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AUDITORIO DE ZARAGOZA XXIV TEMPORADA DE GRANDES CONCIERTOS DE PRIMAVERA 2018 FEBRERO JUNIO viernes 9 febrero 20,00 horas GÜRZENICH ORCHESTER KÖLN FRANÇOIS-XAVIER ROTH, director BENJAMIN GROSVENOR, piano

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AUDITORIO DE ZARAGOZA

XXIV TEMPORADA DE GRANDES CONCIERTOS DE PRIMAVERA2018

FEBRERO — JUNIO

viernes 9 febrero20,00 horasGÜRZENICH

ORCHESTER KÖLNFRANÇOIS-XAVIER ROTH, directorBENJAMIN GROSVENOR, piano

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iGÜRZENICH ORCHESTER KÖLN

La Gürzenich Orchester de Colonia es una de las principales orquestas de Alemania y goza de una gran tradición. Desde 1986, su sede ha estado en la Kölner Philharmonie, donde da unos 50 conciertos al año, además de otras 160 actuaciones al año en la Ópera de Colonia. Desde 2015-2016 François-Xavier Roth es su Gürzenich-Kapellmeister (director titular) y también director musical de la Ciudad de Colonia.

Sus raíces históricas se remontan al siglo XV, a la fundación del conjunto instrumental de la Catedral de Colonia que, hasta finales del siglo XVIII, proporcionó a Colonia conciertos y música de teatro, además de música sacra. En 1827, bajo el patrocinio de ciudadanos acomodados interesados por las artes, la orquesta fue amparada por la Sociedad de Conciertos de Colonia. Sus miembros organizaron actuaciones que, a partir de 1857, se celebraron en la sala de conciertos llamada “Gürzenich”, de ahí el nombre de la orquesta.

Siempre ha atraído a los principales directores y compositores de la época y ha estrenado importantes obras como el Doble Concierto de Brahms, Till Eulenspiegel y Don Quijote de Strauss, la 5ª Sinfonía de Mahler, Variaciones y fuga sobre un tema de Hiller de Reger y el Concierto para orquesta de B.A. Zimmermann. De 2015 a 2019 Philippe Manoury ha sido invitado por la Orquesta a ser “Compositor para Colonia”, creando una trilogía de nuevas obras orquestales.

De 1945 a 1974 fue dirigida por Günter Wand. En los últimos treinta años la orquesta ha ido perfeccionándose de la mano de sus directores titulares, Marek Janowski, James Conlon y Markus Stenz. Bajo la batuta de Stenz (2003-2014), grabaron todas las sinfonías de Mahler. Su grabación de Gurre-Lieder de Schönberg fue galardonada con un Premio Gramophone 2016. Bajo la batuta de Kitaenko, nombrado director honorífico en 2009, desarrolló un vivo interés por el repertorio ruso, grabando todas las sinfonías de Shostakovich, Prokofiev, Chaikovski y Rachmaninov. En noviembre 2017 Harmonia Mundi lanzó su primer disco bajo la batuta de François-Xavier Roth: la 5ª Sinfonía de Mahler.

Ofrece actuaciones en los podios de importantes salas internacionales, incluyendo los de Viena, Atenas, el Festival Internacional de Edimburgo, el “Festival Música” de Estrasburgo, los BBC Proms, y el Concertgebouw de Ámsterdam. En su última gira en Corea y China, entusiasmó al público desde Seúl hasta Shangái.

FRANÇOIS-XAVIER ROTH, director

Actualmente uno de los directores más carismáticos y emprendedores, desde 2015 ha sido director musical de la ciudad de Colonia, dirigiendo tanto la Gürzenich Orchester como la Ópera. Asumió la posición de principal director invitado de la London Symphony al comienzo de la temporada 2017-18. En 2003, fundó Les Siècles, una orquesta innovadora que realiza programas contrastantes y coloridos sobre instrumentos modernos y de época, a menudo dentro del mismo concierto.

Con una reputación de programación inventiva, su enfoque incisivo y liderazgo son valorados en todo el mundo. Trabaja con importantes orquestas como la Berliner Philharmoniker, Staatskapelle Berlin, Royal Concertgebouw Orchestra, Boston Symphony y Tonhalle Orchester.

Con Les Siècles, ha dado conciertos en Francia, Italia, Alemania, Inglaterra y Japón. Interpretaron La consagración de la primavera, con instrumentos originales, en los BBC Proms y el Alte Oper,

Frankfurt y, posteriormente, actuaron con las compañías de danza Pina Bausch y Dominique Brun. Su aclamada grabación de la obra recibió el Premio de Críticos Discográficos Alemanes 2016. El CD de Ravel con Harmonia Mundi salió en abril 2017. En noviembre 2017, se lanzó la primera grabación conjunta con la Gürzenich Orchester Köln, la Sinfonía n.° 5 de Mahler.

Su tercera temporada de ópera en Colonia presenta nuevas producciones de Tannhäuser de Wagner y Los soldados de B.A. Zimmermann, marcando el centenario del nacimiento del compositor. Con la Gürzenich Orchester, continúa centrándose en el compositor Philippe Manoury, de quien han encargado una trilogía de obras, la segunda de las cuales, un Concierto para flauta, hará su estreno mundial con Emmanuel Pahud.

Su compromiso con nuevos públicos y la nueva música es una parte esencial de su labor. Es director del innovador proyecto: LSO Panufnik Composers y, con el Festival Berlioz y Les Siècles fundó la Jeune Orchester Européen Hector Berlioz, una academia de orquesta con su propia colección de instrumentos de época. Roth y Les Siècles idearon Presto! su propia serie de televisión para Francia 2, atrayendo audiencias semanales de más de tres millones. El programa para jóvenes Ohrenauf! de la Gürzenich Orchester recibió un Premio Junge Ohren.

Por sus logros como músico, director, director artístico y pedagogo, François-Xavier Roth fue nombrado Caballero de la Legión de Honor de Francia el día de la Bastilla 2017.

www.francoisxavierroth.com

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BENJAMIN GROSVENOR, piano

El pianista británico Benjamin Grosvenor es reconocido internacionalmente por sus arrebatadoras actuaciones y perspicaces interpretaciones. Se hizo notar cuando ganó la final de Teclado en el Concurso BBC Young Musician en 2004 a la edad de once años.

Posteriormente, fue invitado a participar con la BBC Symphony Orchestra en la Primera Noche de los Proms en 2011 con tan solo diecinueve años. En 2016 fue galardonado con el Primer Premio de Piano Clásico Ronnie y Lawrence Ackman de la Filarmónica de Nueva York. Como parte del premio, la orquesta le invita a regresar a Nueva York en abril de 2018, para interpretar el Concierto para piano n.º 3 de Beethoven bajo la batuta de Esa-Pekka Salonen, y música de cámara con miembros de la orquesta en el Tisch Center for the Arts en 92nd Street Y.

Estudió en la Royal Academy of Music con Christopher Elton y Daniel-Ben Pienaar, donde se graduó en 2012 con la mención especial Queen’s Commendation for Excellence otorgada al estudiante más sobresaliente

del año. Durante su extraordinaria carrera hasta la fecha, ha tenido compromisos con reconocidas orquestas como la Boston Symphony, Orquesta de Radio de Finlandia, la Cleveland Orchestra, Gewandhausorchester Leipzig y Filarmónica de la Scala, entre otras. Además, ha interpretado importantes recitales en el Konzerthaus de Viena, el Théâtre des Champs Elysées, el Carnegie Hall y el Barbican, por nombrar algunos. Ha trabajado con numerosos directores de renombre, entre ellos, Jiří Bělohlávek, Riccardo Chailly, Alan Gilbert, Vladimir Jurowski, Kent Nagano, Sir Roger Norrington y Michael Tilson Thomas.

Disfruta de colaboraciones regulares de música de cámara, con los cuartetos Escher, Elias y Endellion y en junio de 2018 actuará en la prestigiosa serie “Junge Wilde” de Konzerthaus Dortmund junto con el violinista Hyeyoon Park.

En 2011 Benjamin firmó con Decca Classics, donde recientemente publicó su cuarto CD Homages (2016) con obras de Bach, Mendelssohn, Franck Chopin y Liszt.

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COMENTARIOS AL PROGRAMA

Un innovador

integral

Un Concierto

muy elaborado

La influencia de Pierre Boulez, fallecido hace dos años, en el terreno musical e intelectual contemporáneo ha sido muy notable. Livre pour cordes, como muchas de sus obras, es una composición provisional, versión en cierto modo de una pieza anterior, lo que podemos llamar un ‘trabajo en progreso’. Livre pour quatuor, su origen, fue un ambicioso cuarteto de cuerda en el que el joven compositor trabajó intensamente durante los años 1948 y 1949. Fue la primera obra en la que no incluía el piano, era sumamente novedosa y la discutió al detalle con John Cage, que andaba en la misma onda. Solo completó cuatro de los seis movimientos proyectados, y en 1959 agregó uno más, que luego abandonó. Al revisarla en 1968, aplicó su conocimiento práctico de los instrumentos y la técnica de ejecución para transferir el cuarteto a un conjunto orquestal. Esta música angular y fragmentaria le debe más a Webern que a Berg. No obstante, hay un lirismo constante, en particular en el primer movimiento donde crea una textura contrapuntística en la que los motivos y las líneas reconocibles se manifiestan unos contra otros. Sucesiones de trinos o de acordes sostenidos, incluso de silencios, permiten que la música respire. Los sonidos desnudos añaden cierto matiz de percusión a muchos pasajes, y otras sonoridades como armónicos, trémolos y acentos agudos son utilizados para lograr un efecto dramático. Boulez volvió a revisar la obra en 1989, sin agregar movimientos adicionales. Nunca volvió a la versión para cuarteto de cuerdas.

Durante casi dos siglos, la versión original del Concierto para piano n.º 2 se asignó al año 1794, cuando Beethoven tenía 23 primaveras y necesitaba una obra singular para su debut público en Viena. Lo estrenó en el Court Theatre el 29 de marzo de 1795, durante la Cuaresma, momento en que la religiosidad de los Habsburgo prohibía toda actividad teatral. Pero las últimas investigaciones indican que los dos primeros movimientos se escribieron en Bonn entre 1789 y 1790, tres años después de su primera visita a Viena, y tres antes de su regreso en noviembre de 1792, con una carta de presentación del conde Waldstein y una invitación para estudiar con Haydn. Beethoven revisó el concierto para incluir un nuevo final durante sus meses de estudio con el maestro. En teoría, el genio de Bonn tiene cinco conciertos para piano, aunque en realidad son siete si incluimos tanto la

trascripción del Concierto para violín como ese curioso Concierto en Mi bemol mayor (WoO4) del que solo se conserva la parte del solista. El Concierto para piano n.º 2 en Si bemol mayor, Op. 19, que vamos a escuchar, es en realidad el primero de la lista oficial de cinco. La secuencia cronológica correcta sería, por tanto, la siguiente: primero el Concierto 0, escrito en 1784 cuando el autor tenía tan solo trece años; en 1795 estrenaría el n.º 2, y más tarde llegaría el n.º 1, compuesto entre 1796 y 1797. La obra que nos ocupa pertenece a una etapa juvenil, de tanteo, dentro de los cánones del clasicismo y bajo la influencia de Haydn, aunque anuncia ya en muchos aspectos el desarrollo ulterior del compositor. Fue esa la versión que presentó en 1795, y que luego revisó en 1798 para interpretarlo en Praga, dándole otro final. Según el experto Konrad Kuster, Beethoven trabajó en esta composición durante aproximadamente una década, lo cual no deja de sorprender porque se supone que hubo motivos para revisar las decisiones tomadas en el pasado, intentando encontrar un equilibrio entre las nuevas ideas y el material que ya había ido registrando. Dejó la parte del solista sin anotación hasta que Hoffmeister decidió publicar el concierto en 1801, a bajo precio. El compositor no regateó: “Realmente no lo considero uno de mis mejores trabajos. Aun así, no te deshonrará publicarlo”, confesó a su editor.A pesar de la opinión del propio autor, no deja de ser una obra de considerable encanto y notable elegancia, con varias sorpresas tipo Haydn, incluyendo una gran profusión melódica. El movimiento inicial, Allegro con brio, sigue las reglas clásicas, concentrándose en los dos temas principales con una doble exposición, primero por la orquesta y luego por el solista, introduciendo después una sección de desarrollo y finalmente una recapitulación. Los principales motivos son beethovenianos, aunque su elaboración está claramente influenciada no solo por Haydn, sino también por el recién fallecido Mozart. El segundo movimiento, Adagio, insinúa el lento discurso del Concierto n.º 4, que vendrá una década después. Es una fantasía acompañada que presenta un tema y variaciones libres, con un pasaje al estilo recitativo que llama la atención al concluir. El final, Rondo allegro molto, dos veces reescrito, combina formas de sonata y rondó, con una sorpresa consistente en un breve episodio en solitario del solista, que la orquesta interrumpe bruscamente para dar por terminada la composición.

La magna obra de Bartók

Béla Bartók nació en 1881 en una ciudad en la que convivían comunidades de rumanos, serbios y alemanes, además de húngaros. Fue el año en que fallecieron Dostoievski y Mussorgski y en el que vieron la luz Picasso y Stefan Zweig, entre otros nombres significativos. En literatura, en arte, en música, en la propia sociedad… se presentía el cambio. La propia vida de Bartók es una muestra de los avatares de la historia, con los desgarros y heridas que acarrean dos guerras mundiales. Es un ejemplo de lo que cuesta la libertad. Bartók se había exiliado a los Estados Unidos a causa de la invasión nazi de su país.El compositor y su esposa Ditta llegaron a Nueva York en octubre de 1940. Tuvieron que buscar un lugar donde vivir y unos medios para sustentarse. El primero de estos asuntos era especialmente difícil, porque necesitaban un espacio muy amplio para colocar sus dos pianos, y lo suficientemente silencioso para que Bela pudiera componer en paz. Además, sufrieron una contrariedad típica de los viajes en aquellos años convulsos: su equipaje llegó a Nueva York dos meses después que ellos.El compositor proyectaba ganar dinero dando conciertos a dos pianos con Ditta. Sus amigos les habían organizado algunas actuaciones en público, pero los comentarios eran generalmente desfavorables, puesto que los críticos norteamericanos tenían dificultades con la atípica música de Bartók. En consecuencia, tuvieron muy pocos compromisos tras sus primeras actuaciones: solamente una presentación en concierto, tres recitales para dos pianos y cuatro conferencias que incluían fragmentos musicales.Poco después de su llegada a Nueva York, Bartók fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Columbia. Al mismo tiempo se le contrató para un trabajo de investigación sobre una colección de grabaciones de música folclórica serbo-croata. No había ninguna garantía de continuidad, porque el encargo debía ser renovado cada seis meses. La Universidad se quedó sin presupuesto para esta investigación, pero algunos de los amigos del músico reunieron secretamente fondos para que la continuara. Un breve período como profesor invitado en Harvard contribuyó a aumentar sus ingresos.

En 1943, la Fundación Koussevitzky encargó a Bartók una obra nueva en memoria de la recientemente fallecida Natalie, esposa del afamado director de orquesta Serge Koussevitzky. El violinista húngaro y compañero de fatigas del compositor, Joseph Szigeti, actuó de intermediario. De inmediato se puso a la tarea. Así nació el Concierto para orquesta Sz. 116, que completó entre el 15 de agosto y el 8 de octubre de 1943.Está estructurado en cinco movimientos –Introducción, Juego de los pares, Elegía, Intermezzo interrumpido y Final– escritos de manera simétrica en torno a la elegía del tercer movimiento. La obra se basa en la idea de utilizar instrumentos o grupos de ellos como solistas en diálogo con la orquesta, un poco al estilo del concerto grosso barroco. Bartók cuidó al máximo tanto el color y la expresión como los contrastes y la simetría. Es una obra de síntesis que se ha convertido en su composición más popular, que se distingue por su capacidad inmediata de comunicación. El mayor atractivo de la obra es el segundo movimiento, el ‘Gioco delle coppie’, caracterizado por el protagonismo de las parejas de instrumentos análogos que intervienen separados por intervalos paralelos diferentes. De este modo entran sucesivamente pares de fagotes, oboes, clarinetes, flautas y trompetas con sordinas tejiendo interesantes melodías.

El 1 de diciembre de 1944 lo estrenó la Orquesta Sinfónica de Boston dirigida por el propio Koussevitzky. Fue un éxito. El director llegó a calificarla como “la mejor composición orquestal de los últimos 25 años”. Poco después, cuando la situación económica de Bartók parecía mejorar gracias a los royalties de sus obras y sus ejecuciones en público, apareció la leucemia, que le produjo la muerte el 26 de septiembre de 1945, menos de un año después del estreno de su obra más popular y sin poder terminar todos los encargos que había recibido. En su lecho de muerte pronunció las mismas palabras que se le atribuyen a Schubert en el mismo trance: “Lástima que deba irme cuando todavía tengo tanto que decir”.

Francisco Javier Aguirre

GÜRZENICH ORCHESTER KÖLNVIOLINES IUrsula Maria BergJordan OfieshAlvaro PalmenDylan Naylor ChiekoYoshioka-SallmonAndreas BauerRose KaufmannAdelheid Neumayer-GoossesDemetrius PolyzoidesWolfgang RichterElisabeth PolyzoidesJudith RuthenbergColin HarrisonAnna KipriyanovaToshiko TamayoDaniel Dangendorf

VIOLINES IISergey KhvorostukhinMarie DanielMarek MalinowskiStefan KleinertFriederike ZumachSarah SavietLiz MacintoshSigrid Hegers-SchwammJoanna BeckerSusanne LangJana AndraschkeAnna Isabel FritzWill GriggMilos Stanojevic

VIOLAS Bernhard OllMartina Horejsi-KieferBruno ToebrockVincent RoyerGerhard DierigAnnegret KlingelAntje KaufmannEva-Maria WilmsClara HoldenriedSarah AeschbachFelix WeischedelClara Zschocke

VIOLONCHELOSUlrike SchäferJoachim GriesheimerJee-Hye BaeUrsula Gneiting-NentwigJohannes NauberFranziska LeubeGeorg HeimbachDaniel RaabeSylvia Borg-BujanowskiKatharina Apel-Hülshoff

CONTRABAJOS Johannes SeidlHenning RascheKonstantin KrellGreta, BrunsOtmar BergerJason Witjas-EvansGuillermo Sánchez LluchJohane Gonzales Seijas

ARPASAntonia SchreiberSaskia Kwast

FLAUTASMarion RalincourtIrmtraud Rattay-KasperPriska Rauh

OBOESTom OwenSebastian PoyaultIkuko Homma

CLARINETES Blaz SparovecTino PlenerThomas Adamsky

FAGOTES Thomas JedamzikDiana RohnfelderKlaus Lohrer

TROMPASEgon HellrungDavid NeuhoffWilly BessemsJens Kreuter

TROMPETAS Bruno FeldkircherMatthias JüttendonkMatthias Kiefer

TROMBONES Carsten LuzMarkus LenzingChristoph Schwarz

TUBAKarl-Heinz Glöckner

TIMBALESRobert Schäfer

PERCUSIÓNAlexander SchubertChristoph Baumgartner

PROGRAMA

PRIMERA PARTE

P. BOULEZLivre pour cordes

Duración aproximada: 10 min L. V. BEETHOVENConcierto para piano n.º 2 en Si bemol, Op. 19 Allegro con brio Adagio Rondo (Allegro molto)

Duración aproximada: 30 min

BENJAMIN GROSVENOR, piano

SEGUNDA PARTE

B. BARTÓKConcierto para orquesta Introduzione. Andante non troppo - Allegro vivace Giuoco delle coppie. Allegretto scherzando Elegia. Andante non troppo Intermezzo interrotto. Allegretto Finale. Pesante - Presto

Duración aproximada: 40 min

GÜRZENICH ORCHESTER KÖLNFRANÇOIS-XAVIER ROTH, director

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