alexis levine - compañeros de cuarto

8/18/2019 Alexis Levine - Compañeros de Cuarto

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COMPAÑEROS DE CUARTO | Alexis Levin

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Compañeros de habitación

Alexis Levine

Aiden Drake esperó pacientemente fuera de la puerta del baño a

que su novia, Rose, terminase su régimen de belleza diaria. Inclinando

la cabeza contra la pared, Aiden cerró los ojos y pensó en todo el placer

que disfrutaría cuando por fin se fuese a trabajar.

La relación estuvo condenada a una espiral descendente desde

que Aiden se enteró de su infidelidad, pero ahora había comenzado a

alejarse, y al igual que a Rose, le resultaba imposible resistirse a un

hombre duro de 9 pulgadas.

Dos semanas antes, después de que Rose dejó el apartamento,

Aiden se volvió hacia la botella en busca de comodidad. Se sentó en elsofá, tirando hacia atrás el Johnny Walker mientras descargaba todos

sus problemas en su compañero de habitación, Ethan.

Ethan siempre había estado ahí para Aiden, y en ese momento de

necesidad, no fue menos. Se quedó allí sentado, tranquilo como un

ratón, y oyó cada palabra de su amigo. Eso fue un poco confuso para

Aiden. Estaba acostumbrado a ser ignorado, y en su relación, al menos,

sus sentimientos siempre iban en segundo lugar, pero Ethan lo ponía

el primero.

El alcohol continuó fluyendo y, en poco tiempo, Aiden se

encontró más cerca de Ethan. Él no era un extraño en el toque de otro


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hombre, y en sus años más jóvenes, amó sentir la piel delgada que

cubre el eje de un hombre, pero la atracción que sentía por Ethan en

ese momento, superaba todo lo que había sentido antes.

Ethan chupó y tragó cada gota de su esperma. El delicioso

esperma goteó de su boca, pero el hijo de puta hambriento no se dejó

intimidar. Aiden lo tomó con un dedo y se lo metió en la boca.

Ahora, con los ojos cerrados, todavía podía saborear el delicioso

esperma salado en la parte posterior de su garganta. Pero tenía que

esperar un poco más para disfrutar de eso de nuevo, y a ese ritmo,

pasaría una hora antes de que consiguiese lo que quería.Rose había entrado hacia 15 minutos, pero todavía estaba

encerrada en el cuarto de baño. El agua había estado funcionando

durante casi 10 minutos, y no había final a la vista.

Ethan, pretendiendo tener una entrevista de trabajo, se había ido

esa mañana antes de que Aiden o Rose tuvieran la oportunidad de

despertarse. Aiden le advirtió que Rose vería sospechoso que tuviese

su entrevista a las 7, pero poco importaba.

Mirando a la mesa de noche, Aiden alcanzó a ver su reloj

despertador. Ethan estaría de vuelta en cualquier momento, pero no

había manera de que Rose hubiera terminado antes de esa hora.

Corriendo hacia la cama, Aiden intentó tomar su teléfono, con la

esperanza de advertirle a su amante.

Lanzó una almohada de la cama, con la esperanza de encontrarlo,

pero su teléfono no estaba por ningún lado. Pensó que era inusual.

Aiden siempre dormía con su teléfono debajo de la almohada. Su

estómago comenzó a agitarse. Un hombre honesto lo tendría detrás de

la cama o debajo de las sábanas, pero Aiden estaba lejos de ser


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inocente, y sólo tuvo que mirar por encima de su hombro para

encontrar su teléfono perdido.

Aiden estaba tan preocupado por encontrar el teléfono que no

había oído pararse el agua, y desde luego no había oído abrirse la

puerta del baño. Se quedó allí en silencio, con los ojos llorosos mientras

le lanzaba el teléfono perdido a Aiden.

Le gritó palabras ilegibles cuando corrió hacia adelante. Aiden la

retuvo, pero ella siguió luchando. Rose tomó un par de prendas antes

de que finalmente se detuviese. Jadeante, cayó de espaldas en la cama

mientras se cubría la cara con las manos. Aiden sentía un poco de simpatía por la mujer que una vez amó,

pero el remordimiento que sentía no era para nada comparable con el

alivio. La idea de ser atrapado lo había mantenido despierto casi todas

las noches, y se sentía como si un peso hubiese sido levantado de sus

hombros. Cualquiera que fuese el resultado, sabía que se trataba de un

paso en la dirección correcta, pero tenía que hacer frente a Rose, y su

histeria, antes de que finalmente pudiera ser libre de la relación tóxica.

Trató de explicar sus acciones, pero Rose lo interrumpió antes de

que tuviera la oportunidad. Lanzó insultos contra él, pero ninguno de

ellos aterrizó. Ella siempre decía cosas que no quería decir cuando veía

la tarjeta roja, y Aiden sabía que Rose no era para nada homofóbica,

se apresuró a detener su discurso antes de que tuviera la oportunidad

de volverse demasiado personal.

Sentado junto a Rose, Aiden le puso una mano en su rodilla. Él

trató de reprimir su ira, y funcionó por un tiempo, pero con un segundo

aire, Rose saltó de la cama y corrió a la cocina.


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Abrió un cajón y miró el cuchillo más afilado. Básicamente, Aiden

sabía que no iba a hacer nada estúpido, pero nunca la había visto tan

molesta, y no estaba dispuesto a correr riesgos.

—Siento que hayas tenido que enterarte de esta manera, — dijo

él levantando sus manos sobre su cabeza, —pero me alegro de que

finalmente sepas la verdad.

Rose estaba demasiado enojada para responder. Su respiración

era todavía pesada y sus ojos estaban fijos en el cuello de Aiden.

Aiden sintió la necesidad de explicar sus acciones, pero sabía que

con Rose sería como echar gasolina al fuego. Esto no era el momentode la verdad, no cuando ella tenía un cuchillo en la mano, y Aiden sólo

pudo ver una manera para salir de ese lío.

—¡Soy gay! —Él gritó mientras bajaba las manos y caía de

rodillas.

No estaba seguro de si sus palabras eran ciertas, pero fueron sin

duda eficaces. Rose comenzó a calentarse, y su férreo control empezó

a aflojar. Aiden no podía negar su atracción por Ethan o su amor por su

polla enorme, pero en el fondo no creía que fuera gay.

Su atracción por las mujeres era tan fuerte como su amor por el

pene, pero Rose no necesitaba oírlo ahora. La única manera de calmar

su ego era que ella creyese que estaba fuera de su control.

Aiden, ahora con la cabeza entre las manos, sollozó suavemente

cuando el cuchillo cayó al suelo. Una parte de él quería ponerse de pie

y saltar y correr de la mujer que lo había amenazado, pero luchó contra

sus deseos.

Rose llegó a su lado y pasó un brazo alrededor de su hombro.

Ella lo atrajo hacia sí y le dijo que todo iba a estar bien. Aiden no sentía


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la necesidad de destacar la hipocresía, no ahora, y aceptó su abrazo sin

una pizca de disidencia.

Cuando Aiden descubrió por primera vez que Rose lo había

traicionado, no le ofreció un abrazo o siquiera una disculpa. En su

lugar, le dio una lista de razones por las que se había equivocado. Rose,

no aceptó la culpabilidad de sus acciones, culpó de todo a Aiden.

Ella lo tomó como que estaba de acuerdo con su afirmación de

que su error fue su culpa, pero la culpa provenía de su noche con

Ethan. Ahora, mientras lo abrazaba en el piso de la cocina, Aiden

finalmente consiguió el cierre que necesitaba. Había dejado la relaciónhacia dos semanas, pero había vuelto de nuevo por la culpa.

Al darse cuenta de que Ethan estaría en casa en cualquier

momento, y con miedo de que ver a su amante la enviaría a otro

frenesí, Aiden falsamente se limpió las lágrimas de sus ojos y le

recordó a Rose, donde necesitaba estar.

En las últimas dos semanas, a pesar de toda la diversión que

había tenido con su compañero de cuarto, Aiden sentía mucha rabia

hacia Rose. En ese momento, cuando la miró a los ojos vidriosos, dejó

escapar cualquier resentimiento persistente. Todavía sentía una

punzada de culpa, pero la soltó con su ira.

De hecho, su relación había terminado hacia dos semanas. Aiden

sólo la había retomado de nuevo porque se sentía culpable por haber

tenido sexo en su cama. Esa mañana, cuando llegó a casa, de vuelta de

la Aiden todavía estaba dolorido por haber jodido la noche anterior, y

su agujero palpitante lo llevó a bajar la guardia.

La tomó de nuevo sin una disculpa, y la relación había estado en

las últimas desde entonces. La forma en que se encontraba no era


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ideal, pero Aiden estaba contento porque la verdad finalmente había

salido.

A pesar de la extraña tensión que se había apoderado de la

vivienda desde que había salido del cuarto de baño, Rose no parecía

tener prisa para irse a trabajar. Sostuvo a Aiden cerca, casi negándose

a dejarlo ir, y Aiden se vio obligado a recordarle una vez más su cita.

—No puedes llegar tarde hoy, Rose, — susurró mientras le

cepillaba el pelo detrás de la oreja —no dejes que se arruine tu futuro.

—

Sus palabras eran sinceras. Hasta hacia unos minutos, todavíatenía un poco de rabia persistente hacia su ahora ex-novia, pero aún así

quería que tuviese éxito. Era su amiga, Rose era digna de una

promoción, y Aiden no quería ser el que se interpusiese en su camino.

Pero sus palabras no eran del todo altruistas. Y cuando Rose

estaba a punto de ir al baño para fijarse el maquillaje, la puerta del

apartamento se abrió. Aiden inclinó la cabeza hacia atrás y cerró los

ojos.

Consideró saltar hacia adelante y abrazarse a Rose de vuelta,

pero la amante desdeñada no estaba en ese nivel. En cambio, se

marchó por el pasillo, pasando a Ethan por el camino, y se dirigió

hacia el dormitorio.

Al darse cuenta de que algo grave había sucedido, Ethan fue a la

cocina y puso su mano sobre el hombro de Aiden. Se quedaron así

durante un par de minutos en silencio total y absoluto.

Poco tiempo después, la puerta se abrió y se cerró. Rose se quedó

en la puerta por un momento antes de encontrar su voz.


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—Me quedaré en la casa de mi hermana esta noche, —dijo en

voz baja — Volveré a sacar mis cosas mañana.

Aiden en silencio asintió. Ethan, sintiendo que Rose sabía la

verdad, evita el contacto visual con la mujer de pelo rojo. Rose salió del

apartamento. Dejando a Aiden y a Ethan solos.

No sabía qué decir. Aiden estaba temblando con una mezcla de

miedo y excitación, pero Ethan era estoico en su comportamiento.

Nunca le había gustado Rose, incluso antes de que ella traicionase a su

mejor amigo, y se alegró al verla irse.

Nunca tuvo el placer de ver su lado más dulce, y estabaconvencido de que una vez que el polvo se hubiese asentado, ella iba a

volver en busca de sangre. Sin que Aiden se diera cuenta, se dirigió

hacia el fregadero y tomó el cuchillo que se le había caído al suelo.

Ethan se volvió hacia Aiden y abrió los labios, pero Aiden lo

detuvo antes de que tuviera la oportunidad de hablarle de lo que había

sucedido.

—¡Me vendría bien una ducha!

La mente de Ethan pronto cambió de Rose a Aiden, y en lugar de

preocuparse por el derramamiento de sangre pensó en todos los otros

fluidos corporales que serían capaces de intercambiar ahora que Rose

se había ido.

— Yo también... —Ethan murmuró mientras se quitaba su

apretada camiseta de su cuerpo musculoso.

Lado a lado, los dos jóvenes se dirigieron hacia la puerta del

baño. Aiden fue el primero en entrar, para variar, y se dio la vuelta en el

agua. Sentado en el borde de la bañera, Ethan tiró de la pierna hacia su


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cuerpo, pero Aiden le agarró el pie antes de que tuviera la oportunidad

de quitarse los zapatos.

Torpemente, Aiden desató los lazos de Ethan. Los dos

mantuvieron un intenso contacto visual todo el tiempo. Él habría

terminado más rápido si se hubiese concentrado en la tarea en

cuestión, pero Aiden no podía levantar los ojos lejos de los ojos de color

azul pálido de Ethan.

Con sus zapatos ahora retirados, Aiden alcanzó los pantalones

de Ethan. Tiró con fuerza, pero no se movió. Ethan se rió mientras

alcanzaba su cinturón.—Esto puede ayudar, — dijo.

Sus palabras eran fuertes y confiadas. Estaba claro que Rose

estaba ahora lejos de su mente. Pero Ethan no era tonto. Sabía que su

amigo, a pesar de sus mejores esfuerzos, eventualmente le permitiría a

la culpa sacar lo mejor de él. Aiden necesitaba una distracción, y

Ethan tenía algo en mente que alejaría a Rose de su memoria.

Ethan tomó su ropa interior, mientras Aiden se quitaba los

pantalones. Su pene ya estaba semierecto, y eso sólo le hizo ponerse

más duro. Con el agua ya cayendo, Ethan se quitó su propia ropa

interior mientras tomaba un control estricto de su pene endurecido.

—¡Quítate la ropa!

Sus palabras eran agudas y al grano. Aiden no tenía que leer entre

líneas y tratar de adivinar lo que Ethan realmente quería. Ese era su

compañero de piso y quería su culo, y estaba muy claro.

Ethan se acarició sus 22 cm mientras Aiden se despojaba. Sus

ojos no se movieron de Aiden, y Aiden estaba feliz con el público.


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Pronto, los dos hombres estaban desnudos y el agua estaba caliente.

Ethan fue el primero en entrar en la ducha, y Aiden no se quedó atrás.

Aiden suspiró con alivio cuando el agua fluyó en su rostro. Ethan

miró a su compañero de habitación con una sonrisa irónica. El agua

cayendo le recordó cómo su propio semen había corrido por el rostro

de Aiden. Inclinándose hacia adelante, Ethan apretó sus labios contra

la mejilla de Aiden.

Envolviendo sus manos alrededor del cuerpo desnudo y mojado

de Aiden, Ethan tomó una nalga en cada mano. Las presionó

alegremente mientras Aiden gemía con placer. La emoción erapalpable, y pronto el pene de Aiden comenzó a crecer. No era mucho

en comparación con los 22 cms de Ethan, pero Ethan se apresuró a

mostrarle un poco de amor.

Liberando su estricto control sobre su culo, Ethan agarró el palo

de Aiden. Lo acarició suavemente mientras miraba fijamente los ojos

de Aiden. Una parte de él quería caer de rodillas y tomarlo en su boca,

pero él sabía que Aiden no apreciaría sus labios.

Por supuesto, Aiden amaba cuando Ethan le estaba chupando la

polla, pero la mirada en sus ojos contaba la historia de un hombre que

quería ser follado. Poniendo una mano fuerte en el hombro de Aiden,

Ethan empujó a su compañero de piso contra los azulejos de la pared

del baño.

Ethan se puso de rodillas y se humedeció los labios con alegría. El

agujero de Aiden ya estaba mojado por el agua, pero quería comer su

delicioso agujero antes de que lo hiciese estallar. Ethan agarró las

nalgas y lo abrió de nuevo.


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Inclinándose hacia adelante, enterró el rostro en el culo de Aiden.

Aiden gimió de placer cuando sintió la lengua húmeda en su final. Se

retorció e hizo una mueca, pero Ethan lo mantuvo en su lugar. El agua

se estrelló contra Aiden que se encogió de hombros mientras se vertía

hacia abajo en su raja.

Su agujero estaba empapado con una mezcla de agua y saliva,

pero eso no impidió que Ethan le diera una segunda capa.

Colocando su mano en la parte posterior de la rodilla de Aiden, la

mano de se Ethan deslizó hasta la parte posterior del muslo de Aiden.

A Ethan le gustaba molestar a su compañero, aunque estaba ansiosopor joder su agujero apretado.

Ethan apretó la punta de su dedo índice contra el borde exterior

del ano de Aiden. Lo mantuvo allí durante un momento mientras sus

músculos se aflojaban. En las últimas dos semanas, cuando

encontraban un momento a solas, Ethan hacia un buen uso del

estrecho agujero de Aiden. Pero esos momentos eran siempre un

nuevo placer.

Un apretón más emocionado, y Ethan gimió con entusiasmo

cuando el núcleo de su dedo, finalmente entró. El cuerpo de Aiden se

puso rígido cuando el dedo de Ethan se movió más profundamente en

él. Trató de gemir, pero estaba sin aliento. En cambio, se quedó allí,

con el rostro apretado contra la pared, cuando un segundo dedo le

extendió el gran agujero.

Ethan fue lento al principio, pero fue ganando rápidamente paso.

Sus ojos no se apartaron de agujero de Aiden, y ningún placer terrenal

hubiera podido distraer su atención de la escena que se desarrollaba

ante sus ojos.


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Cerrando los ojos, Aiden pensó en su primera noche juntos.

Recordó lo que era sentir el bombeo del pene de Ethan y sus

convulsiones mientras descargaba, y comenzó a preguntarse cómo se

sentiría si Ethan se corría dentro de su culo en lugar de en su boca.

Normalmente, los dos habían utilizado un condón cada vez que

habían tenido relaciones sexuales. Aiden siempre había insistido. Su

relación con Rose se había convertido en una sin sexo después de su

transgresión, pero no había llegado a tomar la polla desnuda de su

mejor amigo.

Ahora, nuevamente solo, no sentía culpa por querer el semen deEthan en él, y él se apresuró en hacérselo saber.

—Sin condón— Murmuró.

Sus palabras fueron apenas legibles, pero Ethan no le pidió que

repitiese lo que había dicho. Ethan, con dos de sus dedos aún alojados

en el interior del agujero de su compañero de cuarto, envolvió su mano

alrededor de la punta de su pene y comenzó a acariciar su carne

mientras cogía con los dedos el agujero hambriento de Aiden.

Se quedaron así por un momento, pero pronto Aiden no podía

soportarlo. Ethan no quería nada más que saltar poniéndose de pie y

empujando su polla en el agujero de Aiden, pero estaba esperando a

que Aiden lo pidiese.

—Jodéme, — Aiden gimió mientras sus caderas comenzaban a

balancearse de lado a lado.

Los ritmos de los dedos de Ethan se convirtieron en frenéticos,

pero él no los sacó. En cambio, sujetó con la mano a Aiden en la

espalda baja y lo mantuvo en su lugar mientras continuaba aflojando su

apretado agujero. Ethan quería que Aiden rogase por su pene, pero


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ahora no sabía si aguantaría tanto. Y no necesitó mucho tiempo para

conseguir su deseo.

Los gemidos se Aiden se volvieron más y más fuertes. Él ya no

era reservado ni tenía miedo, así que dejó que Ethan supiese

exactamente lo que quería que le hiciera.

—¡Jódeme! ¡Jódeme! ¡Quiero tu polla!

Ethan siguió deslizando sus dedos dentro y fuera del culo

apretado de Aiden mientras se ponía en pie. Poco a poco, quitó los

dedos del culo de su compañero de habitación y su pene apuntando

hacia el techo, juguetonamente fingió coger su culo. Aiden volvió la cabeza para encontrarse con los labios de Ethan.

La poderosa lengua de Ethan atacó a Aiden. Ethan, teniendo un agarre

firme alrededor de la base de su pene, presionó la punta de su pene

contra el respaldo de Aiden.

Él ya estaba abierto por su digitación frenética, pero no fue

capaz de tomar la punta hinchada de Ethan. Sin inmutarse, Ethan

apretó con más fuerza y continuó empujándose hacia adelante. Nada lo

detendría de tomar lo que quería, y entonces consiguió lo que quería

tanto.

Su pene desnudo se deslizó en el culo de Aiden. Ambos gimieron

de placer mientras sus lenguas bailaban en torno a la boca. El beso de

Aiden se debilitó cuando hizo una mueca de dolor. Ethan, sin ganas de

parar, continuó empujando hacia adelante a pesar de la incomodidad

obvia de Aiden.

Pero el dolor era más afrodisíaco que cualquier otra cosa, y la

incomodidad que sentía fue eclipsada rápidamente por los intensos

placeres que lo siguieron. Agarrando las caderas de Aiden duro,


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Ethan alejó sus labios y concentró todos sus esfuerzos en el estrecho

agujero de su compañero de cuarto.

Él continuó empujándose hacia adelante hasta que toda su polla

estaba dentro. Ethan bajó la cabeza y sonrió al ver su palpitante polla

deslizarse dentro y fuera del ansioso agujero de su mejor amigo. El

rostro de Aiden se contorsionó y su cuerpo se tensó, pero sus palabras

fueron alentadoras.

—¡Más fuerte! — Declaró.

Ethan hizo lo que le pidió. Lanzó sus caderas hacia atrás hasta

que su pene casi se cayó por el agujero de su compañero de cuartoantes de golpear de nuevo en su culo. Sus enormes bolas se

sacudieron ida y vuelta con cada empuje de sus caderas.

Ethan, un entusiasta del senderismo, siempre se había

enorgullecido de su condición física y su resistencia le estaba sirviendo

bien ahora. Aiden, incapaz de contenerse más, movió la mano entre

sus piernas y la envolvió alrededor de la punta en forma de hongo de

su polla palpitante.

Acarició su polla. Suavemente al principio, pero fue cogiendo

rápidamente el ritmo. El vapor llenó el cuarto de baño mientras el

agua caliente seguía cayendo sobre los amantes enredados. El sonido

intenso de sexo ahogó el agua corriendo.

Sintiendo su orgasmo en el horizonte, Aiden comenzó a tirar de

su pene tan rápido como pudo. Normalmente, permitiría que Ethan se

corriese primero y luego él se masturbaría mientras que su compañero

de habitación lo miraba, pero ese era un día de primicias.

Aiden tiró de su polla hasta que su brazo se cansó, y entonces

pudo sentir sus testículos tensándose.


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—¡Voy a correrme! —Él gimió, sin aliento, cuando su semen

comenzó a gotear de la punta de su pene.

Sus palabras fueron como un poema para Ethan, pero no fue tan

motivador como lo que sucedió después. Con los espermatozoides

drenando sus bolas, el culo de Aiden comenzó a apretarse. Empujó el

pene de Ethan, pero no fue suficiente para detenerlo; ni siquiera de

cerca. Él sacudió sus caderas hacia delante y puso todos sus 22 cms de

nuevo en el agujero de Aiden.

En ese momento el dolor eclipsó al placer, pero el día no estaría

completo hasta que Aiden finalmente consiguiese lo que quería.Ofreciéndole unas palabras más, Aiden le dio a Ethan un rápido

recordatorio de lo que quería, cuando le dijo que olvidase el condón en

su billetera.

—¡Disfruta!— Aiden le rogó —¡Disfruta de mi culo!

Una última ráfaga de energía. Eso era lo que necesitaba para

conseguir lo que quería. Ethan comenzó a moverse erráticamente, y

pronto recurrió a los movimientos punzantes. Sus bolas se hincharon

por un momento, pero se vaciaron rápidamente.

Ethan lo lanzó todo en el agujero de Aiden que le dio la

bienvenida. El esperma fluyó de su culo y se lavó por el desagüe, pero

aunque ambos estaban totalmente gastados, la pasión aún permanecía.

Aiden, lleno de una calidez y felicidad que nunca había

experimentado antes, tenía la sonrisa de un hombre satisfecho cuando

el palo suavizado de Ethan cayó de su culo. Ethan envolvió sus brazos

alrededor del cuerpo del Aiden y tiró de él lejos de la pared. Se

quedaron bajo el agua caliente por un momento, igual que antes de

que Ethan finalmente lanzase su férreo control a volar.


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Ambos se relajaron, y Ethan fue el primero en salir del cuarto de

baño. Cuando por fin entró en la habitación, Ethan estaba acostado en

la cama desnudo. Su pene flácido descansaba contra su pierna, y a

pesar de tener sólo eso, Aiden no pudo alejar los ojos curiosos de él.

Pero Ethan tenía otras cosas en la cabeza.

—¿Y ahora qué?— Preguntó mientras rodaba sobre su costado.

—¿Qué quieres decir?— Preguntó Aiden.

Había estado tan centrado en suavizar su ruptura que aún tenía

que considerar el futuro para él y su amante. Antes, tan complicado

como su romance secreto era, sabían dónde estaban. Pero ahora, conRose fuera de cuestión, Ethan estaba ansioso por averiguar dónde iban

a partir de allí.

Los dos hombres se sentaron en silencio mientras contemplaban

el futuro. Aiden tenía miedo de decir la verdad por temor a ser

rechazado. Mientras que Ethan siempre había sido abierto acerca de su

sexualidad, Aiden había tratado de luchar contra dos personalidades

contrastantes la mayor parte de su vida.

Hasta el momento, su lado recto siempre había salido victorioso,

pero era un día de nuevos comienzos.

—Bueno, Rose se va, así que supongo que eso significa que

vamos a necesitar un nuevo compañero de cuarto, — dijo Aiden con

una sonrisa.

Intrigado, Ethan se sentó en la cama.

—¿Qué quieres decir?— Le preguntó con una mirada de asombro

en su rostro.


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—Bueno, Rose se ha ido, lo que significa que esta es nuestra

habitación ahora, — dijo mientras se sentaba junto a Ethan —así que

debemos encontrar a alguien para tomar la otra habitación...

Se detuvo y esperó a que Ethan dijese algo, pero las palabras no

salieron de su boca. En cambio, envolvió sus poderosos brazos

alrededor del cuerpo desnudo de Aiden y tiró de él a la cama.

—Suena como un plan... —Ethan susurró mientras sostenía la

cabeza de Aiden contra su pecho musculoso.

Fin...

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