universidad de navarradadun.unav.edu/bitstream/10171/25433/1/fa.foll.005.322.pdf · las graciosas y...
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VERVERT,
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VERVERT,
ó
E L P A P A G A Y O .
P O E M A
TRADUCIDO D E L FR A N CÉS.
V A L E N C I A ^P O R I L D E F O N S O M O M P I É .
1 8 1 8 .
E sta traducción de P 'e r v e r t , 6 e¡ Papagayo y e- propiedad assoluta de ¡os Señores Dotningo v Mompté.
S$ hallará en su libreria^ calle de Caballeros numero 48 ; y en M adrid en la de Barco^ carrera áe San Geróninto,
en la traducción de este ^oem a me /te tomado una hSeriad que no me tomára j si fu e ra otroelo6aeto (jue se propuso qÍ autor. Con a ígu- nas íigaras variaciones ie he tado cuanto te?iia de mordaz ^ odioso y ie he dejado io éelio solo ^ dele^taSle, Cato ¡>íipuestOj he acjui su nuevo argumento,
Diu£ia en otro tiempo^ mas na s i e n (jué parte del mundo y dos Colegios destinados para la edu-- c a c fo n de cierto número de donce^ lias ?toéles , las cuales no podiau salir de ellos hasta ia edad (juq íes estaba prescrita como no fu e ra para tomar estado y pues la s
que saltan con otro cual(juter pretexto j no se las admitía y a otra ves, JOlamáéase el uno el Colegio (¡c Cieña , y el otro de Sofía ¡ y entre los dos mediaña un trecho de mar cjue aun en tiempo favo^ ra lle j se necesitaéan seis días para cruzarlo, Cn el Colegio de Cltna haBia un elocuente ^apa~ gayOf cuya fa m a Ihgó hasta el de SoJía\ V deseoso este de saéer la verdad de cuantas gracias y chistes se contaSan de ta n Sello pájaro , suplicó a l de Cieña cjue le hiciese el gusto de enviarlo no nías (jue por un poco tiempo. Cl íü/o hecho pues de pasar el P a pagayo de un Colegio d otro y es el argumento de este gracioso Poema.
VERVERT.
Á L A E X C E L E N T I S I M A SEÑORA
DUQUESA DE * * *R E T I R A D A E N HL M O N A S T E R I O D E * * * •
C A N T O P R IM E R O .
V o s , ju n to á quien las gracias solitarias
Bril lan sin arte , y sin o rg ul lo re>iiaii:
V os , c a y o genio sincero y abierto
A la virtiicl austèra juntar sabe
Las dulces risas , el placer saiiroso,
I s libertad mil veces m uy mas dulcp.. ..
Pues que t e n e i s , seiiorj , á bien mandarme,
Que de un ilustre pájaro y o ofrezca
A vuestros ojos la fero z desgracia;
S íd vos mi musa , enardeced mi acento,
y prestadme aquel tono , aqaella t iernt
Y afectuosa voz que vuestra lira
F o r m ó , cuando Gerarda , en la risuefia
Y hermosa primavera de s u j dias,
A vuestro triste amor fue arrebaíada?
De mi heroe también la suerte dura
Se pueda prometer vuestra ternura.
D e su v irtu d ajada por la suerte,
D e sus largos v i a g e s , y escabrosos
Pudierase formar otra Odisea,
Y dar sueíío al lector en veinte cantos:
Pudiérase con fábulas afiejss
R esucitar los heroes y lo s dioses:
D e nn solo mes lo s h e c h o s , largos aflos
Emplearse p o d ría n , y tomando
De un sublime enojoso e l l iu e c o tono,
Cantar las aventuras malhadadas
D e un pájaro l' r i lU nte com o Eneas,
Y tan p ió , aunque mas desveuturado:
Pero los muchos versos ocasionan
E l tedio y el fastidio. Son las musas
C o m o son veleidosas Its abejas^
Su gusto s a l t a , esquiva largas obras;
Y no tomando mas de un bello obgeto
Qiie la nata y la f l o r , suelta y ligera
Parte á chupar alegre im nuevo obgeto.
D e vos sola tomé y o estas lecciones:
• j Que así como las tengo y o aprendidas
Puedan en los mis versos ser leídas !
Si cuando yo discfio estos retratos
S o y demasiado i n g e n u o , me pronieto
De vuestro alegre humor grata indulgencia.
Vuestra razón y esenta de flaquezas,
Os liberta de insulsas pequoñeces,
Y en vuestra aima , á un deber solo sumisa,
N o egerció la ilusión jamás su imperio.
Que la amable franqueaa sgrada a l cie lo
Mas que no un rostro que con arte fìnge.
M u y bien lo sabéis vos. Si á los mortales
L a virtud se mostrara , no seria •
Con ridículos gestos , ni visages.
N i con ariscos y esquivoso s modos:
Bajo vuest io halagiiclio y gentil ayre ,
O el ayre dulce de las gracia s fuera
Como nuestros alta>es mereciera.
£ n cierto autor le í de vasta c iencia ,
Que es dañoso correr sobrado e l mundo.
V o l v e r m e jo r , sucede raras veces;
A l contrario , una suerte siempre errante
N o s conduce al erro r : m u y mas valiera
AI cuidado v i v i r de nuestros L ares,
Y en paz tranquila conservar en casa
N uestra v i r t u c i , que no con planta incierta
Correr lejanos bárbaros países,
Sin que á pe ligros mil y m il expuesto
£1 corazon , cual víctima infelice
L len o de vic io s extrangeros vuelva*
IOD e l heroe qae canto el fatai badò
I4os presenta un funesto y fíe] dechado.
L as graciosas y cándidas alumnas
Sfc-I C o le g io de Elena , m u y alegres
Tenian un famoso Papagayo,
C u y o genti l donaire y alma ilustre .
C u y o s talentos y festivas gracias,
M en o s io ftusta y menos dura suerte
Prepararle debían ; si es que fueraa
Siempre fe l ices las mas bellas almas.
V e r v e r t (e ste era el nombre del sugeto )
D e las Indias ai l i fue trasplantado,
J ó v e n a u n , y aun de candor lleno.
L a h istoria cuenta que era m uy herm oso,
R em ilgado y galan , l ig e r o y lindo.
Am able y franco así cual ser solemos
En la florida edad ; y cariñoso
y v i v o aunque inocente. El era en sums
P ájaro-digno de tan bella jaula .
N o es precis o describa y o el cuidado
Que de él tenían las graciosas niíías;
Baste solo decir no habia entre ellas
N in g u n a que otro tanto amase i n id íe .
Era V er ve rt obgeto perm it id o
A tanto amor ocioso , ¿1 era el alma
D e aquella habitación , y él era en suma.
1 1
( S i exceptuáis las v ie jas d irectoras
De las jóvenes duras celadoras)
De todas adorado. A u n no estando
£n la edad de razón , tenia larga
Libertad de decir y hacerlo todo,
Bien cierto de que en gusto le s cayera.
De d ive rt ir servía con sus gracias
A las dengosas y mimadas niña.';,
Picándoles las cintas y pañuelos,
Las basquinas , mantillas y los velos.
N in g u n a concurrencia era agradable
S i él no entraba á b r i l lar , y dar (nil gir os,
Y si lvar , y cantar , y dar m il sa ltos.
Chanceábase , sí ; mas con recato.
Con aquel a yr e tímido y modesto
D e una beata cuando se chancea.
Por muchas preguntado á un tiempo niistno
Exactamente respondía i todas:
Cyai otro Cc'sjf que de a^suntos varios
Dictnba á un tiempo A rn itro Secretarios.
Si dam os.fé á la historia era admitido
En todas partes el querido amante;
Comía er. ri-fitorio , y a l l í estaba
Todo patente á xus golosas ansias:
A mas de que las niñas cuidadosas,
Aun para sus ¡( tistos oías pequeñoj,
t 2Y por saciar su v ien tre infatigable,
Cuando se hallaba fuera de la mesa
De chochos m il , y m il sabrosos dulce«
Procuraban llenar sus faltriqueras.
L o s menudos cuid ados , los mas tiernos
Obsequios , las mas finas atenciones.
Se dicen propias ser de aquel Colegio .
Bien tenia V e r v e r t de estas verdades
Gretas y nuevas prueba« cada día.
M as que un L o r o de corte acariciado
T o das en su regalo ss empleaban,
Y lo s dias pasaba tn o c io blando.
Donde mas de ordinario se acostaba
E ra en el espacioso dorm itorio,
D o varias celdas á escoger tenía?
y m il veces fe l iz la preceptora
C u y o retrete allá al c jr r a r !a noche
Se dignaba de honrar con su presencia.
P o r q u e las mas antiguas raras veces
A l pájaro alojaban ; las pulidas
y tiernas joven citas , y su alcoba
Sencil la y lim pia dábanle mas gusto.
P orque mirad su aséo cuanto era:
Cuando á la tarde el Jóven ermitaño
F ijad o Iiabla su nocturno asi lo ,
Sobre e l mas l i c o y mas gracio so mueble
Tranquilo reposaba , Insta que e l astr»
De Ve iiis apuntára. Al despertarse,
De la tresna y hermoia Ci>legiala
Libre test igo el tocador veía.
Veía los encajes y ios dijes,
Y el arte de dar.g racia y a tract ivo
A las l igeras y flotantes cintas,
Y á las mas simples telas un tal ayre ,
Que indique estar asi como al d eîgayre.
Eu esta habitaciop grata y tranquil*
Pacífico v iv ía P ap agayo,
Libre de enojos , de trabajos libre.
Como á dueño de atjuellos corazones
To do se le rendía. Doña Irena
Por él solo olv idó sus gorriones:
De rabia y de furor andaban muertos
Cuatro ca n a r io s ; y de amargos ze los ,
Dos gatos otro tietijpo fa voritos.
Con lentitud cruel se consumían.
Mas ; quién dijera allá en aquellos d i í s ,
Dias de encantos y placeres llenos.
En que se cull ivaban sus costumbres
A toda costa , ay triste ! quien dijera
Que habia de l legar al cabo un tiempo,
Tiem po de c r im e n , tiempo de incjuietudes
Kn el que Papagayo , el tierno obgeto,
1 4E l ídoló de aqnellos corazones,
Y a no sería mas que obgeto odioso
De escándalo y horror ! Detente musa:
L a s lágrim as cen tén . De cuántos malea
L a causa fueron in fortunios ta les !
C A N T O SE G U N D O .
C o m o que se educaba en ta l escuela,
N o le faltaba el don de la palabra.
E l pájaro facundo , exceptuando
E l tiem p o que no estaba en refitorío,
N i sabia callar , ni aun podiaj Aunqne es verdad que hablaba com o un libro.
N o era de aquellos vanos Papagayos
A ios que el viento »nundanal ha hecho
Sumamente preciados de galanes;
O que inspirados de profanas bocas
N ada ignoran de humanas vanidades.
V e r v e r t era un modesto Papagayo,
Una bella alma , un alma dir ig ida
P o r la v ia fe l iz de la inocencia.
N unca idea del mal tenido habia
N i proferido frases inmodestas;
Pero sabia v ar ias oraciones,
Y sabía también vario s co loquios
De mística , y algunos soli loquios .
Felizmente encontró en mansión tan sábia
To dos los medios que al saber conduces*
Habia allí unas jo ven es m uy doctas.
Que tenían palabra p o r palabra
F ijo s en su cerebro todos cuantos
Vil lancicos autigiios y moderno*
Hasta entónces Inbian acoplado.
Con frecuentes lecciones instruido.
Bien pronto se igu a ló con sus maestras;
Y observándolo todo m uy atento
Imitaba fielmente ha«ta su acento.
A unque en aquel Co legio retirado,
Su mérito vo ló hasta Ipjas tierras.
Desde el rayar del aíba haita la noche
N o se hablaba sino riel Papagayo
En toda la ciudad , y de los ratos
T m a l e g r e f , tan bellos y festivos
Que daba á todas con su gracia y chistes;
Y por ver lo que todos de é l deciaa
De lejanos países acortian.
E l gracioso V e r v e r t no se apartabi
Jamás del locutorio Doña Rosa
E n pulirse y njirlarse siempre fina,
Siempre era la primera en presentarU
A los espiíctadores. E lla haoía
Qne todos admirasen sus co lores ,
Su t ierno a g r a d o , su infantil dulzur»,
Su gentil ad-man , y aquel h echizo
Con que los corazonfs cautivaba.
P ero entre tantas prendas apreciables
Kra la su beld ad la mciior de ellas:
Olvidábanse todos sus encantos
A l punto que su lengua desplegaba.
O e mil donayres píos fxorn ado,
Dictados por las jóvenes doncellas,
E i ilnstre V er ve rt daba principio
A su sabros-> arei ga. A cada instnnte
N u e v o s pr imores , nuevas sutii tzas
Variaban sii estilo . E lo g io raro í
E logio que tal vez se hará increíble
De cualquiera que en público perora:
Nadie dormía en todo su auditorio;
Y qué predicador dirá ó í i o tanto?
Oíanle con gusto , y ctlebraban
Su memoria f t l iz . El sin embargo.
Como educado tan perfectamente,
Bien co nvencid o de que humanas glorias
Solo son humo , se pavoneaba,
Mas siempre con mesura nLuc!! vista,
Y con modestia igua l siempre triunfaba.
Cuando hubia mostrarlo,ya su ciencia,
Cerrando el pico , hablando con cadencia,
Su inclinación hacia ¡nuy modesto,
Y á todos los dejaba edificados. .
Ma.j sin embargo el pájaro elocuente
N o habia dicho mas que bellas frases,
2
o algunas ¿nmbas y graciosos chistes,
O m urnm raclo ncil la s que a! descuido
A las nifíns o y ó , ó algunas quejas
Contra Iss rancias y enfadosas viejas.
E n este tsn sabroso y blando nido
V e r v c r t su vida hacia dulcemente.
E n ciencia y en edad á par creciendo,
y siempre amado com o siempre amable;
P e r f n m a d o , y c o r t é s , y envanecido,
M u y preciado de s i ; y en fin él era
F e iz si nunca via jado hubiera.
M as llEga el tiempo de fatal mem oria .
T iem p o turbado , t i tm p o tenebroso
Qiiü 5ns glorias anubla y las eclipsi/.
O crimen i ó vergüenza ! ó cru e l recaerdo^
O v iage f a t a l ; Qné y o no pueda
Ocultar á los siglos venideros
Esta funesta historia ! A h ! y com o es cierto
Que un gran nombre es un bien m ny peligrasoJ
Un Zote retirado es mas felice.
Asi se echa de ver por este egemplo,
Qne ios talentos vastos y subiimes,
y los muchos sucesos l lsongtros
SuMen l le v ar tras si m il pesadumbres,
Y la ruina ser de las costumbres.
T ri pToesas V e r r e r t , tu nombre iiustr«
N o se cifieron so’ o á nuestros climai^j
La faina d ivn lg ó tus atractivos
Y l legó hasta el Colegio de Sufi'o.
Sus tiernas y graciosas Colegiala?,
N o son (c o m o sucede en todas partes)
En adquirir noticias las postreras:
A s í que habiendo virio las primt'füs
En .saber cuantas gracias se contaban
Del bello Papagayo tan famoso.
De saber la vtrdad les vino {■ana.
A Elena vuelan ya sus corazoneí,
Y vé aquí por na pájaro en un punto
Mas de veinte cabezas irasroraadas.
Pronto á la l i irec torale suplican
En mil cartas, que e pajaro hechicero
Por lá m a r les p n m ita se condozca
A Sofía , no nías que un corto tiempo,
Eii donde pueca de s” g lo ria el inlsmo
Gozar entre las jóvenes preciosas,
y prestarse á sus ansias caí iposí..'.
Parten his cart.is : cuando iiabríi respuesta?
Dentro de doce dfas. Ah I que si;;ioí
Una caria tras otra , y cien esquelas:
Ya nadie pu-*de concil iar el suefio.
Mas Dona f l o r a vá á morir sin falta.
Ya las cartas por fin llegan á Elena.
a *
Jdntanse las maestras: a y ! asun to!
Asunto Rrave J Su demanda asombra
Y consterna a l congreso á primer vista.
E n v i a r á V e r v e r t ? ó justos cie los!
Antes morir. A y tristes de nosotras!
( Decían ccn ste rn ad as) ay ! qué haremos
SI se vá nuestro pájaro querido !
A si hablaban las jovenes preciadas,
En c n y o cor?zon v i v o , y vacio
De otr® cualquier a m o r , m uy bien cabía
E l inocente amor de un Papagayo.
E l v o to sin embargo de las graves
Y antiguas presidentes del senado
C uyo corazon v ie jo no sentía
N i de un amor sencil lo el tibio fuego,
Futí de enviar el juguetón pupilo
Quince dias no mas ; pues sus cabezas
Como las mas prudentes , se temian
Que con una obstinada negativa.
Con el otro Co legio se embregaran
Y m ü'uos d iigustos resultaran.Resuelto cn suma y a el fatal proyecto,
Un enorme desorden se introduce
Kn í n l o el resto de las tiernas nifias.
Qué s a c r i f i . i o , exc laman ! Y no hay medio,
Dice- Dofia habela ? Y es p o i i b k
V i v i r nosotras si es que V erve rt parte?
A l l á á sus solas Doña Teresita M uda el co lor tres veces , tres suspira,
Llora , tiembla , se pasma , la v o z pierde:
To do es quebranto a l l i . Mas que piesagio
Con negro iápiz traza este v iags !
M il liorrorosos sueños por la noche
Redoblan mas e l f ie ro horror del dia.
Pesares vanos! L leg a el crudo instaníe,
T o do esfá pronto en la fatal ribera.
A un triste á 0 ios es fuerza resolverse,
y á una ausencia cruci dsr y a pr incipio .
Gimen todas cual trisres tortoli l las ,
y lloran de antemano una enojosa
Y esquiva viudedad. A y ! que ris besos
A l salir de aque! vasto eucerramiínlo
Goza V e r v e r t ! qué tiernas in q i ie ta d c s !
Las unss á las otras ss lo quitan,
Y con sus dulces lágrimas lo batían.
Cuanto roas s« le sccrca la partida.
Tantas roas g r a c ia s , tantos mas talentos
Se descDbren ea él. AmaTgo instaats !
l’ asa por fm el doloroso turno;
V e r v t r t marcha , y en tan triste dia
Marotia el amor también y la ale.^ria.
Parte , h ijo inio , do el hoixor te iiama;
(P ro r um p ió Doña Inés con tierno afscto )
V u e lv e gracio so , y fiel por siempre vue lve
L o s dulces blandos zéfi^os te l leven
Sobre las o n d a s , mientras y o por fuerza
A este triste reposo abandonada,
D e s c o n o c i d a , y sola y congojosa
Sin encontrar consuelo me consuma.
P a r t e , amado V e r v e r t , parta amur mio;
A dó quiera que vayas , haz que bril len
T u s lieciiiceras gracias y primores,
y seas e l amor de los a m ’>res.
En c o n clu ' io n , V ervert es embarcado.
V ir tu o so liasta enténces y sincero,
Y lissta entonces niotíe¡>to en sus palabras.
Pueda su corazon constantemente
Defender su v ir tud y sostenerla,
Y tornarla al Co legio un d i i intacta.
Mas ya sin detención lo s remos vuelan.
El rumor de las ondas espumosas
Por t i ayre resuena , sopla el v iento,
La fe liz nave surci el mar liundoso,
Y parte cn fin el pájaro gracioso.
C A N T O T E R C E R O .
jE ii esta misma voladora n i r e
Que conducía al pájara inocente,
Ibin también dos m o za s , tres dragones,
Una fresca nodriza , y dos gascones.
Para un niiio que sale de un Co legio ,
2 N o era esta una bell.i compañía ?
V ervert que no sabia sus mo.lales.
Se hallaba cual si fuera en t i-rra extraña:
N u e v o lengiia.íe allí , -nuevas lecciones
Qui¡ atónito y pasmado no enlenJía.
N o eran palabras ya del E van gelio ,
N ’ tampoco eran pláticas piadosas,
N ¡ textos ó pa ages de escritura.
N i Qtras meditaciones cual solí*
Oír entre sus pias Colegialas;
Sino ralabra; bajas é indecentes.
En extremo indovotos los dragones,
Solo hablaban lenguage ríe taberna.
Por d ivertir el tedio del viage
N o hacían sus festejo.? sino á Haco;
Y los gatcones con las tres inozuelas
Su divers ión á parte se tenían.
De otro lado juraban los barqueros.
Votaban , maldecían , bla.^femabaD:
Su v o z acostumbrada d fonos fiiertea
Y v i g o r o s o s , cuanto allí decían
Sin perder ni una letra pronunciaban.
Entre t?nto alboroto y gritería
Confiin.lido V ervert y embarazado,
Guarda nn tenaz silencio , aunque forzoso}
Sin osar ni siquiera á prodncirse,
N i saber que p e n s a r , ni que decirss.
Qii ií ieron por fa vo r en el viage
Hacer charlar al pájaro embobado;
Y viiindoío tan triste , llega uno
Y le hace una pregunta nada p i j .
To m a V t r v e r t su tono de dulrura,
Y un sii.'piro metódico lanzando:
A v e , hermana , responde m uy mirlado.
A este ju zg a d si reirían.
T o d o s d un mismo tiempo le ziimbaroOi
Y de insultantes chanzas le llenaron.
Zumiiado asi el n o vic io , se lla el pLco}
A sus sulss conoce haber errado,
Y piensa que de aquellas malas hembras
Sería m altra d o , si no hab:uba
Como hablaban sus bravos compañero»»
Su corazon a i t i v o , q u e hasta entóQce*
Tan dulce educación ttiiido iiabis«
A l verse en sitnacion tan hum il lante,
Guardar no pudo su constancia heroyca: Perdio en aquel momento su pacicncia,
y su dulce candor y su inocencia.
Infiel é ingrato en fán ce s , á sus solasj
IVIaliliJo í sus smadas Colegialas;
Pues no fialjiando tenido otras maestra*
Sino tan solo á ellas , no supieron
Enseñarle jiimSs aquellas frases
Tan f inas, y b r i l l & n t e s , y expresivas.
N i sus acentos firm-es y nerviosos.
Para aprenderlas fija sus Sentidos,
Hablando poco , mas pensando mucho.
Como no era estdpido , v id al punto,
Que para dar cabida á especies nuevas,
Dar debia al o lv id o para siempre
Cuanto fijado iiabia en su cabeza,
V de hecho lo olv idó en solos dos dias:
Tanto encontró el Ungnage a la dragona
Mas brioso y marcial que fil del Co legio .
E l pájaro elocuente cn un instante
{ A h ! qne la juventud el mal aprende
Sobradamente bien 1) digo que el pájar.o
Tan elocuente y dócil com o él era,
Hábil picaramente fué muy pronto:
Jurar y i cnegar m ny mas bieu supo
Qne no un rfìablo v ie jo al verse hundido
E o el agua bendita , desmintiendo
L a tan célebre maxima qne dice:
Que á los crímenes grandes no se llega
Sino solo por grados. Fue un perverso,
De im p roviso en el crimen consumado.
Supo g r a v a r tuuy bien en su memoria
E l alfabeto entero que repiten
L o s roncos marineros , y uno de ellos
Soltó en cierto arrebato una palabra... .
H izo V ervert el eco , y al i n f a n t e
De toJa aquella chusma fue aplaudido.
Engreído V e r ve r i y m uy contento
De su pequeño m é r i t o , de entonces
y a ían solo estimó el honor infame
D e com placer al engif io so inundo;
y su v o z y su ingenio deg raJ ar do ,
V in o á parar en orador impío.
Cu ín cierto es qne á un alma candorosa
E l mal egempio vu e lv e criminosa.
Ma.= ay ! á Y en este tiempo tan amargo
En qiiá andabais vosotras , castas iris
Del C o legio de Elena ? cóm o estabais
Eu tan desierto y trisre encerramiento ?
A y ! plegarias hariais ciertamente
Por el regreso del m ay o r ingrato.
2 7Del picaro m ayor y mas indigno
Dé ios cuidados vuestros ; pues íu geto
A otras nuevas cadenas , y a no hacia
D é l o s vufstros amores n ingún caso.
Kin duda el té-io estaba en los ninbrales
De aquel Colegio lúgubre ; no habia
Sino llanto y d o l o r , y mudas quejas;
Y solu le 'p i r i b a jq uel recinto
Silencio y soledad A h ! vuestras ansias
Calmad , ó tiernas jóvenes amables,
To rquí de ellas Ververt se ha hecho indig no.
Este V ervert de genio tan suave,
Este co ra zo n puro y tan sencil lo ,
Este fs p ir i tu activo y bondadoso... .
Os i o diré ? no es ya mas que un bandido,
Un apóstata in fam e, un disoluto.
Un solemne bl-r'fenio desbocado.
Los zéfiros y n in f s de tus aguas
Han cogido el precioso y tierno fruto
De los trabajos vuestros. N o a d e 'a n te
Tengáis que celebrar su vasta ciencia;
¡5in 1a virtud que vale un grande in g e n io ?
X o pt’ tiseis mas en él , pues sus talentos
Y su Inten corazon ha envilecid o,
Y los ha torpemente proktituido.
Tero por fin se acerca ya á Sofia
a8D o n d í las su* donosas Colegia las
JVIorian de impacientes. O qué tardo!
Qué perezoso el tiempo andaba eiitóncesi
L l e g a por fin el dia , aunque m uy tarde
Para el ferviente ardor de sus deséos,
Y entre tanto fastiitio . la esperanza,
Siempre ingeniosa para seducirnos,
L e s prometía ver an g en io cu lto ,
Un L o r o noblemente doctrinado,
Una v o z d u l c e , un habla eJificantffj
Sentim ieutos. . . . un mérito .icabado:
Mas ó dolor ! ó pena congojosa I O vana exp ctacion , f a l s a , engañosaf
L l e j a I t n a v e , el e q u ip ig e sacan.
Una de las porter.is del Colegio
Esperando tu el puerto siempre habia
Des qii« se despachó la pr imer carta.
T o do s los dias iba al l í á sentarse, y tendie ndo sus o jo s sie;npre errantes
Por las lejanas o n d a s , parecia
Q j e la nave del heroe acelerase.
Cuando al desembarcar v 5ó á la beata
E l pájaro perversamente astuto,
L a con oció lo u y bien por su semblante»
P o r su mirar modesto y con reserva.
Por 60 í in e ademan , sq hablar medido»
2 9Sus modales con arte mesuradas.
Sus estdifiados y sus gestos.
E l pájaro se asusta y se estremece
Tan solamente al ver la ; y es creibl»
Que la diese al diablo , pues qtieria
M ejor seguir do quiera á Ies dragones
Cu>a baquica gerga b ie n s ib ia ,
Que no v o lve r ahora nuevamente
A v iv ir entre jóvenes modestas,
V m olestos coloquios. Mas el p icaro,
A l verse conducir a pesar suyo
A un encierro fatal que detestaba.
Se abandona a la rabia y a] dcspecbo.
A pesar de sus gri tos y bravata?,
Se lo l leva ; mas él por el camino
La mordía feroz , ó ya un ios brazos,
O en el cuello , que en esto hay opiniones:
Mas esto importa poco , cuancfo a l cabo
Bien á despecho de su rabia ñera
L o c )nduce al C olegio la portera.
L u eg o anuncia f!u arribo alborozada,
Corre el rumor : á las primeras nuevas
Repica la campana ; é impacientes
L o dejan todo , y corren desaladas.
El es , él es . . . . y está en el locutorio , .. .
En el gran lo c u t o r io , ib jn diciendo.
y
V u e la n t o d a s , por v e i l o s§ derriten:
Hasta las mismas vieja« , olv id ando
L a enorme car>;a de sus largos años»
Sus simétricos pasos aceleran.
T o d o rejuvenece en aquel punto .
Hasta Doña Cecil ia , se asegura,
Y se tiene por cosa verdadera,
Que corrió entónces por la v ez primera.
C A N T O C U A R T O .
L i le g a n á ver lo en fin , pero sus ojos,
N o se hartaban jamás de contemplarlo:
y en verilari que el bribón , no porque fuera
Menos bueno , dejaba de ser belia .
Aquel ojo marcial y centellante,
A q u e l g a rb o , aquel ayre pisaverde
L e daban mucha ^al y mucba gracia,
y psjusto , 6 Dio s inmenso! que en roitro
De un infame tra idor j detestable
L o s mas dulces hechizos asi bril len!
Qué por disformes rasgos no se puedan
Traslucir los perversos corazones!
Por celebrar las gracias que le adornan,
Hablan todas , y todas juntamente:
Quien susur rar oyera al tal enjambre,
A l cielo no oir ía aunque tronara.
Mas él , r o obstante el ruidoso estruendo,
Sin dignarse de hablar ni ura paldbra
De urbanidad , tan solo revolvía
A c á y a H á s u s f j o s inmodestos.
Este fué el p rimer crimen , pnes á todaa
Fué de escándalo su ayre descarado«
L u eg o , cuando !a antigua p r e c e p to r a .
Con v o z magesfiiosa y tono augu sto .
L e quiso hacer no mas una prsguuta;
Con afleman y tono picaresco:
Jiiro à b r io s! le responde , y cuán alegres
Qus son las Colegiaías ! cuán di?ngi]eras.'
O yendo estas palabras naüa urbanas: .
V a y : i , m o d e r e s e , qusriü o hermano,
D i jo la gfavtf Doña Uenvenuta;
Pero el querido hermano descarado
R im ó la muy bizarramente en .. .uta.
V i v a Jesús I A y ! esto es algún brujo !
E xclam a escandecida Dofía E lv ir a !
J u ? t i . ' J y qué p á ja r o ! ay hermanas!
Y este fcjtì el Papaí»3yo tan d i»ioo í
A quí V e r v e r t , cual picaro de p laya,
L a apostrofó diciendo muy sañudo;
M a!a peste te acabe. Cada alumna
Iba ¿enfrenarle ei pico desbocado,
M as con dichos picantes las zumbaoa:
Y a mirando á las jó v e . es inquietas
Su charladora c ó h r a imitaba:
Y a mas airado ann contra las viejas
Escarnecía s j parlar gangoso.
lrritáb.ise mas á cada instante
A burrido di¡ tamas insulceses;
Y tomando su tono de corsario
D e rabia h in chado , y arrojando espumas,
'E n to n a las palabras mas horribles
Que habla decorado en los bageles:
V ota con lengua audáz , ju ra , blasfemai
Dice mil sacrilegios , no hay palabra
Obscena y torpe que él no la profiera:
Todo el infierno junto está en su pico.
L a s inocentes jóven es creían
Que el Pap igayo hablaba lengua griega:
Mas él enfurecido iba diciendo:
Ira de Dio s.. .. mal rayo que te abrase... .
Carguen dos mil legiones de dem onios. ...
L a reja á estas palabras execrables
Se estremece de h o r r o r , y todas huyen
Sin v o z , y santiguándose mil veces:
Y pensando e s í lr ya á la fin del mundo
Corren precipitadas á esconderse
£n el rincón mas hondo del Colegio .
P ero dando de hocicos en el suelo
Dofia Aspasia p erdió el ú lt im o diente
Que solo Je quedaba. D jñ a Layda
Su boca sepulcral abrlenJO apenas:
Padre eterno í exclan>(5 , misericordia!
Y quiéii nos ha envia do este a4)te-cri$to ?
Este diab.o en:arnado ? ay de mí tri-'‘ te 1 Dulce ¿ulvadür mío ! en qué coucienciá
Puede Jurar cual ju r a uii condenado ?
E s este su fal.-nto ? esta es su c i e n c i a l
E s este aquel V ervert de tanta fama ?
E l V ervert tan querido y celebrado ?
Que su ruta otra vez tome al in stante.
Que al moniento le pongan en c a i i i i io .
O D io s de amor ! replica Doña Petra:
Qué h orrores! ay de m í! y en el Co legio
j)e Elena se acostumbra este le u gaage
T a n perverso y m ald ito! así se educa
A l l í á la juventud V Cdir.o e« posible I
O eterna y div inal sabiduría ?.. ..
A y ! quá este lucifér aquí no entre ,
Pues con este malvado sempiterno
Tendríamos aquí á todo el inñerno.
En fin V ervert es puesto en una jaula ,
y por escandaloso se decreta
Que Á su C o legio v u e lv a en el momento
Ma* no buscaba el picaro r t r a cosa.
E l fs proscripto , y declarado infame,
Detestable , y á mas es co nvencid o
De haber tendido lazos y a cech in zas
A las bellas alumnas , é intentado
Manchar á s o v ir tu d . To das llorando
B e l réo firman e l fatal decreto:Por({ue al cabo ¿ q u é es mas qu# una desgracia
En la flor desu edad ser tí’ n perverso ?
¿ Y qué bajo un plu m age tan hermoso
Traiga ej hum or de un pil lo rematado,
E l atleman y eJ a yr e de un malvado,
Y el corazon de un réprobo ? En fin par(»;
Por )a misma portera e i conducid o,
Mas sin morderla e n t o n c e s , fansta el pusrto.
El barco se I o lleva , y él sin pena
Deja el puerto y aquella triste arena.
He la ll isda aquí de sos de.'^gracias.
; Q u é drsfsperacion cuando á su vorlta
L es d ió la misma miiiíca á las nífiss
D e su prim er mansión , y el n.ifino etcándalo
A y í qué dirán las jóvenes amables
En tanto «lescon^uelo ! A y 1 arrasados
De dolorosas lágrima,s sus ojos,
Y de horror perturbados los sentidos.
Entran en riiscretorio nueve ancianas:
Imagínaos nueve siglos jou tos.
£1 infeliz allí sin esperanza
De tener ningún v o to ' favorable .
Privado de las jóvenes qne fieles
Abogaran por é l , preso en la jau la
Se presenta sin g lo r ia y sin a p o y o
En el ple no consejo. Pasan votos.
D o ; de aquellas sibilas ya su musrte
3«En dos negros billetes han firmado.
Otras d o s , poco menos insensatas,
Quieren que se abandone á su desgracia,
Y vucl'.-a á las gentUlcas riberas
Que lo vieron nacer en otro tiempo
Con el negro Bramin. Mas ds concierto
Lo s c inco votos últ im os resuelven
Que un egemplar castigo en el se haga.
Condénanlo á dos meses de abstinencia,
Dos de retiro , cu atro de silencio:
J a r d in e s , t o c a d o r , b izcocho , alcova*
Entredichos le son en este tiempo.
A u n no paró aqui ; pues para colm o
De su uife li¿ fortuna , le señalan
Por su guardia la A lecto del Co legio ,
Una antigua maestra ya ochentona,
Un armazón de huesos y pellejo;
Espectáculo propio solamente.
De la vista de un triste penitente.
A pesar del cuidado de aquel Argos
T e n a z m e n t e i n f i e x i b l e , muchas v c c «
En los ratús al o cio dedicaJus
L a s j ó v e n e s mas tiernas y sensible«
Y endo á compadecerle , suspendían
Alfiun tanto el rig'>r de su de,niño«
Y le daban algunas peladillís:
Mas «y ! sin libertad y entre c id enas,
¿ S o n mas que scíbdr los mas ricos dulces f
Cubierto de ig nom inia , é instruido
Por la desgracia , ó ya tal v ez cansado
De U dura y odiosa centinela.
E l pájaro contrito y humil lado
Se reconoce al fin. Ya para siempre
Abandona al o lv id o á los dragones,
A las mozas , nodriza y ios gasconei,
Y otra v e z i la unión rest íluMo
De las amabilisimas hermanas,
Por el ayre y el tono que fingía
Mas modesto que ánU s pa'-ecía.
Aquel víejü D i? a» sañudo y fiero .
Desarmando por fin su atroz venganza»
A lz ó la penitencia al destérralo.
£n todo aquel C o legio , el fe l iz d ia
De su perdón v á á ser an dia alegre;
T lodos lo s instantes dedicados
A la blanda terneza , dulcemente
Por mano del amor serán hilados.
Mas qué (figo ? A y de m i ! ó placeres fa lso ^
O vanos y fugaces atractivos
De mundanas delicias en/;añosas!»T o do s los dormito rio s se veian
De pr imorosas flores enramaclos.
Café exquisito , y s a l t o * , y canciOii?s,
Y corr idas l ig e r a s , y plenaria
t ic e i ic ia y libertad.. . . tu m u lto amable!
T o d o fiesta y placeres anurciaba,
P e ro liada el dolor que cerca estaba.
O indiscreta la rgueza de las niúasi
Pasando demasiadamente pronto
D e una larga dieta rigurosa
A un abundoso río de dulzuras,
Atracado de a z ú c a r , y abrasado
Ue ardoiosos l icores , ay I cayendo
V e r v e i t sobre un monton de ricos chochos,
Sus rosas camt*ió en negros ci|)reses.
En vano , en v a n o detenerle quieren
Su alma errante y su postrer suspiro;
Kstos ciulces excesos apresuran
Mas y mas su destino irrevocable:
De un arnor tierno víctima abr¿sadH
En el seno espiró de los placeres,
bus ñltimp.s palabras se admiraron.
Vénns en liii cerrániíole los ojo»
En los sagrados bosques le colo ca
D e l florido Eliséo , y eii la clase
L o pone de los heroes paganos
Junto á aquel , dó el amante de C o t i n i
I flora su sombra , y canta su doclrin*.
{ Qo!¿n decir pueüe cuanto fu¿ sentida
l a üustre muerte ? Su r t íra to hermoso
Fielmente fué del natural copiado
Por conservarlo á los futuros siglcs:
Y aun mas de una mano conducida
Por el a m o r , le dió segunda vida
Por los co lores varios y el bordado;
Y el dolor , á s u turno trabajando,
Pintó á su rededor lágrimas trUtes.
Cuantos honores fdnebres consagra
Helicona á los pájaros famosos^
Tantos y tan solemnes se le hic ieron.
Se labró sn se p j ic r o al pie de un mirto
Que cubre aun e l nuevo mausolèo.
Por mano de las tiernas Artemisas ,
£ u porfiro de flores rodeado
Se g ravó este epitá iio^n letras de oro:
Epitáfio tan triste que a l i e e r s e
Las lágrimas no pueden contenerse.
Tiernas ainmnas que venís a l bosque,
Porque no os oigan las maesti'ss gravea;
Si os es posible , suspended el hnhia
Por uu instante.
V e d nuestra pena, y callen vuestros labio*;
Mas si es dificil qne esos labios callen;
Hablen , mas sea para condoleros
De nuestros males.
Una palabra cerclóraros puedí
D e l dolor nuf“Stro. Este es el parage
D o V ervert y a c e : nuestros corazonei
Ju n to á él yacen.
Mas se dice , p o r dar fin á mi historia^
Que la sooibra del pájaro no habita
Y a en su p ropio sepulcro ; que descansa
E n las bellas alumnas para siempre;
F u e s e n v ir tud de la merempsícosis,
D e una en otra por turno vá pasando,
Y su g en io y su p ico trasladando*
L I B R O S
QUE SE HALLAN DE VEÍJTAE N L A D I C H A L I B R E R Í A
D E L O S S E Ñ O R E S
D O M I N G O y M O M P I Ú *
A d r ia n a . 6 historia de ¡a M arquesa de B rian - viU e. Do vo¡. crt /{.
yfnaslaiia. i ¡a Recompensa de lo Hospitalidad'^ anécdota histúrioa de un casto amor contrariado", adornada con una lám ina fina. Un vol. en 12.
Autillon diez m inutos de lectura útiles á los patriotas españole-. Un vol. en 12.
jfrte de ju ga r á la R eal Lotería , ó coleccioH de los mejores tiatados sobre t .t e juego. Nueva edición. 0¡nsid(rajlem ente añadida. Un voi, en 8.
poética de B oVeatt, traducido p o r MA- dramnnv. Un vol. en 4.
Cantos guerreros de Tirteo. Un vol. en 8. Carbonell, ensayo de un p lan general de ense~
ñam a de las ciencias naturales. Ua vol. en 4. Cartas del jíbate Andrés á su hermano Don
Cárlos, en que le comunica varias noticias li~ ttr a r io s ; añadidas c«n el catalogo de i$s m a-
BUJcritos d t eata del M arques CapUupi de M antua. Un v el. en 8.
L a Conversion de la Magdalena., en que se ponen los estados que tuvo de pecadora., de penitente y de grucia por el M . F r , Pedro Maion de C h a lle , de la Orden de S. Agustin. Un vol. en 4.Siguiendo á tan admirable penitente se pro
pone esta obra conducir al pecador á una verdadera conversio n. L a traducción de Jos ía lm os y de los pasages de J o b , la so- Jictéz de su d octrin a, propiedad de estilo y d ic ció n c a s t iz a , la lian hecho apréciable á los que gustan que se di^an bien l-ts cosas buenos, reconociendo todos la general utilidad de su lectura.
Crotaiogia ó ciencia de las castañuelas , por el licenciado Francisco /í^uAin Fiorencio. Un voi. en 8.
H istoria de los dos sitios de Zaragoza. Un m/. en 4. con tres lám inos finas.
Bonaparte. Cuatro vol. en 8.Ju eg os de Lotería en popel paru 24 cartones , y
los noventa números para las boletas.y o z de la N aturaleza. Ocho vol. en 12.profeciti del Pirineo. Un vol. en b.Leon . {F r. Luis de) Numbres de Cristo., anadi.
do jum am ente e l nombre de Cordero. 1resvol. en Q. .
. — ___________ Traducción h tera l y de-claraHon del libro de los cantares de Salomon. Un vol. en 4- , . ,Su prosa y ver?o conservarán la gloria de su
nombre ; y »1 v iv iera en nuestra edsvi, seria fuerte león en defensa de la lengua
cis tellana, en <}oe tan fe lizmente I n ' p l r i -ron Us musas cristinnas á este sabio Poeta.
Obscfvociones dirigidas a l M ariscal de Campo Dvti Luis de y u ia v a que in U ie sa n a toaos ¡os hombres de bien. Vr, vol. en 4 -
Piesias dct M . F r . Diego G onzález: rueva e d f d o n , con 2 láminas finas. Vn vol. en 8. Noble za de pensamientos, riqueza de la len-
PU2 e.'-pafiola, galas de estilo, veríl ficacion fácil V armonit'sa , son las 'cualidades que recomiendan la k c tu r a de este dulcís im o p o e t a , de c u yas producciones damos esta correcta edición , que sin duda sera Agradable á los iiiiautes de la poesía espa-ñola . , . j j I
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Chateaubriand, A ta la ó los amores de P'os salvo^ ges en e l desierto. Un vol. en 8.
■ F id a del jóven René. Un vol.en 8,
Colecciin de Cutnios m orales. Un vol. en 8.Comentario: de tn guerra de E sp a ñ a , é historia
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Ci^mpendio de la historia antigua, ó de ’ os cinco grardes Im perios, que precedieron al N a 'i- m iento de N . S . J . C. escrita en Frances por €l P . DucAesne , v traducida a l caste,latto por D . B . F . C. M . Dos vo¡. en 8.
- de la H istoria de E spaíia , escrita 4tt Frances p o r t i P , Duchesne j y traduciái
pur Franciseo de Isla, T)os vo]. c«8. Compendio de la obra Inglesa intin ilada /îi-
q n n .i de las naciones ftecho por CoaUorcet, y traducid) a l Caslellano con varias adicionei del original por Carlos M a rlin ez de ¡ra jo . Un vol. en 8.
Condillac , L tg ica pvesta en diálogo por D . Va-■ lent'm de Foronda. Un vol. en 4.Código de comercio de Francia , cvn los discur~
SOS de los oradores del ci>jiS2io de estado y del tribunado ; traducidó a l Castellano , con varias notas relativas a nuestra legislación , y un plan de una escuela de comercio. Dos vol. tn
Conversadors Fam iliares de D jctrin a Cristiana escritas en Frances por Jindama de Bsaum)rit , .y tt aducidas por M iguel Ramón y Linacero. Dos vol en 8.
— ' — de ËmiUa^tradvcidas del Frances al Castellano por Daña Ana N uúez. Dos voi, en 8.
de un padre á sas hijos sobre lahisiofia natura! , e s c r iiji en Francet y tr a ducidas al Castellano. Cuatro vol. en 8.
Deleyte de ¡a discreción y jÁ cit escuela de lo agudeza. Un vol. en 4.
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Discursos L iterarios publicados en el Reyno de
Granada , sobre ¡a conducía del Gobierno fr a n c és . \Jt vol. en 8.
E l Padre tic fa m ili ..s , brevem ente instruido.Un w t . en 8.
E ¡ Ingenioso hidalgo D . Quij'ite de la Moncha^ Cüinpuesto f o r M ’ ^uei de Cervantes SaaveJra. Seis vol. en 12. con láminas finas.
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do M aría de Calzada. Un vol. en 8.£ / Panegírico de Plinto en castellano^ traducido
del latin por Don Francisco de B arreda. Vn v o l. en 4 .
E l naevo «oi/wo n , H istoria moral redunda en éiálogos para instrucción y entretenimiento Je niños y Jóvenes de ojnbos exos traducida por Don Tumás de Jriarte. D u s io l. en 8.
Elem entos de todas ¡as c ie n .ia s . traducihjS del Frances por Ptiiguel Copin. Un vol. en 8.
Elogio de Algo d esea d o á Alguien. Un vol. t / í 8
E tolvina^ ^ historia de ¡a Baronesa de Castel^ cc'^e. Dos vo l. en 8.
Fábulas m- rales estogidas de la Foniatm . Dosvol. en 4. t j
Filosojia de la e lo cu 'n cin , por D . Antonio ae Capmany. Un vol. en 8.
Floresta F.spañola. y hermoso ram illete de agUj- dezas,, mutcs, seniencitis y graciosos mch<js át ¡a discreción corteuina. Tres voL en 8. _
F ia r ía n , Gonzalo de Cordnba^ó lo Conquata de Granadal. Tres vnf. en 8. , . ,
Q aztíla , «i Mundo engañado por los falsos M i-
áicoi. Un vol. en 8.G om ez, M anual ae Comercio « tn que se halla
la descripción de las monedas que se usan en ¡os Reynos de España. Un v o l. en 4.
Pablo y f'trginia. N ueva edición adornada ton ft láminas finas. Un vol. en 8.
JoseJ de O um iila , H istoria natural , ñ v i l y geográfica de las naciones situadas en ¡os r iberas del río Orinoco. Dos vol. en 4.
H ísioria de los N aufragios. Cinco v o l. en 8.- V Traged a de ¡os 'J'etnfilarios, con 4»
estampas. Un vol. en 4.Huerta , E^ámen de la posibilidad de fija r la
sigitificuciun de los si'óoim os do ¡a lengua Castellana. Dos vol. en 8.
tr ia rte , t'abulas literarias. Un vol. en 8.Gaspar !\¡elcli'jr tie Juvehanos , Memorias ¡o»
bre el castillo de ñ e t lie r en la Isla de M a» Horca. Un vol. en 4.
La Matilde^ ú el Subterráneo. Tres vol. en 8.La Filósofa p o r Amor^ ó ca ita s de dos am anttt
apasivnados y virtuosos. Dos vol. en B.Las tardes de la G r u n ja , ó lecciones de u»
buen PaJre.Cuatro vol. en 8>Las Gracias de lo N iñez, ó placeres del amor
m.:icrnal. D'<s vol. en 8.L a Carolina. Tres vul. en 12.Los .los Sobinsjnes, ó aventu ras de Carlos y
Fanny. Tres vol. en 8.Los Sibaritas, histo'-ia d ivertid a . Dos vol. en 8.L u isa , 6 la Cabaf¡a en el y a ile . Un vol. en 8.A la d ovla y Federico, ó los minos del Tixül', nu«-
V i adición, adornada con dos lám inas finas* Un vnl. en 3.
Mcmvrius sobre las autiguos a lardes. Un voU 8«
M em oria* de Tippoozalb Sultán d el M asur^ é vicisitudes de la India en e l siglo Xl^HF pii- blicadas por e l ciudadano DesoJoardes^ y v ertidas a! casteUam por D . Ilcrnardo Alaria (fe la Calzada. D >s vo!. en 8.
RJis pasatiempos ; Alm acén de Fruslerías. Dos vo l. cn 8.
Mofitengan"., L á E ad oxia hija del capita*! Beli^ sario. Un vol. en 8.
N o‘'>elas escogidas eompaestaf por los mejores ingenios españoles. Ocho vol. en 8.Comi)rt'iuIe la Adriana , los Sibaritas , Hi*
p d ü to y EteWina.Obras en p ro sa y verso de Salvador Jacinto Po»
to d i ¡Mrdina. Vn vol. cu 4.— Poéticas de Doña M aría Rosa G alvex de
Cabl era. Tres vol. en 8.— — de iMoratin , Teatro completo. Dos vol,
e-r ij.— de Saavedra. Once vol. ed 8.— .J e GarcHaso de la Fíga^ ilustrados ctn notas-. Un vol. en 8.
__ de D . Francisco de Qucveilo. Once so l. en8. WJ''.
Observatorio rústico, en donde se buce una descripción de la v ida del Camilo y sus ventajas^ por Don Gregorio de Sálus. Un vol. en 8.
Perrom áqtiia, é N^poleon de k s Perros. Un vol.
8» / ^Puestas de D . Nicasio A lv a r ez de Ctenfuegos,
Un vol. e^ 8.Ouevedo , Obras escogidas. Cuatro vol. cn 8.
- Sueños y discursosf ó desvelos soñolientos, Un vol. en 8.
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