como cultivar marihuana.pdf

61
Introducción: En esta Web intentare mostrar lo que he podido aprender durante varios años de cultivo, creo que lo mas importante es tener alguien que te aconseje, yo necesite varias cosechas para darme cuenta de los muchos errores que estaba cometiendo. Con esto no me estoy declarando un experto en la materia, simplemente me hubiera gustado que me diesen estos consejos el día que puse mi primera semilla entre algodones........ Procurare ir al grano y ahorraros el tener que leer cualquiera de los libros que existen sobre el tema, yo he leído varios y voy a intentar simplificar al máximo su contenido de modo que solamente expondré los principios básicos y las soluciones que a mi me han dado un resultado aceptable. Espero que os sea de mucha utilidad esta información y que con ella consigáis grandes y potentes cosechas que es lo importante. Molécula de THC.(Verde=C, Amarillo=H, Rojo=O) Selección de especies adecuadas: En esta sección veremos la importancia de seleccionar una especie adecuada en función del lugar, clima y tipo de plantación que tengamos. Normalmente las semillas proceden de dos fuentes, o nos las

Upload: oscar-piedrahita

Post on 17-Jan-2016

67 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Introducción:

En esta Web intentare mostrar lo que he podido aprender durante varios años de cultivo, creo que lo

mas importante es tener alguien que te aconseje, yo necesite varias cosechas para darme cuenta de los

muchos errores que estaba cometiendo. Con esto no me estoy declarando un experto en la materia,

simplemente me hubiera gustado que me diesen estos consejos el día que puse mi primera semilla

entre algodones........

Procurare ir al grano y ahorraros el tener que leer cualquiera de los libros que existen sobre el tema,

yo he leído varios y voy a intentar simplificar al máximo su contenido de modo que solamente expondré

los principios básicos y las soluciones que a mi me han dado un resultado aceptable.

Espero que os sea de mucha utilidad esta información y que con ella consigáis grandes y potentes

cosechas que es lo importante.

Molécula de THC.(Verde=C, Amarillo=H, Rojo=O)

Selección de especies adecuadas:

En esta sección veremos la importancia de seleccionar una especie adecuada en función del lugar,

clima y tipo de plantación que tengamos. Normalmente las semillas proceden de dos fuentes, o nos las

da un amigo o las compramos por catalogo (Ver apartado todas las variedades del mundo). En el primer

caso, suelen ser semillas producidas por accidente al germinar una hembra, en este caso es difícil saber

de que tipo será la hierba a menos que tengamos profundos conocimientos de genética (no es el caso).

Por lo tanto, estas semillas de procedencia incierta están bien para empezar pero no las aconsejo para

una plantación seria ya que después de muchos cuidados nos podemos sorprender con el resultado. La

segunda procedencia es mucho mas fiable pero es mucho mas cara, aun así aconsejo comprar las

semillas en caso de estar pensando en una plantación seria ya que obtendremos un resultado

homogéneo y sin sorpresas de ultima hora.

Dicho esto, todo aquel que se proponga un buen día cultivar maria, lo primero que debe plantearse es

donde estarán sus niñas (plantas), una vez que lo sepa, debe elegir la variedad que mas le interesa,

esta elección no es fácil y es muy importante para el rendimiento de nuestra plantación. En todo buen

catalogo de semillas nos ofrecen varios parámetros interesantes:

-Altura (es la máxima y es difícil de alcanzar)

-Producción (ídem de la altura)

-Tiempo de floración (este valor si es significativo)

-Fecha de recolección (en exterior. Depende de la latitud, no hay que fiarse)

-Interior/ exterior/ invernadero (es muy relativo......)

-Potencia y tipo de globo (al gusto del consumidor)

Vistos estos parámetros, debemos analizarlos cuidadosamente y dar importancia a los mas

significativos, así, la selección depende mucho de si vamos a plantar en interior o en exterior. No

debemos omitir directamente las especies de interior para el exterior y viceversa. Normalmente las

especies de interior las clasifican así por ser mas delicadas ( plagas, viento, frió...) pero si las cultivamos

en exterior en un lugar favorable nos pueden dar un muy buen resultado y viceversa.

La altura es importante para interior ya que no creo que nuestro vecino de arriba nos deje poner los

focos en su techo........Para los de exterior puede ser interesante dependiendo de si hay peligro de que

nuestras niñas sean vistas por alguien no deseable ( pillos o benemérita....), en el caso de la guerrilla ni

te cuento.

El valor de la producción es muy poco fiable, depende mucho de las condiciones y es muy difícil

alcanzarlo por nosotros los mortales.......Por tanto, no debemos fijarnos mucho en este parámetro pues

el día que pesemos nuestra cosecha nos daremos cuenta de que los que valoran la producción son muy

optimistas.

El tiempo de floración es importantísimo para las cosechas de exterior, no seria la primera plantación

magnifica que se chafa en octubre por unas lluvias indeseadas...... Tened mucho cuidado con esto, en

España deberemos elegir una especie mas temprana cuanto mas al norte nos encontremos. Como

ejemplo os diré que en la zona centro, una especie ideal debe ser cortada a principio de octubre, mas

tarde lo mas fácil es que le llueva y pierda mucho. Os recomiendo buscar siempre una especie

tempranera, estéis donde estéis, así os evitareis problemas.

Elegir una planta de interior para exterior o al contrario no es ninguna locura, si veis una especie de

interior que se adapta a vuestras necesidades en exterior no dudéis en plantarla siempre teniendo en

cuenta que será mas delicada que una de exterior.

Respecto a la potencia y el tipo de globo es algo muy personal, casi todo el mundo tira a las mas

potentes, eso esta bien pero una elección de compromiso seria plantar variedades distintas de modo

que podamos degustar y comparar.

Riego y luz:

EL RIEGO

No es una buena idea irse de vacaciones y pasar de regar las plantas, ya que con las escasas lluvias de los meses de verano nuestras plantas no cogollarán correctamente o pueden palmaria. El agua es un elemento indispensable para la planta, pero hay que tener cuidado con ella. Si hay mucha, la planta se ahoga y muere o bien empieza a aparecer moho y probablemente atraiga a muchos bichos; eso, si la planta no se muere. Si hay poco agua, la tierra se cuartea y la planta se seca (en tierra madre la planta podrá aguantar un poco más que en tiesto).

Problemática del agua

El mejor agua es el de lluvia, pero no siempre podemos disponer de ella; la destilada es muy buena también, pero acaba saliendo un poco cara, aunque se compre en bidones de 5 litros. Hay otra alternativa: en las lavanderías suelen rellenar bidones con agua destilada a un buen precio.

Para eliminar el cloro del agua del grifo de las ciudades dejamos el agua de riego, 24 horas antes, expuesta al aire y en un día se evapora el cloro. No se deben utilizar nunca aguas minerales embotelladas, ya que son muy mineralizadas y duras. A excepción del cultivo de clanes, en el que puede ser recomendable sobre todo aguas bajas en sodio.

Para evitar que las aguas con mucha cal puedan elevar el pH del agua y en consecuencia el de la tierra, utilizaremos ahonos que contengan hierro quelatado. De esta manera la cal no puede bloquear la absorción por parte de la planta del hierro.

Podemos decir que el sodio es uno de nuestros grandes enemigos, sobre todo en las altas concentraciones que contienen las aguas del grifo. El exceso de sodio bloquea la asimilación de los nutrientes, y si la concentración es excesiva hace que la planta expulse los nutrientes en vez de asimilarlos.

El sodio es difícil de extraer del agua, pero lo que podemos hacer es minimizar sus efectos mediante

la utilización de fosfato amónico disuelto en el agua de riego. Se disuelve una pequeña cantidad por cada 70 u 80 litros de agua de riego. Lo que hace el fosfato es disolver el sodio y llevárselo con el agua; además con este compuesto obtenemos cantidades extra de nitrógeno y fósforo.

Al igual que en todo, el pH del agua de riego debe ser neutro, y una alteración del mismo provoca que la planta detenga su crecimiento o su producción de resina segun el momento en el que se encuentre la planta.

¿Cómo se puede corregir el pH del agua para que nos sirva para el riego?

a) Si está ácida, podemos añadir cal hidratada o bien bicarbonato.

b) Si es alcalina, se corrige poniendo ácido nítrico o bien vinagre o limón.

Ademas:

• Las plantas agradecen el agua tibia.

• Es mejor regar por las mañanas que por las noches, ya que al hacerlo por la noche estamos favoreciendo la aparición de hongos que, por otra parte, podríamos evitar, puesto que el sol se encarga de que no se desarrollen.

• A partir de la floración, tampoco debemos pulverizar agua en las hojas o en las flores, ya que pueden reventar las cápsulas de resina.

• Cuando se pulveriza o se riega, podemos poner un poco de jabón biodegradable (unas cuantas gotas) con la finalidad de que estimule las raíces a coger el agua.

Se da una buena regada al plantar la semilla en la tierra.

• Durante las siguientes semanas la vamos regando cada 2 o 3 días.

• Es bueno pulverizar agua con un poco de abono en las hojas para nutrir, pero debemos utilizar muy poco, ya que podemos quemar la planta o los esquejes.

• Cuando la trasplantamos a la maceta o a la tierra madre, se disminuye el riego a un par de veces por semana, hasta la floración.

• A partir de la floración disminuimos el riego a una vez cada 5 días.

• Quizás el mejor riego sea el de goteo, ya que va proporcionando poco a poco el agua que la planta necesita. Tenemos que tener en cuenta, sobre todo en cultivos exteriores, que con este sistema hay que aumentar la frecuencia de riego para que no se seque la planta. Hay que tener presentes una serie de aspectos al emplear este sistema:

– El goteo genera una gran cantidad de concentración de sales minerales alrededor de las piquetas de riego. Si existe una alta concentración de sales, la planta no puede asimilarlas bien, con lo cual la planta puede padecer enfermedades como consecuencia de la falta de nutrientes; en el peor de los casos, las raíces se colapsan y la planta muere. Esto se puede evitar, removiendo todas las semanas la tierra que se encuentra alrededor de las piquetas para que, cuando reguemos (con regadera), las sales puedan penetrar en la tierra.

– Si se usan sistemas de goteo con fertilizante (fertirrigación) hay que vigilar atentamente el tema.

– Sistema cíe riego por goteo casero: a mí, particularmente, me sirve muy bien cuantío me voy a ausentar de casa y iio puedo regar las plantas; el terna del riego es muy importante, sobre todo en verano.

Elementos necesarios:

1. Bomba de agua (la opción mejor es una para acuarios): la potencia depende de la cantidad de plantas, días y litros que quieras ciar a tus plantas. La bomba (debe ser de inmersión para que la podamos hundir en el bidon.

2. Tubos transparentes de diferentes tamaños y longitudes; esto varía según las necesidades.

3. Conectores de riego (viene a ser como un ladrón en electricidad, para conectar los diferentes tubos: por un lado se conecta la manguera principal y por otro los tubos de riego).

4. Piquetas de riego.

5. Temporizador, si es digital mejor que mejor; ademas, por unas 3.000 pts. que cuestan, tenemos temporizador para rato.

6. Bidón o balde para colocar el agua. Siempre es preferible la anchura a la altura, ya que por lo general las bombas de acuario tampoco son muy potentes y les puede costar bastante elevar el agua, si el bidón es muy alto.

Montaje:

1. Lo más importante es la bomba de agua que hayamos comprado, ya que a partir de ésta se monta el resto del sistema. A la salida de agua de la bomba conectamos un tubo transparente de ese diámetro.

2. Luego vamos conectando sucesivos trozos de tubo cada vez de menor diámetro, encajándolos los unos en los otros hasta que lleguemos al diametro de entrada que tiene el conector de riego.

3. Encajamos tantos tubos como salidas tenga el conector. Catea tubo que sale del conector se encaja en las piquetas que hemos introducido en la tierra previamente.

4.La bomba se conecta al temporizador, y éste, a la red eléctrica.

Germinación, transplante y poda:

Germinación:

La germinación es uno de los pasos mas importantes a la hora del cultivo de cualquier planta, una

semilla que germina adecuadamente tendrá un crecimiento optimo que es lo que nos interesa. Se le

suele dar poca importancia y os aseguro que una semilla que nace débil tiene muchas papeletas para

morir pronto, puede vivir pero se aletargara creciendo mucho mas despacio de lo normal y es posible

que nunca se recupere (típica planta que no pasa de 20 cm. por mas que le cantemos.....).

Existen dos modos básicos para germinar una semilla, expondré ambos pero yo os recomiendo el

segundo por ser mas simple y efectivo aunque el primero es algo mas rápido:

1.-En algodón:

Es el mas habitual e incluso hay gente que piensa que es el único. Consiste en poner las

semillitas entre algodones y a su vez poner todo ello en un envase cualquiera y añadir agua hasta

humedecer el algodón. Se mantendrá el algodón húmedo mientras germinan las semillas. Es

recomendable situar el envase en un lugar calido (20-25ºC),pero no demasiado y sin mucha luz (nunca

al sol),esta podría quemar las incipientes raíces ya que el algodón no es opaco. Tendremos que esperar

varios días hasta encontrarnos con la plantita y sus dos bonitas hojas germinales.

El siguiente paso es muy delicado, se trata de pasar la delicada plantita a una maceta con

tierra. El delicado no es el proceso sino la plantita, por lo tanto deberemos tener un cuidado extremo al

sacarla del algodón. Es muy probable que las raicillas se enganchen con algún hilo del algodón y

tengamos que arreglárnoslas para soltarlo sin romper la planta. Luego solo queda preparar una maceta

con tierra de buena calidad (ver apartado de tierra y nutrientes),hacer un agujerito con el dedo y meter la

plantita hasta las hojitas para por ultimo tapar y regar. Recomiendo regar antes y después de colocar la

planta para facilitar el proceso.

Parece fácil pero lo fácil es aplastar el delicado tallo con nuestros dedazos y chafar la planta,

también es fácil tirar de ella y que se quede un trozo en el algodón sujeto por sus hilos (y no vale

escayolar....), son fáciles muchas formas de hacerlo mal, por lo tanto recomiendo de nuevo el siguiente

método.

2.-Directamente en tierra:

Es posible que con este método tarde algo mas en germinar pero hay que tener paciencia, un

par de días mas no son nada y obtendremos una planta mas fuerte ahorrándole un trasplante en su

edad mas tierna.

Preparamos un tiesto pequeño con tierra de excelente calidad (muy importante, ver apartado

de tierra y nutrientes), se podría poner directamente en el tiesto definitivo o en el suelo pero seria mas

costoso usar una tierra excelente para rellenarlos, todo depende de lo que queramos invertir......Se

riega, se hace un agujerito de no mas de 2 cm. de profundidad (el dedo es una buena herramienta), nos

despedimos de la semilla y la ponemos en el fondo del susodicho. Tapamos y volvemos a regar. Ya solo

queda esperar.

Es importante no apelmazar la tierra para que le cueste menos salir y mantener la tierra bien

húmeda (sin encharcarla) los primeros días. Como en el anterior método es bueno un lugar calido y si le

da unas horas el sol mejor que mejor, así cuando salga la planta se encontrara como en casa.......

Transplante:

En ambos casos, una vez que tengamos la planta en tierra la mantendremos en ese envase hasta por

lo menos 20 días después del nacimiento, de modo que en el transplante tengamos una planta fuerte

que no sufra demasiado. Tampoco es recomendable mantenerla demasiado tiempo en un envase

pequeño por que le faltara sitio a la raíz. Recomiendo esperar a que la planta tenga al menos 15 cm. de

altura para proceder.

Para este proceso lo primero es preparar el nuevo hogar de la planta, si puede ser el definitivo mejor y

del mayor tamaño posible. No será necesario usar una tierra excelente en este caso, con que sea buena

bastara, un poco de abono arregla la papeleta. Una vez preparada la maceta, haremos un agujero en el

centro del tamaño del envase donde germinamos la planta.

El siguiente paso a seguir es mas delicado, pero con un par de trucos no lo es tanto. Debemos dejar

de regar el semillero un par de días antes de la operación, así la tierra saldrá tal que un flan y no dará

problemas, para ello cogemos el semillero y con la mano que nos sobra pasamos la base del tallo entre

los dedos índice y corazón hasta que el tallo toque la unión de los dedos. Apretando esta mano hacia la

maceta, le damos la vuelta por completo y damos unos ligeros golpes con la otra mano en el fondo de la

maceta, en este momento sacamos la maceta y metemos el flan en el agujero que habíamos hecho.

Sencillo, verdad??.

Solo queda regar abundantemente y esperar........Para cualquier transplante posterior la operación

será igual, teniendo en cuenta que si la maceta original es del tamaño de un cubo necesitaremos una

mano como la de Sabonis, dado que esta no es una herramienta habitual, es mejor hacer un solo

transplante a la maceta definitiva.

Poda:

La poda es un proceso fundamental sobre todo en plantas de interior, ya que en exterior las plantas

suelen ensanchar por si solas dada la potencia de la fuente lumínica (sol). La poda mas importante es la

primera, debemos elegir bien el momento para obtener una ramificación desde la parte inferior de la

planta, de modo que en cuanto la planta tenga 4 pares de hojas (sin contar las germinales) cortaremos

el cogollito o brote de la punta procurando no dañar los incipientes brotes laterales que están en las

axilas de las hojas inferiores.

Este proceso lo repetiremos cuantas veces nos haga falta para obtener el máximo numero de

ramificaciones en nuestra planta, esto nos proporcionara una mayor cosecha debido a que las puntas

de la planta es donde se concentra la producción (sobre todo en interior).

Germinación, transplante y poda:

Germinación:

La germinación es uno de los pasos mas importantes a la hora del cultivo de cualquier planta, una

semilla que germina adecuadamente tendrá un crecimiento optimo que es lo que nos interesa. Se le

suele dar poca importancia y os aseguro que una semilla que nace débil tiene muchas papeletas para

morir pronto, puede vivir pero se aletargara creciendo mucho mas despacio de lo normal y es posible

que nunca se recupere (típica planta que no pasa de 20 cm. por mas que le cantemos.....).

Existen dos modos básicos para germinar una semilla, expondré ambos pero yo os recomiendo el

segundo por ser mas simple y efectivo aunque el primero es algo mas rápido:

1.-En algodón:

Es el mas habitual e incluso hay gente que piensa que es el único. Consiste en poner las

semillitas entre algodones y a su vez poner todo ello en un envase cualquiera y añadir agua hasta

humedecer el algodón. Se mantendrá el algodón húmedo mientras germinan las semillas. Es

recomendable situar el envase en un lugar calido (20-25ºC),pero no demasiado y sin mucha luz (nunca

al sol),esta podría quemar las incipientes raíces ya que el algodón no es opaco. Tendremos que esperar

varios días hasta encontrarnos con la plantita y sus dos bonitas hojas germinales.

El siguiente paso es muy delicado, se trata de pasar la delicada plantita a una maceta con

tierra. El delicado no es el proceso sino la plantita, por lo tanto deberemos tener un cuidado extremo al

sacarla del algodón. Es muy probable que las raicillas se enganchen con algún hilo del algodón y

tengamos que arreglárnoslas para soltarlo sin romper la planta. Luego solo queda preparar una maceta

con tierra de buena calidad (ver apartado de tierra y nutrientes),hacer un agujerito con el dedo y meter la

plantita hasta las hojitas para por ultimo tapar y regar. Recomiendo regar antes y después de colocar la

planta para facilitar el proceso.

Parece fácil pero lo fácil es aplastar el delicado tallo con nuestros dedazos y chafar la planta,

también es fácil tirar de ella y que se quede un trozo en el algodón sujeto por sus hilos (y no vale

escayolar....), son fáciles muchas formas de hacerlo mal, por lo tanto recomiendo de nuevo el siguiente

método.

2.-Directamente en tierra:

Es posible que con este método tarde algo mas en germinar pero hay que tener paciencia, un

par de días mas no son nada y obtendremos una planta mas fuerte ahorrándole un trasplante en su

edad mas tierna.

Preparamos un tiesto pequeño con tierra de excelente calidad (muy importante, ver apartado

de tierra y nutrientes), se podría poner directamente en el tiesto definitivo o en el suelo pero seria mas

costoso usar una tierra excelente para rellenarlos, todo depende de lo que queramos invertir......Se

riega, se hace un agujerito de no mas de 2 cm. de profundidad (el dedo es una buena herramienta), nos

despedimos de la semilla y la ponemos en el fondo del susodicho. Tapamos y volvemos a regar. Ya solo

queda esperar.

Es importante no apelmazar la tierra para que le cueste menos salir y mantener la tierra bien

húmeda (sin encharcarla) los primeros días. Como en el anterior método es bueno un lugar calido y si le

da unas horas el sol mejor que mejor, así cuando salga la planta se encontrara como en casa.......

Trasplante:

En ambos casos, una vez que tengamos la planta en tierra la mantendremos en ese envase hasta por

lo menos 20 días después del nacimiento, de modo que en el trasplante tengamos una planta fuerte que

no sufra demasiado. Tampoco es recomendable mantenerla demasiado tiempo en un envase pequeño

por que le faltara sitio a la raíz. Recomiendo esperar a que la planta tenga al menos 15 cm. de altura

para proceder.

Para este proceso lo primero es preparar el nuevo hogar de la planta, si puede ser el definitivo mejor y

del mayor tamaño posible. No será necesario usar una tierra excelente en este caso, con que sea buena

bastara, un poco de abono arregla la papeleta. Una vez preparada la maceta, haremos un agujero en el

centro del tamaño del envase donde germinamos la planta.

El siguiente paso a seguir es mas delicado, pero con un par de trucos no lo es tanto. Debemos dejar

de regar el semillero un par de días antes de la operación, así la tierra saldrá tal que un flan y no dará

problemas, para ello cogemos el semillero y con la mano que nos sobra pasamos la base del tallo entre

los dedos índice y corazón hasta que el tallo toque la unión de los dedos. Apretando esta mano hacia la

maceta, le damos la vuelta por completo y damos unos ligeros golpes con la otra mano en el fondo de la

maceta, en este momento sacamos la maceta y metemos el flan en el agujero que habíamos hecho.

Sencillo, verdad??.

Solo queda regar abundantemente y esperar........Para cualquier trasplante posterior la operación

será igual, teniendo en cuenta que si la maceta original es del tamaño de un cubo necesitaremos una

mano como la de Sabonis, dado que esta no es una herramienta habitual, es mejor hacer un solo

trasplante a la maceta definitiva.

Poda:

La poda es un proceso fundamental sobre todo en plantas de interior, ya que en exterior las plantas

suelen ensanchar por si solas dada la potencia de la fuente lumínica (sol). La poda mas importante es la

primera, debemos elegir bien el momento para obtener una ramificación desde la parte inferior de la

planta, de modo que en cuanto la planta tenga 4 pares de hojas (sin contar las germinales) cortaremos

el cogollito o brote de la punta procurando no dañar los incipientes brotes laterales que están en las

axilas de las hojas inferiores.

Este proceso lo repetiremos cuantas veces nos haga falta para obtener el máximo numero de ramificaciones en nuestra planta, esto nos proporcionara una mayor cosecha debido a que las puntas de la planta es donde

se concentra la producción (sobre todo en interior).

Tierra y nutrientes (abonado):

Cuando se acerca la época de siembra y para que la plantación vaya bien y, en otoño, la cosecha

sea cuantiosa y potente, hay que prepararse a conciencia. Muchos de los errores más frecuentes en el

cultivo del cannabis se pueden evitar con una correcta preparación de la cosecha. El cannabis necesita

un lugar soleado, tierra esponjosa rica en materia orgánica y abundante agua.

Un poco de dedicación durante el cultivo se verá recompensado con una mejor cosecha. Para

cosechar cannabis de calidad, la planta debe crecer en inmejorables condiciones. Por otra parte, si

creamos un ecosistema adecuado para la marihuana, las plantas se desarrollarán sanas y fuertes lo que

nos ahorrará más de un quebradero de cabeza y mucho trabajo.

Para empezar hay que localizar un buen emplazamiento para el huerto. La mayoría de los agricultores

urbanos están limitados a sus terrazas por lo que poco pueden hacer por mejorar la situación. Los

cultivadores rurales o los que planten cultivos de guerrilla, sí pueden escoger.

El lugar ideal estará orientado al sur para que reciba el mayor número posible de horas de sol directo.

Cuanto más sol tenga la planta, más grandes y potentes serán los cogollos. La marihuana necesita

abundante agua y es conveniente que la haya cerca de la plantación. No es nada divertido pasarse el

mes de agosto, que es cuando más riego necesitan, acarreando litros y litros de agua para las plantas.

Es recomendable buscar un lugar discreto, a ser posible invisible para extraños, cotillas o vecinos.

Siempre que sea posible el huerto deberá estar protegido de los vientos fuertes; una brisa suave

beneficia y fortalece las plantas pero si el aire es demasiado fuerte tiende a deshidratar las hojas y

multiplica el consumo de agua. También puede destruir parte de las glándulas de resina.

Aquí teneis dos tablas muy útiles. En la derecha el grafico nos muestra las incompatibilidades entre

abonos, los unidos por línea gruesa nunca deben mezclarse, con línea discontinua se mezclan a la hora

de usarlos y los de línea fina se pueden mezclar siempre.

En la figura de la izquierda podeis ver la distinta absorción de nutrientes a distintos pH.

Contenedores y macetas

Plantar cannabis en macetas tiene su truco. Una maceta contiene poca tierra si la comparamos con la

que tiene una planta que crece en el suelo. Con tan poco substrato, los nutrientes se agotan pronto, la

tierra se seca con rapidez y el nivel de sales de la tierra crece con cada riego. En general las marías,

para crecer bien, necesitan cuatro o cinco litros de tierra por cada 30 cm de altura. Para una planta de

balcón de un metro y medio o dos metros irá bien una maceta de veinte o treinta litros. Cuanto mayor

sea la maceta más fácil será abonar sin sobre fertilizar ni quemar la planta. Un tiesto pequeño pide

problemas.

Los tiestos de barro transpiran más que los de plástico. Esto hace que se conserven más frescas algo

muy importante en un clima tan caluroso como el nuestro, pero se secan antes y hay que regarlas más a

menudo. Las macetas de plástico son más cómodas por su menor peso pero se calientan mucho,

especialmente las de color negro. Las blancas funcionan mejor.

Cuando la tierra se reseca y se contrae queda un espacio de aire entre la tierra y la pared de la

maceta. Las raíces que viven entre la tierra y la maceta quedan expuestas al aire y las altas

temperaturas lo que suele matarlas. Al morirse las raíces, el crecimiento y desarrollo de la planta se ven

perjudicados. Para evitar que suceda hay que mantener la tierra húmeda y fresca (sombreando los

tiestos si es necesario). Siempre que veamos un hueco entre la maceta y la tierra, debemos taparlo.

Es importante poner en el fondo de la maceta, antes de echar la tierra, una capa de grava, arlita, roca

volcánico, etc. de unos dos centímetros que facilite el drenaje de la tierra. Los riesgos de regar en

exceso, como pudrir las raíces., se evitan en parte con esta capa de drenaje.

Las jardineras funcionan bien porque cabe una gran cantidad de tierra y varias marías pero, si una de

las plantas resulta ser un macho o tiene alguna plaga es difícil sustituirla sin dañar las raíces del resto.

Plantación en el suelo: la madre tierra

Aquel que tenga un suelo donde plantar, parte con grandes ventajas: la cantidad de tierra de que

dispone cada planta es muy grande y no es tan fácil que las sales se acumulen. Durante los meses más

calurosos la tierra no se calienta tanto como cuando está en macetas. Sin embargo, aún plantando en el

suelo, se deben tomar algunas precauciones.

¿Cómo es la tierra? Casi todas las tierras suelen ser una mezcla de arcillas, arenas y materia

orgánica en descomposición. Cuando una tierra tiene una gran parte de arena, se denomina tierra

arenosa. Estas tierras retienen mal la humedad pero drenan excelentemente y las raíces reciben

abundante oxígeno. Las tierras arcillosas, por el contrario, almacenan mucha agua pero a costa de un

peor drenaje y una oxigenación más pobre de las raíces. Al cannabis no le gustan las tierras arcillosas.

La tierra ideal debe ser poco arcillosa, drenar bien pero almacenar la humedad necesaria, ser

esponjosa y permitir una buena oxigenación de las raíces. Al mismo tiempo, debe tener una gran

cantidad de materia orgánica. Si tiene la textura adecuada, la tierra húmeda debe compactarse y formar

una pelota al apretar un puñado entre las manos pero se debe poder deshacer con facilidad.

Si la tierra de que disponemos es demasiado arenosa o arcillosa, mejoraremos su textura

añadiéndole materia orgánica: el compost, el mantillo o el estiércol bien descompuesto son elecciones

seguras.

Si la tierra es muy pobre también hay que añadir elementos nutritivos sea en forma de abonos

orgánicos (compost, estiércol, guano, harina de sangre o de huesos, humus de gusanos…) o abonos

granulares de acción lenta. Es mejor añadir los acondicionadores, especialmente si son orgánicos, unos

meses antes de plantar para que se vayan descomponiendo y liberando nutrientes.

A menudo resulta más adecuado hacer un buen agujero en el terreno, de al menos 50 cm. de

diámetro y otro tanto de profundidad, y rellenarlo con tierra comercial de saco que intentar arreglar la

tierra que tenemos. Esta técnica nos permite controlar con exactitud qué contiene la tierra. Para reducir

el consumo de agua, es práctico cubrir el fondo del agujero con plástico lo que evitar la excesiva

filtración del agua manteniendo la humedad cerca de las raíces.

Para mejorar la tierra

Múltiples y variados son los elementos acondicionadores que mejorar la textura de la tierra. Listamos

algunos de los más comunes junto con sus características sobresalientes:

Arena: Mejora el drenaje de la tierra y la aireación de las raíces. No es conveniente usarla como único

acondicionador para una tierra arcillosa pesada, no sería suficiente.

Grava: Mejora el drenaje. Pesa bastante. Es muy adecuada como capa de drenaje al fondo de la

maceta.

Arlita: son bolitas de arcilla expandidas con calor. Pesan poco, mejoran el drenaje y la oxigenan las

raíces. Es un acondicionador excelente, aunque resulta algo caro.

Perlita: almacena aire y nutrientes en sus múltiples orificios. Airea muy bien la mezcla y drena con

rapidez. Es un material muy ligero que se puede transportar fácilmente, por lo que es ideal para el

cultivo de guerrilla. No es nada sano respirar el polvo seco de la perlita, hay que mojarla antes de

manipularla o usar una mascarilla.

Vermiculita: es mica expandida con calor. Se utiliza para dar textura a las tierras que drenan

demasiado porque absorbe gran cantidad de agua y nutrientes.

Rocas volcánicas : Se utilizan para dar mejor drenaje a la mezcla, también airean las raíces. Su

superficie rugosa, llena de huecos y agujeros, almacena agua, aire y nutrientes para las raíces.

Compost: es materia orgánica en descomposición. Para fabricar compost se amontona la materia

orgánica (hojas y plantas muertas, estiércol, restos de comida…), se humedece y se le añade algún

elemento alto en nitrógeno (guano, orina, estiércol de pollos..) antes de dejarlo descomponer durante un

año. Se puede tapar con una lona para acelerar el proceso. Si se añade compost a la tierra antes de

que se descomponga bien, robará el nitrógeno a las raíces en lugar de proporcionárselo. Esto ocurre

porque la descomposición de la materia orgánica requiere nitrógeno. Un buen signo de que el compost

está listo para usarse y que liberará nitrógeno en lugar de consumirlo es un fértil y rico color oscuro. El

compost contiene en ocasiones muchas semillas de malas hierbas o huevos de insectos.

Estiércol: Hay muchos tipos de estiércol, dependiendo del animal que los produce: caballo, vaca,

oveja, cerdo, pollo, paloma… Aunque su contenido en nutrientes varía, tienen buenas cualidades como

acondicionadores del terreno. En general, es mejor usar estiércol bien descompuesto.

Humus de gusanos: Son cagarrutas de lombrices. Constituyen un excelente abono para el cannabis a

la vez que aportan textura a la tierra. Es muy difícil pasarse porque no quema las raíces pero no

conviene poner más de un 30% de la mezcla.

Turba: La turba es materia orgánica parcialmente descompuesta. Viene de zonas donde el frío y la

humedad han logrado que la descomposición se produzca muy lentamente. Absorbe mucha agua y da

textura a la tierra aunque si se seca completamente resulta difícil volverla a humedecer. Es ese caso

funciona muy bien añadir dos o tres gotas de jabón líquido concentrado por cada cinco litros de agua de

riego. El jabón contiene unos compuestos humectantes que facilitan que el agua moje la tierra

homogéneamente.

Seis recetas de tierra

Se puede cultivar cannabis en substratos muy diferentes. En realidad basta con que drenen bien,

sean esponjosos y aguanten algo de humedad. La perlita, la arena y la lava volcánica dan drenaje y

oxigenación a la mezcla. La tierra, el estiércol, el humus de lombrices, la turba o el compost añaden

humedad y nutrientes. La vermiculita aporta principalmente humedad. Cualquier mezcla que aporte

oxígeno, agua y nutrientes a las raíces servirá. Las siguientes recetas de tierra son todas válidas para el

cannabis; unas son más húmedas, otras drenan mejor…pero todas funcionan bien.

Es importante vigilar la calidad de la tierra que usamos. La tierra fértil de prado puede ser muy buena

pero también es posible que contenga semillas de malas hierbas o huevos de insectos. La tierra

comercial de saco suele estar bien equilibrada y tener un Ph adecuado, algunas también se esterilizan

para matar las semillas y los huevos. No se debe usar tierra vieja ya utilizada. La tierra usada tiene sales

acumuladas y deficiencias de nutrientes. Siempre merece la pena plantar en tierra nueva,

especialmente cuando se cultiva un vegetal tan preciado.

Es importante mezclar los componentes de las recetas a conciencia para que no queden terrones y el

substrato sea homogéneo.

1)

5 partes de tierra

2-3 partes de perlita

2 partes de humus de gusanos

1 parte de arena

2)

1 parte de humus de gusanos

1 parte de estiércol

1 parte de arena

3)

1 parte de turba

1 parte de humus de gusanos

1 parte de perlita

4)

4 partes de tierra

1 parte de vermiculita

1 parte de perlita

5)

2 partes de tierra

2 partes de compost

1 parte de arena

1 parte de perlita

6)

2 partes de compost

1 parte de perlita

1 parte de arena

1 parte de lava

Sexo y floración:

Un problema muy frecuente para el que empieza en el cultivo es la diferenciación entre machos y

hembras, nada mas sencillo, fijaros bien en el dibujo de debajo y observar vuestras plantas. El macho

(arriba), produce una especie de racimo pequeñito en cada nudo (confluencia de dos ramas), cada

bolita del racimo es un saco polínico. Si vemos esto en nuestra plantación debemos amputar

inmediatamente.

Ahora bien, si lo que vemos en los nudos es algo como lo de debajo de la imagen tenemos pistilos de

una preciosa hembra.

LA FLORACIÓN

Las plantas que con tanto cariño has cuidado a lo largo de la primavera, se acercan a un momento

determinante en sus vidas: la floración. Durante los últimos meses, el cannabis ha dedicado toda su

energía a crecer y desarrollar ramas. Ahora, con tus cuidados, comenzará a echar flores y segregar su

anhelada resina. La floración del cannabis está determinada por el foto periodo, en otras palabras,

necesita recibir un número mínimo de horas de oscuridad para comenzar a florecer. A partir de la noche

de San Juan, el 24 de junio, los días son cada vez más cortos y las noches más largas; cuando se

alcance el foto periodo crítico comenzará la floración.

Floración foto determinada

La floración del Cannabis sativa se desencadena cuando la planta fabrica una hormona llamada

"florigen". Para producir "florigen" el cáñamo necesita recibir un foto periodo concreto, que es distinto

para cada variedad de cannabis . El foto periodo es el número de horas de luz y de oscuridad que recibe

una planta (horas de luz / horas de oscuridad). Por ejemplo un foto periodo 18/6 significa que la planta

recibe 18 horas de luz y seis de oscuridad.

El foto periodo necesario para que la floración se produzca, no es igual para todas las variedades de

cannabis y viene dado, fundamentalmente, por el existente en el lugar de origen de la planta. La

duración de los días y las noches es diferente en los distintos lugares del planeta. Cuanto más nos

acercamos al ecuador, menos variación encontramos en la duración de los días y las noches. En la

misma línea del ecuador las noches y los días duran doce horas los 365 días del año. Evidentemente,

cuanto más nos alejemos del ecuador, mayores serán las diferencias en el foto periodo. Por ejemplo

cerca del polo hay foto periodos tan extremos como 23/1 o 1/23.

El cannabis está adaptado al foto periodo de su lugar de origen. Por ejemplo, una sátiva colombiana

que crece cerca del ecuador, donde hay muy poca variación en la duración de los días y las noches,

necesitará noches de doce horas para florecer. En cambio, una planta aclimatada a la Península Ibérica

florecerá con noches de diez horas. Por la misma razón, una planta ecuatorial cultivada en la Península

es probable que retrase el comienzo de la floración hasta agosto o septiembre, cuando las noches son

más largas y alcanzan las once o doce horas que necesita una maría ecuatorial. Esta es la razón de que

algunas variedades ecuatoriales, cuando se plantan en España, no completen la floración

correctamente. Como no comienzan a florecer hasta muy tarde, el invierno se les echa encima antes de

que maduren.

Si el cannabis no recibe las suficientes horas de noche interpreta que aún no es tiempo de florecer y

no fabrica "florigen". Normalmente cuando se cultiva en interior la floración se hace con un foto periodo

12/12 que provoca la floración en cualquier variedad. En exterior no es posible regular el foto periodo

pero si hay que tomar algunas precauciones. Es conveniente que las plantas no tengan ninguna luz

cerca durante la noche, incluso unos minutos de luz pueden retrasar o incluso detener la floración. Por

esta razón, no se debe plantar cannabis cerca de farolas u otras fuentes de luz.. Para que la floración

comience correctamente la noche debería ser completamente oscura e ininterrumpida. Cultivando en

interior, controlamos en que momento florecen las plantas simplemente cambiando el foto periodo de

18/6 a 12/12. Al aire libre hay que esperar a que la naturaleza haga su trabajo.

Los machos florecen, habitualmente, antes que las hembras y no siempre esperan a que aumente el

número de horas de oscuridad. En algunas variedades los machos florecen cuando alcanzan una

determinada edad o tamaño, independientemente de cual sea el foto periodo.

Cronología de la floración

Al iniciar la floración, los machos se alargan para que su polen quede por encina de las hembras y las

polinice más fácilmente. Las hembras fabrican tallos más gruesos, fuertes y cortos. Las hojas nacen

cada vez con menos foliolos (cada una de las hojuelas que forman la hoja) hasta que nacen sólo con

uno. Normalmente el patrón de crecimiento de las hojas pasa de opuesto a alterno, es decir las hojas

dejan de nacer de dos en dos y enfrentadas y comienzan a nacer de una en una, a uno y otro lado del

tallo, alternativamente

I

El desarrollo floral comienza lentamente. La planta pega un estirón y se alarga bastante, fabrica un

"esqueleto" de ramas donde colocar sus cogollos. La distancia internudos es, en este primer momento,

muy grande. Al principio, sólo aparecen unos pocos grupos de flores en las puntas de las ramas. Las

flores tienen los estigmas frescos, normalmente de color blanco aunque pueden ser rosados o púrpuras.

Los cálices de las flores femeninas tienen una pelusilla que los recubre pero aún presentan muy pocos

tricomas. Los tricomas son unas glándulas que aparecen principalmente en las flores, aunque también

están presentes en otras partes de la planta; segregan la resina que contiene los cannabinoides. Tienen

forma de seta con un tallito coronado por una bolita de resina. En este primer momento la producción de

THC es muy escasa y las bolitas son muy pequeñas; conforme avance la floración irán aumentando de

tamaño.

II

En un segundo momento, comienzan a aparecen cogollos al acortarse la distancia internudos y crecer

la producción de flores. La planta ya huele un poco y fabrica muchas flores. La mayoría de las flores

tienen los estigmas frescos. La producción de THC, sin embargo, aún no es grande. A lo largo de toda la

floración hay que manejar las plantas con delicadeza. Si manoseamos los cogollos, los tricomas se

rompen y la resina se oxida, con lo que el THC se destruye. La lluvia intensa también puede perjudicar

la cosecha. No sólo romperá y arrastrará algunos tricomas sino que también puede provocar que

aparezca moho en el cogollo. Por esta misma razón, no se deben pulverizar las plantas una vez que la

floración ha comenzado.

III

Algo después, la planta deja de crecer en altura y produce una gran cantidad de flores que van

engordando los cogollos. Las hojas externas al cogollo se vuelven amarillas y se marchitan. La mayoría

de las flores son fértiles y tan sólo aparecen unos pocos estigmas marrones y marchitos. La producción

de resina es muy grande y comienza a cubrir los cálices. En condiciones naturales la planta sería

polinizada y comenzaría a fabricar semilla. Cultivando "sinsemilla", matamos los machos e impedimos

que las flores sean fecundadas. Esta técnica fuerza al cannabis a fabricar más resina para mantener las

flores fértiles a salvo de las radiaciones solares, mientras espera un macho que nunca llegará. Los

cogollos huelen intensamente, cargados de resina. Algunos cultivadores recolectan determinadas

variedades en este momento, cuando aún hay muchos estigmas fértiles. La marihuana obtenida es más

cerebral y menos sedante debido a los bajos niveles de CBD y CBN presentes en la resina. La cantidad

total de THC es, eso sí, algo menor.

IV

Llega un momento en que el cannabis deja de fabricar nuevas flores y los estigmas de las existentes

van marchitándose. Las plantas pierden vitalidad. Muchas hojas grandes se han caído. Hojas, tallos y

flores adquieren tonos otoñales; marrones, naranjas, amarillos y púrpuras aparecen en los cálices, tallos

y pecíolos.. Los estigmas se marchitan y algunos se caen. Suelen adquirir un color marrón seco. La

resina, transparente al principio, conforme madura va adquiriendo un color ámbar transparente. Hay que

cosechar cuando el setenta por ciento de los tricomas tienen resina ámbar o cuando entre el 60 % y el

90% de los estigmas se han marchitado y vuelto marrones. Si la resina presenta un color blanco opaco

o marrón, el momento idóneo para cosechar la planta ya ha pasado y la resina se está degradando.

Lucha contra pestes

Las altas temperaturas del verano favorecen la aparición de plagas en las plantas. La mayoría de los

bichitos que atacan al cannabis chupan su savia. De este modo le roban el alimento. Cuando

detectemos una plaga es muy importante separar las plantas infestadas de las sanas para evitar que la

invasión se extienda. Cuanto antes se detecte la presencia de una plaga, más fácil será librarse de ella.

Si, por el contrario, la plaga se instala y se hace fuerte será una ardua tarea eliminarla.

Nutrientes para la floración

Para conseguir que el cannabis exprese todo su potencial, es necesario alimentarlo correctamente.

Una buena nutrición es la mejor defensa contra las enfermedades y permitirá a la planta desarrollarse al

máximo. El cannabis absorbe a través de las raíces: agua, oxígeno y nutrientes. Una tierra porosa

garantiza el aporte de oxígeno, el riego facilita el agua y el abonado los nutrientes. La maría necesita

para vivir tres nutrientes principales (nitrógeno, fósforo y potasio), tres secundarios (calcio, azufre y

magnesio) y ocho micro nutrientes (hierro, zinc, manganeso, boro, cobalto, cobre, molibdeno y cloro).

Durante la floración las plantas necesitan gran cantidad de fósforo (P) y bastante potasio (K). El

fósforo se utiliza en la formación de flores y raíces y en la transferencia de la energía solar a compuestos

químicos. Acelera la floración y produce flores grandes. Las deficiencias de fósforo se observan primero

en las hojas más viejas que adquieren un tono verde oscuro. Los tallos y pecíolos se vuelven rojos o

púrpuras. Este no es un indicador muy fiable ya que algunas plantas tienen los tallos y pecíolos rojos

como rasgo genético, independiente de la cantidad de fósforo que haya. En ocasiones, las puntas de las

hojas se secan y se detiene el crecimiento. La deficiencia de fósforo retrasa la floración.

El sistema respiratorio de la planta, el sistema enzimático y las síntesis de proteínas y clorofila

necesitan potasio. Ayuda a luchar contra las plagas y las enfermedades y a mantener la presión interna

de agua que sostiene la planta. Si la planta pierde esta presión se marchitará y los tallos serán débiles.

Las plantas que se utilicen para producir semillas necesitarán un aporte extra de potasio ya que este

elemento es básico para fabricar los cañamones. Cuando a una planta le falta potasio, en las puntas de

las hojas y entre los nervios, aparecen zonas de tejido muerto y seco (necrosis) además de amarillear.

Las raíces se infectan fácilmente y los tallos débiles no sostienen a la planta. Las hojas pueden curvarse

hacia abajo.

Los fertilizantes comerciales llevan en la etiqueta las siglas N.P.K seguidas de tres números como:

3.5.7., 12.5.12., etc. Estos números indican el contenido de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) que

tienen el abono. El fertilizante adecuado para la floración del cannabis ha de tener bastante fósforo y

potasio y poco nitrógeno. Si además tiene micro elementos mucho mejor. Para evitar sobredosis de

abono que podrían matar a las plantas, lo mejor es seguir las indicaciones de la etiqueta. En caso de

duda más vale quedarse corto que pasarse ya que es mucho más sencillo corregir una deficiencia de

alimento que no un exceso. Si te pasas abonando las plantas puedes intentar salvarlas regando la

maceta durante un largo rato para que el agua que sale por los agujero de drenaje arrastre el exceso de

fertilizante.

Clonado (esquejes):

La posibilidad de conseguir muchas plantas a partir de una madre y que estas tengan idénticas

características (incluido el sexo) se conoce como clonado. Es algo muy útil y sencillo, sobre todo en

plantaciones de interior en las cuales estamos cultivando cíclicamente durante todo el año. También

puede ser muy útil para plantaciones de exterior, plantando las semillas temprano en interior y sacando

esquejes de estas para multiplicar nuestras plantas, si nos sobran semillas es un engorro pero si cada

semilla ha costado cerca de 6 euros la verdad es que es muy rentable.

Un truco muy útil es plantar semillas, dejarlas crecer lo suficiente y luego cambiarles el ciclo de

crecimiento a floración (menos de 12 h diarias) para ver el sexo (ver sección sexo y floración). Elegimos

las hembras y las ponemos a crecer de nuevo para luego sacar esquejes de estas. Con este sistema

podemos obtener 10-15 plantas hembras por cada semilla hembra en un par de meses........rentable,

no????

El proceso de clonado es muy sencillo, necesitamos una cuchilla que corte muy bien, un vaso con

agua tibia, hormona enrraizante mixta o herbáceas (en cualquier floristería la venden), un armario y una

hembra hermosa (de marihuana....) que este en fase de crecimiento, si no lo esta nunca arraigaran los

esquejuelos. Armados con todo esto, mejor a ultima hora de la tarde, con la cuchilla cortamos una rama

tierna con brote de la planta por debajo de 2-5 pares de hojas, con cuidado de no machacar mucho el

tallo en el lugar del corte. Metemos la ramita en el vaso de agua y lo metemos en un armario para que

este a oscuras.

A la mañana siguiente sacamos la ramita del agua y le hacemos otro corte un poco mas arriba del

primero pero esta vez de modo oblicuo para aumentar la superficie de contacto del tallo con la tierra.

Mojamos de nuevo el tallo y lo metemos tal cual en el bote de hormona hasta que se impregne bien el

extremo. Por ultimo se hace un agujero en la tierra y se mete el tallo para luego tapar y regar. Es

importante que la tierra sea de máxima calidad como en la germinación (ver apartado de tierra).

En el mes siguiente a la operación no debe faltarle agua y nunca debe estar al sol directo. Pasado un

mes mas o menos el esqueje comenzara a crecer y entonces estará listo para ser transplantado.

En la foto de la izquierda podemos observar 40 esquejes obtenidos de una sola planta madre (dcha.).

Cosecha, secado, envasado y curado:

Cuando cosechar:

La paciencia, que decía mi abuelo cuando se ponía plasta, es la madre de todas las ciencias. Y

como no, de la agricultura también, aunque sea psicoactiva. Desde el principio de los tiempos, los

fumetas más ansiosos arrancan durante el verano, una tras otra, las hojas de sus plantas intentando

conseguir un anticipo de colocón. Normalmente acaban cosechando un tallo esmirriado coronado por

un pequeño cogollito que no dura más allá de la fiesta de la cosecha. Dejad las tijeras en paz y las

plantas tranquilas. El buen cannabis requiere tiempo y la prisa mata.

La maría, que es muy sabia, se toma las cosas con calma y por orden. Primero crece hasta tener un

buen tamaño. Después de San Juan, cuando los días empiezan a acortarse y el calor veraniego le da

marcha, se decide a florecer. Empieza sin prisas, se estira y alarga para dejar espacio a los cogollos.

Los huecos los llena con flores. Al principio, unas pocas flores solitarias aparecen en las puntas de las

ramas y, como por arte de magia, van surgiendo más y más. Se amontonan y comienzan a cubrirse de

miles de pequeños puntos cristalinos llenos de resina. Estas glándulas de resina, al engordar,

aparecen como pequeñas setas transparentes con su tallo y su sombrero. Si la flor ha sido polinizada,

el cáliz se hincha para contener la semilla. Si la maría no tiene un macho cerca y se mantiene virgen,

los cálices engordarán igualmente, en una especie de embarazo psicológico. Al mismo tiempo, se

recubren de resina.

Dentro de las glándulas o tricomas, la resina y el THC (tetrahidrocannabinol, lo que te coloca) se

van acumulando. En la fecha ideal de cosecha la planta rebosa THC, las glándulas de resina o

tricomas están tan llenas que parecen a punto de estallar. En fin, que da gusto verlas.

Un cogollo es como un vaso agujereado: se va llenando de THC y, a la vez, parte del THC se va por

los agujeros (en realidad se convierte en CBN). Como se destruye menos del que se forma, el vaso se

va llenando. Llega un momento en que el vaso ya no se llena más porque la planta deja de fabricar

nuevo THC. Este es el momento justo para cosechar. Si dejamos la planta más tiempo, parte del THC

acumulado se destruirá y la hierba perderá potencia.

La técnica más sencilla para decidir cuándo cosechar consiste en la observación atenta de los

estigmas o pelillos que salen de las flores (también conocidos como pistilos). Los estigmas nacen

blancos o rosados y, tras un tiempo, se marchitan y cogen un color marrón o naranja. Al mismo tiempo

que los estigmas de las primeras flores se van marchitando aparecen nuevas flores con los estigmas

frescos. Llega un momento en que ya no nacen nuevas flores y la mayoría de los pelillos tienen un

tono marrón o naranja. Hay que cosechar cuando entre un 50 y un 90 por ciento de los estigmas se

han marchitado. Este porcentaje depende de las variedades. Cosechad algún cogollo al 50%, otros al

70% y el resto al 90%. Después sólo hay que probarlos y decidir qué porcentaje es más adecuado

para la variedad cultivada.

Es importante no manosear los cogollos para evitar que las glándulas de resina se rompan. Las

hojas más grandes, que no tienen resina, se pueden quitar antes de poner la planta a secar o bien

cuando ya está seca. Agarrad la planta por la parte de abajo del tallo y recortad las hojas más

grandes, empezando por abajo y subiendo hasta la punta.

Para secar la hierba, colgad la planta boca abajo en un lugar oscuro, fresco, seco y ventilado. El

secado durará de una a tres semanas dependiendo del clima. En el próximo número os hablaremos

largo y tendido de las técnicas de secado y curado del cannabis. Secar bien la maría es fundamental

para conseguir la máxima potencia. El curado, por otra parte, mejora el sabor de la hierba y logra que

no rasque la garganta.

Cosechar Secar y Curar:

Desde que el ser humano inventó la agricultura, la cosecha ha sido un tiempo de felicidad. El trabajo

de meses se ve recompensado con los frutos de la tierra y las épocas de escasez se olvidan en la

abundancia. En este mundo acelerado, lleno de coches y asfalto, los cañameros seguimos disfrutando

de este acontecimiento. Cosecha tus plantas con cariño, entre volutas de humo y sin prisas, te lo

agradecerán.

La cosecha del cannabis es muy sencilla. En resumen consiste en cortar los cogollos y secarlos. La

calidad del producto final, sin embargo, dependerá de cómo se haga este secado. Cosechar,

manicurar, secar y curar son los cuatro procesos que, si se hacen bien, harán de fumar un gran placer.

1-COSECHAR

La familiaridad con la variedad que cultivemos es la mejor regla. No todas las variedades tardan lo

mismo en madurar. Una sativa como la mejicana madura más lentamente que una índica como la

Northern Lights. Frente a una hierba desconocida hay que experimentar cosechando en diferentes

momentos. Así al año siguiente, sabremos exactamente cuál es el momento adecuado para recolectar

las plantas.

En exterior, el momento óptimo para cosechar dura unas dos semanas. Cuando veas que la mitad

de los pistilos tiene un color marrón o naranja, prepárate y vigila atentamente. La planta alcanza su

máxima potencia cuando entre un 50 y un 90 por ciento de los estigmas o pelillos blancos de las flores

han perdido el color blanco y tienen un tono marrón o naranja. Está en el punto óptimo para ser

recogida.

Como regla general, se puede decir que la planta cosechada con más pistilos blancos tendrá menor

potencia y un colocón ―mental‖ y alegre. Con más pistilos marrones o naranjas la hierba tendrá más

THC (tetrahidrocannabinol) y el globo será ―físico‖ y sedante. Esta regla no es, ni mucho menos,

infalible y depende de cada variedad. Las sativas suelen ser estimulantes comparadas con las índicas,

más relajadas y narcóticas.

Durante la semana anterior a la cosecha no hay que abonar la planta. Regadla sólo con agua para

lavar los restos de fertilizantes. Esta simple medida mejorará el sabor de la hierba y rascará menos la

garganta.

Cosechad la planta después de un día de sol, hay que evitar recoger las plantas cuando estén

mojadas ya que la humedad favorece la aparición de hongos y mohos.

Al cosechar se puede cortar la planta entera o ir cortando cogollos conforme vayan madurando. A

gusto de cada uno. Puedes cortar los cogollos superiores primero y dejar los más bajos para que

terminen de madurar.

2-MANICURAR

Después de cortar la planta se deben quitar las hojas grandes que no tienen glándulas de resina.

Hay quien corta estas hojas después de secar las plantas. Así, al secarse, las hojas grandes recubren

el cogollo y lo protegen evitando que se rompan las glándulas llenas de resina.

Para hacerle la manicura a tus cogollos agarra la planta por el tronco y, mientras la sostienes boca

abajo, ve cortando las hojas grandes con sus pecíolos o tallitos. También puedes cortar las puntas de

las hojas que sobresalgan del cogollo y no tengan resina. Cuanto más limpies el cogollo, más potente

será.

Mientras manipulas los cogollos ten cuidado y no los manosees. Las glándulas de resina se rompen

con facilidad y el THC se oxida.

3-SECAR

El THC del cannabis fresco no ―coloca‖, es decir, no es psicoactivo. Para convertirse en marihuana

fumable, la hierba tiene que secarse. El proceso de secado influye mucho en la calidad del producto

final. Una hierba mal secada rascará la garganta y perderá potencia. Por el contrario, si el cannabis se

seca lentamente, el sabor y la potencia mejorarán.

El cannabis se debe secar en un lugar seco, oscuro, fresco y ventilado. Si colgamos los cogollos

cogerán una forma más redondeada que si los extendemos sobre un periódico o rejilla. Si los

extiendes vuélvelos cada día para que se sequen uniformemente.

Dependiendo del clima el secado puede durar entre una y tres semanas. Si no quieres curar la

hierba, manténla secando hasta que el tallo central se quiebre al doblarlo. Si piensas curar el

cannabis, cuando el cogollo se sienta crujiente al tacto pero un poco húmedo en el centro pasa al

curado.

Nuestro colaborador J.K.A. nos revela su sistema para hacer un buen secado y proteger los

cogollos al mismo tiempo. Consiste en hacer una bolsa con una hoja de periódico que se dobla a lo

largo y se pegan con cinta dos de los tres lados abiertos. Se deja abierto uno de los lados estrechos

por donde se introduce el cogollo. La bolsa se sujeta al tallo del cogollo con una pinza y se cuelga el

cogollo. Haz agujeros en la bolsa para que pueda entrar aire. La bolsa también sirve para recoger las

glándulas de resina y las semillas que se puedan caer del cogollo durante el secado.

El mayor peligro cuando secamos el cannabis es que aparezcan hongos. Pueden evitarse poniendo

un ventilador que mueva el aire alrededor de los cogollos. Si se enmohece un cogollo sepáralo del

resto para que no los contagie. Secarlo al sol directo durante al menos 24 horas debería acabar con

los hongos.

4-CURAR

Cuanto más lento sea el secado, mayor potencia y mejor sabor tendrá la hierba. El curado consigue

que la hierba se seque más despacio. Una buena forma de curar es meter la hierba en cajas metálicas

o de madera (no de plástico) que se abren una o dos veces al día. De este modo la hierba se acaba de

secar más despacio lo que mejora su sabor y su potencia. La duración del curado depende de cuantas

veces al día abras la caja y de las condiciones del clima.

Vigila a diario la hierba en busca de moho. Las condiciones del curado pueden hacer aparecer

hongos si no se va abriendo la caja para que se airee. Si aparecen, saca los cogollos de la caja y

cuélgalos al sol.

5-CONSERVAR

Una vez que la hierba esta bien seca (cuando el tallo se quiebra) se puede meter en tarros de cristal

que cierren herméticamente y conservarla meses e incluso años sin perdida de potencia en un lugar

fresco y oscuro.

La hierba pierde potencia en contacto con la luz, el aire y el calor. Por eso hay que guardarla

herméticamente, a oscuras y sin altas temperaturas.

6-FUMAR

...es un placer geniaaal...(¿o acaso necesitáis más instrucciones?)

LO QUE NO SE DEBE HACER

La marihuana no se debe enterrar para que se cure. Esta técnica produce la aparición de bacterias

y hongos que pueden ser peligrosos. Algunos pueden provocar infecciones respiratorias muy graves.

La resina no está en el interior de la planta: colgar la planta, arrancarla con raíces o hervir estas no

incrementa la potencia de la hierba.

Secar el cannabis en el horno o el microondas destruye parte del THC. Si aún así os puede la

impaciencia, secadla con el horno normal al mínimo (50-70ºC) dejando la puerta un poco entreabierta.

No subáis más la temperatura porque se destruirá demasiado THC.

Ejemplo de una buena conservación, las bolsas se abren periódicamente hasta que deja de existir

humedad, el olfato es el mejor sensor.....

Problemas frecuentes:

Cultivar cannabis es muy fácil. Basta con plantar una semilla y regarla. Cultivar marihuana potente y

de calidad requiere un poco más de dedicación. En pocas palabras, se trata de conseguir el mejor

ambiente posible para que la semilla desarrolle todo su potencial. Para cosechar el máximo de una

planta hay que alimentarla en abundancia pero sin llegar a empacharla. La misión de la siguiente tabla

es ayudar a identificar aquellos factores que puedan estar entorpeciendo el desarrollo de nuestra maría .

Una planta de marihuana necesita para vivir luz, agua, aire, un substrato donde sujetarse con las

raíces y unos ciertos nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, calcio y microelementos que son

necesarios en cantidades muy pequeñas).

Para que la planta crezca bien todos los elementos deben guardar un cierto equilibrio ya que tanto el

exceso como la falta de alguno de ellos entorpecerían su desarrollo. Como regla general es aconsejable

aplicar todos los abonos muy diluidos para evitar sobredosis. Es más fácil corregir una carencia que una

exceso de abono.

Si cultivamos en macetas, como la cantidad de tierra es muy limitada, es fácil que las sales se vayan

acumulando. Si no lo remediamos, la tierra se volverá tóxica y dañará las raíces. Para evitar que las

sales se acumulen debemos lavar la tierra una vez cada 4-6 semanas. Regaremos cada maceta con

dos litros de agua (sin abono) por cada litro de tierra. El agua se irá drenando por los agujeros del tiesto

y arrastrará todas las sales acumuladas en la tierra. Esta práctica es especialmente útil en las zonas

donde el agua del grifo es muy dura como la costa mediterránea.

La receta para el éxito: aplica los abonos muy diluidos y lava la tierra una vez al mes.

No todos los síntomas de una carencia se dan a la vez ni las carencias se presentan aisladas.

Frecuentemente faltan varios elementos al mismo tiempo. Para remediar la mayoría de las carencias

nutritivas el procedimiento a seguir tiene dos fases. En primer lugar se lava la tierra para asegurarnos de

que los alimentos no están bloqueados por un exceso de sales. Cuando la tierra está limpia regamos

con un fertilizante completo con microelementos que solucionará la carencia.

Para que la marihuana pueda absorber correctamente los nutrientes, el Ph del substrato debe estar

entre 6’5 y 7 si se cultiva en tierra y entre 5’8 y 6’8 en cultivos hidropónicos. Esto se consigue ajustando

siempre el Ph del agua de riego dentro de este rango.

Para medir el Ph existen varios métodos. Los más baratos son el papel de tornasol y los reactivos

para acuarios. Se pueden encontrar en tiendas de animales. En las mismas tiendas podemos comprar

los productos para subir o bajar el Ph del agua de riego. Bastante más caros pero mucho más cómodos

son los medidores digitales.

Demasiado abono

Síntomas: La planta adquiere un color verde oscuro, al principio crece muy bien. Conforme el

fertilizante se va acumulando, las hojas comienzan a quemarse en las puntas que se van curvando

hacia abajo. La hierba demasiado abonada pica al fumarla e incluso chisporrotea por los restos de

fertilizante.

Remedio: Lava abundantemente la tierra para arrastrar todo el exceso de fertilizante. Usa al menos

dos litros de agua por litro de tierra aunque, si el exceso de fertilizante es muy notable, puede ser

necesario lavar la tierra dos o más veces. Cuando la tierra este bien limpia abona moderadamente con

un fertilizante completo como microelementos

Poco abono

Síntomas: Las plantas adquieren un color verde claro y las hojas más viejas amarillean. El

crecimiento se hace más lento o se detiene. Los síntomas son parecidos a los de una deficiencia de

nitrógeno. Si está floreciendo, los cogollos son pequeños y no crecen.

Remedio: Fertiliza la tierra con un abono completo con microelementos. La maría necesita abonados

frecuentes pero suaves. En macetas, se puede regar con abono cada una o dos semanas. Si utilizamos

el fertilizante muy diluido se puede abonar con mayor frecuencia.

Demasiado riego

Síntomas: La tierra está siempre mojada. Sale moho en la tierra o el tallo de la planta comienza a

ponerse blando al nivel del suelo. El crecimiento se atrofia y las raíces crecen mal porque no tienen

suficiente oxígeno.

Remedio: Las plantas necesitan un periodo seco entre dos riegos. Espera hasta que la superficie de

la tierra se haya secado antes de volver a regar. Si la mezcla de tierra que utilizas se mantiene húmeda

demasiado tiempo, prepara una nueva mezcla con más perlita, vermiculita, arlita o arena que drene

mejor y se seque antes. Si el tallo de la planta se ablanda es que los hongos le están atacando.

Remueve la tierra y manténla más seca y aireada.

Poco riego

Síntomas: La planta crece poco. Cuando vamos a regarla tiene las hojas flácidas y mustias. La tierra

se seca mucho entre riego y riego. Tiene pocas hojas y son pequeñas.

Remedio: Siempre que reguemos una planta debemos usar agua abundante. Con poco riego, parte

de la tierra no se moja bien y las raíces sufren y mueren. La mejor forma de asegurarse de que toda la

tierra de la maceta se moja es regar hasta que el agua comience a salir por los agujeros del tiesto. Si la

tierra está tan seca que no empapa el agua añadiremos unas gotas de jabón líquido biodegradable para

vajillas en el agua de riego. Estos jabones contienen unos compuestos humectantes que ayudan a que

el agua penetre en la tierra.

Poca luz

Síntomas: Las plantas crecen espigadas, estirándose en dirección a la luz. Se hacen larguiruchas,

poco frondosas, con cogollos pequeños. En condiciones de poca luz suelen salir muchos más machos.

Remedio: Moveremos las plantas a un lugar con más horas de sol o, si cultivamos en interior,

instalaremos más luces o más potentes.

Acumulación de sales

Síntomas: Las plantas muestran deficiencias que no se corrigen cuando fertilizamos. Se ven restos

secos de sales en los bordes de la maceta, en el plato donde reposa, en la tierra o en los tallos de las

plantas. Las hojas se curvan hacia abajo como cuando padece un exceso de abono.

Remedio: Es este uno de los problemas más comunes entre los cultivadores noveles. Cuando el riego

es escaso y se fertiliza mucho las sales que se acumulan en la tierra pueden llegar a matar a la planta.

La solución pasa por lavar la tierra con mucha agua, cuanta más mejor. Si las sales se han ido

acumulando a lo largo de varios meses, lavaremos la tierra al menos dos veces con dos o tres litros de

agua por litro de tierra. Si el problema persiste volveremos a lavar la tierra. Una vez que veamos que la

planta mejora comenzaremos a abonar de nuevo, con fertilizantes muy diluidos. Como medida de

prevención lavaremos la tierra cada cuatro o seis semanas durante toda la temporada de cultivo.

Carencias de nutrientes

Evitar las carencias de nutrientes no es, en realidad, una tarea ardua. Basta con fertilizar

regularmente con un abono completo que contenga microelementos y asegurarse de que las sales no

se acumulan en la tierra. La inmensa mayoría de los problemas de cultivo tienen que ver con el exceso

de fertilizante y la acumulación de sales en la tierra. Para que el nivel de sales no aumente basta con

regar bien (es decir, hasta que el agua escurra por los agujeros de la maceta) y lavar la tierra cada

cuatro semanas.

Si no sabemos si la carencia obedece a un exceso de sales o a una falta de abono el procedimiento

más seguro y exitoso consistirá en lavar primero la tierra y abonar después con un fertilizante completo.

Al lavar la tierra la dejamos a cero, es decir, sin nutrientes. Luego con el abonado restauramos el

equilibrio de nutrientes. En un par de días notaremos que la planta mejora y reanuda su desarrollo.

Carencia de nitrógeno (N)

Síntomas: Amarillean las hojas viejas y se queman las puntas. Se caen las hojas más viejas. Se

atrofia el crecimiento. El color de las hojas se pone verde pálido.

Las plantas crecen larguiruchas y espigadas. Los tallos están blandos, no se sostienen bien.

Remedio: Regar con un fertilizante alto en nitrógeno como la emulsión de pescado, el extracto de

algas. También sirven los fertilizantes completos N-P-K para plantas verdes o cualquiera con bastante

nitrógeno (N) y poco fósforo (P).

Carencia de fósforo (P)

Síntomas: Las hojas y los tallos cogen un color verde oscuro o púrpura. Las hojas son pequeñas y

oscuras. Se para o atrofia el crecimiento de las raíces, tallos y hojas. Las hojas más bajas amarillean y

mueren. Los tallos están duros y quebradizos.

Remedio: Abonar con un fertilizante alto en fósforo como el guano. Todos los abonos completos para

plantas con flores, geranios, rosas, etc. también sirven.

Carencia de potasio (N)

Síntomas: Amarillean las hojas más viejas, primero las puntas, luego toda la hoja adquiere un amarillo

intenso. Las hojas se curvan hacia abajo. Las hojas más jóvenes se arrugan y se retuercen. Se mueren

los brotes de crecimiento. Necrosis (tejidos muertos). Tallos blandos que no se sostienen o duros y

quebradizos.

Remedio: El potasio no siempre falta sino que, a menudo, está bloqueado en la tierra a causa de la

acumulación de sales. Para tratar esta deficiencia hay que lavar la tierra y luego fertilizar con un abono

alto en potasio. Los abonos para cactus suelen tener mucho potasio aunque vale cualquier fertilizante

completo.

Carencia de Magnesio (Mg)

Síntomas: Amarillean las hojas viejas entre las venas, que se mantienen verdes. Las puntas de las

hojas primero, y el resto de la hoja a continuación, se ponen marrones. Las puntas de las hojas se

curvan hacia arriba y luego mueren. La planta entera puede palidecer en unas semanas y morir.

Remedio: La carencia de magnesio es relativamente corriente porque la mayoría de los fertilizantes

no contienen tanto como la marihuana necesita. El magnesio se puede añadir directamente al agua en

forma de sales de Epson (sulfato de magnesio hidratado) a razón de una cucharadita de café por cada

cinco litros. También puedes buscar un abono completo con bastante magnesio.

Carencia de Hierro (Mg)

Síntomas: La falta de hierro o clorosis, al igual que la carencia de potasio, suele ser una consecuencia

directa de la acumulación de sales en la tierra o de un Ph demasiado alto. Normalmente no falta hierro

en la tierra sino que las sales o el Ph hacen que no se pueda absorber. Los síntomas de ambas

carencias son similares: amarillean las hojas entre las venas, aparece necrosis en los tejidos y las hojas

se caen.

Remedio: Como la carencia de potasio, se soluciona lavando la tierra, ajustando el Ph y abonando a

continuación con un fertilizante completo con microelementos. En tiendas de jardinería puedes

encontrar preparados para remediar la clorosis.

Cultivo guerrillero:

El cultivo guerrillero es una modalidad de cultivo de marihuana. Básicamente consiste en irse al

campo y sembrar en lugares estratégicos. Lo mas adecuado es sembrar esquejes por que así

aumentamos las posibilidades de éxito.

Lo mas importante es la elección del lugar, debe ser un lugar poco accesible, húmedo y soleado. Si

encontramos algo así, solo tenemos que sembrar e ir a recolectar a finales de verano.

Consejos prácticos:

-Sembrar en lugares húmedos como orillas de ríos, bocas de riego.....

-Ir lo menos posible por el lugar, los rastros de pisadas se siguen fácilmente y podrían descubrir nuestro

pequeño secreto.

-Limpiar bien el perímetro de cada planta y hacer un agujero lo mas profundo posible.

-Abonar a ser posible antes de sembrar y durante el crecimiento otra vez.

-No decirle a NADIE donde están las niñas, cuando se trata de esto no nos debemos fiar ni de nuestra

madre.

-Sembrar en varios sitios, evitaremos disgustos.

-Observar bien el recorrido del sol antes de sembrar, si son lugares con maleza mas vale el sol

matutino.

-Si sembramos en la orilla de un rio, observar las subidas y bajadas del nivel del agua, es sorprendente

lo que se puede alejar un rio de la orilla en un mes.....o acercar.....

-El lugar no debe estar demasiado alejado de nosotros, así facilitamos los viajes y podremos controlar

mejor el jardín.

-Recomiendo visitar varias veces el lugar antes de sembrar para observar sus condiciones, nos

podemos ahorrar sorpresas.

Plantas criadas en libertad, personalmente creo que es la mejor opción........Abajo ejemplo de practico

invernadero guerrillero.

Extracción de aceite de marihuana:

Este método emplea ingredientes asequibles: el gas butano (vale con una bombona de camping-gas,

por ejemplo) es el solvente principal y no necesita ningún producto sospechoso o difícil de conseguir.

(Se dice que con CO2 también funciona, pero no lo he probado. Como éste es más seguro, sería buena

idea usarlo una vez que se ha hecho con butano y ha funcionado). La otra única cosa necesaria es un

tubo de PVC de 1/2 metro de longitud y 4,5 cm. de diámetro externo y dos tapones para los

extremos. Por algún motivo desconocido para los que investigamos estas cosas "extraoficialmente", el

butano y el CO2 (y tal vez otros gases con un punto de ebullición igualmente bajo) disuelven

selectivamente los deseables componentes del aceite del cannabis, extrayendo sólo una bonita y

ambarina "aceite melosa" y dejando los indeseados aceites vegetales, ceras, clorofila, etc. junto con los

residuos de la planta. Incluso de las hojas grandes, que no se pueden ni fumar, se puede sacar una

maravillosa aceite limpia y potente. Tengo razones para sospechar que esto funcionaría de maravilla

para extraer una súper-potente aceite incluso de la más mediocre hierba del mercado negro y, por

supuesto, cuanto mejor sea la calidad de la maría que se use, mejor será el aceite resultante.

MÉTODO:

1) En uno de los tapones hacer un único agujerito en el centro. Este hueco debe calcularse

correctamente para que entre la válvula de salida de la bombona de butano.

2) En el otro tapón, hacer unos 5 o 6 agujeritos agrupados en el centro (como los de un salero)

3) Colocar esta última tapa en un extremo del tubo. Enroscarla para que quede muy apretada. Está

será la parte de abajo.

4) Llenar el tubo con la marihuana un poco pulverizada (el tubo está calculado para unos 30 gramos,

pero el cálculo se hace a ojo)

5) Colocar la tapa superior del tubo. Enroscarla otra vez lo mejor posible.

6) Buscar un sitio exterior bien aireado. Se trata de que los gases del butano se vayan lo antes

posible. Mucho cuidado.

6a) Montar el tubo (el agujerito solitario hacia arriba) sobre una vasija que pueda recoger 300 ml. o

más. Un vaso de plástico es perfecto. Para mantener el tubo suspendido sobre el vaso se utilizará una

abrazadera. Posicionar el extremo inferior del tubo justo encima del vaso, para evitar salpicaduras.

7) Invertir la bombona de butano e introducir el gas en el tubo a trabes del agujero superior. Una

bombona pequeña puede tardar hasta 10-12 segundos en vaciarse. Hay que ser firme, rápido y

cuidadoso. Una chispa en este momento provocaría un desastre, pues básicamente hemos creado un

dispositivo explosivo e incendiario que tiene fugas.

8) Cuando la bombona se vacíe en el tubo, apartarse una buena distancia y dejar que el proceso siga

solo. El butano desciende por el tubo, extrayendo al cannabis según pasa. Cuando llega abajo (unos 30

segundos) empieza a gotear en el vaso receptor. Nótese el tono pálido y brillante, entre amarillo verde y

dorado, del extracto. Es evidente que no se ha arrastrado nada de clorofila de la hierba. De 5 a 8

minutos después, el extracto de butano terminará de caer al vaso. Pero cuidado todavía con el tubo,

pues aún contiene un montón de butano evaporándose (se puede apreciar un hilillo de humo saliendo

por arriba. Cuando ya no gotee más que una vez cada varios segundos, se puede tapar el agujero

superior con un dedo para ayudar a empujar los últimos restos de butano líquido ( o se puede soplar

cuidadosamente por el agujero. Pero ¡¡NUNCA ASPIRAR!!). Al ser muy volátil y de bajo punto de

ebullición, el butano depositado posiblemente se evaporará a temperatura ambiente. El vaso receptor se

irá congelando gradualmente enfriado por el butano, disminuyendo la velocidad de evaporación, pero se

puede acelerar simplemente sosteniéndolo entre las manos. Otra forma mejor es meterlo en un plato

con un poco de agua caliente. El butano empezará a burbujear como loco con el incremento de

temperatura. Es importante recordar que todo esto debe hacerse en el exterior y con buena ventilación.

Cuando la mayor parte del butano se haya evaporado, pero antes de que el aceite empiece a

endurecerse, se tiene la oportunidad de meter el líquido en un vial, o bien dejarlo en el vaso. Si se elige

lo del vial, es importante dejar espacio de sobra, hasta varias veces el volumen del líquido, para permitir

que al reaccionar por el aumento de temperatura (simplemente por tenerlo en las manos) no se

desborde. El producto final es un aceite amarillo-ámbar de la máxima calidad, increíblemente pura y

potente.

Nótese también que este aceite un punto de fusión/vaporización algo mayor que las aceites de hashis

tradicionales; el típico método de administración (mojando una aguja o una tira de papel en el aceite ,

cogiendo un poquito con la punta, y calentándolo con una llama para que se vaporice dentro de la pipa)

todavía se puede usar con este producto, pero parece que hay que ser más cuidadoso, porque no se

calienta hasta fundirse tan deprisa o de la misma manera, y puede quemarse más fácilmente en la

aguja. Así que cuidado.

Para los que prefieren preparar una tintura, por supuesto que pueden diluir el producto en un poco de

alcohol de alta graduación , ligeramente caliente, como Everclear o isopropyl al 90%, y luego mojar con

él un cogollo o dejar que un porro lo absorba, para luego permitir que el alcohol se evapore. Con este

producto es importante calentar primero un poco el alcohol para que después lo disuelva sin problemas.

Molécula de THC.

Obtención de hachis:

Obtener hachis de la marihuana seca es muy sencillo, solamente necesitamos un cuenco, una tela

porosa o tamiz, una bolsa de plástico y una cuchara de madera grande (de las de cocinar). Es

importante el tamaño de poro del tamiz para que solo pase la resina al cuenco, unas medias de mujer

valen aunque seria mejor comprar un tamiz (o cedazo) fino pero es algo caro.

En cualquier caso, colocáis el tamiz sobre la abertura del cuenco y lo sujetáis bien con un alambre o

algo así de modo que quede bien tenso. Colocáis los cogollos bien secos (importante) sobre el tamiz y

lo cubrimos todo con una bolsa de plástico haciéndole un nudo para que no salga nada. Por ultimo

golpeamos suavemente con la cuchara sobre los cogollos hasta que nos cansemos.

El polvillo recogido en el interior del cuenco es resina pura, basta con amasarla un poco

y............HACHIS!!!!!!!!.

Creo que el morete de debajo se explica mejor que yo:

Cultivo de secano:

Esta técnica de cultivo guerrillero intenta acomodar a las plantas al clima mediterráneo, es decir, con

mucho sol y poca agua. La marihuana obtenida con este método pesa más que la normal pero las

cosechas son menores en volumen. Las plantas son pequeñas y requieren poco riego. Aunque se

obtiene poca cantidad por cada planta la calidad es mucho mayor y requieren pocos cuidados.

Estas plantas deben sembrarse un par de meses antes que con el método tradicional, con esto

conseguimos que se vayan endureciendo y fibrando. En el momento de la floración al estar la planta tan

endurecida le es mucho mas difícil crecer pero obtenemos una floración excepcional.

En definitiva conseguimos plantas que apenas dependen del agua, esto nos permite hacer riegos

muy espaciados de modo que las plantas no nos causaran muchas molestias.

Una de las cosas que conviene hacer es colocar un plástico negro de 50x50 cm. en el suelo para que

la tierra no pierda la humedad, para ello haremos un corte en forma de cruz en el centro del plástico y

meter por el la planta. El plástico lo colocaremos un mes después de sembrar la planta para evitar que

se pudran las raíces. Por ultimo cubriremos el plástico con un par de dedos de tierra para que realice

mejor misión.

Con esta técnica los ritmos de riego son bastante bajos ( una vez cada 7 días en el periodo de

máximo desarrollo ), pero deberán ser constantes. En ningún caso usaremos abonos ricos en nitrógeno,

porque esto dispararía la demanda de agua de la planta.

En definitiva, este método es ideal para zonas de clima seco y con mucho viento. Además

conseguimos unas plantas pequeñas, fácilmente disimulables en su entorno. Obtendremos

producciones bajas por cada planta pero podremos plantar muchas dado el poco esfuerzo que

conlleva.

En las fotografías podemos observas diferentes métodos de poda útiles para esta técnica.

Cosecha de invierno y crecimiento vegetativo:

Cosecha de Invierno

Son muchos los cultivadores a los que se les termina en primavera la maría que cosecharon en otoño.

Especialmente aquellos que no cultivan muchas plantas en verano, por falta de espacio o para no tener

problemas con las fuerzas del (des)orden, pueden sacar un gran partido de la cosecha invernal.

También es una buena idea para aquellos fanáticos que no quieren dejar de plantar en todo el año para

no perder el ―tacto‖. Esta cosecha suele ser menor que la de verano, pero permite seguir aprendiendo

de las plantas sin mucho trabajo ya que al hacer menos calor no necesitan tantos riegos.

El ciclo natural del cannabis comienza en la primavera al germinar las semillas o cañamones. La

planta se desarrolla a la par que los días se alargan. Continúa creciendo hasta el final del verano

cuando las horas de luz vuelven a acortarse y las noches crecen. La floración comienza al alcanzar las

noches unas nueve o diez horas de duración, en julio o principios de agosto. Las marías acaban de

florecer y están maduras para su recolección cuando los días y las noches duran unas doce horas; más

o menos a finales de septiembre o principios de octubre. Estos datos no son absolutos ya que hay

muchas variedades que comienzan a florecer o están maduras antes o después de estas fechas. Sin

embargo, para variedades que llevan años cultivándose en la Península Ibérica y están por tanto bien

aclimatadas, estas fechas se cumplen a rasgos generales.

¿A que viene este rollo? Resulta que entre los meses de febrero a abril las noches se van reduciendo

desde catorce horas hasta diez horas. Y esto es perfecto para la floración. Es decir, en la península hay

dos épocas buenas para que la marihuana florezca: la primavera y desde el final del verano al principio

del otoño.

Salvo en zonas costeras o en las islas, las temperaturas mínimas de diciembre y enero suelen bajar

de los 5-10º C. Estas temperaturas no permiten cultivar porque las plantas no las resisten bien. Si

contamos con un pequeño invernadero que mantenga la temperatura más alta, sí podremos cultivar

todo el año. Los días a partir de febrero suelen ser más cálidos y en muchas zonas las plantas resisten

bien. En general, sacaremos las plantas al exterior cuando las temperaturas no bajen de 10º C.

Para hacer una cosecha de invierno hay que sembrar las semillas entre octubre y enero en el interior

de casa, donde las temperaturas son más cálidas. El lugar ideal es frente a una ventana orientada al

sur. Cuantas más horas de sol reciba la planta, mejor.

Un buen sistema de germinar las semillas consiste en colocarlas entre dos hojas de papel de cocina

dobladas y mojadas, dentro de un recipiente con tapa, para que la humedad se mantenga. Hay que

controlar las semillas cada pocas horas ya que se deben plantar en cuanto se abren y asoma la raíz.

Las semillas germinadas se plantan a unos 5 mm. de la superficie y con la raíz que asoma apuntando

hacia abajo. Unos días después la plantita saldrá a la superficie.

Las macetas de plástico negro no son aconsejables para plantar en verano porque se calientan

demasiado. Sin embargo, en la cosecha de invierno son una ayuda. La maceta se calienta al sol y

conserva el calor largo rato. De este modo las raíces no sufren tanto la bajada de temperaturas. El

cannabis soporta mejor el frío en las hojas y las ramas que en las raíces. Si las macetas descansan

directamente sobre el suelo se enfrían mucho y la maría no crece bien. Una buena solución consiste en

elevar la maceta un poco, separándola del suelo con una tabla de madera o un trozo de corcho que

haga de aislante. Así las raíces estarán algo más calientes.

Desde que nace la planta, para evitar que florezca, tenemos que alargar artificialmente la duración de

los días hasta las 16 o 18 horas. Como en invierno anochece a las cinco o las seis de la tarde, hay que

iluminar la planta desde el atardecer hasta medianoche. Es mejor si todos los días la luz se enciende y

apaga a la misma hora, pero no es imprescindible. La idea es que el cannabis no tenga el periodo de 12

horas de oscuridad que desencadena la floración hasta que no sea lo suficientemente grande como

para dar una buena cosecha.

Un fluorescente o una halógena dan una cantidad de luz suficiente para evitar que la planta florezca

pero no para que crezca y se desarrolle. Este sistema funciona si contamos con un balcón, terraza o

jardín bien soleado. El sol se ocupará de hacer crecer a la planta y la luz artificial tan sólo de que no

florezca. Si no tenemos acceso a un lugar soleado, las plantas necesitarán mucha más potencia de luz.

Que nadie intenté cultivar interior total (sin sol) sólo con un fluorescente o una halógena, no se puede.

Si no se usa luz artificial para impedir la floración, el cannabis comienza a florecer tan pronto como su

tamaño se lo permite. Normalmente esto da lugar a plantas muy pequeñas con pocos cogollos. Aunque

la planta vivirá sana, la cosecha será muy pequeña y, si no ha recibido mucho sol, poco potente. Por

esto es recomendable poner luz artificial para completar el fotoperiodo de la planta.

Mientras consigamos que la planta tenga 16-18 horas de luz diarias, con varias horas de sol directo,

seguirá creciendo sin empezar a florecer. A principios de febrero dejaremos de darle luz artificial para

que el cannabis tenga días más cortos y comience la floración. Si las temperaturas nocturnas no bajan

de los 8 o 10ºC se pueden sacar las plantas al exterior.

El cambio de fotoperiodo se acompaña de un cambio de fertilizante. El abono de crecimiento se

sustituye por uno de floración. Los abonos llevan siempre en la etiqueta las letras N.P.K. seguidas de

tres números que indican la cantidad de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) que contienen. Los

fertilizantes para el crecimiento del cannabis deben ser altos en nitrógeno (N) y los de floración altos en

fósforo (P). El potasio (K) es necesario en todo momento. En invierno el sol calienta menos que en

verano porque está más lejos de la Tierra. La luz llega más débil y las plantas no crecen tanto por lo que

necesitan menos abono y mucho menos riego que en verano.

Los fertilizantes son necesarios para un buen desarrollo del cannabis, sobre todo si está en macetas,

pero el exceso puede ser muy perjudicial. Para evitar quemar las plantas lo más indicado es poner la

mitad o la tercera parte de lo que diga la etiqueta. Siempre se podrá abonar de nuevo más tarde si es

necesario.

Si las hojas de la marihuana están bien verdes y la planta va creciendo, lo más probable es que tenga

los nutrientes que necesita. Si nos hemos pasado de abono, el cannabis cogerá un color oscuro, pero

las hojas presentarán las puntas quemadas o retorcidas y el crecimiento muchas veces se parará. Por el

contrario si el cannabis va perdiendo color, adquiere un tono verde claro o amarillento y el crecimiento

es escaso, es necesario abonar. No hay que confundir los síntomas de una carencia de nutrientes con la

caída y amarilleamiento, totalmente normales, de las hojas más grandes a lo largo de la floración.

La floración comenzará en febrero y las plantas estarán listas en abril. Aunque el cannabis invernal no

suele crecer tanto y hace cogollos más pequeños, la calidad puede ser muy buena. ¿Y a quién no le

gusta cosechar en abril? Además, una gran ventaja de cultivar en invierno y primavera es que apenas

hay ni insectos ni plagas que ataquen a las plantas.

Es posible que alguna de las plantas salga muy buena e interese revegetarla para sacarle otra

cosecha. Recogeremos los cogollos sin cortar la planta, respetando las hojas y cogollitos más bajos

como si hiciéramos una buena poda. Después hay que abonarla con un fertilizante alto en nitrógeno que

favorece el crecimiento. Si todo va bien, la planta comenzará a brotar nuevas hojas en un par de

semanas. Las plantas cosechadas en abril y regeneradas crecerán a lo largo de la primavera y parte del

verano. Se llenarán de cogollos en agosto y septiembre con la cosecha normal de verano.

Crecimiento Vegetativo:

Ciclo vegetativo

Durante la primavera, cuando cultivamos en exterior, o durante mientras las tenemos con fotoperiodo

de 18 horas en interior, las plantas se encuentran en lo que se llama ciclo vegetativo. Una vez que la

semilla germina y la planta nace, trata de crecer lo más rapido posible. Desde el punto de vista de una

planta de maría, más grande significa mayor probabilidad de reproducirse. Si la planta es más grande,

tiene más ramas para que crezcan flores y, por lo tanto, más flores pueden ser polinizadas por un

macho. Cuantas más flores sean fecundadas, mayor número de semillas producirá la planta y más fácil

será que alguna llegue a sobrevivir.

El cultivador de cannabis también está interesado en que su planta crezca todo lo posible ya que a

grandes plantas, grandes cosechas. Debe aprovechar esta tendencia natural de la planta y procurarle

los nutrientes y el entorno más adecuados. El cannabis requiere para crecer sano agua, sol y nutrientes

y un suelo donde agarrarse.

Agua

Las plantas necesitan agua abundante, aunque un terreno encharcado no es recomendable. La tierra

debe drenar bien y secarse un poco entre riego y riego. El cloro que contiene el agua corriente no es

bueno para la maría. Si dejamos el agua en un recipiente abierto durante un día, se evaporará el cloro.

Conforme los días vayan siendo más calidos hay que aumentar la frecuencia de riego. Si hace mucho

viento las plantas necesitarán más agua porque la evaporación aumenta.

Sol

El sol es otro elemento indispensable para que el cáñamo crezca sano. No debemos olvidar que las

plantas utilizan la energía solar para convertir el agua y los minerales que absorben del suelo en

alimentos. La maría necesita al menos cuatro o cinco horas diarias de sol directo aunque crecerá mejor

con más. Lo ideal es situarla orientada al sur para que reciba sol todo el día.

Nutrientes

Los nutrientes son minerales que el cannabis absorbe, disueltos en el agua, a través de las raíces. El

cannabis usa doce minerales distintos. Siete de estos minerales hacen falta en cantidades muy

pequeñas que suele contener la tierra. Se llaman microelementos y algunos abonos comerciales los

incluyen. Los otros cinco minerales son los más importantes. Son nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K),

magnesio (Mg) y calcio (Ca).

Los abonos pueden incorporarse a la tierra antes de plantar, como se hace con el estiercol, o

añadirse después. Los abonos comerciales indican en la etiqueta las letras N.P.K. seguidas de tres

números que corresponden a las concentraciones de nitrogeno, fósforo y potasio. En estos meses de

ciclo vegetativo, en que la planta crece mucho, se necesita, sobre todo, nitrógeno. Hay que buscar un

abono que tenga una concentración alta de nitrógeno respecto de fósforo y potasio y utilizarlo según

indique la etiqueta. Será mejor si contiene calcio, magnesio y microelementos. Después cuando

comience la floración buscaremos uno con más fósforo que nitrogeno, ya que el fósforo es muy

importante para la floración.

Se puede abonar pulverizando agua con algún fertilizante líquido sobre las hojas. Las hojas de las

plantas también pueden absorver agua y nutrientes. De vez en cuando hay que puverizar sólo agua

para que se laven los restos de sales minerales que pueda haber sobre las hojas. No se debe pulverizar

las plantas cuando están en floración porque la humedad favorece la aparición de moho en los cogollos.

Tierra

Las raices del cáñamo requieren humedad pero también oxígeno. La mezcla de tierra que utilicemos

debe permitir que las raices crezcan fácilmente manteniéndose esponjosa y aireada. Para lograr que la

tierra adquiera la textura ideal se le pueden añadir diversos materiales como arena, grava, perlita, arcilla

expandida o lava volcánica que facilitan el drenaje del terreno y su oxigenación.

Poda

En estos meses de crecimiento podemos dirigir la planta por medio de la poda. Las plantas podadas

se ramifican más. El resultado son plantas más frondosas y tupidas con más ramas y, por tanto, más

lugares donde crecer cogollos. Por otra parte, las plantas podadas son más compactas y pasan más

desapercibidas. Aunque existen varias formas de podar, la más sencilla y segura consiste en contar las

yemas terminales de las plantas para que estas se ramifiquen. Hay que evitar podar las yemas cerca de

la floración porque podría retrasarla.

Automatización e inventos:

Es importante no dedicar mas tiempo del necesario a nuestra plantación, por ello debemos buscar

tácticas para reducir los trabajos y por tanto el tiempo. Se pueden hacer miles de cosas pero opino que

lo mas importante es montar un riego por goteo, además es sencillo, barato y ahorraremos agua. En

cualquier tienda de jardinería o ferretería podemos encontrar todo lo necesario para montarnos un goteo

a medida. El tendero os asesorara adecuadamente, si no es así, iros a otra tienda.....

En la foto de la izquierda un practico sistema de riego por goteo, obsérvese la electro válvula que abrirá

el grifo por nosotros todos los días. En la derecha tenemos un sistema de aspersores en el techo que

conectado al mismo circuito del goteo hará llover también todos los días.

Cocina canabica:

MENÚ:

Guacamole

Genovesa

Sugo Sconvolto

Arroz Afrodisíaco

Manzana del Paraíso

Lenguas de Chocolate

Helado

Bollos de Plátano

BOLLOS DE PLÁTANO

INGREDIENTES (para un bollo):

l taza de plátanos triturados. 1 taza de azúcar. 2 huevos. I cucharadita de limón. 3 cucharadas de harina

en flor. 1 taza de nueces trituradas. 1/2 taza de marihuana triturada. I/2 cucharadita de sal.

Se baten los huevos con el azúcar; se mezclan por otra parte los plátanos con el zumo de limón y se

añade la sal y la harina. Se mezcla todo y se cuece en un horno, que esté ya muy caliente, durante 75

minutos.

HELADO

INGREDIENTES:

75 g de pistachos pelados y pulverizados, sobre los que se habrá rociado agua de rosas. 3/4 partes de

una taza de azúcar sin refinar. 1/4 litro de nata (3 tazas). I cucharada de vainilla fresca. 75 g de hojas de

cáñamo majadas.

Se muele el cáñamo en un almirez al tiempo que se le añade, muy poco a poco, agua caliente hasta

conseguir una masa pegajosa que se dejará aparte. Se mezclan todos los demás ingredientes - excepto

la nata- y se calientan a fuego lento.

Antes de que lleguen a hervir se añade una taza de nata y se pone todo en la nevera. Cuando la masa

está ya fría se le añaden las dos tazas restantes de nata junto con la pasta de cáñamo. Se revuelve bien

todo y se coloca en el congelador.

LENGUAS DE CHOCOLATE

Se pulverizan 10 gramos de hachís de la primera entresaca. Se calientan al baño Maria 50 gramos de

chocolate amar- go y la tercera parte de una taza de mantequilla. Se añade el hachís y se mezcla con

una taza de azúcar y dos huevos. Se le echan entonces, revol- viendo cuidadosamente, tres cuartas

partes de una taza de harina, media cucharadita de levadura, media cucharadita de sal y media taza de

nueces trituradas. Se tuesta todo durante media hora en un recipiente cuadrado untado de mantequilla.

Se deja enfriar; cuando esté frío se glasea con chocolate, se adorna con nueces y se corta en cubitos.

MANZANAS DEL PARAÍSO

INGREDIENTES (4 personas):

4 manzanas peladas, a las que se habrá quitado el corazón. 4 cerezas en guinda. 1/2 taza de azúcar

moreno. 1/3 parte de una taza de marihuana. 1/2 vaso de agua. 2 cucharaditas de canela en polvo. Se

maja la marihuana hasta convertirla en polvo y se mezcla con el azúcar, el agua y la canela. Se rellenan

las manza- nas con esta pasta, se tapa el hueco del corazón, as rellenado, con una guinda de cereza y

se ponen a1 horno, que se habrá calentado, previamente, unos 25 minutos. Se sirven de inmediato..

ARROZ AFRODISÍACO

INGREDIENTES (4 personas);

1/2 kilo de arroz. Una cucharada de nuez moscada rallada. 2 cantáridas secas. Una cucharada de grano

del paraíso. Una cucharada de resina de cáñamo. Se ponen todos los ingredientes, salvo el arroz y la

resina, en un almirez y se mezcla todo. Se vierte la mezcla en un puchero y se calienta a fuego lento

hasta que rompa a hervir; se quita, entonces, la tapadera del puchero y se espera a que la cocción se

reduzca a la mitad. Se añade la resina en polvo, se revuelve bien y se echa sobre el arroz, que

previamente se habrá hervido y condimentado con sal. Hay quien añade algunas gotas de curry a mitad

del hervor.

GUACAMOLE

INGREDIENTES: (para 4 personas)

14 g de marihuana (1 taza de café).1 taza de aceite de oliva extra virgen.4 aguacates.2 tomates

maduros y pelados. 1 cebolla picada fina. Ajo y perejil, Sal, pimienta y chili al gusto. Limón.

PREPARACIÓN:

Mezclamos la hierba y el aceite en un mortero. Dejamos reposar al menos media hora, hasta que la

mezcla sea de color verde uniforme. Trocearemos los aguacates, añadimos el tomate y la cebolla junto

con la hierba y el aceite macerado. Espolvoreamos con el ajo y el perejil picados. Salamos y

especiamos al gusto y rociamos todo con el zumo de limón para evitar que el plato oscurezca.

Acompañar con patatas de churreria que utilizaremos a modo de cuchara.

PESTO CANNÁBICO "ALLA GENOVESE"

INGREDIENTES (4 personas):

2 tazas llenas de hojas de basilico. 2 dientes de ajo. 2 cucharaditas de piñones. 14 g de marihuana

limpia. 30 g de queso parmesano rallado. 30 gr. de queso de oveja rallado. Aceite de oliva extra-virgen,

el necesario. Una nuez de mantequilla. Sal

Preparación:

Lavar y secar bien las hojas de basílico, ponerlas en el mortero con los ajos y los piñones. Machacarlas

bien. Añadir la marihuana, el parmesano y el queso de oveja, y seguir machacando hasta obtener un

compuesto bien amalgamado. Mezclar con la mantequilla y el aceite poquito a poco, seguir trabajando

la salsa hasta que ligue bien y sea densa. Dejarla reposar 30 minutos. Salar al gusto. Es importante

diluir 2 o 3 cucharadas de agua de cocción de la pasta en la salsa antes de mezclarla, de modo que

ligue mejor. Usar la batidora eléctrica solo en casos de extrema necesidad.

"SUGO SCONVOLTO"

INGREDIENTES (4 personas) :

14 g de marihuana limpia de tallos, semillas y ramitas. l00 g de aceite de oliva extra virgen. 2

zanahorias. El corazón de un apio blanco. 1 cebolla. 2 ajos, perejil. 250 g de tomate pelado en lata. Sal,

pimienta, orégano. Queso parmesano de la mejor calidad. PREPARACIÓN DEL "SUGO": Dejar unas

horas en maceración la hierba limpia en aceite. Filtrar el aceite (reservando la hierba). Sofreímos a

fuego lento la zanahoria, el apio, la cebolla, el ajo y el perejil (en este orden), previamente bien picado,

en una cazuela de barro. Cuando el ajo está doradito, añadimos el tomate, intentando quitar las partes

más duras y alguna semilla si es posible. Dejamos al chup-chup unos 20 minutos hasta que evapore el

líquido que han soltado los ingredientes. Añadimos la marihuana, con una taza de agua y un pellizco de

azúcar que nos quitará el gustillo agrio del tomate. Hacemos rebajar el líquido unos 10 minutos.

Salamos y especiamos al gusto (orégano, basílico, albahaca...). Apagamos el fuego y lo dejamos

reposar tapado, durante el tiempo de cocción de la pasta. Esta salsa está recomendada para;

espaguetis, macarrones y fusillis (espirales).

PREPARACIÓN DE LA PASTA; Hervimos 5 litros de agua. Una vez en ebullición, salamos

abundantemente con sal marina (2 cucharadas) y mantenemos el fuego alto constante. Echamos la

pasta (100 g de pasta/persona). Los tiempos de cocción varían para cada tipo de pasta (de 7 a 14

minutos). Se escurrirán al dente dejando un poco de agua. Mezclamos con el "sugo" y aderezamos con

el queso parmesano.

Variedades de Marihuana:

Aquí tenéis todas las variedades que existen de marihuana, así podréis ver cual es la que mas os

interesa para vuestra plantación.

LEYENDA:

-Int/Ext: indica si es apta para cultivo en interior, exterior o ambos.

-Sat/Ind: indica la proporción en tanto por ciento de sativa o indica.

-Florac: indica los días que emplea la planta en florecer.

-Prod: indica la producción aproximada en gramos de cogollo seco.

-Altura: indica la altura aproximada que alcanza la planta.

-Colocon: sin comentarios.

-Procedencia: indica donde podéis encontrar estas semillas.

Alcaloides:

Se incluyen en este grupo de compuestos aquellas sustancias de origen vegetal o animal que

contienen en sus moléculas sistemas heterocíclicos nitrogenados y poseen carácter básico. Por esta

razón recibieron el nombre de alcaloides; son derivados complejos de la piridina, quinoleina, etc. A

pesar de su distinta estructura, poseen propiedades fisiológicas análogas.

Para obtener los alcaloides de los vegetales en que se encuentran, se agotan las partes de la planta

que los contienen, reducidas a porciones pequeñas, con agua sola si aquellos se encuentran en forma

de sales solubles, o con ácido clorhídrico diluido si están en forma insoluble. Cuando se emplea

solamente agua, se trata la disolución obtenida con carbonato sódico; si se emplea como disolvente el

ácido clorhídrico, se adiciona a la disolución cal, que pone en libertad el alcaloide. Este se purifica

cristalizándolo en el alcohol o éter. Para separar entre sí los diversos alcaloides que pueden coexistir en

una disolución se recurre a cristalizaciones fraccionadas y repetidas de sus sales.

La mayor parte de los alcaloides se encuentran en las plantas dicotiledóneas en forma de sales

(malatos, tanatos, citratos, etc.). A excepción de algunos como la nicotina, que son líquidos, los

restantes son sólidos, poseen sabor amargo y reacción alcalina. Insolubles generalmente en el agua, lo

son más en el éter y fácilmente solubles en el alcohol. Con los ácidos forman sales y con ciertos

cuerpos dan reacciones, coloreadas o no, pero características. Tienen por lo común, carácter de aminas

terciarias, y son en su mayor parte venenos muy violentos; como antídoto se emplea, entre otros,

infusiones de té muy cargadas; el tanino de la infusión precipita el alcaloide e impide su asimilación en

el tubo digestivo.

Se clasifican los alcaloides teniendo en cuenta los núcleos fundamentales de sus moléculas. Según

ellos, se dividen en los grupos siguientes, en los que se hace un estudio somero de los principales

alcaloides en ellos contenidos: alcaloides de núcleo pirídico, de núcleo quinoleico, de núcleo

isoquinoleico, de núcleo tropánico, de núcleo indólico, de núcleo fenantrénico, y alcaloides de

constitución mal definida (según familia de los vegetales, o sea, alcaloides de solanáceas, de

papaveráceas, etc... O alcaloides oxigenados o no oxigenados).

A continuación veremos ejemplos de alcaloides dentro de sus diferentes clasificaciones, poniendo

como ejemplo los más interesantes o los que más se centran dentro del presente estudio:

1. Alcaloides de núcleo pirídico.

A este grupo pertenecen la nicotina, la pilocarpina, esparteína, entre otros.

Nicotina, C10H15N2. La nicotina se encuentra en el jugo del tabaco acompañada de otros alcaloides.

Para su obtención de forma industrial, se hierven las hojas de tabaco con agua varias veces, filtrando y

reuniendo los líquidos del tratamiento; se filtran y concentran hasta que el extracto se solidifique y se

trata éste con alcohol absoluto y caliente. Por el reposo se forman dos capas, que se separan por

decantación; la superior, que contiene la nicotina, se concentra en baño de María y luego se trata con un

exceso de disolución concentrada en potasa, se deja enfriar y se agita con éter, que disuelve la nicotina,

la cual se separa del disolvente por evaporación de éste.

La nicotina es un líquido incoloro que hierve a 245 grados, de olor semejante al tabaco y sabor

ardiente y picante. Es muy venenosa en dosis extremadas. Sus disolventes son el agua, alcohol, éter,

etc...

2. Alcaloides de núcleo isoquinoleico.

Se encuentran estos alcaloides en las plantas papaveráceas y ranunculáceas. El más importante es

la papaverina la cual tiene propiedades hipnóticas, aunque no tan acentuadas como la morfina.

3. Alcaloides de núcleo fenatrénico.

El más importante de todos ellos es la morfina de fórmula compleja.

Morfina, C17H19O2N. Se encuentra en el opio en forma de sal, y de él se extrae por varios

procedimientos.

La morfina forma cristales rómbicos muy pocos solubles en agua fría, más en la caliente y en el

alcohol hirviente. No se emplea pura en Medicina, sino en forma de clorhidrato y sulfato, muy

empleados como sedantes y calmantes, dándose en inyecciones hipodérmicas. Deshidratada la

morfina, se transforma en apomorfina.

4. Alcaloides de núcleo tropánico.

A este grupo pertenecen, entre otros, dos alcaloides muy importantes: la atropina y la cocaína.

Atropina, C17H22O2N. La atropina es la variedad ópticamente inactiva de la hiosciamina, alcaloide

que se encuentra en el jugo de varias plantas como la belladona (Atropa belladona) y el estramonio.

La atropina se obtiene en forma de cristales incoloros poco solubles en agua fría y muy solubles en

alcohol, éter, cloroformo, etc. Se emplea muchas veces como sulfato.

Cocaína, C18H21O4N. La cocaína se extrae de las hojas de coca, con el procedimiento que antes

explicamos. Se obtiene cristalizada en prismas incoloros de sabor amargo, que insensibilizan la lengua,

poco solubles en el agua, y mucho en el alcohol, éter y cloroformo. Se emplea en Medicina en forma de

clorhidrato, sal muy soluble en el agua.

5. Alcaloides de núcleo indólico.

Los alcaloides más importantes de este grupo además de los enteógenos, son la estricnina y la

brucina.

La forma de obtener los alcaloides indólicos, es siguiendo los pasos que ya detallamos al principio de

este capítulo, pues como hemos dicho, los alcaloides son poco solubles en agua, pero muy solubles en

alcohol, éter, etc...

Estricnina, C21H22O2N2. Este alcaloide, uno de los más enérgicos, se extrae de diversas plantas,

del género Strychnos, entre ellas el haba de San Ignacio, de la nuez vómica, y del jugo de ciertas

plantas americanas, pero principalmente de las semillas de la nuez vómica.

Es una sustancia que cristaliza en prismas rómbicos muy poco solubles en agua fría, de sabor

amargo muy intenso y muy venenosos, produciendo su ingestión convulsiones tetánicas. La estricnina

forma sales con los ácidos, pues tiene marcado carácter alcalino. El sulfato de estricnina es muy usado

en terapéutica.

6. Alcaloides de núcleo no definido.

En este grupo se comprenden todos aquellos alcaloides cuya constitución no ha sido aún fijada

perfectamente. Entre ellos se encuentra la aconitina, que se encuentra en el acónito (Aconitum

napellus). Es un veneno violentísimo, empleado en terapéutica para combatir ciertas dolencias. También

encontramos la ergotinina, uno de los principios activos del cornezuelo de centeno, poco soluble en

agua, soluble en alcohol y cloroformo, el cual ejerce una acción específica sobre el útero.

OTROS CONCEPTOS BIO-QUIMICOS. Los productos usados para la fabricación de drogas como las anfetaminas, metanfetamina, LSD, metacualona y fenciclidina (PCP), así como de la cocaína y la heroína son, entre otros, la: efedrina, efedrol, fenilpropanona, ergotamina, ácido antralínico, piperidina, éter etílico, amoniaco, alcohol metílico y anhidrido acético. Como ya hemos visto, la estructura química de la mayoría de los enteógenos, revela un núcleo indol común entre ellos. Este núcleo también aparece en la fórmula de la serotonina, una sustancia que se encuentra en los seres humanos. Es posible que la acción de las drogas enteógenas, psicomiméticas y psicodélicas, se deban a alguna relación con la serotonina en el sistema nervioso central, modificándose o alterándose.

Molécula de nicotina Molécula de morfina. Molécula de cocaína.

Cultivo de Stropharia cubensis:

MATERIAL

Vasos de vidrio. Sirven los de beber agua. Es importante que no tengan una boca estrecha, puesto

que en un momento dado habrá que volcar su contenido como si se tratara de un flan.

Papel de aluminio.

Autoclave, olla a presión, o incluso una olla cualquiera sirve, preferentemente una cacerola grande.

Harina de arroz integral, que se puede comprar en una tienda de dietética o se puede moler el arroz en

un molinillo de café (preferible).

Vermiculita, que es una tierra inerte y porosa que venden como material de construcción. Su función

oficial es aligerar peso de pavimentos y dar aireación a la tierra de macetas (en caso de no disponer de

vermiculita, podemos utilizar corcho -del marrón, no porexpán blanco- desmenuzado en bolitas).

Agua libre de cloro, p.e., agua de manantial envasada. No sirve la del grifo.

Y, por supuesto, las jeringas con esporas: una sirve para inocular unos 10 vasos.

MÉTODO

A - Preparación del Medio

Mezclar 1 parte de vermiculita con una cuarta parte de harina de arroz integral. Esto hay que

humedecerlo con dos cuartas partes de agua. (Aunque no cuadre desde el punto de vista de los pesos,

hay que tener en cuenta que se trata de volúmenes: no se suman sino que hay la correspondiente

contracción de volumen). El resultado tiene que ser una masa compacta, como un pastel.

Otra posibilidad es: entre 2/3 y 3/4 de vermiculita, 1/4 de harina y 1/4 de agua. También valen

proporciones intermedias.

Hay que remover mientras se añade el agua.

Llenar los vasos con esto, dando golpecitos para que quede bien compacto. Hay que dejar que falten

unos 2 cm. para llegar hasta arriba. Este espacio se llenará de vermiculita seca, que servirá de barrera

para evitar contaminaciones: esta es la peculiaridad del método que aquí se propone.

Se enrasa el vaso y se tapa bien con una lámina de papel de aluminio, atándolo con un cordel (no con

una goma).Ya está a punto de esterilizar.

B - Esterilización

En autoclave, a una presión entre 600 y 800 g/cm2 durante 20 minutos. Se puede adaptar una olla a

presión a modo de autoclave poniendo una reja en el fondo para que la alta temperatura de la olla no

rompa los vasos.

Pero lo que es mejor: fuentes bien informadas afirman que hirviendo simplemente al baño maría durante

más tiempo también se obtienen buenos resultados. En tal caso se trata de varias horas; cuantas más,

mayor seguridad.

Dejamos enfriar lentamente la olla y ya tenemos el medio a punto para sembrar. Hay que evitar

cambios bruscos de temperatura, que podrían romper los vasos.

C - Inoculación

Destapar la aguja de la jeringa; las manos bien limpias y desinfectadas con alcohol. Remover la

capucha de la jeringa y pinchar a través del papel de aluminio y la capa de vermiculita hasta de la aguja

toque el lateral del vaso por su interior. El agujero que quede en el papel de aluminio lo taparemos con

un celo, o con otro papel de aluminio que sujetaremos con una gona elástica alrededor del vaso.

Inyectar una pequeña cantidad: 1 cc. en cada vaso en un par de inoculaciones. Si tocamos la aguja

accidentalmente, habrá que flamearla y dejar que se enfríe antes de volverla a utilizar. En una jeringa

hay 10 cc, o sea, para 10 vasos.

Es importante repartir bien para que la colonización del medio sea total y uniforme. Así se evitarán

contaminaciones en la etapa de fructificación: los contaminantes no atacan si el medio está colonizado

por completo. Pero mientras, la capa de vermiculita protege y ahora hay que dejar que crezca el micelio.

D - Crecimiento del Mecelio

Tiene lugar entre 10 y 32º C. La temperatura ideal es de 21ºC. (Aunque por lo que he comprobado, el

calor no es problema sino todo lo contrario. A temperaturas superiores a 33ºC no solo resisten sino que

crecen más). Por encima de 21ºC las esporas germinan al cabo de una semana. Les gusta un ambiente

cálido y luz indirecta. Hay que evitar el sol directo. El micelio crece de color blanco, con una textura

algodonosa. Si aparece otro color, es que se trata de un contaminante. Habrá que desechar aquellos

vasos contaminados, pues no sabemos que toxinas llevan los contaminantes, y las hay peligrosas.

E - Fructificación

Cuando el medio está completamente colonizado y ya no queda alimento para el micelio se iniciará el

ciclo reproductor: saldrán los hongos.

Ahora hay que sacar el "pastel" de su vaso: se quita la capa de vermiculita y se vuelca sobre una

tapadera invertida —o cualquier soporte que permita transportarlo sin tocarlo—. Se secan las gotas de

agua que hayan podido quedar con un "kleenex",(esto no es imprescindible), y ya se puede colocar en

el "terrario".

El terrrario consistirá en un acuario vacío en el que, además de la tapadera, habremos colocado otra

lámina de vidrio o de plástico en medio, de forma oblicua y sin que ocupe toda la longitud. Esta lámina

sirve de escudo para cuando humedecemos: No puede ir ni una gota de agua directamente sobre los

micelios, de manera que tenemos como dos cámaras: en la primera pulverizamos agua con un spray 4

veces al día y en la otra va a parar la humedad y es donde crecerán los hongos.

A partir de aquí, esto tiene que funcionar durante unos tres meses, hasta que los micelios se han

agotado. Al principio saldrán muchos de golpe, y después irán saliendo cada vez menos.

Durante todo este tiempo conviene eliminar el agua residual que queda en el fondo del terrario. Se

puede hacer, p.e., con una pera para lavativas. Pero, como siempre, son bienvenidos los inventos

ingeniosos.

F - Recolección y Secado

Los hongos se arrancan de su substrato; cortarlos supondría perder una buena parte. De su base hay

que eliminar los restos de vermiculita, que no es nada buena para la salud. Si hay una pelusilla blanca

alrededor, no es otra cosa que el propio micelio. Al manipularlos aparecerá el color azul-verdoso

característico que indica que contienen psilocibina.

Para secarlos PF recomienda meterlos en un recipiente cerrado con un desecante, p.e. silicagel. Pero

si el ambiente no es excesivamente frío ni húmedo, basta con dejarlos esparcidos sobre un paño fino de

algodón, sostenido por sus cuatro esquinas sobre una caja, p.e., como si fuera una hamaca, de modo

que el aire circule por todos los lados. Si hay alguno muy grueso, se puede partir.

Lo que no se puede hacer es secarlos con calor (en el horno o sobre un radiador), ya que se

degradaría el principio activo.

G - Conservación

Por lo que parece, su estabilidad no es muy buena, aunque me falta información concreta al respecto.

Pero se recomienda guardarlos envasados al vacío y/o en el congelador. También en atmósfera de

CO2.

H - Dosificación

1g. de peso seco ya puede resultar una cantidad bastante activa. Esto puede ser una orientación.

Pero hay que tener en cuenta que hay muchas variaciones, tanto en la sensibilidad individual como en

el contenido de principio activo. Así, hay quien toma de 2 a 5 g., que ya sería lo máximo.

También tenemos que la toxicidad es muy baja.

En cuanto a la dosis de psilocibina en estado puro, esta oscila entre 5 y 20 mg. Habría ,pues, que

conocer la proporción que contienen los hongos para saber lo que uno ha tomado. Como que esto no es

posible, no queda otro remedio que ir por tanteo.

Identificación de hongos:

En esta sección se incluirá la información necesaria para identificar los hongos de psilocibina más

populares y así asegurarse de no ir a ingerir una especie de hongo venenosa. Nunca consuma un hongo

a menos de estar COMPLETAMENTE seguro de su identificación taxonómica.

La Reacción Azul

Una característica NECESARIA para identificar este y otros hongos psilocibes es que cuando el

hongo se recoge y se le frota el tallo con los dedos, los tejidos del hongo obtendrán una coloración

azul/morada. Esto se debe a que la psilocina hace una reacción con el aire y se "azulea".

En la siguiente fotografía se ve cómo los tallos de esta especie (Psilocybe Baeosistis); que al ser

recogidos eran blancos, están azules/negros después de sólo unos minutos (foto por John Allen).

A continuación está la información para identificar el hongo más ampliamente distribuido del mundo el

Psilocybe Cubensis.

Psilocybe Cubensis

Este hongo crece en el estiércol de vacas al rededor de todo el mundo y también es el hongo de

psilocibina más ampliamente cultivado en la actualidad.

Estudie cuidadosamente las imágenes y busque en los hongos que encuentre el famoso corbatín (la

membrana que queda justo abajo de la cabeza del hongo).

Copelandia Cyanescens

(información suministrada por AIRDOG)

Este hongo al igual que el p. cubensis crece en el estiércol de ganado, es

muy potente tomando a consideración su tamaño, puede salir en familias muy numerosas de 10 o mas,

el sombrerillo que va desde .5 cm. hasta 5 cm. de diámetro tiene una coloración blanco grisácea con un

brillo no reflejante (este es un factor importante debido a que hay hongos muy parecidos que pertenecen

al genero panaeolus que tienen un sombrerillo plateado que refleja los rayos del sol), muchas veces en

el centro tiene un tono naranja, el tallo de máximo 10 cm. de largo y delgado es de un color beige,

crema o amarillento, en este hongo la reacción de azuleo no es tan rápida como en otros tipos; pero es

muy intensa y después de mucho azulear el tallo se observa casi negro, las laminillas son negras o

grises según la edad del hongo, las esporas son negras, tiene un sabor muy amargo y el olor se

asemeja al olor del semen.

Psilocybe Mexicana (Pájaritos)

(información suministrada por AIRDOG)

(dibujo derecha, cortesía de Stain Blue)

Este pequeño hongo era de los preferidos de los chamanes mazatecos, crece en pasturas y llanos

muchas veces donde hay p. cubensis, nace directamente del suelo y es mas bien pequeño, el delgado

tallo de no mas de 8 cm. de largo tiene una coloración rojiza/naranja, la copa es de forma de campana o

cono de color café con un característico "pezón" en el centro, también tiene estrías o rayitas que van

desde el borde de la capucha como hasta la mitad de esta. Las celdillas van desde un naranja ocre

hasta un morado fuerte. en este hongo la reacción de azuleo no es tan intensa y a veces es casi

inadvertida, su sabor es muy ácido y se necesitan como unos 30 hongos para tener una experiencia

poderosa o unos 2 gramos secos.