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Luis Humberto López Hernández Diego Braña Varela Isabel Hernández Hernández de la de la de Vida Estimación Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Fisiología y Mejoramiento Animal. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Ajuchitlán, Colón, Querétaro Octubre de 2013 Libro Técnico No. 11 ISBN: 978-607-37-0092-4 Carne Anaquel

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Luis Humberto López HernándezDiego Braña Varela

Isabel Hernández Hernández

de lade la

deVidaEstimación

Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Fisiología y Mejoramiento Animal. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.

Ajuchitlán, Colón, Querétaro Octubre de 2013Libro Técnico No. 11 ISBN: 978-607-37-0092-4

CarneAnaquel

DIRECTORIO INSTITUCIONAL

SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACIÓN

LIC. ENRIQUE MARTÍNEZ Y MARTÍNEZ Secretario LIC. JESÚS AGUILAR PADILLA Subsecretario de Agricultura

PROF. ARTURO OSORNIO SÁNCHEZ Subsecretario de Desarrollo Rural

LIC. RICARDO AGUILAR CASTILLO Subsecretario de Alimentación y Competitividad DR. FRANCISCO JOSÉ GURRÍA TREVIÑO Coordinador General de Ganadería

INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS

DR. PEDRO BRAJCICH GALLEGOS Director General

DR. SALVADOR FERNÁNDEZ RIVERA Coordinador de Investigación, Innovación y Vinculación

MSc. ARTURO CRUZ VÁZQUEZ Coordinador de Planeación y Desarrollo

CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA EN FISIOLOGÍA Y

MEJORAMIENTO ANIMAL DR. CÉSAR AUGUSTO MEJÍA GUADARRAMA Director

ESTIMACIÓN DE LA VIDA DE ANAQUEL DE LA CARNE

Luis Humberto López Hernández Diego Braña Varela Isabel Hernández Hernández

Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Fisiología y Mejoramiento

Animal.

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.

Macroproyecto “Indicadores de calidad en la cadena de producción de carne

fresca en México” con registro y fondos de SAGARPA-CONACYT No. 109127.

Libro Técnico No. 11 Ajuchitlán, Colón Querétaro.

ISBN: 978-607-37-0092-4 Octubre de 2013.

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias Progreso No. 5, Barrio de Santa Catarina Delegación Coyoacán C.P. 04010 México, D.F. Tel (55)38718700 ISBN: 978-607-37-0092-4 Editor M. en B. Luis Humberto López Hernández Primera Edición, Octubre 2013 No está permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, por registro u otro método, sin el permiso previo y por escrito de la Institución.

Contenido

1.- Introducción 1 2.- Vida de anaquel de la carne 2 3.- Conservación de la carne 5 4.- Las características iniciales de la carne, dictan la vida de anaquel 10

4.1.- Defectos de calidad en la carne 14 4.2.- La grasa en la carne 17

4.2.1.- La rancidez en la carne (Oxidación de lípidos) 18 4.3.- El color en la carne 20

5.- Relevancia de la nutrición animal en la vida de anaquel de la carne 25 6.- Alternativas de empaque en la preservación de la carne 27

6.1.- Ambiente con atmósferas controladas 30 6.2.- Empacado en atmosferas modificadas 31 6.3.- Envasado al vacío “segunda piel” 33 6.4.- Envases activos e inteligentes 35 6.5.- Recubrimientos y películas comestibles 36 6.6.- Puntos a considerar para evaluar la eficiencia de empaques 39

7.- ¿Cómo predecir la vida de anaquel de la carne? 42 7.1.- Biblioteca de datos 42 7.2.- Durante la distribución 43 7.3.- Pruebas de distribución en condiciones extremas 43 7.4.- Departamento de Quejas-Calidad 44 7.5.- Vida en Anaquel 44 7.6.- Pruebas Aceleradas 45

7.6.1.- Prueba acelerada Q10 48 7.7.- Clasificación de los modelos predictivos 50

7.7.1.- La carne y la microbiología predictiva 50 7.7.2.- Modelos cinéticos y probabilísticos 56

7.7.2.1.- Modelo de Gompertz 60 7.7.2.2.- Modelo Logístico 62 7.7.2.3.- Modelo de Arrhenius 64 7.7.2.4.- Modelo de Superficie de Respuesta 64

7.7.3.- Modelos mecanicistas 66 7.8.- Métodos para estimar vida de anaquel mediante Análisis Sensorial 67 7.9.- Validación de los modelos 69

8.- Referencias 71

1. Introducción

Desde tiempos prehistóricos, la conservación de la carne ha sido una preocupación que

ha estimulado la creatividad y el conocimiento. Esto llevó a nuestros ancestros a

desarrollar diversos sistemas de procesado como el salado, ahumado, congelado, etc.

Hoy en día, el reto principal, es el poder conservar la carne fresca (aquella que no ha sido

sometida a ningún proceso que modifique de modo irreversible sus características

sensoriales y físico-químicas, salvo la refrigeración y el envasado), por el mayor tiempo

posible.

Para la cadena de distribución de consumo de carne fresca, una alternativa para hacer

más rentable y eficiente su negocio, es el aumento en la vida de anaquel. Esto es,

extender en el tiempo las características organolépticas y de inocuidad de la carne, que la

hagan aceptable por parte del consumidor. Lo anterior depende principalmente de las

características fisicoquímicas, microbiológicas y organolépticas que tenga al inicio de su

vida útil. Mientras mejor es la materia prima con que se inicien los procesos, mayor tiempo

de vida de anaquel tendrá un producto. Estos parámetros iniciales son aspectos objetivos

y cuantificables, que nos ayudan a predecir cuál será la vida útil de la carne, en función de

los sistemas de conservación empleados.

Figura 1. Carne de cerdo en anaquel refrigerado (foto obtenida de http://www.educacioncontracorriente.org).

1

En este manual, se tiene como objetivo dar a conocer las herramientas y técnicas de

análisis de laboratorio más comunes para estimar, de forma objetiva, la vida de anaquel

en carne fresca; además, se hace una revisión de los factores claves para la

conservación, y de los que actúan en detrimento de las propiedades sensoriales como

son el color, el olor y la estabilidad lipídica; las alternativas más modernas en sistemas de

modificación de atmósferas y empacado de cárnicos, para terminar con una sección sobre

sistemas de evaluación y predicción de la vida de anaquel.

2. Vida de anaquel de la carne

El deterioro de los alimentos se produce por diversos cambios, principalmente en

respuesta al crecimiento y metabolismo de microorganismos, la exposición, la cantidad y

tipo de luz que recibe la carne, la oxidación de lípidos y pigmentos, etc. Lo interesante es

que la gran mayoría de los cambios son normalmente percibidos por el consumidor

mediante el uso de sus sentidos (vista, olfato, gusto, tacto y oído). Cuando el consumidor

rechaza el producto, porque considera que sus características lo hacen inaceptable o

porque pone en riesgo su salud, se dice que ha llegado al final de su vida de anaquel o

vida útil.

Existen diversas definiciones (Davies, 1995; Brody, 2001; Coma 2006; Eilert, 2005) sobre

lo que implica la vida de anaquel, la mayoría incluye conceptos como el “preservar la

calidad y asegurar el bienestar del consumidor”. A continuación se enuncian algunos

ejemplos:

“Período en el que un alimento almacenado bajo condiciones óptimas

preestablecidas, mantiene características sensoriales y de seguridad aceptables

para el consumidor”.

“Periodo de tiempo bajo condiciones de almacenamiento conocidas, posterior a la

manufactura y envasado de los alimentos. Durante este tiempo deberá conservar

sus características de calidad sensorial, química, física, funcional o microbiológica,

cumpliendo con todas las declaraciones de contenido nutrimental que aparecen en

su etiqueta, cuando se almacena en condiciones adecuadas”.

“El periodo entre la manufactura y venta al menudeo de un producto alimenticio,

durante el cual el producto tiene una calidad satisfactoria”.

2

“La ventana de tiempo en la cual el alimento mantiene su calidad en sabor, textura

y valor nutricional, la vida de anaquel está basada en la seguridad, calidad y

nutrición”.

“La determinada cantidad de tiempo en el que un producto alimenticio puede ser

almacenado sin que se manifiesten cambios apreciables en su calidad o

inocuidad”.

Idealmente, todos los alimentos perecederos deberían declarar su vida de anaquel,

indicando claramente la fecha de expiración en los empaques. Sin embargo, la vida de

anaquel puede verse afectada por condiciones ajenas al producto, por ejemplo, por la

temperatura ambiente en que fue conservado, rupturas en el empaque, exposición a la

luz, etcétera (Marth, 1998).

Esto hace necesario que el consumidor también sea responsable de su salud, razón por

la cual debe de involucrar todos sus sentidos (el más rápido y sencillo laboratorio de

determinación de calidad), en la decisión sobre consumir o no un determinado producto.

Esta es la razón de la importancia que las pruebas sensoriales tienen en relación a la vida

de anaquel.

En términos generales, los factores que más influencia tienen sobre la vida de anaquel de

la carne fresca y los productos cárnicos son: calidad del producto (pH, color, capacidad de

retener agua, etc.), carga bacteriana inicial, temperatura, tiempo de almacenamiento y

atmósfera en que es contenida la carne (Labuza y Fu, 2005; Tirado et al., 2005; Restrepo

y Montoya, 2010). Cualquier falla en el control de alguno de estos factores, puede ser

parcialmente compensada por el riguroso control de otro factor; la vida de anaquel óptima

pudiera solamente ser alcanzada al controlar todos los factores en conjunto. Por esta

razón se considera que para lograr una larga vida de anaquel se debe tener especial

énfasis en los siguientes procesos:

1) Selección inicial del producto o materia prima: una vez muerto el animal del

que provienen los productos cárnicos, la calidad sensorial de sus derivados

frescos, solo tenderá a reducirse, ya que no se puede mejorar durante su

almacenaje. Por lo que iniciar con un producto de buena calidad, es el primer paso

para lograr una adecuada vida de anaquel.

3

2) Formulación: seleccionando las materias primas más apropiadas, con cargas

microbianas específicas (mínimas) y dentro de normativas, así como del uso de

ingredientes funcionales que aseguren la integridad del alimento.

3) Procesamiento: asegurando la disminución de operaciones alimentarias que

modifiquen las propiedades inherentes de la materia prima o producto terminado,

teniendo especial énfasis en evitar contaminaciones microbianas cruzadas.

4) Empaque: considerando la forma y destino final del producto, se seleccionará el

empaque adecuado, particularmente que logre reducir el impacto negativo del

ambiente (cambios bruscos de temperatura o humedad), así como las diferentes

contaminaciones fisicoquímicas (por ejemplo, de olores o sustancias ajenas), y

microbiológicas.

5) Condiciones de transporte y almacenamiento: considerando el adecuado

seguimiento de la cadena de frío desde almacén de materias primas, almacén de

producto terminado, distribución, venta, e incluso las condiciones a las que será

expuesto durante el transporte y el almacenamiento en el hogar.

Por supuesto, la vida de anaquel está en función directamente proporcional, al esfuerzo

invertido en los procesos. En la medida en que se tienen mayores esfuerzos, se pueden

lograr mayores vidas de anaquel. Por ejemplo, de dos cerdos criados en la misma granja

(idéntica materia prima), uno de ellos sacrificado en un rastro TIF de exportación, puede

lograr una vida de anaquel superior a 60 días; mientras que su hermano, procesado en un

rastro de mala calidad, escasamente tendrá una vida de anaquel superior a 1.5 días.

Es claro que el entendimiento y la estimación de la vida de anaquel, son aspectos

relevantes para poder tener una adecuada comercialización de los productos

perecederos. Esta vida debe al menos exceder el tiempo mínimo requerido de distribución

del productor al consumidor. La capacidad de predicción que se tenga, permitirá a los

industriales evitar pérdidas por devoluciones, y establecer una correcta inteligencia de

mercados, sustentada en la calidad del producto y en la confianza del consumidor

(Rodríguez, 2003).

4

Figura 2. Tecnología en la comercialización de carne fresca (temperatura a 1C,

atmosfera modificada, envoltura impermeable al oxígeno, almohadilla para absorber

escurrimientos, luz roja especial para resaltar el color pero sin promover la

oxidación de pigmentos y grasas en la carne (foto obtenida de

http://www.Carnetec.com/Industry/TechnicalArticles/Details/813)

3. Conservación de la carne

Algunas teorías evolucionistas consideran que el consumo de alimentos ricos en proteína,

energía y minerales, como lo son las carnes, fue uno de los factores clave que permitió la

evolución del cerebro humano. Pero el tener acceso frecuente a esta carne, muchas

veces era imposible de no contar con métodos que ayudaran a preservarla por algún

tiempo (Davies, 1995). Esta necesidad, promovió el desarrollo de métodos de

conservación como la salazón (en seco o salmuera), el ahumado (en frío o caliente),

etcétera. Esto porque nuestros antepasados entendieron que tanto el salado, como la

desecación o la deshidratación, disminuyen el contenido de agua de los alimentos y

modifican su percepción sensorial. Gracias a esto, la cantidad de agua del alimento que

queda disponible para los microorganismos se reduce hasta tal punto, que los

microorganismos quedan inactivos o mueren (Marth, 1998).

Otros métodos que limitan el desarrollo de bacterias y hongos, es la adición de nitratos,

compuestos bactericidas del humo, o los presentes en algunas plantas o semillas

(albahaca, orégano, pimienta, etc.).

5

La fermentación es igualmente un método tradicional, que favorece la conservación de

alimentos (los embutidos fermentados), donde por competencia, o por la producción de

compuestos derivados de su metabolismo (por ejemplo, el ácido láctico o ciertas

bacteriocinas) grupos de microorganismos excluyen el crecimiento de otros (Aberle,

2002).

Desde finales del siglo XIX, el principal método de preservación de la carne a largo plazo,

ha sido la congelación a -20ºC; mientras que para períodos de tiempo cortos, se prefiere

la refrigeración a temperaturas entre 0 y 4ºC. El mantenimiento de la cadena de frío se

hace para salvaguardar la seguridad de los consumidores y la protección de la salud

pública (Eilert, 2005). Esto se logra por la desaceleración de reacciones enzimáticas

propias de la misma carne, así como por la reducción del daño microbiano y/o

contaminación biológica, puesto que la temperatura baja, reduce importantemente la

replicación de la mayoría de los microorganismos, quienes son los responsables de la

aparición del limo superficial, desarrollo de olores desagradables, así como de producir

enfermedades, ya sea por la presencia particular de algunas de las bacterias como la

Salmonella, o de toxinas microbianas derivadas de su metabolismo como las producidas

por el Staphylococcus aureus (Arinder y Borch, 1999; Baranyi et al., 1993 a y b).

El efecto de la temperatura de almacenado es tan importante, que puede resultar en

importantes modificaciones en la vida útil de producto. Se ha encontrado que la vida útil

tiene una reducción considerable a medida que aumenta la temperatura.

Estudios con carne de cerdo congelada en diversos empaques y almacenada por

diferentes tiempos, consistentemente muestran que la gente prefiere la carne fresca. Esta

percepción negativa hacia la carne congelada, puede mejorar cuando se emplean

sistemas tecnificados de congelación, los cuales se basan en un adecuado y rápido

congelado, lo que dificulta que el consumidor detecte diferencias cuando la consume

(Jeremiah, 2007 a y b). Para reducir los efectos adversos asociados a la congelación y

particularmente a los efectos negativos que se presentan durante el descongelado, se han

desarrollado técnicas de ultracongelación, o congelación rápida. En éste método, se

reduce rápidamente la temperatura del alimento mediante flujos de aire frío a alta

velocidad, o por contacto con placas frías, por la inmersión en líquidos a muy baja

temperatura, por ejemplo en nitrógeno líquido, etc. La ultracongelación es el método de

conservación de largo plazo, que menos alteraciones provocan en el producto (Moore y

Sheldon, 2003 a y b; Rokka et al., 2004).

6

La velocidad de congelado, puede afectar el color y la luminosidad de la carne. Esto se

debe al tamaño de los cristales de agua que se forman dentro de la fibra muscular;

cuando el congelado es ultra-rápido, se forman cristales muy pequeños de agua, los

cuales dispersan la luz y por lo tanto la carne se ve más opaca y pálida. En cambio la

carne congelada de forma lenta, forma cristales de mayor tamaño, y su carne tiene un

color más traslucido y obscuro (Russell et al., 1996, Tolstoy, 1991; Young et al., 2005).

El color de la carne al descongelarse, es muy inestable debido a la alta tasa de oxidación

de los pigmentos, lo que se agrava con tasas lentas de congelamiento (Buege y Aust,

1978; Berge et al., 2005). Además, durante el congelado, la superficie de la carne puede

comenzar a producir metamioglobina, por lo que adquiere un color café en la superficie, el

cual permanece luego del descongelado. La decoloración que se observa en carne

congelada, puede estar también asociada a la exposición continua a la luz (Faustman,

1990). La carne que puede estar almacenada sin cambios luego de 3 meses, puede

perder su color natural en tan solo 3 días de exposición a la luz.

Otro efecto negativo que reduce la vida de anaquel de la carne congelada, son las

quemaduras por frío. Estas se asocian principalmente a problemas de deshidratación en

la superficie, y son muy relevantes en carne expuesta al aire seco que circula a altas

velocidades.

Otra metodología cada día más difundida, es la modificación del ambiente que rodea a la

carne, ya que al privar, por ejemplo, del oxígeno del aire a la carne, se puede evitar que

las bacterias aerobias se reproduzcan; además al empacar la carne, se evita que ésta se

contamine con la presencia de bacterias deteriorantes (Coma, 2006; Davies, 1995).

Por ejemplo, una carne de buena calidad, que sea refrigerada sin empacar (expuesta al

ambiente), tendría una vida de anaquel de 5 a 7 días; si esta misma carne, hubiera sido

además empacada al vacío, su vida útil fácilmente se pudiera extender a 30 días, e

incluso a temperaturas de 2ºC pudiera haber llegado a 50 días de vida útil.

Más adelante, se consideran los sistemas modernos de empaque, tanto con atmósferas

modificadas, como mediante el uso de empaques activos, interactivos o inteligentes.

Estos son los métodos que en el futuro tendrán mayor impacto en la vida de anaquel de la

carne, particularmente en la medida en que su uso se extienda y los costos se abaraten.

7

Una de las acciones que permitirá una comercialización más sana y eficiente de la carne,

incluye la educación y concientización de la gente. Existen diversos problemas, asociados

al hecho de que tanto vendedores, como consumidores, no toman en cuenta que los

productos cárnicos son productos perecederos y, como tal, su vida de anaquel es corta.

Ingenuamente, el problema se agrava cuando la gente busca comprar lo que consideran

que es lo más fresco y recurren a la compra de “Carne Caliente”.

En tiempos prehispánicos, ante la falta de métodos seguros de conservación de la carne,

ésta se consumía en tiempos muy próximos a la muerte de los animales, on lo cual se

prevenían infecciones gastrointestinales. Esto ya no es necesario puesto que existe la

refrigeración. Lamentablemente, hoy en día seguimos viendo a gente que para asegurar

la frescura de la carne en los mercados, busca la “carne caliente”, que es aquella

proveniente de animales que normalmente tienen menos de 20 horas de haber muerto y

que no fue sometida a un proceso de refrigerado.

La carne caliente no ha terminado su proceso de conversión de músculo a carne, por lo

que tiende a ser dura, con sabor a sangre y normalmente con cargas microbianas

excesivamente elevadas, lo que se empeora por las pobres condiciones higiénicas de los

establecimientos que la comercializan, y por el hecho de que mucha gente selecciona su

carne luego de tocarla con la mano y así verificar que la carne no está fría.

Hoy en día, la comercialización de carne caliente es una aberración que debería estar

prohibida por las autoridades sanitarias, como lo está en muchos países del mundo. Hoy

en día, se cuenta con excelentes técnicas de enfriado de la canal, que evitan el

crecimiento microbiano y por ende las enfermedades.

Se requiere un cambio cultural en la gente para que deje de ser común el que los cárnicos

no se refrigeren, o lo hagan a temperaturas inadecuadas; que se dejen de exponer

carnes y embutidos en mercados municipales o carnicerías fuera del refrigerador, donde

la gente los manosea; dejar de efectuar el corte mediante la rebanadora de uso múltiple

(posible contaminación cruzada), evitar que el carnicero sea también el cajero; además

todo se empeora cuando vemos que el consumidor maneja los productos cárnicos sin

refrigeración durante varias horas, lo congela y descongela, y lo consume varios días

después.

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Figura 3. Carne de pollo vendida en condiciones desfavorables para preservar su

calidad y prolongar vida de anaquel. Pone en riesgo la salud de los consumidores.

Otro abuso típico al que se someten las carnes, es cuando se emplean como ingredientes

en lugares de comida rápida sin inspección (tortas y tacos de la esquina) que se venden

en la vía pública, ya que permanecen por horas a temperatura ambiente antes de su

consumo; sin dejar de lado, la gran cantidad de contaminación sólida que cae sobre su

superficie.

Estos abusos, y la falta de respeto a la carne y a la cadena de frío, derivados en parte de

la falta de conocimiento, de la inconsciencia, la irresponsabilidad, la falta de seguimiento

al sentido común y a la normatividad, son causa de innumerables pérdidas económicas

para el país, no solo por el desperdicio de carne deteriorada, sino por el ausentismo

laboral y estudiantil, los gastos asociados a infecciones, la resistencia microbiana a

antibióticos, etc.

Algunas recomendaciones típicas de vida útil de productos cárnicos (Rodríguez, 2003)

que se han producido con un buen nivel de higiene y una adecuada cadena de frío para

aplicar en casa son:

9

Mediante Refrigeración convencional (0 - 5 ºC):

Pescado fresco (limpio) y carne picada o molida: 2 a 3 días

Carne de pollo fresca: 2 días

Carne de cerdo fresca y empacada: 4 días, hasta 30 días si se

mantuvo en excelentes condiciones de higiene

Carne y pescado cocidos: 4-6 días

Carne cruda bien conservada y empacada: 4 a 25 días dependiendo

de la higiene y su origen.

Carne cruda, empacada al vacío: dos a seis semanas, dependiendo

de los procesos, la higiene y calidad.

Productos cárnicos procesados y empacados: dependiendo de su

fecha de caducidad.

Mediante congelación convencional (-18 ºC):

Carnes de vacuno: hasta 10 meses

Pollos, Cerdo, Cordero: hasta 6 meses

Carne molida: hasta 2 meses

Pescados magros: hasta 6 meses

Pescados grasos: hasta 3 meses o más (depende del pescado)

Mariscos: hasta 3 meses.

4. Las características iniciales de la carne, dictan la vida de anaquel

La calidad de la carne es un término complejo, muy ligado en algunos consumidores a la

cantidad de grasa presente en el corte; sin embargo, el término va más allá y comprende

aspectos nutricionales, sensoriales, tecnológicos y sanitarios, entre otros; siendo el foco

central, las características organolépticas de aroma, color, sabor, jugosidad, suavidad que

son los de mayor influencia en la experiencia por parte de los consumidores (Lawrie,

1981; Mitsumoto et al., 1998, Brondum, 2000; Hui et al., 2006). No existe un valor

absoluto, sino que es la suma de atributos que se conocen cuando el producto se

consume.

10

La calidad de la carne, es el resultado de una miríada de factores, los cuales ejercen su

efecto desde el momento en que empieza la crianza del animal, con la selección de los

individuos con las mejores cualidades, lo que dependerá del propósito específico de su

producción, ya sea ganado para carne, leche, etc. (cuadro 1); del uso de dietas nutritivas

y adecuadas al tipo de animal, lo que permite mejorar los rendimientos, e influye

importantemente en la calidad nutrimental del producto a obtener; la salud animal y trato

humanitario durante la estadía en granja y posteriormente, cuando los animales son

transportados y faenados en el rastro. Durante todo el proceso hay que cuidar el bienestar

del animal, ya que alteraciones por estrés, demeritarán la calidad obtenida durante la

crianza. El proceso de matanza y faenado del animal, es un punto de alto riesgo, donde

todo lo antes logrado, puede perderse en cuestión de minutos (Mitsumoto et al., 1998,

Cheah et al., 1995, Hertog-Meischke et al., 1997, Faustman et al., 1998, García et al.,

2005).

Cuadro 1. Diferentes clasificaciones de carne, según su origen, contenido de grasa

y color.

Categorías Origen

Por origen

Carne Vacuna Res, ternera, novillo, vaca, buey,

búfalo, etc.

Carne Ovina/Caprina Cordero, borrego, cabrito, chivo,

cabra.

Carne Porcina Lechón, cerdo, marrana, verraco.

Carne de Ave

Pollo de engorda, Gallina, pato,

faisán, pavo, ganso, codorniz, perdiz,

paloma.

Otras Carnes

Venado, conejo, cuyo, caballo,

avestruz

Según el color

Rojas Res, cerdo, ternera, buey, caballo y

ovino.

Blancas Conejo y Carne de ave (excepto

avestruz).

Negras Animales de caza, Avestruz

11

La matanza, se debe realizar sin estrés ni sufrimiento por parte del animal, por lo que

antes de morir, los animales son insensibilizados, de modo que no perciban las sucesos a

su alrededor. Si los animales sufren, se desencadenan alteraciones en el metabolismo

post-mortem del músculo, lo que se traduce en defectos fisicoquímicos en la carne,

particularmente, por la disminución rápida del pH, lo que se traduce en mermas por

escurrimiento de agua y carne pálida, en su mayoría en cerdos (Karakaya et al., 2005,

Lawrie, 1981; Hui et al., 2006).

Dependiendo de la especie animal, la sangre representa entre el 6 y 8% de su peso vivo.

Por lo que luego de la muerte, es necesario un adecuado y completo desangrado, ya que

la presencia de sangre en la carne, da mal aspecto y reduce la vida de anaquel, pues

representa un medio muy favorable para el crecimiento de microorganismos (McMeekin et

al., 1997, Mitsumoto et al., 1998).

Después de haber desangrado al animal, siguen los procesos de remoción de la piel y

eviscerado. La presencia de contaminantes, principalmente bacterias patógenas ocurre al

poner en contacto la canal con la cara externa de la piel o con el contenido intestinal. Hay

que tener especial cuidado durante el retiro de vísceras, para que estas no se rompan o

se desborden, a fin de evitar una diseminación del contenido sobre la canal, debido a que

éste tiene gran cantidad de microorganismos que alteran rápidamente la calidad de la

carne.

De haberse realizado los procesos de faenado en un ambiente de adecuada higiene, se

tiene una canal con una carga microbiana moderada. De lo contrario, para reducir riesgos

sanitarios, se recurre a herramientas de sanitización y lavado, lo que ayuda a reducir al

mínimo la contaminación microbiana adquirida en esta etapa. Esto incluye desde el uso

de agua clorada, el uso de ácidos orgánicos (láctico, acético, propiónico) y algunos

inorgánicos (HCl), hasta procesos muy complicados de enfriado ultra-rápido, e incluso de

pasteurización de canales.

Finalmente, las canales deben ser enfriadas rápidamente, dependiendo del rastro esta

práctica es muy variable. Las velocidades con que cae la temperatura, varían mucho entre

especies y objetivos de comercialización y van desde minutos para llegar a temperaturas

cercanas a 0 grados en pollos, hasta más de dos días en otras especies. La velocidad de

caída en la temperatura es relevante para reducir la actividad metabólica aún existente en

los músculos y en la flora microbiana presente (Lawrie, 1981).

12

El no tener un adecuado enfriamiento de la canal puede propiciar defectos en la carne,

incrementando por ejemplo la frecuencia de carne PSE en cerdos.

Una vez obtenidas las canales con adecuada temperatura de refrigeración e higiene,

estas son enviadas a establecimientos de despiece (obrador o tablajería) o directamente a

carnicerías, si lo antes descrito ha sido cuidado, se puede decir que la canal obtenida

tiene excelente calidad, por lo tanto las posibilidades de tener una larga vida de anaquel

son mayores. Durante el transporte de la canal, es importante cuidar que la cadena de frío

se siga manteniendo, ya que las variaciones en temperatura pueden modificar los

parámetros fisicoquímicos y microbiológicos de la carne, y por ende acortar la vida de

anaquel.

Es muy difícil producir un producto de alta calidad, pero es muy fácil deteriorar la calidad

de la carne y su vida útil si no se tienen en todo momento los cuidados adecuados, que

incluyen el evitar la contaminación microbiológica, física, química, abusos de temperatura

y exposición a factores ambientales deteriorantes (luz solar, etc.).

Por otro lado, en la industria existen diversos protocolos para recibir la materia prima

(carne) que se va a utilizar (Lawrie, 1981). La materia prima con adecuada calificación de

calidad y adecuado procesamiento, tendrá una larga vida en anaquel; entre las

características a considerar claves en la adecuada aceptación de materia prima cárnica

se encuentran:

el color (primer indicio de calidad y frescura del producto),

el grado de maduración (se encuentra relacionado con la estabilidad de las

fibras musculares y la interacción de olores de la carne) y

la capacidad de retención de agua (es un indicativo de lo sucedido desde

transportación del animal, pasando por la matanza y enfriamiento, relacionado

con la estabilidad de las fibras musculares y con la velocidad y amplitud de la

caída del pH de la carne después del sacrificio).

la carga microbiana inicial (la cual estará relacionada con todo el proceso de

sacrificio y faenado, lavado de canales y mantenimiento de la cadena de frío).

13

Una de las mejores prácticas para poder controlar la vida de anaquel, consiste en realizar

análisis microbiológicos a la materia prima (las canales o cortes primarios), que parte de

la premisa de que una baja carga microbiana inicial, es la clave para una larga vida de

anaquel.

4.1. Defectos de calidad en la carne

Como se mencionó en la sección anterior, el proceso de sacrificio y disminución de la

temperatura en la canal, es determinante para generar o no defectos en la carne.

Además, para elaborar productos cárnicos de calidad u ofrecer un corte de carne fresca

de calidad, debe utilizarse materia prima en las mejores condiciones, que sea útil y no

sufra alteraciones durante los diferentes procesos que se va a someter. Un indicador de

calidad al momento de elegir la carne es el grado de suavidad (terneza). La terneza de la

carne está relacionada con factores genéticos, nutricionales, de manejo, de maduración,

entre otros (Aberle, 2002; Berge et al., 2003, García et al., 2005, Karakaya et al., 2005,

Texeira et al., 2005). Es relevante además, la velocidad y magnitud de cambio del pH de

la carne durante las primeras 6 horas post-mortem, ya que esto afectará la capacidad de

retención de agua de la carne y por consiguiente la suavidad y el color. Una caída muy

leve del pH, con mínima producción de ácido láctico en la fibra muscular después de la

muerte, provoca la condición DFD; por otro lado una caída excesivamente rápida del pH

(más ácido) provocará la condición PSE.

Carnes DFD (del inglés: dark=oscura, firm=firme, dry=seca)

Son carnes que presentan un pH superior a 6.1 y retienen mucha agua, por lo tanto son

extremadamente susceptibles al desarrollo microbiano; son carnes de color oscuro,

textura firme y una apariencia seca debido a su elevada retención de agua. Un pH mayor

a 6.2 puede dar origen a problemas tecnológicos, siendo un problema típico en la

obtención de carne vacuna. Se asocia a estrés crónico en el animal, como los dietados

excesivos que acaban con las reservas musculares de glucógeno y por ende no hay

capacidad de producción de ácido láctico, es muy común en bovinos (Lawrie, 1981; Hui et

al., 2006).

14

Figura 4. Carne DFD (arriba) vs carne normal (abajo).

Carnes PSE (del inglés pale=pálida, soft=suave, exudative=exudativa)

En este caso, ya sea por factores genéticos, por exceso de estrés y maltrato a los cerdos, las reservas de glucógeno muscular se transforman aceleradamente en ácido láctico, provocando un descenso rápido del pH, lo cual se agrava cuando persisten temperaturas elevadas después de la muerte de los animales (arriba de 30 ºC). Este ambiente ácido, acerca a las proteínas miofibrilares a su punto isoeléctrico por lo que se tiene una menor capacidad de retención de agua. Este es un problema que se observa sobre todo en aves y cerdos (Lawrie, 1981; Christensen, 2003; Hui et al., 2006).

Figura 5. Carne PSE (izq.) vs carne normal (der.).

15

Además de los defectos DFD y PSE, las carnes pueden tener otras alteraciones (Aberle,

2002), que impidan su uso por ejemplo:

1.- Olor y sabor, causado por determinados tipo de dieta: La carne de cerdos

alimentados con gran cantidad de harina de pescado o residuos de lino, huele y

sabe frecuentemente a pescado, o bien a rancio. Es frecuente que estas

alteraciones solo se distingan después de hervir la carne. En los casos más

extremos, el olor es claramente desagradable, y el tejido graso exhibe color gris o

amarillo y una textura blanda. Dietas altas en aceites de mala calidad o en exceso,

darán problemas de color de grasa y de grasa muy líquida.

2.- Olor y sabor a medicinas, desinfectantes y similares: Algunas substancias

pueden transmitir su olor y sabor a la carne. Entre otras, se encuentran

especialmente el alcanfor, el petróleo, el éter, el pinol, etc. La carne de los animales

sacrificados también toma diversos olores y los conserva por mucho tiempo, las

alteraciones del olor y sabor pueden ser muy acentuadas. A diferencia de los

anteriores, los químicos para reducir la carga microbiana (ácidos láctico, propiónico,

acético) tienen un efecto bacteriostático, la mayoría de estos olores desaparece

rápidamente por ser compuestos muy volátiles (Beales, 2004; Bradley et al., 2011).

3.- Olor sexual, es aquel derivado de sustancias que naturalmente produce un

animal para atraer a las hembras, o marcar territorio (feromonas como el escatol y la

androstenona), las producen normalmente los machos sin castrar de cerdos,

borregos, cabras, etc. En general su concentración aumenta con la edad. En cerdos,

los machos se castran quirúrgicamente en edades tempranas (3 días de nacidos) o

inmunológicamente 8 semanas antes de llegar a su peso de mercado, ya que de no

hacerlo, la carne tendrá olor a orines y sudor.

4.- Contaminación de la carne: Al realizar la matanza de los animales existen

múltiples factores que pueden contaminar la carne. La falta de cuidado e higiene por

parte de los operadores es un punto relevante, ya que por descuido puede ocurrir

contaminación con contenido gastrointestinal o con líquido biliar; igual ocurre si el

animal tuviera abscesos (lesiones crónicas), si no se trabaja con cuidado, puede

haber contaminación de la carne y desarrollo de olores desagradables.

16

En los rastros está estrictamente prohibido el proceso de animales que no llegaron

vivos a la matanza, ya que no se podrían inspeccionar, además la carne estaría

llena de sangre, y si el eviscerado de los animales no se lleva a cabo

inmediatamente después de su muerte, ingresan en la carne microorganismos

deteriorantes (de la putrefacción) procedentes del canal intestinal y se produce la

coloración verde grisácea del intestino y de las paredes abdominales, a veces con

reblandecimiento del hígado y riñones (Aberle, 2002).

4.2. La grasa en la carne

Sensorial y nutricionalmente, la grasa juega un papel relevante en la calidad de los

productos cárnicos (Figura 6). Es un componente muy dinámico, que puede variar en su

composición en función de la especie animal y del alimento que reciba; además, se puede

alterar mediante reacciones de oxidación, lo que repercute en las propiedades

nutricionales y sensoriales (Aberle, 2002; Hui et al., 2006, Lawrie, 1981).

La grasa puede tener diversos perfiles de ácidos grasos, los cuales influyen en la nutrición

y salud de los consumidores. Según diferentes fuentes de información nutricional a lo

largo del mundo, los humanos deben de consumir diariamente entre un 30 y 34% de sus

calorías, a partir de grasas y aceites y el resto a partir de proteínas y carbohidratos. Al

formar una parte importante de nuestra nutrición, debemos de tener en cuenta el perfil de

ácidos grasos que conforman nuestros alimentos y la relación que guardan entre ellos,

por ejemplo, ¿Qué porcentaje de ácidos grasos saturados, insaturados o poliinsaturados

las componen? y ¿Qué relación se tiene entre los diferentes aceites que la componen?,

además, de la relación entre omega 3 y omega 6, la cual es relevante para entender la

patología de algunas enfermedades cardiovasculares, o inmunológicas. Lo ideal es

mantener una relación omega 6:3 de 2:1; consumir grasas con alto contenido de ácido

graso oleico y limitar el consumo de grasas saturadas (Palmquist, 2009).

En la actualidad se busca que los animales depositen grasas benéficas para la salud,

pero que esta grasa no pierda o disminuya sus propiedades funcionales de

procesamiento. La conservación de la grasa es importante, ya que su oxidación resulta en

una disminución de sus cualidades nutricionales y de la vida de anaquel del producto

(Buege y Aust, 1978).

17

Figura 6. Un adecuado almacenamiento, reducirá el riesgo de las reacciones de oxidación de la grasa en cortes con elevado contenido de grasa intramuscular.

4.2.1. La rancidez en la carne (Oxidación de lípidos)

La oxidación de los compuestos lipídicos de un alimento, es una de las reacciones que

modifica en forma más importante la calidad de la carne, ya que aún teniendo cuidado de

no contaminar el alimento con microorganismos, este fenómeno ocurre por reacciones

químicas en muchos de los casos de forma espontánea. El proceso de oxidación, es lo

que da la característica de rancidez, la cual puede ser positiva o negativa, puesto que

ayuda a hacer más fuertes los sabores y olores, mejorando o empeorando un alimento

(Buege y Aust, 1978; Faustman, 1990; Lawrie, 1981).

La rancidez es iniciada por radicales libres del oxígeno o por el ataque del oxígeno

molecular a radicales libres pre-formados en los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA’s de

sus siglas en Inglés) que constituyen a las grasas y aceites (Figura 7). Los ácidos grasos

más susceptibles a reacciones de oxidación son los PUFA’s, los cuales se asocian

principalmente a lípidos de las membranas, las cuales envuelven a las células o a los

organelos como las mitocondrias (Morrissey et al., 1998, Renerre et al., 1996). Estas

reacciones de oxidación dependerán de factores intrínsecos y extrínsecos a la carne.

18

Los factores intrínsecos incluyen principalmente los sistemas de alimentación a los que

fueron sometidos los animales en vida, lo cual tiene un efecto en el tipo de grasa (perfil

lipídico y grado de rancidez), así como la presencia y concentración de antioxidantes

como son principalmente el nivel de vitamina E, C, de carotenoides; así como de

minerales antioxidantes como el selenio o pro oxidantes como el cobre y el hierro (Chea

et al., 1995, Zerby et al., 1999, O’Grady et al., 1998, Mitsumoto et al., 1998, Liu et al.,

1996, Hertog-Meischke et al., 1997).

Los factores extrínsecos se asocian con los sistemas de protección en la carme (sistemas

de empaque y antioxidantes exógenos o añadidos), presencia de fuentes y tipo de luz, así

como el manejo de temperaturas de conservación (Gobantes et al., 2001, Gruen, 2008).

La oxidación de la fracción lipídica en el músculo depende de la cantidad e interacción

con iniciadores de la cadena de oxidación (Figura 7), como son: el Oxígeno reactivo (O•) y

metales de transición (Fe2+ y Cu2+). Dentro de la cadena de oxidación, la reducción del

Oxígeno por un electrón rinde diversos compuestos: un radical anión superóxido (O2-),

peróxido de Hidrógeno (H2O2) y un radical Hidroxilo (OH-), los cuales participan en la

cadena de oxidación de la grasa y de pigmentos musculares (como la hemoglobina y

mioglobina). El radical superóxido puede ser producto de varias reacciones tales como la

oxidación de la oximioglobina hasta metamioglobina. En condiciones ácidas, el radical

superóxido puede ser protonado a un radical peroxil (HOO•) que es el agente oxidante

más potente, siendo capaz de penetrar la bicapa de membrana lipídica con mayor

facilidad que otros agentes pro-oxidantes (Lawrie, 1981; Mancini y Hunt, 2005; Hui et al.,

2006, Coma, 2006; Buege y Aust, 1978).

Una manera de determinar la oxidación es por medio de la cuantificación de compuestos

resultantes de la oxidación de lípidos (óxidos, aldehídos y cetonas), esta prueba es

conocida como índice de TBARS (thiobarbituric acid reactive substances; sustancias

reactivas al ácido tiobarbitúrico) y sus resultados se expresan como miligramos de

Malonaldehído/Kg de carne.

19

Figura 7. Cadena de reacciones de oxidación de lípidos.

4.3. El color en la carne

El color que percibimos en la carne es el resultado de una fuente de luz que puede variar

en color (blanca, roja, luz de día, etc.), que interactúa con pigmentos que tienen la

capacidad de absorber fracciones de luz, de modo que lo que se refleja es el color que

nosotros percibimos mediante la retina (Mancini y Hunt, 2005), que es un detector que

comunica los estímulos al cerebro quien percibe e interpreta lo que la muestra refleja (la

luz que no fue absorbida por la muestra). El color y la apariencia de la carne se

encuentran dentro de los principales atributos de calidad que influyen en la decisión de

compra del consumidor. De hecho para los consumidores mexicanos, es el principal

referente al momento de seleccionar un corte de carne. Estos juicios son muy variados

entre consumidores, se basan en ideas preconcebidas y experiencias personales, que

resultan en que consideremos una carne como segura, fresca, jugosa o inadecuada para

su consumo.

Intuitivamente, el consumidor es capaz de percibir los cambios en el color, los cuales

pueden estar asociados a alteraciones químicas a nivel superficial, a la composición

química del alimento, a la creación de nuevos compuestos en la superficie, al desarrollo

microbiano, o simplemente a modificaciones en el contenido de agua (poca o alta

capacidad de retención de agua; o deshidratación de la carne por congelamiento).

20

Sea la que fuese la causa, el color de la carne es tan relevante para el consumidor, que si

no cumple los estándares preconcebidos, la compra no se lleva a cabo. Esto justifica los

esfuerzos que se llevan a cabo para tratar de preservar por el mayor tiempo posible las

características del color de la carne fresca.

El principal pigmento de la carne, es la mioglobina, la cual cambia de color en función de

su estado de oxidación. Así, el color de la carne no es fijo y se puede modificar por la

interconversión de las tres diferentes formas de la molécula de mioglobina (Figura 8 y 10).

Al realizar un corte transversal a las fibras musculares, la mioglobina interactúa

principalmente con los gases de la atmósfera, ya sea oxígeno, monóxido o dióxido de

carbono (Silliker et al., 1997), lo que puede resultar en diferentes porciones de las

diferentes especies de mioglobina (Mancini y Hunt, 2005):

Figura 8. Diferentes formas y reacciones de la mioglobina en la carne (Adaptado de

Mancini y Hunt, 2005).

21

Rx 1 (Oxigenación): Dmb + O OMbRx 2a (Oxidación): OMb + [consumo de oxígeno o baja presión parcial O ] - e MMbRx 2b (Oxidación): [ DMb - ion hidroxil - ion hidrógeno complejo ] + O MMb + ORx 3 (Reducción): MMb + consumo de oxígeno + reducción de metamioglobina DmbRx 4 (CarboxiMb): DMb + monóxido de carbono COMb

2

2

2

2

2b

4Sin O2

13

2a

Muybajo O2

ATM O2

Cuando la carne es fresca o recién cortada la proporción de Deoximioglobina

(DMb Fe2+) es alta y esto confiere a la carne (i.e., de res) un color rojo púrpura,

debido a que la mioglobina se encuentra en estado reducido, ya que no hay

oxígeno fijado a la molécula.

Después de condiciones aerobias, el Oxígeno (O2) se une a la molécula de DMb

para producir Oximioglobina (OMb Fe2+) y generar un color rojo cereza brillante.

Esta reacción ocurre en los primeros 3-5 milímetros de la superficie de la carne,

que son los que están en contacto con el oxígeno.

Después de una exposición prolongada al medio ambiente, la OMb se oxida a su

forma de metamioglobina (MMb Fe3+) generando un color café-rojizo que es poco

deseable.

Es interesante que la carne puede responder en ciclos finitos de cambio del estado de la

mioglobina, lo que provoca que una carne se vea de uno u otro color, por ejemplo de rojo

brillante a morado y luego a rojo brillante, según los cambios que se tengan en la

presencia de gases, haciendo énfasis en que cambios asociados a otro factor como

desarrollo microbiano no serán reversibles los cambios en color. Una forma más de la

DMb es la Carboximioglobina (COMb Fe2+), que se genera en presencia de monóxido de

carbono y resulta en una coloración roja, semejante a la OMb (Cornforth y Hunt, 2008;

Mancini y Hunt, 2005). Esta práctica no es adecuada, debido a que es una reacción

irreversible y podría enmascarar la descomposición y en la mayoría de la Unión Europea y

E.U.A., está prohibido el consumo de alimentos tratados con este gas (Figura 9).

Como se mencionó anteriormente, los microorganismos también pueden propiciar cambio

en el color, generando principalmente pigmentaciones verdosas, la molécula producida se

llama Sulfomioglobina (SMb), característica de la presencia de desarrollo microbiano, por

la reacción del SH2 producido por los microorganismos y el oxígeno atmosférico, la SMb

se puede llegar a oxidar hasta Metasulfomioglobina (MSMb) que dará un color rojo.

La interpretación del color, se hace en función de tres características esenciales que son

el tono o nombre del color (amarillo, azul, rojo, verde); la saturación (croma) que nos

indica la intensidad del color; y la luminosidad que indica la claridad que tiene el color

(AMSA, 1991). Esto pude ser descrito de manera objetiva, mediante el uso de equipos

especiales que estudian los componentes del color, estos se dividen en colorímetros y

espectrofotómetros.

22

Los colorímetros evalúan la luz mediante el uso de filtros de tres o cuatro colores,

mientras que los espectrofotómetros proyectan un haz de luz monocromática sobre la

muestra y miden la cantidad de luz que es absorbida en diferentes longitudes de onda,

permitiendo incluso generar curvas espectrales.

Figura 9. Coloración de carne de res generada por el uso de monóxido de carbono

(izq.) con respecto a no usarlo (der.) foto obtenida de:

http://elnuevodespertar.wordpress.com.

Una vez realizadas las mediciones, los resultados se pueden expresar numéricamente

(Liu et al., 1996, Mancini y Hunt, 2005; Wulf et al., 1997 y 1999). Para esto, existen

numerosas escalas o sistemas, siendo el más común el CIE-L*a*b*. Donde L* es la

luminosidad, a* es una escala que va del rojo (a*+) al verde (a*-) y el parámetro b* de

amarillo (b*+) a azul (b*-). Con estos valores se calcula además el valor del ángulo de Hue

(tono o ángulo de viraje) y la saturación del color (croma). Los cuales se definen por las

siguientes expresiones matemáticas:

23

Figura 10. Diferentes coloraciones en pierna de cerdo asociadas a las diversas

formas de la mioglobina.

En la actualidad, dependiendo del país o región, existen diversas escalas de color, donde

las escalas de color pueden tener diferentes puntuaciones y patrones de color. Por ello,

se ha buscado relacionar el color con alguna otra propiedad fisicoquímica o de textura.

Algunos investigadores, en su afán por encontrar ecuaciones que incluyan variables

sencillas de determinar, han llegado a usar los valores de color para estimar el pH

(Ecuación 1) en el músculo de canales bovinas (Wulf et al., 1999) y fuerza al corte

(Ecuación 2) en el Longissimus tenderness en la misma especie (Wulf et al., 1997). Estas

ecuaciones son de gran ayuda para estimar rápidamente en campo; si bien, existen

ecuaciones con otras variables diferentes a los parámetros de color, que pueden

incrementar el coeficiente de determinación.

24

En el espectro de reflectancia de cualquier cuerpo colorido, hay regiones (longitudes de

onda) donde hay una mayor respuesta de acuerdo a los colores del objeto. Las diferentes

moléculas de mioglobina ejercen señales máximas a diferentes longitudes. La siguiente

figura explica las absorciones de luz según la molécula mayoritaria. La estimación de las

cantidades de las tres moléculas de oximioglobina, ayuda a hacer inferencias del estado

de oxidación de la carne a nivel superficial (Mancini y Hunt, 2005). Por ello, varios grupos

de investigación han evaluado el suministro de compuestos en dietas, principalmente

vitaminas, para mejorar la estabilidad del color, principalmente retrasando la aparición de

las formas de oximioglobina en la carne almacenada (Zerby et al., 1999, O’Grady et al.,

1998, Mitsumoto et al., 1998, Liu et al., 1996). En general, las siguientes relaciones se

pueden utilizar para estimar la proporción de pigmentos en función de la absorción de

energía en diferentes longitudes de onda (Mancini y Hunt, 2005; AMSA, 1991).

Para estudiar más a fondo estos conceptos y la metodología específica para la evaluación

del color, se refiere al lector a la publicación del folleto técnico “Manual de Análisis de

Calidad en Muestras de Carne” por el Dr. Diego Braña Varela y colaboradores (2011)

publicado por el INIFAP dentro del Macro proyecto “Indicadores de Calidad en la Cadena

de Producción de Carne Fresca en México”, o a la guía de evaluación de color de la carne

publicada por AMSA (Hunt et al., 1991).

5. Relevancia de la nutrición animal en la vida de anaquel de la carne

Debido a las tendencias del consumo por alimentos más sanos y buscando reducir

pérdidas tanto por oxidación como por la falta de estabilidad en color de la carne, tanto

nutriólogos como tecnólogos en alimentos, se han dado a la tarea de buscar alternativas

que ayuden a disminuir estas pérdidas.

25

Esto ha resultado en modificaciones en los procesos de obtención de la carne, las cuales

incluyen factores intrínsecos a la carne (raza, edad a la matanza, alimentación de los

animales, etc.), así como aquellos asociados a procesos industriales, siendo los más

relevantes los procesos de matanza y despiece por el riesgo asociado a la contaminación

de la carne. Posteriormente, los esfuerzos se enfocan a mantener una baja carga

microbiana, así como condiciones ambientales que reduzcan el riesgo de oxidación.

La forma en que se alimentan los animales influye directamente en el contenido de

antioxidantes presentes en la carne, por ejemplo, la alimentación de rumiantes basada en

pastos y no en grano, resulta en un incremento sustancial de tocoferoles, carotenos e

incluso de vitamina C. Pero es principalmente el contenido de vitamina E (α-tocoferol) en

la grasa y la carne, el que tiene la mayor actividad antioxidante lo que permite prolongar la

vida de anaquel en la carne (Zerby et al., 1999). La suplementación de vitamina E, no solo

mejora la consistencia del color de la carne, en parte porque aumenta la estabilidad

oxidativa de la mioglobina, sino que además a nivel de membrana celular evita la

oxidación de las lipoproteínas, logrando aumentar su estabilidad, lo que resulta en

menores escurrimientos y mermas de peso (Cheah et al., 1995, Faustman et al., 1998,

Hertog-Meischke et al., 1997). En ganado bovino, la suplementación con α-tocoferol

impacta importantemente en el color y la textura, mientras que en cerdos el impacto solo

es relevante en la estabilidad del color (Liu et al., 1996, Cheah et al., 1995).

Otro compuesto con capacidad antioxidante, es la vitamina C, el cual puede ser producido

en el intestino de los animales, a diferencia de los tocoferoles, esta es una vitamina

hidrosoluble, que si bien es capaz de actividad antioxidante en la interface de la

membrana, es relevante su actividad contra la oxidación de las proteínas con porciones

lipídicas a nivel intracelular (Morrissey et al., 1998).

Otro tipo de suplementos nutricionales comúnmente utilizados por su acción antioxidante

son algunos metales, como el Mg2+, Mn2+ y Se+, que se incluyen en las premezclas

minerales directamente en la dieta o mediante el uso de bloques de sales minerales para

el ganado, que además de ser parte estructural como cofactores de enzimas

antioxidantes funcionan como activadores de enzimas calcio-dependientes para mejorar

propiedades de textura. En estos compuestos, es relevante reconocer la fuente del

mineral, su biodisponibilidad e impacto en el ambiente (Morrissey et al., 1998, Renerre et

al., 1996, Gruen, 2008).

26

Definitivamente, los compuestos que actualmente están teniendo más auge en el área de

investigación, son los llamados extractos naturistas, muchos de ellos derivados de

plantas, árboles e incluso forrajes, los cuales tienen gran cantidad de compuestos

polifenólicos con actividad antioxidante, entre ellos se encuentran los ácidos fenólicos,

taninos, proantocianidinas, cianidinas, etc., pero algunos de ellos tienen la desventaja de

reducir la digestibilidad de los nutrientes de la dieta y por ende su uso es limitado.

Quedan también los derivados de aceites esenciales de plantas como el romero, salvia,

orégano, etc., los cuales se ha encontrado que pudieran tener una actividad más

relevante al ser aplicados directamente en la carne en vez de en el alimento de los

animales (Gruen, 2008).

En la siguiente sección, se discuten formas diferentes de preservar la carne. En adición a

los esfuerzos realizados durante la producción animal, existen desarrollos tecnológicos

que permitirán prolongar la vida de anaquel de la carne, desde otras vías, la más

fehaciente es la tecnología de empaques que incrementa considerablemente la vida de

anaquel, a continuación se hará una breve revisión de estas metodologías.

6. Alternativas de empaque en la preservación de la carne

En la actualidad existen diversas formas de empacar la carne o productos cárnicos. Esto

es el resultado de una constante evolución, que busca mejorar su función principal:

“contener y preservar”. Diversos grupos de investigación en colaboración con la industria

de empaques, se han dado a la tarea de resolver los problemas de productores y

procesadores de carne. En esta búsqueda de mejores y más nuevas tecnologías, al igual

que sucedió con el uso de la refrigeración y el congelado, la industria de la carne fue de

las primeras en aplicar las tecnologías de envasado con atmósferas modificadas (EAM)

para incrementar la duración de sus productos (Davies, 1995; Sivertsvik et al., 2002,

Brody, 2001 y 2003).

El empaque al vacío, es una forma de modificar la atmósfera con la que está en contacto

la carne, en este caso, limitando su contacto con el aire (Luño et al., 1998). Es una

tecnología ya tradicional, que se aplica comúnmente en piezas de gran tamaño, como son

los cortes primarios, secundarios, o los cuartos completos de las canales, donde por lo

regular se completa su etapa de maduración (para mejorar suavidad, aroma y sabor).

27

Bajo las condiciones de anaerobiosis del empacado al vacío, se inhibe la proliferación de

la gran mayoría de microorganismos patógenos y deteriorantes aerobios, así como la

oxidación lipídica, además de facilitar el almacenamiento y transporte de la carne (Labuza

y Taoukis, 1992). Después de que las piezas han llegado a su destino, estás se

proporcionan y se envasan en atmósfera modificadas (Coma, 2006).

La elección de una tecnología de envasado u otra viene condicionada por la apariencia y

tamaño que se desee presentar al consumidor, el valor del producto, el tipo de carne y las

condiciones bioquímicas; por ejemplo, cuando el pH final de la carne es bajo, el riesgo de

desarrollo microbiano es menor; entonces, puede optarse por el vacío convencional o el

vacío mediante termoformado conocido como "segunda piel". En cambio, en carnes con

pH’s más altos se recomienda el uso de EAM que contengan dióxido de carbono por su

acción antimicrobiana, ya que la carne con pH alto es un medio favorable del desarrollo

bacteriano y por ende, al desarrollo de malos olores en el empaque al vacío (Bell y

Labuza, 1994; Brody, 2003; Faustman et al., 1998, García y Gago, 2006).

La composición de la atmósfera protectora destinada al envasado de carne fresca, tiene

un efecto directo sobre el color. Las carnes rojas mantienen este color si existe una alta

proporción de oxígeno en el contenedor. En caso contrario, adquieren tonalidades pardas

y grisáceas, que no son calificativos propios de descomposición (Faustman et al., 1998).

Esta alteración del color no se considera importante cuando se trata de piezas grandes

puesto que estas presentaciones no se destinan para venta al menudeo. Una vez que la

carne se corta y es expuesta al oxígeno, normalmente recuperará su color natural, gracias

a la interacción entre la mioglobina y los gases presentes. Si la carne se ha conservado

adecuadamente, y los pigmentos no se han comenzado a degradar, la mioglobina deberá

reaccionar haciendo que se recupere el color característico con la exposición al oxígeno

una vez abierto el empaque (Cornforth y Hunt, 2008; Coma, 2006).

La idea de los EAM, es que el contenido del espacio libre entre el producto y el empaque,

se modifique por la sustracción y adición de gases diferentes al atmosférico. El “recambio

con gas”, consiste en inyectar un gas al interior del envase para reemplazar el aire

existente, cuando la mayor parte del aire ha sido desplazado, se cierra el envase.

Normalmente se busca una concentración de oxígeno residual entre el 2 al 5% del

volumen total, las máquinas más usadas para esta técnica son las termoformadoras. Hay

que tener en consideración que si la concentración de CO2 es alta, la carne fresca puede

exudar considerablemente y el exceso de agua contribuirá al desarrollo microbiano.

28

Para evitar que el líquido se encuentre libre, se colocan películas absorbentes en el fondo

de las bandejas o se aplica una segunda membrana protectora (García y Gago, 2006,

Gobantes et al., 2001, Marth, 1998; Silliker et al., 1997).

Las principales modificaciones en el color de la carne, se logran mediante el cambio en la

concentración de diferentes gases (Oxígeno, CO2, CO, Nitrógeno, etc.), dependiendo del

producto, del tipo y forma de empacado será el tiempo de prevalencia del color. La carne

se debe envasar con materiales de baja permeabilidad al oxígeno y a la humedad, esto

con el fin de evitar las reacciones de oxidación por contacto grasa-oxígeno y de

deshidratación por intercambio de materia con el aire de refrigeración (Rodríguez, 2003).

Cuadro 2. Composición de las atmósferas modificadas recomendadas para

distintos productos cárnicos.

Producto Composición de la AM

(%)

Temperatura de

almacenamiento (ºC)

Vida útil

Carne fresca 65-80 O2 / 20-35 CO2 /

Resto N2

0-4 6-8 días

Embutidos

frescos

5-30 O2 / 20-30 CO2 /

Resto N2

0-4 Hasta 4 semanas

Embutidos

cocidos

20-40 CO2 / Resto N2 0-4 4-6 semanas

Embutidos

curados

0-20 CO2 / Resto N2 10-15 Varios meses

Carne de ave 20-70 O2 / 30-50 CO2 /

Resto N2

0-4 Hasta 2 semanas

Existen múltiples combinaciones de gases, pero en lo general para generar un color

adecuado, posiblemente la fórmula que ha tenido más impacto es la combinación (80%

O2: 20% CO2), donde el oxígeno sirve para favorecer la presencia de OMb y el bióxido de

carbono para inhibir el crecimiento bacteriano (Sørheim et al., 2004). En este tipo de

empaque, la cantidad de aire o gases presentes es mínimo, así que aunque, el oxígeno

promueve la coloración de la mioglobina, y de que también podría incrementar la

oxidación de los ácidos grasos poliinsaturados y fosfolípidos; deteriorando el color y

sabor, la cantidad que normalmente se añade, es tan pequeña, que rápidamente se

comienza a difundir entre la carne (Rodríguez, 2003; Sørheim et al., 2001).

29

6.1. Ambientes con atmósferas controladas

El almacenamiento en atmósfera controlada, se basa en el almacenamiento en espacios

herméticos y refrigerados (HR 90-95%), por ejemplo en cámaras de conservación o de

refrigeración, donde se crea una atmósfera diferente que es continuamente controlada y

regulada para que se mantenga constante (presión y composición), retrasando así los

procesos de pérdida de calidad. Los efectos benéficos del gas perduran por corto tiempo,

perdiéndose al cambiar la atmósfera en que está la carne (Silliker et al., 1997, Luño et al.,

1998). La composición gaseosa óptima depende de la carne, sin embargo, las

características generales de cada gas se deben tener presentes para formular la

composición idónea de uso (Cuadro 3).

Cuadro 3. Características de los gases usados en la preservación de la carne.

Gas Nitrógeno Oxígeno Dióxido de Carbono

Propiedades

Físicas

Incoloro, inodoro e

insípido

Incoloro, inodoro e

insípido

Incoloro, inodoro y

ligero sabor ácido

Ventajas

Insoluble en agua y

grasas, evita

oxidaciones, inhibe

anaerobios, evita

colapso del envase

Detiene el

metabolismo en

frutas y vegetales,

mantiene el color en

carne fresca,

favoreciendo la

OMbinhibe

anaerobios

Bacteriostático,

fungiestático, mayor

acción a bajas

temperaturas,

debido a la

formación de

H2CO3 (ácido

orgánico). Inhibe

enzimas

descarboxilantes y

carboxilantes.

Desventajas Oxida grasas

(enranciamiento)

Soluble en agua y

grasas, difusión

rápida a través del

empaque.

30

6.2. Empacado en atmosferas modificadas

El envasado en atmósfera modificada consiste en la extracción del aire contenido en el

envase y la inyección del gas o combinación de gases según los requerimientos del

producto (CO2, O2 y N2). El aumento de la vida útil de los alimentos mediante EAM es

debido a la inhibición de fenómenos microbiológicos, químicos y enzimáticos relacionados

con la concentración de oxígeno (Brody, 2003; Coma, 2006; Davies, 1995; Cornforth y

Hunt, 2008).

Si se envasan alimentos con una actividad metabólica alta, como la carne fresca, es

preciso utilizar materiales de permeabilidad selectiva; en caso contrario, su vida útil se

reducirá considerablemente.

La estructura de los materiales de permeabilidad selectiva está compuesta de diversos

polímeros que permiten el intercambio de gases entre el espacio libre del envase y la

atmósfera exterior (Eilert, 2005). El desarrollo de películas flexibles impermeables al

oxígeno y otros avances tecnológicos facilitaron el envasado de alimentos destinados a la

venta al menudeo y, actualmente, una gran variedad de productos frescos y procesados

se comercializan en EAM (Coma, 2006).

Figura 11. Incremento de la vida de anaquel por atmósferas modificadas, por efecto bacteriostático. La fase Lag tiene un mayor periodo de tiempo en aparecer cuando

se protege mediante EAM, dependiendo del tipo de respiración del microorganismo.

31

Un gas de particular uso en EAM, es el monóxido de carbono (CO) que en algunos

alimentos como la carne fresca modifica el color, pero tiene limitaciones prácticas

(toxicidad y mezclas potencialmente explosivas con el aire) y legales, por lo que se usa

poco, particularmente por que hace que la carne mantenga su color, aún en estado de

descomposición (Cornforth y Hunt, 2008; Sørheim et al., 2001 y 2004).

Para que las tecnologías sean aplicadas correctamente, se necesita contar con el material

de empaque adecuado, no es común usar empaques para un mismo propósito. La función

principal del envase, es preservar el ambiente gaseoso creado en su interior y formar una

barrera con el medio ambiente (Luño et al., 1998). Los materiales seleccionados para su

fabricación deben presentar determinadas propiedades de barrera al paso de los gases y

la humedad. Además, es deseable que reúnan otras características desde el punto de

vista técnico, comercial, legal y medioambiental.

Los envases más empleados en el EAM se fabrican con materiales poliméricos y se

dividen en dos categorías: flexibles y rígidos, los primeros son bolsas con diferentes

propiedades mecánicas y de permeabilidad a gases y los segundos emplean bandeja y

bolsa protectora, (Labuza et al; 1992, Silliker et al., 1997, Sørheim et al., 2001 y 2004).

Es difícil que un único material polimérico posea todas las características deseables. Por

este motivo, la mayoría de las películas se fabrican con laminados de dos a cinco tipos de

polímeros o resinas (Labuza et al., 1992, Gobantes et al., 2001, Suppakul et al., 2003).

Las ventajas de este envasado son:

Incremento significativo de la vida útil

Menores pérdidas de peso por evaporación

Eliminación del goteo y de los olores desagradables

32

Figura 12. Envase flexible con atmósfera modificada (arriba), tomada de:

http://www.dupontevents.com/, y envase rígido con atmósfera modificada (abajo)

tomada de http://www.envapack.com.

6.3. Envasado al Vacío “segunda piel”

Desde que surgió el envasado al vacío convencional, los centros de investigación han

buscado nuevas alternativas, preservando el fundamento de esta técnica, llegando al

desarrollo de lo denominado “segunda piel” o VSP (vacuum skin packaging en inglés). En

esta técnica, el material de envasado (bolsa o recubrimiento) se calienta antes de situarse

sobre el alimento, similar a los termoformados (Gobantes et al., 2001, García y Gago,

2005). Por efecto del calor la bolsa se retrae, adaptándose al contorno del producto,

previniendo la formación de burbujas de aire y arrugas. Al ser un sistema derivado del

envasado al vacío convencional; muchas de las ventajas descritas para él son aplicables

al VSP (inhibición de microorganismos aerobios, inhibición de reacciones de oxidación,

pérdida de humedad, retención de volátiles, etc.).

33

Además, el empleo del VSP ofrece beneficios adicionales al sistema de envasado al vacío

convencional como son:

- Proporciona una apariencia mucho más atractiva al producto. El material de

envasado se ajusta al contorno del alimento, incluso cuando éste es irregular, sin

formar arrugas ni burbujas de aire y sin alterar la coloración en los productos.

- Evita los problemas de exudado (García y Gago, 2005).

En cortes primarios de res, se ha encontrado que incrementa hasta el doble el tiempo de

almacenamiento de la carne y que el usar diversos filtros de luz en el empaque propicia la

conservación del color de la carne (Brody, 2003). Para la conservación de pequeñas aves

o piezas de aves grandes, mantiene la frescura (color, jugosidad y sabor) por más de 1.9

veces con respecto al vació convencional. En filetes de pescado fresco conservados en

refrigeración se ha visto que el VSP incrementa el tiempo de vida al doble con respecto al

vacío convencional y 2.5 veces comparado con el envasado permeable al oxígeno

(Gobantes et al., 2001, García y Gago, 2006). El principal inconveniente del VSP frente al

envasado al vacío convencional es su mayor costo (Eilert, 2005; Coma, 2006).

Estudios, en productos cárnicos de baja Aw, (Aw = actividad de agua, definida como la

cantidad de agua que está libre y disponible para reacciones químicas) la preservación a

temperatura ambiente se incrementa al doble mediante el uso de VSP, ya que el tiempo

funcional del empaque es mayor con respecto al vacío común (Gobantes et al., 2001).

Figura 13. Envasado al vacío “segunda piel” de pechuga de pavo ahumada.

34

6.4. Envases activos e inteligentes

La industria y consumidores exigen que el envase cumpla totalmente las funciones de

proteger al alimento en su integridad, calidad y frescura, así como que estén libres de

cualquier riesgo para el usuario (Rokka et al., 2004). Con el fin de otorgar esta seguridad

y coadyuvar a elevar su desempeño, se han innovado y desarrollado los envases activos

e inteligentes (Labuza et al., 1992, Restrepo y Montoya, 2010, Suppakul et al., 2003):

Envase activo (EA), Aquellos donde se cambian las condiciones del envase o del medio

con el fin de extender la vida de anaquel, incrementar la seguridad sanitaria y mantener

las propiedades sensoriales, mientras conserva la calidad del alimento, en este tipo de

empaques, el envase libera compuestos o condiciones al alimento para preservarlo.

Pueden existir empaques con liberadores de gases, antioxidantes y antimicrobianos

(Suppakul et al., 2003).

Envase inteligente (EI), se encarga de monitorear las condiciones en las que se

encuentra el alimento envasado con el fin de proveer información al consumidor acerca

de su calidad durante las etapas de almacenamiento, transporte y exhibición para venta;

funcionan mediante etiquetas indicadoras del estado del alimento y empaque (Suppakul et

al., 2003).

En la selección de EA están involucradas varias características del alimento, que pueden

jugar un importante papel en la evaluación de la vida de anaquel (Suppakul et al., 2003,

Coma, 2006; Malcata, 1990), tales como: procesos fisiológicos (i.e., maduración),

procesos químicos (i.e., oxidación), procesos físicos (i.e., deshidratación), aspectos

microbiológicos (i.e., descomposición por microorganismos) e infestación (i.e., por

insectos). Los sistemas se pueden clasificar como “absorbedores” que remueven los

compuestos indeseables (i.e., oxígeno, exceso de agua, etileno, dióxido de carbono, etc.)

y “liberadores” que adicionan compuestos al alimento envasado (dióxido de carbono,

antioxidantes, antimicrobianos, etc.).

35

Por otro lado, si bien existen muchos tipos de EI, sólo unos pocos se encuentran en el

mercado. Entre ellos tenemos (Brody, 2001 y 2003; Coma, 2006, Restrepo y Montoya,

2010):

1) Indicadores tiempo-temperatura, que muestran una dependencia tiempo-temperatura

medible, a través de un cambio irreversible en el dispositivo asociado a un cambio de

calidad del producto, son etiquetas internas del envase que monitorean el factor

temperatura con el tiempo.

2) Indicadores de fuga (Leak-indicators-LI), aportan información sobre la composición del

espacio libre del sistema producto-empaque y de la integridad del envase, indicando la

pérdida de presión o la absorción de oxígeno, usan azul de metileno como indicador.

3) Indicadores de grado de frescura, basados en la detección de compuestos volátiles

producidos durante la alteración de alimentos (dióxido de carbono, aminas, amoniaco y

sulfuro de hidrógeno).

4) Indicadores de desarrollo bacteriano, los cuales se activan por el consumo de algún

nutriente, o si la población de microorganismos rebasa los niveles permitidos.

Existen otros sistemas indicadores como son los de color, de golpes y de autenticidad.

Recientemente, se han diseñado envases inteligentes que incorporan en las películas

infinidad de moléculas que al estar en presencia de agentes deteriorantes en el producto,

generan una señal visual que alerta al consumidor (Gobantes et al., 2001 y García y

Gago, 2006).

6.5. Recubrimientos y películas comestibles

Una vertiente de los EA, son los recubrimientos comestibles o películas biodegradables,

estos se utilizan en gran diversidad de productos alimenticios, tales como frutas,

hortalizas, carnes, pescados, productos de panificación, productos lácteos, etc., con el fin

de preservar sus características nutricionales y sensoriales y prolongar su vida útil. Las

patentes de películas biodegradables surgieron en el año 1950. Los EA podrían tener

actividad antioxidante y ser clasificados en 2 grupos: 1) los que contienen un agente

antioxidante que migra hacia la superficie del alimento, y 2) los que actúan sólo en la

superficie del alimento sin que el agente migre (Suppakul et al., 2003).

36

La aplicación de recubrimientos y películas a los alimentos, ofrecen las siguientes

ventajas: reducen la pérdida de humedad, previenen la formación de exudado, pueden

retardar la oxidación de lípidos y reducen la absorción de compuestos volátiles que

deterioran el sabor.

La funcionalidad y desempeño de las películas biodegradables, dependen de las

propiedades de barrera y mecánicas (solubilidad, permeabilidad, flexibilidad,

transparencia, porcentaje de elongación, etc.) derivadas de la composición de la matriz

polimérica, del proceso de formación y del método de aplicación; por lo que es posible

aplicarlas para aumentar la integridad del alimento, la apariencia y para prevenir las

reacciones de rancidez (Rojas-Graü et al., 2006).

Las proteínas y polisacáridos son los más utilizados para la elaboración de películas para

la industria cárnica. Ambas pueden ser razonablemente efectivas como barreras a gases

(O2 y CO2), pero su permeabilidad al vapor de agua es relativamente elevada. Los

recubrimientos son parecidos a las películas biodegradables que se adhieren a la

superficie del alimento creando una microatmósfera en torno a él, por lo normal, pobre en

oxígeno. La forma de aplicación de los empaques o recubrimientos comestibles puede ser

variable, los alimentos pueden cubrirse ya sea con las películas o bien, ser sumergidos en

emulsiones para generar el recubrimiento. Mientras que los primeros se aplican con

mayor facilidad, las emulsiones generan una cobertura con mejores propiedades de

barrera frente a la humedad.

Las propiedades de barrera de los recubrimientos comestibles dependen de los

compuestos empleados en su fabricación. Los más frecuentes son polisacáridos, lípidos y

proteínas o combinaciones de ellos. En general, ofrecen protección frente a los gases y la

humedad, evitan la pérdida de aromas y la deshidratación de los productos y, en muchos

casos, mejoran su textura y apariencia (Krochta y Miller, 1997; Krochta y De Mulder-

Johnson, 1997).

Los recubrimientos basados en polisacáridos se obtienen de celulosas modificadas,

pectinas, derivados del almidón, carragenatos, quitosano, etc. Estas delgadas capas

permiten el intercambio gaseoso con el medio exterior, por lo que son adecuadas para

productos metabólicamente activos o que requieran pequeñas condiciones de

oxigenación; sin embargo, tienen como principal desventaja, la elevada permeabilidad al

vapor de agua.

37

Una alternativa para disminuir la permeabilidad, es la elaboración de películas lipídicas a

partir de aceites vegetales, diglicéridos, triglicéridos y ceras. Es imprescindible utilizar una

matriz que sirva de soporte para estas moléculas puesto que por sí solas originan

estructuras demasiado frágiles. Para estas matrices se usan celulosas modificadas

(hidroxipropilmetilcelulosa, etilcelulosa, metilcelulosa), quitosano y proteínas del suero de

leche (Krochta y Miller, 1997).

Las películas de naturaleza proteica se fabrican con caseína, albúmina de huevo,

proteínas de soya, zeína, gluten de trigo, colágeno y gelatina, principalmente (Krochta y

De Mulder-Johnson, 1997). Comparadas con las de celulosa, la capacidad de los

recubrimientos de proteínas para proteger el producto del vapor de agua es inferior;

además, se debe considerar el efecto del agente de entrecruzamiento y plastificantes

(glicerol, polietilenglicol) que podrían incrementar la resistencia mecánica de estos

materiales.

Otra ventaja de estos empaques, es que se pueden añadir otras sustancias de interés, ya

sea para aumentar la vida de anaquel, o las características del cárnico. Se pueden añadir

compuestos antimicrobianos, antioxidantes y saborizantes que contribuyen a mantener la

calidad e incrementar su vida útil, mediante la liberación gradual durante el tiempo y la

afinidad empaque-alimento.

Cabe señalar, que los recubrimientos comestibles pueden favorecer el desarrollo de

patógenos anaerobios y las reacciones fermentativas, debido a que existe una cantidad

de oxígeno muy limitada entre la cobertura y la superficie del alimento, dependiendo del

tipo de matriz usada (Suppakul et al., 2003).

El crecimiento de microbios anaerobios, se evita con la elección del material de

recubrimiento más adecuado y la introducción de agentes antimicrobianos que inhiban el

crecimiento microbiano. Por ejemplo, en el caso de productos cárnicos emulsionados

(salchichas), donde debido al gran contenido de grasa y a su rápido deterioro, es

necesario tener un control extra; se han realizado estudios buscando inhibir reacciones de

oxidación y de desarrollo antimicrobiano, mediante la incorporación de bacteriocinas o

antioxidantes a la matriz (Samelis et al., 2000).

38

En otros estudios, con pequeñas piezas de carne en diferentes especies, se ha

encontrado la disminución de la carga bacteriana de L. monocytogenes, Salmonella spp.,

y Brochotrix thermosphacta, a través de recubrimientos de aislado de proteína de suero

de leche, zeína o almidones modificados con la incorporación de bacteriocinas, inhibiendo

también la aparición de concentraciones elevadas de metabolitos secundarios de

patógenos y deteriorantes, alargando considerablemente la vida en anaquel del producto

(Baranyi et al., 1995, Bradley et al., 2011, Gibson et al., 1988, Houtsma et al., 1996,

Moore y Sheldon, 2003 a y b; Rokka et al., 2004, Rozum y Maurer, 1997; Russell et al.,

1996).

Figura 14. Película comestible, elaborada a partir de polímeros naturales

(Almidones).

6.6. Puntos a considerar para evaluar la eficiencia de empaques

Debido a que los sistemas de empaque están diseñados de diversas formas, ya sea, para

liberar ingredientes activos en los alimentos con el fin de aumentar su vida útil o para

mejorar su calidad, para monitorear la calidad o para crear un ambiente adecuado; es

absolutamente necesario revisar los aspectos básicos del fundamento principal del

empaque y verificar la capacidad que tiene de extender la vida de anaquel y eficiencia del

sistema de envasado, y en particular:

39

1.- Determinar el posible riesgo sanitario del sistema en caso de fallar. Por lo regular, este

punto consiste en determinar los límites permisibles de presencia/ausencia de

microorganismos, así como, ¿cuál es la carga microbiana considerada como un riesgo

para la salud del consumidor? Se realiza mediante el monitoreo de la flora previamente

cuantificada durante el tiempo y diversos tipos de almacenamiento, mediante técnicas

comunes de microbiología experimental, probando diferentes proporciones de inóculo.

2.- Determinar la estabilidad del empaque. Se basa en la exposición del material de

empaque a diversas condiciones adversas, para determinar la estabilidad asociada a su

estructura, además de hacer pruebas mecánicas y de permeabilidad para garantizar la

función principal del empaque, que es contener y preservar.

3.- Determinar el efecto de los compuestos activos en la flora microbiana del producto.

Consiste en probar el efecto bactericida o bacteriostáticos de los compuestos a ser

incorporados en el empaque, mediante estudios in vitro y posteriormente in situ de la

exposición a contaminaciones mixtas o preseleccionadas sobre el producto, variando las

condiciones de almacenamiento, generando tiempos de adecuada función que permitan

inhibir el desarrollo microbiano, sin demeritar las cualidades del producto.

4.- Determinar la adecuada interacción empaque-tiempo-alimento. Tiene como finalidad,

medir los parámetros de calidad del producto durante el tiempo, bajo las condiciones de

empaque seleccionadas, es el primer paso que empieza a aportar datos propios de la vida

de anaquel del producto.

5.- Correlacionar deterioro microbiano con percepción sensorial y química. Actualmente,

el tener solo información instrumental sesga la generación de conclusiones del buen

funcionamiento de un empaque, pero, quien dicta el veredicto final del producto es el

consumidor, por ello, es necesario evaluar el efecto empaque sobre la percepción

sensorial de consumidores y relacionarla con los parámetros químicos analizados

mediante técnicas de laboratorio. Estudios previos, han indicado que la población

Mexicana, tiene indiferencia en la percepción de calidad de carne de cerdo almacenada

hasta por siete días con respecto a carne fresca, mediante paneles de jueces

debidamente entrenados, se puede llegar a percibir estas diferencias que un consumidor

no notaría.

40

6.- Determinar las propiedades de difusividad de compuestos protectores del empaque,

en función de la matriz de soporte. Es la evaluación de los fenómenos de difusividad que

están relacionados con la naturaleza del alimento y del empaque, ya que diferentes

polaridades difícilmente tendrán una adecuada difusividad, y se encuentran ligados con

los equilibrios fisicoquímicos entre pH, humedad y temperatura.

7.- Evaluar globalmente todos los factores relacionados con la capacidad de extender la

vida de anaquel del sistema a probar. Consiste en generar y recabar datos

microbiológicos, fisicoquímicos, de estabilidad y aceptación por consumidores a fin de

generar un veredicto global del empaque evaluado, posiblemente el llegar a este punto se

requiera de mucho tiempo de inversión, pero será menor comparado con la

implementación de otro empaque para su producto.

(García y Gago, 2006, Gobantes et al., 2003, Shimoni et al., 2001; Shimoni y Labuza,

2005)

Figura 15. Uso de etiquetas en los envases para monitorear la frescura en carne

(Empaques Inteligentes), foto obtenida de

http://www.revistapym.com.co/destacados/empaques-como-estrategias-mercadeo-5-

ejemplos-empaques-creativos.

41

7. ¿Cómo predecir la vida de anaquel de la carne?

En la práctica comercial y de desarrollo de nuevos productos, se han establecido cinco

principales formas de determinar la vida de anaquel de un producto: valores encontrados

en la literatura (biblioteca de datos), devolución o rechazos (durante la distribución),

pruebas de distribución en condiciones extremas, reportes al departamento de quejas-

calidad y pruebas de vida en anaquel (aceleradas).

Diversos autores, tienen como base estos puntos, y otros más concuerdan en que el

primer punto es identificar los parámetros que indique que el producto llegó al fin de la

vida de anaquel. Estos incluyen propiedades estructurales y mecánicas de los alimentos,

propiedades extrínsecas tales como empaque, temperatura, atmósfera gaseosa, etc., y

características intrínsecas como el pH, Aw, HR, disponibilidad de nutrientes, desarrollo

microbiano, potencial redox, color, apariencia y factores relativos al proceso de

elaboración, mantenimiento y manipulación final (Arinder y Borch, 1999; Baranyi y

Roberts, 1994; Beales, 2004; Brody, 2003; Buchanan, 1993; Bradley et al., 2011, Gibson

et al., 1987 y 1988). Una vez que los parámetros son obtenidos, es importante establecer

los límites, niveles o concentraciones que generen productos inaceptables; para así

establecer una calificación final sobre la exactitud de la predicción (Houtsma et al., 1996,

Karakaya et al., 2005, Moore y Sheldon, 2003b).

7.1. Biblioteca de Datos

Las industrias de alimentos, durante el desarrollo de nuevos productos, llevan un control

estricto de sus pruebas; sin embargo, los datos generados con ciertas especificaciones,

no pueden ser aplicados a productos desarrollados en condiciones completamente

diferentes, lo que puede llegar a ser un grave problema. Aunque la empresa solo

produzca salchichas, no puede pensar que todas serán iguales; sin embargo, la adecuada

clasificación de datos, puede ayudar a estimar la vida útil de un nuevo producto basado

en las referencias almacenadas. El problema de esta metodología es que generalmente,

los datos son muy limitados y la mayoría son de alimentos específicos y producidos en

condiciones diversas. Por supuesto, dentro de una compañía el departamento de

desarrollo puede usar sus propios datos para la predicción de la vida de anaquel de un

nuevo producto, dando buenas estimaciones sin realizar pruebas.

42

Esta herramienta, normalmente es la primera que se utiliza para sondear los posibles

resultados durante el diseño del empaque y estimación de la vida en anaquel de un

producto (García y Gago, 2006, Labuza et al., 1992, Shimoni y Labuza, 2005, Gutiérrez,

2011).

7.2. Durante la distribución

En cualquier industria con adecuada logística y sistemas de gestión de calidad, se pueden

usar las bases de datos referentes a los tiempos y temperaturas registrados durante la

distribución de sus productos fuera de la fábrica, para aplicarlos a un nuevo producto.

Esto no requiere de ninguna comprobación, si se está generando un nuevo producto,

ayudaría a determinar el tiempo durante la distribución.

Se basa en obtener datos reales del tiempo de almacenamiento y de estabilidad del

producto en el hogar del consumidor, mediante encuestas telefónicas o personales y así

hacer un modelado del tiempo de vida del producto bajo condiciones de abuso y obtener

una mejor estimación. Si no existe ningún producto similar, este método no puede usarse;

en este caso, también pueden ser los datos comparables con datos de la literatura o de

informes internos de la industria (Almonacid-Merino y Torres, 1993; Berge et al., 2003,

Gutiérrez, 2011).

7.3. Pruebas de distribución en condiciones extremas

Cuando ya se ha avanzado o se tienen indicios de la vida de anaquel de un producto, o

bien si este ya se encuentra en el mercado, se puede usar un método de prueba de

distribución en condiciones extremas.

Esta forma de estimación se basa, en que el producto debe ser adquirido del

supermercado y almacenado en el laboratorio bajo las mismas condiciones de uso que en

el hogar (es necesario, hacer un sondeo de las condiciones de almacenamiento en el

hogar, así como monitorear la variabilidad de temperaturas de los refrigeradores en casa),

donde se harán las determinaciones pertinentes de calidad.

43

Cabe señalar, que es de gran cuidado considerar el tiempo que lleva el producto fuera de

la planta de proceso, previo a la compra en el supermercado. Por ello, existe muy poco

reportado en la literatura, aunque este método ha sido usado por diversos grupos de

investigación o industrias. Cuando se requiere establecer las cualidades de un nuevo

producto, esto se realiza comparando los ya existentes con el prototipo a fin de mejorar

las características y aportar un producto de calidad Almonacid-Merino y Torres, 1993;

Fernández y Peck, 1997).

7.4. Departamento Quejas-Calidad

En el departamento de quejas, devoluciones y control de calidad, se genera mucha

información acerca de los productos comercializados, lo cual puede ser una fuente

interesante de información, que no requiere de mucha inversión. Los datos recabados se

usan como base para determinar si está ocurriendo algún problema de conservación del

alimento, además de saber si la variación fue aislada, de lote o bien de formulación. La

información es alimentada en una base de datos, donde se incluyen todos los por

menores acerca del reclamo y la calidad del producto, con la posibilidad de recoger el

producto y hacer un análisis fisicoquímico-microbiológico del problema (Rodríguez, 2003).

De esta información, se puede obtener una idea del abuso de temperatura, de posibles

defectos en el producto, del modo y la causa del deterioro. Normalmente, se tiene

registrado que por cada visita hay otros 50-60 casos que han encontrado modificaciones

en el alimento y que no reportan lo sucedido.

La industria infiere que los clientes insatisfechos representan una proyección de tres años

en el volumen de venta perdido; a partir de este número se puede determinar el costo de

los ingredientes, proceso y empaques o si los cambios de la distribución serían

económicamente factibles para mejorar la vida útil. Este acercamiento global puede

usarse junto con cualquiera de los tres métodos descritos anteriormente (Gutiérrez, 2011).

7.5. Vida en Anaquel

Se utiliza para este procedimiento técnicas probabilísticas, suponiendo que los tiempos de

vida de los productos, se comportan de acuerdo a una distribución normal.

44

Se deben de estimar los parámetros de dicha distribución (media y desviación estándar),

con los cuales se puede inferir estadísticamente sobre el tiempo de vida. Para poder

estudiar adecuadamente la vida en anaquel, se deberá hacer una búsqueda exhaustiva

sobre el alimento en otra fuente de datos, con el fin de definir las posibles alteraciones

que puedan acontecer durante el almacenamiento y la forma adecuada de determinar

estas variaciones. Sin embargo, bajo condiciones normales, las pruebas tienden a ser

muy largas, por ello se busca reducir el tiempo de prueba, mediante equipos que permiten

controlar y reducir el tiempo equivalente en el anaquel, aunque por el costo, algunas de

estas metodologías son poco factibles, por lo que se puede recurrir al uso de pruebas

aceleradas (Labuza y Fu, 1993; Labuza et al., 1992, Luño et al., 1998).

7.6. Pruebas Aceleradas

Estos estudios se realizan sometiendo al alimento a condiciones de almacenamiento que

aceleran las reacciones de deterioro, estas condiciones pueden ser de temperatura,

presiones parciales de oxígeno, o contenidos de humedad altos. Este tipo de técnicas,

llegan a ser costosas debido al equipo. Si bien existen equipos muy austeros, los hay muy

sofisticados, en ambos existen diversas sensibilidades a mantener las condiciones de

almacenamiento. El seguimiento del deterioro del alimento a las temperaturas

seleccionadas, se realiza determinando parámetros fisicoquímicos, microbiológicos o

sensoriales correspondientes a cada caso, que permitan explicar los cambios durante el

almacén (Li y Torres, 1993).

El uso y procesado de los datos generará una adecuada estimación de la vida de

anaquel; para esto, lo más adecuado son los modelos matemáticos que describen el

efecto de la condición seleccionada, para luego estimar la durabilidad en las condiciones

normales de almacenamiento.

La idea de éste tipo de pruebas aceleradas, es almacenar el producto empacado bajo

alguna condición desfavorable, y analizar periódicamente la carne, hasta que llegue al

final de su vida en anaquel y así estimar la vida útil del producto bajo verdaderas

condiciones de distribución (Kennedy et al., 2004).

45

Figura 16. Comparación de los colores en carne de res molida cocida de acuerdo al

estado de oxidación de la mioglobina en la carne cruda, foto tomada de

http://www.beefresearch.org (arriba) y efecto del tiempo sobre las características de

carne molida de res empacada en película permeable al oxígeno (abajo).

Este método no tiene problemas técnicos, pero debe tenerse cuidado al interpretar los

resultados obtenidos y su extrapolación a otras condiciones. Por ejemplo, cuando se

prueba el sistema producto-empaque, el empaque también controla la vida útil; pero si se

escoge un nuevo empaque con propiedades diferentes, el modelaje anterior no puede ser

usado, por ello, todas las pruebas deberán ser bajo las mismas condiciones en que se

realizó el estudio. Si las condiciones de pruebas aceleradas son establecidas

previamente, y se usan los diseños apropiados, entonces se puede predecir la vida útil

para cualquier alimento. El diseño de una prueba acelerada requiere del uso de recursos

de otras ciencias y deberán ser aplicadas con mucha cautela (García y Gago, 2006;

Marth, 1998).

46

Figura 17. Modificación de la apariencia de carne de res empacada al vacío bajo dos

diferentes condiciones de temperatura.

Para predecir la vida de anaquel de un producto cárnico o carne fresca, es necesario

considerar algunos puntos para hacer más eficiente el modelo obtenido (Restrepo y

Montoya, 2010):

1.- Identificar y/o seleccionar la variable que afecte en mayor medida la calidad del

producto. La variable puede ser la rancidez, producción de aminas biogénicas, cambios

en el color, sabor o textura, inclusive la aparición de microorganismos en la superficie.

2.- Estandarizar las metodologías para determinar las variables previamente

seleccionadas, para ello se emplearán técnicas aceptadas por organismos reguladores o

bien, técnicas que tengan una adecuada comparación con respecto a estándares de

reacción.

3.- Analizar la cinética de la reacción asociada a la variable seleccionada, esta dependerá

en gran medida de factores extrínsecos. Hay que relacionar los límites de calidad

establecidos tanto por el consumidor como por la legislación alimentaria (NOM’s y

NMX’s).

47

4.- Someter a estrés el producto, bajo condiciones de almacenamiento controladas y

monitoreadas a cierto periodo de tiempo, para ser comparables con controles tanto

positivos como negativos de almacenamiento, en este punto la previa estandarización de

técnicas tiene gran peso, ya que se reducirá al mínimo el error asociado a proceso.

5.- Utilización de modelos matemáticos, pruebas in situ y pruebas aceleradas para

posteriormente predecir bajo condiciones menos severas. Al haber llenado las bases de

datos y haber corrido los estadísticos pertinentes, se generarán los modelos, una vez

obtenidas las condiciones adecuadas es conveniente aterrizarlas a condiciones reales

(Rodríguez, 2003).

En términos generales, la pérdida de calidad de los alimentos se representa mediante

diversas ecuaciones, la más común es la siguiente, que representa una diferencial (un

cambio) con respecto al tiempo:

En donde A es la variable de calidad en estudio, el tiempo, k es la constante

dependiente de la temperatura y la actividad del agua (Aw) y n es el orden de reacción,

que define si la tasa de cambio del alimento o variable A en el tiempo depende o no de la

cantidad de este atributo. Si la ecuación se refiere a pérdidas lleva un signo negativo, pero

si expresa la aparición de productos no deseados es positiva (Labuza y Roboth, 1982).

7.6.1. Prueba acelerada Q10

El principio de una prueba acelerada puede ser aplicado en la llamada prueba Q10 para

determinar la vida de anaquel de un producto. Q10 es un factor de aceleración o

proporcionalidad por el que se multiplica la constante de velocidad de una reacción (k),

cuando se incrementa en 10ºC la temperatura a la que se realiza la prueba. Permite

calcular la vida útil real a partir de datos obtenidos de forma acelerada (Labuza y Fu,

1993).

48

La tasa Q10 es qué tan rápido se llega a los límites críticos de las variables de respuesta

que califican la vida de anaquel cuando la temperatura de almacenamiento es

incrementada en comparación con las muestras control. Si la temperatura ideal de

almacenamiento de un producto es 2ºC, para calcular la vida de anaquel ahora

almacenado a 12ºC, se evalúa usando la siguiente ecuación:

Aplicando esto, supongamos que un procesador elabora una producto cárnico empacado

en película permeable al oxígeno, el cual pierde su color después de 60 días de

refrigeración (2ºC) y tiene una vida de anaquel establecida a 90 días (R1=1/90). El

producto ahora empacado al vacío podría ser almacenado a 12ºC y nuevamente evaluado

hasta que el producto pierda su color. Si esto sucede a los 60 días (R2=1/60), la tasa Q10

es de 1.9 (Q10=((1/60)/(1/90))(10/(12-2) = 1.9). Por lo tanto, si se elabora nuevamente el

mismo producto con los mismos ingredientes, posiblemente también pierda el color

después de 60 días de almacenamiento a 12ºC, pero si es empacada al vació, la vida de

anaquel puede ser estimada hasta 114 días a 2ºC, puesto que Q10 = 1.9*60 días = 114

días.

La prueba Q10 es un excelente método para determinar la vida de anaquel de un producto

alimenticio, sin embargo hay que tomar en consideración que si se aumenta la

temperatura esta puede conducir a un riesgo de inocuidad, por lo tanto, existe la

posibilidad de cambiar el tipo de empaque. Retomando, el color puede ser un factor

finalizador de la vida útil del producto a 2ºC, pero el crecimiento microbiano tendría mayor

peso al ser almacenada a 12ºC.

Es importante asegurarse que los niveles de los parámetros de estudio (color, oxidación,

microbiológicos) no cambien para un producto conforme aumenta la temperatura de

almacenamiento. En ese caso, sería posible hacer cambios más pequeños en la

temperatura de almacenamiento y conducir más estudios de vida de anaquel acelerada

(Labuza y Fu, 1993).

49

7.7. Clasificación de los modelos predictivos

Para poder analizar los datos de las pruebas aceleradas, se han desarrollado diversos

métodos para estimar la vida de anaquel. Estos modelos dan la mayor relevancia a la

microbiología, principalmente por sus implicaciones en inocuidad, y sus obvias

consecuencias sobre el consumidor y el producto (Whiting y Buchanan, 2001). Por

supuesto, no se pueden dejar de lado desde el punto comercial, otros parámetros que son

muy relevantes como la rancidez (variable pocas veces reportada), el color y la textura.

Tomando en consideración el aspecto microbiano, se describen a continuación algunas

herramientas estadísticas (McMeekin et al., 1993 y 1997; Ross, 1996).

7.7.1. La carne y la microbiología predictiva

La carne es un excelente medio de cultivo para toda clase de microorganismos, por ser

una matriz compleja, altamente nutritiva, biodisponible y con condiciones favorables de pH

muy cercanos a la neutralidad (5.5-6.5). Esto representa condiciones ideales para que,

muchas bacterias y hongos sean capaces de crecer; lamentablemente, esto incluye a

microorganismos patógenos y deteriorantes. Es por ello que desde el momento del

sacrificio, hasta la llegada del producto al consumidor final, deben mantenerse las

características organolépticas y de sanidad de la carne (Ratkowsky et al., 1982 McMeekin

et al., 1993, Moore y Sheldon, 2003b).

Antes de abordar las herramientas para estimar la vida de anaquel a través de los

microorganismos, es conveniente recordar como es el ciclo de crecimiento de una

población de microorganismos, el cual consta de cuatro fases: latencia (Lag en Inglés),

exponencial, estacionaria y muerte. Para que un producto sea preservado por largo

tiempo, desde el punto de vista microbiológico se puede actuar en dos diferentes formas,

eliminar la carga bacteriana o disminuir su velocidad de crecimiento que sea cercana a

cero en la fase de latencia.

La mayor cantidad de bacterias deteriorantes son mesófilas (pues crecen entre 15 - 37ºC).

Por esto, es importante enfriar rápidamente la canal de los animales recién faenados,

para reducir la temperatura del animal que está entre 38 – 42ºC a menos de 8ºC para

minimizar la velocidad de crecimiento.

50

El mal manejo de la temperatura, que principalmente implica fallas en la cadena de

refrigeración, favorece el crecimiento microbiano, y es la principal causa de origen de

enfermedades transmitidas por alimentos, debido a que se asocia con el crecimiento de

bacterias patógenas, las cuales alcanzan niveles que causan enfermedades o

intoxicaciones (Ratkowsky et al., 1982).

Uno de los factores más importantes en la vida de anaquel es la carga inicial de bacterias

en la carne. Dependiendo de qué tan grande sea la carga inicial, será la población final

que se alcance en una carne durante su vida útil. Las bacterias se reproducen

exponencialmente, por lo que una población inicial alta, resultará en menor tiempo para

alcanzar los niveles en que la carne se descomponga (Zwietering et al., 1990 y 1991).

La flora microbiana de la carne está conformada de bacterias Gram positivas (micrococos,

bacterias lácticas, Shewanella putrefaciens y Brochotrix thermosphacta) y Gram negativas

(Pseudomonas spp. y enterobacterias). Otros grupos presentes en menor medida son las

bacterias saprófitas Gram positivas (Kurthia y algunos estafilococos no toxigénicos). Los

microorganismos patógenos y toxinogénicos provienen por lo general del tracto

gastrointestinal de los animales faenados, de animales enfermos o de contaminación

cruzada debida a los operarios (Tirado et al., 2005).

El género Pseudomona, se caracteriza por producir metabolitos como amoniaco, aminas

biogénicas, SH2, etc., cuando la población llega a >107 ufc/g; la concentración de aminas

biogénicas llega a usarse como indicador de la calidad de los productos cárnicos y existe

técnicas por HPLC ya establecidas que permiten la determinación (Arinder y Borch, 1999;

Lebert et al., 2000).

Las BAL (bacterias acidolácticas), pertenecientes a la familia Micrococcaceae producen

ácido láctico (llegando a pH <5.3) y péptidos bioactivos llamados bacteriocinas, cuando la

población en el alimento llega a ≥109 ufc/g; se tiene la ventaja de que este grupo crece

más lentamente a bajas temperaturas y condiciones anaerobias, siendo un competidor

fuerte con la flora filogenéticamente semejante. La inhibición de cierto tipo de bacterias

aerobias Gram-negativas llega a aumentar la calidad de los productos, una alternativa es

la inoculación de BAL, obtenidas de productos semejantes, para que puedan desarrollarse

más rápidamente y se adapten al medio (Samelis et al., 2000, Tirado et al., 2005).

51

Las bacterias causantes de deterioro son en su mayoría psicrófilas (pueden crecer a

temperaturas entre 0 y 4°C) con una velocidad de crecimiento baja, la cual es

incrementada cuando se producen abusos de temperatura en algún punto de la cadena

de frío (Tirado et al., 2005).

El crecimiento comienza típicamente con el consumo de carbohidratos (glucosa) y

oxígeno superficial, los principales grupos bacterianos son Pseudomonas spp. y

Brochothrix thermosphacta. La fuente de carbohidratos es muy baja en la carne, y si la

población microbiana sobrepasa 8 Log, se favorecerá el consumo de compuestos

nitrogenados (aminoácidos), con el desarrollo de aromas rancios asociados a la oxidación

de ácidos grasos de cadena medianamente larga y la generación de metabolitos

secundarios como son las aminas biogénicas (Rokka et al., 2004, Baranyi et al., 1995)

Salmonella spp, S. aureus, L. monocytogenes, Y. enterocolitica, S. flexineri y E. coli

O157:H7 son microorganismos frecuentes en productos de origen animal refrigerados, la

mayoría pueden tener tolerancia a sales y crecer muy fácilmente; aunque los productos

cárnicos tiene sales en su composición, el efecto protector de estas no es suficiente para

inhibir el desarrollo de los microorganismos en la materia prima (Tirado et al., 2005,

Buchanan y Klawitter, 1992; Buchanan et al., 1993b y 1994).

Se ha determinado, que para que exista un cuadro de enfermedad (infección intestinal) en

un adulto, la carga mínima para Salmonella spp es de 10 células en 100 g de carne,

aunque a bajas temperaturas se vuelve un competidor débil. L. monocytogenes es

también un microorganismo con el que se debe tener sumo cuidado, ya que a partir de

100 células puede causar septicemia, meningitis y encefalitis, es una bacteria que tiene

un rápido crecimiento a bajas temperaturas y es relativamente tolerante a factores como

el NaCl y valores de pH reducidos. Sin embargo, la exposición a estrés de la bacteria la

vuelve tolerante a dichos factores y puede inducir resistencia aún a los antimicrobianos

empleados (Tirado et al., 2005, Buchanan y Klawitter, 1990). Y. enterocolitica es un

microorganismo común en aves y cerdos, suele crecer lentamente a bajas temperaturas y

se han asociado infecciones con el ser humano, aunque no se sabe exactamente la dosis

de acción. C. perfringens y B. cereus pueden sobrevivir aun después de tratamientos

térmicos, debido a que tienen la capacidad de formar esporas de resistencia que

permanecen latentes durante el tratamiento y se activan aún a bajas temperaturas (Smith-

Simpson y Schaffner, 2005, Amezquita et al., 2005).

52

Los investigadores de la microbiología predictiva (MP) se han enfocado a modelar el

efecto de la fluctuación de temperatura a la que se almacenan los alimentos, sobre las

primeras dos fases de desarrollo microbiano, bajo la premisa de que si la población

microbiana alcanza la fase estacionaria, el producto está deteriorado o presenta riesgos

para la salud del consumidor (Buchanan, 1993; Ross, 1996; McMeekin et al., 1993;

Baranyi y Roberts, 1995). Si se conoce el comportamiento de la flora bacteriana durante

una operación de procesado o en un producto cárnico, se podría estimar la supervivencia

y/o crecimiento de un microorganismo de interés.

Estas estimaciones, se basan en la relación matemática que existe entre la velocidad de

crecimiento microbiana y las condiciones ambientales (Baranyi y Roberts, 1995). Esto

significa que se puede estimar la calidad y seguridad alimentaria, si se conoce la carga

microbiana inicial y se monitorean las condiciones de almacenamiento (temperatura,

atmósfera gaseosa, etc.), o las propiedades intrínsecas del alimento (Aw, pH, fuerza

iónica, solubilidad y polaridad) y posteriormente, se aplica una base de modelos

predictivos.

El crecimiento, supervivencia e inactivación de los microorganismos en los alimentos son

respuestas reproducibles, es por ello que los modelos predictivos sirven para evaluar de

forma combinada el efecto de factores ambientales que puedan alterarlos. En la figura 18,

se observan curvas de desarrollo microbiano para Brochothrix thermosphacta, donde a

2ºC el desarrollo se inhibe, pero a medida que se incrementa la temperatura en el medio

de cultivo, la densidad óptica de microorganismos aumenta incrementando la velocidad de

desarrollo (Baranyi et al., 1995). Por lo tanto, la MP se convierte en una herramienta

económica y rápida para satisfacer este objetivo. En consecuencia, se puede utilizar el

modelo predictivo para establecer, si los posibles cambios durante el procesado afectarán

la estabilidad y vida de anaquel del producto.

La MP es una herramienta muy plástica, ya que además de modelar el efecto de la

temperatura sobre productos cárnicos en las etapas de distribución y comercialización,

también puede ser aplicada para predecir el crecimiento microbiano en la fase de

enfriamiento después de un tratamiento térmico.

Estudios con C. perfringens determinaron la cinética de inactivación con un modelo

después de haberse llevado a cabo el tratamiento térmico y encontrarse el producto

durante la fase de enfriamiento (Huang, 2003; Smith-Simpson y Schaffner, 2005).

53

Figura 18. Predicción y determinación experimental del crecimiento microbiano bajo

fluctuaciones de temperatura (Brochothrix thermosphacta, Simpson et al., 1989).

Los modelos usados en MP (cuadro 4), se sustentan en el uso de matemáticas

avanzadas, y son en general, de naturaleza empírica pero con bases bien estructuradas,

incluyen conceptos de crecimiento, disponibilidad de nutrientes, crecimiento en función de

la densidad poblacional y del tipo de poblaciones, antimicrobianos, etcétera (McMeekin et

al., 1993, Moore y Sheldon, 2003b). Sin embargo, para incorporar los factores externos,

tales como temperatura, pH, o HR, es común obtener curvas de crecimiento para

diferentes combinaciones de factores externos y luego realizar regresiones de los efectos

de estos factores sobre los parámetros del modelo.

Adicionalmente, se ha estimado la temperatura del alimento en su empaque en función de

la temperatura de almacenamiento, para predecir el efecto de la temperatura de

refrigeración sobre el crecimiento de los microorganismos. Estos requerirán la integración

de modelos numéricos de transferencia de calor en conjunto con modelos secundarios y

primarios, que se describirán más adelante (Amezquita et al., 2005).

54

Lo

g O

D (

600

nm

)

0.10

0.40

Constante 14°C

Constante 8 °C

Constante 2 °CNo hay crecimiento

0 50 100 150 200 250 300Tiempo (h)

0.02

Ciclos de 24 h a 2 °Cy 24 h a 14 °C

ExperimentalPredicción

95% intervalode confianza

Cuadro 4. Modelos más usados en la microbiología predictiva.

Modelo Características

Gompertz Curva sinusoidal asimétrica (fases latencia, exponencial y estacionaria). Existe una subestimación de la velocidad de crecimiento, requiere datos a lo largo de las fases; para ambientes con temperatura variable, sus parámetros deben ser trabajados con modelos secundarios.

Log logistic Modelo primario. Incorpora el termino 1-N/Nmax, la velocidad de crecimiento decrece hasta ~0, genera una curva convexa. Carece de estudio en fase de latencia. Agregar términos que permitan modelar la fase latencia propicia menor calidad en los resultados.

Ratkowsky Modelo secundario. Permite modelar la velocidad de crecimiento en función de la temperatura e incorporarla en un modelo primario. Sólo garantiza buena predicción en el rango de temperatura experimental. No hay consistencia en el crecimiento microbiano por variaciones en la temperatura.

Baranyi y

Roberts

Modelo primario. Introduce una variable asociada al consumo de un nutriente limitante. La fase de latencia se expresa mediante una función del estado fisiológico de las células, permite la modelación de las fases de latencia y exponencial en forma continua. Predice el crecimiento bajo fluctuaciones de temperatura.

Modelos

Polinominales

Modelos secundarios y primarios, que permiten la modelación de varios factores de crecimiento en forma simultánea y de forma más precisa, en general la curva es un ajuste de los datos por técnicas de regresión. Tiene naturaleza netamente empírica y falta de fundamentos mecanísticos.

Transferencia de calor

Predice el crecimiento microbiano en función de la temperatura del alimento, incluye la transferencia de calor en modelos predictivos primarios y secundarios.

55

Figura 19. Obtención de gráficos para microbiología predictiva, se observa

experimentalmente que a medida que la temperatura se incrementa en

microorganismos mesófilos, la velocidad de crecimiento aumenta.

7.7.2. Modelos ciné ticos y probabilísticos

Los estudios de vida útil se basan en la teoría cinética (Labuza y Riboth, 1982; Labuza y

Fu, 1993), por la cual la velocidad de decaimiento de una propiedad o atributo del

alimento se expresa:

Donde, V = velocidad de reacción, A = atributo de calidad que estamos midiendo, t =

tiempo de vida comercial transcurrido, k = constante de velocidad de reacción, A0 =

concentración inicial del atributo y n = orden de la reacción (Baranyi y Roberts, 1995;

Buchanan, 1993). La mayoría de las reacciones de deterioro estudiadas en los alimentos

se han caracterizado de orden aparente 0 ó 1, a continuación se muestran los ejemplos

correspondientes o los diferentes órdenes de reacción (Bell y Labuza, 1994):

• Orden cero: En este caso, la velocidad de la reacción no depende del valor de la

propiedad del alimento, por lo tanto, el atributo de calidad varía de forma lineal con el

tiempo.

56

4°C

6°C

10°C

15°C

20°C

25°C

Por lo regular, estas reacciones se dan por diversas moléculas a nivel de superficie.

Algunos procesos de degradación se muestran después de la ecuación de orden cero.

- Oxidación de lípidos (enranciamiento) en carne o producto cárnico.

- Modificación del color en la carne o productos cárnicos.

• Primer orden: Normalmente se basa en los cambios con respecto al tiempo, ya que la

velocidad de la reacción depende de la concentración de la propiedad del alimento (el

atributo de calidad varía de forma exponencial con el tiempo). Algunos procesos de

degradación se muestran después de la ecuación de primer orden.

- Pérdida de valor nutritivo (vitaminas), como del complejo B, siendo la carne la

principal fuente.

- Desarrollo/muerte microbiana, debido a antimicrobianos o por las condiciones de

elaboración del producto cárnico, efecto directo del empaque.

- Pérdida de color por oxidación, directamente sobre la oxidación de pigmentos o

grasa.

- Pérdida de textura en tratamientos térmicos, modificaciones a productos procesados,

como jamones cocidos.

• Segundo orden: En este tipo de reacciones, se pueden estudiar hasta dos variables de

respuesta, haciéndola más real a las condiciones del producto, ya que cuando existe un

cambio no solo afecta un parámetro de calidad sino muchos. La velocidad de la reacción

depende del cuadrado de la concentración de la propiedad o del producto de dos de las

propiedades del alimento (PA, PB).

57

- La degradación de vitaminas y pigmentos (depende de la concentración de minerales

y oxígeno en el alimento), solo en conjunto dos o más variables podrían generar

ecuaciones de segundo orden.

Los modelos de predicción microbiológica, pueden ser derivados de teorías mecánicas o

de la teoría de probabilidades, lo cual definirá el fundamento matemático de cada modelo

que terminará siendo cinético o probabilístico. La elección y su aplicación específica, está

ampliamente determinada por el tipo de microorganismo y la variable respuesta.

a. Modelos cinéticos: Los modelos cinéticos predicen la magnitud y velocidad de

crecimiento de un organismo. Relacionan las propiedades extrínsecas que afectan el

desarrollo de una población bacteriana. Pueden utilizarse para predecir cambios en el

número de microorganismos con respecto al tiempo, incluso el efecto de una variable

sobre el crecimiento (Baranyi et al., 1996). En la internet, existen diversas páginas

que tienen acceso a modelos cinéticos microbiológicos, también pueden ser

agrupados dentro de los modelos terciarios (Dalgaard et al., 2002).

Cuadro 5. Modelos usados en la MP a travé s de internet.

Modelo Características ComBase Convierte los datos en respuestas microbianas

dependiendo de las condiciones de almacenamiento del alimento. http://www.combase.cc/

Programa de Modelado de Patógenos (PMP)

Compendio de modelos que se pueden utilizar para predecir el crecimiento y la inactivación de las bacterias patógenas, en diversos alimentos y condiciones de almacenamiento. http://www.ars.usda.gov/Services/docs.htm?docid=6786

Growth Predictor

Conjunto de modelos para predecir el crecimiento de los microorganismos en función de factores extrínsecos (temperatura, pH y Aw). Algunos modelos incluyen como factor adicional, la concentración de dióxido de carbono o de ácido acético.

http://ifr.ac.uk/Safety/growthPredictor/

Perfringens Predictor

Simulación del crecimiento de C. perfringens durante el enfriamiento de carnes.

http://ifr.ac.uk/Safety/growthPredictor/

58

b. Modelos probabilísticos: Calcula la posibilidad de que un fenómeno o evento en

particular pueda ocurrir bajo ciertas condiciones. Los modelos de probabilidad

también se basan en la relación de crecimiento y propiedades extrínsecas

ambientales, es decir en la posibilidad de encontrar ciertos microorganismos y que

estos crezcan y produzcan sus metabolitos en un periodo de tiempo determinado,

toman como base el desarrollo de microorganismos esporulados (C. botulinum).

Cuando se estime la probabilidad del evento, esta servirá como punto de decisión

para finalmente establecer las condiciones del producto, durante el procesado y

almacenamiento. Los modelos probabilísticos son los más apropiados cuando se

requiere monitorear la aparición de compuestos secundarios del metabolismo

microbiano (aminas y toxinas, principalmente) que tienen impacto sobre la salud de

los consumidores (Buchanan et al., 1997).

También se ha propuesto el uso de modelos cinéticos para generar modelos

probabilístico, debido a esto, se han planteado modelos de regresión para determinar la

probabilidad de crecimiento bacteriano a varias condiciones (pH, temperatura, sal y nitrito

de sodio). El uso de ambos modelos tiene como finalidad incrementar la robustez de los

modelos de la MP.

Los modelos, dependiendo de dónde provengan los resultados y las herramientas

empleadas para generarlos, ya sean cinéticos o probabilísticos, pueden ser agrupados en

primarios, secundarios y terciarios (Labuza y Fu, 1993; Arinder y Borch, 1999; Baranyi et

al., 1993b, Baranyi y Roberts, 1995).

Los modelos “Primarios”, describen los cambios en el número de bacterias en función

del tiempo. La metodología común es usar la microbiología experimental básica como el

recuento de células viables (vertido en placa o número más probable) y la formación de

compuestos secundarios (por técnicas espectrofotométricas); para generar los suficientes

datos del crecimiento microbiano: tiempo de regeneración, duración de la fase Lag,

velocidad de crecimiento y densidad de la población. Si la curva de crecimiento de un

género de bacterias se monitorea registrando los recuentos de colonias durante el tiempo,

los datos se pueden trazar usando un modelo primario. Esto puede generar información

sobre los microorganismos como tiempo generacional, duración de la fase, tasa de

crecimiento exponencial y densidad poblacional máxima (Buchanan et al., 1993b, Ross,

1996; Zwietering et al., 1990 y 1991).

59

7.7.2.1. Modelo de Gompertz

La función de Gompertz describe los datos de crecimiento bajo condiciones

experimentales mediante una relación matemática. Se asume que la velocidad de

crecimiento disminuye con el tamaño de la población, debido a la falta de nutrientes en el

medio.

La ecuación es una función doble exponencial basada en cuatro parámetros que se

describen en una curva sigmoidea asimétrica (Buchanan et al., 1997).

En este tipo de representación se puede observar un crecimiento muy lento en dos

etapas, al inicio y al final de la curva, debido a la propia naturaleza de los

microorganismos, entonces, si se monitorean y definen con precisión estas etapas de la

curva, se puede caracterizar a diferentes microorganismos en diversos ambientes

(Baranyi et al., 1996, Berger, 1981; Buchanan, 1993a; Vainionpää et al., 2004).

Los términos de la ecuación son: Log N que es logaritmo decimal del número de

microorganismos al tiempo t, A es el valor asintótico cuando el tiempo decrece

indefinidamente, C representa el incremento en el logaritmo del número de

microorganismos cuando el tiempo se incrementa indefinidamente (número de ciclos de

crecimiento), B es la velocidad de crecimiento máxima relativa al tiempo M que es el

tiempo requerido para alcanzar la máxima velocidad de crecimiento; posteriormente, la

ecuación se ajustó para quedar como:

Donde Yt es el logaritmo de UFC/mL en el tiempo t, Y0 es el logaritmo del inóculo, C es el

cambio en el número de células entre el inóculo y la fase estacionaria, B es la velocidad o

tasa de crecimiento relativa, y es el tiempo al que se alcanza la velocidad máxima de

crecimiento. La fase de adaptación o latencia y la velocidad de crecimiento exponencial se

calculan a partir de las siguientes ecuaciones:

60

Junto con la fase de adaptación y la densidad máxima de población, la velocidad o tasa

máxima de crecimiento de la curva son los parámetros cinéticos más importantes. Esta

última mide la pendiente de la curva de crecimiento cuando el microorganismo crece

exponencialmente (Gutiérrez, 2011). Normalmente, este parámetro es estimado según la

parte de la curva que sea lineal a través de la pendiente por regresión lineal. La pendiente

de la parte de la curva que tienda a ser lineal será una relación de primer orden.

Figura 20. Parámetros ciné ticos obtención de las curvas de crecimiento microbiano,

mediante el modelo de Gompertz.

Posteriormente, la ecuación de Gompertz fue modificada, para incluir tres parámetros de

interés que en las anteriores ecuaciones daban por incluidos (Zwietering et al., 1990 y

1991): la velocidad de crecimiento (m) que dependerá del microorganismo, fase de

adaptación () que se basa en la fase Lag y la máxima densidad de población (A) que

será relacionada con la cantidad de nutrientes, la inclusión tuvo como finalidad

incrementar la precisión de la estimación, buscando un mayor campo de predicción al

incluir más parámetros y así obtener la siguiente ecuación:

61

Donde A es la asíntota del recuento decimal cuando el tiempo desciende indefinidamente

(1/UFC); “y” es el logaritmo del tamaño de la población; m es la tasa máxima específica

de crecimiento; es la duración de la fase de adaptación, t es el tiempo. Hasta la fecha

las dos ecuaciones modificadas de Gompertz son las más ampliamente usadas, no se

quiere decir, que no se hayan hecho más modificaciones, sino que son la base de los

modelos que se desarrollaron subsecuentemente (Zwietering et al., 1994).

Figura 21. Ejemplo de la aplicación de la ecuación de Gompertz al desarrollo

microbiano.

7.7.2.2. Modelo Logístico:

Es la representación gráfica más sencilla de las curvas de crecimiento (forma de S), y es

logística porque es simétrica con respecto a su punto de inflexión, de modo que se asume

que la tasa de crecimiento disminuye en función del tamaño de la población, entonces la

tasa de cambio será descrita por la siguiente ecuación (Restrepo y Montoya, 2010):

Revisión bibliográfica

16

microorganismo crece exponencialmente. Normalmente este parámetro es estimado

decidiendo cuál es la parte de la curva que es aproximadamente lineal y posteriormente

determinando la pendiente de ésta por regresión lineal (Zwietering y col., 1994a). La

pendiente de la parte de la curva propuesta a ser lineal es una relación de primer orden.

La representación de la ecuación de Gompertz (1) se puede observar en la Figura 1.

Figura 1. Representación gráfica de la ecuación de Gompertz y sus parámetros cinéticos

Zwietering y col. (1990) compararon estadísticamente diferentes curvas

sigmoidales (modelo logístico, ecuaciones de Gompertz, Richards, Schnute y Stannard)

usando el t-test y F-test. En la mayoría de los casos la ecuación de Gompertz se mostró

como el mejor modelo para ajustar los datos de crecimiento microbiológicos, en

términos de exactitud estadística y facilidad de uso.

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

0 40 80 120 160 200 240

Tiempo (horas)

Log N

(ufc/

ml)

C

A

B

C 8,57M 23,0B 0,0935

Tiempo de generación = Log (2)e/BC = 1,5 hVelocidad de crecimiento exponencial = 0,20 (log ufc/ml)/hDuración de fase de latencia = M - 1/B = 12,4 h

Tiempo de generación = Log (2)e/BC = 1.021 hVelocidad de crecimiento exponencial = 0.29(log ufc/ml)/hDuración de fase de latencia = M - 1/B = 12.3 h

62

Tiempo de generación = Log (2) e/BC = 1.021 hVelocidad de crecimiento exponencial = 0.29(log ufc/ml)/ hDuración de fase de latencia = M - 1/B = 12.3 h

Donde, log N es aplicado a la tasa de crecimiento del microorganismo en estudio, A es la

asíntota inferior, C el cambio en el número de células, D es la pendiente de la curva

ascendente y F es la velocidad de crecimiento al tiempo medio de la fase exponencial. Se

hizo un estudio comparativo (Buchanan et al., 1997) del modelo logístico con la ecuación

de Gompertz, en el que estudiando la misma cepa bacteriana, la predicción de Gompertz

genera una curva en menor tiempo acortando la fase Lag con un desplazamiento

significativo hacia la izquierda de iniciada la cinética (Figura 22).

Figura 22. Representación comparativa del desplazamiento de ciné ticas de

crecimiento microbiano usando la ecuación de Gompertz contra la Logística.

Los modelos “Secundarios” describen la respuesta a una o más variables de un modelo

primario, por efecto del tipo de cultivo o de las condiciones del producto (pH, Aw,

temperatura). Se basan en estimar tiempos de generación para cada variable a partir de

modelos primarios (McMeekin et al., 1993). Después, se hará uso de cálculos para que

los datos colectados de la temperatura se apliquen a un modelo secundario. Cuando se

incluyen otros factores, como metabolitos secundarios o compuestos de inhibición, se

pueden emplear ecuaciones de regresión polinomial, las cuales son muy flexibles, con

términos cuadráticos, cúbicos e interacciones, que al ser analizados estadísticamente

tienen que explicar el fenómeno y ser significativos.

63

Por ejemplo, si el efecto de la temperatura en el crecimiento de cualquier microorganismo

en carne fuera estudiado entre 15 y 40º C, el organismo generaría diversas curvas a

diversas temperaturas en este rango de temperatura (Labuza y Fu, 1993).

7.7.2.3. Modelo de Arrhenius

Proporciona datos de la constante de velocidad con respecto a la temperatura de

crecimiento. Se basa en que a mayores temperaturas, la probabilidad de que crezca un

microorganismo es mayor, el crecimiento generará energía cinética y tendrá un efecto en

la energía de activación de las reacciones metabólicas para activar el crecimiento

microbiano (Labuza y Riboth, 1982).

La ecuación de Arrhenius fue derivada empíricamente basándose en consideraciones

termodinámicas:

Donde, K= constante de velocidad de crecimiento, K0 es la constante de la ecuación de

Arrhenius, EA la energía de activación, R la constante universal de los gases a la T

temperatura del sistema. En esta ecuación se recogen valores de k a diferentes

temperaturas y se elabora una gráfica que enfrenta lnk contra 1/T. La relación entre ellas

describe una pendiente con valor –EA/R. Sin embargo, el crecimiento microbiano es

complejo y son frecuentes las gráficas donde se presenta linealidad (con dos pendientes).

Por este motivo, la ecuación no puede ajustarse bien por debajo de la temperatura óptima

o por encima de la temperatura mínima para el crecimiento (Labuza et al., 1992). Las

gráficas son únicamente exactas en un rango limitado de temperatura para el crecimiento

microbiano. Este modelo es muy poco utilizado en sistemas alimentarios debido a que

implica medir energías de activación (Ratkowsky et al., 1982).

7.7.2.4. Modelos de Superficie de Respuesta

Las ecuaciones contienen términos lineales, cuadráticos y de interacción, Si la ecuación

se hace más compleja, estará más flexionada a la superficie multidimensional y

representará mejor los datos (Whiting y Buchanan, 2001).

64

Por ejemplo, si el efecto de la temperatura en el crecimiento de cualquier microorganismo

en carne fuera estudiado entre 15 y 40º C, el organismo generaría diversas curvas a

diversas temperaturas en este rango de temperatura (Labuza y Fu, 1993).

7.7.2.3. Modelo de Arrhenius

Proporciona datos de la constante de velocidad con respecto a la temperatura de

crecimiento. Se basa en que a mayores temperaturas, la probabilidad de que crezca un

microorganismo es mayor, el crecimiento generará energía cinética y tendrá un efecto en

la energía de activación de las reacciones metabólicas para activar el crecimiento

microbiano (Labuza y Riboth, 1982).

La ecuación de Arrhenius fue derivada empíricamente basándose en consideraciones

termodinámicas:

Donde, K= constante de velocidad de crecimiento, K0 es la constante de la ecuación de

Arrhenius, EA la energía de activación, R la constante universal de los gases a la T

temperatura del sistema. En esta ecuación se recogen valores de k a diferentes

temperaturas y se elabora una gráfica que enfrenta lnk contra 1/T. La relación entre ellas

describe una pendiente con valor –EA/R. Sin embargo, el crecimiento microbiano es

complejo y son frecuentes las gráficas donde se presenta linealidad (con dos pendientes).

Por este motivo, la ecuación no puede ajustarse bien por debajo de la temperatura óptima

o por encima de la temperatura mínima para el crecimiento (Labuza et al., 1992). Las

gráficas son únicamente exactas en un rango limitado de temperatura para el crecimiento

microbiano. Este modelo es muy poco utilizado en sistemas alimentarios debido a que

implica medir energías de activación (Ratkowsky et al., 1982).

7.7.2.4. Modelos de Superficie de Respuesta

Las ecuaciones contienen términos lineales, cuadráticos y de interacción, Si la ecuación

se hace más compleja, estará más flexionada a la superficie multidimensional y

representará mejor los datos (Whiting y Buchanan, 2001).

Están elaboradas a partir de una gran cantidad de datos experimentales y el efecto de

una variable puede estar descrito por una ecuación cuadrática, si las otras son

constantes. Un ejemplo de este tipo de modelos, para tres variables y de segundo grado,

toma la siguiente forma:

= a+b(T)+c(T)2+d(pH)+e(pH)2+f(Aw)+g(Aw)2+h(T)(pH)+i(T)(Aw)+j(pH)(Aw)

Donde: es la velocidad de crecimiento; a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, coeficientes de regresión

en función de T (temperatura), actividad agua (Aw) y pH.

Como se puede observar, la ecuación tiene términos lineales, cuadráticos y de

interacción. Cuanto más compleja es la ecuación, con interacciones o términos

cuadráticos o cúbicos, más flexionada está la superficie multidimensional y más cercana a

los datos reales. Estas ecuaciones pueden ser simplificadas eliminando términos que no

son significativos estadísticamente.

Debido a que la variación normalmente se incrementa al aumentar la velocidad, tasa de

crecimiento o el tiempo, frecuentemente se emplean transformaciones logarítmicas, de

raíz cuadrada u otras, con el fin de normalizar la varianza. Las ecuaciones polinomiales se

han usado para elaborar modelos que describieran el efecto de hasta cinco variables

(temperatura, concentración de NaCl, pH, atmósfera gaseosa y concentración de NaNO2)

sobre la respuesta del crecimiento de patógenos o la generación de algún compuesto

tóxico (McMeekin et al., 1993, Buchanan et al., 1993 a y b).

Los modelos terciarios son la aplicación de uno o más modelos primarios y secundarios,

incorporados en un software de computadora. Donde, se han incorporado varias variables

integradoras (temperatura, Aw o pH) haciendo de la MP una herramienta poderosa para

todas las áreas de la investigación e industria de alimentos, a continuación se muestra un

resumen de los modelos y su clasificación (Buchanan et al., 1993 a y b, Whiting y

Buchanan, 1993; Whiting, 1995).

65

Cuadro 6. Clasificación de algunos modelos utilizados en la estimación de la vida

de anaquel.

Modelos primarios Modelos secundarios Modelos Terciarios

Función de Gompertz Modelo Belehradek PMP USDA

Gompertz modificada Modelo Ratkowsky Micromodelo de alimentos

Modelo logístico Modelo de Arrhenius Predictor de Pseudomonas

Modelo Baranyi Modelo modificado de

Arrhenius (Davey o

Shoolfield)

Modelo de primer orden Modelos probabilísticos

Modelo de primer orden

modificado

Valores Z

Modelo de declinación de

crecimiento de Whiting y

Cygnarowicz

Polinominales o Modelos de

superficie de respuesta

Modelo lineal de tres fases Modelo de William- Landel

Ferry

7.7.3. Modelos Mecanicistas

Para poder generar los modelos mecanicistas, es necesario comprender y tener presente

el metabolismo y comportamiento microbiano. Este tipo de modelos representarán los

mecanismos con mayor exactitud y generarán predicciones a partir de hipótesis. Baranyi y

Roberts (1994) indicaron que los modelos derivados de forma mecanicista serían más

amigables y eficientes, ya que la cantidad y calidad de la información tendría más campo

de acción, por lo tanto, los modelos mecanicistas llegarían a ser superiores a los modelos

empíricos.

No obstante, difícilmente se han desarrollado modelos mecanicistas completos que

incorporen todas las variables intrínsecas y extrínsecas que afectan al crecimiento

microbiano. Actualmente los modelos disponibles son empíricos o semi-mecanicistas.

66

7.8. Mé todos para estimar vida de anaquel mediante Análisis Sensorial

Una forma rápida de determinar la vida de anaquel de un producto, es mediante el uso de

un panel entrenado (n = dependerá de la capacidad de análisis del laboratorio,

generalmente de 6 a 8 jueces, serán suficientes) para determinar si existen diferencias

entre un control y un producto o entre diversos productos elaborados bajo ciertas

condiciones y con diferentes tiempos de almacenamiento, el control puede ser un

producto que se encuentre cercano al fin de su vida de anaquel (Rodríguez, 2003).

En estudios de vida de anaquel, las pruebas descriptivas son las más usadas para

determinar la intensidad de las características sensoriales de un producto e identificar los

parámetros del fin de la vida de anaquel. Es con frecuencia el método óptimo para

determinar la vida de anaquel, pero es muy importante que estos datos sean

correlacionados con pruebas de percepción del producto por parte de los consumidores.

De otra manera, el producto podría ser evaluado por el panel experto como caducado

pero todavía ser aceptable para los consumidores. Otras pruebas sensoriales que son

comúnmente usadas incluyen la llamada apareada simple, en donde el producto se

compara con un control, y las pruebas triangulares. De estas, la apareada simple es

preferida puesto que indica qué tan diferente es la muestra del control. Normalmente, los

estudios de vida de anaquel se efectúan con condiciones normales y con abuso de

temperaturas (i.e., 4 y 10 ºC temperatura de almacenamiento), o tipo de empaques de

almacenamiento.

Por lo general, se recomienda que las muestras de productos refrigerados sean tomadas

de los diferentes lotes de producción o de cada bloque experimental para tomar en cuenta

la variación asociada a proceso, y que las muestras sean evaluadas a diferentes tiempos

durante el almacenamiento o hasta que los parámetros de respuesta establecidos

alcancen un nivel inaceptable.

Por ejemplo, un producto cárnico puede ser envasado bajo dos sistemas de empaque (al

vacío o en bolsa permeable al oxígeno), por lo tanto, hay que plantear un diseño de

muestreo a partir de jueces entrenados y técnicas de laboratorio, esto en función del

tiempo que se tiene como meta para que el producto pierda sus cualidades en

almacenamiento. Por lo que, a la par los datos de laboratorio se irán obteniendo y

comparando con datos de evaluaciones sensoriales; en las cuales se puede incluir un

control como muestra fresca para determinar la frescura sensorial.

67

A cada juez se le presentarán las muestras codificadas, que se evaluarán de acuerdo a

una escala preestablecida. Cuando se evalúan muestras cárnicas, en diferentes

empaques, lo adecuado es planear dos etapas: 1) evaluación del aspecto visual y olor al

abrir el empaque, y 2) la evaluación del olor y sabor de la carne cocinada. En algunos

casos, es recomendable incluir una 3) que evalúe la integridad de las fibras y su textura.

A continuación se muestran dos técnicas muy empleadas:

Prueba triangular: se empleará un mínimo de 20 consumidores (jueces no

entrenados), con el objetivo de saber si los jueces detectan diferencias

significativas en el sabor de las muestras (i.e., empacadas al vacío, empaque

permeable al oxígeno, etc.). El análisis se realizará según el tiempo de

almacenamiento. Para muestras de carne, la presentación de las muestras deberá

de ser estandarizada (cubos de 3 cm3), colocadas en platos rotulados con tres

dígitos (empleando programas o tablas de aleatorización para pruebas

triangulares) y cuestionario correspondiente a las muestras. El método de cocción

será seleccionado con anterioridad (i.e., horno de microondas o parrilla eléctrica).

Prueba descriptiva: para este tipo de pruebas se necesita mínimo 5 jueces

semientrenados, los cuales deberán ser adiestrados por lo menos en 4 sesiones

previas al análisis y ser familiarizados con los atributos a evaluar, más 8 sesiones

de entrenamiento en la escala a utilizar.

Para profundizar en este tema, se recomienda la lectura del documento “Evaluación

Sensorial de la Carne de Cabra y Cabrito”, el cual forma parte de la serie de manuales

elaborados por el Macroproyecto “Indicadores de Calidad en la Cadena de Producción de

Carne Fresca en México”, por la Dra. Rosa Hayde Alfaro y colaboradores.

En él, se detallan con profundidad los fundamentos del análisis sensorial, las

metodologías para el entrenamiento de jueces, los diferentes tipos de análisis de la

información, las pruebas dúo-trío, las de intervalos, así como las pruebas afectivas (nivel

de agrado, pruebas de aceptación, preferencia, etc.).

68

7.9. Validación de los modelos

Antes de la aplicación de un modelo predictivo en una situación práctica, se debe

demostrar que predicen con exactitud el comportamiento de microorganismos en los

alimentos durante el procesado, almacenamiento y distribución; en esto consiste su

validación (Whiting, 1995). La validación de un modelo matemático aunque difícil, es

crucial para el modelado predictivo, y debe realizarse en condiciones de laboratorio, pero

especialmente en productos alimenticios terminados.

Cuando el sistema al que se aplica un modelo predictivo se hace más complejo,

aumentando el error de las predicciones, entonces se tiene que tener cuidado con los

coeficientes de correlación y de determinación, ya que al ser tratados como modelos

lineales siempre son ajustados a una curva. El proceso de validación es un aspecto que

aún no está totalmente definido en MP pero establece una comparación entre los

parámetros cinéticos estimados (tasa de crecimiento, tiempo de generación, etc.) y lo

observado para un mismo microorganismo (Ross, 1996, Dalgaard et al., 2002, Gibson et

al., 1988, Buchanan et al., 1993).

La validación de modelos predictivos se puede llevar a cabo con datos obtenidos bajo las

mismas condiciones que las utilizadas para elaborar el modelo. Esto se denomina

validación interna, y se realiza con el fin de determinar si el modelo puede describir

suficientemente los nuevos datos experimentales (Rodríguez, 2003).

Por otro lado, la validación externa utiliza datos nuevos, obtenidos a partir de pruebas

microbiológicas de inoculación y obtención de datos respecto a la tasa de crecimiento

microbiano (Rodríguez, 2003). Estos resultados, deberán ser comparados con lo que se

reporta en la literatura para estimar la precisión de las predicciones dadas por el modelo.

En esta validación externa, se incluye la validación matemática y del producto. La

validación matemática cuantifica la precisión y exactitud del modelo, probado con datos

experimentales nuevos (Zwietering et al., 1990, 1991 y 1994). Estos datos nuevos, que no

se han usado para la elaboración del modelo, se deben de haber obtenido bajo

condiciones de experimentación similares a las que se usaron para crear el modelo (Ross,

1996).

69

Por ejemplo, si el efecto de la temperatura en el crecimiento de cualquier microorganismo

en carne fuera estudiado entre 15 y 40º C, el organismo generaría diversas curvas a

diversas temperaturas en este rango de temperatura (Labuza y Fu, 1993).

7.7.2.3. Modelo de Arrhenius

Proporciona datos de la constante de velocidad con respecto a la temperatura de

crecimiento. Se basa en que a mayores temperaturas, la probabilidad de que crezca un

microorganismo es mayor, el crecimiento generará energía cinética y tendrá un efecto en

la energía de activación de las reacciones metabólicas para activar el crecimiento

microbiano (Labuza y Riboth, 1982).

La ecuación de Arrhenius fue derivada empíricamente basándose en consideraciones

termodinámicas:

Donde, K= constante de velocidad de crecimiento, K0 es la constante de la ecuación de

Arrhenius, EA la energía de activación, R la constante universal de los gases a la T

temperatura del sistema. En esta ecuación se recogen valores de k a diferentes

temperaturas y se elabora una gráfica que enfrenta lnk contra 1/T. La relación entre ellas

describe una pendiente con valor –EA/R. Sin embargo, el crecimiento microbiano es

complejo y son frecuentes las gráficas donde se presenta linealidad (con dos pendientes).

Por este motivo, la ecuación no puede ajustarse bien por debajo de la temperatura óptima

o por encima de la temperatura mínima para el crecimiento (Labuza et al., 1992). Las

gráficas son únicamente exactas en un rango limitado de temperatura para el crecimiento

microbiano. Este modelo es muy poco utilizado en sistemas alimentarios debido a que

implica medir energías de activación (Ratkowsky et al., 1982).

7.7.2.4. Modelos de Superficie de Respuesta

Las ecuaciones contienen términos lineales, cuadráticos y de interacción, Si la ecuación

se hace más compleja, estará más flexionada a la superficie multidimensional y

representará mejor los datos (Whiting y Buchanan, 2001).

Únicamente cuando la etapa previa de validación matemática es exitosa, es posible

establecer la validación del producto. Ésta consiste en comparar predicciones del

desarrollo del microorganismo obtenidas en el laboratorio con observaciones del

crecimiento en un alimento, y así determinar si las predicciones son lo suficientemente

seguras para ser utilizadas, y finalmente, obtener una estimación de la vida en anaquel

que podrá tener la carne fresca, producto cárnico o cualquier otro alimento.

Los autores de este manual, esperan haber presentado un panorama, de lo extenso y

grande que es el tema de vida de anaquel con un enfoque microbiano, de la gran variedad

de herramientas que permitirían generar datos fehacientes sobre la vida útil de los

alimentos y tener a la mano alternativas en la preservación de la carne. Cabe recalcar,

que la mayoría de los modelos toman en consideración el desarrollo bacteriano, sin

embargo se pueden tomar como variables de estimación cualquier otra variable que sea

reproducible en laboratorio y que explique grandemente la variación en la calidad de la

carne. Usted podría hacer una revisión más detallada sobre un modelo en específico,

dentro de este texto hay diversos investigadores con gran cantidad de conceptos e

información clave. La vida de anaquel y los modelos relacionados a esta, son un amplio

tema, que con un pequeño manual no se podría explicar completamente. Consideramos

que este tema es de suma importancia no solo en carne, sino en cualquier producto

perecedero, por lo tanto, es de vital valor continuar con trabajos de este tipo que

aumenten el conocimiento alrededor del texto.

70

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CENID-Fisiología Animal-INIFAP Km 1 Carretera Ajuchitlán-Colón C.P.76280, Qro. Tel: (419)2920036

Comité Editorial M. en C. Oscar Rodríguez Rivera

M.V.Z. Luisa Yunuet Estrada Ubaldo I.I.A. Ana Luisa Esparza Carrillo

I.Q.A. Mayra Esthela González Mendoza

Editor

M. en B. Luis Humberto López Hernández

Código interno MX-O-310410-52-12-00-06-11

Los autores agradecen al Fondo Sectorial de Investigación en Materia Agrícola, Pecuaria, Acuacultura, Agrobiotecnología y Recursos Fitogenéticos SAGARPA-CONACYT por el apoyo económico para la ejecución del Macroproyecto “Indicadores de calidad en la cadena de producción de carne fresca en México”, registro No.109127 y para la publicación de este Libro Técnico. La presente publicación se terminó de imprimir el mes de octubre de 2013 en la imprenta “Dzibal Impresos”. Belisario Domínguez No. 77 Las Misiones C.P. 76030 Querétaro, Qro.

Su tiraje consta de 2000 ejemplares

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