Ginger, Serge (1987) La Gestalt Una terapia de contacto, Mxico, Manual Moderno.

11. El cuerpo y las emociones en Gestalt

La Gestalt es una terapia "psicocorporal" o tambin una "psicoterapia con mediacin corporal y emocional"? Es lo que generalmente se oye decir.

Laura Perls afirma:

"Hay un punto que vale la pena recordar constantemente: el trabajo corporal es parte integral de la terapia Gestalt. La Gestalt es una terapia holstica, lo cual significa que toma en cuenta al organismo total y no simplemente la voz, el verbo, la accin o algo ms."1

"(...) Yo utilizo toda clase de contactos fsicos si pienso que eso puede facilitarle un paso al paciente en su awareness de la situacin presente, en lo que l hace (o no hace). No tengo ninguna regla particular en lo que concierne a los pacientes hombres o mujeres. Puedo prender un cigarro, nutrir a alguien con la cuchara, arreglar los cabellos de una muchacha, darle la mano o abrazar a un paciente en mi regazo, si me parece que puede ser el mejor medio de establecer una comunicacin inexistente o interrumpida. Toco tambin a los pacientes y los dejo tocarme para promover un aumento de su awareness corporal; para subrayar una tensin, una mala coordinacin, un ritmo respiratorio, un movimiento brusco o flexible, etctera.

"Me parece que existe una gran divergencia de opiniones y mucha ansiedad con respecto a la aceptacin del contacto fsico en terapia. Si queremos ayudar a nuestros pacientes a realizarse plenamente como seres humanos verdaderos, debemos nosotros mismos tener el valor de tomar el riesgo de ser humanos."

Laura Perls no separa a la Gestalt de la expresin artstica3 y corporal; ella practicaba desde la infancia la danza expresiva as como el piano. Posteriormente sigui no slo una formacin artstica, sino una formacin especfica en diversas tcnicas corporales (Alexander, Feldenkrais, euritmia de Rudolf Steiner, etctera), paralelamente a su carrera psicoanaltica.

Si la atencin al cuerpo es permanente en todos los gestaltistas (que observan la postura, la respiracin, la mirada, la voz, los microgestos, etctera), sin embargo conviene hacer notar que muchos entre ellos, y no los menos, no intervienen casi directamente sobre el cuerpo del cliente.

El mismo Fritz Perls, que acababa de dejar el psicoanlisis por la Gestalt, mantena, al principio de su prctica, a sus clientes recostados sobre el divn (como su maestro Wilhelm Reich), mientras que Laura Perls haba adoptado ya la posicin sentada, frente a frente. Posteriormente, cuando se hizo ms famoso y tena ms edad, Fritz Perls casi no dejaba su silln legendario (mientras que una de sus manos se mova constantemente por los cigarros, de los cuales fumaba de tres a cuatro cajetillas por da!).

Por su parte, Isadore From, una de las primeras discpulas de los Perls, instructora en el Instituto de Gestalt de Cleveland durante muchos aos,4 salida de la fiJj>sofa, considera a la Gestalt como una terapia dialgica, esencialmente basada en erdilogo verbal. Otros gestaltistas conocidos como Joseph Zinker o Robert Resnick (en los Estados Unidos), Janine Corbeil (en Quebec), Noel Salath o Jean-Marie Robine (en Francia) no utilizan, sino rara vez, al cuerpo de un modo activo o interactivo; ellos prefieren observarlo y abordarlo verbalmente.

De hecho, los principios tericos fundamentales y la metodologa especfica de la Gestalt no implican la obligacin de una movilizacin corporal; el enfoque global fenomenolgico, la Teora del s mismo, el sealamiento de las perturbaciones del ciclo de contacto y de los mecanismos de evitacin (prdidas de la funcin yo o resistencias) no necesitan para nada de la intervencin activa del cuerpo .no ms que el awareness en los procesos en curso, la atencin en el aqu y ahora, o ms exactamente, en el "ahora y el cmo" ("now and how") de la experiencia.

Podemos entonces practicar perfectamente la Gestalt a travs de los intercambios exclusivamente verbales, as como al contrario, podemos interesarnos de cerca en el cuerpo sin por ello tener la mnima referencia a la Gestalt (bioenergtica, rebirth, rolfing, gimnasias suaves, tcnicas orientales, etctera) Sin embargo, nos privaramos, desde mi punto de vista, de una palanca teraputica poderosa que contribuye a la intensidad y a la profundidad del trabajo, que permite acrecentar la eficiencia y disminuir la duracin.

Finalmente, la gran mayora de los practicantes actuales de Gestalt otorgan un lugar privilegiado a la vivencia corporal* del cliente, as, como por otro lado, a la del mismo terapeuta. Ellos se interesan tambin en la sensorialidad receptiva ("Qu sientes t en este momento?")6 como en la actividad motriz del organismo ("Yo te propongo levantarte y dar algunos pasos").

LECTURA DEL CUERPO

La amplificacin del sentimiento o de los gestos no es la "lectura del cuerpo".

El terapeuta de Gestalt est particularmente atento a todas las manifestaciones corporales de su cliente: posturas y movimientos aparentes (voluntarios o inconscientes, microgestos semiautomticos, algunas clases de "lapsus del cuerpo", que revelan un acontecimiento, la mayora de las veces sin que el cliente lo sepa!, como por ejemplo: un golpeteo de los dedos, un balanceo del pie, una microcontractura de ^as mandbulas, etctera. Claro est, vigila tambin la voz, el ritmo respiratorio, su amplitud o sus bloqueos, as como la circulacin sangunea, perceptible por ejemplo a nivel de las cartidas o tambin a travs de la palidez o los rubores localizados.7

Todos estos signos se traducen por una parte, en una necesidad de expresin personal del cliente, y por otro lado, en una necesidad de comunicacin interpersonal primitiva, abierta o secretamente destinada al interlocutor.

En Gestalt, el sntoma corporal es utilizado con gusto como la "puerta de entrada" que permite un contacto directo con el cliente, respetando la va que l mismo "escogi", aunque, muchas veces en forma involuntaria.

Se estimular entonces a este ltimo a estar particularmente atento a lo que siente.

Es la toma de conciencia global (awareness). Se le va a sugerir eventualmente amplificar su sentimiento o su sntoma8 a fin de percibirlo mejor, de "darle la palabra" de alguna manera y esto, an antes de preguntarse sobre su significado.

En Gestalt, en efecto, como lo he subrayado muchas veces, no se busca a todo precio "descodificar" al sntoma, lo que vuelve en ocasiones a "nutrir de sentido" segn la expresin ya citada de Lacan, cualquier explicacin tiene el riesgo de mantenerlo justificndolo. As por ejemplo:

"Soy fbico porque mi madre estaba ansiosa y era sobreprotectora despus de la muerte de mi hermano mayor", puede sobreentenderse: "tengo buenas razones para ser as" y "estoy condenado a quedarme asi"'.

El terapeuta de Gestalt se guarda entonces cuaqluier interpretacin del gesto o de cualquier "lectura del cuerpo" segn un cdigo preestablecido.

Prefiere incitar al cliente a seguir l mismo el gesto que se presenta espontneamente, por ejemplo, siguiendo, repitiendo o amplificndolo, para volverlo cada vez ms evidente o explcito, verbalizando su sentimiento del momento. As por asociaciones sucesivas de sensaciones, de gestos, de imgenes, de sonidos o de palabras, surge con frecuencia una toma de conciencia sbita (insight o "rmni-satori", segn una expresin que Perls utilizaba con gusto en broma) que concierne a comportamientos antiguos o al contrario, sobre actitudes repetitivas actuales, verdaderamente arcaicas. El todo es acompaado con frecuencia de manifestaciones emocionales, ya sea intensas o difusas (gritos, sollozos, lagrimeos).

Pero como lo hace notar Max Pags,

"La emocin es un modo de comunicacin infralingstico que obedece a otras leyes que a las del signo. Es entonces vano querer hacerla hablar o interpretarla. La emocin, y tampoco el cuerpo, habla (salvo para el observador). Es susceptible de otras tcnicas de intervencin que no es el lenguaje."9

El cuerpo habla, en efecto, segn sus propias leyes, compitiendo con la simbolizacin, contrariamente a un punto de vista reduccionista, muchas veces sostenido por algunos psicoanalistas (gentis principalmente) que identifican abusivamente la simbolizacin y el lenguaje. Yo coincido ah con el punto de vista de Richard Meyer quien escribe:

"(...) Esta puesta en situacin social constituye la esencia misma de lo que el psicoanlisis llama 'simbolizacin' y de la cual hace una de las condiciones de trabajo teraputico.

"Podemos aceptar esta exigencia, sin por ello prestar nicamente al lenguaje esta funcin de simbolizacin. En efecto, la hegemona del psicoanlisis (sobre todo en tierra lacaniana) ha hecho de la verbalizacin el factor casi exclusivo de la simbolizacin, relegando muy arbitrariamente al cuerpo a una funcin presimblica. Ciertamente el cuerpo lleva en l la herencia del periodo preverbal ms que el discurso, pero no se limita a esto; est presente tambin; est inserto en la realidad social, forma el 'vnculo' entre los miembros de esta sociedad, acerca y conecta; es 'religioso', en el sentido etimolgico de la palabra."10

EL CUERPO TAMBIN MIENTE

El lenguaje del cuerpo es frecuentemente profundo, rico y lleno de matices. De ah a afirmar, como se escucha en ocasiones (Alexander Lowen), que "el cuerpo no miente jams", hay un gran paso, el cual me cuidar de salvar. Mis palabras pueden mentir deliberadamente o tambin engaar a mi pensamiento a pesar de m, pero mi cuerpo puede hacer lo mismo por su parte! Yo puedo "inflar el torso" para esconder mi miedo o mi timidez, derramar "lgrimas de cocodrilo" para enternecer a mi interlocutor o disfrazar mi agresividad detrs de una sonrisa o una voz dulzona. Puedo ruborizarme sin estar profundamente emocionado o estar en ereccin sin estar enamorado (y viceversa!). Puedo sufrir un martirio por una espina superficial o por un diente con caries e ignorar el desarrollo de un tumor canceroso silencioso. Fiarse del cuerpo no es entonces ni ms, ni menos razonable que fiarse de la palabra del cliente.

Pero por qu negar esta fuente permanente y considerable de mensajes complementarios (ya sean congruentes o discordantes) con los mensajes verbales explcitos?

Para el gestaltista, el lenguaje del cuerpo tiene primero que estar enraizado en d aqu y ahora, mientras que la palabra se pierde gustosa en "el antes y despus", ms preocupada del qu, que del cmo.

Los sentimientos que afloran se manifiestan frecuentemente en la voz, la respiracin y la postura. El cuerpo y las palabras entran en resonancia, rebotando una contra otra en un feedback mutuo amplificador.

DOMESTICAR LAS EMOCIONES

Las lgrimas aparecen, como un lubricante natural de cualquier emocin, es decir de cualquier "movimiento del alma hacia el exterior".

La ex-presin liberadora se opone as a la impresin abrumadora, presin hacia el interior, que pesa y que marca.

Desafortunadamente en nuestra cultura, las expresiones del cuerpo y de las emociones estn censuradas y estrictamente filtradas: se nos ha prohibido desde la infancia manifestar abiertamente la clera, el miedo, la tristeza, el dolor o los celos. Se nos ha prohibido tambin gritar nuestra alegra o exponer nuestro deseo.

La sociedad "nos llora" las lgrimas! Ella las raciona como el agua en el desierto! Estn reservadas a la tristeza, como el bostezo es el aburrimiento y la ternura a la intimidad. Como si no pudiramos llorar de alegra o de entusiasmo, bostezar de bienestar o compartir una calidez gratuita sin un trasfondo de sexualidad genital!

La Gestalt se esfuerza en rehabilitar la emocin, en despertar el cerebro derecho reducido al silencio por la dictadura fra de nuestro hemisferio "siniestro" y racional,

que, como un gentleman britnico, nos bombardea incansablemente de rdenes de "autocontrol" y de "cara de poker".12

En lo que a m concierne, estimulo generalmente la expresin espontnea de cualquier forma de emocin, cuando sta aflora. La recibo con precaucin cuando se arriesga fuera de su madriguera, trato de reconocerla y de hablarle: ni demasiado pronto, ni demasiado tarde.

Si observo un cambio sutil en el ritmo o en la inflexin de la voz, en la deglucin o la respiracin, entonces le pregunto al cliente:

Qu es lo que pasa en t, justo ahora?

Esto antes de que la emocin "de paso", se desvanezca. Pero si dicha intervencin es prematura, tiene el riesgo tambin de cortar la emocin y de "enterrarla" antes de que haya verdaderamente mostrado su nariz!

Si ha sido sealada, reconocida y despus aceptada, permitir sin duda un trabajo "en caliente" ms profundo y ms eficaz.

La relacin es como el motor de un coche: funciona mejor con un calor ptimo: en fro se para; caliente circula! En el fro, falla; muy caliente se para!

Si me permitiera parafrasear las Sagradas Escrituras, estara tentado de decir: "Bienaventurados vosotros que no estn ni fros ni ardientes... ni tibios!" Yo vomitara a los tibios pero acompaara en su reino a los que son clidos y emocionalmente implicados.

Los que se atreven a pasar de la risa a las lgrimas, del sol a la lluvia, crecern y se multiplicarn, como las plantas de un bosque ecuatorial.

Por mi parte, como terapeuta, utilizo deliberadamente la ternura y la agresividad teraputicas, la gratificacin, la frustracin o la confrontacin conflictiva, ya sea alternando la brusquedad del clima tropical, ya sea en la sincronicidad del sol que atraviesa la cortina de lluvia, evocando el arca de la alianza de un arcoiris prometedor.

La emocin acta como un lubricante, que favorece la circulacin de los influjos bioqumicos y de los neuromediadores en los abundantes "cables" de los circuitos neurolgicos, tanto horizontalmente (de un hemisferio al otro, a travs del cuerpo calloso) como verticalmente (en un incesante ir y venir, principalmente entre la materia gris y la corteza y las capas subcorticales hipotlamo-lmbicas).13

Mi objetivo no es entonces dominar las emociones (es decir reducirlas a la esclavitud!) sino ms bien "modularlas", domesticarlas, evitando tanto su desbordamiento como su sequa. Se incitar al cliente a "abrir y cerrar la llave de las emociones" en cada ocasin, su funcionamiento flexible y regular ser garanta de una buena salud. El gestaltista, como un plomero, vigila para asegurar una circulacin fluida, para destapar los circuitos, para evitar tanto la sequa como la inundacin.

Aprender a conducirme sin resbalar en los caminos de hielo de la existencia, sin perder el control de mi volante por frenadas inoportunas; conocer mejor las reacciones de mi vehculo y acompaar el movimiento, con confianza y con vigilancia. Ya sea el duelo o la rabia, no hay que huirles sino ir a su encuentros, reconocerlos como mos, amarlos, "atravesarlos":

"The only way to get out is to go throught"

Perls

Clera o deseo, cualquier pasin es como un perro guardin que se vuelve peligroso si est encerrado mucho tiempo, pero al que tampoco se puede dejar saltar sobre cada paseante! Para domesticarlo, necesito acercarme con frecuencia y sobre l ?do hacerme su amigo. Es lo mismo con cada una de mis emociones: conocerlas y imarlas no ignorarlas o estrangularlas.

La inhibicin de la emocin como la inhibicin de la accin alimentan a las neurosis y psicosis, a las enfermedades psicosomticas y a los problemas sociales.15 Hay que sobrepasar el bloqueo o lo que Perls llama el "atolladero" (impasse). Distingue cuatro capas en la neurosis, la capa superficial del "juego" (papeles sociales c onvencionales), la capa implosiva (que lleva al atolladero), la capa explosiva de las emociones y la capa autntica profunda.16

Para l la implosin es una parlisis por tensin interna entre dos fuerzas contradictorias de igual intensidad, por ejemplo: el deseo de cambiar y el miedo a cambiar, lo que moviliza una energa considerable para un resultado nulo. El bloqueo, la inhibicin o el impasse que resulta de ello, se opone a lo que Freud designaba como instinto de muerte", se trata ms bien de una "hibernacin para preservar la vida".

Cuando el impasse es desplazado, se llega a la capa llamada "explosiva" donde se manifiestan libremente las emociones, principalmente la sexualidad, la clera, la alegra o el duelo. Curiosamente es la alegra la que se confirma como la ms delicada para abordar y trabajar.

Para la expresin ptima de las emociones, incitamos a nuestros clientes a una movilizacin corporal cuando se presenta la ocasin, levantarse, caminar, modificar la distancia, experimentar un contacto, discreto o explcito, tierno o agresivo.

Proponemos la amplificacin fsica de las posturas o de los gestos automticos iniciados, as como la puesta en accin corporal de las situaciones verbalmente evocadas.

Un ejemplo: "Por qu cosa podra reemplazar mis problemas?"

El terapeuta. Cmo ests sentada?

Muriel. Estoy encorvada, la cabeza inclinada hacia adelante.

Terapeuta. Puedes tratar de exagerar esta posicin?

Muriel. S! Me siento como aplastada. Como si tuviera una inmensa carga sobre mis hombros. El terapeuta pone un gran cojn sobre sus hombros.

Muriel. Eh! Hay mucho ms que eso! El terapeuta apila muchos otros cojines.

Terapeuta. Quieres tratar de levantarte y "vivir tu vida" as? Muriel se levanta; ella mantiene su pila de cojines como carga sobre la espalda y da algunos pasos titubeantes.

' Muriel. No est bien! Ya no puedo hacer nada! Ella arroja rabiosamente uno de los cojines al piso.

Ya! me liber de ste! un silencio pensativo. Ese! Es mi amigo Lucien quien me pesa cada vez ms! No me deja un instante de tranquilidad!

espus de algunos instantes, arroja un segundo cojn al piso.

Muriel. Y ese, es mi trabajo de secretaria que me enmierda tambin! Ya estoy harta! Tengo que cambiar de trabajo! Tira despus, uno a uno los cojines que simbolizan a su madre, anciana e impotente, un proyecto de grupo de investigacin, etctera.

El terapeuta: Y ahora?

Muriel: Ahora? Ya no tengo nada sobre la espalda! Estoy libre para caminar (da algunos pasos), pero no s a dnde ir! Ni qu hacer! Todas estas inquietudes me mantenan ocupada! No he tenido tiempo para hacer el ms mnimo proyecto! Cuando me libero de todas estas mierdas mi vida parece vaca! Mis problemas me acompaan! Esta toma de conciencia permanecer en el corazn de su terapia durante muchos meses.

DEL CUERPO HACIA LA PALABRA, DE LA PALABRA HACIA EL CUERPO

Aqu, a partir de la amplificacin de una postura, llegamos progresivamente a una toma de conciencia: es un camino del cuerpo hacia la palabra

Pero en Gestalt, procedemos tambin en sentido inverso, es decir de la palabra hacia el cuerpo, principalmente por tcnicas de "puesta en accin" deliberadas. Se trata de una actitud inspirada en parte en el psicodrama de Moreno.

As, para trabajar un sueo, en lugar de proponer al cliente que asocie verbal-mente a partir de imgenes,? le sugerimos ms bien encarnar a su vez diversos personajes o elementos, an menores, de su sueo y expresarse en su nombre; l podr por ejemplo, representar cada vez (en palabras o en actos) un profesor que interroga a su alumno, el cuaderno de este ltimo, una frase escrita sobre el cuaderno o una simple mancha de tinta.17

Tambin se puede sugerir la puesta en accin corporal simblica de un sentimiento experimentado.

Por ejemplo, Patrick deplora estar "encerrado en sus costumbres".

Con una seal del terapeuta, el grupo simboliza la situacin encerrndola corporalmente pero, para sorpresa general, no hace nada para salirse!

Patrick se da cuenta entonces rpidamente, y por l mismo, que su deseo de libertad y de iniciativa es puramente intelectual y verbal, mientras que su necesidad profunda del momento es, en realidad, un refugio mullido y cmodo, en la seguridad de lo adquirido y en el calor domstico.

Podemos traducir as, encarnar de manera a la vez visible y generadora de emociones, los sentimientos ms diversos, expresados verbalmente: rechazo, abandono, "atolladero", necesidad de calor, de reconocimiento social, etctera, o tambin poner en escena corporalmente emociones comunes como:

No veo "el final del tnel";

me quedo siempre "aislado en mi rincn";

nunca llego a "abandonarme";

tengo ganas de "que todo se eche a perder", etctera.

Puede tratarse de una puesta en accin somera, realizada individualmente o con ,a ayuda del grupo, o bien de una secuencia prolongada.

CHRISTIAN Y SUS ABUELOS

Christian tiene 14 aos. Es hurfano y ha sido educado por sus abuelos. Estos ltimos son personas de edad y de "antiguas costumbres". Tienen miedo a los accidentes y le niegan la bicimoto que pide. Christian se queja:

No me pueden comprender. Son demasiado viejos! T ves, entre ellos y yo, hay un espacio vaco: el lugar de mis padres y este espacio estar siempre vaco! Siempre habr este hueco all, entre ellos y yo! Yo le sugiero rpidamente materializar lo que acaba de expresar: delante de su silla, instalo otras dos vacas: una para sus padres, la siguiente para sus abuelos. La experiencia lo divierte, habla a sus abuelos poniendo sus manos juntas, como un altavoz:

Eh!, Ustedes all! Me oyen? Ustedes son demasiado viejos! Estn sordos? Despus l se pone en el lugar de sus abuelos, encarnando as la imagen que l se hace de ellos y por encima de la silla vaca de sus padres, l "responde", con una voz suave:

S! Christian te escuchamos! No estamos tan viejos! Slo tenemos 57 aos.

No estamos sordos.

Entonces Christian sonre, pareciendo entender. Se levanta y va espontneamente a acomodar las sillas. Me dice:

T sabes, finalmente, creo que podemos encontrar una manera de ponernos de acuerdo: voy a "pensar en eso". En el momento de atravesar la puerta de la oficina, se regresa y constata:

Es curioso, desde hace quince das, respiraba mal y ahora mira! (respira

profundamente): circula "fcil".

Dichas puestas en escena metafricas simples muestran as cotidianamente el poder de la accin de "la encarnacin del verbo", aqu y ahora.

LOS "JUEGOS" O "EJERCICIOS

Como sabemos, la Gestalt se practica tanto en tratamiento individual como en situacin de grupo. En este ltimo caso, las posibilidades de utilizacin del cuerpo

se multiplican. En situacin "dual" en efecto, la interaccin corporal directa entre el terapeuta y su cliente es ms limitada, a la vez por razones materiales y por razones psicolgicas o deontolgicas (riesgo de connotacin ambigua en las eventuales manifestaciones de ternura, freno a la confrontacin agresiva).

Muchos "juegos" o "ejercicios" corporales de caldeamiento o de amplificacin, pueden al contrario, ser propuestos en grupo segn la situacin que surge espontneamente.18 Claro est, estos "ejercicios" no pueden ser programados con precisin o con anticipacin,19 como desafortunadamente lo vemos hacer todava con mucha frecuencia! Es esencial, en efecto que respondan a la atmsfera y a las preocupaciones del momento.

Pueden relacionarse al conjunto del grupo o bien a un cliente en particular y tener objetivos muy diversos de experiencia, seguidos de toma de conciencia: vivencia de abandono, de abandonarse, de ternura, de encierro, de enfrentamiento, de riesgo, de confianza, de lmites, etctera.

Se podr as, por ejemplo, proponer a cada uno buscar "su mejor lugar" en la sala en relacin al conjunto, o bien realizar una "escultura de grupo" con el cuerpo de los participantes para traducir la vivencia subjetiva de su familia, o tambin, experimentar los encuentros con los ojos cerrados, o bien, defender fsicamente "su territorio"; se podr alzar entre todos y pasear a un participante, hacerlo "volar", arrullar o aprisionarlo (parado o en posicin fetal), incitarlo a probar su confianza dejndolo caer en los brazos del grupo, o su desconfianza aislndolo por gusto, etctera.

Muchas decenas de dichos "juegos"20 que inicialmente tenan como fin sealar las dificultades en el ajustamiento creativo entre el individuo y su medio; se han vuelto comunes y son, por otro lado, retomados fuera de su contexto original y para cualquier propsito, con frecuencia sin justificaciones metodolgicas, verdaderamente a ttulo de simple diversin! Se trata, ep principio, de permitir, en un momento preciso, poner en relieve los procesos de contacto, de retirada, de evitacin, de resistencia o de conflicto en nuestra frontera contacto.

No cabe duda que cuando el gestaltista propone un "ejercicio",21 no se contenta con buscar en su "arsenal" un ejercicio apropiado para la situacin del momento; l se esfuerza a cada momento, para dejar vivir su creatividad personal a fin de imaginar cmo volver ms perceptible lo que es evocado, volver explcito lo que es implcito.

EL "CUERPO A CUERPO" TERAPUTICO

En Gestalt, los intercambios no son entonces nicamente verbales o visuales; la confrontacin efectiva de los cuerpos es utilizada como un poderoso elemento ^civilizador, tanto el enfrentamiento fsico agresivo "controlado" (claro est, si fuera e I caso mediado por un almohadn o un cojn), como el intercambio de ternura con .onnotacin parental pregenital o tambin, explcitamente erotizado, "controlado" ambin, pero que sin embargo se lleva a cabo en un contexto teraputico que va ms il de la simple evocacin discreta del "como si" de Moreno.

El cuerpo a cuerpo, piel con piel, desencadena generalmente una emocin profunda y permite con frecuencia el surgimiento de un material arcaico del periodo infantil preverbal, difcilmente accesible a las terapias de intercambio puramente verbal. As, no es raro que se vivan secuencias intensas que evocan el nacimiento o :ambin las primeras veces que se mama.

Ferenczi escriba ya en 1931:

"Ciertamente, Freud tiene razn de ensearnos que el anlisis consigue una victoria cuando tiene xito en reemplazar la actuacin por el recuerdo pero yo pienso que igualmente hay ventaja en suscitar un material actuado importante que puede ser posteriormente transformado en recuerdo."

Destacamos tambin la importancia de este material corporal actuado en muchos autores de la escuela inglesa de psicoanlisis (salidos en gran parte de la escuela hngara) y principalmente en Winnicott, cuya "familiaridad" ideolgica con Perls ya ha sido mencionada anteriormente; pienso principalmente, en las tcnicas de holding (forma en que la madre carga a su beb, de llevarlo) y dehandling (forma de cuidarlo, de manipularlo).

La haptonomie de Frans Veldman desarrolla tambin la terapia por "el tocar", y propone, por otro lado, un cierto nmero de tcnicas comunes en Gestalt (hablar a su cuerpo, "prolongarlo" hacia el de otro, dominar el dolor, etctera).

Encontramos frecuentemente el tema del cuerpo en el psicoanalista Didier Anzieu, l mismo netamente marcado por la escuela inglesa.

Este ltimo escribe por ejemplo:

"Hoy da, el gran ausente, el desconocido, el negado (...) en el psicologismo de muchos terapeutas (...), es el cuerpo como dimensin vital de la realidad humana, como elemento global presexual e irreductible, sobre el cual se instalan todas las funciones psquicas."22

Lo que no le impide promulgar la "doble prohibicin de tocar", rechazando as, inconscientemente, al cliente a la categora de los "intocables", o a la casta de los "parias"!

Sin embargo, el cuerpo a cuerpo real con el terapeuta, aunque permite facilitar un trabajo, desarrollando una emocin concreta en el aqu y ahora, emocin que puede reavivar un recuerdo (ternura, abandono, violacin), no siempre permite expresar hasta el final los sentimientos vividos. Con frecuencia entonces, nosotros sustituimos un cojn en el transcurso del "trabajo", lo que autoriza al cliente a ir ms lejos, por ejemplo, si fuera el caso, a golpearlo violentamente, a araarlo o a escupirle encima, si siente la necesidad, en una catarsis, a la vez liberadora y reveladora,23 que ser retomada posteriormente en un plano verbal.

As, el acceso a lo simblico por el cuerpo o por el verbo, permite ir ms all de la realidad corporal tangible del instante, pero esta ltima favorece la movilizacin emocional y energtica inicial; las palabras son el mapa que permite ubicarse, pero el cuerpo sigue siendo el motor que hace avanzar al vehculo.

DESNUDEZ, "HOT-TUB", PISCINA

El impacto del trabajo corporal nos parece que es considerablemente amplificado con el recurso de la desnudez.

Como nosotros mismos practicamos regularmente el naturismo con toda nuestra familia,24 consideramos que el trabajo psicoteraputico de grupo al desnudo puede volverse traumatizante si es instaurado sobre un modo imperativo y brutal, como en algunos grupos de "maratn desnudo" de Paul Bindrim, que incita, por ejemplo, a sus participantes a un examen pblico detallado de todas las partes del cuerpo, hasta las ms ntimas, les habla y las hace hablar.25

Nosotros preferimos, introducir eventualmente la desnudez de manera ms espontnea (y facultativa), en ocasin de un trabajo en el agua caliente, en piscina o en "hot-tub".

El "hot-tub" es una gran tina colectiva, generalmente de forma redonda u ovalada, que puede contener a una decena de personas. Su dimetro es ms o menos de 2.50 metros (permitiendo a un cliente recostarse sobre el agua) y su profundidad, de uno a 1.20 metros ms o menos. Una banca generalmente permite sentarse, con el cuerpo inmerso en el agua hasta los hombros. El agua est a la temperatura del organismo (35 a 37 grados, segn el caso). Los "hot-tubs" perfeccionados disponen de un sistema de chorros de agua a presin, que provocan burbujas de tamao, velocidad26 e intensidad regulada, realizando un masaje relajante.

Esta prctica se volvi muy comn en California y hay muchas ms casas que disponen de "hot-tub" ms que de la piscina tradicional. Se toma el t all, el "bloody-Mary" (vodka o whisky con tomate) y se tratan all, si se necesitara asuntos comerciales de alcances internacionales!

Los efectos de "hot-tub" son mltiples y pueden ser fcilmente aprovechados desde una ptica de Terapia Gestalt.27

La inmersin en este nuevo medio provoca una especie de "estrs" (en el sentido amplio del trmino, ya que puede ser agradable o desagradable) y una modificacin del funcionamiento de todos nuestros sistemas de adaptacin: respiracin, circulacin, sensorialidad, gravitacin, eliminacin (transpiracin), etctera.

Por otro lado, el conjunto evoca, claro est, conscientemente o no, la situacin prenatal intrauterina, y no es raro que las personas se acomoden espontneamente en posicin fetal, acurrucadas entre los cuerpos desnudos, bandose en un "lquido amnitico" .caliente. Este "setting"2* favorece diversas sensaciones corporales de tipo regresivo y permite el surgimiento de muchas secuencias arcaicas (verdaderamente "prenatales" o "transpersonales"), acompaadas de sentimientos de bienestar "ocenico" o al contrario, de angustia existencial o de abandono29

La vasodilatacin provocada por el calor lleva a una aceleracin de la circulacin sangunea y de la respiracin, modificando la tasa de oxgeno y el pH de la sangre, realizando as, de alguna manera, una "autointoxicacin" discreta de la neocor-teza, comparable a la buscada ms brutalmente por los ejercicios de hiperventilacin pulmonar (respiracin "forzada") preconizados en rebirth o en bioenergtica.

Este adormecimiento de las funciones corticales de control, por "autonarcosis" progresiva, favorece la expresin de las capas subcorticales liberadas (lmbica e hipotalmica) y por lo tanto la descarga eventual de sentimientos o de necesidades primarias almacenadas en las zonas no conscientes (rabia o clera, miedo o angustia de abandono, reflejos de succin o de bsqueda de ternura, etctera).30

Pueden aparecer reacciones clsicas de hormigueos, comezn y contracciones, (principalmente en los labios y en las manos), reacciones que ceden rpidamente en una atmsfera de confianza.

Estas reacciones psicofisiolgicas son generalmente mucho ms discretas que las provocadas habitualmente en rebirth, bioenergtica, terapia primal o en otras tcnicas de desarrollo psicocorporal o espiritual que buscan la catarsis o el trance. stas varan segn los individuos y segn su estado fsico y emocional del momento.

Adems del trabajo de regresin; el medio particular constituido por el agua a la temperatura del cuerpo, as como la desnudez, permiten la experimentacin de muchas situaciones: experiencia de abandonarse, miedo de ser sumergido, placer de la inmersin en apnea, contacto cercano con los otros cuerpos desnudos, trabajo de la imagen del cuerpo y sobre la sexualidad.

El trabajo puede hacerse en silencio o con msica, con o sin palabras, con los ojos abiertos o cerrados, colectiva o individualmente. El terapeuta puede sugerir experiencias o ejercicios (de la mirada, de contacto, de flote, de masaje, etctera) o al contrario, acompaar simplemente la vivencia "somatopsquica" espontnea del cliente, contentndose con estimular su awareness e incitndolo por momentos a emitir sonidos o palabras, o expresando frases.

Utilizamos tambin, de manera bastante similar, una "piscina teraputica", calentada a la misma temperatura. La connotacin regresiva tiene entonces menos influencia (ya no hay forma redonda, la proximidad y el contacto de los cuerpos} en beneficio de una connotacin ms sexual, favorecida por la libertad de movimientos, de poder elegir su compaero y por la atmsfera eventualmente ms ldica que la acompaa.

No cabe duda que el trabajo psicolgico favorecido en el agua puede ser seguido o retomado en ei piso, individualmente o en grupo.

Puede tambin alimentar espontneamente muchas sesiones sucesivas.31

Frente a la riqueza del material que surge32 as, hemos tomado la costumbre de proponer de manera bastante regular una sesin de trabajo en agua caliente en nuestros grupos continuos de terapia o de desarrollo personal. Aunque las sesiones sean opcionales y que los participantes puedan entrar en traje de bao si lo desean; hemos constatado que los temores, con frecuencia manifestados al principio, desaparecen muy rpidamente con la experiencia y los ms reticentes al principio, se vuelven con frecuencia los demandantes ms asiduos!

EL "MASAJE SENSITIVO DE GESTALT"

Aprovechando la desnudez inducida por el bao, proponemos con frecuencia una sesin de masaje californiano, llamado todava "sensitive Gestalt massage" (SGM), segn una tcnica simplificada, inspirada en nuestra formacin con Margaret Elke en La Fayette, cerca de San Francisco. Se trata de un masaje sensitivo euforizante, que tiene como fin a la vez una relajacin en el bienestar por una erotizacin difusa de la piel provocando escape y no tensin sexual), una mejor integracin de su esquema corporal (por medio de movimientos globales) y una relacin compartida con La pareja en una concentracin sucesiva en el acto de recibir o de dar calor, ternura c energa.

"Loose your head, come to your senses",i3

le gustaba repetir a Perls. Ahora bien, el ms gigantesco de nuestros rganos de 1 :; sentidos es la piel que moviliza 2 m2 de nuestra superficie, 70% de nuestra circulad: sangunea y la casi totalidad de nuestras terminaciones nerviosas.34

El masaje sensitivo de Gestalt nos parece que armoniza muy fcilmente con ta prctica tradicional de la Gestalt. Encontramos all en efecto, muchos trminos comunes

ciclo de contacto-retirada;

trabajo en la frontera-contacto;

enfoque holstico e integrativo del ser global;

trabajo en el aqu y ahora; awareness en la sensorialidad;

activacin del cerebro derecho (esquema corporal, imgenes y emociones);

compartir la emocin con empatia teraputica;

aceptacin del otro y de s mismo con las imperfecciones aparentes de cada uno;

respeto del ritmo, de la creatividad y del "estilo" personal;

etctera.

RIQUEZA DE LA DESIMETRA

Nos gusta proponer una variante "desimtrica": una de las dos parejas ofrece el masaje y la otra lo recibe (durante una duracin que puede llegar a una hora) y esto, sin reciprocidad. Queremos romper as el equilibrio esttico del comercio social donde se supone que cada uno devuelve lo ms pronto posible lo que ha recibido. Queremos estimular tanto la gratuidad del don desinteresado como el valor de la demanda espontnea, as como la toma de responsabilidad de elegir la necesidad dominante del momento y de las prioridades.

No est sobreentendido en este caso, que en una prxima sesin los papeles sern automticamente invertidos, ni tampoco, que las mismas parejas se encuentren juntas. Cada uno sigue su propio ritmo, atento a sus propias necesidades y deseos, y al de los dems, en una autonoma consciente de interdependencia.

Me gustara recordar a este respecto, el sentido general de la evolucin que va de la asimetra del desorden original a la desimetra dinamizante del progreso, pasando por la simetra esttica de la materia organizada o de la vida primitiva.

asimetra simetra---- desimetra

Cuanto ms "suba" un ser viviente en la escala de la evolucin, ms decrece su simetra, segn el conjunto de los ejes: alto/bajo, adelante/atrs, derecha/izquierda. En una lombriz de tierra cortada en dos, la cola fabrica una cabeza, y la cabeza fabrica una cola.

El hombre ha desarrollado la desimetra de las piernas y de los brazos, del pulgar y de los dedos, de la derecha y de la izquierda.

Esta ltima desimetra, poco marcada exteriormente, est manifestada en el interior en la mayor parte de los mamferos a nivel de las visceras (corazn, hgado,

rion, intestinos) pero en el hombre, lo es tambin a nivel del cerebro. Esto lo revisaremos con detalle en el prximo captulo.

Hemos notado tambin que el testculo derecho est ms alto que el izquierdo (como lo saben todos los buenos sastres!) y que los pelos del lado izquierdo de la cara son ms duros y ms reacios que los del lado derecho!

De la amiba a la lombriz de tierra, del cocodrilo al canguro, al simio y al hombre, se establece as una diferenciacin y una especializacin creciente de cada parte del organismo.35

Siguiendo el surgimiento sucesivo de mis asociaciones, me met en un itinerario imprevisto: del cuerpo a la desnudez, del "hot-tub" al masaje, de la desimetra a la evolucin. Es tiempo de consultar el plano antes de la angustia del extravo!

CUERPO, EMOCIN Y VERBO

Apoyndome en mis puntos de referencia habituales y en mi gusto por la esquema-tizacin extrema, deliberadamente provocadora, puntualizar entonces as:

En psicoanlisis, se habla del cuerpo pero no se le mueve. En psicodrama, el cuerpo se mueve pero no se habla de l.

En Gestalt, el cuerpo se mueve y se habla explcitamente de l.

Yo agregara que la experiencia parece indicar que:

Una toma de conciencia verbal

sin movilizacin emocional no permite reacomodos profundos sino a muy largo plazo; mientras que una catarsis emocional no seguida de una metabolizacin por el verbo slo tiene efectos, a! contrario, a muy corto plazo.

Slo la conjuncin de los dos parece permitir una evolucin a la vez rpida y durable.36

En fin, pienso haber subrayado lo suficiente que la focalizacin privilegiada de la Gestalt en los "fenmenos de superficie" donde se involucra el cuerpo y que aparecen en el aqu y ahora de la sesin, no ponen ningn obstculo al surgimiento de los sentimientos asociados, en ocasiones muy arcaicos, que se remontan a veces a las primeras semanas de vida. Sera entonces inexacto suponer (como se escucha decir en ocasiones) que la Gestalt permite menos regresiones o llega a menos "profundidad" que el psicoanlisis, el anlisis bioenergtico, la terapia primal o el psicodrama.

Los vnculos estrechos de la piel y del cerebro no podran, por otro lado, sorprender a nadie ya que estos rganos son salidos los dos, en gran parte, de la misma lmina embrionaria inicial: el ectoblasto que constituye posteriormente la epidermis, pero tambin lo esencial de los otros rganos de los sentidos (la boca, la nariz, las orejas y los ojos) y, claro est, el conjunto del sistema nervioso.

Esta relacin del exterior y el interior,

de la forma y del fondo, est en el corazn mismo de la Gestalt.

Y por otro, lado est presente en todas partes... y aun en poltica!

LA TERAPIA GESTALT EN LA CASA BLANCA

As entre los muchos deberes del Presidente Crter, citamos su encuentro oficial, hace algunos aos con el Presidente de Mxico; este ltimo lo recibi con un abrazo clido golpendolo con las palmas en la espalda, en un "abrazo" entusiasta! Bajo la mirada despiadada de doce cadenas de televisin americana de colores deslavados, vimos entonces al pobre Crter temblar, conmovido, titubeante y plido y despus buscar recobrar su aliento y con una voz apagada y moribunda, expresar su alegra! Se cuenta que los psiclogos consejeros de la Casa Blanca instauraron un curso intensivo y acelerado de Gestalt con el fin de estimular al Presidente a asociar mejor su cuerpo, sus sentimientos y su verbo!

El contenido de su discurso se borr frente a la forma, ya que es verdad que los gestos y las posturas, as como el timbre37 y la inflexin de la voz importan con frecuencia tanto, si no ms, que el sentido de las palabras empleadas.

"La calidad de la voz de los capacitadores (de grupos teraputicos), dice Anzieu, tiene ms efecto, que el contenido de lo que tratan de decir, el acento suave, calmado, apacible de ste es introyectado mientras que las palabras mismas son dejadas de lado".38

En el curso de cualquier sesin de trabajo en Gestalt, el timbre de la voz retiene la atencin del terapeuta: revela no solamente los procesos emocionales subyacentes, sino tambin, con frecuencia, el nivel eventual de regresin. As, no es raro or surgir de repente, en un discurso adulto, una voz de "nio pequeo" sometido, lloroso o revoltoso, que presagia la aparicin de recuerdos emocionales en ocasiones profundamente perdidos. Tambin, es importante saber distinguir la tonalidad especfica de los sollozos o llamados de tipo infantil, en relacin con los llantos o gritos adultos.

Nosotros proponemos entonces al cliente cerrar los ojos y "dejar subir" las imgenes que le aparezcan, lo que permite seguir el trabajo a otro nivel, bajo un modo en ocasiones "sofroliminal".39

LO PROXMICO

De hecho, yo les hablaba del Presidente Crter. Pero rpidamente tom distancia! Ya que segn las leyes de lo proxmico,40 conviene respetar las fronteras de su "burbuja" sagrada de proteccin, su territorio propio de seguridad, el cual es, como sabemos, netamente ms extendido entre los americanos que entre los espaoles, los rabes o los rusos, as como lo testimonia (entre otros) el ritmo del encuentro: "hola" lejano, apretn de manos, abrazo o beso.

Esta bsqueda de la buena distancia es un elemento esencial en el ciclo de precontacto y retirada de la Gestalt y su apreciacin adecuada determina muchas veces el logro o el fallo de las "maniobras de aproximacin". Durante las secuencias de trabajo, algunos terapeutas aportan una solucin simple al problema conservando ellos mismos un lugar fijo (su silln o su cojn), dejando as al cliente la iniciativa, espontnea o sugerida de acercarse eventualmente a la distancia y bajo el ngulo que le conviene en un momento dado. Es la tcnica tradicional del "hot-seat" (con sus diversas variantes).

Otros (entre los cuales estamos nosotros, prefieren la tcnica ms aleatoria, m flexible del "floating hot-seat" Polster), donde los lugares son "flotantes" e indeterminados al principio. Corresponde a la vez al terapeuta y al cliente buscar (segn la necesidad y mediante un deliberado "tanteo"), la disposicin espacial que les conviene ms: frente a frente, lado a lado o en oblicuo, a distancia o en proximidad (autorizando un contacto fsico espordico).

Es cierto que el clima psicolgico del encuentro queda en evidencia en los siguientes casos:

Si el cliente se aproxima por l mismo, verdaderamente "invade" mi "territorio", toma la responsabilidad de una eventual confrontacin o bien, contrario, se pone en posicin de dependencia confiada o sometida.

Al contrario, si yo tomo la iniciativa de acercarme a l, mi "intrusin en territorio" puede inducir dicha confrontacin (explcita o implcita) o per al contrario, la instauracin de un clima de seguridad (acompaado ocasionalmente, por un contacto fsico).

La posicin lateral41 evoca ms fcilmente el acompaamiento que la confrontacin o la dependencia,

Si cada uno se queda a distancia, al abrigo o aislado en su propio territorio, emana de eso una atmsfera de prudencia, de desconfianza o de respeto de la autonoma de cada uno.

No cabe duda que est excluido el proponer un cdigo preestablecido de la proxemia, pero es importante no menospreciar la disposicin espacial mutua con los clientes.

A travs de las diversas reflexiones de este captulo, hemos podido ver hasta que punto el cuerpo est presente en Gestalt, cuerpo metafrico y cuerpo real, solicitado en un dilogo multidireccional que va del cue.po al verbo y del verbo al cuerpo, del cliente al terapeuta y del terapeuta al cliente.

Por mi parte, con frecuencia lamentaba que el psicoanlisis se hubiera centrado demasiado en la cabeza en detrimento del cuerpo y no quiero a mi vez, centrarme en el cuerpo negando la cabeza, como algunos imitadores de Perls, quien con una rabia reaccionaria y provocadora, calificaba segn el caso de bullshit, elephantshit o chickenshit a la mayor parte de las tentativas de elaboracin conceptual!

Tambin ya es tiempo de interesarnos en la encrucijada central entre el cuerpo y la cabeza, entre la materia y el espritu, entre el exterior y el interior... quiero decir el cerebro.