circuitos y espacios

Migraciones InternacionalesColegio de la Frontera [email protected]: 1665 ? 8906 MXICO

2004 Cristbal Mendoza Prez

CIRCUITOS Y ESPACIOS TRANSNACIONALES EN LA MIGRACIN ENTRE MXICO Y ESTADOS UNIDOS: APORTES DE UNA ENCUESTA DE FLUJOS

Migraciones Internacionales, enero-julio, ao/vol. 2, nmero 003 Colegio de la Frontera Norte

Tijuana, Mxico pp. 83-109

mailto:[email protected]

Circuitos y espacios transnacionalesen la migracin entre Mxico y Estados Unidos:aportes de una encuesta de flujos

Cristbal Mendoza PrezUniversidad de Guadalajara

RESUMENAunque el debate sobre transnacionalismo ha sido limitado en demografa, esta disci-plina ha explorado diferentes dimensiones relativas a espacio, tiempo y constitucinde redes migratorias que encajan en una perspectiva transnacional del fenmenomigratorio. Concretamente, a partir del anlisis de la Encuesta sobre Migracin en laFrontera Norte de Mxico (EMIF), en este artculo se reflexiona sobre los patrones demovilidad de los migrantes procedentes del interior de Mxico, la relevancia de lasredes migratorias a la hora de constituir espacios sociales transnacionales y el papel quejuegan las ciudades fronterizas en la formacin de espacios transnacionales para lamigracin entre Mxico y Estados Unidos. Palabras clave: 1. migracin internacional, 2. transnacionalismo, 3. demografa, 4. Mxi-co, 5. Estados Unidos.

ABSTRACTDemographers have engaged in only a limited discussion of transnationalism, butthat discipline has explored various dimensions relating to space, time, and the cre-ation of migratory networks, all of which fits within a transnational perspective onmigration. Using an analysis of the Encuesta sobre Migracin en la Frontera Norte deMxico (Survey on Migration in the Northern Border of Mexico, EMIF), this articlefocuses on mobility patterns for migrants from Mexicos interior, the relevance ofmigratory networks in the creation of transnational social spaces, and the role thatborder cities play in the formation of transnational spaces for migration betweenMexico and the United States. Keywords: 1. international migration, 2. transnationalism, 3. demography, 4. Mexico,5. United States.

MIGRACIONES INTERNACIONALES, VOL. 2, NM. 3, ENERO-JUNIO DE 2004

84 MIGRACIONES INTERNACIONALES

En la literatura sociodemogrfica sobre la migracin Mxico-EstadosUnidos se ha estudiado profusamente el volumen y composicin delflujo, sus causas y sus consecuencias en los lugares de origen y destino,y el supuesto cambio de patrn migratorio de los mexicanos a EstadosUnidos en los aos noventa (vase, por ejemplo, Cornelius, 1992; Co-rona y Tuirn, 2001; Durand et al., 2001; Marcelli y Cornelius, 2001;Lozano, 2002; Mendoza, 2002). Paradjicamente, en el debate sobrelos (nuevos) patrones migratorios Mxico-Estados Unidos ensociodemografa se ha obviado la discusin sobre el transnacionalismo,iniciada por antroplogos, politlogos y socilogos a mediados de losochenta (slo por citar algunos ejemplos, vase Rouse, 1991; Kearney,1995; Rivera-Salgado, 1999; Portes et al., 1999; Levitt y Waters, 2002).1

Dos razones podran explicar esta falta de atencin de la sociodemografaa este tema emergente en la literatura sobre las migraciones (Portes,1997). La primera es la dificultad de operacionalizar en variablescuantificables los conceptos relativos al transnacionalismo surgidos enotros campos de las ciencias sociales. Esta disciplina no slo ha demos-trado ser poco permeable al debate sobre el transnacionalismo, sinoque, desde el punto de vista terico, son varios los autores que defien-den que sus conceptos y paradigmas dan cada vez menos respuestas apoblaciones cada vez ms complejas en cuanto a su composicin y din-micas (Canales, 2002; Tuirn y Salles, 2002). La segunda razn consis-tira en la falta de herramientas adecuadas para realizar esta medicin, apesar del ingente nmero de encuestas que se han producido en losaos noventa en Mxico (por ejemplo, Encuesta Nacional de la Din-mica Demogrfica, Encuesta sobre Migracin en la Frontera Norte deMxico, Encuesta Demogrfica Retrospectiva y encuesta del Censo dePoblacin del 2000). Ciertamente, en estas encuestas es difcil captarapreciaciones de orden subjetivo, como pueden ser la identidad o lavivencia del espacio construido entre dos Estados nacin. Es en estecontexto que la triangulacin de mtodos se apunta no slo como unaopcin, sino como una necesidad, ante las limitantes de las grandesencuestas para abordar estos conceptos de difcil precisin. En este sen-tido, sorprenden los pocos intentos de la demografa por constituir gru-pos multidisciplinarios que combinen mtodos cuantitativos y cualita-tivos como excepciones a esta norma se podran citar el trabajo pionero

1 Una primera versin de este artculo constituy el primer informe de actividades delproyecto Espacios trasnacionales en Guanajuato: Nuevos patrones de migracin y movi-lidad, formacin de hogares trasnacionales y consolidacin de redes migratorias en el es-pacio de Guanajuato, que cont con el apoyo financiero del Consejo Estatal de Pobla-cin de Guanajuato. Agradezco este apoyo, as como los comentarios de Margarita Daz,Laura Ortega y Ana Ascensio a un borrador del texto. Cualquier error es, no obstante, ex-clusiva responsabilidad ma. Una segunda versin de este trabajo se present en el PrimerColoquio Internacional Migracin y Desarrollo: Transnacionalismo y Nuevas Perspectivasde Integracin, celebrado en Zacatecas del 23 al 25 de octubre de 2003.

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de Massey, Alarcn, Durand y Gonzlez (1991) y, ms recientemente,el de Pacheco y Blanco (2002).

Sin embargo, en los 15 aos en que el debate sobre el transnacionalismoha estado presente en las ciencias sociales, su amplitud y, quiz, falta deacotacin conceptual han llevado a algunos autores a afirmar que elconcepto corre el riesgo de convertirse en una vasija conceptual vaca(Guarnizo, 1999). Por otra parte, y sin querer entrar en este debate,otros autores niegan que el fenmeno sea reciente, alegando que lasprimeras oleadas de migrantes a Estados Unidos tambin mantuvieroncontactos y redes slidas con sus pases de origen. Sea como fuere, pare-ce claro que a la hora de hablar de transnacionalismo es necesario deli-mitar bien el fenmeno, definir la unidad de anlisis y distinguir el tipode transnacionalismo en cuestin (Portes et al., 1999).

Delimitacin del fenmeno transnacionaldesde la sociodemografa

La sociodemografa, sin embargo, aun sin haber teorizado sobre ellas,ha explorado algunas dimensiones del transnacionalismo. El inters deeste artculo es retomar dos conceptos usados en la literatura sobre eltransnacionalismo: circuitos y espacios transnacionales, observar sus di-mensiones temporales y espaciales, en el primer caso, y espaciales ysociales, en el segundo, y operacionalizarlas en variables de la Encues-ta sobre Migracin en la Frontera Norte de Mxico (EMIF), que, aunqueno fue diseada para estudiar el transnacionalismo, contiene numerososelementos que permiten acercarnos a este fenmeno.

El primer concepto que se trata en este artculo es el de los circuitostransnacionales, que implica una dimensin temporal asociada a movili-dad peridica y una dimensin espacial en la que se relacionan variosterritorios bajo un mismo proceso migratorio. La dimensin temporal(la movilidad) ha sido definida como un elemento clave para entenderel transnacionalismo en la migracin Mxico-Estados Unidos (Goldring,1992; Mahler, 1999). Es justamente esta dimensin (periodicidad,duracin de las estancias, estacionalidad en Estados Unidos), junto conel fin de la circularidad (el asentamiento), la que ha sido analizada des-de diferentes perspectivas en la literatura demogrfica (por ejemplo,Cornelius, 1992; Canales, 1999). En fecha reciente, a partir precisa-mente de la EMIF, se apuntaba una disminucin en la movilidad de losmigrantes mexicanos (Corona y Tuirn, 2001). La dimensin espacialdel concepto circuitos transnacionales, por su parte, ha sido mucho me-nos abordada en la literatura, y su estudio se ha restringido al anlisis delas vas de cruce a Estados Unidos, que en los noventa se han desplazado


de las grandes ciudades hacia el desierto debido bsicamente a laimplementacin de polticas migratorias restrictivas del gobierno esta-dunidense (Santibez, 1999). En lnea con la tradicin sociode-mogrfica mexicana, un primer objetivo de este artculo es observar ladimensin temporal del concepto circuitos transnacionales.

El segundo concepto que se aborda es el de espacios transnacionales, dedifcil precisin y el que algunos autores definen en relacin con unhipottico tercer espacio o una transnacin deslocalizada, espacios,en todo caso, ajenos a las dinmicas nacionales (Appadurai, 1996), yotros investigadores relacionan con localidades concretas ubicadas enEstados-nacin diferentes (Rouse, 1991; Goldring, 1992; Smith, 1999).En los estudios sociodemogrficos, sin embargo, el territorio se ha tra-ducido en variables ms o menos previsibles en las encuestas (estado,tamao de localidad, municipio). De esta forma, quiz sea el espacio ladimensin ms descuidada en los trabajos sobre las migraciones en Mxi-co, en los que, en fin, es notoria la prioridad que ha tenido el estudio delmedio rural. Esta orientacin suele tener una justificacin o prejuiciode carcter terico, pues se supone que en el campo mexicano es donderadican los problemas econmicos ms graves y donde se encuentran,por tanto, los llamados factores de expulsin que determinan el proce-so migratorio (Durand, 1988).

En este sentido, la novedad del cuestionario Procedentes del sur dela EMIF radica en el hecho de que su objetivo ltimo es cuantificar elflujo de personas en edad laboral que se desplazan al norte de Mxico oa Estados Unidos desde un punto de observacin (las ciudades fronteri-zas) que puede ser lugar de destino o de cruce, un punto intermediopara la migracin internacional Mxico-Estados Unidos. Este ltimohecho es interesante porque rompe la dicotoma lugar de origen-lugarde destino en la que se basan generalmente los estudios de migracin.Para los migrantes procedentes del interior de la repblica, las ciudadesfronterizas se incluyen en un genrico y difuso Norte (que tambinpuede incluir a Estados Unidos), ciudades que, adems, pueden serdestino permanente, destino temporal o lugar de paso. La misma meto-dologa de la encuesta estara en lnea con lo expresado por losantroplogos en cuanto a la definicin de los espacios transnacionales,en el sentido de que la migracin no se puede reducir a un movimientobipolar con contornos temporales precisos (Rouse, 1991), sino que,antes bien, las migraciones se producen en espacios globales con mlti-ples dimensiones, compuestos por subespacios interrelacionados, sinlmites y con frecuencia discontinuos (Kearney, 1995). En concreto, elsegundo objetivo de este artculo es observar el papel que juegan estasciudades fronterizas en la definicin de un espacio migratorio transna-cional entre Mxico y Estados Unidos.


Sin embargo, en los estudios socio y antropolgicos la definicin delos espacios transnacionales trasciende los aspectos geogrficos o territo-riales, de tal manera que, por ejemplo, el espacio se ha clasificado segnsu uso. Al respecto, vase Portes, Guarnizo y Landolt (1999), cuya cla-sificacin incluye espacios polticos transnacionales, espacios econ-micos transnacionales y espacios o campos sociales transnacionales.2En el caso concreto de los espacios sociales transnacionales, las redessociales son un elemento clave para entender su articulacin. La literatu-ra sociodemogrfica sobre las migraciones ha demostrado que la conso-lidacin y afianzamiento de las redes sociales que conforman los mi-grantes, ex migrantes y no migrantes entre las reas expulsoras y lasreceptoras es fundamental para comprender la continuidad y expansindel flujo migratorio en las regiones de origen (Massey, 1990; Massey etal., 1991). De igual forma, la expansin de las redes, al disminuir losriesgos asociados con el traslado, origina la integracin al flujo migrato-rio de grupos considerados menos proclives a realizar una emigracin(Massey, 1990; Massey et al., 1998). Pero a pesar de la gran importan-cia de las redes sociales en la construccin de espacios transnacionales,se sabe poco sobre su funcionamiento (constitucin, consolidacin ydisolucin) y mucho menos sobre su papel en la constitucin de talesespacios (Mines y Massey, 1985; Goldring, 1992; Glick Schiller, 1995).

A modo de resumen, en el cuadro 1 se relacionan los dos conceptosmencionados, circuitos transnacionales y espacios transnacionales, con losobjetivos de este artculo.

Cuadro 1. Conceptos y objetivos del artculo.

Concepto Dimensin Objetivos del artculo

Circuitos Temporal Patrones de migracin, movilidad y circularidad migratoria transnacionales Espacial Estudio de lugares de cruce y rutas migratorias*

Espacial Las ciudades fronterizas como puntos intermedios en los espacios transnacionales Mxico-Estados Unidos

Espacios Social Papel de las redes sociales para entender la construccin transnacionales** de los espacios sociales transnacionales

* No se aborda en este artculo.** Existen otras dimensiones del concepto espacios transnacionales por ejemplo, la econmica

(espacios econmicos transnacionales), que no se discuten en este artculo.

2 Marina Ariza (2002) afirma que la diferencia entre espacio social y campo social es unacuestin de preferencia y de escuela de pensamiento. Para los autores (como Portes oGlick Schiller) situados en la lnea de pensamiento francesa (Bourdieu) se trata de cam-pos sociales y entre los pertenecientes a la tradicin de las escuelas del norte de Europa(como Faist o Kivisto) prima la nocin de espacios sociales.


Datos

La Encuesta sobre Migracin en la Frontera Norte de Mxico (EMIF),que levantan el Consejo Nacional de Poblacin (Conapo), la Secretarade Trabajo y Previsin Social (STPS) y El Colegio de la Frontera Norte(El Colef ) de manera conjunta, se aplica en las principales ciudadesfronterizas del norte de Mxico (de oeste a este, Tijuana, Mexicali, No-gales, Ciudad Jurez, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa y Mata-moros) desde 1993.3 La EMIF agrupa cuatro cuestionarios relacionadosentre s, con un mismo marco terico conceptual, que cuantifican ycaracterizan cuatro flujos migratorios de acuerdo con su procedencia:del sur, de las ciudades fronterizas del norte de Mxico, de EstadosUnidos, y migrantes deportados por la Patrulla Fronteriza del Serviciode Inmigracin y Naturalizacin de Estados Unidos (Migrantes de-portados). Se han efectuado, desde 1993 hasta 2003, siete levanta-mientos. Los perodos de levantamiento de cada fase son de un ao,aunque no corresponden a aos calendario, con excepcin de la fase 5,que fue de nueve meses.4 En este artculo se usarn, no obstante, datosde la fase 1 a la 6, lo que hace posible disponer de informacin referentea un perodo que abarca desde 1993 a 2001. Los datos de las diferentesfases han sido agrupados por aos calendario debido a que la metodolo-ga empleada en ellas es comparable.

En este artculo trabajaremos el cuestionario correspondiente al flujosur-norte (Procedentes del sur); o sea, el de los migrantes procedentesdel interior de la repblica que arriban a la frontera para permanecer enella o utilizarla como punto de cruce (documentado o indocumentado)

3 En la primera fase (del 28 de marzo de 1993 al 27 de marzo de 1994), la EMIF se levan-t en 23 localidades fronterizas que constituan prcticamente el universo de lugares detrnsito del flujo laboral hacia o desde Estados Unidos. Sin embargo, en este primer levan-tamiento se observ que poco ms de 94 por ciento de los migrantes laborales se despla-zaron a travs de ocho ciudades fronterizas: Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Jurez,Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. Por esta razn, desde el segundolevantamiento slo se consideraron las ocho ciudades mencionadas, en cada una de lascuales se delimitaron las zonas de muestreo: la central de autobuses (en su defecto, las ter-minales de las diferentes lneas), el aeropuerto, la estacin del ferrocarril (donde estaba enfuncionamiento), los puentes de cruce internacionales, las garitas y los puntos de inspec-cin aduanal. A estas zonas se asign como medida relativa de tamao el porcentaje delflujo que capta de la ciudad correspondiente (www.conapo.gob.mx/migracion_int/3b.htm).

4 La primera fase de la EMIF tuvo lugar entre el 28 de marzo de 1993 y el 27 de marzode 1994; la segunda, del 14 de diciembre de 1994 al 13 de diciembre de 1995; la tercera,del 11 de julio de 1996 al 10 de julio de 1997; la cuarta, del 11 de julio de 1998 al 10 dejulio de 1999; la quinta, del 11 de julio de 1999 al 10 de abril del 2000; la sexta, del 11 deabril del 2000 al 10 de abril de 2001, y por ltimo, la sptima, del 11 de abril de 2001 al10 de abril de 2002. Para mayor informacin al respecto, se puede consultar la pginaweb del Consejo Nacional de Poblacin (Conapo): www.conapo.gob.mx/migracion_int/principal.html.


hacia Estados Unidos. La poblacin objetiva de este cuestionario la cons-tituyen las personas mayores de 12 aos, no nacidas en Estados Unidos,que llegan a alguna de las ciudades de muestreo, sin residencia en esaciudad fronteriza o en el pas del norte y sin fecha comprometida para elregreso. Es importante mencionar que conceptualmente esta encuestano se limita al flujo migratorio laboral internacional propiamente di-cho, puesto que se aplic a personas cuya estancia en la zona fronterizatambin se deba a que estaban de visita con familiares o amigos, porestudios o de paseo, y que igualmente no tenan fecha prevista para elregreso.

El cuestionario Procedentes del sur de la EMIF, de esta manera, per-mite diferenciar diversos tipos de desplazamientos desde el interior dela repblica al norte de sta y a Estados Unidos. Especficamente, con lapregunta A cul de las siguientes razones se debe su estancia en lazona fronteriza? fue posible distinguir los siguientes tipos de migrantes:

Migrantes cuyo ltimo destino son las ciudades fronterizas delnorte de Mxico (en la EMIF, categoras: Buscar trabajo o traba-jar o Cambio de residencia). A este grupo lo llamaremos enadelante migrantes fronterizos.

Migrantes que estn de paso hacia Estados Unidos (en la encues-ta, En trnsito hacia el norte; en este artculo, migrantes entrnsito hacia Estados Unidos o migrantes en trnsito).

Personas que se encuentran en la frontera por motivos de trabajo opor negocios. Su viaje es temporal y limitado a un motivo concre-to relacionado con su actividad laboral (categoras: Negocios yPor motivos de trabajo).

Personas de visita a familiares o amigos o de paseo o turismo (cate-goras: Turismo, paseo, compras y Visita a familiares o ami-gos).

Estudiantes.

En sentido estricto, y dejando de lado el caso de los estudiantes (cuyonmero, por otro lado, no es muy numeroso), los migrantes estaranconstituidos por los grupos 1 y 2 de los anteriormente descritos, o sea,las personas cuyo destino final son las ciudades fronterizas (migrantesfronterizos) o Estados Unidos (migrantes en trnsito). El anlisis selimitar a estos dos grupos del total de ocho tipos de desplazamiento alnorte de Mxico que establece la EMIF.5

5 Hay que resaltar que alrededor de 20 por ciento de los viajes que se realizan a la fron-tera mexicana con Estados Unidos son por motivos no laborales: visitas a parientes oamigos, para efectuar compras o por paseo o turismo.


Patrones de migracin y movilidad

En cuanto al primero de los objetivos de este artculo (observar las pau-tas de movilidad y migracin), un primer indicador de movilidad con-siste en el nmero de personas que ya han visitado la ciudad a la que sedirigen para residir temporal o permanentemente (migrantes fronteri-zos) o que utilizan como lugar de cruce a Estados Unidos (migrantesen trnsito hacia Estados Unidos) (grfica 1).

Grfica 1. Migrantes procedentes del interior de la repblicacon experiencia migratoria en la ciudad de muestreo, 1993-2001 (%).

Fuente: EMIF, fases 1 a 6.

Resalta, en primer lugar, el alto grado de conocimiento que de lasciudades fronterizas del norte de Mxico tienen los migrantes. Conside-rando a ambos grupos, los que piensan establecerse en ellas y los quepiensan usarlas como punto de cruce a Estados Unidos, entre 60 y 65por ciento las haban visitado. En este sentido, el punto ms bajo deconocimiento (49%) se produce en 1999 para los migrantes fronterizosy en 1996 (50%) para los que estn en trnsito.

En la grfica 1, adems del hecho de que el conocimiento de las ciu-dades es muy parecido en ambos grupos, se puede destacar la regulari-dad con que evoluciona el conocimiento de estas ciudades fronterizas,con una leve tendencia a la disminucin en los aos noventa.

La pregunta pertinente ahora es cules fueron las caractersticas de laanterior estancia en la frontera de los migrantes; concretamente, nosinteresa conocer el tiempo de residencia y si en ese ltimo desplaza-

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Migrantes fronterizos En trnsito hacia EUA

En trnsito hacia Estados Unidos


miento se labor en las ciudades de la encuesta. Estas caractersticas sonimportantes porque nos pueden dar una pauta de conocimiento realde dichas ciudades. Ciertamente, no es lo mismo visitar una ciudad unfin de semana que residir en ella durante un ao o ms, lo cual implica,en principio, buscar alojamiento y/o trabajo. Por otro lado, para diluci-dar si un desplazamiento constituye una migracin es necesario conocerla duracin de la estancia.

La grfica 2, en este sentido, indica que el conocimiento de las ciuda-des fronterizas que tienen los migrantes que se dirigen hacia EstadosUnidos es limitado, ya que entre 80 y 85 por ciento de ellos no habanestado en ellas ms de una semana. Esta pauta contrasta con la observa-da entre los migrantes fronterizos, quienes en principio piensan residir,al menos temporalmente, en el norte de Mxico, ya que ms de 50 porciento de este grupo haban estado una semana o ms en dichas ciuda-des. Sin embargo, es interesante apuntar tambin que entre 30 y 35 porciento de los migrantes fronterizos estuvieron menos de una semana ensu anterior visita a las ciudades fronterizas. Estos datos, ciertamente,muestran un alto grado de movilidad de la poblacin.

Grfica 2. Migrantes procedentes del interior de la repblica con experienciamigratoria en la ciudad de muestreo y cuya estancia en su ltima visita

no super la semana, 1993-2001 (%).


El indicador Trabajo previo en su ltima visita o estancia en la ciu-dad fronteriza es un indicador de permanencia, puesto que parecelgico pensar que cuanto ms larga sea su estancia mayor probabilidadhay de que un migrante se integre al mercado laboral. En este sentido,

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la grfica 3 muestra que 85 por ciento de los migrantes fronterizos tu-vieron una alta incorporacin en el mercado de trabajo en su anteriorvisita, indicador algo ms fluctuante, aunque siempre por encima de 40por ciento, en el caso de los que estn en trnsito.

Los datos apuntan que los migrantes fronterizos se incorporan al mer-cado laboral en mayor proporcin que el otro grupo de estudio, lo cuales congruente con la duracin de las estancias ya referida (los migrantesfronterizos declaran tener estancias de residencia sensiblemente mayo-res que los que estn en trnsito). Sin embargo, sorprende el alto por-centaje, superior a 80, de ingreso al mercado de trabajo entre losmigrantes fronterizos, dado que entre 35 y 40 por ciento de este gruposlo permanecieron menos de una semana en la frontera en su anteriorviaje. Estos datos sugieren que una parte importante de estos visitantes,con estancias tan cortas y que declaran haber trabajado, se incorporcon toda probabilidad al segmento informal de la economa.

Grfica 3. Migrantes procedentes del interior de la repblica con experienciamigratoria en la ciudad de muestreo que trabajaron en su estancia anterior,

1993-2001 (%).


Permanencia en la frontera norte de Mxico

El perfil de la migracin a la frontera, independientemente de la inten-cin de cruzar a Estados Unidos, estara definido por estancias cortas,en muchos casos inferiores a una semana, con experiencia laboral. Esteperfil se complementa con un gran porcentaje de migrantes que ya co-nocan las ciudades fronterizas. La diferencia bsica entre los migrantes

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fronterizos y los migrantes en trnsito hacia Estados Unidos es quelos primeros tienen estancias ms largas y se han insertado en mayorproporcin en el mercado laboral de las ciudades fronterizas del nortede Mxico que los segundos.

Hasta ahora se ha hecho nfasis en el viaje anterior del migrante a lafrontera al momento de la encuesta. En adelante analizaremos la inten-cin de los migrantes de permanecer en la frontera, estancia que, lgica-mente, no ha concluido. Sin embargo, del deseo de permanecer o no enun lugar tambin se puede inferir el patrn del desplazamiento (movi-lidad o migracin) y el papel que juegan las ciudades fronterizas comolugares de paso o de destino. De esta manera, enseguida se presentandos grficas, una relativa a las visitas de menos de una semana y la otrasobre migracin permanente, con estancias de un ao o ms.

La grfica 4 muestra un patrn de intenciones de estancia bastantecoherente con los motivos de desplazamiento de los migrantes. Los quedesean seguir su camino hacia Estados Unidos, en un porcentaje quesiempre supera 80 por ciento, no pretenden estar en las ciudades fron-terizas mexicanas ms de una semana. En cambio, los migrantes fronte-rizos observan un patrn de estancia ms prolongada, aunque de 1993a 1997 la proporcin de los que slo piensan permanecer una semanaoscila entre 30 y 40 por ciento. La tendencia de este grupo, sin embar-go, es permanecer durante ms tiempo.

Grfica 4. Migrantes procedentes del interior de la repblicaque desean permanecer menos de una semana en la ciudad de muestreo,

1993-2001 (%).


Sorprende, no obstante, que entre 30 y 40 por ciento de los migrantesque entre 1993 y 1996 declararon que el motivo de su estancia en la

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frontera norte del pas era trabajar, buscar trabajo o cambiar de residen-cia consideraban permanecer en las ciudades fronterizas menos de unasemana. Este dato reafirma, en todo caso, un patrn de alta movilidadentre los migrantes.

Como complemento a la grfica 4, la 5 muestra el porcentaje demigrantes que desean permanecer un ao o ms, que oscila entre 0 y 3por ciento entre los que estn en trnsito hacia Estados Unidos. Entrelos migrantes fronterizos, por otro lado, se observan dos fenmenos: enprimer lugar, el nmero de los que desean permanecer un ao o ms enel norte de Mxico es relativamente bajo, entre 8 y 18 por ciento, y ensegundo, la tendencia a permanecer ms tiempo en las ciudades fronte-rizas es claramente ascendente a lo largo de la dcada.

Grfica 5. Migrantes del interior de la repblica que desean permanecerun ao o ms en la ciudad de muestreo, 1993-2001 (%).


Migracin, movilidad y redes migratorias

Los indicadores (tiempo de permanencia de la anterior migracin e in-tencin de estancia) hasta ahora analizados muestran de forma clara queel patrn que caracteriza a los migrantes fronterizos est asociado a unaalta movilidad, no a elevadas tasas de inmigracin. Por otro lado, losindicadores de conocimiento y trabajo previo en la frontera tambinson muy altos. En este contexto, como ya se ha apuntado, la supuestacontradiccin entre incorporacin al mercado de trabajo y permanen-cias cortas (incluso, de menos de una semana) en la frontera se explica

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en un marco de trabajos informales de corta duracin, lo que podraimplicar insercin laboral en negocios de los familiares o amigos a losque se visita. En este apartado analizaremos a profundidad este tema, elapoyo de familiares y amigos, y su importancia para entender la movili-dad en la frontera.

Grfica 6. Migrantes procedentes del interior de la repblicaque declaran tener amigos o familiares en la ciudad de muestreo,

1996-2001(%).

Nota: Sin incluir aquellos que visitan la ciudad por primera vez, ni los que visitaron la ciudadantes de 1991.


En la grfica 6 se puede ver que ms de la mitad de los migrantesfronterizos abordados en el perodo 1996-2001 tenan amigos o fami-liares en la frontera norte de Mxico. Esta pauta es claramente ascen-dente y estara relacionada con la tendencia ya mencionada de estosmigrantes a permanecer ms tiempo en dichas ciudades. Los migrantesen trnsito hacia Estados Unidos, por el contrario, no muestran unatendencia clara en este indicador, aunque entre ellos siempre se sitapor debajo del que se registra en el caso de los migrantes fronterizos.Como resumen, se podra decir que cuanto menor sea el nmero defamiliares y amigos que tienen los migrantes en la frontera, ms corta essu estancia en las ciudades de muestreo y mayor es la probabilidad deque sigan su camino hacia Estados Unidos. En esta lnea, en los cuadros2 y 3 se puede observar la ayuda proporcionada por familiares y amigosen el ltimo viaje de los migrantes.

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Cuadro 2. Migrantes procedentes del interior de la repblica con destinoa la frontera norte de Mxico. Tipo de ayuda proporcionada por familiaresy amigos en la ltima migracin a la ciudad de muestreo, 1996-2001 (%).

Tipo de ayuda 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Prstamo monetario S 29.0 25.6 25.8 21.6 22.0 16.9 No 71.0 74.4 74.2 78.3 77.1 83.1 NS/NC 0.0 0.0 0.0 0.1 0.8 0.0

Alojamiento y/o alimentos S 79.2 83.3 83.2 79.7 76.7 88.3 No 20.8 16.7 16.8 20.2 23.2 11.7 NS/NC 0.0 0.0 0.0 0.1 0.1 0.0

Ayuda para conseguir trabajo S 43.7 40.4 41.8 32.9 28.9 33.4 No 56.3 59.6 58.2 67.1 71.0 66.6 NS/NC 0.0 0.0 0.0 0.0 0.1 0.0

Contrato S 3.1 1.8 9.2 4.9 3.8 0.8 No 96.9 98.2 90.8 95.0 95.4 99.2 NS/NC 0.0 0.0 0.0 0.1 0.8 0.1

Nota: Proporciones calculadas sobre el total de personas que declaran tener familiares y amigosen la ciudad de la entrevista.


En este sentido, es interesante subrayar que los que estn en trnsitohacia Estados Unidos no slo tienen menos contactos en las ciudadesfronterizas, sino que sus redes son de una calidad sensiblemente inferiorque las redes de los migrantes fronterizos, quienes en mayor porcentajedesean, al menos temporalmente, permanecer en el norte de Mxico.De esta manera, con excepcin de 2001, en los dems aos en que seaplic la encuesta los migrantes fronterizos, en una proporcin que os-cila entre 20 y 25 por ciento, recibieron algn tipo de ayuda monetariade familiares y amigos para realizar su migracin anterior (cuadro 2).Este indicador se reduce drsticamente a 10 por ciento, y adems no seobserva un patrn tan continuo, en el caso de los migrantes en trnsitohacia Estados Unidos (cuadro 3).

Es precisamente la continuidad en el patrn la diferencia bsica entreambos grupos de migrantes analizados en este informe. Mientras losmigrantes fronterizos observan una pauta homognea en cuanto a laayuda recibida por familiares y amigos a lo largo de la dcada del estu-


dio, los que estn en trnsito registran patrones con perfiles menos mar-cados (cuadros 2 y 3).

Cuadro 3. Migrantes procedentes del interior de la repblica en trnsitohacia Estados Unidos. Tipo de ayuda proporcionada por familiares

y amigos en la ltima migracin a la ciudad de muestreo, 1996-2001 (%).

Tipo de ayuda 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Prstamo monetario S 0.9 8.4 27.1 12.0 9.3 8.9 No 99.1 91.6 72.9 84.5 90.6 91.0 NS/NC 0.0 0.0 0.0 3.4 0.1 0.1

Alojamiento y/o alimentos S 38.7 83.0 77.0 59.8 75.3 58.9 No 61.3 17.0 23.0 39.8 24.6 41.0 NS/NC 0.0 0.0 0.0 0.4 0.1 0.1

Ayuda para conseguir trabajo S 0.0 18.3 34.6 17.5 6.2 2.8 No 100.0 81.7 65.4 79.3 93.7 97.1 NS/NC 0.0 0.0 0.0 3.2 0.1 0.1

Contrato S 0.0 0.0 0.1 0.8 0.2 0.6 No 100.0 100.0 99.9 95.9 99.7 99.3 NS/NC 0.0 0.0 0.0 3.2 0.1 0.1

Nota: Proporciones calculadas sobre el total de personas que declaran tener familiares y amigosen la ciudad de la entrevista.


Entre los indicadores que ponen de manifiesto la calidad de las redesest la ayuda en la bsqueda de empleo. En el perodo 1996-1998, msde 40 por ciento (y alrededor de 30% en 1999-2001) de los migrantesfronterizos obtuvieron ayuda para encontrar empleo en su ltima visita(cuadro 2). En el caso de los migrantes en trnsito, la ayuda nuncaalcanz 20 por ciento del total, excepto en 1998 (cuadro 3).

De lo anterior se desprende que la solidez de las redes en las ciudadesfronterizas es bsica para entender la decisin de una persona de perma-necer en Mxico o seguir su camino hacia Estados Unidos.

Migracin a Estados Unidos: caractersticas del flujo

Una parte del flujo que se dirige a la frontera norte de Mxico tiene laintencin, entonces, de cruzar a Estados Unidos. Lgicamente, los por-


centajes de intencin de cruce son muy altos, siempre superiores a 90por ciento, entre los migrantes en trnsito (grfica 7). Y en lo que res-pecta a los migrantes fronterizos cuyo destino, aunque sea temporal,son las ciudades fronterizas, de 35 por ciento que deseaban cruzar aEstados Unidos en el perodo 1993-1997, la cifra baj a menos de 20por ciento en 1998-2001 (grfica 7). Estos datos indican que las ciuda-des fronterizas han venido reteniendo, cada vez ms, un mayor porcen-taje del flujo o que, al plantearse la migracin como de corta duracinentre los migrantes fronterizos, una parte sustancial de las personas quevan al norte de Mxico desea regresar, a corto o mediano plazo, a suslugares de origen.

Grfica 7. Migrantes del interior de la repblica que declaranque desean continuar su viaje hacia Estados Unidos, 1993-2001 (%).


Otra tendencia clara es la proporcin cada vez mayor, entre los queexpresan su deseo de pasar a Estados Unidos, de personas que nuncahan cruzado a ese pas. As, en la grfica 8 se puede observar que laproporcin de los que nunca haban ido a Estados Unidos aumenta enel transcurso de la dcada, alcanzando incluso 90 por ciento de losmigrantes fronterizos. Es destacable tambin, e indicativo de la impor-tancia del conocimiento de un lugar para realizar una migracin, elhecho de que el porcentaje de los que nunca haban cruzado la fronterafue mucho menor en el caso de los que expresaron su intencin de con-tinuar hacia Estados Unidos, siempre en comparacin con los migrantesfronterizos.

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Grfica 8. Migrantes del interior de la repblica que desean pasar a Estados Unidossin experiencia migratoria en ese pas, 1993-2001 (%).


Grfica 9. Migrantes del interior de la repblica que desean pasar a Estados Unidoscon un lugar fijo adonde llegar en ese pas, 1996-2001 (%).


La grfica 9, por su parte, muestra el porcentaje de los migrantes quecuentan con un lugar fijo de llegada en Estados Unidos, indicador rela-

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cionado directamente con la existencia de redes de familiares y amigosen ese pas. En todos los aos, con excepcin de 1996, los migrantes entrnsito contaban, en una mayor proporcin que los migrantes fronteri-zos, con un destino especfico en Estados Unidos. Concretamente, alre-dedor de 80 por ciento de los migrantes en trnsito en el perodo 1999-2001 declararon contar con un lugar fijo adonde llegar en EstadosUnidos. Este porcentaje desciende a 65 en el caso de los migrantes fron-terizos. De esta manera, hay una menor incertidumbre en cuanto alcruce en el caso de los migrantes en trnsito, dado que, en una propor-cin cada vez ms elevada, stos se dirigen a lugares fijos para pasar losprimeros das en el pas del norte. La diferencia observada entre ambosgrupos parece consistir en la calidad de las redes con que cuentan, eneste caso en Estados Unidos, que parece incidir en la probabilidad deseguir el viaje hacia el pas vecino (grfica 9).

Una ltima caracterstica del cruce fronterizo son las intenciones deestancia en Estados Unidos. La grfica 10 muestra las migracionesde duracin inferior a un ao. Los migrantes a la frontera norte mexica-na tienden ms a realizar migraciones temporales al vecino pas que losque se declaran en trnsito. Entre 45 y 50 por ciento de los migrantesfronterizos desean permanecer menos de un ao en Estados Unidos, yesta cifra disminuye a 35-40 por ciento en el caso de los migrantes entrnsito.

Grfica 10. Migrantes del interior de la repblica que desean pasar a EstadosUnidos con intenciones de estancia inferiores a un ao, 1993-2001 (%).


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La EMIF, por ltimo, dispone de una batera de preguntas, dirigidas alos que ya han cruzado la frontera, sobre la ayuda de amigos y familia-res, como tambin se hace en relacin con los migrantes que han visita-do antes la ciudad fronteriza donde se realiza la entrevista (cuadros 2 y3 y grficas 2, 3 y 6). En este estudio no se analizan las caractersticas deese desplazamiento previo a Estados Unidos, porque el nmero de en-trevistados con esa experiencia migratoria es fluctuante y pequeo, enespecial entre los migrantes fronterizos (grfica 8). En concreto, la pro-porcin de migrantes fronterizos que desean pasar a Estados Unidos yque ya haban ido a ese pas nunca supera 40 por ciento de este grupo,e incluso disminuye a 20 por ciento en el perodo 1998-2001.6

Probabilidades de cruce a Estados Unidos

A continuacin presentamos dos modelos de regresin logstica cuyafinalidad es explorar cul es el migrante tipo que, una vez que ha decidi-do migrar a la frontera, tiene mayor probabilidad de cruzar la lneainternacional. En ambos modelos la variable dependiente es la inten-cin de cruce (No desea cruzar a Estados Unidos = 0; S desea pasara Estados Unidos = 1) y las variables independientes incluyen el sexo,la edad (codificada por grupos), el ao de levantamiento de la encuesta,la experiencia laboral en los 30 das anteriores a la migracin y la proce-dencia codificada en cuatro grandes reas geogrficas: Occidente, Fron-tera, Periferia y Regin Centro (regionalizacin tomada de Durand,1998). El modelo 1 est referido exclusivamente a los migrantes fron-terizos, mientras que en el modelo 2 se considera tanto a los migrantesfronterizos como a los que estn en trnsito.7

6 Sorprende, no obstante, que no se pregunte a todos los migrantes, independientemen-te de si ya haban pasado al otro lado, si tienen o no familiares o amigos en Estados Uni-dos, porque ello permitira evaluar mejor el papel de las redes y su relevancia para deter-minar el cruce fronterizo. Tambin es una lstima que ciertas preguntas, como la relativaa si se tienen papeles para cruzar, se hagan slo a los que quieren pasar al otro lado y no atodos los migrantes, lo que, por ejemplo, imposibilita que, en los modelos de regresin, sepueda usar como una variable independiente el hecho de tener o no papeles migratoriospara inferir probabilidad de cruce. Se hace constar, sin embargo, que la respuesta a la dis-ponibilidad de papeles para cruzar es muy fluctuante, de tal manera que no se usa en esteartculo.

7 Se probaron dos modelos ms, que incluan la interaccin de la variable ao de levanta-miento con la de procedencia, dado que, de acuerdo con la literatura sobre el tema, se hadado una expansin de las reas de origen de la migracin a lo largo de los aos ochenta y no-venta (Marcelli y Cornelius, 2001; Mendoza, 2002). Estos estudios parecen apuntar una diver-sificacin de las reas expulsoras en Mxico, y por eso se pretenda comparar las probabilidadesde cruce de las nuevas reas expulsoras de la emigracin mexicana, a lo largo de los aos noven-ta, con la probabilidad de cruce internacional de un migrante del occidente de Mxico en1993. Sin embargo, a pesar de que los modelos reducan el logaritmo de la verosimilitud (-2log-likehood), la mayora de las interacciones no eran significativas.


En este sentido, el cuadro 4 recoge las betas y los exponenciales debeta de los diferentes modelos, as como su significacin estadstica. Elsexo, en primer lugar, es altamente significativo (


El ao de cruce tambin es muy significativo (


5) y estos ltimos desean estancias ms largas en Estados Unidos que losmigrantes fronterizos que desean cruzar a ese pas (grfica 10).

Para entender estos patrones de migracin la variable clave la consti-tuyen las redes migratorias. Ciertamente, como ya se apunt, variablescomo Dirigirse a una ciudad en concreto o Tener un lugar dondellegar slo se pueden explicar en un contexto de redes de solidaridad yapoyo de familiares, amigos o comunidades migrantes en los lugares dedestino. La existencia de familiares y amigos es, en este sentido, bsicapara entender la permanencia en las ciudades fronterizas, ya que losmigrantes en trnsito hacia Estados Unidos tienen, en todos los aos,menos contactos en las ciudades fronterizas de Mxico que los que de-sean vivir, aunque sea temporalmente, en el norte del pas (grfica 6).De la misma manera, la calidad de las redes, medida en funcin del tipode ayuda que reciben en su ltimo viaje, es menor entre quienes estnde paso hacia el pas vecino que entre los que optan por residir en laslocalidades fronterizas (cuadros 2 y 3).

Por ltimo, con los modelos de estimacin de la probabilidad de cru-ce a Estados Unidos se advierten aspectos previsibles, como la menorprobabilidad de cruce de las mujeres, de los que declaran haber trabaja-do en los 30 das previos a la migracin y de los migrantes no oriundosde la regin tradicional de emigracin (cuadro 4). Pero tambin arrojandatos menos previsibles, como una tendencia decreciente a lo largo dela dcada de los noventa en la probabilidad de cruzar la frontera, que sehizo especialmente evidente desde 1998, de los migrantes entrevista-dos, que se explica en el sentido de que, de forma creciente a lo largo delos aos noventa, ms migrantes del interior de la repblica prefierenpermanecer en la frontera mexicana que migrar a Estados Unidos (vasetambin la grfica 7).

Como se mencion, las encuestas ofrecen un acercamiento cuantitati-vo a un fenmeno, como la formacin y consolidacin de redesmigratorias y la construccin de espacios transnacionales, que requiereser complementado con metodologas de corte cualitativo. Sin embar-go, la comparacin de los perfiles de dos grupos de migrantes con des-tinos diferentes y el anlisis de sus intenciones de estancia y de cruce,as como de su experiencia migratoria, han hecho posible hacer unaprimera evaluacin de la gran importancia que tienen las redesmigratorias para entender los actuales patrones de movilidad (ms quede migracin) en la frontera norte del pas. De hecho, los datos parecenindicar que un migrante entrevistado, por ejemplo, en Tijuana va a op-tar por quedarse en esa ciudad (y quedarse ms tiempo) o por seguir sucamino a Estados Unidos en funcin, bsicamente, de su experiencia enTijuana y de la existencia de familiares o amigos (cantidad de contactos)que le ofrezcan ayuda tanto en el viaje como en su eventual instalacin


en ella (calidad de las redes). De igual forma, los que estn en trnsitohacia Estados Unidos tienen experiencia migratoria en el pas vecino, sedirigen a ciudades concretas y tienen un lugar fijo para llegar a ese pasen mayor proporcin que los que deciden permanecer en el lado mexi-cano de la frontera internacional, lo cual tambin debe entenderse en elcontexto del papel fundamental que juegan las redes sociales.

De todas maneras, independientemente de la funcin de las redes, lamovilidad de la poblacin entrevistada es alta. Por ejemplo, la duracinde la ltima estancia en las ciudades fronterizas de quienes desean pasara Estados Unidos no super la semana en 80 por ciento (grfica 2) yapenas entre 10 y 15 por ciento de los migrantes fronterizos deseanpermanecer ms de un ao en la frontera mexicana (grfica 5). Y aun-que quienes van de trnsito hacia Estados Unidos tienen la intencin depermanecer all por ms tiempo, el porcentaje de los que desean cruzarentre los migrantes laborales se reduce sensiblemente a la mitad (de 35-40 a 15-20%) en la dcada de los noventa, y de stos 50 por cientodesean permanecer menos de un ao en Estados Unidos (grfica 7). Eneste sentido, no es que en general la circularidad migratoria haya dismi-nuido, como apuntan algunos autores (Cornelius, 1992; Corona yTuirn, 2001), ya que los migrantes del sur de la repblica siguen des-plazndose, sino que ms bien la migracin a Estados Unidos disminu-y en la segunda parte de los aos noventa.

Esta disminucin, en efecto, debe entenderse en el contexto de unmayor control de la frontera por parte de las autoridades estadunidenses.Este control no slo ha contribuido al descenso de la migracin de mexi-canos a Estados Unidos, sino que tambin hizo que disminuyera la mo-vilidad de los migrantes mexicanos ya residentes en ese pas, quienes,especialmente cuando son indocumentados, se desplazan menos a Mxi-co. En este sentido, Massey, Durand y Malone (2002) evalan el efectoque han tenido las operaciones de control de la frontera en el flujo mi-gratorio de mexicanos a Estados Unidos, y concluyen que tales opera-ciones no slo no han detenido la migracin ilegal, sino que hancausado 160 muertes anuales, contribuido al descenso de los sala-rios en Estados Unidos y transformado lo que fue un movimiento tem-poral de trabajadores varones, dirigido bsicamente a tres estados, enmigraciones permanentes de familias sin un patrn territorial de desti-no en pocos estados.

Por ltimo, la pregunta sobre la articulacin del espacio fronterizo eneste patrn de alta movilidad y de confluencia de flujos migratorios dediversa ndole y destino no tiene fcil respuesta. Con base en los datosde la EMIF, cuyas entrevistas se realizaron en las ciudades fronterizas delnorte de Mxico, lugares intermedios de la migracin Mxico-Esta-dos Unidos, se puede inferir que ambos territorios (frontera norte de


Mxico y Estados Unidos) compiten por un mismo nicho de trabajado-res y que la coyuntura socioeconmica y poltica, unida obviamente alas caractersticas personales y familiares de cada migrante, hace que elflujo se dirija a un destino o a otro. Lo interesante aqu, aparte de que lafrontera parece retener ms migrantes en la segunda parte de la dcadade los noventa, es el hecho de que el espacio fronterizo est bien integra-do al espacio transnacional en el que ocurre la migracin Mxico-Esta-dos Unidos e, incluso, le ha dado identidad a la frontera mediante im-genes de diversa ndole, como ciudades de paso, ciudades de migranteso el Norte. Sin embargo, deberamos ser capaces de superar esas im-genes, pues en ellas, en el fondo, est implcita la idea de que lamigracin es siempre sur-norte y, como expresa Kearney (1995), res-ponde a una lgica de centro-periferia, adems de que reducen el fen-meno migratorio a un movimiento bipolar, en este caso, de un pasmenos desarrollado a otro con mayores niveles de bienestar. Debera-mos superar esas imgenes porque los datos de la EMIF muestran unarealidad mucho ms compleja, compuesta por visitas cortas, integracio-nes laborales inestables e intenciones de estancia reducidas. La apuestaes, por tanto, intentar integrar estos espacios intermedios en unareconsideracin genrica de los espacios transnacionales que se formancon la migracin Mxico-Estados Unidos.

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