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Capu-ulo-I

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Capu-ulo-I

El trasfondo del corpus

contemporaneo

~ El postmodemismo latinoamericano

~ El vanguardismo

~ El ultraismo y el creacionismo

poetico

r 1 tratamiento del tema que nos ocupa exige un somero

'L estudio previo de la evoluci6n de la lirica en los paises

hispanoamericanos y el trasfondo de la actualidad poetica de este

espacio. Pues como hemos seiialado en la introducci6n, de la

consideraci6n simultanea de las tendencias y preocupaciones

poeticas prevalecien tes en Hispanoamerica, surgira la

problematizaci6n investigadora del corpus creativo de nuestro poeta

Javier Sologuren. Dicha problematizaci6n estriba en la respuesta

integradora de Sologuren basada en tendencias a veces opuestas de

la poesia en Hispanoamerica. En este sentido vamos a ver como

Sologuren se trasforma en un poeta universal neutralizando las

oposiciones anteriores y tanto la sustancia como el instrumento del

lenguaje, la imagen y la simbolizaci6n se combinan para llegar a esa

consumaci6n.

En nuestra consideraci6n de los antecedentes poeticos en

este capitulo no podemos entrar en ning(ln detalle en cuanto a las

especificidades autoriales o creativas. Tan solo delineamos los

movimientos y mojones que caracterizan tan diversas literaturas

como son los paises de este entorno cuyas contribuciones liricas

han quedado un tanto sombreadas por la gran aportaci6n narrativa

en la literatura mundial contempon:lnea.

Es un verdadero reto realizar una clasificaci6n o definicion

adecuada de los rasgos liricos producidos a lo largo del siglo XX en

Hispanoamerica. La historia de la literatura latinoamericana

encierra diversas tradiciones, desde Ia espanola, europea, oriental,

todas construidas con la sensibilidad de la experiencia au t6ctona

en el sentido de pertenencia a un entorno especifico. Este proceso

presenta una complejidad insuperable de clasificaci6n, aunque los

historiadores y criticos de la literatura hayan intentado ayudar en

la comprensi6n cabal con diversos esquemas de sistematizaci6n.

Pero una cosa es cierta, la experiencia de la poetica

hispanoamericana, desde cualquier perspectiva, seflala una

15

busqueda del acercamiento al mund.o y al ser humano o a traves de

Ia via epistomol6gicajfilos6fica o Ia via cognoscitiva, religiosa o

poetica. A nuestro entender este ultimo camino se realza mas en Ia

creaci6n de Ia mayoria de los poetas de este espacio geografico. Es

decir, existe Ia intencionalidad de descubrir tales elementos de Ia

vida humana que parecen quedarse ocultos muy a menudo. Esta

busqueda de lo simb61ico de la realidad que encierra el horizonte

existencial del hombre, se configura como Ia verdadera aportaci6n

del poeta latinoamericano. Lo verificaremos en los capitulos

posteriores sobre nuestro poeta Sologuren. Veremos como el

acercamiento al mundo y a la profundidad del ser se logra en su

poesia a traves del camino de una revelaci6n que casi parece ser

mistica sin perder la dime:qsi6n social.

Sin entrar en Ia cuesti6n de Ia tradici6n precolombina de Ia

poesia de este espacio, al que podemos denominar como Nuevo

Mundo desde el punto de vista de lo otro, podemos hacer algunas

reflexiones a partir del contacto todopoderoso del espafiol, raz6n por

Ia cual se genera Ia nueva cultura hispanoamericana. El espafiol

que entr6 en las entrafias del Nuevo Mundo, con repercusiones

duraderas en la vida, la filosofia, el pensamiento, la literatura, e

incluso la lengua, de la poblaci6n local. Pero, en relaci6n a las

culturas aut6ctonas, esta presencia viva, iba a producir una

dicotomia que tendria luego pleno impacto en la definicion de la

16

identidad del ser hispanoamericano, tema que seguiria siendo

presente en todas las dimensiones de la realidad a descubrirse en

las configuraciones literarias.

Los primeros versos nacen del conflicto de culturas. El

conflicto de crueldades y heroismos, produce La Araucana de Ercilla

donde el poeta retrata la valentia de los nativos delante de un poder

imperial tan moderno, capacitado y bien armado, como el espafiol, y

de la lucha hasta la muerte de estos gallardios guerreros. No

podemos ignorar esta vinculacion ensangrentada del inicio de la

lirica hispanoamericana que para siempre iria a caracterizar la

configuraci6n poetica fu tura.

Pero tambien es cierto que esa experiencia violenta imponia

una realidad dial6gica. Con los espafioles pronto vendria a las

nuevas tierras la sensibilidad de Ia caballeria, el Barroquismo, el

Romanticismo, el Romanticismo-Realismo, etc. Esas experiencias,

por supuesto, conllevarian una imposici6n lingO.istica seguida por

muchos autores nativos. Asimismo un autor como Inca Garcilaso de

la Vega, busca nuevas formas de expresi6n narrativa, para retratar

la realidad latinoamericana. Pero en cuanto a Ia lirica, noes sino la

llegada del Modernismo que anuncia una aportaci6n autentica de

una dimension verdaderamente epocal en cuanto movimiento

poetico de suma trascendencia. AI respecto cabe citar a Pedro

17

Salinas:

el apetito de los sentidos por Ia posesion de la belleza y sus formas extemas .. .la afirmacion materialista, sensual y despreocupada de la vida ... 1

Seria redundante en este trabajo destacar en debidos detalles

las caracteristicas del Modernismo. Pensamos que, a prop6sito de

espejear los elementos esenciales de las tendencias poeticas de este

siglo en las sensibilidades mas contemporaneas en que se

encuentra Javier Sologuren, seria mas 16gico hablar de las

tendencias que se producen a partir de la crisis del modernismo.

Sin embargo, no podemos evitar unas reflexiones esenciales de los

principales rasgos del modernismo.

El modernismo para los escritores finiseculares de America

Latina fue una toma de posicion en el mundo, pero al mismo tiempo

fue para muchos una toma de conciencia de su tiempo. Yendo mas

alla del ya agotado romanticismo espa:fiol, los poetas y escritores

latinoamericanos percibian, acaso vagamente, que en el mundo

habia surgido una nueva ola revolucionaria de renovaci6n de

formas, y de ideas, y decidieron participar en ella con su propia

expresi6n.

Pero muy pronto, el excesivo simbolismo, el agotamiento

delos elementos parnasianos, surrealistas y dadaistas coloc6 a1

18

Modemismo en una situaci6n de crisis, por la cual este ya no

aparecia como "la autentica voz de America Latina". Lo que

comenz6 con tanto entusiasmo con la publicaci6n de Azul en el afio

1888, desvanece en 1905 con la publicaci6n de Cantos de vida y

espernnza.

La estetica de la belleza y la agenda cosmopolita del

Modemismo encuentra muy pronto su antitesis en la preocupaci6n

americanista que va a ocupar Ia consciencia de los creadores de

Hispanoamerica. Esto impone una necesidad de cambio de actitud

y sensibilidad rubendariana que quiso "escribir pensando en

frances y escribiendo en castellano".

Por eso el llamado culteranismo modemista pronto se

convirti6 en una busqueda de la propia voz, la cual muchos poetas

encontraron en Ia cultura original indigena.

El famoso critico mexicano Jose Luis Martinez a1 describir

dicha epoca, escribe:

La literatura latinoamericana del siglo XIX es la de una epoca de aprendizaje y de formaci6n.... Los nuevos paises ya eran formalmente independientes y, por ello, se imponia el deber de extender esa independencia a los espiritus, de lograr lo que entonces se llamaba la "'emancipa.ci6n mental", y de crear consecuentemente, lo llamado, cultura original..:.2

19

Aunque la vision modemista del mundo no se desvinculaba, a

manera de fuga ut6pica, de Ia realidad del hombre y su mundo, no

existia una confrontaci6n directa en el sentido del acercamiento al

mundo y al ser profundo del hombre, en ning(ln otro modo que lo

estrictamente epistemol6gico, el modemismo saltaba a las otras

orillas del mundo sin buscar Ia revelaci6n poetica de "Ia otra orilla"

en la acepci6n del venero utilizado por Octavio Paz. Seg(:tn el ultimo,

la via poetica se convierte en una via cognoscitiva con Ia cual el

poeta capta y consigue desvelarjdescubrir una serie de elementos y

verdades que de otra manera quedan ocultos en el entomo de la

vida humana. Veremos luego como Sologuren precisamente

participa en esta captaci6n al poner acento en el mundo de lo

simb6lico de la realidad. Quizas es por esta raz6n que la "nueva

poesia" pronto reemplaza al modemismo. Esta poesia no se

establece como movimiento congenerico sino en terminos de

aportaciones personalidades distintivas de poetas

hispanoamericanos. De ninguna manera esto significa que la poesia

como expresi6n de la experiencia humana queda exenta de los

ideales revolucionarios o humanistas que adquirieron forma de

movimientos sociales en otras esferas. En cambio, lo que ocurre es

que surgen poetas de primer rango que se convierten en

representantes mas destacados de esos movimientos ideol6gicos. A

nuestro modo de ver, un Pablo Neruda o un Cesar Vallejo Ilegaron a

20

llamarse poetas grandes por sus rasgos distintivos de la expresi6n

de sus ideas que por ser poetas del realismo social. Del mismo

modo un Borges lleg6 a ser trascendente por el esplendor inusitado

de la revelaci6n de realidades accidentales, proceso que lo establece

como poeta de una personalidad distintiva. En escncia la "nueva

poesia" resulta ser una dispersa suma de experimen tos sin

fronteras que no deja de sorprendemos por la congruencia de

muchas percepciones entre poetas supuestamente muy dispares en ~==::::::: ......

cuanto a sus acentos ideol6gicos.

A titulo de ejemplo, Jorge Luis Borges ha dicho que: "las

obras son importantes y los hombres no"; que parece un eco de los

sentimientos expresados por el poeta, supuestamente de estirpe

social, Cesar Vallejo quien sostiene que "la historia humana es

historia de los acontecimientos y no de las intenciones. De igual

modo Ia historia de las artes es de las obras y no la de los

hombres."3 ·THE>' I~

El limitado prop6sito de seiialar los lineamientos

sobresalientes del corpus poetico hispanoamericano en funci6n de

su recepci6n en la creatividad del poeta de nuestra selecci6n nos

conduce a constatar la combinaci6n de los paradigmas mas

representativos ofrecidos por la critica literaria y una serie de

autores selectos que de ninguna manera agota la llsta. de los

'il

destacados. Las generaciones de los poetas objetos de nuestro

resumen han sido denominadas por los criticos literarios en

terminos tanto paradigmaticos {por sus. acentos ideol6gicos,

formales o de contenido) como caracteristicas distintivas y

singulares. Por supuesto, los que mencionamos a continuaci6n

llevan a cabo la tarea de revelarnos muchas realidades de alguna

manera ignoradas por las percepciones comunes. De este modo,

todos estos poetas nos invitan a una reflexi6n para entender el

mundo que rodea al hombre al aclarar los mensajes que quieren

comunicar los diversos elementos considerados. Esto ocurre a pesar

de que sea un poeta intimista, de tipo social o simplemente

creacionista. Existe tambien el problema del desacuerdo entre los

criticos en cuanto ala inclusion de alg(i.n poeta bajo un paradigma

u otro. Los criticos han utilizado terminos como el

"posTTWdemismd', "el posvanguardismd' e incluso "el pos­

posvanguardismd'' para nombrar solo algunos.

El postmodemismo latinoamericano

A pesar de la estetica modemista tan revoludonaria en

comparaci6n ala tradici6n lirica en Hispanoamerica, nose encontr6

en ella esa contemplaci6n profunda de las cosas del mundo.

Faltaba el misterio existencial y la representaci6n de Ia labor

22

transformadora del poeta en el sentido de su personalidad como

ciudadano de Ia realidad propia.

Comentando sobre esta dimension, o mejor dicho Ia falta de

ella, el gran critico Oscar Rivera-Rodas, en su libro La poesia

Hisparwamericana del siglo XIX escribe:

Uno de los motivos mas caros de la lirica posmodemista ha sido el reconocimiento de ese fracaso: no hallar el conocimiento de la realidad, cuya unica manifestaci6n ha sido el enigma, el misterio, el arcano ... 4

En terminos generales, se puede Hamar a Ia poesia posterior

a1 MOdemismo como posmodemista. Cabe sefialar que, en nuestro

contexto, este ultimo termino debe considerarse en el sentido tal y

cual exptesa Ia palabra y no en el sentido te6rico actual. Ese

postmodemismo hispanoamericano, tampoco dej6 por completo el

rumbo de Ia poesia modemista, tanto que muchos criticos hallan

las primeras rupturas incluso en el mismo libro de Ruben Dario

Cantos de vida y esperanza (1905) en el que el "fundador del

modemismo" hace avanzar los preceptos modemistas para integrar

a1 esteticismo purista la ubicaci6n de Ia raza y Ia especificidad

hispanica del mundo a1 que pertenece. El libro esta lleno de la

melancolia y el dolor de un creador que quiere trascenderse "de Ia

torre de marfil" ala condici6n del ciudadano de la realidad. Pero esa

sensibilidad de aproximarse a la profundidad del ser tambien

produce un pesimismo. Dice Dario en ese ultimo libro citado:

Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror ... Yes espanto seguro de estar manana muerto. Y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos. Y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus funebres ramos. Y no saber adonde vamos, jni de don de venimos !.. . s

Semejante consciencia del entorno y del mundo que rodea al

poeta se vuelca en Lugones, Chocano, Valencia, et. al. y hay una

cantidad de temas populares y elogios de lo hispfmico en estos

representantes del ultimo Modernismo.

Habia un dilema entre el cosmopolitanismo-universalismo del

movimiento modernista y el nuevo afan al americanismo. Los

poetas todavia seguian identifica.ndose con la cultura y lengua

espanola y a1 mismo tiempo se veia la necesidad de buscar y

afirmar lo propio a traves de la creaci6n de una obra que serviria

como espejo claro y preciso para reflejar la realidad dolorosa de los

paises hispanoamericanos. A la vez, lo mas entraiiable del

Modernismo se arraiga en las configuraciones poeticas posteriores y

en este sentido nose puede hablar de una ruptura brusca entre los

ejercicios posmodernista y modernista. En ambos, desde la ultima

parte del Modernismo hasta la plena florescencia posterior del

postmodernismo, el poeta no se aleja del mundo sino que

perrnanece en el interior de el en una suerte de vinculacion

solidaria. Oscar Rivera - Rodas lo aclara asi:

Desde el punto de vista de la historia del genero, toda la poesia modernista se ha convertido en poesia posmodernista. Lo que en otras palabras quiere decir que todo poeta modernista ha sido posmodernista, aunque no todos los poetas posmodernistas hayan sido en rigor modernistas ... 6

Algunos de los rasgos principales del modemismo, que se

conservaron movimientos posteriores (como el postmodemismo, el

vanguardismo, etc.) se refieren, por ejemplo, a1 efecto impresionista,

que se basa en las sensaciones, la versificaci6n, juegos de

sinestesias y otros efectos especiales. Ademas, es la tendencia de no

perder de vista lo antiguo en la movediza modemidad que se

encontraba continuamente en el proceso de construcci6n que

parece haberse inspirado en el sentimiento expresado por Ruben

Dario:

Y muy siglo dieciocho y muy antiguo y muy modemo; audaz, cosmopolita, con Hugo fuerte y con Verlaine ambiguo, y una sed de ilusiones infmita ... (Cantos de vida y esperanza)

Como veremos mas tarde, esta caracteristica la heredan

varios poetas cercanos a nuestros dias, muy especialmente Javier

Sologuren. Habra por supuesto, un cambio fundamental en la

expresi6n y el lenguaje poetico, pero lo cierto es que, como dice

25

Ignacio Zuleta:

Con el auge, desarrollo y decadencia del Modernismo, se forj6 el destino de la expresi6n estetica hispanica hasta nuestros dias. 7

Si el cisne fue el simbolo vital del Modemismo, "la muerte del

cisne" tal y como lo explaya el soneto del mismo nombre escrito por

el poeta mexicano, Enrique Gonzalez Martinez, incluido en el libro

Los senderos ocultos ( 1911), an uncia la decadencia del auge

modemista. En el Gonzalez utiliza los simbolos del cisne y el buho,

y los compara a fin de sefialar la necesidad de cambiar la

orientaci6n de la poesia hacia una interpretacion mas racional de

las apariencias y las capas subterraneas de Ia realidad, tan oscuras

y complejas de donde sacar la esencia verdadera de todo ser

humano. En palabras de el:

Tuercele el cuello a1 cisne de engaftoso plumaje que da su nota blanca a1 azul de la fuente; e1 pasea su gracia no mas, p·ero no siente el alma de las cosas, ni la voz del paisaje. Huye de toda forma y de todo lenguaje que no vayan acordes con el ritmo latente de la vida profunda, y adora intensamente la vida, y que la vida comprenda tu homenaje. Mira a1 sapiente buho como tiende las alas desde el Olimpo, deja el rasgo de Palas, y posa en aquel arbol su vuelo tacitumo. El no tiene la gracia del cisne, mas su inquieta pupila, que se clava en la sombra, interpreta el misterioso libro del silencio noctumo.s

Gonzalez emple6 a1 cisne como sfmbolo de Ia realidad

26

aparente, sensorial y por otro lado propone al "sapiente bubo"

como alternativa que simbolizaria el espacio de la raz6n y la logica

cientifica. Aun con esta orientacion, seg(in Gonzalez, el mundo de la

poesia nunca podria proporcionar un sistema total de la

comprension de las realidades del hombre y del mundo. Siendo uno

de los precursores del postmodernismo latinoamericano, mas que

ser un tipico vanguardista tal y como lo clasifican algunos criticos,

hay elementos de fragmentacion en su concepcion que le lleva a

hacer pronunciamientos drasticos, retando la capacidad

totalizadora de revelaci6n de la poesia. Por eso sus versos resultan

ser bastante pesimistas porque seg(in el "la poesia ha de fallar

siempre, ha sido siempre fallida y seguira siendolo". Habla de los

poetas de manana en los siguientes terminos:

Manana los poetas cantaran en divino versos que no logramos entonar los de hoy, nuevas constelaciones daran otro destino a sus almas inquietas como un nuevo temblor ... Ytodo sera inutil, y todo sera en vano.9

Acaso esta actitud fuera una reaccion ante el planteamiento

modernista de proporcionar una vision total de un mundo

alternativo substituible como experiencia vivencial. Esto le conduce

a pronunciarse dolorosamente en contra de lo que el piensa como la

carencia innata de plenitud del mundo poetico.

Conforme al procedimiento sugerido anteriormente, cabe

27

sefialar, en pos de la aportaci6n de Gonzalez, la combinaci6n del

modelo paradigmatico y la personalidad distintiva reconocibles en el

vanguardismo y el poeta mexicano Jose Juan Tablada

respectivamente.

Aparece un nuevo concepto de la poesia alrededor de los afios

1920. La poesia, segtin Tablada, debe de captar la realidad

cambiante, o al menos los instantes de la realidad y sus imagenes

multiples. Asi es la esencia de la realidad a la que el poeta debe

llegar. La poesia de Tablada capta las manifestaciones fugaces de la

realidad; sin embargo, su actitud ante el fracaso del conocimiento

de la realidad esencial de las cosas, varia. A diferencia de poetas

anteriores, Tablada celebra su desconocimiento de este sentido

profunda. Pero lo mas fundamental de su creatividad estriba en

buscar el poder de exegesis de la imagen, jamas utilizada

anteriormente con tanta fuerza reveladora. Para el, son casi

sin6nimos, la imagen, el verso y la realidad profunda de las cosas.

El recoge el caracter mas ludico de la interrelaci6n entre estos

elementos.

Octavia Paz, uno de los admiradores fervorosos de Tablada

escribe:

Aiios mas tarde otros poetas descubriran el valor de la imagen, aislada de la rima y de la l6gica del poema; pero mientras que para ellos cada imagen era

28

como una flecha lanzada hacia un blanco desconocido o las cuentas sueltas de un collar, para Tablada cada imagen era un poema en si y cada poema un mundo de relaciones imprevistas, profundo y limpido ala vez.lO

El poema como campo fertil de explorar las relaciones

imprevistas es el punto central que caracteriza a casi todos los

poetas posteriores. Es imposible esquematizar Ia transici6n a Ia

nueva sensibilidad que viene en pos del Modernismo o en el

vanguardismo. Tampoco sirve para nuestro prop6sito ofrecer la

explicaci6n de los distintos caminos del contenido y forma seguidos

por varios autores de Hispanoamerica, pero cabe sefialar que, como

en cualquier parte del mundo, los paradigmas se identifican por la

doble vertiente literaria, una en pro del purismo interno y otra

ateniendose a la funci6n transformadora externa de la creaci6n

poetica.

Quiza el variante mas llamativo de esa epoca sea Ia oposici6n

entre el asi llamado artepurismo y el interes por el entorno

latinoamericano. En el primero se sigue con Ia busqueda estetica

como en el modernismo, afiadiendo ademas un fuerte enfasis sobre

la autonomia del lenguaje poetico defendida por el vanguardismo,

de esta manera considerando al poema como un hecho puramente

lingG.istico. Por supuesto se intenta destacar la propia personalidad

del poeta y la reafirmaci6n de la individualidad. El poeta vierte su

conflicto interno, sea religioso, metafisico o existencialista en una

29

suerte de dimension linguistica epifanica. Sandro Abate lo describe

como:

una busqueda de un mas alla defmido donde prolongar la existencia, llamese religion del arte esoterismo, hipersensibilidad expresiva o perfeccion formal. n

Cabe indicar tambien que allado de la tendencia esoterica se

ha hablado de la presencia de un regionalismo posmodernista. A

esto quizas lo podemos incluir dentro de la vertiente que aboga la

funcionalidad social. Pero en todos estos, incluido a lo que se ha

llama do el vanguardismo fu turista, hay un deseo de recu perar la

capacidad comunicativa de la lengua y salvarla de los adornos

franceses y europeos, que los poetas modernistas habian utilizado.

Esto de alguna manera tambien proyecta el quehacer aut6ctono del

poeta colocado en un contexto especifico. Sin embargo, lo

sobresaliente de toda esta poesia estriba en los secretos del

lenguaje, impuro y muchas veces "antipoetico", sin excluir la

voluntad de la denuncia.

Es curioso notar la impactante repercusi6n del Modernismo.

Teodosio Fernandez escribe al respecto que:

Dificilmente puede hablarse de una actitud antimodernista: se trata del propio modernismo que se disuelve en distintas tendencias, y de otros que habian discurrido opacadas y ahora tienen ocasion de aflorar. 12

so

Federico de Onis en 1934 en su libro Antologia de la poesia

espanola e hispanoamericana, encontr6 en el 'postmodernismo' un

"modernismo refrenado". Es en esta epoca en que se nota un

creciente interes de los poetas hacia la depuraci6n de la ret6rica,

las preocupaciones mundonovistas, la exaltaci6n americanista o la

poetizaci6n de experiencias cotidianas. Jorge Rodriguez Padron en

su libro Antologia de poesia hispanoamericana {1915 - 1980)

describe la situaci6n asi:

El vanguardismo

El escritor antes disidente escandaloso, se refugia ahora en una cauta actitud ir6nica y critica esa realidad desde ella misma, idealizando lo menos idealizable, rompiendo la sintaxis 16gica del discurso politico con alusiones o contradicciones flagrantes, logrando una sintesis de lo sublime y de lo vulgar, de lo poetico y lo prosaico; y asumen todo esto de una forma absolutamente natural, permitiendo que tal extraiieza se convierta en fuerza renovadora del lenguaje; lo mismo que la tematica, considerada antipoeti.ca por la convenci6n academista, descubria una nuevavaloraci6n, ins6lita, de aquella realidad hostil.I3 (enfasis nuestra)

Aunque la epoca posmoderna, en el sentido de posterior al

modernismo, abraza el vanguardismo, nos parece mas justo tratarlo

en un apartado distinto por las reflexiones que gener6 en cuanto a

su impacto en el arte. Surgiendo como parte integral del

postmodernismo, conserva muchas raices del modernismo pero el

.i I

mismo afan de audaces experimentos llevados a cabo bajo su

bandera lo dan unas caracteristicas distintivas.

Jose Olivio Jimenez al afirmar que 'los arquetipos de lo

contemporaneo son, para decirlo de groso modo, el irracionalismo y

Ia desrealizaci6n.' Mas adelante desarrolla su definicion del

vanguardismo de la siguiente manera:

El vanguardismo representaba, asi, el inicial gran acorde de un espiritu nuevo, y tuvo que hacerse escuchar con una energia no solo pujante, sino, vista a distancia del tiempo, hasta ingenua en su misma aparatosa intensidad. Era un no rotundo a todo lo sospechoso de convivencia con la tradici6n, estetica realista y racional, que el modernismo no habia podido desarraigar de modo total y de la que ahora se abjuraba "violentamente" .14

En el vanguardismo hay un corte brusco en la manera de

enfrentar y enfocar Ia preocupaci6n latinoamericana, en

comparaci6n ala estetica de la epoca posterior al modemismo. El

poeta peruano Jose Maria Eguren, en (1882-1942) con sus poemas

breves, intent6 eliminar toda ret6rica inutil, pero juntandolo con

una base del simbolismo hacia una interiorizaci6n tremenda. Este

proceso va a influir a casi toda la poesia peruana posterior, incluso

la del famosisimo poeta Cesar Vallejo ( 1895-1937) y el mismo Javier

Sologuren.

En el caso de Vallejo, hay que notar que su lenguaje de

32

asociaciones dificiles tuvieron amplias repercusiones. Hay un

sencillismo propio en la mayoria de su creaci6n, pero leyendo a

Trilce uno se siente obligado a descifrar un mundo simb6lico

sumamente dificil. Ademas existe una religiosidad atormentada en

las creaciones de Vallejo. Dice Ricardo Gonzalez Vigil al respecto:

... al hablar del concepto religioso en Vallejo, hace referencia a la cita de Mariategui, donde el director de Amauta subrayaba el dolor de Vallejo como manifestaci6n del alma indigena ... sin embargo, este aspecto tendria ala Biblia como intertexto, ya que en ella los actores no hacen sino enfrentarse y quejarse ante Dios. 15

Hay quienes han denominado a Borges igual que a Gabriela

Mistral como practicantes de un tipo de poesia religiosa. Mientras

que a Borges se le puede considerar mas vital y simb61ico, Mistral

propone un proyecto espiritual, humano y directamente

sentimental.

El ultraismo y el creacionismo

Los nuevos poetas que surgen a partir de la decada veinte,

constituyen una amplia corriente vanguardista que anuncia la

aparici6n de la poesia contemporanea en Hispanoamerica. Dentro

de este vanguardismo hay dos tendencias claras: una constituida

por poetas que, como hemos sefialado, reaccionan contra algunos

aspectos del modcrnismo (enmendando los excesos de esc

movimiento, lo cualles califica de "postmodemistas").

La otra tendencia lleva al modemismo a sus ultimas

consecuencias hacia la creaci6n individual, deshaciendose del

pasado y anunciando un tipo de "ultramodemismo". Los

postmodemistas buscan la simplicidad y ponen enfasis en la

intimidad lirica en contraposici6n a la tradici6n clasica, incluido el

romanticismo, con variaciones de gustos y temas. En cambio los

"ultramodemistas" aparecian como poetas mas inconformes

haciendo hincapie en la ruptura. Junto con algunos poetas

espafioles coinciden en cuanto a sus inquietudes poetas como

Vallejo, Huidobro y Borges. El elemento iconoclasta produce lo que

se ha denominado como el ultraismo y el creacionismo por la critica

posterior.

Aunque en la epoca posterior los "ismos" se suavizan pero

permanecen con huellas duraderas algunas conquistas en la

cuesti6n de la forma como era, por ejemplo:

el verso libre, la supresi6n de la rima, el empleo de composiciones tipograficos, la libertad en la invenci6n metaf6rica, el lenguaje coloquial y el enronquecimiento de la experiencia poetica que propone el surrealismo16

Segiln el poeta ultraista de los veinte, Jorge Luis Borges:

. . . el ultraismo es la expresi6n recien redimida del

34

transformismo en la literatura. Esa floracion brusca de metaforas que en muchas obras creacionistas abruma a los profanos, se justifica asi plenamente y representa el esfuerzo del poeta para expresar la plenitud de vida que, como el, se devora, surge y renace cada segundo ... 11

El ultraismo tambien, como es 16gico, dejo sus huellas en las

escrituras de otros autores latinoamericanos; pero es sobre todo el

autor individual con sus variedades personates y las idiosincrasias

que se reflejan en las obras de casi todos los liricos contemporaneos

latinoamericanos.

Por otro lado, Vicente Huidobro hace otro llamamiento

individualista y purista con su "creacionismo". En un manifiesto

destinado a provocar a todo el mundo literario, que ley6 en Chile, el

poeta lanza su grito de independencia incluso frente a la Madre

naturaleza:

Non seruiam. No he de ser tu esclavo, madre Natura; sere tu amo. Te serviras de mi; esta bien. No quiero y no puedo evitarlo; pero yo tambien me servire de ti. Yo tendre mis arboles que no seran los tuyos, tendre mis montaftas, tendre mis rios y mis mares, tendre mi cielo y mis estrellas.1s

Siguiendo la relaci6n Hombre-Dios, Huidobro subraya

enfaticamente que: "toda la historia de la poesia y del arte no es

mas que la historia de la evoluci6n del hombre-espejo al hombre-

dios." tY

Para Huidobro «el poeta es un pequefio Dios» y "el primer

trabajo de el es crear, el segundo crear y el tercero crear." Ramon

Xirau, al hablar del impacto que tenia el creacionismo, escribe "Si

todo poeta crea «Otra» realidad, el creacionista «quiere» crearla."

Quiza sea el libra Altazor, pu blicado en 1931 que sea el cenit

del creacionismo. Hay que sefialar que en esta recopilacion de los

mejores versos de 'un pequefio Dios' existe como dice Teodosio

Fernandez:

... un viaje c6smico de Altazor, atraido por la muerte y el sepulcro, dominado por un sentimiehtQ de angustia que Huidobro ya habia anticipado ~n poemas como Pasi6n y muerte, publicado en 1926. La vida se descubre como un miserable. destino, el de la caida "de nuestro cenit a nuestro nadir". El poeta se encuentra solo en un universo sin valores y sin Dios, y las banderas de aurora que los obreros alzan en las estepas - seii.al esperanzadora tras el cataclismo belico que parecia haber dado fin a una era - apenas disimulan por un momento la angustia c6smica y el terror de ser o de vivir en las tinieblas ... 20

Como suceden1 posteriormente con tantos otros poetas

hispanoamericanos, principalmente encabezado par Octavia Paz, se

destacarian dos lineas principales dentro de las cuales se realizaria

el poeta su obra y se afirmaria una vision como destino ante el

conocimiento de la ausencia de la Gracia Natural en la vida del

Hombre. Esto se traduce tanto en Huidobro como luego en Paz y,

36

por que no en Sologuren, en un sentimiento de desarraigo como

consecuencia de la perdida de la inocencia original. Pero esto

construye la otra ·linea que es: la fe en la facultad de la creacion

artistica, es decir de la poesia para no solo reconciliamos con ese

mundo sino tambien ordenarlo y entenderlo a traves de la

palabra.21

En Huidobro el terror ante la muerte y la destruccion

metafisica, esbin extrafiamente yuxtapuest.os al amory la mujer. El

au tor quiere tener "una ultima aventura de esperanzas celestes",

pero solo celestes que no llega a limit.arse dentro de las

potencialidades humanas reales. Es necesario sefialar estos temas

centrales aqui porque casi todos los poetas consagrados de

Hispanoamerica se han ocupado de estas cuestiones fundamentales

de la existencia humana. Sobre todo en America Latina, como lo

veremos despues, las experiencias etnicas, culturales, naturales y

por supuesto sociales han conducido a los artistas e intelectuales a

considerar como lo central ciertos valores asociados ala experiencia

vivencial del hombre en la planeta siempre tendientes al bien

comun, siendo una cultura unificada por ciertas constantes

flexibles pese a las contradicciones y heterogeneidades. Ese

elemento cultural es identificable en los varios signos de

idiosincrasias, actitudes, ganas y desganas, miedos 0

iluminaciones. Naturalmente entonces, la respuesta de este

... ~7

complejo cultural y la manera de captaci6n de la misma por parte

de los artistas (poetas) muestran divergencias pero siempre

volviendo a los temas centrales que surgen del los valores

culturales. No nos extrafia que los poetas mas consagrados se

hayan vuelto a los temas de amor y la muerte con distintos

enfoques, pues estos temas que se presentan como las escencias

ultimas de la condici6n humana tratan de indagar en la cuesti6n de

la existencia del ser en la que se busca la unidad y la reconciliaci6n

como ambitos de la realidad existencial. Y es esta cuesti6n

fundamental que forma el eje de nuestro estudio en cuanto a la

percepci6n de un poeta contemporaneo del Peru en contraposici6n

a algunas otras percepciones delineadas por las construcciones de

sus mundos verbales para penetrar en ese misterio.

Estos puntos van a ocuparnos en los siguientes capitulos,

pero por ahora volvemos a cerrar la presentaci6n de los

antecedentes poeticos que es el tema de este capitulo.

Si el creacionismo de Huidobro representa un eje poetico al

que podemos Hamar la construcci6n de una poesia del aire, el otro

eje, al que no hace falta ampliar por ser un tema de amplio

conocimiento, puede denominarse como una poesia de la tierra,

representado por Neruda y Vallejo que toma suficiente distancia

frente a los impulsos focloricos o gestos pateticos anteriores,

ateniendose a una desmitificaci6n realista en que el lenguaje

desempefia un papel fundamental de desciframiento.

El elemento mas destacado, por supuesto, de esta poesia de

las ultimas decadas es el lenguaje, mucho mas alla del discurso

habitual, 16gico y coherente, casi para liberarse colectivamente de

una historia enajenadora.

Nuestra hip6tesis se refiere a que en muchos poetas

contemporaneos de Hispanoamerica las dos lineas ya sefialadas se

repercuten mutuamente para descifrar el sentido verdadero de Ia

existencia y la identidad real del hombre. Saltando de los otros

espacios, si fijamos en la poesia peruana damos cuenta de que la

generacion del 50 canto la situacion social que resulto de la

experiencia cruel de la dictadura. Luego en los 60 hubo mayor

sosiego pero tambien las coyunturas historicas nacionales e

internacionales repercu tieron en la sensibilidad de los poetas. Pero

casi todos los creadores siguen con la inquietud experimental para

conseguir una transfiguracion intelectual o imaginativa para

entender el ambito del espacio rodeante y el interior del ser

profundo del hombre. Podemos entender el corpus de toda esta

creacion solo con una vision integradora en que las dicotomias

anteriores de tendencias se quedan neutralizadas para entender

una totalidad del hombre a traves del poder revelador de la palabra.

Javier Sologuren representa adecuadamente este quehacer

cognoscitivo tratando de descubrir y captar la complejidad de una

serie de elementos y verdades de las posibles experiencias

humanas.

40

Notas

1. Salinas, Pedro: El problema del Modemismo en Espaiia, o un

conflicto entre dos espiritus, en Castillio H., ed. Estudios crtticos

sobre el modemismo, Pa. 33.

2. Martinez, Jose Luis: Unidad y diversidad, en Moreno, Cesar

Fernandez, ed. America Latina en su literatura, Pa. 74.

3. Coyne, Andre: Cesar Vallejo y su obra poetica, Pa. 82.

4. Rivera-Rodas, Oscar: La poesia Hispanoameri.cana del siglo XIX (del

romanticismo al modemismo), Pa. 303.

5. Sotiel, Dominico: "Ruben Dario Sueiio y Realidad'", Seminario

Archivo del Departamento de Literatura Hispanoamericana, Pa.

342.

6. Op. Cit. Nu 4. Pa. 332.

7. Abate, Sandro: "La Polemica Modemista•, Cuadernos

Hispanoamericanos, Vol. 485, Pa. 136.

8. Salinas, Pedro: Literatura espatlola siglo XX, Pa. 4 7.

9. Op. Cit. Nu 5. Pa. 338.

10. Paz, Octavio: Las peras del olmo, Pa. 62.

11. Op. Cit. Nu 4. Pa. 135.

12. Fernandez, Teodosio: La poesia hispanoamericana en el siglo XX,

Pa. 18.

13. Padron, Jorge Rodriguez: Antologia de poesfa hispanoamericana

4!

(1915- 19BO), Pa. 31.

14. Jimenez, Jose Olivio: Antologia de la poesia hispanoamericana

contemporanea. 1914-1970, Pa. 12.

15. Perez de Tudela, Rocio Oviedo (Resefta): Ricardo Gonzalez Vigil:

«lntensidad y altura de Cesar Vallejo», Anales de literatura

hispanoamericana, no. 23 -1994, Pa. 336.

16. Op. Cit. Nu 2, Pa. 86.

17. Yurkievich, Saul: Fundadores de la nueva poesfa latinoamericana,

Pa. 67.

18. Xirau, Ramon: Poesfa iberoamericana, Pa. 33.

19. Ibid., Pa. 26.

20. Op. Cit. Nu. 12, Pa. 27.

21. Vease el libro de Angel Flores: Aproximaciones a Octauio Paz,

Editorial Joaquin Mortiz, para un estudio detallado.

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