3 Noviembre

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EDITORIAL

l finalizar la mesa dedicada a la Cultura, Participación y Democracia, durante las II Jornadas Internacionales de Participación y Desarrollo Social de Las Palmas de

Gran Canaria, se abrió un pequeño debate. En ese pequeño foro, una de las intervinientes afirmó acertadamente que el futuro es hoy. Digo “acertadamente” porque estoy de acuerdo con esa aseveración, pero, a mi juicio, se ha de matizar cuando nos referimos a determinados aspectos.

Sin lugar a dudas, la gestión de la ciudad debe ser gobernada entre administra-ción y ciudadanos haciendo especial hincapié en la resolución de conflictos, defectos y necesidades del día a día de todos y cada uno de los barrios de Las Palmas de Gran Canaria. Estoy también de acuerdo con que cada acción orienta-da a la mentada resolución del día a día se haga, en la medida de lo posible, con perspectiva de futuro.

Sin embargo, considero que no todos los asuntos pueden formar parte de la acción cotidiana, aunque sí se ha de trabajar duro cada día para que sean una realidad en un presente futuro. En algunos momentos, pasados y presentes, esta ciudad ha adolecido de cierta improvisación, de satisfacer necesidades inmedia-tas sin pensar demasiado en el legado urbanístico, medioambiental, social, cultu-ral, etcétera, que se deja para las nuevas generaciones cuando nosotros, meros mortales, ya no estemos aquí.

La configuración de la ciudad, en sus distintos aspectos y, ante todo, en lo referente a las grandes obras y al replanteamiento de la fisionomía de la ciudad, debe emanar de la reflexión, el estudio, la planificación e, incluso, en determina-das ocasiones, del consenso. En este caso debemos partir del presente para pensar, idealizar y reordenar la construcción de la nueva ciudad. Luego, a partir de ese momento, la acción debe ser valiente, confiada y decidida. Pero eso sólo se podrá producir en el futuro.

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Noviembre de 2010 Página 1

Del sueño a la acción

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AVíctor Rosales Álamo

EDITORIAL

Noviembre de 2010 Página 2www.proa2020.org

Siendo niño, en una pequeña urbanización del Cono Sur de esta ciudad, soñaba con que mi barrio por aquel entonces, Casablanca I, no estuviera tan alejado del resto de la ciudad y no por la lejanía física, sino por la falta de cohesión urbanísti-ca, social, cultural y demás, entre lo que se conocía como “la ciudad” entre mis vecinos –a partir del casco histórico- y mi barrio, que nosotros situábamos fuera de la misma como si se tratara de otro municipio. Soñaba con una playa de La Laja integrada en la urbe, soñaba con la existencia de cines, sala de exposiciones, centro socio-culturales en mi zona. Nada de eso se hizo realidad en los 16 años que viví allá. Sin embargo, ese sueño, seguramente el de muchos, sigue ahí y algún día verá la luz.

También soñaba con la recuperación de algunos espacios de la ciudad para el disfrute de los ciudadanos, como el Barranco Guiniguada, los laterales del Teatro Pérez Galdós, el Barranco de Tamaraceite, la Base Naval, los castillos y fortifica-ciones de la ciudad, la creación de más parques y zonas verdes o la desaparición del ‘Scalextric’, entre otros. Algunos de ellos, pocos aún, se han hecho realidad en las últimas legislaturas, pero si lo han hecho es porque ha sido producto prime-ro de un sueño o demanda de futuro, luego de una idealización, posteriormente de un estudio y una planificación y, finalmente, de una acción. El presente es funda-mental, pero el futuro también y éste no es siempre posible que pase hoy.

Por ejemplo, la Carta Municipal Ciudadana, ese pacto por valores que forma parte de uno de nuestros proyectos y que estamos conformando entre todos, es un documento que debe sentar las bases de la convivencia en el presente y en el futuro. Sin embargo, sin acciones que la acompañen y la guíen de la mano en el futuro, la fuerza del documento se perderá por puro desamparo y lo que fue una idealización se quedará sin acción.

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TRIBUNA ABIERTA

mayo del 2010 Página 2www.proa2020.org

Una realidad mestiza

Noviembre de 2010 Página 3www.proa2020.org

as Palmas de Gran Canaria es una ciudad africana. Por su sabor, por su olor, por su color y por el peso indudable de la geografía y la historia. Asómense a Guanarteme o a Santa Catalina y verán lo que les digo. Tam-

bién somos Europa, faltaría más, pero en nuestra traza genética hay cromosomas africanos. Y esa es la mayor de las fortalezas de Las Palmas de Gran Canaria.

En un mundo cada vez más conectado y mestizo, nuestra ciudad no ha tenido que hacer ningún esfuerzo. Mauritanos, senegaleses, saharauis, marroquíes, ghaneses, nigerianos y guineanos llevan años con nosotros, en realidad son parte de nosotros. Hace un par de años, un buen amigo de Nouakchott me explicaba que a los cientos de mauritanos que se pasean por Mesa y López o que vienen a hacer negocios o a descansar a nuestra ciudad ya se les conoce como la “tribu de Las Palmas”. Valga esto como ejemplo.

El boom de la inmigración clandestina hace una década situó a muchos palmen-ses frente a una cruda realidad geográfica y nos mostró esa otra cara de África, el rostro de los que nada tienen y todo se juegan en el intento por llegar a Europa. Y es que la convivencia a veces no ha sido fácil, han surgido roces y ha habido algún encontronazo, pero la cosa no ha pasado nunca a mayores.

Sin embargo, esta realidad mestiza de Las Palmas de Gran Canaria ha sido por la fuerza de los hechos, no porque las instituciones canarias hayan allanado el camino. En realidad, miramos muy poco a África y cuando lo hacemos es para verlo como la amenaza, como lo desconocido, el origen de nuestros males futuros. Es un atavismo difícil de romper.

No existe una apuesta real por África más allá de los clásicos brindis al sol y las declaraciones de intenciones que luego quedan en nada. Las políticas públicas hacia África son gestos vacíos de contenido, poco planificados y más llamados a rellenar el marco de una foto que a crear auténticas relaciones con la otra orilla. Las Palmas de Gran Canaria, no por casualidad sede de Casa África, está llamada a tomar la iniciativa para corregir los errores del pasado y del presente y que nos podamos convertir, de una vez por todas, en la ciudad atlántica puente entre continentes con la que siempre hemos soñado.

LJosé NaranjoPeriodista

Noviembre de 2010 Página 4www.proa2020.org

Cirma Carmona

as Palmas de Gran Canaria, la ciudad más poblada de Canarias, tiene que replantearse el futuro de su movilidad

urbana. Las características de la ciudad se definen por una orografía difícil y una eleva-da densidad de población; por unos cambios de centralidad de gran impacto urbanístico y por una relativa escasez de zonas verdes y espacios públicos. Debe tenerse en cuenta además, que es la capital insular, el centro de un área metropolitana con casi 600.000 habi-tantes, y que debido a su puerto actúa como eje de los flujos de mercancías para toda Gran Canaria.

En este marco es en el que necesariamente debe desarrollarse la nueva cultura de la Movilidad Urbana Sostenible. Se trata de llevar a cabo un proyecto en el que se contemple una movilidad menos agresiva para el entorno y, sobre todo, para quienes ejercen el derecho a desplazarse de manera eficiente y segura. La Movilidad Sostenible requiere un trata-miento preferente del peatón, que el trans-porte público sea el eje del sistema desde una visión en la que isla y ciudad sean un todo y que la accesibilidad universal se contemple como un hecho, más que como una aspiración, consiguiendo con ello un modelo de integración y cohesión que mejore la calidad de vida de la ciudadanía.Se conseguiría de esta manera la recupera-ción de un espacio público accesible, saluda-

ble y seguro. Pero también el poder equili-brar el uso del transporte privado con el público, que tendría una prioridad en los modos de desplazamiento y debería contar con un modelo adecuado de gestión. Se conseguiría con esto ahorrar energía, espa-cios y recursos, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, eliminar las barreras, desarrollar formas verticales de movilidad y diseñar una política de aparca-mientos eficaz.

Para ello se requiere un acuerdo que establezca los principios del nuevo modelo de movilidad, priorice objetivos y concrete las actuaciones necesarias para conseguir una ciudad más sostenible, saludable y acce-sible. Desde proa2020 queremos impulsar el Pacto ciudadano por la Movilidad Sosteni-ble, un acuerdo de mínimos, donde todos los agentes y las instituciones implicadas en los cambios de movilidad se comprometan en aunar esfuerzos para conseguir esa ciudad que todos queremos. Un Pacto social que trascienda la visión fragmentaria de la movi-lidad como problema de transporte de vehí-culos y personas y entienda la movilidad como un problema complejo que requiere un tratamiento en múltiples frentes: el social, el cultural y el económico; un Pacto social que trascienda los plazos electorales y dé estabi-lidad a unas políticas consensuadas y con miras al medio y largo plazo.

Se hace camino al andar. Un Pacto ciudada-no por la Movilidad Sostenible sería un paso clave en ese camino.

Se hace camino al andar

L

VISIÓN DE EQUIPO

AGENDAUna Carta de, por y con todos El pasado martes 26 de octubre arrancó la primera sesión de las Mesas de Consenso creadas por proa2020 para aunar puntos de vista en torno a los principios y valores que debe recoger la Carta Municipal Ciudadana de Las Palmas de Gran Canaria.

Dos de estas mesas, divididas cada una de ellas en dos sesiones de trabajo, estuvieron compuestas por ciudadanos y ciudadanas de la capital granca-naria. Representantes de asociaciones de vecinos, colectivos ecologistas, grupos en defensa de la movilidad, centros escolares y educativos, colecti-vos juveniles, trabajadores de la interculturalidad, así como representantes de la cultura, se sentaron a analizar los principios que deben regir la vida diaria de Las Palmas de Gran Canaria.

Mientras, la tercera Mesa, la institucional, cuya segunda sesión está previs-ta para el próximo día 1 de diciembre, estuvo presidida por el alcalde Jerónimo Saavedra e integrada por políticos, sindicatos, colegios profesio-nales y empresarios entre otros representantes institucionales de la ciudad.

La interculturalidad de la ciudad, la lucha por una movilidad sostenible e inclusiva para todos, el fomento de la autoestima y la identidad, la defensa del medio ambiente y la participación ciudadana como vía efectiva para mejorar la gobernanza de la ciudad han sido algunas de estas conclusiones, que quedarán finalmente plasmadas en un documento a modo de borrador llamado a someterse nuevamente al ojo crítico de la ciudadanía en los Consejos de Distrito, antes de llegar al Pleno Municipal.

Última Mesa de Consenso para la Carta Municipal Ciudadana. El 1 de diciembre a las 17.00 horas se reúne la última sesión de la Mesa Institucio-nal para consensuar los prin-cipios y valores de la Carta.

CanariasMediafest. El Gran Canaria Espacio Digital acoge del 15 al 27 de noviembre el XIV Festival de Artes y Culturas Digitales de Gran Canaria.

Rodin se instala en la calle Triana. El Pensador y seis piezas del grupo escultó-rico del Monumento a los burgueses de Calais estarán expuestos al aire libre en la calle Triana del 2 de diciem-bre al 16 de enero.

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