fabulas del a antigua china

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  • Fbulasde la antigua China

    los ros profundosClsicos

  • Annimo

    Fbulas de la antigua China

  • 1 edicin, Ediciones en lenguas extranjeras, Pekn, 1965

    Fundacin Editorial el perro y la rana, 2006

    Av. Panten, Foro Libertador, Edif. Archivo General

    de la Nacin, P.B. Caracas-Venezuela 1010

    telefs.: (58-0212) 5642469 - telefax: 5641411

    correo electrnico:

    mcu@ministerio de lacultura.gov.ve

    [email protected]

    Diseo de portada

    Carlos Zerpa

    Imagen de portada

    Hermetic philosopher and surveyor of two worlds.

    Robert Fludd. Boulder, 1979.

    isbn 980-396-272-8

    lf 40220068003040

  • La Coleccin Los Ros Profundos, haciendo

    homenaje a la emblemtica obra del peruano

    Jos Mara Arguedas, supone un viaje hacia

    lo mtico, se concentra en esa fuerza mgica

    que lleva al hombre a perpetuar sus historias y

    dejar huella de su imaginario, compartindolo

    con sus iguales. Detrs de toda narracin est

    un misterio que se nos revela y que permite

    ahondar en la bsqueda de arquetipos que

    definen nuestra naturaleza. Esta coleccin

    abre su espacio a los grandes representantes

    de la palabra latinoamericana y universal,

    al canto que nos resume. Cada cultura es un

    ro navegable a travs de la memoria, sus

    aguas arrastran las voces que suenan como

    piedras ancestrales, y vienen contando cosas,

    susurrando hechos que el olvido jams podr

    tocar. Esta coleccin se bifurca en dos cauces:

    la serie Clsicos concentra las obras que al

    pasar del tiempo se han mantenido como

    conos claros de la narrativa universal, y

    Contemporneos rene las propuestas ms

    frescas, textos de escritores que apuntan hacia

    visiones diferentes del mundo y que precisan

    los ltimos siglos desde ngulos diversos.

    e lpe r r o y l a r a n a

    F u n d a c i n E d i t o r i a l

  • De cmo el tonto movi las montaas

    Las montaas Taijang y Wangwu tienen unos setecientos lis de circunferencia y diez mil yenes de altura.

    Al norte de estos montes viva un anciano de unos noventa aos al que llamaban El Tonto. Su casa miraba hacia estas mon-taas y l encontraba bastante incmodo tener que dar un rodeo cada vez que sala o regresaba; as, un da reuni a su familia para discutir el asunto.

    Y si todos juntos desmontsemos las montaas? sugiri. Entonces podramos abrir un camino hacia el Sur, hasta la orilla del ro Janshui.

    Todos estuvieron de acuerdo. Slo su mujer dudaba.No tienen la fuerza necesaria, ni siquiera para desmontar

    un cerrejn objet. Cmo podrn mover esas dos mon-taas? Adems, dnde van a vaciar toda la tierra y los peascos?

    Los vaciaremos en el mar fue la repuesta. Entonces El Tonto parti con sus hijos y nietos. Tres de ellos

    llevaron balancines. Removieron piedras y tierra y en canastos las acarrearon al mar. Una vecina, llamada Ching, era viuda y tena un hijito de siete u ocho aos; este nio fue con ellos para ayudarles. En cada viaje tardaban varios meses.

    Un hombre que viva en la vuelta del ro, a quien llamaban El Sabio, se rea de sus esfuerzos y trat de disuadirlos.

    Basta de esta tontera! exclamaba Qu estpido es todo esto! Tan viejo y dbil como es Ud. no ser capaz de arrancar

    . UnLi=km.

    . YenesunamedidadelongituddelaChinaantigua.Unyenequivalea2metrosaproximadamente.

    Fbulas de la antigua ChinaAnnimo

  • ni un puado de hierbas de esas montaas. Cmo va a remover tierra y piedras en tal cantidad?

    El Tonto exhal un largo suspiro.Qu torpe es Ud.! le dijo. No tiene Ud. ni siquiera la

    intuicin del hijito de la viuda. Aunque yo muera, quedarn mis hijos y los hijos de mis hijos; y as sucesivamente, de generacin en generacin. Y como estas montaas no crecen, por qu no vamos a ser capaces de terminar por desmontarlas?

    Entonces El Sabio no tuvo nada que responder.Lie Dsi

    . LibroatribuidoaLieYui-kou,quevivientrelossiglosVIIyVantesdeNuestraEra.Sinembargo,lamayorpartedeestaobrafueescritaporautoresposteriores.

    0

    coleccin los ros profundos

  • Fbulas de la antigua China

    La sospecha

    Un hombre perdi su hacha; y sospech del hijo de su vecino. Observ la manera de caminar del muchacho exacta-mente como un ladrn. Observ la expresin del joven como la de un ladrn. Observ su forma de hablar igual a la de un ladrn. En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban cul-pable de hurto.

    Pero ms tarde, encontr su hacha en un valle. Y des-pus, cuando volvi a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho parecan muy diferentes de los un ladrn.

    Lie Dsi

    Annimo

  • coleccin los ros profundos

    Demasiados senderos

    Un vecino de Yang Dse, que haba perdido una oveja, mand a todos sus hombres a buscarla y le pidi al sirviente de Yang Dse que se uniera a ellos.

    Qu! exclam Yang Dse. Necesita Ud. a todos estos hombres para encontrar una oveja?

    Son muchos los senderos que puede haber seguido explic el vecino. Cuando regresaron, Yang Dse pregunt al vecino:

    Bueno, encontraron la oveja?Este contest que no. Entonces Yang Dse pregunt por qu

    haba fracasado.Hay demasiado senderos respondi el vecino. Un

    sendero conduce a otro, y no supimos cul tomar; as es que regresamos.

    Yang Dse se qued hondamente pensativo. Permaneci silencioso largo tiempo y no sonri en todo el da.

    Sus discpulos estaban sorprendidos.Una oveja es una nadera dijeron, y esta no era ni

    siquiera suya. Por qu tiene Ud. que dejar de hablar y sonrer? Yang Dse no respondi, y sus discpulos se llenaron de per-

    plejidad. Uno de ellos, Mengsun Yang, fue a contarle a Sindu Dse lo que ocurra.

    Cuando hay demasiados senderos dijo Sindu Dse, un hombre no puede encontrar su oveja. Cuando un estudiante se dedica a demasiadas cosas, malgasta su tiempo y pierde su ruta. Usted es discpulo de Yang Dse y aprende de l; sin embargo, parece que no ha llegado a comprenderle nada. Qu lstima!

    Lie Dsi

  • Annimo Fbulas de la antigua China

    El obsequio de las palomas

    Era costumbre en Jantan cazar palomas para regalarlas al prncipe el da de Ao Nuevo. Lo cual agradaba tanto al sobe-rano que reparta valiosas recompensas. Alguien le pregunt la razn de esta costumbre.

    El da de Ao Nuevo dejo las palomas en libertad para mostrar mi bondad contest el prncipe.

    Como sus sbditos saben que Ud. necesita palomas para libertarlas, todos se dedican a cazarlas coment el otro. Y el resultado es que al cazarlas, mueren muchas. Si Ud. realmente quiere salvarlas, es mejor que prohiba su caza. Tal como estn las cosas, Ud. las caza para libertarlas y su bondad no puede reparar el dao que ocasiona.

    El prncipe asinti.

    Lie Dsi

  • 4

    coleccin los ros profundos

    El pltano talado

    Un hombre tena un pltano seco.El conservar un banano seco trae mala suerte dijo su

    vecino.Pero cuando el dueo del rbol lo hubo talado, el vecino le

    pidi un poco de lea para el fuego.El viejo slo quera la lea pens el hombre enfadado.

    Por eso me dijo que derribara mi rbol. Somos vecinos, y an me engaa de esta manera. Esto es ya demasiado!

    Lie Dsi

  • 5

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El ttulo de propiedad perdido en el camino

    Un hombre del Reino de Sung paseaba por un camino cuando encontr un ttulo de propiedad, abandonado. Se lo llev a su casa y lo escondi; y secretamente calculaba con frecuencia las partidas.

    Voy a ser rico le dijo a un vecino.

    Lie Dsi

  • 6

    coleccin los ros profundos

    El hombre que no vio a nadie

    Haba una vez un hombre en el Reino de Chi que tena sed de oro. Una maana se visti con elegancia y se fue a la plaza. No ms lleg al puesto del comerciante en oro, se apoder de una pieza y se escabull.

    El oficial que lo aprehendi le pregunt: Por qu rob el oro en presencia de tanta gente?

    Cuando tom el oro contest, no vi a nadie. No vi ms que el oro.

    Lie Dsi

  • 7

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El cochero vanidoso

    Un da Yen Dsi, Primer Ministro del Reino de Chi, sali en su carroza. La mujer de su cochero, desde el portal observ cmo su marido, engredo y presumido, conduca los cuatros caballos desde el pescante.

    Cuando el coche regres a casa la mujer le dijo que quera abandonarle.

    El marido pregunt el porqu.Yen Dsi, es Primer Ministro de Chi repuso ella. Es

    famoso a travs de todos los Reinos. Pero hoy lo vi sumido en sus pensamientos y no dndose importancia alguna. T eres un simple cochero; sin embargo te das gran importancia y ests muy satisfecho de ti mismo. Por eso te quiero dejar.

    Desde entonces, el marido se comport con modestia. Cuando Yen Dsi, sorprendido, inquiri el motivo de este cambio, el cochero le dijo la verdad. Entonces Yen Dsi lo recomend para un puesto oficial.

    Yen Dsi4

    . UnaobraquedanoticiadeYenDsi(YenYing),quienvivientreelsigloVIIyelVa.C.PeroestelibronofueescritoporelpropioYenDsi.

  • 8

    coleccin los ros profundos

    El seor Ye amaba los dragones

    Al seor Ye le gustaban tanto los dragones que los tena pintados o tallados por toda la casa. Cuando se enter el verda-dero dragn de los cielos, vol a la tierra y meti su cabeza por la puerta de la casa del seor Ye y su cola por una de las ventanas. Cuando el seor Ye lo vio, huy asustado, casi se volvi loco.

    Esto demuestra que el seor Ye, en realidad, no amaba tanto a los dragones. Slo le gustaba aquello que se le pareca, pero en ningn caso el autntico dragn.

    Shen Dsi5

    . ObradeShenBu-jai(?-337a.C.).

  • 9

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Diez mil onzas de oro

    En el Estado de Chi viva un tal Tung Kuo-chang quien tena la costumbre de expresar en alta voz sus muchos deseos. Una vez dijo que le gustara poseer diez mil onzas de oro. Uno de sus discpulos le pregunt si podra ayudarlo en caso de que sus deseos se realizaran.

    No le contest necesitar ese dinero para comprarme un cargo oficial.

    Sus discpulos se indignaron. Todos lo abandonaron pasn-dose al Estado de Sung.

    Por haberse apegado demasiado a lo que an no posea perdi lo que tena.

    Shang Dsi6

    . ObraatribuidaaShangYang,quemurienelao338a.C.Unapartedeestaobrafueredactadadenuevoporescritoresposteriores,puescontienerelatosdeacontecimientosocurridosdespusdelamuertedeShangYang.

  • 0

    coleccin los ros profundos

    El paro y el gigantesco rocho

    Haba una vez un pjaro llamado rocho, de cuerpo tan enorme como la Montaa Taishan y alas como nubes que cubran los cielos. Cuando se remontaba por los aires, se levan-taba un ventarrn; y, en cada vuelo abarcaba 90.000 lis deslizn-dose sobre el vapor brumoso, bajo el cielo azulado. Una vez iba volando hacia el Mar del Sur.

    Hacia dnde ir? se preguntaba un paro rindose. Yo salto unos cuantos yenes y luego bajo a divertirme entre los arbustos. Esto es ms que suficiente para m. A dnde ms querr ir?

    Aqu se puede ver la diferencia de punto de vista entre el grande y el pequeo.

    Chuang Dsi7

    . ObradeChuangChou,quevivientrelossiglosIVyIIIa.C.Partedeestaobraseatribuyeaescritoresposteriores.

  • Annimo Fbulas de la antigua China

    Ungento para manos agrietadas

    En el Reino de Sung haba una familia que haca un ungento para las grietas en las manos; por eso, de generacin en generacin, se dedicaban al lavado de ropa. Un hombre oy hablar de la cosa y ofreci 100 monedas de oro por la receta.

    Hemos estado, por generaciones, en este negocio de la lavandera argumentaba la familia, mientras discuta la oferta. Pero jams ganamos ms que unas cuantas monedas de oro. Sin vacilar debemos venderla.

    Por entonces, el Reino de Yue invada el Reino de Wu; y el hombre que haba comprado la receta, se la regal al prncipe de Wu; quien al punto lo nombr general. Ese invierno, sus tropas entraron en un combate naval con las de Yue, derrotando total-mente al enemigo. Y el prncipe recompens al general con un feudo.

    As, el mismo ungento para las manos agrietadas pudo ganar un feudo, o simplemente aliviar a los lavanderos.

    Todo depende del uso que se d a las cosas.

    Chuang Dsi

  • coleccin los ros profundos

    El pjaro vctima de la bondad

    Una gaviota descendi en un suburbio de la capital de Lu. El marqus de Lu le dio la bienvenida y la festej en el templo, dispo-niendo para ella la mejor msica y los ms importantes sacrificios. Pero el ave estaba aturdida y pareca bien triste, no atrevindose a tragar un bocado de carne o una sola copa de vino. Al cabo de tres das, muri.

    El marqus de Lu agasaj a la gaviota como a l le gustaba ser agasajado y no como a la gaviota le habra gustado.

    Chuang Dsi

  • Annimo Fbulas de la antigua China

    El arte de matar dragones

    Chu Ping-man fue a Chili Yi para aprender a matar dra-gones. Estudi tres aos y gast casi toda su fortuna hasta conocer a fondo la materia.

    Pero haba tan pocos dragones que Chu no encontr dnde practicar su arte.

    Chuang Dsi

  • 4

    coleccin los ros profundos

    Equivocada

    Como Si Shi, la famosa belleza, sufra del corazn, a menudo frunca el entrecejo a la vista de los vecinos.

    En el mismo pueblo, una nia fea la vio, y creyendo que aquel gesto era encantador, cruzaba sus manos sobre el pecho y frunca el entrecejo ante todo el mundo. Pero, al verla, el rico atrancaba sus puertas y no volva a salir; el pobre hua llevndose a su mujer y a sus hijos.

    Pobrecilla! Poda admirar el ceo de Si Shi, pero no saba por qu era hermosa.

    Chuang Dsi

  • 5

    Annimo Fbulas de la antigua China

    La rana en el pozo

    En un pozo poco profundo viva una rana.Mira qu bien estoy aqu le deca a una gran tortuga

    del Mar del Este. Cuando salgo puedo saltar alrededor, sobre el brocal, y cuando regreso puedo descansar en las hendiduras de los ladrillos. Puedo chapalear, sacando slo la cabeza fuera del agua, hasta llenar mi corazn de gozo; o andar sobre el lado suave con los pies sumergidos hasta los tobillos. Ni los cangrejos, ni los renacuajos pueden compararse conmigo. Soy amo del agua y seor de este pozo. Qu ms puede ambicionar un ser? Por qu no vienes aqu, ms a menudo, a pasar un rato?

    Antes que la tortuga del Mar del Este pudiera meter su pie izquierdo en el pozo, sin saber cmo, ya su pie derecho se haba enganchado en algo. Se detuvo y retrocedi; entonces comenz a describir a la rana el ocano.

    Tiene ms de mil lis de ancho y ms de mil yenes de pro-fundidad. En otros tiempos haba inundaciones nueve aos de cada diez; sin embargo, el agua del ocano no aumentaba. Des-pus hubo sequa siete aos de cada ocho, sin embargo, el agua del ocano no disminua. Se ha mantenido igual a travs de los aos. Por eso me gusta vivir en el Mar del Este.

    La rana, en el pozo insignificante, se qued atolondrada y sinti algo de vergenza.

    Chuang Dsi

  • 6

    coleccin los ros profundos

    La carpa en el carril seco

    Chuang Chou no tena dinero. Un da fue al Marqus Guar-dador del Ro a pedirle prestado un poco de grano.

    Est muy bien dijo el Marqus. Pronto habr reco-gido los impuestos de mi feudo; entonces le prestar trescientas monedas de oro. Qu le parece?

    Chuang Chou, muy indignado, le cont esta historia: Cuando ayer vena hacia ac o una voz que me llamaba; mirando en rededor vi una carpa tendida en un carril seco del camino.

    Qu le pasa, carpa? le pregunt.Soy oriunda del Mar del Este contest. No tiene

    Ud. un cubo de agua para salvar mi vida?Muy bien le dije. Muy pronto visitar a los prncipes

    Wu y Yue, en el Sur; y le har llegar el agua del Ro del Oeste. Qu le parece?

    La carpa se indign muchsimo.Estoy fuera de mi elemento habitual dijo, y no tengo

    dnde residir. Un cubo de agua me salvara, pero Ud. no me da sino promesas intiles. Pronto tendr que buscarme en la pescadera.

    Chuang Dsi

  • 7

    Annimo Fbulas de la antigua China

    De cmo dos pastorcillos perdieron sus ovejas

    Dos pastorcillos, Dsang y Gu, salieron juntos con sus rebaos y perdieron sus ovejas. Cuando el patrn pregunt a Dsang qu haba estado haciendo, contest que leyendo. Cuando interrog a Gu, dijo que jugando a las damas.

    Estuvieron haciendo cosas diferentes; sin embargo, ambos, por igual, perdieron sus ovejas.

    Chuang Dsi

  • 8

    coleccin los ros profundos

    Tres o cuatro castaas

    Un amaestrador de monos, en el Reino de Sung, era muy aficionado a estos animales y mantena un gran nmero de ellos. Era capaz de entenderles, y los monos a l. Por supuesto, tena que apartar una porcin de la comida de su familia para drsela a ellos. Pero lleg un da en que no sobraba comida en casa y l quiso disminuir la racin de los monos. Tema, sin embargo, que no estuviesen de acuerdo con esto, y decidi engaarlos.

    Les dar tres castaas cada maana y cuatro cada tarde les dijo. Ser suficiente?

    Todos los monos se alzaron en seal de protesta.Bueno, qu les parece entonces: cuatro en la maana y

    tres en la tarde?Los monos, esta vez, volvieron a ponerse en cuclillas, bas-

    tante satisfechos.

    Chuang Dsi

  • 9

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El prncipe y su arco

    El prncipe Shuan era aficionado a disparar flechas y le agra-daba que le dijeran que era un fuerte arquero. Pero la verdad era que no poda tender un arco que pesara ms de treinta libras. Cuando mostraba su arco a sus acompaantes, estos simulaban tratar de arquearlo, pero lo lograban slo hasta la mitad de su extensin.

    Debe pesar por lo menos noventa libras! exclamaban todos. Nadie, salvo su Alteza, puede manejar un arco as.

    Y esto llenaba al prncipe de satisfaccin.Aunque tenda un arco de slo treinta libras, hasta el fin de

    su vida crey que este pesaba noventa. Eran treinta de hecho y noventa de nombre. Por mantener una fama inmerecida, el prn-cipe sacrific la verdad.

    Yin Wen Dsi8

    . ObradeYinWen,delossiglosIVoIIIantesdeNuestraEra.

  • 0

    coleccin los ros profundos

    Para aprender a jugar a las damas

    El juego de damas es un arte menor, pero aun siendo as, hay que concentrar toda la atencin al aprenderlo. Chiu, el mejor jugador de damas del pas, tena dos discpulos. Uno de ellos segua con plena atencin lo que Chiu le deca, mientras el otro, aunque tambin escuchaba al maestro, no haca ms que pensar en los cisnes del cielo y ansiaba tomar su arco y su flecha para cazarlos. Por eso no aprendi tanto como el otro. No porque fuese menos inteligente.

    Mencio9

    . ObradeMencio(MengKo,del372al289a.C.).

  • Annimo Fbulas de la antigua China

    El ladrn de pollos

    Haba una vez un hombre que robaba cada da un pollo a sus vecinos.

    Es malo robar le advirti alguien.Voy a enmendarme prometi el ladrn de pollos. Robar

    un pollo al mes, desde ahora; y ninguno desde el prximo ao.Si l saba que estaba cometiendo una mala accin debi

    haberse corregido de inmediato, por qu esperar otro ao?

    Mencio

  • coleccin los ros profundos

    La diferencia entre cincuenta bus0 y cien

    He hecho cuanto he podido por el Estado dijo el prncipe Jui de Liang a Mencio. Cuando se pierde la cosecha en el Oeste del ro, traslado la gente al Este o traigo grano del Este para so-correrlos. Si la cosecha es pobre en el Este, hago lo mismo. Observo a los gobernantes de otros reinos y ninguno hace tanto como yo por su gente; sin embargo, su poblacin no ha decrecido, y la ma no ha aumentado. Puede decirme Ud. por qu?

    Ya que a su majestad le gusta combatir contest Mencio, permtame tomar de ah un ejemplo. Una vez que suenan los tambores, las tropas entran en combate. Aquellos que son derrotados abandonan sus corazas y huyen arrastrando sus armas. Suponga que un hombre corre cien bus y otro cincuenta, tiene derecho el que ha corrido cincuenta a rerse del que ha corrido cien?

    Claro que no replic el prncipe. No se habr alejado cien bus, pero volvi las espaldas lo mismo.

    Si su Majestad comprende esto respondi Mencio, no debiera esperar a que la poblacin de su Reino sea ms nume-rosa que la de ningn otro pas vecino.

    Mencio

    0. Medidadelongitud:Unbuequivaleadosvaras,aproximadamente.

  • Annimo Fbulas de la antigua China

    Tirar de los brotes para ayudarles a crecer

    A un hombre del Reino de Sung le pareci que los vstagos en sus campos no crecan bastante aprisa. En vista de ello, dio a todos y a cada uno, un estirn; y se fue a casa casi exhausto.

    Hoy estoy muy cansado dijo a su familia . He estado ayudando a los brotes a crecer.

    Su hijo sali corriendo al campo y encontr todas sus plantas muertas.

    Casi todos querran ayudar a los vstagos en su crecimiento; pero algunos consideran todo esfuerzo intil y no lo intentan, ni siquiera desbrozando el campo; otros, tratan de ayudarles dn-doles un estirn. Esto ltimo, por supuesto, es peor que intil.

    Mencio

  • 4

    coleccin los ros profundos

    El hombre que tema a los fantasmas

    Al sur de Siashou viva un hombre llamado Chien Siu-liang. Era tonto y extremadamente miedoso. Una vez que iba cami-nando por un camino con un hermoso claro de luna, vio al aga-char la cabeza a su sombra ante l. Se imagin que un espritu maligno estaba tendido a sus pies. Al levantar los ojos, su mirada tropez con dos mechones de su pelo y crey que un demonio se encontraba a sus espaldas. Asustado, se dio vuelta y el resto del recorrido lo hizo retrocediendo. Al llegar a su casa cay al suelo y entreg el alma.

    Sun Dsi

    Sun Dsi,obradeSunKuangquevivienelsigloIVoIIIa.C.

  • 5

    Annimo Fbulas de la antigua China

    La cura

    Chu era un clebre mdico del Estado de Chin. Haba ope-rado de un tumor al rey Suan, y cuidado las hemorroides del rey Jui. A ambos los haba mejorado. Un tal seor Chang, que padeca de un tumor en la espalda, rog a Chu que lo curara.

    Ahora esta espalda ya no me pertenece, cudela como a usted le d la gana, doctor! dijo al facultativo. Chu lo trat y lo san.

    Es indudable que Chu era excelente en el arte de curar, pero la plena confianza que Chang le manifestara fue tambin un importante factor en esta mejora.

    Che Dsi

    . Che Dsi,obradeCheChiaoquevivienelsigloIVoIIIa.C.

  • 6

    coleccin los ros profundos

    El hombre al fondo del pozo

    Hubo en otro tiempo en el Estado de Sung, un tal seor Ting que no tena pozo. Cada da, un hombre de la servidumbre dedi-caba todo su tiempo para asegurarle el servicio del agua, pues deba ir a buscarla muy lejos. Para simplificar el trabajo, Ting hizo cavar un pozo en el patio.

    Al hacer cavar ese pozo en mi patio, me he ganado un hombre le dijo a un amigo.

    Este amigo se lo cont a otro, y, pasando de boca en boca, la observacin se convirti en esto:

    El seor Ting, al cavar un pozo en su patio, encontr a un hombre.

    Estas palabras se divulgaron a travs de toda la regin y lle-garon a odos del rey, quien hizo llamar a Ting para saber de qu manera haba encontrado a un hombre en el fondo de su pozo.

    Ting le explic:Ese pozo cavado en mi patio, me evit el tener que hacer

    acarrear el agua desde tan lejos y por lo tanto me proporcion dos brazos ms para los trabajos de casa, eso es todo!

    Dsi Jua Dsi

    . Estaobrafue,enunprincipio,atribuidaaChengPen,quevivienelsigloIVoIIIa.C.;peromstardesecomprobquelosrelatosdeestaobrafueronrecopilados,hacialossiglosXIIoXIII,porunletradoannimoqueselosatribuyaChengPen.

  • 7

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Marcando la barca para localizar la espada

    Un hombre del Reino de Chu cruzaba un ro cuando se le cay la espada al agua. Al momento hizo una marca al costado de la barquilla.

    Aqu fue donde cay mi espada dijo. Cuando la barca atrac se sumergi en el agua para buscar

    su espada, bajo el punto que haba marcado. Pero como la barca se haba movido y la espada no, el mtodo para localizar la espada result ineficaz.

    Discursos de Llui Bu-wei4

    . ObraatribuidaaLluiBu-wei(?-235antesdeNuestraEra),unapartedelacualfueescritaporsusprotegidos.

  • 8

    coleccin los ros profundos

    Hijo de un buen nadador

    Un hombre iba caminando por la orilla del ro, cuando vio a alguien que estaba por arrojar a un nio pequeo al agua. El nio gritaba, aterrorizado.

    Por qu quiere lanzar a esa criatura al ro? pregunt el paseante.

    Su padre es un buen nadador fue la respuesta.No se puede concluir que el hijo de un buen nadador haya

    de saber nadar.

    Discursos de Llui Bu-wei

  • 9

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El robo de la campana

    Cuando la familia de Fan haba cado en decadencia, un hombre vio en su casa una campana y quiso robarla. Era dema-siado grande para transportarla a hombros, y cuando trat de quebrarla con un martillo fue tal el estrpito que temi que otros oyeran y se la quitaran. Rpidamente se tap los odos.

    Tena razn en preocuparse de que otros oyeran el ruido; pero era estpido tapar sus propios odos.

    Discursos de Llui Bu-wei

  • 40

    coleccin los ros profundos

    Castigando al caballo

    Un viajero en el Reino de Sung meti a su caballo en un arroyo porque este se negaba a avanzar; luego lo volvi a montar para partir. El caballo se neg de nuevo a nadar. Lo castig otra vez en la misma forma. Esto se repiti tres veces.

    Ni el ms experto jinete habra ideado un medio mejor de asustar al caballo; pero si no es un jinete, sino un simple asus-tador, el caballo se negar a llevarle.

    Discursos de Llui Bu-wei

  • 4

    Annimo Fbulas de la antigua China

    La anciana inteligente

    Una anciana era amiga de una joven casada, cuya suegra sospechaba que ella haba robado un trozo de carne y por eso quera echarla de casa. La muchacha, desesperada, fue a lamen-tarse a la vieja.

    Dnde puedes ir? deca la vieja vecina.Voy a conse-guir que tu suegra te llame.

    Entonces se present en casa de la joven con un haz de paja.Mis perros estn peleando por un pedazo de carne di-

    jo. As es que quiero lumbre para encender un fuego para darles golpes.

    Tan pronto como la suegra oy esto, mand llamar a su nuera.Esta vieja no estaba dotada de elocuencia, y el tomar un haz

    de paja para pedir lumbre no es la manera corriente de producir una reconciliacin; pero cuando se procede como es debido se logran buenos resultados.

    Comentarios de Jan Ying acerca del Libro de la Poesa5

    . ObradelsigloIIIoIIa.C.,escritaporJanYing.

  • 4

    coleccin los ros profundos

    Pintar fantasmas

    Haba un artista que pintaba para el prncipe de Chi. Dgame dijo el prncipe, cules son las cosas ms

    difciles de pintar?Perros, caballos y cosas semejantes replic el artista.Cules son los ms fciles? indag el prncipe.Fantasmas y monstruos asegur el artista. Todos

    conocemos a los perros y a los caballos y los vemos todos los das; pero es difcil pintarlos como son. Por eso son temas com-plicados. Pero los fantasmas y los monstruos no tienen forma precisa y nadie los ha visto nunca; por eso es fcil pintarlos.

    Jan Fei Dsi6

    . LibroatribuidoaJanFei(?-233a.C.),partedelcualfueprobablementerecopiladoporsusdiscpulos.

  • 4

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El muro desmoronado

    Haba una vez un hombre rico en el Reino de Sung. Despus de un aguacero, el muro de su casa comenz a desmoronarse.

    Si no repara ese muro le dijo su hijo, por ah va a entrar un ladrn.

    Un viejo vecino le hizo la misma advertencia.Aquella misma noche le fue, por cierto, robada una gran

    suma de dinero.Entonces el hombre rico elogi la inteligencia de su hijo;

    pero desconfi de su viejo vecino.

    Jan Fei Dsi

  • 44

    coleccin los ros profundos

    Palillos de marfil

    Cuando el rey Chou pidi palillos de marfil, Chi Dse se preocup. Tema que en cuanto el rey tuviera palillos de marfil no se contentara con la loza de barro y querra vasos de cuerno de rinoceronte y jade; y en vez de frijoles y verduras, pedira man-jares exquisitos, como cola de elefante y cachorros de leopardo. Difcilmente estara dispuesto a vestir telas burdas y a vivir bajo un techo de paja; y encargara sedas y mansiones lujosas.

    Y el temor de adnde conducir todo esto, me inquieta dijo Chi Dse.

    Cinco aos despus, en efecto, el rey Chou tena un jardn repleto de manjares, torturaba a sus sbditos con hierros can-dentes y se embriagaba en un lago de vino. Y as perdi su reino.

    Jan Fei Dsi

  • 45

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Por qu Dseng Shen mat al cerdo

    Un da, cuando la mujer de Dseng Shen salo para el mer-cado, su hijo llor y clam que lo llevara con ella.

    Vulvete a casa! y para apaciguarlo, agreg: Cuando regrese a casa matar el cerdo para ti.

    Al regresar vio a Dseng Shen que estaba a punto de matar al cerdo. Rpidamente lo detuvo.

    Fue un decir protest, slo para calmar al nio. Cmo puedes engaar al chico de esa manera? le

    recrimin Dseng Shen. Los nios no saben nada, pero imitan a sus padres y aprenden de ellos. Cuando t defraudas al nio, le enseas a mentir. Si una madre engaa a su hijo, este no confiar en ella, y esta no es la forma de educarlo.

    Dseng Shen mat al cerdo.

    Jan Fei Dsi

  • 46

    coleccin los ros profundos

    El hombre que simulaba tocar la dulzaina

    Cuando el prncipe Shuan del Reino de Chi peda un con-cierto de dulzaina, sola tener hasta trescientos msicos tocando al unsono. Por esto un letrado, llamado Nanguo, solicit un lugar en la orquesta y el prncipe, tomndole simpata, le asign un sueldo ms que suficiente para mantener a varios cientos de hombres.

    Despus de la muerte del prncipe Shuan, subi al trono el prncipe Min, a quien le gustaban los solos.

    En vista de eso, el letrado huy.

    Jan Fei Dsi

  • 47

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El vendedor de lanzas y escudos

    En el Reino de Chu viva un hombre que venda lanzas y escudos.

    Mis escudos son tan slidos se jactaba, que nada puede traspasarlos. Mis lanzas son tan agudas que nada hay que no puedan penetar.

    Qu pasa si una de sus lanzas choca con uno de sus escudos? pregunt alguien.

    El hombre no replic.

    Jan Fei Dsi

  • 48

    coleccin los ros profundos

    Para comprar un par de zapatos

    En el Reino de Cheng un hombre decidi comprar un par de zapatos nuevos. Se midi el pie, pero olvid la medida en el asiento y se fue al mercado sin ella.

    All encontr al zapatero.Oh! me olvid de traer la medida... dijo, y presuroso

    regres a su casa.Cuando volvi al mercado, la feria se haba terminado y no

    pudo comprar los zapatos.Por qu no se los prob? le pregunt uno de sus

    vecinos.Me fo ms de la regla respondi.

    Jan Fei Dsi

  • 49

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Una receta para la inmortalidad

    Un desconocido hizo saber al prncipe de Yen que podra hacerlo inmortal; y el prncipe mand a uno de sus sbditos a aprender este arte. Pero antes que el hombre pudiera aprenderlo, el desconocido muri. Entonces el prncipe, furioso, ejecut a su sbdito.

    No se dio cuenta de que el desconocido le haba engaado, y culp de tardanza a un inocente. Eso demuestra la torpeza del prncipe; porque un hombre aprecia ms que todo su vida, y si el desconocido no supo conserva la suya, cmo iba a guardar la del prncipe?

    Jan Fei Dsi

  • 50

    coleccin los ros profundos

    El perro que avinagraba el vino

    Haba, en el Reino de Sung, un tabernero cuyo vino era excelente. No engaaba en la cantidad, era corts con sus clientes y su ensea penda en el lugar ms visible. Sin embargo, no poda vender su vino, que llegaba a hacerse cido. Pregunt a Yang Chien, un anciano a quien conoca bien, cul sera la explicacin.

    Es bravo su perro? inquiri Yang Chien.S, en verdad lo es contest el tabernero. Pero qu

    relacin tiene eso con el hecho de que mi vino no se venda?La gente teme a su perro. Cuando mandan a un nio con

    dinero y un jarro a comprar vino, el perro le sale al encuentro, a morderle. Esto es lo que avinagra su vino y la razn por la que no lo vende.

    Jan Fei Dsi

  • 5

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Esperando que apareciera la liebre

    Era un campesino del Reino de Sung. Un da, una liebre que corra atolondrada se estrell contra un rbol de su campo, se des-nuc y cay muerta. Entonces el campesino abandon su azadn y esper bajo el rbol que apareciera otra liebre. No llegaron ms liebres. Pero el campesino lleg a ser el hazmerrer del Reino.

    Jan Fei Dsi

  • 5

    coleccin los ros profundos

    Dos culebras se mudaron de casa

    Dos culebras queran abandonar un pantano que se estaba secando.

    Si tomas la delantera y yo te sigo dijo la culebra chica a la culebra grande, los hombre se darn cuenta que nos vamos y alguno te matar. Es mejor que me lleves a cuestas, cada una con la cola de la otra en la boca. Entonces los hombres pensarn que somos un Dios.

    Y as cogidas, cruzaron la carretera. Todo el mundo les ceda el paso, exclamando Este es un Dios!

    Jan Fei Dsi

  • 5

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El arco y la flecha

    Un hombre presuma, diciendo: Mi arco es tan bueno que no necesito flecha. Otro, afirmando: Mi flecha es tan buena que no necesita arco.

    El hbil arquero Yi los oy y les dijo: Sin arco, cmo puede disparar la flecha? Y sin flecha, cmo pueden dar en el blanco?

    As, se valieron a la vez del arco y de la flecha; y Yi les ense a los dos hombres a disparar.

    Jan Fei Dsi

  • 54

    coleccin los ros profundos

    Vende el joyero y le devuelven las perlas

    Un hombre, natural del Reino de Chu, decidi vender unas perlas en el Reino de Cheng. Hizo un joyero de madera finsima, perfumado con especias, con incrustaciones de jade y otras pie-dras preciosas y, forrado en plumas de martn pescador.

    Result que un hombre de Cheng compr el estuche, pero devolvi las perlas al vendedor.

    Este individuo puede ser considerado un hbil vendedor de joyeros; pero en ningn caso, se le puede reconocer como ven-dedor de perlas.

    Jan Fei Dsi

  • 55

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El vino agrio

    Su Ching nunca haba podido conseguir un puesto de fun-cionario. Un da que se celebraba el cumpleaos de su padre, el hermano mayor llev un jarro de vino con el cual llen los vasos de su padre y su madre.

    Qu buen vino! dijeron los viejos.Pero cuando le lleg el turno a Su Ching de ofrecerles vino,

    exclamaron descontentos: Qu agrio est este vino!La madre de Su Ching crey que su vino se haba echado a

    perder y le pidi prestado un jarro del bueno a la mujer del her-mano mayor.

    Cuando los padres lo probaron, enojados repitieron que el vino estaba agrio.

    Pero si es del vino que acabo de pedirle prestado a mi cuado mayor!

    El suegro grit: Son ustedes los que traen la mala suerte! Basta que el

    vino pase por sus manos para que se ponga agrio!

    Crnica7

    . ObradeSimaChien,quenacienelsigloIV-VantesdeNuestraEra,cuandotenacincuentaycuatroaosterminCrnica.

  • 56

    coleccin los ros profundos

    El cordero que visti piel de tigre

    Un cordero visti la piel de un tigre.Al mismo tiempo que se pavoneaba con orgullo, balaba con

    alegra frente a la hierba tierna. De pronto divis a los lejos a un lobo que vena, y empez a temblar como una hoja. Haba olvi-dado que se encontraba bajo la piel de un trige.

    Fae Yen8

    . PorYangSiung(53-18a.C.).

  • 57

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Disputa entre la becada y la almeja

    Una almeja estaba abriendo su concha para calentarse al sol cuando una becada le dio un picotazo.

    La almeja atrap con rapidez el pico del pjaro y lo retuvo con fuerza.

    Si no llueve hoy o maana dijo la becada, habr aqu una almeja muerta.

    Si no puedes darte el lujo de desprenderte hoy o maana dijo tambin la almeja, habr aqu una becada muerta.

    Como ninguna cedi, un pescador que por ah pasaba cogi a las dos.

    Ancdotas de los reinos combatientes9

    . RecopiladasporLiuSiang(78-6a.C.).

  • 58

    coleccin los ros profundos

    El zorro que se aprovech del poder del tigre

    Andando de cacera, el tigre cogi a un zorro.A m no puedes comerme dijo el zorro. El Emperador

    del Cielo me ha designado rey de todas las bestias. Si me comes desobedecers sus rdenes. Si no me crees, ven conmigo. Pronto vers cmo los otros animales huyen en cuanto me ven.

    El tigre accedi a acompaarle; y en cuanto los otros ani-males los vean llegar, escapaban. El tigre crey que teman al zorro, y no se daba cuenta de que a quien teman era a l.

    Ancdotas de los reinos combatientes

  • 59

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Rumores acerca de Dseng Shen

    Una vez, cuando Dseng Shen fue al distrito de Fei, un hombre de su mismo nombre cometi un asesinato. Alguien fue a decirle a la madre de Dseng Shen: Dseng Shen ha muerto a un hombre.

    Imposible contest. Mi hijo jams har tal cosa. Y tranquilamente sigui tejiendo.Poco despus, alguien ms vino a comentar: Dseng Shen

    mat a un hombre.La anciana continu tejiendo.Entonces lleg el tercer hombre e insisti Dseng Shen ha

    muerto a un hombre.Esta vez la madre se asust. Arroj la lanzadera y escap

    saltando la tapia. A pesar de que Dseng Shen era un buen hombre y su madre

    confiaba en l, cuando tres hombres le acusaron de asesinato, aun querindole tanto, la madre no pudo evitar dudar de l

    Ancdotas de los reinos combatientes

  • 60

    coleccin los ros profundos

    Direccin contraria

    El Prncipe de Wei tom la determinacin de invadir Jandan, capital del Reino de Chao. Aunque Chi Liang andaba por entonces de viaje, en cuanto lo supo regres. Sin esperar siquiera a que se estiraran sus ropas arrugadas ni sacudir el polvo de su caballos, fue a ver al rey.

    Cuando regresaba dijo, me cruc en el monte Taijang con un hombre que se diriga al Norte. Me dijo que iba al Reino de Chu. Si es as, por qu se encamina hacia el Norte? le pre-gunt. No importa replic. Tengo buenos caballos. Sus caballos pueden ser excelentes, pero Ud. ha tomado una direc-cin equivocada. Bueno, tengo bastante dinero. Puede tener mucho dinero, pero esta direccin es la contraria. Bueno, tengo un magnfico cochero. Cuanto mejores sean sus caballos le dije, cuantos ms dinero tenga y cuanto ms experto sea su cochero, tanto ms se alejar del Reino de Chu.

    Ancdotas de los reinos combatientes

  • 6

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Dibujando una serpiente con patas

    En el Reino de Chu, un hombre que haba hecho una ofrenda a la divinidad, dio a sus ayudantes la copa de vino del sacrificio.

    No es bastante para todos nosotros dijeron los hom-bres, pero es ms que suficiente para uno. Dibujemos cada uno una serpiente en el suelo, y el vino ser para el que termine primero.

    El hombre que acab primero, tom la copa, pero sostenin-dola con la mano izquierda sigui dibujando con la derecha.

    Hasta puedo aadirle patas dijo.Antes que las terminara, otro de los ayudantes concluy su

    dibujo y le arrebat la copa.La serpiente no tiene patas dijo este ltimo por qu

    se las agrega?As diciendo, bebi el vino. Y el que haba dibujado las patas

    se qued sin beber.

    Ancdotas de los reinos combatientes

  • 6

    coleccin los ros profundos

    La luz prestada

    Una muchacha de uno de los talleres de la ribera era tan pobre que no poda comprar aceite para la lmpara; por eso las otras muchachas decidieron expulsarla. Cuando la infeliz se iba, dijo a las dems:

    Porque no tena posibilidad de pagar la luz, siempre lle-gaba la primera y barra y arreglaba los asientos. Vuestra luz ilu-mina las cuatro paredes, por qu no queris que yo la comparta? A vosotras no os perjudica prestarme vuestra luz; en cambio yo os soy til. Por qu me arrojis de aqu?

    Dndose cuenta de la verdad que haba en sus palabras, le permitieron quedarse.

    Ancdotas de los reinos combatientes

  • 6

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Quin era el ms hermoso?

    Dsou Chi, del Reino de Chi, tena seis pies de altura y una figura esbelta. Una maana se visti elegantemente, y se con-templ en el espejo.

    Quin es ms hermoso? pregunt a su mujer, el seor Shui, de la ciudad del norte, o yo?

    T eres tan hermoso contest su mujer cmo puede el seor Shui comparrsete?

    Pero ya que el seor Shui de la ciudad del norte era tan famoso en todo el pas, por lo bien parecido, Dsou Chi no crey del todo a su mujer. Repiti la pregunta a su concubina.

    Cmo se puede comparar el seor Shui contigo? ex-clam la concubina.

    Ms tarde, aquella maana, lleg un visitante y Dsou Chi le hizo la pregunta.

    Ud. es con mucho el ms hermoso replic este hombre.Al da siguiente, lleg el seor Shui en persona. Tras un

    anlisis cuidadoso, Dsou Chi se convenci de que el seor Shui era mucho mejor parecido que l. Se estudi frente al espejo y no dud que l era de los dos el ms corriente.

    Esa noche, en su lecho, lleg a la siguiente conclusin: mi mujer dice que soy el ms hermoso, porque me lisonjea. Mi con-cubina lo dice por temor. Y mi husped lo afirma porque necesita algo de m.

    Ancdotas de los reinos combatientes

  • 64

    coleccin los ros profundos

    La compra de un buen caballo

    Haba una vez un rey que estaba dispuesto a pagar mil monedas de oro por un caballo que pudiera correr mil lis sin detenerse. Durante tres aos trat en vano de conseguir un corcel semejante.

    Entonces alguien le propuso: Permtame buscar un caballo para su Majestad.

    El rey acept.Despus de tres meses, el hombre regres, habiendo pagado

    quinientas monedas de oro por la cabeza de un caballo muerto.El rey estaba furioso.Quiero un caballo vivo! grit Para qu me sirve

    un caballo muerto? Por qu gastar quinientas monedas de oro en nada?

    Pero el hombre dijo: Si su Majestad paga quinientas monedas de oro por un caballo muerto, no dara mucho ms por uno vivo? Cuando la gente lo oiga, sabr que su Majestad est realmente dispuesta a pagar por un buen caballo y de inme-diato le enviarn los mejores.

    En efecto: el rey logr comprar tres excelentes caballos, en menos de un ao.

    Ancdotas de los reinos combatientes

  • 65

    Annimo Fbulas de la antigua China

    La figura de barro y la imagen de madera

    Cuando el seor Meng Chang Chiun decidi abandonar su tierra natal el Reino de Chi para desempear un cargo en el Reino de Chin, cientos de personas trataron de disuadirle. Pero no les escuchaba. Entonces Su Chin, el retrico, quiso con-vencerle.

    He odo todos los argumentos que los hombres pueden discurrir dijo el seor Meng Chang Chiun. Slo faltan razones sobrenaturales.

    He venido sin la intencin de discutir problemas terre-nales contest Su Chin. Pido audiencia para hablar de lo sobrenatural.

    Entonces el seor le recibi, y Su Chin cont la historia siguiente:

    Pasando el ro Dse, cuando vena hacia ac, o cmo conversaban una figura de barro y una imagen de madera de durazno.

    T eras una porcin de tierra en la ribera del Oeste se mofaba la imagen de madera. Ahora te han modelado en una figura; pero durante las grandes lluvias del octavo mes, cuando el ro crezca, puedes estar segura que sers destruida.

    Qu hay con eso? respondi mordaz la figura de barro. Vengo de la ribera Oeste, y cuando sea destruida volver a ser parte de ella. Pero t ests hecha de un palo de durazno del pas del Este, tallado en imagen. Cuando vengan las grandes llu-vias y el ro crezca, t sers barrida lejos y entonces, qu hars?

  • 66

    coleccin los ros profundos

    El Reino de Chin tiene entradas fortificadas a todos los lados, por lo que es como entrar en las fauces del tigre. Si va Ud. a Chin, temo que nunca volver.

    Entonces el seor abandon su plan.

    Ancdotas de los reinos combatientes

  • 67

    Annimo Fbulas de la antigua China

    La lechuza se muda de casa

    Un da la lechuza se encontr con la trtola.A dnde vas? pregunt la trtola.Me estoy mudando al Este dijo la lechuza.Por qu? demand la trtola.A la gente de aqu no le gusta mi graznido replic la

    lechuza. Por eso quiero trasladarme al Este.Si puedes cambiar tu voz, estar muy bien. Pero si no

    puedes, aunque te vayas al Este, ser lo mismo, porque a la gente de all no le gustars tampoco.

    Jardn de las Ancdotas0

    20 PorLiuSiang.

  • 68

    coleccin los ros profundos

    El uso de las parbolas

    Jui Dse est siempre usando parbolas se quej alguien al prncipe de Liang. Si su Majestad le prohbe hablar en par-bolas, no sabr explicarse con claridad.

    El prncipe asinti.Al da siguiente, el prncipe vio a Jui Dse.Desde ahora le dijo haga el favor de hablar de

    manera directa, y no en parbolas.Supongamos que hay un hombre que no sabe lo que es

    una catapulta replic Jui Dse. Si pregunta cmo es y su Alteza le dice que una catapulta es como una catapulta, com-prender l lo que su Alteza quiere decir?

    Claro que no! respondi el prncipe.Pero supongamos que su Alteza le dice que una catapulta

    es como un arco y que su cuerda est hecha de bamb, no le comprender mejor?

    S, ser mucho ms claro admiti el prncipe.Comparamos algo que un hombre ignora con algo que

    conoce para ayudarle a comprender dijo Jui Dse. Si no me permite usar parbolas, cmo puedo aclararle las cosas a su Alteza?

    El prncipe convino en que Jui Dse tena razn.

    Jardn de las Ancdotas

  • 69

    Annimo Fbulas de la antigua China

    La parbola del estudio

    Ya tengo setenta aos dijo el duque Ping de Dsin a su msico ciego, Shi Kuang. Aunque quisiera estudiar y leer algunos libros, creo que ya es demasiado tarde.

    Por qu no enciende la vela? sugiri Shi Kuang.Cmo se atreve un sbdito a bromear con su seor?

    exclam el duque enojado.Yo, un msico ciego no me atrevera protest Shi

    Kuang. Pero he odo decir que si un hombre es devoto al estudio en su juventud, su futuro es brillante como el sol matinal; si se aficiona al estudio en su edad media, es como el sol de medioda; mientras que si comienza a estudiar de viejo, es como la llama de la vela. Aunque la vela no es muy brillante, a lo menos es mejor que andar a tientas en la obscuridad.

    El duque estuvo de acuerdo.

    Jardn de las Ancdotas

  • 70

    coleccin los ros profundos

    El dragn transformado en pez

    Una vez el dragn blanco descendi del cielo a un lago muy fro, y tom la forma de un pez.

    Un pescador, llamado Yui Chui, le atraves un ojo de un disparo. El dragn blanco vol al punto a quejarse al Emperador del Cielo.

    Qu forma habas tomado en esa ocasin? pregunt el Emperador del Cielo.

    Tom la forma de un pez, cuando baj al lago.Entonces no tiene nada de extrao que un pescador tra-

    tara de pescarlo. Cmo puedes culpar a Yui Chui?

    Jardn de las Ancdotas

  • 7

    Annimo Fbulas de la antigua China

    La cigarra, el mantis y el gorrin

    El prncipe de Wu decidi atacar el Reino de Ching. Advirti severamente a sus sbditos que cualquiera que lo objetara sera condenado a muerte.

    Uno de sus mayordomos quiso protestar, pero no se atrevi. En cambio, tom una honda y unos guijarros y anduvo por el jardn trasero hasta que sus ropas se humedecieron de roco. Lo hizo durante tres maanas.

    Ven ac le orden el prncipe Qu haces para que se mojen tus ropas de roco?

    Hay un rbol en el jardn dijo el mayordomo, y en l una cigarra. Esta cigarra, ah posada, chirriando y bebindose el roco, no sabe que hay un mantis detrs. Y el mantis estirn-dose cuan largo es, levanta las patas para atrapar a la cigarra, sin saber que hay un gorrin cerca. El gorrin, a su vez, alarga su cuello para picar al mantis, sin darse cuenta que abajo alguien espera con una honda. Estas tres criaturas estn tan ansiosas de beneficiarse con lo que tienen ante sus ojos que no advierten el peligro a sus espaldas.

    Bien dicho! replic el prncipe, y desisti de su plan.

    Jardn de las Ancdotas

  • 7

    coleccin los ros profundos

    Armadura

    Un da Tien Dsan se present ante el prncipe de Ching hecho un andrajoso.

    Usted anda bastante rado, seor coment el prncipe.Hay ropas peores que estas contest Tien Dsan.Dgame, por favor, cules son?La armadura es peor.Qu quiere decir con eso?Es fra en invierno y caliente en verano; por eso no hay

    peor ropa que una armadura. Ya que soy pobre, es natural que mis ropas sean andrajosas; pero su Alteza es un prncipe con diez mil carrozas y una incalculable fortuna; sin embargo le gusta vestir a los hombres de armaduras. Esto no lo puedo comprender. Tal vez su Alteza busca la fama? Pero la armadura se usa en la guerra, cuando a los hombres se les corta la cabeza y se acribillan sus cuerpos; se arrasan sus ciudades y se tortura a sus padres y a sus hijos; lo cual nada tiene de glorioso. O tal vez va su Alteza en busca de ganancias? Pero si trata de daar a otros, otros tra-tarn de daarle, y si su Alteza pone en peligro sus vidas, harn peligrar la suya. As no conquistar sino tribulaciones para sus propios hombres. Si yo fuera su Alteza, no hara la guerra, ni por lo uno ni por lo otro.

    El prncipe de Ching no pudo replicar.

    Nuevos discursos

    . PorLiuSiang.

  • 7

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El cuero y el pelo

    Mientras viajaba por el pas, el marqus Wen del Reino de Wei, vio a un hombre que llevaba puesta una piel con el pelo hacia adentro, y cargado con un fardo de lea.

    Por qu usa el cuero hacia afuera para llevar la lea? pregunt el marqus.

    Para proteger el pelo fue la respuesta.No se da cuenta, hombre dijo el marqus que si se

    gasta el cuero, tambin perder el pelo?

    Nuevos discursos

  • 74

    coleccin los ros profundos

    Quin mereca el puesto de honor

    Un hombre que pasaba frente a la casa de un amigo not que la chimenea era recta y que una pila de combustible haba sido colocada cerca de la estufa.

    Es mejor que construya otra chimenea con un codo advirti al dueo de casa y aparte ese combustible; de otra manera puede provocarse un incendio.

    Pero el dueo de casa no hizo caso del consejo.Tiempo despus la casa se incendi; pero por fortuna los

    vecinos ayudaron a apagarla. Entonces la familia mat un buey y prepar vino para expresar sus agradecimientos a los vecinos. Aquellos que haban sufrido quemaduras fueron colocados en los puestos de honor; y el resto, de acuerdo a su mrito; pero no se mencion al hombre que les haba aconsejado construir una chi-menea nueva.

    Si Ud. hubiera aceptado el consejo de aquel hombre alguien record al dueo de casa, se habra ahorrado los gastos del buey y del vino y habra evitado el incendio. Ahora est Ud. agasajando a sus vecinos para agradecerles lo que hicieron, pero, es justo olvidar al hombre que le aconsej reconstruir la chimenea y apartar la lea, mientras trata a aque-llos que sufrieron quemaduras como huspedes de honor?

    El anfitrin se dio cuenta de su error e invit al hombre que le haba aconsejado bien.

    Historia de la Dinasta Jan

    . PorBanGu(32-92deNuestraEra)

  • 75

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Msica para una vaca

    Un da, el clebre msico Kung Ming-yi toc msica clsica ante una vaca; esta continu pastando como si nada. No es que ella no la oiga, es mi msica que no le interesa se dijo el msico. Se puso entonces a imitar en su chin el zumbido de las moscas y el mujido de los terneritos. Al instante la vaca par la oreja, y balan-ceando su cola se acerc al msico para escuchar hasta el final la msica, que, esta vez tena un significado para ella.

    Mu Dsi

    . PorMuYung(sigloIoII).

  • 76

    coleccin los ros profundos

    Llorando la muerte de una madre

    La madre de un hombre que viva al este del pueblo muri y l llor su muerte; pero su llanto no sonaba triste.

    Cuando el hijo de una mujer que viva al oeste del pueblo lo vio, fue a su casa y dijo a su madre: Por qu no se muere pronto? Le prometo llorarla con gran desconsuelo.

    Ser difcil que un hombre que desea la muerte de su madre pueda llorarla amargamente.

    Juai Nan Dsi4

    . ObraescritaensumayorparteporlosprotegidosdeLiuAn,prncipedeJuaiNan,quevividuranteelsigloIIoIa.C.

  • 77

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El ciego y el cojo

    Cierto pas fue invadido por el enemigo. Cuando un cojo se lo comunic a un ciego, este se carg al cojo a sus espaldas y esca-paron juntos. Lo hicieron aprovechando lo mejor de cada uno.

    Juai Nan Dsi

  • 78

    coleccin los ros profundos

    Dos pares de ojos

    Haba una vez dos hombres que discutan a propsito de la fisonoma del rey.

    Qu bello es! deca uno.Qu feo es! deca el otro.Despus de una larga y vana discusin, se dijeron el uno

    al otro:Pidmosle la opinin a un tercero y usted ver que yo

    tengo razn!La fisonoma del rey era como era y nada poda cambiarla;

    sin embargo, uno vea a su soberano bajo un aspecto ventajoso y el otro, todo lo contrario. No era por el placer de contradecirse que sostenan opiniones diferentes, sino porque cada cual la vea a su manera.

    Wan Chi Lun5

    . PorChiangChi(sigloII).

  • 79

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Las redes de malla nica

    La expresin corriente dice: Cuando vean a los pjaros acercarse, preparen sus redes, pues basta con una malla para cazar a un pjaro.

    Seducido por estas palabras, cierto hombre teji redes que slo tenan una malla cada una; jams caz ni el ms mnimo pjaro.

    Shen Chien6

    . ObradeSunYue(148-209).

  • 80

    coleccin los ros profundos

    El reflejo del arco

    Mi abuelo, que era magistrado del distrito de Chi, invit una vez a su secretario Du Shuan a beber con l durante las fiestas del solsticio de verano. Un arco rojo que colgaba en la pared norte produca en su copa un reflejo como una serpiente; pero a pesar de que Du Shuan estaba asustado no se atrevi a negarse a beber. Ms tarde le acometi un fuerte dolor de estmago, y no pudo comer; por lo tanto adelgaz mucho. Aunque prob toda clase de medicamentos, no se cur.

    Tiempo despus, mi abuelo fue a casa de Du Shuan por algunos asuntos, le pregunt cmo haba contrado su enfermedad.

    Por temor a la serpiente que me tragu le dijo Du Shuan.Una vez regresado, mi abuelo reflexion, se volvi, vio el

    arco, y comprendi lo que haba sucedido. Envi a un subordi-nado con un carruaje para que acompaara a Du Shuan a casa. Le ofreci vino en el mismo lugar, as la serpiente apareci otra vez en la copa.

    Es simplemente el reflejo de ese arco en la pared dijo a su secretario.

    De inmediato Du Shuan se sinti mejor y grandemente ali-viado, se puso bueno.

    Temas tradicionales7

    . PorYingShao,quevivientrelossiglosIIIyIIa.C.

  • 8

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El cerdo de cabeza blanca

    Una vez, en Liaodung, a un porquero le sali en su piara un cerdito de cabeza blanca; y creyendo se trataba de un pro-digio, decidi regalrselo a la corte. Cuando lleg a Jotung, sin embargo, advirti que ah todos los puercos tenan la cabeza blanca; muy corrido regres a su casa.

    ltima historia de la Dinasta Jan8

    . PorFanYe(398-445deNuestraEra).

  • 8

    coleccin los ros profundos

    La anguila sagrada

    En el dique del Pabelln de Piedra, en Kuaichi, se yergue un gran arce. El tronco se ha podrido y est hueco; as, cuando llueve, el rbol vaco se llena de agua. Un vendedor que pasaba por el lugar con un cargamento de anguilas, puso, por divertirse, una de ellas en el tronco podrido.

    Como las anguilas no se dan en los rboles, cuando los aldeanos la vieron no dudaron que se trataba de una anguila sagrada. Construyeron un templo junto al rbol, sacrificaban ganado cada da y llamaron al lugar Templo de la Madre Anguila.

    Crean que los que rezaban en el altar tendran de sbito buena suerte, y los que ofendan al dios seran perseguidos por la desgracia.

    Cuando el vendedor volvi por este mismo camino y vio lo que haba pasado, se llev la anguila para hacer con ella un caldo.

    As dej de ser sagrada.

    Jardn de las Maravillas9

    . PorLiuChing-shu,delsigloVdeNuestraEra.

  • 8

    Annimo Fbulas de la antigua China

    La escultura del fnix

    El artesano Kung Shu estaba cincelando un fnix. Apenas haba esbozado el penacho y las patas, y no esculpa an el plu-maje, cuando alguien dijo mirando la obra: Parece un bho. Y otro: Ms bien recuerda a un pelcano.

    Todos rieron y estuvieron de acuerdo al encontrar horrible la escultura, y sin talento al autor.

    Cuando estuvo terminado, el fnix luca un soberbio penacho de color esmeralda, que se ergua vaporoso por encima de su cabeza. Sus patas vermelln tenan reflejos deslumbrantes, sus plumas tornasoladas parecan estar hechas del brocado que tejen las nubes cuando se pone el sol, y su pecho era del color del fuego. Al oprimir con el dedo un resorte oculto el pjaro mec-nico alz el vuelo con un batir de alas. Y durante tres das se le vio subir y bajar por entre las nubes.

    Todos aquellos que haban criticado a Kung Shu no cesaban de elogiar su obra maravillosa y su talento prodigioso.

    Liu Dsi0

    0. ObradeLiuChou(sigloVI),conocidoigualmentebajoelttulodeSin Lun.

  • 84

    coleccin los ros profundos

    Un letrado compra un asno

    Un doctor en filosofa y letras compr un asno y tuvo que redactar el acta de compraventa. Despus de llenar tres pginas enteras de jeroglficos, an no haba puesto la palabra asno.

    Enseanzas familiares de Yen

    . PorYenChi-tui(531-591).

  • 85

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El caballo estaba ah!

    Wang Jao tena una inteligencia extremadamente lenta. Una vez, montando su caballo bayo, acompa a la guerra al emperador Wen Suan de los Chis. La temperatura lleg a ser tan glacial durante la noche que, a la maana siguiente, el caballo bayo amaneci cubierto de escarcha. Wang Jao orden entonces una batida para encontrar su caballo, pero todos volvieron con las manos vacas.

    Cuando sali el sol, la escarcha se derriti, y Wang Jao exclam dndose vuelta: Oh! Pero si no se ha movido de ah!

    Historia de las Dinastas del Norte

    . RelatosreunidosporLiYen-chenyvariosotrosescritoresdelsigloVII.

  • 86

    coleccin los ros profundos

    Callejn sin salida

    Durante la dinasta de los Chous, la ciudad de Dingchou fue sitiada por los trtaros, rodeada por varias filas de soldados. Sun Yen-kuo, jefe de los magistrados de Dingchou, al saber la noticia del sitio, no se atrevi ya a volver a la casa gubernamental. Se encerr en la suya, hizo cerrar con candado la puerta y orden que le pasaran por una pequea ventanilla los documentos ofi-ciales que requeran su parecer.

    Cuando supo que los brbaros tomaban por asalto la muralla que rodeaba la ciudad, Sun Yen-kuo hizo que lo ence-rraran en un armario.

    Guarden bien la llave recomend a sus sirvientes y si esos bandidos se la piden, en ningn caso se la den!

    Chao Ye Chien Chai

    . PorChangChu,queviviaprincipiosdelsigloVIII.

  • 87

    Annimo Fbulas de la antigua China

    La bolsa robada

    Haba una vez un hombre de muy escasa inteligencia, que se diriga a la ciudad para tomar parte en los exmenes oficiales. En el camino, unos bandidos le robaron su bolsa.

    Los bandidos me robaron mi bolsa, pero no podrn sacar nada! dijo.

    Y como alguien le preguntara qu quera decir con eso, contest:

    La llave de mi bolsa an la tengo yo colgada de mi cin-tura, cmo podrn abrirla sin ella los bandidos?

    Chao Ye Chien Chai

  • 88

    coleccin los ros profundos

    El pozo

    Un pozo fue horadado a orillas de un camino. Los viajeros se sentan felices de poder sacar agua para apagar su sed. Un da se ahog un hombre en l, y desde entonces todo el mundo empez a censurar a quien haba cavado el pozo en aquel lugar.

    Shen Meng Dsi4

    . PorLinChen-si(sigloVIII).

  • 89

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El serpentario y la serpiente

    Un serpentario encontr a una serpiente; se abalanz sobre ella y la hiri a picotazos.

    No me pegues! le dijo la serpiente todo el mundo dice que eres un pjaro venenoso; esa es una mala reputacin, y se debe a que te alimentas de serpientes. Si dejas de comernos, ya no tendrs nuestro veneno, y dejars de tener mala fama.

    Me das risa! contest el pjaro ustedes, las ser-pientes, matan a los hombres mordindolos! Decir que yo corro peligro con los hombres, sera una mentira. Yo me las como a ustedes para castigarlas por sus crmenes. Los hombres lo saben muy bien; ellos me alimentan para que yo los defienda contra ustedes. El hombre tambin sabe que mi carne y mis plumas estn contaminadas y las usa para envenenar a sus semejantes; pero eso no es de mi incumbencia. Si el hombre mata con un arma, es al arma o al hombre a quien hay que censurar? Yo no le deseo ningn mal al gnero humano. En cuanto a ustedes, viven escondidas en la hierba, reptando astutamente, listas para picar al primer hombre que encuentren. Es el destino quien te puso hoy da en mi camino; tus falsos argumentos no te salvarn.

    Diciendo esto, el serpentario devor a la serpiente.

    Wu Nen Dsi5

    . PorautordesconocidodelsigloVIII.

  • 90

    coleccin los ros profundos

    Ms amor al dinero que a la vida

    Los habitantes de Yangchou son excelentes nadadores. Una vez, el agua del Siangshui subi repentinamente; una barca que transportaba a cinco o seis personas zozobr en medio del ro. Hacindole frente al peligro, los pasajeros nadaron hacia la orilla. Uno de ellos pareca no avanzar a pesar de nadar con todas sus fuerzas. Sus compaeros le dijeron:

    T eres mejor nadador que todos nosotros, por qu te quedas atrs?

    Porque tengo mil sapecas amarradas en mi cinturn, y eso pesa contest l.

    Por qu no las tiras? le dijeron los otros. Sacudi la cabeza sin contestar, pero el cansancio lo

    invada. Los que ya haban llegado a la orilla le gritaron:Eres un tonto, no te empecines! Vas a ahogarte! Y

    entonces de qu te servir el dinero?De nuevo sacudi negativamente la cabeza. Poco despus el

    agua se lo tragaba.

    Recopilacin de obras de Liu Dsung-yuan6

    LiuDsung-yuanvividesde773a819.

  • 9

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El asno de Kuichou

    Nunca jams se haba visto un asno en Kuichou, hasta el da en que un excntrico, vido de novedades, se hizo llevar uno por barco. Pero como no supo en qu utilizarlo, lo solt en las montaas.

    Un tigre, al ver a esta extraa criatura, lo tom por una divinidad. Escondido en el bosque empez a observarlo, despus se aventur fuera, permaneciendo sin embargo a una distancia prudente. Un da el asno rebuzn largamente; el tigre, espantado, ech a correr con todas sus fuerzas. Pero volvi para dar una ojeada y pens que esa divinidad no deba ser muy terrible, des-pus de todo. Habindose acostumbrado al rebuzno del asno, fue acercndose a l, sin arriesgarse, sin embargo, todava al ataque.

    Cuando ya crey conocerlo a fondo, empez a tomarse ciertas libertades, rozndolo, empujndolo, molestndolo, hasta que el asno ya rabioso, le dio una patada. Entonces es esto todo lo que sabe hacer se dijo el tigre. Y dando un salto sobre el asno lo despedaz y lo devor.

    Pobre asno! Por su porte pareca poderoso, por sus rebuz-nos pareca temible. Si l no hubiera mostrado todos sus talentos, el tigre feroz no se hubiera nunca atrevido a atacarlo. Pero con su patada, el asno firm su propia sentencia de muerte.

    Recopilacin de obras de Liu Dsung-yuan

  • 9

    coleccin los ros profundos

    La astucia del cazador

    El ciervo teme al lobo, el lobo teme al tigre, y el tigre teme al gran oso, que es el ms feroz de los animales. Con el crneo cubierto de espeso pelaje parecido a una grea, caminando sobre sus patas traseras es extraordinariamente fuerte y ataca aun al hombre.

    Al sur del estado de Chu viva un cazador que con la ayuda de su flauta de bamb, consegua imitar toda clase de gritos de animales. Armado de un arco y de un pequeo tiesto de greda en cuyo fondo conservaba algunas brazas, se iba a la montaa e imi-taba el llamado del ciervo. Creyendo que se trataba de alguno de sus congneres, los ciervos se acercaban y el cazador los mataba disparndole flechas incendiadas.

    Un da, al or el llamado del ciervo lleg un lobo. El cazador muerto de miedo imit el rugido del tigre. El lobo huy pero apa-reci un tigre. Aterrorizado, el hombre imit el gruido del gran oso. El tigre huy, pero, creyendo encontrar a uno de sus seme-jantes, un oso enorme apareci. Al encontrar slo a un hombre, se abalanz sobre l, lo destroz y se lo comi.

    An hoy, aquellos que emplean artificios en vez de contar con sus propias fuerzas terminan siempre por granjearse un des-tino semejante al del cazador.

    Recopilacin de obras de Liu Dsung-yuan

  • 9

    Annimo Fbulas de la antigua China

    La ingenuidad del pequeo ciervo

    Un habitante de Linchiang captur una vez a un cervatillo y decidi criarlo. Apenas franque el umbral de su casa lo recibieron sus perros relamindose y moviendo la cola. El hombre, furioso, los ech, pero la suerte que sus perros reservaban al cervatillo fue un motivo de preocupacin para l. Desde entonces, cada da pre-sentaba el cervatillo a los perros; lo llevaba en sus brazos, demos-trndoles con eso a sus perros que deban dejarlo en paz. Poco a poco, el cervatillo empez a jugar con los perros, quienes, obede-ciendo a la voluntad de su amo, fraternizaron con l.

    El cervatillo creci y, olvidando que era un ciervo, crey que los perros eran sus mejores amigos. Jugaban juntos y vivan en una intimidad cada vez mayor.

    Pasaron tres aos. El cervatillo, ya convertido en ciervo vio un buen da en la calle a una bandada de perros desconocidos.

    Sali inmediatamente para divertirse con ellos, pero estos lo vieron llegar con una mezcla de alegra y de furor. Lo destro-zaron y se lo comieron. Mientras expiraba, el joven ciervo se pre-guntaba an por qu mora tan prematuramente.

    Recopilacin de obras de Liu Dsung -yuan

  • 94

    coleccin los ros profundos

    Esa es la tradicin

    Yang Chou-shien, mandarn natural de Meichou, cont la siguiente historia: Un prefecto recin llegado a su cargo ofreci un gran banquete a los notables de la ciudad. En medio de los vinos y del regocijo, un cantor salud en estos trminos al recin llegado:

    Al antiguo magistrado uno nuevo lo reemplaza, a la estrella de la desgracia, una estrella de felicidad la sucede.

    Al orse llamar estrella de felicidad, nuestro prefecto, lleno de jbilo, se apresur en preguntarle al cantor:

    Quin es el autor de esos versos?Es tradicin la de cantar de esta manera despus de la

    partida de un prefecto y a la llegada de su sucesor. A todos los saludamos con esa misma cancin contest el cantor.

    Sian Shan Ye Lu7

    . PorShenWen-yun,sigloX.

  • 95

    Annimo Fbulas de la antigua China

    El centinela

    En todas las bandadas de gansos salvajes, el ms pequeo y el ms vivo es el que llena las funciones de centinela nocturno durante el descanso de sus hermanos. Vigila, y al menor ruido lanza un estridente grito de alarma y la bandada emprende el vuelo con gran ruido de alas.

    A la larga, los cazadores idearon un plan para hacer fra-casar la vigilancia del centinela. Empezaron por localizar el lugar donde se detenan los gansos; extendieron una red enorme y se escondieron en los repliegues del terreno ms cercano.

    A la cada de la noche, los gansos se instalaron para dormir. Los cazadores, en medio de la sombra, encendieron antorchas. Inmediatamente el centinela lanz el grito de alarma. Los cazadores apagaron sus antorchas. Los gansos salvajes, pasada la primera emocin y no viendo ninguna seal de peligro, no tardaron en vol-verse a dormir.

    Por tres veces los cazadores empezaron su juego, y tres veces el centinela dio la alarma, y las tres veces sus compaeros des-pertaron sobresaltados sin descubrir indicio alguno de peligro. Y entonces juzgaron que el centinela no conoca su trabajo y antes de dormirse por tercera vez, le dieron grandes picotazos.

    Despus de un momento de espera, los cazadores volvieron a encender sus antorchas. Esta vez, el centinela se qued callado. Los cazadores se acercaron en silencio con su red y capturaron a ms de la mitad de los gansos.

    Obras de Ching Wen8

    . PorSungChi(998-1061)

  • 96

    coleccin los ros profundos

    Otro lago

    Wang An-shi, primer ministro bajo la dinasta de los Sungs, senta un gran inters por el desarrollo del pas. Un da, un hombre que deseaba congraciarse con l, le propuso el siguiente proyecto:

    Desecando el lago Liangshanbo, de ochocientos lis de contorno, tendra usted ah buenos y frtiles campos. Esta idea fue del agrado de Wang.

    Pero, dnde desaguaremos las aguas del lago? pregunt.Liu Kung-fu, que estaba presente, intervino:Bien! El problema queda resuelto si usted hace cavar al

    lado, otro lago de ochocientos lis de contorno.Wang An-shi se ech a rer y el proyecto qued en nada.

    Seleccin de ancdotas de Chao9

    . ChaoPo-wen(sigloXI).EscribilaprimerapartedeestaobraqueterminsuhijoChaoPo.

  • 97

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Libros y bronces antiguos

    Cierto letrado necesitaba dinero. Junt todos los libros que tena en su casa varios centenares de volmenes y parti para venderlos en la capital. En el camino se encontr con otro letrado, quien, despus de mirar la lista de los libros, dese viva-mente poseerlos. Pero l era pobre y no tena con qu pagarlos, entonces llev al otro a su casa para mostrarle los bronces anti-guos que se dispona a cambiar por arroz. El dueo de los libros era un gran aficionado a los bronces antiguos y la coleccin le gust enormemente.

    No los venda le dijo a su nuevo amigo vamos a hacer un cambio. Y troc todos los libros por varias decenas de bronces.

    La mujer del primero se extra al verlo regresar tan pronto. Ech una mirada a lo que traa: eran dos o tres sacos llenos hasta el borde, en los cuales se entrechocaban los objetos con ruido metlico. Al saber toda la historia, empez a gritar:

    Qu estupidez! Cmo podremos comer con estos bronces?

    l contest:Bueno! y crees que mis libros le darn arroz a l?

    Tao Shan Ching Jua40

    0. Estelibro,deautordesconocido,nosrelatahechosocurridosenlasproximidadesdelsigloX.

  • 98

    coleccin los ros profundos

    En busca del pedernal

    Una noche Ai Dsi pidi la luz, como el tiempo pasaba sin que le llevaran la lmpara, le grit a su discpulo que se apurara.

    Est tan oscuro contest el alumno que no puedo encontrar el pedernal.

    Despus aadi:Maestro, no podra usted encender la vela para ayu-

    darme a buscarlo?

    Miscelnea de Ai Dsi4

    . PorSuShi(1036-1101).

  • 99

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Las cuentas del barquero

    Ai Dsi vio un da a un caminante ofrecer cincuenta sapecas a un barquero para que lo llevara de Luliang a Pengmen.

    El precio, para los que no transportan mercaderas, es comnmente de cien sapecas le contest el barquero. Usted slo ofrece la mitad, no es suficiente. Pero como yo tendra que pagarle cincuenta sapecas a un hombre para que tire mi barca desde Luliang hasta Pengmen, Slo le cobrar a usted cincuenta, si le conviene mi barca hasta Pengmen!

    Miscelnea de Ai Dsi

  • 00

    coleccin los ros profundos

    El ciego que se hizo explicar el sol

    Un hombre, ciego de nacimiento, quiso saber qu aspecto tena el sol, y pidi que se lo describieran.

    El sol es como este disco de bronce le explic alguien golpeando un batintn.

    Pasado un tiempo, el ciego oy sonar una campana y crey que ese sonido provena del sol.

    Otro le dijo: El sol brilla como un cirio.El ciego cogi el cirio entre sus manos y estudi su forma.Un da, cogi una flauta y crey que tomaba al sol.Muchas son las diferencias entre una campana, una flauta

    y el sol, pero el ciego no poda saberlas, pues haba adquirido sus conocimientos por las palabras de otros.

    Recopilacin de ensayos de Su Shi

  • 0

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Combate de bfalos

    Un artista muy conocido pint un cuadro sobre seda, titu-lado: Combate de Bfalos.

    Esta pintura llen a todos de admiracin.Fjense! decan qu vitalidad tienen estos bfalos!

    Se dira que estn vivos.Muy satisfecho de su obra, el pintor hizo montar su pintura

    sobre un fondo de brocado enrollado y con un adorno de jade. La enroll y la guard en un cofre de cedro. Slo la sacaba para hacerla admirar por entendidos.

    En un da de verano, temiendo que los gusanos atacaran la seda de su pintura, la expuso al sol en su jardn.

    Un pequeo cuidador de vacas la vio, y quedndose inmvil ante la imagen la examin sonriendo.

    Te interesas por la pintura, chico? lo interrog el pintor. Ves, los dos bfalos estn peleando, estn parecidos en el cuadro?

    Los bfalos estn bastante parecidos dijo el nio.Acaso encuentras algo que no se parezca?Cuando los bfalos pelean dijo el nio ponen todas

    sus fuerzas en los cuernos y aprietan la cola entre la piernas; aqu, las balancean. Nunca he visto bfalos peleando as!

    El gran pintor no supo qu contestarle.

    Tung Po Shi Lin4

    . PorSuShi(1036-1101).

  • 0

    coleccin los ros profundos

    De dnde viene el arroz?

    Los nietos de Tsai Chin, el clebre ministro de los Sungs, fueron educados como nios ricos y no tenan idea alguna sobre los trabajos del campo.

    Un da Tsai Chin les pregunt bromeando: Pueden decirme ustedes de dnde viene el arroz que

    comen todos los das?El primero reflexion y contest: Del mortero que descorteza el arroz.Tsai Chin se ech a rer.No dijo otro de sus nietos no es as, el arroz viene de

    los sacos de junto; yo lo he visto.

    Du Sin Tsa Chi4

    . PorChengMin-sing(sigloXI).

  • 0

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Tragarse la azufaifa entera

    Un da un tonto oy esta conversacin: Las peras son buenas para los dientes pero son perjudi-

    ciales para el bazo. Las azufaifas, por el contrario, no sirven para los dientes pero hacen bien al bazo.

    Despus de reflexionar largamente, dijo: Mascar las peras pero no me las tragar, de esa manera

    no podrn daarme el bazo. Me tragar las azufaifas sin mas-carlas, as no echarn a perder mis dientes.

    Uno de sus amigos declar:Esto es lo que se llama tragarse la azufaifa entera44!Todos soltaron la carcajada.

    Chan Yuang Chin Yu45

    . Tragarselaazufaifaentera:expresincorrientequesignificaobrarsinreflexin.

    . PorPaiTing(sigloXIoXII).

  • 04

    coleccin los ros profundos

    El hombre compasivo

    Una vez un hombre pesc una tortuga. Deseaba hacer una sopa con ella, pero no quera que alguien pudiera decir que l haba dado muerte a un ser viviente. Encendi su fuego e hizo hervir agua en una olla. Coloc una prtiga de bamb encima de la olla a manera de puente y le hizo a la tortuga esta prfida promesa:

    Si consigues atravesar este puente, te dejar en libertad. La tortuga no se dej engaar por esta trampa. Ella no quera morir. De esa manera, poniendo toda su voluntad, hizo lo impo-sible: atraves el puente sin accidentarse.

    Bravo! dijo el hombre pero ahora te ruego que regreses a tu punto de partida para ver mejor cmo conseguiste hacer esta travesa.

    Cheng Shi46

    . PorYueKe,quevivienelsigloXIIIoXIV.

  • 05

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Los barcos viejos

    Cuando Jou Li-dsi abandon la capital para regresar a su pueblo natal, el primer ministro puso un funcionario a su dispo-sicin para que lo acompaara.

    Escoja para su viaje le dijo el barco del gobierno que ms le guste.

    El da de la partida, Jou Li-dsi fue el primero en llegar al embarcadero. Haba all varios miles de embarcaciones ama-rradas a lo largo de la ribera. Hizo esfuerzos por reconocer los barcos del gobierno, pero fue intil. Cuando lleg el funcionario que deba acompaarlo, le pregunt:

    Aqu hay tantos barcos! Cmo distinguir los del gobierno?

    Nada ms fcil contest su interlocutor. Aquellos que tienen el toldo agujereado, los remos quebrados, y las velas rajadas, son todos barcos del gobierno.

    Jou Li-dsi levant sus ojos y suspirando dijo para s mismo: No es de extraar que el pueblo sea tan miserable. El empe-rador seguramente tambin lo considera como propiedad del gobierno!.

    Yu Li Dis47

    . PorLiuChi(1311-1375).

  • 06

    coleccin los ros profundos

    El lobo de Chungshan

    Chao Chien-dsi, un alto funcionario, organiz una gran cacera en la montaa. Al divisar a un lobo, lanz su carro en su persecucin.

    Ahora bien, el maestro Tungkuo, viejo letrado conocido por su buen corazn, vena en camino para abrir una escuela en Chungshan, y se extravi en esa misma montaa. En camino desde el alba, segua a pie al asno cojo que cargaba su saco lleno de libros, cuando vio llegar al lobo que hua aterrorizado y que le dijo:

    Buen maestro, no est usted siempre dispuesto para socorrer a su prjimo? Escndame en su saco y me salvar la vida! Si me saca de este mal paso, yo le quedar eternamente agradecido.

    El maestro Tungkuo sac sus libros del saco y ayud al lobo a meterse en l. Cuando Chao Chien-dsi lleg y no encontr al animal, volvi sobre sus pasos. Al notar el lobo que el cazador estaba lo suficientemente lejos, grit a travs del saco.

    Buen maestro, squeme de aqu!Apenas estuvo en libertad, el lobo empez a chillar:Maestro, usted me salv hace un rato, cuando los hom-

    bres del reino de Yu me perseguan y yo se lo agradezco, pero ahora, casi estoy murindome de hambre. Si su vida pude salvar la ma, no la sacrificara usted por m?

    Se abalanz con el hocico abierto y las garras afuera sobre el maestro Tungkuo. Este, trastornado, se estaba defendiendo lo mejor que poda, cuando de repente divis a un anciano que avan-zaba apoyndose en un bastn. Precipitndose hacia el recin lle-gado, el maestro Tungkuo se arrodill ante l y le dijo llorando:

  • 07

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Anciano padre, una palabra de su boca puede salvar mi vida!

    El anciano quiso saber de qu se trataba.Este lobo era perseguido por cazadores y me pidi que lo

    socorriera, le salv la vida y ahora quiere devorarme. Le suplico que interceda en mi favor y que le explique su error.

    El lobo dijo: Hace un rato, cuando le ped socorro, l me amarr las

    patas y me meti en su saco, poniendo encima de m sus libros; aplastado bajo todo ese peso, apenas poda respirar. Despus, cuando lleg el cazador, habl largo rato con l; l deseaba que yo muriera asfixiado dentro del saco, de esa manera habra sacado provecho de mi piel. Un traidor semejante no merece acaso que lo devoren?

    No creo nada! contest el anciano. Vuelva a meterse en el saco, para que yo vea con mis propios ojos si usted estaba tan incmodo como dice!

    El lobo acept con alegra y se meti de nuevo dentro del saco.Tiene usted un pual? pregunt el anciano al odo del

    maestro.S contest mostrando el objeto pedido.Inmediatamente el anciano le hizo seas para que lo clavara

    en el saco. El Maestro Tungkuo exclam:Pero le voy a hacer dao!El anciano se ech a rer: Usted vacila en matar a una bestia feroz que acaba de

    demostrarle tanta ingratitud? Usted es bueno, maestro, pero tambin es muy tonto!

    Entonces le ayud al maestro Tungkuo a degollar al lobo, y dejando al cadver a la orilla de la senda, los dos hombres siguieron su camino.

    La historia del lobo de Chungshan48

    . PorMaChung-si,deladinastaMing(1368-1644).

  • 08

    coleccin los ros profundos

    Para qu adular?

    Un hombre rico y un hombre pobre tenan la siguiente con-versacin.

    Si yo te diera el veinte por ciento de todo el oro que poseo, me adularas? le pregunt el primero.

    El reparto sera demasiado desigual para que t mere-cieras cumplidos contest el segundo.

    Y si yo te diera la mitad de mi fortuna?Entonces seramos iguales; con qu fin halagarte?Y si yo te lo diera todo? En ese caso, no veo qu necesidad tendra de adularte!

    Ai Dsi Wai Yu49

    . PorTouPen-chiundeladinastaMing(1368-1644).

  • 09

    Annimo Fbulas de la antigua China

    Dos cazadores de gansos salvajes

    Dos hermanos, al ver aproximarse una bandada de gansos salvajes, prepararon sus arcos.

    Si cazamos uno de estos gansos dijo uno de ellos lo prepararemos en adobo.

    No dijo el otro eso es bueno para preparar los gansos cazados en tierra, pero los muertos en pleno vuelo, esos deben asarse.

    Para solucionar esta discusin, se dirigieron al jefe de la aldea.Corten el ganso por la mitad aconsej el jefe y as

    cada cual puede prepararlo a su gusto.Pero cuando los dos cazadores estuvieron listos para dis-

    parar, ya los gansos se haban perdido en el horizonte.

    Shien Yi Pien50

    0. PorLiuYuan-ching(sigloXV).

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    coleccin los ros profundos

    El que mejoraba a los jorobados

    Haba una vez un mdico que se vanagloriaba de ser capaz de mejorar a los jorobados.

    Si un hombre es curvo como un arco, como una tenaza o como un aro, basta conque se dirija a m, para que yo, en un da, lo enderece deca.

    Cierto jorobado fue lo suficientemente ingenuo para creer en esas seductoras palabras, y se dirigi a l para que lo desemba-razara de su joroba.

    El charlatn cogi dos tablones, coloc uno en el suelo, hizo acostarse encima al jorobado, coloc el segundo tabln encima, enseguida, subindose encima pisote con fuerza a su paciente. El jorobado qued derecho, pero muri.

    Como el hijo del muerto quiso llevarlo a la justicia, el char-latn exclam:

    Mi oficio es el de curar a los jorobados de sus jorobas; yo los enderezo; que mueran o no, eso a m no me concierne!

    Relatos de Sue Tao5

    . PorChiangYing-ke(sigloXV).

  • Annimo Fbulas de la antigua China

    Un sueo

    Cuentan que haba una vez un bachiller que era muy aficio-nado a las bromas. Su profesor era extremadamente severo; a la menor falta, los alumnos reciban bastonazos.

    Un da, el astuto alumno fue sorprendido en falta. El maestro, hirviendo de rabia, lo mand a llamar de inmediato, y, mientras esperaba que llegara, se sent en la gran sala.

    El alumno lleg y, arrodillndose ante su maestro, le dijo, sin mencionar su falta:

    Quise venir antes, pero estuve haciendo planes para hacer el mejor uso de mil onzas de oro que me cayeron del cielo.

    La clera del profesor desapareci como por encanto, al or la palabra oro.

    De dnde sacaste ese oro? pregunt con vivacidad.Lo encontr escondido en la tierra contest el alumno.Qu piensas hacer con l? prosigui el maestro.Soy de una familia pobre contest el alumno; no

    tenemos bienes de familia, as que hemos decidido, mi mujer y yo, dedicar quinientas onzas de oro para comprar tierras, dos-cientas onzas para construir una casa, cien para amoblarla y cien para comprar esclavos. De las cien onzas restantes, la mitad ser para comprar libros, pues pienso, de ahora en adelante, trabajar con ardor; la otra mitad se la regalar a mi profesor para agrade-cerle la enseanza que me ha dado. He ah mis planes.

    Es posible? Yo no soy digno de semejante homenaje! dijo el profesor.

  • coleccin los ros profundos

    Convid a su alumno a una suntuosa comida. Los dos hablaban y rean, bebiendo mutuamente a su salud. En un estado prximo a la ebriedad, el profesor pregunt de sbito:

    Te viniste precipitadamente; pusiste siquiera el oro en un cofre, antes de partir?

    El alumno se puso de pie para contestar:Ay! An no haba terminado completamente de hacer

    mis planes, cuando mi mujer me despert al hacer un movi-miento; cuando abr los ojos el oro haba desaparecido! No tuve necesidad de cofre

    Estupefacto, el profesor pregunt:El oro del cual hablabas, era entonces un sueo? Naturalmente! contest el estudiante. El profesor sinti que una violenta clera lo invada, pero

    su alumno era su invitado y no pudo enfadarse con l. Len-tamente dijo:

    Tienes buenos sentimientos en tus sueos para con tu profesor; cuando realmente hagas fortuna, de seguro no me olvidars.

    Y volvi a llenar el vaso de su discpulo.

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  • Annimo Fbulas de la antigua China

    Ya no tengo cscaras para mis cerdos

    La montaa Jefu queda a treinta lis de nuestra aldea. All, cerca de un pequeo lago, existe un templo que todos llaman el Templo de la madre Wang. Nadie sabe en qu poca vivi la madre Wang, pero los viejos cuentan que era una mujer que fabricaba y venda vino. Un monje taosta tena la costumbre de ir a beber a crdito a su casa. La comerciante no pareca pres-tarle a ello ninguna atencin; cada vez que l llegaba, lo serva de inmediato.

    Un da, el taosta le dijo a la madre Wang:He bebido su vino y no tengo con qu pagrselo, pero voy

    a cavarle un pozo.Cuando hubo terminado el pozo, se dieron cuenta de que

    contena muy buen vino.Esto es para pagar mi deuda dijo el monje, y se fue. Desde aquel da, la mujer no volvi a hacer vino; serva a sus

    clientes el vino que sacaba del pozo, el cual era mucho mejor que el que preparaba antes, con grano fermentado. Su clientela creci enormemente.

    En tres aos hizo fortuna: haba ganado decenas de miles de onzas de plata.

    Un da, el monje volvi de improviso. La mujer le agradeci efusivamente.

    Es bueno el vino? le pregunt el monje.S, el vino es bueno admiti slo que, como no

    fabrico vino, ya no tengo cscaras de grano con qu alimentar a mis cerdos!

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    coleccin los ros profundos

    Riendo, el taosta tom un pincel y escribi en el muro de la casa:

    La profundidad del cielo no es nada,El corazn humano es infinitamente ms profundo.El agua del pozo se vende por vino;La mujer an se queja de no tener cscaras para sus cerdos.

    Terminando su cuarteta, el monje se fue, y del pozo slo sali agua.

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    Annimo Fbulas de la antigua China

    El hombre que quera tener razn

    En el Estado de Chu viva un hombre que ignoraba dnde crece el jengibre.

    El jengibre crece en los rboles dijo.Crece en el suelo le contestaron.El hombre se empecin.Venga conmigo, interrogaremos a diez personas dife-

    rentes le dijo a su interlocutor. Le apuesto mi asno a que el jengibre crece en los rboles.

    Sucesivamente, las diez personas interrogadas dieron todas la misma contestacin:

    El jengibre crece en el suelo.El apostador se turb.Tome, llvese mi asno le dijo al ganador eso no

    impide que el jengibre crezca en los rboles!

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    coleccin los ros profundos

    Eso no es de mi incumbencia

    Haba una vez un practicante que se deca especialista en medicina externa. Un guerrero herido necesit de sus cuidados. Se trataba de extraer una flecha que se haba incrustado en sus carnes.

    El cirujano tom un par de tijeras, cort la pluma a ras de la piel y luego reclam sus honorarios.

    An tengo la punta de la flecha incrustada en mi carne, hay que sacarla le dijo el guerrero.

    Eso ya es del dominio de la medicina interna contest el doctor. Cmo podra yo tomar la responsabilidad de ese tratamiento?

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    Annimo Fbulas de la antigua China

    La virtud de la paciencia

    Un mandarn, a punto de asumir su primer puesto oficial, recibi la visita de un gran amigo que iba a despedirse de l.

    Sobre todo, s paciente le recomend su amigo y de esa manera no tendrs dificultades en tus funciones.

    El mandarn dijo que no lo olvidara.Su amigo le repiti tres veces la misma recomendacin, y

    cada vez, el futuro magistrado le prometi seguir su consejo.Pero cuando, por cuarta vez, le hizo la misma advertencia,

    estall:Crees que soy un imbcil? Ya van cuatro veces que me

    repites lo mismo!Ya ves que no es fcil ser paciente: lo nico que he hecho

    ha sido repetir mi consejo dos veces ms de lo conveniente y ya has montado en clera suspir el amigo.

    Relatos de Sue Tao

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    coleccin los ros profundos

    Integridad

    Cierto mandarn lleno de codicia deseaba hacerse una fama de funcionario incorruptible. Cuando lo nombraron en su primer cargo, hizo juramento ante l