valverde ogallar pedro - manuscritos y heraldica - el libro de armeria de diego hernandez de mendoza

1596
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA MANUSCRITOS Y HERÁLDICA EN EL TRÁNSITO A LA MODERNIDAD: EL LIBRO DE ARMERÍA DE DIEGO HERNÁNDEZ DE MENDOZA MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Pedro Blas Valverde Ogallar Madrid, 2001 ISBN: 84-669-1987-2

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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRIDFACULTAD DE GEOGRAFA E HISTORIA

MANUSCRITOS Y HERLDICA EN EL TRNSITO A LA MODERNIDAD: EL LIBRO DE ARMERA DE DIEGO HERNNDEZ DE MENDOZA

MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR

Pedro Blas Valverde Ogallar

Madrid, 2001

ISBN: 84-669-1987-2

TOMO I

MANUSCRITOS Y HERLDICA EN EL TRNSITO A LA MODERNIDAD.EL LIBRO DE ARMERA DE DIEGO HERNNDEZ DE MENDOZA

por Pedro Blas Valverde OgallarTesis dirigida por la profesora D Elisa Ruiz Garca

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRIDDEPARTAMENTO DE HISTORIA MODERNA

2002

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Las hazaas y virtuosas obras de aquellos que las hicieron estn como sepultadas y puestas en el olvido, y ponerlas a la luz me parece ser honesto y provechoso trabajo, siquiera porque los hacedores de aquellas y los descendientes suyos sean acatados con la reverencia y el honor que les pertenece

Diego de Valera, Memorial de diversas hazaas

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AGRADECIMIENTOSEn primer lugar, quiero expresar mi agradecimiento al Departamento de Historia Moderna de la Universidad Complutense de Madrid y, en especial, a los profesores Fernando Bouza, por sus orientaciones sobre la historia del libro y por los nimos dados en los comienzos de mi doctorado; y Magdalena de Pazzis Pi Corrales, por su asesoramiento en materia de rdenes religiosas y por las molestias que se ha venido tomando estos aos a fin de facilitarme todos los trmites administrativos.

A mis colegas bibliotecarios y archiveros de modo general, por las facilidades que han puesto a mi servicio y, singularmente, a las siguientes personas: Consuelo Lpez y Juan Delgado de la Biblioteca Nacional de Espaa, Juan Antonio Yeves de la Fundacin Lzaro Galdeano; Teresa Reyna y Javier Rincn del Servicio de Bibliotecas de la Comunidad de Madrid; al equipo de catalogacin de manuscritos de la Real Biblioteca; a Arancha Lafuente y Christian Madsen, archiveros del ministerio de Cultura y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. A los profesores Raquel Torres de la Universidad de Castilla-La Mancha, por sus orientaciones en materia de rdenes militares y religiosas, y Juan Luis Carriazo de la Universidad de Huelva, por sus aclaraciones y detalladas explicaciones sobre diversos aspectos de los linajes de la nobleza andaluza. A Ricardo Valverde, Yolanda Vzquez, Carlos Garca Romeral, Mar Joga y Ana Hernndez por sus valiosas indicaciones y correcciones. A Raimond Melus del Ministerio de Asuntos Exteriores por su ayuda al facilitarme el acceso a documentos conservados en centros franceses. A Ana Hernndez y Rubn Coccolo por su inestimable colaboracin a la hora de resolver problemas informticos.

Quiero expresar mi gratitud especial a la profesora Elisa Ruiz por los siguientes motivos: los conocimientos generales y sobre investigacin que de ella

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he adquirido, el inters y amabilidad con que ha atendido todas las cuestiones referentes a esta tesis y la paciencia inquebrantable que ha demostrado a lo largo de todos estos aos, al verse obligada a realizar a la vez tareas de maestra, de amiga y tambin de correctora. Por ltimo, a mis padres, hermanos y, en especial, a Ana, a Paula y a la ltima incorporacin a la familia, Jaime, por los continuos nimos que me han dado y los sacrificios que han realizado para hacer posible mi investigacin.

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PREFACIOCuando en los comienzos de la realizacin de mi programa de doctorado, la profesora Ruiz me plante la posibilidad de llevar a cabo mi trabajo de investigacin sobre los manuscritos herldico-genealgicos, consider que se trataba de un tema muy interesante, en primer lugar, por su relacin con el mundo del libro y, en segundo, por ser una cuestin escasamente investigada en nuestro pas. Al poco tiempo de comenzar los trabajos, pudimos constatar la escasez de literatura cientfica sobre este tema. Esta penuria se confirm, aun en mayor medida, a la hora de realizar mi tesis de grado, consistente en la edicin crtica de un manuscrito del Libro de armera. Pues, aparte de los trabajos realizados por Martn de Riquer, Faustino Menndez Pidal y algn otro investigador, no exista en nuestro pas una tradicin de edicin de estos textos y, lo que era ms relevante, se careca de una metodologa aplicable para ello. As pues, optamos por dedicar nuestra tesis doctoral a realizar un estudio en profundidad sobre este tipo de literatura y a establecer una metodologa que posibilitase su investigacin, para que este tipo de fuentes puedan ser unos auxiliares tiles al historiador. Por ltimo, nos propusimos poner en prctica esta metodologa sobre la obra que ya haba sido objeto de un primer acercamiento por nuestra parte, el Libro de armera de Diego Hernndez de Mendoza.

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SUMARIO

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10

I. LA HERLDICA Y LA GENEALOGA: ESTADO DE LA CUESTION Y PERSPECTIVAS ACTUALES DE INVESTIGACINI.1. Evolucin histrica de los estudios herldicos I.2. Tendencias actuales de investigacin I.2.1. Los nuevos enfoques de la investigacin espaola I.3. La edicin de fuentes I.3.1 Edicin de textos espaoles I.4. Obras de referencia I.5. La genealoga 1.5.1. Perspectivas actuales de la genealoga

II.

EL

SISTEMA

HERLDICO:

CONCEPTO

Y

EVOLUCINII.1. Conceptos bsicos sobre emblemtica herldica II.2. Evolucin histrica de la herldica II.2.1. El hecho herldico : Teoras sobre su origen II.2.2. Primera etapa: la preherldica y el nacimiento de los emblemas herldicos II.2.3. Segunda etapa : la expansin II.2.4. Tercera etapa : la herldica caballeresca II.2.5. Cuarta etapa: el inicio de la Herldica Moderna II.3. Elementos paraherldicos II.4. Elementos herldicos II.4.1. Los esmaltes II.4.2. Los oficiales de armas

11

III.

LA

LITERATURA

HERLDICA:

CARACTERSTICAS GENERALES Y EVOLUCIN HISTRICA EN EL OCCIDENTE EUROPEOIII.1. La literatura de temtica herldica y genealgica en el marco de la literatura medieval III.2. Los orgenes de la literatura herldica III.3. Las obras de tipologa exclusivamente herldica III.3.1. Los Armoriales Concepto de armorial Tipologa de los armoriales Orientaciones para el estudio de los armoriales La figura del autor Filiacin del armorial Estudio formal Datacin de los contenidos. Edicin del texto Evolucin de los armoriales y obras ms representativas Los rolls of arms Los armoriales dentro de obras literarias III.3.2. Los tratados del blasn De insigniis et armis Brtolo y su influencia en la Castilla Bajomedieval Evolucin de la tratadstica del blasn europea

IV. LA LITERATURA HERLDICA EN LA ESPAA MEDIEVALIV.1. Caractersticas generales IV.2. La evolucin de la literatura herldica en Castilla IV.3. Clasificacin tipolgica de la literatura herldico-genealgica en la Edad Media castellana

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IV.4 Principales tratados herldicos y libros de armeras espaoles IV.4.1. Tratados herldicos del siglo XIV. Don Juan Manuel IV.4.2. Los armoriales El Libro de la cofrada de Santiago Armorial ecuestre de la Cofrada de Nuestra Seora de Gamonal El Libro del conoscimiento. Un armorial universal del siglo XIV IV.4.3. La poca de esplendor de la literatura herldica Mosn Diego de Valera El Espejo de la verdadera nobleza El Tratado de las armas Las Preeminencias y cargos de los oficiales de armas Las epstolas Juan Rodrguez de la Cmara Ferrn Mexa Juan de Lucena Pedro Gracia Dei Antonio de Barahona y Lope de Ballo Garci Alonso de Torres Los blasones de armas El Espejo de nobleza El torneo de Valladolid Aportaciones sobre el texto titulado Recogimiento de nobleza Otros aspectos de la obra de Alonso de Torres La obra herldica de Gonzalo Fernndez de Oviedo y Valds IV.4.4. La literatura herldica de Navarra y los reinos occidentales El Armorial de Steve Tamborino El Libro de armera del reino de Navarra El Armorial de Aragn

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IV.5. La literatura de linaje IV.5.1. Caractersticas y evolucin IV.5.2. El Libro de linajes de Espaa de Don Pedro, conde de Barcelos IV.5.3. Las Bienandanzas y fortunas IV.5.4. Los retratos Las Generaciones y semblanzas Los Claros varones de Castilla IV.5.5. Los nobiliarios Los nobiliarios locales IV.5.6. Genealogas de linaje IV.5.7. Otras obras de contenidos genealgicos Los Dilogos de las armas La genealoga como arma poltica: los tizones IV.6. El siglo XVII

V. SOBRE NOBLEZA, LINAJE Y ARMAS: HERLDICA Y SOCIEDAD EN LA EDAD MEDIAV.1 Evolucin social y usos emblemticos herldicos V.1.1. La herldica como solucin prctica V.1.2. La popularizacin de los usos herldicos V.1.3. La reaccin nobiliaria Los agentes sociales El resurgir caballeresco La idea de linaje como elemento diferenciador V.2. El uso de armas: el reflejo de la cuestin en la literatura herldica castellana V.2.1. Los defensores de la concesin por mritos V.2.2. Los defensores de las armas como testimonio de nobleza V.3. La limitacin de los usos herldicos: su incidencia en la sociedad

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V.4. El concepto del uso de armas en la Edad Moderna V.2.1. Las armas patrimonio de la nobleza V.2.1. La concesin de armas como privilegio real V.2.3. Fernndez de Oviedo: exponente de las nuevas ideas V.5. El uso de las armas reales: evolucin y significacin social

VI. LECTURA Y HERLDICAVI.1 Fuentes para el estudio de la cuestin VI.1.1. Los inventarios VI.1.2. Las materias VI.2. Factores de influencia y grupos de lectores VI.2.1. La representatividad de los propios lectores VI.2.2. Los intereses de cada grupo social VI.2.3. La evolucin de la emblemtica herldica VI.3. Los oficiales de armas VI.4. La nobleza VI.5. Estamentos no nobiliarios VI.6. Las mujeres VI.7. La imprenta y la herldica VI.7.1. Manuscritos e impresos

VII. EL LIBRO DE ARMERA DE DIEGO HERNNDEZ DE MENDOZAVII.1. Consideraciones generales VII.2. El autor VII.2.1. La figura del autor como objeto de estudio VII.2.2. Coordenadas histricas VII.2.3. Lugar de procedencia y trayectoria vital VII.2.4. Sobre el oficio y condicin de Diego Hernndez de Mendoza La condicin social del autor El oficio de Diego Hernndez de Mendoza15

VII.2.5. Otras obras. El Novenario Estorial VII.2.6. El estilo en la obra de Diego Hernndez de Mendoza Lenguaje literario Lenguaje herldico VII.3. Denominacin de la obra VII.4. Datacin del texto VII.5. Verificacin de contenidos VII.5.1. El problema de la autenticidad de noticias VII.5.2. Historia del Madrid bajomedieval VII.5.3. Historia genealgica y familiar VII.5.4. Emblemtica herldica VII.6. Fuentes y originalidad de la obra VII.6.1. Fuentes secundarias VII.6.2. Fuentes primarias Crnicas generales Diego de Valera Pedro del Corral Crnicas de reinados Otras fuentes VII.6.3. Las leyendas en el Libro de armera VII.6.4. El nobiliario atribuido a Diego de Cervelln VII.7. El Libro de armera como fuente para otros escritos VII.7.1. Obras para las que el Libro de armera es fuente bsica Garca Alonso de Torres El Armorial Le Blanc Lope de Ballo y Pedro Gracia Dei Obras annimas cuya fuente es el Libro de armera VII.7.2. Obras en las que el Libro de armera es una fuente parcial Gonzalo Fernndez de Oviedo VII.7.3. Presencia del Libro de armera en textos modernos

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VIII. EDICIN DEL TEXTOVIII.1. Evolucin textual del libro de armera VIII.1.1. Primera redaccin VIII.1.2. La versin de 1496 VIII.1.3. La tercera versin o el texto de Juan Prez de Vargas VIII.2. Fuentes conservadas VIII.2.1. Testimonios pertenecientes a la versin A VIII.2.2. Ejemplares pertenecientes a la versin B VIII.2.3. Ejemplares pertenecientes a la versin de Vargas VIII.2.4. Identificaciones errneas VIII.3. La fuente estudiada VIII.4. Anlisis del ejemplar VIII. 4.1. Descripcin VIII.4.2. Criterios de transcripcin y presentacin VIII.4.3. Transcripcin del texto

CONCLUSIONES GLOSARIOS ANEXOS- Blasonamientos de linajes castellanos en fuentes de los siglos XV y XVI - Tablas herldicas - Nmina de participantes en el torneo de Valladolid de 1527

APNDICES DOCUMENTALES- Captulos no incluidos en el ejemplar transcrito - El Protocolo del torneo de Valladolid - Dos versiones bajomedievales del tratado De insigniis et armis - Certificacin de armas de Olivera de Garci Alonso de Torres - Apndice documental grfico

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NDICES FUENTES Y BIBLIOGRAFA

18

SIGLAS- AGS : Archivo General de Simancas - AHN : Archivo Histrico Nacional - AHPM : Archivo Histrico de Protocolos de Madrid - ARCM : Archivo Regional de la Comunidad de Madrid - AVM : Archivo de Villa de Madrid - B Cat.: Biblioteca de Catalua - B Esc : Biblioteca del Monasterio de El Escorial - BN: Biblioteca Nacional de Espaa - BNF : Biblioteca Nacional de Francia - RAH: Real Academia de la Historia - RB: Real Biblioteca

ABREVIATURAS- ca.: cerca - cit.: citado - f.: folio - f.i. : falta inicial - i.e.: id. est. - mm.: milmetros - Ms. / Mss. : manuscrito / manuscritos - n.: nmero - p. / pp. : pginas / pginas - r. : recto - S.l. : sine loco - s.n. : sine nomine - Sig.: signatura - Tit.: ttulo - U.p.: usado por19

- v. : verso - V.: vase - V.a.: vase adems - vol. : volumen

Notas a pie de pgina Se ha optado por llevar a cabo una secuencia nica en las notas de pie de pgina de todo el trabajo. No obstante, al reiniciarse cada captulo se vuelven a desarrollar de forma completa las referencias bibliogrficas a fin de facilitar la localizacin de los textos citados.

20

I. LA HERLDICA Y LA GENEALOGA: ESTADO DE LA CUESTION Y PERSPECTIVAS ACTUALES DE INVESTIGACIN

21

22

Durante dcadas tanto la herldica como la genealoga han acusado cierto descrdito dentro de las disciplinas relacionadas con los estudios histricos. Esta mala reputacin de la herldica, que se daba entre los cultivadores de disciplinas cientficas y en la sociedad en su conjunto, se deba principalmente a dos factores: - La incapacidad de los propios heraldistas, que no afrontaban el estudio e interpretacin del sistema herldico como una ciencia auxiliar de la historia, del arte o de la sociologa, sino como un saber casi esotrico cultivado por y para unos pocos iniciados, lo cual llev a la ausencia de una tratadstica cientfica rigurosa en este campo. - La consideracin de la herldica como algo falso y representativo de una sociedad obsoleta, concepto ste surgido a raz de la Revolucin Francesa1, consecuencia del encerramiento de la herldica en el mbito de lo nobiliario que se dio a lo largo de toda la Edad Moderna. Tanto que el pueblo y la burguesa triunfantes lo tomaron a lo largo del siglo XIX como algo propio del antiguo orden derrocado.

Sin embargo, en estos ltimos tiempos ha surgido un movimiento que, reconociendo el camino errneo que haban llevado estas disciplinas, reclama unas nuevas perspectivas para ellas, en este sentido sintetiza Michel Pastoureau: La richesse documentaire que rpresentent les

armoiries mdivales reste mal connue de la plupart des historiens. A cela plusiers raisons. Tout dabord le manque de rigueur avec lequel leur tude a t trop souvent mene. Ensuite lincapacit dont ont fait preuve les spcialistes pour faire sortir celle-ci du carcan de lhistoire gnalogique et nobiliaire2. La renovacin conceptual del estudio de los emblemas herldicos ha sufrido tambin la desconfianza de algunos representantes de la historiografa cientfica. Esta actitud se basaba en la pasada trayectoria de esta disciplina y en la formacin de sus cultivadores. El recelo inicial est siendo superado desde hace1 2

Pastoureau, Michel, Trait dhraldique, Pars, 1979, p. 11. Pastoureau, Michel, Les armoiries, Turnhout 1976 , p. 9. 23

unas dcadas, debido a los frutos que esta nueva interpretacin de la herldica est ofreciendo a las disciplinas cientficas y a la incorporacin a estos estudios de personal con una formacin y una metodologa acordes con nuestros tiempos. As dice Pardo de Guevara, firme defensor de la utilizacin de los estudios emblemticos herldicos por parte de la historiografa actual: No es fcil todava adivinar en qu medida han sido superados los prejuicios historiogrficos. Tampoco cul es el grado actual de aceptacin o inters hacia estos estudios en el seno de la comunidad cientfica. Es claro, sin embargo, que hay indicios suficientes para pensar que hoy estamos inmersos ya en ese cambio profundo o, cuando menos, en sus propios umbrales3.

Uno de los problemas principales de los estudios clsicos sobre herldica era la utilizacin de una escasa gama de fuentes que sirvieran para su anlisis, las cuales se limitaban a los armoriales (relaciones ilustradas, textuales o mixtas de armeras) y a los sellos (en sus diferentes variedades: ecuestres, fantsticos, en majestad, sedentes, en pie, hagiogrficos, topogrficos, navales y herldicos)4. Actualmente, se asume la existencia de una multiplicidad de testimonios tiles para el estudio del sistema herldico como una muestra de riqueza en continuo crecimiento. Desde esta ptica las fuentes herldicas se pueden estructurar de la siguiente manera:

Pardo de Guevara y Valds, Eduardo, El estudio de los emblemas herldicos del medievo peninsular. Estado de la cuestin, Hispania, n. 175 (mayo-agosto 1990), p. 1010. 4 Si bien, los sellos an son la fuente principal para estudiar la herldica, sobre todo en sus comienzos, de las 520 armeras conocidas anteriores a 1220 tres cuartas partes lo son por medio de los sellos (Pastoureau, Michel, La diffusion des armoiries et les dbuts de lhraldique, en Figures et couleurs, Pars, 1986, p. 89). En cuanto a Espaa, se conservan de 7000 a 8000 improntas de sellos medievales y de 350 a 400 matrices, lo cual, a falta de la publicacin de un catlogo de sntesis, constituye la principal fuente para la investigacin en nuestro pas (Menndez Pidal de Navascus, Faustino, Apuntes de sigilografa espaola. Guadalajara, 1993, p. 160). 24

3

1. Arqueolgicas Decorativas: muestras presentes en monumentos efmeros (cimeras, arquitectura conmemorativa o de festejos, banderas, estandartes, pendones, etc.) Escultricas: labras herldicas de casas y otros edificios, estatuas y tumbas (las tumbas son el monumento ms antiguo donde se han representado emblemas herldicos, desde tiempos de Felipe Augusto de Francia). Pictricas: frescos, retratos, miniaturas (desde el siglo XII ya se representan en los cdices guerreros con sus armas, aunque los primeros manuscritos pintados con los emblemas de su posesor datan de 1200 a 1210; si bien, no dejan de ser una rareza hasta mediados del siglo XIV 5). Numismticas: las primeras monedas que cuentan con elementos preherldicos aparecen en el siglo XI, pero no se dan en ellas elementos puramente herldicos hasta el siglo XIII. A partir de entonces estas representaciones se llevan a cabo de manera continuada. Sigilogrficas: los sellos han sido, casi hasta la actualidad, la principal fuente para el estudio de la emblemtica herldica. En palabras de Michel Pastoureau: Tant du point de vue quantitatif que du pont de vue qualitatif, le sceau constitue la source principale pour connatre et tudier les armoiries mdivales. Il est la fois un lment dterminant dans llaboration des premires armoiries et le principal agent de leur diffusion dans lespace gographique comme dans lespace social6. Etnogrficas: representaciones herldicas presentes en objetos de la vida cotidiana (cojines, cubiertos, vajillas, tapices, etc.)

El estudio de la herldica en las miniaturas de los cdices fue abordado por Leman en su obra Lhraldique au service de la codicologie, Leyden, 1978. 6 Pastoureau, Michel, Les sceaux. Turnhout, 1981, p. 69. 25

5

2. Fuentes escritas: Literarias (obras de creacin donde aparece la herldica). Documentos pblicos (testamentos, capitulaciones, etc.) Literatura de carcter puramente herldico y genealgico.

I.1. EVOLUCIN HISTRICA DE LOS ESTUDIOS HERLDICOSEl acercamiento a la disciplina de la emblemtica herldica se ha realizado a partir de sus obras tericas, los llamados tratados del blasn, que han sido los exponentes de la concepcin de este saber durante siglos. Los contenidos de estos textos fueron pasando por las mismas fases que han marcado la evolucin del propio sistema emblemtico a partir de fines de la Edad Media, pues hasta mediados del siglo XIV no se plantearon actitudes de reflexin que desembocaran en el estudio y reglamentacin de las armeras, ya que su uso, tanto militar como civil, era algo vivo y en periodo de emergencia, no entrando su estudio terico en la mentalidad de esta poca inicial. La reglamentacin de la herldica en sus formas y usos comienza de forma efectiva con Bartolo de Sassoferrato7 y su tratado De insigniis et armis, donde el comentarista italiano evala los tipos de armas que existen, la capacidad de cada persona para adoptar emblemas y las formas en las que stos han de ser representados. A fines del XIV Iohannes de Bado Aureo compone el Tractatus de armis, cuyos contenidos ya comienzan a alejarse de los usos originales de la herldica, iniciando una tendencia idealista, la cual llega casi hasta nuestros das, caracterizada por inventar orgenes e interpretaciones fantsticas de los blasones, segn sintetiza Menndez Pidal de Navascus:

Si bien el pequeo tratado titulado De heraudie es cronolgicamente anterior, aunque no tiene la repercusin ni la importancia del de Brtholo. Publicado por Jones, E. J., Medieval heraldry : some fourtheenth century heraldic works, Cardiff, 1943. 26

7

Los autores pretendan exponer como deba ser el sistema segn su particular criterio, no como realmente fue ni mucho menos por qu fue as 8.

En la centuria siguiente al nacimiento de estos primeros tratados, en Europa comienza el renacer del ideal caballeresco, que va a durar hasta la primera mitad del siglo XVI. A su sombra surge una amplia tratadstica sobre herldica, caracterizada por la acentuacin de estas explicaciones mticas y del simbolismo de los blasones. En el plano social se acenta la identificacin del sistema herldico con la caballera y la nobleza; y en los aspectos formales se asiste al comienzo de una rigidez esclerotizante en la reglamentacin herldica. Los principales exponentes de esta concepcin fueron: el heraldo Sicilia, identificado con Jean Courtois, autor del Blason des couleurs; Clement Prinsault con su Blason darmes y Honor de Bouvet (Bonet para los tratadistas castellanos) con su Arbre de batailles. Los autores de estos tratados, muchos de los cuales fueron heraldos, se inspiraron en la obra de Bartolo pero se apartaron de ella en cuestiones fundamentales, tales como en los criterios para la adopcin de armas y en la capacidad de cada individuo para portarlas. En Espaa, durante el XV se abre paso una plyade de escritores herldicos, los cuales siguen en gran medida la pauta de la herldica caballeresca. Entre ellos debemos mencionar exponentes a los ms relevantes: Diego de Valera, Juan Rodrguez de la Cmara, Pedro Gracia Dei, Garci Alonso de Torres, Ferrn Mexa, Gabriel Turell y Diego Hernndez de Mendoza.

A fines del siglo XVI y durante el XVII, con su origen en Francia, surge una serie de autores que representan el reglamentismo racional y el alejamiento total de la herldica de la sociedad real, aunque a su vez tambin abordan algunas cuestiones con un tratamiento ms riguroso, desterrando las historias fabulosas que marcaban las interpretaciones de los tratados medievales. El principal

Menndez Pidal de Navascus, Faustino, Los emblemas herldicos: Una interpretacin histrica, Madrid, 1993 , p. 22. 27

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representante de esta corriente es el padre Mnestrier9, quien realiza la ms importante divisin terica de la tipologa de las armas. sta, aunque basada en parte de las tesis de Bartolo, va a marcar una divisin de las armeras que ha perdurado hasta la tratadstica de nuestro siglo10. En la Francia Moderna tambin destacaron otros autores: Marc Vulson de la Colombire11, Claude Le Laboureur12 y Pierre Palliot13. La Renaissance historique que se produce en este pas poco despus vuelve a aproximar el estudio de la herldica a las fuentes histricas por medio de autores como Du Cange, Mabillon, Montfaucon o Chifflet14, los cuales son los precedentes de la corriente arqueolgica de los estudios herldicos. Sin embargo, en la Espaa de los siglos XVII y XVIII la tratadstica se mova bajo la perspectiva que proporcionaban dos enfoques bien definidos: el primero, caracterizado por una atencin desmedida hacia los aspectos puramente formales o descriptivos que, a su vez, conllevaba un desinters hacia el anlisis de la herldica como fuente histrica; el segundo se aproximaba ms a los conceptos que llegaban de Europa. Esta interpretacin historiogrfica ya haba tenido en nuestro pas gloriosos exponentes en el uso de fuentes herldicas, en el siglo XVI: Jernimo Zurita, Jernimo de Aponte15 o Ambrosio de Morales, que en la centuria

Sus obras ms notables son: Le veritable art du blason (Lyon, 1671). Lart du blason justifi (Lyon, 1662), Origins des armoiries et du blason (Lyon, 1669) y Le mthode du blasn (Paris, 1688). 10 Para este tratadista las armas quedan divididas en: armas de dominio, armas de dignidad, armas de comunidad, armas de concesin, armas de patronazgo y armas de familia, las cuales considera las verdaderas armas herldicas (Menestrier, P, Le mthode du blason, Pars, 1688, pp. 12-14). 11 La symbolique du blason (Paris, 1644), Recueil de plusieurs pices et figures darmoiries blasones (Paris, 1639) y Carte mtodique et introduction succinte la cognoissance des premires regles du blasn (Paris, 1645). 12 Discours de lorigine des armes (Paris, 1684).Este autor mantuvo una polmica con el padre Mnestrier que tuvo su origen en las crticas realizadas por el religioso a su obra, como respuesta Le Laboureur escribi su pistre apologtique pour le discours, contre quelques lettres de Me. C. F. Menestrier ([s.l.], [16--]). 13 Vraye et parfaite sciencie des armoiries (Paris, 1661). 14 Faustino Menndez Pidal sita el inicio de la investigacin herldica con un enfoque arqueolgico ya con estos autores de la Francia de fines del XVII, en los que ya se aprecia un inters por sus orgenes y un anlisis de fuentes, pero aun estn imbuidos de muchos caracteres simblicos y msticos de la etapa anterior. No obstante, esta corriente no se manifiesta con rigor hasta el siglo XIX (Menndez Pidal de Navascus, Faustino, Panorama Herldico ... , p. 7). 15 Muy significativa de esta forma de entender la historia es la reflexin de Aponte en su Correccin a la genealoga de los reyes de Navarra, donde dice: Los autores antiguos no inquirieron mucho y sus obras lo testifican sumarias y contrarias a escripturas y privilegios, si todo lo escrito por coronistas se hundiese y quemase sin quedar rastro y se mandase hacer de nuevo, se hara por escripturas copiosa verdad y gran recopilacin de todos los reyes que a avido en estos reynos, sus conquistas, sucessiones y hijos, porque los archivos estn llenos de privilegios y otras muchas escripturas y ay en todas ellas razn y mucha declaracin (f. 576). 28

9

siguiente tuvieron dignos continuadores en las figuras de Esteban de Garibay, Nicols Antonio y Luis de Salazar y Castro, entre otros. Pero, la obra de estos autores careci de continuidad efectiva, pues la literatura especializada se movi ms hacia la primera tendencia. Esta corriente formalista adquiere mayor fuerza durante el siglo XVIII, siendo sus mejores representantes: el marqus Jos de Avils, Francisco Xavier de Garma y Jos de Aldazbal. Recurrimos nuevamente a Menndez Pidal de Navascus cuando afirma sobre estos autores: Todos mantienen la orientacin general didctica y normativa, como sus antecesores del XV y principios del XVI; estn dirigidos ms a ensear un uso correcto del sistema herldico que a exponer cmo se haba formado y desarrollado16.

Aunque racionalistas en algunos aspectos, la idea de la herldica entre estos autores estaba concebida como algo heroico, fruto y exponente de las grandezas de los linajes nobiliarios. As, en sus tratados encontramos las siguientes definiciones, bien expresivas de estos conceptos: Las que el vulgo llama armas y los heraldos armeras, que son seales de nobleza y de dignidad, representadas en los escudos con figuras, y esmaltes diferentes para distinguir las personas y las familias17.

As las armeras son expresivos smbolos de gloriosas hazaas, como el blasn, perceptible reflejo de positiva ciencia, se dirigen unnimes a demostrar en el abreviado campo del escudo con lneas, esmaltes y figuras como distintivo de Nobleza18.

Los especialistas en la ciencia heroica o arte del blasn destinaron su racionalidad casi exclusivamente a la sistematizacin de las reglas artificiales delMenndez Pidal de Navascus, Faustino, Los emblemas herldicos ... , p.23. Avils, Jos de, Ciencia heroica reducida a las leyes herldicas del blasn, Madrid, 1780, p.1. 18 Garma y Durn, Francisco Xavier de, Arte Herldica: Adarga catalana, Ed. de Xavier Calic, Barcelona, 1967, p.19.17 16

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blasn, pero dejaron de lado el estudio histrico riguroso de la herldica como elemento histrico y social, lo cual ser uno de los ingredientes que contribuirn al comienzo del descrdito cientfico de esta disciplina que ha llegado hasta nuestros das19. En nuestro pas situar la herldica desde una perspectiva rigurosa ha sido una cuestin que, salvo los antecedentes puntuales citados supra, tuvo que esperar a bien entrado el siglo XX.

I.2.

TENDENCIAS

ACTUALES

EN

LA

INVESTIGACINLa primera corriente contempornea que abord el estudio del sistema herldico desde una perspectiva cientfica, como auxiliar de otras disciplinas, fue el llamado enfoque histrico-arqueolgico20, que presentaba a la herldica como una fuente fiable relacionando individuos, monumentos y objetos con emblemas herldicos. Esta interpretacin comenz a cultivarse en el siglo XIX, y signific el despertar de la herldica como disciplina cientfica. Desde ella se llevaron a cabo estudios de las principales fuentes: armoriales y sellos. Hoy en da, sigue siendo la tendencia ms tradicional en el estudio de los emblemas herldicos. Los tratadistas de esta corriente realizaron con fines arqueolgicos las primeras ediciones crticas de las fuentes escritas, ensanchando adems el campo de investigacin con aportaciones a la arqueologa y a la historia del arte, entre otras disciplinas21. Su poca de mayor esplendor se dio a partir de los aos treinta del siglo XX, con los siguientes investigadores: Prinet, Wagner, Galbreath y AdamEven.

El caso de Joaqun de Osma que al tratar de hacer una aproximacin histrica a la cermica de Manises a travs de los tratados de los siglos XVIII y XIX, ve como estos son totalmente intiles para los fines de datacin y lo suple con la autenticidad de las fuentes sigilogrficas y monumentales (Menndez Pidal de Navascus, Faustino, Los emblemas herldicos ..., p. 24) 20 Esta terminologa es utilizada por Menndez Pidal de Navascus (Ibidem, p. 32) 21 A este tenor es un ejemplo muy interesante de estos primeros intentos de acercar la herldica a la historia del arte, la obra de Hueso Rolland, Francisco Herldica en el arte (Madrid, 1948). En la cual aparecen ejemplos grficos del uso de la herldica como motivo decorativo desde la Edad Media hasta nuestros das 30

19

Esta interpretacin de la herldica ha sido un excelente auxiliar de otras disciplinas, caso de la historia, el arte y la sociologa, aportando datos y metodologa para identificar personas, objetos, monumentos o textos. Hoy en da sigue siendo de gran utilidad en los siguientes campos de investigacin: - Datacin y localizacin geogrfica de objetos artsticos: libros22, sepulcros, pinturas, cermicas, etc.; en los que los emblemas herldicos significaron un signo de individualidad de la persona o del linaje expuesto para este fin por parte de sus poseedores. Un caso patente es el de los manuscritos iluminados, en los que el emblema de su poseedor o patrocinador aparece a menudo en el principio del texto y se llega a repetir a lo largo de la obra23. Localizacin de la identidad de personajes que puedan aparecer en representaciones grficas o documentales (frescos, relieves, tablas, labras, etc.).

A partir de los aos cincuenta aparece otra corriente investigadora que, partiendo del enfoque histrico y sin desdear sus aportaciones, va ms all. Esta tendencia que se ha venido a llamar enfoque histrico-social o histricoantropolgico, estudia la relacin del sistema emblemtico herldico con la sociedad en su conjunto mediante el anlisis de sus usos, sus formas y sus transmisiones24. En los aos setenta la tratadstica herldica comienza a introducir estos nuevos tratamientos en los manuales y obras de carcter general. En este sentido orientan sus trabajos los principales investigadores europeos: Seller con su Gestchichte der Heraldik, a travs de la cual se realiza una renovacin de los estudios herldicos con una atencin especial a la herldica centroeuropea; Galbreath y Jequier, en su ya clsico Manuel du blason, donde abordan el estudio herldico desde las perspectivas clsicas, pero introduciendo elementos deUn ejemplo es la averiguacin por medio de los testimonios herldicos de la fortuna de un manuscrito, caso de Las Muy ricas horas del duque de Berry, en el que fueron representndose los blasones de los diferentes mecenas de la obra. 23 Sobre este aspecto, las armas como elemento de personalizacin en la produccin literaria y artstica se puede consultar el artculo de D. A. Riesco Terrero Grabados, escudos y elementos herldicos y pictricos en libros y documentos, Hidalgua, n.262-263 (1997), pp. 305-340. 24 Menndez Pidal de Navascus, Faustino, Los emblemas herldicos ... , p. 34. 3122

carcter social y cultural; Woodcock y Robinson en The Bedford guide to heraldry hacen lo propio con la herldica inglesa. Sin duda, las dos obras de carcter general que recogen las aportaciones ms interesantes a la renovacin de esta disciplina son los manuales de Michel Pastoreau (Trait dhraldique)25 y de Ottfried Neubecker (Le grand livre de lhraldique), en los que estos autores realizan un enfoque amplio de la disciplina, tratando su historia, la tipologa de sus fuentes, sus posibilidades y profundizando en las nuevas perspectivas que ofrece como campo de investigacin social y cultural. A partir de estos postulados generales, diversos autores han ido abordando facetas de la herldica desde perspectivas de la historia social o la de las mentalidades, llevando a cabo estudios en los que esta materia puede realizar grandes aportaciones. Este enfoque se podra disociar a su vez en dos lneas principales de investigacin que hoy en da estn siendo utilizadas por los investigadores para sus trabajos monogrficos: a) La herldica en el estudio de las familias y los grupos sociales de cada poca. El tratamiento de este campo puede permitir trabajar, entre otros, en los siguientes aspectos: - Situar al individuo dentro de su grupo y seguir los cambios ocurridos en la familia, por ejemplo, las alianzas matrimoniales llevadas a cabo, estudiadas las modificaciones de sus emblemas y la realizacin de rboles genealgicos emblemticos. Estas cuestiones llevan la aportacin de la herldica al campo de la historia familiar. Estos aspectos han sido abordados por autores como Duby y Klapisch-Zuber en sus trabajos sobre la historia familiar en Francia e Italia. - Ubicar a la familia dentro del tejido social de su poca, en cuestiones como el estudio de la clientela poltica y la evolucin histrica de los parentescos (la historia de los linajes de la caballera ciudadana de Burgos, reflejados en los emblemas del Libro de la Cofrada de Santiago, estudiado por Menndez Pidal de Navascus).

25

Pastoureau ya haba perfilado estas perspectivas renovadoras en su obra Les Armoires. 32

-

Localizar los desplazamientos geogrficos de familias y grupos a travs de sus armeras.

- Seguir la trayectoria poltica de las personas y familias, reflejada en la transmisin de las armeras: por herencia, jerarqua, jurisdiccin, relevancia dentro del grupo, etc. Por este cauce se puede conocer el grado de proximidad de algunos linajes a la monarqua o a los grandes seores que se refleja en la adopcin total o parcial de sus armas (el caso de las llamadas armas de concesin). b) La relacin de la herldica con la historia de las mentalidades, a partir de la cual se extiende una amplia casustica que posibilita la investigacin sobre asuntos tales como: - Los diversos modos de explicar la significacin de las armeras. No se debe caer en el error que significa querer atribuir siempre un significado a cada blasn dado que, un escudo normalmente no lo ide su primer posesor, pudo ser impuesto, ofertado o sugerido. El significado que suele darse a posteriori a un emblema herldico tambin es interesante, ya que permite investigar por qu convena enaltecer de una determinada manera a la persona o linaje posesor. Se aprecia cmo en el uso de los emblemas hay etapas de identificacin de las armas con hroes clsicos, personajes artricos, bblicos o carolingios. - La identificacin del simbolismo medieval o la relacin entre el significante y el significado, a travs de las tipologas de armas establecidas: El estudio de las armas parlantes, que pueden coincidir con el propio nombre del linaje26 o tener una relacin semntica27. Sobre estas interpretaciones se puede analizar la evolucin de los nombres de familia, ver como se han modificado armas parlantes por motivos ms honrosos de los indicados para el apellido (representar un jabal en lasEs el caso de las armeras de los Luna o los Padilla. (Menndez Pidal de Navascus, Faustino. Tipos o categoras de armeras segn su origen, en Estudios a la Convencin del Instituto Internacional de Genealoga y Herldica con motivo de su XXV aniversario (1953-1978), Madrid, 1979, p. 250). 27 Es el caso de los Aguilar, Figueroa o Cardona. 3326

armeras de un linaje apellidado Cerdo)28. Las armas alusivas, que pueden referir a una ocupacin, a una caracterstica real o mtica del linaje o de su fundador29. Se dan otros casos de relacin entre armeras y cuestiones sociales particulares: las alusiones polticas, la similitud de las armas de personas o lugares vinculados a un feudo o asociacin (las semejanzas de las armas de las ciudades de la Hansa o de las villas que fueran seoro de los Manrique en las dos Castillas). Las armeras conmemorativas de algn acontecimiento o hecho relevante en particular que realizara el titular de stas30. Tambin resulta interesante la eleccin de armas, lemas y divisas, que por su propio simbolismo ya tocan al mundo de la emblemtica: la eleccin de los animales bblicos (guila de San Juan o cordero) u otros simbolismos (el oso se identifica con la fuerza y el len une los smbolos de fuerza y de poder, leo fortis rex fortis)31. Los significados de los esmaltes presentes en la gama cromtica herldica, estudiados por Pastoureau en algunas de sus obras (Figures et couleurs y Le gense des armoires: emblmatique fodale ou emblmatique familiare). Tambin abord esta significacin Robert Viel en su obra Les origines symboliques du blason, sin embargo, salvo sus primeros enunciados sobre la simbologa de determinados animales y objetos, el resto del trabajo deriva hacia unos cauces poco cientficos.

Sobre esta cuestin en nuestro pas, cabe citar tambin el trabajo de Rafael Snchez Saus, De armeras, apellidos y estructuras de linaje, En La Espaa Medieval, n. 17 (1994), pp. 10-16, en el cual se analiza la adopcin de armas parlantes por los miembros de familias sevillanas desde la Reconquista hasta el siglo XV. 29 Real como las tijeras de los Sastre o mtico como el Len de las armeras de los Sans, o las de los Reynoso, cuya cruz cuenta la tradicin que fue vista por uno de este linaje en el cielo en la batalla de las Navas de Tolosa. 30 Es un caso que se da a menudo en los conquistadores del Nuevo Mundo, tambin en la Castilla Bajomedieval casos como el de Francisco Ramrez de Madrid, que es armado caballero tras la toma de Mlaga y el rey aade a las armas de su linaje el puente de Santo Domingo. 31 Esta hiptesis que interpreta de modo simblico el origen de las armas de Len cuenta como apoyo la misma identificacin de la figura del animal realizada por el Tudense, y reforzada por el carcter simblico del color prpura, V. Vicente Cascante, Ignacio. (Herldica y fuentes de las armas de Espaa, p. 339) y Menndez Pidal de Navascus, Faustino (Herldica medieval espaola, p.26). 34

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- La sensibilidad medieval estudiada a travs de la herldica: las modas, gustos decorativos, presentes en los cambios en el ornato de los blasones y en la propia composicin de stos32. - La herldica imaginaria y su relacin con la cultura escrita. Este es el caso de los libros de armas de los caballeros de la Tabla Redonda, los cuales son tan coherentes que forman en el sistema herldico un mundo aparte, en el cual se significa la influencia de la literatura en la sociedad y viceversa. Existen cerca de doscientos nombres y armas de diferentes caballeros de la Tabla recopilados en armoriales. Sobre esta cuestin versan los trabajos de Pastoureau y Brault en el campo de la herldica imaginaria artrica como exponente de los conceptos caballerescos33. - El inters por la herldica cuando ya ha dejado de ser elemento militar y ha pasado a ser algo definitorio de un estado social, reflejado en los siguientes aspectos: la lectura de los libros de herldica por intereses de justificacin o promocin social, su consulta con el fin de averiguar las races de otros linajes con los que se pudiera tener relacin; la herldica en el protocolo de las cortes (cuestin abordada en el estudio de los heraldos en la corona espaola realizado por Alfonso CeballosEscalera)34.

I.2.1. Los nuevos enfoques de la investigacin espaolaEn nuestro pas, las perspectivas renovadoras se siguen alternando con los tratados clsicos que se centran en las formas y en la visin exclusivamente arqueolgica de la cuestin. Este es el caso de la abundante obra de Cadenas y Vicent, de quien podemos resear los siguientes trabajos: Ciencias auxiliares de la genealoga y la herldica y Fundamentos de herldica. Otro ejemplo de esta supervivencia son las obras de Luis Messa de la Cerda y Pita: Herldica

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Estas cuestiones han sido abordadas por investigadores como Michel Pastoureau en sus trabajos: Ltoffe et le vtement (Paris, 1995) y Rayures, une histoire des rayonnes et des tissus rays (Paris, 1995). 33 Pastoureau, Michel, Armorial des chevaliers de la Table Ronde y Brault Gerald J., Early Blazon 34 Heraldos y reyes de armas en la corte de Espaa, 1993. 35

espaola, el diseo herldico y su Tratado de herldica. Si bien, hemos de decir en honor a estos autores que, aunque no contemplen las nuevas perspectivas para el estudio de esta disciplina, sus obras resultan de gran ayuda para profundizar en la identificacin y descripcin de armeras. Un precursor de las nuevas tendencias en nuestro pas fue Ignacio Vicente Cascante, quien ya en la dcada de los cincuenta, public su Herldica general y fuentes de las armas de Espaa, donde sealaba las posibles aportaciones de esta disciplina para el estudio de los sistemas emblemticos occidentales y en la que se realiz una primera enumeracin de las principales fuentes de la literatura herldica de nuestro pas.

La renovacin de los estudios herldicos espaoles se debe principalmente al trabajo de dos investigadores: Faustino Menndez Pidal de Navascus y Martn de Riquer. El primero, desde sus estudios sobre fuentes, abord la profundizacin en el conocimiento de las armas castellanas en su Herldica medieval espaola, de la que, por desgracia, slo ha visto la luz el primer volumen, La casa real de Len y Castilla. Asimismo, ha realizado interesantes trabajos sobre las representaciones simblicas de los capiteles de la Colegiata de Tudela y sobre sigilografa herldica35. Cabe destacar de entre sus obras, su discurso de ingreso en la Real Academia de la Historia, titulado Los emblemas herldicos: Una interpretacin histrica, donde adems de su valor como sntesis del desarrollo de los estudios histricos, realiza una detallada aproximacin a la aplicacin de los nuevos campos de investigacin. Por ltimo, debemos citar su reciente trabajo dedicado a los emblemas herldicos reales de nuestro pas, recogida en la obra colectiva Smbolos de Espaa36, donde se lleva a cabo una profundo anlisis de todas las fuentes de investigacin, tomando como objetivo la herldica real y territorial. Por su parte, Martn de Riquer supone el acercamiento a la herldica desde el punto de vista de la literatura y el lenguaje medievales. Aunque sus primeros trabajos sobre esta disciplina se hicieron dentro del ms estricto clasicismo, patente en su Manual de herldica espaola, posteriormente ha35 36

Sigiloherldica para archiveros y Apuntes de sigilografa espaola. Madrid, 2000. 36

realizado interesantes estudios sobre herldica caballeresca37 y fuentes, a los que ms tarde nos referiremos. Hemos de resear la figura de otro investigador que ha seguido la estela de los dos anteriores, se trata de Eduardo Pardo de Guevara, autor de un Manual de herldica espaola, donde se recogen las ideas de Pastoureau y Neubecker, contemplando algunas de las particularidades de nuestro pas. Tambin se le deben interesantes publicaciones sobre la herldica gallega desde las nuevas perspectivas de la historia familiar38. A su esfuerzo se debe el nico trabajo de recopilacin bibliogrfica crtica del que disponamos hasta la actualidad para nuestro pas, titulado El estudio de los emblemas herldicos del medievo peninsular. Estado de la cuestin, al cual nos referiremos ms delante de manera ms extensa. Por ltimo, debemos citar tambin la aplicacin de las nuevas perspectivas de investigacin en materias tan singulares como la concepcin medieval de la geografa, cuestin abordada en los estudios de Riquer y Muntaner sobre la herldica en sus estudios del Libro del conocimiento; y el mundo de los oficiales de armas investigado por Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila.

I.3. LA EDICION DE FUENTESAl comienzo de este captulo mencionbamos que una de las principales trabas que ensombrecan el panorama de la investigacin herldica era la ausencia de ediciones de fuentes fiables. Este problema es en gran medida de carcter prctico, debido a las dificultades que plantean el estudio del lenguaje herldico, la reglamentacin propia del blasn y por la pobreza de la mayora de las ediciones existentes, elementos estos, que han desanimado o inducido a interpretaciones errneas a algunos investigadores. La primera de estas cuestiones no representa un gran obstculo para el investigador actual que, teniendo claro un vocabulario bsico, se pude manejar sin demasiados problemas en la interpretacin de textos especializados. Segn37 38

Caballeros medievales y sus armas y Caballeros andantes espaoles. El jaquelado de los Ulloa. 37

Pastoureau, con una treintena trminos se puede describir el ochenta por ciento de las armeras39. Adems, los diccionarios y glosarios como elementos auxiliares de las ediciones resultan de gran ayuda para interpretar trminos complicados. Sobre este asunto, una pieza fundamental es el trabajo de Brault, Early blazon, en el cual se analizan la evolucin y la terminologa herldica durante sus primeros siglos de vida en los siglos XII y XIII a travs del estudio de relaciones de armeras en el mbito geogrfico de la zona del canal de la Mandha. Esta obra, ya con ms de veinte aos de antigedad, ha sido objeto de una reedicin en 1997 que actualiza sus contenidos con las ltimas aportaciones. En cuanto a las normas herldicas o la dificultad que representa la interpretacin de las llamadas reglas del blasn, el investigador slo debe dar importancia a la principal (nunca se representan metal sobre metal ni color sobre color) el resto no son ms que criterios convencionales posteriores, sin relevancia a la hora de enfrentarse a un estudio histrico. Por tanto, las reglamentaciones presentes en algunos tratados y obras de referencia en cuestin de muebles, piezas y esmaltes resultan artificiosas y, por tanto, desechables desde el punto de vista cientfico. La edicin de fuentes ha sido, a nuestro juicio, el principal problema metodolgico con el que se ha encontrado la investigacin en el campo de la herldica. Pese a los nuevos aires renovadores, todava hoy se plantean dificultades a los investigadores cuando se enfrentan a textos herldicos. Este desconocimiento de las fuentes herldicas por parte de los arquelogos y los historiadores ha sido consecuencia de dos causas: - La incapacidad de los heraldistas para hacer salir sus disciplinas del cuadro estricto de la genealoga y la herldica. - La escasez de publicaciones de fuentes fiables realizadas con mtodos cientficos y reglas especficas para asegurar una crtica rigurosa.

El primero de estos problemas est siendo solventado actualmente por los nuevos cultivadores de estas disciplinas, ms cercanos al mundo de la investigacin moderna que al de la herldica clsica. En cambio, para solucionar39

Pastoureau, Michel, Trait ... , p. 239. 38

el segundo aun queda mucho camino por andar, pues habra que analizar con cuidado el material existente, ya que a la hora de editar textos herldicos y genealgicos se ha recurrido a menudo a fuentes alejadas de los textos originales. Como dice J. D. Vaivre estas cuestiones crean problemas a los investigadores: Lexperiencie prouvant quaujourdhui encore trop de chercheurs ddaignent cette science auxiliaire de lhistoir ou ny ont recours que lintermediaire douvrages de seconde ou de troisime main40.

Este error se ha debido a diferentes causas, bien a la comodidad del investigador al recurrir a textos de ms sencilla lectura, bien a la falta de un trabajo apropiado de crtica textual. As, hasta hace unos aos, exista una gran carencia de ediciones que reflejaran las fuentes ms cercanas a la originalidad, las cuales eran las que representaban ms fielmente no slo los personajes, datos y acontecimientos, sino tambin la mentalidad y las opiniones del autor y, por tanto, podan facilitar el estudio de su poca. El problema de edicin de fuentes tendra una solucin definitiva en el caso de las relaciones de armas, con la realizacin de un proyecto comn de recopilacin de un armorial universal llevado a cabo con criterios uniformes. Esto es, hoy por hoy, casi utpico (la mayor recopilacin de armas a nivel internacional sigue siendo la de Riestap con cerca de 110.000 armeras). El proyecto se podra ir abordando integrando trabajos por naciones y por pocas. Los pasos a seguir seran: recopilar y estudiar todos los repertorios existentes, asegurarse de la edicin correcta de las fuentes tradicionales, inventariar los sellos, estudiar las fuentes no herldicas y, por ltimo, elaborar tablas herldicas de carcter general. Para este proyecto la informtica ofrecera una gran ayuda en los siguientes aspectos: reunir en bases de datos las armas conocidas, homologar y fijar un lenguaje descriptivo. Adems, se abren nuevas posibilidades en campos como las

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Vaivre, Jean-Bernard de Elements dhraldique mdievale : Orientation pour letude et lutilisation des armoriaux du Moyen Age. Pars , [1977], p.1. 39

bsquedas (con hipertexto, en texto libre y en lenguajes controlados), y la digitalizacin de imgenes (su localizacin y lectura a travs de los ORC41). En cuanto a la edicin de armoriales antiguos, en algunos pases, caso de Francia, Inglaterra y Alemania, existe una tradicin en la publicacin de fuentes, bsicamente de armoriales. Ya en el siglo XVII exista en Francia la conciencia de que los armoriales medievales eran fuentes histricas, por ello se conservan sus textos gracias a las copias realizadas por autores como Jean Le Feron, Jerme de Bara, Andr du Chesme, los Chifflet o Du Cange. En Inglaterra ocurri lo propio gracias a Robert Glover. A fines del siglo XIX, con el nacimiento de la corriente arqueolgica, se publican los armoriales clsicos y se realizan recopilaciones de emblemas a partir de ellos, de entre stas destacan la de Thodore de Renesse, Dictionaire des figures hraldiques, ordenado por muebles, y la famosa recopilacin de Jean Baptiste Riepstat, publicada en su Armorial general. Sin embargo, las ediciones crticas de fuentes no comienzan a realizarse hasta la segunda mitad del siglo XX, siendo las primeras las del mbito anglo francs. Los pioneros en esta tarea fueron Louis Bouly de Lesdain y Max Prinet. Despus, aparecieron las ediciones de los principales armoriales medievales: la del Armorial Wijnbergen de Paul Adam-Even y Lon Jequier42, la del mismo Adam-Even del Armorial del heraldo Gelre43 y la Jequier del Armorial Bellenville. En el mbito ingls destacan las obras de E. S. Jones, Medieval Heraldry, donde se recopilaron tratados y armoriales del siglo XIV (entre ellos el primer tratado herldico conocido, titulado De heraudie), y la de Anthony Wagner, Aspilogia: A Catalogue of English Medieval Rolls of Arms44, donde se edita una recopilacin de fuentes, que recoge desde Mateo Paris hasta el comienzo de la Edad Moderna. Adems, en ella se presenta un modelo de descripcin principalmente adaptado al estudio de los armoriales en rollo de pergamino, la cual aun conserva gran parte de su vigencia como gua metodolgica. Entre las

Los programas de reconocimiento ptico de caracteres tienen aun unas posibilidades limitadas, pero en un futuro no lejano podrn enfrentarse a textos y emblemas que actualmente no pueden reconocer. 42 Un armorial franais du XIII sicle: larmorial Wijnbergen, Lausanne, 1951-1954. 43 Larmorial universel du hraut Gelre: 1370-95. Claes Heinen, roi darmes des Ruyers, Neuchtel, 1971. 44 London, 1950. 40

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diversas recopilaciones de armoriales, ya antigua, pero no por ello obsoleta, se encuentra la realizada por Paul Adam Even45 que, si bien est centrada en los armoriales franceses y ms concretamente en la presencia de armas extranjeras en stos, representa un ejemplo a seguir en lo tocante al planteamiento de la cuestin, enumeracin y anlisis de los contenidos.

Dentro del movimiento de renovacin de los estudios herldicos en la dcada de los setenta, tambin se dio la reivindicacin de una metodologa cientfica para la edicin de fuentes, que se expuso en tratados como los citados de Pastoureau y Neubecker. En ellos se ofrecen nuevas directrices a seguir en la edicin de textos, basadas principalmente en la realizacin de crtica textual, observancia de criterios codicolgicos, rigor paleogrfico, comprobacin de contenidos y elaboracin de elementos auxiliares. Exponentes de este nuevo sentido en el acercamiento a las fuentes son las ediciones modernas de armoriales: el Rle darmes de Zurich46, el Armorial des rois de lEpinette de Lille, el Armorial de lOrdre du Saint-Esprit47 y el Armorial Lalaing48 publicados por Popoff49, el Armorial du bourbonnais y 50 el Armorial de Urf publicados por J.B. Vaivre51. Estas ideas se han profundizado en los trabajos directamente dedicados a la edicin de fuentes, de los que es obligado citar el de Leon Jequier, Tables hraldiques de dix-neuf armoriaux du Moyen ge, donde se ofrecen pautas para la elaboracin de elementos auxiliares y el de Jean-Bernard Vaivre, Elements dhraldique medivale : Orientation pour letude et lutilisation des armoriaux du Moyen Age, en el cual se realiza una exposicin de las tipologas de armoriales, adems de abordar las cuestiones de la datacin y el estudio de la autora de estas obras.

Les armoiries trangres dans les armoriaux franais du Moyen Age, Hidalgua, n 12 (1995). Paris, 1986. 47 Paris, 1996. 48 Paris, 1989. 49 Tambin son destacables en este sentido los trabajos publicados por este investigador sobre las marches darmes francesas y borgoonas (Paris, 1981-1989). 50 Jequier, Leon, Larmorial Bellenville et larmorial du hraut Gelre. Lige, 1973. 51 Marseille, 1979.46

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I.3.1 Edicin de textos espaolesEn nuestro pas, el estudio de la literatura herldico-genealgica nunca ha tenido la misma relevancia que en otras naciones de nuestro entorno. Mientras que en Francia, Inglaterra o Alemania la publicacin de fuentes herldicas goza de una larga y fructfera tradicin, en Espaa hasta la dcada de los setenta no aparecen las primeras ediciones crticas de estas fuentes. Dicha cuestin resulta aun ms paradjica si sopesamos la importancia que tuvo este tipo de literatura en nuestra sociedad desde la Baja Edad Media hasta casi la Edad Contempornea. Testimonio de esto es el elevado nmero de ejemplares de textos de dichas materias que se conservan en nuestras bibliotecas Los primeros intentos de abordar el estudio de estas fuentes desde el punto de vista cientfico se deben a los mismos autores que citamos como renovadores de los estudios herldicos. Sin embargo, en nuestro pas carecemos de obras en las que se ofrezcan directrices metodolgicas para la publicacin de estos textos, exceptuando algunas indicaciones realizadas en manuales generales, caso del escrito por Pardo de Guevara, o de los conceptos que puedan extraerse del estudio las ediciones existentes.

En cuanto a las relaciones de armeras, se puede considerar la primera edicin de un armorial espaol la del Libro del conoscimiento, que fue realizada en 1877 por el erudito y editor de textos medievales, Marcos Jimnez de la Espada52. Aunque la edicin del texto de Jimnez de la Espada es de cuidada realizacin, sus pretensiones no eran las de editar un armorial, sino un libro de viajes53. Su introduccin se enfoca en su mayor parte a defender su teora sobre la verosimilitud del contenido del texto frente a las afirmaciones de Morel Fatio. Sin embargo, la nueva edicin del tratado a partir del cdice de la Biblioteca de Baviera54, coordinada por M Jess Lacarra, supone un acercamiento desde un alto grado de rigor metodolgico. Sin despreciar los apartados dedicados a los estudiosLa edicin de Jimnez de la Espada, publicada originalmente en el Boletn de la Sociedad Geogrfica, ha sido reimpresa con introduccin del profesor Francisco Lpez Estrada en 1977. 53 Jimnez de la Espada realiz tambin, entre otras, la edicin del principal libro de viajes del siglo XV espaol, las Andanas e viajes de Pero Tafur (Madrid , 1874). 54 Libro del conosimiento de todos los rregnos et tierras et seoros que son por el mundo, Zaragoza, 1999. 4252

codicolgicos, de crtica textual y de arte, merece una mencin especial el dedicado a la herldica, realizado por el profesor Alberto Muntaner, en el que se realiza un erudito trabajo de verificacin y de bsqueda de fuentes, aadiendo unos excelentes elementos auxiliares que permiten la utilizacin del texto desde las ms diversas perspectivas de investigacin.

Otro importante armorial objeto de estudio ha sido el Libro de armera del reino de Navarra. A partir del ejemplar ms antiguo conservado se han realizado dos ediciones, una con ms incidencia en la emblemtica herldica y otra desde una perspectiva codicolgica. La primera y tambin la ms antigua, es la de Faustino Menndez Pidal de Navascus55, quien la abord en su da con la misma minuciosidad que caracteriza sus ediciones y comentarios de textos herldicos. La edicin se acompaa de un estudio inicial que comienza ofreciendo una panormica sobre la herldica en Navarra desde sus inicios hasta la Edad Moderna. En ella dedica un apartado al estudio de los heraldos en dicho reino. Prosigue con la materia que constituye propiamente el anlisis de la obra: su contenido, su historia y las copias conservadas actualmente. Finaliza con un comentario de los caracteres herldicos del armorial. Acompaa al estudio, la reproduccin fotogrfica del manuscrito y otras del Armorial Reyneck y de los emblemas representados en el claustro de la catedral de Pamplona. La edicin se completa con un ndice onomstico, otro herldico y dos apndices sobre emblemas navarros. La edicin de Menndez Pidal, una de las pioneras en la historiografa herldica espaola, ha sido continuada, pues a nuestro juicio ambas son complementarias, por la de Jos Martiniena56. Este estudio se inicia con una introduccin general sobre los diversos ejemplares en los que se conserva el armorial. Contina con una historia del propio texto, en la cual se realiza un exhaustivo seguimiento de lo que pudo ser la fortuna del manuscrito (su formacin, la prdida ocurrida en 1557, las gestiones para su recuperacin y la creacin del nuevo armorial). Seguidamente, se presenta el estudio del ejemplar: caractersticas externas, resumen de los contenidos, breve estudio herldico y55 56

Libro de armera del Reino de Navarra, Bilbao, 1974. Libro de armera del Reino de Navarra, Pamplona, 1982. 43

referencias a aspectos particulares (toponimia, sentencias de nobleza, linajes, etc.). La transcripcin de los textos, la reproduccin fotogrfica (de gran calidad) y los ndices onomstico y topogrfico completan la totalidad de la edicin.

El Libro de la Cofrada de Santiago representa la mejor edicin de un armorial realizada en Espaa hasta la actualidad. Este cdice que retrata a los cofrades adscritos a la agrupacin de la Edad Media burgalesa fue dado a conocer por el marqus de Laurencn en 1905. Faustino Menndez Pidal realiz el primer comentario del texto en 1968 dentro del IX Congreso Internacional de las

Ciencias Genealgica y Herldica. Pero su edicin no sali a la luz hasta 1977. Actualmente disponemos de una nueva edicin, con prlogo de Eloy Benito Ruano e introduccin de Eduardo Pardo de Guevara57. La obra consta de un completo estudio preliminar donde se analiza el devenir de la propia cofrada, la descripcin interna y externa del cdice, as como su fortuna, los personajes representados en l y un estudio herldico de sus armeras. Contina con la transcripcin de los textos (las Reglas de la Cofrada y las listas de miembros). Despus, se incluye la edicin del armorial con la descripcin de los blasones de los personajes y la reproduccin del cdice. Finaliza con los ndices de linajes y personas, las tablas herldicas y los apndices.

La publicacin de la Regla y la lista de cofrades de la Cofrada de Nuestra Seora de Gamonal de Burgos ha permitido sacar a la luz el segundo gran armorial corporativo de nuestro pas, en el que se refleja la historia de la cofrada y de sus componentes desde 1305 hasta 160558. La edicin abarca el contenido de los dos cdices conservados en la Biblioteca Nacional de Madrid. En el primero estn la primitiva regla de la cofrada y las listas de cofrades; en el segundo se encuentra lo que es propiamente el armorial, donde se representan los retratos de los personajes con sus emblemas herldicos. Varios estudios

57 58

El Libro de la Cofrada de Santiago, Burgos: Cdiz, 1996. Regla de la Cofrada de Nuestra Seora de Gamonal, de Burgos. Y libro en que se pintan los caballeros cofrades, Burgos, 1995. 44

acompaan a las reproducciones de los dos cdices59. No obstante, esta edicin sin dejar de ser un excelente instrumento para el acercamiento a la historia de las cofradas en la Castilla medieval, no realiza ninguna aproximacin a los emblemas herldicos, ni apunta las posibilidades que stos ofrecen para abordar la cuestin de las relaciones entre oligarquas urbanas a travs de la emblemtica.

Recientemente han sido publicadas diversas relaciones de armas de territorios espaoles no pertenecientes a la corona de Castilla de comienzos del siglo XVI. Los dos ms destacables son: el Armorial de Steve Tamborino y el Armorial de Aragn. El primero de ellos ha sido editado por Martn de Riquer en un trabajo muy completo que incluye una introduccin sobre el autor y la obra, un estudio del texto, su transcripcin y finaliza con los elementos auxiliares. La edicin est acompaada de una reproduccin facsmil del manuscrito60. En cuanto al segundo armorial, en edicin de Antonio Herrera, el facsmil del manuscrito conservado en Zaragoza solamente se acompaa de una brevsima introduccin61.

Dentro del estudio de relaciones de armas espaolas merecen una mencin especial los trabajos de Martn de Riquer sobre fuentes de herldica catalana y castellana en la poca de los Reyes Catlicos62. Estas obras no pueden conceptuase como ediciones, pues en especial la dedicada a Castilla, no incluye los textos completos, ni respeta el orden de contenidos de las obras estudiadas. Sin embargo, son esenciales para comprender la evolucin de la literatura herldica en nuestro pas; en especial la obra dedicada a la herldica castellana, que tiene como eje los recogimientos de armas de Garci Alonso de Torres. En este trabajo Riquer desarrolla un esquema expositivo original que aborda la materia de manera muy completa, desde lo general a lo particular. El estudio se desarrolla de la siguiente manera: introduccin a la herldica medieval, una exposicin sobre la historia de59

Un primer estudio con orientaciones codicolgicas de Floriano Ballesteros, otro de la propia cofrada, obra de Hilario Casado, otro del libro de los caballeros original de Alberto Ibaez y un estudio desde el punto de vista de la historia del arte, obra de Calixto Escolar. 60 Barcelona, 1996. 61 Zaragoza, 1997. 62 Herldica castellana en tiempos de los Reyes Catlicos y Herldica catalana: des lany 1150 al 1550. 45

los oficiales de armas, particularizando en la figura del rey de armas llamado Aragn y unas semblanzas personales sobre Garci Alonso de Torres y su contemporneo Steve Tamborino. El cuerpo de la obra lo constituye un tratado sobre todos los asuntos concernientes a la composicin herldica de la poca, explicada bsicamente a travs de los emblemas descritos en los recogimientos de armas de Torres. Acompaan al trabajo unos valiosos elementos auxiliares: tablas herldicas, ndices, bibliografa y apndices documentales. Como parte menos positiva debemos sealar algunos errores en cuanto a lo expuesto sobre la vida y obra de Torres y un solo enfoque a la hora de localizar fuentes. Otra obra que tampoco se puede conceptuar como una edicin propiamente dicha, sino como una relacin de emblemas descritos en un manuscrito y enriquecida con una introduccin, es el trabajo de Paul Adam Even sobre el armorial atribuido a Diego de Cervelln63, al que acompaa una introduccin de Faustino Menndez Pidal. En este artculo el investigador francs se limit a transcribir la obra conservada en Pars, sin realizar una verificacin de contenidos ni elaboracin de elementos auxiliares. Recientemente el profesor Ladero Quesada ha realizado un artculo sobre ciertos aspectos de la obra que ha sido objeto de estudio en el presente trabajo, el Libro de armera de Diego Hernndez de Mendoza, dentro del cual lleva a cabo la transcripcin de fragmentos de este texto relativos al origen de algunos linajes. Pero, como el propio autor seala, no es su propsito realizar una edicin de ste, sino abordar desde la perspectiva de la historia de las mentalidades la explicacin del origen de estas familias64.

Por parte de autores espaoles y extranjeros tambin se han realizado estudios sobre los escudos peninsulares presentes en armoriales forneos. Los dos ms interesantes son los de Fluxia65 y Popoff66. El estudio de Armand de Fluxi sobre los apellidos catalanes incluidos en el Armorial de Bellenville (publicado por Leon Jequier), se centra en los cuarenta y tres escudos catalanes delLe recueil de la noblesse dEspagne, Hidalgua, n. 135, 1975, pp. 832-855. Ladero Quesada, Miguel ngel, No curemos de linaje ni hazaas viejas ..., Boletn de la Real Academia de la Historia, t. CXCVII, n.2 (2001), p. 215. 65 Puntualizaciones y rectificaciones a los escudos catalanes del Armorial Bellenville, Hidalgua, n. 188 (1988), pp. 13-18 . 66 Lhraldique espagnole et catalane a la fin du Moyen ge, Pars, 1989.64 63

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manuscrito e incide en los errores de transcripcin y en los datos histricos fallidos. Ofrece adems una nueva datacin de la obra a tenor de estas correcciones El trabajo de Popoff relaciona los escudos de los reinos cristianos peninsulares recogidos en siete armoriales conservados en Francia (seis franceses y un annimo espaol), con una interesante resea de cada uno de ellos. Pero lo verdaderamente destacable de este estudio es la metodologa seguida en la redaccin de elementos auxiliares: tablas herldicas e ndices onomsticos de linajes y personas.

Sobre las armeras indianas del siglo XVI se han elaborado dos recopilaciones, ambas facticias. La primera es el Nobiliario de conquistadores de Indias, del que solamente se public el primer volumen, por la Sociedad de Biblifilos Espaoles, acompaado de un estudio de Antonio Paz y Melia. En esta obra se daban a conocer los blasones de los conquistadores de Amrica, tomando como base la documentacin acreditativa de las peticiones y concesiones de stos que se encuentran en el Archivo de la casa de Alba. La segunda, es el Nobiliario Hispano-Americano del siglo XVI, recopilado por Santiago Montoto. El autor se bas en certificaciones de concesiones de armas conservadas en el Archivo de Indias. Est ordenado alfabticamente, contiene ciento noventa y un blasones con la transcripcin de las cdulas reales de concesin, algunas de ellas con su motivacin. Incluye tambin la reproduccin grfica de algunos de los emblemas herldicos.

Sobre obras de la Edad Moderna se han realizado algunos estudios, pero la mayora adolecen de graves inconvenientes: primero, en esta poca la inclusin de la herldica dentro del gnero genealgico reduce la importancia de este tipo de contenidos; segundo, muchos de los trabajos no son ediciones, sino estudios, con inclusin total o parcial de las relaciones descriptivas de blasones. Entre ellos podemos destacar las siguientes: - Nobiliario de Galicia de Agustn de Rojas Villandrado, titulado Linajes de Galicia, solares y casas conocidas, de que proceden muchas en Castilla, publicado por Enrique Fernndez-Prieto Domnguez, siendo parte de la obra del47

propio Rojas, El buen repblico67. El nobiliario viene a ocupar un amplio captulo del libro segundo68. - El Nobiliario vizcano de Diego de Soto y Aguilar, el cual formaba parte del Tratado de los pobladores del seoro de Vizcaya que no fue vencida y ttulos de los seores de ella y de algunas casas particular y sus armas, editado por Vicente de Cadenas y Vicent69 a partir del ejemplar de la biblioteca de Luis de Salazar y Castro, sin ningn tipo de estudio. - El Armorial versificado de Juan Garca Ruiz de Castro, referente a los hidalgos de la ciudad de Segovia, redactado a mediados del XVI, fue publicado parcialmente por Juan de Vera70, quien lo tom de la obra Apotegmas, sentencias del Papa, con otras ms. - El titulado La Ovandina de Pedro Mexa de Ovando, editado en 1611, estudiado por Narciso Binayn Carmona dentro de su trabajo La atormentada historia del primer libro de genealoga criolla71. No es propiamente una edicin de la obra, sino un estudio sobre los motivos que dieron lugar a su retirada por el Santo Oficio, aunque en l se incluyan transcripciones de diversos prrafos pertenecientes a distintos linajes. - El texto de Clotilde Olarain Mgica, ndice del manuscrito genalgico nobiliario atribuido a Jorge de Montemayor y titulado: La ynvestigacin de linajes y relacin de las treze merindades de Castilla la Vieja72

. Es uno de los

mejores estudios sobre textos modernos. El trabajo est precedido de un asiento bibliogrfico resumido de la obra. Comienza con un prlogo donde se aborda la cuestin de la autora. Le sigue la explicacin de los criterios de publicacin (el orden de los apellidos y respeto a la ortografa), la relacin de linajes con67 68

Salamanca, 1611. La edicin del nobiliario consta de: introduccin sobre la vida y obra del autor, exposicin de los criterios de edicin (ordena los linajes en forma alfabtica y conserva la ortografa original), relacin de las armeras, transcripcin de la relacin de linajes, las armas del apstol Santiago, eplogo donde el autor apunta esta obra como modelo para la de Jos de Pellicer y Tovar titulada Los pazos y linais de Galicia y caballeros de ella de 1646, Hidalgua, n. 172-173 (1982), pp.453475. 69 Hidalgua, n. 10-11 (1955) pp. 78-89. 70 Hidalgua, n. 12 (1955) pp.113-128. 71 El estudio consta de un acercamiento a la figura de Alonso Bravo de Sarabia y Sotomayor que en 1620 da el visto bueno a la obra; a continuacin se compara la obra con otras genealogas de linajes americanos, con el fin de demostrar que la Ovandina fue el primer libro de genealoga criolla, sigue con el relato de la prohibicin y sus motivos y a continuacin presenta una estructuracin de los contenidos de la obra. Hidalgua, n.166-167 (1981) pp. 257-277. 72 Hidalgua, n. 207 (1988) pp. 209-243. 48

distincin para los que se acompaan escudos y, por ltimo, incluye un ndice nico de los linajes, lugares, ttulos y personas - La publicacin titulada Estudio del heraldario annimo del siglo XVIII Armas de algunos apellidos de Espaa realizado por Eduardo Pardo de Guevara y Valds. Consta de las siguientes partes: noticia sobre el origen del hallazgo, estructura del texto, descripcin alfabtica de armas seguida de dibujos de los blasones, teora sobre el origen de la obra, relacin de apellidos y notas.

De modo casi anecdtico, citaremos la edicin de Les troves que escrive mosn Jaume Febrer Cavaller dels linajes dels Nobles de la Ciudat y reyno de Valencia ab dos escuts e divises de llos sues armes. Hoy en da la originalidad de la obra est descartada. Aunque datada en el siglo XVII, posiblemente su autor se bas en textos medievales, por lo que se puede tomar como una fuente historiogrfica de segundo orden. Tanto si sus fuentes fueron medievales como si no, a travs del texto se puede estudiar la mentalidad de la historiografa de la ciudad de Valencia en una poca difcil para la corona de Aragn, cuando muchos linajes defendan su status por va de la legitimacin debida a su participacin en la conquista del reino por Jaime I. La edicin de la obra est formada por el estudio previo de Vicente L. Sim y el facsmil del manuscrito, acompaada adems por material anexo de divulgacin para la realizacin por parte del lector una posible bsqueda genealgica.

Si el volumen del estudio de fuentes herldicas en el campo de las relaciones de armas y linajes no es muy grande en nuestro pas, sobre la edicin de los manuales tericos del blasn no se ha realizado ningn trabajo que desarrolle su personalidad y ponga de relieve su importancia, como dice Pastoureau:

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Lhistoire des manuels de blason reste faire. Elle serait pourtant riche dinformations de toutes sortes sur la faon dont chaque poque, travers ses auteurs (de Bartole D.L. Galbreath), a envisag les armoiries: soucis de codification technique ou juridique, artistiques, proccupations considrations rudites, symboliques,

dveloppements

raction nobiliaire ou snobisme mondain73

En Espaa estas obras se han difundido principalmente desde una perspectiva ms biblioflica que cientfica. Ya desde el siglo pasado contamos con ediciones de las primeras obras espaolas: el facsmil del Blasn general de Gracia Dei, acompaado de un estudio de Pascual de Gayangos, el cual ha sido objeto de una reciente reedicin74; y el Nobiliario vero de Ferrn Mexa editado por Manuel Snchez Mariana. Tambin encontramos transcripciones de estas obras dentro de recopilaciones de diferentes autores medievales y modernos que trataron estas materias (Valera, Rodrguez de la Cmara y don Juan Manuel, entre otros). Los tratados clsicos del blasn del siglo XVIII han sido objeto de ediciones, unas veces con espritu de perspectiva histrica y, las ms, con inters biblioflico o de curiosidad nobiliaria. En esta lnea estn la edicin de Xavier Calic del Arte herldica: adarga catalana de Francisco Xavier de Garma y Durn, y las de las obras del marqus de Avils y de Aldazbal y Murgua.

Pastoureau, Michel Trait , p.72. Gracia Dei, Pedro, Blasn General y Nobleza del Universo. Ed. facs. de la de: Coria 1489, Cceres, 1993.74

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I.4. OBRAS DE REFERENCIALa edicin de obras de referencia: bibliografas, catlogos, diccionarios, manuales, biografas y repertorios, ha tenido en nuestro pas un desarrollo irregular. Nuestros grandes genealogistas de fines del siglo XVII se ocuparon ya de realizar trabajos en este sentido. Las principales son las siguientes. La primera digna de mencin es la biobibliografa titulada Biblioteca Genealgica obra de Luis de Salazar y Castro75. Se trata de un repertorio biogrfico manuscrito en el cual se recogen brevemente datos sobre las vidas y obras de los principales autores de temtica genealgica y herldica desde la Edad Media hasta fines del siglo XVII. Tambin se conservan referencias sobre otra biobibliografa herldico-genealgica escrita por Juan Lucas Corts, de quien dice Luis de Salazar y Castro que fue: El varn de ms profunda y general erudicin que en el siglo pasado conoci Espaa76. Entre las obras manuscritas de Esteban de Garibay y Zamalloa figura una breve relacin biogrfica de autores genealgicos y herldicos. Pocos aos posterior a estos autores apareci la controvertida obra del dans Gerardo Ernesto Franckenau, Bibliotheca hispnica: histrico genealgico herldica, en ella se recogen setecientas cincuenta entradas de autores espaoles de herldica y genealoga.

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Esta obra ha sido editada por Enrique Soria Mesa, quien realiza una introduccin sobre el autor y transcribe uno de los dos textos conservados, haciendo someras referencias a los autores y obras citados (Biblioteca genealgica, Crdoba , 1997). 76 Biblioteca Genealgica espaola. BN. Ms. 18.121, f. 29 v. 51

BibliografasDe las bibliografas herldicas en el mbito internacional hay que destacar la de Pastoureau, Origine, apparition et diffusion des armoiries: essai de bibliographie77, en la que se analiza las principales obras que defienden las distintas teoras que explican la aparicin del fenmeno emblemtico herldico. Posteriormente, este mismo autor sac a la luz la mejor bibliografa nacional con que se cuenta en este campo, titulada Bibliographie gnalogique, hraldique et nobiliaire de la France des origines nos jours78. En nuestro pas, Castaeda y Alcover realiz una cuidada seleccin bibliogrfica de obras de herldica, que titul Notas para formar una biblioteca de la ciencia herldica. En ella se recogan ms de ciento sesenta obras impresas, desde los clsicos espaoles con las obras de Gracia Dei, Libro del conoscimiento o Ferrn Mexa hastas las extranjeras del heraldo Sicilia79. Miguel Santiago Rodrguez en sus Documentos y manuscritos genealgicos, realiza la primera aproximacin elaborada al estudio de la documentacin herldica y genealgica en Espaa. En ella se incluye una bibliografa basada principalmente en fondos de la Biblioteca Nacional, la Academia de la Historia y la Biblioteca de El Escorial, ordenada por autores y ttulos en las obras annimas. Aade tambin ndices de autores, materias, geogrfico y onomstico de apellidos, linajes y casas. Se trata de una obra muy interesante, pero al intentar abarcar un campo tan extenso, el acercamiento que realiza a algunas materias puede defraudar a los investigadores que quieran encontrar una gua para el estudio en profundidad de este tipo de obras80. Una cuestin que merece la pena resaltar por su innegable inters, es la de las pautas que establece para la clasificacin de fondos bibliogrficos de temtica herldica y genealgica, basndose en la CDU81, que puede ser de gran utilidad para personas

En Colloque International dhraldique (2. Bressanone/Brixen. 1981) Les origes des armoiries, Pars, 1983. 78 Paris, 1988. 79 Arte del blasn: manual de herldica, Madrid, 1916. 80 Incluso a la hora de consultar bibliografa hay que tener en cuenta las numerosas erratas que hemos podido comprobar en las signaturas de las referencias de manuscritos de Ferrn Mexa. Gracia Dei y Garci Alonso de Torres. 81 Clasificacin Decimal Universal. 52

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encargadas de organizar este tipo de fondos y que no tengan una formacin biblioteconmica82. Ignacio Vicente Cascante en su Herldica General y fuentes de las armas de Espaa ofrece una panormica de bibliografa herldica comentada, comenzando por Espaa, desde Valera hasta 1954 y, a continuacin, relaciona las principales obras extranjeras desde el siglo XIII al XX. Tambin realiza reseas de revistas y asambleas. Existen adems otras bibliografas sobre esta disciplina, si bien, algunas son de carcter muy superficial. Entre estas se encuentran las presentes en los tratados genricos sobre herldica espaola de Pardo de Guevara y Messa de la Cerda, entre otros.

CatlogosDentro de este tipo de obras de referencia, los catlogos publicados ms notables son los siguientes: De carcter nacional, el Index general des manuscrits hraldiques des bibliothques publiques de France83, realizado bajo la direccin de Michel Popoff. De mbito institucional el Catalogue of manuscripts84 llevado a cabo bajo la direccin de Francis Steer, donde se recogen los fondos manuscritos del prestigioso College of arms de Londres.

De entre los catlogos publicados sobre esta materia en nuestro pas merecen destacarse los siguientes: El Catlogo de los Cdices referentes a ciencia herldica, genealgica, nobiliarios y materias concomitantes que se conservan en el departamento de manuscritos de la biblioteca Nacional de Madrid de Jess de Madariga y Martnez de Pinillos, ledo en el Primer Congreso de Genealoga y Herldica (Barcelona,1929)85. El trabajo est dividido en dos partes: la primera de ordenada82

No obstante, aconsejamos que no se tome al pie de la letra pues desde la fecha de edicin de la obra la CDU ha sufrido varias revisiones, siendo la ltima edicin aprobada por la FID de 1995. 83 Paris, 1993. 84 London, 1988. 85 Publicado con posterioridad en Hidalgua, n. 196-197 (1986), p. 529- 562. 53

alfabticamente por autores, consta de cuatrocientos veintids asientos, donde en cada uno se incluye el autor, el ttulo y la signatura del ejemplar; la segunda, de obras de autor desconocido, consta de cuatrocientos cincuenta y nueve asientos, entre los cuales abundan las genealogas y las ejecutorias de hidalgua sin orden. Otras descripciones publicadas son: el ndice sumario de los manuscritos castellanos de genealoga, herldica y rdenes militares: que se custodian en la Real biblioteca de San Lorenzo de El Escorial, de Vicente Castaeda; los ndices de la Coleccin Salazar y Castro de la Real Academia de la historia; y las Bibliografas herldico-genealgico-nobiliaria de la Biblioteca Nacional sobre impresos y manuscritos, de Luis Garca Cubero y Benito Municio.

DiccionariosActualmente existe una abundancia de este tipo de obras, si bien, la mayora carece de inters, pues no son ms que relaciones de emblemas a las que se aaden unos glosarios terminolgicos. Sin embargo, como obras de referencia reseables podemos citar algunas. El diccionario de vocabulario internacional dirigido por Stalins y titulado Vocabulaire-atlas hraldique en six langues, sigue siendo la mejor obra de carcter plurilinge, en la cual adems de la traduccin de los trminos se incluyen unas detalladas definiciones. Tambin es destacable el Deutsch und Franzosisch fur Heraldiker86 realizado por Neubecker, donde aparte de la terminologa bilinge se incluye un extenso apartado sobre teora herldica. De entre los diccionarios de nuestro pas se pueden destacar: el Diccionario herldico y nobiliario de los reinos de Espaa de Fernando Gonzlez Doria, que se estructura en tres apartados principales. El primero, titulado Libro de oro de la nobleza espaola, dedicado a estudios sobre la familia real, los ttulos nobiliarios espaoles y extranjeros usados en Espaa; el segundo, titulado La herldica espaola, que contiene un breve tratado del blasn, con vocabulario y un armorial ordenado alfabticamente por apellidos; el tercero, titulado Corporaciones nobiliarias, con estudios sobre el origen de la nobleza, las rdenes militares y de caballera, maestranzas, etc. Sin embargo, el autor no profundiza demasiado en

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Mnchen, 1983. 54

ninguno de los aspectos que trata, estando ms cerca de ser una obra de divulgacin que de referencia cientfica. Como diccionario exclusivamente terminolgico, el de mayor calidad sigue siendo el de Vicente de Cadenas y Vicent87, donde adems de los significados, se incluyen un glosario internacional y una relacin de ilustraciones de lo descrito en los artculos. Otro texto interesante es el de Armand de Fluvi titulado Diccionari general de Herldica. La obra lleva glosarios en ingls, castellano, francs e italiano, completa trminos de la Enciclopedia Catalana y se acompaa de una extensa bibliografa. El ms actual es el realizado por Jos Mara Montells y Galn, Diccionario herldico de figuras quimricas y otros trminos relacionados con la ciencia del blasn88, que resulta til en las interpretaciones emblemticas y actualiza algunos conceptos del anterior.

RepertoriosLos repertorios de linajes y blasones son las obras de referencia que han sobrevivido con ms pujanza, desde los antiguos armoriales y nobiliarios hasta las actuales relaciones de blasones y apellidos. En nuestro pas el ms destacable es la monumental obra de los hermanos Garca Carrafa, sobradamente conocida, la cual qued desgraciadamente inconclusa89, pero que ha sido continuada en la actualidad por el equipo coordinado por Endika de Mogrobejo90. Otros repertorios dignos de mencin son: el de Cadenas y Vicent, Repertorio de Blasones de la comunidad Hispnica91, que recoge 55.000 descripciones de armeras del mbito hispnico e incluye, al final del primer volumen, una relacin de fuentes, donde figuran las obras del Conde don Pedro, de Argote de Molina y de Lpez de Haro, entre otras. El Diccionario de herldica de Jacques-A. Schnieper Campos, en el cual se recogen emblemas de toda Espaa acompaados de ilustraciones

Su ltima edicin es de 1992. Zaragoza, 2000. 89 Garca Carrafa, Alberto y Arturo, Diccionario herldico y genealgico de apellidos espaoles, Madrid, 1953 90 Diccionario hispanoamericano de herldica, onomstica y genealoga, 1996. 91 Madrid ,1969. A partir de sta edicin la obra se reimprime con periodicidad hasta la actualidad88

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ordenadas por el origen de los apellidos92, y el trabajo ya citado de Gonzlez Doria. Si bien, estos dos ltimos se mueven ms en el terreno de la divulgacin que en el de la referencia cientfica.

Publicaciones peridicasSobre este tipo de literatura existe un elenco tan variado que sera demasiado prolijo mencionar todas las publicaciones que dedican sus pginas, en parte o en su totalidad a la herldica. A modo de seleccin podemos citar algunas de las ms representativas del panorama internacional: Armas e Trofeus, Cahiers dhraldique o Archives Hraldiques Suisses. En nuestro pas la publicacin pionera fue la Nueva Academia Herldica, la cual tuvo una breve vida entre 1913 y 1914. Pero sin duda, la ms famosa es la titulada Hidalgua que se viene publicando desde 1953 hasta nuestros das, en cuyas pginas han aparecido algunos de los trabajos ms meritorios de la investigacin espaola y extranjera. Durante estos ltimos aos han visto la luz otras publicaciones de contenidos prometedores, pero cuya pervivencia no nos atrevemos a pronosticar, caso del Boletn de la Academia Madrilea de Herldica y Genealoga, la Revista iberoamericana de herldica y los Cuadernos de Ayala. Tambin debemos mencionar las revistas de otros campos que han dedicado parte de sus contenidos a la investigacin herldica como: Hispania, el Boletn de la Real Academia de la Historia o Emblemata, entre otras.

Para finalizar esta breve relacin, no se puede dejar de mencionar la nica recapitulacin sobre el estado de la cuestin de la emblemtica herldica en nuestro pas. Se trata del trabajo de Eduardo Pardo de Guevara y Valds titulado El estudio de los emblemas herldicos del medievo peninsular. Estado de la cuestin93, en el que el autor realiza una breve y concisa valoracin de los diversos enfoques que han tenido estos estudios a lo largo de la historia, adems de las posibilidades y los obstculos que encuentran las nuevas perspectivas de estos estudios como auxiliares de la historia. La exposicin se completa con una92 93

Madrid, 2000. Hispania, n 175 (mayo-agosto, 1990), pp. 1003-1016. 56

bibliografa sobre la emblemtica herldica compuesta por ciento treinta y ocho referencias, que abarcan desde las obras clsicas hasta un apartado dedicado especficamente a los ltimos avances.

I.5 LA GENEALOGASi bien la base y el objetivo principal de este estudio es la investigacin y el anlisis de las obras de temtica herldica, no podemos pasar por alto la genealoga. Tanto ms cuanto este trabajo est dedicado a las fuentes herldicas y stas, a menudo, son tambin genealgicas (sobre todo a partir de la Baja Edad Media y durante toda la Edad Moderna).

La genealoga fue una disciplina anterior en el tiempo a la herldica. Con races en la cultura clsica y juda, Genicot sita el origen de estas obras en la cultura germnica y cltica94, siendo herederas de una antigua tradicin oral95. A fines del siglo XII este tipo de literatura comienza a tener auge debido a los intereses de las casas nobiliarias por fundamentar sus aspiraciones polticas. En Espaa no se tienen noticias de textos genealgicos hasta el comienzos del siglo XIII con el Chronicon Villarense, obra intermedia entre la genealoga regia y la crnica universal96.

En contra de la opinin clsica, la unin entre la genealoga y la herldica no nace originalmente de sus puntos de acuerdo, sino de la derivacin de ambas hacia un campo estrictamente nobiliario. Tanto una como otra son, desde fines de la Edad Media, disciplinas orientadas al ensalzamiento de los linajes nobles,

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Segn Klapisch-Zuber, las antiguas genealogas de los reyes sajones servan para reivindicar la legitimidad dinstica tras la cada del poder de Roma (Lombre des anctres: essai sur limaginaire medieval de la parent, Paris, 2000, p. 86). 95 Genicot, L., Les gnalogies, Turnhout, 1975, p. 12. 96 Paredes, Juan, Las narraciones de los livros de linhagens, Granada, 1995, p. 8. 57

buscando las grandezas del pasado para gloria y autocomplacencia propias, as como, la justificacin de los priv