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CAPÍTULO VIII CAMBIOS ESTRUCTURALES DURANTE EL PERIODO DE CRECIMIENTO SIMPLE: LA DINAMICA DE LOS SECTORES ECONOMICOS. CLASES y CAPAS SOCIALES. EL CASO VENEZOLANO 1. PRESENTACION En el capítulo anterior hemos analizado el crecinuento sim- ple como un proceso de auge de la demanda interna provocado por el aumento del ingreso nacional generado por el valor de retorno de las exportaciones del sector extranjero y satisfecho con impor- taciones de bienes de consumo. Desde ese punto de vista, el pro- ceso de crecimiento se explica a través de la consideración de las nuevas relaciones económicas entre el país atrasado y los países capitalistas avanzados, es decir, a partir del análisis de la natura- leza e intensidad de las relaciones interestructurales surgidas en el período. En este y los siguientes capítulos nos proponemos analizar los cambios que se operan en la estructura económica propiamente dicha del país huésped, es decir, las modificaciones surgidas en el conjunto de sus relaciones territoriales de producción. Desde el punto de vista más general, los cambios en la estruc- tura económica de una sociedad determinada tienen su origen úl- timo en las transformaciones de calidad y cantidad de las fuerzas productivas y en modificaciones de las formas de propiedad de los factores. Las primeras se expresan en los avances de la tecno- 173

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CAPÍTULO VIII

CAMBIOS ESTRUCTURALES DURANTE EL PERIODO DECRECIMIENTO SIMPLE: LA DINAMICA DE LOS SECTORES

ECONOMICOS. CLASES y CAPAS SOCIALES. EL CASOVENEZOLANO

1. PRESENTACION

En el capítulo anterior hemos analizado el crecinuento sim­ple como un proceso de auge de la demanda interna provocado porel aumento del ingreso nacional generado por el valor de retornode las exportaciones del sector extranjero y satisfecho con impor­taciones de bienes de consumo. Desde ese punto de vista, el pro­ceso de crecimiento se explica a través de la consideración de lasnuevas relaciones económicas entre el país atrasado y los paísescapitalistas avanzados, es decir, a partir del análisis de la natura­leza e intensidad de las relaciones interestructurales surgidas en elperíodo. En este y los siguientes capítulos nos proponemos analizarlos cambios que se operan en la estructura económica propiamentedicha del país huésped, es decir, las modificaciones surgidas en elconjunto de sus relaciones territoriales de producción.

Desde el punto de vista más general, los cambios en la estruc­tura económica de una sociedad determinada tienen su origen úl­timo en las transformaciones de calidad y cantidad de las fuerzasproductivas y en modificaciones de las formas de propiedad delos factores. Las primeras se expresan en los avances de la tecno-

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logía y en la acumulación de medios de producción y experienciaproductiva. Las segundas, en modificaciones de la organización dela colectividad en clases y capas sociales y en la forma de distri­bución del producto entre las mismas.

Los cambios cualitativos y/o cuantitativos de las fuerzas pro­ductivas pueden ser de carácter endógeno o exógeno, En el primercaso constituyen una resultante histórica de la necesaria continui­dad del proceso productivo interno de toda sociedad. En el segundotienen su origen en la traslación geográfica de factores y tecnolo­gías desde un país relativamente avanzado a uno de menor des­arrollo. Ya hemos señalado en el capítulo VII que fue este últimoel caso de América Latina y se discutieron algunas de las implica­ciones de dicha traslación.

De igual manera, y por razón de la necesaria correspondenciaentre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, loscambios en las formas de propiedad de los factores pueden sertambién de origen endógeno y exógeno. En el primer caso son elresultado de la operación de las leyes sociales que explican eltránsito de un modo de producción a otro y, por ende, la sustitu­ción de una clases sociales por otras. En el segundo caso, los cam­bios en las formas de propiedad son el resultado de la traslaciónde un nuevo modo de producción de origen exógeno dentro deuna determinada organización socioeconómica. Se pueden aquí dis­tinguir dos comportamientos diferentes. Uno, en el que la nuevamanera de producir segrega a la vieja y crea su propia superestruc­tura social concordante, como fue el caso de la colonización inglesade los Estados Unidos, de Australia y de Nueva Zelanda. Otro,en el que la nueva organización coexiste con la vieja, integrandoasí un híbrido socioeconómico teóricamente indeterminado/ en elcual surgirán nuevas formas de propiedad, y, por ende, nuevasclases sociales, sin que se opere a corto plazo la destrucción de laspreexistentes. En este caso la estructura económica se hace com­pleja; coexistirán en la misma sociedad sistemas económicos disí-

1. En algunos casos, como el de la conquista de la América hispano-lusa, sereprodujeron las formas de propiedad que predominaban en las metrópolis(feudales), mezcladas con las de las sociedades primitivas y con otras ajenasa ambas, que ya habían sido históricamente superadas en las sociedades delos países conquistados (formas esclavistas), mientras que en otros el sistemamás avanzado actuó como variable determinante de la dinámica del todo,como es el caso del modelo de crecimiento simple que analizamos.

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miles e históricamente contradictorios. En tales condiciones, el com­portamiento dialéctico de las fuerzas productivas y de las relacionesde producción, aun cuando regido por las mismas leyes generalesdel desarrollo histórico, conducirá a la sociedad por caminos deevolución social y económico que no coinciden con los patroneshistóricos ortodoxos. En estos casos, entre los que ubicamos a nues­tros cuatro países de estudio en la fase considerada, el análisisdel cambio estructural debe basarse en una metodología que tomeen cuenta las particulares características del fenómeno. La queaquí proponemos tiene dos aspectos fundamentales. Primero elanálisis por separado de la evolución de cada conjunto de relacionesde producción histórica y socialmente coherentes, es decir, aquellasque corresponden a un determinado sistema económico, partiendodel estudio dinámico del sector o sectores económicos en que operandichas relaciones. Segundo, la consideración del todo, es decir, laestructura económica general de la sociedad, como síntesis de susdistintas partes o sectores económicos. En este capítulo nos propo­nemos abordar el primer aspecto, es decir, el análisis del compor­tamiento en el tiempo de los distintos sectores económicos, paralo cual comenzamos identificando los sistemas económicos queoperan en ellos.

El uso de una metodología de este tipo plantea muchas difi­cultades, en especial la 'escasez de información estadística especial­mente procesados para tal finalidad. Tales obstáculos nos hanobligado a abandonar, por ahora, el análisis comparativo de loscuatro países escogidos y a concentrarnos en el caso venezolano,para el cual nos ha sido posible reunir el mínimo de datos ne­cesarios.

2. IDENTIFICACION DE LOS SISTEMAS EN EL CASO VENEZOLANO

Durante el período 1920-1936 se operaron en Venezuela cam­bios de singular importancia en todos los órdenes de la vida social.No existe ninguna duda en que tales transformaciones fueron ,elresultado de la inserción de los nuevos procesos tecnológicos im­plantados por las empresas extranjeras explotadoras de petróleoque sentaron las bases de una nueva dinámica social caracterizadapor la pérdida de importancia de las relaciones de producción pre­capitalistas tradicionales y el auge de las capitalistas. Ya hemos

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señalado que ese proceso de sustitución de lo viejo por lo nuevoda lugar, en los casos de crecimiento simple, a resultados diferen­ciados de los del modelo capitalista endógeno. La razón principalde 'esas diferencias está en la particular naturaleza de las relacionescapitalistas que se originan en el país atrasado, las cuales tiendena organizarse de manera disímil en el sector extranjero y en el na­cional. En efecto, ambos conjuntos de relaciones de producciónoperan de manera distinta, tanto en lo que se refiere a las formasde propiedad de los factores, como a las relaciones de trabajo, na­turaleza y dinámica de sus clases sociales, a las formas de circula­ción del producto, a la distribución y destino del ingreso y a lascondiciones en que se realiza la reproducción social.

Distinguiremos, pues, dos sectores capitalistas -uno extran­jero y uno nacional- conviviendo con el conjunto de relacionesde producción atrasados que englobaremos provisionalmente conla denominación de sectores precapitalistas. Al discutir por sepa­rado los cambios operados en cada uno de ellos tendremos oportu­nidad de definirlos con mayor precisión. Nuestro modelo generalde la estructura económica se completa con el sector estatal, en elcual incluimos, tanto a la administración pública como a las empre­sas del Estado. Estas últimas podrían, a su vez, constituir un nuevosector capitalista diferenciado, el sector capitalista de Estado, perono es éste el caso durante el período de crecimiento simple vene­zolano. Partiendo de 'este modelo de cuatro sectores, iniciamos elanálisis del caso venezolano durante el citado período.

3. LOS SECTORES PRECAPITALISTAS

Nos referimos aquí, por un lado, al conjunto de relacionesde carácter feudal basadas en la servidumbre y por el otro a lasque corresponden al sistema menor de la pequeña producciónmercantil. Cada uno de esos conjuntos sistemáticos de relacionesde producción tiene su conjunto de clases sociales específicas. Elsistema feudal divide a la sociedad en siervos y señores, la pequeñaproducción mercantil engendra trabajadores libres (artesanos y pe­queños propietarios agrícolas o en comercio y servicios). La diná­mica de los sistemas en una sociedad durante un período conside­rado, puede ser medida, entonces, a través del estudio de los cam-

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bias cualitativos que se operan en sus clases y capas sociales. Ana"lizaremos aquí los cambios que se operaron en el campesinado, enla clase terrateniente, en los artesanos y en los pequeños propieta­rios. Incluimos en el conjunto a la servidumbre doméstica comocapa social característica de sociedades precapitalistas. Las capascorrespondientes aparecen en los cuadros Nos. VIII-l y 2. Allí puede

CUADRO N9 VIII-1

PRODUCTO TERRITORIAL NETO CREADO EN LOS SECTORESPRECAPITALISTAS EN 1920 Y 1936

(Precios de 1936)

1920 1936 Tasamedia de

Millones Millones, crecimientoSubsectores bolívares % bolívares % anual

Agricultura 210,1 61,5 350,1 49,4 3,3Servidumbre doméstica 15,9 4,7 52,3 7,4 7,7Artesanos 72,6 21,3 223,0 31,5 7,3Pequeños propietarios

en comercio y servicios 42,7 12,5 82,8 11,7 4,2

Totales 341,3 100,0 708,2 100,0 4,7

FUENTES: Cifras de 1920: Armando Córdova: El Ingreso Nacional durante el pe­ríodo 1920-36 (inédito). Cifras de 1936: BCV: El Ingreso Nacional deVenezuela. Caracas, 1949.-

CUADRO N9 VIII-2

DISTRIBUCION POR CLASES Y CAPAS SOCIALES DE LA POBLACIONOCUPADA EN LOS SECTORES PRECAPITALISTAS

1920 1936 Tasamedia de

Clases y capas Número de Número de crecimientosociales trabajadores % trabajadores % anual

Campesinos 457,0 81,1 625,0 70,2 1,9Terratenientes (a)Servidumbre doméstica 35,0 6,2 108,3 12,2 7,3Artesanos 43,6 7,8 123,4 13,8 6,7Pequeños propietarios

en comercio y servicios 27,4 4,9 34,0 3,8 1,4

Totales 563,0 100,0 890,7 100,0 2,9

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evidenciarse que hay dos sectores precapitalistas en descenso de sucapacidad relativa de empleo y de creación de producto: agriculturay pequeña producción mercantil terciaria, y dos en auge: el artesa­nado y la servidumbre doméstica. Pasemos ahora a analizar elcomportamiento separado de cada una de las distintas clases y capassociales precapitalistas,

A. El campesinado

La historia del campesino venezolano es la historia de su luchasostenida -quizás la más larga y sangrienta de toda la AméricaLatina- por mejorar sus miserables condiciones de vida.

Las crónicas coloniales están llenas de revueltas de esclavos yde las más variadas formas de la protesta campesina contra laexplotación de la aristocracia colonial, situación que no experi­mentó cambios de importancia con el triunfo de la Guerra deIndependencia (1821). La liberación de los esclavos en 1854 -quedio vigencia jurídica a un proceso secular de descomposición dela esclavitud por causas 'estrictamente económicas- señala el puntode partida en la conformación de una estructura económica más omenos homogénea y estática, en la que el trabajo campesino res­ponde, en lo fundamental, a las características básicas de la servi­dumbre feudal. La acción de los campesinos contra este orden eco­nómico y social, que sólo ofrecía como perspectiva la seguridad deuna miseria vitalicia, tiene dos motivaciones distintas. La primera,de carácter social, clasista: la lucha por la tierra y contra los pri­vilegios feudales, motivación colectiva fundamental que tiene supunto culminante en la Guerra Federal. La segunda, de carácterindividual: lucha por escapar de la trampa secular de la inmovili­dad social aprovechando los pocos resquicios entreabiertos por lascontradicciones surgidas entre sectores de las clases dominantes."

2. De 1858 a 1899 se realizarán en el país 418 combates, es decir, una mediaanual de diez acciones de guerra. No pretendemos que todos esos combatesestuvieran directamente ligados a la expresión armada de los intereses y anhe­los del campesinado. Muchas de las revueltas de la época expresaban losintereses de facciones opuestas de las clases dominantes. Señala el Ministrode Hacienda en 1860: "En Venezuela no es la política la principal banderade la discordia y son cuestiones económicas las que alimentan la guerra entrenosotros". Estas cuestiones económicas expresan, por un lado, contradiccionesentre grupos pugnaces de las clases dominantes, pero, por el otro, crearoncondiciones propicias a la expresión de la "cuestión económica" básica delcampesinado: la mejora de sus miserables condiciones de vida.

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En efecto, la Guerra de Independencia abrió una vía de es­cape a las expectativas populares: la posibilidad de ascenso socialy económico a través del prestigio militar, la participación en lasluchas intestinas entre sectores económicos o regionales de las ca­pas dominantes. Esta motivación, generalmente reaccionaria, entanto que desligada de los intereses de clase campesina fue, entodo caso, una vía objetiva de enfrentamiento individual a lapobreza y la miseria, cuyo sentido 'expresa muy bien la frase delpersonaje de Gallegos, que definía la guerra como una posibilidadde "cambiar el menudo por la rnorocota", de participar en unjuego de azar, en el que se apostaba la vida miserable contra laposibilidad de la mejora social y económica.

La llegada de los andinos al poder con Cipriano Castro(1894-1907), Y su consolidación con la dictadura de Juan VicenteGómez (1907-1935), apoyada en el creciente aflujo de ingresospetroleros, hicieron cada vez más adversas las condiciones paraestas formas de expresión del conflicto social. La creación de unsólido cuerpo militar -basado en mandos regionales fieles al dic­tador- y el floreciente poder económico del Estado, permitieroninstitucionalizar las Fuerzas Armadas y "pacificar" el país. Si aesto se agrega el profundo sentimiento de frustración que dejaronen el campesinado las reiteradas e incumplidas promesas de loscaudillos dirigentes y la presencia vigilante de las compañías ex­tranjeras interesadas en el mantenimiento del statu quo, se entiendeque el inicio de la explotación petrolera cerrará toda posibilidad deascenso social individual por el camino de la lucha armada.

Mientras tanto, en el campo de la realidad económica se ope­ran transformaciones que tienden a acentuar aún más la miseriacampesina. Frente a la elevación de la productividad y la baja delos costos de la producción cafetera brasileña, la única posibilidadde que el producto venezolano siguiera compitiendo en el mercadomundial estaba en el aceleramiento de la explotación campesina,manteniendo, 10 más bajo posible la -remuneración del factor tra­bajo. Esta era la situación general de los trabajadores del campoen los momentos en que se inicia el impacto petrolero.

Es fácil comprender que, en esas condiciones, el comienzo dela explotación petrolera creara 'las condiciones básicas para la des­composición del campesinado, condiciones que, como ya se ha se-

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ñalado, estuvieron más ligadas a los efectos indirectos de la explo­tación que a la capacidad misma de absorción de la industria perro­lera." Este proceso va a manifestarse en un cambio acelerado de ladistribución de la población en rural y urbana.

De 1920 a 1936 la población rural crece a una tasa anual de1,0 por ciento, en contraposición al 9,5 por ciento de la poblaciónurbana. El resultado es que esta última, que en 1920 representabasólo el 15 por ciento del total nacional, para 1936 había aumen­tado su participación hasta un 40 por ciento (ver cuadro N9 VIII-3).

CUADRO N9 VIII-3

DISTRIBucrON DE LA POBLACION DE VENEZUELA EN RURALY URBANA SEGUN LOS CENSOS DE POBLACION DE 1920 Y 1941

1920 1941Tasa media

Miles de Miles de de crecimientohabitantes % habitantes % anual

Poblacióntotal 2.364,0 100,0 3.850,0 lOO,O 3.1

Urbana 354,0 ] 5.0 ] .516,0 39,1 9,5Rural 2.010,0 85,0 2.334,0 60,7 ],0

Poblaciónde 15 a64 años 1.317,9 lOO,O 2.106,9 100,0 3,0Urbana 212,.1 16,1 939,9 44,6 9.7Rural 1.J05,5 83,9 1.167,0 55,4 0,4

FUENTE: Censos de Población de 1920 y 1911.

Pero el crecimiento de la población urbana a cuenta de larural no llega a medir en toda su intensidad la traslación de lafuerza de trabajo campesina hacia otros sectores económicos. Ellose debe a que las' citadas cifras se refieren al total de la pobla­ción, mientras que el fenómeno debe cuantificarse, más bien, to-

3. El proceso de aumento de la productividad en los cultivos brasileños tienesu explicación en los cambios progresistas que se operan en las relaciones deproducción a partir de la supresión de la esclavitud y la intensificación de lainmigración que tuviera lugar en el último cuarto del siglo XIX. Dichos cam­bias fueron acompañados por mejoras en los procesos de producción y prepa­ración del fruto, pero sobre todo, dieron paso al desarrollo del sector detrabajo asalariado, considerado por Furtado como "el hecho de mayor relieveocurrido en la economía brasileña durante el último cuarto del siglo".

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mando en cuenta únicamente ~ la población potencialmente activa,ya que la masa de trabajadores agrícolas que emigró a las ciu­dades y a las áreas de influencia petrolera pertenecía a los gru­pos de edad más productivos, lo cual puede constatarse compa­rando las notorias diferencias en la composición por edades enlas áreas urbanas y rurales que señala el censo de 1941:1 Haciendoese análisis, se observa en las áreas urbanas un crecimiento mucho.nás rápido en la población en edad de trabajar que el de la po­blación total (véase cuadro VIII-3).

Otro aspecto importante de la migración interna es el acele­rado flujo de mano de obra femenina rural que acudía a lasáreas urbanas atraída por el incremento de la demanda de ser­vicio doméstico. Los trabajadores de este rubro ocupacional as­cienden de 35 mil en 1920 a la elevada cifra de 108 mil en 1936,cantidad esta que representaba un 10 por ciento de la poblaciónactiva ocupada."

Como ya se ha señalado, el abandono de las actividades agrí­colas no tuvo la misma intensidad en todas las zonas rurales.El proceso fue variable en las distintas regiones, dependiendo delas facilidades de comunicación entre los núcleos campesinos ylas zonas de mayor influencia," de las facilidades de desplaza­miento," del grado de densidad relativa de la población de cada

4. Para 1941, un 66,3 por ciento de los habitantes de Caracas estaba com­prendido en e! grupo de edad que va de los 15 a los 64 años. El porcentajecorrespondiente a las capitales de Estados era de 60,7 por ciento mientrasque para e! resto de! país la cifra era de 55,6 por ciento, a pesar de incluira otras ciudades importantes y a los campos petroleros. Estimamos que enla población rural propiamente dicha el porcentaje comprendido en el citadogrupo de edad no debió pasar del 50 por ciento.

5. Es esta razón la que explica la evidente desproporción de la composiciónpor sexos de la población mayor de 15 años de la ciudad de Caracas en1941 (85 varones por cada 100 hembras) en relación con e! total nacional(94 varones). Es de observar que la diferencia absoluta es de 17.000 mu­jeres, mientras que el número de trabajadores domésticos es alrededor de25 mil.

6. Trujillo, Falcón y Lara, tres Estados vecinos, aportaron el 72 por ciento dela población que para 1941 habitaban los municipios petroleros de Lagu­ni/las, Cabimas y General Urdaneta, en e! Estado Zulia, más del 10 par

... ciento de los residentes en Caracas provenían del Estado Miranda.7, Si se excluyen los Estados vecinos a las zonas de expansión, aquellos que les

aportaron mayor número de inmigrantes fueron Sucre y Nueva Esparta,Estados que tuvieron acceso a las mismas por vía marítima. En cambio, Es­tados con pocas vías de comunicación comu Bolívar, Barinas y Apure, tu­vieron poca actividad migratoria.

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zona rural con relación a las disponibilidades de tierras laborales,s

de las condiciones de salubridad de las zonas de origen, etc.

Conviene hacer notar que el éxodo campesino se cumple apesar de la oposición sistemática de la clase terrateniente queejercía el poder político. Hemos señalado testimonios que de­muestran que dicha clase se opuso a los programas de obraspúblicas del gobierno, arguyendo que estimulaban el abandono delas haciendas," y cómo logró en 1927 que el gobierno gomecistaredujera considerablemente dichos gastos. En el mismo sentido fueusada la recluta coactiva, pero tales expedientes fueron, a la larga,inoperantes frente a la magnitud del proceso de transformaciónque estaba viviendo el país y a las particulares condiciones deaudacia e independencia del campesino venezolano."

Sin embargo, el fenómeno de la descomposición del campe­sinado no debe ser interpretado, como a menudo se hace, comoun proceso de disminución absoluta de la producción agrícola.Por el contrario, de acuerdo a nuestros cálculos el PTN agrícolacreció durante el período analizado a una tasa media anual de3,3 por ciento, cifra ligeramente superior al crecimiento de lapoblación total (3,1) y bastante más alta que la de la poblaciónactiva ocupada en la agricultura (1,9), lo cual revela incluso unaumento del producto por trabajador a la tasa anual de 1,2 porciento. La explicación de este auge del producto y de la pro­ductividad fue señalada en el capítulo anterior como ligada alproceso de reubicación de factores que previamente se utilizaban

8. Según Briceño Parilli (Las Migraciones internas y los Municipios petroleros,edición multigrafiada, p. 18): "En cuanto a la emigración del trujillano, po­dríamos señalar dos razones: a) Las tierras de cultivo han perdido porerosión gran parte de su capa vegetal, bajando por tanto la fertilidad, yb) Las tierras llanas del Estado son insalubres ... " .

9. Véase, Armando Córdova y Héctor Silva Michelena: op, cit., p. 137.10. Al respecto señala el brillante agrarista mexicano Ramón Fernández y Fer­

nández: "El campesino venezolano no es el peón humilde y sumiso queencontramos en otros países de América Latina. No sabe decir «patroncito»,ni señor amo, ni se parece en nada al triste jornalero mexicano anterior ala reforma agraria, que elevaba al cielo el lamento todas las mañanas, elcanto del «alabado» antes de curvarse sobre el surco y ser maltratado depalabra y obra por el capataz. Aquí tiene el campesino una fuerte psicologíade independencia que llega hasta la falta de un sentido de jerarquías... Laraza, o la conmoción popular de la Guerra Federal, o la falta de una aris­tocracia terrateniente arrogante y rancia, o el desenfado característico de lapoblación tropical, o quién sabe cuáles sean las causas, pero el efecto es elcitado" (Reforma en Venezuela. Tipografía Vargas, Caracas, 1948, p. 25).

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en las tradicionales exportaciones agrícolas hacia la produccióndestinada al creciente mercado interno, de mercado más seguroy en proceso de crecimiento. (Véase cuadro NQ VIII-4). Entende­mos más bien el fenómeno de la descomposición como un pro­ceso de flujo de mano de obra campesina -o que en la 'estructuraanterior no tenía una alternativa distinta del trabajo en el campohacia las actividades no agrícolas-, lo cual agudizó la crisis dela organización social de la agricultura tradicional y en especialde la relación de servidumbre feudal que comienza a perder im­portancia relativa, no sólo en el cuadro general de las relacionesde producción de la economía venezolana sino también, aun cuan­do con mayor lentitud, dentro del mismo sector agrícola, aspectoque merece un párrafo aparte.

Comenzaremos por decir que se trata de cambios que, cua­litativamente, no tuvieron una gran profundidad, ni cuantitativa­mente una gran magnitud. Nos referiremos específicamente a dostendencias.

Una, el desarrollo de ciertos núcleos de capitalismo agrícolaque van a producir para el mercado interno en zonas cercanas alos campos petroleros y las áreas urbanas en crecimiento.u La otra,la pérdida de importancia relativa de las categorías de campesino,arrendatarios y aparceros (renta en dinero y renta en especie),en favor del número de jornaleros. Según el censo de 1941, estacategoría englobaba el 51 por ciento de los trabajadores del cam­po, mientras que los arrendatarios, colonos y aparceros sumabansólo el 26 por ciento. Como ya ha sido señalado, no se trata deque todos los jornaleros sean obreros en sentido estricto, pues al­gunas de sus modalidades datan 'del período colonial. Queremossolamente subrayar el hecho de que el aumento de los trabaja­dores agrícolas que perciben remuneraciones monetarias dentro deuna economía de mercado en expansión, disminuye el grado defijación a la tierra de esos campesinos, significa un debilitamientocualitativo de la relación de servidumbre. El desarrollo capitalistaen el campo era todavía incipiente en 1936, pero se estabancreando las bases que iban a acelerarlo más adelante.

11. Un ejemplo importante en este sentido es el Estado Zulia, donde desde losinicios de la explotación petrolera comienza a desarrollarse una agriculturacapitalista que no sólo es factor de fijación de la población nativa, sinoatractivo inmigratorio para otras zonas campesinas vecinas.

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B. Los terratenientes

Uno de los aspectos más resaltantes dentro de la dinámica so­cial venezolana durante todo el período republicano prepetrolerohabía sido la contradicción entre los terratenientes y la burguesíacomercial exportadora alrededor del problema de la distribuciónentre dichas clases del plusproducto campesino. Quizás ningún tes­timonio haya expresado con mayor claridad esa contradicción queel siguiente párrafo del Ministerio de Fomento de 1869:

Nadie ignora que los venezolanos por punto general carecen decapitales circulantes. La agricultura, por ejemplo, en frutos mayoresdepende enteramente del comercio extranjero; de él recibe con ele­vado interés los fondos que ha menester para la limpieza de lashaciendas, recolección de las cosechas y sustento diario de las fa­milias. Por consiguiente, el agricultor se encuentra sometido a laley del prestador, no sólo en cuanto a la utilidad o precio del di­nero, sino aun respecto al valor mismo de los frutos. Si al cam­biarse éstos en país extraño, se obtiene alguna ganancia, de seguroque ella no cede en provecho del productor. Apenas habrá algúnpropietario en actitud de sacudir la tutela, mandando él mismo aotra parte las producciones de su finca. Una cosa parecida tieneefecto en las demás producciones. Y he aquí otra de las causas delmalestar de tantos cultivadores.P

La cita anterior demuestra, no sólo la situación de inestabili­dad de la clase terrateniente, sino, además, la condición de mono­polista de Id acumulación que detentaba el alto comercio expor­tador. El hecho de que las casas comerciales más importantes fue­ran de origen extranjero implicaba que parte sustancial de la acu­mulación iba a quedarse en el exterior, de allí la casi nula tasade inversión y el consecuente estancamiento de las fuerzas pro­ductivas."

12. Citado por R. Veloz: op, cit., p. 150. Sobre el mismo tema, afirmaba Do­mingo B. Castillo en 1911: "El alto comercio extranjero, o por mejor decir,unas cuantas casas fuertes que se creen dueñas de Venezuela, y árbitros desu destino porque acaparan la mayor parte de los frutos exportables, aso­ciados a los Bancos, continuarán controlando a su antojo el mercado deloro, por medio de letras de cambio. Esto no significa, que si el alto comercioy los institutos bancarios fueran netamente venezolanos no especularían coníá moneda internacional; el hecho sería igual ciertamente, pero favoreceríael capital venezolano de que carecemos para prosperar". (La cuestián Mo­netaria en Venezuela. Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas,1962, subrayado nuestro).

13 . Según Castillo, la frase que sigue fue pronunciada por uno de los jefeseuropeos de una de las principales firmas comerciales extranjeras: "En Ve-

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CUADRO NQ VIII-4

VALOR DEL PTB AGRICOLA TOTAL(Millones de bolívares)

A precios constantes de 1936 A precios corrientes

Mercado MercadoInterno Exportaciones Total Interno Exportaciones Total

(a) (b) (c) (d) (e) (f)

1920 157,0 53,1 210,1 278,5 165,0 443,5

1921 163,1 69,1 232,2 202,2 114,8 347,0

1922 169,1 60,2 229,3 211,2 117,6 328.8

1923 176,0 61,4 237,4 208,9 124,6 333,5

1924 181,9 55,0 236,9 249,6 146,1 395,7

1925 189,1 62,9 252,0 285,5 189,9 475,4

1926 196,0 47,8 243,8 323,2 144,2 467,4

1927 203,8 55,2 259,0 303,5 158,7 462,2

1928 211,3 44,1 255,4 335,7 137,2 472,9

1929 218,7 64,9 283,6 320,1 180,0 500,1

1930 227,0 49,1 276,1 295.,3 122,6 417,9

1931 234,9 56,9 291,8 277,7 95,1 372,3

1932 243,5 53,5 297,1 279,3 86,1 365,4

1933 252,1 43,3 295,4 259,4 53,6 313,0

1934 260,8 51,9 312,7 248,5 50,9 299,4

1935 270,3 58,4 328,7 215,4 48,1 263,5

1936 280,6 69,5 350,1 280;6 69,5 350,1

FUENTE: Armando Córdova: El Ingreso Nacional de Venezuela durante el período 1920-1936(trabaid inédito).

Si se agrega a lo anterior la elevación de la productividad quedesde las últimas décadas del siglo XIX se estaba operando en otrospaíses competidores de los artículos de exportación venezolana, loque contribuyó en gran medida a crear una dinámica descendentede los precios, se tiene un cuadro general adecuado para com­prender la "mala situación" de los hacendados en las dos pri­meras décadas del siglo XIX.

La Primera Guerra Mundial viene todavía a agregar nuevoselementos agravantes. En primer lugar, la baja de los precios y delas exportaciones agrícolas (durante los cuatro años de guerra elpromedio anual del valor de las exportaciones bajó un 25 porciento). En segundo lugar, "las casas comerciales alemanas, las másimportantes, suspendieron sus anticipos en dinero y en artículosa los propietarios de las haciendas y hatos"."

El fin de la guerra trajo un efímero cambio de la situación.Bajo el influjo del exagerado optimismo que despertó en todo elmundo el fin. de las hostilidades, el valor de las exportacionesagrícolas venezolanas tomó un auge inusitado durante los años1918 y 1919 (el promedio de estos años fue un 55 por cientomayor que la cifra de 1913), para desembocar, finalmente, en laviolenta crisis de 1920 que golpeó por igual a comerciantes y terra­tenientes.

Esa era la situación de la clase latifundista en el momentoen que se inician las exportaciones petroleras. Durante la décadade los veinte la producción agrícola va a sentir los efectos de dosfenómenos que actuarán sobre ella con signo contrario. Por unaparte, el inicio de la descomposición del campesinado que, en algu­nas zonas, dificultará las labores agrícolas, por la otra, el formidableauge de los precios mundiales de los productos de exportaciónque entre 1921 y 1929 se duplican. El resultado fue el de un equi­librio virtual del volumen de la producción exportada mientras quesu valor casi se duplicaba (ver cuadro N<¡ VIII-4).

nezuela no debe hacerse innovación alguna porque todo va bien"; afirmaciónque expresa de manera cabal el criterio de la clase comercial respecto al de­sarrollo económico del país. (Ibid.),

14. Salvador de la Plaza: La Formación de las Clases Sociales en Venezuela. Edi­ción multigrafiada del Círculo de Estudiantes de Historia, Caracas, 1965, p. 9.

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Durante ese período, el incremento de los ingresos públicosdeterminado por la coincidencia del auge petrolero con el acrecen­tado valor de las 'exportaciones tradicionales hizo posible la fun­dación de un Banco estatal de financiamiento agrícola (BancoAgrícola y Pecuario), que llenó de jubiloso optimismo a la claseterrateniente."

La crisis mundial de los treinta vino a terminar, y ahora de­finitivamente, con tan infundadas esperanzas. A la acentuada bajade los precios que vino a ser "ruinosa para todos" viene todavía aagregarse el golpe de gracia en 1934 por la vía de la desvalori­zación del dólar que pierde -el 50 por ciento de su valor en rela­ción al bolívar, lo que representó en la práctica una baja del mismoorden del valor en moneda nacional de las ya envilecidas coti­zaciones del café y del cacao que se ofrecían para dicho año. Laagricultura de exportación no podría jamás reponerse de este golpefinal que le asestaba el auge petrolero responsable de la solidezinternacional de la moneda venezolana. Allí comienza la lentadecadencia de la clase latifundista que, de manera paradójica, vaa ser acelerada por los efectos creados por la institución bancariacreada para fortalecerla. En efecto, el surgimiento de una fuente definanciamiento barata en momentos de crisis agrícola y auge de lasactividades urbanas tenía que traer como consecuencia el estímulodel absentismo." Los propietarios emigraban también a las ciu­dades con el producto de las hipotecas sobre la tierra, cuyo montoera, a menudo, excesivo en relación al valor de las fincas."

Como resultado de este proceso, la clase terrateniente comienzaa perder progresivamente su viejo poder político que va pasando aotras clases y capas sociales, muy especialmente a la burguesía co­mercial. Ello no significa el derrumbe de las formas de propie­dad latifundista, pero sí el comienzo de un proceso de lenta ago­nía que ha resultado demasiado largo, para el desarrollo econó­mico del país.

15. En la prensa de la época abundan los artículos que expresan los efectos in­mediatos de la fundación del BAP: "La animación que se siente y el movi­miento que despierta en la vida rural", así como también "la halagadoraperspectiva del país de una intensa y mayor producción de los principalesfrutos de exportación que es la principal y más plausible consecuencia finaldel Instituto (cifras que revelan la oportunidad y el acierto de la fundacióndel B.A.P.; artículo aparecido en el diario El Universal, el 1-10-1928).

16. Véase, R. Fernández y Fernández: op. cit., p. 40-43.17. Ibid,

187

C. Artesanos y trabajadores por su cuenta. . .en comercio y seruiaos

Hasta ahora nos hemos referido a las clases sociales que par­ticipaban en la producción agrícola y que componían la casi tota­lidad de la población rural activa. El resto del análisis se referiráa las clases y capas sociales que, en lo fundamental, tenían suasiento en las ciudades y zonas de expansión de la economía ca­pitalista, de allí que consideremos necesario 'exponer en líneas ge­nerales el carácter que tuvo el proceso de urbanización en Ve­nezuela y sus diferencias con el patrón histórico más ortodoxo dedesenvolvimiento del fenómeno en los países capitalistas. De esamanera estaremos en mejores condiciones para comprender el ca­rácter históricamente contradictorio del caso venezolano.

La característica fundamental de los cambios en la distribuciónsectorial de la fuerza de traba jo durante las fases iniciales delmodelo capitalista fue el crecimiento de la población activa in­dustrial a cuenta de la agrícola. La razón es sencilla: fue el pro­pio desarrollo del capitalismo industrial el que originó la descom­posición del campesinado. El éxodo rural se dirigió a las ciuda­des industriales en las que surgía una creciente demanda de tra­bajo asalariado. A su vez, el desarrollo del capitalismo en la agri­cultura -requisito del desarrollo industrial- incrementó la pro­ductividad del trabajo y liberó mano de obra campesina que, uni­da a los pequeños productores agrícolas arruinados por la marchadel proceso, garantizaba la ampliación del contingente potencialde nuevos trabajadores asalariados. Simultáneamente se operabaen las ciudades un fenómeno similar con los artesanos libres, queincapaces de competir con la producción industrial capitalista, tu­vieron a la postre que convertirse en oferentes de su fuerza detrabajo. Ambos procesos contribuyeron al acrecentamiento del mer­cado interno, que constituía el mejor estímulo al crecimiento dela producción industrial capitalista.

En el caso venezolano, como en el de todo país duranteun período de crecimiento simple, el modelo operó de maneramuy diferente. Como ya sabemos, la variable que impulsó el pro­ceso de transformación no fue allí la producción industrial parael mercado interno, sino el crecimiento de la producción de una

188

materia prima destinada a la exportación, mientras que el incre­mento de la demanda interna a que daba lugar el aumento delingreso nacional petrolero se satisfacía en gran medida con im­portaciones. De ese modo el proceso se opera al margen de losmecanismos de causación circular interna que han sido caracte­rísticos del modelo capitalista típico, aspecto que permite com­prender la diferente naturaleza de los cambios en la distribuciónsectorial de la oferta de trabajo urbano en el caso venezolano du­rante el período que analizamos.

CUADRO N9 VIII-5

DISTRIBUCION DE LA POBLACION ACTIVA OCUPADA FUERA DE LA AGRICULTURAEN 1920 Y 1936 POR TIPO DE EMPLEADOR

1920 1 1936 2 INCREMENTOS Tasamedia de

Miles de Miles de Miles de Crecimientotrabajadores % trabajadores % trabajadores % anual %

Empresas 99,1 51,9 171,0 37,1 71,9 26,6 3,5Trabajadores

por su cuenta 43,6 22,8 126,0 27,3 82,4 30,5 6,8

Gobierno 13,4 7,0 56,1 12,2 42,7 15,8 9,3

Unidades familiares 3 35,0 18,3 108,3 23,4 73,3 27,1 7,3

Totales 191,1 100,0 461,4 100,0 270,3 100,0 5,7

FUENTES: 1. Censo de Población de 1920.1 Cifras tomadas del B, C. V.: El Ingreso Nacional dé Venezuela. Caracas, 1949.3, Estimación (se refiere a trabajadores domésticos).

De 1920 a 1936 (véase cuadro N9 VIII-5), casi las tres cuartaspartes de los nuevos empleos no agrícolas se crearon fuera de lasempresas organizadas, es decir, la pequeña producción mercantil(trabajadores por su cuenta) en la administración pública, en laseconomías familiares (servidumbre doméstica). Tal conformacióndel mercado de trabajo tenía que originar un crecimiento del em­pleo de signos históricos contradictorios. Por una parte se desarro­llaron la servidumbre doméstica y el artesanado, grupos socioeco­nómicos característicos de la vieja estructura atrasada; por la otracrecen la clase obrera y ciertas capas medias vinculadas a la diná­mica capitalista. Creemos importante la comprensión de las razonesque explican esas tendencias contrapuestas, porque de ellas van a

189

derivar algunas de las características esenciales del modelo de cre­cimiento simple.

El considerable crecimiento de los trabajadores artesanalesentre 1920 y 1936 (véase cuadro N" VIlI-2) tiene su explicación endos fenómenos diferentes. El primero, el proceso de urbanizaciónque determinó el crecimiento de la construcción privada y, en con­secuencia, de la mano de obra artesanal utilizado en el sector; elsegundo, el incremento del ingreso de las clases trabajadoras urba­nas en un período en que todavía no se habían operado cambios deimportancia en el patrón de consumo de dichas clases.

El primer fenómeno es fácilmente evidenciable. Durante elperíodo analizado, el número de trabajadores en la construcciónprivada asciende de 8,0 a 29,4 miles de trabajadores. Igual desarro­llo parece haberse operado en otros subsectores del artesanado liga­dos a la construcción de viviendas (carpinteros, productores demateriales de construcción tradicionales, etc.).

Por lo que respecta al segundo, tanto el auge del número detrabajadores urbanos como el crecimiento de su ingreso están esta­dísticamente comprobados, así como el crecimiento de la demandade bienes de consumo por parte de dichos trabajadores. Todavía, sinembargo, su ingreso medio no había alcanzado un nivel capaz de sus­tituir a los tradicionales productos artesanales por sus similares im­portados o de producción industrial interna (sin descartar las resis­tencias a ser sustituido que a través de diversos mecanismos oponía elpatrón de consumo tradicional) . Se explica así que el crecimiento delingreso de dichas clases se tradujera en un incremento de la demandade cierta mano de obra artesanal, en especial de aquella ligada ala producción de bienes colocados en los primeros lugares de elas­ticidad ingreso de los consumidores. En este caso se encontrabanlos bienes destinados a la alimentación y el vestuario. Ya noshemos referido a la adecuada reacción de la producción agrícolafrente al auge de la demanda de alimentos. Con igual elasticidadse comportó la oferta de trabajo artesanal ligada a la producciónde textiles y del vestido. Baste sólo considerar que el número de"trabajadores por su cuenta" en este ramo era en 1936 más de lamitad del total de artesanos. De suponer una participación porcen­tual similar en 1920, habría que concluir que el número de tra-

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bajadores ocupados en el ramo de textiles y del vestido se habríacuadruplicado en el período de dieciséis años que analizamos.

D. Los trabajadores domésticos

Las mismas razones generales del crecimiento del artesanado(crecimiento del ingreso y pervivencia del patrón de consumo tra­dicional) permiten también explicar la considerable ampliaciónde la servidumbre doméstica. Sólo que se trata en este caso delcrecimiento del ingreso de las capas medias y altas de la burguesíanaciente y del patrón de consumo de las clases dominantes de laestructura anterior, para las cuales, tanto la concepción de la orga­nización familiar, como el patrón de valores que reflejaban el

CUADRO NQ VIlI-6

DISTRIBUCION POR SECTORES TECNICOS DE LA POBLACIONARTESANAL OCUPADA Y DE SU INGRESO EN 1936

Población artesanal Ingreso(Miles) % Millones de Bs. %

(a) (b)

Construcción 27,0 21,9 26,5 11,9Alimentación 9,0. 7,3 18,7 8,4Cuero y derivados 6,6 5,3 10,0 4,5Madera 9,9 8,0 14~ 6,4Textiles y Jel vestido 66,9 54,1 147,1 65,9Otras 4,2 3,4 6,5 2,9

Totales 123,6 100,0 223,0 100,0

FUENTE: B.e. V.: El Ingreso Nacional de Venezuela. Caracas, 1949.

(a) .

(b) .

Esta cifra es un ajuste de la fuente original. En esa publicación se consideraque todos los trabajadores de la construcción (29,0 miles) eran asalariados,lo cual se contradice con el censo de 1941, que establece que del total de33,6 miles de trabajadores de la construcción en dicho año, 30,6 eran "alba­ñiles, alarifes, maestros de obra y trabajadores por su cuenta", y la diferencia(3,0 miles) "jornaleros, obreros, empleados y sirvientes". Se aplicó la mismaproporción a la distribución de los 29,4 miles de trabajadores en construcciónde 1936.De acuerdo con cifras de la D. G. de E., en el Distrito Federal la remunera­ción media de los trabajadores de la construcción en 1942 era un 10 Po];ciento inferior al promedio de todas las industrias. Aplicando esta mismarelación a 1936 para todo el país, se obtuvo una remuneración media deBs. 982 por trabajador, que multiplicado por el número de trabajadores dela construcción da el ingreso total de 26,5 millones de Bs. Se hizo esteajuste por considerar que lo que aparece en la fuente original (6,7 millones)es inconsistente, pues de ella resultaría un ingreso por trabajador de Bs. 220anuales, que es la mitad del ingreso medio en agricultura en 1936.

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prestigio social, eXlglan una servidumbre doméstica lo más nume­rosa posible. El efecto demostración que ejercían las viejas clasesoligarcas sobre la ascendente burguesía burocrática y comercial uni­do a la existencia de la numerosa mano de obra barata que el pro­ceso de urbanización lanzaba sobre las ciudades, fueron las condi­ciones propicias para el crecimiento del número de trabajadoresdomésticos.

·1. EL SECTOR CAPITALISTA EXTRANJERO

Definimos como sector capitalista extranjero a aquel constitui­do por empresas cuyo capital es propiedad de individuos o institu­ciones que forman parte o representan a la clase capitalista deotros países. Dado que dicho sector utiliza fundamentalmente fuer­za de trabajo nacional, resulta como una de sus esenciales caracte­rísticas la separación geográfica de las dos clases sociales básicasdel capitalismo: capitalistas y obreros, lo que implica, a su vez,la separación territorial de los beneficios y la remuneración delfactor trabajo.

En el caso general de los países atrasados en proceso dé cre­cimiento simple, puede señalarse, además, una segunda caracterís­tica importante: la de que la producción del sector capitalista ex­tranjero (materias primas y/o alimentos), está destinada al mer­cado internacional, es decir, no tiene relaciones significativas conel mercado interno del país huésped.

Por lo que se refiere a nuestro caso de estudio, conviene su­brayar que el sector capitalista extranjero de Venezuela en el pe­ríodo analizado (1920-1936) estaba dedicado casi exclusivamentea la explotación de petróleo, lo que le comunica un conjunto departicularidades importantes:

Primero. Se trata de una actividad económica intensiva decapital y que utiliza relativamente muy poca mano de obra, locual minimiza su capacidad de promoción directa de relaciones detrabajo asalariado.

Segundo. Se trata de una actividad cuya importancia para elcapitalismo mundial está por encima de la de cualquier otro pro­ducto tomado originalmente. En un importante trabajo, el econo-

192

mista venezolano Francisco Mieres 18 señala el siguiente conjuntode primeros lugares ocupados por la industria petrolera en la eco­nomía capitalista mundial:

a) Se trata del primer combustible en la actividad produc­tiva mundial tanto en tiempo de paz como de guerra.

b) Se trata de la principal mercancía en el comercio mundial.c) Constituye el rubro más importante para la exportación

de capitales.d) Es la primera rama industrial del mundo capitalista.e) Es la explotación que origina mayores tasas de beneficio.f) Es la actividad que ha logrado la mayor integración ver­

tical monopolista en escala internacional.g) Utiliza la mayor densidad de capital y obtiene la mayor

productividad y la creatividad de todo el mundo capi­talista.

h) Los consorcios petroleros son el grupo económico de ma­yor influencia política en el mundo capitalista.

La enorme y creciente importancia del uso de los hidrocarbu­ros en la economía mundial, unido a las ventajosas condiciones desu explotación en Venezuela (elevado rendimiento de los pozos,mano de obra barata, favorable situación geográfica, débil gra­vamen fiscal, etc.) , explican el acelerado y sostenido auge delsector petrolero venezolano. Baste señalar, durante el período ana­lizado, que partiendo de cero, en apenas dieciséis años dicho sectorpasó a representar el 31 por ciento del PTB, el 36 por ciento delproducto material y el 43 por ciento del producto creado en lossectores productores de bienes en el país.

A. La clase capitalista extranjera

La característica esencial de la clase capitalista propietaria delsector extranjero es su carácter de no residente en el país huéspedy su carácter mundial que hace internacional la relación contradic­toria de explotación. De allí deriva su desvinculación con las aspi­raciones del desarrollo económico integral de este último y su inte-

18. Francisco Mieres: Petróleo ) Estructura Econámica. Trabajo en prensa.

193

rés en el rnanternrmento de aquellas condiciones que le permitanmaximizar la obtención de sus objetivos empresariales. Al analizaren el capítulo IV la naturaleza general de estos objetivos, tuvimosoportunidad de referirnos a los aspectos más importantes de la po­lítica exterior de los grandes consorcios en relación a los paísesperiféricos. La enumeración que hacemos en las variables anterio­res de la importancia mundial del negocio de explotación de hidro­carburos, nos permitió subrayar el lugar preeminente de los consor­-cios petroleros dentro del 'esquema de funcionamiento del mundocapitalista contemporáneo, aspecto sobre el cual existe una abun­dante literatura a la cual remitimos al lector interesado.

B. Los trabajadores en el sector capitalista extranjero

Ya hemos señalado repetidas veces la poca importancia cuan­titativa de la demanda de trabajo de las empresas petroleras. Bastedecir en este sentido que en el año de mayor util(zación de manode obra, durante el período analizado, el número de trabajadoresdel sector no sobrepasó la cifra de 20.000, que representaba alrede­dor del 2 por ciento de la población activa ocupada. [ero en cam­bio, otras razones de naturaleza cualitativa confluyen a darle a losasalariados petroleros una importancia muy superior a la que sededuciría de su baja participación porcentual. Señalaremos algunasde dichas razones:

a)

b)

Se trataba del único grupo de trabajadores nacionales encontacto directo con la tecnología y organización másavanzados del capitalismo mundial, lo que contribuyó ala rápida sustitución de la estática visión tradicional delproceso productivo por una posición de activa absorciónde la tecnología moderna.Era también el único grupo de asalariados en oposicióna una clase capitalista madura, lo que permitió el acele­rado surgir de un interés de clase que iba a desarrollarsemás lentamente entre los asalariados del sector capita­lista nacional ("Mientras la dominación de la clase bur­guesa no se organiza completamente, no adquiere su puraexpresión política, no puede aparecer tampoco, distinta­mente, la oposición de las demás clases") .19

.19. . Marx: El 18 Brumario, p. 54.

194

c) Era el grupo de trabajadores venezolanos más concentra­dos, tanto desde el punto de vista geográfico como deltamaño de las unidades de explotación.

Las características anotadas permiten comprender el crecienteproceso de toma de conciencia y la elevada cohesión clasista de lostrabajadores petroleros así como el rápido cambio de visión conrespecto al proceso productivo que iba a favorecer el contacto conla cultura tecnológica del capitalismo. Por estas razones, los tra­bajadores petroleros se constituyen rápidamente en la vanguardiamás consciente y organizada de la clase obrera venezolana, capazde iniciar acciones reivindicativas de envergadura, antes de cum­plir su primera década (huelga de 1925) ,"0 a pesar de los frenosque imponían al movimiento obrero la atrasada legislación laboraly la existencia de una dictadura militar de corte feudal. Para 1936,después de la muerte de Juan Vicente Górnez, esas luchas reivin­dicativas comienzan a tomar un carácter abiertamente político, ín­dice del creciente proceso de toma de conciencia de los obrerospetroleros.

5. EL SECTOR CAPITALISTA NACIONAL

A. La clase capitalista

La clase capitalista nacional tiene sus orígenes en la burgue­sía comercial tradicional, en algunos grupos de terratenientes en­riquecidos y en la capa de altos funcionarios públicos que se conocecomo "burguesía burocrática", que utilizó las ventajas del poderpolítico como factor de acumulación.

La burguesía comercial tradicional cumplía un doble papelen la estructura anterior al advenimiento del petróleo. Por unaparte, financiaba, concentraba y exportaba producción agrícolacreada en condiciones precapitalistas. Por la otra, importaba y dis­tribuía en el territorio nacional las mercancías industriales que de­mandaban el limitado mercado interno, las cuales se financiabancon el valor retornado de las divisas provenientes de las exporta-

20. Véase, Rodolfo Quintero: Si:zdic{llúmo y Cambio Social en Venezuela. Edi­ción especial del Boletín Bibliográfico de la Facultad de Economía de la UCV,Caracas, 1964, pp. 26-27.

195

ciones. El sector comercial era el centro alrededor del cual girabala actividad económica general. Con el inicio de la explotaciónpetrolera esta posición funcionalmente privilegiada va a sufrircambios significativos. En primer lugar, porque se crea un nuevosector exportador que realiza por sí solo la comercialización in­ternacional de su producción, en segundo lugar por la agudiza­ción de la crisis crónica de la agricultura de exportación. En con­secuencia, durante el período que va de 1920 hasta los inicios de lacrisis, a pesar del alza sostenida de los precios agrícolas, las ex­portaciones controladas por el sector comercial comenzaron a per­der importancia relativa en favor de su gestión importadora." Apartir de la crisis, la pérdida de importancia se hace absoluta,hasta el punto de que para 1940 las exportaciones no petroleraseran inferiores a la sexta parte de las importaciones. El auge delas importaciones fue, sin embargo, lo suficientemente intenso paracompensar con creces la caída de las exportaciones. Como resul­tado de este proceso, la burguesía comercial se va desligando pro­gresivamente de la producción agrícola y se transforma en prin­cipal beneficiaria interna del auge -petrolero. Este cambio en lasoperaciones del sector comercial es de gran importancia para com­prender la complicada dinámica de los intereses de clase duranteel período de crecimiento simple. En efecto, al comenzar a rom­per sus relaciones tradicionales con la agricultura de corte feudal,la burguesía comercial va adquiriendo el carácter de clase capi­talista que le hemos negado en el período anterior. Se trata, sinembargo, de una clase capitalista cuyos intereses se identifican conlos beneficiarios externos del tipo de crecimiento económico quese operaba en el país. En efecto, se trata de una burguesía co­mercial cuyo mercado depende de factores exógenos. Por el ladode la demanda es la actividad petrolera el factor determinante. Porel de la oferta, su condición es la de realizadora de la produccióncapitalista extranjera. En otras palabras, que al transformarse enfundamentalmente importadora, la burguesía comercial pasa a con­vertirse en brazo interno del capitalismo monopolista mundial,condición que le permite participar como socio menor en la dis­tribución de beneficios del crecimiento simple.

21. Durante los primeros quince años del siglo xx, las exportaciones representa.ban el 58 por ciento del valor total del comercio exterior nacional. Duranteel período de 1920-30 esta cifra bajó a un 42 por ciento.

196

El segundo sector que nutrió la clase capitalista interna fueel del escogido grupo de terratenientes que participaron como be­neficiarios directos de la actividad petrolera en virtud de perci­bir la renta superficial o que fueron favorecidos por el alza deprecios en las áreas de expansión urbanas.

La tercera fuente de acumulación capitalista fue el ejerCICIOdel poder político. El primer y principal ejemplo lo dio el propiodictador Juan Vicente Gómez, que redondeó una cuantiosa fortunapor esa vía."

Estas tres vías de acumulación originaria contribuyen a crearuna clase capitalista ligada fundamentalmente al negocio impor­tador, a la usura, a la espeeulación (en especial con la tierra ur­bana) y al desarrollo de los medios de transporte y de los serviciosconexos a la circulación interna de mercancías. Por lo que respectaa las actividades industriales, citamos el testimonio de un espe­cialista:

De 1917 -fecha un tanto convencional del ingreso del petró­leo a nuestra economía- hasta 1936, en que un cambio políticodivide dos etapas, nada significativo sucede en el campo manufac­turero. Se registra sólo una lenta evolución de aquella artesanía (lade 1917, A. C.) hacia formas de pequeña y mediana industrias, tanescasas, sin embargo, que no nos permiten señalarlas 'como un cam­bio estructural... La manufactura es entonces una actividad ex­cepcional, a la cual se dedican unos pocos pioneros con cierto airede personajes extravagantes."

La exigua participación del sector industrial en el P.T.B. (5,9por ciento) es claro índice de la justeza de la cita anterior.

B. Los trabajadores asalariados

El crecimiento del número de trabajadores asalariados ocu­pados en el sector va a estar íntimamente ligado al tipo de desa­rrollo capitalista que se gestó dentro del período. Las escasas in­formaciones que nos ha sido posible recoger permiten estimar su'

22. Véase al respecto, Miguel Acosta Saignes: Latifundio. México, 1938, p. 44.23. Orlando Araujo: "Caracterización' histórica de la Industrialización en Ve­

nezuela", Revista Economía y Ciencias Sociales. Caracas enero-marzo 1965año VII, N° 1, pp. 5-27. "

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número en 1920 'en alrededor de 69 mil," lo cual significaría quedichos trabajadores se habrían casi duplicado para 1936 (125 mil).Es necesario, sin embargo, hacer uso de otras evidencias para noextraer falsas conclusiones respecto a la importancia de este tipode desarrollo.

En primer lugar, comenzaremos por subrayar el bajo prome­dio general de cuatro trabajadores por empresa, lo cual es testi­monio del incipiente nivel de las fuerzas productivas. Se trata, enefecto, de pequeñas unidades industriales, comerciales y de servi­cios ubicadas en el límite que separa al taller artesanal o al pe­queño establecimiento terciario de la empresa capitalista propia­mente dicha. En este sentido, habría que exceptuar a los subsec­tares de transporte y electricidad, cuyas empresas tenían un ta­maño considerablemente mayor. Los demás subsectores eviden­cian una clase capitalista en formación y, por ende, un prole­tariado desarticulado y de bajo nivel de cohesión clasista. Por esopreferimos hablar de trabajadores asalariados y no de clase obre­ra, categoría que implica otro conjunto de condiciones que sólose cumplían en algunas ramas del sector.

En segundo lugar hay que considerar la distribución de lostrabajadores por sectores técnicos. En uno de sus importantes tra­bajos," Kuznets demuestra queel proceso de desarrollo económicocapitalista implica, a la vez que una pérdida de importancia rela­tiva del sector primario, un crecimiento de la ocupación en elsector terciario más rápido que en el secundario, de allí que a ma­yor grado de desarrollo mayor tamaño relativo de la poblaciónocupada en el comercio y los servicios, o mejor aún, menor elcoeficiente que resulta de dividir la población ocupada en el sec­tor secundario sobre la del terciario. Si calculamos este coeficienteal sector capitalista nacional de Venezuela, se obtiene la cifra de0,74/6 que se asemeja a la de los países capitalistas más avanzados

24. Debe tomarse en cuenta que para 1920 ya se habían cumplido los primerosefectos del impacto inicial, pues las actividades de exploración y perforaciónhabían comenzado en 1917.

25. Simón Kuznets: Six Lectures 01/ Economic Grounb. Illinois, Londres, 1959.26. En realidad, las cifras de Kuznets se -refieren a la economía en su conjunto,

de modo que podría haber dudas respecto a la comparabilidad con la cifradel sector capitalista nacional. Aparte de que la cifra para la economía ve­nezolana en su conjunto es todavía menor (0,64), creemos que la comparaciónse justifica debido a que los países escogidos tienen una estructura fundamen­talmente capitalista.

198

(véase cuadro N9 VIII-S). Conviene, sin embargo, subrayar el dis­tinto sentido que tiene dicho coeficiente en el caso de Venezuelaen relación a los países considerados.

CUADRO N9 VIII-7DISTRIBUCION DE LA POBLACION TRABAJADORA OCUPADA EN EL

SECTOR CAPITALISTA NACIONAL POR RAMAS TECNICAS DE LAACTIVIDAD ECONOMICA EN 1936

Total detrabajadores %

Sector secundario 53.357 42,6Industria 50.189 39,4Construcción 2.383* 2,6Electricidad

yagua 785 0,6

Sector terciario 72.224 57,4Comercio 36.162 28,7Transporte 23.085 18,4Servicios 12 977 10,3

Total 125.581 100,0

FUENTE: B. C. V.: El Ingreso Nacional de Venezuela. Caracas, 1949.* Calculado en base al mismo porcentaje que representaban en 1941 los "jor­

naleros, obreros, empleados y sirvientes" del total ocupado en el sector.

CUADRO N9 VIII-8RELACION ENTRE POBLACION ACTIVA OCUPADA EN LOS SECTORES

SECUNDARIO Y TERCIARIO (II/III) EN PAISES SELECCIONADOS

Año Añoinicial fina!

Estados Unidos (1811-1951)Alemania (1882-1933)Francia (1866-1950)Italia (1871-1954)Australia (1871-1933)Nueva Zelandia (1874-1936)Venezuela (1936)

Toda la economíaSector capitalista nacional

1,001,641,451,711,101,46

0,640,74

0,661,371,031,110,810,63

FUENTE: Con excepción de Venezuela, Simón Kuznets: Six Lectures in EconomicGrototb, Illinois-Londres, 1959, pp. 50-51; Venezuela: Armando Córdova y Héc- .tor Silva Michelena: Aspectos Teóricos del Subdesarrollo. Caracas, 1967, pp. ljl9­200.

199

Hemos visto cómo en la primera fase del modelo de desarrollocapitalista, el crecimiento del sector secundario se opera a costa delprimario. A medida que se cumple ese proceso, se van creando,a su vez, las condiciones para el crecimiento del sector terciario.Por una parte, debido al aumento de la demanda de las actividadescomplementarias de la producción industrial (comercio, transportey otros servicios) y, por la otra, en razón de que el crecimiento delingreso per capita resultante incrementa la demanda de serviciospersonales. A medida que avanza el desarrollo ambos subsectorestienden a crecer más rápidamente que el sector secundario. El pri­mero, debido a que la concentración monopolista consecuente im­pulsa el desarrollo del aparato de ventas y circulación del sistema.El segundo por la creciente elasticidad ingreso de la demanda deservicios. Podemos sintetizar entonces diciendo que en el modelocapitalista típico, el crecimiento del tamaño relativo del sector ter­ciario es una consecuencia del desarrollo de la producción mate­rial interna, es decir, del desarrollo endógeno de las fuerzas pro­ductivas. De allí que a mayor grado de desarrollo capitalista deuna economía, mayor el peso de su sector terciario, pero un sectorterciario que tiene su base de apoyo en el crecimiento acumulativoy autosostenido del producto material nacional. En el caso vene­zolano, en cambio, el crecimiento del sector terciario se debe:

a) A las exigencias del sector extranjero en expansión.

b) A las exigencias de la distribución y comercialización m­terna de bienes importados.

c) A las exigencias de la producción, distribución y comer­cialización interna de bienes nacionales.

d) Al crecimiento del ingreso per capita que incrementa lademanda de servicios personales.

De estas cuatro variables sólo la tercera 'expresa directamenteel desarrollo de la producción material nacional. Acerca de supeso como factor determinante del auge terciario, pueden expo­nerse las siguientes evidencias:

a) En su cálculo del ingreso nacional de 1936, el Banco Cen­tral de Venezuela señala que Irgran parte de las activi-

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dades que aparecen en los grupos de industria y serviciosestán estrechamente ligados con las actividades petroleras,y esto especialmente en los transportes"," lo cual de­muestra, no sólo la importancia del sector petrolero co­mo inductor de actividad terciaria, sino del carácter li­gado a él de una parte de la industria nacional.

b) Para 1936, aproximadamente el 40 por ciento de la ofertaindustrial interna tenía su origen en las importaciones(véase cuadro N9 VIlI-9). Si se establece una simple re­lación proporcional, podría concluirse que el peso de laparte del sector terciario dedicada al servicio de las im­portaciones corresponde por lo menos a 'esa cifra."

c) El crecimiento del ingreso per capita era el resultado di­recto e indirecto del auge del sector extranjero.

CUADRO NQ VIII-9

ORIGEN DE LA OFERTA INTERNA DE BIENES INDUSTRIALES EN 1936

%

Producción industrial 106,4 21,4

Producción artesanal 196,5 Y9,7

Importaciones 192,5 38,9

495,4 100,0

FUENTE: B. C. V.: El Ingreso Nacional..., op, cit.

Podemos concluir, en consecuencia, señalando el carácter dis­torsionado y mediatizado del crecimiento del sector terciario ve­nezolano; de allí que, lejos de identificarse con el desarrollo de lasfuerzas productivas nacionales exprese más bien el auge de lasrelaciones de. dependencia económica que se conforman y desa­rrollan durante el período de crecimiento simple.

27. Op. cit., p. 98 (subrayado nuestro).28. Obsérvese en el cuadro NQ IX-9 que alrededor de otro 40 por ciento estaba

constituido por producción. artesanal. Si se considera que los requerimientosde servicios por unidad de vprodacto son mucho más bajos que en la pro­ducción industrial, interna o importada, podría concluirse que los serviciosligados a las importaciones representaban .más del 40 por ciento.

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Esta situación permite explicar en gran medida otro aspectoimportante para la comprensión de la naturaleza de la fuerza detrabajo asalariada durante el período. Nos referimos a la partici­pación porcentual que en ella tenían los grupos censales de "em­pleados" y "obreros", denominaciones que tratan de expresar, enlo fundamental, diferencias respecto al contenido de esfuerzo ma­nual o intelectual en las actividades realizadas por los trabajadores.Sin entrar en los aspectos polémicos de dicha clasificación, quere­mos considerar aquí la relación entre el tamaño relativo de ambosgrupos y el grado de desarrollo capitalista.

Es suficientemente conocido que en los países capitalistas lacategoría de "empleados" debió su desarrollo al considerable aumen­to de la división del trabajo que se opera con el desarrollo indus­trial. A este respecto señala Dahrendorf:

Con el nacimiento de las grandes empresas industriales y laracionalización de su organización, surgió la necesidad creciente defuerzas burocráticas a las que se confirió, en mayor o menor me­dida, cometidos de planificación, contabilidad, adquisiciones, ventasy control. El desarrollo resultó espectacular, pues si hasta la últimadécada del siglo XIX la proporción de los empleados y trabajadoresestaba, aun en las industrias de los países más desarrollados, muy pordebajo del 10 por ciento, hacia mediados del año 30 del siglo xxtal proporción se elevaba ya al 15 por ciento y a mediados del año50 al 20 por ciento. El desarrollo exacto de esta proporción enalgunos países queda reflejado en el cuadro siguiente:

RELACION ENTRE EMPLEADOS Y OBREROS DE LA INDUSTRIA EN LOSPAISES QUE SE CONSIGNAN ENTRE LOS AÑOS 1891 Y 1950

EstadosInglaterra Unidos Alemania Francia Suecia

1891 - 1900 7,7 4,8

1901 - 1910 8,6 12,0 7,6 10,4

1911 - 1920 8,9

1921 - 1930 13,7 17,9 11,9 12,8 9,91931 - 1940 15,0 17,7 14,0 14,6 13,7

1941 - 1950 20,0 21,6 21,0

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El incremento cuantitativo de los empleados no quedó redu­cido a la industria. En el comercio, en los transportes, en la banca,en los seguros, y sobre todo en la administraciÓn pública, la cifrade los empleados y funcionarios experimentó un rápido incre­mento. .. Desde el punto de vista de su burocratización, son las"industrias terciarias" (comercio, transportes, correos, etc.) las queavanzaron con mayor rapidez. En la República Federal de Ale­mania un tercio del personal ocupado en las mismas en 1950 estabaconstituido por empleados. Dos tercios ele todos los empleados tra­bajan en industrias terciarias. El cuadro ele crecimiento de la teta­lidad de la "nueva clase media" en relación con la población activade los países industriales más desarrollados responde, aproximada­mente, a la misma proporción existente entre empleados y trabaja­dores de la industria, En Alemania, en 1882, el 7,3 por ciento dela población activa la integraban los empleados y funcionarios; en1895 este porcentaje era del 10,8 por ciento, en 1907 representabael 13,2 por ciento, en 1933 el 17,1 y en 1950 el 19,7 por ciento.Que en este sentido se ha producido un camb.o significativo en laestructura social, es cuestión que difícilmente puede ponerse enduda-?

La comparaoon entre las cifras citadas por Dahrendorf y lasde Venezuela en 1936 (cuadro N9 VIII-lO) es particularmente sig­nificativa. Si el porcentaje de empleados industriales sobre el totalde trabajadores del sector es índice del grado de desarrollo in­dustrial, la cifra venezolana (6,6 por ciento) expresa en alto gradoel carácter atrasado de la industria nacional. Compárese, en cam­bio, el 33 por ciento de empleados en el sector terciario alemánde 1950 con el 45, 9 venezolano de 1936, y se concluye que el ni­vel de burocratización 'era mayor en Venezuela. Compárese tam­bién la importancia relativa de los empleados ocupados en el sec­tor terciario con respecto al total de empleados (66 por ciento enAlemania contra 90,2 en Venezuela). Si el bajo porcentaje deempleados es evidencia del atraso industrial, el elevado porcentajeen el sector terciario subraya un nuevo aspecto de la deformacióndel crecimiento económico de Venezuela.

29. Ralf Dahrendorf: Las clases sociales y S1I conflicto en la sociedad industrial.Rialp, Madrid, 1962, pp. 75 Y 76.

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CUADRO NI? VIII·lO

DISTRIBUCION DE LA POBLACION TRABAJADORA OCUPADA EN ELSECTOR CAPITALISTA NACIONAL EN "EMPLEADOS" Y "OBREROS"

EN 1936

Total deObreros Empleados

trabajadores Número % Número %

Sector secundario 53.357 49.767 93,3 3.590 6,7Industria 50.189 46.866 93,4 3.323 6,6Construcción 2.383 2.383 100,0Electricidadyagua 785 518 66,0 267 34,0

Sector terciario 72.224 39.051 54,1 33.173 45,9Comercio 36.182 8.211 22.8 27.951 77,2Transporte 23.085 21.563 93,4 1.522 6,6Servicios 12.977 9.277 71,5 3.700 28,5

Totales 125.581 88.818 70,8 36.763 29,2

FUENTE: B.C.V.: El Ingreso Nacional de Venezuela. Caracas, 1949.

6. EL SECTOR PUBLICO

Como pudo observarse en el cuadro NQ VIII-1, el personal ocu­pado en el sector público se incrementó más rápidamente que el delos demás sectores, a una tasa de 9,9 por ciento anual, mientras elpromedio nacional era de 3,5 por ciento. Es un hecho conocido, queen los países avanzados el crecimiento de la ocupación en el sectorgubernamental se acelera con el desarrollo económico. En EstadosUnidos, por ejemplo, dicho sector empleaba en 1851 1,5 personaspor cada mil habitantes, para 1901 la cifra había ascendido a 3,4y a 16,4 en 1951. Comparado con este crecimiento, el de Venezuelaen el período resulta resulta impresionante, pues sube de 1,9 en1920 a 12,2 en 1936. Se inicia así un proceso auge del sector pú­blico completamente divorciado del verdadero desarrollo econó­mico del país."

30. Para 1951, la cifra venezolana era de 23,4 empleados públicos por cada milhabitantes. Compárese esta cifra con la de 16,4 de los Estados Unidos esemismo año.

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