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Amalia domingo Soler, importancia de la difusión del espiritismo para nuestro mejoramiento como seres humanos

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El 29 de Abril de 1909, retorna al plano espiritual

Nuestra querida Amalia Domingo Soler , fue una gran mujer , de jo a la humanidad sus escr itos que han s ido deleite de muchas almas, e l la con su lenguaje senci l lo ha emocionado a muchos corazones endurecidos, por eso aprovechare esta oportunidad, para refer ir algunas enseñanzas de e l la extraídas de sus l ibros . Todo con el deseo de que también e l la esté entre nosotros.

Amalia nos decía:“Que la mejor ofrenda que se puede ofrecer a Dios es e l bien” ,“Que una conciencia l impia es e l mejor tesoro” , “Que la c iencia es la lumbrera del progreso” y la humanidad para hacerse digna de su preclara est irpe, puesto que es hi ja de Dios, debe ser buena y debe ser sabia.

Nunca ha faltado en la Tierra mensajeros de paz y de amor. Han encarnado sucesivamente espír itus en este planeta con la misión de ayudar a la humanidad, han venido de Mundos Superiores para instruir al hombre.

Ellos debían ser superiores para imponerse a los demás; y sus enseñanzas f lotan en el aire como el Espír itu del Progreso: y ante su mágica influencia, las humanidades se s ienten impulsadas, y a pesar suyo adelantan moralmente y son hoy menos crueles que lo fueron ayer .

Aun quedan fracciones en la humanidad, muy refractarias al progreso, pero a pesar de todo, e l mundo s igue adelante . De hecho, los espír itus que van encarnando en e l día de hoy en la Tierra son muchos más adelantados que e l de nuestros abuelos .

Desde que el hombre conoció e l Espir it ismo, comprendió que no por mucho madrugar amanece más temprano, y que s i la t ierra está bien arada, en e l surco endurecido no germina el productivo grano.

Los que habitamos la t ierra somos espír itus rebeldes , indómitos, soberbios , orgullosos los unos y degradados y envi lecidos los otros , y con tan pobres e lementos no se pueden l levar a cabo grandes empresas.

El hombre estudia en la sociedad con gran profundidad la historia palpitante de la humanidad; vemos tanta miser ia; ¡Tanta hipocresía! ¡Tanta corrupción!. . . que cuando oímos a la prensa e l delatar tantos cr ímenes, decimos lo que es extraño es que no se cometan más, porque el hombre desconoce su vida futura, bien es verdad que han tenido una intuic ión del Más Allá,

pero de una forma confusa, las re l igiones han presentado la eternidad bajo dist intas fases , y ninguna de e l las a satisfecho verdaderamente los deseos del hombre, ni ha podido l lenar e l inmenso vació que ha quedado s iempre en e l espír itu pensador, y ante la duda el alma indecisa se ha incl inado casi s iempre en lo peor .

Unos lo niegan todo, aniquilando absolutamente e l cuerpo, y la fuerza que lo sost iene. Otros sse aferran a una supervivencia del alma inadmisible , a una vida eterna que es la anonadación del Espír itu. La humanidad necesitaba que luciera en oriente un nuevo Sol , una nueva creencia, una fe y una esperanza que diera fuerzas vitales a la humanidad debi l itada por sus desaciertos .

Afortunadamente la Escuela Espir it ista levanto su blanca bandera, en la cual leyeron los pueblos “Sin caridad no hay salvación” y todos hoy en día sabemos el desenvolvimiento que ha alcanzado e l Espir it ismo en todas las naciones, especialmente en América, donde se cuentan por mil lones los adeptos de esta escuela f i losófica que tanto bien ha hecho a la humanidad;

porque el hombre sabe ahora posit ivamente que vivió ayer , que vive hoy, y que vivirá mañana, que su vida tuvo un principio, pero que nunca tendrá un f in, que sus sucesivas encarnaciones están íntimamente relacionadas las unas a las otras, s iendo s imultáneamente causas y efectos, hechos consumados y consecuencias ineludibles ; deudas contraídas y cuentas saldadas;

y mirando la vida bajo su verdadero punto de vista, e l hombre ya no es e l c iego que camina a la ventura, ya no peca por ignorancia, ya sabe que su espír itu es responsable de todos sus actos; y una vez adquir ido ese convencimiento de esa verdad innegable , e l hombre progresa con más rapidez, porque sabe que trabaja la t ierra de su heredad.

Por eso e l la aconse jaba a la humanidad el estudio del espir it ismo, porque al hombre le es de mucha uti l idad saber de donde viene, porque se encuentra aquí , y deducir de su presente lo que será su porvenir .

El Espir it ismo no hace santos; pero induce al hombre a la observancia estr icta de todos los deberes de la vida; y en este planeta, e l conseguir que un hombre cumpla sus deberes en toda la opción de la palabra, ya es obtener un gran progreso.

Dominar nuestras pasiones , frenar nuestros locos deseos, tomar parte en las penas de los demás, de jar de ser envidiosos y rencorosos, renacer en f in a la vida del trabajo, a la vida del orden, al método de la virtud, esta gran metamorfosis puede efectuarla en nosotros e l Espir it ismo; Y todos concordamos que merece la pena estudiar esta f i losofía que con su estudio y su practica s irve para la

regeneración del hombre; por eso e l divulgar la Doctrina es muy necesario, e l Espir it ismo debe ser conocido por todas las c lases sociales . Hoy más que nunca debemos ofrecer a la medida de nuestras posibi l idades los conocimientos de la Doctrina Espir ita, porque hace falta que el pueblo se instruya y que la mujer lea escr itos senci l los

para que conmuevan sus corazones y las hagan incl inarse a despertar y crezca en el las e l sentimiento, la necesidad de crear un mundo interno donde puedan comulgar con las verdades divinas.

Todos debemos trabajar cada cual en su adelanto.

Encendamos la antorcha que i lumine nuestro pequeño mundo interior , para así formar una gran Luz que i lumine a l mundo, y las humildes intel igencias recojan de esa Luz chispas dadas por e l viento, todos formamos una larga cadena y en e l la somos es labones diminutos que expanden pequeñas ramitas

acogiendo al que realmente t iene sed, al que busca, y con nuestra perseverancia, con nuestro e jemplo, con nuestro amor, formaremos la gran cadena que acercará a los hombre de bien, al regazo del Creador.

Amalia, gran trabajadora, mujer incansable , humilde y soñadora, desde aquí e l Espir it ismo te bendice por tu exquisitez en l lamar a los corazones enfermos para incl inarlos al todo Poderoso, donde encuentra consuelo e l alma afl igida, en e l regazo de su Padre e l Dios Bondadoso y Dulce que calma la sed y despierta el Hambre de los bienes espir ituales .

Gracias Amaila,…… con tu trabajo, abnegado, sacrif ic io y renuncia nos das e l e jemplo vivo de lo que debe ser un espír ita.El espír it ismo hay que estudiarlo, pero sobre todo hay que practicarlo.

Centro Espírita“Amalia Domingo Soler”

Lima-Perú

www.amaliadomingosoler.divulgacion.orgce_amaliadomingosoler@yahoo.es

Presentación: Gina de Rezkalah

Texto extraído de: www.merchita926.divulgacion.org

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