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CONCLUSIONES
Madrid 24, 25 y 26 de
mayo de 2010
Servicio de Formación Continua
Consejo General del Poder Judicial
Taller de derivación a la mediación. Mediación conectada con el Tribunal Curso CU 10082
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“TALLER DE FAMILIA”
A continuación se detallan las principales conclusiones e ideas que
surgieron del Taller de Familia, respecto de todos los temas propuestos y
debatidos por los asistentes:
¿CUÁNDO?
Respecto a qué asuntos sería conveniente derivar a mediación, y
partiendo de la premisa de que en Derecho de Familia se podría derivar
prácticamente todo, por los integrantes de la Mesa se consideró más
conveniente hacer una relación de qué asuntos, en principio, no se
deberían enviar, serían los siguientes:
- Asuntos en los que exista violencia de género, toda vez que la
Ley 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia
de Género excluye tal posibilidad, si bien se coincidió por todos
los asistentes en que habría que intentar reformar dicha Ley para
dar cabida a aquellos asuntos en los que si pudiese ser
recomendable la mediación, toda vez que no todos los
procedimientos de violencia son idénticos, por lo que habría que
examinar asunto por asunto y ver cuáles de ellos podrían ser
susceptibles de ser derivados.
- Asuntos en los que se aprecie un evidente desequilibrio entre las
partes, si bien se considera recomendable delegar en la figura del
mediador la decisión de apreciar tal extremo.
Se puso de manifiesto por varios de los asistentes, su preocupación por
cómo intentar transmitir a las partes y a sus abogados las ventajas o la
conveniencia de derivar su asunto a Mediación, qué pautas seguir al
hacer la derivación y qué decir. Teresa Martín Nájera se comprometió a
hacer llegar a los compañeros una serie de pautas a tal efecto,
derivadas de su experiencia personal en el programa piloto llevado a
cabo en su Juzgado, invitándose al resto de compañeros que hayan
seguido experiencias similares a aportar sus ideas.
Por uno de los integrantes de la Mesa se comentó la posibilidad de que
se derivase siempre a mediación y que fuesen los propios mediadores,
como técnicos especializados, los que decidiesen la conveniencia de
iniciar o no el proceso de mediación, tras la primera sesión informativa y,
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por supuesto, siempre y cuando las partes así lo decidiesen
voluntariamente.
En cuanto al momento idóneo para realizar la derivación, se consideró
que lo ideal sería hacerlo cuanto antes, en el momento de admisión a
trámite de la demanda, si bien en el proceso contencioso de separación
y divorcio parece difícil hacerlo antes de la contestación a la demanda
por parte del demandado, por lo que debería hacerse una vez fijadas las
posiciones de ambas partes y con carácter previo al señalamiento de la
vista.
Sería conveniente derivar todos los asuntos en los que se aprecie la
existencia de conflicto latente, incluso aquellos en los que se haya
presentado convenio regulador, si se apreciase que en el mismo hay
alguna cláusula que posteriormente pueda dar lugar a problemas de
incumplimiento.
Por su parte, la Administración debería llevar a cabo campañas
publicitarias que promocionen la utilización de la mediación con carácter
previo a la interposición de demanda judicial, pudiendo ser también una
vía la entrega de información al respecto cuando las partes soliciten
asistencia jurídica gratuita.
¿CÓMO?
En cuanto al tema de si es conveniente realizar la derivación con
carácter obligatorio en los asuntos de familia, por los asistentes se
concluyó que se debería realizar con carácter obligatorio la derivación a
una primera sesión informativa en todos los casos, siendo las partes
libres para iniciar o no voluntariamente el proceso de mediación tras la
misma.
En todo caso, siempre sería obligatoria tal derivación cuando haya
menores implicados en el procedimiento.
Si no se dispusiese legislativamente tal obligatoriedad, se considera
oportuno intentar convencer a las partes y, sobre todo, a sus letrados de
la conveniencia de la mediación para su asunto, pero no forzar, ni
amenazar a los mismos.
Respecto a las consecuencias de la inasistencia de las partes a la
primera sesión informativa, no se llegó a ninguna conclusión concreta
respecto de qué medidas adoptar, habiendo de valorarse dicha
inasistencia junto con el resto de las pruebas practicadas en el
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procedimiento a efectos de apreciar posible mala fe en la conducta de
dichas partes.
CALIDAD
Se considera muy conveniente realizar encuestas anónimas de
evaluación de calidad de los procesos de mediación.
Igualmente, también es necesario llevar a cabo un seguimiento de los
asuntos que hayan pasado por un proceso de mediación, a fin de
determinar el cumplimiento de los mismos y el grado de satisfacción de
los usuarios del servicio.
En cuanto a cómo conseguir realmente una mediación de calidad, se
considera recomendable crear equipos estables de mediadores
adscritos a los Juzgados, a fin de generar el necesario clima de
confianza entre dichos equipos y Juzgados.
También se resalta la importancia de la formación inicial y continua de
los mediadores. En este punto, se puso de manifiesto por los integrantes
de la Mesa la conveniencia de establecer reuniones entre los Centros e
Instituciones de Mediación encargados de la designación de los
mediadores y los propios Jueces, a fin de establecer los criterios de
calidad mínimos para la acreditación por dichos centros e instituciones
de sus mediadores.
En el ámbito del Derecho de Familia, por su propia naturaleza, se
entiende que sería apropiada la co-mediación, por lo que los equipos de
mediadores habrían de estar integrados, preferiblemente, por dos
mediadores, uno con formación jurídica y otro con formación social
(psicólogo, educador social, trabajador social, etc.).
En cuanto al espacio físico dónde llevar a cabo las sesiones de
mediación, se considera recomendable llevar a cabo la primera sesión
informativa en la propia sede de los Juzgados, habiendo de habilitarse
por los mismos un local debidamente acondicionado a tal efecto, si bien
el proceso de mediación propiamente dicho, si las partes
voluntariamente decidiesen su inicio, sería conveniente se realizase
fuera de dicha sede judicial, a fin de que las partes perciban dicho
recurso como independiente y de distinta naturaleza al proceso judicial
que mantienen abierto.
Por último, se puso de manifiesto por los asistentes la importancia de
una relación fluida entre jueces-mediadores-abogados, a fin de optimizar
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el correcto desarrollo de la mediación conectada a los tribunales y
garantizar la necesaria confianza que ha de existir entre todos ellos.
COSTE
El Estado puede y debe asumir los costes de la mediación.
De entrada y para su instauración, al menos, la mediación ha de ser
gratuita para que los justiciables empiecen a confiar en este recurso.
Se puso de manifiesto por los componentes de la Mesa la conveniencia
de proceder al abono de la mediación no por número de sesiones
llevadas a cabo, sino por proceso realizado, a fin de evitar un posible
abuso por parte de los mediadores en este sentido y una dilación
indebida del proceso de mediación.
Una vez implementada debidamente la mediación, se podría proceder a
un abono progresivo de la misma en función de los ingresos de las
partes, habiendo de fijarse en su momento cuantía y porcentaje.
Se planteó la idea de que los costes de la mediación habrían de ser
integrados o compartidos con otros servicios sociales prestados por el
Estado o las Comunidades Autónomas.
Igualmente, se propuso la sugerencia de que las tasas que se cobran
por la Administración de Justicia reviertan en el pago de la mediación, al
estar destinadas éstas a la modernización de la Justicia y ser la
mediación, precisamente, uno de los pilares de este Plan de
Modernización de la Justicia.
ÉTICA
Hay que intentar favorecer la utilización de la mediación, no bloquearla.
No se puede vulnerar en ningún caso la confidencialidad de la mediación
y del mediador, salvo los supuestos expresamente establecidos en la
Directiva.
La confidencialidad no debe proteger malas praxis del mediador.
La mediación no debe ni puede ser utilizada por las partes para obtener
un ulterior beneficio en caso de continuación del procedimiento judicial.
Se debe fomentar la adhesión a códigos deontológicos que habrán de
ser respetados por todos los intervinientes en el proceso de mediación.
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En cuanto al papel del Juez, éste habrá de velar porque la mediación no
pueda ser utilizada por alguna de las partes en beneficio propio, por lo
que no deberá admitir, en tanto no sea debidamente legislado el tema,
que el mediador pueda ser llamado como testigo al procedimiento
judicial. A tal efecto, se podría incluir en la resolución, por la que se
acuerde derivar el asunto a mediación, una reseña en la que se haga
constar a las partes el carácter absolutamente confidencial de la
mediación y la imposibilidad de que el mediador pueda ser llamado
como testigo en caso de que el procedimiento judicial continúe su curso.
PARTICIPACIÓN
Respecto del papel del abogado en la mediación, se considera que es
importante que el mismo asista la primera sesión informativa, si lo
considera oportuno, a fin de que pueda ser debidamente informado del
objeto y fin de la mediación, así como de su papel en dicho proceso, si
bien es recomendable que no se encuentre presente en el desarrollo de
las sesiones de mediación, propiamente dichas, a fin de favorecer el
protagonismo de las partes en las mismas.
El abogado debería alentar a sus clientes y favorecer la utilización de la
mediación como recurso a disposición de éstos, preferiblemente con
carácter previo al inicio del procedimiento judicial, si bien también habría
de hacerlo, en su caso, una vez iniciado el mismo.
En cuanto a la intervención de terceras personas en el proceso de
mediación (familiares, peritos, etc.), se considera conveniente delegar en
el mediador, como especialista en la materia, la conveniencia o no de
traer a dichas personas.
CONTROL JUDICIAL
El Juez ha de respetar el contenido del acuerdo alcanzado, en su caso,
por las partes tras el proceso de mediación, siempre y cuando,
obviamente, dicho acuerdo no sea contrario al orden público.
En el caso de que existan menores que se hayan de verse afectados por
los contenidos del acuerdo, el mismo habrá de ser visado por el
Ministerio Fiscal, como garante de los derechos de los mismos, y por el
Juez en última instancia.
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Los acuerdos de mediación tendrán carácter ejecutivo, si bien cuando
afecten a menores, dichos acuerdos habrán de ser homologados o
controlados judicialmente, como se ha puesto de manifiesto
anteriormente.
Estas son las conclusiones puestas de manifiesto en el “Taller de
derivación de Familia” que ha tenido lugar el día 25 de mayo de 2010,
expuestas en la sesión del siguiente día 26, en el seno del Servicio de
Formación Continua de la Escuela Judicial –Curso CU 10082-, organizado por
el Consejo General del Poder Judicial.
Actuando como relator del Taller de Familia, Emiliano Carretero Morales.
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“TALLER PENAL”
Reunido el grupo de trabajo participante en el “Taller de derivación
Penal” se procede a una primera aproximación al tema de estudio a través de
las ponencias de:
Sr. D. Carlos Romera Antón. Coordinador del Servicio de Mediación
Penal de Bilbao.
Ilma. Sra. Dª Ana María Carrascosa Miguel. Magistrada del Juzgado de
lo Penal nº 2 de Valladolid.
Ilmo. Sr. D. Cristóbal Fábrega Ruiz. Fiscal de Jaén.
Ilmo. Sr. D. Eduardo de Urbano Castrillo. Magistrado del Gabinete
Técnico del Tribunal Supremo.
Tras las ilustradoras intervenciones de los ponentes abordando la
temática objeto del estudio, se procede a integrar a todos los participantes del
grupo de trabajo en mesas redondas al objeto de tratar las cuestiones
propuestas en el programa.
Es pertinente destacar el interés y esfuerzo realizado por todos los
integrantes del taller penal que, mediante la participación activa y el debate
generado, mostraron una destacable implicación en el tema de estudio.
Cabe mencionar la valiosa colaboración de los ponentes referidos y la
Ilma. Magistrada Sra. Dª Rosa María Freire Pérez que, como expertos
conocedores de la mediación, pudieron orientar y profundizar en los temas
propuestos para su común estudio.
Conclusiones
1.- CUÁNDO:
1.1. ¿Mediación en todos los casos?
Se valora la posibilidad de derivar siempre a mediación cuando exista una
víctima reconocida y concreta. Quizá sea más dudosa la posibilidad de
derivación cuando sólo existan intereses difusos de la sociedad.
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Se destaca la necesidad de atender a los condicionamientos subjetivos de las
partes, esto es, se plantea que podrían existir casos problemáticos cuando la
víctima no sea reconocida, se aprecien problemas psiquiátricos en alguna de
las partes, ante víctimas menores o en casos de violencia de género.
1.2. ¿En qué casos prioritariamente?
Se procede a desglosar los supuestos que, a priori, pudieran resultar más
claros:
Cuando la problemática trascienda más allá de la mera denuncia.
Cuando se presentan denuncias cruzadas.
En función de la naturaleza jurídica del delito, siendo prioritarios los:
a) Delitos contra la propiedad (como robos, hurtos, apropiaciones
indebidas, estafas, daños, etc.)
b) Delitos contra las personas (como lesiones, maltratos, etc.)
c) Delitos cuyo trasfondo pudiera ser algún tipo de conflicto familiar
(como incumplimientos de régimen de visitas, abandonos de
familia, etc.)
d) Delitos contra el honor.
1.3. ¿En qué momento preferentemente?
Se concluye que, cuanto antes, mejor, y preferentemente en la fase de
instrucción de la causa. En definitiva, tan pronto como existan elementos
suficientes para poder derivar a mediación, tanto legales, como subjetivos u
objetivos.
En todo caso, se manifiesta la posibilidad de que la mediación tenga lugar en
una fase posterior y entonces, tanto en el Procedimiento Abreviado como en el
Procedimiento Ordinario, la derivación podría darse en cualquier momento que
el Juzgado o Tribunal lo estime oportuno.
2.- CÓMO:
2.1. ¿Es conveniente la derivación obligatoria?
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Dadas las especialidades del proceso de mediación en el ámbito penal, no se
estima conveniente, de forma general, la derivación obligatoria.
Habría de tenerse en cuenta que en el orden penal la “primera sesión-
entrevista” informativa se realiza de forma individual con el infractor y su
Letrado, para proceder a evaluar la viabilidad del proceso de mediación y la
procedencia de una posterior “sesión-entrevista” informativa con la víctima y su
Letrado, al objeto de la subsiguiente valoración de la idoneidad del proceso de
mediación y del respeto a las garantías legales que asisten a las partes.
Se considera adecuado que sea el Juez o Magistrado que conoce de la causa
quien proponga a las partes la posibilidad de acudir libremente a la sesión
informativa.
3.- CALIDAD:
3.1. ¿Qué es una mediación de calidad?
Se entiende como mediación de calidad una mediación profesionalizada, es
decir, realizada por mediadores con formación suficiente y específica en
mediación (postgrado o cursos de capacitación).
Se aprecian como profesiones de origen adecuadas, especialmente y entre
otras, las relativas al Derecho, Psicología, Criminología, Trabajo Social y
Educación Social; aunque no se trata de una lista cerrada sino meramente
orientativa.
3.2. ¿Cómo se puede controlar la calidad?
Se estima la conveniencia de que los servicios de mediación dependan
directamente de las Administraciones Públicas, en su caso, de las
Comunidades Autónomas.
Igualmente se debate la posibilidad de establecer evaluaciones externas en
relación al servicio de mediación.
3.3. ¿Cómo se puede mejorar la calidad?
A tal fin se propone el establecimiento o creación de un “Estatuto del Mediador”
y de un “Registro de Mediadores”, cuyo control habría de corresponder también
a la Administración Pública.
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4.- COSTE:
4.1. ¿Puede el Estado asumir el coste de la mediación?
Se concluye que podría ser asumido siempre y cuando, como requisito previo,
fuese evaluado el coste real derivado de la implantación del servicio de
mediación, por lo que sería conveniente atender a criterios de eficiencia
económica que aconsejaran la asunción estatal íntegra del coste o no.
5.- ÉTICA (cuestiones deontológicas):
5.1. ¿Se puede vulnerar el principio de confidencialidad?
En principio, se plantea de forma taxativa que no, salvo concretas excepciones.
5.2. ¿En qué casos?
Únicamente y de forma excepcional cuando:
Exista un riesgo para los menores, si los hubiere.
Ante el conocimiento de la futura comisión de un delito.
Se incide en el hecho de que exista un eficaz consentimiento informado que
advierta a las partes de tales circunstancias.
5.3. ¿Puede ser la mediación “utilizada” por las partes?
Se entiende que sí puede darse ese intento de utilización interesada por las
partes de la mediación y que es el mediador, como profesional y garante del
proceso de mediación, el que ha de velar y controlar dicho proceso o su
viabilidad.
5.4. ¿Debemos fomentar la creación o adhesión a códigos deontológicos?
Se estima conveniente, no sólo un código deontológico, sino que se defiende el
establecimiento de un verdadero “Estatuto del Mediador”, con inclusión de los
derechos y deberes pertinentes.
5.5. ¿Cuáles?
Fundamentalmente los principios que rigen la mediación.
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5.6. ¿Cuál sería el código deontológico del Juez en la mediación?
Existe un rechazo inicial a un código deontológico para el Juez, aunque se
reconduce su conducta al respeto a la legalidad y a los principios que rigen la
mediación.
Esto es, a una regulación legal de la mediación que vincularía la actuación
judicial, al igual que las normas de la Ley Orgánica del Poder Judicial y
Reglamentos correspondientes.
6.- PARTICIPACIÓN:
6.1. ¿Qué papel juega el abogado?
Es fundamental en la sesión informativa y ha de revisar el acuerdo alcanzado
por las partes antes de su firma, como garantía del derecho de defensa.
Se indica la importancia de darle un papel representativo al abogado al objeto
de contar también con su colaboración.
Sin embargo, el mediador valorará la conveniencia de que participen los
letrados de las partes de forma presencial o activa en la propia mediación –y en
el encuentro, incluso- aunque de forma excepcional. Como regla general
parece poco conveniente.
6.2. ¿Pueden participar terceros?
Se considera apropiada la intervención de terceras personas, a criterio del
propio mediador, cuando pudieran tener verdadera influencia en el conflicto.
7.- CONTROL JUDICIAL:
7.1. ¿Hasta qué punto el Juez ha de respetar el acuerdo?
Siempre que sea conforme a la legalidad, restringiendo su control al de la
propia legalidad exclusivamente.
7.2. ¿El acuerdo es un elemento para la decisión o vincula la decisión del
Juez?
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Vincularía en cuanto a lo que sea derecho disponible por la parte, pero el
acuerdo sería sólo un elemento de decisión en cuanto al derecho imperativo
(no dispositivo).
Se hace mención expresa a la vinculación en cuanto al ejercicio de la acción
civil y acción penal de carácter disponible.
Estas son las conclusiones puestas de manifiesto en el “Taller de
derivación Penal” que ha tenido lugar el día 25 de mayo de 2010, expuestas en
la sesión del siguiente día 26, en el seno del Servicio de Formación Continua
de la Escuela Judicial –Curso CU 10082-, organizado por el Consejo General
del Poder Judicial.
Actuando como relatora del Taller Penal, Diana Perulero García.
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“TALLER CIVIL”
Conclusiones:
Los componentes del Taller Civil han estructurado el debate en torno a tres
puntos:
I.- Determinación del punto de partida de la judicatura española en relación
a la Mediación.
II.- Consideraciones sobre el modo de regular la derivación judicial en el
ámbito civil y mercantil.
III.- Otras consideraciones, a modo de guía, sobre el papel que han de jugar
abogados, Mediador y Juez en el contexto de la Mediación civil y mercantil.
I.- Determinación del punto de partida de la judicatura española en relación
a la Mediación.
En relación con este punto, se han extraído las siguientes conclusiones:
1º.- Los jueces españoles tienen un conocimiento sólo conceptual de la
Mediación. El conocimiento práctico es insuficiente e impide apreciar las
ventajas de este sistema. Sería conveniente ampliar la información a los
profesionales e incluir en la formación de los jueces simulaciones sobre
Mediación que permitieran apreciar todos los aspectos prácticos.
2º.- Los jueces tienen interés y voluntad de utilizar la Mediación en el contexto
civil y mercantil. Los integrantes del taller somos conscientes de las sus
ventajas, así como de las opciones que ya permite la actual regulación de
la Audiencia Previa que posibilita un ámbito de utilización para la
Mediación. La dificultad para llevarlo a cabo en la práctica viene
principalmente determinada por la escasez de Mediadores o de
instituciones de Mediación (excepto en Cataluña) a las que referir estos
asuntos. Es necesario dotar a Juzgados y Tribunales de medios que
permitan realmente derivar a la Mediación.
II.- Consideraciones sobre el modo de regular la derivación judicial en el
ámbito civil y mercantil.
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En relación con la derivación judicial, son cinco las cuestiones que se plantean:
1º.- En qué casos se puede utilizar la Mediación civil y mercantil o derivar los
asuntos civiles y mercantiles a Mediación.
2º.- Cuál es el momento procesal oportuno.
3º.- Si dicha derivación debe ser obligatoria.
4º.- El coste de la Mediación.
5º.- Si los servicios de Mediación deben tener un carácter público o privado.
En relación a la primera cuestión, en qué casos se debe de utilizar, se ha
concluido que en todas las cuestiones patrimoniales. En el procedimiento
ordinario principalmente ya que en los procedimientos verbales sería
conveniente haber recurrido a la Mediación previamente, en este caso, si no
se intentó la Mediación, se considera que en Sala habría que realizar un intento
más activo de avenencia.
En relación a cuándo utilizar la Mediación, la conclusión general es que
cualquier momento puede ser adecuado aunque, como regla general, se
estima que:
1º.- No antes de contestar a la demanda, que es cuando se ha podido fijar el
objeto del conflicto.
2º.- Especialmente en la Audiencia Previa, que se considera el momento y
entorno procesal más adecuado para intentar la derivación.
3º.- Otro momento es el plazo para dictar sentencia, pues una vez practicada
la prueba, las partes pueden definir con mayor precisión cuál es su
posición en el pleito.
4º.- También en el momento de ejecución, cuando se presume que se pueden
devengar problemas del cumplimiento voluntario, en los casos de
cumplimiento por equivalencia.
Respecto a si la derivación debe ser obligatoria, se concluye que no debe de
ser obligatoria la derivación a la Mediación, aunque debe de darse al Juez la
facultad de remitir obligatoriamente a sesiones de formación, especialmente si
las partes van a mantener una relación comercial o negociar en el futuro. Si
incumplen la obligación de intentar o acudir a una sesión de formación, los
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jueces deberían de tener la facultad de sancionar a las partes a través de la
condena en costas.
En relación al coste de la Mediación, se concluye que debe ser sufragadas por
las partes, excepto en los siguientes casos:
1º.- En los casos en que en el procedimiento se haya obtenido el beneficio de
justicia gratuita. Los criterios de concesión de este beneficio deben ser los
mismos que para las actuaciones procesales.
2º.- En los casos de Mediación obligatoria.
3º.- La asistencia a las sesiones informativas sobre Mediación debe ser
gratuita. Esto garantizaría, por un lado, la calidad por la competencia entre los
distintos proveedores de servicios de Mediación y, en segundo lugar, la
viabilidad del sistema dada la imposibilidad de que la Administración Pública
dote de los medios necesarios para prestar estos servicios, al menos, en un
futuro cercano.
Respecto al carácter público o privado que deban tener los servicios de
Mediación, se llega a la conclusión de que, en el caso de Mediación civil y
mercantil, debe ser privado pero con control institucional. Debe existir un centro
público de Mediación, similar a un Colegio Profesional, que cumpla las
siguientes funciones:
1.- Autorizar el cumplimiento de los requisitos previos en la Ley (medios,
acreditación de mediadores, suscripción de seguros de responsabilidad
civil, adscripción a códigos deontológico) por parte de los Mediadores y
las instituciones de Mediación.
2.- Validar la formación necesaria para actuar como Mediador.
3.- Controlar la calidad y evaluar la satisfacción de las partes, Abogados,
Jueces, Secretarios y Funcionarios con la Mediación, intentada o
realizada.
4.- Asegurar la existencia de panel de Mediadores y que éstos cumplen los
requisitos exigidos por la normativa o por el propio centro de Mediación.
5.- Designar a los Mediadores, bien sean personas físicas o jurídicas,
instituciones o centros de Mediación.
6.- Garantizar la formación continua.
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7.- Establece un régimen de infracciones y sanciones.
8.- Asegurar que existirán sesiones informativas, así como la posibilidad de
acudir a la Mediación obligatoria, en los casos en que esta sea
necesaria, asegurando la existencia del Mediador.
III. Papel que han de jugar abogados, Mediador y Juez en el contexto de la
Mediación civil y mercantil.
Respecto de los abogados:
1.- Asesorar sobre la conveniencia o no de acudir a la Mediación, teniendo en
cuenta el asunto concreto y el tipo de conflicto.
2.- Redacta el acuerdo para mediar, en el que deben incluirse las condiciones
y fases de la Mediación, los representantes de las partes, las bases para la
elección del mediador y regular, en su caso, la intervención de terceros.
3.- Preparar la estrategia de las partes para la Mediación.
4.- Representar a las partes o asistirlas durante las sesiones.
5.- Redactar el acuerdo y controlar que se cumplen los requisitos de
capacidad y de forma así como la viabilidad del cumplimiento.
En general, se entiende que es muy importante que en esta fase embrionaria
de la Mediación, el abogado no obstaculice los intentos de Mediación o el
desarrollo de la misma.
Respecto al Mediador:
1.- El Mediador debe tener una formación específica en el proceso de
Mediación y cuando se trate de mediaciones de asuntos civiles y
mercantiles, será necesario que tenga, al menos, ciertos conocimientos
legales.
2.- Será necesaria la obligación de adscribirse a códigos deontológico que
fijarán los centros o las asociaciones, como por ejemplo, el Código
Europeo.
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3.- Debe respetarse la confidencialidad y que garantizarse el secreto
profesional, excepto en los siguientes casos:
1) Cuando exista sospecha o indicio de delito, bien de amenaza o riesgo
de la integridad física o psíquica de las personas, o de blanqueo de
capitales.
2) Cuando se vean afectados los intereses de menores o incapaces.
3) Cuando el objeto o el proceso de mediación atente contra el orden
público.
Si el Mediador aprecia la existencia de alguna de estas circunstancias,
deberá suspender la Mediación.
4.- Al Mediador, le corresponde suspender o no aceptar la Mediación si
aprecia que existe riesgo de que se transgreda la confidencialidad o de que
se abuse de la buena fe en un intento de manipular el intento de
Mediación.
5.- En este caso, el Mediador deberá documentar en un acta de contenido
mínimo el intento de Mediación, exclusivamente a efectos de costas.
Respecto al Juez:
1.- Le corresponde derivar activamente a Mediación o intentar la Mediación en
los procedimientos ordinarios, especialmente en el momento de la
Audiencia Previa. En los casos en los que sea posible la Mediación, al
menos debe intentar derivar a las partes a una sesión informativa
obligatoria.
2.- Será también una función del Juez sancionar en materia de costas:
1) El incumplimiento de la obligación de acudir a sesión de formación
obligatoria
2) La trasgresión de la buena fe en el intento de la mediación, si consta
esa trasgresión en el acta emitida por el Mediador
3.- Le corresponde abstenerse de controlar o interferir o, incluso, de querer
conocer el acuerdo final de la Mediación.
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4.- Le corresponde aplicar las normas procesales sobre allanamiento o
desistimiento y renuncia, con el límite único del artículo 1.255 del Código
Civil en relación al orden público.
5.- Le corresponde, desde el punto de vista deontológico, mantener las cosas
en el estado que estaban, desde el punto de vista procesal y sustantivo,
desde el momento en que se inicia el intento de Mediación, excepto en las
costas. A estos efectos debe garantizar:
1) Por un lado su independencia, que no puede perjudicarse por derivar el
asunto a Mediación, por si ulteriormente tiene obligación de resolver el
asunto, impidiendo que esto pueda dar lugar a una causa abstención o
recusación.
2) En segundo lugar, le corresponde garantizar la confidencialidad de la
Mediación o del acuerdo para que éste en modo alguno pueda afectar
al fallo si tuviera finalmente que dictarse sentencia.
3) Y, finalmente, garantizar la sucesión del procedimiento de manera que
el intento de Mediación no perjudique a la situación procesal ni a los
derechos de las partes.
Estas son las conclusiones puestas de manifiesto en el “Taller de
derivación Civil” que ha tenido lugar el día 25 de mayo de 2010, expuestas en
la sesión del siguiente día 26, en el seno del Servicio de Formación Continua
de la Escuela Judicial –Curso CU 10082-, organizado por el Consejo General
del Poder Judicial.
Actuando como relator del Taller Civil, Paulino J. Fajardo Martos.
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RELACIÓN DE ASUNTOS DEBATIDOS
(MODERADORA THELMA BUTTS)
Sesión conjunta celebrada el 26.05.2010
1. ORGANIZACIÓN
¿El Programa ha de salir del Tribunal o de la Administración?
¿Sugerimos o hacemos nosotros?
Jueces: Sugerir, quizás no implantar.
Hablar: efectos y costos.
Incorporar otras personas, crear alianzas.
Ver infraestructuras actuales.
Hablar con el Consejo General del Poder Judicial.
Proveer mediadores.
Objetivo: institucionalizar la mediación. La estructura legal y la logística
debe ser creada por organismos públicos.
Buscar aliados en posiciones altas, de poder.
Crear red o un punto de referencia ¿por territorio?
Divulgar y asumir responsabilidades (“apostolado”).
Comunicación entre Tribunales y Asociaciones de Mediadores.
Identificar conectores: individuos y organización.
Convencer a los que tienen peso.
2. DISEÑO
Involucrar a otros: abogados, fiscales, etc.
Información.
Iniciativa propia.
Medios:
- Asociaciones.
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- Locales (espacio).
- Información.
- Material (equipo).
Evaluación.
Riesgos conectados.
Mediadores, operadores jurídicos, financieros.
Proyecto definido.
3. ESTRUCTURACIÓN
Tiempos de actuación.
Costes.
Compartir información y logros.
Procedimiento y sus características.
Intervención asesores de las partes.
Deontología del mediador.
Principio de confidencialidad.
Impresos – Protocolo.
Personal: hacerlo partícipe.
4. FINANCIACIÓN
Mediadores: deben ser profesionales y establecerse controles sobre su
labor. Deben ser retribuidos por su trabajo.
Tasas judiciales: que se utilicen para financiar programas de mediación.
¿Sin pagar?:
- Contactar con Universidades y otras entidades.
- Aunque sea gratuito, se debe informar a las partes del valor y
costo del mediador.
5. CONTROL DE CALIDAD
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La calidad de los mediadores es fundamental.
Encuestas de satisfacción.
Calidad del procedimiento vs calidad del mediador.
Criterios:
- Tiempo.
- Satisfacción (jueces, partes, abogados, participantes).
- Evaluador externo al servicio científico.
- Seguimiento.
- Items a evaluar.
- No evaluar por porcentaje de acuerdos logrados (pero el
porcentaje ayuda a reflexionar sobre qué casos han de ser
mediables).
6. EXPANSIÓN
Prematuro expandir en estos momentos.
Compartir experiencias.
7. ADAPTACIÓN A CAMBIOS
Sí.
Reuniones regulares (trimestrales y anuales).
Flexible/abierto.
8. INSTITUCIONALIZACIÓN
Heterogénea.
Marco común que nos guía (la esencia misma).
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NOTAS PARA INCENTIVAR A LAS PARTES Y A LOS ABOGADOS
PARA QUE ACUDAN A MEDIACIÓN
Aportadas por la Ilma. Sra. Magistrada Dª Mª Teresa Martín Nájera.
Los divorcios son unas de las situaciones en la vida de las personas que
más estrés producen. Por tanto, es normal que se encuentren bloqueados y
necesiten la intervención del mediador que les apoye en esos momentos. Se
necesita un cambio de perspectiva ya que dejan de ser pareja y se convierten
únicamente en padres y, para asumir ese papel, necesitan trabajar la nueva
situación. En el bloqueo que, a veces, se produce las partes dejan la
responsabilidad sobre su familia en manos de los abogados y del Juez pero
nosotros nos vamos al terminar el proceso y se quedan ellos con su familia
como únicos responsables. Muchas veces el verdadero proceso comienza
después de la sentencia.
La mediación les ayuda a tomar la responsabilidad sobre su familia
desde el primer momento y a encontrar la mejor solución de organización de
tiempos de estancia con sus hijos y económica, ya que ellos son los que mejor
conocen su situación y disponibilidad. Esta toma de responsabilidad ayudará
de forma importante a sus hijos, que percibirán que los padres se preocupan
por su bienestar y no dejan la organización de su vida en manos de terceras
personas. Por muy buenos que sean los abogados y el Juez, siempre serán
terceros ajenos a la familia que impondrán su punto de vista sobre el de los
propios progenitores.
Los abogados continúan asesorando a las partes si bien sobre la base
del mejor acuerdo posible, redactan el Convenio Regulador que se presentará
finalmente en el Juzgado, y les asesoran sobre temas jurídicos y fiscales. Si
evitan a las partes un proceso contencioso y logran mejorar la relación con su
ex pareja a través de una mayor confianza y de deshacer malos entendidos,
tendrán clientes que hablarán bien de ellos y agradecerán su actuación como
posibilitadores del diálogo. El proceso de mediación se lleva a cabo con total
confidencialidad de forma que no puede utilizarse en el proceso judicial la
declaración del mediador ni las actitudes de las partes dentro del proceso de
mediación.