desdemacondo.files.wordpress.com  · web viewentonces decido caminar, así, con mayúsculas. ver...

18
Madrid estaba caliente, con temperaturas que llegaban a los 40 °C. Estaba sin laburo, los panas todos andaban de viaje o trabajando y la inspiración divina para mi tesis, seguía sin llegar. Ya tenía pensado ir a Barcelona para visitar a los Concu, conocer a la hija de Juan y coincidir con Caro que iba a estar una semana por esos lados. Una reunión de exiliados, pues. Pero los días acá seguían pesados, lentos, sin novedades ni color. Hacer Yoga me sacaba la pesadez, pero a golpe de 3 de la tarde, esta volvía como si nada. Definitivamente, la ciudad me estaba mandando de vacaciones. Como dicen: Si del cielo te caen limones…, ahora, a donde arranco? El Camino de Santiago no era mala opción. Barato, a pie, solo. Tendría la oportunidad de pensar un poco, conocer Galicia y hacer ejercicio, todo esto sin espelucar mis ahorros. Además, después de enterarme que mi compañero de piso, el cual no es un ejemplo de buena condición física, lo hizo con su madre; pues pa’lante es pa’lla. Armé la mochila con lo necesario: un par de shorts, dos pantalones de algodón, cuatro franelas, cuatro pares de medias, una chaqueta/sweater, saco de dormir, aislante, hamaca, jabón azul para bañarme y lavar ropa, linterna y medicinas; y lo no tan necesario: tres interiores y una malla metálica para proteger la mochila. Como toque final y para que el Sol no me molestara de más agarré un sombrero y crema protectora +50. Tengo que admitir que andaba un poco asustado antes de partir. A ver, me dolía un poco el tobillo por la caída escalando, tenía la oreja hinchada y con picazón por el aceite de neem piche que me puse; y bueno, no todos los días uno

Upload: others

Post on 10-Nov-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

Madrid estaba caliente, con temperaturas que llegaban a los 40 °C. Estaba sin laburo, los panas todos andaban de viaje o trabajando y la inspiración divina para mi tesis, seguía sin llegar.

Ya tenía pensado ir a Barcelona para visitar a los Concu, conocer a la hija de Juan y coincidir con Caro que iba a estar una semana por esos lados. Una reunión de exiliados, pues. Pero los días acá seguían pesados, lentos, sin novedades ni color. Hacer Yoga me sacaba la pesadez, pero a golpe de 3 de la tarde, esta volvía como si nada.

Definitivamente, la ciudad me estaba mandando de vacaciones. Como dicen: Si del cielo te caen limones…, ahora, a donde arranco? El Camino de Santiago no era mala opción. Barato, a pie, solo. Tendría la oportunidad de pensar un poco, conocer Galicia y hacer ejercicio, todo esto sin espelucar mis ahorros. Además, después de enterarme que mi compañero de piso, el cual no es un ejemplo de buena condición física, lo hizo con su madre; pues pa’lante es pa’lla.

Armé la mochila con lo necesario: un par de shorts, dos pantalones de algodón, cuatro franelas, cuatro pares de medias, una chaqueta/sweater, saco de dormir, aislante, hamaca, jabón azul para bañarme y lavar ropa, linterna y medicinas; y lo no tan necesario: tres interiores y una malla metálica para proteger la mochila. Como toque final y para que el Sol no me molestara de más agarré un sombrero y crema protectora +50.

Tengo que admitir que andaba un poco asustado antes de partir. A ver, me dolía un poco el tobillo por la caída escalando, tenía la oreja hinchada y con picazón por el aceite de neem piche que me puse; y bueno, no todos los días uno arranca a caminar 150 km por una tierra que no conoce, y solo. Por eso compré el billete de bus rápido, sin pensarlo mucho, si me ponía a pensar en la vaina iba a encontrar mil excusas para no ir. Salía para Piedrafita de O Cebreiro en la madrugada de lunes para martes.

Page 2: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

El trayecto en autobús pasó sin novedades. Me tocó un argentino al lado que vivía en Vigo, el tipo era un clon de Messi y tenía ganas de ir hablando todo el camino. Después de una media hora de charla protocolar y cívica, le dije que quería comprobar si poniéndome el sombrero en la cara podría bloquear la luz de las farolas. Entendió la indirecta, así que pude dormir en paz. A las 6 paró el bus en la estación, aunque por estación me refiero a una parada de autobuses en la mitad de la nada. Nos bajamos cuatro peregrinos y después de acomodar todo y orientarnos, bueno, de orientarse ellos, porque yo estaba más perdido que guajiro en Nueva York, comenzamos a caminar hacia O Cebreiro.

Este tramo lo hice de noche y pude ver el amanecer gallego, de verdad que deja sin

palabras. A lo lejos se veían las montañas rodeadas por un lago de nubes y el cielo empezaba a incendiarse con la salida del sol. Este paisaje de fondo me acompañó los 4 Km hasta O Cebreiro, donde realmente es que iba a empezar el camino.

Aunque en este momento, me pregunto, Cuando comienza un viaje? En nuestra mente, al momento de decir sí, voy? Este viaje comenzó sentado en un café cerca de mi casa, mientras sentía un poco de picazón en la nuca. Se acaban de ir Mónica y la Caipi, Beto está en Fez, Hilda y Anto en Barcelona y Alex trabajando. Básicamente, me aburro. Además, tengo días pensando mucho en mil cosas, algunas importantes, otras no tanto, pero son cosas que en este momento significan mucho para mí. A donde iré cuando se acabe mi estadía acá, la revolución a paso de vencedores que lleva a mi país hacia un pozo de mierda, la desconexión que he sentido últimamente entre la persona que quiero ser y la que soy, en fin, una crisis típica de un emigrante de 30 años. Y no es que me sienta solo; a ver, la soledad aquí es totalmente diferente, no es tanto de personas o afectos, es una soledad de sabor, de tierra. Es un sentimiento de no pertenecer, de saberme de paso, una raya en el mar. Y eso, teniendo a

Page 3: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

mi lado amigos insuperables; algunos que ya conocía desde hace mucho y siguen probando que siempre están, amigos gratamente redescubiertos y amigos que me han hecho olvidar que nos conocemos desde hace sólo ocho meses y ya hemos compartido años de vivencias.

Entonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla. Como tres millones de resultados en Google, guías, mapas, BBVA asegurando gratis a los viajeros y Aquarius filmando el recorrido de una lata. Por algo debe ser. Al carajo los dolores, ya tengo el pasaje y esta noche arranco. Espero que la caminata no solo me lleve de un lugar a otro por Galicia, sino también me permita ver en otros parajes dentro de mí.

Ahora, a buscar la Credencial, que es una especie de tríptico donde ponen el nombre del viajante; si hace el camino a pie, en bicicleta o a caballo- si, a caballo. Para eso tuve que esperar hasta las 9 30 de la mañana, que si bien Dios nos observa todo el tiempo, sus empleados trabajan en horario de oficina. Tenía un par de horas para recorrer O Cebreiro, así que aproveché de desayunar algo en la cafetería de una posada, tomar algunas fotos y asimilar que iba a hacer el Camino de Santiago. Bueno, el pueblo tampoco era tan grande, así que a la media hora, ya estaba sin tener nada que hacer, así me puse a conversar con una pareja de españoles con cara de hippiesveinteañerosuniversitarios, que también estaban esperando por la credencial. Venían de un festival de rock en León y de allí agarraron directo a Piedrafita. Ana y Daniel, mucho gusto…

Page 4: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

A las 10 am, con la credencial en mano, el primer sello puesto y una casi total ignorancia acerca del camino compartida, tácitamente decidimos andar juntos. El camino que sale de Cebreiro entra en una montaña muy parecida al Ávila, a Paraíso. Vamos a buen ritmo y aunque el Sol empieza a pegar, no paramos de hablar y pararnos a tomar fotos como si fuésemos japoneses. Después de un par de horas andando, llegamos a la Estatua del Peregrino, el punto más alto de todo el trayecto. Luego de la respectiva sesión de fotos y volver a guardar todo, nos pusimos de nuevo en marcha. Ya el paisaje va cambiando y a lo lejos se observa la campiña gallega que me irá acompañando a lo largo del viaje. Como a mediodía comenzamos a bordear las primeras zonas de cultivo. Son parcelas delimitadas por arboles muy grandes a modo de valla, cada una con el pasto de un color distinto. Desde donde estamos, esa ladera de la montaña parece un edredón hecho con partes de telas escogidas al azar y comienzo a darme cuenta de cuánto promete esta aventura. Ya los pies comienzan a reclamar descanso, pero faltan un par de horas de camino y viene lo bueno, una bajada larga que nos llevará hasta Triacastela; donde termina la primera etapa.

Page 5: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

Al llegar a Triacastela- tipo 5 de la tarde- pasamos por el Albergue Comunitario, estos son administrados por el Ayuntamiento y cobran entre 2 y 5 € por noche, eso sí, hay que llegar temprano, porque se llenan rapidito. De allí nos mandaron al Polideportivo, que abría a las 7, pero quedamos con la firme intención de volver al albergue para que el comando de la Cruz Roja nos curara las ampollas. Si, desde el primer día teníamos ampollas…

En el Polideportivo nos cobraron 2 € y nos dieron unas colchonetas para que las colocáramos en la cancha de usos múltiples. Justo cuando me veía durmiendo en el piso, se me ocurrió la brillante idea, y tengo que admitir que de las mejores que se me han ocurrido, de guindar la hamaca en la portería de futbolito. Santo remedio camarón, más cómodo imposible. Una vez metidos todos mis corotos dentro de la mochila y bajo la mirada de envidia del resto de peregrinos condenados a dormir en el piso, me fui a dar una merecida y necesitada ducha. Agua caliente, pasta de dientes, más nada, porque se me quedó el desodorante; ya mis axilas se harán sentir en los días venideros.

Después de pasar por la Cruz Roja, que sólo cura ampollas y torceduras, nos fuimos a cenar en un restaurant súper tranquilo y muy new age. Allí conseguimos un poco de yerba que nos regaló la mesera y nos fuimos al Poli de nuevo, a ver las estrellas, fumarnos un porrito salvador y dormir como unos niños. Al momento de dormir me siento cansado, pero muy en paz conmigo mismo.

Ya amanece y todo duele. Haciendo un esfuerzo sobrehumano pude salir de la hamaca a las 6 30 am, pero el frio mañanero frustró mis esperanzas de un baño matutino, así que a recoger para empezar la caminata. Hoy tocan 21 km hasta Sarria, por lo que debemos salir temprano. Este tramo es más duro que el anterior aunque el paisaje sigue siendo hermoso. Esta etapa tiene dos caminos; uno es un poco más corto, pero con muchas subidas y bajadas; el otro tiene como 5 km más, pero es más boscoso y se pasa por un pueblo que se llama Samos.

Page 6: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

En Samos está un monasterio del S. VI, que ha pasado por muchas remodelaciones y muestra los distintos estilos arquitectónicos, desde el pre románico al modernista. Evidentemente, nos vamos por Samos. Llegamos a mediodía muertos de hambre y con los pies fastidiando de nuevo, pero en la entrada del pueblo conseguimos un abasto que vendía una empanada gallega gigante por 4 € y resolvimos el almuerzo. Por cierto, la empanada gallega normalmente es de atún con lo que se les ocurra ponerle, sale barata, llena y si se tiene suerte puede ser muy sabrosa.

Seguimos hacia Sarria, pero ya tomo menos fotos, el pararme a sacar la cámara, apuntar y volver a guardarla se ha vuelto fastidioso, además, hay millones de fotos del paisaje en Internet. Una curiosidad, la gente cuando saluda dice “Buen Camino”, me gusta mucho ese detalle y lo copio.

Llegamos a Sarria el atardecer y de nuevo nos toca dormir en Polideportivo. Es más ciudad que Triacastela y Cebreiro, pero sigue siendo un pueblo. Tiene un río que la atraviesa por la mitad y en la ribera se extiende un boulevard muy acogedor. Paseamos un rato y decidimos comer pizza, de lo más autóctono pues. Poco a poco voy conociendo más a mis compañeros, ambos viven en Aranjuez y Dani es fanático del futbol, de hecho jugaba en un equipo semi profesional, pero se lesionó el tobillo y ahora tiene un poco de miedo de volver a la cancha, pero eso no mermó su afición por el balón, así que cada vez que puede compra el periódico MARCA, que es básicamente deportivo y se aísla del mundo mientras sigue los vaivenes de su equipo El Rayo de Vallecano, un equipo de segunda pero, según él, con una gran fanaticada.

Page 7: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

Después de la cena, decidimos ir a dormir, ya que al día siguiente queremos madrugar. Hablamos un poco más en la puerta de nuestra morada provisional y después de despedirme, me envuelvo en mi saco de dormir y duermo que da gusto en la hamaca.

Imposible madrugar, todo duele más que el día anterior. Me despierto tipo 8 am, pensando que mis compañeros ya se fueron y al voltear los veo roncando como osos. Ya no queda casi nadie en el Poli, así que hago un poco más de ruido de lo habitual para que se despierten y salimos de nuevo todos juntos. Hoy tocan 22 km hasta Portomarín.

Ya empiezo a encontrar mi ritmo de caminata, el cual es diferente al de los chicos. Poco a poco los dejo atrás y quedamos en encontrarnos cuando nos encontremos. El día transcurrió entre bosques y pueblecitos perdidos en el tiempo. Construcciones de piedra, rebaños de vacas, familias sentadas en los pórticos viendo pasar a los peregrinos y ofreciendo frutas, dulces y cualquier otra cosa con la que puedan sacar unos euros. Pude pensar, cantar mantras, ver el paisaje y poco a poco ir sintiendo lo que es peregrinar. Ir caminando sin pensar en los problemas cotidianos, buscando más bien dentro de mí, algunas respuestas que no había tenido oportunidad de encontrar. Un buen humor me llega de repente, acelero el paso, siento como los pulmones se llenan de aire fresco, vivo, en dos platos, estoy feliz. Sin darme cuenta, estoy a 2 km de Portomarín y al detenerme a hacer una foto desde un mirador que da al pueblo, en un momento de inspiración fotográfica, llega el resto de mi equipo. Ana viene sufriendo por las ampollas y a paso de tortuga entramos al final de esta etapa.

Page 8: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

Portomarín es hermoso. La entrada al pueblo se hace a través de un puente sobre el Rio Miño. Este si es un rio. Desde la altura privilegiada del puente se observan pequeñas barcas encalladas en la arena, yates de gente adinerada y barcos de paseos turísticos. A un lado el cielo gallego está más azul que nunca, de verdad se hace notar. Terminando el puente, una escalera con una puerta antigua da la bienvenida al viajero.

Ya nos estamos volviendo populares, Dani habla con todo el mundo y yo me pego en esa. Hoy conocimos a un par de chicas de Bilbao que tienen 16 días caminando. Nos dan un poco de ánimo y nos dicen que a partir de mañana todo se hace más llevadero, espero que no estén jugando con mis ilusiones. Si mienten serán empaladas a la entrada del siguiente pueblo… Hora de dormir, mañana SÍ queremos madrugar.

La salida de Portomarín fue como a las 9 am, sisí, terrible eso de madrugar. Es que queríamos comprar gasas y adhesivo en la farmacia antes de partir, ya que los pies están llenos de ampollas y cada paso molesta un poco, y a veces más que un poco. Pero a medida que voy calentando, se siente menos. Ya tengo el ritmo: comienzo lento, muy pero muy lento y ando así unos 20 minutos hasta que la sangre se empieza a mover; luego voy subiendo de velocidad y me mantengo como un bólido por una hora. Después voy bajando el ritmo hasta encontrar un bar o un sitio agradable, me detengo por 30 minutos y vuelta a empezar. También descubrí las propiedades combustibles del chocolate; un Kit Kat, un par de donas o una napolitana de chocolate y listo, tengo para dos horas de camino.

Page 9: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

El camino hasta Palas de Rei transcurrió sin novedades. Caminé solo de nuevo y me paré solo una vez. Elegí un sitio que tenía una cruz antigua, de piedra. Esta tiene unos símbolos en relieve sobre su base, no los identifico, pero algo deben significar. La cruz me llama mucho la atención, está al lado del camino y tiene unas mesas para sentarse, pero están ocupadas por una pareja de esposos alemanes, así que me sale suelo. La observo, le doy vueltas, la toco y le tomo como cien fotos. Arriba tiene a una mujer que supongo es la virgen con un niño en brazos. Los símbolos de la base parecen ser una escalera, un martillo y un alicate. Se me acaba el encanto, debe ser algo así como la santa de los albañiles, jeje…

Llegué a Palas como a las 5 y esta vez sí conseguí cama en el albergue municipal. Cuando llegaron mis asociados, ya estaba bañado, perfumado y listo para que la Cruz Roja dejara de atender a niños desnutridos y se encargara de mis pies. Tuvieron suerte y consiguieron las últimas dos camas del albergue, así que todos juntos de nuevo, como una familia feliz. Un detalle, las puertas de los albergues la cierran a las 10. Siempre se quedan algunos viajantes afuera conversando, pero pendientes de la puerta, nosotros, como se podrán imaginar, no. Como a las 12, cuando decidimos dormir, nos dimos cuenta de que nos habían dejado afuera y con frío. Desde la noche anterior, apenas se oculta el sol la temperatura cae como 6 o 7 grados, es impresionante; además la brisa es inclemente, lo que por supuesto, no ayuda. Volviendo al tema, estamos afuera, con frio, sueño y mis artes de cerrajero aprendidas

Page 10: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

en Venezuela, no sirven para nada en el primer mundo. Tratar de tocar suavecito para despertar a alguien tampoco nos resulta. Arriba el feminismo entonces, que vaya una de las chicas a tocar y usando su encanto femenino logre que nos abran. No tuvo que tocar tres veces, ya a la segunda se había despertado alguien que hasta una sonrisa le dedicó al abrirle la puerta, y después dicen que son el sexo débil…

Ahora vamos por la conquista de Melide, son 14 km, pero ya el dedo pequeño del pie derecho está molestando, y bastante. Pero qué carajo, pa macho, macho y medio, así que no le paro mucho y pensando en que el camino es corto, lo hago rapidísimo. Llego mucho antes que los chicos y me aventuro al albergue municipal, donde hay una cola muy larga. Pregunto en la recepción cuantas camas quedan y cuento la gente; sí, quepo de vainita, pero estos panas no han llegado. Después de dudar un segundo o menos, mis pies toman la delantera y dicen que no se mueven. Ellos mandan compañero, así que a dormir aquí.

Después de la ducha y hacerme una pedicura con gasa, esparadrapo y una aguja, logro hacer las paces con mis pies y que me lleven al pueblo a comer algo. Después de preguntar en un restaurante sin cocina- gallegos al fin-, donde se comía bien, me mandaron a la Pulpería de Ezequiel, con la promesa del mejor pulpo a la gallega. A ver, si no era el mejor pulpo, por lo menos estaba en el top 10. Después de recurrir a mis encantos para que la mesonera no me cobrará una ración de patatas y me resolviera con una compota de Albariño (vino blanco típico de Galicia, muy bueno), me llegó el gran plato de pulpo. Comí como un cerdo, tengo que admitirlo. No solo por la velocidad y la falta de modales, sino también porque la falta de desodorante ya se estaba haciendo notar.

Page 11: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

Melide-Arzua, un trayecto corto de nuevo, pero pasado mañana llego a Santiago. Me paré tardísimo y arranqué solo, sin apuro. Los pies siguen molestando, particularmente el dedo meñique del pie derecho, donde me salió una ampolla debajo de la uña, cosa que no sabía que existía, y se me reventó con tanto caminar. Pero, como sólo es terriblemente doloroso durante los primeros 30 minutos después de cada parada, decido hacer este tramo volando, una sola parada y punto.

Después de caminar un rato, y con el dolor ya remitiendo, entre a un pequeño bosque y comencé a sentir una sensación de paz y armonía con el ambiente. Algo así a lo que se siente en la Gran Sabana. La vibra de los árboles, de la tierra y de todo lo que me rodeaba me llegó de golpe, sin dejarme asimilarlo. Pude comparar el camino con la imagen que tengo de la vida, o al menos de mi vida. Andar solo o con gente, que puede estar o no, ya que también van a su ritmo y por su propio camino, que a veces se cruza o fluye con otros. Es aprender a caminar nada mas con lo necesario, porque el resto de las cosas pesan; a estar pendiente de todo, que el camino es hermoso, a ir de buena onda, pero sin ser fastidioso. En fin, pude darme cuenta que los paralelismos entre la peregrinación y la vida misma, van mucho más allá de las metáforas y las moralejas, la vida es un camino. Y aunque se ha repetido hasta la saciedad y suene trillado, lo importante no es llegar, sino caminar bien.

Me encuentro a punto de llorar y no sé por qué. Es algo dentro del pecho, que no sabe por dónde salir y busca escaparse por los lagrimales; por la boca, con un grito silencioso y por todos los poros de mi piel. Siento como se me eriza el cuerpo, como en mis labios se forma una sonrisa involuntaria que no puedo ni quiero detener. Camino más rápido, no por apuro, sino porque no sé qué más hacer. Es como estar enamorado de Todo, realmente no sé de que otra forma describirlo.

Sigamos… En Arzua me volví a juntar con los muchachos y de nuevo caímos en Polideportivo. Allí, mientras iba caminando hacia la ducha, vi un papel que decía algo así como: “si quieres conocer las estrellas y aprender a orientarte con ellas, sal esta noche al campo de futbol”. La cuestión me suena bien, así que iré después de cenar, pero antes, Ana- que a pesar de tener 22 años tiene más sentido común que Dani y yo juntos- me manda al dispensario para que me curen los pies. Me toca esperar un rato, porque aquí no hay Cruz Roja curampollas, sino ando en la sala de emergencia de un hospital y curar dedos pequeños de caminantes descuidados, sorprendentemente no está entre sus prioridades; extraño a la Cruz Roja y me prometo hacer una donación al llegar a Madrid. Cuando por fin paso, la enfermera me mira los pies con sorpresa, por mi dedo gordo, y con un poco de compasión, por el dedo ampollado. Nada, la solución a esto compadre, es abrirle un hueco a la uña para que salga el pus. No inventes, que me paro y me voy, es lo primero que me sale de la boca. Pero en el fondo se que la señora tiene razón, que ladilla con la voz de la conciencia. Así que después de acabar en cinco minutos con la imagen de macho latino que mis compatriotas han tardado décadas en afianzar, le hago jurar y rejurar a la enfermera que esa vaina no me iba a doler, miro para otro lado y me pongo en sus manos. En efecto, lo único que me dolió fue mi autoestima al abrir los ojos y ver que hacía rato había terminado. Me tocó decirle un par de piropos y agradecerle la delicadeza, para después salir caminando como nuevo.

Page 12: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

Después de cenar, me reúno con los que ya llevan un poco de tiempo afuera. Allí está un hombre de unos 50 años, español hasta la medula y con un puntero laser, verde. El cielo está despejado y la Luna en cuarto menguante, por lo que no opaca a las chicas que queremos ver, el cielo parece una pantalla de cine. Y así comienza la clase, marcando cual es la Estrella Polar, las constelaciones, los planetas, como orientarse por las estrellas y todas esas cosas muy interesantes, de las que no me acuerdo casi nada. Como dos horas duró la cosa y de verdad, fue una de las mejores noches de la odisea. De eso no queda constancia fotográfica por razones obvias: no iba a andar como un japonés tirando fotos con flash mientras la gente trata de concentrarse en el cielo…

Ya estoy en Santiago de Compostela. La última etapa la hice en cholas, lástima que no se me ocurrió antes, porque si bien llegué con las patas inmundas - otra raya más para un tigre- los pies no me molestaron ni un poquito, bueno al menos en el camino, porque después de bañarme descubrí tres ampollas nuevas.

En este tramo empieza la emoción, tener cerca la meta, pero sabiendo que todavía quedan 17 Km y que después, se acaba el viaje. Muchos sentimientos encontrados, ganas de llegar, de seguir caminando, de no llegar todavía; en fin, un poco de todo. Como a las dos horas de caminar, encontré un arroyo a un lado del camino. Después de consultar con mi estómago y aceptar su propuesta, me paro allí a comerme un par de napolitanas de chocolate y a descansar un poco. Quiero meter los pies en el agua, pero está demasiado fría, así que me toca sentarme al lado y disfrutar del ambiente.

A 5 km de Santiago, está un mirador que se llama Monte de Gozo, desde donde se ve toda la ciudad. Es una parada obligada, para tomar fotos, pensar un poco y tomar algo. Ando solo, para variar, ya me encontraré con Ana y Dani en Santiago (por fin intercambiamos números de teléfono). Hay una estructura que sirve de mirador hacia Santiago y como todo el mundo me

Page 13: desdemacondo.files.wordpress.com  · Web viewEntonces decido Caminar, así, con mayúsculas. Ver que tiene esa peregrinación tan famosa, que viene gente de todo el mundo a hacerla

ha hablado del sitio, me monto para ver lo que me espera y tomar un par de fotos. Ando de muy buen humor, el día esta hermoso y se huele la meta.

Salgo de los caminos rurales y empiezo a ver cerca una ciudad, pero todavía dudo si es o no es. Decía 5 km y no he caminado tanto, así que sigo con el ritmo rápido. De repente, un señor mayor, al cual casi atropello sin darme cuenta, me toma del brazo y con una sonrisa me dice: Tranquilo, ya has llegado a Santiago. Pfff, me paré en seco. Lo miré y le agradecí el gesto con una sonrisa, el me dio una palmada y siguió su camino. No me podía mover, solo sentía mi corazón latir, muy despacio. Un pie primero y después el otro vamos, es en lo único que puedo pensar y una sensación comienza a subirme por el estómago, la siento como sale por mi piel y no puedo aguantar las lágrimas, tampoco muchas, pero de calidad. Estoy en Santiago coño, si pude. Sigo despacio hasta el centro y aunque de todos lados me hacen ofertas de habitaciones para pasar la noche, yo sólo quiero llegar a la Catedral, terminar la peregrinación. Sin nada de religión, es simplemente que allí termina. La veo. Ahora sí, pienso, hice el Camino de Santiago.