proteinas plasmaticas
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PROTEINAS PLASMATICAS
Las proteínas son complejas sustancias orgánicas
nitrogenadas y tienen un papel fundamental en la
estructura y función de las células tanto animales
como vegetales.
Cada especie tiene proteínas características, lo que le
confiere su carácter específico, tanto genético como
inmunológico.
La palabra proteína viene del griego “proteos” que
quiere decir el primero, ya que forma parte básica de la estructura corporal. Este término fue
sugerido por Mulder, químico Holandés, en el siglo XIX para designar el componente
universal de todos los tejidos vegetales y animales.
“Sin proteínas no hay vida posible en nuestro planeta”. A través de ellas se producen los
principales fenómenos de la vida
PROTEINAS TOTALES
Los valores normales oscilan entre 6,7
y 8,1 g/dl. Se puede medir
manualmente por refractometría o de
modo automatizado por la reacción de
Biuret y posterior medida
espectrofotométrica.
En el proteinograma se separan las
distintas fracciones (albúmina y
globulinas) mediante electroforesis. El
porcentaje de cada fracción se calcula
por densitometría.
Las hiperproteinemias pueden cursar con un cociente Albúmina/Globulinas (A/G) normal
(1,2-1,8) en casos de hemoconcentración, pero generalmente existe una inversión del cociente
A/G por hiperglobulinemias, tales como mieloma múltiple, macroglobulinemia de
Waldenström, infecciones parasitarias crónicas, endocarditis, leucemias, etc..
La hipoalbuminemia es propia del síndrome nefrótico, malnutrición de cualquier causa,
infecciones crónicas, trastornos mal absortivos, insuficiencia hepática, síndrome pierde-
proteínas y quemaduras graves. El cociente A/G desciende en todas estas circunstancias.
En el proteinograma electroforético del
plasma existen 6 grandes familias
proteicas: albúmina, a1-globulina, a2-
globulina, b1 y b2 globulinas
(frecuentemente se informa la suma de las
dos porque se solapan), fibrinógeno y g-
globulinas (existe una fracción
minoritaria, importante como proteína de
transporte, la pre albúmina, que es buen reflejo del estado nutricional). Las cinco primeras
familias proteicas son de origen hepático, mientras que las g-globulinas se originan en los
complejos procesos de la respuesta inmunitaria humoral. A continuación se indican las
proporciones de las distintas fracciones del proteinograma cuando el contenido de proteínas es
normal. Sin embargo, en cada caso individual es preferible expresar la concentración absoluta
del componente que interesa destacar ya que, por ejemplo, una hipergammaglobulinemia
marcada puede producir una falsa hipoalbuminemia si se valoran los porcentajes respectivos:
Albumina: 52,8 - 66,6 %
α-1: 1,9 - 4,1 %
α-2: 7,7 - 12,3 %
β: 7,6 - 13 %
γ: 10,3 - 20,8 %
DETERMINACIÓN DE PROTEÍNAS TOTALES
Los enlaces peptidicos de las proteínas reaccionan con el ion cúprico en medio alcalino,
para dar un complejo color violeta con máximo absorción a 540nm, cuya intensidad es
proporcional a la concentración de proteínas totales en la muestra.
Reactivos provistos
Reactivo EDTA/cu: complejo EDTA/Cu 13 mmol/ l en NaOH 875mmol/ l y aquil aril
polieter (AAP)
Material
Espectrofotómetro o fotocolorímetro
Micropipetas y pipetas para medir los volúmenes indicados.
Tubos de fotocolorímetro o cubetas espectrofotométricas
Baño de agua a 37°C (para proteínas totales)
Procedimiento
En 3 tubos de fotocolorímetro marcados B(blanco ), S (standard), y D (desconocido ).
Colocar:
B S D
Agua Destilada 50µl - - Suero Patron - 50µl - Muestra - - 50µl Reactivo EDTA/Cu 3,5ml 3.5ml 3,5ml
Mezclar con la varilla, incubar 15 minutos a 37°C . leer en espectrofotómetro a 540nm o en
fotocolorímetro con filtro verde (520-560 nm) llevando a cero con el blanco de reactivo.
Estabilidad de la mezcla
El color de la reacción es estable durante 12 horas por lo que la absorbancia debe ser leída
dentro de ese lapso
ALBÚMINA
Proteína que se encuentra en el plasma sanguíneo, siendo la principal proteína de la sangre y
una de las más abundantes en el ser humano.
Características
-Posee un pk de 8.0
-Tiene un pH de 8
-Tiene un peso molecular de 67.000 daltons
-Tiene un pl de 4.9
Funciones
-Mantenimiento de la presión osmótica
-Transporte de hormonas tiroideas, y liposolubles
-Transporte de ácidos grasos libres
-Transporte de bilirrubina no conjugada
-Transporte de muchos fármacos o drogas
CAUSAS DE DEFICIENCIA
Cirrosis hepática: La disminución de la función hepática en la cirrosis hepática de larga data
produce disminuciones de la albúmina que pueden ser marcadas y asociarse a edema de
extremidades y ascitis.
Síndrome nefrósico (nefrótico): Se refiere a la pérdida de albúmina por el riñón,
frecuentemente secundario a diabetes mellitus. El síndrome nefrótico habitualmente se
acompaña de elevaciones marcadas de los lípidos sanguíneos y niveles variables de
insuficiencia renal.
Enfermedades crónicas: Cualquier enfermedad crónica con compromiso nutricional puede
asociarse a hipoalbuminemia, por ejemplo neoplasias, insuficiencia cardiaca, enfermedades
intestinales, etc.
Malabsorción: Las enfermedades que impiden la absorción adecuada de nutrientes por tubo
digestivo se asocian a desnutrición con hipoalbuminemia.
Valores normales
Es el 52,8-66,6 % de las proteínas totales, es decir, la principal proteína del suero y sus
valores normales en g/100 ml están comprendidos entre:
— 2,9 y 5,5 en recién nacidos.
— 3,8 y 5,5 en niños.
— 3,1 y 4,3 en adultos (valores superiores no tienen significado patológico).
La albúmina es el principal factor que mantiene la presión oncótica sanguínea y es la proteína
de transporte para numerosos compuestos endógenos (especialmente hormonas) y exógenos
(medicamentos). Se sintetiza en el hígado y, por ello, sirve como indicador del estado de la
función hepática.
Además del análisis electroforético-densitométrico, la
albúmina se puede determinar mediante una prueba
colorimétrica y con técnicas inmunoquímicas: nefelometría,
electroinmunoanálisis e inmunodifusión radial.
Existe una glucoproteína llamada pre albúmina (normal por
encima de 20 mg/dl). Su cuantificación se realiza
actualmente por nefelometría cinética. Su disminución es
notable en hepatopatías graves, quemaduras y desnutrición.
También se han observado bisalbuminemia congénita (desdoblamiento de la banda) o
adquirida en la pancreatitis y raros casos de analbuminemia.
Los casos encontrados de hipoalbuminemia coinciden en su totalidad con los estados
generales de hipoproteinemias anteriormente citados: insuficiencia hepática crónica, síndrome
nefrótico, síndromes de malabsorción, desnutrición y quemaduras extensas.
Durante el embarazo se puede producir una hipoalbuminemia leve por hemodilución
Aumenta en estados de hemoconcentración.
GLOBULINAS
Son un grupo de (proteínas) solubles en agua que se encuentran en todos los animales y
vegetales. Las globulinas son un importante componente de la sangre, específicamente del
plasma. Estas se pueden dividir en varios grupos.
Globulinas a-1
Aumentan generalmente en procesos de inflamación aguda, neoplasias, infartos y necrosis.
Comprenden a su vez las siguientes subfracciones:
— a-1 lipoproteínas Son las HDL.
— a-1 glucoproteínas. Se elevan en inflamaciones agudas y en neoplasias.
— Seromucoide. Es una mucoproteína que aumenta en las inflamaciones agudas (fiebre
reumática, tuberculosis, etc.), en neoplasias malignas, ictericia obstructiva y traumatismos.
Disminuye en la insuficiencia hepática, suprarrenal e hipofisaria.
— a-1 glucoproteína ácida (55-140), reactante de fase aguda que aumenta en inflamaciones y
neoplasias.
— a-1 antitripsina (85-213 mg/dl). Es prácticamente toda la fracción a-1.
También es un reactante de fase aguda. Existe un déficit congénito de a-1 AT que puede
producir enfisema y hepatopatía crónica.
— a-fetoproteína (1-20 µg/ml en el hombre y en la mujer no embaraza-da). Es típica en el
periodo fetal. Los niveles se elevan en otras patologías benignas como hepatitis viral,
colestasis, cirrosis y enfermedad de Crohn. En el embarazo se determina para detectar
malformaciones del tubo neural (anencefalia, mielomeningocele y espina bífida), con valores
de AFP elevados en suero materno y en líquido amniótico, y síndrome de Down, con valores
de AFP disminuidos.
Globulinas a-2
Aumentan en casos de síndrome nefrótico, ictericia obstructiva y tuberculosis. Se destacan las
siguientes subfracciones:
— Macro globulina a-2 (150-420 mg/dl) es una proteína inhibidora de proteasa. Aumenta en
el síndrome nefrótico, enfisema, diabetes mellitus, embarazo y síndrome de Down.
— Lipo y glucoproteínas a-2.
— Ceruloplasmina (20-40 mg/dl). Es una proteína enzimática que trans-porta el cobre.
Aumenta en colestasis, infarto de miocardio, infecciones crónicas y terapia con estrógenos, así
como en el embarazo y en el recién nacido. Disminuye en la enfermedad de Wilson, el
síndrome nefrótico, la cirrosis hepática, la malabsorción intestinal y la gastroenteropatía
exudativa.
— Haptoglobina (60-270 mg/dl), cuya principal característica consiste en su unión a la
hemoglobina libre, como proteína de transporte en fase aguda. Aumenta en infecciones,
neoplasias, enfermedad de Hodgkin y enfermedades del colágeno. Su disminución es un
índice de la hemólisis intravascular, también se observa en la anemia perniciosa y en las
hemoglobinurias. Se mide actualmente por métodos inmunoquimicos como la nefelometría.
— Proteína C reactiva (<0,6 mg/dl). Reactante de fase aguda en infecciones e inflamaciones
tisulares, con escasa sensibilidad. Se segrega en el hígado y en los últimos años ha cobrado
importancia como marcador bioquímico de aterosclerosis, especialmente en sujetos en los que
no inciden otros factores de riesgo.
— Eritropoyetina: es el factor estimulante de la eritropoyesis, que se pro-duce en el riñón por
estímulo de la hipoxia.
GLOBULINAS B
Aumentan en las hiperlipemias presentes en procesos como síndrome nefrótico, ictericia
obstructiva, mixedema y xantomatosis. Las subfracciones se estudian a continuación:
— Fibronectina (25-40 mg/dl), es una galactoproteína situada en la superficie celular de los
fibroblastos aunque esta difundida por todo el organismo. Provoca la opsonización de
sustancias extrañas. Aumenta en enfermedades del tejido conectivo, síndromes colestásicos y
nefróticos y neoplasias malignas. Disminuye en traumatismos craneales, politraumatismos,
quemaduras extensas, sepsis, hepatitis y cirrosis hepática.
— b-lipoproteína. Su ausencia conlleva una enfermedad congénita llamada a-
betalipoproteinemia.
— Transferrina (200-400 mg/dl). Es la proteína encargada de transportar el hierro en el
plasma. Se determina por nefelometría cinética o por inmunodifusión radial. Aumenta en el
embarazo. Disminuye en el síndrome nefrótico.
— b-2-microglobulina. Aumenta en las tubulopatías proximales renales y es un marcador
pronóstico en el mieloma, en el que valores superiores a 4 mg/dl señalan una marcada
reducción de la supervivencia.
— b-1-glucoproteína (<2,5 ng/ml). Aumenta en el embarazo y los coriocarcinomas.
— Transcobalamina II (<900 pmol/l). Transporta la vitamina B12.
Aumenta en casos de enfermedad de Gaucher, neoplasias, leucemias, linfomas, mieloma
múltiple y lupus eritematoso sistémico. Disminuye en la deficiencia congénita responsable de
la anemia megaloblástica infantil y en la malnutrición.
— Hemopexina (50-115 mg/dl). Es la glucoproteína encargada de capturar el grupo hemo de
la hemoglobina cuando la haptoglobina está saturada en casos de hemólisis.
— C3 y C4 son componentes del complemento y sus valores normales son 85-193 mg/dl para
C3 y 12-36 mg/dl para C4. Se analizan por nefelometría cinética. Son proteínas que se activan
en las reacciones inflamatorias. Disminuyen en las anemias hemolíticas autoinmunes, el lupus
eritematoso sistémico y otras enfermedades inmunes.
GLOBULINAS G
Son los anticuerpos o inmunoglobulinas:
— IgG (800-1800 mg/dl)
— IgA (90-450 mg/dl)
— IgM (60-250 mg/dl)
— IgD (15 mg/dl)
— IgE (0,06 mg/dl)
Se determinan por nefelometría cinética. Para la IgE es más sensible el
enzimoinmunoanálisis.
Las hipergammaglobulinemias policlonales se manifiestan en las inflamaciones crónicas
acompañadas de una proliferación de células plasmáticas, como en cirrosis hepática, hepatitis
crónica, brucelosis, lepra, poliartritis crónica, endocarditis, histoplasmosis, kala-azar,
linfogranuloma venéreo, sarcoidosis, lupus, periarteritis, etc...
Las hipogammaglobulinemias se presentan en el síndrome nefrótico, infecciones o sepsis
crónicas, mieloma de cadenas ligeras con proteinuria de Bence-Jones, linfomas, en un tercio
de leucemias linfáticas crónicas, amiloidosis, síndrome de Cushing, empleo de fármacos
citotóxicos e inflamaciones gastrointestinales.
Hay deficiencias congénitas de inmunoglobulinas. Dentro de ellas, las más relevantes son la
de IgA, que cursa con manifestaciones atópicas y autoinmunes, y la de subclases de IgG. La
hipogammaglobulinemia adquirida o inmunodeficiencia variable común facilita la aparición
de infecciones bacterianas graves en etapas relativamente tempranas de la vida.
La IgE aumenta selectivamente en el asma alérgico y en las infecciones por helmintos.
Las gammapatías monoclonales son características del mieloma y de la macroglobulinemia de
Waldenström. También existen mielomas en los que no se producen cadenas pesadas y por
tanto no hay componente monoclonal en suero, pero sí eliminación de cadenas ligeras
monoclonales lambda o kappa por orina.
Las cadenas ligeras kappa (598-1329 mg/dl) y lambda (280-665 mg/dl) se determinan
actualmente por nefelometría cinética para diagnosticar y seguir el tratamiento de pacientes
con mieloma de cadenas ligeras. Pueden elevarse en otras enfermedades con estímulo inmune
humoral, pero no son monoclonales. Los valores normales de la relación kappa/lambda se
encuentra entre 1,47 y 2,95.
Reactantes de fase aguda
Las proteínas reactantes de fase aguda del suero y su comportamiento ante la inflamación.. Ya
se ha señalado anteriormente la importancia de la proteína C reactiva, y en menor grado del
fibrinógeno, como marcadores de riesgo arterioesclerótico
Ferritina
Es la proteína tisular encargada de almacenar hierro. Sus valores normales en plasma están
comprendidos entre 25 y 310 ng/ml en hombres, 11-136 ng/ml en mujeres pre menopáusicas y
28-298 ng/ml en mujeres posmenopáusicas.
Se determina para conocer las reservas de hierro en el organismo (hígado, médula ósea, bazo,
etc.). La ferritina es un complejo formado por cadenas ligeras y pesadas. La capacidad de
acumular hierro viene dada por la proporción de cadenas pesadas en el complejo. La ferritina
es un reactante de fase aguda, lo que le resta especificidad. Aumenta además en los estados de
sobrecarga de hierro, tanto primarios (hemocromatosis) como secundarios (anemias
hemolíticas crónicas, politransfusiones). Disminuye en las situaciones de deficiencia de hierro
y es muy útil para controlar la eficacia del tratamiento en la anemia ferropénicas y del trata-
miento con sangrías en la hemocromatosis.
Se determina por nefelometría cinética.
Hemoglobina
Es una hemoproteína que normalmente se encuentra en los eritrocitos como forma A (a2 b2)
en un 96-98,5 % y en menor proporción como forma A2 (a2 d2) en un 1,4-4% y F (a2 g2) <
2%. Existen hemoglobinas anormales que se pueden presentar en talasemias, drepanocitosis y
otras hemoglobinopatías, y son detectables por electroforesis o por técnicas cromatográficas.
La llamada glucohemoglobina o HbA1c se analiza por HPLC, para determinar los niveles de
glucemia durante un período de tiempo anterior a la extracción de aproximadamente tres
meses, debido a que el eritrocito tiene una vida media de tres meses. Por lo general, los
valores en sujetos no diabéticos no superan el 6%. Valores superiores señalan un control
deficiente de la hiperglucemia. Los niveles bajos se han observado en pacientes con
insulinoma.
Mioglobina
Su cifra normal es menor de 80 ng/ml. Se determina por inmunoanálisis con anticuerpos
monoclonales que han relegado al RIA (radioinmunoanálisis). Es un marcador poco
específico de necrosis miocárdica, pero se libera precozmente, antes que otros marcadores,
como CK o troponina, y existen métodos de detección casi inmediata. Por lo tanto su valor
diagnóstico reside en su sensibilidad y en su valor predictivo negativo en la necrosis
miocárdica.
Por otra parte, la mioglobina se eleva masivamente en situaciones de rabdomiolisis de
cualquier etiología (traumatismos graves, quemaduras), y en la insuficiencia renal crónica, ya
que se excreta por el riñón. En situaciones de mioglobinuria masiva produce insuficiencia
renal aguda por necrosis tubular.
Péptido natriurético de tipo B
Los péptidos natriuréticos se producen como parte de la activación neuro-hormonal que se
desencadena en respuesta a diversos estímulos vasculares. El de tipo A o péptido atrial es
producido por el miocardio atrial en respuesta a la dilatación de la aurícula. El de tipo B, antes
denominado péptido natriurético cerebral, es producido por el miocardio ventricular en
respuesta a la distensión y al aumento de la presión diastólica final. El de tipo C es producido
por las células endoteliales en respuesta a sobrecargas de distensión. En ausencia de estos
estímulos no se producen cantidades significativas de estos péptidos.
El péptido natriurético de tipo B ha mostrado ser un marcador excelente para el diagnóstico de
insuficiencia cardiaca, ya que sus concentraciones plasmáticas guardan relación con la
gravedad de la misma y no se elevan en situaciones clínicas similares a la insuficiencia
cardiaca (disnea aguda de otro origen) pero cuyo tratamiento es diferente. Además existen
métodos de determinación por inmunoanálisis de fluorescencia que ofrecen resultados en
pocos minutos. Se prevé que en muy poco tiempo esta determinación forme parte del arsenal
diagnóstico habitual. Los valores de corte con mayor sensibilidad y especificidad se sitúan
entre 80 y 100 pg/ml, y existe una excelente correlación entre la concentración de péptido
natriurético de tipo B y la clase funcional en la que se encuentra el enfermo con insuficiencia
cardiaca.
Troponinas
Las troponinas no son proteínas normales del suero. Son proteínas integrales del músculo
estriado que intervienen en el proceso de contracción. Existen tres subunidades de troponina:
C, T e I. Las troponinas T e I tienen isoformas específicas del músculo cardiaco y se liberan
si hay necrosis miocárdica al cabo de 4-6 horas, alcanzando un máximo a las 16-18 h y
permaneciendo detectables durante al menos 7 días. Las troponinas cardiacas son más
sensibles que la CK MB en la detección de daño miocárdico leve y su elevación en pacientes
con angina inestable es signo de mal pronóstico. Sin embargo, también se elevan en otras
enfermedades cardiacas, como la pericarditis y la miocarditis aguda, y en enfermedades no
cardiacas (polimiositis, ictus), que en general son identificables por otras características. Las
troponinas cardiacas pueden mostrarse especialmente útiles en el diagnóstico de urgencia de
síndromes de dolor torácico, ya que se dispone de métodos de determinación rápida que
ofrecen resultados fiables al cabo de 15 minutos. Parece que la troponina I cardiaca es más
específica que la T, aunque ambas son igualmente sensibles.
BIBLIOGRAFÍA.
Jesús Govantes Betes. MANUAL NORMON DE DIAGNÓSTICO CLÍNICO
Murray, Gardner y col. Bioquímica de Harper 28° edición. Editorial
Interamericana. 2010
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