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CONTACTOLOGÍA Dr. DAVID MIRANDA L e n t e s d e C o n t a c t o

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LENTES DE CONTATO

CONTACTOLOGÍA

Dr. DAVID MIRANDA

L e n t e s d e C o n t a c t o

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3

Índice de contenidos

I. TERMINOLOGIA /5

II. DEFINICION Y DESARROLLO DE LAS LENTES DE CONTACTO/11

III. MATERIALES DE LENTES DE CONTACTO Y SUS PROPIEDADES/21

IV. DISEÑO Y GEOMETRIA DE LAS LENTES DE CONTACTO/35

V. OPTICA DE LAS LENTES DE CONTACTO/43

VI. ANATOMIA Y FISIOLOGIA DE LA CORNEA/55

VII. LENTES DE CONTACTO EN LA FISIOLOGIA CORNEAL/71

VIII. ADAPTACIÓN DE LENTES RPG/81

IX. ADAPTACIÓN DE LENTES BLANDAS/105

X. CAMBIOS CORNEALES DEBIDO AL USO DE LENTES DE CONTACTO/125

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5

1

TERMINOLOGIA

Es importante que los estudiantes de contactología conozcan el vocabulario

relacionado con las lentes de contacto. Los tres terminos más importantes son la

curva de la base, el diámetro y la potencia.

Curva de la base. Curvatura que presenta la parte central de la cara posterior

de la lente, contigua a la cornea; se mide por su radio de curvatura (mm) o a

veces se convierte en dioptrías (D) tras tomar el valor reciproco al radio.

Diámetro. (Cuerda del arco). Anchura de la lente de contacto, con la

peculiaridad de que varía según el material del que esté hecha; por ejemplo, el

diámetro de las lentes de contacto blandas oscila entre 13 -15 mm, mientras que

el de las rígidas permeables al gas esta entre 9-10mm.

Potencia. Determinada por su forma y calculada indirectamente por la ley de

Snell:

D = [n2 - n1]/r

El poder del vértice posterior se mide (lo mismo que en las gafas) poniendo la

lente sobre un lentimetro (con su cara convexa mirando hacia el observador).

Tambien es importante conocer los siguientes terminos:

Ángulo de humectación. Humectación de la superficie de una lente; un ángulo

bajo significa que el agua se esparcira por toda la superficie, lo que favorece su

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humectación, mientras que un angulo alto supone que va a condendarse y

disminuir esta humectación. En general, un agulo de humectación mas

pequeño(es decir, una mayor humectacion) propicia una mayor comodidad en

el uso de la lente y una optica mejor.

Blending (fusión de curvas). La fusión de los límites entre las curvas

periféricas y/o entre la curva base y la primera curva periférica de la superficie

posterior de la lente sea más confortable. Esto se realiza intercalando entre

dichas curvas otra curva de radio medio.

Bordes de la lente de contacto. El borde de la lente de corresponde a su

extrema periferia. Su tamaño se mide en centésimas de milímetro. Desempeñan

un papel muy importante en el confort de uso de la lente en su contacto con los

parpados, por ello debe ser lo más fino posible.

Bisel anterior. Son curvas periféricas anteriores diseñadas para mejorar la

morfología de la lente en su superficie anterior. También se denomina

vehiculizador, transportador o carrier. En el caso de las lentes negativas, el

borde puede ser bastante grueso, por lo que hay que reducirlo para mejorar el

confort, y ello se hace mediante un bisel interior. La curva del bisel anterior

puede ser de forma cóncava (o negativa) o convexa (o positiva). Estos diseños

también permiten al parpado superior mejorar la estabilización de la lente de

contacto. Se indican por medio de su anchura y radio de curvatura en

Milímetros.

Curvas perifericas. Curvas secundarias que quedan junto por fuera de la curva

de la base en el borde de una lente de contacto. Tienen la caracteristica de ser

mas planas para hacercarse al aplanamiento normal de la cornea periferica.

Especialmente, la zona de union entre las curvas posteriores (curva de la base y

curva periferica, por ejemplo) es suave o esta <difuminada> para favorecer la

comodidad de la lente.

Diámetro de la zona óptica. Es la distancia máxima entre los límites de la

zona óptica de la lente de contacto. Se mide en milímetros.

Diámetro de la zona óptica anterior. Es la distancia máxima entre los límites

de la zona óptica anterior. Se mide en milímetros.

Dk. Termino que describe la permeabilidad al oxigeno que presenta el material

de fabricación de una lente, donde D es el coeficiente de difucion

7

correspondiente al movimiento del oxigeno en el material y K la constante de

solubilidad del oxigeno en el.

Dk/L. Ternino que describe la la transmisión del oxigeno por la lente; depende

de su material y del espesor de la parte central (L).

Espesor central. Es la distancia entre la superficie anterior y la posterior de la

lente medida en el centro de la lente. Se mide en centésimas de milímetro.

Elevación del borde. Descripción de la parte periférica de la lente y la posición

que ocupa con respecto a la cornea subyacente. Una elevación suficiente del

borde corroborada por la presencia de un anillo de fluoresceína bajo al periferia

de la lente impide se clave en la periferia corneal mas plana.

Lectura K. lectura de la queratometria; obtenida por un queratometro manual o

automatizado.

Lente de contacto lenticular. Lente con una zona óptica central y una zona

periferica sin carácter optico, conocida como transportador; está diseñada para

mejorar la comodidad de su uso.

Lente lagrimal. Lente óptica formada por la capa de la película lagrimal

existente entre la cara posterior de una lente de contacto y la cara anterior de la

córnea. Por regla general, en el caso de las lentes blandas, tiene una potencia

nula; con rígidas, su potencia varia, en funcion de la forma de la lente y la

córnea.

Marcas. En algunas lentes podemos encontrar inscritas una serie de marcas o

símbolos con el fin de indicar su posición en las lentes tóricas o las

características de la lente: tipo, fabricante, potencia, radio, etc.

Patron de fluoresceína. Intensidad cromática del colorante fluoresceína que

imprecna la lente lagrimal situada bajo una lente de contacto rígida. Las áreas

de contacto aparecen negras; la zona verde refleja el espacio que queda entre la

lente y la córnea. (el empleo de un filtro amarillo Wratten del n°12 delánte de la

Lámpara de Hendidura potencia de intensidad de este patrón).

Polimetilmetacrilato (PMMA). El primer plástico utilizado en la fabricación

de las lentes de contacto.

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Profundidad sagital o abovedamiento. Termino que describe la profundidad

de una lente o abovedaminto; se obtiene midiendo la distancia entre el centro de

la cara posterior (o centro de la curva de la bade) y el plano que une los bordes

de la lente. En general, si el diámetro se mantiene constante, la profundidad

sagital disminuye a medida que crece la curva de la base. Aunque esta variable

resulta desiciva como determinante de una buena adaptación, el diseño de la

curva de la base pensando para un tipo de lente concreto procura alcanzar

específicamente la profundidad sagital oportuna.

Tinciones. Algunas lentes de contacto presentan tinciones en su estructura que

pueden tener varias finalidades, como mejorar su manipulación porque se ven

mejor. Absorber determinadas longitudes de onda como los rayos ultravioletas

y cambiar la imagen de la superficie anterior al ojo, es decir, fin estético o

protésico.

Dentro de las tinciones con fin estético o protésico tenemos dos tipos: las

translucidas y las opacas. En las tinciones translucidas, el efecto de cambio de

color se produce por la suma del color de al lente de contacto y del color del

iris, por ello son más efectivas en iris claros. Las tinciones opacas producen un

cambio de color del ojo por el efecto exclusivo de la lente.

Radio de curvatura de al zona óptica anterior. Este radio es muy importante

para la consecución de la potencia total de lente de contacto. Se mide en

milímetros.

Profundidad sagital. Es la distancia entre el centro de la curva de base de una

lente y la superficie sobre la que está depositada. La profundidad sagital

depende de la curva base y del diámetro total de la lente. En función de ello, a

mayor profundidad sagital, comportamiento de al lente más cerrada, y a menor

profundidad, la lente se comporta más plana.

Radioscopia. Aparato que mide el radio de cuvatura, por ejemplo la curva de

la base de una lente RPG. Las superficies más planas tienen radios de curvatura

mayores, y las mas curvas menores.

Vértice de la cornea. Punto más curvo de la córnea.

Zona apical. Region mas curva de la cornea, que en general incluye su centro

geometrico; suele tener un diámetro de 3-4mm.

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Zona óptica. Área de la cara anterior de la lente de contacto donde recide su

poder de refracción.

Zona óptica de la lente de contacto. Es el área de la lente de contacto que

determina su potencia total. Puede ser esférica o tórica.

Zona óptica anterior. Es la parte de la superficie anterior de la lente que

interviene en la zona óptica de la misma y, por ello, en su potencia total.

ABREVIATURAS

AV: Agudeza visual

BUT: ("Break-up time") Tiempo de rotura de la película lagrimal

CPG: Conjuntivitis papilar gigante

CR: Cirugía refractiva

CRC: Cirugía refractiva corneal

D: Dioptrías

Coeficiente de difusión

Dk/L: Transmisibilidad al oxígeno

FDA: "Food and drug administration"

k: Coeficiente de solubilidad

K: Radio de curvatura corneal

L: Espesor de la lente de contacto

LC: Lente de contacto

LCT: Lente de contacto terapéutica

MPL: Mucina + proteína + lípido

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NIBUT: Tiempo de rotura de la película corneal

no invasiva. ("Non-invasive break-up time")

PHMB: Polihexametilenbiguanida

PMMA: Polimetilmetacrilato

QC: Queratocono

Queratoconjuntivitis

QCA: Queratoconjuntivitis atópica

QCS: Queratoconjuntivitis seca

QCV: Queratoconjuntivitis vernal

QFR: Queratectomía fotorrefractiva

QPS: Queratopatía punteada superficial

RGP: Rígida gas permeable

TCC: Topografía corneal computarizada

TRPL: Tiempo de rotura de la película corneal

(equivalente a BUT)

UPLC: Úlcera periférica por lente de contacto

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Capítulo 2

DEFINICIÓN Y DESARROLLO DE LAS

LENTES DE CONTACTO

CONTACTOLOGÍA

“La ciencia y la practica de adaptar lentes de contacto” Ciencia experimental

aplicada, al servicio de la salud visual, y que tiene como fin: prevenir, detectar

y solucionar disfunciones visuales. A través de:

Compensación de ametropias

Moldeado de la superficie corneal

Mejoría de condiciones antiestéticas

Vendaje y terapéuticas

Oclusión

LENTE DE CONTACTO Es una lentilla (lente pequeña) fabricada generalmente de polímeros, que en

contacto con la cornea y/o esclera, sirve para la compensación de errores

refractivos. Existen diferentes tipos de lentes en función del material,

transmisibilidad al oxigeno, diseño y tipo de porte.

ADAPTAR LENTE DE CONTACTO Técnica y arte de seleccionar, ajustar la lente de contacto en función del

resultado de un examen visual, técnica de adaptación de forma que la curva

base este diseñada para quedar paralela a los meridianos de la cornea.

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DESARROLLO DE LAS LENTES DE CONTACTO

En primer lugar, queremos destacar el hecho de que los primeros trabajos sobre

la aplicación de un sistema óptico en contacto con la cornea fueron ejecutados

con el fin de estudiar la naturaleza intima de la visión y no como un artificio

para compensar defectos visuales; pese a ello, deben ser considerados como el

germen sobre el que posteriormente se había de desarrollar la óptica de las

lentes de contacto. Estos primeros esfuerzos fueron realizados por tres grandes

genios de la ciencia a la que hicieron grandes aportaciones en sus diversas

ramas. Los tres grandes sabios se llamaron Leonardo da Vinci, Rene Descartes

y Thomas Young.

Leonardo da Vinci, 1508 la primera descripción de un dispositivo que podría

asimilarse a una lente de contacto. Leonardo añadió en el margen de uno de sus

escritos el dibujo de un sistema óptico consistente en una semiesfera de vidrio

llena de agua y con un rostro sumergido en ésta. La relación de este esquema

con las lentes de contacto deriva sólo del hecho de que los ojos están en

contacto con el agua, pero Leonardo dibujó unas lentillas semejantes a las

actuales, así como la ampolla de cristal de la que debían tallarse.

Leonardo da Vinci,

René Descartes 1636, se debe la idea de colocar una lente directamente sobre

la superficie de la cornea, diseñando una lente de contacto de proporciones nada

practicas, su diseño constituyo el principio de las lentes de contacto.

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Descartes consideraba que su idea no era práctica debido a las dificultades para

obtener un vidrio de radio adecuado en el extremo del tubo, colocar éste en

contacto con el bulbo ocular y mantenerlo en posición correcta. Por tales

dificultades admitidas a priori, optó por un simple cono de vidrio, anticipándose

así al cono diseñado por Steinheil a mediados del siglo XIX.

René Descartes

Más tarde, Thomas Young utilizó el principio de la neutralización corneal. La

descripción de Young era la siguiente: "De un pequeño microscopio para las

investigaciones botánicas he extraído una lente bicóncava de aproximadamente

20 milímetros de distancia focal. He colocado esta lente en un pequeño tubo de

cinco milímetros de longitud que he recubierto con un poco de cera y llenado en

tres cuartas partes con agua fría. Lo he aplicado a mi ojo, de tal manera que la

córnea penetró en su mitad en el tubo y se encontraba en todas partes en

contacto con el agua: el ojo se hizo inmediatamente hipermetrópico".

Su intención era simplemente eliminar de la córnea irregularidades ópticas, del

sistema dióptrico del ojo y sustituirla por una lente bien tallada, lo que resultaba

lógico dado que el humor acuoso, la córnea y el agua tienen casi el mismo

índice de refracción y por tanto actúan como un único medio óptico. Así, las

lentes de contacto actuales parten de este mismo principio.

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Thomas Young

Podemos considerar que con Adolf E. Fick en Alemania y Eugen Kalt en

Francia, nació la verdadera contactología, Fick, oftalmólogo bajo la dirección

del profesor Haab en Zurich tuvo como objetivo desarrollar un aditamento de

corrección en forma de lente y en contacto con la córnea, para lo cual utilizó

conejos, en los cuales al colocarles las cascarillas de vidrio soplado parecían

tener una buena tolerancia

Dentro de sus experimentos, Fick observó la aparición de una «nubosidad» en

la córnea y una inyección conjuntival y limbal llegando a dos conclusiones

iniciales de gran importancia:

1) que los lentes se deberían desinfectar para evitar infecciones.

2) que los lentes deberían ser hechos específicamente para cada ojo, con

lo cual instauró el concepto de adaptación.

Producto de estas observaciones, pidió al profesor Ernst Abbe de Jena, la

producción de cascarillas de calidad óptica con iris y pupilas pintadas con las

siguientes especificaciones:

Diámetro. 14,0 mm;

Reborde de esclera: 3,0 mm,

Curvatura de córnea: 8,80 mm;

Radio de esclera: 14,0 mm,

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Estas cascarillas fueron adaptadas en seis pacientes con corneas irregulares y su

respectiva apariencia desagradable.

Entre tanto, Eugen Kalt en Francia a los 27 años, podríamos entonces afirmar

que fue el inventor del primer lente para queratocono.

Finalizando ya el siglo XIX se trabajaba especialmente para mejorar las

condiciones de los pacientes con queratocono, igualmente Agust Muller en

1889 dio medidas especificas para la fabricación de cascarillas esclero-

corneales de vidrio que llamó «Hornhautlinsen» (en alemán lente corneal) con :

Diámetros de 20 mm

Radios para esclera de 12,0 mm

Radios para córnea de 8 mm

Al estudiar la causa del «nublamiento» corneal, quiso mejorar la circulación de

la lágrima haciendo un levantamiento al borde del lente, el cual empezaba a la

altura del limbo.

Desde 1890, Friedrich Antón Muller y sus hijos se dedicaban a la fabricación de

cascarillas cosméticas para pacientes con problemas de parpado y ojos con

cicatrices y hasta 1910, los avances giraron en torno a la lágrima y algún

liquido del mismo índice de refracción para amortiguar y evitar el edema que se

presentaba con la solución de glucosa utilizada hasta entonces, fue así como

después de estudios y pruebas realizadas independientemente en 1892 por

Sulzer y Henry Dor, se concluyó que una solución salina normal daba mejor

resultado que los medios utilizados anteriormente.

La principal preocupación de la época era la poca tolerancia y la producción de

edema corneal, razones por las cuales decayó el interés y animo investigativo

que hasta años anteriores se tenia en el tema, solamente hasta 1911 la casa la

Carl Zeiss de Jena impulsó las adaptaciones de lentes de contacto con la

fabricación y producción comercial de cajas de pruebas para tal fin, lentes

esclerocorneales torneados con diferentes especificaciones de radios de esclera

y córnea; la adaptación era evaluada usando fluoresceína y luz blanca y en ella

se observaban la formación de burbujas.

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Caja de pruebas lentes esclero-corneales.

Hasta este momento, los intereses por los lentes de contacto eran de

exclusividad europea y poco se conocían en América, a comienzos de los años

1930 la empresa de plásticos Rohm y Hass en los Estados Unidos, desarrollo

una resina acrilica llamada «Plexiglas» desarrollada para la industria

aeronáutica, resina que en 1934 fue mejorada por Jonh Crawford y Rowland

Hill y bautizado con el nombre de «Perspex» que en latín significa

Transparente, este Polimetil Metacrilato (PMMA) le daría la entrada a la era de

los lentes de contacto esclerocorneales plásticos en 1936 ya que las ventajas

sobre el vidrio eran grandes, su gravedad específica significaba lentes mas

livianos, la fabricación de diseños mas delgados y la posibilidad de

modificación en los propios consultorios hicieron que el plástico reemplazara

definitivamente el vidrio en este campo.

Son muchas las personas que contribuyeron al avance de la nueva tecnología en

adaptaciones de lentes de contacto en Norteamérica, pero entre los más

destacados podemos mencionar a:

William Feinbloon quien en 1936 desarrolló un lente hibrido de vidrio en el

centro y plástico en la periferia.

Ernest Mullen se interesó por el desarrollo de un lente de contacto totalmente

plástico y haciendo equipo con Teodore Obrig quien tomaba los moldes de las

corneas de los pacientes, fabricaba lentes de hechos «a la medida»,

posteriormente establecieron su propia compañía «Laboratorios Mullen-Obrig»

en Boston, durante sus pruebas, Mullen describió el efecto dióptrico de la

película lagrimal, por su lado Obrig en sus estudios, fue el primero en utilizar la

fluoresceína con luz azul cobalto para la observación del menisco lagrimal.

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El 19 de Enero de 1946 Dennis England diseñó el primer lente de contacto

corneal fabricado de PMMA para lo cual solicitó la patente, pero esta le fue

rechazada, mientras tanto, Kevin Tuohy, antiguo trabajador de Mullen-Obrig,

pero trabajando ya para los laboratorios Solex, diseñó y solicito patente para un

lente de contacto de PMMA con:

Diámetro de 11 mm

Espesor central de 0.4 mm,

Se adaptaba considerablemente más plana que el ápex corneal. Esta lente se

volvió popular de inmediato, pero tenía la desventaja de deslizarse sobre el

ápex corneal sensible y, debido al grosor de sus bordes y a un excesivo

alejamiento del borde, causaba «trauma palpebral».

En 1951, William Sohnges, Frank Dickinson y John Neill perfeccionaron la

lente original de Tuohy, desarrollando lo que denominaron microlentilla. Esta

lente era más pequeña y delgada que la lente de Tuohy, con un:

Diámetro de 9,5 mm

Espesor de 0,20 mm.

Al igual que la lente de Tuohy, fue adaptada con varias dioptrías más plana que

el ápex corneal. La mayor ligereza de la microlentilla la hizo más aceptable que

la lente de Tuohy para muchos pacientes, pero todavía tenía la desventaja de

moverse excesivamente, con la consiguiente irritación de las terminaciones

nerviosas sensoriales del epitelio corneal y los bordes palpebrales.

En 1.955, Norman. Bier introdujo una lente denominada lente Contorno,

aproximadamente del mismo diámetro que la microlentilla pero con una zona

óptica posterior de 6,5 mm de diámetro, adaptada paralelamente al ápex

corneal, con una o más curvas en la periferia.

Wesley y Jessen, en 1956, desarrollándolo que denominaron lente Sphercon.

Esta lente tenía un diámetro lo bastante pequeño (aproximadamente 8,5 mm)

para adaptarse principalmente sobre la porción óptica de la córnea, necesitando

por lo tanto sólo un bisel estrecho en el borde en lugar de una serie de curvas

periféricas. Durante la década siguiente se desarrollaron muchas variantes de la

lente Contorno original, con una tendencia general a emplear lentes más

pequeñas y delgadas.

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George Butterfield, diseño de lente multicurvo y recibiendo la patente en 1950

con lo cual se habló por primera vez de curvas posteriores periféricas mas

planas que la curva central, y con tendencia de adaptación en K (paralela a la

queratometría) y con forma no esférica, lo cual es muy aproximado al concepto

moderno de adaptación para esta clase de lentes.

J. Teissler en 1937 Checoslovaquia, presenta sus lentes de contacto de un

novedoso material plástico llamado químicamente Acetato Butírico de celulosa,

en 1974 se volvería a presentar este material por parte de Norman Stahl , Leon

Reich y Edgard Ivani con mejoras en la parte óptica (alto índice de refracción),

pero nuevamente su inestabilidad dimensional no permitió su comercialización.

Leonard Seidner en 1972, presidente de Guaranteed Laboratorios y llamado el

padre de los lentes rígidos gas permeables, se originó allí el lente «Polycon» ,

primer lente de acrilato de Silicona que posteriormente fue modificado en su

estructura molecular permitiendo conseguir altas permeabilidades, fue así como

nació Polymer Tecnology (PTC) creadora del lente «Boston» en sus diferentes

versiones. La adición de moléculas de fluor para evitar tales adherencias y

dando así paso a los materiales de «Acrilato de Fluoro-Silicona» en los finales

de la década de los 80.

En 1954, los profesores Otto Wichterle y Drashoslav Lim del Instituto de

Química Macromolecular de Checoslovaquia propusieron al cuerpo medico

para sus implantes orbitarios. Un material plástico que correspondía a

«Hidroxietil-metacrilato» (PHEMA), de este material ellos fabricaron algunos

lentes de contacto en 1956, pero solo fue ratificado hasta 1961, año en el que

solicitaron la patente para su producción, siendo esta aprobada en 1962 para ser

hechos con el método de centrifugación, logrando su producción automatizada

en el año 1963.

Fue hasta 1966 que Bausch and Lomb obtuvo los derechos de fabricación por

medio de centrifugación y comercialización de los lentes pero en 1968 la Food

and Drog Administration (FDA) los clasificó como droga requiriendo así la

aprobación del gobierno para su comercialización, lográndose esta en 1971 por

la firma Bausch and Lomnb bajo el nombre de «Soflens».

Al mismo tiempo materiales de elastómeros de silicona eran investigados y

desarrollados para la fabricación de lentes de contacto, fue así como para los

años de 1956 Walter Becker solicito la patente para un lente de dicho material,

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patente que fue otorgada ese mismo año y comprada por Joe Bregar de Muller,

Welt Laboratory de Chicago en 1959 y posteriormente adquirida por Dow

Corning en 1972, pero solo hasta 1981 recibieron aprobación para su

comercialización, siendo vendida esta tecnología en este mismo año a Bausch

and Lomb quien comercializó el lente llamado «Silsoft» indicado inicialmente

para casos de afaquia pediátrica. Otros productores de lentes de este material

fueron Danker Laboratories en EE.UU. con su lente «SilaRx» , Wohlk

Laboratories en Alemania con su lente «Silflex» y Nippon de Japon quien

produjo el lente» Nipón».

En 1970 se dio la gran revolución en los lentes de contacto con el desarrollo de

la idea de John de Carle, un lente de muy alto contenido de agua (71%) de

material HEMA con adición de Polivinilpirrolidona y Acido Metacrilico

(Refojo, 1984) que se pudiera llevar de uso continuo (30 días), este lente fue

producido por Global Visión en el Reino Unido pero al poco tiempo la patente

fue adquirida por Cooper Visión en los Estados Unidos, quien lo

comercializóen todo el mundo, logrando la aprobación de la FDA en 1981, pero

teniendo posteriormente grandes complicaciones con el desarrollo de úlceras

corneales por hipoxia debiendo ser modificado y restringido su uso ya no para

uso continuo.

Durante los siguientes ocho años el lente blando tuvo un gran desarrollo en el

campo de los materiales (contenido de agua) y en el campo del diseño, pero

seguían las complicaciones con las infecciones por el deterioro del material,

pero se empezaba a desarrollar la idea de los lentes «desechables» y esta fue

concretada por Orlando Battista en 1978 al inventar lentes blandos de colágeno

que serían distribuidos por primera vez en paquetes de 6 lentes (Bailey, 1979),

pero que al poco tiempo fracasó por no ser perfectamente compatible con la

lagrima humana.

A comienzos de los 80 se fabricaron en Dinamarca los «Danales»: lentes

blandos de hidrogel con alto contenido de agua, en empaques individuales, con

indicaciones de «uso extendido» su principal gestor al igual que el inventor de

la técnica de moldeo para su fabricación, fue Michael Bay.

En 1987, Vistakon de Johnson and Johnson y quien había comprado la

tecnología del lente «Dana» en 1984, fabricó y comercializó con el nombre de

«Acuvue» y de material Etafilcon A, de 58% de contenido acuoso para uso

extendido y con carácter desechable, el primer lente para reemplazo frecuente,

20

al año siguiente Bausch and Lomb y Ciba Vision lanzaron al mercado sus lentes

desechables con los nombres de Séequense y New Vues respectivamente.

Se daba allí comienzo a la competencia entre las grandes compañías

fabricantes, se estudiaban nuevos materiales, novedosos diseños y a esto se unía

ahora las filosofías de uso y reemplazo de los lentes, en 1993 Vistakon con su

lente «One Day» y Bausch and Lomb con «Occasions» comercializaron los

primeros lentes desechables de un solo día de uso; todo esto teniendo los

debidos cuidados de no incrementar notablemente los costos para los

consumidores, por lo cual se desarrollaron novedosos métodos de fabricación

en serie. Muy a pesar de todos estos avances, los estudios demostraban que las

principales complicaciones de los lentes de contacto se originaban por la poca

oxigenación de la córnea, los trabajos de los grandes investigadores del tema

como Brien Holden y su grupo de Australia, y George Mertz en los Estados

Unidos, apuntaban a la necesidad del oxigeno para superar gran parte de los

fracasos en el control de las inflamaciones e infecciones ocasionados por el uso

de los lentes de contacto, por esta razón todas las compañías fabricantes

invertían sus esfuerzos en la búsqueda de materiales nuevos que permitieran

mayor flujo de oxigeno en la interfase córnealente.

Fue solo hasta finales de 1998 que aparecieron los resultados de tan largos

estudios, una nueva generación de materiales para lentes de contacto había sido

posible al lograr acoplar la parte hidrofilica del hidrogel con la parte

hidrofobica de la silicona, dando creación al «hidrogel de silicona», el

desarrollo de estos diseños en los nuevos materiales permitirá adaptaciones mas

seguras y pacientes mas contentos, todos los fabricantes ponen sus mejores

esfuerzos para lograr tan anhelada meta.

21

Capítulo 3

MATERIALES DE LENTES DE

CONTACTO Y SUS PROPIEDADES

Las lentes de contacto de uso habitual están diseñadas a partir de materiales

plásticos, es decir, son polímeros compuestos de la suma de uno o varios

monómeros. Los materiales pueden convenientemente clasificarse en tres

categorías:

a) materiales ópticos de lentes rígidas convencionales,

b) materiales ópticos de lentes rígidas permeables a los gases

c) materiales de lentes de contacto blandas hidrofilicas,

MATERIALES ÓPTICOS DE LENTES RÍGIDAS CONVENCIONALES

En muchos aspectos, el polimetilmetacrilato (PMMA) demostró ser un material

óptico excelente para fabricar lentes de contacto:

a) Es muy transparente

b) Tiene excelentes propiedades ópticas

c) Pesa poco

d) Es fácil de fabricar

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e) Tiene buena estabilidad dimensional

f) No es alergénico

Una desventaja de las lentes de PMMA es que sus superficies son:

a) Relativamente hidrofóbicas. Una superficie hidrofóbica tiene un

gran ángulo de humectación, de modo que el líquido no se distribuye

fácilmente sino que tiende a formar gotas, como se muestra en el

diagrama superior de la figura 1. Una superficie completamente

hidrofílica, como se muestra en la parte inferior de la figura 1, es

aquella que tiene un ángulo de humectación igual a cero,

permitiendo que el agua se distribuya uniformemente. Sin embargo,

el empleo de una solución humectante, aplicada a las superficies de

la lente antes de colocar la lente sobre la córnea, transformará la

superficie hidrofóbica en hidrofílica.

b) No transmiten el oxígeno ni el dióxido de carbono. La córnea tiene

una gran necesidad de oxígeno y debe obtenerlo constantemente de

la atmósfera, cuyo oxígeno se disuelve en la película lagrimal,

deshaciéndose al mismo tiempo del dióxido de carbono. Como

resultado de la incapacidad del PMMA para trasmitir oxígeno y

dióxido de carbono, la lente debe adaptarse lo suficientemente

abierta para que la acción normal del parpadeo bombee cons-

tantemente lágrimas recién oxigenadas por debajo de la lente y, al

mismo tiempo, desaloje las lágrimas saturadas de dióxido de

carbono del aire viciado. Si no se suministra a la película lagrimal

suficiente oxígeno atmosférico para satisfacer las necesidades del

epitelio corneal, se produce una glucólisis anaeróbica en el epitelio,

dando lugar a la formación de ácido láctico, que causa turbidez de la

córnea (transparencia disminuida) y (edema).

a) hidrofóbica b) parcialmente hidrofílica, c) hidrofílica..

Fig. 1. Ángulos de contacto El agua se distribuye uniformemente sobre una superficie

hidrofílica.

23

Debido a las características hidrofóbicas del PMMA y a su incapacidad para

transmitir oxígeno y dióxido de carbono, la investigación se dirigió hacia la

búsqueda de materiales ópticos para lentes de contacto que no tuvieran estas

desventajas. Los primeros fueron los de hidrogel (que son tanto hidrofilicos

como permeables a los gases) y, a continuación, se produjo el desarrollo de ma-

teriales ópticos rígidos permeables a los gases.

MATERIALES RÍGIDOS PERMEABLES A LOS GASES

la inquietud por conseguir materiales permeables a los gases llevó a J. Teissler

en Checoslovaquia, a presentar sus lentes de contacto de un novedoso material

plástico llamado químicamente ACETATO BUTÍRICO DE CELULOSA

(CAB)con mejor permeabilidad que el PMMA, pero desafortunadamente con

mala calidad óptica y una baja estabilidad dimensional, , posteriormente en

1974 se volvería a presentar este material por parte de Norman Stahl , Leon

Reich y Edgard Ivani con mejoras en la parte óptica (alto índice de refracción),

pero nuevamente el material absorbía agua, de tal modo que cambiaba las

curvaturas de las lentes mientras se encontraban sobre la córnea.

Las lentes fabricadas con este material fueron introducidas por Danker

Laboratorios como lente Meso; por Soft Lenses, Inc., como lente Cabcurve, y

por Rynco como lente RX-56. Su inestabilidad dimensional no permitió su

comercialización, en la actualidad estas lentes ya no están disponibles.

Desde el punto de vista de la permeabilidad al oxígeno, la SILICONA es el

material de lentes de contacto más deseable. Según Hill 1977, la permeabilidad

al oxígeno de la silicona es tan alta que no existen dudas acerca de que se

transmita suficiente oxígeno a la córnea sin necesidad del mecanismo de

bombeo por parpadeo. El fabricante Dow-Corning empleó muchos años para

desarrollar lentes de SILICONA PURA, introduciendo los modelos Silcon y

Silsoft. Estas lentes disfrutaron sólo de un éxito limitado, principalmente debido

a que el material tenía una pésima humectabilidad. Este problema se palió en

parte mediante un «tratamiento de superficie» utilizado por el fabricante; no

obstante, ello hizo imposible que las lentes pudieran pulirse, por lo que las

superficies se deterioraban en un período de tiempo relativamente breve.

La SILICONA, cuando se combina con METILMETACRILATO, da lugar a

una lente mucho más humectable que la de SILICONA pura y no requiere un

tratamiento de superficie.

24

Además, las lentes pueden volver a pulirse y, por lo tanto, tienen una duración

relativamente larga. La primera lente de ACRILATO de SILICONA que se

introdujo en el mercado, la Polycon de Syntex, pronto fue seguida por

Paraperm, Boston y otras varias. Sin embargo, las lentes de ACRILATO de

SILICONA tendían a cubrirse de secreciones de proteínas procedentes de la

lágrima y, por lo tanto, requerían procedimientos de limpieza más elaborados

que los que se utilizaban para el mantenimiento de las lentes de PMMA.

La silicona como componente de los materiales rígidos permeables, le otorgaba

características de sequedad, adhiriendo depósitos lípidos a la superficie y

creando el deterioro prematuro del material, hecho este, que llevó a la adición

de moléculas de fluor para evitar tales adherencias y dando así paso a los

materiales de ACRILATO DE FLUORO-SILICONA. Ejemplo las lentes

Fluorofem, Fluorocon, Bostón IV y muchas otras fabricadas con este material

fueron desarrolladas e inmediatamente ganaron popularidad.

Estos materiales actualmente han sido modificados en sus estructuras

moleculares como los FLUORPOLIMEROS para dar mejoría a sus

características tales como:

Permeabilidad

Humectabilidad

Dureza

Índice de refracción

Para así poder hacer diseños más delgados que favorezcan la transmisibilidad.

En la actualidad, la contactología cuenta con excelentes materiales y diseños

para que los Contactologos puedan aplicar con ellos todas sus destrezas y

conocimiento en beneficio de los pacientes.

MATERIALES ÓPTICOS PARA LENTES BLANDAS HIDROFILICAS

La lente originariamente descrita por Otto Wichterle y Drashoslav Lin en 1960

estaba fabricada con material plástico en forma de gel estable y transparente y

permeable a los nutrientes y metabolitos y en especial al oxigeno cuyo nombre

químico correspondía a HIDROXIETIL-METACRILATO (PHEMA). La lente

fue fabricada mediante un proceso de centrifugado.

25

La lente Soflens de Bausch & Lomb, que recibió la aprobación de la FDA en

1971, estaba hecha del mismo material y mediante un proceso de centrifugado

similar al de la lente de Wichterle y Lim.

Otros fabricantes de lentes de contacto empezaron a modificar el polímero

HEMA, incluyendo por ejemplo combinada mediante enlaces cruzados con

ETILENGLICOLDIMETACRILATO, N-VINILPIRROLIDONA, bien como

un copolímero o como polímero injerto en la lente, puede aumentarse el

contenido hídrico desde el habitual en el HEMA, que es aproximadamente del

40 %, hasta un 80 % e incluso más.

Es posible fabricar lentes blandas que contengan VINILPIRROLIDONA pero

no HEMA; una de éstas parece ser un copolímero de METILMETACRILATO

y VINILPIRROLIDONA.

Otras lentes blandas no contienen VINILPIRROLIDONA ni HEMA. Es un

copolímero de METILMETACRILATO y GLICERALMETACRILATO y no

contiene HEMA.

Además de hacer cambios en el material de hidrogel, los fabricantes empezaron

a fabricar lentes mediante un proceso de torneado en lugar de centrifugado.

Además de las de Bausch & Lomb, las únicas lentes fabricadas mediante

centrifugado son algunas de las lentes Hydron; muchas de las lentes más nuevas

de Bausch & Lomb son centrifugadas por su cara anterior y torneadas por su

cara posterior.

NOMENCLATURA

Los nombres genéricos son nombres sin propietarios, asignados por el Consejo

United States Adopted Names USAN emplea la desinencia filcon para

identificar todos los materiales ópticos empleados para fabricar lentes de

contacto blandas, con excepción del material empleado para las lentes de

Bausch & Lomb y de Hydron, denominado plymacon.

GRUPOS DE MATERIALES SEGÚN LA FDA

Cuando las lentes de contacto de uso prolongado (que requieren altos niveles de

transmisión de oxígeno) ganaron popularidad entre finales de la década de 1970

y la década de 1980, los fabricantes compitieron entre sí por producir materiales

de elevado contenido hídrico. Dependiendo del material empleado para

aumentar el contenido hídrico, algunas de las lentes de alto contenido hídrico

tienen características de superficies no iónicas (como es el caso del HEMA

26

estándar, que tiene un contenido hídrico del 38 %) mientras que otras tienen su-

perficies iónicas. Los polímeros no iónicos contienen alcoholes y amidas, que

no llevan cargas eléctricas. En estos polímeros el agua consiste en una

combinación de agua ligada, con enlace de hidrógeno y libre en matrices vacías.

Los polímeros iónicos contienen ácido carboxílico y/u otros ácidos que están

cargados negativamente, lo cual hace que la malla del polímero se expanda (que

se mantenga en el agua). La presencia de iones cargados tiende a causar

interacción entre el polímero y el ambiente ocular (lágrimas, córnea y

conjuntiva). Las lentes fabricadas con polímeros iónicos absorben las secrecio-

nes oculares existentes en la lágrima, como lisozima, albúmina y otras

proteínas.

La FDA ha clasificado los materiales de lentes de contacto blandas en cuatro

grupos dependiendo del contenido hídrico y de la naturaleza no iónica o iónica

del material óptico. Los cuatro grupos son los siguientes:

Grupo 1< 50 % de agua; no iónico

Grupo 2> 50 % de agua; no iónico

Grupo 3< 50 % de agua; iónico

Grupo 4> 50 % de agua; iónico

La mayoría de los materiales de lentes de contacto programados para uso diario

pertenecen al grupo 1 o al grupo 3, es decir, con bajo contenido hídrico,

mientras que la mayoría de las lentes diseñadas para uso prolongado pertenecen

a los materiales ópticos del grupo 2 o del grupo 4, que tienen un contenido de

agua elevado.

PROCESO DE FABRICACIÓN DE LENTES BLANDAS

CENTRIFUGADO.

Este proceso fue el origen de las primeras lentes de contacto blandas hidrófilas.

En él, el polímero en estado no sólido se inyecta a un molde cóncavo, que gira

alrededor de su eje vertical dando lugar a un fuerza de centrifugación

determinada y, junto al tipo de material inyectado, da lugar a la forma deseada

en el momento en que se produzca la polimerización del material por medio de

la acción de rayos UV. La forma, y con ello la potencia de la lente, se consigue

por la forma del molde, la cantidad de material inyectado y la velocidad de

rotación, que provoca una fuerza centrifuga determinada. Ello da lugar a una

27

cara posterior de la lente de diseño esférico. Posteriormente, la lente se hidrata

y se extrae del molde.

Este proceso crea lentes de gran reproducibilidad de bordes finos con un coste

de fabricación bajo. Sin embargo, no se consigue una calidad óptica y hay poca

variedad de parámetros.

TORNEADO

A partir de un botón cilíndrico del material se tallan en sus superficies, por

medio de un pequeño torno, las curvas previstas para conseguir la potencia, el

diámetro y las formas necesarias para adaptarse a la córnea del paciente.

Posteriormente se hace un pulido de las superficies para mejorar su morfología

u se terminan en los bordes de la lente. Esta técnica de fabricación consigue una

mayor precisión y calidad de acabado de sus superficies, pero en cambio es la

técnica más costosa de las que vamos a describir. Con esta técnica se diseñan

las lentes rígidas y la blandas en estado no hidratado, hidratándose tras el corte

de sus superficies: Esta hidratación puede dar lugar a una menor

reproducibilidad.

POLIMERIZACIÓN POR MOLDEO

En esta técnica de fabricación de lentes de contacto, el polímero se inyecta en

estado no solidó en un molde cóncavo que diseñara la superficie anterior de la

lente y sobre la que va presionar un molde convexo, que determinará la

superficie cóncava o posterior de la lente, hasta su polimerización: Se diseñara

la lente deseada en función de los parámetros de las superficies de los moldes y

del material inyectado. Este método presenta una buena reproducibilidad,

aunque no están buena calidad de sus superficies como en el torneado; pero a

diferencia de este ultimo método, su coste de fabricación es menor.

CENTRIFUGADO Y TORNEADO

Los tres métodos se combinan a veces de forma que podemos obtener lentes de

cara anterior centrifugada y posterior torneada.

PROPIEDADES DE LOS MATERIALES

Entre las propiedades de los materiales con los que se diseñan las lentes de

contacto de intereses para la toma de decisiones del adaptador tenemos:

28

1. Permeabilidad.

2. Resistencia mecánica.

3. Transparencia e índice de refracción.

4. Hidratación.

5. Humectabilidad.

6. Resistencia a la adherencia de depósitos.

PERMEABILIDAD Entre las propiedades de los lentes de contacto, una de las más importantes es

su permeabilidad a los gases, principalmente oxígeno (O2) y anhídrido

carbónico (CO2).

El oxígeno es necesario para el metabolismo de todas las células corneales. La

córnea recibe el oxígeno principalmente de la atmósfera cuando los párpados

están abiertos, y de la circulación sanguínea en la conjuntiva palpebral cuando

los párpados están cerrados.

El anhídrido carbónico es un producto del metabolismo celular que, en parte, se

transfiere a través de la lágrima hacia la atmósfera. En general los polímeros

que se utilizan para la fabricación de lentes de contacto son más permeables al

CO2 que al Oxígeno, por ello las lentes de contacto se han caracterizado casi

exclusivamente por su permeabilidad al oxígeno. Si la transmisión de oxígeno a

la córnea a través de un lente de contacto es adecuada, también lo será la

transmisión del CO2 del lente hacia la atmósfera.

Como describe Refojo (1979), para que un gas pase a través de una lente de

contacto, debe disolverse en una de las superficies de la lente y luego

desplazarse, o difundirse, en forma de moléculas sencillas de gas a través de la

lente para ser liberado en la superficie opuesta.

Por lo tanto la permeabilidad (P) es el producto del coeficiente de difusión (D)

por el coeficiente de solubilidad (k) del gas para el material de la lente, es decir:

P = D k

D es el coeficiente de difusión (en cm2/ seg) que representa la

cantidad de oxígeno que pasa a través de la unidad de área del

material en una dirección dada, en un segundo.

29

k es el coeficiente de solubilidad del oxígeno en el material (en

cm3 (STP) / cm3 x mmHg), que representa los cm3 de oxígeno

que se disuelven en un cm3 del material a 760 mmHg de presión.

Mientras que la permeabilidad es una propiedad del material con que se fabrica

la lente, la transmisibilidad depende tanto de la permeabilidad como del espesor

(e o l) de la lente:

e

Dk

Espesor

dadPermeabiliilidadTransmisib

De aquí que el coeficiente de permeabilidad al oxígeno de los materiales usados

en la fabricación de lentes de contacto se exprese convencionalmente por el

símbolo Dk en las unidades cm3 x cm2/ cm3 x seg x mmHg.

Para simplificar las anteriores unidades del Dk se expresa también en “barrers”.

El Dk, o coeficiente de permeabilidad del oxígeno en el material es una

constante característica del material sólo en condiciones específicas de su

determinación. En materiales diferentes la magnitud de sus Dk a un gas u otro

puede depender de la difusión del gas en el material (D) o de su solubilidad del

gas en el material (k). Así , por ejemplo, el Dk del CO2 en los lentes de

hidrogel convencionales, es unas diez veces mayor que el Dk del oxígeno en los

mismos materiales, a pesar de que la difusión (D) de ambos gases en el agua es

similar. La razón de la mayor permeabilidad de los hidrogeles a un gas que al

otro se debe a que la solubilidad (k) del CO2 es la fase acuosa del hidrogel, por

la que pasan los gases, es diez veces mayor que la solubilidad del oxígeno.

(Volumen de oxígeno, en ml) x (espesor, en cm)

Dk = ------------------------------------------------------------------------------------ (Superficie, en cm2) x (tiempo, en seg.) x (diferencia de presiones, en mm Hg.)

Mientras que el Dk es un coeficiente característico de los materiales de lentes

de contacto, el coeficiente de transmisibilidad de oxígeno (Dk/L o Dk/t) es un

coeficiente característico de cada lente con un espesor L o t (en cm.) para el

material de permeabilidad Dk. Dk/L o Dk/e es una constante para una lente

dada, solamente en las condiciones de su determinación. Como los lentes de

30

contacto de uso ordinario en la corrección de las ametropías no tienen un

espesor uniforme, el espesor del lente suele expresarse como un espesor central

o como espesor promedio entre varias determinaciones en lugares entre el borde

y el centro del lente. Dependiendo de dónde se mida el espesor, la

transmisibilidad variará, aun cuando las condiciones de la determinación se

mantengan constantes. También se emplean la unidad barrers/cm para

determinar la transmisibilidad de un material.

La mayoría de las lentes RPG están diseñadas sólo para uso diario y, por lo

tanto, tienen valores Dk relativamente bajos, aunque las lentes programadas

para uso prolongado (también conocidas como de uso continuado) tienen

valores Dk mucho más altos. Por ejemplo, la lente de uso diario Polycon tiene

un Dk muy bajo, de 12 unidades, y la lente, que ha sido aprobada por la FDA

para su uso prolongado durante 7 días, tiene un Dk muy alto, de 151 unidades

RESISTENCIA MECÁNICA

El comportamiento mecánico de los materiales que se utilizan en el diseño de

las lentes de contacto es una propiedad importante que, como hemos visto

anteriormente, nos permite clasificarlas en rígidas y blandas. Estas propiedades

mecánicas están producidas por su grado de elasticidad, flexibilidad y por su

resistencia a la abrasión o a la rotura. Un lente de contacto blanda es capaz de

deformarse de forma reversible hasta un valor que define el material con que

esta fabricada; a partir de este valor se produce la rotura de la misma. Una lente

de contacto rígida tiene un grado de flexibilidad determinado. Una lente rígida

permeable a los gases es más flexible que una lente de PMMA. Lógicamente, a

mayor resistencia a la abrasión o rotura, mayor duración de la lente de contacto.

TRANSPARENCIA E ÍNDICE DE REFRACCIÓN

Las propiedades ópticas de las lentes de contacto dependen de la transparencia

y el índice de refracción. Lógicamente, un material debe tener una alta

transparencia que permita una percepción clara a través de él, esta transparencia

se mide en función del porcentaje de luz que atraviesa la lente del total que

llega a su superficie anterior. Los materiales usados normalmente en el diseño

de las lentes de contacto presentan una transparencia mayor del 90,00 % del

espectro visible, excepto las lentes tintadas que pueden tener un porcentaje

menor. Actualmente, algunas lentes de contacto incorporan filtros para la

absorción de ciertas partes del espectro ultravioleta. El índice de refracción es

una propiedad de cada material, y es importante para determinar la geometría

de la lente para conseguir un determinante poder refractivo. En los materiales

hidrófilos, este índice depende de su hidratación; a mayor hidratación, menor

31

índice de refracción. La mayor parte de los materiales utilizados en el diseño de

las lentes de contacto presentan un índice de refracción entre 1,35 y 1,49.

HIDRATACIÓN

El porcentaje de hidratación es la cantidad de agua que puede absorber un

material dado. Esta depende de la temperatura, pH y presión osmótica. En

función de esta hidratación, hablemos de lentes de contacto blandas de baja

hidratación, hasta el 50 % de agua en su composición, y de alta hidratación,

mayor del 50% de agua. A mayor hidratación, mayor Dk/L, pero mayor

fragilidad, por ello se diseñan con espesores mayores que disminuyen a su vez

el Dk/L.

HUMECTABILIDAD

La humectabilidad nos indica la compatibilidad del material con el agua. Se

valora a través del ángulo de contacto. Cuanto más pequeño es este ángulo,

mayor es la humectabilidad del material. Una humectabilidad baja dará lugar a

la aparición rápida de zonas secas sobre la superficie de la lente, lo cual

favorecerá los depósitos y con ello la disminución del bienestar. Las lentes

blandas presentan una mejor humectabilidad, que variara con su uso. La

humectabilidad de las lentes rígidas permeables o no a los gases dependerá del

material, pero podrá variar en función del estado de la superficie de la lente de

contacto y por la acción de los productos de mantenimiento de las mismas.

RESISTENCIA A LA ADHERENCIA DE DEPÓSITOS

La resistencia que opondrá la lente de contacto en menor o mayor grado a la

adherencia de depósitos en su superficie dependerá del tipo de material con que

esta fabricada en los lentes. En las lentes blandas depende de si este material es

iónico o no y de su hidratación.

LA NUEVA GENERACIÓN DE MATERIALES BLANDOS

Fue solo hasta finales de 1998 que aparecieron los resultados de tan largos

estudios, una nueva generación de materiales para lentes de contacto había sido

posible al lograr acoplar la parte hidrofilica del hidrogel con la parte

hidrofobica de la silicona, dando creación al «hidrogel de silicona», material

que aprovecha la parte blanda del hidrogel convencional para adicionarle la

propiedad de gran permeabilidad a los gases (oxigeno y dióxido de carbono),

llegando a ser hasta 6 veces mas permeable que los materiales blandos

conocidos hasta el momento:

32

«Night and Day» de Ciba Vision (1999)

«Pure Vision» de Bauch and Lomb (1999)

«Acuvue Advance» y «Oasys» de Johnson and Jonson (2002-2004)

«Biofinity» de Cooper Vision (2006).

La búsqueda por encontrar el lente «perfecto» será permanente, en la actualidad

se trabaja en mejorar los diseños de los lentes para presbicia y se avanza en

mejores productos para la corrección del astigmatismo o lentes tóricos, el

desarrollo de estos diseños en los nuevos materiales permitirá adaptaciones mas

seguras y pacientes mas contentos, todos los fabricantes ponen sus mejores

esfuerzos para lograr tan anhelada meta.

33

Capítulo 4

DISEÑO Y GEOMETRIA DE LAS

LENTES DE CONTACTO

Cuando estemos ante un paciente a quien hay que adaptar una lente de contacto,

normalmente sólo pensamos en una serié de parámetros necesarios, para

solicitar al laboratorio fabricante de la lente que consideramos indicada para

este ojo.

Los parámetros más frecuentes son: el radio de la curva base, el diámetro y la

potencia de lente que hemos ensayado de un tipo, fabricada con un determinado

material y diseño que integra nuestra caja de pruebas o ensayos.

Pero en una lente de contacto podemos encontrar una serie más extensa de

parámetros que se utilizan al momento del diseño de las lentes de contacto

sobre un material determinado.

No obstante cuando solicitemos, con solo los parámetros antes indicados, una

lente de contacto al laboratorio éste ya incorpora de forma estándar, según el

tipo de lente, el resto de parámetros que de una u otra forma caracterizan el

diseño del tipo de lente pedida.

Así podemos solicitar el laboratorio variaciones o especificaciones

determinadas de ciertos parámetros para obtener una mejor adaptación al caso.

34

PARÁMETROS DE LAS LENTES DE CONTACTO

En una lente de contacto vamos a distinguir: la superficie anterior (radio de cara

anterior), la superficie posterior o en contacto con la córnea-conjuntiva (radio

de cara posterior) y la unión de ambas en los bordes de la lente (fig.3).

Fig. 3. lente de contacto: superficies borde y diametro

Vamos a definir en general los parámetros de las lentes de contacto que

conforman su morfología (fig.4)

CURVA BASE.

Con este término nos referimos a la curvatura central de la superficie posterior

de la lente de contacto. Esta puede ser esférica, asférica o tórica. Es uno de los

parámetros más importantes de las lentes de contacto, ya que se diseña en

función de la morfología de la cara anterior de la córnea y de la evaluación

clínica realizada por el adaptador. Cuando existe una buena relación entre la

curva base y la superficie anterior de la córnea, existe una atracción de tipo

capilar entre ambas y la lente se posiciona correctamente. Esta curva se mide en

milímetros de radio (r°) o en dioptrías.

DIÁMETRO DE LA LENTE.

Este parámetro es otro de los fundamentales a la hora de la adaptación de las

lentes de contacto. Es la mayor distancia en milímetros medida de borde a

borde de la lente. Varía desde los pequeños diámetros de las lentes rígidas no

35

permeables a los gases, hasta los mayores diámetros de las lentes de contacto

blandas hidrofílicas.

POTENCIA DE LA LENTE.

Se refiere al poder refractivo de la lente de contacto medida en el aire. Se mide

en dioptrías. Este depende del índice de refracción del material que integra la

lente y de la geometría de las caras anterior y posterior en la zona central, zona

óptica, de la misma.

DIÁMETROS DE LA ZONA ÓPTICA POSTERIOR Y RADIOS DE LAS

BANDAS

En su forma más simple, la superficie posterior de una lente de contacto rígida

normalmente tiene tres curvas, como se muestra en la figura 4: el radio de cur-

vatura de la zona óptica posterior (curva base), el radio de curvatura de la

primera banda (curva secundaria), y el radio de curvatura de la segunda banda

(radio de curvatura de la curva periférica).

El radio de curvatura de la primera banda suele ser 1 mm más plano que el

radio de curvatura de la zona óptica posterior de la lente, y el diámetro de la

zona óptica posterior (definido como el diámetro de la parte de la superficie

posterior ocupada por la curva base) es normalmente 1,5 mm más pequeño que

el diámetro total.

El radio de curvatura de la segunda banda suele ser muy plano (del orden de los

12 mm) y no está necesariamente relacionado con el radio de curvatura de la

zona óptica posterior o de la primera banda; el ancho de la segunda banda

generalmente no es mayor de 0,30 mm.

La lente de 9,5 mm de diámetro está diseñada para ser adaptada más abierta

que la lectura queratométrica más plana, de forma que el borde superior de

la lente se desliza por debajo del párpado superior y la lente se retrasa hacia

abajo después de cada parpadeo.

La lente de 9 mm de diámetro está diseñada para una adaptación paralela a la

superficie corneal anterior sobre K.

La lente de 8,5 mm está diseñada para una adaptación interpalpebral

adaptación más cerrada que K.

36

Algunas de las lentes con una superficie posterior asférica en lugar de

multicurva están disponibles en diámetros de hasta 10,5 mm, mientras que las

lentes que se diseñan para queratoconos, están disponibles en diámetros de sólo

8 mm. Sin embargo, los diámetros más habitualmente empleados están en

un rango que va desde 8,7 hasta 9,3 mm.

En cuanto a los radios de la zona óptica posterior, si consideramos que la

potencia refractante de la córnea humana varía desde 39 hasta 47 D, el rango

requerido de los radios de la zona óptica posterior de la lente (para la

adaptación paralela) va aproximadamente desde 7,20 hasta 9,7 mm.

Mientras que los radios de curvatura de la zona óptica posterior de las lentes rí-

gidas están disponibles en pasos de 0,5 mm = 0,25 D, las lentes blandas están

disponibles en pasos de radios de curvatura de zona óptica posterior no menores

de 0,10; 0,20, e incluso 0,30 mm. Algunos de los nuevos diseños de lentes

blandas más delgadas están disponibles sólo en un único radio de curvatura de

zona óptica posterior.

Fig. 4. Diseño de lentes de contacto rígidas: a) superficie anterior y b) superficie posterior.

CURVAS PERIFÉRICAS DE LA CARA ANTERIOR

Como se muestra en la figura 4, a veces una lente rígida no solamente puede

tener una curva periférica posterior sino también una curva periférica anterior.

Dicha curva (a veces denominada bisel o entrada de párpados) es necesaria en

lentes negativas altas con objeto de reducir el espesor del borde, o en lentes

37

positivas altas para aumentar el espesor del borde (esto es, para conseguir que la

lente se adapte más como una lente negativa).

FORMAS DE DISEÑO DE LAS LENTES DE CONTACTO

Encontramos fundamentalmente dos tipos de diseño:

– Sencillo

– Lenticular

El diseño sencillo presenta una única curva en la superficie anterior una curva

en la superficie una curva central con fines ópticos y otra periférica, bisel

anterior, transportador o vehiculizador (carrier), con el fin de disminuir el

grosor en la periférica de la lente. El diseño sencillo se utiliza normalmente en

lentes con potencias bajas, y el lenticular, en potencias más altas.

Diseño Lenticular

38

Para estabilizar la posición de la lente en casos como las lentes tóricas,

encontramos una serie de diseños:

– Truncado

– Balastro prismático

– Estabilización dinámica

– Superficie posterior tórica

En la práctica diaria encontramos combinaciones de dos diseños, por ejemplo,

el truncado con balastro prismático. El truncado consiste en que en la zona

inferior de las lentes se recorta un sector para conseguir una forma menos

curva para que su apoyo en el borde superior del parpado inferior estabilice la

lente no permitiendo su giro en cada parpadeo. El balastro prismático incorpora

a la que deseamos sea la parte inferior de la lente, una morfología prismática

para que tenga un peso mayor y para que, por la acción de la gravedad, tenga

siempre la tendencia a quedar en esa posición inferior tras cada parpadeo.

Fig. 5 Diseños de lentes para eliminar la rotación: a) truncado y b) lastre prismático

La estabilización dinámica se consigue por el adelgazamiento de la lente en lo

que deseamos sea su zona superior e inferior, para que la presión del parpado la

mantenga en esa posición tras cada parpadeo la mantenga en esa posición tras

cada parpadeo.

La estabilización por una superficie tórica posterior depende de si encontramos

una superficie corneal anterior tórica que permita que el diseño de la lente se

acople a ella para no girar tras cada parpadeo.

39

MARCAS.

En algunas lentes podemos encontrar inscritas una serie de marcas o símbolos

con el fin de indicar su posición en las lentes tóricas o las características de la

lente: tipo, fabricante, potencia, radio, etc.

Fig. 6. Métodos para identificar el meridiano base-ápex de una lente de contacto blanda A)

punto a las 6 h; b) marcas con láser en la parte inferior de la lente; c) líneas horizontales en el

meridiano de 180ª, y d) truncado perpendicular al meridiano base-ápex.

Otra serie de diseños específicos los podemos ver en las lentes multifocales

para compensar la visión en aquellos, pacientes que presentan presbicia. Con

ellas debemos conseguir una corrección para la visión de lejos y otra para la

visión de cerca. Los sistemas utilizados para conseguir estas correcciones son:

– Visión alternante:

Diseño segmentado

Diseño concéntrico

– Visión simultanea:

Diseño esférico

Diseño concéntrico

Diseño difractivo

En los diseños de visión alternante, el usuario usa distintas zonas de la lente de

contacto para la visión de cerca. En el caso de los diseños segmentados, la lente

de contacto presenta dos zonas, una para cerca y otra para lejos, y añaden algún

sistema de estabilización, truncado o balastro prismático, para mantener la

lente en la posición deseada. En el caso de los diseños concéntricos, la lente

presenta una zona central para la visión de cerca o lejos y una zona periférica

anular para lejos o cerca, según sea central que usan según necesidad. En el

diseño de visión simultánea, el usuario está continuamente recibiendo dos

40

imágenes sobre la retina, la de la visión de cerca y la de la visión lejos y

selecciona en cada momento la que le interesa y suprime las demás. En la

visión de lejos, la imagen se forma sobre la retina y en la de cerca anteriormente

a ella y se ve de forma borrosa, y es esta la que se descarta. En la visión de

cerca, la lente forma su imagen de la visión de cerca sobre la retina y la de lejos

detrás de ella, viéndose de forma borrosa; en este caso, la imagen borrosa es la

que se descarta. En las lentes de visión simultanea y diseño asférico, la

superficie asférica puede estar en la superficie anterior o posterior. En las lentes

de visión simultanea y diseño difractivo se utiliza un múltiple prisma difractivo

de Fresnel, que da lugar a imágenes de la visión de lejos y de cerca

simultáneamente sobre la mácula

41

Capítulo 5

ÓPTICA DE LOS LENTES DE

CONTACTO

La óptica de las lentes de contacto emplea los mismos principios básicos que la

óptica de lentes oftálmicas. La luz procedente de cualquier fuente energética

diverge y no convergerá o no ser que utilice un sistema óptico que haga

converger a la luz.

POTENCIA DIOPTRICA DE UN LENTE DE CONTACTO

La potencia refractante de una superficie de lente de contacto expresada en

dioptrias, se calcula dividiendo el valor del radio de curvatura de aquella

superficie (r), expresado en metros, por el valor de la diferencia entre el índice

de refracción del medio por el que incide la luz ( n´), que es la lente de

contacto, y el índice de refracción del medio por el que emerge la luz, que es el

aire :

r

nnF

Potencia de la superficie anterior o frontal (F1)

11

r

nnF

42

Potencia de la superficie posterior (F2)

22

r

nnF

Potencia total de la lente de contacto (FT)

21T FFF

Puede considerarse que una lente es delgada cuando sus radios de curvatura son

grandes en comparación con su espesor.

PODER DE VERTICE POSTERIOR DE UN LENTE DE CONTACTO

El PVP de un lente de contacto puede ser calculado por la formula de las lentes

gruesas o por la formula de Bennett.

Formula de las lentes gruesas.

PVP = F1+ F2 –e/n (F1x F2)

1-e/n (F1)

La necesidad de utilizar esta fórmula puede demostrarse considerando una lente

cuyas superficies frontal y posterior tienen la misma potencia pero de diferente

signo.

Donde:

F1 = Poder dióptrico de la superficie anterior

F2 = Poder dióptrico de la superficie posterior

t = Espesor central del lente de contacto

n = Índice de refracción del lente de contacto

(n = 1.49 para PMMA)

43

POTENCIA EFECTIVA O CÁLCULO DE LA REFRACCION OCULAR

Como se describió en óptica oftálmica, cuando se mueve una lente

compensadora desde el plano de las gafas hacia o desde el ojo, la potencia

requerida de la lente cambia. Como se muestra en la figura 7, cuando una lente

se desplaza desde el plano de las gafas hasta la córnea, la potencia de una lente

negativa debe aumentarse para que los rayos paralelos de luz sean refractados

de tal forma que los rayos luminosos diverjan desde el punto remoto (miopía) o

converjan hacia el punto remoto (hipermetropía).

Fig. 7 En un ojo miope (a), una lente de contacto tiene una longitud focal imagen más grande

(y por tanto menor potencia) que una lente en gafas para el mismo ojo. En un ojo hipermétrope

(b), una lente de contacto tiene una longitud focal imagen más corta (y por tanto una potencia

más grande) que una lente en gafas para el mismo ojo.

Si se conoce la potencia de la lente requerida en gafas, la potencia de la lente de

contacto para compensar el mismo ojo puede determinarse mediante la fórmula

de la potencia efectiva o calculo de la refracción ocular:

G

GLC

dF

FF

1

En la fórmula anterior, GF es la potencia de la lente en gafas, LGF es la

potencia de la lente de contacto y d es la distancia de vértice expresada en

metros.

44

La refracción ocular se refiere al poder de vértice posterior de un lente en la

superficie corneal. La relación entre la refracción en anteojo y la refracción

ocular dependerá de la distancia de vértice posterior de la refracción en anteojos

Para propósitos prácticos la diferencia entre la refracción en anteojos y lentes de

contacto solo será significativa cuando sea mayor o igual a ±4,00D.

Por ejemplo la refracción de un potencial usuario de lentes de contacto,

realizada a una distancia de vértice 12 mm, es de -4,50 D, la potencia de la lente

de contacto requerida será de -4,27 D:

DFLC 27,5)50,4(012,01

50,4

Si suponemos que la refracción, nuevamente realizada a la distancia de vértice

de 12 mm, es de +4,50 D, la potencia de la lente de contacto requerida será de

+4,76 D:

DFLC 76,4)50,4(012,01

50,4

Puede observarse en estos ejemplos que la refracción negativa siempre

disminuirá al ser llevada al plano corneal, así como la refracción positiva en

anteojos siempre aumenta al ser llevada al plano de la cornea.

Aplicación de Refraccion Ocular de un astigmatismo miópico compuesto.

-5,50 Esf – 2,50 Cil 180º -5,25 Esf – 2,00 Cil 180º

-8,00 -7,25

-5,50 -5,25

Refracción Plano Gafas Refracción Plano Corneal

45

+5,50 Esf -2,50 Cil 180º +6,00 Esf -3,00 Cil 180º

+3,00 +3,00

+5,50 +6,00

Refracción Plano Gafas Refracción Plano Corneal

Aplicación de Refracción Ocular de un astigmatismo hipermetrópico compuesto.

REFRACCIÓN POR LA PELÍCULA LAGRIMAL O LENTE FLUIDA

Se suele pensar que la refracción tiene lugar en el plano de la córnea (medida

con el queratómetro) cuando en realidad tiene lugar en la interfase entre el aire

y la película lagrimal. Cuando se coloca una lente de contacto sobre la córnea, a

menudo la lente alterará la curvatura de la interfase aire-película lagrimal

(descrita más adelante en este capítulo) pero no es previsible que altere la

refracción que tiene lugar en la interfase película lagrimal-córnea.

Debe considerarse que la refracción tiene lugar entre el aire y la película

lagrimal para una córnea típica, suponiendo un radio de curvatura de la película

lagrimal de 8 mm y un índice de refracción de 1,336:

DF 42008,0

336,0

Dado que el queratómetro está calibrado para un índice de refracción de 1,3375

(en lugar del índice de refracción real de la córnea, que es de 1,376), el valor

queratométrico resultante será de 42,19 D:

46

D19,42008,0

3375,0

Es decir, 0,19 D más que la potencia refractante real de la película lagrimal, lo

que constituye un error de solamente el 0,45 %.

¿Qué ocurre con la refracción que tiene lugar en la interfase película lagrimal-

córnea? Si suponemos que la película lagrimal es infinitamente delgada, la

refracción en la interfase película lagrimal-córnea será de 5 D:

D5008,0

336,1375,1

La refracción total (aire-lágrima-córnea) es, por consiguiente, 42 D más 5 D, es

decir, 47 D, en lugar de las 42,19 D determinadas con el queratómetro.

Consideremos ahora el efecto de una lente de contacto sobre la curvatura de la

película lagrimal, primero para una película lagrimal esférica y luego para una

película lagrimal tonca.

LENTE LAGRIMAL O FLUIDO LAGRIMAL ESFÉRICA.

Si la película lagrimal es esférica (como se obtiene con el queratómetro) y si

una lente de contacto es lo suficientemente rígida para mantener su curvatura

mientras se encuentra sobre el ojo, la curvatura de la película lagrimal:

a) No cambiará si el radio de curvatura de la superficie posterior de la

lente es el mismo que el de la película lagrimal (fig. 8a);

b) Se cerrará si el radio de curvatura de la superficie posterior de la lente

es más cerrado que el de la película lagrimal (fig. 8b),

c) Se aplanará si el radio de curvatura de la superficie posterior de la

lente es más plano que el de la película lagrimal (fig. 8c).

47

¿Qué efecto tiene el hecho de aplanar o cerrar la película lagrimal sobre la

potencia de una lente de contacto destinada a corregir el defecto refractivo

del ojo?

Refiriéndonos a las figuras 8b y 8c, es obvio que, cuando se cierra la curvatura

de la película lagrimal, el ojo se vuelve más miope y que, cuando se aplana

dicha curvatura, el ojo se vuelve más hipermétrope.

Fig. 8 Efectos de la superficie posterior de una lente de contacto (curva base) sobre la película

lagrimal: a) superficie posterior paralela a la película lagrimal b), superficie posterior más cerrada que la película lagrimal. c) superficie posterior más plana que la película lagrimal

Con el ejemplo siguiente se demuestra en qué medida esto ocurre.

Considérese una película lagrimal esférica con un radio de curvatura de 7,90

mm.

Se adapta primero con una lente de contacto que tiene un radio de curvatura

base de 7,90 mm (42,75 D),

Luego con una lente que tiene un radio de curvatura base de 7,80 mm (43,25

D),

48

¿Cuál será la potencia de la lente requerida si el defecto refractivo en el plano

corneal es de 4 D de miopía?

D53,420079,0

336,0

Mientras se utiliza la lente de contacto de radio de curvatura base de 7,80 mm,

el valor de la refracción será de 43,08 D:

D08,430078,0

336,0

La lente más cerrada dará un aumento de 0,55 D en la miopía del ojo (esto es,

43,08-42,53), lo que significa que la potencia de la lente correctora debe

aumentarse desde -4.00 D hasta -4,50 D.

Este ejemplo ilustra la siguiente regla empírica. Si se especifica la curva base de

una lente de contacto como más cerrada o más plana que la curvatura corneal

(esto es, la curvatura de la película lagrimal), la potencia de la lente debe

especificarse 0,50 D más negativa por cada 0,10 mm (0,50 D) que se cierre la

lente, o 0,5 D más positiva por cada 0,10 mm que se aplane la lente con res-

pecto a la curvatura de la película lagrimal.

49

Fig. 9. Efecto de un cambio de la curvatura de la película lagrimal sobre la refracción. Cuando

la superficie posterior de la lente es más cerrada que le película lagrimal, la curvatura de ésta

se cierra, haciendo que el ojo sea más miope y requiriendo una lente de contacto de mayor

potencia.

50

PELÍCULA LAGRIMAL TORICA.

¿Qué ocurre si, sobre una córnea tórica, se coloca una lente de contacto con una

curvatura base esférica? Considérese una película lagrimal con una potencia

refractante de 44.00 D medida con el queratómetro en el meridiano horizontal y

de 46.00 D en el meridiano vertical (siendo 7,65 y 7,35 mm los radios de

curvatura de la película lagrimal).

Si se adapta una lente de contacto rígida con una superficie posterior esférica

de 7.65 RZOP.

¿Cuál sería el efecto sobre el astigmatismo corneal?

Queratometria: 7,65(44,00) x 180° / 7,35(46,00) x 90º

Astigmatismo corneal: 2,00 DP

Lente RPG: RSOP. 7,65

Potencia Horizontal -2,00 DP

Potencia Vertical -2,00 DP

Potencia Menisco Lagrimal o Lente Fluida:

r

nnF

Potencia Horizontal:

Fant = (1,336-1) / 7,65 x 10-3

= +44,00 DP

Fpost= (1-1,336) / 7,65 x 10-3

= -44,00 DP

Ftotal= Fant + Fpost = 44+ (-44) = 0,00DP

(Lamina planoparalela)

Potencia Vertical:

Fant= (1,336-1)/7, 65x10-3

= 44,00Dp

Fpost= (1-1,336)/ 7, 35x10-3= -44, 75 DP

F total = F ant + F post = 44+ (-45, 75) = -1, 75 DP a 180º

51

Lente Fluida: 0, 00 Esf – 1, 75 Cil 180º

Esta última afirmación debería rectificarse para señalar que todo el

astigmatismo corneal medido con el queratómetro ha sido eliminado, ya que el

astigmatismo en la interfase lágrima-córnea es de -1.75 Cil.

En resumen, siempre que la lente de contacto rígida mantenga su curvatura

esférica mientras esté sobre la córnea, la superficie de la película lagrimal ya no

será tórica pero tendrá el mismo radio de curvatura que la superficie posterior

de la lente de contacto. Por lo tanto, el astigmatismo corneal que se mide con el

queratómetro será eliminado.

ASTIGMATISMO INTERNO

Dado que una lente de contacto rígida con una superficie posterior esférica

elimina el astigmatismo corneal, sólo permanece el astigmatismo interno. Se ha

determinado que el astigmatismo interno tiene un valor medio de -0,50 D X

90°, de forma que es previsible encontrar esta cantidad de astigmatismo sin

corregir cuando un paciente utiliza una lente de contacto con curvatura base

esférica. La cantidad de astigmatismo sin corregir puede determinarse

fácilmente con retinoscopia o refracción subjetiva mientras se está utilizando la

lente de contacto. Si se encuentra que existen 0,75 D o más de astigmatismo sin

corregir, debería considerarse la prescripción de una lente de contacto con

superficie frontal tórica.

Harris y Chu (1972) han demostrado que, cuando una lente de contacto con

espesor central de menos de 0,13 mm se adapta sobre una córnea astigmática

según la regla, la flexión de la lente reduce la cantidad del astigmatismo sin

corregir. En muchos casos esta flexión es suficiente para eliminar o reducir

sustancialmente la potencia cilíndrica que, de no ser así, se encontraría como

producto del astigmatismo residual.

EQUIVALENTE ESFÉRICO

Como optometristas usamos el equivalente esférico para hacer que el círculo de

menor confusión nos quede en la retina. El cálculo del equivalente esférico

puede resumirse de una mera muy simple en dos pasos:

1. Se toma la mitad del cilindro en la Rx, conservando su signo.

52

2. El resultado del paso anterior se le suma algebraicamente a la esfera y el

resultado es el equivalente esférico.

Por ejemplo:

Rx. -2.00 Q -3.00 X 0º ® Equivalente Esférico = -3.50

Rx. +2.00 Q -1.00 X 0º ® Equivalente Esférico = +1.50

53

Capítulo 6

FISIOLOGIA DE LA CORNEA

Actualmente se sabe que la córnea, en cualquier meridiano, puede considerarse

como una superficie asférica, teniendo como tal una porción central esférica.

Sin embargo, para propósitos diagramáticos es conveniente considerar la córnea

como una superficie con una porción óptica central de 4 a 6 mm de diámetro,

un radio de curvatura indicado por las lecturas queratométricas y una porción

periférica cuyo radio de curvatura es aproximadamente 1 mm más plano que el

de la porción central.

En la figura 12 se muestra la córnea; en ella, el centro de curvatura de la

porción periférica está algo excéntrico en lugar de encontrarse sobre el eje

corneal central, de acuerdo con el concepto de la topografía corneal sugerida

por Mandell (1962).

La figura 12b muestra de qué modo se fabrica una curva secundaria o periférica

sobre la superficie posterior de una lente de contacto rígida.

Como señala Brungardt (1962b), una lente de contacto se fabrica de tal manera

que los centros de curvatura de todas las curvas de la superficie posterior se

sitúen a lo largo de la misma línea recta, como se muestra en la figura 12b.

Sin embargo, la córnea periférica se mide de tal forma que los centros de

curvatura no se sitúan a lo largo de la misma línea recta (fig. 12a).

54

Por esta razón, la profundidad sagital (d), como muestra el diagrama, es mayor

para la córnea que para la lente de contacto con la misma cantidad de

aplanamiento periférico.

Fig. 12. Representación esquemática de la superficie corneal, con una zona óptica central y

una zona periférica más plana (a) Representación de la curva base y de la curva de la primera

banda de una lente de contacto (b). Obsérvese que la profundidad sagital (d) de la córnea es

mayor que la de la lente de contacto

55

TOPOGRAFÍA CORNEAL Y DISEÑO DE LENTES DE CONTACTO

Ya desde la introducción de la lente de Tuohy y la microlente, era obvio que el

aplanamiento periférico de la córnea tenía que tomarse en cuenta en el diseño

de lentes de contacto. Se observó que, si estas lentes monocurvas y grandes se

adaptaban paralelas a la zona óptica de la córnea (que se midió con el

queratómetro), la lente se cerraba en la periferia, dando lugar a un edema

corneal grave después de unas pocas horas de uso, debido a la privación de

oxígeno. Esto podría evitarse adaptando la lente por lo menos 3 o 4 D a K, o de

0,60 a 0,80 mm, más plana que la lectura queratométrica central. (En todo el

rango de los radios de curvatura corneal, un cambio de 1 D a K, medido con el

queratómetro, es aproximadamente igual a un cambio de 0,20 mm en el radio

de curvatura. Éste es un útil factor de conversión que debe tenerse en cuenta.)

El movimiento excesivo y la incomodidad resultante de las lentes de contacto

corneales monocurvas y grandes dio lugar al desarrollo de la lente Contorno de

Bier, que tiene una zona óptica central de aproximadamente 6,5 mm de

diámetro y una zona periférica más plana para corresponderse con el

aplanamiento periférico de la córnea.

Todo el desarrollo posterior de los diseños de lentes de PMMA necesariamente

tuvo en consideración el aplanamiento periférico de la córnea. Cuando las

lentes se volvieron más pequeñas y delgadas, fueron diseñadas para adaptarse

algo más apretadas que las lentes de mayor diámetro, a menudo con varias

curvas periféricas, cada una de las cuales era progresivamente más plana para

adaptarse al aplanamiento gradual periférico de la córnea.

Mientras que la curva base de las lentes se especifica en términos de las lecturas

queratométricas centrales, la superficie posterior de la lente también se

especifica en términos de excentricidad; ésta puede ir desde 0,6 (elipse),

pasando por 1 (parábola) hasta 1,1 (hipérbola). Las excentricidades más

habitualmente empleadas van desde 0,65 hasta 1. Con el desarrollo de las lentes

de contacto blandas, a pesar de su extremada flexibilidad, fue necesario

considerar el aplanamiento periférico de la córnea. Cuando en 1970 se introdujo

en Canadá la lente de contacto Naturalens de Griffin, se observó que esta lente

monocurva, grande y relativamente gruesa, tenía que adaptarse varias dioptrías

más plana que la zona óptica de la córnea.

Cuando las lentes blandas torneadas se hicieron más pequeñas y delgadas,

pudieron adaptarse algo más cerrado que las lentes de mayor diámetro, pero

tenían que adaptarse de 2 a 5 D a K (de 0,40 a 1 mm) más planas que la zona

56

central de la córnea. Como se indicó anteriormente, puede pensarse que la

adaptación de una lente blanda debe ser paralela a alguna porción periférica de

la córnea y plegarse sobre el ápex corneal más cerrado.

PELÍCULA LAGRIMAL PRECORNEAL

La película lagrimal precorneal está compuesta de tres capas:

a) una capa interna, la capa mucínica,

b) una capa intermedia, la capa hidrica,

c) una capa superficial, la capa lipídica.

La formación de la película lagrimal ha sido descrita por Jones (1973) en

términos de secretores básicos y secretores reflejos.

Entre los secretores básicos, que no tienen suministro nervioso eferente (fig.

13), se incluyen:

a) las células caliciformes, situadas en la conjuntiva tarsal, y las

glándulas de Manz, localizadas en el anillo circuncorneal de la

conjuntiva limbal; ambas glándulas segregan mucinas, con la función

de transformar la superficie corneal de una hidrofóbica en hidrofílica,

permitiendo así que la película lagrimal se distribuya uniformemente

sobre la superficie corneal.

b) las glándulas de Krause, localizadas principalmente en el fórnix

conjuntival superior, y las glándulas de Wolfring, situadas en el borde

superior de la placa tarsal; ambas glándulas segregan líquido lagrimal,

constituye aproximadamente el 90 % del espesor de la película

precorneal, incluyendo sales, glucosa, enzimas y proteínas.

c) las grandes glándulas de Meibomio, localizadas en las placas

tarsales superior e inferior, las cuales, con la ayuda de las glándulas de

Zeis y Moll (localizadas respectivamente en los bordes palpebrales

superior e inferior y en las raíces de las pestañas), segregan lípidos. La

responsable del retraso de la evaporación de la película lagrimal

57

Fig. 13. Dibujo esquemático que muestra las estructuras de la secreción lagrimal básica y

refleja. La glándula lagrimal es un secretor reflejo y las otras glándulas son secretoras

básicas.

Los secretores reflejos, son las porciones orbital y palpebral de la glándula

lagrimal, que tiene un suministro nervioso parasimpático eferente. Cuando se

cierran los párpados, los secretores básicos son suficientes para suministrar la

película lagrimal precorneal pero, durante las horas de vigilia, los secretores

reflejos funcionan en un grado moderado. El lagrimeo copioso o el llanto

(cuando se utiliza por primera vez una lente de contacto rígida) son debido a la

estimulación de los secretores reflejos.

58

DISTRIBUCIÓN Y ELIMINACIÓN DE LA LÁGRIMA

La distribución y eliminación de las lágrimas ha sido descrita por Maurice

(1973). Según este autor, la película lagrimal tiene un espesor uniforme de 6

(um sobre la superficie corneal, permaneciendo este espesor relativamente

constante entre parpadeos (lo que indica la ausencia de drenaje durante este

período).

Cuando se tiñen las lágrimas con fluoresceína, se observa una línea negra que

se extiende a lo largo de la superficie corneal justo por dentro de los bordes

palpebrales.

La película lagrimal acuosa está casi totalmente ausente a lo largo de estas

líneas negras, lo que indica que la línea negra forma una barrera entre el río

lagrimal marginal (fíg. 14) y la película lagrimal situada dentro de la fisura

palpebral. Maurice señaló que no existe difusión del colorante a través de esta

línea y que el líquido lagrimal segregado recientemente discurre alrededor del

río lagrimal desde arriba hacia abajo, sin pasar sobre la superficie corneal o

conjuntival.

Fig. 14. Ríos lagrimales marginales. El líquido lagrimal recién segregado discurre alrededor

de los ríos lagrimales de arriba hacia abajo sin pasar sobre la superficie corneal ni

conjuntival.

59

Después de revisar algunas teorías sobre la eliminación de la lágrima, Maurice

(1973) propuso los mecanismos siguientes:

1. Cuando tiene lugar un lagrimeo copioso, los canalículos se vacían

inmediatamente después de un parpadeo; sin embargo, después de un

breve período de tiempo se expanden para llenarse de líquido

procedente del río lagrimal. Actúan como conductos a través de los

cuales el saco nasolagnmal puede embeber líquido directamente del río

lagrimal. Cuando se produce un parpadeo, los canalículos comprimen

líquido en el saco, y éste empuja el líquido hacia abajo en el conducto

nasolagrimal.

2. Durante el lagrimeo basal, la mayor parte del líquido lagrimal es

absorbida sobre la mucosa de la conjuntiva y el sistema de drenaje

lagrimal. Durante el sueño, no se produce parpadeo y, por lo tanto, no

existe mecanismo para transportar la secreción lagrimal básica al

sistema de drenaje nasolagnmal. Maurice sugirió que el líquido recién

segregado podía localizarse en el fórnix superior, donde podía ser

absorbido por la mucosa conjuntival.

CAPA MUCÍNÍCA

El papel de la capa mucínica en el mantenimiento de la estabilidad de la

película lagrimal precórneal ha sido comentado por Lemp y Holly (1970). El

epitelio corneal es una superficie relativamente hidrofóbica y, en ausencia de

mucinas, el agua no se distribuye fácilmente sobre ella. La mucina permite que

la lágrima se distribuya sobre la superficie corneal de dos formas:

a) disminuyendo la tensión superficial de la córnea

b) formando una capa absorbida de mucina hidratada que se une

débilmente a la superficie corneal, convirtiéndola así de naturalmente

hidrofóbica en hidrofílica.

Sin embargo, la capa absorbida de mucina es algo tenue y periódicamente debe

reformarse mediante el parpadeo. Por lo tanto, una función importante de los

párpados es volver a formar continuamente la película lagrimal sobre la córnea

con la mucina hidratada.

60

Existen dos situaciones en que la mucina hidratada no es suficientemente

restregada en las porciones de la superficie corneal durante el parpadeo; ambas

pueden conducir a la formación de puntos secos corneales.

Cuando existe pinguécula, esta condición puede evitar que los párpados

restrieguen la mucina hidratada en una porción del área limbal, lo cual conduce

a la formación de un área seca de adelgazamiento corneal, conocida con el

nombre de excavación. Una lente de material óptico PMMA también puede

evitar que los párpados restrieguen la mucina hidratada en una porción del área

limbal de la córnea, provocando asimismo la formación de puntos secos. Éste es

el mecanismo responsable de una alteración denominada tinción 3-9.

TIEMPO DE RUPTURA LAGRIMAL

Si se evita el parpadeo durante un período prolongado de tiempo, la película

lagrimal se rompe, con la formación de puntos secos. Holly (1973) sugiere que,

en presencia de una capa mucínica inadecuada, la evaporación de las lágrimas

que se produce cuando se evita el parpadeo puede permitir que los lípidos de la

capa superficial de la película lagrimal migren hacia la superficie corneal.

Cuando la capa de mucina adsorbida se ha contaminado suficientemente con los

lípidos, se producen la ruptura de la película lagrimal y los puntos secos (fig.

15).

El tiempo de ruptura de la película lagrimal se define como el intervalo entre un

parpadeo completo y el primer punto seco distribuido fortuitamente. Se aplica

fluoresceína a la conjuntiva bulbar mediante una tirita de fluoresceína

humedecida y, después de parpadear varias veces, se pide al paciente que

mantenga los ojos abiertos mirando hacia delante sin parpadear. Con el empleo

del biomicroscopio ocular y un filtro azul cobalto, la película lagrimal es

explorada hasta que aparezca el primer punto seco.

En casos normales, Lemp (1973) observó que la mayoría de los tiempos de

ruptura se situaban dentro del rango de 15 a 34 s y que nunca eran menores de

10 s. Generalmente se considera que un tiempo de ruptura menor de 10 s es un

factor negativo en la selección del paciente para la adaptación de lentes de

contacto, especialmente blandas.

61

Fig. 15. Mecanismos sugeridos para el tiempo de ruptura de la película lagrimal, con la

formación de un punto seco.

Holly y Lemp (1973) observaron que los pacientes con tiempos de ruptura

lagrimal menores de 10 s tienen poblaciones de células caliciformes

anormalmente bajas o inexistentes. La causa más obvia de una población de-

ficiente de células caliciformes es la deficiencia de vitamina A. Aunque esta

condición no es habitual en Norteamérica, debe considerarse una posible causa

de tiempo de ruptura lagrimal corto, especialmente debido a que los puntos

secos corneales pueden constituir un signo incipiente de esta condición.

Otras causas de pérdida de células caliciformes (y, por tanto, de una producción

disminuida de mucinas) son el pénfigo ocular, el síndrome de Stevens-Johnson

(eritema multiforme) y las quemaduras químicas.

Si un candidato para lentes de contacto tiene un tiempo de ruptura lagrimal

menor de 10 s, puede recomendarse que emplee un sustituto de lágrimas

mucomimético, como Adsorbotear (Burton-Parsons) o Tears Naturale (Alcon)

durante 1 o 2 semanas, después de las cuales debe repetirse la prueba del

tiempo de ruptura lagrimal. Si se observa una mejoría en el tiempo de ruptura

lagrimal y el paciente es posteriormente adaptado con lentes de contacto, el

éxito del empleo de éstas puede requerir el uso habitual del sustituto lagrimal

mientras se estén empleando las lentes de contacto.

62

MICROANATOMÍA DE LA CÓRNEA

Aunque normalmente se considera que la córnea tiene cinco capas (fig. 16),

Feldman y Sampson (1970) consideran que la capa mucína de la película

lagrimal pre-corneal pertenece a la córnea y no a la película lagrimal.

Fig. 16. Sección transversal de la córnea.

El epitelio consiste en cinco o seis capas de células epiteliales. La capa más

profunda (germinal) esta formada por células cuboides, mientras que cada una

de las capas siguientes se va aplanando gradualmente hasta alcanzar la capa

exterior, denominada escamosa. La proliferación tiene lugar en la capa basal.

Una célula basal determinada se encontrará a sí misma en una capa cada vez

más superficial hasta que, como célula escamosa, .finalmente sea descamada y

desalojada con la película lagrimal. Hanna y O'Brien (1960) estudiaron el

movimiento de las células del epitelio corneal en animales mediante etiquetado

radiactivo y observaron que las nuevas células básales se desplazaban hacia

63

fuera a un ritmo muy rápido, requiriendo sólo de 3 a 7 días para desplazarse

hacia la superficie y descamarse. Trabajando con el microscopio electrónico,

Jakus (1961) constató que las células epiteliales presentan prolongaciones de

forma dendrítica que se adaptan exactamente a las indentaciones

correspondientes en las células adyacentes. Maurice (1962) describió la

presencia de elementos celulares polimorfos denominados células de

Langerhans, que dan origen a numerosas y delgadas prolongaciones entre las

células epiteliales, formando un sincitio con las fibras nerviosas. Otros autores

han descrito la existencia de células aguijón, las cuales tienen fibrillas

protoplasmá ticas finas que tienden a unir entre sí las células epiteliales.

La existencia de las diversas prolongaciones y fibrillas descritas parece ser la

causa de que las células epiteliales corneales estén más estrechamente adheridas

entre sí que a la capa basal y sean, por consiguiente, capaces de actividad

migratoria o deslizante. Ello queda demostrado en los estadios tempranos de la

curación de una abrasión corneal. En tales casos la curación comienza mediante

un proceso de migración o deslizamiento de células para cubrir el lugar

destruido. El estadio tardío de la curación conlleva la proliferación de nuevas

células epiteliales. Por consiguiente, una abrasión bastante extensa puede

curarse en un período de 24 horas.

Antiguamente se creía que la capa de Bowman era una membrana sin

estructura, pero en la actualidad se sabe que es una modificación del estroma,

como describe Jarkus (1964). La capa de Bowman contiene fibrillas parecidas a

las que se encuentran en las laminillas de la estroma (descritas en el siguiente

párrafo), pero no están orientadas regularmente como estas últimas. Esta capa

proporciona resistencia contra el traumatismo y la infección, pero no es capaz

de regenerarse cuando se destruye.

El estroma, que constituye el 90 % del espesor de la córnea, está formada por

aproximadamente 200 capas o laminillas de tejido colagenoso. Todas las

laminillas son paralelas a la superficie corneal; en un laminilla determinada,

todas las fibrillas son paralelas entre sí. Sin embargo, las capas alternantes están

orientadas perpendicularmente entre sí. Como describe Maurice (1962), la

fuerza mecánica de la córnea es principalmente una propiedad del estroma. Se

refiere al estroma como una membrana de elevada fuerza tensional que es dis-

tendida por la presión, y la compara con un balón de fútbol, el cual está

diseñado para resistir considerables presiones.

La membrana de Descemet se considera verdaderamente elástica, ya que tiende

a abrirse mucho cuando se corta. Ofrece resistencia tanto al traumatismo

64

químico como mecánico, y es la última parte de la córnea que se perfora en

caso de úlcera corneal u otro traumatismo de la córnea. Si se destruye, se

regenera.

El endotelio es una monocapa de células endoteliales que tapiza la membrana

de Descemet. El endotelio corneal es continuo con el endotelio del iris.

El limbo, o área de transición entre la córnea y la esclerótica, tiene una anchura

de aproximadamente 1 mm. En el limbo, el número de capas del epitelio cor-

neal aumenta hasta aproximadamente 10. El estroma pierde su disposición

regular, y las laminillas adoptan gradualmente el patrón irregular observado en

la esclerótica. La capa de Bowman termina abruptamente, y la membrana de

Descemet participa en la formación de la malla trabecular.

La córnea es normalmente avascular excepto en el limbo, donde pequeños lazos

tienden a invadir la periferia. La nutrición de la córnea se debe a la penetración

del líquido tisular a través del estroma, ya que no existen vasos linfáticos. En

algunas condiciones patológicas, los vasos sanguíneos pueden penetrar en la

córnea. Si el proceso de la enfermedad es superficial, los vasos sanguíneos

adoptarán una forma tortuosa mientras que, si se trata de un proceso profundo,

serán rectilíneos. Una vez la enfermedad ha remitido, la sangre puede ya no

estar presente pero los vasos permanecen.

La inervación de la córnea corresponde al ramo oftálmico del V par craneal. De

60 a 80 troncos nerviosos entran en la córnea radialmente en el limbo y se

ramifican en plexos superficiales y profundos, los cuales envían muchas finas

terminaciones nerviosas, a través de la capa de Bowman, hacia el epitelio.

FISIOLOGÍA DE LA CÓRNEA

Las consideraciones fisiológicas de importancia en el diseño de lentes de

contacto son la sensibilidad corneal, la transparencia, la regulación del

contenido acuoso y la transferencia de oxígeno y dióxido de carbono.

SENSIBILIDAD

La córnea posee numerosas terminaciones nerviosas libres en el epitelio y, por

consiguiente, es muy sensible al dolor. Adler (1965) estableció que se localizan

más puntos dolorosos en la córnea y en la mucosa del ano que en cualquier otra

parte del cuerpo. Strughold (1953) y Bier (1957) observaron que la sensibilidad

corneal es mayor en el ápex y disminuye gradualmente hacia la periferia.

Strughold observó que la conjuntiva que cubre los párpados también es sensible

65

al dolor, y Dickinson (1971) sugirió que algo de la incomodidad asociada a las

antiguas lentes corneales de contacto apical era resultado de la sensibilidad del

párpado y no de la sensibilidad corneal.

La estimulación superficial del dolor en la córnea (p. ej., por un cuerpo extraño

o por una lente de contacto rígida) suele ir acompañada de un grado notable de

fotofobia y lagrimeo (a menudo conocidos como reacción a cuerpo extraño).

TRANSPARENCIA

Dado que la córnea y la esclerótica están compuestas del mismo tipo de tejido

(tejido conectivo colagenoso), es posible preguntarse por qué la córnea es

transparente y la esclerótica no. Esta pregunta puede contestarse comparando la

estructura y las propiedades físicas de ambas estructuras.

VASCULARIZACIÓN.

Para ser transparente, una estructura debe ser avascular. La córnea es avascular,

mientras que la esclerótica contiene numerosos vasos sanguíneos.

DETURGENCIA.

El tejido conectivo colagenoso tiene la capacidad de contener una gran cantidad

de agua. El estroma corneal se encuentra en un estado de deturgencia, lo que

indica que no contiene toda el agua para la que tiene capacidad. La esclerótica,

por otro lado, se encuentra en un estado de relativa intumescencia, y contiene

una proporción de agua relativamente mayor que la córnea. Si la córnea pudiera

embeber toda el agua que puede contener, se volvería opaca, mientras que la

esclerótica sería translúcida si la cantidad de agua que contiene disminuyera lo

suficiente.

ESTRUCTURA CELULAR.

Las células del tejido conectivo de la córnea son planas y escasas en

comparación con las de la esclerótica. Además, el epitelio corneal es delgado,

compacto y tiene una superficie óptica lisa en comparación con el epitelio

conjuntival, que es más grueso y descansa sobre tejido epiescleral laxo.

DISPOSICIÓN DE LAS FIBRAS.

Las fibrillas de la estroma corneal (laminillas corneales) se hayan paralelas a la

superficie de la córnea y muy compactas; las fibras adyacentes discurren

66

paralelas entre sí. En contraste con las fibrillas corneales, las fibras de la

esclerótica tienden a torcerse y girar, formando una estructura en «malla de

canasta». Maurice (1960) propuso la denominada teoría reticular de la

transparencia corneal. Dado que el diámetro de las fibrillas que constituyen la

malla corneal es aproximadamente la décima parte de la longitud de onda de la

luz, sugirió que la estroma actúa de tal manera que toda la luz es dispersada y

luego recombinada mediante interferencias, de forma que la dispersión es

anulada en cualquier dirección excepto la del haz incidente. Así, la córnea actúa

como si tuviera un índice de refracción uniforme. Maurice sugirió que la

hinchazón o edema de la córnea se debe al desarreglo de las fibrillas lamelares,

o a un debilitamiento de las fuerzas que las mantienen en su lugar.

REGULACIÓN DEL CONTENIDO DE AGUA

Si una córnea extirpada se coloca en un recipiente con agua, se hinchará y

opacificará. La pregunta que se plantea es: ¿qué factores evitan que la córnea

embeba el agua en situación normal? Existen tres posibles rutas por medio de

las cuales la córnea puede obtener o perder agua. Éstas son los lazos vasculares

limbales, el epitelio y el endotelio (fig. 17). Aunque al principio se creía que el

agua podía fluir fácilmente a través del limbo (hacia y desde los lazos

vasculares limbales) y, de la misma forma, a través del estroma corneal,

Maurice (1960b) observó que el movimiento de agua a través de la córnea sólo

tiene lugar mediante un lento proceso de difusión.

Cogan y Kinsey (1942) sugirieron que la deturgencia relativa de la córnea

podría deberse a la presión osmótica de la película lagrimal. Propusieron que

dicha presión es mayor que la del epitelio corneal debido a la constante

evaporación de la lágrima, qué hace que el agua sea obtenida de la córnea (el

epitelio actúa como una membrana semipermeable). También propusieron que

la presión osmótica del humor acuoso es mayor que la del estroma corneal,

actuando el endotelio como una membrana semipermeable que permite que el

agua se desplace desde la córnea hasta el humor acuoso.

Harris (1960) propuso que la remoción de agua desde la córnea se debe a un

mecanismo de bombeo activo que reside tanto en el epitelio como en el

endotelio. Propuso la existencia de una bomba metabólica que requiere

oxígeno, y especuló que el suministro de oxígeno normalmente disponible a

partir del humor acuoso es suficiente para mantener un mecanismo de bombeo

enteramente efectivo. Sólo cuando disminuya completamente el oxígeno, ello

provocará una grave alteración en el mecanismo.

67

Fig. 17. Rutas por las cuales la córnea puede obtener o perder agua.

Pruebas adicionales han demostrado que tanto la teoría osmótica como la de la

bomba metabólica son correctas. El contenido acuoso de la córnea está regulado

por la presión osmótica y por el mecanismo de bombeo iónico. Además de su

función de bombeo, se sabe que el endotelio desempeña una importante función

de barrera. La destrucción de un número significativo de células endoteliales,

como puede ocurrir en la distrofia de Fuchs o en la cirugía de cataratas, puede

interferir con la función de barrera del endotelio, de manera que grandes

cantidades de agua del humor acuoso pueden invadir la estroma y el epitelio

corneal bajo la fuerza de la presión infraocular.

TRANSFERENCIA DE OXÍGENO Y DE DIÓXIDO DE CARBONO

Como describe Adler (1965), la actividad metabólica de la córnea implica los

procesos de glucólisis y respiración. La glucólisis puede tener lugar en

68

presencia o ausencia de oxígeno. La respiración, que se produce principalmente

en el epitelio de la córnea, requiere oxígeno. La respiración da lugar a la

producción de dióxido de carbono y agua, y conduce a la liberación de energía,

la cual puede emplearse para la actividad celular (como la operación del

mecanismo de bombeo), y al mantenimiento de la temperatura del tejido.

Hill y Fatt (1964a) llevaron a cabo algunos experimentos relacionados con la

privación de oxígeno y las lentes de contacto. Empleando conejos observaron

que, en ausencia del mecanismo de bombeo, el desarrollo de privación de

oxígeno de la córnea (debido a la aplicación de la lente de contacto o al cierre

palpebral) alcanzaba un máximo entre 30 s y 1 min tras cubrir la córnea. Des-

pués de la exposición al aire, la córnea regresaba a su tasa original de toma de

oxígeno al cabo de aproximadamente el mismo período de tiempo. A partir de

esto, Hill y Fatt concluyeron que, a la tasa normal del parpadeo

(aproximadamente de 12 veces por minuto), el rellenado de lágrimas saturadas

con aire mediante la acción mecánica de la lente evita una privación significa-

tiva de oxígeno de la superficie corneal cubierta.

69

Capítulo 7

LENTES DE CONTACTO EN LA

FISIOLOGIA CORNEAL

EFECTOS DE LAS LENTES DE CONTACTO EN LA FISIOLOGÍA

CORNEAL

Los efectos de las lentes de contacto sobre la fisiología normal de la córnea se

comentan en este tema en términos de parpadeo inadecuado, edema corneal e

interferencia con el suministro de oxígeno de la córnea.

PARPADEO INADECUADO

Típicamente, el nuevo usuario de lentes de contacto (en especial rígidas)

parpadea con demasiada frecuencia durante los primeros días y luego comienza

un período de parpadeo infrecuente. Además, existe una marcada tendencia

entre los usuarios de lentes de contacto a realizar parpadeos incompletos, el

parpadeo comienza normalmente pero, una vez el borde palpebral entra en con-

tacto con la lente, el parpadeo termina antes de tiempo.

Aunque una persona que no sea usuaria de lentes de contacto puede

experimentar problemas escasos o nulos como resultado del parpadeo

infrecuente o incompleto, para un usuario de lentes de contacto el parpadeo,

cumple varias funciones importantes. Una lente de contacto rígida

correctamente adaptada siempre tiene un reservorio de lágrimas oxigenadas

70

disponible debajo de la curva periférica, y el parpadeo desempeña la importante

función de bombear continuamente estas lágrimas debajo de la lente, y bombear

asimismo desde debajo de la lente hacia fuera (fig. 18) las lágrimas viciadas,

que contienen dióxido de carbono y otros productos de desecho (incluyendo

células epiteliales queratinizadas).

Otra ventaja importante del parpadeo adecuado es mantener la córnea y la lente

de contacto hidratadas. Esto ocurre como resultado del recubrimiento

superficial continuo del epitelio corneal y de las superficies de la lente con

mucina hidratada. Una tercera ventaja es que el parpadeo ayuda a mantener

limpia la lente.

Fig. 18. En un usuario de lentes de contacto rígidas, el retraso de la lente hacia arriba durante

el parpadeo permite que las lagrimas oxigenadas frescas sean bombeadas debajo de la lente (el

espesor de la capa lagrimal está exagerado).

71

El primer profesional que recalcó la importancia de los hábitos del parpadeo en

la adaptación de lentes de contacto fue Stewart (1968), quien definió el

parpadeo funcional como aquel que produce:

a) un aspecto natural del usuario;

b) un movimiento y posición óptimos de la lente;

c) una superficie anterior limpia,

d) líquido observable que fluye por debajo de la lente.

EJERCICIOS DE PARPADEO

Stewart (1968) recomienda que el profesional de lentes de contacto enseñe a los

pacientes a parpadear, insistiendo en que tendrán un aspecto más natural cuando

hayan aprendido a parpadear correctamente. Se enseña al paciente a parpadear

en tres pasos:

a) cerrar los párpados;

b) pausa;

c) abrir los párpados totalmente.

Después de practicar de manera lenta, el parpadeo puede acelerarse de forma

gradual. Stewart sugiere que el profesional observe los siguientes signos de

parpadeo incorrecto:

a) lentes manchadas (un signo seguro);

b) Escaso flujo lagrimal debajo de la lente, que se observa con el

biomicroscopio ocular,

c) Síntomas como sensación de quemazón, irritación, sequedad y una

vaga sensación de incomodidad.

Korb y Korb (1970) publicaron una serie de instrucciones sobre el parpadeo

correcto que debería proporcionarse a los nuevos usuarios de lentes de contacto.

Indican al paciente que coloque el dedo índice en los cantos externos de los ojos

y que se aseguren de que no notan ninguna tensión durante el parpadeo.

72

Se pide a los pacientes que realicen una serie de 10 parpadeos correctos 15

veces al día. Se pide al paciente que parpadee siguiendo los tres pasos

recomendados por Stewart.

Durante el examen de preadaptación de un candidato a lentes de contacto, el

profesional debe observar tanto la frecuencia como la calidad del parpadeo

espontáneo del paciente. Los pacientes con hábitos de parpadeo deficiente en

ausencia de lentes de contacto probablemente tendrán problemas una vez

empiecen a usarlas.

PARPADEO CON LENTES BLANDAS

Sin embargo, no existe duda de que los hábitos correctos de parpadeo son tan

importantes para los usuarios de lentes blandas como para los de lentes rígidas.

Fig. 19. Una lente de contacto blanda muestra menos movimiento sobre la córnea durante un

parpadeo que una lente rígida, lo cual permite que las lágrimas oxigenadas sean bombeadas

debajo de la lente (el espesor de la capa lagrimal está exagerado).

73

Puede suponerse que esta combinación de movimiento de traslación y flexión

de la lente sirve al propósito del bien conocido bombeo lagrimal de la lente de

contacto rígida; el movimiento de la lente permite que las lágrimas que

contienen dióxido de carbono se desplacen hacia fuera de la lente con cada

parpadeo para ser reemplazadas por las lágrimas que contienen oxígeno fresco

(fíg. 19).

BOMBEO LAGRIMAL CON LENTES BLANDAS

Dado que las lentes de PMMA son casi totalmente impermeables al oxígeno,

existe acuerdo en que el bombeo lagrimal es necesario para los usuarios de

estas lentes. Sin embargo, existe considerable desacuerdo respecto de la

necesidad de bombeo lagrimal para los usuarios de lentes blandas. Para

hacemos una idea del problema, podemos planteamos dos preguntas:

a) ¿se produce realmente un intercambio lagrimal cuando parpadea un

usuario de lentes blandas?

b) ¿son los materiales de las lentes blandas lo suficientemente

permeables al oxígeno para que no sea necesario el bombeo lagrimal?

Considerando solamente el intercambio lagrimal debido a la compresión de la

lente blanda por el párpado superior durante un parpadeo, Hayashi y Fatt (1976)

desarrollaron un modelo denominado «teoría de lubricación» del sistema lente-

córnea y concluyeron que, con cada parpadeo, se produce un intercambio

lagrimal del 10 al 20 %. Sin embargo, Polse (1979) adaptó tres sujetos con

lentes blandas y, determinando el intercambio lagrimal por medio de

fluoresceína de molécula grande y fluorometría, concluyó que solamente el 1 %

del volumen lagrimal era sustituido con cada parpadeo. Polse calculó que el

oxígeno debajo de la lente atribuida al bombeo lagrimal era el 15 % o menos de

la tensión del oxígeno total en la interfase lágrima-lente. Hill y Jeppe (1975)

determinaron la permeabilidad al oxígeno del material de Hydron y de

Hydrocurve con varios espesores y concluyeron que, para cada uno de estos

materiales dentro del rango de espesores habitualmente utilizados, la

permeabilidad al oxígeno era insuficiente para satisfacer las necesidades de

oxígeno requeridas por el epitelio corneal sin la «ayuda significativa» del

bombeo lagrimal.

A pesar de discrepancias respecto de la cantidad requerida de bombeo lagrimal,

todos los investigadores afirman que, en mayor o menor grado, éste es necesa-

rio en los usuarios de lentes blandas.

74

OTRAS VENTAJAS DEL PARPADEO ADECUADO EN USUARIOS DE

LENTES BLANDAS

Los hábitos de parpadeo correcto para los usuarios de lentes de contacto

blandas pueden tener los siguientes resultados beneficiosos:

1. Mejor intercambio de oxígeno y de dióxido de carbono, proporcionando

mayor comodidad, mejor tolerancia de las lentes y, en algunos casos,

tiempo de uso mas prolongado.

2. Desalojo de células epiteliales queratinizadas y otros desechos celulares

que se encuentran debajo de la lente.

3. Superficies más limpias, reduciendo la posibilidad de que tenga lugar la

formación de depósitos.

4. Menor posibilidad de deshidratación de la lente y de los efectos

perniciosos que pueden derivarse.

5. Posibilidad de ampliar la duración útil de las lentes como resultado de la

menor tendencia a la formación de depósitos y a la deshidratación.

EDEMA CORNEAL CON LENTES BLANDAS

Cuando los profesionales pudieron disponer generalizadamente de lentes

blandas, resultó obvio que los usuarios de estas lentes no presentaban la

turbidez corneal central que se observaba en los usuarios de lentes de contacto

rígidas. Por lo general, no mostraban un aumento de la curvatura corneal ni de

la miopía, ni se quejaban del fenómeno de gafas empañadas.

Una prueba más de que las lentes blandas producen una hinchazón generalizada

de la córnea fue presentada por Sanders, Poise y Harris (1975), quienes

observaron que el espesor corneal de cuatro usuarios de lentes blandas Soflens

de Bausch & Lomb aumentó central, nasal y temporalmente durante las

primeras 6 h de uso. Concluyeron que la hinchazón generalizada de la córnea da

lugar a que el edema corneal debido a las lentes blandas no pueda verse

fácilmente con el biomicroscopio ocular, mientras que el edema corneal debido

al uso de lentes de contacto rígidas es observable debido al contraste entre la

porción edematosa central de la córnea y la porción no edematosa, más

periférica.

75

ESTRÍAS CORNEALES

Un indicador más fiable de la presencia del edema corneal producido por lentes

hidrofílicas es la presencia de estrías corneales. Su existencia fue observada por

primera vez por Sarver (1971), quien observó líneas estriadas verticales en las

capas más profundas de la córnea en algunos usuarios de lentes de contacto de

hidrogel. Describió de 6 a 12 líneas verticales finas e irregulares distribuidas a

través de la córnea, aparentemente en la región de la membrana de Descemet.

Polse, Sarver y Harris (1975) controlaron, en 27 usuarios de lentes

centrifugadas, los cambios en el espesor de la córnea y la observación de estrías

corneales. Observaron que el 96 % de sus sujetos mostraban un aumento del

espesor corneal después de 4 h de uso de las lentes y que se producía un

aumento constante del espesor central durante aproximadamente las primeras 6

h, nivelándose después de 6 a 8 h. De los 18 sujetos que habían utilizado lentes

por lo menos durante 3 semanas, en el 50 % se apreciaron estrías verticales

(observadas empleando un paralelepípedo estrecho e iluminación focal directa

después de 8 h de uso) y un aumento promedio del 6,8 % en el espesor corneal.

Polse y Mandell (1976) llevaron a cabo una investigación para descubrir la

causa de las estrías corneales. Estos autores observaron que, cuando los ojos se

sometían a una atmósfera de nitrógeno puro (por medio de antiparras), se

observaban estrías corneales cuando el espesor corneal había aumentado en

aproximadamente un 7 %. Estos investigadores concluyeron que las estrías

corneales que se asocian al uso de lentes de hidrogel son producidas por el

edema corneal que, a su vez, se debe a la privación de oxígeno.

El edema corneal, asociado tanto a lentes de contacto rígidas como de hidrogel,

es una indicación de que la córnea no está recibiendo un suministro adecuado

de oxígeno. En cualquier caso, el problema puede resolverse mediante uno de

los procedimientos siguientes: a) enseñando al paciente a parpadear

adecuadamente; b) reduciendo el tiempo de uso de las lentes, o c) adaptando al

paciente con lentes más abiertas, lo que permitirá un mejor acceso a la córnea

de lágrimas frescas oxigenadas.

CANTIDAD DE OXÍGENO NECESARIA PARA LA CÓRNEA

Estudios sobre el abastecimiento de oxígeno de la córnea tratan del porcentaje

de oxígeno en el aire o de la presión parcial de oxígeno. Para determinar la

presión parcial de oxígeno en el aire, se multiplica la presión atmosférica al

nivel del mar (760 mm Hg) por el porcentaje .de oxígeno en el aire

76

(aproximadamente el 21 %), dando un resultado de 159 mm Hg de presión

parcial de oxígeno.

Empleando un biomicroscopio ocular y un paquímetro corneal, Polse y Mandell

(1970) adaptaron tres sujetos con antiparras debajo de las cuales podían

introducirse diversos gases. Observaron que, en una atmósfera del 1,5 % de

oxígeno, la córnea aumentaba de espesor aproximadamente en un 6 % en 3 h

mientras que, en una atmósfera del 2,5 % de oxígeno, no se observaba ningún

aumento del espesor durante un período de 4 h. Como resultado, concluyeron

que la córnea requiere una presión parcial de oxígeno de 11 a 19 mm Hg (1,5 a

2,5 %) para evitar la hinchazón.

Varios investigadores han determinado el nivel de utilización de oxígeno de la

córnea a ojo abierto y en condiciones de ojo cerrado. Fatt, Freeman y Lin

(1974) calcularon que la tensión del oxígeno en el epitelio corneal es

aproximadamente de 159 mm Hg (21 %) a ojo abierto y de 55 mm Hg (7 %) a

ojo cerrado. Efron y Carney (1979) midieron la absorción de oxígeno corneal

en las córneas anestesiadas de 12 adultos jóvenes a ojo cerrado y observaron

que el nivel medio de oxígeno en la superficie corneal era de 58 mm Hg (o del

7,7 %).

Hill (1977) enumeró los siguientes niveles para comparar el rendimiento

equivalente de oxígeno de diversas lentes de contacto permeables a los gases:

Oxígeno en el aire 21%

Sueño (cierre palpebral prolongado) 7%

Para mantener niveles de glucógeno 5%

Para evitar edema corneal 2%

Transmisión del PMMA 0%

Hill recomendó que, debido a que los niveles de oxígeno existentes durante el

sueño pueden dar lugar a una mínima hinchazón corneal observable al

despertarse, podía considerarse un nivel arbitrario del 10 % como cálculo

aproximado del mínimo ideal.

El hecho de que pueda producirse una mínima hinchazón corneal después del

sueño prolongado, a un nivel de oxígeno del 7-8 %, (aunque Polse y Mandell no

detectaron hinchazón corneal con un nivel de oxígeno del 2,5 % durante un

77

período de 4 h), puede explicarse al menos parcialmente por el aumento de

temperatura de la córnea durante el sueño. Hill (1977a) señaló un aumento de la

temperatura de 4,5°F durante el cierre de los párpados, debido a la circulación

capilar templada de la conjuntiva palpebral, que aumenta la actividad

metabólica celular y, por tanto, la demanda de oxígeno.

78

79

Capítulo 8

ADAPTACION DE LENTES RPG

MATERIALES Y LENTES DISPONIBLES

En los últimos años, el número de fabricantes de lentes de contacto RPG, así

como el número de lentes de «marca registrada», han aumentado rápidamente.

La mayoría de estas lentes están fabricadas con polímeros de acrilatos de

silicona y de fluoracrilatos de silicona. Algunas de las lentes de contacto RPG

más representativas se enumeran en la tabla 1.

Tabla 1. Lentes de contacto RPG más representativas MARCA REGISTRADA MATERIAL DK DIÁMETRO (mm) CURVA BASE (mm)

Polycon II Acrilato de silicona 12 8,5- 9- 9,5 7,1-8,55

Fluorocon Fluoroacrilato de silicona 60 9- 9,5 7,1-8,65

Optocryl 60 Acrilato de silicona 58 7-11 5-10

Fluoroperm 30 Fluoroacrilato de silicona 30 7-10,5 6,5-9

Bostón 7 Acrilato de silicona 73 Por pedido Por pedido

Bostón Equalens Fluoroacrilato de silicona 64 Por pedido Por pedido

Permaflex HGP Acrilato de silicona 29 8,9- 9,3 7-8,5

Fluoroflex Fluoroacrilato de silicona 70 8,9- 9,3 7-8,5

Dura-Sil Acrilato de silicona 18 Por pedido Por pedido

Durapenn Fluoroacrilato de silicona 25 Por pedido Por pedido

80

PERMEABILIDAD AL OXÍGENO

La mayoría de las lentes RPC están diseñadas sólo para uso diario y, por lo

tanto, tienen valores Dk relativamente bajos, aunque las lentes programadas

para uso prolongado (también conocidas como de uso continuado) tienen

valores Dk mucho más altos. Por ejemplo, la lente de uso diario Polycon tiene

un Dk muy bajo, de 12 unidades, y la lente Fluoroperm que ha sido aprobada

por la FDA para su uso prolongado durante 7 días, tiene un Dk muy alto, de 151

unidades.

DIÁMETROS Y RADIOS DE LA ZONA ÓPTICA POSTERIOR DE LAS

LENTES

La lente original de acrilato de silicona Polycon estaba disponible (y todavía lo

está) en tres diámetros, cada uno de los cuales estaba diseñado para un método

de adaptación diferente. La lente de 9,5 mm de diámetro está diseñada para ser

adaptada más abierta que la lectura queratométrica más plana (más plana que

K), de forma que el borde superior de la lente se desliza por debajo del párpado

superior y la lente se retrasa hacia abajo después de cada parpadeo. La lente de

9 mm de diámetro está diseñada para una adaptación paralela a la superficie

corneal anterior (método sobre K) y la lente de 8,5 mm está diseñada para una

adaptación interpalpebral (adaptación más cerrada que K).

Algunas de las lentes con una superficie posterior asférica en lugar de

multicurva (como Ultima Aspheric están disponibles en diámetros de hasta 10,5

mm, mientras que las lentes que se diseñan para queratoconos (lente Rose K

están disponibles en diámetros de sólo 8 mm. Sin embargo, los diámetros más

habitualmente empleados están en un rango que va desde 8,7 hasta 9,3 mm.

En cuanto a los radios de la zona óptica posterior, si consideramos que la

potencia refractante de la córnea humana varía desde 39.00 hasta 47.00 D, el

rango requerido de los radios de la zona óptica posterior de la lente (para la

adaptación paralela) va aproximadamente desde 7,20 hasta 9,7 mm.

DIÁMETROS DE LA ZONA ÓPTICA POSTERIOR Y RADIOS DE LAS

BANDAS

En su forma más simple, la superficie posterior de una lente de contacto rígida

normalmente tiene tres curvas, como se muestra capitulo cuatro: el radio de cur-

vatura de la zona óptica posterior (curva base), el radio de curvatura de la

primera banda (curva secundaria), y el radio de curvatura de la segunda banda

81

(radio de curvatura de la curva periférica). El radio de curvatura de la primera

banda suele ser 1 mm más plano que el radio de curvatura de la zona óptica

posterior de la lente, y el diámetro de la zona óptica posterior (definido como el

diámetro de la parte de la superficie posterior ocupada por la curva base) es

normalmente 1,5 mm más pequeño que el diámetro total. El radio de curvatura

de la segunda banda suele ser muy plano (del orden de los 12 mm) y no está

necesariamente relacionado con el radio de curvatura de la zona óptica posterior

o de la primera banda; el ancho de la segunda banda generalmente no es mayor

de 0,30 mm.

CURVAS PERIFÉRICAS DE LA CARA ANTERIOR

Como se muestra en el capitulo cuatro, a veces una lente rígida no solamente

puede tener una curva periférica posterior sino también una curva periférica

anterior. Dicha curva (a veces denominada bisel o entrada de párpados) es

necesaria en lentes negativas altas con objeto de reducir el espesor del borde, o

en lentes positivas altas para aumentar el espesor del borde (esto es, para conse-

guir que la lente se adapte más como una lente negativa).

CAJAS DE LENTES DE CONTACTO DE PRUEBA

Con la introducción de las lentes de contacto RPG, las cajas de lentes de prueba

empleadas por los profesionales tienden a ser impuestas por el laboratorio de

fabricación; por ejemplo, para la lente Polycon se dispone de lentes de prueba

en diámetros solamente de 8,5 - 9, y 9,5 mm. La experiencia enseña que un ojo

con una córnea relativamente plana (y posiblemente una altura palpebral

amplia) requiere una lente relativamente grande, mientras que un ojo con una

córnea relativamente cerrada (y posiblemente una altura palpebral estrecha) re-

quiere una lente de contacto algo más pequeña.

Dado que la gran mayoría de usuarios de lentes de contacto son miopes, es

buena idea tener lentes de contacto de potencia negativa en las cajas de lentes

de prueba. Si se emplean lentes de -2.00 D, como es a menudo el caso, para la

mayoría de pacientes la sobrerefracción requerirá una cantidad relativamente

pequeña de adición positiva o negativa en el foróptero o gafas de prueba. Existe

además la ventaja añadida de que una lente proporciona una adaptación más

real si se halla bastante cercana a la potencia necesaria para el ojo que debe

adaptarse. Para un profesional que adapta bastantes lentes RPC, es buena idea

tener por lo menos una caja de lentes de ensayo parcial en potencias negativas

altas (p. ej., de -5.00 o de -6.00 D); para el hipermétrope ocasional que será

82

adaptado con lentes RPG esféricas, debe disponerse de una caja de lentes de

ensayo parcial que tengan una potencia en el rango de 2.00 a 3.00 D.

TRATAMIENTO DEL PACIENTE

EXAMEN VISUAL

Cuando a un paciente tienen que adaptársele lentes de contacto, el examen

visual se lleva a cabo de la manera habitúala poniendo énfasis en los datos de

especial importancia para la adaptación de las lentes de contacto.

El segmento anterior del ojo debe inspeccionarse con cuidado mediante

biomicroscopio ocular para asegurarse de que no existen condiciones que

contraindiquen el uso de lentes de contacto. Deben explorarse la córnea y la

conjuntiva, descartando signos de enfermedad (pasada o presente), así como los

bordes palpebrales y la conjuntiva palpebral para descartar la existencia de

blefaritis o conjuntivitis. 1a presencia de opacidad corneal u otra indicación de

una condición preexistente debe anotarse en la ficha junto con un dibujo o

fotografía apropiados. Debe llevarse a cabo la prueba del tiempo de ruptura la-

grimal precorneal y considerarse que cualquier paciente con un tiempo de

ruptura de 10 segundos o menos será un mal candidato para utilizar lentes de

contacto.

Deben tomarse las lecturas queratométricas con cuidado. La cantidad de

astigmatismo que permanecerá sin corregir con una lente esférica de PMMA

puede calcularse por medio de la fórmula:

ASTIGMATISMO INTERNO = ASTIGMATISMO REFRACTIVO - ASTIGMATISMO CORNEAL

Por ejemplo, si la córnea es esférica pero el dato subjetivo indica 1.00 D de

astigmatismo contra la regla, es obvio que este astigmatismo es interno. Un

mejor método de determinar el grado de astigmatismo que permanecerá sin

corregir es realizando la refracción ocular del paciente mientras se está

utilizando una lente de PMMA con un radio de curvatura de la zona óptica

posterior y una potencia apropiados.

SELECCIÓN DEL PACIENTE

Durante la elaboración del historial clínico, debe preguntarse al paciente las

razones por las cuales desea utilizar lentes de contacto. Aunque en la mayoría

de los casos las razones son puramente estéticas (esto es, se desea eliminar las

gafas), unas cuantas personas tienen conceptos erróneos acerca de las lentes de

83

contacto que deben aclararse. Estos conceptos incluyen la creencia de que las

lentes de contacto proporcionarán mejor visión que las gafas (lo cual puede o

no ser cierto), que las lentes de contacto serán menos incómodas que las gafas y

que, dado que los ojos “no cambian” mientras se están utilizando lentes de

contacto.

Los candidatos a lentes de contacto más motivados son aquellos con defectos

refractivos relativamente altos (especialmente, miopes) que han llevado gafas

durante muchos años y están cansado de utilizarlas. Los pacientes con bajos

defectos refractivos (menos de 1.00 o 2.00 D de miopía o hipermetropía) y los

que utilizan gafas sólo a tiempo parcial o no las utilizan en absoluto deben ser

disuadidos de utilizar lentes de contacto. Los pacientes cuyo defecto refractivo

es principalmente el astigmatismo (miopía simple, hipermetropía simple o

astigmatismo mixto) deberían ser disuadidos, a no ser que estén especialmente

motivados, ya que muchos de ellos tienen buena agudeza visual sin necesidad

de lentes.

Existen varias categorías de pacientes para los que las lentes de contacto son

ópticamente superiores a las gafas, incluyendo casos de afaquia (ya no existen

muchos pacientes afáquicos debido a que las lentes infraoculares han sido

rutinariamente implantadas después de la ablación durante las dos últimas

décadas), queratocono o miopía elevada. Las lentes de contacto son superiores a

las gafas en el caso de la afaquia (especialmente en la afaquia unilateral) debido

a los molestos efectos de magnificación y a la limitación del campo visual

periférico que proporcionan las lentes en gafas. En todos los casos de

queratocono excepto en los incipientes, las lentes de contacto constituyen la

única forma de compensación que proporcionará una agudeza visual adecuada.

En la miopía elevada existe un aumento significativo en el tamaño de la imagen

retiniana cuando se emplean lentes de contacto en lugar de gafas, lo cual a

menudo conduce a una agudeza visual mejorada.

Si van a adaptarse lentes de contacto, los procedimientos de adaptación son

generalmente llevados a cabo en una visita posterior o, si el tiempo lo permite,

la adaptación puede realizarse en la visita inicial.

Visita de adaptación

Es conveniente anotar los datos de la adaptación de lentes de contacto en una

ficha como la que se expondra en clases. Se anotan los datos del examen de la

refracción subjetiva y de las lecturas queratométricas obtenidos antes de la

adaptación, junto con los resultados del examen biomicroscópico. Se anotan

84

también las especificaciones de las lentes de prueba, así como las observaciones

relacionadas con la adaptación de estas lentes. Se registra además la refracción

realizada sobre las lentes de contacto de prueba, así como las especificaciones

de las lentes de contacto que van a pedirse al laboratorio de fabricación.

Utilización de lentes de prueba. Se emplean uno o más pares de lentes para

adaptarse a cada una de las córneas según se requiera, y se observa la posición,

retraso y patrones de fluoresceína con luz ultravioleta, tras lo cual se realiza el

examen con biomicroscopio ocular.

Se humedece la tira de fluoresceína utilizando solución salina o solución

humectante de lentes de contacto y mientras el paciente mira hacia abajo, se

coloca la tirita sobre la conjuntiva bulbar superior para “pintarla”.

Colocación de la lente por el profesional. Aunque algunos profesionales

prefieren colocar las lentes de contacto sobre la córnea del paciente, el autor

prefiere tener al paciente mirando hacia abajo y colocar la lente contra la

esclerótica superior. Se pide después al paciente que mire algún objeto situado

en la sala (como el optotipo de agudeza visual) y la lente se desliza sobre la

córnea. Después de colocar la lente sobre el ojo, se pide al paciente que

mantenga los párpados relajados y que “parpadee suavemente”. Puede ser

mejor proporcionar un punto de fijación definido durante la colocación de la

lente. Puede indicársele que mire hacia un pulgar situado a la distancia de la

longitud del brazo extendido por debajo del nivel del ojo.

Para quitar la lente del ojo, primero se pide al paciente que mire a un objeto

lejano. Entonces el profesional coloca el dedo índice de una mano sobre el

párpado inferior, estirándolo temporalmente, y el dedo índice de la otra mano

en el centro del párpado superior, rotando el dedo hacia fuera y hacia abajo en

un movimiento en forma de L, agarrando el borde de la lente debajo del

párpado y dándole la vuelta así fuera de la córnea.

Refracción a través de las lentes de prueba. Una vez se determina la

adaptación óptima, se lleva a cabo la sobrerrefracción ocular que proporciona la

adaptación óptima. Empleando el retinoscopio, se realiza la refracción

esferocilíndrica (como se hace normalmente en pacientes a los que se efectúa la

refracción con gafas). Cualquier compensación cilíndrica representará la

compensación del astigmatismo interno, ya que la lente de contacto elimina el

astigmatismo corneal. En el examen subjetivo es mejor realizar una refracción

equivalente esférica (o mejor esfera), a no ser que el paciente vaya a ser

adaptado con lentes, de superficies frontales tóricas. Con la mejor refracción

85

esférica, el profesional determinará qué agudeza visual tendrá el paciente a

pesar de la existencia de cualquier grado de astigmatismo interno.

Especificación de la potencia de la lente. Las lentes de prueba empleadas para

la refracción normalmente tendrán los radios de curvatura de la zona óptica

posterior que van a pedirse para el paciente, y la potencia de la lente será

aproximadamente la que requiere este último. En estas condiciones, las

potencias de las lentes en el foróptero serán lo suficientemente pequeñas para

no tener que utilizar la fórmula de la potencia efectiva en función de la distancia

de vértice. Por ejemplo, si se emplean lentes de contacto de prueba de -3.00 D y

las potencias en el foróptero son de -1,50 D para el ojo derecho y -1,75 D para

el izquierdo, las potencias de las lentes que tienen que pedirse para los dos ojos

serán de -4,50 y -4,75 D. Si las potencias de las lentes en el foróptero fueran

aproximadamente de ±4,50 D o más, deberá utilizarse la fórmula de la potencia

efectiva según la distancia de vértice, o se utilizará una tabla como la mostrada

en el anexo.

Si la lente que va a pedirse tiene un radio de curvatura de la zona óptica

posterior mas cerrado o más plano que el de la lente de contacto de prueba con

la que se hizo el examen de refracción ocular, la potencia de la lente que tiene

que pedirse deberá modificarse según el grado en que se ha cerrado o aplanado

la lente. Dicha graduación es de 1.00 D más negativo o menos positivo por cada

0,20 mm que la zona óptica posterior sea más cerrada que la lente de contacto

de prueba, o 1.00 D menos negativo o más positivo por cada 0,20 mm que la

zona óptica posterior sea más plana que la lente de contacto de prueba.

PROCEDIMIENTO DE LA LENTE DE CONTACTO DE PRUEBA

El primer paso en el procedimiento de la lente de contacto de prueba consiste en

seleccionar una lente con un radio de zona óptica posterior igual que el del

meridiano corneal más plano y colocar la lente sobre la córnea del paciente de

forma que pueda observarse el fluoresceinograma. Se ha observado que si

existe 1.00 D o más de astigmatismo corneal, la lente de contacto de prueba

debe ser más cerrada que el meridiano más plano de la córnea. Una buena regla

empírica consiste en seleccionar una lente con un radio de curvatura de la zona

óptica posterior aproximadamente igual a un cuarto de la diferencia entre los

meridianos más plano y cerrado de la córnea. Por ejemplo, si las lecturas

queratométricas fueran de 42.00 D x 180° / 44.00 D x 90°, debería selec-

cionarse una lente de 42,50 D (con un radio de curvatura de la zona óptica de

7,94 mm).

86

Dado que la colocación de las lentes produce un cierto grado de lagrimeo

(especialmente si el paciente nunca ha utilizado lentes de contacto), será

necesario esperar hasta que haya desaparecido antes de evaluar la adaptación de

las lentes. Entonces se instila fluoresceína por medio de la tira de papel filtro

impregnada de colorante (que ya se ha descrito) y se inspecciona la película

lagrimal que existe debajo de la lente con ayuda de una fuente de luz

ultravioleta, como la lámpara de Burton,

Fluoresceinogramas. Empleando el método de adaptación de alineación o

«sobre K», la zona óptica de la lente constituye la superficie de contacto, y el

patrón de fluoresceína figura 20a muestra incluso una capa muy fina de

lágrimas bajo la zona óptica con una capa de tono verdoso que va aumentando

de intensidad debajo de la primera banda y especialmente debajo del bisel. Si la

lente se adapta más cerrada que el meridiano más plano de la zona óptica de la

córnea, se producirá una adaptación de claridad apical, y el fluoresceinograma

será similar al que se muestra en la figura 20b, con una capa negra de contacto

(donde no existe fluoresceína) debajo de la primera banda y un área de tono

verde más brillante de encharcamiento apical debajo de la zona óptica de la

lente. Si se adapta una lente más plana que el meridiano más plano de la córnea,

se producirá contacto apical y el fluoresceinograma figura 20c tendrá un área

ancha de tinción debajo de las bandas periféricas primera y segunda y un área

central relativamente pequeña de contacto apical.

En el astigmatismo según la regla de aproximadamente 1.00 D o más, el área de

contacto tiende a adoptar la forma de un hueso de perro o de orejas de elefante

figura 20d, con un encharcamiento de fluoresceína por encima y por debajo del

meridiano horizontal de la córnea.

La evaluación exacta de los fluoresceinogramas requiere una cierta experiencia.

Un método de adquirirla con rapidez es seleccionar, para cada paciente adapta

do, una lente para un ojo que se piense que proporcionará el fluoresceinograma

típico de alineación y, para el otro ojo, una lente que sea aproximadamente 0,20

mm más cerrada que el meridiano más plano de la córnea. La lente más cerrada

deberá proporcionar un fluoresceinograma con claridad apical, en contraste con

la lente adaptada «sobre K» que tiene el fluoresceinograma de alineación.

87

Figura. 20.

Posición y retraso de la lente. Al evaluar el fluoresceinograma, el examinador

también observa la posición y retraso de la lente después de cada parpadeo. La

lente debería posicionarse sobre el centro de la córnea, con el borde superior

justo debajo del borde del párpado superior, y desplazarse hacia abajo

aproximadamente 3 mm después de cada parpadeo figura. 21. Se considera que

una lente que se desplaza hacia abajo excesivamente o que no queda centrada

sobre la córnea (quedando desplazada hacia arriba, hacia abajo, hacia el lado

nasal o hacia el temporal) es una lente floja, mientras que una lente que se

centra bien pero tiene un desplazamiento hacia abajo insuficiente es una lente

apretada. Si una lente queda desplazada hacia arriba, ello puede deberse a que

la lente es demasiado floja o a que el párpado superior sostiene la lente hacia

arriba. El profesional deberá desplazar suavemente hacia arriba el párpado

superior (lejos de la lente). Si la lente cae hacia abajo, ello significa que el

párpado estaba manteniéndola desplazada hacia arriba. En el caso contrario,

significaría que la lente es demasiado floja.

Figura 21. Lente rígida adaptada con el método de alineación o «sobre K»: a) justo después

de parpadear y b) después de que el parpadeo haya tenido lugar. Normalmente la lente se

quedará en la posición mostrada en (b) hasta el siguiente parpadeo.

Si, de acuerdo con su posición, se observa que una lente queda rezagada o si,

con el fluoresceinograma, la lente resulta floja, deberá intentar utilizarse una

lente de prueba con un radio de zona óptica posterior más cerrada o un diámetro

más grande. Si la lente ha quedado muy apretada, debe intentar llevarse a cabo

la adaptación con un radio de zona óptica posterior más abierto o un diámetro

de lente más pequeño.

88

SELECCIÓN DE PARÁMETROS DE LAS LENTES

En muchos casos, un par de lentes de prueba (posiblemente incluso el primer

par empleado) será satisfactorio en términos de fluoresceinograma, posición y

retraso. Si es así, pueden utilizarse los parámetros de estas lentes para pedirlas

al laboratorio como lentes para el paciente. Sin embargo, existen situaciones en

que uno o más parámetros pueden especificarse de manera diferente a los

parámetros de las lentes de prueba.

Radio de la zona óptica posterior. Generalmente suele encontrarse una lente

de prueba que tenga el radio de curvatura de la zona óptica posterior adecuado.

Las lentes de prueba de las cajas suelen tener radios en pasos de 0,10 mm. Sin

embargo, si se necesita una lente con un radio de curvatura de la zona óptica

posterior que sea la media aritmética de dos lentes de prueba (p. ej., 8,05 mm),

no existe problema para fabricarla con dichos valores (obsérvese que las lentes

de contacto solamente pueden obtenerse a través del fabricante, como lentes

terminadas).

Radios de curvatura de las bandas. Para todos los laboratorios y fabricantes,

los radios de curvatura de la primera y segunda banda para todas las lentes

tienen valores estandarizados. Para el estudiante o profesional inexperto,

generalmente es buena idea emplear los radios estandarizados de curvatura de

las bandas. Esto también se aplica al ancho de las bandas periféricas primera y

segunda. Sin embargo, a veces los radios de curvatura y anchos estandarizados

de las bandas primera y segunda tienen que alterarse. Los laboratorios de

fabricación locales que terminan sus propias lentes pueden proporcionar

fácilmente cualquier radio o ancho deseado.

Diámetro total. Si la lente de prueba se centra bien, tiene una cantidad

adecuada de retraso y proporciona un buen fluoresceinograma de alineación

apical, puede considerarse que el diámetro total de la lente de contacto de

prueba es correcto. Si el paciente tiene una gran fisura palpebral o un ojo

exoftálmico, la lente puede quedar excesivamente floja, descentrándose y con

un retraso excesivo, después de parpadear. En tal caso debe probarse una lente

que tenga un diámetro total mayor. (El fluoresceinograma de una lente muy

pequeña o muy grande puede, aunque no necesariamente, ayudar a la

evaluación de la adaptación, pareciéndose a una adaptación plana en el primer

caso y a una adaptación cerrada en el segundo.) Si en la caja de lentes de

contacto de prueba no se dispone de una lente grande con el adecuado radio de

curvatura de la zona óptica posterior, un buen sistema consiste en pedir una

lente grande para usarla de prueba. En general, los incrementos de los diámetros

89

deben especificarse en pasos de 0,20 mm. Si una lente de 8,8 mm parece muy

pequeña, debe probarse una de 9 mm de diámetro.

Si un paciente tiene una fisura palpebral pequeña o un ojo enoftalmico, la lente

puede adaptarse excesivamente apretada, centrándose bien pero con una

cantidad inadecuada de retraso. En tal caso debe probarse o pedirse como lente

de prueba una que tenga un diámetro más pequeño (0,20 mm menor).

Diámetro de la zona óptica posterior. Como ocurre con el radio de curvatura

y el ancho de las bandas primera y segunda, los diámetros de la zona óptica

tienen valores “estándar” para una serie de lentes determinada. Típicamente, las

lentes con diámetros totales grandes tienen diámetros de zona óptica grandes y

viceversa. Por ejemplo, las lentes Polycon y Fluorocon con un diámetro total de

9,5 mm tienen zonas ópticas más grandes que las lentes de 8,5 o 9 mm de

diámetro. Al igual que ocurre con los radios de la zona óptica, se aconseja al

principiante que utilice los diámetros de zona óptica “estándar” hasta que haya

adquirido suficiente experiencia para saber cuándo es necesaria una variación

del valor estándar.

En la figura 22 se muestra una zona óptica típica y los anchos de las bandas

periféricas primera y segunda de una lente de 8,8 mm.

Potencia. Como se ha indicado anteriormente, la potencia de la lente se

especifica como la potencia de la lente de prueba junto con cualquier potencia

adicional obtenida durante la prueba de la sobrerefracción subjetiva de la mejor

esfera. Si la potencia de la lente empleada en la refracción es de ±4,5 D o más,

la potencia de esta lente de prueba debe ajustarse según la distancia de vértice.

Si la lente que va a pedirse tiene un radio de curvatura de la zona óptica más

cerrado o más plano que el de la lente de prueba, la potencia de la lente tendrá

que hacerse 1.00 D más negativa o menos positiva por cada 0,20 mm que se

aplane el radio de la zona óptica posterior, o 1.00 D más positiva o menos

negativa por cada 0,20 mm que se aplane el radio de la zona óptica posterior.

90

Figura 22. Relaciones típicas entre el diámetro total, el diámetro de la zona óptica posterior

y la anchura de la primera y segunda bandas de una lente tricurva de PMMA diseñada para

una adaptación «sobre K". Todos los parámetros se especifican en milímetros

PEDIDO DE LENTES

Para los pocos profesionales que todavía adaptan lentes de PMMA, que son

lentes “genéricas” en lugar de “marcas registradas”, generalmente se

especifican todos los parámetros de las lentes, (enumerados más adelante).

También es éste el caso cuando un profesional, al pedir lentes de contacto RPG,

desea especificar uno o más parámetros estándar. Sin embargo, para la mayoría

de las lentes de contacto RPG, basta con especificar las series de las lentes (p.

ej., Fluoroperm) y el radio de la zona óptica posterior, el diámetro total y la

potencia. La serie completa de parámetros de lentes de contacto rígidas incluye:

1. Radio de curvatura de la zona óptica posterior (radio de curvatura

central posterior).

2. Radio de curvatura de la primera banda.

3. Radio y ancho de la segunda banda periférica (bisel).

4. Diámetro total.

5. Diámetro de la zona óptica.

6. Potencia.

7. Espesor central.

91

8. Color.

Si tiene que utilizarse un diseño lenticular en la superficie frontal, el radio de

curvatura de la curva periférica anterior y el diámetro de la zona óptica anterior

pueden especificarse en el pedido o pueden ser determinados por el laboratorio.

Los radios y “zonas” de una lente de contacto típica se muestran en la figura 22.

VERIFICACIÓN DE LAS LENTES TERMINADAS

Cuando se reciben del laboratorio las lentes de contacto terminadas, deben

comprobarse los siguientes parámetros:

1. Radio de. la zona óptica posterior, empleando el radioscopio o el

queratómetro.

2. Potencia, utilizando el frontofocómetro (siempre colocando la superficie

posterior de la lente contra el portalente).

3. Diámetro total, diámetro de la zona óptica, ancho de la primera banda

periférica y ancho de 'la secunda banda periférica, empleando la lupa de

medición.

4. Espesor central, empleando el espesímetro.

Es imposible comprobar los radios de curvatura de las bandas periféricas

primera y segunda. Deben comprobarse las superficies y bordes de las lentes

para descartar imperfecciones ópticas, empleando un microscopio binocular de

baja potencia o el sistema de observación del biomicroscopio ocular. (Las

normas de lentes de contacto y tolerancias propuestas por el American National

Standards Institute [ANSI].

ENTREGA DE LAS LENTES

Cuando se entregan las lentes terminadas al paciente, un procedimiento

recomendado al profesional consiste en colocar las lentes sobre los ojos del

paciente, comprobar la agudeza visual y la sobrerefracción subjetiva de la mejor

esfera, el fluoresceinograma y, a continuación, enseñar al paciente los

procedimientos para colocar y quitarse las lentes. Debe observarse al paciente

mientras práctica la colocación y retirada de las lentes hasta que el profesional

quede satisfecho de que estos procedimientos se ejecutan correctamente.

Durante el resto de esta visita, el paciente es informado en relación con el

92

mantenimiento higiénico de las lentes y se le informa del programa de tiempo

de utilización que tendrá que seguir hasta la primera revisión.

En muchas consultas las instrucciones relacionadas con la colocación, retirada y

mantenimiento higiénico de las lentes son proporcionadas por un asistente

entrenado o por un técnico contactologo.

COLOCACIÓN Y RETIRADA DE LAS LENTES POR EL PACIENTE

Antes de entregar las lentes al paciente, se retiran del estuche en que han sido

enviadas por el laboratorio, se limpian con una solución para limpieza de lentes

de contacto, se enjuagan abundantemente y se colocan en un estuche para lentes

de contacto lleno de solución de remojo fresca. Las lentes deben hidratarse en el

estuche por lo menos durante 24 horas antes de ser entregadas al paciente.

Se pide al paciente que primero se lave las manos y que luego se siente delante

de una mesa con las lentes de contacto, soluciones, espejo y papel de limpieza,

todo convenientemente colocado. El paciente saca del estuche la lente para el

ojo derecho y se la coloca en la palma de la mano, coloca una gota de solución

humectante sobre la lente y suavemente restriega la lente con el dedo índice de

la otra mano. Después coloca la lente sobre la punta del dedo índice de la mano

derecha, sostiene el párpado inferior hacia abajo con el tercer dedo de la mano

derecha y el párpado superior hacia arriba con el dedo índice de la mano

izquierda. Luego se coloca la lente sobre la córnea, teniendo cuidado' de no par-

padear hasta que la lente esté realmente en su lugar. A continuación la lente del

ojo izquierdo se saca del estuche y se coloca sobre el ojo de la misma manera

que para el ojo derecho. Se pide al paciente que nunca tenga ambas lentes de

contacto fuera del estuche de mantenimiento al mismo tiempo (excepto cuando

una de ellas se encuentra sobre un ojo), de forma que nunca sea posible que las

lentes se intercambien, colocándose la lente de contacto derecha sobre el ojo

izquierdo y viceversa.

Para retirar la lente del ojo, el paciente debe inclinar la cabeza sobre la mesa,

fijando la mirada hacia delante. Mientras el paciente abre ampliamente los ojos,

se le pide que coloque la punta del dedo índice en el canto externo del ojo, de

forma que aplique presión tanto sobre el borde del párpado superior como sobre

el del párpado inferior; luego presionará ligeramente hacia atrás sobre el hueso,

tirando hacia el oído, parpadeará y cogerá la lente con la otra mano, que se

mantiene cerca del ojo. Los bordes palpebrales deben dejar libres la parte

superior e inferior de la lente hasta el parpadeo y, al parpadear, el paciente debe

limitarse a cerrar el párpado y no guiñar el ojo. El paciente debe demostrar que

93

puede quitarse y ponerse las lentes dos veces, sin ayuda, antes de permitírsele

que se las lleve.

INSTRUCCIONES PARA EL PACIENTE

El paciente debe ser informado sobre el mantenimiento higiénico de las lentes.

Esto implica el empleo de tres soluciones:

1. Limpieza,

2. Conservación

3. Humectación.

Después de quitarse las lentes por la noche, el paciente coloca la lente sobre la

punta del dedo índice o la palma de la mano izquierda (si es diestro), pone una

gota de solución de limpieza sobre la lente y la restriega (empleando el dedo

índice de la mano derecha) hasta eliminar la película de material acumulado du-

rante el uso diario. Después se enjuaga la lente abundantemente con solución

fisiológica y se coloca en el estuche de conservación, previamente llenado con

solución de mantenimiento fresca. Por la mañana la lente es extraída del

estuche de conservación y enjuagada con solución fisiológica. A continuación,

se coloca una gota de solución humectante sobre la lente y se restriegan ambas

superficies, de modo que la lente queda lista para ser colocada sobre el ojo.

Deberá recalcarse al paciente la importancia de la limpieza de las lentes por la

noche. Si las lentes no son limpiadas hasta la mañana siguiente, el moco y otras

secreciones oculares depositadas sobre la lente durante el día permanecerán

durante la noche (a pesar de que la lente esté inmersa en la solución de

conservación) y gradualmente, irán siendo adsorbidas en la superficie de la

lente, produciendo la acumulación de una capa sobre las superficies.

HORARIO DE USO DE LAS LENTES

Un procedimiento recomendado consiste en que el paciente emplee las lentes

durante 4 horas diarias seguidas el primer día y aumente el tiempo de uso en 1

hora cada día durante la primera semana; luego se mantendrá el tiempo de uso

en 8 o 10 horas hasta que el paciente acuda a la primera revisión. Al paciente se

le indica que, si por cualquier causa las lentes no se utilizaran el total de horas

diarias de un día determinado, al día siguiente deberán utilizarse solamente 1

94

hora más del tiempo de uso del día previo. En la primera revisión, se decide si

puede o no aumentarse el tiempo de uso de las lentes.

Aunque al principio los contactólogos consideraron que la adaptación de lentes

de contacto constituía un fracaso si el paciente no podía utilizarlas durante todas

las horas de vigilia, actualmente se ha observado que es mejor para los

pacientes que las córneas sean expuestas al oxígeno atmosférico por lo menos

unas pocas horas cada día. Una forma de conseguirlo es pedir al paciente que

no se ponga las lentes por la mañana hasta aproximadamente 1 hora después de

levantarse y que se las quite aproximadamente 1 hora antes de irse a la cama.

Otra posibilidad es que el paciente se quite las lentes durante 1 o 2 hora a

mediodía.

Todos los usuarios de lentes de contacto deben tener un par de gafas de

repuesto con la prescripción actualizada. Si no se dispone de éstas, muchos

pacientes abusarán de sus lentes de contacto o utilizarán las lentes aunque estén

sufriendo una abrasión u otro problema.

INSTRUCCIONES DE PARPADEO

Debe indicarse al paciente la importancia que tiene un parpadeo correcto para

emplear con éxito las lentes de contacto y debe entrenársele en la ejecución de

ejercicios de parpadeo (descritos en la sección sobre fisiología corneal). El

énfasis que se dé a los ejercicios de parpadeo dependerá en gran medida de los

hábitos de parpadear del paciente, que se observarán subrepticiamente durante

el examen con el biomicroscopio ocular tanto con lentes como sin ellas.

REVISIONES

Se programan varias visitas de revisión durante las primeras semanas de uso de

las lentes de contacto. Generalmente encuentro suficientemente satisfactorio

programar la primera revisión después de 1 o 2 semanas de entregar las lentes y

2 o 3 controles adicionales, según sean necesarios, a intervalos de

aproximadamente 2 semanas.

Se sugiere que las pruebas siguientes se realicen durante los controles de la

primera revisión:

1. Agudeza visual con las lentes de contacto.

2. Refracción subjetiva (mejor esfera) con las lentes de contacto.

95

3. Interpretación del fluoresceinograma.

4. Examen biomicroscópico con las lentes de contacto.

5. Examen biomicroscópico después de retirar las lentes de contacto de los

ojos.

6. Queratometria.

En las revisiones posteriores, los datos tomados después de retirar las lentes de

contacto de los ojos adquieren relevancia. El examen biomicroscópico revelará

la presencia de edema corneal o tinciones; las lecturas queratométricas

indicarán si la córnea ha sido cerrada o aplanada, o si se ha inducido

astigmatismo como consecuencia del uso de las lentes de contacto, y el examen

de la refracción subjetiva revelará cualquier cambio refractivo debido al uso de

las lentes de contacto.

CRITERIOS QUE DEFINEN EL ÉXITO DE UNA ADAPTACIÓN

Para considerar que un paciente utiliza con éxito las lentes de contacto, Mazow

estableció que éste debe conseguir utilizarlas por lo menos 8 horas diarias; las

lentes deben proporcionar los efectos visuales deseados; deben ser cómodas; no

deben producir daño a las córneas o los anexos, y no debe existir más de 0,50 D

de cambio en la curvatura corneal ni distorsión de las imágenes de la mira

queratométrica después de 3 meses de uso.

Criterios algo similares fueron propuestos por Sarver y Harris, pero con el

añadido de “aspecto normal del paciente”. Evaluaron 122 pacientes según sus

criterios y observaron los siguientes porcentajes de pacientes adaptados con

éxito con las lentes de contacto de acuerdo con cada criterio:

Tiempo de uso (mínimo de 8 h diarias)

Comodidad (solamente una ligera sensación de

llevar las lentes)

Visión (ninguna sensación significativa de visión

borrosa)

Ausencia de cambios en los tejidos oculares

Aspecto normal del paciente

Todos los criterios

87 % de éxito

91 % de éxito

86 % de éxito

87 % de éxito

93 % de éxito

73 % de éxito

96

Aunque estos criterios fueron empleados para lentes de PMMA, son igualmente

apropiados para lentes RPG.

REVISIONES ANUALES

Durante la visita de adaptación, todo paciente debe ser informado de que debe

volver a la consulta del especialista para una evaluación de control una vez al

año mientras se utilicen lentes de contacto. La exploración anual debe incluir no

sólo una evaluación de la adaptación de las lentes sino también una versión

simplificada de los exámenes de datos básicos originales, incluyendo pruebas

de refracción, visión binocular y de salud ocular (incluyendo biomicroscopia,

oftalmoscopia y tonometria). Además, deberían inspeccionarse las lentes de

contacto para descartar la presencia de arañazos, agrietamientos, hoyuelos,

distorsión y otros signos de desgaste.

ADAPTACIÓN DE LENTES RÍGIDAS TÓRICAS

Las consideraciones ópticas pertinentes a la adaptación de lentes de contacto

con superficie anterior tórica, lentes con superficie posterior tórica y lentes

bitóricas se tratan en la sección “Principios ópticos de las lentes de contacto”.

Recuérdese que, dado que una lente de contacto rígida esférica tiende a

mantener su curvatura mientras se encuentra sobre la córnea, generalmente el

astigmatismo corneal es reducido o eliminado mientras se utilice la lente, y

solamente persiste el astigmatismo interno. La experiencia indica que no suele

necesitarse una superficie anterior tórica, a no ser que el astigmatismo interno

del paciente sea igual o superior a 0,75 D.

En un paciente con un elevado grado de astigmatismo corneal, a veces se adapta

una lente de superficie posterior tórica para proporcionar una adaptación física

cómoda. Sin embargo, una superficie posterior tórica actúa como fuente de

astigmatismo sin corregir. Este astigmatismo puede eliminarse mediante el

empleo de una superficie anterior tórica además de la superficie posterior tórica,

lo que da como resultado una lente bitórica.

Debido a las continuas mejoras que se están realizando en el diseño y

fabricación de lentes blandas tóricas, en la actualidad raras veces se adaptan

lentes rígidas tóricas. Sin embargo, para aquellos casos extraordinarios en que

un paciente astigmático no puede ser adaptado con lentes blandas tóricas, el

profesional debe tener un buen conocimiento de los principios de adaptación de

lentes de contacto rígidas tóricas.

97

ADAPTACIÓN DE LENTES RÍGIDAS CON TORO EXTERNO

Si el análisis del astigmatismo refractivo y de las lecturas queratométricas de un

posible usuario de lentes de contacto rígidas indica la existencia de un

astigmatismo residual (no queratométrico) de 0,75 D o más, debe considerarse

la adaptación de una lente de contacto rígida con toro externo. En todos los

casos, debe realizarse primero un ensayo de adaptación con lentes rígidas

esféricas. Una vez se ha equilibrado sobre el ojo la lente de contacto esférica de

prueba, la cantidad de astigmatismo residual puede determinarse rápidamente

con la prueba de sobrerrefracción objetiva con el retinoscopio (esto es, la

retinoscopia a través de la lente de contacto). Esta prueba irá seguida del

examen de la sobrerrefracción subjetiva de la mejor esfera. La razón por la que

debe realizarse la retinoscopia sobre la lente de contacto es la determinación del

valor del astigmatismo residual, mientras que la razón por la que se realiza la

sobrerrefracción subjetiva de la mejor esfera es la determinación de la agudeza

visual que va a tener el paciente a pesar de la existencia del astigmatismo

residual inducido sin corregir. Por ejemplo, si la sobrerrefracción con

retinoscopia indica un astigmatismo residual de -1.00 DC X 90° y la agudeza

visual con la sobrerrefracción subjetiva de mejor esfera no es mejor de 20/25 o

20/30, debe considerarse seriamente el empleo de una lente de contacto RPG

con toro externo. Los métodos para mantener la orientación meridional de una

lente de contacto RPG tórica (truncado, lastre prismático o una combinación de'

ambos) fueron abordados en la sección sobre principios ópticos al principio de

este capitulo.

Identificación del meridiano base-ápex. Los fabricantes de lentes de contacto

con lastre prismático (lentes de contacto blandas tóricas y rígidas tóricas) pro-

porcionan una forma de identificación del meridiano base-ápex. Ésta puede ser

un punto, una línea radial u otra marca que identifica la base del prisma. En una

lente tórica correctamente adaptada, el meridiano base-ápex se corresponderá

relativamente bien con el meridiano vertical del ojo pero, debido a la acción del

párpado superior, la marca en la parte inferior de la lente puede rotar hacia

dentro, es decir, hacia la nariz.

La mayoría de los biomicroscopios modernos van provistos de un mecanismo

de rotación del haz de la lámpara de hendidura, junto con una escala de medi-

ción angular para determinar el grado de rotación de la lente. Empleando una

hendidura estrecha, el examinador alinea el haz de la lámpara de hendidura de

forma que quede paralelo al meridiano base-ápex de la lente y luego lee la

dirección que se indica en la escala. Es preciso asegurarse de que el haz quede

98

tan cerca como sea posible de la línea de visión del paciente para evitar errores

de paralaje, y que atraviese el centro de la lente de contacto.

Evaluación de la lente de prueba. El radio de la curva base de la lente de prueba

con superficie tórica externa debe determinarse como si se tratara de una lente

esférica. Por ejemplo, si el astigmatismo corneal está entre 0,25 y 1.00 D, la

curva base de la lente de prueba debe ser paralela al meridiano más plano de la

córnea. La potencia y el eje del cilindro de la lente de prueba deben

aproximarse tanto como sea posible a la potencia y eje determinados en la

sobrerrefracción subjetiva a través de una lente de contacto de prueba esférica.

Por ejemplo, supongamos que la sobrerrefración indicara que se necesita -1.00

DC X 90°. Una lente de prueba con toro externo que tenga -1.00 DC X 90° se

coloca delante del ojo y se espera que se equilibre (obsérvese que para una lente

que tiene el eje a 90°, el meridiano base-ápex y el meridiano del eje del cilindro

coinciden).

Después de equilibrarse la lente sobre el ojo, se analiza la adaptación de la lente

de la misma manera que para una lente esférica (en términos de posición,

retraso de la lente después del parpadeo y fluoresceinograma). Al igual que

ocurre con una lente esférica, si el fluoresceinograma indica que la lente es muy

cerrada y/o si existe movimiento insuficiente, debe probarse una lente con un

radio de curvatura de la zona óptica posterior más plano. Si la lente se moviera

excesivamente sobre el ojo y/o se descentrara, debe probarse una lente con un

radio de curvatura de zona óptica más cerrado. Si, una vez la lente con un radio

de curvatura de zona óptica posterior óptimo se ha estabilizado sobre el ojo, el

meridiano base-ápex queda en la posición horaria de las 6 (a 270°) y el eje del

cilindro coincide con el eje requerido por el ojo, la lente que debe pedirse

deberá tener una potencia de -1.00 DC X 90°, junto con cualquier componente

esférico necesario que se encuentre en la sobrerrefracción. Esto se muestra en la

figura 23a.

Por otro lado, si el meridiano base-ápex de la lente de prueba se orienta a 80"

(estando el punto en la parte inferior de la lente 10° hacia la izquierda del

meridiano vertical) como se muestra en la figura 23b, el eje cilíndrico para la

lente que va a pedirse puede determinarse mediante el empleo de la regla

siguiente: sumar, si el meridiano base-ápex rota en el mismo sentido que las

agujas del reloj, y restar, si la lente queda rotada en el sentido contrarío al de las

agujas del reloj. Puesto que, en este caso, el meridiano base-ápex está rotado en

el mismo sentido que las agujas del reloj en relación con el meridiano vertical,

sumamos 10° y, por lo tanto, debe pedirse el eje del cilindro a 100°. La figura

99

23b muestra que, si el eje del cilindro está a 100° sobre la lente, estará a 90°

sobre el ojo.

Fig. 23. Especificación de la orientación del eje del cilindro según la orientación de una lente

de contacto de prueba: a) el eje cilíndrico para la lente del paciente se especifica con el valor

de 90°; b) el eje cilíndrico se especifica con el valor de 80°, y c) el eje cilíndrico se especifica

con el valor de 100°. Para cualquier ojo, el procedimiento consiste en sumar al eje del cilindro

si el meridiano base-ápex gira en el mismo sentido que las agujas del reloj, y restar si gira en

sentido contrario.

Como se muestra en la figura 23c, si la lente de prueba se orienta sobre el ojo

de forma que el meridiano base-ápex quede rotado 10° en el sentido contrario al

de las agujas del reloj, el eje del cilindro deseado tendrá que pedirse a 80°. Si el

eje del cilindro está a 100° sobre la lente, se hallará a 80° sobre el ojo. Es

importante comprender que, cuando especificamos el eje del cilindro de una

lente tórica con lastre prismático, estamos especificándolo en relación con el

meridiano base-ápex de la lente.

Supongamos que pedimos una lente, especificando el eje negativo a 80°, como

en este ejemplo. Cuando la lente terminada llegue del laboratorio, ¿dónde se

espera que quede localizado el meridiano base-ápex? Debería quedar situado a

100°, como si estuviera en la lente de prueba.

Una sugerencia final: dado que la orientación de una lente con lastre prismático

puede cambiar con el tiempo, no deberían tomarse decisiones sobre el eje del

cilindro hasta que se haya comprobado la orientación de la lente de prueba por

lo menos tres o cuatro veces, durante un período de tiempo de 20 a 30 min.

100

También es útil comprobar la orientación de la lente cuando el paciente mueve

la cabeza a izquierda y derecha (fijando la vista en la dirección opuesta) y

después de que se haya levantado, caminado alrededor de la sala, etc., durante

unos pocos minutos.

ADAPTACIÓN DE LENTES CON TORO INTERNO

Como se ha indicado anteriormente, se emplea una lente de contacto con toro

interno no para la corrección del astigmatismo sino con el propósito de

proporcionar una adaptación física cómoda en una córnea muy tórica. Puede

determinarse fácilmente la cantidad de flexión tomando las lecturas

queratométricas sobre la cara anterior de la lente mientras se encuentra sobre la

córnea. Si no existe flexión, la «queratometría in situ» será esférica (a pesar de

la presencia de astigmatismo corneal) pero, si se encontrara astigmatismo, será

debido a la flexión. Por ejemplo, si el dato de la sobrequeratometría fuera de 43

a 180°/44 a 90°, ello puede interpretarse como un signo de que la flexión de la

lente está creando (o «hipocorrigiendo») 1 D de astigmatismo según la regla.

Dado que un astigmatismo corneal elevado (más de 2,5 D) es casi siempre

según la regla, toda flexión de una lente esférica sobre tal córnea dejará sin

corregir una parte del astigmatismo, que tenderá a compensar cualquier grado

de astigmatismo' interno (casi siempre contra la regla). Si el astigmatismo

corneal sin corregir es de 0,5 a 1 D en la dirección según la regla, no es

probable que resulte ningún astigmatismo refractivo significativo. Sin embargo,

grados elevados de astigmatismo pueden bastar para que sea aconsejable la

adaptación de lentes bitóricas.

Trabajando con lentes de PMMA, Harris y Chu (1972) observaron que una

lente con un espesor central menor de 0,13 mm tenderá & flexionarse de forma

significativa sobre una córnea elevadamente tórica. En un estudio reciente,

Harris, Cale, Gansel y Siette (1987) .adaptaron 12 ojos con toricidades

cornearles que iban desde 1,75 hasta 3,25 D con Paraperm O2 y lentes Boston

II con espesores centrales desde 0,1 hasta 0,20 mm. Observaron que, en todos

los casos, existía flexión de la lente y astigmatismo residual inducido, el cual

aumentaba a medida que el espesor central disminuía, y que la flexión tendía a

producir un astigmatismo residual de 0,50 D o más en lentes con espesor central

menor de 0,15 mm. Harris et al. Indicaron que, dado que la flexión es algo di-

ferente para cada tipo de lentes, el profesional debe emplear en la adaptación la

misma «marca» de lente que va a pedirse para el paciente. Los resultados de

Harris. Confirman la práctica de aumentar el espesor de una lente RPG esférica

(hasta 0,15 o 0,16 mm) para evitar la adaptación de una lente bitórica.

101

Debe comprenderse que una lente con superficie posterior tórica no necesita el

empleo de lastre prismático o truncado para proporcionar orientación a la lente.

La orientación meridional será determinada por la superficie posterior tórica de

la lente deslizándose sobre la córnea tórica (esto se ha comparado con la forma

en que una silla de montar se «orienta» sobre la espalda de un caballo).

Cuando se adaptan lentes con superficie posterior tórica, debe emplearse una

lente tórica de prueba. El punto de partida usual es adaptar cada meridiano

principal aproximadamente paralelo a la curvatura en aquel meridiano. Por

ejemplo, si las lecturas queratométricas son 42.00 x 180° / 45.00 x 90°, debe

intentarse adaptar una lente con valores queratométricos de 42.00 y 45.00 D. A

menudo la lente se adaptará muy apretadamente sobre la córnea a no ser que

algo de la toricidad corneal se deje sin corregir. Por ejemplo, puede observarse,

para el ojo que acabamos de describir, que una lente de 42.00x44.00 D tendrá

mejor movimiento sobre el ojo que una de 42.00x45.00 D. En cualquier caso,

cuando el paciente sea adaptado, el profesional deberá observar cuidadosamente

si se produce edema corneal y estar preparado para conseguir una adaptación

más floja modificando la lente si fuera necesario.

El método de Sarver (1970) para la adaptación de una lente bitórica, con un

cilindro en la superficie frontal diseñado para compensar el astigmatismo

inducido en la superficie posterior de la lente, se ha descrito anteriormente.

Empleando el ejemplo de Sarver de un ojo con un defecto refractivo de -2.00

DE -3.00 DC X 180°, si se determina que una lente esférica de potencia -2.00 D

y radio de zona óptica posterior de 8,04 mm (42.00 DK) corrige el defecto

refractivo y que una lente rígida con superficie posterior fórica (42.00 DK X

45.00 DK) proporciona una óptima relación lente-córnea, puede pedirse una

lente bitórica con los parámetros siguientes:

Meridiano plano: 42 DK, -2 D

Meridiano cerrado: 45 DK, -5 D

La lectura del frontofocómetro para esta lente será de -2.00 DE -3.00 DC en el

eje del meridiano más plano. La lente tendrá el efecto de una lente esférica

sobre el ojo e incluso puede rotar sobre éste sin inducir astigmatismo.

Actualmente se dispone de una lente RPG bitórica Polycon II que hace uso de

este «efecto de potencia esférica».

Sarver, Kame y Williams (1985) publicaron .un estudio en el que habían

participado 50 pacientes adaptados con lentes bitóricas con efecto de potencia

102

esférica Polycon II. Estas lentes están disponibles en una caja de 36 unidades

formada por tres juegos de 12 lentes (que varían en radio de curvatura),

teniendo las lentes de un juego una toricidad de 2.00 DK, las del segundo juego

una toricidad de 3 DK y las del tercer juego una toricidad de 4.00 DK. Después

de haber obtenido éxito en la adaptación, Sarver et al. Observaron que el valor

del radio de curvatura medio en el meridiano más plano era 0,45 DK más plano

que el meridiano corneal más plano, y que la toricidad media era 0,50 DK

menor que la toricidad de la córnea. Sin embargo, existía una considerable

variación en la relación de contacto lente-córnea, siendo muchos ojos adaptados

con lentes con toricidades de hasta de 1.00 a 2.00 DK menores que la de la

córnea, y unos pocos con lentes que tenían toricidades mayores que la de la

córnea. Sarver et al. Indicaron que 36 de los pacientes fueron adaptados con

lentes de efectos de potencia esférica, mientras que 14 fueron adaptados con

lentes con efectos de potencia cilíndrica (esto es, lentes con un componente

cilíndrico adicional para la corrección del astigmatismo residual).

Los resultados de Sarver et al. (1985) subrayan la importancia de emplear lentes

bitóricas de prueba en tales adaptaciones. Estos autores recomendaron que, si la

lente con efecto de potencia esférica que proporciona la mejor adaptación da

lugar a más de 0,50 D de astigmatismo refractivo sin corregir, debe pedirse al

laboratorio una lente con efectos de potencia cilíndrica. En tal caso, la cantidad

de cilindro que debe pedirse será la obtenida con retinoscopia o

sobrerrefracción subjetiva. Además, el pedido debe especificar la lente con

efecto de potencia esférica empleada para la adaptación y la sobrerrefración,

con la adición de los componentes necesarios, esférica y cilíndrica, obtenidos

en la sobrerrefracción.

103

Capítulo 9

ADAPTACION DE LENTES BLANDAS

Los procedimientos de adaptación de lentes de contacto blandas difieren de

varias formas de los utilizados para lentes de contacto rígidas. Una de las

diferencias más importantes es que en la adaptación de lentes de contacto

blandas no se emplea fluoresceína. El “tamaño del poro” de los materiales

empleados para fabricar las lentes blandas es lo suficientemente grande para

que la fluoresceína sódica sea absorbida por la lente y reteñida de forma

permanente. Se han realizado experimentos con un tipo de fluoresceína cuyas

moléculas son lo suficientemente grandes para no ser absorbidas por la lente.

Desafortunadamente, el nivel de fluoresceína es insuficiente para ser eficaz en

la evaluación del espesor de la película lagrimal debajo de la lente.

Sin embargo, la fluoresceína puede utilizarse en el examen de preadaptación

(para la prueba del tiempo de ruptura lagrimal precorneal) y para el examen

biomicroscópico después de retirar la lente del ojo, siempre y cuando el

colorante sea totalmente eliminado de la película lagrimal antes de insertar una

lente de contacto blanda. En la experiencia, la forma más efectiva de eliminar el

colorante consiste en instilar una o dos gotas de lágrima artificial viscosa, como

Celluvisc, en el saco conjuntival de cada ojo, pedir al paciente que parpadee

varias veces y luego eliminar el colorante residual de los bordes palpebrales

mediante una servilleta de papel. Empleando la lámpara de Burton (la fuente

luminosa de radiación ultravioleta empleada para analizar los

fluoresceinogramas), el examinador inspecciona la córnea, la conjuntiva y los

104

bordes palpebrales para asegurarse de que no quede ningún resto de

fluoresceína.

Otra importante diferencia entre las lentes blandas y las rígidas es que, debido a

su naturaleza flexible, las lentes blandas (como ya se ha indicado) no se adaptan

a la superficie corneal y, por tanto, no eliminan el astigmatismo corneal. Una

diferencia adicional, también debida a la flexibilidad de las lentes, es que es

imposible medir el radio de curvatura de la zona óptica posterior de una lente de

contacto blanda con un radioscopio o un queratómetro. Se han desarrollado

varios métodos para medir el radio de curvatura de la zona óptica posterior de

las lentes blandas pero ninguno ha sido generalmente aceptado para su empleo

clínico de rutina.

Otra característica debida a la considerable flexibilidad de las lentes blandas es

que se necesitan muy pocas lentes de prueba para la adaptación. Mientras que

los radios de curvatura de la zona óptica posterior de las lentes rígidas están

disponibles en pasos de 0,05 mm (0,25 DK), las lentes blandas están

disponibles en pasos de radios de

Curvatura de zona óptica posterior no menores de 0,10; 0,20, e incluso 0,30

mm. Algunos de los nuevos diseños de lentes blandas más delgadas están

disponibles sólo en un único radio de curvatura de zona óptica posterior.

MATERIALES Y LENTES DISPONIBLES

Como se ha indicado en capitulo materiales para lentes de contacto blanda

originariamente descrita por Wichterle y Lin en 1960 estaba hecha del material

de hidrogel hidroxietilmetacriíato, ligado con cadenas cruzadas de

etilenglicoldimetacrilato, y era fabricada mediante un proceso de centrifugado.

Tabla 2. Materiales de las lentes blandas de bajo contenido hídrico (grupos 1 y 3 de la FDA)

Nombre genérico Grupo FDA % H,0 Dk

Polymacon 1 38,6 8,4

Cronicón 1 38,6 13

Tetrafilcon 1 42,5 9,3

Phemfilcon 3 38 9,03

Phemfilcon A 3 38 8

105

Tabla 3. Materiales más representativos de las lentes blandas de elevado contenido hídrico

(grupos 2 y 4 de la FDA)

Nombre genérico Grupo FDA % H20 Dk

Bufilcon A 2 70 34

Vasurfílcon A 2 74 39

Vifilcon A 4 55 16

Methafilcon A 4 55 19

Etafílcon 4 70 34

Phemfilcon A 4 55' 8

LENTES ESFÉRICAS DE USO DIARIO

La mayoría de las lentes de contacto esféricas de uso diario están fabricadas con

materiales de contenido hídrico relativamente bajo. Obsérvese que, en la lista

de lentes representativas de la tabla, todas pertenecen al grupo 1 o al grupo 3,

excepto la lente Hydrosoft dé Cooper Vision, una lente del grupo 4 con un

contenido hídricodel 55 %.

TRATAMIENTO DEL PACIENTE EXAMEN CLINICO

Al igual que en la adaptación de un paciente con lentes de contacto rígidas,

debe ponerse énfasis en los datos de especial importancia en la adaptación de

lentes de contacto. Debe realizarse un examen cuidadoso con el biomicroscopio

ocular, incluyendo la prueba del tiempo de ruptura lagrimal precorneal.

Por lo que hace al astigmatismo, es el de tipo refractivo el que debe preocupar

al adaptador, ya que las lentes blandas no corrigen el astigmatismo corneal ni el

interno (a no ser que se utilice una superficie frontal tórica). Si se observa que

el astigmatismo refractivo es mayor de 1 D según la regla o 0,75 D contra la

regla u oblicuo, debería considerarse la utilización de una superficie frontal

tórica.

SELECCIÓN DE PACIENTES

106

La principal ventaja de las lentes de contacto blandas para la persona que las

lleva por vez primera es que no causan incomodidad (o muy poca) y, a

diferencia de las lentes rígidas, no requieren período de adaptación. Por esta

razón, muchos pacientes que no serían considerados candidatos para lentes de

contacto rígidas pueden considerarse candidatos para lentes blandas. Esto se

aplica especialmente a pacientes a los que les gustaría utilizar sus lentes sólo de

forma parcial (esto es, únicamente para trabajar, actos sociales o deportivos).

Con las lentes blandas no es necesario mantener el horario de uso de las lentes

en el caso de las lentes rígidas.

VISITA DE ADAPTACIÓN

La ficha de adaptación recomendada para lentes de contacto rígidas, mostrada

en la práctica, también es apropiada para anotar los datos de adaptación de

lentes blandas. Se anotan las especificaciones de las lentes que se emplean para

las pruebas, junto con notas relacionadas con la adaptación de estas lentes, la

refracción a través de las lentes que se adaptan y la información sobre las lentes

que van a pedirse.

EMPLEO DE LENTES DE PRUEBA

Se colocan las lentes de contacto de prueba y se evalúa su adaptación por medio

del biomicroscopio ocular. Al igual que con las lentes rígidas, se evalúa la

posición y el retraso de cada lente inmediatamente después de cada parpadeo.

COLOCACIÓN DE LA LENTE POR EL ADAPTADOR

El autor emplea un procedimiento de colocación de lentes sobre el ojo similar al

que se ha descrito para las lentes rígidas, excepto que se pide al paciente que

mire (al dedo pulgar) hacia abajo y hacia dentro, de forma que la lente pueda

colocarse sobre la esclerótica temporal superior. El mayor diámetro de las

lentes de hidrogel blandas requiere un área grande sobre la que colocar la lente;

un área suficiente para ello está disponible sobre la esclerótica temporal

superior. Para retirar la lente del ojo, el autor eleva ligeramente el párpado

superior con el dedo índice de una mano y coloca el dedo índice de la otra

firmemente contra la parte inferior de la lente. Después se pide al paciente que

mira hacia arriba, y la lente es suavemente pellizcada y extraída de la córnea

con los dedos pulgar e índice cuando el paciente mira hacia arriba.

107

Tabla 4. Lentes blandas esféricas más representativas para uso diario

Fabricante Material Grupo % H2O Dk Diámetro

(mm)

ro(mm)

1 Bausch & Lomb Polymacon 1 38 8,4 13,5 Asférica estándar

S Bausch & Lomb

Bausch & Lomb

Polymacon

Polymacon

1

1

38

38

8,4

8,4

13,5

14,5

Asférica estándar

Asférica estándar

CooperVision Polymacon 1 38 8,4 14 8,4

CooperVision Methafílcon 4 55 18,8 15 8,6-9,2

Ocular Sciences Polymacon 1 38 8,4 13 8,1-8,9

Wesley-Jessen

Wesley-Jessen

Wesley-Jessen

Tetrafilcon

Phemfilcon

Crofilcon A

1

3

1

42,5

38

38,6

9,3

9,03

18,8

13,2

14,5

13,8; 14,8

7,9-9,1

8,3; 9,6; 9

8; 9,35

SOBREREFRACCIÓN CON LENTES DÉ PRUEBA

Cuando han sido seleccionadas las lentes que se adaptan de forma óptima, se

realizan la retinoscopia y la prueba subjetiva mientras se están empleando las

lentes. La retinoscopia se lleva a cabo tanto con esferas como con cilindros, de

la forma habitual, para determinar el grado de astigmatismo que permanecerá

sin corregir cuando se empleen las lentes. "Con raras excepciones, este valor

será aproximadamente ±0,25 D del cilindro determinado subjetivamente, sin la

lente. A no ser que tengan que adaptarse lentes con superficie anterior tórica, la

refracción subjetiva suele realizarse sólo con esferas (refracción de la mejor

esfera).

Especificación de la potencia de la lente. La potencia de .la lente de prueba

suele hallarse lo bastante próxima a la potencia de la lente requerida para que la

potencia de las lentes en el foróptero sea relativamente pequeña. Sin embargo,

si la potencia de las lentes que quedan en el foróptero es igual o mayor de ±4,5

D, debe determinarse el cambio de potencia debido al cambio de la distancia de

vértice mediante cálculo o con el empleo de una tabla de conversión. Dado, que

no existe lágrima debajo de una lente de contacto blanda bien adaptada, no es

necesario ajustar la potencia de'la lente que va a pedirse si la lente tiene un

radio de curvatura de zona óptica posterior diferente del de la lente de contacto

"de prueba a través de la cual se hizo la refracción.

ADAPTACIÓN DE LENTES BLANDAS ESFÉRICAS DE USO DIARIO

108

LENTES DE PRUEBA

Para la adaptación de lentes blandas torneadas, las cajas de lentes de prueba

sólo necesitan incluir un pequeño número de lentes, debido a que éstas suelen

estar disponibles solamente en uno o dos diámetros y dos o tres radios de

curvatura de zona óptica posterior. Por otro lado, las lentes de contacto blandas

centrifugadas, que tienen típicamente un radio de curvatura de zona óptica

posterior diferente para cada lente en las series; tienden a requerir un juego de

lentes de prueba más grande, consistente en lentes de varias potencias. En la

tabla 3 se ofrece una selección representativa de lentes blandas esféricas

torneadas de uso diario y, en la tabla 4, se enumeran las lentes blandas esféricas

centrifugadas.

EVALUACIÓN DE LA ADAPTACIÓN DE LENTES

Dado que no puede utilizarse fluoresceína para evaluar la adaptación de una

lente de contacto blanda, el método más conveniente para evaluar la adaptación

implica el uso del biomicroscopio ocular. El queratómetro y el retinoscopio

también son útiles en la evaluación de la adaptación.

Biomicroscopio ocular. Después de esperar unos pocos minutos para que la

lente se “asiente”, la adaptación es evaluada por medio del biomicroscopio

ocular. La lente debe quedar bien centrada sobre la córnea. Dado que la

mayoría de las lentes blandas tienen un diámetro que supera los 13 o 14 mm, la

lente debe rebasar el limbo de 0,5 a 1 mm, extendiéndose en la esclerótica. (El

diámetro corneal o “diámetro del iris visible” tiene un valor medio aproximado

de 12 mm en sentido horizontal y 11 mm en sentido vertical.) La lente puede

tender a descentrarse ligeramente hacia arriba o hacia fuera. Esto no es un

problema siempre y cuando la lente cubra toda la superficie de la córnea. Si la

lente no cubre toda la superficie de la córnea, la porción de la córnea no

cubierta tenderá a desecarse, ya que el epitelio no será recubierto con mucina

hidratada durante cada parpadeo.

El retraso que se produce después de cada parpadeo puede observarse mejor

colocando el haz estrecho en hendidura en la parte nasal inferior del ojo y

pidiendo al paciente que parpadee. El grado de retraso de la lente con el

parpadeo puede calcularse comparándolo con el grado de solapamiento de la

lente sobre el limbo. Para una lente de 14 mm, si el solapamiento del limbo es

aproximadamente de 1 mm a uno y otro lado, una lente que se retrasa 1 mm se

retrasaría justo en la misma medida en que se solapa la lente. Después de la

109

evaluación del retraso de la lente con el parpadeo, debe pedirse al paciente que

mire hacia arriba, y se anotará el retraso de la lente hacia abajo.

El grado de retraso de la lente esperado con el parpadeo varía de un diseño a

otro. Las lentes de “espesor estándar” (que actualmente han sido reemplazadas

en gran medida por lentes ultrafinas) transmiten oxígeno en cantidades

relativamente pequeñas, de forma que la mayoría del oxígeno de la córnea debe

suministrarse por medio del bombeo lagrimal que se produce con cada

parpadeo. Para estas lentes, el retraso de la lente con cada parpadeo debe ser de

1 a 2 mm, y el retraso de la lente al mirar hacia arriba debe ser algo mayor de

dicho valor (fig. 24).

El grado necesario de retraso de la lente con cada parpadeo para las lentes

ultrafinas (lentes más delgadas de 0,1 mm) es una cuestión controvertida.

Algunos profesionales creen que, debido a que estas lentes transmiten oxígeno,

no es necesario conseguir oxígeno mediante el bombeo lagrimal y, por lo tanto,

las lentes no necesitan retrasarse en absoluto. Otros autores creen que, debido a

que las lentes transmiten oxígeno insuficiente para satisfacer todas las

necesidades de la córnea, es necesario por lo menos un pequeño grado de

retraso de la lente con el parpadeo. Otro factor que debe considerarse es que, si

no existiera movimiento de la lente en absoluto, las células epiteliales

descamadas y otros desechos oculares que se acumulan constantemente debajo

de una lente no tendrían otro modo de escapar hasta que la lente fuera retirada

del ojo por la noche. No obstante, incluso una pequeña cantidad de movimiento

de la lente (aproximadamente entre 0,5 y 1 mm) parece ser suficiente. Si una

lente parece tener un retraso insuficiente, el profesional debe intentar

desplazarla hacia arriba con la punta del dedo. Si la lente no se moviera con

facilidad sobre la córnea, sería demasiado apretada, por lo que debería probarse

una lente más plana o más pequeña.

Fig. 24. Lente de hidrogel bien adaptada: a) justo después del parpadeo; b) después del

parpadeo, y c) con desplazamiento hacia abajo al mirar hacia arriba. La lente normalmente se

desplaza a la posición mostrada en (b) hasta el próximo parpadeo.

110

Fig. 25. «Las burbujas de aire debajo de una lente blanda pueden tener dos significados: a) la

lente puede ser demasiado cerrada o demasiado grande, y b) la lente puede haberse adaptado

demasiado plana.

A veces encontramos una burbuja de aire atrapada debajo de la lente. Si se pide

al paciente que cierre el ojo y se masajea suavemente el párpado superior, a

menudo la burbuja desaparece. Sin embargo, si persistiera, ello podría indicar

un problema en la adaptación de la lente. Una burbuja de aire debajo de la lente

que no se extiende al borde de ésta puede indicar que la lente es muy cerrada o

muy grande. Una burbuja de aire que sé extiende hasta el borde de la lente

puede indicar que el radio de curvatura de la zona óptica posterior es muy plano

o que la lente es muy pequeña (fig. 25).

Queratometría. A menudo el optometrista obtiene una información útil cuando

se toman las lecturas queratométricas con las lentes adaptadas sobre el ojo. Las

lecturas queratométricas indicarán: a) imágenes nítidas de la mira

queratométrica, b) el mismo grado (y eje) de astigmatismo corneal que sin

lente, y c) ningún cambio en el aspecto de las imágenes de la mira entre parpa-

deos. Un aspecto de «catarata» generalmente indica que la lente es muy floja. Si

las miras son nítidas al principio pero luego empiezan a hacerse borrosas

después de un parpadeo, ello también es una indicación de que la lente es muy

floja. Si las miras se distorsionan justo después de cada parpadeo pero después

empiezan a aclararse, ello puede ser una indicación de que la lente está muy

apretada. Sin embargo, una lente apretada puede dar a menudo una imagen

nítida de la mira queratométrica sin ningún cambio entre parpadeos;

afortunadamente, la presencia de una lente cerrada puede determinarse me-

diante el examen con biomicroscopio ocular.

Rerinoscopia. La retinoscopia es un procedimiento alternativo para determinar

la adaptación de la lente a partir de la claridad óptica. Si se distorsiona el reflejo

retinoscópico, ello puede indicar que la lente no se está adaptando al perfil

corneal.

Síntomas del paciente. Si una lente es adaptada excesivamente floja, siendo su

diámetro muy pequeño o su radio de curvatura de zona óptica posterior muy

111

plano, ello puede provocar incomodidad, acompañada de lagrimeo e inyección

conjuntival. Una causa adicional de incomodidad es la presencia de un cuerpo

extraño debajo de la lente. Éste no será desalojado por las lágrimas como

ocurriría con una lente rígida, de forma que el paciente deberá quitarse la lente

del ojo, enjuagarla bien y volver a colocársela. Una lente que se adapta

demasiado cerrada resultará tan cómoda como una lente bien adaptada. Un

criterio de ayuda en la adaptación de lentes de hidrogel es adaptarla lo más

plana posible para que no produzca incomodidad.

PEDIDO DE LA LENTE

Las lentes que, cada vez en mayor número, han recibido la aprobación de la

FDA son todas de marca registrada, siendo cada una fabricada con un material

y unas especificaciones ligeramente diferentes en cuanto a parámetros de

adaptación. En el pedido de una lente de contacto blanda, además de la marca

registrada, deben incluirse los parámetros siguientes: radio de curvatura de la

zona óptica posterior, diámetro total y potencia de la lente de contacto. Los

radios de curvatura de la primera banda (no siempre empleados en lentes

blandas) y de la segunda banda periférica, el ancho de la curva periférica, el

diámetro de la zona óptica y el espesor central son parámetros estándar de cada

lente y, por lo tanto, no pueden ser especificados por el profesional.

VERIFICACIÓN DE LAS LENTES TERMINADAS

Cuando se han recibido las lentes terminadas del laboratorio, las únicas

especificaciones que pueden comprobarse son la potencia, el diámetro total y el

espesor central de las lentes. Para comprobar la potencia de una lente blanda,

ésta se enjuaga bien con solución salina para eliminar el exceso de solución de

conservación (que en algunos casos contiene un polímero líquido), se seca

suavemente con una toalla libre de hilachas y se coloca sobre el soporte de

lentes del frontofocómetro de forma que pueda leerse la potencia. Para lentes

rígidas, así como blandas, se prefiere un frontofocómetro de proyección, ya que

la lente puede colocarse en una posición horizontal, por oposición a la posición

casi vertical requerida por el frontofocómetro normal. Se verifica el diámetro

por medio de una lupa de medición mientras la lente se encuentra hidratada.

Aunque el profesional no lo especifica, también puede medirse el diámetro de

la zona óptica. Se comprueba el espesor de la lente mediante un espesímetro.

Para evitar pinchazos o desgarros de la lente, puede utilizarse un espesímetro

con un palpador redondeado (en lugar de puntiagudo).

112

En la clase se exponen las normas y tolerancias para las lentes de contacto

desarrolladas por el ANSI.

ENTREGA DE LAS LENTES

Cuando se entregan al paciente las lentes terminadas, el profesional debe

colocar las lentes sobre los ojos del paciente, calcular la agudeza visual y la

refracción subjetiva de la mejor esfera, y luego comprobar la adaptación de las

lentes con el biomicroscopio ocular. A continuación se entrena al paciente en la

colocación, retirada y mantenimiento higiénico de las lentes de contacto. En

muchas consultas, estas instrucciones son proporcionadas por un asistente

entrenado o un técnico optométrico.

COLOCACIÓN Y RETIRADA DE LAS LENTES POR EL PACIENTE

Se informa al paciente de que debe lavarse las manos y sentarse ante una mesa

con un espejo y otros accesorios al alcance de la mano. El profesional extrae la

lente derecha del estuche, la lava con solución salina fresca y la coloca sobre el

dedo índice del paciente. Se indica al paciente que coloque la lente sobre la

córnea, empleando exactamente el mismo método descrito para la colocación

de la lente rígida. Suponiendo que el paciente sea diestro, el dedo medio de la

mano derecha se emplea para sostener hacia abajo el párpado inferior, y el dedo

índice de la mano izquierda para sostener el párpado superior hacia arriba.

Debido al gran tamaño de la lente blanda, el paciente deberá mantener bien

abiertos los ojos. Después se coloca la lente izquierda sobre el ojo de la misma

manera. Si el paciente tarda mucho en ponerse la lente, debe rehumectarse con

solución salina.

Para retirar la lente del ojo, el paciente emplea el método ya descrito para su

retirada por el profesional. Con el paciente mirando hacia delante, el párpado

superior se sostiene hacia arriba con el dedo índice de la mano izquierda,

mientras que el dedo índice de la mano derecha se coloca firmemente sobre la

parte inferior de la lente. Entonces el paciente mira hacia arriba y, durante dicho

movimiento, la lente es suavemente pellizcada y extraída de la córnea con los

dedos pulgar e índice. Después la lente es enjuagada con solución salina y

colocada en el estuche de conservación antes de retirar la segunda lente.

INSTRUCCIONES PARA EL PACIENTE

Las instrucciones para el paciente sobre el cuidado higiénico de las lentes

blandas dependen del sistema de desinfección que se emplee.

113

SISTEMA QUÍMICO

Si tiene que utilizarse un sistema químico, se entregarán al paciente tres

soluciones junto con las lentes y el estuche de conservación: una solución de

limpieza tensoactiva (que actúa sobre la superficie), una solución de

conservación y una solución salina. Después de quitarse la lente del ojo por la

noche, el paciente la coloca en la palma de la mano izquierda (si es diestro) o en

la punta del dedo índice de la mano izquierda, aplica una o dos gotas de

solución de limpieza sobre la lente, y luego la restriega utilizando el dedo índice

de la mano derecha para eliminar cualquier moco u otro material que pueda

haberse acumulado sobre la lente durante el día. Luego la lente es enjuagada

con solución salina y colocada en el estuche de conservación, el cual es llenado

con solución de conservación fresca. Por la mañana el paciente simplemente

saca la lente del estuche, la enjuaga con solución salina y la coloca sobre el ojo.

DESINFECCIÓN TÉRMICA

Introducida por Bausch & Lomb con su lente Soflens, la desinfección térmica

es en la actualidad solamente de interés histórico. Una unidad térmica y dos

soluciones (una de limpieza y otra salina) se entregan al paciente junto con las

lentes. Después de quitarse la lente del ojo por la noche, el paciente la limpia

(como se describió antes) con la solución de limpieza y la enjuaga con solución

salina antes de la desinfección térmica. A la mañana siguiente, el paciente retira

el estuche de lentes de la unidad de desinfección, saca la lente (enjuagándola

con solución salina del estuche de conservación) y se la coloca en el ojo. La

limpieza nocturna de las lentes es aún más importante para los usuarios de

lentes blandas que para los de lentes rígidas. Los pacientes que limpian sus

lentes por la mañana, o no lo hacen en absoluto, acabarán comprobando que sus

lentes son inutilizables debido a los depósitos de proteínas y otros materiales.

PERÓXIDO DE HIDRÓGENO

En los últimos años, los sistemas de desinfección que implican el empleo del

peróxido de hidrógeno se han vuelto cada vez más populares. Después de

limpiar las lentes con un agente tensoactivo, éstas son enjuagadas con solución

salina y guardadas toda la noche en una solución de peróxido de hidrógeno.

Con algunos sistemas de peróxido de hidrógeno, este procedimiento debe

seguirse del uso de una solución neutralizadora (como el bicarbonato o el

piruvato sódico), mientras que otros sistemas emplean un disco catalítico para

la neutralización.

114

LIMPIADOR ENZIMÁTICO

Aunque se emplee un limpiador tensoactivo por la noche antes de la desinfec-

ción, las lentes blandas tienden a cubrirse de depósitos de proteínas procedentes

de la película lagrimal. El uso periódico del limpiador enzimático con papaína

suele ser efectivo para eliminar estos depósitos. La mayoría de los profesionales

indican a sus pacientes que empleen el limpiador enzimático semanalmente.

Debido a que la enzima papaína actúa reduciendo el diámetro de las moléculas

de las proteínas que se adhieren a la lente, es necesario restregar la lente para

eliminar tanto el limpiador enzimático como las proteínas de la película

lagrimal. Este procedimiento debe ir seguido de un enjuagado profuso con

solución salina y solución de desinfección. No se recomienda para la utilización

del limpiador enzimático con un sistema químico en el que se emplee

clorhexidina, ya que ésta, en la solución de conservación, tiende a ligarse

fuertemente a las proteínas. Según Gold y Orenstein (1980), la papaína liga,

atrae y aumenta la concentración de la clorhexidina en la lente.

HORARIOS DE USO

Dado que las lentes de contacto blandas requieren poca o ninguna adaptación,

el autor instruye al paciente a utilizarlas 8 h diariamente, desde el primer día

hasta la primera revisión, que suele programarse al final de la primera o

segunda semana como muy tarde.

REVISIONES

Puede ser buena idea espaciar más las revisiones en el caso de usuarios de

lentes blandas que de lentes rígidas. Esto es debido a que los usuarios de lentes

blandas no tienen que pasar por el período de adaptación requerido para las

lentes rígidas, y también a que los problemas tienden a ocurrir más tarde en los

usuarios de lentes blandas que en los de lentes rígidas. La primera revisión debe

hacerse a las 2 semanas, la segunda a las 4 semanas, la tercera a los 2 meses y la

cuarta a los 3 meses.

La ficha para anotar los datos de las revisiones, que se muestra en el apéndice

A, es aplicable a usuarios dé lentes de contactó .tanto rígidas como blandas.

Como ocurre con los usuarios de lentes de contacto rígidas, los datos con las

lentes sobre la córnea son de gran importancia durante las primeras revisiones.

Sin embargo, para revisiones posteriores, los datos obtenidos después de retirar

las lentes son de mayor importancia.

115

EXÁMENES ANUALES

El examen de las revisiones anuales debe incluir una repetición de las partes de

la base de datos optométricos sobre refracción y salud ocular, además de una

evaluación de la adaptación de las lentes y de la condición física de éstas.

Empleando un microscopio binocular de bajos aumentos o el biomicroscopio

ocular, deberán comprobarse las lentes cuidadosamente para descartar la

presencia de depósitos, desgarros, hoyuelos, arañazos u otras señales de

deterioro.

PARPADEO

Debe comunicarse al paciente la importancia del parpadeo correcto y

entrenársele en la realización habitual de ejercicios de parpadeo (como se

describió anteriormente en este capítulo). Si las lentes de contacto blandas

requieren algún tipo de adaptación por parte del paciente, ésta consiste en el

aprendizaje del parpadeo correcto.

ADAPTACIÓN DE LENTES BLANDAS TÓRICAS

Las consideraciones ópticas relevantes a la adaptación de las lentes de contacto

tóricas se abordaron en la sección anterior de este capítulo, titulada «Principios

ópticos de las lentes de contacto». Recuérdese que las lentes de contacto

blandas esféricas se adaptan a la superficie corneal hasta un punto en que existe

una transferencia directa de toricidad corneal a la lente, de forma que estas

lentes no eliminan el astigmatismo corneal, como hacen las lentes de contacto

rígidas.

La experiencia clínica indica que los pacientes con un astigmatismo refractivo

según la regla de no más de 0,75 a 1 D pueden obtener unas agudezas visuales

adecuadas con lentes de contacto blandas esféricas, a pesar de la existencia del

astigmatismo. Esto se aplica también a pacientes que no tengan más de 0,5 o

0,75 D de astigmatismo-refractivo contra la regla u oblicuo. Muchos pacientes

con un mayor grado de astigmatismo refractivo presentarán una agudeza visual

insatisfactoria, incomodidad visual o ambas cosas con lentes de contacto

blandas esféricas. Sin embargo, en los pacientes que tienen astigmatismo

refractivo de hasta 1,25 D, es aconsejable realizar una prueba con lentes de

contacto blandas esféricas antes de proceder a la adaptación de lentes tóricas.

Una lente blanda esférica que proporcione una agudeza visual de 20/20 o 20/25

a menudo será más satisfactoria que una lente de contacto blanda tórica

orientada en un eje incorrecto.

116

El método para determinar la posición del meridiano base-ápex haciendo uso de

la hendidura giratoria de la lámpara de hendidura y de la escala de medición

angular se describe en la, sección sobre adaptación de lentes de contacto rígidas

tóricas. Los principios de adaptación de lentes tóricas expuestos para las lentes

de contacto rígidas tóricas son también de aplicación para las lentes de contacto

blandas tóricas. El paciente deberá llevar las lentes durante 20 min o más antes

de tomar una decisión sobre la orientación de la lente, después de lo cual debe

observarse la posición de ésta varias veces durante un período de

aproximadamente 30 min.

La adaptación debe realizarse mediante el empleo de una caja de lentes de

contacto de prueba proporcionada por el fabricante. Debe utilizarse la lente de

contacto de prueba que tenga la potencia esférica, la potencia cilíndrica y el eje

cilíndrico más próximos a los parámetros requeridos. Si se observa que la lente

se orienta en un eje incorrecto, debe probarse una lente con el eje correcto antes

de pedir la lente del paciente.

PROCEDIMIENTOS CON LA LENTE DE PRUEBA

En la tabla 5 se enumeran las lentes de contacto blandas tóricas representativas

de uso diario disponibles en el inventario de lentes. El método más habitual

para proporcionar estabilización meridional a una lente de contacto blanda

tórica consiste en utilizar una pequeña cantidad de prisma de base inferior

denominado lastre prismático (fig. 26). Con este método el perfil del espesor del

borde de la lente es tal que la lente resulta más delgada en la parte superior y

más gruesa en la parte inferior; el hecho de que la lente sea más delgada en la

parte superior es lo que permite al párpado superior controlar la orientación

meridional de la lente (esto es, evitar que la lente rote con cada parpadeo).

Otros métodos incluyen el lastre, prismático con truncado (fig. 27), que tiende a

producir un borde inferior grueso y no es empleado por muchos fabricantes; la

lenticulación excéntrica (fig. 28), en que la zona óptica posterior queda

descentrada hacia la parte superior de la lente, y el doble chaflán, que crea

«zonas delgadas» en las porciones inferior y superior de la lente. Probablemente

el método más habitual sea el lastre prismático en combinación con

lenticulación excéntrica.

117

Tabla 5. Lentes blandas toricas más representativas para uso diario

Fabricante Marca registrada Material Grupo % HO Dk Diámetro

(mm)

RZOP

(rnm)

Estabilización

Bausch & Lomb Optima tórica Hefilcon B 1 45 13 14 8,3; 8,6 Lastre prismático

Ciba Visión ToriSoft Tefilcon 1 37,5 8,9 14,5 9,2 Doble chaflán

Cooper Visión Hydrosoft Toric Methafilcon 4 55 18,8 13; 14,2 8,6; 8,9 Lastre prismático

Ocular Sciences Hydron Ultra T Ocufilcon A 3 43 11,2 14,5 8,7 Lastre prismático

Subsoft Toric 15 Methafilcon 4 55 18,8 15 8,9 Superficie posterior tórica

Las lentes de inventario suelen estar disponibles en parámetros algo limitados,

sobre todo en relación con la disponibilidad de ejes y potencias cilíndricas. Si

un paciente requiere una lente que no está dentro de los parámetros disponibles

en el inventario, tendrá que solicitarse un «pedido especial». .

Una vez se ha colocado la lente de contacto de prueba sobre el ojo y se ha

esperado a que se equilibre, el examen con el biomicroscopio ocular debe

indicar que la lente se mueve libremente en la posición primaria de la mirada y

en mirada hacia arriba, como se espera igualmente con una lente esférica. La

lente debe utilizarse durante un tiempo lo suficientemente largo para que pueda

controlarse la posición del meridiano base-ápex varias veces a intervalos de

aproximadamente 5 min. El meridiano base-ápex puede identificarse, como se

muestra en la figura 29, mediante tres líneas «marcadas con láser» en la parte

inferior de la lente, dos líneas horizontales en el meridiano 180° (lente Torisoft

de Ciba) o por el truncado en sí, que, por supuesto, es perpendicular al

meridiano base-ápex.

Al evaluar la adaptación de una lente blanda tórica, el examinador debe

descartar tanto una mala orientación como una rotación excesiva. Una lente

bien adaptada debe situarse con el meridiano base-ápex orientado verticalmente

(o, como mucho, de 5 a 10° hacia el lado nasal en la parte inferior, debido a la

acción del párpado), debe rotar ligeramente hacia arriba y nasalmente con cada

parpadeo, y después debe volver inmediatamente a una posición vertical o casi

vertical. Si la lente no rota en exceso pero se orienta sistemáticamente en una

posición distinta de la vertical (siendo la orientación medida con uno de los

métodos previamente descritos en lugar de ser «calculada al azar»), el eje de la

118

lente que debe pedirse se determina mediante una regla que indica que, si el

meridiano base-ápex está orientado en el sentido de las agujas del reloj (que se

compara con el meridiano vertical), se debe adicionar pero, si se orienta en el

sentido contrario al de las agujas del reloj, entonces se resta. Sin embargo, si la

lente rota excesivamente, estando el meridiano base-ápex en una posición

diferente cada vez que se evalúa la lente, ésta puede estar adaptada

excesivamente cerrada o muy floja, y debería probarse otra lente más abierta o

más cerrada respectivamente. Por desgracia, algunas lentes de inventario sólo

están disponibles en un rango restringido de radios de curvatura de la zona

óptica posterior.

Fig. 26. Lente de contacto tórica con lastre prismático

Fig. 27. Lente de contacto blanda truncada y con lastre prismático

119

Fig. 28. Lente ToriSoft de Ciba con una construcción de doble chaflán

Fig. 29. Métodos para identificar el meridiano base-ápex de una lente de contacto blanda A)

punto a las 6 h; b) marcas con láser en la parte inferior de la lente; c) líneas horizontales en el

meridiano de 180ª, y d) truncado perpendicular al meridiano base-ápex.

Al tratar el tema de la adaptación de lentes tóricas, Boltz (1982) sugirió que,

dado que las lentes blandas tóricas son de lastre prismático y, por lo tanto, más

gruesas y menos flexibles en su parte inferior, deberían adaptarse más sueltas

que las lentes blandas esféricas para evitar el edema corneal. Boltz recomendó

que la lente tenga un movimiento de 1,5 a 2 mm en la posición primaria de la

mirada sin compresión limbal o conjuntival. Además, sugirió que la orientación

de la lente sea determinada después de varios parpadeos y movimientos hacia

arriba, hacia abajo y en sentido lateral. Los problemas observados por Boltz

incluyen mala visión de lejos debido a defectos refractivos residuales, mala

visión de cerca debido a la rotación de la lente con la mirada hacia abajo y

edema debido a la porción inferior más gruesa de la lente.

La experiencia ha demostrado que los pacientes con astigmatismo corneal

oblicuo son difíciles de adaptar con lentes blandas tóricas, ya que la variación

meridional en el espesor del borde es tal que la porción más gruesa de la lente

no puede corresponderse con la posición de la base del prisma. En tal caso, las

120

fuerzas de torsión ejercidas por el párpado superior durante el parpadeo pueden

dar lugar a que la lente no vuelva a la misma orientación meridional después de

cada parpadeo. Si un paciente con astigmatismo corneal oblicuo desea ser

adaptado con lentes de contacto, se obtendrán mejores resultados adaptando

lentes de contacto RPG esféricas.

Una vez se ha elegido la lente con el radio de curvatura base óptimo, así como

la potencia esférica y cilíndrica adecuada, debe medirse la agudeza visual y

llevarse a cabo una sobrerefracción esferocilíndrica. En caso de que la agudeza

visual a través de una lente bien adaptada sea escasa, la sobrerefracción

determinará si el problema se debe a la potencia esférica o a la potencia y eje

del cilindro.

Por lo general, no suele resultar de utilidad practicar una refracción subjetiva

esferocilíndrica, ya que la potencia y el eje del cilindro sólo pueden

determinarse obteniendo el valor esferocilíndrico resultante de la combinación

de dos cilindros con sus ejes oblicuos. Sin embargo, si no se obtiene una

agudeza visual satisfactoria con una lente de contacto blanda tórica aparente-

mente bien adaptada, debe rotarse, ligeramente la lente, tanto en el mismo

sentido como en el sentido contrario al de las agujas del reloj, en un esfuerzo

por mejorar la agudeza visual.

Pedido de las lentes. En el pedido de una lente blanda tórica se especifica el eje

del cilindro en relación con el meridiano base-ápex. Aunque la mayoría de las

lentes blandas tóricas tienen cilindros en la superficie anterior, algunas tienen

cilindros en la cara posterior (esto no supone un problema, ya que la lente es

suficientemente delgada y flexible para permitir que la toricidad de la superficie

posterior sea transferida a la superficie anterior de la lente). En cualquier caso,

es conveniente que el profesional especifique el pedido con el cilindro negativo;

el fabricante se encargará de trasponer la prescripción si fuera necesario:

Comprobación. Algunos profesionales no dan importancia a la comprobación

de la potencia de una lente blanda tórica antes de entregársela al paciente

debido a que tal operación conlleva dificultades. Sin embargo, si se emplea un

frontofocómetro de proyección, el procedimiento no es tan difícil como podría

imaginarse. Al igual que con una lente esférica, se enjuaga primero la lente con

solución salina y se espera a que se seque durante varios segundos. Luego se

coloca en el soporte de lentes del frontofocómetro de proyección, con el meri-

diano base-ápex localizado a 90°. La potencia esférica, la potencia cilíndrica y

el eje del cilindro determinados con el frontofocómetro deberán ser

exactamente los que se han pedido, no siendo necesario utilizar ningún factor

121

de conversión. Dado que la potencia y el eje variarán algo con el estado de

hidratación, deben tomarse varias lecturas y promediarlas. Carnett y Wells

(1983) investigaron la eficacia de las medidas de las lentes blandas tóricas en

comparación con las lentes tóricas rígidas y las lentes de gafas, y observaron

que la desviación estándar de las lecturas es ±0,09 D para las lentes de contacto

tóricas blandas, en comparación con ±0,06 D para las lentes de contacto rígidas

y ±0,03 D para las .lentes de gafas. Observaron que, si se toman tres lecturas en

cada meridiano principal, la potencia de una lente de contacto blanda tórica

tendrá una eficacia con un margen de ±0,33 D, y, si toman cinco lecturas, la po-

tencia tendrá una eficacia con un margen de +0,25 D.

Entrega de lentes y revisiones. Cuando se vayan a entregar las lentes, deberá

reevaluarse la adaptación en términos de posición, movimiento y posición del

meridiano base-ápex; también es preciso determinar la agudeza visual y

comprobar la sobrerrefracción esférica. Si, después de haber esperado a que las

lentes queden equilibradas sobre ambas córneas, la orientación meridional o la

agudeza visual (o ambas) no son satisfactorias, puede que sea necesario pedir

nuevas lentes con los parámetros adecuados. Si es así, la prescripción de la

lente, como se determina con el frontofocómetro, adquiere un papel importante:

si la potencia cilíndrica y/o el eje de la lente recibida del laboratorio son inco-

rrectos, el profesional debe contar con que el laboratorio reemplace las lentes

sin cargo alguno. No obstante, si la lente es correcta, tanto en potencia como en

eje, pero no se orienta correctamente o no proporciona una agudeza visual

satisfactoria, el profesional deberá decidir si volver a pedir la lente

inmediatamente o hacer que el paciente la utilice durante alrededor de una

semana antes de plantearse un nuevo pedido.

La experiencia ha demostrado que las lentes de contacto blandas tóricas son

más sensibles a la acumulación de depósitos sobre sus superficies y otros

problemas que las lentes de contacto blandas esféricas. Si bien una lente de

contacto esférica moderadamente cubierta de depósitos o que haya perdido

parte de su flexibilidad puede emplearse satisfactoriamente durante un período

de varios meses, una lente de contacto tórica moderadamente recubierta de

depósitos en una condición similar puede no ser capaz de obtener una

orientación meridional de forma consistente y tal vez deba reemplazarse. Por lo

tanto, la duración útil de una lente de contacto blanda tórica puede ser algo

menor que la de una lente esférica.

122

123

Capítulo 10

CAMBIOS CORNEALES DEBIDOS AL

USO DE LENTES DE CONTACTO

LENTES DE CONTACTO RÍGIDAS

Algunos de los problemas que pueden presentarse como resultado del empleo

de lentes de contacto de PMMA son tratados brevemente en la sección sobre

materiales de lentes de contacto al principio. Los problemas incluyen cambios a

corto plazo, consistentes en edema corneal y el fenómeno de gafas empañadas,

debidos en gran medida a la incapacidad de las lentes para transmitir oxígeno y

dióxido de carbono, y cambios a largo plazo, que son el aplanamiento corneal y

el astigmatismo según la regla. Como se señaló al principio, el edema corneal

puede controlarse en gran medida mediante: a) la adaptación de lentes de

contacto lo suficientemente flojas para que exista un reservorio lagrimal debajo

de su periferia, garantizando que se muevan lo suficiente durante el ciclo de

parpadeos para producir un adecuado bombeo lagrimal; b) las instrucciones al

paciente sobre el parpadeo adecuado, y c) el control del tiempo de uso de las

lentes.

ADAPTACIÓN A LAS LENTES DE CONTACTO RÍGIDAS

Desde que comenzó la adaptación de lentes de contacto rígidas, los

profesionales y pacientes han sido conscientes de que alguna clase de

124

adaptación debe tener lugar durante las primeras fases de utilización. El empleo

de las lentes de contacto tenía que progresar lentamente, ya que si no el usuario

podía encontrarse incómodo con las lentes debido a la aparición de edema,

abrasiones y otras formas de trauma corneal. Se observó que una lente que se

había adaptado demasiado floja podía no ser tolerada durante mucho tiempo

debido al lagrimeo prolongado, la fotofobia, y el trauma mecánico sobre la

córnea y los bordes palpebrales, mientras que una lente adaptada muy cerrada

podía producir edema de la córnea y del párpado después de varias horas de

uso, dando lugar a intolerancia debida a síntomas subjetivos, como sensación de

quemazón, pinchazos, dolores de cabeza y alteraciones visuales.

Se desarrolló lo que puede denominarse teoría clasica de la adaptación a la lente

de contacto. Ésta se divide en dos partes:

1. Cuando se coloca una lente de contacto por primera vez sobre la córnea,

ésta actúa como un cuerpo extraño, produciendo dolor, fotofobia y

lagrimeo. Por lo tanto, es necesario que las terminaciones nerviosas

sensoriales del epitelio corneal y los bordes palpebrales, procedentes del

ramo oftálmico del, V par craneal, se adapten a la presencia de las len-

tes. Se suponía que la adaptación finalizaba cuando el paciente

alcanzaba una fase en que ya no tenia sensación de cuerpo extraño ni de

llevar lentes de contacto sobre los ojos.

2. La presencia de una lente de contacto sobre la córnea tiende a producir

edema y otras formas de daño epitelial, aparentemente debido a la

interferencia con el proceso metabólico normal. Si el tiempo de uso de

las lentes se aumenta de forma gradual, la córnea acabará por tolerar la

lente con poca o ninguna respuesta patológica. Por lo tanto, debe ser

cierto que, de algún modo, el metabolismo corneal se adapta a la

presencia de la lente.

La primera parte de esta teoría nunca ha sido cuestionada. Algunos estudios ha

correlacionado los umbrales del dolor de la córnea y el borde palpebral con la

adaptación de la lente, y han demostrado que los receptores neurales

experimentan, en efecto, una adaptación. Shirmer (1963) empleó un

anestesiómetro para medir los umbrales de dolor en usuarios de lentes de

contactos adaptados e inadaptados, y observó que los usuarios adaptados tenían

una sensibilidad corneal significativamente baja. Los umbrales de dolor de los

bordes del párpado inferior de cuatro sujetos fueron medidos por Lowther y Hill

(1968) durante las primeras 3 semanas de uso de las lentes. Observaron que la

adaptación de los bordes del párpado inferior tiene lugar entre 7 y 14 días, y que

125

la adaptación se produce más rápido en la porción del borde palpebral con que

la lente contacta más a menudo.

La segunda parte de la teoría, que implica alguna forma de adaptación de los

procesos metabólicos corneales, está basada en los escritos de Smelser y sus

colaboradores, y ha sido comentada por Mazow (1962) y otros autores. Smelser

y Ozanics (1952) adaptaron sujetos con lentes de contacto cerradas y

observaron que aparecían halos (debido a la presencia de edema corneal grave)

a las 2 h. Sin embargo, cuando se añadió oxígeno al líquido lagrimal, los halos

no se observaron hasta las 7 h de uso y la burbuja de oxígeno debajo de la lente

disminuía gradualmente de tamaño, lo cual indicaba que el oxígeno estaba

siendo utilizado por la córnea. Adaptando lentes de contacto esclerales que

contenían fluido a los ojos de conejillos de indias, Smelser y Chen (1955)

observaron un marcado aumento de la cantidad de ácido láctico en la córnea

durante las primeras 6 h de uso, lo que indicaba que las lentes estaban causando

un lento descenso de los procesos metabólicos de la córnea.

Como resultado de estas y otras investigaciones, Smelser (1955) propuso la

existencia de un mecanismo de bombeo metabólico que actúa a nivel celular y

ayuda a eliminar el exceso de agua de la córnea. Como se señaló al principio de

la sección sobre fisiología corneal, Harris (1960) también propuso la presencia

de un mecanismo de bombeo metabólico que reside en el epitelio y el endotelio.

Tal bombeo requeriría la presencia de oxígeno, y Harris propuso que el

suministro de oxígeno normalmente disponible a partir del humor acuoso es

suficiente para mantener un mecanismo de bombeo efectivo en circunstancias

normales.

La posibilidad de que el lagrimeo sea un factor importante en el edema corneal

fue sugerida por Harris y Mandell (1969), que utilizaron un paquímetro corneal

para medir el espesor corneal de dos nuevos usuarios de lentes de contacto.

Observaron un aumento del espesor corneal del 8 % durante las primeras 3 h de

uso de la lente y concluyeron que el edema era causado por la baja tonicidad del

excesivo lagrimeo producido por la lente de contacto, lo cual provoca un

movimiento de agua en la córnea por un proceso de osmosis. Observaron que la

hinchazón corneal disminuía con el uso diario repetido de las lentes de

contacto, y propusieron que el proceso de adaptación puede valorarse conside-

rando la disminución del lagrimeo que acompaña a la adaptación de los

receptores neurales en los bordes palpebrales a la estimulación por las lentes de

contacto. Si pudiera considerarse que la adaptación a la lente de contacto se

basa totalmente en la adaptación de los receptores neurales, como Harris y

126

Mandell sugirieron, la segunda parte de la teoría de adaptación clásica (que tie-

ne que ver con la adaptación del metabolismo corneal) parecería innecesaria.

La idea de que existe un cambio metabólico que capacita a la córnea a adaptarse

a una lente de contacto ha sido refutada por Feldman (1970), el cual se basó en

el hecho de que, si el concepto de adaptación metabólica fuera correcto, la

córnea se volvería más tolerante a la hipoxia después de la adaptación. Dado

que sus estudios de laboratorio indican que esto no ocurre, Feldman concluye

que la explicación más probable para la desaparición del edema es el desarrollo

gradual de buenos hábitos d& parpadeo por parte del usuario. Cree que la causa

de la hinchazón corneal en los nuevos usuarios de lentes de contacto es la

interferencia con el intercambio lagrimal producido por un parpadeo

insuficiente. Esto provoca hipoxia del epitelio, de forma que las células

epiteliales ya no tienen el oxígeno necesario para operar la bomba metabólica,

permitiendo así que el agua se acumule. Feldman propuso además que la

estroma no está implicada en el edema por lentes de contacto. Esto sólo

ocurriría si se interfiriera con la bomba endotelial.

Como ya se indicó, se ha observado que los nuevos usuarios de lentes de

contacto suelen parpadear con demasiada frecuencia durante los primeros días

de uso de las lentes y luego entran en un período durante el cual el parpadeo se

produce con poquísima frecuencia y, a menudo, con cierre incompleto de los

párpados. A partir de los resultados de Harris y Mandell (1969) y de Feldman

(1970) podemos concluir que, además de la adaptación de las terminaciones

nerviosas neurales en el epitelio corneal y los bordes palpebrales, la adaptación

a las lentes de PMMA requiere el restablecimiento de hábitos correctos de

parpadeo. Una excesiva frecuencia de parpadeo puede producir edema corneal

debido a la hipotonicidad de las lágrimas (Harris y Mandell), mientras que una

excesiva infrecuencia de parpadeo puede causar edema corneal debido a un

intercambio lagrimal insuficiente que da lugar a hipoxia (Feldman).

DETECCIÓN DEL EDEMA CORNEAL

Como se describió anteriormente en la sección sobre fisiología corneal, la

existencia de edema corneal puede detectarse mediante diversos métodos, entre

los que se incluyen: a) detección del edema corneal central por medio del

biomicroscopio ocular; b) cierre de la curvatura corneal determinada con

queratometría; c) aumento de la miopía determinado mediante el examen de la

refracción ocular, o d) visión borrosa cuando seemplean gafas inmediatamente

después de quitarse las lentes de contacto (fenómeno de gafas empañadas). Un

método adicional implica la medición del espesor corneal por medio del

127

paquímetro. Sin embargo, este procedimiento, para ser eficaz, requiere el

empleo de instrumental sofisticado que no suele ser práctico para uso clínico de

rutina.

El examen con biomicroscopio ocular para detectar la turbidez de la córnea

debería ser un procedimiento de rutina en las revisiones de los usuarios de

lentes de contacto rígidas. Dado que la turbidez persiste sólo durante un breve

período de tiempo después de quitarse las lentes, el examen debería tener lugar

inmediatamente después de retirar las lentes del ojo. Utilizando el méto de la

tinción horaria 3 y 9 es la sequedad localizada de la córnea debido al

recubrimiento inadecuado de la capa mucínica de la película lagrimal por la

carencia de congruencia córnea parpados más allá del borde de la lente. Creen

que el parpadeo inadecuado y la rigidez excesiva de la placa tarsal también

pueden estar implicados. Aunque se han realizado muchas sugerencias en

relación con los métodos de readaptación de las lentes para eliminar la tinción

limbal, la experiencia indica que, a no ser que una adaptación más floja

proporcione más movimiento, el único método efectivo es educar

adecuadamente al paciente para que parpadee de forma correcta.

Korb y Korb (1970) observaron que la tinción fluoresceínica estaba presente en

111 de 300 córneas de pacientes que nunca habían utilizado lentes de contacto.

De las 111 córneas con tinción, 39 presentaban tinción de «cierre palpebral», 33

tinción de «borde palpebral», 2 tinción «difusa» y 37 más de uno de los tres

tipos de tinción. Los autores concluyeron que, obviamente, la tinción por cierre

de los párpados iba acompañada por un parpadeo incompleto. La tinción de

borde palpebral se debía a la presión del párpado, y la tinción dirusa a

humectación inadecuada, parpadeo incorrecto o ambas cosas. En un apéndice,

Korb y Korb indican que 71 de los sujetos habían sido adaptados con lentes de

contacto, que se habían utilizado durante 3 meses, y que existía una tendencia

hacia una menor incidencia de tinción corneal de la que se había observado

antes del empleo de las lentes de contacto.

CAMBIOS CORNEALES A LARGO PLAZO

Los cambios coméales más obvios que se producen a largo plazo en muchos

usuarios de lentes de PMMA después de un año o más de uso de las lentes son

el aplanamiento corneal y la incidencia del astigmatismo según la regla.

Diversos estudios han demostrado que la curvatura corneal original, que se

cierra debido al edema, disminuye gradualmente y acaba por ser reemplazada

por el aplanamiento de la curvatura corneal, que tiende a ser permanente. Esta

inversión (de curvatura cerrada a plana) puede producirse después de tan sólo 8

128

semanas o tras 1 año o más de uso de las lentes. Por ejemplo, Hazlett (1969)

observó que, para 40 pacientes adaptados con lentes con una media de 8,7 mm

de diámetro y de 0,11 mm de espesor, la curvatura corneal en los meridianos

principales (el más plano y el más cerrado) se había aplanado hasta una media

de 0,50 D más que la curvatura de preadaptación al final de las 8 semanas. Por

otro lado, Rengstorff (1969b) combinó los datos de distintos investigadores y

observó que la cur vatura corneal media: a) se cerraba en 0,75 D al final de la

primera semana de uso de la lente; b) se aplanaba en 0,5 D tras 6 meses de uso

de la lente, y c) se aplanaba 0,5 D más después de un 1 año. Ello totalizaba un

aplanamiento de la curvatura corneal de 0,25 D más que la curvatura de

preadaptación (fig. 41). Este autor observó que, al final de los dos primeros

años, la curvatura media era 0,62 D más plana que la curvatura de

preadaptación, lo cual era cierto para pacientes que habían utilizado sus lentes

durante incluso 9 años.

La producción de astigmatismo según la regla en usuarios de lentes de contacto

de PMMA a largo plazo fue tipificada en publicaciones de Janoff (1976) y de

Hartstein y Becker (1970). Janoff publicó el caso de un paciente cuyo

astigmatismo corneal aumentó en la dirección según la regla, 2,5 D en un ojo y

3,25 D en elotro, durante un período de 12 años de uso de lentes de contacto.

Hartstein y Becker publicaron que algunos de sus pacientes no solamente

desarrollaron astigmatismo según la regla sino también queratocono mientras

estaban utilizando lentes de contacto. En una publicación anterior, Hartstein

(1965) publicó que 12 pacientes (todos satisfechos con sus lentes de contacto)

habían desarrollado de 2,5 a 6 D de astigmatismo según la regla a pesar de que,

antes de utilizar las lentes de contacto, el astigmatismo se hallaba entre O y 1 D.

Estos pacientes habían utilizado sus lentes de contacto durante un período entre

2 y 6 años.

129

Fig. 41. Curvatura corneal media inmediatamente después de retirar la lente en comparación

con la curvatura corneal antes de su empleo.

Muchos de los usuarios que utilizan lentes de contacto durante muchos años y

desarrollan aplanamiento corneal o astigmatismo según la regla son

asintomáticos, pero otros acuden al optometrista (generalmente después de

muchos años de utilizar las lentes con satisfacción), por síntomas relativos a la

visión, la comodidad o ambas cosas. Desafortunadamente, muchos de el'ios no

tienen gafas de apoyo o sus ojos han cambiado tanto desde que fueron

adaptados con lentes de contacto que las gafas que tenían antes de la adaptación

son inservibles. Por regla general, cualquier aplanamiento corneal va

acompañado de una disminución de la miopía, y cualquier aumento del

astigmatismo corneal según la regla va acompañado de un incremento

correspondiente del astigmatismo ocular refractivo según la regla. Por lo tanto,

las «antiguas» gafas corregían demasiada miopía, insuficiente astigmatismo o

ambas cosas. Sin embargo, uno de los problemas más molestos desde el punto

de vista del paciente es el cambio en el eje del cilindro que acompaña al cambio

del astigmatismo. Por lo tanto, probablemente el paciente será incapaz de

obtener una visión satisfactoria con lentes de contacto o gafas.

Para comprender cómo puede tratarse a un paciente que ha experimentado

cambios coméales y refractivos, es necesario conocer los posibles cambios

diurnos que se producen en la curvatura corneal y en la refracción, así como los

que se producen al quitarse las lentes.

Cambios diurnos en la córnea y en la refracción

130

Cuando un usuario de lentes de contacto que las ha utilizado ya durante mucho

tiempo experimenta un síntoma asociado con el aplanamiento corneal o con el

astigmatismo según la regla, a menudo se observan cambios diurnos

pronunciados en los datos corneales y refractivos. En tales casos, las córneas

tendrán curvaturas más aplanadas (y la refracción será menos miópica) durante

las primeras horas de la mañana, antes de que el paciente utilice las lentes de

contacto. Por el contrario, la curvatura alcanzará su valor más cerrado (y la

refracción será más miópica) después de que las lentes hayan sido utilizadas

durante 8 h o más. Además, entre la mañana y la noche se producen grandes

cambios tanto en el astigmatismo corneal como en el refractivo. Por lo tanto, el

examen de la refracción de tales pacientes a primeras horas de la mañana y a

última hora de la tarde permitirá al profesional llegar a una solución del

problema.

Cambios corneales y refractivos después de quitarse las lentes

Muchos pacientes (y al parecer incluso algunos profesionales) creen

erróneamente que, si las lentes de contacto están provocando problemas, la

mejor opción es retirar las lentes durante 3 o 4 días antes de acudir al examen

optométrico. Nada puede estar más lejos de la verdad. Rengstorff (1969a) ha

demostrado que una disminución de la miopía de hasta 1 D puede producirse

durante los 3 primeros días tras suspender el uso de las lentes, después de lo

cual aumenta gradualmente hasta un nivel estable en 21 días o más. Además de

los cambios de la miopía, pueden producirse cambios impredecibles en el

astigmatismo durante los primeros días después de quitarse las lentes (fig. 42).

Por lo tanto, al dar hora de visita a un paciente que está experimentando

problemas, se le indica que debe utilizar las lentes hasta el día del examen. Si es

posible, el paciente debe acudir temprano por la mañana antes de ponerse las

lentes de contacto o a última hora de la tarde, después de haber estado

utilizándolas durante todo el día.

131

Fíg. 42. Cambios de la curvatura corneal media y de la miopía que se producen después de

retirar las lentes de contacto.

PRESCRIPCIÓN DE GAFAS PARA EL USUARIO DE LENTES

RÍGIDAS

El problema de prescribir gafas a los usuarios de lentes de contacto origina

diversas situaciones, que van desde el caso del estudiante asintomático que

desea quitarse las lentes por la noche para estudiar con gafas hasta el del

paciente sintomático que tiene mala visión tanto con lentes de contacto como

con gafas. Este último tipo de pacientes puede acabar necesitando nuevas lentes

de contacto y nuevas gafas, pero a menudo las nuevas gafas serán prioritarias,

ya que harán posible que el paciente reduzca gradualmente el tiempo de uso de

las lentes de contacto.

Para el estudiante que desea utilizar gafas durante la noche, la decisión es fácil:

se realiza una refracción a última hora de la tarde o durante la noche, por lo

menos después de 8 h de uso de las lentes de contacto. Si existe fenómeno de

gafas empañadas, turbidez corneal o imágenes distorsionadas de la mira

queratométrica, antes de realizar el examen refractivo es aconsejable esperar de

30 a 45 min después de que el paciente se haya quitado las lentes de contacto.

Alternativamente, puede realizarse el examen de refracción ocular

inmediatamente después de quitarse las lentes de contacto y repetir la prueba de

30 a 45 min después (el paciente puede esperar mientras el profesional examina

a otro paciente).

Para el paciente sintomático que acabará necesitando nuevas gafas y nuevas

lentes de contacto, el profesional debe considerar seriamente llevar a cabo el

examen de la refracción ocular a primera hora de la mañana antes del uso de las

lentes de contacto y a última hora de la tarde o por la noche, después de que se

hayan utilizado las lentes por lo menos 8 h seguidas. Si la variación diurna en la

refracción ocular es grande (esto es, más de 1 D de equivalente esférico), el

132

profesional puede decidir realizar una prescripción «de compromiso» a partir de

la media entre las dos prescripciones. Al confeccionar tal prescripción, el

astigmatismo será un problema. A menudo es mejor ignorar los cilindros

pequeños (hasta 0,75 o 1 D), ya que un cilindro en un eje incorrecto es peor que

ningún cilindro.

Una aproximación adicional al paciente con problemas, aunque requiere más

tiempo, consiste en realizar dos o más exámenes de refracción a última hora de

la tarde o por la noche,, después de haberse retirado las lentes de contacto, a

intervalos de 30 min a 1 h. Otra estrategia posible, cuando la visión sin lentes

de contacto o sin gafas (o con las gafas antiguas) sea suficiente, consiste en

pedir al paciente que reduzca gradualmente las horas de uso de las lentes de

contacto hasta 8 h diarias. Si se realiza entonces el examen de la refracción al

final de las 8 h de uso, existen muchas posibilidades de que las lentes de prueba

de la refracción proporcionen buena visión. En cualquier caso, debe hacerse

comprender al paciente que es imposible asegurar que la primera prescripción

sea la definitiva, ya que los ojos están constantemente cambiando después de

quitarse las lentes de contacto. La mayoría de los pacientes suelen aceptarlo, y

algunos se sentirán algo responsables por haber descuidado sus ojos durante

tanto tiempo.

PRESCRIPCIÓN DE NUEVAS LENTES DE CONTACTO AL

PACIENTE CON PROBLEMAS

Como se indicó anteriormente, el típico paciente con problemas ha utilizado

lentes satisfactoriamente todo el día durante varios años. Dado que ha tenido

pocos problemas, no suele acudir a las revisiones recomendadas por su

especialista. El paciente puede encontrar necesario utilizar lentes de contacto

todo el día para obtener una visión aceptable, ya que los cambios corneales que

han tenido lugar han producido un fenómeno intolerable de gafas empañadas.

El síntoma que finalmente lleva al paciente a acudir al profesional puede ser la

incomodidad o (menos probablemente) la mala visión. Aunque la córnea puede

haberse aplanado y aumentado el astigmatismo según la regla, generalmente la

película lagrimal compensará tales cambios hasta el punto de conseguir una

agudeza visual de 20/20 en el momento en que se estén utilizando las lentes de

contacto. Sin embargo, el hecho de que las lentes estén ahora excesivamente

cerradas para las córneas (habiéndose aplanado la córnea y utilizado las mismas

lentes) significa que es de esperar que el paciente tenga los síntomas de una

adaptación de lentes de contacto cerradas, esto es, sensación de sequedad o

quemazón, acompañada a menudo de dolor de cabeza o fatiga general hacia el

133

final del período de uso. La solución obvia para el paciente es la readaptación

con lentes más abiertas según las lecturas queratométricas obtenidas en el

momento de la revisión.

Teniendo en cuenta que Rengstorff y otros autores han demostrado que la

curvatura corneal y la refracción tienden a estabilizarse tras un período de 3 a 6

semanas después de retirar las lentes, el profesional puede verse tentado de

hacer que el paciente suspenda el uso de las lentes hasta que haya tenido lugar

la estabilización y luego readaptar las nuevas lentes de contacto. Sin embargo,

tal procedimiento no sólo es inconveniente y potencialmente peligroso para el

paciente debido a la necesidad de buena visión para trabajar o conducir, sino

que la suspensión repentina de las lentes puede producir a largo plazo distorsión

corneal grave y daño corneal irreversible (Rengstorff, 1975).

Aunque suspender el uso de las lentes y esperar a que se neutralicen la córnea y

la refracción es inconveniente y peligroso, la experiencia indica que la

suspensión gradual del uso de las lentes tiende a producir la estabilización de la

córnea (esto es, en la variación diurna reducida de las lecturas queratométricas

y en la refracción subjetiva) y una reducción de la gravedad de los síntomas. Un

procedimiento recomendado es aconsejar al paciente que reduzca las horas de

uso de las lentes en no más de 30 min o 1 h por día hasta no más de 8-9 h por

día antes de pedir nuevas lentes. Esto significa que, hasta que se entreguen las

nuevas lentes, el paciente podrá utilizar sus lentes de contacto durante las horas

de trabajo o estudio, arreglándoselas como pueda durante las últimas horas del

día.

Para un paciente que no ha utilizado gafas y no desea o no es capaz de ir sin

lentes de contacto o gafas durante las últimas horas del día, la primera prioridad

del profesional puede ser pedir un par de gafas actualizadas para el paciente

(como se describió en la sección anterior), aun sabiendo que tal vez tengan que

cambiarse las lentes una vez el paciente se haya adaptado a las nuevas lentes de

contacto.

CAMBIOS DEBIDOS A LENTES BLANDAS DE USO DIARIO

Cuando se dispuso por primera vez de lentes de contacto blandas en Estados

Unidos a principios de la década de 1970, se creía que, debido a su naturaleza

hidrofílica, elevado contenido hídrico y permeabilidad al oxígeno (que en las

lentes gruesas que se utilizaban en ese momento era más imaginaria que real),

las lentes apenas causarían cambios oculares adversos. Sin embargo,

progresivamente fueron apareciendo publicaciones sobre efectos adversos.

134

Estos efectos adversos eran diferentes de los causados por las lentes de contacto

rígidas y podían ser desde inocuos hasta peligrosos; Por ejemplo, se observó

que, con las lentes de contacto blandas, también se producía edema corneal y

tinción con fluoresceína, si bien diferían del edema y la tinción típicos de las

lentes de contacto rígidas. Después del período de adaptación, algunas córneas

se volvían más cerradas y no más planas, como con las lentes de contacto

rígidas, y por consiguiente experimentaban un aumento de la miopía en lugar de

una disminución. Los problemas relacionados con los sistemas de

mantenimiento de las lentes consistían en enrojecimiento ocular, contaminación

de las lentes, sensibilidad a los conservantes de las soluciones de

mantenimiento y mayores depósitos sobre las lentes que con las lentes de

contacto rígidas. Estos depósitos parecían ser la causa de la conjuntivitis papilar

gigante, un continuo problema de algunos usuarios de lentes de contacto

blandas.

ADAPTACIÓN A LAS LENTES DE CONTACTO BLANDAS

Como se indicó previamente en la sección sobre materiales'de lentes de

contacto, la casi total falta de sensación producida por las lentes de contacto

blandas (incluso cuando se emplean por primera vez) se debe a una

combinación de dos factores: a) las lentes son blandas y flexibles, y b) son lo

suficientemente grandes para que sus bordes superior e inferior se encuentren

constantemente por debajo de los bordes palpebrales. Al abordar la adaptación a

las lentes de contacto rígidas, concluimos que implicaba la adaptación de las

terminaciones nerviosas sensoriales del epitelio corneal y los bordes

palpebrales, así como el establecimiento de hábitos correctos de parpadeo.

Dado que las lentes de contacto blandas requieren poca o ninguna adaptación de

los receptores neurales, se trata principalmente de establecer hábitos correctos

de parpadeo.

EDEMA CORNEAL

El edema corneal es menos probable en usuarios de lentes de contacto de

hidrogel que de PMMA, especialmente cuando las lentes se adaptan con

espesores de 0,06 mm o menos. Cuando se produce el edema, éste adopta la

forma de una hinchazón generalizada que no puede verse con el biomicroscopio

ocular, en lugar de la turbidez corneal central observada habitualmente en

usuarios de lentes de contacto de PMMA. Sin embargo, la presencia de edema

debido al uso de lentes de contacto blandas es revelada por la aparición de

estrías corneales (múltiples líneas estriadas verticales en la región de la

membrana de Descemet), que pueden observarse con la lámpara de hendidura,

135

empleando un paralelepípedo estrecho, bajo iluminación directa y con gran

aumento. Como ya se indicó, Polse y Mandell (1976) observaron que la estría

corneal se produce cuando el espesor corneal aumenta en un 7 %. Para obtener

este grado de hinchazón corneal, la córnea debe someterse a menos del 1,5 %

de oxígeno durante un período de 3 h.

Como observaron Benjamín y Hill (1979), que indicaron que el rendimiento de

oxígeno equivalente de las lentes de hidrogel con un espesor medio de 0,06 mm

era del 7 %, la presencia de estrías corneales indica que (para lentes de este

espesor) la córnea no está recibiendo la cantidad de oxígeno que la lente es

capaz de proporcionar. Cuando se encuentran estrías durante un examen de

revisión de lentes de contacto blandas, el profesional debe considerar las

siguientes causas posibles: a) las lentes pueden estar adaptadas tan apretadas

que los desechos metabólicos forman un encharcamiento debajo de la lente; b)

las lentes pueden estar sucias con material procedente de la película lagrimal,

que interfiere con su permeabilidad al gas, o c) el paciente no parpadea

correctamente o lo hace de forma incompleta. A menudo las causas de la apari-

ción de estrías pueden deberse a dos o incluso tres de estos factores.

VASCULARIZACIÓN CORNEAL

Normalmente la córnea es avascular. Cogan (1948) atribuyó esta avascularidad

a la estructura compacta del tejido corneal (una propiedad compartida por

cartílagos y uñas) y sugirió que, cuando la córnea se hincha y, por lo tanto, se

vuelve menos compacta, los espacios se abren y los vasos pueden crecer a

través de ellos. Collin (1970) ha sugerido que enzimas como la colagenasa, la

fibrinolisina y la hialuronidasa pueden causar la degeneración de la estroma,

dando lugar a vascularización. Cualquiera que sea la causa, la hipoxia

continuada durante mucho tiempo y el edema resultante pueden dar lugar a la

vascularización del área limbal de la córnea. Rubén (1981) sugirió que,

mientras las arcadas limbales normales se extienden aproximadamente 1 mm

dentro de la córnea, la presencia de vasos superficiales que se extienden 2 o 3

mm dentro de la córnea debe considerarse anormal.

La presencia de vascularización corneal (a menudo denominada

movascularización) que acompaña al uso de lentes de contacto blandas

generalmente indica que el área afectada ha permanecido hipóxica y edematosa

durante mucho tiempo. Es más probable que se produzca cuando el paciente ha

estado utilizando lentes de contacto muy gruesas, por ejemplo para la

corrección de la afaquia (especialmente en la modalidad de uso prolongado). De

lo contrario, el profesional debe sospechar la existencia de una o más de las

136

causas de edema enumeradas en la sección previa (lentes adaptadas cerradas,

lentes con depósitos o hábitos de parpadeo inadecuado). El método más

inmediato para controlar la vascularización es interrumpir el uso de las lentes de

contacto. Una vez la causa más probable de vascularización ha sido

determinada y corregida, el paciente puede volver a utilizar las lentes. Sin

embargo, debe mantenerse bajo constante vigilancia.

INFILTRADOS CORNEALES

Ocasionalmente un usuario de lentes de contacto blandas presenta una o más

áreas de infiltración corneal. Estos infiltrados tienen un aspecto que va del gris

al blanco, están localizados habitualmente cerca del limbo y pueden verse con

una sección óptica o un paralelepípedo corneal estrecho. Sus bordes están mal

definidos y a veces pueden confundirse con el arco senil, excepto por el hecho

de que se producen en personas jóvenes. El paciente puede hallarse

asintomático o experimentar enrojecimiento ocular. Al igual que con la

conjuntivitis papilar gigante y otras condiciones inducidas por el empleo de

lentes de contacto, los infiltrados acaban por desaparecer cuando dejan de

utilizarse las lentes de contacto.

TINCIÓN FLUORESCEÍNICA

Uno de los últimos procedimientos llevados a cabo durante la revisión de la

adaptación de lentes de contacto es la exploración de los ojos con el

biomicroscopio ocular después de que el paciente se quite las lentes y con

ayuda de la fluoresceína. Este procedimiento es especialmente importante para

una persona que presenta síntomas de incomodidad. Según la experiencia del

autor, las formas más habituales de unción corneal son: a) áreas desecadas

donde la lente no llega a cubrir la córnea y b) depresión epitelial generalizada

debida a la sensibilidad al conservante (como el timerosal) de una solución de

mantenimiento de las lentes o a excesivos depósitos sobre las lentes. La causa

menos corriente de depresión epitelial es la queratoconjuntivitis vírica, que se

trata más adelante en este capítulo.

MÉTODOS DE INSPECCIÓN DE LAS LENTES

Numerosos métodos han sido recomendados para observar la formación de

depósitos en las superficies de las lentes de contacto de hidrogel. Ya se ha

hecho referencia al empleo del biomicroscopio ocular para este procedimiento,

así como al método descrito por Remba empleando una lupa de mano de 5 a 7

aumentos. También se dispone, a través de suministradores de equipo para

137

lentes de contacto, de microscopios binoculares de baja potencia y precio

asequible.

Bailey (1975a) recomendó el empleo de una celdilla de agua (previamente

descrita por Poster, 1971) para inspeccionar las lentes en estado hidratado. Este

soporte consiste esencialmente en una especie de «emparedado» que tiene en el

centro una pieza de plástico de 6 mm y dos placas de vidrio (soportes de

película de 35 mm o placas microscópicas) en el exterior. Para sujetar la lente

puede perforarse un agujero en la pieza de plástico o cortarse una ranura en el

plástico. Las dos placas de vidrio son cementadas al plástico (Bailey reco-

mienda el pegamento de caucho de silicona que se utiliza para rellenar bañeras)

y se llena la celdilla con agua destilada. La celdilla de agua descrita por Poster

(1971) se muestra en la figura 43.

Para observar los defectos de superficie y homogeneidades en el material de la

lente, se sostiene la celdilla a una distancia de 30 a 38 cm del ojo del

observador y se utiliza como fondo un tubo fluorescente horizontal. La celdilla

es desplazada hacia arriba y hacia abajo para detectar defectos y depósitos en la

superficie. Para una mejor observación, Bailey (1975a) recomienda el empleo

de un estereomicroscopio de 25 aumentos con una tela blanca u otro material

blanco mate que cubra la platina. Se dirige la luz del microscopio a la platina

detrás de la celdilla, de forma que ésta y la lente queden iluminadas desde abajo

mediante luz difusa. Se detectan las irregularidades de la superficie desplazando

lentamente la luz hacia delante y hacia atrás de forma que las porciones claras y

oscuras se vean alternativamente.

Fig.43. Celdilla de agua para inspeccionar lentes de contacto blandas.

TIPOS DE DEPÓSITOS EN LA SUPERFICIE DE LAS LENTES

138

Se ha observado que, sobre y dentro de la matriz de las lentes de contacto de

hidrogel, puede depositarse un número casi interminable de sustancias

orgánicas e inorgánicas. Krezanoski (1977) ha comentado que los desechos

encontrados en cada lente reflejan la composición lagrimal del paciente, el

método de tratar la lente, el régimen de desinfección, los hábitos de higiene, el

ambiente y otras variables. Entre algunas de las sustancias identificadas más a

menudo se encuentran el hierro, mercurio, calcio, proteínas y lípidos, y mucina.

Hierro. Los depósitos de hierro sobre las lentes de contacto de hidrogel fueron

identificados por Tsuda, Tanaka, Anan y Yoshida (1981). Estos autores

comentaron que las partículas proceden del aire y que a menudo se observan en

lentes de pacientes que viven o trabajan en distritos de fábricas o cerca de las

vías del tren. A veces estas partículas pueden eliminarse restregando la

superficie de las lentes con los dedos. El área que rodea la partícula de hierro se

riñe de un tono marrón rojizo.

Mercurio. Riley, Doyie y Felty (1981) describieron depósitos de mercurio

sobre las lentes de cuatro usuarios de lentes de contacto de hidrogel. Se

examinaron seis lentes (dos de dos pacientes y cuatro de otros dos pacientes).

Todas estaban muy descoloridas, con una tonalidad que iba desde el gris claro

hasta el gris oscuro. Se analizó el contenido de mercurio de las lentes emplean-

do el método de activación de neutrones y, con un ordenador, se extrapoló la

cantidad de mercurio en cada muestra. Los cuatro pacientes utilizaban un

sistema de mantenimiento rutinario que incluía solución salina preservada con

timerosal; los autores sugirieron que el sulfuro mercúrico pudo haberse formado

por la precipitación del sulfuro de las juntas de caucho de los estuches de las

lentes durante la desinfección térmica. Riley et al. también sometieron ocho

lentes de contacto de hidrogel a 395 ciclos de desinfección, empleando una

unidad térmica de Bausch & Lomb y solución salina preservada (Boil'n Soak).

No se utilizó ningún limpiador tensoactivo y tampoco se manipularon las lentes.

Sin embargo, fueron expuestas al aire para cambiar o comprobar la solución sa-

lina e inspeccionar los cambios de color. Después de 395 ciclos se observó que

las dos lentes de contacto blandas Hydrocurve II habían desarrollado puntos

moteados de color gris negruzco, que no se encontraron en las lentes Durasoft

de Wesley & Jessen, Soflens de Bausch & Lomb o Aosoft (se utilizaron dos

lentes de cada tipo).

Calcio. Lowther, Hilbert y King (1975) inspeccionaron lentes Soflens de Bauch

& Lomb que habían sido utilizadas por algunos de sus pacientes. Encontraron

pequeños puntos blancos de aspecto cristalino y estructura lobular densa (a gran

aumento). Estos depósitos, formados sobre las lentes de pacientes que

139

utilizaban agua no destilada, contenían calcio y otros materiales. Cuando unas

lentes nuevas fueron sometidas a un ciclo térmico con agua no destilada, se

formaron cristales pero no apareció la estructura bulbar densa (aparentemente

debida a un componente de la película lagrimal). Se observó que los depósitos

sobre las lentes utilizadas por los pacientes se extendían hacia el interior del

material óptico casi en la mitad de toda la extensión de las lentes, advirtiéndose

que contenían mucopolisacáridos y proteínas procedentes de la lágrima.

Freiberg (1977) encontró depósitos de calcio sobre lentes Soflens nuevas que

habían sido desinfectadas térmicamente con soluciones que contenían carbonato

calcico y fosfato de calcio. Destacó la importancia de emplear sólo solución

salina normal preparada con agua destilada. Sugirió que una sal inorgánica

sobre una lente utilizada podía recubrirse con una sustancia proteínica o lipídica

orgánica hidrofóbica procedente de la lágrima.

Proteínas y lípidos. En las publicaciones que acabamos de citar, proteínas,

lípidos y mucopolisacáridos procedentes de las lágrimas de los usuarios se

identificaron en los depósitos formados sobre lentes de contacto de hidrogel. Se

pensó que éstos se formaban sobre depósitos preexistentes de calcio y otras

sales inorgánicas y, por lo tanto, eran «depósitos sobre depósitos», lo cual

ocurría cuando los pacientes utilizaban agua no destilada para la desinfección

térmica de sus lentes. No obstante, Refajo y Holly (1977) expusieron lentes de

contacto de hidrogel a tres soluciones distintas de proteínas, en ausencia de

calcio u otras sales inorgánicas. A partir de los depósitos resultantes,

concluyeron que las proteínas de las lágrimas (albúmina sérica,

gammaglobulina y lisozima) se adsorben rápidamente en las superficies de las

lentes de contacto de hidrogel, y que las proteínas adsorbidas se encuentran de

alguna manera en estado desnaturalizado (especialmente si las lentes del

paciente se desinfectan térmicamente de forma regular).

Mucina. Los depósitos sobre lentes nuevas empleadas durante períodos de

tiempo específicos fueron estudiados por Fowler y AUansmith (1980). Se

observó que las lentes utilizadas durante sólo 30 min tienen depósitos de una

sola capa sobre aproximadamente el 50 % de la superficie de la cara anterior,

mientras que las lentes empleadas durante un intervalo más largo (y limpiadas

rutinariamente), después de un día de uso están cubiertas por una capa más

gruesa, lo que puede indicar que una nueva capa se forma cada día sobre la

parte superior del recubrimiento antiguo a medida que la lente va siendo

utilizada. La conclusión fue que estos recubrimientos consistían en material

parecido al moco, depósitos que pueden derivarse de las células secretoras de la

conjuntiva y de las glándulas lagrimales.

140

CONJUNTIVITIS PAPILAR GIGANTE

Se ha observado que muchos usuarios de lentes de contacto, por lo demás

satisfechos, desarrollan un síndrome que consiste en la formación de depósitos

de mucina sobre las lentes, ligera sensación de picor y, finalmente, intolerancia

a las lentes de contacto. La eversión del párpado superior revela la presencia de

papilas gigantes similares a las observadas en la conjuntivitis primaveral.

Algunos pacientes con esta condición ocular han sido estudiados por

AUansmith, Korb, Greiner, Henriquez, Simón y Finnemore (1977), quienes

describieron los estadios siguientes. En el estadio 1 existe sintomatología

mínima, incluyendo un aumento de la secreción mucínica en el canto nasal del

ojo al despertar.

En el estadio 2 existe visión ligeramente borrosa y sensación aumentada de

cuerpo extraño. En el estadio 3 se produce un aumento de la descarga mucínica,

sensación más intensa de picor y excesivo movimiento de la lente al parpadear.

En el estadio 4 se produce una total intolerancia a la lente. Al evertir el párpado

superior, se observan papilas gigantes sobre la conjuntiva tarsal, similares a las

encontradas en la conjuntivitis primaveral.

Una vez un adaptador ha visto por primera vez una conjuntivitis papilar gigante

en un usuario de lentes de hidrogel, generalmente incorpora la eversión de

ambos párpados superiores a la rutina del examen de preadaptación y de

revisión. Afortunadamente, la condición remite con rapidez (al menos en lo que

se refiere a los síntomas) simplemente abandonando el uso de las lentes de

contacto.

Tanto Allansmith et al. (1977) Como Refajo y Holly (1977) concluyeron que

las proteínas de la lágrima que se adsorbe en las superficies de las lentes de

contacto, que está de alguna manera en un estado desnaturalizado

(especialmente si las lentes se. desinfectan regularmente con técnicas térmicas),

pueden volver a ser adsorbidas por la película lagrimal y/o por el contacto con

la conjuntiva tarsal. Actúan como un antígeno en pacientes predispuestos,

dando lugar así al desarrollo de conjuntivitis alérgica.

En un estudio posterior, Fowler, Creiner y Allansmith (1979) observaron que

los depósitos de mucina sobre las lentes de contacto de hidrogel utilizadas por

usuarios asintpmáticos eran similares a los depósitos sobre lentes de usuarios

con conjuntivitis papilar gigante. Concluyeron que el desarrollo de la

conjuntivitis papilar gigante está más influenciado por las diferencias

141

individuales entre los pacientes que por las diferencias en los depósitos de las

lentes.

El autor ha observado que la conjuntivitis papilar gigante se presenta con

mucha más frecuencia cuando se emplean determinadas marcas de lentes de

contacto de hidrogel. Esto puede deberse a diferencias en los materiales ópticos

o el acabado de las lentes. A menudo el síntoma principal del paciente afecta

solamente a un ojo, y la condición tiende a presentarse después de haber

utilizado varias semanas las lentes sin problema alguno. Cuando el paciente

acude al profesional, la condición generalmente ha alcanzado el estadio 2 o 3

(como describen Allansmith et al., 1979), es decir, que el paciente se queja de

sensación de picor y presencia de mucina. El aumento del desplazamiento de la

lente de arriba abajo con el parpadeo es un signo seguro y no pasa fácilmente

inadvertido al profesional, ya que semejante retraso suele ser mínimo cuando la

lente está bien adaptada. El aumento del desplazamiento de la lente de arriba

abajo es resultado del aumento de la humectabilidad de la lente (hasta el punto

de sentirla pegajosa), así como también de la conjuntiva tarsal.

Debe preguntarse al paciente qué procedimiento de mantenimiento está

utilizando, especialmente con respecto al uso diario del limpiador tensoactivo.

Debe considerarse la adaptación del paciente con una marca diferente de lentes

de contacto blandas o proponerse el empleo de lentes desechables o de

reemplazo programado.

CONTAMINACIÓN DE LA LENTE

Cuando se dispuso por primera vez de lentes de contacto blandas torneadas,

algunos pacientes desarrollaron un síndrome de enrojecimiento ocular,

caracterizado por una inyección pronunciada de la conjuntiva bulbar después de

varias semanas de uso de las lentes de contacto. Cuando se hicieron cultivos de

las soluciones de conservación en los estuches de las lentes de los pacientes, se

encontró que estaban contaminadas con Pseudomonas aeruginosa.

Afortunadamente, más tarde se llegó a la conclusión de que, aunque las lentes

estaban contaminadas (aparentemente debido a procedimientos higiénicos

inadecuados por parte del fabricante), el síndrome de enrojecimiento ocular no

era producido por la infección bacteriana sino por el cierre de las curvaturas de

las lentes. En muchos pacientes el problema se resolvió readaptando lentes de

contacto de hidrogel más abiertas.

Estas publicaciones acerca de la contaminación de las lentes dieron lugar a un

proyecto de investigación llevado a cabo por la Universidad de Waterloo, en la

142

que 107 pacientes clínicos fueron adaptados con lentes de contacto blandas.

Muestras de la lágrima de los pacientes y los estuches de conservación de las

lentes fueron cultivados a intervalos regulares durante un período de varias

semanas (Charles, Callender y Grosvenor, 1973). Los pacientes fueron

adaptados con lentes de Griffin, Bausch & Lomb o N & N, y todos ellos

utilizaron Flexsol para la limpieza y conservación de las lentes y Normol como

solución para enjuagarlas. Se observó que la contaminación microbiana de las

muestras de lágrimas disminuía durante el uso de las lentes blandas, aparen-

temente debido a la presencia de conservantes residuales de la solución

(timerosal y clorhexidina) en las lentes. El estuche de conservación de las lentes

de cada usuario fue cultivado una media de cuatro veces, y se encontró

contaminación microbiana sólo en 9 de 392 muestras (Charles et al., 1973). Se

preguntó a los usuarios cuyos estuches de conservación estaban contaminados y

se encontró que, sin excepción, no habían seguido las instrucciones recibidas

acerca del cuidado higiénico de sus lentes. Siempre que se detectó conta-

minación, los microbiólogos llenaron los estuches de conservación de las lentes

con Flexol fresco y los microorganismos quedaron eliminados en cuestión de

minutos. Los autores concluyeron que, cuando se utiliza apropiadamente, el

sistema Flexol-Normol es un método seguro y efectivo para el mantenimiento

higiénico de las lentes de contacto blandas.

Un problema del uso intermitente de lentes de contacto blandas fue publicado

por Myrowitz, Peariman y Golbert (1981). El paciente, que era usuario de

lentes de contacto blandas sin problemas pero que las utilizaba de forma

intermitente, fue a visitarse a un hospital aquejado de dolor agudo y fotofobia

en el ojo derecho. Estudios bacteriológicos indicaron la presencia de

Pseudomonas aeruginosa en la solución de las lentes. El problema fue resuelto

con varias semanas de tratamiento con gentamicina, aunque con una visión de

20/50+ y una opacidad corneal circular de 5 mm.

Una importante lección que debe aprenderse del caso de Myrowitz et al. es que

no importa lo efectivo que sea un sistema de desinfección de lentes de contacto

blandas si no se emplea correctamente. Además de ser un usuario intermitente

de lentes de contacto blandas, este paciente estuvo enjuagando sus lentes con

agua del grifo. Cuando las lentes se utilizan solamente de forma intermitente, a

menudo el paciente no vuelve a desinfectarlas antes de utilizarlas después de un

período de varios días o semanas de conservación. Cualquier bacteria residual

que pueda encontrarse en el estuche de conservación de las lentes habrá tenido

oportunidad de multiplicarse lo suficiente para producir una infección.

143

QUERATOCONJUNTIVITIS VÍRICA

La queratoconjuntivitis vírica puede adoptar muy diversas formas y deberse a

muy diversas causas. Típicamente se caracteriza por folículos en la conjuntiva

tarsal inferior, lesiones superficiales punteadas en el epitelio corneal que se

riñen con fluoresceína, descarga acuosa y síntomas de sensación de cuerpo

extraño y fotofobia. La presencia de signos adicionales dependerá del agente

causal.

Por ejemplo, la fiebre faringoconjuntival («conjuntivitis de las piscinas»),

generalmente causada por el adenovirus 3, puede estar acompañada de dolor de

garganta y fiebre moderada, pero suele durar 2 semanas. En la

queratoconjuntivitis epidémica, generalmente producida por el adenovirus 8,

aparecen opacidades subepiteliales debajo de algunas de las lesiones punteadas,

que pueden persistir durante un año e incluso más.

Riley y Pressburger (1981) publicaron el caso de un paciente que

aparentemente no padecía enfermedad ocular antes de ser adaptado con lentes

de contacto blandas pero desarrolló queratoconjuntivitis vírica cuando intentó

utilizarlas. En cada uno de los cuatro intentos para utilizar lentes de contacto de

hidrogel durante un período de más de un año, el paciente experimentó

irritación después de pocas horas de uso; al biomicroscopio ocular se encontró

inyección conjuntival, tinción epitelial punteada, pequeñas opacidades

epiteliales y grandes folículos en el fórnix inferior. El paciente fue remitido a la

consulta de un oftalmólogo y la condición fue diagnosticada como un caso

subclínico de implicación adenovírica exacerbada por el empleo de lentes de

contacto blandas. Los autores concluyeron que la enfermedad era fiebre

faringoconjuntival o queratoconjuntivitis epidémica.

CAMBIOS DEBIDOS A LENTES DE USO PROLONGADO

Al principio de este capítulo se han descrito las complicaciones que revisten

especial importancia para los usuarios de lentes de uso prolongado (tanto

blandas como RFG) y de lentes blandas desechables y de reemplazo frecuente.

En esta sección sólo se resumirán brevemente.

LENTES BLANDAS DE USO PROLONGADO

El principal problema de las lentes de contacto blandas de uso prolongado ha

sido el riesgo aumentado de queratitis ulcerativa. En un estudio llevado a cabo

en 86 usuarios de lentes de contacto que habían presentado queratitis ulcerativa,

144

Schein et al. (1989) establecieron que los usuarios de lentes de contacto de uso

prolongado que utilizaron sus lentes por las noches a ojo cerrado tenían un

riesgo de queratitis ulcera uva de 10 a 15 veces mayor que los usuarios de

lentes de contacto de uso diario que habían utilizado las lentes a ojo abierto. En

un estudio prospectivo de la incidencia de queratitis ulcerativa en cinco, estados

de Nueva Inglaterra, Poggio et al. (1989) publicaron que la incidencia anual de

queratitis ulcerativa se calculó en 20,9 por cada 10.000 personas que utilizaban

lentes de contacto en régimen de uso prolongado en comparación con 4,1 por

cada 10.000 personas que utilizaban lentes de contacto en la modalidad de uso

diario.

Más recientemente, Sankaridurg et al. (1999) publicaron un estudio sobre los

efectos adversos experimentados durante los primeros 13 meses de uso de

lentes de contacto en 330 sujetos que habían sido adaptados con lentes de

contacto blandas desechables para uso prolongado. Todos los sujetos utilizaron

las lentes en la modalidad de uso diario durante las primeras 2 semanas,

después de las cuales las lentes fueron utilizadas durante períodos de 7 días y

luego descartadas y reemplazadas por un nuevo par de lentes. Durante el perío-

do de 13 meses, 102 de los 330 sujetos (31 %) experimentaron un total de 137

efectos oculares adversos. Los efectos más habituales fueron: 32 casos de úlcera

periférica inducida por la lente de contacto, 29 casos de enrojecimiento

inducido por las lentes de contacto, 23 casos de queratitis infiltra uva, 21 casos

de infiltración asintomática y 15 casos de conjuntivitis papilar gigante.

Los autores puntualizaron que no se produjo ningún caso de queratitis

microbiana durante los 13 primeros meses de uso, y concluyeron que

«claramente, la disponibilidad frecuente y regular de lentes no elimina los

efectos oculares adversos, y se requieren mejores materiales y diseños de uso

prolongado para que éste constituya un método satisfactorio'.).

LENTES RPG DE USO PROLONGADO

Los cambios más frecuentemente publicados debidos al uso prolongado de

lentes de contacto RFC son: a) aplanamiento corneal y b) adherencia de la lente

a la córnea al levantarse por las mañanas. Swarbrick (1988) concluyó que la

adherencia se produce debido a la desaparición de la capa acuosa durante el uso

nocturno de las lentes, con el resultado de que la capa mucínica se vuelve

pegajosa, adhiriendo la lente a la córnea. Schnider (1990) sugirió que la

incidencia repetida de cualquier signo de adherencia de la lente pasada la media

mañana debería considerarse como un aviso para volver al uso diario de las

lentes.

145

COMPARACIÓN DE LAS LENTES DESECHABLE DE UN DÍA CON

LAS DESECHABLES DE DOS SEMANAS

Cuando Wichterle y Lin informaron acerca del desarrollo de las lentes de

contacto blandas (de hidrogel) en 1960, predijeron que llegarían a ser tan

baratas que un par de ellas podría utilizarse sólo por un día y desecharse. El

desarrollo de las lentes de contacto blandas desechables diarias, introducidas

más de 30 años después, ha conseguido ese objetivo.

Los resultados dé la comparación clínica de una lente desechable diaria en

comparación con una lente de contacto blanda de uso diario pero de reemplazo

frecuente fueron publicados por Sindt (2000). Cada uno de los 118 sujetos fue

adaptado con una lente desechable diaria (Focus Dailies de Ciba) en un ojo y

una lente de uso diario y reemplazo frecuente (Acuvue de Vistakon) en el otro.

Después de 2 semanas de uso de las lentes de contacto blandas, el 84 % de los

sujetos manifestaron que preferían la lente desechable diaria y el 16 % mani-

festó que prefería la lente desechable de 2 semanas de uso diario. Sindt señaló

que «no existieron diferencias clínicas o estadísticas entre las dos lentes en las

evaluaciones clínicas de enrojecimiento bulbar, tinción epitelial, estrías, o

edema».

Cuando se pudo disponer por primera vez de las lentes de contacto blandas

desechables de 1 día, su coste fue lo suficientemente alto como para desalentar

a muchos posibles usuarios. Sin embargo, Bergenske (2000) ha apuntado que el

coste mensual de estas lentes es apenas mayor que el de las lentes de contacto

blandas monofocales empleadas en otras modalidades de reemplazo, y que «la

mayoría de los profesionales todavía no se han dado cuenta de los méritos

relativos y de la seguridad de esta modalidad». Pence (2000) ha comentado que

«si el precio de las lentes de contacto blandas desechables diariamente fuera

menor de 1 dólar por día (por un par de lentes) y no existieran costes para pro-

ductos de mantenimiento de las lentes, su empleo aumentaría y estaríamos

contemplando las lentes de contacto blandas desechables diariamente y de

reemplazo mensual como las dos opciones principales».

De acuerdo con la información disponible actualmente, las lentes de contacto

blandas desechables diarias monofocales parecen destinadas a ser «las lentes

preferidas» en términos de seguridad, así como de conveniencia y coste. Y no

deberíamos olvidar que muchos usuarios de gafas estarían interesados en lentes

de contacto blandas para uso ocasional. Bergenske (2000) ha llamado la

atención sobre el hecho de que las lentes de uso único se ajustan

excepcionalmente bien a horarios de uso irregular.

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