sobre la significación de franz kafka (1883-1924) · pdf filese-antonio-ia-ez prof....

25
http://www.avempace.com/personal/jose-antonio-garcia-fernandez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69 1 SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) 1. Comentarios biográficos Franz Kafka (1883-1924), el autor de La metamorfosis, nació en Praga, el 3 de julio de 1883, en una familia judía integrada, es decir, de la clase media alta checa, que hablaba en alemán. Por eso él escribe en alemán, porque es su lengua materna, aunque hablada al modo local, con praguismos. Su vinculación con la ciudad de Praga es total, él mismo dijo, con diecinueve años, a Oscar Pollak, su mejor amigo del preuniversitario: “Praga no te suelta. Esta vieja bruja tiene garras. Uno ha de rendirse ante ella”. Cuando él nació, Praga era la capital de Bohemia, provincia del Imperio Austro-Húngaro, de manera que la cultura dominante, poderosa, era la germana, y la checa era una subcultura dominada por el imperialismo austriaco de los Hagsburgo. Praga era la tercera ciudad en importancia de la llamada “monarquía del Danubio”, tras Viena y Budapest. Y no fue capital de la República de Checoslovaquia hasta 1918, con el fin de la Primera Guerra Mundial y el hundimiento del imperio austro-húngaro. Hacia 1900, un noventa por ciento de la población de Praga era checa. Y solo 34 mil personas se calificaban a sí mismos como “de habla alemana”. De estos, unos 25 mil eran judíos. Los semitas sufrían ciertas restricciones; por ejemplo, no podían ser oficiales del ejército ni profesores de la universidad y solamente podían ser funcionarios de rango ínfimo. En las zonas rurales de Bohemia, donde vivió el padre de Franz, los odiaban. Pero en la capital, Praga, el ambiente era más tolerante y los judíos podían salir adelante gracias al comercio o dedicarse incluso a las profesiones liberales (medicina, abogacía, etc.). Su padre, Hermann Kafka (1852-1931), se casó con Julie Löwy (1856-1934) y con ayuda de la acomodada familia de su mujer, en la que había médicos y hombres de cultura, escritores, abrió una tienda de moda-mercería-bisutería que lo convirtió en acaudalado hombre de negocios. Los Löwy llevaban una generación de ventaja a los Kafka en cuanto al progreso social se refiere, estaban asimilados a las clases germanófonas, vivían más desahogadamente. Por eso Julie era más dulce que Hermann, quien había vivido una vida de pobreza y sacrificio y carecía de educación y refinamiento. Así, gracias a la buena marcha de los negocios, los Kafka cambiaron varias veces de casa, siempre a una cada vez mejor y más grande y siempre con varias criadas en el servicio doméstico. El padre de Franz soñaba con asimilarse con la alta burguesía alemana, por eso hizo que sus hijos estudiaran en escuelas alemanas, no checas. Era un hombre firme, jovial a veces, colérico con frecuencia, seguro de sí mismo, arribista y poco escrupuloso, oportunista y a veces ignorante. Fluctuaba entre su identidad checa, judía y alemana, según convenía. Y, aunque iba a la sinagoga, su seudorreligiosidad estaba supeditaba al interés y la conveniencia del ascenso social, que era su meta principal en la vida. Él quería un primogénito fuerte y emprendedor, que prosiguiera sus negocios y acrecentara el patrimonio familiar. Ese debía haber sido Franz.

Upload: nguyennhi

Post on 10-Mar-2018

216 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

1

SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924)

1. Comentarios biográficos

Franz Kafka (1883-1924), el autor de La metamorfosis, nació en Praga, el 3 de julio de 1883, en una familia judía integrada, es decir, de la clase media alta checa, que hablaba en alemán. Por eso él escribe en alemán, porque es su lengua materna, aunque hablada al modo local, con “praguismos”. Su vinculación con la ciudad de Praga es total, él mismo dijo, con diecinueve años, a Oscar Pollak, su mejor amigo del preuniversitario: “Praga no te suelta. Esta vieja bruja tiene garras. Uno ha de rendirse ante ella”.

Cuando él nació, Praga era la capital de Bohemia, provincia del Imperio Austro-Húngaro, de manera que la cultura dominante, poderosa, era la germana, y la checa era una subcultura dominada por el imperialismo austriaco de los Hagsburgo. Praga era la tercera ciudad en importancia de la llamada “monarquía del Danubio”, tras Viena y Budapest. Y no fue capital de la República de Checoslovaquia hasta 1918, con el fin de la Primera Guerra Mundial y el hundimiento del imperio austro-húngaro.

Hacia 1900, un noventa por ciento de la población de Praga era checa. Y solo 34 mil personas se calificaban a sí mismos como “de habla alemana”. De estos, unos 25 mil eran judíos. Los semitas sufrían ciertas restricciones; por ejemplo, no podían ser oficiales del ejército ni profesores de la universidad y solamente podían ser funcionarios de rango ínfimo. En las zonas rurales de Bohemia, donde vivió el padre de Franz, los odiaban. Pero en la capital, Praga, el ambiente era más tolerante y los judíos podían salir adelante gracias al comercio o dedicarse incluso a las profesiones liberales (medicina, abogacía, etc.). Su padre, Hermann Kafka (1852-1931), se casó con Julie Löwy (1856-1934) y con ayuda de la acomodada familia de su mujer, en la que había médicos y hombres de cultura, escritores, abrió una tienda de moda-mercería-bisutería que lo convirtió en acaudalado hombre de negocios. Los Löwy llevaban una generación de ventaja a los Kafka en cuanto al progreso social se refiere, estaban asimilados a las clases germanófonas, vivían más desahogadamente. Por eso Julie era más dulce que Hermann, quien había vivido una vida de pobreza y sacrificio y carecía de educación y refinamiento. Así, gracias a la buena marcha de los negocios, los Kafka cambiaron varias veces de casa, siempre a una cada vez mejor y más grande y siempre con varias criadas en el servicio doméstico. El padre de Franz soñaba con asimilarse con la alta burguesía alemana, por eso hizo que sus hijos estudiaran en escuelas alemanas, no checas. Era un hombre firme, jovial a veces, colérico con frecuencia, seguro de sí mismo, arribista y poco escrupuloso, oportunista y a veces ignorante. Fluctuaba entre su identidad checa, judía y alemana, según convenía. Y, aunque iba a la sinagoga, su seudorreligiosidad estaba supeditaba al interés y la conveniencia del ascenso social, que era su meta principal en la vida. Él quería un primogénito fuerte y emprendedor, que prosiguiera sus negocios y acrecentara el patrimonio familiar. Ese debía haber sido Franz.

Page 2: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

2

Pero Franz siempre fue un niño solitario y sensible y tuvo una difícil relación con su padre, hombre terrible que quería empujarlo al éxito social casi a la fuerza y que despreciaba profundamente las veleidades literarias de su hijo. Era Franz el mayor de seis hermanos, tres varones y tres mujeres, pero sus hermanos varones murieron pronto y él se quedó como el único chico de la familia y como el varón destinado a colmar las ambiciones sucesorias de Hermann Kafka. Franz amaba la literatura, el arte, y ese carácter soñador le acercaba a su madre Julie, que era una mujer temerosa y dominada por su marido. Sin embargo, las exigencias de su progenitor, Hermann, que procedía de una familia de carniceros y era rudo en las formas y el lenguaje, lo llevaron a estudiar Derecho y a trabajar en una aseguradora de accidentes laborales en Praga, en un trabajo que odiaba, aunque le daba la independencia económica que le permitía dedicarse plenamente a su pasión por la escritura:

“Mi trabajo se me hace insufrible porque entra en conflicto con mi único deseo y mi única vocación, que es la literatura. Dado que no soy sino literatura, ni quiero ni puedo ser ninguna otra cosa, mi trabajo nunca se apoderará de mí, aunque sí pueda destrozarme por completo, y eso no es en absoluto una posibilidad remota.” (Carta al padre de Felice Bauer)

Franz aceptó ser un empleado insignificante, de jornada continua, para tener libres las tardes y poder escribir. Y esto le granjeó el desprecio de su padre, que era dueño de un negocio y él mismo tenía empleados a los que gritaba e insultaba todos los días, a juzgar por el testimonio del escritor checo en la terrible Carta al padre (1919):

“…como padre, has sido demasiado fuerte para mí, y más teniendo en cuenta que mis hermanos murieron siendo niños y mis hermanas nacieron ya mucho después, de modo que hube de cargar con ello yo solo, para lo que era demasiado débil”

Franz fue siempre un hombre inseguro, sometido, y eso también le trajo problemas en su relación con las mujeres, primero Felice Bauer (1887-1960), con la que llegó a prometerse dos veces, aunque finalmente no se casaron (ella se casó en 1919 con un hombre de negocios berlinés y tuvo dos hijos):

“Ni puedo vivir con ella ni puedo vivir sin ella”, escribió en alguna ocasión.

Durante la crisis del noviazgo Kafka escribió La metamorfosis. En sus Diarios confiesa:

“Necesito pasar mucho tiempo solo”, “lo que he conseguido ha sido fruto de la soledad”, “Solo, tal vez pudiera realmente dejar el trabajo algún día. Casado, no me sería posible jamás”.

Y en una carta a Max Brod le confiesa:

“Siento por F. el amor de un general fracasado por la ciudad que fue incapaz de tomar pero que “no obstante” se convirtió en algo grande: la feliz madre de dos hijos”.

Franz tuvo intención de casarse cinco veces, (después de Felice, lo intentó con Julie Wohryzek, judía polaca) pero no se decidió finalmente en ninguna ocasión y se quedó soltero. Quizá una de las claves fuera su falta de salud, su miedo a la vida, su sentimiento de inferioridad. Quizá alguna posible disfunción sexual, de la que se ha hablado alguna vez. O su amor por la literatura, pues no quería comprometerse con un trabajo que odiaba y, en ese sentido, temía las ataduras del matrimonio y la paternidad. Él mismo le escribió a Felice Bauer en una de sus cartas:

“Muchas veces he pensado que la mejor forma de vida para mí

Page 3: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

3

consistiría en recluirme en lo más hondo de un sótano espacioso y cerrado, con una lámpara y todo lo necesario para escribir. Me traerían la comida y me la dejarían siempre lejos de donde yo estuviera, tras la puerta más exterior del sótano; sería mi único paseo. Luego regresaría a mi mesa, comería lenta y concienzudamente, y me pondría otra vez a escribir”. “Felice, cuídate de pensar que la vida es banal, si por banal quieres decir monótona, vulgar, insignificante. La vida es sencillamente terrible; es algo que siento como pocos. A menudo (y en lo más profundo de mi ser quizá todo el tiempo) dudo de que yo sea un ser humano”. “No es que la literatura me interese, es que estoy hecho de literatura, no soy ni puedo ser otra cosa”.

Y esto le comenta a su amigo Max Brod en otra carta:

“Cualquier pareja de enamorados, me ponga o no en su lugar, me resulta una visión repulsiva, y si quiero asquearme a mí mismo no tengo más que imaginar que rodeo con el brazo la cintura de una mujer”.

La salud de Franz nunca fue buena, él era vegetariano, medía un metro ochenta centímetros y pesaba poco más de sesenta kilos:

“Está claro que mi condición física es un importante obstáculo para mi progreso. Con un cuerpo como el mío es imposible llegar a nada. Tendré que acostumbrarme a sus constantes achaques (…) Mi cuerpo es demasiado largo para tanta debilidad, no tiene ni un ápice de grasa que pueda engendrar la bendición de un poco de calor, ni conservar un fuego interior…” (Diarios).

Nunca fue un chico atlético ni marcial ni heroico, como hubiera querido su padre, que lo consideraba un inútil, un blandengue enfermizo, incapaz de hacer nada a derechas y de llevar una vida burguesa como Dios (o Yavé) manda. Hermann Kafka despreciaba a su hijo y se burlaba de él, lo consideraba un fracasado, incapaz de casarse y continuar el apellido familiar, tímido y poco dotado para su profesión de abogado. Lo comparaba con su hermano Rudolf, tío de Franz, un solterón fracasado condenado a vivir con un padre al que odiaba y que acabó suicidándose. Y Franz creía a su padre cuando hacía estas comparaciones y sentía ganas de desaparecer. Esto escribe en sus Diarios:

“Cuando considero que toda mi forma de vivir sigue un derrotero que mis parientes y conocidos, sin excepción, encuentran extraño y equivocado, aflora el temor, que mi padre expresa, de acabar siendo un segundo tío Rudolf, el idiota de una nueva generación de la familia, un idiota algo cambiado para adaptarse a las exigencias de una época distinta”.

Y esto le dice a su amigo Max Brod en una carta:

“Un hijo que es incapaz de casarse, que no podrá transmitir el apellido familiar; al que deben mantener en su casa con treinta y nueve años; que lo único que hace es escribir cosas raras, sin otro objetivo que su propia salvación o condenación; que no muestra ningún afecto; alejado de la Fe, de modo que su padre no puede esperar siquiera que rece una oración por el descanso de su alma; tísico y que, como el padre considera con razón, ha enfermado por culpa suya y de nadie más…”

En 1917 Franz padeció tuberculosis pulmonar, enfermedad que finalmente lo llevaría a la tumba. Ya enfermo, conoció a una mujer importante en su vida, Milena Jesenskà-Polak (1896-1944), esposa de otro hombre, un escritor judío alemán, Ernst Polak, a pesar de lo cual se carteó con ella (Cartas a Milena). Un año antes de su fallecimiento, conoce a otra mujer importante, Dora Diamant (1898-1952), el gran amor que siempre había anhelado. En 1919 escribió la terrible Carta al padre, donde analiza sus desencuentros con su progenitor.

Page 4: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

4

Se internó varias veces en sanatorios para curar su enfermedad pulmonar y consiguió la jubilación en 1922, tras varios intentos anteriores fallidos, en la aseguradora para la que trabajó tantos años. Poco después, moría, joven, a los 41 años, en 1924. No superó jamás su sentimiento de insignificancia, de incomunicación e inferioridad. No encajaba en aquellas grandezas imperiales del tiempo que le tocó vivir, y esa inadaptación es lo que refleja como nadie en sus obras. Tampoco encajaba en su familia, su relación con el padre fue especialmente compleja. Su trabajo lo sobrellevaba como una pesada carga que tenía que asumir. Se sentía condenado, sin poderse dedicar a su gran pasión creativa. Por eso, su tema más reiterado es la desproporción entre el castigo y la culpa, algo que aparece en “La condena”, El proceso, El castillo, “En la colonia penitenciaria”… Él necesitaba esa expresión tan freudiana de “matar al padre”, pero nunca tuvo fuerzas para hacerlo. Las obligaciones hacia la familia, la obediencia al jefe del clan, pesaron mucho sobre él. Así, vivió en una triple marginación: geográfica (el alemán que se hablaba en Praga estaba mezclado con el yiddish), lingüística (lengua alemana minoritaria en Chequia) y racial (su condición de judío). Para él, la educación fue un proceso de desposesión de lo más íntimo y valioso que tiene la persona: sumergido a la fuerza en el germanismo, sometido por los deseos de su padre, obligado a negar la literatura por una profesión comercial para la que no tenía ni aptitud ni vocación… Finalmente, desde 1917 aproximadamente, se interesó por el sionismo. Quería ir a Palestina, estudió hebreo, investigó las tradiciones judías, se sintió judío, más que checo o alemán… Pero no pudo realizar su sueño de visitar la Tierra Prometida antes de morir. La vida de Kafka influyó mucho en su obra, de manera que podemos decir que sus temas obsesivos son la soledad, la culpabilidad, la frustración, el absurdo, la identidad, el desarraigo, la desesperanza, etc. Más que para los demás, Kafka escribía para sí mismo, de manera que entendía la escritura al modo de Nietzsche, “escribir con sangre”, pensando que la literatura tienen una función terapéutica, sanadora. Esto le dice a su amigo Robert Klopstock:

“Tras sufrir el azote de periodos de demencia, empecé a escribir, y ese escribir es para mí lo más importante del mundo (de una forma que es horrenda para cuantos me rodean, tan inefablemente horrenda que no hablo de ese tema); igual que para el loco es importante su engaño (si lo perdiera se volvería “loco”) o para una mujer lo es su embarazo. Esto no tiene nada que ver con el valor de la escritura: conozco ese valor con exactitud casi excesiva, igual que sé el valor que tiene para mí(…) Por eso, con tembloroso temor, proejo la escritura de toda perturbación, y no únicamente la escritura, sino la soledad que forma parte de ella”.

De Kafka se ha hablado como un poeta del nihilismo, como un teólogo de lo imposible. Y de su obra se ha dicho que es un puente entre el mundo del sueño y el de la vigilia. Él mismo solía firmar en algunas ocasiones con el seudónimo “Yerba amarga”. Kafka aportó importantes innovaciones técnicas a la narrativa (estudio de la interioridad del personaje, sentido simbólico, humor negro…). En línea con la Escuela de Praga, de la que es el miembro más destacado, su escritura se caracteriza por su tendencia metafísica y por una síntesis personal de absurdo, ironía, lucidez y simbolismo. Curiosamente, utiliza un realismo minucioso para describir su mundo de sueños vueltos pesadillas. Se ha hablado de “fenomenología de la muerte”, de “tanatología”, de “imaginería mortuoria”o “voluntad autodestructiva” para referirse a sus obras, por el gran protagonismo que tiene en ellas la muerte, vista como liberación (como le ocurre a Gregor Samsa en La metamorfosis, por ejemplo). La muerte es aquí un tránsito, una última metamorfosis que permite que el personaje recupere su humanidad y su lugar en la familia. También Josef K. en El proceso muere y se libera de una existencia angustiosa. En La condena, Georg Bendemann es condenado a muerte por su propio padre y él mismo ejecuta la pena, solucionando así el conflicto padre-hijo. En El cazador Gracchus un cazador de la Selva Negra muere en un accidente, pero es condenado a vagar por la tierra, pues su barca no encontró el

Page 5: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

5

camino hacia el más allá. Vive en tierra de nadie, desorientado metafísicamente, navegando eternamente. El relato se considera una metáfora del pensamiento kafkiano; no en vano “Gracchus”, grajo, tiene que ver con el apellido “Kafka”, en checo “Kavka”. Su obra nos ha llegado gracias a su amigo Max Brod, al que Franz nombró albacea testamentario y a quien ordenó destruir sus manuscritos. Afortunadamente, Brod no hizo caso a Franz y así se salvaron las obras de creación de uno de los mayores genios literarios del siglo XX. Brod intentó acercar la obra de su amigo al sionismo, pero no está tan clara la relación de Kafka con la ideología pro-judía, a la que sí se acercó en los años finales, pero de la que nunca fue un militante convencido. La condición de judío de Kafka y su relación con el sionismo ha sido discutida hasta la saciedad:

Algunos consideran su obra intensamente sionista, alegan que el círculo de amistades de Kafka (Oskar Pollak, Max Brod,Felix Weltsch, Oskar Baum, Franz Werfel, Hugo Bergmann…) era estrictamente judío. También que en tiempos del escritor se vivieron múltiples episodios antisemitas (en Chequia, en Rusia, en Francia, en Alemania…), incluidos los progromos o persecuciones antijudías, la privación de derechos a los judíos, la obligación de vivir en guetos, la prohibición de participar en el ejército o de ser funcionarios públicos, etc.

Otros opinan que contiene más bien una crítica de la civilización humana y que habla más bien de problemas universales, como el desarraigo, la subsistencia en un entorno hostil, las relaciones con los otros y especialmente con la familia… Además, recuerdan que el marido de su hermana Ottla, Josef David, era un judío convertido al cristianismo; que su novia Milena Jesenská era una checa católica procedente de una familia antisemita, etc.

Los herederos de Kafka decidieron que sus manuscritos se custodiaran en la Bodleian Library de Oxford. Y allí están hoy día. De sus obras se han hecho adaptaciones teatrales y cinematográficas:

El proceso - Dir.: Orson Welles (1963).

The Castle - Dir.: Rudolph Noelte (1968).

Informe para una academia - Dir.: Carles Mira (1975).

The metamorphosis of Mr. Samsa - Dir.: Caroline Leaf (1977).

Los amores de Kafka - Dir.: Beda de Campo Feijo (1988).

Informe per a una acadèmia - Dir.: Quim Masó (1989).

Kafka, la verdad oculta - Dir.: Steven Soderbergh (1991).

El proceso - Dir.: David Jones (1993).

(YouTube) La Metamorfosis de Franz Kafka - Dir.: Carlos Atanes (1993).

Amerika - Dir.: Vladimir Michalek (1994).

Das Schloss, El castillo - Dir.: Michael Haneke (1996).

La metamorfosis - Dir.: Josefina Molina (1996).

Metamorfosis - Dir.: Fran Estévez (2004).

El deseo de ser piel roja - Dir.: Pablo Di Luozzo (2006).

2. Cronología de Franz Kafka

AÑO BIOGRAFÍA

1883 El 3 de julio nace Franz Kafka, hijo mayor del comerciante Hermann Kafka (1852-1931) y su esposa Julie, de soltera Löwy (1856-1934), en la Ciudad Vieja de Praga. Son sus hermanos: Georg (nacido en 1885, murió a los quince meses); Heinrich (nacido en 1887, murió a los seis meses); Gabriele, llamada Elli (1889-1941); Valerie, llamada Valli (1890-1942); Ottilie, llamada Ottla (1892-1943).

1889-1893 Alumno de la escuela primaria alemana de la calle Masná. En 1889, el 29 de octubre, nacía su

Page 6: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

6

AÑO BIOGRAFÍA

hermana favorita, Ottla, la hija menor de Herman y Julie.

1893-1901 Estudia en el instituto de bachillerato de humanidades de lengua alemana del distrito de Staromesto o Ciudad Vieja. Profesor encargado de curso: Emil Gschwind. Obras tempranas (destruidas).

1897 Amistad con Rudolf Illowy; charlas sobre socialismo. Disturbios antisemitas en Praga.

1898 Amistad con Hugo Bergmann, Ewald Félix Príbram y especialmente con Oskar Pollak (hasta 1904).

Lectura de la revista Der Kunstwart, publicada por Ferdinand Avena-Rius. Profesor de historia

natural: Adolf Gottwald. Lee a Darwin y a Haeckel.

1900 Vacaciones de verano en Trest (con su tío Siegfried, el médico rural) y en Roztoky (lugar de veraneo

de los padres). Lee a Nietzsche.

1901 Examen final de bachillerato. Vacaciones con el tío Siegfried (1867-1942) en Helgoland y Norderney.

En otoño, comienzo de la carrera en la Universidad Alemana de Praga; en primer lugar, dos semanas

de Química, luego Derecho. Al mismo tiempo, un curso de Historia del Arte.

1902 En el semestre de verano, Filología Germánica. Vacaciones de verano en Libechov y en Trest.

Proyecto de seguir estudiando Filología Alemana en Munich. En el semestre de invierno,

continuación de los estudios de Derecho en Praga. «Salón de lectura y coloquios.» Primer encuentro

con Max Brod, que será su amigo toda la vida y su albacea testamentario.

1903 En verano, examen de grado y licenciatura en Historia del Derecho; tras ello va al sanatorio naturista de Weisser Hirsch, cerca de Dresde, y luego al sur de Bohemia. En noviembre, viaje a Munich.

1904 Empieza a trabajar en Descripción de una lucha, su primera obra conservada.

1905 En verano, cura en el sanatorio Schweinburg de Zlate Hory; primer amor con la “mujer madura”. A

continuación, con su madre y sus tres hermanas en Strakonice, en casa de las tías Anna y Julie. En

invierno comienzan los encuentros regulares con los amigos Oskar Baum, Félix Weltsch y Max Brod.

1906 Ingresa como pasante en un despacho de abogados. El i 8 de junio, doctor en Derecho. Vacaciones de nuevo en Zlate Hory. A partir del otoño, un año de prácticas de abogacía, primero en la Audiencia provincial, después en el tribunal de lo penal. Preparativos de boda en el campo.

1907 En verano, en Trest (Hedwig W.). A partir de octubre, «asistente» en la Assicurazioni Generali de Praga.

1908 Primera publicación: ocho textos en prosa del posterior volumen Contemplación, en la revista

Hyperion, editada por Franz Blei. En julio ingresa como «auxiliar interino» en el Instituto de Seguros

de Accidentes de Trabajo del Reino de Bohemia en Praga; trabajo de media jornada (de 8 a 14). Es

una empresa semipública, de manera que es casi un funcionario. Primer viaje de trabajo a Decin. Una

semana de vacaciones en Spicák. Comienzo de una amistad más estrecha con Max Brod; numerosas

excursiones a los alrededores de Praga; cafés-concierto, cabarets, cafés.

1909 Viaje de vacaciones con Max y Otto Brod a Riva, junto al lago de Garda; Los aeroplanos en Éresela. Numerosos viajes de trabajo (Decin, Plzen, Vratislavice). Inicio de los diarios.

1910 En mayo es nombrado «consultor». Asistencia a mítines electorales y reuniones socialistas. Compañía teatral yidish. Veladas artísticas en casa de Berta Fanta. Viaje de vacaciones a París con Max y Otto Brod. Viaje de trabajo a Jablonec. En diciembre, una semana en Berlín.

1911 Numerosos viajes de trabajo a Liberec y a Frydlant (diario de viaje), norte de Bohemia, Varnsdorf (donde conoce al médico naturista Schnitzer). Viaje de vacaciones con Max Brod a los lagos del norte de Italia y a París; a continuación, una semana solo en el sanatorio naturista Fellenberg de Erlenbach, cerca de Zurich. Se convierte (con el dinero de su padre) en socio comanditario de la fábrica de amianto de su cuñado Karl Hermann. Amistad con el actor yidish Yitsjak Löwy; interés por el judaísmo y el yídish.

1912 Primera versión de El desaparecido (América). En verano, viaje de vacaciones a Weimar con Max Brod; a continuación, tres semanas solo en el sanatorio naturista Just's Jungborn, en el Harz. En agosto, compilación del primer libro, Contemplación, Betrachtung, y primer encuentro con Felice

Page 7: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

7

AÑO BIOGRAFÍA

Bauer. Septiembre: La condena. Octubre: pensamientos de suicidio porque la familia quiere obligarle a hacerse cargo de la odiada fábrica de amianto. Noviembre-diciembre: La metamorfosis. Viajes de trabajo a Chrastava y a Litomefice. Segunda versión de El desaparecido. Aparece Contemplación.

1913 Viajes de trabajo a Litomerice y a Ustí nad Labem. Ascenso a vicesecretario. Visita tres veces a Felice Bauer en Berlín. Trabajo de jardinería en el Instituto Pomológico de Troja, cerca de Praga. En septiembre, viaja con el director Marschner al Congreso Internacional de Salvamento y Prevención de Accidentes celebrado en Viena; prosigue el viaje solo, pasando por Trieste, Venecia, Verona y De-senzano, hasta Riva, al sanatorio del doctor von Hartungen (encuentro amoroso con «la suiza» Gerti Wasner). Publicación de El fogonero. Traba conocimiento con Grete Bloch (1892-1944), amiga de Felice Bauer, quien parece que tuvo un hijo de Franz, aunque nunca lo comunicó; el niño murió a los siete años de edad.

1914 Visita dos veces a Felice en Berlín. Felice viaja a Praga. Compromiso oficial el 1 de junio en Berlín. Viaje a Hellerau. El 12 de julio, «juicio en el hotel» (Askanischer Hof) en Berlín; se rompe el compromiso. A continuación, viaje con Ernst Weiss a Marielyst, localidad danesa de la costa del Báltico. A partir de octubre, primero en la casa de Valli (Bilkova), después en la de Elli (Polská). El proceso; En la colonia penitenciaria. Comienza la Primera Guerra Mundial.

1915 Primer reencuentro con Felice. A partir de marzo, habitación propia en la Dlouhá. En abril, viaje con

Elli a Hungría. En julio, en el sanatorio Frankenstein, cerca de Rumburk. Cari Sternheim cede a Kafka

la suma de dinero vinculada al Premio Fontane. Se publica La metamorfosis.

1916 Julio: diez días con Felice en Mariánské Lázne. Se publica La condena. Lectura pública en Munich (En

la colonia penitenciaria). A partir de noviembre Kafka escribe en una casita de la Zlatá Ulicka

alquilada por su hermana Ottla: relatos de Un médico rural.

1917 Marzo: vivienda en el palacio Schónborn. Estudios de hebreo. En julio, viaje con Felice a casa de la

hermana de ésta en Budapest: segundo compromiso. Agosto: vómito de sangre; empieza la

tuberculosis pulmonar. En septiembre se instala en Sirem, en casa de Ottla, que se dedica allí a la

agricultura. En diciembre, ruptura del compromiso con Felice.

1918 A partir de mayo vuelve a trabajar en el instituto de seguros. De nuevo trabajos de jardinería en Troja. En septiembre, trabajo de-jardinería y reposo en Turnov; luego de nuevo en Praga. Diciembre en Zelízy.

1919 Zelízy. Conoce a Julie Wohryzek, hija de un custodio de sinagoga. A partir de abril, de nuevo en

Praga. Compromiso con Julie Wohryzek. Publicación de En la colonia penitenciaria. En noviembre de

nuevo en Zelízy; Carta al padre; Minze Eisner. A partir de diciembre, en Praga.

1920 Ascenso a secretario del instituto. Los aforismos de Él. Conoce a Gustav Janouch. A partir de abril en Merano; correspondencia con Milena Jesenská, una mujer casada, joven, bella, independiente y lúcida, de la estirpe de las heroínas románticas. Viena. En verano y otoño, en Praga: numerosos Relatos. Ruptura del compromiso con Julie Wohryzek. Publicación de Un médico rural. A partir de diciembre, en el sanatorio de Matliary (Alto Tatra).

1921 Matliary; amistad con Robert Klopstock (1899-1972). En otoño, de nuevo en Praga. En octubre

entrega a Milena todos los diarios. No la volverá a ver.

1922 Enero-febrero: Spindleruv Mlyn. Inicia El castillo. Ascenso a secretario general. Un artista del

hambre. Junio: jubilación definitiva por problemas de salud. De finales de junio a mediados de

septiembre, en Planá nad Luznice, donde Ottla había alquilado una residencia de verano; luego, de

nuevo en Praga.

1923 De nuevo estudios de hebreo; proyecto de emigrar a Palestina. En julio, en Müritz (Báltico); Dora

Diamant. Agosto-septiembre, con Ottla en Zelízy; a finales de septiembre, traslado a Berlín, al

domicilio de Dora Diamant, joven veinteañera de familia judía-polaca. Una mujercita, La madriguera.

Page 8: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

8

AÑO BIOGRAFÍA

1924 En marzo de nuevo en Praga; Josefina la cantante. A partir de abril, con Dora Diamant y Robert

Klopstock en el sanatorio Hoffmann en Kierling, cerca de Klosterneuburg, donde muere el 3 de

junio. Entierro en Praga en el cementerio judío. En verano aparece el volumen Un artista del

hambre. Su padre, fallecido en 1931, y su madre, muerta en 1934, fueron enterrados en la misma

tumba.

Años posteriores

Las hermanas de Kafka Ottla, Elli y Valli fueron aniquiladas por los nazis en el campo de

concentración de Auschwitz (1942). También Milena. Y Grete Bloch, de la que se dijo que le había

dado un hijo a Franz, murió en 1944. Y el tío Siegfried, que se suicidó en 1942 para no ser deportado

al campo de Theresienstadt.

3. Obra de Franz Kafka

a) Narrativa

Descripción de una lucha (1904). o Conversación con el suplicante o Conversación con el ebrio

Contemplación (1913) o Niños en un camino de campo o Desenmascaramiento de un embaucador o El paseo repentino o Resoluciones o La excursión a la montana o Desdicha del soltero o El comerciante o Contemplación distraída de la ventana o Camino de casa o Transeúntes o Compañero de viaje o Vestidos o El rechazo o Para que mediten los jinetes o La ventana a la calle o El deseo de ser piel roja o Los árboles o Desdicha

Un médico rural (1919) o El nuevo abogado o Un médico rural o En la galería o Un viejo manuscrito o Ante la ley (Repetido en El proceso) o Chacales y árabes o Una visita a la mina

Page 9: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

9

o El pueblo más cercano o Un mensaje imperial o Preocupaciones de un jefe de familia o Once hijos o Un fratricidio o Un sueño o Informe para una academia

La condena (1912)

En la colonia penitenciaria (1914)

Una mujercita (1923)

Josefina la cantora o el pueblo de los ratones (1924)

Un artista del hambre (1924)

Un artista del trapecio

La metamorfosis (1915)

b) Obras publicadas póstumamente

América. Novela comenzada en 1912. Se publicó en 1927.

El proceso (1925). Novela inconclusa.

El castillo. (1922). Novela inacabada.

La edificación de la Muralla China. Relato.

Carta al padre (1919).

“Ricardo y Samuel”. Capítulo de una novela, escrito en colaboración con Max Brod. Escribió también relatos y una importante colección de aforismos, cartas y diarios.

4. La metamorfosis. Notas de lectura

a) Introducción

La metamorfosis la escribió Franz en 1912, pero se publicó en 1915, primero en una revista, Weisse Blatter, luego en libro en la editorial Kurt Wolff, de Leipzig. El editor llamaba al relato “la historia de la chinche”. Kafka quería publicarla con otros relatos suyos, “La condena” y “El fogonero”, pues consideraba que los tres relatos tenían cierta unidad. La idea común es que en estas obras un padre triunfa sobre un hijo. Por eso Kafka plantea al editor que le gustaría ver publicadas las tres obras en un libro que se titulase Los hijos. Otro vínculo temático es la ambientación urbana de los relatos, que sugiere poderosamente la Praga de Kafka; y el ambiente de clase media en que se desarrolla la acción. En español, el relato se puede traducir por “La metamorfosis” o “La transformación”, título con el que ha aparecido en alguna ocasión: “Nos parece incluso probable que la traducción al castellano de Die Verwandlung por La Metamorfosis tenga su origen en alguna traducción francesa o inglesa, ya que la traducción correcta de este término sería la de La Transformación. En

alemán también existe la palabra Metamorphose, y, puesto que Kafka no emplea ésta, sino la de Verwandlung, no se

Kafka, por Peter Mendelsund

Page 10: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

10

debe traducir por metamorfosis lo que es una transformación. Por necesidades editoriales nos vemos aquí obligados a dar el título de La Metamorfosis a este relato.” (Kafka, F., La metamorfosis y otros relatos, 13ª ed., ed. y trad. Ángeles Camargo, Madrid, Cátedra, 2008, p. 76.)

Pero cuando se lee una traducción nunca debe olvidarse aquello que decía Ortega y Gasset, en Miseria y esplendor de la traducción, que la traducción nunca es la obra misma, pues no hay transustanciación de una lengua a otra, sino un camino hacia aquella. La metamorfosis es una historia corta, podemos considerarla un relato o una novela corta. Pero a pesar de su brevedad, tiene gran densidad, permite muchas lecturas e interpretaciones. Toca el tema de la identidad y el de la alienación, la marginación y el extrañamiento. El protagonista está preso de unas convenciones sociales y familiares que lo agobian: la obligación hacia el padre y la familia, la responsabilidad para con la empresa que le da trabajo. En la narrativa kafkiana, el individuo está impotente ante un poder superior que lo domina y anonada, que lo oprime y lo enajena. La máquina burocrática vence al hombre, lo aniquila y lo somete. El sometimiento al horario, a la obligación del trabajo, acaba con el ser humano. Y cuando alguien, como Gregor Samsa, propone una regresión a un estado arcaico, edénico, de felicidad, se convierte en un monstruo y es repudiado, aniquilado. La metamorfosis es un alegato contra la soledad y la angustia, contra la desorientación del ser humano en un mundo que se ha vuelto incomprensible. Su principio, “Al despertar una mañana Gregor Samsa de un sueño inquieto, se encontró en su cama transformado en un insecto gigantesco”, se ha hecho universalmente famoso. Además, parece el comienzo de un cuento de hadas y, sin embargo…

b) Argumento

El argumento es sencillo: Gregor Samsa, joven viajante de comercio que vive con sus padres y con su hermana Grete, se levanta una mañana convertido en un monstruoso insecto. A duras penas puede levantarse de la cama. Su familia se extraña al ver que no sale de la habitación, el apoderado de la empresa viene a casa a ver por qué no ha ido a trabajar. En el libro se dice que el apoderado era sordo, por eso no podía oír las quejas de sus empleados (todo un símbolo del sistema capitalista, que no escucha al trabajador). Gregor conserva la calma, se pregunta qué ha podido ocurrirle, intenta dominar la situación buscando una salida lógica. Pero cuando sale de la habitación se produce una reacción histérica de su familia y del apoderado, que lo miran horrorizados. El padre le hace retroceder hasta su habitación de nuevo, a bastonazos. Como bien se dice en el texto, su transformación en insecto “no era un sueño”. Gregor se va acostumbrando a su nueva situación, cuenta con el apoyo de Grete, que le lleva la comida y lo visita, aunque sin disimular su sensación de asco. Desde su habitación oye cómo habla la familia del “asunto”, se quejan de la mala situación económica tras el cambio de Gregor. Grete decide retirar los muebles de la habitación para que Gregor pueda moverse mejor, pero él no quiere separarse de un cuadro al que tiene afecto y se cuelga de él en la pared. La madre, al verlo, se desmaya. Llega el padre, Grete le cuenta que Gregor ha intentado escaparse, el padre coge unas manzanas y se las lanza para que vuelva a su habitación, y una de ellas le hiere gravemente en el costado (una imagen de la tuberculosis que estaba matando a Kafka). Grete dejará de visitarlo, la habitación va acumulando basuras, parece un estercolero maloliente. En la familia todos se han puesto a trabajar, han alquilado una habitación a tres caballeros. Una noche, ellos solicitan a Grete que toque el violín, Gregor sale de su habitación para oírla, los hombres lo ven y deciden marcharse de la casa. Grete toma la iniciativa familiar y dice claramente que hay que librarse del “problema” como sea. Esa noche Gregor muere y, por la mañana, su familia se va feliz a pasar un día al campo, liberada del asunto que últimamente no la dejaba vivir. Cogen el tranvía de regreso a casa tras pasar un buen día, como hacía tiempo no tenían, y el señor y la señora Samsa reparan entonces en que su

Page 11: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

11

hija está cada vez más animada y que se ha convertido en una joven hermosa y de buena figura, por lo que pronto habrá que buscarle marido.

“Y, como confirmando sus nuevos sueños y excelentes intenciones, al final del trayecto fue su hija la primera en ponerse en pie y desperezar su joven cuerpo”.

Hay varios elementos autobiográficos en el relato: la difícil relación con el padre que lo hiere gravemente; la relación positiva con la hermana, luego vuelta en negativa cuando ella se pasa al bando del jefe familiar; la traición final de la familia que no puede entender a Gregor y decide librarse de él; la grave lesión en el costado (tuberculosis) que acelera su debilidad y su fallecimiento; los problemas de relación y de lenguaje con el mundo que lo rodea (Gregor tropieza con los muebles de su habitación, con un espacio adaptado a las medidas humanas, pero no a las suyas, animales, fuera de estándar); el sentirse como un bicho, incapaz de incluirse y ser admitido; la infelicidad; la sensación de soledad, incomprensión, aislamiento (Gregor Samsa llega a parecer un Cristo lacerado, apaleado, por todos herido y abandonado); la visión de la muerte propia como liberación para los otros; la mujer como ser que da la vida y la muerte (la madre y la hermana tienen voces dulces, al principio del relato, frente a la voz ruda y autoritaria del apoderado y del padre)… Hay también relaciones entre esta obra de Kafka y Muerte de un viajante, de Arthur Miller, en la que también se critica la incomunicación y se plantea la imposibilidad de adaptarse, de vivir el “sueño americano” (Miller es, en ese sentido, el anti-Whitman: un pesimista sustituye al optimista Walt). El viajante es un ser en perpetuo nomadeo, siempre buscando. El resfriado, dice Kafka en La metamorfosis, es su enfermedad profesional:

“-¡Ay, Dios! –díjose entonces-. ¡Qué cansada es la profesión que he elegido! Un día sí y otro también de viaje. La preocupación de los negocios es mucho mayor cuando se trabaja fuera que cuando se trabaja en el mismo almacén, y no hablemos de esta plaga de los viajes: cuidarse de los enlaces de los trenes; la comida mala, irregular; relaciones que no llegan nunca a ser verdaderamente cordiales, y en que el corazón nunca puede tener parte. ¡Al diab lo con todo!” (Frank Kafka, La metamorfosis, Madrid, Alianza Editorial, 2009, p. 9).

El tema de la incomunicación es fundamental en el relato. Gregor tiene mucho de Franz, poco a poco va perdiendo su condición humana, casi no consigue ni articular palabra con una voz humanizada, se va alejando de la sociedad más y más, hasta el funesto desenlace. Va perdiendo progresivamente la capacidad de hablar sustituyéndola por otras formas de expresión acordes con su nueva condición animal: lenguaje ininteligible, lenguaje de los sentidos (el oído, que sustituye a la vista); a menudo los otros personajes se dirigen a él preguntándole, obteniendo por respuesta el silencio o un ruido indescifrable; entre los demás personajes el diálogo tampoco fluye, como si estuvieran condenados a no entenderse; hay muchos momentos de silencio; lo que revela evidentes dificultades de comunicación entre los seres humanos. La acción es prácticamente nula. Kafka nos pone ante el absurdo y nos deja allí, como en las pesadillas en que no se avanza, aunque uno se mueva.

Page 12: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

12

c) Estructura

La estructura de La metamorfosis es lineal, tiene tres partes. La primera, centrada en la mañana en que Gregor descubre que es un insecto. Dura hasta que el padre consigue meterlo de nuevo en su habitación y lo hiere a bastonazos. La segunda, centrada en la vida diaria de Gregor, termina cuando el padre vuelve a herirlo con unas manzanas, esta vez de gravedad. La tercera es el desenlace, final y muerte de Gregor, precipitado por las palabras de Grete, que lo hieren profundamente. Más o menos, la secuencia de acciones es la siguiente:

Primera parte: descripción del insecto y la habitación, reacción de Samsa, preocupación por llegar al trabajo, presentación de la familia (padres y hermana), Samsa intenta levantarse pero no puede, viene el apoderado, reacción de la familia, reproches del apoderado, réplica de Gregor que espera ayuda, sale de la habitación, reacciones negativas de los presentes, el padre lo hace retirarse de nuevo a la habitación.

Segunda parte: nuevo despertar, Gregor se va acostumbrando a la nueva situación, su hermana Grete le trae comida, cada vez come más como un animal que como una persona, Gregor tiene problemas de comunicación, se va la criada, la situación económica de la familia es mala, la hermana traslada los muebles de la habitación para que pueda moverse mejor, él quiere rebelarse y guardar un cuadro y huir, asusta a la madre y el padre lo hiere gravemente con una manzana.

Tercera parte: progresivo abandono e indiferencia de la familia, vienen tres huéspedes, quieren escuchar a Grete tocar el violín, sale Gregor, lo ven los huéspedes, se van de la casa, la hermana se pone de parte del padre, Gregor se siente mal, no quiere comer, está débil y muere, reacciones de la familia y la asistenta, liberación final, solución del “problema” Gregor.

La estructura del relato es, como decimos, lineal, desde la transformación de Gregor en insecto hasta su muerte. Desde el punto de vista de la intriga o la tensión, podríamos decir que su perfil es piramidal: planteamiento inicial (Gregor se convierte en insecto) – clímax (tensión máxima) – desenlace (tensión resuelta, explosión plurisignificativa de la obra, interpretaciones múltiples).

ESTRUCTURA DE LA METAMORFOSIS

PLANTEAMIENTO: Transformación de Gregor Samsa en insecto: “No era un sueño”

NUDO: Clímax. Grete se vuelve contra Gregor y dice que hay que librarse de él

DESENLACE: Muerte de Gregor. La familia se siente liberada y feliz

INTRIGA,

SUSPENSE

PLURISIGNIFICACIÓN: - indefinición semántica - múltiples interpretaciones - simbolismo

Page 13: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

13

d) Personajes

Gregor Samsa, el protagonista del relato, es un ser acorralado, incapaz de defenderse o de hallar una salida. La única liberación para él es la muerte. Vive con sus padres y con su hermana Grete y lleva cinco años trabajando en la misma empresa, desde que el negocio de su padre quebró. En ese momento, Gregor tuvo que empezar a trabajar como dependiente para pagar la deuda que su padre tenía con su jefe y rápidamente se convirtió en viajante de comercio; su trabajo es el único sustento de la familia. Ante su transformación, duda, no lo cree, pero al final lo acepta. En este proceso, Gregor muestra su preocupación por su familia, porque sabe que todos dependen de él. Busca la aceptación de sus padres y hermana, pero sólo obtiene el rechazo por ser lo que es. Al intentar comunicarse con los seres humanos, provoca asco, rechazo e incomprensión, efectos que le llevarán a la muerte.

El señor Samsa tuvo su negocio hasta cinco años antes, cuando quebró, tras lo cual no volvió a trabajar, por lo que es Gregor quien mantiene a la familia. Cuando ocurre la metamorfosis de su hijo vuelve a trabajar de ordenanza en un banco, lo que al principio toma como una humillación. Muestra un carácter autoritario, y es quien castiga a su hijo por su transformación, al arrojarle la manzana. Lo rechaza hasta el punto de que no quiere que salga de su habitación. Cuando su hijo muere, se siente aliviado hasta tal punto que al día siguiente reanuda su vida normal en familia.

Los personajes femeninos están vistos con amor y crueldad a la vez, por los problemas que Kafka tuvo en vida con las mujeres. La mujer es capaz de dar la vida y la muerte, de ser aliada o enemiga.

La madre tiene una salud irregular y se cansa con facilidad o le falta la respiración. Es buena, dulce, como lo era la madre de Franz, Julie; pero es incapaz de cambiar las cosas, de ayudar a su hijo, de frenar el autoritarismo de su marido. Y se desmaya cuando ve al insecto en que Gregor se ha convertido. No es capaz de enfrentar los problemas, de solucionarlos; lo único que hace es huir de las situaciones demostrando una actitud hipocondríaca y evasiva. Es, por tanto, una pieza más del sistema que oprime a Gregor, está bajo la opresión del marido, forma parte de lo establecido y no puede/sabe/quiere ayudar a Gregor-Franz. Se deja dominar por el temor y la cobardía, se niega a sí misma viviendo bajo el imperio de un hombre que la subyuga, acepta el sistema patriarcal. Su esposo, el señor Samsa, siempre está menospreciándola, como cuando dice:

“Vosotras, las mujeres, nunca queréis hacer caso”.

Además, antes de la transformación tenía una criada y solo se ocupaba de las tareas de costura. Después, con el cambio, al perder el dinero que aportaba Gregor, como tenían pocos ingresos en la familia, ella se ve obligada a hacerse cargo de todas las cosas de la casa y de la atención a los tres huéspedes. Cuando Gregor muere, siente alivio como si se hubiera despertado de una pesadilla y permite que la asistenta lo tire a la basura. En la vida real, Franz se decepcionó de su madre Julie y por eso la retrata de esta manera en su trasunto narrativo en La metamorfosis.

La hermana, Grete Samsa, tiene al principio una excelente relación con Gregor, antes de que se transformara en un insecto, como la tenía en la vida real Franz con Ottilie, llamada por todos Ottla, la benjamina de la familia. Pero finalmente Grete se alía con el padre contra él, forma parte del sistema opresor. En la vida real, Ottla trabajaba en la tienda de la familia todo el día y por la noche estudiaba

Page 14: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

14

idiomas, era soñadora y quería independizarse, como Franz, de la tiranía paterna. Pero en una ocasión, Hermann Kafka recriminaba a Franz porque no se ocupaba por las tardes, después de su trabajo en la aseguradora, de una fábrica de amianto que había comprado para aumentar los negocios familiares; le decía que era un inútil y que nunca llegaría a nada y expresaba, con su brutalidad habitual, cuánto le había decepcionado su hijo. Y Ottla se puso de su parte. Franz quedó muy dolido con este cambio de postura, llegó a pensar incluso en el suicidio, pues su familia no comprendía su pasión literaria y le exigía una dedicación al mundo del dinero que él no podía dar. Este cambio de Ottla ha sido trasladado por el escritor a la novela, en la que Grete es una joven de 17 años que toca el violín y tiene sensibilidad; antes de la transformación hablaba con su hermano y lo adoraba; pero después de la transformación de Gregor, va cambiando, tiene que ponerse a trabajar de dependienta y deja de ser dulce e inocente, cada vez siente más repeluzno cuando ve a su hermano-insecto y al final desea que muera. Sólo entonces, tras la muerte de Gregor, se vuelve a fijar en él, en lo delgado que está, y cae en la cuenta de lo poco que comía en los últimos tiempos.

Las criadas son personajes menores. Ana, la primera criada, al descubrir la transformación de Gregor, pide a sus señores el despido porque no puede soportar esa situación debido a la repulsión que le causaba y prometió ser discreta. La segunda criada, una mujer de unos 60 años, pide no salir de la cocina, pero acaba siendo despedida. La tercera criada es totalmente diferente a las anteriores; no solo porque acepta la presencia de Gregor, sino que además se muestra dispuesta a cuidarle, aunque lo desprecia y no le tiene afecto, llega incluso a ser descarnada o agresiva con él. Y no hay que olvidar que, finalmente, cuando muere, se deshace de él arrojándolo a la basura.

Los huéspedes son también personajes menores. Eran tres señores muy formales, de barba, a los que molestaban los trastos inútiles y la suciedad; eran muy exigentes. Al conocer la existencia de Gregor se ven notablemente molestos y se despiden. Son expulsados de la casa por el señor Samsa. Representan la moral burguesa tradicional. Uno de ellos lleva la voz cantante y los otros solo repiten lo que dice el primero, son como Hernández y Fernández (Dupont et Dupont, en el original belga), los famosos detectives de las historias de Tintín.

e) Estilo

El estilo es sobrio, con una impasibilidad aprendida de Flaubert (al que admiraba Kafka). Cuenta con frialdad, sin emoción, hechos insólitos, tremendos. Hay un realismo descriptivo crudo, descarnado.

f) Espacio

La metamorfosis de Franz Kafka es una obra en la que el espacio es clave para el desarrollo de la trama. El relato transcurre en un lugar cerrado, la casa y, sobre todo, en la habitación de Gregor. El padre le obliga a recluirse en ella y no salir de allí, no quiere dejarlo escapar. La habitación se va transformando, poco a poco, con el aislamiento de Gregor y la aceptación de su condición de insecto, en un estercolero. El espacio clausurado es una metáfora del afán de libertad que embargaba el espíritu de Franz Kafka. A veces, Gregor se asoma a la ventana y nos describe cómo ve la calle, el mundo exterior, siempre lloviendo, lo que produce un sentimiento de melancolía. El salón es el lugar donde la familia se sienta junta, con sus huéspedes, donde conversan amigablemente. Podría ser una metáfora de lo que una perfecta vida de familia burguesa podría haber sido, algo imposible tras la transformación de Gregor en insecto.

Page 15: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

15

Otra pieza importante es la cocina, donde están los miembros de la familia, sobre todo las mujeres (la madre, la hija, las criadas). La casa de los Samsa es una perfecta casa burguesa, pues ellos dedican parte importante de los ingresos familiares (procedentes del trabajo de Gregor desde que el negocio del padre había quebrado) a vivir cómodamente, sin necesidades materiales. Los lugares de la casa, las habitaciones, son descritos de modo realista, bien a través de los objetos que los amueblan (sofá, estantería, armario, cama), bien por medio de la descripción de los trayectos-itinerarios del monstruo-Gregor (por ejemplo, cuando corretea por la pared y produce el desmayo de su madre). Grete, en los primeros momentos, cuando aún es aliada de su hermano, hace cambios de disposición del mobiliario de la habitación para que este pueda adaptarse a su nueva condición animal y no tropiece con los objetos. Es otro signo más de la inadaptación de Gregor a la vida humana. Poco a poco, la habitación se va convirtiendo en un estercolero, más acorde con la nueva realidad de escarabajo pelotero del protagonista. Se marca así su imposibilidad adaptativa y se anuncia también un desenlace que no puede ser otro que la muerte. La conexión entre los distintos lugares que aparecen en el relato se hace a través de los personajes, especialmente por medio de la hija pequeña, Grete Samsa, la hermana de Gregor. Los recorridos que realiza para dar de comer a su hermano y limpiar su cuarto. También, cuando Gregor sale de su cuarto para acercarse al salón y escuchar el violín de Grete (otro símbolo de la libertad, la música), pero entonces se produce un momento de máxima tensión, pues uno de los huéspedes lo ve y los tres deciden marcharse de la casa. Esto precipita las cosas y, finalmente, la única posibilidad de evasión, de huida al exterior, que le queda a Gregor es la muerte. La oposición interior/exterior, entre viaje y permanencia, entre nomadismo y sedentarismo (no hay que olvidar que Gregor es viajante, como el protagonista de Muerte de un viajante, de Miller), entre libertad/esclavitud está cargada de significado en la obra, tiene que ver con la realidad y el deseo, con el choque entre lo vivido y lo soñado. Solo al final de la obra aparece el espacio exterior, se nos recuerda que a la familia Samsa le gusta pasear por el parque. Y ellos, tras la muerte de Gregor, sienten alivio, salen a la calle y se muestran dispuestos a reanudar su vida de siempre. También comentan que se van a cambiar de casa, a una nueva, para olvidar todo lo sucedido.

g) Tiempo

El relato no tiene marcas temporales externas, aunque, por la localización en un medio burgués y por el trabajo del protagonista, podemos deducir que se desarrolla a finales del siglo XIX o principios del XX, se entiende que la acción transcurre en una época coetánea a la fecha de edición, 1915. Por otro lado, el tiempo interno de la obra es lineal, sin digresiones, que proporciona un fácil entendimiento en el transcurso de los acontecimientos. El relato dura aproximadamente cuatro meses, como podemos comprobar por ciertas alusiones que encontramos respecto a la estación del año o a las condiciones meteorológicas a las que se hace referencia. En el comienzo de la obra el narrador nos hace saber que estamos a finales de noviembre, pues a través de nuestra lectura podemos apreciar que el cielo está encapotado por las lluvias de finales de otoño que anuncian el invierno. Asimismo, su final, que coincide con la muerte del protagonista, tiene lugar en un día primaveral de finales de marzo. Puede considerarse una ironía del narrador que la muerte de Gregor se produzca precisamente en la estación del renacer de la naturaleza, sirve como contraste o contrapunto entre las posiciones del protagonista y su familia.

Page 16: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

16

Resultan relevantes ciertos momentos del día: la mañana, poco después del mediodía y la tarde. Los dos primeros momentos hacen referencia al tiempo fijado para darle la comida a Gregor, que coinciden, precisamente, con aquellos momentos en que sus padres duermen. Lo que el protagonista pretende conseguir con esto es aliviar a sus padres del dolor que les causa ver su estado. Igualmente, la tarde es también relevante a partir del día en que el padre le lanza manzanas, porque se decidirá abrirle la puerta del comedor todos los días para que Gregor pueda ver a su familia alrededor de la mesa sin que ellos le vean, pues éste necesitaba sentir su presencia. Es un guiño del narrador a una posibilidad de entendimiento entre Gregor y los suyos que, finalmente, no se cumple (los acontecimientos se precipitan tras el episodio de los huéspedes en el salón). Las puertas abiertas se convierten entonces en guerra declarada, con lanzamiento de manzanas por parte del padre y heridas sufridas por parte de Gregor. El final trágico se hace inevitable. Por otro lado, no podemos hablar de flashbacks propiamente dichos, pero sí que encontramos los recuerdos de Gregor de otros tiempos mejores.

h) Ejes temáticos

Existencialismo, angustia existencial, el absurdo, lo “kafkiano” Las obras de Kafka muestran la problemática esencial de la época: la soledad, la alineación y la desorientación del individuo en la complejidad del mundo moderno, su inseguridad, desesperación e impotencia ante poderes imprecisos y desconocidos que lo degradan y destruyen psíquica y físicamente. En estas narraciones, el ser humano es incapaz de comprender lo que acontece a su alrededor, se siente perdido, confundido y desconcertado. Es un ser sin trascendencia metafísica, cuyas aspiraciones y pretensiones se circunscriben exclusivamente a la inmanencia terrenal. No es un héroe, sino un ser anodino, intrascendente, insignificante, común y corriente. Lo “kafkiano” es, precisamente, lo relacionado con el absurdo, la angustia, la opresión de lo individual y su sometimiento a la maquinaria ciega e infernal de una sociedad burocrática, despersonalizada, inhumana.

Conflicto generacional, conflicto padre-hijo, las relaciones de familia La metamorfosis se sustenta en un conflicto padre-hijo. Esta narración muestra, a raíz de la inesperada metamorfosis del hijo en un insecto, la deformación y la destrucción del individuo que provocan las estructuras autoritarias y jerárquicas de la familia. La narración se inicia con la transformación, en un insecto de enormes proporciones, del viajante de comercio Gregor Samsa, un ser solitario, introvertido y sumiso, que mantiene a su familia con su trabajo; cuando trabajaba, era apreciado por todos, pero, ahora que no puede trabajar, es despreciado. Poseído por un profundo sentido de la responsabilidad, Gregor teme la reacción que su espantoso aspecto provocará en su familia. Se siente culpable por no poder seguir siendo útil a los seres que sustentaba. Su propia familia, sin embargo, se avergüenza y huye de él, y hasta lo tiraniza y lo rechaza. El padre, de carácter severo y despótico, lo humilla y lo trata con suma crueldad. Todos sus intentos por escapar de la reclusión a la que es sometido fracasan ante el rechazo hostil de los seres que lo rodean. Prisionero en su habitación e imposibilitado para continuar desempeñando la única función de ganar dinero que tenía encomendada, opta finalmente, con el consentimiento de sus padres y hermana, por morir de inanición. Con ello se libera de una existencia servil e infeliz.

Page 17: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

17

Realidad e imaginación: el inconsciente y el sueño Narrada desde la perspectiva del protagonista, el narrador no reproduce la realidad, sino que la construye. Recrea una metamorfosis imaginada, vivida de manera figurada por el protagonista en un estado de somnolencia tras un agitado sueño. Decepcionado de una profesión que contra su voluntad lo obliga a viajar de continuo, incapaz de dejarla en la vida real por consideración hacia su familia y por sometimiento a la autoridad del padre, el protagonista concreta su profundo desagrado en su ficticia transformación en un insecto, un parásito con el que el mismo Kafka fue comparado en repetidas ocasiones por su propio padre. La figura repugnante en la que se convierte Gregor es exponente grotesco no sólo de la manifestación, largo tiempo deseada pero reprimida, de una disconformidad y de un descontento, sino también de una existencia desdichada y esclavizada. El inconsciente, sin poder controlar los deseos reprimidos, se rebela contra una situación alienante y se expresa a través de la imaginación de una circunstancia figurada, de un estado supuesto que libera al sujeto de sus obligaciones profesionales. Pero esa liberación conlleva inevitablemente el miedo a la dura sanción que su familia le impone: el aislamiento y la exclusión; en especial, empero, la condena del padre. La narración expone así la relación dialéctica que se da entre la destrucción del individuo y la consecución de la anhelada utopía liberadora, entre la degradación del ser humano y la esperanza emancipadora.

El capitalismo: la importancia del dinero, el materialismo burgués La familia aprecia a Gregor mientras él cumple las expectativas. Pero cuando se ve incapacitado para seguir ganando dinero, se convierte en un problema, en una vergüenza, y las relaciones familiares empiezan a tensarse, hasta hacer imposible la convivencia. La metamorfosis es un alegato contra una sociedad que solo valora a las personas por su capacidad monetaria, por su habilidad para tener o ganar dinero: “Tanto tienes, tanto vales”.

El sionismo, el problema judío en un mundo antisemita Este tema no está tan claro en la obra de Kafka, se discute mucho. Hay críticos que consideran la obra desde el punto de vista de los esfuerzos de una familia judía para salir adelante y ser aceptada, de ahí que se exija una fidelidad absoluta a los miembros de la misma, que se ejerza una autoridad indiscutible y se eduque a los hijos en la obediencia ciega y en el sentido de responsabilidad hacia los otros, en la sumisión al jefe o cabeza de familia. También estaría aludido el problema de la aculturación, de la pérdida de la identidad (judía) en un mundo dominante que es más bien antisemita. El primer paso para la alienación cultural consiste en asumir una lengua extraña (en el caso de Kafka y de Samsa, el alemán) como propio. Sin embargo, otros críticos consideran que La metamorfosis plantea problemas universales del hombre moderno: la soledad, la alienación, la angustia, el miedo al fracaso…, de manera que la procedencia judía del escritor es una simple circunstancia vital de menor relevancia. La obra no habla de una ciudad concreta (aunque se entiende que está ambientada en la Praga natal del escritor) ni de un tiempo específico (pero se trata de una época contemporánea de la fecha de edición, 1915) ni, por consiguiente, se plantea el problema de una raza concreta (a pesar de que el autor y el protagonista sean judíos). En La metamorfosis hay una apuesta evidente por la universalización, por la deslocalización espacio-temporal, para permitir que los lectores de cualquier lugar o tiempo puedan identificarse con el drama de Gregor Samsa.

Page 18: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

18

5. Trascendencia y significado de La metamorfosis

Kafka es un precursor de la literatura del absurdo. Partió del realismo decimonónico, admiró a Flaubert y a Dickens y, desde ellos, desde las técnicas narrativas que aprendió de sus maestros, lo desmonta radicalmente. Roland Barthes y otros autores lo consideran posmoderno. Cronológicamente, su Metamorfosis, escrita en 1912 y publicada en 1915, coincide con el expresionismo. Pero él era un espíritu solitario, ajeno a modas. El realismo en literatura se gestó paralelamente a la noción de objetividad científica durante el siglo XIX. Es una teoría positivista, tiene fe en el lenguaje y en la ciencia, en el progreso del hombre, en la Modernidad. Kafka transgrede el realismo. Su manera de ver el mundo refleja la crisis del pensamiento occidental de principios del siglo XX, que también encontramos en Nietzsche, Einstein y Freud. Una crisis que conduce a las dos guerras mundiales, al fin del optimismo y a una Modernidad revisándose a sí misma y terminada en Posmodernidad. Kafka es un lúcido observador del mundo. Parte del pacto de lectura realista y lo desmonta. Reduce el mundo a la perspectiva de un hombre aislado, sin pasado y sin futuro, sin origen ni sentido de pertenencia, sin proyectos ni esperanzas trascendentes. Y no lo hace sólo desde la fábula que cuenta, mediante lo que le sucede al protagonista, sino que va más allá: convierte la experiencia de la lectura en una sima de inseguridad e indefinición, como si la lectura fuera como la realidad: inasible e incierta, limitada, patéticamente esforzada en ser legible. En ese sentido, podríamos decir que La metamorfosis es la novela de todos los que se sienten inadaptados, seres monstruosos, marginales, apestados por la sociedad: Gregor Samsa puede ser cualquier ciudadano que se siente mal con su cuerpo: una persona obesa, una chica anoréxica o bulímica, un travesti que quiere cambiar de sexo, un minusválido físico o psíquico… La literatura de Kafka no afirma sino la duda. Negatividad. De ahí su lugar de preeminencia en el canon del siglo XX. Malestar vital. El “spleen” de Baudelaire, el “tedium vitae”, el absurdo, la angustia existencial. Kafka escribía con la famosa impasibilidad de Flaubert, nos cuenta sucesos terribles como si fuera incuestionable que estuvieran ocurriendo, apuntala su veracidad con descripciones detalladas; aceptamos esta realidad kafkiana como aceptamos los sueños antes de despertarnos. La familia Samsa reacciona con horror, en La metamorfosis, cuando ve a su hijo transformado en un gran escarabajo. El viajero de “En la colonia penitenciaria” ve con repugnancia el sistema judicial que va a ejecutar a un hombre, pero no se plantea si se encuentra en una pesadilla. En El proceso, Joseph K. no duda de que exista realmente el tribunal que lo condena a muerte. En “Investigaciones de un perro”, escuchamos las elucubraciones del chucho sin mayor sorpresa… La mayoría de sus obras se publicaron póstumamente, con la llegada de los nazis al poder (en 1933). Su amigo y albacea, Max Brod, publicó sus obras completas, primero en el exilio, en New York, y después en Alemania, en los años cincuenta. Hemos tenido la suerte de que Brod no hizo caso a su amigo, cuya última petición fue:

Page 19: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

19

“Todo lo que se encuentre de mis escritos cuando yo muera debe ser quemado de forma inmediata, sin ser leído. El par de ediciones [ya realizadas en vida de Kafka] de Contemplación puede quedar; no quiero que nadie tenga que tomarse la molestia de hacerlos trizas, pero en ningún caso deben ser editados de nuevo”.

Todo debía ser pasto de las llamas “a la mayor brevedad posible”. Brod no hizo caso y así podemos leer todo lo que Franz dejó sin publicar: su correspondencia, sus diarios, legajos con narraciones, aforismos y prosas, sus novelas El desaparecido, El proceso y El castillo… En uno de sus diarios decía:

“Como no soy, ni puedo ni quiero ser otra cosa que literatura, es imposible que mi actividad laboral atraiga mi interés; al contrario, más bien puede sacarme por completo de quicio”.

La influencia de Kafka ha sido enorme, es un precursor del existencialismo y de la literatura del absurdo, influye en Sartre, en Camus, en García Márquez, en Cortázar, en Onetti… Es un clásico indiscutible del siglo XX e incluso se le ha llegado a considerar padre de la literatura actual. Su obra fue prohibida durante el nazismo. En octubre de 1935 fue incluida en la infame “Lista de literatura nociva e indeseable” de los nazis. Pero la prohibición no impidió que Kafka ocupara en los manuales de historia literaria el lugar que le corresponde. El nazismo, que exterminó a las tres hermanas de Kafka (Gabrielle, Elli, nacida en 1889; Valerie, Valli, nacida en 1890; Ottilie, Ottla, nacida en 1892) en el campo de concentración de Auschwitz, también persiguió la obra de aquel joven judío. Y en 1968, su obra fue nuevamente anatemizada, esta vez por los tanques soviéticos en la “primavera de Praga”de Dubcek. ¿Qué tendría aquel hombre de salud tan frágil para que se fijaran tanto en él los represores de la libertad? Por otro lado, ni siquiera el nazismo pudo evitar que un escritor judío de nacionalidad checa que escribía en alemán se convirtiera en uno de los grandes maestros de las letras germanas. Como el judío berlinés Walter Benjamin (1892-1940), ensayista, crítico y traductor. O como la filósofa judío-alemana Hannah Arendt (1907-1975), convertidos también en maestros de la literatura alemana. En tiempos de Kafka, las ideologías nacionalistas y racistas consideraban un truco de los judíos la asimilación cultural, un intento semita de robar la identidad nacional alemana y de contaminar su cultura con elementos foráneos y despreciables. Los nazis defendían que ningún judío podía escribir grandes obras en prosa o poesía en alemán, como no podían componer grandes piezas musicales o ser grandes cantantes. Sencillamente, eran una raza inferior, no aria, y carecía de creatividad. Kafka anticipó muchas de las pesadillas que atormentaron después a los hombres: el horror de la Guerra Mundial, la serpiente de los fascismos, la impiedad de una burocracia paquidérmica, el autoritarismo bajo la máscara del progreso, el falso sueño americano, la soledad, la insolidaridad… El lugar natural de la escritura de Kafka es, como dice Ricardo Menéndez Salmón, “la noche, el insomnio, las tinieblas” (“1912, viaje al ‘big bang’ creador de Kafka”, El País, viernes, 9 de marzo de 2012, p. 44). Él mismo explicó en un fragmento de uno de sus diarios su mayor deseo:

“Una vez, hace muchos años, me senté, sin duda bastante triste, en la ladera del Laurenziberg, y me puse a examinar lo que esperaba de la vida. El deseo más importante o más atractivo resultó ser el de obtener una visión de la vida (y –condición indispensable- poder convencer de ella a los demás por escrito) en la que la existencia mantuviese sus altibajos naturales, pero al mismo tiempo apareciera, con no menor claridad, como una nada, como un sueño, como algo flotante”.

Y en una carta del 27 de enero de 1904, decía a su amigo Oskar Pollak:

“Pienso que solo deberíamos leer libros de los que muerden y pinchan”. “Si el libro que estamos leyendo no nos espabila de un mazazo en la cabeza, ¿para qué lo leemos? (…) Necesitamos que los libros nos afecten igual que una catástrofe, que nos duelan en lo más hondo, como la muerte de

Page 20: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

20

alguien a quien queremos más que a nuestra propia vida, como ser desterrados a un bosque alejados de todos, como un suicidio. Un libro debe ser el hacha para el mar helado de nuestro interior”.

Justamente es lo que consigue con sus obras, especialmente con La metamorfosis. Todas sus obras son “novelas en clave”. Louis Begley lo explica muy bien en su ensayo El mundo formidable de Franz Kafka:

“Dado que todos sabemos, por ejemplo, que las personas no se transforman en insectos, y que los simios no se dirigen a las academias [como en “Informe para una academia”], nos preguntamos: ¿qué quería decirnos Kafka en realidad? Esforzarse en profundizar para dar con el significado que uno cree oculto en una obra de ficción es beneficioso siempre que conduzca al lector a tratar el texto con el respeto que merece” (p. 161).

El pensamiento de Kafka está muy influido por el filósofo danés Soren Kierkegaard (1813-1855): la angustia existencial, la lucha sin esperanza, la muerte como única salida, el “retorno al padre en el gran día de la reconciliación”… En carta a su editor Kurt Wolff, tras acabar de escribir “En la colonia penitenciaria”, le dice que el dolor no caracteriza únicamente sus relatos,

“…sino que estos tiempos nuestros en general y también mi propio tiempo han sido dolorosos y siguen siéndolo, y el mío con más persistencia que los tiempos”.

Puro existencialismo. Kafka lucha por encontrar un sentido a la vida, en la que él se sentía “más extranjero que un extranjero”. Un judío que hablaba alemán y estaba enfermo, un hombre aislado de su comunidad y que solo encuentra la respuesta del silencio. Un inadaptado, solitario y angustiado ser humano que aspira a la normalidad y que intenta aferrarse desesperadamente a la mujer. Una víctima del mundo deshumanizado y alienante en que le tocó vivir. Él mismo dudó de su identidad judía:

“Mi pueblo, suponiendo que tenga uno”.

En una carta a Max Brod, le dice:

“¿Cómo es que los judíos se sienten tan irresistiblemente atraídos por la lengua [alemana]?”.

Y le explica a su amigo que los jóvenes judíos asimilados que deseaban escribir querían, por un lado, alejarse de la identidad judía de sus mayores (con la complicidad de sus progenitores), pero…

“por sus cuartos traseros seguían pegados a la identidad judía de sus padres, y con sus cuartos delanteros pataleaban sin encontrar nuevo suelo en que apoyarse (…) De modo que el resultado era una literatura imposible de todo punto, una literatura agitanada que había secuestrado de su cuna al niño alemán y lo había sometido a toda prisa a algún tipo de entrenamiento, porque alguien tenía que bailar en la cuerda floja”.

Sobre Kafka existe infinita bibliografía crítica, se ha estudiado hasta la saciedad su obra y su vida. Pero aún no se ha encontrado una clave interpretativa única, una panacea crítica universal. Y es que la obra de Kafka está como ninguna vinculada a la plurisignificación y la ambigüedad, de manera que cada lector puede hacer su lectura. Quien mejor lo ha entendido es Milena, su amante, quien escribió el siguiente elogio fúnebre, el 6 de junio de 1924, en Národni Listy, un diario de Praga:

“Aquí le conocía poca gente, pues era un ermitaño, un hombre sabio al que la vida aterraba. [...] En una ocasión escribió en una carta: «Cuando el corazón y el alma ya no pueden soportarla, el pulmón se echa encima la mitad de la carga, para que quede un poco más repartida»; y así sucedió con su enfermedad. Le dio una ternura casi milagrosa y un refinamiento intelectual intransigente casi hasta el espanto. [...] Era tímido, ansioso, manso y bueno, y, sin embargo, los libros que escribió son truculentos y dolorosos. Veía un mundo repleto de demonios invisibles que desgarran y aniquilan a los indefensos seres humanos. Era demasiado clarividente, demasiado inteligente para poder vivir y demasiado débil para luchar. Era débil del modo en que lo son las personas nobles y bellas, incapaces de combatir su miedo a la incomprensión, la malicia o el engaño intelectual porque reconocen de antemano su propia indefensión; someterlas no arroja sino vergüenza sobre el vencedor. Comprendía a la gente como sólo puede hacerlo alguien de sensibilidad grande

Page 21: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

21

y nerviosa, alguien capaz de reconocer a los demás al primer golpe de vista, casi como un profeta. Su conocimiento del mundo era extraordinario y hondo; él mismo era un mundo extraordinario y hondo. [...] Era un artista y un hombre con una conciencia tan ansiosa que podía oír incluso cuando otros, sordos, se sentían seguros.”

6. Testimonios sobre Kafka y La metamorfosis

“Cuando un libro se inicia, como La metamorfosis de Kafka, proponiendo: «Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto», al lector, a cualquier lector, no le queda otro remedio que decidirse, lo más rápidamente posible, por una de estas dos inteligentes actitudes: tirar el libro, o leerlo hasta el fin sin detenerse.” Augusto MONTERROSO, Movimiento perpetuo. “No existe una causa para la transformación de Gregor en escarabajo, como ocurre en los cuentos. Ni un hada ni un mago le han convertido en animal. Ahí está y así hemos de aceptarlo, absurdo e inexplicable. Como absurda es para Kafka la existencia humana y el escarabajo, su símbolo. Por eso el aspecto externo del insecto en sí no es lo más relevante. […] El efecto de horror de lo descrito vagamente es mucho mayor que el de lo concreto; así el miedo a la oscuridad puede ser mayor que el miedo a un monstruo que vemos ante nosotros. […] Todo esto lo confirma el propio Kafka. Cuando en 1915 su editor le manda unos dibujos para la portada del libro, Kafka reacciona de forma tajante: «No, por favor, ¡eso no! El insecto1 no se debe dibujar. Ni siquiera puede vérsele desde lejos». Ángeles CAMARGO, Prólogo a La metamorfosis, Madrid, Cátedra. «Desde una perspectiva puramente literaria, ésta es la época de Kafka, más incluso que la de Freud. Freud, siguiendo furtivamente a Shakespeare, nos ofreció el mapa de nuestra mente; Kafka nos insinuó que no esperáramos utilizarlo para salvarnos, ni siquiera de nosotros mismos». Harold BLOOM, 1995. “Ya era de noche cuando K. llegó. La aldea yacía hundida en la nieve. Nada se veía de la colina. Bruma y tiniebla la rodeaban; ni el más leve resplandor revelaba el gran castillo. Durante largo tiempo, K. se detuvo sobre el puente de madera que del camino real conducía a la ladea, con los ojos alzados al aparente vacío. Nos sabíamos de memoria este comienzo de El castillo, y lo habíamos incorporado a nuestra jerga secreta. A veces, cuando yo te preguntaba, al verte distraída, que en qué estabas pensando y por toda respuesta te encogías de hombros, mirando al techo o al cielo, te solía decir: “Anda, no te quedes con los ojos alzados al aparente vacío” Carmen MARTÍN GAITE, Nubosidad variable.

7. Antología de relatos de Franz Kafka

(Tomados de Kafka, Franz, Cuentos completos (textos originales), trad. José Rafael Hernández Arias, Madrid, Valdemar, 2000.)

1. EL DESEO DE SER UN INDIO Si pudiera ser un indio, ahora mismo, y sobre un caballo a todo galope, con el cuerpo inclinado y suspendido en el aire, estremeciéndome sobre el suelo oscilante, hasta dejar las espuelas, pues no tenía espuelas, hasta tirar las riendas, pues no tenía riendas, y sólo viendo ante mí un paisaje como una pradera segada, ya sin el cuello y sin la cabeza del caballo. (Op. cit., p. 45). 15. LA VENTANA QUE DA A LA CALLE Quien vive solo y, sin embargo, desea en algún momento unirse a alguien; quien en consideración a los cambios del ritmo diario, al clima, a las relaciones laborales y a otras cosas semejantes quiere ver, sin más, un brazo

1 Gustave Flaubert tampoco quiso que se dibujara a la princesa Salambó, protagonista de su novela homónima, y se negó a que el editor añadiera ilustraciones al texto. Estas son las razones que él daba (que podrían valer para Kafka): “La descripción literaria más bella es devorada por el dibujo más pobre. Desde el momento en que un tipo es representado por el lápiz, pierde su carácter de generalidad (…) Una mujer dibujada se asemeja a una mujer, eso es todo. A partir de entonces, la idea queda cerrada, completa, y todas las frases son inútiles, mientras que una mujer escrita hace soñar a mil mujeres”.

Page 22: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

22

cualquiera en el que poder apoyarse, esa persona no podrá seguir mucho tiempo sin una ventana que dé a la calle. Y le ocurre que no busca nada, sólo aparece ante el alféizar de la ventana como un hombre cansado, abriendo y cerrando los ojos entre el público y el cielo, y tampoco quiere nada, e inclina la cabeza ligeramente hacia atrás, así le arrastran hacia abajo los caballos con el séquito formado por el coche y el ruido hasta que, finalmente, alcanza la armonía humana (Op. cit., p. 66). 18. LA DESGRACIA DEL SOLTERO Parece tan duro permanecer soltero, tener que pedir acogida, como adulto, manteniendo con dificultad la dignidad, cuando se quiere pasar una noche en compañía de otras personas; estar enfermo y tener que contemplar toda una semana desde el rincón de la cama la habitación vacía; tener que despedirse siempre desde la puerta de la casa; no poder subir las escaleras en compañía de la mujer; tener sólo en la habitación puertas laterales que conducen a viviendas ajenas; llevar en la mano la cena a casa; contemplar a los niños de otros y repetir una y otra vez: «yo no tengo ninguno»; ejercitarse en el comportamiento y aspecto de los solteros imitando a uno o dos de los recuerdos juveniles. Así será, sólo que también uno mismo estará aquí, en la realidad, hoy y más tarde, con un cuerpo y una cabeza real, es decir con una frente para golpear con la mano. (Op. cit., p. 73). 25. EN LA COLONIA PENITENCIARIA (fragmento) -Nuestra condena no suena muy severa. Al condenado se le escribirá en el cuerpo con el «rastrillo» el precepto que ha infringido. En este caso, por ejemplo -el oficial señaló al hombre-, se escribirá en su cuerpo: “¡Honra a tus superiores!” El viajero miró fugazmente al hombre, que había mantenido hundida la cabeza cuando el oficial lo había señalado, y parecía agudizar toda la fuerza de su aparato auditivo para entender algo. Los movimientos de sus labios hinchados y apretados, no obstante, mostraban que no podía entender nada. El viajero podría haber preguntado muchas cosas, pero en presencia de aquel hombre sólo se le ocurrió preguntar: —¿Conoce su sentencia? —No —dijo el oficial, y quiso continuar en seguida con sus explicaciones, pero el viajero lo interrumpió: —¿No conoce su propia sentencia? —No —repitió el oficial, y se detuvo un instante, como si reclamara del viajero el fundamento de su pregunta, diciendo a continuación: -Sería inútil anunciársela, la conocerá escrita en su cuerpo. El viajero ya no quería hablar más, pero entonces sintió cómo el condenado dirigía la vista hacia él; parecía preguntar si aprobaba el procedimiento descrito. A causa de esta actitud, el viajero, que se había recostado en la silla, se inclinó hacia adelante y preguntó: —Pero que ha sido condenado, eso sí lo sabrá. -Tampoco -dijo el oficial, y sonrió al viajero cómo si ahora esperase de él más revelaciones insólitas. -No -dijo el viajero, que se pasó la mano por la frente-. ¿Entonces este hombre no sabe cómo fue tomada su defensa? -No ha tenido ninguna oportunidad de defenderse -dijo el oficial, y miró hacia un lado como si hablase consigo mismo y no quisiera avergonzar al viajero con la explicación de cosas que, para él, resultaban evidentes. -Pero tiene que tener la oportunidad de defenderse -dijo el viajero, y se levantó de la silla. El oficial se dio cuenta de que corría el peligro de que se postergase su aclaración del funcionamiento del aparato; por ello, se acercó al viajero, le tomó del brazo, señaló con la mano al condenado, que ahora, consciente de que la atención se dirigía hacia él, se puso firme —el soldado también tiró de la cadena—, y dijo: -La cuestión es la siguiente. A pesar de mi juventud, me han nombrado juez de la colonia penitenciaria. Ayudé al comandante anterior en todos los asuntos penales y conozco el aparato mejor que nadie. El principio al que someto mis decisiones es: la culpa es siempre inconcusa. Otros tribunales podrán no compartir este principio, pues normalmente son colegiados y tienen otros tribunales superiores a los que están sometidos. Pero ése no es el caso aquí, o, al menos, ése no era el caso con el anterior comandante. El nuevo, ciertamente, ya ha mostrado ganas de entrometerse en mis competencias judiciales, pero hasta ahora he sabido defenderme y también lo sabré hacer en el futuro. Usted quería que le explicase este caso. Es muy simple, como todos. Un capitán ha presentado esta mañana una denuncia en la que acusa a este hombre, asignado al capitán como sirviente y que duerme ante su puerta, de haberse dormido durante el tiempo de servicio. Su deber consistía en levantarse cada hora y saludar ante la puerta del capitán. Ningún deber difícil, como se puede comprobar, y muy necesario, pues tiene que permanecer fresco para vigilar y para servir. El capitán quiso comprobar la noche anterior si el sirviente cumplía su deber. Abrió la puerta cuando el reloj daba las dos de la madrugada y lo encontró durmiendo en posición fetal. A continuación, cogió la fusta y lo golpeó en la cara. En vez de levantarse y pedirle perdón, el hombre cogió al capitán por las piernas, lo movió de un lado a otro y exclamó: «¡Tira la fusta o te como!» Ése es el relato de los hechos. El capitán vino hace una hora a verme, escribí los datos que me proporcionó y, a renglón seguido, escribí también la sentencia. A continuación, ordené que encadenaran al hombre. Todo fue muy fácil. Si hubiera llamado primero al hombre y le hubiera preguntado, sólo se habría originado confusión. Para empezar, habría mentido; si me hubiera sido posible demostrar que mentía, habría sustituido las antiguas mentiras por otras nuevas y etc.

Page 23: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

23

Pero ahora lo tengo y ya no lo suelto. ¿Está claro? Pero el tiempo pasa, la sentencia se debería ejecutar ya y todavía no he terminado de explicar el funcionamiento del aparato. (Op. cit., pp. 163-165). 53. LA VERDAD SOBRE SANCHO PANZA Sancho Panza, quien, por lo demás, nunca se ha gloriado de ello, consiguió después de muchos años, en las horas nocturnas, mediante la lectura de una gran cantidad de novelas de caballerías y de bandidos, apartar de sí de tal modo a su demonio, al que posteriormente bautizó con el nombre de Don Quijote, que éste se dedicó a realizar las acciones más locas y absurdas, las cuales, al carecer de un objeto predeterminado, pues éste tendría que haber sido Sancho Panza, no causaron daño a nadie. Sancho Panza, un hombre libre, siguió indiferente, tal vez sólo por cierto sentimiento de responsabilidad, a Don Quijote en sus aventuras y sobre ello sostuvo una gran y útil conversación hasta su final. (Op. cit., p. 297) 63. El ESCUDO DE LA CIUDAD Al principio reinaba un gran orden en la Torre de Babel, sí, tal vez había demasiado orden, se pensaba demasiado en indicaciones, intérpretes, alojamientos para trabajadores y en vías de comunicación, como si se tuvieran ante sí siglos de posibilidades de trabajo. La opinión dominante en aquel tiempo hacía hincapié en que no se podía construir con la suficiente lentitud; no había que exagerar mucho esa opinión para terminar resistiéndose a poner los fundamentos. Se argumentaba así: «Lo esencial de toda la empresa es el pensamiento de construir una torre que llegue al cielo. Al lado de este pensamiento todo es secundario. El pensamiento, una vez aprehendido en toda su grandeza, ya no puede desaparecer; mientras existan seres humanos, siempre estará presente el fuerte deseo de construir la torre hasta el final. Así pues, en ese sentido, no hay que preocuparse por el futuro, todo lo contrario, los conocimientos del hombre aumentan, el arte de la construcción hace continuos progresos y los hará en el futuro; para realizar un trabajo en el que ahora invertimos un año, en cien años tal vez sólo se necesitarán seis meses para terminarlo y, además, con una mayor perfección, más duradero. ¿Para qué, entonces, esforzarse hoy por llegar a los límites de nuestras fuerzas? Eso sólo tendría sentido si existiera la esperanza de terminar la torre en el periodo de vida de una generación. Pero eso no se puede esperar. Más bien ocurriría que la siguiente generación, con sus conocimientos perfeccionados, encontraría deficiente el trabajo de la anterior y decidiría derribar lo construido para comenzar desde el principio». Semejantes pensamientos paralizaron las fuerzas y más que preocuparse por la construcción de la torre se preocuparon por la construcción de la ciudad de los trabajadores. Cada equipo nacional quiso tener los más bellos alojamientos, sobre ello surgieron disputas, que desembocaron en luchas sangrientas. Esas luchas ya no cesaron; para los responsables sirvieron como nuevo argumento para detener la construcción por falta de concentración o para postergarla hasta que se firmara la paz. Pero no se empleaba todo el tiempo en luchar, en las pausas se embellecía la ciudad, con lo que se provocaban nuevas envidias y nuevas luchas. Así transcurrió el tiempo de la primera generación, pero ninguna de las siguientes fue distinta, sólo aumentaba la destreza y con ella las ansias de lucha. A todo ello se añadió que ya la segunda generación reconoció la falta de sentido de una torre celestial, pero ya existían demasiados vínculos como para abandonar la ciudad. Todo lo que surgió de esta ciudad en forma de canciones y leyendas está henchido por el anhelo de un día profético, en el cual la ciudad será destruida por un puño enorme, con cinco golpes consecutivos. Por eso la ciudad tiene un puño en el escudo. (Op. cit., pp. 317-318) 64. EL PILOTO -¿No soy yo el piloto? -grité. -¿Tú? -preguntó un hombre corpulento y oscuro. A continuación se frotó los ojos con la mano como si quisiera deshacerse de un mal sueño. Yo permanecía de pie ante el timón en la noche oscura, con una lámpara sobre mi cabeza que apenas despedía un débil resplandor, cuando llegó ese hombre y me quiso apartar. Y como me resistí, me puso el pie en el pecho y fue empujándome lentamente, mientras yo me aferraba al eje del timón, hasta que lo rompí al caer del todo. Entonces el hombre lo cogió, lo arregló, pero a mí me empujó violentamente a un lado. Pero me recuperé pronto, corrí hacia la escotilla que conducía al camarote de la tripulación y grité: -¡Tripulación! ¡Camaradas! ¡Acudid rápido! ¡Un extraño me ha expulsado del timón! Comenzaron a venir lentamente, subieron por las escaleras, poderosas figuras cansadas y vacilantes. -¿Soy yo el piloto? -pregunté. Ellos asintieron, pero sólo tenían ojos para el extraño, le rodeaban formando un semicírculo y cuando él les dijo con voz de mando: «No me molestéis», se reunieron, me hicieron un gesto y bajaron por la escalera. —¡Pero qué pueblo es éste! ¿Son capaces de pensar o simplemente se arrastran sin sentido sobre la faz de la tierra? (Op. cit., p. 319) 68. UNA FÁBULA BREVE -¡Ay! -dijo el ratón-, el mundo se hace cada día más pequeño. Al principio era tan amplio y era feliz de poder ver, al fin, en la lejanía, muros a derecha e izquierda, pero esos muros tan largos comenzaron a cerrarse con tal rapidez, uno detrás de otro, que ya me encuentro en la última habitación, y allí, en el rincón, está la trampa en la que caeré. -Sólo tienes que cambiar de dirección -dijo el gato, y se lo comió. (Op. cit., p. 325)

Page 24: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

24

79. DE LAS METÁFORAS Muchos se quejan de que las palabras de los sabios son sólo metáforas, inaplicables a la vida diaria, y sólo tenemos ésta. Cuando el sabio dice: «Ve hacia el otro lado», no pretende que se cruce la calle, lo que se podría hacer si mereciera la pena el camino, sino que más bien hace referencia a un más allá legendario, a algo que no conocemos y que él tampoco especifica, por lo que no nos puede ayudar nada en esta vida Todas esas metáforas sólo quieren expresar que lo incomprensible es incomprensible, y eso ya lo sabemos. Pero las cosas de las que hay que ocuparse a diario son muy diferentes. Sobre esto dijo uno: -¿Por qué os ponéis a la defensiva? Si siguierais las metáforas, os convertiríais en metáforas y estaríais libres de todas las penalidades de la vida. Otro dijo: -Apuesto a que eso también es una metáfora. El primero dijo: -Has ganado. -Pero sólo de un modo metafórico. El primero dijo: -No, en la realidad; metafóricamente, has perdido. (Op. cit., p. 383)

8. El premio internacionalFranz Kafka

Es un premio internacional que se entrega anualmente desde 2001 al novelista en lengua alemana más destacado a juicio del jurado. Está organizado por la Sociedad Franz Kafka y la ciudad de Praga (República Checa) y patrocinado por el Presidente del Senado checo y el alcalde de Praga. En una presentación que se realiza cada año a finales de octubre en la Ciudad Vieja (Praga), coincidiendo Día de la Independencia de la República Checa, el galardonado recibe 10.000 dólares (alrededor de 7.500 euros), un diploma y una estatuilla de bronce, una reproducción en miniatura del monumento a Franz Kafka en Praga. Entre los criterios que debe cumplir la obra para poder ganar el premio se incluyen

"el carácter humanista y su contribución a la tolerancia cultural, nacional, lingüística y religiosa, su carácter existencial, intemporal, su validez humana y su capacidad para recoger un testimonio sobre nuestro tiempo".

Algunos de los ganadores del premio hasta el momento son: Václav Havel (de Chequia), Peter Handke (de Austria), Haruki Murakami (de Japón), Harold Pinter (del Reino Unido), Elfriede Jellinek (de Austria), Piliph Roth (de Estados Unidos). El premio da idea de la relevancia mundial de Kafka, considerado uno de los grandes autores de la literatura universal y una de las glorias de su ciudad natal, Praga.

9. Bibliografía

Begley, Louis, El mundo formidable de Franz Kafka. Ensayo biográfico, trad. Ignacio Villaro. Barcelona, Alba, 2009.

Kafka, Franz, La metamorfosis y otros relatos, trad. Ángeles Camargo, Madrid, Cátedra, 2008.

Kafka, Franz, Cuentos completos (textos originales), trad. José Rafael Hernández Arias, Madrid, Valdemar, 2000.

Kafka, Franz, La metamorfosis, trad. Carlos Fortea, Barcelona, Octaedro, 2012.

Page 25: SOBRE LA SIGNIFICACIÓN DE FRANZ KAFKA (1883-1924) · PDF filese-antonio-ia-ez Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace jagarcia@avempace.com

htt

p:/

/w

ww

.av

em

pa

ce.c

om

/pe

rso

na

l/jo

se-a

nto

nio

-ga

rcia

-fe

rna

nd

ez

Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

25

Kafka, Franz, Cartas a Milena. Carta al padre, trad. Elena Cortada de la Rosa, Barcelona, Edicomunicación, 1999.

Wagenbach, Klaus, Franz Kafka. Imágenes de su vida. Trad. Joan Parra Contreras. Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 1998.