semanario: la huelga que paralizó parras

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PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN VANGUARDIA | LUNES 20 DE FEBRERO DE 2012 | NO. 312 | WWW.SEMANARIOCOAHUILA.COM CRÓNICA: LA HUELGA QUE PARALIZÓ PARRAS Aquí la historia de la lucha que mantiene a los 400 trabajadores de la mezclillera haciendo guardia en un campamento desde hace 230 días.

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Aquí la historia de la lucha que mantiene a los 400 trabajadores de la mezclillera haciendo guardia en un campamento desde hace 230 días

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P e r i o d i s m o d e i n v e s t i g a c i ó n

VANGUARDIA | lUNes 20 De febReRo De 2012 | No. 312 | www.semANARIocoAhUIlA.com

crónica:La hueLga que paraLizó parras

aquí la historia de la lucha que mantiene a los 400 trabajadores de la mezclillera haciendo guardia en un campamento desde hace 230 días.

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Aunque las precampañas, o como quiera llamársele a este inicio de campañas, es-tán a todo lo que dan desde noviembre del año pasado, el IFE ha decidido imponer una veda electoral, que nada tiene que ver con la Cuares-ma, pero que se le parece y antecede. Aunque estamos en pleno carnaval político, la institución intenta instaurar un largo miércoles de ceniza. Por eso nadie la respeta ni obedece. (De hecho, Gusta-vo Madero ya advirtió risue-ñamente que su partido se ajustará a lo que prohíba el IFE, habida cuenta que las campañas sucias no están expresamente prohibidas). Está como esos spots de la elección interna, transmiti-dos profusamente a nivel nacional, con una etiqueta casi transparente que re-zaba: “Sólo para militantes

del PAN”. Los árbitros del fútbol suelen ser arbitrarios y atrabiliarios; los electora-les derrochan ingenuidad y lentitud de entendederas. El Gobierno y los partidos cuentan con mil y un recur-sos para burlar nuestra inci-piente ley electoral, llena de agujeros mucho más gran-des que los de una portería normal. Las excepciones, los casos imprevistos, las dudas son numerosas: la jurispru-dencia en este terreno es incipiente. De manera que hacen falta muchas eleccio-nes federales y locales para perfeccionar la legislación en la materia. Que nadie se im-paciente, pues, que nadie se frustre o se llame a engaño: nuestra democracia tardará varias décadas en madurar. Estamos preparados para la democracia, vamos, pero nuestro sistema electoral

tardará al menos medio siglo en darnos las satisfacciones que promete toda democra-cia. Así pues, en medio de todas estas engañifas, inter-pretaciones a modo, lecturas entre líneas, sentidos sesga-dos, el IFE terminará cruci-ficado en un viernes santo electoral que caerá en 3 de julio. No contemplaremos un domingo de resurrección de la confianza en el IFE, insisto, sino otro linchamiento polí-tico y mediático de esa ins-titución, que tantos dolores de parto causó a la jupiteri-na testa de don Jesús Reyes Heroles. El largo colmillo de nuestros partidos rasgará el supuestamente impoluto vellón de este cordero pas-cual-electoral, que el Esta-do mexicano ha lanzado sin chaleco antibalas a mitad de la plaza pública, para que se enlode.

|| Diccionario de autores

Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito, otra

de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquél,

y luego verás quién sale:

LA LICUADORA

LA fAUnAen Un DOs pOR tRes Por Alfredo García

Ilustración: Estefanía Barrera

Chaplin El Güiri GüiriCharly García Gabriel Quadri

Felicidad: Dichoso aquel que tiene por amigos sus hijos, caballos ligeros para las carreras, perros para la caza y un hospedaje en países lejanos (Solón de Atenas).

sI yO fUeRA pResIDente¿Se imagina sentado en la silla que ahora ocupa Felipe Calderón?

1. Lo primero que haría sin duda es invitar a la gente a que se acerque, participe

y proponga. Por una democracia incluye a todos. Y no esperaría que fueran a mi con ideas, yo me acercaría a ellos para dialogar y quitar las barreras.

2. Haría valer la ley para todos aquellos funcionarios públicos que se involucren

en actos de corrupción, porque no es justo ni ético que se aprovechen

de un puesto que la ciudadanía les otorgó, para cometer crímenes.

3.Trabajaría muy duro en la cuestión educativa. Porque un país sin fundamentos

no puede avanzar, y vemos que el día de hoy requiere profesores comprometidos al 100 con la educación, y que amen a su país. Estudiantes responsables que tomen las riendas de México, y hace falta planificar bien las estrategias educativas.

4. Pienso que si trabajamos en la cuestión de los valores, de la unión y la paz, con una

fuerte campaña, puede disminuir el problema de inseguridad y delincuencia que vivimos en estos tiempos. Porque muchos están ahí porque las familias no están consolidadas.

5.Buscaría la manera de que haya una vinculación muy fuerte con los grupos

vulnerables, para erradicar la

discriminación hacia sectores de bajos ingresos. Brindarles una oportunidad de trabajo y que salgan adelante. Si los relegamos y los apartamos, ¿cómo queremos que México crezca?

El silencio electoral

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Marcela Sánchez Galindo, ejecutiva.

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Excusados. Tengo un amigo, gran anda-riego, que califica los edificios públicos por la calidad de sus excusados. Ingeniero hidráulico jubilado, pasa sus días de ocio vagabundeando por todos los rumbos de la ciudad. Conoce minuciosamente calles y parques, parajes y recovecos. Como usuario de tiempo completo de una ciu-dad que los demás sólo conocemos su-perficialmente y a medias, no se ahorra sus opiniones. Naturalmente, los excusa-dos que le merecen más elogios son los del Museo del Palacio de Gobierno: am-plios, higiénicos, frescos, poco concurri-dos, siempre oliendo a desodorante.

Es una auténtica dicha, confiesa, acudir allí para desahogar una gran necesidad. Los baños del Instituto Coahuilense de Cultura le merecen una opinión similar, pero les achaca un gran defecto: muy seguido están cerrados. Lo cual no le im-pide ponderar el estilo colonial de esos excusados, así como la penumbra que en ellos reina y que es un descanso para los ojos después del sol de justicia que cae sobre la plaza de armas. Sobre los actos culturales que tienen lugar en ese recin-to, se abstiene de opinar; su diagnóstico especializado y objetivo no se extralimita del campo de las aguas. Justiprecia, no obstante, el brillo de las baldosas de los patios y las escaleras, que nunca huelen a diesel ni lucen el estampado de huellas humanas: como si nadie entrara jamás a este lugar, o como si contara con un ejér-cito de conserjes encargado de mante-nerlo en excelentes condiciones.

La hidráulica de los excusados, según su doctrina, es la causa de la decadencia de

nuestro centro histórico. La rémora que impide su despegue turístico y comercial. Hace unos años, los propietarios recientes de un gran cine que reabría sus puertas, extrañados por la escasa afluencia de público, contrataron un equipo de brujos para que desterraran del edificio toda cla-se de hechizo, salazón y maldición gitana. Después de inspeccionar palmo por pal-mo la vetusta construcción, los videntes dieron un diagnóstico en su enrevesado lenguaje, lleno de ambigüedades y de símbolos, como el de los psicoanalistas. Algo muy grave había ocurrido en los ex-cusados de varones, mucho tiempo atrás, en la época de los primeros o segundos propietarios, que era preciso contrarrestar con una serie de ceremonias secretas. Más práctico, entre risas, mi amigo remató la anécdota diciendo que él, desde el primer día que entró al cine, para liquidar una tar-de más de sus ocios de jubilado, percibió un tufo tan fuerte a excusado, que inunda-ba todo el penumbroso galerón, mezclán-dose a los olores de lejía y desodorante con que se había pretendido exorcizarlo de los años de desuso y arrumbamiento.

El vetusto sistema de drenaje del centro afecta igualmente a restaurantes y canti-nas, así como a las oficinas de gobierno. El problema es similar al de los estacio-namientos públicos: es tan difícil hallar un sitio para orinar como un espacio para el automóvil. Los bares concurridos huelen como caballerizas, hecho que se agrava por la ausencia de aire acondicionado: sólo en Saltillo los parroquianos beben cerveza helada mientras se limpian el su-dor de la frente...

Respuestas: 1) b; 2) d; 3) a: 4) c; 5) d; 6) a; 7) c; 8) b.

1.- El 22 de febrero de … fueron asesinados Don Francisco I. Madero y Don José María Pino Suárez.

■ A) 1914; ■ b) 1913; ■ C) 1912; ■ D) 1911.

2.- La Sinfonía India es una obra del compositor mexicano …

■ A) Silvestre Revueltas; ■ b) Julián Carrillo; ■ C) Mario Lavista; ■ D) Carlos Chávez.

3.- … es el sistema estelar más cercano a nuestro sistema planetario.

■ A) Alfa Centauri; ■ b) Sirio; ■ C) betelgeuse; ■ D) Rigel.

4.- Hg es el símbolo del

■ A) hidrógeno; ■ b) plata; ■ C) mercurio; ■ D) roentgenio.

5.- Los bacilos se llaman así porque tienen forma de. ..

■ A) anzuelos; ■ b) punzones; ■ C) arpones, ■ D) bastoncillos.

6.- … es el significado etimológico de dinosaurio.

■ A) lagarto terrible; ■ b) depredador gigantesco; ■ C) reptil desmesurado; ■ D) monstruo prehistórico.

7.- … es un robot que aparece en la serie televisiva Futurama.

■ A) Zagreo; ■ b)Líber Digamma; ■ C) bender bending; ■ D) Talos

8.- El águila de nuestro Escudo Nacional pertenece a la especie Aquila chrysaetos. Dicho de otro modo: es un águila …

■ A) délfica; ■ b) caudal; ■ C) parda; ■ D) imperial.

|||| Por Alfredo García

|| Los menesteres del ocio

superméndez El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos) Por J. Latapí

|||| Por Miguel Agustín Perales

|| Claro que ud. lo sabe

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Por Esteban Cárdenas

La Dama de Ne-gro tiene casi todo para ser una excelente pelí-cula de terror: lo único que le hace falta – y lamen-tablemente es lo más importante – es una historia

inteligente. Es aterradora, pero se ve seriamente lisiada por un guión descuidado y predecible.

La Dama de Negro es una pelícu-la de época ambientada en Inglate-rra a principios del siglo pasado. En su primer papel post- Harry Potter, Daniel Radcliffe interpreta a Arthur Kipps, un abogado londinense que además de haber enviudado cuan-do nació su único hijo, tiene graves problemas financieros. Como par-te de su trabajo, debe viajar a un pueblo al norte de Inglaterra para

solucionar la herencia de la difunta Alice Drablow, propietaria de una mansión (tenebrosísima, obvia-mente) llamada Eel Marsh.

Aunque Pantano de Anguilas (así se llama la mansión, en español) suena de mal agüero, el abogado acepta ir, si no perderá su trabajo. Además, es un viaje de rutina, y su hijo lo visitará junto con su niñera el fin de semana.

Al llegar al pueblo, descubre que un vengativo fantasma – la titular Dama de Negro – lleva años aterrorizando a los habi-tantes. Obviamente, la mansión abandonada, toda rechinante y telarañosa, es el peor lugar para estar cuando un fantasma eno-jado aterroriza gente, pero Kipps

tendrá que pasar noches en vela escarbando entre los papeles y, en el proceso, descubriendo tene-brosos secretos.

La Dama de Negro está basada en un libro popular (no lo leí, pero me lo imagino), y tiene el tono de una novela de terror para adoles-centes. Es el equivalente a nues-tra llorona, supongo. Esto no tiene nada de malo, y aunque es un poco naif la película muestra enorme potencial: sin embargo, su director está tan enfocado en asustarnos que se olvida de desarrollar la his-toria adecuadamente.

Daniel Radcliffe está bien, pero su talento pasa desapercibido: cualquiera puede deambular una casa con una velita que rechina

todo el tiempo y asustarse ante el reflejo horroroso en el espejo, y da la impresión que esto es lo único que hace.

Cuando Watkins decide concluir su película es demasiado tarde, su descuido a la historia y su guion in-creíble (no lo digo como un cumpli-do) estropean el buen trabajo que hace para asustarnos.

Por que eso si: cuando está fun-cionando bien, La Dama de Negro es de esas películas que te hacen querer irte del cine o taparte los ojos con tu chamarra. Lástima que su resonancia emocional sea dia-metralmente opuesta a su buena ambientación, y que también te quieras cubrir los ojos ante la boba trama dramática.

VIDEÓDROMO

James Watkins2012

la dama de negroUna pelícUla qUe logra espantar pero carece de Una bUena historia

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Drake es el artista canadien-se que más ha innovado en el rythm and blues y es uno de los artistas de este género más interesantes. Aunque su se-gundo disco es más tranquilo, hay que aceptar que tiene una inteligencia y sexyness inne-gable.

Si está solo, recomiendo es-cucharlo en audífonos, aunque ojalá no esté solo.

Drake trabaja con muchos productores, entre los que des-taca su colega The Weeknd y Jamie XX. Jamie XX, fundador de la banda inglesa xx, más alla de darle una credibilidad “in-die” al disco entrega una de las

mejores piezas en “Take Care”, que Drake acompaña bien con su potente voz.

El álbum es lujoso, atmosfé-rico y sofisticado, y es un dis-co de hip-hop / soul / R ´n B que en lugar de tratarse, como suele suceder, sobre la fama, la fortuna y la vida de un rapero cool, las letras son introspec-tivas e inteligentes, y se tratan sobre relaciones fallidas, rela-ciones con su familia y las difi-cultades de la fama. De hecho, algo que destaca mucho es la habilidad lírica de Drake, para crear un paquete completo de música pop accesible, sincera divertida e inteligente.

The Dreamlove King2010

The xxXx2009

Suena a…

Draketake care2011

The Weekndhouse of balloons2010

RaDaRPor Esteban Cá[email protected]

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Por Jesús Peña/ Fotos: Luis saLcedo y Jesús Peña / Video: aLeJandro tomatsu

8 VANGUARDIA Lunes 20 de febrero de 2012

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Por Jesús Peña/ Fotos: Luis saLcedo y Jesús Peña / Video: aLeJandro tomatsu

El grupo de obreros de La Estrella se acomoda para la foto sentados en las sillas de plástico, bajo un toldo cubierto con bolsas de hule raído y delante de la que aún lla-man “puerta del riel”, porque hace años había ahí una vía por donde

entraba y salía un tren con los embarques de tela o la carga de mezclilla, que iba directamen-te de Parras a Europa o a Estados Unidos.

Y es que parece que los trabajadores no tienen nada mejor que hacer a la hora de la guardia, desde que estalló la huelga hace casi ocho meses en esta fábrica, que ponerse a jugar al dominó o ver pasar las hileras de coches, las muchachas casaderas de blusas y pantalones de mezclilla entallados, la jauría de perros callejeros o la volanta de operarios que, de vez en vez, pasan para checar que todo marche bien.

En esta puerta, la puerta del riel, cuenta Martín,

un pensionado moreno y de estómago promi-nente, que hace tiempo trabajó en los telares de esta textilera, durante un movimiento de huel-ga un trabajador se paró delante de la vía para impedir que el tren, cargado con la tela para la mezclilla, entrara a los patios de la empresa.

“Paró al tren, se llamaba don Ricardo Rodrí-guez, el señor dice ´¡no entras, no entras y no entras!´ y le gritaba el maquinista ´¡quítese!, porque lo apachurro´, ´no, no entras…´.

Entonces, relata Martín, eran otros tiempos y el Sindicato de Obreros Progresistas de La Estrella (SOPE), era más combativo, “¡señores de semejantes criterios!”, vocifera Martín, con sus labios carnosos y levantando y moviendo de abajo hacia arriba la mano izquierda con la palma ahuecada, dando a entender que aquel hombre era de muchos tanates.

“No, ahorita están de a tiro… Estos hombres se han dejado…”, se duele Martín.

Lunes 20 de febrero de 2012 VANGUARDIA 9

La Luchaincandescente de Los trabajadoresde La estreLLa

La huelga que estalló hace siete mese en la fábrica La Estrella, no solo paralizó la mezclillera, frenó la vida de 400 familias y con ello la economía de Parras, que de acuerdo a sus habitantes, ya pasó de ser "Pueblo Mágico" a "Trágico". Aquí la crónica de una lucha que no ve su fin...

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Al rato termina también por posar para la foto con sus compañeros y a su lado “La Paloma”, la perra blan-ca de raza ignorada que

hace unos 230 días llegó al campa-mento de la Estrella, justo después que los trabajadores se declararon en paro, luego de la negativa del patrón de aumentarles el salario y respetar su contrato colectivo de trabajo, que data ya de unos 90 años.

Entonces “La Paloma”, era una ca-chorrita que vagaba a las afueras de la fábrica, hasta que fue adoptada y alimentada por las cuatro guardias de trabajadores apostados en los acce-sos de la mezclillera.

Pronto “La Paloma” se hizo amiga de todos, montó vigilancia con los obreros en los campamentos de la Es-trella, acompañó a las volantas en los rondines nocturnos y hoy espera con paciencia, en medio del movimiento de huelga, el día de dar a luz a sus pe-rritos: desde hace un mes que empe-zó a juntarse con los canes del rumbo.

“Ésta ya se estaba muriendo”, dice Martín, “¿de qué?”, quiere saber el re-portero, “de hambre”, contesta otro de los trabajadores, “pero nomás lle-gó aquí y no, mírala, ¡hija de la chin-gada!”, remata Martín y todos ríen.

Lo que nadie sabe es si los obreros de La Estrella todavía estarán aquí para cuando “La Paloma” tenga a sus crías a principios de abril pero lo más seguro es que sí, coinciden todos.

“Esta cosa creo que ya debe de tomar otro rumbo, porque nomás estamos aquí sentados y sentados y sentados y aquí vamos a seguir y no vamos a hacer nada. Nomás senta-

dos, jugando (al dominó) y que ‘tráite la bandera’ y que ‘aquí nos vemos el martes, el viernes, el domingo’”, dice otro de los trabajadores, que hará cosa de un momento llegó a la guar-dia de la puerta del riel sosteniendo en el aire una bandera rojinegra.

Entonces se para orgulloso, on-deando la bandera frente a la cámara de SEMANARIO.

A pesar de esto, la hora de comer en la puerta del riel no pasa desapercibida y el olor, y el humo que despiden los tamales calentándose en el quemador hechizo se esparce por las calles ale-dañas a La Estrella. El aroma a hoja de tamal tostada es pegajoso, penetrante.

“Aquí nos trajeron unos tamales, un compañero, aquí trae uno u otro, panecito o botanas. Nos coopera-mos para hacer unos lonchecitos de aguacatito, de lo que hállemos, tene-mos que estar en pie de lucha, qué más le hacemos, nomás peleamos lo que es justo”, comenta Clemente, otro obrero que antes de la huelga, quizá la más larga en los 150 años de historia de la mezclillera, había cum-plido 34 años de trabajar en La Estre-lla, últimamente como almacenista.

Antes, estas escenas eran imposible de verse afuera de la Estrella, cuando recién iniciado el cese de labores, Eva-risto Madero, el alcalde de Parras, hacía llegar diariamente a las cuatro guardias y sus 400 operarios, el almuerzo, la co-mida y la cena, además de despensas bien surtidas, verdura de primera, va-les para gas y un apoyo económico de 200 pesos, cada 15 días.

Hasta que todo aquello se acabó.“Nos van a hacer inútiles, porque esta-

mos atenidos a ‘que al cabo nos va a dar

Evaristo’”, maliciaron algunos obreros.La huelga había pasado de ser un

movimiento de resistencia en contra de los dueños de la fábrica, a conver-tirse en un descanso para los trabaja-dores y después en un juego.

“En las asambleas, un compañero se levantaba y decía ‘no, otro mes de huelga’, que al cabo nos estaba ayu-dando Evaristo, ‘¡otro mes, otro mes!’ y ahí vamos, ahorita vas a las juntas y la gente nomás se agacha, ‘¿quieren otro mes?’”, platica otro operario.

Los empleados de la Estrella em-pezaron a resentir los efectos del lar-go paro.

“Últimamente nos dieron una des-pensa, pero ya no como nos las da-ban. Al principio nos valía la huelga, no, que siga la huelga, al cabo tene-

mos frijol, azúcar y arroz y hasta café , te daban los 200 pesos y hasta un

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“A mí, que tengo tres hijos en la

escuela, esto ya me está llevando

al límite, no veo claro nada, no estoy sacando

nada aquí”, Ex trabajador.

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vale para gas, tortillas. Te hablo de cinco kilos de frijol, tres de arroz, verduras, to-mate, papa, y eran de primera, no creas que venían podridos, era de primera la verdura, todo se daba cada 15 días.

“Ya no nos dio, y a mí, que tengo tres hijos en la escuela, esto ya me está llevan-do al límite, no veo claro nada, no estoy sacando nada aquí. Para nosotros, los eventuales, si tú nos preguntas ¿qué quie-ren?, ya quisiéramos estar trabajando, pero los de planta te van a decir pérate, estamos perdiendo muchos derechos , hay muchas opiniones encontradas aquí”, reflexiona uno de los 80 trabajadores que no tienen planta y gozan de escasas pres-taciones dentro de la empresa.

Martín, el pensionado, grueso y de piel morena, que desde el inicio de la huelga, el pasado 6 de julio, decidió solidarizarse con el movimiento, acom-pañando a las distintas guardias de tra-bajadores en la puerta del riel, abona:

“Aquí venía Evaristo a dejar el almuer-zo, la comida y la cena, y hasta una vez me tocó a mí champurrado con tama-les, café con pan. Ya después renega-ban los compañeros porque mandaban salchicha guisada con… Yo le decía a la raza ‘bájense de esa nube, porque se va a caer cabrón…’”.

Y lo secunda otro proletario:“Había gente que hasta la sopita la

hacían para un lado, ‘no me gusta y no me gusta’”.

Avanza la tarde, esta vez, los obre-ros se sientan alrededor de la mesa de lámina donde acostumbran jugar domi-nó, desde que estalló la huelga, a espe-rar no saben qué ni a quién.

Martín extravió el dominó en su casa y hoy no les ha quedado más remedio que aburrirse bajo el toldo, viendo rodar el mundo.

“De perdido canten ‘muchachas’ pa no agüitarnos”, pregona uno de los trabajadores al paso de dos chicas de rostros joviales, que bajan caminando hacia la bocacalle despreocupadamen-te, frente a la puerta del riel.

“¡Adiós!”, les grita Martín, mientras los demás obreros les lanzan miradas insidiosas y comparten impresiones so-bre el buen ver de las dos parreñas.

“¿Qué se ha oído?, ¿o qué?”, pregun-

ta de pronto Gerardo, otro operario que va llegando a la guardia y que después de saludar de mano a sus compañeros ocupa una de las sillas debajo del toldo protegido con bolsas de hule gastado.

Más allá uno de los operarios even-tuales de la fábrica le informa que lo único que saben es que los líderes del SOPE fueron a Guadalupe, Nuevo León para reunirse con otros dirigentes gre-miales, pero al parecer ya están de vuelta en Parras y es todo.

“¿Qué van a resolver?, lo único que va a pasar es que les van a calentar más la cabeza”, suelta el recién llegado y el resto de los obreros asiente.

La realidad es que en el Pueblo, al que los trabajadores de la Estrella han tenido la ocurrencia de cambiar el adje-tivo de “Mágico” por el de “Trágico”, la información ha fluido poco desde que los directivos de la empresa propusie-ron a la Junta Federal de Conciliación

Lunes 20 de febrero de 2012 VANGUARDIA 11

“En las asambleas un compañero se levantaba y decía

‘no, otro mes de huelga’, que al

cabo nos estaba ayudando Evaristo,

‘¡otro mes, otro mes!’ y ahí vamos,

ahorita vas a las juntas y la gente

nomás se agacha, ‘¿quieren otro

mes?’”. Ex trabajador.

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y Arbitraje, entregar al SOPE la suma de seis millones de pesos para que fueran repartidos, a su consideración, entre los 400 trabajadores, quienes alcanzarían algo así como 15 mil 500 pesos por cabeza, sin importar la an-tigüedad, que en el caso de algunos rebasa los 30 y 40 años.

Pero ni el patrón quiere ceder a las peticiones de los obreros de au-mentarles el sueldo y conservar el contrato colectivo de trabajo, ni los operarios van a dar su brazo a torcer ante la terquedad de los propietarios de la fábrica, que quieren meter un contrato “rasurado” de prestaciones, lo demás es historia.

“Ni la iglesia ni el gobierno. Apo-yan, pero no resuelven, ni modo que le vayamos a dar toda la autoridad a la iglesia, teocracia, para que ellos resuelven, no, no, no, el secretario general es el que debe de resolver. El problema es entre el sindicato y la empresa.

“Hay gente que está a favor de que esto ya se arregle, de que haya una solución, pero hay personas que es-tán en el sindicato queriéndose ha-cer los importantes y les dicen a los demás que no, que hay que seguir adelante”, aclara Gerardo y todos se enfrascan en la discusión.

Parece que sólo así consiguen des-viar su atención del tema de las mu-chachas casaderas que pasan por el campamento, los perros callejeros y del dominó.

El tráfico es intenso al atardecer y a

menudo las voces de los obreros son apagadas por el rumbar de motores de los carros y las motocicletas que pasan a toda velocidad frente a la puerta del riel.

“Es que la asamblea es como un re-baño, nomás con uno que se le levan-te, que pida la palabra y que le eche a Rivero (el dueño de la empresa) y ya todo mundo le aplaude, y hasta ahí, ya de ahí no caminan, ya no se arregla nada, siempre es lo mismo en cada junta”.

En todo caso, dice Martín, el pensio-nado de la Estrella que ha acompaña-do a los huelguistas en estos casi ocho meses de paro, urge que el gobierno estatal entre al quite en el conflicto y llame a las partes a negociar.

“El estado debería de entrar y decir

echa a jalar esa empresa, a ver cómo se le hace, el chiste es que no falte trabajo en Parras , de que te quedes sin Juan y sin las gallinas, vamos a ha-blar de negociación, pero las autori-dades no se acercan. Es una fuente de trabajo tan importante que no se están desgraciando ellos, sino a toda la población. Está jijo”.

Días antes de visitar la puerta del riel, SEMANARIO había entrevistado en los pasillos de la Presidencia Muni-cipal a Evaristo Madero, el alcalde de Parras, quien habló así de la situación del empleo en El Pueblo Mágico:

“La economía de Parras está fun-dada en Flesa (Fábrica La Estrella), que desgraciadamente ha tomado la decisión de mantenerse cerrada. Es-tamos fregados, necesitamos traba-

jo, la economía de Parras ha bajado mucho.

-¿Qué ha hecho la alcaldía?-Hemos puesto anuncios donde es-

tamos ofreciendo mano de obra ca-pacitada y dándole facilidades a los empresarios que quisieran venir a tra-bajar aquí a Parras.

-¿Y cuál ha sido la respuesta?- Hasta ahorita no hemos tenido

respuesta.Peor aún, la Cámara Nacional de

Comercio de Parras reporta que como efecto del paro de más de siete meses en la Fábrica La Estrella, las ventas en los negocios han bajo alrededor de un 60 por ciento, lo más grave es que se ha registrado ya el cierre de entre 40 y 45 establecimientos dedicados a la venta de ropa y calzado, abarrotes y

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“Hay gente que está a favor

de que esto ya se arregle, de que haya una solución, pero hay personas que están en

el sindicato queriéndose

hacer los importantes y les

dicen a los demás que no, que

hay que seguir adelante”.

Gerardo, ex trabajador.

Para matar el tiempo en el campamento, los trabajadores se ponen a jugar dominó.

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expendedores de comida.“Parras está en una situación muy críti-

ca”, declaró Armando Marcos, líder de la Canaco en esta localidad, días antes de la llegada de SEMANARIO a los guardias de la mezclillera.

Han sido ya más de siete meses de des-gaste para los cientos de obreros de La Estrella que entre salir a vender fruta, elo-tes cocidos, ropa de segunda mano, que les dona la comunidad, y pan regional, a los barrios y bulevares de Parras y otras ciudades como Saltillo, Torreón y Monte-rrey, sienten que ya no hallan la puerta.

“Se siente regacho que llegas a tu casa y no hay nada, ni qué comer, te dice tu vieja ‘es que necesito’ y tú ‘¡es que no hay!, pero déja-me salir a ver qué encuentro’”, platica acon-gojado uno de los trabajadores que quiere aprovechar el espacio para pedir al sindicato una solución inmediata al conflicto.

“Andamos cabizbajos, pero vamos a echarle ganas, no tenemos más que echar-le pa delante , dijo a SEMANARIO Enrique, un obrero de la Estrella que vendía fruta y verdura en el bulevar 16 de septiembre, frente a los almacenes de la fábrica.

La verdad es que a estas alturas, confiesa otro de los operarios, ya ni la tercera parte de los obreros acude a las juntas de informa-ción a las que cita el sindicato, a menos que se trate de ir a recoger los apoyos que les mandan el gobierno municipal y los Jesuitas.

“Qué bueno que estuvieras en una junta, nomás pa que veas que no van todos. Dijo un compañero ‘así los quiero ver cuando el sindicato los cita a junta para información, no cuando vengo a darles el apoyo’, cuan-do el apoyo estamos todos, está lleno el sindicato”, relata uno de los trabajadores.

Es tanta la presión económica, sobre todo para los obreros que tienen hijos es-tudiando una carrera profesional en Pa-rras o en Saltillo, que hace poco empezó a correr por las calles estrechas y serpen-teadas del pueblo, el rumor de que algu-nos obreros de la Estrella han pensado, incluso, en privarse de la vida.

“Se siente regacho que llegas a tu casa y no hay nada, ni qué comer, te dice tu vieja ‘es que necesito’

y tú ‘¡es que no hay!, pero déjame salir a ver qué encuentro’”. Enrique, obrero.

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“Nos dijo una muchacha del pue-blo que sabía de varios casos de tra-bajadores que se han querido matar por tanta presión. No, no te puedo decir quién es ella”, comenta uno más de los proletarios que cada ter-cer día y durante cuatro horas y me-dia viene para montar guardia en la puerta del riel.

A la puerta del riel un día, les dijo la licenciada de la CROC nacional, que antes los representaba y de la que ya no recuerdan su nombre, los patro-nes de la mezclillera más importante del país, vendrían a rogarles.

Han transcurrido ya más de siete meses y nadie ha venido, los obreros de la textilera están desesperados.

“Se quejaban de la licenciada de la CROC, que nos estaba representan-do, de que no hacía nada, que andaba pal lado de la empresa. Se contrató al abogado (Manuel Fuentes Muñiz) del Grupo Cereal de los Jesuitas, en-tró en noviembre, ya pasó diciembre, enero y tampoco ha avanzado nada ¿Qué ha hecho? Ni la licenciada de la CROC ni la gente de Cereal, nadie tie-ne la autoridad que tiene el secretario general, yo se lo he dicho a él, pero le tiene miedo a la asamblea”, reprocha Gerardo.

Pardea la tarde y ahora se escucha el ruido que hace el viento helado cuando pega con fuerza en el toldo forrado de hules viejos.

Martín, el pensionado moreno y de estómago prominente, aprovecha el silencio momentáneo que se ha he-cho entre los trabajadores para decir que tiene la seguridad de que la em-presa va a jalar.

“No va a encontrar una mano de obra como la que hay aquí, no la va a encontrar, va a batallar”, advierte.

Los demás obreros lo aprueben:“No es porque nos la recarguemos,

pero a nosotros aquí nos meten tierra

y sacamos algodón. Lo asustan a uno porque dicen que Japón, que China, que nos está dando en la torre. Para empezar la mezclilla que producimos aquí es para exportación y se chinga a la mezclilla china por calidad y resis-tencia”, presume otro de los operarios.

Tanto así es que ninguno de los ingenieros especialistas, importados por la planta, les llega al zapato.

“Los italianos nada más se están llevando la lana y nosotros somos los mismos de siempre, los mismos jo-didos de siempre y no te reconocen tu trabajo”, dice Blas, otro trabajador, cuyo padre y abuelo dejaron, como los de tantos obreros, la vida en los telares de la mezclillera

Por eso es que Martín, que cuan-do se le va el sueño se levanta de la cama para ir a acompañar a los trabajadores de la guardia de la ma-drugada en la puerta del riel, no en-tiende la soberbia de los dueños de la Estrella.

“Ese señor (el papá de los actua-les propietarios de la empresa), vino aquí, trajo a esos muchachos chicos, de aquí se vistieron, comieron, estu-diaron, de aquí son lo que son”.

Otro obrero lo apoya:“Se comían el lonche de los fabri-

queros, se comían las gorditas…”.Los operarios tampoco compren-

den por qué la textilera quiere de-clararse en bancarrota, si antes de la huelga trabajaba a más del 90 por ciento de su capacidad, con una pro-ducción mensual de entre 800 mil y un millón 200 mil metros lineales de mezclilla.

Con todo y eso, la presión que ejercían los directivos de le empresa sobre los trabajadores, ya era inso-portable en los últimos años, tras la llegada de José Antonio Rivero La-rrea, el dueño.

“Había más presión en cuestión de

trabajo, en el horario de comida, de que media hora y vas pa dentro. Te querían ver sobre las máquinas, no te querían ver parado ni platicando, mu-cho menos…”, cuenta un operario.

- ¿Se sentían explotados?Responde Blas, uno de los obreros

más antiguos de la planta:-Si mi área está bien, ‘ponte a tra-

bajar, ayúdale a aquel a llevar una tari-ma, ponte a hacer otro jale allá, vete a aquella máquina’. Eso es explotación, mi trabajo es de procurar que todas las máquinas tengan los productos químicos, ese es mi trabajo, que no le falte a nadie, si ven que el trabajo está hecho quieren que yo haga otra fun-ción, función sobre función, y como uno es buena gente, aquí en Parras todos somos buenas gentes decía-mos ‘vamos a ayudar al encargado’, nos damos cuenta después que al en-cargado es al que están bonificando y nosotros nos estamos quedando igual y el jodido siempre va a ser el jodido.

Los trabajadores de La Estrella, a quienes la empresa no da utilidades desde hace unos 18 años, no se tra-garon el cuento de que la empresa estaba quebrada, sobre todo cuando en octubre pasado leyeron en los pe-riódicos la noticia de que los directi-vos de la firman habían invertido, en plena huelga, junto con otro socio, mil 200 millones de pesos en la construc-ción de una hidroeléctrica en Puebla.

El asunto no tiene visos de com-ponerse, los obreros de la Estrella ya están desesperados y temen que el parto de “La Paloma”, la perra preña-da que adoptaron cuando cachorra al inicio de la huelga, los agarre hacien-do guardia en la puerta de riel.

“Aquí va a tener sus perritos en abril, vas a ver”, dice sonriendo uno de los trabajadores.

Y la alusión es pretexto para oxi-genar el cerebro, estirar las piernas y comenzar a hablar de Susana, la pe-rra amarilla que ha acompañado tam-bién a las guardias de trabajadores desde que empezó el paro.

“Ha de andar allá abajo, yo creo que olfatea la comida y anda a ver quién les da un pedazo de pan”, expli-ca uno de los trabajadores.

El momento, al final de la guar-dia, es propicio para hacer bromas y echar chascarrillos.

De pronto surge el tema de los 48 policías de Parras que hace algunas semanas hicieron un paro de labores exigiendo al municipio les devolviera al sueldo que les había bajado y les diera uniformes nuevos.

“Ái nos apuntamos pa meternos de comandantes de perdido ¿no?”, dice Gerardo y todos ríen, mientras ven pasar los coches rumbando, las muchachas voluptuosas, los perros callejeros, las volantas de trabajado-res, la vida, sentados de espalda a la puerta del riel.

14 VANGUARDIA Lunes 20 de febrero de 2012

“Los italianos nada más se

están llevando la lana y nosotros

somos los mismos de siempre, los

mismos jodidos y no te reconocen

tu trabajo”. Obrero.

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