t-tulo original de la obra- metodologia historia jerzy topolski

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Título original de la obra: Metodologia historia JERZY TOPOLSKI Ilustración 1 Introducción________________________________________________________________________3 La materia de la metodología de las ciencias___________________________________8 II La materia de la metodología de la historia________________________________19 III El alcance de la materia (área) de la investigación histórica_____________29 Iv Reflexion pragmática_________________________________________________________41 VI REFLEXION erudita y genética_______________________________________________59 REFLEXIÓN ESTRUCTURAL________________________________________________________81 6. Reflexión metodológica en Gran Bretaña y América______________________107 REFLEXION LOGICA______________________________________________________________116 XI Reflexión dialectica___________________________________________________________135 TERCER PARTE LA MET0D0LOGIA OBJETIVA DE HISTORIA____________________150 XI El proceso hist6rico (causalidad y determinismo)________________________163 XII El proceso historico (regularidades historicas)___________________________185 CUARTA PARTE LA METODOLOGIA PRAGMATICA DE LA HISTORIA LA TEORIA DEL CONOCIMIENTO BASADO Y NO BASADO EN FUENTES___________________201 Preguntas y respuestas. Una reconstrucción general de la investigación histórica__________________________________________________________________________241 xv Teoría del conocimiento basado en fuentes_______________________________258 2. Primeras clasificaciones de las fuestes históricas________________________261 4. La lectura de la información de una fuente (desciframiento)____________264

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Ttulo original de la obra: Metodologia historia

JERZY TOPOLSKI

Ilustracin 13Introduccin

8La materia de la metodologa de las ciencias

19II La materia de la metodologa de la historia

29III El alcance de la materia (rea) de la investigacin histrica

41Iv Reflexion pragmtica

59VI REFLEXION erudita y gentica

81REFLEXIN ESTRUCTURAL

1076. Reflexin metodolgica en Gran Bretaa y Amrica

116REFLEXION LOGICA

135XI Reflexin dialectica

150TERCER PARTE LA MET0D0LOGIA OBJETIVA DE HISTORIA

163XI El proceso hist6rico (causalidad y determinismo)

185XII El proceso historico (regularidades historicas)

201CUARTA PARTE LA METODOLOGIA PRAGMATICA DE LA HISTORIA LA TEORIA DEL CONOCIMIENTO BASADO Y NO BASADO EN FUENTES

241Preguntas y respuestas. Una reconstruccin general de la investigacin histrica

258xv Teora del conocimiento basado en fuentes

2612. Primeras clasificaciones de las fuestes histricas

2644. La lectura de la informacin de una fuente (desciframiento)

268XVI Teora del conocimiento basado en fuentes y no basados en fuentes

2681. Intento de explicacin del concepto de conocimiento no basado en fuentes

277XVII Las funciones del conocimiento basado en fuentes y no basado en fuentes

283QUINTA PARTE

283LA METODOLOGIA PRAGMATICA DE LA HISTORIA: LOS METODOS DE RECONSTRUCCION DEL PROCESO HISTORICO

298XIX Mtodos para establecer los hechos histricos

385XXII Construccin y sntesis

422xxv Elementos de las narraciones histricas : evatuaciones

435XXVI La estructura metodolgica de la investigacin historica

Introduccin

Ninguna disciplina ha sido ms alabada ni ms criticada que el estudio de la historia. Cicern peda que la historia enseara a los hombres cmo vivir. Aristteles le negaba la calificacin de verdadera ciencia, y consideraba que la mayor sabidura era la poesa. En diversas pocas, a la historia se le ha asignado una posicin predominante o degradada en la jerarqua de las ciencias. Hoy se pueden admirar la precisin y l.a sofisticacin, cada vez mayores, de los mtodos usados por los historiadores. Pero, por otra parte, la Historia de la Guerra del Peloponeso, de Tucdides, sirve todava como el mejor modelo para reconstruir el pasado histrico. Incluso a aquellos que hiegan la posibilidad de una reconstruccin objetiva del pasado les gustara ser recordados, objetivamente o no, por los historiadores. La aversin por la historia y el miedo ante su veredicto rio son incompatibles con la reverenda y el temor ante quienes la ejrcen, los historiadores. De forma que la actitud del hombre hacia la historia es ambigua. La controversia sobre la historia contina. Estn en juego cuestiones muy diversas. Sin embargo, son los propios historiadores los menos comprometidos en la disputa. Raramente decide un historiador abrir la puerta de su estudio y unirse a la mle sobre el significado de la historia. La ma yora de las veces la cierra de uit portazo y vuelve a sus estudios, olvidando el hecho de que, con el paso del tiempo, el abismo entre su trabajo cientfico y su pblico puede ensancharse. El historiador ho rehye la pelea, simplemente elige su propio campo de batalla. Lo que trata de defender es, por supuesto, la vrdad histrica y la honradez en la presentacin del pasado, ya que cree que este es su mejor modo de servir a la sociedad. Preocupado por este problema, deja a otros la controversia sobre la historia como disciplina. Las cuestiones se deciden a sus espaldas, aun a pesar de que l, con su trabajo diario, proporciona argumentos a ambas partes. Incluso si decide unirse al conflicto, no logra darse cuenta, a menudo, de que su participacin es limitada porque habla un idioma especial. Debera el historiador cambiar su actitud hacia esta controversia sobre la historia? No se puede enzarzar en un combate con dos frentes: ars longa, vita brevis. Cul debe ser el papel de un historiador que ejerce como profesional, en la controversia sobre la historia como disciplina? No puede ni ignorarla ni dedicarle todo su tiempo. Sin embargo, puede definir su propia posicin en el debate y despus explicarla con ejemplos de su labor diaria. De esta forma, puede defender su posicin, mientras, al mismo tiempo, se dedica a su trabajo y construye el cuerpo de conocimientos esenciales sobre el que se apoya la historia. El momento es oportuno para que el que ejerce como historiador ayude a conformar el xito del debate sobre historiografa. Las creencias de los Viejos tiempos sobre la estructura jerrquica de las ciencias eStn actualmente derrumbndose. Ya no se acepta que haya un modelo para todo trabajo cientfico al que las otras disciplinas estn necesariamente subordinadas. Esta opinin ha tardado mucho en desintegrarse. Su ocaso comenz a principios del siglo, xix, con la demostracin de que incluso en las matemticas hay amplias reas que carecen de precisin y en las que prevalece el pensamiento intuitivo. Esta demostracin llev a un amplio estudio de los mtodos matemticos (cfr. D. Hilbert). A esto siguieron una serie de pasos, entre ellos el teorema de Gdel y otras demostraciones del engao de la creencia de que puede existir un lenguaje perfectamente riguroso. El programa radical del fisicalismo tambin se desintegr. Se prob que esta idea, en un tiempo atractiva, de construir una ciencia unificada basada en la reduccin de los trminos usados en todas las disciplinas a los que se usan en fsica, era impracticable. La creciente conviccin de que no existe la ciencia ideal, y el nfasis puesto sobre la peculiaridad de cada disciplina, al menos en el nivel actual de desarrollo, ha estimulado la investigacin emprica sobre disciplinas especficas y las relaciones entre ellas. Esto ha dado lugar a que podamos abogar por la unidad de las ciencias, exigir que el lenguaje cientfico sea preciso, pedir que los estudiosos lo manejen tan cuidadosamente como cualquier otro instrumento, y al mismo tiempo podamos abandonar las proclamas dogmticas en favor de una determinada jerarqua de las ciencias. El inters por la investigacin sobre los mtodos cientficos afecta profundamente a la historia. Esta disciplina ha sido siempre controvertida. En dcadas recientes, en un mundo de rpidos cambios (cfr. Geoffrey Barraclough), los historiadores han estado ocupados con sus investigaciones sustanciales (cada vez ms lejos de la visin de Anatole France), y han mejorado sus mtodos. Su produccin se ha acumulado rpidamente. Armado con la produccin, cada vez mayor, de esta clase de literatura histrica, ms sofisticada metodolgicamente, el historiador es capaz, hoy en da, de entrar en la controversia sobre la naturaleza y el estado de la historia como ciencia con renovada confianza. Si ignora los ltimos mtodos histricos y sus logros, se encontrar con sonrisas condescendientes por parte de cientficos sociales ms experimentados y metodolgicamente avanzados. Todos los historiadores deben estar al tanto de los mtodos ms nuevos, aunque ellos en realidad no los usen. Sin este conocimiento general la historia no puede mejorar su posicin. Las primeras afirmaciones de los historiadores sobre sus tcnicas de investigacin revelan la naturaleza y l grado de sus conocimientos metodolgicos. Hace pocas dcadas, cuando Marc Bloch escriba su The Historians Craft y la ciencia del mtodo cientfico no estaba tan avanzada como ahora, los historiadores se tornaban poco inters por los problemas concretos de metodologa. Desde entonces se ha dicho mucho sobre la ciencia histrica sin la participacin de los historiadores. Hoy en da, quienes ejercen la historiografa tienen que estar ms al tanto de las consideraciones metodolgicas. Persisten todava equvocos sobre la metodologa histrica, y convierten en una tarea difcil el escribir historia con plena conciencia del mtodo de investigacin usado. Una visin bastante comn de la metodologa histrica es que comprende una red ordenada de frmulas que facilitan la resolucin de casos complicados. La cuestin de los mtodos slo surge ante problemas especficos; los mtodos particulares se aplican a casos particulares y slo se consideran importantes en la medida en que son directamente tiles para un problema especfico de investigacin. As, el inters directo en los mtodos de investigacin, por parte de los historiadores (corno se ha reflexionaado en varios libros), estuvo reducido durante largo tiempo a una esfera de problemas fijada en el siglo xix y dominada por cuestiones tcnicas, como la crtica de las fuentes. Este libro ha surgido a partir de una acumulacin de reflexiones sobre el estado de la ciencia histrica y sobre los peligros reales que amenazan a dicha ciencia. La historia ha afrontado peligros desde el siglo xix, cuando empez a abandonar las construcciones tericas de la historiografa de la Ilustracin en favor de la erudicin del siglo XIX y se enfrent a una nueva ciencia, la sociologa. Los socilogos se desenvolvan en los terrenos abandonados por los historiadores, aunque cultivados por ellos en aos anteriores (por ejemplo, por Ibn Khaldun, Maquiavelo, Voltaire, Ferguson y otros). La historia, vieja y arrogante en sus logros, vio su papel en el rea de las premisas tericas minado por la sociologa, sobre todo en el caso de las de naturaleza estructural. Esto signific que la historia se vio privada de uno de los dos elementos indispensables para explicar el enigma del desarrollo histrico. Porque para explicar el desarrollo de un sistema (captulos IX y X) debemos saber no slo los diversos estadios por los que pasa este sistema en sucesivos momentos (ya que esto muestra slo sus cambios), sino tambin la estructura del sistema. Parece que en todas las ciencias es indispensable comprorneterse tanto en la investigacin emprica como en la terica. La proporcin entre estas dos formas de investigacin no es la misma para cada rama de la ciencia. Pero hay estrechos lazos entre la observacin y la teora en todas las ciencias, y la observacin (la experiencia) no puede estar nunca totalmente separada de la teora. El anlisis de L. Geymonat hace hincapi en la claridad de las teoras cientficas. Geymonat tiene razn cuando dice que lo esencial de la ciencia nunca puede ser aprehendido sin consideraciones de naturaleza histrica y pragmtica. Para evitar los peligros a los que est expuesta la historia, el historiador debe ser ms consciente metodolgipamente. Esto le ayudar a observar lo que ocurre en la ciencia y a ver lo grandes que son los riesgos. El quid no es que una ciencia domine al resto, sino cul de las ciencias va a proporcionar un acercamiento integral al estudio de la sociedad. Va a ser la historia? O la sociologa? O la psicologa social? La llamada a la unidad de la ciencia, concebida como una jerarqua de disciplinas, est siendo resueltanente sustituida por la llamada a la integracin de las ciencias, afirmando la igualdad de categora de todas las disciplinas y buscando posibles lazos entre ellas. La historia debe buscar su justo lugar entre las diversas ciencias. Esste libro puede ser utilizado para ensear la metodolga de la historia, pero no era se su propsito en un principio. Su intencin es revisar los principales problemas de la investigacin metodolgica sobre historiografa y sealar los principales resultados obtenidos. El libro hace una propuesta basada en una concepcin definida de la ciencia histrica y sus tareas. Sus dos premisas fundamentales, en lenguaje comn, son: 1) La tarea, fundamental de la investigacin histrica es explicar esto es, describir los medios y causas de- el desarrollo de los sistemas. 2) Es imposible separar la observacin de la teora en la labor de llevar a cabo rina investigacin histrica efectiva sobre el desarrollo de los sistemas. Cuanta ms conciencia nomottica tenga un historiador, ms efectiva ser su investigacin. La onciencia nornottica es una funcin del tipo de conocimiento terico que est a su disposicin. Depender mucho, por supuesto, del alcance y calidad de dicho conocimiento. Estas dos afirmaciones son las principales conclusiones sacadas de un anlisis, lo ms completo posible, de los diversos estadios en la evolucin de la historiografa. La primera se refiere a la historia como materia de la investigacin cientfica, y la segunda, a los procedimientos de investigacin usados por quienes la ejercen, y sus resultados, formulados en premisas especficas. La primera parte del libro est dedicada al alcance de la metodologa de la historia y los diversos significados de este trmino. Hemos afirmado aqu que la metodologa histrica puede ser interpretada de una forma estricta o de una forma amplia. Concebida estrictamente, cubre slo la ciencia de la ciencia de la historia)>, interpretada como una serie de mtodos y una serie de afirmaciones. En una concepcin amplia, cubre adems consideraciones generales sobre la materia de la investigacin histrica. Este libro prefiere la segunda y ms amplia concepcin. La segunda parte saca a colacin las principales lneas generales de la evolucin de las consideraciones sobre la historia y la literatura histrica. Se toman en cuenta varios tipos de opiniones: pragmtiCaS crticas, eruditas-genticas, estructurales, lgicas y dialcticas. Cada tipo se concentra sobre aspectos particulares de la investigacin histrica. Los tipos lgico y dialctico van estrechamente unidos a la materia del libro. El tipo dialctico, se afirma aqU, se refiere a la comprensin del proceso histrico, mientras que el tipo lgico proporciona instrumentos formales para un anlisis metacientifico, por medio de la descripcin del trabajo investigador de los historiadores y de la estructura metodolgica de la historiografa. La demanda de que la observacin y la teora no pueden distinguirse da lugar al concepto del conocimiento que no est puramente basado en fuentes una idea nueva para los historiadores tradicionales, con su excesiva consideracin hacia las fuentes. El conocimiento no basado en fuentes es tratado en la tercera parte, que sobre todo aporta comentarios sobre la materia de la investigacin histrica. Las conclusiones en ese campo, llamado a veces la filosofa de la historia, son consideradas aqu como el elemento ms imprtante del conocimiento no basado en fuentes, requerido en la investigacin histrica. De aqu el estudio, en esta seccin del libro, de qu es el hecho histrico. Las partes cuarta y quinta se enfrentan con el procedimiento de reconstruir el proceso histrico, un procedimiento en el que el historiador recurre al conocimiento basado y no basado en fuentes. Aqu se analizan la teora de las fuentes histricas, el estudio de su fiabilidad y autenticidad, los mtodos de restablecer hechos histricos y los problemas de la explicacin y la sntesis. La sexta parte, la ltima, se ocupa de un anlisis de la estructura metodolgica de la ciencia histrica. Se ha intentado dar un principio de respuesta a la vieja cuestin de la naturaleza idiogrfica de la ciencia histrica, esto fue debido, sobre todo, a la contribucin de A. Malewski, que demostr una habilidad excepcional para el anlisis metodolgico de datos histricos. En mi opinin, este libro se queda corto, en parte, porque no es posible para un solo autor combinar satisfactoriamente la competencia como metodologista con l de un historiador profesional, la competencia en dos disciplinas que se estn desarrollando ahora tan turbulentamente. Soy consciente, adems, de que mi competencia debe de quedar cada vez ms rezagada ante los ltimos avances en la ciencia. Cuando, a pesar de tales dificultades, decid llevar adelante la tarea de escribir un esbozo de la metodologa de la historia, saba que poda confiar en la benevolencia de mucha gente que me ha ayudado a lo largo de mi trabajo. Esto se refiere, especialmente, a la ayuda en una formulacin de ideas ms rigurosa. La ayuda de J. Giedymin, empezando por el primer esbozo del libro, fue de particular importancia. Me refiero no slo a sus recientes estudios sobre la metodologa de las ciencias sociales (en particular la metodologa de las preguntas y respuestas y de los anlisis histricos, a la que me he acercado muchas veces), sino tambin a su generoso asesoramiento personal y a la resea de este libro que escribi para el editor. Doy mi reconocimiento a T. Zawadzki por las discusiones sobre todos los captulos del libro. Me ayud especialmente para l reconstruccin de las afirmaciones metodolgicas de los historiadores antiguos. Tambin me proporcionaron libros y comentarios T. Kozanecki y otros colegas. Estoy en deuda con la seccin de Poznan de la Sociedad Filosfica Polaca, donde se discutieron varias de las cuestiones que aqu tratamos. Quisiera dar las gracias, especialmente, a los profesores G. Labuda y el difunto M. H. Serejski, que fueron tan amables de leer el manuscrito y ofrecieron su precioso tiempo para hacer sus comentarios. Aunque menciono a todos estos estudiosos y su benevolencia, no quiero decir que ellos compartan la responsabilidad de las opiniones mantenidas en este libro. Todas las crticas y objeciones deben dirigirse al propio autor. Debo una explicacin final al lector: debe ser considerado el autor como un historiador o como un metodologista? Pretendo ser considerado como un historiador que quiere poner en funcionamiento un programa para la integracin de la ciencia. Si soy demasiado atrevido al penetrar en los dominiOs de renombrados expertos, que mi deseo de considerar la posible integracin de la ciencia sirva como excusa. A lo largo de mi trabajo he avanzado estimulado por una afirmacin encontrada en una vieja obra, bien conocida, de Ch. Langlois y Ch. Seignobos: En ralit., lhistoire est sans doute la discipline o ji est le plus ncessaire que es travailieurs aient une conscience claire de la inthode dont jis se servent 2 La plena conciencia de este hecho acercar grandemente el estudio de la historia al pblico y producir una participacin efectiva de la historia, una de las disciplinas ms viejas pero siempre joven, en la interpretacin y el cambio del mundo. Poznan, septiembre de 1966.La materia de la metodologa de las ciencias

1. Los principales aspectos y ramas de la metodologa de las ciencias La materia de la metodologa general de las ciencias, disciplina a la que se ha llamado a menudo la lgica, la filosofa o la teora de las ciencias, no tiene lneas exactas de demarcacin. Sera tambin intil, como es evidente, buscar una definicin de la materia de la metodologa de las ciencias en la que estuvieran de acuerdo todas las personas implicadas. Seguramente es ms apropiado indicar la clase de problemas que interesan a la metodologa general de la ciencia, as como los problemas que, en opinin de los cientficos, deberan interesarle. De este modo podemos llegar a una serie de cuestiones indiscutibles que son especficas de la investigacin metodolgica. Slo a la luz de este anlisis ser posible sugerir una interpretacin de la metodologa de las ciencias que pueda ser usada en el estudio de los problemas metodolgicos de la historia. Globalmente, no hay ninguna controversia sobre el hecho de que la metodologa general de las ciencias abarca dos clases de inters: 1. Inters en las operaciones cognoscitivas usadas en la investigacin cientfica. 2. Inters en los resultados de dichas operaciones cognoscitivas. La primera de estas dos ramas de la metodologa se refiere a la ciencia entendida como un proceso cognoscitivo que, en ltimo anlisis, consiste en la formulacin y comprobacin de teoremas, mientras que la segunda se refiere a la ciencia entendida como el producto de ese proceso cognoscitivo (o sea, en ltimo anlisis, una serie de teoremas o, en otras palabras, una serie de afirmaciones). En la terminologa sugerida por K. Ajctukiewicz, la rama de la metodologa cuyo tema es la ciencia como oficio de los estudiosos, es decir, la ciencia como actividad, por tanto, el primer tipo citado ms arriba, se llama metodologa pragmtica, mientras que el estudio de la ciencia, concebida no como el oficio de los estudiosos, sino como el producto de sus operaciones cognoscitivas, es llamada metodologa apragmtica . Hay que advertir, adems, que tanto las operaciones cognoscitivas como los productos de dichas operaciones pueden ser estudiados de dos maneras, que Sirven como base para separar; no dos ramas de la metodologa, sino dos formas de la investigacin metodolgica dentro de esas ramas. Desde este Punto de vista podemos hablar de: La metodologa descriptiva se reduce a una descripcin de las operaciones cognoscitivas y sus productos, mientras que la metodologa normativa se esfuerza por registrar las reglas que rigen los procesos cientficos racionales y por indicar el grado de desarrollo de una disciplinadada. Normalmente, las definiciones corrientes de la metodologa de las ciencias hacen hincapi de varias formas en sus interpretaciones pragmticas o apragmticas, descriptivas o normativas. En la prctica investigadora, muchas veces, estos puntos de vista estn unidos. Debemos mencionar otra divisin interna de la metodologa, que tambin es esencial para nuestras consideraciones, en concreto, la distincin entre la metodologa general de las ciencias y las metodologas especializadas de las diversas disciplinas. Estas ltimas pueden interpretarse de un modo estricto o amplio. Por ejemplo, podemos tomar, como un ejemplo de metodologa especializada, la metodologa de todas las disciplinas no formalizadas (es decir, las ciencias naturales y sociales), o la metodologa de las ciencias sociales aisladas, o la metodologa de las ciencias histricas, o, finalmente, las metodologas de las diversas disciplinas histricas . La mtodologa general puede ser considerada como un anlisis de las operaciones cognoscitivas y como un anlisis de los productos de dichas operaciones .

2. La metodologa de las ciencias y la semitica Cuando reflexionamos sobre la materia de la metodologa de las ciencias y, por tanto, tambin, de la metodologa de la historia, nos encontramos a cada paso con el concepto de semitica (o semntica, en el ms amplio sentido del trmino), que a veces se identifica con el terreno de inters de la metodologa de las ciencias. De aqu viene la cuestin de la relacin entre la metodologa de las ciencias y la semitica, en particular el papel de esta ltima en la investigacin en el campo de la metodologa de las ciencias, tanto general como especializada. La materia de la semitica (cuyo patrocinador es J. Locke5 y cuyo fundador es Ch. Morris 6) consiste en todos los signos, o, para decirlo con ms precisin, todos aquellos procesos en los que algo funciona como signo. Muchas veces, la semitica se interpreta como la ciencia general de los signos, la ciencia general de los signos y los lenguajes o la teora general de los signos . El concepto de signo est limitado al conocimiento especfico.

2 Una distincin estricta entre estos aspectos la hace J. Giedymin, que habla de metodologa descriptiva (el estudio del lenguaje de la ciencia y las operaciones realizadas en la investigacin) y de metodologa normativa (la serie de reglas y teoremas que rigen los procedimientos de investigacin), y de dos significados de la palabra metodologa, desde ese punto de vista. (Ver su Hipotezy, metodologia opisowa, wyjasnianie (Hiptesis, metodologa descriptiva, explicacin), en Kwartalnik Historyczny, nm. 4/1962, pg. 919, y Problemy, Zalozenia, Rozstrzigniecia (Problemas, supuestos, decisiones), Poznan, 1964, pgs. 17 y l77. 1. Locke, An Essay on Human Understanding, vol. II, cap. XI, lib. IV. 6 Ch. Morris, Foundations of the Theory of Signs, en International Encvclopaedia of Unified Science, vol. 1, nm. 2/1938; Sigas, Language and Behaviour, Nueva York, 1946. En relacin con esto, tnganse en cuenta las obras escogidas de K. Ajdakiewicz, uno de los fundadores de la metodologa de las ciencias, Jezyk i poznaaie (Lenguaje y conocimiento), vol. 1, Varsovia, 1960, vol. TI, Varsovia, 1965. Para los no especialistas hay una exposicin divulgativa de los PrinCipios de la semitica por H. Stonert, Jezyk i nauka (Lenguaje y ciencia), Varsovia, 1964.

Cualquier objeto (o estado de cosas) es un signo relativo a un Cuerpo especfico de conocimiento, si se usa o produce de un modo regular y si este uso o produccin de l puede ser reconstruido racionalmente desde el punto de vista de los propsitos de comunicacin dentro de ese cuerpo especfico de donocimientos. Dentro de la semitica, concerniente a todos los signos, tenemos la semitica lgica, interesada por un determinado tipo de signos solamente, en concreto por el lenguaje, que podemos restringir incluso al estudio del lenguaje de las ciencias. En la semitica, el estudio del lenguaje, cientfico es, al menos tericamente, bastante amplio, puesto que la semitica est dividida en tres ramas: a) Sintaxis, que es la teora de las propiedades formales de las expre siones lingsticas y se ocupa de las relaciones entre las expresiones lingsticas. b) Semntica (en el sentido ms estricto del trmino), que se ocupa de las relaciones entre las expresiones lingsticas y el campo (es decir, objetos y/o estados de cosas) que estas expresiones describen. c) Pragmtica, que se ocupa de las relaciones entre el lenguaje y los usuarios del lenguaje (o sea, entre los hombres y el lenguaje que usan). De este modo, la semitica tiene un doble contacto con la realidad: de una parte, por medio de contactos con el objeto estudiado, y de otra, con el investigador. Esto puede ser esquematizado como sigue:

Como puede verse, la sintaxis que fue una vez el terreno de las esperanzas ilusorias acariciadas por los positivistas lgicos es la nica que limita sus intereses a un anlisis lgico del lenguaje de la ciencia. Si la metodologa de las ciencias se limitara a esto, quedara eliminada su verdadera materia, que debe tener en cuenta el objetivo bsico de la ciencia: la descripcin y la explicacin de los hechos (en lo que se refiere a la ciencia como oficio de los cientficos). A esta conclusin llegaron incluso los positiVistas lgicos, que se ocuparon cada vez ms de investigaciones extralin

8J. Giedyrnin y 3. Kmita, Wyklady z logiki formalnej, teorii konzunijacji Z nsetodologij nauk (Conferencias sobre lgica formal, teora de la comunicacin Y metodologa de las ciencias), Poznan, 1965, pg. 15. En su definicin modificada del signo, Kmita prescinde de la condicin de regularidad en la comunicacin por una accin cultural determinada o un producto cultural de un estado de cOsas especfico. Cfr. su Wyklady z logiki metodologli nauk (Conferencias sobre logica formal y metodologa de las ciencias gsticas 10, lo cual, como es bien sabido7 ha dado lugar al desmembramiento de aquel grupo que una vez estuvo estrechamente unido. A pesar de la importancia de los estudios en el campo de la sintaxis, los anlisis metodolgicos extraen mucho ms de las investigaciones semnticas, que se ocupan de la relacin entre el objeto de estudio y el lenguaje de la ciencia 11 Esto significa una relacin entre dos terrenos: objetivo y lingstico. Cuando lo analizamos no podemos evitar el tener en cuenta las caractersticas de estos dos campos. Esta es la razn de que las diversas corrientes en la investigacin ontolgica, que se ocupan de las propiedades de la realidad, tengan estrechos lazos con la semntica. Tal duda no existe respecto a la investigacin sintctica, que forma parte indiscutible de la semitica. Dentro de los anlisis estrictamente semnticos, es decir, aquellos que se ocupan de las relaciones entre el mundo de los objetos y estados de cosas, por un lado, y los nombres y afirmaciones, por otro, los conceptos bsicos son los de denotacin, representacin, designacin, metalenguaje y verdad, y tambin los conceptos correspondientes de campo, isomorfismo y modelo. hora bien, stos componen las categoras fundamentales de la metodologa :le las ciencias, sin las cuales, prcticamente, no se puede imaginar la investigacin metodolgica. Esto hay que aplicarlo tanto a la metodologa general : como a las especializadas. Puesto que estos conceptos sern tiles en la iscusin de los problemas metodolgicos de la investigacin histrica, merece la pena analizarlos brevemente ahora para facilitar las consideraciones posteriores. La denotacin significa referir los nombres, predicados y otras categoras sintcticas a objetos y estados de cosas. As, por ejemplo, el trmino (nombre) La corte de Luis XIV denota una serie definida de objetos (en este aso, un colectivo; ver ms abajo); el trmino gente polaca denota otra serie (en este caso, una distributiva; ver ms abajo), y el nombre Stefan Batory, un determinado rey de Polonia, es decir, un objeto individual. Por tanto, estos trminos (nombres) tienen sus denotaciones. Los predicados, ) sea, las expresiones del tipo es largo, vino, etctera, que al lado de os nombres, interpretados como trminos singulares, forman la parte ms .mportante en la sintaxis lgica, tienen tambin sus denotaciones, concretamente series (en el caso de predicados con un tema cada uno), y las relacioes de dos o ms miembros (en el caso de predicados de dos o ms temas :ada uno) 12 La representacin se aplica a las variables, se decir, a ciertos smbolos como x) que sustituyen a todos los elementos de la serie, segn los cuales lucta una variable dada, sin indicar a qu elemento sustituye. Por ejemplo, n la oracin Si x fuera un noble, entonces x tendra privilegios especficos, 10 Ver R. Carnap, The Methodological Character of Theoretical Concepts, n Minnesota Studies in the Philosophy of Science, vol. 1, Minneapolis, 1956. 11 Su desarrollo est relacionado con el nombre del lgico polaco A. Tarski. er su documento The Establishment of Scientific Semantics, en Logic, Senantics, Metamathematics (Documentos de A. Tarski, 1923 a 1938), Oxford, 1956. 12 Una afirmacin con un predicado de un argumento: Napolen muri n 1821; una afirmacin con un predicado de dos argumentos: Wellington lerrot a Napolen. Las categoras sintcticas las trata de forma divulgativa 1. Stonert (ver nota 7 ms arriba). No incluiremos la Cuestin de las funciones emnticas (denotativas) de los smbolos, variables, nexos oracionales, cuantiicadores, etc., ya que esto no afecta al problema que ahora tratamos. Por sumesto, tambin los smbolos de funcin tienen su denotacin. la variable x no se refiere a ningn objeto en el sentido de denotarlo, sino que representa objetos dados. Las variables no aparecen frecuentemente en la narracin. La designacin se aplica slo a los nombres interpretados como trminos singulares. En el caso de los nombres individuales, la denotacin de un nombre es una serie de un elemento, y ese nico elemento es el designado del nombre en cuestin (por ejemplo, Isaac Newton). Esto es distinto en el caso de los nombres generales (o sea, trminos que tienen ms de un designado cada uno, como embajador), y los nombres vacos (es decir, equellos que no tienen designado y cuyas denotaciones son series vacas: Cclope, Pegaso, etctera) Otros conceptos semnticos fundamentales estn unidos a la distincin, muy importante desde el punto de vista metodolgico y que se remonta a G. Frege y D. Hilbert, entre lenguaje objeto y metalenguaje. El lenguaje objeto es el lenguaje en el. que se describen los objetos y estados de cosas investigados en un caso concreto 14, mientras que el metalenguaje es simplemente un lenguaje que sirve para hablar sobre el lenguaje objeto. Si decimos que la falta de un gobierno fuerte fue una de las causas de la particin de Polonia, usamos un lenguaje objeto, y cuando decimos que la afirmacin de Bobrzynski (historiador polaco, 1849-1935), de que la falta de un gobierno fuerte fue una de las causas de la particin de Polonia, es correcta, entonces usamos un metalenguaje. El metalenguaje (un lenguaje de orden secundario), por tanto, consiste en afirmaciones sobre otras afirmaciones; el meta-metalenguaje (un lenguaje de orden terciario), entonces, consiste en afirmaciones sobre otras afirmaciones que a su vez se refieren a otras afirmaciones. Se puede ver fcilmente que los conceptos de verdad y falsedad ataen al metalenguaje, puesto que afirman algo sobre expresiones formuladas en un lenguaje objeto. Para explicarlos tenemos que recurrir a los conceptos de dominio y modelo semntico. El concepto de dominio hace posible definir en metalenguaje la materia de la investigacin. Un dominio puede estar representado simblb camente por (el par ordenado) U, C, donde U (denominado el universo del discurso) sustituye a una serie no vaca de individuos y C representa lo dis. tintivo de ese universo, o sea, las subseries de U, las relaciones entre los elementos de U y los individuos particularizados especficamente en U 15 Este simbolismo es lo bastante general como para abarcar cualquier dominio, incluyendo, por ejemplo, el terreno de la investigacin histrica (que, en lenguaje objeto, puede ser definido como la totalidad de los hechos pasados). Es obvio que en un lenguaje dado podemos hablar sobre un terreno dado Si, y slo si, hay una relacin de isomorfismo (correspondencia) entre ese lenguaje y ese terreno, es decir, si ese terreno puede ser descrito en ese lenguaje. Esta afirmacin es de enorme importancia en los anlisis metodolgicos.

La definicin semntica de la verdad es una formulacin ms rigurosa de lo que se ha llamado la definicin clsica de la verdad; esta ltima dice que una afirmacin es cierta si est de acuerdo con la realidad. La definicin semntica de la verdad, adems, se restringe a un lenguaje y un terreno dados. Una misma inscripcicn (secuencia de smbolos escritos) puede ser una afirmacin (expresin correctamente formada) en un lenguaje, pero no en otro. Del mismo modo, una misma afirmacin en un lenguaje dado puede ser cierta en un terreno (es decir, para una interpretacin especfica de aquehas constantes extralgicas que aparecen en esa afirmacin) y falsa en otro (es decir, para otra interpretacin de las constantes extralgicas que aparecen en esa afirmacin). Las afirmaciones slo pueden ser verdaderas o falsas, lo que significa que las afirmaciones slo pueden tener uno de los dos valores lgicos: la verdad y la falsedad. Otra cuestin es que, muchas veces, nuestra ignorancia nos impide decidir cul es el valor de una afirmacin dada. Cada afirmacin, en un lenguaje objeto dado, tiene un correspondiente metalingstico que asegura que lo que dice la afirmacin en el lenguaje objeto es vlido en un terreno dado. Se puede decir que una afirmacin en un lenguaje objeto determinado es verdadera en un terreno concreto si, y slo si, su correspondiente metalingstico es verdadero (es decir, si, y slo si, hay una correspondencia entre las dos afirmaciones). Tambin hay que mencionar que las llamadas tautologas son afirmaciones que son ciertas en cualquier terreno, y las llamadas afirmaciones contradictorias son afirmaciones que son falsas en cualquier terreno. El concepto de modelo va unido al de la verdad de una afirmacin o serie de afirmaciones. Cualquier terreno en el que una afirmacin dada es verdadera es un modelo semntico de esa afirmacin. Por tanto, una tautologa tiene un modelo en todos los terrenos, y una afirmacin contradictoria no tiene ningn modelo. Un terreno en el que los axiomas de una teora determinada son verdaderos es un modelo de esa teora. Se puede ver fcilmente que en la ciencia nos interesan aquellos terrenos que son modelos de las diversas disciplinas (considerando una disciplina como una serie de afirmaciones sobre objetos especficos) 17, puesto que las ciencias se basan sobre afirmaciones verdaderas y no sobre las contradictorias. Como puede verse, las reflexiones semnticas se refieren a cuestiones que son de inters vital para la metodologa de las ciencias, al margen de si esa metodologa investiga operaciones cognoscitivas o los resultados de dichas operaciones. La pragmtica, que es la tercera rama de la semitica, estudia las relaciones entre los seres humanos y sus lenguajes, y, por tanto, de algn modo, entra en los lmites de la psicologa. Hasta el momento, esa rama de la semitica no tiene todava su propia teora. Sin embargo, puede decirse que la pragmtica se interesa por los juicios como correspondientes mentales de las afirmaciones hechas 18, Una afirmacin, una vez hecha, adems de indicar una expresin lleva una carga mental que se refiere a la actitud del hablante hacia su afirmacin, una carga que merece ser analizada. Esta carga es de gran inters para la metodologa de las ciencias, en particular las metodologas de aquellas disciplinas que, como la historia, hacen uso, en sus investigaciones, de afirmaciones hechas por otros. Hay que saber cul es la actitud del hablante hacia la afirmacin que ha hecho. Esto se debe a que en la ciencia incluimos aquellas afirmaciones que aceptamos como ciertas, y los fundamentos sobre los que las aceptamos como tales pueden ser de diversas clases: puede ser nuestra creencia incondicional en la verdad de una afirmacin dada, o la aceptacin de una afirmacin concreta en razn de nuestra aceptacin de otras afirmaciones. Es nicamente en el proceso de su verificacin donde las afirmaciones presumiblemente ciertas se convierten en afirmaciones admitidas corno ciertas. El anlisis de los llamados cdigos psicolgicos es muy importante en el estudio de los procedimientos de investigacin y sus resultados. Para resumir, se puede decir que la semitica (que utiliza varias disciplinas, sobre todo la lgica) est estrechamente conectada con la metodologa de las ciencias, tanto en el aspecto pragmtico como apragmtico de esta ltima. Si se interpreta muy ampliamente la metodologa de las ciencias, se puede afirmar que la semitica es un componente de la metodologa. Esta es, por ejemplo, la opinin de G. Klaus, tal como la formula en su Serniotik und Erkenntnistheorie (1962). Pero puede decirse tambin que en la metodologa utilizamos los logros de la semitica. Otra cuestin es que los semiticos (corno Morris) solan esperar que los problemas del lenguaje cientfico podran ser completamente resueltos por una disciplina separada, que ellos aseguraban haber aislado y que iba a permanecer como estaba, fuera de la investigacin cientfica. Pero, como bien seal L. Geymonat, un anlisis de los lenguajes usados en la ciencia, ya que es el foco de inters de la semitica, debera ir unido al estudio de la historia de las ciencias. Deberamos insistir escribi sobre la necesidad de lazos estrechos entre el anlisis de los lenguajes cientficos y el estudio de su historia (...) (puesto que) slo dichos lazos pueden evitar que el anlisis lingstico se vuelva abstracto y dogmtico Esto har posible, precisamente, formular los lazos de unin entre el leguaje usado en una disciplina concreta y el lenguaje cotidiano, y por tanto, resolver un problema que es de vital importancia para las reflexiones metodolgicas, tambin en el caso de la historia, que, adems, globalmente, usa un lenguaje cotidiano. 3. La metodologa de las ciencias y la historia de la ciencia No puede dudarse de la importancia del estudio de la historia de la ciencia para los anlisis metodolgicos, incluso aunque las opiniones de los estudiosos no son las mismas. Dichos anlisis adquieren, de ese modo, un Punto de vista no formal que toma en consideracin el desarrollo especfico de cada disciplina. Como se sabe, la historia de la ciencia puede tocar varios temas y puede. ser ejercida de varias maneras. Podernos ocuparnos de la historia de los conflictos entre las opiniones de los estudiosos sobre una determinada cuestin (por ejemplo, la historia de la controversia sobre las causas de la cada del Imperio Romano) y de la historia de los modos en que se ha investigado un campo concreto.

La metodologa general se interesa, sobre todo, por este ltimo aspecto del estudio de la historia de la ciencia. La historia de la ciencia en el primer sentido (llammosla objetiva) se ejerce ms bien como parte de una disciplina dada. Por ejemplo, la historia de la historiografa (si no se interpreta como la historia de los mtodos de investigacin) es tratada como una rama de la investigacin histrica, conectada con la historia en el sentido estricto del trmino; del mismo modo, la historia de la qumica se considera como una rama de la qumica, etc. Para la metodologa general, una investigacin as (sobre los avances reales en una disciplina concreta) es de importancia secundaria. Pero puede ser discutible si la historia de la ciencia en el segundo aspecto (llammoslo metodolgico), rpidamente desarrollada, e interpretada como un estudio de los cambios en los mtodos y/o maneras 20 de investigar los campos de las diversas disciplinas, est o no est dentro de la esfera de la metodologa de las ciencias. Si interpretamos la metodologa de las ciencias de un modo amplio, entonces tenemos que incluir dichas reflexiones en su mbito; si decidimos interpretarla en un sentido ms estricto, tenemos que decir que la metodologa de las ciencias se ejerce, o puede ejercerse, confiando, entre otras cosas, en la historia de la ciencia. Parece que cuanto ms especializada es la metodologa en cuestin, ms importante es la investigacin sobre la historia de la ciencia en cuestin para los diversos anlisis metodolgicos. Sera difcil, por ejemplo, imaginar el estudio de la metodologa de la historia sin una investigacin sobre la historia de dicha disciplina. Adems, en estos casos, son ms necesarios los lazos de unin con el primero de los dos aspectos destacados ms arriba. 4. La metodologa de las ciencias y la teora del juego y de la decisin La semitica y la lgica matemtica, por un lado, y la historia de la ciencia en su aspecto metodolgico, por otro, son de acuerdo con el punto de vista ele cada uno o componentes de la metodologa general de las ciencias o disciplinas sobre las que se basa la investigacin metodolgica. Lo mismo se puede aplicar a la teora de la decisin y la teora del juego 21 La investigacin cientfica puede considerarse como una clase de comportamiento racional (que es un tipo ideal de comportamiento orientado a una mcta especfica), y los procedimientos de investigacin, por tanto, pueden ser examinados desde ese punto de vista. La metodologa de las ciencias puede quedar satisfecha (y esto es lo que ocurre con la versin descriptiva) con simples descripciones de cmo llevan a cabo los cientficos las operaciones de investigacin, sin examinar la efectividad de las decisiones que hacen o, para usar el lenguaje de la teora del juego, la eficacia de las estrategias que eligen. Pero podemos ir ms lejos (y esto es lo que ocurre cuando nos refermos a la versin normativa) e intentar encontrar las reglas ocultas por las que se guan los cientficos cuando intentan alcanzar sus objetivos cognoscitivos, y a partir de aqu, en lo posible, definir la mejor estrategia para cada ope20 En relacin con esto, tngase en cuenta la definicin del mtodo dada racin investigadora. Cuando los problemas de decisin estn incluidos en las reflexiones metodolgicas, estas ltimas se trasladan del nivel de la des. cripcin al de la explicacin y la :afirmacin. Al mismo tiempo> el anlisis metodolgico se coloca ms cerca de la cuestin valorativa, lo que a su vez acaba sacando a relucir sus lazos con disciplinas como la axiologa, la teora de la moral y la sociologa de la ciencia. Todas stas estn tambin estrecha. mente conectadas con la metodologa de las ciencias, Cada una de ellas tiene ramificaciones ms amplias, lo cual, por otra parte, es bastante natural en el terreno de la ciencia. Ciertos conceptos surgidos de la teora de la decisin y la teora del juego estn introducidos ms tarde, en conexin con anlisis ms especializpdos y relacionados directamente con la metodologa de la historia. Aqu merece la pena sealar su considerable utilidad, precisamente en esa rama de la metodologa, puesto que el historiador se ocupa de las acciones de los seres humanos en el pasado, y al hacerlo no quiere slo describirlas> sino tambin explicarlas. La teora del juego puede usarse, por tanto, en dos niveles: puede servir como un instrumento en la investigacin sobre los procedimientos usados por los propios historiadores, pero tambin en la investigacin sobre el comportamiento de aquella gente en la que se interesan los historiadores. Por tanto, como instrumento metodolgico puede trabajar de dos maneras.

5. La metodologa de las ciencias y la teora de la informacin

El caso de la teora de la informacin, en lo que respecta a sus lazos de unin con la metodologa de las ciencias, se parece al de la semitica. Puesto que, como escribe 3. Giedymin, resolvemos los problemas cognoscitivos con la adquisicin y el anlisis de unidades de informacin, el concepto de informacin y el de informante> especialmente el observador y su fiabilidad, debe incluirse entre los conceptos metodolgicos fundamentales, junto a aquellos que se usan tradicionalmente 22 No hace falta subrayar que estas cuestiones son de importancia primordial para la historia, una ciencia en la que, como hemos dicho antes, se utilizan los resultados de las observaciones realizadas por otros. Si decidimos interpretar la metodologa en un Sentido amplio, la teora de la informacin puede incluirse como parte de ella; tambin podemos afirmar que en la metodologa de las ciencias la investigacin se realiza, adems, sobre la base de categoras que son especficas de la teora de la informacin. La teora de la informacin ha proporcionado a la metodologa de las ciencias numerosos conceptos sin los cuales las investigaciones metodolgicas apenas podran imaginarse actualmente 23, Junto a los conceptos de informacin e informante, mencionados ms arriba, tenemos que en numerar lugar, los de mensaje, cdigo, canal y entropa. Se hace una distincin entre informacin selectiva e informacin semntica. La informacin selectiva puede transmitirSe por smbolos no semnticos, mientras que la informacin semntica slo puede transmitirSe por medio de afirmaciones verdaderas o falsas. J. Giedyrnin sugiere la siguiente definicin de informacin: Por informacin, en general, entendemos una reduccin de variedad, esto es, una restriccin de una serie (universo) de posibilidades de acuerdo con ciertos criterios, y con informacin semntica querernos decir una reduccin de la variedad que es la serie de valoraciones (interpretaciones binarias) de afirmaciones en una serie especfica 24 El concepto de informacin no coincide con el signo, al estar este ltimo muy restringido por varias condiciones. De este modo, la teora de la informacin ha abierto, en muchos anlisis, puntos de vista cercanos a la semitica. Una unidad de informacin preparada para llegar (a travs del canal) al receptor se llama mensaje. Esta preparacin significa una codificacin. Si un mensaje (unidad de informacin) se va a recibir, debe ser descifrado, es decir, el receptor debe conocer el cdigo. En trminos ms generales, un cdigo es una funcin que asigna un contenido definido a un mensaje concreto En el caso de la informacin semntica, el cdigo bsico es el cdigo lingstico, es decir, un lenguaje comprendido tanto por el emisor como por el receptor. En la ciencia usamos un cdigo que podra Ilarnarse cdigo lingstico objetivo, pero tambin nos interesarnos por lo que podra llamarse un cdigo lingstico psicolgico y un cdigo metafrico, e incluso tenemos razn al acentuar el papel creativo de este ltimo. El cdigo escrito va unido al cdigo lingstico. El canal de informacin es aquel a travs del cual pasa un mensaje del emisor al receptor (por ejemplo, el papel en el caso de la escritura ordinaria, el aire en el caso del habla). La entropa es la medida del desorden, la indefinicin, el caos. Por tanto, la informacin reduce la entropa. La cantidad de informacin recibida equivale a la diferencia entre la entropa de un sistema dado antes y despus de recibir dicha informacin. 24 Giedymin, cit., pgs. 20-21. Esta es su explicacin del concepto de rnformacion semantica. Para poder hablar de tal informacin necesitarnos los siguientes datos: a) Una serie Y de afirmaciones (falsas o verdaderas). b) Una serie y de las combinaciones posibles de los valores lgicos: verdad (designada por 1) y falsedad (designada por 0>) atribuidos a las diversas afirmaciones (esta es la serie de valoraciones, es decir, el campo de no certeza). c) Una subserie C (y) de V, que reduce la variedad de casos y se designa segn criterios especificos. A menudo se dice que la metodologa de las ciencias (sin embargo, aqu el acento no est puesto sobre las metodologas especializadas) forma parte de la teora del conocimiento (gnoseologa, epistemologa). Esta opinin tiene un buen apoyo: el conocimiento cientfico es simplemente una variante del conocimiento humano en general, y los problemas fundamentales del conocimiento cientfico pueden resolverse solamente sobre la base de los resultados de las reflexiones gnoseolgicas generales. Es cierto que la semitica y la teora de la informacin se ocupan de las relaciones entre los hechos y lo que se afirma sobre ellos, pero no analizan el proceso que tiene lugar entre los hechos y el hombre que adquiere el conocimiento de ellos, es decir, de qu modo llega el hombre a conocer el mundo que le rodea. Estas disciplinas se interesan por el grado de acuerdo entre una afirmacin y la conviccin del hablante, y el grado de acuerdo entre el mensaje enviado y el mensaje recibido . Si pretndemos analizar a fondo estas operaciones cog -noscitiva que aparecen en la labor investigadora, tenemos que referirnos a la epistemologa. Del mismo modo, cuando analizamos el conocimiento cientfico como efecto del aprendizaje cientfico hay que recurrir a las reflexiones gnoseolgicas generales sobre el conocimiento humano. La opinin de que la metodologa de las ciencias tiene lazos de unin muy fuertes con la epistemologa, o de que basa su investigacin sobre los logros de esta ltima disciplina, est bien fundamentada. Tambin podra decirse que la metodologa de las ciencias, en su interpretacin ms amplia, incluye parte de los anlisis gnoseolgicos. 7. La metodologa de las ciencias y las investigaciones ontolgicas y psicolgicas Todas las disciplinas tratadas hasta aqu podan considerarse corno partes de las investigaciones metodolgicas generales o como disciplinas sobre las que se basan las investigaciones metodolgicas. Esto era as porque se ocupaban, sobre todo, de los campos de inters indiscutibles de la metodologa de las ciencias: las operaciones cognoscitivas y sus resultados (ver seccin 1). Por tanto, cando el alcance de la metodologa se extenda hasta abarcar dichas disciplinas (semitica, teora de la decisin y teora del juego, teora de la informacin, la historia de la ciencia en su aspecto metodolgico, la epistemologa), no iba ms all de esos dos terrenos. Pero si miramos el esquema modificado, que podramos representar ahora corno sigue: Afirmaciones entonces isos darnos cuenta de que la metodologa de las ciencias ha llegado a abarcar, as, las relaciones investigadas por diversas disciplinas, no slo por la semitica entre el objeto de la investigacin y las afirmaciones sobre l, entre las afirmaciones sobre el objeto de la investigacin y el investigador, y las afirmaciones como tales (el anlisis lgico del lenguaje), pero las investigaciones sobre el objeto de investigacin como tal y sobre el investigador como tal han sido descuidadas. Las primeras son, la materia de diversas corrientes en el anlisis ontolgico, y las ltimas, de reflexiones psicolgicas. Surge la cuestin de si se puede postular la inclusin de estos anlisis y reflexiones en la metodologa de las ciencias, y hasta qu punto. Una respuesta afirmativa producira la distincin entre: 1) Metodologa en el sentido estricto del trmino. 2) l\4etodologa en el sentido ms amplio del trmino. Pero al margen de cualquier opinin sobre este punto, es evidente que como se ha subrayado en relacin con los principios bsicos de la semntica (ver ms arriba, seccin 2), si se quieren obtener resultados apropiados, la investigacin metodolgica es conducida, y debe serlo, con referencia a la materia de la investigacin, es decir, al campo de una ciencia determinada. El modo de llevar una investigacin depende en gran medida de nuestra opinin sobre su materia. Las cuestiones ms fundamentales se refieren, primero, a qu clases de objetos y relaciones entre ellos (en otras palabras: categoras ontolgicas, clases de hechos), son designados por los nombres y otras expresiones que aparecen en un lenguaje concreto (cuando este ltimo se interpreta semnticarnente, es decir, cuando se asignan objetos apropiados a sus trminos). En segundo lugar, cul es la naturaleza de dichos objetos. Se han hecho esfuerzos para contestar estas preguntas desde el mismo principio de las reflexiones filosficas (por ejemplo, las categoras ontolgicas de Aristteles), pero los avances a este respe oto han sido hechos recientemente. En lo que se refiere a la primera cuestin, el orgullo de la posicin est en la teora de los grupos y disciplinas nacientes, como la mereologa y la ciberntica. La teora de los grupos, creada por Cantor 27, ha tenido un enorme impacto en muchas disciplinas en los tiempos modernos. Sus conceptos bsicos son los de grupo y pertenencia al grupo. La teora de los grupos se ocupa de los llamados grupos distributivos. El concepto de grupo distributivo se refiere a la totalidad de objetos (que son elementos de ese grupo) que tienen una propiedad comn determinada. Por ejemplo, el grupo humanidad sustituye al grupo Los seres humanos que viven en el mundo; los reyes de Polonia forman el grupo de los reyes que han reinado alguna vez en Polonia; la gente polaca forma un grupo de un tipo parecido. La naturaleza abstracta de los grupos distributivos debe ser subrayada. Cada uno de estos grupos es un objeto general, aparte de los objetos que forman los elementos de un grupo determinado 28 En la teora de los grupos se realizan varias operaciones sobre los grupos, mientras que el concepto de grupo tambin se usa menudo en metodologa. Dichos anlisis y operaciones han dado lugar a una divisin en subgrupos (partes de grupos), sistemas ordenados (e decir, grupos en los que se guarda un orden determinado de elementos), y los conceptos de relaciones binarias (grupos de pares ordenados de individuos), relaciones ternarias, etctera. Las categoras ontolgicas de la teora de los grupos son: un individuo, un grupo (distributivo) y un nmero infinito de relaciones, funciones, etctera, que son grupos de clases especiales. La mereologa se ocupa de los grupos del segundo tipo, es decir, grupos colectivos 29 Estos, al contrario que los distributivos, son individuos, en el sentido de la teora de los grupos, y una suma abstracta de propiedades de objetos determinados. Son ejemplos de grupos colectivos: un bosque, la corte de la reina Victoria, un montn de piedras (que debe distinguirse de un grupo distributivo de piedras cuando se refiere a piedras en general y no a un montn especfico de ellas), etctera. La ciberntica tiene una visin del mundo algo diferente de la teora de los grupos y de la mereologa. Esta joven disciplina usa los conceptos de sistema y de unin como conceptos bsicos de interpretacin ontolgica . As como en la teora de la informacin el contenido de la informacin es irrelevante, as en la ciberntica el concepto de sistema est unido a los de elementos de una estructura, nocin y desarrollo del sistema, conceptos que son de importancia extraordinaria en la investigacin histrica. Sus significados no se tratan aqu, ya que sern tratados ms tarde, en el curso de anlisis detallados. La teora de los grupos, la mereologa, la ciberntica, al usar trminos como individuo, grupo, relacin, sistema, unin, etctera, caracterizan el objeto de la investigacin cientfica de un modo general. Tambin se consiguen respuestas a las preguntas sobre las caractersticas ms generales de aquellos objetos que son campos de investigacin de las diversas disciplinas, por medio de anlisis ontolgicos unidos a la filosofa de la ciencia natural (interpretada amphamente, de modo que l hombre y la sociedad son considerados tambin como parte de la naturaleza). Estos anlisis abarcan cuestiones como la unidad material del mundo, el proceso ntico (dialctica), el concepto de tiempo y el de espacio. Estas cuestiones, bien conocidas, no sern descritas aqu, ni siquiera de manera general, porque sern tratadas en secciones especiales del libro. Estos temas son de gran importancia en las reflexiones metodolgicas sobre la historia Mientras puede dudarse si vamos a aceptar incluso algunas consideraciones ontolgicas (formuladas en metalenguaje o en lenguaje objeto) como partes de la metodologa general de las ciencias, el caso es distinto cuando se trata de metodologas especializadas. En estas ltimas, cuando nos ocupamos de ciertos grupos de ciencias o de disciplinas individuales, tenemos mereologa parte de S. Lesniewski (cfr. 1. Slupecki, Hacia una mereologa generalizada de Lesniewski; Stud1a logica, vol. VIII, Poznan, 1958. Sobre la lgica de Lesniewski en general, ver E. C. Luschei, Los sistemas lgicos de Lesniewskj Amsterdam, 1962. En la mereologa de Lesniewskj, el nico trmino primitivo especficamente mereolgico es la relacin x y, que se interpreta Si: un objeto x es parte (adecuada o no) de un objeto y. El nivel nosiolgjco (metodolgico) est representado por la teora de la informacin con una rama de la ciberntica. La ciberntica fue creada por N. Wiener, Cybernetics Nueva York, 1948. Ver tambin W. R. Ashby, An mirodttctzo 0 to Cybernetics Londres, 1958, y O. Lange, Wholes and Paris (Todos Y Partes), OxfordVarsovia, 1965. Esto se refiere, en particular, a los problemas del tiempo. que admitir que la opinin general sobre la estructura de un campo dado, al formar parte del cuerpo general de cnocimientos del investigador, bajo cuya luz conduce su investigacin, afecta esencialmente al curso de esa investigacin, capacitndole para distinguir los hechos esenciales de los menos importantes. Esta es la razn por la que un anlisis de su opinin sobre la estructura del campo en cuestin debera incluirse hasta cierto punto en las reflexiones metodolgicas. Segn se incluyan o no estas reflexiones en una metodologa especializada concreta, nos referiremos a una metodologa (especializada) en un sentido ms amplio o ms estricto. Estas conclusiones se aplican, obviamente, a la metodologa de la historia. Sin ese conocimiento ontolgico no sera posible ir ms all de una descripcin ordinaria del pasado. Queda tratar el problema de la inclusin de las reflexiones psicolgicas en el mbito de la metodologa de las ciencias. Si excluimos, por el momento, la esfera de inters de la semitica pragmtica, esto, obviamente, slo deja la psicologa de la actividad cientfica un campo de gran inters. sta, sin embargo, es una rama indiscutible de la psicologa, pero sus resultados seran de inters para el metodologista que investiga operaciones cognoscitivas (investigadoras) y el metodologista que investiga los resultados de dichas operaciones.

8. Conclusiones tiles para las metodologas especializadas

Siguiendo nuestras reflexiones sobre la materia de la metodologa de las ciencias, hemos llegado a la conclusin de que, para realizar sus principales tareas, es decir, para estudiar las operaciones cognoscitivas y sus resultados, la metodologa general se aprovecha de los logros de otras disciplinas. Algunas se han desarrollado hace poco y avanzan rpidamente, lo que aunque slo sea por esta razn nos permite predecir un progreso considerablemente mayor en la metodologa. De acuerdo con nuestros objetivos, podemos considerar estas disciplinas, o algunas de ellas, o sostener algunas ramas de ellas, como partes de la metodologa de las ciencias, o podemos considerar que la investigacin metodolgica sobre la ciencia est siendo realizada sobre la base de estas disciplinas. La ltima visin corresponde mejor a la prctica investigadora actual, El anlisis precedente da lugar a ciertas conclusiones tiles para las metodologas especializadas: el terreno de sus investigaciones (que se parece normalmente al rea de inters de la metodologa general) aparece en sus lneas generales, y las diferencias en los instrumentos de investfacin se hacen hasta cierto punto manifiesto. Estas divergencias son debidasobre todo, a diferencias en la naturaleza del rea de las distintas disciplinas. Cuando se trata de la metodologa general, ese rea coincide con la realidad global (en otras palabras, todas las reas posibles o todos los universos posibles). Pero cuanto ms nos acercamos a las metodologas de las diversas disciplinas (o incluso sus grupos), ms claramente notamos las diferencias entre las reas estudiadas por ellas. Por ejemplo, la materia de investigacin en la fsica difiere mucho de la materia de investigacin en la historia, incluso aunque pueden ser estudiadas de un modo semejante, utilizando los instrumentos proporcionados por la metodologa general. Esto da origen al problema, que no ha sido resuelto hasta el momento, de hasta qu punto estos instrumentos, llammosles generales, pueden usarse en las metodologas especializadas, y hasta qu punto y cmo deben ajustarse a las necesidades de estas ltimas. Hasta qu punto, finalmente, vamos a usar instrumentos que son solamente especficos de una disciplina o grupo de disciplinas concretas? O quizs vamos a construirlos de caso en caso? Son estos instrumentos meras variaciones de los instrumentos generales tratados ms arriba? Se puede decir, de cualquier modo, que en lo que se refiere a metodologas especializadas deberamos definir sus respectivos mbitos de inters metodolgico y los tipos de instrumentos de investigacin usados, con referencia a la metodologa general y a los anlisis de las diversas reas especializadas de investigacin.

II La materia de la metodologa de la historia

1. Ramas de la metodologa de la historia En vista de lo que se ha dicho ms arriba sobre el terreno de la metodologa general de las ciencias y las conclusiones que resultan de ello para las metodologas especializadas, podemos enumerar estos tres campos de inters para la metodologa de la historia: 1) Reflexiones sobre las operaciones cognoscitivas en la investigacin histrica, es decir, sobre la ciencia histrica interpretada como el oficio de los historiadores, 2) Reflexiones sobre los resultados de la investigacin, es decir, sobre la ciencia histrica interpretada como una serie de afirmaciones sobre el rea de la investigacin. 3) Reflexiones sobre la materia de la investigacin histrica, es decir,, sobre la historia en el sentido de los hechos pasados. Las reflexiones sobre los hechos pasados podran, por supuesto, ser consid eradas como un campo de investigacin tan especializado que no estara justificado considerarlas como parte de la metodologa de la historia. Esto, sin embargo, parece ser una cuestin secundaria. Ninguna clasificacin de los intereses comprometidos en la investigacin puede acabar negando la importancia, para la labor metodolgica, de las reflexiones sobre la materia de la investigacin. Si se afirma que el objetivo de la ciencia histrica (interpretado desde el punto de vista interno de la propia ciencia) es llegar a afirinaciones verdaderas, entonces tenemos que conocer no slo el mtodo de llegar a dichas afirmaciones, o sea, el medio de formularlas. Esta parte del trabajo la realiza la primera rama de la metodologa de la historia. Pero para poder apoyar estas afirmaciones debemos estar en posicin de confrontarlas con lo que sabemos del terreno de investigacin. Nuestro conocimiento de los hechos, como se ha dicho antes, no va ms all de lo que se ha establecido cientficamente sobre ellos; en otras palabras, el modo como vemos un objeto est formado por nuestro conocimiento de ese objeto. Cuando sustentamos una afirmacin (en un terreno dado), ante todo la confrontamos con el conocimiento que tenemos (sobre ese terreno), y normalmente la rechazamos si nos parece que difiere o contradice ese conocimiento y si al mismo tiempo no tenemos razones para modificar nuestro conocimiento sobre ese punto. Slo ms tarde tiene lugar la confrontacin con el comportamiento actual Por tanto, desde el punto de vista de la metodologa de la historia, el conocimiento de aquello con lo que el historiador confronta sus afirmaciones no es indiferente.

En lo que se refiere a la metodologa interpretada normativamente, decimos que tenemos que esforzarnos para mejorar en lo posible nuestro conocimiento del objeto en cuestin es decir, el sistema de referencia con el que comparamos nuestras afirmaciones sobre el objeto de estudio. Podra decirse metafricamente que el conocimiento del objeto de estudio sirve como un espejo que usamos para reflejar nuestras afirmaciones; por tanto, el punto importante es que este espejo revela todas las distorsiones posibles en la imagen del pasado tal como la reconstruimos. Puesto que en la prctica investigadora la formulacin de las premisas y su sustentacin estn interconectadas, y la formulacin relativamente final de una premisa slo tiene lugar despus de los intentos de sustentacin en varios niveles, puede decirse que nuestro conocimiento del objeto de estudio juega un importante papel tambin en el proceso de formulacin de las premisas. Como se demostrar ms tarde, esto cuenta para todos los niveles del proceso investigador del historiador. En la literatura de la materia no hay uniformidad en las definiciones de las diversas ramas de estudio que han sido llamadas aqu metodolgicas ni en la totalidad de dicho estudio. La primera de estas ramas, interesada en el estudio de las operaciones cognoscitivas, es (ver, por ejemplo, E. Bernheim) a veces excluida de la metodologa de la historia, mientras que la segunda, interesada en la ciencia interpretada corno una serie de afirmaciones, es llamada frecuentemente metodologa. Las reflexiones sobre el procedimiento de investigacin histrica, incluso comprendiendo los problemas de tcnicas de investigacin (ver, por ejemplo, M. Handelsman), y las investigaciones que resultan de los anlisis llevados a cabo en las dos primeras ramas de la metodologa de la historia, como se ha apuntado arriba, e interesadas en establecer la naturaleza metodolgica de la ciencia histrica y el lugar de esa disciplina en el sistema de las ciencias, son lo que se considera, la mayora de las veces, como metodologa. El trmino teora de la historia, que encontramos bastante a menudo, vara de significado de un autor a otro. En su sentido ms amplio se refiere a las reflexiones sobre el lenguaje de la ciencia histrica, junto con anlisis (pero no interpretados normativamente) de las operaciones de investigacin, y con la exclusin de todo aquello que podra clasificarse como tcnicas de investigacin. Fue en este sentido en el que el trmino fue usado por P. Gardiner, cuando dio el ttulo Theories of History (publicado en 1959) a su famosa coleccin de autores que se haban ocupado de las reflexiones sobre la ciencia histrica. Las reflexiones sobre la materia de la investigacin histrica reciben muchas veces la etiqueta de filosofa de la historia. La us Voltaire 1, Hegel, Y la usaron otros, en el sentido de las reflexiones sobre los acontecimientos pasados. Su significado est todava evolucionando: quiere decir, como antes, las reflexiones sobre el pasado, pero ha adquirido tambin un matiz derogatorio que indica que tenemos que tratar con las especulaciones no sujetas a control cientfico, principalmente sobre el curso de los acontecimientos futuros. Para alejarse de estas implicaciones, A. C. Danto titul su interesante obra An Analytical Philosophy of History (edicin inglesa 1965), que apunta tambin a las conexiones con la tendencia (o diversas tendencias) de la llamada filosofa analtica. Otros representantes de esa filosofa, y tambin muchos autores que estn fuera de esa corriente, usan el trmino filosofa de la historia, no n el sentido de reflexiones sobre el curso de los acontecimientos, sino sobre la ciencia histrica, interpretada como operaciones cognoscitivas y como sus resultados 2 Aquellos autores que limitan la metodologa de la historia a un cierto tipo de reflexiones solamente, pero cuyas reflexiones, por otr lado, tratan de los problemas de las tcnicas de investigacin, sienten la necesidad de encontrar un trmino general, integrador, para todas sus investigaciones. En relacin con esto encontramos los trminos histrica (usado en su forma polaca por los historiadores polacos 3. Lewelel y M. Handeisman), enciclopedia y metodologa de la historia, introduccin a la investigacin histrica (estudios) (Ch. Langlois, Ch. Seignobos, L. Halphen) , etctera. Para evitar esta confusin terminolgica sugerimos, aqu, considerar todas las reflexiones sobre las operaciones cognoscitivas y los resultados de dichas operaciones, y la materia de la investigacin histrica, como cuestiones de la metodologa de la historia, con los siguientes trminos de trabajo referidos a las diversas reas de dichas reflexiones: 1. Metodologa pragmtica de la historia. 2. Metodologa apragmtica de la historia. 3. Metodologa objetiva de la historia. 2. La metodologa pragmtica de la historia Para indicar cules son las tareas de la metodologa de la historia concebida como un anlisis de las operaciones cognoscitivas realizadas por los historiadores, acudimos a una definicin de las tareas de la metodologa pragmtica, tomada de un libro de K. Ajdukiewicz. Cuando menciona el punto de vista descriptivo y normativo, dice que las tres principales tareas de la rama de la metodologa interesada en la ciencia como profesin de los cientficos, es decir, la ciencia como actividad, son: 1) la separacin de los tipos de trabajo llevados a cabo en la tarea investigadora y el anlisis de dichos tipos de trabajos, llegando a definiciones que expliquen en qu consisten estos trabajos; 2) descripcin (en lneas generales) de los procedimientos de investigacin usados en varias disciplinas; 3) descubrimiento de las metas que persiguen, conscientemente o no, los investigadores en las diversas reas, y la consiguiente codificacin de los modelos de procedimientos de investigacin correctos . As, la parte principal de esta clase de consideraciones metodolgicas se refiere a la reconstruccin y posible valoracin de mtodos (esquemas, principios) de deduccin y todas las dems clases de razonamientos usados para resolver problemas (contestar preguntas) planteados en la ciencia5. 2 De un modo bastante caracterstico, la publicacin History and Theory tiene un subttulo explicativo: Studies in Ihe Phslosophy of History. 3 Los autores cuyas introducciones a la investigacin histrica se adaptan a las necesidades de la enseanza de la historia, se rigen por consideraciones algo diferentes. Seleccionan los problemas relacionados con las ramas anteriormente indicadas, y tienen en cuenta los aspectos tcnicos de la investigacin histrica (cfr. W. Moszczenska, Wstep do badan historycznych (Introduccin a la investigacin histrica), Varsovia, 1960, y la obra de B. Miskiewicz del mismo ttulo Poznan, 1964]. El alcance de tales aproximaciones es discutido. K. Ajdukiewicz, Lgica pragmtica, cd. cit., pg. 188. En este sentido, tngase en cuenta la definicin de inferencia que usare mos de ahora en adelante: La inferencia es un proceso mental por el cual, apo38 Ls tres tareas principales indicadas ms arriba valen plenamente para la historia. En el caso de las dos primeras tenemos que tratar con un anlisis y descripcin de las siguientes operaciones (que no en todos los casos necesitan ser tenidas en consideracin): 1) Eleccin del campo de investigacin. 2) Planteamiento de una cuestin en ese campo. 3) Establecer las fuentes sobre las que se va a basar el estudio (si la cuestin planteada va a tener respuesta). 4) Crtica (externa e interna) de las fuentes. 5) Descripcin siempre selectiva de lo que ocurri y de aquello a lo que se refiere la pregunta. 6) Explicacin (por qu ocurri as?). 7) Consecucin de premiss tericas. 8) Formulacin sinttica de los resultados (es decir, respuesta a la pregunta dentro del terreno en consideracin). 9) Valoracin de las personas y los sucesos del pasado. Cuando se llega a la tercera de las tareas de la metodologa pragmtica, tal como las enumera Ajdukiewicz, los intereses de la ciencia histrica se centran en definir los objetivos que guan a los historiadores en su investigacin; a este respecto, hay que darse cuenta de que estos objetivos pueden cambiar en el curso de la historia. Basta recordar que no fue siempre el deseo de dibujar un autntico cuadro del pasado lo que gui a los historiadores. Como sabemos, al principio el objetivo principal era proporcionar modelos de conducta. Cuando la persecucin de la verdad se ha hecho patente, ha quedado abierta una pregunta, si el historiador debe describir meramente el pasado con fidelidad o si va a intentar sacar a relucir las regularidades que gobiernan la vida social. La pregunta consiguiente ha sido: Qu hace l frente a esta alternativa? La bsqueda de la verdad impide la funcin didctica de la historia? El historiador debe valorar las personas y los sucesos? La consecucin de cada uno de estos objetivos requiere modos y modelos de procedimientos complejos. El objetivo primario llegar a afirmaciones ciertas exige la capacidad de sustentar y comprobar formalmente las afirmaciones. Esto est unido a un sistema de conceptos de operaciones cognoscitivas especficas, que, ante todo, incluye el concepto de comprobacin de una hiptesis. Es obvio que la mcta de una investigacin afecta directamente a la naturaleza del procedimiento cientfico implicado, porque si una persona, por ejemplo, no se impone la tarea de dar razn de las regularidades que gobiernan el proceso histrico, entonces no est interesado en llegar a afirmaciones tericas ciertas. Yfldonos en una aceptacin ms o menos categrica de las premisas, llegarnos a la aceptacin de la conclusin que anteriormente no aceptbamos o aceptba. nos menos categricamente; el grado de certeza de aceptacin de la conclusin es ms alto que el grado de certeza de aceptacin de las premisas

La segunda parte, ms abajo, estar totalmente dedicada a un anlisis histrico de estos objetivos y a un anlisis de los cambios en los procedimientos de investigacin usados por los historiadores, cambios que surgen de las modificaciones de los objetivos de la investigacin. Las partes cuarta y quinta se ocuparn de una reconstruccin (anlisis y valoracin) de los procedimientos usados de hecho en la investigacin histrica. Los conceptos fundamentales en la metodologa pragmtica de la historia adoptados en este libro incluyen: 1) observacin; 2) conocimiento basado en las fuentes; 3) conocimiento no basado en las fuentes; 4) fuente histrica; 5) informacin basada y no basada en las fuentes; 6) autenticidad de las fuentes; 7) fiabilidad de los informadores; 8) modelo metodolgico (seleccin de hechos); 9) establecimiento de los hechos; 10) explicacin; 11) sustentacin y comprobacin; 12) hiptesis; 13) aceptacin; 14) probabilidad; 15) valoracin; 16) construccin y sntesis.

3. La metodologa apragmtica de la historia La metodologa de la historia que se ha llamado aqu apragmtica est estrechamente unida a la pragmtica. La metodologa apragmtica, en nuestro caso, se ocupa de los resultados del trabajo de los historiadores y, por tanto, de analizar las afirmaciones que formulan. Es obvio que cuando se investigan los procedimientos cientficos no podemos dejar de discutir las afirmaciones hechas por los historiadores. Puesto que, en conjunto, nos ocupamos de estructuras enteras, series o secuencias de afirmaciones de varias clases (afirmaciones de observacin, afirmaciones tericas), que estn lgicamente interconectadas, nos enfrentamos con la tarea de reconstruir un sistema formado por la ciencia histrica; sta es la razn de que estas reflexiones puedan ser llamadas sistemtico-metodolgicas. Hasta el momento, la teora de los sistemas deductivos (matemticamente) es la ms desarrollada en este rea de la ciencia, pero nada nos impide intentar sistematizar tambin otras disciplinas. Mientras que la metodologa pragmtica no puede ejercerse sin una preocupacin simultnea por las cuestiones que pertenecen a la metodologa apragmtica, podemos imaginarnos la investigacin en este ltimo campo sin referirse a los resultados obtenidos en el primero. La importancia de los anlisis en el campo de la metodologa apragmtica es particularmente visible cuando tratamos de sealar los rasgos caractersticos de la ciencia histrica (en otras palabras, su estructura metodolgica), para definir su lugar en el sistema de las ciencias. De este modo podemos establecer los rasgos comunes a varias disciplinas y as avanzar en la investigacin sobre la clasificacin de las ciencias. Por lo que se refiere a la historia, la metodologa apragmtica abarca, sobre todo, las reflexiones sobre las afirmaciones histricas, generalizaciones histricas, afirmaciones y leyes estrictamente generales y el concepto de narracin. Pero, como se ha dicho ms arriba, el papel de los diversos tipos de afirmacioncs cs tambin preocupacin de la metodologa pragmtica. Las reflexiones en el rea de la metodologa apragmtica sern tratadas en la parte 6 del libro. Para aplicar ]a metodologa apragmtica de la historia es indispensable, por tanto, adoptar, como se ve, los conceptos de: 1) afirmacin histrica; 2) generalizacin histrica; 3) ley, en el sentido semntico del trmino;

4) ley cientfica; 5) juicio de valor; 6) narracin histrica; 7) lenguaje objeto y metalenguaje; 8) verdad; 9) isomorfismo. 4. La metodologa objetiva de la historia El trmino metodologa objetiva de la historia no es quiz el ms afortunado (metodologa de la historia orientada hacia la materia sera quiz ms preciso, pero extremadamente tosco), pero se ha adoptado aqu para subrayar que no hablamos de una transferencia ordinaria a la metodologa de la historia de aquellas disciplinas que se llaman filosofa de la historia o teora del desarrollo social o ciberntica, o finalmente, aquellas disciplinas que estn relacionadas con la materia de los estudios histricos, sino una reflexin especial sobre esa materia, una reflexin que hace uso de las disciplinas mencionadas ms arriba (y posiblemente de otras) para los propsitos de la investigacin histrica. Por el momento, esto es un postulado, pero estara bien que en el futuro tales reflexiones entren en la metodologa de la historia en mayor escala y all sean transformadas apropiadamente. Esto hara posible adaptar a las necesidades de la investigacin histrica y al estudio de dicha investigacin los logros tericos y metatericos de la ontologa filosfica, la ciberntica e incluso la teora de los grupos, mereologa, y otras disciplinas, tanto las que existen como las que todava tienen que surgir. La importancia del conocimiento del terreno estudiado, en el curso de [as investigaciones histricas conducidas por los historiadores, para la seleccin de los hechos, se ha sealado ms arriba. Se podra aadir aqu que, cuando usamos la definicin semntica de la verdad, dada ms arriba, no es posible calificar las afirmaciones como verdaderas o falsas sin tener algn conocimiento del rea en cuestin. Como se sabe, una premisa p (formulada en lenguaje objeto) es verdadera en un terreno T si, y slo si, las cosas son tal como afirma su correspondiente P en el metalenguaje 6 La cuestin que se plantea es qu conocimiento sobre T debemos tener para poder hacer intentos de asignar a las premisas los valores lgicos de verdad o falsedad. Como es sabido, los terrenos son los modelos para las afirmaciones, series de afirmaciones, o disciplinas enteras. Pero esos terrenos slo sirven como modelos tales que, en ellos, esas afirmaciones, series de afirmaciones o disciplinas enteras, son verdaderas, es decir, tienen en s mismos sus correspondientes metalingfisticos El historiador se interesa en cmo caracterizar el Campo que es modelo de sus afirmaciones; una respuesta a esta cuestin debe proporcionarla la metodologa objetiva ontolgica de la historia. Una pregunta sobre la verdad de ciertas afirmaciones es, por tanto, una pregunta sobre si tienen un modelo, es decir, si hay un campo en el que son verdaderas y si es un campo que sea objeto de investigacin (esfera de inters) de la ciencia histrica. Entonces el conocimiento de ese terreno debe ser Sistematizado de forma que sirva a los historiadores. Ese conocimiento, adquirido por los diversos historiadores, debe revelar el mayor nmero posible de modos convergentes de denotacin. Adems de posibilitar el uso del conocimiento de la materia (campo) al asignar a las afirmaciones valores lgicos especficos (lo que hace un historiador casi automticamente), las reflexiones Sobre la materia de investigacin proporcionan numerosas directrices heursticas, como hacia la cuestin cTe qu debe estudiarse (el problema de la La segunda parte, ms abajo, estar totalmente dedicada a un anlisis histrico de estos objetivos y a un anlisis de los cambios en los procedimientos de investigacin usados por los historiadores, cambios que surgen de las modificaciones de los objetivos de la investigacin. Las partes cuarta y quinta se ocuparn de una reconstruccin (anlisis y valoracin) de los procedimientos usados de hecho en la investigacin histrica. Los conceptos fundamentales en la metodologa pragmtica de la historia adoptados en este libro incluyen: 1) observacin; 2) conocimiento basado en las fuentes; 3) conocimiento no basado en las fuentes; 4) fuente histrica; 5) informacin basada y no basada en las fuentes; 6) autenticidad de las fuentes; 7) fiabilidad de los informadores; 8) modelo metodolgico (seleccin de hechos); 9) establecimiento de los hechos; 10) explicacin; 11) sustentacin y comprobacin; 12) hiptesis; 13) aceptacin; 14) probabilidad; 15) valoracin; 16) construccin y sntesis.

3. La metodologa apragmdtica de la historia

La metodologa de la historia que se ha llamado aqu apragmtica est estrechamente unida a la pragmtica. La metodologa apragmtica, en nuestro caso, se ocupa de los resultados del trabajo de los historiadores y, por tanto, de analizar las afirmaciones que formulan. Es obvio que cuando se investigan los procedimientos cientficos no podemos dejar de discutir las afirmaciones hechas por los historiadores. Puesto que, en conjunto, nos ocupamos de estructuras enteras, series o secuencias de afirmaciones de varias clases (afirmaciones de observacin, afirmaciones tericas), que estn lgicamente interconectadas, nos enfrentamos con la tarea de reconstruir un sistema formado por la ciencia histrica; sta es la razn de que estas reflexiones puedan ser llamadas sistemtico-metodolgicas. Hasta el momento, la teora de los sistemas deductivos (matemticamente) es la ms desarrollada en este rea de la ciencia, pero nada nos impide intentar sistematizar tambin otras disciplinas. Mientras que la metodologa pragmtica no puede ejercerse sin una preocupacin simultnea por las cuestiones que pertenecen a la metodologa apragmtica, podernos imaginarnos la investigacin en este ltimo campo sin referirse a los resultados obtenidos en el primero. La importancia de los anlisis en el campo de la metodologa apragmtica es particularmente visible cuando tratamos de sealar los rasgos caractersticos de la ciencia histrica (en otras palabras, su estructura metodolgica), para definir su lugar en el sistema de las ciencias. De este modo podemos establecer los rasgos comunes a varias disciplinas y as avanzar en la investigacin sobre la clasificacin de las ciencias. Por lo que se refiere a la historia, la metodologa apragmtica abarca, sobre todo, las reflexiones sobre las afirmaciones histricas, generalizaciones histricas, afirmaciones y leyes estrictamente generales y el concepto de narracin. Pero, como se ha dicho ms arriba, el papel de los diversos tipos de afirmaciones es tambin preocupacin de la metodologa pragmtica. Las reflexiones en el rea de la metodologa apragmtica sern tratadas ep la parte 6 del libro. Para aplicar la metodologa apragmtica de la historia es indispensable, por tanto, adoptar, como se ve, los conceptos de: 1) afirmacin histrica; 2) generalizacin histrica; 3) ley, en el sentido semntico del trmino; 4) ley cientfica; 5) juicio de valor; 6) narracin histrica; 7) lenguaje objeto y metalenguaje; 8) verdad; 9) isomorfismo.

4. La metodologa objetiva de la historia

El trmino metodologa objetiva de la historia no es quiz el ms afortunado (metodologa de la historia orientada hacia la materia sera quiz ms preciso, pero extremadamente tosco), pero se ha adoptado aqu para subrayar que no hablamos de una transferencia ordinaria a la metodologa de la historia de aquellas disciplinas que se llaman filosofa de la historia o teora del desarrollo social o ciberntica, o finalmente, aquellas disciplinas que estn relacionadas con la- materia de los estudios histricos, sino una reflexin especial sobre esa materia, una reflexin que hace uso de las disciplinas mencionadas ms rriba (y posiblemente de otras) para los propsitos de la investigacin histrica. Por el momento, esto es un postulado, pero estara bien que en el futuro tales reflexiones entren en la metodologa de la historia en mayor escala y all sean transformadas apropiadamente. Esto hara posible adaptar a las necesidades de la investigacin histrica y al estudio de dicha investigacin los logros tericos y metatericos de la ontologa filosfica, la ciberntica e incluso la teora de los grupos, mereologa, y otras disciplinas, tanto las que existen como las que todava tienen que surgir. La importancia del conocimiento del terreno estudiado> en el curso de las investigaciones histricas conducidas por los historiadores, para la seleccin de los hechos, se ha sealado ms arriba. Se podra aadir aqu que, cuando usamos la definicin semntica de la verdad, dada ms arriba, no es posible calificar las -afirmaciones como verdaderas o falsas sin tener algtmn conocimiento del rea en cuestin. Como se sabe, ,una premisa p (formulada en lenguaje objeto) es verdadera en un terreno T si, y slo si, las cosas son tal como afirma su correspondiente P en el metalenguaje 6 La cuestin que se plantea es qu conocimiento sobre T debemos tener para poder hacer intentos de asignar a las premisas los valores lgicos de verdad o falsedad. Como es sabido, los terrenos son los modelos para las afirmaciones, series de afirmaciones, o disciplinas enteras. Pero esos terrenos slo sirven como modelos tales que, en ellos, esas afirmaciones, series de afirmaciones o disciplinas enteras, son verdaderas, es decir, tienen en s mismos sus correspondientes metalingsticos. El historiador se interesa en cmo caracterizar el campo que es modelo de sus afirmaciones; una respuesta a esta cuestin debe proporcionarla la metodologa objetiva ontolgica de la historia. Una pregunta sobre la verdad de ciertas afirmaciones es, por tanto, una pregunta sobre si tienen un modelo, es decir, si hay un campo en el que son verdaderas y si es un campo que sea objeto de investigacin (esfera de inters) de la ciencia histrica. Entonces el conocimiento de ese terreno debe ser Sistematizado de forma que sirva a los historiadores. Ese conocimiento, adquirido por los diversos historiadores, debe revelar el mayor nmero posible de modos convergentes de denotacin. Adems de posibilitar el uso del conocimiento de la materia (campo) al asignar a las afirmaciones valores lgicos especficos (lo que hace un historiador casi automticamente), las reflexiones Sobre la materia de investigacin proporcionan numerosas directrices heursticas, como hacia la cuestin de qu debe estudiarse (el problema de la de su libro seala lo que l piensa que son los problemas de investigacin en la historia econmica, y revisa crticamente las soluciones ofrecidas hasta ahora. El libro comienza con un captulo sobre la historia de la historia econmica. A continuacin vienen una serie de captulos sobre la materia de la historia econmica, fuentes para la historia econmica de la Polonia moderna (incluyendo el perodo ms reciente), y la divisin de la historia econmica en perodos. Finalmente, en el captulo 5, W. Kula subraya las que considera como principales tendencias en el estudio de los problemas de la historia econmica, uniendo este problema a la cuestin de los mtodos de sntesis en la historia econmica. Los otros captulos son los que tratan de la estadstica histrica, demografa histrica, investigacin histrica sobre las estructuras sociales, sobre los estudios de precios y mercados, metrologa histrica, dependencia del hombre respecto de la naturaleza, el mtodo comparativo y las generalizaciones en la historia econmica, y las predicciones basadas en la historia econmica. Este breve repaso al contenido de la obra de W. Kula pretende demostrar cmo se ha ido conformando la esfera de problemas metodolgicos en la historia econmica. Respecto a las reflexiones tericas sobre la historia de la ciencia, hay que mencionar The Structure of Scientific Revolution (1962), de T. S. Kuhn, que se ocupa de la materia de la historia de la ciencia, en particular los rasgos caractersticos del desarrollo de la ciencia. Kuhn intenta sustentar la afirmacin de que la ciencia se desarrolla sobre todo a travs de revoluciones que, al rechazar los viejos mtodos, fabrican modelos nuevos de procedimientos cientficos. La ciencia, segn pretende Kuhn, no se desarrolla por una simple acumulacin de pequeos descubrimientos como contribuciones a todo el sistema, tal como crean, por ejemplo, los seguidores de R. Carnap 11 Las reflexiones sobre la historia de la historiografa, que nos interesan aqu de forma particular, estn bastante avanzadas y han crecido ltimamente a un paso muy vivo. Pueden mencionarse cientos de estudios sintticos, en varios idiomas y de diversos alcances 12 Un grupo aparte lo forman los libros dedicados a un solo historiador: el estudio de W. Kaegi sobre 1. Burckhard puede mencionarse como ejemplo I3 Las cuestiones en la historia de la historiografa son tratadas por M. H. Serejski, que escribe lo siguiente: La tarea bsica de un historiador de la historiografa (...) es descubrir las relaciones entretejidas entre el desarrollo de las ideas histricas y la vida, es decir, el sistema de relaciones sociales, la cultura de una poca dada, sucesos polticos, etctera, e inmediatamente sigue con la pregunta: la metodologa especializada, una di