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SENTENCIA Y COSA JUZGADA
Casuística
N° Caso Pág.
1 Ejecución de Laudo Arbitral: Cosa Juzgada 2
2 Ineficacia de Contrato: Excepción de Cosa Juzgada.- procedencia 3
3 Amparo: Derecho a la Cosa Juzgada- importancia 7
4 Nulidad de Acto Jurídico: Excepción de Cosa Juzgada.- curador 13
5 Extinción de obligación: Excepciones de Cosa Juzgada 17
6 Nulidad de Acto Jurídico: Proceso de simulación de A.J. y cosa juzgada 19
7 Desalojo: Excepción de Cosa Juzgada 21
8 Nulidad de Acto Jurídico: Cosa Juzgada.- revisión de hechos juzgados 23
9 Mejor Derecho de Propiedad: Excepción de Cosa Juzgada 24
10 Reivindicación: requisitos de la excepción de Cosa Juzgada 27
11 Divorcio: Cosa Juzgada.- configuración 29
12 Desalojo: diferencia entre cosa juzgada formal y material 32
13 Indemnización: Cosa Juzgada.- Límites objetivos 36
14 Alimentos: improcedencia por cosa juzgada 39
15 Nulidad de Acto Jurídico: Cosa Juzgada.- identidad de partes y objeto 42
16 Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta: procesos no contenciosos, cosa juzgada 45
17 Inaplicación de Resolución Judicial: Sentencia.- efectos inter partes 47
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CASO 1
1. Ejecución de Laudo Arbitral: Cosa juzgada
El laudo arbitral debe ejecutarse en sus propios términos por tener la calidad de cosa juzgada
como dispone el art. 59 de la Ley 26572 y se ejecuta como una sentencia.
Exp: 6198-2082-99
Sala de Procesos Ejecutivos
Lima, veinticuatro de agosto de mil novecientos noventinueve.
AUTOS Y VISTOS; Por los fundamentos el auto apelado que desestima la observación
formulada y, ATENDIENDO además; Primero.- Que, la apelación se funda en que los
intereses operan desde el pronunciamiento del Tribunal Arbitral que puso fin a la
controversia; Segundo.- Que, el principal del que deriva el presente cuaderno de apelación es
uno sobre Ejecución de Laudo Arbitral emitido el dieciocho de diciembre del próximo año
pasado, aclarado mediante resolución arbitral de fecha treintiuno de diciembre del mismo año,
que en fotocopias certificadas corren a fojas trece-catorce y diecisiete, donde expresamente se
resolvió entre otros aspectos, el pago de intereses legales “(...) desde el momento en que se
dejó de cancelar hasta el momento en que se realice el pago”, extremo éste que no fue
aclarado en la segunda resolución citada, por lo que se mantiene en sus propios términos el
laudo de fecha diecisiete de diciembre de mil novecientos noventiocho; Tercero.- Que, siendo
ello así, resulta evidente la falta de sustento de la apelación, pues el laudo arbitral en
referencia debe ejecutarse en sus propios términos por tener la calidad de cosa juzgada como
lo dispone el artículo 59 de la Ley número 26572 y se ejecuta como una sentencia a tenor de
su artículo 84; por las razones expuestas, los señores Vocales integrantes de la Segunda Sala
Civil Corporativa Para Procesos Ejecutivos y Cautelares de la Corte Superior de Justicia de
Lima que suscribe, CONFIRMAN el auto apelado, resolución número ocho, de fecha catorce
de julio del presente año, que en fotocopia certificada corre a fojas cincuentiocho-
cincuentinueve, que declara infundada la observación formulada por la parte demandante
respecto a que los intereses deben de correr a partir del laudo arbitral; con lo demás que
contiene y, DISPONEN devolver oportunamente los actuados al juzgado remitente; en los
seguidos por el Fondo de Fomento Para la Ganadería Lechera de la Cuenca de Lima-Fongal
con el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria - Pronaa - sobre ejecución de Laudo
Arbitral; interviniendo como vocal ponente la doctora Irene Sofía Huerta Herrera.
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CASO 2
2. Ineficacia de Contrato: Excepción de cosa juzgada.- procedencia
Si bien la parte decisoria del laudo arbitral se refirió a la validez y eficacia del contrato, no
había sido objeto del proceso la pretensión de nulidad, invalidez o ineficacia de acto jurídico.
Por ello, no puede entenderse que existió identidad de procesos, por lo que no procede la
excepción de cosa juzgada.
CAS. Nº 2025-2007-HUAURA
Lima, treinta y uno de Julio de dos mil siete.- La Sala Civil Permanente de la Corte
Suprema de Justicia de la República, vista la causa número dos mil veinticinco guión dos mil
siete en audiencia pública de la fecha y producida la votación de acuerdo a ley, emite la
siguiente resolución: 1. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto por el apoderado Denis Miguel Ingunza Castro, en representación de la empresa
Sinergia Empresarial Corporativa Sociedad Anónima Cerrada Asesores, entidad liquidadora
de la empresa actora Olimpus Trading Co. Sociedad Anónima en liquidación, contra la
sentencia de vista de fojas seiscientos setenta, su fecha ocho de marzo de dos mil siete,
expedida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Huaura, que revoca
la sentencia apelada de fojas trescientos cincuenta, su fecha treinta de diciembre de dos mil
cinco, que declaró Fundada la demanda de fojas treinta y uno, e ineficaz el Contrato de
Servicios para la Transformación Primaria a Nivel Know How y la Administración y
Explotación Comercial en Planta para Procesamiento Industrial, Comercialización y
Explotación de Espárragos y otros vegetales; y reformándola, declaró improcedente dicha
demanda; en los seguidos por la citada empresa Sinergia Empresarial Corporativa Sociedad
Anónima Cerrada Asesores, entidad liquidadora de la empresa OlimpusTrading Co. Sociedad
Anónima, con South Roots Investments Incorporated y Agroconservera Chancay Sociedad
Anónima Cerrada, sobre ineficacia de contrato. 2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE
HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema ha estimado
procedente el recurso de casación mediante resolución de fecha treinta de mayo último, por la
causal prevista en el inciso 3 del artículo 386 del Código Procesal Civil, sobre contravención
de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, respecto del extremo de la
denuncia referida a la inobservancia de lo establecido en el artículo 123 del Código Procesal
Civil, norma que en su parte in fine establece que cuando una resolución adquiere la calidad
de cosa juzgada es inmutable, lo que resulta concordante con el artículo 139 inciso 13 de la
Constitución Política del Estado, que prohíbe en forma expresa revivir procesos fenecidos,
normas que habrían sido infringidas en la sentencia de vista que modificaría la resolución
emitida por esa misma instancia, la cual, mediante resolución número veintiuno de fecha
veinticinco de octubre de dos mil cinco, corriente a fojas trescientos dieciocho, confirmó el
auto apelado en cuanto declaró infundada la excepción de cosa juzgada, considerando que no
existía identidad de procesos, porque en el proceso en donde se emitió el laudo arbitral se
habría discutido diversos aspectos referidos al cumplimiento de las obligaciones nacidas del
Contrato de Servicios para la Transformación Primaria a Nivel de Know How y la
Administración y Explotación Comercial en Planta para Procesamiento Industrial,
Comercialización, y Explotación de Espárragos y otros vegetales; mientras que en el presente
proceso se discute la ineficacia del mismo contrato, empero, en la sentencia de vista se habría
modificado dicha decisión al declararse improcedente la demanda por considerarse que el
laudo arbitral sí se pronunciaría sobre la validez del contrato, participando en esta resolución
el mismo magistrado que había expresado un criterio diferente en la anterior resolución. 3.
CONSIDERANDO: Primero.- Que, la empresa actora Olimpus Trading Co. Sociedad
Anónima Cerrada, en liquidación, representada por la entidad liquidadora Sinergia
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Empresarial Corporativa Sociedad Anónima Cerrada Asesores, interpuso demanda de
ineficacia del Contrato de Servicios para la Transformación Primaria a Nivel “know how” y la
Administración y Explotación Comercial en Planta para Procesamiento Industrial,
Comercialización y Explotación de Espárragos y otros vegetales, de fecha catorce de
diciembre de dos mil uno, suscrito entre dicha empresa Olimpus Trading Company Sociedad
Anónima Cerrada, a través de su Gerente General, y la empresa panameña South Roots
Investments Incorporated (hoy demandada), la cual cedió su posición contractual a favor de la
empresa Agroconservera Chancay, persona jurídica contra la cual también se formuló
demanda. Segundo.- Que, como fundamentos de hecho de su demanda expresó, entre otros,
que la empresa OlimpusTrading Co. Sociedad Anónima Cerrada en liquidación, fue declarada
en insolvencia, y que una vez declarada en tal situación, el exadministrador de la misma
suscribió el referido contrato para que supuestamente se incorporara nueva tecnología,
cediendo de contraprestación las máquinas y el inmueble que constituyen el patrimonio de la
empresa, por un plazo de diez años; y que dicho contrato se encontraba afectado de ineficacia
conforme al artículo 19.1 de la Ley Nº 27809 –Ley General del Sistema Concursal– en cuanto
establece que el Juez declarará ineficaces, y en consecuencia, inoponibles frente a los
acreedores del concurso, entre otros, los contratos que perjudiquen su patrimonio y que hayan
sido celebrados dentro del año anterior a la fecha en que se presentó su solicitud de
acogimiento al proceso concursal. Tercero.- Que, la parte demandada Agroconservera
Chancay Sociedad Anónima Cerrada dedujo a fojas ciento once la excepción de cosa juzgada,
señalando que la controversia invocada, destinada a declarar la ineficacia del referido
contrato, ha sido resuelta en todos sus extremos mediante laudo arbitral de fecha veintiuno de
mayo de dos mil dos, emitida por árbitro único, y que dicho laudo declara fundada la
demanda interpuesta en sede arbitral, sobre cumplimiento de contrato y obligatoriedad de
ejecución, y en consecuencia, de cumplimiento obligatorio el referido contrato, la validez y
eficacia de la totalidad de las prestaciones pactadas, se ordena y se otorga la administración y
gestión del negocio, entre otros aspectos correlativos. Cuarto.- Que, el Juez de la causa por
resolución número seis expedida en la continuación de la audiencia única, cuya acta obra a
fojas doscientos cincuenta y uno, declaró Infundada la excepción de cosa juzgada al
considerar que no se daba la identidad de petitorio y de interés para obrar, porque en el laudo
arbitral no se advierte el petitorio de declaratoria de ineficacia de dicho contrato, y que, lo que
se pretendía en dicho proceso arbitral era ejecutar el contrato y sus diferentes obligaciones; en
cambio, lo que se pretendería en el presente proceso es determinar si dicho contrato es
ineficaz; resolución que fuera confirmada en este extremo por la Sala Superior mediante
resolución número veintiuno de fecha veinticinco de octubre de dos mil cinco, corriente a
fojas trescientos dieciocho, al considerar el referido Colegiado que la materia controvertida no
sería la misma, porque en el laudo arbitral se ha dilucidado aspectos referidos al cumplimiento
de las obligaciones nacidas del contrato, y que en la parte decisoria se declara la validez y
eficacia de la totalidad de las prestaciones, mientras que, lo que se demanda en el presente
proceso es la ineficacia del mismo contrato, por otras razones. Quinto.- Que, mediante
sentencia de fecha treinta de diciembre de dos mil cinco, el a quo ha declarado fundada la
demanda e ineficaz el contrato señalado, aplicando la facultad prevista en el artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Civil (relativo al principio iura novit curia),
considerando que resulta aplicable el artículo 19 del Texto Único Ordenado de la Ley de
Reestructuración Patrimonial, aprobado por Decreto Supremo Nº 014-99-ITINCI, respecto de
que son nulos y carecen de efectos legales los actos y contratos realizados o celebrados por el
insolvente a partir de la presentación de su solicitud de declaración de insolvencia o la fecha
en que esta es puesta en su conocimiento, según corresponda, y hasta la fecha en que la Junta
de Acreedores nombre o ratifique al Administrador o Liquidador. Sexto.- Que, por su parte el
Colegiado Superior ha revocado la apelada y declarado improcedente la demanda en la
sentencia de vista, aplicando lo dispuesto en el artículo 121 parte in fine del Código Procesal
Civil, que faculta al Juzgador a pronunciarse excepcionalmente sobre la validez de la relación
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procesal en la sentencia, considerando que el Tribunal Arbitral declaró válido y eficaz el
contrato de servicios mencionado, y que la ineficacia estructural de un contrato está referida a
la invalidez del acto jurídico; y que en ese sentido existe plena identidad entre la petición
materia del presente proceso y el argumento esgrimido por la parte demandada en el proceso
arbitral. Séptimo.- Que, no obstante lo glosado en el considerando precedente, se aprecia de
autos que el laudo arbitral de fojas cuarenta y cinco contiene la pretensión principal de
cumplimiento de contrato y de manera accesoria el otorgamiento de escritura pública,
reconocimiento de derecho de preferencia, derecho de compensación y pago de penalidad sin
suspensión de la exigibilidad y ejecutoriedad del mismo, en relación al denominado contrato
de Servicios para la Transformación Primaria a Nivel de “Know How” y la Administración y
Explotación Comercial en Planta para Procesamiento Industrial, Comercialización y
Explotación de Espárragos y otros vegetales; no apareciendo del mismo que se hubiera
señalado como petitorio la declaración de ineficacia o nulidad del referido contrato, ni que la
parte demandada hubiera formulado reconvención al respecto para que se entienda que este
extremo hubiera sido objeto de proceso, y de absolución del traslado del mismo, a fin de que
se considere un pronunciamiento definitivo sobre esta pretensión. Octavo.- Que, si bien la
parte decisoria del laudo arbitral se refirió a la validez y eficacia del contrato, ello fue porque
la demandante de aquel proceso pretendía la obligatoriedad del contrato y la parte demandada
había alegado como argumento de defensa su invalidez, pero no había sido objeto de proceso
o de reconvención la pretensión de nulidad, invalidez, o ineficacia del acto jurídico, para que
pueda entenderse que existió un proceso y de que se hubiera resuelto de manera definitiva la
controversia con los efectos de una decisión de esta naturaleza. Noveno.- Que, en ese sentido,
no podía considerarse que hubiera existido la triada contenida en el artículo 452 del Código
Procesal Civil, que exige la identidad de procesos, esto es que las partes o quienes de ellos
deriven sus derechos, el petitorio y el interés para obrar, sean los mismos; incurriendo el
Colegiado Ad quem en error al considerar que se presentaba la referida triple identidad; no
sujetándose a los alcances de lo preceptuado en la norma acotada, ni a lo decidido mediante
resolución de vista de fecha veinticinco de octubre de dos mil cinco, que confirmando el auto
apelado declaró infundada la excepción de cosa juzgada, y cuya parte resolutiva se sujetaba a
derecho, conforme a lo anteriormente señalada. Décimo.- Que, si bien el artículo 121 parte in
fine del Código Procesal Civil, establece que el Juzgador está facultado para pronunciarse
excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal en la sentencia, en el caso de autos
no resultaba pertinente la invocación de la referida norma, ni la modificación de los efectos de
las resoluciones que habían sustentado la excepción de cosa juzgada; pues no se ha
establecido un claro deslinde entre el proceso arbitral glosado y el proceso judicial del cual
deriva la presente casación, respecto a las partes justiciables, el petitorio y el interés para
obrar en cada uno de dichos procesos; advirtiéndose al respecto que existe ambigüedad en la
parte considerativa de la sentencia de vista impugnada, en cuanto primero se afirma que los
procesos mencionados son distintos, y prácticamente se concluye que son idénticos, por lo
que resulta amparable el recurso por este extremo; al que resulta irrelevante lo dispuesto en la
parte in fine de dicha norma, porque su aplicación no cabía en el presente caso, como se deja
expuesto en las otras consideraciones señaladas. Undécimo.- Que, en consecuencia, se ha
configurado la causal de contravención a las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso, por consiguiente corresponde amparar el recurso de casación, y declarar nula la
sentencia de vista, a efectos de que el Colegiado Superior expida nueva resolución con arreglo
a ley. 4. DECISIÓN: Por tales consideraciones, de conformidad con lo dispuesto en el
apartado 2.1 del inciso 29 del artículo 396 del Código Procesal Civil: a) Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas setecientos treinta y tres, por Denis
Miguel Ingunza Castro, apoderado de la empresa Sinergia Empresarial Corporativa Sociedad
Anónima Cerrada Asesores, entidad liquidadora de la empresa Olimpus Trading Co. Sociedad
Anónima en liquidación; en consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas seiscientos
setenta, su fecha ocho de marzo de dos mil siete, emitida en discordia por la Sala Civil
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Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Huaura. b) MANDARON que la Sala Superior
de su procedencia emita nueva resolución con arreglo a ley. c) DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por OlimpusTrading Co. Sociedad Anónima Cerrada en liquidación, representada por
Sinergia Empresarial Corporativa Sociedad Anónima Cerrada Asesores, con South Roots
Investments Incorporated y Agroconserva Chancay Sociedad Anónima Cerrada, sobre
ineficacia de contrato; actuando como Vocal Ponente el señor Caroajulca Bustamante; y los
devolvieron.
SS. ROMÁN SANTISTEBAN, CARRIÓN LUGO, CAROAJULCA BUSTAMANTE,
MANSILLA NOVELLA, MIRANDA CANALES
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CASO 3
3. Amparo: Derecho a la cosa juzgada.- Importancia
“El Tribunal Constitucional destacó que el contenido constitucionalmente protegido del
derecho a la cosa juzgada garantiza el derecho de todo justiciable, en primer lugar, a que las
resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no puedan ser recurridas mediante
medios impugnatorios, ya sea porque éstos hayan sido agotados o que haya transcurrido el
plazo para impugnarla; y, en segundo lugar, a que el contenido de las resoluciones que hayan
adquirido tal condición, no pueda ser dejado sin efecto ni modificado”.
EXP. N.° 00079-2008-PA/TC-LIMA
CELSO LEONIDAS
SAN MARTÍN CAMACHO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 13 días del mes de agosto de 2009, el Pleno del Tribunal Constitucional,
integrado por los Magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Landa Arroyo, Beaumont
Callirgos y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Celso Leonidas San Martín Camacho
contra la resolución de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de
Justicia de la República, de fojas 50, del 8 de noviembre de 2007 que declaró improcedente la
demanda de amparo de autos.
II. ANTECEDENTES
1. Demanda
Con fecha 3 de abril de 2006 el recurrente interpone demanda de amparo contra los
integrantes de la Sala Laboral de la Corte Superior de Justicia del Santa, con el objeto de que
se deje sin efecto la Resolución N.º 181, de fecha 30 de noviembre de 2005, en virtud de la
cual los vocales emplazados, revocando la Resolución N.º 151, de 18 de abril de 2005,
declararon fundada la solicitud de desafectación de la medida cautelar de embargo en forma
de inscripción recaída sobre la embarcación pesquera San Juan, en el marco del proceso de
ejecución de sentencia seguido por el accionante contra la Empresa Pesquera San Juan
Bautista S.A.
Sobre el particular manifiesta que dicha resolución judicial constituye una vulneración de su
derecho a la cosa juzgada, por cuanto está modificando la medida cautelar dispuesta en virtud
de la Resolución N.º 136, de fecha 1 de julio de 2004, cuya validez y subsistencia fue
confirmada por la Resolución.º 141, de fecha 29 de octubre de 2004, así como su derecho a la
motivación escrita de las resoluciones judiciales, por cuanto la cuestionada Resolución N.º
181, de fecha 30 de noviembre de 2005, contiene una motivación solamente aparente.
2. Contestación de la demanda
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El Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Poder Judicial, contesta la
demanda señalando que debe ser declarada improcedente por aplicación del artículo 5º.2 del
Código Procesal Constitucional por cuanto existen otras vías para impugnar lo contenido en la
resolución judicial cuestionada. Alega además que el demandante no acredita la acusada
vulneración de sus derechos constitucionales mediante medios probatorios suficientes.
3. Resolución de primer grado
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, mediante resolución de
fecha 6 de marzo de 2007 declaró improcedente la demanda, considerando que lo que se
pretende con ella es la revisión de lo resuelto en la vía ordinaria, que la resolución cuestionada
ha sido emitida dentro de un proceso regular y con pleno respeto a los derechos
constitucionales del recurrente.
4. Resolución de segundo grado
La Sala revisora confirmó la apelada por aplicación de los artículos 5º.1 y 47º del Código
Procesal Constitucional, considerando que los derechos invocados no habían sido vulnerados.
III. FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio
1. De la revisión del caso de autos se aprecia que la presente demanda tiene por objeto lo
siguiente:
a) Que se deje sin efecto, declarando su inaplicabilidad respecto del actor, a la Resolución N.º
181, de fecha 30 de noviembre de 2005, expedida por la Sala Laboral de la Corte Superior de
Justicia del Santa, en virtud de la cual los vocales emplazados, revocando la Resolución N.º
151, de fecha 18 de abril de 2005, declararon fundada la solicitud de desafectación de la
medida cautelar de embargo en forma de inscripción recaída sobre la embarcación pesquera
San Juan, en el marco del proceso de ejecución de sentencia seguido por el accionante contra
la Empresa Pesquera San Juan Bautista S.A.
b) Que se ordene a los vocales emplazados que emitan nueva resolución, confirmando lo
contenido en la Resolución N.º 151, de fecha 18 de abril de 2005, en virtud de la cual se
declara infundada dicha solicitud de desafectación de medida cautelar, teniendo en cuenta lo
dispuesto en la Resolución N.º 141, de fecha 13 de diciembre de 2004, la cual declaró la
subsistencia y validez de la Resolución N.º 136, de fecha 1 de julio de 2004.
Cuestión procesal previa
2. Según el artículo 4º del Código Procesal Constitucional, a efectos de que las demandas de
amparo contra resoluciones judiciales resulten procedentes, deben éstos cumplir los siguientes
requisitos: a) que se trate de una resolución judicial que ostente carácter firme, es decir, que
contra ella se haya agotado todos los medios impugnatorios disponibles, en caso de que se
trate de una resolución consentida la demanda deberá ser rechazada liminarmente, que dicha
resolución judicial constituya un manifiesto agravio a la tutela procesal efectiva que
comprende el acceso a la justicia y el debido proceso.
3. Asimismo cabe precisar que de acuerdo a lo expresado por este Tribunal en la STC 03179-
2004-PA/TC (Caso Apolonia Ccollcca Ponce), particularmente en sus fundamentos 17 a 20,
el amparo contra resoluciones judiciales no solo procede contra aquellas resoluciones
judiciales que vulneren el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y al debido proceso, sino
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contra todas aquellas que supongan una violación de cualquiera de los derechos
fundamentales conforme a los artículos 1º, 38º y 138º de la Constitución.
4. Sin embargo también cabe precisar que el proceso constitucional de amparo no tiene por
finalidad la revisión de lo ya decidido en sede jurisdiccional ordinaria, deviniendo en una
suerte de supra instancia, sino que dicho proceso está orientado específicamente a la tutela de
aquellos derechos fundamentales de la persona humana que puedan verse afectados con el
dictado de una resolución judicial. En el caso de autos, este Tribunal observa que la
resolución judicial cuestionada, la N.º 181, de fecha 30 de noviembre de 2005, ostenta firmeza
por cuanto ha sido emitida a consecuencia del recurso de apelación interpuesto contra la
Resolución N.º 151, de fecha 18 de abril de 2005.
5. Asimismo, los cuestionamientos que el demandante dirige a la resolución judicial cuya
inaplicabilidad pretende están referidos a la vulneración de los derechos constitucionales a la
cosa juzgada y a la debida motivación de las resoluciones judiciales, lo cual puede ser
entendido como un manifiesto agravio a la tutela procesal efectiva. Por tanto, habiéndose
cumplido los requisitos de procedencia exigidos por el artículo 4º del Código Procesal
Constitucional respecto de las demandas de amparo contra resoluciones judiciales, este
Tribunal tiene competencia para emitir un pronunciamiento sobre el fondo de la controversia.
Análisis del caso concreto
6. En el presente caso la controversia radica en determinar si es que la resolución judicial
cuestionada, esto es, la Resolución N.º 181, de fecha 30 de noviembre de 2005, al declarar
fundada la solicitud de desafectación de la medida cautelar de embargo en forma de
inscripción concedida a favor del recurrente, revocando la Resolución N.º 151, de fecha 18 de
abril de 2005, incurre en vulneración de los derechos invocados por el demandante.
7. El artículo 139º.2 de la Constitución Política del Perú reconoce el derecho a la cosa
juzgada. Según éste: “Son principios y derechos de la función jurisdiccional: 2. La
independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional. Ninguna autoridad puede avocarse
a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional ni interferir en el ejercicio de sus funciones.
Tampoco puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada, ni
cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su ejecución. Estas
disposiciones no afectan el derecho de gracia ni la facultad de investigación del Congreso,
cuyo ejercicio no debe, sin embargo, interferir en el procedimiento jurisdiccional ni surte
efecto jurisdiccional alguno”.
8. Así también, en la STC N.º 4587-2004-AA/TC este Tribunal destacó que el contenido
constitucionalmente protegido de este derecho “(…) garantiza el derecho de todo justiciable,
en primer lugar, a que las resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no puedan ser
recurridas mediante medios impugnatorios, ya sea porque éstos hayan sido agotados o que
haya transcurrido el plazo para impugnarla; y, en segundo lugar, a que el contenido de las
resoluciones que hayan adquirido tal condición, no pueda ser dejado sin efecto ni
modificado”.
9. Es decir, para que una resolución judicial se encuentre dentro del ámbito de protección del
derecho constitucional a la cosa juzgada, no basta con que ostente el carácter de firmeza, es
decir que contra ella se haya agotado los medios impugnatorios disponibles, sino que debe
tratarse de una resolución que contenga un pronunciamiento sobre el fondo del asunto. En el
caso de autos, si bien es cierto que la resolución judicial impugnada ostenta firmeza, no tiene
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en cambio por contenido un pronunciamiento sobre el fondo del asunto, sino que está referida
al pronunciamiento emitido por los vocales emplazados respecto a la solicitud de
desafectación de una medida cautelar de embargo en forma de inscripción.
10. Se trata pues de un pronunciamiento respecto del cual no es posible derivar los efectos de
una resolución con calidad de cosa juzgada por cuanto las medidas cautelares se caracterizan
por ser instrumentales y provisionales, siendo que su otorgamiento depende de la existencia
de circunstancias concretas que ponen en peligro la eficacia de la sentencia a ser emitida al
final del proceso. Por tanto si las medidas cautelares no tienen un carácter permanente sino
temporal por que su subsistencia depende de la permanencia de dichas circunstancias a lo
largo del proceso, extinguiéndose de pleno derecho una vez emitida la sentencia. Por lo tanto,
dicho extremo de la demanda debe ser desestimado toda vez que la resolución judicial
impugnada no es una resolución revestida con el carácter de cosa juzgada.
11. De otro lado, el derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales, consagrado
en el artículo 139º.5 de la Constitución, garantiza que el juez resuelva la controversia jurídica
sometida a su conocimiento exponiendo las razones de hecho y de derecho que justifican su
decisión. Dicha motivación debe ser adecuada, suficiente y congruente. En ese sentido, este
Tribunal, en la STC 00728-2008-PHC/TC ha desarrollado, de manera enunciativa, aquellos
supuestos que pueden ser considerados como una afectación de este derecho:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente.- Está fuera de toda duda que se viola el
derecho a una decisión debidamente motivada cuando la motivación es inexistente o cuando
la misma es solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que
sustentan la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes del proceso, o
porque solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin
ningún sustento fáctico o jurídico.
b) Falta de motivación interna del razonamiento.- La falta de motivación interna del
razonamiento [defectos internos de la motivación] se presenta en una doble dimensión; por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe incoherencia narrativa, que
a la postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de
modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata, en ambos casos, de
identificar el ámbito constitucional de la debida motivación mediante el control de los
argumentos utilizados en la decisión asumida por el Juez o Tribunal; sea desde la perspectiva
de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa.
c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El control de la
motivación también puede autorizar la actuación del juez constitucional cuando las premisas
de las que parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o
jurídica. Esto ocurre por lo general en los casos difíciles, como los identifica Dworkin, es
decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de pruebas o de interpretación de
disposiciones normativas. La motivación se presenta en este caso como una garantía para
validar las premisas de las que parte el Juez o Tribunal en sus decisiones. Si un Juez, al
fundamentar su decisión: 1) ha establecido la existencia de un daño; 2) luego, ha llegado a la
conclusión de que el daño ha sido causado por “X”, pero no ha dado razones sobre la
vinculación del hecho con la participación de “X” en tal supuesto, entonces estaremos ante
una carencia de justificación de la premisa fáctica y, en consecuencia, la aparente corrección
formal del razonamiento y de la decisión podrán ser enjuiciadas por el juez [constitucional]
por una deficiencia en la justificación externa del razonamiento del juez.
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Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas corpus no puede
reemplazar la actuación del juez ordinario en la valoración de los medios de prueba, actividad
que le corresponde de modo exclusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o la carencia
de argumentos constitucionales, bien para respaldar el valor probatorio que se le confiere a
determinados hechos, bien tratándose de problemas de interpretación, para respaldar las
razones jurídicas que sustentan determinada comprensión del derecho aplicable al caso. Si el
control de la motivación interna permite identificar la falta de corrección lógica en la
argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas posibilita identificar las
razones que sustentan las premisas en las que ha basado su argumento. El control de la
justificación externa del razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia y
razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque obliga al juez a ser
exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no dejarse persuadir por la simple lógica
formal.
d) La motivación insuficiente.- Se refiere, básicamente, al mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión
está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada
jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante desde una perspectiva
constitucional si es que la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta
manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está decidiendo.
e) La motivación sustancialmente incongruente.- El derecho a la debida motivación de las
resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de manera
congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones
que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia activa). Desde
luego, no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de inmediato la
posibilidad de su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar
incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial
generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también del
derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que, partiendo de una
concepción democratizadora del proceso como la que se expresa en nuestro texto fundamental
(artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo constitucional que los justiciables
obtengan de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente de las
pretensiones efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia procesal exige que el
juez, al momento de pronunciarse sobre una causa determinada, no omita, altere o se exceda
en las peticiones ante él formuladas.
f) Motivaciones cualificadas.- Conforme lo ha destacado este Tribunal, resulta indispensable
una especial justificación para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando,
como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos fundamentales como el de la
libertad. En estos casos, la motivación de la sentencia opera como un doble mandato, referido
tanto al propio derecho a la justificación de la decisión como también al derecho que está
siendo objeto de restricción por parte del Juez o Tribunal.
12. En el caso de autos el demandante alega que la resolución judicial cuestionada presenta
una motivación aparente por cuanto se encuentra basada en aspectos superficiales y hechos
supuestos, no habiendo explicado el motivo por el cual está aplicando lo preceptuado por la
Ley N.º 26702 en lugar de los principios previstos y desarrollados por el artículo 24º de la
Constitución (preeminencia de los créditos laborales), contraviniendo el artículo 138º de la
Constitución, que obliga al juez a preferir la norma constitucional sobre la norma legal a
través del ejercicio del control difuso.
12
13. Es así como este Tribunal observa que no se presenta tal supuesto en el presente caso por
cuanto los vocales emplazados, conforme se desprende de la Resolución N.º 181, de fecha 30
de noviembre de 2005 (folio 131), han fundado su decisión de revocar la medida cautelar de
embargo en forma de inscripción concedida a favor del demandante en atención a los
siguientes argumentos:
- El artículo 241º de la Ley N.º 26702, Ley General del Sistema Financiero, establece que el
fideicomiso es una relación jurídica por la cual el fideicomitente transfiere bienes a otra
persona, denominada fiduciario, constituyéndose dicho patrimonio en un patrimonio
fideicometido, sujeto al dominio fiduciario de este último y afecto al cumplimiento de un fin
específico a favor del fideicomitente o de un tercero denominado fideicomisario.
- Al amparo de dicha figura legal, por contrato de fecha 21 de enero de 2002, Pesquera San
Juan Bautista S.A. constituyó fideicomiso en garantía a fin de respaldar las acreencias
mantenidas con el Banco Sudamericano hasta por la suma de US $ 240,000, otorgándole a
éste el carácter de fideicomisario y transfiriendo la embarcación pesquera San Juan a la
Fiduciaria S.A. en calidad de dominio fiduciario, habiendo inscrito dicha transferencia en el
Registro de Propiedad de Embarcaciones Pesqueras, en la Partida N.º 11353868, haciéndola
oponible a terceros en virtud del artículo 246º de la Ley N.º 26702 con anterioridad al
otorgamiento de la medida cautelar cuestionada.
- El dominio fiduciario es un derecho real por cuanto tiene un carácter inmediato y absoluto
y, de conformidad con los artículos 241º y 253º de la norma precitada, dicho derecho trae
como consecuencia que el patrimonio fideicometido sea distinto al patrimonio del
fideicomitentes, es decir, de la persona que lo constituyó, y no responde por las obligaciones
de dicha persona.
- Por tanto, siendo un patrimonio autónomo, tiene una existencia independiente para efectos
contables y legales distinta a la del fideicomitente. En consecuencia, la embarcación objeto de
la medida cautelar cuestionada no forma parte del patrimonio de la empresa Pesquera San
Juan Bautista S.A.C., por lo que, en aplicación del artículo 623º del Código Procesal Civil,
dicha medida debe ser revocada.
14. Se puede apreciar también que se ha observado y precisado los fundamentos de hecho y
de derecho que sustentan la resolución judicial cuestionada, por lo que debe desestimarse la
demanda en este extremo, no advirtiéndose, por consecuencia que se haya vulnerado el
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Perú,
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de amparo de autos.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ
LANDA ARROYO
13
BEAUMONT CALLIRGOS
ÁLVAREZ MIRANDA
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CASO 4
4. Nulidad de Acto Jurídico: Excepción de Cosa juzgada.- curador
Si la parte demandada en un proceso es una persona absolutamente incapaz, el ejercicio de su
defensa debió ser efectuado por su representante legal, es decir debió nombrársele un curador.
Al no haberse efectuado aquello no puede existir cosa juzgada en dicho proceso dado que se
estaría vulnerando el derecho de defensa
CASACIÓN / Cas. Nº 636-2002-AREQUIPA
Lima, veinticinco de setiembre del dos mil dos.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; Vista la causa número seiscientos treintiséis-dos mil dos, con los
acompañados; en Audiencia Pública de la fecha y producida la votación con arreglo a Ley,
emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto por don Calixto Casas Durand, mediante escrito de fojas trescientos ochentisiete,
contra la sentencia de vista emitida por la Sala Mixta Descentralizada de Camaná de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa, de fojas trescientos setentinueve, de fecha diecisiete de
enero del dos mil dos, que confirmando la apelada, declaró fundada la demanda sobre nulidad
de acto jurídico; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, concedido el recurso de casación
a fojas trescientos noventicinco, fue declarado procedente por resolución del veintitrés de
abril del dos mil dos, por las causales contempladas en los incisos segundo y tercero del
artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, sustentada en: a) la inaplicación del
artículo quinientos ochentidós del Código Civil, porque los actos jurídicos efectuados antes de
la interdicción de doña Auristela Sánchez Guzmán y que se pretenden anular posteriormente,
son de anulabilidad y no de nulidad y en todo caso habrían prescrito y c) la contravención de
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, porque tratándose de un proceso en
que ha existido cosa juzgada y no se ha interpuesto la demanda de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta dentro del término de ley se ha violentado el artículo ciento treintinueve inciso
segundo de la Constitución Política del Estado y además los artículos cincuentiuno y ciento
treintiocho segundo párrafo de dicha Constitución, porque la norma constitucional de la cosa
juzgada prima sobre el Código Civil; CONSIDERANDO: Primero.- Que, primero hay que
examinar la causal contemplada en el inciso tercero del artículo trescientos ochentiséis del
Código Procesal Civil, porque de declararse fundada ya no cabe pronunciamiento sobre la
otra causal; Segundo.- Que, el artículo cuarentidós del Código Civil expone que tienen plena
capacidad de ejercicio de sus derechos civiles, las personas que hayan cumplido dieciocho
años de edad, salvo lo dispuesto en los artículos cuarentitrés y cuarenticuatro del Código
Sustantivo; Tercero.- Que, el artículo cuarentitrés señala que son absolutamente incapaces: I)
los menores de dieciséis años, salvo para aquellos actos determinados por la ley; II) los que
por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento; III) los sordomudos, los
ciegosordos y los ciegomudos que no pueden expresar su voluntad de manera indubitable;
Cuarto.- Que, el artículo cuarenticinco del Código acotado expresa que los representantes
legales de los incapaces ejercen los derechos civiles de éstos, según las normas referentes a la
patria potestad, tutela y curatela; Quinto.- Que, la sentencia de vista valorando la prueba
14
actuada ha establecido que cuando se otorgó el supuesto contrato de compraventa se
encontraba ciega sorda la demandante; Sexto.- Que, en su condición de ciega sorda no podía
reconocer en una prueba anticipada su firma porque no la podía ver, es decir que no podía
expresar su voluntad de manera indubitable, más aún cuando posteriormente fue declarada
interdicta; Sétimo.- Que, además don Calixto Casas Durand, cuando solicitó la prueba
anticipada conocía que doña Auristela Sánchez Guzmán estaba comprendida en un proceso de
interdicción, porque fue citado con anterioridad al pedido de prueba anticipada en dicho
proceso e inclusive se opuso a la interdicción como consta de fojas setentiuno; Octavo.- Que,
el proceso de obligación de hacer por el cual se declaró fundada la demanda y se dispuso que
doña Auristela Sánchez Guzmán debía otorgar la escritura de compraventa del inmueble sub
litis, se sustentó en la prueba anticipada en la que dicha señora había reconocido de su firma;
Noveno.- Que, siendo la demandada en dicho proceso persona absolutamente incapaz, el
ejercicio de su defensa debió ser efectuado por su representante legal, es decir nombrarle un
curador, lo que no se efectuó sino que se tramitó todo el juicio directamente contra la
demandada, quien no ejerció en forma alguna su defensa; Décimo.- Que, la cosa juzgada
supone un proceso regular, en que las partes puedan ejercitar libremente su derecho de
defensa, por lo que no puede haber cosa juzgada en un procedimiento irregular, seguido
contra una persona absolutamente incapaz y que posteriormente fue declarada interdicta,
infringiendo la garantía constitucional de la observancia del debido proceso consagrada en el
inciso tercero del artículo ciento treintinueve de la Constitución Política del Estado;
Undécimo.- Que, esto determina que no existe contravención al debido proceso; Duodécimo.-
Que, como lo expresa el considerando tercero de la sentencia de vista “nuestro ordenamiento
civil distingue dos clases de nulidades, la que tiene por principio el interés público (absoluta)
y la que se concede en favor de determinadas personas por perjudicar su derecho (relativa). La
primera conduce al acto nulo y la segunda al acto anulable artículos doscientos diecinueve y
doscientos veintiuno del Código Civil”; Décimo Tercero.- Que, en este caso se trata de la
nulidad absoluta por falta de la manifestación de voluntad de la vendedora, que se encuentra
comprendida en el inciso primero del artículo doscientos diecinueve del Código Civil, por lo
que no resulta aplicable el artículo quinientos ochentidós de dicho Código referido a la
anulabilidad; Décimo Cuarto.- Que, el recurrente interpuso la excepción de incompetencia,
pero no de la prescripción, que en todo caso hubiera estado referida a la anulabilidad del acto
jurídico y no a la nulidad del mismo; Décimo Quinto.- Que, por las razones expuestas y no
presentándose las causales contempladas en los incisos segundo y tercero del artículo
trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, y aplicando el artículo trescientos
noventiocho del Código Adjetivo, por lo que declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por don Calixto Casas Durand, a fojas trescientos ochentisiete, en consecuencia
NO CASAR la sentencia de vista de fojas trescientos setentinueve, del diecisiete de enero del
dos mil dos; CONDENARON al recurrente al pago de las costas y costos originados en la
tramitación del recurso, así como a la multa de dos Unidades de Referencia Procesal;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en
los seguidos por Adolfo Román Guzmán Cárdenas con Calixto Carlos Casas Durand, sobre
Nulidad de Acto Jurídico y otros, y los devolvieron.
SS. ECHEVARRÍA ADRIANZÉN; MENDOZA RAMÍREZ; SANTOS PEÑA;
QUINTANILLA QUISPE.
EL VOTO EN DISCORDIA DE LOS SEÑORES VOCALES LAZARTE HUACO E
INFANTES VARGAS ES COMO SIGUE:
CONSIDERANDO: Primero.- Que, respecto de la denuncia por vicios in procedendo , los
vocales que suscriben reproducen los fundamentos del voto en mayoría, conforme al cual
dicha causal debe ser desestimada; Segundo.- Que, respecto de la causal in iudicando , a
efecto de ejercer el control casatorio de la causal de inaplicación del artículo quinientos
15
ochentidós del Código Civil, corresponde detenerse en las pretensiones de declaración de
nulidad del acto jurídico de la minuta de compraventa de fecha cinco de abril de mil
novecientos noventitrés celebrado por doña Auristela Sánchez Guzmán con el demandado
Calixto Casas Durán, y la Nulidad de la escritura pública del trece de enero de mil
novecientos noventicinco, otorgada en sede judicial, en tanto están referidas con la denuncia
del impugnante; Tercero.- Que, el artículo quinientos ochentidós del Código Civil prevé la
figura de la anulación de los actos anteriores a la interdicción, cuando la causa de ésta existía
notoriamente en la época en que se realizaron, pues la intervención necesaria del curador solo
rige a partir del nombramiento, razón por la cual los actos anteriores a la interdicción deberían
reputarse válidos; no obstante, si las circunstancias determinantes de la incapacidad se dieron
con anterioridad al pedido de interdicción y su respectiva declaración, los actos celebrados
pueden ser invalidados; en consecuencia, la norma pertinente para resolver los conflictos en
los cuales el que celebra el acto jurídico es incapaz con anterioridad a la causa que determina
su declaración, es el citado precepto; Cuarto.- Que, la anulación de los actos anteriores a la
interdicción contiene los siguientes presupuestos normativos: a) se trata de un acto jurídico
anterior a la interdicción (es decir, anterior de la declaración judicial de interdicción), b) la
causa de la interdicción debe ser notoriamente conocida por quien celebró el acto, y c) dados
los anteriores presupuestos, es posible invalidarse los actos jurídicos anteriores a la
interdicción, ya sea mediante la nulidad (llámese incapacidad absoluta) o a través de la
anulabilidad (por ejemplo, la incapacidad relativa). En cuanto a este último punto, cuando la
norma alude a la expresión “anulación”, no está refiriéndose solamente a la anulabilidad, pues
esa interpretación literal es fragmentaria y dejaría fuera de protección a aquellos actos que la
persona con incapacidad absoluta celebra con anterioridad a su declaración de interdicción,
cuya sanción es obviamente la nulidad y no la anulabilidad; siendo así, cabe concebir que la
norma sub exámine alcanza también a esta hipótesis, por ello, la idea de “anulación”
representa todos los actos que adolecen de ineficacia estructural, es decir, nulidad y
anulabilidad; Quinto.- Que, de acuerdo a lo establecido en sedes de instancia, el acto jurídico
cuya nulidad se pretende se celebró con fecha cinco de abril de mil novecientos noventitrés,
mientras que la declaración judicial de interdicción se produjo con la sentencia de segunda
instancia de fecha dieciocho de agosto de mil novecientos noventicuatro, como está
expresamente referido en la sentencia dictada por el a quo del presente proceso; en
consecuencia, a partir de esta última fecha, con la declaración de interdicción de doña
Auristela Sánchez Guzmán, los actos que ésta celebre requerirán de la intervención de un
curador a fin de que tengan validez, dentro de los límites de la ley material; en cambio, los
actos anteriores que haya celebrado no pueden ser anulados sino es a través de la acción de
nulidad o anulabilidad, regulados por los artículos doscientos diecinueve y doscientos
veintiuno del Código Civil, respectivamente; en el caso de autos, la pretensión versa sobre
nulidad del contrato de compraventa celebrado el cinco de abril de mil novecientos
noventitrés, esto es, cuando doña Auristela Sánchez Guzmán no se encontraba en condición
de interdicta, por lo que era menester resolver el conflicto al vigor de los elementos del
artículo quinientos ochentidós del Código Civil; Sexto.- Que, por consiguiente, el citado
precepto ha sido inaplicado en esta causa y, como tal, la infracción de la aludida norma de
derecho material motiva que esta Corte de Casación resuelva según corresponda al conflicto
de intereses; por lo tanto, de acuerdo a los elementos de la figura jurídica del artículo
quinientos ochentidós del acotado cuerpo sustantivo, se verifica que el acto jurídico fue
celebrado el cinco de abril de mil novecientos noventitrés, mientras que la declaración judicial
culminó con la sentencia de vista de fecha dieciocho de agosto de mil novecientos
noventicuatro; entonces, la incapacidad absoluta de doña Auristela Sánchez Guzmán
constituye una causal de interdicción anterior a su declaración; Sétimo.- Que, en cuanto a la
posibilidad de cognición del demandado sobre la notoriedad de la incapacidad de doña
Auristela Sánchez Guzmán al momento de celebrar el acto, no se ha determinado tal
presupuesto. Si bien el curador demandante señala que, cuando se interpuso la demanda de
16
otorgamiento de escritura pública, el demandado conocía que ya se había iniciado
judicialmente la declaración de interdicción, sin embargo no es éste el hecho donde la norma
exige que el contratante conozca de la incapacidad, sino en la fecha en que se realizó el acto
jurídico, esto es, el cinco de abril de mil novecientos noventitrés; en efecto, la idea de la
norma es exigir que la causa de la incapacidad sea notoria al momento de celebrar el acto por
“....los actos anteriores a la interdicción solo podrían atacarse si se demuestra que al
realizarse, no estaba su autor en plena posesión de sus facultades mentales; de hecho, son obra
de una persona cuya capacidad jurídica todavía no había sido afectada por ninguna decisión
judicial” (PLANIOL Y RIPERT. “Derecho Civil, Colección Clásicos del Derecho”. Mil
novecientos noventiséis. Página trescientos cuarentiuno); Octavo.- Que, en consecuencia, aun
cuando la norma pertinente para resolver el conflicto es el artículo quinientos ochentitrés, no
se advierte en autos la posibilidad de subsumir su contenido normativo con los hechos sub
júdice ; por ello, la causal de inaplicación de la norma de derecho material se presenta en su
versión negativa, es decir, la inaplicación de una norma pertinente cuyas hipótesis si se
verifican, lo que no impide que, en ambos casos, la Corte resuelva el conflicto atendiendo a
las consecuencias de las referidas formas de inaplicación; Noveno.- Que, en consecuencia,
debe ampararse la causal de inaplicación de una norma de derecho material en su forma
negativa; es decir, la pretensión versa sobre la nulidad de un acto anterior a la interdicción
donde no está acreditado el supuesto de cognición del demandado sobre si el cinco de abril de
mil novecientos noventitrés la persona con la cual contrataba era incapaz, ya que no existía
una causa notoria, lo que conduce obviamente a desestimar la demanda; Décimo: Que, siendo
así, de conformidad con lo dispuesto en el artículo trescientos noventiséis inciso uno del
Código Procesal Civil y artículo cuatrocientos doce del mismo Cuerpo Adjetivo, NUESTRO
VOTO es porque se declare FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas trescientos
ochentisiete por Calixto Casas Durand y, en consecuencia, NULA la sentencia de vista de
fojas trescientos setentinueve, su fecha diecisiete de enero del dos mil dos; y actuando como
sede de instancia: se REVOQUE la sentencia apelada de fojas trescientos treintiuno, su fecha
ocho de agosto del dos mil uno, que declaró FUNDADA en parte la demanda interpuesta, y
reformándola se declare INFUNDADA la misma, con costas y costos; en los seguidos por
Adolfo Guzmán Cárdenas con Calixto Casas Durán sobre Nulidad de Acto Jurídico y Otros; y
los devolvieron.
SS. LAZARTE HUACO; INFANTES VARGAS.
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CASO 5
5. Extinción de obligación: Excepciones de Cosa juzgada.
La excepción de cosa juzgada supone identidad de procesos, esto es, la determinación que un
proceso ya terminado, es igual al que se encuentra en trámite, debiendo verificarse la
identidad de las partes, de las pretensiones y del interés para obrar. Si bien las partes son las
mismas, el interés para obrar es el mismo, no hay identidad de pretensiones, por cuanto, en el
proceso de ejecución de garantías hay una contradicción, únicamente una defensa, más no una
pretensión, como si ocurre en el caso que en vía de acción se solicite la extinción de la
garantía hipotecaria.
Exp. 34432-98
Sala de Procesos Abreviados y de Conocimiento
Lima, trece de agosto de mil novecientos noventinueve.
AUTOS y VISTOS; por sus propios fundamentos, interviniendo como vocal ponente la
Señora Maita Doregaray, y ATENDIENDO, además, Primero.- Que, de autos se puede
observar que es materia de apelación la resolución ocho, de fecha veintiuno de enero del año
en curso, expedida en la Audiencia de Saneamiento de fojas doscientos noventiuno a
doscientos noventicuatro, que declara Fundada la Excepción de Cosa Juzgada deducida por la
parte emplazada: Segundo.- Argumentan los apelantes, que no existe la triple identidad que se
requiere para que se declare fundada la Excepción de Cosa Juzgada, por cuanto el auto en el
que se resolvió el proceso de ejecución de garantías, seguido ante el Cuadragésimo Sexto
Juzgado Civil de Lima, no analizó su sustento de la novación: Tercero.- Que, sin embargo,
como se puede observar de autos, desde fojas tres hasta fojas treintiocho, corre la copia
certificada de la Escritura Pública de Hipoteca celebrada entre la demandada y los
demandantes, siendo que en su cláusula cuarta se indica que la garantía hipotecaria cubrirá
toda otra obligación que en lo sucesivo pueda tener la prestataria: Cuarto.- Que, en vía de
contradicción, en el proceso de Ejecución de Garantias, los codemandantes, como se verifica
de fojas tres a siete y dieciséis a veintiuno del cuaderno incidental que se acompaña, alegaron
los mismos motivos que aluden en la presente demanda en vía de acción, ante el
Cuadragésimo Sexto Juzgado en lo Civil de Lima; contradicciones que fueron declaradas
infundadas con fecha treintiuno de octubre de mil novecientos noventisiete, conforme aparece
de fojas treinticuatro a treinticinco y treintisiete a treintiocho del referido cuaderno, las
mismas que fueron confirmadas por auto de fecha veintitres de enero del pasado año,
expedido por la Sala Civil para Procesos Ejecutivos y Cautelares, cuya copia corre a fojas
cuarentisiete del incidente, quedando ejecutoriado dicho auto con la Resolución de la Corte
Suprema de la Republica de fecha once de mayo del aludido año pasado, cuya copia corre a
fojas cincuentiuno a cincuentitrés del cuaderno de Excepción que declara Improcedente el
Recurso de Casación interpuesto por Benjamín Loza Vizcarra; Quinto.- Que, la Excepción de
Cosa Juzgada supone identidad de procesos, esto es, la determinación de si un proceso ya
terminado es igual al que se se encuentra en trámite, debiendo verificarse la identidad de las
partes, de pretensiones y del interés para obrar; y si se constataren las tres identidades
mencionadas, la Excepción de Cosa Juzgada debe ser amparada, de conformidad con lo
previsto por el artículo cuatrocientos cincuentidós del Código Procesal Civil; Sexto.- Que, el
caso de autos, no concurren las tres identidades referidas. puesto que si bien las partes son las
mismas, el interés para obrar de igual modo es el mismo, no hay identidad de pretensiones,
por cuanto en el proceso de Ejecución de Garantías hay una contradicción, únicamente una
defensa, más no una pretensión. como sí ocurre en el caso de autos, en el que en vía de acción
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se solicita la Extinción de la Garantía Hipotecaria, entendiéndose por pretensión procesal el
derecho subjetivo de un sujeto cuya tutela jurídica solicita mediante la acción al órgano
jurisdiccional; y siendo ello así, la Excepción deducida debe ser desestimada. Por tales
fundamentos: REVOCARON el Auto de fojas doscientos noventiuno a doscientos
noventicuatro, expedido en la Audiencia de Saneamiento de fecha veintiuno de enero del
presente año que declara Fundada la Excepción de Cosa Juzgada, y reformándolo declararon:
INFUNDADA tal Excepción deducida por la emplazada, con lo demás que contiene, y los
devolvieron. En los seguidos por Benjamín Loza Vizcarra y otra contra el Banco Standard
Chartered, sobre Extinción de Obligación y Levantamiento de Garantías Hipotecarias.
SS. AGUADO SOTOMAYOR / GASTAÑADUI RAMIREZ / MAITA DORREGARAY
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CASO 6
6. Nulidad de Acto Jurídico: Proceso de simulación de acto jurídico no genera cosa juzgada en solicitud de nulidad del mismo acto.
La institución de la cosa juzgada, supone en esencia una declaración de certeza positiva o
negativa de la pretensión esgrimida. Cuando el derecho le otorga fuerza a una decisión
judicial es porque entiende que con ella la finalidad peculiar del proceso ha quedado
alcanzada.La identidad del petitorio no debe entenderse únicamente como la expresión clara y
concreta de lo que se pide, sino que también debe tomarse en cuenta los fundamentos de
hecho bajo los cuales ha sido ejercitada la acción.No procede amparar la excepción de cosa
juzgada si en este proceso el cuestionamiento del negocio jurídico redunda en la falta de
manifestación de voluntad y la inobservancia de la forma prescrita, a diferencia del primer
proceso, que dicho negocio jurídico ha sido cuestionado bajo el supuesto de la simulación.
Exp. N° 343-2002
3ª. Sala Civil de Lima
Lima, diecinueve de abril de dos mil dos.
AUTOS Y VISTOS: interviniendo como Vocal ponente el señor Rivera Quispe; por sus
fundamentos Y CONSIDERANDO: Además: Primero.- Que fluye de la revisión de actuados
haber sido elevado el presente cuadernillo de apelación sin efecto suspensivo en mérito al
recurso que en copia obra a fojas ciento trece interpuesto contra la resolución número ocho de
fojas ciento dos, que declara infundada la excepción de cosa juzgada deducida por el
recurrente; Segundo.- Que en principio la institución jurídica de la cosa juzgada, supone en
esencia una declaración de certeza positiva o negativa de la pretensión esgrimida; que en
efecto, cuando el derecho le otorga fuerza a una decisión judicial es porque entiende que con
ella la finalidad peculiar del proceso (la consagración o no del derecho reclamado) ha
quedado alcanzada; Tercero.- Que en ese sentido, la defensa orientada a denunciar la falta de
interés para obrar del demandante por haberse sometido a debate el mismo asunto y haber
concluido la controversia mediante decisión firme, debe necesariamente referirse a los
mismos hechos que han sido dilucidados en el primer proceso, a efectos de que quien ha de
pronunciarse nuevamente respecto de tales hechos se excuse de hacerlo, pues lo contrario
importaría contravenir los efectos de una decisión inmutable, la misma que es cautelada en
doctrina de acuerdo al aforismo nom bis idem, esto es, no es posible emitir un juicio dos veces
sobre el mismo asunto; Cuarto.- Que en le presente caso, la demanda interpuesta según escrito
que en copia corre a fojas cuarentiuno, no trata sobre los mismos hechos que han sido
sometidos a debate en el proceso seguido por las mismas partes (con la variante de
comprenderse en el presente proceso, como demandada a doña rocío Esquivel García) ante el
Décimo Sétimo Juzgado Civil de Lima sobre nulidad de la escritura pública de transacción
otorgada el veinticuatro de enero de mil novecientos noventa, acto jurídico este que si bien es
materia de impugnación también en los presentes actuados, los vicios en los que se basan su
pretendida nulidad son distintos de los que fueron denunciados en el proceso anterior, así
tenemos que mientras en el presente proceso el cuestionamiento del negocio jurídico redunda
en la falta de manifestación de la voluntad, y la inobservancia de la forma prescrita, en el
primer proceso dicho negocio jurídico ha sido cuestionado y por tanto analizado bajo el
supuesto de la simulación; Quinto.- Que de lo expuesto, se tiene que el aspecto relativo a la
identidad del petitorio no debe entenderse únicamente como la expresión clara y concreta de
lo que se pide, sino que también debe tomarse en cuenta los fundamentos de hechos bajo los
cuales ha sido ejercitada la acción; Sexto.- Que al no haber acreditado el recurrente, la
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configuración en los presentes autos del supuesto de la excepción deducida, esta merece ser
desestimada por improbada de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 200 del Código Procesal
Civil, consideraciones por las que: CONFIRMARON el auto de fojas ciento dos, expedido
por resolución número ocho, su fecha tres de setiembre de dos mil uno, que declara infundada
la excepción de cosa juzgada deducida por la parte demandada; DISPUSIERON que
secretaría proceda conforme al artículo 383 del Código Procesal Civil; en los seguidos por
Tecno Comercial Sociedad Anónima contra Alberto Segundo Chang Silva y otro sobre
nulidad de acto jurídico.
SS. RIVERA QUISPE / CARBAJAL PORTOCARRERO / MATÍAS HUARCAYA
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CASO 7
7. Desalojo: Excepción de cosa juzgada.
Para la admisión de la excepción de cosa Juzgada es necesario que el nuevo proceso se
sustancie en pretensiones invocadas en proceso anterior y que exista un pronunciamiento
judicial sobre la misma cuestión y entre las mismas partes. Es necesario que el derecho haya
sido reconocido en la sentencia expedida con anterioridad.Si el proceso que siguieron
anteriormente las mismas partes fue uno de desalojo por falta de pago y el presente refiere al
desalojo por ocupante precario, debe desestimarse la excepción por referirse a figuras
jurídicas diferentes
Exp. N° 2518-2002
6 a Sala Civil de Lima
Lima, veintinueve de enero de dos mil tres.
VISTOS: interviniendo como Vocal ponente la señora Palomino Thompson; con los
cuadernos acompañados a la vista por sus fundamentos; y CONSIDERANDO además:
Primero.- Que, es materia de grado la resolución apelada número trece, de fecha veinte de
setiembre de dos mil dos, que declara FUNDADA la demanda interpuesta de fojas treintidós a
fojas cuarentiuno, subsanada mediante escrito a fojas cuarentiséis y, en consecuencia, ordena
que la demandada Matilde Sandoval Barrera, desocupe el inmueble ubicado en el jirón Tacna
número trescientos cuarentisiete departamento uno, del distrito de Santiago de Surco, de esta
capital en el plazo de seis días condenándose a la demandada en el pago de costas y costos del
proceso; Segundo.- Que, toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para que
el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses con sujeción a un debido proceso, tal como
lo señala el artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil; Tercero.- Que la
pretensión contenida en la demanda de fojas treintidós a curentiuno subsanada a fojas
cuarentiséis es una de desalojo por causal de ocupación precaria, tramitada vía proceso
sumarísimo; Cuarto.- Que, tratándose de una acción de desalojo por ocupación precaria
corresponde a la parte demandante demostrar que le asiste el derecho para la devolución del
bien, consecuentemente, la parte demandada debe acreditar que cuenta con justo título de
posesión sobre el bien materia de litigio; Quinto.- Que, el artículo 911 del Código Civil, es
pertinente para dirimir la controversia, tanto para amparar o desamparar la demanda, pues
determina que la posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se
tenía había fenecido, de modo que quien acredite en el proceso poseer el bien materia de litis
tendrá la calidad de precario, contrario sensu, quien acredita tener título justo de posesión no
será calificado como ocupante precario; Sexto.- Que, en autos no se acredita que la
demandada tenga justo Título de posesión; máxime, si no existe prueba idónea para acreditar
tal hecho, es decir, no existe relación contractual entre las partes intervinientes en el presente
proceso que acredite manifiesta voluntad de haber creado una relación jurídica; Sétimo.- Que,
con los instrumentales corrientes de fojas diez a doce los recurrentes acreditan la propiedad
del bien sublitis, es decir, acreditan tener título para poseer el bien; Octavo.- Que, para la
admisión de la excepción de cosa juzgada, es necesario, que el nuevo proceso se sustancie en
pretensiones invocadas en proceso anterior y que exista un pronunciamiento judicial sobre la
misma cuestión y entre las mismas partes; por tanto, para poder interponer dicha excepción,
es necesario, que el derecho haya sido reconocido en la sentencia expedida con anterioridad;
Noveno.- Que, en el caso de autos, el proceso que siguieron anteriormente las mismas partes
fue uno de desalojo por falta de pago y el presente proceso es uno de desalojo por ocupante
precario, siendo figuras jurídicas diferentes establecidas en la Ley, Décimo.- Que, por
22
consiguiente, advirtiéndose que el artículo 911 del Código material, es pertinente para
resolver procesos como el presente, la demanda debe ampararse; fundamentos por los cuales:
CONFIRMARON la resolución apelada número cuatro, corriente de fojas noventitrés,
expedida en audiencia de saneamiento procesal, conciliación, pruebas y sentencia, de fecha
dos de mayo de dos mil uno, que declara infundada la excepción de cosa juzgada propuesta
por la demandada; CONFIRMARON la sentencia apelada resolución número trece, corriente
de fojas ciento noventiuno a ciento noventitrés, de fecha veinte de setiembre de dos mil dos,
que declara FUNDADA la demanda interpuesta de fojas treintidós a fojas cuarentiuno,
subsanada mediante escrito a fojas cuarentiséis y, en consecuencia, ordena que la demandada
Matilde Sandoval Barrera, desocupe el inmueble ubicado en el jirón Tacna número trescientos
cuarentisiete departamento uno del distrito de Santiago de Surco de esta capital en el plazo de
seis días condenándose a la demandada en el pago de costas y costos del proceso; y los
devolvieron en los seguidos por don Francisco Leoncio Huapaya y otra contra doña Matilde
Sandoval Barrera sobre desalojo por ocupación precaria.
SS. PALOMINO THOMPSON / MENDOZA RODRÍGUEZ / WONG ABAD
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CASO 8
8. Nulidad de Acto Jurídico: Cosa Juzgada.- Revisión de hechos juzgados
Se vulnera el principio de la cosa juzgada si se revisa nuevamente los hechos que fueron
materia de análisis y resolución en otro proceso. Es irrelevante el nombre con el que se
denomine la nueva pretensión, si de su contenido se aprecia, que se trata de pretensiones
idénticas con la ya resuelta.
Expediente 1460-97
Sala Nº 3
Lima, dieciséis de enero de mil novecientos noventiocho.
AUTOS Y VISTOS; interviniendo como Vocal ponente el señor Quirós Amayo;
ATENDIENDO: Primero.- Que la resolución materia de grado ha sido impugnada únicamente
en el extremo que declara infundada la excepción de cosa juzgada, y en consecuencia el
pronunciamiento es sobre este aspecto; Segundo.- Que, se advierte de las copias acompañadas
del proceso de contradicción de sentencia interpuesta por la demandante contra la resolución
de fecha seis de diciembre de mil novecientos noventa, recaída en el juicio ejecutivo seguido
por Cresencio León Gálvez, que ésta se sustenta en los mismos fundamentos que la presente
demanda, pero se denomina en distinta forma la pretensión; Tercero.- Que, se pretende que se
declare la nulidad del contrato de mutuo con garantía hipotecaria, es decir el acto jurídico que
fuera materia de la demanda de ejecución, reiterando los fundamentos con los que se
pretendió la contradicción de la sentencia que ordenaba el mandato de ejecución; Cuarto.-
Que, de admitirse ello bastaría con modificar el nombre de la pretensión, pero reiterar los
fundamentos que sustentaban y los mismos hechos podrían revisarse indeterminadamente en
distintas acciones, vulnerándose con ello el principio de la cosa juzgada, al revisarse
nuevamente hechos que fueron materia de análisis y resolución en otro proceso, considerando
con ello que si existe identidad entre los procesos; Quinto.- Que, en consecuencia se da el
presupuesto del artículo cuatrocientos cuarentiséis del Código Procesal Civil; REVOCARON
la resolución de fojas cuarentinueve a cincuenta, su fecha veintiocho de abril de mil
novecientos noventisiete, en el extremo que declara infundada la excepción de cosa juzgada
propuesta por el codemandado Cresencio Bartolomé León Gálvez, REFORMÁNDOLA
declararon fundada dicha excepción, en consecuencia NULO todo lo actuado e improcedente
la demanda, dándose por concluido el proceso, disponiéndose el archivo definitivo de la
causa; debiendo procederse por Secretaría de conformidad con lo dispuesto por el artículo
trescientos ochentitrés del Código Procesal Civil, en los seguidos por Mercedes Bezari Claro
de Avila y otro con Cresencio Bartolomé León Gálvez y otra sobre nulidad de acto jurídico.
SS. QUIROS AMAYO / MAC RAE THAYS / RAMOS LORENZO
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CASO 9
9. Mejor Derecho de Propiedad: Excepción de cosa juzgada.
Las partes que conforman la relación procesal han sometido diversas pretensiones al
conocimiento del aparato jurisdiccional, quien ya ha declarado terminantemente el mejor
derecho de propiedad a favor de la demandada; por tanto, debe ampararse, la excepción de
cosa juzgada. El inciso 2 del artículo 443 del Código Procesal Civil, señala que dicha
excepción es fundada cuando se inicie un proceso idéntico a otro que cuenta con sentencia o
laudo firme.
Exp. N° 1073-2002
3ª. Sala Civil de Lima
Lima, dieciséis de octubre de dos mil dos.
AUTOS Y VISTOS: interviniendo como ponente el señor Vocal Rivera Quispe; Con el
expediente principal que se tiene a la vista y el cuaderno de medida cautelar que se acompaña
en mérito del mandato de fojas trescientos trece; y ATENDIENDO : Primero.- Que de lo
precisado en el concesorio de apelación de fojas doscientos cuarenticuatro, que ha sido
aclarado por resolución de fojas doscientos cuarentiséis, se aprecia que es materia del presente
grado el examen de la resolución número dieciséis de fojas doscientos veintinueve, su fecha
treinta de abril del presente año, que declara infundadas las excepciones de incompetencia,
cosa juzgada, litispendencia y prescripción extintiva; Segundo.- Que, no obstante ello, de los
términos del recurso de apelación de fojas doscientos cuarentidós, interpuesto por la
Asociación de Comerciantes del Mercado “El Naranjal”, se tiene que la impugnación se
orienta a denunciar el hecho de que con mucha anterioridad se ha resuelto un proceso similar,
en clara y directa alusión a la excepción de cosa juzgada que ha sido desestimada por el juez
de la causa, por consiguiente, el examen de este colegiado se ha de limitar a lo resuelto en este
extremo; Tercero.- Que de los términos de la demanda que obra a fojas ciento veintiséis del
expediente principal, así como de la subsanación efectuada a fojas ciento ochentitrés de dicho
cuaderno, fluye con absoluta claridad que las pretensiones principales propuestas en forma
independiente por la parte demandante, vienen a consistir en a) mejor derecho de propiedad
sobre el lote siete de la manzana B-1, parte integrante del lote 2-D del fundo Naranjal de la
urbanización Pro-Vivienda Naranjal, y b) nulidad de inscripción registral del dominio, del
asiento 73712 – tomo 374 y de la ficha registral 1182239 de los Registros de la Propiedad de
los Registros Públicos de Lima y Callao: Cuarto.- Que, a fojas diecisiete de este cuaderno, la
parte recurrente dedúcelas excepciones de incompetencia, litispendencia, cosa juzgada y
prescripción, las cuales constituyen medios técnicos de defensa de carácter procesal; Quinto.-
Que, en lo que respecta a lo que es materia del grado, es decir, la excepción de cosa juzgada,
el excepcionante aduce que con su contraparte vienen litigando desde el año de mil
novecientos setenticuatro, y durante todo este tiempo se han obtenido resoluciones que han
adquirido la autoridad de cosa juzgada, en acciones ejercitadas entre las mismas personas,
sobre la misma cosa e iguales acciones, lo que impide discutir sobre lo ya juzgado, que viene
a ser fundamento principal de la seguridad jurídica, ofreciendo los medios probatorios que allí
se indican referidos a tres procesos judiciales que se han llevado a cabo con anterioridad;
Sexto.- Que, a su turno, la parte demandante, al absolver las excepciones en su escrito de fojas
cincuentiséis, manifiesta entre otras cuestiones, que debe desestimarse la excepción de cosa
juzgada, por cuanto no existen procesos idénticos, en razón que el presente proceso es sobre
mejor derecho de propiedad sobre el terreno del Mercado El Naranjal, haciendo alusión al
proceso que giró ante el Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima con el número 979-
25
80, en donde se habría celebrado improcedente la demanda que pretendiera la Asociación de
Comerciantes para anular la compraventa del Mercado El Naranjal celebrada por sus
propietarios “Asociación Pro Vivienda El Naranjal” y el Sindicato de Trabajadores del
Mercado el Naranjal; Sétimo.- Que, la cosa juzgada es una institución del Derecho Procesal
que tiene como características la inmutabilidad o irrevocabilidad que adquieren los efectos de
la sentencia cuando contra ella no procede ningún recurso (ordinario o extraordinario)
susceptible de modificarla: Octavo.- Que, si bien la cosa juzgada es una figura estrictamente
procesal, sus alcances se proyectan fuera del proceso, recayendo en las relaciones de índole
material, como un efecto de la inmutabilidad de lo decidido que trae como consecuencia el
carácter terminante o definitivo respecto de la certeza de las relaciones sustanciales; Noveno.-
Que, a fojas ochenticuatro del expediente principal, obra la sentencia de fecha primero de
diciembre del año de mil novecientos ochentisiete, emitida por el Vigésimo Segundo Juzgado
de Primera Instancia en lo Civil, expedida en el proceso que giró bajo el número 1253-90, que
en su parte expositiva indica que, entre otras, las pretensiones de la parte demandante
Asociación de Comerciantes del Mercado El Naranjal (hoy parte demandada), consistían en a)
que se declare el derecho de propiedad sobre el bien ubicado en el lote siete de la manzana B-
uno de la urbanización El Naranjal, b) que en vía de reivindicación los demandados le hagan
entrega material y efectiva de la parte del terreno que ocupan ilícitamente, y c) que se les
otorgue la escritura pública correspondiente; Décimo.- Que, la parte resolutiva de la sentencia
glosada, en cuanto a las pretensiones citadas en el considerando precedente, declaró infundada
la demanda en cuanto solicita la reversión del lote siete de la manzana B-uno, y fundada en
parte la misma demanda en los extremos de nulidad de los documentos que contienen ambos
contratos, de indemnización, declaratoria de propiedad y otorgamiento de escritura;
Undécimo.- Que, posteriormente la Sexta Sala Civil de Lima, con fecha nueve de agosto de
mil novecientos noventiuno expide sentencia (obrante a fojas ciento diecisiete del expediente
principal), mediante la cual, luego de un detenido examen de los hechos y las pruebas
actuadas, REVOCÓ la sentencia de primer instancia expedida por el Vigésimo Segundo
Juzgado Civil de Primera Instancia en la parte que declaró infundada la pretensión de
reivindicación y la declaró fundada, asimismo, esta ejecutoria superior CONFIRMÓ extremos
de la sentencia declarando que la verdadera propietaria del inmueble sublitis es la Asociación
de Comerciantes del Mercado El Naranjal, debiendo otorgársele la escritura pública
correspondiente por la Asociación Pro Vivienda Naranjal para que pueda inscribir su derecho
en el registro de la propiedad inmueble, y entregársele la posesión de la parte ocupada por el
Sindicato de Trabajadores del Mercado Central El Naranjal en el término de seis días;
Duodécimo.- Que, el referido proceso culminó indefectiblemente con el pronunciamiento de
la Corte Suprema de Justicia de la República (fojas ciento veinticuatro del expediente
principal), que mediante ejecutoria de fecha veinte de mayo de mil novecientos noventitrés
declaró NO HABER NULIDAD EN LA SENTENCIA DE VISTA, en la parte materia del
recurso, que revocando la apelada declara fundada la demanda de reivindicación interpuesta
por la Asociación de Comerciantes del Mercado En Naranjal, y NO HABER NULIDAD en lo
demás que contiene y es materia del grado: Décimo tercero.- que, con los pronunciamientos
jurisdiccionales que se han detallado, queda firmemente acreditado que el sindicato ahora
demandante agotó el uso de los recursos ordinarios que la ley le concedía para la defensa de la
posición que adopta a lo largo del proceso, recurriendo a través de infructuosos medios
impugnatorios hasta la máxima instancia judicial; Décimo cuarto.- Que, agotados los recursos
ordinarios, la ahora demandante recurrió a un extraordinario al iniciar un proceso de nulidad
de cosa juzgada fraudulenta por ante el Segundo Juzgado Especializado en lo Civil del Cono
Norte de Lima, el cual culminó en su primera instancia con la sentencia de fecha diecisiete de
junio de mil novecientos noventiséis, obrante a fojas uno del presente cuaderno, en donde se
declaró infundada la demanda nulificante; Décimo quinto.- Que, esta decisión fue
debidamente examinada por la Segunda Sala Superior Mixta del Cono Norte de Lima, quien
por sentencia de vista de fojas ocho, su fecha treinta de octubre de mil novecientos
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noventiséis, confirmó la sentencia que declaró infundada la demanda de nulidad de cosa
juzgada fraudulenta interpuesta por el sindicato de Trabajadores del Mercado Central El
Naranjal contra la Asociación de Comerciantes del Mercado Naranjal: Décimo sexto.- Que,
del mismo modo que el proceso que se venía cuestionando, el proceso de nulidad de cosa
juzgada fraudulenta ha terminado con el pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia de
la República, que con fecha quince de agosto de mil novecientos noventisiete declaró en esta
oportunidad improcedente el recurso de casación interpuesto; Décimo sétimo.- Que, en
atención a todo lo expuesto, se aprecia que con anterioridad a la instauración del presente
proceso, las partes que conforman la relación procesal han sometido diversas pretensiones al
conocimiento del aparato jurisdiccional, quien ya ha declarado terminantemente el mejor
derecho de propiedad a favor de la Asociación de Comerciantes del Mercado El Naranjal
respecto al predio ubicado en el lote siete de la manzana B-uno de la urbanización El
Naranjal; Décimo octavo.- Que, siendo ello así, es evidente que la excepción de cosa juzgada
que se ha propuesto en el escrito de fojas diecisiete, debe ser amparada, teniendo en
consideración que el inciso segundo del artículo cuatrocientos cincuentitrés del Código
Procesal Civil es claro en señalar que es fundada la excepción de cosa juzgada cuando se
inicie un proceso idéntico a otro que cuenta con sentencia o laudo firme; Décimo noveno.-
Que, se advierte la existencia de identidad de procesos desde que las partes intervinientes son
las mismas y la pretensión independiente de mejor derecho de propiedad que propone el
Sindicato de Trabajadores del Mercado Central El Naranjal, en su demanda de fojas ciento
veintiséis, subsanada a fojas ciento ochentitrés del expediente principal, constituye una
cuestión que ha sido objeto de sendos pronunciamientos judiciales, habiendo agotado los
accionantes tanto los recursos ordinarios así como los extraordinarios sin que hayan logrado
variar la situación jurídica establecida por dichas sentencias, en contra de sus intereses;
Vigésimo.- que, además de ello, de la instrumental que copiada corre a fojas ciento
veinticuatro de este cuaderno, se observa que con fecha catorce de enero de mil novecientos
noventicuatro el Sindicato de Trabajadores del Mercado Central El Naranjal recurrió al
Juzgado Especializado en lo Civil del Cono Norte a efectos de interponer demanda acumulada
de reconocimiento de derechos y acciones y de mejor derecho de propiedad, proceso que
habría concluido al declararse fundada la excepción de cosa juzgada allí deducida, tal como se
advierte del acta de la audiencia de saneamiento que copiada corre a fojas ochenta, llevada a
cabo el nueve de noviembre de mil novecientos noventicuatro; fundamentos por las cuales:
REVOCARON la resolución número dieciséis de fojas doscientos veintinueve, su fecha
treinta de abril del presente año, en el extremo apelado que declara infundada la excepción de
cosa juzgada; REFORMANDOLA en dicha parte: Declararon: FUNDADA la referida
excepción, y como consecuencia de ello, NULO TODO LO ACTUADO y CONCLUIDO EL
PRESENTE PROCESO en lo que respecta a la primera pretensión independiente de
declaración de mejor derecho de propiedad, que se plantean en la demanda que obra a fojas
ciento veintiséis del expediente principal, subsanada por escrito de fojas ciento ochentitrés del
referido cuaderno; Debiendo continuarse con el trámite de proceso en lo que respecta a las
pretensiones subsistentes; DISPUSIERON que el presente cuaderno corra con el expediente
principal que se tiene a la vista, y de ser el caso, oportunamente sea devuelto a su juzgado de
origen.- En los seguidos por el Sindicato de Trabajadores del Mercado Central El Naranjal
con Asociación de Comerciantes del Mercado El Naranjal y otros sobre mejor derecho de
propiedad y otros. Notificándose.
SS. RIVERA QUISPE / JÁUREGUI BASOMBRÍO / AMPUDIA HERRERA
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CASO 10
10. Reivindicación: Requisitos de la excepción de cosa juzgada y un caso en el cual no nos encontramos ante procesos idénticos (*)
La excepción de cosa juzgada requiere: a) Que las personas que siguieron el juicio sean las
mismas; b) Que la causa o acción y la cosa u objeto sean idénticos; y, c) Que el juicio haya
terminado por sentencia ejecutoriada.En el presente caso, falta el segundo de estos requisitos
pues el proceso de reivindicación es distinto al de división y partición y al de petición de
herencia.
(*) Esta Jurisprudencia se publicó en el Tomo N° 16 de Diálogo con la Jurisprudencia
Casación 02-99-PIURA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
Demandante : Julio Rolando Navarro Brand.
Demandado : Flor de María Fernández Brand.
Asunto : Reivindicación y otros.
Fecha : 8 de julio de 1999 (Publicada el 30/9/99).
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número dos - noventinueve, en Audiencia Pública de la fecha y
producida la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia;
MATERIA DEL RECURSO:
Se trata del Recurso de Casación interpuesto por don Julio Rolando Navarro Brand, mediante
escrito de fojas doscientos sesenticinco, contra la resolución emitida por la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Piura de fojas doscientos sesenta, su fecha veinticuatro de
noviembre de mil novecientos noventiocho que revocando la apelada de fojas doscientos
cuarentidós, su fecha dieciséis de octubre del mismo año, declara fundada la excepción de
cosa juzgada, nulo todo lo actuado y por concluido el proceso;
FUNDAMENTOS DEL RECURSO:
Que, concedido el Recurso de Casación a fojas doscientos sesentinueve, fue declarado
procedente por resolución de fecha dieciocho de enero del presente año, porque el auto de
vista ha declarado fundada la excepción de cosa juzgada, sin que ella exista, por cuanto se
trata de situaciones y pretensiones jurídicas enteramente distintas y diferentes y no habiendo
identidad de acciones, es improcedente la excepción de cosa juzgada;
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, la excepción de cosa juzgada requiere a) Que las personas que siguieron el
juicio sean las mismas; b) Que la causa o acción y la cosa u objeto sean idénticos; y, c) Que el
juicio haya terminado por sentencia ejecutoriada;
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Segundo.- Que, en este caso falta el segundo de estos requisitos, porque el proceso de
reivindicación es distinto al de división y partición y al de petición de herencia, ya que el
primero es el que sigue el propietario no poseedor contra el poseedor no propietario, el
segundo es para poner fin a la copropiedad y el tercero es la acción que tiene el heredero que
no posee los bienes que considera que le pertenece y se dirige contra quien lo posea en todo o
en parte a título sucesorio, para excluirlo o para concurrir con él;
Tercero.- Que, el Artículo cuatrocientos cincuentitrés del Código Procesal Civil exige también
para la excepción de cosa juzgada que el proceso sea idéntico al otro que ha sido resuelto con
sentencia o laudo firme;
Cuarto.- Que, esto determina que la excepción de cosa juzgada no pueda prosperar, pero la
Sala debe tener presente que el auto apelado además de declarar infundada la excepción de
cosa juzgada declaró nulo todo lo actuado e improcedente la demanda en aplicación del inciso
primero del Artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Civil; por lo que debe
emitir pronunciamiento al respecto;
Quinto.- Que, en consecuencia, se ha incurrido en la causal de nulidad contemplada en el
Artículo ciento setentiuno del Código Adjetivo; por lo que se presenta la causal del inciso
tercero del Artículo trescientos ochentiséis de dicho Código;
Sexto.- Que, por las razones expuestas y de conformidad con el acápite dos punto uno del
inciso segundo del Artículo trescientos noventiséis del citado Código, declararon FUNDADO
el Recurso de Casación de fojas doscientos sesenticinco interpuesto por don Julio Rolando
Navarro Brand; y en consecuencia declara NULO el auto de vista de fojas doscientos sesenta,
su fecha veinticuatro de noviembre den mil novecientos noventiocho; ORDENARON que el
órgano jurisdiccional inferior expida nuevo fallo con arreglo a Ley; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por don Julio Rolando Navarro Brand con doña Flor de María Fernández Brand
sobre reivindicación y otros; y los devolvieron.
SS. URRELLO A., ORTIZ B.; SÁNCHEZ PALACIOS P.; ECHEVARRÍA A.; CASTILLO
LA ROSA S.
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CASO 11
11. Divorcio: Cosa juzgada.- Configuración
La cosa juzgada es un instituto procesal que constituye uno de los fundamentos de la
seguridad juridica consistiendo en la inmutabilidad de las ejecutorias judiciales; la excepción
de cosa juzgada o “res iudicata” implica la presencia de la triple identidad entre el proceso
anterior que ha quedado consentido o ejecutoriado y el nuevo que se pretende intentar sobre la
“cadem res” y que son: “idem corpus”, que es el mismo objeto o derecho ventilado; “eadem
causa personarum” que viene a ser el interés para obrar de los sujetos; y “res inter partes” o
identidad de las parte
CAS. 1370-2003 CUSCO
CAS. 1370-2003 CUSCO. Divorcio. Lima, veintiséis de setiembre del dos mil tres.- LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA, vista la causa número mil trescientos setenta guión dos mil tres; con los
acompañados; en audiencia pública de la fecha, y producida la votación con arreglo a ley,
emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación de
fojas ciento cincuenta, interpuesto por Agustina Fuentes Gonzáles contra el auto de vista de
fojas ciento cuarenta, su fecha once de marzo del año en curso; expedido por la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior del Cusco, que confirmó el auto apelado que declaró infundada la
excepción de cosa juzgada propuesta contra la pretensión de divorcio absoluto y fundada la
propuesta contra la pretensión de liquidación de gananciales, y revocó el extremo que
declaraba infundada la excepción de prescripción extintiva propuesta contra la pretensión de
indemnización por daños y perjuicios, la que reformándolo declaró improcedente e
innecesario su pronunciamiento; en los seguidos por Porfirio López Siancas con la recurrente
sobre divorcio; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, por resolución del nueve de julio
del año en curso, obrante a fojas dieciocho del cuadernillo formado en esta suprema sala, se
declaró procedente el recurso de casación por la causal prevista en el inciso tercero del
artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil; sustentada en la contravención de
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, ya que la impugnada se ha emitido
sin estar completo el cuaderno de excepciones, pues no obran las piezas importantes como su
escrito de contestación a la demanda y la acción reconvencional, donde expuso los extremos
de su pretensión de liquidación de gananciales, la que resultaba necesaria para determinar si
se produce la triple identidad; que así, en el anterior proceso la separación de patrimonios sólo
se ha dado respecto a uno de los bienes, sin que exista división del inmueble ubicado en la
dudad de Lima que, con tal actuar se viola el debido proceso conforme al artículo primero del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, concordante con los artículos ciento treintitrés,
cuatrocientos cuarentisiete y ciento setentiuno de ese mismo texto legal; más aún, si tampoco
se tomó en cuenta su contestación, basándose la sala en la resolución apelada; y si de la
acción reconvencional se desprende que en el proceso anterior sólo se dividió un inmueble del
Distrito de Wanchaq, más no el de la Ciudad de Lima, existiendo otros bienes que no han sido
objeto de distribución, de modo que con lo resuelto se le priva de su derecho de gananciales y
se vulnera el artículo tercero del Título Preliminar del Código Procesal Civil;
CONSIDERANDO: Primero.- Que, el debido proceso, consagrado en el o en el inciso tercero
del artículo ciento treintinueve de la carta magna, es el conjunto de garantías que protegen a
los ciudadanos sometidos a cualquier cuestión litigiosa, con el fin de asegurarles una
cumplida y recta administración de justicia, en orden de procurarles segundad jurídica y que
las decisiones se pronuncian conforme a derecho; Segundo.- Que, de acuerdo a los términos
de la demanda de fojas treinticinco del expediente principal, Porfirio López Siancas interpuso
acción de divorcio por causal de separación de hecho de los cónyuges por más de dos años y
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acumulativamente la exoneración de alimentos e indemnización por daños y perjuicios,
dirigiéndola contra la recurrente toda vez que afirma llevan separados más de veintiséis años,
consecuentemente solicitó el fenecimiento de la sociedad conyugal y la disolución del vínculo
matrimonial, la exoneración de la pensión alimenticia a su cargo y la correspondiente
reparación civil al haber la emplazada usufructuado el bien que le corresponde como derecho
de gananciales ubicado en la urbanización u dos guión nueve del Distrito de Wanchaq, Cusco;
Tercero.- Que admitida a trámite la demanda sólo por la pretensión de divorcio, por escrito de
fojas cuarentinueve, la recurrente absolvió el traslado de la misma en sentido negativo
solicitando en vía reconvencional la liquidación de la sociedad de gananciales y el cobro de
los frutos civiles respecto del inmueble sito en manzana v guión uno número cuarenta de la
Urbanización San Diego Primera Etapa, Distrito de San Martín de Porres, que le corresponde
al accionante como miembro de la Cooperativa Policial de Vivienda, ofreciendo como medio
probatorio para el efecto indicado, el informe que deberá expedir la cooperativa aludida y la
exhibición que deberá efectuar el actor de los títulos de propiedad del mismo bien social
acreditando la existencia del inmueble mediante el documento de fojas sesentiuno del
principal, debiendo precisarse que la reconvención propuesta se admitió mediante resolución
corriente a fojas setentidós; Cuarto .- Que, como se aprecia del cuaderno de excepciones, a
fojas cuarentinueve la recurrente propuso, entre otras, la excepción de cosa juzgada,
esgrimiendo como argumentos que con anterioridad ha seguido con el actor dos procesos
sobre divorcio absoluto (expedientes número seiscientos noventa guión - setenticinco y
setecientos treintinueve guión setentiocho), acciones que fueron declaradas infundadas, en
consecuencia al existir dos sentencias que han adquirido la autoridad de cosa juzgada la
demanda del accionante deviene en improcedente; asimismo alegó que el extremo referido a
la indemnización no puede prosperar por cuanto el inmueble respecto del cual se le reclama la
reparación es de su exclusiva propiedad, situación establecida mediante sentencia ejecutoria
expedida en el expediente número mil ciento sesentiséis guión setenticinco, seguido entre las
mismas partes sobre separación de bienes existiendo también cosa juzgada respecto a esta
pretensión; Quinto.- Que, al absolver el traslado de las excepciones tal como se verifica a
fojas sesentidós, el demandante propuso excepción de cosa juzgada respecto de la demanda
reconvencional de liquidación de gananciales argumentando que existe con anterioridad un
pronunciamiento judicial sobre separación de patrimonios conforme a lo señalado
precedentemente en el cual la recurrente se ha apoderado de todos los bienes sociales no
existiendo otro bien que dividir y atendiendo que la finalidad y propósito de la reconvención
planteada es precisamente tal circunstancia, la acción incoada por la emplazada debe
declararse infundada; Sexto.- Que las instancias de mérito han resuelto uniformemente
declarar fundada la excepción propuesta por el actor e infundada la formulada por la
recurrente arribando a la conclusión de que en el primer caso y según se advierte de la
sentencia de fojas doscientos diez, recaída en el expediente acompañado número mil ciento
sesentiseis guión setenticinco, las partes han sostenido un proceso sobre separación de bienes
instada por Agustina Fuentes de López contra Porfirio López Siancas, resolución que ha sido
declarada firme en dicho proceso liquidándose posteriormente el patrimonio conforme a ley; y
en el segundo, que está demostrado en autos que los procesos de divorcio instados con
anterioridad al presente por el demandante fueron por causales diferentes a la invocada en la
demanda; Sétimo.- Que, en atención lo expuesto debe señalarse en primer término que la cosa
juzgada es un instituto procesal que constituye uno de los fundamentos de la seguridad
juridica consistiendo en la inmutabilidad de las ejecutorias judiciales; la excepción de cosa
juzgada o “res iudicata” implica la presencia de la triple identidad entre el proceso anterior
que ha quedado consentido o ejecutoriado y el nuevo que se pretende intentar sobre la “cadem
res” y que son: “idem corpus” , que es el mismo objeto o derecho ventilado; eadem causa
personarum que viene a ser el interés para obrar de los sujetos; y “res inter partes” o identidad
de las partes; Octavo.- Que, analizando el vicio in procedendo acusado por la recurrente se
advierte del proceso acompañado signado con el número mil ciento sesentiseis guión
31
setenticinco, que Agustina Fuentes Gonzáles mediante escrito de fojas cuatro interpuso
demanda de separación de bienes dirigiéndola contra Porfirio López Siancas solicitando que
el juez de primera instancia se sirva acceder a su solicitud pues ha sido víctima de maltratos y
abusos por parte del ahora demandante señalando para tal efecto, los bienes comunes de
propiedad de ambos cónyuges precisando que la mayoría de ellos fueron adquiridos con
dinero proveniente de su propio peculio; Noveno.- Que, la sentencia corriente a fojas
doscientos diez del proceso indicado dispuso la separación de bienes instada por la ahora
demandada estableciéndose que el inmueble ubicado en la urbanización u dos guión nueve del
Distrito de Wanchaq, y otros bienes muebles se separen en la proporción de cincuenta por
"ciento para cada cónyuge, declarándose sin lugar la demanda en cuanto a la separación de los
bienes respecto de los cuales no se ha podido establecer que sean comunes, disponiéndose que
el resto de bienes inventariados que son menajes de casa deberán ser entregados a la cónyuge
actora, resolución que quedó ejecutoriada conforme se advierte a fojas doscientos quince y
vuelta, consecuentemente fluye de dicho proceso acompañado la existencia de una resolución
con autoridad de cosa juzgada y por tanto la declaración de certeza de la separación de los
bienes comunes la misma que tiene carácter de inmutable y definitiva. Décimo.- Que, no
obstante, debe agregarse que la acción reconvencional de la recurrente y su casación
interpuesta se sustenta en la supuesta existencia de un inmueble en la Ciudad de Lima que no
fue objeto de la separación de bienes aludida y que en esta acción demanda como separación
patrimonial, pero respecto de lo cual no ha acreditado su existencia siendo insuficiente el
simple enunciado en su escrito de reconvención, a lo que se agrega que si dicho bien inmueble
se hubiera adquirido con anterioridad al proceso acompañado sobre separación de bienes
debió ser incluido en éste precluyendo la posibilidad de reclamarlo posteriormente y si
hubiera sido adquirido después de tal proceso su propiedad correspondería a quien lo hizo en
virtud de los efectos de la separación de bienes sentenciada, y siendo que las resoluciones
expedidas por las instancias de mérito han sido expedidas teniendo a la vista todos los
procesos seguidos entre las partes, es decir, con análisis y compulsa de las pruebas como lo
exige la ley procesal, no se advierte la contravención de normas que garantizan el debido
proceso que se ha denunciado, que en consecuencia, de conformidad con el artículo
trescientos noventisiete del Código Procesal Civil declararon INFUNDADO el recurso de
casación de fojas ciento cincuenta interpuesto por Agustina Fuentes Gonzáles en
consecuencia: NO CASARON la resolución de vista de fojas ciento cuarenta, su fecha once
de marzo del año en curso; CONDENARON a la recurrente al pago de las costas y costos
originados en la tramitación del presente recurso, así como a la multa de dos unidades de
referencia procesal; ORDENARON se publique la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano , en los seguidos por Agustina Fuentes Gomales contra Porfirio López Siancas, sobre
divorcio por causal, y los devolvieron.-
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32
CASO 12
12. Desalojo: Diferencia entre cosa juzgada formal y material
Debe distinguirse la cosa juzgada formal y la cosa juzgada material; entendida la primera,
cuando produce sus consecuencias en relación al proceso en que ha sido emitida, pero que no
impide su revisión en otro distinto, en el cual puede reabrirse el debate; y la segunda,
sustancial, cuando la resolución es inimpugnable, produciendo sus efectos tanto en el proceso
en que ha sido emitida, como en cualquier otro distinto o posterior, impidiendo que el tema de
fondo se someta a nueva a discusión. La cosa juzgada formal este referida a la firmeza, a la
calidad firme de una resolución, y que ello es un efecto propio de todas las resoluciones
judiciales, no solamente las sentencias; empero, la cosa juzgada material, la verdadera cosa
juzgada, no la produce todas las resoluciones judiciales, sino, en principio, las sentencias
sobre el fondo, y por tanto supone la vinculación en otro proceso, y tiene un carácter interno y
externo para cualquier otro tipo de proceso
CAS. N° 771-2007 LIMA.
CAS. N° 771-2007 LIMA. Lima, diecisiete de mayo de dos mil siete.- La Sala Civil
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la Republica, vista la causa numero
setecientos setenta y uno guión dos mil siete en audiencia pública de la fecha y producida la
votación correspondiente de acuerdo a ley, emite la siguiente resolución: 1. MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por el demandante Banco Financiero
del Perú, contra la sentencia de vista de fojas doscientos, su fecha tres de octubre de dos mil
seis, expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
confirmando la sentencia apelada de fojas ciento treinta y uno, su fecha dieciséis de
noviembre de dos mil cinco, declara Improcedente las pretensiones contenidas en la demanda;
en los seguidos con Guillermo Valdivieso Calderón y Dominga Noemi Ramírez Salazar,
sobre desalojo por ocupación precaria y otro. 2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE
HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Suprema Sala de Casación,
mediante auto de fecha tres de abril último, ha estimado procedente el recurso de casación por
la causal prevista en el inciso 3° del artículo 386 del Código Procesal Civil, sobre
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, por haberse
denunciado: a) que se ha infringido el artículo 656 del Código Adjetivo acotado, sustentado
en que la Sala Superior habría considerado que los demandados inscribieron su propiedad
antes que se inscriba la adjudicaci6n del inmueble a favor del Banco accionante y que, por lo
mismo, no procede el desalojo; empero, no se habría tenido en cuenta que conforme a la
norma procesal citada el adquirente de un bien embargado asume la carga hasta por el monto
del embargo inscrito, habiendo los demandados adquirido la propiedad del bien cuando el
mismo se encontraba embargado, y por lo tanto aceptaron como posible que el mismo fuera
rematado o adjudicado para pagar el derecho de crédito; b) que se ha contravenido el artículo
123 del Código Procesal Civil, por cuanto el Colegiado Superior ha considerado que la
sentencia dictada en el proceso seguido por el Banco contra la empresa Servicio Integral de
Seguridad y otros no tiene la calidad de cosa juzgada debido a que los demandados no fueron
parte en el citado proceso, empero no se ha considerado que la resolución que se invoca con la
calidad de cosa juzgada no es la citada sentencia, sino la resoluci6n Superior de fecha
veintisiete de marzo de dos mil tres, expedida en ejecución de sentencia, en donde se rechazó
la oposición de los demandados a la inscripci6n de la adjudicaci6n de la propiedad a favor del
Banco demandante y se dio la razón a este; y, c) la infracción del artículo 139 inciso 2° de la
Constitución Política del Estado, pues -según sostiene el recurrente- se ha desconocido los
efectos de cosa juzgada de la resolución superior de fecha veintisiete de marzo de dos mil tres,
ya que dicha resolución ha determinado lo siguiente: que la adquisición a favor del Banco se
33
produjo; que procede la inscripci6n de la adjudicaci6n y que la propiedad de los demandados
no es oponible en la medida que el embargo estuvo inscrito con anterioridad; que, así, se
habría afectado el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, porque según el Colegiado
Superior se ha producido un conflicto entre dos inscripciones compatibles, y que, por lo tanto,
ello debe ser dilucidado previamente en otro proceso, esto es, de mejor derecho de propiedad,
sin haberse advertido que ya no existía derecho en conflicto y que solamente estaba pendiente
el recupero de la posesión, porque con la adjudicaci6n del bien se dejó sin efecto cualquier
otra transferencia; siendo que los argumentos de los demandados, referidos a que existen dos
propietarios sobre el inmueble, recién fueron invocados en la contestación de la demanda, y
que, por ende, el Banco no podía conocer dicho argumento al formular la demanda, no
existiendo norma alguna que señale que para poder ejercitar el derecho de acción se tenga que
efectuar en funci6n de los futuros argumentos de la contraparte, pues, en todo caso, a quien
correspondía iniciar el mejor derecho de propiedad era a los demandados y no al Banco
demandante, resultando en el Tondo dicha pretensión una tercería de dominio que fue
rechazada anteriormente por extemporánea. 3. CONSIDERANDO: Primero.-Que, en el caso
sub materia, el Banco Financiero del Perú interpuso demanda acumulada contra los cónyuges
Guillermo Valdivieso Calderón y Dominga Noemí Ramírez Salazar, formulando como
pretensión principal que los demandados desocupen el inmueble sub litis, ubicado en la Calle
Galicia numero ciento noventa y cinco de la Urbanización Residencial Higuereta en Surco,
provincia y departamento de Lima, por ser los mismos ocupantes precarios porque se habría
extinguido el derecho de estos debido a la adjudicación del bien a favor del Banco; y como
pretensión subordinada, la restitución del mismo bien, ya que como consecuencia de la
adjudicaci6n se habría extinguido el derecho de los demandados, por consiguiente, ahora
tendrían la obligación de restituir el inmueble. Segundo.- Que, el Juez de la causa ha
declarado improcedente la demanda mediante sentencia de fecha dieciséis de noviembre de
dos mil cinco, considerando sustancialmente que los demandados cuentan con derecho de
propiedad inscrito al igual que el Banco demandante; resolución que ha sido confirmada por
la Sala de mérito, la que ha ponderado que en el presente proceso se ha producido un conflicto
entre dos inscripciones compatibles sobre un mismo inmueble, y que, por lo tanto, debe ser
dilucidado previamente en otro proceso, esto es, mediante la pretensión de mejor derecho de
propiedad. Tercero.-Que, los demandados Guillermo Valdivieso Calderón y esposa Dominga
Noemí Ramírez inscribieron su derecho de propiedad con fecha dieciocho de agosto de dos
mil, en merito a la escritura pública de compraventa de fecha quince de octubre de mil
novecientos noventa y siete, otorgada por los anteriores propietarios Carlos Enrique Franco
Alva y esposa, según documento que en copia corre a fojas cincuenta y ocho; y, por su parte,
el Banco demandante tenia anotada una medida cautelar de embargo con fecha veintiuno de
diciembre de mil novecientos noventa y ocho, en el proceso seguido contra el citado Carlos
Enrique Franco Alva, y otros, según la ficha y partida registral del inmueble obrante de fojas
siete a catorce; declarándose procedente la adjudicación del referido inmueble al Banco,
según lo ordenado en las resoluciones de fecha dieciocho de mayo y dieciocho de julio del
año dos mil; y por resolución Superior numero ciento veintinueve, de fecha veintisiete de
marzo del dos mil tres, se revoque en parte la resolución apelada y declare fundado el pedido
del Banco para que remita los partes a los Registros Públicos a efectos de que proceda la
inscripción de la adjudicación, y se confirma el extremo que declare inadmisible el
lanzamiento, debiendo hacerlo valer con arreglo a ley; efectuándose la inscripción de la
adjudicación con fecha quince de octubre del dos mil tres conforme a la referida partida
registral. Cuarto.- Que, en la referida resolución Superior de fecha veintisiete de marzo del
dos mil tres se declare fundado el pedido del Banco para que se remitan los partes a los
Registros Públicos y se inscriba la adjudicación, pero en dicha resolución no se resolvió la
situación del mejor derecho de propiedad respecto del inmueble, por cuanto no era materia
controvertida en el precitado proceso de obligación de dar suma dinero, y, además, porque los
ahora demandados no eran parte del referido proceso; estableciéndose en el noveno
34
considerando de la resolución glosada que el proceso de obligación de dar suma de dinero no
era la vía idónea para declarar el mejor derecho de propiedad; y que, si bien en el
considerando sétimo se señala que la medida cautelar de embargo fue inscrita antes que la
inscripción de la transferencia a favor de los demandados y se invoca el artículo 656 del
Código Procesal Civil, se advierte que ello fue para efectos de resolver el pedido de
inscripción de la adjudicación, mas no para pronunciarse sobre una pretensión de mejor
derecho de propiedad, por no ser materia controvertida, ni ser los demandados parte del
proceso. Quinto.- Que, el artículo 123 del Código Procesal Civil regula la cosa juzgada,
señalando que una resolución adquiere la calidad de cosa juzgada cuando: 1) no proceden
contra ella otros medios impugnatorios que los ya resueltos; y, 2) cuando las partes renuncian
-expresamente a interponer medios impugnatorios o dejan transcurrir los plazos sin
formularlos; precisando la norma acotada que la cosa juzgada solo alcanza a las partes y a
quienes de ellos deriven sus derechos, sin embargo, se puede, extender a terceros cuyos
derechos dependen de los de las partes, si hubieran sido citados con la demanda. Sexto.- Que,
en materia de cosa juzgada, comentada en el considerando precedente, debe distinguirse la
cosa juzgada formal y la cosa juzgada material; entendida la primera, cuando produce sus
consecuencias en relación al proceso en que ha sido emitida, pero que no impide su revisión
en otro distinto, en el cual puede reabrirse el debate; y la segunda, sustancial, cuando la
resolución es inimpugnable, produciendo sus efectos tanto en el proceso en que ha sido
emitida, como en cualquier otro distinto o posterior, impidiendo que el tema de fondo se
someta a nueva a discusión. Al respecto el autor español Juan Montero Aroca señala que la
cosa juzgada formal este referida a la firmeza, a la calidad firme de una resolución, y que ello
es un efecto propio de todas las resoluciones judiciales, no solamente las sentencias; empero,
como lo precisa el mismo autor, la cosa juzgada material, la verdadera cosa juzgada, no la
produce todas las resoluciones judiciales, sino, en principio, las sentencias sobre el fondo, y
por tanto supone la vinculación en otro proceso, y tiene un carácter interno y externo para
cualquier otro tipo de proceso (Juan Montero Aroca, Manuel Ortell Ramos y otros: "Derecho
Jurisdiccional". Tomo II. Proceso Civil. Sétima Edición. Tirant Lo Blanch. Valencia mil
novecientos noventa y siete. Paginas trescientos sesenta y dos a trescientos sesenta y cinco).
Sétimo.- Que, en el presente caso no se advierte la existencia de una cosa juzgada que
resuelva la pretensión sobre mejor de derecho de propiedad; no pudiendo considerarse que la
Resolución Superior que se invoca tenga esa calidad, porque la misma no fue expedida en un
proceso de esa naturaleza, y además porque los ahora demandados no fueron parte del proceso
en que se ha resuelto la adjudicación; y, si bien los demandados habían formularon oposición
a la inscripción, el Colegiado Superior considera que la reclamación sobre un mejor derecho
de propiedad no era materia del citado proceso; no habiéndose contravenido el principio de la
cosa juzgada a que se refieren los artículos 123 del Código Procesal Civil y 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Estado, conforme ha sido examinado en los considerandos
precedentes. Octavo.- Que, no puede considerarse que con la adjudicación del inmueble a
favor del Banco demandante se hubiera extinguido la inscripción del derecho de propiedad de
los demandados, por cuanto estos no fueron parte ejecutada o terceros demandados en el
referido proceso de obligación de dar suma de dinero, y, además, porque en la inscripción de
la cancelación de gravámenes de fojas catorce no aparece que se hubiera dispuesto la
cancelación de la inscripción del derecho de propiedad de dichos demandados, quienes
cuentan con una inscripción vigente, la que mantiene su validez mientras no se declare
judicialmente lo contrario, según el artículo 2013 del Código Civil. Noveno.- Que, en ese
sentido, existiendo dos inscripciones vigentes respecto de un mismo bien inmueble, la
controversia sobre el citado bien debe dilucidarse mediante la acción correspondiente, sobre
mejor derecho de propiedad o, de ser el caso, en vía de reivindicación que contenga dicha
pretensión; no resultando viable en la acción de desalojo, según lo han considerado las
instancias de mérito. Décimo.- Que, los argumentos del Banco recurrente, referidos a que
contaba con una medida cautelar de embargo de fecha anterior a la inscripción del derecho de
35
propiedad de los demandados, y de que estos contaban con una escritura pública de
compraventa inscrita con fecha posterior a la inscripción de la medida cautelar, la que habría
quedado sin efecto en virtud de la adjudicación a favor de aquella entidad, tales alegatos son
impertinentes en este proceso de desalojo, los que podrían serlo en otra vía, mediante la
acción idónea que corresponda, según se ha señalado anteriormente; por ende, no resulta
pertinente la invocación de los alcances del artículo 656 del Código Procesal Civil.
Undécimo.- Que, por otro lado, tampoco se ha configurado el supuesto de afectación del
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva del recurrente, por cuanto no resulta atendible la
pretensión subordinada de restitución del inmueble, pues, conforme se ha señalado
anteriormente, existe un conflicto respecto de dos inscripciones sobre un mismo bien; lo que
debe ser dilucidado previamente mediante la acción que legalmente corresponda; no siendo
procedente el desalojo como pretensión principal, ni como pretensión subordinada, vía
restitución. Duodécimo.- Que, finalmente, si bien se aprecia que la Sala de mérito ha
incurrido en error al considerar que se presenta un conflicto entre dos inscripciones
compatibles, ello constituye un error que no afecta el sentido de l0 resuelto, respecto de que la
demanda de desalojo es improcedente; debiendo entenderse que el conflicto se presenta entre
dos derechos incompatibles que si bien han accedido al registro, la ineficacia de uno de ellos
debe ser dilucidada a través de la acción correspondiente, según queda explicado
anteriormente; procediéndose a efectuar la corrección correspondiente, conforme a lo
prescrito en el último párrafo del artículo 397 del Código Procesal Civil. Décimo Tercero.-
Que, en consecuencia, no se ha configurado la causal por vicios in procedendo, por lo que el
recurso de casación deviene en infundado, conforme a lo previsto en la citada norma adjetiva.
4. DECISION: Por tales consideraciones: a) Declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por el Banco Financiero del Perú obrante a fojas doscientos nueve; en
consecuencia, decidieron NO CASAR la sentencia de vista de fojas doscientos, su fecha tres
de octubre de dos mil seis, emitida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Lima. b)
CONDENARON a la entidad recurrente al pago de las costas y costos originados en la
tramitación del presente recurso, así como al pago de la multa de dos Unidades de Referencia
Procesal. c) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos con don Guillermo Valdivieso Calderón y
Dominga Noemí Ramirez Salazar, sobre desalojo; actuando como Vocal Ponente el señor
Caroajulca Bustamante; y los devolvieron.- SS. VASQUEZ VEJARANO, CARRION LUGO,
CAROAJULCA BUSTAMANTE, SANTOS PENA, MANSILLA NOVELLA C-99329-104
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CASO 13
13. Indemnización: Cosa juzgada Límites objetivos
Los límites objetivos de la cosa juzgada se circunscriben al objeto procesal. Tal objeto tiene
las siguientes vertientes: identidad de la cosa o petitum e identidad de la causa de pedir o
causa petendi. La autoridad de la cosa juzgada se extiende a todas aquellas cuestiones que han
sido debatidas en el proceso y decididas por la sentencia. Desde luego, dentro una perspectiva
global, la identidad de objeto se encuentra indisolublemente ligada a la identidad de partes, o
sus sucesores procesales, y al interés para obrar como precisa el artículo 452 del Código
Procesal Civil. La identidad de la cosa se plasma en la pretensión y su correspondiente
resistencia.
CAS. Nº 724-2006 LAMBAYEQUE.
CAS. Nº 724-2006 LAMBAYEQUE. Lima, veintidós de marzo del dos mil siete. LA SALA
DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA; con los acompañados; vista la causa en el día de la fecha y
producida la votación con arreglo a Ley, emite la presente sentencia. 1. MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por la actora, Negociación Agrícola
Vista Alegre Sociedad Anónima, contra la resolución de vista de fojas quinientos noventa y
cuatro, su fecha veinticinco de enero de dos mil seis, expedida por la Primera Sala Civil
Especializada de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que confirma la apelada de
fojas quinientos setenta y uno, de fecha dos de setiembre de dos mil cinco, que declara
fundada la excepción de cosa juzgada, y en consecuencia, nulo lo actuado y concluido el
proceso. 2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE
EL RECURSO: Mediante resolución de fecha siete de agosto del dos mil seis, se ha declarado
procedente el recurso de casación por la causal del inciso tercero del artículo 386 del Código
Procesal Civil, exponiendo los siguientes cargos: Que la resolución impugnada ha
contravenido el numeral 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado, así como el
artículo 122 del Código Procesal Civil, porque si bien el expediente número 2482-99, versó
sobre responsabilidad contractual, no menos cierto es que su petitorio precisó con exactitud
cuáles eran los incumplimientos de la demandada, que hicieron surgir su derecho a pretender
una indemnización, siendo estos completamente distintos a los que se solicitan en este
proceso, incurriendo de esta manera el supuesto de motivación aparente. 3.
CONSIDERANDOS: PRIMERO: El auto apelado de fecha dos de Septiembre de dos mil
cinco, hace mérito de lo resuelto en el proceso seguido entre las mismas partes ante el Primer
Juzgado Civil de Chiclayo, sobre indemnización por incumplimiento de obligaciones
derivadas del contrato de molienda de fecha veintinueve de agosto de mil novecientos noventa
y ocho, el que terminó por sentencia de la Corte Suprema que ordenó a la demandada
Empresa Agroindustrial Tumán Sociedad Anónima indemnizar a la demandante, luego se
refiere al contrato de molienda y se sustenta en lo dispuesto en los artículos 1321 del Código
Civil y 11 del Código Procesal Civil, concluyendo que es fundada la excepción por las
razones que expone; y el auto de vista que confirma el apelado, recoge dicha fundamentación,
y añade otras consideraciones, como que la sentencia ordena una indemnización por todo
concepto de daños y perjuicios, más intereses. En consecuencia, las resoluciones de mérito se
encuentran adecuadamente fundamentadas y carece de base real el cargo de motivación
aparente e infracción de lo dispuesto en los artículos 139 inciso 5 de la Carta Política y 122
del Código Procesal Civil. Segundo: Se denomina Cosa Juzgada a lo decidido por sentencia
firme en un juicio contradictorio, con los efectos que señala el artículo 123 del Código
Procesal Civil. El fin del proceso es obtener un pronunciamiento jurisdiccional, que se
expresa en la sentencia, que decide definitivamente la cuestión litigiosa. La cosa juzgada se
37
refiere al contenido de la sentencia y por eso el aforismo romano res iudicata pro veritate
habetur. Tercero: La cosa juzgada se asienta en dos principios: a) La extinción de la acción
con su ejercicio, lo que impide su renovación en otro proceso, salvo excepción legal expresa;
y b) La seguridad jurídica, a fin de dar estabilidad a las relaciones de Derecho. Por eso los
efectos de la cosa juzgada obligan a toda autoridad y el artículo 139 de la Carta Política, en
sus incisos 2 y 13, prohíbe dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa
juzgada y revivir procesos fenecidos. De aquí sigue que son caracteres de la Cosa Juzgada, la
inmutabilidad y la coercibilidad. Cuarto: La inmutabilidad confiere declaración de certeza al
contenido de la sentencia, haciéndola indiscutible en nuevos procesos. Los límites objetivos
de la cosa juzgada se circunscriben a la materia que es tema del pronunciamiento: objeto
procesal. Tal objeto tiene las siguientes vertientes: identidad de la cosa o petitum e identidad
de la causa de pedir o causa petendi. La autoridad de la cosa juzgada se extiende a todas
aquellas cuestiones que han sido debatidas en el proceso y decididas por la sentencia. Desde
luego, dentro una perspectiva global, la identidad de objeto se encuentra indisolublemente
ligada a la identidad de partes, o sus sucesores procesales, y al interés para obrar como precisa
el artículo 452 del Código Procesal Civil. La identidad de la cosa se plasma en la pretensión y
su correspondiente resistencia. La cosa debe ser entendida como el objeto corporal o
incorporal, o cualquier otra situación que emane una relación jurídica. En este caso, los
hechos provienen del incumplimiento del contrato de molienda de fecha veintinueve de
agosto mil novecientos noventa y ocho, que obra en el documento de fojas doscientos
veinticinco. QUINTO: Dos acciones son iguales cuando intervienen las mismas personas,
tienen la misma causa y se dirigen al mismo objeto. Es evidente quedas partes en ambos
procesos son las mismas; loes también la causa, esto es el título, que no es otro que el contrato
de molienda de caña de azúcar de fecha veintinueve de agosto de mil novecientos noventa y
ocho. La causa no consiste en el derecho o beneficio que se trata de hacer valer, sino en el
principio generador de ese derecho. Sexto: Se entiende como Objeto del proceso, el bien
señalado en el petitorio de la demanda, que puede consistir en Una cosa, en un hecho, en una
abstención o en una declaración. La identidad de objeto resulta de la naturaleza del
pronunciamiento que se pretende: de condena, o de declaración de derecho, el que se debe
relacionar con el bien garantizado por la ley, cuya actuación se pide. En las acciones de
condena la identidad resultará de la naturaleza de la prestación que se demande. La fórmula
pars in foto est, esto es que la parte está comprendida en el todo y que el todo no esta
comprendido en la parte, se aplica a cantidades y a áreas, e implica que si en una sentencia se
ha resuelto sobre un todo del que forma parte la cosa materia de la nueva demanda, conlleva a
la existencia de la identidad de objeto. Este principio lógico es reconocido como aplicable en
estos casos, en la doctrina nacional y comparada. SEPTIMO: Como han concluido las
instancias de mérito, el pronunciamiento definitivo en el expediente número 2842-99, seguido
entre las mismas partes, sobre responsabilidad contractual por el cumplimiento tardío y doloso
de las obligaciones derivadas del contrato de molienda de caña de azúcar y melaza de fecha
veintinueve de agosto de mil novecientos noventa y ocho, tal como se establece en el
considerando vigésimo cuarto de la sentencia de primera instancia, congruente con el petitorio
contenido en la demanda, configura la identidad del objeto, y no resulta procedente se vuelva
a ventilar un hecho ya resuelto con autoridad de cosa juzgada, por más que ahora la actora
invoque el incumplimiento de otra prestación de la misma relación jurídica Octavo: Como
argumento en abundancia se añade que no es procedente la nulidad que deduce, precisamente
quien la propicio, según lo prescribe el artículo 175 inciso 1 del Código Procesal Civil el que
se inspira en la teoría de los actos propios. 4. DECISION: 1) Declararon INFUNDADO el
recurso de casación de fojas quinientos noventa y ocho, en consecuencia, decidieron NO
CASAR la Resolución de Vista de fojas quinientos noventa y cuatro, su fecha veinticinco de
enero de dos mil seis. 2) CONDENARON al recurrente al pago de una multa de dos Unidades
de Referencia Procesal, así como a las costas y costos del recurso. 3) ORDENARON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
38
los seguidos por Negociación Agrícola Vista Alegre Sociedad Anónima con Empresa
Agroindustrial Tumán Sociedad Anónima Abierta; sobre Indemnización; y los devolvieron.-
Vocal Ponente.-Sánches Palacios Paiva.- SS. SANCHEZ PALACIOS PAIVA, HUAMANI
LLAMAS, ESTRELLA CAMA, FERREIRA VILDOZOLA, ROJAS MARAVI C-72403-20
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39
CASO 14
14. Alimentos: Improcedencia por cosa juzgada
En el presente caso la demandante solicita pensión por alimentos sobre la base de la prueba
genética (ADN) u otra de validez científica. No obstante, anteriormente había iniciado otro
proceso de alimentos, el cual tenía la calidad de cosa juzgada, sustentándola en la causal de
relaciones sexuales con el demandado durante la época de la concepción. En la presente
sentencia se declara improcedente el recurso, dado que ambos petitorios se sustentan en la
misma causal, es decir las relaciones sexuales habidas durante la concepción, siendo
amparable la excepción de cosa juzgada presentada por el demandado.
CASACIÓN N° 2817-2001 PIURA (Publicada el 30 de setiembre del 2002)
Lima, primero de abril del dos mil dos.
VISTOS; con los acompañados; verificado el cumplimiento de los requisitos de
admisibilidad del recurso; y ATENDIENDO: Primero.- La recurrente no ha consentido de la
resolución de primera instancia que le fue adversa, por lo que no satisface la exigencia de
procedencia del recurso previsto por el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil.
Segundo.- Es materia del presente recurso impugnatorio la resolución de vista de fojas
trescientos setenticuatro, su fecha veintitrés de julio del dos mil uno, por la que, confirmando
la apelada contenida en la audiencia única, declara fundada la excepción de cosa juzgada
deducida por la demandada. La recurrente invoca como motivaciones de su recurso las
causales previstas por los tres incisos del numeral trescientos ochentiséis del Código aludido.
Tercero.- La Sala Superior, mediante la resolución materia del presente recurso de casación,
ampara la excepción de cosa juzgada deducida por la parte emplazada apoyada en que con
anterioridad al presente proceso de alimentos la actora le ha seguido al demandado otro
proceso de alimentos sustentado en el artículo 415 del Código Civil, esto es, en la regla
jurídica que prevé que, fuera de los casos señalados por el numeral 402 del mismo
ordenamiento, el hijo extramatrimonial solo puede reclamar del que ha tenido relaciones
sexuales con la madre durante la época de la concepción una pensión alimenticia hasta la edad
de dieciocho años, proceso que ha terminado mediante resolución dictada por la Suprema
Corte agotándose los recursos impugnatorios previstos por la ley y que en el presente caso la
demandante esgrime los mismos hechos y nuevamente invoca como fundamento jurídico el
mencionado precepto legal. De donde se deduce que para reclamar procedente o no el recurso
de casación deben analizarse esencialmente los fundamentos invocados por la recurrente en
relación a la excepción de cosa juzgada. Cuarto.- La impugnante, amparada en el inciso 1 del
artículo 386 del Código Procesal Civil, denuncia casatoriamente la interpretación errónea del
numeral 415 del Código Civil, aduciendo que la Sala Superior incurre en equivocación
cuando sostiene que la presunción de paternidad para otorgar alimentos al hijo
extramatrimonial no reconocido solo se sustenta en las relaciones sexuales habidas en la
época de la concepción, alegando que la interpretación correcta es que la presunción de
paternidad para otorgar alimentos al hijo extramatrimonial no reconocido puede sustentarse
también en prueba genética u otra de validez científica con igual o mayor grado de certeza. El
descrito error de interpretación –agrega– ha inducido a la Sala a calificar como idénticos los
dos procesos de alimentos, el fenecido y el que se halla en giro, sosteniendo que hay identidad
de petitorios, de causa y de interés para obrar. En el proceso fenecido el petitorio se sustentó
en las relaciones sexuales habidas entre el presunto padre y la demandante, en tanto que en el
presente proceso el petitorio se sustenta en la prueba genética u otra de validez científica, que
no fue afectada en el anterior proceso. Dicho planteamiento requiere de un análisis: a) En
primer lugar, la excepción de cosa juzgada supone la existencia de un proceso que ha
40
terminado con decisión firme, y de otro que se halla en trámite, en los que las partes o quienes
de ellos deriven sus derechos, los petitorios (como elemento esencial de las pretensiones
procesales propuestas) y el interés para obrar son los mismos. El artículo 452 del Código
Procesal Civil señala esas tres identidades. Habrá identidad jurídica de los sujetos cuando una
misma persona es parte demandante y una misma persona es parte demandada en los dos
procesos. Hay identidad del petitorio cuando en una primera demanda la petición concreta
como elemento constitutivo de la pretensión procesal es la misma que la de la segunda
demanda, esto es, que la motivación fáctica y jurídica con que se han propuesto las
pretensiones procesales y su respectivo petitorio son las mismas en ambas demandas. Hay
identidad de interés para obrar cuando en ambos procesos se constata la existencia de la
misma necesidad ineludible del titular de la pretensión procesal de acudir al organismo
jurisdiccional en busca de la tutela judicial. El artículo 453 prevé que la excepción de cosa
juzgada es fundada cuando se inicia un proceso idéntico a otro que ya fue resuelto y cuenta
con sentencia firme; b) En el caso materia de autos los sujetos procesales son los mismos,
pues la parte demandante en ambos procesos es la menor Zaraí Jesabel Toledo Orozco,
representada por su señora madre doña Lucrecia Orozco Zapata, y la parte demandada en
ambos juicios es don Alejandro Toledo Manrique. El petitorio procesal en ambos procesos
igualmente es el mismo, pues en los dos litigios doña Lucrecia Orozco Zapata reclama la
fijación de una pensión de alimentos a favor de su citada menor hija y a cargo del demandado,
aduciendo que ésta es el resultado de sus relaciones sexuales habidas entre ella y el emplazado
durante la época de la concepción, invocando como respaldo jurídico el numeral 415 del
Código Civil. El sustento fáctico en ambos procesos se ubica en las relaciones sexuales
habidas entre doña Lucrecia Orozco Zapata y don Alejandro Toledo Manrique durante la
época de la concepción de la mencionada menor y el sustento en ambos litigios se halla en el
artículo 415 del citado cuerpo legal. La identidad en el interés para obrar en ambos procesos
es el mismo, pues en ambos las circunstancias del estado de necesidad para acudir al Poder
Judicial solicitando tutela jurisdiccional son las mismas; c) El argumento esgrimido por la
parte actora en el sentido de que en el proceso fenecido el petitorio se ha sustentado en las
relaciones sexuales habidas durante la época de la concepción y que en el presente proceso la
petición se basa en la prueba genética u otra de validez científica de igual o mayor grado de
certeza, no tiene solidez, si se tiene en cuenta que ambos petitorios (el del proceso fenecido y
el del presente) se sustentan en las relaciones sexuales habidas durante ta concepción y en el
artículo 415 del Código Civil. Es que las relaciones sexuales como un hecho íntimo es difícil
de probar mediante pruebas directas y objetivas, debiendo acudirse para su acreditación a
medios indirectos (los indicios), entre ellos la prueba genética (el ADN). Los medios
probatorios no determinan el petitorio como parte sustancial de la pretensión procesal; d)
Como conclusión, señalamos que en los dos procesos, en el fenecido y en el presente, se
presentan las tres identidades descritas, por lo que la excepción de cosa juzgada ha sido
correctamente amparada, no siendo atendibles los argumentos esgrimidos por la actora para
declarar la procedencia del recurso si a ello se agrega que la impugnante en el fondo pretende
discutir en casación la aplicación del artículo cuatrocientos quince del Código Civil para
determinar la paternidad aparentemente negada. Es más, no hay error por los Jueces de Mérito
en la interpretación de la anotada norma sustantiva, pues el error proviene de la ahora
impugnante en casación. Finalmente, la afirmación de que tratándose de alimentos no hay
cosa juzgada no tiene consistencia jurídica, pues la declaración judicial que obliga a una
persona a prestar alimentos a favor de otra o que deniega el petitorio con dicho propósito
difiere totalmente de una demanda que pretende variar, modificar o extinguir el monto de una
pensión fijada como consecuencia de una declaración judicial pronunciada mediante sentencia
firme. En el primer caso, si se volviera a plantear una demanda con el mismo petitorio, opera
inequívocamente la cosa juzgada. Quinto.- La recurrente denuncia casatoriamente la
inaplicación en la sentencia materia de la impugnación de los artículos 4 y 6 de la
Constitución del Estado, no obstante que éstas protegen especialmente al niño y al
41
adolescente, concretamente su derecho a los alimentos. Señala que se ha dado preeminencia al
inciso 13 del numeral 139 de dicha Carta Política. En principio los contenidos de dichas
normas constitucionales no son incompatibles. La seguridad jurídica derivada de la cosa
juzgada es una de las garantías de la función jurisdiccional y es un elemento esencial del
estado de derecho. La parte demandante, implícitamente, insinúa que el organismo judicial
debe dejar sin efecto una resolución que ha pasado en autoridad de cosa juzgada, lo que está
prohibido por la propia Carta Política. Por consiguiente, si fuere menester aplicar las normas
constitucionales anotadas para dirimir la controversia, ellas en modo alguno deben contrariar
la cosa juzgada. Ésta como elemento que conduce a la seguridad jurídica de los derechos de la
colectividad no puede ser contraria al derecho a reclamar alimentos, si éste se demanda dentro
de las reglas procesales establecidas. El recurso por esta motivación igualmente no resulta
atendible para declarar la procedencia del mismo. Sexto.- La denuncia por inaplicación de la
doctrina jurisprudencial debe correr igual suerte, pues como lo tiene sentado esta Sala
Suprema, no se ha producido todavía la doctrina jurisprudencial a que se refiere el numeral
400 del Código Procesal Civil y por consiguiente no es procedente el recurso basado en dicha
alegación. La causal por infracción de la doctrina jurisprudencial no se refiere a ejecutorias
que se puedan producir en los tribunales casatorios. Sétimo.- La causal de contravención de
normas que garantizan el derecho a un debido proceso, que ha sido invocada en el recurso,
igualmente no resulta atendible para los fines de declarar procedente el medio impugnatorio.
En efecto se sostiene como sustento de causal que en las dos instancias de mérito se han
infringido los artículos 448 y 449 del Código Procesal Civil al haberse admitido fuera de la
oportunidad que señala el referido Código Procesal medios probatorios constituidos por
copias de sentencias del proceso de alimentos seguido precisamente entre las mismas partes
sin haber sido ofrecidas ni admitidas, y que no obstante haberse prescindido tener a la vista el
expediente mismo, se ha omitido incluso declarar infundada en tales circunstancias la
excepción deducida y saneado el proceso. El juzgador, en modo alguno podía prescindir de
las aludidas copias precisamente para resolver la excepción de cosa juzgada, si se tienen en
consideración los fundamentos expuestos al proponer el medio de defensa. Es más, la Sala
Suprema, dada la naturaleza del medio de defensa amparado por las instancias de mérito, ha
ordenado tener a la vista el indicado proceso, lo que convalida cualquier error procesal. Por
las razones anotadas y no ajustándose el recurso propuesto a los requisitos de fundamentación
que prevé el artículo 388 del Código Procesal Civil declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por doña Lucrecia Orozco Zapata; en los seguidos con don Alejandro
Toledo Manrique, sobre alimentos; CONDENARON a la recurrente al pago de una multa de
tres Unidades de Referencias Procesal; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.
SS. SILVA V.; TÁVARA C.; CARRIÓN L.; TORRES C.; CARRILLO H.
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42
CASO 15
15. Nulidad de Acto Jurídico: Cosa Juzgada Identidad de partes y objeto
La calidad de cosa juzgada se da cuando existen dos proceso llevados por las mismas partes,
sobre la misma materia, pero ocupando posiciones distintas (como demandante y demandado)
en cada uno. No podría desestimarse la excepción de cosa juzgada con el argumento de que
"las partes no serían las mismas", pues lo que quiere la ley es que el sujeto al que se le opone
la existencia de la cosa juzgada o que haya sido parte del proceso en que esta se formó o, por
lo menos, haya tenido formal conocimiento de este, con la consiguiente posibilidad de haber
intervenido en aquel.
CAS. N° 2874-2004
Lima, dos de octubre del dos mil seis
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA, con los acompañados; en la causa vista, en discordia, en audiencia pública de
la fecha; efectuada la votación de acuerdo a ley; con el voto del Señor Vocal Ortiz Portilla,
quien no suscribe la presente por no conformar esta Suprema Sala, emitido oportunamente, el
mismo que consta a fojas cincuenticuatro del presente cuadernillo, en cumplimiento de lo
preceptuado por el artículo ciento cuarentinueve de la Ley Orgánica del Poder Judicial;
asimismo, con el voto en discordia, de los Señores Vocales Santos Peña y Palomino García,
dejados oportunamente en relatoría, en cumplimiento de lo establecido por la norma antes
aludida, y que obra a fojas cincuentisiete del presente cuadernillo; de todo lo cual da fe el
Secretario de Sala; emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto por el demandante Julio Ismael Severino Bazán contra la
resolución de vista de fojas doscientos treintiséis, su fecha veintiuno de junio del dos mil
cuatro, que conformado la apelada de fojas ciento noventisiete, fechada el cinco de junio del
dos mil tres, declara Fundada la excepción de cosa juzgada, Nulo todo lo actuado y por
concluido el proceso; en los seguidos por Julio Ismael Serveino Bazán contra el Banco de
Crédito del Perú, sobre nulidad de acto jurídico y otros; FUNDAMENTOS DEL RECURSO:
La Corte mediante resolución de fecha veintiséis de enero del año en curso, ha estimado
procedente el recurso propuesto por la causa de contravención de las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso; expresando el recurrente como fundamentos lo siguiente: a) que
la resolución de vista contraviene en forma expresa al artículo cuatrocientos cincuentidós del
Código Adjetivo, referente a la triple identidad, al no cumplirse en el presente proceso de
nulidad de contrato de hipoteca, en forma convergente el presupuesto de la identidad de las
partes, donde el recurrente tiene la calidad de actor, mientras que en el proceso anterior
número dos mil seiscientos noventitrés guión mil novecientos noventisiete, de nulidad de acto
jurídico, fue seguido por María Alejandra Malinarich González contra el Banco de Crédito del
Perú, Representaciones e Importaciones Miguel Ángel Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada y el Recurrente, proceso en el cual tuvo la condición de
demandado; contraviniéndose así el artículo cuatrocientos cincuentidós del Código Procesal
Civil, pues resulta imperativo que cada una de las partes se presente invocando la misma
calidad y condición en ambos procesos; y, b) que además el citado proceso judicial aún no se
encuentra terminado en forma definitiva, pues la sentencia tiene la calidad de cosa juzgada
formal, en razón de que pese a que no cabe ya medios impugnatorios en el mismo proceso en
que se dictó, su eficacia es meramente transitoria porque la misma cuestión jurídica debatida
se encuentra nuevamente sometida a juicio, por presunta colusión y dolo, al haberse
interpuesto una acción de nulidad de cosa juzgada fraudulenta contra la sentencia recaída en
el citado proceso, por consiguiente no opera la excepción de cosa juzgada;
43
CONSIDERANDO: Primero.- Que, en relación al agravio a), debe precisarse que la autoridad
de cosa juzgada reside en la sentencia y sus características son la inmutabilidad y la
coercibilidad, es decir, que proyecta sus efectos hacia el pasado y hacia el futuro, y las partes
se encuentran obligadas a cumplir y hacer cumplir el pronunciamiento judicial sobre el caso
juzgado, lo que además queda protegido con la excepción res iudicada; Segundo.- Que, cabe
anotar que uno de los mecanismos procesales establecidos por ley para cautelar la cosa
juzgada es la excepción de cosa juzgada, en virtud de la cual resulta improcedente iniciar un
proceso idéntico a otro que ya fue resuelto y cuenta con sentencia firme, conforme estipula el
artículo cuatrocientos cincuentitrés, inciso segundo, del Código Adjetivo, para lo cual se
requiere la existencia de la triple identidad, esto es, i) que las personas que siguieron el juicio
sean las mismas; ii) que la causa o acción y la cosa u objeto sean idénticos; y, iii) que el juicio
haya terminado con sentencia firme; Tercero.- Que, en el presente caso, el impugnante
cuestiona la resolución materia del presente recurso, la cual confirma el auto apelado que
declara fundada la excepción de cosa juzgada, señalando que en su caso no se cumple con el
requisito de identidad de las partes, puesto que entre el presente proceso y el anterior numero
dos mil seiscientos noventitrés guión mil novecientos noventisiete, sobre nulidad de acto
jurídico interpuesto por María Alejandrina Malinarich González de Severino contra el Banco
de Crédito del Perú y otros, el recurrente participó en calidad de demandado a diferencia del
presente en que actúa como demandante; Cuarto.- Que, en efecto, examinado el proceso de
nulidad de acto jurídico anterior, se consta que a diferencia del presente proceso, el recurrente
actúo como demandado; sin embargo, en el presente proceso tiene la calidad de demandante;
además se debe tener en cuenta que ni la entonces demandante María Alejandrina Malinarich
González de Severino al proponer su demanda hizo mención de que actuaba en representación
de la sociedad conyugal, pues, por el contrario dirige su pretensión contra su cónyuge;
asimismo el actual demandante tampoco hace mención alguna de que actúa en nombre de la
citada sociedad conyugal; en tal sentido, se concluye que este extremo del recurso resulta
amparable pues es evidente que se contraviene lo dispuesto en el artículo cuatrocientos
cincuentidós del Código Procesal Civil; Quinto.- Que en relación al agravio b), referido a que
la sentencia dictada en el proceso anterior aún no se encuentra terminado en forma definitiva,
pues la sentencia tiene la calidad de cosa juzgada formal, por lo que su eficacia es transitoria
ya que la misma cuestión jurídica debatida se encuentra nuevamente sometida a juicio, por
presunta colusión y dolo, al haberse interpuesto una acción de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta contra la sentencia recaída en el citado proceso; por consiguiente, no opera la
excepción de juzgada; al respecto debe anotarse que contra ella, efectivamente, se ha
interpuesto nulidad de cosa juzgada fraudulenta precisamente porque dicha sentencia ha
adquirido la calidad de cosa juzgada, no estando lógicamente sujeta la autoridad de cosa
juzgada al resultado obtenido en el proceso de nulidad de cosa juzgada fraudulenta, de
conformidad con lo dispuesto por el inciso primero y último párrafo del artículo ciento
veintitrés del Código Adjetivo; por tal razón este extremo del presente recurso debe ser
desestimado. En consecuencia, por estas consideraciones, y en aplicación del artículo
trescientos noventiséis, inciso segundo, número dos punto uno del Código Procesal Civil:
declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto a foja doscientos cuarentitrés por
Julio Ismael Serverino Bazán; CASARON la sentencia de vista de fojas doscientos treintiséis
su fecha veintiuno de junio del dos mil cuatro; por consiguiente, la declararon NULA;
MANDARON remitir los autos a la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, a fin de que expida nueva resolución con arreglo a lo dispuesto en la presente
resolución; ORDENARON publicar la presente resolución en el diario oficial El Peruano; en
los seguidos por Julio Ismael Serverino Bazán contra el Banco de Crédito del Perú, sobre
nulidad de acto jurídico y los devolvieron.
LOS FUNDAMENTOS DEL VOTO DEL SEÑOR VOCAL SUPREMO ROMÁN
SANTISTEBAN, SON LOS SIGUIENTES
44
CONSIDERANDO: Primero.- que, el presente recurso fue declarado procedente mediante
resolución expedida por esta Suprema Sala, su fecha veintiséis de enero del dos mil cinco,
obrante a fojas treinticuatro del presente cuadernillo, por la causal de contravención de las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso, prevista en el inciso tercero del
artículo trescientos ochentiséis del Código procesal Civil; Segundo.- que, el recurrente
expresa como agravio que la resolución de vista contraviene el artículo cuatrocientos
cincuentidós del Código Procesal Civil, pues en el presente caso no se cumple con la triple
identidad exigida por dicha norma para declarar fundada una excepción de cosa juzgada, ya
que no existe identidad de las partes entre el proceso de nulidad de contrato de hipoteca,
donde el recurrente tiene la calidad de actor, y el proceso anterior de nulidad de acto jurídico,
donde tuvo la calidad de demandado; precisa que es imperativo que las mismas partes
concurran invocando igual calidad de acto jurídico tiene la calidad de cosa juzgada
fraudulenta; Tercero.- que, el artículo cuatrocientos cincuentitrés, inciso dos, del Código
Procesal Civil, señala que una excepción de cosa juzgada es fundada cuando se inicia un
proceso idéntico a otro, “[q]ue ya fue resuelto y cuenta con una sentencia o laudo firme”; de
otro lado, el artículo cuatrocientos cincuentidós del citado texto legal, cuya contravención es
materia de denuncia, establece que “[h]ay identidad de procesos cuando las partes o quienes
de ellos deriven sus derechos, el petitorio y el interés para obrar, sean los mismos”; Cuarto.-
que, la divergencia en el caso sub materia, se remite a establecer los alcances de la norma
antes glosada cuando esta alude a la identidad entre las partes; debemos empezar nuestro
análisis señalando que la llamada triple identidad que hace posible declarar fundada una
excepción de cosa juzgada alude a:1) identidad de persona (eadem personae); 2) identidad de
la cosa pedida (eadem res), referida al objeto o beneficio jurídico que se solicita; y 3)
identidad de la causa de pedir (eadem causa petendi), esto es, que el hecho jurídico o materia
que sirve de fundamento al derecho reclamado debe ser el mismo; Quinto.- que, debemos
centrarnos en el primer aspecto de esta triple identidad, la referida a las personas; al respecto,
tenemos que señalar que ella nos impone constatar que se trate, como resulta obvio tanto del
mismo demandante como del mismo demandado; sin embargo, debemos precisar que aquella
identidad exigida por la norma es de carácter jurídico o, si se quiere, de naturaleza legal y no
física, ya que ella no excluye los casos de la sucesión mortis causa o los de representación, en
los que, evidentemente, quienes concurren al nuevo proceso en calidad de demandantes o
demandados son personas físicas distintas, sin embargo, es posible admitir la existencia de
una identidad eadem personae en tanto esta, como hemos señalado, es esencialmente jurídica;
Sexto.- que, en el presente caso, como ha quedado establecido en autos, se trata de dos
procesos en los que el recurrente intervino en una calidad jurídica distinta (demandante y
demandado, respectivamente), situación a la que se suma la demanda de nulidad de cosa
juzgada fraudulenta que se interpuso contra la sentencia recaída en el proceso de nulidad de
acto jurídico anterior al presente, lo que pone en cuestión, cuando menos temporalmente, la
eficacia de dicha sentencia; en tal sentido el agravio denunciado en sede casatoria debe ser
amparado; siendo esto así, al configurarse la causa denunciada corresponde proceder
conforme a lo dispuesto en el artículo trescientos noventiséis, inciso dos, numeral dos punto
dos del Código Procesal Civil.
S. ROMÁN SANTISTEBAN
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CASO 16
16. Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta: Procesos no contenciosos y Cosa Juzgada
“... Aunque se considere que la función del juez en un procedimiento no contencioso no deja
de ser jurisdiccional, como así lo es, es forzoso concluir que las resoluciones que dan término
a un procedimiento de este tipo, no constituye cosa juzgada pues no obligan o vinculan a
determinada persona o personas...”
CASACIÓN Nro. : 1464-99/TUMBES.
SALA CIVIL TRANSITORIA (Corte Suprema de Justicia).
Lima, veinte de octubre de mil novecientos noventinueve.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; Vista la Causa número mil cuatrocientos sesenticuatro - noventinueve, en la
audiencia pública de la fecha y producida la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente
sentencia:
MATERIA DEL RECURSO:
Se trata del Recurso de Casación interpuesto por don Evelio León Castillo, mediante escrito
de fojas doscientos cuarentitrés contra la Sentencia emitida por la Sala Descentralizada Mixta
de la Corte Superior de Justicia de Piura y Tumbes, de fojas doscientos treintiocho, su fecha
once de mayo del presente año, que revocando la apelada de fojas doscientos doce, su fecha
diecinueve de enero último, declaró improcedente la demanda sobre nulidad de cosa juzgada
fraudulenta, interpuesta a fojas noventicinco.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO:
Que, por resolución del nueve de julio de mil novecientos noventinueve, esta Sala Suprema
declaró procedente el Recurso de Casación de fojas doscientos cuarentitrés por la causal
establecida en el numeral tres del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil
esto es en la contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, que
se sustenta, en que se ha infringido lo dispuesto en el Artículo ciento setentiocho del Código
Procesal Civil, al excluir a los procesos no contenciosos, cuando dicha norma no hace
distinción alguna entre esos procedimientos y los contenciosos, por cuya razón también se ha
transgredido el inciso tercero del Artículo ciento treintinueve de la Constitución Política del
Estado e inciso primero del Artículo ciento ochenticuatro de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, el carácter fundamental de la cosa Juzgada es ser inmutable, empero el
Artículo ciento setentiocho del Código Procesal Civil en forma excepcional faculta ir contra
ese carácter, permitiendo la revisión de la sentencia que pasó a la autoridad de cosa juzgada,
dentro del tiempo y cuando se dan las circunstancias establecidas en la norma.
Segundo.- Que, consecuentemente, para la aplicación de esa norma, se requiere establecer,
cuando una resolución llega a tener la autoridad de cosa juzgada teniéndose en cuenta que el
artículo ciento veintitrés del Código Procesal citado determina que ocurre cuando no procede
46
contra la resolución, ningún otro medio impugnatorio fuera de los resueltos o cuando las
partes dejan transcurrir el término para formularlos o renuncian a su utilización y a base de lo
cual definir si la cosa juzgada se da en todos los procedimientos jurisdiccionales; incluso en
los no contenciosos.
Tercero.- Que, al respecto no existe norma específica y es necesario considerar que los
procedimientos no contenciosos tiene caracteres especiales que lo distinguen de los procesos
contenciosos, para Devis Echandía (Teoría del Proceso. Tomo uno, página ochentitrés) la
jurisdicción voluntaria o no contenciosa se ejercita a solicitud de una o más personas para
“darle legalidad a una actuación o certeza a un derecho”, “sin que exista desacuerdo entre
ellas al hacer tal solicitud y sin que se pretenda vincular u obligar a otra persona con la
declaración que haga la sentencia”, por lo que no es necesario que haya un demandado,
incluso pueden estar de acuerdo los intervinientes y la sentencia no va dirigida a obligar o
vincular a determinada persona, por eso concluye que en estos procedimientos no hay cosa
juzgada; por su partes Guasp, citado por Gozaíni (Derecho Procesal civil. Tomo uno página
ciento noventiséis) agrega que, en la jurisdicción voluntaria el juez interviene como
administrador de derecho privado y su función no es jurisdiccional sino administrativa.
Cuarto.- Que, acorde con estos conceptos, aunque se considere que la función del juez en un
procedimiento no contencioso no deja de ser jurisdiccional, como así lo es, es forzoso
concluir que las resoluciones que dan término a un procedimiento de este tipo, no constituye
cosa juzgada pues no obligan o vinculan a determinada persona o personas; faltando ese
carácter substancial de la cosa juzgada a que se refiere incluso la segunda parte del Artículo
ciento veintitrés citado.
Quinto.- Que, en consecuencia la acción de nulidad de cosa juzgada hecha valer por don
Evelio León Castillo, contra la sentencia en el procedimiento de declaratoria de herederos
abintestato, es improcedente e inaplicable al Artículo ciento setentiocho glosado; con tanto
mayor razón si contra esa sentencia puede hacer valer las acciones de petición o
reivindicación de herencia.
Sexto.- Que, estando a estas conclusiones carece de objeto pronunciarse sobre las otras
observaciones que se han hecho.
Sétimo.- Por estos fundamentos declararon: INFUNDADO el Recurso de Casación
interpuesto a fojas doscientos cuarentitrés, por don Evelio León Castillo; en consecuencia;
NO CASAR la resolución de vista de fojas doscientos treintiocho, su fecha once de mayo del
presente año; CONDENARON al recurrente al pago de las costas y costos originados por la
tramitación del recurso; así como a la multa de una unidad de referencia procesal;
ORDENARON se publique esta resolución en el Diario Oficial El Peruano, en los seguidos
por don Evelio León castillo con Manuel Urbina Cabrera y otra, sobre nulidad de cosa
juzgada fraudulenta; y los devolvieron.
SS. URRELLO A.; ORTIZ B.; SÁNCHEZ PALACIOS P.; ECHEVARRÍA A.; CASTILLO
LA ROSA S.
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CASO 17
17. Inaplicación de Resolución Judicial: Sentencia.- Efectos inter partes
Al igual que un contrato, una sentencia es jurídicamente indiferente para los terceros extraños
al acto. La sentencia es res inter alios iudicata y los terceros son todos aquellos que no han
sido parte del proceso aunque tengan una acción propia que ejercitar o una excepción propia
que proponer sobre la misma cosa, pues se encuentran fuera de la esfera subjetiva de la acción
ya ejercitada.
CAS. N° 1077-2007-ICA
Lima, veintisiete de setiembre del dos mil siete.- LA SALA DE DERECHO
CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA; con los acompañados; con lo expuesto en el Dictamen Fiscal; vista la causa en el
día de la fecha y producida la votación con arreglo a Ley, emite la presente sentencia. 1.
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por la actora,
Agrícola La Máquina Sociedad Anónima Cerrada, contra la resolución de vista de fojas
doscientos setenta, su fecha veintiséis de setiembre de dos mil seis, expedida por la Primera
Sala Civil Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, que confirmando
la apelada de fojas doscientos veinticinco, de fecha dieciséis de junio de dos mil seis, declara
improcedente la demanda de inaplicación de resolución judicial. 2. FUNDAMENTOS POR
LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante resolución
de fecha dieciocho de junio del dos mil siete, se ha declarado procedente el recurso de
casación solo por la causal del inciso tercero del artículo 386 del Código Procesal Civil, por
los siguientes agravios: Denuncia la contravención del artículo 139 inciso 3 de la
Constitución, al dejar de aplicar el Colegiado Superior, en este caso, el segundo párrafo del
artículo 123 del Código Procesal Civil, aduciendo que no ha sido parte en el proceso que
objeta y por dicho motivo no le es oponible los efectos de la cosa juzgada. 3.
CONSIDERANDOS: Primero: Una sentencia expedida en juicio contradictorio adquiere la
calidad de Cosa Juzgada, cuando ya no es posible recurrirla, o cuando las partes no la
impugnan, como establece el artículo 123 del Código Procesal Civil. La Cosa Juzgada otorga
a la sentencia dos caracteres que la cualifican: la inmutabilidad y la certeza. La inmutabilidad
impone a los órganos Jurisdiccionales la prohibición de revivir un proceso fenecido; la certeza
le confiere al contenido de la sentencia el carácter de verdad, haciéndola indiscutible en
nuevos procesos. La cosa juzgada cubre lo deducido y lo deducible, y por ello los antiguos
establecieron la regla pro veritate habebitur. Segundo: Este principio no es universal, ni erga
omnes, pues como establece el mismo artículo 123, antes citado, en su segundo párrafo, la
cosa juzgada solo alcanza a las partes y a quienes de ellas deriven sus derechos, y es posible
extender sus efectos a los terceros, cuyos derechos dependan de las partes, si hubieran sido
citados con la demanda. Es que, al igual que un contrato, una sentencia es jurídicamente
indiferente para los terceros extraños al acto. La sentencia es res inter alios iudicata, y los
terceros son, todos aquellos que no han sido parte en el proceso y que tengan una acción
propia que ejercitar, o una excepción propia que proponer sobre la misma cosa, pero que están
fuera de la esfera subjetiva de la acción ya ejercitada. Todo Sistema Procesal está pensado
para resolver un conflicto entre dos intereses opuestos: entre dos partes, aun cuando en cada
parte puede haber pluralidad de sujetos, por tanto, será tercero, quien no es parte en el
proceso, por no ser demandante ni demandado. Tercero: La recurrente en el petitorio de su
demanda de fojas veinticinco, pretende se declare que le es inaplicable la sentencia judicial
firme recaída, en el proceso sobre entrega de pozo de agua e indemnización, seguido por
Jorge Espinoza Soto con la Cooperativa Agraria “La Acharina” Limitada, tramitado ante el
Juzgado Mixto de Parcona, aduciendo que los efectos de la cosa juzgada alcanzan solo a los
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que han litigado, y que conoció de dicho proceso el once de enero de dos mil dos como
consecuencia de una diligencia llevada a cabo en el inmueble de su propiedad, destinada a
ministrar posesión de pozo tubular, integrante de dicha unidad inmobiliaria, la que no se
consume por falta de identidad entre el código actual del pozo y el que figura en la demanda
de don Jorge Espinoza Soto. Cuarto: En el proceso seguido por el mismo Jorge Espinoza Soto
a la CAU La Achirana, ante el Juez Civil de Parcona, según autos acompañados sobre entrega
del pozo clave IB-17 (PV-76) ubicado en la ranchería La Máquina, distrito de La Tinguiña, se
estableció como juicio de hecho: Que mediante Resolución Administrativa N° 04-92- RLW-
SAG-I-/CDRI-ATDRI de fecha once de mayo de mil novecientos noventa y dos se autorizó a
Jorge Espinoza Soto a rehabilitar el pozo IB-17 de propiedad de la CAU La Achirana, y que
la oposición de esta fue declarada infundada (tercer motivo de la apelada y cuarto de la
sentencia superior); y también, que la estructura física del pozo es de propiedad de la CAU La
Achirana (sexto motivo de la apelada y quinto de la sentencia superior), y en el Fallo se
ordenó que la demandada entregue al demandante el pozo indicado. Quinto: En estos autos se
ha establecido como juicio de hecho: Que el demandante no ha sido parte ni ha sido
emplazado en el proceso seguido por Jorge Espinoza Soto con la CAU La Achirana Limitada,
sobre entrega de bien, como resulta del octavo motivo de la sentencia de vista. En la parte
expositiva de la apelada se señala que CAU La Achirana Limitada transfirió su propiedad a
favor de Agrícola y Servicios Generales San Martín de Porres Sociedad Anónima y está a
favor de la actora, quien adquirió la propiedad, sin conocer la existencia del litigio, porque
figuraba como propietaria en el Registro de la Propiedad Inmueble, donde no existía
gravamen anotado que signifique restricción en su disposición, procediendo a inscribir la
propiedad. Sexto: Según resulta de las copias certificadas de las Fichas de Inscripción en el
Registro de la Propiedad, de fojas seis y siguientes, y doscientos setenta y tres y siguientes del
acompañado, el predio denominado La Máquina, con el pozo IRH 36, fue independizado a
favor de la Cooperativa Agraria “La Acharina” Limitada, la que lo vendió a Agrícola y
Servicios Generales San Martín de Porras Sociedad Anónima, y está a favor de la ahora
demandante, Agrícola La Máquina Sociedad Anónima Cerrada. No aparece de dicho
instrumento que se hubiera inscrito la demanda de entrega de pozo, como autoriza el artículo
2019 inciso 7 del Código Civil, en cuyo caso el adquiriente hubiera tenido conocimiento de la
existencia del proceso, y le hubieran sido extensivos sus efectos. Séptimo: En consecuencia,
es forzoso concluir que la demandante es un tercero en el proceso sobre entrega de bien
seguido por Jorge Espinoza Soto a la CAU La Achirana Limitada, pues no fue citada con esa
demanda, y adquirió el inmueble en el que radica el pozo de agua, bajo la fe del Registro
Público, y es fundada la causal de casación interpuesta, por inaplicaci6n del segundo párrafo
del artículo 123 del Código Procesal Civil. 4. DECISIÓN: 1) Declararon FUNDADO el
recurso de casación de fojas doscientos ochenta, en consecuencia, NULA la Sentencia de
Vista de fojas doscientos setenta, su fecha veintiséis de setiembre de dos mil seis, que
confirmando la apelada declara improcedente la demanda. 2) DISPUSIERON que la Sala
Superior se pronuncie sobre el fondo del asunto. 3) ORDENARON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Agrícola La Máquina Sociedad Anónima Cerrada con don Jorge Espinoza Soto y otro, sobre
Inaplicación de Resolución Judicial; y los devolvieron;
SS. GAZZOLO VILLATA, PACHAS ÁVALOS, ESTRELLA CAMA, FERREIRA
VILDÓZOLA, SALAS MEDINA
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