con él.Almenos ésa era suintención.Nomeresistí,melimitéarelajarlosmúsculosydescubrí,paramiasombroyalegría,queeraincapazdemoverme.Segiróélparaencararseconmigo,conlosojosencendidos,ysediocuentadequedebíaalzarlabarbilla,siquieraunápice,paramirarmealosojos.Yohabíacrecidoyhabíaganadopeso.Losabía,peronuncahabíaconsideradoaqueldeliciosoefectosecundario.Reprimílasonrisaquequeríaafloraramislabios,aunquedebiódereflejarseenmisojos.Mepropinóunviolentoempujónypermitíquemebalanceara.Unpoco.
—¿DóndeestáVeraz?—rugió.—¿Mipríncipe?—pregunté,comosinoentendieseloquequeríasaber.—¿Dóndeestámihermano?Esacondenadaesposasuya...—Seinterrumpió,atragantadoporlaira—.
¿Dóndesueleestarmihermanoaestahoradeldía?—consiguiódeciralfinal.Nomentí.—Avecessubetempranoasutorre.Oestarádesayunando,supongo.Oenlosbaños...—ofrecí.—Inútilbastardo.Regio prescindió demí y giró sobre sus talones para avanzar a largas zancadas en dirección a la
torre.Esperéquedisfrutaradelasubida.Encuantosehuboperdidodevistaemprendílacarreraparanomalgastareltiempopreciosoquehabíaconseguido.
AlinstantedeentrarenelpatioviquéhabíasuscitadolafuriadeRegio.Kettrickenestabadepieenlo alto de una carreta y todas lasmiradas estaban puestas en ella.Vestía lamisma ropa de la nocheanterior.Alaluzdeldía,vilarociadadesangrequeleensuciabalamangadesuchaquetadepeloblancoyunaenormemanchaquesehabíaincrustadoensuspantalonesmorados.Sehabíapuestolasbotasyelsombrero,estaba listaparamontar.Llevabaunaespadacolgadasobre lacadera.Mesentídesfallecer.¿Cómo era capaz? Miré en rededor, preguntándome qué estaría diciendo. Todos los rostros estabanvueltoshaciaella,conlosojosmuyabiertos.Miapariciónhabíacoincididoconunmomentodeabsolutosilencio.Hastaelúltimohombreymujerparecíaestarconteniendoelaliento,aguardandosuspróximaspalabras.Cuandoéstasllegaron,lohicieronenalasdeunavozserena,templada,maselmutismodela
muchedumbreeratalqueaquellavozinundóelfríoaire.—Estonoesunacacería,osdigo—repitióceremoniosamenteKettricken—.Prescindiddechanzasy
alardes.Despojaosdetodajoyaeinsignia.Infundidsolemnidadavuestroscorazonesypensadenloquevamosahacer.
Suspalabrasseguíanestandomarcadasporelacentodelasmontañas,perounafríapartedemimenteobservócuancuidadosamenteseleccionadaeracadaunadeellas,cuanequilibradacadafrase.
—Novamosdecaza,sinoareclamarnuestrasbajas.VamosadardescansoaaquellosquenoshanarrebatadoloscorsariosdelaVelaRoja.Loscorsarioshanrobadoloscorazonesdelosforjadosyhandejado sus cuerpos para que nos castiguen. Aun así, quienes abatamos hoy serán hijos de los SeisDucados.Nuestroshijos.Soldados,ospidoquehoynomalgastéisuna sola flecha,quenodesciendanvuestrasespadas salvoparamatar limpiamente.Séqueestáiscapacitadosparaconseguirlo.Yahemossufridobastante.Quecadamuerteeneldíadehoyseatanbreveypiadosacomopodamos,pornuestropropiobien.Apretemoslosdientesyacabemosconestainfección,conlamismaresoluciónypesarquepodríamosamputarnuestropropiocuerpo.Puesesoes loquevamosahacer.Nosetratadevenganza,pueblomío,sinodecirugía,elumbraldelacuración.Hacedahoraloqueosdigo.
Permaneció inmóvil unosminutos, contemplándonos a todos. Como si fuera en un sueño, la genteempezó a moverse. Los cazadores se desprendieron de plumas y cintas, quitaron los emblemas y lapedreríadesusropasyseloentregarontodoasuspajes.Elambientedejolgorioyexultaciónsehabíaevaporado.Kettrickenhabíaanuladoesaprotección,habíaobligadoa todosaconsiderar realmente loqueestabanapuntodehacer.Anadieleagradabalaidea.Todoelmundopermanecióensusitio,alaesperadesuspróximaspalabras.Kettrickenmanteníasusilencioyquietudabsolutos,porloquetodoslosojos sevieronatraídosdenuevohacia ella.Cuandohuboacaparado la atencióngeneral, volvió ahablar.
—Bien—nosalabóconvozqueda—.Yahoraescuchadconatenciónmispalabras.Quiero literastiradas por caballos, o carros... lo que consideren más adecuado los encargados de los establos.Mullidlos conpaja.Ningunodenuestros cadáveres será abandonadoparaque sirvadealimentoa loszorrosolopicoteenloscuervos.Serándevueltosaquí,setomaránotadesusnombressiseconocenyseránpreparadosparalapiraqueeselhonordeloscaídosencombate.Siselesconocefamiliayéstavivecerca,seráinvitadaalosfunerales.Aquienesvivanlejosselesharállegarlanoticia,juntoalosdebidos honores de quienes han perdido a sus seres queridos en la batalla. —Las lágrimas corríanincontenibles, ignoradas, por susmejillas.Atrapaban la temprana luz invernal como diamantes. Se leendureció la voz cuando se giró para impartir órdenes a otro grupo—. ¡Mis cocineros y siervos!DisponedtodaslasmesasdelGranSalónyorganizadunbanquetedeluto.DejadenelSalónMenoragua,hierbas y ropa limpia con las que preparar los cadáveres de los nuestros para su incineración. Losdemás,abandonadvuestrastareashabituales.Traedmaderaylevantadunapira.Volveremosparaquemary llorar a nuestros muertos.—Miró a su alrededor, a los ojos de todos. Su expresión se tornó másdecidida. Desenvainó la espada de su cinto y la alzó para expresar un juramento—. ¡Cuando hayanterminadonuestroslamentosnosprepararemosparavengarlos!¡Losquehanasesinadoanuestropuebloconocerán nuestra ira!—Bajó la espada despacio y volvió a envainarla limpiamente.Nos dirigió denuevosumiradaimperiosa—.¡Yahoraensillad,pueblomío!
Semehabíapuesto el vellodepunta.Ami alrededor, hombresymujeres subían a sus caballosy
empezóaformarselacacería.Conunsentidodelaoportunidadimpecable,Burrichaparecióderepentejunto a la carreta, con Paso Suave ensillada y esperando a su amazona. Me pregunté dónde habíaconseguido los arneses negros y rojos, los colores del luto y la venganza.Me pregunté si lo habríaencargadoella,osi sencillamenteél losabía.Kettrickendescendiódelpescante, subióa lomosdesumonturayseacomodóenlasilla,yPasoSuavesemantuvofirmepesealabisoñezdesujinete.Levantóunamano,laqueempuñabasuespada.Labatidadecazaseaprestóaseguirla.
—¡Detenla!—siseóRegioamiespaldaygiréparaencontrarlojuntoaVeraz,ignoradosporelgentío.—¡No!—meatrevíaexhalar—.¿Esquenolosientes?Noloestropees.Leshadevueltoalgoatodos.
Noséquées,peroesalgoquehacíamuchotiempoqueextrañaban.—Esorgullo—dijoVeraz, convoz ronca—.Loque todoshemosechadodemenos,yyomásque
nadie.Ahícabalgaunareina—continuóconuntintedeasombro.¿Habíaademásunasombradeenvidia?Giródespaciosobresustalonesyregresódiscretamenteal
castillo.Anuestra espalda crecía elmurmullodevocesy todos se aprestaban a hacer lo que ella leshabíapedido.CaminétraslospasosdeVeraz,sobrecogidoporloquehabíapresenciado.RegiomehizoaunladoparasaltardelantedeVerazyencararseconél.Temblabaderabia.Mipríncipesedetuvo.
—¿Cómohaspodidopermitirqueocurraesto?¿Esquenotienesningúncontrolsobreesamujer?¡Seburla de todos nosotros! ¡Quién se cree que es para darnos órdenes y sacar una guardia armada delcastillo!¡Quiénsecreequeesparadecretartodoestocontantadesfachatez!
LavozdeRegiocrepitabadefuria.—Esmiesposa—respondiósuavementeVeraz—.YtuReinaalaEspera.Laquetúelegiste.Padre
me aseguró que escogerías una mujer digna de ser reina. Me parece que escogiste mejor de lo quepensabas.
—¿Tuesposa?¡Tuperdición,asno!¡Socavatuautoridad,tedegüellamientrasduermes!¡Lesrobasuscorazones,seforjasupropionombre!¿Esquenotedascuenta,mentecato?¡Ati tedará igualqueesazorradelasmontañasseapropiedelacorona,peroamíno!
MedilavueltaenseguidaymeagachéparaatarmeloscordonesynotenerquesertestigodecómogolpeabaelpríncipeVerazalpríncipeRegio.Oíalgomuyparecidoalchasquidodeunamanoabiertaestrellada contra la cara de un hombre, y un grito contenido de furia. Cuando volví a mirar, Verazpermanecíaigualdeserenoqueantes,mientrasRegioseencorvabacubriéndoselanarizylabocaconunamano.
—ElReyalaEsperaVeraznotoleraráinsultoscontralaReinaalaEsperaKettricken.Nicontraél.Dijequemiseñorahareavivadoelorgulloennuestrossoldados.Esposiblequehayareavivadoelmíotambién.
Verazparecíasorprendidomientrasconsiderabasuspalabras.—¡Elreyseenterarádeesto!—Regioapartólamanodesurostroymiróperplejolasangrequela
bañaba.Lalevantó,trémula,paraenseñárselaaVeraz—.¡Mipadreveráestasangrequehasderramado!—gimoteó,yseatragantóconlasangrequemanabadesunariz.
Seinclinóligeramentehaciadelanteyapartólamanoensangrentadaparanomancharselaropa.—¿Qué? ¿Piensas quedarte sangrando hasta esta tarde, cuando se levante nuestro padre? ¡Si lo
consigues,venyenséñamelatambiénamí!—Dirigiéndoseamí—:¡Traspié!¿Notienesnadamejorquehacer que quedarte ahí con la boca abierta? Largo de aquí. ¡Vigila que las órdenes demi señora se
cumplanalpiedelaletra!Veraz se perdió en el pasillo. Me apresuré a obedecer y alejarme del alcance de Regio. Tras
nosotros,pataleabaymaldecíacomounniñoconunarabieta.Ningunodelosdosnosvolvimos,peroalmenosyoesperabaqueningúnsirvientesehubierafijadoenlaescena.
Fueundía largoypeculiar enel castillo.Verazvisitó losaposentosdel reyArtimañasy luego seencerróensusalademapas.NoséloquehizoRegio.TodoelmundosevolcóenlatareadecumplirconlavoluntaddeKettricken,perocasiensilencio,cuchicheandoquedamenteentresímientraspreparabanunsalónparaelbanqueteyotroparaloscadáveres.Percibíuncambiosustancial.AquellasmujeresquemásfidelidadhabíanmostradoalareinaeranatendidasahoracomosifuesensombrasdeKettricken.Ylas damasnobles de repente no sentían reparos enpresentarse en elSalónMenorpara supervisar lospreparativosdelaguaperfumadayladisposicióndetoallasysábanas.Inclusoyoayudéarecogerleñaparalapirasolicitada.
Lapartidadecazaregresóal finalde la tarde.Volvieronensilencio,escoltandosolemnemente lascarretas.Kettrickencabalgabaalfrentedelacomitiva.Parecíacansada,yheladadeunmodoquenadateníaqueverconelfrío.Quiseacercarmeaella,peronoprivéaBurrichdelprivilegiodeacudiralacabezadesucaballoyayudarlaadesmontar.HabíasangrefrescaensusbotasyenloshombrosdePasoSuave.Nohabíaordenadoasussoldadosnadaquenoestuvieradispuestaahacerellamisma.Conunaorden serena, Kettricken indicó a sus guardias que se lavaran, se atusaran el cabello y las barbas yregresaranvestidosconropalimpiaalsalón.CuandoBurrichsellevóaPasoSuave,Kettrickensequedósolaun instante.Emanabadeellauna tristezamásgrisquenadaqueyohubiera sentido jamás.Estabacansada.Tremendamentecansada.
Mearriméaellacondiscreción.—Sinecesitáisalgunacosa,alteza—dijeenvozbaja.Nosediolavuelta.—Debohacerestoyosola.Peroquédatecercaporsi tenecesito—hablabaconvoztanquedaque
estabasegurodequesóloyoescuchésuspalabras.Luegoemprendiólamarchaylasgentesdelcastilloleabrieronpaso.Lascabezasasentíanantesusolemnereconocimiento.Recorrió lascocinasensilencio,aprobando la comida que vio lista, y luego se paseó por el Gran Salón, mostrando de nuevo suaprobaciónportodoslospreparativos.EnelSalónMenorsedetuvoysequitósugorradelanadevivoscolores y su chaqueta para revelar debajo una sencilla camisa de linomorado. Entregó la gorra y lachaquetaaunpaje,queparecióabrumadopor talhonor.Seacercóa lacabezadeunade lasmesasyempezó a remangarse. Cesó toda la actividad de la estancia cuando las cabezas se giraron paraobservarla.Seenfrentóanuestrosatónitosojos—.Traedanuestrosmuertos—dijosimplemente.
Metieronloslastimososcadáveres,undesoladortorrentedeellos.Noloscontétodos.Eranmásdelos que esperaba,más de los que nos habían hecho creer los informes deVeraz. Seguí los pasos deKettrickeny transporté lapalanganadeperfumadaagua templadamientrasellavisitabauncuerpo trasotro, y lavaba cada rostro demacrado y cerraba para siempre todos aquellos ojos atormentados. Trasnosotrosvinieronmás,unaprocesióntemblorosamientrascadacuerpoeradesnudadoconmimo,bañadodepiesacabeza,peinadoyvestidoconropas limpias.Llegadounmomentoreparéen lapresenciadeVeraz que, acompañadode un joven escribano, recorría las hileras de cadáveres tomandonota de losnombresdeaquellospocosaúnreconocibles,redactandounabrevedescripcióndelosdemás.
Unodelosnombresselodiyomismo.Retinto.LoúltimoquehabíamossabidoMollyyyodeeseniñodelacalleeraquehabíallegadoaaprendizdetitiritero.Habíaterminadosusdíassiendopocomásqueunamarioneta.Surisasehabíaapagadoparasiempre.Depequeñoshacíamosrecados juntosparaganarnosunpardepeniques.Estuvoamiladolaprimeravezquemeemborrachéhastavomitar,riéndosehastaquesupropioestómagolotraicionó.Habíaescondidoelpescadopodridobajoloscaballetesdelamesadeuntaberneroquenoshabíallamadoladrones.Sóloyorecordaríaahoralosdíasquehabíamoscompartido.Derepentemesentímenosreal.Laforjamehabíaarrebatadopartedemipasado.
Cuando terminamos ymequedé callado contemplando lasmesas cubiertas de cadáveres,Veraz seadelantóparaleersulistaenvozaltaenmediodelsilencio.Losnombreseranpocos,peronoomitióalosdesconocidos.
—Unjovenvarón,barbareciente,pelonegro,conlasmanosmarcadasporeloficiodelapesca...—dijodeuno,ydeotra—:Mujer,pelorizadoylinda,tatuadaconlainsigniadelgremiodetitiriteros.
Escuchamoslaletaníadeaquellosalosquehabíamosperdido,ysihuboalguienquenolloró,tendríaelcorazóndepiedra.Comounosolo,cargamosconnuestrosdifuntosylosllevamosalapirafunerariapara tenderlosconcuidadoensuúltimacama.Verazenpersonaacercó la tea,pero se laentregóa lareina, que aguardaba junto a la pira.Cuandoprendió fuego a las ramasdepino embreado,Kettrickenclamóaloscielososcuros:
—¡Noseréisolvidados!Todoscoreamossugrito.Filo,elviejosargento,sehabíasituadojuntoalapiraconunastijeraspara
cortaracadasoldadounmechóndecabello,símbolodedueloporloscamaradascaídos.VerazsesumóalacolayKettrickendetrásdeél,paraofrendarunodesuspálidosrizos.
Nunca había experimentado una noche parecida a aquélla. Casi toda la ciudad de Torre delAlcehabíasubidoalcastillo.Seleshabíapermitidoelpasosinhacerpreguntas.Todossiguieronelejemplodelareinayvelaronlapirahastaqueéstasehuboreducidoaunmontóndecenizasyhuesos.LuegosellenaronelGranSalónyelSalónMenor,ysedispusieronplanchasdemaderaamododemesasenelpatioparalosquenocabíandentro.Sesacaroncubasdealcoholyundestacamentodepan,carneasadayotrasviandasquenisiquieraimaginabaquetuviéramosenTorredelAlce.Másadelantedescubriríaquegranpartedelbanqueteprocedíadelaciudad,quelohabíaofrecidosinquenadieselopidiera.
Elreybajó,comonohabíahechoensemanas,paraocuparsutronoantelamesaoficialypresidirlareunión.Tambiénelbufónacudió,parasituarseaunladoydetrásdesusillayaceptardesuplatotodoloquetuvieraabienofrecerleArtimañas.Peroesanochenoprocuródiversiónparaelrey;supalabreríadebufónnohizoactodepresencia,yaunloscascabelesdesusmangasysugorrohabíansidoatadosconunjiróndetelaparaenmudecerlos.Nuestrasmiradasseencontraronunasolavezaquellanoche,peroparamísuexpresiónnotransmitíaningúnmensajediscernible.AladiestradelreyestabaVeraz,asuizquierdaKettricken.Regiotambiénestabaallí,claro,ataviadoconuntrajenegrotansuntuosoquesóloelcolordenotabaalgúntipodeluto.Teníaelceñofruncido,estabamalhumoradoysólobebía,ysupongoqueparaalgunossu taciturnosilenciopasaríaporunaseñaldeduelo.Yopodíasentir la rabiaquehervíaensuinterior y sabía que alguien, algún día, pagaría por lo que consideraba un agravio. Incluso Pacienciaacudió; su aparición era tan extraordinaria como la del rey, y percibí la unidad de propósito queofrecíamos.
Elreyapenassiprobóbocado.EsperóaquelosocupantesdelaAltaMesasehubieranhartadoantes
delevantarseparahablar.Durantesudiscurso,losjuglaresrepetíansuspalabrasenlasmesasinferiores,yenelSalónMenor,yaunfueraenelpatio.Hizounabrevemenciónalosquehabíamosperdidoamanosdeloscorsarios.NodijonadadelaForja,nidelacazaymuertedelosforjadosquesehabíallevadoacaboesedía.HablóencambiocomosiacabarandemorirluchandocontralasVelasRojas,ysólodijoque debíamos recordarlos. Luego, alegando fatiga y pesar, abandonó la mesa para regresar a susaposentos.
Verazselevantóacontinuación.HizopocomásquerepetirlasanteriorespalabrasdeKettricken,queahora era momento de llorar, pero que cuando acabara nuestro luto deberíamos preparar nuestravenganza. Le faltó el fuego y el apasionamiento del discurso previo de Kettricken, pero sentí cómorespondía toda la mesa a sus palabras. La gente asentía y empezó a hablar entre sí, mientras Regiorabiabamudoensuasiento.VerazyKettrickenselevantarondelamesatardeesanoche,ellacogidadesubrazo,yseasegurarondeque todosvierancómose retirabana lapar.Regiosequedó,bebiendoyrezongandoparasí.YomeescabullípocodespuésdelamarchadeVerazyKettricken,enbuscademicama.
Nomeesforcépordormir,sinoquemequedétumbadoenlacamacontemplandoelfuego.Cuandolapuertasecretaseabrió,melevantédeinmediatoparasubiralosaposentosdeChade.Loencontrépresode una emoción contagiosa. Había incluso una tonalidad sonrosada alrededor de los hoyuelos que lemarcaban las mejillas. Tenía el pelo gris alborotado, los ojos verdes brillantes como gemas. Estabapaseándosepor suhabitación,y cuandoentrémeatrapó literalmenteenunbruscoabrazo.Seapartóysoltólarisaalrepararenmidesconcierto.
—¡Hanacidoparagobernar!¡Nacióparaesoynosécómoporfinhadespertadoasudestino!¡Nopodríahabersucedidoenmejormomento!¡Podríasalvarnosatodos!
Suregocijoyexultaciónresultabanterribles.—Nosécuántaspersonashanmuertohoy—loreprendí.—¡Ah!¡Peronoenvano!¡Porlomenosnoenvano!Nohansidomuertesinútiles,TraspiéHidalgo.
¡PorElyEda,qué instintoyquégracia tieneKettricken!No loesperabadeella.Ojaláaúnviviera tupadre,muchacho,yestuvieraemparejadoconellaeneltrono.Esaparejatendríaelmundoenteroensusmanos.
Diootrosorbodevinoyreanudóeldeambularporsucuarto.Nuncalohabíavistoasídealborozado.Unacestacubiertadescansabaamanoencimadelamesa,ysucontenidohabíasidoordenadosobreunmantel. Vino, queso, salchichas, encurtidos y pan. De modo que aun en su torre Chade compartía elbanquete fúnebre. Sisa la comadreja asomó la cabeza al otro lado de la mesa para observarme porencimadelacomidaconojoscodiciosos.LavozdeChademesacódemiensimismamiento.
—Comparte muchas de las cualidades que tenía Hidalgo. El instinto para escoger la mejoroportunidad y sacar ventaja de ella. Ha cogido una situación tan inevitable como abominable paraconvertirenelevadatragedialoqueenotrasmanospodríahabersidounasimplecarnicería.¡Muchacho,tenemosunareina,unareinaenTorredelAlce!
Mesentíaligeramenterepugnadoporsualegría.Y,poruninstante,engañado.Dubitativo,pregunté:—¿Deverdadpiensasquelareinahizoloquehizoparaaparentar?¿Quetodohasidouncalculado
movimientopolítico?Separódegolpeyconsideróbrevemente.
—No. No, Traspié Hidalgo. Creo que hizo lo que le dictaba su corazón. Pero eso no altera labrillantezdesuestrategia.Ah,piensasquesoyundesalmado.Cruelenmiignorancia.Lociertoesquelosédemasiadobien.Sémuchomejorquetúloquesignificaestedíaparanosotros.Séquehoyhanmuertopersonas.Séinclusoqueseisdenuestrossoldadossufrieronheridas,depocaimportanciaensumayoría,enlaempresadehoy.Tepuedodecircuántosforjadoshancaído,yenelplazodeundíaesperoconocercasitodossusnombres.NombresqueyaherecopiladoeincluidoenlosalmanaquesquerecogentodoloquenoshanhecholosCorsariosdelaVelaRoja.Seréyo,muchacho,elqueseocupedequeseentreguenlasbolsasdeoroalosfamiliaressupervivientes.Esasfamiliassabránqueelreyconsideraasusdifuntoscomoigualesdesussoldadoscaídosenlabatallacontraloscorsarios,yquelessolicitasuayudaparavengarlos.Redactaresascartasnoserá tareaagradable,Traspié,pero lasredactaré igualmente,con lamismaletradeVeraz,paraquelasfirmeArtimañas.¿Oesquepensabasqueloúnicoquehagopormireyesmatar?
—Disculpa.Esqueparecíastancontentocuandollegué...—empecéadecir.—¡Yestoycontento!Comodeberíasestarlotú.Navegábamosaladeriva,amerceddelasolasyel
viento.Y ahora viene unamujer para empuñar el timón y señalarnos el rumbo. ¡Me gusta ese rumbo!Comolesgustaráatodosloshabitantesdelreinoquellevanañoshartosdevivirderodillas.¡Vamosalevantarnos,muchacho,alevantarnosypelear!
Vi entonces cómo radicaba su euforia en un sustrato de rabia y pesar. Recordé su expresión laprimera vez que viajamos a la ciudad de Forja aquel día aciago y vimos lo que habían hecho loscorsariosconnuestragente.Medijoentoncesqueaprenderíaapreocuparmeporellos,quelollevabaenla sangre. Sentí entonces lo apropiado de su alegría y cogí un vaso para unirme a su celebración.Brindamospornuestrareina.LuegoChadese tranquilizóuntantoydivulgólarazóndesu llamada.Elrey,elpropioArtimañas,habíavueltoarepetirsuordendequeyodebíavigilaraKettricken.
—Era algo que pensaba comentarte, cómo ahora Artimañas repite una orden ya dada o algúncomentarioyahecho.
—Estoybienalcorrientedeeso,Traspié.Loquepuedahacerse,sehará.Peroyahablaremosdelasaluddelreyenotromomento.Porahora,teaseguroquesurepeticiónnoobedecíaaldesvaríodeunamenteenferma.No.Elreyhavueltoaexpresarsusdeseoshoymientrassepreparabaparabajaracenar.Lorepiteparaasegurarsedequeredoblestusesfuerzos.Ve,igualqueyo,quealalentaralagenteparaque la siga, la reina se pone en grave peligro. Aunque no lo dijo con tanta franqueza. Vela por suseguridad.
—Regio—bufé.—¿ElpríncipeRegio?—inquirióChade.—Esélalquehayquetemer,sobretodoahoraquelareinaocupaunpuestodepoder.—Yonohedichonadaporelestilo.Ytútampocodeberíashacerlo—observóChadeenvozbaja.Suspalabrassonabanserenasperosuexpresióneradeseveridad.—¿Porquéno?—loreté—.¿Porquénopodemoshablarclaroentrenosotrosaunquesóloseauna
vez?—Entrenosotrospodríamoshacerlosiestuviéramossolosynosconcernieranadamásqueatiyamí.
Peronoeséseel caso.SomosHombresdelRey,y losHombresdelReynoalbergan sentimientosdetraición,muchomenos...
OímosunruidoySisavomitó.Encimadelamesa,alladodelacestadecomida.Resopló,regándolotododemotashúmedas.
—¡Desgraciadatragona!Tehasatragantado,¿aquesí?—fueladespreocupadareprimendadeChade.Encontré un trapo para limpiar el estropicio. Pero cuando llegué de nuevo a lamesa,Sisa estaba
tendidadecostado,jadeando,mientrasChaderemovíaelvómitoconunpalillo.Casivomitoyotambién.Despreciómitrapo,levantóaSisaymeentrególatemblorosacriatura.
—Tranquilízalayhazquebebaunpocodeagua—meinstruyóconbrusquedad—.Venga,vieja,veconTraspié,queéltecuida.
Esoledijoalacomadreja.Meacerquéconellaalachimenea,dondeenseguidamevomitótodalacamisa.Decerca,elolorera
nauseabundo.Cuandolasoltéymequitélaprenda,percibíunaesenciaescondida,másamargainclusoque el vómito. No había abierto aún la boca para comentárselo a Chade cuando éste confirmó missospechas.
—Hojasdevarta.Muymachacadas.Lasespeciasdelembutidocamuflaríanbienelsabor.Esperemosqueelvinonoestuvieraenvenenadotambién,opodemosdarnospormuertoslosdos.
Hastaelúltimocabellodemicabezaseerizódelespanto.Chadeviocómomequedabapetrificadoypasó ami lado para recoger aSisa. Le ofreció un platillo con agua y pareció complacido cuando elanimallacató.
—Creo que sobrevivirá. La muy cochina se llenó la boca y la saboreó mejor de lo que hubierapodidoningunapersona.Lerevolvióelestómago.Lodelamesaparecemasticado,peronodigerido.Meparecequefueelsaborloquelahizovomitar,noelveneno.
—Esoespero—dijeconunhilodevoz.Teníalosnervioscrispadosalaesperadeunaadvertenciainterna.¿Mehabíanenvenenado?¿Sentía
mareos,náusea,sueño?¿Teníalabocapastosa,seca,salivabaprofusamente?Empecéasudaryatemblar.Otravezno.
—Para—dijoChade—.Siéntate.Bebeunpocodeagua.Teloestáshaciendotúsolo,Traspié.Esabotellaestababiencerradaconuncorchoviejo.Sihanpuestovenenoenelvino,seríahacemuchosaños.Conozco a pocas personas con la paciencia necesaria para adulterar una botella de vino y dejar quemacere.Creoquenonospasaránada.
Inhalécondificultad.—Apesardealguien.¿Quiéntetrajolacomida?Chadesoltóunbufido.—Lapreparéyo,comosiempre.Peroloquehayenesamesalosaquédeunacestadestinadaalady
Tomillo.Devezencuandolagenteintentamerecersesufavor,puesserumoreaquecuentaconelafectodelrey.Nuncapenséquemialiassecretopudieraconvertirseenelobjetivodeunatentado.
—Regio—volví a decir—. Ya te dije que cree que ella es la envenenadora del rey. ¿Cómo haspodidosertandescuidado?¡SabesqueresponsabilizaaladyTomillodelamuertedesumadre!¿Vamosasertaneducadosdepermitirquenosmateatodos?Nosedetendráhastahacerseconeltrono.
—¡Yyoterepitoquenoquierooírhablardetraición!—Chadecasigritólaspalabras.SeacomodóensusillayacunóaSisaensuregazo.Elanimalitosesentó,seatusólosbigotesyseovillódenuevolista para dormir. Observé la pálidamano de Chade, los prominentes tendones, la piel fina como el
papel,mientras acariciaba a sumascota. Sólo tenía ojos para la comadreja.Habló de nuevo conmáscalmatranscurridounmomento—.Creoquenuestroreytienerazón.Todosdeberíamosredoblarnuestracautela.YnosóloporKettricken.Nipornosotros.—Susojostorturadosbuscaronlosmíos—.Cuidadetusmujeres,muchacho.Nilainocencianilaignoranciasonunescudoeficazcontralaobradeestanoche.Paciencia, Molly, incluso Cordonia. Encuentra la manera, siempre con sutileza, de alertar también aBurrich.—Suspiró y preguntó al aire—: ¿Es que no tenemos suficientes enemigos fuera de nuestrasmurallas?
—Másquedesobra—leaseguré.PeronovolvíamencionaraRegio.Sacudiólacabeza.—Malamaneradeempezarunviaje.—¿Unviaje?¿Tú?—Mecostabacreerlo.Chadenuncasalíadelcastillo.Ocasinunca—.¿Adonde?—Dondemenecesitan.Ahoracreoquemenecesitancasitantoaquí.—Negóconlacabezaparasí—.
Cuídatemientrasestoyfuera,muchacho.Noestaréaquíparaprotegerte.Yesofuetodocuantoquisodecirme.Cuandolodejéseguíacontemplandoelfuego,cobijandoaSisaentrelasmanos.Bajélasescaleras
conlaspiernasdegelatina.ElatentadocontraChademehabíasobrecogidomásquenadaenmivida.Nisiquiera el secreto de su existencia había sido suficiente para protegerlo.Yhabíamásobjetivos,másvulnerables,igualdepróximosamicorazón.
MaldijelabravuconeríaquemehabíaempujadoademostraresatardeaRegiocuántomásfuertemehabíavuelto.Habíasidounestúpidoaltentarloaatacarme;deberíahabermeimaginadoqueencontraríaunblancomenosevidente.Meapresuréaponermeropalimpiaenmicuarto.Luegosalídelahabitación,subílasescalerasymedirigíaldormitoriodeMolly.Llaméalapuertaconsuavidad.
Nohuborespuesta.Nollamémásfuerte.Faltabanunpardehorasparaqueamaneciera;casitodoelcastilloestabaagotado,acostado.Noobstante,nomeapetecíadespertara lapersonaequivocadaparaquemevierafrentealapuertadeMolly.Peroteníaquesabercómoestaba.
Lapuertateníacerrojo,peroerasencillo.Lodescorríencuestióndesegundosytoménotaparamídeque debería tener unomejor antes demañana por la noche. Silencioso como una sombra, entré en sucuartoycerrélapuertaamipaso.
Agonizabaunfuegoenlachimenea.Losrescoldosproyectabanunaluztenue.Permanecíinmóvilunmomento, dejando que mis ojos se acostumbraran, antes de adentrarme con cuidado en la estancia,manteniéndomelejosdelaluzdelachimenea.PodíaoírelsonidoconstantedelarespiracióndeMollyensucama.Esodeberíahabermebastado.Peromedijequepodríatenerfiebreyestarmuriéndosepocoapocoporculpadelveneno.Meprometíquenoharíamásquetocarsualmohada,sóloparacomprobarlatemperaturadesupiel.Sóloeso.Meacerquéalacama.
Allímedetuve.Lasuaveluzsólomepermitíadistinguirelcontornodesucuerpobajolassábanas.Desprendíaunperfumecálidoydulce,abrezo.Asalud.Allínodormíaningunavíctimafebrilporculpadelveneno.Sabíaquedeberíairme.
—Quedescanses—exhalé.Seabalanzósobremísinhacerruido.Laluzambarinasetrocóenrojasobreelaceroqueempuñaba.—¡Molly!—gritémientrasdesviabasumanoarmadaconelantebrazo.
Se quedó paralizada, con la otra mano levantada en un puño, y por un instante sólo hubo en lahabitaciónsilencioyquietud.Luego:
—¡Nuevo!—siseófuriosa,ymepropinóunpuñetazoenelestómagoconlamanoizquierda.Mientrasmeencogía, sinaire, saltóde lacama—. ¡Imbécil! ¡Mehasdadounsustodemuerte!¿Enquéestabaspensandoparatrastearconmicerrojoycolarteenmicuarto?¡Deberíallamaralosguardiasdelcastilloparaquetesaquenarastras!
—¡No!—supliquémientrasellaechabaleñaalfuegoyluegoencendíaunavela—.Porfavor.Yamevoy.Noqueríahacertedañoniofenderte.Sóloqueríaasegurarmedequeestabasbien.
—¡Sí,puesnoloestoy!—susurróofuscada.Sehabíarecogidoelpeloendosgruesastrenzasparapasar la noche, recordándome claramente a la niña que había conocido hacía tanto tiempo.Ya no eraningunaniña.Mesorprendiómirándolafijamente.Seechóunatúnicaporloshombrosyselaanudóalacintura—. ¡Estoy hecha unmanojo de nervios! ¡No volveré a pegar ojo en toda la noche!Has estadobebiendo,¿aquesí?¿Estásborracho?¿Quéquieres?
Semeacercóesgrimiendolavelacomosifueseunarma.—No—leaseguré.Enderecélaespaldaymearreglélacamisa—.Telojuro,noestoyborracho.Y
de verdad que no teníamala intención. Es que... esta noche ha pasado una cosa,me preocupaba quepudierapasarte algomalo, asíque semeocurrióveniry comprobarqueestabasbien,pero sabíaquePaciencia no lo aprobaría y, claro, no quería despertar a todo el castillo, así que seme ocurrió quepodríacolarmey...
—Nuevo.Estásdesvariando—meinformóconvozglacial.Eracierto.—Perdona—medisculpédenuevo,ymesentéenunaesquinadelacama.—No te pongas cómodo—me advirtió—. Estabas a punto de irte. Solo, o con los guardias del
castillo.Túeliges.—Yamevoy—prometí,apresurándomeaponermedepie—.Sóloqueríaestarsegurodequenote
habíapasadonada.—No me ha pasado nada—dijo, dubitativa—. ¿Qué iba a pasarme? Esta noche es igual que la
pasada,igualquelasúltimastreintanoches.Ningunadeellastedioporvenirainteresartepormisalud.¿Porquéhoysí?
Cogíaire.—Porquehaynochesenquelasamenazassonmásevidentes.Ocurrentragediasquemehacenpensar
quepodríanocurrirtragediasaúnmayores.Haynochesenqueserelamordeunbastardonoeslacosamásseguradelmundo.
Laslíneasdesubocasevolvierontantirantescomosuvozcuandomepreguntó:—¿Yesoquésesuponequesignifica?Inhaléhondo,decididoaserlomássinceroposibleconella.—Notepuedodecirloquehapasado.Sóloquemehizopensarquepodríascorrerpeligro.Tendrás
quefiartede...—Nomereferíaaesaparte.¿Quéqueríasdecirconesodeserelamordeunbastardo?¿Cómote
atrevesallamarmeasí?Ensusojosbrillabalaira.
Juroquesemeparóelcorazónenelpecho.Unfríomortalseadueñódemí.—Es verdad, no tengo ningún derecho—dije entrecortadamente—. Pero tampoco puedo dejar de
preocuparmeporti.Ytantositengoderechoallamartemiamorcomosino,esonodetendráaquienespretendan herirme haciéndote daño a ti. ¿Cómo puedo expresar que te quiero tanto que desearía noquerertenada,osercapazalmenosdenodemostrarmicariñoporti,porqueeseamorteponeenpeligro,yhacerquemispalabrasparezcansinceras?
Mareado,medilavueltaymedispuseamarcharme.—¿Y cómo podría yo atreverme a decir que he entendido tus palabras y conseguir que las mías
parezcansinceras?—sepreguntóMollyenvozalta.Algoensuvozmehizogirarme.Porunmomentonosquedamosmirándonosfijamente.Luegoestalló
encarcajadas.Mequedéinmóvil,insultadoyceñudo,mientrasellaseacercabaamísindejardereírse.Merodeóconsusbrazos.
—Nuevo.Miraquehasdadorodeosparadeclararte.Primerotecuelasenmicuartoyluegoteponesafarfullarincoherenciasalrededordelapalabra«amor».¿Nopodíashabermedichoquemequerías,sinmás,hacetantotiempo?
Mequedéplantadocomounestúpidoentresusbrazos.Lamiré.Sí,comprobéembobado,ahoraeramuchomásaltoqueella.
—¿Ybien?—saltó,yporunmomentonosupequédecir.—Molly,tequiero.Quéfácil,despuésdetodo.Yquéalivio.Muydespacio,concuidado,larodeéconmisbrazos.Mesonrió.—Yotambiéntequiero.Así,porfin,labesé.Cuandoserozaronnuestroslabios,unloboelevósuvozenalgúnlugarcercade
TorredelAlce.Suaullidodedichaconsiguióquesepusieranaladrartodoslosperrosdelcastilloenuncoroquedespertóecosenelfrágilfirmamentoestrellado.
Guardiasylazos
AmenudocomprendoyelogioelsueñodeCerica.Sideéldependiera,elpapelseríatancomúncomoelpanytodoslosniñosaprenderíanlasletrasantesdecumplirlostreceaños.Masaunqueasísucediese,dudoqueesoconsiguieraquetodassusesperanzassehiciesenrealidad.Élselamentadelapérdidadelosconocimientosquesevanalatumbaconcadahombrequemuere,aunquesealamáscomúndelaspersonas.Habladeunaépocaenquelaformaquetieneelherrerodecalzarloscaballosoeltalentodeunestibadorparamanejarlaazuelaestaránplasmadossobreelpapelparaquetodoelquesepaleerpuedaaprenderloasuvez.Nocreoquetalcosallegueaocurrir.Algunashabilidadespueden aprenderse en las palabras de una página, pero otras las aprenden antes el corazón y lasmanosdelhombre,yluegosucabeza.AsílocreodesdequeviaMatafióncolocarenelprimerbarcodeVerazelbloquedemaderaconformadepezdelquetomabasunombre.Susojoshabíanvistoelmatafiónantesdequeésteexistiera,yhabíapuestosusmanosatrabajarenloquesucorazónsabíaqueteníaquehacer.Noesestoalgoquepuedaaprenderseenlaspalabrasdeningunapágina.Quizánopuedaaprenderse enabsoluto, sinoque esté ennuestro interior; como laHabilidado laMaña,legadodelasangredenuestrosantepasados.
Regreséamisaposentosymesentéparacontemplar los rescoldoscasiapagadosdemichimenea,esperandoaquesedespertarael restodelcastillo.Deberíahabermesentidoexhausto.Encambio,meestremecíacasiconlaenergíaquecorríapormisvenas.Meparecíaquesimequedabamuyquieto,aúnpodríasentirelcalordelosbrazosdeMollyamialrededor.Sabíaexactamentedóndehabíatocadomimejilla con la suya.Conservaba un rastromuy leve de su perfume enmi camisa desde nuestro breveabrazo, y me debatía sobre si dejarme puesta la prenda ese día, para llevar su esencia conmigo, odoblarla con cuidado en mi arcón para conservarla. No se me antojaba ni remotamente ridículopreocuparme tanto por algo así.Al volver la vista atrás sonrío, pero nopormi necedad, sino pormisabiduría.
LamañanatrajofuertesvientosynievealcastillodeTorredelAlce,peroparamísóloconseguíanquedentro todo resultasemás acogedor.Quizás así pudiéramos tenerocasiónde recuperarnosdel díaanterior.No quería pensar en aquellos pobres cuerpos ultrajados, ni en el lavado de aquellos rostrosfríoseimpasibles.NienlasllamasrugientesyelcalorquehabíanconsumidoelcadáverdeRetinto.A
todosnosvendríabienundía tranquiloentre lasparedesdelcastillo.Quizá lanochenosencontraraatodosreunidosentornoalaschimeneas,escuchandocuentos,músicayconversaciones.Asíloesperaba.AbandonémisaposentosparareunirmeconPacienciayCordonia.
Me atormentaba, sabiendo elmomento preciso en que bajaríaMolly las escaleras para buscar labandejadeldesayunodePaciencia,ytambiéncuándoremontaríalasescalerasportándola.Podríaestarenlasescalerasoenelpasillocuandoapareciera.Seríaunincidentesinimportancia,unacoincidencia.Peronomecabíadudadequehabíaquienescobrabanporvigilarme,yesaspersonastomaríannotadetales«coincidencias»siserepetíancondemasiadafrecuencia.No.TeníaqueseguirlasrecomendacionesdelreyyChade.LedemostraríaaMollyqueposeíaelautocontrolyladignidaddeunadulto.Sidebíaesperarantesdepodercortejarla,esperaría.
Demodo que permanecí sentado enmi cuarto hasta estar seguro de que ella había salido de losaposentosdePaciencia.Luegobajéy llaméa lapuerta.Mientrasesperabaaque laabrieraCordonia,reflexionéque redoblarmivigilanciasobreellayPacienciaeraalgomás fácildedecirquedehacer.Aunqueteníaalgunasideas.Habíaempezadolanocheanterior,arrancándoleaMollylapromesadequenosubiríaningúnplatoquenohubierapreparadoellamisma,osacadodelascazuelascomunes.Esolahizo soltar un bufido, pues venía tras una despedida sumamente fogosa. «Ahora hablas igual queCordonia»,mehabía regañado,cerrándome lapuertaen lacara sinhacer ruido.Laabrióunmomentodespués, para encontrarme mirándola fijamente. «Acuéstate —ruborizándose, añadió—: Y sueñaconmigo.Esperohabervisitadotussueñosúltimamente tantocomotú losmíos.»Aquellaspalabrasmeenviaroncorriendoamidormitorio,ycadavezquelasrememorabavolvíaasonrojarme.
Ahora,alentrarenlahabitacióndePaciencia, intentéapartaraquellospensamientosdemicabeza.Era lamía una cita de negocios, aunquePaciencia yCordonia la tomaran por visita de placer.Debíaconcentrarmeenmitrabajo.Echéunvistazoalcerrojoquehabíaaseguradolapuertayloencontrédemiagrado.Nadie podría correrlo conun cuchillo.En cuanto a la ventana, aun en el casode que alguientreparaporelexteriordelapared,tendríaquesuperarnosólounospostigosdemaderareforzadosconbandasdeacerosinoademásuntapiz,ysortearluegounabaldatrasotradetiestospuestosenfilafrentealaventanacerrada.Eraunarutaqueningúnprofesionalelegiríaapropósito.Cordoniaseentretuvoconuna labordebordadomientrasme recibía ladyPaciencia,queparecíaociosa, sentadaen la chimeneafrentealhogarcomosifueseunachiquilla.Removióunpocolasbrasas.
—¿Sabías—mepreguntóderepente—queexisteunampliohistorialdereinasfuertesenTorredelAlce?YnosólodelasnacidasVatídico.MásdeunpríncipeVatídicosehacasadoconalgunamujercuyonombrellegóaempañareldeélalahoradeenumerarhazañas.
—¿CreéisqueKettrickenseráunadeesasreinas?—preguntéeducadamente.Nosabíaadondenosconduciríaaquellaconversación.—No lo sé—respondió en voz baja.Volvió a remover los rescoldos con gesto indiferente—.Lo
únicoqueséesqueyonomehubieracontadoentreellas.—Exhalóunhondosuspiro,antesdelevantarlacabezaparaañadir,disculpándosecasi—:Esunadeesasmañanas,Traspié,enquesólopuedopensarenloquepodríahabersidoy loquepodríahaberocurrido.Jamásdebípermitirqueabdicara.Apuestoaqueaúnseguiríaconvidasinohubierarenunciadoaltrono.
Nosupequéresponderaaquelcomentario.Volvióasuspirarysiguiórevolviendolasbrasasconelatizadorsuciodeceniza.
—Hoy me asalta la añoranza, Traspié. Mientras todos se maravillaban ayer por las acciones deKettricken,éstasdespertabanenmíelmayordelosdescontentosconmigomisma.Dehaberestadoensulugar,habríacorridoaescondermeenmisaposentos.Lomismoquehagoahora.Perotuabuelano.Ellasíqueeraunareina.Kettrickenyellaseparecenunpoco.Constanciaeraunapersonaquesabíaespolearalos demás. Sobre todo a las demás mujeres. Durante su reinado, la mitad de nuestra guardia estabacompuesta por mujeres. ¿Lo sabías? Pregúntale algún día por ella a Capacho. Tengo entendido queCapacholaacompañabacuandovinoConstanciaparaconvertirseenlareinadeArtimañas.—Pacienciaguardó silencio. Por unos instantes estuvo tan callada que pensé que había acabado de hablar. Luegoañadió en voz baja—:Le caía bien, a la reinaConstancia.—Esbozó una sonrisamás bien tímida—.Sabía que no me gustaban las multitudes. Así que a veces me llamaba, a mí sola, para que fuese aayudarla con su jardín. Y ni siquiera nos decíamos gran cosa, simplemente trabajábamos la tierra ensilencioalaire libre.Aquellosmomentossecuentanentremis recuerdosmásagradablesdeTorredelAlce.—Memiróderepente—.Yosóloeraunacríaporaquelentonces.Ytupadresólounniño,ynisiquieranosconocíamosdeverdad.MispadresmetraíanaTorredelAlcecuandoacudíanalcastillo,aunque sabían que amí nome gustaba el bullicio de la vida en la corte.Menuda señora era la reinaConstancia,quesupofijarseenunaniñafeayreservadaylededicóunapartedesutiempo.Peroellaeraasí.TorredelAlceeraunlugardistintoporaquelentonces;unacortemuchomásanimada.Erantiemposmás seguros, todo eramás estable. Pero luegoConstanciamurió, y con ella su hijita, víctima de unafiebre infantil.YArtimañas volvió a casarse unos años después, y...—Hizo una pausa y suspiró confuerzaotravez.Apretóloslabios.Diounapalmadaenlaspiedrasdelachimenea—.Venysiéntateaquí.Tenemoscosasquehablar.
Hiceloquemepedíayocupémilugarsobrelaspiedrasdelhogar.NuncahabíavistoaPacienciatanseria,nitanconcentrada.Todoaquello,presentía,conducíaaalgo.Eratandistintodesuacostumbradoparloteoinanequecasimeamedrentaba.Cuandomehubeacomodado,meindicóquemeacercaramás.Mearriméhastaponermecasiensuregazo.Seinclinóhaciadelanteysusurró:
—Hayasuntosquevalemásno tratar.Pero aveces llegaunmomento enqueno sepueden seguirignorando. Traspié Hidalgo, tesoro, no pienses que soymezquina, pero debo advertirte de que tu tíoRegionoteapreciatantocomotepuedasimaginar.
Nopudeevitarlo.Mereí.Pacienciaseindignódeinmediato.—¡Hazmecaso!—susurróconapremio—.Sí,yaséqueesingenioso,dicharacheroyencantador.Sé
cuan adulador puede llegar a ser y no seme ha pasado por alto que todas las jovencitas de la corteahuecan las plumas cuando lo ven, o que todos los muchachos imitan su forma de vestir y susmanierismos.Perodebajodeesasricastelasanidalaambición,ytemoquetambiénlasuspicacia,ylaenvidia,además.Nuncatelohedicho,peroseopusofervientementeamiiniciativadeinstruirte,yaqueaprendieraslaHabilidad.Avecespiensoquefueparabienquefracasaraseneso,puesdehabertenidoéxito su envidia no conocería límites.—Hizo una pausa, vio que yo la escuchaba con gesto serio ycontinuó—:Corren tiemposdifíciles,Traspié.Nosóloporculpade loscorsariosqueasolannuestrascostas. Corren tiempos en que cualquier nacido... como tú debería andarse con cuidado.Hay quienesquizátesonrían,perobienpudieransertusenemigos.Cuandovivíatupadre,confiabaenelhechodequesuinfluenciabastaraparaprotegerte,perodespuésdesu...muerte,comprendíquecuantomáscrecieras,
más peligro correrías al acercarte a la edad adulta. Por eso, con todo el decoro que supe reunir,meobliguéaregresara lacorteparacomprobarsi lasituaciónera tangrave.Loera,ydescubríqueerasdignodemiayuda.Asíquemepropusehacercuantoestuvieraenmimanoparaeducarteyprotegerte.—Sepermitió esbozar unabreve sonrisa de satisfacción—.Yodiría queno lo he hechonadamal hastaahora.Pero—ysemeacercómás—llegaráeldíaenquenisiquierayopuedaprotegerte.Tienesqueempezar a cuidar de ti mismo. Debes recordar las enseñanzas de Capacho y repasarlas con ella amenudo.Tencuidadoconloquecomasybebas,yprocuranoirsoloaningúnsitio.Detestoinculcarteestostemores,TraspiéHidalgo.Peroyacasieresunhombreydeboempezarapensarenestascosas.
Desopilante.Unaauténticafarsa.Asípodríahaberlovisto,teneraaquellamujersolitariayrecluidahablándomecontantavehemenciadelasrealidadesdeunmundoalquellevabasobreviviendodesdequecumplílosseisaños.Encambio,descubríquelaslágrimasmeaguijoneabanlascomisurasdelosojos.Siempremehabía preguntadopor quéhabría vueltoPaciencia aTorre delAlce, a llevar unavida deermitañaenelsenodeunasociedadqueobviamentenoleimportabaunpimiento.Ahoralosabía.Habíavueltopormí,pormibien.Paraprotegerme.
Burrichmehabíacuidado.IgualqueChade,einclusoVerazasumanera.Y,claroestá,Artimañasmehabíareclamadoparasídesdemimuytempranaedad.Perotodosellos,deunaformauotra,buscabanconseguir algo con mi supervivencia. Incluso Burrich hubiera considerado un grave insulto para suorgulloquealguienconsiguiesematarmeestandoyoaúnbajosuprotección.Sóloesamujer,quecontodoelderechodelmundodeberíaaborrecerme,sehabíapropuestocobijarmeúnicayexclusivamentepormipropiobien.Amenudoeraalocadayentrometiday,enocasiones,sumamenteenojosa.Peroalcruzarsenuestras miradas supe que ella había derribado la última pared que yo había alzado entre nosotros.Dudabaengranmedidaquesupresenciahubierahechonadaporevitarmemalalguno;siacaso,suinteréspormídebíadesuponerparaRegiounrecordatorioconstantedequiéneramiprogenitor.Peronoeraelresultado, sino la intención, loquemeconmovía.Había renunciadoa suvida tranquila, a sushuertos,jardinesybosques,porveniraquí,aunhúmedocastillodepiedralevantadosobreunacantilado,aunacortellenadepersonasquenosignificabannadaparaella,paravelarporelbastardodesumarido.
—Gracias—dijeconunhilodevoz.Selasdidetodocorazón.—Bueno.—Apartórápidamenteelrostrodemiescrutinio—.Enfin.Verás,nosemerecen.—Ya.Perolociertoesqueestamañanahevenidopensandoquequizásalguiendeberíaadvertirosa
Cordoniayavosdequetenéisqueandarosconcuidadotambiénvosotras.Esunmomentoinestable,yseospodríaconsiderarun...obstáculo.
AhorafuePaciencialaqueserióenvozalta.—¡Yo! ¿Yo? ¿La vieja chocha, estrafalaria, ridícula de Paciencia? ¿Paciencia, que es incapaz de
concentrarseenunasolatareamásdediezminutos?¿Paciencia,albordedelalocuraporlamuertedesuesposo?Miniño,yaséloquedicendemí.Nadiemeconsideraunaamenazaparanadie.Cómo,perosisoyelsegundobufóndelacorte,elblancodetodosloschistes.Estoyasalvo,teloaseguro.Pero,aunquenoloestuviera,tengolaprácticadetodaunavidaparaprotegerme.YaCordonia.
—¿Cordonia?Nopudeimpedirqueasomaralaincredulidadamivozyunasonrisaamirostro.Medilavueltapara
guiñarleunojoaCordonia.Éstamefulminóconlamiradacomosisesintierainsultadapormisonrisa.
Antes de que pudiera levantarme siquiera de la chimenea, Cordonia saltó de sumecedora.Una largaaguja, despojada de su sempiterno hilo de lana,me apretó la yugularmientras otra tanteaba un huecoconcretoentremiscostillas.Apuntoestuvedemojarmelospantalones.Miréaaquellamujeralaquederepentenoreconocía,ynomeatrevíapronunciarpalabra.
—Dejadefastidiaralchiquillo—lareprobóPacienciaconamabilidad—.Sí,Traspié,Cordonia.LamejoralumnaquerecuerdaCapacho,aunqueacudieraaellasiendoyaunamujeradulta.
CordoniaapartósusarmasdemicuerpomientrashablabaPaciencia.Sesentódenuevoyvolvióaaplicarlasagujasasulabor.Juroquenoperdióunasolapuntada.Cuandoacabó,memiró.Meguiñóunojo.Yretomósucostura.Meacordédevolverarespirar.
Comoasesinoquehabíaaprendidounabuenaleccióndehumildad,salídesusaposentos.Mientrascruzaba el vestíbulo reflexioné que Chade me había advertido de que subestimaba a Cordonia. Mepreguntémalhumoradosiésaeralaideaqueteníaéldelhumor,odeenseñarmearespetaralaspersonasenaparienciaanodinas.
LosrecuerdosdeMollyseabrieronpasoenmicabeza.Menegabaconestoicismoarendirmeaellos,pero no pude evitar el agachar la cabeza para percibir su tenue perfume en el hombro demi camisa.BorréunasonrisabobaliconademicaraymedispuseabuscaraKettricken.Teníaresponsabilidades.
Tengohambre.Aquelpensamientomeinvadiósinprevioaviso.Mesentíavergonzado.Eldíaantesnohabíadadode
comeraLobezno.Mehabíaolvidadodeélporcompletoenelfragordelosacontecimientosdeldía.Un día de ayuno no es nada. Además, encontré un nido de ratones debajo de un rincón de la
cabaña.¿Piensasquenosécuidardemímismo?Peroalgomássustanciososeríadeagradecer.Pronto,leprometí.Antestengoquehacerunacosa.EnlasaladeestardeKettrickensóloencontrédospajes,limpiandoatodasluces,aunqueseestaban
riendoporlobajocuandoentré.Ningunodeellossabíanada.Miréacontinuaciónenlasaladecosturade la señora Premura, pues era una cámara cálida y acogedora donde se reuníanmuchasmujeres delcastillo.Kettrickenno,peroPremuraestabaallí.MeinformódequesuseñorahabíadichoqueteníaquehablarconelpríncipeVerazesamañana.Quizásestuvieraconél.
PeroVerazno seencontrabaen susaposentos,ni en su salademapas.Allí encontréaCharim,noobstante,queestabaexaminandoláminasdevitelaparasepararlassegúnsucalidad.Veraz,medijo,habíamadrugadoy había acudidodirectamente a los astilleros. Sí,Kettrickenhabía estado allí esamañana,pero después de que se fueraVeraz, y cuandoCharim le dijo que él no estaba también ella se habíamarchado.¿Adonde?Noestabaseguro.
Aesasalturasdeldíamemoríadehambre,ydisculpémiincursiónenlascocinasconlaexcusadequeallíeradondecobrabanmásfuerzalosrumores.AlomejorallísabíaalguienadondesehabíaidonuestraReinaalaEspera.Noestabapreocupado,medecía.Todavíano.
LascocinasdeTorredelAlceresultabanmásacogedoraslosdíasfríosydeviento.Elvapordeloscaldosburbujeantessemezclabaconelricoaromadelpancocidoylacarneasada.Porallípululabanlos ateridos mozos de cuadra, conversando con los cocineros y afanando bollos recién horneados ycortezasdequeso, catando las sopasydisipándosecomohilachosdeniebla si aparecíaBurrichen lapuerta.MeprocuréuntrozodepasteldecarnefríoquehabíasobradodeldesayunoyloaderecéconmielyunastirasdetocinoquePerolreservabaparahacerchicharrones.Mientrascomíaescuchélosdistintos
diálogos.Comocuriosidad,pocaspersonashablabandirectamentedeloacontecidoeldíaanterior.Intuíqueel
castillotardaríaalgúntiempoenasimilartodoloquehabíapasado.Peroflotabaalgoenelambiente,unasensacióncasidealivio.Lohabíavistoantes,enunhombrealqueleamputansupiedeforme,oenlafamilia que encuentra por fin el cadáver de su hijo ahogado. Era el alivio de enfrentarse a lo peor,mirarloalacaraydecir:«Teconozco.Mehashechodaño,casimematas,perosigoconvida.Yseguiréviviendo».Ésaera lasensaciónqueemanabade lospobladoresdelcastillo.TodoshabíanreconocidoporfinlagravedaddelasheridasquenosinfligíanloscorsariosdelaVelaRoja.Vislumbrábamosahoraqueesasheridaspodríanrestañarse,quepodíamosresponderalaagresión.
No quería preguntar directamente por el paradero de la reina. Tuve la suerte de que uno de loscaballerizos estaba hablando dePasoSuave. Parte de la sangre que yo había visto en el hombro delcaballoeldíaanterioreradelpropioanimal,ylosmozoshablabandecómohabíaatacadoelcaballoaBurrich cuando éste intentómirar la herida, y cómo habían hecho falta dos de ellos para sujetarle lacabeza.Meinmiscuíenlaconversación.
—¿Noleconvendrámejoralareinaunamonturamenostemperamental?—sugerí.—Ah,no.AnuestrareinalegustanelorgulloyelespíritudePasoSuave.Melohadichoellamisma
estamañana cuandobajó al establo.Sepresentó enpersonaparaver a su caballoypreguntar cuándopodría volver amontarlo. Se dirigió amí directamente, eso hizo.Así que le dije que ningún caballosoportaría que lomontaran en un día como éste, ymenos con el hombro herido. La reinaKettrickenasintióynosquedamosallícharlando,ymepreguntócómohabíaperdidoestediente.
—¡Y tú le dijiste que te había dado un cabezazo un caballo mientras lo adiestrabas! ¡Porque noqueríasqueBurrichseenteraradequenoshabíamosestadopeleandoenelpajarycaístealcajóndelpotrogris!
—¡Cierraelpico!¡Meempujastetú,asíqueesculpatuyatantocomomía!Asísiguieron,repartiéndosecodazosyempellones,hastaqueunavozdePerollosexpulsócorriendo
delacocina.Peroyateníatodalainformaciónquenecesitaba.Medirigíalosestablos.Afuera encontré un díamás gris y desapacible de lo queme esperaba. Aun en el interior de los
establos, el viento encontraba cada rendija e irrumpía aullando cada vez que se abría una puerta. Elalientodeloscaballossecondensabaenelaire,ylosmozosdecuadratrabajabanenestrechacompañíaparaprocurarsecalormutuamente.EncontréaManosypreguntéporBurrich.
—Ha salido a cortar leña —dijo en voz baja—. Para hacer una pira funeraria. También llevabebiendodesdeelamanecer.
Aquellocasihizoquemeolvidarademimisión.Nuncahabíaescuchadotalcosa.Burrichbebía,perodenoche,acabadaslaslaboresdeldía.Manosleyóenmirostro.
—Fosca. Esa vieja perra suya.Murió anoche. Aunque en mi vida he oído que se incinere a losperros.Ahoraestarádetrásdelacasetadeadiestramiento.
Mevolvíhacialaperrera.—¡Traspié!—meprevinoManosconpreocupación.—No pasa nada,Manos. Sé lo que significaba esa perra para él. La primera noche que tuvo que
cuidardemí,medejóenuncompartimientoconellayledijoquemeprotegiera.Habíauncachorroconella,Morrón...
Manosmeneólacabeza.—Ha dicho que no quería ver a nadie.Que nadie le encargue nada hoy.Que nadie hable con él.
Nuncamehabíaordenadonadaparecido.—Deacuerdo—suspiré.Manosmostrabaungestodedesaprobación.—Conloviejaqueera,selopodíahaberesperado.Yanisiquierapodíasaliracazarconél.Tendría
quehaberlareemplazadohacemuchotiempo.MiréaManos.Pesealomuchoquesepreocupabaporlasbestias,peseatodasuamabilidadysu
bueninstinto,nopodíasaberlorealmente.EnsudíamesorprendiódescubrirmiMañacomounsentidoaislado.EnfrentarmeahoraalacarenciaabsolutaqueteníaManosdeellaeracomodescubrirsuceguera.Melimitéasacudirlacabezayarrastrémimentedevueltaamirecadooriginal.
—Manos,¿hasvistohoyalareina?—Sí, pero hace un rato ya. —Sus ojos estudiaron mi cara con ansiedad—. Vino a verme y me
preguntósielpríncipeVerazhabíasacadoaFrancodelosestablosyhabíabajadoalaciudad.Ledijequeno,queelpríncipehabíavenidoaversucaballoperohoylohabíadejadoenlacuadra.Ledijequelos adoquines de las calles estarían cubiertos de hielo. Veraz no se arriesgaría a que su caballo serompieraunapata.BajacaminandoalaciudaddeTorredelAlcemuyamenudoúltimamente,aunquesepasaporlosestabloscasiadiario.Dicequeesunaexcusaparasaliryrespirarairefresco.
Mediounvuelcoelcorazón.Conlacertezapropiadeunavisión,supequeKettrickenhabíaseguidoa Veraz a la ciudad de Torre del Alce. ¿A pie? ¿Sin compañía alguna? ¿Con ese tiempo espantoso?MientrasManosselamentabapornohabersabidointuirlasintencionesdelareina,saquédesuestabloaLibrecoz,unamulaquehacíahonorasunombreperocaminabaconpieseguro.Nomeatrevíaaperdereltiempoyendoamicuartoenbuscaderopadeabrigo,demodoquelepedíprestadasucapaaManosparacomplementarlamíaysaquéarastrasdelosestablosalrenuenteanimal,alanevadaylosvientos.
¿Yavienes?Todavíano,pronto.Tengoqueencargarmedeunacosa.¿Puedoirtambiényo?No.Noesseguro.Ahoracállateysaldemispensamientos.Medetuveenlapuertaparainterrogaralguardiasinmiramientos.Sí,esamañanahabíapasadopor
allíunamujerapie.Varias,pueshabíaalgunascuyotrabajohacíanecesarioeltrayecto,sinimportareltiempoquehiciera.¿Lareina?Loshombresdelapuertaintercambiaronlasmiradas.Norespondiónadie.¿Podríahabersalidounamujerembozadaenunacapa,conlacabezacubierta?¿Conunribetedepielenla capucha? Un joven guardia asintió. ¿Bordados en la capa, blancos y púrpuras en el dobladillo?Volvieronacruzarlamirada,conincomodidad.Habíasalidounamujerasí.Nosedieroncuentadesuidentidad,peroahoraquelessugeríaesoscolores,tendríanquehabersabido...
Convozcalmadaperoimpasiblelostildédeneciosymentecatos.¿Cruzabannuestraspuertasgentesdesconocidassinquenadieleshicierapreguntas?¿Sehabíanfijadoenlosbordadospúrpurasylapielblancaynoseleshabíapasadoporlacabezaquepodíatratarsedelareina?¿Nadiehabíaconsideradooportuno acompañarla? ¿Nadie había decidido escoltarla? ¿Ni siquiera después de lo ocurrido el díaanterior?BonitolugarestabahechoTorredelAlce,cuandonuestrareinanocontabanisiquieraconunsoldadorasoquelavigilaracuandoseadentrabaenunaventiscacaminodelaciudad.Hinquélostalones
enLibrecozylosdejéechándoselaculpaunosaotros.Laexcursiónfueterrible.Elvientosehabíalevantadoveleidosoesedía,ycambiabadedirecciónen
cuantoyoencontrabalamaneradebloquearloconmicapa.Lanievenoselimitabaacaer,sinoqueelvientorecogíaloscristalesheladosdelsueloymeloslanzabaalamenorocasión.Librecoznoestabacontenta,perovadeabaconpasocansino.Debajodelanieve,elsinuosocaminoquebajabaalaciudadera un tobogán de hielo traicionero. La muía se había resignado a mi empecinamiento y marchabadesconsolada. Yo parpadeaba para espantar los tenaces copos demis pestañas y urgía al animal. Seagolpaban en mi mente imágenes de la reina tirada en la nieve, cubierta de copos arremolinados.¡Memeces!,medijeconfirmeza.Memeces.
Había llegadoa lasafuerasde laciudaddeTorredelAlceantesdedarlealcance.Lareconocídeespaldas, lahabría reconocidoaunqueno fuesevestidadepúrpurayblanco.Caminabasobre lanieveblanda condelicada indiferencia, tan inmune al frío su piel curtida en lasmontañas como lamía a lahumedadylabrisamarina.
—¡ReinaKettricken!¡Miseñora!¡Porfavor,esperadme!Segiróy,alverme,sonrióysedetuvo.BajédeLibrecozalllegarasulado.Nomedicuentadelo
preocupadoqueestabahastaque,alverlailesa,meinundóelalivio.—¿Quéhacéisaquísola,conestatormenta?—pregunté,yalapostre—:Milady.Miróasualrededorcomosirepararaporprimeravezenlanieveyelviento,paraluegodirigirme
unasonrisacompungida.Nosesentíaincómodaenabsoluto.Alcontrario,elpaseolehabíasonrosadolasmejillas,yelpeloblancoqueenmarcabasurostroresaltabasucabellorubioysusojosazules.Ahí,enmediodeaquellablancura,nolucíapálidaydescolorida,sinorubicundayleonada,rutilanteelazuldesumirada.Desprendía una vitalidad que hacía días que no veía en ella.Ayer había sido laMuerte alomosdesucaballoyelDolorlavandoloscuerposdesusvíctimas.Perohoy,allí,alaintemperie,eraunamuchachajovialquesehabíafugadodelcastilloydesupuestoparapasearporlanieve.
—Voyabuscaramimarido.—¿Sola?¿Sabeélquevenís,yasí,apie?Pareciósobresaltarse.Luegolevantólabarbillayseobstinóigualquemimuía.—¿Acasonoesmiesposo?¿Tengoquepedircitaparaverlo?¿Porquénoibaasalirsolayapie?
¿Tanincompetenteteparezcoquecreesquemepodríaextraviarentreelcastilloylaciudad?Reemprendiólamarchayhubedeesforzarmeparamantenermeasupar.Arrastrélamuíaconmigo.
Librecoznoparecíanadacontenta.—ReinaKettricken—empecé,peromeinterrumpió.—Empiezoahartarmedeesto.—Sedetuvodegolpeyseencaróconmigo—.Ayer,porprimeravez
enmuchosdías,mesentíconvidayvoluntadpropias.Noestoydispuestaapermitirquemearrebatenesasensación. Sime apetece visitar amimarido en su trabajo, lo haré.De sobra sé que ninguna demisdamasdecompañíaquerríaacompañarmeenestasalida,conestetiempoyapie,nideotromodo.Asíqueestoysola.Ymicaballoresultóheridoayery,detodosmodos,estecaminonoesseguroparaningúnanimal.Asíquecamino.Todoestoesperfectamentelógico.¿Porquémehasseguidoyaquévieneesteinterrogatorio?
Había elegido la franqueza como arma, de modo que decidí hacer lo propio. Pero cogí aire yatemperélavozantesderesponder.
—Alteza, os he seguidopara asegurarmedequeno sufrís ningúndaño.Aquí, con estamula comoúnicotestigo,osvoyaserfranco.¿TanprontohabéisolvidadoquiénintentóderrocaraVerazdeltronoenvuestroReinodelasMontañas?¿Creéisquetendráreparosenconspirartambiénaquí?Yocreoqueno.¿Pensáisquefueporaccidentequeosperdisteisenelbosquehacedosnoches?Yono.¿Yosparecequevuestrogestodeayerleagradó?Todolocontrario.Loquehagáisporelbiendevuestropueblo,éllovecomouncomplotparahacerosconelpoder.Asíque rabiaymascullaydecidequesoisunaamenazamayor que antes.Debéis saber todo esto.Entonces ¿por qué os convertís en un blanco tan fácil aquí,dondepodríanencontraroscontantafacilidaduncuchilloounaflecha,ysintestigos?
—Nosoyunblancotanfácil—medesafió—.Tendríaqueserunarqueroexcelenteelquepudieradispararunaflechaconalgodepunteríaconesteviento.Encuantoalcuchillo,bueno,yotambiéntengouno.Elquequisieraclavármelotendríaqueacercarsealalcancedemibrazo.
Diomediavueltayempezóacaminardenuevo.Laseguísindarmeporvencido.—¿Yenquéacabaríaeso?Habríaismatadoaunhombre.Todoelcastillosellevaríalasmanosala
cabezayVerazcastigaríaasuguardiaporpermitirquecorrieraispeligro.¿Ysielasesinomanejaraelcuchillo mejor que vos? ¿Qué consecuencias tendría para los Seis Ducados que ahora yo estuvieralevantandovuestrocadáverdelanieve?—traguésalivayañadí—:Mireina.
Aminoróelpaso,peronobajólabarbillacuandopreguntóenvozbaja:—¿Quéconsecuenciastendríaparamípasarmeundíatrasotrosentadaenelcastillo,ablandándome,
ciegacomoungusano?TraspiéHidalgo,nosoyningunafichadetableroparapasarmeeltiempoquietaenmisitiohastaqueaalgúnjugadorseleocurramoverme.Soy...¡nosestámirandounlobo!
—¿Dónde?Señaló,peroélyasehabíadesvanecidocomounremolinodenieve,dejandotansóloelfantasmade
unarisaenmimente.Uninstantedespués,uncambiodedireccióndelvientoacercósuoloraLibrecoz.Lamularesoplóytiródesucuerda.
—¡Nosabíaquehubieralobostancerca!—observóKettricken.—Seríaunperrode la ciudad,milady.Algunabestia callejera, lomás seguro, a laque el hambre
habráempujadoahusmearentrelosdesperdicios.Nohaynadaquetemer.¿Esocrees?Tengotantahambrequemecomeríaesamula.Vuelveyespera.Iréenseguida.Laciudadnotirasusdesperdiciosporaquí.Además,elvertederoestállenodegaviotasyapestaa
susexcrementos.Yaotrascosas.Lamulasabríadulceytierna.Quetevayas,tedigo.Luegotellevounpocodecarne.—¿TraspiéHidalgo?EraKettricken.Parecíapreocupada.Volvíamirarlaalacara.—Losiento,milady.Teníalacabezaenlasnubes.—Entonces,¿esacaradeenfadonoespormiculpa?—No.Es otro el queme ha... contrariado estamañana. Por vosme preocupo, nome enfado. ¿No
queréismontaraLibrecozydejarqueosacompañedevueltaalcastillo?—QuieroveraVeraz.
—Mireina,nosealegrarádeverossinprevioaviso.Suspiróyseencogióunpocoensucapa.Apartólamiradacuandopreguntó,bajandolavoz:—¿Nuncahasdeseadopasartutiempoenpresenciadealguien,Traspié,tantosieresbienrecibido
comosino?¿Nopuedesentendermisoledad...?Síquelaentendía.—SersuReinaalaEspera,serelsacrificiodeTorredelAlce,séqueéseesmideber.Perohayotra
partedemí... soymujeryesposadeesehombre.Así lo juré,yestoymásquedispuestaacumplirmipromesa.Pero rara vezviene a verme, y cuando lo hace, habla pocoy se va enseguida.—Medio laespalda.Laslágrimascentellearonderepenteensuspestañas.Selasenjugóyunanotaderabiatiñósuvoz—.Unavezmehablastedemideber,dehacerloquesólounareinapuedehacerporTorredelAlce.¡Puesbien,novoyaquedarmeembarazadasimepasolasnochessolaenmicama!
—Alteza,milady,porfavor-rogué.Mesentíenrojecer.Notuvocompasióndemí.—Anochemeneguéaesperar.Fuiasupuerta.Peroelguardiaafirmóqueélnoestaba.Quehabíaido
asutorre.—Apartólosojosdemí—.Hastaesoprefiereantesquemeterseenmicama.Nisiquieralaamarguraconquelodijopudoocultareldolorqueescondíansuspalabras.Meencogíconlascosasquenoqueríasaber.ElfríodeKettrickensolaenlacama.Veraz,dedicadoa
laHabilidadtodalanoche.Nosabíaquéerapeor.Metemblabalavozcuandodije:—Nodebéiscontarmeesascosas,mireina.Hablardeesoconmigonoesapropiado...—Entoncesdéjamequevayayhableconél.Éleselquetienequeescucharesto,yalosé.¡Yselo
voyadecir!Sinovieneavermeimpulsadoporsucorazón,quelohagaenhonordesudeber.Tienesentido.Esellalaquetienequeparirsiseesperaquecrezcalamanada.Mantentealmargen.Veteacasa.¡Acasa!,ladróunarisaburlonaenmimente.Lamanadaesmicasa,nounlugarfríoyabandonado.
Escuchaalahembra.Tienerazón.Todosdeberíamosseguiralquemanda.Hacesmalenpreocuparteporestaloba.Cazabien,tienebuenosdientesymatalimpiamente.Laviayer.Esdignadelquemanda.
Nosomosningunamanada.Cierralaboca.Silatengocerrada.Porelrabillodelojopercibíunmovimientofugaz.Medilavueltaenseguida,peronovinada.Me
girédenuevoparaencontraraKettrickenaúncalladaantemí.Peropresentíaquelachispaderabiaquelaalentabaestabaempañadaporeldolor.Seleescapabalaconfianza.
Habléenvozbajaenmediodelviento.—Porfavor,señora,permitidqueosacompañederegresoaTorredelAlce.No respondió, pero se envolvió el rostro con la capucha y la sujetó para ocultar casi todos sus
rasgos.Luegoseacercóalamula,montóysoportóqueyocondujeraalabestiaderegresoaTorredelAlce.ElpaseoparecíamáslargoyfríoacausadelsilenciodeKettricken.Nomeenorgullecíadehaberladisuadido.Paranopensarenello,sondeéamialrededorconcuidado.No tardémuchoenencontraraLobezno. Nos seguía como una sombra, sorteando los árboles como el humo, parapetándose tras lasrachasdevientoylanievequecaía.Nopodríajurarquelleguéaverlo.Percibíasusmovimientosporelrabillodelojo,elvientometraíaretazosdesuesencia.Sabíautilizarsusinstintos.
¿Creesqueestoylistoparacazar?Nohastaqueestésdispuestoaobedecer.Imprimíseveridadamirespuesta.¿Quéserádemíentoncescuandocacesolo,túquenotienesmanada?Estabaofendido,yenfadado.Nosaproximábamosa lamurallaexteriordeTorredelAlce.Mepreguntécómohabríaconseguido
salirdelosterrenosdelcastillosincruzarningunapuerta.¿Quieresqueteloenseñe?Unaofrendadepaz.Alomejorluego.Cuandovayaconlacarne.Sentísuasentimiento.Yanonosseguía,sinoquenos
había adelantado corriendo y estaría en la cabaña cuando llegara yo. Los guardias de la puerta mecerraronelpasoavergonzados.Meidentifiquéoficialmenteyelsargentotuvolaprudenciadenoinsistiren que identificara a la dama que me acompañaba. En el patio detuve a Librecoz para que la reinapudieradesmontaryleofrecímimano.Mientrasdescendíasentíunosojosclavadosenmí.MegiréyviaMolly. Cargaba con dos cubos de agua recién sacada del pozo. Estaba inmóvil, observándome,paralizadacomounaciervadeslumbrada.Susojoseranprofundos,elrostromuyquieto.Cuandosediolavuelta,suportesehabíaenvarado.Novolvióadirigirnoslamiradamientrascruzabaelpatioysedirigíaalaentradadelacocina.Tuveunfríopresentimiento.EntoncesKettrickenmesoltólamanoysearropóaúnmásensucapa.Tampocoellamemiró;selimitóadecirenvozbaja:
—Gracias,TraspiéHidalgo.Seencaminólentamentehacialapuerta.DevolvíaLibrecozalestabloymeocupédeella.Manosseacercóyenarcóunaceja.Asentíysefue
aseguirconsutrabajo.AvecespiensoqueesoeraloquemegustabadeManos,suhabilidadparanoinmiscuirseenloquenoeradesuincumbencia.
Reunífuerzasparaloqueibaahaceracontinuación.Medirigíalacasetadeadiestramiento.Flotabaunafinacolumnadehumoyunfuerteoloracarneypeloquemados.Medirigíhaciaallí.Burrichestabade pie junto al fuego, viéndolo arder. El viento y la nieve seguían esforzándose por sofocarlo, peroBurrich estaba decidido a que ardiera bien. Me observó de soslayo cuando aparecí, pero no miródirectamentenimedirigiólapalabra.Susojoserandosoquedadesnegrasllenasdeunsordodolor.Éstese convertiría en rabia sime atrevía a hablar. Peronohabía acudidopor él. Saqué el cuchillo demicinturónymecortéunmechóndecabellodeundedodelongitud.Loañadíalapirayloviarder.Fosca.Unaperraexcelente.Measaltóunrecuerdoyloexpreséenvozalta.
—Ella estaba tendida ami lado la primera vez queRegiome puso los ojos encima. Le lanzó ungruñido.
Burrichasintióamispalabrastranscurridounmomento.Tambiénélhabíaestadoallí.Medilavueltaymealejédespacio.
Mi siguiente parada fue la cocina, donde apañéunbuennúmerode huesos cubiertos de carne, lassobrasdelbanquetedelutodeldíaanterior.Noeracarnefresca,perohabíaqueconformarse.Lobeznotenía razón. Pronto tendría que dejarlo en libertad para que cazara por sus propios medios. Ver elsufrimientodeBurrichhabíarenovadomiresolución.Foscahabíatenidounavidalongeva,parauncan,pero aun así demasiado corta para el corazón de Burrich. Vincularse a cualquier animal equivalía aprometerseesedolorenelfuturo.Yasemehabíarotodemasiadasveceselcorazón.
Seguía dándole vueltas a la maneramás adecuada de hacerlomientras me acercaba a la cabaña.Levantélacabezadegolpe,recibiendosólolamásbrevedelasprecogniciones,yluegomeasaltótodosupeso.Había salidocorriendo,velozcomouna flecha,volando sobre lanieve,paraarrojar supesocontraeldorsodemis rodillas,empujándomedepasada.La fuerzadesu impulsome lanzódebrucessobre lanieve.Levanté lacabezayme incorporésobre losbrazoscuandogiróenredondoycargódenuevoenmidirección.Levantéunbrazoperovolvióaarrollarme,clavándomesusdientesafiladossindetenerse.¡Tepillé,tepillé,tepillé!Júbiloexultante.
Cuando ya casime había incorporado, volvió a golpearme, en pleno pecho. Levanté un antebrazopara protegerme la garganta, lo encaré y le agarré las fauces. Gruñó roncamentemientrasmemordíajugando. Su ataqueme hizo perder el equilibrio yme desplomé en la nieve. Esta vez lo tenía sujeto,abrazándolocontramí,y rodamosunayotravez.Mepellizcócon losdientes endiez sitiosdistintos,haciéndomedañoaveces,ysiempre:¡Quérisa,quérisa,tehepillado,tepillé,tevolvíapillar!¡Toma,estásmuerto,toma,terompílapata,toma,teestásdesangrando!¡Tepillé,tepillé,tepillé!
¡Basta!¡Basta!Yalfin:—¡Basta!—rugí.Mesoltóyseapartódeunbrinco.Huyóvolandosobrelanieve,haciendocabriolasridículas,hasta
girardeunsaltoy lanzarsecorriendosobremí.Levanté losbrazosparaprotegermeel rostro,peroselimitóacogerlabolsadehuesosysalirdisparadoconella,retándomeaseguirlo.Nopodíapermitirqueganaratanfácilmente.Asíquesaltétrasél,lepuselazancadillayagarrélabolsa,loquedegeneróenuncombatedetirones.Meengañósoltándoladerepente,mordiéndomeelantebrazocontantafuerzaquesemedurmiólamanoyhaciéndosedenuevoconeltrofeo.Volvíaperseguirlo.
Tetengo.Letirédelacola.¡Tepillé!Unrodillazoenelhombroyperdióelequilibrio.¡Tengo loshuesos!Yporuninstantelostuveymelosllevécorriendo.Seabalanzósobremícontodosupeso,conlascuatropataspordelante,ymetiróbocaabajoenlanieve,sehizoconlabolsaydesaparecióotravez.
No sé cuánto tiempo estuvimos jugando. Acabamos tumbándonos en la nieve para recuperar elaliento,jadeandojuntoscondichosoagotamiento.Labolsapresentabanumerososdesgarrones,asomabanloshuesos,yLobeznocogióunoparazarandearloysepararlodelosjironesdetela.Seconcentróenél,cortandolacarneysujetandoluegoelhuesoconlaspatasmientrassusmandíbulasreducíanaastillaselnudoso cartílago. Extendí el brazo hacia la bolsa y tiré de un hueso, uno grueso con mucha carne ytuétano,ylosaqué.
Yderepentevolvíaserunhombre.Comosidespertaradeunsueño,comosiestallaraunapompadejabón.Lobezno atiesó las orejas y se volvió hacia mí como si hubiera dicho algo. Pero no era así.Simplementehabíaseparadomiyodelsuyo.Deprontohacíafrío,semehabíametidonieveenlasbotas,lacinturayelcuello.Teníaverdugonesvisiblesenlosantebrazosylasmanos,allídondesusdientessehabíanclavadoenmicarne.Semehabía roto lacapaendossitios.Ymesentía tanaturdidocomosisalieradeunsueñoinducidoporalgunadroga.
¿Quétepasa?Sincerapreocupación.¿Porquétehasido?Nopuedohaceresto.Nopuedoestarasí,contigo.Estámal.Desconcierto.¿Mal?Silopuedeshacer,¿cómopuedeestarmal?Soyunhombre,nounlobo.Aveces,admitió.Peronotienesporquéserlotodoelrato.
Sí,debo.Noquierovincularmeatideestemodo.Nopodemosestartanunidos.Tengoquedejarteenlibertad,paraquevivaslavidaquetecorresponde.Yodebovivirlavidaquemecorresponde.
Unbufidodedesdén,undestellodecolmillos.Éstaestuvida,hermano.Somosloquesomos.¿Cómoteatrevesajuzgarquévidaeslaquemeha
tocadovivir,ymásaamenazarmeconobligarmeavivirla?Sinisiquierapuedesaceptarloqueeres.Niegasloevidente.Sólodicesmonsergas.Lomismopodríasprohibirleatunarizquehuela,oatusorejasqueoigan.Somosloquesomos.Hermano.
Nobajé laguardia.No ledipermiso.Pero invadiómimentecomoelvientoque irrumpeporunaventanaabiertaeinundaunasala.
Lanocheylanieve.Carneentrenuestrosdientes.Escucha,huélelo,¡elmundoestávivoestanochey nosotros también! ¡Podemos cazar hasta el amanecer, estamos vivos y la noche y el bosque nospertenecen!Nuestravistaesaguda,nuestrosdientessonfuertes,ypodemosabatirunvenadoycomerhastaquesalgaelsol.¡Ven!¡Vuelvealoquenacisteparaser!
Volvíenmíunmomentodespués.Estabaerguidoytemblabadepiesacabeza.Levantélasmanosyme lasmiré, y de prontomi propia carne seme antojó extraña y limitadora, tan antinatural como lasprendasquevestía.Podíairme.Podíamarcharme,ahora,estanoche,yviajarlejosparaencontraralosnuestros,ynadiepodríaseguirnosjamás,muchomenosencontrarnos.Meofrecíaunmundodenegrosyblancos,bañadoporlaluna,decomidaydescanso,tansencillo,tancompleto.Memirabaalosojosylossuyos,deunverderadiante,meinvitaban.
Ven. Ven conmigo. ¿Qué tenemos nosotros que ver con los hombres y sus ridículasconfabulaciones?Nohayun solobocadode carneque sacarde sus riñas, nohaydiversión en susenfrentamientos, no saben lo que es entregarse al placer por el placer. ¿Por qué lo eliges? ¡Ven,vámonos!
Parpadeé.Teníacoposdenieveadheridosa laspestañas.Estabadepieen laoscuridad,ateridoytemblando.Apocadistanciademí,unloboselevantóysacudiósupelaje.Conlacolarecta,lasorejastiesas,semeacercóymefrotólapiernaconlacabeza,mimanofríaconsuhocico.Dobléunarodillayloabracé,sentíelcalordesupielenmismanos,lasolidezdesusmúsculosysushuesos.Olíabien,alimpio.Asalvaje.
—Somosloquesomos,hermano.Buenprovecho—ledije.Le acaricié brevemente las orejas y me levanté.Me di la vuelta mientras él recogía la bolsa de
huesosparaesconderlaen laguaridaquehabíaexcavadodebajode lacabaña.Las lucesdeTorredelAlcecasimecegaban,peromeencaminéhaciaellasdetodosmodos.Eneseprecisoinstantenohubierasabidodecirporqué.Perolohice.
ElCantardelBufón
En época de paz, la enseñanza de laHabilidad se restringía a quienes tenían sangre real parapreservarelcarácterexclusivodelamagiayreducirlasposibilidadesdequefueseempleadacontraelrey.Poreso,cuandoGalenoseconvirtióenelaprendizdelaMaestradelaHabilidadSolícita,sudeberconsistióenayudaracompletarlaformacióndeHidalgoyVeraz.Nadiemásrecibíainstrucciónen aquellos momentos. Regio, un niño delicado, era según su madre demasiado enfermizo parasoportarlosrigoresdelentrenamientoenlaHabilidad.Porconsiguiente,traslaanticipadamuertedeSolícita, Galeno heredó el título de Maestro de la Habilidad sin sus plenas responsabilidades.Algunos, al menos, opinaban que el tiempo que había servido como aprendiz de Solícita resultabainsuficiente para forjar un auténtico Maestro de la Habilidad. Otros han llegado a asegurar quenunca poseyó la potencia con la Habilidad de un verdadero maestro. En cualquier caso, duranteaquellosañosnotuvoocasióndedemostrarsuvalíaydesmentirlascríticas.NohubojovenpríncipeniprincesaqueentrenarenlosañosdeGalenocomoMaestrodelaHabilidad.
SóloconlossaqueosdelosCorsariosdelaVelaRojasedecidióquedebíaexpandirseelcírculodepupilosdelaHabilidad.Hacíaañosquenoexistíaunacamarillaencondiciones.Latradiciónnoscuentaque,enanterioresconflictosconlosmarginados,noerainusitadoqueexistierantresyhastacuatro camarillas.Éstas solían comprender entre seis y ochomiembros, seleccionadosmutuamente,acostumbradosaloslazosentresíyconalmenosuncomponentedotadodeunafuerteafinidadconelmonarcaregente.Estemiembroclaveinformabadirectamentealmonarcadetodoloqueleconfiabanlos integrantes de su camarilla, si ésta se dedicaba a la comunicación o a la recopilación deinformación.OtrascamarillasexistíanparaacumularfuerzayextenderalmonarcasusrecursosconlaHabilidad.LosmiembrosdestacadosdetalescamarillasamenudorecibíanelapelativodeHombreoMujer del Rey o la Reina.Muy rara vez se daba alguien así independizado de toda camarilla oformación,perosólocomoalguienqueteníatantaafinidadconelmonarcaqueéstepodíacompartirsufuerza,porlogeneralmedianteelcontactofísico.Elmonarcapodíaextraertodalaresistenciaquenecesitara de este miembro clave para potenciar un esfuerzo con la Habilidad. Por norma, cadacamarilla recibía el nombre de su miembro clave. Así, tenemos ejemplos legendarios como lacamarilladeFuegocruzado.
Galenodecidióprescindirde toda tradiciónen lacreaciónde suprimerayúnicacamarilla.LacamarilladeGalenofuebautizadaconelnombredelMaestrodelaHabilidadquelahabíacreado,yconservóesenombre inclusodespuésdesumuerte.En lugardecrearunareservadeHabilitadosypermitir que surgiera una camarilla de ella, el propio Galeno seleccionó a sus integrantes. Lacamarilla carecíade la vinculación internade losgrupos legendarios, y su verdaderaafinidad erapara con el Maestro de la Habilidad antes que con el rey. De ahí que su miembro clave, que alprincipiofueAugusto,informaraaGalenotanamenudocomoalreyArtimañasoalReyalaEsperaVeraz.Con lamuertedeGalenoy ladestruccióndel sentidode laHabilidaddeAugusto,SerenaseerigióenmiembroclavedelacamarilladeGaleno.LosdemássupervivientesdelgrupofueronJustin,Will,CarrodyBurl.
Porlasnochescorríaenformadelobo.Laprimeravezpenséquehabía tenidounsueñosingularmentevívido.Loocupaban lavasta franja
blancadenieveconlasnegrassombrasdelosárboles,losesquivosoloresenelvientofrío,laridículadiversión de brincar y excavar tras las musarañas que se aventuraban fuera de sus madrigueras deinvierno.Medespertéconlamentedespejadaydebuenhumor.
Pero a la noche siguiente volví a soñar lo mismo. Desperté sabiendo que, cuando bloqueaba lossueñosdeMollyparaVerazy,porende,paramímismo,meentregabaporcompletoalospensamientosnocturnosdellobo.AllíhabíatodounreinoenelqueniVerazninadieversadoenlaHabilidadpodríaseguirme.Eraunmundolibrede intrigasoconspiracionespalaciegas,deplanesypreocupaciones.Milobo vivía el presente. Encontraba su mente limpia de la detallada interferencia de los recuerdos.Conservabadeundíaparaotrosólolonecesarioparasusupervivencia.Norecordabacuántasmusarañashabíamatadohacíadosnoches,sóloapuntesmásimportantes,comoenquétrochashabíamásconejosoquétramodelríoeralobastanterápidoparanohelarsenunca.
Fue entonces cuando empecé a enseñarle a cazar. Al principio no se nos daba muy bien. Seguíalevantándometempranocadamañanaparallevarlecomidasihacíafalta.Medecíaamímismoquenoeramasqueunapequeñaparcelademividaqueguardabaparamí.Eracomohabíadichoellobo,noalgoquehacía,sinoalgoqueera.Además,meprometía,noibaapermitirqueesauniónseconvirtieraenunvínculocompleto.Pronto,muypronto,seríacapazdecazarporsísoloyloenviaríalejosyenlibertad.Avecesmedecíaquesólolepermitíaentrarenmissueñosparapoderenseñarleacazar,paradejarlolibrecuantoantes.MenegabaaconsiderarquéopinaríaBurrichdeaquello.
Regresédeunademismadrugadorasexpedicionesparaencontraradossoldadosentrenandoenelpatiode la cocina. Ibanarmadosconcayadosy seprodigabananimados insultosmientras resoplaban,tintabanydabanpalosallímpidoraso.Elhombrenomesonabadenada,yporunmomentopenséquelosdoseranforasteros.Hastaquelamujerreparóenmipresencia.
—¡Ho!TraspiéHidalgo.¡Ojosqueteven!—gritó,aunquesinretirarsuvara.Lamiréfijamente,intentandoemplazarla.Suoponenteensayóunaparadafallidayellalepropinóun
sonoro topetazo con su cayado.Mientras el herido daba saltos de dolor ella bailoteaba y se reía conganas,unsilbidoatipladoeinconfundible.
—¿Chifla?—preguntéconincredulidad.La mujer a la que acababa de dirigirme mostró su célebre dentadura incompleta, dio un golpe
tremendoalarmadesucontrincanteyreanudósudanza.
—¿Sí?—preguntó sin aliento. Su oponente, al verla ocupada, bajó su cayado por cortesía.Chiflalanzóelsuyocontraéldeinmediato.Contantadestrezaquepodríaconfundirsecasicondesidia,elpalodelhombresaltóparainterceptareldeella,queseriódenuevoylevantóunamanoparaseñalarlatregua—.Sí—repitió,estavezgirándosehaciamí—.Hevenido...esdecir,hedecididovenirparapedirteunfavor.
Indiquélasropasquevestía.—Noloentiendo.¿HasabandonadolaguardiadeVeraz?Seencogiódehombros,aunquemedicuentadequelapreguntaladeleitaba.—Peronomevoymuylejos.Guardiadelareina.InsigniaVulpina.¿Ves?Tiró de la pechera de la chaquetilla corta que llevaba puesta para tensar la tela. Tejido de lana,
sencilloydebuenacalidad,pudever,comovitambiénelzorroblancoqueenseñabalosdientesbordadosobre fondomorado.El púrpura hacia juego con elmorado de sus pesados pantalones de lana, cuyasholgadas perneras llevaba recogidas por dentro de unas botas hasta la rodilla. El atuendo de sucompañeroeraidéntico.Laguardiadelareina.EnvistadelaaventuradeKettricken,eluniformeteníasentido.
—¿Verazhadecididoquenecesitasupropiaguardia?—preguntéilusionado.LasonrisaseapagóunpocoenelrostrodeChifla.—Noexactamente—evitóresponder,yluegosepusofirmecomosiestuvierainformandoantemí—.
Nosotroshemosdecididoqueeranecesariaunaguardiadelareina.Yoyotrosquecabalgamosconellaelotrodía.Nosdioporhablarde... todo,mástarde.Decómosehabíacomportadoahífuera.Yluegoaquídentro.Decómovolviósola.Dijimosentoncesquealguiendeberíasolicitarpermisoparaformarunaguardiaparaella.Peroningunodenosotrossabíamuybiencómoabordarelasunto.Sabíamosqueeranecesario,peronadiemásparecíaprestarmuchaatención...hastaquelasemanapasada,enlapuerta,oíqueteacalorastedelolindoporqueellahabíasalidosolayapie,sinnadiequelaescoltara.¡Oye,quesí!¡Queyoteoí,queestabaenlaotragarita!
Memordílalengua,asentíbruscamenteyChiflacontinuó:—Bueno.Enfin,quelohicimos.Losqueopinábamosquequeríamosvestirdeblancoymoradolo
dijimossinmás.Fueunadivisiónbastantepareja.Además,ibasiendohorademetersangrenueva;casitodoslosguardiasdeVerazseechanyademasiadosañosalaespalda.Yseestánablandando,contodoeltiempoquepasamosenelcastillo.Asíquenosreagrupamos,ascendimosderangoaquienesyatendríanquehaber ascendidohacemucho, sihubieravacantesque rellenar,y reclutamosal resto.Salió todoapedir de boca. Los recién llegados nos ayudarán a perfeccionar nuestras técnicas al tiempo que losadiestramos.Lareinatendrásupropiaguardiacuandolaquiera.Olanecesite.
—Ya veo.—Empezaba a apoderarse demí una sensación incómoda—. ¿Y qué favor era ese quequeríaspedirme?
—QueseloexpliquesaVeraz.Dilequelareinatienesuguardia.Pronunciólaspalabrasconsencillez,envozbaja.—Esto raya en la deslealtad—dije, igual de lacónico—.Soldados de la propia guardia deVeraz
renunciandoasuscoloresparaadoptarlosdelareina...—Habráquienespiensenasí.Habráquienesloexpresenasí.—Memiródirectamentealosojosyla
sonrisaseborródesucara—.Pero túsabesquenoesasí.Esalgonecesario.Tu...Hidalgosehabría
dadocuenta,habríaorganizadounaguardiaparaellainclusoantesdequellegaraaquí.PeroelReyalaEsperaVeraz...bueno,estonoesdeslealtadhaciaél.Lohemosservidobien,porqueloqueremos.Aúnloqueremos.Estoesquelosquesiemprelehemosguardadolasespaldasnosparamosareflexionarynosreorganizamos para seguir guardándoselas todavía mejor. Nada más. Tiene una buena reina, esopensamos.Noqueremosvercómolapierde.Esoeratodo.NohemosperdidonadaderespetoanuestroReyalaEspera.Túlosabes.
Lo sabía. Pero aun así... Aparté lamirada de sus ojos suplicantes, zangoloteé la cabeza e intentépensar.¿Porquéyo?,sepreguntabaenfadadaunapartedemí.Supeentoncesque,enelmomentoenqueperdí los estribos y amonesté a la guardia por no proteger a su reina, había desencadenado aquello.Burrichmehabíaadvertidosobrelasconsecuenciasdeolvidarcuáleramisitio.
—HablaréconelReyalaEsperaVeraz.Yconlareina,siélapruebaesto.Chiflameregalódenuevoconsusonrisamellada.—Sabíamosqueloharíaspornosotros.Gracias,Traspié.Dicholocualmediolaespalda,cayadoenristremientrasbrincabaenactitudamenazadorahaciasu
compañero,quecedióterrenoaregañadientes.Conunsuspiro,mealejédelpatio.SemehabíaocurridoqueMollyestaríacogiendoaguaaesahora.Esperabaverlaunmomento.Peronohabíaaparecidoymesentíadecepcionado.Sabíaquenodeberíajugaraesosjuegos,perohabíadíasenquenopodíaresistirlatentación.Salídelpatio.
Los últimos días se habían convertido en una forma especial de tortura para mí. Me negaba apermitirmevolveraveraMolly,peronopodíaevitarseguirlaatodaspartes.Demodoquellegabaalacocinaunmomentodespuésdequeellasehubieraido,imaginándomequepodíapercibiraúnelfantasmade superfumeenel aire.Omepasaba todaunanocheclavadoenelGranSalóne intentabaponermedondepudieraverlasinquenadiesedieracuenta.Dabaigualquéentretenimientoofrecieran, juglares,poetaso titiriteros,daba igual lagentequehablaraypracticasesusmanualidades,misojosapuntabansiempreendirecciónaMolly.Mostrabaunaspectosobrioydiscretoconsublusaysusfaldasdeazuloscuro,ynuncamededicabaunasolamiradadesoslayo.Conversabasólocon lasdemásmujeresdelcastillo,oenlasrarasnochesquePacienciasedignababajar,sesentabaasuladoylaasistíaconunaconcentraciónquenegabamimeraexistencia.Avecespensabaquemibreveencuentroconellahabíasidounsueño.Peroporlanochepodíavolveramicuartoysacarlacamisaquehabíaescondidoenelfondodemiarcón,ysimelaacercabaalacara,meparecíaquepodíaolertodavíaunadébiltrazadeperfume.Esomeayudabaasoportarlo.
Habíanpasadovariosdíasdesdequeincineráramosalosforjadosenlapirafuneraria.Ademásdelaformación de la guardia de la reina, se fraguabanmás cambios dentro y fuera del castillo.Otros dosmaestros constructores de barcos, sin invitación, habían venido voluntariamente para ofrecer su buenoficio a los astilleros. Veraz estaba encantado. Pero más conmovida aún se había sentido la reinaKettricken,puesaellaeraalaquesolicitaronaudiencia,ellaalaqueexpresaronsusdeseosdeprestarayuda. Habían venido acompañados de sus aprendices para reforzar las filas de trabajadores en losastilleros. Ahora las lámparas ardían desde antes del amanecer hasta después del ocaso, y las obrasavanzabanamarchasforzadas.PoresoVerazpasabamástiempofuera,yKettricken,cuandolavisitaba,semostrabamásapagadaquenunca.Yo la tentabacon librosoexcursiones,envano.Estaba lamayorparte de su tiempo sentada y de brazos cruzados, volviéndose más pálida y apática a cada día que
pasaba.Sumalhumorcontagiabaasusdamasdecompañía,porloquevisitarsusaposentosresultabatandivertidocomoasistiraunvelatorio.
No esperaba encontrar a Veraz en su estudio y no me sentí decepcionado. Había bajado a losastilleros,comosiempre.DejéaCharimelrecadodequesemellamaraencuantoVeraztuvieratiempoparaverme.Luego,dispuestoamantenermeocupadoyhacerloquemehabíasugeridoChade,volvíamihabitación.Cogídadosytarjasymeencaminéhacialosaposentosdelareina.
Mehabíapropuestoenseñarlealgunosdelosjuegosdeazarquetantoéxitoteníanentrelanobleza,con la esperanza de que ampliara su círculo de entretenimientos. También esperaba, con menosexpectativas, que esos juegos pudieran impulsarla a hacer más vida social y depender menos de micompañía.Suamohinamientoempezabaaantojársemeopresivo,hastaelpuntodequeavecesdeseabafervientementealejarmedeella.
—Primeroenséñaleahacer trampas.Dilequeasí se juegael juego,nadamás.Dileque las reglaspuedenburlarse.Unpardejuegosdemanos,fácilesdeaprender,ypodríalimpiarlelosbolsillosaRegiounpardevecesantesdequeéstesospechedeella.¿Yquépodríahacer luego?¿Acusara la reinadeTorredelAlcedehacertrampasalosdados?
El bufón, naturalmente. Junto a mi codo, caminando amigablemente a mi lado, con su cetro rataligeramente apoyado en el hombro. No di ningún respingo, pero él sabía que me había cogido porsorpresaunavezmás.Larisabrillabaensusojos.
—MeparecequenuestraReinaalaEsperapodríatomarseamalquelaengañaradeesemodo.¿Porquénomeacompañas,mejor,paralevantarleunpocoelánimo?Podríaolvidarmedelosdadosmientrashacesmalabaresparaella—sugerí.
—¿Quehagamalabaresparaella?Ay,Traspié,perosinohagootracosaentodoeldíaytútecreesque son payasadas.Tú vesmis esfuerzos y te parecen juegos,mientras yo veo cómo te esfuerzas conahíncoenjugarlosjuegosdeotros.Aceptamiconsejodebufón.Noleenseñesalareinaajugaralosdados,sinoaresolveracertijos,ylosdossaldréisganando.
—¿Acertijos?EnelMitonarjueganaeso,¿no?—Últimamentesejuegamuchotambiénporaquí.Aversiresuelveséste.¿Cómosellamaunacosa
cuandonadiesabecómosellama?—Nuncasemehadadobienestejuego,bufón.—Niatinianadiedetulinaje,porloquetengoentendido.Respóndemeaesto.¿Quétienealasenel
pergaminodeArtimañas,lenguadefuegoenellibrodeVeraz,ojosdeplataenlasVitelasdeRelianyescamasdeoroentucuarto?
—¿Otroacertijo?Mededicóunamiradacompasiva.—No.Otroacertijoesloqueteacabodepreguntar.LarespuestaesunVetulus.Yelprimeracertijo
era,¿cómollamasauno?Aminoréelpaso.Loobservémásdirectamente,perosiempreeradifícilmirarloalosojos.—¿Esoesunacertijo?¿Ounapreguntaseria?—Sí.Elbufónestabaserio.Medetuveenseco,completamentedesconcertado.Lofulminéconlamirada.Amododerespuesta,
pególanarizaladesucetrorata.Losdossesonrieronconafectación.—Yaloves,Ratita,notienemásideaquesutíoosuabuelo.NadiesabecómollamarunVetulus.—ConlaHabilidad—dijeimpetuosamente.Elbufónmemiróconextrañeza.—¿Losabes?—Losospecho.—¿Porqué?—Nolosé.Ahoraquelopienso,nomepareceprobable.ElreySapienciahizounlargoviajepara
encontraralosVetulus.Sihubierapodidohabilitarlos,¿porquénolohizo?—Enefecto.Peroaveces la impetuosidadnoestáexentadeverdad.Entonces respóndemeaesto,
muchacho.Viveunrey.Vivetambiénunpríncipe.LosdostienenlaHabilidad.Pero¿dóndeestánlosqueentrenaronalladodelrey,olosqueentrenaronantesqueél?¿Cómohemosllegadoaesto,aestacarenciadeHábilescuandotantafaltanoshacen?
—Se adiestran pocos en tiempos de paz. Galeno no juzgó preciso enseñar a nadie, hasta el añopasado.Ylacamarillaquecreó...
Mecalléderepentey,aunqueelpasilloestabavacío,sentídeseosdeprontodenoseguirhablandodeaquello.SiemprehabíaguardadoensecretotodoloquemedecíaVerazsobrelaHabilidad.
Elbufónseencaróconmigodeunbrinco.—Sielzapatoespequeñonotelopuedescalzar,daigualquézapaterolohiciera.Asentíaregañadientes.—Cierto.—Yelzapaterohadesaparecido.Triste.Muy triste.Más tristequeunplatocalientesinmesayun
vasosinvino.Peroaquelzapaterocalzaríaloszapatosquelehizootro.—Solícita.Tampocoellaestáya.—Ah.PeroArtimañassí.YVeraz.Cualquieradiríaquesi todavíaquedandosquevistenycalzan,
tendríaquehabermás.¿Dóndeestán?Meencogídehombros.—Sefueron.Sonviejos.Estánmuertos.Nolosé.—Meobliguéacontenermiimpacienciaeintenté
considerarsupregunta—.LahermanadelreyArtimañas,Dichosa.LamadredeAugusto.Alomejorlaentrenaron, pero falleció hace tiempo.El padre deArtimañas, el reyGeneroso,me parece que fue elúltimoquetuvounacamarilla.Peromuypocaspersonasdeesageneraciónsiguenconvida.
Memordí la lengua.VerazmehabíadichounavezqueSolícitahabíaentrenadoen laHabilidadatantoscomopudoencontrarcontalento.Seguroquevivíanalgunostodavía;debíandetenerpocomásdediezañosmásqueVeraz...
—Muertos,demasiados,simepreguntas.Losé.—Elbufónpropusounarespuestaamipreguntasinformular.Loobservéconlamiradavacía.Mesacólalenguayseapartóunospasosdemí.Considerósucetroylerascólabarbillaalaratacongestoafectuoso—.Yaloves,Ratita.Telodije.Nadielosabe.Nadieeslobastantelistoparapreguntar.
—Bufón,¿nopuedeshablarclaro?—exclamé,frustrado.Sedetuvotanderepentecomosilohubieragolpeado.Enmitaddeunapirueta,apoyólostalonesen
elsueloysequedóquietocomounaestatua.
—¿Serviríadealgo?—preguntóconseriedad—.¿Meescucharíassimeacercaraa tiynohablaracon acertijos? ¿Conseguiría eso que te pararas a pensar y escucharas cada una de mis palabras, ymeditaras sobre esasmismas palabrasmás tarde en tu cuarto?Entonces de acuerdo.Voy a intentarlo.¿Conoceslarima«AJhaampefueronseissabios»?
Asentí,másdesconcertadoquenunca.—Recítamela.—«AJhaampefueronseissabios,subiendounacuestaperdieronloslabios,seconvirtieronenpiedra
yse...»—Deprontosemeresistíaaquellaviejacancióndeguardería—.Nomeacuerdodetodo.Esunabobada,encualquiercaso,unadeesasrimasquesetequedagrabadaperonotieneningúnsentido.
—Seráporesoqueseincluyeenlosversosdelconocimiento—concluyóelbufón.—¡Nolosé!—espeté.Mesentíaintolerablementeirritado—.Bufón,vuelvesahacerlo.¡Sólosabes
deciracertijos!Afirmashablarclaroperosemeescapalaverdadalaqueterefieres.—Los acertijos, querido Traspié, supuestamente hacen que la gente piense. Que encuentre nuevas
verdadesenantiguosrefranes.Peroahoraque lodices... tambiénamísemeescapatucabeza.¿Cómopodríaalcanzarla?Alomejorsitebuscaradenocheycantarabajotuventana:
Principitobastardo,Traspiéadorable,queempleastutiempoenbalde.
Miraqueteesfuerzasporponertefreno,cuandotendríasquevolcartedepleno.
Habíahincadounarodillaenelsueloyrasgueabalasinexistentescuerdasdesucetro.Cantabaconbastanteentusiasmo,einclusoconbuenavoz.Lamelodíapertenecíaaunafamosabaladadeamor.Memiró,exhalóunsuspiroteatral,sehumedecióloslabiosyprosiguiócontristeza:
Ay,quépocovemiVatídico,cegadoporsudestinofatídico.
Enpeligrosuscostasysugentesinalegría,yantemisavisos,megritan:¡Notodavía!Principitobastardo,Traspiéentrañable,esperayesperaaqueleclavenelsable.
Unacriadaquepasabaporallísedetuvoaescuchar,divertida.Unpajeseacercóalapuertadeunahabitación y se asomó al pasillo para observarnos, con una amplia sonrisa.Un lento rubor empezó aadueñarse demismejillas, pues la expresión del bufón era tierna y ardiente a un tiempomientrasmemiraba.Intentéalejarmedeélfingiendoindiferencia,peromesiguióarrastrandolasrodillas,aferradoamimanga.Metuvequeparar,pornoenzarzarmeenunapelearidículaporliberarme.Mequedéquieto,sintiéndomecomounidiota.Mededicóunasonrisaafectada.Elpajesoltóunarisitaypasilloabajooídos voces que cuchicheaban con humorismo. Me negué a levantar la cabeza para ver quién estabadisfrutando tanto con mi azoramiento. El bufón me lanzó un beso. Bajó la voz en un susurro decomplicidadcuandosiguiócantando:
¿Teseducirálasuerteasuvoluntad?NositeempeñascontodatuHabilidad
Reúnealiados,buscaentrenados,consumeloqueahorahasrefrenado.Levantaunfuturodedichaybeldad,sobreloscimientosdetufogosidad.
EmpleatuMañaparaganar,ytusDucadosloagradecerán.
Teloruegaunbufón,derodillaspostrado,atiendeamisúplicademuybuengrado.
Nodejesquemueraestaalianza,cuandoentilavidatieneconfianza.
Hizounapausa,antesderematarjovialmenteavozengrito:¡Sidecidesqueestoteimportaunbledo,quenoesmásquedemiculootropedo,
heaquímiregaloportubuenafe,algoquesólopocoshombresven!
Mesoltólamangaderepenteysealejódemíconunavolteretaque,nosécómo,concluyóconsusnalgasdesnudasapuntadashaciamí.Lasteníaasombrosamenteblancasynopudeocultarmiperplejidadnimiafrenta.Elbufóncabriolóhastaponersedepie,denuevopúdicamentevestido,yRatitaseinclinóconhumildaddesdesucetroantetodoslosquesehabíanparadoapresenciarmihumillación.Huborisasgeneralizadas y nopocos aplausos. Su actuaciónmehabía dejado sin habla.Volví la cabeza e intentépasarde largo,peroelbufónse interpusoenmicaminoconunanuevapirueta.Deprontoasumióunaexpresiónseveraysedirigióalosdivertidosespectadores.
—¡Vergüenzaysonrojodebieradarosatodos,reírosasí!¡Burlarosdelcorazónrotodeunniño!¿EsquenosabéisqueTraspiéhaperdidoaunsermuyquerido?Ah,ocultasudolortraseserubor,peroahoraellaestámuertayenterrada,sinsaciarlapasiónquesentíaélporella.Sabedquelamáscastayflatulentadelasdoncellas,laadoradaladyTomillo,hafallecido.Asfixiadaporsupropiohedor,nomecabeduda,aunquemaldiganque fuepor comer carnepodrida.Pero si la carnepodrida, diréis, hueleque apesta,paraimpedirquenadielacoma.LomismopodríamosdecirdeladyTomillo,quequizálaolierayquizáno, o quizá lo tomara por el perfume de sus dedos. No lloréis, pobre Traspié, que otra habrá deconsolaros.¡Atalempresahabrédeentregarmeapartirdeestemismodía!LojurosobrelacalaveradesirRatita.Yahoraosruegoquenodistraigáismásvuestrosdeberes,puesenverdadmehedemoradoyodemasiadoenlosmíos.Adiós,pobreTraspié.¡Valor,corazónafligido!¡Afrontatudesolaciónconbuenacara!¡Pobreniñodesconsolado!Ah,Traspié,pobre,pobreTraspié...
Yasísealejódemí,sacudiendolacabezaapesadumbrado,discutiendoconRatitaquéancianaviudadeberíacortejarenminombre.Lovimarcharseconincredulidad.Mesentíatraicionadoporél,porhacerescarniodemídelantedetodos.Porlenguarazyestrafalarioquefueseelbufón,nuncahubieraesperadodeélquemeconvirtieseenblancopúblicodeunadesus trastadas.Seguíesperandoaquesediera lavuelta y añadiera una última frase queme ayudara a comprender lo que acababa de ocurrir.En vano.
Cuando dobló la esquina comprendí que mi suplicio había tocado a su fin. Crucé el vestíbulo,abochornadoypatidifusoalmismotiempo.Elsoniquetedesusrimashabíagrabadosuspalabrasenmicabeza, y supe que daría muchas vueltas a su canción de amor en los días por venir, para intentardesentrañarcualquierposiblesignificadooculto.Pero¿ladyTomillo?Estabaclaroquenodiríaalgoasídenoser«verdad»,pero¿porquéibaapermitirChadequesualiaspúblicomurieradeesamanera?¿ElcadáverdequédesdichadaseríapresentadocomoeldeladyTomillo,sindudaparaserenviadaaunosparienteslejanosquedispondríansuentierro?¿Eraésasuformadeempezarunviaje,untrucoparasalirdeTorredelAlcesinservisto?Perodenuevo,¿porquématarla?¿ParaqueRegiocreyeraquesuintentodeenvenenamientohabíatenidoéxito?¿Conquépropósito?
EnesascavilacioneslleguéfinalmenteantelapuertadelacámaradeKettricken.Mequedéunratoenelumbralpararecuperarelaplomoyrecomponerelgesto.DerepenteseabriólapuertaalotroladodelpasilloyRegiose lanzósobremía largaszancadas.Su impulsomeempujóaun ladoy,antesdequepudierasobreponerme,dijocongrandilocuencia:
—Notepreocupes,Traspié.Comprendoqueestésdemasiadoafligidoparadisculparte.—Sequedóen el pasillo, enderezando su jubón mientras los jóvenes que lo seguían salían de su habitación,murmurandoentrerisas.Lesdedicóunasonrisaatodosellosyluegosemeacercóparapreguntar,envozbaja ymalintencionada—: ¿De qué teta vas amamar ahora que hamuerto esa puta vieja?Ah, en fin.Seguro que encuentras otra gallina que te acoja bajo su ala. ¿O te dará ahora por arrimarte a algunapollita?
Se atrevió a sonreírme antes de girar sobre sus talones y desaparecer en medio de un suntuosoremolinodemangas,seguidodesustressicofantes.
El insulto a la reina me llenó de una rabia ciega. La sentí con una brusquedad que no habíaexperimentadonuncaantes.Sentíquesemeagolpabaenelpechoyelcuello.Unafuerzatremendacorriópor mis venas; sé que levanté el labio superior en un gruñido. A lo lejos sentí: ¿Qué? ¿Qué pasa?¡Mátalo! ¡Mátalo! ¡Mátalo! Di un paso, el siguiente hubiera sido un salto, y sé que mis dientes sehabríanhundidoenelpuntodondeseunenhombroygarganta.Pero:
—TraspiéHidalgo—dijounavoz,llenadesorpresa.¡LavozdeMolly!Megiréhaciaella.Misemocionespasarondelarabiaaldeleitecuandolavi.Pero
igualderápidomevolvióellalacara,diciendo:—Osruegoperdón,milord.—Ypasóamilado.Conlamiradabaja,conlosmodalesdeunasirvienta.—¿Molly?—llamé,yendotrasella.Sedetuvo.Cuandovolvióamirarme,surostroestabadesprovistodeemoción,neutrasuvoz.—¿Señor?¿Puedoayudarosenalgo?—¿Ayudarme?—Claro.Miréanuestroalrededor,peroelpasilloestabavacío.Diunpasohaciaella,
bajandolavozsóloparasusoídos—.No.Esqueteheechadomuchodemenos.Molly,me...—Estoesimprocedente,sir.Osruegoquemedisculpéis.Segiró,orgullosa,serena,ysealejódemí.—Pero¿yoquétehehecho?—preguntéconindignadaconsternación.Enrealidadnoesperabarespuesta.Perosedetuvo.Suespaldacubiertadeazulestabarecta,erguida
sucabezabajosupañuelodeencaje.Nosevolvióhaciamí,perodijoenvozbaja,alpasillo:
—Nada.Nohabéishechonada,milord.Absolutamentenada.—¡Molly!—protesté,perodoblólaesquinaydesapareció.Mequedémirandoellugarquehabíaocupado.Alcaboreparéenqueestabaemitiendounsonidoa
caballoentreungañidoysusgruñidos.Mejorsalimosacazar.Quizá,medescubríasintiendo,esoseríalomejor.Cazar,matar,comer,dormir.Ynohacernadamás.¿Porquénoahora?Laverdad,nolosé.RecuperélacomposturayllaméalapuertadeKettricken.LaabrióRomero,quemeregalóconlos
hoyuelosdesusonrisamientrasmeinvitabaapasar.Unavezdentro,loquehabíallevadoallíaMollysehizoevidente.Kettrickensosteníaunagruesavelaverdebajosunariz.Enlamesahabíavariasmás.
—Laurel—observé.Kettrickenlevantólacabezaconunasonrisa.—TraspiéHidalgo.Bienvenido.Entraysiéntate.¿Teapetececomeralgo?¿Unpocodevino?Me quedé de pie, mirándola. Había cambiado la marea. Sentí su fuerza, supe que estaba en paz
consigomisma.Secubríaconunasuavetúnicaymallasgrises.Sehabíarecogidoelcabelloasumanerahabitual.Susgalaseransencillas,unasimplegargantilladecuentasverdesyazules.PeroésanoeralamujerquehabíallevadodevueltaaTorredelAlcehacíaunosdías.Aquellamujerestabapreocupada,enfadada,dolidayconfundida.EstaKettrickeneraunremansodeserenidad.
—Mireina—empecé,inseguro.—Kettricken—mecorrigiócontranquilidad.Sepaseóporlaestancia,colocandoalgunasvelasenlosestantes.Resultabacasidesafiantequeno
añadieranadamás.Meadentréensusalón.Romeroyellaeransusúnicasocupantes.Verazsehabíaquejadoencierta
ocasióndequesusaposentoserantanordenadoscomouncampamentomilitar.Noexageraba.Elmodestomobiliarioestabainmaculadamentelimpio.Lospesadostapicesyalfombrasqueadornabancasitodoelcastilloestabanausentes.Enelsuelohabíaunassencillasesterasdepaja,ylosmarcosquecolgabandelas paredes contenían pergaminos pintados con delicadas ilustraciones de flores y árboles. No habíaningún trasto. En aquella habitación se usaba todo para recogerlo después o no se tocaba.No puedodescribirdeotraformalaquietudqueallíimperaba.
Habíaacudidoinmersoenunremolinodeemocionesencontradas.Ahoraestabainmóvilycallado,mirespiraciónseacompasabaysesofrenabamicorazón.Unaesquinadelacámarasehabíareconvertidoenunaalcobaempapeladaconaquellospergaminosilustrados.Allíhabíaunaalfombradelanaverdeenelsuelo,ybancosbajosyacolchadoscomolosquehabíavistoenlasmontañas.Kettrickendejólaveladelaureldetrásdeunadelaspantallas.Laencendióconunallamadelachimenea.Laluzquebailabatraslapantalla imprimiólavidaycalidezdeunamaneceralescenariopintado.Kettrickendiounrodeoparasentarseenunodelosbancosdelaalcoba.Meindicóqueocuparaelqueestabafrentealsuyo.
—¿Quieresacompañarme?Asílohice.Lapantallasuavementeiluminada,lailusióndeunapequeñasalaprivadayeldulceolor
alaurelmeenvolvieron.Elbancobajoerasumamentecómodo.Tardéunmomentoenrecordarelmotivodemivisita.
—Mi reina, he pensado que a lo mejor os gustaría aprender algunos de los juegos de azar quejugamosenTorredelAlce.Paraquepodáissumarosaalgunapartida.
—Quizásenotraocasión—dijoconamabilidad—.Siatiyamínosapeteceentretenernos,ysiatite apetece enseñarme a jugar. Pero sólo por esas razones. He descubierto que los viejos proverbiostienenrazón.Cuandounosealejademasiadodesuverdaderoyo,lacuerdaserompeotellevadevuelta.Hetenidosuerte.Hevuelto.Caminodenuevoalapardemiverdaderoyo,TraspiéHidalgo.Esoesloquesienteshoy.
—Nolocomprendo.Sonrió.—Nohacefaltaquelocomprendas.Volvió a guardar silencio.LapequeñaRomerohabía ido a sentarse junto a la chimenea.Cogió su
pizarrayuna tiza con intenciónde entretenerse. Incluso la acostumbradavivacidadde laniñaparecíaplácidaesedía.MegiréhaciaKettrickenyaguardé.Peroellaselimitóadevolvermelamirada,conunasonrisadivertidaenelrostro.
Alcabo,pregunté:—¿Quéestamoshaciendo?—Nada—respondióKettricken.Imitésusilencio.Pasadounbuenrato,observó:—Nuestraspropiasambicionesylastareasquenosimponemos,elmarcoalqueintentamosceñirel
mundo,nosonmásque lasombradeunárbolsobre lanieve.Cambiarácuandosemuevaelsol,se latragarálanoche,temblaráconelvientoy,cuandosederritalanieve,yacerádistorsionadasobreelpisoirregular.Peroelárbolseguiráallí.¿Loentiendes?
Seinclinóligeramentehaciadelanteparamirarmealacara.Sumiradaeraamable.—Creoquesí—dije,inseguro.Susojosseapiadarondemí.—Lo entenderías si dejaras de intentar entenderlo, si dejaras de preocuparte sobre el por qué es
importanteparamíeintentarasverlosimplementecomounaideavaliosaparatuvida.Peronotepidoquehagaseso.Noteestoypidiendoquehagasnada.
Apoyólaespaldaensuasiento,unasutilrelajaciónquehizoqueparecieraquemantenerlaespaldatan rectano le suponíaningúnesfuerzo,queestabacómodaasí.Denuevoguardósilencio.Se limitóaquedarsesentadafrenteamí,desplegándose.Sentíquesuvitalidadmerozabayfluíaamialrededor.Fueuncontactoapenasperceptible,ydenohaberexperimentadoyatantolaMañacomolaHabilidad,dudoquemehubieradadocuenta.Concuidado,comosiestuviesecruzandounpuentehechodeteladearaña,superpusemissentidosalossuyos.
Sondeaba.Nocomohacíayo,haciaunabestiaespecífica,niparadetectarloquepudierahaberenlasproximidades.Descarté lapalabraquehabíadadosiempreami intuición.Kettrickennobuscabanadacon suMaña. Era como ella decía, simplemente ser, pero ser parte del todo.Mientras se componíaconsideraba todas lasmaneras en que la tocaba la gran red, y se sentía complacida.Era algo tenueydelicadoymemaravillé ante ello.Porun instante, tambiényome relajé.Exhalé.Meabrí, extendímiMañaatodaslascosas.Prescindídetodacautela,deltemoraquemedescubrieraBurrich.Nuncahabíahechonadacomparableaaquello.ElalcancedeKettrickeneratandelicadocomolasgotasderocíoque
resbalanporelhilodeunatelaraña.Yoeracomountorrentecontenidoporundique,abiertoderepenteparapermitirmerebosarporantiguoscanalesyenviarexploradoresdedosdeaguaalosconfinesdeloshumedales.
¡Cacemos!ElLobo,encantado.Enlosestablos,Burrichdejódelimpiarunapezuñaparafruncirelceñoalanada.Hollínseagitóen
su compartimiento. Molly se encogió de hombros y se atusó el cabello. Frente a mí, Kettricken sesobresaltóymemirócomosiyohubieradichoalgoenvozalta.Permanecíotroinstanteprendido,sujetopormilsitios,tensadoyexpandido,iluminadosinpiedad.Losentíatodo,nosólolaspersonasqueibanyvenían,sinolaspalomasquearrullabanenlosaleros,losratonesquesepaseabandesapercibidostraslascubasdevino,cadamotadevida,loquenoeranihabíasidonuncaunamota,sinounnódulodelareddelavida.Nadasolo,nadaolvidado,nadasinsentido,nadainsignificanteynadaimportante.Enalgunaparte,alguiencantaba,ysecalló.Comenzóuncorotrasesesolo,másvoces,distantesyapagadas,quedecían:¿Cómo?¿Perdona?¿Hasllamado?¿Estásahí?¿Estoysoñando?Tirabandemí,comotiranlosmendigosde lasmangasde losdesconocidos,ysentíderepentequesinomeretirabapodría terminardeshilachadocomountrozodetela.Parpadeé,volvíaparapetarmeenmiinterior.Inhalé.
No había pasado el tiempo. Un solo aliento, el parpadeo de un ojo. Kettrickenme observaba dereojo.Fingínodarmecuenta.Merasquélanariz.Cambiédepostura.
Volvíaasentarmeconfirmeza.Dejéquepasaranalgunosminutosmásantesdesuspiraryencogermedehombros,disculpándome.
—Metemoquenoentiendoestejuego.Habíaconseguidoenojarla.—Estonoesningúnjuego.Notienesqueentenderlo,ni«hacer»nada.Sólotienesqueolvidartede
todolodemásyser.Aparentéhacerotroesfuerzo.Permanecísentado,inmóvil,bastantetiempoyluegojugueteédistraído
conelpuñodemicamisahastaquemedescubrió.Agachélacabezacomosiestuvieracompungido.—Lavelahuelemuybien—lahalagué.Kettrickensuspiróymedioporimposible.—Lachicaque lashace tienemucho talentopara losperfumes.Casipuede traermemis jardinesy
rodearmeconsusfragancias.Regiometrajounadesusvelasdemadreselvayesomeanimóabuscarla.Esunadelascriadasdelcastilloynotienetiemponirecursosparafabricarmuchasvelas.Poresomeconsideroafortunadacuandovieneaofrecermealguna.
—Regio —repetí. Regio hablando con Molly. Regio conociéndola lo bastante para saber de sutalento.Semeencogieron lasentrañasconunmalpresentimiento—.Mi reina,meparecequeosestoydistrayendodeloquequeríaishacer.Nadamáslejosdemiintención.¿Osimportaquemevayayregresecuandodeseéiscompañía?
—Esteejercicionoexcluye lacompañía,TraspiéHidalgo.—Memiróentristecida—.¿Noquieresintentarlodenuevo?Porunmomentomepareció...¿No?Ah,bien,puedesretirarte.
Oí soledad y pesar en su voz. Se enderezó. Cogió aire y lo expulsó despacio. Volví a sentir suconcienciapulsandoenlared.TienelaMaña,medije.Noesmuyfuerte,perolatiene.
Salídesuhabitaciónensilencio.MeentretuvepensandoquéopinaríaBurrichsiseenterara.Menosentretenido fue recordarcómosehabíapercatadodemi sondeocon laMaña.Penséenmisnochesdecazaconellobo.¿Empezaríaaquejarseprontolareinadesoñarcosasextrañas?
Una fría certeza anidó en mi interior. Iban a descubrirme. Había sido demasiado descuidado,demasiadotiempo.SabíaqueBurrichpodíasentircuándoempleabamiMaña.¿Ysihabíaotros?Podríanacusarmedepracticar lamagiade lasbestias.Reunívalorymedecidí a afrontarlo.Aldía siguiente,tomaríamedidas.
LobosSolitarios
ElbufónsiempreseráunodelosgrandesmisteriosdeTorredelAlce.Noseríadescabelladodecirque no se sabe nada a ciencia cierta sobre él. Su origen, edad, sexo y raza han sido objeto deconjetura.Lomássorprendenteescómoconseguíamantenertalauradeintimidadunpersonajetanpúblico como él. Las preguntas sobre el bufón siempre serán más que las respuestas. ¿Poseíarealmente algún poder místico, alguna presciencia, algún tipo de magia, o acaso su agudeza deingenioysuafiladalenguabastabanparaqueparecieraquesabíatodocuantoibaapasarantesdeque pasara? Si no conocía el futuro, lo aparentaba, y con su serena asunción de clarividenciamanipulóamuchosdenosotrosparaqueloayudáramosamoldearelfuturosegúnsusdeseos.
Blancosobreblanco.Temblóunaoreja,yesemovimientocasiimperceptiblelotraicionótodo.¿Loves?,dije.Lohuelo.Yoloveo.Apuntélosojoshacialapresa.Niunsolomovimientodemás.Fuesuficiente.¡Yalohevisto!Saltó,elconejodiounrespingoyLobeznocorriótrasél.Elconejovolabacasisobre
lanieveblanda,mientrasqueLobezno teníaque arremeter, botarybrincar.El conejo era escurridizo,corríahaciaallí,haciaallá,driblabaaquelárbol,sorteabaesematorral,seadentrabaenunzarzal.¿Sehabíaquedadoallí?Lobeznoarrimóelhocicoesperanzado,peroladensidaddelamuralladeespinasloobligóaretirarelmorro.
Sehaido,ledije.¿Estásseguro?¿Porquénomehasayudado?Nopuedoperseguiramispresasporlanieve.Tengoqueacecharlasysaltarsobreellascuando
sepaquebastaconunsolosalto.Ah. Información.Consideración.Somosdos.Deberíamos cazar juntos.Podría asustar a la presa y
dirigirlahaciati.Podríassaltarsobreellaypartirleelcuello.Neguédespacioconlacabeza.Tienesqueaprenderacazarsolo,Lobezno.Novoyaestarsiemprea
tulado,niencuerponienmente.Loslobosnoestánhechosparacazarsolos.Puede que no. Peromuchos lo hacen. Como lo harás tú. Pero no creo que debas empezar con
conejos.Vamos.Empezóa caminar trasmispasos, contentode cederme la iniciativa.Habíamos salidodel castillo
antesdeque la luz invernal agrisara siquiera el firmamento.Ahora éste era azul y raso, limpioy fríosobre nuestras cabezas. El sendero que seguíamos no era más que un surco insinuado en la nieveprofunda.Acadapasomehundíahasta lapantorrilla.Anuestroalrededor,elbosqueera todoquietud,rota sólopor el vueloocasional de alguna avecilla o el graznido lejanodeun cuervo.Eraunbosqueabierto,ensumayoríaárbolesjóvenesconalgúnqueotrogigante,supervivientesdelincendioquehabíaarrasadoaquella ladera.Enveranoconstituíaunbuenpastizalpara las cabras, cuyas afiladaspezuñashabían arado el surco que seguíamos ahora. Conducía a una sencilla cabaña de piedra con un corraldesvencijadoyuncercadoparalascabras.Sóloseutilizabaenverano.
Lobeznosehabíaentusiasmadocuandolovisitéesamañana.Mehabíaenseñadoelrodeoquedabaparaeludiralosguardias.Unaviejapuertaparaelganado,cegadahacíatiempo,erasuvíadeescape.Unmovimientodel terrenohabíaperturbadoelequilibriode lapiedrayelmortero,creandounagrieta lobastanteampliaparapermitirleelpaso.Lanieveapelmazadameindicabaqueloutilizabaamenudo.Unavez fuera de las murallas, nos habíamos alejado del castillo como dos sombras, al amparo de lapenumbra que originaba el reflejo de la luna y las estrellas sobre la nieve. Cuando estuvimos a unadistanciaseguradelcastillo,Lobeznoconvirtiólaexpediciónenunejerciciodeacoso.Semeadelantóalacarreraparaaguardaralacechoy luegosaltarsobremíyseñalarmeconunzarpazoounmordisco,antesdedescribirunampliocírculoyatacarmeporlaespalda.Lohabíadejadojugar,agradeciendoelesfuerzofísicoquemeayudabaaentrarencalor,ademásdeladiversiónpuraquemeproducíaretozarsinpropósitofijo.Nosmantuvimossiempreenmarcha,paraquecuandonosencontraranelsolylaluzestuviéramosakilómetrosdeTorredelAlce,enunazonapocofrecuentadaduranteel invierno.Habíasidomera casualidad que divisara al conejo blanco enmedio del paraje nevado. Tenía enmente unapresaaúnmáshumildeparasuprimeracaceríaensolitario.
¿Paraquévenimosaquí?,quisosaberLobeznoencuantollegamosalosalrededoresdelacabaña..».Paracazar,melimitéaresponder.Medetuveaciertadistanciadeledificio.Elcachorrosetendióa
milado,expectante.Bueno,adelante,ledije.Veybuscaalgúnrastro.Oh,menudacaceríaesta.Husmearlamadrigueradeunhombreenbuscadedespojos.Desdeñoso.Despojosno.Veamirar.Seimpulsóhaciadelanteypusorumboalacabaña.Lovialejarse.Nuestrascaceríasoníricasjuntos
lehabíanenseñadomuchascosas,peroahoraqueríaquecazaraconabsoluta independenciademí.Nodudabadesucapacidad.Merecriminéqueexigiresapruebanoerasinootradilación.
Seatuvoalosarbustosnevadostodoloquepudo.Seacercóalachozaconprecaución,conlosoídosalertasyelolfatoactivo.Antiguosolores.Humanos.Cabras.Fríoyabandono.Sequedópetrificadouninstante, antesdedarun cuidadosopaso adelante.Ahora susmovimientos eranprecisosy calculados.¡UNRATÓN!Brincóyloatrapó.Sacudiólacabeza,seprodujounbruscochasquidoylanzóalanimalporlosaires.Volvióaatraparloalvuelo.¡Unratón!,anuncióregocijado.Arrojósupresaalaireybailótrasélsobresuscuartostraseros.Locapturódenuevo,condelicadeza,entresuspequeñosincisivos,ylolanzóalvuelootravez.Yomesentíaembargadoporelorgulloy laaprobaciónhaciaél.Paracuandohubo acabado de jugar con su presa, el ratón era pocomás que un jirón pulposo de piel. Lo engullófinalmentedeunsolobocadoyregresóamiladodandobotes.
¡Ratones!Esesitioestáplagadodeellos.Suolorysurastrorodeantodalacabaña.Mefigurabaquehabríamuchos.Lospastoressequejandeellos,dequelosratonesinvadeneste
sitioyechanaperdersusprovisionesduranteelverano.Supusequeanidaríantambiéneninvierno.Estabasorprendentementegordo,paraestaépocadelaño,opinóLobezno,yvolvióadesaparecer
deunsalto.Cazóconunentusiasmofrenético,perosólohastaquehubosaciadosuhambre.Luegofuemiturnodeacercarmealacabaña.Lanievesehabíaagolpadosobreladesvencijadapuertademadera,perola abrí empujando con el hombro.El interior era una ruina. Se había colado la nieve a través de lasgrietas del tejado y se amontonaba en franjas sobre el sucio suelo helado. Había una chimenearudimentaria,conunganchoparacolgarlatetera.Untabureteyunbancodemaderaconstituíanelúnicomobiliario. Quedaba todavía un poco de leña al lado del hogar, que empleé para alimentar un fuegoprudente entre las piedras ennegrecidas.Hice que fuese pequeño, lo suficiente para entrar en calor ydescongelarelpanylacarnequellevabaconmigo.Lobeznoseacercóaprobarunbocado,másporafándecompartirqueporapetitodeverdad.Exploróasuantojoelinteriordelachoza.
¡Hayunmontónderatones!Losé.Vacilé,antesdeobligarmeaañadir:Aquínotemorirásdehambre.Levantó elmorro de golpe del rincón que estaba olisqueando. Dio unos pasos haciamí antes de
detenerseconlaspatastiesas.Susojosbuscaronlosmíosyseclavaronenellos.Lanaturalezasalvajehabitabaensunegrura.
Piensasabandonarmeaquí.Sí.Haycomidaenabundancia.Volverédevezencuandoparaasegurarmedequeestésbien.Creo
queésteesunbuensitioparati.Aprenderásacazarsolo.Primeroratones,luegopiezasmayores...Metraicionas.Traicionasalamanada.No.No somosunamanada.Teestoydejandoen libertad,Lobezno.Estamos intimandodemasiado.
Esonoesbueno,niparatiniparamí.Teadvertí,hacemuchotiempo,quenoestabadispuestoaforjarunvínculo. No podemos formar parte de la vida del otro. Será mejor para ti que te vayas, solo, paraconvertirteenloquehasnacidoparaser.
Nacíparasermiembrodeunamanada.Mesostuvolamirada.¿Vasadecirmequehayloboscercadeaquí,queaceptaránaunintrusoensuterritorioymeharánpartedesumanada?
Meviobligadoatorcerlacabeza.No.Aquínohaylobos.Habríaqueviajarmuchosdíasparallegaraunlugarlobastanteinhóspito
paraquelosloboscorranlibremente.Entonces,¿quémedeparaestesitio?Comida.Libertad.Unavidapropia,independientedelamía.Soledad.Meenseñólosdientesysegiróderepente.Meesquivó,dandounampliorodeomientrasse
acercabaalapuerta.Hombres.Sonriósinhumor.Enverdadelhombrenosabeloqueesunamanada.Sedetuvoenlapuertaparavolveramirarme.Hombressonlosquecreenquepuedenregirlasvidasdelosdemássinestablecerningúnlazoconellos.¿Piensasqueladecisióndevincularseonodependesólodeti?Soydueñodemicorazón.Loentregoavoluntad.Nopiensoentregárseloaalguienquemeexpulsadesulado.Tampocopiensoobedeceraquienreniegadelamanadaysuvínculo.¿Creesquevoyaquedarmeaquí,husmeandoporestamadrigueradehombre,paraalimentarmede los ratonesque han venido buscando sus desperdicios, para ser igual que los ratones, seres que viven de las
sobrasdeloshombres?No.Sinosomosunamanada,nosomoshermanos.Notedebonada,ymuchomenosobediencia.Nopiensoquedarmeaquí.Vivirécomomeplazca.
Habíataimeríaensuspensamientos.Ocultabaalgo,aunquededujeloquepodíaser.Hazloquequieras,Lobezno,menosunacosa.NomesigasaTorredelAlce.Teloprohíbo.¿Me lo prohíbes? ¿Que túme lo prohíbes? Prohíbe entonces al viento que azote tumorada de
piedra, o a la hierba que crezca en la tierra que la rodea. Tienes elmismo derecho.Que túme loprohíbes.
Resoplóymediolaespalda.Meafiancéenmipropósitoyvolvíadirigirmeaél.—¡Lobezno!—dijeconmivozdehombre.Segiró,sobresaltado.Replególasorejasalescucharmitono.Casimeenseñalosdientes.Peroantes
dequepudiera, lorepelí.Eraalgoquesiemprehabíasabidohacer, tan instintivamentecomosabeunoquehadeapartareldedodelallama.Eraunafuerzaquehabíaempleadoencontadasocasiones,puesBurrichlahabíaesgrimidocontramíunavezynosiempreconfiabaenella.Noeraunempujón,comoelquehabíausadoconélcuandoestabaenjaulado.Apliquéfuerzaylarepulsamentaladquirióuntintecasifísicoque loobligóa retrocederantemí.Saltóhaciaatrásyafianzó lascuatropatasenelsuelo, listoparaluchar.Susojosdelatabanasombro.
—¡VETE!—legrité,palabradehombre,vozdehombre,yalmismotiempolorepelídenuevoconhastaelúltimoápicedeMañaqueposeía.
Huyó,nodignamente,sinosaltandoyresbalandoenlanieve.Meretuveenmiinterior,negándomeaseguirloconlamenteparaasegurarmedequenosedetenía.No.Habíarenunciadoaeso.Larepulsaeralarupturadeeselazo,nosólomialejamientodeél,sinodetodoloquelouníaamí.Lohabíacortado.Eramejor que lo dejara así. Pero cuandome quedé contemplando la franja de arbustos donde habíadesaparecido,sentíunvacíoqueeramuyparecidoal frío,alpicor irritantedealgoperdido,algoqueechabademenos.Heoídoaalgunaspersonashablarasídeunmiembroamputado.Elanhelofísicodeunapartedesídesaparecidaparasiempre.
Salídelacabañayemprendíelcaminoacasa.Cuantomásandaba,másmedolía.Nofísicamente,peroeslaúnicacomparaciónquesemeocurre.Mesentíadesolladoydescarnado,despojadodepielydecarne.ErapeorquecuandoBurrichsehabía llevadoaMorrón, pues lohabíahechoyomismo.Elatardecer parecíamás frío que la oscuridad previa al amanecer. Intenté convencerme de que no teníamotivosparaavergonzarme.Habíahecholoqueerapreciso.ComoconVirago.Apartéaquellaideademimente.No.Lobeznoestaríabien.Leiríamejorqueamilado.¿Quévidatendríaesacriaturasalvajesiempre escondida, siempre enpeligrode ser descubierta por los perrosdel castillo, los cazadoresocualquiera que pudiera divisarlo? Quizás estuviera aislado, quizá se sintiera solo, pero estaría vivo.Nuestraconexiónsehabíacortado.Sentíalainsistentetentacióndesondearamialrededor,deversiaúnpodíasentirlo,detantearydescubrirsisumenteaúntocabalamía.Meresistíconobstinaciónysellémispensamientoscontralossuyoscontantafirmezacomosupereunir.Fuera.Noibaaseguirme.Nodespuésdehaberlorepelidodeesemodo.No.Aceleréelpasoymeneguéamiraratrás.
De no haber estado tan sumido en mis pensamientos, tan concentrado en aislarme en mi interior,podríahabermepercatado.Aunquelodudo.LaMañanuncahabíasidodeutilidadcontralosforjados.Nosésimeseguían,osimeadentrédirectamenteensuescondrijo.Loprimeroquesupefuequeunpesomegolpeó la espalda y caí de bruces en la nieve.Al principio pensé que eraLobezno, que volvía para
desafiarmidecisión.Rodéyyacasimehabíapuestodepiecuandomeagarróotrodelhombro.Forjados,tres varones, un joven, dos adultos y antaño musculosos. Mi mente lo registró todo rápidamente,clasificándolos pulcramente como si deunode los ejercicios deChade se tratara.Unogrande conuncuchillo,losotrosconpalos.Ropasandrajosasymugrientas.Losrostrosenrojecidosyagrietadosporelfrío, barbas sucias, cabello grasiento. Cortes y moratones en la cara. ¿Se habían peleado o habíanatacadoaalguienmásantesqueamí?
Medeshicedelapresaysaltéhaciaatrás,intentandodistanciarmedeellostodoloposible.Habíauncuchilloenmicinturón.Noeraunahojalarga,peroeraloúnicoquetenía.Nohabíaprevistoquefueseanecesitarunarmaesedía;pensabaqueyanoquedabanforjadoscercadeTorredelAlce.Sedesplegarona mi alrededor, encerrándome en un anillo. Permitieron que desenvainara mi cuchillo. No parecíapreocuparlos.
—¿Quéqueréis?¿Micapa?—Abríelbrocheydejéquecayeraalsuelo.Unodeelloslasiguióconlamirada,peroningunosaltósobreellacomoyohabíaesperado.Cambiédepostura,girando, intentandovigilaralostresalavez,procurandoqueningunosesituaraamiespalda.Noerafácil—.¿Manoplas?
Melasquitéyselaslancéalqueparecíamásjoven.Dejóquecayeranasuspies,sindejardemirarme.Nadiequeríaserelprimeroenatacar.Sabíanque
teníauncuchillo;quiendieraelprimerpasose toparíaconel filo.Avancéunpardepasoshaciaunaaberturaenelcírculo.Semovieronparacerrarmeelpaso.
—¿Quéqueréis?—rugí.Giréenredondo,intentandomirarlosatodos,yporunmomentomisojossecruzaronconlosdeuno
deellos.EnelloshabíamenosdeloquehabíavistoenlosdeLobezno.Niunatisbodesalvajismopuro,sóloladesolacióndelacarenciafísicayelanhelo.Lesostuvelamiradayparpadeó.
—Carne.Gruñócomosiyolehubieraarrancadolapalabraconunastenazas.—Notengocarne,niotrotipodecomida.¡Demísóloobtendréispelea!—Tú—resoplóotro,enunaparodiaderisa.Sinhumor,sincorazón—.¡Carne!Mehabíaentretenidodemasiadotiempo,mehabíafijadodemasiadoenelmismo,loqueaprovechó
otroparaabalanzarsederepentesobremiespalda.Merodeóconlosbrazos,inmovilizandounodelosmíosy,de improviso, conunavelocidadescalofriante, susdientes sehundieronenmicarnedonde seunenelcuelloyelhombro.Carne.Yo.
Unhorrorinimaginableseadueñódemíymedebatí.Combatíigualquelaprimeravezquemehabíaenfrentadoalosforjados,conunabrutalidadirracionalquerivalizabaconlasuya.Loselementoseranmiúnicoaliado,pueselfríoyelhambrehabíanhechoestragosenellos.Elfríoentorpecíasusmanos,ysiatodosnos impulsabaelfrenesíde lasupervivencia,almenosparamíeraunasensaciónnuevayfuertemientras que la suya estaba embotada por la tortura de su existencia actual. Dejé que el primeromearrancara un bocado de carne, pero me liberé. Lo recuerdo. El resto no está tan claro. No consigoordenarlossucesos.Clavémicuchilloenlascostillasdeljoven.Recuerdounpulgarhurgandoenmiojo,yelchasquidocuandodisloquéelhueso.Mientrasmeenzarzabaenunaluchaconuno,otromeazotóloshombrosconsuvara,hastaqueconseguíinterponerasucompañeroentrelosgolpesyyo.Norecuerdohabersentidoeldolordeaquelcastigo.Lacarnedesgarradademicuelloparecíasimplementeunpuntocálidoporelquecorríalasangre.Noteníaconcienciadeldañosufrido,nadaamortiguabamideseode
matarlosatodos.Nopodíavencer.Erandemasiados.Eljovenestabatiradoenlanieve,tosiendosangre,pero unome estaba estrangulandomientras el tercero intentaba desclavar su espada demi brazo. Yopataleabayhacíaaspavientos,intentandoenvanoinfligiralgúntipodedañoamisagresoresmientraslosconfinesdelmundoseoscurecíanyelcielocomenzabaagirarsobremicabeza.
¡Hermano!Llegócomounarietededientescentelleantesparaestrellartodosupesocontraelenredodenuestros
cuerpos. Caímos todos a la nieve y el impacto aflojó la presa del forjado lo suficiente para que yopudierameterunsilbidodeaireenlospulmones.Semedespejólacabezaydeprontorecuperélasganasdeluchar,deignorareldoloryeldaño,¡depelear!Juroquemeviconelrostroamoratadoporlaasfixia,lasangrepreciadamanandoyempapandomisropas,elolor tanenloquecedorquemehizoenseñar losdientes.Lobeznoarrastróamiasaltantelejosdemí.Atacóconunavelocidadqueningúnhombrepodríaigualar,mordiendo,rasgandoyapartándosedeunsaltoantesdequelasmanoscomogarraspudieranasirsupelaje.Volvióalacargacomounacentella.
Sé que percibí cómo se cerraban las fauces deLobezno alrededor de su garganta. Sentí su últimoestertor en mis mandíbulas y el brusco borbotar de sangre que me caló el hocico y me salpicó lasmejillas.Meneé la cabeza,mis dientes desgarraron la carne, abriendo las puertas a la vida que huyócorriendodeaquelamasijodeharapospestilentes.
Despuésdeaquello,nada.Estabasentadoenlanieve,conlaespaldaapoyadaenunárbol.Lobeznoyacíatumbadonomuylejos
demí.Teníalaspatasdelanterasempapadasdesangre.Selasestabalimpiandoconlalengua,conlentos,meticulososydelicadoslametones.
Mellevéunamangaalabocaylabarbilla.Enjuguésangre.Noeramía.Mearrodillédeprontoenlanieve para escupir pelos de barba y luego vomité, pero ni siquiera el ácido sabor de la bilis podíaeliminareldelacarneylasangredelhombremuerto.Mirésucuerpodesoslayo,torcílacabeza.Teníalagargantadesgarrada.Porunterribleinstantepuderecordarcómohabíamasticadolostendonesdesucuello,tirantescontramisdientes.Cerrélosojosconfuerza.Mequedésentado,muyquieto.
Unhocicofríoenmimejilla.Abrílosojos.Estabasentadoamilado,mirándome.Lobezno.OjosdeNoche,mecorrigió.MimadremellamabaOjosdeNoche.Fuielúltimodemicarnadaen
abrir losojos.Resoplóysoltóunestornudo.Miróa loshombresabatidos.Seguísumiradacontramivoluntad.Mi cuchillo había acabado con el joven, pero no había tenido unamuerte rápida.Los otrosdos...
Losmatémásdeprisa,observótranquilamenteOjosdeNoche.Claroqueyonotengolosdientesdeunavaca.Paraserdetuespecie,lohicistebien.Selevantóysacudiósupelaje.Lasangremesalpicóelrostro,fríaycálidaauntiempo.Boqueéymelimpié,antesdecomprenderloquesignificaba.
Estássangrando.Tútambién.Tesacólaespadaparaclavármelaamí.Dejaqueleecheunvistazo.¿Porqué?Lapreguntasequedóflotandoentrenosotrosenelairefrío.Estabaapuntodealcanzarnoslanoche.
Sobrenuestrascabezas,lasramasserecortabannegrascontraelcielodelcrepúsculo.Nomehacíafaltalaluzparaverlo.Nisiquieramehacíafaltaverlo.¿Acasohacefaltaverselaorejaparasaberqueforma
partedeti?SeríataninútilnegaresapartedemicuerpocomonegaraOjosdeNoche.Somoshermanos.Somosunamanada,concedí.¿Deverdad?Sentí un roce, un tanteo, un tiróndemi atención.Mepermití recordarquehabía sentido lomismo
antesylohabíarechazado.Ahorano.Leentreguémiatenciónsinreservas.OjosdeNocheestabaallí,pielydientes,carneygarras,ynolorehuí.Supecómosehabíahundidolaespadaensuhombroysentícómosehabíaclavadoentredosgrandesmúsculos.Teníaunapatadobladacontrasupecho.Vacilé,ysentísudolorantemivacilación.Nomecontuvemásymeentreguéaélcomoélseentregabaamí.Laconfianzano es tal si no es incondicional.Estábamos tanpróximosqueno sé cuál de losdospensóaquello.PoruninstantefuidoblementeconscientedelmundocuandolaspercepcionesdeOjosdeNochesesuperpusieronalasmías,cómoolíaloscuerpos,cómooíaaloszorrosqueseacercabanatraídosporlacarroña,cómoveíasindificultadalatenueluz.Despuésdesaparecióladualidadysussentidosfueronmíos,ylosmíossuyos.Estábamosvinculados.
Elfríoseadueñabadelatierraydemishuesos.Encontramosmicapa,cubiertadeescarcha,perolasacudíymelapuseporencima.Nointentéabrocharla,sinoquelamantuveapartadadellugardondemehabíanmordido.Conseguírecuperarmismanoplaspesealaheridademiantebrazo.
—Serámejorquenosmarchemos—ledijeenvozbaja—.Cuandolleguemosacasa,noslimpiaréyvendaré.Peroantes,tenemosquellegarallíyentrarencalor.
Sentísuasentimiento.Caminóamiladomientrasregresábamos,nodetrásdemí.Levantóelhocicounavez,paraaspirarconfuerzaelairefresco.Sehabíalevantadounvientofrío.Empezabaanevar.Esoeratodo.Suolfatometransmitiólacertezadequenodebíatemerlapresenciademásforjados.Elaireestabalimpiosalvoporelhedorde losquedejábamosatrás,yaunesosediluía,convirtiéndoseen lapestedelacarroña,mezcladaconeldeloszorrosqueacudíanadarcuentadeella.
Estabasequivocado,observó.Aningunodelosdossenosdamuybiencazarsolo.Ironía.Anoserquepiensesquetelasestabasapañandoantesdequeaparecierayo.
—Loslobosnoestánhechosparacazarensolitario—respondí.Intentabasalvarmidignidad.Descolgólalengua.Notemas,hermanito.Yosiempreestaréahí.Seguimos caminando entre la nieve crujiente y los árboles negros.No faltamucho para llegar a
casa,mereconfortó.Sentísufuerzaenlazadaconlamíamientrasrenqueábamossindetenernos.Era casi mediodía cuandome presenté ante la puerta de la sala demapas de Veraz. Ocultaba el
antebrazo cómodamente vendado e invisible dentro de unamanga voluminosa. La herida en sí no eragrave,perosídolorosa.Noresultabatansencilloocultarelmordiscoentremihombroyelcuello.Habíaperdidocarne,yhabíasangradoprofusamente.Alecharleunvistazolanocheanteriorconayudadeunespejo,mehabíasentidodesfallecer.Allimpiarlahabíaempezadoasangrarmástodavía;mefaltabaunpedazo.Enfin,ysinohubiera intervenidoOjosdeNoche,aesebocado lohabríanseguidootros.Notengopalabrasparaexpresarelmalestarquemeproducíaesaidea.Habíaconseguidotaparlaheridaconunapósito,peroéstenoeramuybueno.Mehabíasubidolacamisaylahabíaaseguradoensusitioparaocultar el vendaje. Seme aplastaba dolorosamente contra la herida, pero la ocultaba.Con aprensión,llaméalapuerta.Estabacarraspeandocuandoseabrió.
CharimmeinformódequeVeraznoseencontrabaallí.Habíaunahondapreocupaciónensusojos.
Intenténocontagiarmedeella.—Leesimposibledejaralosconstructoresdebarcostrabajandoasuaire,¿eh?Charimnegómisuposiciónconlacabeza.—No.Hasubidoasutorre—dijoelancianosirvientesindarmásexplicaciones.Medilavueltamientrasélcerrabalapuertadespacio.Bueno,Kettrickenmelohabíaadvertido.Habíaintentadoolvidaresapartedenuestraconversación.
Eltemorsefueapoderandodemímientrasbuscabalasescalerasdelatorre.Veraznoteníamotivosparaestar allí. Esa torre era el lugar desde el que habilitaba en verano, cuando hacía buen tiempo y loscorsarios asolaban nuestras costas.No había razón para que subiera allí en invierno, ymenos con elfuertevientoylanevadaqueestabacayendoesedía.NohabíamásrazónquelatremendaatraccióndelamismaHabilidad.
Yohabíasentidosutentación,merecordémientrasapretabalosdientesyemprendíaellargoascensoa la cima. Durante algún tiempo había experimentado la embriagadora exuberancia de la Habilidad.Comoelrecuerdocuajadodeunaantiguaherida,volvieronamílaspalabrasdeGaleno,elMaestrodelaHabilidad.«Sisoisdébiles—noshabíaamenazado—,sidescuidáislaconcentraciónyladisciplina,sipecáisdeindulgentesyosrendísalosplaceresdelacarne,nodominaréislaHabilidad.Antesbien,laHabilidadosdominaráavosotros.Absteneosdepracticartodaactividadobsequiosa,rechazadcualquierdebilidadqueostiente.Entonces,cuandoseáiscomoelacero,quizásestéispreparadospararesistirelhechizodelaHabilidadyvolverlelaespalda.Siosrendísaella,osconvertiréisenunbebéconcuerpodeadulto,babeantey sincerebro.»Asínoshabíaaleccionado,a fuerzadeprivacionesycastigosquesobrepasabanelumbralde lacordura.Mascuandoconocí ladichade laHabilidad,nomeparecióelplacerdecadentequehabíasugeridoGaleno.Eramásbiencomolaaceleracióndelasangreyeltrepidardelcorazónquemeinspirabaaveceslamúsica,ocomoelinesperadovuelodeunbrillantefaisánenunbosqueenotoño,o inclusocomoeldisfrutedeconseguirqueuncaballo saltara limpiamente sobreunobstáculoespecialmentedifícildesalvar.Eracomoeseinstanteenelquetodaslascosasencuentransuequilibrioydanzan juntasporunmomentocon laperfeccióndeunabandadadeaves.LaHabilidad tedabaeso,peronosólouninstante.Seprolongabadurantetantotiempocomopudierasconservarlo,ysetornabamásfuerteypuroconformeserefinabatudominiodelaHabilidad.Oesopensaba.Mitalentopara laHabilidadhabíaresultadodañadodeformapermanenteenunduelodevoluntadesconGaleno.Los muros defensivos que había erigido en mi mente eran tan fuertes que ni siquiera alguien con laHabilidaddeVerazpodíallegaramísiemprequequería.Mipropiacapacidadparasondearlejosdemísehabíaconvertidoenunaaptitudintermitente,asustadizayrebeldecomouncaballoespantado.
Medetuvefrentea lapuertadeVeraz.Inhaléhondoysoltéelairedespacio,negándomeapermitirqueseapoderarademíeldesánimo.Aquelloeraaguapasada,esostiemposhabíanquedadoatrás.Notenía sentido martirizarme con ello. Como tenía por costumbre, entré sin llamar para no romper laconcentracióndeVeraz.
No debería estar habilitando. Pero lo estaba. Los postigos de la ventana estaban abiertos y él seapoyabaenlarepisa.Elvientoylanievebarríanlaestancia,salpicándoleelpelonegro,lacamisayeljubóndeazuloscuro.Respirabaconinspiracioneslentasyprofundas,unacadenciaamediocaminoentreladelsueñoprofundoyladelcorredorquesedetienepararecuperarelaliento.Noparecíaquehubiesereparadoenmipresencia.
—¿PríncipeVeraz?—preguntéenvozbaja.Sevolvióhaciamíysumiradafuecomoelcalor,comolaluz,comoelvientoenmicara.Habilitóen
miinteriorcontantafuerzaquemesentíarrancadodemiser,sumenteposeíalamíatancompletamentequenodejabasitioparamí.PorunmomentomeahoguéenVerazyluegosefue,seretirótandeprisaquemequedétambaleanteyjadeantecomounpezarrojadoalaorillaporunaolagigantesca.Llegóamiladodeunsolopaso,meagarródelcodoymemantuvoenpie.
—Perdona—sedisculpó—.Noteesperaba.Mehasdadounsusto.—Debería haber llamado a la puerta, mi príncipe —contesté. Asentí para indicarle que podía
tenermeenpiesinayuda—.¿Quéhayahífuera,quelomirabaiscontantaintensidad?Desviólamirada.—Pocacosa.Unoschavalesenlosacantilados,contemplandoungrupodeballenas.Dosdenuestros
barcos,pescandohipoglososapesardeestetiempo,aunquenoestándisfrutando.—Entoncesnohabilitabaisenbuscademarginados...—Noseacercanenestaépocadelaño.Perovigiloporsiacaso.—Dirigióunamiradadereojoami
antebrazo,elqueacababadesoltar,ycambiódetema—.¿Quétehapasado?—Por eso quería verte. Me atacaron unos forjados. Frente a la ladera, esa donde abundan las
codornicespardas.Cercadelacabañadeloscabreros.Asintióenseguida.Suscejasnegrassetocaron.—Conozcolazona.¿Cuántos?Descríbelos.Hiceunrápidobosquejodemisagresoresparaélyasintiósucinto,sinmostrarsorpresa.—Hacecuatrodíasmellegóuninformesobreellos.NodeberíanhaberseacercadotantoaTorredel
Alce en tanpoco tiempo;no amenosque avanzaran en estadirecciónde formaconsistente, todos losdías.¿Hansidoeliminados?
—Sí.¿Teloesperabas?—Estababoquiabierto—.Pensabaquehabíamosacabadoconellos.—Acabamosconlosquehabíaentonces.Haymás,vienenhaciaaquí.Heseguidosupistagraciasa
losinformes,peronoesperabaqueseacercarantantotanpronto.Meesforcéporcontrolarlavoz.—Mipríncipe,¿porquénoslimitamosaseguirleslapista?¿Porquéno...resolvemosesteproblema?Verazemitióunruiditoguturalysevolvióhaciasuventana.—Avecesunotienequeesperarydejarqueelenemigocompletesumovimientoparadescubrircuál
essuestrategia.¿Meentiendes?—¿Losforjadossiguenunaestrategia?Nolocreo,mipríncipe.Eran...—Hazme un informe completo —me pidió Veraz sin mirarme. Vacilé un instante, antes de
enfrascarmeenunrepasocompletoaloocurrido.Haciaelfinaldelapelea,mirelatosevolvióunpocoincoherente.Dejéquelaspalabrasmurieranenmislabios—.Peroconseguídesembarazarmedeése.Lostresmurieronallí.
Noapartólavistadelmar.—Deberíasevitarlastrifulcas,TraspiéHidalgo.Parecequesiempresalesmalparadodeellas.—Losé,mipríncipe—admitíconhumildad—.Capachomeenseñóloquepudo...—Peronofuisteentrenadoparaserunsoldado.Tienesotros talentos.Yésosson losquedeberías
aprovecharparaprotegerte.Sí,eresunespadachíncompetente,perotefaltanlosmúsculosyelpesode
unpúgil.Todavía,almenos.Yparecequesiempretelimitasautilizarlospuñoscuandopeleas.—No me dieron ocasión de elegir el arma—dije, no sin cierta tirantez, antes de añadir—: Mi
príncipe.—No.Niteladaránnunca.—Parecíaquehablasedesdemuylejos.Unalevetensiónenelaireme
indicóqueestabahabilitandoaltiempoquehablábamos—.Aunquemetemoquedeboenviartelejosdenuevo.Creoquepuedesestarenlocierto.Llevomuchotiempoobservandoloqueocurre.LosforjadosconvergenenTorredelAlce.Noentiendoporqué,yquizásaberlonoseatanimportantecomoimpedirquelogrensuobjetivo.Teencargarásderesolveresteproblemadenuevo,Traspié.Alomejorestavezconsigoevitarqueseinvolucremiseñora.Tengoentendidoqueahora,sideseasaliracaballo,disponedesupropiaescolta.
—Oshaninformadobien,sir—respondí,maldiciéndomepornohaberacudidoantesahablarledelaguardiadelareina.
Segiróparamirarmefríamente.—Sedicequefuistetúelqueautorizólacreacióndedichaguardia.Noquierorestartemérito,pero
cuandoeserumorllegóamisoídos,dejéquesesupusieraquehabíasactuadoconformeamisdeseos.Loquehiciste,supongo.Deformamuyindirecta.
—Mipríncipe.Tuvelasensatezdenoañadirnadamás.—Bien.Sisaleapasear,almenosahoratendráquienlavigile.Aunquepreferiríaenormementeque
novolvieraa toparsecon los forjados.Ojalásemeocurrieraalgopara tenerlaocupada—rematóconvozcansada.
—ElJardíndelaReina—sugerí,recordandoquePaciencialohabíamencionado.Verazmemiródesoslayo.—Elantiguo,enloaltodelatorre—expliqué—.Haceañosquenoseutiliza.Viloquequedabade
los jardines antes de que Galeno nos ordenara desmantelarlos y hacer sitio para nuestras clases deHabilidad.Enelpasadodebiódeserunlugarencantador.Grandesmacetasllenasdeplantas,estatuas,parrastrepadoras.
Verazsonrióparasí.—Yestanques,también,connenúfaresflotandoenelagua,ypeces,yhastaranasdiminutas.Lasaves
acudíanamenudoenveranoparabeberyrefrescarse.Hidalgoyyoacostumbrábamosajugarallí.Habíacampanillas colgadas de hilos, hechas de cristal y metal reluciente. Y cuando las agitaba el viento,tintineabanyrutilabancomojoyasalsol.—Sentíquesurecuerdodeaquellaépocaylugarmeinfundíacalor—.Mimadreteníaunapequeñagatadepresa,quesetumbabaenlapiedracálidacuandoledabaelsol.Híspida,sellamaba.Teníaelpelomoteadoylasorejasacopetadas.Lahacíamosrabiarconcuerdasy penachos de plumas, y nos perseguía entre los grandes tiestos de flores. Mientras se suponía queestudiábamosarcillasdeherboristería.Nuncaaprendímuchodeplantas.Habíademasiadasdistraccionesallíarriba.Menoseltomillo.Conocíatodaslasvariedadesdetomillo.Mimadrecultivabatodotipodetomillos.Ynébedas.
Sonreía.—A Kettricken le encantaría ese sitio —le dije—. Era muy aficionada a la jardinería en las
montañas.
—¿Deverdad?—Parecíasorprendido—.Penséquepreferiríalospasatiemposmás...físicos.Sentíunapunzadadeenfado.No,dealgomásqueenfado.¿Cómoeraposiblequeyoconocieraasu
esposamejorqueél?—Cuidabadesuspropiosjardines—dijeenvozbaja—.Conmuchashierbasdistintas,yconocíalas
aplicacionesdetodasellas.Yomismooshehabladodeellas.—Sí,meparecequesí.—Suspiró—.Tienesrazón,Traspié.VeaverlapormíyháblaledelJardínde
la Reina. Estamos en invierno y probablemente podrá hacer poco con él. Pero en primavera, seríaestupendoverlorestaurado...
—Quizápreferiríasdecírselotú,mipríncipe—aventuré,peronegóconlacabeza.—No tengo tiempo.Me fío de ti. Y ahora, abajo. A los mapas. Hay asuntos que quiero discutir
contigo.—Mevolvídeinmediatohacialapuerta.Verazmesiguiómásdespacio.Leabrílapuertayenelumbralsedetuvoymiróporencimadelhombro,hacialaventanaabierta—.Mellama—meconfesó,contranquilidad,consencillez,comoquiendicequelegustanlasciruelas—.Mellamacadavezqueestoysinhacernada.Poresodebohaceralgo,Traspié.Debomantenermeocupado.
—Entiendo—dijedespacio,sinestarsegurodequefueseverdad.—No. No lo entiendes. —Veraz hablaba con gran seguridad—. Es como una inmensa soledad,
muchacho.Puedoextendermi concienciay llegar a losdemás.Aalgunos conbastante facilidad.Peronadiellegaamí.CuandovivíaHidalgo...Todavíaloechodemenos,muchacho.Avecesloextrañoconlocura;escomoserelúltimodetuespecieenelmundo.Comoelúltimolobo,cazandoensolitario.
Measaltóunescalofrío.—¿YelreyArtimañas?—meatrevíapreguntar.Meneólacabeza.—Raravezhabilitaahora.Lequedanpocasfuerzasparaeso,ylepasafacturaasucuerpoademásde
asumente.—Bajóunospeldaños—.Túyyosomoslosúnicosquelosabemos—añadióenvozbaja.Asentí.Descendimoslentamentelaescalera.—¿Tehamiradoesebrazoelsanador?—preguntó.Neguéconlacabeza.—Burrichtampoco.Loexpresódándoloporhecho,sabiendoqueeraverdad.Volvíasacudirlacabeza.LasmarcasdelosdientesdeOjosdeNocheerandemasiadoevidentesen
mipiel,aunquemehubieramordidojugando.NopodíaenseñarlelasmarcasdelosforjadosaBurrichsindelatarlaexistenciademilobo.
Verazexhalóunsuspiro.—Bueno.Mantenía limpia. Supongo que sabes limpiar una herida tan bien como el que más. La
próximavezquesalgas, acuérdatedeestoyestatepreparado.Siempre.Quizánosiemprepuedavenirotroarescatarte.
Aminoréelpasohastadetenerme.Verazsiguiódescendiendo.Inhaléhondo.—Veraz—preguntéconunhilodevoz—.¿Quéesloquesabes?Sobre...esto.—Menosquetú—respondiójovialmente—.Peromásdeloquecreesquesé.—Hablasigualqueelbufón—rezongué.
—Sí.Aveces.Éseesotroquesabemuchosobrelasoledadyloqueéstapuedeempujarahaceraunhombre.—Cogióalientoycasipenséqueibaadecirquesabíaloqueerayo,yquenomecondenabaporello.Encambio,continuó—:Meparecequeelbufóntuvounaspalabrascontigohaceunosdías.
Loseguíaensilencioahora,preguntándomecómopodíasabertantosobretantascosas.LaHabilidad,naturalmente. Llegamos a su estudio y entré tras él. Charim, como siempre, ya nos estaba esperando.Había dispuesto comidayvino especiado.Veraz se lanzó sobre los platos congran apetito.Me sentéfrenteaélparaverlocomer,principalmente.Noteníamuchahambre,peromeabríaelapetitovercómodisfrutaba de aquella comida tan simple como robusta. Pensé que en ese sentido seguía siendo unsoldado.Dabacuentadeaquelpequeñoplacer,deesacomidaexquisitaybienpreparadacuandoteníahambre, y la disfrutaba mientras podía. Me producía una enorme satisfacción verlo lleno de vida yapetito.Mepreguntécómoseríaelveranosiguiente,cuandotuvieraquehabilitardurantehorasseguidasadiario,montandoguardiafrentealoscorsarios,empleandolosengañosdesumenteparadistraerlosaltiempo que alertaba a los nuestros. Recordé al Veraz del verano pasado en la época de la cosecha:demacrado,conelrostrosurcadodearrugas,sinfuerzasparaingerirnadaquenofueranlosestimulantesquediluíaChadeensuté.SuvidasehabíaconvertidoenlashorasquededicabaalaHabilidad.Llegadoel verano, su hambre deHabilidad reemplazaría cualquier otro apetito en su vida.Mepregunté cómoreaccionaríaanteesoKettricken.
Cuandohuboterminadodecomer,Verazrepasósusmapasconmigo.Elpatrónqueemergíaresultabaya inconfundible. A despego de los obstáculos, bosques, ríos o extensiones heladas, los forjadosavanzabansobreTorredelAlce.Noteníasentido.Losquemehabíaencontradoparecíanestarfueradesuscabales.Mecostabacreerquecualquieradeellosconcibieraenfrentarseaunviajeasí,sinpensarenlasinclemencias,sóloparallegaraTorredelAlce.
—Yestosinformesqueguardasindicanquetodoslohacen.TodoslosforjadosquehasidentificadosedirigíanaTorredelAlce.
—¿Aúntecuestaverlocomounplancoordinado?—preguntóVerazenvozbaja.—Noentiendocómopodríantenerningúntipodeplan.¿Cómosehancomunicadoentresí?Tampoco
parecequeseaunesfuerzoconcertado.Nosereúnenyviajanenbandas.Simplementeparecequetodosycadaunodeellosemprendesucaminoyalgunosterminanencontrándoseporazar.
—Comopolillasatraídasporlallamadeunavela—observóVeraz.—Omoscasporlacarroña—añadítaciturno.—Lasunasfascinadas,lasotrashambrientas—musitóVeraz—.Ojalásupieraquéesloqueatraea
losforjadoshaciamí.QuizáseaOtracosacompletamentedistinta.—¿Porquépiensasquedeberíasconocerelmotivo?¿Creesqueeressuobjetivo?—Nolosé.Perosi lodescubro, talvezcomprendaamienemigo.Nomeparececosadeazarque
todoslosforjadossedirijanaTorredelAlce.Creoquesemuevencontramí,Traspié.Talveznoporpropiainiciativa,perocontramí.Tengoquecomprenderporqué.
—Paracomprenderlostienesqueconvertirteenellos.—Oh.—Noparecíadivertido—.¿Ahoraquiénhablacomoelbufón?Lapreguntameintranquilizóylapaséporalto.—Mipríncipe,cuandoelbufónseburlódemíelotrodía...—Vacilé,zaheridoaúnporelrecuerdo.
Siemprehabíapensadoqueelbufóneramiamigo.Intentéapartaraquellaemoción—.Plantóideasenmi
mente.Asuexcéntricamanera.Dijo,siheresueltosusacertijoscorrectamente,quedeberíabuscarmáshábiles.Hombresymujeresdelageneracióndetupríncipe,entrenadosporSolícitaantesdequeGalenose convirtiera enMaestro de laHabilidad.Y parecía decir también que debería averiguarmás cosassobrelosVetulus.Cómoselosllama,quéhacen.Quéson.
Verazsereclinóensusillayjuntólosdedossobresupecho.—Cualquieradeesasempresasdaríatrabajosuficienteaunadecenadehombresy,almismotiempo,
ningunadeellasmerecequepierdasutiemponiunosolo,tanescasassonlasrespuestasacadapregunta.Encuantoaloprimero,sí,deberíahaberhábilesentrenosotros,personasmásancianasaunquemipadre,adiestradasparalasantiguasguerrascontralosmarginados.Lasidentidadesdeesospupilosnoseríandedominiopúblico.Laformaciónsellevabaacaboenprivado,e inclusolosmiembrosdeunacamarillapodríanconocerapocosmásfueradesucírculo.Aunquehabráarchivos.Seguroqueloshubo,ensudía.Ahorabien,quéhabrásidodeellos,nadielosabe.SupongoqueSolícitaseloscedióaGaleno.Peronoseencontraronensucuartonientresuspertenenciasdespuésdeque...falleciera.
FueVerazelquehizoahoraunapausa.LosdossabíamoscómohabíamuertoGaleno,enciertomodoamboshabíamosestadoallí,aunquenuncahabíamoshabladomuchodeello.Galenohabíamuertosiendountraidor,intentandodrenarlafuerzadeVerazconsuHabilidadparaasesinarlo.Encambio,VerazhabíarecurridoamifuerzaparadrenaraGaleno.Noeraunrecuerdoagradableparaningunodelosdos.Perohabléconaplomo,intentandoeliminartodorastrodeemocióndemivoz.
—¿CreesqueRegiosabrádóndeestánesosarchivos?—Silosabe,nohadichonadaalrespecto.—LavozdeVeraz,tanmonótonacomolamía,pusofina
eseasunto—.Aunquehetenidoalgodeéxitoalahoradedescubriraalgunoshábiles.Susnombres,almenos.En cualquier caso, los que he logradodescubrir ya estánmuertos o se desconoce su paraderoactual.
—Hum.—Recordaba haber escuchado algo al respecto en boca de Chade hacía algún tiempo—.¿Cómoconseguistesusnombres?
—Algunoslosrecordabamipadre.Losdelosmiembrosdelaúltimacamarilla,alserviciodelreyGeneroso.Aotroslosconocívagamentecuandoerapequeño.Descubríunospocosmáshablandoconlossirvientesmásancianosdelcastillo,pidiéndolesquerecordaranlosrumoresquepudieransobreposiblesalumnosdelaHabilidad.Aunque,claroestá,nolesditantasexplicaciones.Noquería,niquiero,quesesepademiempresa.
—¿Puedopreguntarelmotivo?Fruncióelceñoeindicósusmapasconlacabeza.—Nosoytanbrillantecomoloeratupadre,muchacho.Hidalgoeracapazdedarsaltosintuitivosque
rayabanenlomágico.Yodescubropatrones.¿Tepareceprobablequetodosloshabilitadosquepuedoencontraresténmuertosoenparaderodesconocido?SemeantojaquesiencuentrounoysunombreserelacionaconlaHabilidad,quizánoseabeneficiosoparasusalud.
Permanecimos un momento sentados en silencio. Estaba dejando que yo sacara mis propiasconclusiones.Fuilobastanteprudentecomoparanoexpresarlasenvozalta.
—¿YlosVetulus?—preguntéalcabo.—Otroenigma.Cuandoseescribíasobreellos,todoelmundosabíaloqueeran.Oesocreo.Seríalo
mismo que encontrar un pergamino que explicara exactamente qué es un caballo. Encontrarásmuchas
mencionesdepasada,yalgunasdirectamenterelacionadasconsuherraje,oconellinajedeunsemental,pero¿quiéndenosotrosveríalanecesidaddededicartiempoyesfuerzoaexplicarconpelosyseñalesquéesuncaballo?
—Entiendo.—Demodoque,unavezmás,mefaltanlosdetalles.Nohetenidotiempodededicarmeaesatarea.
—Sequedóunmomentosentado,mirándome.Luegoabrióunacajitadepiedradesuescritorioysacóunallave—.Hayunavitrinaenmidormitorio—dijodespacio—.Heguardadoallítodoslospergaminosquehepodido reunirquemencionena losVetulus, siquieradepasada.Tambiénhayalgunos relativosa laHabilidad.Tedoypermisoparaquelesechesunvistazo.PídelepapelbuenoaCericaytomanotadeloquedescubras.Buscapatronesenesosapuntes.Ytráemelosdentrodeunmesmásomenos.
Cogílapequeñallavedebronce.Parecíaquepesaramásdelodebido,comosiestuvieracargadaconla tarea que el bufónme había sugerido yVeraz había confirmado.Que buscara patrones,me sugeríaVeraz.Derepenteviuno,unaredextendidademíalbufón,deésteaVerazydeVerazamídenuevo.Comolosdemáspatronesdelpríncipe,noparecíaalgoaccidental.Mepreguntéquiénhabíaoriginadoaquél.MiréaVerazdesoslayo,perosuspensamientosestabanlejosdeallí.Melevantésinhacerruidoparamarcharme.
Cuandollegabaalapuertamehabló.—Ven a verme.Mañana,muy temprano.A la torre.A lomejor encontramos todavía a otro hábil,
ocultoentrenosotros.
Tareas
Quizá la facetamás devastadora de nuestra guerra con losCorsarios de laVelaRoja fuese lasensacióndeimpotenciaquenossobrecogía.Eracomosiunaterribleparálisisatenazaraalpaísyasus regentes.Las tácticasde loscorsarioseran tan incomprensiblesqueduranteelprimerañonosquedamos como petrificados. El segundo año de atropellos, intentamos defendernos. Pero nuestrasHabilidades se habían oxidado; las habíamos empleado durante demasiado tiempo sólo contra loscorsarios ocasionales, los oportunistas o desesperados. Contra aquellos piratas organizados quehabíanestudiadoelperfildenuestrascostas,lasposicionesdenuestrastorresdevigilancia,nuestrasmareas y corrientes, éramos como niños. Sólo la Habilidad del príncipe Veraz nos proporcionabaalgúntipodeprotección.Acuántasnavesobligóadarmediavuelta,acuántostimonelesenloquecióoacuántospilotosconfundió,nuncalosabremos.Comosupueblonopodíaentenderloquehacíaporellos,eracomosilosVatídiconohicierannada.Lagentesóloveíalasincursionesqueteníanéxito,nuncalosbarcosqueseestrellabancontralasrocasosedesviabandemasiadohaciaelsurempujadosporunatormenta.Lagenteestabadesalentada.Losducados terralesprotestabanpor los impuestosdestinados a proteger una costa que no compartían; los ducados costeros se quejaban de unosimpuestosquenoparecíanservirdenada.Poreso,sielentusiasmoporlosbuquesdeguerradeVerazeraveleidoso,algoqueaumentabaydisminuíaenfuncióndelaopiniónquetuvieralagentedeél,nopodemosechartodalaculpaalpueblo.Fueelinviernomáslargodemivida.
MedirigídelestudiodeVerazalosaposentosdelareinaKettricken.Llaméasupuertaymeabriólamisma doncella de antes. Con su carita risueña y sus rizos negros, Romerome recordaba a un hadatraviesa.Unavezdentro,elambientedelaestanciaparecíaapagado.HabíavariasdamasdecompañíadeKettricken,todasellassentadasentaburetesalrededordeunmarcoquesosteníaunateladelinoblanco.Estabanhilandoperfilesenella, floresyhojascosidasconhilosdevivoscolores.HabíapresenciadoproyectosparecidosenlasdependenciasdelaseñoraPremura.Porlogeneraltalesactividadesparecíandivertidas, las lenguas se entregaban a animadas conversaciones, las agujas centelleaban mientrasarrastrabansuscolasdehilobrillanteporel fuertepaño.Peroallí imperabaunsilenciocasiabsoluto.Lasmujerestrabajabanconlacabezaagachada,condisplicencia,conhabilidad,perosinrisas.Encadaesquina de la sala ardían velas perfumadas, rosas y verdes. Sus sutiles fragancias se mezclaban por
encimadeltelar.Kettrickenpresidíalatarea,conlasmanostanocupadascomolasdecualquiera.Parecíaserellael
origendeaquella tranquilidad.Susemblanteseveíacompuesto,plácido incluso.Suautoconfinamientoresultaba tan evidente que casi me parecía ver los muros levantados a su alrededor. Su aspecto eraagradable, amables susojos, peroyonopercibía supresencia.Era comoun recipientede agua fríayestancada.Sevestíaconunasencillatúnicalargayverde,máspróximaalestilodelasmontañasquealdeTorredelAlce.Habíaprescindidodealhajas.Levantólacabezaymedirigióunamiradainquisitiva.Me sentí como un intruso que se hubiera inmiscuido en la reunión de unamaestra con sus aplicadasalumnas. De modo que en lugar de limitarme a saludarla, intenté justificar mi presencia. Hablé conformalidad,plenamenteconscientedetodaslasmujeresquemeobservaban.
—ReinaKettricken.ElReyalaEsperaVerazmehaencargadoqueostransmitaunmensaje.Parecióaletearalgoensusojos,aunqueenseguidaseapagarondenuevo.—Sí—respondió,convozneutra.Lasagujasnocejaronensubailesincopado,peroestabasegurodequehastaelúltimooídoestaba
pendientedeloquefueraqueyotuviesequedecir.—En lo alto de una torre hubo antañoun jardín llamado el Jardín de laReina.Antes, dice el rey
Veraz, había muchas macetas y estanques. Era un lugar lleno de plantas, de peces y campanillas.Pertenecíaasumadre.Mireina,deseaqueoshagáiscargodeél.
La quietud se volvió aúnmás profunda alrededor de lamesa.Los ojos deKettricken doblaron sutamaño.Concuidado,preguntó:
—¿Esotehadicho,estásseguro?—Claroquesí,milady.—Sureacciónmedesconcertó—.Dijoquelesupondríauninmensoplacer
verlorestaurado.Hablabadeélconmuchocariño,sobretodoalrecordarlossemillerosdetomilloenflor.
LaalegríaseextendiósobreelrostrodeKettrickencomolospétalosdeunaflor.Sellevóunamanoala boca e inhaló una bocanada trémula entre sus dedos. La sangre acudió a sus pálidas mejillas,tiñéndolasderubor.Susojosresplandecieron.
—Tengo que verlo —exclamó—. ¡Tengo que verlo ahora mismo! —Se levantó de pronto—.¿Romero? Mi capa y mis guantes, por favor. —Contempló a sus damas de compañía con el rostroradiante—.¿Noqueréiscogervuestrascapasyguantestambién,yacompañarme?
—Mireina,hoylatormentarugeconfuria...—empezóuna,vacilante.Pero otra, una mujer mayor cuyos rasgos tenían un aire maternal, lady Modestia, se incorporó
despacio.—Yoosacompañoaloaltodelatorre.¡Pluck!—Unniñoquesesteabaenunrincónselevantódeun
salto—.Correytráemelacapaylosguantes.Ymicapucha.—SevolvióhaciaKettricken—.Recuerdobienel jardín,de losdíasde la reinaConstancia.Másdeunratoagradablepaséallíensucompañía.Seráunaalegríaverlorestaurado.
Seprodujounapausamínimaantesdequelasdemásdamasimitaransugesto.Cuandoregreséconmicapa, todas estaban listas para salir. Me sentí decididamente peculiar mientras encabezaba aquellaprocesióndeseñorasporelcastilloysubíamosluegolalargaescaleraquedabaalJardíndelaReina.Para entonces, contando a los pajes y los curiosos, debía de haber casi una decena de personas
siguiéndonos a Kettricken y a mí.Mientras abría la marcha por los empinados escalones de piedra,llevaba a Kettricken pegada a mis talones. Los demás formaban una larga cola a nuestras espaldas.Cuando empujé la pesadapuerta paraobligarla a abrirse pese a la nieve apilada contra ella, la reinapreguntóenvozbaja:
—Mehaperdonado,¿verdad?Medetuvepararecuperarelaliento.Abriraquellapuertanolehacíaningúnbienalaheridaquetenía
enelcuello.Tambiénmiantebrazopalpitabaconunlatirsordo.—¿Mireina?—preguntéamododerespuesta.—MiseñorVerazmehaperdonadoyéstaessuformadeexpresarlo.Oh,eljardínquehagaserápara
losdos.Novolveréaavergonzarlo.Cuandomequedémirandosusonrisade júbilo,aplicóelhombroa lapuertacongestocasualy la
abriódeunempujón.Mientraselfríoylaluzdeaqueldíainvernalmehacíanparpadear,ellasalióaloaltodelatorre.Seadentróenlanievecuajadaquelellegabaalapantorrilla,sinimportarleenabsoluto.Miréalrededordelyermo tejadoymepreguntésihabíaperdidoel juicio.Allínohabíanada, sólo lanievedensayrevueltabajoelcieloplomizo.Sehabíaadueñadodelasestatuasabandonadasylostiestosalineadoscontraunapared.MepreparéparaafrontarladesilusióndeKettricken.Encambio,enelcentrodelacimadelatorre,mientraselvientoarremolinabaasualrededorlosníveoscopos,estirólosbrazosygirósobrelostalones,riéndosecomounaniña.
—¡Esprecioso!—exclamó.Me atreví a salir tras sus pasos.Otrosme siguieron. En unmomentoKettricken llegó junto a los
montonesdeestatuas,jarronesytiestosqueseapilabanalolargodeunadelasparedes.Limpiólanievedelamejilladeunquerubínconungestotantiernocomosifuesesumadre.Retirólanievedeunbancodepiedra,levantóelquerubínyloposóencima.Noeraunaestatuapequeña,peroKettrickenempleósutamañoysufuerzaenérgicamentepararescatarvariaspiezasmásdelanieveagolpada.Celebrabaconexclamacionescadanuevohallazgo,insistiendoasusmujeresparaqueseacercaranylosadmirasen.
Mequedéunpocoalmargen.Elvientofríoquemeazotabareavivabaeldolordemisheridasymetraíaduros recuerdos.Allí había estadounavez, casi desnudopese al frío,mientrasGaleno intentabainculcarmelaHabilidadagolpes.Allíhabíaestado,enaquelmismositio,mientrasmeapaleabacomosiyo fueseunperro.Yallímehabíaenfrentadoaély, en lacontienda,habíaconsumidohastaelúltimoápicedeHabilidadquehubierapodidotener.Seguíasiendounlugaramargoparamí.Mepreguntéquéjardín,porplácidoyparadisíacoque fuese, seríacapazdeatraermemientrasestuvierasobreaquellaslosas.Unmurobajoatraíamiatención.Sabíaquesimeacercabaaélymeasomabaveríalosacantiladosrocososalfondo.Nolohice.Elrápidofinalquemeprometíaaquellacaídajamásvolveríaatentarme.ApartédemimentelaantiguainsinuacióndelaHabilidaddeGaleno.Mevolvíparaobservaralareina.
Contra el fondo blanco de nieve y piedra, sus colores cobraban vida. Hay una flor llamadacampanilladeinviernoqueavecesflorececuandotodavíanohanterminadoderetirarselosbancosdenieve.Merecordóauna.Suspálidoscabelloseranderepentedoradoscontralacapaverdequevestía,suslabiosrojos,susmejillasdelcolordelasrosasquevolveríanacrecerallí.Susojoserandosgemasazulesquerutilabanmientrasdesenterrabaycelebrabacadanuevotesoro.Porelcontrario,susdamasdecompañíavestidasdeoscuro,conlosojosnegrosocastaños,seembozabanyencogíanensuscapasycapuchas para protegerse del viento helado. Semostrabanmás comedidas, coincidían con su reina y
disfrutabandesualborozo,perotambiénsefrotabanlasmanosheladas,osujetabansuscapasconfuerzafrente a las rachas de viento. Así, pensé, así debería verla Veraz, rebosante de vida y entusiasmo.Entoncesnopodríaevitarquererla.Ardíadevitalidad,igualqueélcuandosalíaacazaroamontar.Enelpasado.
—Esencantador,ciertoes—seaventuróadecirunatalladyIlusión—.Perohacemuchofrío.Ypocosepodráhacerhastaquesederritalanieveyamainenlosvientos.
—¡Oh, te equivocas!—exclamó la reina Kettricken. Reía en voz alta cuando irguió la espalda ycaminóhastaelcentrodelatorre—.Losjardinesnacendelcorazón.Tengoquebarrermañanalanieveyelhielodeltejadodelatorre.Yluegohabráquecolocarestosbancos,lasestatuasylasmacetas.Pero¿cómo?¿Comolosradiosdeunarueda?¿Unlaberintodeensueño?¿Porcategorías,segúnsutamañoytemática?Haymilesdeformasenquepuedenordenarseytendréqueexperimentar.Amenosque,talvez,miseñorrecuerdecómoestabaensudía.¡Entonceslorestauraréparaél,eljardíndesuinfancia!
—Mañana, reinaKettricken.Ahoraanocheceyarreciael frío—aconsejó ladyModestia.Medabacuentadeloquepadecíalaancianatraselascensoylaexposiciónalaintemperie.Perosonreíaalhablar—.Quizásestanochepuedacontaroslascosasquerecuerdodeestejardín.
—¿Loharías?—exclamóKettricken,yacogiólasdosmanosdelamujerentrelassuyas.LasonrisaquededicóaladyModestiaeracomounabendición.—Seráunplacer.Y con aquellas palabras empezamos a desfilar lentamente fuera del tejado. Fui el último en salir.
Cerré lapuertaamiespaldayaguardéuninstanteaquemisojosseacostumbrarana laoscuridaddelinteriordelatorre.Abajo,elbalanceodelasvelasseñalabaeldescensodelosdemás.Bendijealpajequehubieratenidolaocurrenciadeircorriendoabuscarlas.Losseguímásdespacio,puesmedolíaelbrazo entero desde elmordisco al tajo de la espada. Pensé en la alegría deKettricken yme felicité,aunqueconuntintedeculpabilidadalreflexionarquesesosteníasobreunosfalsoscimientos.VerazsehabíasentidoaliviadocuandolesugeríentregareljardínaKettricken,peroelgestonohabíasignificadotantoparaélcomoparaella.Lareinaacometeríaaquellaempresacomosifueseaconstruiruntemplopara su amor.DudabaqueVeraz recordara siquiera al día siguiente el regalo que le había hecho.Mesentíaestúpidoytraidoralmismotiempomientrasbajabalosescalones.
Acudíalacenapensandoquemegustaríaestarsolo.Eludíelsalónymedirigíalasaladeguardia,frentealacocina,dondeencontrécenandoaBurrichyaManos.Cuandomeinvitaronaquemeunieraaellosnopudenegarme,perocuandomehubesentadofuecomosinoestuvieraallí.Nomeexcluyerondesuconversación,perohablabandeunavidaqueyoyanocompartía.Lainmensidaddericosdetallesdetodo lo que acontecía en los establos y los barracones de las caballerizas ahora se me escapaba.Discutíansusproblemascon laconfianzayel ímpetudequienescompartenun íntimoconocimientodefondo.Cadavezmásamenudomeencontrabaasintiendoasuspalabras,perosinaportarnada.Hacíanbuenasmigas.BurrichnoavasallabaaManos,peroéstenoocultabaelrespetoquesentíaporalguienalqueera evidentequeconsideraba su superior.Manoshabía aprendidomuchodeBurrichenmuypocotiempo.HabíasalidodeTorredelAlceelotoñopasadosiendounsimplemozodecuadra.Ahorahablabacompetentementedeloshalconesyperros,yformulabasólidaspreguntasrelativasaloscaballosdecríaseleccionados por Burrich. Yo seguía comiendo cuando se levantaron para irse. Manos estabapreocupadoporunperroquehabíarecibidolacozdeuncaballoesemismodía.Medieronlasbuenas
nochesyseguíanconversandoanimadamentecuandosalieronporlapuerta.Mequedésentadoensilencio.Habíamáspersonasamialrededor,guardiasysoldadosquecomían,
bebíanycharlaban.Losagradables sonidosde la conversación,de las cucharas contra losplatos,delcuchilloalcortarunacuñadequesoeranmúsicaparamisoídos.Laestanciaolíaacomidayagente,aleña, a cerveza derramada y caldo sabroso. Tendría que haberme sentido contento, no inquieto. Nimelancólico.Nisolo.
¿Hermano?Yavoy.Reúneteconmigoenlaantiguaporqueriza.OjosdeNoche se había alejado para cazar. Fui el primero en llegar y lo esperé en la oscuridad.
Habíauntarrodeungüentoenmibolsa,ytambiénllevabaotrallenadehuesos.Lanievesearremolinabaa mi alrededor en un interminable baile de chispas blancas. Mis ojos escrutaban la penumbra. Lopresentí,sentísuproximidad,peroaunasíselasapañóparasobresaltarmecuandoapareciódeunsalto.Se apiadódemí y sólomeprodigóunpellizco con los dientes y un suavemeneo amimuñeca ilesa.Entramosen lachoza.Encendíun trozodevelay leechéunvistazoasuhombro.Lanochepasadayoestabacansado,ydolorido,porloquemealegróverquehabíahechounbuentrabajoapesardetodo.Habíatrasquiladoladensamatadepelohastalapielalrededordelcorteyhabíalavadolaheridaconnieve.Lacostraquelacubríaeraoscuraygruesa.Viquehabíasangradounpocomásesedía,peronomucho.Apliquésobreellaunagruesacapadeungüento.OjosdeNocheseencogióunpoco,perosoportómiscuidados.Cuandohubeterminado,volviólacabezayhusmeólazonaconinterés.
Grasadeoca,observó,yempezóalamerla.Lodejéhacer.Lamedicinanoleharíaningúndañoysulengualaintroduciríaenlaheridamuchomejorquemisdedos.
¿Tieneshambre?,pregunté.Nomucha,laverdad.Hayratonesenabundanciaenlamurallavieja.Luego,mientrasolisqueabala
bolsaquehabíatraído:Aunqueunpocodeterneraovenadonoestaríademás.Volquéelmontóndehuesosenelsueloysetendiójuntoaellossindilación.Losolióyescogióun
nudillocarnosopararoer.¿Cazaremospronto?Trazólaimagendelosforjadosensumente.Dentrodeundíaoasí.Lapróximavezquierosercapazdeempuñarunaespada.Noteculpo.Losdientesdevacanosongrancosacomoarma.Peronotardesdemasiado.¿Yeso?Hoyhevistoalgunos.Enajenados.Habíanencontradounalcevíctimadelfríotiradoaorillasde
unarroyoyseloestabancomiendo.Lacarneestabapodridayapestaba,perolesdioigual.Aunquenolosentretendrámuchotiempo.Mañanasehabránacercadomás.
Entonces saldremos de cazamañana. Enséñame dónde los has visto. Cerré los ojos y reconocí laorillaquerecordóparamí.¡Nosabíaqueteaventurarastanlejos!¿Hasrecorridohoyesadistancia,conelhombroherido?
Noestabatanlejos.Percibíundejodebravuconeríaenaquellarespuesta.Además,sabíaqueíbamosabuscarlos.Puedoviajarmuchomásrápidocuandoestoysolo.Esmásfácilqueyolosencuentreyluegotelleveatihastaellosparalacacería.
Noesningunacacería,OjosdeNoche.No.Peroesalgoquehacemospornuestramanada.Permanecíunratosentadojuntoaélenagradablesilencio,viendocómoroíaloshuesosquelehabía
llevado.Habíacrecidomuchoese invierno.Entregadoaunadietaadecuaday librede losconfinesdeuna jaula,habíaganadopesoymúsculos.Lanievepodíacubrir supelaje,pero lascerdasnegrasmásgruesasintercaladasensuabrigogrisrepelíanloscoposeimpedíanquelahumedadllegaraasupiel.
Olía a sano, además, no a la rancidez perruna de un can sobrealimentado y falto de ejercicio. Suesenciaeralimpiaysalvaje.Ayermesalvastelavida.
Túmesalvastedemorirenjaulado.Creoquellevabatantotiemposoloquesemehabíaolvidadoloquesignificatenerunamigo.Dejó de roer su hueso ymedirigió unamirada no exenta de humorismo. ¿Amigo?Esa palabra se
quedacorta,hermano.Yapuntaenladirecciónequivocada.Sí,nomemiresasí.Seréparatiloqueerestúparamí.Hermanoymanada.Peronosoytodoloquellegarásanecesitar.Siguiórumiandosuhuesoyyomequedérumiandoloquemeacababadedecir.
Queduermasbien,hermano,medespedí.Soltóunbufido.¿Dormir?Nolocreo.Aúnpuedeasomarlalunaentrelasnubesydarmebuenaluz
paracazar.Perosino,dormiré.Asentíylodejéconsushuesos.Mientrasregresabaalcastillomesentímenosdesamparadoysolo
queantes.PerotambiénsentíunapunzadaderemordimientosporqueOjosdeNocheadaptarasuvidaysuvoluntadalamíadeaquellamanera.Nomeparecíaquefueseadecuadoquepersiguieraforjadosdeesemodo.
Por la manada. Esto es por el bien de la manada. Los enajenados intentan invadir nuestroterritorio.Nopodemospermitirlo.Parecíaconformeconeso,ysorprendidodequeamímepreocupara.Asentí para ambos en la oscuridad y traspuse la puerta de la cocina, de vuelta a la luz amarilla y lacalidez.
Subí lasescalerashastamicuarto,pensandoen loquehabíavividoen losúltimosdías.Mehabíadecididoadejaralcachorroenlibertady,envezdeeso,noshabíamosconvertidoenhermanos.Nololamentaba.HabíavisitadoaVerazconla intencióndeadvertirledelosforjadosqueseaproximabanaTorredelAlce.Encambio,habíadescubiertoqueélyaestabaalcorriente,mehabíaencargadolatareade estudiar a los Vetulus e intentar descubrir más hábiles. Le había pedido que le diera el jardín aKettricken para distraer la mente de ésta de sus preocupaciones. Con eso sólo había conseguidoengañarla y afianzar el amor que sentía ella por Veraz. Me detuve en un rellano para recuperar elresuello. Quizá, reflexioné, bailábamos todos al son del bufón. ¿No era él mismo el que me habíasugeridoalgunasdeaquellascosas?
Sentílallavedebronceenmibolsillo.Ahoraeratanbuenmomentocomocualquierotro.Veraznoestabaensuantecámara,peroCharimsí.Notuvoreparosenpermitirmelaentradayemplearla llave.Cogíunmontóndelospergaminosqueencontréallí;habíamásdelosqueesperaba.Melosllevéamihabitaciónylosdejéencimadelarcón.Encendíunfuegoenlachimenea.Echéunvistazoalvendajedemicuello.Eraun feoamasijode trapos saturadosde sangre.Sabíaque teníaquecambiarlo.Medabamiedoaflojarlacompresa.Enseguida.Echémásleñaalfuego.Curioseéentrelospergaminos.Caligrafíadiminutadepatasdearaña,ilustracionesdescoloridas.Levantélacabezaymiréamialrededor.
Una cama. Un arcón. Una mesita de noche. Una jarra y una palangana para mi aseo. Un tapizrealmente feo en el que el rey Sapiencia parlamentaba con unVetulus amarillento.Un ramo de velassobrelarepisadelachimenea.Elcuartoapenassihabíacambiadoenlosañosquellevabaviviendoallí,
desdelaprimeranochequeloocupé.Eraunlugarparcoydeprimente,sinimaginación.Deprontoyoeraunapersonaparcaydeprimente,sinimaginación.Rastreaba,cazabaymataba.Obedecía.Másperroquehombre.Ynisiquieraunperropredilectoalqueacariciaranyhalagaran.Eraotromiembroesforzadodela manada. ¿Cuándo había hablado con Artimañas por última vez? O con Chade. Hasta el bufón seburlaba de mí. ¿Qué era yo ahora para todos más que una herramienta? ¿Quedaba alguien que sepreocuparapormí, pormipersona?De repente semeantojó insoportablemi sola compañía.Solté elpergaminoquehabíacogidoysalídelahabitación.
CuandollaméalapuertadelcuartodePaciencia,seprodujounapausa.—¿Quiénes?LavozdeCordonia.—TraspiéHidalgo.—¡TraspiéHidalgo!Untintedesorpresaenlavoz.Eratardepararecibirmivisita.Solíavenirduranteeldía.Mereconfortóoírelsonidodeuncerrojo
alcorrerse,unpestilloalsoltarse.Habíahechocasodemispalabras,pensé.LapuertaseabriódespacioyCordoniadiounpasoatrásparainvitarmeapasar,conunasonrisadubitativa.
Entré,saludéefusivamenteaCordoniaymiréenrededorbuscandoaPaciencia.Supusequeestaríaenlaotracámara.Peroenunrincón,conlacabezainclinadasobresulabordebordado,encontréaMolly.Nomemirónireconociómipresenciaenmodoalguno.Llevabaelpelorecogidoenunmoñobajounagorritadepunto.Encualquierotramujer,suvestidoazulpodríahaberparecidosencilloymodesto.EnMollyresultabaelegante.Susojosestabanfijosensuquehacer.MiréaCordoniadesoslayoyladescubríobservándomefijamente.VolvíamiraraMollyysaltóalgoenmiinterior.Mehicieronfaltacuatropasosparacruzarlaestanciayplantarmeanteella.Mearrodilléjuntoasusillay,cuandoseapartódemí,lecogílamanoymelaacerquéaloslabios.
—¡TraspiéHidalgo!LavozdePacienciaamiespaldasonabaultrajada.Lavienmarcadaenelquiciodelapuerta.Larabiaconvertíasuslabiosenunafinalínea.Levolvíla
espalda.Mollyhabíatorcidolacabezaparanomirarme.Lesostuvelamanoyhabléenvozbaja.—Yanopuedoseguirasí.Nadiepodría.Nopuedoestarsiemprelejosdeti.Liberósumanodelamíayladejéparanohacerledañoenlosdedos.Peromeagarréasufalday
tironeédeellacomounchiquilloobstinado.—Dimealgoalmenos—supliqué,perofuePaciencialaquehabló.—TraspiéHidalgo,estoesunaindecencia.Paradeunavez.—Tampocofuedecente,nisabio,niapropiadoquemipadretecortejaracomolohizo,peroesonolo
arredró.Sospechoquesentíalomismoqueyo.SeguíasinapartarlosojosdeMolly.EsomeconsiguióunmomentodesobresaltadosilencioporpartedePaciencia.PerofueMollylaque
dejósucosturaaunladoyselevantó.Sealejó,ycuandoestuvoclaroquedebíasoltarlelafaldasinoqueríaromperlatela,laliberé.Seapartódemí.
—ConelpermisodemiladyPaciencia,megustaríaretirarme.
—Sinduda—replicóPaciencia,aunqueerainnegablequeladudaanidabaensuvoz.—Sitútevasnomequedaránada.Sabíaquemispalabrassonabandemasiadodramáticas.Seguíaarrodilladojuntoasusilla.—Aunquemequede,seguirássintenernada—Mollyhablabatranquilamentemientrassequitabael
delantaly locolgabaenunapercha—.Soyunacriada.Túeresun jovennoble,miembrode la familiareal.Nuncapodráhabernada entrenosotros.Mehepodidodar cuentade eso en el transcursode lasúltimassemanas.
—No.—Meincorporéyavancéhaciaella,resistiéndomeatocarla—.TúeresMollyyyoelNuevo.—Antes,talvez—concedióMolly.Suspiró—.Peroyano.Nomelopongáismásdifícil,sir.Debéis
dejarmeenpaz.Notengoadondeir;hedequedarmeaquíytrabajar,almenoshastaquehayaahorradolosuficiente...—Meneólacabezaderepente—.Buenasnoches,milady.Cordonia.Sir.
Mevolviólaespalda.Cordoniaguardabasilencio.ViquenoleabríalapuertaaMolly,peroéstanosedetuvoallí.Lapuertasecerróconfirmezaasuespalda.Unsilencioterribleinvadiólaestancia.
—Bueno—exhalóalfinPaciencia—.Mealegraverqueporlomenosunodelosdostienecabeza.¿Enquédiantreestabaspensando,TraspiéHidalgo,parairrumpiraquídeesemodoyagredircasiamidoncella?
—Pensabaenlomuchoquelaquiero—contestébruscamente.Medesploméenunasillayapoyélacabezaenambasmanos—.Pensabaenlohartoqueestoydeestasoledad.
—¿Poresohasvenido?Pacienciacasiparecíaofendida.—No. Venía a verte. No sabía que estaría ella aquí. Pero al verla se me echó todo encima. De
verdad,Paciencia.Nopuedoseguirasí.—Bueno,puesvetehaciendoalaidea,porqueasívasaseguir.Eranduraspalabras,perosuspiróalpronunciarlas.—¿HablaMolly de... demí?Contigo. Tengo que saberlo. Por favor.—Intercambiamosmiradas y
rompíelsilencio—.¿Deverasquierequeladejeenpaz?¿Tantohallegadoadespreciarme?¿Esquenohe hecho todo lo queme dijiste?He esperado, Paciencia. La he esquivado, he tenido cuidado de noiniciarningunaconversación.Pero¿cuándoacabará todoesto?¿Oacasoeraése tuplan?Mantenernosapartadoshasta quenos olvidemos el unodel otro.Nopuede funcionar.No soyunbebéy esto no esninguna baratija que quieras esconder demí, distrayéndome con otros juguetes. Ésta esmiMolly. Lallevoenelcorazónynoestoydispuestoaperderla.
—Metemoquedebeshacerlo.Pacienciadejócaerlaspalabrasconpesadez.—¿Porqué?¿Haelegidoaotro?Pacienciaespantómispalabrasconlamano.—No.Notieneunpelodevoluble,esachica.Eslista,esmerada,ingeniosayvoluntariosa.Entiendo
porquétehaconquistadoelcorazón.Perotambiéntienesuorgullo.Hasabidodarsecuentadeloquetúteniegasaver.Quecadaunoprocededeorígenestandistintosqueesimposiblequesecrucenvuestroscaminos.AunqueArtimañasconsintieravuestroenlace,loquedudomucho,¿cómoviviríais?NopuedesabandonarelcastilloparamudartealaciudaddeTorredelAlceytrabajarenunavelería.Sabesquenopuedes.¿Ycuálseríasuposiciónsilamantuvierasaquí?Peseasuvalía,quienesnolaconocierantan
biensóloveríanvuestradiferenciaderango.Laconsideraríanuncaprichotuyo.«Uy,elbastardo,queleechóelojoaladoncelladesumadrastra.Seguroqueselallevóalgranerounavezdemásyahoraletocapagarelpato.»Yasabesaquétipodehabladuríasmerefiero.
Losabía.—Medaigualloquedigalagente.—Talveztúpodríassoportarlo.Pero¿yMolly?¿Yvuestroshijos?Guardésilencio.Pacienciavolvióelrostrohaciasusmanos,recogidasensuregazo.—Eres joven, Traspié Hidalgo—habló en vozmuy baja, conciliadora—. Sé que ahora te cuesta
creerlo,peroconocerásaotra.Unamáspróximaatuestación.Ytambiénella.Alomejorsemereceesaoportunidaddeserfeliz.Alomejorharíasbienretirándote.Dateunaño.Sialtérminodeeseplazotussentimientosnohancambiado,enfin...
—Missentimientosnocambiaránnunca.—Ni los suyos, me temo—replicó secamente Paciencia—. Te quería, Traspié. Cuando no sabía
quiéneras,teentregósucorazón.Ellamismalohadicho.Noesmideseodesvelarsusconfidencias,perosihacesloquetepideyladejasenpaz,nuncapodrádecírteloenpersona.Asíquetelodiréyoyesperoquenometengasencuentaeldañoquetepuedahacer.Ellasabequeestonopuedefuncionar.Noquiereser lacriadaquesecasaconunnoble.Noquierequesushijossean losvástagosdeunasirvientadelcastillo. Por eso ahorra lo poco que le puedo pagar. Compra su cera y sus perfumes y siguedesempeñandosuoficiocomobuenamentepuede.Aspiraaahorrarlosuficienteparaempezardenuevoalgún día, para recuperar su velería. No será mañana, pero ése es el objetivo que se ha fijado.—Pacienciahizounapausa—.Novelugarparatienesavida.
Permanecí sentado largo rato, pensativo. Ni Cordonia ni Paciencia dijeron nada. Cordoniadeambulabasigilosaenmediodenuestrosilencio,preparandoté.Mepusounatazaenlasmanos.Levantélacabezaeintentésonreír.Dejéeltéaunladocondelicadeza.
—¿Sabíasdesdeelprincipioqueestoacabaríaasí?—pregunté.—Melotemía—selimitóaresponderPaciencia—.Perotambiénsabíaquenopodíahacernadaal
respecto.Tampocotú.Dejé de pensar incluso.Debajo de la vieja cabaña, en unamadriguera escarbada,Ojos deNoche
dormitaba con el hocico encima de un hueso. Lo toqué suavemente, sin despertarlo siquiera. Surespiraciónserenaeraunancla.Laaprovechéparanoderrumbarme.
—¿Traspié?¿Quévasahacer?Laslágrimasmeaguijoneabanlosojos.Parpadeéylascontuve.—Loquemedigan—dijeconvozronca—.¿Algunavezhehechootracosa?Paciencia sequedócalladamientrasme levantabadespacio.Laheridademi cuellopalpitaba.De
prontosóloqueríadormir.Asintiócuandomeexcusé.Medetuveenlapuerta.—Porquéhevenidoestanoche.Apartedeparaverte.LareinaKettrickensehapropuestorestaurar
el Jardínde laReina.El que está en lo altode la torre.Mencionóque le gustaría saber cómoestabadispuesto originalmente el jardín. En tiempos de la reina Constancia. Pensé que a lo mejor tú teacordabas.
Pacienciavaciló.—Lorecuerdo.Muybien.—Guardósilencioun instante,antesdeanimarse—.Puedodibujárteloy
explicártelo.Luegoselopuedesrelataralareina.Lamiréalosojos.—Creoquedeberíasiraverla.Leharíamuchailusión,pienso.—Traspié, nunca se me ha dado bien la gente.—Le falló la voz—. Seguro que le parezco rara.
Aburrida.Nopodría...Dejólafraseinacabada.—LareinaKettrickenestámuysola—dijeenvozbaja—.Estárodeadadedamasdecompañía,pero
meparecequeno tieneningunaamigadeverdad.Tú fuisteReinaa laEsperaunavez. ¿No recuerdascómoera?
—Muydiferentedeloquedebedeserparaella,supongo.—Esprobable—convine.Medi lavuelta—.Paraempezar, tú teníasunmaridoque tequeríayse
ocupabadeti.—Amiespalda,Pacienciaemitióunruiditodepasmo—.YnocreoqueelpríncipeRegiofuesetan...listocomoahora.YcontabasconelapoyodeCordonia.Sí,ladyPaciencia.Seguroqueparaellaesdiferente.Muydiferente.
—¡TraspiéHidalgo!Medetuveenlapuerta.—¿Sí,milady?—¡Míramecuandotehable!Medilavueltalentamenteyellacruzóladistanciaquenosseparabaalargaszancadas.—Québajohascaído.¡Pretendesavergonzarme!¿Creesquereniegodemisobligaciones?¿Quenosé
cuálesmideber?—¿Milady?—Iréaverlamañana.Pensaráquesoyrara,alocadaytorpe.Seaburriráconmigoydesearénohaber
idonunca.Luegovendrásapedirmedisculpasporobligarmeahacerlo.—Vossabéismásqueyo,milady.—Lárgatecontusalmibaradosmodales.Críoinsufrible.Volvióadarunfuertepisotónenelsuelo,girósobresustalonesyserefugióensuantecámara.Cordoniameabriólapuerta.Teníaloslabiosapretados,estabatensa.—¿Sí?—preguntéalsalir,sabiendoqueteníaalgoquedecirme.—Estabapensandoqueeresigualquetupadre—observóCordoniaconvoztirante—.Aunquemenos
testarudo.Tupadrenoserendíatanfácilmente.Cerrólapuertaconfuerzaenmicara.Mequedémirandolapuertacerradauninstante,antesdeemprenderelregresoamihabitación.Sabía
queteníaquecambiarelvendajedemicuello.Subíeltramodeescaleras,conelbrazopalpitandoacadapaso.Medetuveenelrellano.Paséunratoviendocómoardíanlasvelasensusabrazaderas.Afrontéelsiguientetrechodeescalones.
Llaméconinsistenciadurantevariosminutos.Unaluzdevelaamarillasalíapordebajodesupuerta,peroseapagódegolpemientrasyoseguíaaporreando.Saquéelcuchilloymanipuléelpestillosinningúndisimulo. Lo había cambiado. Parecía que hubiese además una tranca, más pesada de lo que podíalevantarconmihoja.Desistíymefui.
Bajarsiempreesmásfácilquesubir.Dehechopuederesultardemasiadofácilsisetieneunbrazo
lastimado.Vialolejoslasolasquerompíancontralasrocascomoencajedeespumablanca.OjosdeNoche tenía razón. La luna había conseguido salir un poco. La cuerda resbaló un poco en mi manoenguantadaygruñícuandomibrazoheridotuvoquesostener todoelpesodemicuerpo.Sólounpocomás,meprometí.Descendíotrosdospasos.
LacornisadelaventanadeMollyeramásestrechadeloqueesperaba.Dejélacuerdaenroscadaenmi brazo mientras me balanceaba. La hoja del cuchillo se deslizó con facilidad en la rendija queseparabalospostigos;noencajabanbien.Elpestillosuperiorhabíacedidoymedebatíaconeldeabajocuandooíunavozprocedentedelinterior.
—Comoentres,grito.Vendránlosguardias.—Puesvetehaciendotéparaellos—repliquéobstinado.Volvíazarandearelpestilloinferior.Mollyabriólospostigosdegolpe.Sequedóenelmarcodelaventana,iluminadadesdeatrásporla
veleidosaluzdelfuegoqueardíaensuchimenea.Estabaencamisón,peroaúnnosehabíarecogidoelcabelloensustrenzas.Lollevabasueltoylustroso,reciéncepillado.Secubríaloshombrosconunchal.
—Vete—medijoconfiereza—.Largodeaquí.—Nopuedo—jadeé—.Notengofuerzasparasubirahora,ylacuerdanoeslobastantelargapara
llegarhastaelpiedelapared.—Nopuedesentrar—repitió,testaruda.—Deacuerdo.Mesentéenelalféizar,conunapiernadentrodelcuartoy laotracolgandofueradelaventana.El
viento soplaba ami alrededor, acariciaba su camisón y avivaba las llamas.No dije nada. Empezó atiritarenseguida.
—¿Quéquieres?—preguntóenfadada.—Ati.Tequeríadecirquemañanavoyapedirlepermisoalreyparacasarmecontigo.Laspalabrasescaparondemislabiossinpreviaplanificación.Comprendímareadoquepodíahacery
decirloquequisiera.Todoloquequisiera.Mollysesobresaltó.Bajólavozparadecir:—Noquierocasarmecontigo.—Nolecontaréesaparte.Medescubrísonriendo.—¡Estásinsoportable!—Sí.Yaterido.Porfavor,dejaquealmenosmeguarezcadelfrío.No expresó su permiso en voz alta, pero se apartó de la ventana. Entré ágilmente de un salto,
haciendocasoomisodelasprotestasdemibrazo.Cerréytranquélospostigos.Crucélaestancia.Mearrodilléjuntoasuchimeneayalimentéelfuegoconleñosparaahuyentarelfríodelahabitación.Luegomepusedepie,conlasmanostendidashacialalumbre.Mollynodijounasolapalabra.Estabadepie,tiesacomounaespada,conlosbrazoscruzadossobreelpecho.Lamirédesoslayoysonreí.
Ellano.—Tienesqueirte.Dejéquemisonrisasedesvaneciera.—Molly,por favor, sólo tepidoquehablesconmigo.Pensé, laúltimavezquenosvimos,quenos
entendíamosmutuamente.Ahoranomedirigeslapalabra,medaslaespalda...Noséquéhacambiado,no
entiendoloqueocurreentrenosotros.—Nada.—Derepenteparecíamuyfrágil—.Entrenosotrosnoocurrenada.Nopuedeocurrirnada.
TraspiéHidalgo—qué extraño sonaba ese nombre en sus labios—, he tenido tiempo para pensar. Sihubierasacudidoamíasíhaceunasemana,ounmes,impetuosoysonriente,séquehabríacaídoentusbrazos.—Sepermitióesbozarelfantasmadeunasonrisa.Comoquienrecuerdalaformaenquesaltabaalacombaunniñoyamuertoundíadeveranolejano—.Peronoviniste.Hassidoprácticoycorrecto,hashechotodoloquedebías.Yaunqueparezcaunatontería,esomehadolido.Medecíaquesimeamarasconlapasiónconquedeclarastequemeamabas,nadapodríaimpedirtequemevieras,nilosmuros,nilosmodales,ni la reputaciónnielprotocolo.Aquellanoche,cuandoviniste,cuando...peronocambiónada.Noregresaste.
—Perosilohiceportubien,portubuennombre...—empecédesesperado.—Calla.Yatedijequeeraunatontería.Perolossentimientos,sentimientosson,nadatienenquever
con la inteligencia.Elque tumeamarasno teníanadade inteligente.Nimicariñopor ti.Mehedadocuentade eso, comomehedadocuentadeque la inteligenciadebía imponerse a los sentimientos.—Suspiró—.Cómomeenfadé laprimeravezquehablécon tu tío.Quéultrajadamesentí.Hizoquemeafianzaraenmidesafianza,queresolvieraquedarmeaquípeseatodoloqueseinterponíaentrenosotros.Peronosoydepiedra.Aunquelofuera,hastalaspiedrasterminanporerosionarsebajoelfríogoteodelsentidocomún.
—¿Mitío?¿ElpríncipeRegio?Mecostabacreertamañatraición.Asintiólentamente.—Queríaquenoledijeranadaanadiedesuvisita.Dijoquenoconveníaqueteenteraras.Actuaba
movidoporelbiendesufamilia.Medijoquedeberíaentenderlo,peromepusefuriosa.Sóloconelpasodeltiempomehahechoverquetambiénerapormibien.
Hizounapausaysefrotóunamejillaconlamano.Estaballorando.Ensilencio,lágrimasmudasquecaíanmientrashablaba.
Meacerquéaella.Leabrítentativamentelosbrazos.Noseresistióyesomesorprendió.Laabracécon cuidado, como si fuese unamariposa quebradiza. Agachó la cabeza hasta apoyar la frente enmihombroyhablódirigiéndoseamipecho.
—Dentrodeunosmeseshabréahorradolosuficienteparapoderempezardenuevo.Noparaabrirunnegocio, pero alquilaré una habitación en alguna parte y buscaré trabajo para mantenerme. Entoncesempezaré a ahorrar para montar una tienda. Ésos son mis planes. Lady Paciencia es muy amable yCordoniasehaconvertidoenunabuenaamiga,peronomegustahacerdecriada.Nopiensoseguirasímásdelonecesario.
Calló y permaneció inmóvil entre mis brazos. Temblaba ligeramente, como si estuviera agotada.Parecíaqueselehubieranterminadolaspalabras.
—¿Quétedijomitío?—preguntéconcuidado.Nada.—Tragó saliva ymovió levemente el rostro contramí.Creo que enjugó las lágrimas enmi
camisa—.Sóloloqueesperaríasescuchar.Laprimeravezquevinosemostrófríoyaltivo.Pensaríaqueera una... fulana callejera, supongo. Me advirtió severamente de que el rey no iba a tolerar másescándalos. Exigió saber si yo estaba embarazada. Me enfadé, naturalmente. Le dije que eso era
imposible,quenosotrosnuncahabíamos...—Mollyhizounapausaypudenotarcomolaavergonzabaquealguienlehubierahechosiquieraunainsinuación—.Entoncesmedijoque,siesoeracierto,bienestaba,ymepreguntóquécompensaciónpensabayoquememerecíaporaquello.
Aquellapalabrafueunpuñalquesemeclavóenlasentrañas.Larabiaquesentíaseacumulaba,peromeobliguéaguardarsilencioparaqueellapudieracompletarsurelato.
—Le dije que no esperaba nada.Queme había estado engañandomisma tanto como túme habíasengañadoamí.Luegomeofreciódinero.Paraquemefuese.Yparaquenuncahablasedeti.Nideloquehabíaocurridoentrenosotros.
Teníaproblemasparacontinuar.Acadafrase,suvozsubíadetonoysetornabamástirante.Pugnabapormantenerunasemblanzadecalmaqueyosabíaquenosentía.
—Meofreciólosuficienteparaabrirunavelería.Meenfadé.Ledijequenohabíadinerocapazdepagarmidesamor.Quesilaofertadedineropudieraencenderoapagarmiamor,entoncessíqueseríaunaputa.Seenojómucho,perosemarchó.
Soltóunsollozoestranguladoderepente,antesdequedarsemuyquieta.Leacariciéloshombrosconsuavidad, liberando la tensión acumulada en ellos, y el pelo, más suave y lustroso que la crin decualquiercaballo.Habíaenmudecido.
—Regioesunembustero—meoídecir—.Pretendehacermedañoalejándotedemí.Avergonzarmehiriéndote.—Meneé la cabeza, sorprendidopormipropiaestupidez—.Teníaquehaberprevistoalgoasí. No seme ocurría que podríamurmurar contra ti, o arreglarlo demodo que resultaras herida dealgunamanera.PeroBurrichestabaenlocierto.Esehombrenotienemoral,nosigueningunanorma.
—Al principio se mostró frío, pero nunca abiertamente grosero. Decía venir sólo en calidad deportavoz del rey, que acudía él en persona para evitar escándalos, para que nadie supieramás de lonecesario. Su intención era impedir las habladurías, no alentarlas. Más tarde, cuando ya habíamoshabladovariasveces,dijoquelamentabavermeenunasituacióntancomprometidayqueinformaríaalreydequeyonoeraresponsabledenada.Llegóacomprarmevelasehizocorrerlavozdequeyolasvendía.Creoqueintentaayudar,TraspiéHidalgo.Oasíloveél.
Oírla defender a Regiome hizomás daño que cualquier insulto o reprimenda que pudiera lanzarcontramí. Seme enredaron los dedos en sus suaves cabellos y los desenmarañé con cuidado.Regio.Todas las semanas que había pasado solo, esquivándola, sin hablar con ella para no fomentar elescándalo.DejándolasolaparaqueRegiopudierahacerlecompañía.Noparacortejarla,no,perosíparaganárselaconsupracticadoencantoysusestudiadaspalabras.Erosionandolaimagenqueteníaellademímientrasyonoestabaallíparacontradecirningunodesusembustes.Haciéndosepasarporsualiadomientrasyo renunciabaamivozparaconvertirmeenel jovenalocado,elvillanodesconsiderado.Memordílalenguaantesdevolverahablarmaldeéldelantedeella.Asísóloconseguiríasonarcomouncríoenfurruñado,atacandoalquepretendíaoponerseasucapricho.
—¿HashabladodelasvisitasdeRegioconPacienciaoCordonia?¿Quétehandichodeél?Negóconlacabezayelmovimientoesparciólafraganciadesuscabellos.—Meadvirtiódequenodijeranadaanadie.«Lasmujereshablan»,dijo,yesverdad.Nisiquiera
tendríaquehabértelodichoati.MeaseguróquePacienciayCordoniamerespetaríanmássiparecíaquehabíatomadoestadecisiónyosola.Tambiéndijo...quetúnomedejaríasmarchar...sisospechabasqueladecisiónproveníadeél.Queteníasquepensarquemealejabadetiporvoluntadpropia.
—Hastaesepuntomeconoce—admití.—Nodeberíahabertedichonada—murmuró.Seapartóunpocodemíparamirarmealosojos—.No
séporquélohehecho.Susojosysucabelloreuníanloscoloresdeunbosque.—¿Alomejorporquenoquieresquetedejepartir?—aventuré.—Debeshacerlo.Ambossabemosquenotenemosningúnfuturojuntos.Todo fue quietud por un instante. El fuego crepitaba quedamente para sí.Ninguno de los dos nos
movimos.Perodealgúnmodomerecluíenotro lugar,unsitiodondeeradolorosamenteconscientedecadafraganciaycadarocequeemanabadeella.Susojosylaesenciadehierbasensupielysupelosefundíanconlacalidezylatersuradesucuerpobajoelsuavecamisóndelana.Laexperimentabacomosifuese un color nuevo revelado de repente para mis ojos. Todas las preocupaciones, aun todos lospensamientos, quedaron en suspenso en medio de aquella súbita toma de conciencia. Sé que meestremecí, pues me puso las manos en los hombros y me los apretó para reconfortarme. El calorprocedentedesusdedosmetraspasó.Measoméasusojosymedesconcertóloquevienellos.
Mebesó.Aquelgestotansimple,elofrecimientodesubocaalamía,fuecomolaaperturadelascompuertas
deundique.Loquesiguiófueunasucesiónininterrumpidadebesos.Nonosdetuvimosaconsiderarlainteligencia o la moralidad, no vacilamos en ningún momento. El permiso que nos concedimosmutuamenteeraabsoluto.Nosaventuramosjuntosenaquellanovedadynologroimaginarunauniónmásprofunda que la que nos deparó nuestro recíproco asombro. Los dos alcanzamos la plenitud aquellanoche,libresdeexpectativasorecuerdosdeotros.Yoteníaelmismoderechosobreellaqueellasobremí.Perodiyrecibíyjuroquenuncamearrepentiré.Elrecuerdodeladulcetorpezadeaquellanocheesla posesiónmás preciada de mi alma.Mis dedos temblorosos convirtieron la cinta del cuello de sucamisónenunnudoindisoluble.Mollyparecíadiestrayseguraaltocarme,perounabruscainspiracióndelató su sorpresa antemi respuesta.Daba igual.Nuestra ignorancia dio paso a un conocimientomásantiguoquecualquieradenosotros.Meesforcéporser fuerteydelicadoalmismotiempo,peroacabésorprendidoalmismotiempoporsufuerzaysudelicadeza.
Lo he oído llamar baile, lo he oído llamar batalla. Algunos hablan de ello con una sonrisa decomplicidad,otrosconunamuecadesocarronería.Heoídoalasrobustasmujeresdelmercadocacarearsobreelloigualquegallinasentornoaunpuñadodemigasdepan;semehanarrimadoalcahuetasqueanunciabansusmercancíasconeldesparpajodepescaderasambulantes.Porloqueamírespecta,creoquehaycosasqueestánmásalládelaspalabras.Elcolorazulsólosepuedeexperimentar,igualquelafragancia del jazmín o el sonido de una flauta. La curva de un cálido hombro desnudo, la tersuraexclusivamente femenina de un seno, el sobresalto que escapa de la garganta cuando se traspasan derepentetodaslasbarreras,elperfumedesugarganta,elsabordesupielnosonsinopartesy,pordulcesquesean,nocomprendeneltodo.Niconunmillardedetallessemejantesconseguiríailustrarlo.
Lostroncosdelachimeneaseredujeronarescoldosnegrosyrojos.Lasvelassehabíanconsumidohacía rato.Eracomosi estuviéramosenun lugarenelquehubiéramosentradosiendo forasterosparadescubrirqueeranuestrohogar.Creoquehubierasidocapazderenunciaralrestodelmundocontaldepermanecer en aquel acogedor nido de sábanas revueltas y colchas de plumas, respirando su cálidaquietud.
Hermano,estosíqueesbueno.Saltécomounpezfueradelagua,sacandoaMollydesusomnolientoensimismamiento.—¿Quépasa?—Uncalambreenlapantorrilla—mentí,yellaserió,creyéndome.Eraunamentirijillainocente,perodeimprovisomesentíaavergonzadoporelembuste,portodaslas
mentirasquehabíadichoytodaslasverdadesquehabíaconvertidoenfalsedadesconmisilencio.Abríloslabiosparaconfesarlotodo.Queeraelasesinoreal,elarmadelrey.Quemihermanolobocompartíaconmigo todos los secretos que había compartido ella conmigo esa noche. Que se había rendidolibrementeaunhombrequematabaaotroshombresycompartíasuvidaconunanimal.
Era inconcebible. Decir aquellas cosas la avergonzaría y le haría daño. Cargaría siempre con lamanchadeloquehabíamoscompartido.Medijequepodíasoportarqueellamedespreciara,peronoquesedespreciaraasímisma.Medijequesiapretabalosdienteseraporqueesoeralomásnoblequepodíahacer, guardar aquellos secretos para mí era mejor que permitir que la destruyera la verdad. ¿Meengañabaamímismo?
¿Acasonolohacemostodos?Me quedé allí tendido, envuelto en sus brazos, con toda la longitud de su cuerpo extendida ami
costado, y me prometí que cambiaría. Dejaría de ser todas aquellas cosas y así jamás tendría quedecírselo.Mañana,meprometí,diríaaChadeyArtimañasquenopensabaseguirasesinandoparaellos.MañanaharíaentenderaOjosdeNocheporquéteníaquecortarmilazoconél.Mañana.
Peroesanoche,esedíaqueempezabaadespuntar, teníaquesaliralcampoconel loboami ladoparadarcazaa los forjadosyexterminarlos.PorquequeríapresentarmeanteArtimañasconun triunforecienteparaquemeconcedierademejorgradoel favorque ibaapedirle.Esamismanoche,cuandohubieranacabadomisasesinatos,lepediríapermisoparacasarmeconMolly.Meprometíquesuveniaseñalaríaelcomienzodeminuevavidacomoalguienqueyanotendríaqueocultarningúnsecretoasuamada.Lediunbesoenlafrenteyapartésusbrazosdemicuerpocondelicadeza.
—Tengoquedejarte—susurrécuandoseagitó—.Aunqueesperoquenopormuchotiempo.HoyvoyaveraArtimañasparapedirlequemedejecasarmecontigo.
Serevolvióyabriólosojos.Meobservóextrañadamientrasmealejabadesnudodesucama.Echémás leña al fuego y eludí sumiradamientras reuníamis prendas esparcidas yme las ponía. No eratímida,puescuandomeabrochéelcinturónylevantéporfinlacabeza,laencontréconlosojosclavadosenmí,sonriendo.Meruboricé.
—Mesientocomosiyaestuviéramoscasados—susurró—.Nologroimaginarcómopodríaunirnosmástodavíaelpronunciamientodeunosvotos.
—Yotampoco.—Mesentéalfilodesucamaparavolveratomarsusmanosentrelasmías—.Peromeproduciráunainmensasatisfaccióndejarquetodoslosepan.Yparaeso,milady,esprecisaunaboda.Yunanunciopúblicodetodoloqueyatehadichomicorazón.Peroahora,deboirme.
—Todavía no. Quédate un pocomás. Seguro que tenemos un ratitomás antes de que empiecen adespertarselosdemás.
Meinclinésobreellaparabesarla.—Tengoqueirmeahorapararetirarciertacuerdaquecuelgadesdelasalmenashastalaventanade
milady.Sino,sedesataránlosrumores.
—Porlomenosquédatelosuficienteparaquetecambielasvendasdelbrazoyelcuello.¿Cómotehashechoesasheridas?Pensabapreguntárteloanoche,pero...
Sonreí.—Losé.Había asuntosmás interesantesque tratar.No, cariño.Pero teprometoque les echaréun
vistazoestamañana, enmicuarto.—Llamarla«cariño»mehizo sentirmáshombrequecualquierotrapalabraquehubierapronunciado jamás.Labesé,prometiéndomequeme iría inmediatamentedespués,peromeencontrédemorándomecuandomeacaricióelcuello.Suspiré—.Deverdadtengoqueirme.
—Yalosé.Peronomehascontadocómotehicisteesasheridas.Percibía en su vozquenopensabaquemis heridas revistierangravedad, simplemente se valía de
aquellaexcusapararetenermeasulado.Peroseguíaavergonzándomeeintentéformularlamentiramásinocuaposible.
—Mordiscosdeperro.Enelestablo,unaperraconcrías.Supongoquenolaconocíatanbiencomopensaba.Meagachéparacogeraunodesuscachorrosysemeechóencima.
—Pobrecito. Vale. ¿Seguro que las has limpiado bien? Los mordiscos de animales se infectanenseguida.
—Volveréa limpiarlascuandocambielasvendas.Ea.Mevoy.—Leechéporencimalacolchadeplumas,aunquenosinlamentarelalejarmedesucalidez—.Duermeloquepuedasantesdequesalgaelsol.
—¡TraspiéHidalgo!Medetuveenlapuertaydimediavuelta.—¿Sí?—Venavermeestanoche.Seacualsealarespuestadelrey.Abrílabocaparaprotestar.—¡Prométemelo!Delocontrario,nosobreviviréaestedía.Prométemequevolverásamí.Porqueda
igualloquedigaelrey,unacosaescierta:ahorasoytumujer.Ysiempreloseré.Siempre.Seme paralizó el corazón al recibir ese obsequio y sólo pude asentir, consternado.Mi expresión
debiódeparecerlesuficiente,pueslasonrisaquemededicóeradoradayradiantecomounmediodíadeverano.Levantélatrancaydesenganchéelpestillodelapuerta.Laabríymeasoméalapenumbradelpasillo.
—Asegúratedecerrarbiencuandomevaya—susurré,antesdedespedirmedeellaparaadentrarmeenloquequedabadenoche.
DeCaza
LaHabilidad,igualquecualquierotradisciplina,sepuedeenseñardediversasmaneras.Galeno,elMaestrodelaHabilidadentiemposdelreyArtimañas,empleabatécnicasdeprivaciónypenuriasforzadasparaderribarlosmurosinterioresdelalumno.Elestudiante,unavezreducidoaunniveldeacobardadasupervivencia,erareceptivoalainvasióndesumenteporpartedeGalenoyaceptabaporfuerzalastécnicasdelaHabilidaddesumaestro.Sibienlospupilosquesobrevivieronasuformaciónyllegaronaconformarsucamarillapodíanhabilitarcongarantíassinexcepción,ningunoposeíauntalentoespecialmentenotable.Galenosecongratulabaabiertamentedeaceptaralumnosconescasotalentoyenseñarlesahabilitarconmaestría.Quizáfueraéseelcaso.Oquizásaceptaraalumnosconun gran potencial a los que su formación convertía luego en meras herramientas útiles para suspropiosfines.
Sepodríancomparar las técnicasdeGalenocon lasdeSolícita,Maestrade laHabilidadantesqueél.FueellalaqueproporcionósuinstruccióninicialalosporentoncesjóvenespríncipesVerazeHidalgo.ElrecuerdoqueguardaVerazdesuformaciónrevelaqueSolícitaalcanzabagrandeslogrospormedio de la sutileza, persuadiendo a sus alumnos para que bajaran sus barreras. Tanto VerazcomoHidalgoterminaronsuaprendizajecomousuariosdelaHabilidadfuertesyadeptos.Lamuertesobrevino a Solícita, lamentablemente, antes de que se completara su instrucción y antes de queGaleno hubiera ascendido a su transitorio rango de instructor de la Habilidad. Cabe preguntarsecuántosconocimientosdelaHabilidadsefueronalatumbaconSolícitayquépotencialdeestamagiarealpermaneceráocultoparasiempre.
Aquellamañanapasépocotiempoenmicuarto.Elfuegosehabíaapagado,peroelfríoquesentíaeraalgomásqueelquecabríaesperarenunahabitacióndesguarecida.Esecuartoeralacáscaravacíadeunavidaqueprontodejaríaatrás.Parecíamásdesoladorquenunca.Medesvestídecinturaparaarribaytiritémientrasmelavabaconaguahelada.Meacordédecambiarlosvendajesdemicuelloymibrazo.Eraunasuertequemisheridasestuvierantanlimpiascomoaparentaban.Encualquiercaso,cicatrizabanabuenritmo.
Meabriguéconunacamisaacolchadadelasmontañasbajounpesadojubóndecuero.Mecubrílospantalonesconunasrobustaspernerasdepielquemeanudéalaspiernascontirasdecuero.Descolgué
mi espada yme pertreché además con un puñal de hoja corta.Demi bolsa de trabajo saqué un tarropequeño de polvo de hojas de arraclán.A pesar de todo,me sentía desprotegido y estúpido a partesigualescuandoabandonémiestancia.
MedirigídirectamentealatorredeVeraz.SabíaqueestaríaesperándomeparatrabajarconmigoenlaHabilidad.Tendríaqueconvencerlodealgunamaneradequeesedíaeraprecisoquesalieraacazarforjados.Subílasescaleraspresuroso,deseandoqueacabaraaqueldía.TodamividaseconcentrabaenesosmomentosenelinstanteenquellamaríaalapuertadelreyArtimañasparapedirlequemedejaracasarmeconMolly.Sumerorecuerdomeembargabadeunacombinacióndesensacionesdesconocidastanextrañaquemispasossedemoraronenlasescalerasmientrasintentabadesentrañarlastodas.Acabédándomeporvencido.
—Molly—dijeenvozbaja,paramí.Comosifueseunapalabramágica,fortaleciómiresoluciónymeanimóaseguir.Medetuvefrentea
lapuertayllaméconfuerza.SentímásqueescuchéqueVerazmepermitíalaentrada.Abrílapuerta,entréyvolvíacerrarlaami
espalda.Físicamente, la habitación estaba en calma.Una fría brisa entraba por la ventana abierta, yVeraz
estabasentadofrenteaellaensuviejasilla.Susmanosdescansabanociosasenlarepisaysusojosseclavabanenel lejanohorizonte.Tenía lasmejillassonrosadas,elpelonegroalborotadopor losdedosdelviento.Salvoporlasuavecorrientedeaire,enelcuartoimperabanlaquietudyelsilencio.Peromesentíacomosiacabaradeintroducirmeenuntorbellino.LaconcienciadeVerazcubriólamíacomounaolaymearrastróhaciael interiordesumente, laproyectóhaciaelmar juntoasuspensamientosysuHabilidad.Me llevó con él en una vertiginosa visita a todos los barcos que estaban al alcance de sumente.Orarozabalospensamientosdeuncapitánmercante,«...sielprecioesbueno,llenadlasbodegasdeaceiteparaelviajedevuelta...»,oraseposabaenunamujerquereparabaredesatodaprisa,conlaagujavolandoentresusdedos,rezongandoentredientesmientraselcapitánla instabaa irmásrápido.Encontramos a un piloto preocupado por la esposa embarazada que había dejado en casa, y a tresfamiliasquerecogíanmejillonesalamortecinaluzdelamañanaantesdequelamareaacudieraacubrirlasrocas.VisitamosaestaspersonasyaunadecenamásantesdequeVeraznosdevolvieraderepenteanuestroscuerpos.Mesentíaigualdemareadoqueunchiquilloaupadoahombrosdesupadreuninstanteparadivisarelcaosdelaferiaantesderetornaralsuelo,asupanoramainfantildepiesyrodillas.
MeacerquéalaventanaparasituarmejuntoaVeraz.Seguíacontemplandofijamenteelhorizontealotroladodelasaguas.Comprendíderepentesusmapasyporquéloshabíacreado.Lareddevidasquehabía tocado tan fugazmente paramí era como si hubiese abierto sumano para revelar un puñado depiedras preciosas.Gente. Su gente.No velaba por una extensión de costa rocosa o una rica tierra depastos.Lohacíaporaquellaspersonas,aquellosbrillantesretazosdeotrasvidasajenasqueélatesoraba.ÉseeraelreinodeVeraz.Loslímitesgeográficostrazadossobreelpapellodelimitabanparaél.Porunmomentocompartísuincomprensiónanteelhechodequehubieraalguienquepudieradeseardañoalgunoaaquellaspersonas,ycompartíasimismosuferozdeterminacióndequelosCorsariosdelaVelaRojanosecobraranmásvidas.
Elmundoseestabilizóamialrededorconformeremitíaelvértigoytodorecuperólacalmaenloaltodelatorre.Verazhablósindirigirmelamirada.
—Bueno.Asíquehoysalesdecaza.Asentí,sinimportarmequeélnovieramigesto.Dabaigual.—Sí.Losforjadosestánaúnmáscercadeloqueesperábamos.—¿Creesquepelearásconellos?—Me dijiste que estuviera preparado. Probaré primero con el veneno.Aunque es posible que no
esténdemasiadodispuestosaengullirlo.Tambiénpuedeserquemeataquenprimero.Mellevolaespada,porsiacaso.
—Yamelofiguraba.Perotenésta,mejor.—Cogióunaespadaenvainadaquedescansabajuntoasusilla y la dejó en mis manos. Por un momento sólo pude mirarla. El cuero presentaba imaginativosbrocados, laempuñaduraposeíaesahermosa simplicidadpropiade lasarmasyherramientas forjadasporunmaestro.AunaseñaldeVeraz,desenfundéelfiloensupresencia.Elmetalresplandecióyrutiló,lafraguaquehabíadotadodefuerzaalaceroseevidenciabaenlaacuosacariciadelaluzsobrelahoja.Extendíelbrazoylasentíprendidademimano,expectanteyliviana.Eraunaespadamuchomejordeloquesemerecíanmisdotesdeespadachín—.Deberíaentregártelaconpompayceremonia,naturalmente,pero te la doy ahora por si su falta te impide volvermás tarde.Durante el Festival de Invierno te lapedirédenuevoparapoderhacerteentregadeellacomoesdebido.
Ladevolvíasufundaylaextrajedenuevo,velozcomounaexhalación.Jamáshabíaposeídoalgodetantacalidad.
—Tengolasensacióndequedeberíajurarteserviciooalgoporelestilo—dijecontorpeza.Verazsepermitióesbozarunasonrisa.—SeguroqueRegioteexigiríaalgoasí.Enloqueamírespecta,nocreoqueunhombredebajurarme
suespadacuandoyamehajuradosuvida.Measaltóelremordimiento.Cerréambasmanosentornoamicoraje.—Veraz,mipríncipe.Eneldíadehoymedispongoaserviroscomoasesino.InclusoVerazsesintiósorprendido.—Duraspalabras—musitóconreservas.—Creo que es el momento de decirlas. Así es como voy a servirte hoy. Pero mi corazón se ha
cansadodeesto.Tehejuradomivida,comoacabasdedecir,yasíseguirásiendosimeloordenas.Peroteruegoquemeencuentresotramaneraenquetepuedaservir.
Verazpermaneciócalladoloquemeparecióunlargorato.Apoyólabarbillaenelpuñoysuspiró.—Sifueseyoelúnicoalquejurastefidelidadquizápudieraresponderteenseguida.Perosólosoyel
Rey a laEspera.Estapeticióndebeshacérsela a tu rey. Igual quedebespedirle a él el permisoparacasarte.
El silencioen laestanciase tornóvastoyprofundo,distanciándonos.Yoera incapazde romperlo.FueVerazelquehablóalfin.
—Teenseñéaguardartussueños,TraspiéHidalgo.Sirenunciasacerrartumente,nopuedesculparalosdemásporenterarsedeloquetúdivulgas.
Contuvemiiraymelatragué.—¿Cuánto?—preguntéfríamente.—Lomenosposible, te loaseguro.Estoyacostumbradoaguardarmispensamientos,algomenosa
bloquearlosdelosdemás.SobretodolosdealguienconunaHabilidadtanfuerte,aunqueerrática,como
latuya.Noeramiintencióninmiscuirmeentus...planes.Guardósilencio.Nomeatrevíaaabrirlabocapormiedoaloquepudieradecir.Noerasóloquemi
intimidad hubiera sido invadida tan flagrantemente, se trataba de Molly. No lograba imaginar cómopodríaexplicarlenuncaalgoasí.Ytampocotolerabalaideadeenmascararconotrosilenciounamentiramásentrenosotros.Comosiempre,Verazerafielasunombre.Eldescuidohabíasidomío.
—La verdad sea dicha—comenzó Veraz, con voz muy queda—, te envidio, muchacho. Si de mídependiera,tecasaríashoymismo.SiArtimañasnoteconcedesupermiso,guardaestoentucorazónycompártelo con tu lady Faldas Rojas: cuando yo sea rey, seréis libres de casaros cuándo y dóndedecidáis.Noosharéloquemehanhechoamí.
CreoquefueentoncescuandocomprendítodoloquelehabíanarrebatadoaVeraz.Noeslomismocompadecersedeunhombrecasadoconunaesposaqueélnohaelegidoquesalirdellechodelamujeramadaydarsecuentadegolpedequealguienque te importanuncaconocerá laplenitudqueyohabíaexperimentadoconMolly.QuéamargodebíadeserparaélatisbarloquecompartíamosMollyyyo.Loqueaélselehabíanegadoparasiempre.
—Veraz.Gracias.Memiróuninstantealosojosymededicóunalevesonrisa.—Vale.Supongo.—Vaciló—.Estonoesunapromesa,asíquenotelotomescomotal.Hayalgoque
quizápuedahaceralotrorespecto.Esposiblequenotequedetiempoparaejercerde...diplomático,sitienesotrasresponsabilidades.Responsabilidadesmásimportantesparanosotros.
—¿Comocuáles?—pregunté,precavido.—Misbarcoscrecendíaadía,cobrandoformaenmanosdesusarmadores.Denuevosemeniegalo
que más deseo. No podré navegar en ellos. Es de sentido común. Desde aquí puedo supervisarlo ydirigirlotodo.AquímividanocorrepeligrodeterminarporculpadelaviolenciadelospiratasdelaVelaRoja.Desdeaquípuedocoordinarlosataquesdevariasembarcacionesalmismotiempoyenviarayuda donde más la necesiten. —Carraspeó—. Por otro lado, tampoco sentiré el viento ni oiré elchasquidodelasvelas,nuncasemepermitirácombatiraloscorsarioscomoanhelo,conunaespadaenlamano,matandorápiday limpiamente,derramandosangreporsangrederramada.—Unafríarabiaseadueñódesusrasgosmientrashablaba.Trasunmomentodepausa,prosiguióconmáscalma—:Enfin.Paraqueesosbarcosrindanalmáximotienequehaberalguienabordodecadaunodeelloscapazalmenosderecibirmiinformación.Loidealseríaquepudieraenviarmetambiéninformesdetalladossobreloque acontezca en lanave.Hoyhasvisto lo limitadoque estoy.Puedoconocer lospensamientosdedeterminadaspersonas,sí,peronopuedoencauzarsus ideas.Avecesconsigoencontraraalguienmássusceptible ami Habilidad e influyo en sus pensamientos, pero eso no es lomismo que obtener unarespuestarápidaaunapeticióndirecta.¿Algunavezhaspensadoenhacertealamar,TraspiéHidalgo?
Decirquemesorprendiósupreguntaseríaquedarmecorto.—Me...acabasderecordarmequemitalentoparalaHabilidadeserrático,sir.Yayermerecordaste
que,encombate,soymáspendencieroqueespadachín,pesealentrenamientodeCapacho...—Y ahora te recuerdo que llegamos a mediados del invierno. Faltan pocos meses para que sea
primavera.Tehedichoqueesunaposibilidad,nadamás.Podréproporcionartesólolaayudamásbásicaconloquenecesitessaberllegadoelmomento.Metemoquedependeporenterodeti,TraspiéHidalgo.¿CreesquesabrásmanejartuHabilidadylaespadallegadalaprimavera?
—Mipríncipe,comovosmismohabéisdicho,noosprometonada.Peropondrétodomiempeño.—Bueno.—Verazmeobservófijamentedurantebastanterato—.¿Empezaráshoy?—¿Hoy?Hoytengoquesalirdecaza.Nomeatrevoadescuidaresedeber,nisiquieraporesto.—Unacosanoexcluyelaotra.Llévamecontigo.Lomiréunmomentosinsaberquédecir,paraluegoasentirconlacabeza.Pensabaqueselevantaría,
quebuscaríaropadeabrigoycogeríaunaespada.Enlugardeeso,extendiólamanoylacerróentornoamiantebrazo.
Cuandosupresenciasevertióenmí,elinstintomeempujóaoponermeaél.Ésanoeracomootrasveces,cuandohabíaregistradomispensamientosigualqueordenaalguienlospapelesrevueltosencimadeunamesa.Ésaeraunaverdaderaocupacióndemimente.Nome invadíandeaquelmododesde labrutalagresióndeGaleno.Intentézafarmedesupresa,peroeracomoungrilletedehierroenmimuñeca.Todo se detuvo.Tienes que confiar enmí. ¿Estás preparado? Sudaba yme estremecía igual que uncaballoconunaserpienteensucajón.
Nolosé.Piénsalo,mepidió.Seretiróunpoco.Podíasentirlo todavía,a laespera,perosabíaquesemanteníaalmargendemispensamientos.Mi
mente era un remolino de ideas.Había demasiadas cosas para tener en cuenta.Aquello era algo quedebía hacer si quería escapar de mi vida como asesino. Era una oportunidad de convertir todos lossecretos en viejos secretos, en vez de seguir excluyéndome de la confianza de Molly. Tenía queaprovecharla,pero¿cómohacerloyocultarleaOjosdeNocheytodoloquecompartíamos?MeproyectéhaciaOjosdeNoche.Nuestrolazoesunsecreto.Debeseguirsiéndolo.Poresohoytengoquesaliracazarsolo.¿Locomprendes?
No.Esestúpidoypeligroso.Estaréallí,perotienesqueconfiarenmidiscreción.—¿Quéesesoqueacabasdehacer?EraVeraz,hablandoenvozalta.Teníaunamanoapoyadaenmimuñeca.Lomiréalosojos.Nohabíabrusquedadensupregunta.Lahabíaformuladocomopodríahabérsela
hechoyoaunniñopequeñoalqueencontraratallandountrozodemadera.Mequedéheladopordentro.Anhelabasoltarmicarga,teneraunapersonaenelmundoquelosupieratodosobremí,quesupieratodoloqueyoera.
Túyalosabes,objetóOjosdeNoche.Eracierto.Ynopodíaponerloenpeligro.—Tambiéntúdebesconfiarenmí—medescubrídiciendoamiReyalaEspera.Cuandosequedó
observándome,pensativo,pregunté—:Mipríncipe.¿Confiáisenmí?—Sí.Conuna solapalabrameentregó suconfianzaenquenadade loqueyohubierahecho suponíaun
peligroparaél.Dichoasípareceunacosasencilla,peroelqueunReyalaEsperacomoélpermitieraquesupropioasesinoleocultaraalgúnsecretoeraunactodefedescomunal.Añosatrás,supadrehabíacomprado mi lealtad prometiéndome alimento, un techo y educación, y había sellado el trato con unalfilerdeplataqueprendióenmipechera.ElsimplegestodeconfianzadeVerazsuponíaparamímuchomás que todas esas cosas. El cariño que había sentido siempre por él de repente no conocía límites.¿Cómoeraposiblequenomeabrieraaél?
Esbozóunatímidasonrisa.—PuedesHabilitarcuandotelopropones.Sinmás dilación, volvió a entrar enmimente.Mientras sumano permaneciera enmimuñeca, la
fusión de pensamientos no supondría ningún esfuerzo. Sentí su curiosidad y un atisbo de temorreverencialcuandoviosupropiorostroatravésdemisojos.Elespejoesmásamable.Heenvejecido.
Conélalojadoenmimente,hubieraresultadoinútilnegarlaverdadqueencerrabansuspalabras.Demodoqueeraunsacrificionecesario,convine.
Levantólamanodemimuñeca.Porunmomentoexperimentéunamareantevisióndoble,mirándome,mirándolo,hastaqueremitió.Segirólentamenteparafijarlavistadenuevoenelhorizonteyluegomebloqueóesavisión.Sinsucontacto,aquellasuperposicióndementeseradistinta.Salídelaestanciaybajélasescalerastandespaciocomositransportaraunacopadevinollenahastaelborde.Exacto.Yenamboscasos,resultamásfácilhacerlosinolomiras fijamenteniconcentras tantosupensamiento.Limítateallevarlacopa.
Me acerqué a las cocinas, donde di cuenta de un sólido desayuno e intenté comportarme connormalidad.Veraz tenía razón. Eramás fácilmantener nuestro contacto si nome concentraba en ello.Mientrastodoelmundoseocupabadesusrespectivosquehaceres,conseguíguardarunplatodegalletasenmibolsa.
—¿De caza? —me preguntó Perol al tiempo que se daba la vuelta. Asentí—. Bueno, pues tencuidado.¿Québuscas?
—Jabalís—improvisé—.Perosóloquierolocalizaralguno,notengointencióndeabatirlohoy.HepensadoqueseríaunabuenaatracciónparaelFestivaldelInvierno.
—¿Para quién? ¿Para el príncipe Veraz? Chaval, a ése no hay quien lo saque del castillo. Pasademasiado tiempo encerrado en sus aposentos, hazme caso, y el viejo rey Artimañas, el pobre, hacesemanasquenocomedeverdadconnosotros.Noséporquésigococinandosusplatosfavoritossi,total,labandejavuelveigualdellenaquesefue.Ahora,elpríncipeRegio,éseigualseanima,siemprequenoselevayanadeshacerlosrizos.
Sucomentariopropicióuncacareoderisasentrelascocineras.LaosadíadePerolconsiguióquemeruborizara.Tranquilo.Nosabenqueestoyaquí,muchacho.Novoyaecharlesencaranadadeloquetedigan.Nonosdelates ahora. Percibí el humorismo deVeraz, así como su preocupación.Esbocé unasonrisa,agradecíaPerollapastaqueseempeñóendarmeyabandonélacocinadelcastillo.
Hollínestabainquietaensucompartimiento,másquedispuestaasaliradarunpaseo.Burrichpasóporallímientraslaensillaba.Susojososcurosrepararonenmisprendasdecuero,enlavainalabradayenlaexcelenteempuñaduradelaespada.Carraspeó,peronodijonada.Nuncahabíaconseguidodecidirhasta qué punto exactamente estaba Burrich al tanto de mis actividades. En cierta ocasión, en lasmontañas,lehabíaconfiadomiformacióncomoasesino.Aunqueesohabíasidoantesdequerecibieraungolpeenlacabezaintentandoprotegerme.Cuandoserecuperó,afirmóhaberperdidotodoslosrecuerdosdeldíaqueloprecedió.Aveces,noobstante,melopreguntaba.Quizásedebieraasusabiamaneradeguardar un secreto de forma que no pudieran discutirlo ni siquiera quienes estaban al corriente delmismo.
—Tencuidado—dijoalcabo,refunfuñando—.Nodejesquelepasenadaaesayegua.—Tendremoscuidado—leprometí.
PaséjuntoaélguiandoaHollín.Peseamisrecadosseguíasiendounahoratemprana,conlaluzinvernaljustaparaquetrotarresultara
seguro.Guié aHollín, permitiendo que fuese ella la que eligiera el paso y expresara su ánimo, queentrara en calor sin necesidad de empezar a sudar. El techo de nubes se había agrietado y el sol sefiltraba entre los resquicios para acariciar los árboles y los bancos de nieve con sus dedos dorados.AzucéaHollín,acelerandolamarcha. Íbamosadarunrodeopara llegara laorilladel riachuelo.Noqueríaabandonarloscaminostransitadoshastaquefueseestrictamentenecesario.
Verazme acompañaba a cada segundo.No era que conversásemos, pero estaba al corriente demidiálogointerior.Disfrutabadelairefrescodelamañana,delasolicituddeHollínydelajuventuddemipropiocuerpo.Perocuantomásnosalejábamosdelcastillo,másconscienteerademipresasobreVeraz.Delcontactoquemehabía impuestoenunprincipio,elcontactocompartidosehabíaconvertidoenunesfuerzomutuo,comounpulso.Mepreguntésiseríacapazderesistirlo.Nopiensesenello.Limítateahacerlo.Inclusorespirarrequiereesfuerzositeconcentrasentomaraliento.Parpadeé,conscientedeprontodequeélestabaensuestudio,desempeñandosusquehaceresmatutinoscomodecostumbre.Comoelzumbidodeunenjambredeabejasenlalejanía,oícómolepreguntabaalgoCharim.
NodetectabanirastrodeOjosdeNoche.Procurabanopensarenél,nibuscarloconlamirada,unanegativamentalextenuantequeeratanexigentecomoelhechodeconservarlaconcienciadeVerazenmiinterior.Mehabíaacostumbradotandeprisaaproyectarmehaciamiloboyencontrarloalaesperademicontactoquemesentíaaislado,tandesequilibradocomosifaltaraenmicinturónmicuchillofavorito.LaúnicaimagenquepodíaapartarloporcompletodemimenteeraladeMolly,ytambiénésaeraunaenlaquenoqueríasolazarme.Veraznomehabíaamonestadopormiactuacióndelanocheanterior,perosabíaqueleparecíapocomenosquehonorable.Teníalaincómodaimpresióndequesimeparabaapensarcondetenimientoentodoloquehabíaocurrido,estaríadeacuerdoconél.Comouncobarde,alejémimentetambiéndeeso.
Comprendíque estabadedicando lamayorpartedemi esfuerzomental anopensar.Zangoloteé lacabezaymeabríaldía.Lacarreteraqueseguíanoestabamuytransitada.DiscurríaentrelascolinasquehabíadetrásdeTorredelAlceylahollabanlascabrasylasovejasmuchomásqueloshombres.Hacíavarias décadas que un rayo la había despojado de árboles. Los primeros en volver a nacer eranprincipalmenteabedulesyálamos,desnudosahorasalvoporsuabrigodenieve.Elaccidentadoterrenonoera idóneopara laagriculturayservíamásquenadadepastizalenverano,perodevezencuandopercibíaunavaharadadehumoyveíaalgúnsenderoquecomunicaba lacarreteracon lacabañadeunleñadorolachozadeuntrampero.Eraunáreadehogarespequeñosyaislados,ocupadosporgentesdecondiciónhumilde.
La carretera se estrechó y los árboles cambiaron cuandome adentré en una partemás antigua delbosque.Aquí lososcurosmacizosperennes eran aúndensosy se agolpaban aorillasdel camino.Sustroncoseraninmensos,yalasombradesusramaslanieveseextendíaenmontículosirregularessobreellecho boscoso. Escaseaban los arbustos. Casi toda la nieve caída durante el año seguía en lo alto,apoyadaenaquelespesoramajeerizadodeagujas.FuefácilsacaraHollíndelcaminoenaquellaparte.Avanzamos bajo el dosel cargado de nieve enmedio de una luz agrisada.El día parecía apagarse enmediodelosgrandesárboles.
Estás buscando un lugar específico. ¿Tienes información precisa sobre el paradero de los
forjados?Los vieron a orillas de un arroyo, devorando un ciervo muerto de frío. Ayer. He pensado que
podríamosseguirsurastrodesdeallí.¿Quiénlosvio?Vacilé.Unamigomío.Esmuytímidoconlagente.Peroyomeheganadosuconfianzayaveces,sive
algoraro,acudeamíymelocuenta.Hum.PodíasentirlasreservasdeVerazmientrasconsiderabaelporquédemirenuencia.Estábien.
No preguntarémás. Supongo que algunos secretos son necesarios.Me acuerdo de una niña tonta queacostumbrabaasentarsealospiesdemimadre,queseocupabadevestirlayalimentarlayleregalabadulcesybaratijas.Nadieleprestabamuchaatención.Perounavezlassorprendíconversandoyoícómolehablabaamimadredeunhombrequehabíaestadovendiendocollaresybrazaletesenuna taberna.Días después, la guardia del rey arrestó al bandolero Raudales en aquella misma taberna. La gentediscretaseenteraamenudodemuchascosas.
Ytanto.Seguimoscabalgandoenamigablesilencio.EnocasionesteníaquerecordarmequeVeraznoestaba
conmigoencarneyhueso.Aunqueempiezoadesearqueasífuera.Yahacemuchotiempo,muchacho,quenopaseoacaballoporestascolinasporelmeroplacerdemontar.Mividasehaanquilosadoconmisresponsabilidades. No sé cuándo fue la última vez que hice algo simplemente porque me apetecíahacerlo.
Asentía a esepensamientocuandoungritoquebróel silenciodelbosque.Erael alarido salvajeytruncadodeunacriaturajoven,yantesdepodercontrolarme,meproyectéhaciaél.MiMañaencontróunpánico inarticulado,unmiedomortalyun súbitohorrorqueemanabandeOjosdeNoche. Le cerré lamente,perogiréaHollínenesadireccióny laurgíacorrer.Encorvadosobresucuello, laanimabaavadear el laberinto de nieve profunda, ramas caídas y tierra desnuda que era el suelo del bosque.Ascendimosunacolina, sinalcanzarnunca lavelocidadqueyoansiabacondesesperación.Cuando lacoronamos,presenciéunaescenaquejamáspodréolvidar.
Erantres,harapientos,barbudosymalolientes.Gruñíanyfarfullabanentresímientraspeleaban.MiMañanodetectabaseñalesdevidaenellos,perolosreconocícomolosforjadosquemehabíamostradoOjosdeNocheeldíaanterior.Laniñaeramuypequeña,tendríaunostresaños,ylatúnicadelanaquellevabaeradeunamarillobrillante,elfrutoprimorosodelashacendosasmanosdealgunamadre.Reñíanpor ella como si fuese una liebre atrapada, tirando de las extremidades de su cuerpecito en un tira yafloja furioso, sin aprecio por la poca vida que residía aún en él. Rugí de furia al ver aquello ydesenvainémiespadaenelpreciso instanteenqueunode los forjadospropinabaunviolento tirónalcuellodelapequeñaysehacíaconsucuerpo.Alescucharmigrito,unodeloshombreslevantólacabezay segiróhaciamí, con labarbaempapadade sangre.Nohabía esperadoa sumuertepara empezar adevorarla.
Espoleé aHollín y caímos sobre ellos como una tormenta de venganza. Surgido del bosque amiizquierda,OjosdeNocheirrumpióenelescenario.Llegóaellosantesqueyoparaabalanzarsesobreloshombrosdeunoyabrirlasfaucesdeparenpar.Susdientessehundieronenelcuellodelhombre.Unoseencaróconmigomientrasyodescendíayalzóunamanoinútilparaprotegersedemiespada.Migolpefuetalquelaexcelentehojanuevacasilodecapitaantesdeclavarseensucolumna.Desenfundéelcuchillo
demicintoysaltédellomodeHollínparaenzarzarmeconelhombrequeintentabaapuñalaraOjosdeNoche.Eltercerforjadocogióelcuerpodelaniñayhuyóconélhaciaelbosque.
Elhombreluchabacomounosoenfurecido,lanzándonosmanotazosycuchilladasaundespuésdequeyolohubieradestripado.Susvísceraslecubríanelcinturónyseguíatambaleándoseennuestradirección.Nisiquieratuvetiempodeasimilarelhorrorquemeprodujo.Asabiendasdequemoriría,loabandonéasusuerteycorríenpersecucióndelquesehabíadadoalafuga.
OjosdeNoche eraun relámpagogrisquecortaba la ladera,ymaldijemiscortaspiernasmientrascorríatrasél.Elrastroeraevidente:nieveprensada,sangreyelhediondoolordelacriatura.Amimentelecostabatrabajohilvanarloshechos.Juroquemientrascorríaporaquellaladerapenséque,nosabíacómo, llegaría a tiempo de deshacer lamuerte de la pequeña y traerla de vuelta, de hacer que nuncahubieseocurrido.Meimpulsabaunafándeltodoilógico.
Había vuelto sobre sus pasos. Se nos echó encima desde detrás de un grueso tocón, arrojando elcuerpodelaniñacontraOjosdeNocheparaluegolanzarsesobremí.Eragrandeymusculosocomounherrero.Alcontrarioqueotrosforjadosconlosquemehabíaencontrado,eltamañoylafuerzadeaquéllo habían mantenido bien alimentado y vestido. Su ira desatada era la de un animal acorralado.Melevantó en volandas, despegándome los pies del suelo con facilidad, y luego cayó sobre mí con unantebrazonudoso incrustadoenmigarganta.Aterrizóencimademíconsu torso inmensopegadoamiespalda, inmovilizándomeelpechoyunbrazocontra la tierrabajosupeso.Lancéelotrobrazohaciaatrásparahundirlemicuchillodosvecesenunmuslocarnoso.Rugióderabiayaumentólapresión.Meaplastóelrostrocontraelsuelohelado.UnospuntosnegrossalpicaronmivistayOjosdeNocheañadiósupesoderepentea lacargaqueteníaquesoportar.Penséquesemeibaapartir laespalda.OjosdeNocheclavóloscolmillosenlaespaldadelhombre,peroelforjadoselimitóahundirlabarbillaenelpechoyencogióloshombrosfrentealataque.Sabíaquemeestabaestrangulando.Yatendríatiempodeocuparsedellobocuandoyohubieramuerto.
Los forcejeos reabrieron la herida demi cuello ymi sangre cálida se derramó. El dolor añadidosupusoundiminutoacicateparamisesfuerzos.Sacudí lacabezacomounposesoentresusbrazosy launtuosidaddemipropiasangrebastóparapermitirmetorcerunpocoelcuello.Inhaléunadesesperadabocanadadeaireantesdequeelgigantereforzarasupresasobremí.Empezóaecharmelacabezahaciaatrás. Ya que no podía estrangularme, se conformaría con partirme el cuello. Tenía los músculosnecesarios.
OjosdeNochecambiódeestrategia.Nopodíaabrir lasfauceslosuficienteparaatraparlacabezadel hombre entre ellas, pero sus afilados colmillos lograron arrancarle un trozo de cuero cabelludo.Hincó los dientes en la carne viva y tiró. Me bañé de sangre mientras el forjado vociferaba y mepropinabaunrodillazoenlacintura.SoltóunbrazoparaamenazaraOjosdeNoche.Mecontorsionébajosupesoparaconectarunarodillaconsuentrepiernaylogréclavarleunapuñaladacerteraenelcostado.El dolor debía de ser increíble, pero nome soltó. Impacto su cabeza contra lamía en un destello denegrura y enroscó sus enormes brazos a mi alrededor, inmovilizándome al tiempo que empezaba atriturarmelascostillas.
Ésa es la parte de la refriega que puedo recordar con coherencia.No sé qué se apoderó demí acontinuación;quizáfueselafuriamortalquemencionanalgunasleyendas.Locombatíconcuchillo,uñasydientes,arrancándole lacarnedelcuerpoallídondeconseguíaalcanzarlo.De todosmodos, séqueno
habríasidosuficientesiOjosdeNochenohubieraatacadoasuvezconlamismarabiaasesina.Unratodespuésgateéparaescapardelpesomuertodelhombre.Teníaunasquerososaboracobreenlabocayescupísangreypelosucio.Melimpiélasmanosenlospantalonesymelasfrotéconnievelimpia,peronadapodíalimpiarlas.
¿Estásbien?OjosdeNocheyacía jadeanteenlanieveaunpardemetros.Tambiénteníaelmorrollenodesangre.Antemisojosengullóunenormebocadodenieveysiguió jadeando.Me levantéydiunospasostambaleanteshaciaél.Entoncesvielcuerpodelaniñaymedesploméasuladoenlanieve.Creoquefueentoncescuandocomprendíqueerademasiadotarde,quehabíasidodemasiadotardedesdeelinstanteenquelosdivisé.
Eramuypequeña.Cabellonegroy lustroso,ojososcuros.Lomásespantosoeraque sucuerpecitoconservabaaúnsucaloryelasticidad.Laposéenmiregazoyleapartéelcabellodelrostro.Teníaunacaradiminuta, losdientesde leche.Lasmejillasredondas.Lamuerte todavíanolehabíaempañadolamirada;losojosqueseclavabanenlosmíosparecíanperdidosenunrompecabezasqueescapabaasucomprensión.Tenía lasmanitasgordezuelas,suavesymanchadascon lasangrequehabíaescapadodelosmordiscosdesusbrazos.Mequedésentadoenlanieveconlaniñamuertaenmiregazo.Asíqueesoeraloquesesentíaalacunaraunbebé.Tanpequeña,tancálidaantes.Tanquieta.Apoyélacabezaensupelonegroylloré.Unostembloresincontrolablesseapoderarondemísinpoderloevitar.OjosdeNochemeacariciólamejillaconsuhocicoygañó.Apoyóunapataconinsistenciaenmihombroycomprendídeprontoquelohabíabloqueado.Loacariciéconunamanoconciliadoraperonoleabrímimente,niaél ni a nada. Gañó de nuevo y oí por fin el sonido de los cascos. Me lamió la mejilla a modo dedespedidaantesdeperderseenelbosque.
Mepuseenpiecondificultad,sosteniendoaúnamipequeña.Losjinetescoronaronlacolinasobremí.Verazibaalfrente,alomosdesucorcelnegro,conBurrichasuespalda,yFilo,ymediadecenamás.Paramihorrorhabíaunamujer,malvestida,alomosdelmismocaballoqueelsargentoFilo.Chillóalverme y saltó de la grupa del animal para correr haciamí con lasmanos tendidas hacia la niña.Nosoportabalaterribleluzdeesperanzayalegríaqueirradiabasucara.Susojossefijaronenlosmíosuninstanteyviqueaquellaluzseapagabaensurostro.Mearrebatóalapequeñadelosbrazos,asiólacarafría sobre el cuello partido y empezó a llorar. La desolación de su dolor me cubrió como una ola,derribandomismurallasyarrastrándomeconella.Elllantoerainagotable.
Horas después, sentado en el estudio de Veraz, aún podía oírlo. Su sonido me hacía estremecer,largosescalofríosquemesacudíandeformaincontrolable.Estabadesnudohastalacintura,sentadoenuntaburete frente a la chimenea. El curandero avivaba el fuego mientras, a mi espalda, un Burrichasombrosamentecalladomelimpiabaelcuellodeagujasdepinoytierra.
—Éstayéstanosonheridasrecientes—observóenunmomentodado,señalándomeelhombroyelantebrazo.Nodijenada.Laspalabrasmehabíanabandonado.Enunapalanganadeaguacaliente,asulado,sedesleíanpétalossecosdefloresdeirisconhojasdearrayánflotandojuntoaellas.Humedecióunpañoenelaguayloaplicósobrelosmoratonesdemigarganta—.Elherreroteníalasmanosgrandes—comentóenvozalta.
—¿Loconocías?—preguntóelcuranderomientrassegirabaparamiraraBurrich.—No había hablado con él. Sólo de vista, un par de veces en el Festival de Primavera, cuando
algunoscomerciantesdelasafueraslleganalaciudadconsusmercancías.Traíabonitosadornosdeplata
paralosarneses.Volvieronaguardarsilencio.Burrichreanudósutrabajo.Lasangrequeteníaelaguanoeramía,ensu
mayorparte.Apartedeunmontóndemagulladurasymúsculosdoloridos,habíaescapadomásquenadacon arañazosy rasguños, y conun enormechichón en la frente.De algunamanerame avergonzabanohaberresultadoheridoLaniñahabíamuerto;yodeberíaestarherido,almenos.Noséporquémeparecíaque esa idea tenía sentido. Vi cómo Burrich preparaba un pulcro cabestrillo con vendas para miantebrazo. El curandero me trajo una taza de té. Burrich la cogió, la olisqueó a conciencia y me laentregó.
—Yolehabríaechadomenosvaleriana—fuetodoloqueledijoalhombre.Elcuranderoseretiróyfueasentarsejuntoalachimenea.LlegóCharim con una bandeja de comida.Despejó unamesita y empezó a colocar los platos.Un
momentodespuésentróVerazenelcuarto.Sequitólacapaylacolgóenelrespaldodeunasilla.—Heencontradoalmaridoenelmercado—dijo—.Ahoraestáconella.Lamujerhabíadejadoala
niña jugandoenelumbralde sucasamientrasella ibaal arroyoenbuscadeagua.Cuandovolvió, lapequeña había desaparecido.—Meobservó de soslayo, pero fui incapaz demirarlo a los ojos—.Laencontramos llamandoavocesasuhijaenelbosque.Sabía...—Reparódeprontoenelcurandero—.Gracias,Dem.SihasterminadoyaconTraspiéHidalgo,puedesretirarte.
—Nisiquieraleheechadounvistazoa...—Estábien.Burrichmehabíapasadounavendapor elpechoypordebajodemiotrobrazoenun intentopor
sostenerelemplastodemicuelloensusitio.Era inútil.Elmordiscoestaba justoencimadelmúsculoentremihombroyelcuello.IntentéencontrardivertidalamiradadeirritaciónquelanzóelcuranderoaBurrichantesdeirse.Burrichnisiquierasedioporaludido.
Veraz arrastró una silla hasta dejarla delante demí.Empecé a llevarme la taza a los labios, peroBurrichestiróelbrazoymelaquitódelasmanos.
—Cuandohayáishablado.Esotienevalerianasuficienteparatumbarteenelsitio.Se fue con la taza y, al llegar a la chimenea, vi cómo derramaba lamitad del té y diluía lo que
quedabaconmásaguacaliente.Hechoeso,secruzódebrazosyseapoyóenlarepisadelachimenea,observándonos.
MiréaVerazyesperéaquedijeraalgo.Suspiró.—Via laniñacontigo.Losvipelearseporella.Luegodesaparecistederepente.Perdimosnuestra
conexiónynopudevolveraencontrarte,niaunintentándolocontodasmisfuerzas.Sabíaqueestabasenapurosypartíentubúsquedaencuantopude.Sientonohaberllegadoantes.
Memoría por sincerarme y contárselo todo a Veraz. Pero sería demasiado revelador. Poseer lossecretosdeunpríncipenoledaaunoderechoadivulgarlos.MiréaBurrichdereojo.Teníalavistafijaenlapared.Habléconformalidad.
—Gracias,mipríncipe.Eraimposiblequellegaraisantes.Yaunqueasífuese,habríasidodemasiadotarde.Muriócasialmismotiempoquelavi.
Verazsemirólasmanos.—Yalosabía.Creoquelosupeantesquetú.Elquemepreocupabaerastú.—Levantólacabezae
intentó sonreír—.Lomás destacado de tu estilo de lucha es esamanera tan asombrosa que tienes desobreviviraél.
ViporelrabillodelojoqueBurrichcambiabadepostura,abríalabocaparadeciralgoyvolvíaacerrarla.Meatenazólastripasunfríotemor.Habíavistoloscadáveresdelosforjados,habíavistolashuellas.Sabíaquenomehabíaenfrentadosoloaellos.Eraloúnicoquepodíaempeorareldíaaúnmás.Me sentía como si se me hubiera congelado el corazón en el pecho. El que Burrich no lo hubieramencionadotodavía,elqueestuvierareservandosusacusacionesparaotromomentosólo lohacíaaúnpeor.
—¿TraspiéHidalgo?Verazreclamómiatención.Mesobresalté.—Osruegoquemeperdonéis,mipríncipe.Serió,casi,unabruptoronquido.—Yaestábiende«mipríncipe».Puedesestarsegurodequenoesperoquerespetes lasformasen
estosmomentos,ytampocoBurrich.Élyyotenemoslasuficienteconfianza;élnosereferíaamihermanocomo «mi príncipe» enmomentos como éste. Recuerda que era el hombre del rey parami hermano.Hidalgoextraíafuerzasdeél,ynosiemprecondelicadeza.EstoysegurodequeBurrichsabequeteheutilizadodelmismomodo.Comosabequehoyhecabalgadocontusojos,almenoshastalacimadeesacolina.
MiréaBurrich,queasintiódespacio.Ningunodelosdossabíamuybienporquélohabíanincluidoenesasituación.
—Perdíelcontactocontigocuandoseadueñódetielfrenesídelabatalla.Sivoyautilizartecomodeseo, eso no puede ocurrir.—Veraz tamborileó suavemente con los dedos sobre susmuslos por unmomento,pensativo—.Laúnicaformaquesemeocurreparaqueaprendasestascosasespormediodelapráctica.Burrich,Hidalgomedijounavezque,enapuros,setedabamejorelhachaquelaespada.
Burrich parecía sorprendido.Era evidente que no esperaba queVeraz supiera eso de él.Volvió aasentirlentamente.
—Solíaburlarsedemíporeso.Decíaqueeraunarmademarrulleros,nodecaballeros.Verazsepermitióesbozarunasonrisatirante.—ApropiadaparaelestilodeTraspié,enesecaso.Enséñaleamanejarelhacha.Nocreoqueesosea
algoqueenseñeCapacho,porlogeneral.Aunquesindudapodríahacerlosiselopidiera.Peropreferiríaque te ocuparas tú, porque quiero que Traspié aprenda a tenerme dentro mientras practica. Siconseguimosaunarambaslecciones,quizáconsigadominarlasdosdisciplinasalavez.Ysierestúelmaestro,nosedistraerátantointentandomantenermipresenciaensecreto.¿Puedeshacerlo?
Burrichnologróocultarporcompletoelabatimientoquesecerniósobreél.—Puedohacerlo,mipríncipe.—En tal caso, hazlo, por favor.Empezaremosmañana.Tempranome vienemejor amí. Sé que tú
también tienes responsabilidades y horas demenos para cumplirlas. No dudes en delegar algunas enManosmientrasteocupasdeesto.Pareceunmuchachomuycapaz.
—Loes—convinoBurrich.Conreservas.OtramigajadeinformaciónquehabíallegadoamanosdeVeraz.
—Excelente.—Verazsereclinóensusilla.Nosobservóalosdoscomosiestuvierapasandorevistaatodoundestacamento—.¿Alguientienealgunaduda?
Entendílapreguntacomounaformaeducadadezanjarlasituación.—¿Sir? —dijo Burrich. Su voz, siempre tan profunda, sonaba apagada e insegura—. Si se me
permite...Noquisiera...Nopretendocuestionarladecisióndemipríncipe,pero...Contuvelarespiración.Ahíestaba.LaMaña.—Suéltaloya,Burrich.Creíaquehabíaquedadoclaroqueaquílos«mipríncipe»estándemás.¿Qué
tepreocupa?BurrichseenderezóymiróalosojosalReyalaEspera.—¿Estoes...adecuado?Bastardoono,siguesiendohijodeHidalgo.Loquehevistohoyallíarriba...
—Unavezenmarcha, laspalabrasbrotabandeBurrich.Pugnabaporocultar la rabiadesuvoz—.Loenviasteis...Semetióenunaauténticacarnicería, él solo.Cualquierotromuchachode suedadestaríamuertoaestasalturas.No...nopretendoinmiscuirmeenloquenomeconcierne.Séquesepuedeserviralreydemuchasmaneras,yquealgunassonmenosagradablesqueotras.Peroprimeroenlasmontañas...yahoraloquehevistohoy.¿Nohaynadiemásapartedelhijodetuhermanoquepuedaocuparsedeesto?
Lancé unamirada de soslayo aVeraz. Por primera vez enmi vida vi la rabia incontenible en surostro.Noexpresadaenunrictusdeloslabiosounfruncimientodelceño,sinosimplementecomodoschispasabrasadorasensusojososcuros.Subocaeraunafinalínea.Perohablóconvozserena.
—Miraotravez,Burrich.Elquevesahísentadonoesningúncrío.Yrecapacita.Noloenviésolo.Yolo acompañaba, en una situación que esperábamos que fuese de seguimiento y emboscada, no deconfrontacióndirecta.Resultónoserasí.Perosobrevivió.Comohasobrevividoatrancessimilaresenelpasado.Ycomovolveráa sobrevivir enel futuro,probablemente.—Veraz sepusodepiede repente.Todoel ambientede laestancia sealteródegolpeparamis sentidos,bullendocon laemoción.HastaBurrichparecíahabersepercatado,puesmemiródereojoyluegoseobligóapermanecerfirmecomounsoldadomientrasVerazdeambulabaporlahabitación—.No.Estonoesloqueelegiríaparaél.Noesloqueelegiríaparamí.¡Ojaláhubieranacidoentiemposmejores!¡Ojaláhubieranacidoenunacamadematrimonio ymi hermano siguiera sentado en el trono!Pero no es ésa la situaciónquenos ha tocadovivir,niaélniamí. ¡Nia ti!Poresosirve, igualqueyo.Malditaseamialma,peroKettricken teníarazóndesdeelprincipio.Unreyeselsacrificiodesupueblo.Igualquesusobrino.Lodehoyhasidounacarnicería, sí.Séaqué te refieres;vicómosealejabaFiloparavomitar trasverelcadáver,vicómoevitaba a Traspié. No sé cómo el muchacho... cómo sobrevivió este hombre. Haciendo lo que pudo,supongo.Asíque¿quépuedohaceryo,Burrich?¿Quépuedohacer?Lonecesito.Lonecesitoparaestaguerrasuciaysecretaporqueeselúnicoequipadoyentrenadoparaella.Igualquemeencierramipadreenesatorreymepidequemequemelamenteespiando,asesinandoatraición.TodoloquepuedahacerTraspié, cualquier talento al que pueda recurrir (seme paró el corazón, el aire seme congeló en lospulmones)estarábienempleado.Porquedeesosetrataahora.Desobrevivir.Porque...
—Esmipueblo.—Nomedicuentadequehabíahabladoenvozaltahastaquelosdossevolvieronhaciamí.Sehizoelsilencioenlahabitación.Cogíaliento—.Hacemuchotiempo,unancianomedijoquealgúndíacomprenderíaunacosa.DijoqueelpueblodelosSeisDucadoseramipueblo,quellevabaenlasangreelpreocuparmedeél,sentirsudolorcomosifueramío.—ParpadeéparaborraraChadeyaqueldíaenlaForjademivista—.Teníarazón—conseguídecir,alcabo—.Hoyhanmatadoamihija,
Burrich.Yamiherrero,yaotrosdoshombres.Nolosforjados.LosCorsariosdelaVelaRoja.Ydebocobrarmesusangreacambio,deboexpulsarlosdemicosta.Ahoraesalgo tansencillocomocomerorespirar.Esalgoquetengoquehacer.
Susmiradassecruzaronsobremicabeza.—Lollevaenlasangre—observóVerazconvozqueda.Pero había fiereza al mismo tiempo en sus palabras, y un orgullo que sofocó los temblores que
llevaban todo el díamartirizándome el cuerpo. Se apoderó demí una profunda calma. Ese día habíahecholocorrecto.Losupederepentecomosi fueraunhechofísico.Eraun trabajosucio,degradante,peroeramíoy lohabíahechobien.Pormipueblo.MegiréhaciaBurrich,quemeobservabaconesamiradavalorativaquesolíareservarparaelcachorromásprometedordeunacarnada.
—Leenseñaré—prometióaVeraz—.Lospocostrucosqueconozcoconelhacha.Yalgunacosamás.¿Empezamosmañana,antesdequerompaelalba?
—Deacuerdo—convinoVerazantesdequeyopudieraobjetarnada—.Cenemosalgoahora.Memoríadehambrederepente.Melevantéparairalamesa,peroBurrichseplantóamilado.—Lávatelacaraylasmanos,Traspié—merecordóconamabilidad.Cuandohubeterminadodeasearme,elaguaperfumadadelapalanganadeVerazsehabíateñidocon
lasangredelherrero.
Elfestivaldeinvierno
El Festival de Invierno es tanto una celebración de la época más oscura del año como laconmemoracióndelregresodelaluz.Durantelostresprimerosdíasdelfestival,rendimoshomenajealaoscuridad.Loscuentosquesenarranylosespectáculosdetíteresqueserepresentangiranentornoamomentos de ocio y tienen finales felices. Los platos consisten en pescados en salazón y carnesahumadas,tubérculosyfrutasrecogidaselveranoanterior.Luego,mediadoelfestival,secelebraunacacería.Seviertesangrenuevaparacelebrarelpuntodeinflexióndelañoysesirvecarnefrescaenla mesa, que se comerá acompañada de los cereales cosechados el año anterior. Los tres díassiguientesmiranhaciaelveranoqueseaproxima.LostelaressecarganconhilosdebrillantescoloresylashilanderasocupanunrincóndelGranSalónparacompetirentresíporverquiénhaconseguidoeldiseñomásalegreylatelamásligera.Lashistoriasquesecuentanhablandecomienzoseinicios,decómoseránlascosasqueestánaúnporvenir.
Intentéveralreyaquellamismanoche.Peseatodoloocurrido,nomehabíaolvidadodelapromesaqueme había hecho amímismo.Wallaceme impidió el paso, alegando que el rey Artimañas no seencontraba bien y no deseaba recibir a nadie. Sentí deseos de aporrear la puerta y llamar a voces albufónparaqueobligaraaWallaceaadmitirme.Peronolohice.Yanoestabatansegurocomoantesdemiamistadconelbufón.Nonoshabíamosvueltoaverdesdequemededicaraaquellacancióndeburla.Pensar en él me trajo sus palabras a la cabeza, y cuando regresé a mi cuarto volví a hojear losmanuscritosdeVeraz.
Leermeprodujosueño.Ladosisdevaleriana,aundiluida,habíasidopotente.Elletargoseadueñódemis brazosypiernas.Dejé los pergaminos a un lado, sin haber averiguadonadamásque antes decogerlos.Mimentevagóporotrosderroteros.¿YsiseanunciaraunbandooficialduranteelFestivaldeInvierno para que todos los habilitados, por ancianos y débiles que estuvieran, supieran que losestábamosbuscando?¿Convertiríaesoenobjetivosaquienes respondieranal llamamiento?Repasé lalistadecandidatosevidentes.Losquehabíanestudiadoconmigo.Ningunodeellossentíasimpatíapormí,peroesonosignificabaquenofueranlealesaVeraz.PervertidosquizáporlasenseñanzasdeGaleno,pero ¿acaso eso no tenía remedio? Descarté a Augusto de inmediato. Su última experiencia con laHabilidadenJhaampehabíadestruidosutalento.Sehabíaretiradodiscretamenteaalgunaciudaddelrío
Vin,envejecidoantesdetiempo,segúnlosrumores.Perohabíahabidomás.Ochodenosotroshabíamossobrevividoal entrenamiento.Sietehabíamos regresadode lapruebadefinitiva.Yo lahabía falladoyAugustosehabíadesentendidodetodo.Quedabancinco.
Menuda camarilla. Me pregunté si me odiarían todos tanto como Serena. Ésta me culpaba de lamuertedeGalenoynoseesforzabaporocultarlo.¿Estaríanlosdemástanalcorrientedeloacontecido?Intentéacordarmedetodos.Justin.PagadodesímismoydemasiadoorgullosodesuHabilidad.Carrod.Antes era un muchacho tranquilo y agradable. Las pocas veces que lo había visto desde que seconvirtieraenmiembrode lacamarilla,susojosmehabíanparecidocasivacíos.Comosinoquedaranada de lo que había sido. Burl había dejado que su fortaleza física se trocara en obesidad cuandoempezó a habilitar en vez de trabajar lamadera para ganarse la vida.Will nunca había sido alguiendestacable. LaHabilidad no lo había cambiado. Empero, todos ellos habían demostrado tener talentoparalaHabilidad.¿NopodríaadiestrarlosVeraz?Talvez.Pero¿cuándo?¿Dedóndesacaríatiempoparaunaempresaasí?
Alguienseacerca.Me desperté. Estaba tendido boca abajo en mi cama, rodeado de pergaminos desordenados. No
pretendíaquedarmedormido,yraravezdormíatanprofundamente.DenohaberestadoempleandoOjosdeNochemis propios sentidos para velar pormí,me habrían cogido desprevenido por completo.Vicómo se abría la puerta de mi habitación. El fuego casi se había consumido y había poca luz en laestancia. No había echado el pestillo; no esperaba quedarme dormido. Permanecí inmóvil,preguntándomequiénseacercabacontantosigilo,esperandoencontrarmedesprevenido.¿Oseríaalguienqueesperabahallarmicuartovacío,alguienquebuscaba lospergaminos,quizás?Acerqué lamanoalcuchillodemicintoyapresté losmúsculosparasaltar.Unafigura traspusolapuertaahurtadillasy lacerrósinhacerruido.Desenfundéelcuchillo.
Estuhembra.Enalgunaparte,OjosdeNochebostezóysedesperezó.Moviólacolaconlanguidez.Inspiréhondoporlanariz.
Molly, confirmé con satisfacción para mí al percibir su dulce fragancia. Sentí una inesperadatrepidaciónfísica.Permanecímuyquieto,conlosojoscerrados,ydejéqueseacercaraalacama.Oísuapagada exclamación reprobatoria y luego el roce de papeles mientras recogía los pergaminosdesperdigadosylosdepositabaconcuidadoencimadelamesa.Vacilante,metocólamejilla.
—¿Nuevo?Nopudeevitarlatentacióndehacermeeldormido.Sesentóamiladoyelcolchóncediósuavemente
consucálidopeso.Seinclinósobremíy,antemiperfectaquietud,posósudulcebocaenlamía.Alarguélosbrazosylaatrajehaciamí,maravillado.Ayereraunhombreignorantedelcontacto:lapalmadadeunamigoenelhombro,elempujónfortuitodeunamuchedumbreo,demasiadoamenudo,algunamanoquepretendía propinarme un pescozón. Ésa había sido la extensión demi contacto personal. Entonces, loocurridoanoche,yahoraesto.Concluyóelbesoysetumbó,colocándoseconsuavidadamilado.Inhaléunavaharadadesufraganciaymequedéquieto,saboreandoloslugaresdondesucuerpotocabaelmíoyme infundía calor. La sensación era comparable a una pompa de jabón que flota con el viento; temíarespirarincluso,pormiedoaquesedesvaneciera.
Esagradable,convinoOjosdeNoche.Aquínoseestátansolo.Separecemásaunamanada.MeenvaréymeapartéunpocodeMolly.
—¿Nuevo?¿Quéocurre?Mío.Estoesmío,noparacompartirlocontigo.¿Loentiendes?Egoísta.Estonoescomolacarne,quesereparteenmayoromenorcantidad.—Esperaunmomento,Molly.Semehaagarrotadounmúsculo.¿Cuál?Consocarronería.No, esto no es como la carne. La carne la compartiría siempre contigo, y el refugio, y siempre
acudiréparacombatiratuladosimenecesitas.Siempredejaréquemeacompañesacazarysiempreteayudaréacazarati.Peroesto,conmi...hembra.Estotienequesermío.Sólomío.
OjosdeNoche resopló, espantóunapulga.Siempre temarcas límitesquenoexisten.Lacarne, lacaza,ladefensadelterritorio,lashembras...todoesoesdelamanada.Cuandotengacachorros,¿noiréacazarparaalimentarlos?¿Nolosdefenderé?
OjosdeNoche...Nopuedoexplicárteloenestosmomentos.Tendríaquehaberhabladoantescontigo.¿Meharáselfavorderetirarteporahora?Teprometoquelodiscutiremos.Mástarde.
Esperé.Nada.Nirastrodeél.Unomenos,unodesobra.—¿Nuevo?¿Tesientesmal?—Estoybien.Esque...dameunmomento.Creoquefuelomásdifícilquehehechoenmivida.Mollyestabaamilado,dubitativaderepente,a
puntodeapartarsedemí.Teníaqueconcentrarmeenencontrarmislímites,ensituarmimenteenelcentrode mi ser y levantar barreras para mis pensamientos. Cogí aliento y lo solté despacio. Ciñendo losarneses.Esoera loquemerecordabasiempre, la imagenquesiempreempleaba.Nidemasiadoflojos,para que no se soltaran, ni demasiado prietos, para que nome asfixiaran.Confinándome ami propiocuerpoparanodespertaraVeraz.
—Oílosrumores—empezóMolly.Sedetuvo—.Losiento.Notendríaquehabervenido.Penséquealomejortehacíafalta...peroquizáloquenecesitasesestarsolo.
—No,Molly,porfavor,Molly,vuelve,notevayas.Saltéporencimadelacamatrasellayconseguíagarrarmealdobladillodesufaldacuandosepuso
depie.Sevolvióhaciamí,todavíallenadeincertidumbre.—Túserássiempreloquenecesito.Siempre.Unasonrisaseasomóasuslabiosysesentóenelbordedelcolchón.—Parecíastandistante...—Loestaba.Avecestengoquedespejarmicabeza.Mecallé,sinsaberquémásdecirsinengañarla.Estabadecididoanoseguirhaciéndolo.Extendíun
brazoycogísumanoenlamía.—Oh —dijo después de un momento. Se produjo una pausa incómoda cuando no añadí más
explicaciones—.¿Estásbien?—preguntóconcuidadocuandohubotranscurridootroinstante.—Estoybien.Hoynohepodidoveralrey.Lointenté,perosesentíaindispuestoy...—Tieneslacarallenademorados.Ydearañazos.Serumorea...Inspirésinhacerruido.—¿Quéserumorea?Verazhabíaordenadoasushombresqueguardaransilencio.Burrichnohabríadichonada,niFilo.
Quizáningunodeelloshabíahabladoconnadiequenohubieraestadoallí.Pero loshombressiemprediscutiránloquehayanpresenciadojuntos,ynopasaríamuchotiempoantesdequealguienescucharasuconversación.
—Nojueguesconmigoalgatoyalratón.Sinomeloquierescontar,dímelo.—ElReya laEsperanospidióquenohabláramosdeello.Esonoes lomismoquenoquerértelo
contar.Mollyloconsideróunmomento.—Supongoqueno.Ynodeberíaprestaratenciónalashabladurías,yalosé.Perolosrumoreseran
tanextraños...yhantraídounoscuerposalcastillo,parasuincineración.Yhabíaunamujerdefueraquesehapasadoeldíaenterollorandoenlacocina.Decíaquelosforjadossehabíanllevadoasuhijaylahabíanasesinado.Yalguiendijoquetútehabíasenfrentadoaellosparaintentarrescataralapequeñayotrosqueno,quehabías llegadocuando losatacabaunoso.Oalgo.Los rumoreseranconfusos.Unosdecíanque loshabíasmatadoa todos,yotroquehabía ayudadoaquemar los cadáveresdecíaquealmenosdosdeelloshabíansidomutiladosporunanimaldealgúntipo.
Sequedócalladaymemiró.Yonoqueríapensarennadadeeso.Noqueríaengañarla,nicontarlelaverdad.Nopodíaconfesarletodalaverdadanadie.Asíquemelimitéamirarlaalosojosydesearquelascosasfueranmássencillasparanosotros.
—¿TraspiéHidalgo?Noconseguíaacostumbrarmeaescucharesenombredesuslabios.Suspiré.—El rey nos pidió que no habláramos de ello. Pero... sí, los forjadosmataron a una niña.Llegué
tarde.Hasidoelespectáculomástristeydesagradablequehevistoenmivida.—Losiento.Nopretendíainmiscuirme.Esqueestandifícil,nosabernada.—Losé.—Leacariciéelcabello.Apoyólacabezaenmimano—.Tedijeunavezquehabíasoñado
contigo,enlaBahíadelosSedimentos.VolvídelReinodelasMontañasaTorredelAlcesinsabersihabíassobrevivido.Avecespensabaquelacasaenllamassehabríadesplomadosobreelsótano;otras,quelamujerconlaespadahabíaacabadocontigo...
Mollymemiróalosojos.—Cuando se cayó la casa, un remolino de chispas y humo voló hacia nosotras. La cegó, pero yo
estabadeespaldas.La...lamatéconelhacha.—Derepenteempezóatemblar—.Noselohecontadoanadie.Anadie.¿Cómolosabías?
—Losoñé.—Tirécondelicadezadesumanoysetumbóenlacamaamilado.Laabracéysentíqueaúnseestremecía—.Avecestengosueñosreales.Nomuyamenudo—dijeenvozbaja.
Seapartóunpocodemí.Susojosestudiaronmicara.—Nomementiríassobreesto,¿verdad,Nuevo?Lapreguntamehizodaño,peromelomerecía.—No.Noesningunamentira.Teloprometo.Yteprometoquenunca...Susdedosdetuvieronmislabios.—Esperopasarelrestodemividacontigo.Nohagasningunapromesaquenopuedascumplirdurante
elrestodetusdías.Suotramanobuscóellazodemicamisa.Entoncesfuiyoelqueseestremeció.Labeséenlosdedos.Yenlaboca.EnalgúnmomentoMollyselevantóytrancómipuerta.Recuerdo
haberrezadofervientementeparaquenofueraésalanocheenqueregresaraChadedesuviaje.Nolofue.Aquellanochefuiyoelquefuetransportadomuylejos,aunlugarqueestabaconvirtiéndosecadavezmásenfamiliar,aunquenomenosprodigiosoparamí.
Me dejó en plena noche, despertándome para insistir en que volviera a asegurar la puerta con elpestilloylatrancacuandoellasaliese.Quisevestirmeyacompañarlaasucuarto,perosenegóindignadaydijoqueeraperfectamentecapazdesubirunospocosescalones,yquecuantomenosnosvieranjuntos,mejor.Merendíasulógicaaregañadientes.Elsueñoenelquemesumídespuésfuemásprofundodelquepudierahabermeinducidolavaleriana.
Me despertaron unos truenos y gritos.Me incorporé de un salto, mareado y confuso. Un instantedespués los truenos se convirtieron en unos golpes enmi puerta.El griterío provenía deBurrich, querepetíaminombreunayotravez.
—¡Un momento! —conseguí responder. Me dolía todo. Me puse algo por encima y anduvetambaleandohastalapuerta.Misdedostardaronenentenderseconelpestillo—.¿Quépasa?—pregunté.
Burrichselimitóamirarmefijamente.Sehabíalavadoyvestido,sehabíapeinadoelpeloylabarba,yportabadoshachas.
—Oh.—AlasaladelatorredeVeraz.Dateprisa,yallegamostarde.Perolávateantes.¿Aquéhuele?—Velasperfumadas—salté—.Sesuponequeayudanaconciliarelsueño.Burrichsoltóunbufido.—Noséquéclasedesueñosepuedeconciliarconeseolor.Apestaaalmizcle,muchacho.Todotu
cuartoestáimpregnado.Reúneteconmigoenlatorre.Sefue,cruzandoelpasilloalargaszancadas.Entrédenuevoenmicuarto,comprendiendoaturdido
que eso era lo que él entendía por la mañana temprano. Me lavé a conciencia con agua fría, sindisfrutarlo,perosintiempodecalentarnada.Busquéprendaslimpias,ymeestabavistiendocuandosereanudóelaporreamientodemipuerta.
—Yacasiestoy—grité.Losgolpesnocesaron.EsoqueríadecirqueBurrichestabaenfadado.Bueno,tambiényo.Seguroque
entendíalomuchoquemedolíaelcuerpoesamañana.Abrílapuertadegolpeparaencararmeconélyelbufón se coló enmi habitación como una voluta de humo. Vestía un jubón nuevo de negro y blanco.Llevabalasmangasdesucamisabordadasconparrasnegrasqueseenroscabancomoenredaderasensusbrazos.Sobreelcuellonegro,sucaraestabatanpálidacomolalunaeninvierno.ElFestivaldeInvierno,pensé embotado.Esa noche era la primera del Festival de Invierno.Aquel invierno se prolongaba yatantocomoloscincomáslargosquehabíaconocido.Peroesanocheempezaríamosaseñalarsupuntodeinflexión.
—¿Quéquieres?—pregunté.Noestabadehumorparasoportarsustonterías.Inspiróhondocongestoapreciativo.—Unpocode loquehasdisfrutado túseríaestupendo—sugirió.Retrocedióconunpasodebaile
ante laexpresióndemi rostro.Mehabíaenfurecidode inmediato.Llegódeunbrincoal centrodemicamarevueltayluegoalotrolado,interponiéndolaentrelosdos.Meabalancésobreellaensudirección—,Peronodeti—exclamóconcoquetería.Aleteóconlasmanosparareprendermecomounadoncella
ofendidaantesderetirarsedenuevo.—No tengo tiempo para ti—le dije disgustado—. Tengo una cita con Veraz y no puedo dejarlo
esperando.—Bajédelacamarodandoymealisélaropa—.Saldemicuarto.—Uy,peroquétono.Éraseunavez,habíaunTraspiéquesabíaencajarlasbromasmuchomejor.—
Cabrioló para llegar al centro demi habitación y se detuvo de golpe—. ¿Estás enfadado conmigo deverdad?—preguntósinambages.
Mesorprendióoírlohablartandirectamente.Sopesélapregunta.—Loestaba—respondí con reservas,preguntándomesi intentabaapaciguarmedeliberadamente—.
Esedíateburlastedemí,conaquellacanción,delantedetodaesagente.Meneólacabeza.—Notedestantaimportancia.Aquí,sialguienseburladealguien,esdemí.Paraqueseburlendeél
estáelbufón.Sobretodoesedía,conaquellacanción,delantedetodaesagente.—Hicistequedudaradenuestraamistad—dijeconbrusquedad.—Ah, eso está bien. Pues no te quepa duda de que los demás deberán dudar siempre de nuestra
amistadsiqueremosseguirsiendotanbuenosamigos.—Vale.Asíqueésafuetumaneradesembrarrumoresdediscordiaentrenosotros.Entendido.Pero
metengoqueir.—Puesadiós.QuetediviertasintercambiandohachazosconBurrich.Procuradarmásquerecibir.Echódostroncosalachimeneacasiapagadayseacomodóostentosamentefrenteaella.—Bufón—empecé,incómodo—.Eresmiamigo,yalosé.Peronomehacegraciaquetequedesaquí
solo,enmicuarto,mientrasyoestoyfuera.—Amítampocomegustaqueentrenadieenmisaposentoscuandonoestoy—señalóconmalicia.Meruboricésinremedio.—Eso fue hace mucho. Y te pedí disculpas por mi curiosidad. Te garantizo que no he vuelto a
hacerlo.—Yotampocovolveréahacerlodespuésdeestavez.Ycuandoregresestepedirédisculpas.¿Vale
así?Ibaallegartarde.ABurrichnoleharíaningunagracia.Quéremedio.Mesentéalbordedelacama
desordenada.Molly y yo habíamos yacido allí.De pronto era un territorio personal. Intenté aparentarindiferenciamientrasestirabalacolchasobrelassábanas.
—¿Porquétequieresquedarenmicuarto?¿Estásenpeligro?—Vivoenpeligro,Traspié.Igualquetú.Todosestamosenpeligro.Megustaríaquedarmeaquíparte
deldíaeintentardilucidarunaformadesalirdeesepeligro.Odepaliarlo,almenos.Indicóelmontóndepergaminosconuncabeceo.—Verazmeloshaconfiadoamí—dije,nervioso.—Evidentementeporqueconsideraqueeresunhombreencuyobuenjuicioconfía.Asíque,talvez,tú
podríasjuzgarseguroconfiármelosamí.Unacosaesconfiaraunamigoalgoqueestuyo.Otramuydiferenteentregarlealgoqueotrohapuesto
entusmanos.Descubríquenodudabademiconfianzaenelbufón.Pero...—AlomejorantesseríaprudenteconsultaraVeraz—ofrecí.—CuantamenosconexiónhayaentreVerazyyo,tantomejorparaambos—contestóelbufón,tajante.
—¿NoteimportaVeraz?Estababoquiabierto.—Soyelbufóndelrey.VerazeselReyalaEspera.Queespere.Cuandosearey,serésubufón.Esosi
antesnoconsiguequenosmatenatodos.—NotoleroquesehablemaldelpríncipeVeraz—leadvertíenvozbaja.—¿No?Puesúltimamentedebesdepasearteporahíconunosbuenostaponesenlosoídos.Meacerquéalapuertayapoyélamanoenelpomo.—Nostenemosqueirya,bufón.Llegotarde—mantuvelavozfirme.SucomentariosobreVerazmehabíadolidotantocomosiestuvieradirigidocontramí.—Noseastonto,Traspié.Éseesmipapel.Piensa.Unhombresólopuedeserviraotro.Noimportalo
quedigantuslabios,Verazesturey.Noteculpoporeso.¿MeculpastúamíporqueArtimañasseaelmío?
—Noteculpo.Tampocomeburlodeéldelantedeti.—Comotampocovasavisitarlo,pormuchoqueyoteinsista.—Mepresentéantesupuertaayermismo.Nomedejaronpasar.Dijeronquenosesentíabien.—YsiesohubieraocurridoantelapuertadeVeraz,¿tehabríasdadoporvencidotanfácilmente?Aquellomedioquepensar.—No.Supongoqueno.—¿Porqué renunciasaélcon tanta facilidad?—Elbufónhablabaenvozbaja,apesadumbrado—.
¿PorquénoseinteresaVerazporsupadre,envezdeatraeraloshombresdeArtimañasasubando?—Amínomehanatraídoaningúnbando.DiríamásbienqueArtimañasnohaconsideradooportuno
recibirme.EncuantoaVeraz,enfin,nopuedohablarporél.PerotodoelmundosabequesialgunodeloshijosdeArtimañascuentaconelfavordesupadre,éseesRegio.
—¿Esolosabetodoelmundo?EntoncestambiénsabrátodoelmundoporquiénlateelcorazóndeRegio.
—Algunos—respondí,lacónico.Esaconversaciónerapeligrosa.—Reflexiona.Losdosservimosalreyquemásqueremos.Luegohayotroalquequeremosmenos.No
creoquetengamosningúnconflictodelealtades,Traspié,siempreycuandoelreyalquequeramosmenosseaelmismo.Vamos.Confiesaqueapenassihastenidotiempodeecharunvistazoaesospergaminos,ypermitequeterecuerdequeel tiempoquenohastenidoestiempoperdidoparatodosnosotros.Noeséstaunatareaquepuedademorarseatuantojo.
Medebatí,indeciso.Elbufónsemeacercóderepente.Siempreresultabacomplicadomirarloalosojosyleerenellos,peroelrictusdesubocamemostrósudesesperación.
—Tepropongountrato.Teofrezcoalgoquenoencontrarásenningunaotraparte.Prometocontarteunsecretodespuésdequemehayasdejadoexaminarlospergaminosenbuscadeotrosecretoquealomejornisiquieraestáenellos.
—¿Quésecreto?—preguntéaregañadientes.—Misecreto.—Mediolaespaldaycontemplólapared—.Elmisteriodelbufón.Dedóndevieney
porqué.Melanzóunamiradadesoslayoynodijonadamás.
Lacuriosidaddeunadocenadeañossaltósobremí.—¿Melodirásporquesí?—pregunté.—No.Esuntrato,yatelohedicho.Loconsideré.Luego:—Teverémástarde.Cierralapuertaalsalir.Mefui.Habíasirvientesdeambulandopor lospasillos. Ibaa llegarmuytarde.Meobliguéaemprenderun
troteyluegomelancéalacarrera.NoaminoréelpasoenlasescalerasdelatorredeVeraz,sinoquelassubícorriendo,llaméunavezalapuertayentré.
Burrichsevolviópararecibirmeconelceñofruncido.Elespartanomobiliariodelcuartoyahabíasidoapiladocontraunapared,aexcepcióndelasilladeVeraz,queyaocupabaéste.ElReyalaEsperagiró la cabeza haciamímás despacio, con los ojos perdidos aún en la letanía. Sumirada y su bocaofrecíanunaspectodrogado,unalaxituddolorosadecontemplarcuandosesabíaloquesignificaba.Elansiade laHabilidad lodevoraba.Temíque loquedeseabaenseñarmesóloconsiguieraalimentarlayfortalecerla.Pero¿cómopodríamosnegarnoscualquieradelosdos?Yoaprendíalgoayer.Nohabíasidouna lección agradable pero, una vez aprendida, no la olvidaría jamás. Ahora sabía que debía hacercuantoestuvieraenmimanoporexpulsaralosCorsariosdelaVelaRojademicosta.Yonoeraelreyninuncalosería,peroelpueblodelosSeisDucadoseraelmío,comoeraeldeChade.AhoracomprendíaporquéVerazseextenuabasincesar.
—Sientollegartarde.Mehanentretenido.Peroyaestoylisto.—¿Cómoteencuentras?LapreguntaeradeBurrich,formuladacongenuinacuriosidad.Mevolví hacia él para encontrarlo observándome con lamisma severidad de antes, pero también
algodubitativo.—Agarrotado,señor.Correrescalerasarribamehaayudadoaentrarunpocoencalor.Magulladopor
lodeayer.Peroporlodemásestoybien.Unasombradehumorismolecruzóelrostro.—¿Nadadetemblores,TraspiéHidalgo?¿Bordesnegrosentucampodevisión,mareos?Lopenséunmomento.—No.—Quemeaspen.—Burrich soltóunbufido amodode risa—.Está claroque la cura consistía en
sacarteelmalapalos.Lotendréencuentalapróximavezquenecesitesuncurandero.Durante el transcurso de la hora siguiente parecía decidido a poner en práctica su nueva teoría
curativa.Lascabezasdelashachasestabanembotadasylashabíaenvueltocontraposparalaprimeralección,peroesonoeraningúnremedioparalosmoratones.Parasersincero,casitodosmelosganéconmi torpeza. Burrich no intentaba golpearme ese día, sino simplemente enseñarme a manejar el armaentera,nosólosucabeza.ManteneraVerazenmiinteriornomesupusoningúnesfuerzo,puesestabaenla misma habitación que nosotros. Ese día guardaba silencio en mi interior, sin ofrecer consejo,observacionesniadvertencias, limitándoseaverpormisojos.Burrichmedijoqueelhachanoeraunarmasofisticada,perosísatisfactoriasisesabíaemplear.Altérminodelasesiónseñalóquehabíasidoconsideradoconmigo,pensandoen lasheridasqueya tenía.Veraznosdespidióy losdosbajamos las
escalerasmuchomásdespaciodeloqueyolashabíasubido.—Procura llegara tiempomañana—meencargóBurrichcuandonos separamosen lapuertade la
cocina,éldevueltaalosestablosyyoenbuscademidesayuno.Comícomonolohacíaendías,conunhambredelobo,ymepreguntéporelorigendemirepentina
vitalidad.AlcontrarioqueBurrich,nolaachacabaaningunapalizaquemehubieranpropinado.Molly,pensé,habíacuradoconsuroceloquenitodaslashierbasnielreposodeunañoenterohubieranpodidoenmendar.Eldíasemeantojóinsoportablementetediosoderepente,llenodeinsoportablesminutosydehoras interminables antes de que el anochecer y la bendita oscuridad nos permitieran estar juntos denuevo.
Mepropusealejarlademipensamientoyresolvíllenareldíadetareas.Mevinieronalamentedeinmediato una decena de ellas. Había descuidado a Paciencia. Me había comprometido a ayudar aKettricken con su jardín. Le debía una explicación ami hermanoOjos deNoche, y una visita al reyArtimañas. Intentéordenarlasdemayoramenor importancia.Mollyseaupabasiemprehastaelprimerpuestodelalista.
Me obligué a dejarla para el final. El reyArtimañas, decidí. Recogí los platos de lamesa y losdevolví a la cocina. El bullicio era ensordecedor. Me quedé desconcertado un momento, hasta querecordéqueesanocheseríalaprimeradelFestivaldeInvierno.LaviejaPerolSaralevantólacabezadelpanqueestabaamasandoymeindicóquemeacercara.Fuiymepuseasuladocomohabíahechotantasvecesdepequeño,admirandoladestrezaconquesusdedosmoldeabanpuñadosdemasaenrollosylosdejabalistosparahornear.Estabaembadurnadadeharinahastaloscodos,ytambiénteníaunpocoenunamejilla.Laalharacayelfrenesídelacocinacreabanunaextrañasuertedeintimidad.Hablóenvozbajaenmediodeaquelestrépitoytuvequehacerunesfuerzoparaescucharla.
—Sóloqueríaquesupieras—gruñómientrasdoblabayamasabaunnuevotrozodemasa—queséreconocer un rumor sin sentido. Y así lo digo cuando alguien intenta propagarlo pormi cocina. Quemurmurenloquelesdélaganalaslavanderasenelpilón,quehilvanenhabladuríaslascosturerashastaque se cansen, pero enmi cocina nadie hablamal de ti.—Memiró de soslayo con sus agudos ojosnegros.Elmiedomeparalizóelcorazón.¿Rumores?¿DeMollyydemí?—.Hascomidoenmimesa,ymásvecesquenotehasquedadoamiladoyhasrevueltounpucheromientrascharlábamoscuandoeraspequeño.Creoqueteconozcomejorquelamayoría.Ylosquedicenquepeleascomounabestiaporqueeso es lo que eres, medio animal, sólo dicen sandeces malintencionadas. Esos cuerpos estabandesgarradosaconciencia,sí,perohevistoahombresrabiososhacercosaspeores.CuandoviolaronalahijadeSalPlatija,fueéstayleclavósucuchillodepescadoaesamalabestia,zas,zas,zas,ahímismoenelmercado,comosiestuviera troceandocebopara luegoecharloa lamar.Loquehiciste túnofuepeorqueeso.
Experimentéuninstantedepuroterror.Medioanimal...NohacíatantotiempoquequemabanvivaalagentedotadadelaMaña.
—Gracias—dije,pugnandoporserenarmivoz.Añadíunápicedeverdad—.Notodofueobramía.Seestabanpeleandoporsu...presacuandolosencontré.
—LahijadeGinna.Nohacefaltaqueteandesconrodeosconmigo,Traspié.Yotambiéntengohijos,yacrecidos,perosifuesealguienahacerlesdaño,diantre,rezaríaparaquehubiesealguiencomotúquelosdefendiera,medaigualcómo.Oparavengarlos,sinosepuedehacerotracosa.
—Metemoquenosepodíahacernadamás,Perol.—Elescalofríoquemerecorriónoerafingido.Videnuevolosriachosdesangrequesurcabanunpuñodiminutoygordezuelo.Parpadeé,perolaimagensemequedógrabada—.Tengoquedarmeprisa.HoyquieroveralreyArtimañas.
—Nome digas.Vaya, ésas sí que son buenas noticias.Hale, entonces, llévate esto contigo.—Seacercópesadamenteaunarmarioparacogerunabandejatapadaconpastascubiertasdequesofundidoygrosellas.Dejóuncazocontécalienteasuladoyunatazalimpia.Colocólaspastitasconmimo—.Ymiraaversiselascome,Traspié.Sonsuspreferidas,ysipruebaunasolaséqueselasacabarátodas.Esolevendrábien.
Paramítambién.Diunrespingocomosiacabarandepincharmeconunalfiler.Intentédisimularloconunatos,comosi
mehubieraatragantadoderepente,peroaunasíPerolmemiróextrañada.Volvía toseryasentíconlacabeza.
—Seguroqueleencantan—dijeconvozestrangulada,ymellevélabandejadelacocina.Varios pares de ojos me siguieron. Sonreí con amabilidad e intenté aparentar que desconocía el
motivo.Nosabíaqueseguíasconmigo,ledijeaVeraz.Unapartediminutademíestabarepasandocadauno
demispensamientosdesdequesalieradesutorre,ydabagraciasaEdapornohaberdecididobuscarprimeroaOjosdeNoche,altiempoquearrinconabaesospensamientos,sinsabercuanprivadoseran.
Yalosé.Noeramiintenciónespiarte.Sóloqueríademostrartequecuandonoteconcentrastantoenesto,erescapazdehacerlo.
RastreésuHabilidad.Suponemásesfuerzoparatiqueparamí,señalémientrassubíalasescaleras.Tehasenfadadoconmigo.Perdona.Apartirdeahora,measegurarédequesepascuándoestoy
contigo.¿Quieresquetedejecontusasuntos?Mi hosquedadme hacía sentir avergonzado.No. Todavía no. Acompáñame un pocomásmientras
visitoalreyArtimañas.Veamoshastadóndepodemosllevaresto.Sentísuaquiescencia.MedetuveantelapuertadeArtimañasehiceequilibriosconlabandejaenuna
manomientrasmeapresurabaaatusarmeelcabelloymealisabael jubón.Elpeloempezabaa serunproblemaúltimamente.Jonquimelohabíadejadomuycortoduranteunataquedefiebreenlasmontañas.Ahoraqueloteníatanlargo,nosabíasirecogérmeloenunacoletacomohacíanBurrichylosguardias,ollevarlo suelto sobre los hombros como si todavía fuese un paje. Ya era demasiado mayor parasujetármeloenunamediatrenzacomohacíanlosniños.
Hazteunacoleta,muchacho.Yodiríaquetehasganadoelderechoallevarlocomounguerrero,tantocomocualquierguardia.ProcuratansólonoempezaraobsesionarteconélyaceitartelosrizoscomohaceRegio.
Borrélasonrisademicarayllaméalapuerta.Esperéunpocoyvolvíallamar,másfuerte.Anúnciateyábrela,sugirióVeraz.—SoyTraspiéHidalgo,majestad.OstraigounacosadepartedePerol.Empujé la puerta. Estaba cerrada por dentro. Qué extraño. Mi padre no acostumbra a echar el
pestillo.Aponeralgúnhombresí,peronuncaladejacerradaeignoralasvisitas.¿Puedescolarte?Seguramente.Peroantesdejaquepruebeallamarotravez.Aporreélapuertaconinsistencia.
—¡Ya va! ¡Ya va! —susurró alguien al otro lado. Pasó un rato considerable antes de que sedescorrieranvarioscerrojosylapuertaseabrieraunpalmo.Wallaceseasomóigualqueunarataenlagrietadeunapared—.¿Quéquieres?—preguntóentonoacusatorio.—Hablarconelrey.
—Estádormido.Oloestabaantesdequeempezarasadargolpes.Adiós.—Unmomento.—Interpuseunabotaentrelapuertayelmarco.Conlamanolibre,levantéelcuello
demi jubón para revelar el alfiler con una piedra roja del que rara vezme separaba. La puertameapretaba el pie con firmeza.Apliqué un hombro a la hoja yme apoyé todo lo que pude sin soltar labandeja que sostenía todavía—. Esto me lo dio el rey Artimañas hace muchos años. Con él me diotambiénlapromesadeque,siemprequelomostrara,semepermitiríaverlo.
—¿Aunqueestédormido?—inquiriódespectivamenteWallace.—Nolepusoningunalimitación.¿Túsí?Lofulminéconlamiradaatravésdelarendija.Vacilóunmomentoantesdeapartarsedelapuerta.—Ya que tanto te empeñas, adelante, entra. Pasa a ver a tu rey dormido, intentando conseguir el
reposoquetantonecesitaensuestado.Perosilomolestas,comosucuranderoquesoylepediréquetequiteesebonitoalfilerparaquenovuelvasaincordiarlo.
—Puedesrecomendárselositeplace.Ysimireydeseaquitármelo,nomeopondré.Seapartódemíconunaelaboradareverencia.Meentraronunasganasirresistiblesdeborrarleesa
sonrisitasardónicadesucara,peromecontuve.—Estupendo—dijocuandopaséporsulado—.Pastasdulcesparaalterarsudigestiónyempeorarsu
estado.Quéchavalmásconsiderado.Memordílalengua.Artimañasnoestabaensusalón.¿Eldormitorio?—¿De verdad insistes en molestarlo allí? Claro, ¿por qué no? No has dado muestra de mejores
modales,¿porquétendríaqueesperaruntoquedeeducaciónahora?LavozdeWallacerebosabacondescendenciaysarcasmo.Memordílalenguaconmásfuerza.Noconsientasquetehableasí.Plántalecara.EsonoeraunconsejodeVeraz,sinounaorden.Dejé
labandejaconcuidadoencimadeunamesita.CogíaireymegiréparaencararmeconWallace.—¿Esquetecaigomal?—preguntésinrodeos.Retrocedióunpasoperointentómantenerlasonrisaensusitio.—¿Caermemal?¿Porqué ibaa importarmeamí,uncurandero,quevengaalguienamolestaraun
enfermoqueporfinhaconseguidoconciliarelsueño?—Estahabitaciónapestaahumo.¿Porqué?¿Humo?Esunahierbaqueusanenlasmontañas.Raravezseutilizaenmedicina,salvoparacombatirlos
doloresquenopuedepaliarningunaotracosa.Peroporlogeneralestehumoseinhalaporplacer.ParecidoalusoquehacemosdelassemillasdecarnsenelFestivaldePrimavera.Tuhermanoesmuyaficionadoaél.
Comoloerasumadre.Siesquesetratadelamismahierba.Ellalallamabameruéndano.Lashojassoncasiiguales,perolaplantadelamontañadaunashojasmásaltasyfrescas.Ysu
humoesmásdenso.
Mi conversación con Veraz había tenido lugar en el tiempo que tarda un ojo en parpadear. Lainformaciónsepuedehabilitartandeprisacomosepiensa.Wallaceseguíaconloslabiosfruncidospormipregunta.
—¿Ahoratelasdasdecurandero?—respondió.—No.Perosíhetrabajadoconhierbas,ymisconocimientosmesugierenqueelhumonoeslomás
convenienteparalosaposentosdeunenfermo.Wallacepermaneciócalladouninstantemientraselaborabasurespuesta.—Bueno.Losplaceresdeunreynosondelaincumbenciadesucurandero.—Entoncesquizáseandemiincumbencia—contesté,yledilaespalda.Cogílabandejayabrílapuertadeldormitoriodelrey,tenuementeiluminado.Elolorahumoeramásintensoallí,elaireestabacargadoypegajoso.Enlachimeneaardíaunfuego
exagerado,loqueconvertíalahabitaciónenunhornoasfixiante.Elambienteestabaestancado,comosihicierasemanasquenoentrabaelairefrescoenlasala.Inclusoelalientoparecíaquesemecondensaraen los pulmones. El rey yacía inmóvil, respirando entre estertores bajo una montaña de colchas deplumas.Busquéunlugardondesoltarlabandejadepastas.Lamesitaquehabíajuntoalacamaestabaatestada.Habíaunincensarioparaelhumo,conlabandejaparalacenizallenahastalostopes,aunqueelquemador estaba apagado y frío. A su lado había una copa de vino tinto templado y un cuenco queconteníaundesagradablegrumogris.Posélosrecipientesenelsueloylimpiélamesaconlamangaantesdedejarlabandeja.CuandomeacerquéallechodelreypercibíunolorfétidoyrancioqueseintensificóalinclinarmesobreArtimañas.
EstonoespropiodeArtimañas.Verazcompartíamidesmayo.Últimamentenomellamaamenudo,yyoheestadodemasiadoocupado
comoparavisitarloamenosqueélrequirieramipresencia.Laúltimavezquelovifueensusalón,unatarde.Sequejabadefuertesdoloresdecabeza,peroesto...
Elpensamiento flotó inconclusoentrenosotros.Aparté lamiradadel reyparaencontraraWallaceasomadoalapuerta,observándonos.Habíaalgoensucara;nosési llamarlosatisfacciónoconfianza,perodespertómifuria.Lleguéalapuertadedoszancadas.Lacerrédegolpeyobtuvelasatisfaccióndeoírlogritarcuando lepillé losdedos.Puseensusitiounavieja trancaqueseguramentenohabíasidoutilizadaentodoslosañosqueteníayo.
Me acerqué a la alta ventana, aparté de golpe los tapices que la cubrían y abrí de par en par lospostigosdemadera.Laluzdelsolyelairefríoylimpioinundaronlaestancia.
Traspié,estoesunaimprudencia.Norespondí.Recorrílaestancia,tirandounincensariotrasotrodehierbasycenizasporlaventana.
Barrí con la mano la ceniza restante para expulsar el hedor del cuarto. En distintos puntos de lahabitaciónreuníhastamediadecenadecopaspegajosasllenasdevinorancioyunabandejacargadadecuencosyplatosdecomidaintactaoinacabada.Lodejétodoapiladojuntoalapuerta.Wallacelaestabaaporreandoyaullabaenfurecido.Meapoyéenlahojayhabléatravésdelarendija.
—¡Chis!—dijeconvozdulce—.Quevasadespertaralrey.Ordenaauncriadoquetraigajarrasdeaguatibia.YdilealaseñoraPremuraquehacenfaltasábanas
nuevasparalacamadelrey,pedíaVeraz.Yonopuedodaresasórdenes.Pausa.Nopierdaseltiempoenfadándote.Piensaunpocoyverásque
tengorazón.Sabía que la tenía, pero también sabía que no podía dejar aArtimañas encerrado en aquel cuarto
desastradoyapestoso,comonopodríaabandonarloenuncalabozo.Habíaunaescanciamediollenadeagua, estancada, pero casi limpia.La dejé junto al hogar para que se calentara.Quité la ceniza de lamesitaydejéencimadeella labandejaconel téy laspastas.Meatrevíaregistrarelarcóndelreyyencontré un camisón limpio y hierbas de baño. Restos, sin duda, de los tiempos de Cheffers. Nuncahubieraimaginadoquepodríaextrañartantoaunayudadecámara.
CesaronlosgolpesdeWallace.Nolosechédemenos.Cogíelaguatempladaconlashierbasyunpañoylodejétodojuntoalacamadelrey.
—ReyArtimañas—dijeenvozbaja.Seagitóunpoco.Teníalosbordesdelosojosenrojecidos,laspestañaspegadas.Cuandoabriólos
párpados,enseguidalosentornóparaprotegerdelaluzsusojosenramados.—¿Chico?—Paseólamiradaportodalahabitación—.¿DóndeestáWallace?—Hasalidounmomento.Oshe traídoaguaparaqueos lavéisypastas frescasde lacocina.Y té
caliente.—No...nosé.Laventanaestáabierta.¿Porquéestáabiertalaventana?Wallacemehaadvertidoque
podríacogerfrío.—Laheabiertoparaairearelcuarto.Perolacerrarésilodeseáis.—Huelo el mar. El cielo está raso, ¿verdad? Mira cómo chillan las gaviotas anunciando una
tormenta...No.No,cierralaventana,muchacho.Nomeatrevoaenfriarme,noconloenfermoqueestoyya.
Meacerquédespacioalaventanaparacerrarlospostigosdemadera.—¿Hacemuchoqueestáenfermosumajestad?Nosehablamuchodeelloenelpalacio.—Demasiadotiempo.Desdesiempre,parece.Noesqueestémal,esquenuncaestoybien.Enfermoy
luegomejorounpoco,peroencuantointentohaceralgorecaigoyespeorqueantes.Estoyhartodeestaenfermedad,chico.Hartodeestecansancio.
—Venid, sir. Esto os hará sentirmejor.—Humedecí el paño y le lavé la cara con delicadeza. Serecuperólosuficienteparaindicarmequepodíautilizarlasmanosysevolvióafrotarelrostroconmásvigor.Mesorprendióloturbiaquequedóelaguacuandohuboacabado—.Osheencontradouncamisónlimpio.¿Queréisqueosayudeaponéroslo?¿Opreferísquemandebuscaruncriadoparaquetraigaunbañoyaguacaliente?Oscambiaríalassábanasmientrasosbañáis.
—No,oh,notengofuerzas,muchacho.¿DóndeestáeseWallace?Sabequenopuedovalermesolo.¿Cómolehabrádadopordejarmesolo?
—Unbañocalienteosayudaríaadescansar—intentépersuadirlo.Atancortadistancia,elancianoapestaba.Artimañassiemprehabíasidounhombreaseado;creoque
susuciedadmepreocupabamásquecualquierotracosa.—Peropuedocogerfríosimebaño.EsodiceWallace.Pielmojada,vientofrío,yhale,estoylisto.O
esodice.¿DeverassehabíaconvertidoArtimañaseneseancianoasustadizo?Mecostabacreerloqueestaba
oyendo.—Bueno,enesecaso,alomejorsólounatazadetécaliente.Yunapasta.DicePerolSaraqueson
vuestraspreferidas.Servíeltéhumeanteenunatazayviquearrugabalanarizconagrado.Diounpardesorbosyluego
se sentó para contemplar las ordenadas pastitas. Me pidió que lo acompañara y comí una con él,chupando el sabroso relleno que se me quedó pegado a los dedos. No me extrañaba que fuesen susfavoritas.Ibaadarcuentadelasegundacuandoseescucharontressólidosgolpesenlapuerta.
—Ábrela, bastardo. O la echarán abajo los hombres que traigo. Como le hayas hecho algo a mipadre,morirásenelsitio.
Regionoparecíanadacomplacidoconmigo.—¿Quéesesto,chico?¿Hastrancadolapuerta?¿Quéestápasandoaquí?Regio,¿quéestápasando
aquí?Medolióoírcómosequebrabalavozdelrey.Crucélaestanciaydesatranquélapuerta.Seabriódegolpeantesdequepudieratocarlamanillay
meprendierondosdelosguardiasmásfornidosdeRegio.Lucíansussatenesdecolorescomoperrosdepresaconcintasenelcuello.Noofrecíresistencia,porloquenoteníanningunaexcusaparaestrellarmecontralapared,perolohicierondetodosmodos.Semedespertarontodoslosdoloresqueconservabadel día anterior.Me retuvieron allímientras entrabaWallace, protestando por el frío que hacía en lahabitacióny,perocómo,comiendodulces,pocomenosquevenenoparaunhombreenelestadodelreyArtimañas. Regio se había plantado con lasmanos en las caderas, la viva imagen de una persona almandodelasituación,ymeobservabaconlosojosentornados.
Unaimprudencia,muchacho.Muchometemoquehemosabusadodenuestrasuerte.—¿Ybien,bastardo?¿Quétienesquedecirentudefensa?¿Quéteproponíashacer,exactamente?—
inquirióRegiomientrasWallaceproseguíaconsuletanía.Inclusollegóaecharotroleñoalachimenea,peseaqueelambienteyaeraasfixiante,yarrebatóal
reylapastaquehabíaempezadoamordisquear.—Vineparainformar.Alveralreymalatendido,mepropuseponerremedioalasituación.Estabasudando,másporculpadeldolorqueacausadelosnervios.DetestabaqueRegiosesonriera
alvermesufrir.—¿Malatendido?¿Quéinsinúas?—meacusó.Inspiréhondoparareunircoraje.Laverdad.—Encontré su dormitorio desordenado y pestilente. Había platos sucios por todas partes. No se
habíancambiadolassábanas...—¿Cómoteatrevesadeciralgoasí?—siseóRegio.—Me atrevo porque digo la verdad por mi rey, como he hecho siempre. Permitidle que eche un
vistazoconsuspropiosojosyveamossimiento.AlgoenelenfrentamientohabíareavivadounpocoaArtimañas.Seincorporóenlacamaymiróen
rededor.—Elbufónsehaquejadodelomismo,consuacidezcaracterística...—comenzó.Wallaceseatrevióainterrumpirlo.—Miseñor,vuestroestadodesaludhasidomuydelicado.Avecesesmásimportantedescansarsin
interrupción que no sacaros de la cama para cambiar una colcha o una sábana. Y un par de platosamontonadossuponenmenosmolestiaquelachácharaincesantedelpajequevengaalimpiar.
El reyArtimañas parecía inseguro de pronto. Seme encogió el corazón.Eso era lo que quería elbufónqueyoviera,poresohabíainsistidotantoenquedebíavisitaralrey.¿Porquénohabíasidomásclaro?Aunque,bienmirado,¿cuándohablabaclaroelbufón?Mesentíaabochornado.Aquéleramirey,elreyalquehabíajuradofidelidad.QueríaaVeraz,ymilealtadhaciaéleraincuestionable.Perohabíaabandonadoamireyenelprecisoinstanteenquemásmenecesitaba.Chadesehabíaido,nosabíahastacuándo. Había dejado al rey Artimañas sin más protección que la del bufón. Aunque ¿cuándo habíanecesitadoelreyArtimañasanadiequeloprotegiera?Aquelancianosiemprehabíasidomásquecapazdevalerseporsísolo.MerecriminéelnohaberenfatizadoaChadelosuficienteloscambiosquehabíanotadoamiregresoalcastillo.Tendríaquehaberprestadomásatenciónamisoberano.
—¿Cómoconsiguióentraraquí?—preguntóRegioderepente,fulminándomeconlamirada.—Mi príncipe, tenía un símbolo del propio rey, o eso afirmó. Dijo que el rey había prometido
recibirlosiemprequeenseñaraesealfiler...—¡Quépatraña!¿Cómopudistecreertamañanecedad?—PríncipeRegio,sabéisqueescierto.EstabaispresentecuandomelodioelreyArtimañas.Habléenvozbajaperoconclaridad.Enmi interior,Verazguardabasilencio,expectanteyvigilante,enterándosedemuchascosas.Ami
costa,penséconamargura,yluegodeseépoderretiraresepensamiento.Congestostranquilos,inofensivos,zaféunamuñecadelamanodeunodelosperrosdepresa.Alcéel
cuellodemijubónydesprendíelalfiler.Lolevantéparaquetodoslovieran.—Norecuerdonadaporelestilo—espetóRegio,peroArtimañasirguiólaespalda.—Acércate,chico—mepidió.Medesembaracédelosguardiasymealisélaropa.LlevéelalfilerhastalacamadeArtimañas.Muy
despacio,elreyalargólamano.Mequitóelalfiler.Elcorazónmediounvuelcoenelpecho.—Padre,estoes...—empezóRegio,enojado,peroArtimañaslointerrumpió.—Regio.Túestabasallí.Teacuerdas,odeberías.—Losojososcurosdelreyseveíanbrillantesy
alertascomoyo los recordaba,pero tambiéneranevidentes lasmarcasdeldolorenesosojosyen lacomisuradesuslabios.ElreyArtimañaspugnabaporconservarsulucidez.Sostuvoelalfilerenaltoydedicó a Regio una sombra de su antigua mirada calculadora—. Di este alfiler al muchacho. Y mipalabra,acambiodelasuya.
—Entoncessugieroqueretiresambascosas,palabrayalfiler.Nuncaterecuperarásconestetipodeintromisionesentusaposentos.
Denuevo,aqueldejoimperiosoqueimpregnabalavozdeRegio.Esperé,callado.Elreysefrotólacaraylosojosconunamanotemblorosa.—Yolediesascosas—dijo,yaunquelaspalabraseranfirmes,lafuerzaabandonabasuvoz—.Un
hombre que da su palabra ya no puede retirarla, pues ha dejado de ser suya. ¿Tengo razón en esto,TraspiéHidalgo?¿Estásdeacuerdoconmigoenqueunhombrenopuederetirarlapalabraquehadado?
Esapreguntaentrañabalaviejaprueba.—Comosiempre,mirey,estoydeacuerdoconvos.Cuandounhombredasupalabra,yanopuede
echarseatrás.Debecumplirloqueprometió.—Puesmuybien.Arreglado.Todoestáarreglado.Meofrecióelalfiler.Locogídesumanosintiendounaliviotaninmensoquemesentímareado.Se
reclinóensusalmohadas.Experimentéotromomentodevértigo.Conocíaesasalmohadas,esacama.YohabíayacidoenellayhabíacontempladoelsaqueodelosSedimentosjuntoalbufón.Mehabíaquemadolosdedosenaquellachimenea...
Elreyexhalóunpesadosuspiro.Habíafatigaenél.Sequedaríadormidodeunmomentoaotro.—Prohíbelequevengaamolestartedenuevoamenosquerequierassupresencia—ordenóRegio.ElreyArtimañasentreabriólosojosdenuevo.—Traspié.Venaquí,muchacho.Como si fuese un perro, me acerqué a él. Me arrodillé junto a su cama. Levantó una mano
enflaquecidaymediounapalmaditatorpe.—Túyyo,muchacho,nosentendemos,¿noesasí?—Eraunapreguntasincera.Asentí—.Buenchico.
Buenchico.Yohecumplidomipalabra.Ahoraprocuracumplirtúlatuya.Pero—miróaRegio,yesomedolió—seríamejorquevinierasavermeporlastardes.Porlatardetengomásfuerzas.
Elsueñoempezabaaapoderarsedeél.—¿Puedovolverestatarde,majestad?—meapresuréapreguntar.Levantóunamanoylaagitóenunavaganegativa.—Mañana.Opasadomañana.Selecerraronlosojosyexhalóunsuspirotanprofundocomosinofueseavolverarespirarjamás.—Como deseéis, milord —respondí. Realicé una honda reverencia protocolaria. Cuando me
incorporé, devolví con cuidado el alfiler a la solapa demi jubón.Dejé que transcurriera un instantemientrastodosmemiraban,yluego—:Simedisculpáis,mipríncipe—solicitéconformalidad.
—Largodeaquí—gruñóRegio.A él le dediqué una reverencia menos formal, me di la vuelta despacio y me fui. Sus guardias
vigilaronmisalida.Habíasalidode lahabitaciónantesdedarmecuentadequesemehabíaolvidadoproponerelasuntodemimatrimonioconMolly.Ahoraparecíapocoprobablequefueseagozardeotraocasión en bastante tiempo. Sabía que en las próximas tardes encontraría a Regio, a Wallace o acualquieradesusespíassiemprealladodelreyArtimañas.Nomeapetecíaabordaresetemadelantedenadiequenofuesemirey.
¿Traspié?Enestosmomentosquisieraestarsolo,mipríncipe.Sinoosimporta.Desapareciódemimentecomounapompadejabónalexplotar.Cabizbajo,emprendíeldescensode
lasescaleras.
Secretos
El príncipe Veraz decidió desvelar su flota de buques de guerra a mediados del Festival deInviernodeaquelañodecisivo.SihubieraseguidolosdictadosdelatradiciónhabríaesperadoalallegadadelbuentiempoyloshabríabotadoelprimerdíadelFestivaldePrimavera,consideradoelmomento más propicio para echar al agua un buque nuevo. Pero Veraz había exigido a lostrabajadoresdesusastillerosquetuvieranloscuatrovelerospreparadosparasubotaduraamediadosdeinvierno.AlescogereldíacentraldelFestivaldeInvierno,seasegurabaunnutridopúblico,tantopara el lanzamiento de las naves como para sus palabras. Es asimismo tradicional que ese día secelebreunacacería,pueslacarneconseguidaseconsideraauguriodelabonanzaporvenir.Cuandohubosacadolosbarcosdesusnavessobresusrodaderos,anuncióalacongregaciónqueésoseransuscazadoresyquelasúnicaspresasquesaciaríansuseddesangreseríanlosCorsariosdelaVelaRoja.Lareacciónantesuspalabras fuediscreta,ya todas lucesno laqueélesperaba.Enmiopinión lagentequeríaapartartodopensamientodeloscorsariosdesucabeza,refugiarseenelinviernoyfingirque laprimaverano llegaría jamás.PeroVeraz lesnegóesa satisfacción.Aqueldía sebotaron losbarcosycomenzóeladiestramientodequieneshabríandesersustripulantes.
OjosdeNocheyyopasamos laprimerahorade la tardecazando.Rezongóal respecto,arguyendoqueeraunmomentodeldíaridículoparacazar,protestandoporqueyohabíadesperdiciadolasprimerashorasdeldíaretozandoconmicompañeradepajaza.Ledijequeesoeraalgonatural,queseguiríasiendoasí durante varios días y probablementemás tiempo aún. No le hizo gracia. Pero amí tampoco.Memolestaba,ynopoco,queestuvieratanalcorrientedelmodoenqueempleabayomitiempoauncuandonofueseconscientedesucontactoconmigo.¿SehabríapercatadoVerazdesupresencia?
Seriódemí.Avecesmecuestaconseguirquemeoigas.¿Quieresquetezarandeeparaquesepasqueestoyahíyqueluegoaúlleparaqueseentereéltambién?
Nuestracaceríatuvoescasoéxito.Dosconejos,losdosbastantemagros.Prometíllevarlelosrestosdelacocinaaldíasiguiente.Menoséxitoaúntuvomidemandadeintimidadendeterminadasocasiones.No lograba hacerle entender por qué distinguía el apareamiento de otras actividades comunes de lamanada,comocazaroaullarjuntos.Elapareamientosugeríacamadasacortoplazo,yelcuidadodelascamadasdependíadelamanada.Nopuedoexpresarconpalabraslacomplejidaddenuestradiscusión.
Conversábamos con imágenes, con pensamientos compartidos, lo que no dejaba mucho sitio para ladiscreción. Su sinceridad me escandalizaba. Aseguraba compartir el placer que me producían micompañeraynuestroapareamiento.Leroguéquedejaradehacerlo.Confusión.Porfinlodejédevorandosusconejos.Parecíamolestoporqueyonohubieraaccedidoacompartirlacarne.Lomáximoquehabíaconseguido arrancarle era su comprensión ante el hecho de que yo no quisiera saber que compartía aMollyconmigo.Enrealidadesonoeraloqueyoquería,perofuetodoloquepudesacardeél.Laideadequeavecesdesearacortarnuestrolazoporcompletonoeraalgoqueleentraraenlacabeza.Noteníasentido, decía.Noerapropiode lamanada.Lodejépreguntándome si volvería a tener algunavezunmomentoderealysinceraintimidad.
Regresé al castillo y busqué la soledad de mi dormitorio. Aunque sólo fuera por un momento,necesitabaestarenalgúnsitiodondepudieracerrar lapuertayquedarmesolo.Físicamente,almenos.Como si se empeñaran en alimentar mi ansia de tranquilidad, los pasillos y las escaleras eran unhervidero de gente atareada. Los sirvientes retiraban las viejas esteras y extendían otras nuevas, secolocaban velas intactas en las abrazaderas y por todas partes se colgaban coronas y ramos de hojasperennesenfestonesyguirnaldas.ElFestivaldeInvierno.Noestabadehumorparaeso.
Porfinlleguéamipuertayentréenmicuarto.Lacerréconfirmezaalpasar.—¿Yahasvuelto?Elbufónmemiródesdelachimenea,dondeestabaencuclillasfrenteaunsemicírculodepergaminos.
Parecíaquelosestuvieradividiendoengrupos.Loobservéfijamentesindisimularmidesmayo,quetardóuninstanteenconvertirseenenfado.—¿Porquénomedijistenadadelestadodelrey?Estudióotropergaminoy,alcabo,lodejóenunmontónasuderecha.—Perositelodije.Unapreguntaacambiodelatuya:¿Porquénolosabíasya?Esomedesconcertó.—Confiesoquehedescuidadomisvisitas,pero...—Ningunademispalabrastehubieraimpactadotantocomoverlocontuspropiosojos.Tampocote
hasparadoapensar cómo sería si yonomehubierapreocupadode ir allí todos losdíasparavaciarbacines,barrer,quitarelpolvo,llevarmelosplatossucios,peinarleelpeloylabarba...
Denuevohabíaconseguidodejarmesinpalabras.Crucé laestanciaymesentépesadamenteenmiarcón.
—No es el rey que yo recuerdo—dije con brusquedad—.Me asusta que pueda hundirse de esemodo,tandeprisa.
—¿Atiteasusta?Amímeaterra.Porlomenostútendrásotroreycuandoéstehayadesaparecido.Elbufónpusootropergaminoenloaltodeunapila.—Todoslotendremos—señaléconcuidado.—Algunosmásqueotros—dijoelbufón,lacónico.Sin pensar, aseguré el alfiler prendido enmi jubón. Ese día casi lo había perdido. Esome había
hechopensarentodoloquehabíasimbolizadodurantetodosaquellosaños.Laproteccióndelrey,paraunnietobastardodelqueotrohombremásdespiadadosehabría libradosinarmarescándalo.Yahoraqueeraélelquenecesitabaprotección,¿quésimbolizabaparamí?
—Bueno.¿Quévamosahacer?
—¿Túyyo?Lomásparecidoanada.Yosoyunsimplebufónytúunbastardo.Asentíaregañadientes.—OjaláestuvieraaquíChade.Ojalásupieracuándovaaregresar.Miréalbufón,preguntándomecuántosabía.—Chadeescomounasombra,oesoheoído,asíquesupongoquevolverácuandosalgaelsol.—
Siempreigualdeevasivo—.Demasiadotardeparaelrey,mefiguro—añadióenvozbaja.—Entonces,¿nopodemoshacernada?—¿Tú y yo?Claro que sí. Lo que pasa es que podemos hacer demasiadas cosas. En estos casos,
cuantomenossehagamásseconsigue.Quizátengastazón,deberíamosconsultaralosquepuedanhaceralgo. Y ahora... —Llegado a ese punto se incorporó e hizo como si se le sacudieran todas lasextremidades, igual que una marioneta con las cuerdas enredadas. Repicó hasta el último de suscascabeles.Nopudereprimirunasonrisa—.Seacercalamejorhoradeldíaparaturey.Yyoestaréallí,parahacerloquepuedaporél.
Salióconcuidadodesuanillodepergaminosyarcillasamontonadas.Bostezó.—Adiós,Traspié.—Hastaluego.Sedetuvo,dubitativo,enlapuerta.—¿Noteimportaquemevaya?—Creoqueloquemeimportabaeraquetequedaras.—Nuncalelleveslacontrariaaunbufón.Pero¿esquetehasolvidado?Hicimosuntrato.Unsecreto
acambiodeotro.Nomehabíaolvidado.Peroderepentenoestabasegurodequerersaberlo.—¿Dedóndevieneelbufón,yporqué?—preguntéenvozbaja.—Ah.—Permanecióinmóvilunmomento,antesdepreguntarsolemnemente—:¿Seguroquequieres
conocerlarespuestaaesaspreguntas?—¿Dedóndevieneelbufón,yporqué?—repetídespacio.Guardósilenciouninstante.Entonceslovi.Lovicomohacíaañosquenoloveía,nocomoelbufón,
todoingenioylenguaafilada,hirientecomounanavaja,sinocomounapersonamenudayesbelta, todafragilidad, piel pálida, huesos de ave, incluso su cabello parecía más insustancial que el de otrosmortales.Consujubónnegroyblancoribeteadodecascabelesdeplataysuridículocetrorataportodaarmadura y espada en aquella corte de intrigas y traiciones. Y sumisterio. El manto invisible de sumisterio.Deseéfugazmentequenomehubieraofrecidoaqueltratoyquemicuriosidadnohubierasidotan.arrolladora.
Suspiró.Paseólamiradapormicuarto,antesdeacercarsealtapizdondeelreySapienciasaludabaalVetulus.Levantólavistahaciaelyesbozóunasonrisaamarga,encontrandoenlaescenaalgúntipodecomicidad que a mí siempre se me había pasado por alto. Adoptó la postura de un poeta listo pararecitar.Entoncessedetuvoyvolvióamirarmefijamentealosojos.
—¿Seguroquequieressaberlo,Traspié?Comounaletanía,repetílapregunta.—¿Dedóndevieneelbufónyporqué?—¿Dedónde?Ah,dedónde.—JuntósunarizconladeRatitaunmomento,formulandounarespuesta
a supropiapregunta.Luegomemiróa la cara—.Veal sur,Traspié.A las tierrasqueescapande losmárgenesdecualquiermapaquehayavistoVerazensuvida,ydelosmárgenesdelosmapastrazadostambién en esos países. Ve al sur y luego al este, cruzando un mar para el que no tienes nombre.Terminarásporencontrarunapenínsulaalargada,yensuserpenteantecaboencontraráslaaldeaenquenacióunbufón.Quizásencuentresincluso,todavía,aunamadrequeseacuerdedesubebéblancocomoungusano,querecuerdecómomeacunabacontrasupechoycantaba.—Observódesoslayomirostroincrédulo, embobado, y soltó una risita—. Ni siquiera puedes imaginártelo, ¿verdad? Deja que te lopongaunpocomásdifícil.Teníaelpelolargo,oscuroyrizado,ylosojosverdes.¡Teimaginas!Deesosricoscoloressenutríasutransparencia.¿Ylospadresdelacriaturaincolora?Dosprimos,puestaleralacostumbredeesatierra.Unorobusto,fornidoyprestoalarisa,delabiosrubicundosyojoscastaños,ungranjeroqueolíaasuelo fértilyaire libre.Elotro teníadeenjuto loqueelunodeholgado,cabellosbroncíneosteñidosdeoro,poetayjuglar,azulessusojos.Y,¡oh,cómomequeríanysefelicitabanpormí!Todos, los tres, y también la aldea entera.Cómomequerían.—Se le apagó la voz y permaneciócalladounmomento.Supecontodacertezaqueestabaescuchandoloquenadiemáshabíaoídodesuslabios.Recordélavezquemehabíaadentradoensucuarto,ylaexquisitamuñecaensucunaquehabíaencontradoallí.Adoradacomoadoradohabíasidoelbufónunavez.Esperé—.Cuandofui...lobastantemayor, les dije adiós a todos. Partí dispuesto a encontrar mi lugar en la historia y escogí dóndedesbaratarlo.Éstefueelsitioqueelegí;elmomentolohabíadictadolahorademinacimiento.LleguéaquíymeentreguéaArtimañas.Reuníloshilosqueeldestinohabíatenidoabiencolocarenmismanosyempecéaenlazarlosyteñirloscomomejorpude,conlaesperanzadedesmadejarlatelaqueseextendíaantemí.
Meneélacabeza.—Nomeheenteradodenadadeesoúltimo.—Ah.—Sacudió la cabeza y tintinearon sus cascabeles—. Te ofrecí contarte mi secreto. No te
prometíquelocomprenderías.—Nosehabráentregadounmensajehastaquehayasidoentendido—repliqué,citandoaChade.Elbufónseresistíaaaceptarlo.—Entiendes lo que te digo—me aseguró—.Es sólo que te niegas a aceptarlo.Nunca antes te he
habladocontantafranqueza.Quizáseaesoloquetedesconcierta.Hablabaenserio.Volvíanegarconlacabeza.—¡Notienesentido!¿Fuisteaalgunaparteparaencontrartulugarenlahistoria?¿Cómopuedeser
eso?Lahistoriaesloquedejamosatrás.Zangoloteólacabeza,estavezmásdespacio.—Lahistoriaesloquehacemosalolargodenuestravida.Lacreamosconcadapasoquedamos.—
Ensayóunasonrisaenigmática—.Elfuturoesotrotipodehistoria.—Nadiepuedeconocerelfuturo—convine.Susonrisaseensanchó.—¿Nadie?—preguntóconunsusurro—.Esposible,Traspié,queenalgunaparteestéescritotodolo
que ha de ocurrir en el futuro. No redactado por la mano de una persona, claro, pero si laspremoniciones,lasvisiones,losauguriosylosvaticiniosdetodaunarazaseplasmaransobreelpapel,secontrastaranyrelacionaranentresí,¿acasonocrearíaesepueblountelardondeenmarcareltapizdel
futuro?—Esoesabsurdo—protesté—.¿Cómosabríanadiesialgodeesoeracierto?—Si se construyera ese telar, si se tejiera ese tapiz de predicciones, no en el transcurso de unos
cuantosaños,sinodurantedecenasdesiglos,llegaríaunmomentoenelquesedemostraríaqueposeeunacapacidadpremonitoriasorprendentementeexacta.Tenencuentaquequienesconservanestosregistrospertenecen aotra raza, una raza increíblemente longeva.Una razapáliday adorableque enocasionescruza sus líneas de sangre con las de los hombres. ¡Y así! —Describió un giro, súbitamente vivaz,insufriblemente complacido consigo mismo—. Y así, cuando nacen ciertos bebés, unas criaturasseñaladas con tanta claridadque lahistoriadebe recordarlas, son llamados a emprender su camino, aencontrar el lugar que les corresponde en esa historia futura. Y luego se les podría exhortar aun aexaminareselugar,esaconjuncióndeuncentenardehilosy,digamos,esoshilos,entiendes,ésossonlosquehededesmadejar,yaldesmadejarloscambiaréeltapiz,deformaréeldiseño,alteraréelcolordeloqueestáporvenir.Cambiaréeldestinodelmundo.
Seestababurlandodemí.Ahoraestabaseguro.—Quizásunavezcadamilañossurjaunhombrecapazdecambiarelmundodeesamanera.Unrey
poderoso, tal vez, oun filósofoquedicte el pensamientodemilesdepersonas.Pero ¿túyyo, bufón?Somospeones.Ceros.
Sacudiólacabeza,apesadumbrado.—Esto,másquecualquierotracosa,esloquenuncahelogradoentenderdevosotros.Podéislanzar
losdadosycomprenderque toda lapartidadependadeun resultadocaprichoso.Repartís lascartasydecísquetodalasuertedeunhombrepuededependerdeunasolamano.Peroantelavidaenteradeunhombre arrugáis la nariz y decís, cómo, estamedianía de humano, este pescador, este carpintero, esteladrón,estecocinero,qué,quépuedehacerélenelvastomundo.Asíqueosconformáisconvercómoseconsumenvuestrasvidas,comovelascercadeunacorrientedeaire.
—Notodosloshombresestándestinadosahacergrandescosas—lerecordé.—¿Estás seguro, Traspié? ¿Estás seguro de eso? ¿De qué sirve vivir la vida si no ha de suponer
ninguna diferencia para el devenir delmundo?Me cuesta imaginar algomás triste. ¿Por qué no iba adecirse unamadre, si crío bien a esta niña, si la quiero yme preocupo de ella, vivirá una vida quereportefelicidadaquieneslarodeeny,así,yohabrécambiadoelmundo?¿Porquénoibaadecirasuvecinoelgranjeroqueplantaunasemilla,estasemillaqueplantohoydarádecomeraalguienalgúndía,yasíescomoyohoycambioelmundo?
—Esoesfilosofía,bufón.Nuncahetenidotiempodeestudiaresascosas.—No,Traspié,estoeslavida.Ynadietienetiempodepensarenestascosas.Todaslascriaturasdel
mundodeberíanconsideraresto,siquieraduranteunlatidodesucorazón.Delocontrario,¿quésentidotienelevantarsecadamañana?
—Bufón,estomesupera—declaréconincomodidad.Nunca lohabíavisto tan apasionado, nunca lohabíaoídohablar con tanta franqueza.Era como si
hubiera agitado unas brasas cubiertas de ceniza para descubrir de repente el rescoldo candente querefulgíaensusprofundidades.Ardíacondemasiadaintensidad.
—No,Traspié.Hellegadoacreerquetúereslaclave.—EstiróelbrazoymedioungolpecitoconRatita—.Lapiedraangular.Lapuerta.Laencrucijada.Elcatalizador.Cadavezquellegoauncrucede
caminos,cadavezquecreoqueheperdidoelrastro,cuandopegolanarizalsueloyhusmeo,barruntoyolisqueo,encuentrosiempreelmismoolor.El tuyo.Túcreasposibilidades.Mientrasexistas,sepuedecambiarelfuturo.Hevenidoaquíporti,Traspié.Túereselhiloquehilvano.Unodeellos,almenos.
Sentíunrepentinoescalofríopremonitorio.Dijeraloquedijeseacontinuación,noqueríaescucharlo.Enalgunaparte,alolejos,sealzóunulularapagado.Unloboaullabaenlainflexióndelinvierno.Meestremecíysemeerizóhastaelúltimovellodelcuerpo.
—Yamehastomadobastanteelpelo—dije,riéndomeconnerviosismo—.Nosécómopudecreerquemeibasacontarunsecretodeverdad.
—Tú.Onotú.Piezaclave,ancla,nudo.Hevistoelfindelmundo,Traspié.Lohevistotejidoconlamismaclaridadquehevistominacimiento.Oh,nomientrasvivas, ni siquieramientrasvivayo.Pero¿habremosdeconformarnosporvivirenelocasoynoenlanochecerrada?¿Habremosderegocijarnospor sufrir solamente,cuandoserán tushijos losqueconozcan los tormentosde loscondenados?¿Seráestoloquenosimpulseanohacernada?
—Bufón.Noquierooírmás.—Tuviste la oportunidadde impedírmelo.Peromepediste que hablara en tres ocasiones, y ahora
tienesqueoírme.—Levantósucetrocomosifueseaordenarunacargayhablócomosisedirigieraalconsejoenplenode losSeisDucados—.LacaídadelReinode losSeisDucados fueelguijarroqueiniciólaavalancha.Losdesalmadosavanzaronapartirdeahí,extendiéndosecomounamanchadesangreporlamejorcamisadelmundo.Lastinieblasdevoranynuncahabrándesaciarsehastaconsumirseasímismas. Y todo porque la Casa de los Vatídico fracasó. Ése es el futuro que ya se ha tejido. ¡Peroaguarda!¿Vatídico?—Ladeólacabezaymeobservófijamente,contemplativocomounavecarroñera—.¿Porquétellamanasí,Traspié?¿Quévaticinarontusantepasadosparamerecerseesenombre?¿Quieresqueteexpliquededóndevieneesenombre?Elmismonombredetucasaeselfuturoqueextiendelosbrazos en el tiempo hacia ti, otorgándote el nombre que algún día habrá de merecerse tu casa. LosVatídico.Ésafuelapistaquemeabriólosojos.Queelfuturoretrocedierahastati,hastatucasa,hastadondetulinajesecruzabaconmiépocaparanombrarosasí.Vineaquíy¿quédescubrí?UnVatídico,sinnombre.Innominadoencualquierhistoria,pasadaofutura.Perotehevistoadoptarunnombre,TraspiéHidalgo Vatídico, y veré cómo haces honor a él.—Se acercó a mí y me cogió por los hombros—.Estamosaquí,Traspié,túyyo,paracambiarelfuturodelmundo.Paraextenderlamanoycontenerensusitioesediminutoguijarroquepodríadesencadenarunaavalancha.
—No.—Unfríoespantosomeatenazabalasentrañas.Meestremecí.Meempezaronacastañetearlosdientesyunasbrillantesmotasde luz invadieronlaperiferiademivisión.Unataque.Ibaasufrirotroataque.Allímismo,delantedelbufón—.¡Vete!—grité,incapazdesoportarlaidea—.Márchate.¡Vamos!Corre.¡Corre!
Nuncaanteshabíavistoalbufónsorprendido.Sehabíaquedadoconlabocaabierta,revelandosusdiminutosdientesblancosysupálidalengua.Mesujetóuninstantemásyluegomesoltó.Nomedetuveapensarloquepodríaparecerlemibruscaexpulsión.Abrílapuertadegolpeylaseñalé,ydesapareció.Lacerrétrassuspasos,echéelpestilloytrastabilléhastamicamamientrasmegolpeabaunaoleadatrasotradeoscuridad.Medesplomédebrucessobrelacolcha.
—¡Molly!—grité—.¡Molly,sálvame!Perosabíaquenopodíaoírmeymehundísoloenlastinieblas.
Elresplandordeuncentenardevelas,guirnaldasdehojasperennes,coronasdeacebo,ramasnegrasdesnudadaspor el inviernoy cargadasde rutilantes caramelosde azúcar para complacer la vista y elgusto.Elchasquidode lasespadasdemaderade los títeresy lasentusiasmadasexclamacionesde losniñoscuandolacabezadelpríncipePicazosaliódisparadaporencimadelosespectadores.LabocadeArmoniosoabiertadeparenparenunacanciónobscenamientrassusdedosbrincabanasuairesobrelascuerdasdelarpa.UnarachadeairefríocuandoseabrieronlasgrandespuertasdelGranSalónyseunióanosotrosotrogrupodeparranderos.Pocoapocomehacíaalaideadequeaquelloyanoeraunsueño,eraelFestivaldeInvierno,yyoestabadeambulandoplácidamenteenmediodelacelebración,sonriendosin entusiasmo a todo elmundo y sin ver a nadie. Parpadeé despacio.No podía hacer nada deprisa.Estabaenvueltoen lana suave,navegabaa laderivacomounbote sin remosenunmarencalma.Meembargabaunagloriosasomnolencia.Alguienmetocóelbrazo.Megiré.Burrich,conelceñofruncido,preguntándomealgo.Suvoz,siempretanprofunda,casicomouncolorquemeteñíacuandohablaba.
—Todovabien—ledije—.Notepreocupes,todovabien.Mealejéflotandodeél,surcandolascorrientesdegente.ElreyArtimañasestabasentadoensutrono,peroahorasabíaqueestabahechodepapel.Elbufón
estabasentadoasuspiesysujetabasucetrorataigualqueseagarraunbebéasusonajero.Sulenguaeraunaespaday,conformeseacercabanlosenemigosdelreyal trono,elbufónlosabatía, loscortabaenpedazosylosalejabadelhombredepapelqueocupabaeltrono.
YallíestabanVerazyKettrickenenotroestrado,tanbonitoslosdoscomolamuñecadelbufón.Miréyviqueambosestabanhechosdeapetitos,comocontenedores llenosdehueco.Quépenamedabanopoderllenarlos,conlovacíosqueestabanlosdos.Regioseacercóahablarconellosyeraunenormepájaronegro,nounmirlo,no,nadatanalegrecomounmirlo,niuncuervo,noteníalarisueñasagacidaddeuncuervo,no,eraunamiserableavecarroñeraquedabavueltasymásvueltas,soñandoquelaparejaeracarroñadelaquepodíaalimentarse.Élsíquehedíaacarroña.Mecubrílabocaylanarizconunamanoymealejédeellos.
Mesentéenlarepisadeunachimenea,alladodeunaniñaquesereía,contentaconsusfaldasazules.Eradicharacheracomounaardillay le sonreí,yprontosepegóamíyempezóacantarunadivertidacanciónsobretreslecheras.Habíamáspersonassentadasydepiealrededordelachimeneaytodassesumaronalacanción.Todosnosreímosalfinal,aunquenosabíamuybienporqué.Quécálidaerasumano,apoyadaenmimuslo.
Hermano,¿tehasvueltoloco?¿Hascomidoraspasdepescado,tienesfiebre?—¿Eh?Tieneslamenteempañada.Tuspensamientossonpálidosymacilentos.Temuevescomosifueras
unapresa.—Mesientobien.—¿Ossentísbien,señor?Entoncesyotambién.Me sonrió. Carita regordeta, ojos oscuros, rizos que escapaban bajo su gorro. Ésta le gustaría a
Veraz.Mediounapalmaditaamistosaenlapierna.Másarribaquedondemehabíatocadoantes.—¡TraspiéHidalgo!Levantélacabezadespacio.Pacienciaestabadepieantemí,conCordoniaasulado.Sonreíalverla
allí.Salía tanpocode su cuartoparahacervida social...Sobre todoen invierno.El inviernoerauna
épocadifícilparaella.—Cómodeseoquellegueelveranoparaquepodamospasearjuntosporlosjardines—ledije.Meobservóunmomentosindecirnada.—Quierosubirunacosaamisaposentosperopesamucho.¿Puedashacermeesefavor?—Por supuesto.—Me levanté con cuidado—. Tengo que irme—dije a la pequeña criada—.Mi
madremenecesita.Mehagustadomuchotucanción.—¡Adiós,señor!—trinó,yCordonialafulminóconlamirada.Pacienciateníalasmejillasmuyrojas.Laseguíenmediodelosempujonesyachuchonesdelagente.
Llegamosalpiedelasescaleras.—Semehaolvidadocómosesubenéstas—ledije—.¿Ydóndeestáesoquetantopesaba?—¡Eso era una excusa para sacarte de ahí antes de que te pusieras aúnmás en ridículo!—siseó
Paciencia—.¿Quémoscatehapicado?¿Cómohaspodidoportartetanmal?¿Estásborracho?Meditélarespuesta.—OjosdeNochedicequehecomidoraspasdepescado.Peroyomesientobien.Cordonia y Paciencia me miraron muy atentamente. Luego cada una me cogió de un brazo y me
condujeronescalerasarriba.Pacienciapreparóté.YohabléconCordonia.LedijecuántoqueríaaMollyyqueibaacasarmeconellaencuantoelreymedierasupermiso.Mediounapalmaditaenlamano,metocólafrenteymepreguntóquéhabíacomidoesedíaydónde.Nomeacordaba.Pacienciamedioelté.Vomitéenseguida.Cordoniamedioaguafría.Pacienciamediomásté.Volvíavomitar.Dijequeyanoquería más té. Paciencia y Cordonia tuvieron una discusión. Cordonia dijo que pensaba que yo mepondríabiensidormíaunpoco.Mellevóamicuarto.
Desperté incapazdedistinguir quéhabía sidoun sueñoyqué real, si es que algohabía sido real.Todosmisrecuerdosdelaveladaerantanborrososcomolosdealgoquehubieraocurridohacíamuchosaños.Aesoseañadíaelhuecodelaescaleraabiertoconsuacogedoraluzamarillaysucorrientedeaire,quehelabamihabitación.Gateé fuerade lacama,mebalanceéunmomentocuandomesobrevinounaoleadadevértigoyluegosubílasescalerasdespacio,conunamanopegadasiemprealafríapareddepiedraparaconfirmarqueerareal.Amediocamino,bajóChadeamiencuentro.
—Ten,apóyateenmibrazo—ordenó,yyoobedecí.Merodeóloshombrosconelbrazolibreysubimosjuntoslasescaleras.—Teheechadodemenos—ledije.Cuandovolvíacogeraire,añadí—:El reyArtimañasestáen
peligro.—Yalosé.ElreyArtimañassiempreestáenpeligro.Llegamosaloaltodelaescalera.Teníalachimeneaencendidayhabíacomidaenunabandeja.Me
guióhacialasdoscosas.—Me parece que hoyme han envenenado.—Sentí un escalofrío de repente yme estremecí de la
cabezaalospies.Cuandopasó,mesentímásalerta—.Parecequeestoydespertandoporfases.Medigoqueestoydespiertoyentoncesloveotodomásclaro.
Chadeasintiócongestoserio.—Sospecho que fueron los residuos de ceniza. No te paraste a pensar mientras limpiabas la
habitacióndel reyArtimañas.Amenudoel residuoquemadodeunahierbaconcentra lapotenciade lamisma.Teembadurnastelasmanosyluegotepusisteacomergalletas.Pocopodíahaceryo.Penséquete
quedaríasdormidohastaquepasaranlosefectos.¿Porquétedioporbajaralsalón?—No lo sé. —Luego—: ¿Cómo es que siempre sabes tantas cosas? —pregunté malhumorado
mientrasmedepositabaensuviejasilla.Élocupómiasientodecostumbresobrelachimenea.Inclusoapesardemiaturdimientoreparéenla
fluidezconquesemovía,comosidealgunamanerasehubieradesembarazadodelosdoloresyachaquespropiosdelcuerpodeunanciano.Surostrohabíaadquiridountinteebúrneoytambiénsusbrazos,dondeel bronceado disimulaba los estigmas de sus picaduras. En cierta ocasiónme había percatado de suparecidoconArtimañas.AhoraademásveíaaVerazensurostro.
—Tengo mis trucos para averiguar según qué cosas. —Me dedicó una sonrisa lobuna—. ¿QuérecuerdasdelFestivaldeInviernodeestanoche?
Torcíelgestomientraspensabalarespuesta.—Losuficienteparasaberquemañanavaaserundíamuycomplicado.Derepentemevinoalamentelapequeñacriada.Apoyadaenmihombro,conlamanoenmimuslo.
Molly. Tenía que hablar con Molly esta noche y darle alguna explicación. Si se presentaba en mihabitaciónsinqueyoestuvieraallíparaabrirlelapuerta...Diunrespingoenlasillaperomerecorrióotroescalofrío.Mesentíacomosimeestuvieranarrancandolapielatiras.
—Ten.Comealgo.Echarlastripasporlabocanoeraloquemásteconvenía,peroestoysegurodequePaciencialohizoconbuenaintencióny,enotrascircunstancias,podríahabertesalvadolavida.No,idiota,lávatelasmanosprimero.¿Hasescuchadoalgodeloquetehedicho?
Reparé entonces en el agua con vinagre que había al lado de la comida.Me lavé lasmanos concuidadoparaeliminarhastalaúltimatrazadeloquefueraquesehabíaadheridoaellasyluegolacara,sorprendidoalcomprobarloalertaquemesentíderepente.
—Hasidocomounsueñoprolongado,todoeldía...¿EstoesloquesienteArtimañas?—Notengoniidea.Esposiblequenotodasesashierbasquequemanahíabajoseanloqueyocreo
queson.Eraunodelosasuntosquequeríacomentarcontigoestanoche.¿QuéhapasadoconArtimañas?¿Tanrepentinahasidosuenfermedad?¿CuántotiempollevaWallacehaciéndosepasarporcurandero?
—Nolosé.Agachélacabeza,avergonzado.MeobliguéainformaraChadedelonegligenteyestúpidoquehabía
sidoensuausencia.Cuandoterminé,semostródeacuerdoconmigo.—En fin—suspiró—.No podemos remediarlo, habrá que conformarse con salvar tanto como sea
posible.Estánocurriendodemasiadascosascomopararesolverlastodasdeunasentada.—Meobservópensativo—.Varias cosas de las queme cuentas nome sorprenden.Los forjados que se aproximan aTorre del Alce, la pertinaz enfermedad de Artimañas. Pero la salud de Artimañas se ha deterioradomuchomásdeprisadeloqueesperaba,ynoleencuentroningúnsentidoalasuciedaddesusaposentos.Anoser...—Noconcluyóelpensamiento—.QuizápiensenqueladyTomilloerasuúnicadefensora.Quizácreanqueyanonosimporta;quizálesparezcaqueesunancianoaislado,unobstáculoparaeliminar.Tunegligencia los ha sacado a la luz, al menos. Y ahora que han asomado la cabeza, quizá podamoscortársela. —Suspiró—. Pensé que podría utilizar a Wallace, manipularlo con sutileza mediante elconsejodeotros.Sabepocodehierbas;esehombreesuncharlatán.Peroesposiblequeseaotroelquesehayaaprovechadodelaherramientaquecontantodescuidodejéabandonada.Yaveremos.Bueno.Hayformasdesolucionaresto.
MemordílalenguaantesdequesemeescaparaelnombredeRegio.—¿Cómo?—pregunté.Chadesonrió.—¿CómoanularontueficaciacomoasesinoenelReinodelasMontañas?Elrecuerdomehizofruncirloslabios.—RegiodesvelómisintencionesaKettricken.—Exacto.Vamos a arrojar un poco de luz sobre lo que transpira en los aposentos del rey.Come
mientrashablamos.Yesohice,escuchándolomientrasperfilabamisquehaceresparaeldíasiguiente,perotomandonota
tambiéndelosplatosquemehabíapreparado.Predominabaelsaboraajoysabíadesuconfianzaensuspropiedades purificadoras. Seguía preguntándome qué habría ingerido, y también hasta qué puntodeformabamisrecuerdosdelaconversaciónquehabíamantenidoconelbufón.Meencogíalrememorarlabrusquedadconquelohabíaexpulsadodemicuarto.Otrapersonaalaquetendríaquebuscarmañana.Chadepercibiómipreocupación.
—Aveces—comentóveladamente—tienesqueconfiarenlagenteparadartecuentadequenoeresperfecto.
Asentí,ydeprontosemeescapóunsonorobostezo.—Perdona—musité.Derepentemepesabantantolospárpadosquemecostabamantenerlacabeza
erguida—.¿Decías?—Nada,nada.Acuéstate.Duerme.Elsueñoeslamejormedicina.—Perosinisiquieratehepreguntadodóndehasestado.Niloquehasestadohaciendo.Temuevesy
actúascomosihubierasrejuvenecidodiezaños.Chadearrugóloslabios.—¿Eso eraun cumplido?Da igual.Esaspreguntas serían inútiles de todosmodos, así quepuedes
ahorrártelasparaotraocasiónysentirtefrustradoentoncescuandomeniegueacontestarlas.Encuantoamicondición...bueno,cuantomáscosasobligaunoahacerasucuerpo,máshace.Nohasidounviajefácil. Pero creoque todas las penalidades han estadobien empleadas.—Levantóunamano congestoadmonitoriocuandoabrílaboca—.Ynopiensodecirnadamás.Ahoraalacama,Traspié.Alacama.
Volví a bostezar mientras me levantaba y me desperecé hasta que me crujieron todas lasarticulaciones.
—Haspegadootroestirón—seadmiróChade—.Aesteritmo,llegarásasermásaltoinclusoquetupadre.
—Teheechadodemenos—musitémientrasmeacercabaalaescalera.—Yyoati.Peroyatendremostiempodeponernosaldíamañanaporlanoche.Demomento,eshora
dequeteacuestes.Bajélasescalerasconlasinceraintencióndeseguirsuconsejo.Comohacíasiempre,elhuecodela
escalerasecerrósólomomentosdespuésdequeyosaliera,pormediodeunmecanismoqueaúnnohabíaconseguidodescubrir.Echétrestroncosmásalfuegoqueyaagonizabaymeacerquéalacama.Mesentéencimaparaquitarmelacamisa.Estabaagotado.PeronotantocomoparanopercibirunatenuetrazadelperfumedeMollyenmipielaldesnudarme.Mequedésentadootromomento,sosteniendolacamisaenmismanos.Melavolvíaponerymelevanté.Fuialapuertaysalíalpasilloconsigilo.
Eratarde,segúnlosestándaresdecualquierotranoche.MasésaeralaprimeranochedelFestivaldeInvierno.Abajohabíamuchaspersonasquenoseacordaríandesuscamashastaquedespuntaraelsolsobreelhorizonte.Otrosnodormiríanensushabitaciones.Sonreídeprontoaldarmecuentadequemeproponíaformarpartedeesesegundogrupo.
Había gente en los salones y en las escaleras esa noche. Lamayoría estaban demasiado ebrios oatareadoscomoparafijarseenmí.Encuantoalosdemás,resolvíutilizarelFestivaldeInviernocomopretexto para cualquier pregunta que me hicieran al día siguiente. Aun así, tuve la prudencia deasegurarmedequeelpasilloestabadespejadoantesdellamarasupuerta.Nooíningunarespuesta.Medisponíaallamardenuevocuandolapuertaseabriósinhacerruidoalaoscuridad.
Measusté.Enese instantemeconvencídeque lehabíaocurridoalgúndaño,dequealguienhabíaestadoallíylahabíaheridoylahabíaabandonadoaoscuras.Entrédeunsalto,gritandosunombre.Lapuertasecerróamipasoy,«¡Chitón!»,meordenó.
Megiréparaencontrarla,peromisojostardaronunmomentoenacostumbrarsealaoscuridad.Laluzdel fuego de la chimenea era la única iluminación del cuarto y estaba ami espalda.Cuandomi vistapenetrólastinieblas,sentíquemecostabarespirar.
—¿Meesperabas?—conseguípreguntaralfin.Conunavocecillafelina,respondió:—No,desdehacehorasnadamás.—PenséqueestaríasdisfrutandodelafiestaenelGranSalón.Comprendímuydespacioquenolahabíavistoallí.—Sabíaquenomeecharíanenfalta.Salvounapersona.Ypenséquealomejoraesapersonasele
ocurriríaveniraquíabuscarme.Mequedé inmóvil y laobservé.Llevabauna coronade acebo sobre sumatade cabello.Por toda
indumentaria. Y seguía apoyada en la puerta, de pie, deseosa de que yo la admirara. ¿Cómo podríaexplicarellímitequehabíasidotraspasado?Antesnoshabíamosaventuradoenestojuntos,explorando,inquisitivos. Pero eso era diferente. Ésa era la franca invitación de unamujer. ¿Puede haber algo tanirresistiblecomolacertezadequeunamujertedesea?Meabrumaba,mebendecíaydealgúnmodomeredimíadetodaslasestupidecesquehabíacometidoenmivida.
ElFestivaldeInvierno.Elsecretodelcorazóndelanoche.Sí.Medespertóantesdequeamanecieraymesacódesusaposentos.Elbesodedespedidaquemedio
antes de empujarme al pasillo fue tan intenso que me quedé plantado ante su puerta, intentandoconvencerme de que el alba no estaba tan próxima. Transcurrido un momento recordé que eraindispensableguardarlasformasyborrélasonrisabobaliconademicara.Alisémicamisaarrugadaymeencaminéhacialasescaleras.
Unavezdevueltaenmicuartoseapoderódemíuncansanciocasimareante.¿Cuántohacíaquenodormíatodaunanochedeuntirón?Mesentéenlacamaymequitélacamisa.Latiréalsuelo.Medejécaerdeespaldasycerrélosojos.
Ungolpecitoenmipuertamehizo incorporarmedeunsalto.Crucé laestancia,sonriendoparamí.Aúnsonreíacuandoabrílapuertadeparenpar.
—¡Estupendo,yaestásarriba!Ycasivestido.Porelaspectoqueteníasanoche,temíaquetetuvieraqueagarrardelpescuezoysacartearastrasdelacama.
EraBurrich, reciénaseadoypeinado.Las líneasque lesurcaban lafrenteeran losúnicos indiciosvisiblesdelajuergadelanocheanterior.Graciasamisañosdeconvivenciaconélsabíaque,porferozque fuese su resaca, siempremadrugaba para desempeñar sus tareas. Suspiré.De nada serviría pedircuartel, porque nome lo iba a dar.Así queme dirigí al arcón donde guardaba la ropa,me puse unacamisalimpiayloseguíalatorredeVeraz.
Hayunaespeciedeumbral,tantomentalcomofísico.Hansidopocaslasvecesenmividaquemehevisto empujado a cruzarlo, pero en cada una de esas ocasiones ocurrió algo extraordinario. Aquellamañanafueunadetalesocasiones.Transcurridaaproximadamenteunahora,estabaenlasaladelatorrede Veraz, descamisado y sudoroso. Las ventanas estaban abiertas para permitir la entrada del vientoinvernal,peronoteníafrío.ElhachaalmohadilladaquemehabíadadoBurrichpesabapocomenosqueelmundoentero,ylacargadelapresenciadeVerazenmimenteconseguíaquemesintieracomosisemefueraa salir el cerebropor losojos.Yanopodíamantener elhachaenaltoparaprotegerme.Burrichcargósobremídenuevoymedefendíconunaparadameramentetestimonial.Laeludióconfacilidadyavanzórápidamente,uno,dosgolpes,nomuyfuertesperotampocosuaves.
—Estásmuerto—medijo,yseretiró.Dejóquelacabezadesuhachaapuntaraalsueloysequedóapoyadoenelarma,jadeando.Soltémi
hachasinmásfuerzasparasostenerla.Rendido.Dentro de mi cabeza, Veraz estaba muy quieto. Miré de soslayo al lugar donde estaba sentado,
contemplandoporlaventanaelmarqueseextendíahastaelhorizonte.Laluzdelamañanaresplandecíaenlasarrugasdesurostroylascanasdesucabello.Teníaloshombrosechadoshaciadelante.Suposturaeralavivaestampademiestadodeánimo.Cerrélosojosunmomento,demasiadoagotadoparahacerotracosa.Ydeprontonosfundimos.Viloshorizontesdenuestrofuturo.Éramosunpaíssitiadoporunenemigodespiadadoquesecerníasobrenosotrosparamutilarnosymatarnos.Éseerasuúnicoobjetivo.No tenían camposque cultivar, ni hijosquedefender, ni ganadoque atender.Nada losdistraíade susincursiones. Pero nosotros intentábamos proseguir con nuestras vidas al tiempo que procurábamosdefendernos de su destrucción. Para losCorsarios de laVelaRoja, las incursiones eran su vida. Esaresolución era cuanto necesitaban para destruirnos. No éramos guerreros; hacía generaciones quehabíamos dejado de serlo. No pensábamos como guerreros. Aun aquellos de nosotros que éramossoldadoshabíamossidoentrenadosparaenfrentarnosaunadversarioracional.¿Cómopodríamosresistirelasaltodeunahordadedementes?¿Quéarmasteníamos?Miréamialrededor.Yo.YocomoVeraz.
Unhombre.Unsolohombre,envejeciendomientrassedebatíaentredefenderasupuebloydejarsearrastrar por el éxtasis adictivo de la Habilidad. Un hombre que intentaba alentarnos, animarnos adefendernos por nosotrosmismos.Un hombre con lamirada perdida en la lejaníamientras reñíamos,tramábamos y conspirábamos en las habitaciones bajo sus pies. Era inútil. Estábamos abocados alfracaso.
Unaoleadadedesesperaciónme cubrióy amenazó conderribarme.Se arremolinó ami alrededorpero,depronto,enmediodeella,encontréunasidero.Unlugardondelamismafutilidaddetodoaquelloresultabagraciosa.Espantosamentegraciosa.Cuatrobarquitosdeguerra,aúnsin terminar,dotadoscontripulacionesinexpertas.Torresdevigilanciayseñalesdefuegoparallamaralosineptosdefensoresala
matanza.Burrichconsuhachayyoateridodefrío.Verazasomadoalaventanamientras,abajo,Regioatiborrabadedrogasasupropiopadre.Conlaesperanzadenublarleelsentidoyheredaraqueldesastre,sin duda. Todo aquello era una completa pérdida de tiempo y, a la vez, la rendición resultabainimaginable.Unacarcajadabrotóenmiinterioryfuiincapazdecontenerla.Meapoyéenmihachaymereícomosielmundofueselacosamásgraciosaquemehubieraechadojamásalacara,mientrasBurrichyVerazmeobservabanfijamente.Una levesonrisacurvó lascomisurasde los labiosdeVeraz;ensusojosbrillabaunaluz,reflejodemilocura.
—¿Chaval?¿Estásbien?—mepreguntóBurrich.—Bien.Estoygenial—lesdijealosdoscuandoterminómiataquederisa.Enderecélaespalda.Meneélacabezayjuroquemepareciósentircómoseasentabamicerebro.—Veraz—dije, y abracé su conciencia con la mía. Era fácil; siempre lo había sido, pero antes
pensabaquehabíaalgoqueperderalhacerlo.Nonosfundimosenunasolapersonasinoqueencajamoscomo dos cuencos apilados en una alacena. Lo transportaba con facilidad, como una carga biendistribuida.Cogíalientoylevantémihacha—.Otravez—dijeaBurrich.
CuandomeatacódejédepermitirlequesiguierasiendoBurrich.Eraunhombrearmadoconunhachaque intentabamataraVeraz,yantesdequepudiera frenarmi
impulso lohabía tumbadoenel suelo.Se levantó, sacudiendo lacabeza,yviunasombrade iraensurostro.Denuevochocamos,ydenuevodioconsushuesosenelsuelo.
—Alatercera—medijo,ysusonrisadebatallailuminósucaraempapadadesudor.Nosenzarzamosotravez,solazándonosenlacontienda,ylosuperéampliamente.NosbatimosenotrasdosocasionesantesdequeBurrichesquivaradeprontounodemisgolpes.Bajó
su hacha y se irguió, algo inclinado hacia delante hasta que hubo recuperado el resuello. Terminó deenderezarseymiróaVeraz.
—Ya está—dijo, lacónico—.Ya le ha cogido el tranquillo. Aún tiene que depurar la técnica, elentrenamientoseencargarádeeso,perohabéiselegidobienparaél.Elhachaessuarma.
Verazasintiódespacio.—Yéleslamía.
LosBarcosdeVeraz
Los buques de guerra de los SeisDucados se hicieron a lamar durante el tercer verano de laGuerradelasVelasRojas.Aunqueerancuatronadamás,representabanunimportantecambioenlaestrategiadefensivadenuestroreino.Nuestrosenfrentamientosconloscorsariosaquellaprimaveraprontonosenseñaronquehabíamosolvidadomuchodenuestropasadoguerrero.Loscorsariosteníanrazón;noshabíamosconvertidoenunarazadecampesinos.Peroéramosunoscampesinosresueltosaplantarcaraypelear.Notardamosendescubrirqueloscorsarioseranunadversariosalvajeyllenoderecursos.Hastatalpuntoeraciertoestoqueningunodeellosserindiónuncanifueapresadoconvida. Quizás eso debiera habernos facilitado la primera pista sobre la naturaleza de la forja y elenemigoalquenosenfrentábamosdeverdad,peroporaquelentonceselindicioerademasiadosutilyestábamosdemasiadoocupadosintentandosobrevivircomoparaprestarleatención.
Elrestodeaquelinviernopasótandeprisacomodespaciohabíatranscurridolaprimeramitad.Lasdistintaspartesdemividaseconvirtieronencuentasaisladas,yyoenelhiloquelasatravesabatodas.Creoquesienalgúnmomentomehubieraparadoaconsiderarlacomplejidaddetodoloquedebíahacerparamantenerseparadasesaspartes,mehabríaparecidoimposible.Peroporaquelentonceserajoven,muchomás jovende loque imaginaba,ydealgunaparte saqué las fuerzasyel tiempoparahacerloyserlotodo.
Misdíascomenzabanantesdelamanecer,conmisclasesconVeraz.Almenosdosvecesalasemanase incluíanBurrichysushachas,pero lamayorpartedel tiempoéramossóloVerazyyo.MiReya laEspera trabajaba en mi sentido de la Habilidad, pero no como lo había hecho Galeno. Tenía tareasespecíficasenmenteparamíymeadiestrabaparadesempeñarlas.Aprendíaverconsusojosyacederleel usode losmíos.Practicaba el ser conscientede la sutileza conquepodíadirigirmi atención, y elmanteneruncomentariomentalconstantequelomantuvierainformadodetodoloqueocurríaanuestroalrededor.Atalfinyoabandonabalatorreytransportabasupresenciaconmigo,comosifueseunhalcónposadoenmimuñeca,mientrasmeocupabadelrestodemisquehaceresdiarios.AlprincipiosólopodíasostenerellazodelaHabilidadunaspocashorasaldía,peroconelpasodeltiempoconseguícompartirmimenteconéldurantedíasseguidos.Ellazoseguíadebilitándoseconeltiempo,noobstante.Noerauna verdadera habilitación aVeraz pormi parte, sino un vínculo impuesto por el contacto que debía
renovarse.Aunasí,sercapazaunqueúnicamentefueradeesomeseguíaproporcionandounasensacióndelogro.
DediquéunagenerosacantidaddetiempoavisitarelJardíndelareinaparacambiardesitioyluegorecolocardenuevolosbancos, lasestatuasylosmaceteros,hastaqueKettrickensedioporsatisfechafinalmenteconlosarreglos.DuranteesashorasmeasegurabasiempredequeVerazestuvieraconmigo.Supusequelevendríabienverasureinacomolaveíanlosdemás,sobretodocuandoestabaentregadaalentusiasmoqueleinspirabasujardíncubiertodenieve.Radiante,conlasmejillasrosadasyelcabellodeoroalborotadoporelviento,llenadevida:asíselamostraba.Éllaoíahablaramenudoysintapujosdelplacerqueesperabaqueesejardínleproporcionara.¿Estaríatraicionandodeesaformalaconfianzaque depositaba en mí Kettricken? Aparté firmemente esas dudas de mi cabeza. Lo llevaba conmigocuandovisitabaaPacienciayaCordonia.
Asimismo intentaba queVeraz semezclaramás con el pueblo.Desde que comenzara sus pesadosejerciciosconlaHabilidad,raravezseloveíaentresussúbditoscomotantolegustabahacerantes.Lollevabaalacocina,alasaladeguardias,alestabloyalastabernasdelaciudaddeTorredelAlce.Porsu parte, me dirigía a los astilleros, donde contemplaba los ajustes finales de sus barcos. Despuésvisitaría frecuentemente elmuelledonde estabanamarradas las embarcacionespara conversar con lostripulantesmientraséstossefamiliarizabanconsusveleros.Graciasamísupodelmalestardelosqueconsideraban una traición el que se hubiera permitido a algunos refugiados marginados alistarse ennuestrosbuquesdeguerra.Saltabaalavistaqueesoshombreseranexpertosenelmanejodelosvelocesvelerospiratasyquesuexperienciaaumentaríalaeficaciadenuestrasnaves.TambiénsaltabaalavistaquemuchosmarinerosnativosdelosSeisDucadossesentíanresentidosydesconfiabandelpuñadodeinmigrantesquehabíaensuseno.NosabíasiVerazhabíatomadoladecisiónacertadaempleándolos.Sinembargo,nodijenadademispropiasdudasymelimitéamostrarleeldescontentodeloshombres.
TambiénestabaconmigocuandomepresentabaanteArtimañas.Aprendíarestringirmisvisitasalaúltimahoradelamañanaolaprimeradelatarde.Wallacecasinuncameadmitíasinoposiciónyparecíaquesiempre tuvieraquehaberalguienmásen lahabitación,criadasquenomesonaban,un trabajadorreparando alguna puerta sin ninguna prisa, cuando llegaba yo. Aguardaba con impaciencia unaoportunidadparahablarconélenprivadoacercademisplanesdematrimonio.Elbufónsiempreestabapresenteymanteníasupalabradenomostrarmeamistaddelantedenadie.Susburlaseranmordacesehirientes,yaunqueyocreíaconocersupropósito,todavíalograbaruborizarmeoirritarme.Loúnicoquemeproducíaalgunasatisfaccióneranloscambiosoperadosenlaestancia.AlguiensehabíaquejadoalaseñoraPremuradelestadodelosaposentosdelrey.
EnplenoFestivaldeInvierno,secongregaba tal tropadesirvientasycriadosen lahabitaciónquellevabanlasfestividadesalrey.LaseñoraPremura,conlospuñosenlascaderas,seplantabaenelcentrodelcuartoylosupervisabatodoaltiempoquerecriminabaaWallaceelhaberpermitidoqueeldesordenllegarahastaesepunto.Eraevidenteque lehabíaaseguradoqueestabaocupándosepersonalmentedeque siguieran realizándose las labores de limpieza y lavandería en un intento por evitar que seinterrumpieraelreposodelrey.Allípaséunatardesumamenteagradable,pueslaactividaddespertóaArtimañasynotardóenparecerquevolvíaasereldeantes.MandócallaralaseñoraPremuracuandoéstaamonestóalservicioporsunegligencia,ycogióelrelevoparaazuzaraloscriadospersonalmentemientras fregaban los suelos, reponían las esteras de paja y barnizaban losmuebles a conciencia con
aceitesperfumados.LaseñoraPremuradejóunaauténticamontañadecolchasencimadel reymientrasordenabaqueseabrieranlasventanasyseorearaeldormitorio.Tambiénellaarrugólanarizalverlaceniza y los incensarios.Me apresuré a sugerir que seríaWallace elmás capacitado para limpiarlos,dado que estaría más familiarizado con las cualidades de las hierbas que allí se quemaban. Era unhombremuchomásdócilytratablecuandoregresóconlosrecipientes.MepreguntésisabríaélmismosiquieraqueefectosurtíansushumosenArtimañas.Perosiesoshumosnoeranobrasuya,¿entoncesdequién?Elbufónyyocruzamosmásdeunamiradasignificativa.
No sólo se restregó la cámara de arriba abajo sino que se iluminó a su vez, con velas festivas ycoronasdeflores,conhojasperennesyramasdesnudasdoradascargadasdefrutossecospintados.Esolevolvióelcoloralasmejillasdelrey.SentílamudaaprobacióndeVeraz.CuandoelreybajóaquellanochedesusaposentosprivadosparareunirseconnosotrosenelGranSalón,yllegóinclusoasolicitarlapresenciadesusmúsicosycantantesfavoritos,loconsideréunavictoriapersonal.
Algunos momentos seguían siendo exclusivamente míos, naturalmente, y no sólo mis noches conMolly. Siempre que podía me escapaba del castillo para correr y cazar con mi lobo. Unidas comoestaban nuestrasmentes, nuncame aislaba por completo de él, pero una simple ligazónmental nomeprocurabalahondasatisfaccióndecompartirunacacería.Esdifícilexpresarlaplenituddedosseresqueactúan como uno solo, con un único propósito. Esas ocasiones culminaban realmente nuestro vínculo.Peroaunquepasaradíassinverlofísicamente,élseguíaamilado.Supresenciaeracomounperfumeenelqueunoreparalaprimeravezquelohuele,aunqueluegoseconviertasimplementeenpartedelaireque respira.Sabíaque estaba allí demuchasmaneras.Miolfatoparecía agudizarsey lo atribuía a supericia para interpretar lo que me acercaba el aire. Cobraba una mayor conciencia de quienes merodeaban,comosiélmeestuvieraguardandolasespaldas,llamándomelaatenciónsobrepequeñaspistassensorialesquedelocontrariohabríapasadoporalto.Lacomidateníamássabor,losoloreseranmástangibles.ProcurabanoextenderestalógicaalapetitoquesentíaporlacompañíadeMolly.Sabíaqueélestaba allí pero, como había prometido, no hacía nada que me llamara la atención sobre él en esasocasiones.
TranscurridounmesdelFestivalde Invierno,meencontré inmersoenunanuevamisión.Verazmehabíadichoquedeseabavermeabordodeunbarco.UndíafuillamadoalacubiertadelRuriskysemeasignóunpuestoalosremos.Elcapitándelveleronodisimulósusorpresaalverquelehabíanenviadoun palillo enclenque cuando él había pedido un tronco robusto. No podía llevarle la contraria. Loshombresqueme rodeaban eran en sumayoría tipos fornidosy curtidos en las artesdelmar.Laúnicaposibilidad que tenía de demostrar mi valía pasaba por entregarme a mis faenas con cada ápice deenergía que lograra reunir. Al menos tenía la satisfacción de saber que no estaba solo en miinexperiencia.Aunquelosdemáshombresabordodelanavehabíanservidoenunouotrovelero,todossalvolosmarginadoseranajenosaesenuevoestilodebarco.
Verazhabía tenidoque recurrira losmásancianosdenuestrosarmadoresparaencontraraalguienquesupieraconstruirunbuquedeguerra.ElRuriskeraelmayordeloscuatrovelerosbotadosduranteelFestival de Invierno. Las líneas del barco eran esbeltas y sinuosas y su poco calado le permitíadeslizarse sobre elmar en calma como un insecto en una charca, o surcar cualquiermarejada con ladestrezadeunagaviota.Endosdelasnaves,lastablasencajabanladoconladoenelarmazón,peroelRuriskysuhermanapequeña,laConstancia,eranbarcosdetingladilloysusplanchassesuperponían.El
Rurisk había sido diseñado por Matafión y el tablaje estaba bien encajado, pero aún estaba porcomprobar si resistía las embestidas de la mar embravecida. Sólo había hecho falta un mínimo decalafateadoconcuerdaembreada,taleralapericiavertidaenaquellanave.Sumástildemaderadepinosujetaba una vela de lino trenzadoy reforzado con cuerda.El alce deVeraz adornaba el velamendelRurisk.
Los barcos nuevos olían a virutas demadera y cuerda embreada. Sus cubiertas permanecían casiintactas y los remos se veían limpios de principio a fin. ElRurisk no tardaría en adquirir su propiapersonalidad; pasadores para que resultaramás cómodo agarrar los remos, ayustes en los cabos, lasmellasyhendeduraspropiasdeunaembarcaciónbienbregada.PeroporelmomentoelRuriskestabatanverdecomosutripulación.Cuandoechamoselbarcoalamarfuecomosiunjineteinexpertomontaraunpotro sin domar. Se alabeó, se encabritó y se alzó sobre las olas hasta que, cuando todos hubimosencontradolacadenciaadecuada,seestabilizóycortólasaguascomouncuchilloengrasado.
EravoluntaddeVerazquemeaplicaraamisnuevastareas.Recibíuncatreeneltallerjuntoalrestode mis compañeros de tripulación. Aprendí a no ser un estorbo y a cumplir cualquier orden conentusiasmo.ElpatróneraoriundodelosSeisDucadosdelospiesalacabeza,peroeloficialdecubiertaeraunmarginadoy fueélquiennosenseñódeverdadagobernarelRuriskyaconocer lasauténticasposibilidades de la nave. Había otros dos inmigrantes marginados a bordo, y cuando no estábamosaprendiendo a navegar, o realizando labores de mantenimiento, o durmiendo, se congregaban yconversaban en voz baja entre ellos. Me extrañaba que no se dieran cuenta de los comentarios quesuscitabasuconductaentrelosciudadanosdelosSeisDucados.Micatrecaíacercadelsuyoyamenudo,mientras intentaba conciliar el sueño, percibía queVerazme instaba a prestar atención a las palabrasmusitadas en un idioma desconocido para mí. Así lo hacía, sabedor de que él comprendía aquellossonidosmejorqueyo.Transcurridoalgúntiempolleguéadarmecuentadequenoeratandiferentedelalengua de los Ducados y de que podía entender frases sueltas por mí mismo. No descubrí trazas detraiciónniamotinamientoensusconversaciones.Sólopalabrastristesdedicadasalosseresqueridosquehabían perdido, forjados por sus propios compatriotas, y promesas amargas de venganza contra lossuyos.NoerantandistintosdeloshombresymujeresdelosSeisDucadosquecomponíanlatripulación.Casi todoelmundoabordohabíaperdidoa alguienpor culpade laForja.Sintiéndomeculpable,mepreguntabacuántasdeaquellasalmasdescarriadashabríaenviadoalolvidodelamuerteconmispropiasmanos.Esointerponíaunapequeñabarreraentremiscompañerosdetripulaciónyyo.
A despecho de la furia de las tormentas invernales, hacíamos los barcos a la mar casi a diario.Librábamos combates simulados entre nosotros, practicando las técnicas de sujeción o de embestidacontraotrobarco,y tambiénensayábamosel saltopara abordar elotroveleroynoacabar enel aguaentreellos.Nuestrocapitánsedesvivíaexplicándonostodaslasventajasqueteníamosanuestroalcance.El enemigo al que íbamos a enfrentarnos estaría lejos de su hogar y cansado tras las semanas denavegación.Habríanvividoabordode susnaves,hacinadosycastigadosporel tiempo,mientrasquenosotroscomeríamosydormiríamosbienadiario.Losrigoresdesuviajeexigiríanquehastaelúltimoremerofuesetambiénuncorsario,mientrasquenosotrospodríamostransportarcombatientesadicionalesqueemplearíansusarcosyabordaríanelotrobarcosinquetuviéramosquedesguarnecernuestrosremos.Másdeunavezviqueaquellaspalabrashacíanqueeloficialdecubiertamenearalacabeza.Enprivado,confiaba a sus camaradasque los rigoresdel viaje eran loqueprestaba ferocidady resistencia auna
tripulación.¿CómoesperabansuperarunosgranjerosfofosyahítosdecomidaalosCorsariosdelaVelaRoja,curtidosporelmar?
Teníaundíalibredecadadiezyaprovechabapararegresaralcastillo.Recuperabapocasenergíasdurantemis permisos. Informaba al reyArtimañas, detallandomis experiencias a bordo delRurisk ydisfrutandodelinterésquebrillabaensusojosentalesocasiones.Parecíaencontrarsemejor,peroseguíasinserelreyrobustoquerecordabademijuventud.PacienciayCordoniaexigíanmivisitaasuvez,ytambién atendía rigurosamente a Kettricken. Un par de horas para Ojos de Noche, una escapadaclandestinaalosaposentosdeMollyyluegolospretextosparacorrerdevueltaamihabitaciónypasarallíelrestodelanoche,porsiChaderequeríamipresencia.Alalba,unbreveinformeaVerazque,conun toque, renovaba nuestro vínculo de Habilidad. A menudo me sentía aliviado al regresar a losbarraconesdelatripulaciónparadormirtodaunanochedeuntirón.
Porfin,cuandoelinviernotocabaasutérmino,quisoelazarqueunbuendíapudieradepartirasolascon Artimañas. Había acudido a sus aposentos durante uno de mis permisos para informarle de losprogresosdenuestraformación.Artimañasgozabademejorsaluddelohabitualyestabasentadoensusillajuntoalachimenea.Wallaceestabaausenteesedía.Ensulugarhabíaunajovenqueenprincipiosededicabaalimpiarlacámara,aunquelomásseguroeraquefueseunaespíadeRegio.Tambiénelbufónestabaallí,sentadocomodecostumbrealospiesdelmonarca,pasándoseloengrandeincordiandoalamuchacha.Mehabíacriadoconelbufónysiemprehabíaaceptadosupielblancaysusojos incoloroscomo una parte natural de él. Era evidente que la doncella no opinaba lo mismo. Empezó, hay quereconocerlo,amirarde reojoalbufóncuandopensabaqueésteestabadistraído,peroencuantoél sepercatabaledevolvíalamirada,cadavezconmáslascivia.Elnerviosismodelajovenfueenaumentoy,cuandoal fin sevioobligada apasarpornuestro lado con su cuboy el bufón coló aRatita bajo susfaldas para echar un vistazo, ella dio un respingoy soltó ungrito, derramando el agua sucia sobre elsueloqueacababadefregar.Artimañasregañóalbufón,quesereíacontantaextravaganciacomopocosremordimientos, y envió a la mujer a cambiarse la ropa que se había empapado con el accidente.Aprovechélaocasiónsinpensármelodosveces.
Lacriadaapenassihabíasalidodelahabitacióncuandoempecéahablar.—Alteza,hacetiempoquequeríaconsultarossobreunparticular.Algo enmi voz debió de alertar al bufón y al rey, puesme gané de inmediato su total atención.
Fulminéconlamiradaalbufón,quesabíasinlugaradudasqueyoqueríaqueseretirara,peroencambiosearrimótodavíamásyllegóaapoyarlacabezaenlarodilladeArtimañasmientrasmededicabaunasonrisillairritante.Meneguéapermitirquemeenervaraymiréalreyconexpresiónimplorante.
—Puedeshablar,TraspiéHidalgo—dijoconseriedad.Cogíaliento.—Miseñor,queríapedirospermisoparacontraermatrimonio.Lasorpresadesorbitó losojosdelbufón,peromi reysonriócon lamisma indulgenciaquepodría
prodigaraunchiquilloencaprichadodeunaconfitura.—Vaya.Porfin,yaibasiendohora.Aunquepensaráscortejarlaprimero,espero.Elcorazónsemehabíadesbocadoenelpecho.Mireyparecíaalcorrientedetodo.Perocomplacido,
muycomplacido,pensé.—Con vuestro permiso,me temo que ya he comenzado a cortejarla.Mas habéis de saber que no
pretendíahacerloconpresuntuosidad.Esque...surgió.Seriódebuenhumor.—Sí. A veces esas cosas pasan. Aunque, como no habías dicho nada todavía, empezaba a
preguntarmecuáleserantusintencionesysinosehabríaengañadolamuchacha.Teníalabocaseca.Mecostabarespirar.¿Cuántosabía?Sonrióalpercibirmiterror.—Notengonadaqueobjetar.Sitesoysincero,mecomplaceenormementetuelección...Lasonrisaquemeiluminóelrostroencontrósugemelaidénticaenelsemblantedelbufón.Exhaléuna
bocanadatrémula,hastaqueArtimañascontinuó:—Aunquesupadretienealgunosreparos.Mehadichoquelegustaríaposponeresto,almenoshasta
quesehayanprometidolashermanasmayoresdelajoven.—¿Qué?Apenas si conseguí musitar la palabra. Era un remolino de confusión. Artimañas me dedicó una
sonrisabenevolente.—Tu señorita, según parece, hace honor a su nombre.Celeridad solicitó permiso a su padre para
cortejarte elmismo día que partiste de vuelta a Torre delAlce. Creo que conquistaste su corazón alhablar aVirago con tanto aplomo. PeroMazas se lo negó, por elmotivo que te he explicado. Tengoentendido que la damita le montó un buen escándalo a su padre, pero Mazas es un hombre deconvicciones firmes. Sin embargo, accedió a comunicarnos la noticia para que no nos sintiéramosagraviados.Essudeseoquesepamosquenoseoponealarelaciónensí,sóloaqueellasecaseantesquesushermanas.Meparecebien.¿Quétiene,catorceaños?
Mehabíaquedadomudo.—Nopongasesacara,chaval.Soisjóvenesytendréistiempodesobra.AunqueMazashayadecidido
queelcortejooficialnopuedeempezartodavía,estoysegurodequenoimpediráqueosveáis.El reyArtimañasme contemplaba con los ojos cargados de tolerancia y bondad,mientras los del
bufónvolabandeunoaotrocomoflechas.Meresultabaimposibleinterpretarlaexpresióndesurostro.Hacíamesesquenopadecíalostembloresquemeasaltaronentonces.Nopodíapermitirqueaquello
continuara, que la situación se complicara todavía más. Conseguí deshacer el nudo que tenía en lagargantayarticularlaspalabrasquesehabíanatravesadoenella.
—Majestad,ésanoesladamaenlaqueyoestabapensando.Sehizoelsilencio.Miréamireyalosojosyvielcambioqueseoperóenellos.Denohaberestado
tandesesperado, séquehabríavueltoel rostroantesuexpresióndedesagrado.Encambio loobservésuplicante,esperandoquelocomprendiera.Cuandonodijonada,lointentéyo.
—Majestad,lamujerdelaqueoshabloesenestosmomentosunacriadadelcastillo,aunquenoseaunasirvientaporderechopropio.Setratade...
—Cállate.Nomehabríadolidomássimehubieraabofeteado.Enmudecí.Artimañas me miró de arriba abajo, muy despacio. Cuando habló, fue con la fuerza de toda su
majestad.CreísentirinclusoelpesodelaHabilidadensuvoz.—Tenporseguroloquetedigo,TraspiéHidalgo.Mazasesmiamigo,ademásdemiduque.Niélni
suhijasufriránofensaoafrentaalgunaportuparte.Enestosmomentosnovasacortejaranadie.Anadie.TesugieroquemeditesatentamentetodoloqueteofreceMazasalconsiderarteunpartidoadecuadopara
Celeridad. No tiene en cuenta tu nacimiento. De pocos podrías esperar eso. Celeridad dispondrá detierrasyuntítulopropio.Igualquetú,pormiparte,siereslobastanteinteligenteparaaprovecharestaoportunidad y honrar a esa dama. Terminarás comprendiendo que es la elecciónmás acertada. Ya teavisarécuandopuedasempezaracortejarla.
Reunítodoelcorajequemequedaba.—Majestad,porfavor,me...—¡Silencio,Hidalgo!Yahasoídoloquetengoquedeciralrespecto.¡Nosehablemás!Un rato después me despidió y regresé temblando a mis aposentos. No sé si era la furia o el
desconsuelolafuerzaquealimentabamistemblores.Volvíapensarenelmodoenquemehabíallamadopor elnombredemipadre.Quizá,medijedespechado, eraporqueenel fondo sabíaqueyoharía lomismo que había hechomi padre.Me casaría por amor.Aunque tuviera que esperar hasta que el reyArtimañasestuvieraensutumba,penséenardecido,puesVerazcumpliríalapromesaquemehabíahecho.Lleguéamihabitación.Llorarhubierasidounalivio.Nisiquierapudeencontrarlaslágrimas.Mequedétumbadoenlacama,conlosojosclavadoseneltecho.MeresultabainimaginableexplicarleaMollyloque acababa de transpirar entre el rey y yo.Me propuse encontrar una forma de decírselo. Pero noenseguida. Llegaría el momento, me aseguré, un momento en el que podría explicárselo y ella loentendería.Aguardaríaesemomento.Hastaentoncesnopensaríamásenello.Nivolveríaavisitaramireyamenosqueéstesolicitasemipresencia,resolvíconfrialdad.
Mientras se acercaba la primavera, Veraz colocaba sus barcos y a sus hombres con la mismameticulosidadquesifueranfichassobreuntablero.Lastorresdevigilanciadelacostasiempreestabanguarnecidasysusseñalesdefuegoestabansiemprelistaspararecibirunaantorcha.ElpropósitodeesasseñaleseraalertaralapoblacióndelavistamientodelasVelasRojas.Cogióalosmiembrosrestantesdela camarilla de la Habilidad que había creadoGaleno y los distribuyó entre las torres y los barcos.Serena,minémesisyelcorazóndelacamarilladeGaleno,sequedóenTorredelAlce.EnprivadomepreguntabaporquélaempleabaVerazallí,comoejedelacamarilla,envezdehacerquecadaunodelosmiembros habilitara individualmente para él. Con Galenomuerto y Augusto obligado a abandonar lacamarilla,Serenahabía ocupado el lugar deGalenoyparecía considerarse a símismaMaestra de laHabilidad.Enciertomodo,casiseconvirtióensuantiguomentor.NosóloporquesepasearaporTorredelAlceenausterosilencioylucierasiempreunamuecadedesaprobación,sinoporqueparecíahaberadquirido además la irascibilidady la hosquedaddeGaleno.Los criadosya se referían a ella con elmismo temor y desagrado que antes reservaban para Galeno. Al parecer, se había instalado en losantiguosaposentosdeGaleno.Laevitabaasiduamentelosdíasqueestabaencasa.Mehabríasentidomásaliviado si Veraz la hubiera enviado a cualquier otro sitio, pero yo no era quién para cuestionar lasdecisionesdemiReyalaEspera.
Justin, un joven alto y desgarbadoqueme sacabados añosde edad, fue asignado alRurisk comomiembrodelacamarilla.MehabíadespreciadodesdequeestudiábamosjuntoslaHabilidadyyofracasétanestrepitosamente.Memortificabaalamenorocasión.Yomemordíalalenguayhacíatodoloposiblepor no toparme con él, tarea harto complicada en los confines de un velero. No era una situaciónagradable.
Trasdebatirloconsigomismoyconmigo,VerazdestacóaCarrodabordodelaConstancia,aBurlenlaTorredeBahíaPulcritudyaWillmásalnorte,enlaTorreRojadeOsorno,quedisfrutabadeunavista
espléndidadelmarademásdelastierrasdelinterior.Cuandodistribuyósusfichassobresusmapas,sepusodemanifiestolapatéticaprecariedaddenuestrasdefensas.
—Merecuerdaalcuentodelpordioseroquesóloteníaunsombreroparacubrirsudesnudez—dijeaVeraz.
Sonriósinhumor.—Ojaláyopudieramovermisbarcostandeprisacomoélsusombrero—contestóconacritud.DosdelosbarcosdeVerazentraronenfuncionamientocomopatrullerositinerantes.Mantuvoenla
reserva a los otros dos, uno fondeado en Torre del Alce, elRurisk, mientras elRebeco permanecíaancladoenlaCaladelSur.EraunaflotadesoladoramentepequeñaparaprotegerlaasediadacostadelosSeisDucados. Se estaba construyendo un segundo contingente de naves, pero no se esperaba que lasobras concluyeran a corto plazo. Lamejormadera de la estación se había empleado en los primeroscuatroveleros,ylosarmadoresdeVerazleadvertíanqueseríamuchomásprudenteesperarqueutilizarmaderatodavíaverde.Pesealacontrariedadqueesolesuponía,hizocasodesusconsejos.
Eliniciodelaprimaveranosencontróenfrascadosenejerciciosdemaniobras.Losmiembrosdelacamarilla, me contó Veraz en privado, funcionaban tan bien como palomas mensajeras a la hora detransmitirlenoticiassencillas.Susituaciónconmigoeraunpocomásfrustrante.Pormotivosquesóloélconocía, había decidido no desvelar a nadie que me estaba entrenando en la Habilidad. Creo quedisfrutabadelaventajadepoderviajarconmigoyobservaryescucharsinservistolavidadiariadelaciudad de Torre del Alce. Tenía entendido que el patrón del Rurisk había recibido órdenes deobedecermesiyosolicitabauncambiode rumborepentinooanunciabaquenecesitabannuestraayudainmediata en cualquier localidad. Me temo que consideraba aquello más como una muestra defavoritismohaciasusobrinobastardoporpartedeVerazquecomootracosa,peroacatabasuvoluntad.
Unamañana, a comienzosdeprimavera, acudimosanuestrobarcopara realizarotro simulacro.Aesas alturas nos desenvolvíamos con soltura como tripulación para maniobrar la nave. El ejercicioconsistiríaenreunimosconlaConstanciaenunpuntoaúnpordeterminar.EraunejerciciodeHabilidadque todavía no habíamos conseguido terminar con éxito. Todos estábamos resignados a soportar otrajornadade frustración, salvoJustin,queestabaempecinadoensuperar laprueba.Debrazoscruzados,vestidodeazulmarinodepiesacabeza(creoquepensabaquelatúnicaazullehacíaparecermáshábil),sehabíaplantadoenelmuelleyescrutaba laespesacortinadenieblaquecubríaelocéano.Tuvequepasarjuntoaélparasubirabordounbarrildeagua.
—Parati,bastardo,esunacortinaopaca,peroparamíestancristalinacomounespejo.—Lo siento por ti—dije con amabilidad, ignorando su empleode la palabra «bastardo».Ya casi
habíaolvidadocuántovenenoselepodíainyectaraunapalabra—.Preferiríaverlanieblaantesquetucaracadamañana.
Ruin,perosatisfactorio.Gocédelasatisfacciónañadidadevercómoseleenredabalatúnicaentrelas piernas al subir al barco. Yo había optado por un atuendo más práctico: polainas ceñidas, unacamisetadealgodónyun jubóndecueroencimadelconjunto.Habíapensadoenponermeunacotademalla,peroBurrichhabía rechazado la idea.«Valemásmorir limpiamentedeunaheridadearmaquecaerporlabordayahogarse»,mehabíaaconsejado.
Verazhabíasonreídoalescucharsuspalabras.«Nolocarguemosconunexcesodeconfianza»,habíadichoconironía,einclusoBurrichhabíasonreídoalcabodeuninstante.
Demodoqueabandonécualquierpretensióndeponermearmadura.Encualquiercaso,esedíatocabaremar,ylasropasquellevabaerancómodasparaeso.Nicosturasenloshombrosquemepudieranrozar,ni mangas que me entorpecieran los brazos. Me sentía desmesuradamente orgulloso del pecho y lasespaldasqueestabadesarrollando.InclusoMollymehabíaexpresadosuasombradaaprobación.Ocupémiasientoygiréloshombros,sonriendoalpensarenella.Últimamenteteníapocotiempoparaverla.Enfin,sóloeltiempoloremediaría.Conelveranoveníanloscorsarios.CuantomáslargosfueranlosdíasmenostiempopodríacompartirconMolly.Parecíaqueelotoñonofueseallegarjamás.
Estábamos todos en nuestros sitios, un destacamento completo de remeros y guerreros. En unmomento dado, cuando se soltaron los cabos, el timonel ocupó su puesto y los remos comenzaron surítmica cadencia, nos convertimos en un solo animal. Era un fenómeno que ya había percibido conanterioridad.Quizáyo fuesemás sensible a él al tener los nervios a flor depiel por la conexiónquemanteníaconVerazmediantelaHabilidad.Quizásedebieraaquetodosloshombresymujeresabordocompartíanun solopropósito, y a quepara lamayoría ése fuera la venganza.Fuera lo que fuese, nosprestabaunaunidadquenuncaanteshabíavistoenningúnotrogrupodegente.Quizá,pensé,esofueraunasombradeloquesignificabaperteneceraunacamarilla.Sentíunapunzadadearrepentimientoporlasoportunidadesdesperdiciadas.
Túeresmi camarilla.Veraz, comoun susurro ami espalda.Y en alguna parte, procedente de lascolinaslejanas,algomenosqueunsuspiro.¿Acasonosomosunamanada?
Ostengoavosotros,penséparaellos.Luegomeconcentréenloqueestabahaciendo.LosremosynuestrasespaldasbajaronysubieronalunísonoyelRuriskseadentróconosadíaenlaniebla.Lavelacolgabainerte.Enunmomentonosconvertimosenunmundoaparte.Elsonidodelagua,larítmicaunidaddenuestrarespiraciónalremar.Unpuñadodesoldadosconversabaenvozbaja,apagadasporlabrumasuspalabrasysuspensamientos.Justinseencontrabaenlaproa,depie juntoalcapitán,escrutandolaniebla.Teníalafrentesurcadadearrugas,lamiradaperdida,ysupequebuscabaaCarrodabordodelaConstancia.Casisinproponérmelo,tambiényosondeéparaversipodíasentirquéestabahabilitando.
¡No lohagas!,meadvirtióVerazymeretiré,sintiéndomecomosimehubieradadouncapirotazo.Aúnnoestoypreparadoparaquealguienempieceasospechardeti.
Habíamuchas implicaciones en esa advertencia,más de las que podía pararme a pensar en esosinstantes.Comosiloquehabíaestadoapuntodehacerfueseunaacciónmuypeligrosa.Mepreguntédequé teníamiedoVeraz,peromeconcentréen lacadencia rítmicade los remosydejéquemisojos seclavaranenelgris infinito.Casi toda lamañana transcurrióenmediode laniebla. Justinpidióvariasvecesalpatrónquedijeraaltimonelquecambiaraelrumbo.Nosuponíaningunadiferenciaapreciable,salvoparalalongituddelasbogadas.Elinteriordelbancodenieblaeraigualmirarasdondemirases.Elesfuerzofísicoconstante,laausenciadeunpuntoenelquefijarlavista,mesumieronenunaensoñacióncatártica.
Lasvocesdeljovenvigíamesacarondemitrance.—¡Traición!—exclamó,consuvozestridenteamortiguadaporlasangre—.¡Nosatacan!Saltédemibancoymiréfrenéticodeunladoaotro.Niebla.Sólomiremopendíainerteyarañabala
superficiedelagua,mientrasmiscompañerosmelanzabanmiradasacusatoriasporhaberrotoelritmo.—¡Tú,Traspié!¿Quémoscatehapicado?—quisosaberelcapitán.Justinseguíadepieasulado,conaireindolenteysanturrón.
—Me...mehadadountirónenlaespalda.Losiento.Volvíaencorvarmesobremiremo.—Quelpo, relévalo. Estírate ymuévete un poco,muchacho, y vuelve después a tu sitio—dijo el
oficialdecubiertaconsumarcadoacento.—Asusórdenes,señor.Hice lo que me decían y me levanté para ceder mi puesto a Quelpo. Agradecí el descanso. Me
triscabanloshombrosalgirarlos.Mefrotélosojosysacudílacabeza,preguntándomequépesadillamehabríaasaltadocontantafuerza.¿Quévigía?¿Dónde?
EnlaIsladelosAntílopes.Llegaronalamparodelaniebla.Allínohayningunaciudad,perosíunatorredeseñales.Creoquepretendenasesinaralosvigíasyluegohacertodoloposibleporderruirlastorres.Unaestrategiabrillante.LaIsladelosAntílopesesunadenuestrasprimeraslíneasdedefensa.Latorre exterior da al mar y la interior transmite las señales a Torre del Alce y Bahía Pulcritud. LospensamientosdeVeraz,serenoscasiconlamismafirmezaqueseapoderadeunocuandopreparasuarmaparaatacar.Luego,transcurridounmomento:ElmuymentecatoestátanconcentradoenllegaraCarrodquemeimpideelpaso.Traspié.Buscaalcapitán.DilequesedirijaalaIsladelosAntílopes.Sientráisenelcanal,lacorrienteosconduciráprácticamentevolandohastalacaladondeseencuentralatorre.Loscorsarios ya están allí, pero tendrán que luchar contra la corriente para volver a salir. Si vais ahorapodéiscogerlosenlaplaya.¡CORRE!
Eramásfácildarórdenesqueobedecerlas,pensé,antesdesalircorriendo.—¿Señor?Tuvequeesperarunaeternidadantesdequeelcapitánsedignaradarmediavueltayhablarconmigo,
mientras el oficial de cubierta me fulminaba con la mirada por acudir directamente al patrón sinconsultarloantesaél.
—¿Remero?—dijoporfinelcapitán.—La Islade losAntílopes.Siponemos rumboallí ahoramismoycogemos lacorrientedel canal,
volaremosprácticamentehastalacaladondeseencuentralatorre.—Asíes.¿Esquesabesinterpretarlascorrientes,muchacho?Esuntalentomuyútil.Penséqueerael
únicoabordoquesabíadóndeestamosrealmente.—No,señor.—Cogíaire.EraunaordendeVeraz—.Deberíamosirallí,señor.Enseguida.Ese«enseguida»recibióvariosceñosfruncidosporrespuesta.—¡Quétonteríaesésa!—exclamóJustin,furioso—.¿Esquetehaspropuestodejarmeenridículo?
Haspresentidoquenosestábamosacercando,¿verdad?¿Porquéquieresquefracase?¿Paranosentirtetansolo?
Medieronganasdematarlo.Encambio,recuperélacomposturaydijelaverdad.—EsunaordensecretadelReyalaEspera,señor.Debíacomunicároslaenesteprecisomomento.Medirigíasóloalcapitán.Medespidióconungestodeasentimiento,regreséamibancoyrecuperé
elremodemanosdeQuelpo.Elpatrónescrutólanieblademododesapasionado.—Jharck.Dilealtimonelquevireycojalacorriente.Queloadentreunpocomásenelcanal.Eloficialdecubiertaasintióaregañadientesyenuninstantecambiamosderumbo.Nuestravelase
alabeó ligeramente y todo fue tal y como había predichoVeraz. La corriente combinada con nuestrosgolpesderemonospropulsóvelocesporelcanal.Eltiempotranscurredeformaextrañaenlaniebla,que
distorsionatodoslossentidos.Nosédurantecuántotiemporemé,peroprontoOjosdeNochemesusurróqueelairetraíaunposodehumo,ycasialmismotiempooímoslosgritosdehombresluchando,nítidosperofantasmagóricosenmediodelabruma.ViaJharck,eloficial,cruzarlamiradaconelcapitán.
—¡Dejaos el espinazo en los remos!—rugió de repente—. Los corsarios están atacando nuestratorre.
Otromomento y el tufo a humo fue claramente perceptible en la niebla, al igual que los gritos debatallaylosalaridosdeloshombres.Meimbuyóunafuerzainesperadayamialrededorvilomismo,dientesapretados,músculostensosymarcadosmientrasremábamos,inclusoelsudordemiscompañerosparecíaolerdeotraforma.Sianteséramosunasolacriatura,ahoraformábamospartedelamismabestiaenfurecida.Sentí cómoprendíay sepropagaba la chispade la rabia incontenible.Erauna trazade laMaña,unapasionamientodeloscorazonesaunnivelanimalquenosinundabadeodio.
ImpulsamoselRuriskhaciadelantehastaintroducirloporfinenlasaguaspocoprofundasdelacala,yluegobajamosdeunsaltoycorrimoshacialaplayacomohabíamosensayado.Lanieblaeraunaaliadatraicionera,puesnosocultabadelosatacantesqueibanaseratacadosasuvez,peroalmismotiemponos impedía ver el terreno y hacernos una idea precisa de la situación. Empuñamos las armas yavanzamosalacarrerahaciaelsonidodelacontienda.JustinsequedóenelRurisk,conlamiradavueltahaciaTorredelAlceconavidezcomosiesoloayudaraahabilitarlanoticiaaSerena.
LaVelaRojahabíaatracadoenlaarena,igualqueelRurisk.Nomuylejosdeellaestabanlasdoslanchas que servían para alcanzar la orilla. Ambas estaban rotas. Había habido hombres de los SeisDucados en la playa cuando llegaron los corsarios.Algunosde ellos seguían allí.Era una carnicería.Pasamosjuntoacadáverescontorsionadosqueempapabanlaarenaconsusangre.Todosellosparecíandelosnuestros.DeprontoapareciósobrenosotroslasiluetagrisdelatorredelaIsladelosAntílopes.En su cima ardía una hoguera de un amarillo espectral. La torre estaba sitiada. Los corsarios eranhombresmorenosymusculosos,másnervudosquefortachones.Lamayoríalucíabarbaspobladasysusnegrasmelenasondeabansalvajessobresushombros.Vestíanarmadurascorporalesdecuerotrenzadoyportaban hachas y espadas pesadas. Algunos tenían yelmos de metal. Sus brazos desnudos estabansurcadosdeanillosescarlatas,aunquenopodíadistinguirsiestabanpintadosotatuados.Semostrabanconfiados,envalentonados,risueños,hablabanentresícomounacuadrilladeobrerosapuntoderematarsufaena.Losguardianesdelatorreestabanacorralados;laestructurasehabíaconstruidoparaservirdefaro,nodemuralladefensiva.Eracuestióndetiempoquetodosaquelloshombresasediadosmurieran.Losmarginadosnovolvieronlavistahacianosotroscuandosorteamoslapendienterocosa.Creíanqueno tenían nada que temer a sus espaldas.Una puerta de la torre colgaba de sus goznes, un racimodehombres en su interior se parapetaba tras una barricada de cadáveres.Mientras proseguíamos nuestroavancedispararonunalluviadeflechascontraelcírculodecorsarios.Ningunadioenelblanco.
Proferíungritoamediocaminoentreunalaridoyunaullido.Unmiedoespantosoylaemocióndelavenganza se fundían en ese sonido. Las emociones de quienes corrían a mi lado me asaltaban yespoleaban.Losatacantessegiraronparavernoscuandoyanosechábamossobreellos.
Atrapamosaloscorsariosentredosfrentes.Latripulacióndenuestrobarcoerasuperiorennúmeroy,alvernos,losacosadosdefensoresdelatorrerecuperaronelvalorysesumaronanuestroataque.Loscadáveres diseminados alrededor de la torre atestiguaban los varios intentos frustrados que habíanllevadoacaboantesdenuestrallegada.Eljovenvigíaseguíatumbadodondelohabíavistocaerenmi
sueño.La sangrequehabía escapado entre sus labios le había empapado la camisa conbrocados.Unpuñalarrojadoporlaespaldalehabíacostadolavida.Quéextrañoquerepararaenesedetallemientrasnoslanzábamosalacarga.
Allínohabíaestrategia,niformación,niplandebatalla.Solamenteungrupodehombresymujeresalosqueselesofrecíadeprontolaposibilidaddevengarse.Eramásquesuficiente.
Siantespensabaqueeraunoconlatripulación,ahoraestabaenvueltoporellos.Susemocionesmeempujabanylanzabanhaciadelante.Nuncasabrécuántasniquésensacioneseranexclusivamentemías.Meabrumaban,yTraspiéHidalgoseperdióenellas.Meconvertíenelsentirdelostripulantes.Conelhachaenalto,rugiendo,abríacamino.Noambicionabalaposicióndelaquemehabíaapropiado,peromeimpulsabaeldeseoextremodelatripulacióndeteneralguienaquienseguir.Derepentequeríamataratodosloscorsariosquepudiera,tandeprisacomopudiera.Queríaquemismúsculoschascaranacadamandoble,queríazambullirmeenunmardealmasincorpóreas,arrollarloscadáveresdeloscorsariosabatidos.Yloconseguí.
Conocía las leyendas que hablaban de guerreros enloquecidos. Los había considerado bestiasembrutecidas,poseídasporsuseddesangre,insensiblesaldañoqueinfligían.Quizá,porelcontrario,fuesenhipersensiblesaél, incapacesdeproteger susmentesde lasemocionesqueseconjurabanparaespolearlas,deacatarlasseñalesdedolorquerecorríansuscuerpos.Nolosé.
Conozcolashistoriasquecirculansobremídesdeaqueldía.Sehallegadoaescribirunacanción.Norecuerdoquebramarayexpulsaraespumaporlabocamientrasluchaba,aunquetampocorecuerdoquenolo hiciera. En algún rincón demi interior se encontrabanVeraz yOjos deNoche, pero también ellossucumbierona laspasionesdequienesmerodeaban.Séquefuiyoelquematóalprimercorsarioquecayóantenuestraavalancha.Tambiénséquefuiyoelquederribóalúltimohombreenpie,enuncombatequelibramoshachacontrahacha.Segúnlacanción,eraelpatróndelvelerodelaVelaRoja.Supongoquepodría ser cierto. Su sobretodo de cuero era de buena calidad y estaba cubierto de sangre ajena.Norecuerdonadamás sobre él salvo la formaenquemihacha lehundió suyelmoen el cráneo,y cómobrotabalasangrebajoelmetalcuandosedesplomóderodillas.
Asíconcluyólabatallaylosdefensorescorrieronaabrazaranuestratripulación,prorrumpiendoenvítoresydándosepalmadasenlaespalda.Elcambiofuedemasiadoparamí.Mequedéinmóvil,apoyadoen mi hacha, preguntándome adonde se habían ido mis fuerzas. La rabia me había abandonado tanbruscamentecomolassemillasdecarrisaunadicto.Mesentíaexhaustoydesorientado,comosihubierasalido de un sueño para caer en otro. Podría haberme desplomado y quedarme dormido entre loscadáveres,tanabsolutaeramifatiga.FueNonge,unodelosmarginadosdelatripulación,elquemetrajoaguay luegomecondujo lejosde loscuerposparaquepudiera sentarmeybeber, tras loquesealejóvadeando lacarniceríapara sumarseal saqueode loscadáveres.Cuando regresóun ratodespués,meofrecióunmedallónensangrentado.Eradeorobatido,sujetoporunacadenadeplata.Unalunacreciente.Alverquenohacíaademánderecogerlo,locolgódelasangrientacabezademihacha.
—EradeHarek—dijo,empleandolaspalabrasdelosSeisDucados—.Luchastebienconél.Murióbien.Élquerríaquelotuvieras.EraunbuenhombreantesdequelosKorrikslequitaranelcorazón.
NisiquieralepreguntécuáldetodoshabíasidoHarek.Noqueríaponerlenombreaninguno.Volvíasentirmevivo transcurridosunosmomentos.Ayudéadespejardecadáveres lapuertade la
torreyluegoelcampodebatalla.Quemamosaloscorsariosytumbamosycubrimosaloshombresde
los Seis Ducados, a la espera de ser reclamados por sus familiares. Guardo extraños recuerdos deaquellatardeinterminable.Cómodejansurcosenlaarenalostalonesdeunhombrecuandoloarrastras.Cómo no estaba del todo muerto el joven vigía con la daga clavada cuando lo recogimos, aunquetampocodurómuchomás.Prontofueotrocadávermásqueañadiraunafilaqueyaerademasiadolarga.
Dejamosnuestrosguerreros con loquequedabade laguardiade la torreparaque los ayudaran acubrirlosturnoshastaquepudieranenviarsemáshombres.Admiramoselvelerocapturado.Verazestaríacomplacido,penséparamí.Otrobarco.Ymuybienconstruido.Pensabatodasesascosas,peroninguname inspiraba emoción alguna. Regresamos al Rurisk, donde nos esperaba un Justin muy pálido. EnsilenciobotamoselRurisk,ocupamosnuestrosasientosfrentealosremosypusimosrumboaTorredelAlce.
Encontramosotrasembarcacionesamediocaminodenuestrodestino.Habíasalidoarecibirnosunaflotilladebarcosdepescaorganizadaapresuradamenteycargadadesoldados.LosenviabaelReyalaEspera,siguiendolapeticiónhabilitadaconurgenciadeJustin.Casiparecieronsentirsedecepcionadosal enterarse de que el combate había terminado, pero nuestro capitán les aseguró que serían bienrecibidosen la torre.Creoque fueenesemomentocuandocomprendíqueyanopodíasentiraVeraz.Desdehacíarato.SondeéinmediatamenteenbuscadeOjosdeNoche,comopodríapalparseunhombrelosbolsillosenbuscadesumonedero.Estabaallí.Aunquelejos.Exhausto,ysobrecogido.Nuncahabíaolidotantasangrejunta,medijo.Estabadeacuerdoconél.Todavíaapestabaaella.
Veraz había estado ocupado. Apenas si acabábamos de abandonar el Rurisk cuando subió otratripulación a bordo para dirigirlo de regreso a laTorre de la Isla de losAntílopes. Los soldados devigilanciayotraremesaderemerosloecharonpesadamentealmar.EltrofeodeVerazestaríaamarradoensumuelleesamismanoche.Losseguíaunabarcaza,paratraeracasaanuestroscaídos.Elcapitán,eloficialdecubiertayJustinpartieronacaballoparainformardirectamenteaVeraz.Paramíeraunalivioquenosemehubieraordenadopresentarmeamivez.Mefuiconmiscompañerosde tripulación.Másrápidodeloquehubieracreídoposible,lanoticiadelabatallaynuestrotrofeosepropagóportodalaciudad de Torre del Alce. No había taberna que no estuviera ansiosa por atiborrarnos de cerveza yescuchar nuestras hazañas. Era casi como un segundo frenesí de combate, pues allá donde íbamos, lagente se enardecía a nuestro alrededor con una satisfacción salvaje por lo que habíamos hecho. Meembriaguéconlaspoderosasemocionesdequienesmerodeabanmuchoantesdequemehicieraefectolacerveza.Noesquehicieranadaporevitarlo.Relatépocosdetallesdeloquehabíamoshecho,peromiborrachera lo compensó de sobra.Vomité dos veces, una en un callejón y otra en la calle. Bebímástodavíaparaeliminarel saborabilis.Enalgunapartedemicabeza,OjosdeNoche estaba frenético.Veneno.Esaaguaestáenvenenada.Nologréformularningúnpensamientoparatranquilizarlo.
En algún momento previo al amanecer, Burrich me sacó a rastras de una taberna. Estabacompletamentesobrioyensusojosbrillabaunachispadeansiedad.Enlacalledelantedelataberna,sedetuvojuntoaunaantorchaqueagonizabasujetaaunapared.
—Todavíatieneslacaramanchadadesangre—medijo,ymesostuvoparaquenomecayera.Sacósupañuelo,lomojóenunbarrilllenodeaguadelluviaymelavólacaracomonohacíadesde
queyoerauncrío.Sucontactohizoquemebalanceara.Lomiréa losojosymeobliguéaenfocar lamirada.
—Yahematadoantes—dijesinpoderloevitar—.¿Porquéestandiferenteestavez?¿Porquéme
sientotanasqueado?—Porquesí—respondióenvozbaja.Me rodeó los hombros con un brazo yme sorprendió descubrir que teníamos lamisma altura. El
caminodevueltaalcastillofueempinado,largoysilencioso.Meenvióalosbañosymedijoqueluegomeacostara.
Tendríaquehabermequedadoenmicama,peronofuilobastanteprudente.Porsuerteelcastilloeraun hervidero de actividad, y otro borracho más subiendo las escaleras a trompicones no llamaba laatención.Comounidiota,fuialcuartodeMolly.Medejópasar,perocuandointentétocarlaseapartódemí.
—Estás borracho—me dijo, casi llorando—. Te dije que me había jurado no besar jamás a unborracho.Nidejarqueunomebesara.
—Perosinoesesetipodeborrachera—insistí.—Sóloexisteuntipodeborrachera—medijo.Meechódesusaposentos,sindejarmequelaabrazarasiquiera.Hacia el mediodía de la mañana siguiente, comprendí cuánto daño le había hecho al no acudir
directamenteaellaenbuscadeconsuelo.Comprendíasussentimientos.Perotambiénsabíaquemicargadelanocheanteriornoeraalgoquesepudierallevaracasa,alapersonaqueamas.Queríaexplicárselo,perollegóunmuchachocorriendoparadecirmequemenecesitabanabordodelRurisk,ydeinmediato.Lediunpeniqueporlasmolestiasylovialejarseatodaprisa.Antañoerayoelcríoqueseganabaasísus peniques. Me acordé de Retinto. Intenté recordarlo como un niño con un penique en la mano,corriendoamilado,peroahoraseríaparasiempreelforjadomuertotendidoencimadeunamesa.Nadie,medije,habíasidocapturadoayerparasuforja.
Medirigíalosmuelles.Porelcaminomedetuveenlosestablos.DejélalunacrecienteenmanosdeBurrich.
—Guárdameesto—lepedí—.Habrámás,lapartequemecorrespondadelsaqueo.Quieroqueteloquedes...loqueganeconesto.EsparaMolly.Sialgúndíanoregreso,asegúratededárselo.Nolegustaserunacriada.
HacíamuchotiempoquenolehablabatandirectamenteaBurrichdeella.Unaarrugasurcósufrente,peroaceptólalunaensangrentada.
—¿Quépensaríatupadredemí?—sepreguntóenvozaltacuandoempezabaadarlelaespalda.—Nolosé—dijeconbrusquedad—.Yonuncaloconocí.Túsí.—TraspiéHidalgo.Meencarédenuevoconél.Burrichhablómirándomealosojos.—Noséquépensaríaéldemí,perotepuedodecirloquepensaríadeti,loquetediríaél.Mesiento
orgullosodeti.Unhombrenoseenorgullecedeloquehagaodejedehacer.Seenorgullecerádelaformaenquelohaga.Siénteteorgullosodeti.
—Lointentaré—musité.Volvíamibarco.Nuestro siguiente enfrentamiento con los corsarios nos deparó una victoria menos decisiva. Los
encontramosenaltamarynoporsorpresa,puesnoshabíanavistado.Nuestrocapitánmantuvoelrumboycreoquesísesorprendieroncuandoiniciamoslaescaramuzaembistiéndolos.Destrozamosvariosdesus
remos,peronoeldeltimón,queeranuestroobjetivo.Sucasconosufrióapenasdesperfectos;lasVelasRojaseranflexiblescomopeces.Volaronnuestrasabrazaderas.Lossuperábamosennúmeroyelcapitánpretendía aprovechar esa ventaja. Nuestros guerreros los abordaron y la mitad de nuestros remerosperdieronlacabezaysesumaronalareyerta,originandouncaosquenotardóenpropagarseanuestracubierta.Necesitéhastaelúltimoápicedefuerzadevoluntadquepudereunirpararesistirmealvórticede emociones que nos envolvía, pero permanecí pegado a mi remo tal y comome habían ordenado.Nonge,ensubanco,meobservabaconexpresiónextraña.Agarrémiremoconfuerzayapretélosdienteshastavolverenmí.MasculléunamaldicióncuandodescubríquehabíavueltoaperderaVeraz.
Creo que nuestros guerreros perdieron un poco de ímpetu cuando se dieron cuenta de que habíanmermadolatripulacióndelenemigohastaelpuntoenqueyanopodríangobernarsunave.Fueunerror.Unodeloscorsariosprendiófuegoasupropiavelamientrasunsegundointentabapracticarunboqueteensucasco.Supongoqueesperabanqueelfuegoseextendierayquelosdosbarcossehundieranjuntos.Lo cierto es que al final luchaban sin reparar en el daño que sufrían su embarcación y sus cuerpos.Nuestros soldados terminaron por acabar con ellos y sofocamos el incendio, pero el trofeo queremolcamoshastaTorredelAlceerauncascarónhumeantey,hombreporhombre,habíamosperdidomásvidasqueellos.Empero, seguía siendounavictoria,nosdecíamos.Enesaocasión,cuando losdemásfueronaemborracharse,tuveelaciertodebuscaraMolly,yalamadrugadasiguientereservéunpardehorasparaOjosdeNoche.Salimosacazarjuntos,unamuertejustaylimpia,eintentópersuadirmeparaquemeescaparaconél.Cometíelerrordedecirlequepodíairsesiquería,pensandosóloenlomejorpara él, y herí sus sentimientos. Tardé otra hora en hacerle entender lo que había querido expresar.Regresé a mi barco preguntándome si mis lazos merecían el esfuerzo que me requería conservarlosintactos.OjosdeNochemeaseguróquelomerecían.
Ésa fue laúltimavictoriacontundentedelRurisk.Distabade ser laúltimabatallaque libraríamosaquelverano.No,losplácidosdíasdebuentiemposeextendíaninterminablesantenosotros,ycadadíadesoleraundíaenquepodríamataraalguien.Intentabanopensarenelloscomodíasenquealguienpodría matarme. Tuvimos muchas escaramuzas e hicimos muchas persecuciones, y parecía que losintentosdesaqueohabíandisminuidoenlazonaquepatrullábamosconregularidad.Dealgunamanera,esosóloconseguíaquetodoresultaramásfrustrante.YloscorsariosdelaVelaRojaseguíanrealizandoincursionesconéxito,puesavecesllegábamosaunaciudadunahoradespuésdequeellossehubieranido y no podíamos hacer otra cosa que amontonar cadáveres o sofocar incendios. En esas ocasionesVerazrugíaymaldecíaenmimentepornosercapazderecibirmensajesmásrápido,porquenohabíabarcosni torresdevigilanciasuficientes.Preferíaenfrentarmea la furiade labatallaquea lasalvajefrustración que desencadenaba Veraz dentro de mi cabeza. No se vislumbraba el final de aquellasituación, salvo por el respiro que nos concedería la llegada del mal tiempo. Ni siquiera podíamoscalcularelnúmeroexactodeVelasRojasquenoshostigaban,puestodossusbarcosestabanpintadosdelmismomodoyeranidénticoscomoguisantesenunavaina.Ocomogotasdesangreenlaarena.
AquelveranoquepasécomoremeroabordodelRurisktuvimosotroencuentroconlasVelasRojasqueesdignodemenciónporsupeculiaridad.Unanocheclaradeverano,habíamossaltadodenuestroscatres en el barracón de los astilleros y habíamos acudido corriendo a nuestro barco. Veraz habíapresentido que unaVela Roja acechaba Punta de Gama. Quería que la abordáramos al amparo de laoscuridad.
Justinseencontrabaaproa,vinculadoaSerenaporlaHabilidadenlatorredeVeraz,queyosentíacomo unmascullar inarticulado dentro demi cabezamientras trazabamentalmente el camino hacia elbarcoenemigo.¿Habíaalgomás?LopodíasentirpalpandomásalládelaVelaRoja,comounhombrequeavanzaatientasenlaoscuridad.Percibíasuintranquilidad.Senoshabíaprohibidohablarynuestrosremoscesaronensuchapoteocuandonosaproximamos.OjosdeNochemesusurróqueloshabíaolidoydivisado.LaVelaRoja,unbarcoalargado,bajoyoscuro,surcabalasaguasfrenteanosotros.Ungritorepentinoprovinodesucubierta;noshabíanvisto.Nuestrocapitánnosordenópermanecerenlosremospero, aunque obedecimos, una oleada de temor me envolvía. Mi corazón empezó a martillar, metemblabanlasmanos.Elterrorqueseapoderódemíeraelmiedosinnombredeunniñoquetemeloqueacechaenlaoscuridad,unmiedoinsoportable.Meaferréamiremo,sinfuerzasparamanejarlo.
—Korrikska—oíquerezongabaunhombreconunmarcadoacentomarginado.CreoqueeraNonge.Medi cuenta de que yo no era el único que había dejado de bogar.Nuestras paladas carecían de
ritmo.Algunos remeros estaban sentados con la cabeza apoyada en los palosmientras otros bregabanesforzadamente pero sin cadencia, con las palas de los remos patinando y chapoteando en el agua.Navegábamos a la deriva como un mosquito cojo en un charco mientras la Vela Roja nos forjaba aconciencia.Levanté la cabezayvi cómoacudía lamuerte ami encuentro.La sangre trepidabaenmisoídos de tal manera que ni siquiera podía escuchar los gritos de los marineros aterrorizados a mialrededor.Nopodíanicogeraliento.Alcélavistaaloscielos.
MásalládelaVelaRoja,refulgiendocasisobrelasnegrasaguas,habíaunbarcodecolorblanco.Noera un velero corsario; era una nave tres veces mayor que cualquier Vela Roja, con sus dos velasplegadas,ancladaenlasaguastranquilas.Sucubiertaestabapobladadefantasmas,oforjados.Aunquenosentíasombradevidaenellossemovíanmetódicamente,preparandounalanchaparabajarlaporlaborda.Habíaunhombreerguidoenlacubiertadepopa.Nopudeapartarlamiradadeéldesdeelmismomomentoenquelepuselosojosencima.
Estabaembozadoenlapenumbra,peseaqueloveíaperfiladocontraelcielooscuroconclaridad,comosi lo iluminarauna lámpara. Juroquepodíaver susojos, lacurvade sunariz, labarbanegrayrizadaqueleenmarcabaloslabios.Seriódemí.
—¡Ahívieneuno!—dijoaalguien,ylevantóunamano.Señalabahaciamí.Sevolvióareírysemeencogióelcorazónenelpecho.Meobservabaconuna
fijaciónespantosa,comosifuerayo,entretodoslostripulantesdenuestranave,lapresaquebuscaba.Lomirabaamivez,yloveía,peronopodíasentirlo.¡Ahí!¡Ahí!Pronuncielapalabraenvozalta,oquizáfueselaHabilidadquenuncapodíacontrolarloquelahizoresonarentrelasparedesdemicráneo.Norespondió nadie. Ni Veraz, ni Ojos de Noche, nadie, nada. Estaba solo. El mundo entero se habíaquedadomudoyparalizado.Amialrededor,miscompañerosdetripulacióntemblabanaterrorizadosysedeshacíanenalaridos,peroyonosentíanada.Yanoestabanallí.Allínohabíanadie.Nigaviotas,nipecesenelmar,nohabíavidadeningúntipoalalcancedemisentidointerior.Lafiguraembozadadelotrobarcoseinclinósobrelabarandilla,apuntándomeconsudedoacusatorio.Sereía.Yoestabasolo.Era una soledad demasiado inmensa para poderla soportar.Me envolvía,me asfixiaba,me ahogaba yempezabaaconsumirme.
Larepelí.
EnunactoreflejoquenosabíaqueposeyerautilicélaMañaparaalejarmedeellatodoloquepude.Físicamentefuiyoelquesaliódisparadodeespaldasyaterricésobrelosbancos,despatarradoalospiesdelosotrosremeros.Viquelafiguradelbarcoenemigotrastabillaba,seencorvabaycaíaporlaborda.Elchapoteonofueestruendoso,perosólohubouno.Sillegóasaliralasuperficie,yonolovi.
Tampocoesquetuvieratiempoparabuscarlo.LaVelaRojaseestrellóenmediodenuestrobarco,destrozandolosremosylanzandoporlosairesalostripulantes.Losmarginadosvociferabanconfiados,burlándosedenosotrosmientrassaltabandesunavealanuestra.Mepusedepieycorríhastamibanco,enbuscademihacha.Amialrededor, losdemáscomenzabanarecuperarseigualmente.Noestábamospreparados para combatir, pero tampoco seguíamos paralizados por el miedo. Recibimos a nuestrosasaltantesconaceroytrabamosbatallaconellos.
No hay lugarmás oscuro que el mar por la noche. La oscuridad hacía quemis camaradas ymisenemigosfueranindistinguibles.Unhombresaltósobremí;prendíelcuerodesusarreosextranjeros,loderribé y lo estrangulé. Tras la parálisis que se había adueñado demí por unmomento, su terrormeprodujounasuertedealivio salvaje.Creoqueocurriódeprisa.Cuandomeenderecé,elotrobarcosealejaba de nosotros. Lo gobernaba sólo la mitad de sus remeros y el combate proseguía en nuestracubierta,peroestabaabandonandoa sushombres.Nuestrocapitánnosordenabadarcuentadeellosyperseguir a la Vela Roja. Era una orden inútil. Para cuando los hubimos matado y arrojado por lacubierta,elotrobarcosehabíaperdidoenlaoscuridad.Justinestabaabajo,magulladoysobrecogido,vivopero incapazdehabilitarconVerazenesemomento.De todosmodos,unadenuestrashilerasdebancoshabíaquedadoreducidaaastillas.Nuestropatrónnosmaldijoa todosairadamentemientrasseredistribuíanlosremosyzarpábamos,peroyaerademasiadotarde.Nosordenóguardarsilencio,peronoconseguimosoírnivernada.Mesubíamibancoydescribíungirocompleto,despacio.Negrasaguasvacías.Delvelero,nirastro.Peromásextrañotodavíaparamífueloquedijeenvozalta.
—Lanaveblancateníaechadaelancla,perotambiénsehaido.Amialrededor,lascabezassegiraronparaobservarme.—¿Quénaveblanca?—¿Estásbien,Traspié?—Elbarcoerarojo,muchacho,nosenfrentamosaunaVelaRoja.—Nomienteslosbarcosblancos.Verunbarcoblancoesvertumuerte.Traemalasuerte.EstomelosiseóNonge.Abrí la boca para objetar que había visto un barco de verdad, no un desastre augurado.Negó la
cabezasinapartarlavistademíyluegolatorcióparaasomarsealasaguasvacías.Cerrélabocaymesenté despacio. Nadie más lo había visto. Tampoco habló nadie del terror espantoso que nos habíasobrecogidoytransformadonuestrosplanesdebatallaenciegopánico.Cuandoregresamosalaciudadaquellanoche,loquesecontóenlastabernasfuequehabíamosencontradoelbarco,habíamospeleadoyhabíamos puesto en fuga a los corsarios.No quedabanmás pruebas del encuentro que algunos remosrotos,algunosheridosyunpocodesangremarginadaennuestracubierta.
CuandohabléenprivadoconVerazyOjosdeNoche,ningunohabíavistonada.Verazmedijoquelohabíaexcluidoencuantoavistamoselotrovelero.OjosdeNocheadmitiómolestoquemehabíacerradotambiénaél.Nongenovolvióadecirmenadaacercade losbarcosblancos;noeradadoaconversarsobrenada.Mástardeencontréunamenciónalanaveblancaenunpergaminoqueversabasobreantiguas
leyendas.Decíaqueeraunbarcomalditodondelasalmasdelosmarinerosahogadosqueeranindignosdel mar se veían obligadas a trabajar eternamente a las órdenes de un capitán despiadado. Me viobligadoaguardarsilenciosobreesetemapormiedoaquemetomaranporloco.
LasVelasRojasevitaronalRuriskduranteelrestodeaquelverano.Avecesavistábamosalgúnbarcoyloperseguíamos,peronuncaconseguíamosalcanzarlo.Enciertaocasióntuvimoslasuertededarcazaaunoqueacababadesaquearunapoblación.Arrojaronsuscautivosporlabordaparaaligerarlacargayescaparon.Delasdocepersonasquelanzaronalagua,rescatamosanueveylasdevolvimossinforjarasualdea.Sellorólapérdidadelostresahogadosantesdequepudiéramossalvarlos,perotodoelmundoconvinoqueesedestinoeramejorquelaForja.
Losdemásbarcostuvieronunasuerteparecida.LaConstanciacayósobreunoscorsariosenplenosaqueodeunaaldea.Noconsiguieronunavictoriarápida,perotuvieronlaprecaucióndedañarlaVelaRojavaradaenlaplayaparaimpedirqueloscorsarioslograranescaparconfacilidad.Setardódíasendarlescazaatodos,puesserefugiaronenlosbosquescuandovieronloquehabíaocurridoconsunave.Los demás veleros vivieron experiencias similares; perseguíamos a los corsarios, los ahuyentábamos.Losotrosbarcostuvieronéxitoinclusoalahoradehundiralgúnvelerocorsario,peroaquelveranonocapturamosmásnavesintactas.
Demodoqueseredujeronlasforjas,ycadavezquehundíamosunbarconosdecíamosqueeraunomenos. Pero no parecía que su número se redujese. Por una parte, devolvíamos la esperanza a loshabitantes de los Seis Ducados. Por otra, aumentábamos su desconsuelo pues, pese a todos nuestrosesfuerzos,noconseguíamoseliminarlaamenazadelasVelasRojasdenuestrascostas.
Para mí, aquel largo verano fue una época de terrible aislamiento e increíble proximidad. Verazestabaconmigoamenudo,peroparecíaqueyofueseincapazdemantenerelcontactounavezcomenzabaelcombate.ElmismoVerazeraconscientedelavoráginedeemocionesqueamenazabaconaplastarmecadavezquenuestratripulacióntrabababatalla.Propusolateoríadequealintentardefendermedelospensamientos y los sentimientos de los demás, fortalecíamismurallasmentales hasta tal punto que nisiquiera él podía traspasarlas. También sugirió que eso podría significar que yo era fuerte con laHabilidad, más fuerte incluso que él, pero que estaba tan sensibilizado que bajar mis defensas encombatemesumíaen laconcienciade todos losqueme rodeaban.Erauna teoría interesante,peronoofrecía ninguna solución práctica al problema. Aun así, cuando transportaba a Veraz en mi interior,desarrolléunaafinidadconélcomonosentíapornadiemás,salvoquizáBurrich.Conunafamiliaridadescalofriante,sabíacómolodevorabaelhambredelaHabilidad.
Cuando era pequeño, Retinto y yo escalamos un día un acantilado que daba al océano. Cuandollegamos a la cima y nos asomamos al borde, me confesó que sentía un impulso casi irresistible dearrojarsealvacío.CreoqueVerazsentíaalgoparecido.ElplacerdelaHabilidadlotentabayansiabaabandonarseaél, lanzarasuredhastaelúltimoápicedesuser.Suestrechocontactoconmigosólolaalimentaba.PeroéramosdemasiadoútilesparalosSeisDucadoscomoparaqueserindiera,auncuandola Habilidad lo estuviese corroyendo por dentro. Por fuerza compartía con él muchas de las horassolitariasquepasabafrentea laventanadesutorre, la incómodasillaenquesesentaba, lafatigaqueanulabasuapetito,auneldolordehuesoscausadoporlainactividad.Eratestigodesuconsunción.
No sé si es bueno conocer tanbien a alguien.OjosdeNoche estaba celoso y no semolestaba endisimularlo.Almenosélexpresabalarabiaquesentíaanteloqueconsiderabaunaafrenta.Noresultaba
tansencilloconMolly.Ellanoentendíaporquédebíapasar tanto tiempofuera.¿Porquéteníaqueserprecisamenteyoel
tripulantedeunode losbuquesdeguerra?Elmotivoquepodíadarle,queVerazasí lodeseaba,no lasatisfacía en absoluto. Las pocas ocasiones que podíamos compartir empezaron a adquirir un carizpredecible.Nosentregábamosaunatormentadepasión,nossolazábamosfugazmenteelunoenelotroyluegoreñíamosporcualquiercosa.Estabasola,detestabaserunacriada,elpocodineroqueconseguíaahorrar tardabahorrores en acumularse,meechabademenos,porqué teníaqueestaryo tanto tiempofuera cuando era lo únicoquehacía que suvida fuese tolerable.Undía le propuse entregarle todo eldineroquehabíaganadoabordodelbarco,peroseopusocomosiacabaradellamarlaputa.Nopensabaaceptarnadademíhastaquenoshubiéramosunidoenmatrimonioa lavistade todos.Yyonopodíaofrecerleningunagarantía sobre cuándoocurriría eso.Aúnnohabía encontrado elmomento adecuadopara revelar los planes que tenía reservados Artimañas para Celeridad y para mí. Estábamos tandistanciados que habíamos perdido el hilo del día a día del otro, y cuando nos reuníamos siempreterminábamosrumiandolasamargurasdelasmismasquejasunayotravez.
Unanoche,cuandolavisité,laencontréconelcabellorecogidoconcintasrojasyconpendientesdeplataenformadehojasdesauceacariciándoleelcuellodesnudo.Vestidacomoestabaconsusencillocamisónblanco,alverlamequedésinrespiración.Mástarde,aprovechandounmomentodecalmaenelquepuderecuperarelalientoparahablar,hiceuncomentarioelogiosoapropósitodesuspendientes.Sinambages,medijo que la últimavezquehabía venido el príncipeRegio a comprar velas se los habíaregalado,puesestabatancomplacidoconsusproductosqueleparecíaquenolepagabalosuficienteporaquellasvelastanexquisitamenteperfumadas.Sonreíaorgullosamientrasmelocontaba,jugueteandoconmicoletadeguerreromientrassuscabellosysuscintassederramabansobrelasalmohadas.Noséquévioenmirostro,peroabriómucholosojosyseapartódemí.
—¿AceptasregalosdeRegio?—preguntéconvozglacial—.Noquierescogerlasmonedasqueganohonradamenteperosílasjoyasdeese...
Medetuvealfilodelatraición,peronolograbaencontrarlaspalabrasadecuadasparaexpresarloquepensabadeél.
Mollyentornólospárpadosymetocóamíretirarme.—¿Quéqueríasqueledijera,«No,señor,nopuedoaceptarvuestragenerosidadhastaqueoshayáis
casadoconmigo»?EntreRegioyyonoexiste lomismoqueentrenosotros.Estoeselobsequiodeunclientequeaprecialacalidaddemitrabajo.¿Porquépensabasquemeloshabíadado?¿Acambiodemisfavores?
Nosquedamosmirándonosfijamentey,transcurridouninstante,conseguímusitarloqueellaestabadispuestaaaceptarcomounadisculpa.Peroluegocometíelerrordesugerirquetalvezsóloselohabíaregaladoporquesabíaqueyomesentiríaofendido,yellaquisosabercómopodríasaberRegioloquehabía entre nosotros y si opinaba que la calidad de su trabajo era tan baja que no se merecía unospendientes así de lujosos. Baste decir que dirimimos nuestras diferencias comomejor pudimos en elpocotiempoquenosquedabajuntos.Perounacazuelaagrietadanocueceigualqueunaintactayregreséalbarcosintiéndometansolocomosinohubierapasadoningúntiempoconella.
Lasvecesenquemeinclinabasobremiremo,conseguíamantenerunacadenciaperfectaeintentabano pensar absolutamente en nada, amenudome descubría echando demenos a Cordonia, a Chade, a
Kettricken e incluso aBurrich.Las pocas ocasiones en que conseguí ver a nuestraReina a laEsperaaquelveranofueronsiempreenel jardíndel tejadode la torre.Eraunlugarhermosopero,peseasusesfuerzos,noeracomparablealosdemásjardinesquehabíaconocidoTorredelAlce.Habíademasiadodelasmontañasenellacomoparaqueseconvirtieraporcompletoanuestrascostumbres.Lasimplicidadconquecolocabaycultivabalasplantashacíagaladeunaagudezaespecial.Sehabíanañadidopiedrassencillasytambiénramasrecogidasenlaplaya,retorcidasypulidasporelmar,quedescansabansobrelasrocasparaproducirunagradablecontraste.Allípodríahabermeditadoencalma,peronoeraunlugarapropiadopararepantigarsealcálidovientoestival,ysospechabaqueasíeracomolorecordabaVeraz.Kettrickensemanteníaocupadaallíarriba,ylegustaba,peronolauníaaVeraztantocomosesuponía.Estaba más bella que nunca, pero sus ojos azules siempre estaban cubiertos por el velo gris de lapreocupación. Fruncía el ceño tan amenudo que cuando relajaba por fin el rostro se podían apreciarlíneaspálidassobrelapiel,allídondenuncalaacariciabaelsol.Enlosmomentosquepasabaallíconella,amenudodespedíaacasitodassusdamasdecompañíaymeinterrogabasobrelasactividadesdelRurisk,contantameticulosidadcomosisetrataradelmismoVeraz.Cuandoconcluíamisinformes,solíaapretarloslabiosenunalíneadelgadayseacercabaalmurodelatorreparaasomarsealmarquetocabaelfilodelcielo.Haciaelfinaldelverano,mientrascontemplabaelhorizontedeesamanera,meacerquéaellaparadespedirmeconelpretextodequemeesperabanenelbarco.Apenassiparecióescucharloquelehabíadicho.Encambio,musitó:
—Tienequehaberunasolucióndefinitiva.Nada,nadiepuedeseguirasí.Tienequehaberunaformadeacabarconesto.
—Prontollegaránlastormentasdeotoño,alteza.Vedcómolaescarchasehacobradoyaalgunasdevuestrasparras.Lastormentasnuncaestánlejosdelasprimerasheladas,yconellasllegarálapazparanosotros.
—¿Paz? Ja. —Soltó un bufido de incredulidad—. ¿Llamas paz a no dormir por las nochespreguntándotequiénseráelsiguienteenmorir,dóndeatacaránelañoqueviene?Esonoespaz.Esunatortura. Tiene que haber una manera de acabar con los Corsarios de la Vela Roja. Y me propongoencontrarla.
Habíaconseguidoquesuspalabrassonaranprácticamentecomounaamenaza.
Libro4:LaFragilidaddelAsesino
Interludios
Erandepiedrasushuesos,delaresplandecienterocaveteadadelasmontañas.Sucarnesehabíaformadoconlasrutilantessalesdelatierra.Massuscorazonesestabanhechosconloscorazonesdehombressabios.
Venían de muy lejos, aquellos hombres, habían recorrido un camino largo y complicado. Nodudaronenrenunciaralavidaquesehabíaconvertidoenunacargaparaellos.Acabaronsusdíasyse volvieron eternos, dejaron a un lado la carne y se vistieron de piedra, soltaron sus armas yextendieronsusnuevasalas.Vetulus.
Cuandomellamóal finel rey,acudí.Fiela lapromesaquemehabíahechoamímismo,nohabíaregresadovoluntariamenteasusaposentosdesdeaquellatarde.MeseguíacorroyendolaamarguraporsuacuerdoconelduqueMazasenloconcernienteaCeleridadyamí.PerolallamadadetuReynoesalgoaloquepuedashaceroídossordos,dabaiguallarabiaqueardieratodavíaenmiinterior.
Memandó llamar unamañanade otoño.Hacía almenosdosmeses quenoveía al reyArtimañas.Había ignorado las implorantesmiradasquemededicabaelbufóncuandomecruzabaconél,yhabíacontestadoconevasivas lasocasionalespreguntasdeVerazsobreelmotivoporelquenovisitaba losaposentos reales.Me resultababastante fácil.Wallace seguíavigilando supuerta, al acechocomounaserpienteenroscadaenlachimenea,yladelicadasaluddelreynoeraningúnsecreto.Yanopermitíaanadiequeentraraensusdependenciasantesdelmediodía.Poresomedijeesamañanaquesuinvitaciónpresagiabaalgoimportante.
Pensabaquedispondríadeesamañanaparamísolo.Hacíadosdíasquesehabíadesencadenadounatormentaotoñalinusitadamentetempranayviolenta.Elfuertevientoeraimplacableylalluviaincesanteaugurabaquetodoelquesehicieraalamarenunaembarcacióndescubiertaestaríaocupadoachicandoagua.HabíapasadolanocheanteriorenlatabernaconelrestodelatripulacióndelRurisk,brindandoporla tormentaydeseándolesa losCorsariosdelaVelaRojaquedisfrutarandeella.Habíavueltoalcastillo para desplomarme ebrio en la cama, convencido de que dormiría todo lo que quisiera al díasiguiente. Pero un paje resuelto había aporreado mi puerta hasta ahuyentar mi sueño y me habíacomunicadolallamadaoficialdelmonarca.
Melavé,meafeité,merecogíelpeloenunacoletaymepuseropalimpia.Mehicefuerteparano
traicionarmiardienteresentimiento.Cuandoestuvesegurodequeeradueñodemí,salídemicámara.Mepresentéantelapuertadelrey.EsperabaqueWallacetorcieraelgestoymeecharadeallí,peroesamañanaseapresuróaabrirmeencuantollamé.Sumiradaseguíasiendodesaprobatoria,peromecondujoinmediatamenteapresenciadelrey.
Artimañasestabasentadofrenteasuhogar.Encontrademivoluntad,semeencogióelcorazónalverel modo en que se había consumido. Tenía la piel fina y traslúcida como el pergamino, los dedoshuesudos. Tenía la piel del rostro flácida, colgante donde antes la carne la sostenía firme. Sus ojososcurosselehabíanhundidoenlacara.Teníalasmanosenlazadassobresuregazoenungestoqueyoconocía de sobra. Así juntaba yo las manos para ocultar los temblores que me asaltaban todavía enocasiones.Enunamesitaquehabíaasuladohumeabaunincensario.Losvaporeshabíangeneradoyaunaneblinaazulquerodeabalasvigasdeltecho.Elbufónlanguidecíadesconsoladoasuspies.
—HallegadoTraspiéHidalgo,alteza—anuncióWallace.Elreydiounrespingocomosilohubieranpinchado,antesdevolverlosojoshaciamí.Mecoloqué
juntoasuasiento.—TraspiéHidalgo—mesaludó.No había fuerza en sus palabras, ninguna presencia en absoluto. La amargura que sentía aún era
intensa,peronolograbamitigareldolorquemeprodujoverloeneseestado.Seguíasiendomisoberano.—MiRey,hevenidocomoordenasteis—dijeconformalidad.Intentabaconservarmifrialdad.Memiróconojoscansados.Torciólacabezaytosiócontrasuhombro.—Yaloveo.Bien.—Meobservófijamenteuninstante.Inspiróunaprofundabocanadaquesilbóen
suspulmones—.AnochellegóunmensajeroenviadoporelduqueMazasdeOsorno.Traíalosinformesdelascosechasycosasasí,principalmentenoticiasparaRegio.PerolahijadeMazas,Celeridad,envíatambiénestepergamino.Parati.
Meloofreció.Unpergaminopequeño,atadoconunacintaamarillayselladoconunagotadeceraverde.Locogíconrenuencia.
—ElmensajerodeMazasregresaaOsornoestatarde.Estoysegurodequeparaentoncesyahabrásredactadounarespuestaadecuada.
Eltonodesuvozdabaaentenderquenoeraunasolicitudinformal.Tosiódenuevo.Elremolinodeemocionesquemeinspirabamerevolvíaelestómago.
—Convuestropermiso.—Anteelsilenciodelrey,rompíelsellodelpergaminoydesatélacinta.Lodesenrollé para descubrir un segundo pergamino enrollado en su interior. Eché un vistazo al primero.Celeridadescribíaconletrafirmeyclara.Desenrolléelsegundoylocontempléuninstante.Levantélacabeza para descubrir los ojos de Artimañas clavados en mí. Le sostuve la mirada sin emoción—.Escribe para transmitirme sus mejores deseos y para enviarme la copia de un pergamino que haencontradoenlasbibliotecasdeTorredelaOnda.O,mejordicho,unacopiadeloqueaúneralegible.Ajuzgar por su envoltorio, cree que perteneció a los Vetulus. Supo de mi interés por ellos durante eltranscursodemivisitaaTorredelaOnda.Parecequeelescritoversasobrefilosofía,osobrepoesíatalvez.
Ofrecí los pergaminos de nuevo a Artimañas. Los cogió al cabo de un momento. Desenrolló elprimeroylosostuvofrenteasurostroconelbrazoestirado.Fruncióelceño,lelanzóunamiradaasesina
yloposósobresuregazo.—Semenublanlosojos,aveces,deuntiempoaestaparte—dijo.Volvióaenrollarjuntoslosdos
pergaminos, con cuidado, como si fuese una tarea delicada—. Escríbele una nota de agradecimientocomoesdebido.
—Sí,miRey.—Mivozeracalculadamenteformal.Aceptédenuevolospergaminosquemetendía.Despuésdepermanecerplantadoanteélotromomentomientrasmetraspasabaconlamirada,aventuré—:¿Puedoretirarme,alteza?
—No.—Tosiódenuevo,máspesadamente esta vez. Inhalóotra bocanada largay sibilante—.Nopuedesretirarte.Sihubiesequeridoquetefueras, te lohabríadichohaceaños.Mehabríaocupadodequecrecierasencualquieraldearecóndita,odequenocrecierasenabsoluto.No,TraspiéHidalgo,nopuedes retirarte. -Su voz recuperó una sombra de su antigua presencia—. Hace años hice un tratocontigo. Has cumplido tu parte. La has cumplido bien. Sé cómo me sirves, aunque no te dignesinformarmeenpersona.Sécómomesirves,aunquerebosesdeirahaciamí.Nopodríapedirmásdeloqueyamehasdado.—Otrogolpedetos,repentina,seca.Cuandorecuperólavoz,nohablóconmigo—.Bufón,unacopadevinocaliente,porfavor.YpídeleaWallaceesas...hierbasparacondimentarlo.—Elbufónselevantódeinmediato,peronoviningunabuenadisposiciónensurostro.Alcontrario,mientraspasabapordetrásdelasilladelreymelanzóunamiradaasesina.Elreymeindicóqueesperaraconungesto.Sefrotólosojosyvolvióarecogerlasmanosensuregazo—.Mehepropuestocumplirmipartedeltrato—continuó—.Prometícubrirtusnecesidades.Megustaríahaceralgomás.Megustaríaquetecasarasconunadamadealcurnia.Megustaríaque...ah.Gracias.
Elbufónhabíaregresadoconelvino.Nosemepasóporaltocómollenabalacopasóloamedias,nicómolacogíaelreyconlasdosmanos.Percibíunavaharadadehierbasdesconocidasmezcladaconelpenetrante aromadel vino.El bordede la copa repiqueteódosveces contra losdientesdeArtimañasantesdequeéstelograraapresarloentreloslabios.Bebióunlargotrago.Tragóypermanecióinmóvilunmomento, con los ojos cerrados como si escuchara algo atentamente.Cuando abrió los ojos de nuevoparamirarme,pareciósorprenderseunpoco.Tardóuninstanteenretomarelhilodelaconversación.
—Te concederé un título, y tierras que gobernar.—Levantó la copa y volvió a beber. Se quedósujetándola, calentándose lasmanos con ellamientrasme observaba—.Te recuerdo que no es asuntobaladí el que Mazas te considere buen partido para su hija. Tus orígenes no lo echan para atrás.Celeridad se entregará a ti con su título y sus propiedades. Tu enlace me facilita la oportunidad derecompensarteigualmente.Sólodeseolomejorparati.¿Tantotecuestaentenderlo?
Lapreguntamediolibertadparahablar.Cogíalientoeintentéapelarasussentimientos.—MiRey,séquemedeseáislomejor.SoyconscientedelhonorquemehaceelduqueMazas.Lady
Celeridadestodoloquepodríaesperarunhombredeunamujer.Peronoesladamademielección.Seensombreciósuexpresión.—HablasigualqueVeraz—dijo,malhumorado—.Eigualquetupadre.Escomosilosdoshubieran
mamado la testarudezde susmadres.—Levantó la copay la apuró.Se reclinóen su sillaymeneó lacabeza—.Bufón.Por favor,másvino.Heoído los rumores—prosiguióconesfuerzocuandoelbufónhubocogidosucopa—.Regiovienecargadodeellosymelossueltacomounpinchedecocina.Comosituvieranalgunaimportancia.Lasgallinasponenhuevosylosperrosladran.Asídeimportantesson.
Viqueelbufónrellenabalacopaobediente,aunquesureluctanciaeraevidenteenlacrispaciónde
cadaunodelosmúsculosdesuesbeltafigura.AparecióWallacecomoporartedemagia.Echómáshumoalincensario,avivóunrescoldodiminutoconloslabioscuidadosamentefruncidoshastaqueprendióelnuevo montoncito y desapareció. Artimañas se inclinó hacia delante para sumergir el rostro en losvapores. Inhaló, tosió débilmente e inspiró más humo. Volvió a apoyar la espalda en su asiento. Unsilenciosobufónsosteníalacopadevinoensusmanos.
—Regioafirmaquetehasenamoradodeunacamarera.Quelaacosasdíaynoche.Enfin,todosloshombressonjóvenesunavezenlavida.Comotodaslasmujeres.
Aceptósucopaydiootrosorbo.Depieanteélmemordíaelinteriordelasmejillas,obligándomeamantenerlamiradaserena.Mis
manostraidorasrecuperaronlostembloresqueelcansanciofísicohabíadejadodeimprimirles.Contuvelosdeseosdecruzarmedebrazosparacontenerlosydejélasmanosinertesaloscostados.Meconcentréparanoestrujarelpequeñopergaminoquesujetaba.
ElreyArtimañasposósucopa.Ladejóenlamesajuntoasubrazoyexhalóunhondosuspiro.Dejóquesusmanoslasasseabrierandespacioensuregazoyapoyólacabezaenloscojinesdesusilla.
—TraspiéHidalgo—dijo.Esperéplantadofrenteaél.Vicómolepesabanlospárpados,hastaquesecerraron.Losentreabrió.
Sucabezaoscilabaligeramentecuandovolvióahablar.—Megustaríapoderhaceralgoporti—musitó.Un ronquido escapó de sus labios abiertos un momento después. Seguía de pie ante él,
contemplándolo.Contemplandoamirey.Cuando aparté por fin la mirada de él, vi lo único que podría haberme sumido en una mayor
inquietud.ElbufónsehabíaovilladoalospiesdeArtimañas,conexpresióndesconsolada,recogidaslasrodillascontrasupecho.Meobservabaconojosfuriosos,conlos labiosconvertidosenunafinaraya.Laslágrimasseagolpabanensusojosincoloros.
Meescapé.Devuelta enmihabitación,deambulé frente a la chimenea.Los sentimientosquebatallabanenmi
interioramenazabancondestrozarme.Meobliguéaserenarme,mesentéycogípapelypluma.RedactéunanotadeagradecimientotanbrevecomocorrectaparalahijadelduqueMazas,laenrolléconcuidadoy la sellé con cera.Me levanté,me alisé la camisa,me atusé el pelo y luego tiré el pergamino a lasllamas.
Mesentéotravezfrenteamisútilesdeescritura.EscribíunacartaaCeleridad,laniñatímidaquehabíacoqueteadoconmigoen lamesaymehabíaacompañadoa losacantiladosundíadevientoa laesperadeundueloquenollegaríaacelebrarse.Ledilasgraciasporremitirmeelpergaminoyluegolehablédemiverano.DecómohabíaestadoremandoenelRurisk,undíasíyelotrotambién.Decómomitorpezaconlaespadahabíapropiciadoqueadoptaraelhachacomoarma.Lehablédenuestraprimerabatallasinescatimarlosdetallesmáscruentosydeloasqueadoquemehabíasentidodespués.Lehablédecómomehabíaquedado sentado,paralizado sobremi remo,mientrasnosabordabaunaVelaRoja.Omitímencionar la nave blanca que había visto. Terminé confiándole que seguía preocupado por lostemblores ocasionales, secuela de mi larga convalecencia en las montañas. Repasé lo escrito.Complacido por haberme presentado como un simple remero, zoquete, cobarde e inválido, enrollé lacartaylaatéconlamismacintaamarillaquehabíautilizadoella.Nolalacré.Medabaigualquiénla
leyera. En secreto esperaba que el duqueMazas echara un vistazo a esa carta dirigida a su hija y leprohibieravolveramentarminombre.
Cuando volví a llamar a la puerta del rey Artimañas, Wallace me recibió con su acostumbradahosquedad.Recogióelpergaminodemismanoscomosiestuvierasuciodealgoymecerrólapuertaconfuerzaen lasnarices.Mientras regresabaamicuartopenséenqué tresvenenosutilizaríaconél si sepresentaralaocasión.Eramenoscomplicadoquepensarenmirey.
Denuevoenmihabitación,metiréenlacama.DeseabaqueesanochefuesesegurovisitaraMolly.Luegopenséenmissecretoseinclusoesaagradableanticipaciónsedesvaneció.Melevantédeunsaltopara abrir los postigos de la ventana de par en par a la tormenta, pero aun el clima me dejó en laestacada.
Elmanto de nubes se había resquebrajado y se filtraban unos acuosos rayos de sol. El banco denegrosnubarronesquehervíanyseacumulabansobreelmarprometíaqueeserespironoduraríamucho,peroelvientoylalluviahabíancesadoporelmomento.Seapreciabainclusounaumentodetemperaturaenelaire.
OjosdeNocheacudióamimentedeinmediato.Está demasiado mojado para salir a cazar. Hasta la última brizna de hierba está empapada.
Además,esdedía.Sóloloshombressontanestúpidoscomoparasalirdecazaaplenaluzdeldía.Chuchovago,loregañé.Sabíaqueestabahechounovilloensumadriguera,conlanarizreposadaen
lacola.Percibílacalidezdesuestómagosaciado.Alomejorestanoche,sugirióyvolvióadormirse.Meapartédeélycogímicapa.Miestadodeánimocontraindicabapasareldíaentrecuatroparedes.
Salí del castillo ydirigímispasoshacia la ciudaddeTorredelAlce.La rabia quemeprovocaba ladecisiónquehabíatomadoArtimañaspormísedebatíaconladesolaciónquemecausabaeldeteriorodesus fuerzas.Caminé conpasovivo, intentando escapar de lasmanos temblorosas deArtimañas, de susueñonarcotizado.¡MalditoWallace!Mehabíarobadoamirey.Mireymehabíarobadomivida.Meneguéaseguirpensando.
A mi paso caían de los árboles gotas de agua y hojas ribeteadas de ocre. Los pájaros trinabanmaravilladosporelinesperadocesedelaguacero.Elsolcobrabafuerzaysereflejabaencadagotadeagua, levantando fragantes vapores de la tierra. La belleza del día me conmovió a pesar de midesasosiego.
Losrecienteschubascoshabían limpiado laciudaddeTorredelAlce.Meencontréenelmercado,rodeadodeunamultitudansiosa.Por todaspartes lagenteseapresurabaahacersus recadosyvolverluegoasushogaresantesdequelatormentanosempaparadenuevo.Elamigablebullicioylascharlasanimadascontrastabanconmimalhumorypaseétaciturnoporelmercadohastaquemellamólaatenciónuna brillante capa roja con capucha.Me dio un vuelco el corazón.Molly vestía el azul propio de laservidumbredentrodelcastillo,perocuandobajabaalaciudadseguíaponiéndosesuviejacapadecolorrojo.SeguroquePaciencialehabíaencargadoalgúnrecadoaprovechandoquehabíadejadodellover.Laobservé sin llamar la atención mientras regateaba obstinadamente el precio de unos paquetes de téespeciadoprocedentedeChalaza.Meenterneciólafirmezadesubarbillacuandonegóalmercaderconlacabeza.Measaltóunarepentinainspiración.
Teníamonedasenlosbolsillos,misueldoderemero.Loempleéencomprarcuatromanzanasdulces,
dosbollosdegrosella,unabotelladevinoyunpocodecarnepimentada.Adquiríademásunabolsaderedparatransportarlotodoyunagruesamantadelana.Roja.MehizofaltahastaelúltimoápicedeloquemehabíaenseñadoChadeparahacermiscomprasynoperderaMollydevistasinquemedescubriera.Más arduo todavía fue seguirla discretamente hasta la tienda del sombrerero, donde compró cinta deseda,yluegocaminartrassuspasoscuandoemprendióelcaminodevueltaalcastillodeTorredelAlce.
Aproveché un recodo del camino guarecido por los árboles para darle alcance. Contuvo larespiracióncuandomeacerquéahurtadillasporsuespaldaparalevantarlaenvolandassinprevioaviso.La posé en el suelo y le di un sonoro beso.No sabría explicar por qué seme antojaba tan diferentebesarlaenlacalleybajoelsolradiante.Sóloséquefuecomosiseesfumaranmisproblemas.
Ensayéunahondareverenciaanteella.—¿Aceptamidamaquelainviteaalmorzar?—Ay,nopodemos—respondió,perolebrillabanlosojos—.Nosverán.Miréanuestroalrededorconostentaciónantesdecogersubrazoyapartarladelacarretera.Nohabía
muchamalezabajo losárboles.Laguiédeprisabajo lasramasquegoteaban,porencimadeun troncoabatidoyjuntoaunmacizodeespinosqueseaferrabanmojadosanuestraspiernas.Cuandollegamosalbordedelacantiladoqueseñoreabasobreelroncomurmullodelocéano,descendimoscomochiquillosporlaschimeneasderocahastallegaraunapequeñaplayadearena.
Habíamaderadederivaapiladaalazarenaquellacalade labahía.Unacornisadepiedranaturalmanteníacasisecounpequeño tramodearenayesquistoperonobloqueaba los rayosdesol,quenosbañabanconunacalidezsorprendente.Mollymequitó lacomiday lamantaymeordenórecoger leñaparaencenderuna fogata.Al final fueella laqueconsiguióqueardiera lamaderahumedecida.Lasalhacía que surgieran destellos verdes y azules entre las llamas y el fuego calentaba lo suficiente parapermitirnos prescindir de nuestras capas y caperuzas. Era agradable estar sentado a su lado ycontemplarlabajoelcieloabierto,conelsolradiantereflejadoensuscabellosysusmejillassonrosadasporelviento.Eraestupendoreírseenvozalta,mezclarnuestrasvocesconlosgritosdelasgaviotassintemor a despertar a alguien. Bebimos el vino de la botella y comimos con los dedos, y luego nosacercamosalaorilladelaguaparadesprendernosdelapegajosidaddenuestrasmanos.
Dedicamosunratoamerodearentrelasrocasylamaderadederiva,enbuscadetesorosarrastradospor la tormenta hasta la orilla.Me sentía yomismo de nuevo,más que nunca desdemi vuelta de lasmontañas,yMollyeralavivaimagendelmarimachotraviesoquerecordabademiniñez.Seledeshizolatrenzaysucabellovolólibrealrededordesucara.Resbalócuandolaperseguíaysecayóenuncharcodeaguademar.Regresamosalamanta,dondesequitóloszapatosylosdejójuntoalfuegoparaquesesecaran.Setumbóenlamantayseestirócuanlargaera.
Quitarlelaropameparecíadeprontounaexcelenteidea.Mollynocompartíamientusiasmo.—Debajodelamantahaycasitantaspiedrascomogranosdearena.¡Noquierovolverconlaespalda
llenademoratones!Meinclinéhaciaellaparadarleunbeso.—¿Esquenovalgolapena?—preguntépersuasivo.—¿Tú?¡Claroqueno!—Mediounbruscoempujónquemetiródeespaldas.Seencaramóencimade
mí—.Peroyosí.
Elbrillo salvajede sumirada cuandoclavó susojos enmímecortó la respiración.Cuandohuboterminadodeposeermesincompasióndescubríqueestabaenlociertoacercadelaspiedrasytambiéndequevalíalapenasufrirlasmagulladuras.Nuncahabíavistoalgotanespectacularcomoaquelcieloazulatisbadoentrelacascadadesupelosobremirostro.
Más tarde se tendió con más de medio cuerpo encima de mí y nos quedamos adormilados,acariciados por el aire dulce y frío. Se sentó un rato después, tiritando, para volver a vestirse. Vi aregañadientes cómo se anudaba la blusa de nuevo. La oscuridad y la luz de las velas siempre meocultabandemasiadascosas.Reparóenmiexpresióndivertida,mesacólalenguaysequedóquieta.Semehabíasoltadolacoleta.Meahuecóelpeloparaenmarcarmeelrostroconélymetapólafrenteconunabandadesucaparoja.Meneólacabeza.
—Habríassidounachicabastantefeúcha.Resoplé.—Puessíquesoygrancosacomochico.Parecióofenderse.—Noestástanmal.—Pasóundedoporlosmúsculosdemipecho,conademánespeculativo—.El
otro día, en el pilón, algunas decían que eras lo mejor que había salido de los establos después deBurrich.Creoqueesportupelo.NoestanbastocomoeldecasitodosloshombresdeGama.
Enredóunosmechonesentresusdedos.—¡Burrich!—dijeconunbufido—.¡Nomedigasquetieneéxitoconlasmujeres!Enarcóunaceja.—¿Yporquénoibaatenerlo?Tienebuenashechuras,yademáseslimpioyeducado.Tienebuenos
dientes,¡yquéojos!Sumalgenioamedrenta,peronoescaseanlasqueestaríandispuestasaaligerarleelcarácter.Laslavanderasdecíanquesiseloencontraranenredadoensussábanasnosedaríanprisaensacudírselodeencima.
—Peroesonoesprobablequeocurra—señalé.—No—convino pensativa—. También en eso estaban todas de acuerdo. Sólo una dijo habérselo
hechoconélunavezyadmitióqueestabamuyborracho.EnunFestivaldePrimavera,meparecequedijo.—Mollymemiródesoslayoysoltólarisaalvermiexpresióndeincredulidad—.Dijo—continuó—:“Haaprendidomuchorodeadodesementales.Lasmarcasdesusdientesenmihombromeduraronunasemana”.
—Imposible—declaré.Tenía lasorejas encendidasporBurrich—. Jamásmaltrataría aunamujer,pormuyborrachoqueestuviera.
—¡Quétonto!—Mollysacudiólacabezamientrassuságilesdedosreconstruíansutrenza—.Nadieadichoquelamaltratara.—Memiródereojo,remilgada—.Niqueaellanolegustase.
—Sigosincreérmelo—declaré.¿Burrich?¿Yalamujerlehabíagustado?—¿Tieneunapequeñacicatriz,aquí,conformademedialuna?Apoyóunamanoenmicaderaymeobservódesdedebajodesuspestañas.Abrílaboca,volvíacerrarla.—Nomepuedocreerquelasmujereschismorreensobrecosasasí—dijealfin.—Enelpilónnosehabladeotracosa—divulgótranquilamenteMolly.
Memordílalenguahastaqueseimpusomicuriosidad.—¿QuédicendeManos?Cuandotrabajábamosjuntosenlosestablos,sushistoriasdefaldassiempremedejabanatónito.—Quetienelosojosbonitos,ylaspestañas,peroquealrestolehacefaltaunbuenlavado.Varios
lavados.Mereídebuenaganayreservéaquellaspalabrasparalapróximavezquesejactaraenmipresencia.¿YdeRegio?—laanimé.—Regio. Hum.—Esbozó una sonrisa encandilada y se rió cuando me vio fruncir el ceño—. No
hablamosdelospríncipes,cariño.Algunasformashayqueguardarlas.La tumbéami ladoy labesé.Pegósucuerpoalmíoyyacimosbajo lacúpuladelcieloazul.Me
embargó lapazquehacía tanto tiempoquemeeludía.Sabíaquenadapodríasepararnos jamás,ni losplanesdel reyni los caprichosdel destino.Meparecióquehabía llegado elmomento adecuadoparacomentarlemisproblemasconArtimañasyCeleridad.Permanecióabrazadaamí,escuchandoensilenciomientras le relataba lo ridículode losplanesdel reyy lo amargode laposición tandelicadaquemeimponían.Nosemeocurrióqueestabasiendounidiotahastaquesentícómoresbalabapormicuellounalágrimacálida.
—¿Molly?—preguntésorprendido.Mesentéparamirarla—.¿Quéteocurre?—¿Quequémeocurre?—Acabólafrasealzandolavoz.Inspiróaireconunestremecimiento—.Te
tumbasamiladoycuentasqueestásprometidoconotra,¿ymepreguntasquequémeocurre?—Yosóloestoyprometidocontigo—dijeconfirmeza.—Noes tan fácil,TraspiéHidalgo.—Tenía losojosmuyabiertosy serios—.¿Quépiensashacer
cuandoelreytedigaquetienesquecortejarla?—¿Dejardebañarme?—contesté.Esperabaqueseriera.Encambioseapartódemí.Medirigióunamiradacargadadepesar.—Notenemosningunaposibilidad.Ningunaesperanza.Comosi sepropusiera respaldar suspalabras,elcieloseensombreciódeprontosobrenosotrosy
arrecióelviento.Mollyseincorporódeunsalto,cogiósucapaylesacudiólaarena.—Mevoyacalardeagua.Hacehorasquedeberíahabervueltoalcastillo.Hablódeformalacónica,comosiésasfueransusdosúnicaspreocupaciones.—Molly,metendríanquematarparaapartarmedeti—dijeenfadado.Recogiósuscompras.—Traspié,parecesuncrío—dijoenvozbaja—.Uncríoboboyobstinado.Las primeras gotas de lluvia empezaron a caer comoguijarros.Perforabanhoyuelos en la arenay
formaban cortinas de agua. Sus palabras me habían dejado mudo. No se me ocurría nada peor quepudieradecirme.
Recogí lamanta roja y sacudí la arena de ella.Molly se embozó en su capa para guarecerse delviento.
—Serámejorquenovolvamosjuntos—observó.Semeacercóysepusodepuntillasparadarmeunbesoenelmentón.Nosabíaconquiénestabamás
enfadado,conArtimañasporhaberorganizadoaquelestropiciooconMollyportomárselotanapecho.Noledevolvíelbeso.Nodijonadaysealejódeprisaparatreparágilmenteporlachimeneadepiedray
perdersedevista.La tarde había perdido todo su encanto. Lo que había sido tan perfecto como una concha
resplandecienteyacíaahorahechoañicosamispies.Volvíacasadesconsoladoenmediodelosfuertesvientosyladensalluvia.Nohabíavueltoarecogermeelpeloymeazotabalacaraconmechoneslacios.Lamantamojadaapestabacomosólopuedeapestarlalana,ymeteñíalasmanosdetinterojo.Subíamíhabitación y me sequé, antes de entretenerme preparando con minuciosidad el veneno perfecto paraWallace.Selesaldríanlasentrañasdelcuerpoantesdemorir.Cuandohubedesmenuzadoelpolvoylohubeguardadoenunplieguedepapel,lodejéencimadelamesayloobservé.Porunmomentosopesélaposibilidadde ingerirloyo.Envezdeesocogí agujaehiloe ingeniéunbolsillo enel interiordemimangaparatransportarlo.Mepreguntésillegaríaausarloalgúndía.Ladudamehizosentirmáscobardequenunca.
Nobajéacenar.NosubíaveraMolly.Abrílospostigosdelaventanaydejéquelalluviaentraraenmicuarto.Dejéqueseapagaraelfuegodelachimeneaymeneguéaencenderningunavela.Meparecíaelmomento adecuado para gestos así. Cuando Chade abrió la entrada de su pasadizo, lo ignoré.Mequedésentadoalpiedemicama,contemplandofijamentelalluvia.
Alcabodeunratooíunospasosquebajabanvacilanteslaescalera.Chadeaparecióenmihabitaciónenpenumbracomounespectro.Melanzóunamiradaasesinaantesdeacercarsealaventanaycerrarlospostigosdegolpe.Mientrasechabaelpestillomepreguntóenfadado:
—¿Te imaginas la corriente que sube a mis aposentos?—Como no repliqué levantó la cabeza yolfateóelairecomosifueseunlobo—.¿Hasestadomanipulandohojaacerinaaquídentro?—preguntóderepente.Seplantódelantedemí—.Traspié,nohabráshechoningunatontería,¿verdad?
—¿Tonterías?¿Yo?Mereíentrecortadamente.Chadeseagachóparamirarmealacara.—Subeamicámara—dijo,casiconamabilidad.Mecogiódelbrazoymedejéconducir.Lahabitaciónacogedora,elfuegoencendido,lafrutadeotoñoenuncuenco;todoaquellocontrastaba
conmissentimientosdetalmaneraquemedieronganasderomperalgo.MecontuveypreguntéaChade:—¿Hayalgopeorqueenojarteconlaspersonasquequieres?Tardóenresponder.—Vermoriraalguienquequieres.Yestarenfadado,perosinsaberconquién.Creoqueesoespeor.Medesploméenunasillayestirélaspiernas.—ArtimañashaadquiridolosviciosdeRegio.Humo.Meruéndano.SabráElquémáshayensuvino.
Esta mañana, sin sus drogas, empezó a temblar y luego las bebió mezcladas con el vino, inhaló unincensario de humo y se quedó dormido delante demí.Después de decirme, otra vez, que tengo quecortejaraCeleridadycasarmeconella,pormipropiobien.
Las palabras escapaban de mi garganta. No me cabía ninguna duda de que Chade ya estaba alcorrientedetodoloquelecontaba.
Clavémisojosenél.—QuieroaMolly—ledije,tajante—.YaleheexplicadoaArtimañasqueestoyenamoradodeotra
persona,peroseempeñaenemparejarmeconCeleridad.Leextrañaquenomedécuentadequelohace
pormibien.¿Cómolecuestatantoaélcomprenderquequierocasarmeporamor?Chadeparecíapensativo.—¿HashabladodeestoconVeraz?—¿Dequéserviría?Sinisiquierapudoevitarcasarseélmismoconunamujeralaquenodeseaba.MesentídeslealaKettrickenpordeciraquello,perosabíaqueeraverdad.—¿Teapeteceunvasodevino?—meofrecióChade—.Seguroquetecalmará.—No.Arqueólascejas.—No.Gracias.Despuésdever cómo se«calmaba»Artimañas convino estamañana...—Dejémi
protestainconclusa—.¿Esqueélnuncahasidojoven?—Fuemuy joven, hace tiempo.—Chade se permitió esbozar una sonrisita—.Quizá recuerde que
Constanciafuelamujerqueeligieronsuspadresparaél.Nolacortejóporvoluntadpropianisecasóconella con ilusión. Constancia tuvo que morirse para que él comprendiese cuánto la amaba. Deseo, encambio,fuelamujerqueescogiópresadelapasiónquesehabíaadueñadodeél.—Hizounapausa—.Noquierohablarmaldelosdifuntos.
—Estoesdistinto—dije.—¿Porqué?—Porqueyonosoyelrey.Conquiénmecaseesalgoquesólomeatañeamí.—Ojaláfueraasídesimple—musitóChade—.¿CreesquepuedesrechazarelcortejodeCeleridad
sinofenderaMazas?¿Enestosmomentos,cuandolosSeisDucadosnecesitanhastaelúltimoápicedeunidad?
—Estoyconvencidodequepuedohacerqueelladecidaquenomequiere.—¿Cómo?¿Comportándotecomounbotarate?¿DejandoenridículoaArtimañas?Mesentíaenjaulado.Intentabapensarenalgunasoluciónperosóloencontrabaunasalida.—NovoyacasarmeconnadiequenoseaMolly—Deciraquelloenvozaltahizoquemesintiera
mejor.MiréaChadealosojos.Meneólacabeza.—Enesecasonotecasarásconnadie—señaló.—Puedequeno—admití—.Puedequenuncaformemosunmatrimoniodenombre,perotendremos
unavidajuntos...—Ehijitosbastardos.Mepusedepieconunestremecimiento,cerrandolospuñossinproponérmelo.—Nodigaseso—advertíaChade.Ledilaespaldayclavélamiradaenlachimenea.—Sino lodigoyo lodiránotros.—Suspiró—.Traspié,Traspié,Traspié.—Seacercóamíyme
colocólasmanosenloshombros.Conmuchadelicadeza,dijo—:Seríamejorqueteolvidarasdeella.Sucontactoysubondadhabíandisipadomiira.Levantélasmanosparataparmeelrostro.—Nopuedo—dijeentremisdedos—.Lanecesito.—¿QuénecesitaMolly?Unapequeñaveleríaconcolmenasenelpatiotrasero.Hijos.Unmaridolegítimo.—HacesestoporArtimañas.Paraqueacatesusdeseos—acuséaChade.
Apartó lasmanos demis hombros.Escuché cómo se retiraba, cómovertía vino en una sola copa.Acercóelvinohastaunasillaysesentódelantedelfuego.
—Perdona.Memiró.—Algún día, Traspié—me advirtió—, esa palabra no será suficiente. A veces resulta más fácil
desclavaruncuchillodeunhombrequepedirlequeperdonetuspalabras.Aunqueesaspalabrashayannacidadelarabia.
—Losiento.—Tambiényo.Transcurridounmomentopreguntéconhumildad:—¿Porquéqueríasvermeestanoche?Suspiró.—Forjados.AlsuroestedeTorredelAlce.Mesentímareado.—Pensaba que ya no tendría que volver a hacer eso—dije despacio—.CuandoVerazmepuso a
bordodesubarcoparaquehabilitaraparaél,dijoquealomejor...—LaordennoprovienedeVeraz.InformaronaArtimañasyesélquiendeseaeliminarlaamenaza.
Verazyatienedemasiadas...responsabilidades.Noqueremosdistraerloenestosmomentos.Apoyélacabezaenlasmanos.—¿Nohaynadiemásquepuedaocuparsedeesto?—lesupliqué.—Sólotúyyoestamosentrenadosparaesto.—Nomereferíaati—dijecontiento—.Noesperoquevuelvasahaceresaclasedetrabajos.—Conqueno,¿eh?—Lomiréparadescubrirelenfadodenuevoensusojos—.¡Cachorroarrogante!
¿QuiéncreesqueloshamantenidolejosdeTorredelAlcedurantetodoelveranomientrastúnavegabasenelRurisk?¿Pensabasque,comodeseabaseludirunatarea,desaparecíalanecesidaddeésta?
Eneseinstantemesentímásavergonzadoquenuncaenmivida.Apartélacaradesuira.—Oh,Chade.Losiento.—¿Quésientes?¿Habertelibradodeltrabajo?¿Ocreermeincapazdeseguirrealizándolo?—Lasdoscosas.Todo.—Derepenteestabadispuestoaaceptarcualquiercosa—.Porfavor,Chade,
siseenfadaconmigootrapersonaqueaprecionocreoquepuedasoportarlo.Levantélacabezaylomiréfijamentehastaqueseencontraronnuestrosojos.Serascólabarba.—Ha sido un verano muy largo para los dos. Recemos a El para que las tormentas alejen para
siemprealosCorsariosdelaVelaRoja.Permanecimosunmomentosentadosensilencio.—Aveces—observóChade—seríamuchomásfácilmorirporunReyqueentregarlelavida.Asentíconlacabeza.Pasamoselrestodelanochepreparandolosvenenosqueibanahacermefalta
paraempezaramatardenuevopormisoberano.
Vetulus
ElotoñodeltercerañodelaGuerradelasVelasRojasfuesumamenteamargoparaelReyalaEspera Veraz. Sus buques de guerra habían sido su sueño. Había depositado en ellos todas susesperanzas.Habíacreídoquepodríalimpiarsuscostasdecorsariosytenertantoéxitoqueenviaríaincursionescontra lasorillasmarginadashostilesaundurante lopeorde las tormentas invernales.Peseanuestrasprimerasvictorias,losbarcosnuncaconsiguieronelcontroldelacostaqueélhabíaambicionado, la llegada del invierno lo encontró con una flota de cinco naves, dos de las cualeshabían sufrido serios desperfectos recientemente. Uno de los veleros intactos era la Vela Rojacapturada que, tras algunas modificaciones, había sido encargada de colaborar en las labores depatrullayescoltadelosbarcosmercantes.Cuandosoplaronporfinlosvientosfríos,sólounodesuscapitanesexpresabalaconfianzanecesariaenlahabilidaddesutripulaciónysuembarcacióncomoparaaccederarealizarunaincursióncontralascostasmarginadas.Losdemáspatronessolicitaronalmenosuninviernodepreparaciónvigilandonuestrasaccidentadasorillasyotroveranodeprácticasdecombateantesdeemprendertanambiciosamisión.
Veraznoestabadispuestoaenviara laguerraanadieencontrade suvoluntad,pero tampocoocultó su desilusión. La expresó en el aprovisionamiento del barco que sí estaba dispuesto, elVenganza,nuevonombredelvelerocorsario,quefueequipadosinrepararengastos.Latripulaciónseleccionada personalmente por el capitán fue convenientemente aprovisionada a su vez con laarmaduraqueeligiócadahombreyconarmasnuevasde lamejorcalidadposible.Subotadura fuetodaunaceremoniaa laqueasistió inclusoelreyArtimañas,peseasudelicadasalud.Lareinaenpersona colgó del palo del barco las plumas de gaviota que, según se dice, dotan a un velero develocidadyaseguranqueregreseapuertosanoysalvo.SecelebróconvítoreselnombramientodelVenganzayaquellanochesebrindórepetidasvecesalasaluddelcapitánysutripulación.
Unmesmástarde,paradisgustodeVeraz,recibimosnoticiasdequeunveleroqueencajabaconladescripcióndelVenganzapirateabaenlasaguastranquilasdelsurdelosSeisDucados,cebándoseenloscomerciantesdelosestadosdelMitonaryChalaza.EsofuetodoloquevolvimosasaberenTorredelAlcedelcapitánylatripulacióndeaquelbarco.Huboquienesecharonlaculpaalosmarginadosqueviajabanabordo,aunqueéstosnosuperabanennúmeroalosmarinerosdelosSeisDucados,yel
capitánsehabíacriadoenlamismaciudaddeTorredelAlce.AquellosupusoundurogolpeparaelorgullodeVerazyparaelgobiernodesupueblo.Hayquienesopinanquefueentoncescuandodecidiósacrificarseconlaesperanzadeencontrarunasolucióndefinitiva.
Creoquefueelbufónelqueselohabíametidoenlacabeza.Lociertoeraquehabíapasadomuchashoras en el jardín del tejado de la torre junto a Kettricken y que su admiración por lo que habíaconseguidohacerellaerahonesta.Sepuede lograrunagrancantidaddebuenavoluntadconunhalagosincero.Haciaelfinaldelverano,Kettrickennosólosereíadesuschistescuandosubíaaentretenerlaaellaysusdamasdecompañíasinoquesehabíadejadopersuadirparavisitarlosaposentosdelreyconasiduidad. Como Reina a la Espera era inmune a la renuencia de Wallace. Kettricken se ocupabapersonalmente de preparar los tónicos del rey Artimañas y hubo una temporada en que el monarcapareciómejorarconsuscuidadosyatenciones.CreoqueelbufónsehabíapropuestoconseguirconellaloquenohabíalogradoconVerazyconmigo.
Fueunafríatardedeotoñocuandosacóeltemaenmipresencia.Meencontrabaconellaeneltejadode la torre, ayudándola a atar balas de paja alrededor de las plantasmás jóvenes para que pudieranresistirmejorlasnievesdelinvierno.EsoeraalgoquePacienciahabíadecretadoquesedebíahacer,yCordoniayella seafanabanen lamisma tareaconunarriatedeespuelitasamiespalda.Pacienciasehabía convertido en frecuente consejera, aunque tímida, de la reina Kettricken en lo concerniente alcultivo de plantas. La pequeña Romero estaba ami lado para darme el bramante que necesitaba. Sehabían quedado dos o tres damas de compañía deKettricken, bien abrigadas, pero estaban en la otrapuntadeljardín,conversandoenvozbaja.Habíaenviadoalasdemásdevueltaasuschimeneascuandovio cómo untaban y se soplaban los dedos. Yo tenía las manos desnudas entumecidas, igual que lasorejas,peroKettrickenparecíaperfectamentecómoda.IgualqueVeraz,acomodadoenalgúnrincóndemicabeza.Mehabíainsistidoparaqueempezaraapasearlodenuevotrasenterarsedequeibaavolverasaliracazarforjadosensolitario.Apenassipercibíayasupresenciaenmimente,perocreoquesentícómo se sobresaltaba cuando Kettrickenme preguntó, mientras enrollaba una cuerda alrededor de laplantaqueyoteníasujeta,quésabíadelosVetulus.
—Pocacosa,mireina—respondíconsinceridad.Volvíaprometermeecharunvistazoa losmanuscritosypergaminosquehabíadescuidadodurante
tantotiempo.—¿Porqué?—quisosaber.—Bueno,laverdadesquesehaescritomuypoco.Creoquehubountiempoenqueelconocimiento
sobreellos estaba tangeneralizadoqueanadie se leocurrióponerlopor escrito,y lopocoque sí seescribióseencuentradispersoporaquíyporallá,norecogidoenunsolositio.Haría faltauneruditoparahallarlapistadetodoslosrestos...
—¿Uneruditocomoelbufón?—meinterrumpió—.Parecequesabemássobreellosquecualquierotrapersonaalaqueselohepreguntado.
—Bueno.Esmuyaficionadoalalectura,yasabéis,y...—Bastadehablardelbufón.QueríahablardelosVetuluscontigo—dijosecamente.Mesobresaltóeltonodesuvoz,perodescubrísusojosgrisesfijosdenuevoenelmar.Nosehabía
propuestorecriminarmenadanisertanbrusca,erasóloqueestabaabsortaensuobjetivo.Reflexionéquesehabíavueltomásseguradurantemismesesdeausencia.Másregia.
—Séunpoco—aventuré,dubitativo.—Tambiényo.Veamossicoincidelopocoquesabemoslosdos.Déjamequeempiece.—Comodeseéis,alteza.Carraspeó.—Hacemuchotiempo,elreySapienciasufríaelferozacosodeloscorsarios.Cuandotodolodemás
fallóysetemíaqueelpróximoveranodebuentiempodesencadenaraelfinaldelosSeisDucadosylaCasade losVatídico,decidiódedicarel inviernoa labúsquedadeunpueblo legendario.LosVetulus.¿Deacuerdohastaahí?
—Casi. Según tengo entendido, las leyendas no se referían a ningún pueblo sino a unos seresparecidosalosdioses,yloshabitantesdelosSeisDucadossiemprehabíanconsideradoaSapienciacasicomounfanáticoreligioso,algoasícomounorateenlotocanteaesosasuntos.
—Amenudosetildadelocosaloshombresapasionadosyvisionarios—meinformóconcalma—.Continúo.AbandonósucastillounotoñosinmásinformaciónqueladequelosVetulusresidíanenlosTerritoriosPluvialesmásalládelascumbresmásaltasdelReinodelasMontañas.Dealgunaformalosencontró y se ganó su alianza. Regresó a Torre del Alce y juntos expulsaron a los invasores y loscorsarios de las costas de los SeisDucados. Se restablecieron la paz y el comercio y losVetulus lejuraronque,sialgunavezvolvíaanecesitarsuayuda,retornarían.¿Seguimosestandodeacuerdo?
—Casi,comoantes.Muchosjuglaresafirmanqueesefinalesel típicodetodaslashistoriassobrehéroes y hazañas. Siempre prometen que volverán cuando se los necesite de nuevo. Algunos juranregresarinclusodelatumbasihacefalta.
—Lo cierto es que Sapiencia no volvió jamás a Torre delAlce—observó de repente Paciencia,balanceándosesobresustalones—.LosVetulussepresentaronantesuhija,laprincesaConsciente,yaellalejuraronlealtad.
—¿Dedóndehassacadoeso?—quisosaberKettricken.Pacienciaseencogiódehombros.—Mipadreteníaunbardoquesiemprelacantabaasí.Sinprestarmásatención,siguiósujetandolapajaconbramantealrededordeunaplanta.Kettrickensequedópensativaunmomento.Elvientosehizoconunlargomechóndesucabelloylo
tendiócomounaredsobresucara.Memiróatravésdeaquelvelopálido.—Da igual loquedigan lashistorias sobre su regreso.Siun rey losbuscóunavezy ledieron su
ayuda,¿nocreesquepodríanvolverahacerlosiselorogaraotrorey?¿Ounareina?—Esposible—dijearegañadientes.Enelfondomepreguntabasilareinaechabademenossuhogar
y estaba dispuesta a utilizar cualquier excusa para visitarlo. La gente empezaba amurmurar sobre suausencia de embarazo. Aunque ahora la atendían muchas damas de compañía, en realidad no teníaningunaamigasincera.Sospechabaquedebíadesentirsesola—.Meparece...—empecé,parándomeaconsiderarlamejormaneradedisuadirla.
Dile que debería venir a verme y hablar de ello. Me gustaría saber qué más ha averiguado. ElpensamientodeVerazestabacargadodeemoción.Meintranquilizó.
—Meparecequedeberíaiscompartirvuestras ideasconelReya laEsperaydiscutirloconél—sugeríobediente.
Permaneciócalladalargorato.Cuandohabló,bajómucholavoz,sóloparamisoídos.
—Mejor no. Lo tomará por otra demis tonterías.Me escuchará unmomento y luego empezará aestudiar losmapasde la paredo se pondrá a ordenar las cosas de sumesamientras espera a queyoacabeparasonreír,asentiryecharmedesulado.Otravez.
Enronquecióconlasúltimaspalabras.Seapartóelpelodelacaraysefrotólosojos.Mediolaespaldaparacontemplardenuevoelmar,
tandistantecomoVerazcuandohabilitaba.¿Estállorando?NopudeocultaraVerazquememolestabasuextrañeza.Dilequevengaaverme.¡Enseguida!—¿Mireina?—Unmomento.Kettrickenseguíasinmirarme.Conelrostrovuelto,fingíaestarrascándoselanariz.Sabíaqueestaba
enjugandosuslágrimas.—¿Kettricken?—Meatrevíarecurriraunaconfianzaquehacíamesesquenoempleaba—.Vayamos
acompartirestaideaconél.Ahoramismo.Teacompaño.Hablódubitativa,sindirigirmelamirada.—¿Notepareceunatontería?Merecordéquenodebíamentir.—Mepareceque, talycomoestán lascosas,debemos tenerencuentacualquierposible fuentede
ayuda.Mientraspronunciaba esaspalabrasdescubrí que creía en ellas. ¿Acasonomehabían sugerido lo
mismoChadeyelbufón?QuizáfuésemosVerazyyolosmiopes.Inspiróconunestremecimiento.—Deacuerdo,vamos.Pero...deberásesperarmedelantedemicámara.Antestengoquecogerunos
pergaminosquequieroenseñarle.Seráunmomento.—SevolvióhaciaPacienciaydijomásalto—:LadyPaciencia,¿osimportaríaterminarconestasplantasenmilugar?Megustaríaocuparmedeotroasunto.
—Claroqueno,alteza.Seráunplacer.Salimosdeljardínylaseguíhastasusaposentos.Cuandoreapareció,supequeñadoncellaRomero
caminabatrasella,insistiendoencargarconlospergaminos.Kettrickensehabíalavadolatierradelasmanos.Ysehabíacambiadodevestido,ysehabíaechadoperfume,ysehabíapeinadoysehabíapuestolasjoyasquelehabíaenviadoVerazparasupedidademano.Mededicóunasonrisatímidamientraslaobservaba.
—Alteza,estáisdeslumbrante.—EresigualdelisonjeroqueRegio—proclamó,yseapresuróacruzarelvestíbulo,peroteníalas
mejillasencendidas.¿Searreglatantosóloparaveniraverme?Searreglatantopara...atraeros.¿Cómopodíadesconocertantosobrelasmujeresalguienqueera
capazdecomprendertanbienaloshombres?Quizánuncahayatenidodemasiadotiempoparaaprendersuscostumbres.Cerrémimentesobreaquellospensamientosyseguílospasosdemireina.Llegamosalestudiode
VerazatiempodeversaliraCharim,cargadoconunabrazadaderopasucia.Experimentéunmomento
deincomodidadhastaquesenos invitóaentrar.Verazestabavestidoconunacamisafinadelinoazulclaroyelaireestabacargadoconunamezcladeoloracedroylavanda.Mehizopensarenelinteriordeunarcón.Acababadearreglarselabarbayelcabello;biensabíayoquesupelonuncapermanecíaasímásdeunosminutos.CuandoKettrickenavanzóparasaludar tímidamenteasuseñor,viaVerazcomohacíamesesquenoloveía.ElveranodeHabilidadlohabíadejadodemacradodenuevo.Lacamisalecolgabadeloshombrosyhabíalamitaddepeloscanosensumelena.Tambiénhabíaarrugasalrededordelosojosylabocaenlasquenomehabíafijadoantes.
¿Tanmalaspectotengo?Paraellano,lerecordé.MientrasVerazlacogíadelamanoylaatraíaparaquesesentaraasuladoenunbancocercadela
chimenea,KettrickenloobservabaconunansiatanhondacomosuafándeHabilidad.Losdedosdeellasedemoraronensumanoyapartélamiradacuandoélselosacercóaloslabiosparabesarlos.PuedequeVeraz tuviera razón acerca demi sensibilidad a laHabilidad. Los sentimientos deKettrickenmeembargabanconlamismafuerzaquelafuriademiscompañerosdetripulaciónenlabatalla.
Percibí un atisbo de asombro procedente de Veraz. Luego:Ciérrate, me ordenó secamente y deprontomequedésolodentrodemicabeza.Mequedéparalizadounmomento,mareadoporlabrusquedaddesupartida.Eracierto,noteníaniidea,medescubrípensando,ymealegréporpoderguardaraquelpensamientoparamí.
—Milord,vengoapedirosunpocodevuestrotiempopara...algoquesemehaocurrido.LosojosdeKettrickensondeabansusemblantemientrashablabaconvozqueda.—Naturalmente —convino Veraz. Me miró de soslayo—. Traspié Hidalgo, ¿quieres unirte a
nosotros?—Sivoslodeseáis,milord.Meacomodéenuntaburetealotroladodelachimenea.Romerosesituóamiveraconsucargade
pergaminos. Sospechaba que el bufón los había sustraído de mi habitación, pero cuando Kettrickenempezó a hablar aVeraz fue cogiendo los pergaminos uno a uno para ilustrar cada una de sus ideas.Todos sin excepción eran pergaminos que versaban no sobre losVetulus, sino sobre el Reino de lasMontañas.
—ElreySapiencia,comorecordaréis,fueelprimernobledelosSeisDucadosquevisitónuestrastierras...lastierrasdelReinodelasMontañas,conotraintenciónqueladelucharconnosotros.Poresoesbienrecordadoennuestrashistorias.Estospergaminos,copiasdelosredactadosensuépoca,hablandesusviajesygestasenelReinodelasMontañasy,porconsiguiente,mencionanindirectamentealosVetulus.—Desenrollóelúltimopergamino.Verazyyonosinclinamossobreél,asombrados.Unmapa.Descoloridoporelpasodeltiempo,unacopiademalacalidadprobablemente,perounmapaalfinyalcabo.DelReinode lasMontañas,consuspasosycarreteras.Yunpuñadode líneasqueserpenteabanhacia las tierras del otro lado—. Uno de estos caminos, señalado aquí, debe de conducir hasta losVetulus.Conozco las carreteras de lasmontañas y éstas no son rutas comerciales, ni llevan a ningunaaldeaqueyosepa.Tampocoequivalenaloscaminosactuales.Setratadesendasyvíasmásantiguas,y¿porquéibanaapareceraquísinoparailustrarelcaminoquesiguióelreySapiencia?
—¿Esposiblequeseaasídesencillo?Verazselevantórápidamenteparavolverconunpuñadodevelasyalumbrarmejorelmapa.Alisóla
vitelacondelicadezayseagachóparaobservarlodecerca.—Hay varias sendas marcadas que se pierden en los Territorios Pluviales. Si eso es lo que
representa esa mancha verde. No parece que ninguna lleve a ninguna parte. ¿Cómo sabríamos cuálseguir?—objeté.
—Quizá todasconduzcana losVetulus—aventuróKettricken—.¿Porquéhabríande residirenunsolositio?
—¡No!—Verazseenderezódegolpe—.Almenosdosdeellasterminabanenalgunaparte.Oteníanalgo.Ladichosatintasehaborrado,peroahíhabíaalgo.Tengoquedescubrirqué.
InclusoKettrickenparecíadesconcertadaporelentusiasmoquedestilabasuvoz.Yoestabaatónito.Esperabaqueéllaescucharaporcompromiso,noquesevolcaradellenoensuplan.
Verazselevantódeprontoydeambulóporlaestanciaalargaszancadas.LaenergíadelaHabilidademanabadeéligualqueelcalordeunachimenea.
—Lastormentasdeinviernoseciernenyasobrelacosta.Descargarándeunmomentoaotro.Sipartoenseguida, en los próximos días, llegaré alReino de lasMontañas antes de que se cierren los pasos.Puedo abrirme camino hasta... lo que haya ahí y volver para la primavera. Quizá con la ayuda quenecesitamos.
Mehabíaquedadosinpalabras.Kettrickenempeorólascosas.—Milord, no era mi intención que fuerais vos. Deberíais quedaros aquí. Iré yo. Conozco las
montañas;mehecriadosegúnsuscostumbres.Puedequenosobrevivieraisallí.Estavezdeberíaseryoelsacrificio.
FueunalivioveraVeraztanperplejocomomesentíayo.Puedeque,alescucharlodelabiosdeella,comprendiera la imposibilidaddeaquellaempresa.Meneólacabezadespacio.Lecogióambasmanosentrelassuyasylamiróconexpresiónsolemne.
—MiReinaalaEspera.—Suspiró—.Debohacerloyo.Yo.HefalladodemasiadasvecesalosSeisDucados.Y a vos.Cuando llegasteis aquí como reina nopresté atención a vuestras palabras sobre elsacrificio.Loconsiderabaunafantasía idealista.Peronoloes.Aquínoloexpresamosdeesamanera,pero es loque se siente.Es loque aprendídemispadres.Anteponer siempre losSeisDucados amímismo.Heintentadohacerlo,peroahoramedoycuentadequesiempreheenviadoaotrosenmilugar.Mesientoyhabilito,sí,ysabesloqueesomecuesta.PerosonlasvidasdemarinerosysoldadoslasquehesacrificadoporlosSeisDucados.Hastamipropiosobrinomehaceeltrabajosucioysemanchalasmanosde sangrepormí.Yapesarde todos losquesehansacrificadopormí,nuestracosta sigueenpeligro.Ahoratodosereduceaestaúltimaoportunidad,estaúltimaprueba.¿Cómopodríaenviaramireinaenmilugar?
—A lomejor...—La voz deKettricken se había apagado con la incertidumbre.Dirigió lamiradahaciaelfuegocuandosugirió—:Alomejorpodemosirjuntos.
Verazloconsideró.LoconsiderólargoratoyviqueKettrickencomprendíaquesetomabaenseriosusolicitud.Empezóaesbozarunasonrisa,peroéstasemarchitócuandoélnegódespacioconlacabeza.
—No me atrevo —musitó Veraz—. Alguien debe quedarse aquí. Alguien de confianza. El reyArtimañas... mi padre no se encuentra bien. Temo por él. Por su salud. Conmigo lejos y mi padreenfermo,alguiendebequedarseenmilugar.
Kettrickenvolvióelrostro.
—Preferiríaacompañarte—dijo,apasionada.Miréhaciaotroladocuandoéllesujetólabarbillaconlosdedosylelevantólacabezaparapoder
asomarseasusojos.—Ya lo sé—dijo sin alterarse—. Ese es el sacrificio que te pido que hagas. Quedarte cuando
preferiríasirte.Quedartesoladenuevo.PorlosSeisDucados.Algoserompióenel interiordeKettricken.Se lehundieronloshombroscuandoinclinólacabeza
antelavoluntaddesuesposo.MelevantésinhacerruidomientrasVerazlaabrazaba,cogíaRomeroylosdejamosasolas.
Meencontrabaenmicuarto,echandounvistazoporfinalospergaminosyarcillas,cuandoaparecióunpajeamipuertaesamismatarde.
—Se ruega vuestra presencia en los aposentos del rey una hora después de cenar—fue el únicomensajequemeentregó.
Me sentí desfallecer. Hacía dos semanas que no visitaba su cámara. No me apetecía volver aenfrentarme alRey.Sime llamabapara decir que esperabaque comenzara a cortejar aCeleridad, nosabíaquéibaadecirohacer.Temíaperderelcontrol.DesenrolléresueltamenteunodelospergaminossobrelosVetuluseintentéestudiarlo.Erainútil.SóloveíaaMolly.
Enlaspocasnochesquehabíamoscompartidodesdenuestrodíajuntosenlaplaya,Mollysehabíanegado a volver a hablar del asunto deCeleridad. En ciertomodo era un alivio. Pero también habíadejado de bromear sobre todo lo que esperaría demí cuando fuese de verdad sumarido y sobre lacantidaddeniñosqueíbamosatener.Ensuinteriorhabíarenunciadoatodaesperanzadevernoscasadosalgúndía.Simeparabaapensarlo,meentristecíahastaelfilodelalocura.Ellanomereprochabanada,comosisupieraquenodependíademí.Nisiquieramepreguntabaquéibaaserdenosotros.Parecíaquesólovivieraelpresente,igualqueOjosdeNoche.Aceptabacadanochedeintimidadquecompartíamoscomoalgocompletoynopreguntabasihabríaotra.Loquepercibíaenellanoeradesesperaciónsinocontención, la feroz resolución de no perder lo que teníamos ahora por lo que no podríamos tenermañana.Nomemerecíaladevocióndeuncorazóntanfielcomoelsuyo.
Cuandodormitabaasuladoensucama,asalvoyabrigadoporelperfumedesucuerpoysushierbas,era su fuerza la que nos protegía. No habilitaba, no tenía Maña. Su magia era más poderosa y laconjurabaconsumera fuerzadevoluntad.Cuandocerrabay trancabasupuertaamiespaldaenplenanoche,creabaenelinteriordesucámaraunmundoyuntiempoquenospertenecíansóloanosotros.
Sihubieradepositadociegamentesuvidaysufelicidadenmismanos,habríasidointolerable.Peroestoeraaúnpeor.Creíaquellegaríaelmomentodepagarunprecioterribleporsudevociónhaciamíyaunasísenegabaarepudiarme.Yyonoeralobastantehombreparadarlelaespaldaydejarquebuscaraunavidamejor.Durantemis horas de soledad, cuando recorría las carreteras que rodeabanTorre delAlceconlasalforjasllenasdepanenvenenado,reconocíaqueerauncobarde,peorquecualquierladrón.En cierta ocasión le había dicho a Veraz que sería incapaz de drenar la fuerza de otra persona paraaumentar lamía,quenoestaríadispuestoahaceralgoasí.YsinembargoeraprecisamenteesoloquehacíaconMolly.ElpergaminodelosVetulusresbalóentremisdedosdebilitados.Mihabitaciónsehabíavueltoasfixiantedepronto.Dejéaunladolasarcillasylospergaminosquemehabíapropuestoestudiar.Unahoraantesdelacena,acudíalosaposentosdePaciencia.
Hacíaalgúntiempoquenolavisitabaperoeracomosisusaladeestarnocambiaranunca,salvopor
lacapasuperiordetrastosquereflejabansuúltimapasión.Esedíanoeraningunaexcepción.Portodasparteshabíahierbasrecogidasenotoñopuestasasecarquellenabanlaestanciaconsusfragancias.Mesentía comosideambularaporunapradera invertida, con la cabezaagachadapara esquivar el follajecolgante.
—Lashastendidomuybajo—mequejécuandoentróPaciencia.—No.Esquetúhascrecidodemasiado.Dejaquetemire.Obedecí,aunquemequedéconunracimodenébedaposadoenlacabeza.—Bueno.Porlomenospasarteelveranoenteroremandoymatandopersonasharobustecidotusalud.
Estásmuchomejorqueelmuchachoenfermizoquevolvióacasaelinviernopasado.Yatedijequeesostónicosdaríanresultado.Yaqueahoraerestanalto,podríasayudarmeacolgarestosmanojos.
Afaltadeotracosaquehacer,medediquéa tendercuerdasdesde loscandelabrosdepareda lospostes de la cama y cualquier otra parte donde se pudiera hacer un nudo, para luego colgar de ellasracimosdehierbas.Estaba con losbrazos extendidos, subidoauna sillamientras intentaba sujetarunpuñadodebálsamo,cuandomepreguntó:
—¿PorquéyanovienesaquejartedelomuchoqueechasdemenosaMolly?—¿Serviríadealgo?—preguntéamivez,convozqueda,transcurridounmomento.Hiceloquepudeporparecerresignado.—No.—Sedetuvouninstantecomosiestuvierapensando.Mealcanzóotroracimodehojas—.Éstas
—meinformómientraslascolgaba—sonpuntisecas.Muyamargas.Hayquiendicequeimpidenqueunamujer se quede embarazada. No es verdad. No del todo, al menos. Pero si una mujer las ingierereiteradamente, puede caer enferma.—Meditó otromomento—.Es posible que unamujer enfermanoconciba tan fácilmente.Aunque yo no se las recomendaría a nadie, ymuchomenos a alguien quemeimportara.
Traguésaliva,cogíaliento.—Entonces,¿porquélasponesasecar?—Sipreparasunainfusiónconellasyhacesgárgaras,alivialasinflamacionesdegarganta.Esome
dijoMollyCandelariacuandomelaencontrérecogiéndolaseneljardíndelasmujeres.—Yaveo.Sujeté lashojasa lacuerda.Colgabancomouncuerpoenelpatíbulo. Inclusosuoloreraamargo.
¿MehabíapreguntadoantescómoeraposiblequeVeraznosedieracuentadeloqueocurríadelantedesusnarices?¿Porquénuncahabíapensadoeneso?¿Cómodebíadeserparaellatemerloqueanhelaríaunamujerdebidamentecasada?¿LoquehabíaanheladoPacienciaenvano?
—¿...algas,TraspiéHidalgo?Mesobresalté.—¿Perdona?—Digoquesimepuedesrecogerunasalgascuandotengasunatardelibre.Delasnegras,crujientes.
Enestaépocadelañosonmássabrosas.—Lointentaré—respondídistraído.¿DurantecuántosañostendríaquepreocuparseMolly?¿Cuántaamarguradeberíatragar?—¿Quémiras?—preguntóPaciencia.—Nada.¿Porqué?
—Porqueyatehepedidodosvecesquebajesdelasillaparaquepodamosmoverla.Quedanmuchospaquetesporcolgar,sabes.
—Disculpa.Estanochenohedormidomuchoytengolacabezaenotrositio.—Estoydeacuerdo.Deberíasempezaradormirmáspor lasnoches—pronunció laspalabrascon
ciertabrusquedad—.Venga,bajayayponahílasillaparacolgarestashojasdementa.No cené gran cosa. Regio estaba solo en el estrado elevado, con aspecto de malhumorado. Su
habitualcorrodeaduladoresseapiñabaenunamesa justodebajodeél.Noentendíaporquépreferíacenaraparte.Estabaclaroquesurangoselopermitía,pero¿porquéescogeraquelaislamiento?LlamóaunodelosbardosmáslisonjerosquehabíaimportadorecientementeaTorredelAlce.CasitodosellosprocedíandeLumbrales.Todosafectabanlaentonaciónnasalpropiadeesaregiónysedecantabanporelestiloprolijoymusicaldeloscantaresépicos.ÉsteencuestiónabordóunaextensabaladaquenarrabaalgunaaventuradelabuelomaternodeRegio.Presté lamenoratenciónposible;parecía teneralgoqueverconcabalgarhastareventaruncaballoparaconseguirabatirciertovenadoquehabíasobrevividoaunageneracióndecazadores.Ensalzabadesmesuradamentea lavoluntariosamonturaquehabíamuertoparacumplirlavoluntaddesuamo.Nodecíanadadelaestupidezdeljinete,quehabíasacrificadoatanespléndidoanimalacambiodeunastajadasdecarnecorreosayunacornamentacolgadaensupared.
—Tienesmalacara—observóBurrich,quesedetuvoamilado.Melevantédelamesaycrucéelsalónensucompañía.—Tengodemasiadascosasen lacabeza.Demasiadasdireccionesparapensaren todasa lavez.A
veces pienso que si tuviera tiempo para concentrarme en un solo problema, lo resolvería y luegomepreocuparíadesolucionarlosdemás.
—Todoelmundopiensa lomismo.Noesverdad.Acabacon losque tengasmásamanoyconeltiempoteacostumbrarásalosquenotienensolución.
—¿Comoporejemplo?Seencogiódehombrosyseñalóhaciabajo.—Porejemplo,tenerunapiernacoja.Ohabernacidobastardo.Todosacabamosacostumbrándonosa
cosasconlasquejuramosquenopodríamosvivir.¿Quéesloquetecarcomeestavez?—Nadaquetepuedacontarahora.Porlomenos,aquíno.—Ah.Más de lomismo, ¿eh?—Meneó la cabeza—.No te envidio, Traspié.A veces lo que uno
necesitaesdescargarsusproblemasenotrapersona.Ati tehannegadohastaeso.Peroanímate.Estoysegurodequepodrásresolverlosaunquetúcreasqueno.
Mediounapalmaditaen laespalday traspuso lapuertade lacalleenvueltoenunaráfagadeairefrío. Veraz tenía razón. Se aproximaban las tormentas de invierno, si es que el viento de esa nocheindicaba algo.Me encontraba enmitad de las escaleras cuando reflexioné que ahoraBurrich hablabaconmigode túa tú.Por finmeconsiderabaunadulto.En fin,puedequemefueramejorsiyo tambiénempezabaaconsiderarmeasí.Enderecéloshombrosysubíamicuarto.
Hacíamuchotiempoquenometomabatantasmolestiasparavestirme.Mientras lohacía,penséencómosehabíaapresuradoVerazacambiarsedecamisaparaKettricken.¿Cómopodíahaberestadotanciego con ella? ¿Y yo conMolly? ¿Quémás hacíaMolly por nuestro bien sin que yo lo sospecharasiquiera?Regresómidesconsuelo,másfuertequenunca.Esanoche.Esamismanoche,despuésdehablarconArtimañas.Nopodíapermitirqueellasiguierasacrificándose.Porelmomento,loúnicoquepodía
hacereraapartarelasuntodemimente.Merecogíelpeloenlacoletadeguerreroqueyaconsiderabamásquemerecidayalisé lapecherademi jubónazul.Mequedabaunpocoajustadoen loshombros,peroúltimamentemepasabalomismocontodasmisprendas.Salídemihabitación.
Enelpasillo,frentealosaposentosdelreyArtimañas,meencontréconVerazyKettrickencogidosdelbrazo.Nuncaloshabíavistopresentadosdeesamanera.Allí,derepente,estabanelReyalaEsperay su reina.Veraz llevaba una larga túnica oficial de un verde oscuro agreste.Unabanda bordada conalcesestilizadosleadornabalasmangasyeldobladillo.OstentabasobrelafrenteladiademadeplataconlagemaazulqueseñalabaalReyalaEspera.Hacíamuchotiempoquenoselaponía.Kettrickensehabía vestido con los colores púrpura y blanco que tan amenudo elegía. Su vestido púrpura eramuysencillo,conlasmangascortasyampliaspararevelardebajootrasblancas,máslargasyestrechas.LucíalasjoyasquelehabíaregaladoVerazysehabíaadornadoellargocabellorubioconunareddehilodeplatapunteadadeamatistas.Medetuvealverlos.Teníanelsemblanteserio.NopodíanestarallímásqueparaveralreyArtimañas.
MepresentéeducadamenteanteelloseinforméaVerazdequeelreymehabíaconvocado.—No—negócondelicadeza—.TeheconvocadoyoparaquetepresentesanteelreyArtimañascon
Kettrickenyconmigo.Queríaquefuerastestigodeesto.Meembargóelalivio.AsíqueaquellonoteníanadaqueverconCeleridad.—¿Testigodequé,mipríncipe?—conseguípreguntar.Memirócomosifuesememo.—Voyapedirlepermisoal reyparapartirenunamisión.Parabuscara losVetulusyconseguir la
ayudaquenecesitamostandesesperadamente.—Ah.Tendríaquehabermefijadoantesenelsilenciosopaje,vestidotododenegro,quecargabaconuna
brazadadepergaminosyarcillas.Elmuchacho estaba pálido y agarrotado. Apostaría a que era la primera vez que hacía algomás
oficial que encerar las botas deVeraz.Romero, recién bañada y vestida con losmismos colores queKettricken,parecíauntulipánblancoymorado.Sonreíalapequeña,peroéstaselimitóamirarmeconexpresiónseria.
Sinmáspreámbulos,VerazllamóunavezalapuertadelreyArtimañas.—¡Un momento! —respondió una voz. La de Wallace. Entreabrió la puerta, lanzó una mirada
furibundayvioqueeraVerazalqueestabacerrandoelpaso.Tardóuninstantedeevidentevacilaciónenabrirlapuertadeparenpar—.Sir—tartamudeó—.Noosesperaba.Esdecir,noestabaalcorrientedequeelreyhubiera...
—Noesprecisoquetequedes.Puedesretirarte.Veraznosolíadespediraningúnpajecontantafrialdad.—Pero...elreymepodríanecesitar...Losojosdelhombresaltabanfrenéticosdeunladoaotro.Leatemorizabaalgo.Verazentornólospárpados.—Si tenecesita, teharé llamar.Dehecho,puedesquedarteesperando.Enelpasillo.Procuraestar
presentesitellamo.Tras un instante de pausa Wallace cruzó la puerta y se quedó junto al marco. Entramos en los
aposentosdelrey.Verazenpersonaseencargódecerrarlapuerta.—Nomegustaesehombre—comentó,lobastantealtocomoparaqueseoyeransuspalabrasatravés
delamadera—.Lacayoentrometidoyserviladulador.Unamalacombinación.Elreynoseencontrabaensusaladeestar.MientrasVerazcruzabalaestanciaelbufónaparecióde
prontoenelumbraldeldormitoriodeArtimañas.Nosobservóconojosdesorbitados,ensayóunaenormesonrisadejúbiloynossaludóconunahondareverencia.
—¡Majestad!¡Despertad!¡Comopredije,hanllegadolosjuglares!—Bufón—gruñóVeraz,aunquedebuenhumor.Pasó junto al bufón, esquivando sus burlescos intentos por besarle el dobladillo de la túnica.
Kettricken ocultó su sonrisa con una mano y siguió a Veraz. El bufón estuvo a punto de echarme lazancadilla estirando una pierna de repente. Lo evité, pero hice una torpe entrada y casi tropiezo conKettricken.Elbufónsesonrióconafectaciónycabriolóhastacolocarsejuntoa lacamadeArtimañas.Cogiólamanodelancianoylediounapalmaditaextraordinariamentedelicada.
—¿Majestad?¿Majestad?Tenéisvisita.Ensulecho,Artimañasseagitóeinspiróprofundamente.—¿Quéocurre?¿Quiénes?¿Veraz?Abrelascortinas,bufón,quecasinoveoquiénhavenido.¿Reina
Kettricken? ¿Qué es todo esto? ¡El Traspié! ¿Qué sucede?—Su voz no era fuerte y había una notaquejumbrosaenellapero,asíy todo, teníamejoraspectodelquemeesperaba.Cuandoelbufónhuboretirado losdoselesde la camaypuestounos cojinesdebajodel rey,meencontré contemplandoaunhombrequeparecíamayorqueChade.LasimilitudentreambosparecíaacentuarseconformeenvejecíaArtimañas.Elrostrodelreysehabíasuavizadopararevelarelmismomentónylasmismasmejillasdesuhermanobastardo.Losojosbajoaquellascejasseveíanatentos,aunquecansados.Teníamejoraspectoquelaúltimavezquelohabíavisitado.Seirguióunpocomásparadirigirseanosotros—.Bueno,¿aquévienetodoesto?—quisosaber.
Paseólamiradaporelcírculoquehabíamosformado.Verazhizounareverencia,formal,yKettrickenloimitó.Yohiceloquemecorrespondía:apoyéuna
rodilla en el sueloymequedéasí, con la cabeza inclinada.Echéunvistazode soslayocuandohablóVeraz.
—ReyArtimañas.Padre.Vengoasolicitarvuestropermisoparaunaempresa.—¿Quées?—preguntóelreyconirritación.Verazmiróasupadrealosojos.—MepropongosalirdeTorredelAlceconunabandadehombresselectosparaintentarseguirlos
pasos que dio el rey Sapiencia hace mucho tiempo. Quiero partir este invierno en dirección a losTerritorios Pluviales que se encuentran al otro lado del Reino de lasMontañas, para encontrar a losVetulusypedirlesquemantenganlapalabraquedieronanuestroantepasado.
UnaexpresióndeincredulidadcruzófugazmenteelrostrodeArtimañas.Seincorporóenlacamaysacósuspiernasenflaquecidas.
—Bufón.Acercaelvino.Traspié,levántateyéchaleunamano.Kettricken,cielo,déjametubrazosierestanamableparaquepuedasentarmeenesasillaquehayjuntoalachimenea.Veraz,traelamesillaquehaydebajodelaventana.Porfavor.
Conaquelpuñadodeórdenes,Artimañasrompiólaburbujadelaformalidad.Kettrickenloayudócon
unaconfianzaquemeindicóqueestabaligadasinceramentealanciano.Elbufónfuebrincandohastalaalacena del salón para coger unos vasosmientras yo seleccionaba una botella de vino de la pequeñareservaqueteníaArtimañasensusaposentos.Lasbotellasestabancubiertasdepolvo,comosihicieramucho tiempo que no cataba esos caldos.Me pregunté, suspicaz, de dónde salía el vino que le dabaWallace.Porlomenoselrestodelahabitaciónestabaenorden,comopudeobservar.Muchomejorqueantes del Festival de Invierno. Los incensarios de humo que tanto me preocupaban se amontonabanapagadosenunrincón.Yesanocheelmonarcaparecíaconservaraúnsusanojuicio.
El bufón ayudó al rey a abrigarse con una gruesa túnica de lana y se arrodilló para ponerle laszapatillas.Artimañasseacomodóensusillajuntoalfuegoydejóelvasodevinoasuladoencimadelamesa. Mayor. Muy mayor. Pero el rey al que tantas veces había informado en mis años mozos seencontrabadenuevoantemí.Deprontodeseéseryoelquehablaraconélesanoche.AquelancianodemiradapenetrantepodríaatendermismotivosparaquerercasarmeconMolly.SentíunanuevaoleadaderabiacontraWallaceporlosviciosquehabíainculcadoamirey.
Peronoeraésemimomento.Pesealainformalidaddelrey,VerazyKettrickenestabantensoscomocuerdas de arco. El bufón y yo les acercamos sendas sillas para que se sentaran uno a cada lado deArtimañas.MesituédetrásdeVerazyaguardé.
—Explícameloenpocaspalabras—pidióArtimañasaVeraz,yésteasílohizo.Los pergaminos deKettricken fueron desenrollándose de uno en uno yVeraz leyó en voz alta los
pasajespertinentes.Seestudióatentamenteelviejomapa.AlprincipioArtimañasse limitóa formularpreguntas, sin hacer comentarios ni emitir ningún juicio hasta estar seguro de contar con toda lainformación.Elbufón,asulado,dividíasuatenciónentrededicarmeradiantessonrisasyhacermuecasgrotescasalpajedeVerazenun intentoporconseguirqueelpetrificadomuchachosonrieraalmenos.Creoquelomásprobableesqueaterrorizaraalchaval.Romeroseolvidóporcompletodedóndeestabaysefueajugarconlasborlasdelosdoseles.
CuandoVerazterminódehablaryKettrickenhuboañadidosuscomentarios,elreysereclinóensusilla.Apuróelpocovinoquequedabaensuvasoyseloofrecióalbufónparaquelorellenara.Diounsorbo,suspiróysacudiólacabeza.
—No. Hay demasiados puntos oscuros y demasiadas historias infantiles implicadas como parapermitirquetearriesguesaemprenderesaaventuraenestosmomentos,Veraz.Loquemehasenseñadobasta para convencerme de quemerecería la pena enviar un emisario.Alguien de tu elección, con eldebidoséquito,obsequiosycartasfirmadasportiypormíqueconfirmenqueviajaapeticiónnuestra.Pero¿túenpersona,elReyalaEspera?No.Ahoramismonoandamossobradosderecursos.Regiohavenido antes a verme para quejarse del elevado coste de los barcos que se están construyendo y lafortificacióndelastorresdelaIsladelosAntílopes.Empiezaaescaseareldinero.Yelhechodequeabandoneslaciudadnocontribuiráaquelagentesesientamássegura.
—Nohuyo,partoenunamisión.Unaempresacuyoobjetivoeselbienestardemipueblo.YdejaríaaquíamiReinaalaEsperaparaquemerepresenteenmiausencia.Noestabapensandoenorganizarunaexcursiónconbardos, cocinerosycarrozasengalanadas, alteza.Transitaríamoscarreterascubiertasdenieve para adentrarnos en el corazón del mismo invierno. Me acompañaría un contingente militar yviajaríamoscomohacenlossoldados.Comosiemprehehecho.
—¿YcreesqueesoimpresionaríaalosVetulus?Siesquelosencuentras.Siesqueexistensiquiera.
—Cuenta la leyenda que el rey Sapiencia viajó solo. Creo que los Vetulus existían y que él losencontró. Si fracaso, regresaré para seguir conmiHabilidad ymis buques de guerra. ¿Qué habremosperdido?Sitengoéxito,volveréconunpoderosoaliado.
—¿Ysimueresenlaempresa?—preguntósecamenteArtimañas.Verazabriólabocaparareplicar,peroantesdequepudieradecirnadaseabriódegolpelapuerta
delsalónyRegioirrumpióenlaestancia.Teníaelrostrocongestionado.—¿Quéestápasandoaquí?¿Porquénosemeinformódeesteconsejo?Melanzóunamiradaenvenenada.Asuespalda,Wallaceespiabadetrásdelmarcodelapuerta.Verazsepermitióesbozarunapequeñasonrisa.—Si no te informaron tus espías, ¿cómo es que ahora estás aquí?Échales la culpa a ellos por no
haberteenteradoantes,noamí.LacabezadeWallaceseperdiódevista.—¡Padre,exijosaberloqueocurre!Regioparecíacontenerseparanopisotearelsuelo.DetrásdeArtimañas,elbufónimitabalosgestosdeRegio.Asíconsiguióquesonrieraporfinelpaje
deVeraz,peroluegoabriómucholosojosyrecuperólacompostura.ElreyArtimañasprefiriódirigirseaVeraz.—¿HayalgúnmotivoporelquequisierasexcluiralpríncipeRegiodeestedebate?—Nomeparecióquefuesedesuincumbencia.—Hizounapausa—.Yqueríaestarsegurodequela
decisiónalcanzadafueseexclusivamentesuya.Veraz,fielasunombre.Regioseerizóybufócomoun toro,peroArtimañas levantóunamanoparaapaciguarlo.Denuevo
hablósóloconVeraz.—¿No es de su incumbencia? Pero ¿sobre quién recaería el manto de la autoridad mientras tú
estuvierasfuera?LamiradadeVerazsetornógélida.—La Reina a la Espera sería mi representante, naturalmente. El manto de la autoridad sigue
recayendosobrevos,alteza.—Pero¿ysinoregresaras...?—Estoysegurodequemihermanopodríaadaptarseaesasituaciónsisedieraelcaso.Veraznosemolestóenenmascarareldesagradodesuvoz.Supeenesemomentocuanhondohabía
caladoelvenenode las traiciones cometidasporRegio.Cualquier lazo fraternalquehubieranpodidocompartir sehabíadesintegrado.Ahoraeranúnicamente rivales.Artimañas locomprendió también,nomecabeduda.Mepreguntésilosorprendía.Deserasí,lodisimulómuybien.
En cuanto a Regio, había atiesado las orejas ante la mención de la partida de Veraz. Ahora semostraba tanavariciosamente alerta comounperrohambrientodebajodeunamesa.Hablóun instantedemasiadoprontocomoparaimprimirsinceridadasuvoz.
—SíalguientuvieralaamabilidaddeexplicarmeadondevaVeraz,quizámepodríapronunciarsobreloqueestaríadispuestoaasumir.
Verazsemordiólalengua.Impertérritoysilencioso,miróasupadre.—Tuhermano—esafrasemesonóunpocotajante—mehasolicitadopermisoparaemprenderuna
misión.Quierepartir,ypronto,alosTerritoriosPluvialesdemásalládelReinodelasMontañas.ParabuscaralosVetulusyobtenerdeelloslaayudaquenosprometieronenelpasado.
Regioabriólosojoscomounalechuza.NosésilecostabacreerenlaexistenciadelosVetulus,osinodabacréditoalacantidaddebuenasuertequeacababadecaerensusmanos.Serelamió.
—Yo,naturalmente,lehedichoqueno.ArtimañasnoperdíadevistaaRegiomientrashablaba.—Pero ¿por qué? —preguntó Regio—. Está claro que debemos tener en cuenta todas las
posibilidades...—Los gastos son prohibitivos. ¿Nome informaste túmismo, hace apenas unmomento, de que la
construccióndelosbuquesdeguerra,sutripulaciónysuabastecimiento,hanacabadocasiconnuestrasreservas?
LosojosdeRegioparpadearonvelocescomolalenguadeunaserpiente.—Peroacaboderecibirlosinformesrelativosalascosechas,padre.Nomeesperabaquefuerantan
halagüeños.Sepuedenconseguirfondos.Siempreycuandoestuvieradispuestoaviajarsinostentaciones.Verazresopló.—Graciasportuconsideración,Regio.Nosabíaqueestetipodedecisionesdependieradeti.—Melimitoaaconsejaralrey,igualquetú-seapresuróaseñalarRegio.—¿Noteparecequeenviarunemisarioseríalomássensato?—tanteóArtimañas—.¿Quépensaría
elpueblosisuReyalaEsperaabandonaraTorredelAlceenestosmomentos,yenesamisión?—¿Unemisario?—Regioparecióconsiderarlo—.Creoqueno.Nocontodoloquedebemospedir.
¿NodicenlasleyendasqueelreySapienciafueenpersona?¿QuésabemosdeesosVetulus?¿Podemoscorrerelriesgodeenviarunvasalloyofenderlos?Enabsoluto.Creoquehacefaltaelhijodeunrey.EncuantoalodeabandonarTorredelAlce...enfin,vossoiselrey,yseguiréisestandoaquí.Igualquesuesposa.
—Mireina—gruñóVeraz,peroRegiocontinuóhablando.—E igualqueyo.TorredelAlcenoquedaríaabandonada.¿Y lamisiónen sí?Podríaespolear la
imaginacióndelagente.Aunque,siseprefiere,elmotivodesuviajepodríamantenerseensecreto.Sepodríaconsiderarunasimplevisitaanuestrosaliadosdelasmontañas.Sobretodosiloacompañarasuesposa.
—Mireinasequedaráaquí.—VerazrecalcóeltítulodeKettricken—.Pararepresentarmireinado.Yparaprotegermisintereses.
—¿Noconfíasenquepuedahacerlonuestropadre?—preguntóRegioconvozmeliflua.Verazvolvióamorderselalenguaymiróalancianosentadojuntoalfuego.Lapreguntaimplícitaen
esa mirada era evidente para cualquiera que tuviese ojos. ¿Puedo confiar en ti?, preguntaba. PeroArtimañas,tambiénfielasunombre,respondióconotrapregunta.
—YahasoídoloqueopinaelpríncipeRegiodeestaempresa.Yloqueopinoyo.Conocestupropiaopinión.Dadosestosconsejos,¿quépiensashacerahora?
BendijeaVeraz,puessegiróparamirarsolamenteaKettricken.Nocruzaronningúngestonisusurro,perohabíanllegadoaunacuerdocuandoelvolvióadirigirseasupadre.
—Quiero ir a losTerritoriosPluviales que hay al otro lado delReino de lasMontañas.Yquieropartirloantesposible.
CuandoelreyArtimañasasintiódespacio,notéunvacíoenlabocadelestómago.Perodetrásdesusilla,elbufóncruzólaestanciadandovolteretasdeespaldasyregresóhaciendolaruedapararecuperarsusitiocomosinuncasehubieramovido.SugestoenervóaRegio.PerocuandoVerazsearrodillóparabesar lamanodel reyArtimañasydarle lasgraciaspor supermiso, la sonrisaqueseextendióporelsemblantedeRegioeratanampliacomoladeuntiburón.
Setrataronpocosasuntosmásenaquelconsejo.Verazdeseabapartirdentrodesietedías.Artimañaslo aceptó. Quería elegir su séquito personalmente. Artimañas se lo concedió, aunque Regio parecíaalbergardudas.Nomehizogracia,cuandoel reyporfinnosdespidióa todos,vercómosedemorabaRegioparaconversarconWallaceenlasaladeestarmientraslosdemásdesfilábamosporlapuerta.MedescubrípreguntándomesiChademepermitiríamataraWallace.YamehabíaprohibidosolucionarelproblemadeRegiodeesamaneraydesdeentonceslehabíaprometidoamiReyquenoloharía.PeroWallacenogozabadelamismainmunidad.
En el pasillo,Veraz se detuvo para darme las gracias. Le pregunté por qué había querido que yoestuvierapresente.
—Paraquefuesestestigo—contestó—.Presenciarunacosanoeslomismoqueoírhablarluegodeella.Paraquealmacenesentumemoriacadapalabraquesehapronunciado...paraqueningunacaigaenelolvido.
SupeentoncesqueesanocherecibiríaunallamadadeChade.PeronopodíaresistirmeavisitaraMolly.Verqueelreyvolvíaaserelmismodeantesreavivaba
mismoribundasesperanzas.Meprometíqueseríaunavisitabreve,lojustoparahablarconella,paraquesupieracuántoapreciabatodoloquehacía.RegresaríaamisaposentosantesdelashorasintempestivasquepreferíaChadeparanuestrasconferencias.
Llaméasupuertaaescondidas;medejópasardeinmediato.Debiódepercibirmiagitación,puesseechóinmediatamenteenmisbrazos,sinpreguntasnireparos.Leacariciésusbrillantescabellosylamiréalosojos.Lapasiónqueseapoderódemíderepentefuecomountorrentequeinundaraviolentamenteunarroyoenprimaverayarrastraratodoslosescombrosacumuladosduranteelinvierno.Todosmisplanesdehablarconelladesaparecieroncorrienteabajo.Mollyboqueócuandolaatrajeconfuerzayseentregóamísincondiciones.
Parecíaquehiciesemesesynodíasdesdelaúltimavezquehabíamosestadojuntos.Cuandomebesócon avidez me sentí torpe de improviso, inseguro de sus motivos para desearme. Era tan joven yhermosa...Creerquepodíaquereraalguientanmaltratadoyestropeadocomoyosemeantojabaungestodevanidad.Nopermitióquemeregodearaenmisdudasymelancésobreellasinvacilaciones.Enlohondodeaquellacomuniónreconocíalfinlarealidaddelamorqueanidabaensusojos.Mesolacéenelapasionamientoconquemeapretabacontraellaymeaprisionabaentresusbrazospálidosyfuertes.Mástarderecordaríadestellosdepelodoradosobreunaalmohada,losperfumesdelavincayelzumaqueensupiel,aunelmodoenqueechabasucabezahaciaatrásyexpresabasufervorconvozcontenida.
Mollysusurróluego,asombrada,quemiintensidadmehacíaparecerunhombredistinto.Sucabezareposabaenmipecho.Guardésilencioy leacariciéelcabellooscuroquesiempreolíaasushierbas.Tomilloylavanda.Cerrélosojos.Sabíaquehabíaprotegidobienmispensamientos.HacíatiempoquelohabíaconvertidoenunacostumbrecuandoestabaconMolly.
AsíqueeldescuidohabíasidodeVeraz.
Loocurridonoeraculpamía.Dudabaquealguientuvieralaculpa.Quizás,esperé,erayoelúnicoque lo había sentido. Entonces nadie saldría perjudicado, siempre y cuando no lomencionara jamás.SiempreycuandopudieraborrardemimenteparasiempreladulzuradeloslabiosdeKettrickenylatersuradesupieltan,tanpálida.
Mensajes
ElReyalaEsperaVerazsaliódeTorredelAlceacomienzosdeltercerinviernodelaGuerradelasVelasRojas.Sellevóconsigounpequeñogrupodepartidariosdesignadosadedoquehabríandeacompañarloensuempresa,améndesuguardiapersonal,queviajaríaconélhastaelReinodelasMontañasysequedaríaallíaguardandosuregreso.Surazonamientoeraquecuantomenosnumerosafuera la expedición menos equipaje transportarían, y cruzar las montañas en invierno requeríaaprovisionarse de todo el alimento posible. También había decidido que no deseaba presentar unaspectomarcial a los Vetulus. Pocas personas aparte de sus acompañantes conocían su verdaderamisión.EnprincipiosedirigíaalReinode lasMontañasparasolicitaralpadredesureina,el reyEyod,unposibleapoyomilitarfrentealoscorsarios.
Entreaquellosalosquepidióqueloacompañarandestacanvariosnombres.Capacho,maestradearmasdeTorredelAlce,fueunadelasprimerasseleccionadas.Suconocimientodelaestrategianoteníaigualentodoelreinoysupericiaconlasarmasnosehabíaembotadoconlaedad.Charim,elsirvientepersonaldeVeraz,llevabatantotiempoasuladoylohabíaseguidoentantascampañasqueera inimaginable que esta vez se quedara atrás. Alazán, zaino como indicaba su nombre, formabapartedelaguardiamilitardeVerazdesdehacíamásdeunadécada.Eratuertoylefaltabalamayorpartedeunaoreja,peroapesarde todosemostrabaeldobledealertaquecualquierotrohombre.Keef yKef, gemelos y, al igualqueAlazán,miembrosde laguardiadehonordeVerazdesdehacíaaños,sesumaronalacomitiva.Burrich,encargadodelosestablosdeTorredelMee,seunióalgrupoporvoluntadpropia.Ante lasprotestasque suscitó lanoticiade sumarchadel castillo, señalóquedejabalascuadrasdeTorredelAlceenbuenasmanosyquelaexpediciónnecesitaríaaalguienquesupieradeanimalesparaquelasbestiassobrevivieranaltránsitodelasmontañasenplenoinvierno.SusaptitudesparalamedicinaysuexperienciacomoHombredelReyalserviciodelpríncipeHidalgofueronasimismoargumentosqueesgrimió,sibienestoúltimoeraalgoquesólounospocossabían.
LanochepreviaalapartidadeVeraz,éstemeconvocóensuestudio.—Noapruebasnadadetodoesto,¿verdad?Piensasqueesunapérdidadetiempo—dijoamodode
saludo.Sonreí.Sinproponérselo,habíaexpresadomiopiniónexacta.
—Metemoquealbergoseriasdudas—convine,precavido.—Tambiényo.Pero¿quéeleccióntengo?Así,almenos,tendréunaoportunidaddehaceralgopormí
mismoenvezdequedarmesentadoenesacondenadatorreyhabilitarhastalamuerte.Había empleado los últimos días en copiar minuciosamente el mapa de Kettricken. Vi cómo lo
enrollaba conmimo y lo guardaba en un estuche de cuero.Me sorprendía la diferencia que se habíaoperado en él en el transcurso de la última semana. Seguía teniendo la piel macilenta y el cuerpomaltratado y lamentablemente agarrotado tras tantos meses confinado en su silla, pero se movía conenergíaytantoélcomoKettrickenhabíanhonradoelGranSalónconsupresenciatodaslasnochesdesdequesefijara lafechadelviaje.EraunplacerverlocomerconapetitoysostenerdenuevounvasodevinoenlamanomientrasnosentreteníaArmoniosoocualquierotrojuglar.LarenovadacalidezqueseapreciabaentreKettrickenyéleraotroapetitoquehabíarecuperado.Losojosde lareinararavezseapartabandelsemblantedesuseñorcuandocompartíanlamesa.Mientrascantabanlosbardos,losdedosdeellasiemprereposabanenelantebrazodeél.KettrickenresplandecíacomolallamadeunavelaenpresenciadeVeraz.Pormuchoquemecerrara,sabíademasiadobiencuántodisfrutabandesusnoches.HabíaintentadoocultarmedesuspasionesrefugiándomeenMolly.Terminésintiéndomeculpableporlomucho que a ésta complacíami renovado ardor. ¿Cómo se sentiría si supiera quemis apetitos nomepertenecíanenexclusiva?
LaHabilidad.Mehabíanadvertidodesusventajasysusdefectos,decómopodíaapoderarsedeunapersonayprivarladetodosalvodelansiaporutilizarla.Éstaeraunatrampasobrelaquenadiemehabíadichonada.Enciertomodo,esperabaansiosoqueVerazsefueseparapoderreclamarmialma.
—Loquehacesenesatorrenoesunatareatrivial.Silagentepudieraentendercómoteconsumesporellos...
—Comotúentiendesmásquedesobra.Esteveranohaestrechadonuestroslazos,muchacho.Másdeloquehubieracreídoposible.Másqueconcualquierotrapersonadesdelamuertedetupadre.
Másinclusodeloquevososimagináis,mipríncipe.Peronopronunciéesaspalabras.—Enefecto.—Tengoquepedirteunfavor.Dos,enrealidad.—Yasabesquenuncatenegaríanada.—Nodigasesotanalaligera.Elprimeroesquecuidesdemiseñora.Haaprendidomuchosobrelas
costumbresdeTorredelAlce,perosiguesiendodemasiadoconfiada.Mantenlaasalvohastamiregreso.—Pordescontado,mipríncipe.—Yelotro.—Cogióaliento,expiró—.Megustaríaintentarpermaneceraquí.Entumente.Todoel
tiempoquepueda.—Mipríncipe...—Vacilé.Teníarazón.Noeraéseunfavorqueestuvieseencantadodehacerle.Pero
yahabíadichoqueloharía.Sabíaque,porelbiendelreino,eraunamedidaprudente.Pero¿yyo?Yahabía sentido cómo se diluían los límites de mi ser frente a la fuerte presencia de Veraz. Ahora noestábamoshablandodeuncontactodehoras,nidedías, sinode semanasyprobablementemeses.Mepreguntésieraesoloquelesocurríaalosmiembrosdelascamarillas,siconeltiempodejabandetenervidasseparadas—.¿Quépasacontucamarilla?—preguntéenvozbaja.
—¿Quépasaconellos?—rechistó—.Porahoralosdejoensusitio,enlastorresdevigilanciayabordodemisnaves.Cualquiermensajequedebanenviar,queseloenvíenaSerena.Enmiausencia,ella
se loscomunicaráaArtimañas.Siconsideranquedeboenterarmedeello,puedenhabilitarme.—Hizounapausa—.Esotraclasedeinformaciónlaquebuscaréatravésdeti.Asuntosqueprefieromantenerenprivado.
Nuevas de su reina, pensé. Cómo utilizaba Regio sus poderes en ausencia de su hermano.Chismorreos e intrigas. En cierto sentido, trivialidades. Por otra parte, esos detalles aseguraban laposicióndeVeraz.Deseéporenésimavezsercapazdehabilitarcongarantíaspormímismo.Situvieraesafacultad,Veraznonecesitaríapedirmeesefavor.Podríallegarhastaélencualquiermomento.Perotal y como estaban cosas, el lazo de la Habilidad inducido por el contacto que habíamos practicadoduranteelveranoeranuestroúnicorecurso.GraciasaélpodíasaberquétranspirabaenTorredelAlcecuandoquisiera,yyopodíarecibirsus instrucciones.Vacilé,perosabíadeantemanoquecedería.Porlealtadhaciaélyhacia losSeisDucados,medije.NotantopormiansiadeHabilidad.Lomiréa losojos.—Loharé.
—Asabiendasdequeasíseempieza—dijo.Noeraunapregunta.Hastaesepuntopodíamosleeryaelunoenelotro.Nosequedóesperandomirespuesta—.Serétodolodiscretoquepueda—prometió.
Meacerquéaél.Levantóunamanoylaapoyóenmihombro.Verazvolvíaaestarconmigo,comonolohabíaestadoconscientementedesdeaqueldíaensuestudio,cuandomepidióquemeescudara.
Eldíadelapartidaamanecióapacible,muyfrío,peroelcielolucíaunprístinoazul.Veraz,fielasupalabra,habíaformadounséquitomuyreducido.Sehabíandespachadojinetesalamañanasiguientedelconsejoparaadelantarseyorganizarelalojamientoylasprovisionesenlasciudadesqueatravesarían.EstolespermitiríaatravesarvelocesyligerosgranpartedelosSeisDucados.
Cuandolaexpediciónsefueaquellafríamañanafuiyosolo,entretodoslospresentes,elúnicoquenodijoadiósaVeraz.Estabaacurrucadoenmimente,pequeñoycalladocomounasemillaalaesperadela primavera. Tan inadvertido, casi, como Ojos de Noche. Kettricken había decidido presenciar lapartidadesde lasalmenascubiertasdeescarchadel Jardínde laReina.Sehabíadespedidodeélconantelaciónesamañanayhabíaelegidoaquellaatalayaparaque,sirompíaallorar,nadiemalinterpretarasuslágrimas.YoestabaasuladoysoportabalaresonanciadeloquehabíanllegadoacompartirVerazyellaeneltranscursodelaúltimasemana.Mealegrabaporellayalmismotiempomeentristecíaqueloque tan recientemente había encontrado tuviera que serle arrebatado tan pronto. Caballos y hombres,animalesdecargayestandartesdoblaronfinalmenteunconjuntodelomasyseperdierondevista.Sentíentoncesalgoquemeprodujoescalofríos.Ella sondeaba trasélcon laMaña.Muydébilmente,cierto,pero fue suficiente para que, en algún rincón de mi cabeza,Ojos de Noche se sentara con los ojosencendidosypreguntara:¿Quéocurre?
Nada.Nadaquetengaqueverconnosotros,almenos—yañadí—:Prontovolveremosacazarjuntos,hermano,comonohemoscazadoenmuchotiempo.
Durantealgunosdíastraslapartidadelacabalgata,casirecuperémiantiguavida.MeasustabaqueBurrichacompañaraaVeraz.Comprendía loque lo impulsabaaseguira suReya laEspera,peromesentíaincómodamentevulnerableconlosdoslejos.Esodecíademimásdeloquemehubieragustadosaber.PerolaotracaradeesamonedaeraqueconBurrichfuerayconlapresenciadeVerazovilladoenmi mente, Ojos de Noche y yo por fin éramos libres de emplear la Maña tan abiertamente comoquisiéramos.Casicadamañanaestabaconél,amillasdelcastillo.CuandobuscábamosforjadosibaalomosdeHollín,aunqueéstanosesentíadeltodocómodacercadellobo.Alcabodeltiempoparecía
que hubiera menos de ellos y que ya ninguno se acercara a la zona. Pudimos cazar de nuevo pordiversión.Para eso viajaba a pie, pues podíamosdisfrutarmás de lamutua compañía de esamanera.Ojos de Noche aprobaba el desarrollo físico que se había operado en mí durante el verano. Aquelinvierno,porvezprimeradesdequemeenvenenaseRegio,volvíaasentirmedueñodemicuerpoymisfuerzas.LasvigorosasmañanasdecaceríasylashondashorasdelanochejuntoaMollyhabríanbastadopara llenar la vida de cualquier hombre. Las cosas sencillas como ésas poseen una cualidadcompletamentesatisfactoria.
Supongoquequeríaquemividafuerasiempreigualdesimpleyplena.Intentabahacercasoomisodelospeligros.Elprolongadobuen tiempo,medecía, regalaríaaVerazunbuencomienzopara suviaje.Aparté de mi mente la duda de que se pudiera producir alguna incursión de los corsarios mientrasestuviéramos tan desprotegidos. Asimismo evitaba a Regio y la repentina concatenación de eventossocialesquellenabanTorredelAlceconsusseguidoresymanteníanlasantorchasencendidashastatardeenelGranSalón.TambiénlapresenciadeSerenayJustineramáspalpableenTorredelAlce.Nuncaentrabaenunasalaenlaqueestuvieranellos,peroesonomeimpedíasentirlosdardosdesurepulsa.Empecé a evitar los lugares comunes por la noche, donde podría encontrarme con ellos o con losinvitadosdeRegio,quedesbordabannuestracortedeinvierno.
AúnnohacíadosdíasquesehabíaidoVerazcuandooírumoresdequeelverdaderopropósitodesuviajeeralabúsquedadelosVetulus.NopodíaatribuírselosaRegio.LosseleccionadosporVerazsabíancuálerasuverdaderamisión.Burrichlohabíaaveriguadoporsisolo.Siélhabíapodido,podríanotros,comopodríanairearlo.Perocuandoescuchéadosmozosdelasdespensasreírsede«lalocuradelreyArtimañas y la ingenuidad del príncipe Veraz», sospeché que el artífice de las burlas era Regio. LaHabilidaddeVerazlohabíaconvertidoenunrecluso.Lagentesepreguntabaquéhacíatantotiemposoloensutorre.Sí,sabíanquehabilitaba,peroesonoteníaelsuficientealicienteparaloscotillas.Sumiradapreocupada,susextrañoshorariosdesueñoycomida,susilenciosodeambularporelcastillomientraslosdemásdormíaneramejortrigoparaesemolino.¿Habríaperdidolacabezaysehabíaidoempujadoporlalocura?LaespeculaciónhabíaarraigadoyRegioleproporcionabasuelofértil.Encontrabaexcusasypretextosparatodotipodebanquetesyreunionesdelosnobles.ElreyArtimañasraravezsesentíalobastante bien para asistir y Kettricken no disfrutaba en compañía de los bribones lenguaraces queadulaban a Regio. Yo era lo bastante prudente para mantenerme al margen. Sólo tenía a Chade pararezongarsobreelcostedeesasfiestascuandoRegiohabíainsistidoenqueapenassihabíafondosparasufragarlaexpedicióndeVeraz.Chadeselimitabaasacudirlacabeza.
El anciano se había vuelto más reservado últimamente, incluso conmigo. Tenía la desagradablesensacióndequeChademeocultabaalgo.Lossecretosensínoerannadanuevo.Elviejoasesinoestabarodeado de secretos. Era sólo que no lograba evitar la sensación de que ese secreto en concretomeatañía directamente.No podía preguntárselo sinmás, pero lo vigilaba. Su banco de trabajomostrabaindiciosdemuchaactividadrealizadaenmiausencia.Lomáscuriosoeraquetodoeldesordenasociadocon esa actividad se recogíameticulosamente antes de que yo apareciera. Eso era extraño.Me habíapasadoañoslimpiandosustrastosysus«utensiliosdecocina».Elqueahoraprefirieraponerordenporsu cuenta seme antojaba o bien una reprimenda pormi labor o bien un intento por ocultarme lo queestuvierahaciendo.
Sin poderlo remediar, lo observaba atentamente siempre que podía. No descubrí nada sobre su
secreto, pero sí muchas cosas que antes había pasado por alto. Chade estaba envejeciendo. Lasacogedorasveladassentadofrenteasuchimeneayanomitigaban larigidezque imprimíael fríoasushuesos.EraelhermanastromayordeArtimañas,bastardoigualqueyo,ypeseasuenvaramientoseguíapareciendoelmásjovendelosdos.Peroahorasosteníalospergaminosmáslejosdesunarizcuandoleíayevitabaalcanzarcualquiercosaqueestuvieraporencimadesucabeza.Apreciaresoscambiosenéleratandolorosocomosaberquemeocultabaunsecreto.
Veintitrésdíasdespuésde lamarchadeVeraz, regresédeunamañanadecazaconOjosdeNocheparaencontrarTorredelAlcealborotada.Dabalasensacióndeserunhormigueroenfebrecido,aunquesufrenéticaactividadcarecíadepropósito.BusquédirectamenteaPeroly lepreguntéquéocurría.Lacocina de cualquier castillo es el corazón de su fábrica de rumores, por detrás sólo de la sala deguardias.EnTorredelAlce,lashabladuríasdelacocinasolíansermásacertadas.
—Vinoun jinete,conelcaballocasi reventado.DijoquehanasaltadoFerry.El fuegohaarrasadocasi toda la ciudad. Setenta personas forjadas. Cuántos muertos, se desconoce todavía. Y más quemorirán, desguarecidos con este frío.Tresbarcos cargadosde corsarios, dijo elmuchacho.Fue averdirectamenteaRegio,síseñor,einformó.ElpríncipeRegiolomandóaquíparaquecomieraalgo;ahoraestáenlasaladeguardias,dormido.—Bajólavoz—.Elchavalharecorridotodaesadistanciaélsolo.Conseguíacaballosde repuestoen lasciudadesqueatravesaba, siguiendo lacarreterade lacosta, sindejarquenadiemástrajeraestemensajeensulugar.Medijoqueacadatramoesperabaencontrarseconuncontingentedeayudaencamino,quealguienledijeraqueyaestabanenteradosyquehabíanzarpadolosbarcos.Peronada.
—¿DesdeFerry?Entonceshabránpasadoalmenoscincodíasdesdequeocurrió.¿Porquénosehanencendidolosfuegosdelastorresdeseñales?—pregunté—.¿PorquénosehanenviadoavesmensajerasaGaviotasySedimentos?ElRey a laEsperaVerazdejóunbarcopatrulla en esa zona.Lapatrullerahabríavisto la luzdesdeGaviotasoFerry.Yhayunmiembrode lacamarilla,Will,en laTorreRoja.Deberíahabervistolahogueradeseñales.Deberíahabernosavisado,avisaraSerena.¿Cómoesposiblequenonosenteráramosantes,quenosupiéramosnadadetodoesto?
Perolbajóaúnmáslavozyaplastósignificativamenteelpuñadodemasaqueestabaaplastando.—El chico dijo que las balizas estaban encendidas, en Ferry y enCiudad delHielo.Dice que se
enviaronavesaGaviotas.Noacudióningúnbarco.—Entonces,¿porquénonoshabíamosenterado?—Inspiréprofundamenteydejéaunladomirabia
inútil. Enmi interior sentí una leve traza de preocupación de Veraz. Demasiado débil. El lazo de laHabilidadseestabadisolviendo,justocuandoyodeseabaquefueramásfuerte—.Enfin,supongoquedenadasirvehacerseesaspreguntasahora.¿QuéhahechoRegio?¿HaenviadoelRurisk?Ojalá hubieraestadoallíparaacompañarlos.
Perolsoltóunbufidoydejódeamasaruninstante.—Puescorreyllegarásatiempo.Nosehahechonada,nosehaenviadoanadie,queyosepa.Nise
ha enviadoni se va a enviar.Nadie.Ya sabesquenomegustan los chismes,Traspié, pero lo que serumorea es que el príncipe Regio estaba al corriente. Cuando llegó el muchacho, oh, el príncipe semostrótanamable, tancomprensivoqueloscorazonesdelasdamassederretían.Unplatocaliente,unabrigo nuevo, unas monedas por las molestias. Pero dijo al chico que ya era demasiado tarde. Loscorsariossehabríanidohacíatiempo.Noteníasentidoenviarunbarcoahora,osoldados.
—Demasiadotardeparapelearconloscorsarios,talvez.PeroquéhaydelosquemadosenFerry?Unequipodetrabajadoresqueayudenarepararlascasas,unoscarrosdealimentos...
—Dice que no hay dinero para eso. —Perol masticó cada palabra por separado. Empezó adesmenuzar lamasa en rollitosy aprensarlospor separadoparameterlos en el horno—.Diceque eltesoroseconsumióenlaconstruccióndelosbarcosylacontratacióndesustripulantes.DicequeVerazempleólopocoquequedabaparaprepararsuexpediciónenbuscadelosVetulus.—Esaúltimapalabrafueunpozodedesdén.Perolhizounapausapara limpiarse lasmanos en el delantal—.Luegoque losentía.Quelosentíadeveras.
Unarabiafríaserevolvióenmiinterior.DiunapalmadaenelhombroaPerolyleaseguréquetodoiría bien. Aturdido, salí de la cocina y me dirigí al estudio de Veraz.Me detuve frente a la puerta,tanteando.Un atisbo nítido de lo que se proponíaVeraz.Al fondo de un cajón encontraría un antiguocollar de esmeraldas engarzadas en oro. Había pertenecido a la madre de su madre. Bastaría paracontratarhombresycomprarcerealesquellevaríanconsigo.Abrílapuertaymedetuveenseco.
Verazeraunhombredesordenadoyhabíapreparadoelequipajeconprisas.Charimsehabíaidoconél;nohabíavenidoalimpiartrassumarcha.Peroaquellonoeraobradeningunodeellos.Alosojosdecualquierotrapersona,probablementetodoestaríaensusitio.PeroyoveíalaestanciaconmispropiosojosyconlosdeVeraz.Lahabíanregistrado.Quienquieraquelohubierahechonosehabíapreocupadode ocultar sus huellas, o conocía muy bien a Veraz. Todos los cajones estaban cerrados, todos losarmariosintactos.Lasillaestabarecogidajuntoalamesa.Estabademasiadoordenado.Sindemasiadasesperanzas,medirigíalcajónyloabrí.QuizáselmismodesordendeVerazlohubierasalvado.Yonohabría buscado un collar de esmeraldas debajo de un baturrillo formado por una espuela vieja, unahebilla de cinturón rota y un trozo de cornamenta parcialmente convertido en la empuñadura de uncuchillo.Peroestabaallí,envueltoenuntrapo.Habíavariosobjetosmás,pequeñosperovaliosos,quesacar de la habitación.Mientras los recogíamepreguntaba: si no se los habían llevado, ¿qué sentidoteníaelregistro?Sinobuscabanobjetosdevalor,¿entoncesqué?
Ordenémetódicamenteunadecenademapasdepapelvitelaymedispuseadescolgarvariosmásdela pared. Mientras enrollaba uno con cuidado entró Kettricken sin hacer ruido. Mi Maña me habíaadvertidodesupresenciaaunantesdequehubieratocadolapuerta,demodoquelevantélacabezaparamirarla a los ojos sin mostrar sorpresa. Resistí la oleada de emoción procedente de Veraz que meembargó.Suvisiónparecíafortalecerloenmiinterior.Estabaencantadora,pálidaygrácilensutúnicadesuavelanaazul.Semecortólarespiraciónyvolvíelrostro.Meobservabaconexpresióninterrogante.
—Verazqueríaquemellevaratodoestomientrasélestáfuera.Lahumedadpuedeestropearlosyestahabitaciónraravezsecaldeacuandonoestá—expliquémientrasterminabadeenrollarelmapa.
Asintió.—Estahabitaciónparece tanvacíay tanfríasinél...Noessóloporque lachimeneaestéapagada.
Faltasuaroma,sudesorden...—¿Habéisvenidoalimpiar?Intentéformularlapreguntaconindiferencia.—¡No!—serió—.Silointentaraacabaríaconelpocoordenquemantieneélaquí.No,lodejarétal
ycomoestabacuandosefue,hastaqueregrese.Quieroquevuelvaacasayencuentrecadacosaensusitio.—Sepusoseria—.Peroestecuartoeslamenordemispreocupaciones.Enviéunpajeabuscarte
estamañana,perohabíassalido.¿TehasenteradodelodeFerry?—Sólodelosrumores—respondí.—Entoncessabestantocomoyo.Nomehanllamado—dijoconvozglacial.Cuandosevolvióhacia
mí,habíadolorensusojos—.MeenterédecasitodograciasaladyModestia,quehabíaoídoalcriadodeRegio hablando con su doncella.Los guardias buscaron aRegio para informarle de la llegada delmensajero.¿Nodeberíanhabermebuscadoamí?¿Esquenomeconsideransureina?
—Alteza—le recordéconamabilidad—.A todos losefectos, se tendríaquehabercomunicadoelmensajedirectamenteaArtimañas.Sospechoqueasífue,yloshombresdeRegio,quevigilanlapuertadelrey,loavisaronaélenvezdeavos.
Irguiólacabeza.—Entalcaso,habráqueponerremedioaeso.Puedenjugardosaeseestúpidojuego.—Mepreguntosisehabránextraviadomásmensajesdelmismomodo—especuléenvozalta.Susojosazulessetornarongrisesyfríos.—¿Aquéterefieres?—Lasavesmensajeras,losfuegosdeseñalización.UnmensajedeHabilidaddesdeWillenlaTorre
RojaaSerena.AlmenosunadeesascosasdeberíahabernosservidoparacomunicarnosqueFerryestabasiendoatacada.Unapuedefallar,¿perolastres?
Kettrickenpalidecióyextrajolaconclusiónlógica.—ElduquedeOsornocreeráquehicimoscasoomisodesullamadadeauxilio.—Setapólaboca
conunamano.Susurróentresusdedos—:¡EsunatraiciónparadifamaraVeraz!—Abriómucholosojosysiseódepronto—:¡Nopodemosconsentirlo!
Diomediavueltaycorrióhacialapuerta.Cadaunodesusmovimientosdelatabalafuriaquesentía.Mecostóinterceptarladeunsalto.Apoyélaespaldaenlapuertaylamantuvecerrada.
—¡Milady,alteza,osloruego,esperad!¡Esperadypensad!—¿Quéhayquepensar?¿Cuáleslamejormaneradedesvelarestaperfidia?—Enestecasonoestamosenlaposiciónmásventajosa.Pensadconmigo.Creéis,aligualqueyo,que
Regiodebíadesaberalgodeestoyguardósilencio.Peronotenemospruebas.Ningunaenabsoluto.Ypuede que estemos equivocados. Tenemos que andarnos con cuidado, no sea que provoquemosdisensiones innecesarias. La primera persona con la que debemos hablar es con el rey Artimañas.Veamossiestabaalcorrientedealgodeesto,sihadadopermisoaRegioparahablarensunombre.
—¡Élnoharíatalcosa!—declaróenfadada.—A menudo no es el que era —le recordé—. Pero es él, y no vos, quien debe amonestar
públicamenteaRegio,siesquedeseahacerloenpúblico.Siospronunciáisensucontrayluegoelreyloapoya, losnoblesverána losVatídicocomounacasadividida.Yahaydemasiadasdudasydiscordiassembradasentreellos.Noesésteelmomentoadecuadoparaponeralosducadosterralesencontradeloscosteros,enausenciadeVeraz.
Sedetuvo.Vique todavía temblabade rabia,peroalmenosmeestabaescuchando.Cogióaliento.Sentíquesetranquilizaba.
—Poresotehadejadoaquí,Traspié.Paraquemehagasverlascosas.—¿Cómo?Fuiyoelquesesobresaltóestavez.
—Penséquelosabías.Tehabráspreguntadoporquénotepidióqueloacompañaras.Fueporqueyolepreguntéenquiéndeberíaconfiarcomoconsejero.Medijoqueconfiaraenti.
¿SehabíaolvidadoVerazdelaexistenciadeChade?AltiempoquemelopreguntabacomprendíqueKettrickennosabíanadadeChade.Debíadesaberqueyoharíadeintermediario.SentíenmiinteriorlaaquiescenciadeVeraz.Chade.Siempreenlasombra.
—Piensaconmigootravez—merogó—.¿Quésucederáluego?Teníarazón.Éstanoeraunaeventualidadaislada.—Tendremos visita. El duque de Osorno y sus nobles. El duqueMazas no es alguien que envíe
emisariosporunasuntocomoéste.Vendráenpersonayexigirárespuestas,ytodoslosducadoscosterosescucharánloqueselediga.Sucostaeslamásexpuestadetodas,salvoladeGama.
—En ese caso deberemos darle respuestas dignas de escucharse—declaró Kettricken. Cerró losojos.Se llevó lasmanos a la frenteunmomentoy luego se apretó lasmejillas.Comprendí el enormeesfuerzoquehacíapormantenerelcontrol.Dignidad,sedecía,calmayracionalidad.Inspiróyvolvióamirarme—. Voy a ver al rey Artimañas —anunció—. Le preguntaré acerca de todo esto. Toda estasituación.Lepreguntaréquépiensahacer.Eselrey.Tienequereafirmarsuposición.
—Mepareceunasabiadecisión—ledije.—Deboirsola.Simeacompañas,siestássiempreamilado,meharáparecerdébil.Podríadarpiea
rumoresdecismaenelreino.¿Locomprendes?—Desdeluego.AunqueanhelabaescucharconmispropiosoídosloqueledijeraArtimañas.Indicólosmapasyobjetosquehabíaordenadoenunamesa.—¿Tienesunlugarseguroparatodoeso?LosaposentosdeChade.—Sí.—Bien.Hizounademánymedicuentadequeseguíacerrándoleelpaso.Mehiceaunlado.Cuandopasóa
miladomeenvolvióporunmomentosuperfumedezumaque.Semeaflojaronlasrodillasymaldijeeldestino que enviaba esmeraldas a reconstruir casas cuando deberían adornar aquel cuello tan esbelto.Perotambiénsabía,ymeenorgullecía,quesiselaspusieraenlasmanosenesemomentoellainsistiríaenqueseemplearanenlareconstruccióndeFerry.Melasguardéenunbolsillo.Quizálograrasuscitarlairadel reyArtimañasyésteexprimiera lasmonedasde lasbolsasdeRegio.Quizá,cuando regresara,esasesmeraldaspudieranacariciartodavíaaquellapielcálida.
SiKettrickenhubieramirado atrás, habría visto alTraspié ruborizadopor los pensamientos de sumarido.
Bajéalosestablos.Eraunlugarquesiempremeproporcionabatranquilidady,conBurrichlejos,mesentíaunpocoobligadoaecharleunvistazodevezencuando.NoesqueManoshubieradadoseñalesdenecesitarmiayuda.Perocuandomeacerquéalascuadrasestavezhabíaungrupodehombresdelantedeellas y se escuchaban voces airadas. Un caballerizo de corta edad se columpiaba de la brida de uninmenso caballode tiro.Un joven algomayor tironeabadeuna anilla sujeta a las riendasdel animal,intentandoapartaralcaballodelpequeño,antelamiradadeunhombrevestidoconloscoloresdeHaza.Elanimal,denaturalplácido,seresentíadelostirones.Alguienibaasalirlastimadodeunmomentoa
otro.Memetíenmediosindemorayarrebatéelbocadoalsobresaltadomuchachoaltiempoquesondeaba
conciliadorhacialanoblebestia.Nomereconociócomohabríahechoantaño,peroseserenó.—¿Quéocurreaquí?—preguntéalcaballerizo.—LlegaronysacaronaMogotedesucajón.Sinpreguntarsiquiera.Meocupodeesecaballotodos
losdías,peronisiquierasemolestaronendecirmequéestabanhaciendo.—Tengoórdenes...—empezóelhombrequesehabíalimitadoahacerdeespectador.—Estoyhablando—loatajé,ymevolvíhaciaelmuchacho—.¿TehaencargadoManosalgoconcreto
conrespectoaestecaballo?—Sólolodesiempre.El jovenestabaalbordedel llantocuando lleguéalescenariode lacontienda.Ahoraque teníaun
aliadoenpotencia,hablabaconmásconfianza.Seenderezóymemiróalosojos.—Entonces está bien claro. Este caballo vuelve a su compartimiento hasta que Manos diga lo
contrario.Ningún animal sale de las cuadras de Torre delAlce sin el consentimiento delmaestro decaballerizas.
Elmuchachonohabía soltado enningúnmomento las correasdeMogote.Dejé las riendas en susmanos.
—Esopensabayo,sir—medijo,contento.Girósobresustalones—.Gracias,sir.Vamos,Mogotillo.Eljovensefueconelenormecaballocaminandoplácidamentetrasél.—Tengo órdenes de llevarme ese animal. El duque Carnero de Haza quiere que sea enviado río
arribadeinmediato.ElhombrevestidoconloscoloresdeHazasedirigíaamíresoplandoconfuerza.—Conqueesoquiere,¿verdad?¿Yselohacomentadoanuestromaestrocaballerizo?Estabasegurodequeno.—¿Quéestápasando?ÉsteeraManos,queveníacorriendoconlasorejasylasmejillassonrosadas.Resultaríacómicoen
cualquierotrapersona.TratándosedeManos,sabíaqueestabaenfadado.ElhombredeHazaseirguió.—¡Estehombre,yunodetusmozosdecuadra,sehanentrometidocuandoveníamosasacarnuestra
propiedaddelosestablos!—declaróconvozaltanera.-MogotenoespropiedaddeHaza.Nacióaquímismo,enTorredelAlce.Haceseisaños.Yoestaba
presenteenelparto—señalé.Elhombremedirigióunamiradacondescendiente.—Nohablabacontigo.Estoyhablandoconél.SeñalóaManosconelpulgar.—Tengo nombre, sir —acotó Manos fríamente—. Manos. Represento la figura del maestro
caballerizo mientras Burrich acompaña al Rey a la Espera Veraz. Él también tiene nombre. TraspiéHidalgo.Me echa unamano de vez en cuando. Está cualificado para opinar sobre los asuntos demiestablo. Al igual que mi mozo de cuadra. En cuanto a vos, si tenéis nombre, lo desconozco. Comodesconozcoporquémotivodeberíaisestarenmiestablo.
BurrichhabíaaleccionadobienaManos.Cruzamosunamirada.Alunísono,nosdimoslavueltaynos
encaminamoshacialacuadra.—MellamoChuzo,mozodecuadradelduqueCarnero.Esecaballohasidovendidoamiseñor.Yno
sóloél.Tambiéndosyeguasmanchadasyuncastrado.Tengoaquílospapeles.CuandonosgiramosdespacioelhombredeHazasacóunpergamino.Semeencogióelcorazónalver
unpegotedecerarojaimpresoconelsellodeGama.Parecíaauténtico.Manoslocogióconrecelo.Medirigióunamiradadereojoymecoloquéasulado.Noeradeltodoanalfabeto,peroporlogeneralleereraunatareaarduaparaél.Burrichhabíaintentandoenseñarle,perolasletrasnoleentrabanenlacabezacon facilidad. Eché un vistazo por encima de su hombro cuando desenrolló el pergamino y empezó aestudiarlo.
—Estábastanteclaro—dijoelhombredeHaza.Tendiólamanohaciaelpergamino—.¿Queréisqueoslolea?
—Notemolestes—ledijemientrasManosvolvíaaenrollareldocumento—.Loquehayahíescritoestátanclarocomoloqueno.LofirmaelpríncipeRegio.PeroMogotenoessucaballo.Él,igualquelasyeguasyelcastrado,soncaballosdeTorredelAlce.Sóloelreypodríavenderlos.
—ElReyalaEsperaVerazestálejos.ElpríncipeRegiolorepresenta.ApoyéunamanoenelhombrodeManosparacontenerlo.—ElReyalaEsperaVerazestámuylejos,cierto.PeroelreyArtimañasno.NitampocolaReinaala
EsperaKettricken.SerequeriríalafirmadecualquieradeellosparavenderuncaballodelosestablosdeTorredelAlce.
Chuzorecuperósupergaminoyexaminólafirma.—Bueno,lafirmadelpríncipeRegiotendríaquebastaros,conVerazausente.Afindecuentas,todo
elmundosabequeelviejoreysepasaeldíaconlacabezaenlasnubes.YKettricken,enfin...noesdelafamilia.Nodeltodo.Asíque,conVerazlejos,Regioes...
—Elpríncipe—recalquéconvozseca—.Decirmenosdeélseríaunatraición.Comoloseríadecirqueeselrey.Olareina.Cuandonoloes.
Dejéquelaamenazaimplícitacalaraensumente.Nopensabaacusarlodirectamentedetraición,puesesolecostaríalavida.NisiquieraunasnopomposocomoChuzosemerecíamorirtansóloporrepetirloquesindudacacareabasuamoenvozalta.Vicómosedesorbitabansusojos.
—Nopretendía...—Nohashechonadairreparable.Siempreycuandorecuerdesquenosepuedecompraruncaballoa
quiennoessudueño.EstoscaballossondeTorredelAlceysudueñoeselrey.—Desdeluego—titubeóChuzo—.Alomejoreselpapelequivocado.Seguroquesehaproducido
algúnerror.Informaréamiseñor.—Sabiaelección—dijoManos,recuperandosuautoridad.—Bueno,puesandando.Chuzo se volvió hacia su zagal y le propinó un empujón. El pequeño nos fulminó con la mirada
mientras seguía lospasosde su señor.Nopodíaculparlo.Chuzoerade losque tienenquedar riendasueltaasumalgeniodealgunamanera.
—¿Túcreesquevolverán?—mepreguntóManosenvozbaja.—Oeso,oRegiotendráquedevolversudineroaCarnero.Consideramosensilenciocuántasposibilidadeshabíadequeocurrieratalcosa.
—Enfin.¿Quéhagocuandoaparezcandenuevo?—SisólotraelafirmadeRegio,nada.SilofirmaelReyolaReinaalaEspera,dalesloscaballos.—¡Unadeesasyeguasestápreñada!—protestóManos—.Burrichtienegrandesplanesparaelpotro.
¿Quémedirásivuelveynoestánesoscaballos?—Tenemos que recordar siempre que esos caballos pertenecen al rey. No te culpará por haber
obedecidounaorden.—Estonomegusta.—Memiróconojosansiosos—.CreoqueestonopasaríasiestuvieraBurrich
aquítodavía.—Yocreoquesí,Manos.No tecargues lasculpas.Dudoqueestosea lopeorquevayamosaver
antesdequeacabeelinvierno.Peroavísamesiregresan.Asintió con gesto serio y me fui, frustrada mi visita a los establos. No quería pasear por
compartimientosypreguntarmecuántosdeaquelloscaballosseguiríanallícuandoterminaraelinvierno.Crucéelpatiodespacio,entréeneledificioysubílasescalerasendirecciónamicuarto.Medetuve
enelrellano.¿Veraz?Nada.Yopodíasentirsupresenciadentrodemíyélpodíatrasmitirmesuvoluntadyavecesinclusosuspensamientos.Peroaunasí,cadavezqueintentaballegarhastaél,noencontrabanada.Mefrustraba.Conquepudierahabilitarconseguridad,nadadeesoestaríaocurriendo.MaldijeaGalenoytodoloquemehabíahecho.TeníalaHabilidadyélmelahabíaarrancadodecuajo,dejándomeconesepequeñoposoimpredecible.
Pero ¿y Serena? O Justin, o cualquiera de los demásmiembros de la camarilla. ¿Por qué no losempleabaVerazparaestaraldíadeloqueacontecíayhacersabersuvoluntad?
Tuveunescalofrío.LasavesmensajerasdeOsorno.Lasbalizas,loshábilesenlastorres.Todaslaslíneas de comunicación dentro del reino y con el rey parecían funcionar con problemas. Eran lo quemanteníaunidosalosSeisDucadosynosconvertíaenunreino,ynoenunasimplealianzaentreduques.Ahora,entiemposdeincertidumbre,lasnecesitábamosmásquenunca.¿Porquéestabanfallando?
ReservélapreguntaparaplanteárselaaChadeyrecéparaquemellamarapronto.Nomeconvocabatan amenudo como antes y tenía la impresión de queme impartíamenos consejos que en el pasado.Bueno,¿acasonolohabíaexcluidotambiényodemivida?Quizáloquesentíasólofueseunreflejodetodos los secretos que le ocultaba. Quizá fuese el distanciamiento natural que se producía entre losasesinos.
LleguéalapuertademicuartoenelprecisoinstanteenqueRomeroacababadellamar.—¿Mebuscabas?—lepregunté.Ensayóunasolemnereverencia.—Sualteza,laReinaalaEsperaKettricken,requierevuestrapresenciaconlamayorbrevedad.—Esoquieredecirquevayacorriendo,¿no?Intentabaarrancarleunasonrisa.—No.—Memiróconelceñofruncido—.Hedicho«conlamayorbrevedad»,sir.¿Noescorrecto?—Síqueloes.¿Quiéntehaestadoenseñandotantosmodales?Exhalóunhondosuspiro.—Cerica.—¿YahavueltoCericadesusviajesdeverano?—¡Volvióhacedossemanas,sir!
—¡Vaya,perosinomeenterodenada!Lapróximavezqueloveameasegurarédedecirlelobienqueteexpresas.
—Gracias,sir.Renunciando a su estudiado decoro, llegó patinando a lo alto de la escalera.Oí cómo bajaba los
escalonesalgalope.Quéchiquillamásencantadora.NomeextrañaríaqueCericaestuvieraadiestrándolapara ejercer de mensajera. Era una de sus responsabilidades como escribano. Entré en mi cuarto unmomentoparaponermeunacamisa limpiay luegomedirigía losaposentosdeKettricken.Llaméa lapuertaymeabrióRomero.
—Estodalabrevedadquepudeencontrar—ledije,yestavezmevirecompensadoconloshoyuelosdesusonrisa.
—Adelante,sir.Lediréamiseñoraqueestáisaquí—meinformó.Señalóunasillaydesaparecióenlacámarainterior.Oíunmurmulloquedodevocesfemeninas.A
travésdelapuertaabiertalasatisbécosiendoyconversando.LareinaKettrickenladeólacabezaparaescucharloqueledecíaRomeroysedisculpóparasalirarecibirme.
Latuveantemíenunmomento.Poruninstantemelimitéacontemplarla.Elazuldesutúnicahacíajuego con el azul de sus ojos. La luz de finales de otoño que penetraba el cristal verticilado de lasventanassereflejabaensuscabellosdorados.Comprendíquemehabíaquedadopasmadoyagaché lacabeza.Meerguídeinmediatoehiceunareverencia.Noesperóaqueterminaradeincorporarme.
—¿Hasidoaveralreyhacepoco?—preguntósinpreámbulos.—Haceyadíasqueno,mireina.—Entoncestesugieroquevayasestamismanoche.Estoymuypreocupadaporél.—Comodeseéis,mireina.Esperé.Sindudanoeraesoporloquemehabíaordenadollamar.Alcabo,suspiró.—Traspié.Aquímesientomássolaquenunca.¿NopuedesllamarmeKettrickenytratarmecomoa
unapersonanormalporunmomento?Susúbitocambiodetonomepillódesprevenido.—Naturalmente—repliqué,aunquemivozerademasiadoseria.Peligro,susurróOjosdeNoche.¿Peligro?¿Cómo?Noestuhembra.Eslahembradellíder.Eracomopalparconlalenguaundientecariado.Aquellacertidumbremeestremeció.Habíapeligro,
sí,yharíabienenguardarme.Eramireina,peroyonoeraVerazyellanoeramiamor,no importabacuántosemeaceleraraelcorazónalverla.
Perosíeramiamiga.MelohabíademostradoenelReinodelasMontañas.Ledebíaelconsueloquesedebenlosamigos.
—Fui aver al rey—mecontó.Me indicóqueme sentaray se acomodó frente amídelantede lachimenea. Romero cogió su taburete en miniatura para sentarse a los pies de Kettricken. Aunqueestábamos solos en la estancia, la reina bajó la voz y se inclinó haciamí para hablar—.Le preguntédirectamenteporquénosemehabía informadode la llegadadel jinete.Pareció sorprenderseantemipregunta. Pero antes de que pudiera responder nada, entró Regio. Era evidente que había venido
corriendo.Comosialguiensehubieraapresuradoadecirlequeyoestabaallíyélhubiesedejadoloqueteníaentremanosparainterrumpirnos.
Asentíconelrostroserio.—Meimpidióhablarconel reye insistióenexplicármelotodoamí.Afirmabaqueel jinetehabía
sidoconducidodirectamentealacámaradelreyyqueélsehabíaencontradoconelmensajerocuandovenía a visitar a su padre. Envió al muchacho a descansar mientras él hablaba con el rey. Y juntosdecidieronqueahoranoeraelmomentodehacernada.LuegoArtimañasleencargóanunciarladecisiónalmuchachoyalosnoblesreunidos,yexplicarleselestadodelasarcasreales.SegúnRegio,estamoscasi al borde de la ruina y hay que mirar hasta el último penique. Osorno debe ocuparse de lososornenses,medijo.Ycuando lepregunté si lososornensesnoeranciudadanosde losSeisDucados,respondióqueOsornosiemprehabíasidomásomenosindependiente.Noeralógico,dijo,esperarqueGamavigilaraunacostaquequedatanalnorteyestanlarga.Traspié,¿sabíasquelasIslasCercanashansidocedidasrecientementealoscorsarios?
Mepusedepiecomounaexhalación.—¡Séqueesoesmentira!—exclaméindignado.—Regioafirmaqueescierto—continuóKettricken, implacable—.DicequeVerazhabíadecidido
antesdepartirquenohabíaningunaesperanzademantenerlasasalvodeloscorsarios.YqueporesoordenóregresaralaConstancia.DicequeVerazhabilitóaCarrod,elmiembrodelacamarillaabordodelbarco,paraordenarquelanaveregresaraapuertoyseiniciaransuslaboresdereparación.
—Esebarcosereparójustodespuésdelacosecha.LuegozarpóparapatrullarlacostaentrelaBahíadelosSedimentosyGaviotas,yparaestarpreparadoencasodequelasIslasCercanasreclamaransuayuda.Esloquehabíapedidosucapitán;mástiempoparapracticarlanavegaciónenaguasdeinvierno.Veraznodejaríaesafranjadecostasinvigilancia.SiloscorsariossehacenfuertesenlasIslasCercanas,jamásnoslibraremosdeellos.Podránsaqueareninviernoigualqueenveranodesdeallí.
—Regioaseguraqueesoesprecisamenteloqueyaestánhaciendo.Dicequenuestraúnicaesperanzaconsisteenpactarconellos.
Susojosazulesescrutaronmirostro.Volvíasentarmedespacio,casiaturdido.¿Podíaserciertoalgodetodoaquello?¿Cómoeraposible
quenomehubieraenteradodenada?LapresenciadeVerazenmiinterioreraunreflejodemiturbación.Tampocoélestabaalcorriente.
—NocreoqueelReyalaEsperatendierajamáslamanoaloscorsarios.Salvoqueenellaempuñarasuespada.
—Entonces,¿seguroquenoesunsecretoquesemehabíaocultadoparanopreocuparme?EsoeraloquedioaentenderRegio,queVerazmeocultaríaesossecretosporconsiderarqueyoseríaincapazdecomprenderlos.
Había un temblor en su voz. El hecho de que las Islas Cercanas hubieran podido rendirse a loscorsarios sobrepasaba su iray seadentrabaeneldolorpersonalque le infligíapensarque sumaridopudieraconsiderarlaindignadesuconfianza.Anhelabaabrazarlayconsolarlacontantaintensidadquesemeencogíanlasentrañas.
—Milady—dije convoz ronca—.Aceptadestaverdaddemis labios comosi salieradebocadeVeraz. Todo esto es tan falso como vos noble. Encontraré el fondo de esta red de mentiras y lo
desgarraré.Yaveremosquétipodepescadoaparece.—¿Puedotenerlaseguridaddequellevarásestoacabocondiscreción,Traspié?—Milady,soisunadelaspocaspersonasquesabehastaquépuntosemehaentrenadoparaestetipo
demisionesencubiertas.Asintiósolemnemente.—Elrey,entiéndelo,nonegónada.PerotampocoparecíaseguirelhilodeloquedecíaRegio.Era...
comounniñoescuchandolaconversacióndelosmayores,asentíaperocomprendíapoco...DedicóunamiradacariñosaaRomero,sentadaasuspies.—Iréavertambiénalrey.Osprometoqueprontotendrérespuestasparavos.—AntesdequellegueelduqueOsorno—meadvirtió—.Deboconocerlaverdadparaesemomento.
Ledeboesoalmenos.—Ledaremosalgomásquelaverdad,alteza—leprometí.Lasesmeraldaspesabanenmibolsa.SabíaqueaKettrickennoledaríapenadesprendersedeellas.
Contratiempos
DurantelosañosqueduraronlasincursionesdelosCorsariosdelaVelaRoja,losSeisDucadossufrieron considerablemente sus atrocidades. El pueblo de los Seis Ducados aprendió en aquellaépocaaodiaralosmarginadosconmásenconodelquehubieranexperimentadoantes.
En tiempos de sus padres y sus abuelos, los marginados se habían dedicado al comercio y lapiratería. Las incursiones eran llevadas a cabo por navíos solitarios.No nos enfrentábamos a una«guerra»desaqueosparecidadesdelostiemposdelreySapiencia.Aunquelosataquespiratasnoeraninusitados,seguíansiendomenosinfrecuentesqueelacercamientodebarcosmercantesmarginadosanuestras orillas. Los lazos de sangre de las familias nobles con los marginados se reconocíanpúblicamenteymásdeunafamiliateníaalgún«primo»enlasIslasdelMargen.
PerodespuésdelassalvajesincursionesqueprecedieronalaForjaylasatrocidadesdelforjado,seinterrumpierontodaslasconversacionesdepazconlasIslasdelMargen.Susnavessiemprehabíanestado más dispuestas a visitar nuestras orillas que nuestros comerciantes a buscar sus puertoscuajadosdehieloylasrápidascorrientesdesuscanales.Ahoraelcomerciocesóporcompleto.Porconsiguiente,nuestrasgentesnosupieronnadadesusparientesmarginadosmientrasdurólaplagadelasVelasRojas.«Marginado»seconvirtióensinónimode«corsario»y,ennuestraimaginación,todoslosbarcosmarginadosteníanlasvelaspintadasderojo.
Pero hubo alguien, Chade Estrellafugaz, consejero personal del rey Artimañas, que asumió elriesgodeviajara las IslasdelMargenenaquellosdíasde tantopeligro.Desusviajessabemos losiguiente:
ElnombredeKebalGanapánnisiquieraseconocíaenlosSeisDucados.EnlasIslasdelMargenera un nombre que no se pronunciaba en voz alta. Los habitantes independientes de las aldeasdispersasyaisladasdelasIslasdelMargennuncahabíandebidovasallajeaningúnrey.NoesqueKebalGanapánfueraconsideradounrey.Eramásbienunafuerzadestructiva,comoelvientoheladocapazdecubrirdehielolosaparejosdeunbarcodetalmaneraqueterminayéndoseapiqueenmenosdeunahora.
Las pocas personas que encontré sin miedo a hablar me dijeron que Kebal había amasado supodersojuzgandoalospiratasybarcoscorsariosindividuales.Conellosbajosucontrol,sevolcóen
el«reclutamiento»delosmejoresnavegantes,loscapitanesmásexpertosylosguerrerosmásdiestrosque pudieran ofrecer las poblaciones dispersas. Quienes rehusaban su oferta veían a sus familiasescrachadas, o forjadas, como hemos dado en llamarlo. Eran dejados con vida para que se lasarreglaranconlosfragmentosdesusvidas.Lamayoríaseveíanobligadosaejecutaramiembrosdesufamiliaconsuspropiasmanos;latradiciónmarginadaesmuyestrictaenloquerespectaaldeberdeldueñodeunacasademantenerelordenentrelosmiembrosdesufamilia.Cuandoseextendióelrumor de estos incidentes, las ofertas de Kebal Ganapán recibieron menos negativas. Unos pocoshuyeron:losfamiliaresquedejaronatráspagaronelpreciodelaescracha.Otroseligieronsuicidarse,perotambiénenesoscasospadecieronlasfamiliasquedejaronatrás.TalesejemplosacabaronconlaresistenciafrenteaGanapánysusbarcos.
Inclusohablarmaldeélinvitabaalaescracha.Porpocoqueaveriguaraeneltranscursodemivisita, recabar la información no estuvo exento de dificultades. También recogí algunos rumores,aunquetandispersoscomoovejasnegrasenunrebañoblanco.Losenumeroacontinuación.Sehablade un «navío blanco», un barco que aparece para separar las almas.No para llevárselas, ni paradestruirlas:parasepararlas.SesusurraasimismoacercadeunamujerpálidaalaqueinclusoKebalGanapán teme y venera. Muchos relacionaban los tormentos de su tierra con el avance sinprecedentes de las «ballenas blancas», o glaciares. Omnipresentes en las cotas más altas de susangostosvalles,ahoradescendíanmásdeprisadeloquepudierarecordarcualquiermarginadovivo.CubríanapasosagigantadoselpocosuelocultivablequeposeíanlasIslasdelMargeny,dealgunamaneraquenadiepudooquisoexplicarme,provocabanun«cambioenelagua».
Nota:NosequequieredecirelTraductorcon"Escrachadas"y"Escracha"
Esa noche fui a ver al rey, no sin inquietud pormi parte. No era probable que hubiera olvidadonuestraúltimaconversaciónsobreCeleridad,comotampocoyo.MerecordéfirmementequeestavisitanoobedecíaamotivospersonalessinoqueestabarelacionadaconKettrickenyVeraz.LlaméalapuertayWallacemeadmitióaregañadientes.Elreyestabasentadojuntoalachimenea.Teníaalbufónasuspies,contemplando las llamas en actitud pensativa. El rey Artimañas levantó la cabeza cuando entré. Mepresentéymedispensóunacálidabienvenida,antesderogarmequemesentaraylecontaraquétalmehabía ido el día.Lancéuna fugazmiradadedesconcierto al bufón, queme respondió conuna sonrisaamarga.Meacomodéenuntaburetefrentealbufónyaguardé.
ElreyArtimañasmeobservabaconafabilidad.—¿Ybien,muchacho?¿Hastenidounbuendía?Cuéntame.—Hetenidoundía...atareado,majestad.—Sí,¿eh?Bueno,tomaunatazadeté.Apacigualosnerviosqueesunamaravilla.Bufón,sírveleuna
tazadetéalchaval.—Encantado,mirey.Obedecerévuestraordenmásencantadoaúnquesilohicieraparavos.—Con
una presteza sorprendente, el bufón se puso de pie de un salto. Había una robusta tetera de barrocalentándose en los rescoldos a orillas del fuego. El bufón me sirvió una taza y me la entregó,deseándome—:Bebedprofundamentecomohacenuestroreyyyaveréiscómocompartíssuserenidad.
Aceptélatazaymelaacerquéaloslabios.Inhalélosvaporesantesdemojarlapuntadelalenguaenellíquido.Eltéestabacalienteyespeciado,yproducíaunagradablecosquilleo.Envezdebeber,bajélatazaconunasonrisa.
—Sabebienestebrebaje,pero¿laalegrosanoesadictiva?—preguntédirectamentealmonarca.Mededicóunasonrisa.—Encantidadestanpequeñas,no.Wallacemehaaseguradoquelesentarábienamisnervios,yque
meayudaráaabrirelapetito.—Sí,obraprodigiosconelapetito—intervinoelbufón—.Yesquecuantomásbebes,másquieres.
Tómatelo rápido, Traspié, que enseguida tendrás compañía. Cuanto más bebas, menos tendrás quecompartir.
Imitandounpétaloqueseabre,elbufónindicólapuertaenelprecisoinstanteenqueéstaseabríaparaqueentraraRegio.
—Ah,más visitas—rió complacido el reyArtimañas—.Qué veladamás animada. Siéntate, hijo,siéntate.ElTraspiénosestabacontandoquehatenidoundíadelomásajetreado.Asíqueleheofrecidounatazadetéparaqueserelaje.
—Seguroquelevendrábien—convinoamablementeRegio.Dirigiósusonrisahaciamí—.¿Undíaajetreado,Traspié?
—Mucho.Paraempezar,elpequeñoincidenteenlosestablos.Habíavenidounodeloshombresdelduque Carnero y afirmaba que su señor había comprado cuatro caballos. Uno de ellosMogote, elsementalquereservamosparalasyeguasdetiro.Loconvencídequedebíadetratarsedeunaconfusión,pueselreynohabíafirmadolospapeles.
—¡Ah,ésos!—Elreyvolvióasoltarunarisita—.Regioteníaquevolveratraérmelos;semehabíaolvidadopor completoquedebía firmarlos.Pero ahora todo está arregladoy seguroque los caballospartiránmañanahaciaHaza.Ybuenoscaballosqueson,yaloveráelduqueCarnero.Hahechounbuennegocio.
—Nunca pensé que llegaríamos a vender nuestros mejores animales lejos de Torre del Alce—musité,dirigiéndomeaRegio.
—Yo tampoco. Pero con las arcas tan mermadas como están, hemos tenido que adoptar medidasdrásticas.—Meobservó fríamente un instante—.También habrá que vender reses y ovejas.De todosmodos,notenemoselgranonecesarioparaalimentarlasduranteelinvierno.Mejorvenderlasahoraquevercómosemuerendehambrecuandolleguenlasnieves.
Mesentíaofendido.—¿Porquénohemossabidodeestascarenciashastaahora?Noheoídonadadequelacosechahaya
sidofloja.Sontiemposdifíciles,sí,pero...—Nohasoídonadaporquenohabrásestadoescuchando.Mientrasmihermanoytúnadabaisenla
gloriadelaguerra,yoosproporcionabalasmonedasparasufragarvuestroscostes.Yahoralasacaestácasi vacía. Mañana me veré obligado a decir a los trabajadores de los astilleros que renuncien aconstruirlosnuevosbarcosolohaganporamoralarte.Yanoquedadineroconquepagarsussueldos,niparacomprarlosmaterialesnecesariosparaterminarlasnaves.
Concluyósudiscursoysereclinó,observándome.Verazserevolvióenmiinterior.MiréalreyArtimañas.—¿Esesocierto,alteza?—pregunté.ElreyArtimañassesobresaltó.Memiróyparpadeóvariasveces.—Hefirmadolospapeles,¿no?—Parecíadesconcertado,ycreoquesumentehabíaretrocedidoa
una conversación anterior. No había seguido nuestra charla en absoluto. A sus pies, el bufón estabaextrañamentecallado—.Pensabaquehabíafirmadolospapeles.Enfin,puestráemelosenseguida.Aversiacabamosconestodeinmediatoypodemoscontinuarnuestraagradablevelada.
—¿Quévamosahacercon la situaciónenOsorno?¿Esciertoque loscorsarios sehanapoderadoúltimamentedealgunaspartesdelasIslasCercanas?
—LasituaciónenOsorno—dijo.Guardósilencio,meditabundo.Bebióotrosorbodeté.—No se puede hacer nada con la situación en Osorno—dijo Regio, apesadumbrado. Enseguida
añadió—:YavasiendohoradequeOsornoseocupedesuspropiosproblemas.NopodemospediratodoslosSeisDucadosqueprotejanunafranjadecostaestéril.Siloscorsariossehanadueñadodeunmontónderocascubiertasdehielo,quelesaproveche.Tenemosquepreocuparnosdenuestropueblo,hayaldeasquereconstruir.
EsperéenvanoaqueArtimañassesoliviantaraysepronunciaraendefensadeOsorno.Alverquepermanecíacallado,preguntéenvozbaja:
—NopuededecirsequelaciudaddeFerryseaunmontónderocascubiertasdehielo.Almenos,noloeracuandollegaronloscorsarios.¿YcuándohadejadoOsornodeformarpartedelosSeisDucados?—MiréaArtimañas,intentéquesecruzarannuestrosojos—.Majestad,osloruego,ordenadquevengaSerena.HacedquehabiliteconVerazpararesolverjuntosesteproblema.
Regiosehartóderepentedejugaralgatoyalratón.—¿Desde cuándo preocupan tanto los asuntos de política a un criador de perros?—preguntó con
ferocidad—.¿PorquénoteentraenlacabezaqueelreyescapazdetomardecisionessinpermisodelReyalaEspera?¿Acasocuestionaslasdecisionesdelrey,Traspié?¿Setehaolvidadocuálestusitio?SabíaqueVeraztehabíaconvertidoenunaespeciedemascota,yalomejortuscorreríasconelhachasetehansubidoalacabeza.PeroelpríncipeVerazhacreídooportunopartirenbuscadeunaquimerayyotengoeldeberdeprotegerlosSeisDucadoslomejorquepueda.
—EstabapresentecuandoapoyasteislapropuestadelReyalaEsperaVerazdepartirenbuscadelosVetulus—señalé.
ParecíaqueelreyArtimañasseguíasoñandodespierto.Teníalamiradafijaenlasllamas.—Ytodavíanoentiendocómosucedióeso—replicóRegio,mordaz—.Mehedadocuentadeque
has terminado por darte aires de grandeza. Te sientas a la mesa del rey y te vistes gracias a sugenerosidady,noséporqué,hasllegadoacreerqueesotedamásprivilegiosqueresponsabilidades.Dejaque tedigaquiéneresrealmente,Traspié.—Regiohizounapausa.Meparecióqueobservabaalrey,calculandohastaquépuntopodíahablarsinpeligro.Prosiguióbajandolavoz,convozdulcecomoladeunjuglar—.EreselbastardomalengendradodeunprincipotequenisiquieratuvoelvalornecesarioparaconvertirseenReyalaEspera.Ereselnietodeunadifuntareinacuyasangreplebeyasereflejóenladesventuradaconlaqueseacostósuprimogénitoparaconcebirte.Tú,queteatrevesahacertellamarTraspiéHidalgoVatídico,sóloestásunpasoporencimadelcriadordeperrosanónimoquesiemprehassido.Dagraciasquesoportetupresenciaenelcastilloenvezdemandartedevueltaalosestablos.
No sé qué sensación se adueñó de mí.Ojos deMoche gruñía ante el veneno que destilaban laspalabras de Regio, mientras que Veraz habría sido capaz de cometer fratricidio en aquel precisomomento.MirédesoslayoalreyArtimañas.Sosteníasutazadetéconambasmanosycontemplabael
fuegoconexpresiónsoñadora.Atisbéalbufónporelrabillodelojo.Habíamiedoensusojosincoloros,unmiedoquenuncaanteshabíavistoallí.YnoestabamirandoaRegio,sinoamí.
Medi cuentadeprontodequemehabíapuestodepieymehabíaplantadodelantedeRegio.Memiraba con la barbilla alzada.Expectante.Había temor en susojos, pero tambiénundestello triunfal.Sóloteníaquelevantarlelamanoyllamaríaalosguardias.Seríatraición.Meahorcaría.Sentícómosetensabalatelademicamisasobremishombrosymipecho,tanhenchidoderabiaestaba.Intentésoltarelaliento,meobliguéaabrirlasmanosquehabíaconvertidoenpuños.Tardéunmomento.Chitan,lesdije.Chitanoconseguiréisquemematen.Cuandohuberecuperadoelcontroldemivoz,dije:
—Estanochemehanquedadoclarasmuchascosas.—MevolvíhaciaelreyArtimañas—.Majestad,buenasnoches.Solicitovuestropermisopararetirarme.
—¿Eh?¿Demodoque...hastenidoundíaatareado,muchacho?—Enefecto,alteza—respondíenvozbaja.Fijó sus ojos profundos en losmíos cuandome erguí frente a él, esperando a queme despidiera.
Sondeé el interior de su mirada. No estaba allí. No como solía estarlo en el pasado. Me observó,aturdido.Parpadeóvariasveces.
—Bueno.Quizáseamejorquedescansesunpoco.¿Yyo,bufón?Bufón,¿estálistamicama?Caldéalaunpococonlapiedracaliente.Pasotantofríoporlanocheestosdías...¡Ja!¡Porlanocheestosdías!Ahítienesunacontradiccióndelasqueatitegustan,bufón.¿Cómolodiríastúparaquetuvierasentido?
Elbufónseincorporódeunbrincoyensayóunahondareverenciadelantedelrey.—Yodiríaqueelfríodelamuertesesienteúltimamentedenocheydedía,majestad.Esunfríoque
tecongela loshuesos.Sepodríamorirunoconestefrío.Essabidoquemásguarecelasombradeunaestrellafugazqueladeunretoñoengañoso.
ElreyArtimañassoltóunarisita.—Noentiendonadade loquedices,bufón.Comosiempre.Buenasnochesa todoelmundo,ya la
cama,muchachos,losdos.Buenasnoches,buenasnoches.Me fuimientrasRegio se despedíamás formalmente de su padre.Hube de reprimirmepara pasar
juntoaWallacesinborrarlelasonrisadelacaradeunpuñetazo.Unavezenelpasillo,busquéenseguidamihabitación.Seguiríaelconsejodelbufón,pensé,ymeguareceríaenChadeEstrellafugazenvezdeseguiralasombraengañosadelretoñodelrey.
Paséelrestodelanochesoloenmihabitación.SabíaqueamedidaquepasaranlashorasMollysepreguntaríaporquénollamabaasupuerta.Peroesanochenomesentíaconánimos.Nolograbareunirlaenergía necesaria para abandonar mi cuarto, subir las escaleras a hurtadillas y recorrer sigiloso lospasillos, siempre preocupado porque apareciera alguien de repente y me descubriera donde no mecorrespondía.AnteshabríabuscadolacalidezyelafectodeMollyyhabríaencontradounpocodepazenella.Yanoeraelcaso.Ahoratemíalafurtividadylaansiedaddenuestrosencuentros,ylasreservasquenodesaparecíannisiquieracuandoellacerrabasupuertaamiespalda.PuesVerazviajabaabordode mí y debía procurar que lo que me hacía sentir y pensar Molly no trascendiera al vínculo quecompartíaconelReyalaEspera.
Soltéelpergaminoquehabía intentado leer.De todosmodos,¿quésentido teníayaaveriguarnadasobre losVetulus?Veraz descubriría lo que tuviese que descubrir.Me tumbé en la cama yme quedémirandoeltecho.Nisiquierainmóvilyensilencioencontrabalapaz.MivínculoconVerazeracomoun
anzueloclavadoenmicarne;asídebíadesentirseelpezsacadodelagua.MislazosconOjosdeNocheeranmásprofundosysutiles,perotambiénélestabaallísiempre,susrutilantesojosverdesalacechoenunrincóndemimente.Esaspartesdemínuncadormían,nuncadescansaban,nuncasedeteníandeltodo.Yyoempezabaaacusaresatensiónconstante.
Horas más tarde, las velas casi se habían consumido por completo y el fuego ardía bajo en lachimenea.UncambioenelairedemihabitaciónmeindicóqueChadehabíaabiertosupuertasilenciosapara mí. Me levanté y fui a verlo, pero a cada peldaño que subía en aquella escalera surcada porcorrientesdeaire, aumentabami ira.Noerael tipode rabiaquedesembocabaen trifulcasypeleasapuñetazos.Eraunacóleranacidatantodelafatigaylafrustracióncomodeldolor.Eralaclasederabiaqueempujabaaunapersonaaabandonarlotodo,adecirsimplemente:
—Yanopuedoseguirsoportándolo.—¿Quénopuedesseguirsoportando?—mepreguntóChade.Levantólacabezadelrincóndondeestabaencorvadosobrealgúnpreparadoquemolíaencimadesu
suciamesa de piedra. Había genuina preocupación en su voz. Hizo queme detuviera y observara alhombrealquemedirigía.Unasesinoviejo,altoyesquelético.Sembradodecicatricesdelaviruela.Conel pelo casi enteramente blanco. Vestido con su acostumbrada túnica de lana gris, siempre con loslamparonesoconlaspequeñasquemadurasquesufríansusropascuandotrabajaba.Mepreguntécuántoshombreshabríamatadoporsurey,aunasolapalabraogestodeArtimañas.Sinhacerpreguntas,fielasujuramento.Pese a todas esasmuertes, eraunhombre amable.De repentemeasaltó la curiosidad, unadudamásacuciantequelarespuestaasupregunta.
—Chade,¿algunavezhasmatadoaalguienportucuenta?Pareciósobresaltarse.—¿Pormicuenta?—Sí.—¿Paradefendermivida?—Sí.Nomerefieroalosencargosdelrey.Hablodemataraalguienpara...hacerquetuvidafuese
másfácil.Soltóunbufido.—Claroqueno.Memiróconextrañeza.—¿Porquéno?—insistí.Semostrabaincrédulo.—Nadievaporahímatandogenteporqueleconvenga.Estámal.Sellamaasesinato,muchacho.—Amenosquelohagasporturey.—Amenosquelohagasporturey—convinoenseguida.—Chade.¿Dóndeestáladiferencia?¿QuémásdahacerloportiohacerloporArtimañas?Suspiró y dejó lamezcla que estaba preparando. Soslayó el extremo de lamesa y se sentó en un
taburetealto.—Recuerdo haberme hecho esas mismas preguntas. Pero a mí mismo, pues mi mentor ya había
perecidocuandoyoteníatuedad.—Memirófirmementealosojos—.Todosereducealafe,muchacho.¿Creesenturey?Ytureytienequesignificarparatimásquetuhermanastro,oquetuabuelo.Tieneque
sermásqueelbuenodelancianoArtimañas,másqueelhonradoVeraz.Tienequeserelrey.Elcorazóndelreino,elejedelarueda.SiestodoesoysitienesfeenquevalelapenapreservarlosSeisDucados,queelbienestarde todonuestropueblodependedequedispensemos la justiciadel rey, entoncesestábien.
—Entoncespuedesmatarporél.—Exacto.—¿Algunavezhasmatadoencontradetuopinión?—Estanochetienesmuchaspreguntas—meadvirtióenvozbaja.—Alomejoresquemehasdejadosolodemasiadotiempoyhepodidopensarenellas.Cuandonos
veíamoscasicadanoche,yhablábamosamenudoyestabatodoelratoocupado,nopensabatanto.Peroahorasí.
Asintiódespacio.—Pensar tanto no siempre resulta... conveniente. Siempre es bueno, pero no conveniente. Sí. He
matadoencontrademiopinión.Terepitoqueesunacuestióndefe.Teníaquecreerque lagentequedabalaordensabíamásqueyo,queteníanunamejorperspectivadelasituación.
Permanecícalladounbuenrato.Chadeempezóarelajarse.—Entra.Notequedesahíplantadoconesacorriente.Tómateunvasodevinoconmigo,quetequería
hablarde...—¿Algunavezhasmatadosiguiendoúnicamentetupropiocriterio?¿Porelbiendelreino?Chadeselimitóaobservarmeunmomento,preocupado.Lesostuvelamirada.Élfueelprimeroen
apartarlayfijarlaensusmanosapergaminadasyblanquecinas,frotándoselasmientrasselibrabadeunasbrillantesmotasrojas.
—Yo no tomo esas decisiones.—Memiró de repente—. Nunca he aceptado esa carga, ni deseéhacerlo.Nonoscorresponde,muchacho.Esasdecisioneshadetomarlaselrey.
—Deja de llamarme «muchacho» —acoté, sorprendiéndome incluso a mí mismo—. Me llamoTraspiéHidalgo.
—Pues pon más énfasis en lo de «Traspié»—me espetó Chade—. Eres el hijo ilegítimo de unhombrequerenuncióaltrono.Abdicó.Yconsuabdicaciónrenuncióalaresponsabilidaddetenerquetomardecisiones.Noeresrey,Traspié,nisiquieraereselhijodeunauténticorey.Somosasesinos.
—¿Por qué nos limitamos a cruzarnos de brazos mientras envenenan al Rey? —pregunté conbrusquedad—.Yolosé,túlosabes.Loengañanparaingerirhierbasqueleembotanlamentey,cuandonopuedepensarconclaridad,loengañanparaingerirotrasquelovuelvenmásestúpidotodavía.Losdosconocemoselorigeninmediatodeesashierbasyyocreoconocersuorigenreal.Aunasí,nosquedamosmirandomientrasseconsumeysevuelvesenil.¿Porqué?¿Dóndeestálafeeneso?
Suspalabrasmecortaroncomonavajas.—Nosédóndeestátufe.Penséquealomejorlatendríasenmí.Enqueyosémásquetúysoyleala
mirey.Fuemiturnodeapartarlavista.Alcabo,crucélaestanciadespaciohastalavitrinadondeguardaba
Chadeelvinoy losvasos.Cogíunabandejay llenédosvasosconelcontenidodeunabotellaconeltapóndecristal.Acerquélabandejaalamesitaquehabíajuntoalachimenea.Comollevabatantosañoshaciendo,mesentéenlaspiedrasdelhogar.Mimaestrovinotranscurridounmomentoyocupósulugar
ensusillamullida.Tomósuvasodevinodelabandejayprobóunsorbo.—Esteañonohasidofácilparaningunodelosdos.—Casinomehasllamado.Ycuandolohaces,siempreestásllenodesecretos.Intentéeliminarlaacusacióndemivoz,sinconseguirlo.Chadesoltóunarisitaseca.—Y eso te molesta por tu carácter espontáneo y abierto, ¿no? —Volvió a reírse, ignorando mi
expresiónofendida.Cuandoacabó,volvióamojarseloslabiosymemiró.Ensusojososcurosbrillabaaúnunachispadehumor—.Nomeapuñalesconlosojos,muchacho.Nuncateheexigidonilamitaddeloquemeexijoamímismo.Menostodavía.Opinoqueunmaestrotienederechoaesperarfeyconfianzadesupupilo.
—Lo sé—respondí después de unmomento—. Y tienes razón. También yo tengomis secretos yesperoquecreasquesonhonrados.Peromissecretosnotelimitancomohacenlostuyosconmigo.CadavezquevisitolosaposentosdelreyveoloquehacenconélloshumosylaspocionesdeWallace.Quieromatar aWallaceydevolver la cordura ami rey.Ydespuésde esoquiero... acabar el trabajo.Quieroeliminarelorigendelosvenenos.
—Asíquemequieresmatar.Fuecomosimehubieraechadounjarrodeaguafríaporencima.—¿TúproporcionasaWallacelosvenenosqueadministraalrey?Estabaconvencidodehaberloentendidomal.Asintiódespacio.—Algunos.Losquemástemolestan,probablemente.Semecongelóelcorazón.—PeroChade,¿porqué?Memiró,conloslabiosfuertementeapretados.Transcurridouninstanteabriólabocaymusitó:—Lossecretosdeunreysóloleatañenaél.Nomecorrespondeamídesvelarlos,daigualqueconfíe
enelposiblereceptor.Perosólotienesqueutilizarlacabezacomoteheenseñadoparadesentrañarmissecretos,puesnote losheocultado.Yunavezalcorrientedemisecreto,sabríasdeducirmuchasmáscosas.
Megirépararemoverlasbrasas.—Chade.Estoymuycansado.Cansadodejugaraestosjuegos.¿Nopuedescontármelosinmás?—Podría,claroquesí.Peroentoncesquebrantaríalapromesaquelehiceamirey.Bastantehehecho
ya.—¡Leestásbuscandotrespiesalgato!—exclamé,enfadado.—Esposible.Peroelgatoesmío—repusoconecuanimidad.Sumisma calmame enfurecía. Zangoloteé la cabeza violentamente, intenté apartarme un poco del
rompecabezas.—¿Paraquémehasllamadoestanoche?—preguntéconvozseca.Esoarrojóunasombradedolorsobrelaserenidaddesumirada.—Alomejorsóloparaverte.Alomejorparaimpedirquecometasunaestupidezirreparable.Séque
estánocurriendomuchascosasquetepreocupabanenormemente.Tegarantizoquecompartotustemores.Peroporelmomentodebemosatenernosalcaminoquesenoshatrazado.Confe.Supongoquecreesque
Verazvolveráantesdelaprimaverayloarreglarátodo.—No lo sé —admití a regañadientes—. Me sorprendió que partiera en esa misión tan ridícula.
Deberíahabersequedadoaquíycontinuarconsuplanoriginal.Paracuandoregrese,lamitaddesureinoestaráhundidaenlamiseriaohabrásidovendida,talycomollevalascosasRegio.
Chadememiróconseriedad.—«Su»reinosiguesiendoelreinodelreyArtimañas.¿Recuerdas?Quizáconfíeenquesupadrelo
conserveintacto.—NocreoqueelreyArtimañaspuedaconservarintactanisupropiacabeza,Chade.¿Nolohasvisto
últimamente?LabocadeChadeseconvirtióenunafinaraya.—Sí.—Escupiólapalabra—.Loveocuandonolovenadiemás.Yatehedichoquenoeselidiota
patéticoquepiensasquees.Meneélacabezadespacio.—Silohubierasvistohoy,Chade,comprenderíasmiansiedad.—¿Porquéestástansegurodequenolohevisto?AhoraChadesonabaarisco.No pretendía hacerle enfadar, pero parecía que todo me salía mal, daba igual lo que dijera.Me
obliguéaguardarsilencio.Envezdehablar,bebíotropocodevino.Contempléelfuego.—¿SonciertoslosrumoressobrelasIslasCercanas?—preguntéporfin.Habíarecuperadolavoz.Chadesuspiróysefrotólosojosconsusmanosnudosas.—Comoocurrecontodoslosrumores,hayungermendeverdad.Podríaserciertoqueloscorsarios
hayanestablecidoallíunabase.Noestamosseguros.LoqueestáclaroesquenoleshemosentregadolasIslasCercanas.Comohabrásobservado,situvieranlasIslasCercanasasolaríannuestrascostastantoeninviernocomoenverano.
—ElpríncipeRegioparecíacreerquepodíanrendirse.QuequizásesasislasyuntrozodelacostadeOsornofueseloquebuscabanrealmente.
Mesupusoungranesfuerzo,peromantuveuntonodevozrespetuosoalreferirmeaRegio.—Muchas personas esperan que diciendo un deseo en voz alta éste se haga realidad—respondió
Chade,sincomprometerse—.Aunquesepanqueesoesimposible—añadiómássobriamente.—¿Túquécreesquequierenloscorsarios?—pregunté.Contemplóelfuegoamiespalda.—Buenapregunta.¿Quéquierenloscorsarios?Asífuncionanuestramente,Traspié.Creemosquenos
atacanporquequierenalgodenosotros.Perolociertoesquesiquisieranalgoyanoslohabríanexigido.Sabeneldañoquenosestánhaciendo.Debendesaberqueconsideraríamosalmenossusdemandas.Peronopidennada.Selimitanaseguirsaqueando.
—Notienesentido—concluílaideaporél.—Noparanosotros—mecorrigió—.Pero¿ysinuestrasuposicióninicialestuvieraequivocada?Melimitéamirarlosindecirnada.—¿Y si no quieren nada, salvo lo que ya tienen?Una nación de víctimas. Ciudades que saquear,
aldeasquearrasar,gentequetorturar.¿Ysiesoesloúnicoqueseproponen?
—Esunalocura—musité.—Quizá.Pero¿ysifueraasí?—Nadapodríadetenerlos.Anoserquelosdestruyéramos.Asintiódespacio.—Desarrollaesaidea.—Nisiquieratenemosbarcossuficientesparafrenarlos.—Caviléunmomento—.Másnosvalerezar
paraqueseanciertaslasleyendassobrelosVetulus.Porquemeparecequeellos,oalgoparecidoaellos,sonnuestraúnicaesperanza.
Chadeasintiólentamentedenuevo.—Exacto.AhoraentiendesporquéaprueboladecisióndeVeraz.—Porqueesnuestraúnicaesperanzadesobrevivir.Nosquedamossentadosmuchorato,contemplandolasllamasensilencio.Cuandoporfinvolvíami
cuarto,me asaltaron unas pesadillas en las queVeraz era atacado y peleaba por su vidamientras yoasistíaalaescenadebrazoscruzados.Nopodíamataraningunodesusasaltantesporquemireynomehabíadadopermiso.
DocedíasdespuésllegóelduqueMazasdeOsorno.Vinoporlacarreteradelacosta,alacabezadeuncontingentedehombreslobastantenumerosopararesultarimpresionantesinofrecerunaamenazareal.Habíareunidotodalapompaylapanopliaquesepodíapermitirsuducado.Sushijascabalgabanasulado,salvolamayor,quesehabíaquedadoatrásparahacertodoloposibleporFerry.Pasécasitodalatarde primero en los establos y luego en la sala de guardia, escuchando las conversaciones de losintegrantesmáshumildesdelséquito.Manossupocomponérselasparaalojaryatenderatodaslasbestiasy, como siempre, nuestras cocinas y barracones se convirtieron en acogedores lugares de reunión.Empero, abundaban las palabras duras entre los visitantes deOsorno.Hablaban sin rodeos de lo quehabían visto en Ferry y de cómo se habían hecho oídos sordos a sus llamadas de auxilio.A nuestrossoldadoslesavergonzabalopocoquepodíandecirparadefenderlaaparentedecisióndelreyArtimañas.Ycuandounsoldadonopuededefenderlosactosdesuseñor,osesumaalascríticasoencuentraotramaneradereplicar.DemodoqueseprodujeronpeleasentreloshombresdeOsornoylastropasdeTorredelAlce,incidentesaisladosensumayoría,desencadenadospordiferenciastriviales.Peroesetipodecosas no solían ocurrir bajo la disciplina de Torre del Alce, por lo que resultaban todavía máspreocupantes.Hacíaquemedieracuentadelaconfusiónqueimperabaenelsenodenuestrastropas.
Elegícuidadosamentelaropaparalacenadeesanoche,sinsaberconquiénpodríaencontrarmeniquépodríaesperarsedemí.HabíavistoaCeleridadendosocasionesesedía,ylasdosvecesescurríelbultoantesdequeellapudiera repararenmipresencia.Esperabaquese sentaraami ladodurante lacenaytemíaesemomento.NoeralaocasiónadecuadaparaofenderanadiedeOsorno,perotampocoqueríaalimentarsusesperanzas.Podríahabermeahorrado laspreocupaciones.Meencontrésentadoalfinal de lamesa, entre losmás jóvenes de los nobles demenor rango. Pasé una velada incómoda encalidaddenovedadpasajera.Variasmuchachasdemientornocoquetearonconmigo.Eraunaexperiencianuevaparamíydescubríquenomeagradabaespecialmente.Hacíaquemedieracuentadelainmensaafluencia de gente que se había reunido en Torre del Alce ese invierno. Casi todos los invitadosprocedían de los ducados terrales, ávidos de las migajas del plato de Regio, pero como indicabanclaramente aquellas jóvenes, se conformaban con arrimarse lo más posible a cualquier pizca de
influenciapolítica.Elesfuerzoporprestaratenciónasuspuerilesexhibicionesde ingenioyresponderconunniveldealmenosmoderadaeducaciónhacíaquemeresultaraimposibleprestaratenciónaloqueocurríaenlaAltaMesa.AllíestabaelreyArtimañas,sentadoentrelaReinaalaEsperaKettrickenyelpríncipeRegio.ElduqueMazasysushijas,CeleridadyFe,sehabíansentadocercadeellos.Elrestodela mesa estaba lleno a rebosar con las mascotas de Regio. El duque Carnero de Haza y su señora,Plácida, juntoasusdoshijoseran losmásdestacables.LordRefuljo,primodeRegio, tambiénestabaallí;eljovenherederodelDucadodeLumbralesvisitabalacorteporvezprimera.
Desdemiasientopodíaverpocoyescucharaúnmenos.SentíaenmiinteriorlafrustracióndeVerazporlasituación,peroyonopodíahacernadaalrespecto.Elreyparecíamáscansadoqueaturdidoesanoche, loqueconsideréalgopositivo.Kettricken,sentadaasu lado, lucíacasi incolorasalvopordossombrasrosasensusmejillas.Noparecíaqueestuvieracomiendograncosa,yseveíamástaciturnayreservadadelohabitual.ElpríncipeRegio,porcontra,semostrabaconversadoryjovialconelduqueCarnero,ladyPlácidaysusvástagos.NollegabaaignoraraMazasysushijas,peroeraevidentequesubuenhumorensombrecíaeltalantedelasvisitas.
El duqueMazas era un hombre corpulento ymusculoso aun a pesar de su edad.Losmechones decanasqueveteabansunegracoletadeguerrerodabanfedeantiguasheridasdebatalla,aligualquelosdedosquelefaltabanenunamano.Sushijas,sentadasasuladoenlamesa,eranmujeresdeojosíndigoscuyosprominentespómuloshablabandelosorígenesislocerquensesdesudifuntamadre.FeyCeleridadteníanelcabellomuycortoyaceitado,alausanzadelnorte,larapidezconquemovíanlacabezaparaobservaratodosloscomensalesmehacíapensarendoshalconesposadosenlamuñecadelcetrero.NoeralasuyalaedulcoradanoblezapropiadelosducadosterralesalaqueRegioestabaacostumbrado.DetodoslosSeisDucados,lasgentesdeOsornoeranlasmenosdesarraigadasdesupasadoguerrero.
Regiosearriesgabaainsultarlosminimizandosustribulaciones.Sabíaquenoesperabandiscutirelproblemade los corsarios a lamesa, pero su tono festivo desentonaba con las circunstancias que loshabíanconducidohastaaquí.Mepreguntésisabríahastaquépuntoestabaofendiéndolos.EraevidentequeKettrickensílosabía.Másdeunavezlaviapretarlosdientes,obajarlamiradaantealgunasalidadeRegio.Ésteestababebiendoendemasía,además,ysuembriaguezcomenzabaamanifestarseenformadeextravagantesaspavientosyestentóreascarcajadas.Deseédesesperadamentepoderescucharquéeraloqueencontrabatandivertidoensuspropiaspalabras.
Parecíaquelacenanofueseaterminarnunca.Celeridadnotardóenlocalizarmeenlamesa.Despuésdeaquello,mecostóeludirlasinquisitivasmiradasquelanzabaenmidirección.Lasaludéafablementecon la cabeza la primera vez que se cruzaron nuestros ojos; vi que la desconcertaba la silla quemehabían adjudicado. No me atrevía a ignorar cada vistazo que me dedicaba. Regio estaba siendo lobastante grosero sin necesidad de que yo pareciera desdeñar a la hija deOsorno ami vez. Tenía laimpresión de estar caminando sobre una cuerda floja. Me sentí aliviado cuando se levantó el reyArtimañasylareinaKettrickeninsistióenayudarloaabandonarlasala.Regioarrugóelentrecejoalverquelafiestasedispersabatanpronto,peronohizoningúnesfuerzoporpersuadiralduqueMazasyasushijas para que se quedaran en lamesa. Se disculparon con frialdad en cuanto hubo salidoArtimañas.Tambiénaleguéquemedolíalacabezaycambiéamisrisueñoscompañerosdemesaporlasoledaddemicuarto.Cuandoabrílapuertayentréenmidormitorio,mesentíalapersonamásimpotentedetodoelcastillo.Unauténticocriadordeperrosanónimo.
—Yaveoquelacenateharesultadoabsolutamentefascinante—comentóelbufón.Exhaléunsuspiro.Nolepreguntécómohabíaentrado.Noteníasentidohacerpreguntasqueseibana
quedarsinresponder.Estabasentadoenmichimenea,silueteadocontralasalegresllamasdelpequeñofuego que había encendido. Percibí una quietud peculiar en él, sin el tintineo de sus cascabeles ni elretumbardesuschanzas.
—Lacenahasidoinsufrible—ledije.Nomemolestéenencenderningunavela.Mijaquecanohabíasidounaexcusacompletamenteficticia.Mesentéenlacamaymetumbéconunsuspiro—.NoséquévaapasarconTorredelAlce,niquépuedohaceralrespecto.
—Alomejorbastaconloquehashechoya—aventuróelbufón.—Últimamentenohehechonadadignodemención—le informé—.Amenosquecuenteparaalgo
aprendercuándomordermelalenguadelantedeRegio.—Ah. Así que ésa es una habilidad que estamos aprendiendo bien todos—convino compungido.
Recogiólasrodillasbajosubarbillayapoyólosbrazosenellas.Cogióaliento—.Entonces,¿notienesningunanuevaquetegustaríacompartirconelbufón?¿Conunbufónmuydiscreto?
—Notengoningunanuevaquecompartircontigoquetúnoconozcasya,yseguramentedesdeantesqueyo.
Lapenumbradelahabitaciónerarelajante.Midolordecabezaempezabaaremitir.—Ah.—Hizo una pausa educada—. A lo mejor, entonces, te puedo hacer una pregunta. Puedes
responderono,comoprefieras.—Ahorrasalivaypregúntameloquequieras.Yasabesquelovasahacertantositedoymipermiso
comosino.—En efecto, tienes toda la razón.Puesmuybien.La pregunta.Ah,me sorprendo amímismo,me
estoyponiendocolorado.TraspiéHidalgo,¿nohabrástenidotambiéntúunpequeñotraspié?Mesentédespacioenlacamaylomiréfijamente.Nosemoviónisealteró.—¿Quémehaspreguntado?—inquiríenvozbaja.Respondióacoquinado,casicomosisedisculpara.—Debosaberlo.¿HasdejadoembarazadaaMolly?Meabalancésobreéldesdelacama,loagarréporelpescuezoylopusedepiedeuntirón.Levanté
elpuño,ymedetuve,atónitoanteloquerevelabanlasllamassobresurostro.—Pega sin miedo—musitó—. Los moratones nuevos no se notarán encima de los viejos. Puedo
hacermeinvisibleunoscuantosdíasmás.Apartémimanodeél.Quéextraño,cómoelactoquehabíaestadoapuntodecometersemeantojaba
tanmonstruosoahoraquedescubríacómolohabíahechoyaotrapersona.Encuantolosoltéseapartódemí, como si le avergonzara su rostro descolorido e hinchado.Quizá la palidez de su piel y su frágilestructuraóseacontribuyeranaaumentarmihorror.Eracomosialguienhubieraapaleadoaunchiquillo.Mearrodilléjuntoalfuegoyempecéaavivarlo.
—¿Nolohasvistobien?—preguntóelbufón,conmordacidad—.Teloadvierto,nomejoraconlaluz.
—Siéntateenmiarcónyquítatelacamisa—ledijebruscamente.Nosemovió.Loignoré.Teníaunapequeñateteraparacalentaragua.Lapuseencimadelasllamas.
Encendíunmanojodevelasylasposéencimadelamesa,paraluegosacarmiprovisióndehierbas.No
guardabamuchas enmi habitación; deseé poder recurrir al almacén completo deBurrich, pero estabasegurodequesisalíaparairalosestablos,cuandoregresaraelbufónnoestaríaallí.Apesardetodo,las hierbas que tenía en mi cuarto eran principalmente para tratar magulladuras, cortes y el tipo deheridasalasquemeexponíademasiadoamenudomiotraprofesión.Servirían.
Cuandoelaguaestuvocaliente,vertíunpocoenmipalanganayañadíungenerosopuñadodehierbasdesmenuzadas.Cogíunacamisaquesemehabíaquedadopequeñademiarcónylarompíentiras.
—Acércate a la luz.—Hice que sonara como una súplica.Me obedeció al cabo de unmomento,aunquevacilanteycontimidez.Lomirébrevementeyluegolocogíporloshombrosylosentéencimademiarcón—.¿Quétehapasado?—pregunté,sobrecogidoporeldañodesucara.
Teníaloslabiospartidoseinflamados,yunojocasicerradoporlahinchazón.—Mehepasado lanochedeambulandopor el castillo, preguntandoa individuosmalhumorados si
habíanengendradoalgúnbastardoúltimamente.Su ojo sano sostuvo la mirada asesina que le lancé. El blanco estaba enramado de vetas rojas.
Descubríquenopodíaenfadarmeconél,nireírme.—Deberíassaberlosuficientedemedicinacomoparatratarmejoralgoasí.Ahoraestátequieto.—
Convertíel trapoenunacompresaylaapretéconsuavidadperoconfirmezacontrasucara.Serelajódespués de unmomento.Enjugué parte de la sangre seca.No habíamucha; estaba claro que se habíalavadodespuésdelapaliza,aunquehabíaseguidomanandosangredealgunoscortes.Tanteélalíneadesumandíbulayalrededordelascuencasdesusojos.Almenosnoparecíaquetuvieseningúnhuesoroto—.¿Quiéntehahechoesto?
—Mehetropezadoconunaseriedepuertas.Ovariasvecesconlamisma.Dependedelapuertaporlaquepreguntes.
Nisiquieraconloslabiospartidoseracapazderenunciarasusgalimatías.—Eraunapreguntaseria.—Lamíatambién.Lofulminéconlamiradayagachólacabeza.Porunmomentoningunodelosdoshablómientrasyo
buscabauntarrodebálsamoquemehabíadadoBurrichparaloscortesyarañazos.—Megustaríaconocerlarespuesta—lerecordémientrasdestapabaelfrasco.LaconocidaypenetrantefraganciameinundólanarizydeprontoechédemenosaBurrichconuna
intensidadasombrosa.—Tambiénamí.Se encogió ligeramente cuando le apliqué el ungüento. Sabía que escocía. También sabía que era
eficaz.—¿Porquémepreguntasalgoasí?—inquirífinalmente.Lopensóunmomento.—Porqueesmás fácilpreguntárteloa tiquepreguntarleaKettrickensiestáembarazadadeVeraz.
Hastadondeyosé,Regiosóloseprodigasusfavoresasímismodeuntiempoaestaparte,loquelodejafuera.DemodoqueelpadretienequeserVeraz,otú.
Lomirésinsaberquédecir.Meneólacabezaentristecidopormí.—¿Esqueno lo sientes?—preguntócasi conun susurro.Sumirada seextravió teatralmenteen la
distancia—. Cambian las fuerzas. Oscilan las sombras. Una onda rompe la superficie del mar de
posibilidades.Sereordenan losfuturos,semultiplican losdestinos.Todas lassendassebifurcan,ysevuelvenabifurcar.—Memiródenuevo.Sonreí,creyendoquebromeaba,perosuexpresióneraseria—.HayunherederoenellinajedelosVatídico—musitó—.Estoyseguro.¿Algunavezhasdadounpasoenfalsoenlaoscuridad?Esabruscasensacióndeencontrartealfilodeunabismo,sinsabercuántodurarálacaída.
—Noheengendradoningúnniño—dije,condemasiadafirmeza.Elbufónmeobservóconescepticismo.—Ah—dijo,confalsoentusiasmo—.Claroqueno.EntonceslaembarazadadebedeserKettricken.—Debedeserella—convine,aunqueteníaelcorazónencogido.SiKettrickenestuvieraembarazada,
no tendríamotivosparaocultarlo.Molly,encambio, sí.Yhacíaalgunasnochesqueno laveía.Quizátuvieraalgunanoticiaquedarme.Mesentímareadoderepente,peromeobliguéainspirarprofundamenteytranquilizarme—.Quítatelacamisa—dijealbufón—.Quieroverteelpecho.
—Yame lo he visto yo, gracias, y te aseguro que está bien. Cuandome echaron la bolsa por lacabeza,supongoquefueparatenerdondeapuntar.Secuidaronmuchodenopegarmeenningúnotrositio.
Labrutalidaddeloquelehabíanhechomedejabasinpalabras.—¿Quién?—conseguípreguntarfinalmente.—¿Conlacabezatapada?Vamos.¿Túpuedesveratravésdelasbolsas?—No.Perosospecharásdealguien.Ladeólacabezaymeobservóconexpresiónincrédula.—Sino sabesyahaciadónde apuntanmis sospechas, el que tiene la cabezametidadentrodeuna
bolsa eres tú. Voy a hacerte un agujerito. «Sabemos que engañas al rey, que espías para Veraz elusurpador.Dejadeenviarlemensajes,porquesilohaces,nosenteraremos.
Segiróparacontemplarlasllamasybalanceóbrevementesustalones,chack,chack,chack,contramiarcón.
—¿Verazelusurpador?—preguntéofendido.—Nolodigoyo.Lodijeronellos—acotó.Meobliguéacontenermiira,apensar.—¿PorquéibanasospecharqueespíasparaVeraz?¿Lehasenviadoalgúnmensaje?—Tengoun rey—respondió en voz baja—.Aunque él no siempre recuerde que esmi rey.Debes
cuidardeturey.Comoestoyseguroquehaces.—¿Quévasahacerahora?—Loquesiemprehehecho.¿Quéotracosa?Nopuedodejardehacerloquemehanordenadoque
dejedehacerporquenisiquierahabíaempezadoahacerlo.Unacertidumbreescalofriantemerecorriólaespalda.—¿Ysiactúandenuevo?Soltóunarisitadesprovistadehumor.—Denadasirvequemepreocupedeeso,puesnopuedohacernadaparaevitarlo.Esonosignifica
que lo espere ansioso.Esto...—dijo, señalándose el rostro—.Esto se curará.Tardarémás tiempo enrepararmicuarto.Pasaránsemanashastaquehayaterminadodeponerordeneneseestropicio.
Suspalabrasaligerabansudolor.Sentícómocrecíaenmiinterioruntremendovacío.Habíaestadoen la cámaradelbufónunavez.Había tenidoque subirmucho tiempoporuna escalera endesuso, en
mediodelpolvoylosdesechosacumuladosduranteaños,hastallegaraunasalaconvistasalasalmenasque conteníaun jardíndeprodigios.Pensé en lospecesdebrillantes coloresquenadaban engrandesrecipientes, los jardines demusgo en sus contenedores, el diminuto bebé de cerámica en su cuna, tanmeticulosamentemimado.Cerrólosojoscuandoañadióparalasllamas:
—Hansidodelomásconcienzudos.Tontodemí.Pensarquehabíacabidaparaunlugarseguroenestemundo.
Nopodíamirarlo.Salvoporsuafiladalengua,eraunapersonaindefensacuyaúnicamotivacióneraservirasurey.Ysalvarelmundo.Peroalguienhabíaaplastadosumundo.Peoraún,sospechabaquelapalizaquehabíarecibidoeraenrepresaliaporalgoquehabíahechoyo.
—Podríaayudartearecomponerlo—meofrecí.Sacudiólacabezadosveces,deprisa,entensión.—Mejorno—dijo.Convozmásnormal,añadió—:Noteofendas.—Nomeofendo.Reunílashierbascurativas,eltarrodebálsamoylosharaposdemicamisa.Bajódemiarcóndeun
salto.Cuandoleofrecíelmontón,loaceptócongestosolemne.Sedirigióalapuerta,envaradopeseaafirmarquesólolohabíangolpeadoenlacara.Segiróenelumbral.
—Cuandolosepasacienciacierta,¿melodirás?—Hizounapausasignificativa.Bajólavoz—.Afindecuentas,siestoesloquehacenconelbufóndelrey,¿quénoharíanaunamujerquelleveensusenoalherederodelReyalaEspera?
—Noseatreverían—dijeconferocidad.Soltóunbufidodesdeñoso.—¿Que no? Ya no sé qué se atreverían o dejarían de atreverse a hacer, Traspié Hidalgo. Y tú
tampoco.Buscaríalamaneradeasegurarmejormipuerta,entulugar.Amenosquequierasverteconlacabezadentrodeunabolsatambién.
Ensayóunasonrisaquenoeranilasombradesuacostumbradamuecaburlonaysalió.Meacerquéalapuertacuandosehuboidoypuselatrancaensulugar.Apoyélaespaldaenellaysuspiré.
—Alosdemáslespareceestupendo,Veraz—dijeenvozaltaparalasalavacía—.Perosipormífuera, darías media vuelta ahora mismo y regresarías a casa. Los Corsarios de la Vela Roja no sonnuestraúnicapreocupacióny,noséporqué,meextrañaríaque losVetuluspudieranserdegranayudafrentealasotrasamenazasalasquenosenfrentamos.
Aguardé, esperandopercibir algún tipode aquiescenciao reconocimientopor suparte.Nada.Misfrustracionessearremolinabanenmiinterior.RaravezestabasegurodecuándoeraconscienteVerazdemispensamientos,ynuncadesirecibíalasimpresionesqueintentabaenviarle.VolvíapreguntarmeporquénoimpartíasusinstruccionesaSerena.HabíahabilitadoconelladurantetodoelveranofrentealosCorsarios;¿porquéestabatancalladoahora?¿Lahabríahabilitadoyayellaloocultaba?OquizásóloselorevelaseaRegio,reflexioné.QuilalasmagulladurasdelrostrodelbufónreflejaranlacontrariedaddeRegioaldescubrirqueVerazestabaalcorrientedeloqueocurríaensuausencia.Porquéhabíadecididohacerpagarlasculpasalbufón,nolosabía.Alomejorsólolohabíaescogidoparadarriendasueltaasurabia.ElbufónnuncasehabíaprivadodeofenderaRegio.Nianadie.
MástardefuiaveraMolly.Eraunmomentoarriesgadoparavisitarla,pueselcastillobullíaconlosinvitados y los criados que los atendían. Pero mis sospechas me impedían quedarme en mi cuarto.
Cuandollaméasupuertaesanoche,Mollypreguntó:—¿Quiénes?—Soyyo—respondí,incrédulo.Eralaprimeravezquelopreguntaba.—Oh—replicó,yabriólapuerta.Entréylacerréamiespaldamientrasellaseacercabaalachimenea.Searrodillófrenteaellapara
echarunostroncosinnecesarios,sinmirarme.Estabavestidaconsusropasazulesdesirvientaytodavíallevabaelpelorecogido.Hastalaúltimalíneadesucuerpomeprevenía.Volvíaatenerproblemas.
—Lamentonohabervenidoantes.—Tambiényo—contestósecamente.Nomeestabafacilitandolatareaderomperelhielo.—Hanpasadomuchascosasymehantenidomuyocupado.—¿Conqué?Suspiré.Sabíaadondeconducíaesaconversación.—Concosasdelasquenopuedohablarte.—Claro.Peseatodalacalmayfrialdaddesuvoz,sabíaquesurabiahervíajustodebajodelasuperficie.El
menordeslizpodíadesencadenarla.Lomismoquenodecirnada.Demodoquedaríaigualsiplanteabamipreguntasinrodeos.
—Molly,elmotivoporelquehevenidoestanoche...—Oh,yasabíayoqueteníaquehaberalgunarazónespecialparaquetedignarasveniraverme.Soy
yolaquemesorprendo.¿Porquéestoyaquí?¿Porquécorroamihabitacióntodoslosdíasalacabarlajornada yme quedo esperando, por si diera la casualidad de que aparecieses? Podría estar haciendootrascosas.Últimamentehayunmontóndeespectáculosdemarionetasyjuglares.ElpríncipeRegioseocupadeeso.Podríaestarsentadaalrededordealgunadelaschimeneasdelaplantabaja,conelrestodelaservidumbre,disfrutandodesucompañía.Envezdeestaraquíarriba,sola.Opodríairadelantandotrabajo.Perolmepermiteutilizarlacocinacuandonohaymuchojaleo.Tengohierbas,seboymechas;deberíafabricarlasvelasahoraquelashierbasconservantodosuperfume.Perono,estoyaquíarriba,pendientedequeteacuerdesdemíyteapetezcapasarunratoconmigo.
Soportécomouna rocaelviolentooleajede suspalabras.Nopodíahacerotra cosa.Todo loquedecía era cierto.Memiré lospiesmientras ella recuperaba el aliento.Cuandohablódenuevo, la irahabíadesaparecidodesuvoz,reemplazadaporalgopeor.Miseriaydesolación.
—Traspié,estandifícil...Cadavezquepiensoquemehehechoalaidea,tuerzounaesquinaymeencuentroesperanzadadenuevo.Peronuncavamosatenernada,¿verdad?Nuncatendremosunmomentoquenospertenezcarealmente,niunlugarqueseaexclusivamentenuestro.—Hizounapausa.Agachólacabeza, mordiéndose el labio inferior. Cuando volvió a hablar, le temblaba la voz—. He visto aCeleridad.Esmuyguapa.Inclusoencontréunaexcusaparahablarconella...Lepreguntésinecesitabanmásvelasensusaposentos...Merespondiócontimidez,peroconcortesía.Hastamediolasgraciasporser tan considerada, algo quemuy pocos hacen aquí. Es... esmuy simpática.Una dama.Oh, nunca tedaránpermisoparacasarteconmigo.¿Porquéquerríascasarteconunacriada?
—Paramínoeresunacriada—dijeconunhilodevoz—.Yonuncateveoasí.
—¿Entoncesquésoy?Túesposano—señalóenvozbaja.—Enelfondodemicorazón,loeres—dijeapenado.Eraunconsuelopatéticoelqueleofrecía.Me
avergonzó que lo aceptara y apoyara su frente en mi hombro. La abracé con ternura durante unosinstantes,antesdeestrecharlaaúnconmásfuerza.Cuandoseacurrucóentremisbrazos,habléenvozbajaparasucabello—.Tengoquepreguntarteunacosa.
—¿Cuál?—¿Estás...estásembarazada?—¿Cómo?Seapartódemíymemiróalacara.—¿Tehasquedadoembarazada?—Me...no.No,nomehequedadoembarazada.—Unapausa—¿Quétehadadoparapreguntarmeeso
tanderepente?—Semehabíaocurrido,sinmás.Esoestodo.Quierodecir...—Ya sé lo que quieres decir. Si estuviéramos casados y yo no me hubiera quedado embarazada
todavía,losvecinosempezaríanamurmurarsobrenosotros.—¿Deverdad?Nuncaantessemehabíapasadotalcosaporlacabeza.Sabíaquealgunaspersonassepreguntabansi
Kettrickenseríaestéril,puesnohabíaconcebidoenmásdeunañodematrimonio,perosumaternidaderaunasuntodeinteréspúblico.Nuncahubierapensadoquelosvecinosvigilabanexpectantesalosreciéncasados.
—Puesclaro.Aestasalturasyamehabríaofrecidoalguienalgunarecetadetéheredadadesumadre.Opolvodecolmillosdejabalíparaquetelosecharaenlacervezaporlanoche.
—Oh,¿enserio?Laarriméamí,sonriendocomounbobo.—Hum.—Medevolviólasonrisa,peroéstasefueapagandodespacio—.Asílascosas—musitó—,
sonotrashierbaslasquetomo.Paraasegurarmedenoquedarembarazada.YacasisemehabíaolvidadolareprimendaquemeecharaPacienciaaqueldía.—Tengoentendidoquealgunasdeesashierbaspuedenconseguirquelamujerenfermesilasingiere
durantemuchotiempo.—Sé loquemehago—dijo, lacónica—.Además, ¿cuál sería la alternativa?—añadió conmenos
apasionamiento.—Eldesastre—admití.Asintióconlacabezapegadaamicuerpo.—Traspié.Siestanochetehubieradichoquesí,siestuvieraembarazada...¿quéhabríashecho?—Nolosé.Nomehabíaparadoapensarlo.—Piénsaloahora—merogó.Hablédespacio.—Supongoque...buscaríaun lugarpara ti,no sé, enalgunaparte.—AcudiríaaChade, acudiríaa
Burrich,ysuplicaríaayuda.Palidecípordentroalpensarenello—.Unlugarseguro.LejosdeTorredelAlce.Ríoarriba,talvez.Iríaavertecuandopudiera.Dealgunamanera,meocuparíadeti.
—Medejaríasaunlado,esoes.Amíyami...hijo.
—¡No!Tepondríaasalvo,dondenadiepudieraavergonzarteniburlarsedetiportenerunbebésola.Ycuandopudiera,iríaaverosatiyanuestrohijo.
—¿Alguna vez has considerado la posibilidad de que podrías acompañarnos? ¿De que podríamosabandonarTorredelAlce,túyyo,eirríoarribaahoramismo?
—NopuedoirmedeTorredelAlce.Yateloheexplicadodetodaslasformasquesé.—Séquelohashecho.Heintentadocomprenderlo.Perosigosinentenderporqué.—Eltrabajoquedesempeñoparaelreyestalque...—Déjalo.Quelohagaotro.Fúgateconmigo,busquemosnuestrapropiavida.—Nopuedo.Noestansencillo.Nosemepermitiríamarcharasícomoasí.Nosécómo,noshabíamosseparado.Ahoraellacruzólosbrazossobresupecho.—Veraz seha ido.Casinadiecreequevayaavolver.El reyArtimañasestámás senil cadadíay
Regiosepreparaparaheredarel trono.Si lamitadde loquedicesquesienteRegiopor tiesverdad,¿por qué demonios querrías quedarte aquí con él de rey? ¿Por qué iba a querer él que te quedaras?Traspié,¿esquenovesque todosedesmorona?LasIslasCercanasyFerrysonsóloelprincipio.Loscorsariosnosedetendránahí.
—Conmásrazóndeboquedarme.Paratrabajary,siespreciso,lucharpornuestropueblo.—Unhombresolonopuedepararlos—señalóMolly—.Nisiquieraunhombretanobstinadocomo
tú. ¿Por quéno aprovechas esa testarudezpara luchar por nosotros? ¿Por quénohuimos, río arriba ytierraadentro,lejosdeloscorsarios,enbuscadenuestrapropiavida?¿Porquétenemosquerenunciaratodoporunacausaperdida?
Nomepodíacreerloqueestabaescuchando.Silohubieradichoyo,habríasidotraición.Peroellalodecíacomosifueselomáslógicodelmundo.Comosiella,yoyelbebéqueaúnnoexistíafuéramosmásimportantesqueelreyylosSeisDucadosjuntos.Selodije.
—Bueno—respondió,mirándomealacara—.Esqueesverdad.Paramí,porlomenos.Sifuesesmimaridoyyoestuvieraembarazada,seríaisasídeimportantesparamí.Másimportantesqueelrestodelmundo.
¿Yquéesperabaquedijerayoaeso?Medecidíporlaverdad,asabiendasdequenolasatisfaría.—Tútambiénseríasasídeimportante.Yaloeres.Peroporesomismotengoquequedarme.Porque
algoasídeimportantenoesalgoconloquepuedasfugarteyesconderte.Esalgoporloquetienesqueserfuerteypelear.
—¿Pelear?—alzó unpoco lavoz—.¿Cuándo tedarás cuentadequeno somos lobastante fuertespara pelear?Me he visto entre los corsarios y unos niños demi propia sangre y apenas si conseguísobrevivir.¡Cuandotúhayashecholomismopodráshablarmedepelear!
Guardésilencio.Nosóloporeldañoquemehabíanhechosuspalabras.Medolían,ymucho.Perotambién me traían a la memoria la niña que sostuve en mis brazos mientras estudiaba la sangre queresbalabaporsubrazofrío.Nopodíasoportarlaideadevolverahaceralgoparecido.Peronopodíaescapardeella.
—Nohay escapatoria posible,Molly.O nos quedamos y luchamos aquí, omoriremos cuando nosalcancelalucha.
—¿Deverdad?—preguntófríamente—.¿Noseráqueprefieresanteponertulealtadhaciaelreyaloque tenemos?—No podíamirarla a los ojos. Resopló—.Eres igual queBurrich. ¡Ni siquiera te das
cuentadecómoteparecesaél!—¿ComoBurrich?Estabadesconcertado.Meextrañabaquehubieradichoaquello,ymásquelohubieradichocomosi
fueseundefecto.—Sí.Tajante.—¿Porquesoylealamirey?Seguíasincomprendersuspalabras.—¡No!Porqueprefieresatureyantesqueatumujer...oatuamor,oatupropiavida.—¡Nosédequémehablas!—¡Claro! ¡Loves!Claroqueno lo sabes.Peroandasporahí, comportándotecomosi supierasun
montóndesecretosymisteriosyhastalaúltimacosaimportantequehayapodidoocurrirjamás.Entoncesrespóndemeaesto.¿PorquéodiaPacienciaaBurrich?
Ahorasíqueestabaperdido.Noteníaniideadelaposiblerelaciónquepudierateneraquelloconmisupuestoproblema.Perosabíaque,dealgunamanera,Mollyestableceríaunaconexión.
—Loodiapormiculpa—propuse,concautela—.PorquecreequeBurrichllevóaHidalgoporelmalcamino...yasíescomonacíyo.
—Ahí.Fíjate.Peromiraqueeresidiota.Notienenadaqueverconeso.Cordoniamelocontóunanoche.Habíamosbebidounvasodevinodesaúcomásdelacuenta,yoestabahablandodetiyelladeBurrichyPaciencia.AlprincipioPacienciaestabaenamoradadeBurrich,imbécil.Peroélsenegabaaaceptarla.Decíaquelaquería,peroquenoibaacasarseconella,nisiquieraaunquesupadreaccedieraaentregarsumanoaunhombredecondicióninferior.Porqueélyaestabacomprometido,habíajuradoentregarsuvidaysuespadaasuseñorynocreíaquepudierahacerlesjusticiaalosdos.Sí,decíaqueojaláfueselibredecasarseconella,queojalánohubieradadoyasupalabraantesdeconocerla.Perotambiénledijoquenoeralibredecasarseconellaenesemomento.Ledijoalgunatonteríasobrecómodabaiguallomuchoquelointenteelcaballo,quesólopodrállevarunasilla.Asíqueellaledijoquebien,deacuerdo,quesiguieraaeseseñorqueeramásimportantequeellosdos.Yesohizoél.Lomismoqueharíastúsiyotedieraaelegir.
Habíadosrosasencendidasensusmejillas.Agachólacabezaaltiempoquemevolvíalaespalda.Así que ésa era la conexión conmi culpa. Peromedaba vueltas la cabezamientras encajaban de
pronto en su sitio losdistintos fragmentosdehistoriasy trozosde comentarios.Cómohabía conocidoBurrichaPaciencia.Ellaestabasentadaenunmanzanoylehabíapedidoquelesacaraunaastilladelpie.Noeraalgoqueunamujerpudierapedirlealcriadodesuseñor,sinomásbienalgoqueunadoncellaatrevidalepediríaalmozoquelehabíallamadolaatención.YsureacciónlanochequelehabíahabladosobreMolly y Paciencia, cuando le repetí las palabras de Paciencia sobre las sillas demontar y loscaballos.
—¿Hidalgosabíaalgodetodoesto?—pregunté.Mollygiróenredondo.Eraevidentequeésanoeralapreguntaqueesperabaquelehiciera.Perotampocopodíaresistirseacompletarlahistoria.
—No.Alprincipiono.CuandoPacienciayélseconocieron,ellanoteníaniideadequefueseelamodeBurrich.Éstenuncalehabíadichoaquéseñor lehabía juradofidelidad.AlprincipioPaciencianoquisonadaconHidalgo.Entiéndelo,aúnguardabaaBurrichensucorazón.PeroHidalgoeraobstinado.
PorloquediceCordonia,terminódistrayéndola.Conquistósucorazón.Nofuehastadespuésdequeellale diera el sí, cuando se hubo casado con él, que descubrió que era amo de Burrich. Y sólo porqueHidalgoenvióaBurrichparaentregarleuncaballoespecial.
MeacordédeprontodeBurrichenelestablo,contemplandolamonturadePacienciaydiciendo:«Yoadiestréaesecaballo».MepreguntésihabríadomesticadoaSeda sabiendoque layegua ibaaserunregaloparalamujerquehabíaamadoél,unobsequiodepartedelhombreconelquesehabíacasado.Apostaríaaquesílosabía.SiemprehabíapensadoqueeldesprecioquemostrabaPacienciaporBurrichobedecíaa loscelos,aqueHidalgosepreocupara tantoporél.Ahorael triángulose tornabaaúnmásextraño.Einfinitamentemásdoloroso.Cerrélosojosymeneélacabeza,abrumadoporlainjusticiadelmundo.
—Nuncapuedehabernadabuenoysencillo—dijeparamí—.Siempretienequehaberunacascaraamarga,unapepitaagriaenalgunaparte.
—Sí.LarabiadeMollyparecíahaberseagotadoderepente.Sesentóensucamayyomeacerquéyme
sentéasulado.Nomeapartó.Cogísumanoylaestreché.Unmillardeideasseagolpabanenmimente.CómodetestabaPacienciaqueBurrichbebiera.CómoseacordabaBurrichdelperritofalderodeella,ycómolopaseabaellasiempreenunacesta.Elcuidadoqueponíaélsiempreensuaspectoysuconducta.«Que no puedas ver a una mujer no significa que ella no pueda verte a ti.» Oh, Burrich. El trabajoañadido que realizaba, ocupándose de un caballo que ella ya nuncamontaba. Almenos Paciencia sehabíacasadoconunhombrealqueamabayhabíadisfrutadodeunosañosdefelicidad,peseatodaslascomplicacionesde las intrigaspolíticas.Perohabía tenidosusaños felices,encualquiercaso.¿AquépodíamosaspirarMollyyyo?¿AlomismoqueteníaBurrichahora?
Sereclinócontramíylaabracéduranteunlargorato.Esofuetodo.Perodealgúnmodo,enmediodelamelancolíaquesehabíaadueñadodeesanoche,nossentimos tanunidoselunoalotrocomohacíamuchotiempoquenonossentíamos.
DíasAciagos
El reyEyoddelReino de lasMontañas ocupaba el trono durante los años de laGuerra de lasVelasRojas.Elfallecimientodesuprimogénito,Rurisk,habíadejadoasuhijaKettrickencomoúnicaherederadel tronode lasmontañas. Segúndictaba su tradición, ella se convertiría en reinade lasmontañas,o«sacrificio»,comolodenominaesepueblo,alamuertedesupadre.Porconsiguiente,suboda conVeraz garantizaba no sólo que contáramos con un aliado que nos guardara las espaldasdurante esos años tan inestables, sino también la promesa de la eventual adhesión de un «séptimoducado»alReinodelosSeisDucados.ElhechodequeelReinodelasMontañaslindaraúnicamentecon los ducados terrales de Haza y Lumbrales propiciaba que a Kettricken le preocuparaenormementelaposibilidaddeunlevantamientocivildelosSeisDucados.Habíasidoeducadaparasersacrificio.Sudeberparaconsupuebloeradeextremaimportanciaensuvida.AlconvertirseenReinaalaEsperadeVeraz,elpueblodelosSeisDucadossehizosuyotambién.Peronadamáslejosdesupensamientoque,alamuertedesupadre,lasgentesdelasmontañasreclamaranelregresodesu«sacrificio».¿CómopodríacumplirconesaobligacióncuandoLumbralesyHazase interponíanentresupuebloyella,nocomopartedelosSeisDucados,sinocomonaciónhostil?
Aldíasiguienteestallóunaviolentatormenta.Fueunabendiciónyunamaldiciónalmismotiempo.Nadiedebíatemerqueloscorsariosasolaranlacostaenundíaasí,perotambiénobligabaamantenerhacinadoaungrupodesoldadossoliviantadosyenfrentados.Enelcastillo,OsornoeratanvisiblecomoinvisibleeraRegio.CadavezquemeaventurabaalGranSalón,allíestabaelduqueMazas,deambulandoinquieto o contemplando fríamente las llamas de alguna de las chimeneas encendidas. Sus hijas loflanqueabancomovigilantesleonasdelasnieves.CeleridadyFeeranjóvenestodavíaylaimpacienciaylarabiasereflejabansindisimuloensussemblantes.Mazashabíasolicitadounaaudienciaoficialconelrey.Cuantomástuvieraqueesperar,mayorseríaelinsultoimplícitoalignorarlaimportanciadelasuntoquelohabíallevadohastaallí.YlacontinuadapresenciadelduqueennuestroGranSalóneraunanuncioostentosoparasusseguidoresdequeel reyaúnnosehabíadignadoverlo.Yoobservabacómobullíalentamenteelaguadeesateteraymepreguntabaquiénsaldríapeorescaldadocuandosederramara.
Estaba realizandomi cuarto registro sigiloso de la estancia cuando aparecióKettricken. Se habíavestido con ropas sencillas: una túnica larga y recta de color púrpura con un corpiño blanco cuyas
voluminosasmangaslecubríanlasmanos.Llevabaelcabellolargoysueltosobreloshombros.Entróconsuacostumbradafaltadeceremonia,precedidaúnicamentedeRomero,supequeñadamadecompañía,seguidadeladyModestiayladyEsperanza.Nisiquieraahoraquesehabíavueltomáspopularentrelasdamasdelacorteolvidabaqueesasdoshabíansidolasprimerasenaliviarsushorasdesoledad,yamenudolashonrabasolicitandosucompañía.NocreoqueelduqueMazasreconocieraasuReinaalaEsperaenaquellamujerataviadatandiscretamentequeseleacercósinaminorarelpaso.
Sonrió y le estrechó lamano amodo de saludo. Era la sencillamanera que tenía la gente de lasmontañasdereconocerasusamigos.Dudoquesedieracuentadelhonorquelehacía,nidelomuchoquehizoaquelsimplegestopormitigarlashorasdeesperadeMazas.SóloyovielcansancioenelrostrodeKettricken, estoy seguro, y las tumescencias que aureolaban sus ojos. Fe y Celeridad sucumbieronenseguidaalaamabilidaddeaquellaatenciónparaconsupadre.LavozcristalinadeKettrickenllegabaa todos los rincones del Gran Salón, por lo que todas las personas reunidas alrededor de cualquierchimeneaquequisieranescucharlasindudalaoyeron.Comoerasuintención.
—Estamañanahellamadodosvecesanuestrorey.Lamentablementeseencontraba...indispuestoenambasocasiones.Esperoquenooshayairritadolaespera.Séquequerréishablardirectamenteconelreysobrevuestratragediaytodoloquedebehacerseparaayudaranuestropueblo.Perodemomento,mientraséldescansa,hepensadoquequizásosgustaríacompartirunpequeñorefrigerioconmigo.
—Osloagradezco,alteza—respondióOsornoconcautela.Kettrickenhabíasabidoalisardenuevosusplumaserizadas,peroMazasnoeraunhombrequese
dejaraencandilarfácilmente.—Seráunplacer—dijoKettricken.SegiróyseagachóligeramenteparasusurraralgoaRomero.La
doncellita asintió con la cabeza y salió corriendo como una liebre. Todo el mundo la siguió con lamirada.Regresóenapenasunosinstantes,estavezalacabezadeunaprocesióndecriados.Serequisóunamesaquefuetrasladadafrentealachimeneaprincipalycubiertaconunmantelblancocomolanieve,sobreelquesepusoasuvezuncentrodeflorescortadasdelosjardinesdelapropiaKettricken.Unatropadecamarerosdesfilóparadepositarbandejas,copasdevino,confiturasymanzanastardíasenunafuentedemadera.Todoestabatanprodigiosamenteorquestadoquecasiparecíamagia.Lamesaestuvolistaencuestióndeinstantes,sesentaronlosinvitadosyaparecióArmoniosoconsulaúd,cantandoaunantes de entrar en elGranSalón.Kettricken invitó a sus damas de compañía a unirse al convite y, alrepararenmipresencia,me indicóquemeacercaraconunademán.Eligióalazarmás invitadosa sumesaentre los reunidos frentea lasdistintaschimeneas;nosegún lonoblesoacaudaladosque fueran,sino según lo interesantes que le parecían. Llamó entre otros aVirote, con sus historias de caza, y aValvas,unajovencitadelamismaedadquelashijasdeMazas.KettrickensesentóaladerechadeMazasydenuevocreoquenosediocuentadelhonorquelehacíaconsugesto.
Cuandosehubodadocuentadepartedelacomidaysehubocharladodevariosasuntos,KettrickenindicóaArmoniosoquebajaralavozparacantar.SevolvióhaciaMazasydijosinrodeos:
—Sóloconocemosdeoídaslasnuevasquenostraéis.¿QuerríaiscompartirconnosotrosloacaecidoenFerry?
El duque vaciló un instante. Sus quejas eran para que las escuchara y actuara en consecuencia elmonarca.Pero¿cómopodríacontrariaralaReinaalaEsperaquetangraciosamentelotrataba?Bajólamiradaunmomentoy,cuandohabló,suvozsonabaenronquecidaporunaemociónsincera.
—Alteza,hemossidogravementeheridos—comenzó.Todaslasvocesalrededordelamesaenmudecierondeinmediato.Todoslosojosseclavaronenél.
Percibíquetodosloscomensaleselegidosporlareinaeranademásoyentesatentos.Desdeelmomentoenqueabordósurelato,noseprodujoniunsonidoenlamesa,salvocontenidasexclamacionesdepesaro murmullos de rabia por lo que habían hecho los corsarios. Hizo una pausa en su historia, tomóvisiblemente una decisión y prosiguió diciendo cómo habían solicitado ayuda y aguardado en vanocualquier respuesta.La reina loescuchósin interrumpirloconobjecionesninegativas.Paracuandoelduque hubo concluido su flébil relato, era evidente que se había quitado un peso de encima. Todospermanecimoscalladosduranteunlargorato.
—Muchodeloquecontáisesnuevoparamisoídos—dijoporfinKettricken—.Ynadadeelloesbueno.Noséquédiránuestroreydetodoesto.Tendréisqueesperaraqueélosescuche.Peropormiparte,porahora,diréquemicorazónestállenodedolorpormipueblo.Yderabia.Osprometoque,enlo que a mí respecta, estos atropellos no quedarán impunes. Como tampoco estará mi pueblodesguarecidofrentealosrigoresdelinvierno.
ElduqueMazasdeOsornofijólamiradaensuplatoyjugueteóconeldobladillodelmantel.Levantólacabezayhabíafuegoensusojos,perotambiénpesar.Cuandohabló,suvozerafirme.
—Palabras.Esosólosonpalabras,mireina.ElpueblodeFerrynopuedealimentarsedepalabras,nicobijarsebajoellascuandocaelanoche.
Kettrickenlesostuvolamiradasininmutarse.Pareciótensarsealgodentrodeella.—Bien sé que es cierto lo que decís. Pero palabras es lo único que puedo ofreceros en estos
momentos.Cuandoelreyseencuentrelobastantebienpararecibiros,veremosquésepuedehacerporFerry.
Mazasseinclinóhaciaella.—Tengopreguntas,alteza.Necesitolasrespuestascasitantocomonecesitohombresydinero.¿Por
quéno se atendieronnuestraspeticionesde auxilio? ¿Porqué seordenóvolver apuerto al barcoquepodríahaberacudidoennuestraayuda?
LavozdeKettrickentemblóligeramente.—No tengo respuesta a esas preguntas, señor. Y me avergüenza admitirlo. No supe de vuestra
situaciónhastaquellegóvuestromensajeroacaballo.Me asaltaron fuertes temores ante aquellas palabras. ¿Debería admitir la reina algo así delante de
Mazas?Quizáno,enarasde laprudenciapolítica.PerosabíaqueKettrickenanteponía laverdada lapolítica.Mazassondeósusemblanteintensamenteysepronunciaronlasarrugasalrededordesuslabios.
—¿AcasonosoislaReinaalaEspera?—preguntóconosadía,aunqueenvozbaja.LosojosdeKettrickensetornarongrisescomoelaceromientraslesosteníalamirada.—Asíes.¿Meestáispreguntandosimiento?LetocóaMazasapartarlamirada.—No.No,mireina,noeraésamiintención.Elsilenciosehizoinsostenible.NosésifueKettrickenlaquehizoalgúngestosutilosifueelinstinto
deArmoniosoloqueloimpulsóarasguearlascuerdasconmásímpetu.Enunmomentosuvozentonóunacancióndeinvierno,llenadenotasestridentesyvigorososestribillos.
Transcurrieronmásde tresdíasantesdequeMazas fuera llamadopor fina losaposentosdel rey.
Kettrickenintentabaproporcionarledivertimentos,peroeracomplicadoentreteneraunhombrequesólopensabaenlavulnerabilidaddesuducado.Élsemostrabacortés,perodistraído.Fe,lasegundadesushijas, no tardó en trabar amistad con Valvas y parecía olvidar sus penas en compañía de la joven.Celeridad,encambio,estabasiemprealladodesupadre,ycuandosusoscurosojosazulessecruzabanconlosmíos,erancomoheridas.Esamiradamehacíaexperimentarunaextrañavariedaddeemociones.Me aliviaba que no intentara prodigarme sus atenciones a solas. Al mismo tiempo sabía que sudistanciamientohaciamíeraunreflejodeloquesentíasupadrehaciatodaTorredelAlce.Agradecíaque no me hiciera caso; al mismo tiempo me molestaba, pues lo consideraba injusto. Cuando llegófinalmente la invitación y Mazas corrió a ver al rey, esperé que tocara a su fin aquella incómodasituación.
EstoysegurodequenofuielúnicoquereparóenelhechodequelareinaKettrickennohabíasidoinvitadaalconsejo.Tampocoyoestuvepresente,dadoquetampocohabíarecibidoinvitación.Peronoesalgocomúnqueunareinasearelegadaalamismacategoríasocialqueunsobrinobastardo.KettrickenconservósuecuanimidadysiguióenseñandoalashijasdeMazasyaValvasunatécnicaqueempleabanenlasmontañasparaensartarcuentasenlosbordados.Yocurioseabaalrededordelamesa,perodudoquetuvieranlamenteensuslaboresmásqueyo,quenoerademasiado.
Notuvimosqueesperarmucho.Enmenosdeunahora,elduqueMazasreaparecióenelGranSalónconelímpetuylafuriadeunaventisca.
—Recogenuestrascosas—dijoaFe.ACeleridad—:Dianuestraguardiaqueestélistaparapartirdentrodeunahora.—DedicóunareverenciaforzadaalareinaKettricken—.Alteza,disculpadquemevaya.EnvistadequelaCasadelosVatídiconopiensaofrecernosayuda,Osornodebeocuparsedesuspropiosasuntos.
—Desdeluego.Comprendoquetengáisprisapor iros—contestósolemnementeKettricken—.Peroantesmegustaríainvitarosacompartirunúltimoalmuerzoconmigo.Noesbuenoemprenderunviajeconelestómagovacío.Decidme.¿Osgustanlosjardines?
SupreguntaibadirigidaaOsornotantocomoasusdoshijas.Éstasmiraronasupadre.Transcurridounmomento,elduqueasintiósucinto.
Las dos muchachas confesaron con cautela a Kettricken que les gustaban los jardines. Pero suasombroeraevidente.¿Unjardín?¿Eninvierno,enplenatormenta?Yocompartíasusrecelos,ymásqueloscompartícuandoKettrickenmellamóconungesto.
—Traspié Hidalgo. Atiende a lo que te voy a pedir. Romero, ve a las cocinas con lord TraspiéHidalgo.Prepara la comidaqueél te indiquey llévala al Jardínde la reina.Yoescoltaréhasta allí anuestroshuéspedes.
Desorbitélosojos,suplicandoaKettrickenconlamirada.No.Allíno.Elascensohastalatorreeradeporsíagotadorparamuchos,pornohablardetomarunatazadetéeneltejadoazotadoporelviento.Nolograbaimaginarmequépensabaqueestabahaciendo.Lasonrisaconquerespondióamiexpresióndeangustiafuelamásfrancayserenaquehabíavistoenmivida.TrascogerelbrazodelduqueMazas,locondujofueradelGranSalónmientraslashijasseguíanalasdamasdelareina.MegiréhaciaRomeroycambiésusórdenes.
—Veabuscarropadeabrigoparaellosyalcánzalos.Yomeencargodelacomida.Laniñasefuecorriendoalegrementemientrasyomedirigíaalacocina.InformébruscamenteaSara
denuestra imprevistanecesidadyenseguidadispusounabandejadepastascalientesyvinoespeciadoparamí.
—Llévateesto,queenseguidamandoaunchicoconmás.SonreíparamímientrastomabalabandejaymeapresurabaabuscarlosJardinesdelaReina.Quizá
KettrickenserefirieraamícomolordTraspiéHidalgo,peroSaralacocineranuncaselopensaríadosvecesantesdecargarmeconunabandejadecomida.Resultabacuriosamentereconfortante.
Enfilélasescalerastandeprisacomopudeymedetuvepararecuperarelresuelloenelrellanodeltejado.Mepreparéparaafrontarlalluviayelvientoyempujélapuerta.Eltejadodelatorreeratodolodesapacible queme esperaba. Las damas de la reina, las hijas deMazas yValvas se apiñaban en elescasorefugioqueofrecíandosparedesadyacentesyuntrozodelonatendidocomoparasolelveranoanterior.Protegíadelomásreciodelvientoyguarecíaasimismodecasitodalalluviahelada.Habíaunamesitaencajadaenelcentrodeaquelpatéticorefugioyallídepositélabandeja.Romero,bienabrigada,sonrió con picardía mientras sustraía una pasta del borde de la bandeja. LadyModestia presidió elrepartodelosalimentos.
Tanaprisacomomefueposible,requisédostazasdevinocalienteparalareinayelduqueMazasy,conlaexcusadeservírselas,meuníaellos.Seencontrabanalbordemismodelparapeto,contemplandoelmarporencimadelamurallaalmenada.Elvientoremovíalasaguasylevantabaunaespumablancamientras zarandeaba a las gaviotas de un lado para otro, impidiéndoles volar libremente. Cuandomeacerqué vi que estaban conversando en voz baja, pero el rugido del vientome impidió escucharlos ahurtadillas. Deseé haber cogido una capa también paramí.Me había empapado casi al instante y elvientosellevabaelpococalorquepudieragenerarmicuerpotiritando.Intentésonreírpesealcastañeteodemisdientesylesofrecíelvino.
—¿ConocíaisyaalordTraspiéHidalgo?—preguntóKettrickenaMazasmientrascogíansustazas.—Asíes,hetenidoelplacerdedisfrutardesucompañíaenmimesa—laaseguróelduque.Lalluviacaíadesuspobladascejasmientraselvientoagitabasucoletadeguerrero.—¿Noosimportará,entonces,quelepidaqueseunaanuestraconversación?Adespechodelalluviaquelacalaba,lareinahablabaconafabilidad,comosiestuvieragozandodel
solenprimavera.MepreguntésicomprendíaqueMazasveríasupreguntacomounaordenvelada.—Estaréencantadodeescuchar susconsejos, sipensáisque tiene sabiduríaqueaportar, alteza—
convinoMazas.—Esperabaquedijeraiseso.TraspiéHidalgo.Sírveteunpocodevinoyvuelveconnosotros,por
favor.—Comodeseemireina.Hiceunareverenciaymedispuseaobedecer.MicontactoconVerazsehabíaatenuadocadavezmás
concadadíaquesealejaba,peroenesemomentosentísucuriosidad.Meapresuréaregresarjuntoamireina.
—Esimposibledeshacerlohecho—estabadiciendoKettrickencuandovolvíareunirmeconellos—.Lamentoquenohayamospodidoprotegeranuestropueblo.Peroyaquenopuedodeshacerloqueyahanhecholoscorsarios,quizápuedaayudaracobijaralosrefugiadosdelastormentasqueseavecinan.Osruegoquelesllevéisesto,demanosdesureinaydetodocorazón.
ReparédepasadaenelhechodequeomitíamencionarlaobvianegativaaactuardelreyArtimañas.La observé con atención. Semovía relajada y concienzudamente almismo tiempo. La holgadamangablancaqueretiródesubrazochorreabayafríaaguade lluvia.La ignorómientrasdescubríasupálidapiel y revelaba un brazalete de oro enroscado en su antebrazo, con oscuros ópalos de sus montañasincrustadosaquíyalláen laespiral.Habíavistoanteselopacofulgorde losópalosde lasmontañas,peronuncapiedrasdeesetamaño.Meofreciósubrazoparaquedesabrocharaelcierrey,sinvacilación,apartó el tesorode subrazo.De laotramanga sacóunabolsitade terciopelo.La sujetémientras ellaguardabalosbrazaletesensuinterior.SonriócálidamentealduqueMazascuandolapusoensumano.
—DepartedevuestroReyalaEsperaVerazytambiéndelamía—dijoenvozbaja.ApenassipudereprimirelimpulsodeVerazenmiinteriordearrojarsederodillasalospiesdeesa
mujer y declararla demasiado noble para su insignificante cariño. Mazas se quedó tartamudeandopalabrasdeagradecimientoyjurándolequenomalgastaríaniunpeniquedesuvalor.EnFerryvolveríanalevantarsesólidoshogaresysushabitantesbendeciríanalareinaporlacalidezdesustechos.
ComprendídeprontoporquésehabíaelegidoelJardíndelaReinacomoescenario.EseregaloeraexclusivamentedeKettricken, independientede loquedijeranuopinaranArtimañasoRegio.El lugarseleccionadoporlareinaylaformaenqueselohabíapresentadoaMazasbastabanparadejárseloclaroaél.Kettrickennolepidióqueguardaraelsecreto;noeranecesario.
Penséenlasesmeraldasocultasenunrincóndemibaúl,peroVerazguardósilencioenmiinterior.Nohiceademándeirabuscarlas.EsperabaveraVerazrodeandoelcuellodesureinaconellasalgúndía.TampocoqueríaminimizarelsignificadodelregaloquelehabíahechoaMazasañadiendootrodeunbastardo.Puesasíeracomohabríatenidoquepresentarlo.No,decidí.Queelobsequiodelareinaysupresentaciónseconservaranenelrecuerdodelduque.
Mazasapartólavistadesureinaylafijóenmí.—Alteza,sediríaquetenéisaestejovencitoenmuyaltaestima,parainvitarloavuestrosconsejos.—Asíes—repusoconseriedadKettricken—.Nuncahatraicionadomiconfianzaenél.Mazasasintió,comosiacabaradeconfirmaralgoparasusadentros.Sepermitióunapequeñasonrisa.—Mihijapequeña,Celeridad,sequedóunpocopreocupadaal recibirunamisivade lordTraspié
Hidalgo. Sobre todo porque sus hermanas mayores la abrieron antes que ella y encontraron muchomaterialconelque tomarleelpelo.Perocuandomeconfiósus recelos, ledijequees raroelhombrecapazdeadmitirtancándidamenteloquepodríanconsiderarsedesventajas.Sólounbravucónafirmaríaacudir sinmiedoa labatalla.Tampocodesearíadepositarmiconfianzaenalguiencapazdematar sinsentirremordimientosdespués.Encuantoasusalud—mepropinóunainesperadapalmadaenelhombro—,yodiríaquetodounveranotirandoderemoyblandiendoelhachatehansentadobien.—Susojosdehalcón traspasaron losmíos—.No he cambiado de opinión respecto a ti, TraspiéHidalgo. TampocoCeleridad.Quieroqueesolotengasmuyclaro.
Dijelaspalabrasquesabíaquedebíadecir.—Gracias,sir.Segiróparamirarporencimadelhombro.Seguísumiradaa travésde lacortinadeaguahastael
lugardesdeelquenosobservabaCeleridad.Supadrelehizounaseñaconlacabezaylasonrisadelajovenaparecióigualqueelsoldetrásdeunanube.Fe,quelavigilaba,dijoalgoyCeleridadseruborizóylepropinóunempellón.SemehelaronlasentrañascuandoMazasmedijo:
—Puedesiradespedirtedemihija,silodeseas.Habíapocascosasquedesearamenos.Peronoibaaecharportierraloquetantolehabíacostado
levantar aKettricken.Nopodía.Así quehiceuna reverenciaymedisculpé, ymeobligué a cruzar eljardínazotadoporlalluviaparapresentarmeanteCeleridad.FeyValvasseretiraroninmediatamenteaunadistancianodemasiadodiscretaparaobservarnos.
Lasaludéconabsolutacortesía.—LadyCeleridad,deboagradecerosdenuevoquemeenviaraisaquelpergamino—dijecontorpeza.Tenía el corazón desbocado. Ella también, estaba convencido, aunque pormotivos completamente
distintos.Mesonriótraselvelodelluvia.—Fue un placer enviároslo, y otro aúnmayor recibir vuestra respuesta.Me la explicómi padre.
Espero que no osmoleste que se la enseñara.No entendía por qué osmenospreciabais de esemodo.«Aquelquedebealardeardesusméritossabequenadiemáslohará»,medijo.Tambiénmedijoquelamejormaneradeconocerelmarpasaporempuñarel remodeunnavío.Yque,ensusañosmozos,elhacha también era su armapredilecta.Haprometido regalarnosuna arenera amishermanasy amí elverano que viene, para que podamos salir a navegar cuando haga buen tiempo...—Se interrumpió derepente—.Hablodemasiado,¿verdad?
—Enabsoluto,milady—leaseguré.Preferíaquecondujeraellalaconversación.—Milady—repitióenvozbaja,ysepusotancoloradacomosiacabaradebesarlaallímismo.Torcílacabeza,sóloparaencontrarlosdesorbitadosojosdeFeposadosennosotros,formandocon
loslabiosunaOdeescandalizadodeleite.Imaginarmeloqueelladebíadeimaginarsequeyolehabíadichoasuhermanaconsiguióqueelcaloryelcoloracudierantambiénamirostro.Cuandomeruboricé,Valvasyellarompieronareír.
MeparecióquehabíapasadounaeternidadantesdequeabandonáramoselintempestivoJardíndelaReina.Nuestrosinvitadossedirigieronasushabitacionesparacambiarselaropamojadayprepararsuviaje.Yohicelomismo,vistiéndomeaprisaparanoperdermeningúndetalledesupartida.
LleguéalpatioexterioratiempodeverensillaraMazasysuguardia.TambiénlareinaKettrickenestabaallí,ataviadaconsusacostumbradosblancosypúrpuras,yacompañadadesuguardiadehonor.SeacercóalcaballodeMazasparadecirleadiósy,antesdemontar,elduquehincóunarodillaenelsueloyle besó la mano. Se produjo un breve intercambio de palabras, no sé cuáles, pero la reina sonreíamientrassucabellovolabaenmarcándoleel rostro.Mazasysus tropaspartieronhaciaelgruesode latormenta.Sepercibíaaúnlairaenloshombrosdelduque,perosudeferenciaparaconlareinaindicabaquenotodosehabíaperdido.
CeleridadyFemelanzaronsendasmiradasmientrassealejaban,ylaprimeraseatrevióalevantaruna mano a modo de despedida. Le devolví el gesto. Me quedé allí plantado viendo cómo se iban,aterido, y no sólo por culpa de la lluvia. Ese día había apoyado aVeraz y aKettricken, pero ¿a quéprecio?¿QuéibaahacerconCeleridad?¿EraposiblequeMollytuvierarazóneneseparticular?
Aquellanochefuiapresentarmisrespetosalrey.Nomehabíallamado.NomeproponíadiscutirelproblemadeCeleridadconél.Fui,preguntándomesieraVerazelquemeobligabaosieramicorazónelqueme advertía de que no debía abandonarlo.Wallaceme dejó pasar a regañadientes, informándome
secamentedequeelreynosesentíadeltodobienyyonodebíaagotarlo.ElreyArtimañasestabasentadofrenteasuchimenea.Elairedelaestanciaestabacargadodehumo.
Elbufón,conlacaraconvertidaaúnenuninteresantepaisajedemoradosyazules,seencontrabaalospiesdelmonarca.Teníalasuertedeestardebajodelnivelmáspestilentedelaneblina.SuertequeyonocompartícuandoocupéeltaburetesinrespaldoqueWallacefuetanconsideradodeacercarme.
Unosmomentos después de quemehubiera presentado y acomodado, el rey se giró haciamí.Mecontemplóconojoslegañososduranteuninstantemientraslebailabalacabezaencimadelcuello.
—Ah,Traspié—me saludó el rey con retraso—. ¿Cómovan tus clases? ¿Está complacidomaeseCericacontusprogresos?
Miré al bufónde soslayo, pero éste prefirió seguir removiendo los rescoldos del fuego en vez dedarseporaludido.
—Sí—respondíenvozbaja—.Dicequemicaligrafíaesmuybuena.—Esoestábien.Unamanofirmeesalgodeloquecualquieradeberíasentirseorgulloso.¿Yquéhay
denuestrotrato?¿Hemantenidolapalabraquetedi?Eranuestraantigualetanía.Considerédenuevolostérminosquemehabíaofrecido.Élseocuparíade
mialimentación,devestirmeyeducarme,yacambiocontaríaconmilealtadabsoluta.Sonreíalrecordaresaspalabrastanfamiliares,peroladecadenciadelhombrequelashabíapronunciadoyloquehabíanllegadoacostarmehicieronquesemeformaraunnudoenlagarganta.
—Sí,majestad.Lahabéismantenido—musité.—Bien.Procuramantenertambiéntúlatuya.Sereclinópesadamenteensusilla.—Loharé,alteza—prometí.Losojosdelbufónsecruzaronconlosmíoscuandofuetestigootravezdeaquellapromesa.Laestanciapermanecióensilenciounosinstantes,rototansóloporelcrepitardelasllamas.Luegoel
reyseirguióensuasientocomosilohubiesesobresaltadoalgúnruido.Miróasualrededor,confuso.—¿Veraz?¿DóndeestáVeraz?—Está cumpliendo una misión, mi rey. Para conseguir la ayuda de los Vetulus y expulsar a los
corsariosdenuestrascostas.—Ah,sí.Claro.Esqueporunmomentomepareció...Serecostóensusilla.Semeerizótodoelvellodelcuerpo.Podíasentircómohabilitabavagamente,
tanteando con desatino. Su mente tiraba de la mía como unas manos decrépitas intentando encontrarasidero. Creía que ya no podía habilitar, que había consumido su talento hacía años.Verazme habíacontado que Artimañas utilizaba su Habilidad, pero muy rara vez. Había ignorado sus palabras porconsiderarlas un gesto de lealtad hacia su padre. Pero la fantasmagórica Habilidad pulsaba mispensamientoscomounosdedostorpeslascuerdasdeunarpa.SentícómosesoliviantabaOjosdeNocheanteesanuevainvasión.Silencio,leadvertí.
Semecortóel alientoalocurrirsemede repenteuna idea. ¿GeneradaporelVerazdemi interior?Prescindídetodacautelaymerecordéqueesoeraloquelehabíaprometidoaaquelhombrehacíatantotiempo.Lealtadentodaslascosas.
—¿Majestad?Solicitésupermisomientrasacercabamitabureteasusilla.Tomésumanoapergaminadaenlamía.
Fuecomosimetiraradecabezaaunríocrecidoporlaslluvias.—¡Ah,Veraz,hijomío,estásahí!PorunmomentoatisbéaVeraz talycomo loveíael reyArtimañas.Unmuchachogorditodeunos
ocho o nueve años, más amable que espabilado, no tan alto como su hermanomayor, Hidalgo. Perotambiénunpríncipecabalysimpático,unhijosegundoexcelente,nidemasiadoambiciosonidemasiadoinquisitivo.Luego,comosimealejaradelaorilladelrío,mesumergíenuntumultuosoynegrorápidodeHabilidad.Me desorientó ver de pronto a través de los ojos deArtimañas. La periferia de su visiónestaba empañada por una neblina. Por unmomento vi aVeraz vadeando laboriosamente un campo denieve.
¿Quéesesto?¿Traspié?FuiarrastradoalcorazóndeldolordelreyArtimañas.Habilitadoenlomáshondodeél, lejosde lashierbasyelhumoque loembotaban,meabrasó laagonía.Eraundolorquecrecíapaulatinamente,quetrepabaporsucolumnahastasucráneo,unasaltoimperiosoquenosepodíaignorar.Teníaqueelegirentreconsumirseporlaagoníaqueleimpedíapensaryentontecersucuerpoysumenteconhierbasyhumosparaescondersedeella.Peroenelinteriordesumentenubladahabitabaaúnunmonarcafuriosoporsuconfinamiento.Suespíritupermanecíaallí,peleandoconelcuerpoquesenegabaaobedecerloyconeldolorquedevorabalosúltimosañosdesuvida.Juroquelovi,unhombrejoven,puedequeunañomayorqueyo.SucabelloeratanrebeldeeindómitocomoeldeVeraz,teníalosojos abiertosy en alerta, y las únicas arrugasque surcaban su rostro eran lasquedibujaba su ampliasonrisa.Éseeratodavía,ensualma,esehombrejoven,atrapadoydesesperado.Meagarróymepreguntóenloquecido:
—¿Dóndeestálasalida?Sentíquemehundíaensupresa.Entonces,comodos ríosqueconvergen,otra fuerzaseestrellócontramíysucumbíasucorriente.
¡Muchacho! Contente. Fue como si unas manos fuertes me sujetaran yme definieran como una hebraaisladadelacuerdaqueestábamostrenzando.Padre.Aquíestoy.¿Menecesitas?
No.No.Todosiguecomosiempre.PeroVeraz...Sí.Estoyaquí.Osornoyanoesnuestro.MazasacogeallíVelasRojasacambiodelaproteccióndesusaldeas.Seha
vueltocontranosotros.Cuandovuelvasacasa,debes...Laideasequedóinconclusa,perdidaslasfuerzas.Padre.¿Dedóndeprocedeesainformación?PercibílasúbitadesesperacióndeVeraz.Siloquedecía
Artimañaseracierto,TorredelAlcenoteníaningunaesperanzadesobreviviralinvierno.Regiotieneespías,letransmitenlainformaciónyélmelacomunicaamí.Debemosguardarestoen
secreto, durante algún tiempo, hasta que hayamos reunido la fuerza necesaria para atacar aMazas.Ohasta que decidamos abandonarlo a su suerte con sus amigos corsarios. Sí. Ése es el plan deRegio.MantenerlasVelasRojaslejosdeGamahastaquesevuelvancontraMazasylocastiguenpornosotros.Mazas llegó a enviar una falsa petición de auxilio, con la esperanza de atraer a nuestros barcos a sudestrucción.
¿Esposiblealgoasí?Todos los espías de Regio lo confirman. Y me temo que ya no podemos confiar en tu esposa
extranjera. Mientras Mazas estaba aquí, Regio se dio cuenta de cómo lo agasajaba ella y buscaba
cualquier excusa para hablar con él en privado. Teme que conspire con nuestros enemigos paraapropiarsedeltrono.
¡ESOESMENTIRA!La fuerza de su negativame atravesó como la punta de una espada. Por uninstante volví a sentir que me ahogaba, perdido, inconsciente, en el torrente de Habilidad que metraspasaba.Verazsediocuentaymerescatódenuevo.Debemostenercuidadoconelmuchacho.Notienelafuerzanecesariaparaserutilizadodeestamanera.Padre,osloruego.Confiadenmireina.Séquenoesfalsa.YdesconfiaddeloqueosdiganlosespíasdeRegio.Ponedespíasalosespíasantesdeactuardeacuerdoconsusinformes.ConsultadaChade.Prometédmelo.
Nosoyidiota,Veraz.Sécómoprotegermitrono.Bien.Deacuerdo.Procuradqueatiendanalchico.Noestáentrenadoparaesto.Alguienmecogiólamanoenesemomento,comosimelaretiraradeunaestufaencendida.Medoblé
sobremímismoyhundílacabezaentrelasrodillasmientraselmundogirabaamialrededor.Amilado,elreyArtimañasjadeabacomosiacabaradeecharunacarrera.ElbufónmepusounvasodevinoenlamanoyseapresuróaobligarabeberunossorbosalRey.Yporencimadetodo,derepente, lavozdeWallace,inquiriendo:
—¿QuélehabéishechoalRey?—¡Los dos están mal! —Había una estridente nota de temor en la voz del bufón—. ¡Estaban
conversandotranquilamenteydeprontosehanpuestoasí!¡Llévateesoscondenadosincensarios!¡Vasaconseguirquesemueran!
—¡Silencio,bufón!¡Noculpesdeestoamimedicina!PeropercibílaprecipitaciónenlospasosdeWallacemientrasrecorríalaestancia,apagandoconlos
dedoslasramasencendidasencadaincensariootapándolasconcopasdebronce.Enunmomento seabrierondepar enpar lasventanasa la fríanoche invernal.El aireheladome
despejólacabeza.Conseguísentarmeerguidoydarunsorbodevino.Fuirecuperandogradualmentelossentidos.Aunasí, todavíaestabasentadocuandoirrumpióRegioen lasala,exigiendosaberquéhabíasucedido.Meformulóamílapregunta,pueselbufónestabaatareadoayudandoaWallaceaacostaralmonarca.
Meneélacabeza,entontecido,ymiaturdimientonoeradeltodoficticio.—¿Cómoestáelrey?¿Serecuperará?—preguntóasuesbirro.WallaceseapresuróallegarcorriendoalladodeRegio.—Parecequeseestáreponiendo,príncipeRegio.Noséquéhabrápodidopasarle.Nohabíaindicios
delucha,peroestátanagotadocomosiacabaradecorrerunalargadistancia.Susaludnoresistiráestetipodeemociones,mipríncipe.
Regiovolcóunamiradacalculadorasobremí.—¿Quélehashechoamipadre?—gruñó.—¿Yo?Nada.—Almenosesoeraverdad.Loquefuesequehabíaocurrido,habíatenidolugarentre
Artimañas yVeraz—.Estábamos hablando tranquilamente.De repenteme sentí indispuesto.Mareado.Débil.Apuntodedesmayarme.—MiréaWallace—.¿Seríaelhumo?
—Es posible —concedió con renuencia. Observó inquieto el furibundo semblante de Regio—.Bueno,esquecadadíatengoqueprepararlomásfuerte,onosurteningúnefecto.Ytodavíasequejade...
—¡SILENCIO!—lo interrumpió Regio con un rugido.Me señaló como si yo fuera unmontón de
excrementos—.Sácalodeaquí.Luegoregresaparaatenderalrey.EnesemomentoArtimañasgimióensueñosysentídenuevoeldelicadorocedesuHabilidadenmis
sentidos.Semepusolapieldegallina.—No.Ocúpate enseguidadel rey,Wallace.Bufón.Llévate al bastardode aquí.Yprocura que los
criados no empiecen a murmurar sobre esto. Me enteraré si se desobedecen mis órdenes. Largo,enseguida.Mipadrenoseencuentrabien.
Penséquepodría incorporarmeyosoloy salirpormipropiopie,perodescubríquenecesitaba laayudadelbufón,almenosparalevantarme.Unavezerguido,metambaleéenprecarioequilibrio,comosicaminara sobrezancos.Lasparedesparecíancernirse sobremíy luegoalejarsedenuevo,el suelo sebalanceabasuavementebajomispiescomolacubiertadeunbarcoquesurcaundébiloleaje.
—Yamelasapañoyodesdeaquí—dijealbufóncuandocruzamoslapuerta.Sacudiólacabeza.—Enestosmomentoseresdemasiadovulnerablecomoparaquedartesolo—medijoenvozbaja.Enganchó su brazo en el mío e inició una retahíla sin sentido. Hizo un excelente trabajo de
camaraderíaayudándomeasubirlasescalerasyllevándomeluegohastamipuerta.Esperó,parloteandosincesar,mientrasabríalacerradura.Entróconmigo.
—Yatehedichoqueestoybien—dije,nosinciertoenojo.Loúnicoquemeapetecíaeratumbarme.—¿Estásbien?¿Ycómoestámirey?¿Quélehashecho?—¡Yonohehechonada!—espetémientrasmesentabaenlacama.Empezabaadolermelacabeza.Tédecortezafeérica.Esoeraloquenecesitabaenesemomento.No
mequedabanada.—¡Síquehashechoalgo!Lepedistepermisoy lecogiste lamano.Yal instante siguiente losdos
estabaisboqueandocomopecesfueradelagua.—¿Alinstante?Paramíeracomosihubieranpasadohoras.Creíaquelanochedebíadeestartocandoasufin.—Nomásdetreslatidos.—Ooh. —Me llevé las manos a las sienes e intenté recomponer los distintos fragmentos de mi
cráneo.¿PorquéteníaquehaberseidoBurrichjustoahora?Sabíaqueéltendríacortezafeérica.Eldolorexigíaquehicieralaprueba—.¿Notendrásunpocodecortezafeérica?¿Paraprepararunainfusión?
—¿Encima?No.PeropodríapedirleunpocoaCordonia.Tienetodounsurtidodehierbas.—¿Seríastanamable?—¿Quélehashechoalrey?Eltratoquemeofrecíaeraevidente.Lapresiónsobremicabezaaumentaba,estrujándomelosojos.—Nada—jadeé—.Yloquemehayahechoélamí lecorrespondedecirloaél.Siquiere.¿Teha
quedadoclaro?Silencio.—Alomejor.¿Deverdadtedueletanto?Metendímuydespacioenmicama.Hastaapoyarlacabezaeraunsuplicio.—Vuelvoenseguida—ofreció.
Oícómoseabríaycerrabalapuertademicuarto.Mequedétumbado,conlosojoscerrados.Pocoapoco empezó a cobrar sentido enmimente la información que había escuchado a hurtadillas. Pese aldolorquesentía,tamicélainformación.Regioteníaespías.Oafirmabatenerlos.Mazaserauntraidor.Oeso asegurabaRegioque le habíandicho sus supuestos espías. SospechabaqueMazas era tan traidorcomoKettricken.Oh,elvenenoimparable.Yeldolor.Deprontorecordéeldolor.¿NomehabíapedidoChade que me limitara a observar cómo él me había enseñado para encontrar una respuesta a mipregunta?La había tenido delante de las narices todo ese tiempo, perome había dejado cegar por elmiedo,lostraidores,loscomplotsylosvenenos.
UnaenfermedadconsumíaalreyArtimañas,locorroíapordentro.Sedrogabaparasoportareldolor.Enunesfuerzoporreservarunrincóndesumenteparasí,unlugardondeeldolornopudieraprivarlodesu sentido.Si alguienme lohubieradichohacía tan sólounashoras,mehabría echado a reír.Ahora,tendidoenlacama,intentandorespirardespacioporqueelmenormovimientodesencadenabaotraoleadadeagonía,locomprendía.Dolor.Solamentelohabíaresistidounosminutosyyahabíaenviadocorriendoalbufónenbuscadecortezafeérica.Otraconsideraciónseabriópasoenmicabeza.Esperabaqueesedolor pasara, quemañana pudiera levantarme sin acordarme de él. ¿Y si tuviera que afrontarlo cadamomentodelrestodemivida,conlacertezadequeestabadevorandolashorasquemequedaban?NoeradeextrañarqueArtimañasprefirierasedarse.
Oíquemipuertaseabríaycerrabasigilosamente.Alnoescucharalbufónempezandoaprepararelté,meobliguéaabrir losojos. JustinySerenaseencontrabanenelumbraldemihabitación.Estabanparalizados, como si hubieran entrado en la guarida de alguna bestia salvaje.Cuando torcí la cabezaligeramenteparaverlosmejor,Serenareplególoslabiosenunrugidosilencioso.Dentrodemí,OjosdeNocherespondióasudesafío.Lacadenciademislatidosaumentóderepente.Peligro.Intentérelajarlosmúsculos,prepararmeparaemprendercualquieracción.Peroeldolorquemeaporreaba lacabezameurgíaapermanecerinmóvil,muyinmóvil.
—Noosheoídollamar—conseguídecir.Cadapalabradespertóecosdefuegoenmicráneo.—Nohemosllamado—repusobruscamenteSerena.Sus palabras, nítidamente pronunciadas, eran como mazazos para mí. Recé para que no se diera
cuenta de la ventaja que tenía sobremí en esosmomentos. Recé para que regresara el bufón. Intentécomponerunafachadadeindolencia,comosinomelevantaradelacamaúnicamenteporquejuzgabaquelavisitadeSerenanoeranadaimportante.
—¿Queríaisalgodemí?—Sonébrusco.Enrealidad,cadapalabramecostabatantoesfuerzoquenopodíapermitirmeellujodemalgastarlas.—¿Deti?Nunca—resoplóSerena.UntiróndelaHabilidad.Torpe.Justin,tanteándome.Nopudereprimirelescalofríoquemerecorrió.
Elusoquehabíahechoelmonarcademímehabíadejadolamentetanencarnevivacomounaheridaabierta.LostoscosintentosdeJustinerancomolasuñasdeungatoclavadasenmicerebro.
Escúdate.Veraz era un susurro. Intenté levantarmis barreras, pero no logré encontrar los arrestosnecesarios.Serenasonreía.
Justinestabaentrandoenmimentecomounamanoqueaplastaunatarta.Missentidosserevolvierondepronto.Hedíaenmicabeza,seveíadeunrepugnanteverdeamarillentoypútridoysonabaigualqueel
tintineo de unas espuelas. Escúdate, me rogó Veraz. Sonaba desesperado, débil, y supe que estabahaciendocuantopodíapormantenerunidoslosjironesdemiconciencia.Vaamatarteafuerzadepuraestupidez.Nisiquierasabeloqueestáhaciendo.
¡Ayúdame!DeVeraz,nada.Nuestraconexiónsedisolvíacomoelperfumealvientoconformeseapagabanmis
fuerzas.¡SOMOSUNAMANADA!Justinseestrellócontralapuertademihabitacióncontantafuerzaquesucabezarebotó.Fuemásque
unasimplerepulsión.NoteníapalabrasparadescribirloquehabíahechoOjosdeNocheenelinteriordelamentedeJustin.Eraunamagiahíbrida,conOjosdeNocheempleandolaMañamedianteelpuentetendidoporlaHabilidad.
AtacabaelcuerpodeJustindesdeelinteriordelamentedeJustin.Lasmanosdelmuchachosaltaronasugargantaparaprotegersedeunasfaucesintangibles.UnaszarpashendieronsucarneytrazaronrojosverdugonesenlapielquecubríalaelegantetúnicadeJustin.Serenagritó,unaespadadesonidoquemetraspasó.SeabalanzósobreJustinenunintentoporayudarlo.
¡Nolomates!¡Nolomates!¡NOLOMATES!Ojos de Noche me escuchó al fin. Soltó a Justin, arrojándolo a un lado como si fuera una rata.
Regresó a mí y se plantó a horcajadas sobre mi ser, protegiéndome. Casi podía oír su respiraciónjadeante,sentirelcalordesupelaje.Noteníafuerzasparapreguntarquéhabíaocurrido.Meovilléenmiinteriorcomouncachorrodesvalido,asalvodebajodeél.SabíaquenadiepodríatraspasarlasdefensasdeOjosdeNoche.
—¿Qué ha sido eso? ¿Qué ha sido eso? ¿Qué ha sido eso?—Serena estaba gritando como unahistérica.AsióaJustinporlapecheradesucamisaytiróparaponerlodepie.Habíaseñaleslívidasensucuelloysupecho,peroconlosojosentreabiertosviqueestabandesapareciendorápidamente.ProntonoquedaríaningúnindiciodelataquedeOjosdeNochesalvolamanchadehumedadquesepropagabaporlospantalonesdeJustin.Teníalosojoscerrados,abatido.Serenalozarandeócomoaunpelele—.¡Justin!Abrelosojos.¡Justin!
—¿Quélehacesalmuchacho?—Lavozteatraldelbufón,imitaciónderabiaysorpresa,inundómicuarto.Asuespalda,mipuertaestabaabiertadeparenpar.Unacriadaquepasabaporallícargadaconuna brazada de camisas se asomó, se sobresaltó y se detuvo para observar la escena. La joven quetransportabaunacestadetrásdeellavinocorriendoparaespiardesdeelquicio.Elbufóndepositóenelsuelolabandejaquellevabaenlasmanosyseadentróenmihabitación—.¿Quésignificaesto?
—HaatacadoaJustin—sollozóSerena.Laincredulidadseadueñódelsemblantedelbufón.—¿Él?Tienepintadenopoderatacarniaunaalmohada.Encambioatitehevistoacosandoaese
chico.SerenasoltólacamisadeJustin,quesedesplomócomounguiñapoasuspies.Elbufónloobservó
congestodeconmiseración.—¡Pobrecito!¿Haintentadoabusardeti?—¡Noseasridículo!—Serenaestabaofendida—.¡Eraél!Meseñalóconeldedo.
Elbufónmecontempló,caviloso.—Ésaesunaacusaciónmuyseria.Sésincero,bastardo.¿Deverdadintentabaabusardetiesajoven?—No.—Mivozsurgiótalycomomesentíayo.Enferma,agotadayaturdida—.Estabadurmiendo.
Entraronenmicuartosinhacerruido.Luego...—Fruncíelceñoydejélafrasesinterminar—.Meparecequeestanocheheinhaladodemasiadohumo.
—¡Ytúquelodigas!—Habíaunafinanotadedesdénenlavozdelbufón—.¡Enmividahabíavistotal ejercicio de iniquidad! —Giró de repente sobre sus talones para encararse con las dos criadascuriosas—.¡QuévergüenzaparatodaTorredelAlce!Nuestroshábiles,comportándosecomogallinasencelo.Osencomiendolatareadenodecírseloanadie.Quenonosinundenlashabladurías.
SevolviódegolpehaciaJustinySerena.Elrostrodeéstasehabíavueltorojocomolagranayellasehabíaquedadoboquiabiertade rabia. Justin se sentó a suspiesy allí sequedó, tambaleándose.Seaferróasusfaldascomounbebéqueintentaraponersedepie.
—Nideseoaestehombre—dijoSerenaconvozfríayclara—niloheagredido.—¡Bueno, lo que fuera que estuvieseis haciendo, sería mejor que lo reservarais para vuestros
aposentos!—laatajóinflexibleelbufón.Sin dirigirle siquiera otra mirada, se giró, recogió su bandeja y se fue por el pasillo. No pude
reprimirungruñidodedesesperaciónalvercómosealejaba la infusióndecorteza feérica.Serena sevolvióhaciamíconunamuecaenloslabios.
—¡Piensollegaralfondodetodoesto!—rugió.Cogíaliento.—Peroqueseaentusaposentos,porfavor.Conseguí levantar una mano e indicar la puerta abierta. Salió como una exhalación, con Justin
trastabillandotrassuspasos.Lasdoscriadasseapartarondeellosrepugnadascuandopasaronasulado.Lapuertademicuartosequedóentreabierta.Mecostóunesfuerzoinmensolevantarmeparacerrarla.Eracomosimicabezafuesealgoquetuvieraquemantenerenequilibriosobreloshombros.Unavezcerradalapuerta, ni siquiera intentévolver a acostarme.Medejé resbalarpor laparedhasta sentarmecon laespaldaapoyadaenlapuerta.Mesentíacomosimehubierandesolladovivo.
Hermano.¿Tevasamorir?No.Peromeduelemucho.Duerme.Yomontaréguardia.Nopuedoexplicarquéocurrióacontinuación.Soltéalgo,algoaloquellevabaaferrándometodami
vidasindarmecuenta.Mezambullíenunaoscuridadsuaveycálida,enunlugarseguro,mientrasunlobovelabapormíatravésdemisojos.
Burrich
LadyPaciencia,quien fueraReinaa laEsperadelReya laEsperaHidalgo,eraoriundade lastierrasdelinterior.Suspadres,lordRobledalyladyAvería,pertenecíanaunanoblezadebajoestrato.ElquePacienciaseelevaraporencimadesuposiciónparamatrimoniarunpríncipedelreinodebióde suponerles toda una conmoción, especialmente dada la naturaleza extravagante y, como diríanalgunos,obtusadesuhija.LaambicióndeclaradadeHidalgodecasarseconladyPaciencia fueelorigendesuprimeradisputaconsupadre,elreyArtimañas.Medianteeseenlacenoganabavaliosasalianzasniventajaspolíticas,sólounamujersumamenteexcéntricacuyoenormeamorporsumaridonoleimpedíamanifestardevivavozopinioneslasmásdelasvecesimpopulares.Tampocolaapartabadeltenazpropósitodevolcarsedeplenosobrecualquieraficiónquellamarasuantojadizaatención.Sus progenitores fallecieronantes que ella, durante el añode laTalasemia, yPaciencia seguía sinhaberalumbradoningúnhijocuandosumarido,Hidalgo,encontrólamuertealcaersedeuncaballo.
Medesperté.O, almenos, volví enmí.Estaba enmi cama, cómodamente arropado.Nomemoví,peromeauscultétentativamenteenbuscadeindiciosdedolor.Micabezahabíadejadodemartillar,perome sentía cansadoydolorido, envarado como suele sentirseuno cuando remite el dolor.Me subióunescalofríoporlaespalda.Mollyestabadesnudaamilado,respirandosuavementesobremihombro.Elfuegocasisehabíaapagado.Escuché.Obieneramuy,muytarde,omuytemprano.Elsilencioeracasiabsolutoenelcastillo.
Norecordabacómohabíallegadoallí.Volvíaestremecerme.Amilado,Mollyseagitó.Seapretócontramí,sonriendoadormilada.—Quéraroeresaveces—exhaló—.Perotequiero.Cerrólosojosdenuevo.¡OjosdeNoche!Estoyaquí.Siempreestabaallí.Deprontonopudepreguntar,noqueríasaberlo.Melimitéaquedarmetendido,sintiéndomeenfermo,
tristeydesolado.Intentédespertarte,perotodavíanoestabaslistoparavolver.EseOtrotehabíadejadoagotado.Ese«Otro»esnuestrorey.
Turey.Loslobosnotenemosrey.¿Quéhas...?Dejéelpensamientosinterminar.Graciasporprotegerme.Percibiómireserva.¿Quéqueríasquehiciera?¿Despreciarla?Estabamuytriste.Nolosé.Nohablemosdeeso.¿Mollyestabatristeyéllahabíaconsolado?Nisiquierasabíaporqué
estaba triste. Había estado triste, me corregí, observando la delicada sonrisa en su rostro dormido.Suspiré. Sería mejor afrontarlo cuanto antes. Además, tenía que enviarla de vuelta a su cuarto. Noconveníaqueestuvieraallícuandodespertaraelcastillo.
—¿Molly?—llaméenvozbaja.Serevolvióyabriólosojos.—Traspié—mesaludóadormilada.—Pornuestraseguridad,tienesquevolveratucuarto.—Yalosé.Nisiquieradeberíahabervenido,paraempezar.—Seinterrumpió—.Todaslascosasque
tedijehaceunosdías.No...Lepuseundedoenloslabios.Sonriódebajodeél.—Haces que estos nuevos silencios sean... muy interesantes. —Me apartó la mano y la besó
cálidamente.Bajódelacamayempezóavestirsedeprisa.Melevanté,moviéndomemásdespacio.Memiródereojo,conexpresiónenamorada—.Meirésola.Esmásseguro.Nodeberíanvernosjuntos.
—Algúndía,eso...—empecé.Estavezfueellalaquemeacallóposandosumanoenmislabios.—Nohablemosahoradeeso.Dejemoslanochetalycomoestá.Perfecta.Mebesóotravez,muyrápido,seescurrióentremisbrazosycruzólapuerta.Lacerróensilencioasu
espalda.¿Perfecta?Terminédevestirmeyavivéelfuego.Mesentéjuntoalhogaryesperé.Nohubedeesperarmucho
antesderecibirmirecompensa.SeabriólaentradaaldominiodeChade.Subílasescalerastandeprisacomopude.Chadeestabasentadofrenteasuchimenea.
—Tienesqueescucharme—dijeamododesaludo.Enarcólascejasalarmadoporlaintensidaddemivoz.Señalóunasillapróximaaélymeacomodé
enella.Abrílabocaparahablar.Lo que hizo Chade en ese momento me puso el vello de punta. Miró a su alrededor, como si
estuviéramos enmedio de unamultitud. Se tocó los labios yme indicó que hablara en voz baja. Seinclinóhaciamíhastaquenuestrascabezascasisetocaron.
—Calma,calma.Siéntate.¿Quésucede?Mesentéenmilugaracostumbrado,encimadelachimenea.Micorazónlatíadesbocado.Entretodos
loslugaresdeTorredelAlce,jamáshabíaimaginadoquetuvieraquecuidarmispalabrasallí.—Estábien—susurró—.Informa.Cogí alientoy comencé.Noomití naday revelémivínculo conVerazparaque lahistoria tuviera
sentido.Meprodiguéendetalles:lapalizadelbufón,laofrendadeKettrickenaOsornoymiservicioalreyesamismanoche.Serenay Justinenmicuarto.Cuandomencioné losespíasdeRegio, frunció loslabiosperonoparecíasorprendidodeltodo.Cuandoconcluí,meobservócontranquilidad.
Otrosusurro.—¿Y qué extraes de todo esto?—me preguntó, como si fuese un rompecabezas que me hubiera
ordenadomontaramododelección.—¿Puedoexpresarmissospechasconfranqueza?—preguntéenvozbaja.Asintióconlacabeza.Suspiré aliviado. Cuando hablé del cuadro que había ido componiendo a lo largo de las últimas
semanas, sentí queme quitaba un gran peso de encima.Chade sabría qué hacer.Demodo que hablé,deprisa,conbrusquedad.Regiosabíaqueelreysemoría.Wallaceerasuherramienta,elquemanteníasedadoalmonarcayobedecíalosdeseosdeRegio.SeproponíadesacreditaraVeraz,despojaraTorredelAlcedelúltimoápicederiquezaquepudiera.PensabaabandonarOsornoenmanosdeloscorsarios,tenerlos ocupadosmientrasRegio perseguía sus propósitos particulares. Pintar aKettricken comounaextranjeraqueambicionabaeltrono.Unaesposaarteraydesleal.Hacersecontodoelpoder.Suobjetivofinaleralacorona.OalmenostantacantidaddelosSeisDucadoscomopudieraprocurarse.Deahílaslisonjasqueprodigabaalosduquesterralesysusnobles.
Chadeasentíasindarsecuentamientrasyohablaba.Cuandohiceunapausa,apostillóenvozbaja:—HaymuchosagujerosenesaredquedicesqueestátejiendoRegio.—Puedorellenarunoscuantos—susurré—.¿YsilacamarillaquecreóGalenofueselealaRegio?
¿Ysitodoslosmensajesllegaranantesaélysólolosqueélaprobaraalcanzasensudestinooriginal?ElsemblantedeChadesetornóserioeinsondable.Missusurrossevolvieronaúnmásdesesperados.—¿Y si losmensajes se retrasaran lo justo para frustrar todos nuestros intentos por defendernos?
HacequeVerazquedecomountonto,socavalaconfianzaenél.—¿Veraznosedaríacuenta?Neguédespacioconlacabeza.—SuHabilidad esmuy poderosa pero no puede tener oídos en todas partes almismo tiempo. La
fuerzadesutalentoestribaensucapacidadparaconcentrarlo.AfindeespiarasucamarillatendríaquerenunciaravigilarlacostaenbuscadeVelasRojas.
—¿Es...estáVerazalcorrientedeestaconversación?Meencogídehombros,compungido.—Nolosé.Ésaeslamaldicióndemisdefectos.Miconexiónconéleserrática.Avecesreconozco
sumente tan clara como si estuviera ami ladoymehablara envoz alta.Enocasiones casi nopuedopercibir su presencia.Esta noche, cuandohablaban a través demí, oí todas sus palabras.Ahora...—Busqué en mi interior, como si palpara los bolsillos de mi mente—. Lo único que percibo es queseguimosestandoconectados.
Meagachéyapoyélacabezaenlasmanos.Estabaexhausto.—¿Té?—meofreciógentilmenteChade.—Porfavor.¿Puedoquedarmesentadootrorato,ensilencio?Creoquenuncamehabíadolidotanto
lacabeza.Chadepusounaollaenelfuego.Observécondesagradocómomezclabalashierbasparalainfusión.
Unpocodecortezafeérica,peronotantacomomehabríahechofaltaprimero.Mentayhojasdenébeda.Una pizca de la preciada raíz de jengibre. Reconocí muchos de los ingredientes que empleaba paramitigarlafatigainducidaporlaHabilidadquepadecíaVeraz.Regresóparasentarseamiladodenuevo.
—Noesposible.LoquesugieresrequeriríaquelacamarillasiguieraciegamenteaRegio.
—Esafidelidadpuedegenerarlaalguienfuertementehabilitado.Midefectoeselresultadodeloqueme hizo Galeno. ¿Recuerdas la admiración fanática que sentía Galeno por Hidalgo? Era una lealtadartificial.Galenopodríahabérselainculcadoantesdemorir,enelmomentodeconcluirsuformación.
Chademeneólentamentelacabeza.—¿CreesqueRegiopodríasertanestúpidocomoparapensarquelasVelasRojasseconformarían
conOsorno?ConeltiempoaspiraránaconquistarGama,luegoiránaporGarrónyTorote.¿Conquésequedaríaél?
—Conlosducadosterrales.Losúnicosqueleimportan,losúnicosconlosquegozadeunalealtadrecíproca.Esoledaríaunvastoperímetrodetierraenelqueaislarsedecualquiercosaqueintentaranloscorsarios.Yal igualquetú,esposiblequeopinequenoansíanterritorios,sinoúnicamente tierrasque saquear. Son gente de mar. No lo molestarán tierra adentro. Y los ducados costeros estarándemasiadoocupadospeleandoconlasVelasRojascomoparavolversecontraRegio.
—SilosSeisDucadospierdensuscostas,perderántambiénelcomercio,lapesca.¿Quégracialesharíaesoasusduquesterrales?
Meencogídehombros.—Nolosé.Notengotodaslasrespuestas,Chade.Peroeslaúnicateoríaquesemeocurreenlaque
encajancasitodaslaspiezas.Selevantóparaverterunpocodeaguadelaollaenunateteradebarro.Loaclaróbienconelagua
hirviendoy luegoañadióelenvoltoriodepapelcon lashierbasquehabíapreparado.Lovicubrir lashierbas conagua.La fraganciadeun jardín llenó sus aposentos.Mequedé con la imagendel ancianoponiendolatapaenlatetera,atesoréelsencillomomentoenquedepositóelrecipienteenunabandejaconunastazasyloguardéconcuidadoenunrincóndemicorazón.LaedadestabaganándolelapartidaaChade,tanimplacablecomolaenfermedadquedevorabaaArtimañas.Suságilesmovimientosyanoerantanseguros,suagudezadehalcónyanoeratanvelozcomoantes.Semeencogióelcorazónderepentealatisbarloinevitable.Cuandomepusounatazadetécalienteenlasmanos,viomiexpresiónyfruncióelceño.
—¿Quéocurre?—susurró—.¿Quieresqueleecheunpocodemiel?Meneélacabezaantesuspreguntas,diunsorbodetéycasimepelélalengua.Unsaboragradablese
imponíaalamargordelacortezafeérica.Transcurridounmomentosentíquesemedespejabalacabezayqueundolorenelqueyaapenasreparabaseretirabaadormir.
—Muchomejorasí.SuspiréyChademehizounareverencia,complacido.Volvióainclinarsehaciamí.—Sigue siendo una teoría endeble. A lo mejor lo único que ocurre es que tenemos un príncipe
egocéntricoalquelegustaagasajarasusaduladoresenausenciadelheredero.Descuidaladefensadesucostaporqueestontodecapiroteyporqueesperaquesuhermanoarregleelestropiciocuandovuelvaacasa.Expolialasarcasyvendecaballosyresesparallenarselosbolsillosahoraquenohaynadieparaimpedírselo.
—Entonces,¿paraquéacusadetraiciónaOsorno?¿ParaquédejaaKettrickencomounaextranjeratraidora?¿ParaquépropagarumoresqueridiculizanaVerazysumisión?
—Celos. Regio siempre ha sido el niño mimado de su padre. No creo que se volviera contra
Artimañas. —Algo en la voz de Chade me hizo comprender que eso era lo que deseaba creerdesesperadamente—. Soy yo el que suministra a Wallace las hierbas con que paliar los dolores deArtimañas.
—Nopongoendudatushierbas,perocreoquelesañadenalgunasmás.—¿Conquéfin?AunqueArtimañasmuera,Verazseguirásiendoelheredero.—A menos que Veraz fallezca primero. —Levanté una mano cuando Chade abrió la boca para
protestar—.Nohacefaltaquemueradeverdad.SiRegiocontrolalacamarilla,puedepropagarlanoticiadelamuertedeVerazcuandoleplazca.RegioseconvertiríaenReyalaEspera.Entonces...
Dejélafraseenelaire.Chadeexhalóunlargosuspiro.—Basta.Mehasdadomuchoenquepensar. Investigaré tus ideas segúnmispropios recursos.Por
ahora,tienesquecuidardetimismo.YdeKettricken.Ydelbufón.Conquehayaunasolagotadeverdadentuteoría,todosseréisescollosenelcaminodeRegio.
—¿Y qué hay de ti?—pregunté en voz baja—. ¿Qué es este sigilo con el que debemos andarnosahora?
—Hayunacámaraquetienelaparedpegadaaésta.Siemprehaestadodesocupada.Peroahoraunode loshuéspedesdeRegioseha instaladoenella.Refuljo,primodeRegioyherederodelducadodeLumbrales.Elhombretieneelsueñomuyligero.Sehaquejadoalossirvientesdequehayratasenlasparedes.Luego,anoche,Sisavolcóunacazuelayarmóunbuenescándalo.Lodespertó.Resultaqueelhombretambiénesmuycurioso.AhoravaporahípreguntandoalaservidumbresialgunavezhahabidofantasmasenTorredelAlce.Yloheoídodandogolpecitosenlasparedes.Meparecequesospechadelaexistenciadeestahabitación.Tampocodebemospreocuparnosdemasiado;seiráenseguida,estoyseguro.Peronoestádemásserprecavidos.
Intuíaqueesonoeratodo,perosihabíaalgoquenoqueríacontarmenoganaríanadainterrogándolo.Noobstante,formuléotrapregunta.
—Chade.¿Todavíavesalreyunavezaldía?Semirólasmanosymeneólacabezadespacio.—CreoqueRegiosospechademiexistencia.Loadmito.Algosospecha,esoseguro,ysiempretiene
aalgunodesuslacayosalacecho.Mecomplicalavida.Peroyaestábiendepreocupaciones.Pensemosencómoenderezarlascosas.
Yasíempezóuna largadiscusiónacercade losVetulus,basadaen lopocoquesabíamosdeellos.DiscutimosquépasaríasiVeraztuvieraéxitoyespeculamossobreel tipodeayudaquenosofreceríanlos Vetulus. Chade parecía hablar con mucha esperanza y sinceridad, con entusiasmo incluso. Yointentaba compartirlo, pero enmi opinión la salvación de los SeisDucados pasaba por eliminar a lavíboraqueanidabaennuestroseno.Notranscurriómuchotiempoantesdequemeenviaradevueltaamidormitorio.Metumbéenlacamaconlaintencióndedescansarunosminutosantesdeencararelnuevodía,peroterminésumiéndomeenunprofundosueño.
Fuimos bendecidos con tormentas una temporada. Cada día queme despertaba con el viento y lalluviarepicandocontramispostigoseraundíaprecioso.Intentépasarinadvertidoenelcastillo,evitandoaRegioaunqueesosignificaracomersiempreen lasaladeguardia,escurriéndomefueradecualquierestanciaenlaqueentraranJustinySerena.TambiénWillhabíavueltodesupuestoenlaTorreRojade
Osorno.AvecesloveíaencompañíadeSerenayJustin.Porlogeneralholgazaneabasentadoenelsalón,con los párpados pesados siempre a punto de cerrársele. El desprecio que sentía por mí distaba deasemejarse al profundo odio que me profesaban Justin y Serena, pero eso no me impedía evitarlotambién.Medecíaqueeraprudente,peroenelfondomeacusabadecobardía.Visitabaamireysiemprequemedejaban.Nolosuficiente.
Llegóunamañanaenquemedespertóalguienaporreandomipuertaygritandominombre.Saltédelacamaatrompiconesyabrílapuertadegolpe.Unmozodecuadraconelsemblantedemudadotemblabadepiesacabezaenelumbral.
—DiceManosquevengasalosestablos.¡Enseguida!Nomediotiempoareplicarnadaasuimperiosomensaje;saliócorriendocomosi lopersiguieran
sietetiposdedemoniosdistintos.Mepuselamismaropadeldíaanterior.Penséenecharmeaguaporlacara,orecogermeelpeloen
unacoleta,peroesospensamientossemeocurrieroncuandoyahabíabajadolamitaddelasescaleras.Mientrascruzabaelpatioalacarrerapudeoírvocesairadasprocedentesdelestablo.SabíaqueManosnomehabríahecho llamarporunasimplepeleaentremozosdecuadra.Nolograba imaginarmeaquéveníaesaurgencia.Empujélaspuertasdelestabloymeabrípasoentreuncorrodecaballerizosymozosdecuadrahastallegaralcentrodelaconmoción.
EraBurrich.Yanoestabagritando.Cansadoysucioporelviaje,ahorahabíaenmudecido.Manosestabaasulado,pálidoperofirme.
—Notuveelección—dijoenvozbajaenrespuestaaalgoquedebíadehaberlepreguntadoBurrich—.Túhabríashecholomismo.
Burrichteníaelsemblantedemudado.Laconmociónhabíaapagadoelbrillodesusojos.—Yalosé—dijo,alcabo—.Yalosé.—Segiróhaciamí—.Traspié.Sehanllevadomiscaballos.Setambaleabaligeramente.—Manos no tiene la culpa—respondí con voz queda.Luego pregunté—: ¿Dónde está el príncipe
Veraz?Arrugóelceñoymeobservóconextrañeza.—¿Nome esperabas?—Se interrumpió y continuó, alzando la voz—: Se enviaron mensajes con
antelación.¿Noloshabéisrecibido?—Nohemosoídonada.¿Quéhapasado?¿Porquéhasvuelto?ObservóalosboquiabiertosmozosdecuadrayunapartedelviejoBurrichregresóasumirada.—Sinolosabéistodavía,noesalgoquesedebadiscutirentrevillanos.Deboveralreyenseguida.
—Irguiólaespaldayvolvióamirarasualrededor.Laacostumbradacrispacióndesuvozsehizosentirdenuevocuandopreguntó—:¿Esquenotenéisnadaquehacer?Encuantovuelvadelcastilloquierovercómooslashabéisapañadoenmiausencia.
Igualquelanieblafrentealosrayosdelsol,elgrupodetrabajadoressedisipó.BurrichsegiróhaciaManos.
—¿Quieresocupartedemicaballo?ElpobreRubílohapasadomalestosdías.Trátalobien,ahoraquehavueltoacasa.
Manosasintió.—Desdeluego.¿Mandollamaralcurandero?Puedopedirlequeestéaquíesperándoteparacuando
regreses.Burrichzangoloteólacabeza.—Loquepuedahacerseporélloharéyomismo.Acércate,Traspié.Dametubrazo.Incrédulo,extendíelbrazoyBurrichloaceptóyseapoyópesadamenteenél.Porprimeravezmiré
haciaabajo.Loqueenunprincipiohabíatomadoporunasgruesaspolainasdeinviernoeraenrealidadunaparatosovendajequelecubríalapiernamala.Evitabacargarelpesosobreellaysevolcósobremímientrasavanzabacojeando.Podíasentirelcansancioquepalpitabaportodosucuerpo.Decerca,olíenélelsudordeldolor.Teníalaropasuciayrota,tiznadaslasmanosylacara.Suaspectoeralomenosparecidoalsuyohabitualquemepodíaimaginar.
—Porfavor—musitémientrasnosdirigíamosalcastillo—.¿Verazestábien?Esbozólasombradeunasonrisa.—¿Creesquenuestropríncipepodríaestarmuertoyyotodavíaconvida?Meofendes.Además,usa
lacabeza.Yalosabríassiestuvieramuerto.Oherido.—Hizounapausaymeestudiódetenidamente—.¿Verdad?
Eraobvioaquéserefería.Compungido,admití:—Nuestraconexiónnoesmuyfiable.Algunascosasestánclaras.Otrasno.Nosabíanadadeesto.
¿Quéhapasado?Parecíapensativo.—Verazdijoqueintentaríacomunicarseatravésdeti.SinohasinformadodenadaaArtimañas,esta
informacióndeberíaescucharlaanteselrey.Nohicemáspreguntas.Había olvidado cuánto hacía que no veía Burrich al rey Artimañas. La mañana no era el mejor
momento del día para elmonarca, pero cuando se lomencioné a Burrich, dijo que prefería informarinmediatamenteaunquefueseenmalahoraqueinformartarde.Demodoquellamamosalapuertay,paramisorpresa,senospermitiópasar.Unavezdentro,comprendíquehabíasidograciasaqueWallacenoandabaporallí.
Encambio,alcruzarlapuertafueelbufónquienmepreguntódebuenhumor:—¿Vuelvesaporotropoquitodehumo?—CuandoreparóenBurrich,lasonrisaburlonadesapareció
desurostro.Memiróalosojos—.¿Elpríncipe?—Burrichtienequeinformardealgoalrey.—Intentarédespertarlo.Aunqueajuzgarporcómoestáúltimamente,tantodaríainformarledespierto
quedormido.Seibaaenterardelomismo.Acostumbradocomoestabaalaspullasdelbufón,aquellomedolió.Elsarcasmonoresultabaeficaz
porquehabíademasiadaresignaciónensuvoz.Burrichmemirópreocupado.Susurró:—¿Quéleocurreamirey?Meneélacabezapidiéndolesilencioeintentéconvencerloparaquesesentara.—Veréamireydepie,hastaqueélmedépermisoparasentarme—dijoconobstinación.—Estásherido.Élloentendería.—Esmirey.Esoesloqueentiendoyo.Renuncié a disuadirlo. Esperamos un rato, y algo más que un rato. Al cabo salió el bufón del
dormitoriodelmonarca.
—Nosesientebien—nosprevino—.Hetardadoenhacerlecomprenderquiénhavenido.Perodicequeescucharávuestroinforme.Ensusaposentos.
Burrichseapoyóenmícuandonosadentramosenlapenumbracargadadehumodelahabitacióndelrey.ViqueBurricharrugabalanarizcondesagrado.Habíavariosincensariospequeñosencendidosyelacre tufodelhumo lo impregnaba todo.Elbufónhabíaapartado losdoselesde lacamay,cuandonosdetuvimos,ahuecóymullócojinesyalmohadastraslaespaldadelreyhastaqueArtimañasleindicóqueseretiraraconunademán.
Contemplé a nuestro monarca y me pregunté cómo era posible que no hubiera reparado en losindiciosdesuenfermedad.Eranevidentessisefijabauno.Lademacracióngeneraldesucuerpo,elmatizcáusticodesusudor,eltinteamarilloenelblancodesusojos:almenosesotendríaquehaberlovisto.LaconmociónquesereflejóenlacaradeBurrichmedijoclaramentequeelcambiooperadoenArtimañasdesdelaúltimavezquelohabíavistoerainmenso.Perosesobrepusoyenderezólaespalda.
—Alteza,vengoadarosmiinforme—dijoconformalidad.Artimañasparpadeómuydespacio.—Informe—dijovagamente.NosésiestabadandounaordenaBurrichosiselimitabaarepetirlapalabra.Burrichlotomócomounaorden.Fuetanconcisoyexactocomosiempremepedíaamíquelofuera.
ApoyósupesoenmihombromientrasrelatabaelviajedelpríncipeVerazenmediode lasnievesdelinvierno,siempreconrumboalReinodelasMontañas.Hablóllanamente,sinescogerlaspalabras.Elviajehabíaestado llenodepenurias.Pesea losmensajerosenviadospordelantede la expedicióndeVeraz, la hospitalidad y la ayuda por el camino habían escaseado.Aquellos nobles cuyos hogares secontabanalolargodelarutaalegabannoestaralcorrientedelavenidadeVeraz.Enmuchoscasos,sóloencontraroncriadospararecibirlos,ylamismahospitalidadqueselehabríaofrecidoacualquierviajeroordinario.Lasprovisionesy los caballosde refrescoquedeberíanhaber estadoaguardándolos en lospuntosasignadosnoestabanallí.Loscaballoshabíanpadecidomásque loshombres.El tiempohabíasidoinclemente.
MientrasBurrichhablabasentíquelorecorríaalgúnescalofríodevezencuando.Elhombreestabaalbordedelagotamiento.Perocadavezquetiritabasentíaqueinspirabahondo,sacabafuerzasdeflaquezayproseguía.
Su voz sólo vaciló ligeramente cuando empezó a narrar la emboscada que habían sufrido en lasllanuras de Lumbrales, antes de divisar el Lago Azul. Sin extraer conclusiones propias, se limitó aobservarquelosbandidospeleabanalausanzamilitar.Aunquenolucíanloscoloresdeningúnduque,parecíanbienvestidosyarmadosparatratarsedeunossimplesbandoleros.YeraevidentequeVerazerasu objetivo. Cuando dos de los animales de carga se espantaron y huyeron, ninguno de los agresorespartióensupersecución.Cualquierbandidopreferiríadarcazaaunabestiacargadadeprovisionesqueenfrentarseaunoshombresarmados.LacompañíadeVerazencontró finalmenteun lugardesdeelquehacer frentey loshabíanresistido.Susatacantessedieronporvencidoscuandocomprendieronque laguardiadeVerazpreferiríamorir,hastaelúltimohombre,antesde rendirseoclaudicar.Sealejaronacaballo,abandonandoasusmuertosenlanieve.
—No nos derrotaron, pero tampoco salimos indemnes. Perdimos una buena porción de nuestrosvíveres.Sietehombresynuevecaballosperecieronenlaescaramuza.Dosdenosotrossufrimosheridas
graves.Lasdeotros tres revestíanmenosgravedad.ElpríncipeVerazdecidióenviara losheridosdevueltaaTorredelAlce.Nosacompañabandoshombres ilesos.Suplaneracontinuarconsuempresa,llevarsuguardiahastaelReinodelasMontañasyhacerquesequedaraallíaguardandosuretorno.PusoaEndechoalmandode losquedebíamosregresar.Veraz leconfió informaciónmanuscrita.Noséquétipodeinformación.Endechoylosdemásfueronasesinadoshacecincodías.NosemboscaronalavistadelafronteraconGama,mientrasseguíamoselcursodelríoAlce.Arqueros.Fuemuy...rápido.Cuatrode losnuestros cayeron fulminados.Micaballo resultóheridoen el flanco.Rubí es un animal joven.Sucumbióalpánico.Seabalanzóterraplénabajohastaelrío,yyoconél.Lasaguaseranprofundasenesepunto,ylacorrienteerafuerte.MeagarréaRubíy losdosfuimosarrastradosríoabajo.OícómogritabaEndechoa losdemásquehuyeran,quealguiendebíaalcanzarTorredelAlce.Peroninguno lohizo.CuandoRubí y yo logramos salir delAlce, volvimos. Encontré los cadáveres. Los papeles queportabaEndechohabíandesaparecido.
Semantuvo firmemientras informaba convoz clara. Sus palabras eran sencillas. Suparte era unasimpledescripcióndeloquehabíaocurrido.Nomencionóloquehabíasentidoalserenviadodevuelta,nialsaberseelúnicosupervivientede lacomitiva.Sospechabaqueesanocheseemborracharíacomounacuba.Mepreguntésileapeteceríabeberacompañado.Peroporahoraguardabasilencio,aguardandolaspreguntasdesurey.Elsilencioseprolongódemasiado.
—¿Majestad?—aventuró.ElreyArtimañasseagitóentrelassombrasdesulecho.—Merecuerdamisañosmozos—dijoconvozronca—.Cuandopodíamontaryempuñarunaespada.
Cuandoun hombre pierde eso... en fin, si pierde eso, en realidad habrá perdidomuchomás. Pero ¿tucaballoestábien?
Burricharrugóelentrecejo.—Hiceloquepudeporél,majestad.Nolequedaránsecuelas.—Bien.Porlomenoseso,sí.Porlomenoseso.—ElreyArtimañashizounapausa.Escuchamossu
respiraciónunmomento.Parecíaque le costara trabajomantenerla constante—.Veyduermeunpoco,hombre—dijoporfin,malhumorado—.Tienesunaspectoterrible.Luego...—Seinterrumpióeinspiródosveces—.Tellamaréluego.Cuandohayasdescansado.Seguroquehaycosasquepreguntar...
Dejólafraseenelaireyselimitóaresollar.Sushondasbocanadaseranlasdealguienquesufreundolorcasiinsoportable.Recordécómomehabíasentidoaquellanoche.IntentéimaginarmeescuchandoelinformedeBurrichmientrassufríaesedolor.Esforzándomeporocultarlo.Elbufónse inclinósobreelreyparaversucara.Luegonosmiróysacudiódiscretamentelacabeza.
—Vamos—musitéaBurrich—.Tureytehadadounaorden.Parecíaqueseapoyabamásenmícuandosalimosdeldormitoriodelmonarca.—Escomosino le importara—dijoBurrichconvozqueda, condiscreción,mientrascruzábamos
trabajosamenteelpasillo.—Leimporta.Confíaenmí.Leimportamucho.—Habíamosllegadoalaescalera.Vacilé.Untramo
deescalonesmásabajo,cruzarelvestíbulo,lacocina,elpatioy,porfin,losestablos.EscalerasarribahastaeldesvándeBurrich.Odostramosmásarribayhastamicuartoalfinaldelpasillo—.Tevoyasubiramihabitación—ledije.
—No.Quieroiracasa.
Sonabaasustadocomounchiquilloenfermo.—Enseguida.Cuandohayasdescansadounpoco—repliquéconfirmeza.Noseresistiócuandolocondujeescalerasarriba.Nocreoquetuvierafuerzas.Seapoyóenlapared
mientrasabríamipuertay,unavezhechoesto,loayudéaentrar.Intentéquesetumbaraenmicamaperoinsistióensentarseenlasillaquehabíajuntoalachimenea.Unavezacomodado,echólacabezahaciaatrásycerrólosojos.Cuandoserelajó,todaslasprivacionesdelviajeafloraronasurostro.Loshuesosselemarcabancontralapielyteníauncolorhorrible.
Levantólacabezaymiróasualrededorcomosinuncaanteshubieravistomicuarto.—¿Traspié?¿Tienesalgodebeberporaquí?Sabíaquenomeestabapidiendounatazadeté.—¿Brandy?—¿Esebrebajedemorasquetúbebes?Antesmetomaríaunfrascodelinimentoparaloscaballos.Mevolvíhaciaél,sonriendo.—Meparecequedeesosíquetengo.Noreaccionó.Eracomosinomehubieraoído.Encendíelfuego.Rebusquéentrelapequeñareservadehierbasqueguardabaenmihabitación.No
habíagrancosa.Selohabíadadocasitodoalbufón.—Burrich,voyabuscartealgodecomeryunascosas.¿Vale?Nohuborespuesta.Yasehabíaquedadodormidoenelsitio.Meacerquéaél.Nisiquieramehacía
falta tocarle la frente para saber que ardíade fiebre.Mepreguntéqué le habría pasado esta vez a supierna.Unaheridanuevaencimadeotraviejayaseguircabalgando.Noibaacurarsepronto,esoestabaclaro.Meapresuréasalirdemicuarto.
Saraestabapreparandobudínenlacocina.LainterrumpíparacomunicarlequeBurrichestabaheridoyenfermoenmihabitación.Mentíyledijequesemoríadehambre,yquehicieraelfavordeenviarunmuchachoconcomidayunoscubosdeaguacaliente.Encargódeinmediatoaotrapersonaqueremovieraelbudínyempezóaremoverbandejas,ollasycubiertos.Prontotendríabastantecomidaparaorganizarunpequeñobanquete.
CorríalosestablosparainformaraManosdequeBurrichestabaenmisaposentosysequedaríaallíalgúntiempo.LuegosubílaescalerahastaelcuartodeBurrich.Meproponíaconseguirallílashierbasyraíces que iba a necesitar.Abrí la puerta.Hacía frío en la estancia. La humedad había calado en lasparedes. Tomé nota mental de encargar a alguien que acudiera para encender el fuego y para traercomida, agua y velas. Burrich esperaba pasar fuera todo el invierno. Como cabía esperar, habíadespejado su cuartohasta rayar en la austeridad.Encontréunos tarrosdehierbasbalsámicas, peronoreciénsecadas.Obienselashabíallevadoconsigo,obienselashabíadadoaalguienantesdepartir.
Meplantéenelcentrodelasalaymiréamialrededor.Hacíamesesquenoibaallí.Losrecuerdosde la infancia acudieron en tropel amimente.Las horas pasadas frente a la chimenea, remendandooungiendo los arneses. Solía dormir en un catre delante del fuego.Morrón, el primer perro al quemevinculé.BurrichselohabíallevadoparaintentarimpedirmequeutilizaralaMaña.Meneélacabezapararesistireltorrentedeemocionescontradictoriasymeapresuréaabandonarelcuarto.
La siguiente puerta a la que llamé fue la de Paciencia.Me abrió Cordonia que, al reparar enmiexpresión,preguntódeinmediato:
—¿Quéhaocurrido?—Burrichhavuelto.Estáenmihabitación.Estámalherido.Notengomuchashierbascurativas...—¿Hasmandadollamaralcurandero?Vacilé.—ABurrichsiemprelehagustadohacerlascosasasumanera.—Cuántarazóntienes.—EraPaciencia,queentrabaenlasaladeestar—.¿Quélehapasadoahoraa
esebotarate?¿EstábienelpríncipeVeraz?—Elpríncipey suguardia fueron atacados.El príncipe salió ilesoy ha proseguido suviaje a las
montañas.Envióderegresoalosheridos,conunaescoltadedoshombressanos.Burricheselúnicoquehasobrevividoyhapodidollegaracasa.
—¿Tancomplicadoharesultadoelviajedevuelta?—preguntóPaciencia.Cordonia deambulaba ya por la estancia, reuniendo hierbas, raíces y material para practicar
vendajes.—Frío y traicionero. Han recibido poca hospitalidad en el camino. Pero los hombres murieron
porquelosemboscaronunosarquerosjustoalotroladodelafronteradeGama.ElcaballodeBurrichseprecipitóalrío.Lacorrientelosarrastróuntrecho.Probablementeesohayasidoloquelosalvó.
—¿Estámuymalherido?TambiénPacienciasehabíapuestoenmovimiento.Abrióuncajoncitoyempezóasacarbálsamosy
tinturaspreparadas.—Supierna.Lamisma.Noloséconexactitud,todavíanoleheechadounvistazo.Peronosoportasu
peso,nopuedecaminarporsísolo.Ytienefiebre.Pacienciacogióunacestaycomenzóallenarlademedicinas.—Bueno,¿quéhacesahíplantado?—meespetó—.Vuelvea tucuartoyhaz loquepuedasporél.
Enseguidasubimoscontodoesto.—Nocreoqueosdejequeleayudéis—dijeconbrusquedad.—Yaloveremos—repusotranquilamentePaciencia—.Veyprocuraquehayaaguacaliente.Loscubosdeaguaquehabíaencargadomeesperabandelantedemipuerta.Paracuandoempezóa
hervir el agua en mi olla, ya comenzaban a converger personas en mi habitación. Perol envió dosbandejasconcomida,y leche templadaademásde técaliente.Paciencia llegóyempezóaordenarsushierbasencimademiarcón.PidióaCordoniaqueletrajeraunamesayotrasdossillas.Burrichdormíaprofundamenteenmicama,sufriendoescalofríosocasionales.
Conunafamiliaridadquemeasombró,Paciencialesintiólafrenteylepalpólalíneadelamandíbulaenbuscadehinchazones.Seagachóunpocoparaobservarsurostrodormido.
—¿Burr?—llamósuavemente.Burrichnisiquierapestañeó.Condulzura,leacariciólacara—.Quédelgado estás, qué flaco—se lamentó Paciencia en voz baja. Humedeció un paño en agua tibia y leenjugóelrostroylasmanoscomosifueseunniño.Despuésquitóunamantademicamayselaechóconcuidado sobre los hombros. Me descubrió observándola fijamente y me fulminó con la mirada—.Necesitounapalanganaconaguacaliente—espetó.
Mientrasyoibaabuscaruna,ellaseacuclillódelantedeél,sacósustijerasdeplataycortóellateralde la venda que le cubría la pierna. El sucio vendaje tenía pinta de no haberse cambiado desde suinmersiónenel río.Le subíaporencimade la rodilla.CuandoCordoniacogió lapalanganaconagua
calienteysearrodillójuntoaella,Pacienciaabriólasvendasmugrientascomosifueseunacascara.Burrichsedespertóconungruñido,hundiendo lacabezaenelpechoal tiempoqueabría losojos.
Permaneció desorientado un momento. Me vio de pie frente a él y luego reparó en las dos mujeresagachadasasuspies.
—¿Qué?—fuecuantoconsiguiódecir.—Estoesundesastre—ledijoPaciencia.Seacomodósobrelostalonesylomirócomosiacabara
depasearseporunsuelofregadoconlasbotasllenasdebarro—.¿Porquénohasprocuradomantenerlolimpio,almenos?
Burrichobservósupiernadereojo.Lasangreresecayelaguaderíosehabíanunidoenunacostrasobre la fisura abotargada de su rodilla. Se encogió visiblemente ante la herida. Cuando replicó aPaciencia,lohizoconvozbajaybrusca.
—CuandoRubímesacódelríolohabíamosperdidotodo.Vendaslimpias,comida,todo.Lapodríahaberdescubierto,lavado,yluegodejarquesecongelara.¿Creesqueahoratendríamejoraspecto?
—Lacomidaestáaquí—intervineabruptamente.Penséquelaúnicamaneradeevitarquediscutieraneraimpedirquehablaran.Puselamesitacargada
conlasbandejasdePerolalladodesusilla.Pacienciaseincorporóparaquitarsedeenmedio.ServíaBurrichuntazóndelechecalienteyselopuseenlasmanos.Empezaronatemblarligeramentecuandoselollevóalaboca.Nomehabíadadocuentadelofamélicoqueestaba.
—¡Notelotraguestododegolpe!—objetóPaciencia.Cordoniayyolelanzamossendasmiradasdeadvertencia,peroparecíaquelacomidaacaparabala
atencióndeBurrich.Posóeltazónycogióunpanecillocalientequeyohabíauntadoconmantequilla.Selocomiócasienteroeneltiempoquetardéenrellenarsutaza.Eraextrañoverlotemblarcuandoteníalacomidaenlasmanos.Mepreguntécómohabíalogradocontenersehastaentonces.
—¿Qué le ha pasado a tu pierna? —preguntó Cordonia con delicadeza. Luego—: Aguanta —leadvirtió,yleaplicóunpañocalienteychorreantesobrelarodilla.
Burrichseestremecióypalideció,peronoemitiósonidoalguno.Bebióotropocodeleche.—Unaflecha—respondióalfin—.Perrasuertequeseclavaradondeseclavó.Justoenlaheridaque
mehizoaqueljabalítantosañosatrás.Yseincrustócontraelhueso.MelasacóVeraz.—Sereclinódepronto en la silla, como si el recuerdo lo debilitara—. Justo encima de la vieja cicatriz —dijodébilmente—.Cadavezquedoblabalarodilla,seabríaysangrabaunpocomás.
—Deberíashaberdejadolapiernaquieta—observóPaciencia,inspirada.Lostreslamiramosalavez—.Oh,claro,supongoquenopodías—secorrigió.
—Echémosleunvistazoahora—sugirióCordonia.Tendiólamanohacialacompresa.Burrichseloimpidióconungesto.—Déjalo.Yameocuparéyocuandoterminedecomer.—Cuando termines de comer temeterás en la cama—informó Paciencia—. Cordonia, por favor,
hazteaunlado.Paramiasombro,Burrichnorechistó.CordoniaseapartóyladyPacienciasearrodillódelantedel
maestrocaballerizo.Éstelaobservabaconunaexpresiónextrañaenelrostromientrasellalevantabaelpaño.Mojólapuntadelacompresaenagualimpia,laescurrióylavólaheridaconmanosexpertas.El
paño caliente había desprendido la sangre encostrada. Limpia no ofrecía el aspecto malsano delprincipio. Seguía siendo una herida mala y las penurias que había tenido que soportar Burrichcomplicarían su cicatrización. La carne se había separado cuando tendría que haberse soldado, perotodosnosrelajamosvisiblementemientrasPaciencialimpiabalaherida.Unextremoestabaenrojecido,hinchadoeinfectado,peronoseapreciabanindiciosdeputrefacciónnisehabíaennegrecidolacarneasualrededor.Paciencialaestudióunmomento.
—¿Quéteparece?—preguntóenvozalta,anadieenconcreto—.¿Raízdehierbahórrida,machacadaycalentada?¿Nosquedaalgo,Cordonia?
—Unpoco,milady.Cordoniasevolvióhacialacestaquehabíantraídoconsigoyempezóarebuscarenella.Burrichsevolvióhaciamí.—¿Esostarrossondemicuarto?Leindiquéquesíyasintióasuvez.—Esopensaba.Elmarrónachaparrado.Acércamelo.Locogiódemismanosylodestapó.—Esto.LlevabaunpococuandosalídeTorredelAlce,peroseperdiócon losanimalesdecarga
durantelaprimeraemboscada.—¿Quées?—preguntóPaciencia.Seacercóconlaraízdehierbahórridaparacuriosear.—Pamplina y hojas de llantén.Curadas en aceite ymezcladas con cera de abeja para formar una
pomada.—Esodeberíadarresultado—concedióPaciencia—.Despuésdelbálsamoderaíz.Me preparé para escuchar su discusión, pero Burrich se limitó a asentir. De pronto parecía muy
cansado.Sereclinóysearropómejorconlamanta.Selecerrabanlosojos.Llamaronamipuerta.LaabríyaparecióKettrickenacompañadadeRomero.—UnademisdoncellasmehadichoqueserumoreaqueBurrichharegresado—empezó.Entoncesse
fijóenlaescenaporencimademihombro—.Asíqueescierto.¿Yestáherido?Ymiseñor,oh,¿quélehapasadoaVeraz?
Derepentepalideciómásdeloqueyohubieracreídoposible.—Seencuentrabien—leaseguré—.Adelante.Memaldijepormifaltadeprevisión.Tendríaquehaberlainformadoinmediatamentedelregresode
Burrichydelasnuevasquetraía.Tendríaquehabersabidoquenoseenteraríadeotromodo.Cuandoentró,PacienciayCordonia levantaron la cabezade la raízdehierbahórridaque estaban
vaporizandoparasaludarlaconsendasreverenciasymurmullosdebienvenida.—¿Qué le ha pasado?—quiso saberKettricken. Se lo dije, y también le conté todo lo que había
dichoBurrich al reyArtimañas, pues pensé que tenía elmismo derecho a saber de sumarido que elmonarcaasaberdesuhijo.PalideciódenuevocuandomencionéelatentadocontraVeraz,peroguardósilenciohastaquehubeconcluidomirelato—.Graciasalosdiosesqueyaestácercademismontañas.Allíestaráasalvo,deloshombresalmenos.—Dichoaquello,seacercóaPacienciayCordonia.Habíanablandado la raíz lo suficientepara triturarlaenunamasijountuosoyestabandejandoque seenfriaraantesdeaplicarlaalainfección—.Lasyemasdefresnodelamontañalimpianestupendamenteesetipo
deheridas—sugirióenvozalta.Paciencialedirigióuntímidovistazo.—Esotengoentendido.Peroestaraíztibiaayudaráaeliminarlainfeccióndelaherida.Otrapomada
excelenteparalacarnevivasehaceconhojadeframbuesaymucílagodeolmo.Tambiénseaplicaenformadebálsamo.
—Notenemoshojasdeframbuesa—recordóCordoniaaPaciencia—.Nosécómosehumedecieronysehanpodrido.
—Yotengohojasdeframbuesasilasnecesitáis—seofrecióenvozbajaKettricken—.Preparoeltédeldesayunoconellas.Esunremedioquemeenseñómitía.
Agachólacabezayesbozóunasonrisacohibida.—¿Oh?—inquirióCordonia,súbitamenteinteresada.—Oh, cielos —exclamó de pronto Paciencia. Cogió a Kettricken de la mano con una confianza
inusitada—.¿Estássegura?—Sí.Al principio pensé que sería... Pero luego empezaron los otros síntomas. Algunasmañanas,
hastaelolordeltémerevuelveelestómago.Ysólomeapetecequedarmeenlacama.—Pero si eso es lo que tendrías que hacer —exclamó Cordonia entre risas—. En cuanto a los
mareos,pasandespuésdelosprimerosmeses.Mehabíaquedadopetrificado,excluido,olvidado.Lastresmujeresempezaronareíralavez.—Nomeextrañaqueestéstanansiosaporsaberdetumarido.¿Losabíaélcuandosefue?—Entoncesyonisiquieralosospechaba.Tengotantasganasdedecírselo,deversucara...—Estásembarazada—dijecomouncretino.Todassegiraronparamirarmeyvolvieronareírse.—Todavíaesunsecreto—meadvirtióKettricken—.Noquieroquesecorraelrumorantesdequelo
sepaelrey.Quierodecírselopersonalmente.—Claroqueno—leaseguré.Noledijequeelbufónyalosabía,ydesdehacíadías.ElhijodeVeraz,pensé.Unescalofríorepentinomerecorriólaespalda.Labifurcacióndelcamino
quehabíaprevistoelbufón,larepentinamultiplicidaddeposibilidades.Unfactorseimponíaatodoslosdemás: la anulacióndeRegio, su alejamiento del trono.Otra pequeñavida se interponía entre él y elpoderqueanhelaba.Cuanpocoleimportaría.
—Desdeluegoqueno—repetíconmásconvicción—.Lomejorseráqueestanoticiaseaunabsolutosecreto.
Puescuandoseconociera,estabasegurodequelavidadeKettrickencorreríatantopeligrocomoladesuesposo.
Amenazas
Aquel invierno vio cómoOsorno era devorado lentamente, como devoran las olas el pie de unacantilado en una tormenta. Al principio, Mazas enviaba noticias a Kettricken con regularidadmediante jinetesdelibreadespachadosdirectamenteporelduque.Lasprimerasnoticiasquetraíaneranoptimistas.LosópalosdelareinahabíanreconstruidoFerry.Sushabitantesleenviaronnosólosuagradecimiento,sinotambiénunpequeñocofrellenodelasperlasdiminutasquetantovaloraban.Curioso.Loqueatesorabantantocomoparanosacrificarlonisiquieraparareconstruirsualdeaseloentregabanenseñaldeagradecimientoaunareinaque leshabíaentregadounas joyasqueellospodríanhaber guardado en lugar seguro.Dudoque el alcance de su sacrificio hubiera significadotantoparacualquierotrapersona.Kettrickenllorócuandorecibióelcofre.
Mensajerosposteriorestrajeronpeoresnoticias.Entretormentaytormenta,loscorsariosseguíanatacando.Los jinetesdeOsornoinformabanaKettrickendequeelduqueMazassepreguntabaporqué había abandonado la Torre Roja el miembro de la camarilla. Cuando Kettricken interrogóabiertamente a Serena al respecto, ésta respondió que la situación se había vuelto demasiadopeligrosaparadejarallíaWill,puessuHabilidaderademasiadovaliosacomoparaenfrentarlaalasVelas Rojas. La ironía pasó desapercibida para pocos. Con cada nuevo mensajero, las noticiasempeoraban.LosmarginadoshabíanestablecidoasentamientosenlasislasdeGarfioydeBesham.ElduqueMazasreunióvelerosdepescayguerrerosyseatrevióaatacarporsucuenta,perodescubrióqueloscorsariosestabandemasiadobienatrincheradosallí.Seperdieronlasnavesyloshombres,yOsorno informabasombríoquenodisponíande fondosparasufragarotraexpedición.Anteaquellacoyuntura, le fueron entregadas aKettricken las esmeraldas deVeraz. Ella las envió aOsorno sinpensárselodosveces.Sisirvierondealgo,nuncalosupimos.Nisiquierasabíamossihabíanllegadoasu destino. Los mensajes de Osorno se volvieron erráticos y pronto se hizo evidente que no nosllegaban todas las nuevas que partían de allí. La comunicación conMazas se cortó por completo.Después de que dos mensajeros personales salieran de Torre del Alce para no regresar jamás,Kettrickenjurónoarriesgarmásvidas.Paraeseentonces,loscorsariosdeGarfioyBeshamhabíanempezado a llegar más abajo por la costa, soslayando las inmediaciones de Torre del Alce paraadentrarseen los territoriosdelnorteyelsur.Frenteaestas incursiones,Regiohacíagaladeuna
indiferenciapasmosa.Afirmabaestar reservandonuestros recursospara cuando volvieraVeraz conlosVetulusparaaniquilaraloscorsariosdeunavezportodas.PeroalmismotiempolasfiestasylosbanquetesenTorredelAlceganabanensuntuosidadyfrecuencia,comoganabanensuntuosidadsusdádivasalosduquesynoblesdelinterior.
Mediadalatarde,Burrichregresóasusaposentos.Yoqueríaquesequedaradondepudieraatenderloperoélrechazómioferta.CordoniasehabíaocupadoenpersonadeadecentarsucámarayBurrichyahabía rezongado bastante por eso. Lo único que había hecho ella era avivar el fuego, encargar aguafresca,airearysacudirlassábanas,barrerelsueloyextenderesterillasdepajalimpia.Unadelasvelasde Molly ardía en el centro de su mesa, propagando un fresco aroma a pino por la enmohecidahabitación. Pero Burrich protestaba porque casi no reconocía su propio cuarto. Lo dejé allí, bienarropadoenlacamayconunabotelladebrandyamano.
Comprendíaquequisiera tener labotellacerca.Mientras loayudabaacruzar losestabloshastasudesvánhabíamospasadopordelantedeuncompartimientovacíotrasotro.Faltabannosóloloscaballos,sinotambiénlosmejoresperrosdecaza.Mefaltócorajeparaasomarmealascocheras.Estabasegurodeque las encontraría igualmente saqueadas.Manos caminaba a nuestro lado, callado pero afligido. Susesfuerzos eran evidentes. Los establos se veían inmaculados, los caballos restantes lustrosos tras elcepillado.Hasta loscompartimientosvacíos sehabían lijadoyenjalbegado.Perounadespensavacía,por limpia que esté, no es consuelo para el hambriento. Sabía que para Burrich los establos eran sutesoroysuhogar.Habíavueltoparaencontrarlosdesvalijados.
Después de despedirme de Burrich, me di un paseo hasta los graneros y las cuadras. Allí seguardaban lasmejorescabezasdecríaduranteel invierno.Encontré lasestancias tanvacíascomo losestablos.Delosmejorestorosnoquedabaniuno.Delasovejasnegrasdelomorizadoquesolíanocuparuncorral,sóloquedabanseisyuncarneroesmirriado.Nosabíacuántosanimalessehabíanrecogidoallí,perohabíademasiadoscajonesycercadosvacíosenunaépocadelañoquesolíaverlosrepletos.
Delosgranerosfuialoscobertizosydependenciasdelpersonal.Frenteaunodelosedificioshabíaunos hombres cargando sacas de cereales en una carreta. Había otros dos vehículos ya cargadosaparcados allí cerca. Los observé un momento antes de ofrecerme a echarles una mano cuando seamontonó la mercancía en el carro y empezó a hacerse difícil seguir cargando los sacos. Aceptaronencantados mi ayuda y conversamos mientras trabajábamos. Me despedí de ellos animado cuandohubimosconcluidolatareayregresédespacioalcastillo,preguntándomeporquéibaacargarsedegranounabarcazaquezarparíaconrumboallagoTuria.
DecidíecharunvistazoaBurrichantesdevolveramisaposentos.Subílaescalerahastasucuartoymeinquietóverlapuertaentreabierta.Temiéndomealgúntipodetraición,irrumpísinavisaryconseguísobresaltaraMolly,queestabacolocandounosplatosenunamesitajuntoalasilladeBurrich.Verlaallíme desconcertó y me quedé mirándola. Cuando me giré hacia Burrich, lo descubrí observándomefijamente.
—Penséqueestaríassolo—dije,avergonzado.Burrichmemirabaconlosojoscomoplatos.Habíacatadogenerosamentesubotelladebrandy.—Tambiényopenséqueibaaestarlo—dijoconseriedad.Como siempre, ocultaba bien su embriaguez, pero Molly no se dejaba engañar. Tenía los labios
apretadosenunafinalínea.Siguióconsusquehaceres,ignorándome.SedirigióaBurrich,encambio.
—Noosmolestarémuchorato.LadyPacienciamepidióqueostrajeraunplatocaliente,pueshabéiscomidopocoestamañana.Meiréencuantooshayapreparadosucomida.
—Yconmibendición—añadióBurrich.SusojossaltabandeMollyamí,presintiendoloincómodode lasituación,y tambiéneldescontentodeellaconél. Intentódisculparse—.He tenidounviajemuyduro,señorita,ymiheridaesdolorosa.Esperoquenooshayaofendido.
—Nosoyquiénparaofendermepornadadeloquehagáis,sir—replicóMolly.Terminódecolocarla comida que había traído—. ¿Hay algomás que pueda hacer para que os sintáis más cómodo?—preguntó.
Habíacortesíaensuvoz,nadamás.Nomemiró.—Podéisaceptarmiagradecimiento.Nosóloporlacomida,tambiénporlasvelasquerefrescanmi
habitación.Tengoentendidoqueestánhechasamano.ViqueMollyseablandabaunpoco.—LadyPacienciameencargóquelastrajera.Susdeseossonórdenesparami.—Yaveo.—Lecostómáspronunciarlassiguientespalabras—.Enesecasopodéistransmitirlemi
agradecimientotambiénaella.YaCordonia,seguro.—Esoharé.¿Nonecesitáisnadamás,entonces?HedehaceralgunosrecadosparaladyPacienciaen
laciudaddeTorredelAlce.Medijoquesiqueréisalgodelaciudaddeberíatraéroslo.—Nada.Perohasidomuyamablealpensarenello.Gracias.—Nohaydequé,sir.YMolly,cestavacíaenmano,saliópasandopormiladocomosiyonoestuviera.Burrich y yo nos quedamosmirándonos el uno al otro.Observé de soslayo la partida deMolly e
intentéborrarlademimente.—No se trata únicamente de los establos—dije, y referí sucintamente lo que había visto en los
granerosylasdependencias.—Tendríaquehabérmeloimaginado—rezongóBurrich.Echóunvistazoalacomidaquehabíatraído
Mollyy se sirvióotropocodebrandy—.Cuandoveníamospor la carreteradel ríoAlce escuchamosrumores e indicios. Hay quienes dicen que Regio ha vendido las bestias y el grano para sufragar ladefensadelascostas.Otros,quehallevadolasreseshaciaelinterior,alospastosmássegurosdeHaza.—Apurósulicor—.Losmejorescaballossehanido.Medicuentaenseguida,nadamásregresar.Alomejordentrodediezañoshabrépodidocriarunganadodelamismacalidadqueelqueteníamos.Perolodudo.—Sesirvióotrovaso—.Eltrabajodetodamividahadesaparecido,Traspié.Atodoelmundolegustapensarquedejarásuimprontasobreelmundodeunauotraforma.Loscaballosquehabíareunido,lasrazasqueestabaasentando...ahoranada,todosehadispersadoporlosSeisDucados.Oh,noesquenovayanamejorarlasangreconlaqueloscrucen,no,peroyoyanoveréloquehabríasalidosisemehubieradejadocontinuar.Firmemontaráyeguas escuchimizadas enHaza,no tequepaduda.YcuandoÁmbar para su siguiente potro, el que la asista lo tomará por otro caballo del montón. Llevo seisgeneracionesesperandoaquenazcaesepotro.Cogeránelmejorcaballoparalacazaconperrosquesehayaparidojamásyloengancharánaunarado.
Nohabíanadaquereplicaraeso.Metemíaquetodoeraverdad.—Comealgo—sugerí—.¿Quétaltieneslapierna?Levantólamantaparaecharleunvistazo.
—Sigueensusitio,porlomenos.Supongoquetendríaquedargraciasporeso.Estámejorqueestamañana.Lahierbahórridahacortado la infección.Esamujer será todo loatolondradaque túquieras,perotodavíasabeparaquésirvensushierbas.
Nomehacíafaltapreguntaraquiénserefería.—¿Novasacomernada?—insistí.Soltósucopaycogióunacuchara.Probó lasopaquehabía traídoMollyycabeceóconrenuencia
paramostrarsuaprobación.—Bueno—observó—,asíqueésaeralamoza,Molly.Asentí.—Selaveíaunpoquitofríacontigo.—Unpoquito—dijesecamente.Burrichsonrió.—Estásigualdegruñónqueella.MefiguroquePaciencianolehabráhabladomuybiendemí.—No le gustan los borrachos—le informé con brusquedad—.Su padre bebió hasta diñarla. Pero
antesdeestirarlapataconsiguióhacerlelavidaimposibleduranteaños.Cuandoerapequeñalepegaba.Cuandocrecióyyanopudoponerlelamanoencimasededicóaacosarlaycastigarlaporcualquiercosa.
—Oh.—Burrichrellenósucopamuydespacio—.Lamentooíreso.—Ellalamentahabertenidoquevivirlo.Melanzóunamiradaecuánime.—Yono soy su padre,Traspié.Tampoco he sido grosero con ella cuando vino.Ni siquiera estoy
borracho. Todavía no. Así que trágate tus reprimendas y cuéntame qué ha pasado en Torre del Alcedurantemiausencia.
AsíquemeplantéeinforméaBurrich,comosituvieraalgúnderechoaexigírmelo.Supongoqueasíera, en cierto modo. Comió mientras yo hablaba. Cuando acabé, se sirvió otro vaso de brandy y sereclinóensusilla,sosteniéndolo.Agitóelbrandyenlacopa,lomiróyluegomemiróamí.
—YKettrickenestáembarazada,perotodavíanolosabennielreyniRegio.—Penséqueestabasdormido.—Loestaba.Casipensabaquehabíasoñadoesaconversación.Bueno.—Trasegóellicor.Sesentóy
apartólamantadesupierna.Vicómodoblabalarodilladeliberadamentehastaquelapieltiranteempezóa abrirse sobre la herida.Me encogí ante la escena, peroBurrich parecía simplemente pensativo. Sesirviómásbrandyyloapuró.Labotellaestabacasivacía—.Enfin.Tendréqueentablillaresapiernasiquieroquecicatriceeso.—Meobservódereojo—.Yasabesloquenecesito.¿Querrástraérmelo?
—Creoquedeberíasguardarreposoalmenosundía.Daletiempo.Noteharáfaltaunatablillasitequedasenlacama.
Mesostuvolamiradalargorato.—¿QuiénguardalapuertadeKettricken?—Nocreoque...Supongoquehabrámujeresdurmiendoenlacámaraexteriordesusaposentos.—Sabesqueintentaránmatarlaencuantosesepalodesuembarazo.—Todavíaesunsecreto.Siempiezasavigilarsupuerta,losabrátodoelmundo.—Segúnmiscálculos,losabemoscincopersonas.Noesningúnsecreto,Traspié.—Seis—admitíaregañadientes—.Elbufónhaceyaunosdíasqueseloimagina.
—¡Oh!—TuvelasatisfaccióndeveraBurrichsorprendido—.Bueno,porlomenosahítienesaunoqueno se iráde la lengua.Sin embargo,date cuenta, no seguirá siendoun secretopormucho tiempo.Empezaránavolarlosrumoresantesdequeacabeeldía,fíjatebienenloquetedigo.Estanochepiensovigilarsupuerta.
—¿Tienesquehacerlotú?¿Porquénodescansasydejasquelohagayo...?—El fracaso puedematar a un hombre, Traspié. ¿Lo sabías? Te dije una vez que el combate no
terminahastaqueganas.Esto...—seseñalólapiernacondesagrado—estonomedaningúnmotivopararendirme.Yaesbastantevergonzosoquemipríncipehayaseguidoadelantesinmí.Nopiensodefraudarloaquí.Además—serióconamargura—,enlosestablosahoranohaytantoquehacercomoparatenernosocupadosaManosyamí.Ytampocomesientoconánimosparaeso.Yaestá.¿Quieres irabuscar lonecesarioparaentablillaresto?
Eso hice.Volví con él y lo ayudé a aplicar bálsamo a su herida antes de vendarla con cuidado yentablillarlapierna.Cortóunospantalonesviejosparacubrirlatablillayloayudéabajarlasescaleras.Luego,pesea suspalabras,visitóel compartimientodeRubí paraver si habían limpiadoy curado laherida de flecha de su caballo. Lo dejé allí y regresé al castillo. Quería hablar con Kettricken, quesupieraqueibaahaberunhombremontandoguardiafrenteasupuertaesanoche,yporqué.
LlaméalapuertadesucámaraymeabrióRomero.Lareinaseencontrabaallí,acompañadadeungrupodedamas seleccionadas especialmente.Casi todas se aplicaban a sus bordadoso sus pequeñostelaresportátilesmientrasconversaban.Lareinahabíaabiertosuventanaalapacibledíadeinviernoycontemplabaelmarencalmaconelceñofruncido.MerecordóaVerazcuandohabilitabaysospechéquelapreocupabanlosmismosasuntosqueasumarido.Seguíladireccióndesumiradaymepregunté,aligualqueella,dóndeatacaríanesedía lasVelasRojasyquéestaríaocurriendoenOsorno.Era inútilpreocuparse.Oficialmente no se sabía nada deOsorno. Los rumores decían que sus costas se habíanteñidodesangre.
—Romero.Quisierahablarasolasconsumajestad.Romeroasintiósolemnementeyfueahacerunareverenciaasureina.Kettrickenlevantólacabezaal
momentoyconuncabeceoyungestomeinvitóaunirmeaellaensuasientofrentealaventana.Lasaludéenvozbajaeindiquélasaguasconunasonrisa,comosiestuviéramoscharlandodelbuentiempo,aunqueenrealidadmurmuré:
—Burrichquierevigilarvuestrapuerta apartir de estamismanoche.Temequecuando losdemásdescubranqueestáisembarazadavuestravidacorrapeligro.
Cualquier otra mujer podría haber palidecido o haberse mostrado sorprendida. Kettricken, encambio,palpóelprácticocuchilloquellevabasiempreencimajuntoasusllaves.
—Casiagradeceríaunasaltotandirecto—meditó—.Supongoqueeslomásprudente.¿Quédañonosharápermitirlessaberdenuestrassospechas?No,denuestracertidumbre.¿Porquétendríamosquesercircunspectosydiscretos?Burrichyaharecibidosubienvenidaenformadeflechazoenlapierna.—Laamarguradesuvozylaferocidadqueencubríameconmocionaron—.Puedeasumirelpuestodeguardia,yconmibendición.Preferiríaaalguienmás robusto,peronoconfiaríaenél comoconfíoenBurrich.¿Podrádesempeñarestalaborconesaheridaensupierna?
—Nocreoquesuorgullolepermitieradelegarlaresponsabilidadennadiemás.—Entalcaso,decidido.—Hizounapausa—.Haréquelesaquenunasilla.
—Dudoquevayaausarla.Suspiró.—Todostenemosnuestraformapersonaldesacrificarnos.Haréquelasaquen,detodosmodos.Inclinélacabezaenseñaldeaceptaciónymedespidió.Volvíamicuartoconlaintenciónderecoger
todoslosenseresacumuladosdurantelabreveestanciadeBurrich,perocuandocruzabasigilosamenteelpasillomesorprendióverquelapuertademihabitaciónseabríadespacio.Meapostéenotroportalymeaplastécontraelvano.
TranscurridounmomentosalierondemicuartoJustinySerena.Meplantéanteellos.—¿Todavíaandáisbuscandounlugardiscretoparavuestrascitas?—preguntéconsarcasmo.Losdossequedaronhelados.Justinretrocedióunpaso,resguardándosecasidetrásdeSerena.Éstale
lanzóunamiradaasesinaysemantuvofirmeantemí.—Notenemosporquérendirtecuentasdenada.—¿Nisiquieradespuésdeinvadirmidormitorio?¿Habéisencontradoalgointeresante?Justinresoplabacomosiacabaradeecharunacarrera.Lomiréalosojosconintensidad.Sequedó
sinhabla.Sonreí.—Notenemosporquéhablarcontigo—proclamóSerena—.Sabemosloqueeres.Vamos,Justin.—¿Sabéisloquesoy?Quécurioso.Yosíqueséloquesoisvosotros.Ynosoyelúnico.—¡Bestia!—siseó Justin—.Tú, que practicas lamás sucia de lasmagias. ¿Pensabas que podrías
pasardesapercibidoentrenosotros?¡NomeextrañaqueGalenoteconsideraraindignodelaHabilidad!Suflechahabíasidocerteraysehabíaclavadoenmitemormássecreto.Intenténodejarlotraslucir.—SoylealalreyArtimañas.Impertérrito, les sostuve lamirada. No dije nadamás. No con palabras. Pero losmiré de arriba
abajo,midiéndolosconloquedeberíanser,sabiendoquenoestabanalaaltura.Elbailedesuspies,lasrápidas miradas que intercambiaron, me indicaron que sabían que eran unos traidores. Informaban aRegio;sabíanquedebían informaral rey.Noseengañabanasímismos;comprendíansudelito.QuizáGalenohubieraimprimidolalealtadaRegioensusmentes;quizánopudieranconcebirladesobedienciahacia él. Pero una parte de ellos sabía queArtimañas seguía siendo el rey y que eran desleales a unmonarcaalquehabíanjuradofidelidad.Reservéaquellapizcadecertidumbre;eraunagrietaenlaquealgúndíapodríaaplicarunapalanca.
AvancéydisfrutéviendocómoseapartabaSerenademímientrasJustinseacobardabaentreellaylapared.Peronohiceademándeagredirlos.Lesdilaespaldayabrímipuerta.AlentrarenlahabitaciónsentíunsinuosohilachodeHabilidadlamiendolosbordesdemimente.Sinpensar,lobloqueécomomehabíaenseñadoVeraz.
—Guardaosvuestrospensamientos—lesadvertí,sindignarmemirarlosporencimadelhombro.Cerrélapuerta.Porunmomentomequedéinmóvil,respirando.Calma.Calma.Nobajémiguardia
mental.Ensilencio,concuidado,corrí loscerrojos.Cuandolapuertaestuvoasegurada,deambuléconcautelapormiestancia.Chademehabíadichoenciertaocasiónquelosasesinosdebíancreersiemprequesuoponenteeramáshábilqueellos.Eralaúnicamaneradeseguirconvida,estandoenalerta.Notoquénadaporsilohabíanuntadoconveneno.Envezdeeso,meplantéenelcentrodelahabitación,cerrélosojoseintentérecordarconexactitudcómoestabatodolaúltimavezquelovi.Despuésabrílosojosybusquéalgúncambioenelcuarto.
Lapequeñabandejaconhierbasestabaenelcentrodemiarcón.Yolahabíadejadocercadelborde,alalcancedeBurrich.Asíquehabíanregistradomisropas.EltapizdelreySapiencia,quellevabamesesligeramenteladeado,ahoracolgabarecto.Noveíanadamás.Eradesconcertante.Nomeimaginabaquépodían estar buscando. El que hubieran revuelto mi arcón parecía sugerir que era algo lo bastantepequeñocomoparacaberallí.Pero¿porqué levantarun tapizymirardetrásdeél?Mequedéquieto,pensandounmomento.Nohabíasidounregistroalazar.Noestabasegurodeloqueesperabanencontrar,perosospechabaqueleshabíanencargadobuscarunpasadizosecretoenmicuarto.EsosignificabaqueRegiohabía llegadoa laconclusióndequeelasesinatode ladyTomillonohabía sidosuficiente.Sussospechas eran mayores de lo que me había hecho creer Chade. Casi agradecí no haber conseguidodescubrir nunca cómo operaba la entrada a los aposentos de Chade. Aumentaba mi confianza en susecretismo.
Inspeccionéhastaelúltimoartículodemihabitaciónantesdemanipularlo.MeocupédequecadarestodecomidaquesehabíaquedadoenlasbandejasdePerolfueseaparardondenadaninadiepudieracatarlo.Tiréelaguadeloscubosylaquequedabaenmicántara.Inspeccionéelmontóndeleñaylasvelasenbuscadepolvosoresinas,sacudímissábanasydescartéamipesartodomisurtidodehierbas.Nopensabacorrerningúnriesgo.Nodescubríquehubieranadademenosnidemásenmicuarto.Cuandoacabéme senté en la cama, exhausto e inquieto. Tendría que sermás cuidadoso, concluí. Recordé laexperienciadelbufónypenséenloquelehabíaocurrido.Noqueríatoparmeconunabolsaenlacabezayunatundadepaloslapróximavezqueentraraenmihabitación.
Micuartosemeantojabadeprontounatrampacerradaalaquehabíaregresaradiario.Mefuisinmolestarmeenechar la llaveal salir.Lascerradurasnoservíandenada.Quevieranqueno temíasusintromisiones.Aunquefuesementira.
En la calle, la tarde era clara y apacible. Lo inusitado del buen tiempo me mortificaba aunquedisfrutarademipaseoporlaperiferiainteriordelcastillo.DecidíbajaralaciudadparavisitarelRuriskyamiscompañerosdetripulación,yquizátomarluegounacervezaenalgunataberna.Hacíademasiadotiempo que no caminaba hasta la ciudad y aúnmás que no prestaba atención a las habladurías de lapoblación.SeríaunalivioalejarsedelasintrigasdeTorredelAlcesiquieraporunashoras.
Salíaporlapuertacuandomecortóelpasounjovensoldado.—¡Alto!—meordenó—.Porfavor,sir—añadióalreconocerme.Medetuve,obediente.—¿Sí?Carraspeóydegolpeenrojecióhastalaraízdeloscabellos.Cogióaliento,ysequedócallado.—¿Queríasalgo?—pregunté.—Porfavoraguardeunmomento,señor—balbucióelmuchacho.Seperdióenlagaritayuninstantedespuésaparecióunaoficialamásveterana.Meobservóconel
gestoserio,inspirócomoparacogerfuerzasydijoconvozqueda:—Seosprohíbeabandonarelcastillo.—¿Cómo?Nodabacréditoamisoídos.Seirguió.Cuandohabló,suvozeramásfirme.—Seosprohíbeabandonarelcastillo.
Sentíunconatodeira.Losofoqué.—¿Quiénhadadoesaorden?Semantuvofirmeantemí.—Misórdenesprocedendelcapitándelaguardia,sir.Nosémás.—Megustaríahablarconesecapitán.Conservélacortesíaenmivoz.—Noseencuentraenlasaladeguardia,sir.—Entiendo.Aunquenoloentendía,niporasomo.Percibíacómose tensaban todos losnudosamialrededor,peronoentendíaporquéprecisamente
ahora.Losiguientequepreguntar,obviamente,era:«¿Porquéno?».ConeldebilitamientodeArtimañas,Verazsehabíaconvertidoenmiprotector.Peroélnoestabaallí.PodríaapelaraKettricken,perosólosiestuviese dispuesto a enfrentarla directamente conRegio.No lo estaba.Chade era, como siempre, unpoder en la sombra. Todo esome cruzó la cabeza en un suspiro. Iba a volver la espalda a la puertacuandooíminombre.Megiré.
Coronandolacolina,procedentedelaciudad,veníaMolly.Suvestidoazuldesirvientaondeabaentornoasuspantorrillasmientrascorría.Ycorríapesadamente,singracia,sinsusacostumbradasyágileszancadas.Estabaexhausta,oalbordedelafatiga.
—¡Traspié!—gritódenuevo,contemorenlavoz.Quiseacudirasuencuentroperolaoficialase interpusoenmicamino.Ensurostrotambiénhabía
temor,peronoeramenossudeterminación.—Nopuedopermitirquecrucéislapuerta.Tengoórdenes.Sentídeseosdeapartarlademicaminodeunempujón.Meobliguéacontenermirabia.Pelearcon
ellanoibaaayudaraMolly.—¡Puesvetúconella,malditasea!¿Esquenovesqueesamujerestáenapuros?Mesostuvolamirada,sinmoverse.—¡Miles!—llamó, y el muchacho saltó como un resorte—.Mira a ver qué le pasa a esamujer.
¡Corriendo!El guardia salió disparado.Me quedé en el sitio, con la oficiala plantada delante demí,mirando
impotenteporencimadesuhombromientrasMilescorríahaciaMolly.Cuandolaalcanzó,larodeóconunbrazoycogiósucestaconlaotramano.Apoyándoseenél,jadeanteyalbordedelllanto,Mollyseacercóalapuerta.Parecióquetranscurrieraunaeternidadhastaquelogróentraryecharseenmisbrazos.
—Traspié,ohTraspié—sollozó.—Ven—ledije.Laapartédelaguardia,laalejédelapuerta.Sabíaquehabíahecholomássensato,lomásprudente,
peroseguíasintiéndomeavergonzadoporello.—¿Porquéno...hasvenidoapormí?—jadeóMolly.—Laguardianomehadejado.TienenórdenesdenodejarmesalirdeTorredelAlce—musité.Podía
sentirsusescalofríosapoyadaenmicuerpo.Lacondujedetrásdeuncobertizo,fueradelavistadelosguardiasboquiabiertosenlapuerta.Laabracéhastaqueseserenó—.¿Quésucede?¿Quéhaocurrido?
Intentéquemivozsonaratranquilizadora.Leapartéelpeloquelecaíasobrelacara.Transcurridos
unosinstantessecalmóentremisbrazos.Surespiraciónseaquietó,peroseguíatemblando.—Habíabajadoalaciudad.LadyPacienciamehabíadadolatardelibre.Necesitabaunascosas...
paramisvelas.Mientrashablaba,remitieronsustemblores.Lesujetélabarbillaparamirarlaalosojos.—¿Entonces?—Estaba...volviendo.Estabaenlacuesta,yafueradelaciudad.Dondecrecenlosalisos.Asentí.Conocíaellugar.—Oíqueveníanunoscaballos.Deprisa.Asíquemeapartéde lacarreteraparadejarlospasar.—
Empezóatiritardenuevo—.Seguícaminando,pensandoquemeadelantarían.Peroderepentelostuvejustoamiespalda,ycuandomiréporencimadelhombrosemeestabanechandoencima.Noseguíanlacarretera,sinoqueveníanapormí.Metiréalosmatorralesysiguieronavanzandohaciamí.Medilavueltaycorrí,peromesiguieron...
Estabaalzandolavozpormomentos.—¡Chis!Esperaunpoco.Tranquilízate.Piensa.¿Cuántoseran?¿Losreconociste?Zangoloteólacabeza.—Dos.Nopudeverleslacara.Huíadeellos,yllevabanesoscascosquetetapanlanarizylosojos.
Mepersiguieron.Lacuestaesmuyempinada,túlosabes,yestállenademaleza.Intentédespistarlosperoguiaban sus caballos enmediode los arbustos detrás demí.Me conducían igual que los perros a lasovejas.Yocorríaycorríaperonolograbadespistarlos.Entoncesmecaí,tropecéconuntroncoymecaí.Yellosdesmontaron.Unodeellosmesujetómientraselotromequitabalacesta.Lotirótodoalsuelo,comosiestuvierabuscandoalgo,peronoparabandereírse.Ypensé...
AhoramicorazónlatíatandesbocadocomoeldeMolly.—¿Tehanhechodaño?—preguntéconferocidad.Seinterrumpió,indecisa,antesdenegarconlacabeza.—Noesloquepiensas.Unome...mesujetaba,nadamás.Sereían.Elotro,dijo...dijoqueyoerauna
imbécilpordejarmemanipularporunbastardo.Dijeron...Volvióainterrumpirseunmomento.Loquefueraquelehabíandicho,loquelahubieranllamadoera
lobastantegrotescocomoparaqueellanoquisierarepetirlodelantedemí.Sentícomosimeatravesaraunaespada.Habíanconseguidoherirladetalmodoquenisiquieraqueríacompartireldolor.
—Me avisaron—continuó por fin—.Dijeron quememantuviera alejada del bastardo.Que no lehiciera el trabajo sucio.Dijeron... cosas que no comprendí, algo sobremensajes, y espías y traición.Dijeron que podían asegurarse de que todos supieran que yo era la puta del bastardo. —Intentópronunciar aquellas palabras con naturalidad, pero brotaron con demasiada fuerza. Desafiándome acontenermeanteellas—.Luegodijeron...quemeahorcarían... sino leshacíacaso.Quehacer recadospara un traidor me convertía en traidora. —Su voz se volvió extrañamente serena—. Luego meescupieron. Y se fueron. Los oí alejarse, pero durante mucho tiempo no tuve valor para levantarme.Nuncahepasadotantomiedo.—Memiróysusojoserancomoheridasabiertas—.Nisiquieramipadremedabatantomiedo.
Laatrajehaciamí.—Todoespormiculpa.Nisiquieramedicuentadequehabíahabladoenvozaltahastaqueseapartódemíymeobservó,
desconcertada.—¿Portuculpa?¿Esquehashechoalgomalo?—No.Nosoyuntraidor.Perosíunbastardo.Yhedejadoqueesotesalpique.Todosobreloqueme
previnoPaciencia,todoloquepredijoCh...todoelmundo,todoseestácumpliendo.Yotehemetidoenesto.
—¿Qué sucede? —preguntó suavemente, con ojos desorbitados. Se le cortó la respiración—.Dijiste...quelaguardianotedejacruzarlapuerta.QuenopuedessalirdeTorredelAlce.¿Porqué?
—No lo sé con exactitud. Hay muchas cosas que no entiendo. Pero sí sé una cosa. Tengo queprotegerte.Esosignificamantenermelejosdeti,unatemporada.Ytúdemí.¿Locomprendes?
Unachispaderabiaprendióensusojos.—¡Comprendoquequieresdejarmesola!—No. No es eso. Tenemos que hacerles creer que han conseguido asustarte, que estás
obedeciéndolos.Entoncesestarásasalvo.Notendránmotivosparavolveraacosarte.—¡Esquehanconseguidoasustarme,idiota!—siseó—.Sóloséunacosa:cuandoalguiensabequele
tienes miedo, nunca estás a salvo de esa persona. Si ahora les hago caso, volverán a por mí. Paraordenarmequehagaotrascosas,paraverhastadóndeestoydispuestaaobedecer.
Ésas eran las cicatrices que había dejado su padre en su vida. Cicatrices que eran una fuente defuerza,perotambiéndedebilidad.
—Ahoranoeselmomentodeenfrentarseaellos—susurré.Nodejabademirarporencimadesuhombro,esperandoquedeunmomentoaotroaparecieralaguardiaparaverdóndenoshabíamosmetido—.Ven—dije,ynosadentramosenellaberintodecobertizosydependencias.
Anduvoensilencioamiladounosmomentos,antesdesoltarmelamanodegolpe.—Ahoraeselmomentodeenfrentarseaellos—declaró—.Porquesiempiezasaposponerlonolo
harásnunca.¿Porquénoibaaserésteelmomento?—Porquenoquieroqueteimpliquesenesto.Noquieroqueresultesherida.Noquieroquelagente
digaqueereslaputadelbastardo.Apenassiconseguíarrancarlaspalabrasdemiboca.Mollylevantólacabeza.—Nohehechonadadeloquedebaavergonzarme—dijo,lacónica—.¿Ytú?—No.Pero...—«Pero.»Tupalabrafavorita—dijoconamargura.Sealejódemí.—¡Molly!—corrí tras ella, la agarré por los hombros.Giró en redondoymegolpeó.No fue una
bofetada,sinounpuñetazoenloslabiosquemehizotambalearymellenólabocadesangre.Sequedóallíplantada,retándomeatocarladenuevo.Nolohice—.Nodigoquenodebamosluchar.Sóloquenoquiero implicarte en esto. Dame una oportunidad para arreglarlo a mi manera—dije. Sabía que mesangrabalabarbilla.Dejéqueella laviera—.Confíaenque,simedas tiempo, losencontraréyse loharépagar.Amimanera.Ahoraháblamedeesoshombres.Quéropas llevaban,cómomontaban.¿Quéaspectoteníanloscaballos?¿HablabanconelacentodeGamaoerandelinterior?¿Teníanbarba?¿Dequécolorteníanelpelo,losojos?
Viqueintentabapensar,viquesumenteseresistíaarememorarelencuentro.
—Pardos—dijoalfin—.Loscaballoseranpardos,conlacrinylacolanegras.Yloshombresteníanunacentoextraño.Unoteníaunabarbanegra.Creo.Cuestaverlascosasconlacarapegadaalsuelo.
—Bien.Eso está bien—dije, aunque nome había contado absolutamente nada.Agachó la cabezaparanoseguirviendolasangreenmicara—.Molly—dijeenvozmásbaja—.Novoyair...atucuarto.Enunatemporada.Porque...
—Tienesmiedo.—¡Sí!—siseé—.Sí, claroque tengomiedo.Tengomiedodeque tehieran,deque tematen.Para
hacermedañoamí.Novoyaponerteenpeligroyendoaverte.Permanecióinmóvil.Nopodíasabersimeestabaescuchandoono.Cruzólosbrazossobresupecho,
abrazándoseasímisma.—Teamodemasiadoparapermitirqueocurraeso.Mispalabrassonarondébiles,aunamisoídos.Diomediavueltay se fue.Seguíaabrazándosecomosiquisiera impedirque secayeraapedazos.
Parecíamuydesamparadaconsusdesgarradasfaldasazules,cabizbaja.—MollyFaldasRojas—susurrétrasella,peroyanoveíaaesaMolly.Sóloveíaalaqueyomismohabíacreado.
BahíaPulcritud
ElHombrePicadoesellegendarioheraldodedesastresparaelpueblodelosSeisDucados.Verloveniracaballoporlacarreteraequivaleasaberquelaenfermedadylapestenotardaránenllegar.Sedicequesoñarconélpresagiaunamuerte inminente.Los relatosquehablandeélamenudo lopresentanantequienesmerecensercastigados,peroavecesseutiliza,sobretodoenlosespectáculosdemarionetas, comoprofecíadepróximosdesastresengeneral.Un títerecon laefigiedelHombrePicadocolgadoenelescenarioadviertealpúblicodequeestáapuntodepresenciarunatragedia.
Losdíasdeinviernotranscurríanconagónicaparsimonia.Acadahoraquepasabamepreparabaparaque ocurriera cualquier cosa. Nunca entraba en una habitación sin hacer antes un reconocimiento, nocomíanadaquenohubierapreparadoyomismo,sólobebíaelaguaquesacabadelpozoconmispropiasmanos.Apenasdormía.Miconstantevigilanciamepasabafacturademilmanerasdistintas.Memostrabasusceptibleconquienesentablabanconversaciónconmigo,malhumoradocuandocomprobabaelestadodeBurrich,reticenteconlareina.Chade,elúnicoconelquepodríahabermedesahogado,nomellamaba.Estaba tristemente solo.Nomeatrevía aver aMolly.Cuandovisitaba aBurrichprocuraba ser breveparanoacarrearleproblemas tambiéna él.Nopodía salirdeTorredelAlceabiertamenteparapasaralgúntiempoconOjosdeNoche,ynomeatrevíaautilizarnuestropasajesecretopormiedoaquemeestuvieranespiando.Esperabayvigilaba,peroelsuspensedequenosucedieranadamásseconvirtióenunasofisticadatortura.
SíquevisitabaadiarioalreyArtimañas.Veíacómoseconsumíaantemisojosycómoelbufónsetornaba cada día más taciturno, más cáustico su humor. Anhelaba que el inclemente tiempo invernaligualaramiestadodeánimo,peroloscieloscontinuabanazulesylosvientosencalma.EnelinteriordeTorredelAlce,lasveladastranscurríanenmediodealharacasyjolgorios.Habíabailesdedisfracesycompeticionesdebardosporverquiénsellevabajugosasrecompensas.LosduquesynoblesdelinteriorsehartabandecomidaalamesadeRegioylamadrugadalosencontrabaregadosenvino.
—Soncomogarrapatasenunperromoribundo—dijefuriosoaBurrichundíamientraslecambiabalasvendas.
Él acababa de comentar que no le suponía ningún esfuerzomantenerse en vela estandode guardiafrentealapuertadeKettricken,pueselruidodelascelebracioneshacíaimposibleconciliarelsueño.
—¿Quiéneselmoribundo?—preguntó.—Todosnosotros.Concadadíaquepasanosmorimosunpocomás.¿Nadietelohabíadicho?Porlo
menosestoseestácurando,yextraordinariamentebienparatodoloquelehashecho.Observó su pierna desnuda y la dobló con cuidado. El tejido se tensó de forma irregular, pero
aguantó.—Elboquetesehabrácerrado,peronolosientocuradopordentro—observó.Noeraunaqueja.Levantósucopadebrandyylaapuródeunsolotrago.Lomirécondesconfianza.
Sus días habían adquirido un patrón. Cuando dejaba la puerta de Kettricken por lamañana, iba a lacocinaydesayunaba.Luegoregresabaasucuartoyempezabaabeber.Despuésdequeyoleayudaraacambiarseelvendajedelapierna,seguiríabebiendohastaquedarsedormido.Sedespertabaporlatarde,atiempodecomeralgoeiravigilar lapuertadeKettricken.Yanohacíanadaenlosestablos.SeloshabíadejadoaManos,quedeambulabacariacontecidocomosieltrabajofueseuncastigoinjusto.
Cadadosdíasaproximadamente,PacienciaencargabaaMollyquelimpiaralosaposentosdeBurrich.Sabía poco de esas visitas aparte de que tenían lugar y de queBurrich, cosa sorprendente en él, lastoleraba.Meinspirabansentimientoscontradictorios.DabaigualcuántobebieraBurrich,siempretratabaalasmujeresconcortesía;perolashilerasdebotellasdebrandyvacíassóloconseguiríanqueMollyseacordaradesupadre.Empero,deseabaque llegaranaconocerse.Undía ledijeaBurrichquehabíanamenazadoaMollyporsurelaciónconmigo.
—¿Relación?—preguntósecamente.—Unaspocaspersonassabenquemeimporta—admití,cauteloso.—Ningún hombre descarga sus problemas sobre lamujer que le importa—me amonestó con voz
seria.Noteníarespuestaparaeso.EncambioleofrecílospocosdetallesquerecordabaMollyacercade
sus agresores, pero no le decían nada. Por unmomento se quedó con lamirada perdida, como si noexistieranlasparedesdesucuarto.
—Lediréqueestáspreocupadoporella.Lediréqueacudaamísicreequecorrepeligro.Estoyenmejordisposicióndeocuparmedeella.—Levantólacabezaymemiróalosojos—.Lediréquehaceslocorrectomanteniéndotelejosdeella,porsubien.—Mientrasseservíaotrotragoañadió,musitandoparaelmanteldelamesa—:Pacienciateníarazón.Hizobienenviándomela.
Palidecíalconsiderartodaslasimplicacionesdeaquellaaseveración.Paravariar,supemordermelalenguaatiempo.Bebiósubrandyymirólabotella.Despacio,laempujóporencimadelamesahaciamí.
—Guárdameestoenlaalacena,¿quieres?—mepidió.TorredelAlceseguíaquedándosesinanimalesysinlasprovisionesparaelinvierno.Losducados
terrales las compraban por debajo de su precio. Los mejores caballos de caza y de monta eranembarcadosAlcearribahastaunazonapróximaallagoTuria.Regioanuncióqueesoformabapartedeunplanparaguardarnuestrasmejorescabezasdecríalejosdelalcancedeloscorsarios.LoquerumoreabanlosciudadanosdeTorredelAlce,segúnmecontóManos,eraquesielreynopodíagobernarsupropiocastillo,¿quéesperanzaspodíanalbergarellos?Cuandouncargamentodetapicesymueblesantiguosfueenviadotambiénríoarriba,prontoempezóamurmurarsequelosVatídicopensabanabandonarTorredelAlcesinpelearsiquiera,sinesperaralprimerasalto.Teníalapreocupantesospechadequeelrumornoandabadesencaminado.
ConfinadocomoestabaenTorredelAlce,gozabadeescasoaccesodirectoalasconversacionesdelagentecorriente.Merecibíaelsilenciocuandoentrabaenlasaladeguardia.Mirestricciónalámbitodelcastillohabíadisparadolashabladuríasylaespeculación.Losrumoresquehabíansurgidosobremíeldíaquenologrésalvaraaquellaniñadelosforjadoscobraronfuerzasrenovadas.Pocosguardiasmehablaban de otra cosa que no fuese el tiempo, pormera cortesía.Aunque nome convertí en un pariacompleto, me había quedado fuera de las conversaciones triviales y las acaloradas discusiones quesolían inundar la saladeguardia.Hablar conmigo sehabíavueltouna invitacióna lamala suerte.Nodeseabacontagiárselaaloshombresymujeresquemeimportaban.
Seguía siendo bienvenido en los establos, pero procuraba no hablar mucho tiempo con nadie niparecerdemasiadounidoaningunodelosanimales.Losmozosdecuadraestabanirritablesúltimamente.Nohabía trabajosuficienteparamantenerlosocupados,por loquelaspeleaseranmásfrecuentes.Loscaballerizoseranmifuenteprincipaldenoticiasyrumores.Éstosnuncaeranhalagüeños.SemezclabanhistoriassobresaqueosendistintasciudadesdeOsorno,rumoressobrepeleasenlastabernasymuellesdelaciudaddeTorredelAlce,einformesdegentequeemigrabahaciaelsuroelinterioralfaltarlesconquéganarselavida.SisehablabadeVerazysuempresaerasiempreparadesprestigiarlooridiculizarlo.Sehabíaperdido todaesperanza.Comoyo, lagentedeTorredelAlceaguardabaexpectante aqueeldesastrellamaraasupuerta.
TuvimosunmesdetormentasyelalivioyelregocijoenTorredelAlcefueronmásdestructivosqueelanteriorperíododetensión.Unatabernadelaensenadaseincendióeneltranscursodeunanochedefiestaespecialmentesalvaje.Elfuegosepropagóysólolalluviaimpidióquellegaraalosalmacenesdelpuerto. Eso hubiera sido un desastre en más de un sentido, pues si Regio expoliaba el grano y lasprovisionesdelcastillo,loshabitantesdelaciudadveíanpocosmotivosparaescatimarloquequedaba.Aunque los corsarios nunca llegaran aTorre delAlce,me había resignado a esperar que sufriéramosracionamientosantesdequeterminaraelinvierno.
Medespertéunanocheencompletosilencio.Elaullidodelvientoyelrepiqueteodelalluviahabíancesado.Semeencogióelcorazón.Tuveunaterriblepremoniciónymitemoraumentócuandomeasoméalaventanaparaverelcielodespejado.Pesealosoleadodeldía,elambientedelcastilloeraopresivo.EnvariasocasionespercibílacariciadelaHabilidadenmissentidos.Mevolvíaloco,puesnosabíasisetratabadeVeraz,queintentabaestablecercontactoconmigo,odeJustinySerena,quemeespiaban.LavisitaquehiceesatardealreyArtimañasyelbufónmedescorazonótodavíamás.Elrey,convertidoenpocomásqueun sacodehuesos, sonreíavagamente sentadoen su silla.Habilitó sin fuerzashaciamícuandocrucélapuertaymesaludóconun:«Ah,Veraz,hijomío.¿Quétaltehaidohoyconlasclasesdeesgrima?». El resto de la conversación fue igual de incoherente. Regio apareció casi inmediatamentedespuésdemi llegada.Seacomodóenuna sillade respaldo recto, cruzadodebrazos,y semequedómirando. No intercambiamos ni una sola palabra. Me costaba decidir si mi silencio obedecía a lacobardíaoalacontención.Huídeélcontodoeldecoroquesupereunir,nosinantesrecibirunamiradareprobatoriadepartedelbufón.
Elmismo bufón ofrecía pocomejor aspecto que el rey. En una criatura tan incolora como él, loscírculososcurosqueaureolabansusojosparecíanpintados.Sulenguahabíaenmudecidocomoeltintineode sus cascabeles.Cuandoel reyArtimañasmuriera, nada se interpondría entreRegioy elbufón.Mepreguntésipodíaayudarlodealgunamanera.
Comosipudieraayudarmeamímismo,reflexionéamargado.Aquellanoche,enlasoledaddemicuarto,bebímásdelacuentadelbrandydezarzamoraquetanto
repugnaba a Burrich. Sabía que al día siguienteme levantaría enfermo por su culpa.Me daba igual.Despuésme tumbéenmicama,escuchandoelmurmullo lejanode la fiestaque tenía lugarenelGranSalón.DeseéqueestuvieraallíMollypararecriminarmemiembriaguez.Lacamaerademasiadogrande,las sábanas, blancos y fríos glaciares. Cerré los ojos y busqué solaz en la compañía de un lobo.Encerradoenelcastillocomoestaba,habíaempezadoabuscarsucompañíaoníricatodaslasnochesconlasolapretensióndedisfrutardeunasombradelibertad.
Me desperté justo antes de que Chade me agarrara y empezara a zarandearme. Tuve suerte dereconocerloenaquelinstante,puesdelocontrarioestoysegurodequehabríaintentadomatarlo.
—¡Arriba!—susurró con voz ronca—. ¡Levántate, borracho imbécil! Bahía Pulcritud está siendoatacada.CincoVelasRojas.Nodejaránnadaenpiesinosentretenemos.¡Arriba,malditoseas!
Me puse en pie con dificultad. Las brumas de la bebida se disipaban ante lo apremiante de suspalabras.
—¿Quépodemoshacer?—preguntéembobado.—Díseloal rey.Díselo aKettricken, aRegio.Ni siquieraRegiopuedecerrar losojos a esto, los
tenemos a las puertas. Si lasVelasRojas ocupan y controlanBahía Pulcritud, estaremos acorralados.NingúnbarcopodrázarpardelpuertodeGama.HastaRegiosabráentenderlo.¡Veteya!¡Corre!
Mepuseunospantalonesyunatúnica,corríhastalapuertadescalzo,conlospelossobrelacara.Medetuveenelumbral.
—¿Cómomeheenterado?¿Dedóndelesdigoqueprovieneesteaviso?Chadediounossaltitosdefrustración.—¡Maldición y mil veces maldición! ¡Diles lo que se te ocurra! ¡Cuéntale a Artimañas que has
soñadoqueelHombrePicadoloveíatodoenuncharcodeagua!¡Comprenderáeso,almenos!¡DilesquetelohacontadounVetulus!¡Dilesloquesea,peroveydíseloenseguida!
—¡Deacuerdo!—Crucéelvestíbuloalacarrera,patinéescalerasabajoyatraveséelpasillohastalosaposentosdel reyArtimañas.AlotroextremodelpasilloestabaBurrich,montandoguardiadepiejuntoasusillafrentealapuertadeKettricken.Mevio,desenvainósuespadacortayadoptóunaposturaprevenida,mirandoentodasdirecciones—.¡Corsarios!—exclaméporelpasillo,sinimportarmequiénpudieraescucharmenicómopudierareaccionar—.¡CincoVelasRojasenBahíaPulcritud!¡Despiertaalareina,dilequenecesitannuestraayudasinperdertiempo!
Burrich se giró sin hacer preguntas para llamar a la puerta de Kettricken y lo admitieron deinmediato.Amímecostóalgomás.WallaceabrióporfinlapuertaunarendijaperonoseapartóhastaquelesugeríquedeberíaserélelquecorrieraescalerasabajoeinformaraaRegiodeminoticia.Creoquefuelaideadeefectuarunaentradadramáticayconferenciarconelpríncipealavistadetodossusaduladores lo que lo ayudó a decidirse. Dejó la puerta desprotegida mientras corría a su pequeñaantecámaraparaponersepresentable.
Eldormitoriodelreyestabacompletamenteaoscurasycargadodehumo.Cogíunaveladesusaladeestar, laencendícon los rescoldosde lachimeneaymeprecipitéal interior.En laoscuridad,apuntoestuvedeatropellaralbufón,queyacíaovilladocomounchuchojuntoalacamadelmonarca.Mequedéboquiabierto. Ni siquiera contaba con unamanta o un cojín para su comodidad; estaba tendido en la
esteraalladodellechodelrey.Sedesperezóentumecido,despertándose,ynotardónadaenmanifestarsualarma.
—¿Quéesesto?¿Quépasa?—quisosaber.—Corsarios enBahía Pulcritud. CincoVelas Rojas. Tengo que despertar al rey. ¿Y tú qué haces,
durmiendoahí?¿Esqueahoratedamiedovolveratucuarto?Soltóunarisitaamarga.—Másbienmedamiedosalirdeéste,porsinovuelvenadejarmeentrar.Laúltimavezquemecerró
elpasoWallace,mehizofaltatodaunahoradeescandaleraydeaporrearlapuertaparaqueelreysepercatara demi ausencia y exigiera saber dónde estaba. La vez anterior, me colé cuando trajeron eldesayuno.Yantesdeésa...
—¿Quierenalejartedelrey?Asintió.—Sinoesconzalamerías,apalos.EstanocheRegiomeofrecióunabolsaconcincopiezasdeorosi
accedía a ponerme presentable y bajar para entretenerlos. Oh, si hubieras visto qué coba me daba,diciéndomelomuchoquemeechabandemenosabajo,yqueeraunalástimaquemalgastaramijuventudaquí arriba. Cuando le dije que la compañía del reyArtimañasme resultabamás grata que la de losdemás bufones de la corteme lanzó una tetera a la cabeza.AWallace no le hizo ni pizca de gracia,porqueacababadeprepararenellaunbrebajetannauseabundoquetehacíapensarsinohabríahervidoelaguaafuerzadeventosidades.
Elbufónsehabíadedicadoaencender lasvelasyavivarelfuegodelachimeneadelreymientrashablaba.Acontinuaciónapartóunodelospesadosdoselesdelacama.
—¿Mi señor?—dijo con la dulzura que podría reservar cualquiera para un niño dormido—. HavenidoTraspiéHidalgoparacomunicarosalgoimportante.¿Queréisdespertarosyescucharlo?
Elreynorespondiódeningunamanera.—¿Majestad?—volvióallamarloelbufón.Humedecióunpañoenunpocodeaguafríaytanteócon
élelrostrodelmonarca—.¿ReyArtimañas?—Mirey,vuestropuebloosnecesita.—Laspalabrasbrotarondemíempujadasporladesesperación
—. Las Velas Rojas han sitiado Bahía Pulcritud. Cinco navíos. Si no enviamos ayuda ahora mismoestaremosperdidos.Cuandosehaganfuertesallí...
—PodríancerrarelpuertodeGama.—Elreyabriólosojosmientrashablaba.Noalterósuposturayacienteperoapretóconfuerza lospárpados,comosiquisieracegarsealdolor—.Bufón.Unpocodevinotinto.Porfavor.
Suvozeratenue,pocomásqueunaliento,peroeralavozdemirey.Semealegróelcorazóncomoaunchuchoviejoqueescuchalavozdesuamo.
—¿Quédebemoshacer?—lerogué.—Hasta el último de nuestros barcos, que zarpen todos enseguida.No sólo los buques de guerra.
Alertadalaflotapesquera.Ahoraluchamospornuestrasvidas.¡Cómoseatrevenaacercarsetanto,noesposibletantaosadía!Enviadcaballosportierra.Quepartanestamismanoche,dentrodeunahora,alosumo.No llegarán allí hasta dentrodedosdías, pero enviadlosde todosmodos.Poned aEndecho almando.
Elcorazónmediounvuelcoenelpecho.
—Majestad—lointerrumpísuavemente—.Endechoestámuerto.Cuandovolvíadelasmontañas,conBurrich.Losatacaronunossalteadoresdecaminos.
Elbufónme fulminócon lamiraday lamentéal instantemi intromisión.Lavozdel reyArtimañasperdiósuimperiosidad.Vacilante,preguntó:
—¿HamuertoEndecho?Cogíaliento.—Sí,majestad.PeroestáRed.TambiénKerfesunhombrecapaz.Elreyaceptóelvinoqueleofrecíaelbufón.Diounsorboypareciórecuperarlasfuerzas.—Kerf.PonedaKerfalmando,enesecaso.Regresó una sombra de su antigua seguridad. Me mordí la lengua para no añadir que los pocos
caballosquenosquedabannoerandignosdeserenviadosaningunaparte.SindudalasgentesdeBahíaPulcritudrecibiríandebuengradocualquierayudaqueselesofreciera.
ElreyArtimañasconsideróunmomento.—¿HaynoticiasdelaCaladelSur?¿Enviaronguerrerosynaves?—Majestad,todavíanotenemosnoticiasdeallí.Esonoeramentira.—¿Quéocurreaquí?—Susgritosnosalcanzaroninclusoantesdequellegaraélaldormitorio.Era
Regio, ebriode rabiay alcohol—. ¡Wallace!—Meseñaló conundedo acusatorio—.Sácalode aquí.Pideayudasilanecesitas.¡Noteandesconmiramientos!
Wallacenoteníaqueirsemuylejosparabuscarrefuerzos.DosdelosmusculososescoltasterralesdeRegiolohabíanseguidodesdeelsalóndelbanquete.Melevantaronenvolandas;Regiohabíaescogidohombresfornidosparaesta tarea.Miréamialrededorenbuscadelbufón,deunaliado,perosehabíaesfumado.Atisbéunamanopálidaqueseescabullíadebajodelacamayapartélamiradacondecisión.Noloculpaba.Nohabíanadaquepudierahacerpormísalvoacompañarmeenmiexpulsión.
—Padre,¿haperturbadovuestrodescansoconsusexcentricidades?¿Estandovostanenfermo?Regioseinclinósolícitosobrelacama.Mehabíanllevadocasihastalapuertacuandohablóelrey.Suvoznoeramuyalta,perohabíamando
enella.—Nodeisunpasomás—ordenóelreyArtimañasalosguardias.Seguíatumbadoenlacama,pero
volvió los ojos hacia Regio—. Bahía Pulcritud está siendo atacada—dijo con firmeza—. Debemosenviarayuda.
Regiomeneólacabezaconpesadumbre.—No esmás que otra estratagema del bastardo, que pretende soliviantaros y privaros de vuestro
descanso.Nadiehasolicitadoayuda,nohemosrecibidoningúnmensaje.Unodelosguardiasmesujetabacontodaprofesionalidad.Elotroparecíaempeñadoendislocarme
elhombro,aunqueyonisiquieramedebatieraconél.Memoricécuidadosamentesurostroaltiempoqueprocurabadisimularmidolor.
—Noeraprecisoquetemolestaras,Regio.Meocuparéyodedescubrirquéhaydeciertoofalsoentodo esto.—La reinaKettricken se había parado a vestirse. Chaquetilla de piel blanca, pantalones ybotaspúrpuras.SulargaespadadelasmontañaspendíasobresucaderayBurrichocupabaelhuecodelapuerta,sosteniendounosguantesyunapesadacapademontarconcapucha.Kettrickensiguióhablando
comosisedirigieraaunmocosomalcriado—.Regresacontusinvitados.IréyoaBahíaPulcritud.—¡Loprohíbo!LavozdeRegioresonóconunaestridenciadesacostumbrada.Elsilencioseadueñódelaestancia.LareinaKettrickenseñalósuavementeloqueyasabíamostodoslospresentes.—ElpríncipenopuedeprohibirnadaalaReinaalaEspera.Partiréestamismanoche.Regioenrojeciódeira.—Esto es un complot, un ardid del bastardo para soliviantar Torre del Alce y aterrorizar a la
población.NohemosrecibidoningunanoticiasobreunataqueaBahíaPulcritud.—¡Silencio!—El rey escupió la palabra.Todo elmundo se quedó paralizado en la habitación—.
¿TraspiéHidalgo?Maldita sea, soltadlo.TraspiéHidalgo,preséntate antemí. Informa. ¿Dedóndehassacadotuinformación?
Alisémi jubón yme eché el cabello hacia atrás.Mientrasme acercaba ami reymemortificómidesaliño,descalzoyconelpeloalborotado.Inspiréysoltéelairedespacio.
—Hetenidounavisiónmientrasdormía,alteza.HevistoalHombrePicadoasomadoauncharcodeagua.ÉlmehaenseñadoalosCorsariosdelaVelaRojaqueatacabanBahíaPulcritud.
Nomeatrevíaponerénfasisenningunademispalabras.Memantuvefirmeantetodosellos.Unodelosguardiassoltóunbufidodeincredulidad.Burrichsequedóboquiabierto,conlosojoscomoplatos.Kettricken parecía simplemente confusa. En su lecho, el rey Artimañas cerró los ojos y exhaló unabocanadapausada.
—Estáborracho—declaróRegio—.Sacadlodeaquí.NuncahabíapercibidotantasatisfacciónenlavozdeRegio.Susescoltasseapresuraronaprenderme
denuevo.—Ya... —el rey cogió aliento. Era evidente que luchaba contra el dolor—. Os lo he dicho. —
Encontróunápicedefuerza—.Yaoslohedicho.Soltadlo.¡AHORA!Meliberédelosatónitosguardias.—Sí,alteza—dijeenmediodelsilencio.Habléenvozaltaparaquetodosmeoyeran—.Vuestras
órdenes, que todos los buques de guerra zarpen haciaBahíaPulcritud, junto a tantos barcos de pescacomosepuedan reunir.Yque todos los caballosdisponiblespartanpor tierra,bajo la supervisióndeKerf.
—Sí—exhalóelrey.Tragósaliva,cogióaliento,abriólosojos—.Sí,ésassonmisórdenes.Ahoravete.
—¿Vino,alteza?Elbufónsehabíamaterializadoalotroladodelacama.Yofuielúnicoquesesobresaltó,loquehizoqueelbufónesbozaraunasonrisitacargadadesecretos.
Luegoseinclinósobreelrey,loayudóalevantarlacabezayasorberelvino.Saludéamireyconunahonda,hondísimareverencia.Meenderecéymegiréparaabandonarlaestancia.
—Puedesviajarconmiguardia,silodeseas—medijolareinaKettricken.ElsemblantedeRegiosehabíatornadoescarlata.—¡Elreynohadichoquepuedasir!—balbució.—Tampocomeloha«prohibido».Lareinalomiróconojosinexpresivos.
—¡Mireina!—Unaintegrantedesuguardiasepresentóenlapuerta—.Estamoslistosparapartir.Laobservéconasombro.Kettrickenselimitóaasentir.Memiródereojo.—Serámejorqueteapresures,Traspié.Amenosquepiensescabalgarasí.Burrichofreciósucapaalareina.—¿Estápreparadomicaballo?—preguntóKettrickenasuguardia.—Manosprometióqueestaríaenlapuertacuandobajarais.—Tardaréunminutoenprepararme—dijoBurrichenvozbaja.Medicuentadequenohabíaformuladolafrasecomosifueseunapetición.—Dateprisa.Daosprisalosdos.Reuníosconnosotrosencuantopodáis.Burrich asintió. Me siguió hasta mi habitación, donde se procuró ropa de invierno de mi arcón
mientrasmevestía.—Péinate y lávate la cara—me ordenó con voz seca—. Los guerreros tendránmás confianza en
alguienqueparezcaqueesperaseestardespiertoaestahora.Hice lo que me aconsejaba y corrimos juntos escaleras abajo. Parecía que esa noche se hubiera
olvidadodesucojera.CuandollegamosalpatioempezóaencargaralosmozosdecuadraquetrajeranaHollínyaRubí.EncargóaotromuchachoquefueseabuscaraKerfyletransmitieralasórdenes,yaotroque preparara a todos los caballos disponibles en los establos. Cuatro hombres fueron enviados a laciudad, uno a los astilleros y otros tres a recorrer las tabernas y reunir a los pescadores. Envidié sueficiencia.Nosediocuentadequehabíausurpadomimandohastaquehubimosensillado.Deprontopareciósentirseazorado.Sonreí.
—Laexperienciaesungrado—ledije.Nosdirigimoshacialaspuertas.—DeberíamosdaralcancealareinaKettrickenantesdequelleguealacarreteradelacosta—decía
Burrichcuandoaparecióunguardiaparacerrarnoselpaso.—¡Alto!—ordenóconvozentrecortada.Nuestroscaballosseencabritaronalarmados.Tiramosdelasriendas.—¿Quésucede?—quisosaberBurrich.Elhombresemantuvofirme.—Vospodéispasar, señor—informó respetuosamenteaBurrich—.Pero tengoórdenesde impedir
queelbastardosalgadeTorredelAlce.—¿Cómo que «el bastardo»? —Nunca había escuchado a Burrich tan ofendido—. Di «Traspié
Hidalgo,hijodelpríncipeHidalgo».Elhombrelomiróconlabocaabierta.—¡Diloahoramismo!—aullóBurrich,desenfundandosuacero.Deprontoparecíahaberduplicadosutamaño.Larabiaemanabadeélenoleadaspalpables.—TraspiéHidalgo,hijodelpríncipeHidalgo—balbucióelhombre.Cogióalientoytragósaliva—.
Perodaigualcómolollame,sigoteniendoórdenesquecumplir.Nopuedesalir.—Nohaceniunahoraque la reinaKettrickennosordenópartir conellaodarle alcance lo antes
posible.¿Insinúasquetusórdenessonsuperioresalasdeella?Elhombreparecíaindeciso.
—Unmomento,señor.Serefugióenlagarita.Burrichresopló.—No sé quién lo habrá entrenado, perodebería darle vergüenza.Mira que confiar enquenuestro
honornosimpidacruzarlapuerta.—Seráqueteconocebien—sugerí.Burrichmelanzóunamiradafulminante.Alcabo,aparecióelcapitándelaguardia.Nossonrió.—BuenviajeymejorsuerteenBahíaPulcritud.Burrichlededicóalgoamediocaminoentreunsaludomarcialyunadiósconlamanoyespoleamos
anuestrasmonturas.DejéqueBurrichmarcaraelpaso.Estabaoscuro,peroalbajarlacolinalacarreteraerarectayestabaenbuenascondiciones,yhabíaasomadolaluna.Burrichsemostrabamásimprudentequenunca,pues instóa losanimalesagaloparynoaflojóel ritmohastaquevimosa laguardiade lareinafrenteanosotros.Aminorópocoantesdedarlesalcance.Viquesegirabanparacomprobarquiéneséramosyunodelossoldadoslevantóelbrazoparasaludarnos.
—A las yeguas preñadas, si llevan poco tiempo en estado, les viene bien hacer ejercicio.—Meobservóenlapenumbra—.Nosésialasmujereslespasalomismo—dijo,dubitativo.
Sonreí.—¿Crees que yo sí?—Meneé la cabeza yme puse serio—.No lo sé. Algunasmujeres dejan de
cabalgar cuando se quedan embarazadas. Otras no. No creo que Kettricken se atreviera a poner enpeligroalhijodeVeraz.Además,estámásasalvoaquíconnosotrosqueenelcastilloconRegio.
Burrichnoreplicó,perointuísuaquiescencia.Nofueloúnicoquesentí.¡Porfinsalimosacazarjuntos!.¡Silencio!,advertí,mirandoaBurrichdesoslayo.Mantuvemispensamientosdiscretosyprivados.
Vamosmuylejos.¿Podrásmantenerelritmodeloscaballos?Puedensuperarmeenlasdistanciascortas,peronohaypasomástenazqueeltrotedeunlobo.Burrichseenderezóligeramenteensusilla.SabíaqueOjosdeNocheestabaalotroladodelaorilla
delacarretera,alabrigodelassombras.Eraagradablevolveradisfrutardelairelibreensucompañía.NoesquemeilusionaraquehubiesenatacadoBahíaPulcritud;eraqueporfinteníaunaoportunidaddehaceralgoal respecto, aunquesólo fuera recoger los restosquedejarana supaso.MiréaBurrichdereojo.Irradiabaira.
—¿Burrich?—aventuré.—Esunlobo,¿verdad?—rezongóBurrichenlaoscuridad.Mirabaalfrentemientrascabalgábamos.Reconocíelrictusdesuslabios.Yasabesquesí,repusoOjosdeNoche,sonriendo,conlalenguafuera.Burrichdiounrespingocomosilohubieranpinchado.- Ojos de Noche -admití con voz queda, dando cuerpo a la imagen de su nombre con palabras
humanas.Meatenazabaeltemor.Burrichlohabíapresentido.Losabía.Erainútilseguirnegándolo.Perotambiénsentíaunadiminutapunzadadealivio.Estabatremendamentecansadodetodaslasmentirasconlasquevivía.Burrichcabalgabaensilencio,sinmirarme—.Nolohicedeformaintencionada.Ocurrió,simplemente.
Eraunaexplicación,nounadisculpa.
Noledejéotraelección.OjosdeNochesetomabaelsilenciodeBurrichdemasiadoalaligera.Puse lamanoenelcuellodeHollín, solazándomeenelcalory lavidaqueemanabademiyegua.
Aguardé.Burrichseguíasindecirpalabra.—Yaséquenoloaprobarásnunca—musité—.Peronoesalgoquepuedaescoger.Esloquesoy.Esloquesomostodos.OjosdeNocheensayóunasonrisasardónica.Venga,CorazóndelaManada,
háblame.¿Acasonovamosacazarbienjuntos?¿CorazóndelaManada?,pregunté.Sabequeéseessunombre.Asílollamabantodoslosperrosqueloadorabancuandoledabanala
lenguamientras cazaban. Se disputaban el honor de llamar su atención. «¡Corazón de laManada,aquí,aquí,aquíestálapresaylaheencontradoyoparati,parati!»Todosgañíanlomismoycadauno intentaba ser el primero en anunciárselo. Sabían que él los escuchaba, aunque él se negara aresponder.¿Esquenuncaloshasoído?
Supongoqueprocurabanohacerlo.Quélástima.¿Porquéquerríassersordo?¿Omudo?—¿Tienesquehacerestodelantedemí?LavozdeBurrichsonabaofendida.—Disculpa—dije,conscientedequeestabamolestodeveras.OjosdeNoche se riódenuevo.Lo ignoré.Burrich senegabaamirarme.Despuésdeunmomento
azuzó a Rubí y adelantó a la guardia de Kettricken. Vacilé y decidí mantenerme a su par. Informóoficialmentea la reinadecuantohabíahechoantesde salirdeTorredelAlceyella asintió solemne,como si estuviera acostumbrada a recibir tales partes. Kettricken nos honró permitiéndonos cabalgardetrásdeellayasuizquierdamientraslacapitanadesuguardia,unatalDedalera,laseguíaasudiestra.AntesdequenosencontraraelalbanosdioalcanceelrestodelacaballeríadeTorredelAlce.CuandoseunieronanosotrosDedaleraaminoróelpasounmomentoparapermitirquesuscaballosrecuperaranelresuello,perotrasllegaraunarroyoydejarqueabrevarantodaslasbestias,reemprendimoslamarchacondeterminación.Burrichseguíasindirigirmelapalabra.
Hacía años que había viajado a Bahía Pulcritud comomiembro del séquito de Veraz. En aquellaocasióneltrayectohabíaduradocincodías,peroviajábamosconcarretasycarrozas,conmalabaristas,validosymúsicos.Estavezviajábamosacaballo,encompañíadeguerrerosavezados,sinnecesidaddeatenernosalacarreteradelacosta.Loúnicoquenonosfavorecíaeraeltiempo.Haciaelmediodíadenuestraprimeramañanadeexcursióndescargóunatormentainvernal.Elcaminosecomplicó,nosóloporlaincomodidadfísicasinotambiénporlainquietantecertidumbredequelosfuertesvientosdemoraríanalasembarcaciones.Cadavezquenuestrarutanossituabaalavistadelmarmeesforzabapordivisarsusvelas,peronovininguna.
ElritmoimpuestoporDedaleraeraexigenteperonoagotadorparaloscaballosnilosjinetes.Sibienlasparadasnoeranfrecuentes,variabaelpasoyseocupabadequeaningúnanimallefaltaraelagua.Duranteesasparadasserepartíacebadaparalasbestiasypanduroypescadosecoparaloshombres.Sialguiensehabíapercatadodequenosseguíaunlobo,nadiedijonada.Dosdíasmástarde,alauspiciodelaauroraydelamejoríadeltiempo,nosencontramosalavistadelampliovallefluvialquelindabaconBahíaPulcritud.
GuardabahíaeraelcastillodeBahíaPulcritud,asícomoelhogardelduqueKelvaryladyGracia,el
corazóndel ducadodeGarrón.La torre de vigilancia coronabaun acantiladode arenaque señoreabasobre la ciudad. El castillo se había construido en un terreno prácticamente llano, pero se habíafortificadoconunaseriedezanjasymurallasdetierra.Unavezmecontaronqueningúnenemigohabíatraspasado jamás la segunda muralla. Eso ya no era verdad. Nos detuvimos y contemplamos ladevastación.
LascincoVelasRojasseguíanvaradasenlaplaya.LosbotesdeBahíaPulcritud,pequeñosvelerosdepescaensumayoría,formabanunamasijodearmazonescalcinadosydiseminadosporlaarena.Lasmareashabíanjugadoconellosdesdequelosdestruyeranloscorsarios.Losedificiosennegrecidosylascenizas humeantes se extendían desde el lugar donde habían atracado, señalando su ruta como lapropagacióndeuncontagio.Dedalera se irguió en sus estribosy estiró elbrazoendirecciónaBahíaPulcritudparacombinarsusobservacionesconloquesabíasobrelaciudadyelcastillo.
—Es una bahía arenosa y poco profunda, muy larga. Cuando baja lamarea, se repliega amuchadistancia.Hanacercadodemasiadosuslanchas.Sipodemosobligarlosaretirarse,lomejorseríahacerlodurantelabajamar,cuandosusnavesesténvaradasenelfondoseco.Hanatravesadolaciudadigualquetraspasalamantequillauncuchillocaliente.Nocreoqueseesforzaranmuchopordefenderla, tampocohay gran cosa que defender. Seguramente todo el mundo corrió a refugiarse en el castillo nada másdivisarlaprimeravelaroja.Yodiríaquelosmarginadossehanabiertopasohastaeltercercírculo,peroKelvar tendría que poder retenerlos por tiempo indefinido a partir de ahora. La cuartamuralla es depiedra tallada. Tardaron años en levantarla. Guardabahía cuenta con un buen pozo y sus almacenesdeberían estar bien surtidos de cereales a estas alturas del invierno. No sucumbirá a menos queintervenga la traición.—Dedaleradejódegesticularyvolvióa sentarseen su silla—.Esteataquenotiene sentido—musitó—.¿Cómoesperan soportarunasedioprolongado los corsarios?Ymenos si almismotiemposetienenquedefenderdenuestrasfuerzas.
—La respuesta podría ser que no esperan que nadie acuda en defensa de Guardabahía —dijosucintamente Kettricken—. Pueden saquear la ciudad para abastecerse y es posible que aguarden lallegada demás barcos.—Se volvió hacia Kerf y le indicó que se acercara a Dedalera—.No tengoexperiencia en la batalla —dijo sin rodeos—. Esto tendréis que planearlo entre los dos. Ahora osescuchocomosoldado.¿Cuáldeberíasernuestropróximopaso?
Vi que Burrich torcía el gesto. Tanta sinceridad era encomiable, pero no siempre favorecía alliderazgo.DedalerayKerfcruzaronlamirada,pensativos.
—Majestad, Kerf ha visto más batallas que yo. Estoy a sus órdenes —proclamó suavementeDedalera.
Kerfagachólacabeza,comosisesintieraalgoazorado.—Burrich estuvo a las órdenes de Hidalgo. Él ha visto muchas más batallas que yo—observó,
hablandoparaelcuellodesuyegua.Levantólacabezadegolpe—.Osrecomiendoqueleotorguéiselmando,mireina.
El rostro de Burrich era un cuadro de emociones enfrentadas. Por un momento se le iluminó lamirada.Selaempañóladudaacontinuación.
CorazóndelaManada,sabesqueporticazaránbien,apremióOjosdeNoche.—Burrich,asumeelmando.Lucharánconvalorporti.SemepusolapieldegallinacuandoKettrickenrepitiócasiexactamenteelpensamientodeOjosde
Noche.DesdemiposiciónvicómounescalofríorecorríaaBurrich.Seenderezóensusilla.—Notenemosningunaposibilidaddepillarlosporsorpresaenestallanura,ylostrescírculosqueya
hansuperadoahoraseconvertiránendefensasparaellos.Nuestrafuerzanoesmuygrande.Sialgonossobra,mi reina, es tiempo.Podemos sitiarlos.Nodisponende aguapotable.SiGuardabahía resisteymantenemosa losmarginadosatrapadosdondeestán, entre la terceramurallade tierray ladepiedra,podremos esperar a que lleguen nuestros barcos. Entonces decidiremos si queremos lanzar un ataqueconjuntosobreellosodejarquesemuerandehambre.
—Mepareceunabuenaidea—aprobólareina.—Son estúpidos si no han dejado almenos un pequeño contingente en sus naves. Tendremos que
enfrentarnos a ellos de inmediato. Luego pondremos guardias en las embarcaciones, con órdenes dedestruirlassialgunosmarginadosnoseludeneintentanhuir.Sino,tendréisbarcosqueañadiralaflotadelReyalaEsperaVeraz.
—Tambiénesoparecesensato.EraevidentequeaKettrickenlecomplacíalaidea.—Seráuntrabajolimpiosiactuamosdeprisa.Prontosepercatarándenuestrapresencia,siesqueno
sehanpercatadoya.Sindudacomprenderánlasituacióncomohemoshechonosotros.Tenemosquebajarahí,conteneralosasaltantesdelcastilloyeliminaralosvigilantesdelasnaves.
KerfyDedaleraasintieronalunísono.Burrichlesdirigiólamirada.—Quieroquevuestrosarquerosrodeenelcastillo.Habráquecontenerlosahí,sinenzarzarnosenel
cuerpoacuerpo.Losmantendremosclavadosenelsitio.Intentaránescaparpordondehayantraspasadolasmurallas.Quelaguardiaseconcentreenesasbrechas,perosindescuidarelrestodelperímetro.Yporahora,quenadieintentepenetrarlaprimeramuralla.Queserevuelvancomocangrejosmetidosenuncubo.
Amboscapitanesasintieronconlacabeza.—Quieroespadachinesparalosbarcos—continuóBurrich—.Lacontiendaseráencarnizada.Estarán
protegiendosuúnicavíadeescape.Enviad tambiénalgunosarquerosyquesepreparenparadispararflechas incendiarias. Si todo lo demás falla, reducid los barcos a cenizas. Pero antes intentemoscapturarlos.
—¡ElRurisk!-anuncióalguienenlaretaguardia.Todas las cabezas se volvieron hacia el agua.Allí estaba elRurisk, soslayando el cabo norte de
BahíaPulcritud.Enunmomentoaparecióunasegundavela.Anuestraespalda,losjinetesprorrumpieronenvítores.Masdetrásdenuestrosbarcos,ancladaenaltamar,pálidacomoelvientredeuncadáveryconlasvelasigualdeabotargadas,flotabalanaveblanca.Untémpanodeterrormeatravesólasentrañasnadamásverla.
—¡Elnavíoblanco!—exhalé.Elmiedomeprovocóunescalofríocasidoloroso.—¿Qué?—exclamóBurrich,sobresaltado.Eralaprimerapalabraquemedirigíaentodoeldía.—¡Elnavíoblanco!—repetí,yseñaléconundedo.—¿Qué?¿Dónde?¿Aquello?Esoesunbancodeniebla.Nuestrosbarcosseaproximanalpuertopor
allí.Miré.Teníarazón.Unbancodeniebla,disipándosebajoelsoldelamañanaantemispropiosojos.
Miterrorremitiócomoelfantasmadeunarisaburlona.Perodeprontoeldíaparecíamásfríoyelsolquehabíahendidobrevementelasnubesdetormentasemeantojabadébilyacuoso.Unapátinaominosaempañabaeldía,persistentecomounolornauseabundo.
—Divididvuestrasfuerzasydesplegadlasenseguida—dijoBurrichconserenidad—.Noqueremosquenuestrosbarcossetopenconresistenciaalgunacuandolleguenalaorilla.Daosprisa.Traspié:irásconlafuerzaqueasaltelasVelasRojas.EstáteallícuandoatraqueelRuriskycomunicanuestrosplanesasutripulación.Encuantoesasnavesesténdespejadas,quetodoslosguerrerossesumenanosotrosparacontener a los marginados. Ojalá hubiera alguna manera de transmitir nuestras intenciones al duqueKelvar.Supongoquenotardaráendarsecuenta.Bueno,enmarcha.
Las tropas se arremolinaron, Kerf y Dedalera departieron brevemente, pero antes de lo que meimaginabame encontré cabalgando tras la capitana y un contingente de guerreros. Llevabami espadaconmigo,peroechabademenoselhachaconlaquehabíallegadoafamiliarizarmeduranteelverano.
Nadasaliótanbiencomohabíamosplaneado.Encontramosmarginadosentrelasruinasdelaciudadmucho antes de alcanzar la playa. Regresaban a sus barcos, escoltando una cadeneta de prisioneros.Atacamos a los corsarios. Algunos plantaron cara y otros abandonaron a sus rehenes y huyeron antenuestros caballos. Nuestras tropas no tardaron en dispersarse entre los edificios aún humeantes y lascallessembradasdeescombrosdeBahíaPulcritud.Unapartedenuestrafuerzacortólasligadurasdelosprisionerosy losayudaroncomomejorpudieron.Dedaleramaldijo lademora,pues loscorsariosquehabían conseguido escapar alertarían a los guardias de las naves. Se apresuró a dividir nuestrocontingente,dejandounpuñadodesoldadosparatranquilizaralosdesoladosciudadanos.Elhedordeloscadáveres y la lluvia que caía sobre la madera quemada reavivó mis recuerdos de Forja con unaintensidadqueapuntoestuvodeamedrentarme.Habíacadáverespor todaspartes,muchosmásde losque esperábamos encontrar. En alguna parte percibí que un lobomerodeaba entre las ruinas y saquéconsuelodeél.
Dedaleranosmaldijoatodosconunainventivasorprendenteyorganizóenformadecuñaalosqueseguíanjuntoaella.LlegamosalfondeaderodelasVelasRojasatiempodevercómolanzabanunadeellasa lamareaqueseretiraba.Pocopodíamoshaceralrespecto,perollegamosa tiempodeimpedirquepartieraunasegundanave.Losmatamosconunaprestezaasombrosa.Noerannumerosos,apenasunaformacióndeunoscuantos remeros.Logramos silenciarlos inclusoantesdequepudieranejecutar a lamayoría de sus cautivos,maniatados en las bodegas del barco. Sospechábamos que el navío fugitivotransportabauncargamentosimilary,porconsiguiente,dedujeparamí,noentraríaensusplanespelearconelRuriskniconcualquierade losbarcosaliadosqueestrechabanyaelcercosobreelquesenoshabíaescapado.
LasVelasRojaspretendíanzarparconunaremesaderehenes.¿Adonde?¿Albuquefantasmaquesóloyohabía visto?Elmerohechodepensar en la naveblancameprovocaba escalofríos y unadolorosajaqueca.Quizá se propusieran ahogar a sus prisioneros, o forjarlos, como quiera que lo hicieran.Noestabaenposicióndedesentrañarelmisterioenesosmomentos,peroreservélaideaparapresentárselaaChademás tarde.Cadaunode los tres barcosvarados aún en la playa contaba conun contingente deguerreros, que combatieron con la ferocidad que había predicho Burrich. Una de las embarcaciones
sucumbióalincendioocasionadoporunprecipitadoarquero,perolasdemásfueroncapturadasintactas.HabíamosaseguradotodoslosbarcosparacuandoelRuriskechóelancla.Entoncestuvetiempode
levantarlacabezaypasearlamiradaporBahíaPulcritud.Nirastrodelanaveblanca.Quizáfuerasólounbancodeniebla.DetrásdelRuriskllególaConstancia,ytrasellosunaflotilladeembarcacionesdepescaeinclusounpardebuquesmercantes.Casitodoslosbarcoshubierondefondearenlasaguaspocoprofundas, pero sus tripulaciones alcanzaron pronto la orilla a bordo de sus botes de remos. Lostripulantes de los buques de guerra aguardaron a que sus capitanes fuesen puestos al corriente de lasituación, pero los pescadores y los comerciantes pasaron corriendo por nuestro lado en dirección alcastilloasediado.
Las tripulaciones guerreras, mejor entrenadas, pronto los adelantaron y cuando llegamos a lasmurallas exteriores del castillo se impuso una actitud general de cooperación, ya que no de auténticaorganización.Los prisioneros que habíamos liberado estaban débiles a causa de la falta de comida yagua, pero se recuperaron deprisa y demostraron ser indispensables a la hora de proporcionarnosinformaciónsobrelosmurosdetierraexteriores.Alllegarlatarde,losasaltantesestabansitiados.Condificultad,Burrichpersuadióatodoslosimplicadosdequealmenosunodenuestrosbuquesdeguerradebería permanecer alerta y con la tripulación al completo, en el agua. Su premonición resultó estarfundada a lamañana siguiente, cuando otras dos Velas Rojas rodearon el cabo norte de la bahía. ElRurisklaspusoenfuga,perohuyerondemasiadoprontoparaproporcionarnossatisfacciónalguna.Todossabíamosqueselimitaríanabuscarotraaldeadesprotegidacostaarribaquesaquear.Variosbarcosdepescazarparonensupersecuciónunmomentodespués,aunqueteníanpocasposibilidadesdedaralcancealasnavesderemosdeloscorsarios.
Hacia el segundo día de espera empezamos a sentirnos incómodos y aburridos. El tiempo habíaempeorado de nuevo. El pan duro comenzaba a saber a moho, el pescado seco ya no estabacompletamenteseco.Paralevantarnoselánimo,elduqueKelvarhabíaañadidolabanderadeGamadelosSeisDucadosasuestandartepersonalenlasalmenasdeGuardabahía.Peroél,comonosotros,habíaoptado por adoptar una estrategia cansina. Los marginados estaban acorralados. No habían intentadoabrirsepasoentrenuestrasfilasniacercarsemásalcastillo.Noquedabasinoserpacientesyesperar.
—Nohacescasodelasadvertencias.Nuncalohashecho—medijoBurrichconvozqueda.Habíacaídolanoche.Eralaprimeravezdesdenuestrallegadaquedisponíamosdeunmomentopara
nosotros. Él estaba sentado en un tronco, con la pierna lastimada estirada frente a él. Yo estaba encuclillas junto al fuego, intentando calentarme las manos. Nos encontrábamos delante de un refugiotemporal levantado para la reina, vigilando una hoguera conmás humoque fuego.Burrich quería queKettrickensealojaraenunodelospocosedificiosaúnintactosquequedabanenBahíaPulcritud,peroellasehabíanegado,insistiendoenpermanecercercadesussoldados.Suguardiaibayveníacontotallibertad, disfrutandode su refugioy su fuego.Burrichnoveía conbuenosojos esa confianza, pero almismotiempoaprobabasulealtad.
—Tu padre también era así —observó de pronto cuando dos de los guardias de Kettrickenabandonaronsurefugioyfueronarelevaraotraparejadeguardia.
—¿Tampocohacíacasodelasadvertencias?—pregunté,sorprendido.Burrichnegóconlacabeza.—No. Siempre con sus soldados, yendo y viniendo, a todas horas. Siempreme he preguntado de
dóndesacóelratodeintimidadnecesarioparaengendrarte.Debídemostrarmeescandalizado,puesBurrichsesonrojódeprontoasuvez.—Perdona.Estoycansadoyestapiernaes...unincordio.Noséenquéestabapensando.Encontréunasonrisaquenosabíaquemequedara.—Estábien—dije,yasí era.Cuandodescubrió la existenciadeOjosdeNoche, temíque fuese a
repudiarmedenuevo.Cualquier broma, por toscaque fuese, era bienvenida—. ¿Quédecías sobre lasadvertencias?—preguntéconhumildad.
Suspiró.—Lodijistetú.Somosloquesomos.Yéllodijo.Avecesnotedejanelección.Sevinculanatiyeso
estodo.Alolejos,enlaoscuridad,aullóunperro.Aunquenoerarealmenteunperro.Burrichmefulminócon
lamirada.—Nopuedocontrolarlo—admití.Niyoati,¿Porquédeberíamoscontrolarnoselunoalotro?—Tampocorespetalasconversacionesprivadas—observé.—Ninadaprivado—acotóBurrich,lacónico.Hablabacomosisupieraalgo.—Pensabaquehabíasdichoquenuncahabíasutilizado...eso.Nisiquieraahífuerapodíadecir«laMaña»envozalta.—Nolauso.Notraenadabueno.Voyadecirtesinrodeosloqueyatehedichoalgunaqueotravez.
Te...cambia.Siterindesaella.Silavives.Sinopuedescerrarteaella,almenosnolabusques.Noteconviertas...
—¿Burrich?Losdosdimosun respingo.EraDedalera, quehabía surgidode la penumbra sin hacer ruidopara
plantarsealotroladodelafogata.¿Cuántohabríaescuchado?—¿Sí?¿Algúnproblema?Seacuclillóenlaoscuridadylevantósusmanosenrojecidashacialasllamas.Suspiró...—Nolosé.¿Cómotelopregunto?¿Sabesqueestáembarazada?Burrichyyocruzamoslamirada.—¿Quién?—preguntótranquilamente.—Verás,yotengodoscríos.Casitodoslosmiembrosdesuguardiasomosmujeres.Vomitatodaslas
mañanas y se alimenta básicamente de té de hojas de frambuesa. Ni siquiera puede ponerle la vistaencimaalpescadoensalazónsinsentirarcadas.Nodeberíaestaraquí,viviendoasí.
Dedaleraindicólatiendaconlacabeza.Oh.LaRaposa.Cállate.—Nonoshapedidoconsejo—dijoBurrich,concautela.—Aquílasituaciónestáyabajocontrol.Nohaymotivoporelquenodebaserenviadadevueltaa
TorredelAlce—dijoconcalmaDedalera.—Nomeimagino«enviándoladevuelta»aningunaparte—observóBurrich—.Creoquedeberíaser
ellamismalaquetomaraesadecisión.
—Selopodríassugerir—aventuróDedalera.—Tambiéntú—replicóBurrich—.Ereslacapitanadesuguardia.Tienesderechoapreocuparte.—Nosoyyolaquemontaguardiafrenteasupuertatodaslasnoches—objetóDedalera.—Alomejordeberías—dijoBurrich,antesdesuavizarloconun—:Ahoraquelosabes.Dedaleraobservóelfuego.—Alomejor.Nosé.Lacuestiónes¿quiénlaescoltaderegresoaTorredelAlce?—Todasuguardiapersonal,claro.Unareinanodeberíaviajarenmenoscompañía.Depronto,alolejos,seoyóungrito.Mepuseenpiedeunsalto.—¡Quieto!—espetóBurrich—.Espera.¡Noteprecipitesantesdesaberquéocurre!UnmomentodespuésllegóanuestrafogataChifla,unadelasguardiasdelareina,para informara
Dedalera.—Ataquepordosflancos.Intentabanescabullirseporelboquetepracticadodebajodela torresur.
Algunoshanatravesado...Unaflechalatraspasóysilencióparasiempreloquehabíaempezadoacontarnos.Losmarginadosse
nosecharonencimaderepente,másdelosquemehubierapodidoimaginar,ytodosconvergíansobrelatiendadelareina.
—¡Guardadalareina!—exclamé,yobtuvelapequeñasatisfaccióndeescucharmigritorepetidoalolargodelfrente.
Tresguardias salieroncorriendode la tiendaparadar la espalda a sus endeblesparedesmientrasBurrichyyonosplantábamosantelapuerta.Encontrélaespadaenmimanoy,porelrabillodelojo,viunfulgorrojoquerecorríaelacerodeBurrich.Lareinaapareciódeprontoenlaentradadesutienda.
—¡Nomeprotejáis!—protestó—.Iddondeestélalucha.—Estáaquí,milady—gruñóBurrich.Avanzóunpasoparaamputarelbrazodeunhombrequesehabíaacercadodemasiado.RecuerdoperfectamenteaquellaspalabrasytambiénrecuerdocómoadelantóBurrichaquelpie.Son
los últimos recuerdos coherentes que conservo de aquella noche. Después de aquello, sólo gritos ysangre, llamas y metal.Me bañaban oleadas de emoción mientras a mi alrededor peleaban a muertesoldadosycorsarios.Alprincipio,alguienprendiófuegoalatienda.Laenormepirailuminabaelcampode batalla como si fuese un escenario. Recuerdo haber visto a Kettricken, con su túnica recogida yanudada,luchandoconlaspiernasdesnudasydescalzasobreelsuelohelado.Empuñabasuespadadelasmontañas,ridículamentelarga,conambasmanos.Lagraciaconquesesumóalamortíferadanzadelabatallapodríahabermedistraídoencualquierotromomento.
Seguían apareciendomarginados. En unmomento determinado estoy seguro de haber escuchado aVerazimpartiendoórdenes,aunquenologréentenderniunasola.OjosdeNocheaparecíaaintervalos,matandosiemprealbordedelaluz,unasombrafugazdedientesypelaje,desjarretandodeunbocado,añadiendosupesoparadesequilibrarauncorsario.BurrichyDedaleracombatieronespaldaconespaldaenunmomentoenelquelastornasparecíanvolversecontranosotros.Yoformabapartedelcírculoqueprotegíaalareina.Almenosesopensaba,hastaquelavirepartiendomandoblesamilado.
Aunavueltasoltémiespadaparaapropiarmedelhachadeuncorsarioabatido.Recuperaríamiarmaaldíasiguientedelsuelocongelado,cubiertadesangreybarro.Peroeneseinstantenodudédescartarel
regalodeVerazporunarmamássalvajeyeficaz.Mientrascombatíamossólohabíatiempoparapensarenelaquíyahora.Cuandosevolvieronfinalmentelastornasdelabatalla,sinpararmeapensarenloacertadodemidecisión,medediquéaperseguiryaniquilaralenemigodispersoentrelasruinasdelaaldeadeBahíaPulcritud,oscurecidasporlanocheycarbonizadasporelfuego.
Allí, en verdad,OjosdeNoche y yo cazamos bien juntos.Me enfrenté cara a cara conmi últimavíctima,hachacontrahacha,mientrasOjosdeNocherugíayeludíalaespadadesucontrincante.Acabóconélsegundosantesdequeyoderribaraamiadversario.
Aquellaúltimamuertemeprocuróungozoferozybestial.NosabíadóndeacababaOjosdeNocheydónde empezaba yo; sólo que ambos habíamos vencido y ambos habíamos sobrevivido. Despuéspartimosjuntosenbuscadeagua.Bebimoshastahartarnosdelcubodeunpozocomunalylavélasangredemirostroymismanos.Luegonosechamosalsueloyapoyamoslaespaldaenlosladrillosdelpozoparaversalirelsolentreladensanieblaquecubríaelsuelo.OjosdeNochemeprestabasucalidezylosdosdejamosinclusodepensar.
Supongoquedebídequedarmedormidounrato,puesmedespertésobresaltadocuandosealejódemí corriendo. Levanté la cabeza para ver qué lo había ahuyentado y descubrí observándome a unaasustadaniñadeBahíaPulcritud.Elsoldemadrugadadespertabadestellosrojizosensucabello.Teníaun cubo en la mano. Me puse de pie y sonreí, levantando mi hacha para saludarla, pero se perdióbrincando como una liebre espantada entre los edificios en ruinas.Me desperecé yme abrí paso enmediodeloshilachosdenieblahastalatiendadelareina.Mientrascaminaba,volvieronamíimágenesdelacaceríaenmanadadelanocheanterior.Losrecuerdoserandemasiadonítidos,enrojoynegro,ylosreleguéalfondodemimente.¿EraesoaloquesereferíaBurrichconsusadvertencias?
Aunalaluzdeldíacostabacomprendertodoloquehabíaocurrido.Latierraentornoalosrestoscalcinadosdelrefugiodelareinahabíasidopisoteadahastaconvertirseenbarro.Allílacontiendahabíasidomásenconada.Algunoscuerposhabíansidoarrastradosaunlado,amontonados.Otrosyacíanaúndondehabíancaído.Evitémirarlos.
Unacosaesmatarpresadelarabiayelmiedo.Otramuydistintaesadmirareltrabajodeunoalafríaluzdelamañana.
Elque losmarginadoshubieran intentado rompernuestrocercoera comprensible.Quizáshubierantenidoocasióndealcanzarsusbarcosyreconquistarunoodos.Menoscomprensibleeraqueelataqueparecierahaberseconcentradoenlatiendadelareina.Unavezsuperadaslasmurallasdetierra,¿porquénoaprovecharlaoportunidaddesobreviviryllegaralaplaya?
—Es posible—observó Burrich, rechinando los dientes mientras tanteaba el abultamiento de supierna—que no aspiraran a escapar. Es propio de losmarginados, elegir lamuerte e intentar causarcuantomásdañomejorantesdesucumbir.Poresoatacaronaquí,conlaesperanzadeasesinaranuestrareina.
HabíadescubiertoaBurrichcojeandoporelcampodebatalla.Noconfesóhaberestadobuscandomicadáver.Sualivioalvermefuetodalapruebaquenecesitéparadarmecuentadeeso.
—¿Cómosabíanqueeralareinaquienocupabaesatienda?—reflexioné—.Nohemosizadoningúnestandarte,nopronunciamosningúndesafío.¿Cómosabíanqueestabaaquí?Bueno.¿Mejorasí?
Comprobélatirantezdelvendaje.—Estáseca,estálimpia,yparecequelasvendasmitiganeldolor.Supongoquenopodemoshacer
muchomás.Sospechoquecadavezquefuerceesapiernatendréquesoportarlahinchazónyeldolor.—Hablabaconelmismopragmatismoconquepodríareferirsealapiernalastimadadeuncaballo—.Porlomenosnosehaabierto.Eracomosibuscarandirectamentelatiendadelareina,¿verdad?
—Comoabejasalamiel—observé,fatigado—.¿EstálareinaenGuardabahía?—Naturalmente. Todo el mundo está allí. Tendrías que haber escuchado los vítores cuando nos
abrieronlaspuertas.LareinaKettrickenentróconlasfaldasremangadastodavíasobreunmuslo,conlahoja desenfundada y goteante. El duqueKelvar se hincó de rodillas para besarle lamano, pero ladyGracialamiróydijo:«Ay,querida,encargaréqueospreparenunbañodeinmediato».
—Ahí tienenmaterial los bardos para escribirmuchas canciones—dije, y los dos nos reímos—.Peronotodoshansubidoalcastillo.Acabodeveraunaniñaqueibaabuscaraguaentrelasruinas.
—Bueno,enelcastilloestándecelebración.Habráquienesnosesientanconánimosparafestejarnada.Dedaleraseequivocaba.LoshabitantesdeBahíaPulcritudnoserindieronfácilmentealasVelasRojas.Fueronmuchoslosquemurieronantesdequelosaldeanosdecidieranrefugiarseenelcastillo.
—¿Nohaynadaahíqueteextrañe?—¿Elquelagentepeleeporsusvidas?No.Es...—¿Noteparecequehabíademasiadosmarginadosaquí?¿Másdelosquecabenencincobarcos?Burrichseinterrumpió.Volviólamiradahacialamontañadecadáveres.—Puedequelosdejaranaquílasotrasnavesyluegosalieranapatrullar...—Ésenoessumétodo.Intuyoquedesembarcarondeunbarcomásgrande,cargadoconunafuerzade
hombresconsiderable.—¿Dónde?—Yasehaido.Creoqueloatisbé,adentrándoseenaquelbancodeniebla.Guardamossilencio.Burrichmecondujoal lugardondehabíaatadoaHollínyRubíycabalgamos
juntoshastaGuardabahía.Lasgrandespuertasdelcastilloestabanabiertasdeparenpar,ytrasellassehabíanmezclado los soldados de Torre delAlce y los habitantes de la fortaleza.Nos recibieron congritosdebienvenidaynosofrecieroncopasllenasarebosardeaguamielsindarnostiempoadesmontar.Losniñossedisputabanelprivilegiodecuidardenuestroscaballosy,paramisorpresa,Burrichseloconsintió.EnelsalónsehabíaorganizadounaalgarabíatalqueridiculizabalasfiestasdeRegio.TodaGuardabahíaestabaanuestradisposición.SehabíandispuestoescanciasypalanganasdeaguacalienteenelGranSalónparaquenosaseáramosylasmesasestabanatestadasdemanjares,entrelosquenosecontabanelpanduronielpescadoensalazón.
Nos alojamos enGuardabahía durante tres días. En ese tiempo enterramos a nuestros caídos y sequemaronloscadáveresdelosmarginados.LossoldadosdeTorredelAlceylaguardiadelareinasesumaron a los pobladores del castillo en las reparaciones de las defensas de Guardabahía y eldesescombrodelasruinasdeBahíaPulcritud.Hicealgunaspesquisassinllamarlaatención.Descubríquelahogueradelatorredeseñalessehabíaencendidoencuantosedivisaronlosbarcos,peroquelaextincióndelfuegohabíasidounodelosprimerosobjetivosdeloscorsarios.Preguntéporelmiembrode la camarilla.Kelvarmemiró sorprendido.Hacía semanas queBurl había partido hacia el interiorparacumplirconnosesabíaquémisiónesencial.HabíaviajadoaPuestoVado,creíaelduque.
EldíadespuésdelacontiendallegaronrefuerzosdelaCalaSur.Nohabíanvistoelfuegodeseñales,pero los mensajeros que partieron a caballo habían logrado alertarlos. Yo estaba presente cuando
KettrickenfelicitóalduqueKelvarporsuprevisiónalenviarunrelevodejinetesparatransmitirdichosmensajes,ycomunicóasuvezsuagradecimientoalduqueShemshydeToroteporsurespuesta.Sugirióelreparto de los buques capturados para que no hiciera falta que esperasen la llegada de los barcos deguerra y pudieran contar con su propia defensa naval. Fue un gestomagnánimoque se recibió con unsolemnesilencio.CuandoelduqueKelvarsehuborecobradode la impresión,se levantóparabrindarporsureinayelherederoVatídicoaúnnonato.Asíderápidosehabíaconvertidoelrumorenalgosabidoportodos.LareinaKettrickenseruborizóvisiblemente,peroconsiguiórecomponerseydarlasgracias.
Aquellos brevesdías devictoria supusieronunbálsamo reparador para todosnosotros.Habíamosluchado,yhabíamosluchadobien.BahíaPulcritudseríareconstruidaylosmarginadosnohabíanlogradoadueñarsedeGuardabahía.Porunmomentoparecióposiblequepudiéramoslibrarnosporcompletodeellos.
Antes de que saliéramos de Bahía Pulcritud se escuchaban ya canciones acerca de una reina quehabíaplantadocaraa lasVelasRojasconlasfaldasremangadasydelbebéqueportabaensuvientre,guerreroinclusoantesdenacer.ElquelareinaestuvieradispuestaaarriesgarnosólosuintegridadsinoladelherederoaltronoporelbiendelducadodeGarrónfuealgoquenadiepasóporalto.PrimeroelduqueMazasdeOsornoyahoraKelvardeGarrón,penséparamisadentros.Kettrickenestabahaciendograndesprogresosparamerecerselalealtaddesusducados.
GocédemisbuenosmomentosenBahíaPulcritud,algunosmejoresqueotros.LadyGracia,alvermeenelGranSalón,mereconocióyseacercóparahablarconmigo.
—Bueno—dijodespuésdedarmelabienvenida—,asíquecorresangredereyesporlasvenasdelbuencuidadordeperros.Noesdeextrañarquemedierastanbuenosconsejos,yahaceaños.
Habíallegadoaacostumbrarseaserunadamayunaduquesa.Gallardón,suchuchofaldero,todavíalaacompañabaa todaspartes,peroahoracorreteabaentre sus tobillosyesecambiomesatisfizocasitanto como el ver la facilidad con que ella portaba su título y el evidente cariño que profesaba a sumarido.
—Losdoshemoscambiadomucho,ladyGracia—respondí,yellaaceptómihalagocomoloqueera.LaúltimavezquelahabíavistofuecuandoviajéallíconVeraz.Poraquelentoncesnoselaveíatan
reconciliadaconsurangodeduquesa.Lahabíaconocidoenlacocina,cuandosuperroestabaapuntodeasfixiarseporculpadeunaespina.Entonceslaconvencídequelosdinerosdesuesposoestaríanmejorempleadosenlaconstruccióndetorresdevigilanciaqueenlacompradejoyasparaella.Eraunareciénllegadaaltítulodeduquesa.Ahoraparecíaquenuncahubiesesidootracosa.
—¿Yanoereselchicodelosperros?—preguntóconunasonrisataimada.«¿Elchicodelosperros?¡Elhombredeloslobos!»,observóalguien,perocuandomegiréparaver
quién había sido el salón estaba demasiado concurrido y ningún rostro parecía apuntar en nuestradirección.Me encogí de hombros como si el comentario no tuvieramayor importancia y ladyGraciafingiónohaberlooídosiquiera.Mehizoentregadeunobsequioespecialparaambos.Todavíasonríoalacordarme:undiminutoalfilerconformaderaspadepescado.
—Encarguéquelohicieran,pararecordarme...Megustaríaqueahoralollevarastú.Ellayacasinolucíajoyas,medijo.Meloentregóenunbalcón,unanocheoscura,cuandolasluces
delastorresdevigilanciadelduqueKelvarrutilabancomodiamantescontraelcielonegro.
TorredelAlce
ElcastillodePuestoVado,aorillasdelVin,eraunadelasresidenciastradicionalesdelafamiliaregentedeLumbrales.AllíeradondehabíatranscurridolaniñezdelareinaDeseo,yallíeradonderegresabaconsuhijoRegioenlosveranosdelainfanciadeéste.LaciudaddePuestoVadoeraunlugarbullicioso, un centro comercial rodeadodehuertos y camposde cereales.El ríoVin tieneuncaudal lánguido y navegable que lo hace fácil y agradable de transitar. La reina Deseo siempreinsistióenquesuperabaaTorredelAlceentodoslosaspectosyenquehabríasidounhogarmuchomásadecuadoparalafamiliareal.
Elviajedevuelta aTorredelAlceapenas si fue reseñable.La reinaKettrickenestabaexhaustayagotadacuando llegó lahoradepartir.Aunqueprocurabadisimularlo, senotabaen susojerasyenelrictusdesuslabios.ElduqueKelvarlaproveyódeunaliteraparasuregreso,perouncortotrayectoenellabastóparaconfirmarlequesubalanceosóloconseguíaacentuarsusnáuseas.Seladevolvióconsuagradecimientoyvolvióacasamontadaensuyegua.
En la segunda noche de nuestro viaje de vuelta, Dedalera se acercó a nuestra fogata y le dijo aBurrichquelehabíaparecidoverunlobo,variasvecesesemismodía.Burrichseencogiódehombrosconindiferenciayleaseguróqueseguramentesólosentíacuriosidadynosuponíaningunaamenazaparanosotros.Cuandosehuboidolacapitana,Burrichmemiróymedijo:
—Acabarápasandounavezdemás.—¿Elqué?—Elverun lobomerodeandocercade ti.Traspié, tencuidado.Sedispararon los rumorescuando
mataste a aquellos forjados. Había huellas por todas partes, y lasmarcas de las heridas de aquelloshombresnolashizoningunaarma.AlguienmehadichoquevieronunloboenlosalrededoresdeBahíaPulcritud la noche de la batalla. Hay hasta un disparate sobre un lobo que se transformó en hombrecuandoacabólacontienda.Habíahuellasenelbarrodelantedelamismatiendadelareinaesanoche.Tuviste suerte de que todo el mundo estuviera demasiado cansado y tuviera prisa por enterrar a loscaídos.Deéstos,unospocosnomurieronamanosdeningúnhombre.
¿Unospocos?¡Ja!LarabiadeformóelrostrodeBurrich.
—Esosetienequeacabar.Desdeya.Eresfuerte,CorazóndelaManada,pero...El pensamiento se truncó y oí un repentino gañido de sorpresa a lo lejos, entre lamaleza.Varios
caballosseinquietaronymiraronenesadirección.YomirabafijamenteaBurrich.HabíarepelidoaOjosdeNoche,delejosyconferocidad.
Hastenidosuertedenoestarmáscerca,porqueconesafuerza...,empecéaadvertiraOjosdeNoche.LamiradadeBurrichseposóenmí.—¡Hedichoqueesose tienequeacabar! ¡Ahoramismo!—Meobservódesoslayo,disgustado—.
Prefieroquecabalguesconunamanodentrode lospantalonesaquehagasesoconstantementecuandoestoydelante.Meofende.
No seme ocurría qué decir. Los años de convivenciame habían enseñado que la opinión que lemerecíalaMañaerainamovible.ÉlsabíaqueyoestabavinculadoaOjosdeNoche.Elqueaúntoleraramipresenciarozabaellímitedesutransigencia.Noeranecesarioquelerecordaraconstantementequeelloboyyocompartíamoslamismamente.Agachélacabeza,conforme.Aquellanoche,porprimeravezenmuchotiempo,missueñosfueronsólomíos.
SoñéconMolly.Vestíadenuevosusfaldasrojasyestabaagachadaenlaplaya,arrancandoconchasdelasrocasconsunavajaycomiéndoselascrudas.Memiróysonrió.Meacerqué.Selevantódeunsaltoycorriódescalzaporlaarena.Laperseguí,peroeramásvelozquenunca.Sucabelloondeabasobresushombros y se limitó a reírse cuando le pedí que me esperara, que por favor me esperara. Despertésintiéndome extrañamente contento porque hubiera sido más rápida que yo, y con el recuerdo de superfumealavandaaúnenmimente.
EsperábamosunacalurosabienvenidaenTorredelAlce.Losbarcos,a juzgarporelbuen tiempo,deberíanhaberllegadomuchoantesquenosotrosparacomunicarlanoticiadenuestroéxito.PoresononossorprendióverquesalíaarecibirnosuncontingentedesoldadosdeRegio.Loextrañoeraqueaundespuésdeavistarnoscontinuaranavanzandoacaballo.Niunsolohombregritóniagitó lamanoparasaludarnos.Seacercabananosotrossilenciososyserioscomofantasmas.CreoqueBurrichyyovimosalmismotiempoeltestigoqueportabaelhombrequeencabezabalacomitiva,elpequeñopalobruñidoquepresagiabagravesnoticias.
Segiróhaciamímientraspresenciábamossuacercamiento.Llevabaeltemorclaramenteescritoenlacara.
—¿HamuertoelreyArtimañas?—preguntéconvozqueda.Nosentíasorpresa,tansólounvacíoenmiinterior.Uncríoasustadoboqueódentrodemíqueahora
nohabíanadaqueseinterpusieraentreRegioyyo.Enotrapartedemisermepreguntécómohabríasidollamarlo«abuelo»envezde«mirey».PeroesasporcionesegoístaseraninsignificantescomparadasconloquesignificabasupérdidaparaesteHombredelRey.Artimañasmehabíafraguado,habíahechodemíloque era, parabienoparamal.Había tomadomivida en susmanosundía, lavidadeunniñoquejugababajounamesaenelGranSalón,yhabíadejadosu improntaenella.Élhabíadecididoqueyodebíaaprenderaleeryescribir,quedebíaaprenderablandirunaespadayaespolvorearveneno.Eracomosi,consumuerte,ahoradebieraasumirtodalaresponsabilidaddemisactos.Eraunpensamientoextrañamentesobrecogedor.
Todossehabíanpercatadodelobjetoqueportabaelcabecilla.Nosdetuvimosenmediodelcamino.
Como una cortina que se abriera, la guardia de Kettricken franqueó el paso al portavoz. Se hizo unsilencioterriblecuandoelhombreentregósutestigoalareina,yluegounpequeñopergamino.ElsellodeceraescarlatasequebróbajolauñadeKettricken.Lovicaeralsueloembarrado.Lareinaabrióelpergaminolentamenteyloleyó.Aquellalecturaconsumióalgodentrodeella.Sumanopendióinerteasucostado.Dejóqueelpergaminoseunieraalselloenelbarro,comoalgoolvidado,algoquenoqueríavolveraver.Nosedesmayónirompióallorar.Sumiradaseperdióenlalejaníayapoyósumanoconsuavidadensuvientre.AquelgestomeindicóquenoeraArtimañaselquehabíafallecido,sinoVeraz.
Sondeéenbuscadeél.Enalgúnlugar,sindudaestabaenalgúnlugar,acurrucadoenmiinterior,unachispadenuestraconexión,unahebrasiquieradenuestrovínculo...no.Nisiquierasabíacuándosehabíaesfumado.Recordéque,siemprequeluchaba,podíarompermilazoconél.Noeradeayuda.Meacordéenesemomentodealgoquehabía tomadoporunasimplecuriosidad lanochede labatalla.MehabíaparecidooírlavozdeVeraz,gritando,impartiendoórdenesquenoteníansentido.Nolograbarecordarunasolapalabraprecisadeloquepodíahaberdicho.Peroahorapenséquepodríanhabersidoórdenesdebatalla,órdenesdedispersión,deponerseacubiertotalvez,o...peronoconseguíarecordarnadaconclaridad.MiréaBurrichyvilapreguntaensusojos.Tuvequeencogermedehombros.
—Nolosé—musité.Fruncióelceñoalescucharaquello.LaReinaa laEsperaKettrickensehabíaquedadoparalizadaensucaballo.Nadiehizoademánde
tocarla,nadiedijounapalabra.MiréaBurrichdesoslayo,nuestrosojosseencontraron.Vienelloslaresignaciónalafatalidad.EralasegundavezqueBurrichveíacómocaíaunReyalaEsperaantesdeascenderaltrono.Trasunlargosilencio,Kettrickensevolvióensusilla.Estudióasuguardia,yalossoldadosacaballoquelaseguían.
—ElpríncipeRegioharecibidolanoticiadequeelReyalaEsperaVerazhafallecido.Nolevantólavoz,perosuspalabrasllegaronatodoslosoídos.Ladichasedisolvióyelbrillodel
triunfoseapagóentodoslosojos.Esperóunosinstantesaqueencajáramoslainformación.DespuésechóaandarsumonturaylaseguimoshastaTorredelAlce.
Llegamosalpórticosinoposición.Lossoldadosdeguardiaselimitaronavernospasar.Unodeellosensayó un saludomarcial dedicado a la reina.Kettricken no reparó en él. Burrich arrugó aúnmás elentrecejo,peronodijonada.
Enelpatiodelcastillolaactividadnosedistinguíadeladeundíanormal.Acudieronlosmozosdecuadraparallevarseloscaballosylagenteseafanabaenlosacostumbradosquehaceresdelcastillo.Dealgunamanera,lamismafamiliaridaddeaquelhechochirriócontramisnervioscomolapiedracontralapiedra.Verazhabíamuerto.Nomeparecíajustoquelavidasiguieradeaquelmodotanvulgar.
BurrichhabíaayudadoadesmontaraKettrickenenmediodeuncorrodesusdamasdecompañía.UnapartedemíreparóenlaexpresiónquecompusoDedaleramientraslareinasealejabaempujadaporlas señoritas de la corte entre exclamaciones sobre su aspecto cansado, preguntas sobre su estado ymuestrasdesimpatía,pesarydolor.Unanubedecelosensombrecióelsemblantede lacapitanade laguardia de la reina. Dedalera era un simple soldado que había jurado proteger a su reina. En esemomentonopodíaseguirlaalinteriordelcastillo,dabaigualcuántoleimportaraKettricken,queahoraestaba enmanos de sus damas cortesanas. Pero supe que esa nocheBurrich nomontaría guardia solofrentealapuertadelareina.
Los solícitos murmullos referentes al estado de Kettricken bastaron para revelarme que se habíaextendidoelrumordesuembarazo.
Me pregunto si habría llegado ya a oídos de Regio. Era plenamente consciente de que algunoschismes circulaban casi exclusivamente entre lasmujeres antes de convertirse en noticias de dominiopúblico.DerepenteanhelécondesesperaciónsabersiRegiosabíaqueKettrickenportabaensusenoalherederodel trono.CedíaManos lasriendasdeHollín, ledi lasgraciasy leprometícontárselo todomástarde.Mientrasmeencaminabaalcastillo,lamanodeBurrichcayósobremihombro.
—Quierodecirteunacosa.Ahora.Avecesmetratabacasicomosiyofueraunpríncipe,avecespeorqueacualquiermozodecuadra.
Suspalabrasnoconstituíanningunainvitación.ManosmedevolviólasriendasdeHollínconunasonrisalacónicayfueaocuparsedelosotrosanimales.SeguíaBurrichmientrasconducíaaRubíalosestablos.No le costómucho encontrar un compartimientovacíopara sumontura adyacente al cajónhabitual deHollín.Habíademasiadoscompartimientosdesocupados.Losdosempezamosaaplicarnosalcuidadodeloscaballos.Laviejafamiliaridaddeesarutina,ocuparmedeunanimalmientrasBurrichtrabajabaamilado, resultaba reconfortante.Nuestro extremo del establo estaba relativamente tranquilo, pero esperóhastaquenohubonadiecercaparapreguntar:
—¿Escierto?—Nolosé,deverdad.Heperdidolaconexiónconél.EramuydébilantesdequefuésemosaBahía
PulcritudysiemprehetenidoproblemasparamantenermivínculoconVerazcuandoentroencombate.Dicequealzolaguardiacontantafuerzafrentealosquemerodeanqueloexcluyosinproponérmelo.
—No entiendomucho de eso, pero estaba al corriente de ese problema. ¿Estás seguro de que fueentoncescuandoloperdiste?
Demodoqueseloconté,lereferílavagasensacióndeVerazdurantelabatallaylaposibilidaddequeélestuvierasiendoatacadoalmismotiempo.Burrichasintióconimpaciencia.
—Pero¿nopuedeshabilitarloahoraquesehancalmadolasaguas?¿Renovarelvínculo?Tardéuninstanteenreprimirlafrustraciónquemecorroía.—No.Nopuedo.MiHabilidadnosirveparaeso.Burrichfruncióelceño.—Mira.Sabemosquelosmensajessonpocofiablesdesdehacealgúntiempo.¿Cómopodemosestar
segurosdequeéstenoesunainvención?—Nopodemos,supongo.AunquemecuestacreerquenisiquieraRegiopudierallegaralextremode
anunciarlamuertedeVerazantesdetiempo.—Amínomecuestanadacreerqueesehombreseríacapazdecualquiercosa—mascullóBurrich.DejédelimpiarelbarrodelaspezuñasdeHollínymeerguí.Burrichestabaapoyadoenlapuertadel
compartimiento de Rubí, con la mirada perdida. El mechón blanco de su cabello era un vividorecordatoriodecuandesalmadopodíallegaraserRegio.HabíaordenadoelasesinatodeBurrichconlamismafrialdadconqueaplastaríacualquieraunamoscairritante.Noparecíaqueelhechodequehubierasobrevivido al atentado inquietara a Regio en absoluto. No lo asustaba la venganza de un maestrocaballerizoounsimplebastardo.
—Bueno.¿QuédiríacuandoregresaraVeraz?—preguntéconvozqueda.—Unavezcoronadorey,seencargaríadequeVeraznuncaregresara.Elhombrequesesienteenel
tronodelosSeisDucadossabrálibrarsedelaspersonasqueconsidereimpertinentes.Burrichnomemiródirectamentemientrasdecíaestoyyointentédejarqueeldardopasaradelargo.
Teníarazón.CuandoRegiollegaraalpoder,nomecabíadudadequedispondríadeasesinosansiososdecumplirsuvoluntad.Quizáyahubieraalgunos.Esaideameprodujoescalofríos.
—SiqueremoscerciorarnosdequeVeraz sigueconvida,nonosquedamás remedioqueenviar aalguienabuscarloparaquevuelvaconnoticiasdeél—consideré.
—Suponiendo que elmensajero consiguiera sobrevivir, tardaríamucho tiempo.Una vez coronadoRegio, la palabra de un mensajero no significará nada para él. El portador de esas noticias no seatreveríaaanunciarlasenvozalta.NecesitamospruebasdequeVerazvivetodavía,pruebasqueacepteelreyArtimañas,ylasnecesitamosantesdequeRegioasumaelmando.ÉsenoseresignaríaaserReyalaEsperapormuchotiempo.
—TodavíaseinterponenentreeltronoyélelreyArtimañasyelhijodeKettricken—protesté.—Esepuestohademostradoser sumamentenocivoparahombres fuertesyavezados.Dudoqueun
ancianoachacosoounbebéqueaúnnohanacidovayanaocuparlomejor.—Burrichmeneólacabezaydesestimóesaidea—.Muybien.Túnopuedeshabilitarlo.¿Quiénpuede?
—Cualquiermiembrodelacamarilla.—Bah.Nomefíodeningunodeellos.—ElreyArtimañaspodríahacerlo—sugerí,dubitativo—.Siyoleprestaramifuerza.—¿AunquetulazoconVerazsehayaroto?—preguntóBurrich.Meencogídehombrosysacudílacabeza.—Nolosé.Poresohedichoque«podría».PasóunamanoporelpelajedeRubí,ahoralustroso.—Habrá que intentarlo —dijo con decisión—. Y cuanto antes mejor. No podemos permitir que
Kettrickenseaflijaysufrasinohaymotivoparaello.Podría llegaraperderelniño.—Suspiróymemiró—.Veteydescansaunpoco.Propontevisitaralreyestanoche.Cuandoveaqueentras,meocuparédequehayatestigosdeloqueseaqueaverigüeelrey.
—Burrich—protesté—, hay demasiadas incógnitas. Ni siquiera sé si estará despierto el rey estanoche,nisipodráhabilitar,nisiloharásiselopido.Sihacemosesto,RegioytodoelmundosabránquesoyunHombredelReyenloqueatañealaHabilidad,y...
—Lo lamento,muchacho—me interrumpióBurrich, casi con crueldad—.Aquí haymuchomás enjuegoquetuintegridad.Noesquenomepreocupeporti,perocreoqueestarásmássegurosiRegiocreequepuedeshabilitarytodossabenqueVerazsigueconvidaquesitodoscreenqueestámuertoyRegiojuzga oportuno librarse de ti.Debemos intentarlo esta noche.Quizá no tengamos éxito, pero debemosintentarlo.
—Esperoquepuedasencontrarcortezafeéricaenalgunaparte—rezongué.—¿Noteestarásaficionandoaella?Ándateconcuidado.—Luegosonrió—.Seguroqueencuentroun
pocoenalgunaparte.Ledevolvílasonrisaymesorprendíamímismo.NocreíaqueVerazestuvieramuerto.Esoeralo
queadmitíaparamíconaquellasonrisa.NocreíaquemiReyalaEsperahubieseperecidoyestabaapunto de plantar cara al príncipe Regio y demostrarlo. Sólo resultaría más satisfactorio si pudierahacerloconunhachaenlasmanos.Lástima.
—¿Meharásunfavor?—preguntéaBurrich.—¿Cuál?—inquirió,conreservas.—Cuídatemucho.—Comosiempre.Haztúlomismo.Asentíymequedécallado,sintiéndomeextraño.Alcabo,Burrichsuspiróydijo:—Suéltalo.SiveoaMolly,tegustaríaqueledijera...Meneélacabezaparamí.—Sóloquelaechodemenos.¿Quémáspodríadecirle?Esoesloúnicoquelepuedoofrecer.Meobservódereojo:unamiradaextraña.Enellahabíacomprensión,peronofalsoconsuelo.—Seloharésaber—prometió.Abandoné los establos sintiéndome como si hubiera madurado de alguna forma. Me pregunté si
algunavezdejaríademedirmesegúnelraserodeltratoquemedispensaraBurrich.Acudídirectamentealacocinaconlaintencióndecenaralgoyluegoacostarmecomohabíasugerido
Burrich.Lasaladeguardiaestaballenaarebosarconlossoldadosquehabíanregresadoycontabansushistoriasalosquesehabíanquedadoencasamientrasdevorabanpanycaldo.Meloesperaba;pretendíahacerme conmis propias provisiones y llevármelas ami cuarto. Pero en el interior de la cocina, pordoquier, bullían las perolas, se horneaba el pan y se asaba carne en los espetones. El servicio de lacocinatroceaba,removíaeibaconprisadeacáparaallá.
—¿Hayunafiestaestanoche?—preguntéembobado.PerolSarasegiróparamirarme.—Hombre,Traspié,asíquehasvuelto,enteroydeunapiezaparavariar.—Sonriócomosiacabara
de lanzarme un piropo—.Sí, naturalmente, habrá que celebrar la victoria enBahía Pulcritud.No nosíbamosaolvidardevosotros.
—ConelpríncipeVerazmuerto,¿todavíaorganizamosbanquetes?Perolmemirósinemocionarse.—SielpríncipeVerazestuvieraaquí,¿quédiría?Suspiré.—Seguramentediríaquecelebráramoslavictoria.Quelaesperanzaesmásnecesariaqueelduelo.—Con esasmismas palabrasme lo ha explicado estamañana el príncipeRegio—dijo Perol con
satisfacción.Segiróparaespolvorearespeciasenunapatadevenado—.Lo lloraremos,naturalmente.Perotienesqueentenderlo,Traspié.Nosabandonó.Regioeselquesequedóaquí.Sequedóparacuidardelreyydefenderlascostasenlamedidadeloposible.Verazyanoestáconnosotros,peroRegiosí.YloscorsariosnosehanadueñadodeBahíaPulcritud.
Memordílalenguayesperéaserenarme.—BahíaPulcritudsehasalvadoporqueRegiosequedóaquíparaprotegernos.Quería asegurarme de que Perol relacionaba ambos hechos, que no estaba mencionándolos por
casualidadenelmismodiscurso.Asintiómientrasseguíasazonandolacarne.Salviamachacada,meinformómiolfato.Yromero.—Esoesloquehabíaquehaberhechodesdeelprincipio.Enviarsoldados.Habilitarestábienpero
¿quémásdasaberloquevaapasarsinosepuedehacernadaalrespecto?
—Verazsiempreenviabalosbarcosdeguerra.—Ysiempre se las apañabanpara llegar demasiado tarde.—Sevolvió haciamí, limpiándose las
manoseneldelantal—.Oh,yaséque tú loadorabas,muchacho.NuestropríncipeVeraz teníaungrancorazónysejugólavidaintentandoprotegernos.Noquierohablarmaldelosdifuntos.LoúnicoquedigoesquehabilitaryperseguirVetulusnoeselmétodoadecuadoparacombatiraestasVelasRojas.LoquehahechoelpríncipeRegio, enviar soldadosybarcosnadamásenterarse, esoes loque teníamosquehaberhechodesdeelprincipio.PuedequesobrevivamosconelpríncipeRegioalmando.
—¿YelreyArtimañas?—musité.Tergiversómipregunta.Esomeindicóloquepensabarealmente.—Oh,estátanbiencomosepuedeesperar.Sihastabajaráalbanqueteestanoche,almenosunrato.
Pobrehombre.Cuántoestápadeciendo.Pobre,pobrehombre.Pobrehombremuerto.Eraloúnicoquelefaltabapordecir.Artimañasyanoeraelreyparaella,era
unpobre,pobrehombre.Regioeraelrey.—¿Creesquelareinaasistiráalbanquete?—pregunté—.Afindecuentas,acabadeenterarsedela
muertedesureyymarido.—Oh,creoqueirá,sí.—Saraasintióparasí.Diolavueltaalapatayempezóacubrirdehierbasla
otracara—.Heoídoquedicenqueahoraestáembarazada.—Lacocineraparecíaescéptica—.Querráanunciarloestanoche.
—¿Notecreesqueestéembarazada?—preguntéconbrusquedad.Perolnosedioporaludida.—Oh, si ella dice que lo está, lo estará. Lo que pasa es que es un poco raro, nadamás, decirlo
despuésdeenterarsedelamuertedeVerazynoantes.—¿Yeso?—Bueno,esohacequealgunasnoshagamospreguntas.—¿Quépreguntas?—preguntéfríamente.Perolmelanzóunamiradadereojoymaldijemiimpaciencia.Nopretendíacerrarlelaboca.Tenía
queenterarmedelosrumores,detodoslosrumores.—Bueno...—Vacilaba,peronopodíaignorarelreclamodemisatentosoídos—.Laspreguntasque
surgensiemprecuandounamujernoconcibehastaquesumaridosaledeviajey,derepente,ellavayanunciaqueestáembarazadadeél.—Miróasualrededorparaverquiénmásestabaescuchando.Todoel mundo parecía afanarse en sus tareas, pero no dudaba que muchas orejas apuntaban en nuestradirección—.¿Porquéahora?Tanderepente.Ysisabíaqueestabaembarazada,¿enquéestabapensandocuandosalióacaballoenplenanoche,caminodelabatalla?Esunaconductaextrañaparaunareinaquellevadentroalherederodeltrono.
—Bueno—intenté no alzar la voz—, supongo que cuando nazca el chiquillo se sabrá cuándo fueconcebido.Losquequierancontarlunasconlosdedospodránhacerloentonces.Además—meacerquéaella con gesto conspirador—, he oído que algunas de sus damas de compañía lo sabían antes de supartida.LadyPaciencia,porejemplo,ysudoncellaCordonia.
Tendría que asegurarme de que Paciencia alardeara de su precoz perspicacia y de que Cordoniachismorrearaentreelservicio.
—Ah.Ésa.—EldesdéndePerolSaraacabóconmissueñosdevictoriafácil—.Mira,noteofendas,
Traspié,peroavecessecomportadeformamuyrara.Cordonia,encambio,Cordoniatienelospiesenlatierra.Peronoesmuyhabladoraytampocoleinteresaloquedicenlosdemás.
—Bueno—sonreíyleguiñéunojo—,puesyomeenterégraciasaellas.YmuchoantesdeiraBahíaPulcritud. —Me acerqué todavía más—. Pregunta por ahí. Apuesto a que descubrirás que la reinaKettrickenhaestadobebiendotédehojasdeframbuesaparamitigarsusmareosmatutinos.Pregunta,aversinotengorazón.Meapuestounapiezadeplataaquesílatengo.
—¿Unapiezadeplata?Anda,comosiyolatuviera.Peropreguntaré,Traspié,vayaquesí.Ytendríaquedartevergüenzanohabercompartidoantesconmigounanoticia tan jugosa. ¡Con todo loqueyo tecuento!
—Bueno,tecompensaré.¡LareinaKettrickennoeslaúnicaqueesperaunbebé!—¿Oh?¿Quiéneslaotra?Sonreí.—Todavíanotelopuedodecir.Peroserásdelasprimerasenenterarte,porloqueheoído.Nosabíaquiénmáspodíaestarembarazada,peroeraprudentedecirqueloestaba,oestaría,alguna
de las mujeres del castillo con el tiempo suficiente para sustentar mi rumor. Necesitaba que Perolestuviera contenta conmigo si quería contar con ella para enterarme de las habladurías de la corte.Asintióanimadamenteconlacabezaymeguiñóunojo.
Terminódesazonarlapatadevenado.—Vale,Dod,cogeestoycuélgalodelosganchosparalacarneencimadelfuegogrande.Enunoalto,
quequieroquesease,noquesechamusque.Arreando,vamos.¿Pote?¿Dóndeestálalechequetepedíquetrajeras?
Meproveídepanymanzanasantesdedirigirmeamicuarto.Unacena frugal,peroexquisitaparaalguien tandesfallecido comoyo.Subí directamente ami habitación,me lavé, cenéyme tumbé en lacama.Esanochetendríapocasoportunidadesdehablarconelrey,peroqueríaestartanalertacomofueseposibleduranteelbanquete.PenséeniraveraKettrickenparapedirlequenolloraratodavíalamuertedeVeraz.Perosabíaquenopodríalibrarmedesusdamasdecompañíayhablarasolasconella.¿Ysimeequivocaba?No.CuandopudierademostrarqueVerazseguíaconvidaseríaelmomentoadecuadoparahablarconella.
Me despertémás tarde cuando llamaron ami puerta.Me quedé inmóvil unmomento, sin saber sihabíaoídoalgo,antesdelevantarmeparadescorrerloscerrojosyentreabrirlapuerta.Elbufónestabaenelpasillo.Nosabíaquémesorprendíamás,sielhechodequehubierapreferidollamarenvezdeburlarloscerrojososuatuendo.Mequedéboquiabierto.Hizounagentilreverencia,entróenmicuartoycerrólapuertaasuespalda.Corrióunpardecerrojos,secolocóenelcentrodelasalayextendiólosbrazos.Describióunlentocírculoparaqueyopudieraadmirarlo.
—¿Ybien?—Noparecestú—barboteé.—Ésaeramiintención.—Estirósujubón,tiródesusmangasparalucirmejornosólosusbrocados
sino también las aberturas quemostraban la rica tela del forro.Ahuecó las plumas de su sombrero yajustóéstesobresucabello incoloro.Loscolores ibandel índigomásoscuroalmáspálidoazur,y lacarablancadelbufón,comounhuevopelado,asomabaentreellos—.Losbufonesyanosellevan.
Mesentédespacioenlacama.
—Regiotehavestidoasí—dije,sinvoz.—Casi.Medio la ropa,sí,peromevestíyosolito.Si losbufonesyanose llevan, imagínate,qué
decirdelayudadecámaradeunbufón.—¿YelreyArtimañas?¿Esquetampocoélselleva?—preguntéconacritud.—LoquenosellevaespreocuparseabiertamenteporelreyArtimañas—repuso.Ensayóunapirueta,
se interrumpió, se enderezó con la dignidad que exigían sus ropas y se paseó por la estancia—.Estanoche voy a sentarme a lamesa del príncipe Regio e intentaré hacer alarde de ingenio y jovialidad.¿Creesquesemedarábien?
—Muchomejorqueamí—dijeconamargura—.¿EsquetedaigualquehayamuertoVeraz?—¿Noteimportaatiquetodaslasfloresabransuspétalosalsoldelverano?—Bufón,afueraesinvierno.—Tanciertoeslounocomolootro.Créeme.—Elbufónsequedóinmóvilderepente—.Hevenidoa
pedirteunfavor,sitelopuedescreer.—Losegundomelocreotantocomoloprimero.¿Dequésetrata?—Nomatesamireycontusambiciones.Lomiréhorrorizado.—¡Yonuncamataríaamirey!¡Cómoteatrevesadeciralgoasí!—Ah,últimamentemeatrevoamuchascosas.—Enlazó lasmanosasuespaldaydeambulópor la
sala.Con sus elegantes ropajesy susdesacostumbradasposturas,measustaba.Eracomosi sucuerpoestuvieraposeídoporunaentidaddesconocidaparamí—.¿Nisiquieraaunqueelreyhubieraasesinadoatumadre?
Unasensaciónespantosacobrófuerzaenmiinterior.—¿Quéintentasdecirme?—susurré.Elbufóngirósobresustalonesalpercibireldolorenmivoz.—No.¡No!¡Teequivocas!—Habíasinceridadensuvozy,poruninstante,pudeveramiamigode
nuevo—.Pero—continuóconvozmásbaja, casi taimada—,si creyerasqueel reyhabíamatadoa tumadre, a tu adorada, indulgente y añoradamadre, que la habíamatado y alejado de ti para siempre,¿creesqueentoncespodríasasesinarlo?
Mehabíaobcecadodetalmaneraquetardéunmomentoencomprenderlo.SabíaqueRegiopensabaque sumadre había sido envenenada. Sabía que ése era el origen de su odio haciamí, y hacia «ladyTomillo».Creíaqueelasesinatoeraobranuestra.Porordendelrey.Yosabíaquetodoaquelloerafalso.La reinaDeseo se había envenenado a símisma. Lamadre deRegio había sidomuy aficionada a labebida y a esas hierbas que palian las preocupaciones. Al no conseguir alzarse con el poder queconsiderabasuyoporderecho,sehabíarefugiadoenesosplaceres.Artimañashabíaintentadodisuadirlaenvariasocasiones,inclusohabíapedidoaChadehierbasypocionesquemitigaransuadicción.Nadahabía dado resultado. La reina Deseo había muerto envenenada, cierto, pero fue su propia manoindulgente laquese loadministró.Yosiempre lohabíasabido.Yaunsabiéndolo,habíadescartadoelodioquepodríaanidarenelcorazóndeunhijomimado,bruscamenteprivadodesumadre.
¿PodríaasesinarRegioporalgoasí?Claroquepodría.¿EstaríadispuestoallevarlosSeisDucadosalbordedeldesastreparavengarse?¿Porquéno?Nuncalehabíanimportadolosducadoscosteros.Losterrales,siempremáslealesasumadre,eranlosquegozabandesussimpatías.SilareinaDeseonose
hubiera casado con el rey Artimañas, habría seguido siendo la duquesa de Lumbrales. A veces,intoxicadaporelalcoholysushierbas,apuntabasinmiramientosque,dehaberseguidosiendoduquesa,habríaostentadomáspoder,elsuficienteparaconvenceraLumbralesyHazadequeseunieranbajosureinado y se libraran del vasallaje de los SeisDucados.Galeno, elMaestro de laHabilidad, el hijobastardodelareinaDeseo,habíanutridoelodiodeRegioconelsuyo.¿Habríabastadoeseodioparasometersucamarillaa lavenganzadeRegio?Eraunactode traiciónabominable,peronomecostabaaceptarlo. Era capaz. Cientos de personas asesinadas, decenas forjadas, mujeres violadas, niñoshuérfanos, aldeas enterasdestruidasporunpríncipequeaspirabaavengarunaafrenta imaginada.Erasobrecogedor.Peroencajaba.Encajabaconlaprecisióndeunatapaensuataúd.
—CreoquealomejorelactualduquedeLumbralesharíabienencuidardesusalud—musité.—Compartelaaficióndesuhermanamayorporelvinoylosintoxicantes.Bienpertrechadodeéstos,
yajenoatodolodemás,medaquedisfrutarádeunalargavida.—¿AligualquepodríasucederlealreyArtimañas?—aventuréconcuidado.Unespasmodedolordeformóelrostrodelbufón.—Dudoqueseaunalargavidalaquelequeda—dijoenvozbaja—.Aunquelaquelequedapodría
serfácil,mejorquellenadeviolenciayderramamientodesangre.—¿Creesquellegaremosaeso?—¿Quién sabe lo que puede salir a la superficie cuando se remueve el fondo de una olla?—Se
acercódeprontoamipuertayapoyólamanoenelpomo—.Esoesloquetepido—musitó—.Quenoremuevasmás,sirCucharón.Quedejesqueseasientenlascosas.
—Nopuedo.Apoyólafrenteenlapuerta,ungestosumamenteimpropiodelbufón.—Entoncesseráslaperdicióndelosreyes.—Palabrasapesadumbradasconvozqueda—.Yasabes...
loque soy.Te lohedicho.Tehedichoporquéestoyaquí.Éstaesunade lascosasde lasqueestoyseguro.ElfindellinajedelosVatídicoeraunodelospuntosdeinflexión.Kettrickenestáembarazadadeunheredero.Ellinajeperdurará.Sóloesoeranecesario.¿Esqueunancianonopuedemorirenpaz?
—Regionopermitiráquenazcaeseheredero—dijeconbrusquedad.Hastaelbufóndesorbitó losojosaloírmehablartanllanamente—.Eseniñonollegaráalpodersinlamanodeunreyquelocobije.LadeArtimañasoladeVeraz.NocreesqueVerazestémuerto.Lohasadmitido.¿CómopuedesconsentirqueKettrickensufraeltormentodecreerqueesverdad?¿CómopuedespermitirquelosSeisDucadossucumbanalasangreyladestrucción?¿DequéserviráquehayaunherederoaltronodelosVatídicosiesetrononoesmásqueunasillarotaenunsalóncalcinado?
Elbufónhundióloshombros.—Haymil cruces de caminos—dijo en voz baja—.Algunos claros y nítidos, otros son sombras
envueltasenmássombras.Algunosdesembocanencertidumbres;haríafaltaungranejércitoounaplagainmensaparaalteraresoscaminos.Otrosestánsumidosenlabrumaynoséquévíassalendeellosnidónde desembocan. Tú me nublas, bastardo. Multiplicas los futuros por mil con tu mera existencia.Catalizador.Deunodeesosbancosdenieblasurgenlosmásnegrosyretorcidoshilosdelaperdiciónydeotrasrelucienteshebrasdeoro.Tussendasconducenalabismooalasalturas,alparecer.Anhelounavíaintermedia.Anhelounamuertesencillaparaunamoquehasidobondadosoconsudeformeyburlóncriado.
Noabundóensurecriminación.Girólamanilla,descorrióloscerrojosysaliósinhacerruido.Losricos ropajes y sus cuidadosos andares lo volvían más deforme a mis ojos que su jubón de coloreschillonesysuscabriolas.Cerrélapuertadespaciotrasélyapoyélaespaldaenellacomosiasípudieraimpedirelpasoalfuturo.
Mepreparéconsumocuidadoparaasistira lacenadeesanoche.Cuandomehubevestidoconelúltimo conjunto de la señora Premura, ofrecía un aspecto casi tan elegante como el del bufón.HabíadecididoqueaúnnoibaalloraraVeraz,nisiquieraibaaaparentarelluto.CuandobajélasescalerasparecíaquetodoelcastilloconvergieraenelGranSalónesanoche.Eraevidentequetodoshabíansidollamadosaasistir,noblesyplebeyosporigual.
MeencontrésentadoenunamesaconBurrich,Manosyotrosempleadosdelascaballerizas.Eraelpuestomás humilde que ocupaba desde que el reyArtimañasme acogiera bajo su tutela, y aun así lacompañíame resultabamás grata que la de lasmesas principales. Pues lasmesas de honor delGranSalónestabanatestadasdepersonascasidesconocidasparamí,duquesynoblesprocedentesdeHazayLumbrales en sumayoría.Había algunos rostros queme sonaban, naturalmente. Paciencia ocupaba unasientoacordecasiconsurangoyCordoniaestabasentadaenunamesaporencimadelamía.NovinirastrodeMollyporningunaparte.HabíaunpuñadodevecinosdelaciudaddeTorredelAlce,casitodosellosacaudalados,ycasitodosellosmejorubicadosdeloqueyomehubieraimaginado.Elreyhizoactodepresenciaapoyadoenelrecientementeelegantebufón,seguidodeKettricken.
Suapariciónmesorprendió.Vestíaunasencillatúnicademonótonomarrónysehabíacortadoelpeloenseñalde luto.Sehabíadejadoelcabelloconmenosdeunpalmode longitudy,pesea supeso, seerizabaalrededordesucabezacomolassemillasdeundientedeleón.Parecíaquehubieraperdidoelcoloraltiempoquelalongitud,quedándosetanpálidocomoeldelbufón.Estabatanacostumbradoaversuspesadastrenzasdoradasqueahorasucabezasemeantojabacuriosamentepequeñaentresusanchoshombros.Lospárpados,enrojecidosporelllanto,conferíanunmatizpeculiarasuspálidosojosazules.Noparecíaunareinadeluto.Parecíamásbienunesperpento,elnuevobufóndelacorte.Enellanoveíaamiantiguareina,alaKettrickenensujardín,alaguerreradescalzaquebailabaconsuespada;sóloerauna extranjera que se había quedado sola de nuevo. Regio, en cambio, se había ataviado con tantasuntuosidadcomosifueraacontraermatrimonioyseconducíaconlaseguridaddeunfelinoquehubierasalidoacazar.
Lo que presencié aquella velada estaba tan orquestado y manipulado como un espectáculo demarionetas.AllíestabaelviejoreyArtimañas,tambaleanteydemacrado,dandocabezadasencimadesuplatoomanteniendosonrientesyambiguasconversacionesconnadieenparticular.AllíestabalaReinaalaEspera,melancólica,inapetente,silenciosaytaciturna.PresidíalaescenaRegio,elbuenhijosentadojuntoasualicaídoprogenitor,yasuladoelbufón,engalanado,punteandolaconversacióndeRegioconsusagudezasparaconseguirqueeldiscursodelpríncipeparecieramásingeniosodeloqueenrealidadera.ElrestodelaAltaMesaloconstituíanelduqueyladuquesadeLumbrales,elduqueyladuquesadeHaza,ysusactualespredilectosentrelanoblezamenordedichosducados.Osorno,GarrónyTorotenoestabanrepresentados.
Tras la carne, Regio recibió dos brindis. El primero del duque Fundamento de Lumbrales, queensalzóprofusamentealpríncipedeclarándoloprotectordelreinoyfelicitándoloporsurápidaacciónendefensadeBahíaPulcritud,yalabandoasimismosucorajealhaberadoptadolasmedidasoportunaspor
elbiendelosSeisDucados.Aquellomehizoatiesarlasorejas.Todaslasfelicitacionesyalabanzaseranun tanto vagas, sin detallar exactamente cuáles eran las decisiones tomadas por Regio. De haberabundadounpocomás,habríasupuestoundignoelogio.
Al inicio del discurso, Kettricken se sentó recta en su silla y observó a Regio con incredulidad,evidentemente incapazdeentenderqueélasintieray sonrieraanteunoshalagosquenosemerecía.Sialguienmásapartedemíreparóenlaexpresióndelareina,nadiehizocomentarioalguno.Elsegundobrindis,comoeraprevisible,correspondióalduqueCarnerodeHaza.BrindóporlamemoriadelReyalaEsperaVeraz.Fueelsuyounelogio,aunquecondescendiente,de todocuantoVerazhabía intentado,soñadoydeseado.UnavezamontonadossuséxitosenelplatodeRegio,quedabapocomásqueañadir.Siacaso,Kettrickenpalidecióaúnmásyapretóconmásfuerzaloslabios.
CreoquecuandoacabódehablarelduqueCarneroellaestuvoapuntodelevantarseparahablarasuvez.PerofueRegioelquesepusodepie,casiapresuradamente,sosteniendoenaltosuvasoreciénlleno.Indicóatodoelmundoqueguardarasilencioyextendióelvasohacialareina.
—Se ha hablado demasiado sobre mí esta noche y demasiado poco de la más digna Reina a laEspera,Kettricken.Havueltoacasaparaencontrarseconunalamentablepérdida.MasnocreoquemidifuntohermanoVerazdesearaqueeldolorporsumuerteeclipsaralosesfuerzosdesuseñora.Apesarde su estado—la taimada sonrisa de Regio se acercaba peligrosamente a convertirse en una muecasardónica—,salióalfrentedelasVelasRojasporelbiendesureinoadoptivo.Sindudafueronmuchosloscorsariosquecayeronantesuvalienteespada.Nadiedudaqueinspiróanuestrossoldadoslavisióndesureina,decididaaguerrearporellossinpensarenloquearriesgaba.
DosrosasdefuegoflorecieronenlasmejillasdeKettricken.Regioprosiguió,empañandolasproezasdeKettrickenconsucondescendenciaysuslisonjas.Lainsinceridaddesusadulacionesridiculizabaelgestodelareinayloconvertíaenunamerapantomima.
EnvanobusquéaalguienenlaAltaMesaquesalieraendefensadeella.QueyomelevantarademihumildesillayenfrentaramivozaladeRegiohabríasupuestootraburla.Kettricken,siempreinseguradel lugar que ocupaba en la corte de su marido y ahora sin él para guiarla, parecía encogerse pormomentos. La narración de Regio conseguía que los actos de la reina parecieran cuestionables eimprudentesenvezdevalientesydecisivos.Laviacobardarseysupequenoibaadefenderseenesosmomentos. La cena se reanudó con una reina apagada atendiendo al afligido rey Artimañas, seria ycalladafrentealosdébilesconatosdeconversaciónporpartedelmonarca.
Perolopeoraúnestabaporvenir.Alfinaldelacomida,Regiorogósilenciounavezmás.Prometióalos comensales reunidos que habría juglares y titiriteros después de la cena, pero les pidió pacienciamientras anunciaba algomás. Tras graves cavilaciones y prolijas consultas, y no sin suma renuencia,habíacomprendidoloqueelataqueaBahíaPulcritudnohabíahechosinosubrayar.TorredelAlceyanoeraunlugarapropiadoparaalguiencuyoestadodesaluderatandelicadocomoeldelmonarca.Poreso,sehabíadecididoqueel reyArtimañas(éste levantó lacabezayparpadeóalmencionarsesunombre)viajaraalinterioryresidieraenlaseguridaddePuestoVado,aorillasdelríoVin,enLumbrales,hastaquemejorasesusalud.AquíRegioseinterrumpióparaagradecerefusivamentealduqueFundamentodeLumbralesquehubierahabilitadoelcastillodePuestoVadoparalafamiliareal.TambiénañadióquelocomplacíaenormementeelquefuesetanaccesiblealosprincipalescastillosdeLumbralesyHaza,puesdeseaba permanecer en contacto con esos leales duques, que tan a menudo habían recorrido grandes
distancias últimamente para aconsejarlo en estos tiempos tan difíciles. Sería un placer para Regiotrasladarlavidadelacorterealaquienespreviamentehabíantenidoqueviajarmuylejosparadisfrutarde ella. Hizo una pausa para aceptar las muestras de agradecimiento y los murmullos de apoyocontinuado,quecesaronobedientesydeinmediatocuandoelpríncipealzósucopadenuevo.
Invitó,no,instó,rogóalaReinaalaEsperaqueacompañaraalreyArtimañasensunuevaresidencia.Allíestaríamásasalvo,sesentiríamáscómoda,pueselcastillodePuestoVadohabíasidoconstruidocomounhogarynocomounafortaleza.Tranquilizaríaasussúbditossaberqueelpróximoherederoysumadreestabanbienatendidoslejosdelapeligrosacosta.Garantizóqueseharíatodoloposibleparaquesesintieracomoencasa.Prometióqueserecrearíaallílaalegrevidadelacorte.Muchos,muchosdelosmueblesytesorosdeTorredelAlcesetrasladaríanconelreyparaquelamudanzaleresultaralomenostraumáticaposible.RegiosonreíasincesarmientrasrelegabaasupadrealacondicióndeviejoidiotayaKettrickenaladeyeguadecría.SeatrevióahacerunapausaparaescucharcómoaceptabasusuertelaReinaalaEspera.
—Imposible—rechazócondignidadKettricken—.TorredelAlceesellugardondemedejómilordVerazy,antesdepartir,laencomendóamicuidado.Mequedaréaquí.Aquíesdondenacerámihijo.
Regio torció la cabeza, supuestamente para ocultarle su sonrisa pero en realidad paramostrárselamejoratodalaconcurrencia.
—TorredelAlceestarábienguarnecida,miladyreina.Mipropioprimo,lordRefuljo,herederodeLumbrales,haexpresadointerésenasumirsudefensa.Lamiliciaenplenosequedaráaquí,puesnoseránecesaria enPuestoVado.Dudoque requieran la ayudadeotramujer entorpecidapor sus faldasy suprominentebarriga.
El clamor de las risotadasme conmocionó.Era una observación soez, una chanzamás propia delfanfarróndeunatabernaquedelpríncipedeuncastillo.MetrajoalamenterecuerdosdelareinaDeseoensuspeoresmomentos,ebriadevinoyhierbas.PerolarisasecontagiódelaAltaMesaalasmesasinferiores. Regio cosechaba el fruto de sus halagos y entretenimientos. Daba igual qué insultos obufonadas soltara esa noche, aquellos aduladores estaban dispuestos a reírle las gracias mientrasengulleran su carne y trasegaran su vino. Kettricken parecía incapaz de articular palabra. Llegó alevantarseyhabríaabandonadolamesasielreynolehubieratendidounamanotemblorosa.
—Porfavor,querida—dijo,ysudébilvozseescuchóportodalasala—.Nomedejessolo.Quieroqueestésamilado.
—Ves, son los deseos del rey—se apresuró a regañarlaRegio, y dudoque ni siquiera él supierareconocerelgolpedesuertequehabíasupuestoparaélqueelreydecidieraformularesapeticióneneseprecisomomento.
Kettricken se hundió en su asiento a regañadientes. Le temblaba el labio inferior y tenía el rostroencendido.Porunterribleinstantepenséqueibaaromperallorar.AquellohubierasupuestoeltriunfodefinitivoparaRegio,latraicióndesudebilidademocionalinherenteaunahembrapreñada.Encambio,inhalóhondo.Sevolvióhaciaelreyyhablóenvozbajaperoaudiblealtiempoquelecogíalamano.
—Sois mi rey, al que he jurado lealtad.Mi señor, cumpliré vuestros deseos. Nome apartaré devuestrolado.
InclinólacabezayRegioasintióconafabilidad.Surgióunmurmullogeneraldeaprobaciónantelaaquiescenciadelareina.Regioparloteóunpocomáscuandosehuboatenuadoelbullicio,peroyahabía
logradosuobjetivo.Hablósobre tododelosabiodesudecisiónydecómoTorredelAlceseríamáscapazdedefendersesinnecesidaddetemerporsumonarca.Tuvoinclusolaaudaciadesugerirquealirseelrey,laReinaalaEsperayélmismo,TorredelAlceseríaunobjetivomenoscodiciableparaloscorsarios,quetendríanmenosqueganarconsucaptura.Todopalabrashuecas,elfindelafunción.Nomuchodespués se llevaron al reydevuelta a sus aposentos, cumplido supapel de figurante.La reinaKettrickensedisculpóyloacompañó.Elbanquetesedisolvióenunacacofoníageneraldedivertimentos.Sesacaronbarrilesdecervezaycubasdevinobarato.Varios juglaresdel interiorseapostaronenlasdistintasesquinasdelGranSalónmientraselpríncipeysucohortedeaduladoressedecantabaporunespectáculodemarionetas,unaobraobscenatituladaLaseduccióndelhijodelaposadera.ApartémiplatoymiréaBurrich.Nuestrosojossecruzaronynoslevantamosalunísono.
LaHabilidadenPractica
Losforjadosparecíanserincapacesdesentiremociónalguna.Noeranmalvados,nosesolazabanen su crueldad ni en sus crímenes. Cuando perdían la facultad de sentir algo por sus congénereshumanos,oporcualquierotracriaturadelmundo,perdíanasimismosucapacidadparaformarpartedelasociedad.Unapersonaindiferente,crueloinsensibleconservaaúnlasensateznecesariaparasaberquenosiemprepuedeexpresarcuanpocoleimportanlosdemás,yasísiguesiendoaceptadoenelsenodesufamiliaosualdea.Losforjadoshabíanperdidolacapacidaddedisociarloquesentíanporsuscongéneres.Susemocionesnoselimitabanainterrumpirse;seperdían.Lasperdíanhastatalpunto que ni siquiera podían predecir el comportamiento de otras personas sobre la base de lasreaccionesemocionales.
Se podría considerar que la persona hábil se encuentra al otro extremo de este espectro. Estapersona puede extender su sensibilidad y saber lo que piensan y sienten los demás a pesar de ladistancia.Puede,sisuHabilidadesfuerte,imponersuspensamientosysensacionesalosdemás.Esteaccesoaumentadoalasemocionesypensamientosdelosdemásleproporcionaunexcedentedeloquecarecenporenterolosforjados.
ElReyalaEsperaVerazdecíaquelosforjadoseraninmunesasuHabilidad.Estoes,queélnopodía sentir lo que sentían ellos ni desvelar sus pensamientos. Sin embargo, esto no significa quefuesen insensibles a laHabilidad. ¿Podría ser laHabilidad deVeraz lo que los atraía a Torre delAlce?¿Acasosussondeosdespertabanenellosunapetito,unposiblerecordatoriodeloquehabíanperdido? Sumotivación debía de ser intensa para viajar siempre hacia Torre del Alce demacradoscomoestaban,sinimportarleselfríonilasinundaciones.YcuandoVerazabandonóelcastilloenposdesumisión,lamigracióndeforjadoshaciaTorredelAlcepareciódisminuir.
—ChadeEstrellafugaz
LlegamosalapuertadelreyArtimañasyllamamos.Nosabrióelbufón.HabíatomadobuenanotadequeWallacesecontabaentrelosasistentesalbanqueteyhabíadecididoquedarsecuandosemarchóelmonarca.
—Déjamepasar—dijeenvozbajamientraselbufónmefulminabaconlamirada.—No—senegóenredondo.
Empezóacerrarlapuerta.ApoyéelhombroyBurrichmeayudóaempujar.Seríalaprimerayúnicavezqueempleabalafuerza
contraelbufón.Nodisfrutédemostrandoquemipoderíofísicoerasuperioralsuyo.Laexpresióndesumiradacuandoloobliguéaapartarsefuealgoquenadiedeberíaverjamásenelrostrodeunamigo.
Elreyestabasentadodelantedesuchimenea,musitandoadormilado.LaReinaalaEsperasesentabadesolada a su lado, mientras Romero dormitaba a sus pies. Kettricken se levantó para mirarnossorprendida.
—¿TraspiéHidalgo?—preguntóconvozqueda.Corríasulado.—Tengomucho que explicaros ymuy poco tiempo para hacerlo. Lo que necesito hacer tengo que
hacerloahora,estanoche.—Medetuve,intentandodecidircuáleralamejormaneradeexplicárselo—.¿RecordáiscuandoosprometisteisaVeraz?
—¡Claroquesí!Memirócomosimehubieravueltoloco.—EntoncessevaliódeAugusto,unmiembrodelacamarilla,parapresentarseenvuestramente,para
mostrarossucorazón.¿Osacordáisdeeso?Sesonrojó.—Claroquemeacuerdo.Peronocreoquenadiemássupieraexactamenteloqueocurrió.—Pocaspersonas sepercataron.—MiréamialrededorydescubríaBurrichyalbufónsiguiendo
nuestraconversaciónconojosdesorbitados—.VerazoshabilitópormediacióndeAugusto.EsfuerteenlaHabilidad.Vos lo sabéis, sabéis cómoprotege nuestras costas con ella.Es unamagia ancestral, untalentodellinajedelosVatídico.Verazloheredódesupadre.Yyoheheredadounafraccióndelmío.
—¿Porquémecuentastodoesto?—Porqueno creoqueVeraz estémuerto.El reyArtimañas solía ser fuerte en laHabilidad, o eso
tengoentendido.Ahorano.Suenfermedadselahaarrebatado,comotantasotrascosas.Perosipodemospersuadirloparaquelointente,siloconvencemosparaquehagaelesfuerzo,podréofrecerlemifuerzaparasustentarlo.PodríaencontraraVeraz.
—Lomatará.—Elbufónpronunciósuamenazasinalterarse—.HeoídoloquesecobralaHabilidadenunapersona.Mireyyanopuedepagareseprecio.
—Noesnecesario.SiencontramosaVeraz,éstecortará laconexiónantesdeherirasupadre.Noseríalaprimeravezquesecontieneparanoabsorbertodasmisfuerzas,paranohacermedaño.
—Hastaunpayasopuedeverelfallodeturazonamiento.—Elbufóntiródelospuñosdesuelegantecamisanueva—.SiencuentrasaVeraz,¿cómosabremosqueesverdadynounapantomima?
Abrílabocaparaprotestarenfadado,peroelbufónlevantóunamanoparainterrumpirme.—Claro que sí, querido, queridísimo Traspié, todos nosotros te creeríamos porque eres nuestro
amigo y sólo piensas en nuestro bien. Pero podría haber quienes estuvieran dispuestos a dudar de tupalabra, o a acusarte de egoísmo. —Su sarcasmo me quemó como el ácido, pero conseguí guardarsilencio—.YsinoencuentrasaVeraz,¿quénosqueda?Unreyexhaustoylisiadoquedarálarazónalosquelotienenporunviejoincapaz.Unareinaafligidaquedeberápreguntarse,porsinotuvierayapocosproblemas,sinoestállorandoaunhombrequetodavíanohamuerto.Éseeselpeorlutoqueexiste.No.Noconseguiremosnada,aunquetengaséxito,porquenuestrafeentinoseríasuficienteparadetenerlas
ruedasqueyasehanpuestoenmarcha.Ytenemosmuchoqueperdersifracasas.Demasiado.Teníalosojosclavadosenmí.HabíadudaaúnenlososcurosojosdeBurrich,comosidudaradelo
acertado de lo queme había instado a hacer. Kettricken estaba paralizada, intentando no abalanzarsesobreelraídohuesodeesperanzaque lehabía tiradoa lospies.Deseéhaberaguardadoaconsultarloantes con Chade. Sospechaba que no volvería a tener otra oportunidad después de esa noche; esaspersonasreunidasenunamismasala,WallacefuerademicaminoyRegioocupadoenelsalón.Tendríaqueserahoraonunca.
Miréalúnicoquenomeobservaba.ElreyArtimañascontemplabaociosolossaltosdelasllamasenlachimenea.
—Siguesiendoelrey—musité—.Preguntémosleyqueseaélquiendecida.—¡Noesjusto!¡Noesélmismo!—Elbufónseinterpusoentrenosotros.Depuntillasparaintentar
mirarmealosojos—.Cuandosetomaesashierbassevuelvetandócilcomouncaballodetiro.Pídelequesecorteelcuelloyesperaráaqueletraigasuncuchillo.
—No.—Lavoz temblaba.Habíaperdido su timbrey su resonancia—.No,bufón,nohecaído tanbajo.
Aguardamos, sin aliento, pero el rey Artimañas no dijo nada más. Por fin crucé lentamente laestancia.Meacuclilléasuladoeintentéquesusojossecruzaranconlosmíos.
—¿ReyArtimañas?Memiró,apartólamirada,volvióamirarmecondesconfianza.Sefijóenmífinalmente.—¿Habéisoídoloquehedicho?Alteza,¿creéisqueVerazestámuerto?Entreabrióloslabios.Sulenguaasomabagrisáceaentreellos.Inhalóunalargabocanada.—RegiomecontóqueVerazhamuerto.Recibiólanoticia...—¿Dequién?—preguntésuavemente.Meneólacabezadespacio.—Unmensajero...creo.Megiréhacialosdemás.—Tendríaquehaberlo traídounmensajero.De lasmontañas, puesVerazdebede estar allí ahora.
CasihabíallegadoalasmontañascuandoregresóBurrich.NocreoqueunmensajeropudierarecorrertodoelcaminodesdelasmontañasyluegoirsesinesperaradarlanoticiapersonalmenteaKettricken.
—Podríatratarsedeunrelevo—dijoBurricharegañadientes—.Esunviajeagotadorparaunsolojineteysucaballo.Elmensajerotendríaquecambiardemontura.Opasarelmensajeaotrojinete,queseguiríasucaminoalomosdeuncaballoderefresco.Estoúltimoeslomásprobable.
—Esposible.Pero¿cuántotardaríamosenrecibirunmensajeasídesdelasmontañas?SéqueVerazestabavivoeldíaquesalióOsornodeaquí,porquefueentoncescuandoelreyArtimañasmeusóparahablarconél.Esanoche,cuandoestuveapuntodecaerdesfallecidosobreestemismofuego.Esofueloqueocurrió,bufón.—Hiceunapausa—.CreoquelosentíconmigodurantelabatalladeBahíaPulcritud.
ViqueBurrichcontabalosdíasmentalmente.Seencogiódehombrosdemalagana.—Siguesiendoposible.SiVerazmurióesedíayelmensajepartieradeinmediato,ylosjinetesylos
caballosfueranbuenos...Seríacomplicado,peropodríaser.—Nolocreo.—Mevolvíhaciaelrestoeintentécontagiarlesmisesperanzas—.NocreoqueVeraz
hayamuerto.—FijélamiradadenuevoenelreyArtimañas—.¿Yvos?¿Creéisquevuestrohijopodría
habermuertosinquevossintieraisnada?—Hidalgo...sefueasí.Comounsusurroqueseapaga.«Padre»,decía,creo.«Padre.»Elsilencioseadueñódelahabitación.Sentadosobrelostalones,aguardéaquemireytomarauna
decisión. Su mano se levantó despacio, como si estuviera dotada de vida propia. Cruzó el pequeñoespaciohastamíyseapoyóenmihombro.Porunmomento,esofuetodo.Sóloelpesodelamanodemireysobremihombro.ElreyArtimañasserevolvióligeramenteensusilla.Cogióaireporlanariz.
Cerré los ojos y nos zambullimos de nuevo en el río negro. Una vez más me enfrenté al jovendesesperadoqueestabaatrapadoenelcuerpomoribundodelreyArtimañas.Rodamosjuntosamerceddelaferozcorrientedelmundo.
—Ahínohaynadie.Aquísóloestamosnosotros.Suvozrezumabasoledad.Yonopodíasentirnada.Allínoteníacuerponilengua.Estabadebajodeélenmediodelestrepitoso
caudal.Apenassipodíapensar,muchomenosrecordarlaspocasleccionesdeHabilidadqueconservabadelaseverainstruccióndeGaleno.Eracomointentarrecitarundiscursomemorizadoconunamordaza.Mediporvencido.Renunciéatodo.Entonces,dealgunaparte,comounaplumaflotandoenlabrisaounamotadepolvodanzandoenunrayodesol,escuchélavozdeVeraz:«Abrirseconsistesimplementeennocerrarse».
Elmundoenteroeraunlugarsinespacio,todoestabadentrodetodo.Nopronunciésunombreenvozaltanipenséensucara.Verazestabaallí,siemprehabíaestadoallí,yreunirseconélnosuponíaningúnesfuerzo.¡Estásvivo!
Naturalmente.Perotúnovivirásmuchotiemposicontinúasvertiéndotedeestemodo.Estásvolcandotodoloquetienesdegolpe.Regulatufuerza.Sépreciso.Meestabilizó,medevolvióamiseryboqueóalreconocerme.
¡Padre!Verazmeempujóconfuerza.¡Atrás!Suéltalo,notienefuerzasparaesto.¡Vasadejarloseco,idiota!
¡Suéltalo!Eracomoser repelido, peromás violento.Cuando volví enmí y abrí los ojos, estaba tendido de
costadodelantedelachimenea.Micaraestabapeligrosamentecercadelfuego.Rodé,gruñendo,yvialrey. Sus labios aleteaban con cadamovimiento de sus pulmones y su pielmostraba un tono azulado.Burrich,Kettrickenyelbufónformabanuncorroimpotenteasualrededor.
—¡Haced...algo!—jadeé.—¿Qué?—preguntóelbufón,creyendoqueyoconocíalarespuesta.Rebusquéenmimenteydiconelúnicoremedioquerecordaba.—Cortezafeérica—grajeé.Losbordesdelahabitaciónseoscurecían.Cerrélosojosylossentícorreteandoasustados.Pocoa
pococomprendíloquehabíahecho.Habíahabilitado.Habíaempleadolasfuerzasdelreyparaconseguirlo.«Serás la perdición de los reyes», me había dicho el bufón. ¿Profecía o pobre artimaña? Pobre
Artimañas.Laslágrimasafloraronamisojos.Olía a té de corteza feérica. Pura corteza feérica, fuerte, sin jengibre ni menta para disimularla.
Entreabrílosojosconesfuerzo.
—¡Estáardiendo!—siseóelbufón.—Enlacucharaseenfríaenseguida—insistióBurrich,yvertióunpocoenlabocadelrey.No le vi tragar. Con la práctica de tantos años en los establos, Burrich tiró con suavidad de la
barbilla del rey y luego le acarició la garganta. Forzó otra cucharadita entre sus labios flácidos. Noparecíaquesurtieramuchoefecto.
Kettricken sepusoencuclillas ami lado.Meapoyó la cabezaen su rodillaymeacercóuna tazacaliente a la boca. Sorbí, quemaba, me daba igual, tragué aire con el líquido, haciendo ruido. Bebí,amargaba,meatraganté.Laoscuridadremitió.Regresólataza,volvíasorber.Estabatanfuertequecasisemequedadormidalalengua.MiréaKettricken,encontrésusojos.Conseguíasentirdébilmente.
—¿Estávivo?—musitó.—Sí.Eratodocuantopodíadecir.—¡Estávivo!Logritóparatodos,entusiasmada.—¡Padre!—exclamóRegio.Estaba apoyado en la puerta, con el rostro morado de rabia y de vino. Detrás de él atisbé a su
guardia, y a la pequeña Romero espiando detrás de la esquina, con los ojos como platos. ConsiguiócolarseentreloshombresparallegarcorriendohastaKettrickenyagarrarseasusfaldas.Laescenaseparalizóporuninstante.
LuegoRegio irrumpióen laestanciavociferando,exigiendo, interrogando,perosindarocasiónderesponderanadie.SiKettrickennosehubieraquedadoagazapadaami lado, juroque losguardiasdeRegiomehabríanprendidodenuevo.Sobremí,ensusilla,elrostrodelreyhabíarecuperadoalgodecolor.Burrichacercóotracucharadadetéasuslabiosymealivióvercómobebía.
ARegiono.—¿Quéleestásdando?¡Detente!¡Notoleraréqueunmozodecuadraenveneneamipadre!—Elreyhasufridounarecaída,mipríncipe—dijoderepenteelbufón.Suvozhendióelcaosenel
cuarto,practicandounagujerodesilencio—.Eltédecortezafeéricaesunvulgarreconstituyente.SeguroquehastaWallacehaoídohablardeél.
Elpríncipeestababorracho.Nosabíasiaquelloeraunaburlaounintentodereconciliación.Lanzóunamiradaasesinaalbufón,quelaencajóconunacándidasonrisa.
—Oh—lodijoconungruñido,reticenteaqueserierandeél—.Bueno,vale,entonces,¿yése?Meseñalóconunademánfurioso.—Borracho.—Kettrickense incorporó,dejandoquemicabezaseestrellaracontraelsueloconun
golpazo convincente. Unos destellos de luz surcaronmi visión. En su voz sólo había repugnancia—.Maestre caballerizo. Sacadlo de aquí. Tendrías que haberlo detenido antes de que se pusiera así. Lapróximavez,procuradhacerusodevuestrobuenjuiciocuandoaélnolequedeninguno.
—Nuestromaestrecaballerizotambiénescélebreporsuaficiónalabebida,mireina.Sospechoqueestohasidocosadedos—rezongóRegio.
—LanoticiadeVerazlohaimpactadoprofundamente—dijosencillamenteBurrich.Siemprefielasímismo,ofrecíaunaexplicación,quenounadisculpa.Meagarróporlapecheradela
camisaymelevantódelsuelo.Sinnecesidaddeactuar,mebalanceésobremispieshastaquemesujetó
conmásfirmeza.Videpasadaqueelbufónseapresurabaadarotracucharadadecortezafeéricaalrey,ahurtadillas.Recéparaquenadielointerrumpiera.MientrasBurrichmesacabaarastrasdelaestancia,oíque la reinaKettricken regañabaaRegioporhaberdejado solos a sus invitadosy leprometíaque elbufónyellaseencargaríandeacostaralrey.MientrassubíamoslasescalerasoícómobajabanRegioysuguardia.Seguíamascullandoyrezongandoairadamente,arguyendoqueélnoeraningúnestúpido,quesabía reconocer un complot cuando lo veía. Me preocupaba, aunque estaba casi seguro de que nosospechabaloquehabíaocurridoenrealidad.
Cuandollegamosamipuertamesentíalobastantebiencomoparaabrirlascerraduras.Burrichmesiguióadentro.
—Situvieraunperroqueenfermaratanamenudocomotú,losacrificaría—observóconhumor—.¿Necesitasmáscortezafeérica?
—Nomevendríamal.Peroendosismásbajas.¿Notienesnadadejengibre,mentaoescaramujo?Me lanzó una mirada. Me senté en mi silla mientras él removía los patéticos rescoldos de mi
chimeneahastareavivarsufulgor.Avivóelfuego,vertióaguaenlateteraylapusoacalentar.Encontróunacazuelaymetióloscoposdecortezafeérica,antesdebuscarunatazaylimpiarladepolvo.Colocótodoslosenseresymiróasualrededor.Ensurostrohabíaalgoparecidoaldisgusto.
—¿Porquévivesasí?—preguntó.—¿Asícómo?—En una habitación tan pelada, sin preocuparte de las cosas. He visto tiendas de campaña más
acogedorasqueestahabitación.Escomosinuncaesperaraspasarmásdeunaodosnochesseguidas.Meencogídehombros.—Nomeheparadoapensarenello.Guardamossilenciouninstante.—Puesdeberías—dijoentredientes—.Ytambiéndeberíaspararteapensarentodaslasvecesque
estásheridooenfermo.—Eso,loquehaocurridoestanoche,erainevitable.—Sabíasloqueteibaapasar,peroseguisteadelantedetodosmodos—señaló.—Teníaquehacerlo.Vicómoañadíaellíquidohumeantealacortezafeéricadelacazuela.—¿Deveras?Meparecióqueelbufónteníarazonesbastanteconvincentesparaquenolohicieras.
Peroestabasempeñado.Losdosloestabais,elreyArtimañasytú.—¿Y?—SéalgosobrelaHabilidad—musitóBurrich—.FuiHombredelReyparaHidalgo.Noamenudo,
ynomedejabatanmalcomoestástúahora,salvounpardeveces.Perohesentidosuemoción,su...—Buscó lapalabraadecuada, suspiró—.Su terminación.Launidadconelmundo.Hidalgomehablódeellaunavez.Puedesvolverteadicto,medijo.Puedesllegaralextremodebuscarcualquierexcusaparahabilitaryacabarabsorbidoporella.—Alcabo,añadió—:Enciertomodo,noestandiferentedelfragordelabatalla.Lasensacióndemoverteajenoalpasodeltiempo,deserunafuerzamáspoderosaquelavidamisma.
—Dadoquenopuedohabilitarsolo,yodiríaquenocorroesepeligro.—Teofrecesmuyamenudoaquienessípueden—merecriminóconvozseca—.Tanamenudocomo
te enfrascas en situacionespeligrosasqueofrecenelmismo tipodeemociones.Encombate, entras enfrenesí.¿Teocurrelomismocuandohabilitas?
Nuncahabíaconsideradoesaposibilidad.Algoparecidoalmiedosecerniósobremí.Loapartéaunlado.
—SerelHombredelReyesmideber.Además,¿lodeestanochenofueideatuya?—Sí. Pero habría dejado que las palabras del bufón nos disuadieran. Estabas obcecado. Te daba
absolutamenteigualloquetepudierapasar.Creoquedeberíasempezaracuidarte.—Séloquemehago.HabléconmásbrusquedaddeloquepretendíayBurrichnoreplicó.Sirvióeltéquehabíapreparado
yme loofreció conuna expresiónquedecía«¿ves a loqueme refiero?».Acepté la tazaymequedémirandolasllamas.Sesentóenmiarcón.
—Verazestávivo—dijeenvozbaja.—Eso leoídecir a la reina.Nuncapenséqueestuvieramuerto.—Loaceptabaconcalma.Con la
mismacalmaqueañadió—:Peronotenemosningunaprueba.—¿Quéprueba?Hehabladoconél.Elreyhahabladoconél.¿Nobastaconeso?—Paramíesmásquesuficiente.Peroparamuchasotraspersonas,enfin...—Cuandoelreyserecupere,merespaldará.Verazestávivo.—DudoqueesoimpidaaRegioproclamarsenuevoReyalaEspera.Laceremoniaestáprogramada
paralapróximasemana.Creoquelahubieracelebradoestamismanoche,denoserporquetienenqueasistirencalidaddetestigostodoslosduques.
Sería la corteza feérica queme dejaba exhausto, o quizá simplemente el vertiginoso ritmo de losacontecimientos,perodeprontolasparedesdelcuartoseabalanzaronsobremí.Mesentíacomosimehubieralanzadodelantedeunacarretaparadetenerlayéstamehubieraarrollado.Elbufónteníarazón.Esa noche no había conseguido nada, salvo tranquilizar aKettricken. Se apoderó demí una repentinaoleadadedesolación.Posémi tazavacía.El reinode losSeisDucadossedesmoronaba.MiReya laEspera,Veraz,regresaríaparaencontrarseconunacaricaturadeloquehabíadejadoatrás:unpaíshechopedazos,unacostaarrasada,uncastillosaqueadoyvacío.AlomejorsihubieracreídoenlosVetulus,podríahaberencontradoalgunamaneradecreerquetodosaldríabien.Ahoraloúnicoqueveíaeramifracaso.
Burrichmemirabaconexpresiónextraña.—Acuéstate—sugirió—. A veces la corteza feérica provoca que el ánimo decaiga. O eso tengo
entendido.Asentí.Paramisadentros,mepreguntésiesoexplicaríalafrecuenteirascibilidaddeVeraz.—Procura descansar en condiciones. Por la mañana verás las cosas de otro color. —Soltó una
risotada y ensayó una sonrisa lobuna—.Aunque también es posible que las cosas sigan igual. Por lomenoseldescansotedaráfuerzasparaenfrentarteaellas.—Secallóysepusoserio—.Mollyhavenidoantesamicuarto.
—¿Estábien?—quisesaber.—Me trajo unas velas que sabía que yononecesitaba—continuóBurrich, como si yo nohubiera
dichonada—.Casicomosibuscaraunpretextoparahablarconmigo...—¿Quétedijo?
Melevantédemisilla.—Nomucho.Siempreesmuyeducadaconmigo.Yyosoymuyfrancoconella.Ledijequelaechas
demenos.—¿Yquédijoella?—Nada.—Sonrió—.Peroseponemuyguapacuandoseruboriza.—Suspiró,serioderepente—.Y,
con la misma franqueza, le pregunté si alguien había vuelto a atemorizarla. Enderezó los hombros yapretó los dientes como si yo quisiera meterle algo a la fuerza en la boca. Dijo que agradecía mipreocupación, como siempre, pero que sabía cuidarse sola.—En vozmás baja, preguntó—: ¿Pediráayudasilanecesita?
—No lo sé—confesé—.No le falta coraje.Sabepelear,hacer frente a las cosas.Yo, encambio,actúoahurtadillaseintentodesbaratarlascuandonomevenadie.Avecesconsiguequemesientacomouncobarde.
Burrichseirguióyseestiróhastaquelecrujieronloshombros.—Noeresningúncobarde,Traspié.Deesopuedodarfe.Quizáseatansóloquesabesmejorqueella
cuándotieneslasprobabilidadesentucontra.Ojalápudierapedirtequenotepreocupesporella.Peronopuedo.Lavigilarétodoloquepueda.Todoloqueellamedeje.—Melanzóunamiradadesoslayo—.Manosmehapreguntadohoyquiénesesaricuraquemevisitatanamenudo.
—¿Ytúquélehasdicho?—Nada.Meloquedémirando.Conocíaesamirada.Manosnohabríahechomáspreguntas.Burrich se fue y me quedé despatarrado en la cama, intentando dormir. No podía. Me obligué a
permanecermuyquieto,razonandoquealmenosmicuerpodeberíadescansaryaquemimenteinsistíaenseguirmaquinando.Lospensamientosdeunhombremásdignohabríangiradoexclusivamenteentornoala saludde su rey.Me temoqueunagenerosaporciónde losmíos eraparaMolly, sola en su cuarto.Cuandonopudesoportarlomástiempo,melevantéydeambuléporelcastillocomounfantasma.
Todavía se escuchaban los estertores de la fiesta, procedentes del Gran Salón. El pasillo estabavacío.Medirigíhacialasescalerasahurtadillas.Medijequetendríamucho,muchocuidado,quesóloibaallamarasupuerta,talvezentrarunmomentoparaversiestababien,nadamás.Sóloeso.Unavisitamuybreve...
Tesiguen.LacautelaqueinspirabaBurrichenOjosdeNocheconvertíasuvozenunsusurroapenasaudibledentrodemicabeza.
Nomedetuve.Esohabríaindicadoamiperseguidorquesospechabaalgo.Encambiomerasquéelhombroyaprovechélaexcusapara torcer lacabezaymirardereojoporencimadelhombro.Novianadie.
Huele.Lohice,unainspiraciónbreveseguidadeotramásprofunda.Unaesenciacrudaenelaire.Sudory
ajo.Sondeéconcuidadoysemehelólasangreenlasvenas.Allí,alfinaldelpasillo,ocultoenelvanode una puerta.Will.El esbelto ymorenoWill, con los ojos siempre entrecerrados.Elmiembro de lacamarilla que había regresado deOsorno. Toqué conmucha suavidad el campo deHabilidad que loocultabaamisojos,elruegosutildequenorepararaenél,unadiscretavaharadadeautoconfianzaparaempujarmeahacer loquefuesequemeproponíahacer.Muyingenioso.Untoquemásartístico,mucho
másdelicadoqueeldeJustinoSerena.Unhombremuchomáspeligroso.Lleguéalrellanodelaescaleraycogíunasvelasdelsurtidoqueseguardabaallí,paraluegoregresar
amicuartocomosiaquéllahubierasidomiintencióndesdeelprincipio.Cuandocerrélapuertaamiespaldateníalabocaseca.Exhaléunalientoentrecortado.Meobliguéa
examinarlasbarrerasqueprotegíanmimente.Nohabíaentradoenmí,esoeraevidente.Demodoquenoestabaescarbandoenmispensamientos,sinosimplementeimponiéndomelossuyosparaqueleresultaramás fácil espiarme. De no ser porOjos deNoche, me habría seguido hasta la puerta deMolly.MeobliguéatumbarmeenlacamadenuevoparaintentarrecordartodasmisaccionesdesdeelregresodeWillaTorredelAlce.LohabíadescartadocomoenemigoporelsimplehechodequenodesprendíaelodiohaciamíqueradiabanSerenayJustin.Siemprehabíasidounmuchachocalladoydiscreto.Habíacrecidoparaconvertirseenunhombreigualdeanodinoalquenadieprestabaatención.
Mehabíaportadocomounestúpido.Creoquenotehaseguidoantes.Peronopuedoestarseguro.OjosdeNoche,hermano.¿Cómopuedodartelasgracias?Mantenteconvida.Ytráemeunpocodetartadejengibre.Cuentaconeso,prometífervientemente.ElfuegodeBurrichsehabíaconsumidocasiporcompletoyyoseguíasinconciliarelsueñocuando
sentí la racha de aire procedente de los aposentos de Chade. Fue un alivio levantarse y acudir a suencuentro.
Loencontréesperándomecon impaciencia,paseándosepor supequeñaestancia.Saltó sobremíencuantosalídelhuecodelaescalera.
—Un asesino es una herramienta —me informó con un siseo—. No sé por qué, pero nunca heconseguidoquetemetasesoenlacabeza.Somosherramientas.Nohacemosnadaporvoluntadpropia.
Mequedéparalizado,conmocionadoporlarabiaquedestilabasuvoz.—¡Perosinohematadoanadie!—protestéindignado.—¡Chitón!Hablabajo.Yoentulugarnoestaríatansegurodeeso—repuso—.¿Cuántasveceshabré
hecho mi trabajo sin clavar el cuchillo con mi mano, simplemente dando a otra persona motivos yoportunidadessuficientesparaclavarlopormí?
Nodijenada.Memiróysuspiró,liberándosedelairayelímpetu.Envozbaja,continuó:—Aveces,lomejorquepuedeshaceresconformarteconsalvarlasituación.Avecestenemosque
resignarnos.Nosotrosnoponemoslasruedasenmarcha,muchacho.Loquehashechoestanochefueunaimprudencia.
—EsodicenBurrichyelbufón.NocreoqueKettrickenopinelomismo.—Kettrickenysuhijopodríanhabervividoconsudolor. Igualqueel reyArtimañas.Mira loque
eran.Unaextranjera,viudadeundifuntoReyalaEspera,madredeunbebéquenisiquieraesvisibletodavíayqueseráincapazdeostentarpoderalgunodurantemuchosaños.RegiopensabaqueArtimañaseraunviejosenileinútil,unsimpletítereinofensivo.Regionoteníamotivosparalibrarsedeellos.Oh,estoydeacuerdoenquelaposicióndeKettrickennoeratanhalagüeñacomocabríadesear,perotampocoestabaenfrentadadirectamenteaRegio.Ahorasí.
—Nolehadicholoquehemosdescubierto—dijedemalagana.
—No hace falta. Se le notará en su porte y en su voluntad para resistirse a él. La había dejadoreducidaaunaviuda.TúlahasdevueltoasupapeldeReinaalaEspera.PeroelquemásmepreocupaesArtimañas.Artimañaseselquetienelaclave,elquepuedelevantarseydecir,aunqueseaensusurros:«Veraztodavíaestávivo,RegionotienederechoaserReyalaEspera».ÉlesalquetemeRegio.
—Hevisto aArtimañas,Chade.Lohevistodeverdad.Nocreoquedelate loque sabe.Bajo esecuerpo decrépito, bajo las drogas que lo entontecen y el dolor salvaje, sigue siendo un hombre conrecursos.
—Esposible.Peroestáenterradoamuchaprofundidad.Lasdrogas,yeldolortodavíamás,impulsanalhombremássagazacometerestupideces.Unhombreheridodemuertemontarásucaballoparadirigirunaúltimacarga.Eldolorteempujaaasumirriesgos,seexpresadeextrañasmaneras.
Loquedecíaeracomprensible.—¿NopuedesaconsejarlequenoledigaaRegioquesabequeVerazsigueconvida?—Podría intentarlo, a lo mejor. Si ese condenado Wallace no estuviera siempre en medio. Al
principionoeratandifícil;alprincipioeraútilydócil,fácildemanipularadistancia.Nuncasupoqueerayoquienestabadetrásdelashierbasquelevendíanlosbuhoneros;nuncasospechósiquierademiexistencia.Peroahorasepegaalreycomounalapaynisiquieraelbufónconsiguealejarlopormuchotiempo.RaravezpuedopasarmásdeunosminutosseguidosconArtimañas.Ytengosuertesimihermanoestálúcidolamitaddeellos.
Habíaalgoensuvoz.Agachélacabeza,avergonzado.—Losiento—musité—.Avecessemeolvidaqueparatiesalgomásqueturey.—Bueno.Nunca estuvimos tan unidos, en ese sentido. Pero somos dos viejos que han envejecido
juntos.Aveceséseeselmayordeloshermanamientos.Losdoshemostenidotuedad.Podemoscharlar,conversar,compartirrecuerdosdeunaépocaqueyanoexiste.Atitepuedocontarcómoera,peronoeslomismo.Escomosi fuéramosdosextranjerosatrapadosenunpaísalquenosha llevadoeldestino,incapacesderegresaralnuestro,teniéndonossóloelunoalotroparaconfirmarlarealidaddellugarenelquevivimosunavez.Asíeraantes,almenos.
PenséendosniñoscorreteandoporlasplayasdeTorredelAlce,arrancandoconchasdelasrocasycomiéndoselascrudas.Mollyyyo.
Eraposibleañorarunaépocayextrañaralaúnicapersonaapartedetiqueeracapazderecordarla.Asentí.
—Ah.Enfin.Estanochetenemosquepensarencómosalvarlasituación.Bueno.Escucha.Tienesquedarme tu palabra. No harás nada que pueda tener graves consecuencias sin consultármelo antes. ¿Deacuerdo?
Agachélacabeza.—Megustaríadecirque sí.Estoydispuesto a aceptarlo.Peroúltimamentehastamis accionesmás
insignificantesparecen tenergravesconsecuencias,comolosguijarrosquegeneranunaavalancha.Losacontecimientosseacumulanhastaelpuntoenquedebo tomarunadecisiónderepente,sinocasióndeconsultaranadie.Poresonopuedoprometerlo.Peroprometoquelointentaré.¿Serásuficiente?
—Supongoquesí.Catalizador—masculló.—Esoesloquemellamaelbufón—protesté.
Chadeseinterrumpiódepronto,apuntodedeciralgo.—¿Enserio?—preguntóconinterés.—Mesueltaesapalabrasiemprequepuede.—MeacerquéalachimeneadeChadeymesentéfrente
alfuego.Elcaloreraagradable—.Burrichdicequeunadosiselevadadecortezafeéricapuedeprovocardecaimiento.
—¿Tesientesalicaído?—Sí. Pero también podría ser por culpa de las circunstancias. Aunque Veraz parecía sentirse
deprimidoamenudoy la tomabaconfrecuencia.Claroque tambiénenesecasosepodríadebera lascircunstancias.
—Quizánuncalosepamos.—Estanochetieneslalenguamuysuelta.Mellamascosas,teinventasmotivos.—Todo es jolgorio y alegría en elGranSalón esta noche.Regio está seguro de haber logrado su
objetivo.Todossusguardiassehanrelajadoysusespíassehantomadolanochelibre.—Meobservóconamargura—.Estoysegurodequeestotardarámuchotiempoenrepetirse.
—¿Creesquepuedenescucharloquedigamosaquí?—Loslugaresdesdelosqueescuchoyespíopodríanutilizarseparaescucharmeyespiarme.Siempre
cabeesaposibilidad.Peronadiellegaamiedadcorriendoriesgos.Unantiguorecuerdocobrósentidoderepente.—UnavezmedijistequeestabasciegoenelJardíndelaReina.—Exacto.—Poresonosabías...—Nosabía loqueestabahaciendoGalenocontigoenelmomentodehacerlo.Meenterabade los
rumores,ensumayoríapocofiablesysiempreposterioresaloshechos.Perolanochequetedioaquellapalizaytedejóparaquemurieras...No.—Memiróconexpresiónextraña—.¿Creíasquepodríasaberalgoasíyquedarmedebrazoscruzados?
—Habíasprometidonoinmiscuirteenmiinstrucción—dijesecamente.Chadecogiósusillaysereclinóconunsuspiro.—Creoquenuncapodrásconfiarplenamenteennadie.Nicreerquealguiensepreocupaporti.Elsilencioseapoderódemí.Noconocíalarespuesta.PrimeroBurrichyahoraChade,obligándome
aexaminarmeamímismodesdeunaperspectivaincómoda.—Ah, en fin —intervino Chade para atajar el silencio—. Lo que te estaba diciendo. Salvar la
situación.—¿Quéquieresquehaga?Soltóelaireporlanariz.—Nada.—Pero...—Absolutamente nada. Recuerda esto en todo momento. El Rey a la Espera Veraz está muerto.
Compórtate como si lo creyeras. Cree que Regio tiene derecho a reclamar su lugar, cree que tienederechoahacer todoloquehaga.Síguele lacorrientedemomento,no ledesmotivopara temernada.Tenemosquehacerlecreerquesehasalidoconlasuya.
Penséporuninstante.Melevantéydesenvainémicuchillo.
—¿Quéestáshaciendo?—quisosaberChade.—LoqueesperaríaRegioquehicierasiyocreyeserealmentequeVerazestámuerto.Metanteélanucahastaencontrarlacintadecueroquesujetabamicoletadeguerrero.—Tengotijeras—señalóChade,enfurruñado.Fueabuscarlasysepusodetrásdemí—.¿Cuánto?Consideré.—Todoloquepuedas,comosilamentaralamuertedeunreycoronado.—¿Estásseguro?—EsloqueesperaríaRegiodemí.—Supongoqueesoesverdad.Deuntijeretazo,Chademecortóelpeloalaalturadelnudo.Fueunasensaciónextrañacuandocayó
haciadelante,corto,nisiquierahastalamandíbula.Comosifueseunpajedenuevo.Mepalpélacabezamientraslepreguntaba:
—¿Túquévasahacer?—Intentaré buscar un lugar seguro para Kettricken y el rey. Debo prepararlo todo para su huida.
Cuandosevayan,deberándesaparecercomosombrasalsalirelsol.—¿Seguroqueesoesnecesario?—¿Quéotraopcióntenemos?Ahorasólosonrehenes.LosducadosterralessehanrendidoaRegioy
los costeros han perdido la fe en el rey Artimañas. Kettricken ha conseguido aliados entre ellos, noobstante.Debotirardeloshilosqueellahatendidoyverquépuedoconseguir.PorlomenosestaránenunlugardondesuseguridadnopuedablandirsecontraVerazcuandovuelvaparareclamarsucorona.
—Siesquevuelve—dijeabatido.—Volverá.LosVetulusestaránasulado.—Chadememiróconamargura—.Procuracreerenalgo,
muchacho.Hazlopormí.Sindudaalguna,eltiempoquehabíapasadobajolatuteladeGalenoeraelpeorperíododemivida
enTorredelAlce.Pero la semanaque siguió a aquellanoche conChadeocupaunmerecido segundopuesto. Éramos como un hormiguero pisoteado. Daba igual a dónde fuera en el castillo, siempreencontrabaalgoquemerecordabaqueloscimientosdemividasehabíanvenidoabajo.Nadavolveríaaserjamáscomoantes.
Había un enorme flujo de visitantes de los ducados terrales que habían venido para ver cómo seconvertíaRegioenReyalaEspera.Sinuestrosestablosnohubieranestadoyatandiezmados,BurrichyManosnohabrían encontrado alojamientopara todos los caballos.Así las cosas, parecía quehubieraterralesportodaspartes,altosyrubioshombresdeLumbrales,yfornidosgranjerosyganaderosdeHaza.Ofrecíanunbrillantecontrastecon los taciturnossoldadosdeTorredelAlce, trasquiladosenseñaldeluto.Nofueronpocoslosenfrentamientos.ElmalestardelosvecinosdeTorredelAlceseexpresabaenforma de chistes que comparaban la invasión de los terrales con los saqueos de losmarginados. Lasbromassiempreteníanunregustoamargo.
ComocontrapuntoaestaafluenciadepersonasynegociosenlaciudaddeTorredelAlceestabaeldesalojamientodel castillo.Lashabitaciones sedesamueblaban sinmiramientos.Tapicesy alfombras,mueblesyherramientas,objetosdetodotiposalíandeTorredelAlceparacargarseenbarcazasquelostransportabanríoarribahastaelcastillodePuestoVado,siempreparaser«puestosasalvo»o«pensandoenlacomodidaddelmonarca».LaseñoraPremuraestabaalbordedeperderlacabeza,obligadaaalojar
a tantos invitadosmientras salíapor lapuerta lamitaddelmobiliario.Habíadías enqueparecíaqueRegiointentabaquetodoloquenopodíallevarseconsigofuesedevoradoantesdesupartida.
AlmismotiemponoreparabaengastosparaasegurarsedequesucoronacióncomoReyalaEsperaestuviera rodeada de toda la pompa y el boato posible.Me costaba entender para qué se molestabasiquiera. Para mí, al menos, estaba claro que planeaba abandonar a su suerte a cuatro de los SeisDucados.Perocomomeadvirtieraunavezelbufón,noteníasentidomediraRegioconmimismorasero.Noteníamosnadaencomún.InsistirenquelosduquesynoblesdeOsorno,GarrónyTorotevinieranparapresenciar cómo asumía la corona deVeraz quizá constituyera una sutil formade venganza que yo nopodríacomprender.PocoleimportabanlaspenuriasquehubierandepasarparallegaratiempoaTorredelAlcecuandosusorillasestabantanamenazadas.Noeradeextrañarquenosedieranprisaenvenir,niquealllegarsesorprendierananteelsaqueodeTorredelAlce.LosplanesdeRegiodemudarsejuntoalreyyKettrickennohabíanalcanzadolosducadoscosterossalvoenformaderumores.
Peromucho antes de que llegaran los duques de la costa, mientras yo soportaba todavía el caosgeneralizado,elrestodemividaempezóahacersepedazos.SerenayJustincomenzaronaacosarme.Eraconscientedeellos,amenudomeseguíanfísicamente,peronomenosamenudohabilitabanenlafronterade mi conciencia. Eran como aves carroñeras al acecho de cualquier pensamiento aislado que seextraviara lejos de mis defensas, ávidos de cualquier fantasía espontánea o cualquier recuerdodesprotegido. Eso era malo de por sí. Pero ahora los consideraba una mera distracción, un artificiodestinado a impedir quemepercatara del sutil seguimiento deWill.Demodoque erigí defensasmásaltasentornoamimente,asabiendasdequeprobablementeesomeaislabatambiéndeVeraz.Temíaqueésas fueran sus verdaderas intenciones pero nome atrevía a revelarmismiedos a nadie.Vigilabamiespaldaentodomomento,empleandohastaelúltimosentidoquereuníamosentreOjosdeNocheyyo.Mepropusesermásprecavidoymeapliquéalatareadedescubrirquétramabanlosdemásmiembrosdela camarilla. Burl estaba en Puesto Vado, supuestamente para ayudar a acondicionar el castillo paramayorcomodidaddelreyArtimañas.NoteníaniideadedóndeestabaCarrodynohabíanadieaquienpudierapreguntardiscretamente.Loúnicoquepudedescubrirsin lugaradudaseraqueyanoestabaabordodelaConstancia.Demodoquemepreocupaba.Ylapreocupacióncasimevolvió lococuandodejédedetectarlasombradeWill.¿Sabíaquemehabíapercatadodequemeseguía?¿Oeratanbuenoqueconseguíaeludirme?Empecéacomportarmecomosiespiaranhastaelúltimodemismovimientos.
Los caballos y las reses no fue lo único que desapareció de los establos. Burrich me contó unamañanaqueManossehabíaido.Nohabíatenidotiempoparadespedirsedenadie.
—Ayersellevaronlosúltimosanimalesbuenos.Losmejoresdesaparecieronhacetiempo,peroesoscaballos eranbuenosy se los llevanpor tierra aPuestoVado.Dijeron aManosquedebía viajar conellos. Acudió a mí, protestando, pero le aconsejé que obedeciera. Al menos los caballos tendrán aalguienquesepacuidardeellosensunuevohogar.Además,aquíyanotienenadaquehacer.Yanohaycaballerizasdelasquesermaestrecaballerizo.
Lo seguí en silenciomientrashacía laquehabía sidonuestra rondamatutina.En los corrales sóloquedabanavesviejasoenfermas.Elclamordelasperrerashabíaquedadoreducidoaalgunosgañidosyladridos aislados. Los caballos restantes eran los lisiados, los menos prometedores, los que habíandejado atrás sumomentodegloria, los lastimadosque se habían conservado con la esperanzadequeengendraranbuenospotrancos.CuandolleguéalcompartimientovacíodeHollín,elcorazónmedioun
vuelco.Nopodíahablar.Meapoyéensupesebreconlacaraentrelasmanos.Burrichmepusounamanoenelhombro.Cuandovolvíelrostrohaciaél,esbozóunasonrisaextraña.Meneósucabezapelada.
—AyervinieronaporRubíyella.Lesdijequeestabanatontados,quese loshabían llevadoya lasemanapasada.Ysíquedebíandeestaratontados,porqueselocreyeron.Sellevarontusilla,esosí.
—¿Dónde?—conseguípreguntar.—Serámejor que no lo sepas—dijomisteriosamenteBurrich—.Con uno de los dos acusado de
cuatrerotenemosdesobra.Senegóaseguirhablandodeaquello.Lavisita quehice aPaciencia yCordonia unanoche resultó no ser el tranquilo interludio queme
habíaimaginado.Llaméalapuertayseprodujounainusitadapausaantesdequemeabrieran.Encontrélasaladeestarpatasarriba,másdesordenadaquenunca,yaCordoniaintentandorestaurarelordensinentusiasmo.Enelsuelohabíamuchosmásobjetosdelohabitual.
—¿Algúnproyectonuevo?—aventuréenunintentoporaligerarelambiente.Cordoniamemiróconexpresiónmalhumorada.—Vinieronestamañanaparallevarselamesademiseñora.Ymicama.Decíanquehacíanfaltapara
losinvitados.Claro,quiénseextraña,sicasitodolodemássehaidoporelrío.Perodudomuchoquevolvamosaveresosmuebles.
—Bueno,alomejorosestánesperandocuandolleguéisaPuestoVado—sugerítontamente.NomehabíadadocuentadehastadóndeestabanllegandolosabusosdeRegio.SeprodujounlargosilencioantesdequehablaraCordonia.—Puessevanaquedaresperandounbuenrato,TraspiéHidalgo.NosotrasnovamosaPuestoVado.—No.Nosotrassomosdelaspocaspersonasquevanaquedarseaquí,conapenascuatromuebles.ÉstaeraPaciencia,queirrumpióenlahabitaciónenesemomento.Teníalosojosenrojecidosylas
mejillas pálidas, y comprendí de repente que al oírme llamar se había escondido hasta controlar sullanto.
—EntoncesvolveréisaBosqueBlanco—sugerí.Mimentetrabajabaatodaprisa.HabíaasumidoqueRegiopensabatrasladartodalacasaaPuesto
Vado.Ahoramepreguntéquiénmásibaaserabandonadoallí.Puseminombreenlacabezadelalista.AñadílosdeBurrichyChade.¿Elbufón?QuizáfueseéseelmotivodequeúltimamenteparecierabuscarlassimpatíasdeRegio.ParaqueselepermitieraseguiralreyaPuestoVado.
EracuriosoquenisiquieramehubieraparadoaconsiderarqueelreyyKettrickenibanairselejostambién de mi alcance, no sólo del de Chade. Regio había renovado sus órdenes relativas a miconfinamiento a Torre del Alce. No había querido molestar a Kettricken para revocarlas. A fin decuentas,lehabíaprometidoaChadequenoibaacausarproblemas.
—NopuedoregresaraBosqueBlanco.AllígobiernaAugusto,elsobrinodelrey.ElquedirigíalacamarilladeGalenoantesdesuaccidente.Nosienteningunasimpatíapormíynotengoderechoaexigirestarallí.No.Nosquedaremosaquíynosapañaremoslomejorquepodamos.
Intentéencontraralgúnconsueloqueofrecerle.—Yotodavíatengomicama.PuedequedárselaCordonia.LepediréaBurrichquemeayudeatraerla.Cordonianegóconlacabeza.—He apañado un catre y no necesitomás. Deja tu cama en su sitio. A lomejor no se atreven a
quitártela.Siestuvieraaquíabajo,nodudesqueselallevaríanmañanamismo.—¿AlreyArtimañasledaigualloqueestápasando?—mepreguntóladyPaciencia,cariacontecida.—Nolosé.Hacedíasquenodejanquenadiecrucesupuerta.Regiohadichoqueestádemasiado
enfermopararecibiranadie.—Pensabaquealomejorsólosenegabaavermeamí.Enfin.Pobrehombre.Pierdedoshijosyve
sureinoreducidoaesto.Dime,¿cómoestálareinaKettricken?Nohetenidoocasióndevisitarla.—Bastantebien,laúltimavezquelavi.Apenadaporlamuertedesumarido,claro,pero...—Entonces,¿nosehizodañoconlacaída?Temíaquehubierapodidoperderelbebé.—Paciencia
mediolaespaldaparacontemplarunapareddespojadadesuacostumbradotapiz—.Medabamiedoiraverla, siquieresque tediga laverdad.Conozcodesobraeldolorquesuponeperderunhijoantesdehaberlosostenidoentusbrazos.
—¿Quécaída?—preguntéanonadado.—¿Notehasenterado?BajandodelJardíndelaReina,esoscondenadosescalones.Sehablabade
quehabíanquitadounasestatuasdelosjardinesyellasubióparavercuáles,ycuandobajabasecayó.No bajómucho rodando, pero debió de pegarse con fuerza. En la espalda, contra esos escalones depiedra.
DespuésdeesomeresultóimposibleseguirprestandoatenciónalaspalabrasdePaciencia.Casitodasuconversacióngirabaentornoalexpoliodelasbibliotecas,algoenloque,detodosmodos,tampocomeapetecíapensar.Medisculpétanprontocomomepermitióeldecoro,conladébilexcusadetraerlesnoticiasdeprimeramanosobreelestadodelareina.
No me permitieron cruzar la puerta de Kettricken. Varias damas me dijeron a la vez que no measustara, que no me preocupara, que estaba bien, que sólo necesitaba reposo, aunque era terrible...Soporté su cháchara el tiempo necesario para asegurarme de que no había tenido un aborto yme fuicorriendo.
PeronovolvíconPaciencia.Todavíano.Envezdeeso,subídespaciolasescalerashastaelJardínde la Reina. Llevaba una lámpara conmigo y andaba con mucho cuidado. En el tejado de la torre,confirmémistemores.Lasestatuasmáspequeñasydemayorvalorhabíandesaparecido.Lasmayoressehabíanlibradosóloporsuexcesivopeso,estabaseguro.Laspiezasquefaltabanalterabanelmeticulosoequilibrio de la creación deKettricken y contribuían a aumentar la desolación del jardín en invierno.Cerré lapuerta concuidadoal salirybajé losescalones.Despacio.Muydespacio.Loencontréenelnoveno escalón. Estuve a punto de descubrirlo igual queKettricken, peromantuve el equilibrio ymeagachéparaexaminarelescalón.Sehabíanmezcladonegrodehumoconlagrasaparaquitarleellustreycamuflarlaconlosdesgastadosescalones.Eraellugarprecisodondeapoyaríaunoelpie,sobretodosibajabalasescalerasdemalhumor.Lobastantecercadeltejadodelatorreparaatribuirelresbalónalanieveoelbarropegadoaúnaloszapatos.Frotéelnegrodelescalónqueseadhirióamisdedosyloolí.
—Unbuenpegotedegrasadecerdo—observóelbufón.Meincorporédeunsaltoyapuntoestuvede caer escaleras abajo. Conseguí recuperar el equilibrio con un desesperadomolinete de brazos—.Interesante.¿Creesquepodríasenseñarmeahacereso?
—No tiene gracia, bufón. Me han estrado siguiendo y tengo los nervios de punta.—Observé laoscuridaddelfondodelaescalera.Sielbufónhabíaconseguidosorprenderme,¿nopodríahacerWilllomismo?—.¿Cómoestáelrey?—preguntéenvozbaja.
SihabíanatentadocontraKettricken,dudabaqueelreyestuvieraasalvo.—Dímelotú.Elbufónsaliódelassombras.Susfinosropajeshabíansidoreemplazadosporunviejojubónazuly
rojo.Hacíajuegoconlasmagulladurasrecientesqueleadornabanunladodelacara.Lehabíanabiertola mejilla derecha. Con un brazo sujetaba el otro contra su pecho. Sospeché que tenía el hombrodislocado.
—Otravezno—jadeé.—Lo mismo les dije yo. No me hicieron caso. Algunas personas no tienen talento para la
conversación.—¿Quéhaocurrido?PensabaqueRegioytú...—Sí,bueno,porlovistonisiquieraunbufóneslobastanteestúpidoparaelgustodeRegio.Hoyme
resistíaapartarmedel reyArtimañas.Estaban interrogándolosincesarsobre loocurrido lanochedelbanquete.Alomejormepasédelistosugiriéndolesotrosposiblesentretenimientos.Meecharon.
Elcorazónmediounvuelco.Estabasegurodequesabíaexactamentequéguardialehabíaayudadoacruzarlapuerta.EraloquesiempremeadvertíaBurrich.NadiesabíahastadóndeseatreveríaallegarRegio.
—¿Quélesdijoelrey?—¡Ah!Nadade«¿el reyestábien?»o«¿el rey seha recuperado?».No.Sóloqué lesdijoel rey.
¿Temesportupreciosopellejo,principito?—No.—Nopercibí resentimiento en supregunta, ni siquiera en cómo la formuló.Me lomerecía.
Últimamente había descuidado nuestra amistad. A pesar de todo, cuando necesitaba ayuda, siempreacudíaamí—.No.PeromientraselreynodigaqueVerazsigueconvida,Regionotendrámotivospara...
—Mireyestaba...taciturno.Todoempezócomounaagradableconversaciónentrepadreehijo,conRegiocontándolelocomplacidoquedeberíaestarportenerlofinalmentecomoReyalaEspera.ElreyArtimañassemostrabamásbiendistraído,comoleocurreamenudoestosdías.NoséporquéaquelloirritóaRegio,queempezóaacusarlodenosentirsecomplacido,deoponerse,incluso.Alfinalempezóainsistir que había un complot, una conspiración para impedirle alcanzar el trono.Nohay hombremáspeligrosoqueelqueesincapazdedecidirquéesloqueteme.Regioesasí.SusdesvaríossobrecogieronhastaaWallace.Llevabaalreyunadesus tisanasparaembotarle lamentea lavezqueeldolor,perocuandoselaacercóRegioselaquitódelasmanos.EntoncesseabalanzósobreelpobreWallaceyloacusódeformarpartedelaconspiración.AfirmóqueWallacehabíaintentadodrogaranuestroreyparaimpedirquedijeraloquesabía.ExpulsóaWallacedelcuartoydijoqueelreynovolveríaanecesitarsus servicioshastaque sehubieradignadohablar con suhijo.Entoncesmeexpulsó también amí.Mirenuenciaamarcharmesucumbiópisoteadaporunpardesusfortachonesbueyesdelinterior.
Seapoderódemíuntemorinsidioso.Recordéelmomentodedolorquehabíacompartidoconelrey.Regioestabadispuestoaesperarcruelmenteaqueeldolorse impusieraa lashierbasanalgésicasqueembotabanasupadre.Mecostabaimaginarquealguienfuesecapazdealgoasí.PerosabíaqueRegioloharía.
—¿Cuándohapasadoesto?—Harámásomenosunahora.Noveasloquecuestadarcontigo.Mirémásdecercaalbufón.
—Bajaalosestablos,buscaaBurrich.Quetecureél.Sabíaqueelcuranderonoibaatocaralbufón.Comotantoshabitantesdelcastillo,loamedrentabasu
extrañoaspecto.—¿Quévasahacertú?—preguntóelbufónenvozbaja.—Nolosé—respondícontodasinceridad.Ésaeraexactamenteunadelassituacionesquelehabía
comentadoaChade.Sabíaque lasconsecuenciasseríangraves tantosiactuabacomosino.TeníaquedistraeraRegiodeloqueestabahaciendo.Chade,estabaseguro,estaríaalcorrientedeloocurrido.SiRegioy losdemássedieran lavueltaunmomento...Sólosemeocurríaunanoticia losuficientementeimportantecomoparaapartaraRegiodeArtimañas—.¿Estarásbien?
Elbufónsehabíasentadoenlosfríosescalonesdepiedra.Apoyólacabezaenlapared.—Supongoquesí.Vete.Empecéabajarlasescaleras.—¡Espera!—mellamóderepente.Medetuve.—Cuandotellevesamirey,yoiréconél.Melimitéamirarlofijamente.—Habloenserio.MepuseelcollardeRegioparaarrancarleesamismapromesa.Ahoranosignifica
nadaparaél.—Nopuedoprometertenada—musité.—Yosí.Teprometoquesimireysevayyonomevoyconélcontaréhastaelúltimodetussecretos.
Hastaelúltimo.Letemblabalavoz.Volvióaapoyarlacabezaenlapared.Meapresuréadarmelavuelta.Laslágrimasquelecorríanporlasmejillasestabanteñidasderosa
porloscortesdesucara.Nosoportabaverlas.Bajélasescalerascorriendo.
Conspiración
ElHombrePicadoenlasventanaselHombrePicadoenlaspuertaselHombrePicadotraelasplagasquedejantodaslascosasmuertas.Cuandolallamaazuldetuvelaseconsumasabrásqueunabrujaharobadotufortuna.Siunaserpienteseenroscaentuscenizaslapestereduciráatushijosatrizas.Lamasadelpanquenosube,lalechequeseechaaperder,lamantecaquenosedejahacer,lasflechasquesesecanysearrugan,elcuchilloquecortalapropiamano,losgallosquecantancuandosalelaluna:asísesabequeunhogarestácondenado.
—Tendremosquesacarlasangredealgunaparte.Kettrickenme había escuchado y ahora formulaba su petición como quien pide una copa de vino.
MiróaPacienciayCordoniaenbuscadeideas.—Iréabuscarunagallina—dijo finalmenteCordonia, a regañadientes—.Mehará faltaunabolsa
paraguardarladentroyquenohagaruido...—Ve—ledijoPaciencia—.Dateprisa.Llévalaamicuarto.Traeréuncuchilloyunapalanganaylo
haremosallí.Aquítraeremossólounatazadesangre.Cuantomenoshagamosaquí,menostendremosqueocultar.
HabíaacudidoprimeroaPacienciayCordonia,asabiendasdequelascuidadorasdelareinanomedejarían pasar solo. Mientras hacía una breve visita a mi cuarto ellas se habían adelantado,supuestamenteparallevaraKettrickenuntédehierbasespecial,peroenrealidadpararogarlequemerecibieraenprivado.Lareinahabíadespedidoatodassusdamasdecompañía,diciéndolesqueestaría
bienacompañadaporPacienciayCordonia,yluegohabíaenviadoaRomeroabuscarme.AhoraRomerojugabaalladodelachimenea,absortaenlasropasdesumuñeca.
MientrasCordoniayPacienciasalíandelahabitación,Kettrickensevolvióhaciamí.—UsarélasangreparamancharmicamaymicamisónymandarébuscaraWallace.Lediréquetemo
quemibebésehayamalogradoacausadelacaída.Peronopiensoirmáslejos,Traspié.Nodejaréqueesehombremeponga lamanoencima,ni cometeré la estupidezdebebero comernadade loquemeprepare.Sihagoestoessóloparaqueseapartedelrey.Tampocodiréqueheperdidoalbebé.Sóloquemeasustalaposibilidad.
Hablabaconferocidad.MehelabalasangrequeaceptaratanfácilmenteloqueRegiohabíahechoyestabahaciendo,yloqueyolehabíadichoquedebíahacerparacontraatacar.Deseédesesperadamentequesuconfianzaenmíestuvierajustificada.Ellanohablabadetraiciónnidemaldad.Sólodiscutíalaestrategiaqueibaaseguirconlafrialdaddelgeneralqueplaneaunabatalla.
—Esoserásuficiente—prometí—.ConozcoalpríncipeRegio.Wallace irácorriendoaverloparacontarle la historia y él seguirá aWallace hasta aquí, por inapropiado que sea. No podrá resistirse,querráverconsuspropiosojoseléxitoquehatenido.
—Yaesbastantetediosoteneratodasesasmujeresamialrededor,compadeciéndomeporlamuertedeVeraz.Me resultaríacasi imposibleescucharlashablarcomosi tambiénhubieseperdidoamihijo.Casi,aunqueloharésimeveoobligada.¿Ysidejanunguardiaconelrey?—preguntóKettricken.
—Encuantosalganparavisitarte,intentaréllamaralapuertaycrearunadistracción.Meocuparédecualquierguardiaquehayandejado.
—Perositienesquedistraeralguardia,¿cómoesperasconseguirnada?—Tengoun...cómplicequemeecharáunamano.Esoesperaba.MaldijeaChadeotravezpornohaberprevisto la formadecomunicarmeconélen
situacionesasí.«Confíaenmí—medecíasiempre—.Tengoojosyoídosenlos lugaresindicados.Tellamarécuandoseaseguro.Unsecretodejadeserlosiloconocemásdeunapersona.»Noibaaconfesaranadiequeyahabíareferidomisplanesalachimenea,conlaesperanzadequeChademeescucharadealgunamanera.Esperabaqueenelbreveespaciodetiempoquepudieraconseguir,Chadeencontraríalaformadellegarhastaelrey,decalmarsudolor,decontenerelacosodeRegio.
—Esunatortura—musitóKettricken,comosipudieraleermimente—.Abandonarunancianoasudolordeesemodo.—Memiróalosojos—.¿Noconfíasentureinalosuficienteparadecirmequiénestucómplice?
—Nomecorrespondeamídesvelarestesecreto,sinoalrey—respondíconsuavidad—.Creoqueprontoosserárevelado.Hastaentonces...
—Vete—medespidió.Cambiódeposturaensusillón,incómoda—.Conlodoloridaqueestoy,porlomenosnotendréquefingiraflicción.Sólotoleranciaporunhombrequeestaríadispuestoamataraunpequeñononatoyatormentarasuancianopadre.
—Mevoy—meapresuréaresponder.Sentía cómo crecía su rabia y no quería alimentarla. La mascarada exigía que todo resultara
convincente.Nodebía revelarqueahorasabíaquesucaídanosehabíadebidoaunpatinazofortuito.SalíypaséjuntoaCordonia,quellevabaunabandejaconunatetera.Paciencialepisabalostalones.Enesa tetera no había té. Cuando pasé entre las damas de compañía de la reina en su antecámara, tuve
cuidadodemostrarmepreocupado.Susreaccionescuandolareinaordenarallamaralcuranderopersonaldelreyseríanlobastanteconvincentes.EsperabaquefuesesuficienteparasacaraRegiodesucubil.
Mecoléen losaposentosdePacienciaydejé lapuerta ligeramenteentreabierta.Esperé.Mientrasesperabapenséenunancianoconelcuerpoabandonadoporlashierbas,coneldolordespertándoseensu interior.Yohabíacompartidoesedolor.Sufriendodeesamanera,yconalguien interrogándomedeformaimplacable,¿durantecuántotiempopodríapermanecercalladoeimpreciso?Parecíaquehubieranpasadodías.Porfindistinguíunremolinodefaldasyunospasosapresuradospasilloabajo,seguidosdeunos repentinosgolpecitosen lapuertadel reyArtimañas.Nomehacía faltaescuchar laspalabras,eltonomelodecíatodo,lasatemorizadassúplicasdelasmujeresantequienleshabíaabiertolapuerta,lasairadaspreguntasdeRegio,convertidasenseguidaenfalsapreocupación.OíquellamabaaWallaceparaquesalieradel rincóndondesehubieseescabullido,percibí laexcitaciónensuvozcuandoordenóalhombrequeatendierainmediatamentealareina,queibaasufrirunaborto.
Lasdamasdecompañíavolvieronapasarpordelantedemipuerta.Mequedéquieto,conteniendolarespiración.Esetrote,esosmurmullos,debíadeserWallacecargadosindudacontodotipoderemedios.Esperé,inspirandolentasbocanadas,procurandoserpaciente,esperéhastaqueestuvesegurodequemiardid había fracasado. Entonces oí los pasosmás deliberados deRegio, seguidos de las apresuradaszancadasdealguienqueloadelantó.
—Esevinoesbueno,idiota,noloderrames—loamonestóRegio,yluegosealejarondondeyanopudeoírlos.
Aguardéotravez.Muchodespuésdeestarsegurodequelohabíanadmitidoenlosaposentosdelareina,meobliguéacontarhastacien.Traspuselapuertaymedirigíaladelmonarca.
Llamé.No llamé con fuerza, pero sí con insistencia y de forma ininterrumpida.Al cabo, una vozexigiósaberquiéniba.
—TraspiéHidalgo—respondíconarrojo—.Quieroveralrey.Silencio.Luego:—Nadiepuedepasar.—¿Quiénloordena?—ElpríncipeRegio.—Traigounaseñaldelrey.Mediosupalabradequesemepermitiríaverlosiemprequequisiera.—ElpríncipeRegioespecificóquetúnodebíaspasar.—Peroesofueantes...Bajélavozparamusitarunaspalabrasininteligibles.—¿Quéhasdicho?Farfullédenuevo.,—Hablamásalto.—¡Noquieroqueseenteretodoelcastillo!—repuseindignado—.Noconvienesembrarelpánico.Surtióefecto.Lapuertaseabrióunarendija.—¿Quéocurre?—siseóelhombre.Meacerquéalapuerta,miréarribayabajodelpasillo.Measoméalahabitaciónporencimadesu
hombro.—¿Estássolo?—preguntéconsuspicacia.
—¡Sí!—Conimpaciencia—.Venga,¿dequésetrata?¡Esperoqueseaimportante!Mellevélasmanosalabocamientrasmeinclinabasobrelapuerta,impidiendoqueescaparaunsolo
alientodemisecreto.Elhombresearrimóalarendija.Fruncíloslabiosrápidamente,sopléylecubrílacaraconunpolvoblanco.Trastabillódeespaldas,arañándoselosojos,asfixiándose.Sedesplomóenuninstante.Dulcamara, rápidayeficaz.Letal,amenudo.Nome importaba.Noerasóloqueésefueramibuenamigo,aficionadoaretorcerhombros.ElguardianopodríahabersequedadoenlaantecámaradeldormitoriodeArtimañassinpercatarsedeloqueocurríadentro.
Habíametidoelbrazopor la rendijaymeafanabaen soltar las cadenasqueaseguraban lapuertacuandoescuchéunsiseofamiliar.
—Lárgate.Dejalapuertaenpaz,márchate.¡Nolaabras,cretino!Atisbéfugazmenteunsemblantesembradodepicadurasantesdequelapuertasecerrarafirmemente
enmi cara.Chade tenía razón.Lomejor sería queRegio encontraraunapuerta candadayperdiera eltiempo haciendo que sus hombres la echaran abajo. Cadamomento que Regio estuviera fuera era unpreciosomomentoquepodríapasarChadeconelrey.
Lo siguiente eramás complicado de hacer que lo que ya había hecho.Bajé las escaleras hasta lacocina,entabléunaagradableconversaciónconlacocineraylepreguntéaquésedebíaelalborotodearriba.¿Lareinahabíaperdidoelbebé?Mediolaespaldaenseguidaparabuscaraalguienqueestuvieramejorenterado.Medirigíalasaladeguardiafrentealacocinaparadarcuentadeunacervezapequeñaycomeralgocomosituvieraapetito.Lacomidaseasentócomounapiedraenmiestómago.Nadiehablóconmigo,peromipresenciaeravisible.Amialrededor fluían los rumores sobre lacaídade la reina.Ahora había allí guardias de Haza y Lumbrales, hombres corpulentos y pausados, miembros de losséquitosdesusduques,codeándoseconsuscontrapartidasdeTorredelAlce.ResultabamásamargoquelabilisoírloshablarconavidezdeloquesupondríalapérdidadelbebéparalasaspiracionesdeRegioaltrono.Eracomosiestuvieranapostandoenlascarrerasdecaballos.
ElúnicorumorquepodíacompetirconéseeraeldequeunmuchachohabíavistoalHombrePicadoen el patio, junto al pozo del castillo. Supuestamente, era casimedianoche cuando lo vio el chico.Anadieseleocurriópararseapensarquéestabahaciendoelchavalenlacalleaesashoras,niconquéluzsehabíaalumbradoparateneresavisiónagorera.Encambioseprometíanevitarelagua,puessindudaaquellopresagiabaqueelaguasehabíacontaminado.Alavelocidadconquetrasegabancerveza,decidíqueteníanpocodequepreocuparse.MequedéallíhastaquenosllególanoticiadequeRegioqueríaquetreshombresfuertesconhachasacudierandeinmediatoalosaposentosdelrey.Esopropicióunanuevaronda de habladurías, momento que aproveché para escabullirme discretamente y encaminarme a losestablos.
MeproponíaencontraraBurrichyversielbufónestabaconél.Encambio,encontréaMolly,quebajabalasempinadasescalerascuandoyoempezabaasubirlas.Violaexpresióndesconcertadaquesereflejóenmirostroyserió.Perofueunarisabrevequenosecontagióasusojos.
—¿ParaquéqueríasveraBurrich?—inquirí.Comprendí al instante cuan brusca erami pregunta. Temía que hubiera acudido a él en busca de
ayuda.—Esmiamigo—respondiósucintamente.Intentópasaramilado.Sinpensar,memantuvefirme—.
¡Déjamepasar!—siseóconrabia.
Larodeéconlosbrazos.—Molly,Molly,porfavor—dijeconvozroncamientrasmeapartabasincompasión—.Busquemos
un sitio para hablar, aunque sólo sea un momento. No puedo soportar que me mires de esa manera,cuandotejuroquenohehechonadamalo.Tecomportascomositerepudiara,perotellevosiempreenmicorazón.Sinopuedoestarcontigo,noesporquenolodesee.
Dejódedebatirsederepente.—Porfavor—supliqué.Escrutólapenumbradelgranero.—Nosquedaremosdepieyhablaremos.Sólounmomento.Aquímismo.—¿Porquéestástanenfadadaconmigo?Estuvoapuntodecontestar.Vicómosemordíalalenguayadoptabaunaexpresióndefrialdad.—¿Porquépiensasqueloquesientoportieselejedemivida?—repuso—.¿Porquépiensasque
notengomáspreocupaciones?Mequedéboquiabierto.—Alomejorporqueésossonmissentimientosporti—dijeconseriedad.—Noesverdad.Estabaexasperadaymecorregíacomoharíaconunniñoqueinsistieraenqueelcieloeraverde.—Síqueloes.Intentéatraerlahaciamíperoeracomosituvierauntroncoentremisbrazos.—Tu Rey a la Espera Veraz es más importante. El rey Artimañas es más importante. La reina
Kettrickenysubebésonmásimportantes.Loscontóconlosdedoscomosiestuvieraenumerandomisdefectos.—Sécuálesmideber—musité.—Yoséquéesloqueguardasentucorazón—dijo,lacónica—.Ynosoyyo.—Verazestá...yanoestáaquíparaprotegerasureina,asuhijoniasupadre—razoné—.Poreso,
porestavez,deboanteponerlosamipropiavida.Atodoloquequiero.Noporquelosquieramásaellos,sinoporque...—Busquélaspalabrasenvano—.SoyunHombredelRey—dijedesconsolado.
—Yyonosoylamujerdenadie.—Mollyconvirtióesafraseenlamayordeclaracióndesoledaddelmundo—.Tengoquecuidardemímisma.
—Nosiempre—protesté—.Algúndíaseremoslibres.Libresdecasarnos,dehacer...—Loquetureytepidaquehagas—concluyó—.No,Traspié.—Habíadecisiónensuvoz.Dolor.Se
apartódemíysiguióbajandoporlaescalera.Cuandosehuboalejadodospeldañosyparecióquetodoelvientodel inviernosoplaraentrenosotros,hablódenuevo—.Tengoquedecirteunacosa—añadió,casi con ternura—.Ahora hay otra persona enmi vida.Alguien que es paramí lo que tu rey para ti.Alguienqueme importamásquemi propia vida, que está por encimade todo lo quequiero.Son tuspropiaspalabras,nopuedesrecriminarmenada.
Volvióamirarme.Noséquéaspectodebíadeofrecer,sóloqueellaapartólamiradacomosinopudierasoportarlo.—Porelbiendeesapersona,mevoy—meinformó—.Aunlugarmásseguro.—Molly,porfavor,esimposiblequeteametantocomoyo—supliqué.Nomemiró.
—Tampocotureypuedeamartetantocomo...teamabayo.Peroesonoimporta.Nosetratadeloquesientapormí—dijodespacio—.Se tratade loqueyosientoporél.Debeser loprimeroenmivida.Necesita eso de mí. Compréndelo. No es que ya no me importes. Es que no puedo anteponer esesentimientoasubienestar.—Bajódosescalonesmás—.Adiós,Nuevo.
Apenassiexhalóesasúltimaspalabras,perosegrabaronafuegoenmicorazón.Mequedédepieen laescalera,viendocómosealejaba.Yde repenteese sentimientosemehizo
demasiadofamiliar,demasiadoconocidoeldolor.Salvélosescalonesquemeseparabandeella,lacogíporelbrazo,laadentréenlapenumbradebajodelasescalerasdeldesván.
—Molly,porfavor.Nodijonada.Nisiquieraintentózafarsedemí.—¿Quépuedodarte,quépuedodecirteparaqueentiendasloquesignificasparamí?¡Nopuedodejar
quetevayas!—Tampocopuedes impedírmelo—señalóenvozbaja.Sentíquealgosalíadeella.Rabia,coraje,
voluntad.Notengopalabrasparadescribirlo—.Porfavor—dijo,ymedolióquetuvieraquerogármelo—.Suéltame.Nolohagasmásdifícil.Nomehagasllorar.
Lesoltéelbrazo,peronosefue.—Hacemuchotiempo—dijodespacio—tedijequeerasigualqueBurrich.Asentíenlaoscuridad,sinimportarmequenomepudieraver.—Enalgunosaspectosloeres.Enotrosno.Ahorasoyyolaquedecidepornosotros,comodecidióél
ensudíaporPacienciayélmismo.Notenemosfuturo.Túyatieneselcorazónocupado,yelabismoquemediaentrenuestrasrespectivascondicionessocialesesinsalvableparacualquiertipodeamor.Séquemequieres,perotucariñoes...distintodelmío.Queríaquecompartiéramosnuestrasvidas.Túquierestenermeencerradaenunacaja,separadadetuvida.Nopuedoseralguienaquientúacudascuandonotienesnadamásimportantequehacer.Nisiquieraséquéesloquehacescuandonoestásconmigo.Nuncahasqueridocompartirloconmigo.
—Notegustaría—ledije—.Deverdad,noquierassaberlo.—Nomedigaseso—susurróenfadada—.¿Novesqueesoesconloquenopuedovivir,quenome
dejasdecidirpormímisma?Nopuedestomaresadecisiónenmilugar.¡Notienesderecho!Sinisiquierapuedescontarmeeso,¿cómovoyacreerquemequieres?
—Matogente—meoídecir—.Paramirey.Molly,soyunasesino.—¡No te creo!—susurró. Habló demasiado pronto. El horror de su voz era tan grande como su
desprecio.Unapartedeellasabíaquelehabíaconfesadolaverdad.Porfin.Unsilencioterrible,brevepero helado, se extendió entre nosotros mientras ella esperaba a que yo admitiera mi mentira. Unamentira que ella sabía que era verdad. Al cabo, lo negó por mí—. ¿Tú, un asesino? ¡Si ni siquieradesafiastealosguardiasaqueldíaparaverporquéestaballorando!¡Notuvisteelcorajenecesarioparaenfrentarte a ellos por mí! Pero quieres que crea que matas personas para el rey. —Un sonidoatragantado,derabiaydesesperación—.¿Porquéme locuentasahora?¿Porquéprecisamenteahora?¿Paraimpresionarme?
—Si pensara que así te impresionaría, probablemente te lo habría contado hacemucho tiempo—confesé.
Yeracierto.MicapacidadparaguardarelsecretosecimentabaeneltemordequedecírseloaMolly
equivaldríaaperderla.Teníarazón.—Mentira—dijo,másparasíqueparamí—.Mentira,todoesmentira.Desdeelprincipio.Quétonta
hesido.Dicenquesiunhombretepegaunavez,volveráahacerlo.Lomismoseaplicaalasmentiras.Peroseguíescuchándoteycreyéndote.¡Quéestúpida!—Suúltimadeclaración,tansalvajequemeapartédeellacomodeunpuñetazo.Sealejódemí—.Gracias,TraspiéHidalgo—dijofríamente,sinalterarse—.Hasconseguidoquemeresultemuchomásfácil.Mediolaespalda.
—Molly—supliqué.Intentéretenerlaperogirósobresustalones,amenazante.—Nometoques—meadvirtióenvozbaja—.¡Noteatrevasaponermelamanoencimaotravez!Sefue.TardéunmomentoenacordarmedequeestabadebajodelaescaleradeBurrich,aoscuras.Temblaba
defríoydealgomás.No.Algomenos.Mislabiosseapartarondemisdientesenalgoquenoeraunasonrisaniunamuecadeodio.SiemprehabíatemidoquemismentirasmeharíanperderaMolly.Perolaverdadhabíaterminadoenuninstanteloquemismentirashabíanmantenidojuntodurantetodounaño.Mepreguntéquédebíaaprenderdeeso.Subílosescalonesmuydespacio.Llaméalapuerta.
—¿Quiénes?LavozdeBurrich.—Yo.—Abrílapuertayentréenlahabitación—.¿QuéestabahaciendoaquíMolly?—pregunté,sin
importarme cómo pudiera sonar ni que el bufón, vendado, siguiera sentado a la mesa de Burrich—.¿Necesitabaayuda?
Burrichcarraspeó.—Vinoaporhierbas—dijocon incomodidad—.Nohepodidoayudarla,no tenía loquebuscaba.
Despuésllegóelbufónysequedóparaecharmeunamanoconél.—PacienciayCordoniatienenhierbas.Montonesdehierbas—señalé.—Esomismoledijeyo.—Mevolviólaespaldayempezóarecogerlosenseresquehabíaempleado
paracuraralbufón—.Noqueríaacudiraellas.Habíaalgoensuvoz,casiestimulante,obligándomeaformularlasiguientepregunta.—Sehaido—dijeconunhilodevoz—.Sehaido.MesentéenunasillafrentealfuegodeBurrichyenlacélosdedosconfuerzaentrelasrodillas.Medi
cuentadequemeestabameciendoadelanteyatrás.Intentéreprimirme.—¿Lohasconseguido?—preguntóenvozbajaelbufón.Dejédebalancearme.Juroqueporuninstantenotuveniideadeloqueestabahablando.—Sí—respondísuavemente—.Sí,creoquesí.—TambiénhabíaconseguidoperderaMolly.Había
conseguidominar su lealtad y su amor al no saberlos apreciar como debía, había conseguido ser tanlógico,prácticoy fielami reyqueacababadeperdercualquieroportunidadde tenerunavidapropiaalgún día. Miré a Burrich—. ¿Querías a Paciencia? —pregunté de pronto—. ¿Cuando decidistemarcharte?
Elbufónsesobresaltóydesorbitólosojosvisiblemente.Demodoquehabíasecretosquenisiquieraélconocía.ElrostrodeBurrichseoscureciócomoyonuncalohabíavisto.Secruzódebrazoscomosiquisieracontenerse.Podríamatarme,pensé.Oquizásimplementeintentararetenereldolordentrodesí.
—Porfavor—añadí—.Tengoquesaberlo.Melanzóunamiradaasesinaantesdecontestarenvozbaja.
—Nosoydelosquecambiandeopiniónfácilmente—medijo—.Silahubieraquerido, laquerríatodavía.
Bueno.Asíquenuncadesaparecería.—Pero,aunasí,decidiste...—Alguienteníaquetomarunadecisión.Pacienciasenegabaaverquenopodíafuncionar.Alguien
teníaqueponerfinaesesuplicio.Lo que había decidido hacer Molly. Intenté pensar qué debería hacer a continuación. No se me
ocurríanada.Miréalbufón.—¿Estásbien?—pregunté.—Mejorquetú—contestóconsinceridad.—Merefieroatuhombro.Pensaba...—Lastimado,peronoestároto.Muchomejorquetucorazón.Una rápida batería de agudezas.No sabía que pudiera lanzar sus gracias con tanta compasión. Su
ternurameemocionó.—Noséquéhacer—dije,conelalmaenunpuño—.¿Cómopuedovivirconesto?SeescuchóungolpecitocuandoBurrichposólabotelladebrandyenelcentrodelamesa.Pusotres
copasasualrededor.—Brindemos—dijo—.ParaqueMollyencuentrelafelicidadenalgunaparte.Deseémoslodetodo
corazón.BebimosunarondayBurrichrellenólascopas.Elbufónremovióelbrandyenlasuya.—¿Essensatohacerestojustoahora?—preguntó.—Estoyhartodesersiempretansensato—ledije—.Preferiríaserunpayaso.—Nosabesloquedices.—Encualquiercaso,levantósuvasoconmigo—.Portodoslospayasosdel
mundo.Yuntercerbrindis,pornuestrorey.Hicimos un sincero esfuerzo, pero el destino no nos concedió tiempo suficiente. Alguien llamó
decididamentealapuertadeBurrichyresultóserCordonia,queentróconunacestadebajodelbrazo.Entrócorriendoycerróenseguidalapuerta.
—Libraos de esto por mí, ¿queréis?—preguntó, y soltó la gallina muerta en la mesa delante denosotros.
—¡Lacena!—anuncióentusiasmadoelbufón.Cordoniatardóuninstanteenpercatarsedenuestroestado.Másdeloquetardóenenfurecerse.—¡Nosotros nos jugamos la vida y nuestra reputación y vosotros aquí, emborrachándoos! —Se
encaróconBurrich—.¡Veinteaños,ytodavíanohasaprendidoqueelalcoholnoresuelvenada!Burrichnoseamilanóenabsoluto.—Haycosasqueno tienen solución—filosofó—.Labebidahacequeesascosas seanmuchomás
tolerables.—Seincorporóágilmenteyseplantófirmecomounarocaanteella.Parecíaquelosañosdebebidalehabíanenseñadoamanejarla—.¿Quéquerías?
Cordoniasemordióellabiounmomento.Decidióseguirladirecciónqueélhabíaapuntado.—Necesitoqueoslibréisdeeso.Yungüentoparalasmagulladuras.—¿Esqueaquínadievaaveralcurandero?—preguntóelbufónanadieenparticular.Cordonianolehizocaso.
—Sesuponequeparaesohevenidohastaaquí.Serámejorquecojaalgo,porsialguienmepregunta.MiverdaderamisiónconsistíaenencontraraTraspiéypreguntarlesisabequehayunosguardiastirandoahachazoslapuertadelreyArtimañas.
Asentísolemnemente.NoibaaintentarimitarlasobriedaddeBurrich.Encambioelbufónsíquesepusodepiedeunbrinco.
—¿Cómo? —gritó. Se volvió hacia mí—. ¡Pero si decías que lo habías conseguido! ¿Qué esexactamenteloquehasconseguido?
—Todo lo que podía conseguir con tan poca antelación—repliqué—.O da resultado o no lo da.Hemoshechocuantohemospodidohacerdemomento.Además,piénsalo.Esunasólidapuertaderoble.Tardaránunratoenecharlaabajo.Ycuandolohagan,supongoqueencontraránlapuertadeldormitoriodelreyigualmentecerradaycandada.
—¿Cómolohasconseguido?—preguntóBurrichenvozbaja.—Yonoheconseguidonada—dijebruscamente.Miréalbufón—.Porelmomentonopuedodecir
nadamás.Eshoradeque confiéis unpoco enmí.—Miré aCordonia—. ¿CómoestánPaciencia y lareina?¿Hasalidobiennuestrapantomima?
—Bastantebien.Lareinatienebastantesmoradosporlacaíday,enmiopinión,noestoyseguradeque el peligro de perder el bebé sea del todo ficticio. Los abortos a consecuencia de una caída nosiempre ocurren de inmediato. Pero no nos preocupemos innecesariamente. Wallace se ha mostradoatentoperoincompetente.Paraalguienquedicesercurandero,sabeconsiderablementepocodehierbas.Encuantoalpríncipe...
Cordoniasoltóunbufidoynodijonadamás.—¿Soyelúnicoqueopinaquepropagarelrumordeesteabortoesalgoarriesgado?—preguntócon
indolenciaelbufón.—Notuvetiempodeidearotracosa—repuse—.Lareinadesmentiráelrumordentrodeunparde
díasydiráqueparecequetodovabienconelbebé.—Bueno.Demomento estamos tan a salvo como cabría esperar—observóBurrich—. ¿Y ahora?
¿VamosaquedarnosdebrazoscruzadosmientrassellevanalreyyalareinaKettrickenaPuestoVado?—Confianza. Sólo pido un día de confianza—dije con cuidado. Esperaba que fuese suficiente—.
Ahoratenemosquesepararnosycomportarnoscontodanormalidad.—Unmaestrecaballerizosinsuscaballosyunbufónsinsurey—comentóelbufón—.Burrichyyo
podemosseguirbebiendo.Creoqueéseseránuestrocomportamientonormal,dadas lascircunstancias.Encuantoati,Traspié,noséquétítuloostentasadíadehoy,ymenosaquédedicastusdías.Asíque...
—Nadievaaquedarseamorradoalabotella—entonótorvamenteCordonia—.Olvidaosdelbrandyyestadatentos.Yseparaos,comohadichoTraspié.Enestecuartosehandichoyhechocosassuficientescomo para colgarnos a todos de un árbol por traidores. A todos menos a ti, naturalmente, TraspiéHidalgo.Atitendríanquedarteveneno.Lahorcaestáprohibidaparalosdesangrereal.
Suspalabrascayeroncomounjarrodeaguafría.Burrichcogióelcorchoyvolvióataparlabotella.Cordoniafuelaprimeraensalir,conuntarrodelungüentodeBurrichensucesta.Elbufónlasiguióunrato después.Cuando dejé aBurrich, había terminado de limpiar la gallina y estaba arrancándole lasúltimasplumas.Nodesperdiciabanada.
Salíydeambulésinrumbofijo.Espiabalassombrasamiespalda.Kettrickenestaríadescansandoy
nomeconsiderabacapazdeaguantarlacharlaolasobservacionesdePacienciaenesosmomentos.Sielbufónestabaensucámaraeraporquenoqueríacompañía.Ysiestabaenotraparte,nolograbaimaginardóndepodríaser.TodaTorredelAlceestabaplagadadeterralescomounperroenfermodepulgas.Pasépor la cocina y apañé un trozo de pan de jengibre. Luego merodeé sin dirección, desconsolado,procurando no pensar, intentando aparentar indiferencia mientras volvía a la cabaña donde habíaescondidounavezaOjosdeNoche.Ahoraestabavacía, tanfríapordentrocomopor fuera.HacíayatiempoqueOjosdeNochehabíaabandonadoesaguarida.Preferíalascolinaspobladasdeárbolesquehabía detrás de Torre del Alce. Pero no tuve que esperar mucho tiempo antes de que su sombratraspusieraelumbraldelapuertaabierta.
Quizás el mayor consuelo que ofrece el lazo de la Maña sea el de no tener que dar nuncaexplicaciones.Noeraprecisoque lerefiriera losacontecimientosdeldía,nonecesitabadescribirconpalabrascómomehabíasentidoalvercómosealejabaMollydemí.Tampocoélmehizopreguntasnientabló una conversación comprensiva. Las acciones de los humanos no tenían sentido para él.Reaccionabaalafuerzademissentimientos,noalmotivodelosmismos.Seacercóamísimplementeyse sentó ami lado en el suelo sucio. Podía rodearlo con un brazo y apoyar la cara en su abrigo, sinmoverme.
Vayamanadashacen loshombres,observó transcurridounmomento.¿Cómopodéiscazar juntos sisoisincapacesdecorrertodosenlamismadirección?
Nocontesté.Noconocíalarespuestayélnoesperabaninguna.Agachólacabezaparamordisquearseunapataquelepicaba.Despuéssesentó,sesacudiódearriba
abajoypreguntó:¿Quécompañeravasaelegirahora?Notodosloslobostienenunacompañera.Ellídersiempretieneuna.¿Cómoibaamultiplicarselamanadasino?Milíderyatieneunacompañerayéstavaatenerunbebé.Alomejorloslobostenéisrazónylos
hombresdeberíamos seguir vuestro ejemplo.A lomejor sólo el líderdebería teneruna compañera.ÉsafueladecisiónquetomóhacetiempoCorazóndelaManada.Nopodíacuidardesucompañerayalmismotiemposeguirasulídercontodosucorazón.
Éseesmáslobodeloquelegustaríaadmitiranadie.Unapausa.¿Pandejengibre?Selodi.Loengullóconglotoneríadelantedemisojos.Echodemenostussueñosporlasnoches.Nosonmissueños.Esmivida.Puedesvisitarloscuandoquieras,siempreycuandoCorazónde la
Manadanoseenfadeconnosotros.Lavidacompartidaesmejor.Unapausa.Preferiríascompartirlavidadelahembra.
Ésaesmidebilidad,apuntardemasiadoalto.Susojosprofundosparpadearon.Quieresdemasiado.Mividaesmuchomássencilla.Élsólomequeríaamí.Cierto.Sólolocomplicaelsaberquetúnuncacreerásqueesverdad.Exhaléunhondosuspiro.OjosdeNocheestornudóde repenteyvolvióa sacudirseentero.Nome
gusta esta jaula de ratones. Pero antes de irme, ráscame el interior de las orejas con esasmanos tandiestras.Amímecuestahacerlosindejarronchas.
Asíquelerasquélasorejas,ydebajodelagargantayenlanuca,hastaquesetumbódecostadoigual
queuncachorro.—Chucho—ledijeconcariño.¡Pagarásporeseinsulto!Selevantódeunsalto,memordiólamangaconfuerzaycruzólapuerta
comouna exhalación.Me remangué para examinar lasmarcas enmi piel, profundas pero sin llegar asangrar.Humordelobo.
Elbrevedíadeinviernotocabaasufin.Regreséalcastilloymeobliguéapasarporlacocinaparaque Perol me contara todos los rumores. Me atiborró de tarta de ciruela y de cordero mientras mehablabaprimerodelposibleabortodelareinayluegodecómoloshombreshabíanderribadoahachazoslapuertadelreytraslarepentinaapoplejíadesuguardia.
—Y también la segunda puerta, mientras el rey los imprecaba y urgía sin cesar, temiendo que lehubieraocurridoalgotambiénalrey.Perocuandoseabrieronpaso,yapesardetodoelescándalo,elreydormíacomounbebé,síseñor.Tanprofundamentequenisiquierapudierondespertarloparaexplicarporquéhabíanreducidosuspuertasaastillas.
—Increíble—convine,antesdequecontinuaraconloschismesmenosimportantesdelcastillo.DescubríqueenesosmomentosgirabanentornoaquiénesibanamudarseaPuestoVadoyquiénes
no.Perolsemarchaba,recomendadaporlaexcelenciadesustartasdegrosellaysusbollos.NosabíaquiénibaahacersecargodelacocinadeTorredelAlce,perosindudaseríaunodelosguardias.Regiolehabíaencargadoquecogierasusmejorescazuelas,loqueellaagradecía,peroloqueverdaderamenteibaaechardemenosseríalachimeneaoccidental,puesnuncahabíacocinadoenunaigual.Lacorrientedeaireeraidealytodoslosganchosparalacarnecolgabanalaalturajusta.Laescuchabaeintentabaprestaratenciónsóloasuspalabras,sentirme totalmente intrigadopor lospequeñosdetallesde loqueella consideraba importante en su vida.Laguardia de la reina, descubrí, iba a quedarse enTorre delAlce,al igualquequienesaúnvestían loscoloresde laguardiapersonaldel reyArtimañas.Desdesuexpulsióndelosaposentosdelmonarca,elabatimientosehabíacebadoenellos.MasRegioinsistíaenque eranecesarioque esosgrupos sequedaranparamantener la presenciade la realeza enTorredelAlce.Romero se iría, y sumadre, aunque eso no era de extrañar visto a quién servían.Cerica no, niArmonioso.Echaríademenossuvoz,aunqueseguramenteacabaríaporacostumbrarsealosgorjeosdelinterior.
Enningúnmomentoseleocurriópreguntarmesiyotambiénmeiba.MientrassubíalasescalerasendirecciónamicuartointentévisualizarcómoseríaTorredelAlce.La
AltaMesaseveríavacíaentodaslascomidas,yéstassecompondríandelossencillosalimentosalosque estaban acostumbrados los cocineros de campaña. Hasta que se acabaran las provisiones. Mefigurabaquecomeríamosunmontóndecarnedecazayalgasantesdelaprimavera.Mepreocupabamáspor Cordonia y Paciencia que pormímismo. La incomodidad del alojamiento y la frugalidad en lascomidas no me molestaban, pero eso no era a lo que estaban acostumbradas ellas. Por lo menosArmoniososeguiríadeleitándonosconsuscanciones,siesqueelabandononoacentuabasunaturalezamelancólica.YCerica.Conmenosniñosqueenseñar,quizáPacienciayélpudieranavanzarporfinenlaconfección de sus papeles.De esemodo, poniendo buena cara almal tiempo, intentaba imaginar queseguíamosteniendoalgúnfuturo.
—¿Dóndetehabíasmetido,bastardo?Serena, saliendo de pronto del vano de una puerta. Esperaba sobresaltarme. La Maña me había
indicadoquehabíaalguienallí,demodoquenomeinmuté.—Largo.—Huelesaperro.—Porlomenosyotengolaexcusadehaberestadoentreperros.Lospocosquequedanenelestablo.—Huelesaperroporqueyaeresmásquemedioperro,tú,bestialista.Estuve apuntode contestar con algún comentario sobre suprogenitora.En cambio, de repenteme
acordédeverdaddesumadre.—Cuando aprendíamos a escribir, ¿recuerdas que tumadre siempre te vestía con una bata oscura
porquesiempretemanchabasdetintahastalascejas?Semequedómirandoconexpresiónsombría,dándoletodaslasvueltasposiblesamicomentarioen
sucabeza,intentandodescubrirenélalgúntipodeinsulto,trampaoargucia.—¿Quépasaconeso?—preguntóalcabodeunmomento,incapazdepasarloporalto.—Nada.Acabodeacordarme.Eracuandoyoteayudabaarematarbienlosrabosdelasletras.—¡Esonovieneacuentoahora!—declaróenfadada.—No,novieneacuento.Ésaesmipuerta.¿Queríasentrarconmigo?Lanzó un salivazo, no directamente contramí, aunque aterrizó en el suelo amis pies. Por alguna
razón,decidíqueno lohabríahechosino fueseaabandonarTorredelAlceconRegio.Yanoera suhogar y se sentía libre de ensuciarlo antes demarcharse. Esome indicómuchas cosas. No esperabaregresarjamás.
Enelinteriordemihabitaciónechétodoslospestillosycerrojosconmeticulosidadantesdetrancarla puerta con la pesada barra.Me acerqué ami ventana y encontré los postigos bien cerrados.Mirédebajode lacama.Porúltimo,mesentéenunasillaal ladode lachimeneaparadescansarhastaquevinieraChadeabuscarme.
Despertédeunsueñoligerocuandoalguienllamóamipuerta.—¿Quiénes?—Romero.Lareinaquiereverte.Lapequeñadesaparecióenelratoquetardéenabrirtodaslascerraduras.Sóloeraunaniña,perome
molestaba que me hubiera comunicado algo así a través de la puerta. Me aseé aprisa y corrí a losaposentosdelareina.ReparédepasadaenelamasijodeastillasquehabíasidolapuertaderobledelcuartodeArtimañas.Unguardiacorpulentovigilabaelboquete;delinterior,nadiequeyoconociera.
LareinaKettrickenestabareclinadaenunsillóncercadesuchimenea.Varioscorrillosdedamasdecompañía cuchicheaban en distintas esquinas de la estancia, pero la reina estaba sola. Tenía los ojoscerrados. Parecía tan fatigada queme pregunté si elmensaje deRomero no sería un error. Pero ladyEsperanzamecondujoalladodelareinaymeacercóuntaburetebajoparaquemesentara.Meofrecióuna tazade téy laacepté.Encuanto ladyEsperanzasehubo idoparaprepararla,Kettrickenabrió losojos.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó en voz tan baja que hube de inclinarme hacia ella paraescucharla.—La miré de refilón—. Artimañas está durmiendo en estos momentos. No podrá dormireternamente.Losefectosdeloquelehayanadministradodesaparecerán,ycuandoesoocurraestaremosigualquealprincipio.
—Seaproxima la ceremoniadelRey a laEspera.A lomejor esomantendráocupadoal príncipe.
Seguroquehaencargadoque lecosan ropanuevaquese tendráqueprobar,y todosesosdetallesquetantolegustan.Quizásasíestélejosdelrey.
—¿Despuésdeeso?LadyEsperanzaregresóconmitazadeté.Lacogí,murmurémiagradecimientoylamujerarrimóuna
sillaanosotros.LareinaKettrickenesbozóunasonrisadébilypreguntósipodíabeberalgoellatambién.MesentíavergonzadocasiporlaprestezaconqueaccedióladyEsperanzaasatisfacersusdeseos.
—Nolosé—murmuréenrespuestaasuúltimapregunta.—Yosí.Elreyestaríaasalvoenlasmontañas.Allílohonraríanyprotegerían,yalomejorJonqui
sabecómo...oh,gracias,Esperanza.La reina Kettricken aceptó la taza que le ofrecían y dio un sorbo mientras lady Esperanza se
acomodaba.SonreíaKettrickenyescogímispalabrasconcuidado,confiandoquesupieraleerentrelíneas.—Perolasmontañasestánmuylejos,alteza,yelclimanoacompañaenestaépocadelaño.Cuandoel
mensajerollegarapararecogerelremediodevuestramadre,yaseríacasiprimavera.Hayotroslugaresdonde conseguir la misma cura para vuestro malestar. Tal vez en Osorno o Garrón tengan lo quenecesitáis.Yasabéisquelosamablesduquesdeesasprovinciasnuncaosnegaríannada.
—Lo sé—sonrióKettricken con cansancio—, Pero es que ahora tienen tantos problemas quemeresistoapedirlesmásfavores.Además,laraízquellamamoscoronadereysólocreceenlasmontañas.Creoqueunmensajerodecididoconseguiríaviajarhastaallí.
Diootrosorbodeté.—Quiénenviarenesamisión,ah,esoyaseríamáscomplicado—señalé.Teníaquedarsecuentade
lodifícilqueseríaenviaraunancianoenfermoalasmontañaseninvierno.Nopodríaviajarsolo—.Elhombrequefuesetendríaqueserdignodeconfianzaytenaz.
—Esas cualidades me hacen pensar en una mujer antes que un hombre —replicó Kettricken, yEsperanzasoltóunarisitaalegre,másporveralareinadebuenhumorqueporlagraciadelcomentario.Kettrickensedetuvoconlatazaenloslabios—.Alomejordeberíairyoenpersona,paraverquetodosalgabien—añadió.
Sonrióalvermeabrirlosojoscomoplatos,perolamiradaquemedirigióeraseria.A eso siguió una charla intrascendental y una receta de hierbas, en su mayoría inventadas por
Kettricken, que prometí hacer todo lo posible por encontrar. Pensaba que había comprendido susintenciones.Cuandomedisculpéyregreséamicuarto,mepreguntécómopodríaimpedirqueactuaraellaantesqueChade.Eraungalimatíasdecuidado.
Acababadeponerensusitiotodosloscerrojosylasbarrascuandosentíunacorrientedeaireenlaespalda. Me di la vuelta para encontrar entreabierta la entrada a los dominios de Chade. Subí lasescalerasderrengado.Mecaíadesueño,perosabíaquecuandometumbaraseríaincapazdepegarojo.
MeasaltóeloloracomidacuandoentréenlacámaradeChadeysemedespertóelapetitodepronto.Chadeyaestabasentadoalamesitaquehabíapreparado.
—Siéntateycenaconmigo—medijosecamente—.Tenemosquetrazarunplan.Habíadadodosmordiscosaunpasteldecarnecuandomepreguntóenvozbaja:—¿Cuánto tiempo crees quepodríamos tener al reyArtimañas aquí, en esta habitación, sin que lo
encontraran?
Mastiquéytragué.—Yonuncaheconseguidoencontrarunaccesoaestacámara—señalésuavemente.—Ah, pero los hay. Y puesto que por ahí entran y salen la comida y otros artículos de primera
necesidad,hayalgunaspersonasque losconocensinsaberexactamenteparaquésirven.Micubilestáconectadoconcuartosdelcastillodondesealmacenanprovisionesparamíconregularidad.AunquemividaeramuchomenoscomplicadacuandoeraladyTomillolaqueseabastecíadealimentosysábanas.
—¿CómotelascompondráscuandoRegiosehayaidoaPuestoVado?—pregunté.—Seguramente no tan bien como ahora.Algunas tareas seguirán cumpliéndose por la fuerza de la
costumbresisequedanaquílaspersonasadecuadas,sinduda.Aunquecuandoescaseelacomidahabráquienessepreguntenporquétienenquealmacenarprovisionesenunapartedelcastilloquenoseutiliza.PeroestábamoshablandodelconfortdeArtimañas,nodelmío.
—Dependerá de cómo desaparezca Artimañas. Si Regio pensara que ha salido del castillo pormediosordinarios,podríasmantenerloescondidoaquíalgúntiempo.PerosiRegiosabequesiguedentrodeTorredelAlce,nosedetendráantenada.Sospechoqueloprimeroqueordenaríaseríaderribarlasparedesdeldormitoriodelreyagolpedemartillo.
—Directo,peroeficaz—discurrióChade.—¿HasencontradounlugarseguroparaélenOsornooGarrón?—¿Tanpronto?Claroqueno.Tendríamosqueocultarloaquíunosdías,talvezsemanas,antesdeque
se habilitara un lugar. Y luego habría que sacarlo del castillo a hurtadillas. Para eso tendríamos queencontrarhombressobornables,ysabercuándovanavigilarlapuerta.Pordesgracia,laspersonasquesepueden sobornar para hacer una cosa también pueden sobornarse después para que hablen de ello.Amenosquesufranalgúnaccidente.
Memiró.—Nonospreocupemosporeso.HayotraformadesalirdeTorredelAlce—ledije,pensandoenel
accesodemilobo—.Además,tenemosotroproblema.Kettricken.Actuaráporsucuentacomonosenosocurraprontoalgúnplan.Suspensamientosapuntanenlamismadirecciónquelostuyos.EstanochemepropusoponerasalvoaArtimañasenlasmontañas.
—¿Unamujerembarazadayunancianoenfermo,enplenoinvierno?Esoesridículo.—Chadehizounapausa—.Ono.Nadieseesperaríaalgoasí.Nuncalosbuscaríanenesacarretera.Yconelcaudaldegente que está enviando Regio Alce arriba, otra mujer y su achacoso padre apenas si llamarían laatención.
—Sigue siendo ridículo—protesté.Nomegustaba el interésquemostraban losojosdeChade—.¿Quiéniríaconellos?
—Burrich. Así se salvaría dematarse bebiendo por puro aburrimiento, y podría conseguirles losanimalesquenecesiten,ademásdemuchasotrascosasquepodríanhacerlesfalta.¿Estaríadispuestoair?
—Yasabesquesí—respondíaregañadientes—.PeroArtimañasnosobreviviríaaunviajeasí.—Esmás probable que sobreviva a un viaje así que a un viaje con Regio. Eso que lo consume
seguirádevorándolelavida,sealoquesea.—Fruncióelceño,másserio—.Aunquenoentiendoporquéloconsumemásdeprisadesdehaceunosdías.
—Elfrío.Laspenalidades.Esonolevendrábien.—Habrá posadas durante una parte del trayecto. Todavía puedo conseguirles algunas monedas.
Artimañasseparecetanpocoalqueeraquenotendremosquepreocuparnosdequeloreconozcan.Conla reina seríamás complicado. Hay pocasmujeres tan altas y pálidas. Sin embargo, si se tapa bien,parecerámásentradaencarnes.Quesecubraconunacapucha,y...
—Nolodirásenserio.—Mañana por la noche—replicó—. Tenemos que hacer algo mañana por la noche. Es entonces
cuando dejará de surtir efecto la poción para dormir que le he dado a Artimañas. Seguramente novolveránaatentarcontra lareinahastaqueemprendaelcaminoaPuestoVado.PerounavezRegio latengaensupoder,enfin,eneltranscursodeunviajepuedenocurrirmultituddeaccidentes.Unacaídaalríoheladodesdelabarcaza,uncaballodesbocado,unacomidaenmalestado.Sisuasesinoeslamitaddebuenoquenosotros,loconseguirá.
—¿Regiotieneunasesino?Chademelanzóunamiradacompasiva.—Nocreeríasquenuestropríncipeibaairporahíuntandolosescalonescongrasaynegrodehumo
enpersona,¿osí?¿Quiénteparecequepodríaser?—Serena.Sunombresaltóamislabios.—Entonceslomásprobableesquenoseaella.No,descubriremosquesetratadealguienapocado,
demodales amables y vida reposada. Si es que llegamos a descubrirlo.Ah, en fin, dejemos eso porahora.Aunquenohaynadamásemocionantequeperseguiraotroasesino.
—Will—musité.—¿QuéWill?—preguntó.LehablédeWillconapresuradossusurros.Abriómucholosojosmientrasmeescuchaba.—Seríaunagenialidad—dijoadmirado—.Unasesinohabilitado.Esincreíblequenoseleocurriera
antesanadie.—AlomejoraArtimañasse leocurrió—dijoenvozbaja—.Peroa lomejorsuasesinonosupo
aprender...Chadeseretrepóensusilla.—Meextraña—dijocon tonoespeculativo—.Artimañases lobastantereservadocomopara tener
esaideaynocompartirlanisiquieraconmigo.Pero,personalmente,dudoqueWillseaotracosaqueunespíaenestosmomentos.Formidable,quédudacabe.Debesestarespecialmentealerta.Peronocreoquedebamos temer que sea un asesino.—Carraspeó—.Ah, vaya. Está claro que no tenemos tiempo queperder. La fuga deberá realizarse desde el cuarto de Artimañas. Tienes que encontrar la manera dedistraerotravezalosguardias.
—DurantelaceremoniadelReyalaEspera...—No.Nopodemosarriesgarnosaesperartantotiempo.Mañanaporlanoche.Nomástarde.Nohará
faltaquelosmantengasocupadosmuchotiempo.Necesitarésólounosminutos.—¡Tenemosqueesperar!Delocontrarioelplanseráinviable.Paramañanaporlanoche,quieresque
tengaa la reinayaBurrichsobreaviso, loque implica revelarles tuexistencia.YBurrich tendráqueconseguircaballosyprovisiones...
—Caballosdetiro,nadaelegante.Llamaríandemasiadolaatención.Yunaliteraparaelrey.—Tenemoscaballosdetirodesobra,porquesonlosúnicosquenosquedan.PeroBurrichsesentirá
heridoensuorgullosilareinayelreytienenquemontarenellos.—Yunamulaparaél.Songentehumilde,coneldinerojustoparaviajaralinterior.Noqueremosque
sefijenenelloslossalteadoresdecaminos.SoltéunbufidoalimaginarmeaBurrichmontadoenunamuía.—Nopodemoshacerlo—musité—.Tenemosmuypoco tiempo.Debemosesperara lanochede la
ceremoniadelReyalaEspera.Todosasistiránalbanquete.—Lo que debe hacerse se puede hacer—sentenció Chade. Se sentómeditabundo unmomento—.
Puedequetengasrazón.ElreynopuedeestarincapacitadoparalaceremoniadeRegio.Siélnoasiste,ningunodelosduquescosterosselatomaráenserio.RegiotendráquepermitirqueArtimañastomesushierbascontraeldolor,paraquesemuestredócil,cuandomenos.Deacuerdo.Dentrodedosnoches.Ysies absolutamente indispensable que hables conmigo mañana, echa un poco de corteza de quina a tuchimenea.Nomucha,tampocoquieroquemeahúmes,perosíunbuenpuñado.Teabriréelcamino.
—Elbufónquerráacompañaralrey—merecordé,pensativo.—No puede —rechazó tajantemente Chade—. No hay forma de disfrazarlo. Sólo aumentaría el
peligro.Además,esprecisoquesequede.Necesitaremossuayudaparaprepararestadesaparición.—Nocreoqueesolohagacambiardeopinión.—Déjameelbufónamí.Puedodemostrarlequelavidadesureydependedequesalgadeaquísin
llamar la atención.Se tienequecrearun«ambiente»adecuado, enelque ladesaparicióndel reyy lareinanoparezca...ah,enfin.Dejaquemeocupeyodeesaparte.Losconvenceréparaquenoderribenlas paredes. El papel de la reina es sencillo. Lo único que tiene que hacer es retirarse pronto de laceremonia,declararquedeseadormirhastatardeydespedirasusdamasdecompañía.Deberíadejarleselrecadodequenoquierequelamolestenhastaqueella las llame.Si todosalebien,deberíamossercapacesdeconcederaArtimañasyKettrickenlamayorpartedelanocheparaponertierradepormedio.—Mededicóunacándidasonrisa—.Bueno.Creoqueésossontodosnuestrosplanes.No,no,yaséqueno hay nada definitivo. Mejor así. Seremos más flexibles. Ahora acuéstate y duerme lo que puedas,muchacho.Teesperaundíaajetreadomañana,yyotengomuchascosasquehacerahora.Deboprepararmedicinas suficientes para que el rey Artimañas resista el viaje hasta las montañas, y tendré queenvolverlasconclaridad.Burrichsabeleer,¿no?
—Muy bien—aseguré. Hice una pausa—. ¿Estuviste anoche donde el pozo del castillo, hacia lamedianoche?SupuestamentevieronalHombrePicado.Algunosdicenqueesosignificaqueelaguadelpozosehaechadoaperder.OtrosloconsideranunmalpresagioparalaceremoniadeRegio.
—¿Oh?Bueno,alomejorloes.—Chadeserióporlobajo—.Tendránpresagiosyagüerosdesobra,muchacho,hastaqueladesaparicióndeunareinayeldesvanecimientodeunreypasendesapercibidosentretodosellos.—Sonreíacomounniñoyselecayeronlosañosdelrostro.Asomóasusojosverdesalgoparecidoasuantiguobrillotravieso—.Descansaunpoco.YcomunicanuestrosplanesaBurrichyala reina. Yo hablaré con Artimañas y el bufón. Nadie más debe enterarse ni siquiera de un susurro.Tendremosqueconfiarunpocoenlasuerte.Encuantoalresto,confíaenmí.
El sonido de su risa no me pareció totalmente tranquilizador mientras me acompañaba escalerasabajo.
TraicionesyTraidores
El príncipeRegio fue el único vástago del reyArtimañas y la reinaDeseo que nació con vida.Algunaspersonasdicenquealasmatronasnuncalesimportósureinaynoseesforzaronporverquesushijos vivieran.Otrasafirmanque las comadres, ansiosaspor evitara la reina laspenuriasdelparto,leadministrarondemasiadashierbasdelasquemitiganeldolor.Peropuestoquesólodosdesushijosmortinatospermanecieronmásdesietemesesensuseno,lamayoríadematronasechanlaculpaalosintoxicantesqueingeríalareina,asícomoasumalacostumbredeportarelcuchillodesucinto con la hoja apuntada a su barriga, pues es sabido que eso da mala suerte a la mujer aúnfecunda.
Nodormí.Cadavezquealejabademipensamientomispreocupacionespor el reyArtimañas, ahíaparecía Molly, acompañada de otro. Mi mente saltaba de uno a otro, tejiendo una tela de pesar ypreocupación.MeprometíqueencuantoelreyArtimañasyKettrickenestuvieranasalvoencontraríalamaneradeapartaraMollydequienquieraquemelahubieserobado.Unavezalcanzadaesadecisión,medilavueltayseguícontemplandolaoscuridadunratomás.
El reino de la noche todavía era sólido cuando me levanté de la cama. Crucé sigiloso frente acompartimientos vacíos y animales dormidos para subir las escaleras deBurrich sin hacer ruido.Meescuchóydespuésmepreguntóamablemente:
—¿Seguroquenohastenidounapesadilla?—Sieseso,durayacasitodamivida—comentéenvozbaja.—Empiezoasentirmeigual—convino.Estábamosconversandoaoscuras.Élseguíaacostadoyyomehabíasentadoenelsueloasulado,
susurrando.NoqueríaqueBurrich encendiera la chimenea,ni siquieraunavela, puesnodeseabaquenadiesepreguntaraaquéobedecíaesanovedadensurutina.
—Paraconseguirtodoloquequiereendosdíastendráquesalirtodobienalaprimera.Heacudidoatielprimero.¿Podráshacerlo?
Guardósilencio.Nopodíaverlelacaraenlaoscuridad.—Trescaballosrobustos,unamula,unaliterayprovisionesparatrespersonas.Todosinquenadiese
entere. —Otro silencio—. Tampoco puedo coger al rey y la reina, cargarlos en un caballo y salir
tranquilamenteporlapuertadeTorredelAlce.—¿Conocesesealisaldondesolíanhacersusmadriguerasloszorrosgrandes?Tenloscaballoslistos
allíyelreyyKettrickensereuniráncontigo—aregañadientes,añadí—:Ellobolosllevaráhastati.—¿Tambiénellostienenquesaberloquehaces?Laidealohorrorizó.—Aprovecholasherramientasquetengoamidisposición.Ynocompartotuopiniónalrespecto.—¿Hastacuándopiensascompartirtumenteconunanimalqueserascayselame,queserevuelcaen
lacarroña,que sevuelve lococuandohayunahembraencelo,quenopiensamásalláde supróximacomida,sinaceptarsusvalorescomopropios?¿Enquéteconvertirásentonces?
—¿Ensoldado?Asupesar,Burrichsoltóunarisita.—Habloenserio—dijodespuésdeunmomento.—Tambiényo,acercadelreyylareina.Debemospensarcómovamosalograresto.Nomeimporta
loquetengaquesacrificarparaconseguirlo.Guardósilenciounmomento.—Asíque,nosécómo,tengoquesacarcuatroanimalesyunaliteradeTorredelAlcesinllamarla
atención.Asentíenlaoscuridad.Luego:—¿Esposible?—Hayunpardemozosdecuadraenlosquepodríaconfiar—dijodemalagana—.Nomegustatener
quepedirestefavor.Noquieroqueningúnmocosovayaporahíalardeandodeloquelepedíquehiciera.Supongoquepodríahacerqueparecieraquemepropongoenviar ríoarribaunarecuadecontrabando,peromismuchachosnosonidiotas.Notoleroestúpidosenlosestablos.Cuandosecorralavozdequeelreyhadesaparecido,ataráncabosenseguida.
—Eligeaunoquequieraalrey.Burrichsuspiró.—Lasprovisiones.Nadadeplatossuntuosos.Racionesdecampaña,másbien.¿Tambiéntengoque
conseguirropadeabrigo?—No.Sóloparati.KettrickenpuedeponerseytransportarloquenecesiteyChadeseocuparádelas
necesidadesdelrey.—Chade.Esenombremesuena,comosilohubieraescuchadoantes,hacemuchotiempo.—Sesuponequeperecióhacemucho.Antesdeeso,seloveíaporelcastillo.—Todosestosañosviviendocomounasombra—semaravillóBurrich.—Ypiensaseguirviviendocomounasombra.—Notengasmiedodequelotraicione.Burrichparecíadolido.—Losé.Esque...—Yalosé.Venga,enmarcha.Mehascontadoloquenecesitoparacumplirmiparte.Allíestarécon
loscaballosylasprovisiones.¿Aquéhora?—Enalgúnmomentodelanoche,mientraselbanquetesigaestandoensuapogeo.Nolosé.Yamelas
apañaréparadecírtelo.
Seencogiódehombros.—Encuantooscurezca,saldréyesperaré.—Burrich.Gracias.—Élesmirey.Ellaesmireina.Noesnecesarioquemedeslasgraciasporcumplirconmideber.DejéaBurrichparabajarsuescaleracaminandoconfurtividad.Meatuvea lassombrasyextendí
hastaelúltimodemissentidosparacerciorarmedequenadiemeespiaba.Cuandomehubealejadodelosestablos,deambuléentrelosalmacenes,laspocilgasylasperreras,saltandodesombraensombra,hastallegaralaviejacabaña.OjosdeNochesalióamiencuentrojadeando.¿Quésucede?¿Porquémeinterrumpescuandoestoycazando?
Mañanaporlanoche,cuandooscurezca.Quizátenecesite.¿Tequedarásaquí,enlosterrenosdelcastillo,paraacudirenseguidasitellamo?
Desde luego.Pero¿porquémehaces veniraquípara eso?Nohace faltaquenos veamosparapedirmeunfavortanpequeño.
Meacuclilléenlanieveysemeacercóparaapoyarlagargantaenmihombro.Loabracéconfuerza.Québobada,rezongó.Vete,corre.Estaréaquíporsiacasomenecesitas.Gracias.Hermano.Medebatíentreelsigiloylaprisamientrasregresabaalcastilloyamihabitación.Tranquélapuerta
ymetumbéenlacama.Todomisertrepidabadeemoción.Noconseguiríadescansardeverdadhastaquetodohubieraterminado.
Mediada la mañana se me permitió entrar en la cámara de la reina. Llevaba conmigo variospergaminossobrehierbas.Kettrickenestabareclinadaenunsillóndelantedelachimenea,representandoelpapeldeesposaafligidayfuturamadreansiosa.Medicuentadequeparecíadesmejoradaydequesucaída lehabíaprovocadomásdolordelquequería admitir.Ofrecíapocomejor aspectoque lanocheanterior, pero la saludé calurosamente y procedí a repasar las listas de hierbas, una detrás de otra,discutiendoconprofusiónlosbeneficiosdecadaunadeellas.Conseguíaburriryexpulsaracasitodassusdamasdecompañía,yellaterminópordespediralastresúltimasparaquetrajeranelté,encontraranmásalmohadasybuscaranotropergaminosobrehierbasque,segúndijo,estabaenelestudiodeVeraz.LapequeñaRomerosehabíaquedadodormidahacíaratoenunrincónacogedor,juntoalhogar.Encuantosedesvanecióelfrufrúdesusfaldashablédeprisa,sabedordequeteníamospocotiempo.
—Osiréismañanaporlanoche,traslaceremoniadelReyalaEspera—ledije,ycontinuéhablandoaunqueellahabíaentreabiertoloslabiosparapreguntaralgo—.Cogedropadeabrigoypertrechosparael invierno.Nomuchos.Acudid sola a vuestro dormitorio, tan pronto como os lo permita el decoro.Argüidquelaceremoniayvuestropesaroshandejadoagotada.Despedidavuestrasayudasdecámara,decid que necesitáis dormir y que no vuelvan hasta que vos las llaméis. Trancad la puerta. No.Escuchadme tan sólo. Tenemos poco tiempo. Preparaos para partir y quedaos en vuestro cuarto. Iráalguien a buscaros. Confiad en el Hombre Picado. El rey irá con vos. Confiad en mí —dije condesesperación cuando oímos los pasos que regresaban—. Todo lo demás estará organizado. Tenedconfianza.
Confianza.Nisiquierayoconfiabaenque todoaquello fueraa salirbien.Narcisa regresócon loscojinesypocodespués llegóel té.Conversamosamigablementeyunade lasdamasdecompañíamás
jóvenes de Kettricken coqueteó incluso conmigo. La reina Kettricken me pidió que le dejara lospergaminosdehierbas,pues todavía ledolía laespalda.Habíadecididorecogerseprontoesanocheyquizálospergaminoslaayudaranapasarelratoantesdequedarsedormida.Medespedíconcortesíayescapédeallí.
Chadehabíadichoqueseocuparíadelbufón.Yohabíarealizadomispatéticosintentosporplanearlafuga.Ya sólome restaba conseguir que el rey se quedara solo después de la ceremonia.Unos pocosminutoseracuantopedíaChade.Mepreguntésitendríaquedarlavidaporellos.Desechélaidea.Sólounos minutos. Las dos puertas rotas supondrían un estorbo o una ayuda, no sabía qué con certeza.Considerélosardidesmásevidentes.Podríafingirmeborrachoyprovocarunapeleaconlosguardias.Amenosque tuviera unhacha, no tardaríanmásque algunosminutos en reducirme.Nunca semehabíandadobienlaspeleasapuñetazos.No.Queríapermanecerenactivo.Consideréyrechacéunadecenadeplanes.Dependíandemasiadascosasdefactoresqueescapabanamicontrol.Cuántosguardiashabría,siconoceríaaalguno,siestaríaallíWallace,sisedejaríacaerRegioporallíparacharlarunrato.
Durantemivisita anterior al cuartodeKettrickenmehabíadado cuentadeque sehabían colgadounas improvisadas cortinas sobre los astilladosmarcos de las puertas del rey. Se había despejado lamayoría de escombros, aunque todavía había trozos de roble esparcidos por el pasillo.No se habíanencargado las reparacionesaningúncarpintero.OtramuestramásdequeRegionopensaba regresaraTorredelAlce.
Intentéencontrarunaexcusaparapresentarmeenesahabitación.Laplantabajadel castilloestabamásatareadaquenunca,puesseesperabaqueesanochellegasenlosduquesdeOsorno,GarrónyTorote,acompañadosdesusrespectivosséquitos,parapresenciarelnombramientodeRegiocomonuevoReyalaEspera.Ibanaalojarseenloscuartosdeinvitadossecundarios,alotroladodelcastillo.Mepreguntécuál sería su reacción ante la súbita desaparición del rey y la reina. ¿Se consideraría traición, oencontraríaRegioalgunamaneradeocultarlo?¿Quéauguraríaelhechodequecomenzaraasísureinado?Loapartédemimente;noibaaayudarmeaconseguirqueelreysequedarasoloensusaposentos.
Salí de mi cuarto y deambulé por Torre del Alce, esperando que me viniera la inspiración. Encambio, sóloencontréconfusión.Llegabannoblesde todacondiciónpara laceremoniadeRegio,y laafluenciadeinvitadosconsussirvientesyposesionessecruzabaymezclabaconladepersonasybienesqueenviabaRegio tierra adentro.Mispasosmecondujeron sinproponérmelo al estudiodeVeraz.Lapuerta estaba entornada y entré. La chimenea estaba apagada, el desuso propiciaba que el ambienteestuvieracargadodehumedad.Seapreciabaenelaireelinconfundibletufodelosratones.Esperabaquelospergaminosentrelosquehubierananidadonofueranirreemplazables.EstabacasisegurodequemehabíallevadolosqueatesorabaVerazalahabitacióndeChade.Mepaseéporlaestancia,tocandosuscosas.Depronto loechémuchodemenos.Su inexorablefirmeza,sucalma,sufuerza;él jamáshabríapermitidoque la situación llegara a ese extremo.Me senté en su sillade trabajo, frente a sumesademapas. La superficie del mueble estaba surcada de pegotes y garabatos allí donde había probadodiferentescolores.Habíadosplumastoscamentecortadas,descartadasjuntoaunpincelconlascerdasdesgastadas. En una caja encima de la mesa había varios tarros de tintas de colores, ya secas yagrietadas.OlíanaVeraz,delmismomodoqueelcueroyelaceiteparalosarnesesolíanaBurrich.Meencorvésobrelamesayapoyélacabezaenlasmanos.
—Veraz,tenecesitamosahora.
Nopuedoir.Mepuseenpiedeunsalto,semeenredaronlospiesconlaspatasdelasillaymecaíenlaalfombra.
Meincorporéapresuradamente,ytodavíaconmáspremuraintentéretenerelcontacto.¡Veraz!Te escucho. ¿Qué sucede, muchacho? Una pausa. Has llegado hasta mí por tus propios medios,
¿verdad?¡Bienhecho!¡Esprecisoquevuelvasacasadeinmediato!¿Porqué?Lospensamientossevertíanmuchomásdeprisaquelaspalabras,yconmuchomásdetalledeloque
a él le hubiera gustado. Sentí cómo se entristecía al recibir la información, cómo lo poseía elabatimiento.Vuelve.Siestuvierasaquí,podríasarreglarlotodo.RegionointentaríanombrarseReyalaEspera,nodesvalijaríaTorredelAlcedeestaformaniexpulsaríaalrey.
No puedo.Ahora cálmate. Piénsalo.No puedo llegar a tiempo para evitar nada de todo esto.Meapena,peroyaestoydemasiadocercadeconseguirmiobjetivo.Ysivoyaserpadre—suspensamientosse tornaron más cálidos con esta nueva sensación— es todavía más importante que tenga éxito. Miobjetivoesconservar losSeisDucados intactosyconunacosta librede lobosdemar.Esoes loquequieroqueheredemihijo.
¿Quépuedohaceryo?Loquehabéisplaneado.Mipadre,miesposaymihijo;esunacargamuypesadalaquedejosobre
tushombros.Deprontoparecíainseguro.Harétodoloquepueda,ledije,sinatrevermeaprometernadamásqueeso.Confíoenti.Seinterrumpió.¿Hassentidoeso?¿Elqué?Hay otro, intentando inmiscuirse, interceptar nuestra habilitación. Una de las víboras que
engendróGaleno.¡Nosabíaquesepudierahacereso!Galenoencontrólamanerayadiestróasuponzoñosaproleensusartes.Dejadehabilitarme.SentíalgoparecidoacuandorompiónuestrocontactodelaHabilidadlaúltimavezparaconservar
lasfuerzasdeArtimañas,peromuchomásbrusco.UnaemanacióndelaHabilidaddeVerazquealejabaaalguiendenosotros.Mepareciósentirelesfuerzoquelecostaba.Perdimoslaconexión.
Desapareció, tan de repente como lo había encontrado. Tanteé tras nuestro contacto, sin encontrarnada.Me intranquilizaba lo que había dicho, que hubiera otra persona escuchándonos. Enmi interiorbatallabaneltriunfoyelmiedo.Habíahabilitado.Noshabíanespiado.¡Perohabíaconseguidohabilitar,solo y sin ayuda!Mas ¿cuánto habrían escuchado?Aparté la silla de lamesa,me quedé sentado otromomento, inmersoenla tormentademispensamientos.Habilitarhabíasidosencillo.Todavíanosabíacómo lohabíaempezado,perohabía resultado fácil.Mesentíacomounniñoqueconsigueordenarunpuzleperono logra recordar lasecuenciaexactademovimientos.Lacertezadequepodíahacerlomeempujabaaintentarloinmediatamentedenuevo.Meresistíconfirmezaalatentación.Teníaotrastareasquecumplir,ymuchomásimportantes.
Melevantécomoimpulsadoporunresorteysalídelestudio.ApuntoestuvedeatropellaraJustin.Estabasentado,con laspiernasestiradasy laespaldaapoyadaen lapared.Parecíaebrio.Yosabía laverdad. El empujón de Veraz lo había dejado casi inconsciente. Frené en seco y lo miré. Sabía que
deberíamatarlo.ElvenenoquehabíaingeniadoparaWallacehacíatantotiempomeacompañabatodavía,guardadoenelbolsillodemimanga.Se lopodríameterporelgaznate.Peronoestabadiseñadoparaactuardeprisa.Comosipudieraleermelamente,seapartódemí,arrastrándosecontralapared.
Seguí observándolo otromomento, procurando pensar con claridad. Había prometido a Chade novolveraactuarsinantesconsultarlo.Veraznomehabíaencargadoqueencontraraymatasealespía.Lopodríahaberhecho,enmenosdeunafraccióndepensamiento.Esadecisiónnomecorrespondía.UnadelascosasmásdifícilesquehehechojamásfueobligarmeaapartarmedeJustin.Amediadecenadepasosdedistancia,oíquebalbucíadepronto:
—¡Séloqueestabashaciendo!Megiréparaencararlo.—¿Dequéestáshablando?—preguntéenvozbaja.Mi corazón trepidaba. Anhelaba que me obligara a matarlo. Me asustó saber de repente cuánto
deseabahacerlo.Palidecióperonoseamilanó.Merecordabaaunchiquillofanfarrón.—Tepaseascomosifueraselrey,tesonríesalvermeyteburlasdemíamisespaldas.¡Notecreas
quenolosé!—Seaferróalaparedconlosdedoscrispadosyselevantó,tambaleante—.Peronoerestanimportante.Habilitasunavezyyatecreesqueeresunmaestro,perotuHabilidadapestaatumagiacanina.Nopiensesquetevasapasearsiempreigualdeorgulloso.¡Algúndíacaerás!¡Ypronto!
Unloboclamóvenganzadentrodemí.Refrenémisimpulsos.—¿TeatrevesaespiarmecuandohabilitoconelpríncipeVeraz,Justin?Nopenséquetuvierastanto
coraje.—Sabes que lo he hecho, bastardo.No te temo tanto como para esconderme de ti. ¡Soy valiente,
bastardo!Muchomásdeloqueteimaginas.Suporteindicabaalasclarasqueseestabaenvalentonandopormomentos.—Loquemeimaginoestraiciónydeslealtad.¿AcasoelReyalaEsperaVeraznohasidodeclarado
muerto,fielmiembrodelacamarilla?Peromeespíasmientrashabilitoconély,sinembargo,noparecessorprendido.
PorunmomentoJustinsequedópetrificado.Luegoreaccionó.—Diloquequieras,bastardo.Nadietecreerásinosotroslonegamos.—Porlomenostenlaprudenciadecerrarlaboca—dijoSerena.Avanzaba por el pasillo comoun barco a toda vela.Nome hice a un lado, sino que la obligué a
apartarme.AgarróaJustindelbrazocomosifueseunacestatiradaenelsuelo.—Elsilencioesunavariantedelamentira,Serena.—HabíacogidoaJustinyloestabaalejandode
mí—.¡SabéisqueelreyVerazsiguevivo!—gritétrasellos—.¿Pensáisquenovolverájamás?¿Pensáisquenuncatendréisquerendircuentasporvuestrasmentiras?
Doblaronunaesquinaydesaparecieron.Rabiabaensilencio,maldiciéndomeporproclamaragritosloquetodavíadebíapermanecerensecreto.Peroelincidentemehabíaimbuidodeagresividad.MealejédelestudiodeVerazydeambuléporelcastillo.LascocinaseranunherviderodeactividadyPerolnotenía tiempoparamí, apartedeparapreguntarme sihabíaoídoque sehabíaencontradouna serpienteenroscadadelantedelachimeneaprincipal.Dijequeseguramentesehabíarefugiadoentrelaleñaparapasar el invierno y la habrían metido con algún tronco. El calor la habría devuelto a la vida. Perol
zangoloteólacabezaydijoquenuncahabíaoídonadaparecido,peroqueeraunmalpresagio.VolvióahablarmedelHombrePicadoquehabíanvisto junto al pozopero, en suhistoria, estababebiendodelcuboycuandoloapartódesurostrosembradodepicaduras,elaguaquegoteabadesubarbillaerarojacomolasangre.Habíapedidoalospinchesdecocinaquetrajeranaguadelpozodeloslavaderosparacocinar.Noqueríaqueningúncomensalcayeramuertoconlacabezaencimadelamesa.
Trasesaalegrenoticiasalídelacocinaconunpardepastelesquehabíasustraídodeunabandeja.Nohabíallegadomuylejoscuandomedetuvounpaje.
—¿TraspiéHidalgo,hijodeHidalgo?—sedirigióamíconcautela.SusampliospómulosindicabanqueprobablementefueseoriginariodeOsornoy,cuandolabusqué,
encontrélafloramarillaqueeraelemblemadeeseducadocosidaensujubónacuadros.Parasualtura,eraunmuchachosumamentedelgado.Asentícongestoserio.
—Miseñor,elduqueMazasdeOsornodeseaqueosreunáisconélencuantoosseaposible.Pronunciabalaspalabrasconmuchocuidado.Dudabaquefuesepajedesdehacíamuchotiempo.—Ahoramismo.—¿Queréisqueosmuestreelcamino?—Sabréencontrarlosolo.Ten.Novoyapresentarmeconesto.Leentreguélospastelesylosaceptódubitativo.—¿Queréisqueoslosguarde,sir?—preguntócontodaseriedad.Memortificóverqueunmuchachoconcedíatanaltovaloralacomida.—Telospuedescomerenmilugary,sitegustan,vealacocinaydileanuestracocineraSaraloque
opinasdesutrabajo.Dabaigualloocupadoqueestuvieraelpersonaldelascocinas;sabíaqueuncumplidoprocedentede
unchiquillofamélicoleganaríaalmenosuntazóndecaldo.—¡Sí,señor!Surostrose iluminóal recibirmis instruccionesysealejóraudodemí,conmediopastelyaen la
boca.Loscuartosdeinvitadossecundariosseencontrabanfrentea losaposentosdelreyalotroladodel
Gran Salón. Se consideraban secundarios, supongo, principalmente porque sus ventanas daban a lasmontañasynoalmar,loquepropiciabaquefuesenmenossoleados.Perolashabitacionesnoeranmáspequeñas,nimenosatractivasenningúnotroaspecto.
Alcontrariodelaúltimavezquehabíaentradoenuno,estabadecentementeamueblado.LosguardiasdeOsornomehicieronpasarauna saladeestardondeapenas sihabía tres sillaspara sentarseyunamesa desvencijada en el centro.Me recibióFe, con neutra formalidad, y luego fue a buscar al duqueMazas para hacerle saber que yo había llegado. Los tapices y colgaduras que antaño arropaban lasparedesydabancoloralacámaradepiedrahabíandesaparecido.Lucíatanalegrecomounamazmorra,salvoporelcálidofuegoquerelumbrabaenlachimenea.MequedédepieenelcentrodelasalahastaqueelduqueMazassaliódesudormitoriopararecibirme.Meinvitóasentarmeyacercamosdosdelassillasalhogar.Tendríaquehaberhabidopanypastasenlamesa,tendríaquehaberhabidoollas,tazasyhierbasparaelté,ybotellasdevinoenesasestanciaspararecibiralosinvitadosdeTorredelAlce.Meapenabaquenohubieranadadeeso.Fesequedóobservándonosenunsegundoplano,comounhalcónalacecho.MepreguntédóndeestaríaCeleridad.
Intercambiamos lascortesíasderigorantesdequeMazasabordara lacuestióncomounpirataquesaltaalbarcoenemigo.
—TengoentendidoqueelreyArtimañasestáenfermo,demasiadocomoparaverasusduques.Regio,naturalmente,estádemasiadoocupadoconlospreparativosparamañana.—Elsarcasmoflotabaensuspalabras comoun cuajo de nata en un cubo de leche—.Por eso quería visitar a sumajestad la reinaKettricken—anunciópesadamente—.Comoyasabes,sehamostradosumamentecortésconmigoenelpasado.Peroalllegarasupuerta,susdamasdecompañíamedijeronquenoseencontrababienyquenoadmitíavisitas.Heoídoelrumordequeesperaunhijo,yqueahora,porsuimprudenciaytemeridadalcabalgarendefensadeGarrón,lohaperdido.¿Esesocierto?
Cogíalientomientrasseleccionabalaspalabrasapropiadasparamirespuesta.—Nuestro rey, como habéis dicho, está enfermo. No creo que consigáis verlo, salvo durante la
ceremonia.Nuestrareinasesienteasimismoindispuesta,peroestoysegurodequesilehubierandichoque habíais acudido en persona ante su puerta, os habría invitado a pasar. No ha perdido el bebé.CabalgóendefensadeBahíaPulcritudporlamismarazónqueosobsequióconsusópalos;pormiedoaque si no actuaba ella, nadiemás lo haría. Tampoco fueron sus acciones en Bahía Pulcritud las quepusieronenpeligroa suhijo, sinounacaídaque sufrióen laescaleradeunade las torresdenuestrocastillo. Y el bebé se vio amenazado, pero no se perdió, aunque nuestra reina acabó seriamentelastimada.
—Yaveo.—Seretrepóensusillaycavilóun instante.Elsilencioarraigóentrenosotrosycreciómientrasaguardaba.Porfinseinclinóhaciadelanteymeindicóquehicieralomismo.Cuandoestuvieronpróximasnuestrascabezas,susurró—:TraspiéHidalgo,¿tienesalgunaambición?
Había llegado el momento. El rey Artimañas lo había predicho hacía años, y Chade másrecientemente.Cuandonorespondídeinmediato,Mazasprosiguiócomosicadapalabrafueseunarocaquehubieradeesculpirantesdeentregármela.
—El heredero del trono de losVatídico es un bebé que aún no ha nacido.CuandoRegio se hayanombradoasímismoReyalaEspera,¿creesquepasarámuchotiempoantesdequereclameeltrono?Nosotrosno.Aunqueestaspalabrassalgandemis labios,hablo tambiénennombrede losducadosdeGarrónyTorote.Artimañasesdébilyviejo.De reysóloconservael título.Regionoshaofrecidounadelantodeltipodemonarcaqueserá.¿QuénohabremosdepadecermientrasostenteRegiolacoronahastaqueelhijodeVerazalcancelaedadnecesaria?Noesquemehagailusionessobrequeesebebénazca ni mucho menos llegue a sentarse en el trono. —Hizo una pausa, carraspeó y me miró conintensidad.Fepermanecíadepie juntoa lapuerta comosivigilaranuestra conversación.Mantuvemisilencio—. Tú eres un hombre que conocemos, hijo de un hombre que conocimos. Compartes suapariencia y casi su nombre. Tienes tanto derecho a considerarte noble como cualquiera que hayaostentadolacorona.
Callódenuevo.Alaespera.Meempeñéenmisilencio.Noeraunatentación,medije.Sóloqueríaescucharlotodo.Nadamás.No
habíadichonaday,aunasí,sugeríaquetraicionaraamirey.Buscólaspalabrasadecuadas,levantólacabezaymemiró.—Correntiemposdifíciles.—Asíes—respondíenvozbaja.
Semirólasmanos.Eranmanoscurtidas,manosqueexhibíanlascicatricesycallosidadesdequientrabajaba con ellas. Su camisa estaba recién lavada y zurcida, pero no era una prenda nuevaconfeccionadaespecialmenteparaaquellaocasión.QuizálasituaciónfuesemalaenTorredelAlce,peroenOsornoeradesesperada.Lodijoconvozqueda.
—SiquisierasoponerteaRegio,declararteReyalaEsperaensulugar,Osorno,GarrónyToroteterespaldarían. Creo que la reina Kettricken te apoyaría a su vez, y que Gama la seguiría.—Volvió amirarme—.Hemoshabladomuchodeesto.CreemosqueelhijodeVeraztendríamásoportunidadesdellegaraltronocontigocomoregenteantesqueconRegio.
Ahí.Artimañasyaestabadescartado.—¿PorquénoseguiraKettricken?—preguntéconcautela.Contemplólasllamas.—Mecuestadecirlo, despuésde lavalíaquehademostrado.Pero esunaextranjeray, en algunos
aspectos,unpocobisoña.Noesquedudemosdeella;nadadeeso.Tampocoledaríamoslaespalda.Eslareina,yseguiríasiéndolo,ysuhijoreinaríadespuésdeella.Peroenestosmomentos,necesitamosunaReinayunReyalaEspera.
Surgióenmiinteriorunapregunta.Undemoniomeimpelíaapreguntar:«¿Ysi,cuandosuhijocumplalaedadrequerida,meniegoacederleelpoder?¿Entoncesqué?».Teníanquehabersehecho lamismapregunta, tenían que haber acordado alguna respuesta de antemano. Permanecí callado otromomento.Casipodíasentirlosriachosdeposibilidadarremolinándoseamialrededor;¿eraesoaloquesereferíaelbufón,eranésosloscrucesdecaminoqueirradiabandemí?
—Catalizador—musité.—¿Perdona?—Mazasseacercómásamí.—Hidalgo—dije—. Como habéis dicho, llevo su nombre. Casi. Duque Osorno. Sois un hombre
atribulado.Séelriesgoquehabéiscorridoalhablarconmigoyquieroserigualdefrancoconvos.Tengoambiciones.Peronoambicionolacoronademirey.—Cogíalientoycontempléelfuego.Porprimeravez me paré a pensar en lo que supondría para Osorno, Garrón y Torote la súbita desaparición deArtimañasyKettricken.Losducadoscosterosseríancomounbarcosintimónconlacubiertainundada.Mazas había declarado con otras palabras que no seguiría aRegio. Pero en esosmomentos no podíaofrecerles nadamás. Confiarle que Veraz vivía exigiría quemañana se alzaran y negaran a Regio elderechoaproclamarseReyalaEspera.AdvertirlesdequeArtimañasyKettrickenibanadesvanecerseno los tranquilizaría y significaría que, cuando ocurriera, serían demasiadas las personas que noevidenciaran sorpresa. Una vez a salvo en el Reino de las Montañas, quizás entonces pudiéramosdecírseloalosduquescosteros.Peroparaesoaúnfaltabansemanas.Intentépensarquépodríaofrecerleahora,quégarantías,quéesperanzas—.Porsiossirvedealgo,yo,comohombre,estoyconvosotros.—Pronunciélaspalabrasconcuidado,preguntándomesimeconvertíanentraidor—.HejuradolealtadalreyArtimañas.SoylealalareinaKettrickenyalherederoqueportaensuseno.Preveoquenosaguardantiemposaciagosyquelosducadoscosterosdeberíanunirsecontraloscorsarios.NotenemostiempoparapreocuparnosporloquehagaelpríncipeRegioenelinterior.QuesevayaaPuestoVado.Nuestrasvidasestánaquí,yaquídeberemosquedarnosycombatir.
Con mis propias palabras, sentí que cambiaba el curso de la marea en mi interior. Era comodespojarsedeunacapa,comoelinsectoqueemergedesucapullo,asímesentía.RegioibaadejarmeenTorredelAlce,pensandoquemeabandonabaalaspenuriasyelpeligrojuntoalaspersonasquemásme
importaban.Quelohiciera.ConelreyylareinaKettrickenasalvoenlasmontañas,dejaríadetemeraRegio.Mollysehabíaido,lahabíaperdido.¿QuéeraloquemedijoBurrich,hacíatiempo?Quequizáyo no la viera, pero ella podría verme amí.Que viera, entonces, que yo era capaz de actuar, que laresistenciadeunhombrepodíamarcarladiferencia.PacienciayCordoniaestaríanmásasalvocercademíqueprisionerasdeRegio.Mimentecabalgabadesbocada. ¿PodríaadueñarmedeTorredelAlceyguardarlahastael regresodeVeraz?¿Quiénmeseguiría?Burrichsehabría ido.Nopodríacontarconaprovechar su influencia.Pero también esos irritantes soldados terrales sehabríanmarchado.QuienespermanecieranseríansoldadosdeTorredelAlce,alosquelesinteresaríaimpedirqueaquellafríarocaque llamábamos castillo se redujera a escombros. Algunos me habían visto crecer, algunos habíanaprendidoausarlospuñosylaespadaalmismotiempoqueyo.ConocíaalaguardiadeKettrickenylosviejossoldadosquetodavíalucíanloscoloresdelaguardiadelreyArtimañasmeconocíanamí.HabíaestadoasusórdenesantesquealasórdenesdelreyArtimañas.¿Seacordaríandeeso?
Pesealcalordelfuegomerecorrióunescalofríoy,sihubierasidounlobo,semehabríapuestotodoelpelajedepunta.Lachispademiinteriorprendió.
—Nosoyrey.Nipríncipe.Sólosoyunbastardo,peroquieroaGama.NoquieroquehayaningunaconfrontaciónconRegio,noquieroderramamientosdesangre.NotenemostiempoqueperderynoquieroquemueranciudadanosdelosSeisDucados.QueRegioserefugieenelinterior.Cuandoélylosperrosqueolisqueansustalonessehayanido,estaréavuestradisposición.YmeseguirátodalagentedeGamaqueconsigareunir.
Pronunciadas las palabras, sellado el compromiso. Traición, traidor, susurró una vocecita en miinterior.Peroenmicorazónsabíaqueloquehabíahechoerajusto.QuizáChadenolovieradelmismomodo. Pero en ese momento tenía la impresión de que la única manera de declarar mi lealtad aArtimañas,VerazyelhijodeKettrickenpasabapordeclararmelealaquienesseoponíanaRegio.Asíytodoqueríaasegurarmedequecomprendíanesalealtadconclaridad.MeasoméaloscansadosojosdeMazas.
—Éseesmiobjetivo,duqueMazasdeOsorno.Osloexpongosinambagesynoapoyaréningúnotro.VeréunosSeisDucadosunidos,consucostalibredecorsarios,ypondrélacoronasobrelafrentedelhijodeKettrickenyVeraz.Debooírosdecirquecompartíseseobjetivo.
—Juroquelocomparto,TraspiéHidalgo,hijodeHidalgo.—Paramipasmo,elancianocurtidoporlaguerraenvolviómismanosconlassuyasysetocólafrenteconellasenelantiguogestodequienjurafidelidad. Hube de contenerme para no apartarlas de golpe. Lealtad a Veraz, me dije. Así habíacomenzadoaquelloydebíaprocurarquesiguieradelmismomodo—.Hablaréconlosdemás—prosiguióMazas envozbaja—.Lesdiréque eso es loquedeseáis.Enverdad,nobuscamosderramamientodesangre.Tenéisrazón.Queesecachorrohuyatierraadentroconelraboentrelaspiernas.Aquíesdondesequedaránypelearánloslobos.
Semeerizóelvellodelanucaantelaspalabrasquehabíaescogido.—Asistiremosasuceremonia.Nosplantaremosanteél, incluso,yjuraremoslealtaddenuevoaun
reydellinajedelosVatídico.Peronoeséleserey,niloserájamás.Tengoentendidoquepiensapartiraldíasiguientedelaceremonia.Dejaremosquesevaya,aunquela tradicióndictaqueelnuevoReyalaEsperadeberecibirasusduquesyescucharsuconsejo.Nosquedaremosmástiempo,quizásunoodosdías, tras la partida de Regio. Torre del Alce al menos será tuya antes de que nos vayamos. Nos
ocuparemosdeeso.Yhabráquediscutirmuchosasuntos.Ladistribucióndenuestrosbarcos.Haymásnavescasiterminadasenlosastilleros,¿meequivoco?
Antemisucintocabeceo,Mazasensayóunasonrisalobunadecomplacencia.—Nosocuparemosdequesehaganalamar,túyyo.RegiohasaqueadolasprovisionesdeTorredel
Alce; todo el mundo lo sabe. Nos encargaremos de reabastecer vuestros almacenes. Los granjeros ypastoresdeGamatendránquecomprenderquedebenaportarmás,quedebenofrecerloquesereserven,siquierenquesussoldadosprotejanlacosta.Seráuninviernodifícilparatodos,perocuantomásflacosloslobos,conmásímpetuluchan,oesodicen.
Ymiraqueestamosflacos,hermano;sí,miraquéflacosestamos.Se apoderó de mí un presentimiento terrible. Me pregunté qué acababa de hacer. Tendría que
encontrar lamaneradehablar conKettrickenantesdeque se fuera, asegurarle como fuesequenomehabía vuelto contra ella. También debía habilitar con Veraz, cuanto antes. ¿Lo entendería? Tenía queentenderlo.Siemprehabíasabidoverenelfondodemicorazón.Seguroquecomprendíacuáleseranmisintenciones. ¿Yel reyArtimañas?Antaño, tiempoha, laprimeravezquecomprómi lealtad,mehabíadicho:«Sialgúnhombreomujerpretendevolvertealgunavezcontramíofreciéndotemásdeloqueyoteofrezco,venamí,dimecuálessuofertaylaigualaré».¿EstaríasdispuestoadejarTorredelAlceenmismanos,viejorey?,mepregunté.
MedicuentadequeMazassehabíaquedadocallado.—Notemas,TraspiéHidalgo—dijoenvozbaja—.Nodudesqueloquehacemosesjusto,notemas
queestemosdesunidos.SinofueratumanolaquesealzaraparareclamarTorredelAlce,seríaotra.Nopodríamosdejardesgobernadoel timóndeGama.Congratúlateporquesea la tuya, igualquenosotros.Regiosehaidoadondeningunodenosotrospodríaseguirlo,serefugiatierraadentro,bajolacamadesumadre.Debemosapañárnoslassolos.Todoslospresagiosyauguriosseñalanenesadirección.DicenquehanvistoalHombrePicadobebiendosangredeunodelospozosdeTorredelAlce,yqueunaserpientequeestabaenroscadaenlachimeneaprincipaldelGranSalónhamordidoaunaniña.Yomismo,mientrascabalgabahastaaquí,hevistoaunajovenáguilaperseguidaporloscuervos.Perocuandoyapensabaquetendríaquezambullirseenelocéanoparaeludirlos,diolavueltay,enplenovuelo,apresóauncuervoqueseproponíalanzarseenpicadosobreella.Loestrujóysoltósucadáverensangrentadoenlasaguas,ylos demás cuervos huyeron despavoridos. Son señales, Traspié Hidalgo. Estaríamos ciegos si no lasviéramos.
Pesealescepticismoquememerecíantalesseñalesmerecorrióunescalofríoquemepusodepuntaelvellodelosbrazos.Mazasmiróderefilónendireccióna lapuerta interiordelacámara.SeguísusojosyviaCeleridad.Sucabellocortoyoscuroenmarcabasufazorgullosayelazuldesusojosrutilabaconfiereza.
—Hija,haselegidobien—dijoelanciano—.Ensudíamepreguntéquéhabríasvistoenunsimpleescribano.Puedequeahoraloveayotambién.
Le hizo una seña y la muchacha entró con un susurro de faldas. Se colocó junto a su padre,observándomeintensamente.Porvezprimeravislumbrélavoluntaddeaceroqueseescondíatrasaquellajoventimorata.Erainquietante.
—Tepedíqueesperaras,ylohashecho—medijoelduqueMazas—.Asímehasdemostradoqueeresunhombredepalabra.Hoyteheentregadomilealtad.¿Aceptastambiénlamanodemihija?
Metambaleéalfilodelprecipicioqueacababadeabrirseamispies.MiréaCeleridadalosojos.Enellanohabíalugarparaladuda.SinohubieraconocidonuncaaMolly,lahabríaencontradohermosa.Pero cuando la miraba, lo único que veía era quién no era. No me quedaba corazón que entregar aningunamujer,ymenosenunmomentoasí.Volvílamiradahaciasupadre,decididoahablarconfirmeza.
—Nomemerezcoelhonorquemehacéis,sir.Pero,duqueMazas,estalycomohabéisdicho.Correntiemposaciagoseinciertos.Convos,vuestrahijaestáasalvo.Amilado,noconoceríasinolamayordelasincertidumbres.Loquehemosdiscutidohoyaquísólopuedellamarsetraición.Notoleraréquediganquemeaprovechédevuestrahijaparaobligarosarespaldarmeenunaempresadudosa,niquevosmelaentregasteisenpagopor lamismarazón.—MeobliguéamirardenuevoaCeleridada losojos—.LahijadeMazasestámásasalvoquelamujerdeTraspiéHidalgo.Hastaquemiposiciónseamássegura,nopuedoaceptaranadieporesposa.Sabedqueostengoengranestima,ladyCeleridad.Nosoyduque,ni lord siquiera. Soy lo que reza mi nombre, el hijo ilegítimo de un príncipe. Hasta que no puedareclamaruntítulomayor,nobuscaréesposanicortejaréamujeralguna.
LadecepcióndeCeleridaderaevidente,perosupadreasintióalescucharmispalabras.—Veosabiduríaen loquedices.Mihija,me temo,novesinodemoras.—Reparóenelmohínde
Celeridadysonrióafectuosamente—.Algúndíacomprenderáquelaspersonasquebuscanprotegerlasonlasmismaspersonasquelaquieren.—Paseólamiradasobremícomosiyofueseuncaballo—.Creo—musitó—queGamaresistirá.YqueelhijodeVerazheredaráeltrono.
Lodejéconesaspalabrasresonandoenmimente.Medijeunayotravezquenohabíahechonadamalo.SinomehubieraapropiadoyodeTorredelAlce,lohabríahechootro.
—¿Quién?—mepreguntóChade,irritado,unashorasdespués.Yoestabasentado,conlamiradaclavadaenmispies.—Nolosé.Perohabríanencontradoaalguien.Yesmuchomásprobablequeesapersonaprovocara
underramamientodesangre.QueintervinieraenlaceremoniadelReyalaEsperaypusieraenpeligronuestrosesfuerzosporsacardeesteembrolloaKettrickenyArtimañas.
—Si losducadoscosterosestán tancercade la rebelióncomo indica tu informe,quizá tendríamosquereconsiderareseplan.
Estornudé.Todavíaolíaacortezadequinaenelcuarto.Habíausadodemasiada.—Mazasnomeabordóparahablarmederebelión,sinodelealtadalverdaderorey.Yyolerespondí
delmismomodo.Nodeseousurpareltrono,Chade,tansóloasegurarloparasulegítimoheredero.—Ya lo sé—espetóChade—.De lo contrario informaría directamente al reyArtimañasde esta...
locura.Nosécómollamarlo.Noestraición,casi,yaunasí...—Nohetraicionadoamirey—declaréconcontenidavehemencia.—¿No?Entonces,respóndemeaesto.Si,apesardetodostusesfuerzoso,lasuertenoslibre,gracias
a ellos, tantoArtimañas comoKettrickenperecenyVerazno regresa jamás, ¿quéocurrirá? ¿Seguiríasestandodispuestoacedereltronoallegítimoheredero?
—¿Regio?—Porordendesucesión,sí.—Él no es el rey, Chade. Es un principito indulgente y siempre lo será. Tengo tanta sangre de
Vatídicocomoél.—LomismopodríasdecirdelhijodeKettricken,cuandonazca.¿Noveslopeligrosaqueeslasenda
quenoscolocaporencimadellugarquenoscorresponde?TúyyohemosjuradolealtadallinajedelosVatídico,delquenosomossinoramificacionesporazar.NosóloalreyArtimañas,niacualquierreyqueresulteapropiado,sinoallegítimosoberanodelosVatídico.AunqueseaRegio.
—¿ServiríasaRegio?—Hevistopríncipesmásestúpidosqueélvolverse inteligentescon laedad.Loqueproponesnos
conduciráalaguerracivil.HazayLumbrales...—Noestáninteresadosenningunaguerra.Diránqueallánoslascompongamosydejaránenpazalos
ducadoscosteros.EsoesloquesiemprediceRegio.—Yseguramentehallegadoacreérselo.Perocuandodescubraquenopuedecomprarbuenaseday
quelosvinosdelMitonarydemásalláyanodesembocanensupaladardesdeelríoAlce,cambiarádeparecer.Necesitasusciudadesportuariasyvolveráaporellas.
—Entonces,¿quévamosahacer?¿Quédeberíahaberhecho?Chade,sentadofrenteamí,enlazólasmanosmoteadasentresusvetustasyhuesudasrodillas.—No lo sé.Mazas está realmente desesperado. Si hubieras rechazado su propuesta y lo hubieras
acusado de traición, en fin... No digo que se hubiera librado de ti. Pero recuerda que no vaciló endespacharaViragocuandoésta seconvirtióenunaamenazaparaél.Todoestoesdemasiadoparaunviejoasesino.Necesitamosunrey.
—Estoydeacuerdo.—¿PodríashabilitarconVerazdenuevo?—Temointentarlo.NosécómoprotegermedeJustinySerena.OWill.—Suspiré—.Detodosmodos,
lo intentaré.SeguroqueVerazsedacuenta si interceptanmiHabilidad.—Semeocurrióotracosa—.Chade,mañanaporlanoche,cuandotellevesaKettricken,tienesquesacartiempodealgunaparteparainformarladeloocurridoytranquilizarlasobremilealtad.
—Ah,síquelatranquilizaráenterarsedetodoestoaltiempodehuiralasmontañas.No.Mañanaporlanocheno.Meocuparédeque losepacuandoestéasalvo.Ytúdebesseguir intentandollegarhastaVeraz,peroprocuraquenoteespíen.¿Seguroquedesconocennuestrosplanes?
Tuvequenegarconlacabeza.—Perocreoqueestánseguros.SelocontétodoaVeraznadamáshabilitarconél.Fuealfinalcuando
dijoquealguiennosestabaespiando.—ProbablementedeberíashabermatadoaJustin—rezongóChade.Despuésserióalrepararenmi
expresiónofendida—.No,no,cálmate.Noteestoyriñendoporhabertecontenido.Ojaláhubierassidoigual de circunspecto con el plan que te propuso Mazas. Un soplo de esto bastaría para que Regioordenara que te estiraran el pescuezo.Y si se dejara llevar por la estulticia y la crueldad, intentaríaahorcar también a sus duques. No. ¡Ni siquiera pensemos en eso! Los salones de Torre del Alce seinundaríande sangre antesde llegar a ese extremo.Ojaláhubieras encontrado la formade cambiar elrumbodeesaconversaciónantesdequeteplantearasiquieralaoferta.Ojaláseleshubieraocurridootrasolución.Ah,enfin.Nohaycabezaviejaentrehombrosjóvenes.Pordesgracia,Regiopodríaarrancartetujovencabezadeesosjóveneshombrossinningúnesfuerzo.—Searrodillóyechóotrotroncoalfuego.Cogióalientoyespiródespacio—.¿Lohaspreparadotodo?—inquirióbruscamente.
Mealegrédecambiardetema.—Todoloquehepodido.Burrichestaráesperandoenel lugaracordado,enelalisaldondesolían
cobijarseloszorros.Chadepusolosojosenblanco.—¿Cómovoyaencontrarlo?¿Preguntoalprimerzorroconelquemecruce?Sonreísindarmecuenta.—Algoparecido.¿Pordóndesaldrásdelcastillo?Seobstinóensusilenciounmomento.Apesardetodo,eseviejozorrodetestabarevelarsupuerta
trasera.—Saldremosdelgranero—dijoalfin—.Eltercerocontandodesdelosestablos.Asentídespacio.—Unlobogrissereunirácontigo.Sígueloconsigiloyteenseñarálaformadecruzarlasmurallasde
TorredelAlcesintenerquepasarporlaspuertas.Chadeselimitóaobservarmeunlargorato.Esperé.Reprobación,repulsa,inclusocuriosidad.Pero
elviejoasesino llevabademasiado tiempoestudiando lamaneradeocultar sus sentimientos.Alcabo,dijo:
—Seríamosestúpidossinoaprovecháramoshastalaúltimaarmadelaquedispongamos.¿Supone...algúnpeligroparanosotros?
—Nomásqueyo.Noesprecisoquellevesacónitoencima,niqueleofrezcascorderoparaquetedejepasar.—EstabatanfamiliarizadocomoChadeconelfolclore—.Túsóloapareceyélteguiará.Tellevará al otro lado de los muros y te conducirá al alisal donde estará esperando Burrich con loscaballos.
—¿Esunpaseolargo?Sabíaqueestabapensandoenelrey.—Noesextenuante,pero tampococorto,yelmantodenieveseráprofundoyblando.Escabullirse
porlaaberturadelaparedserácomplicado,peronoimposible.PodríapedirleaBurrichquesereunieraconvosotrosenlamuralla,peronoquieroquellamelaatención.Alomejorelbufónpodríaecharteunamano.
—Tendráquehacerlo,comopintaslascosas.Noestoydispuestoainmiscuiranadiemásennuestrosplanes.Parecequenuestraposiciónsevuelvemásinsostenibleacadamomentoquepasa.
Agachélacabeza.Teníarazón.—¿Ytú?—meatrevíapreguntar.—Mitrabajoestácasiacabado,contiempodesobra.Elbufónmehaayudado.Haconseguidoropas
ydineroparaelviajedesurey.Artimañashaaprobadonuestroplanaregañadientes.Sabequeeslomásprudente,perolomortifica.Apesardetodo,Traspié,Regioessuhijo,subenjamínfavorito.AuncuandohasufridolacrueldaddeRegio,leresultadifícilaceptarqueelpríncipeseaunaamenazaparasuvida.Comprendesudilema:admitirqueRegiopodríatraicionarloequivaleaadmitirqueestabaequivocadoconrespectoasupropiohijo.HuirdeTorredelAlceesaúnpeor,puesequivaleaadmitirnosóloqueRegiopodríatraicionarlo,sinoquelahuidaessuúnicaopción.Nuestroreynuncahasidouncobarde.Leirritahuirdequiendeberíaserelmáslealdesussúbditos.Perodebehacerlo.Deesoloheconvencido;principalmente,loadmito,aldecirlequesinsurespaldoelhijodeKettrickentendrápocasposibilidadesdeaspiraraltrono.—Chadeexhalóunsuspiro—.Todoestácasilisto.Hepreparadoyalasmedicinasytodoestábienembalado.
—¿Comprendeelbufónquenopuedeacompañarasurey?Chadesefrotólafrente.—Seproponeseguirnos,dentrodeunosdías.Nopudedisuadirloporcompleto.Lomásqueconseguí
fueconvencerloparaqueviajáramosporseparado.—Asíquesólofaltaqueyoencuentre lamaneradevaciarde testigoselcuartodelreyyque tú lo
saquesahurtadillas.—Ah,sí—observóChade,sinhumor—.Todoestáplaneadoylistoparaserllevadoacabo,salvolo
másimportante.Losdosnosquedamoscontemplandolasllamas.
FugasyCapturas
El rebrote de los conflictos entre los ducados costeros y los terrales al término del reinado deArtimañas fuemásbien la resurreccióndeantiguosenconosqueelnacimientodenuevas rencillas.Loscuatroducadoscosteros,Osorno,Gama,GarrónyTorote,yaformabanunreinomuchoantesdeque surgieran los Seis Ducados. Cuando las estrategias bélicas unificadoras de los Estados deChalazaconvencieronalReyEjióndequesusconquistasnoibanareportarleningúnbeneficio,volcósusambicionessobreelinterior.LaregióndeLumbrales,consudispersapoblacióndenómadas,cayófácilmente ante los organizados ejércitos del monarca. Haza, más poblada y asentada, rindió lasarmasdemalaganacuandoelantiguoreydeesaregiónencontrósuterritoriositiadoysusrutasdecomerciocortadas.
El antiguo reino de Haza y la región que habría de convertirse en Lumbrales se consideraronterritorio ocupado durantemás de una generación. La abundancia de sus campos de cereales, sushuertas y sus rebaños fue explotada a conciencia para disfrute de los ducados costeros. La reinaMunificencia,nietadeEjión,supodarsecuentadequeesosembrabaeldescontentoentrelaszonasdelinterior.HizogaladeunaenormetoleranciaysabiduríaalelevaralosancianosdelastribusdeLumbralesylasantiguasfamiliasregentesdeHazaalacondicióndenobles.Sevaliódematrimoniosyentregasdetierrasparaforjaralianzasentrelasgentesdelacostaylasdelinterior.FuelaprimeraenreferirseasureinocomolosSeisDucados.Peronitodassusmaniobraspolíticaspodíanalterarlosinteresesgeográficosyeconómicosdelasdistintasáreas.Elclima,lagenteylosestilosdevidadelosducadosterralessiemprefueronsumamentediferentesdelosdelaszonascosteras.
DuranteelreinadodeArtimañas,losinteresesdivergentesdeambasregionesfueronexacerbadosporlosdescendientesdesusdosreinas.Sushijosmayores,VerazeHidalgo,eranloshijosdelareinaConstancia,nobledeToroteconparientes tambiénentre lanoblezadeOsorno.Eracosteradepuracepa.LasegundareinadeArtimañas,Deseo,eraoriundadeLumbrales,perosulinajeseremontabahastalaantiguarealezadeHazayteníaunaconexiónlejanaconlosVatídico.Deahíqueproclamaracon insistencia que su hijo Regio era más noble que cualquiera de sus hermanastros y que, porconsiguiente,teníamásderechoaocupareltrono.
ConladesaparicióndelReyalaEsperaVeraz,losrumoresdesumuerteyelevidentefracasodel
reyArtimañas,losduquescosterossupusieronqueelpoderyeltítulopasaríanamanosdelpríncipeRegio,nacidodelinajeterral.PrefirieronaliarseconelhijononatodeVeraz,unpríncipecostero,ycomoerapredeciblehicieroncuantoestabaensusmanosporconservaryconsolidarelpoderdelaslíneas de sangre costeras. Amenazados como estaban los ducados costeros por los corsarios y losforjados,lociertoesqueeralaúnicadecisiónracionalquepodíantomar.
LaceremoniadelReya laEsperafuedemasiado larga.LosasistentessecongregaronconsobradaantelaciónparaqueRegiopudierarealizarunaentradafastuosaentrenuestrasfilasyascenderaltrono,dondeloesperabaunsomnolientoreyArtimañas.LareinaKettricken,pálidacomounaveladecera,seencontrabadepiealladodelmonarca.Artimañasestabaengalanadocontúnicas,mantosdepielesylaregalíacompletadejoyasreales,peroKettrickenhabíarechazadolassugerenciasytentacionesdeRegio.Se erguía alta y recta ataviada conuna sencilla túnica púrpura, ceñida sobre su vientre abultado.Unasimplediademadeororecogíasuscortosmechones.DenoserporesabandademetalqueleceñíalassienespodríahaberpasadoporunacriadaalserviciodeArtimañas.Yosabíaquetodavíaseconsiderabaunsacrificiomásqueunareina.Nocomprendíaquelasobriedaddesuatuendoresaltabadrásticamentesucualidaddeextranjeraenlacorte.
Elbufóntambiénestabapresente,vestidoconunraídojubónnegroyblanco,consucetrocoronadodenuevoporRatita.Sehabíapintadolacaraconfranjasnegrasyblancasasuvezymepreguntésilohabría hecho para disimular sus magulladuras o, simplemente, para hacer juego con su jubón. HabíaaparecidounpocoantesqueRegioyeraevidentequehabíadisfrutadodelespectáculoqueoriginóalpasearseporelpasillo,bendiciendoalaconcurrenciaconsacudidasdeRatitaantesdesaludarconunareverencia y dejarse caer grácilmente a los pies deArtimañas.Los guardias habían hecho ademán deinterceptarlo,perofueronbloqueadosporunamasadeespectadorescuriososydivertidos.Cuandollegóal estradoy se sentó, el rey estiróunbrazopara alborotar congestodistraído los rizosdelbufón,demodoqueselehabíapermitidoquedarseallí.Laactuacióndelbufónsuscitósonrisasyfruncimientosdeceño,dependiendoprincipalmentedecuanlealaRegioseconsideraracadacual.Pormiparte,temíaqueaquéllahubierasidolaúltimabromadelbufón.
Elambientedelcastillodurantetodoeldíahabíasidoequivalentealdeunaollahirviendo.Mehabíaequivocado al confiar en la discreción de Osorno. De repente eran demasiados los nobles que mesaludabanconlacabezaobuscabancruzarlamiradaconmigo.MepreocupabaqueloslacayosdeRegionopudieranpasarloporalto,demodoquemehabíaencerradoenmicuartoo,durantebuenapartedelatarde,enlatorredeVeraz,dondehabíaintentandohabilitarconélenvano.Habíaelegidoeselugarconla esperanza de invocar mentalmente su recuerdo con claridad, pero había fracasado. En cambiomehabía descubierto intentando percibir los pasos deWill en las escaleras de la torre, o el roce de lapresenciadeJustinySerenacontramisentidodelaHabilidad.
Trasrenunciarahabilitarmequedésentadounbuenrato,dándolevueltasalirresolubleacertijodecómoexpulsaralosguardiasdelahabitacióndeArtimañas.Fueraseoíaelmartilleodelmaryelviento,ycuandoabrílasventanasmelanzóalotroladodelaestanciaunaráfagafuriosa.Muchosconsiderabanqueéseeraeldíapropicioparalaceremonia;latormentamantendríaaloscorsariosparalizadosdondequieraqueestuviesenenesosmomentosynoslibraríadenuevossaqueos.Yoveíalalluviaheladaqueformabaunacostradehielosobrelanievecaída,volviendopeligrosamentetraicioneraslascarreteras,ymeimaginabaaBurrichviajandoenplenanocheconlareinayelreyArtimañasensulitera.Noibaaser
tareafácil.Sehabíaasentadolaatmósferaadecuadaparaqueocurrieraalgúnprodigio.Ahora,alashistoriasdel
HombrePicadoylasserpientesdelachimenea,sesumabaladesesperaciónqueimperabaenlascocinas.Lahornadadepandeldíanohabíacuajadoylalechesehabíaagriadoenlascubasaunantesdequeselehubierapodidoquitarlanata.LapobrePerolSaraestabadesoladaydeclarabaquenuncaanteshabíaocurridoalgoasíensucocina.Losporquerizossenegaronadarlalecheestropeadaasuscerdos,talerasuconviccióndequeestabamaldita.Elproblemaconelpanhabíaobligadoa trabajareldoblea loscriadosdelacocina,queyanodabanabastoparadardecomeratodoslosinvitadosquehabíanacudidoparapresenciarlaceremonia.Ahorapodíaasegurarqueelhumordetodouncastillopodíaresentirsedelmaltalantedelaservidumbredesuscocinas.
Sehabíanenviado raciones reducidas a la saladeguardia, el caldoestabademasiado saladoy lacervezahabíaperdidosufuerza.ElduquedeHazasequejódehaberrecibidovinagreenvezdevinoensusaposentos,loquepropicióqueelduquedeOsornocomentaraalosdeToroteyGarrónqueinclusounvaso de vinagre hubiera sido bien recibido en sus aposentos como gesto de hospitalidad. Eldesafortunadocomentariollegó,nosesabecómo,aoídosdelaseñoraPremura,queregañóairadamentea todos los chambelanes y criados por no haber conseguido transmitir a los cuartos de invitadossecundarios la poca alegría que quedaba aún en el castillo. Los lacayos protestaron y se defendierondiciendo que habían recibido órdenes de escatimar obsequios con esos huéspedes, aunque nadie supoprecisarquiénhabíadadodichaorden,nisiquieraquiénhabíacorridolavoz.Asíhabíatranscurridolajornada,demodoquefueunalivioparamíaislarmeenlatorredeVeraz.
Pero nome atrevía a perderme la ceremonia del Rey a la Espera, pues eso habría dado lugar anumerosaspreguntas.Allíestaba,portanto,víctimaincómodadeunacamisaconlasmangasdemasiadoholgadasyunasmallassumamenteásperas,aguardandopacientementelaentradadeRegio.Noteníalacabezapuestaensupompayceremonia;mispropiaspreguntasypreocupacionesnodejabansitioparanadamás.NosabíasiBurrichhabríaconseguidoloscaballosylalitera.Yaeradenoche.Probablementeestuviera sentadoa la intemperie, conesa tormenta, alpatéticoamparodel alisal.Habríacubierto loscaballosconunamanta,sinduda,perodepocoserviríafrentealaguanievequecaíaahoraconfuerza.MehabíadadoelnombredelherrerodondeserefugiabanHollínyRubí.Teníaqueapañármelasparaseguirpagandoalhombresusobornosemanalyecharlesunvistazodevezencuandoparaasegurarmedequeestuvieranbienatendidos.Mehabíahechoprometerquenodelegaríaesa tarea.¿Conseguiría retirarsesola la reina a su habitación?Y una y otra vez, ¿cómo iba a vaciar el cuarto deArtimañas para quepudierallevárseloChade?
Unmurmullodeasombromesacódemiensimismamiento.Mirédereojoalestrado,dondeparecíaque tuviera losojos fijos todo elmundo.Seprodujounbreveparpadeoy, porun instante, unade lasvelasblancas chisporroteóde azul.Luegootra escupióuna chispay ardió azul un instante.Hubootromurmullo,perolasvelasrebeldesvolvieronaarderconnormalidaddespuésdeaquello.NiKettrickennielreyArtimañasparecieronpercatarsedenadaextraño,peroelbufónsesentóerguidoyamonestóalasdíscolasvelasconuncabeceodeRatita.
Al cabo apareció Regio, resplandeciente entre sedas blancas y terciopelos rojos. Una doncellitacaminaba delante de él, columpiando un incensario de sándalo. Regio prodigaba sonrisas mientrasavanzabahaciaeltronoconindolencia,mirandoavariaspersonasalosojosysaludandoavariasmás
conlacabezaensucaminoalasientoreal.EstoysegurodequenotodosaliótanalaperfeccióncomohabíaplaneadoRegio.ElreyArtimañastartamudeóysequedómirandodesconcertadoelpergaminoquelehabíandadoparaleer.Kettrickenterminóporcogerlodesusmanostemblorosasyelancianolededicóuna sonrisa mientras ella leía en voz alta unas palabras que debían de partirle el corazón. Era uncuidadoso listado de los hijos que había engendrado el rey Artimañas, incluida una niña que habíaperecido siendo todavía un bebé, por orden de nacimiento y luego por orden de defunción. ConcluíanombrandoaRegioúnicosupervivienteylegítimoheredero.NovacilóalllegaralnombredeVeraz,sinoqueleyóenvozaltaelsucintoestamento(«LlevadoporladesgraciamientrasrealizabaunamisiónenelReinodelasMontañas»)comosinofuesemásqueelingredientedeunalista.Nosemencionabaalhijoqueportabaen su seno.Elbebénonato seconsiderabaheredero,peronoReya laEspera.Nopodríareclamaresetítulohastacumpliralmenoslosdieciséisañosdeedad.
KettrickenhabíacogidodelarcóndeVerazlasencilladiademadeplataconlagemaazulqueeralacoronadelReyalaEspera,yelcolgantedeoroyesmeraldaconformadealcerampante.Entrególosobjetosal reyArtimañas,que los contemplócomosinocomprendiera su función.NohizoademándeentregárselosaRegio.ÉsteacabóporextenderlosbrazoshaciaellosyArtimañasconsintióqueselosarrebatara.Regio puso la corona sobre su cabeza, se rodeó el cuello con el colgante y se irguió antetodosnosotros,elnuevoReyalaEsperadelosSeisDucados.
LoscálculosdeChadeerraronporpoco.LasvelasnoempezaronatitilarazulesconfuerzahastaquelosduqueshubieroniniciadosuprocesiónparajurarlealtadunavezmásalaCasadelosVatídico.Regiointentó hacer caso omiso del fenómeno, hasta que losmurmullos de la congregación amenazaron conacallareljuramentodelduqueCarnerodeHaza.Regiosegiróy,congestodeindiferencia,apagólavelaimpertinente. Admiré su aplomo, sobre todo cuando una segunda vela se volvió azul casi al mismotiempo y él repitió el gesto. Pensé que el augurio empezaba a ser demasiado evidente cuando de unaantorcha de pared próxima a la puerta principal brotaron de pronto una llamarada azul y un olorpestilenteantesdequeelfuegoseapagara.Todaslasmiradassehabíanvueltoparaobservarla.Regioaguardóhastaquehuboterminadoelespectáculo,perovilatensiónreflejadaensumentónyenlavenadiminutaquepalpitabaensusien.
Nosécómohabíaplaneadoconcluirsuceremonia,perodespuésdeaquellolainterrumpiódeformahartobrusca.Aunsecoademán,losjuglarescomenzaronatocarderepente,mientrasaotraindicaciónseabrían las puertas y entraban criados conmesas preparadas de antemano, seguidos demuchachos queportaban caballetes sobre los que posar los grandes tableros. Para ese banquete, al menos, no habíaescatimado nada y todo el mundo recibió encantado las sabrosas carnes y pastas. Si parecía queescatimara el pan, a nadie se le ocurrió quejarse. En el Salón Inferior se habían dispuesto mesas ymantelesparalosnobles,yalláviqueescoltabaKettrickenalreyArtimañasmientraselbufónyRomerocaminaban tras sus pasos. Los integrantes del populacho disponíamos de viandas más modestas enabundanciaydeespaciodesobraparabailar.
Mehabíapropuestodisfrutardeunabuenacomidaduranteelbanquete,perounayotravezmeveíaacosado por hombres que me palmeaban la espalda con demasiada efusividad o de mujeres que melanzabanmiradas demasiado interesadas. Los duques costeros compartían la mesa con el resto de lanobleza,supuestamenteparacongraciarseconRegioycimentarsusnuevasrelacionesconél.Mehabíaninformadodequelostresduquescosterossabíandemiavenenciaconsuplan.Erainquietantecomprobar
que también los nobles demenos rango estaban al corriente.Celeridad nome pidió abiertamente quefuesesuacompañante,peromeponíanerviososiguiéndomeatodaspartestancalladacomounsabueso.Cadavezquemedabalavueltalaencontrabaaseispasosdedistancia.Eraevidentequedeseabaquehablara con ella, pero yo no confiaba en encontrar las palabras adecuadas. A punto estuve dedesplomarmecuandounodelosnoblesdeTorotemepreguntósipensabaqueibaaenviarsealgúnbuquedeguerraaBahíaFalsa,tanalsur.
Conelcorazónenunpuño,comprendídeprontomiequivocación.NingunodeellostemíaaRegio.Noveíanpeligro, tan sólo a un chiquillomalcriado al que le gustabavestirse lujosamente, llevar unadiadema y reclamar títulos para sí. Pensaban que se iría y que podrían ignorarlo. Yo sabía que seequivocaban.
SabíadeloqueeracapazRegio,impulsadoporsusansiasdepoder,oporcapricho,osimplementeporqueleparecíaquepodíasalirseconlasuya.SeiríadeTorredelAlce.Nolaquería.Perosiseleocurría,haríacuantoestuvieraensumanoparaimpedirquemelaquedarayo.Sesuponíaqueyoibaaquedarmeallíabandonado,aislado,parasucumbiralhambreoa loscorsarios.Noparaamasarpoderentrelosescombrosqueélpensabadejaratrás.
Si nome andaba con cuidado, conseguiría quememataran.O algo peor, si Regio podía ingeniaralgunatorturamásrefinada.
Endosocasionesintentéescabullirmeyenambasmeviarrinconadoporalguienquedeseabahablara solas conmigo.Al final aleguéquemedolía la cabezay anuncié abiertamentequeme retiraba amicuarto.Hubede resignarmea recibir lasbuenasnochesde almenosunadecenadepersonas antesdeconseguirretirarme.CuandoyapensabaqueeralibreCeleridadbuscómimanocontimidezymedeseóbuenasnochesconunavoz tandesoladaquesupequehabíaheridosussentimientos.Creoqueesomeconmoviómásqueningunaotracosaaquellanoche.Ledi lasgraciasy, enunalardedecobardía,meatrevíabesarlelapuntadelosdedos.Elrebrotedeluzensusojosmeavergonzó.Huíescalerasarriba.MientraslassubíamepreguntécómoeracapazdesoportaresetipodeeventosVeraz,cómohabíapodidotolerarlosmipadre.Sialgunavezhabíasoñadoconserunprínciperealenvezdeunbastardo,esanochedesechémisueño.Eraunaprofesióndemasiadopública.Desalentado,comprendíqueésaeralavidaqueme esperaba hasta el regreso de Veraz.Me rodeaba un espejismo de poder y serían demasiadas laspersonasquesedejaríanengañarporél.
Fui ami habitacióny, congran alivio,me cambié de ropaymepuse unas prendasmás cómodas.Mientras alisaba mi camisa palpé la bolsita con el veneno deWallace, cosida todavía en la manga.Quizá,reflexionéconamargura,metrajerasuerte.Salídemicuartoyafrontéelqueseguramentefueramiactomásestúpidodelanoche.SubíalacámaradeMolly.Lasaladeloscriadosestabavacía,elpasilloiluminadotenuementepordosantorchas.Llaméasupuerta.Nohuborespuesta.Probéagirarlamanilla,peronoestabaechadalallave.Lapuertaseabriócuandolaempujé.
Oscuridad.Vacío.Noardíaelfuegoenlachimenea.Encontréuntrozodevelayloencendíconunaantorcha.Despuésregreséasuhabitaciónycerré lapuerta.Mequedéallíhastaque ladevastaciónsetrocófinalmenteenrealidad.EratodotanpropiodeMolly.Lacamalimpiadesábanas,lascenizasdelachimeneabarridas,peroconunmontoncitodeleñapreparadoparaelpróximoresidente.Ésoseranlosdetallesqueme indicabanquehabíadesaparecidodelcuarto.Niunacinta,niunavela,ni siquieraunpedazodemechaquedabadelamujerquehabíavividoallícomounacriada.Lajarrabocaabajoenla
palanganapara queno entrara el polvo.Me senté en su silla delante de la chimenea apagada, abrí elarcóndesuropaymeasomé.Peronoerasusilla,suchimeneanisuarcón.Sóloeranmerosobjetosqueellahabíatocadodurantesubreveestanciaallí.
Mollysehabíaido.Noibaavolver.Habíamantenidomienterezanegándomeapensarenella.Aquelcuartovacíomearrancólavendade
losojos.Meviamímismoydespreciéloquevi.DeseépoderretirarelbesoquehabíadepositadoenlosdedosdeCeleridad.¿Bálsamoparaelorgulloheridodeunamuchacha,ounceboparaatraerlahaciamíjuntoconsupadre?Yanosabíaquéhabíasido.Ningunadelasdoscosasteníajustificación.Lasdosestaban mal, si creía en el amor que le había prometido aMolly. Aquel simple gesto me declarabaculpable de todos los cargos queme había atribuido. Siempre antepondría losVatídico a ella.HabíatentadoaMollyconlapromesadelmatrimonio,lahabíadespojadodesuorgulloensímismaydesufeenmí.Me había herido al abandonarme. Lo que no podía dejar atrás era lo que la había obligado apensar de ella misma. Eso debería llevarlo encima siempre, la idea de que había sido engañada yutilizadaporunmentirosoegoístaquenisiquierateníavalorparalucharporella.
¿Puede ser la desolación una fuente de coraje? ¿O era simplemente impetuosidad y ansia deautodestrucción? Bajé las escaleras con arrojo yme dirigí directamente a los aposentos del rey. Lasantorchasqueardíanenlaparedfrenteasupuertameirritaronlanzandochispasazulesamipaso.Unapizcademasiadomelodramático,Chade.Mepreguntésihabíamanipuladohastalaúltimavelayantorchadelcastillo.Apartélacortinayentré.Nohabíanadie.Nienlasaladeestar,nisiquieraeneldormitoriodel rey. El lugar ofrecía un aspecto desolado, con todos los artículos demejor calidad enviados ríoarriba. Parecía la habitación de cualquier posadamediocre.No quedaba nada quemereciera la penarobar,oRegiohabríadejadounguardiaen lapuerta.Enciertomodo,merecordóalcuartodeMolly.Aquíyalláhabíaalgunosobjetos:ropadecama,prendasdevestirycosasporelestilo.Peroésayanoera la habitación demi rey.Me acerqué a lamesa yme coloqué en el mismo sitio dondeme habíaplantadosiendounchiquillo.Allí,mientrasArtimañasdesayunaba,meinterrogabaastutamentesobremisleccionesde lasemanayhacíaquemedieracuenta,cadavezquesedirigíaamí,dequesiyoerasusúbdito también él era mi rey. Aquel hombre ya no estaba, lo habían eliminado de su cuarto. Laparafernaliadeunhombreactivo,loscalzadores,loscuchillos,lospergaminoshabíansidoreemplazadospor incensariosdondequemarhierbasy tazaspegajosasdonde servir té condrogas.El reyArtimañashabíaabandonadoesahabitaciónhacíamucho tiempo.Esanoche ibaa sacardel castillo aunhombreenfermo.
Oí pasos ymemaldije pormi torpeza.Me colé detrás de una colgadura yme quedé paralizado.Escuché un murmullo de voces procedente de la sala de estar. Wallace. Esa réplica burlona debíaprovenirdelbufón.Salídemiesconditeparaespiardesdeeldormitorio,entrelaimprovisadacortina.Kettricken estaba sentada al lado del rey, conversando con él en voz baja. Parecía cansada. Teníacírculososcurosalrededordelosojosperosonreíaparaelrey.Mealegróoírlemusitarunarespuestaaloquefuesequelehabíapreguntadoella.Wallaceseagachófrentealachimeneayechóleñaalfuegoconexcesivocuidado.Alotroladodelhogar,Romerosehabíaovilladoconsuvestidonuevoapiladoasualrededor.Bostezóadormilada,suspiróyseenderezó.Sentílástimaporella.Lalargaceremoniamehabíadejadoexactamenteigual.Elbufónestabadetrásdelasilladelrey.Segiróderepenteymemiró,
comosilacortinanosupusieraningúnobstáculo.Novianadiemásenlaestancia.ElbufónseencaródeprontoconWallace.—Esoes,soplad,sirWallace,sopladfuerteyconganas.Lomismonisiquieranecesitamoselfuego
siexpulsáiselfríodelcuartoconlacalidezdevuestroaliento.Wallacenoselevantó,perolanzóunamiradaasesinaalbufónporencimadelhombro.—Traemás leña, ¿quieres?Estos palos no quieren prender.El fuego les pasa por encima pero la
maderanoarde.Meharáfaltaaguacalienteparaprepararlealreysutéantesdequeseacueste.—¿Lecuestaacostarse?¿Cuántolecuesta?¿Cuándoseacuesta?ElfielWallacequierequeseacueste
ahora,cuesteloquecueste.Masnoseacostaráamicosta.¡Guardias!¡Amílaguardia!¡Acostaremosalreyasucosta!—Elbufóndiounbrincodesdesupuestodetrásdel reyycabriolóhastaelvanode lapuerta, donde se esforzó por abrir la cortina como si fuese una puerta de verdad. Al final asomó lacabezaalpasilloyvolvióallamaralosguardiasavozengrito.Retirólacabezadespuésdeunmomentoyvolvióalcuartoconexpresióncompungida—.Tambiéncuestallamaralaguardia.PobreWallace.—Contemplóalhombreconojosserios.Wallaceestabaacuatropatasenelsuelo,bregandoirritadoconelfuego—.Seguroquesiviráis,daislapopaalfuegoysopláisdeesaguisa,conseguiréisquelasllamasdancensaltarinas.Vientoenpopamejorqueatodavela,Wallace.
Unadelasvelasqueiluminabalahabitaciónescupiódeprontounalluviadechispasazules.Todos,incluidoel bufón,dieronun respingoante su siseo.Wallace sepusodepie.Nopensabaque fueseunhombresupersticioso,peroelbrillosalvajedesusojosmeindicócuanpocolegustabaeseaugurio.
—Elfuegoseniegaaarder—anunció.Entonces, como si comprendiera el significado de lo que acababa de decir, se interrumpió,
boquiabierto.—Estamosembrujados—observómelifluoelbufón.Encimadelachimenea,lapequeñaRomerorecogiólasrodillasbajosubarbillaymiróalrededorcon
ojoscomoplatos.Habíadesaparecidodeellacualquiervestigiodesomnolencia.—¿Porquénoacudelaguardia?—preguntóWallace,enfadado.Seacercóalaentradadelcuartoyse
asomóalpasillo—.¡Lasantorchasardenazules,todasellas!—jadeó.Volvióameterlacabezaymiróasu alrededor con expresión enloquecida—. Romero. Corre y trae a los guardias. Dijeron que nosseguiríanenseguida.
Romeromeneólacabezaysenegóaobedecer.Seabrazólasrodillasconmásfuerza.—¿Losguardiasnosseguiríanenseguida?¿EstamosenSeguida?¿Nossiguensiguiendo?¡Miraqueno
seguirnosenseguida!¡ASeguida,enseguida!—¡Dejadedecirtonterías!—espetóWallacealbufón—.Buscaalosguardias.—¿Busca? Empieza protestando porque no prende la madera y termina confundiéndome con su
mascota.¡Ah!Quebusquelamadre,elpalo,dices.¿Dóndeestáelpalo?Yelbufóncomenzóaladrarcomounperroyacorretearporelcuartocornosilehubieranlanzadoun
palo.—¡Quevayasabuscaralosguardias!—casiaullóWallace.Lareinahablóconfirmeza.—Bufón.Wallace.Ya está bien.Nos aburrís convuestras payasadasy,Wallace, estás asustando a
Romero.Veteabuscaralosguardiastúmismo,yaquetantoteempeñasentenerlosaquí.Porloqueamí
respecta,megustaríatenerunpocodepaz.Estoycansada.Meacostarépronto.—Alteza,estanochese tramaalgunadesgracia—insistióWallace.Miróenrededorconcautela—.
Nosoydelosquesedejaninfluirporpresagios,peroúltimamentesehanproducidodemasiadoscomoparapasarlosporalto.Iréabuscaralosguardias,yaquealbufónlefaltaelvalor...
—¿Esélelquelloriqueaporquenoacudenlosguardiasenseguidaparaayudarleaacostaralreyysoyyoelquenotienevalor?¡Ay,quemedaalgo!
—¡Bufón,porfavor,hayapaz!—Elruegodelareinaparecíasincero—.Wallace.Vetey,envezdebuscaralosguardias,buscaleñaquearda.Nuestroreynonecesitaalborotossinodescanso.Vete.Corre.
Wallacesedemoróenlapuerta,atodaslucesrenuenteaafrontarensolitariolailuminaciónazuldelpasillo.
Elbufónhizounmohín.—¿Quieresquevayacontigoytedélamanita,valienteWallace?Almenosasíconsiguióexpulsarlodelahabitación.Cuandosuspasosseapagaron,elbufónvolvióa
mirarhaciamiescondite,invitándomearevelarmipresencia.—Mireina—dijeenvozbaja.Unjadeorepentinofueloúnicoqueindicóquelahabíasobresaltado
alsalirdeldormitoriodelrey—.Sideseáisretiraros,elbufónyyopodemosacostaralrey.Séqueestáiscansadayquequeríaisretirarosprontoestanoche.
Desdelachimenea,Romeromemirabaconojosdesorbitados.—Quizásesosealomejor—respondióKettricken.Selevantóconsorprendentepresteza—.Vamos,
Romero.Buenasnoches,mirey.Abandonóraudalaestancia,conRomeroprácticamentetrotandodetrásdeella.Laniñanosdirigió
másdeunamiradadesoslayo.Encuantolacortinadelapuertahubocaídotrasellas,meacerquéalrey.—Alteza, es la hora—ledije suavemente—.Montaréguardiamientras osvais. ¿Deseáis llevaros
algoespecial?Tragósalivayfijósusojosenmí.—No.No, aquí nomequedanada.Nada se queda, nadapor lo quequedarse.—Cerró los ojos y
hablóenvozbaja—.Hecambiadodeopinión,Traspié.Creoqueprefieroquedarmeaquíymorirenmipropiacamaestanoche.
Elbufónyyonosquedamospetrificadosporuninstante.—¡Ah,no!—exclamóenunsusurroelbufón.—Alteza,sóloestáiscansado—dijeyo.—Yloúnicoqueconseguiréescansarmetodavíamás.—Ensusojosbrillabaunaextrañalucidez.El
jovenreyqueyohabíatocadofugazmentecuandohabilitábamosjuntosmeobservabadesdeesecuerpoasediadoporeldolor—.Lasaludmehaabandonado.Mihijosehaconvertidoenunaserpiente.Regiosabequesuhermanoestávivo.Sabequelacoronaqueportanolecorresponde.Nocreíquepudiera...Pensabaquealfinalcomprendería...—Laslágrimasseagolparonensusviejosojos.Pensabaqueibaasalvar ami reydeunpríncipedesleal.Tendríaquehaber sabidoquenopodría salvar alpadrede latraición de su hijo. Extendió unamano haciamí. Unamanomusculosa con la que tantas veces habíaempuñadolaespada,convertidaahoraenunagarrademacradaymacilenta—.MegustaríadespedirmedeVeraz.Megustaríaquesupiera,pormí,quenodimiaprobaciónanadadeesto.Dejadqueseafielalmenosconelhijoquetanfielhasidoconmigo.—Indicóunlugarasuspies—.Ven,Traspié.Llévamecon
él.No podía negarme a esa orden.No vacilé. Fui yme arrodillé frente a él. El bufón se quedó a su
espalda;suslágrimastrazabanmeandrosgrisesenlapinturanegrayblancadesucara.—No—susurróurgentemente—.Mirey,levantaos,busquemosunrefugio.Allípodréismeditaresto.
Noesprecisoquelodecidáisahora.Artimañasnoleprestabaatención.Sentílamanodelreyposadaenmihombro.Leprestémifuerza,
sorprendidoyapesadumbradoporhaberaprendidoahacerloporfinavoluntad.NossumergimosjuntosenelnegroríodelaHabilidad.Rodamosenesacorrientemientrasesperabaaqueéldictaraladirecciónparaseguir.Encambio,meabrazóderepente.Hijodemihijo,sangredemisangre.Amimanera,tehequerido.
Majestad.Mi joven asesino. ¿Enqué te he convertido? ¿Cómohe podido corrompermi propia carne?No
sabes lo joven que eres todavía. Hijo de Hidalgo, aún no es demasiado tarde para enderezarte.Levantalacabeza.Vemásalládetodoesto.
Habíapasadomividaconvirtiéndomeenloqueélqueríaquefuese.Ahorasuspalabrasmellenabandeconfusiónydepreguntasquenohabíatiempopararesponder.Sentíacómosedisipabansusfuerzas.
Veraz,susurrépararecordárselo.Sentícómoextendíasuvoluntadyreafirmésubúsqueda.SentíelrocedelapresenciadeVerazyuna
bruscazambullidadelrey.Fuitrasélcomosibucearatrasunhombrequesehundeenaguasprofundas.Agarrésuconciencia, laasí,peroeracomosujetarunasombra.Eraunniñoenmisbrazos,asustadoyenfrentadoalodesconocido.
Entoncessefue.Comounapompaqueestalla.Me había parecido atisbar la fragilidad de la vida cuando sostuve en mis brazos el cadáver de
aquellapequeña.Ahoralaconocía.Presentey,depronto,desaparecida.Inclusounavelaqueseapagadejatrasdesíunhilachodehumo.
Mireysimplementehabíadesaparecido.Peronoestabasolo.Creoquetodoslosniñoshandadoalgunavezlavueltaaunpájaromuertoencontradoenelbosquey
sehansentidoasombradosyaterrorizadosporelbulliciosoafánde losgusanosqueoperabandebajo.Laspulgasmedranylasgarrapatasengordanenunperromoribundo.JustinySerena,comosanguijuelasdesprendidasdeunpezmuerto,seabalanzaronsobremí.Éseeraelorigendesufuerzaaumentadayellentodeclivedelrey.Ésaeralabrumaquelehabíanubladoel juicioyllenadodecansanciosusdías.Galeno,sumaestro, teníaaVerazcomoobjetivo.Perohabíaerradoelblancoynosehabíaprocuradomásquesupropiamuerte.Cuántotiempollevabanpegadosalrey,cuántohacíaquedrenabansusfuerzas,nunca lo sabría.Debían de estar al corriente de todo cuanto había habilitado aVeraz a través demí.Comprendímuchascosasderepente,peroyaerademasiadotarde.Acortabandistanciasynosabíacómoeludirlos.Sentícómohacíanpresaenmí, sabíaqueahoraerami fuerza laquesuccionabanyque, sinmotivosparasofrenarse,memataríanencuestióndeinstantes.
Veraz,exclamé,peroyaestabademasiadodébil.Jamáspodríallegarhastaél.¡Soltadlo,perros!UnrugidofamiliaryOjosdeNocherepelióatravésdemí.Pensabaquenodaría
resultadopero,comohicieraunavez,lanzócontraelloselarmadelaMañaatravésdelcanalquehabíaabiertolaHabilidad.LaMañaylaHabilidaderandoscosasdistintas,tandiferentescomoleerycantar,ocomonadarymontaracaballo.PeroalvincularseamípormediodelaHabilidaddebíandehacersevulnerablesaesaotramagia.Sentícómomesoltaban,peroerandosparasoportarelimpactodelataquedeOjosdeNoche.Nopodríaderrotarlosaambos.
¡Levántateycorre!¡Huyesinopuedesluchar!Me pareció una sugerencia acertada. El miedo me arrastró de vuelta a mi cuerpo y levanté las
murallasdemimentefrentealtoquedesuHabilidad.Cuandopude,abrílosojos.Estabatendidoenelsuelodelestudiodel rey, jadeando,mientrassobremíelbufóncubríaelcuerpodel reyconelsuyoyllorabadesconsoladamente.Sentí losuntuosos tentáculosde laHabilidad tanteandoenmipersecución.Meretrajealfondodemiser,escudándomeenloquecidocomomehabíaenseñadoVeraz.Yaunasísentíasupresencia, comodedos fantasmagóricosque tirarandemi ropa,acariciandomipiel.Me llenabaderepugnancia.
—¡Lohasmatado,lohasmatado!¡Hasmatadoamirey,asquerosotraidor!—chillóelbufón.—¡No!¡Nohesidoyo!Apenassilogréarticularlaspalabras.ParamihorrorWallaceestabaenlapuerta,contemplandolaescenaconojosdesorbitados.Entonces
levantólacabezayprofirióunalaridodepavor.Soltólabrazadadeleñaconlaquecargaba.Elbufónyyogiramoslacabeza.
Plantadoen lapuertadeldormitoriodel reyestabaelHombrePicado.Auna sabiendasdeque setrataba de Chade, experimenté un instante de terror exacerbado. Se cubría con andrajosas ropas demuerto,tiznadasdetierraymoho.Sulargocabellogrislecaíasobrelacaraenmugrientosmechonesysehabía embadurnado la piel con ceniza para que resaltaran sus lívidas cicatrices. Levantó una manodespacio y señaló a Wallace, que gritó y huyó entre chillidos de pánico. Sus voces llamando a losguardiasseescucharonportodoelcastillo.
—¿Quéocurreaquí?—quisosaberChadeencuantosehuboesfumadoWallace.Seacercóasuhermanodeunasolazancadayaplicósuslargosdedosalagargantadelrey.Sabíalo
queibaadescubrir.Mepusedepiecondificultad.—Estámuerto.¡YONOLOHEMATADO!—Migritoacallólosensordecedoresplañidosdelbufón.
LosdedosdeHabilidad tironeabandemí con insistencia—.Voyamatar a losque lohicieron.Pon asalvoalbufón.¿Estácontigolareina?
Chadeteníalosojosmuyabiertos.Memirabacomosifueselaprimeravezquemeveía.Todaslasvelasdelcuartochisporrotearonazulesdepronto.Parecíalomásadecuado.
—Ponasalvotambiénalareina—ordenéamimaestro—.Procuraqueelbufónvayaconella.Sisequedaaquíeshombremuerto.Regionopermitiráquevivaningunode losquehemosestadoaquíestanoche.
—¡No!¡Nomeapartarédeél!Losojosdelbufónerandosgrandesoquedadesenloquecidas.—¡Sácalodeaquícomopuedas,Chade!¡Suvidadependedeello!—Cogíalbufónporloshombrosy
lozarandeésinmiramientos—.VeconChadeyestátecallado.Nodigasnada,siquieresquesevenguelamuertedeturey.Porqueesoesloquemedispongoahacer.—Merecorrióunescalofríorepentinoyel
mundosebalanceóbajomispies,negroenlosbordes—.¡Cortezafeérica!—boqueé—.Necesitoquemetraigascortezafeérica.¡Luegohuye!
SoltéalbufónenlosbrazosdeChadeyelancianoloacogióensuabrazonudoso.Eracomoverlopresoenlosbrazosdelamuerte.Salierondelcuarto,conChadeempujandoalllorosobufón.Despuésdeunmomentooíelrechinardelapiedracontralapiedraysupequesehabíanido.
Caíderodillasynopudeevitareldesplomarme.Meapoyéenelregazodemidifuntorey.Sumanofríacayódelbrazodelasillaparaposarseenmicabeza.
—Quémomentomásestúpidoparallorar—dijeenvozaltaalcuartovacío.Pero eso no contuvo las lágrimas. La negrura se arremolinaba en la periferia de mi visión. Los
espectralesdedosdelaHabilidadgolpeabanmismurallas,arañabanelmortero,desprendíanlaspiedras.Losempujé,peronodejabandeinsistir.PorlaformaenquemehabíamiradoChade,dudabaquefuesearegresar.Enfin.Cogíaliento.
Ojos de Roche. Condúcelos a la madriguera de los zorros. Le mostré el cobertizo por el quesaldríanyellugaralquedebíanir.Nopodíahacermás.
¿Hermano?¡Guíalos,pormivida'.Lepropinéundébilempujónylosentípartir.Lasestúpidaslágrimasseguían
recorriendomirostro.Estiréunbrazoparaenderezarme.Mimanocayósobrelacinturadelrey.Abrílosojosymeobliguéadespejarlavista.Sucuchillo.Nounpuñalenjoyado,sinoelcuchilloqueportatodohombreensucintopararealizarlassencillastareascotidianas.Cogíalientoylosaquédesufunda.Losostuveenmi regazoy loobservé.Lahojaerabuena,afilada trasañosdeuso.Laempuñaduraeradeasta,probablementetalladaantaño,peroalisadaahoraporelroceconlapalmadesumano.Larecorríconlosdedosyéstosencontraronloquemisojosyanopodíanleer.ElemblemadeCapacho.Lamaestradearmashabíahechoaquelcuchilloparasurey.Yéllohabíautilizadobien.
Unrecuerdorelumbróenelfondodemimemoria.«Somosherramientas»,mehabíadichoChade.Yoeralaherramientaqueélhabíaforjadoparaelrey.Elreymehabíamiradoysehabíapreguntado:¿Quéhehechodeti?Yonoteníadudas.Eraelasesinodelrey.Enmásdeunsentido.Peromeaseguraríadecumplirlafunciónqueundíasemehabíaotorgado.
Alguienseacuclillóamilado.Chade.Torcílacabezadespacioparamirarlo.—Semilladecarris—medijo—.Nohaytiempodeprepararcortezafeérica.Venga.Déjamequete
escondatambiénati.—No.—Cogíelpastelillodesemilladecarrismezcladaconmiel.Melometíenteroenlabocay
mastiqué,triturandolassemillasconlosmolaresparaliberartodasupotencia.Tragué—.Vete—lepedí—.Tengounamisión,ytútambién.Burrichteespera.Prontodaránlavozdealarma.Llévateenseguidaalareina,mientrastengasalgunaposibilidaddeadelantartealacacería.Losmantendréocupados.
Mesoltó.—Adiós,muchacho—dijodemalagana.Seagachóparadarmeunbesoenlafrente.Eraunadespedida.Noesperabavermedenuevoconvida.Conélyaéramosdos.Medejóallí, e inclusoantesdeoírel chirridode lapiedracontra lapiedra sentí el efectode las
semillas de carris.Ya las había probado antes, en elFestival dePrimavera, cuando las come todo elmundo.Unapizcadesemillastrituradasespolvoreadasobreunpasteldeazúcaraligeraelánimo.Burrich
mehabíaadvertidodequealgunostratantesdecaballossinescrúpulosmezclabanaceitedecarrisconelgranodesusanimalesconelpropósitodeganaralgunacarreraodeconseguirqueuncaballoenfermolucieravigorosoenunasubasta.Tambiénmehabíaadvertidodequeelcaballo tratadodeesamaneranuncavolvíaaserelmismo.Cuandosobrevivía.SabíaqueChadelasempleabaenocasionesylohabíavistodesplomarsecomounsacoalremitirlosefectos.Peronovacilé.Quizá,concedífugazmente,quizáBurrichestuvieraenlociertoconrespectoamí.EléxtasisdelaHabilidad,oelfrenesíyelfragordelacaza. ¿Jugaba con la autodestrucción, o la deseaba?Nome preocupémucho tiempo. Las semillas decarris seadueñarondemí.Mi fuerzaseconvirtióen la fuerzadediezhombresymicorazónseelevócomounáguila.Mepuseenpiedeunsalto.Medirigíalapuerta,perodilavuelta.
Mearrodillédelantedemidifuntorey.Cogísucuchillo,loapoyéenmifrenteyjuré:—Conestefilovengarévuestramuerte.Lebesélamanoylodejéantelachimenea.Silaschispasazulesdelasvelassemehabíanantojadoinquietantes,elfulgorazuldelasantorchas
delpasilloparecíasobrenatural.Eracomoasomarseaunpozodeaguasprofundas.Crucéelpasilloalacarrera, riendo entre dientes. Abajo se oía un clamor; la estridente voz deWallace se imponía a lasdemás.Llamasazulesy elHombrePicado, chillaba.Nohabía transcurrido tanto rato comopensabayahoraeltiempocaminabamásdespacioqueyo.Atraveséelvestíbulovelozcomoelviento.Encontréunapuertaquesepodíaabrirymecoléenlaestancia.Esperé.Tardaronunaeternidadensubirlasescaleras,aúnmás enpasar frente amipuerta.Dejéque llegaran a la cámaradel reyy, cuandooí losprimerosgritosdealarma,salídemiescondrijoycorríescalerasabajo.
Alguiengritóamiespaldamientrashuía,peronadiemepersiguió.Lleguéalpiedelaescaleraantesde oír por fin que alguien daba la orden de prenderme. Solté una carcajada. ¡Como si pudieran! ElcastillodeTorredelAlceeraunlaberintodepasadizosypasillosdeservicioparaelniñoquesehubieracriadoallí.Sabíaadondemedirigía,peronofuiallídirectamente.Corrícomounzorro,apareciendofugazmenteenelGranSalón, saltandosobreelempedradodelpatiode los lavaderos,aterrorizandoaPerol cuando atravesé su cocina como una exhalación. Y siempre, siempre, los pálidos dedos de laHabilidadtanteándomeypalpándome,sinimaginarsesiquieraquemeacercaba,meacercaba,queridos,meacercabaavosotros.
Galeno,nacidoycriadoenLumbrales,siemprehabíaaborrecidoelmar.Lotemía,creo,poresosucámaraestabaenelaladelcastilloquedabaalasmontañas.Asumuerte,oíquesehabíaconvertidoenunaltarerigidoensuhonor.Serenahabíaocupadosudormitorio,perosusaladeestarseguíasiendoellugardereunióndelacamarilla.Nuncahabíavisitadosusaposentos,peroconocíaelcamino.Encarélosescalonescomounaflechaenplenovuelo,sorteéaunaparejaabrazadaapasionadamenteenelpasilloyme detuve frente a una puerta pesada con bandas de hierro. Pero una puerta, por robusta que sea, nosuponeningúnobstáculosinoestátrancada.Laabrídeunempujónenmerosinstantes.
Habíaunsemicírculodesillasdispuestoentornoaunamesita.Unagruesavelaardíaenelcentro.Parafacilitarlaconcentración,supuse.Sólodosdelassillasestabanocupadas.JustinySerena,juntos,enlazadaslasmanos,cerradoslosojos,conlascabezasechadashaciaatráseneléxtasisdelaHabilidad.NadadeWill.Esperabaencontrarlotambiénallí.
Contemplé sus rostros por espacio de un latido. Relucían de sudor y me halagó que debieranesforzarsetantoparaderribarmisdefensas.Susbocasesbozabansendasmediassonrisas,resistiéndose
alplacerdelaHabilidad,concentrándoseenelobjetomásqueenelgocedelapersecución.Novacilé.—¡Sorpresa!—musité.AgarrélacabezadeSerenayhundíelcuchillodelreyensugarganta.Secontorsionóyladejécaeral
suelo.Brotabadeellaunacantidaddesangreconsiderable.Justin se incorporódeun salto conungritoymepreparépara repeler su asalto.Peromeengañó.
Huyó vociferando por el pasillo y lo seguí, cuchillo en ristre. Chillaba como un cerdo y eraincreíblemente rápido.Nada de trucos de zorro para Justin, que optó por la rutamás directa alGranSalón, soltando alaridos sin parar. Me reía mientras corría. Aún hoy me parece increíble recordaraquello,peronopuedonegarlo.¿EsperabaqueRegiodesenvainarasuespadaparadefenderlo?¿Creía,despuésdehaberasesinadoamirey,quepodríahaberalgoenelmundocapazdeinterponerseentreélyyo?
EnelGranSalón,losmúsicosseguíantocandoylagentebailaba,perolaentradadeJustinpusofinatodo.Habíaacortadodistanciasysólonosseparabaunadecenadepasosescasacuandoseencaramóaunade lasmesas llenasdeplatos.Loscomensalesseguíandesconcertadospor su intrusióncuandomeabalancésobreélyloderribé.Loapuñalémediadecenadevecesantesdequeanadieseleocurrieraintervenir.CuandolosguardiascriadosenLumbralesdeRegiointentaronsujetarmeleslancésucuerpoconvulso,encontréunamesadetrásdemíymesubíaelladeunsalto.Levantémihojagoteante.
—¡Elcuchillodelrey!—proclamé,yseloenseñéatodos—.Cobrándoseconsangrelamuertedelrey.¡Esoestodo!
—¡Sehavueltoloco!—gritóalguien—.¡LamuertedeVerazlohatrastornado!—¡Artimañas!—exclaméconfuria—.¡ElreyArtimañashasucumbidoalatraiciónestanoche!LosguardiasterralesdeRegiocayeronsobremimesacomounaola.Nopensabaquehubieratantos.
Fuimosaparartodosalsueloenmediodeunalluviadecomidaycubiertos.Lagentegritaba,peroerantantoslosqueseacercabanparamirarcomolosqueseretirabanhorrorizados.Capachosehabríasentidoorgullosa demí.Con el cuchillo del reymantenía a raya a tres hombres armados con espadas cortas.Danzaba,saltaba,cabriolaba.Erademasiadorápidoparaellosyloscortesqueconseguíaninfligirmenome dolían. Propiné dos tajos profundos a dos de ellos, sólo porque no creyeron que me atrevería aacercarmelosuficienteparaherirlos.
Enalgúnlugar,alguienalzólavoz:—¡Alasarmas!¡Albastardo!¡QuierenmataraTraspiéHidalgo!Se inició una contienda, pero no pude ver quién estaba implicado, ni siquiera prestaba atención.
Apuñaléaunodelosguardiasenlamanoysoltósuespada.—¡Artimañas!—gritóalguienporencimadeltumulto—.¡HanasesinadoalreyArtimañas!Ajuzgarporelsonidodelarefriega,cadavezeranmásloscontendientes.Nopodíafijarme.Oícómo
se rompía otramesa contra el suelo y un grito al otro lado de la sala. La guardia deTorre delAlceirrumpióenelsalón.LavozdeKerfseelevósobreeltumulto.
—¡Separadlos!¡Acabadconesto!¡Quenoseviertasangreenelsalóndelrey!ViamisatacantesrodeadosyvilaexpresiónconsternadadeFilocuandoéstereparóenmipresencia.
Elsargentoexclamóporencimadelhombro:—¡EsTraspiéHidalgo!¡QuierenmataraTraspié!—¡Separadlos!¡Desarmadlos!
KerfpropinóuncabezazoaunodelosguardiasdeRegioyloderribó.DetrásdeélvicómosurgíannuevosenfrentamientoscuandolosguardiasdeTorredelAlcecayeron
sobre laguardiapersonaldeRegio, tirandoespadasalsueloyexigiendoqueseenvainaran lasarmas.Tuve espacio para respirar y pude levantar la cabeza para ver que en verdad habíamuchas personasimplicadas,ynosóloguardias.Losinvitadosintercambiabanpuñetazosentresí.ParecíaqueelalborotoibaaserimparablecuandoFilo,unodenuestrossoldados,seabriópasoentredosdemisatacantesyloslanzóalsuelo.Avanzódeunsaltoyseencaróconmigo.
—¡Filo!—saludéconunasonrisa,creyéndolomialiado.Alfijarmeensuposturadefensiva,ledije—:¡Sabesquenuncapodríapelearcontigo!
—Losédesobra,hijo—replicócontristeza.Elviejosargentoseabalanzósobremíymeatrapóconunabrazodeoso.Noséquiénmegolpeóen
lanuca,niconqué.
Calabozos
Si un criador de perros sospecha que alguno de sus ayudantes está utilizando la Maña parapervertirycorromperalosanimalesconfinesparticulares,deberíaprestaratenciónalossiguientesindicios: si el muchacho no habla abiertamente con sus compañeros, que desconfíe. Si los perroslevantan la cabeza antes de que aparezca elmuchacho, o si gañen antes de que se vaya, que estéatento.Siunperrodejadeperseguiraunahembraencelo,osiseapartadeunrastrodesangreysetumbaaunapalabradelmuchacho,puedeestarseguro.Queelmuchachoseaahorcado,sobreelaguaa ser posible, lejos de los establos, y que se queme su cadáver. Que todos los perros que hayaadiestrado sean ahogados, al igual que todos los cachorros engendrados por el animal impuro. Elperro que haya conocido laMaña no temerá ni respetará a otro amo, y es seguro que se volverárabioso al faltarle el usuario de la Maña. El muchacho Mañoso nunca apaleará a un perrodesobediente,nitoleraráquesuperroAmañadoseavendidoniutilizadocomoceboparaeljabalí,sinimportarlecuanviejo seaelperro.ElmuchachoMañosoempleará losperrosde su señorpara suspropiosfinesynuncaprofesarálealtadasuseñor,sóloasuperroAmañado.
Nosécuándodesperté.Detodaslasbromascruelesquemehabíagastadorecientementeeldestino,decidíquedespertareralamáscrueldetodas.Mequedétendidoycataloguémisvariopintosdolores.Elcansancio del frenesí inducido por las semillas de carris encajaba bien con la fatiga demi duelo deHabilidadconJustinySerena.Habíasufridoalgunoscortesbastantefeosenmiantebrazoderechoyunoenelmusloizquierdodelquenorecordabanada.Nomehabíancuradoningunaherida;teníalamangayelpantalónpegadosalapielconsangreseca.Elquemehubieradejadoinconscientesehabíacercioradode rematar su faena con varios golpes más. Por lo demás, estaba bien. Me lo dije repetidas veces,ignorandoeltemblordemipiernaizquierdaymibrazo.Abrílosojos.
Laestanciaenlaquemeencontrabaerapequeñaydepiedra.Habíauncazoenlaesquina.Cuandodecidíal finquepodíamoverme,alarguéelcuello losuficienteparaverquehabíaunapuerta,conunventanucoconbarrotes.Ah.Claro.Loscalabozos.Satisfechamicuriosidad,volvíacerrarlosojosymedormí.Conelhocicopegadoalacola,descansabaasalvoenunaguaridaocultaporlanievecaída.Esailusiónde seguridadera cuantomepodíaofrecerOjosdeNoche.Me sentía tan débil que incluso lospensamientosquemedirigíaparecíanbrumosos.Asalvo.Esofueloúnicoqueconseguídistinguir.
Volvíadespertarme.Medicuentadeltiempotranscurridoporlasedespantosaquemeasaltó.Porlodemás,todoseguíaigual.Enestaocasióndeterminéqueelbancosobreelqueestabatendidotambiéneradepiedra.Entrelarocayyosóloseinterponíanlasropasquellevabapuestas.
—¡Eh!—llamé—.¡Guardias!Nohuborespuesta.Todoteníaunaireuntantovago.Despuésdeunratonolograbarecordarsihabía
gritadoyaositodavíaestabajuntandolasfuerzasparahacerlo.Unmomentomásydecidíquenoteníafuerzas.Medormíotravez.Nosemeocurríaquéotracosapodíahacer.
MedespertaronlasprotestasdePaciencia.Lapersonaconlaqueestabadiscutiendonoeraunagranconversadorayellanodabasubrazoatorcer.
—Es ridículo. ¿Qué temes que haga? —Silencio—. Lo conozco desde que era un crío. —Otrosilencio—.Está herido. ¿Qué hay demalo en que le eche un vistazo a sus heridas? Podéis ahorcarloenteroigualqueapedazos,¿nocrees?
Mássilencio.Alcabodecidíquealomejormepodíamover.Teníaunmontóndemoradosyarañazosquenosabía
de dónde habían salido. Seguramente me los había buscado en el trayecto entre el Gran Salón y lamazmorra.Lopeordemoverseeraque la ropame tirabade loscortesencostrados.Decidíquepodíasoportarlo. Para tratarse de una estancia tan pequeña, el camino de la cama a la puerta se me hizointerminable.Cuandolleguédescubríquepodíaasomarmealapequeñaventanabarrada.Loquevifuelapareddepiedraalotroladodelestrechopasillo.Meagarréalosbarrotesconlamanoilesa,lazurda.
—¿Paciencia?—grajeé.—¿Traspié?Oh,Traspié,¿estásbien?Menudapregunta.Quisereírmeyencambiotosíyacabépaladeandomipropiasangre.Nosabíaqué
decir.Estababien,peroaellanoleconveníamostrardemasiadointeréspormí.Aundesorientadocomomesentía,esolosabía.
—Estoybien—grazné,alcabo.—¡Oh,Traspié,elreyestámuerto!—medijodesdeelotroladodelpasillo.Laspalabrasrodabanen
avalanchadesdesuslabiosensuafánporcontármelotodo—.YlareinaKettrickennoaparece,yelReyalaEsperaRegiodicequetúestásdetrásdetodo.Dicen...
—LadyPaciencia,tendréisqueirosahora—intentóintervenirelguardia.Ellanolehizocaso.—...quetevolvistelocodedolorporlamuertedeVerazyqueasesinastealreyyaSerenayaJustin
ynadiesabequéhashechoconlareinaynadiepuede...—¡Señora,nopodéishablarconelprisionero!Hablóconconvicción,peroPaciencianoteníaoídosparaél.—...encontraralbufón.Wallace,ése,dicequeviocómopeleabaiselbufónytúporelcadáverdel
reyyqueluegovioalHombrePicadoqueveníaparallevarsesualma.¡Esehombreestáloco!¡Además,Regioteacusadepracticarlamagiamezquina,deteneralmadebestia!Asídicenquematastealreyy...
—¡Señora!Sinoosvaisahora,tendréquellevarosarastras.—Pueshazlo—escupióPaciencia—.Teretoahacerlo.Cordonia,estehombremeestámolestando.
¡Ah! ¡Cómo osas ponerme lamano encima! ¡Amí, que fui la Reina a la Espera de Hidalgo! Calma,Cordonia,nololastimes,sinoesmásqueunmuchacho.Sinmodales,peromuchachoalfinyalcabo.
—LadyPaciencia,osloruego...Elguardiahabíacambiadosutonodevoz.—Nopuedessacarmedeaquíarastrassinabandonartupuesto.¿Piensasquesoytanestúpidaqueno
medoycuentadeeso?¿Quévasahacer?¿Levantarlaespadacontradosancianas?—¡Chester!Chester,¿dóndeestás?—aullóelguardiadeservicio—.¡Malditasea,Chester!Pudeoírlafrustraciónensuvozmientrasllamabaasucompañero,quesehabíatomadoundescanso.
Seguramenteestabaen la saladeguardia, frentea lacocina.Bebiendocerveza fría.Comiendococidocaliente.Meabrumóunaoleadadevértigo.
—¿Chester?Lavozdelguardiasealejaba.EratanestúpidocomoparadejaraladyPacienciasinvigilanciapara
irenbuscadesucamarada.OíalinstanteelsuaverocedelaszapatillasdePacienciaalotroladodemipuerta.Sentíelcontacto
de sus dedos sobre losmíos, enroscados en los barrotes.No era lo bastante alta para asomarse a laventanayelpasilloeratanangostoquenopodíaapartarsedondeyopudieraverla.Peroeltoquedesumanofueparamíunabendición,comoelsoldelamañana.
—Vigilaporsiregresa,Cordonia—instruyó,antesdehablarme—:¿Cómoestás,deverdad?Susurraba,pronunciandosuspalabrassóloparamisoídos.—Tengo hambre. Sed. Frío.Yme duele todo.—No tenía sentido engañarla—. ¿Qué sucede en el
castillo?—Esun completo caos.Losguardias deTorre delAlce contuvieron el alboroto en elGranSalón
pero luego, fuera, se produjo una pelea entre algunos de los invitados de Regio y los soldados delcastillo.LaguardiadelareinaKettrickenlosseparóysusoficialesrestauraronelordenenlasfilas.Aunasí,perduralatensión.Notodosloscontendienteseransoldados.Másdeuninvitadohaacabadoconunojomoradooconunapiernacoja.Porsuerte,ningunodeloshuéspedeshasufridoheridasgraves.DicenqueFiloeselquehasalidopeorparado.SeabalanzósobreloshombresdeLumbralesqueteretenían.Lehanrotoalgunacostilla,lemachacaronlosojosynoséquélehapasadoenunbrazo.PeroBurrichdicequese recuperará.Lasituaciónesmuy tensa,noobstante,y losduquesandanenseñándose losdientescomoperros.
—¿Burrich?—preguntéconvozronca.—Élnosevioimplicado—measeguró—.Estábien.Siesquepasearserezongandoyconelceño
arrugadoesestarbien.Aunquesupongoqueenélesnormal.Micorazónlatíadesbocadoenmipecho.Burrich.¿Porquénosehabíaido?Nomeatrevíaaseguir
interesándomeporél.UnapreguntademásyPacienciasentiríacuriosidad.Enfin.—¿YRegio?Pacienciaresopló.—DalaimpresióndequeloquemásirritaaRegioesqueyanotieneningunaexcusaparairsede
TorredelAlce.Antes,yasabes,ibaallevarsealreyArtimañasyaKettrickenalinteriorparaponerlosasalvo,desvalijandoelcastillodepasoparaqueestuvieranrodeadosdesuscosasensunuevohogar.Esepretextoyanosirvey losduquescosteros lehanexigidoquesequedeydefiendaelcastillo,oquealmenospongaalmandoaunhombredesuelección.ÉlhapropuestoalduqueRefuljodeLumbrales,peroa losduquescosterosno lescaebien.AhoraqueRegio seencuentraconquede repenteesel rey,no
parecequelodisfrutetantocomoesperaba.—¿Sehacoronadorey?Un rugido atronó en mis oídos. Me mantuve en pie agarrándome a los barrotes. No podía
desmayarme,me dije. El guardia regresaría pronto. Erami única oportunidad de enterarme de lo queestabaocurriendo.
—Todos hemos estado atareados enterrando al rey y buscando a la reina. Cuando encontraron elcadáver de Artimañas nos enviaron a despertarla a ella, pero sus puertas estaban cerradas y nadierespondía a nuestras llamadas. Al final Regio recurrió a sus hombres y sus hachas. La puerta de lacámarainteriortambiénestabatrancada.Perolareinasehabíaido.Esunmisterioparatodos.
—¿QuédiceRegio?Lastelarañasdemicabezasedisipaban.Oh,cómodolía.—Poca cosa, salvo que sin duda ella y su hijo están muertos y que seguramente tú eres el
responsable.Halevantadocargosdemagiabestialcontrati,muygraves,yafirmaquehasasesinadoalrey con tuMaña. Todos exigen pruebas que respalden sus acusaciones y él asegura que pronto, muypronto.
Ningunamencióna labúsquedadeKettrickenpor carreterasy caminos.Había apostadoaque susespías de la Habilidad no habían descubierto nuestro plan al completo. Pero, me previne, si habíaordenadoencontrarla,dudabaquesusórdenesincluyerantraerladevueltasanaysalva.
—¿QuéhaceWill?—pregunté.—¿Will?—Will,elhijodeCanana.Miembrodelacamarilla.—Oh.Ése.Nolohevistoporahí,nosé.—Ah.—Meenvolvióotrovelodevértigo.Lalógicaseescurríaentremisdedos.Sabíaquedebería
hacermáspreguntas,peronosemeocurríacuáles.Burrichseguíaallí,perolareinayelbufónsehabíanido.¿Quéhabíasalidomal?NohabíamaneradepreguntárseloaPacienciasincomprometerme—.¿Sabealguienmásqueestásaquí?—conseguípreguntar.
SiBurrichsabíaqueibaavenir,lehabríadadoalgúnmensaje.—¡Claroqueno!Nohasidofácilplanearesto,Traspié.Cordoniatuvoquemezclarunvomitivocon
lacomidadelotroguardiaparaquesólohubieraunovigilando.Luegotuvimosqueestaratentasparaquecuandosefuese...oh.Cordoniainsistióenquetetrajéramosesto.Quélistaes.
Sumanoseapartóyluegoresurgióparacolardosmanzanaspequeñasentrelosbarrotes.Secayeronalsueloantesdequepudieracogerlas.Resistíelimpulsodeabalanzarmesobreellasdeinmediato.
—¿Quédicendemí?—musité.Pacienciaguardósilenciounmomento.—Ensumayoría, lagentediceque tehasvuelto loco.Algunos,queelHombrePicado teembrujó
parasembrarlamuerteentrenosotrosesanoche.HayquienesrumoreanquehabíasplaneadoencabezarunarebeliónyqueasesinasteaSerenayaJustinporquedescubrierontusintenciones.Otros,nomuchos,coincidenconRegioydicenquepracticaslamagiadelasbestias.Wallace,sobretodo,eselquediceesascosas.Hadeclaradoquelasvelasnoempezaronaarderconfuegoazulenlacámaradelreyhastaqueentraste,ydicequeelbufóngritabaquehabíasmatadoalrey.Peroelbufóntambiénhadesaparecido.Sehanproducidotantosmalosauguriosqueahoramuchagenteteme...
Dejólafraseinacabada.—Yonoasesinéalrey—dijeenvozbaja—.FueronJustinySerena.Poresolosmaté,conelcuchillo
delrey.—¡Quevuelvenlosguardias!—siseóCordonia.Pacienciahizocasoomiso.—PerosiJustinySerenanisiquieraestaban...—No tengo tiempo para explicarlo. Lo hicieron por medio de la Habilidad. Pero fueron ellos,
Paciencia.Lojuro.—Hiceunapausa—.¿Quépiensanhacerconmigo?—Laverdad,todavíanolohandecidido.—Noesmomentodecontarmementiraspiadosas.Laoítragarsaliva.—Regioquiere ahorcarte.Tehabríaordenadoejecutar allímismoesanoche, en elGranSalón, si
Filo no hubieramantenido a raya a sus guardias hasta que se hubo contenido el tumulto.Después losduquescosterossalieronentudefensa.LadyGraciadeGarrónrecordóaRegioqueningúnportadordelasangredelosVatídicopuedeserajusticiadomediantelaespadaolasoga.Regiosenegóaadmitirquetuvieras sangre real, pero su rechazo encontró la oposición de muchas voces. Ahora jura que puededemostrarquetieneslaMañayquecualquieraquepractiquelamagiabestialdebeperecercolgado.
—¡LadyPaciencia!¡Debéisirosahora,porfavor,oseréyoelquependadeunasoga!Elguardiahabíaregresado,evidentementeacompañadodeChester,puesseescuchabanmásqueun
pardepasos.Seacercabancorriendoalacelda.Pacienciamesoltólosdedos.—Haréloquepuedaporti—susurró.Se había esforzado lo indecible para impedir que el miedo se asomara a su voz, pero ahora se
manifestabaensuspalabras.Y luegose fue,vituperandoalguardiacomounarrendajo todoelcaminomientrasChesteroquien
fueralaescoltabalejosdelasmazmorras.Cuandosehubomarchadomeagachéentumecidopararecogerlasmanzanas. No eranmuy grandes y se veían arrugadas tras un invierno en las despensas, pero lasencontrédeliciosas.Mecomíhastaelrabo.Elescasojugoqueconteníannohizonadaporaliviarmised.Mesentéunratoenelbanco,conlacabezaentrelasmanos,obligándomeaestaralerta.Sabíaqueteníaque pensar, pero era tremendamente difícil. Mi mente no lograba concentrarse. Me sentí tentado dedespegarlacamisadeloscortesdemibrazo,peromecontuve.Mientrasnoseinfectaran,haríabienennomanipularlos.Nopodíapermitirmeel lujodeperdermás sangre.Recurrí a todasmis fuerzasparaarrastrarlospiesdenuevohastalapuerta.
—¡Guardias!—grajeé.Meignoraron.—Quieroagua.Ycomida.¿Dóndeestás?Fueotravozlaquerespondióamissúplicas.Lejosdetualcance,amigo.¿Quétalestás?Bien.Peroteheechadodemenos.Dormíastanprofundamentequepenséquehabíasmuerto.Lomismopenséyo.Esanoche.¿Loscondujistehastaloscaballos?Sí.Y se fueron.Corazónde laManada lesdijoqueyoerauncruceque túhabíasdomesticado.
Comosifueseunchuchoquesabehacertrucos.Intentabaprotegerme,noinsultarte.¿PorquénosefueconellosCorazóndelaManada?Nolosé.¿Quévamosahacerahora?Esperar.—¡Guardias!—llamédenuevo,tanaltocomofuicapaz.Nofuemuyalto.—Apártatedelapuerta.Lavozdelhombresonódirectamentedelantedemí.EstabatanocupadoconOjosdeNochequenolo
habíaoídoacercarse.Esonoerapropiodemí.Secorrióunpequeñopanelalpiedelapuerta.Metieronuncazoconaguaymediahogazadepan.El
panelvolvióacerrarse.—Gracias.Nohuborespuesta.Cogíambascosasylasexaminéconatención.Elaguaolíacomosillevaramucho
tiempoestancada,peronopercibítrazasdevenenotrasprobarunsorboprecavidoyolisquearlahogaza.Partíelpanenbuscademotasosignosdedecoloración.Noerafresco,perotampocoestabaenvenenadodeformaevidente.Yalguiensehabíacomidolaotramitad.Dicuentadetodoenmerosinstantes.Volvíamibancodepiedra,metumbéeintentéencontrarunaposturalomenosincómodaposible.
Laceldaeraseca,perofría,comopodríaserlocualquierestanciavacíaenTorredelAlceduranteelinvierno.Sabíaexactamentedóndemeencontraba.Loscalabozosnoestabanlejosdelasbodegas.Sabíaquepodríadejarmelospulmonesgritandosinquemeoyeranadiemásquemisguardias.Habíaexploradoesazonadepequeño.Raravezhabíaencontradoocupantesen lasceldasy todavíamás raroseran losguardias que los vigilaban. La rapidez de la justicia en Torre del Alce implicaba que en escasasocasionespermanecieraunreoensuceldamásquealgunashoras.Lasinfraccionessolíancastigarseconlamuerteocon trabajos forzosos.Sospechabaqueesasceldasconoceríanunaumentode laactividadahoraqueRegioocupabaeltrono.
Procuré dormir perome había abandonado la insensibilidad.Me revolví en el banco de piedra ypensé.Dediquéunratoaintentarconvencermedequesi lareinahabíaescapado,habíaconseguidomiobjetivo. A fin de cuentas, ganar consistía en conseguir lo que querías, ¿no? Al cabo, me descubrípensandoenlarapidezconquesehabíaesfumadoelreyArtimañas.Comounapompaqueestalla.Simeahorcaban, ¿sería igual de rápidoparamí? ¿Ocolgaría asfixiándomedurantemucho tiempo?A findedistraermedeesospensamientos tanagradables,mepreguntécuanlargatendríaqueser laguerracivilentreVerazyRegioparaqueelprimeropudieravolveraplasmarlosSeisDucadosenunmapaconesenombre. Siempre, claro está, que Veraz regresara y lograra expulsar a las Velas Rojas de la costa.CuandoRegiosefueradeTorredelAlce,comoestabaseguroqueharía,mepreguntéquiénsequedaríaalmando.PacienciahabíadichoquelosduquescosterosnoqueríansabernadadelordRefuljo.EnGamahabíaalgunosnoblesmenores,peroningunoconelarrojonecesarioparareclamarTorredelAlce,pensé.Quizásalgunodelostresduquescosterossalieraalfrenteypresentarasucandidatura.No.Ningunodeellosestabaencondicionesenesosmomentosdeocuparsedenada fueradesus respectivas fronteras.Tendríanquecomponérselascadaunoporsucuenta.AmenosqueRegiosequedaraenTorredelAlce.Conlareinadesaparecidaymuertoelrey,afindecuentas,éleraellegítimoRey.Anoserquealguiensupiera queVeraz aún vivía. Pero pocas personas lo sabían. ¿Aceptarían ahora los duques costeros a
Regio como monarca? ¿Aceptarían a Veraz cuando volviera? ¿O despreciarían a quien los habíaabandonadoparaperseguirunaempresaridícula?
Eltiempotranscurríalánguidamenteenaquelespacioinalterable.Nomedabancomidaniaguasinolopedía,yavecesnisiquieraentonces,porloqueelhorariodecomidasnoservíaparamedireldía.Despiertoeraprisionerodemispensamientosypreocupaciones.UnavezintentéhabilitarconVeraz,peroel esfuerzome oscureció la vista yme procuró un persistente dolor de cabeza.No tenía fuerzas paraintentarloporsegundavez.Elhambreseconvirtióenunaconstante,inexorablecomoelfríodelacelda.OícómoexpulsabanlosguardiasaPacienciaendosocasiones,losoínegarseaentregarmeelalimentoylas vendas que traía consigo. No la llamé. Quería que desistiera, que se olvidara de mí. Mi únicoconsuelollegabacuandodormíaycazabaensueñosconOjosdeNoche.Intentéemplearsussentidosparaexplorar lo que acontecía en Torre del Alce, pero concedía a las cosas la misma importancia quecualquierloboy,cuandoestabaconél,compartíasuescaladevalores.Eltiemponosedividíaendíasynoches,sinoenmuerteymásmuerte.Lacarnequedevorabaconélnosustentabamicuerpohumano,peroaunasímesatisfacíacuandoseatiborraba.Consussentidosdescubríqueeltiempoestabacambiandoyunamañanamedesperté sabiendoquedespuntabaundíade inviernodespejado.Tiempodecorsarios.LosduquescosterosnosequedaríanmuchomásenTorredelAlce,siesquetodavíaseguíanallí.
Mesacarondemiensimismamientounasvocesenelpuestodeguardiayelrocedeunasbotascontraelsuelodepiedra.Porprimeravezdesdequedespertaraallíoíelsonidodeunallaveenlacerradurademi celda y se abrió la puerta.Me senté despacio.Me escudriñaron tres duques y un príncipe traidor.Conseguíponermedepie.Detrásdemisseñoreshabíaunahileradesoldadosarmadosconpicas,comosisedispusieranamantenerarayaaunabestiarabiosa.Habíaunguardiaempuñandounaespadajuntoalapuertaabierta,entreRegioyyo.Nosubestimabalamagnituddemiodio.
—Yaloveis—declaróRegio,lacónico—.Estávivoyenperfectoestado.Nomehelibradodeél.Pero tambiénhabéisdesaberqueestaríaenmiperfectoderecho.Matóaunhombre,misiervo,enmipropiosalón.Yaunamujerensuhabitación.Sóloporesoscrímenessuvidayamepertenece.
—ReyalaEsperaRegio.AcusáisaTraspiéHidalgodehaberasesinadoalreyArtimañasvaliéndosede laMaña—acotóMazas.Conuna lógicaaplastante,añadió—:Nuncahabíaoídoque talcosa fueraposible. Pero de ser cierto, su vida pertenecería al consejo, pues habría asesinadoprimero al rey.Elconsejotendríaquereunirseparadecidirsiesinocenteoculpableydictarsentencia.
Regioexhalóunsuspirodeexasperación.—Convocaré al consejo, en tal caso. Acabemos con esto de una vez. Es ridículo retrasar mi
coronaciónporculpadelaejecucióndeunasesino.—Milord,lamuertedeunreynoesalgoridículo—señalósinalterarseelduqueShemshydeTorote
—.Yesperaremosaocuparnosdeunreyantesdenombraraotro,Regio,ReyalaEspera.—Mipadreestámuertoyenterrado.¿Quémáshabríaquehacerparaocuparsedeél?Regioseestabaponiendonervioso.Eldoloryelrespetobrillabanporsuausenciaensuréplica.—Tenemos que averiguar cómo murió, y a manos de quién—dijo Mazas de Osorno—. Vuestro
hombre,Wallace,afirmaqueTraspiéHidalgoasesinóalrey.Vos,Reya laEsperaRegio, loapoyáisydecís que se valió de la Maña para hacerlo. Muchos de nosotros creemos que Traspié Hidalgo eradecididamentelealasureyyquenoseríacapazdealgoasí.YTraspiéHidalgoacusadelmagnicidioalosusuariosdelaHabilidad.
Elduquememiróalacaraporfin.Lesostuvelamiradayhablécomosiestuviéramossolos.—JustinySerenalomataron—dijesuavemente—.Traicionaronymataronamirey.—¡Silencio!—bramóRegio.Levantóamenazadoramentelamanocomosisedispusieraagolpearme.Nomemoví.—Poresoyolosmatéaellos—proseguí,mirandoúnicamenteaMazas—.Conelcuchillodelrey.
¿Porquésinohabríaelegidoprecisamenteesaarma?—Loslocoshacencosasextrañas—apuntóelduqueKelvardeGarrónmientrasRegioseestremecía,
lívidodeira.Miré aKelvar a los ojos con serenidad.Laúltimavezquehabíahablado con él fue en supropia
mesa,enBahíaPulcritud.—Yonoestoyloco—declaré—.Esanochenoestabamáslocoquelanocheenqueblandíunhacha
frentealasmurallasdeGuardabahía.—Bien pudiera ser cierto—afirmó pensativo Kelvar—. Se rumorea que entra en frenesí cuando
pelea.UndestelloiluminólosojosdeRegio.—Tambiénserumoreaquehasidovistoconsangreenlabocatraslabatalla.Queseconvierteenuno
delosanimalesconlosquesecrió.EstáAmañado.Elsilenciorespondióasucomentario.Losduquescruzaronmiradasy,cuandoShemshyvolvióafijar
susojosenmí,virepugnanciaenellos.FueMazaselquerespondióporúltimoaRegio.—Esunaacusaciónmuyserialaqueplanteáis.¿Tenéistestigos?—¿Personasquelohayanvistoconlabocasuciadesangre?Varias.Mazasmeneólacabeza.—Cualquierapuedeterminarunabatallaconlacarabañadadesangre.Elhachanoesunarmalimpia.
Doyfedeello.No.Haríafaltaalgomás.—Pues reunamos al consejo—repitió Regio con impaciencia—.Oigamos lo que tenga que decir
Wallacesobrecómomuriómipadreyamanosdequién.Los tres duques se miraron. Sus ojos volvieron a confluir en mí, pensativos. El duque Mazas
gobernabaahoralacosta.Estuvesegurodeesocuandofueélelquehabló.—Reya laEsperaRegio.Seamosfrancos.HabéisacusadoaTraspiéHidalgo,hijodeHidalgo,de
valersedelaMaña,lamagiadelasbestias,paraasesinaralreyArtimañas.Estaacusaciónessumamentegrave.Afindeconvencernosatodosdeeso,ospedimosquedemostréisnosóloqueestáAmañado,sinoquepuedeheriraotroconsusartes.TodosnosotroshemossidotestigosdequenohabíaseñalesenelcuerpodelreyArtimañas,ni rastrodeuncombateamuerte.Sinohubierais lanzadoestaacusacióndetraición, habríamos estado dispuestos a aceptar que falleció debido a su avanzada edad.Hay quienesmurmuran, incluso, que sólo buscáis una excusa para libraros de Traspié Hidalgo. Sé que estáis alcorrientede tales rumores;me limitoamanifestarlosparaquepodamoshacerles frente.—Mazashizounapausa,comosisedebatieraconsigomismo.Lanzóotramiradaderefilónasuscompañeros.Alverque ni Kelvar ni Shemshy daban muestras de disensión, carraspeó y continuó—. Os proponemos losiguiente,ReyalaEsperaRegio.Demostradnos,señor,queTraspiéHidalgoestáAmañadoyquesevaliódeesaMañaparaasesinaral reyArtimañas,ynosotrosospermitiremosajusticiarlocomoconsideréisapropiado.SeremostestigosdevuestracoronacióncomoreydelosSeisDucados.Esmás,aceptaremos
quelordRefuljoseavuestrorepresentanteenTorredelAlceyconsentiremosquetrasladéisvuestracorteaPuestoVado.
EltriunforutilófugazmenteenelsemblantedeRegio.Despuéslonublólasospecha.—¿Ysiresultara,duqueMazas,quenopuedodemostrarosnada?—Entonces Traspié Hidalgo vivirá —decretó suavemente Mazas—. Y vos le concederéis la
soberaníadeTorredelAlceydelasfuerzasdeGamaenvuestraausencia.LostresduquescosteroslevantaronlacabezaparasostenerlamiradadelReyalaEspera.—¡Estoestraiciónydeslealtad!—siseóRegio.Lamano de Shemshy voló casi hasta la empuñadura de su espada.Kelvar enrojeció pero no dijo
nada.Lalíneadesoldadossetensótrasellos.Mazasfueelúnicoquepermanecióimpasible.—Milord, ¿levantáis más acusaciones? —inquirió con calma—. De nuevo, exigiremos que las
demostréis.Podríademorarsevuestracoronación.Despuésdeuninstantedesilencioyduelodemiradas,Regiocontestósuavemente:—Hehabladosinpensar,misduques.Esunmomentodifícilparamí.Privadotanbruscamentedela
guía demi padre, fallecidamimadre, desaparecida nuestra reina con el hijo que porta en su seno...Comprended que esta situación podría empujar a cualquiera a pronunciarse sin reflexionar.Me... Deacuerdo.Meatendréaeste...pactoqueproponéis.DemostraréqueTraspiéHidalgoestáAmañadoolodejarélibre.¿Esooscomplace?
—No, mi Rey a la Espera —respondió Mazas con tranquilidad—. No son ésos los términospropuestos.Dedeclararseinocente,TraspiéHidalgoquedaráalmandodeTorredelAlce.Sidemostráisqueesculpable,aceptaremosaRefuljo.Ésossonnuestrostérminos.
—¿YlasmuertesdeJustinySerena,preciadossirvientesymiembrosdelacamarilla?Sabemosquealmenosesasmuertescabeatribuírselasaél.Élmismolohaconfesado.
La mirada que me dedicó Regio en ese momento podría haberme fulminado en el sitio. Cuanarrepentidodebíadeestarporhabermeculpadode lamuertedeArtimañas.Denoserpor lasairadasacusacionesdeWallaceyel respaldodeRegioa lasmismas,podríahaberordenadoquemeahogaranporlamuertedeJustin.Eso,todoelmundoeratestigo,habíasidoobramía.Irónicamente,susansiasdevilipendiarmeestabanpostergandomiejecución.
—Tendréis ocasiónde probar que practica laMañay que asesinó a vuestro padre. Sólo por esoscrímenesospermitiremosahorcarlo.Encuantoalosotros...élafirmaquefueronelloslosverdugosdelrey.Siélesdeclaradoinocente,deberemosaceptarqueobrójustamentealajusticiaralosmiembrosdelacamarilla.
—¡Estoesintolerable!—escupióRegio.—Milord,ésassonnuestrascondiciones—repusosuavementeMazas.—¿Ysilasrechazo?—espetóRegio,furioso.Mazasseencogiódehombros.—El cielo está raso, milord. Tiempo de corsarios, para los que tenemos costas. Tendremos que
volvercadaunoanuestrocastilloparadefendernuestrasorillascomomejorpodamos.Sinelrespaldodelconsejoenpleno,nopodréiscoronarosrey,nidesignarlegítimamentealapersonaencargadaderegirTorre del Alce en vuestra ausencia. Deberéis pasar el invierno en Torre del Alce, milord, y seguirenfrentándoosalospiratasigualquenosotros.
—Me mareáis con tradiciones y leyes ridículas para obligarme a acatar vuestra voluntad. ¿Soyvuestroreyonolosoy?—preguntósecamenteRegio.
—No sois nuestro rey—acotóMazas, sereno pero inflexible—. Sois nuestroRey a la Espera.Ytenéistodaslasdeseguiresperandohastaqueseresuelvanestasacusaciones.
La negrura de la mirada de Regio no dejaba lugar a dudas sobre cuan poco le gustaba escucharaquello.
—Muy bien—dijo categóricamente, demasiado deprisa—. Supongo que tendré que acatar este...trato.Recordadquesoisvosotroslosquehabéisdecretadoqueseaasí,noyo.—Segiróymemiró.Supeen ese momento que no cumpliría su palabra; supe que moriría en esa celda. Aquella enfermiza yrepentinacertidumbreoscureciólaperiferiademivisiónyconsiguióquemetambaleara.Sentíquemehabíaalejadodospasosdelavida.Elfríomeatenazólasentrañas.
—Entoncesestamosdeacuerdo—dijoMazassuavemente.Volviósusojoshaciamíyfruncióelceño.Miexpresióndebíadereflejarpartedeloquesentía,puesseapresuróapreguntar—:TraspiéHidalgo,¿osestántratandobienaquí?¿Osdandecomer?
Altiempoqueformulabasuspreguntasdesabrochóelcierredesuhombro.Sucapaestabamuyusada,peroeradelanay,cuandomelalanzó,supesomeempujócontralapared.
Meaferréalacapa,queconservabatodavíaelcalordesucuerpo,sintiéndomeagradecido.—Agua.Pan—dije,sucinto.Mirélarobustaprendadelana—.Gracias—conseguípronunciarmás
despacio.—¡Másde loque tienenmuchos!—rezongóairadamenteRegio—.Son tiemposdifíciles—añadió,
conremilgo.Comosiaquellosalosquesedirigíanolosupieranmejorqueél.Mazasmeescudriñóporuninstante.Nodijenada.Alcabo,lanzóaRegiounamiradaglacial.—¿Tandifícilescomoparanodarleunmontóndepajadondedormir,envezdeuntálamodepiedra?Regiosostuvosufuribundamirada.Mazasnoseamilanó.—Necesitaremos pruebas de su culpabilidad, Rey a la Espera Regio, antes de contemplar su
ejecución.Mientrastanto,confíoquelomantendréisconvida.—Dadle almenos raciones de campaña—propusoKelvar—.Nadie podrá decir que así lo tenéis
consentidoynosotrostendremosunhombrevivo,yaseaparaahorcarlooparaquegobierneGama.Regiosecruzódebrazosynorespondió.Yosabíaquenoibaarecibirmásqueaguaymendrugosde
pan.CreoquehabríasidocapazdearrebatarmelacapadeMazassinosupieraqueyopelearíaporella.Conuncabeceo,Regioindicóalguardiaquepodíacerrarmipuerta.Encuantosecerrómelancésobreellaparaasirmealosbarrotesyvercómosealejaban.Penséenllamarlos,endecirlesatodosqueRegiono iba a dejarme vivir, que encontraría lamanera dematarme allí. Pero no lo hice.Nome hubierancreído.SeguíansintemeraRegiolosuficiente.Silohubieranconocidotanbiencomoyo,habríansabidoqueningunapromesaseríacapazdeobligarloacumplirsupalabra.Ibaamatarme.Estabademasiadoasualcancecomopararesistirsealatentación.
Soltélosbarrotesyregreséentumecidoamibanco.Mesenté.PoractoreflejomásqueapropósitomecubríloshombrosconlacapadeMazas.Lalananopodíarepelerelfríoquesentíaahora.Delmismomodoquelacrecidadelamareainundaunacavernamarina,asímeembargóunavezmáslacertidumbredemimuerte.Denuevopenséqueibaaperderelconocimiento.Medebatí,medeshicevagamentedemis
propias ideassobre lamaneraenqueelegiríamatarmeRegio.Había tantasposibilidades.Sospechabaqueintentaríaarrancarmeunaconfesión.Dadoeltiemponecesario,quizáloconsiguiera.Pensarenesomerevolvíaelestómago.Intentéapartarmedelbordedelprecipicio,dejardecomprendertanplenamentequeibaasufrirunamuerteespantosa.
Enunextrañobrotedeoptimismo,reflexionéquetalvezlograraengañarlo.EnelpuñodemimangacubiertadesangreestabaeldiminutobolsilloqueconteníaaúnelvenenoquehabíaconfeccionadoparaWallacehacía tanto tiempo.Sihubieraofrecidounamuertemenoshorrenda, lohabría ingeridoenesemomento. Pero no había formulado el veneno para que indujera un sueño rápido e indoloro, sinoretortijones, vómitos y fiebre. Más adelante, pensé, quizás incluso eso fuera preferible a lo que metuviese reservado Regio. Esa idea no me proporcionó ningún consuelo. Me tendí en mi banco y meenrolléaconcienciaenlacapadeMazas.Esperabaquenoletuvierademasiadoapego.Seguramenteeraelúltimogestoamablequetendríaalguienconmigo.Nomedormí.Huí,sumergiéndomevoluntariamenteenelmundodemilobo.
DespertémástardedeunsueñohumanoenelqueChademeregañabapornoprestarleatención.MearrebujéenlacapadeMazas.Laluzdelasantorchassefiltrabaenmicelda.Díaonoche,nolosabía,aunque creía que podía ser noche cerrada. Intenté conciliar el sueño de nuevo. La voz apremiante deChademeestabadiciendo...
Mesentédespacio.LacadenciayeltonodelavozahuecadapertenecíanaChadesinduda.Parecíamástenuecuandomesenté.Volvíatumbarme.Ahoraeramásalta,perotodavíanoconseguíadistinguirlas palabras.Apreté la oreja contra el banco de piedra.No.Me levanté despacio y deambulé por lapequeñacelda,yendodeparedaparedydeesquinaaesquina.Habíaunrincóndondelavozsonabamásfuerte,peroseguíasinpoderdistinguirlaspalabras.
—Noteentiendo—dijeamiceldavacía.Lavozsofocadaseinterrumpió.Cuandohablódenuevo,suentonaciónerainterrogativa.—¡Noteentiendo!Chadevolvióahablar,másdeprisa,peronomásalto.—¡Quenoteentiendo!—exclaméfrustrado.Pasosfuerademicelda.—¡TraspiéHidalgo!Laguardiaerabajita.Nopodíaasomarse.—¿Qué?—preguntéconvozadormilada.—¿Porquégritas?—¿Eh?Ah.Unapesadilla.Lospasossealejaron.Laoíreírseydecirlealotroguardia:—Noséquépesadillapodríaserpeorparaélqueestardespierto.Suacentoeradelinterior.Regreséamibancoymetumbé.LavozdeChadehabíacesado.Estabadeacuerdoconlaguardia.No
volvería a dormirme enseguida, sino que pensaría en lo que había querido comunicarme Chade tandesesperadamente.Dudabaquefuesenbuenasnoticiasynoqueríaimaginarmelasmalas.Ibaamorirallí.Almenosquefueseporquehabíaayudadoaescaparalareina.Mepreguntéenquépartedesutrayectoestaría.Me acordé del bufón yme pregunté cómo soportaría los rigores de un viaje en invierno.Me
resistíaimaginarporquénoestabaBurrichconellos.Envezdeeso,penséenMolly.Debí de quedarme dormido, porque la vi. Subía con dificultad una cuesta, cargando sobre los
hombrosunavaraconuncubollenodeaguaacadaextremo.Selaveíapálida,enfermayexhausta.Enloalto de la colina había una cabaña desvencijada contra cuyas paredes se apilaba la nieve. Se detuvo,posóloscubosdeaguadelantedelapuertaysequedódepie,escudriñandoelocéano.Arrugólafrenteanteelbuentiempoylasuavebrisaquecoronabadeblancolasolas.Elvientolelevantósuespesamatadepelocomoacostumbrabaahaceryoyleacariciólacálidacurvadelcuelloylabarbilla.«No—dijoenvozalta—.No.Novolveréapensarenti.No.»Seagachó,cogiólospesadoscubosdeaguayentróenlacabaña.Cerrólapuertaconfirmezaasuespalda.Elvientosoplabaatravésdeella.Eltejadoestabamalcubiertodepaja.Labrisaarrecióydejéquemellevaralejos.
Rodéconella,me sumergí enellaypermití quedisiparamisdolores.Penséenhundirmemás, enalcanzar la corriente más fuerte que me arrastraría para siempre, lejos de mi ser y de mis patéticaspreocupaciones.Metílasmanosenesacorrientepoderosa,velozypesadacomounríocrecido.Tiródemí.
Yoquetúmeapartaríadeahí.¿Deverdad?DejéqueVerazconsideraramisituaciónporunmomento.Puedequeno,respondióentonodesalentado,conalgoparecidoaunsuspiro.Tendríaquehaberme
imaginado lograveque era.Alparecer senecesitaundolorouna enfermedadenorme,ounapenuriaextremapara conseguirqueabatas tusdefensasypuedashabilitar.Se interrumpióy ambosguardamossilencio largo rato,pensandoennadayen todoa lavez.Bueno.Mipadrehamuerto. JustinySerena.Debíhaberlosupuesto.Sufatigaylamermadesusfuerzas;ésassonlasseñalesdeunHombredelRey,llevado hasta el límite demasiado a menudo. Sospecho que llevaba ocurriendo mucho tiempo,seguramentedesdeantesqueGaleno...falleciera.Sóloélpodríahabertramadoalgoasíeidearlamanerade llevarlo a cabo. Qué forma más aberrante de utilizar la Habilidad. ¿Y también nos espiaban anosotros?
Sí.Nosédecuántosehabránenterado.Yhayqueteneraotroenconsideración.AWill.Malditoseatresvecesporidiota.Fíjate,Traspié.Debimosdarnoscuenta.Alprincipionosfuetan
bien con losbarcos, y luego, en cuanto conocieronnuestras intenciones, encontraron lamaneradebloquearnos.Regiohatenidoalacamarillaenelbolsillodesdequeseformó.Poresorecibíamoslosmensajes con retraso, a veces nunca. La ayuda siempre se enviaba demasiado tarde o ni siquierallegabaaenviarse.Estátanllenodeodiocomodesangreunagarrapata.Yhavencido.
No del todo, majestad. Refrené mi mente para no pensar en Kettricken a salvo, camino de lasmontañas. En cambio, repetí: Todavía está Will. Y Carrod y Burl. Debemos ser circunspectos, mipríncipe.
Una sombra de calor. Lo seré. Pero quiero que sepas que te estoy agradecido. Quizás hayamospagadounelevadoprecio,perolarecompensalomerece.Paramí,almenos.
Tambiénparamí.Percibísucansancioyresignación.¿Vasarendirte?Aúnno.Peromifuturo,comoeltuyo,nopareceprometedor.Todoslosdemáshanmuertoohuido.Yo
seguiréadelante,peronoséhastadóndepodréllegar.Niquéharécuandollegue.Yestoytancansado...Seríatanfácildarseporvencido...
Verazpodía leer enmí conclaridad, lo sabía.Peroyo teníaque esforzarmepara intuir loqueme
ocultaba.Sentíelinmensofríoquelorodeabayunaheridaqueledificultabalarespiración.Susoledad,yeldolordesaberquequieneshabíanmuertolohabíanhecholejosdecasa,ydeél.Capacho,pensé,ymipesarfueunecodelsuyo.Charim.Desaparecidosparasiempre.Yalgomás,algoqueseresistíaatransmitirme.Unatentación,elvértigodelprecipicio.Unapresión,untirón,muyparecidoaltiróndelaHabilidaddeJustinySerena.Intentésoslayarsureticencia,examinarlomásdecerca,peromemantuvoapartado.
Algunospeligrosseagrandanalenfrentarseunoaellos,meadvirtió.Ésteesunodeésos.PeroestoysegurodequeeselcaminoquedeboseguirsiquieroencontraralosVetulus.
—¡Prisionero!Salídemitranceconunsobresalto.Unallavegiróenlacerradurademipuertayéstaseabrió.Había
unachicaenelumbral.Regioestabaasulado,conunamanoapoyadaensuhombro.Losflanqueabandosguardias, terrales ambos, a juzgar por su indumentaria. Uno de ellos se balanceó para arrojar unaantorchaalinteriordemicelda.Retrocedísinproponérmeloyparpadeéantelainesperadailuminación.
—¿Esése?—preguntóRegiocondulzura.La jovenme observó atemorizada. Le devolví lamirada, intentando decidir por quéme resultaba
familiar.—Sí,señor, lordpríncipe,alteza,señor.Ésees.Fuialpozoesamañana,teníaque,teníaquecoger
agua,sinoelbebémoriría,comosiselohubieranllevadoloscorsarios.Yhacíaratoquetodoestabatranquilo,Bahía Pulcritud estaba en silencio como un cementerio.Así que fui al pozo demadrugada,sigilosaenmediodelaniebla,señor.Luegoveoallíaeselobo,justoalladodelpozo,levantalacabezayvaymemira.Enesoqueelvientoagitalabrumayellobonoestáyahoraesunhombre.Esehombre,señor.Reysumajestad.
Seguíacontemplándomeconlosojosmuyabiertos.Yalarecordaba.LamañanadespuésdelabatallaporBahíaPulcritudyGuardabahía.OjosdeNoche
yyonoshabíamosparadojuntoalpozoparadescansar.Recordécómoélmehabíadespertadoaltiempoquesealejabacuandoapareciólamuchacha.
—Eres una chicamuy valiente—celebró Regio. Le dio una palmadita en el hombro—. Guardia,llevadla arriba, a la cocina, y procurad que coma bien y duerma en alguna parte. No, dejadme laantorcha.—Seapartarondelapuertaylossoldadoslacerraronconfirmeza.Oípasosquesealejaban,perolaluzpermanecióalotroladodelapuerta.Cuandoelsonidodelospasossehuboapagado,Regiohablódenuevo—.Bueno,bastardo,parecequeestejuegosehaterminado.Tuspaladinesteabandonaránsin pensárselo dos veces, supongo, cuando comprendan lo que eres. Hay más testigos, naturalmente.Testigos que dirán que había huellas de lobo y hombresmuertos a bocados donde peleaste en BahíaPulcritud.EntrelapropiaguardiadeTorredelAlcehayquienes,bajojuramento,tendránqueadmitirquecuando te has enfrentado a los forjados, algunos de los cadáveres presentaban señales de garras ycolmillos.
Exhalóunhondosuspirodecomplacencia.Oícómodejabalaantorchaenunaabrazaderadepared.Volvióaacercarsealapuerta.Eralobastantealtoparavermeporelventanuco.Llevadoporunimpulsoinfantil, me levanté y me aproximé para mirarlo desde arriba. Retrocedió. Sentí una satisfacciónmezquina.
Sudesdénseacentuó.
—Miraqueeres ingenuo.Qué imbécil.Vuelvesde lasmontañasconel raboentre laspiernasy tecreesqueloúnicoquenecesitasparasobrevivireselfavordeVeraz.Túytusestúpidasconspiraciones.Lasconocíatodas.Todas,bastardo.Tusconversacionesconlareina,lossobornosparaponeraMazasenmicontra.InclusolosplanesdeKettrickenparaabandonarTorredelAlce.Quellevararopadeabrigo,ledijiste.Queelreyiríaconella.—Sepusodepuntillasparaasegurarsedequeloveíasonreír—.Nosehaidoniconlounoniconlootro,bastardo.Niconelreyniconlaropadeabrigoquepreparó.—Hizounapausa—.Niacaballo.
Su voz acarició la última palabra como si hiciera mucho tiempo que la reservaba. Escudriñó mirostroconavidez.
Comprendíenesemomentoquehabíasidomilvecesestúpido.Romero.Lapequeña, tanadorable,siempre adormilada, siempre sesteando en alguna esquina. Tan avispada que se le podía encomendarcualquierrecado.Tanpequeñaquepodíasolvidartedesupresencia.Peroyotendríaquehaberlosabido.NoeramayorqueellacuandoChadeempezóaadiestrarmeenlasartesdemioficio.Mesentímareadoyesodebiódereflejarseenmicara.Noconseguíarecordarloquehabíadichodelantedeellayloqueno.NohabíamaneradesaberquésecretoshabíaconfiadoKettrickenporencimadeaquellacabecitacuajadaderizososcuros.QuéconversacionesconVerazhabíapresenciado,quécharlasconPaciencia.Lareinayel bufón estaban desaparecidos. Eso era lo único que sabía a ciencia cierta. ¿Habrían conseguidosiquiera salir de Torre del Alce con vida? Regio sonreía, satisfecho consigo mismo. La puerta conbarrotesfueloúnicoquemeayudóamantenerlapromesaquelehicieraaArtimañas.
Sefuesindejardesonreír.RegioteníapruebasqueconfirmabanmiMaña.LamuchachadeBahíaPulcritudseocuparíadeeso.
AhorasólolefaltabatorturarmeparaqueconfesarahaberasesinadoaArtimañas.Teníatiempodesobra.Todoelquelehicierafalta.
Medejécaeralsuelo.Verazteníarazón.Regiohabíavencido.
Tortura
NohabíamaneradeconvenceralaprincesaVoluntariosadequenopodíasaliracazaralomosdel corcel Picazo. Todas sus damas de compañía le suplicaban,mas ella torcía la cabeza y no lasescuchaba.Todoslosnoblesinsistían,masellaseburlabadesustemores.Aunelmaestrecaballerizointentódisuadirla,diciéndole:«Alteza,habríaquesacrificaraesecorcelasangrey fuego,pueshasido adiestrado por Sagaz de la Maña y de nadie más aceptará órdenes». A lo que la princesaVoluntariosa,porfiada,contestó:«¿Nosonéstosporventuramisestablosymiscaballos,nohabrédeelegiryomismaquébestiaquieromontar?».Sugenio losacallóa todosyordenóqueensillaranaPicazoparasaliracazar.
Alcamposalieron,congrandesplieguedecoloresyalharacadesabuesos.ElcorcelPicazocorríaligero y la adelantó por las veredas, y así hasta perder de vista al conjunto de los cazadores. Así,cuandolaprincesaVoluntariosaseencontrómuylejos,allendelacolinayalasombradelaarboleda,Picazolallevódeacáparaalláhastaqueellaestuvoperdidaylosladridosdelosperrosfueronsólounecoentrelaslomas.Porúltimofrenólaprincesaaorillasdeunarroyoparabeberelaguafresca,mascómo,fuetornarseyverquePicazosehabíaidoyqueensulugarestabaSagazdelaMaña,pintolomismo que sumañoso corcel.Hizo con ella después lo que es propio que haga el corcel con layegua, siendo así que al año cumplido la princesa tuvo un bebé.Cuando los presentes en el partopusieron los ojos encima del niño, jaspeado de hombros y faz, el miedo les arrancó gritos de lagarganta.AlverlolaprincesaVoluntariosagritóasuvez,yentregóelalmaconsangreyvergüenzaporhaberalumbrado laproledeSagazde laMaña.ConesonacióelpríncipePicazo,conmiedoyvergüenza,yesofueloquetrajoalmundoconél.
LaleyendadelpríncipePicazo
La antorcha abandonada por Regio agitaba la sombra de los barrotes. La contemplé fijamente unmomento, sinpensarennada,desesperanzado.Meentumecía lacertezademimuerte.Pocoapocomimentecomenzóatrabajardenuevo,perosinconcierto.¿EraesoloquemehabíaintentadodecirChade?Kettricken no se había ido a caballo; ¿hasta qué punto estaba enterado Regio de lo de los caballos?¿Conoceríaeldestino?¿CómohabíaburladoBurrichlavigilancia?¿Onolahabíaburlado?¿Mereuniríaconélenlasaladetorturas?¿PensabaRegioquePacienciaestabarelacionadaconelplandefuga?En
esecaso,¿seconformaríacondejarlaatrásodecidiríavengarsedemaneramásdirecta?Cuandovinieranapormí,¿deberíaresistirme?
No.Iríacondignidad.No.Mataríacon lasmanosdesnudasa tantosdesussecuaces terralescomopudiera.No.MedejaríaprenderyaguardaríalaocasióndelanzarmesobreRegio.Sabíaqueélestaríaallíparavermemorir.¿YlapromesaquehiceaArtimañasdenomataraningunodelossuyos?Yanoestaba atado a ella. ¿O sí?Nadie podía salvarme.Ni siquiera cabía preguntarse si actuaríaChade, sipodría hacer algo Paciencia. Después de que Regio me hubiera arrancado una confesión... ¿memantendríaconvidaparacolgarmealavistadetodos?Claroquesí.¿Porquéibaanegarseeseplacer?¿AsistiríaPacienciaamiejecución?Esperabaqueno.QuizáCordoniapudieraretenerla.Habíatiradomividaporlaborda,lohabíasacrificadotodopornada.AlmenoshabíamatadoaJustinySerena.¿Habíamerecidolapena?¿Habríalogradohuirmireinaoseguiríaescondidaenalgúnrincóndelcastillo?¿SeríaesoloquemehabíaintentadodecirChade?No.Mimentepataleabaybraceabaentreeltorrentedeideascomounaratasumergidaenunbarrildeagua.Anhelabahablarconalguien,conquienfuera.Meobliguéacalmarme,aracionalizar,yporfinencontréunasidero.OjosdeNoche.OjosdeNochehabíadichoqueseloshabíallevado,queloshabíaconducidohastaBurrich.
¿Hermano?BusquéaOjosdeNoche.Estoyaquí.Siempreestoyaquí.Háblamedeesanoche.¿Quénoche?LanochequellevastealagentedelcastillohastaCorazóndelaManada.Ah.Percibísuesfuerzo.Suvidaeralavidadellobo.Lohechoeraaguapasada.Nopreveíanadamás
alládesupróximamuerte,norecordabaapenasnadadeloacontecidohacíaunmesounaño,amenosqueestuvieradirectamenterelacionadoconsusupervivencia.Poresorecordabalajauladelaqueyolohabía sacado, pero el lugar dondehabía cazadohacía cuatro noches era un recuerdoborroso para él.Recordabacosasgenerales:uncamino frecuentadopor losconejos,unmanantialquenuncasehelaba,pero losdetallesconcretossobrecuántosconejoshabíamatadohacía tresdíassehabíanperdidoparasiempre.Contuveelaliento,confiandoenquepudierainspirarmeesperanza.
Se los llevé todos a Corazón de la Manada. Ojalá hubieras estado allí. Tengo una púa depuercoespínenellabio.Nomelapuedoarrancar.Duele.
¿Ycómolaconseguiste?Enmediodetodolodemás,nopudereprimirunasonrisa.Peseasaberquenoleconvenía,nohabíapodidoresistirelimpulsodejugarconlalentaygordezuelacriatura.
Notienegracia.Losé.Enverdad,noteníaningunagracia.Esapúaaserradanoharíasinohundirseeinfectarsecada
vezmás.Podríaenconarselosuficientecomoparaimpedirlecazar.Meconcentréensuproblema.Hastaquenoseloresolviera,seríaincapazdeconcentrarseenotracosa.CorazóndelaManadatelasacaríasiselopidierasamablemente.Puedesconfiarenél.
Meempujócuandolehablé.Perodespuésmehablóélamí.¿Enserio?Unlentotamizadodeideas.Esanoche.Cuandolosguiéhastaél.Medijo:«Tráeloshastamí,noala
madrigueradezorro».Imaginaellugaralquefuiste.
Esoleresultabamásdifícil.Peroalintentarlorecordólaorilladelacarretera,vacíaenmediodelanevadasalvoporBurrich,a lomosdeRubíyguiandoaHollín.Vislumbréa laHembrayalSinOlor,comolosdenominabaél.RecordababienaChade,sobretodoporeljugosohuesodevacaconquehabíaregaladoaOjosdeNochecuandopartieron.
¿Hablaronentreellos?Másdelacuenta.Losdejéladrandoentresí.Pormuchoquelointentara,esoeracuantoteníaparamí.Suficienteparasaberquelosplaneshabían
cambiado drásticamente y en el último minuto. Curioso. Había estado dispuesto a dar mi vida porKettricken,peroenesosmomentosnosabíasimehacíamuchagraciarenunciaramicaballo.Recordéentoncesqueprobablementejamásvolveríaamontaracaballo,salvoelquemellevarahastaelárboldelcadalso.Por lomenosHollín se había ido con alguienqueme importaba.YRubí. ¿Por qué esosdoscaballos? ¿Y sólo esos dos? ¿Nohabía podido conseguir otrosBurrich en el establo? ¿Por esono sehabíaidoél?
Laespinahacedaño,merecordóOjosdeNoche.Eldolormeimpidecomer.Ojalápudieraayudarte,peronopuedo.PreguntaaCorazóndelaManada.¿Noselopuedespreguntartú?Atinoteempuja.Sonreíparamisadentros.Lohizounavez.Fuesuficiente;asíaprendí.Perosiacudesaélenbuscade
ayuda,noterepelerá.¿Nopuedespedirletúquemeayude?Nopuedohablarconélcomohablocontigo.Yestádemasiadolejosparallamarloagritos.Lointentaré,enesecaso,dijodubitativoOjosdeNoche.Lodejépartir.Penséenintentarlehacercomprendermisituación.Decidíqueno.Élnopodríahacer
nada;sóloconseguiríapreocuparlo.OjosdeNochelediríaaBurrichquelohabíaenviadoyo;Burrichsabríaqueseguíaconvida.Pocomáspodríadecirlequeélnosupieraya.
El tiempo transcurría despacio.Medía su paso comomejor podía. La antorcha que había dejadoRegioseapagó.Seprodujouncambiodeguardia.Alguienpasóaguaycomidaatravésdemipuerta.Yono había pedido nada.Me pregunté si eso significaba que hacía mucho desde mi última comida. Laguardiacambiódenuevo.Estaparejaeramuyparlanchina,unhombreyunamujer.Perohablabanenvozbajayyo sólooía susmurmullosy risas.Una especiede coqueteodesinhibido entre los dos, deduje.Interrumpidoporlallegadadealguien.
La cháchara amigable cesó de pronto. Murmullos bajos, en tono respetuoso. Se me encogió elestómago.Mepuseenpiesinhacerruidoymeacerquéalapuerta.Measoméalaventanayescudriñéendirecciónalpuestodeguardia.
Cruzaba el pasillo como una sombra. En silencio. Furtivo no. Era tan discreto que no necesitabarecurriralafurtividad.JamáshabíavistoemplearlaHabilidaddeesaforma.SentícómosemeerizabaelvellosobrelanucacuandoWillsedetuvofrentealapuertaymemiró.Nodijonadayyonomeatrevíahablar.Inclusomirarloequivalíaaabrirmedemasiadoaél.Perotemíaapartarlamirada.LaHabilidadrelumbrabaasualrededorcomounauradeconciencia.Meovilléenel interiordemiser,confuerza,retrayendotodoloquepensabaosentía,levantandomisdefensastandeprisacomomeeraposibleperosabiendoque,dealgunamanera,esasmismasmurallasledecíanloquenecesitabasabersobremí.Aunenmisdefensassabíaleer.Aunqueeltemormesecabalalenguaylagarganta,flotabaenmimenteuna
pregunta:¿dóndehabíaestado?¿QuéeratanimportanteparaRegiocomoparadestacaraWillenlatareaenlugardeutilizarloparaasegurarselacorona?
Lanaveblanca.Larespuestabrotódelomáshondodemiser,basadaenunaconexióntanprofundaquenolograba
desenterrarla.Peroeraindudable.Loescruté,sopesándoloenadiciónalanaveblanca.Fruncióelceño.Percibíunaumentoenlatensiónquenosseparaba,unempujóndelaHabilidadcontramisparapetos.NomearañabanitirabademícomohabíanhechoJustinySerena.Elsímilmásacertadoquesemeocurríaera el de un choque de espadas, donde uno calibra la fuerza del ataque de su oponente. Afiancé miequilibrio a sabiendas de que, si vacilaba, si no lograba contenerlo por un instante, traspasaría miguardia y me perforaría el alma. Sus ojos se abrieron y me sorprendieron con una chispa fugaz deincertidumbre.Perolasiguiódeunasonrisatantranquilizadoracomolasfaucesdeuntiburón.
—Ah—exhaló.Parecíacomplacido.Seapartódemipuerta,estirándosecomoungatoperezoso—.Tehansubestimado.Nocometeréelmismoerror.Desobraconozcoloventajosoqueresultaqueturivalteinfravalore.
Dichoesosefue,nibruscanilentamente,sinocomounavolutadehumoalomosdelabrisa.Ahorapresenteyluegodesvanecido.
Trassupartida,regreséamibancodepiedraymesenté.Inhaléunahondabocanadadeaireyexpiréparamitigarmiestremecimiento.Sentíaquehabíasidosometidoaunapruebayque,almenosporesavez,lahabíasuperado.Apoyélaespaldaenlafríaparedymirédenuevolapuerta.
LosojosentornadosdeWillestabanclavadosenmí.Meincorporétanderepentequelaheridademihombrosevolvióaabrir.Escudriñéelventanuco.
Nada.Sehabíaido.Conelcorazóndesbocado,meobliguéaacercarmealaventanaparaasomarme.Allínohabíanadie,queyopudieraver.Sehabíaesfumado.Peromeresistíaacreerquesehubiesemarchado.
Renqueéhastamiasientoymesentéotravez,arrebujándomeenlacapadeMazas.Vigilélaventana,atento a cualquier posible movimiento, a cualquier cambio en la luz mortecina que emanaba de laantorcha de la guardia, a algo queme indicara queWill acechaba todavía detrás de la puerta.Nada.Anhelabasondear,con laMañay laHabilidad,paraversipodíasentirloallí fuera.Nomeatreví.Nopodíaaventurarmefuerademimentesindejarabiertoelcaminoaquienquisierainvadirla.
Dispusemisdefensasentornoamispensamientosy,momentosdespués,volvíacolocarlas.Cuantomás intentaba tranquilizarme,más feroz rebrotabamipánico.Había temido la tortura física.Ahoramecorrióelfríosudordelmiedopor lascostillasy lasmejillasalpensarentodoloquepodríahacermeWillsilograbafranquearmisbarreras.Cuandoentraraenmicabeza,meplantaríadelantedetodoslosduques y describiría con todo lujo de detalles cómo había asesinado al rey Artimañas. Regio habíaingeniadoparamíalgopeorquelasimplemuerte.Mepresentaríaanteelverdugocomouncobardeyuntraidor.Mehumillaríaasuspiesylesuplicaríaclemenciadelantedetodos.
Creo que las horas que transcurrían pertenecían a la noche. No dormí ni una sola de ellas,simplementedormitabaparadespertarsobresaltadodeunsueñoenelqueunosojosmeespiabandesdelaventana. Ni siquiera me atrevía a llamar aOjos de Noche para que me consolara, y esperaba quetampoco él intentara llegar a mí con sus pensamientos. Emergí de una de esas ensoñaciones con unrespingo, creyendo haber oído pasos en el pasillo. Tenía los ojos legañosos, la vigilia me habíadespertado dolor de cabeza y la tensión me agarrotaba los músculos.Me quedé donde estaba, en el
banco,conservandohastalaúltimabriznadeenergíaquemequedaba.Lapuertaseabriódegolpe.Unguardialanzóunaantorchaalinteriordemiceldayentródetrásde
ellaconprecaución.Losiguierondosguardiasmás.—¡Tú!¡Enpie!—ladróelqueportabalaantorcha.SuacentoeradeLumbrales.Noteníasentidodesobedecer.MelevantéydejéquelacapadeMazascayeraalsuelo.Ellíderhizo
unademánsecoymeprendieronentrelosdosguardias.Habíacuatromásfueradelacelda,esperando.Regio no pensaba correr ningún riesgo.Nome sonaba la cara de ninguno de ellos. Todos lucían loscoloresdelaguardiadeRegio.Laexpresióndesusrostrosmeindicabacuáleseransusórdenes.Nolesdiningunaexcusa.Mecondujeronpasilloabajo,juntoalpuestodeguardiadesierto,hastalacámaramásespaciosaqueantañocumplieralafuncióndesaladeguardia.Lahabíandespejadodemuebles,salvoporuna cómoda silla. Todas las abrazaderas de las paredes sujetaban una antorcha, lo que proyectaba unbrillocegadorparamisojosacostumbradosalapenumbra.Lasguardiasmesoltaronenelcentrodelaestanciaysereunieronconlosquecubríanlasparedes.Lacostumbremásquelaesperanzafueloquemeimpulsóaevaluarmisituación.Contécatorceguardias.Unaexageración,atodasluces,aunparamí.Lasdospuertasdelcuartoestabancerradas.Aguardamos.
Esperar de pie en una habitación brillantemente iluminada, rodeado de hombres hostiles, puedesubestimarsecomoformadetortura.Intentépermanecerinmóvil,cambiardeposturacondiscreción.Notardé en sentir los primeros síntomas de cansancio.Era aterrador descubrir lo deprisa quemehabíandebilitadoel hambrey la inactividad.Sentí algoparecido al alivio cuando se abriópor fin lapuerta.EntróRegio,seguidodeHillqueconferenciabaenvozbajaconél.
—...innecesario.Bastaríaunaodosnochesmás.—Loprefieroasí—dijoRegioconacritud.Willinclinólacabezaenmudoasentimiento.RegioseacomodóenlasillayWillsecolocótrassu
hombroizquierdo.Regiomeobservóunmomentoantesderetreparseensuasientoconindolencia.Ladeólacabezayexpulsóelaireporlanariz.Levantóundedoparaseñalaraunhombre.
—Perno.Tú.Noquieroquelerompasnada.Cuandoobtengamosloquebuscamos,quieroquesigaestandopresentable.Yasabes.
Pernoasintiócongestoadusto.Desanudósucapadeinviernoyladejócaeralsueloantesdequitarsetambién la camisa. Los demás hombres asistían a la escena con la mirada perdida. De algunaconversaciónmantenidaconChadehacíatiempo,afloróamimenteunodesusconsejos.«Esmásfácilresistirlatorturasiteconcentrasenloquevasadecirenvezdeenloqueno.Heoídoahombresquerepetían la misma frase, una y otra vez, incluso mucho después de haber dejado de escuchar laspreguntas.Alconcentrarteenloquevasadecir,hacesqueseamenosprobabledecirloquetequierescallar.
Perosuteóricoconsejoquizánopudieraservirmedemucho.NoparecíaqueRegiotuvierapreguntasquehacerme.
Perno era más alto y corpulento que yo. Por su aspecto parecía que el pan tuviera mucha másimportanciaqueelaguaensudieta.SeflexionóyestirócomosiseprepararaparaparticiparenunadelaspeleasorganizadasdelFestivaldeInvierno.Mequedémirándolo.Élmesostuvolamiradayesbozóunasonrisasinapenasmoverloslabios.Vicómoseponíaunpardeguantesdecuerosindedos.Había
venidopreparado.SaludóaRegioconunareverenciayRegioasintió.¿Quéesesto?¡Silencio!ordenéaOjosdeNoche.PerocuandoPernodioelprimerpasodecididohaciamísentí
queungruñidomefruncíaellabiosuperior.Esquivésuprimerpuñetazo,avancéparaconectarunomíoymeretirécuandovolvióaatacar.Ladesesperaciónimpulsabamiagilidad.Noesperabaquemedieranocasióndedefenderme,sinoquememaniataranyatormentaran.Evidentemente,paraesohabíatiempodesobra.Nuncasemehabíadadobienesetipodelucha.Tampocopienseseneso.ElpuñodePernomerozódolorosamentelamejilla.Tencuidado.Loestabaincitandoaabrirse,evaluandosuguardia,cuandome envolvió laHabilidad.Rielé ante el asalto deWill y Pernome propinó tres golpes seguidos confacilidad.Mentón, pecho y pómulo. Rápidos y sólidos. El estilo de quien hacía ese tipo de cosas amenudo.Lasonrisadequiendisfrutabaconsutrabajo.
Loquesiguiófueunperíododetiempoindefinido.NopodíaescudarmedeWillyalmismotiempoimpedir que Perno me vapuleara. Razoné, si es que el pensamiento de alguien en ese estado puedellamarserazonamiento,quemicuerpocontabaconsuspropiasdefensascontraeldolor.Medesmayaría,omoriría.Quizálamuertefueselaúnicavictoriaalaquepodíaaspirar.Decidídefendermimenteenvezdemicuerpo.
Meestremezcoalrecordaraquellapaliza.Midefensasebasabaenesquivarsusgolpesyobligarloaperseguirme, en no perderlo de vista, en bloquear los impactos que pudiera sin distraerme de mivigilanciacontralapresióndelaHabilidaddeWill.Oíalosguardiasprotestarpormisupuestaapatíaalnoofrecercasiresistencia.Cuandounodesuspuñetazosmelanzótrastabillandocontralossoldadosquenosrodeaban,susempujonesypatadasmedevolvieronalosbrazosdePerno.
Nopodíadesviarmispensamientoshacianingunaestrategia.Cuandoatacabalohacíasinobjetivo,ylas pocas veces que mis puños chocaban con algo era sin fuerza apenas. Deseaba liberarme,desencadenarmifuria,arrojarmesobrePernoymachacarlocomopudiera.PeroesoeraloqueanhelabaWill.No.Teníaquemantener lacalmay resistir.MientrasWillaumentabasupresiónsobremí,Pernodisfrutaba con su tarea. Al final mis opciones se redujeron a dos: podía emplear los brazos paraprotegermelacaraoelcuerpo.Élselimitabaaalternarsusobjetivos.Lomáshorrorosoeraquesabíaqueélseestabaconteniendo,pegandosóloparainfligirdolorydañosmenores.Bajélasmanosunavezymiré aWill a los ojos. Obtuve la fugaz satisfacción de ver el sudor que le bañaba la cara. En esemomento,elpuñodePernoseestrellócontundentementecontraminariz.
Filomehabíadescritoenciertaocasiónloquehabíaescuchadocuandolepartieronlanarizenunapelea. Las palabras no le hacían justicia.Un sonido enfermizo combinado con un dolor increíble.Undolortanintensoqueseconvirtióderepenteenloúnicoquesentía.Perdíelconocimiento.
Nosédurantecuántotiempopermanecíinconsciente.Measoméalbordedelaconcienciaynopaséde allí. Alguien me había tumbado de espaldas. Quien quiera que fuese se incorporó después deinspeccionarme.
—Tienelanarizrota—anunció.—¡Perno,tedijequenolerompierasnada!—lerecriminóRegio,enfadado—.Tengoquepresentarlo
intacto.Tráemevino—añadióirritado,enuninciso,aotrapersona.—Noseráningúnproblema,reyRegio—leaseguróalguien.Esealguienseagachósobremí,meagarróconfuerzaelpuentedelanarizytiróhastaenderezarlo.
Aquel tosco remediome doliómás que la fractura y volví a desmayarme. Permanecí allí, embotado,oyendovocesquediscutíandurantealgúntiempohastaqueelruidosetrocóenpalabrasyluegoéstasenfrasesconsentido.
LavozdeRegio.—Entonces,¿quéesesoquesesuponequehace?¿Porquénolohahechotodavía?—SóloséloquemecontaronJustinySerena,majestad.—Willsonabacansado—.Medijeronque
estaba fatigado después de habilitar, de modo que Justin pudo penetrar en su mente. Después elbastardo... lo repelió de algunamanera. Justin dijo que parecía como si se le echara encima un loboenorme.SerenaafirmabahabervistomarcasdegarrasenJustin,aunquesedesvanecieronpocodespués.
OíelcrujidodelamaderacuandoRegiosereclinóensusilla.—Bueno,puesoblígaloahacerlo.QuieroveresaMañaconmispropiosojos.—Unapausa—.¿Oes
quenoereslobastantefuerte?AlomejordebíhabermantenidoaJustinenlareserva.—SoymásfuertequeJustin,majestad—aseverósuavementeWill—.PeroTraspiésabecuálesson
mis intenciones.CuandoJustin loatacónoestabaprevenido.—Envozmásbaja, añadió—:Esmuchomásfuertedeloquemehabíandicho.
—¡Hazloypunto!—ordenóRegio,exasperado.¿DemodoqueRegioqueríaverlaMaña?Cogíalientoyreunílasescasasfuerzasquemerestaban.
IntentéenfocarmiiracontraRegio,repelerloconelímpetusuficienteparaestamparlocontralapared.Peronopude.Eldolormeimpedíaconcentrarme.Mispropiasdefensasmederrotaron.LoúnicoquehizoRegiofuesobresaltarseyecharmeunvistazomásdecerca.
—Estádespierto—observó.Levantódenuevoeldedoconlanguidez—.Verde.Es todotuyo.Perotencuidadoconsunariz.Noletoqueslacara.Lodemássepuedetaparconfacilidad.
Verdededicóuninstanteaponermedepieparaluegoderribarmedenuevo.Mecansédeesarutinamucho antes que él. El suelo hacía tanto daño como sus puños. Parecía incapaz demantener los piesdebajodelcuerpoyde levantar losbrazosparaprotegerme.Merepleguéenmi interior,diminuto,allíencogidohastaquelabrutalidaddeldolorfísicomeobligabaareaccionarydebatirme.Porlogeneralantesdevolveradesmayarme.Medicuentadeotrodetalle.EldisfrutedeRegio.Noqueríaencadenarmey hacerme daño. Quería verme luchar, ver cómo intentaba resistirme sin conseguirlo. Vigilaba a susguardias también, tomandobuenanota, sinduda,dequiénesapartaban lamiradadeaquelespectáculo.Me utilizaba para medir su temple. Me obligué a ignorar que gozaba con mi dolor. Lo únicoverdaderamenteimportanteeramantenermisbarrerasalzadaseimpedirqueWillentraraenmicabeza.Ésaeralabatallaquedebíaganar.
Lacuartavezquedespertévolvíaaestartiradoenelsuelodemicelda.Untremendosonidosibilanteyesforzadofueloquemedespertó.Eraelsonidodemirespiración.AlcabolevantéunamanoybajélacapadeMazasdelbanco.Cayóymecubrióamedias.Permanecítumbadounratomás.LosguardiasdeRegiolehabíanhechocaso.Noteníanadaroto.Medolíatodo,peronoteníaningúnhuesoroto.Sólomehabíanprocuradodolor.Nadaquefueseamatarme.
Gateéhastaelagua.Meresistoaenumerarlosdistintosdoloresquemeprodujolaaccióndelevantarla jarra y beber. Mis primeros intentos por defenderme me habían dejado las manos hinchadas ymagulladas. Intentéenvano impedirqueelcantodel recipientemegolpeara laboca.Por finconseguíbeber.Elaguamevigorizó,losuficienteparaquecobraraconcienciademisdistintaslesiones.Mimedia
hogazadepanseguía tambiénallí.Mojélapuntaenloquequedabadeaguaychupéelpanempapadohastaqueseablandóelmendrugo.Sabíaasangre.ElvapuleoinicialdePernomehabíaarrancadovariosdientesymehabíacortadoloslabios.Sentíalanarizcomouninmensotúmulopalpitantededolor.Nomeatrevíatocarlaconlosdedos.Comernomeprodujoningúnplacer,tansólounalivioparcialdelhambrequememartirizabajuntoamidolor.
Transcurrido unmomentome senté.Me envolví en la capa y pensé en lo que sabía.Regio estabadispuesto a sacudirme hasta quemanifestara laMaña delante de sus guardias o hasta que bajaramisdefensasparaqueWillpudierainvadirmimenteymeobligaraaconfesar.Mepreguntéquéconseguiríaprimero.Eraindudablequesesaldríaconlasuya.Miúnicaposibilidaddeescapardeesaceldapasabaporlamuerte.Opciones.IntentarquemegolpearanhastamorirantesdeemplearlaMañaosucumbiralasalto mental deWill. O ingerir el veneno que había preparado paraWallace. Me mataría. Eso erainnegable.Conlodebilitadoqueestaba,seguramenteactuaríamásdeprisadeloquehabíaplaneadoparaél.Aunqueseguiríasiendodoloroso.Terriblementedoloroso.
Lomismodabauntipodedolorqueotro.Doblécontrabajoelpuñoensangrentadodemicamisa.Elbolsilloocultoestabaaseguradoporunhiloquedeberíasoltarseconunsuave tirón,pero lasangre lomanteníapegado.Tiréconcuidado.Nodebíaderramarlo.Tendríaqueesperaraquemedieranmásaguaparatragarlo.Delocontrariomeatragantaríaconelpolvilloamargoylovomitaría.Seguíabregandoconelhilocuandooívocesenelpasillo.
Semeantojóinjustoquevolvierantanprontoapormí.Escuché.NoeraRegio.Perosialguienbajabahastaallísindudatendríaqueveralgoconmigo.Unavozprofundaretumbabaenfurecida.Losguardiasreplicaronbrevementeen tonohostil.Otravoz,mediadora, razonable.Denuevoel retumbar,másalto,claramentebeligerante.Depronto,ungrito:
—¡Vasamorir,Traspié!¡Teahorcaránsobreelaguayquemarántusrestos!LavozdeBurrich.Unararamezcladerabia,amenazaydolor.—Sácalodeaquí.Unadelasguardias,altayclaraahora.Unaterral,porsuacento.—Yava,yava.—Reconocílavoz.Filo—.Esquehabebidounacopademás,esoestodo.Siempre
hatenidoeseproblema.Yhatenidoalmuchachoahí,ensusestablos,deaprendiz,duranteaños.Todoelmundodicequeteníaquehabersedadocuenta,quealomejorlosabíaynohizonada.
—Ssssí —afirmó Burrich con rabia—. ¡Y ahora me he quedado sin empleo, bastardo! ¡Me hanprohibidollevarelemblemadeGama!Bueno,mecagoenEl,quémásda.Loscaballossehanido.¡Losmejorescaballosqueadiestréjamás,seloshanllevadoalinterior,regaladosaunosidiotas!¡Losperros,loshalcones,sehanido!Sólomequedanlasescobasyunpardemulas.¡Yanotengoniunsolocaballoquellamarmío!
Suvozseacercaba.Habíalocuraenella.Meencaraméalapuertaymeagarréalosbarrotesparamirar.Nopodíaverelpuestodeguardia,
pero sí sus sombrasen lapared.La sombradeBurrich intentabaadentrarseenelpasillomientras losguardiasyFiloseesforzabanporsujetarlo.
—Esperad.Venga,esperadunpoco—rezongóBurrich—.Esperad.Mirad.Sóloquierohablarconél.Esoestodo.
El racimode gente avanzó por el pasillo y se detuvo de nuevo.Los guardias se interponían entre
Burrichymipuerta.FiloestabaagarradoalbrazodeBurrich.Seguíaluciendolasmarcasdelapeleayllevabaunbrazoencabestrillo.PocopodíahacerporfrenaraBurrich.
—SóloquierocobrarmelomíoantesqueRegio.Nadamás.Esoestodo.—ElalcoholdificultabaeldiscursodeBurrich—.Venga.Sólounratito.¿Quémásdaya?Sisepuededarpormuerto.—Otrapausa—.Venga.Oscompensaré.Tomad.
Losguardiasintercambiaronmiradas.—Esto,Filo,¿notendrásunamoneda?—Burrichestabaescarbandoensubolsa.Soltóunbufidode
disgustoylavolcósobresumano.Cayóunalluviademonedasqueseleescaparonentrelosdedos—.Hala,hala.
LasmonedastintinearonyrodaronporelsueloyBurrichabriólosbrazosenungestodegenerosidad.—Oye,queno,Burrich,nopuedessobornaralosguardias,conseguirásqueteencierrentambiénati.Filoseagachódisculpándosemientrasseapresurabaarecogerlasmonedastiradas.Losguardiasse
agacharonconélyviunamanofurtivaqueibadelsueloaunbolsillo.DerepentelacaradeBurrichseasomóamiventana.Porunmomentocruzamoslamiradaatravésde
losbarrotes.Eldoloryelultrajebatallabanensusemblante.Teníalosojosenramadosderojoacausadelabebidayleapestabaelalientoaalcohol.Lateladesucamisamostrabaundesgarrónallídondelehabían arrancado la insignia del alce. Me lanzó una mirada furibunda y entonces, mientras meescudriñaba,abrió losojosasombrado.Permanecimosasíun instanteycreíquepasabaentrenosotrosalgoparecidoalacomprensiónyunadiós.Despuésseechóhaciaatrásymeescupióalacara.
—Toma,ahítienes—gruñó—.Esoesporlavidaquemehasrobado.Portodaslashorasylosdíasquemalgastécontigo.Mejorhubierasidoquemurierasentrelasbestiasantesdedejarquepasaseesto.Te van a colgar, muchacho. Regio ya ha ordenado levantar el cadalso, sobre el agua, como reza latradiciónpopular.Teahorcarán,tecortaránenpedazosytequemaránhastaloshuesos.Noquedaránadaque enterrar. Seguramente tienemiedo de que los perros pudieran desenterrarte. Eso te gustaría, ¿eh,chaval?Que te enterrarancomounhuesoparaque luego tedesenterrara algúnchucho.Más tevaldríatenderteymorirenelsitio.
Mehabíaapartadodeélcuandomeescupió.Ahoraseguíafrentealapuerta,balanceándomemientrasél me observaba agarrado a los barrotes, con los ojos desorbitados y encendidos por la locura y labebida.
—¿NodicenqueerestanbuenoconlaMaña?¿Porquénoteconviertesenunaratayteescabullesdeaquí?¿Eh?—Apoyólafrenteenlosbarrotesymemirófijamente.Casipensativamente,añadió—:Mejoresoqueserahorcado,cachorro.Transfórmateenunabestiayhuyeconelraboentrelaspatas.Siesquepuedes...Heoídoquepuedes...dicenquetepuedesconvertirenlobo.Enfin,comonopuedas,tevanacolgar. Te colgarán del pescuezo y te ahogarás y patalearás... —Dejó la frase inconclusa. Sus ojososcurosseclavaronenlosmíos.Estabanacuososacausadelabebida—.Mejorseríatenderseymorirenelsitioqueperecerahorcado.—Deprontoparecíaposeerlo la furia—.¡Yoteayudaréa tenderteymorir!—amenazóentredientes—.¡SerámejorquemuerasamimaneraquealadeRegio!
Empezóatirardelosbarrotes,estremeciendolapuertacontrasuscerrojos.Losguardias seabalanzaronsobreélde inmediatoy loprendieronunodecadabrazo,bregandoy
maldiciendomientraséllosignoraba.ElviejoFilosaltabadetrásdeellos,diciendo:—Déjalo,vamos,Burrich,yahasdicholoqueteníasquedecir,venga,hombre,paraantesdequete
metasenunlíodeverdad.No lo arrancaron de los barrotes sino que los soltó él de improviso, bajando los brazos a los
costados.Esopillóalosguardiasdesprevenidosyambostrastabillarondeespaldas.Measíalacelosíadelventanuco.
—Burrich.—Me costó obligar mis labios a formar la palabra—. Nunca quise hacerte daño. Losiento.—Cogíaliento,intentéencontrarlaspalabrasadecuadasparaaliviareldolorquesetraslucíaensusojos—.Nadiedeberíaculpartedenada.Hicistecuantopudisteconmigo.
Zangoloteólacabezaenmidirección,conelrostrocontorsionadodeirayrabia.—Túmbateymuere,muchacho.Túmbateymuere.Mediolaespaldaysealejódemí.Filoretrocedíadeespaldas,musitandouncentenardedisculpasa
losdosguardiasque lo seguíanpor elpasillo.Losvipartir y luegovi cómo se alejaba encorvada lasombradeBurrich,mientrasFilosedemorabaparaaplacaralossoldados.
Me enjugué el salivazo que me empapaba el rostro abotargado y regresé a mi banco de piedraarrastrandolospies.Permanecísentadomuchotiempo,recordando.MehabíaprevenidocontralaMañadesdeelprincipio.Mehabíaarrebatadosinpiedadelprimerperroalquemevinculé.Mehabíapeleadocon él por culpa de aquel perro, lo había repelido con cada ápice de fuerza que tenía y él se habíalimitadoadevolvermeelataque.Contantaviolenciaquetranscurrieronañoshastaquevolvíaintentarrepeleraalguien.Ycuandocedió,ignorandoyaquenoaceptandomilazoconellobo,habíasufridolasconsecuencias.LaMaña.Mehabíaadvertidoentantasocasiones,yentodasellasyohabíaestadosegurodequesabíaloquemehacía.
Ylosabías.OjosdeNoche.Reconocísupresencia.Nomesentíaconánimosparahacerotracosa.Venconmigo,hermano.Venysalgamosacazar.Tepuedoalejardetodoesto.Enseguida,alomejor,rechacé.Noteníafuerzasparadiscutirconél.Lociertoesquepermanecísentadomuchotiempo.MiencuentroconBurrichmedolíatantocomola
paliza.Intentépensarenunapersonaalaquenohubieradefraudadoentodamivida,alaquenohubieradecepcionado.Nosemeocurriónadie.
MirélacapadeMazasdereojo.Hacíafríosuficienteparaquererla,peroestabademasiadodoloridocomopararecogerla.Mellamólaatenciónunguijarrotiradoenelsuelojuntoaella.Medesconcertó.Llevaba escudriñando ese suelo el tiempo suficiente para saber que en mi celda no había piedritassueltas.
Lacuriosidadesunafuerzainquietantementepoderosa.Porfin,meestirécuantopudeycogílacapayelguijarropróximoaella.Tardéunmomentoenenvolvermeenlaprenda.Luegoexaminélapiedra.Noera un guijarro. Era oscuro y húmedo. ¿Un envoltorio de algún tipo? Hojas. Una pelota de hojasamalgamadas. ¿Una pelota que me había golpeado en la barbilla cuando me escupió Burrich? Concautela, lasostuvea la luz titilantequeentrabapor laventanabarrada.Algodecolorblancomanteníasujetalahojaexterior.Losolté.Loquemehabíallamadolaatencióneraelextremoblancodeunapúadepuercoespín,mientrasqueelcabonegroyaserradoeraloqueasegurabaelenvoltoriodelahoja.Ésta,una vez desplegada, reveló una cápsula pegajosa ymarrón.Me la acerqué a la nariz y olisqueé concuidado.
Reconocí lafraganciadeinmediato.Llévame.Unahierbadelasmontañas.Unpotenteanalgésicoy
sedante,empleadoenocasionesparatruncarpiadosamentelavida.EraloquehabíautilizadoKettrickencuandointentóasesinarmeenelReinodelasMontañas.
Venconmigo.Ahorano.¿SeríaéseelregalodedespedidadeBurrich?¿Unamuerterápida?Repasésuspalabras.Lomejor
seríatenderseymorir.¿Esomeaconsejabaelhombrequemehabíaenseñadoqueelcombatenoacababahastaquevencías?Lacontradicciónerademasiadoacusada.
CorazóndelaManadadicequedeberíasvenirconmigo.Ahora.Estanoche.Dicequetetumbes.Queseas un hueso para que luego te desentierren los perros, dice. Podía percibir el esfuerzo que estabahaciendoOjosdeNocheparatransmitirmeesemensaje.
Guardésilencio,pensativo.Mesacólaespinadellabio,hermano.Creoquepodemosconfiarenél.Venconmigo,ahora,esta
noche.Consideré los tres objetos que tenía enmimano. La hoja, la púa, la cápsula. Volví a guardar la
cápsulaenlahojaylacerrédenuevoconlapúa.Noentiendoquéquierequehaga,protesté.Túmbateyestátequieto.Notemuevasyvenconmigo,comosifuerasyo.Unalargapausamientras
OjosdeNochetramabaalgoensucabeza.Comeloquetehadadosólosiesnecesario.Sólosinopuedesvenirconmigotúsolo.
Notengoniideadecuálessonsusintenciones.Pero,igualquetú,creoquepodemosconfiarenél.Enlapenumbra,traspasadoelumbraldelafatiga,mesentéymanipuléelcosidodemimanga.Cuandoconseguísoltarelhilo,saquéeldiminutoenvoltoriodepapelyguardéenelbolsillolahojaqueconteníalaampolla.Conseguíquelapúalamantuvieracerrada.Miréeltrozodepapelenmimano.Semeocurrióunafugazidea,peromeresistíacontemplarla.Cerréelpuño.DespuésmearropéconlacapadeMazasyme tumbé despacio en el banco. Sabía que debería montar guardia, por si regresaba Will. Estabademasiadocansadoydesolado.Estoycontigo,OjosdeNoche.
Nosalejamosjuntos,corriendoporelmantodenievecuajada,rumboaunmundodelobos.
Ejecución
ElmaestrecaballerizoBurrich,durantesusañosdeservicioenTorredelAlce,gozabadefamadefabulosoadiestradordecaballos,perreroycetrero.Sutalentoconlasbestiasfuecasilegendarioauncuandovivíatodavía.
Comenzósusañosdeserviciocomosoldadoraso.Dicenquesusorígenesseremontanaunlinajeasentado en Torote. Algunos afirman que su abuela era una esclava que compró su libertad a untratantedelMitonarmercedasusextraordinariosservicios.
Comosoldado,suferocidadenlabatallallamólaatencióndeljovenpríncipeHidalgo.Serumoreaqueelprimerocomparecióantesupríncipeenunactodisciplinariorelacionadoconunapeleaenunataberna.SirvióaHidalgocomocompañerodearmasdurantealgúntiempo,peroelpríncipedescubriósuafinidadconlosanimalesyleencomendóelcuidadodeloscaballosdesuguardia.ProntoacabóocupándoseasimismodelosperrosyhalconesdeHidalgo,yconeltiempollegóadirigirlatotalidaddelosestablosdeTorredelAlce.Susagacidadalahoradedictaminarafliccionesysupericiaparasanar lesiones internas se extendían al ganado vacuno, ovino y porcino, y en ocasiones llegaba aocuparsedeltratamientodelasavesdecorral.Nadiecomprendíaalasbestiascomoél.
Gravementeheridoporunjabalíduranteeltranscursodeunacacería,Burrichsufrióunacojeraquehabríadepadecerelrestodesuvida.Laheridapareciómitigarelcarácterpendencieroyariscoque lo había hecho célebre en su juventud.No obstante, es igualmente cierto que siguió siendo unhombrealquepocososabancontrariarhastaelfindesusdías.
Suremediodehierbasconsiguiódetenerelbrotedeincrustacionesqueafligióaloscorderosdelducado de Osorno con posterioridad a los años de la Talasemia. Salvó a los rebaños de unaexterminacióntotalylogróevitarqueelcontagioseextendieraalducadodeGama.
Nochedespejadabajountechoderutilantesestrellas.Uncuerposanoyrobustoqueremontabaunaladeranevadaconunaseriedeexuberanteszancadas.Delosarbustoscaíancascadasdenieveanuestropaso.Habíamosmatado, habíamos comido. Todos nuestros apetitos estaban satisfechos. La noche eralímpida y fresca, vigorizador el frío. Ninguna jaula nos contenía, ningún hombre nos pegaba. Juntos,experimentábamos laplenituddenuestra libertad.Nosdirigimosal lugardondeelmanantialdiscurríacontantafuerzaquecasinuncasecongelabaylamimoselaguahelada.OjosdeNochenossacudióde
piesacabezayaspiróelaireconfuerza.Amanece.Losé.Noquieropensareneso.Elamanecer,cuandodebenterminarlossueñosycomienzaladura
realidad.Tienesquevenirconmigo.OjosdeNoche,yaestoycontigo.No.Tienesquevenirconmigo,hastaelfinal.Tienesquedejartearrastrar.Eso mismo me había dicho ya al menos veinte veces. No podía ignorar la urgencia de sus
pensamientos.Suinsistencianodejabalugaradudasysuobstinaciónmeasombraba.NoerapropiodeOjosdeNocheaferrarsecontantafirmezaaunaideaquenoestabarelacionadaconlacomida.EsoeraalgoquehabíandecididoBurrichyél.Debíaacompañarlo.
Nolograbaimaginarquéesperabaquehiciera.Una y otra vez le había explicado que estaba atrapado, quemi cuerpo estaba enjaulado, como lo
habíaestadoelsuyoenunaocasión.Mimentepodíaacompañarlo,almenosporahora,peronopodíairconéldelaformaenqueélquería.Siempremecontestabaqueyalosabía,peroqueyonoloentendía.Yahoravolvíamosalomismo.
Percibísuesfuerzopornoperderlapaciencia.Tienesquevenirconmigo,ahora.Hastaelfinal.Antesdequevayanadespertarte.
Nopuedo.Micuerpoestáenunajaula.¡Déjalo!,dijoconferocidad.¡Suéltalo!¿Qué?Suéltalo,abandónalo,venconmigo.¿Quemuera,quieresdecir?¿Quetomeelveneno?Sólo si debes hacerlo. Pero hazlo ahora, enseguida, antes de que puedan causarte más daño.
Déjaloyvenconmigo.Suéltalo.Yalohicisteunavez.¿Teacuerdas?El esfuerzo por encontrar sentido a sus palabras consiguió que fuese más consciente de nuestro
vínculo.Eldolordemicuerpomagulladoirrumpióparamartirizarme.Enalgunaparteestabaateridodefrío,entumecidoporeldolor.Enalgunaparte,cadabocanadadeairesecorrespondíaconunapunzadaenmiscostillas.Mealejédeaquello,asalvoenelcuerposanoyfuertedellobo.
Esoes,esoes.Déjalo.Ahora.Suéltalo.Sólotienesquesoltarte.Comprendí de pronto lo que quería que hiciera. No sabía cómo hacerlo, ni estaba seguro de que
pudiera.Unavez,sí,recordabahaberabandonadomicuerpoydejarloasucuidado.HorasmástardemehabíadespertadojuntoaMolly.Peronoestabasegurodecómolohabíahecho.Yhabíasidodiferente.Habíadejadoqueellobomevigilara,mientrasyoibaadondequieraquehubieseido.Estavezmepedíaqueescindieramiconcienciademicuerpo.Querenunciaravoluntariamentealvínculoqueuníamenteycarne.Aunqueaveriguaralamanera,nosabíasitendríalafuerzadevoluntadnecesaria.
Tiéndeteymuere,mehabíadichoBurrich.Sí.Esoes.Mueresiespreciso,perovenconmigo.Toméunadecisiónderepente.Confiar.ConfiarenBurrich,confiarenellobo.¿Quépodíaperder?Cogíalientoymepreparéenmiinteriorcomosifueseazambullirmeenunestanquehelado.No.No,sólotienesquesoltarte.
Eso hago. Eso hago. Tanteé en mi interior en busca de lo que fuese que me unía a mi cuerpo.Ralenticémirespiración,obliguéamicorazónalatirmásdespacio.Neguélassensacionesdedolor,frío,anquilosamiento.Mealejédetodoaquello,hundiéndomeenmiser.
¡No!¡No!OjosdeNocheaullabadesesperado.¡Amí!¡Venamí,renunciaaeso,venamí!Peroallíestabayaelrocedelaspisadas,elmurmullodevoces.Merecorrióunestremecimientode
temor y, en contra demi voluntad,me arrebujé aúnmás en la capadeMazas.Entreabrí unojo.Vi lamismacelda tenuemente iluminada,elmismoventanucoconbarrotes.Enmi interiorsealojabaunfríocruel,algomásinsidiosoqueelhambre.Nomehabíanrotoningúnhuesopero,enmiinterior,algohabíacedido.Losabía.
¡Hasvueltoalajaula!,chillóOjosdeNoche.¡Sal!¡Saldetucuerpoyvenconmigo!Esdemasiadotarde,susurré.Corre,vete.Nocompartasesto.¿Esquenosomosunamanada?Desesperación,pulsantecomoelaullidodesgarradodeunlobo.Estabanfrenteamipuerta,éstaseabría.Elmiedomeapresóentresusfaucesymezarandeó.Estuve
tentadodeacercarme lamangaa labocaymasticardirectamente laampolla.Envezdeeso,apretéeldiminutoenvoltoriodepapelqueguardabaenmipuñoymepropuseresueltamenteolvidarmedeél.
Elmismohombreconlaantorcha,losmismosdosguardias.Lamismaorden.—Tú.Enpie.ApartélacapadeMazas.Unodelosguardiasseguíasiendolobastantehumanoparapalidecerante
loquevio.Losotrosdoseran inflexibles.Cuandonomemoví lobastantedeprisaparaellos,unomeagarródelbrazoymepusodepiedeuntirón.Proferíungritoinarticuladodedolor;nopudeevitarlo.Yesarespuestamehizotemblardemiedo.Sinoeracapazdecontenermisgritos,¿cómoibaasostenermisdefensascontraWill?
Mesacarondemiceldaymellevaronporelpasillo.Nodigoquecaminé.Todasmismagulladurassehabíansolidificadodurantelanoche.Lapalizahabíareabiertoloscortesquemehabíanprovocadolasespadas enmi antebrazo derecho y en elmuslo. También esos dolores se habían renovado.Ahora eldoloreracomoelaire;memovíaatravésdeél,lorespiraba.Enelcentrodelasaladeguardia,unodeellosmepropinóunempujónymecaí.Mequedétumbadodecostadoenelsuelo.Noteníasentidoquemeesforzaraporsentarme;nomequedabadignidadquesalvar.Seríamejorquecreyeranquenopodíasostenermeenpie.Mientraspudiera,mequedaríaquietoyreuniríahastaelúltimoápicedefuerzaqueconservaratodavía.Despacio,laboriosamente,despejémimenteyempecéaerigirmisdefensas.Unayotra vez, envuelto en un velo de dolor, repasé las murallas de Habilidad que había construido,fortificándolas,aislándometrasellas.Debíaprotegerlosmurosdemimente,nolacarnedemicuerpo.En la estancia, a mi alrededor, las paredes estaban cubiertas de guardias. Arrastraban los pies yconversabanenvozbajaentreellos,expectantes.Apenassi reparéensupresencia.Enmimundosólocabíanmismurallasymidolor.
Un crujido y una ráfaga de aireme indicaron que se había abierto una puerta. Entró Regio.Willcaminabadetrásdeél, irradiandofuerzadeHabilidaddespreocupadamente.Fuiconscientedeélcomonuncaanteshabíasidoconscientedeotrapersona.Aunsinverlopodíasentirlo,suforma,elcalordelaHabilidad que ardía en su interior. Era peligroso. Regio pensaba que era unamera herramienta. Oséconcedermeunaminúscula satisfacción al comprenderqueRegiodesconocía cuanpeligrosapodía serunaherramientacomoWill.
Regioocupósuasiento.Alguienleacercóunamesita.Oíquesedescorchabaunabotellayolíelvinomientras lo servían. El dolor había agudizado mis sentidos hasta un nivel intolerable. Regio estababebiendo.Meresistíareconocercuántodeseabauntragodeloquefuera.
—Quéhorror.Míralo.¿Teparecequehemosidodemasiadolejos,Will?AlgoenlapicardíaquepercibíenlavozdeRegiomeinformóqueesedíahabíatomadoalgomás
quevino.¿Humo,talvez?¿Tantemprano?Ellobohabíadichoqueamanecía.Regionuncamadrugaba...Algoibamalconmisentidodeltiempo.
Will semeacercódespacioyseplantóerguidoantemí.Nohiceademándegirarmeparaverle lacara.Measíconfuerzaamidiminutareservadeenergía.Mepropinóunviolentopuntapiéyjadeésinproponérmelo.CasialmismotiempodescargósuHabilidadsobremí.Ahí,almenos,memantuvefirme.Willinspiróbruscamenteporlanarizysoltóunbufido.RegresójuntoaRegio.
—Majestad.Habéishechoconsucuerpocasitodoloquepodéissinarriesgarosadañarloydejarlesecuelasquepudieranapreciarseaundentrodeunmes.Peropordentroaguantatodavía.Eldolorpuededistraerloparaquedejedeprotegersumente,peronodebilitainherentementesufuerzaconlaHabilidad.Nocreoquevayáisadoblegarlodeestemodo.
—¡No tehepedido tuopinión,Will!—replicóbruscamenteRegio.Oícomoadoptabaunaposturamáscómoda—.Ah,estoseestáprolongandodemasiado.Misduquesempiezana impacientarse.Tienequerendirsehoy.—Pensativo,preguntóaWill—:¿Casitodoloquepuedo,dices,consucuerpo?Segúntú,¿cuáldeberíaserelsiguientepaso?
—Dejadloasolasconmigo.Puedoobtenerdeélloquedeseáis.—No.—LanegativadeRegiofue tajante—.Yasé loquedeseas túdeél,Will.Vesenélunodre
lleno a reventar de fuerza con la Habilidad que te gustaría vaciar. Bueno, quizás, al final, haya unamanera de que pueda ser tuyo. Pero todavía no.Quiero que se presente ante los duques y se declareculpabledetraición.Esmás,quieroquesederrumbeanteeltronoysupliqueclemencia.Loobligaréadenunciara todos losquemehandesafiado.Elmismo losacusará.Nadie tendráningunadudacuandonombrealostraidores.VeamosquéocurrecuandoelduqueMazasveaasupropiahijaacusada,quetodalacorteoigacómohatraicionadoa lacoronalamismaladyPacienciaquetanta justiciaexige.Yparaél...supequeñafabricantedevelas,supreciosaMolly.
Semeencogióelcorazónenelpecho.—Todavíanohedescubiertosuparadero,milord—aventuróWill.—¡Silencio!—bramóRegio.SonabacasicomoelreyArtimañas—.Noloalientesdeesemodo.No
nos hace falta saber dónde se encuentra para que él la acuse de traición con sus propios labios.Tendremos tiempo de sobra para dar con ella. Que él muera sabiendo que ella será la siguiente,traicionadaporsuspalabras.¡LimpiaréTorredelAlce,desdeelmásbajomontóndeestiércolalatorremásalta,detodoslosquesehanatrevidoatraicionarmeydesafiarme!
Levantólacopaenunbrindisporsímismoybebióconavidez.Hablaba,penséparamisadentros,comolohacíalareinaDeseocuandoestababorracha.Fanfarróny
cobardemezquinoapartes iguales.Teníamiedode todos losqueescapabanasucontrol.Yaún temíamásalosqueestabanbajosucontrol.
Regiosoltósucopadevinoconungolpazo.Sereclinóensusilla.—Bueno.Prosigamos,siosparecebien.Kelfry,haznoselfavordelevantarlo.
Kelfryeraunhombrecompetentequenodisfrutabaconsutrabajo.Noeraamable,perotampocomásbruscodelonecesario.Sesituódetrásdemí,sujetándomeporlosbrazosparamantenermederecho.NolohabíaadiestradoCapacho.Sabíaquesilanzabalacabezadeprisahaciaatrás,podríaromperlelanarizyseguramentearrancarleunoscuantosdientes.Lanzarlacabezadeprisahaciaatrássemeantojabapocomássencilloquelevantarmedelsuelosinayuda.Teníalasmanosencogidassobreelestómagoenactituddefensiva,intentandoolvidareldolor,reuniendomisfuerzas.DespuésdeunmomentolevantélacabezaymiréaRegio.
Antesdehablarpaseélalenguaporelinteriordelabocaparadespegarloslabiosdelosdientes.—Asesinasteatupropiopadre.Regio se crispó en su asiento. El hombre que me sujetaba se tensó. Me apoyé en sus brazos,
obligándoloasostenertodomipeso.—LomataronJustinySerena,perotúdistelaorden—dijesuavemente.Regiosepusodepie—.Pero
noantesdequehabilitáramosconVeraz.—Imprimífuerzaamivoz.Empecéasudarporelesfuerzo—.Verazsigueconvidaylosabetodo.—Regioseestabaacercandoamí,conWillpisándolelostalones.Fijémisojosenésteycarguémivozdeamenaza—.Tambiénsabelotuyo,Will.Losabetodo.
Elguardiame sujetó cuandoRegiomeabofeteó.Unavez.Luegootra.Sentí cómo se abría lapielhinchadademi cara bajo el impacto.Regio enarboló su puño.Mepreparé para encajarlo, rechacé eldolor,meatrincheréenmímismo.Estabalisto.
—¡Cuidado!—chillóWill,altiempoquesaltabasobreRegioparaapartarlo.LohabíadeseadotantoqueWillhabíahabilitadoloquemeproponía.CuandoRegiosedisponíaa
golpearme zafé demi guardia, esquivé el puñetazo deRegio y avancé.Conunamano así la nuca deRegioparaempujarlahacia laotra,quesujetaba laestrujadabolsitadepapel llenadepolvo.Miplanconsistíaenembadurnarlelanarizylaboca,conlaesperanzadequetragaralosuficienteparamatarlo.
Willloestropeótodo.MisdedoshinchadosnopudieronatraparelcuellodeRegio.WillarrancóaRegiodemidébilpresayloapartódemí.CuandoelhombrodeWillchocócontramipechobusquésucara,desmenucélabolsitarasgadayesparcíelpolvosobresusojos,sunarizysuboca.Lamayorpartesediluyóenunafinanubeentrenosotros.Lovi jadearacausadelescozoryentoncesnoscaímos, losdos,bajounaoleadadeguardiasdeRegio.
Busquélainconsciencia,peroéstameeludía.Recibíarañazos,puñetazosypatadasantesdequelosdesesperadosgritosdeRegio—«¡Nolomatéis!¡Nolomatéis!»—parecieranimportarleaalguienmásqueamí.Lossentílevantarsedeencima,lossentísacaraWilldedebajodemí,peronopodíavernada.Lasangremecubríaelrostro,mezcladaconmislágrimas.Miúltimaoportunidad,yhabíafracasado.NisiquierahabíaacabadoconWill.Sí,estaríaenfermounosdías,perodudabaquefueseamorir.Losoímurmurarsobresucuerpo.
—Puesllevadloaveralcurandero—escuchéqueordenabaporfinRegio—.Aversiaveriguaquélepasa.¿Nolehabréisdadoalgunapatadaenlacabeza?
Penséquehablabademí,hastaqueoícómose llevabanaWill.Demodoquehabía ingeridomásveneno del que yo pensaba, o alguien le había dado una patada en la cabeza.Quizás al jadear se lehubierametidoenlospulmones.Nosabíaquéefectosurtiríaallí.CuandosentícómosedesvanecíasuHabilidadexperimentéunaliviocomparablealfinaldeldolor.Conprecaución,relajémiguardiacontraél.Eracomosoltarunpeso tremendo.Vislumbréunasombradeesperanza.No losabían.Nadiehabía
vistolabolsitadepapelnielpolvo,habíaocurridodemasiadorápido.Quizánisiquierapensaranenelvenenohastaquefuerademasiadotardeparaél.
—¿Estámuerto el bastardo?—preguntó Regio, enfadado—. ¡Como lo esté, juro que haré que oscuelguenatodos!
Alguienseapresuróaarrodillarseamiladoybuscóelpulsodemigargantaconlosdedos.—Estávivo—rezongóunsoldado,malhumorado.Algún día Regio aprendería a no amenazar a sus propios soldados. Esperaba que aprendiera la
lecciónconunaflechaclavadaenlaespalda.Unmomentodespués alguienme soltóuncubode agua fríapor encima.Laconmoción reavivóde
nuevocadaunodemisdolores.Abríunsoloojo.Loprimeroquevifueelaguaylasangreenelsuelodelantedemí.Sitodaesasangreeramía,teníaproblemas.Mareado,intentépensardequiénmáspodríaser.Mimentenoparecíafuncionardemasiadobien.Eracomosieltiempopasaraatrompicones.Regioestabadepiesobremí,furiosoydesgreñado,yalinstantesiguienteestabasentadoensusilla.Dentroyfuera.Luz,oscuridad,yluzotravez.
Searrodillóalguienami lado.Meauscultaronunasmanoscompetentes.¿Burrich?No.Éseeraunsueñodelpasado.EstehombreteníalosojosazulesyelacentonasalpropiodeLumbrales.
—Está perdiendo mucha sangre, rey Regio. Pero podemos arreglar eso. —Alguien me apretó lafrente.Unacopadevino,apoyadaenmislabiosagrietados,severtióenmiboca.Meatraganté—.Veis,estávivo.Yolodejaríaporhoy,majestad.Nocreoquepuedacontestarmáspreguntasantesdemañana.Sedesmayará.
Unaopiniónserena,profesional.Quienquieraquefuesevolvióatendermeenelsueloysemarchó.Mesobrecogióunespasmo.Seaproximabaunataque.MenosmalqueWillsehabíaido.Nocreíaque
pudieramantenermisdefensasactivasenmediodeunataque.—Ah,sacadlodeaquí.—Regio,decepcionadoydisgustado—.Loúnicoqueheconseguidohoyes
perdereltiempo.Laspatasdesusillarascaronelsuelocuandoseincorporó.Oíelsonidodesusbotascontralapiedra
mientrasabandonabalaestancia.Alguienmeagarróporlapecherademicamisaymepusoenpiedeuntirón.Nisiquierapudegritar
dedolor.—Estúpidomontóndemierda—megruñó—.Serámejorquenotemueras.Noestoydispuestoaque
meazotenportuculpa.—Menudaamenaza,Verde—seburlóalguien—.¿Quépiensashacerconélcuandoestémuerto?—Cierraelpico.Atitedesollaránvivolomismoqueamí.Ayúdameasacarlodeaquíylimpiemos
esto.Lacelda.Supareddesnuda.Mehabíantiradoenelsuelo,deespaldasalapuerta.Dealgunamanera
esomepareció injustoporsuparte.Tendríaquehacerelesfuerzodedarmelavueltasoloparaversihabíandejadoalgodeagua.
No.Demasiadocomplicado.¿Vienesahora?Deverdadquemegustaría,OjosdeNoche.Peronosécómo.Cambiador.¡Cambiador!¡Hermano!Cambiador.
¿Quédices?Hasestadocalladotantotiempo...¿Vienesahora?¿Heestado...callado?Sí.Pensabaquetehabríasmuerto,sinvenirantesconmigo.Nopodíallegarhastati.Seríaunataque.Nosésilohetenido.Peroahoraestoyaquí,OjosdeNoche.Estoyaquí.Puesvenconmigo.Dateprisa,antesdequetemueras.Unmomento.Tenemosqueestarsegurosdeesto.Intentépensarenunarazónparanohacerlo.Sabíaquehabíaalgunas,peroyanopodíarecordarlas.
Cambiador,mehabíallamado.Mipropiolobo,llamándomeeso,igualqueelbufónoChademellamabancatalizador.Bueno.Había llegado elmomento de cambiar las cosas paraRegio.Lo último que podíahacereraasegurarmedemorirantesdequeRegioconsiguieradoblegarme.Si teníaquecaer, loharíasolo.Ningunademispalabrasimplicaríaanadiemás.Esperabaquelosduquesexigieranvermicuerpo.
Tardémuchoratoentrasladarmibrazodelsueloamipecho.Teníaloslabiosagrietadosehinchados,me dolían los dientes en las encías. Perome acerqué el puño de la camisa ami boca y encontré eldiminutobultodelaampolladentrodelatela.Lomordícontodalafuerzaquepudeychupé.Elsabordelllévamemellenólabocadespuésdeunmomento.Noeradesagradable.Fuerte.Cuandolahierbamitigóeldolordemibocapudemasticarmimangaconmásahínco.Comounidiota,procurétenercuidadoconlapúadepuercoespín.Noqueríaclavarmeunaespinaenellabio.
Esoduelemucho.Losé,OjosdeNoche.Venconmigo.Esointento.Dameunmomento.¿Cómodejaatrásunosucuerpo?Procuré ignorarlo,percibirmicuerposólocomoOjosdeNoche.
Olfatoagudo.Tendidodecostado,royendometiculosamenteuntrozodenieveincrustadoentrelosdedosdemipatatrasera.Percibíelsabordelanieveyeldemigarramientrasmordisqueabayloderretíaconla lengua. Levanté la cabeza.Anochecía. Pronto sería un buenmomento para cazar.Me levanté ymesacudídepiesacabeza.
Esoes,mealentóOjosdeNoche.Peroaúnseguíaallíaquelhilo,esaminúsculaconcienciadeuncuerpoenvaradoydoloridosobreun
frío suelo de piedra. El mero hecho de pensar en él lo volvía más real. Lo recorrió un escalofrío,estremeciéndoleloshuesosylosdientes.Seaproximabaunataque.Unograndeestavez.
Deprontotodoeratansencillo.Unaeleccióntanfácil.Dejaresecuerpoporéste.Detodosmodos,yanofuncionabademasiadobien.Estabaenjaulado.Noteníasentidoconservarlo.Noteníaningúnsentidoseguirsiendounhombre.
Estoyaquí.Losé.Salgamosacazar.Yesohicimos.
DíasdeLobo
Elejercicioparaencontrarelequilibrioessencillo.Dejadepensarenloqueteproponeshacer.Dejadepensaren loqueacabasdehacer.Ahora,dejadepensarquehasdejadodepensarenesascosas.EntoncesencontraráselAhora,elmomentoqueseextiendeeternamente,elúnicomomentoqueverdaderamenteexiste.Así,eneselugar,porfintendrástiempoparasertúmismo.
Cuandounose limitaacazar, comerydormir, lavida seconvierteenalgo limpio.Al final,nadienecesitanadamás.Corríamos solos, nosotros, elLobo,ynonos faltabadenada.Noextrañábamoselvenado cuando se nos presentaba un conejo ni envidiábamos a los cuervos que acudían para picotearnuestros despojos. A veces recordábamos otro tiempo y otras costumbres. En esos momentos, nospreguntábamos qué habían tenido de importante. No matábamos lo que no nos pudiéramos comer nicomíamos loquenopudiéramosmatar.Elcrepúsculoyelalbaeran losmomentosmáspropiciosparacazaryelrestodeltiempoeraidealparadormir.Apartedeeso,eltiemponoteníaningúnsentido.
Para los lobos, como para los perros, la vida es más efímera que para los hombres si se midecontandocuántosdíasycuántoscambiosdeestaciónveuno.Peroendosañosuncachorrodelobohacetodoloquehaceunhombreenunaveintena.Alcanzalaplenituddesufuerzaytamaño,aprendecuantonecesitaparacazar,aparearseoliderar.Laveladesuvidaardeconmásintensidadyseconsumeantesque ladeunhombre.Enunadécadahace todo loquehaceunhombreencincooseisveceselmismotiempo. Para un lobo, un año transcurre como diez para un hombre. El tiempo pierde su significadocuandounovivesiempreenelahora.
Experimentamoslosdíasylasnoches,elhambreylasaciedad.Salvajesgozosysorpresas.Capturarunratón,lanzarloalaire,engullirlodeunbocado.Québueno.Asustaraunconejo,perseguirlomientrasfintayesquivapara,depronto,avivarelpasoyatraparloenunavoráginedenieveypelo.Lasacudidaque le parte el cuello, y luego la placentera degustación, abrirle la tripa y hocicar en las entrañascalientes. Después, la carne jugosa de sus cuartos traseros, el chasquido de su columna. Hartarse ydormir.Ydespertarparavolveracazar.
Perseguirunaciervasobreelhielodeunestanque,asabiendasdequelapresaesinalcanzableperoregocijándoseen la caza.Cuandoelhielo sequiebra,describir círculos sin finmientras ella agita laspatasy logra salir, demasiadoagotadaparaeludir losdientesque ladesjarretan, los colmillosque se
hundenensugarganta.Devorarelcadáverhastasaciarse,nouna,sinodosveces.Seabateunatormentacargadadeaguanieveparaenviarnosdevueltaalcubil.Dormirplácidamente,conelmorroenlacola,mientraselvientoimpulsalluviaheladayluegonievefueradelaguarida.Despertaraunapálidaluzquesereflejaenunmantodenieve.Escarbarparaolfatearelfríodíaquesetermina.Aúnlequedacarnealacierva,congelada,rojaydulce,listaparaserdesenterradadelanieve.¿Quépuedesermássatisfactorioquesaberquehaycarneesperándote?
Venid.Nosdetenemos.No,lacarneaguarda.Emprendemoseltrote.Venidenseguida.Venidamí.Tengocarneparavosotros.Yatenemoscarne.Ymáscerca.OjosdeNoche.Cambiador.CorazóndelaManadaosinvoca.Nosdetenemosdenuevo.Nosestremecemos.Noesagradable.Además,¿quésignificaCorazóndela
Manadaparanosotros?Noesdenuestramanada.Nosempujó.Haycarnemáscerca.Decidido.Llegamosal borde del lago. Aquí. Por aquí cerca. Ah. Escarbamos en la nieve para encontrarla. Los cuervosacudenparavigilarnos,alaesperadequehayamosterminado.
OjosdeNoche.Cambiador.Venid.Venidenseguida.Prontoserádemasiadotarde.Lacarneestáhelada,rojaycrujiente.Torcemoslacabezaparadesprenderlacarnedeloshuesoscon
losmolares.Uncuervoseposaenlanieve,cerca.Hop,hop.Ladealacabeza.Pordiversión,saltamossobreél,loobligamosareemprenderelvuelo.Nuestracarne,todaella.Díasynochesdecarne.
Venid. Por favor. Venid. Por favor. Venid enseguida, venid ahora. Volved con nosotros. Osnecesitamos.Venid.Venid.
Nodesiste.Agachamos lasorejasperoseguimosescuchándolo,venid,venid,venid.Nosprivadelplacerdelacarneconsusplañidos.Basta.Noshemossaciadoporahora.Iremos,sóloparaquesecalle.
Bien.Esoestábien.Venidamí,venidconmigo.Vamos,trotandoenmediodelacrecienteoscuridad.Unconejoyerguelacabezadeprontoysurcala
nievecomounaexhalación.¿Loseguimos?No.Tripallena.Adelante.Cruzamosuncaminodehombres,unafranjavacíayabiertabajoelfirmamentonocturno.Losurcamosaprisayseguimostrotandoenmediodelosárbolesquelindanconél.
Venidamí.Venid.OjosdeNoche,Cambiador,osinvoco.Venidamí.Se acaba el bosque. Bajo nosotros hay una ladera despejada, y al otro lado una llanura desnuda,
desprotegidabajoelcieloraso.Demasiadoexpuesta.Lanievecongeladanoofrecehuellas,peroalpiedelacolinahayhumanos.Dos.CorazóndelaManadaexcavamientrasotromira.CorazóndelaManadaexcava deprisa y con ahínco. Su aliento humea en la noche. El otro tiene una luz, una luz demasiadobrillantequeteobligaaguiñarlosojos.CorazóndelaManadadejadeexcavar.Nosmira.
Venid,dice.Venid.Salta dentro del agujero que ha excavado. Hay tierra negra, terrones congelados, sobre la nieve
limpia.Aterrizaconungolpazoparecidoalchoquede lacornamentadeunciervocontraunárbol.Seagachayrompealgo.Utilizaunaherramientaquegolpeaydesgarra.Nossentamosparaobservarlo,conla cola enroscadapara calentarnos los pies. ¿Qué tenemosquever nosotros con eso?Estamos ahítos,podríamosirnosadormirahora.Nosmiraderepenteenmediodelaoscuridad.
Esperad.Unpocomás.Esperad.
Gruñealgoalotroyéseacercalaluzalagujero.CorazóndelaManadadoblalaespaldayelotrotiendeunamanoparaayudarlo.Sacanalgoarastrasdelagujero.Suolornosponeelpelodepunta.Nosdamoslavuelta,saltamos,corremosencírculos,nopodemosirnos.Aquíhaytemor,aquíhaypeligro,laamenazadeldolor,delasoledad,delfinal.
Venid.Venidconnosotros,bajad.Ahoraosnecesitamos.Hallegadoelmomento.Nohaymomento.Elmomentoessiempre,estáentodaspartes.Nosnecesitáis,peroquizánosotrosno
queramossernecesitados.Tenemoscarneyunrefugiocalientedondedormir,einclusomáscarneparaotromomento.Conelestómagollenoyuncubilacogedor,¿quémáshacefalta?Peronosacercaremos.Loolfatearemosyveremosquéesesoqueamenazayconfunde.Conelvientrecontralanieveyelraboentrelaspatas,bajamoslacolina.
Corazón de la Manada está sentado con eso en los brazos. Indica al otro que se aparte y éseretrocede,retrocede,retrocedellevándoseconsigosuluzdañina.Máscerca.Lacolinayaestádetrásdenosotros,desnuda,yerma.Sialgonosamenaza,tendremosquecorrermuchoparaocultarnos.Peronadasemueve.Allí sóloestánCorazónde laManaday loque sostiene.Huelea sangre rancia.Lo sacude,comosiquisieradesprenderuntrozodecarne.Luegolofrota,moviendolasmanoscomomordisquearíaunahembraauncachorroparalibrarlodepulgas.Conocemoseseolor.Nosacercamosmás.Más.Estáaunsaltodedistancia.
¿Quéquieres?,preguntamos.Vuelve.Yahemosvenido.Vuelveaquí.Cambiador.Esinsistente.Vuelveaesto.Levantaunbrazo,alzaunamano.Nosmuestra
unacabezainertesobreunhombro.Girasucabezaparaenseñarnossucara.Nolaconocemos.¿Eso?Esto.Estoestuyo,Cambiador.Huelemal.Escarnepodrida,nolaqueremos.Enellagohemosdejadocarnemejorqueesa.Venid.Acercaos.Noesunabuenaidea.Novamosaacercarnosmás.Nosmiraynossujetaconsusojos.Seaproximaa
nosotros,trayendoesoconél.Sebamboleaensusbrazos.Calma.Calma.Estoestuyo,Cambiador.Acércate.Gruñimos,peronoapartalamirada.Nosacobardamos,nostocamoslatripaconelrabo,queremos
irnos,peroesfuerte.Cogelamanodeesoynoslaponeenlacabeza.Nosagarralapieldelpescuezoparainmovilizarnos.
Vuelve.Debesregresar.Quéinsistentees.Nos agazapamos, clavamos las uñas en la nieve y la tierra. Corcovamos, intentamos apartarnos,
pugnamospor dar unpasohacia atrás. Sigue agarrado a nuestro pescuezo.Reunimos fuerzas para darmediavueltaysalirhuyendo.
Suéltalo,OjosdeNoche.Noestuyo.Unatisbodedientesenesaspalabras,susojosnosescudriñancondemasiadaintensidad.
Tampocoestuyo,diceOjosdeNoche.¿Dequiénsoy,entonces?Un instante de vértigo, de equilibrio entre dosmundos, dos realidades, dos cuerpos.Un lobo gira
sobresustalonesyhuye,conelraboentrelaspatas,sobrelanieve,corresolo,sealejadelexcesodeextrañeza. En lo alto de la colina se detiene, apunta el hocico al firmamento y aúlla.Aúlla contra lainjusticiadelavida.
Norecuerdoaquellatumbacongeladaqueeralamía.Conservounaespeciedesueño.Teníaunfríoespantoso,estabaagarrotadoyelsaborcandentedelbrandymeabrasaba,nosóloenlaboca,sinoportodomiinterior.BurrichyChadenoseapartarondemí.Lesdabaigualeldañoquemehacían,siguieronfrotándome lasmanosy lospies, sin importarles lasantiguasmagulladuras, lascostrasdemisbrazos.Cadavezquecerrabalosojos,Burrichmeagarrabaymezarandeabacomoaunguiñapo.
—Quédate conmigo,Traspié—noparaba de decir—.Quédate conmigo, quédate conmigo.Vamos,chico.Noestásmuerto.Noestásmuerto.Noestásmuerto.—Deimprovisoseabrazóamí,conelrostrobarbudoerizadocontraelmío,mojándomelacaraconsuslágrimas.Meacunaba,sentadoenlanieve,alfilodemisepultura—.Noestásmuerto,hijo.Noestásmuerto.
Epílogo
EraalgoqueBurrichhabíaoídocontarasuabuela.ElrelatodeunMañosoquepodíaabandonarsucuerpo,duranteundíaaproximadamente,y luegoregresaraél.Burrichse lohabíareferidoaChadeyéste habíamezclado los venenos queme colocarían al borde de lamuerte.Me dijeron que no habíaperecido,quemicuerposólosehabíadetenidohastasimularlamuerte.
Noloscreí.Asífuecomovolvíavivirenuncuerpodehombre.Aunquetardévariosdíasenrecordarquehabía
sidounhombre.Todavíahaymomentosenquelodudo.No retomémi vida. La vida de Traspié Hidalgo era unamontaña de ruinas humeantes que había
dejadoatrás.En todoelmundo, sóloBurrichyChade sabíanqueyonohabíamuerto.Dequienesmehabíanconocido,pocossonreíanal recordarme.Regiomehabíamatadoen todos losaspectosquemeimportaban como hombre. Presentarme ante cualquiera de las personas que me habían querido,mostrarmeanteellosencarneyhuesosólohabríaservidoparacorroborarlamagiaconlaquemehabíamancillado.
Habíafallecidoenmicelda,unoodosdíasdespuésdelaúltimapaliza.Mimuertehabíaindignadoalosduques,peroRegiohabía reunidopruebasy testigos suficientesdemiMañacomopara salvar lasapariencias ante ellos. Creo que sus guardias se libraron de ser azotados al testificar que yo habíaatacadoaWillconlaMaña,yqueporesoyacíatanenfermo.Dijeronquehabíantenidoquegolpearmepara obligarme a soltarlo.Enfrentados a tantos testigos, los duques no sólome abandonaron sino queasistieronalacoronacióndeRegioyalnombramientodelordRefuljocomocastellanodeTorredelAlcey toda la costa deGama. Paciencia había suplicado que no quemaranmi cadáver, queme enterraranentero.LadyGracia tambiénsepronuncióenmi favor,paradisgustodesumarido.EsasdospersonasfueronlasúnicasquehablaronpormíadespechodetodaslaspruebaspresentadasporRegiosobremiimplicaciónconlaMaña.Peronocreoqueclaudicaraporconsideraciónhaciaellas,sinosóloporquealmorir antes de tiempo había echado a perder el espectáculo que hubiera supuestomi ahorcamiento yposteriorincineración.Privadodelatotalidaddesuvenganza,Regioperdiósuinteréspormí.AbandonóTorre del Alce para trasladarse a Puesto Vado, en el interior. Paciencia reclamó mi cadáver paraenterrarme.
AestavidamehabíadespertadoBurrich,aunavidaenlaqueyanomequedabanada.Nadasalvomirey.LosSeisDucadossedesbandaríanenlosmesessiguientes,loscorsariosseadueñaríandenuestrospuertos casi a voluntad; nuestras gentes fueron expulsadas de sus hogares o esclavizadasmientras losmarginadosseasentabanennuestrastierras.Abundabanlasforjas.PerocomohabíahechomipríncipeVeraz,ledilaespaldaatodoaquelloyviajéalinterior.Sóloqueélpartióparaserreyyyoparaseguiramireina,parabuscaramirey.Fuerontiemposdifíciles.
Masahora,cuandomásmeacuciaeldolorynohayhierbacapazdemitigarlo,cuandopiensoenelcuerpoquecontienemiespíritu,recuerdomisdíasdeloboynolosveocomounospocos,sinocomotodauna etapa de mi vida. Su recuerdo me produce consuelo y me tienta. Ven, caza conmigo, susurra lainvitaciónenmicorazón.Dejaatráseldoloryrecuperatuvida.Hayunlugardondecadamomentoesahora,ylasdecisionessonsencillasysiempretepertenecen.
Loslobosnotienenrey.