carta a una maestra articulo sobre

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Se cumplen cuarenta años de la muerte de Lorenzo Milani, el párroco que llevó a cabo una singular expe- riencia educativa en la pequeña aldea italiana de Barbiana; y también de la publicación de “Carta a una maestra”, un escrito colecti- vo de sus alumnos, donde se condensa la filosofía pedagógica milaniana. Uno de los alegatos más lúcidos y contundentes contra la escuela selectiva y el fraca- so escolar. Un texto con sabor a clásico que, a pesar del tiempo transcurrido, no ha perdido un ápice de actualidad. En esta escuela al aire libre, donde todos los días eran distintos, no había ni pupi- tres, ni notas, ni suspensos, ni horarios, ni tan siquiera vacaciones. Era la escuela a tiempo completo: porque había que recuperar el tiempo perdido en una escuela estatal que apenas atendía a la infancia obrera y rural más pobre y que la condenaba al fracaso, al abandono escolar y a la exclusión social. Lorenzo Milani, desde su inequívoco y ejemplar compromiso cristiano y social, tenía claro que el pleno derecho a la educación sólo podía lograrse con una escuela acogedora, solidaria y coo- perativa donde todos aprenden y todos enseñan. Y donde nadie puede que- dar descolgado: si alguien no entendía algo la clase se detenía y se explicaba las veces que fuera necesario. En la escuela de Barbiana el lenguaje era una fiesta. Su ejercicio disciplinado y placentero hacía poderosos a sus alumnos. Les permitía analizar y comprender la realidad, la próxima y la lejana; y también encontrar razones para transformarla. Por eso la lectura y comen- tario del periódico, así como la escritura colectiva, se convertían en activida- des cotidianas. Por eso, aprendían a hacer pregun- tas y a buscar explicaciones interrogando al entono, a las muchas personas que los visitaban y a sí mismos. Preguntas que incomoda- ban, que permitían desvelar las hipocresías e injusticias, y que conducían a tomar partido. Porque allí no había lugar para los dog- matismos pero tampoco para la falacia de la neutra- lidad. Hablar y escribir bien, con criterio y libertad: ésta fue la gran apuesta de esta otra escuela pública al servicio de la comunidad. La escuela, tras trece años de existencia, desapareció con la muerte de su funda- dor. Pero sus lecciones han echado raíces profundas. En sus ex alumnos, a los que les permitieron acceder al mundo del trabajo y de la cultura, desde la práctica de una ciudadanía libre y responsable, sin miedo a expresar sus propias ideas y sentimientos; y sin tener que bajar la cabeza ante nadie. En las personas que tuvieron la suerte de cono- cer de cerca esta escuela de ciudadanía y que, cons- tituidos en movimiento milaniano, prosiguen espar- ciendo las ideas y métodos de Milani y Barbiana. En los numerosos lectores y lecto- ras de Carta a una maestra, traducido a las principales lenguas del mundo, cuya primera lectura no deja a nadie indiferente; y cuya relectura permite ampliar la mirada y captar siempre nuevos valores. Otras cartas se han escrito y se escribirán en el futuro para dar testimonio de cómo las dificultades se convierten en posibilidades cuando se educa desde el compromiso, la libertad y la imaginación. JAUME CARBONELL SEBARROJA, director En la escuela de Barbiana, donde todos los días eran distintos, el lenguaje era una fiesta Carta a una maestra Nº IDENTIFICADOR: 369.000 { JUNIO 2007 Nº369 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. 3 editorial

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Un artículo de jaume CarbonellJUNIO 2007 Nº369 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA

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Page 1: Carta a Una Maestra Articulo Sobre

Se cumplen cuarenta añosde la muerte de LorenzoMilani, el párroco que llevóa cabo una singular expe-riencia educativa en lapequeña aldea italiana deBarbiana; y también de lapublicación de “Carta a unamaestra”, un escrito colecti-vo de sus alumnos, dondese condensa la filosofíapedagógica milaniana. Unode los alegatos más lúcidosy contundentes contra la

escuela selectiva y el fraca-so escolar. Un texto consabor a clásico que, a pesardel tiempo transcurrido, noha perdido un ápice deactualidad. En esta escuela al aire libre,donde todos los días erandistintos, no había ni pupi-tres, ni notas, ni suspensos,ni horarios, ni tan siquieravacaciones. Era la escuela atiempo completo: porquehabía que recuperar eltiempo perdido en unaescuela estatal que apenasatendía a la infancia obreray rural más pobre y que lacondenaba al fracaso, alabandono escolar y a laexclusión social. LorenzoMilani, desde su inequívocoy ejemplar compromisocristiano y social, tenía claroque el pleno derecho a laeducación sólo podíalograrse con una escuelaacogedora, solidaria y coo-perativa donde todosaprenden y todos enseñan.Y donde nadie puede que-dar descolgado: si alguienno entendía algo la clase sedetenía y se explicaba lasveces que fuera necesario.En la escuela de Barbianael lenguaje era una fiesta.Su ejercicio disciplinado yplacentero hacía poderosos

a sus alumnos. Les permitíaanalizar y comprender larealidad, la próxima y lalejana; y también encontrarrazones para transformarla.Por eso la lectura y comen-tario del periódico, asícomo la escritura colectiva,se convertían en activida-des cotidianas. Por eso,aprendían a hacer pregun-tas y a buscar explicacionesinterrogando al entono, alas muchas personas que

los visitaban y a sí mismos.Preguntas que incomoda-ban, que permitían desvelarlas hipocresías e injusticias,y que conducían a tomarpartido. Porque allí nohabía lugar para los dog-matismos pero tampocopara la falacia de la neutra-lidad. Hablar y escribirbien, con criterio y libertad:ésta fue la gran apuesta deesta otra escuela pública alservicio de la comunidad.La escuela, tras trece añosde existencia, desapareciócon la muerte de su funda-dor. Pero sus lecciones hanechado raíces profundas.En sus ex alumnos, a losque les permitieron accederal mundo del trabajo y dela cultura, desde la prácticade una ciudadanía libre yresponsable, sin miedo aexpresar sus propias ideas ysentimientos; y sin tenerque bajar la cabeza antenadie. En las personas quetuvieron la suerte de cono-cer de cerca esta escuelade ciudadanía y que, cons-tituidos en movimientomilaniano, prosiguen espar-ciendo las ideas y métodosde Milani y Barbiana. En losnumerosos lectores y lecto-ras de Carta a una maestra,traducido a las principales

lenguas del mundo, cuyaprimera lectura no deja anadie indiferente; y cuyarelectura permite ampliar lamirada y captar siemprenuevos valores.Otras cartas se han escrito yse escribirán en el futuropara dar testimonio decómo las dificultades seconvierten en posibilidadescuando se educa desde elcompromiso, la libertad y laimaginación.

JAUME CARBONELL SEBARROJA,director

En la escuela de Barbiana, donde todos los días eran distintos, el lenguaje era una fiesta

Carta a una maestra

Nº IDENTIFICADOR: 369.000 { JUNIO 2007 Nº369 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. 3

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