uniones estables de hecho
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Derecho de FamiliaTRANSCRIPT
Uniones Estables de Hecho a Nivel Global
Siendo la Institución por excelencia el matrimonio como la unión, entre
un hombre y una mujer, que confiere derechos y deberes entre ellos, otorgados
mediante ley; nuestro derecho venezolano se encuentra en una constante
evolución, buscando siempre la adaptación con la realidad social;
encargándose ahora al estudio de la novedosa figura que las personas han
creando, mediante al cual se constituyen una familia y una unión entre hombre
y mujer que acoge características similares a las del matrimonio y a su vez
sustituyendo dicha institución, considerándose por una parte como
consecuencia de la evasión de dichas formalidades para contraerlo, tales como
la solicitud de los requisitos para su celebración tales como; Original del Acto
de Nacimiento, original del certificado de soltería, entre otros, en principio se
veían vacilados por personas extranjeras o que nacieron lejos o fuera del lugar
donde deseaban contraer matrimonio, entonces decidían vivir juntos sin
realizar dicha celebración.
Y por otra como la evasión de responsabilidades y compromisos con el
cónyuge pudiendo disolverlo de maneras mucho más sencillas, que no
requieran ni la mas mínima formalidad como si la contempla el matrimonio,
considerándose el divorcio y la muerte de alguno de los conyugues las vías
necesarias para su disolución.
Artículo 77 de la Constitución Nacional establece que;
“las uniones estables de hecho entre un hombre y una mujer que cumplan los
requisitos establecidos en la ley producirán los mismos efectos del matrimonio”
“No existe problema jurídico o práctico alguno en reconocer a las uniones
estables de hecho entre un hombre y una mujer, los mismos efectos de un
matrimonio, siempre y cuando tales efectos se produzcan única y
exclusivamente entre los miembros de la pareja, entre cada uno de ellos y los
herederos del otro y entre los respectivos herederos de uno y otro de los
miembros de la pareja. El problema surge únicamente en lo tocante a los
terceros, ya que por más que se cumplan las normas legales concernientes a la
publicidad que debe darse a la unión de hecho permanente, ambos miembros
de la pareja continuarán siendo solteros o viudos o divorciados y no aparecerán
como casados entre sí en sus respectivos documentos de identidad; por ello,
las personas extrañas al medio social de los convivientes, que pretendan
contratar con cualquiera de los mismos, no van a tener medio seguro y práctico
de conocer su situación familiar o cuasi-familiar, a menos que el respectivo
conviviente desee manifestarla. Pero de no ser así, el tercero contratante
puede ser fácil víctima de confusión o engaño y de las consecuencias legales
de una y otro” (www.chacao.gov.ve, análisis de la Ley de la Familia)
Entonces, Las Uniones Estables de Hecho; se consideran como aquellas
uniones de carácter permanente; no estando sujeto a formas legales para
constituirse, es decir, que hacen vida en común sin estar unidos en matrimonio.
Formada por un hombre y una mujer solteros; ya sea también por divorciados o
viudos o solteros entre sí, requiriendo la necesidad para que se le reconozca
como tal, mediante reconocimiento de sentencia definitivamente firme,
acarreando los mismos efectos civiles al matrimonio.
Caracteres particulares de la Unión Estable de Hecho;
Relaciones Heterosexuales; es decir entre hombre y mujer, no admitiéndose
dichas uniones con personas del mismo sexo.
Efectos Personales; no existen deberes, sin embargo subsiste el deber de
socorro mutuo.
Extinción de la Relación; esta podrá darse por muerte o repudio; ruptura de
la continuidad de la relación (porque uno contraiga matrimonio con otra
persona).
Régimen Patrimonial; tratando de los beneficios económicos referente al
patrimonio común, tales como: ahorro, seguro inversiones del
contribuyente, en consecuencia da derecho a los concubinos sobre pensión
de vivienda, asistencia médica, indemnización que corresponde por
fallecimiento de la pareja. También existen derechos sucesorales a tenor
de lo expresado en el artículo 823 del Código Civil Venezolano.
Uniones Estables de Hecho en el Ordenamiento Jurídico Venezolano
Concubinato
Es la Unión de un hombre y de una mujer, no ligados por vínculo
matrimonial a ninguna otra persona, realizada voluntariamente sin
formalización legal, para cumplir los fines atribuidos al matrimonio la sociedad.
es un mero hecho, no un contrato que carece de formas determinadas y no
produce efectos jurídicos, quien vive en estado de concubinato puede ponerle
fin según su voluntad, sin que la otra persona con quien viva en ese
momento pueda invocar esa ruptura como fuente de daños y perjuicios.
Se dice que la actuación de los concubinatos esta sujeta a la conciencia puesto
que deben tener deberes como los esposos, la diferencia estriba en que los
esposos reconocen estas obligaciones y se comprometen a cumplirlas mientras
que los concubinos no se comprometen a ello, sino que se reservan la
posibilidad de sustraerse a las mismas, ya que conservan su libertad e incluso
en ocasiones privan al poder social de todo medio para obligarlos.
A pesar de que el matrimonio aparece como una institución prácticamente
de condición universal, regulado tanto por el Derecho como por las distintas
religiones existentes; con el paso de los años, ha ido creciendo
progresivamente bajo su sombra la figura del concubinato.
Específicamente en Venezuela podría asegurarse que el setenta por ciento de
las familias viven en uniones extramatrimoniales, incluso se ha llegado a decir
que "los venezolanos tenemos vocación hacia la vida en concubinato"
Este modo de actuar social ha sido definido como una unión
monogámica entre un hombre y una mujer que, aunque posean la capacidad
requerida para celebrar un matrimonio, mantiene una sociedad de hecho
(siendo aquélla que, a pesar de ser lícita, no ha cumplido con todos los
requisitos legales para la constitución del matrimonio) permanente y
responsable, cuyo fin sea edificar una familia, cumpliendo con los deberes
recíprocos de cohabitación, socorro y respeto, todo esto bajo la apariencia de
un matrimonio.
El concubinato en nuestra sociedad aparece como una realidad latente
que se halla al margen de la legislación y que requiere ser tomada en cuenta
de manera inminente, debido a su veloz incremento actual, pudiéndose
apreciar que cada día son más y más las parejas que deciden formar una unión
extramatrimonial como solución a su situación.
El concubinato no crea derechos sucesorios, ya que por disposición
expresa de la ley, solamente crea derechos sucesorios para el cónyuge de la
persona de cuya sucesión se trate (Art. 823 CC.), toda vez que, si bien es
cierto que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece
que el concubinato tiene los mismos efectos del matrimonio (Art. 77), no es
menos cierto que la norma sustantiva civil vigente, establece en el Capitulo XI,
sección I y II, los efectos del matrimonio, las cuales sólo se circunscriben en los
derechos y deberes de los cónyuges y el régimen de los bienes, nada
establece sobre la vocación hereditaria, cosa muy distinta a la comunidad
limitada de gananciales, siendo esto normas de orden público, que no pueden
ser relajadas por las partes ni mucho menos, interpretarlas de manera
enunciativa, razón por la cual, es improcedente declarar a la concubina
heredera universal y ASI QUEDA ESTABLECIDO.
Este fenómeno social se produce por gran diversidad de factores de índole
tanto económico como cultural. En cuanto a los económicos, se garantiza que
constituyen la razón casi primordial, ya que en los bajos niveles que integran
nuestra sociedad resulta mucho más arduo imponer la figura jurídica del
matrimonio, optando por una vía más fácil, representada por las uniones
extraconyugales, que no llevan consigo obligación legal alguna.
La principal presunción que considera nuestro Código en cuanto al carácter
patrimonial de toda unión extramatrimonial, se encuentra en el artículo 767 y se
refiere a la Comunidad Concubinaria:
Se presume la comunidad, salvo prueba en contrario, en aquellos casos de
unión no matrimonial, cuando la mujer, o el hombre, en su caso, demuestre que
ha vivido permanentemente en tal estado aunque los bienes cuya comunidad
se quiere establecer aparezcan a nombre de uno solo de ellos. Tal presunción
sólo surte efectos legales entre ellos dos y entre sus respectivos herederos y
también entre uno de ellos y los herederos del otro. Lo dispuesto en este
artículo no se aplica si uno de ellos está casado.
Diferencias entre el Matrimonio y el Concubinato
Matrimonio:
1) Todo bien registrable que adquieran dentro del matrimonio, será conyugal.
De solicitar el divorcio y con la sentencia disolverse la sociedad se venderán
para dividir el monto en un 50 para cada uno, o pueden convenir privadamente
quien se queda con cada bien, dirigiéndose a un escribano y/o a los registros
para hacer estas inscripciones a nombre de cada uno.
Los bienes pueden, a criterio de los cónyuges, declararse dentro del divorcio, o
proceder como indica el párrafo anterior que es más económico.
La sentencia de divorcio determina que a partir de que lo solicitaron, se declare
disuelta la sociedad conyugal, con efecto retroactivo. Es decir que a partir del
pedido de divorcio los bienes que cada uno adquiera serán propios.
2) En cuanto a los bienes no registrables, al separarse, los dividirán
conviniendo verbalmente, o por escrito, dentro de los acuerdos del divorcio, ya
que se homologan al dictarse sentencia, y ante el incumplimiento puede
ejecutarse.
Concubinato:
1) En el caso de contraer un crédito hipotecario, serían condóminos del
inmueble, y responden por igual ante los acreedores. Por eso conviene
celebrar previamente, un contrato de sociedad de hecho, ya que no se
presume la existencia del concubinato, y así podrán regular todos los aspectos
concernientes a cómo resolverán las relaciones comerciales con terceros y las
relaciones jurídicas dentro de la pareja. Si deciden abonar cada uno el 50 del
crédito, si uno no paga, el otro deberá hacerse cargo, para evitar el remate,
pero luego podrá ejecutar al condómino por ese monto.
2) Si ambos trabajan en un negocio propio de él o de ella, cómo probar que la
concubina/o aportó trabajo para lograr ganancias para ambos Si no se regula
en un contrato, al producirse la separación, el/la concubina/o no podrá probar el
aporte laboral al negocio ni obtener una parte líquida, acorde con lo aportado y
regulado en el contrato.
Para el caso de construcción de la vivienda con aportes de ambos, la
existencia del contrato de sociedad regulatorio, más las facturas de compra de
materiales, de pago de mano de obra, Etc. a nombre de uno o de los dos, son
pruebas para tener derecho a obtener una parte líquida del inmueble, ya que el
terreno pudo haber sido adquirido antes de la convivencia por uno solo, no
siendo justo que se aproveche de la construcción pagada a costa del otro o de
ambos, consiguiendo en el futuro vender dicha propiedad como propio a un
valor muy distante del inicial.
3) Es conveniente tener una prueba del concubinato para realizar trámites.
Para ello deben presentarse ante un Registro Público de Comercio y solicitarla
presentando dos testigos que declaren que los conocen, que conocen que
hacen vida en común y desde hace cuánto tiempo.
Constitución, Prueba y Disolución del Concubinato ( según Ley Orgánica de Registro Civil)
El concubinato.
Es una unión de hecho o fáctica, por el cual un hombre y una mujer
conviven sin estar casados legalmente, o sea sin constituir una unión legal o de
derecho, como sí lo es el matrimonio, aunque actualmente produce algunos
efectos legales, dado por la realidad incuestionable, de la gran cantidad de
parejas que optan por no casarse y prefieren vivir juntos pero sin atadura legal,
tal vez por el costoso trámite de divorcio si la pareja no llegara a funcionar, o
simplemente por el descreimiento en la institución matrimonial.
Elementos del Concubinato
Unidad Implica que solo se puede establecerse entre un solo hombre y una
sola mujer.
Consentimiento Se fundamenta en el acuerdo de voluntades en convivir
juntos como pareja, bajo el mismo techo, sin ningún impedimento para
contraer nupcias.
Perpetuidad Debe existir prolongado en el tiempo, mínimo dos años.
Formalidad No existe ninguna formalidad, solo el acuerdo de los
concubinos en permanecer juntos bajo un mismo techo, y sin que ninguno
tenga impedimentos para el matrimonio, además también debe ser probado
por quien lo alegue y declarado mediante sentencia definitivamente firme.
En ocasiones se expide en la jefatura civil una constancia de convivencia
la cual es meramente para efectos de adquisición de vivienda o para gozar de
beneficios en los seguros, cabe señalar que son requisitos solicitados por
algunos organismos, y que por la costumbre y uso se emplean para comprobar
la existencia de una relación concubinaria, debiéndose destacar que el medio
para comprobar dicha existencia a fines de reclamar herencia, por ejemplo, es
la sentencia antes dicha.
Disolubilidad Puede quedar disuelto por la voluntad de las partes en
cualquier momento. Toda vez que interrumpan la cohabitación y por
ende la permanencia.
En el art 77 de la constitución establece que el concubinato tendrá los
mismos efectos que el matrimonio.
En la ley Orgánica de Registro civil en el capítulo VI nos habla de las
uniones estables de hecho:
Se constituye mediante el registro en virtud de la manifestación de
voluntad, documento autentico o publico y la decisión judicial.
Art 118: Nos habla sobre la manifestación que se efectúa entre un hombre y
una mujer, de manera conjunta, conforme a los requisitos de la ley y esta se
registrara en el libro correspondiente, partiendo de de ese momento se darán
efectos jurídicos sin menoscabo del reconocimiento de cualquier derecho
anterior al registro.
Art 119. Toda decisión definitivamente firme que declare o reconozca la
existencia de la unión estable de hecho será insertada en el registro civil y
estos a su vez darán copia certificada de la decisión a las oficinas municipales
de registro civil para su inserción en el libro que corresponda.
Art 120 el acta debe contener:
1. Identificación completa de las personas que declaran la unión estable de
hecho.
2. Identificación completa de los hijos y las hijas, numero, año y oficina de las
respectivas inscripciones de nacimientos.
3. Identificación de los hijos y las hijas que se hayan reconocido en el acto.
4. Identificación del poder especial si la unión estable de hecho se inscribe por
medio de apoderado o apoderada.
5. Manifestación expresa de mantener la unión estable de hecho.
6. Indicación de la fecha en la cual se inicio la unión estable de hecho.
7. La muerte de una de las personas unidad de hecho, por declaratoria del
sobreviviente. Mención expresa del estado civil de las personas que
declaran la unión estable de hecho, no podrán ser casadas, no mantener
registrada otra unión estable de hecho.
8. Autorización de los padres o representantes, en los casos de adolescentes.
9. La firma del registrador civil, las personas que declaran la unión estable de
hecho y los testigos.
En casos de personas con discapacidad visual o auditiva la declaración se
hará constar por escrito y si estos no pudieren hacerlo se hará mediante señas
de la lengua venezolana.
Art 121. Prohibiciones.
1. De niños y niñas.
2. De los adolescentes menores de catorce años de edad.
3. Las demás que establezcan las leyes.
Art 122. Disolución.
Se registrará la declaratoria de disolución en los siguientes casos:
1. Manifestación de voluntad efectuada unilateral o conjuntamente por las
personas unidas de hecho ante el registro civil.
2. Decisión judicial.
3. En los casos de disolución unilateral de las uniones estables de hecho,
el registrador o registradora civil deberá notificar a la otra persona unida
de hecho, de conformidad con la ley.
Revisión de las Sentencias:
EXPEDIENTE 03-2630. Sala constitucional (Magistrado ponente: PEDRO RAFAEL RONDON HAZZ)
En esta sentencia la parte solicitante alega la situación sui generis de las
personas homosexuales, en virtud de la cual se les reconoce el ejercicio
limitado y condicionado de solo algunos derechos, que no de todos, es
violatoria a muchos principios constitucionales.
Este grupo social que se ve obligado a desarrollar sus actividades en un
ambiente de clandestinidad y que, muchas veces, es víctima de allanamientos,
detenciones ilegales y hostigamiento por parte de cuerpos de seguridad del
Estado porque no se reconoce la protección del ordenamiento legal para estas
personas al no estar expresa.
Por otra parte, alegan negar a las personas homosexuales la realización de un
proyecto de vida adecuado a su condición (exclusiva y aparentemente
inmodificable) sería prohibirles el libre desarrollo de su personalidad y
obligarlas a permanecer en una situación de indefensión jurídica, injustificable a
todas luces.
De este hecho las partes intervinientes alegan en relación a la solicitud
de la contraparte. En relación con la interpretación del derecho a la igualdad,
señalaron que, si bien el artículo 21 de la Constitución no incluye la orientación
sexual dentro de las causales de no discriminación, la misma podría
entenderse incluida, pues no se trata de una norma taxativa, sino, por el
contrario, enunciativa. De allí que, en su opinión, el artículo 21 de la
Constitución “adolece de oscuridad” y de allí que considera pertinente que esta
Sala “analice la denominada orientación sexual a la luz del contenido y alcance
del artículo 21.1 constitucional, y establezca la procedencia de la inclusión de
este aspecto como una prohibición de discriminación”.
La sala con justificación de sus motivos de decisión acota, entre otras
interpretaciones, una de gran importancia en relación a este caso en especifico:
el principio de igualdad ante la ley impone el otorgamiento de trato igual para
quienes se encuentren en situación de igualdad, y trato desigual para quienes
se encuentren en situación de desigualdad. De igual forma señala “no todo
trato desigual es discriminatorio, sólo lo será el que no esté basado en causas
objetivas y razonables, pero el Legislador puede introducir diferencias de trato
cuando no sean arbitrarias, esto es, cuando estén justificadas por la situación
real de los individuos o grupos”
Otro tema presentado por la parte solicitante se refiere a la
discriminación de persona homosexual en cuanto a las uniones de hecho,
según ellos discriminado por el artículo 77 de la Constitución.
Y la sala responde de la forma siguiente; La norma recoge, así, dos
preceptos concretos: en primer lugar, dispone una protección reforzada de la
institución matrimonial, en las condiciones que fueron establecidas: que sea
entre un hombre y una mujer lo que implica la existencia de una relación
monogamia entre personas de diverso sexo-, y que esté fundada en el libre
consentimiento y en la igualdad absoluta de los derechos y deberes de los
cónyuges y, en segundo lugar, equipara jurídicamente las uniones estables
entre un hombre y una mujer al matrimonio, siempre que cumplan con los
requisitos de Ley.
El concubinato Se trata de una situación fáctica que requiere de
declaración judicial y que la califica el juez, tomando en cuenta las condiciones
de lo que debe entenderse por una vida en común.
Además de los derechos sobre los bienes comunes que nacen durante
esa unión (artículo 767 ejusdem), el artículo 211 del Código Civil, entre otros,
reconoce otros efectos jurídicos al concubinato, como sería la existencia de la
presunción pater ist est para los hijos nacidos durante su vigencia
Por último entre otros puntos la sala recalco que la protección reforzada
que, por vía de consecuencia, el Constituyente atribuyó a las uniones estables
de hecho entre un hombre y una mujer no implica, en sí misma, un trato
discriminatorio respecto de las uniones de hecho entre personas del mismo
sexo. En efecto, la equiparación de las uniones estables entre un hombre y una
mujer a los matrimonios entre un hombre y una mujer, busca, como se dijo,
igualar jurídicamente dos situaciones sustancialmente similares aunque
formalmente distintas; similitud que no existe respecto de uniones entre
personas con impedimento para contraer matrimonio (uniones adulterinas) –por
ejemplo- o entre personas de un mismo sexo. Debe, así, diferenciarse entre las
condiciones individuales de las personas que las distinguen de otras, y su no
discriminación en razón de su orientación sexual y la condición de pareja,
porque no cabe la concepción de que en el trato desigual a situaciones
jurídicas también desiguales, exista colisión constitucional ni discriminación
alguna.
En fin, el derecho a la igualdad implica, que se dé igual trato a quienes estén
en un plano de igualdad jurídica.
A nuestra opinión se vincula el hecho de que nuestra legislación es muy
calara y concisa en este aspecto; no existe discriminación alguna a este tipo de
personas, solo la necesidad de crear una norma especial que regule esta
situación; en la actualidad la nueva ley, establece un nuevo control y regulación
entre uniones de hecho entre heterosexuales. Habría que analizar la existencia
de una ley o normas que protejan a individuos de esta inclinación sexual.
En relación a la sentencia perteneciente a la Sala Constitucional (MAGISTRADO PONENTE DR JESUS EDUARDO CABRERA ROMERO) de
fecha 15/05/2005 Exp: 04-3301.
Se vincula a la solicitud de interpretación de entre otros artículos, el 77 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; esto, en cuanto a los
siguientes fundamentos:
1) Si podría en su carácter de concubina utilizar el apellido de su concubino y
proceder a cambiar su documento de identificación.
2) Que, de la disposición del artículo 77 de la Constitución se deduce
indiscutiblemente, la equiparación de la unión concubinaria con el matrimonio,
con respecto a los efectos que éste produce, siempre y cuando la primera
cumpla con los requisitos de ley, toda vez que ambas constituyen expresiones
del concepto de familia.
3) Que, conforme a lo expresado por el Constituyente, el artículo 77 de la
Constitución, es de aplicación preeminente a cualquier norma subordinada y
requiere de una interpretación acorde con su finalidad.
4) Que, como señaló igualmente el Constituyente, todos los derechos sociales
y de las familias, constituyen la base fundamental del nuevo ordenamiento
jurídico en el que la vida, la ética, la libertad, la justicia, la dignidad, la igualdad,
la solidaridad, el compromiso, los deberes ciudadanos y la seguridad jurídica,
son valores que concurren en la acción transformadora del Estado. Para luego
afirmar, que “artículo 77 de la Constitución es de aplicación preeminente a
cualquier norma subordinada y como tal, la norma subordinada requiere de una
interpretación acorde con la finalidad expresada en dicha disposición”.
5)La necesidad de interpretación del artículo 77 en concordancia con las leyes
preconstitucionales que desarrollan los efectos del matrimonio, en especifico el
CC, ya que las dudas que surgen de su interpretación, al extenderse estos
efectos a las uniones estables de hecho, deben encontrar un cauce procesal
adecuado para su deducción en sede judicial, toda vez que este no se
encuentra predeterminado para los concubinos, y tal y como están concebidas
las normas preconstitucionales, marcan un problema para el ejercicio de los
derechos fundamentales y para el mantenimiento del orden público y la paz
social, estableciendo en la práctica una desigualdad entre aquellos miembros
de una familia que hayan celebrado el matrimonio y aquéllos que no lo hayan
hecho”.
6) Que, al establecer el contenido del artículo 77 de la Constitución, que las
uniones estables de hecho que cumplan los requisitos establecidos en la ley,
producirán los mismos efectos del matrimonio, caben las interrogantes
siguientes:¿Corresponde a los concubinos la totalidad de los efectos civiles del
matrimonio establecidos en el CC y en otras leyes de la República? ¿A qué
efectos se está refiriendo la disposición Constitucional, a aquellos derechos y
cargas entre las personas o sólo respecto a sus bienes? ¿Cuáles son y cómo
se aplican? Entre otros puntos relacionados con el tema.
En consecuencia la sala responde con la siguiente interpretación:
El artículo 77 constitucional reza “Las uniones estables entre un hombre y una
mujer que cumplan los requisitos establecidos en la ley producirán los mismos
efectos que el matrimonio”.
Es necesario resaltar que dicha norma use el termino de “unión estable” entre
el hombre y la mujer, y no la de concubino o concubina utilizada en el artículo
49.5 ejusdem; y ello es así porque unión estable es el género y el concubinato
una de sus especies.
El concubinato se trata de una situación fáctica que requiere de
declaración judicial y que la califica el juez, tomando en cuenta las condiciones
de lo que debe entenderse por una vida en común y los derechos sobre los
bienes comunes que nacen durante esa unión reconoce otros efectos jurídicos
al concubinato, como sería la existencia de la presunción paternidad para los
hijos nacidos durante su vigencia.
De igual forma la ley puede tipificar otros tipos de relaciones entre hombres y
mujeres como uniones estables a los efectos del artículo 77 constitucional,
tomando en cuenta la permanencia y notoriedad de la relación, cohabitación,
etc.
Pero como, al contrario del matrimonio que se perfecciona mediante el acto
matrimonial, recogido en la partida de matrimonio, no se tiene fecha cierta de
cuándo comienza la unión estable, ella debe ser alegada por quien tenga
interés en que se declare (parte o tercero) y probada sus características, tales
como la permanencia o estabilidad en el tiempo, los signos exteriores de la
existencia de la unión (lo que resulta similar a la prueba de la posesión de
estado en cuanto a la fama y el trato, ya que la condición de la pareja como tal,
debe ser reconocida por el grupo social donde se desenvuelve), así como la
necesidad de que la relación sea excluyente de otra de iguales características,
debido a la propia condición de la estabilidad.
Unión estable no significa, necesariamente, bajo un mismo techo
(aunque esto sea un símbolo de ella), sino permanencia en una relación,
caracterizada por actos que, objetivamente, hacen presumir a las personas
(terceros) que se está ante una pareja, que actúan con apariencia de un
matrimonio o, al menos, de una relación seria y compenetrada, lo que
constituye la vida en común.
En relación al deber de socorrerse mutuamente, contemplado para los
cónyuges en el artículo 137 del Código Civil, la Sala considera que este sí
existe en cualquier tipo de unión, ya que si legalmente las uniones (o al menos
el concubinato) generan derechos (como los alimentarios) los cuales
normalmente corresponden a los cónyuges mientras dure el matrimonio, los
componentes de estas uniones de hecho deben tener también esos derechos,
como luego se explica, y ello se corresponde con el deber de socorro mutuo
comentado. Y la utilización de apellidos distintos al propio, como sería para la
mujer el del marido, es un derecho que le nace solamente del acto matrimonial,
que conlleva a que añada algo a su identidad, y que se ve sostenido por el acta
de matrimonio que refleja un nuevo estado civil. Para la Sala, el que la unión
estable en general produzca los mismos efectos que el matrimonio, no significa
que ella se convierte en matrimonio, sino que se le equipara; es decir, en lo que
sea posible. Sin embargo, la condición jurídica de la unión estable, en principio,
no permite a la mujer el uso del apellido del marido.
Muchas leyes otorgan a los concubinos derechos patrimoniales y
sociales en diferentes áreas de la vida, y esto es un indicador que a los
concubinos se les está reconociendo beneficios económicos como resultado de
su unión, por lo que, el artículo 77 ejusdem, al considerarlas equiparadas al
matrimonio, lo lógico es pensar que sus derechos avanzan hasta alcanzar los
patrimoniales del matrimonio, reconocidos puntualmente en otras leyes.
Las uniones de hecho son hoy en día totalmente reconocidas y protegidas en
nuestra legislación, deben ser legalizadas para obtener de ellas derechos de
igual o en su mayoría reconocidos en el matrimonio.