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Investigación Clínica ISSN: 0535-5133 [email protected] Universidad del Zulia Venezuela Bonilla, Ernesto Experiencias cercanas a la muerte. Revisión. Investigación Clínica, vol. 52, núm. 1, 2011, pp. 69-99 Universidad del Zulia Maracaibo, Venezuela Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=372937683008 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Investigación Clínica

ISSN: 0535-5133

[email protected]

Universidad del Zulia

Venezuela

Bonilla, Ernesto

Experiencias cercanas a la muerte. Revisión.

Investigación Clínica, vol. 52, núm. 1, 2011, pp. 69-99

Universidad del Zulia

Maracaibo, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=372937683008

Cómo citar el artículo

Número completo

Más información del artículo

Página de la revista en redalyc.org

Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Experiencias cercanas a la muerte. Revisión.

Ernesto Bonilla.

Instituto de Investigaciones Clínicas ¨Dr. Américo Negrette¨, Facultad de Medicina,Universidad del Zulia y Centro de Investigaciones Biomédicas IVIC-Zulia. Maracaibo,Venezuela.

Palabras clave: experiencias cercanas a la muerte, experiencias fuera del cuerpo,habilidades psíquicas, conciencia.

Resumen. Las experiencias cercanas a la muerte (ECM) son eventos lúci-dos que ocurren cuando una persona está tan comprometida físicamente quemoriría si su condición no lograra mejorar. Está inconsciente, sin latidos car-díacos detectables, sin respiración y los registros electroencefalográficos sonplanos. Las ECM pueden incluir algunos de los siguientes elementos: expe-riencias fuera del cuerpo o separación de la conciencia del cuerpo físico, in-cremento en la percepción sensorial, emociones intensas, viaje hacia o a tra-vés de un túnel, observación de una luz brillante, encuentro con seres místi-cos o familiares y amigos fallecidos, sentido de alteración del tiempo y el espa-cio, revisión de la vida, visualización de paisajes celestiales indescriptibles, en-cuentro con una barrera o límite, aprendizaje de un conocimiento especial yel regreso voluntario o involuntario al cuerpo físico. La similitud de las ECMen niños y adultos es una evidencia de que son reales y no debidas a creenciaspreexistentes, influencias culturales o experiencias previas en la vida actual.Las características de las ECM son parecidas en todo el mundo y en personasde diferentes culturas. No existen evidencias que apoyen las hipótesis psicoló-gicas, fisiológicas, neuroquímicas y neuroanatómicas para explicar las ECM.Se han propuesto modelos multifactoriales basados en la combinación de to-dos los factores señalados (hipoxia cerebral, liberación de serotonina, endorfi-nas o compuestos similares a la ketamina). Aunque los factores fisiológicos,psicológicos y socioculturales pueden interactuar en las ECM, las hipótesisque se han propuesto son meras especulaciones sin soportes sobre lo que ocu-rre durante una ECM.

Invest Clin 52(1): 69 - 99, 2011

Autor de correspondencia: Ernesto Bonilla. Instituto de Investigaciones Clínicas ¨Dr. Américo Negrette¨,Facultad de Medicina, Universidad del Zulia y Centro de Investigaciones Biomédicas IVIC-Zulia. Maracaibo,Venezuela. Correo electrónico: [email protected]

Near-death Experiences.

Key words: near-death experiences, out of the body experiences, psychic abilities,consciousness.

Abstract. Near-death experiences (NDE) are lucid events that take placewhen a person is so physically compromised that he would die if its conditiondoes not improve. He is unconscious, without heartbeats and breath, and witha flat-line electroencephalogram. NDE may include some of the following ele-ments: Out of the body experiences or separation of consciousness from thephysical body, increase in sensory perception and intense emotions, travelinto or through a tunnel, encounter with a brilliant light and mystical beings,deceased relatives or friends, a sense of alteration in time and space, visualiza-tion of unworldly realms and a special knowledge, encounter with a barrier orboundary, and a return to the body, either voluntary or involuntary. The factthat children NDE are similar to adult NDE is an evidence that these experi-ences are real and not due to pre-existing beliefs, cultural influences or previ-ous experiences in the present life. The characteristics of NDE are similarworldwide. No evidence supports the physiological, psychological, neuro-chemical, and neuroanatomical hypothesis proposed to explain the NDE.Multifactorial models, based on the combination of all of them (brain anoxiaor hypoxia, release of serotonin, endorphins and ketamine-like compounds)have also been proposed. Although physiological, psychological, and socio-cul-tural factors could interact in the NDE, the hypothesis proposed consist es-sentially in unsupported speculations about what might be happening duringthe NDE.

Recibido: 22-09-2010. Aceptado: 19-01-2011.

DEFINICIÓN Y DATOS HISTÓRICOS

Las experiencias cercanas a la muerte(ECM) son eventos lúcidos que ocurrencuando una persona está tan comprometidafísicamente que moriría si su condición nolograra mejorar. Está inconsciente, no se ledetectan latidos cardíacos, la respiración sedetiene y los registros electroencefalográfi-cos son planos. Estos signos son detectadosen pacientes hospitalizados. Sin embargo,muchas de las ECM ocurren fuera del am-biente hospitalario donde no es posible rea-lizar estas mediciones. Adicionalmente, sehan descrito fenómenos similares en perso-

nas que creen van a morir pero su vida noluce comprometida desde el punto de vistamédico (1-3). Por ello, se ha propuesto quela definición de ECM no debe depender so-lamente de los aspectos mencionados (4).El término ECM fue utilizado por primeravez por el Dr. Raymond Moody en su libro“Vida después de la Vida”, publicado en1975 (5), el cual marcó el comienzo de lainvestigación contemporánea de las ECM.Pero registros de experiencias similares seencuentran en la Biblia, en Los Diálogos dePlatón, El Libro Egipcio de la Muerte y elLibro Tibetano de la Muerte (6).

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En el siglo XIX, varios relatos de ECMaparecieron en revistas de medicina. En elaño 1889, Wiltse (7) reportó una ECM. En1892, Heim (8) describió 30 casos en mon-tañistas que habían caído cuando escalabanuna montaña. Hyslop (9-11) publicó variosartículos donde describía la fenomenologíade las “visiones de los moribundos” durantelas cuales no tuvieron experiencias fueradel cuerpo (EFC) pero señalaron haber vis-to a personas fallecidas alrededor de sus le-chos de enfermo. Muldoon (12) y Bozzano(13) incluyeron las ECM en sus escritos so-bre las EFC. Crookall (14) llamaba a lasECM “experiencias de la pseudo muerte” ydescribió algunos de sus rasgos característi-cos: la percepción de un cordón plateadoque conecta la entidad desincorporada alcuerpo físico, la separación de la concienciadel cuerpo y luego la rápida entrada al cuer-po acompañada de un fuerte choque. Noyes(1-3) escribió varios artículos en los cualesrelató la despersonalización, la alerta para-dójica y la conciencia mística, en casos depeligros que amenazan la vida. Lundahl(15-16) publicó una colección desconocidade las ECM ocurridas en los mormones. En1979, Hampe (17) describió los rasgos fe-nomenológicos primarios de las ECM. Dehecho, antes de la aparición del libro deMoody, se habían publicado más de 30 ar-tículos que trataban sobre las ECM (18).Sin embargo, “Vida después de la Vida” setransformó rápidamente en uno de los li-bros más vendidos en la historia. En 1980,Greyson y Stevenson (19) publicaron un es-tudio de 78 casos de ECM. El 75% tuvoEFC; el 31%, reportó la entrada a un túnelo estructura similar; el 49% refirió el en-cuentro con otros seres; el 57% alcanzó unlímite o punto de no retorno; el 71% mani-festó sensaciones somáticas tales como ca-lor o analgesia; el 57% percibió fenómenosauditivos: ruidos y música; el 79% refiriódistorsiones del tiempo; percepciones extra-sensoriales se detectaron en el 39% de los

casos y memorias panorámicas en el 27% deellos. La experiencia fue descrita como po-sitiva por el 40% de los individuos y negati-va o ligeramente negativa por el 45%.

En 1981, se creó la Asociación Interna-cional para el Estudio de las ECM (IANDS,por sus siglas en inglés) que se encargó dela publicación Anabiosis: Journal for Near-Death Studies, la cual cambió su nombre,en 1987, por Journal of Near-Death Studiesque aparece 4 veces al año. Desde 1989,IANDS ha estado organizando conferenciasanuales sobre las ECM y en 1995 registró supágina Web (www.iands.org). En 1996, apa-reció la página Web (www.near-death.com)de Keving Williams y en 1998, Jeffrey Longy Jody Long crearon la página Web (www.nderf.org) de la Fundación para la Investi-gación de la ECM (NDERF, por sus siglas eninglés) la cual ha reportado más de dos milrelatos sobre ECM registradas en todo elmundo.

INSTRUMENTOS DE MEDICIÓNDE LAS ECM

Ring (20), en 1980, presentó un méto-do pionero para medir la variedad fenome-nológica y la profundidad de las ECM me-diante la evaluación de las grabaciones delas entrevistas de los individuos que experi-mentaron ECM. Ring creía que las ECMocurrían en etapas: sensación de paz, sepa-ración del cuerpo, la entrada a la oscuridado a un túnel, la visión de la luz y la entradaa la luz. Estas serían las experiencias cen-trales que caracterizan el Índice de la Pro-fundidad de la ECM (WCEI, por sus siglasen inglés). Ring también reportó otros ras-gos: la revisión de la vida (24%), encuentrocon otros seres (41%), encuentro con seresqueridos fallecidos (16%) y la decisión deregresar (57%).

En 1983. Greyson (21) desarrolló laEscala de las ECM. Estas experiencias soncoherentes (22) y su descripción no se mo-

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dificaba hasta 20 años después de sucedidas(23). La versión final de 16 ítems de estaescala incluye 4 aspectos: cognitivos, afecti-vos, paranormales y trascendentales. Loscognitivos comprenden el sentido alteradodel tiempo, la aceleración del proceso delpensamiento, la revisión de la vida y la com-prensión instantánea de los hechos. Los as-pectos afectivos son la sensación de paz, elsentirse rodeado de luz, la sensación degozo y la sensación de unidad cósmica. Loscomponentes paranormales abarcan lasEFC, más agudeza de los sentidos, percep-ción extrasensorial y visión del futuro. Fi-nalmente, las experiencias trascendentalesson la percepción de la existencia de otromundo, el encuentro con otros seres, el en-cuentro con seres místicos y la llegada a unpunto de no retorno (21).

En 74 casos de ECM reportados porGreyson (21), los elementos encontradoscon mayor frecuencia fueron la sensaciónde paz (77%), la sensación de gozo (64%),el sentido del tiempo alterado (64%), lapercepción de la existencia de otro mundo(58%), la sensación de unidad cósmica(57%) y las EFC (53%). Pacciolla (24) tam-bién utilizó la Escala de Greyson en 24 ca-sos de ECM y los elementos más frecuente-mente encontrados fueron la revisión de lavida (50%), la sensación de estar rodeadospor una luz(46%) y la llegada a un punto deno regreso (46%). Schwaninger y col. (25)reportaron 11 casos de ECM después de unparo cardíaco. Según la Escala de Greyson,las experiencias más frecuentes fueron lasensación de paz (100%), las EFC (90%), elencuentro con otros seres (72%), la sensa-ción de estar rodeado de luz (63%), el en-cuentro con seres místicos (63%), mayoragudeza de los sentidos (54%) y la percep-ción de la existencia de otro mundo (54%).En el año 2003, Greyson (26) analizó 27ECM en una Unidad de Cuidados Intensivos(UCI) y encontró que los elementos másfrecuentemente reportados fueron la sensa-

ción de paz (85%), el estar rodeado por luz(79%), las EFC (70%), la sensación de gozo(67%), la percepción de la existencia deotro mundo (63%), el encuentro con otrosseres (52%) y la sensación de unidad cósmi-ca (52%).

Para tener una medida confiable de lapresencia o ausencia de ECM se recomien-da tomar como mínimo el reporte de 7 omás de los 16 ítems de la Escala de Greyson(21).

ELEMENTOS CARACTERÍSTICOSDE LAS ECM

Las ECM pueden incluir algunos de lossiguientes 12 componentes (21, 24, 25, 27,28):

1. Experiencias fuera del cuerpo; es de-cir, la separación de la conciencia delcuerpo físico.

2. Incremento en la percepción sensorial.

3. Emociones y sentimientos intensos ygeneralmente positivos.

4. Viaje hacia o a través de un túnel.

5. El encuentro con una luz brillante ymística.

6. El encuentro con seres místicos o fa-miliares y amigos ya fallecidos.

7. Sentido de alteración del tiempo y elespacio.

8. Revisión de la vida.

9. El encuentro con paisajes celestialesindescriptibles.

10. El aprendizaje de un conocimiento es-pecial.

11. El encuentro con una barrera o límite.

12. Regreso voluntario o involuntario alcuerpo físico.

1. Experiencias fuera del cuerpoLas EFC son frecuentemente las pri-

meras manifestaciones que se observan en

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las ECM. La NDERF (www.nderf.org) realizóuna encuesta en 613 individuos que tuvie-ron una ECM. Se utilizó la escala de Kar-nofsky (29) para medir cuan cercanos a lamuerte estuvieron los entrevistados. Estaescala tiene lecturas que van de 100 (nin-gún compromiso), 70 (el paciente cuida desi mismo pero es incapaz de realizar una ac-tividad o trabajo normal), 40 (incapacitado,requiere cuidados especiales), 10 (moribun-do) y 0 (muerto clínicamente). A la pregun-ta, “¿Experimentó Ud. la separación de laconciencia de su cuerpo?¨, el 75,4% respon-dió afirmativamente (28). Una descripcióntípica de esta experiencia es la reportadapor uno de los entrevistados: “Pude sentir

que mi espíritu abandonaba mi cuerpo. Vi y

escuché las conversaciones entre mi esposo

y los doctores, fuera de mi habitación situa-

da a unos 13 metros de distancia. Fui capaz

de verificarle posteriormente esta conversa-

ción a mi asombrado esposo¨. Existen, sinembargo, EFC que no están relacionadascon la muerte.

2. Incremento de la percepción sensorialEl 74,4% de los encuestados señaló

que su conciencia y estado de alerta eransuperiores a lo normal. Uno de ellos reveló:“no hay forma de explicarlo, porque no exis-

te un sentimiento como éste en la tierra, fue

como regresar a mi hogar, al fin. Hubo un

sentido de pertenencia, de significado, de

plenitud”.

3. Emociones y sentimientos intensos ygeneralmente positivos

El 76% de los entrevistados experimen-tó una sensación placentera increíble.“Todo lo que experimenté fue amor, gozo, fe-

licidad, y podía sentir todas las hermosas

emociones simultáneamente”. Sólo un por-centaje muy pequeño tuvo experiencias de-sagradables.

4. Viaje hacia o a través de un túnelA la pregunta: ¿Pasó Ud. por un túnel

o pasaje cerrado?, el 33,8% respondió afir-mativamente. Una descripción muy fre-cuente es la relatada por uno de los encues-tados: ¨Viajamos muy rápido hacia un tú-

nel. El túnel era de diferentes colores: azul,

amarillo, blanco, verde y rojo”.

5. El encuentro con una luz brillante ymística

La luz ha sido descrita “como un mi-

llón de soles¨, pero que no producía ningu-na molestia al mirarla. El 64,6% de los 613encuestados vio esa luz.

6. El encuentro con seres místicos o fa-miliares y amigos ya fallecidos

El 57,3% reveló el encuentro con seresfallecidos, generalmente familiares o seresamados. “Oí las voces de mi madre y de mi

hija. Me llamaron y mi cuerpo se movió rá-

pidamente, vi una luz brillante y llegué a

una playa; luego, vi a mi madre y a mi hija

en la playa”.

7. Sentido de alteración del tiempo y elespacio

A la pregunta: ¨¿Tuvo usted una sensa-ción de alteración del espacio o el tiempo?,el 60,5% respondió afirmativamente. La si-guiente descripción revela esta sensación.¨Sí, mientras estaba en la luz, no sentí el

tiempo como lo experimento aquí en la tie-

rra. En otras palabras, no sentí la naturale-

za del tiempo como pasado, presente y futu-

ro. Todos los tiempos fueron experimenta-

dos en cada momento¨.

8. Revisión de la vidaEl 22,2% de los entrevistados experi-

mentó una revisión de eventos pasados ensu vida. ¨A continuación me mostró una re-

visión de mi vida. Cada segundo, desde el

nacimiento hasta la muerte, verás y sentirás

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tus emociones y las de otros a quienes lasti-

maste y sentirás su dolor y emociones¨.

9. El encuentro con paisajes celestialesindescriptibles

A la pregunta ¨Vio o visitó Ud. un si-tio, nivel o dimensión distinta?, el 40,6%respondió ¨sí¨. Una de las descripciones fuela siguiente: ¨El final de ese túnel fue el lu-

gar más pacífico, puro y sereno.

10. El aprendizaje de un conocimiento es-pecial

El 56,6% tuvo una sensación de un co-nocimiento especial, de un orden y propósi-to universal. El 31,5% dijo que “parecía en-

tender todo sobre el universo” y el 31,3%respondió que “parecía entender todo sobre

mí y otros¨.

11. El encuentro con una barrera o límiteA la pregunta, ¨¿Alcanzó Ud. una fron-

tera, borde o una estructura física limitan-te?¨, el 31% respondió ¨si. No se me permi-

tió cruzar el límite”.

12. Regreso voluntario o involuntario alcuerpo físico

El 58,5% de los entrevistados respon-dió que estuvo consciente o participó en ladecisión relacionada con su regreso al cuer-po. Uno de los entrevistados refirió: “Enten-

dí que mi propósito sería ahora vivir el cielo

en la tierra, utilizando este nuevo entendi-

miento, y compartir este conocimiento con

otros. Sin embargo, tuve que decidir si re-

gresar a la vida o ir hacia la muerte. Me die-

ron a entender que este no era mi momento

de morir, pero siempre tuve la oportunidad

de elegir y si hubiera escogido la muerte, no

estuviera experimentando los regalos que

me esperan en lo que me queda de vida”.

EXPERIENCIAS DESAGRADABLES

Las experiencias desagradables hansido poco estudiadas porque son menos fre-

cuentes que las agradables (30, 31). En1978, fueron descritas inicialmente porRawlings (32). En 1979, Garfield (33) re-portó 47 ECM en pacientes con cáncer, enlos cuales encontró tantas visiones positivascomo negativas (flotar en el vacío, constric-ción en un túnel o ambos). Lindley y col.(34) encontraron 11 (20%) ECM negativasen 55 casos estudiados. En 1985, Grey (35)reportó 12% de experiencias terribles en 39casos de ECM. Atwater (36) observó 105 ex-periencias desagradables en unos 700 casosde ECM estudiados. Serdahely (37) señalóque en 12 casos de ECM, el 33% consideróla experiencia como desagradable, pero sinimágenes diabólicas. En el año 2001, Kno-blauch y col. (38) reportaron que, de lasECM estudiadas en Alemania Occidental, el60% tuvo emociones positivas y el 29% emo-ciones negativas, mientras que en AlemaniaOriental sólo el 40% manifestó emocionespositivas y el 60% negativas. Concluyeronque tanto las interpretaciones como el con-tenido de las ECM están determinadosculturalmente.

Bush (39) ha llegado a varias conclu-siones en relación a estas ECM desagrada-bles: 1) algunas experiencias están marca-das por un terror intenso, culpa, pánico,soledad y desesperación; 2) algún tipo deactividad del lóbulo temporal puede ser elmediador fisiológico de los componentesafectivos de las ECM; 3) las ECM desagra-dables son más comunes de lo que se creíay no son reportadas con frecuencia pormiedo, vergüenza, estigma social y otrasrazones; 4) las experiencias desagradablespueden ocurrir en situaciones riesgosas ono para la vida y producir traumas psicoló-gicos y emocionales duraderos; 5) no hayevidencias de que las ECM desagradablessean un castigo por creencias falsas o ina-ceptables o por conductas diabólicas, ytampoco existen evidencias de que estasexperiencias sólo las sufren la gente demala conducta.

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¿CUÁNDO OCURREN LAS ECM?

Las circunstancias en las cuales ocu-rren las ECM fueron analizadas por Greysony Stevenson (19) quienes observaron que de78 casos de ECM, el 40% sucedió duranteuna enfermedad, el 37% en accidentes trau-máticos, el 13% por cirugías, el 7% duranteel parto (7%) y el 4% por uso de drogas.

Stevenson y col. (40) examinaron losregistros médicos de 40 casos de ECM; el72,5% ocurrió durante intervenciones qui-rúrgicas, enfermedades y partos; el 22,5%sucedió durante accidentes y el 5% restantepor sobredosis de drogas. Mientras en el82,5% de los casos de ECM las personascreían que habían estado muy cerca de lamuerte, las historias médicas lo confirma-ron sólo en el 45% de ellos. Owens y col.(41) examinaron los registros médicos de58 individuos que habían tenido ECM y en-contraron que el 71% ocurrió durante unaenfermedad, el 22% en el transcurso de unaintervención quirúrgica y el 7% restante enel proceso de parto. Por el contrario, Noyesy col. (42) no hallaron ningún problemamédico cercano a la muerte al momento deocurrir muchas de las ECM reportadas.

En síntesis, las investigaciones realiza-das hasta ahora, han revelado que una va-riedad de condiciones graves, como un parocardíaco, son importantes para la produc-ción de las ECM; algunos investigadoreshan encontrado que pueden ocurrir en con-diciones en las cuales no hay una amenazaa la vida por motivos de enfermedad (27).Falta mucho por conocer sobre las circuns-tancias que determinan una ECM y los fac-tores responsables de los rasgos que las ca-racterizan.

INCIDENCIA DE LAS ECM

La incidencia se define como la esti-mación del número de ECM que se sucedenen un grupo específico de individuos que

han sufrido un evento que pone en peligrosu vida, durante un periodo determinado detiempo (27). La incidencia varía dependien-do de si los autores han realizado estudiosretrospectivos (35%) o prospectivos (17%).

Greyson (43) encontró una incidenciade 16 (26%) casos de ECM en 61 individuosque ingresaron a un hospital por intento desuicidio. En el año 2001, Van Lommel y col.(44) reportaron 18% de ECM en 344 casosde paros cardíacos. Parnia y col. (45) sóloobservaron 4 (6%) en una muestra de 63 ca-sos, mientras que Schwaninger y col. (25) yGreyson (26) encontraron 23% de ECM du-rante paros cardíacos.

ESTUDIOS RETROSPECTIVOSY PROSPECTIVOS

Durante los años 70 del siglo XX, latecnología de resucitación había avanzadohasta el punto en que las personas eran res-catadas de la muerte en cantidades desco-nocidas en la historia de la humanidad. Lascondiciones en las cuales algunos sobrevi-vían eran tan extremas como las observadasdespués de varios minutos de paro cardíaco.De esa manera, la muerte comenzó a serconsiderada no como un suceso instantáneosino como un evento gradual que algunas ve-ces podía ser interrumpido y revertido (46).

Desde el punto de vista científico, lamayoría de las publicaciones sobre ECMtrata de estudios retrospectivos que com-prenden muestras de individuos que respon-den a las preguntas de los investigadorestiempo después de haber tenido una ECM.Sin embargo, en los últimos 30 años se haavanzado hacia los estudios prospectivos(6). Los dos tipos de investigaciones tienenventajas.

Muchas de las ECM ocurren en ausen-cia de paro cardíaco y se incluyen en los es-tudios retrospectivos, que dependen de vo-luntarios que quieran o no compartir su ex-periencia.

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Una de las más importantes interro-gantes sobre las ECM es la posibilidad deque estas ocurran en condiciones de parocardíaco confirmado y monitoreado me-diante los estudios clínicos respectivos.Para la investigación prospectiva de lasECM se colocan blancos visibles inespera-dos (fotografías, dibujos, números, etc) ensitios donde es probable que ocurran lasECM, en condiciones que eliminen la fugade información, la mala interpretación y laadivinanza de los sucesos ocurridos.

En los últimos 30 años de investiga-ción sobre ECM, en los Estados Unidos sehan conducido por lo menos 42 estudios re-trospectivos que comprenden tamaños de lamuestra que van desde los 300 a los 2500casos de ECM. Entre 1975 y 2005, por lomenos 55 investigadores o grupos de inves-tigación en Norteamérica, Europa, Austra-lia y Asia, han publicado 65 estudios queanalizaron alrededor de 3500 ECM, su natu-raleza y sus efectos posteriores. Más de 600artículos sobre el tema se han publicado en-tre 1975 y 2005 (6).

Las investigaciones realizadas no hanrevelado aún por qué sólo una minoría tieneECM, a pesar de que son aparentementeiguales en sus características personales ala mayoría que sobrevive a circunstancias fí-sicas o psicológicas desequilibrantes peroque, sin embargo, no tiene ECM.

RASGOS ESPECÍFICOS DE LAS ECM

Algunos investigadores han dirigidosus estudios a rasgos específicos de las ECM(27). Kelly (47), al comparar las ECM queincluían encuentros con personas falleci-das, con aquellas que no los incluían encon-tró que tales reportes ocurrían más fre-cuentemente en casos de accidentes y pa-ros cardíacos que en otros contextos. La di-ferencia fue significativa. Además, mientrasmás cercanos estuvieran los individuos a su

muerte más frecuentemente reportaron lavisión de seres fallecidos.

Ring (20) sugirió la existencia de eta-pas sucesivas en las ECM que consistían enuna sensación de paz, la separación delcuerpo, la entrada a un túnel, la visión de laluz y la entrada a la luz. Encontró que laspersonas que tuvieron las ECM reportaronuna memoria panorámica más frecuente-mente cuando presentaron esas experien-cias durante accidentes (55%) que en loscasos de enfermedad o de intentos de suici-dios (16%).

Sabom (48), en su colección de 71 ca-sos de ECM, reportó EFC en el 29,5%; el53,5% se encontró en un sitio diferente almundo físico.

EXPERIENCIAS CERCANASA LA MUERTE EN NIÑOS

El primer reporte de ECM en niños sedebió a Morse (49) quien publicó en 1983el caso de una niña de siete años de edadque tuvo la experiencia cuando se estabaahogando. Morse la atendió en la sala deemergencia de un hospital. La niña descri-bió su viaje a través de un túnel oscuro quese iluminó cuando apareció una mujer“alta, con cabello rubio brillante” quien laacompañó hasta un sitio celestial donde vioa familiares fallecidos y dos almas que espe-raban renacer. En el mismo año, Bush (50)reportó 17 casos de ECM en niños. En1984, Gabbard y Twemlow (51) publicarontres casos más. Casos adicionales han sidodescritos por Herzog y Herrin (52), Morse ycol. (53), Serdahely (54), Serdahely y Wal-ker (55), Steiger y Steiger (56).

El interés por el estudio de las ECM enlos niños se ha acrecentado en los últimosaños (57, 58). Las investigaciones realiza-das han demostrado que el contenido de lasECM en niños es similar al de los adultos(6) y que su forma y complejidad no guar-

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dan relación con la edad de los sujetos quelas experimentan (58). Gracias a las ECMde niños muy jóvenes, podemos probar defi-nitivamente que estas experiencias soneventos naturales, no inventados ni influen-ciados por elementos extraños como losprogramas televisivos. Es muy improbableque todo niño haya oído hablar de las ECMo entienda estas experiencias aunque lashaya sufrido. La NDERF realizó un estudioen niños de 5 años de edad o menores, quehabían tenido ECM. La mayoría no habíacomenzado a ir a la escuela, donde las in-fluencias culturales son aceleradas. El estu-dio incluyó 26 casos de ECM en niños cuyaedad promedio fue de 3,6 años y 585 casosen mayores de 6 años. Como resultado deesta investigación se demostró que los muypequeños tuvieron las mismas experienciasque los niños mayores y adultos (28).

Para algunos escépticos, es muy im-probable que los niños recuerden las ECMque sucedieron mucho tiempo atrás y nodeberían ser capaces de reportar con certe-za lo que realmente sucedió. Serdahely (59)comparó 5 ECM ocurridas en niños pero re-portadas años después cuando eran adultos.Al analizar 47 características de las ECMentre los dos grupos, concluyó que el estu-dio apoya publicaciones previas en las cua-les se afirmaba que los reportes retrospecti-vos de los adultos, sobre las ECM que ocu-rrieron en su niñez, no estaban distorsiona-dos.

Las ECM en niños siguen un patrónque parece ser muy poco diferente al de losadultos, incluyendo la revisión de la vida.Una diferencia es que los niños van casisiempre acompañados hacia la luz y repor-tan, con frecuencia, que van tomados de lamano por un ser luminoso mientras avan-zan “hacia el otro mundo”.

Los niños pueden tener ECM desagra-dables; sin embargo, la mayoría de ellas sonplacenteras. Además, los efectos posterio-res son exitosamente integrados y experi-

mentados como positivos. Sutherland (57)refiere el caso de Daniel, de 14 años deedad, quien nació con severos defectos físi-cos y fue sometido a 17 operaciones mayo-res durante las cuales tuvo varias ECM. Da-niel confesó: “yo sé que puedo morir en

cualquier momento, por lo que trato de vivir

cada día. Les diría a las personas que están

muriendo que no tengan miedo".

EXPERIENCIAS CERCANASA LA MUERTE EN DISCAPACITADOS

Personas invidentes han reportadoECM. Serdahely y Walker (55) presentaronel caso de una persona con cuadriplejía yparálisis cerebral que, en su adultez, repor-tó la ECM que sufrió a los dos años y mediode edad. Enright (60) publicó el caso de unniño de 10 años de edad con fibrosis quísti-ca congénita, con cuadriplejía e inhabilidadpara hablar debido a un trauma cerebralproducido por complicaciones quirúrgicas alos ocho años de edad, cuando tuvo suECM. Los análisis de estos dos reportes re-velan que las ECM de los discapacitados noson diferentes de las que experimentan laspersonas normales.

Parece evidente que todos tenemos elpotencial de sufrir una ECM independiente-mente de la edad, sexo, nivel educativo,raza, estatus socio económico, afiliación re-ligiosa, orientación sexual, condición física,ocupación y estado civil (20, 61).

EFECTOS POSTERIORES DE LAS ECM

Moody (5) describió, por primera vez,los efectos transformadores de la vida de lasECM. Noyes (62) condujo el primer estudiosistemático y obtuvo información de 205personas quienes reportaron reducción delmiedo a la muerte, una sensación de invul-nerabilidad relativa, un sentimiento de es-pecial importancia o destino, la creencia dehaber recibido un favor especial de Dios e

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incremento de su creencia de la existenciade la vida después de la muerte. En 1984,Ring (63) observó que los individuos quehabían sufrido una ECM manifestaban au-mento de la confianza en sí mismo y en elsentido de propósito en la vida, reduccióndel miedo a la muerte, incremento en su es-piritualidad, en la compasión por otros y enel aprecio por la vida, así como poco interéspor las posesiones materiales. En general,las personas que han tenido una ECM su-fren muchos más cambios que aquellos queno las han experimentado (63-65).

Van Lommel y col. (44) siguieron laevolución de pacientes que habían sufridoparo cardíaco: treinta y cinco habían tenidouna ECM y 39 no. Después de 8 años, todoslos pacientes, incluyendo a los que no tuvie-ron las ECM, reportaron cambios positivos,especialmente la pérdida del miedo a lamuerte. Schwaninger y col. (25) siguieron aun grupo de 18 sobrevivientes de paro car-díaco, de los cuales 8 tuvieron una ECM; losautores reportaron cambios positivos quefueron más acentuados entre los que tuvie-ron la ECM. Estos dos estudios demuestranque los pacientes que han tenido un parocardíaco experimentan cambios significati-vos, los cuales fueron mayores en aquellosque tuvieron una ECM. Estos cambios se in-crementaron con el paso del tiempo (66).

CAMBIOS EN ACTITUDES Y CREENCIASDESPUÉS DE UNA ECM

Quizás los más importantes tenganque ver con la percepción del yo. Entre es-tos cambios se incluyen la pérdida del mie-do a la muerte, el sentirse especialmentefavorecido por Dios, un nuevo sentido delpropósito de su vida y el incremento de laautoestima (67-69). Las relaciones conotras personas también sufren cambios sig-nificativos. Se ha reportado mayor compa-sión y amor por otros, una menor preocupa-ción por las ganancias materiales, reconoci-

mientos o estatus, mayor deseo de ayuda aotros y aumento en la habilidad para expre-sar los sentimientos (63, 64, 70).

Después de una ECM ocurren altera-ciones significativas en la actitud hacia lavida, mayor aprecio por la vida, aumento dela espiritualidad (71) y la fe religiosa, sepresta mayor atención al presente (71, 72)y se produce una búsqueda incesante de co-nocimiento (66). Algunos descubren habili-dades psíquicas y de sanación (19, 64, 73,74). Luego de una ECM desagradable algu-nas personas han reportado un estado per-sistente de estrés (30) o un desorden de es-trés postraumático (75).

Noyes y col. (66) refieren que entre losfenómenos paranormales presentados des-pués de una ECM los más notables son lasEFC, las apariciones, las percepciones ex-trasensoriales, la precognición, las habilida-des de sanación y las experiencias espiritua-les, místicas y trascendentes.

Muchas personas que han tenido ECMhan referido contacto con familiares, ami-gos fallecidos y con seres espirituales (5,20, 48, 65, 76). Greyson y Liester (77) re-portaron las manifestaciones de ¨voces in-ternas¨ o alucinaciones auditivas despuésde una ECM. A diferencia de los pacientesesquizofrénicos, estos individuos adoptanuna actitud positiva ante estas comunica-ciones.

Se han descrito cambios mentales y fí-sicos luego de las ECM (78): frío o calorinexplicables, cambios en el ritmo respira-torio y en la velocidad de los pensamientosasí como emociones positivas intensas (66).

Algunos efectos posteriores a las ECM,aunque sean positivos pueden ser malenten-didos por la familiares, amigos y compañe-ros de trabajo. Las relaciones interpersona-les pueden afectarse debido a los cambiosen los valores tales como la pérdida de inte-rés en las posesiones materiales. En un es-tudio se encontró que el 65% de las parejasde los individuos que habían tenido ECM

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terminaron en divorcio, a diferencia de lapoblación general donde la incidencia fuedel 40 al 50% (79).

Según Atwater (80), las percepcionesalteradas observadas después de las ECMtraen beneficios y problemas. La percepciónde la conciencia cósmica puede producir unsentido de unidad, pero también una distor-sión o pérdida de los límites entre lo anima-do y lo inanimado, el yo y los otros. La expe-riencia de intemporalidad puede traer mu-cho mayor interés por el presente y descui-do por el futuro. Estos problemas no debe-rían ser considerados desórdenes mentalessino como crisis de la vida que tienen ungran potencial para el crecimiento o la re-gresión personal (81, 82).

Se ha postulado que la epilepsia del ló-bulo temporal y la intrusión de los movi-mientos oculares rápidos pueden ser loscausantes de las ECM (83, 84), pero ningu-na de esas causas se ha asociado a los efec-tos posteriores descritos.

Cuando se producen cambios de perso-nalidad después de una ECM debería pen-sarse en factores orgánicos como los res-ponsables de estas experiencias (66). Lospacientes que han tenido enfermedadesgraves acompañadas de choque hemorrági-co o paro cardíaco, deberían ser evaluadosmediante resonancia magnética, EEG ypruebas neuro-psicológicas, porque el dañocerebral puede conducir a cambios en elcontrol del impulso, en el juicio y en la me-moria (85). Las ECM placenteras son unafuerza potente de cambio y pueden produ-cir efectos beneficiosos y dañinos en el mis-mo individuo.

¿CÓMO AYUDAR A LAS PERSONASQUE TIENEN UNA ECM?

Lo primero que un médico, psicólogo,enfermera o sacerdote debería hacer es lo-grar un conocimiento apropiado de lasECM, libre de dogmas científicos o religio-

sos (86-90). Así estaríamos preparados paracompartir las ECM con sus protagonistas,quienes conocerán de buena fuente queotros individuos han tenido experiencias si-milares, lo cual les ayudará a adquirir unsentido de liberación y bienestar, así comomayor coraje y deseo de compartir sus ECMpues, al considerarlas como una simple alu-cinación, se podría crear en el paciente unasensación de rechazo o producirle un cua-dro depresivo que lo inhibiría y lo inclinaríaa evitar cualquier discusión o comentariossobre su experiencia (91-93).

Foster y col. (90) han reunido las reco-mendaciones propuestas por diversos auto-res para tratar a los individuos que han te-nido una ECM:

1. No juzgar a los pacientes mientras ex-plican sus ECM.

2. Prestar atención a los impactos a largoplazo de las ECM sobre los pacientes yreferirlos a profesionales familiarizadoscon estas experiencias.

3. Estar alerta a los signos comunes delas ECM, tales como los cambios obser-vados en el paciente después de unacrisis aguda de salud.

4. Estar alerta a las actitudes personaleshacia las ECM.

5. Convencer a los pacientes que no es-tán solos, que muchas personas hanpresentado experiencias similares.

6. Permitirle a los pacientes que relatensu historia a su propio ritmo. Evitar laindagación intensiva.

7. Permitirle a los pacientes que expre-sen sus emociones y hagan preguntassobre la experiencia.

8. Cuando el paciente está inconsciente,evitar el lenguaje amenazador o grose-ro.

9. Cuando el paciente está inconscienteasignarle una enfermera para que estécerca y narre lo que le pase.

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10. Discutir con el paciente cómo quiererevelar sus ECM a sus familiares.

11. Mantener la confidencialidad.

12. Dar información veraz sobre las ECM.

13. Evitar explicar o interpretar el signifi-cado de la experiencia.

14. No tocar la cabeza, cuello o rostro delpaciente mientras esté inconsciente.

15. Estar atento al impacto de la ECM enla conducta posterior del paciente.

16. Ser honesto.Al trabajar con personas que han teni-

do ECM, los psicólogos y psiquiatras debe-rían seguir las siguientes indicaciones reco-mendadas por varios investigadores(94-96):

1. Evitar la presunción de que la ECM desu paciente es sintomática de patolo-gía.

2. Proporcionar un ambiente seguro en elcual el paciente pueda discutir libre-mente las experiencias y emocionesque rodearon a su ECM.

3. Evitar proyectar el sistema de valoresdel tratante.

4. Asistir a los pacientes para que inte-gren su ECM a su vida diaria.

5. Referir a los pacientes a los grupos lo-cales dedicados al estudio de las ECM.Las ECM parecen tener un efecto tera-

péutico en aquellas personas que no las hantenido, al reducir la ideación suicida (97),al preparar a los soldados expuestos a situa-ciones peligrosas en los campos de batalla,al brindar alivio a los enfermos terminales yal asistir en el proceso de duelo (98, 99).

Lundahl (100) y Serdahely y col. (101)consideraron que las aplicaciones clínicasdeberían ser el objetivo principal de las in-vestigaciones sobre las ECM. Para informarmejor a la comunidad y a los profesionalesde diferentes disciplinas, se ha propuestoincluir temas relacionados con las ECM enlos currícula de las escuelas de medicina

(89,102), de enfermería (103, 104), de teo-logía (105) y en los programas de entrena-miento en salud mental (93).

MODELOS EXPLICATIVOS DE LAS ECM

1. Hipótesis fisiológicas de las ECMUna de las propuestas iniciales para

explicar las ECM postula que la hipoxia esresponsable de las “alucinaciones” que sedescriben en estas experiencias (106-108).Sin embargo, las ECM se suceden en au-sencia de hipoxia, como las que ocurren enenfermedades que no amenazan la vida ydurante accidentes. Por otro lado, los fenó-menos asociados con la hipoxia tienen po-cas semejanzas con las ECM. Whinnery(109), al estudiar lo que ocurría en los bre-ves períodos de inconsciencia inducidos enpilotos de aviones de caza, por la acelera-ción rápida, opinó que ocurrían rasgos co-munes a las ECM, incluyendo la visión entúnel, las luces brillantes, la sensación deflotar, las sensaciones placenteras y la sen-sación de abandonar el cuerpo. Pero, losrasgos fundamentales de la hipoxia produ-cida por la aceleración son los movimien-tos rítmicos involuntarios de los miem-bros, pérdida o disminución de la memoriade los eventos que ocurrieron inmediata-mente antes de la inconsciencia, hormi-gueo en las extremidades y alrededor de laboca, confusión, desorientación al desper-tarse y parálisis. Estas manifestaciones noocurren en las ECM. Además, a diferenciade estas últimas, las imágenes visuales queWhinnery reportó incluían frecuentementea personas vivas, pero nunca a personas fa-llecidas; tampoco describió revisiones de lavida o EFC.

Otros autores han sugerido que el in-cremento en las concentraciones de dióxidode carbono (hipercapnia) puede producirECM (107, 108, 110-112). Los síntomas sonparecidos a los de las ECM en las cuales nose ha observado disminución de oxígeno o

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aumento de los niveles de dióxido de carbo-no en la sangre (28,48,112). Además, si lahipoxia jugara un papel importante en laproducción de las ECM, porqué la mayoríade los pacientes que sufren un paro cardía-co no reportan ECM (44). En conclusión, lahipoxia no es necesaria ni es una condiciónsuficiente para producir una ECM (113).

2. Hipótesis neuroquímicasSe ha postulado que la liberación de

endorfinas podría explicar algunas de lasmanifestaciones de las ECM (106, 114,115). Las endorfinas producen analgesia,sensación de paz y bienestar, síntomas queson comunes en las ECM (116). Sin embar-go, ellas ocasionan efectos de larga dura-ción cuando son liberadas; además, la in-yección de endorfinas produce analgesiaque dura horas (117). En contraste, el co-mienzo y el final de una ECM son general-mente abruptos, incluyendo la disminucióndel dolor que sólo se produce mientras durala experiencia. Además, la liberación de en-dorfinas no explicaría otros componentes tí-picos de las ECM, como las EFC, la revisiónde la vida, los efectos positivos y la visión deseres ya fallecidos.

Se ha sugerido que agentes neuropro-tectores semejantes a la ketamina puedendisminuir el estrés y actuar sobre los recep-tores NMDA. La ketamina es un analgésicoque ocupa selectivamente esos receptoresy, a dosis subanestésicas puede producir lasensación de estar fuera del cuerpo y otrasexperiencias, tales como el viaje a través deun túnel oscuro hacia la luz, la sensación deestar muerto y la unión con Dios (118). Sinembargo, a diferencia de la gran mayoría delas ECM, las experiencias ocasionadas por laketamina producen miedo y los pacientesse resisten a repetirlas (119, 120); además,rasgos importantes de las ECM como la re-visión de la vida y la visión de gente ya falle-cida no se han reportado después de la ad-ministración de ketamina.

3. Hipótesis neuroanatómicasSe cree que la actividad anormal del

sistema límbico y de los lóbulos temporalesproduce las ECM (121). Se ha propuestoque el desbalance en las concentraciones deserotonina y otras monoaminas produceuna actividad anormal de los lóbulos tem-porales (121). También se ha postulado quela hipoxia y el estrés psicológico ocasionanuna disfunción del lóbulo temporal y la libe-ración de neurotransmisores endógenosque producen analgesia y euforia (114).

Algunos autores han propuesto que laestimulación eléctrica de los lóbulos tem-porales y la epilepsia del lóbulo temporalproducen fenómenos similares a las ECM(114,121). Sin embargo, la estimulacióneléctrica de la corteza cerebral no es iguala la actividad eléctrica fisiológica y no pro-duce una activación localizada en la regiónestimulada. El mismo Penfield (122) reco-noció que el efecto predominante de la esti-mulación eléctrica es la alteración de la ac-tividad eléctrica en la vecindad inmediata ala estimulación, acompañada de patronesanormales de descarga en otras áreas corti-cales y subcorticales. Estas influencias re-motas pueden ser excitadoras o inhibidoras.El resultado de la estimulación eléctrica yde los ataques epilépticos no es de fácilcontrol. Se han reportado sensaciones demiedo, distorsionadas y fragmentadas, en laepilepsia del lóbulo temporal (123, 124).Rodin (125) confesó que, después de déca-das de ejercicio profesional y de haber tra-tado cientos de pacientes con epilepsia dellóbulo temporal, nunca había observado lasintomatología de las ECM durante losataques epilépticos.

En el año 2002, Blanke y col. (126) re-portaron la inducción de una EFC mediantela estimulación eléctrica del giro angularderecho de una paciente que estaba siendoevaluada por epilepsia del lóbulo temporalderecho. Cuando los neurocirujanos esti-mularon esa región cerebral, la paciente re-

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portó que se estaba “hundiendo en lacama” o “cayendo de lo alto”. Cuando in-crementaron la intensidad del estímuloeléctrico reportó, “me veo acostada en lacama, desde arriba, pero sólo veo mis pier-nas y la parte inferior del tronco”. Cuandole pidieron a la paciente que observara suspiernas durante la estimulación eléctricaella reportó que “se estaban acortando”. Alsolicitarle que mirara sus brazos dijo que subrazo izquierdo se había acortado, pero elderecho no estaba afectado. Estas observa-ciones les permitieron a los autores postu-lar que las EFC pueden ser inducidas artifi-cialmente mediante la estimulación eléctri-ca de la corteza cerebral. Es importante se-ñalar que la región cerebral estimulada noestaba relacionada con su epilepsia. Gab-bard y Twemlow (51) y Long (28) despuésde analizar cientos de EFC, concluyeronque son muy raras “las distorsiones de laimagen corporal” durante las EFC. Adicio-nalmente, otra importante diferencia con elreporte de Blanke y col. (126) radica en lalucidez observada en la mayoría de las EFCespontáneas y en las que se presentan enlas ECM (28, 59, 127). Si las investigacio-nes futuras demuestran que la estimulacióneléctrica de un área específica del cerebropuede producir EFC, este hallazgo no expli-caría la percepción verídica asociada conlas EFC espontáneas y las producidas duran-te las ECM. De allí que no es apropiado con-cluir que “se ha localizado la parte del cere-bro que puede inducir EFC” como lo afir-man Blanke y col. (126), basados en la ob-servación de un solo paciente. Este hallazgoaún no ha sido confirmado por otros auto-res, por lo cual sería más razonable propo-ner que existe una correlación entre la elec-troestimulación del giro angular y experien-cias similares a las EFC, pero no concluirque esta estimulación es la responsable delas EFC. Un fenómeno similar fue reportadoinicialmente por Penfield (122) quien esti-muló eléctricamente el lóbulo temporal de-

recho, en una región diferente al giro angu-lar y produjo EFC atípicas y algunas “me-morias” evocadas por los pacientes las cua-les resultaron total o parcialmente inexac-tas. En conclusión, Blanke y col. (126) noprodujeron una EFC típica. Aunque recon-firmaron que en algunas EFC existe un posi-ble mecanismo neuroeléctrico, no explica-ron la causa de las EFC espontáneas. En elaño 2004, Blanke y col. (128) reportaronlas características neurológicas, neuropsi-cológicas y de neuroimágenes de las EFC yautoscopias (experiencia de ver nuestropropio cuerpo en un espacio extrapersonal)en 6 pacientes con alteraciones neurológi-cas y aportaron evidencias de que ambas ex-periencias tienen importantes mecanismoscentrales. Señalaron que tanto las EFCcomo las autoscopias están frecuentementeasociadas con sensaciones patológicas deposición, movimientos y de la percepcióncompleta de nuestro propio cuerpo. En cin-co pacientes localizaron daño o disfuncióncerebral en la unión parieto-temporal. Susresultados sugieren que las EFC y lasautoscopias representan desórdenes de lapercepción corporal.

No existen evidencias que apoyen estosmodelos fisiológicos, neuroquímicos y neu-roanatómicos para explicar las ECM. Sinembargo, se han propuesto modelos multi-factoriales basados en la combinación detodos los factores antes descritos (hipoxiacerebral, liberación de serotonina, endorfi-nas o compuestos similares a la ketamina).Aunque los factores fisiológicos, psicológi-cos y socioculturales pueden interactuar enlas ECM, las teorías que hasta ahora se hanpropuesto son simples especulaciones sinbase sobre lo que pudiera ocurrir duranteuna ECM (116).

Cuando se examinan separadamentecada una de las manifestaciones producidasdurante una ECM quizás puedan ser expli-cables por alguna de las hipótesis psicológi-cas o fisiológicas, a pesar de los pocos so-

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portes que las sustentan. Pero cuando sereúnen todas las manifestaciones que se ob-servan durante las ECM, ninguna de estashipótesis por sí sola, ni la combinación deellas, puede explicar la producción de estosfenómenos.

Sabom (129) reportó un caso de ECMque presentó numerosos rasgos difíciles deexplicar en base a las hipótesis psicofisioló-gicas. Este caso fue verificado por el autorcon el personal médico que actuó durantela intervención. Se trató de una pacienteque fue sometida a paro cardíaco hipotér-mico para la remoción de un aneurisma ce-rebral profundo que habría sido fatal encaso de ruptura y que era inaccesible me-diante las técnicas neuroquirúrgicas con-vencionales. Sus ojos fueron cerrados concintas adhesivas; después de la inducciónde la anestesia, los signos vitales (ECG,EEG, presión arterial, flujo sanguíneo, tem-peratura) fueron constantemente monito-reados. En sus oídos se colocaron unos pe-queños parlantes que los ocluían, utilizadospara emitir sonidos que permitían registrarlos potenciales evocados del tallo cerebral.Después de 90 minutos, su cráneo fueabierto y la paciente fue conectada a unamáquina de derivación cardiopulmonar. Lasangre circulante fue enfriada hasta que latemperatura corporal cayó a 15°C en unos10 minutos. En este momento su corazónfue detenido deliberadamente y su EEG seaplanó. Los potenciales evocados del tallocerebral estaban ausentes, indicando elcese de la actividad cerebral. En seguida, lamesa quirúrgica fue inclinada con el fin dedrenar la sangre de su cerebro para que elaneurisma fuese removido con seguridad.Después de la reparación del aneurisma, lasangre fue calentada y regresada a su cuer-po. Durante el proceso de calentamiento, lapaciente sufrió una fibrilación ventricularque tuvo que ser abortada inmediatamente.Utilizando los criterios convencionales, estapaciente podía ser considerada como clíni-

camente muerta durante la parte principalde la intervención. Su EEG era totalmenteplano, los potenciales evocados de su tallocerebral habían cesado y la sangre estabacompletamente ausente de su cerebro. Sinembargo, reportó una prolongada y detalla-da ECM que incluyó algunos elementos quefueron verificados posteriormente. En pri-mer lugar, a pesar de los parlantes en susoídos que bloqueaban todos los ruidos ex-ternos con sus sonidos de 95 dB, ella pudooír el sonido de la sierra especial utilizadapara cortar su cráneo. Luego tuvo una EFCy fue capaz de ver y describir las caracterís-ticas de la sierra. También observó la formacomo su cabeza había sido rasurada y luegooyó una voz femenina diciendo que sus va-sos femorales eran demasiado pequeñospara la derivación cardiopulmonar. Sintióque la habían halado por un túnel hacia unaluz; oyó la voz de su abuela ya fallecida y vioa numerosos familiares que habían muerto,quienes le dijeron que debía regresar y,pensando en sus niños, regresó a su cuerpo.

Su descripción de la sierra fue confir-mada por los neurocirujanos; también oyócuando la cirujana cardiovascular dijo quesus vasos femorales derechos eran muy pe-queños y debían preparar los del lado iz-quierdo. Comentó que durante la interven-ción no sólo estaba muy consciente de loque se hacía sino que se sentía mucho másalerta que en cualquier momento previo desu vida. También reveló que su visión duran-te la ECM era más clara que lo normal yque escuchaba más nítidamente que consus oídos normales. Estos eventos ocurrie-ron cuando la paciente estaba anestesiada ysus ojos y oídos ocluidos. La gravedad de sucondición y su estado de anestesia profundadurante todo el procedimiento quirúrgicoponen en duda cualquier punto de vista queconsidere a la conciencia como totalmentedependiente de la integridad de las funcio-nes cerebrales, porque esta ECM se sucedióen condiciones de anestesia profunda y

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paro cardíaco, con una pérdida transitoriade todas las funciones de la corteza y del ta-llo cerebral.

Algunos escépticos comentarían queesta ECM pudo haber ocurrido no durantela intervención sino antes o después, cuan-do el cerebro estaba funcionando más o me-nos normalmente. Sin embargo, la incons-ciencia producida por un paro cardíacousualmente deja a la persona confusa conrelación a los eventos que sucedieron inme-diatamente antes y después (44, 130, 131)y las confusiones que experimentan las per-sonas cuando pierden la conciencia no tie-nen el impacto transformador de la vida tantípico de las ECM. El verdadero reto de losmodelos explicativos de las ECM yace en elhecho de que las manifestaciones complejasde la conciencia, como el pensamiento, lapercepción sensorial y la memoria, puedenocurrir en condiciones que los modelos fi-siológicos de la mente no pueden explicar(132).

SIGNIFICACIÓN DE LAS ECMPARA EL ESTUDIO DE LA CONCIENCIA

Durante las ECM, la conciencia puedeser experimentada en otra dimensión apar-te de nuestro espacio-tiempo convencional,en la cual todos los eventos pasados, pre-sentes y futuros pueden ser observados si-multánea e instantáneamente (no-localidadcuántica). Uno puede estar conectado conlas memorias personales y los campos deconciencia propios y de otras personas, in-cluyendo a los familiares fallecidos (interco-nexión universal) (133). La mecánica cuán-tica pudiera tener un papel importante paraexplicar la relación entre la conciencia, lamemoria y el cerebro, durante las activida-des diarias normales, así como en la muerteclínica. Según Hameroff y Penrose (134),los microtúbulos de las neuronas puedenprocesar la información generada y originarestados coherentes que pudieran ser los

causantes de la experiencia consciente. Ro-mijn (135) opina que los continuos cambiosde los campos electromagnéticos de las re-des neuronales posiblemente sean los“transportadores” elementales de la con-ciencia.

Sería razonable también considerar ala molécula de ADN, que es específica paracada persona, como el lugar de resonanciao la interfase, donde ocurre un constanteintercambio de información entre el cuerpofísico y el pleno cósmico o Campo Akáshicopropuesto por Laszlo (136), donde todoslos campos de nuestra conciencia personalestarían disponibles como campos de posi-bilidades (133). Berkovich (137) ha postu-lado que el ADN “basura” podría tener unpropósito de identificación, comparable alos “códigos de barra”. Según su hipótesis,el ADN es capaz de recibir información ymemorias del pasado, así como la informa-ción morfogenética que contiene el patróndel cuerpo físico, con todos sus diferentessistemas celulares y funciones especializa-das. El ADN específico de cada persona se-ría el receptor y transmisor de nuestra con-ciencia personal, que está permanentemen-te evolucionando. Para Schrodinger (138),el ADN debería funcionar como una antenacuántica con comunicación no-local. Se hareportado que algunas veces el recipientede un transplante cardíaco experimentapensamientos y sentimientos que son total-mente extraños y nuevos, y luego se descu-bre que se correspondían con el carácter yla conciencia del donador fallecido (139,140). El ADN del corazón donado pareceríaoriginar campos de conciencia que son reci-bidos por el receptor.

Se ha propuesto también una analogíaentre la conciencia y la comunicación a tra-vés de campos electromagnéticos, como su-cede con la radio, la televisión, el teléfono yel Internet, donde la información transmiti-da permanece presente en los campos elec-tromagnéticos. Si se interrumpe la cone-

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xión la información no se desvanece y pue-de ser recibida en otro equipo receptor(no-localidad cuántica). Los campos de in-formación de la conciencia y de la memoriapueden hacerse disponibles a la concienciasólo a través del cerebro (y otras células delcuerpo) en forma de campos electromagné-ticos. Cuando cesa la función cerebral,como sucede en la muerte clínica o cere-bral, la memoria y la conciencia aún exis-ten, pero la recepción se ha perdido, la co-nexión se ha interrumpido (133). La con-ciencia parecería estar sustentada en cam-pos de información consistentes de ondasoriginadas en el pleno cósmico. Esta afir-mación cambiaría fundamentalmente laopinión sobre la muerte, debido a la casiinevitable conclusión de que al momento dela muerte física la conciencia continuaríasiendo experimentada en otra dimensión,en un mundo invisible e inmaterial: el plenocósmico o campo Akáshico, en el cual el pa-sado, el presente y el futuro están presentessimultáneamente. De esta manera, la muer-te y el nacimiento serían simples pasajes deun estado de conciencia a otro (133).

¿EXISTE LA VIDA DESPUÉSDE LA MUERTE?

Al revisar los hallazgos de la encuestarealizada por la NDERF, Long (28) derivó 9evidencias de la existencia de la vida des-pués de la muerte:

1. Es inexplicable, desde el punto de vistamédico, que un individuo tenga una ex-periencia lúcida y altamente organizadamientras está inconsciente o muerto clí-nicamente.

Cuando el corazón se detiene tambiénlo hace el flujo de sangre al cerebro y 10 a20 segundos después la actividad cerebralnecesaria para mantenernos conscientestambién cesa. Sin embargo, durante lasECM los individuos relatan experiencias

muy lúcidas, organizadas y reales. Con fre-cuencia experimentan un estado mas eleva-do de alerta que en su vida terrestre ordina-ria. Estos sucesos no tienen explicación mé-dica porque las ECM ocurren durante un es-tado de inconsciencia. La siguiente historiaes la relatada por un médico que trabajófuertemente para revivir a una anciana:“Después de 28 horas la reviví. Estuvo téc-

nicamente sin ritmo cardíaco propio por 1,5

horas. Esa noche fui a la UCI y le pregunté

si recordaba algo. “Sí. Yo estaba en la esqui-

na de la habitación flotando y lo vi trabajan-

do sobre mí. Me practicó varios choques y

yo estaba muerta. Vi una luz blanca brillante

y dos ángeles que me decían que no era el

momento y debía regresar. Pero yo no que-

ría regresar’.

De los 613 individuos que tuvieronECM, encuestados por la NDERF, 456 indi-caron que habían estado más conscientes yalertas que lo habitual. Esta lucidez, con-juntamente con el orden predecible de lossucesos, sugiere que las ECM no son sueñoso alucinaciones, ni son debidas a ningunaotra causa de alteración de la función cere-bral. La lucidez durante las ECM se hacemas aparente cuando analizamos las des-cripciones de las visiones, las cuales son ge-neralmente diferentes a las visiones terre-nales y las consideran como indescriptiblesen su brillantez, claridad y realidad. Muchosindividuos refieren que durante las ECM tu-vieron una visibilidad de 360°.

El sentido de la audición durante lasECM también puede ser diferente a lo nor-mal. De hecho, todos los cinco sentidos sonafectados.

Por supuesto, en la comunidad científi-ca existen investigadores que no creen en laexistencia de las ECM porque piensan quesu definición no está muy clara e incluye aindividuos que no están físicamente en unestado de pre-muerte. Sin embargo, por lomenos en el estudio realizado por laNDERF, la definición de ECM es muy estric-

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ta e incluye sólo a los eventos experimenta-dos por las personas que estaban físicamen-te comprometidas hasta el punto que lamuerte sería inminente si no se producíaun cambio en su condición física. Estabaninconscientes y clínicamente muertos.

Una de las explicaciones más común-mente utilizadas por los escépticos es quelas ECM son debidas a hipoxia cerebral,pero los síntomas de ésta pueden incluir ce-faleas, confusión mental, pérdida de la me-moria y fatiga. Cuando la hipoxia empeorapuede aumentar la confusión y finalmentese produce la inconsciencia. Sin embargo,en las ECM casi nunca se ha observado con-fusión. El hecho de que las lúcidas y organi-zadas ECM ocurran en momentos de hipo-xia severa es una evidencia adicional del ex-traordinario e inexplicable estado de con-ciencia que se describe en las ECM. Otra delas observaciones de los incrédulos es la po-sibilidad de que el contenido de los repor-tes de los individuos que han tenido ECMestá influenciado por el conocimiento pre-vio sobre estas experiencias. No obstante,Long y Long (141) al comparar las respues-tas a 21 preguntas por parte de personasque habían tenido ECM antes y después de1975 (cuando se publicó el libro Vida des-pués de la Vida de Moody) observaron quelas mismas circunstancias que ocurrieronen el grupo pre-1975 también se observaronen el grupo post-1975, todo lo cual sugiereque el contenido de las ECM no es influen-ciado por el conocimiento previo sobre es-tas experiencias. Athappilly y col. (142),compararon los testimonios de 24 ECM re-cogidos antes y después de 1975 y notaronque de 15 elementos analizados sólo se de-tectó una diferencia: Las ECM que ocurrie-ron después de 1975 mostraron más des-cripciones de la existencia de un túnel.Concluyeron que los datos obtenidos de-mostraban que las ECM no son sustancial-mente influenciadas por los modelos cultu-rales prevalentes. En la encuesta realizada

por la NDERF, el 66,4% de los entrevistadosreveló que no había tenido un conocimientoprevio de esas experiencias.

2. Durante las ECM, cuando las personastienen una EFC pueden ver y oír y lo queperciben es casi siempre real

Estas observaciones han sido verifica-das en cientos de reportes. Una EFC es elprimer elemento en muchas ECM. Se tratade la separación de la conciencia del cuerpofísico. Con frecuencia estos individuos pue-den ver su propio cuerpo inconsciente y laactividad frenética del personal médico quetrata de revivirlos. Estas EFC se han repor-tado también en ausencia de eventos queamenacen la vida. El primero de estos estu-dios sobre las EFC que ocurren en las ECMfue publicado en 1982 por Sabom (48),quien entrevistó 32 individuos que tuvieronEFC durante las ECM. Casi todas estas per-sonas fueron sometidas a resucitación car-diopulmonar en el momento de su enfrenta-miento con la muerte. También entrevistó a25 pacientes cardíacos que no presentaronECM durante sus crisis cardíacas. Este últi-mo grupo sirvió de control. A ambos gruposse les pidió que describieran sus propias re-sucitaciones y se observó que los pacientesque tuvieron ECM con EFC fueron más pre-cisos en la descripción de sus resucitacio-nes que el grupo control. Sartori (113) en-trevistó a 15 personas que habían tenidoECM y encontró que en 8 habían ocurridoEFC. Pidió a los que sufrieron EFC que des-cribieran sus propios esfuerzos de resucita-ción y comparó sus respuestas con un gru-po de pacientes que había sido sometido aresucitación pero no tuvo EFC. Notó que va-rias de las personas que presentaron ECMdieron una descripción marcadamente cer-tera de sus observaciones durante las EFC,en tanto que el grupo control no fue muyacertado.

Holden (6) compiló todas las EFC des-critas en libros y artículos publicados sobre

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las ECM. Estudió 89 reportes de casos rela-cionados con la observación de eventos te-rrenales por los individuos que tuvieronEFC. Reportó que el 92% de las personasque sufrieron ECM tuvo observaciones de su-cesos terrenales y cotidianos, que eran com-pletamente ciertos, sin ningún error, cuandose verificaron después de las ECM. Long(28) estudió las EFC en 617 casos secuen-ciales de ECM publicados en la página Webde la NDERF (www.nderf.org), desde el 10de Octubre de 2004 hasta el 10 de octubrede 2008. De los 617 casos de ECM, 287(46,5%) describieron EFC que permitían aotros determinar la realidad de sus observa-ciones y de éstos, 280 (97,6%) tuvieron EFCcompletamente realistas y 65 (23%) investi-garon personalmente la certeza de sus pro-pias observaciones durante las EFC. Ningunode estos 65 individuos describió algún erroren sus observaciones, basados en sus investi-gaciones posteriores. Long (28) retó a la co-munidad científica a explicar el mecanismode estas percepciones extrasensoriales.

En la actualidad, se está realizando untrabajo dirigido por Sam Parnia de la Univer-sidad de Southampton del Reino Unido,quien es el investigador principal del Proyec-to AWARE (Awareness During Resucitation

Study) o Estudio de la Conciencia o Estadode Alerta durante la Resucitación. Este estu-dio tiene la colaboración de muchos centrosmédicos en el Reino Unido, Europa Conti-nental y Estados Unidos. Los investigadoresesperan examinar 1500 sobrevivientes deparo cardíaco. Se colocarán fotografías enhabitaciones hospitalarias de tal forma quesólo sean visibles desde el techo de las habi-taciones y de esta manera se determinará sipueden ser vistas durante las EFC.

Algunos escépticos piensan que lasEFC son simplemente fragmentos de me-moria que surgen cuando la persona co-mienza a morir, que las referencias de loshechos que ocurren durante las EFC pudie-ran ser debidas a adivinaciones (143). Sin

embargo, una revisión de las 287 EFC reali-zada por Long (28) reveló que ellas soncompletamente realistas, sin ningún erroraparente en el 92,6% de los casos. Si lasEFC fueran fragmentos irreales de la me-moria, producto de adivinanzas, no habríatan elevado porcentaje de relatos de EFCcompletamente ciertos y comprobables.

Blackmore (143) opinó que las EFC,aparte de su rol en las ECM, son muy comu-nes. Las encuestas revelaron que de un 8%(en Islandia) a un 50% (en consumidores demarihuana) de los entrevistados han tenidoEFC en algún momento de sus vidas. Enuna encuesta realizada por Blackmore(144) en residentes de Bristol (Reino Uni-do) se encontró que 12% de las personasque habitualmente estaban descansando oacostadas tuvieron EFC. Ella afirmó que sialgo abandona el cuerpo durante la EFCuno esperaría que la persona fuera capaz dever a distancia, es decir experimentar per-cepciones extrasensoriales. Un experimentopara comprobar esta hipótesis fue realiza-do, en 1978, por Tart (127) en un sujetoque estaba dormido. Se colocó un cartelcon un número de 5 dígitos en un estantesituado encima del sujeto, quien tuvo unaEFC durante la noche, y luego reportó co-rrectamente el número; sin embargo, loscríticos opinan que el individuo pudo habersubido al estante mientras nadie lo observa-ba. Pero, la persona estaba conectada a ca-bles electroencefalográficos que no le per-mitirían subir al estante sin producir cam-bios significativos en los registros. De allísurge la importancia de los estudios delproyecto AWARE que dirige Parnia.

3. Las ECM pueden ocurrir durante laanestesia general, cuando se ha perdidopor completo la conciencia

Este relato descrito por Long (28) loconfirma. Débora tenía 13 años cuando fueal hospital para que le practicaran una ciru-gía menor y la anestesia aplicada le ocasio-

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nó un paro cardíaco. Mientras su médico lu-chaba por mantenerla viva, ella se encontróbruscamente fuera de su cuerpo: ¨Mi cora-

zón se detuvo por la anestesia durante la ci-

rugía; floté hacia el techo y pude ver a mi

cuerpo sobre la mesa. Los doctores estaban

alarmados y diciendo que me estaban per-

diendo. No tenía miedo; estaba con unas

personas muy amables, creía que eran ánge-

les. Me dijeron que no me preocupara, que

ellos cuidarían de mí. Una mujer me dio su

mano; ella era muy amable y me hizo sentir

que me amaba y que sabía quien era yo. Me

sentí segura con su compañía, pero no sa-

bía quien era. Un día, varios años después

de la cirugía, mi madre me mostró una foto-

grafía de mi abuela paterna que había falle-

cido cuando daba a luz a mi padre. Ella era

la mujer amorosa que sostuvo mi mano al

otro lado del túnel. No había visto su foto-

grafía con anterioridad ¨.

Hay una gran diferencia entre la in-consciencia causada por la anestesia gene-ral y la causada por un trauma o una enfer-medad grave. El uso apropiado de la aneste-sia general conduce a una inconsciencia to-tal controlada. Durante la anestesia se ha-cen esfuerzos intensos para lograr un esta-do de amnesia y de inconsciencia total. Sinembargo, muchas ECM han sido reportadaspor pacientes que casi murieron mientrasestaban bajo anestesia. Algunas veces estospacientes estaban cercanos a la muerte de-bido a una enfermedad terminal o una heri-da que requería de cirugía de emergencia, ydurante ella sufren un paro cardíaco. El ele-vado nivel de conciencia que existe en loscasos de ECM es una evidencia de un estadoque ni la anestesia general puede eliminar.Estos hallazgos representan una de las másfuertes evidencias de que la conciencia pue-de existir fuera del cuerpo. Greyson y col.(116) reportaron que en su colección de ca-sos de ECM ocurridas durante la anestesiageneral se produjeron EFC y los pacientesdescribían al personal médico cuando tra-

bajaba sobre su cuerpo, observaban lucesmuy brillantes, se encontraban con perso-nas fallecidas y tenían pensamientos, me-morias y sensaciones mas claras que en lascondiciones normales de preanestesia. Se-gún algunos escépticos, esta experienciapuede ser el resultado de haber aplicadomuy poca anestesia, lo cual conduciría auna conciencia parcial durante la interven-ción, con lo cual parecen olvidar los casosde ECM resultantes de una sobredosis delanestésico. Las ECM que ocurren duranteun paro cardíaco en pacientes bajo aneste-sia general son quizás la prueba mas estric-ta de la posibilidad de que la conciencia re-side fuera del cuerpo, ya que una personabajo anestesia general o que esté experi-mentando un paro cardíaco no debería te-ner una experiencia consciente como lasdescritas en las ECM (28).

Nelson y col. (83) sugirieron la existen-cia de una conexión entre la intrusión demovimientos oculares rápidos (MOR) y lasECM. Los MOR son parte del sueño normal yse asocian frecuentemente con la parálisismuscular e incluyen sueños bizarros. Si losMOR ocurren durante el despertar o vigiliaparcial o completa, las imágenes producidaspor esos sueños se introducen en ese estadode vigilia, fenómeno al cual se denomina in-trusión de MOR. Long y Holden (145), por elcontrario, consideran que la intrusión deMOR no explicaría el contenido de las ECMen circunstancias donde la intrusión deMOR seria imposible como, por ejemplo, enlas ECM de los nacidos invidentes y las queocurren durante la anestesia general.

4. Las ECM que ocurren en individuos in-videntes pueden acompañarse de experien-cias visuales

En 1998, Ring y Cooper (146) publica-ron un artículo relacionado con invidentesque habían tenido imágenes visuales vívidasdurante sus ECM o EFC no relacionadascon las ECM. Un subgrupo de estos indivi-

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duos era ciego de nacimiento. Sin embargo,estas personas tuvieron las ECM con todoslos elementos típicos, incluyendo conteni-dos visuales detallados. Es inexplicable, des-de el punto de vista médico, que una perso-na ciega de nacimiento o que haya quedadociega poco después del nacimiento puedatener estas experiencias visuales duranteuna ECM. Para los nacidos ciegos la visiónes un concepto abstracto. Ellos entiendenal mundo sólo mediante sus sentidos de au-dición, tacto, gusto u olfato. Según Ring yCooper (147) aun cuando no podamos afir-mar que los ciegos ven durante estas expe-riencias, debemos reconocer el hecho deque ellos tienen acceso a un tipo de con-ciencia super sensorial expandida que noparece explicable por los medios normales,por lo cual postulan que se trata de una vi-sión de la mente (mindsight).

Para investigar y explicar este fenóme-no de la visión de los invidentes duranteuna ECM se requiere una metodología dife-rente a la utilizada en la investigación cien-tífica tradicional, por la simple razón deque las ECM no pueden ser reproducidas enel laboratorio. Es necesaria la colección deun gran número de casos de ECM para ana-lizar las características de estas visionesque lucen diferentes a las terrenales coti-dianas. Adicionalmente, los individuos quehan tenido ECM reportan, con mucha fre-cuencia, un aumento de todas sus funcio-nes sensoriales. En la encuesta realizadapor la NDERF, el 66,1% de los individuosque tuvieron estas experiencias refirió quesu visión difería de la normal en claridad,campo visual, colores, brillantez, profundi-dad, percepción y grado de solidez o trans-parencia de los objetos (28).

5. Una visión panorámica o revisión de lapropia vida ocurre en las ECM y reflejaeventos reales que han sido olvidados

Las revisiones de la vida están entrelos aspectos más interesantes de las ECM.

Durante ellas, se produce una visión pano-rámica tridimensional de hechos significati-vos de la vida de los que las han experimen-tado. Estos individuos se observan a si mis-mos desde la perspectiva de una tercerapersona. Pueden ver cómo trataron a otrosy, a menudo, ocupan su lugar para experi-mentar cómo se sintieron esas personascuando interactuaron con ellas. Algunas ve-ces un ser espiritual actúa como guía amo-roso que examina la revisión de la vida des-de un plano espiritual superior y discute,con la persona que tiene las ECM, las rami-ficaciones espirituales de los eventos de suvida, lo cual le permite revivir su propiavida incluyendo los errores cometidos, paraayudarle a entender su propósito en la viday hacer cambios significativos. Long (28)describe el relato de una persona que tuvoesta experiencia: ¨Mientras estaba en la luz

tuve una revisión de mi vida y vi todo lo que

hice y se me mostró cada pensamiento, pa-

labra, acción o inacción”.

Si las ECM fueran experiencias realesuno debería esperar que los eventos obser-vados durante la revisión de la vida ocurrie-ran realmente. En la pesquisa realizada porla NDERF (28), de los 617 encuestados quepresentaron ECM, 88 (14%) tuvieron unarevisión de su vida. Ninguna de ellas teníaelementos considerados irreales tanto parala persona que tuvo la experiencia comopara el investigador.

Algunos escépticos han propuesto dosexplicaciones alternativas de la revisión dela vida durante las ECM. Blackmore (143)la atribuye a un mecanismo de defensa psi-cológico al momento de un evento quepone en peligro la vida, lo que hace que lapersona se retire a un momento atemporalde memorias agradables. Sin embargo, enlas ECM pueden encontrarse recuerdos de-sagradables que no deberían esperarse si larevisión de la vida fuese simplemente un es-cape psicológico agradable en circunstan-cias desagradables. Otros han propuesto

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que la revisión de la vida se debe a que elcerebro del moribundo produce descargaseléctricas en las regiones responsables de lamemoria. Sin embargo, muchas ECM sehan reportado en ocasiones cuando loseventos que amenazaban la vida fueroninesperados y bruscos y ocurrían acompaña-dos de inconsciencia inmediata, tal comosucede en los accidentes fatales. Hay queseñalar, además, a las ECM y las revisionesde la vida que suceden en la anestesia gene-ral durante la cual el sujeto no debería per-cibir absolutamente nada.

Blackmore (143) también ha propues-to que los ataques de epilepsia del lóbulotemporal pueden producir experiencias si-milares a las revisiones de la vida y otroscomponentes de las ECM. Pero, las eviden-cias no soportan esta suposición.

El nexo entre la epilepsia del lóbulotemporal y la ECM es la base de un modeloneurobiológico de las ECM propuesto porSaavedra-Aguilar y Gómez-Jeria (114), quie-nes sugirieron que el estrés cerebral produ-cido por la ECM conduce a la liberación deneuropéptidos y neurotransmisores (princi-palmente endorfinas), los cuales estimulanel sistema límbico y otras áreas conectadas.Adicionalmente, el efecto de las endorfinasexplicaría las emociones positivas asociadasa la ECM. Morse y col. (121) propusieronuna hipótesis basada en el papel de la sero-tonina y no de las endorfinas en la fisiologíade las ECM.

6. Los seres encontrados durante las ECMgeneralmente están muertos para el mo-mento de la experiencia y con frecuenciase trata de familiares ya fallecidos

Muchas personas que han tenido ECMdescriben dramáticas y felices reunionescon gente conocida que había muerto mu-cho antes de la ECM. Según Long (28), elporcentaje de individuos fallecidos, vistosdurante las ECM, es tan elevado que piensaque esos encuentros con seres queridos no

son el producto de una mente confundida ode un cerebro que está muriendo, sino querepresentan una fuerte evidencia de la reali-dad de las ECM. Kelly (47), comparó 74 ca-sos de ECM en las cuales se reportaron en-cuentros con individuos fallecidos, con 200casos que no los tuvieron y observó que el95% de los individuos fallecidos encontra-dos eran familiares y un 5% correspondía aamigos o conocidos.

En el grupo estudiado por la NDERF(28), 97 (16%) casos de ECM describieronel encuentro con uno o mas familiares. Sólo3 casos reportaron encuentros con seres vi-vos. Este porcentaje tan bajo de seres vivosencontrados durante estas experiencias esconsistente con los hallazgos de Kelly (47)y aporta una fuerte evidencia de la realidadde las ECM. En ocasiones, los individuosque las tuvieron reportaron encuentros conseres que creían estaban vivos al momentode su ECM, pero luego comprobaron queestaban muertos (28). Aunque muchos se-res queridos ya fallecidos eran ancianos yalgunas veces estaban desfigurados por en-fermedades crónicas, durante las ECM sepresentaban en perfecto estado de salud ymuchos aparecían más jóvenes que cuandofallecieron. A veces se encuentran seres queparecen familiares pero cuya identidad esdesconocida. Posteriormente se descubresu identidad al mirar viejas fotografías de lafamilia (28).

En la pesquisa de la NDERF, el 49,9%de las personas que tuvieron ECM reporta-ron haber visto seres místicos o escuchadovoces claramente de origen celestial. Cuan-do se ven seres místicos su apariencia es va-riable. Algunos los describen como ángeleso como seres de luz. La comunicación conestos seres y con los individuos ya fallecidoses telepática. Los individuos estudiados porKelly (47) frecuentemente comentaban quelas personas que ellos encontraban durantelas ECM eran completamente inesperadas ydesconocidas, lo que contradice la sugeren-

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cia de los escépticos de que las personasque tienen ECM esperan ver a esos seres yafallecidos en el momento de su experiencia.

7. Las extraordinarias similitudes de lasECM no son debidas a creencias preexis-tentes

El hecho de que los niños tengan losmismos componentes de las ECM que losadultos es una de las fuertes evidencias deque estas experiencias son eventos reales yno son debidas a creencias preexistentes,influencias culturales o experiencias pre-vias en la vida actual (28). La edad no pa-rece afectar el contenido de las ECM (59,148).

Greyson (23) encontró que las ECMno parecen ser adornadas, modificadas odisminuidas, aún después de haber trans-currido casi 20 años de su ocurrencia. Esteestudio se realizó en 72 casos de ECM yaportó una de las más fuertes evidenciasde que las ECM son recordadas con exacti-tud, aún cuando sean compartidas décadasdespués de su ocurrencia. Similares resul-tados obtuvieron Van Lommel y col. (44),quienes realizaron un análisis prospectivode casos de ECM ocurridos durante paroscardíacos. Los sujetos fueron entrevistadosinmediatamente después y 2 y 8 años mástarde. En este estudio se demostró que losindividuos que tuvieron esas ECM las re-cordaban con exactitud 8 años después desu ocurrencia.

El “Estudio de las Transformaciones”realizado por Morse y Perry (149) aportaevidencias de que las ECM producen cam-bios individuales que no pueden ser falsos.Encontraron que aquellos que habían teni-do ECM durante su niñez tenían menos an-siedad ante la muerte que el resto de la po-blación; también tenían aumentadas sus ha-bilidades psíquicas, su inteligencia y suaprecio por la vida. Concluyeron que lasECM son reales porque sus efectos a largoplazo son evidentes.

8. Las características de las ECM son si-milares en todo el mundo

La experiencia de morir es igual en losseres humanos, sin importar su lugar de re-sidencia. Podemos estar separados por labarrera del lenguaje o de la cultura, peronos une la posibilidad de tener experienciasespirituales similares tan dramáticas ytransformadoras como las ECM.

La NDERF ha reunido más de 2 milECM descritas en lenguas diferentes al in-glés lo que le ha permitido recibir las expe-riencias que ocurren en todo el mundo(28). La conclusión más razonable del estu-dio cultural cruzado de las ECM es que elcontenido de estas experiencias parece serel mismo alrededor del mundo. Las expe-riencias observadas en países de habla in-glesa no difieren de las de los países en losque se habla un idioma diferente. Todos loselementos de las ECM que han sido descri-tos en los países occidentales también es-tán presentes en los orientales, como las re-visiones de la vida y las experiencias del tú-nel. Según Greyson y col. (116), las diferen-cias culturales cruzadas observadas sugie-ren que no es la experiencia central la quedifiere sino la forma como la gente inter-preta lo experimentado.

9. Los individuos que tienen una ECM sontransformados de muchas maneras, y depor vida

El miedo a la muerte disminuye y sucreencia en la vida después de la muerte seincrementa. Pasa un largo tiempo desde elmomento en que ocurre una ECM y loscambios que la siguen, los cuales incluyentransformaciones en valores, creencias y re-laciones con otros. Estos efectos posterio-res pueden cambiar, por el resto de su vida,a la persona que tiene una ECM. En la en-cuesta de la NDERF, el 73,1% respondióque la ECM cambió su vida. Otros estudioshan demostrado que puede tomar 7 años omás para que una persona que haya tenido

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una ECM integre completamente a su vidalos cambios resultantes de esa experiencia(150). Ring (63) había observado que losindividuos que tuvieron ECM describieronuna mayor autoconfianza y sentido de espi-ritualidad, interés reducido por las ganan-cias materiales o estatus y un mayor apre-cio por la vida. Muchos, al no compartir losvalores de sus sitios de trabajo, cambian deocupación. Pero si su trabajo enfatiza las in-teracciones interpersonales positivas y elservicio a otros, la persona se transforma enun empleado excepcional.

Algunos incrédulos opinan que estosefectos posteriores a una ECM son debidosa la experiencia de haberse enfrentado conla muerte más que a la ECM, pero los he-chos contradicen esta opinión. Dos estudiosprospectivos de sobrevivientes de paro car-díaco demostraron que es principalmente laECM y no la cercanía a la muerte lo queproduce los cambios positivos en la vidaluego de una ECM (25, 44). En ambos estu-dios, todos los participantes sufrieron parocardíaco y estuvieron cercanos a la muerte.Las personas fueron divididas en dos gru-pos: las que tuvieron una ECM y las que nola experimentaron. Luego se analizaron losefectos posteriores en ambos grupos. En losdos estudios se demostró que las que tuvie-ron ECM presentaron más efectos posterio-res que las que no la experimentaron y seestableció que es principalmente la ECM laque produce esos efectos posteriores, loscuales, fueron profundos y de larga dura-ción. De hecho, los pacientes que tuvieronECM no mostraron miedo a la muerte, refi-rieron fuertes creencias en la vida despuésde la muerte y su percepción de lo que esimportante en la vida cambió, especialmen-te su amor y compasión por otros y por lanaturaleza.

La posibilidad de producirse curacio-nes inexplicables durante las ECM ha sidoanalizada por Long (28). De los casos estu-diados merece señalarse el reporte de una

increíble curación, después de una ECM,que sufrió una chica a la que llamó Geralynquien estaba en la fase más avanzada de unlinfoma de Burkitt. Geralyn relató: ¨La en-

fermedad había destrozado mi cuerpo, el

bazo, el hígado y los intestinos estaban lle-

nos de tumores. En mi hospitalización se

descubrió que tenía un gran tumor blo-

queando la luz intestinal y fui inmediata-

mente llevada a cirugía durante la cual floté

en el aire sobre los doctores. Observé cuan-

do extraían mis intestinos y los colocaban

cuidadosamente al lado de mi cuerpo y lue-

go comenzaron a moverse rápidamente en

un intento de revivirme. Durante esos ins-

tantes comencé a elevarme y de pronto me

parecía que sabía todo lo que era necesario

saber. Parecía que todos los misterios del

mundo me eran revelados. Entendía las

ciencias, las matemáticas y la vida. Simul-

táneamente pude ver a la gente que estaba

en otras habitaciones. Vi a mi abuela y a mi

tía abuela llorando fuera de la sala operato-

ria. Vi a otros pacientes que estaban siendo

operados en otras salas. Vi a la gente que

estaba fuera del hospital. Mientras me eleva-

ba, instantáneamente me encontré en un si-

tio semejante a una nube. Sabía que estaba

en un lugar muy seguro y cálido. Vi lo que

podrían haber sido 3 ángeles llenos de paz y

como formando parte de la nube. No me di-

jeron nada; sin embargo, sentí su grandeza

y gozo. De pronto una gran mano vino hacia

mí; brillaba con una luz poderosa. Luego oí

una voz que me dijo: ‘mi niña, regresa por-

que tienes mucho trabajo pendiente que ha-

cer’. Instantáneamente regresé a mi cuerpo.

Cuando desperté le referí a mis doctores

esta experiencia y se impresionaron por mi

descripción precisa de su trabajo. Sin em-

bargo, no me creyeron mi historia. Sabía

que estaba curada. Los doctores estaban

asombrados al encontrar que después de

una sola quimioterapia todos los tumores

desaparecieron. Y treinta y siete años

después aún estoy aquí”.

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Sartori y col. (151) reportaron el casode un paciente que tuvo una cirugía deemergencia por cáncer intestinal. Mientrasse recuperaba de su condición clínica em-peoró y entró en coma, durante el cual tuvouna ECM que incluyó una EFC, con observa-ciones detalladas de todos los eventos a sualrededor. Después de su recuperación, lasobservaciones durante su EFC fueron con-firmadas. Este paciente había nacido conuna parálisis cerebral y tenía una mano de-formada que, durante toda su vida, no habíasido capaz de abrir completamente. Luegode la ECM fue capaz de abrirla y utilizarlapor primera vez.

Después de una ECM algunos desarro-llan habilidades psíquicas (73, 74, 152)como empatía, intuición o habilidades pre-cognitivas. En la entrevista realizada por laNDERF, el 45% respondió afirmativamentea la pregunta: ¿Tuvo usted alguna habilidadespecial psíquica o paranormal después dela ECM, que usted no tenía antes de eseevento? (28).

A pesar de haber pasado por una ECM,la mayoría de las personas reporta una dis-minución o pérdida del miedo a la muerte.Este es un hallazgo previamente reportadopor diversos autores (5, 44, 153). Aunquenecesariamente no se hacen más religio-sas, estas personas se convierten en seresmás espirituales que creen en la santidadde la vida y en un conocimiento especialque le sirve de guía por el resto de sus vi-das.

La creencia en la vida después de lamuerte es uno de los efectos frecuente-mente observados después de una ECM.Según Long (28) cualquiera de estas 9 evi-dencias descritas sugiere fuertemente laexistencia de la vida después de la muerte,pero cuando se combinan todas se obtieneuna prueba, más allá de la duda razonable,de la existencia de la vida después de lamuerte.

CONCLUSIÓN

En conclusión, es inexplicable, desdeel punto de vista médico, que durante lasECM se produzcan eventos conscientes, apesar de que las personas están inconscien-tes o clínicamente muertas. Existe, por lotanto, mucha más conciencia y memoria delo que puede ser explicable solamente porla actividad cerebral. Es evidente el conflic-to que se presenta entre la ortodoxia neuro-científica y las ECM que ocurren en condi-ciones de anestesia general o de paro car-díaco. Como señalan Greyson y col. (116),sólo cuando los neurocientíficos examinenlos modelos actuales de la mente, a la luzde las ECM, se logrará comprender a la con-ciencia y su relación con el cerebro.

AGRADECIMIENTO

A la MSc. Shirley Medina de Leendertzy a la Dra. Leonor Chacín de Bonilla por sucolaboración en la elaboración de esta in-vestigación documental.

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