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    ( a)C x \

    y i a o % í H - l M

    Â i o W ^ s « ^ (»^

  • ESTE VOLUMEN CONTIENEj

    |CRISTINA. Cristina,

  • l|B|

    — — -

    COLECCION

    DK OBRAS DRAM ATICAS ESCOGIDAS,

    POR

    LOS M EJO R ES A U TO R ES.

  • OnUAS PIIBLICADAS. ^è

    La Creación del mundo, y el Diluvio universal. < un Angel!

    Trabajar fo r cuenta agena.La Gloria del Arte.Juan sin Tierra.D. Sancho el liravo.Para Heridas las de honor, ó el desagravio del Cid. Mi Mamá.El í5 de Agosto.Los Amantes de Chinchón, (Paródia de los Amantes

    de Teruel.)El ensayo de una òpera. (Z arzuela .)Un dómine como hay pocos.Juan sin Pena.Las Guerras civiles.Traidor y inconfeso y Mártir.La banda de la Coridesa.Nobleza contra Nobleza.Un amor à la moda.Hacer cuenta sin la huéspeda.La Madre de San Fernando.Los amantes de Teruel. {Refundida.)Un Paje y un caballero.Las flores de D. Juan. 'Con razón y sin razón.Lecciones de amor.De audaces es la fortuna.Las apariencias.Llueven hijos.A l mejor cazador.Afectos de odio y amor.Los instintos de Alarcon.D. Bernardo de Cabrera.Arcanos del Alma. (P rim eraparte).Una falta.La Verdad en el Espejo.Negro y Blanco.J^ntre bobos anda el juego.

    Fausto.Dios quiere.

  • FALTAS JIT E M L E S.

    DRAMA EN TRES ACTOS.

    ARREGLADO A LA ESCENA ESPAÑOLA

    D. MAIT'JSL KAKIA DE U CJS7A,

    Rtprtstulado ôt primtm tu ti UaUo dtl PtvucVpt, t\ 16 át EutTo dt Iftb'i.

    MADRID:-18S2.

    Imprenta que fu é de O p e ra r io s á cargo de D. F . R . d e l C a s t i l l o . Calle del Factor, nú m . 9 .

    UNiVERSiDAD OE NAVARRA BIBLIOTECA DE HUMANIDADES

  • PERSO N A JES. ACTOKES.

    EL CONDE, te n ie n te g e n e ra ld e m a r in a ....................................D. J ulián R om ea .

    D. C A R L O S, su h ijo ..................F lorencio R omea.PEDRO, an tig u o m a rin o . . . D. José Calvo.AGUILAR, p ro c u ra d o r . . . . ü . Mariano F ernandez.D. LU IS DE MENDOZA. . . .....D . Antonio L ozano. ERNESTINA, e sp o sa d e l C on

    d e ...................................................... ....Dona B arbara L ahadrid .GABRIELA, s u h ija ......................Doña Josefa P alma .

    La escena pasa en una quinta cerca de Madrid.

    Esía comedia es propiedad del Sr. Oullon. como dueño de ¡a Galería titulada E l T eatro.

  • ACTO PRIMERO.

    El tea tro rep re sen ta un sa lón con p u e r ta al foro y dos v e n ta nas.— A la d erech a dos p u e rtas .— A la izqu ierda pu erta y c h i - m ioea con re lo j.— Al levan tarse el te ’o n , las persianas están ce rrad as .— Mesa á la izqu ierda y vulador á la d e re c h a .— Medio

    oscu ro .

    ESCENA PRIMERA.

    P e d r o , solo, sale por la p u erta de la derecha s e d i i ig e á m ira r a i reloj.

    Las siete!... y aun no ha vuelto de la partida de caza D. Gárlos... {y a á ^ in a de las ventanas del foro y a i r e la persiana ; e l teatro se a c la ra .) Sin em bargo, ya es bien de día! Si el conde supiese que su hijo ha pasado la noche fuera de la quinta! él que se ha vuelto tan severo, y habla tanto de la moral, desde que el reumatismo le impide hacer otra cosa... Porque también ha sido joven el señor conde. Antes de tomar su re tiro de teniente general de marina, y cuando e ía gobernador de las Antillas... sé yo alguna cosa de él, yo que le he servido veinte años como m arinero... siem pre de plantón á su puerta ... Todavía rae acuerdo que cuand©

  • recibia á ciertas damas, era preciso responder á tocios los oficiales que se presentaban, que el almirante te nia calentura!... \ Dios sabe cuán propenso era á la tal calentura!... Pero j a debe estar levantado... vendrá: me preguntará por su hijo... y no sé que contestar... {Mirando porla ventana del foro, derecha.)

    ESCENA II.

    P edro y el Co n d e .

    CosDE. Pedro! Dónde estás? Pedro! {Dentro.) Pedro! {Saliendo.)P edro . Ah! el general.Conde . Y bien! será preciso llamarte con un cañón para que

    oigas?P ed ro . Perdone usted, mi general, estaba m irando...CoMDE. Mirando, qué?P edro . Nada absolutamente. (Cortado.)CoxDE. Y p a ra e so le a so m a s á la v en tan a?P edro . Mi general, se ha levantado hoy mas tem prano que de

    costumbre.CoxDE. Es posible... esta gota infernal empieza de nuevo á

    atorm entarm e... No han bajado todavía esas señoras?P edro . No señor: y !o estraño porque siempre están aquí para

    recibirle á u sted ... Oh! bien puede usted jactarse de ten e r por m ujsr y por h ija ...

    Conde. Dos ángeles!... dos ángeles que emplean sus dias en ocuparse de un pobre diablo como y o ... m ientras que mi señor hijo se divierte en reco rrer las quintas, cazar y contraer deudas.

    P edro . Oh! no señor; desde las últimas, no.CosDE. Ya lo creo, pardiez! ayer las he pagado todas, y á m e- '

    nos que no haya pasado la noche contrayendo otras nuevas.., lo cual no seria estraño. Vino anoche?

    P edro . B uena p re g u n ta !... á la s nueve e s tab a en su cuarto.Conde . Entonces (Levantándose para entrar en el cuarto de la iz

    quierda.) voy á verle.P edro . P erd o n e u ste d , (De prontoy con embarazo.) mi general;

    pero aun no se ha levantado.Conde. Perezoso!P e d ro . Ua pasado la m ayor p a rte d e la noche estu d ian d o ... y

  • e s la m añ an a vi e l cód igo civ il a b ie r to to d a v ía s o b re su m e sa .

    C onde. Y estás seguro que duerme?P edro . Oh! Begurisimo; aliora mismo, al pasar, le h e o íd o ron*

    car... {Llaman.) y roncaba muy fuerte.Carlos. Pedro! {Desde dentro, llamando siempre.)CortoE. Esa es la voz {Volviéndose.) de Carlos.P ed r o . Cá!... imposible!... {Cortado.)C arlos. Pedro! {Llamando.)C onde . Vamos á (Va á abrir la puerta del foro.) verlo.C arlos. Pedro ... (Empuja ¡a puerta p vé á Pedro, que ha pasoio

    á la derecha.) Gracias á Dios!... estabas sordo?... Dios mio, mi padre! (Viendo al general)

    Co n d e . E s a s i com o le (4 Pedro.) h a b ia s o ido ro n ca r?í*EDRo. Mi general... (Cortado.)CojíDE. Es decir que, desde ayer está u.sted de caza, caballero,

    y que ha pasado la noche fuera de la quinta?Carlos. Lo confieso, (Que ha dado ó Pedro la escopeta y avíos de

    ■caza.) padre mio; pero ha sido á causa de la aventura mas singular; y si le contuse á usted ...

    C o n d e . E s inútil, la adivino... Habrá usted encontrado algunos de esos amigos de las inmediaciones q u e , so pretesto de correr liebres, se reúnen para destripar botellas de Champagne con m ujeres... (Movimiento de Carlos.) que no quiero calificar... Porque esa es la sociedad de usted, caballero... v gracias á ella debe usted á Dios y al diablo!

    C arlos. Oh! eso es una suposición, (5anne«dí>.) padre m io ...porque no creo que ninguno de los dos haya mandado á usted sus cuentr-s.

    Co nde . C ó m o !... to d av ía s e a tre v e u s te d á c h a n c e a r s e , cu an d o e s to y fu r io s o . . . cu an d o d e b e r ía . . . P o r q u é (-4 Pedro que se rie.) le r ie s tú ?

    P edro . Porque me recuerda el señorito lo que era usted en su juventud, mi general.

    Ga rlos. De veras? (Con viveza.)Co:

  • P edro .C arlos.C 0 !ÍDE.

    P edho.

    C onde.P e d r o .

    Conde .P edro .Conde ,

    P edro .

    C o n d e .

    P edro .

    COMDE.PPDRO.

    Que robó usted al raísmo tiempo.Hola!Eso no es verdad?Por seuas que me endosó {Animándose.) usted á mí las criadas.Te callarás?E s que me remozo recordando {Animúndose.) el tiempo en que yo vivia como marido soltero.Y te atreves á vanagloriarte de eso? {Colérico.)Y por qué no?Por qué, viejo loco? Porque {Colérico.) m ientras líi olvidabas á tu mujer en el estranjero, ella hacia lo mismo en España... tanto que á tu vuelta le viste obligado á separarte de ella!{Resentido.) Mi general!... no es justo traerm e {Con vos turbada.) á la memoria lo que me hace desgraciado.Y por qué diablos {Con una impaciencia mezclada de pesar) me sacas de mis casillas?Bien sabe mi general que no debia haber sido yo solo el castigado, si hubiera habido justicia!Pedro ... déjanos.Ya me voy; pero nunca hay razón para ser duro y orgulloso con los demas, porque uno es dichoso. {Pedro se vá por el foro.)

    £SCENA 111.

    C arlos y el C on d e .

    C arlos. Ah! padre mio, usted le ha ofendido...Conde. Usted tiene la culpa, caballero. {Colérico.)C arlos. Yo!C onde . Si señor, sus locuras de usted han dado origen á este

    debate... usted es aqui causa continua de discordia... A cada instante riño por usted con Pedro, con Gabriela ó con la condesa... porque si las m adrastas son en general poco indulgentes para los hijos de sus m aridos, aqui es al contrario; Ernestina siempre disculpa á usted y le defiende.

    Carlos. Ah! ya sé que desde mi infancia ha sido para mí la protectora mas cariñosa, mas constante y mas adicta...

    C onde . Pero lo que usted no sabe, caballero, es el valor que

  • Carlos.COKOE.

    C arlos.CO!ÍDE.

    C arlos.

    CONBE.

    ha uecesitado para mostrarse lan buena cou usted v conmigo... conmigo sobre todo, áq u ien tenia derecho para odiar...A usted?Si señor, á mí. Escúcheme usted ... quería reñirle á usted: pero prefiero hacerle una confesion: es preciso que las faltas de los padres sirvan, ai menos, de lección á los hijos.Qué dice usted?Pedro tenia razón (Sentándose en un sillón á la derecha.) ahoro poco; yo he sido un bribón... como usted ... mas que usted!... porque todo degenera. Ahora no hacen ustedes mas que tonterías; en mí tiempo siquiera había valor, originalidad, audacia... robaba uno la m ujer que amaba, se batía por una palabra, y jugaba todo su caudal á una carta.Tiene usted razón, padre mío, ustedes eran los hombres de la gran época.Eramos unos bribones, caballero... y yo el primero. Si su madre de usted hubiese vivido, quizá hubiera yo cambiado de conducta; pero viéndome viudo, volví naturalm ente á mis antiguas costumbres, hasta que la casualidad me hizo conocer á la hija de un comerciante , la señorita Ernestina Escobar, su madrasta de usted.Y se enamoró usted de ella?Tanto mas cuanto que la pretendía uno de mis enemigos personales, cou el cual me había batido ya dos^ vec e s ... el coronel Mendoza, viudo como yo. Desgraciadamente, él se había adelantado, su pretensión fue admitida, vm e vi obligado, á pesar mió, á cederle el puesto, cuando pérdidas inesperadas hirieron de repente la casa del señor Escobar; su quiebra se hizo inminente, y esto para él era el deshonor, la m uerte, porque no hubiera s o b r e v iv id o á ella! Yo era rico, y propuse al padre una asociación si me concedía la mano de su h ija ... Ernestina cedió, el matrimonio se hizo y pocos días despues me hallaba en el m ar con mi escuadra.Y el coronel?Marchó á América con su hijo, en donde aun perm anece.

    Carlo s . Se vengó usted como un enemigo implacable!CosDE. Me vengué como un imbécil; {Levantándose.) porque me

    C arlos.C o jiD E .

    C a r l o s .

    Conde.

  • casé con una mujer cuyo corazon lenia otro dueño, y me espuse á represalias... que hubiera m erecido!... Pero tuve la dicha de encontrar una escepcion, una maravilla, una m ujer que aceptó á su marido como se aceptan las calamidades inevitables... con resignación heroica.

    Carlos. Y ademas ha encontrado usted á su vuelta una hija que es la alegría de todos. Porque sin ella seria esta quinta un paraiso sin so l; si su m adre es la dicha de la casa, Gabriela es el movimiento, la alegría.

    Conde . Y usted la locura.Carlos Padre m ió... (Sale Gabriela.)CoNDK. vSi señor, sin usted solo habría aqui para mí motivos de

    satisfacción; pero al fin, acabará usted por cansar mi paciencia...

    ESEENA IV.

    l a Co?

  • C onde . N o p u e d o .. . p o rq u e t ú r n e d is t ra e s y te e n t ie n d e s con e s e b r ib ó n . . .

    (íABRiE. Está usted equivocado; porque precisam ente vengo á regañarle; pero no me gusta hacerlo sino á solas.

    Co>DE, E s o e s d e c i r q u e m e vaya!(ÍABRJE. Y también venia para decirle á usted que mi madre ha

    bajado al jardín, y le espera.CosDE. Ah! Pues voy á reunirm e con e lla ... Pero cuidado! (Sc-

    ñalando á Cárlos.) échale un buen sermón, no le contem ples...

    Ga bbie . T ra n q u ilíc e s e u s te d , p a p á , voy á t r a t a r l e . . . eom o s i fu e - T a su m u je r .

    C onde . Y usted, caballero, piense (A Cárlos acercándose á él.) en obedecerla...

    C arlos . Mejor que si fuera (Inclinándose.) su marido.C a b r ie . Hasta luego, papá. (,4/ conde que la abraza.)C onde . Hasta luego. {Yase por el foro.)

    ESCENA V.

    G a b r i e l a , sen tada , C a r lo s apoyado en e l velador.

    Carlos. Otra tormenta disipada... gracias á tu socorro, mi querida hermana.

    Ga b r ie . Pues, sin embargo, estoy enfadada contigo.C arlo s . Conmigo?Gab r ie . S í ; n o s o fr e c is te c a m b ia r d e c o n d u c ta , y co n e sa c o n d i

    c ión o b tu v im o s m i m a d re y yo d e l g e n e ra l q u e o lu d a r a tu s lig e re z a s , y hé a q u i q u e e m p ie za s d e n u e v o .. . No v o lv e r ay e r á c a s a .. . te n e rn o s in q u ie to s .. .

    C a r lo s . Bueno!... Ya estás como [S en tándose .) mi padre, acusándome sin haberme oido! Apuesto á que crees tam bién, que he pasado la noche en alguna quinta de las iumediaciones, ocupado en echar brindis de soltero!...

    G a b r ie . Y no es verdad?Carlos. Ni por pienso, querida mia; he pasado la noche m as

    inocente y pastoral... acostado en un granero, y jio ha- blando mas que de la condesa y de tí.

    G a b r ie . Qué quieres decir? (P oniéndole un a flor en e l oja l del fr a c6 le v ita .) ̂ ,

    Carlos. Sabe, pues, que hace tres días escitaba mi curiosidaduna cosa singulí^r.

  • — -IO —(ÌABRIE. Ei qué?Ca íl o s . Por donde quiera que sí^lia, fuera á pasear á c:;ba]lo, á

    lee r en el bosque, ó í visitar á nuestros vecinos, siem pre encontraba en mi camino al mismo estranjero.

    Ga br ie . Un estranjero? (Pronlameníe.)Carlos. Sí, un joven.Ga b r ie . De porte elegante? {Con viveza.)C arlos Muy e le g a n te .Ga b r ie . Algo pálido? {Idem.)C arlos. Precisamente.Gabrie . Y con o /os n e g ro s? {Idem.)C arlos. C on q u é le has visto?Ga br ie . Yo... ni por pienso... {Cortada.)C arlos . O h!... pues es adm irab le , como re tra ta s à las personas

    q ue no conoce.«!.Ga b r ie . Y h a s e n c o n tra d o a y e r ta m b ié n á e s e d esco n o c id o ?Carlos. Junto á un espeso matorral. Mi perro acababa d e dar

    m uestra; salto una zanja para alcansarlo, cuando me encuentro en frente de mi estranjero, cuyo perro estaba en la misma postura que el mio. Sin saberlo perse- guiamos la misma pieza.

    Ga b r ie . Ah!Carlos. Ya comprenderás {Levantándose.) que al vernos cada

    cual quería ceder el puesto al otro. Hágame usted el favor de tirar.— Usted primero, caballero.— Yo no tiraré sino despues que usted .—En fin, no sé como hubiéramos salido, si fastidiada la liebre de nuestros cumplimientos, no hubiese tomado el partido de escaparse.

    Ga brie . Y entonces se separaron ustedes.’Carlos. Nada de eso! Ya sabes, amada hermana, que el infortu

    nio une à los grandes corazones. Yo tenia que indem nizar à mi compañero de la liebre que le había hecho perder. En su consecuencia, le propuse llevarle á m e jo res sitios. Aceptó diligente, y, al cabo de una hora de caza, ya éramos íntimos amigos.

    Gabrib. E s jp o s ib le ?C arlos. Solamente que, charlando, perdimos el camino, y cuan

    do anocheció, nos cogió la tormenta á tres leguas de aqui, en lo último del bosque, cerca de la casa del guarda, donde hemos pasado la noche... Allí fue donde mí nuevo amigo me hizo todas sus confidencias.

    G a b r ie . A ti?

  • — n ^

    C arlos, ü e sa b id o q u e v ie n e d e A m érica con in ten c ió n d e fijarse e n E s p a ñ a .

    Ca b r ie . Y se l la m a .. .C arlos. D. Luis de Mendoza.Ga b r ic . El es! (Con viveza.)C arlos. C óm o, él!..'Ga b r ie . Sí , ahora creo recordar.. (Corlada.) D. Luis de Mendoza,

    se llamaba un joven que mi lia y yo encontramos en los baños de m ar de Cádiz, hace algunas semanas.

    Ca rlo s . Ah! perfectamente! perfectamente! Entonces ya me es- pHco lo que le ha encantado en m í... Me habrá encontrado un aire de familia.

    Ga b r ie . Qué idea!C arlos. Oh! lo sabremos, porque va á venir.Ga brie . Hoy?C arlos. He prometido presentarle esta mañana á la condesa. Ga b r ie . Jesús!... y uo me {Con viveza.) lo avisas!... Puede llegar

    de un momento á otro, y aun no estoy acabada de vestir. C arlos. Ay! gran Dios!... {Irónicamente.) te he comprometido...

    no estar acabada de vestir para recibir á un joven de porte elegante...

    Ga brie . Por favor. Cárlos...Carlo s . Algo pálido... y con {Irónicamente.) ojos negros..Ga b a ie . Cárlos...C arlos. Y que tanto te h a costado {Irónicamente.) recordar... Ga b r ib . Cállate! (Con viveza.)C a rlos. A lgu ien v ie n e .. . é l e s ! . . .Ga b r ie . Ah! {Escapándose por la izquierda.)C arlos. N o , es nuestro querido procurador, el señor Aguilar.

    esc en a VI.

    Los Mismos y A guilar saliendo por el foro.

    AGU.L. El mismo, señor D. Cárlos... i Gatri,la.) Ah!señoritai (La saluda de un modo ceremomoso.) Disimule usted 'si me presento tan temprano; pero el conde y su esposa me han mandado á llamar.

    Ga b r ie . Voy á n u n c ia r le s su lle g a d a d e u s te d .AGCL. E s a e s d e m a s ia d a b o n d a d .. . e s to y c o n fu so , s e f io n ta .. .

    (La saluda.) , , , . .Ga br ie . C a b a lle ro ... {Devolviéndole el saludo.)

  • IL.

    RLOS.

    Agu]l .

    C arlos.

    Ag u il .

    C arlos.

    A guil.

    C arlos.

    A guil .C arlos.Agu il .

    Carlos.

    Agcil .C arlo s .

    A g u il .Carlo s .Ag cil ,C arlos.Ag u il .

    Señorita!... (Acompasando á Gabriela hasta la puerta y saludándola otra vez.)Otra vez!... {Mirando saludar á A(tuilar y riéndose.) Vamos! las cortesías del señor Aguilar se parecen á sus escritos, que nunca se acaban.Qué? he hecho alguna cosa inconveniente? {Volviendo d Cárlos con inquietud.)Eso no es posible, querido!... No es usted la flor y nata de los procuradores?Oh! yo no me hago ilusiones... cuando reem placé al señor Balar, solo había frecuentado la alta sociedad de mi país... Tenia el buen tono de Alcalá; pero enMudríd es otra cosa!... de modo que siem pre temo fa lta rá los usos,., porque ya usted conoce que cuando se compra una procuraduría y se tiene por clientela la mayor parte de la nobleza, debe uno necesariam ente ser distinguido. Cierto! eso constituye parte del oficio lo mismo que la fianza.Ya vé usted, para acostumbrarme á la alta sociedad, me convendría una alianza con alguna familia de buena posicion... porque un matrimonio recom ienda á un procurador, le completa y le da una posicion particular en la sociedad.Sin duda! siempre hay cierto número de personas bien nacidas, que hacen mas ó menos la corte á la m ujer, v que, por consecuencia, son otros tantos amigos mas pa ra el marido.Y eso no es inconveniente.Al contrario, es muy conveniente.Sí; pero siempre queda en pié la dificultad del casam iento,,. Se necesita .,, así,., cierto atrevimiento para presentarse.Pues me parece que esa es una especie de audacia que á usted no le falta.A mi?SI. Aseguran que lleva usted ya veinte demandas de casamiento.Quién le ha dico á usted?.., (Sobresaltado.)La voz pública.Ah! me lo temia, (Dejándose caer en un sillón.)Calla.' qué tiene usted?N ada... nada.,, pero ya vé usted, cuando uno es sensi-

  • s ib le , e sa s c o sa s le a fe c ta n ... y l e . . .C arlos. C on q u e e s u n a calum nia?A guil . P re c is a m e n te c a lu m n ia . .. no , so lo e s u n a e x a g e ra c ió n ! . .

    p o rq u e u s te d b a d ich o v e in te d e m a n d a s , y h a s ta ah o ra no e s to y s in o e n la d ie z y s ie te .

    C arlos. E n la d ie z y s ie te?A gl'Il . Sí ; y lo d o e so p o rq u e no tu v e b u e n éx ito con la s e ñ o r i

    ta C ascan te .' L a s e g u n d a , cuya m an o s o lic ité , n o qu iso a c e p ta r lo q u e la p r im e ra h ab ia re h u s a d o . L a te r c e r a h iz o o tro ta n to , y asi c o n se c u tiv a m e n te , to d a s h a n h e ch o d e e so u n a c u es tió n d e a m o r p ro p io . H ay ta m b ié n m u c h a s m a d re s e n c u y as h ija s n u n c a h e p e n sa d o , y q u e s o s tie n e n q u e yo la s h e p e d id o . E n fin , e s u n a g lo ria c o m ú n q u e to d as s e d is p u ta n e n t r e s í . . . H a b e rm e d ado ca lab a z as e s , com o si d ijé ra m o s , la c ru z d e S a n F e rn a n d o d e to d as la s so lte ra s .

    C a r lo s . A h! ah! ah .' p o b re A guila r.' (R iendo .)Ac c il . A si, p a ra e v ita r n u e v o s c o n tra tie m p o s , h e re s u e l to no

    d ir ig irm e e n a d e la n te á lo s p a d re s , h a s ta ta n to q u e la h ija h ay a a ce p ta d o m i a m o r. D e sg ra c ia d am e n te , e s to p re s e n ta s u s d if ic u lta d e s . ..

    C arlos. P o r qué?Agdil. O h! p o r q u é , p o r q u é? p o rq u e soy m uy t ím id o . . . y la

    p ru e b a e s q u e c u an d o e s to y a l lad o d e u n a m u je r , co n la c u a l q u ie ro s e r a m a b le , no b ago m as q u e d e c irm e e n voz b a j a : - q u é la d ir e ? . . . S i i a d i r é ? . . . U u é la d iré ? .,

    y co n e fe c to , n o la d igo n a d a .C arlos. E n to n c e s p o co a d e la n ta rá u s te d .A güll. H ab lán d o las n o ; p e ro com o la re d a c c ió n e s e l fu e rip

    d e n o s o tro s los p ro c u ra d o re s , m e h e d e c id id o a e s c r i b ir . T a m b ié n te n ia q u e p e d ir á u s te d u n favor.

    C«»L0S. Y JO o t r o . . . A yer ful á su casa d e u s te d p a ra e s e e r e - d ito d e C e rd a , d e q u e h ab la m o s e l o tro d ía . . . s eg ú n m e h a u d ic h o h a o b ten id o c o n tra m i u n a u to d e e m -

    b a rg o .A g d i l . D iab lo! i m.- j j jC b l o s . A u n q u e l e d i g a 4 m i p a d re q u e e s la u lt .m a d e u d a d e

    m is d e u d a s , no m e c r e e r á . . . y e s p re c is o q u e u s te d

    a r re g le e s o , m i q u e r id o A g u ila r .A g d íl. M u y b i e n . . . Yo m e e n ca rg o ® .C*L»0S. ne v e ra s? Ah! cóm o m a n ife s ta r le á u s te d m i re c o n o c í -

    m iento?

  • - u —

    A güil. Pardiez! Me lo m anifestará usted en papel sellado.C arlos. A h[ el reconocimiento del préstam o... ya com prendo...

    Sabe usted que para procurador no carece usted de talento... y que eso le perjudicará entre sus compañeros?

    Acdil. E s cierto, para un procurador es inconveniente. Pero como dije antes, yo también tengo una petición que hacerle à u sted ... respecto á la señorita Gabriela...

    C arlos. A mi hermana?Ac u il . Silencio! El general y la condesa.

    ESCENA VII.

    L o s Mismos, E r n estin a , í / C o n d e ,

    E r>e s .

    Ag u il . " E r n e s .

    C arlos.C o n d e .E r n e s .A g u il .

    C onde.

    ActJIL.Conde.E r n e s .Aguil.E r n e s .C arlos.

    E r n e s .Aouit.

    Nada, no hay mas que hab lar... (/!/ salir al conde.) me lo has prometido. Mira, aqui le tenemos con nuestro amigo Aguiinr.Condesa... {Saludando.)Cárlos, acabo de hacer que el general le perdone á usted.Siempre buena! {Besándole la mano.)Demasiado buena, caballero, y yo demasiado débil!Me alegro que haya usted venido, señor Aguilar.Señora condesa, la exactitud es la política de los procuradores.Ha preparado usted el borrador de la escritura? (Bajo á Aguilar.)E ste es. {Bajo al conde y dándole un papel.)Muy bien.La solicitud dirigida al m inistro... {Bajo á Aguilar.)Será aprobada. {Bajo á Ernestina.)Perfectam ente.Espero, mi querido pocurador, que pasará usted el dia con nosotros. {Bajando del foro, adonde se dirige durante los apartes anteriores.)Y también la noche.Acepto con el mayor gusto; ùnicamente pido á ustedes permiso para i r aqui cerca, á casa del señor Salazar, al que debo enipcgsrr algunos papeles...

  • Ga b r ie . Cárlos, Cárlos! {Dentro llamando.)A guil . La señorita Gabriela... Pues entonces me quedo. C onde . Qué sucede?

    ESCENA Vll(.

    Los Misn os , Ga br ie l a .

    Ga brie . Cárlos! Ah! (SoWíkííí?.) hermano, te buscaba... Ven, ven á ve r...

    Ca rlos. E l q u é?Ga b r ie . Mira! {Llevándole á la ventana de la izquierda.)Carlos. U n tilbury.Ga b b íe . E l q u e ta n to d e s e a b a s ; a c a b a n d e t r a e r lo p a ra ti , y e s -

    ta n e n g an c h a n d o e n é l tu c ab a llo Solimán.C onde. > C 6m o e s e so ! y a d ije q u e n o q u e r ía c o m p ra r e s e c a r -

    ru a g e .E rkes. Soy yo, amigo mío, quien le ha comprado.Ca rlos. Ah! señora, no sé, en verdad, como agradecer á usted

    tantas bondades.C onde . Ni yo cómo impedir que cedan á todos sus caprichos

    de usted.E r n e s . General, el mejor {Confidencialmente) medio de apartar

    á Cárlos de sus costumbres disipadoras, es concederle lodo lo que pueda hacerle esta mansión agradable, y detenerle à nuestro lado. Ademas te advierto que no tienes derecho para reprenderle, pwrque el carruage lo he pagado yo de mis economías.

    Conde . Entonces porqué me impides emplear las mias en hacer construir la pajarera que Gabriela deseaba?

    E r r e s . • Porque esa pajarera es inútil... {Cortada.)Conde. Sí, y el tilbury es un objeto de primera necesidad, no.

    6S 6SÍ0?Ga b r ie . Seguramente, papá; cuando puede hacer la dicha do

    alguno... .Carlos. O h! e s e h a r á la d e d o s; p o rq u e q u ie ro q u e le p ro b e

    m o s ju n to s a h o ra m ism o .Ga br ie . Ay! uo m e a trev o ; Solimán es ta n fo g o so ...Carlos. Bá! no temas, querida herm ana... Mira; llevaré mis

    pistolas para tirar à las golondrinas. {Tom tu caja de pistolas.) Xo daremos mas que un paseo por el bosque. —Es por. (Bayo.) donde vá á venir.

  • G abuie . Ah!... pues bien! si mi madre lo perm ite...E r :í s s . Vé, ya que Carlos lo desea...CoKDE. Y si es de tu agrado; porque tu madre solo piensa en

    ese botarate...E rices. Yo! ah! no lo creas... {Abrazando á Gabriela con pasión.) C onde. Cuidado que si le sucede (A Cárlos.) alguna cosa á tu

    hermana, á ti te hago responsable.C arlos. No tem a usted , padre. (Váse con Gabriela y Aguilar.)

    ESCENA IX.

    C onde.

    E b n e s .

    C onde .

    E r k e s .

    Conde .

    E r n e s .Conde .

    E rn es .Co n d e .

    E r k e s .Conde .

    E l C o n d e , E r n e s t in a .

    Aunque es un aturdido, cuando se trata de Gabriela, su cariño le hace juicioso.Oh! si supieras que {Sentándose á la derecha.) complaciente es para con ella! Siempre hablas desuscalavera* das, y no tienes en cuenta su buen corazon, su franqueza y su lealtad.Vamos! Ya te veo venir; {Sentándose á la derecha de Ernestina.) vas á hacer su elogio, para pedirm e de nuevo alguna cosa en su favor.Te engañas, amigo mió, nada tengo que ped irte ... de nuevo... únicamente quiero recordarte aquella renta que ofreciste constituirle... Aguilar acaba de decirme que será aprobada...Bueno... también á mí me ha entregado el borrador de una escritura que le habia encargado.Qué escritura?Tú quieres que asegure á Cárlos veinte mil duros para recompensarle de hacerm erab iar... corrien te ... pero que yo castigue á su hermana de haber sido siempre mi alegría ... convendrás conmigo en que seria demasiado injusto...Sin embargo, considera...Considero que vivimos en un siglo de igualdad, y que cuando el diablo tiene su parte , bien se puede reservar alguna cosa para los ángeles. Asi, pues, pretendo asegurar á Gabriela un dote igual á la renta de su hermano.Qué dices?Lo que quiero hacer... Aqui está el contrato.

  • E r n e s . E so es imposible! {Levantándose.)C onde . Cómo, imposible?E r n e s . Piensa que à Cárlos le corresponde sostener tu nombre

    con el esplendor que siempre ha tenido hasta aqui. Esa fortuna que quieres dividir proviene de ti solo, j es justo que el hijo herede á su padre.

    Conde. El hijo!... y qué! Gabriela no es hija mia también? Cui~ dado qué es cosa particular! Siempre que quiero ocuparme de la herm ana, me opones el hermano. Para él jam ás me encuentras bastante tierno, bastante generoso, y para eila todo lo impides y lo rehúsas; no parece sino que Cárlos tiene derecho i exigirlo todo, y que Gabriela no puede aceptar nada sino como un favor,

    E rnes. P e r o . . .Conde . Y por qué e s esto? {.Animándose por grados.) Por qué

    incitarme á despojar á Gabriela en provecho de Cárlos? Respóndeme; porque para eso tendrás un motivo... Qué, por ventura, no amas á tu hija?

    E r n e s . Yo ! gran Dios!C onde . N o , no la amas como se m erece {Con energia levan

    tándose.) cuando la apartas de mi cariño. Pero no lo sufriré , y la protegeré contra tí misma...

    P edro . Detenedle, detenedle. {Dentro.)E r k e s . Escucha!...P ed ro . Que vayan en busca de un médico. {Dentro.)E r n e s . Un médico!...

    ESCENA X-

    Los M ismos, P ed r o , saliendo por el foro.

    Conde . Qué ocurre? (¿1 Pedro que sale.)P ed ro . Perdone usted , mi general; el lilliury que ha volcado!C o n d e* ) n - • >E r n e s . J ^ ^ 'o s m io !

    E r n e s . Y mi hija... dónde está mi hija? {Espantada.)

  • ESCENA XI.

    Los M ismos, G a br iela .

    Gabhik. Madre mia! {Corriendo á Ernestina.)E r:i e s . Ah! {Abrazándola.)Co nde . Y Cirios?PenRO. Allí e s tá . {Vase con el conde.)Rrkes. Gabriela! hija mía! estás berida?Ga b r ie . No . 't r a n q u i l íc e s e u s te d .E rn es . Oh! gracias. D iosm io, (Abrasándola con pasión .) gt»-

    t5 ias , por habería salvado!Ga brie . Cálmese usted, m adre mia, por favo r; solamente ha

    habido peligro para Cárlos.E r ?íe s . Cárlos! O h!... !e habia olvidado! dónde está?

    ESCENA XII.

    I.0S M ism os, e/CoMDE dgspues C a r l o s ^ M etídoka,este último saca la mano envuelta en un pañuelo.

    CoM)K. Héle aqui.C a r l o s . Sano y salvo... Gracias (Pm cntendo d Mendoza.) á este

    caballero, que se precipitó á la brida, y que, pisoteado por Solimán, persistió en sujetarle.

    E r n e s . Pero está herido! (Viendo la mano de Mendoza envuelta.)Ga b r ie . E s posible?... (Conprontitud.)Ug^̂doz. No, algunas contusiones que no valen la pena... Me

    conceptúo muy dichoso de que la suerte me haya tra ído tan à tiempo.

    Carlos. En efecto, este caballero venia á la quinta convidado por mi, y esta m añana debía presentarlo á usted, padre mio.

    C onde . El mismo se ba presentado sin necesitar introductor. Su mano de usted , caballero!

    Mesdoz . Perdone usted, genera!, (Titubeando.) antes de aceptar el honor que usted me hace, debo decirle mi nombre.

    CoJíDE. Por qué?Mendoz . Porque puede _traer à su memoria recu erd o s... que el

    tiempo no ha borrado quizás de su corazon.C on d e . C óm o?

  • H enooz. E r n e s . Ga b r ie . . Ca rlos. P ed ro . ¡ Mendoz .

    C on d e .T odos.C onde .

    Mendoz.CoKDE.U endoz .

    Conde .E r n e s .Menbo z .

    Mi padre era el^coronel D. Luis de Mendoza.Cielos!

    Mendoza!

    Ya lo Té usted, {Con tristeza.) general... la mano qae tendió al desconocido, la rehúsa usted ai hijo de un enemigo.Mi m ano... está aqui, caballero.Ah!Y si su padre de usted estuviese presente, también se la alargarla; puede usted decírselo.Ay!Qué! no ha Tenido con usted?G eneral... {Mirando d Ernestina.) el coronel Mendoza... ha m uerto.Muerto!Gran Dios!.. {Apoyándose vacilante en untHlon.) Muerto!Y yo traigo ¿ usted {Bajo á Ernestina.) su ùltima voluntad.

    FIN DEL ACTO PRIMERO.

  • ACTO SEfiüIVDO.

    La misma decoración.

    ESCENA PRIMERA.

    C arlos, PE dno , que saca una capa y una caja de pistolas.

    Carlo s . Bien! coloca ahi lodo lo que se ha sacado del tilbury al levantarlo... mi capa... mis pisto las... creo que no les habrá sucedido nada. (Abré la caja, exam ínalas pistolas y las deja sobre la mesa.)No olvides entregar la cartera al señor de Mendoza.

    P edro . Descuide usted . (Vdse.)C arlos. Pues que se ha encontrado en el mismo sitio en que

    volcó el tilbury, no puede ser sído de él que se le caería al de tener el caballo ... tengo la prueba en este trozo de poesía caido tam bién de la cartera : una elegía titulada: A orillas del mar. Será algún recuerdo de Cádiz; estos versos me servirán para saber exactamente lo que piensa mi herm ana... Estoy enojado con ella por su falta de confianza... P o r eso cuando ahora poco me confesó el señor Aguilar que queria ofrecer á Gabriela su despacho y su corazon... le he anim ado... para que empiece su décima octava campaña malrimonial.

  • Ese buen {Riendo.) procurador esiá predestinado á pasar los trabajos de Hércules antes de casarse ... Oh! esto obligará á mi hermana á esplicarse...

    ESCENA 11.

    Carlos, A guilar, saliendo por el foro.

    A cu il . Ah! mi querido D. Cárlos, le buscaba á usted ; acabo de enviar á mi escribiente para arreglar la deuda de usted con Cerdá y suspender el auto de embargo.

    C arlos. Mií gracias, mi buen Aguilar. {Dándole la mano.)A g u il . También he preparado las piezas relativas al negocio

    de la ren ta . {Enseñando varios papeles.)C arlos. Vamos, usted quiere que de todos modos le esté agra

    decido.A g u il . Yo si que lo estoy á usted por haberme alentado!...

    porque siguiendo sus consejos me he decidido , y he redactado dos ca rtas .... una para el general, y otra para la señorita Gabriela.

    C arlos. Hola! para m ¡ hermana?A gu il . Oh ! una carta tan respetuosa como una escrilura en

    forma auténtica. Véalo usted ... {Le dá la caria á Cárlos.) Ahora solo se trata de hacerla llegar á sus manos, y ya he inventado un m edio...

    Carlos. Hola! también inventa usted?...Ag c il . Quizá es inconveniente; pero dice e l re frán , Audaces

    fortuna ¡ubal. Me he acordado que la señorita Gabriela trabaja aquí.

    Carlos. En e f e c t o , a llí e s tá {Señalando el velador de la iz- quierda.) s u c o s tu re ro .

    A g u il . He pensado que é l podria servirm e para mi correspondencia...

    C arlos. Escelente idea!—Si me aprovechase (Ap.) de ella para hacer llegarla elegía del am ericano...

    A gu il . Esta es la hora en que acostum bra ven ir... hallará el billete debajo del bordado, lo le e rá , m ientras que yo escondido a lli...

    C arlo s . Podrá u s te d v e r la im p re s ió n q u e le h a g a la le c tu ra ?AfiuiL, P r e c is a m e n te .Carlos. Querido, u s te d e s el Maquiavelo de los procuradores.Ag u il . Con q u e a p ru e b a u s te d e l e sp e d ie n te ?

  • — a s

    o m o s . H ago m a s , lo p o n g o e n e je c u c ió n . {Se d ir ig e hácia el costurero.)

    Aguil . P o n e u s te d m i c a r ta ? . ..C arlos. S i .— E n m i b o ls i l lo . . . y lo s v e rs o s e n e l c o s tu r e r o , ( á p . ,

    ejecutando lo qué dice.)A guil . C u id a d o , g e n te lle g a . {Mirando al fondo.)Carlos. G a b rie la ! s á lv e s e e l q u e p u e d a . {Cárlos se oculta detrás

    de la cortina de la ventana de la izquierda , y Aguilar detrás de la cortina de la ventana de la derecha.)

    ESCENA III.

    Los Mismos, G abriela , mirando hácia el jardin . Sale por ¡a puerta del foro, y va á colocarse junto al velador en que está el costurero.

    Gabrik . El señor de Mendosa está de paseo con mi p ad re ... ya no pueden tardar en volver y precisam ente pasarán por este salou... á ao ser que m i padre haya empezado á contar su cam paña de F ran c ia ... que es la m as larga de todas.

    C arlos. Ya se pone à trab a ja r... {Levantando una punta de la cortina.)En fía, esperem os. {Suspirando.)Está buscando en el costurero . ( Levantando una punta de la otra cortina.)

    Ga brie . L o importante es q u e Mendoza agrade á mi m adre y al general.Si no reparará en mi c arta ...Tiene encima la m ano... {Gabriela que busca en el costurero, saca el papel.)

    C A B R tB .

    A g u il .

    A gu il .C arlos .

    Agu il .Carlos.Gabrie .

    C arlos.Ag u il .Ga b r ie .Carlos.Ac u il .

    J Ah!

    Qué papel es este? esta mañana no estaba aquí. {Abre el papel.) Versos ! oh ! no me engaño, la letra es de Luis; pero cómo se encuentra en este sitio ? con qué objeto? serán efectivamente para mi?E stá leyendo! {Levanta la cortina.)Qué pensará de mi demanda? {Lo mismo.)Mi nombre! {Que sigue leyendo.)Se turba!Se conmueve!

  • G a b r ie . C onque su amor es verdadero?... [Leyendo.) Me am a... [Gabriela estrecha el papel contra su corazon.)

    ^ O h!... [Olvidando que están escondidos.)

    Hein?... [Cárlos y Aguilar dejan caer rápidamente la cortina; Gabriela no ve nada.) Es particular ; se me figura haber o ido ... no hay nad ie ... pero pueden venir... Aii! en mi cuarto podré acabar de leer sin tem or... [Vdse por la derecha.)

    Carlo s .A g u il .G a b r ie .

    ESCENA IV,

    Ca r l o s , Ag u ila r .

    A g u il . B rav o ! [Levantando ¡a cortina.)C arlos . Se ha marchado! [Lo mismo.)A g u il . Me acepla! [Con aire de triunfo.)Carlo s . A u s ted ?A g u il . Me acepla, estoy seguro de ello... no ha visto usted su

    agitación al lee r mi carta?C arlos. Su ca rta ... ah!... si, es c ie rto ... era su carta de usted.

    -~[Ap. riendo.) De nada se ha apercibido.Agl'IL. La estrechaba contra su corazon... mi redacción contra

    el corazon de una m ujer... Ahí estoy mas ufano que si hubiese hecho uu contrato de venta por valor de diez mil duros.

    C arlo s . Mi buen Aguilar! • i )A g u il . Comprende usted ahora mi dicha de haber sido des

    echado por todo el mundo ? Desechado veinte y una vez!v.. porque antes dism inuí el guarism o... estaba enel núm ero veinte y uno!

    C arlo s . P o b re h o m b re ! . . . (A p. dándole la 1 u e s ya e s tae n e l v e in te y dos.

    A g u il . A h o ra so lo fa lta a b la n d a r a l g e n e r a l . . . ju s ta m e n te t r a i go a q u í e sp lic a d a m i d e m a n d a . . . N o p o d ra u s te d a y u

    d a rm e ? , , • . I C arlos. Obi im p o s ib le .. . te n g o q u e h a c e r y le d e jo a u s te d e n

    tre g a d o á s u s in s p ira c io n e s .

    A g u il . Sin embargo...C arlo s . Hasta la vista, y buena suerte .

  • ESCENA V-

    A guilar.

    Y liene razón... por qué esta tim idez, ahora que puedo entregar mi carta al general? Oh! no , en tregársela seria dem asiado... curial ; necesito un m edio mas orig inal... Ah! ya le tengo... en estos papeles que espera ... Eso es; {Pone la carta dentro de los papeles.) al examinarlos encontrará mi b ille te ... Ojalá do se m uestre mas inflexible que G abriela!... Gabriela!... Oh ! qué nombre tan bonito para m ujer propia !... Quisiera saber si está ahí todavía.., (Vó á la puerta por donde te fue Gabriela, y mira por el agujero de la cerradura.)

    ESCENA VI.

    A guilar y P edro que sale á las últimas palabras de Aguilar.

    A guil- Si... allí la veo... (Mirando.)P ed r o . Calla! qué e s lo que hace? {Ap.) Está m irando por el

    agujero de la llave del cuarto de la señorita.Ag u il . {Consentimiento.) Se sonríe!., ah!., enjuga una lágri

    m a... Yo... Yo la hago llorar!P ed ro . Cóm o, qué significa?.. {Aparte y presentándose.)A g u il . Oh!P edro . {Bruscamente.) Qué busca usted ahí, caballero?A guil . {C(Haáo.) Yo... buscaba... b u scaba... á usted , amigo

    P íc :'o .P edro . Calial en la cerradura?A guil . Quería entregarle á usted estos papeles que aguarda el

    general.P e d r o . E n hora buena; pero cuando yo llegué, estaba usted

    ahí...Aguil . (toándole un roüo de papel.) Encárguele usted sobre todo,

    que los lea con cuidado.P edro . Bueno; pero yo quiero saber por q u e ...A guil . Vamos! vamos, todo lo sabrá u sted ... muy pronto. Qué

  • diablo! (Riendo.) No me m ire usted con esa c a n tan feroz ; yo no soy ningún D. Juan Tenorio ... solo soy procurador.

    P e d r o (Mirándole con ironía.) Ah! Llama usted á eso ser procurador?

    A g d il . M i v a lie n te P e d r o . . . s e m e fig u ra q u e to d a v ía t ie n e u s te d t ra z a s d e s o s p e c h a r .. .

    P ed r o . Sospecho... porque tengo esperiencia.A g o il . S i . . . ya s é q u e h a te n id o u s te d d is g u s to s d o m é s tico s .P e d r o . (Bruscamente.) Quién se lo ha dicho á u sted ...Ag d il . Vamos, á qué ocultarlo ... eso le honra... usted s e p o rtó

    como un héroe!P ed ro . D e v e ra s ! . .A g o il . S í , co m o u n h é ro e ! m e m a n te n g o e n lo d ic h o .. . cu an d o

    s e e s tá e n e l n ú m e ro d e m a r id o . . . d e s g ra c ia d o .. . s e ñ a la r u n a r e n ta a l o b je to d e s u . . . d e s g r a c ia . . . e s co sa q u e

    ra y a e n lo s u b lim e .P ed ro . (Admirado.) Cómo una renta?Ag d il . Y a s é q u e u s te d q u ie re te n e r lo o c u l to ; p o r e so n u n c a

    h e h a b la d o d e e llo á n a d ie , a u n q u e s u e sp o s a d e u s te d m e h a e s c r i to ú l t im a m e n te p a ra q u e le d é la s g ra c ia s

    p o r e l d in e ro q u e le e n v ié .(Ernestina sale por el foro.)

    P ed ro . Dinero!., y quién se lo dió á usted?A gdil . Ya lo sabe usted! La señora c o n d e s a .P e d r o . La condesa!

    ESCENA VII.

    D ic h o s , E r n estin a , presentándose.

    E r n e s . Señor Aguilar, le habia encargado á usted el secreto. P ed r o . Con que es verdad?., era la señora la que?.. Compren

    do ... Ha juzgado que fui demasiado c ru e l... y ha querido reparar mi iíijusticia...

    E r« e s . y lo siente usted, Pedro? (Con dulzura, pasando junto iPedro.) , . . .

    P ed r o . Siento que la señora condesa haya dejado c ree r que era yo quien socorría à esa ... m ujer... y que ella haya podido imaginar que yo he olvidado... yo, que me acuerdo

  • de todo cono el prim er d ìa... yo, qae no he perdonado nada!

    ER^ES. [Con amargura.) Oh! ya lo s é : los hom bres cifran su orgullo en ser implacables! Qué importan las lachas, la desesperación y las disculpas de aqaella que ha faltado? Nadal porque según ellos ni ann nuestro mismo ho* ñor nos pertenece! De él hacen su b ie n , su recreo, y si no sabemos defenderle, nos exigen cuenta de su p é r dida como de un robo ...

    P edro . {Bruscamente.) Señora condesa...Ernes. Pues bien, esté usted satisfecho... porqne ya está ven

    gado... Durante diez añ o s, aquella cuyo estravio juzgó usted im perdonable, escribió y suplicó en vano ; todas sus cartas quedaron sin respuesta; el esceso de la desgracia acabó por darla ánimo y me escribió.

    P r d r o . a . u s te d ?E r r e s . Solo algunas lineas cuyas palabras estaban m edio borra

    das por las lágrimas. Era ia voz de una madre cuya hija tenia hambre.

    P edro . (Ap.) Dios mio!E r r e s . Felizm ente el señor AguÜar se hallaba en la quinta , y

    le rogué que me acompañára.Ag u il . O hi nunca olvidaré aquella visita... la condesa llegó á

    tiem po; porque la m ujer y la niña habían agolado sus fuerzas y su valor.

    E r n e s . Sí, y sin embargo recuerde usted qué resignación! ni una acusación! ni una queja! La madre aceptaba para si todos los dolores, solo tem blaba por su hija, y cuando pronunció su nombre de usted , Pedro, no fue con pesar ni am argura, sino con lágrimas.

    P edro . (Turbado.) Es posible?E rn es . E ntonces, lo confieso, tam bién corrieron las mias. Al

    aliviar la m iseria de aquella desgraciada, no pude resist ir al deseo de consolar un poco su a lm a , añadiendo la limosna de una alegría, y la dejé c ree r que iba enviada por u s ted ... Si hice m a l, perdónem e u sted ; aquella m entira volvió la esperanza á dos pobres m ujeres que ahora bendicen à usted.

    P ed r o . (Conmovido.) Que me bendicen ... á mi?E r s e s . Ah! u s te d s e c o n m u e v e .P edro . S i s e ñ o r a . . . e s v e r d a d .. . m e h a d ic h o u s te d c o s a s . . . q u e

    m e h an lleg a d o a l a lm a . . . y s in e m b a rg o .. . to d av ía m u

  • irrito cuando recuerdo ... {Movimiento de E rnettina.) Pasará... pero es preciso darm e tiempo.

    E rnks. Corriente, amigo mió, otra vez hablarem os de esto. Pedro . Si señora; pero entretanto permítame usted que le bese

    la m ano... {Pedro, enternecido, tomo la mano de la desa y la besa.) Gracias, señora. {Alargando la mano á Aguilar.) Gracias, señor de Aguilar.

    Agoil. {Enternecido ¡/tosiendo.) Oh! mi escelente P ed ro ... hem!es adm irable... hem! cuando veo gentes que se enter> ' necen ... hem! al m om ento... al momento me constipo! hem !..

    P edro . Ah! aqui viene el señor de Mendoza!E r n e s . E l señor de Mendoza?A s e a . {Ap.) Demonio! no es bueno que me vea conmovido; en

    mi profesion seria in co n v en ien te ...^H asta luego, señora condesa. {Vase con Pedro.)

    ESCENA VIII.

    E r n e s t ih a , Mendoza .

    E r n es . Le esperaba á usted , caballero, porque desde luego comprendí que desearia usted hablarme.

    Mendoz . Señora ... {Mirando á su alrededor.)E r n e s . Estam os solos... puede usted hablar sin tem or... Ya es

    cucho. {Se sienta á la izquierda.)Mendoz. La señora condesa disculpará mi turbación... Solo soy

    para ella un desconocido, y sin embargo, sus facciones me son familiares hace mucho tiempo.

    E r n e s . Mis facciones? {Admirada.)Mend o z . O a l m e n o s s u r e t r a to , ú n ic a c o sa q u e c o n se rv ó e l c o

    ro n e l e n n u e s tr a h a b ita c ió n d e A la b am a .

    E r n e s . Qué dice usted?Mendoz. D e sd e m i in fa n c ia é l m e e n se ñ ó á c o n o c e r la y r e s p e

    ta r la .E rnes . A h ! . , c o n q u e e l c o ro n e l {Conmovida.) n o o lv id ó á s u s

    am igos d e E s p a ñ a ?Mendoz. El coronel no olvidó nada , señora. Sus recuerdos con

    tinuaban pesando sobre él con toda su fuerza , y su aparente firmeza acuitaba una herida incurable, (iífotrt-

  • miento de Erneitina.) Sin duda habrá oido habiar la señora Condesa, como todo el mundo, de las grandes em presas llevadas á cabo por el señor de Mendoza e a Ala- bama. Al verle desm ontar bosques, constru ir fábricas, cubrir de barcos ios grandes rios, lomaban su ardor por actividad, y solo era agitación; quería a turdir su alma entre el estruendo de la vida, olvidarse de sí mismo; pero por m as que h izo , sus esfuerzos fueron inútile s ... y al cabo sus fuerzas ced ieron ; yo le vi debilitarse de año en año, hasta el dia en que perdió toda esperanza; entonces me llamó á su lado y me refirió su pasado.

    E rn es . A usted? (Sobreeoffida.)Me n b o z . Ignoro si la señora condesa conocía su secreto ... La

    desgracia que le hirió hubiera sido para otros muchos una desgracia común. La m ujer á quien amaba, la obtuvo un rival mas dichoso, y se vió obligado á huir de e lla ... pero el coronel era una de esas almas valientes que persisten aun m uerta la esperanza, y á quien lo imposible alienta; uno de esos corazones que se cierran con su amor para guardarle eternam ente.

    E r k es . Ah! b ie n le h a c o n o c id o u s t e d . . .Mendoz. y s in e m b a rg o , n a d a le q u e d a b a d e a q u e l a m o r d e los

    p r im e ro s a ñ o s . . . n a d a m as q u e a lg u n a s p re n d a s tro c a d a s e n o tro t ie m p o . . .

    E r:

  • e D treg árm e lo lo e s t r e c h a b a d e n u e v o c o n tra s o s ]á - b io s . . . {Presentándole un pliego cerrado y sellado.)

    E r n e s . A h !.. (Besando el papel.)ItfEKDOz. Q u é h a c e u s te d , señ o ra? S u s m a n o s tie m b la n ! [Sobre

    saltado.)Khnes. N o . . . (Fuera de si.)Mendoz. S us o jo s s e a r r a s a n d e lá g r im a s .E r h e s . No! (Fuera de si.í Mendoz. P e r o u s te d v a c i la . ..E r n e s . N o . . . (Apoyándote en un ¿ t/to n .) S ilen c io !

    ESCENA IX.

    üiCBOs y Ga b r ie l a .

    E r n e s .Ga brie .

    E r n es .Ga b r ie .E r n e s .

    Mendoz .E r n es .

    Ga brie .

    Gabriela!Yo misma, madre mia; pero qué tiene usted? la encuen* tro turbada! le ba dado á usted alguna tris te noticia el señor de Mendoza?No, hija mia!Oh! si eso fuera, no se lo perdonaría!(Atrayendo hácia si á Gabriela.) No le acuses!., es u n am igo... un verdadero am igo... no es cierto? (D ir ig ié^ dose ó Mendoza.)Toda mi ambición se cifra en m erecer ese título.No lo ha merecido usted ya? (A Gabriela.) Despues de lo que ha hecho por tí, le debes el mayor agradecim iento.

    (E l Conde sale con Aguilar.)O h! ciertam ente... y no quisiera m ostrarm e ingrata con él.

    ESCENA X.

    D ichos, E l C onde y A guilar.

    Co nde . E n to n c e s , querida, es m enester probirselo l E r n e s . E l conde...Ga b r ie . Yo estov dispuesta, general.

  • Co n d ì . Me alegro. E rnestina, acabo de separarm e de Cárlos y me ha dicho que te espera.

    E rk es . A m i?Conde . Si; él y Pedro preparan una escursion por el lago y quie

    ren ponerse de acuerdo contigo; en la sala inmediata los he dejado.

    E r n e s . Voy à buscarlos. {V au.)Ga b r ie . (̂ 12 Conde.) Supongo que todos serem os del paseo?Conde . Todos; y asi tendrás ocasion de esplicarte con alguno

    que espera de ti una respuesta.G abrie . D e mi?M e n d o z . Cómo?Conde . En prim er lugar es preciso decirte que Pedro acaba de

    entregarm e una c arta ...ÁGmL. Oh! la mia! (Ap-)Conde . Q u e s e g ú n p a r e c e s e c ay ó d e u n a c a r te r a p e rd id a e n e l

    b o s q u e .Mendoz . Mi billete! (Ap.)Ag u il . (A p .) De una cartera? no com prendo... {Al Conde.) P e r

    done usted , general, no le ha entregado á usted Pedro ahora poco unos papeles?

    C onde . Sobre la renta?., s í... y los be remitido sin leerlos.A g d il . R e m itid o s? á donde?Co nde . A l m in is te r io .Acdil. (í4j3.) Ayt gran DiosI mi demanda matrimonial que iba

    dentro ... v a á ser sometida al Consejo de Ministros.Conde . P e r o q u é t ie n e u s ted ?Aornt, Nada... disimulen u stedes... un asunto im previsto...—

    {Ap.) Esto si que es inconveniente!..— Luego tendré el honor de volver á ver á usted. A Dios, general.

    (Vase precipitadamente.)

    ESCENA XI.

    D ich o s , menos A g u il a r .

    C o n d e . Qué diablos le pasa?Ga b r ie . Pero ese billete, padre mio?..C onde . E se billete es una declaración dirigida i tí.Ga b r ie . A h!..

  • Conde .

    Meisuoz.

    C onde.

    E r n e s .C onde .

    E r n e s .C onde .E r n es .C onde.E r n e s .

    Ga b r ie .E r n e s .

    Gabkie .E r n e s .C o n d e .Mendoz .Ga brie .C o n d e .

    E r n es .

    Men d o z .Ga r r ie .C onde .E r n e s .C onde .

    E r n e s .

    Y creo qne ei señor D. Luis conoce la \tir^ ...{E n teñ a n - do á Mendoza el billeU.)Perfectaoiente, señor Conde. Ignorando todavia ayer si podria ver á esta señorita, escribi esa carta solicitando su aprobación para un paso que ahora ya puedo aventurar; porque usted conoce mis esperanzas, general, y á usted loca decidir de mi suerte.

    (Ernestina sale.)Poco á poco... antes se necesita la aprobación de la condesa.Mi aprobación?., para qué?A ella le toca aceptar el marido de su hija. [Yolviindose hácia Ernestina.)Un marido?., y quién es?No le conoces en su turbación?Mendoza! {Dando un grito.)El mismo.E l señor de Mendoza?.. {Mas fuerte.) Obi ustedes se engañan!Cómo?{Pasando junto a Gabriela.) No es verdad que han entendido maL.. que tü no has consentido?.. Responde, Gabriela, responde.Madre mia! {Arrojándose en sus brazos.)Desgraciada! ese matrimonio es imposible!

    señora? Qué impedimento hay paraY por qué razón esta unión?{Sobrecogida.) No me pregunte usted nada general... (CoB energia.). No puede efectuarse ... y no se efectuará!

    ! Dios mio!Pues yo quiero que se efectúe, señora. [Con energía.)

    p6ro{Irritándose.) Oh! Ya es demasiado. Qué! Se presenta un partido ventajoso para nuestra h ija , y sin consultar su g u s to , sin poder dar una escusa, usted le r e chaza...Suplico á usted ...

  • C o n d e . N o , señora... no se d irá que he cedido á un capricho, y que usted se ha opuesto ¿ la dicha de Gabriela... yo la defenderé contra usted . E ste matrimonio se efec- tuará.

    Ebnes. Nunca! {En desorden.)C onde. {Irritándose.) Oh! lo verem os... Y aestiem po que se se

    pa quien es aqui el amo.Ga b r ie . Padre mió!C onde. Y p a r a e m p e z a r voy á a n u n c ia r e l c a s a m ie n to á to d o e l

    m u n d o . . .E r n e s . D io s m ió!C onde . Ven, h ija m ia . {Queriendo üevarte á Gabriela.)E r n e s . Deténgase usted , señor conde. »C o n d e . No señora.E r n e s . Se lo suplico.Co n d e . Déjeme usted!E r n e s . Pues b ien ... quiero hablar á mi hija.T odos. Cómo!E r n e s . Pero á ella so la... Ya que se trata de su s u e r te , á e lla

    ]e toca decid ir... si despues de oirmé p e rsiste ... s e r á libre en su elección.

    C onde . P ero , señora!E r n e s . {Con energía.) Soy s u m a d r e , c a b a l le ro , y n o s e m e

    p u e d e r e h u s a r e l d e r e c h o d e l e e r e n e l c o ra zo n d e m i h ija .

    C onde . E stá b ien ... consiento. {Toma á Gabriela de la mano y le dice á media voz.) V alor... no olvides que defiendes tu dicha.

    H endoz . {Bajo á Gabriela.) Y la mia!{Mendoza te va por el foro, y el Conde por la derecha.)

    ESCENA Xll.

    E r k e s .

    Ga b r ie .E r n e s .

    E rnestina , Ga br ie l a .

    Dios mio! Dios mío! {Aparte ocultando el rostro entre las manos.)Qué tiene usted, m adre mia?Gabriela... escúcham e... {Agarrándole las manos fuera ^ si.) Si yo hubiese p rev isto ... si tú su p ie ras ... bija m ia!., hija mia!., perdón ... {Cayendo de rodillas.)

  • Ga b w e . Qué es esto? gran DiosI usted de rodillas?E r n e s . E sle es mi puesto!Gabrik, No; en mis brazos, (Levantándola y arrojándose en sut

    brazos.) madre mia, en mis brazos.E r n e s . Oh! si... o lra vez... {Cubriéndola de besos.) Abrázame

    otra vez antes quB hable! porque para que comprendas que ese matrimonio es imposible, es preciso que lo .se-> p a s to d o ... es preciso decirle ... Ah! no me m ires... Dios mió! avergonzarme delante de mi h ija ... Oh! imposible! no tengo valor!

    (5« deja caer sobre el sillón que está ó la izquierda.)Ga b r ie . A qué esas lágrimas, madre mia? No sabe usted cuanto

    la respeto y la amo? Sea lo que fuere lo que tenga usted que decirm e, no sé de antem ano que lodo cuanto venga de usted es noble y generoso?

    E r n e s . Cállale... cállate! ( Volviendo la cabeza.) me haces morir!

    Ga b r ie . Pues qué! puedo yo olvidar que mi madre es mi orgullo al mismo tiempo que mi ejemplo y mi felicidad?., no soy diariam ente testigo de su paciencia, de su valor?

    E r n e s . {Cogiéndole las manos.) Y sabes tú si ese valor, si esa paciencia no son una espiacion?

    Ga b r ie . Una espiacion!E r n e s . S a b e s tú si m is a te n c io n e s a l g e n e r a l , s i los d is g u s to s

    q u e su fro , e n vez d e s e r p a ra m í u n a p ru e b a , n o e s u n c o n su e lo ? S i no e n c u e n t r o a s i u n m ed io d e re s c a ta r a l g ú n r e c u e r d o p asa d o ?

    Ga b r ie . Usted! Oh! si el pasado puede despertar rem ordim ientos, no será en usted, que por salvar ei honor de su p a dre aceptó el matrimonio que le impusieron.

    E r n e s . {Levantándose.) Sí, pero al dar mi mano a! hombre que no había eleg ido , dejé mi corazon á o tro ... Bien sabe Dios q u e quise hacer el sacrificio por com pleto... {El conde se presenta por la derecha.) pero eí general partió y volví á ver al coronel Mendoza... que tam bién abandonaba la España... sok) y desesperado. Ah! yo hubiera debido prever que su dolor me quitaría el valor, y que si le veía estaba perdida!

    Co n d e . (Ap.) P e rd id a !Ga b r ie . iSobresaUada.) P e rd id a !ÍÍRNES. Comprendes ahora por qué, cuando el general habló de

    ese casamiento, me opi’«o? por qué, cuando Luis estaba3

  • G í b r i e .E rnes.

    Gabric.E r k e s .Gabrie.C onde.E r n e s .Ga br ie .COKDE.Ga b r ie .

    Conde.Ga b r ie .E rm es.Co n d e .

    Ga b r ie .E rm es.

    Conde .E r k e s .

    Co nde .

    G a b r ie .Co n d e .

    aqui, con las maaos juntas y las m iradas suplicantes, no he podido d ecirle ...Acabe usted!No he podido decirle: la que amas, la que me pides, con la que quieres casarte ...Y bien?..Y bien!., es tu hermana!Dios mió!Su hermana!Ah! (Ve al conde y da un grito.)El general!Su hermana! Con que «s decir que me «ngañaba?..Ah! madre m ia... imyamos! {Asustada y queriendo nevarse á Ernestina.)Quieta ahí, señora.Cielos!Qué quiere usted hacer?Qué quiero hacer? (Fuera de sí,) Quiero castigar á una infame de la vergüenza que me ha hecho aceptar durante quince años como una dicba! quiero que me dé cuenta del nom bre que le di á guardar! Q uiero, en fin, vengar mi honor! (Toma una pistola del velador}) De rodillas, señora!Ah! (Colocándose delante de su madre.)(rronjai/am cnte.) No tem as, hija mia : el Conde no es capaz de asesinrr á una mujer! {Movimiento del Conde. Se deshace de los brazos de Gabriela y se adelanta hácia ¿l.) Aqui me tiene usted , caballero!De rodillas!No, de pié! Solo se arrodilla el que implora compasion y yo ni la espero, ni la deseo. Al verme usted á sus piés, tal vez recordaría lo que he sufrido antes de merece rla ... su generosidad podría conmoverse y yo no quiero sorprenderla. Aqui estoy. (Adelantándose hácia el conde.) Vénguese usted!Señora!.. {Vuelve á dejar la pistola sobre el velador.) Xh\ se escuda usted con su debilidad, y se entrega sin defensa á mi cólera para desa rm arla ... Oh! déjem e usted , déjeme usted, porque conozco que la razón me abandona y no res pondo de nada.Padre mió!Atrás!, no la reconozco á usted! Q uién se atreve aun á

  • llam arse hija mia?.. Yo no la tengo, no la he tenido ja - m ás... mi ternura para aquella que llevabu ese nombre era, como el mismo nom bre... una mentira y nada mas.

    E r n e s . A h ! s i yo p u d ie ra d e c i r le á u s te d . . .CoKDE. Nada, señora... nada de esplicaciones. Desde este mo

    mento quedan rotos toJos los lazos que nos unian... Esla entrevista será la últim a!., haga usted su sp rep a - rativos para m archar mañana!

    Ga b m e . O h! e so e s im p o s ib le !C onde . Cómo imposible? {Con cólera.)E r k e s . Perdón, señor, yo estoy dispuesta 6 todo. {Señalando á

    Gabriela que lUfra.) Pero Gabriela lo ignoraba, y es pre: ciso disculparla... aquí es donde ba nacido, aquí donde ha crecido y aqui donde ha tido dichosa.

    C onde . S e ñ o ra .. . {Con impaciensia.)E r n e s . {Asustada.) Marcharemos, c»balli«> , m archarem os... y

    si no teme usted lo que puedan suponer de «ina resolución tan sùbita...

    Co rd e . {Amargamente.) Supondrán que al ün he cansado s n apacible carácter y que no ha podido usted soportar por m as tiempo mia injurias y violencias ; no nos conocen? No saben que yo soy un hombre feroz y usted un ángel? No tema usted; á usted la compadecerán y á mí me maldecirán.

    E r n e s . Ab! q u é d ic e u s ted ?C o n d e . V áy ase u s t e d , s e ñ o ra : n a d a te n e m o s y a q u e h a b la r .. .

    (Ernestina hace movimiento para salir.) Ahí un momento ... Me olvidaba... {Escribe.} esla carta bastará ... no tiene usted mas que presentarla á Aguilar, y tendrá en su casa un crédito ilimitado.

    E r n e s . Nunca.C onde . Use usted de él largam ente, señora ; siempre me que

    dará demasiado. Yo soy rico y viejo... á Dios gracias!G a b r ie . Íáaáre {Como si g M r a detener dE rnaitm a.)E r k e s . {Tomando el escrito.) A h! s i, q u ie ro e s t r e c h a r e n t r e m is

    m a n o s e s ta p ru e b a d e u n a g e n e ro s id a d q u e n a d a p u e d e b o r r a r . . (Besa el papel.) P e ro a p ro v e c h a rm e d e e lla s e r ía u n a v e rg ü e n z a . . . G u a rd o e l a g ra d e c im ie n to ; p e rono p u e d o g u a rd a r e l b e n e f ic io . (Rompe el papel.)

    Ga b r ie . Oh! gracias, madre miai (Arrojándo^ en sus brazos.)E r n e s . V e n , G a b rie la .

    (Mendoza aparece en la puerta del foro.)

  • Ga b r ie . E l sefior de Mendoza! E s n e s . \ b !

    ESCENA XIII-

    D ichos, y Mendoza .

    Mekdoz. P e rd o n e n u s te d e s ; p e ro n o h e p o d id o r e s i s t i r á la im p a c ie n c ia d e c o n o c e r m i s u e r te .

    E r n e s . O h! D ios! (A p .)Mend o z . (Mirándolos á todos.) N e c e s ita b a s a b e r lo q u e p o d ia a l fin

    e s p e ra r .E r k e s . Caballero!Mendoz . Pero la turbación que leo en todos los sem blantes y e l

    silencio que me acoje, me lo da á conocer suficientem ente. E s cierto qne no ha podido usted alcanzar nada, general?

    Co n d e . Déjeme usted , caballero. (Vá á caer en un sillón.)Mek d o z . A h! E n to n c e s e s á la s e ñ o r a B a ro n e s a á q u ie n d e b o d i

    r ig irm e ! C u an d o se r e h ú s a la m a n o d e u n h o m b re d e h o n o r, c u a n d o s e ro m p e la e s p e ra n z a e n q u e c ifra b a to d a s u g lo r ia . e s te h o m b re t ie n e d e re c h o á s a b e r lo q u e h a p o d id o h a c e r le m e r e c e r s e m e ja n te d e s a ire !

    E rncs . Por favor, caballero...Mekdoz . N o a b a n d o n a ré e s te s itio s in h a b e r o b te n id o u n a r e s

    p u e s ta , s e f lo ra , y d e s e o c o n o c e r la c a u s a . . .Gab r ie . L a c a u s a . . . la d i r é yo , c a b a l le r o . . . la c a u s a e s m i vo lun*

    t a d . . . e s q u e r e h u s ó .Mckso z . Usted, Gabriela?Ga b r ie . Si usted tiene derecho para interrogar á mi m ad re , yo

    tam bién le tengo para callar la causa de mi resolución... E l secreto de nuestra elección dos pertenece, y nadie puede pedirnos cuenta de é l. .. Baste saber que mi r e solución es irrevocable.

    Mendoz . A h! c o n q u e ta n o d io so le soy á u s te d ?Ga b r ie . Oh! no io crea usted!.. Separada de usted pensaré siem

    pre en las horas que hemos pasado ju n tos... y si no debemos volver á vernos nunca... mi amistad le seguirá á usted siempre por todas p a rte s ... pero márchese usted; es preciso...

    UiKnor.. Tiene usted razón... puesto que todos los proyectos de

  • felicidad no son mas que un sueño ... de qué sitTen Jas penas? Mi presencia no debe en tristecer á usted por mas tiem po... Suplico á la condesa reciba mi despedida. (S a lu d a y v is e . )

    G ab h ie . A h !., m a d re m ia ! .. m a d re m ia! {M irándole s a lir y arrojá n d o se e n los brazos de E rn estin a con u n a e sp lo tion de

    lá g r im a s .)C o n d e . He ahí su castigo d e usted, señora! (X E r n e s tin a mos

    trándo le á G abriela .)

    FIN DEL ACTO SEGUNDO.

  • ACTO TERCERO.

    Sdia coa puertas á dereclia é izquierda.— A la derecha velador con lámpara encendida.—A la izquierda canapé.— Al foro chi

    menea.

    ESCENA PRIMERA.

    E l Conde, sentado en el canapé.

    En fin ... ya es de dia!—Qué noche! no parece sino que todo se ha reuuido para atorm entarm e! la gota, los re cuerdos... los recuerdos sobre todo!... A Dios gracias, todo ha concluido... (Se levanta.) He oido en el patio ruido de caballos... ambas habrán m archado, sin d u da ... enhorabuena... e ra necesa rio ... y lo que yo deseaba... Solamente quisiera e star seguro ...

    ESCENA il.

    E l Conde , P ed r o , saliendo por la puerta de la derecha.

    P edho . La lámpara {Viendo la lámpara.) del general ardiendo todavia!

    C o n d e . Vamos, e n tr a .

  • I’e d r o . Mi g e n e ra ! , n o s e ha aco s ta d o ?C o n d e . Y a lo v é s!— Q u is ie ra s a b e r s i (A p.) h an sa lid o y a d e I»

    q u in ta . (Vuelve á sentarte.) V am o s, q u é hay d e n u ev o ?P e d r o . Nadal (Apaga la lámpara y la pone sobre la chimenea.)C onde . Me parece, s in embargo, haber oido llegar ahora poco

    una silla de posta.P edro . Si señor.C o n d e . Y .. . h a v u e lto á m a rc h a r?P e d r o . N o s e ñ o r .C onde . Entonces la condesa y su hija (Levantándose de pronto.)

    están ahi todavia?P edro . Acaso quiere usted verlas?C onde . Yo!... quién habla de eso? (liruscamente.)P ed ro . L o digo, porque no comprendo la idea de mi general de

    env iarlasasi... de v iaje ... precisam ente cuando está enferm o... y cuando sabe que no puede pasar sin ellas.

    C o n d e . Eso no es verdad... (Con impaciencia.) yo puedo pasarme sin todo el m undo... yo no necesito de nadie, de nad ie ... esto no lodigo p o r t i. .. mi antiguo cam arada... tú no me abandonarás nunca... tú serás mi com pañ ía ., mi distracción!

    P ed r o . Bonita distracción!C on d e . Te digo que tú me distraerás!... Es preciso que estés

    alegre como en otros tiem pos...P e d r o . Imposible.CoNDH. Pues yo lo q u ie ro . (Con impaciencia.)PenRO. P u e s yo n o p u e d o . (Idem .)Co n d e . Por q u é ? Q u ié n te lo impide? q u é te falta? Vamos! hab la .P edro . Qué me falta? cuerpo de tal! bien lo sabe mi g en era l...

    m e falta una familia, cuyos corazones me amen y cuyos sem blantes rae sonrían... Sin eso, ya lo vé usted, no es uno nada, no le cuentan en el núm ero de los liombres y pasa al estado de oso.

    C o n d e . E stá h ie n . (P aseando con im p a c ien c ia .)P ed ro . N o señor, no está bien! Usted habla asi, porque tiene

    á la condesa y á su hija Gabrieli., que forman su parai- so ... N o sabe usted lo que es encontrarlo todo vacío ásu alrededor.

    C o n d e . Vamos, basta! (Con mayor impaciencia)P e d r o . Y o le digo á usted que (Insistiendo.) vivir solo cuan-

    do uno es viejo, cuando necesita que le amen, es peor que el infierno.

  • Co n d e . Y yo te digo q u e ya basta] {Eitallando su cólera.) Mil rayos!

    P edro . Mi general! (Admirado.)Co:«DE. Quiéa te ha llamado?... Yo no necesito nada. Vete de

    aqui. Vele.PüDRO. Ya me voy... como usted me preguntó por que no esta

    ba alegre...

    ESCENA III-

    E l C onde solo, va á sentarse ó la derecha.

    Esto es una maldición! todos se han conjurado para a torm entarm e... Ayer, ellas; hoy, P edro ... Q uieren que me mate la cólera y el p esar... pero eso seria una dicha para m i.... y no lo conseguiré!... Oh! la p ierna!... Venir ese imbécil á decirme esas ton terías ... que yo pensaba en mi in te rio r... No faltaba m as que no pudiera uno olvidar á las personas que le olvidan!... Como si yo no pudiese ser feliz aqui so lo ... viviendo nada mas quepa, ra m í... Pardiez!yo encontraré en qué ocuparm e!... con la gota prim eram ente... despues con ei periódico... Calla! dónde está? (Sale Gabriela sin ser vista del conde.) E se animal de Pedro que no me lo trae! Pedro! Pedro! (Llamando con cólera.) Decir que no puedo ten e r ni aun siquiera el periódico... (Gabriela toma el periódico de encima de ¡a chimenea y lo coloca en el velador cerca del conde.) Oh!., gracias á Dios que al fin me has oido... Me dejas aqui solo... sin duda para que me acostum b re .. . No tengo nada de lo que uccesito ... ni aun el cajón de los c igarros... (Gabrielale da ei cajón.) En otro tiempo nada me faltaba, cuando estabaaquiG abriela que cu idaba... Oh! infernal gola! (Con cólera.) Dáme al menos donde estender la pierna para q u e ... (Viendo á Gabriela que está d sus piés, teniendo un taburete.) Hum!... Usted aqui!... (Levantándose.) A qué viene usted? qué quiere?

    Ga b r ie . No q u ie ro m a rc h a r d e ja n d o á u s te d i r r i ta d o con m ig o .C onde . Y qué le importa á usted , que ayudó ayer á su madre

    en su repulsa? Déjeme usted!Ga b r ie . No, yo le ruego...Co n d e . Entonces, le cedo á usted el puesto ... (Quiere dar u n

  • paso para salir, y vacila como si esperimentase un gran dolor en la pierna.) Oh!

    Ga b r ie . Dios mió! general... {Corriendo á él.)CoHDE. Déme u s te d ra i b a s t o D . . . q u e e s tá a h í . . . {Señalando su

    bastón que ha dejado sobre el velador.)Ga b r ie . Tome u s te d mi brazo. {Ofreciéndole el brazo.)CojíDE. Gracias, prefiero mi bastón.Ga b r ie . Siquiera {Que le ha tomado el brazo, y con acento supli

    cante.) un instante.C on d e . Vaya... se a ... para que acabemos. Pero repito que quie

    ro salir...Ga b r ie . Hé aqui (Le conduce hasta el canapé.) el sofá.CosD E . Para sa lir?Ga b r ie . N o ; p a ra e s c u c h a r m e .CosDK Y qué tiene usted que decirme?Ga b r ie . Mejor me oirá usted sentado.Co.NDE. Pues bien! vamos, hable usted. {Sentándose.) Ayer no

    quiso usted nada mió; qué puede usted tener ahora que pedirme?

    Ga b r ie . Oh! much(Tmas que lo que usted me ofreció.Co n d e . C óm o?Ga b r ie . Usted solo quería enriquecerm e, y lo que yo pido es

    una parte de su cariño. {Movimiento del conde.) Oh! ya sé que no tengo derecho á é l! ... E se nombre de h ija , que tan grato me era cuando usted lo pronunciaba, no debo escucharlo m as... pero perdónem e usted el haber estado tanto tiempo orgullosa con él. N o repruebe usted en su corazon los goces que me ha proporcionado^ y ese cariño que me concedia como una deuda, d é jep mele usted , general, siquiera como una limosna.

    C on d e . Lo a p re c ia usted todavía?Gab r ie . Pues qué me ha hecho amar la vida sino ese c a r iñ o en

    que cifraba mi felicidad? C ree usted que olvidaré nunca lo bueno, lo generoso que ha sido usted siempre para conmigo? No señor, nunca! Y si ahora... próxima á m archar... no le manifiesto á usted mi agradecimiento..« es porque las lágrimas me ahogan... y n o puedo, genera l. .. no puedo... {Llora.)

    C oM )E. Vamos, Gabriela... valor... ya sabe usted que n o la a b o r- rezco ... Vava, hable usted sin tem or... decia usted que tenia una cosa que pedirm e. {Gabriela hace un signo afirmativo.) Entonces acérquese usted para que la oí

  • ga ... mas cerca ... m as... Por ventura tiene usled m iedo? Y bien! qué hace usted? (Gabriela se arrodilla d los piés del conde.)

    Ga b r ie . Geueral, voy á separarm e de usled ... (Con las manos jun tas.) y ya no podré verle ni hablarle; no sabré si padece usted ó le sucedo alg;nna desgracia... esta separación... será igual á la m uerte!... Permítame usted siquiera hacerla menos cru e l... Déjeme usted escribirle ... Oh! alguna que otra vez so lam ente... para decirle que vivo y me acuerdo.

    (¡ONDE. Pues bien, sea ...(lABAiE. Pero usted ... (Estrechándole las manos.)m^ responderá?Co^de. L o ... lo prom eto... (Levantándola.) Era eso lodo?Ga b r ie . N o . . . lo d av ia te n g o o tra s ú p lic a q u e d i r ig ir le á u s te d ;

    (Sentada junto al conde.) p a r a e s t a r m a s s e g u r a d e q u e n o me o lv id a rá u s t e d . . . q u is ie r a d e ja r le u n a m e m o ria . . . (Movimiento del conde.) Oh! n o la r e h u s a r á a s t e d . . . es m* r e t r a to .

    Conde . Tu re tra to? ... (.So/'fcsiío ; ? o r lágrimas que ha estado conteniendo toda la escena.)

    Ga b k ie . Ah! llora usted?Conde . Sí, lo confieso... (Levantándose.) la costum bre e s mas

    fuerte que uno. Ah! cuando se ha visto crecer á una criatura, cuando se ha acostumbrado uno á vivir con ella y para ella, no basta una palabra para cambiarlo todo. Aunque le digan á uno: Esa no es hija tuya! Una voz responde: Hace quince años que la amas.

    Ga b r ie . Ah! (Juntando las manos.)C o n d e . Pobre n iña!... Es suya la culpa por ventura? (Muy con

    movido.) 9ov qné castigarla?... por qué castigarm e yo mismo?

    Gbbrie. Qué dice usted?C o n d e . N o . . . no!... es im posible!... (Con esplosion.) nadie re

    nuncia asi á lo que le ha hecho feliz durante tanto tiempo; nadie arroja lejos de sí la alegría, ni arranca voluntariam ente de su corazon uu pedazo! Qué será de mi, Gabriela, sin tu s caricias, sin tu sonrisa, sin tu juventud que em bellece esta casa, y me alienta? Abandonarme tú? tú mi alegría, mi sol! .. Oh! no puede ser! Gabriela, quédate conmigo!

    Ga b r ie . Con usted! ahí (Coh a n (fe a fe í/rto .) Y aquella coa quien debo marchar?

  • ÜONDE. Tú m adre?. . m archará sola.G a b r ie . Cómo?C onde . A ella le toca vivir so la ... lo ha merecido.Ga b r ie . Es mi m adre! genera l...Co.NDE. Es cierto ... sin ella no puedes qaedarte , y aqui n o hay

    sitio para ella!... No , mi honor exige que m arche, j m aichará ... Pero tienes razón, Gabriela; es preciso acom pañarla... ese es tu d eb er... Parte , p u e s ... y si alguna vez necesitas de un am igo, acuérdate del que dejas aqu i... Adiós! {Cae en el sillón de la derecha.)

    Ga b r ie . Adiós, general. Oh! no ... {Con esplosion.) es imposible! Antes de separarnos para siem pre... perm ítam e usted que le llame una vez, como en otro tiempo!

    C o n d e . Hija mia! {Abriéndole los brazos. )Ga b r ie . P adre mío! {Arrojándose en sus brazos,)C onde . B asta... {Deshaciéndose.) basta... déjam e... Vete por

    piedad.

  • ESCENA V.

    E l C o h d e , P edro , con una carta en ia mano.

    P edro . Mi g e n e ra l! Mi g e n e ra l!CoKDE. Q u é o c u rre ? q u é q u ie re s ? q u ié n te h a llam ad o ?P edro . Nadie; vengo á pedirle á usted un favor.CoKDE. Un favor?... y cuál?P ed r o . Acabo de recib ir u n a c a r t a . . .CoRDE. Dile al ayuda de cám ara que te la lea ...P edro . Perdone usted ... es de C uenca... y solo hay alli una

    persona que pueda escribirm e.Co n d e . Ah! sí, tu m ujer... Y bien! no scoslum bras á devolver

    le sus cartas sin leerlas?P edro . Sí, m¡ general... pero ayer me han dicho ta lescosas...

    que be reflexionado... y quisiera saber lo que me escribe.

    C onde . Pardiez! lo que escriben todas... (ro m o n d c la carta.) quejas... Siempre dicen que no pueden sobrevivir á su dolor... y acaban, sin embargo, por llevar nuestro luto. Mentira é hipocresía!

    P edro . Eso he dicho yo siempre {Pensativo.) hasta ahora.C o n d e . P ero ... esta c z t ííí (Despues de haber abierto tacarla .)

    no es de tu m ujer.P ed ro . Pues de quién?C onde . La firma es del cura de San Julián. {Leyendo.) «Dirijo

    >á usted esta carta á nombre de una desgraciada que »ha espiado cruelm ente sus faltas para con usted. Atascada de un mal in cu rab le , me hizo llam ar para con- »fiarme la espresion de su arrepentim iento, y rogarm e «se lo hiciera á usted presente.»

    P edro . Q u é d ice?C onde . «Escríbale usted , me dijo, {Continúa leyendo.) que mi

    »último pensamiento ha sido para mi hija y para él- •.{Movimiento de Pedro^ El perdón que me ha negado »viva, tal vez me lo conceda cuando no ex is ta .»

    P edro . Cuando no exista ... Oh! se engañaba! no es verdad, m i general, que todavía hay esperanza?...

    Co n d e . C óm o quieres que y o lo sepa?P edro . Oh! no puede m orir asi abandonada... Pobre m ujer!...

    no es ella sola la que debe pedir perdón!...

  • (̂ ONDE.P edro.

    CONOE.P edro .

    Conde .P ed r o .

    Co n d e .P ed r o .

    Co n d e .

    P e d r o .

    Conde .

    P edro*

    C o n d e .P edro .Co^DE.P edro .C o n d e .

    P ed ro .

    Qué quieres decir?Que yo ie necesito (Con energia.) mas que eila; yo que DO he tenido razón, y que me he conducido como ua m iserable.Pero olvidas lo que ha hecho?Y yo? no la abandoné para seguirle á usted? no he lle vado, m ientras ella estaba aqui sola, una vida de pagano?T ú ... es muy diferente. (Turbado.)Y por qué? Si esa m ujer ha faltado, no tengo yo la culpa? tenia alguna razón para amarme? estaba yo aqui, por ventura, para defenderla? Yo la olvidé du ran te diez años, y á mi vuelta la abandoné, porque ella tam bién me habia olvidado!.. Hé ahi la justicia de los bribones como yo... como nosotros.Qué dices?Si señor, como nosotros; porque usted ha hecho mas que yo todavía.Este tuno me volverá loco... Con que no comprendes que las m ujeres tienen deberes que no pueden olvidar?Y por qué nosotros no pensamos en ellos, en lugar de tratarlas sin piedad, de castigarlas del mal, cuya causa s o m o s ? . . . Cuando piden perdón, respondemos que son hipócritas; cuando hablan de morir, las decimos que m ienten!... (Tomando la caria.) hasta el dia en que se descubre que somos nosotros los que hemos mentido. Es verdad! (Ap.) Vamos, Pedro, qué diablos(^'/t».) comprendo que esa carta te baya conmovido... pero al fin, e res hom bre... valor!Lo tendré ... pero eso no es bastan te... es preciso tam> bien ju stic ia ... A esa desgraciada que hace que me escriban ... lo que la mata, es la pena y el romordimien- to ... Si yo fuese á verla ... si la dijese algunas palabras de consuelo... si la perdonase, tal vez eso le haría viv ir ... Opina usted, mi general, que la deje m orir así? Yo!... (Turbado.)Déme usted un consejo...Y qué quieres que te diga?... (Turbado.)Pero (De pronto.) qué haría usted en mi lugar?Yo... haría ... no lo sé ... y qué te importa lo que yoharía? . , ,Me importa mucho; porque en cuanto á generosidad,

  • siempre acostum bra usted á dar el ejem plo... y estoy seguro, que tendría piedad, y creería bastante castigada á la culpada con diez aóos de torm entos... Ah! do es verdad, mi general que usted se diría en su interior: Dios rechaza la crueldad y es preciso perdonar como él!

    Go:tde. {Conmovido estrechándole /o mano.) T ienes uncorazon esceieote!

    P edro . Entoaces debo ir, do es cierto?Co nde . P u e sb ie u ... {Dudando.)P edro . Me lo a c o n s e ja u s ted ?Co nde . S í, te lo aconsejol... Porque ya lo vés, la venganza so

    lo satisface el orgullo, m ientras que ei perdón cura y consuela.

    P edro . Pues entonces... En marcha! Voy i hacer todos mis preparativos. {Yase por ¡a izquierda.)

    COROE. Sí, anda, mi buen Pedro! anda! Cómo! usted por aquí, caballero?

    ESCENA VI.

    E l Comde, Meíhdoza.

    Me n d o z .

    C onde .Mendoz .

    P edro .Coi^DE.P edro .

    M e n d o z .P edro.

    Co nde .P edro .Conde .P e d r o .Me n d o z .

    Mi presencia debe sorprender á usted , señor Conde... Ayer, en efeto, anuncié mi marcha; pero Cárlos me ha detenido, y tam bién una de esas vagas esperanzas que sobreviven en nosotros, á nuestro pesar.Mi hijo me ha hablado efectivamente, caballero.Ya sé que usted se ha negado á intervenir en mi favor, y que le ha manifestado que Gabriela no podia se r mia. E s posible? {Que saU con su sombrero y su capa.)Lo he dicho y lo repito.Usted, mi general! Pero no sabe usted que asi labra la desgracia de su hija, que ama al señor D. Luis?A mí?El haber odiado al padre, no es una razón para rechazar al hijo.Cállate!Mucho mas cuando lodo conviene, fortuna, nacim iento... E l nacim iento!., y tú qué sabes?Cómo?E l nacimiento!... con que ese es el motivo?... Oh! ahora lo comprendo todo.

  • Co n d e .Mendoz

    Co n d e .Mendoz.

    C onde.Mendoz .

    Conde .Mendoz .

    Conde .

    Men d o z .C o n d e .P edro .

    Usted caballero?S i, usted ha sabido que el nom bre que llevo, no siempre me ha pertenecido.Será posible?Lo coofieso sin rubor: antes he sido un oscuro compañero de infancia y de estudios, colocado por el coronel Mendoza al lado del hijo que le quedaba de su prim er

    .m atrim onio...Usted?P ero cuando aquel h^o m urió, yo procuré reem plazarle con mi cariño y desvelos, como dictaba ei agrade^imien*- to á mi corazon. Nacido de dos pobres criados del coro- nol, que me dejaron huérfaoo, crecí en su casa amándole como ú un padre, hasta el día en que quiso fuese un derecho, lo q u e no habia sido hasta entonces mas que un favor.Luego solo es usted hijo del coronel?...Por el acta de adopcion que me dejó su fortuna y su nom bre. {Mendoza saca un pliego que figura ser el acia de adopcion, y se lo entrega al conde, que lo loma.)Ah! Gran D iosI... Qué dicha! (/ip.) Llama á Gabriela. (Á Pedro alto.)Cómo! señor conde?Y á su m adre!... qué llamen á su m adre!...Aqui vienen con Ü. Cárlos.

    ESCENA VI!.

    Los Mismos, Carlos trayendo á su pesar á E rnestina y Ga r r ie l a , A guilar.

    E r n es . Por favor, C árlos...C arlos. No , venga usted, lo exijo; venga usted.

    Qué sucede?Sucede que una silla de posta está a h í , y que Gabriela y su madre iban á subir en ella, que yo me he opuesto á su m archa, y que no lo perm itiré jam ás.Cómo?Ignoro lo que pasa aqui desde ayer y las dolorosas ra zones que pueden justificar sem ejante proyecto; pero lo que no ignoro, es que e s ta .e s mi herm ana y esta mi m adre.... usted mismo me lo ha dicho, señor, mi.

    C onde .C arlos,

    Conde .Carlos.

  • E r n e s .Conde .

    C arlos.

    Co nde .

    E r n e s .G a b r i e .

    C onde .

    E rm es.Carlos.A g u il .

    E hnes.

    Conde .

    iiiadi-e y mi berm aaa por el cariño, por la induigencia, y D a d a podrá separarm e de ellas. (Estrechando á ¡as dos entre sus brazos.)Cárlos, eo nombre del cielo!... (/ií«s/ada.)Déjele usted, señora... Bieo, {Adelantándose hácia Cárlos.) Cários!... bieo, hijo m ió!... estoy satisfecho de ti... {Estrechándole la mano.)ÈDtODces, DO m archarán... padre m io... y ese matrimo-DÍO...Acabo de esplicarme con este caballero. Y auoque solo {Con intención, mostrando el acta á Ernestina.) sea hijo adoptivo del coronel Mendoza..

    {Aguilar sale por la izquierda.)Dios mio! (i4;?.)Será verdad! {Ap.)Espero que esto do será un impedimento para nadie y que mi esposa consentirá...Ah! L uis... Gabriela... hijos mios!...G racias, padre nüo!Se casa con el americano! (A p .) Pues señor! cero, {Guardando la caria en el bolsillo.) y van veinte y dos! Ah! señor... {Acercándose al conde.) cómo pagaré ja más?...Silencio, señora!... Nosotros {Bajo.) verem os su dicha y procuraremos olvidar nuestras fallas juveniles!

    FIK.

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