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Enero 2006 1 CONTENIDO DL B - 14022 - 1998 Cubierta: Juan Carlos García Edita: Editorial Teosófica SCooCL. para la Sociedad Teosófica Española. La Sociedad Teosófica Española sólo es responsable de las comunicaciones oficiales que aparecen en esta revista. Las opiniones de los autores son de su propia responsabilidad. SOPHIA Nº 205 ENERO 2006 EDITORIAL ................................................................................................................................ 3 DESDE LA ATALAYA Radha Burnier ......................................................................................................................... 5 LA ÉTICA: TENDER UN PUENTE ENTRE LA LIBERTAD Y LA RESPONSABILIDAD Paul Zwollo ............................................................................................................................. 8 FORMAR UN NÚCLEO DE FRATERNIDAD Marc Vernet ........................................................................................................................... 13 De “El Idilio del Loto Blanco” .................................................................................................. 15 DEL NÚCLEO AL BOSQUE Dra. H. van der Hecht ........................................................................................................... 16 PREGUNTAS A J. KRISHNAMURTI ...................................................................................... 24 ACTIVIDADES ......................................................................................................................... 27

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Enero 2006 1

CONTENIDO DL B - 14022 - 1998

Cubierta: Juan Carlos GarcíaEdita: Editorial Teosófica SCooCL. para la Sociedad Teosófica Española.La Sociedad Teosófica Española sólo es responsable de las comunicaciones oficiales queaparecen en esta revista.Las opiniones de los autores son de su propia responsabilidad.

SOPHIANº 205 ENERO 2006

EDITORIAL ................................................................................................................................3

DESDE LA ATALAYARadha Burnier.........................................................................................................................5

LA ÉTICA: TENDER UN PUENTE ENTRE LA LIBERTAD Y LA RESPONSABILIDADPaul Zwollo.............................................................................................................................8

FORMAR UN NÚCLEO DE FRATERNIDADMarc Vernet...........................................................................................................................13

De “El Idilio del Loto Blanco”..................................................................................................15

DEL NÚCLEO AL BOSQUEDra. H. van der Hecht...........................................................................................................16

PREGUNTAS A J. KRISHNAMURTI ......................................................................................24

ACTIVIDADES .........................................................................................................................27

2 Sophia nº 205

RAMAS DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA ESPAÑOLA

ALICANTEc/. Marqués de Molins, 25 Bajo03004 AlicanteARJUNAc/. Torrent de l’Olla, 218 -220, 2º3ª08012 BarcelonaBHAKTIc/. Joaquim Costa, 46 - 08222 TerrassaBILBAOApartado de Correos, 7084 - 48004 BilbaoHESPERIAc/. Mayor, l, 2º, 20ª - 28013 MadridTf. 915235391MOLLERUSSAC/. Saturno, 15, 2º 3ª - 25003 - Lleidae-mail: [email protected] 104 - 20740 CestonaRAKOCZI: www.ramarakoczy.orgY ORDEN TEOSOFICA DE SERVICIO:www.otshispania.orgFernando Perez MartínRios Rosas, 25, 1º D - 28003 Madride-mail: [email protected]

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EDITORIAL

La felicidad es una plenitud que no puede buscarsecomo una meta interesada, sino que llega con el ol-vido de si mismo.

N. Sri Ram (Pensamientos para Aspirantes)

Estamos en los albores de un añoque empieza y mirando a nuestroalrededor y deseando hallar una

respuesta al estado actual de las cosasen todo el mundo, donde impera el des-concierto político, social y personal ydonde tantos males parecen acumularsesobre esta pobre y “huérfana humani-dad,” sólo desearíamos encontrar unmedio para mitigar los sinsabores y lasdesgracias que nos afligen a todos, a losque las sufren en demasía y a los que lascontemplanos con dolor en nuestro co-razón.

Y sólo nos queda el recurso de, comodice Sri Ram en su frase, “con el olvidode si mismo.” Fácil de recetar, difícil dealcanzar, porque esto nos lleva a unainteriorización traumática al comenzary al haber de renunciar a esa parte denosotros mismos que nos es tan cara, lapropia personalidad, el propio bienestary la propia enjundia de nuestra vida co-tidiana y egocéntrica. Decía Ortega yGaset que la persona es el “hombre y sus

circunstancias”, o algo parecido, pero seolvidó de añadir, explicar y aclarar, queeso no es todo –es posible que él mis-mo, en medio de sus filosofías, no lo su-piera– y que más allá de esas circuns-tancias existe un estado de concienciainterna que hay que despertar en el indi-viduo. Y es con el ‘olvido de si mismo’que ese estado de conciencia puede co-menzar a aflorar y a depararnos esa feli-cidad de la que andamos tan escasos apesar de todas nuestras “circunstancias,”aunque éstas sean halagüeñas para no-sotros personalmente.

Por eso cada vez se hace más evi-dente esa falta de concienciación del serhumano que anda a trompicones por lavida sin alcanzar nunca ese estado deplena madurez espiritual que es la únicaque puede optar a sustituir esas ‘circuns-tancias’ que hasta ahora nos han estadocondicionando en todos los sentidos. Niideales, por muy sofisticados que sean,ni religiones, por muy importantes quese presenten, ni legislaciones sociales le

Con salutaciones

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darán nunca al individuo lo que andabuscando desde el principio de los tiem-pos: la felicidad. La saciedad de esa fe-licidad, en principio, solo parece que vaacompañada del hecho de recibir. Derecibir de la vida. Estamos acostumbra-dos a que nos den, a tomar, a disfrutarcon ello y a creer que es para siempre yque nos pertenece por derecho y por ley.

Pero estamos en la curva ascenden-te de nuestra propia evolución y hemosde hacer conciencia de todo lo que nosespera y nos aguarda más allá de esaconciencia lúdica, personal, afectiva,que se apodera de nosotros al nacer. Yhemos de aprender a dar, a devolver a lavida lo que antes tomamos de ella. Muypocos son los que ya nacen con esas as-piraciones de altos vuelos. Pero nadie ninada nos impide sumergirnos en eseacontecer interno de la maduración denuestra propia conciencia si queremos irmás allá y adelantar un paso en ese sen-dero que no tiene regreso una vez que sehan puesto los pies en él: el sendero deldescubrimiento interno de nuestras pro-pias posibilidades y de nuestra integra-ción con ese Plan Divino que está traza-do en la Mente del Logos desde siem-pre.

Pero el sabernos ‘chispas divinas’ deAquello que “todo lo abarca en la Uni-dad” es algo que puede colmar nuestrasaspiraciones de felicidad; siempre que

tengamos en cuenta ese “olvido de símismo” que menciona Sri Ram.

Sin embargo, debería quedar muyclaro que los aspirantes a esainteriorización que hemos mencionado,no deben en modo alguno sentirse aje-nos al sufrimiento humano de cualquiertipo, antes bien, su actitud de plena re-flexión y comprensión debe albergar losmás desinteresados actos de servicio asu alcance. Porque mitigar el dolor en elmundo es uno de los primeros pasos aseguir, como sea y donde sea.

Estas y algunas otras elucubracionesson las que se nos ocurren en estos díaspara explicar concisamente cual es elestado de conciencia al que deberíamosaspirar si queremos adentrarnos en eseterreno desconocido, en general, de lafelicidad y el bienestar humanos.

Porque “muchos son los llamados ypocos los escogidos”, según reza uno delos evangelios, aunque esto no signifi-que exclusión en el tiempo, sino en elespacio, pues si no llegamos con nues-tro paso de hoy, tendremos que llegar,inexorablemente, con el paso de maña-na, más lento, pero también seguro. Sóloque si pudiéramos reducir ese tiempomediante ese ‘olvido de sí mismo’ conseguridad que redundaría en bien de to-dos, empezando por el de nosotros mis-mos.

C.B.

M M M

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DESDE LA ATALAYA Radha Burnier

La verdad, la religión más elevadaA lo largo de los siglos, el hombre

ha tratado de entender los fenómenosnaturales de su entorno y de hallar tam-bién la verdad sobre su propio ser y suposición en el universo. Ese deseo porsaberlo se ha expresado en formas muysimples, como la de querer entender quéhay detrás de una noche de tormenta contruenos y relámpagos (de ahí los mitos yleyendas sobre el gran Dios Thor o Indra,rey de los dioses, que liberaba a las va-cas prisioneras, en las nubes, de los anti-dioses); o en cuestiones más fundamen-tales sobre lo que es real y duradero, ypor qué existe el sufrimiento. Sin estaspreguntas y reflexiones, los seres huma-nos no serían humanos y se convertiríanen criaturas dedicadas exclusivamente ala supervivencia física y a soportar lascondiciones extremas en un mundo queson incapaces de comprender.

A pesar de los innumerables inten-tos por responder a la pregunta de “¿Quées la verdad?”, nunca se ha encontradoninguna respuesta satisfactoria. Por otraparte, hay toda una serie de controver-sias y conflictos trágicos que tienen suorigen en distintas afirmaciones dogmá-ticas sobre el conocimiento de la verdad.Pocos han hecho caso de lo que decíanlos Maestros cuando afirmaban que laverdad se encuentra más allá de los pen-samientos, palabras y descripciones, yque, por eso, nadie puede afirmar que

sus propias ideas o las de algunos líde-res religiosos escogidos sean la verdad.Madame Blavatsky, uno de los dos fun-dadores de la Sociedad Teosófica, decíaque su obra no contiene la verdad, sinoque solamente indica el camino haciaella, que es realmente lo único que cual-quier persona o libro pueden hacer.

Para acercarnos al camino que llevaa la verdad, convendría tener la sabidu-ría de comprender su relación con elenorme misterio de la Vida. Las investi-gaciones de la ciencia dejan claro conti-nuamente que en lo grande y en lo pe-queño, tanto en la partícula atómica másdiminuta como en los vastos espacios deluniverso, existe un elemento secreto, unmisterio oculto, inalcanzable para lamente del hombre. Hace unas décadas,el científico Edmund W. Sinnott escri-bió:

Si supiéramos qué es lo que hace crecerun pino a partir de un piñón y qué es loque le mantiene como pino a través detodas las vicisitudes de su historia, podría-mos acercarnos al conocimiento de lo querealmente es la vida.

Pero los porqués de la vida eludentodo intento, siquiera por parte de lasmejores y más brillantes mentes, de cap-tarlo del todo. En cuanto una respuestaparece emerger, junto a ella aparece lavisión fugaz de unas profundidades ydimensiones todavía desconocidas. ¿Porqué las raíces de un esqueje de geranio

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no crecen indefinidamente, sino que sólolo hacen hasta volver a alcanzar la pro-porción normal entre la raíz y el tallo?¡Qué milagro que ese pequeño capullosepa exactamente cuándo y dónde parary qué hacer después! ¡Milagroso es queuna fuerza misteriosa dentro del univer-so mantenga un equilibrio imposible-mente preciso entre fuerzas opuestascomo son las de la gravedad y la expan-sión! ¿Cómo ocurre y funciona todo estodentro del todo coordinado que es eluniverso?

Una fugaz visión de la más diminu-ta fracción del inmenso misterio de lavida equivale a la verdad, pero, natural-mente, no equivale a toda la verdad. Vercualquier aspecto de la vida tal como es,—no tal como nos la presentan nuestrossentidos y nuestra mente, que son limi-tados, ni nuestras ideas preconcebidas yfalsas—, es el principio del viaje. La vidatiene unas dimensiones y sutilezas incon-mensurables. Es rica, creativa y dinámi-ca. La verdad, que es el descubrimientode la belleza, del significado y del mis-terio de la Vida, carece también necesa-riamente de límites, y es necesariamen-te sutil y dinámica, un gozo sin igual.

Un aspecto de la verdad de la Vidaha sido expresado por los sabios ilumi-nados: La Vida es un todo indivisible.Por consiguiente, la verdad es una. Lasescrituras hindúes declaran: “La verdades una: los sabios hablan de ella de dis-tintas formas”. Se pueden encontrar en-señanzas similares en otros libros reli-giosos. La vida, en toda forma existen-te, —insecto, planta o humano, deva obuda—, es una, de la misma manera queel agua que sale de un grifo es agua, el

mismo elemento tanto si está en un cazo,en un estanque, en un lago o en el océa-no, el mismo que está en la nube y en lalluvia. La vida es una, pero tiene infini-tos aspectos y llega a interminables di-mensiones. La verdad también es una yse manifiesta de múltiples maneras.

Cuánto más clara sea la percepciónque tiene una persona de las inconmen-surables profundidades de la vida, máscuenta se dará de que no existe límitepara la verdad, y que el que sabe que nosabe es un sabio. Creer que uno conocela verdad es una locura, una forma deignorancia. Sólo los budas están despier-tos a la totalidad de la verdad, porque,en su caso, la conciencia individual seha hecho una con la Mente Infinita.

La verdad es la religión más eleva-da porque en ella están todas las otrascosas deseables, la paz, el amor y la in-teligencia de la Mente Divina. Para lle-gar a eso, es necesario estar internamentelibre del apego a las cosas y valores in-feriores. Por consiguiente, como dice elBhagavadgita, la devoción a la verdadimplica “un yoga profundamente since-ro” y la renunciación a todos los deseosy fines personales. “Controlando y so-metiendo los sentidos, considerándolotodo de la misma forma, complaciéndo-se con el bienestar de todos, quienes ve-neran la Vida Infinita y meditan sobreella, la alcanzan”. Este es el extraordi-nario privilegio de encarnar como serhumano.

Ciencia y moralidadEn la esquela publicada en el

London Times del 2 de Septiembre de2005, para anunciar la muerte del Cate-

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drático Sir Joseph Rotblat, distinguidocientífico que dedicó gran parte de suvida a luchar contra las armas de des-trucción masiva, leemos la siguiente in-formación:

Hay unos 25 millones de científicos e in-genieros, en el mundo, dedicados a la in-vestigación… De ellos, unos 500.000 tra-bajan solamente en la investigación y de-sarrollo militar. Si sólo incluimos a losfísicos e ingenieros investigadores, que seencuentran en la vanguardia de las inno-vaciones tecnológicas, más de la mitadtrabajan en el campo militar, mejorandolas armas ya existentes y creando otrasnuevas.

Estas personas reciben sueldos muysuperiores y subvenciones mayores parala investigación que sus compañeros quese dedican a la investigación civil.

La validez de las investigacioneshechas por parte de distintas organiza-ciones resulta sospechosa, porque cadauna de ellas tiene su propio ángulo devisión y les preocupa poco el bienestarde la gente común. La investigación mi-litar no es una excepción. El público engeneral no es consciente de los gravespeligros que podrían afectar al futuro dela humanidad, como consecuencia de susinvestigaciones. Pocos investigadores yexpertos se preocupan por la moralidadde lo que están haciendo, porque su in-terés se centra en su carrera y en sus pro-yectos para obtener la fama y las venta-jas materiales.

Aparte de su importante trabajocomo científico, el Profesor Rotblat fueun magnífico ejemplo de alguien dis-puesto a sacrificar sus ventajas persona-les por un noble objetivo, en su caso elde liberar al mundo de las armas nuclea-

res y de otras armas de destrucción ma-siva. Por su postura atrevida, recibió elreconocimiento que tanto merecía sóloen sus últimos años, cuando consiguióser un Miembro de la Sociedad Real yun Premio Nobel.

A principios de 1944, Rotblat fuecon un grupo de la Universidad deLiverpool a trabajar a Los Alamos, paraconstruir la bomba atómica.. A finalesde ese mismo año ya sabía que la inteli-gencia americana era consciente de quelos alemanes no podrían fabricar la bom-ba, y sin embargo los Estados Unidostenían intención de tirar bombas sobreHiroshima y Nagasaki. Había aprendi-do a volar y pudo salir de Los Alamossin que se enteraran los de seguridad. Deorigen polaco, era un sospechoso y semantuvo en el anonimato. De nuevo enla Universidad de Liverpool, quedó ho-rrorizado por la matanza y la amenazade vida de más de 250.000 personas enlas dos ciudades japonesas. Volvió a sutrabajo sobre el uso de la energía nuclearcon propósitos médicos y colaboró coneminentes científicos como AlbertEinstein y Bertrand Russell para redac-tar un manifiesto en pro deldesarmamento nuclear y de la aboliciónde la guerra.

Estuvo incesantemente activo,promocionando las conferencias dePugwash, cuyo objetivo era el de per-suadir a los científicos mayores de todoel mundo para que hablaran de las res-ponsabilidades éticas implicadas en laaplicación de la ciencia para fabricararmas nucleares. Nos dicen que, en con-junto, se han hecho más de 200 congre-sos generales y de talleres especiales con

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participantes de unos 60 países. Sin em-bargo, la ausencia de una preocupaciónética entre los científicos sigue dando piea un mal uso de la ciencia y de la tecno-logía. Es algo que resulta mucho másalarmante hoy en día, porque hay la pro-babilidad de usar armas biológicas, in-geniería genética y otras formas de co-

nocimientos avanzados, con fines mili-tares y para el genocidio.

Hay que crear una conciencia públi-ca contra el uso de la ciencia con objeti-vos inmorales por parte de políticos sinescrúpulos, ayudados por un gran núme-ro de científicos y de técnicos.

(The Theosophist, noviembre 2005)

La responsabilidad puede definirsecomo el estado de ser responsable; eso por lo que respecta a aque-

llo de lo que se es responsable, por ejem-plo, un deber o una obligación. Tambiénsignifica la capacidad de enfrentarse alas obligaciones o de actuar sin una au-toridad superior o guía. Además, es lacapacidad de distinguir entre lo recto ylo equivocado –ejerciendo un discerni-miento ético. Y, evidentemente, en pri-mer lugar está el aceptar la plena respon-sabilidad por la propia vida de uno y todolo que ello implica.

La aplicación de lo antedicho a nues-tras circunstancias diarias, es el senti-miento de ser responsable para el bien-

estar de nuestros semejantes, sobre unabase voluntaria y desde un estado deabsoluta libertad. No cabe duda de quela elección para actuar de esa guisa nacede un discernimiento interno desarrolla-do de las muchas experiencias que he-mos tenido en esta vida y en anterioresencarnaciones. Según la Teosofía, nues-tra actual comprensión es el resultado detodas estas experiencias que hemos es-tado almacenando durante vidas anterio-res en el Cuerpo Causal, el cual, juntocon la Mónada o Atma-Buddhi, consti-tuyen el Yo Superior. Es esta parte delnuestra séptuple constitución la que naceuna y otra vez en una continuidad deencarnaciones, cada vez añadiendo la

LA ÉTICA: TENDER UN PUENTE ENTRE LA LIBERTADY LA RESPONSABILIDAD

Paul Zwollo

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visión espiritual interna en las anterio-res etapas de la vida en la tierra.

La Tercera Proposición de La Doc-trina Secreta habla de “el peregrinajeobligatorio para cada Alma, la chispa dela Super-Alma Universal, a través delCiclo de Encarnación, o Necesidad, deacuerdo con la Ley Cíclica y Kármica,durante el período entero.”De modo quela Ley de Ciclos es uno de los principa-les factores para hacer posible nuestrodesarrollo para incrementar la responsa-bilidad y la madurez espiritual. Un co-mentario de Madame Blavatsky sobreesta Tercera Proposición dice que “ladoctrina primordial de la Filosofía Eso-térica no admite privilegios ni dones es-peciales en el hombre, excepto aquellosconquistados por su propio Ego a travésdel esfuerzo y el mérito personal duran-te una larga serie de transmigraciones yreencarnaciones.”

Este desarrollo de la conciencia for-ma parte de una parte de la vida de cadaser humano, y finalmente conduce a lamente que abarca el conjunto del uni-verso. La responsabilidad es una condi-ción sine qua non para que este procesofructifique. Presupone el hecho de quetodos nosotros somos parte de la huma-nidad y que la Unidad de la Vida es lapiedra angular del mundo en el que vi-vimos. Cuando el Primer Objetivo de laSociedad Teosófica habla de formar unnúcleo de la Fraternidad Universal de laHumanidad, se refiere a la Vida Una enla que todos participamos. La SociedadTeosófica debe su existencia a este prin-cipio de la Vida Una y todas las ense-ñanzas teosóficas se basan en ello. Comomiembros de la Sociedad Teosófica, to-

dos hemos suscrito estos Tres ObjetivosDeclarados, lo cual implica que todossomos responsables de vivir como co-rresponde.

Viniendo del Origen Único, todas lascriaturas de la manifestación han toma-do forma después de un largo procesollamado involución. Después de haberalcanzado su forma más sólida, estándestinados a regresar al Origen del cualuna vez vinieron, un proceso llamadoevolución. Involución y evolución sonlas dos partes del ciclo mayor a travésdel cual todo el conjunto de la manifes-tación está caminando, y consta a su vezde muchos ciclos menores. Por esta ra-zón, en Teosofía, hablamos de ciclosdentro de ciclos, cada ciclo mayor in-cluyendo muchos ciclos menores.

Este es un hecho que fácil mentepodemos descubrir en los ciclos de día ynoche, verano e invierno, flujo y reflu-jo, y vida y muerte. A escalamacrocósmica, hablamos de Manvántaray Pralaya –períodos de manifestación ydisolución. El ciclo en el que la humani-dad está inmersa consta de dos partes: elarco descendente, en el cual la oleada devida se vuelve menos espiritual, alcan-zando el punto en que el espíritu y lamateria se equilibran; y el arco ascen-dente, en el que la oleada de vida se vuel-ve menos material y más espiritual. Du-rante esta última parte el hombre se varesponsabilizando cada vez más de sussentimientos, pensamientos y actos.

Volvamos al tema de nuestro Con-greso y prestemos atención a la Liber-tad. Desde el mismo principio de la So-ciedad Teosófica, la libertad de losmiembros ha estado garantizada. La bús-

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queda de la Verdad sólo puede realizar-se en un estado de completa libertad,cualquier forma de apremio de los me-dios exteriores sería perjudicial. El im-pulso para seguir el sendero de la liber-tad y la realización sólo puede llegar delo interno. La desaparecida conferen-ciante internacional Ianthe Hoskins lollamaba el impulso del ‘instinto de vol-ver al hogar’.

En la parte interior de la cubierta deThe Theosophist podemos encontrarcada mes una declaración enfatizando elhecho de que la libertad es de importan-cia primordial para el estudio de la Sa-biduría Antigua y el trabajo de la Socie-dad Teosófica en el mundo. Esta liber-tad está desde luego íntimamente rela-cionada con la responsabilidad –las dosvan juntas.

La libertad puede definirse de mu-chas maneras. Es el poder de escogerentre alternativas, o de actuar en deter-minadas situaciones independientementede las limitaciones naturales, sociales odivinas. Se ha dicho que “el Hombre estácondenado a ser libre”. Este no es el casodel reino animal, puesto que todos losanimales siguen sus instintos. Sin em-bargo, la libertad completa es una ilu-sión y sería contraproducente, no sola-mente para nosotros mismos, sino tam-bién para nuestros semejantes los sereshumanos. En la etapa actual de la evolu-ción del hombre éste todavía no ha tras-pasado sus instintos y tendencias anima-les. La libertad completa crearía de in-mediato posibilidades de corrupciónpara los más elevados ideales. La liber-tad requiere una disciplina espiritual es-tricta y discernimiento, tal como lo ex-

plica el yoga y la literatura teosófica.La libertad para escoger es el privi-

legio de cada hombre y mujer, y puedeusarse o bien correcta o equivocadamen-te. Por medio de experiencias y equivo-caciones tenemos que descubrir cuál esel mejor modo de actuar. El proceso dela evolución, que amplía la propia con-ciencia , nos capacita para descubrir gra-dualmente cómo utilizar esta libertad enbeneficio de nuestros semejantes, dán-donos cuenta de que su bienestar es tam-bién nuestro propio interés. En un mar-co más amplio esta libertad debería apli-carse también para fomentar el bienes-tar de todos los seres sencientes, inclu-yendo los reinos inferiores de los ani-males, las plantas e incluso los minera-les. Libertad y responsabilidad lo abar-can todo, sin excluir nada.

La humanidad en su conjunto ha al-canzado el punto de evolución en el queempieza a darse cuenta de que toda lavida es una, y de que dañando a una desus partes, está también dañando al con-junto. La ciencia de la ecología se haconvertido en crucial. En la actualidadhablamos de desarrollo sostenible, indi-cando el progreso para la humanidad sinponer en peligro la vida de las futurasgeneraciones de este planeta.

La libertad sin límites para el hom-bre es inimaginable e indeseable. Tal vezesa fue la razón de por qué el lema de laRevolución Francesa en 1793 fuera Li-bertad, Igualdad y Fraternidad. Al aña-dir Igualdad, o Fraternidad, a Libertad,las posibles y peligrosas desventajas dela libertad por sí sola estaban destinadasa evitarse. Como que la etapa del desa-rrollo humano estaba y está lejos de la

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perfección, el ideal de Libertad ha sidoseriamente maltratado, y los valores deIgualdad y Fraternidad han sido usurpa-dos.

Sin embargo, existen algunos dere-chos fundamentales que cada individuopuede proclamar. En la Declaración delos Derechos Humanos, formulada porel Tercer Consejo General de las Nacio-nes Unidas el 10 de diciembre de 1948en París, el primero de los dos Artículosse postula como sigue:

1 - Todos los seres humanos han nacidolibres e iguales en dignidad y derechos.Están dotados de razón y conciencia ydeberán actuar hacia los demás con unespíritu de fraternidad.

2 - Cada uno está calificado para todoslos derechos y libertades establecidos poresta Declaración , sin distinción de nin-guna clase, tales como raza, color, sexo,lengua, religión, política u otra opinión,nacional de origen social o nacional, defortuna, nacimiento u otra condición.

Es remarcable que los artículos queacabamos de mencionar se acomodancon el Primer Objetivo de la SociedadTeosófica, independientemente del he-cho de que nuestros Tres Objetivos fue-ran concebidos mucho antes, es decir, enlos años ochenta del siglo diecinueve.Los dos mencionados Artículos reprodu-cen el significado esencial de lo que laFraternidad Universal y la Unidad de laVida implican.

Prestemos atención a la Ética, esta-bleciendo un puente entre Libertad yResponsabilidad. Los términos Ética yMoralidad están íntimamente relaciona-dos. La Ética o Moralidad es aquellaconducta que se basa en las rectas opi-

niones y en el recto pensar. Las virtudessin par inculcadas por el Buddha, indu-dablemente podrían ser denominadasÉtica en su óptima forma. Sus enseñan-zas han sido unánimemente calificadascomo las más perfectas que el mundo haconocido jamás. Su código universal deética estaba basado en el altruismo. Laética o la moralidad no se apoyan en laprofesión de ningún credo particular ofe, y en lo más mínimo en la creencia endioses o en un Dios.

Cuando los Mahatmas dicen que “elmotivo lo es todo para nosotros”, estaafirmación debería basarse en los valo-res humanos más elevados que podamosimaginar. La ética o la filosofía morales la disciplina relativa a lo que es mo-ralmente bueno y malo. La ética tienemenos que ver con el conocimiento ver-dadero, pero más con los valores huma-nos; la conducta humana tal como debe-ría ser, más que tal como realmente es.

Hay lo que se denomina un‘relativismo ético’; la percepción de loque es correcto o equivocado, bueno omalo, no es absoluta sino variable y re-lativa, dependiendo de la persona, lascircunstancias o la situación social. Por-que lo que uno piensa variará con eltiempo y lugar, por consiguiente, lo quees correcto también variará. Por esta ra-zón no existe un modo objetivo de justi-ficar cualquier principio como válidopara cualquier tiempo, para toda la gen-te y para todas las sociedades.

La ética empezó con la introducciónde los primeros códigos morales. En losVedas, los dioses de los que se habla noson personas, sino manifestaciones de laverdad y la realidad fundamental. La

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narración del Antiguo Testamento, deDios entregando los Diez Mandamien-tos a Moisés en el Monte Sinaí, es otroejemplo. En Grecia, el gran dios Zeusdio a los humanos un sentido moral y lacapacidad para la ley y la justicia, demodo que pudieran vivir en comunida-des más grandes y cooperar los unos conlos otros. En el Nuevo Testamento, elSermón de la Montaña es un ejemplo deun código de ética que ha sido aceptadopor los cristianos de todo el mundo. Conel transcurso del tiempo quedó estable-cido el lazo entre moralidad y religión.En uno de sus diálogos, Platón conside-raba la sugerencia de que es el beneplá-cito divino lo que hace que una acciónsea buena. Sin embargo, él sostenía quetienen que existir algunas normas sobrelo recto y lo equivocado que son inde-pendientes de las simpatías y antipatíasde los dioses.

Esto suena más teosófico y se refie-re a las Grandes Leyes que gobiernan lamanifestación y la vida en la tierra.

Madame Blavatsky llamaba a la Ley deKarma la Gran Ley de Justicia. La Leyde Karma es infalible según HPB. LaLey de Causa y Efecto, si el hombre lacomprende bien, puede y debe ser utili-zada por él para llegar a la Auto-realiza-ción, convirtiéndose mientras tanto eninstrumento en la ayuda a todo el con-junto de la humanidad en sus lucha poralcanzar la perfección. Este es el Sende-ro del Bodhisattva en óptima forma.

Las siguientes palabras del MaestroKH merecen ser meditadas

La expresión Fraternidad Universal no esuna frase hueca. La Humanidad en su to-talidad tiene una poderosa reivindicaciónsobre nosotros... Es la única base segurapara una moralidad universal. Si fuera unsueño, al menos se trata de un sueño no-ble para la humanidad, y es la aspiracióndel verdadero adepto.

(The Theosophist, junio 2005. -Del Congreso Europeo en Oporto,

septiembre 2004.)

El camino del ego es el camino de la iniciación, que significa volverse a unir con su pátricaconciencia, de la que se había olvidado la porción de ella que estuvo encarnada e identifica-da con los cuerpos. Es la iniciación el comienzo de una nueva vida, la vida consciente delego, aunque actúe por medio de los tres cuerpos. De diferentes maneras se han expuesto lascualidades requeridas para la iniciación; pero cuando hayamos adquirido permanentementela conciencia del ego, necesariamente habremos adquirido también las cualidades requeri-das. La conciencia egoente entraña discernimiento, porque cuando la conciencia encarnadase desprende de los cuerpos que la dominaban, ya no sigen los cuerpos sus propios deseossino que obedecen a la voluntad del ego. La conciencia egoente equivale a Buena Condiuctapuesto que nuestra conducta ya no es la de la conciencia esclavizada por los cuerpos, sino laconducta del ego que necesariamente ha de ser de Buena Conducta. La conciencia egoentesignifica amor en su más amplio concepto, porque el mundo del ego es el mundo de launidad, y no podemos tener la conciencia egoente sin sentirnos unidad con todo lo quecuanto existe.

Dioses en el Destierro, J.J. Van Der Leeuw

Enero 2006 13

Empezaré por citar a nuestra presidenta Radha Burnier: “El estudio de la Teosofía, en el verdade-

ro sentido, no es solamente el estudio dela literatura teosófica, es el estudio dellibr o de la vida, la observación de lanaturaleza humana, la contemplaciónde la naturaleza y de los fenómenosdel mundo creado, de tal manera quehaya un presentimiento de la ExistenciaUna”. (Le Lotus Bleu, junio-julio 2004.)

Voy pues a hablar de mi presenti-miento de la Existencia Una en el senode mi concepción de un núcleo de Fra-ternidad con, como preconiza nuestroPresidenta, el apoyo del libro de la vida,de la observación de la naturaleza hu-mana y de la contemplación de los fenó-menos del mundo creado.

En el libro de la contemplación dela naturaleza y del mundo creado, sepuede constatar:

Si se considera lo infinitamente peque-ño; el átomo por ejemplo,

Uno se da cuenta de que su núcleo es deuna densidad distinta a la de

la masa total.

Uno se apercibe también de que esta par-te central del átomo está formada deprotones y de neutrones que son elemen-tos diferentes de aquellos que gravitanalrededor, los electrones.

Uno se apercibe de que es en este núcleodonde la casi totalidad de la masa estáreunida.

Para mí, pues, un núcleo de Frater-nidad es la misma cosa. Un grupo deSeres Humanos que concentra en él ele-mentos diferentes de los de la masa, quepermite un equilibrio y una atracción enesa dirección.

En el libro de la Vida, se puedeconstatar:

Por ejemplo, si se tiene en cuenta el fru-to,

Uno se apercibe de que su parte central,el núcleo, es lo que sirve para la conti-nuidad hacia algo nuevo.

Si se mira el espacio, con los cometas porejemplo,

Uno se apercibe de que su núcleo es un

FORMAR UN NÚCLEO DE FRATERNIDAD

Marc Vernet

14 Sophia nº 205

cuerpo sólido que constituye la parte per-manente de estos astros navegantes.

Si se mira más lejos hacia las galaxias,por ejemplo,

Uno se de cuenta de que en el seno delnúcleo de una galaxia, la densidad y laluminosidad son máximas.

Entonces, para mí, de nuevo, un nú-cleo de Fraternidad, es lo mismo. Ungrupo de Seres Humanos que concentraen sí elementos diferentes a los de lamasa y que permite una solidez y unacontinuidad en esa dirección.

En el libro de la observación de lanaturaleza humana, se puede consta-tar:

Si se mira el núcleo de la célula básicadel ser humano por ejemplo,

Uno encuentra el orgánulo que es la par-te central y vital de toda célula viva.

Si se considera la organización humanapor ejemplo,

Uno se apercibe de que un núcleo es unpequeño grupo de personas como origende un grupo más amplio y que constituyeel elemento esencial.

Y es también un pequeño grupo actuandoen un medio hostil o dominante.

Entonces para mí, siempre, un nú-cleo de Fraternidad es lo mismo. Un gru-po de Seres Humanos que concentra enél elementos diferentes a los de la masay que permite una independencia y unavitalidad en esa dirección.

En resumen, he aquí algunos para-lelismos que cada uno de nosotros pue-de observar y analizar.

Y todavía para mayor facilidad ycomprensión, podemos tomar ejemplo enun núcleo de fraternidad existente como

el de los Maestros de Sabiduría. Núcleoque se encuentra en una escala diferenteen toda organización, agrupación, re-unión, enseñanza pública o privada, co-legio o universidad, etc. En efecto, porejemplo, para toda una sección de cole-giales terminales, un núcleo de profeso-res se ocupa de manera autónoma delprograma que hay que estudiar, respetary realizar para todas las secciones de to-dos los terminales sin que casi nuncaninguno de sus alumnos se dé cuenta dela coherencia organizada por sus propiosprofesores. Estos profesores se reúnenpara llevar a cabo proyectos comunes,para ayudar a alumnos en particular, paraexpresar las inquietudes con las que seencuentran. Es un núcleo que tiende aresolver los problemas para la organiza-ción, para el encuentro, para la discu-sión. Ninguno dirá “hubieras podido pre-venirme, o bien, no me has prevenido”.Cada uno es autónomo, cada uno es res-ponsable, cada uno es dueño. Sino quemás bien se oye ¿“Cuando podemos ver-nos para organizar este o aquel proyec-to, para preparar éste o aquel programa?”

Para mí, un núcleo de fraternidad:Son personas que no critican jamás perosobre todo que escuchan a los que tienenmás experiencia, a los más viejos y amenudo a los más trabajadores.

Son personas que saben callarse al mis-mo tiempo que se enriquecen con losotros.

Son personas que reconocen que cada unotiene un valor y una naturaleza diferentepara expresarse.

Son aquellos que se ayudan en grupo paraevolucionar, no para aprovecharse.

Enero 2006 15

Son aquellos que evolucionan preguntán-dose continuamente haciéndose la simplepregunta: “¿Qué harían nuestros Maestrosen nuestro lugar, qué nos aconsejarían?”

Salvo error por mi parte, y puedoequivocarme como hago a menudo, creoque la Teosofía emana de los Maestrosde Sabiduría. Un núcleo de Fraternidad.

Salvo error por mi parte, creo equi-vocarme cuando oigo a hermanos y her-manas que no miran más que lo que ellosno han tenido, si somos hombres y mu-jeres que vivimos en un mundo particu-lar, en una sociedad de dependencia.

Personalmente me inscribí en la So-ciedad Teosófica porque he podido leer,antes y todavía después, varios libros deLeadbeater, de A. Besant, de HPB, deOlcott, y muchos otros, en los cuales noexistía ninguna palabra negativa, ningu-na disensión, ninguna discordancia. Estoes lo que personalmente he llegado aencontrar en la Teosofía así como unnúcleo de fraternidad que evoluciona en

la misma dirección de Amor, de Sabidu-ría y de Amistad tal como está escrito enel frontispicio de la entrada.

Yo, como todos vosotros, confiamosen este núcleo de fraternidad. Entoncescon Amor, me permito deciros que estoypresente en la medida de mis posibilida-des para ayudar a la continuación de estenúcleo.

Un núcleo comparable a una piezaresistente a la materia en fusión que seintroduce en un molde para obtener laspartes vaciadas en la pieza fundida a finde modificar nuestros hábitosdestructivos para emprender realizacio-nes comunes que sirvan de escalera atodos nosotros. Poseyendo la escalera unelemento central llamado Núcleo perosirviendo de apoyo al conjunto, un Nú-cleo de Fraternidad caminando hacia laExistencia Una.

(Convención Nacional 2004 – ParísLE LOTUS BLEU, noviembre 2004.)

De “El Idilio del Loto Blanco”

Hay tres Verdades absolutas y eternas, aunque puedan permanecer ocultas por faltade expresión:1. El alma humana es inmortal y su futuro es el de algo cuyo crecimiento y esplendor no

tienen límites.2. El Principio de Vida mora en nosotros y fuera de nosotros. Es imperecedero y eterna-

mente benéfico. No se le oye, ni se le ve, ni se le huele, pero es percibido por el hombreque ansía la percepción.

2. Cada hombre es su absoluto legislador; el que se rodea de luz o se sumrge en las tinie-blas; el juez de su conducta que lo premia o castiga.

Estas verdades tan grandes como la vida misma son tan sencillas como la más sencillamente del hombre.

Alimenta con ellas al que busca.

16 Sophia nº 205

Para empezar, ¿qué es un núcleo?Un núcleo es, desde luego, la par

te central de una cosa: de un fruto, perotambién de un átomo, de una célula, delglobo terrestre o incluso de una galaxia...En segundo lugar, es una parte inicial,destinada a recibir añadidos. A los pri-meros elementos de un grupo se les de-nomina un núcleo, por ejemplo, el nú-cleo de una colonia.

La Sociedad Teosófica al buscarconstituir un núcleo de la fraternidaduniversal de la humanidad quiso crearun punto así como principio. En inglés:a nucleus of the Universal Brotherhoodof Humanity. Núcleo es el diminutivo dela palabra latina nux, nuez. Núcleo esuna pequeña nuez.

El núcleo de una fruta es como unapequeña nuez en el corazón de su pulpa:una cáscara astillosa abrigando una al-mendra de la que nacerá el germen deun nuevo árbol. Este núcleo de la frutanos sugiere una imagen inspiradora: lafraternidad universal es como un árbolcuyo germen se desarrolla a partir de unnúcleo. Este árbol es un árbol de vida y

conocimiento. Es el amor divino mani-festado. El núcleo, el punto de partidade este árbol, es el amor divino, la vidadivina. El tronco, cuyas ramas se extien-den sobre la humanidad entera y sobretoda la tierra está constituido de hom-bres divinos, encarnaciones perfectas yconscientes de la vida divina. Este tron-co es la Gran Fraternidad Blanca de lasalmas que han realizado conscientemen-te su identidad con lo Divino. Sus ra-mas son los discípulos de estos hombresdivinos. Sus ramificaciones son todos losmovimientos altruistas, idealistas. Esteárbol tiene hojas que protegen, flores queproporcionan gozo por su belleza y superfume, frutos que alimentan y sacian,y cuyo núcleo, hecho del amor divino,es el grano de un nuevo árbol: la frater-nidad es comunicativa.

Tratemos de ver qué es la fraternidadEn primer lugar un lazo de paren-

tesco entre hermanos y hermanas; a con-tinuación un lazo de solidaridad y deamistad entre los hombres (como debe-ría existir idealmente –y a menudo exis-

DEL NÚCLEO AL BOSQUE

Dra. H. van der Hecht

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te– entre hermanos y hermanas). En lahumanidad está este lazo de parentescoentre todos los seres humanos, la mismavariedad de cromosomas señalando lacomunidad de sangre; y sobre todo so-mos hijos e hijas de un solo Padre, elEspíritu del Universo, Vida y Concien-cia Universales, que engendra y sostie-ne el mundo, y de una sola Madre, laNaturaleza. El Espíritu en cada uno denosotros es una focalización de la Con-ciencia Universal, animando el cuerpoy el alma que nos da la Naturaleza. So-mos por lo tanto hermanos y hermanas,del mismo padre, de la misma madre.

Pero, como han dicho los Maestrosde Sabiduría que inspiraron la fundaciónde la Sociedad Teosófica, la humanidades la gran huérfana: no reconocemos anuestro Padre en la Conciencia Univer-sal, divina, origen y esencia de nuestroser, ni a nuestra Madre en la Naturaleza,negándole el respeto y el amor debidosa aquella que nos ha dado la vida, nosha criado, nos ha instruido y nos ha ali-mentado. Y no reconocemos en todos losseres humanos a nuestros hermanos yhermanas.

En la humanidad, de hecho, existefraternidad, parentesco genético y espi-ritual, ¡pero tan poco sentimiento frater-nal, en contraste con lo que vemos dehostilidad y de indiferencia! La frater-nidad , a mi entender, es “caridad y amorinmortal”, en sánscrito Dana, esta vir-tud esencial de la que nos habla La Vozdel Silencio.

La fraternidad universal sería esesentimiento dirigiéndose a todos y a cadauno y uniendo entre ellos todos los hom-bres: sentimiento hecho de cálido afec-

to, de simpatía y comprensión, de pre-ocupación por el bienestar y la felicidadde todos. Esta sería una solicitud ex-tendiéndose a todos los seres, fuente deacción altruista y de verdadera ecología,creando el paraíso en la tierra, según eldeseo de los buddhistas: “¡Que todos losseres sean felices!”

Esta verdadera fraternidad, lazo desolidaridad y de amistad entre los hom-bres, virtud de caridad y de amor inmor-tal, Dana, es la llave de la puerta que sealza a la entrada del Sendero de perfec-ción. También la fraternidad conduce ala perfección de la humanidad, a la ple-na manifestación de lo Divino en el hom-bre. En esta fraternidad el hombre se ol-vida de sí mismo por el bien de sus her-manos. La ausencia del yo es la perfec-ción del ser humano, o más exactamen-te, la condición de su perfección.

La idea y su propagaciónCuando se habla de constituir un

núcleo de la fraternidad universal de lahumanidad, sin distinción alguna, espe-cialmente del nivel evolutivo (por con-siguiente de casta o de clase), de frater-nidad entre los seres humanos, de cultu-ra superior y de otras muy primitivas,uno tiene que constatar que semejantevirtud existe aquí y allá en los indivi-duos, pero no como característica de ungrupo, o muy raramente, y entonces sintotal aceptación de las diferencias decreencia y opinión, de raza, de clase, denacionalidad, de lenguaje, etc... Si unaRama de la Sociedad Teosófica consi-gue éxito, será realmente renovadora,constituyendo un núcleo como centroinicial a partir del cual la fraternidad

18 Sophia nº 205

irradiará, se comunicará, se expandirá.Un individuo, por sí solo, también po-dría ser un punto parecido de partida, porconsiguiente un núcleo.

Pero para que toda nuestra Sociedadconstituya un núcleo de la FraternidadUniversal viva, vivida, harían falta gru-pos semejantes, y semejantes individuospor todas partes donde la SociedadTeosófica haya podido instalarse: variosnúcleos, en todos los países. E idealmen-te eso crearía, poco a poco, innumera-bles núcleos de la fraternidad universalde la humanidad, en toda la tierra.

Sin embargo, esta visión geográficano es la buena. No se trata, en nuestroprimer objetivo, de una visión material,espacial, a nivel físico. La FraternidadUniversal es una cosa del orden de losgrandes valores morales; pertenece almundo causal, al mundo de las ideasarquetípicas. Es una realidad universalabstracta, que tiene que iluminar cadavez más intensamente y con mayor cla-ridad el pensamiento humano, y de ahíencarnar en la vida de la humanidad. Enprincipio se trata de una gran idea quetiene que crecer y expandirse, y que,como todas las ideas universales, tieneque realizarse en innumerables lugaresy formas particulares, y descender porconsiguiente del dominio de lo causalhasta el mundo físico.

Sin embargo más todavía, más ele-vada todavía, esta idea es una realidadque pertenece al dominio llamadobúdhico, el dominio de la intuición es-piritual, Buddhi en sánscrito, donde sepercibe la unidad de todo lo que existe,donde cada uno es uno con todos losdemás; dominio espiritual desde donde,

cuando la fraternidad se percibe y se viveen alguna parte, gana terreno en todaslas partes del mundo, hasta las antípo-das, de suerte que el trabajo realizadopor una Rama teosófica para vivir esteideal influye en cierto modo en toda latierra.

Es también a este nivel de la unidadque se dice: amarás a tu prójimo como ati mismo, y que uno añade “porque él estú mismo” –en efecto, en la Realidadesencial, donde se puede tomar concien-cia en un estado sublime de vida inte-rior conocida de los místicos, cada unoes a la vez él mismo y todos los demás,uno con todo lo que existe.

Algunos creen que amar a su próji-mo como a sí mismo significa que hayque amarse a sí mismo, y sobre todo a símismo primero, según el dicho “la cari-dad bien entendida empieza por uno mis-mo”. Se llega hasta pretender que no sepuede amar a los demás a menos deamarse a sí mismo. Pero el amor es lafelicidad de la unidad, de la unidad en-tre los seres. Está presente cuando el“yo” ha desaparecido. La idea del “yo”es separativa al mismo tiempo que ilu-soria: es la identificación del yo con unaimagen separada lejos de la unidad detodo lo que existe, es una construcciónmental.

Por consiguiente, amarse a sí mis-mo es una contradicción, no es amar. Siel amor es la felicidad de la percepciónde la unidad, significa no estar encerra-do en los límites de una forma indivi-dual, traspasarse a sí mismo, ir más alláde sí mismo, desapareciendo el senti-miento mismo del yo

La verdadera fraternidad es un amor

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que se entrega sin cesar a todos, llevan-do a raudales la simpatía, la compren-sión, la alegría, la solicitud, compartien-do todo lo que hay de bello y de buenocon una gran intensidad de vida, que esla vida divina animándonos plenamen-te, y en la paz del olvido de uno, la pazde la percepción de la presencia en todolo que existe de lo Único, de lo Supre-mo. Es a esta rara virtud a la que tene-mos que aspirar.

La Fraternidad Universal es por con-siguiente una gran idea presente en lasalturas y sobre todo una realidad espiri-tual, que tiene que descender para refle-jarse, para encarnarse luego, para mate-rializarse aquí abajo.

Las Ramas teosóficasTeniendo presente este objetivo,

¿cómo trabajará una Rama teosófica?Evoquemos primero lo que decían a

este respecto Annie Besant y Leadbeater.Haría falta repasar sus textos, donde sehacían eco de un pasaje de la carta de unMaestro de Sabiduría que, en enero de1888, escribía esto: “Si cada teósofo lle-vara a cabo simplemente su deber –loque puede y debe hacer– muy pronto lasuma de la miseria humana alrededorde cada Rama de nuestra Sociedad dis-minuiría visiblemente”. En principio,según nos parece, este deber es vivir yexpandir la Fraternidad.

¿Cuál podría ser entonces el trabajode una rama de la Sociedad Teosóficapara contribuir activamente a la realiza-ción de la fraternidad universal en elmundo? ¿Cómo, para empezar, hacernacer y crecer este sentimiento en noso-tros mismos? Inspirémonos en lo que

explica en su libro Conocimiento de SíMismo, Taimni a propósito de la intui-ción espiritual o Buddhi, conocimientodirecto de las cosas y de los seres en lapercepción de la unidad de todo lo queexiste, y de nosotros mismos con el Todo.Buddhi es un estado de conciencia supra-mental, expresándose por lo tanto en vi-braciones de frecuencias muy elevadas.Aquel que quiere adquirir este sentidode la unidad y este conocimiento íntimode los seres tiene que hacer que toda sunaturaleza sea apta para emitir las vibra-ciones de las frecuencias más elevadasy a responder a ellas. Eso supone purifi-car y disciplinar su naturaleza física,emocional y mental, de tal modo que elcerebro, el cuerpo astral y el cuerpo men-tal vibren a los más elevados pensamien-tos y a los más nobles sentimientos. Estelibro de Taimni puede estudiarse en gru-po en las Ramas –y a menudo además sehace así– y puede convertirse para cadauno en un libro de cabecera, cuyas ense-ñanzas serán poco a poco y sistemática-mente puestas en práctica: los miembrosde una Rama pueden cultivar todos jun-tos la fraternidad como los primeros cris-tianos cultivaban el amor al prójimo,apoyándose y animándose mutuamente–pero en ausencia de todo juicio sobrelos demás.

Llegará el momento en que la uni-dad se vivirá, según las frases tan her-mosas del libro La Voz del Silencio, enel capítulo Los Siete Portales: “Tú tie-nes que vivir y respirar en todo, comotodo lo que tu percibes respira en ti, sen-tir que resides en todas las cosas, y to-das las cosas en el Yo”.

Pero antes de que la intuición espi-

20 Sophia nº 205

ritual en la conciencia de la unidad sedespierte y se desarrolle, el hombre idea-lista quiere vivir intensamente a nivel delos pensamientos más nobles, y para par-ticipar con otros miembros de nuestrasociedad en la creación de un núcleo dela Fraternidad Universal de la Humani-dad, busca descubrir qué significa real-mente esta fraternidad mediante el estu-dio de la Teosofía, la enseñanza de losSabios más grandes. ¿Qué nos dice laTeosofía?

Que el hombre y el universo son la ex-presión de una sola Vida y ConcienciaUniversales. Ese es el fundamento de lafraternidad .

Esta enseñanza implica diversospuntos: especialmente que el hombre escuerpo, alma y espíritu; cuerpo y almamortales, porque por numerosas, por in-numerables que puedan ser lasreencarnaciones del alma, al finalizar eluniverso, antes de que nazca un nuevouniverso, ella se reabsorberá en la fuen-te única de toda existencia. El hombrees por lo tanto cuerpo y alma los dosmortales, uno con un breve vencimien-to, la otra con un vencimiento infinita-mente alejado, uno de materia tosca, laotra de materia extremadamente sutil, losdos animados por el espíritu divino uni-versal e inmortal, en vistas de la mani-festación de todos los aspectos de esteespíritu o conciencia en la materia, entodos los planos, del más denso al mássutil.

Todos nosotros somos uno, porqueun solo espíritu, indivisible, es nuestroSer esencial. Las formas son innumera-bles, diversas y perecederas, el espírituque las anima es uno e imperecedero. Y

tenemos que actuar en su manifestación,siempre más espléndidos y más radian-tes, en el universo, en su manifestaciónen nosotros mismos y en todos los de-más, en todas las formas de la vida. Esees el objetivo idéntico de la vida univer-sal y de la nuestra.

¿Cómo desarrollar al máximo losdones del espíritu en nosotros, y ayudara su desarrollo en toda la humanidad, yen todas las formas de la vida que cons-tituyen la naturaleza? Lo haremos me-diante la consagración de todo nuestroser, de nuestro cuerpo, de nuestro cora-zón, de nuestros pensamientos al Señor,al Único, y por lo tanto al bien de todolo que vive, de todas las criaturas en lasque se encarna Su vida. Serviremos almundo por la acción y la palabra, por laactuación y la irradiación de nuestraenergía física, emocional, mental y es-piritual para el bien de todos. Lo hare-mos cooperando en la creación de lascircunstancias más favorables para laeflorescencia de todos los seres.

Materialmente eso comprenderá es-pecialmente –y esto es de suprema im-portancia– la propagación del vegetaria-nismo y la cooperación en la repoblaciónde los montes del planeta, en particularde árboles productores de cosechas ali-menticias. Eso será salvar a la humani-dad de las hambrunas al mismo tiempoque respetar y ayudar a la naturaleza ensus reinos animal y vegetal.

Y moralmente deberíamos contribuiren favorecer en todos los hombres, nues-tros hermanos, la manifestación de lospoderes latentes del espíritu, estimulan-do los seres humanos en la bondad, ani-mándoles en la búsqueda y en la realiza-

Enero 2006 21

ción del bien, de lo bello, de lo verdade-ro.

¿Cómo hacerlo en nuestros encuen-tros de cada día? Recordemos la instruc-ción recibida por Alcyone: “Tú puedesayudar mejor a tu hermano”, dice ellibrito A los Pies del Maestro, “apelan-do a lo que él tiene de común contigo,la vida divina”. Se trata pues de testi-moniar a cada uno de los que entramosen contacto nuestra confianza funda-mental: con la mirada, con la sonrisa, contoda nuestra actitud, suscitando así laexpresión de sus recursos interiores to-davía ocultos, potenciales.

Id hacia cada uno diciéndole envuestro corazón, silenciosamente, “Teamo”; y en tanto que miráis el rostro deun transeúnte o de un conocido y cru-záis su mirada con él, casi infaliblementeos sonreirá, y la luz oculta en él brillará.El ser humano posee en efecto una ex-traordinaria facultad para percibir vues-tros sentimientos en la expresión devuestro rostro, y de responder a ello. Unejemplo os permitirá verificar esto cadadía: pasad junto a un hombre con su pe-rro, con una señora con su perro, y mi-ráis el animal con un interés simpático,luego levantad la mirada: el hombre o laseñora os sonríen: han leído en vuestrorostro vuestra simpatía por el perro que-rido.

Otra experiencia a realizar (según unrelato de nuestro antiguo presidente in-ternacional John Coats): hay una perso-na que es hostil para vosotros o indebi-damente indiferente, haciendo como sino os conociera. Pensad en ella cada díacon afecto, por ejemplo después de vues-tra meditación de la mañana. Al cabo de

poco tiempo ella misma os demostrarásimpatía. Ha habido una acción telepá-tica de vuestros sentimientos respecto aella, pero sobre todo vuestra expresiónen su presencia está ahora cargada de unafecto que ella percibe y a la cual res-ponde. Confiemos en lo Divino interiordel otro, y si sabemos establecer de esemodo el contacto, lo Divino se manifes-tará a nosotros en una maravillosa co-munión.

Percibir lo Divino en el otro a tra-vés de una fisonomía brutal o tosca, oexcesivamente sensual, o a pesar de unaexpresión cerrada, desafiante, enfadada,o agresiva, o cargada de vicios diversos,puede parecer difícil. Y no obstante todoeso puede fundirse al sol de un verdade-ro afecto fraternal, que llamará a lo di-vino en el otro a manifestarse en un mo-vimiento generoso.

Así pues, vayamos hacia todo serhumano con un afecto fraternal. Estesentimiento nos permitirá comprender-le, y por consiguiente amarle mejor to-davía, y si tal vez este ser humano nosha causado mal, perdonarle.

La Teosofía nos enseña que la hu-manidad no está más que en la infanciade su desarrollo. Sepamos que en mediode toda la violencia de este estado pri-mitivo la ley de karma actúa sin cesaren el establecimiento de relaciones deafecto, por consiguiente de fraternidadconsciente, entre todas las almas: esta leyes una ley de armonía y de re-equilibrioconstante; reúne en sus encarnacionessucesivas las almas de aquellos que sehan amado, para hacer crecer todavía suamor, y las almas de aquellos a los queno se ha amado, o se ha odiado, para que

22 Sophia nº 205

con el pago de las deudas kármicas y laexperiencia de la solidaridad aprendana amarse. Porque lo Divino está presen-te en el fondo de los corazones, siempredigno –¡oh cuánto!– de ser amado. Sea-mos pues los agentes conscientes deesta ley de armonización.

“Amad a vuestros enemigos, bende-cid a aquellos que os maldicen, hacedel bien a los que os odian, y rogad poraquellos que os maltratan y os persi-guen”: esa es una de las leyes de la Fra-ternidad Universal, una de las supremasexpresiones de la Compasión en la queel Buddhismo ve la Ley de las leyes, laley suprema de la vida.

Tengamos además siempre en eltrasfondo de nuestro pensamiento y denuestra actitud: el conocimiento delplan divino para la evolución de lahumanidad; llegará un día en que todaslas almas humanas habrán alcanzado laperfección del amor, de la inteligencia,de la voluntad, de la imaginación crea-dora, cada una con sus notas y su armo-nía propia, con los matices que les sonúnicos, de suerte que las relaciones en-tre todos los seres humanos serán ungozo y una maravilla, mientras que elhombre hará de la naturaleza, de toda latierra, un paraíso. Teniendo esta visiónde un futuro maravilloso donde nuestraacción en cada instante presente puedeaproximar a la humanidad, actuemos sincesar en la expansión de cada uno.

Y no olvidemos que es en el altruis-mo, con la dádiva de sí mismo para elbien de los demás, que se desarrollan almáximo sus propias cualidades, sus pro-pios poderes latentes, al mismo tiempoque se favorece su desarrollo en aque-

llos a quien y para quien uno se entrega.Dejemos de lado también todo ego-

centrismo, todo egoísmo. El altruismo esuna ley superior de evolución de la vida:es la ley del sacrificio del que tan ad-mirablemente habla Annie Besant, sien-do el sacrificio la dádiva sagrada de unomismo que se hace a lo Divino y a todossus hijos. El altruismo es también com-pasión, y comparte con el que sufrenuestro propio entusiasmo comunicati-vo por la Vida, don divino, compartenuestra confianza, y un amor apasiona-do que habla al corazón y eleva las al-mas hacia lo Divino.

Con la Teosofía, tengamos confian-za también en el destino trazado paracada uno de nosotros por estas sublimesinteligencias, dueñas de nuestras vidas,que son los Señores del Karma: elloshacen nacer a cada alma en la vida te-rrestre en las circunstancias donde, si ellaquiere poner todas sus fuerzas, de ins-tante en instante, al servicio del mayorbien para todos, desarrollará lo mejor desus cualidades latentes. El amor y la so-licitud fraternal por todos serán paranuestra alma como el impulso vital que,con la ayuda del agua y de la luz, hacecrecer a la planta.

He aquí algunos aspectos de nuestratarea como estudiantes de la Teosofía:adquirir y hacer florecer la justa visióndel sentido de la vida humana en launidad de la vida y la perspectiva delplan divino de expansión, y con esta justavisión contribuir a desarrollar la actitudjusta, de hermanos y hermanas de todala humanidad en el camino del progresouniversal.

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La enseñanzaLa justa actitud personal, basada en

la comprensión teosófica de la vida, noes la única contribución que cada miem-bro de nuestra Sociedad tiene que apor-tar, fraternalmente, al bien de todos. Enuna familia, los hijos tienen necesidad,para un buen desarrollo, de la educacióny de la instrucción. La tarea asignada ala Sociedad Teosófica por los GrandesMaestros de Sabiduría que inspiraron lafundación para el progreso de la granfamilia que es la humanidad es la de en-señar al mundo la verdadera naturalezadel Universo y del alma humana, y ha-cer ver así a cada hombre el sentido pro-fundo de su vida y de su destino, dándo-le confianza en sí mismo y en Dios.

Cooperar en esta tarea de instrucciónespiritual de la humanidad es un servi-cio mayor a rendirle, una necesidad másimperiosa, que rendir a cualquiera algúnservicio material.

Una misión esencial de la SociedadTeosófica es la de encaminar al hombrepara que abandone todas las supersticio-nes que le hacen creer que la verdaderareligión, la justa relación con Dios, con-siste en una u otra creencia particular,con el cumplimiento de determinadas ce-remonias, mientras que la religión ver-dadera es el descubrimiento de lo divi-no en nuestro propio corazón y en todoslos seres, y el establecimiento de unarelación de amor fraternal con todos enla consagración a lo Divino.

No es solamente con la fraternidadvivida sino añadiendo la enseñanza dela Sabiduría Eterna que las Ramas de laSociedad Teosófica contribuirán a hacercrecer en la humanidad el sentimiento

de fraternidad universal.Hay que demostrar a los hombres

que la belleza y la grandeza de las reli-giones residen en el conjunto de las su-blimes verdades y de los grandes precep-tos morales que les son comunes, y queellas tienen por consiguiente que unir-nos y no dividirnos. Hay que hacer verque estas verdades sublimes y las gran-des leyes morales trascienden todas lasreligiones particulares, son universalesy eternas, igualmente accesibles al espí-ritu humano aparte de toda religiónestructurada, y que su reconocimientoconstituye la base de la expansión de lahumanidad en la paz y la belleza.

Hacer nacer y crecer el sentimientode fraternidad universal es el trabajoesencial a llevar a cabo en esta tierra, deaquí la inmensa importancia de la So-ciedad Teosófica para el progreso delmundo. A menos que se expanda en lahumanidad una solicitud del corazón ydel espíritu para la bondad de todos loshombres y de todo lo que vive, las mul-titudes permanecerán privadas del bien-estar físico y de la alegría de vivir, inde-pendientemente de los progresos cientí-ficos y las técnicas que permiten acre-centar la producción de los bienes mate-riales.

Sin embargo hay una continuainteracción entre el cuerpo y el alma, ylas condiciones que pueden asegurar lasalud física tienen que estar juntas. Porconsiguiente, recordemos aquí una vezmás que la generalización del vegetaria-nismo y de la silvicultura, es decir, de lacultura de árboles portadores de frutos,de nueces y de granos comestibles, per-mitirán repoblar progresivamente y re-

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cubrir de una flora opulenta toda la su-perficie de las tierras emergidas del pla-neta hasta el límite de las nieves eter-nas, y de alimentar super-abundantemen-te a toda la humanidad y a todas las es-pecies animales, favoreciendo al máxi-mo el desarrollo del reino vegetal. Y aña-diendo esto a la fraternidad tendríamosel paraíso en la tierra –si, por lo menos,ponemos fin también a toda crueldadrespecto al reino animal. Hace falta quenuestra fraternidad se extienda a todo loque vive, a nuestros hermanos menoresen Dios que son los animales.

Percibamos intensamente nuestraunidad con todos los hombres y todos

los seres, purificando y elevando todanuestra naturaleza, y prodigando a cadauno un verdadero afecto. Colaboremosen las grandes causas que son la ense-ñanza de la Sabiduría Divina y en latransformación de toda la tierra en unjardín del Edén. Unamos nuestros espí-ritus en este gran deseo de losbuddhistas:

“¡Que todos los seres sean felices!”

(LE LOTUS BLEU,agosto-septiembre 2005.)

Pregunta: ¿Qué es verdad y qué es fal-so en la teoría de la reencarnación?Krishnamurti: Para comprender estapregunta es importante que dispongamosde una mente inquisitiva y abierta. In-vestigar implica la búsqueda de la Ver-dad. La Verdad no se acomoda en abso-luto a ningún sistema. No se encuentraen la red del credo o del dogma. Esta in-vestigación se ve truncada cuando hayprejuicio y falta de honestidad en el pen-samiento. La simple mención de una au-toridad, por muy antigua y docta que sea,no aportará la liberación de la Verdad.

La investigación debe estar libre de pre-juicio y de creencia; si uno se siente ata-do a éstos, sólo le queda la posibilidadde moverse en el radio de su propia li-mitación, y en él, la Verdad nunca pue-de existir.

¿Qué es lo que reencarna? ¿Cuál esla cualidad que continúa en cada rena-cimiento? Sólo existen dos estados quetienen una posibilidad de continuación:uno, la entidad espiritual llamada alma,o el otro, el “mi” y lo “mío”. La entidadespiritual debe ser algo que no ha sidocreado ni por el “mi” ni por lo “mío”.

PREGUNTAS A J. KRISHNAMURTI

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No puede ser el resultado de un procesodel pensamiento. Si es la entidad espiri-tual, tiene que ser algo que esté por en-cima de la ignorancia y de la ilusión. Sies algo diferente del “mi”, es y debe sereterno, y lo que es eterno no puede evo-lucionar, crecer, llegar a ser. Es algo queno muere. Si no está sujeto a la muerte,está más allá del “mi”, más allá de miconsideración, y no pertenece al campode mi conciencia. Así pues, uno no pue-de pensar en ello; no podéis investigarsobre si ese algo puede o no puede reen-carnar. Puesto que es eterno e inmortal,y puesto que ustedes están interesadosen la muerte y en el tiempo, no se puedeinvestigar este tema. Especular sobre lanaturaleza de la entidad espiritual es unaescapatoria, y la especulación sobre lodesconocido es una escapatoria y un cla-ro impedimento para la comprensión dela Verdad.

En realidad, uno no está interesadoen la continuación de la entidad espiri-tual, sino en la continuidad de uno mis-mo, del “mi” —el “mi” y lo “mío” consus logros y sus fracasos, con sus frus-traciones y sus cuentas corrientes, consus características e idiosincrasias. Us-tedes quieren saber si el “mi” de su pro-piedad, el “mi” respecto a su familia, el“mi” respecto a sus creencias, si el “tú”,que es un proceso fisiológico lo mismoque psicológico, tiene una continuidadcuando termina la existencia física.

¿Qué se entiende por continuidad?Hemos examinado, más o menos, lo quequeremos expresar al decir “mi” y “mío”,el nombre, las características, los logrosa diferentes niveles de conciencia. ¿Quése entiende cuando se dice continuidad,

y qué es lo que da esa continuidad? ¿Quées lo que mantiene la continuidad, lacontinuidad en forma de permanencia?Si uno está seguro de que existe la per-manencia, entonces ya no es necesarioagarrarse a la continuidad. Se busca lapermanencia o la seguridad en las pose-siones y en las cosas, en la familia o enla creencia. Cuando el cuerpo muere, laduración de las cosas y de la familia des-aparecen, pero la persistencia de las ideaspuede continuar. Lo que queremos quecontinúe es la idea. El pensamiento, laidea del “mi” —¿va a continuar? ¿Estecontinuo llegar a ser, de experiencia enexperiencia —esta formulación del “mi”,continuará? El pensamiento que se iden-tifica con el “mi” continúa, tiene sustan-cia. Al igual que las ondas electrónicas,el pensamiento tiene existencia. Estepensamiento, cuando os identificáis conél, es vosotros; y así, el pensamiento,como vosotros, continúa.

Ahora bien, ¿qué ocurre con eso quecontinúa? ¿Qué ocurre con eso que apa-rece moviéndose constantemente de ex-periencia en experiencia? Lo que conti-núa no se renueva. Lo que pasa de unaexperiencia a otra, lo que está desarro-llándose, está reformándose constante-mente y por eso no se renueva. El “mi”identificado con el pensamiento tienecontinuación, pero lo que continúa estásometido a un deterioro constante, por-que se mueve de experiencia en expe-riencia, acumulando, y actuando dentrode la red del tiempo. Sólo hay renova-ción cuando se experimenta constante-mente sin la acumulación de la experien-cia, lo que significa estar libre del pasa-do. Todo lo que termina tiene un princi-

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pio, pero lo que continúa no puede rege-nerarse ni transformarse. Sólo al morirhay renovación, morir a cada momento,cada día. Únicamente cuando se finali-za algo aparece el amor. El amor es nue-vo a cada momento. El amor no es con-tinuo, no es repetitivo. Esa es la gran-diosidad y la belleza del amor.

Algunos de ustedes, probablemente,dirán que no he contestado la preguntasobre lo que es verdadero y lo que es fal-so en la teoría de la reencarnación. Siquieren reflexionar sobre lo que les hedicho, verán que he explicado lo que esverdadero y lo que es falso. Ante los pro-fundos problemas de la vida no se pue-de decir categóricamente si o no. Sólola persona que no reflexiona busca el siy el no en cada problema. Al investigarel problema hemos encontrado la verdadde la continuidad. La vida y la muerteson una misma cosa, y aquel que lo sabemuere a cada minuto. La inmortalidadno es la identificación continuada conel pensamiento. Lo mortal no puede bus-car lo inmortal. La inmortalidad llegacuando el proceso del pensamiento comoel “mi” y lo “mío” dejan de existir.

(The Collected Works of J.Krishnamurti, V. IV

Bombay, 29 de febrero, 1948.)

Pregunta: ¿Será posible que el conoci-miento de nosotros mismos termine conel sufrimiento, el cual, al parecer, nece-sita que el alma vuelva a nacer repetida-mente?Krishnamurti : La idea es que mientrasse tenga que sufrir, se tendrá que rena-cer, hasta que se trascienda el sufrimien-to. Esa es la antigua idea buddhista o

asiática. Ellos dicen que hay que volvera la tierra, que hay que renacer una yotra vez y continuar sufriendo, hasta quese comprenda todo el proceso del sufri-miento y se ponga fin a él.

En parte, esto es verdad, ¿no es así?Nuestra vida es sufrimiento. Año trasaño, desde el momento en que nacemoshasta el momento en que morimos, nues-tra vida es un proceso de lucha, de su-frimiento, de dolor, de ansiedad, de mie-do. Ustedes saben esto muy bien. Es unaforma de continuidad, de sufrimiento,¿no es verdad? El que se tenga que rena-cer, el que se tenga que sufrir otra vezhasta que se alcance la comprensión, esirrelevante. Ya se sufre ahora, en la vidapresente. ¿Y es que podemos terminarcon el sufrimiento, no en una fecha fu-tura, sino inmediatamente, y dejar depensar en términos de tiempo?

Yo creo que es posible. No es queustedes tengan que aceptar lo que digo,porque la aceptación no tiene validez.Sin embargo, ¿no puede uno empezar apreguntarse por sí mismo si se puedeponer fin al sufrimiento? Estoy hablan-do de sufrimiento psicológico, no deldolor y de los achaques físicos —aun-que si entendemos el estado psicológicode la mente, tal vez esto ayude a mejorartambién nuestro sufrimiento físico. Asípues, ¿puede llegar el fin del sufrimien-to? O bien, ¿es que el hombre está con-denado a sufrir eternamente —no en elsentido cristiano del fuego del infiernoy todas esas sandeces, sino en sentidoordinario? Después de todo, cincuentaaños o más de sufrimiento es suficiente.No tienen ustedes que especular sobreel futuro.

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Si empezamos a indagar en ello, creoque descubriremos que el sufrimientoexiste en tanto que haya ignorancia res-pecto a todo el proceso de la misma exis-tencia de uno. En tanto que yo no meconozca a mí mismo, en tanto que noconozca los métodos y las presiones demi propia mente, la inconsciente lo mis-mo que la consciente, tiene que habersufrimiento. Después de todo, sufrimosa causa de la ignorancia —ignorancia enel sentido de no conocerse a sí mismo.

La ignorancia es también una falta decomprensión en el trato diario de hom-bre a hombre, y de esa ignorancia se de-riva también mucho sufrimiento; sinembargo, estoy hablando de nuestra ab-soluta falta de conocimiento propio. Sinel conocimiento de uno mismo, el sufri-miento continuará.

(The Collected Works of J.Krishnamurti, V. X

Hamburgo, 16 de septiembre, 1956.)

ACTIVIDADES

RAMA ALICANTE

Lunes primero y tercero (a las 18,30h.) - Reunión de Rama (sólo miembros) con estudio ycoloquio. Segundo y cuarto (a las 18,30h.) - Estudio sobre la iniciación humana y solar.

Miér coles (a las 18h.) - Curso: “Conocimiento de las leyes de la vida a través del propioconocimiento” por Teresa de la Hoz.

Jueves segundo y cuarto (a las 18,30h.) - Estudio sobre la iniciación humana y solar. Ter-cero (a las 19,45h.) - Rituales O.T.S.

Sábados - Actividades públicas. Entrada libre

RAMA ARJUNA

Martes, 10, 17, 24 y 31 (a las 18,30h.) - REUNIÓN DE RAMA (sólo para miembros). Estudiosobre “La Sabiduría Antigua” de A.B. A cargo de Joan Garcia Lop. Coordinadora: FinaPastor Miguel.

Mier coles, 11 (a las 19,30h.) - Privilegio y responsabilidad. A cargo de Mercedes Vila RobusteJueves, 19 (a las 19,30h.) - La respuesta a Job, a cargo de Isaac Jauli.Viernes, 27 (a las 19h.) - La fraternidad de los Ángeles y los hombres. A cargo de Mercè

Cartaña Periago. - 13, 20 y 27 (a las 20:30h.) - Taller de diálogos teosóficos. A cargo deMercè Cartañà Periagos. Coordina Jaume Tenes Mascorda.

RAMA HESPERIA

Lunes (Conferencias públicas) (a las 20 h.)

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Todos los jueves (a las 20h.) - Estudio en grupo de “La Sabiduría Antigua” de Annie Besant,coordina Pilar Pérez Salgado y José Ramón Caveda.

Todos los viernes (a las 19:30) - Curso: “Yoga de la Sabiduría” por José Ramón Caveda.

RAMA MOLLERUSSA

LLEIDATercer domingo de mes - Charla coloquio con Clarisa Elósegui. En c/. Templers-Escorxador.

C/. Lluís Companys, 22. Lleida. (De 11 a 14 y de 17 a 20h.)Todos los martes (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “La Voz del Silencio” (Pláticas

II). Coordina P. Duch.Todos los miércoles (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “A los Pies del Maestro”

(Pláticas I). Coordina J. Carcar.Todos los viernes (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “Filosofía Yogui” de Yogui

Ramacharaka. Coordina J. Torres.

MOLLERUSSATodos los viernes en Mollerussa, en “Estudi de Ioga”, c/. Navarra, 8 (a las 20h.) - Estudio

en grupo del libro “A los Pies del Maestro” (Pláticas I). Coordina J.M. Espasa.

RAMA RAKOCZY

Lunes 9 y 23 - Grupo de meditación activa y ritual dévico. - 16 - O.T.S. - Ritual de sanación.Miér coles, 11 - Curso de meditación. - 18 - Meditación a cargo de F. Pérez. Estudio grupal

sobre “Luz en el Sendero”. - 25 - Meditación a cargo de J.L. Fernández. Estudio grupalsobre “Luz en el Sendero”.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “CERES”

Lunes (a las 20h.) 9, 16 y 23 - Estudio de “La Clave de la Teosofía” de HPB. - 30 - Charla:“Pitágoras. Más allá de un teorema”, D. Revilla.

Sábado, - 14 y 28 (a las 18:30) - Curso básico de Teosofía. Coordina J.L. Mendoza.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “JINARAJADASA”

Miér coles - Ciencia de la Respiración (I) y Taller de relajación.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “LA RIOJA”

Todos los viernes (a las 21,45h.) - Reunión pública.

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