la negociación colectiva en la doctrina del tribunal constitucional · 2018-06-08 · recurso de...

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1. PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN S abido es que el art. 37.1 de la Consti- tución espaæola (en adelante, CE) dis- pone que «La ley garantizarÆ el dere- cho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios». Varias fueron las cuestiones que dicho enunciado planteó desde un inicio. En primer lugar, el debate se centró en determinar si el art. 37.1 CE tenía o no efec- tos directos, es decir, si dicho precepto había de entenderse como una norma que otorgaba una serie de garantías jurídicas directamente ejecutables y protegidas por el propio texto constitucional o como un simple mandato dirigido al legislador para que eligiera el tipo o grado de eficacia jurídica de la que gozarían los convenios colectivos. Por su parte, la aparición y posterior con- solidación de un tipo de convenio colectivo negociado sin atenerse a las reglas conteni- das en el Título III del Estatuto de los Traba- jadores (en adelante, ET) y denominado con- venio colectivo «extraestatutario» enriqueció el debate al incluir la cuestión relativa a la extensión objetiva que habría de atribuirse a estos pactos colectivos. Una de las materias en las que encontra- mos una jurisprudencia constitucional mÆs abundante es precisamente la relativa al derecho a la negociación colectiva y la liber- tad sindical. El eje sobre el que gira esta doc- trina, como tendremos ocasión de exponer, es, precisamente, el de la configuración del dere- cho a la negociación colectiva como contenido esencial de la libertad sindical. La libertad contractual de las partes nego- ciadoras de un convenio colectivo no es abso- luta, sino relativa, al encontrarse limitada por otras fuentes reguladoras de la relación laboral y por el principio de igualdad y no dis- criminación. El Tribunal Constitucional ha contribuido tambiØn a precisar la extensión y el campo de actuación del principio de liber- tad de contratación y fijar su relación con la ley (y el reglamento), la autonomía individual y el principio de igualdad y no discrimina- ción. Un primer balance de la doctrina constitu- cional sobre la materia revela que la mayoría de los pronunciamientos hacen referencia a la relación del derecho a la negociación colec- 313 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 73 * Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Nacional de Educa- ción a Distancia. La negociación colectiva en la doctrina del Tribunal Constitucional IC˝AR ALZAGA RUIZ*

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Page 1: La negociación colectiva en la doctrina del Tribunal Constitucional · 2018-06-08 · recurso de amparo y, la inexigencia de Ley OrgÆnica Œaprobada, por tanto, por la mayoría

1. PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN

Sabido es que el art. 37.1 de la Consti-tución española (en adelante, CE) dis-pone que «La ley garantizará el dere-

cho a la negociación colectiva laboral entrelos representantes de los trabajadores yempresarios, así como la fuerza vinculante delos convenios». Varias fueron las cuestionesque dicho enunciado planteó desde un inicio.

En primer lugar, el debate se centró endeterminar si el art. 37.1 CE tenía o no efec-tos directos, es decir, si dicho precepto habíade entenderse como una norma que otorgabauna serie de garantías jurídicas directamenteejecutables y protegidas por el propio textoconstitucional o como un simple mandatodirigido al legislador para que eligiera el tipoo grado de eficacia jurídica de la que gozaríanlos convenios colectivos.

Por su parte, la aparición y posterior con-solidación de un tipo de convenio colectivonegociado sin atenerse a las reglas conteni-das en el Título III del Estatuto de los Traba-jadores (en adelante, ET) y denominado con-

venio colectivo «extraestatutario» enriquecióel debate al incluir la cuestión relativa a laextensión objetiva que habría de atribuirse aestos pactos colectivos.

Una de las materias en las que encontra-mos una jurisprudencia constitucional másabundante es precisamente la relativa alderecho a la negociación colectiva y la liber-tad sindical. El eje sobre el que gira esta doc-trina, como tendremos ocasión de exponer, es,precisamente, el de la configuración del dere-cho a la negociación colectiva como contenidoesencial de la libertad sindical.

La libertad contractual de las partes nego-ciadoras de un convenio colectivo no es abso-luta, sino relativa, al encontrarse limitadapor otras fuentes reguladoras de la relaciónlaboral y por el principio de igualdad y no dis-criminación. El Tribunal Constitucional hacontribuido también a precisar la extensión yel campo de actuación del principio de liber-tad de contratación y fijar su relación con laley (y el reglamento), la autonomía individualy el principio de igualdad y no discrimina-ción.

Un primer balance de la doctrina constitu-cional sobre la materia revela que la mayoríade los pronunciamientos hacen referencia ala relación del derecho a la negociación colec-

313REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 73

* Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de laSeguridad Social de la Universidad Nacional de Educa-ción a Distancia.

La negociación colectivaen la doctrina del TribunalConstitucional

ICÍAR ALZAGA RUIZ*

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tiva con otros derechos laborales de baseconstitucional, como el derecho a la igualdady no discriminación (art. 14 CE), el derecho ala tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE), elderecho a la libertad sindical (art. 28.1 CE) oel derecho de huelga (art. 28.2 CE). Pero tam-bién el Tribunal Constitucional ha tenidoocasión de examinar el significado constitu-cional del derecho a la negociación colectivapor medio de la resolución de recursos deinconstitucionalidad, cuestiones de inconsti-tucionalidad o conflictos positivos de compe-tencia en los que queda afectada la negocia-ción colectiva. Ello ha supuesto que la aproxi-mación del Tribunal a la materia haya sido deforma indirecta, lo que explica, a su vez, que,en ocasiones, los pronunciamientos no entrenplenamente en el fondo de la cuestión, al serconsiderada de legalidad ordinaria. Por suparte, el hecho de que sólo los derechos fun-damentales y libertades públicas reconocidosen la Sección 1ª, Capítulo II del Título I de laConstitución, así como el derecho a la obje-ción de conciencia contenido en el art. 30 CE,se encuentren protegidos mediante el accesoal recurso de amparo, nos permite explicarpor qué el derecho a la negociación colectiva(art. 37.1 CE), no ha sido objeto de una aten-ción preferente por parte del Alto Tribunal.

A lo largo de las siguientes páginas anali-zaremos, con la claridad de que seamos capa-ces, la jurisprudencia del Tribunal Constitu-cional sobre los temas enunciados. El estudiode la doctrina constitucional sobre la activi-dad negocial de los grupos sociales organiza-dos se centrará en el examen de las senten-cias, de sus fallos y fundamentos jurídicos.No se trata, por tanto, de un estudio de lanegociación colectiva en su dimensión doctri-nal, ni un análisis de todos y cada uno de losámbitos que componen ese derecho. Precisa-mente por ello hemos optado por estudiar losgrandes bloques de materias sobre los quepivota el derecho a la negociación colectiva ydentro de los mismos seleccionar los temasmás relevantes. En fin, añadir que se haprescindido de un análisis exhaustivo de los

Autos del Tribunal Constitucional y sólo enalgún caso concreto, en el que la doctrina sen-tada se ha considerado particularmente sig-nificativa y no reflejada en las sentencias delpropio Tribunal, se traen a colación los argu-mentos contenidos en ellos.

2. LA CONSAGRACIÓNCONSTITUCIONAL DEL DERECHOA LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA:

El derecho a la negociación colectiva seencuentra sistemáticamente en el Título I dela Constitución �entre los derechos funda-mentales incluidos en el mismo� y, en concre-to, en el Capítulo II, Sección 2ª, relativo a los«derechos de los ciudadanos». De su ubicaciónen el texto constitucional pueden inferirsevarias consecuencias1: a) El derecho a lanegociación colectiva vincula a todos lospoderes públicos (art. 53.1 CE); b) La regula-ción del derecho a la negociación colectivacorresponde al legislador ordinario (arts. 37.1y 53.1 CE); y, c) Toda disposición legal quevulnere el contenido esencial del derecho,podrá ser declarada inconstitucional (art.161.a) CE).

Ahora bien, el derecho a la negociacióncolectiva no se beneficia de las garantíasdeparadas a los derechos y libertades recono-cidos en la Sección 1ª del Capítulo II del Títu-lo I de la Constitución, como son el procedi-miento preferente y sumario, el acceso alrecurso de amparo y, la inexigencia de LeyOrgánica �aprobada, por tanto, por lamayoría absoluta del Congreso de los Diputa-dos (art. 81.1 y 2 CE)� para su regulación.

El derecho a la negociación colectiva no sebeneficia del acceso al recurso de amparo, escierto, pero esa afirmación ha de matizarse

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1 STC 39/1986, de 31 de marzo (BOE de 9 de abril),F. J. 6º, Ponente: Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer, en la que se explica que: «La negociación colec-tiva es un valor constitucionalmente protegido y tieneuna lógica propia de contrapartidas».

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en algunos supuestos. Sabido es que el art.53.2 CE y el art. 41 de la LOTC reservan elproceso de amparo a las vulneraciones de losderechos y libertades reconocidos en los arts.14 a 29 de la Constitución, así como a la obje-ción de conciencia del art. 30 CE. Esta cir-cunstancia obliga a quien pretende acudir alTribunal Constitucional en amparo a plante-ar el recurso por la infracción concreta detales derechos y libertades y no por la pre-sunta contradicción de algún principio gene-ral que pueda ser extraído del texto constitu-cional. O dicho en otros términos, la infrac-ción de un derecho o libertad sólo podrá serrecurrible en amparo en la medida en queaparezca recogido �y con el alcance y límitescon que lo sea� por alguno de dichos precep-tos. De lo anterior se infiere que la simple vio-lación del art. 37.1 CE no es admisible enamparo y así lo ha sostenido el TribunalConstitucional, al afirmar que el recurso enamparo no es «el instrumento adecuado parapronunciarse sobre la licitud del conveniocolectivo»2. El control abstracto y directo delconvenio colectivo a través de la vía procesalque brinda el recurso de amparo queda, así,excluido3. Ahora bien lo expuesto no significaque «el convenio colectivo quede totalmenteal margen del recurso de amparo»4. El conve-nio colectivo puede lesionar derechos funda-mentales. En estos supuestos, el afectado porla lesión puede solicitar la protección de nues-tros Tribunales y en el caso de que su deman-da le sea denegada, podrá ejercitar la corres-pondiente acción de amparo. Por todo ello, elrecurso de amparo no es el medio idóneo paracontrolar la legitimidad constitucional del

convenio colectivo, salvo que estemos, al mis-mo tiempo, ante una infracción de un derechofundamental.

Varios son los ejemplos de infracciones deun derecho fundamental, que acompañan alderecho a la negociación colectiva y que per-miten el acceso al recurso de amparo, peroquizá, el más significativo sea el relativo a lavulneración del derecho a la libertad sindical,que encuentra su fundamento en que la nego-ciación colectiva es la esencia misma o fun-ción primordial del sindicato5. Resulta opor-tuno recordar que la libertad sindical sóloestá proclamada por el art. 28.1 respecto delos sindicatos y que la promoción y defensa delos intereses de los trabajadores también estáconfiada por el art. 7 CE sólo a los sindicatos.Por tanto y a sensu contrario, lo mismo no espredicable de las representaciones unitarias�delegados de personal y comités de empre-sa6�. La vulneración del derecho a negociarcolectivamente de estas últimas es una vulne-

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2 Entre otras, STC 177/1988, de 10 de octubre (BOEde 5 de noviembre), F. J. 3º. Ponente: Sra. Dª GloriaBegué Cantón.

3 STC 177/1988, de 10 de octubre (BOE de 5 denoviembre), F. J. 3º. Ponente: Sra. Dª Gloria BeguéCantón.

4 STC 177/1988, de 10 de octubre (BOE de 5 denoviembre), F. J. 3º. Ponente: Sra. Dª Gloria BeguéCantón. Cfr. GARCÍA MURCIA, J.: La revisión de los conve-nios colectivos a través del recurso de amparo, Tecnos,Madrid, 1992, en especial, págs. 70 y ss.

5 Entre otras, STC 45/1984, de 27 de marzo (BOE de25 de abril). Ponente: Sr. D. Jerónimo Arozamena Sierra.Comenta esta sentencia ALONSO OLEA, M.: «Constitu-ción, libertad sindical y negociación colectiva. Legitima-ción para negociar colectivamente. Sobre la creación deunidades de negociación nuevas», Jurisprudencia Cons-titucional sobre Trabajo y Seguridad Social, Tomo II, ref.108, Civitas, Madrid, 1985, págs. 125 y ss.; STC224/2000, de 2 de octubre (BOE de 7 de noviembre).Ponente: Sr. D. Guillermo Jiménez Sánchez y STC85/2001, de 26 de marzo (BOE de 1 de mayo). Ponen-te: Sr. D. Carles Viver Pi-Sunyer.

6 STC 118/1983, de 13 de diciembre (BOE de 11 deenero de 1984), F. J. 4º. Ponente: Sr. D. Ángel LatorreSegura, STC 189/1993, de 14 de junio (BOE de 19 dejulio), F. J. 5º. Ponente: Sr. D. Vicente Gimeno Sendra, enla que se especifica que «los órganos de representaciónunitaria y electiva en la empresa no son estructuras departicipación de los ciudadanos en la vida política, sinoinstancias organizativas de los trabajadores en los asun-tos de empresa». Y STC 74/1996, de 30 de abril (BOE de31 de mayo). Ponente: Sr. D. Pedro Cruz Villalón;comenta esta sentencia MONTOYA MELGAR, A.: «Sobre lafalta de legitimación del Comité de Empresa para solici-tar el amparo constitucional por lesión del derecho a lalibertad sindical», Jurisprudencia constitucional sobreTrabajo y Seguridad Social, Tomo XIV, ref. 947, Civitas,Madrid, 1996, págs. 142 y ss.

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ración pura y simple de su derecho a la nego-ciación colectiva7, «pero no [del] de libertadsindical, pues ésta no alcanza a cubrir consti-tucionalmente la actividad del comité»8. Losarts. 28.1 y 37.1 CE forman un conjunto indi-sociable sólo cuando quien negocia es un sin-dicato9: la libertad sindical del art. 28.1 CE sevulnera con la vulneración del art. 37.1 CEexclusivamente si la padece un sindicato yno, por tanto, una representación unitaria.

El tenor literal del art. 37.1 CE provocó, ensu momento, un amplio debate doctrinalsobre el alcance del mandato constitucionalal legislador ordinario de garantizar el dere-cho a la negociación colectiva. La cuestiónestribaba en determinar si la negociacióncolectiva era un derecho de eficacia constitu-cional o si, por el contrario, precisaba para suconcreción de intervención legislativa.

Para el sector doctrinal mayoritario, dichoprecepto contiene un doble mandato: a)Garantiza el derecho a la negociación colecti-va; y, b) Ordena al legislador ordinario garan-tizarlo. El derecho a la negociación colectivaemana �se nos dice� directamente del textoconstitucional, de forma que el desarrollolegislativo contenido en el Título III del Esta-tuto de los Trabajadores no agota todo elmandato constitucional. Como ya dijera elTribunal Constitucional en sus sentencia58/1985, de 30 de abril10, «la facultad queposeen «los representantes de los trabajado-

res y empresarios» [�] de regular sus intere-ses recíprocos mediante la negociación colec-tiva es una facultad no derivada de la Ley,sino propia, que encuentra su expresión jurí-dica en el texto constitucional»11.

Al mismo tiempo, el texto constitucionalordena al legislador ordinario garantizar elderecho a la negociación colectiva. Y, así, elart. 37.1 CE permite al legislador ordinariorealizar una opción normativa de seleccióndel tipo concreto de negociación deseada,caracterizada por una selectiva legitimaciónnegocial y una particular eficacia de los con-venios colectivos12. Es por ello que se haadmitido la existencia de una negociacióncolectiva al margen de la normativa estatuta-ria, con amparo directo en el derecho consti-tucionalmente reconocido: los conveniosextraestatutarios, en la medida en que «lalegítima opción legislativa a favor de un con-venio colectivo dotado de eficacia personalgeneral [�] no agota la virtualidad del pre-cepto constitucional»13. El carácter estatuta-rio o extraestaturario de un convenio es «sim-ple consecuencia de que se cumplan o no losrequisitos de mayoría representativa que elEstatuto de los Trabajadores exige para laregularidad del convenio colectivo, al que seotorga en ese caso un plus de eficacia, por elcarácter erga omnes del llamado conveniocolectivo estatutario»14. Carentes de unaregulación legal propia, los convenios colecti-vos extrastatutarios se rigen directamentepor lo dispuesto en el precepto constitucional

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7 ALONSO OLEA, M.: «El derecho constitucional a lanegociación colectiva y la posición constitucional al res-pecto de las representaciones sindicales y unitarias; yalgún otro tema procesal y material», JurisprudenciaConstitucional sobre Trabajo y Seguridad Social, Tomo I,ref. 81, Civitas, Madrid, 1984, pág. 259.

8 STC 118/1983, de 13 de diciembre (BOE de 11 deenero de 1984), F. J. 4º. Ponente: Sr. D. Ángel LatorreSegura.

9 Como lo forman también los arts. 28.2 y 37.2 CE.Cfr. STC 208/1993, de 28 de junio (BOE de 2 de agosto).Ponente: Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer.

10 BOE de 5 de junio. Ponente: Sr. D. Ángel Escude-ro del Corral.

11 F. J. 3º.12 GARCÍA BLASCO, J.: «La jurisprudencia constitucio-

nal relativa al derecho a la negociación colectiva», TemasLaborales, nº 76, 2004, pág. 71.

13 STC 73/1984, de 27 de junio (BOE de 11 dejulio), F. J. 2º. Ponente: Sr. D. Manuel Díez de VelascoVallejo.

14 STC 108/1989, de 8 de junio (BOE de 4 de julio),F. J. 2º. Ponente: Sr. D. Francisco Rubio Llorente. Sobrelos convenios colectivos extraestatutarios, cfr. el recientey muy completo trabajo de GARCÍA MURCIA, J.: «Los con-venios colectivos como fuente de la relación laboral:más apuntes para un debate inacabado», RMTAASS, nº68, 2007, págs. 25 y ss., en especial, págs. 30 y ss.

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que los ampara y por las normas comunes deDerecho Civil sobre contratación15.

En segundo lugar, lo que la Constituciónexige a la ley que garantice es «el derecho a lanegociación colectiva laboral». El término«laboral» es claro que se refiere a los sujetosque negocian que son laborales y, en concreto,los representantes de los trabajadores yempresarios. Pero también comprende a lamateria de negociación, es decir, al contenidodel convenio colectivo, en la medida en que eleje del convenio colectivo lo constituyen lascondiciones de trabajo16, sin que resulte pro-cedente «la normación de materias extralabo-rales»17.

En fin, del hecho de que la Constituciónreconozca los derechos a la libertad sindical ya la negociación colectiva y acoja, por ello, elprincipio de la autonomía colectiva en laregulación de las relaciones de trabajo sederiva otra importante consecuencia: laintervención administrativa en el proceso denegociación colectiva ha de reducirse a lasfunciones instrumentales y de control pre-vio18.

3. TITULARIDAD DEL DERECHOA LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA

El art. 37.1 CE refiere el derecho a la nego-ciación colectiva a diversos representantes de

los trabajadores y a los empresarios y a losrepresentantes de éstos y, por tanto, no sólo alos que ostentan la condición de representan-tes sindicales, resolviendo la cuestión de latitularidad del derecho a la negociación colec-tiva en los términos más amplios posibles. Elmandato de la Constitución, contenido en elart. 37.1 CE, comprende, desde luego, a lossindicatos cuando se refiere a «los represen-tantes de los trabajadores», aunque incluyetambién a otras representaciones de trabaja-dores no sindicales, como los delegados depersonal y los comités de empresa19.

La Constitución española ha partido de unamplio reconocimiento de los titulares delderecho a la negociación colectiva, eludiendo,pues, la consagración del monopolio sindicalen esta materia.

Esta ha sido también la interpretación quede dicho precepto ha ofrecido el TribunalConstitucional, entre otras, en su sentencia118/1983, de 13 de noviembre20, al afirmarcómo «la representación y defensa de los inte-reses de los trabajadores puede ser ejercida,sin entrar ahora en otras posibilidades, tantopor el sindicato como por el comité de empre-sa». No nos dice el Tribunal �ni en ésta ni enotra sentencia� qué debemos entender por«otras posibilidades», pero lo que sí queda cla-ro es que la titularidad del derecho a la nego-ciación colectiva no pertenece en exclusiva alsindicato21.

ICÍAR ALZAGA RUIZ

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15 STC 121/2001, de 4 de junio (BOE de 3 de julio).Ponente: Sr. D. Rafael de Mendizábal Allende.

16 ALONSO OLEA, M.: «Artículo 37.1 de la Constitu-ción española. Negociación colectiva», en AA.VV.:Comentarios a la Constitución española de 1978, Dir.Óscar Alzaga Villaamil, Tomo III, Edersa y Cortes Gene-rales, Madrid, 1996, pág. 674.

17 ALONSO OLEA, M.: «Los pactos de seguridad sindi-cal. Algunas decisiones recientes», en AA. VV.: Estudiosen Memoria del Prof. García Trevijano, Coord. CésarAlbiñana García-Quintana, Instituto de Estudios deAdministración Local, Madrid, 1982, págs. 889 y ss.

18 STC 235/1988, de 5 de diciembre (BOE de 23 dediciembre), F. J. 4º. Ponente: Sra. Dª Gloria BeguéCantón.

19 El Anteproyecto de Constitución considerabasujetos de la negociación colectiva a los «representantessindicales de los trabajadores y empresarios». El Dicta-men de la Comisión de Asuntos Constitucionales yLibertades Públicas que siguió al mismo, eliminó la pala-bra «sindical», por lo que amplió considerablemente elnúmero de sujetos titulares del derecho a la negociacióncolectiva. En MONTOYA MELGAR, A.: Derecho del Trabajo,27ª ed., Tecnos, Madrid, 2006, pág. 162.

20 BOE de 11 de enero de 1984. Ponente: Sr. D.Ángel Latorre Segura.

21 VALDÉS DAL-RÉ, F.: «El derecho a la negociacióncolectiva en la jurisprudencia constitucional», TemasLaborales, nº 19, 1990, pág. 84.

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4. LEGITIMACIÓN PARA NEGOCIAR,COMISIÓN PARITARIA Y COMISIONES NEGOCIADORASY APLICADORAS DEL CONVENIOCOLECTIVO

4.1. Legitimación para negociar

En relación a las reglas de legitimaciónnegocial, sabido es que el Estatuto de los Tra-bajadores (versión de 1980) acogió el princi-pio de mayor representatividad, de forma quese atribuyó legitimación negocial a los repre-sentantes que reunieran ciertas condicionesde representatividad, exigiéndose, además,para la válida constitución de la comisiónnegociadora, una legitimación reforzada.

La necesidad de contar con cierta repre-sentatividad como requisito para gozar delegitimación negocial inicial planteó proble-mas desde el principio. Esta exigencia fueentendida por algunos sindicatos como unalesión de su libertad sindical al suponer �ensu opinión� un trato discriminatorio22. Lavalidez constitucional de este principio fueconfirmada por la jurisprudencia constitucio-nal en su sentencia 4/1983, de 28 de enero23, ala que siguieron, entre otras, la STC 12/1983,de 22 de febrero24 y la STC 73/1984, de 27 dejunio25, al considerar que las reglas sobre

legitimación «se ajustan al texto constitucio-nal y no vulneran los derechos reconocidos enél, siendo consecuencia de la previa opción afavor de un determinado tipo de convenio y dela voluntad de fomentar la negociación colec-tiva entre los sindicatos de trabajadores y lasasociaciones empresariales que reclaman lostextos internacionales suscritos por España».Continúa afirmando que «los requisitos delegitimación traducen el doble significado deconstituir una garantía de la representativi-dad de los participantes y expresar un dere-cho de los más representativos a participaren las negociaciones, en orden a asegurar larepresentación de los intereses del conjuntode los trabajadores y empresarios, sin dudaporque se piensa que quienes reúnen aque-llos requisitos son representativos de un sec-tor de los afectados»26.

Ahora bien, partir de la aprobación de laLey Orgánica de Libertad Sindical, el Tribu-nal Constitucional empezó a exigir una rela-ción de «adecuación objetiva y razonable»entre el uso del criterio de la mayor represen-tatividad y su fin. En concreto, a partir de lasentencia 98/1985, de 29 de julio, el empleo dedicho criterio diferenciador vulneraba el prin-cipio de igualdad de trato entre sindicatos, enaquellos supuestos en los que resultara «injus-tificado y desproporcionado»27. Pues bien y sibien la técnica de la mayor representatividadha perdido su inicial fuerza, lo cierto es que noha perdido su vigencia. Resulta, a nuestro jui-

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22 La negociación colectiva en el ámbito supraem-presarial es monopolio de las entidades sindicales, conuna fórmula cerrada, que explica el Tribunal Constitu-cional en su sentencia 12/1983, de 22 de febrero (BOEde 23 de marzo). Ponente: Sr. D. Luis Díez Picazo, en lossiguientes términos: «El art. 87 del Estatuto de los Traba-jadores [�] delimita quiénes son las personas que pue-den llevar a cabo las negociaciones y, en su caso, con-cluir los convenios colectivos laborales, debiendo enten-derse que contiene una fórmula cerrada, dado el carác-ter normativo que el convenio tiene para todos los afec-tados por él».

23 BOE de 17 de febrero. Ponente: Sr. D. AntonioTruyol Serra.

24 BOE de 23 de marzo. Ponente: Sr. D. Luis Díez-Picazo y Ponce de León.

25 BOE de 11 de julio. Ponente: Sr. D. Manuel Díezde Velasco Vallejo.

26 STC 73/1984, de 27 de junio (BOE de 11 dejulio), F. J. 2º. Ponente: Sr. D. Manuel Díez de VelascoVallejo.

27 STC 184/1987, de 18 de noviembre (BOE de 10de diciembre), F. J. 4º, Ponente: Sr. D. Luis Díez-Picazo yPonce de León, STC 217/1988, de 21 de noviembre(BOE de 22 de diciembre), F. J. 4º, Ponente: Sr. D. Euge-nio Díaz Eimil, STC 7/1990, de 18 de enero (BOE de 15de febrero), F. J. 3º, Ponente: Sr. D. Luis López Guerra,STC 32/1990, de 26 de febrero (BOE de 22 de marzo),F. J. 3º, Ponente: Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer y STC 228/1992, de 14 de diciembre (BOE de 19de enero de 1993), F. J. 3º, Ponente: Sr. D. FernandoGarcía-Mon y González-Regueral.

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cio, relativamente sencillo justificar dicha exi-gencia, en la medida en que se trata de laadopción de acuerdos que producirán efectoserga omnes y, por tanto, tiene sentido que,quienes los negocien, acrediten un grado derepresentatividad suficiente para entenderque representan a los trabajadores afecta-dos28. Por ello, en mi opinión, la exigencia deun mínimo de representatividad no ha de con-siderarse irrazonable: es el propio carácternormativo del convenio colectivo, para todoslos por él afectados, el que justifica la fórmulacontenida en el art. 87 ET, en el que «legitima-ción significa más que representación en sen-tido propio un poder ex lege de actuar y afectara las esferas jurídicas de otros»29.

El grado de representatividad exigido debeser reconocido recíprocamente por las partesnegociadoras30. Es evidente que el reconoci-miento recíproco que se atribuyan las partesno suple la falta de legitimación en la que pue-da incurrir alguna o ambas partes. Pero tam-poco produce el efecto inverso y, así, el hechode que no se reconozca a la otra parte, no pue-de nunca privar de legitimación al sindicatoque cumple los requisitos exigidos. No puede,por tanto, ni atribuirse por la vía del reconoci-

miento legitimación a un sindicato que carecede ella, ni impedir que quien sí disfruta de ellapueda negociar31 y ello porque la modificaciónpor las partes negociadoras de las reglas rela-tivas a la legitimación supone una vulneraciónde la libertad sindical, en la medida en quedichas reglas «constituyen un presupuesto dela negociación colectiva, en la que incidenderechos de carácter sindical que no puedenser desconocidos»32. Al ser esta la tesis mante-nida por el Tribunal Constitucional sorprende,cuando menos, algún pronunciamiento en elque el Tribunal parece relajar el necesariocumplimiento de las normas en materia delegitimación por parte de los poderes públicos.Así, en la STC 235/1988, de 5 de diciembre33,puede leerse al respecto el siguiente razona-miento obiter dicta: «se trata de interpretarcon criterios flexibles, fundados y razonables[�] unas normas legales que en muchos casosse caracterizan por su rigidez y falta de ade-cuación a las condiciones reales de nuestro sis-tema de relaciones laborales, y con cierta fre-cuencia dificultan, por el juego de las mayoríassucesivas, la consecución de acuerdos de efica-cia general»34. Obvio es que si las reglas sobrelegitimación son de necesario cumplimientopara los poderes privados, también lo seránpara los públicos y, más aún, como en el casoenjuiciado, para la autoridad laboral.

ICÍAR ALZAGA RUIZ

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28 SALA FRANCO, T.: «La libertad sindical y la jurispru-dencia del Tribunal Constitucional», en AA. VV.: Consti-tución y Derecho del Trabajo: 1981-1991, Coord.Manuel Ramón Alarcón Caracuel, Marcial Pons, Madrid,1992, págs. 114 y ss. y SEMPERE NAVARRO, A. V. y LUJÁN

ALCARAZ, J.: «Representatividad negociadora y ámbito delos convenios colectivos», RMTAASS, nº 68, 2007, págs.51 y ss.

29 STC 73/1984, de 27 de junio (BOE de 11 dejulio), F. J. 2º. Ponente: Sr. D. Manuel Díez de VelascoVallejo. Al respecto, también DURÁN LÓPEZ, F.: Jurispru-dencia constitucional y Derecho del Trabajo, MTSS,Madrid, 1992, pág. 198, cuando escribe: «El convenio,resultado de la negociación, no es sólo un contrato, tam-bién es una norma de eficacia general, por lo que losrequisitos de legitimación que limitan la misma a los sin-dicatos y dentro de ellos a los más representativos, bus-can tanto garantizar la representatividad de los partici-pantes, como el derecho de los más representativos aparticipar en las negociaciones».

30 Art. 87.1 in fine.

31 MENÉNDEZ SEBASTIÁN, P.: La libertad sindical en lajurisprudencia del Tribunal Supremo, Ibidem, Madrid,1997, pág. 79.

32 STC 73/1984, de 27 de junio (BOE de 11 dejulio), F. J. 2º. Ponente: Sr. D. Díez de Velasco Vallejo ySTC 85/2001, de 26 de marzo (BOE de 1 de mayo), F. J.5º, Ponente: Sr. D. Carles Viver Pi-Sunyer; sentencia queestablece, con carácter general y, por tanto, no sólo enrelación con las reglas de legitimación, que: «Los caucesque sirven de marco legal y en el seno de los cuales searticula y desarrolla la negociación colectiva resultanindisponibles para cualquiera de los interlocutoressociales, de modo que la negociación colectiva debeefectuarse a través de los órganos a los que la Ley atribu-ye la condición de cauce procedimental de articulaciónde dicha negociación».

33 BOE de 23 de diciembre. Ponente: Sra. Dª GloriaBegué Cantón.

34 F. J. 4º.

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El requisito de la representatividad tam-bién influye en la fijación del ámbito del con-venio. El art. 83.1 ET consagra el principio delibertad en la determinación del ámbito deaplicación de los convenios colectivos de talforma que corresponde a las partes negocia-doras la determinación del mismo. Sinembargo, ese principio se ve sometido a unaserie de limitaciones, entre ellas las reglasimperativas sobre legitimación del art. 87ET.

El Tribunal Constitucional ha entrado aconocer, asimismo, otras cuestiones referen-tes a la medición de la representatividad delas organizaciones sindicales a efectos de suparticipación en el proceso negociador delconvenio. En la medida en que, como vimos,el derecho a la negociación colectiva formaparte de la libertad sindical y la participaciónen la negociación depende del respaldo electo-ral, la medición de la representatividad de lossindicatos concurrentes a la negociación pue-de incidir en la libertad sindical. La asigna-ción de un número menor de representantesen la comisión negociadora, por ejemplo y, laconsiguiente reducción de su capacidad deacción dentro de la misma, puede calificarsede lesión del derecho reconocido en el art.28.1 CE, al igual que si dicha reducción deri-va de la ampliación arbitraria o no justificadade la representación de otro sindicato35. Entodo caso, es necesario que la decisión queprovoque la disminución de la representaciónde que disfrutaba el sindicato, sea contraria ala ley o arbitraria e injustificada. Y no lo seráaquella por la que se adicionan a los repre-sentantes obtenidos directamente por unafederación sindical, los conseguidos por lossindicatos que la componen36.

4.2. Comisión negociadora y comisiónde aplicación del conveniocolectivo

Como ha reconocido el Tribunal Constitu-cional37, las partes firmantes de un conveniocolectivo, en el ejercicio de su autonomíacolectiva, pueden crear comisiones ad hoctanto de interpretación como de administra-ción del convenio. La trascendencia en elcumplimiento de las normas estatutarias enmateria de composición de las comisionesnegociadoras y aplicadoras del conveniocolectivo deriva del carácter de estas normas.Se trata de normas de ius cogens, que no pue-den ser, por tanto, modificadas por la volun-tad de las partes negociadoras.

En principio, la determinación de la com-posición de la comisión negociadora es unadecisión que corresponde a las partes nego-ciadoras en el propio convenio colectivo y sóloestará limitada legalmente por la regla deigualdad numérica de los representantes deempresarios y trabajadores y por la fijaciónde un máximo de 12 o 15 miembros de cadalado.

Varias son las cuestiones que ha planteadola composición de estas comisiones: en primerlugar, determinar si la presencia en la comi-sión puede limitarse a las partes que hannegociado el convenio y, en segundo lugar, sies necesario respetar la representatividad decada sindicato.

La respuesta a la primera variará en fun-ción de si las comisiones creadas son negocia-doras o de aplicación del convenio. O dicho enotros términos, la presencia en la comisiónpuede limitarse a las partes que han negocia-do el convenio colectivo38. Pero esta limita-

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35 STC 187/1987, de 24 de noviembre (BOE de 10de diciembre). Ponente: Sr. D. Jesús Leguina Villa y STC137/1991, de 20 de junio (BOE de 22 de julio). Ponen-te: D. Francisco Tomás y Valiente.

36 STC 187/1987, de 24 de noviembre (BOE de 10de diciembre), F. J. 6º. Ponente: Sr. D. Jesús LeguinaVilla.

37 STC 184/1991, de 30 de septiembre (BOE de 5de noviembre), F. J. 6º. Ponente: Sr. D. Miguel Rodrí-guez-Piñero y Bravo-Ferrer.

38 STC 9/1986, de 21 de enero (BOE de 12 de febre-ro), F. J. 3º. Ponente: Sr. D. Francisco Rubio y Llorente.Justifica su posición el Tribunal en el hecho de «que para

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ción juega exclusivamente cuando se trata deactos de administración del convenio, esto es,de gestión para la puesta en práctica del con-venio. Si la comisión asume funciones regula-doras que impliquen una nueva negociación orenegociación del convenio colectivo existen-te, habrá de abrirse ésta a todos los sujetoslegitimados. Es decir, en los supuestos deadministración del convenio en los que lafinalidad de las partes es la interpretación oaplicación de alguna cláusula del convenio,sólo estarán legitimadas las partes firman-tes. Cuando por el contrario se pretendemodificar las condiciones de trabajo pactadasmediante el establecimiento de nuevas reglaspara regir las relaciones laborales en el ámbi-to de aplicación del convenio, deberán apli-carse las reglas generales de legitimación39.

La segunda cuestión es la relativa a si hade respetarse la representatividad de cadasindicato en la composición de la comisión. Larespuesta a esta pregunta es también afirma-tiva: las partes, a la hora de determinar lacomposición de la comisión, deben respetar la

representatividad de cada sindicato. En casocontrario y una vez acreditada la extralimita-ción en el ejercicio del derecho, sería de apli-cación la doctrina contenida en la STC137/1991, de 20 de junio40, que se refiere a lanecesaria ampliación, en estos supuestos, delnúmero de componentes de la comisión. Enconcreto, el Tribunal Constitucional ha afir-mado que la asignación de un número menorde representantes en la comisión negociadoray la reducción consiguiente de su capacidadde acción dentro de la misma, como resultadode una minoración injustificada del índice derepresentatividad atribuido a un sindicato,supone una lesión de su libertad sindical41.Tal minoración o incluso exclusión de un sin-dicato puede venir justificada por alguna cau-sa objetiva, en cuyo caso la lesión del aludidoderecho no tendría lugar.

5. DERECHO A LA NEGOCIACIÓNCOLECTIVA Y LIBERTAD SINDICAL

Una de las materias en las que encontra-mos una jurisprudencia constitucional másabundante es precisamente la relativa alderecho a la negociación colectiva y la liber-tad sindical. El objetivo de esta doctrinaconstitucional es procurar la tutela del sindi-cato como agente de la negociación colecti-va42 y el eje sobre el que gira es el de la confi-guración del derecho a la negociación colecti-va como contenido esencial de la libertad sin-dical.

Sabido es que el fin propio de todo sindica-to es la promoción y protección de los intere-

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una actividad de este género se restrinja la presencia enla Comisión a sólo aquellos Sindicatos que han aceptadoel Plan de Reconversión no es decisión que pueda ser enmodo alguno calificada de arbitraria, sino, por el contra-rio, de adecuada a la finalidad perseguida y, en este sen-tido, objetiva. [�] Dentro del marco en el que la Comi-sión actúa, la aceptación o no aceptación del Plan es undato objetivo». En parecido términos, STC 39/1986, de31 de marzo (BOE de 9 de abril), F. J. 6º. Ponente: Sr. D.Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer, en la que seconsideraba lícita la exclusión de la comisión negocia-dora del sindicato no firmante del pacto ya que estehecho es un criterio razonable de diferenciación «decarácter objetivo, que no hace inviable la posibilidad deacceso a cualquier central sindical representativa queacepte el pacto y en el que existe una adecuada propor-ción entre el medio utilizado y el fin perseguido». Y, eneste sentido también, STC 213/1991, de 11 de noviem-bre (BOE de 17 de diciembre). Ponente: Sr. D. MiguelRodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer.

39 STC 73/1984, de 27 de junio (BOE de 11 dejulio), F. J. 3º. Ponente: Sr. D. Manuel Díez de VelascoVallejo y STC 184/1991, de 30 de septiembre (BOE de 5de noviembre). Ponente: Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñe-ro y Bravo-Ferrer.

40 BOE de 22 de julio. Ponente: Sr. D. FranciscoTomás y Valiente.

41 SSTC 187/1987, de 24 de noviembre (BOE de 10de diciembre). Ponente: Sr. D. Jesús Leguina Villa,235/1988, de 5 de diciembre (BOE de 23 de diciem-bre). Ponente: Sra. Dª Gloria Begué Cantón y STC137/1991, de 20 de junio (BOE de 22 de julio). Ponen-te: Sr. D. Francisco Tomás y Valiente.

42 GARCÍA MURCIA, J.: «La tutela del sindicato comoagente de negociación colectiva», RL, nº 2, 1985, págs.253 y ss.

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ses socio-económicos de los trabajadores43. Elreconocimiento a las organizaciones sindica-les del derecho a la negociación colectivaencuentra su fundamento precisamente endicha misión. La negociación colectiva consti-tuye el medio principal de acción y el instru-mento básico de participación de los sindica-tos en la determinación de las condiciones detrabajo. Se incorpora al contenido esencialdel derecho a la libertad sindical, convirtién-dose en su núcleo mínimo, indispensable eindisponible44. A través de la negociacióncolectiva el sindicato se erige en poder socialcon potestad normativa y, en consecuencia,en fuente del Derecho.

O dicho en palabras del Tribunal Constitu-cional, «la negociación colectiva constituye,sin duda, el medio primordial de acción, comose desprende tanto del art. 37 de la CE comode los Tratados Internacionales suscritos porEspaña»45. La libertad sindical tiene, apartede su significado individual, un significadocolectivo, en la medida en que sustenta elderecho de los sindicatos «a la defensa y pro-moción de los intereses económicos y socialesque les son propios»46, como señala el art. 7

CE. Este hecho permite integrar dentro delcontenido del derecho a la libertad sindical laactividad del sindicato consistente en lanegociación colectiva: su medio primordial deacción, lo que resulta no sólo del art. 37.1 CE,sino también a los tratados internacionales,ratificados por nuestro país, entre los quedestaca especialmente el Convenio núm. 98OIT, cuyo art. 4 considera «inseparable[s]libertad sindical y negociación [colectiva]».Esa inseparabilidad es tan cierta que apareceincluso en la denominación misma del Conve-nio, que reza así: «Convenio sobre el derechode sindicación y de negociación colectiva»47.

Por ello, la exclusión de la negociaciónsupone de hecho la exclusión del sindicato desu función de participación en la fijación y, enconsecuencia, de una de sus funciones esen-ciales48; de ahí la manifiesta conexión entrelos arts. 28.1 y 37.1 CE, de forma que, enpalabras del Tribunal Constitucional, «lanegociación colectiva constituye sin duda elmedio primordial de acción del sindicato»49,

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43 ALONSO OLEA, M. y CASAS BAAMONDE, Mª. E.: Dere-cho del Trabajo, 24ª ed., Civitas, Madrid, 2006, pág.573, quienes explican cómo en la medida en que losintereses colectivos de los trabajadores se encuentranindisolublemente unidos a sus condiciones de trabajo yque el convenio colectivo, la huelga y el conflicto son losmedios habituales a través de los cuales el sindicato lle-va a cabo la defensa y promoción de dichos intereses, esconsustancial a la existencia del sindicato la presenciade dichos fines específicos y los medios para llevarlos acabo.

44 Entre otras, STC 39/1986, de 31 de marzo (BOEde 9 de abril), Ponente: Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñeroy Bravo-Ferrer, STC 85/2001, de 26 de marzo (BOE de 1de mayo), Ponente: Sr. D. Carles Pi-Sunyer y STC121/2001, de 4 de junio (BOE de 3 de julio). Ponente:Sr. D. Rafael de Mendizábal Allende.

45 STC 73/1984, de 27 de junio (BOE de 11 dejulio), F. J. 2º. Ponente: Sr. D. Manuel Díez de VelascoVallejo.

46 STC 73/1984, de 27 de junio (BOE de 11 dejulio), F. J. 1º. Ponente: Sr. D. Manuel Díez de VelascoVallejo.

47 De 1 de julio de 1949. Cfr. ALONSO OLEA, M.:«Sobre legitimación para la revisión de convenio colecti-vo multiempresarial. Sobre la conexión entre la libertadsindical y la negociación colectiva, y temas conexos encuanto a ésta. Sobre los efectos de las sentencias deamparo», Jurisprudencia constitucional sobre Trabajo ySeguridad Social, Tomo II, ref. 123, Civitas, Madrid,1984, pág. 179.

48 STC 73/1984, de 27 de junio, (BOE de 11 dejulio), F. J. 1º y 4º. Ponente: Sr. D. Manuel Díez de Velas-co Vallejo y STC 184/1991, de 30 de septiembre (BOEde 5 de noviembre). Ponente: Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo Ferrer. Cfr. igualmente, ALONSO OLEA, M.:«Legitimación para la revisión de convenio colectivo»,REDT, nº 21, 1985, págs. 123 y ss. y FERNÁNDEZ LÓPEZ,Mª. F.: «El contenido esencial de la libertad sindical y lanegociación colectiva: una aproximación clásica a unantiguo problema», REDT, nº 54, 1992, págs. 593 y ss.

49 STC 73/1984, de 27 de junio (BOE de 11 de julio)F. J. 1º, Ponente: Sr. D. Manuel Díez de Velasco Vallejo,STC 98/1985, de 29 de julio (BOE de 14 de agosto), F. J.3º, Ponente: Sr. D. Antonio Truyol Serra, STC 187/1987,de 24 de noviembre (BOE de 10 de diciembre), F. J. 4º,Ponente: Sr. D. Jesús Leguina Villa, STC 9/1988, de 25de enero (BOE de 5 de febrero), F. J. 2º, Ponente: Sr. D.Antonio Truyol Serra, STC 51/1988, de 22 de marzo

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pues resulta «inimaginable que sin ella[aquél] logre desarrollar eficazmente las fina-lidades recogidas en el art. 7 CE»50; y, en fin,por ello también, como vimos, el acceso de talderecho así construido a la protección dispen-sada por el recurso de amparo.

Asimismo, un rechazo injustificado a nego-ciar puede lesionar el derecho a la libertadsindical si la única finalidad es impedir alsindicato en cuestión el desarrollo de su acti-vidad sindical. Aunque no toda limitación dela capacidad de actuación de un sindicatodetermina una vulneración del referido dere-cho, tal lesión sí se producirá cuando incidaen el derecho a la actividad sindical y tengalugar de modo arbitrario e injustificado51.

La exclusión de un sindicato de alguna oalgunas de las comisiones creadas por un pac-to que no ha firmado ni al que se ha adherido,puede constituir lesión del derecho a la liber-tad sindical en cuanto que suponga una limi-tación o desconocimiento del derecho la nego-ciación colectiva y ello cuando se trate decomisiones negociadoras con la función deestablecer modificaciones del convenio o nue-vas reglas no contenidas en el mismo. En esoscasos, como vimos, se impediría a las partesfirmantes de un convenio que establezcancomisiones con función de modificación oregulación de condiciones de trabajo no abier-tas al sindicato no firmante que tenga legiti-mación para negociar52.

En fin, no constituye vulneración del dere-cho a la libertad sindical la legitimaciónexclusiva a favor de las organizaciones sindi-cales para la negociación colectiva de ámbitosupraempresarial, ya que no obliga, ni direc-ta ni indirectamente a la sindicación o a laafiliación de los sindicatos constituidos53.

6. EFICACIA JURÍDICADE LOS CONVENIOS COLECTIVOS

Como declaró el Tribunal Constitucionalen su sentencia 58/1985, de 30 de abril54, lafuerza vinculante de los convenios colectivoses una garantía «no derivada de la ley, sino

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(BOE de 13 de abril), F. J. 5º, Ponente: Sr. D. FranciscoRubio Llorente, STC 108/1989, de 8 de junio (BOE de 4de julio), F. J. 2º, Ponente: Sr. D. Francisco Rubio Lloren-te, STC 127/1989, de 13 de julio (BOE de 9 de agosto), F.J. 3º, Ponente: Sr. D. Fernando García-Mon y González-Regueral, STC 184/1991, de 30 de septiembre (BOE de5 de noviembre), F. J. 4º, Ponente: Sr. D. Miguel Rodrí-guez-Piñero y Bravo-Ferrer, STC 213/1991, de 11 denoviembre (BOE de 17 de diciembre), F. J. 1º, Ponente:Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer, STC30/1992, de 18 de marzo (BOE de 10 de abril), F. J. 3º,Ponente: Sr. D. Vicente Gimeno Sendra, STC 75/1992,de 14 de mayo (BOE de 16 de junio), F. J. 2º, Ponente: Sr.D. Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer, STC105/1992, de 1 de julio (BOE de 24 de julio), F. J. 5º,Ponente: Sr. D. Fernando García-Mon y GonzálezRegueral, STC 173/1992, de 29 de octubre (BOE de 1 dediciembre), F. J. 3º, Ponente: Sr. D. Carles Viver Pi-Sun-yer, STC 164/1993, de 18 de mayo (BOE de 21 de junio),F. J. 3º, Ponente: Sr. D. Eugenio Díaz Eimil, STC208/1993, de 28 de junio (BOE de 2 agosto), F. J. 2º,Ponente: Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer,STC 107/2000, de 5 de mayo (BOE de 7 de junio), F. J. 6º,Ponente: Sr. D. Fernando Garrido Falla, STC 224/2000,de 2 de octubre (BOE de 7 de noviembre), F. J. 4º, Ponen-te: Sr. D. Guillermo Jiménez Sánchez, STC 12/2001, de29 de enero (BOE de 1 de marzo), F. J. 2º, Ponente: Sr. D.Rafael Mendizábal Allende, STC 225/2001, de 26 denoviembre (BOE de 27 de diciembre), F. J. 5º, Ponente:Sra. Dª María Emilia Casas Baamonde.

50 STC 107/2000, de 5 de mayo (BOE de 7 dejunio), F. J. 6º. Ponente: Sr. D. Fernando Garrido Falla.Sobre el particular, cfr. ALONSO OLEA, M. y CASAS BAA-

MONDE, Mª. E.: Derecho del Trabajo, cit., pág. 576.51 STC 107/2000, de 5 de mayo (BOE de 7 de

junio). Ponente: Sr. D. Fernando Garrido Falla.

52 STC 213/1991, de 11 de noviembre (BOE de 17de diciembre), F. J. 1º. Ponente: Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer. En relación a la distinción entrefirmantes y no firmantes de un convenio colectivo, cfr.STC 9/1986, de 21 de enero (BOE de 12 de febrero), F.J. 3º. Ponente: Sr. D. Francisco Rubio Llorente, que ladeclara objetiva «cuando de lo que se trata es de inter-pretar o aplicar alguna de las cláusulas o de adaptarlas aun problema no previsto».

53 STC 12/1983, de 22 de febrero (BOE de 23 demarzo), F. J. 3º. Ponente: Sr. D. Luis Díez-Picazo y Poncede León y STC 57/1989, de 16 de marzo (BOE de 19 deabril), F. J. 2º. Ponente: Sr. D. Eugenio Díaz Eimil.

54 BOE de 5 de junio. Ponente: Sr. D. Ángel Escude-ro del Corral.

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propia que encuentra su expresión jurídicaen el texto constitucional»55.

Nuestro sistema legal configura expresa-mente al convenio colectivo como una autén-tica norma sectorial, con la eficacia que sueleacompañar a los productos normativos y, eneste caso, con la condición de fuente del Dere-cho56.

Al ser norma, el contenido normativo delos convenios colectivos se incorpora a lasrelaciones individuales de trabajo de maneraautomática, es decir, sin precisar de auxiliode técnicas de contractualización, ni necesi-tar el complemento de voluntades individua-les57. Ello implica que no sea necesaria laaceptación individual de lo pactado en conve-nio58, ni un acto formal de incorporación delas reglas pactadas al contrato de trabajo.Tampoco importa la vinculación formal de lostrabajadores afectados por el convenio a lasorganizaciones firmantes �por afiliación, porejemplo�, en la medida en que el legisladorha optado por prescindir de los mecanismostípicos de la representación voluntaria59.

Y, al ser norma, los convenios colectivos seencuentran también sometidos al principiode publicidad60.

La sujeción del convenio colectivo al podernormativo del Estado (recordemos que el con-venio colectivo ha de adecuarse a lo estableci-do en las normas de superior rango jerárqui-co), no permite la existencia de decisionesadministrativas que autoricen la dispensa oinaplicación singular de disposiciones conte-nidas en los convenios colectivos. Ello impli-caría, en nuestra opinión, no sólo desconocerla eficacia vinculante del convenio, sino tam-bién los principios garantizados en el art. 9.3CE.

7. LOS LÍMITES A LA LIBERTADDE CONTRATACIÓN

El principio de libertad de contrataciónsupone que las partes negociadoras del con-venio gozan de plena libertad para decidir lasmaterias que han de ser tratadas durante elproceso negociador y, en su caso, posterior-mente incorporadas al texto definitivo delconvenio. Ahora bien, dicha libertad contrac-tual no es absoluta, sino relativa, al encon-trarse limitada por otras fuentes reguladorasde la relación laboral y por el principio deigualdad y no discriminación.

El Tribunal Constitucional, si bien ini-cialmente no entró a formular una teoríageneral sobre la extensión y límites de lanegociación colectiva, «tarea ésta que han deir elaborando paulatinamente doctrina yjurisprudencia laborales a la vista de lasconcretas experiencias contractuales y de loscambios y vicisitudes de la legalidad infra-constitucional y del entorno económico ysocial en que dicha legalidad se desenvuel-ve»61, sí ha contribuido posteriormente a pre-cisar la extensión y el campo de actuación delprincipio de libertad de contratación y fijarsu relación con la ley (y el reglamento), laautonomía individual y el principio de igual-dad y no discriminación.

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55 F. J. 3º.56 ALONSO OLEA, M.: Las fuentes del Derecho, en

especial del Derecho del Trabajo según la Constitución,Civitas, Madrid, 1982, págs. 121 y ss. y MONTOYA MEL-

GAR, A.: Derecho del Trabajo, cit., pág. 164.57 STC 58/1985, de 30 de abril (BOE de 5 de junio).

Ponente: Sr. D. Ángel Escudero del Corral, STC119/2002, de 20 de mayo (BOE de 19 de junio). Ponen-te: Sr. D. Fernando Garrido Falla.

58 STC 177/1988, de 10 de octubre (BOE de 5 denoviembre). Ponente: Sra. Dª Gloria Begué Cantón.

59 GARCÍA MURCIA, J.: «Los convenios colectivoscomo fuente de la relación laboral: más apuntes para undebate recurrente», cit., pág. 42 y VALDÉS DAL-RÉ, F.: «Laeficacia juridica de los convenios colectivos», TemasLaborales, nº 76, 2004, págs. 21 y ss.

60 STC 151/1994, de 23 de mayo (BOE de 25 dejunio), F. J. 2º. Ponente: Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñeroy Bravo-Ferrer.

61 STC 58/1985, de 30 de abril (BOE de 5 de junio),F. J. 5º. Ponente: Sr. D. Ángel Escudero del Corral.

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7.1. La ley y el convenio colectivo

El convenio colectivo alcanza una relevan-cia cuasi-pública, no sólo porque se negociapor sujetos dotados de representación institu-cional y a los que la ley encarga específica-mente esa función, sino también porque, unavez negociado, adquiere eficacia normativa,se incardina en el sistema de fuentes delDerecho y se impone a las relaciones de tra-bajo incluidas en su ámbito, sin precisar deauxilio de técnicas de contractualización ninecesitar el complemento de voluntades indi-viduales62.

El convenio colectivo, en la medida en quetiene valor normativo y se inscribe en el sis-tema de fuentes, ha de someterse a las nor-mas de mayor rango jerárquico63. Para elTribunal Constitucional, la integración delos convenios colectivos en el sistema formalde fuentes del Derecho �resultado del princi-pio de unidad del ordenamiento jurídico�supone el respeto de la norma legal, de for-ma que ésta, por la superior posición queocupa en la jerarquía normativa puede «des-plegar una virtualidad limitadora de lanegociación colectiva y puede, igualmente,de forma excepcional reservarse para sídeterminadas materias que quedan exclui-das, por tanto, de la contratación colecti-va»64. Una de las consecuencias de la subor-dinación del convenio colectivo a la ley esque no vulnera el art. 37.1 CE el hecho deque una ley entre en vigor inmediatamente y

se imponga a los convenios colectivos vigen-tes65.

El esquema de las fuentes legales es bas-tante sencillo y puede sintetizarse en la exis-tencia de normas legales a) Dispositivas, b)De Derecho necesario relativo, y, c) De Dere-cho necesario absoluto. Las normas legalesdispositivas son supletorias de las colectivas,en la medida en que permiten desplazar laregulación legal en cualquier sentido, ya seaéste favorable o perjudicial para los trabaja-dores. Las normas estatales de Derecho nece-sario relativo permiten dicho desplazamientopero sólo para favorecer la situación de lostrabajadores. En fin, las normas de Derechonecesario absoluto blindan la ordenaciónestatal a cualquier regulación de la auto-nomía colectiva66.

El convenio colectivo cede normalmenteante la ley, pero ocupa también un espacio deregulación reservado constitucionalmente, alasumir funciones de coordinación con las nor-mas legales o actuar incluso en sustitución delas mismas, produciéndose, en este caso, unacierta distribución competencial de materiasentre la ley y el convenio colectivo.

Uno de los supuestos en que se ha produ-cido el juego de la reserva del espacio deregulación de la autonomía colectiva ha sidoprecisamente el establecimiento en la Leyde Presupuestos de límites máximos alincremento de las retribuciones del Perso-nal al Servicio de las Administraciones

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62 STC 58/1985, de 30 de abril (BOE de 5 de junio),F. J. 3º. Ponente: Sr. D. Ángel Escudero del Corral. Cfr.igualmente, ALONSO OLEA, M.: «Sobre la constitucionali-dad de la disposición adicional 5ª, párrafo 2º, del Esta-tuto de los Trabajadores. Jubilaciones forzosas pactadasen convenio colectivo», en Jurisprudencia sobre Trabajoy Seguridad Social, Tomo III, Civitas, Madrid, 1986, pág.111.

63 ATC 643/1986, de 23 de julio y STC 28/1992, de9 de marzo (BOE de 10 de abril), F. J. 2º. Ponente: Sr. D.José Luis de los Mozos y de los Mozos.

64 STC 58/1985, de 30 de abril (BOE de 5 de junio).Ponente: Sr. D. Ángel Escudero del Corral.

65 STC 210/1990, de 20 de diciembre (BOE de 10de enero de 1991). Ponente: Sr. D. Francisco Tomás yValiente, que explica como del art. 37.1 CE no se derivaque lo establecido en convenio colectivo permanezcainalterado, de forma que no se puede pretender, alamparo de dicho precepto, la postergación de la plenaefectividad de la norma legal. Si esa intervención nor-mativa ha alterado el equilibrio interno del conveniocolectivo, procederá su renegociación.

66 DESDENTADO BONETE, A. y VALDÉS DE LA VEGA, B.: Lanegociación colectiva en la doctrina del Tribunal Supre-mo. Una síntesis de jurisprudencia, Trotta, Madrid, 1998,pág. 64.

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Públicas67. El criterio constitucional abogapor la unidad del ordenamiento jurídico y elrespeto de la norma pactada de Derecho nece-sario establecida por la ley, que en razón de susuperior posición en la jerarquía normativa,puede desplegar una virtualidad limitadorade la negociación colectiva. También puedeexcepcionalmente reservarse para sí determi-nadas materias �como el establecimiento detopes máximos a los salarios�, sobre todocuando concurren circunstancias que aconse-jan «una política de contención de la inflacióna través de la reducción del déficit público y deprioridad de las inversiones públicas frente alos gastos consuntivos»68. Y todo ello sin que lafijación de un límite retributivo al personallaboral al servicio de las AdministracionesPúblicas vulnere el principio de igualdad y nodiscriminación, puesto que la justificación deltratamiento diferenciado entre las empresaspúblicas y privadas radica en los rasgos dife-renciadores que existen entre ambas, circuns-tancia que «permite modular el derecho a lanegociación colectiva típico de la empresa pri-vada y someter a los trabajadores a una supe-rior presión de los intereses públicos y de losservicios generales a que sirve la políticaeconómica»69, al tratarse de situaciones queno son idénticas y, por tanto, comparables.

Otra cuestión de interés es la relativa a lapervivencia o no del equilibrio interno delconvenio en los supuestos en los que una desus cláusulas vulnere un precepto legal impe-rativo. ¿Forma el convenio colectivo en estoscasos un todo orgánico e indivisible? ¿La úni-ca opción posible consistiría en optar entre laanulación total del convenio o su inmunidadcomo garantía de subsistencia? El TribunalConstitucional ha rechazado la tesis del equi-librio interno del convenio colectivo al acep-tar su nulidad parcial o la inaplicación dealguna de sus cláusulas. Y así y si bien reco-noce que el carácter unitario del conveniopuede resultar menoscabado de no ser obser-vado el pacto en toda su integridad, por enci-ma de esa situación de equilibrio interno,«están las normas de Derecho necesario y,muy señaladamente, los principios y dere-chos constitucionales que constituyen unlímite infranqueable a la transacción colecti-va»70.

7.2. El convenio colectivo y el contratode trabajo: el papelde la autonomía individual

Una de las cuestiones planteadas yresueltas por el Tribunal Constitucional esla relativa a la relación entre la autonomíaindividual y la colectiva; cuestión que, aun-que básicamente de legalidad ordinaria,entra en la esfera del Tribunal Constitucio-nal al cuestionarse si la utilización de la con-tratación individual en masa conculca lalibertad sindical, al disponerse individual-mente de espacios, en principio, pertenecien-tes a la autonomía colectiva. Constituye unade las cuestiones más delicadas y complejasdel Derecho del Trabajo y prueba de ello son

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67 Cfr. BARREIRO GONZÁLEZ, G.: «Sobre el control pre-supuestario de las rentas del personal laboral en el sectorpúblico», REDT, nº 27, 1986, en especial, págs. 450 y ss.y, del mismo autor, «De nuevo sobre el control presu-puestario de las rentas del personal laboral en el sectorpúblico», REDT, nº 45, 1991, págs. 108 y ss.

68 STC 63/1986, 21 de mayo (BOE de 13 de junio),F. J. 11º. Ponente: Sra. Dª Gloria Begué Cantón.

69 STC 96/1990, de 24 de mayo (BOE de 20 dejunio), F. J. 3º. Ponente: Sr. D. José Luis de los Mozos y delos Mozos. Comentan estas sentencias DE LA VILLA GIL, L.E. y GARCÍA BECEDAS, G.: «Limitaciones salariales y nego-ciación colectiva. Acerca de la constitucionalidad de laLey 44/1983», RL, tomo I, 1985, págs. 243 y ss., SALA

FRANCO, T. y RAMÍREZ MARTÍNEZ, J. M.: «La negociacióncolectiva del personal al servicio del sector público. Inci-dencia de la Ley 44/1983», RL, tomo I, 1985, págs. 269y ss. y SALA FRANCO, T.: Incidencia de la legislación labo-ral en el marco de la función pública, INAP, Madrid,1989, págs. 60 y ss.

70 STC 189/1993, de 14 de junio (BOE de 19 dejulio), F. J. 7º. Ponente: Sr. D. Vicente Gimeno Sendra,sentencia que continúa afirmando como «no es, por tan-to, argumento válido que el pacto se sustente en unequilibrio para sustraer el precepto controvertido deljuicio de legitimidad constitucional».

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los numerosos estudios doctrinales sobre lamateria71.

Los problemas relativos a las relacionesentre autonomía colectiva y autonomía indi-vidual han de solventarse, adelantaba ya elTribunal Constitucional en su sentencia58/1985, de 30 de abril72, mediante la conjun-ción de dos principios básicos: a) La auto-nomía colectiva no puede anular la auto-nomía individual; y, b) No puede negarse lacapacidad de incidencia del convenio colecti-vo en el terreno de los derechos o interesesindividuales. El primero que encuentra sufundamento en que la autonomía individuales «garantía de la libertad personal, [y] ha decontar con un margen de actuación incluso enunos ámbitos como los de la Empresa en losque exigencias de índole económica, técnica oproductiva reclaman una conformación colec-tiva de condiciones uniformes». El segundo sebasa en que negar la capacidad de incidenciadel convenio colectivo en el terreno de losderechos individuales «equivaldría a negartoda virtualidad a la negociación colectiva, encontra de la precisión constitucional que laconfigura como un instrumento esencial parala ordenación de las relaciones de trabajo, y

contradiría el propio significado del convenioen cuya naturaleza está el predominio de lavoluntad colectiva sobre la individual y de losintereses de la colectividad sobre los concre-tos de los individuos que la componen»73.

Este primer pronunciamiento del TribunalConstitucional, que abogaba por analizarcada caso concreto «valorando y ponderandola totalidad de las circunstancias concurren-tes»74, acoge una doctrina prudente que huyede planteamientos extremos y permite reco-nocer un espacio de desenvolvimiento en lafijación de las condiciones de trabajo a las dosvías enfrentadas75: en caso de conflicto entreambas, debe primar la autonomía colectiva,pero sin que ésta pueda anular totalmente laautonomía individual, lo que sería contrario ala Constitución por atentar contra la libertadpersonal consagrada en el art. 10 CE.

A esta inicial sentencia han seguido otrasreferidas a la polémica cuestión de la desvin-culación plural o en masa de las normasimperativas del convenio colectivo. ¿Cabe queel empresario se sustraiga del cumplimientode las cláusulas del convenio colectivomediante la celebración de pactos individua-les con la mayor parte de la plantilla? Antesde abordar el tema enunciado, es necesarioadvertir de la dificultad de formular unateoría o doctrina constitucional general en lamateria, en la medida en que en los supuestosen los que el Tribunal Constitucional se haenfrentado a este tema lo ha hecho de formaindirecta, al analizar la lesión del derecho ala libertad sindical y no al derecho a la nego-ciación colectiva.

La postura del Tribunal Constitucionaltampoco ha sido uniforme y se observa una

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71 Entre otros, SAGARDOY BENGOECHEA, J. A.: «La liber-tad sindical y los espacios de la autonomía privada»,Documentación Laboral, nº 24, 1988, págs. 11 y ss.,DURÁN LÓPEZ, F. y SÁEZ LARA, C.: «Autonomía individual yautonomía colectiva en la fijación y modificación de lascondiciones de trabajo», RL, nº 20-21, 1991, págs. 115y ss., BORRAJO DACRUZ, E.: «Articulación entre la auto-nomía individual y la colectiva y las normas estatales enla regulación del trabajo: balance y perspectivas», AL, nº3, 1993, BLASCO PELLICER, A.: La individualización de lasrelaciones laborales, CES, Madrid, 1995, en especialpágs. 229 y ss., RAMÍREZ MARTÍNEZ, J. M.: «Autonomíacolectiva y autonomía individual», en AA. VV.: Derechovivo del Trabajo y Constitución. Estudios en Homenaje alProfesor Doctor D. Fernando Suárez González, La Ley,MTAASS, Madrid, 2003, págs. 227 y ss. y GALIANA MORE-

NO, J. M.: «Autonomía colectiva y autonomía individualen la regulación de las condiciones de trabajo», RMTA-ASS, nº 68, 2007, págs. 68 y ss.

72 BOE de 5 de junio, F. J. 6º. Ponente: Sr. D. ÁngelEscudero del Corral.

73 STC 58/1985, de 30 de abril (BOE de 5 de junio),F. J. 6º. Ponente: Sr. D. Ángel Escudero del Corral.

74 STC 58/1985, de 30 de abril (BOE de 5 de junio),F. J. 6º. Ponente: Sr. D. Ángel Escudero del Corral.

75 VALDÉS DAL-RÉ, F.: «El derecho a la negociacióncolectiva en la jurisprudencia constitucional», cit.,pág. 88.

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clara evolución jurisprudencial, que creemosde interés describir aunque sea brevemente.

En el Auto 1074/1988, de 26 de septiem-bre, el Tribunal resolvió un conflicto que traíasu causa del siguiente supuesto de hecho: unaentidad bancaria ofreció a sus trabajadores laposibilidad de suscribir un nuevo contratotipo que venía a sustituir el horario y la jor-nada previstos en el convenio colectivo apli-cable (seis jornadas de trabajo semanales ysiete horas sin interrupción, sábados inclui-dos), por otro nuevo y distinto (de lunes aviernes con pausa de una hora para comercon compensación económica y la posibilidadde que la empresa pudiera ordenar trabajarlos sábados a los empleados que voluntaria-mente lo decidieran). El Tribunal consideróque la conducta de la empresa no podía sercalificada de contraria a la libertad sindical,en la medida que la oferta de acogerse volun-tariamente a un nuevo horario, mantenía elhorario previsto en el convenio colectivo paraaquellos trabajadores que no quisieran acep-tar la iniciativa empresarial. El Tribunal con-cluyó que «la compatibilidad entre la auto-nomía individual y la colectiva no impide que,si se respetan los mínimos establecidos colec-tivamente, puedan mejorarse vía pacto indi-vidual, las condiciones de los trabajadores».

El Tribunal Constitucional se adentra denuevo en el tema en su sentencia 105/1992,de 1 de julio76. En esta ocasión, cambia drás-ticamente su posición. Veamos por qué. Loshechos fueron similares a los relatados en elsupuesto anterior. Una entidad aseguradoraofrece a sus trabajadores la posibilidad demodificar, de modo libre, voluntario e indivi-dual, su horario de jornada continuada porotro de jornada partida con determinadascompensaciones económicas. Dicha opciónfue aceptada por un importante número detrabajadores, pero no fue consultada a susrepresentantes. En su sentencia, el Tribunal

rechaza que la autonomía individual de lostrabajadores pueda prevalecer sobre la colec-tiva, en la medida en que, de admitirse latesis contraria (tesis que, recordemos, era lamantenida hasta entonces por el Tribunal),«quebraría el sistema de la negociación colec-tiva configurado por el legislador, cuya vir-tualidad viene determinada por la fuerza vin-culante de los convenios, constitucionalmen-te prevista en el art. 37.1 CE»77. Estima, portanto, el Tribunal el recurso de amparo inter-puesto por los representantes de los trabaja-dores, al considerar que estamos ante unsupuesto de lesión del derecho a la libertadsindical. Si se nos permite un breve parénte-sis, nos parece interesante señalar que enesta sentencia, en la que el Tribunal Consti-tucional declara vulnerado el art. 28.1 CE, losórganos de representación de los trabajado-res eran: los Delegados de Personal y elComité de Empresa y no representantes sin-dicales78. Sorprende el error de la sentencia y,más aun cuando, a partir de este pronuncia-miento cambia la línea mantenida hasta lafecha en la materia y endurece su posiciónsobre las mejoras voluntarias ofrecidas por laempresa y aceptadas mayoritariamente porlos trabajadores. Sorprende también que elTribunal no justifique, ni razone el aleja-miento de su anterior doctrina, con la consi-guiente desigualdad en aplicación de la ley79.

Cerrado el breve paréntesis y retomandoya el tema planteado, la doctrina relativa al

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76 BOE de 24 de julio. Ponente: Sr. D. FernandoGarcía-Mon y González-Regueral.

77 F. J. 6º.78 Antecedente de Hecho 1º.c). En relación a la fal-

ta de legitimación de las representaciones unitarias pararecurrir en amparo, cfr. MONTOYA MELGAR, A.: «Sobre lafalta de legitimación del Comité de Empresa para solici-tar el amparo constitucional por lesión del derecho a lalibertad sindical», cit., págs. 142 y ss.

79 ALONSO OLEA, M.: «El derecho a la negociacióncolectiva llevado al límite, o sobre la interdicción de pac-tos de condiciones de trabajo mejores, o que puedanserlo, que las colectivas formalmente pactadas», Juris-prudencia constitucional sobre Trabajo y SeguridadSocial, Tomo X, ref. 633, Civitas, Madrid, 1992,pág. 401.

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rechazo a la modificación de las condicionesestablecidas en convenio colectivo vía auto-nomía individual, se completa con la conteni-da en la sentencia 208/1993, de 28 de junio80.Esta sentencia analiza un supuesto en el quela empresa otorga una serie de prestacioneseconómicas «que no sólo no son menos favora-bles a las establecidas en el convenio colecti-vo, sino que tampoco pueden entenderse con-trarias al mismo». Es decir, se trataba delotorgamiento de gratificaciones adicionales alas fijadas en convenio y no contrarias a éste.El Tribunal mantiene su doctrina restrictivay matiza que los acuerdos en masa son posi-bles cuando se concreten sobre materias aje-nas al contenido normativo del convenio apli-cable, en la medida en que, en ese caso, «ope-ran en un espacio libre de regulación legal ocontractual colectiva, y por ello abierto alejercicio de la libertad de empresa y de laautonomía contractual»81. Concluye exclu-yendo la existencia de una conducta contrariaal convenio colectivo porque ni la voluntadempresarial al establecer las gratificaciones,ni la voluntad individual de los trabajadoresmanifestada por la aceptación de la ofertasuponen modificación o desconocimiento de lopactado con carácter general en el conveniocolectivo de empresa82.

Retoma el Tribunal el tema en su senten-cia 225/2001, de 26 de noviembre83, en unsupuesto en el que una empresa de automo-

ción propone a sus mandos intermedios lamodificación del sistema de remuneración,jornada y horario, alterando lo dispuesto enel convenio colectivo de empresa. La empresadirigió cartas individualizadas a dichos man-dos para la aplicación del nuevo sistema aquienes tuvieran a bien aceptarlo. Afirmadala modificación objetiva, el Tribunal otorga elamparo solicitado al considerar que se ha pro-ducido una sustitución sindical, en la medidaen que el empresario «en concierto con los tra-bajadores individualmente consideradospodrá incidir, por supuesto, en la disciplinade las relaciones laborales, pero no podráhacerlo frente al derecho a la negociacióncolectiva del sindicato, lo que incluye el res-peto al resultado alcanzado en el correspon-diente procedimiento de negociación y a sufuerza vinculante, así como la sujeción a losprocedimientos de modificación convencionalestablecidos»84. Nótese que la oferta empre-sarial había sido aceptada por 125 de los 126destinatarios de la misma.

En fin, en su sentencia 238/2005, de 26 deseptiembre85, el Tribunal aborda de nuevo lacuestión relativa a la modificación de la dis-tribución horaria de la jornada de trabajo,pasando de la continuada a la partida, paraun nuevo cuerpo de empleados de la entidad.Tras el fracaso de las negociaciones con lassecciones sindicales, la empresa dirigió cartaa los nuevos empleados en la que les ofrecía,en caso de aceptación del nuevo horario, unaserie de ventajas económicas y un alarga-miento de su período de vacaciones. El Tribu-nal otorga el amparo solicitado utilizando losmismos argumentos que los contenidos en susentencia 105/1992, de 1 de julio86.

En resumen, la posición del TribunalConstitucional es clara: no cabe la desvincu-lación plural de las normas imperativas del

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80 BOE de 2 de agosto. Ponente: Sr. D. Miguel Rodrí-guez-Piñero y Bravo-Ferrer.

81 F. J. 4º.82 F. J. 4º.83 BOE de 27 de noviembre. Ponente: Sra. Dª María

Emilia Casas Baamonde. Comenta esta sentencia PÉREZ

DE LOS COBOS ORIHUEL, F.: «Uso antisindical de la auto-nomía individual en masa», Jurisprudencia constitucio-nal sobre trabajo y Seguridad Social, Tomo XIX, ref. 1219,Civitas, Madrid, 2002, págs. 398 y ss., quien explica quepara poder diferenciar entre las mejoras contractuales ylas regulaciones suplantadoras del convenio colectivohabrá de atenderse al «alcance subjetivo de las mejoras,incidencia de las mismas sobre la regulación convencio-nal y momento, en relación con la vigencia del conve-nio, en el que las mismas se pretenden», en pág. 400.

84 F. J. 4º.85 BOE de 28 de octubre. Ponente: Sra. Dª Elisa

Pérez Vera.86 BOE de 24 de julio. Ponente: Sr. D. Fernando

García-Mon y González-Regueral.

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convenio colectivo por contratos individuales,esto es, la denominada «desvinculación enmasa», al ser contraria a la acción sindical yal vulnerar el carácter vinculante del propioconvenio87, ni siquiera en aquellos supuestosen los que la modificación introducida sea decarácter voluntario y suponga un beneficiopara los trabajadores afectados. La exclusiónde varios trabajadores a resultas de actos pri-vados (autonomía individual) no es lícita �senos dice�, puesto que implicaría un descono-cimiento del poder normativo de titularidadde los dos sujetos colectivos en que consiste laautonomía colectiva.

Sorprende la evolución de la doctrina delTribunal Constitucional en este tema: de unainicial postura que podemos calificar de pru-dente, en la que apuesta por conciliar la auto-nomía individual y la colectiva al establecerel necesario respeto de los mínimos estableci-dos en convenio colectivo, pero sin que quedeanulada la autonomía individual por la nego-ciación colectiva, pasa a una postura muchomás restrictiva que impide la negociación depactos de condiciones de trabajo mejores quelas colectivas formalmente pactadas.

En el contexto actual de constante adapta-ción al cambio de las empresas, pueden consi-derarse excesivamente rígidas las previsio-nes contenidas en convenio y más aún si laregulación se lleva a cabo por medio de conve-nio colectivo sectorial, que puede encorsetarlas posteriores posibilidades de adaptaciónde las empresas a sus propias necesidadesorganizativas. Quizá la solución al problemapase por entender que la ordenación de deter-minadas cuestiones como el tiempo de traba-jo es más propia de la negociación colectiva deempresa que de la sectorial y sea, por tanto,más aconsejable su tratamiento en aquélla88.

En nuestra opinión, la vulneración de lalibertad sindical consecuencia de la firma deacuerdos en masa con los trabajadores, sólodebe aceptarse cuando de la actuaciónempresarial se derive una clara finalidad deatentar contra la autonomía colectiva, que,como se ha escrito, se circunscriben a lossupuestos en los que el empresario pretendaanular el convenio colectivo en vigor, impedirla negociación de un nuevo convenio o susti-tuir con carácter general, el imperio de lavoluntad colectiva por la individual89. Fuerade estos supuestos, no parece adecuadodefender que la autonomía individual nocumpla con la función que le tiene atribuidael ordenamiento jurídico de fijar condicioneslaborales más beneficiosas que las contem-pladas en las normas legales, reglamentariaso convencionales90. Acierta plenamenteGaliana Moreno cuando escribe: «se violentala independencia de estos planos [la esfera dela libertad sindical y la esfera de la libertadde los sujetos de un contrato de trabajo] alafirmar que los acuerdos individuales sóloserían admisibles cuando se concreten sobrematerias que sean ajenas al contenido nor-mativo del convenio; o, cuando se dice [�] queno cabe pacto individual alguno sobre temasnucleares del convenio (jornada o salarios,por ejemplo). Ello supone olvidar que las con-diciones más beneficiosas se concretan por locomún como mejoras de lo convenido colecti-vamente»91. Y, más aún si recordamos que enlos supuestos enjuiciados, se trataba de ofer-tas voluntarias, más beneficiosas que la regu-

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87 STC 105/1992, de 1 de julio (BOE de 24 de julio).Ponente: Sr. D. Fernando García-Mon y González-Regueral.

88 BORRAJO DACRUZ, E.: «La regulación de las condi-ciones de trabajo en España: Poderes normativos y auto-nomía individual», en AA. VV.: La reforma del mercado

de trabajo, Actualidad Editorial, Madrid, 1993, pág.1084 y RAMÍREZ MARTÍNEZ, J. M.: «Autonomía colectiva yautonomía individual», cit., pág. 234.

89 DURÁN LÓPEZ, F. y SAEZ LARA, C.: «Autonomíacolectiva y autonomía individual en la fijación y modifi-cación de las condiciones de trabajo», cit., pág. 392 yGALIANA MORENO, J. M.: «Autonomía colectiva y auto-nomía individual en la regulación de las condiciones detrabajo», cit., pág. 20.

90 Art. 3.1.c) ET.91 GALIANA MORENO, J. M.: «Autonomía colectiva y

autonomía individual en la regulación de las condicio-nes de trabajo», cit., pág. 21.

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lación colectiva y que fueron aceptadas porprácticamente la totalidad de los destinata-rios de las mismas. Parece olvidar el Tribunalque los destinatarios últimos de las normasconvencionalmente pactadas son los trabaja-dores.

En este punto, las siguientes preguntasparecen obligadas: ¿Tiene sentido limitar laautonomía individual de las partes hasta elextremo de tener que mantener condicioneslaborales de los trabajadores que les son másperjudiciales que las alcanzadas en pactoindividual? ¿Con esta doctrina están los sin-dicatos y demás representaciones de los tra-bajadores contribuyendo a la mejor defensa ypromoción de los intereses económicos ysociales de los trabajadores?

7.3. Principio de igualdady no discriminación

El art. 83.1 ET establece un principio delibertad en la delimitación del ámbito de apli-cación de los convenios colectivos. Pero laspartes negociadoras de un convenio colectivono gozan de libertad absoluta en la determi-nación de los correspondientes ámbitos92 deaplicación del convenio. Su actuación seencuentra sometida a ciertos límites, entreellos los derivados del principio de igualdad yno discriminación. El alcance de las exigen-cias constitucionales impide los tratos desi-guales carentes de justificación o no razona-bles, que se encuentren relacionados con elámbito de aplicación del convenio colectivo ocon su contenido93. En el presente apartado,nos referiremos a los límites del poder de dis-posición de las partes negociadoras del conve-nio colectivo impuestos por el principio deigualdad y no discriminación. En concreto,abordaremos materias tales como la constitu-

cionalidad de los convenios franja94 y diferen-cias en las condiciones de trabajo fijadas tan-to en convenios colectivos diversos o comodentro de un mismo convenio95.

El papel asignado al convenio colectivocomo medio principal de acción e instrumen-to básico de participación de los representan-tes de los trabajadores en la determinación delas condiciones laborales de los trabajadoresha determinado que la regulación en él conte-nida quede sometida al principio de igualdady no discriminación96. O dicho en otros térmi-nos, la relevancia cuasi-pública que alcanzael convenio colectivo (al ser negociado porsujetos dotados de representación institucio-nal y al gozar de eficacia normativa) le obligaal respeto del principio de igualdad y no dis-criminación, que se erige consiguientementeen límite a la libertad contractual de las par-tes negociadoras del mismo97.

Ahora bien, en el ámbito de las relacionesprivadas en el que el convenio colectivo seincardina, el principio de igualdad y no dis-criminación ha de hacerse compatible conotros valores o parámetros que tienen su ori-gen en el principio de autonomía de la volun-tad. O dicho en otros términos, el principio deautonomía colectiva implica también unalimitación, global y genérica del principio de

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92 Territorial, funcional, personal y temporal.93 DESDENTADO BONETE, A. y VALDÉS DE LA VEGA, B.: La

negociación colectiva en la doctrina del Tribunal Supre-mo. Una síntesis de jurisprudencia, cit., pág. 57.

94 STC 136/1987, de 22 de julio (BOE de 11 deagosto). Ponente: Sr. D. Jesús Leguina Villa.

95 STC 95/1985, de 29 de julio (BOE de 14 de agos-to. Ponente: Sr. D. Ángel Escudero del Corral, STC52/1987, de 7 de mayo (BOE de 5 de junio). Ponente:Sr. D. Jesús Leguina Villa y STC 171/1989, de 19 de octu-bre (BOE de 7 de noviembre). Ponente: Sr. D. FernandoGarcía-Mon y González-Regueral.

96 GARCÍA MURCIA, J.: «Diferencias de trato, igualdadde oportunidades y negociación colectiva», en AA. VV.:La nueva función de la negociación colectiva y los acuer-dos interconfederales sobre el empleo. X Jornadas deEstudio sobre la negociación colectiva, MTAASS, Madrid,1998, págs. 33 y ss.

97 STC 119/2002, de 20 de mayo (BOE de 19 dejunio), F. J. 6º. Ponente: Sr. D. Fernando Garrido Falla ySTC 27/2004, de 4 de marzo (BOE de 6 de abril), F. J. 5º.Ponente: Sr. D. Tomás Vives Antón.

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igualdad y no discriminación, en la medida enque da paso a la fijación de regulaciones dife-renciadas en razón de la empresa, del sector ode cualquier otro ámbito territorial o funcio-nal apropiado y legítimo para la negociaciónde condiciones de trabajo98. El convenio colec-tivo es, en palabras del Tribunal Constitucio-nal, «una norma «sectorial», por lo que la dife-renciación por sectores productivos es prácti-camente inseparable de la noción de negocia-ción colectiva»99. En fin, el derecho a la nego-ciación colectiva lleva consigo que las partespuedan establecer, dentro del ámbito territo-rial y funcional correspondiente, las diferen-cias de regulación que consideren adecuadasen razón de los respectivos intereses. Sólo asíse hará efectiva la capacidad reconocida porla ley a trabajadores y empresarios pararegular las condiciones de trabajo y sólo deesta forma puede afirmarse que el conveniocolectivo «es expresión del acuerdo libremen-

te adoptado por ellos en virtud de su auto-nomía colectiva»100.

De lo anterior se infiere que no toda dife-rencia de regulación establecida en convenioha de ser considerada discriminatoria y, portanto, contraria al principio de igualdad. Elprincipio de igualdad y no discriminación jue-ga más bien, en los convenios colectivos, comoun instrumento de interdicción de arbitrarie-dad y será necesario examinar si la diferenciade trato operada es o no objetiva y razonable,no siendo posible ejercer «un control de opti-mización, una valoración alternativa delmodo en que los sujetos han apreciado losintereses en juego»101, al ser ésta una funciónque pertenece a los titulares del derecho anegociar102.

En consecuencia, es legítimo el estableci-miento de distintas condiciones de trabajo envarios convenios colectivos, «pues las diferen-cias de condiciones de trabajo y empleo sonconnaturales a la negociación colectiva que seadapta en cada caso a las condiciones e inte-reses de los diversos colectivos sobre los queactúa»103. También lo es la diversificación delas condiciones establecidas en el propio con-venio104, de tal forma que «no puede decirse[�] que la distinción dentro del conveniocolectivo sea per se contraria al principio deigualdad. Habrá de examinarse si la diferen-cia es o no razonable y si es o no aceptablepara el ordenamiento»105.

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98 STC 177/1988, de 10 de octubre (BOE de 5 denoviembre), F. J. 4º. Ponente: Sra. Dª Gloria BeguéCantón. Comentan esta sentencia ALONSO OLEA, M.:«Revisión en amparo de la constitucionalidad de losconvenios colectivos casos y forma en es posible. Vincu-lación del convenio al principio de igualdad e igualdadde trato en materia salarial», Jurisprudencia social sobretrabajo y Seguridad Social, Tomo VI, Civitas, Madrid,1989, págs. 468 y ss. y VALDÉS DAL-RÉ, F.: «El derecho ala negociación colectiva en la doctrina del TribunalConstitucional», RL, nº 19, 1990, pág. 90, quien escribeal respecto que «correcto en su solución, el razonamien-to del TC que se acaba de exponer adolece, sin embar-go y en mi opinión, del defecto de haber sido elaboradodesde criterios de estricta legalidad en lugar de acome-terse desde un prisma constitucional. [�] Ni la Constitu-ción atribuye la titularidad del derecho a la negociacióncolectiva laboral a sujetos con representación institucio-nal ni tampoco atribuye al convenio colectivo una efica-cia normativa, sino una «fuerza vinculante» entendidacomo eficacia real». Cfr. también, STC 171/1989, de 19de octubre (BOE de 7 de noviembre), F. J. 1º. Ponente:Sr. D. Fernando García-Mon y González-Regueral, STC2/1998, de 12 de enero (BOE de 12 de febrero), F. J. 2º.Ponente: Sr. D. Fernando García-Mon y González-Regueral y STC 27/2004, de 4 de marzo (BOE de 6 deabril), F. J. 5º, Ponente: Sr. D. Tomás Vives Antón, entreotras.

99 ATC 643/1986, de 23 de julio.

100 Art. 82 ET.101 FERNÁNDEZ LÓPEZ, Mª. F.: «La exclusión de los tra-

bajadores temporales del ámbito de los convenioscolectivos», RL, nº 4, 1988, pág. 26.

102 VALDÉS DAL-RÉ, F.: «El derecho a la negociacióncolectiva en la jurisprudencia constitucional», cit.,pág. 91.

103 STC 95/1985, de 29 de julio (BOE de 14 de agos-to). Ponente: Sr. D. Ángel Escudero del Corral.

104 STC 52/1987, de 7 de mayo (BOE de 5 de junio).Ponente: Sr. D. Jesús Leguina Villa.

105 STC 177/1988, de 10 de octubre (BOE de 5 denoviembre). Ponente: Sra. Dª Gloria Begué Cantón. Enparecidos términos, STC 171/1989, de 19 de octubre(BOE de 7 de noviembre). Ponente: Sr. D. Fernando

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El principio de igualdad no obliga, pues, aperfilar la unidad de negociación con todos lostrabajadores de una empresa o ámbitogeográfico o funcional determinado. No impi-de que determinados grupos de trabajadores,que cuenten con suficiente fuerza negociado-ra, pacten por separado sus condiciones detrabajo106. El convenio colectivo de grupo pro-fesional fue reconocido por sentencia del Tri-bunal Constitucional 37/1983, de 21 demayo107. El problema radicaba en la legitima-ción de las partes para que dicho conveniopudiera ser considerado un convenio colectivoregular, en la medida en que la condición desindicato más representativo es difícil dealcanzar por las organizaciones de grupo. Odicho en otros términos, al no cumplir larepresentación negocial los requisitos de legi-timación establecidos por la legislación labo-ral, tenían carácter irregular. Hoy en día seencuentra legalizado como convenio colectivoestatutario por el Estatuto de los Trabajado-res, en su art. 87.1, modificado por la Ley11/1994, de 19 de mayo, por la que se modifi-can determinados artículos del Estatuto delos Trabajadores y del Texto Articulado de laLey de Procedimiento Laboral y de la Leysobre Infracciones y Sanciones en el OrdenSocial.

La configuración de los comités de empre-sa como órganos primarios de representaciónen los centros de trabajo lleva a la existenciade convenios colectivos de centro de trabajo.De esta forma, en una misma unidad empre-sarial pueden coexistir varios convenioscolectivos de este tipo, uno por cada centro yuna pluralidad de regímenes laborales para

el personal de una misma empresa. Estadiversidad de pactos entre centros de trabajode una misma unidad productiva no supone,en sí misma, una discriminación contraria alprincipio de igualdad y no discriminacióncontenido en el art. 14 CE, en la medida enque la discriminación no es sinónima de tratodesigual, sino que éste sólo se entiende discri-minatorio cuando carezca de justificaciónobjetiva y razonable.

Ahora bien, el hecho de que el principio deigualdad no obligue a establecer una unidadde negociación con todos los trabajadorespotencialmente afectados, no puede asimilar-se a la exclusión de ciertos grupos de trabaja-dores que, por la precariedad de su situaciónlaboral o por la modalidad de su contrato detrabajo, carecen de poder negociador por sísolos y, al mismo tiempo, se ven apartadoscontra su voluntad del ámbito de aplicacióndel convenio colectivo correspondiente. Así,son discriminatorias las exclusiones de con-venio del personal en razón a la duración desu contrato de trabajo108, pues, «aun cuandopudieran estar justificadas para determina-dos aspectos de la relación laboral, no tienenrazón de ser respecto de las condiciones ordi-narias de trabajo»109. También lo es el esta-blecimiento de un distinto tratamiento retri-butivo entre trabajadores fijos y temporales,en la medida en que «la simple condición deeventual no conlleva una diferente tarea, niesa diferencia material impide, en su caso, laequivalencia de valor o de importancia deunas y otras»110. Son discriminatorias lasdiferencias retributivas por razón de sexo en

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García-Mon y González-Regueral. Cfr. igualmente,DURÁN LÓPEZ, F.: Jurisprudencia constitucional y Derechodel Trabajo, cit., pág. 203.

106 STC 136/1987, de 22 de julio (BOE de 11 deagosto), F. J. 5º. Ponente: Sr. D. Jesús Leguina Villa.

107 A la que siguieron, entre otras, las STC 59/1983,de 6 de julio (BOE de 9 de agosto). Ponente: Sr. D. Fran-cisco Pera Verdaguer y STC 74/1983, de 30 de julio(BOE de 18 de agosto). Ponente: Sr. D. Manual Díez deVelasco Vallejo.

108 STC 136/1987, de 22 de julio (BOE de 11 deagosto). Ponente: Sr. D. Jesús Leguina Villa.

109 STC 52/1987, de 7 de mayo (BOE de 5 de junio),F. J. 2º y 3º. Ponente: Sr. D. Jesús Leguina Villa, pronun-ciamiento que añade: «ello supondría una discrimina-ción contraria al art. 14 de la Constitución y a lo estable-cido en los Convenios núms. 111 y 117 OIT». Cfr. igual-mente, STC 136/1987, de 22 de julio (BOE de 11 deagosto), F. J. 5º. Ponente: Sr. D. Jesús Leguina Villa.

110 STC 177/1993, de 31 de mayo (BOE de 5 dejulio), F. J. 3º. Ponente: Sr. D. Rafael Mendizábal Allende.

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trabajos de igual valor111 y las escalas sala-riales basadas en la fecha de ingreso del tra-bajador en la empresa112, salvo que se esta-blezcan compromisos empresariales dirigi-dos a compensar a los trabajadores afectados

por el trato salarial peyorativo o previsionesque aseguren la progresiva desaparición deltratamiento diferenciado y fijen, al mismotiempo, pautas de compensación o reequili-brio113.

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111 STC 145/1991, de 1 de julio (BOE de 22 dejulio). Ponente: Sr. D. Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer y STC 161/1991, de 18 de julio (BOE de 9 deagosto). Ponente: Sr. D. Francisco Tomás y Valiente.

112 STC 119/2002, de 20 de mayo (BOE de 19 dejunio). Ponente: Sr. D. Fernando Garrido Falla y STC27/2004, de 4 de marzo (BOE de 6 de abril), F. J. 6º y 7º.Ponente: Sr. D. Tomás Vives Antón, que otorga el ampa-ro solicitado por entender reprochable que se establez-ca en convenio «una valoración de la antigüedad para elfuturo de modo distinto para dos colectivos de trabaja-dores y lo haga exclusivamente en función de la fecha deingreso en la empresa», F. J. 6º. Al respecto, cfr. GALIANA

MORENO, J, M.: «Vulneración del derecho a la igualdad:plus de vinculación fijado por convenio en cuantía dife-rente por razón de la fecha de ingreso en la empresa»,Jurisprudencia constitucional sobre trabajo y SeguridadSocial, Tomo XXII, ref. 1293, Civitas, Madrid, 2004,págs. 39 y ss.

113 STC 27/2004, de 4 de marzo (BOE de 6 de abril),F. J. 6º y 7º. Ponente: Sr. D. Tomás Vives Antón.

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RESUMEN En el presente trabajo se pretende analizar la doctrina del Tribunal Constitucional sobrela actividad negocial de los grupos sociales organizados. En concreto, se analizan temastales como si el art. 37.1 CE tiene o no efectos directos, es decir, si ha de entenderse comouna norma que otorga una serie de garantías jurídicas directamente ejecutables y protegi-bles por el texto constitucional o como un simple mandato dirigido al legislador para queeligiera el tipo o grado de eficacia de la que gozarían los convenios colectivos. Se estudia laaparición y posterior consolidación de los denominados convenios colectivos extraestatuta-rios, la titularidad del derecho a la negociación colectiva, la legitimación para negociarconvenios colectivos o su eficacia. En fin, se termina con el examen de la doctrina constitu-cional sobre la extensión y el campo de actuación del principio de libertad de contratacióny la relación que el convenio colectivo mantiene con las demás fuentes de la relación labo-ral.