libro_agua_y_tierra sipae isch y zapata

221
1

Upload: edgarisch

Post on 26-Jun-2015

833 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

1

Page 2: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

2

Miembros del SIPAE

Sistema de Investigación sobre la Problemática Agraria en el Ecuador

Universidad Central del Ecuador (UCE) Universidad de Cuenca Central Ecuatoriana de Servicios Agrícolas

(CESA) Institut de Recherche pour le Dévelopment (IRD, Francia) Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras (AVSF,

ex-CICDA, Francia) Sistema de Capacitación para el Manejo de los Recursos Naturales Renovables (CAMAREN)

Fundación para Desarrollo y la Creatividad Productiva (FUNDES) Instituto de Ecología y Desarrollo de las

Comunidades Andinas (IEDECA) Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CINDES)

Page 3: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

3

Tierra y Agua:

interrelaciones de un acceso inequitativo

Page 4: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

4

Tierra y Agua:

interrelaciones de un acceso inequitativo

Edgar Isch, Alex Zapatta

Editores

Esta publicación es posible gracias al apoyo de Broederlijk Delen

Revisión de textos: Mónica Hernández

Diseño de portada: El Antebrazo

Diseño y diagramación: Washington Ganchala C

Impresión: Compugraf

Marzo / 2010

© Sistema de Investigación sobre la Problemática Agraria en el Ecuador

(SIPAE)

Oficinas: Edificio Facultad de Ciencias Agrícolas - 2do. Piso, Ofic. 414

Ciudadela Universitaria - Universidad Central del Ecuador,

Apartado Postal 17-10-7169, Quito – Ecuador

Telefax (593 2) 2555 726

E-mail: [email protected]

www.sipae.com

Page 5: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

5

CONTENIDO

Presentación

Análisis introductorios

Lo agrario y las tres “s” de la vida…………………………………………...............

Jaime Breilh

La acumulación en el agro: una realidad presente que no queremos en el futuro……

Edgar Isch

“¿Mediación para la producción de alimentos o, mecanismo de acumulación?:

el aprovechamiento agrícola del agua”………………………………………………

Alex Zapatta, Roberto Chiriboga

13

25

36

Estudios de caso

Dinámicas sociales en torno a la tierra y el agua en el eje cañicultor

de la cuenca baja del río Guayas……………………………………………………..

Andrea Ojeda, Paulina Pérez, Alex Zapatta

Capital social y desarrollo comunitario: El caso de las juntas de usuarios

del Sistema de Riego del Valle del Daule……………………………………………

49

111

Page 6: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

6

Paúl Herrera, Katherine Jiménez, Graciela Prado, Ramón Espinel

Concentración de Tierra y Agua: El caso del Canal de riego

Cayambe – Pedro Moncayo………………………………………………………….

Judith Flores, Tomás Quevedo, Eduardo Rodríguez

La problemática de los recursos: Agua y tierra, en la zona media del río Ambato…..

Yiseña Tiaguaro, con la participación de Verónica Olovacha

El proyecto Píllaro. ¿Iniciado por la voluntad del Estado, deseado

por la de las comunidades rurales, terminado en favor de quién?

Christine Récalt

131

159

Referencias generales de los autores

Page 7: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

7

PRESENTACIÓN

Múltiples, interdependientes y dinámicas son las interrelaciones sociales en torno a la tierra y

agua: configuración de territorios, construcción de identidades, dinámicas de producción, de

comercio, de organización social, etc., etc.

De ésas múltiples interrelaciones, en el presente libro son resaltadas aquellas que hacen

referencia a las modalidades de reparto social de la tierra y agua, en tanto que recursos

fundamentales para la producción agraria. Desde luego, el agua y la tierra tienen otras

dimensiones (culturales, ecológicas, etc.) sin embargo, en éste libro sus interrelaciones son

analizadas en su especifica dimensión de recursos productivos.

Históricamente, la tendencia general ha sido que el control de la tierra ha acarreado la

concentración de las aguas. Pero como paradoja, podría decirse que la tendencia se ha verificado

también en el sentido inverso: la presencia del agua susceptible de ser aprovechada en la

producción agrícola, ha acarreado la concentración de tierras; un ejemplo claro de ello es el

proceso de acaparamiento de tierras en torno a la infraestructura de riego del proyecto de

trasvase de aguas en la península de Santa Elena.

Con éste libro, el Sistema de Investigación sobre la Problemática Agraria en el Ecuador,

SIPAE, pone a consideración de investigadores, académicos y organizaciones populares y

Page 8: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

8

movimientos sociales del agro, avances de la investigación agraria en el país (que no son los

únicos, desde luego) para que los elementos, aportes, sustentos teóricos y metodológicos

contenidos en éstos estudios y reflexiones, sean discutidos, analizados, procesados. A la vez,

con el contenido de éste libro, el SIPAE quiere contribuir al debate en torno al nuevo marco

legal en materia de aguas, tierras y agroindustria; no es, por consiguiente, mera coincidencia el

aparecimiento de éste libro cuando la Asamblea Nacional está por iniciar el segundo debate en

torno a la Ley de recursos hídricos, usos y aprovechamientos del agua.

Éste libro está organizado en 2 partes: la primera parte, recoge 3 artículos que ponen en

discusión y contexto, las interrelaciones sociales en torno a la tierra y agua; éstos artículos

corresponden a Jaime Breilh; Edgar Isch; y, a Alex Zapatta y Roberto Chiriboga. Ciertamente

cada artículo tiene su propio ángulo de reflexión; sin embargo, en conjunto, se puede apreciar

tanto una complementariedad temática como importantes coincidencias en la perspectiva

analítica.

La segunda parte, recoge 5 estudios de caso, cada uno de los cuales, desde la particular

perspectiva de sus autores y, sus propios ángulos analíticos, exploran las interrelaciones sociales

en torno a la tierra y agua. Los 2 primeros estudios de caso abordan esas interrelaciones en la

cuenca baja del río Guayas. El primero de ellos, se centra en el eje cañicultor de esa cuenca; sus

autores son Andrea Ojeda, Paulina Pérez y Alex Zapatta, todos ellos investigadores vinculados

al SIPAE.

El segundo estudio de caso, enfatiza su reflexión en las articulaciones entre capital social y

desarrollo comunitario, entre las organizaciones de regantes de la cuenca del río Daule (en

realidad una de las subcuencas más importantes del río Guayas). Los autores de ésta

investigación son Paúl Herrera, Ramón Espinel, Katherine Jiménez y Graciela Prado, todos

ellos académicos e investigadores vinculados al Instituto de Investigaciones Rurales de la

Escuela Politécnica del Litoral, ESPOL. Conviene resaltar que el momento de la publicación de

éste libro, Ramón Espinel se encuentra ejerciendo las funciones de Ministro de Agricultura.

El tercer estudio de caso, corresponde a la cuenca florícola del río Pisque, cuyas aguas decurren

entre los cantones Cayambe y Tabacundo, al norte de la provincia de Pichincha. Éste estudio se

Page 9: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

9

desarrolló bajo la responsabilidad de Judith Flores, Tomás Quevedo y Eduardo Rodríguez,

profesionales vinculados a entidades de investigación y desarrollo.

Los dos restantes estudios de caso, corresponden a investigaciones desarrolladas en la provincia

de Tungurahua y, dicho sea de paso, en dos subcuencas de la cuenca del río Pastaza: las

dinámicas sociales del riego en Pasa, fueron estudiadas por Yiseña Tiaguaro investigadora

asociada al SIPAE y, por Verónica Olovacha profesional originaria de la zona de estudio. Por

otro lado, la investigadora francesa Christine Récalt, vinculada profesionalmente al IRD, nos

presenta un interesante análisis de las dinámicas sociales e torno al sistema de riego Píllaro.

Al final del libro, se encuentra información básica de cada uno de los autores de artículos y

estudios de caso.

La edición de éste libro, estuvo bajo la responsabilidad de Edgar Isch y Alex Zapatta. Frank

Brassel, cooperante alemán del EED y, miembro de la Dirección Ejecutiva del SIPAE

contribuyó con comentarios a algunos de los artículos y, mantuvo una constante presión para la

materialización de éste esfuerzo.

Los estudios en el eje cañicultor de la cuenca baja del río Guayas y, en la cuenca del río Pisque,

se desarrollaron en el marco del proyecto “Tierra y Agua, interrelaciones de un acceso

inequitativo” que contó con la cooperación de la entidad belga de solidaridad Broederlijk Delen.

Ésta publicación también, se da en ese marco. Los demás estudios, se desarrollaron en el marco

de investigaciones académicas o, de programas de formación.

Para el SIPAE resulta satisfactorio que con ésta nueva publicación se refrenden los nexos

académicos, de investigación y de perspectivas, con el equipo del Centro de Investigaciones

Rurales de la ESPOL.

Quito, enero del 2010.

La Dirección Ejecutiva del SIPAE

Page 10: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

10

Page 11: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

11

ANÁLISIS INTRODUCTORIOS

Page 12: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

12

Page 13: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

13

LO AGRARIO Y LAS TRES “S” DE LA VIDA

Jaime Breilh

El Ecuador vive un momento promisorio para el impulso de un movimiento agrario a tono con

los desafíos y amenazas que operan actualmente.

En primer lugar el proceso constituyente impulsado por las fuerzas progresistas del país -

encarnadas en movimientos sociales y organizaciones políticas-, posicionó una nueva visión de

lo agrario, comenzó a recobrar la lucha contra la profunda inequidad estructural que se apoderó

de la agricultura, y sobretodo, selló en el articulado de la nueva constitución las bases

conceptuales y derechos para sustentar la lucha hacia un nuevo modelo de sociedad.

La nueva constitución consagra los derechos humanos sociales y de la naturaleza, a pesar de los

reveses y reescrituras cometidos por diligentes tinterillos que fueron puestos para obstaculizar y

vaciar las propuestas de Montecristi, y sobretodo, sienta caminos hacia un nuevo ordenamiento

económico, político y cultural que hace posible la conquista histórica del “sumak kawsay”, que

naturalmente abarca un buen vivir rural y agrario.

En segundo lugar, las fuerzas campesinas del Ecuador, luchan para dar vida a los nuevos

preceptos de la constitución, entre otras formas, mediante nuevas leyes como la de tierras y del

agua. Su persistencia ha creado condiciones y presiones favorables para que se inicie una nueva

y progresista gestión en el actual Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca

(MAGAP).

Y en tercer lugar, el país cuenta con espacios de investigación e incidencia técnica, como el

Sistema de Investigación sobre la Problemática Agraria del Ecuador (SIPAE), que ofrecen una

plataforma consistente para un trabajo intelectual orgánico a la transformación.

Page 14: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

14

Ante esas potencialidades, caben algunas reflexiones acerca del camino que parece abrirse.

Justicia Agraria: Mucho Más que Reparto de Parcelas

En noviembre del 2009 el MAGAP hizo público su “Plan: Tierra y Territorios”1, subtitulándolo

“revolución agraria en marcha”. Al margen de cualquier apreciación sobre el contenido y

proyección neta del plan, no cabe la menor duda de que su aparición ahora, marca un quiebre

prometedor respecto a las gestiones anteriores, puesto que vuelve a colocar en la palestra, y

denota la voluntad del Estado de realizar acciones significativas sobre la distribución

radicalmente injusta de la propiedad rural que, siendo un obstáculo al desarrollo, y un

determinante masivo del mal vivir rural, fue invisibilizado ex profeso por las gestiones

anteriores, y lo que es más, fue aun silenciado en los textos de varios de los más importantes

ensayos agraristas durante las casi tres décadas de políticas agrarias neoliberales, respecto a las

cuales la corriente funcionalista de la investigación sobre el desarrollo rural fue consonante.

El documento oficial citado comienza por mostrar cómo el índice de concentración de la

propiedad de la tierra en el país entre los distintos censos (1954, 1974 y 2000) se ha mantenido

por encima de 0.80, como producto de un reparto radicalmente inequitativo. Muestra, por

ejemplo, cómo en los tiempos actuales, el 2% de unidades productivas abarca casi la mitad

(43%) de la superficie agrícola, mientras que la gran masa de pequeños campesinos pobres

(64% de las unidades), controlan apenas el 6.26% de la tierra. Un indicador rotundo, que

traduce mucho más que la injusta historia de la propiedad.

El plan se propone afectar 2.5 millones de hectáreas en 4 años, entregando tierras a grupos

organizados sin tierra, bajo un pago a “precio social”, con mecanismos que eviten la ulterior

reconcentración y fragmentación de las tierras distribuidas, y propone acompañar las entregas

de un sistema de crédito productivo, asistencia técnica, riego y apertura de mercados seguros.

Según el plan, las tierras a las que podrán acceder los grupos prioritarios definidos por el Estado

provendrán de tierras estatales; de la expropiación de propiedades que no cumplen la función

social; y de la compra de tierras apoyada por un Fondo de Tierras oficial. También la provisión

de alquileres garantizados de largo plazo –bajo garantía de los derechos del propietario como

1 MAGAP. Plan de Tierra y Territorios. Quito: Noviembre, 2009

Page 15: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

15

del productor inquilino-, así como la consolidación de parcelas pequeñas, se proponen como

vías alternas de acceso. La proposición oficial establece además como mecanismo de presión

redistributiva un sistema de regulación tributaria con impuestos prediales progresivos a las

propiedades llamadas improductivas.

Sería un error histórico desconocer las potencialidades que se abren con este plan, sin embargo

resultaría igualmente irresponsable no establecer en esta etapa un cuestionamiento de sus

falencias y limitaciones. Si bien la profunda inequidad en la propiedad de la tierra es un

elemento central de la injusticia y los correctivos previstos son importantes, la falta de claridad

de la propuesta gubernamental sobre la necesidad de un nuevo modelo agrario podría

transformar una intención valiosa en un sistema populista de reparto de tierras a granel, y revivir

mecanismos clientelares que no construyen conciencia agraria sino un pragmatismo pobre.

No es suficiente la afirmación retórica de la meta de un buen vivir rural como marco de la

reforma, sino que deben establecerse nociones y caminos claros para la construcción de un

nuevo modelo agrario o desarrollo rural. Y complementariamente, no es correcto desencadenar

verticalmente programas de reparto parcelario en redes clientelares, en lugar de constituir con

los productores involucrados, espacios reales de participación organizada, informada y

estratégicamente conciente, que permitan instaurar una verdadera conducción público social de

la reforma agraria y sus complejos desafíos.

El Desafío de Construir un Mundo Agrario Sustentable, Solidario y Saludable (Las Tres

“S” del Buen Vivir)

En el paradigma dominante de la modernidad se impuso la comprensión de dos mundos

prácticamente contrapuestos: la ciudad como rectora, cosmopolita, avanzada y pujante, y lo

rural como un mundo atrasado, local, más simple, y secundario. En el marco de ese paradigma

pervivió la tendencia -sobretodo en la política y las entidades de gestión-, de asumir el

desarrollo como el paso de lo atrasado a lo moderno, de lo rural a lo urbano, de lo agrícola a lo

Page 16: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

16

industrial; una visión desde la cual lo rural es apenas residual y dependiente de las demandas

industriales y dinámicas urbanas.2

La validez de esa visión se asentaba en dos concepciones que en este nuevo milenio han sido

profundamente cuestionadas: la concepción antropocéntrica de la vida; y la noción del progreso

como celeridad en el crecimiento económico.

En ese marco, la acumulación de capital en el campo durante el siglo anterior, y la creciente

desestructuración de las pequeñas economías campesinas, forjaron un mundo agrario de radical

desigualdad y exclusión, pero de alguna manera, a lo largo de buena parte del siglo XX, la

interrelación entre los dinámicos espacios urbanos de producción de bienes para el consumo de

la fuerza de trabajo, y los laboriosos espacios rurales generadores de los alimentos, conformó un

escenario de históricas compensaciones para la vida y la reproducción social.

Hasta décadas anteriores en América Latina la distinción ciudad-campo era muy evidente y se

expresaba, entre otras cosas, en la diferencia notable de los grados de artificialización de la

naturaleza en los dos ámbitos. Las ciudades como zonas de producción industrial, con alta

composición orgánica del capital y espacios de habitación de la fuerza de trabajo industrial, de

los empleados privados y públicos, generaron una transformación más profunda de las

condiciones naturales, una alta disminución de la biomasa (espacios verdes) y de la

biodiversidad, mientras que los territorios rurales, se mantuvieron hasta décadas anteriores

como espacios de abultada y diversa biomasa, bastante alejados de las transformaciones

artificiales tecnológicas.

Pero la acumulación de capital y la expansión de la economía monopólica de gran escala,

provocó un desvanecimiento de la antípoda urbano-rural y comenzó a recomponer las

condiciones de esa dinámica. En el marco del antedicho escenario histórico, la relación

industria-agricultura, que siempre fue importante en la definición de nuestras sociedades, cobró

nuevas formas que están transformando la relación ciudad campo. Miremos este problema.

2 Pérez, Edelmira (2001). Hacia Una Nueva Visión de los Rural en “Nueva Ruralidad en América Latina” (Norma Giaracca, comp.) Buenos Aires: CLACSO,

p.17-28

Page 17: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

17

Desde siempre existió una relación contradictoria, entre la industria y la agricultura; la primera

dominó la agricultura, a la vez que profundizó su atraso o sus formas de impulso. El capital de

punta impuso condiciones a los productores rurales, e integró a los campesinos al proceso de

reproducción global de capital, descomponiendo sus formas productivas propias. Pero en los

años de la globalización el modelo de acumulación se ha transformado en forma desigual y

combinada, alterando ese dinamismo clásico entre la ciudad y el campo. Se ha dado el paso

desde un sistema de acumulación articulada3 donde las ramas de punta, generalmente urbanas,

producían básicamente bienes industriales de consumo popular, y la agricultura proveía

alimentos baratos para un mercado interno -que el sistema protegía, defendiendo la capacidad de

compra de la población, los ingresos y salarios de los trabajadores, por que su consumo estaba

articulado a la realización y reproducción del capital-, pasándose entonces hacia un modelo

desarticulado o modelo de acumulación neoliberal o secundario exportador, que se orienta a la

producción de bienes agrícolas diferenciados, con un alto control de calidad y precios unitarios

elevados para demandas específicas en el extranjero.4

En esa economía girada hacia la demanda exterior o hacia los nichos suntuarios del mercado

nacional, se generan procesos que afectan la vida de las masas en la ciudad y el campo: en

primer término, pierde terreno el pacto social y la defensa de los salarios urbanos como

mecanismo de sustentación del mercado; y se provoca una descomposición y descapitalización

de los pequeños agricultores, generándose dos tipos de reacciones de supervivencia de los

afectados: la migración desde las ciudades hacia el exterior; y la migración desde el campo

hacia las ciudades.

De esa forma, los “equilibrios” mínimos de las ciudades y el campo se descompusieron

velozmente y se destapó una creciente irracionalidad urbano rural. En las ciudades, se produjo la

expansión del favelamiento (tugurización) y la profundización de un modelo urbanista basado

en la segregación radical del espacio, organizada alrededor de la multiplicación de ejes de

consumo y la drástica separación de espacios de habitación en zonas contrastadas: residenciales,

barrios de la fuerza laboral y zonas tugurizadas para la población excedente subproletaria.

3 Blanca Rubio, Ibidem, p.39

4 Blanca Rubio, Explotados y excluidos: Los campesinos latinoamericanos en la fase agroexportadora neoliberal, Quito, Talleres Gráficos El Quinde, 2009

Page 18: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

18

Mientras que en el campo apareció lo que hemos denominado la nueva ruralidad neoliberal5

caracterizada por una transnacionalización de la economía agraria y pérdida de soberanía; una

marcada tendencia a la monopolización de tierra, agua, crédito e insumos; una intensificación

tecnológica orientada a la reprimarización productiva (i.e los vastos monocultivos para la

agroexportación); una descomposición de las relaciones sociales ancestrales y comunitarias con

la pérdida creciente de los patrones culturales y su diversidad, todo lo cual conlleva lo que se ha

llamado una desagrarización del campo.

Dichos procesos se acentuaron especialmente a partir de fines de los 80, pues el Ecuador se

sometió desde entonces a esa nueva forma de capitalismo supranacional –que subyace al

fenómeno de la globalización-, caracterizada principalmente por una aceleración de la

acumulación. La rápida expansión del capital se dio mediante tres procesos que encarnaron una

profunda destructividad social y ecológica, directamente proporcional a la reproducción de

sistemas de mal vivir en el campo: a) la recomposición del aparato productivo, con

incorporación de esa nueva base tecnológica6 para el aceleramiento productivo; b) el despojo

(incluso fraudulento) de recursos vitales y bienes públicos7 (recursos energéticos, vitales como

la tierra, el agua, la radiofrecuencia, los servicios públicos, etc.) y; c) estrategias

fundamentalistas para el control monopólico del mercado mundial, sobretodo en el campo de los

alimentos. Como lo hemos argumentado en un ensayo reciente, la nueva tecnología productiva y

comunicacional, no sólo multiplicó exponencialmente la producción, e instauró la

instantaneidad de flujos económicos, sino que transformó radicalmente la experiencia espiritual

de los seres humanos, sus nociones de espacio y de tiempo, y su directa exposición a la cultura

dominante.8

La aceleración del capitalismo en el campo, resultó en esa nueva ruralidad agresiva que hemos

descrito, la cual transformó el papel de la agricultura, acentuando la disparidad entre las

empresas y clases agroexportadoras, frente a las cada vez más escuálidas economías

campesinas.

5 Jaime Breilh, Francisco Hidalgo, Alex Zapatta et al, TLC en lo agrario: Evidencias y amenazas, Quito, Sistema de investigación de la problemática agraria,

2005, p. 15-76 6

Castells, Manuel (1996) The Information Age: Economy, Society and Culture. Oxford: Blackwell Publishers. 7

Harvey, David (2003) The New Imperialism. Oxford: The Oxford University Press. 8

Jaime Breilh e Ylonka Tillería.

Page 19: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

19

En términos ecológicos, la división entre la ciudad y el campo, históricamente produjo una

fractura; la expansión de los territorios urbanos implicó la pérdida de energía social para la

reproducción de la vida y el deterioro creciente de la fertilidad9. Pero con la eclosión neoliberal,

a esa pérdida de sustentabilidad urbana, se sumaron los apetitos de las empresas agrarias, que

aumentaron la fractura con las condiciones naturales en el campo, y reeditaron un fenómeno ya

descrito por la economía política del siglo XIX: los países colonialistas robaron las tierras y

recursos de los países colonizados, las condiciones de fertilidad de sus campesinos, y

esquilmaron el campo para llenar las arcas de sus ganancias, impidiendo que se cumpla el

principio proudhoniano de conservar los recursos “por el bien de la cadena de las generaciones

humanas”.10

De ese modo la situación actual de los dominios rurales del Ecuador y América Latina, pone al

descubierto la profunda irracionalidad de un modelo de desarrollo que cierra espacio a la vida,

que magnifica los abismos entre los grandes y pequeños productores, y que multiplica patrones

de vida malsanos, inscritos en sistemas ecológicos contaminados y en involución.

En definitiva, el paradigma de la ruralidad neoliberal se perfila en inmensos campos de

monocultivo, con grave pérdida de biomasa, destrucción de la biodiversidad, incorporación de

cultivos genéticamente modificados, aplicación intensiva de agrotóxicos y la sobreexplotación

de ejércitos de asalariados -o mejor subasalariados-, que laboran directamente o por medio del

trabajo asociativo para las grandes empresas. En esas circunstancias, los excampesinos o

pequeños propietarios, pierden su identidad y valores agroecológicos al entrar en la lógica de

una agricultura despojada del sentido de alimentar, producir vida y cultura, y remplazada por

una agricultura reducida a la lógica del lucro inmediatista. La comprensión de ese círculo de la

muerte se completa, cuando pensamos que esas masas proletarizadas, laboran en escenarios

productivos sometidas a una lógica productiva externa, aplicando tecnologías y productos

peligrosos, en ausencia de medidas reales de protección de la salud humana, y en irrespeto

absoluto a los derechos de la naturaleza. Un paradigma de acumulación acelerada, que se apoya

9 James Anderson, A Calm investigation of the circumstances that have led to the present scarcity of grain in Britain en “La ecología de Marx: Materialismo y

naturaleza –John Bellamy Foster-, Barcelona, El Viejo Topo, 2004, p.226 10

Jaime Breilh. La Epidemiología Crítica y una Nueva Forma de Mirar la Salud en el Espacio Urbano. Bogotá: Conferencia magistral en la Alcaldía Mayor de

Bogotá - Secretaría Distrital De Salud, Vi Jornadas Distritales, “La Epidemiología y la Salud Urbana, 2009

Page 20: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

20

en un modelo energético inviable, y se recrea y realiza en modos de vivir malsanos y no

sustentables.

Por todo lo dicho, la primera tarea de cualquier movimiento de reforma agraria, si no quiere

condenarse a repetir un populismo reformista, de cambios aparenciales y frágiles, es

implementar un nuevo modelo de desarrollo agrario, que no sólo revierta las tendencias

destructivas que hemos descrito, sino que construya un auténtico sumak kawsay rural que sólo

puede darse en un mundo rural sustentable, solidario y saludable; las tres “S” que fundamentan

el buen vivir.

Juzgada a la luz de los derechos humanos y de la naturaleza, la sustentabilidad se debe asumir

como una base no negociable de cualquier sistema social y modelo de desarrollo rural.

Lamentablemente se han manejado los conceptos en este campo con una evidente ambigüedad.

Es especialmente importante la confusión creada por el uso indiscriminado de las nociones de

“sustentabilidad” y “sostenibilidad”. La noción de lo sostenible, forma parte del paradigma de la

sostenibilidad. El énfasis semántico de “sostener” se relaciona con las nociones de mantener o

continuar. La noción de lo sustentable, en cambio, forma parte del paradigma de la

sustentabilidad, y se relaciona con las nociones de sustentar o fundamentar.

La sostenibilidad (paradigma del continuismo) es un concepto unidimensional referido

básicamente al tiempo, y orientado a la mera satisfacción de necesidades, tal como éstas son

definidas convencionalmente por el propio sistema hegemónico.11

Al otro lado, la

sustentabilidad (paradigma de la transformación) es un concepto multidimensional que implica

un conjunto de condiciones para que los socio-ecosistemas puedan fundamentar o sostener, no

cualquier forma de vida sino una vida plena, digna, feliz y saludable. Una sociedad puede ser

sostenible sin ser sustentable. Una sociedad puede sostener condiciones mínimas de

sobrevivencia, dentro de cierto límite en el tiempo, y a la par ser concentradora/excluyente,

discriminante, unicultural, y derrochadora; por lo tanto no sustentable. Una sociedad puede

lograr hasta cierto punto abastecer e importar para su población ciertos bienes en respuesta a

necesidades básicas de supervivencia, como por ejemplo alimentos, y llamarle a eso

11

Abaleron, Carlos. Sostenible Versus Sustentable. http://www.omau-malaga.com/portal/index.php?id=199

Page 21: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

21

sostenibilidad, o seguridad alimentaria, pero eso no significa que haya construido bases

sustentables para su señorío sobre dicha alimentación.12

Recogiendo los cuestionamientos esbozados, hemos propuesto una nueva categoría para medir

la sustentabilidad que la denominamos capacidad vital o sustentable, la cual abarca la

productividad integral de dicha sociedad, comprendiendo, a más de la generación de fertilidad y

biomasa para sustentar la nutrición de los pueblos, la capacidad de sustentar las otras

dimensiones de una reproducción social: trabajo y modos de vivir dignificantes; formas de

recreación cultural e identitaria; formas de organización solidaria y soportes colectivos; y

relaciones armoniosas con la madre naturaleza.13

Ligada a la condición anterior de relación con la naturaleza, está la organización solidaria de la

vida en el campo; la segunda “s” del buen vivir. No solo en el sentido de superar la inequidad en

la propiedad de la tierra, agua y crédito, sino en el de organizar una política de soberanía

alimentaria e hídrica, que garantice la protección de la producción de alimentos y el control del

riego de los productores para el mercado interno.

Y finalmente, no puede haber sustentabilidad y equidad solidaria, si el mundo agrario no se

constituye como saludable y supera los procesos y productos malsanos, que lesionan la salud

humana actual y futura, no solamente de los campesinos afectados sino de los consumidores de

productos contaminados o carentes. No puede haber vida sustentable, ni caben relaciones

solidarias en el vivir, si la reproducción social se tiene que realizar en un ambiente patógeno,

deteriorado por la polución, depredación y degradación de los ecosistemas.

El Triangulo de la Política: Desafío de Sabiduría e Interculturalidad

Para enfrentar el desafío de una reforma agraria real y profunda entonces, no basta con repartir

la tierra sino que se requiere trabajar por la transformación integral del modelo agrario y la

12

Boff, Leonardo. Citado en - AMÉRICA LATINA ¿Monocultivos sustentables? No gracias.

Grain/Entorno [http://www.pazyjusticia.org/foro/printview.php?t=361&start=0], 12 de Septiembre, 2006 13

Breilh, Jaime. El Desarrollo Sustentable, La Soberanía y la Naturaleza en "La Transición Hacia un Desarrollo Sustentable y Soberanía Humana: Realidades

y Perspectivas en la Región de las Américas" - Finkelman, Jacobo y Galvão, Guto -editores-. Rio de Janeiro: Fundación Oswaldo Cruz (FIOCRUZ) y Organización Panamericana de la Salud (OPS), 2009 (en prensa)

Page 22: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

22

conquista de un mundo agrario sustentable, solidario y saludable. Y en esa dirección se torna

evidente la necesidad de integrar tres elementos decisivos que constituyen lo que se ha definido

como el triangulo de la política: ideas revolucionarias, norteadoras; una estrategia política; y

conocimientos técnicos (ver figura N° 1).14

Figura 1

Triángulo de hierro de la política

[A] un proyecto político emancipador de reforma agraria enmarcado en una comprensión clara

de la reforma como proceso mediador hacia una ruptura con la agricultura no sustentable, no

solidaria y malsana; y en una formulación dinámica para la construcción de sustentabilidad y

modos del buen vivir rural; [B] la estrategia política con un análisis realista de la estructura de

poder, e ideas para manejar el proyecto y el grado de consenso o disenso que lo empuja u

obstaculiza; y [C] la capacidad de gestión se refiere al acervo de técnicas, normas

instrumentales, destrezas y habilidades indispensables según la naturaleza del programa de

acción. Reconociendo en este último elemento que, muchos de los modelos técnicos y

14 Carlos Matus, Adiós señor Presidente, Santiago, LOM Ediciones, 1998.

[B] Estrategia política (manejo político/ético de

consensos y disensos)

[C] Gestión (Capacidad técnica)

[A] Proyecto emancipador de reforma agraria

Page 23: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

23

basamentos conceptuales actualmente en uso, se oponen a una mirada emancipadora, por mero

funcionalismo y formas camufladas de más de lo mismo.

Finalmente, el modelo que aquí se esboza no debe confundirse ni con un agro-ecologismo

simplista y focalizado, ni peor aun con un reciclado “capitalismo verde”. Especialmente esto

último parece ubicarse en el horizonte agrario como salida que las empresas agroalimentarias

buscan para superar los límites absolutos de ese capitalismo agrario salvaje que tocó fondo. En

efecto, el llamado capitalismo verde no es sino una forma de implementar una nueva ronda de

acumulación, basada en la apropiación selectiva de las demandas de movimientos

ambientalistas, incluyendo temas posicionados por activistas del comercio justo, la salud del

consumidor y la protección de los animales. Un régimen ambiental “verde” que pretendería

reconfigurar la acumulación de capital, modificando las prácticas productivas para que se

reduzcan los efectos ambientales nocivos, y para que sean satisfechos los cambios culturales en

la demanda de mercancías y productos “verdes”.15

La hora actual es promisoria pero las confusiones y amenazas están a la orden del día. Debemos

estar conscientes de que responder al desafío de construir un mundo agrario distinto, nos sitúa

en una posición clave para la defensa de la vida.

15 Harriet Friedmann. From Colonialism to Green Capitalism: Social Movements and Emergence of Food Regimes. Bingley: Emerald Group Publishing

Limited, 2006 (resumken publicadio en http://www.propertytaskforce.org/files/3rdFoodRegime.pdf; traducción al castellano por Javier Rodríguez Sandoval)

Page 24: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

24

Page 25: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

25

La acumulación en el agro:

una realidad presente que no queremos en el futuro

Edgar Isch L.

La tierra agrícola es probablemente el primer recurso natural que empezó a ser objeto de

apropiación y, con ella, vino también la apropiación del agua. En el momento previo, se trataba

de patrimonios de propiedad y cuidado de todos y, en el tránsito a ser considerados como

recursos, hay una transformación en la manera de pensar que se vincula a un cambio en la forma

de organizar la producción social, lo que significa una conducta diferente al establecer la

relación entre los seres humanos y entre estos y la naturaleza.

Pero lo que sucede ahora es una manera específica de acumulación propia del sistema

capitalista, diferente a la de otros modos de producción. Aquí entran en debate dos categorías

relacionadas: acumulación y despojo. En otras palabras, para que alguien acumule es necesario

que otro sea privado del objeto de acumulación. A nivel de la dominación imperialista

internacional, André Gundrer Frank (1982) diría que se generaban de manera simultánea el

desarrollo en el centro imperialista y el “desarrollo del subdesarrollo” en la periferia. A nivel

incluso interno de un país, David Harvey (2004) plantearía que hay una “acumulación por

desposesión”.

Esta doble cara de la acumulación debe ser comprendida si se quiere tener una visión integral de

lo que, en estos aspectos, está sucediendo. Ello implica observar la manera en la que hay

quienes sobre-acumulan y sobre-consumen agua, tierra, productos, pero hay quienes tienen un

infra-consumo, que involucra incapacidad de salir de la baja productividad y de la pobreza. Este

acceso diferenciado a los recursos naturales y a la naturaleza en su conjunto, marca aspectos

centrales de los conflictos sociales en nuestros días.

Page 26: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

26

Y el fenómeno no tiene manifestaciones aisladas, sino que se expresa de manera general y

global. El carácter estructural ya estaría detectado desde hace mucho, vinculado a una

perspectiva de relación entre los seres humanos y la naturaleza que es propia de regímenes

basados en esa explotación dual de trabajadores y naturaleza, así como a una perspectiva

epistemológica positivista que separa al sujeto del aprendizaje del objeto, como si no existiesen

relaciones mutuas entre ambos.

Esta visión, hegemónica hasta nuestros días, plantea la acción humana como “domesticadora” y

dominadora de la naturaleza, ya que somos “los reyes de la creación”, que además no debemos

preocuparnos por cuanto de ella obtenemos y cómo, pues siempre “dios proveerá”.

Este análisis, por supuesto se lleva a cabo en el contexto socioeconómico actual, por lo cual es

necesario recordar que: “Toda producción es apropiación de la naturaleza por el individuo,

dentro de una forma social determinada por aquella” (Marx, 1980). La apropiación de la

naturaleza está íntimamente ligada con el manejo que se hace de la misma, entendiendo por

manejo el uso de los recursos naturales, lo cual queda muy lejos de una gestión que nos habla

además de las formas administrativas, sociales y culturales que están presentes y, mucho más

distante aún, de una gestión social de los recursos, que involucra la participación y que

privilegie los derechos e intereses colectivos por encima de los intereses particulares.

Recordar, por tanto, el contexto socioeconómico debe permitir comprender que la apropiación

de la tierra, el agua y la naturaleza en su conjunto, no es un hecho aislado de la forma misma en

la cual se ha organizado la sociedad. En palabras de Maurice Godelier (1990): “No existe una

crisis en el uso la naturaleza que no sea una crisis en la forma de vida del hombre. En todas

partes aparece un lazo estrecho entre la forma de usar la naturaleza y la forma de usar a los

humanos”. El sistema capitalista es un sistema que destruye tanto la naturaleza como a los

trabajadores.

A la acumulación de cantidad de recursos, hay que sumar la de calidad. Desde la Reforma

Agraria de los años 60 sabemos que se repartió “la peor tierra a los indios” y que la buena con

mayor aptitud productiva quedó en manos de los viejos hacendados y quienes tenían vínculos

con ellos. Lógicamente, de hecho una hectárea de tierra arable y con riego vale más que varias

Page 27: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

27

hectáreas en zonas secas. Lo mismo puede decirse del agua, pues si los recursos hídricos están

contaminados, la producción agrícola de quienes la usan se verá afectada y, de hacerse público

que zona usa esa agua de riego, su producción tendrá dificultades de venderse en el mercado. La

acumulación en calidad, entonces, no necesariamente va ligada a la acumulación de cantidad y

ello debe considerarse en medida que los estudios se desarrollen y las perspectivas se agudicen.

Legitimización de la acumulación, acumulando otras esferas de la vida social

A la acumulación de cantidad y calidad, hay que añadir la acumulación en la toma de

decisiones. Esta ya sale de la esfera estrictamente productiva para entrar en la esfera del poder

político-administrativo, pero es tanto o más importante que las anteriores, porque las viabiliza,

les da sustento y permanencia. En ese espacio se da legitimidad a la concentración de recursos

en pocas manos y se establecen los mecanismos que la protegen.

Si bien se trata de aspectos de la “superestructura”, las leyes, normas y resoluciones no han sido

el producto democrático resultado de procesos participativos. Como dicen en esferas

comunicacionales, aquí el número de actores que están a cada lado de una decisión no cuenta

porque: “las opiniones no se suman sino que se pesan”. Y por supuesto tiene más peso la

opinión del hacendado que la del campesino; la del dueño del ingenio, que la del proletario

agrícola. Y podemos seguir reconociendo las distintas formas de inequidad presentes en el país,

sabiendo que pesa más la opinión de un blanco-mestizo que la de un indígena o de un negro y

que pesa más la opinión de un hombre que la de una mujer.

El poder real se expresa también en este ámbito, lo que pone muchas veces a los funcionarios en

la calidad de administradores y defensores de los intereses de otros, de unos pocos, porque de lo

que se trata es de colocar a los intereses de los sectores poderosos como los intereses de todos.

Es fácil verlo cuando se plantea a la agroindustria o a la minería como “asunto de interés

nacional” olvidando el interés social y no solo de amplios sectores, en la agricultura campesina.

Pero, además, ubiquemos una cuarta manera de acumulación, que se da en la capacidad de

imponer un pensamiento hegemónico. Desde acá, se hará indiscutible aquella manera de

relacionarse con la naturaleza y el sistema de apropiación de la riqueza en pocas manos.

Page 28: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

28

Componentes de esta forma de acumulación se vinculan con un uso impropio de la ciencia, que

planteándola como un producto estático y solo técnico, es utilizada para justificar la

explotación de recursos naturales “por qué se usa tecnología de punta”, cuando en temas

ambientales y otros de los que se trata no es de cuál es la tecnología “de punta” sino cuál es la

tecnología adecuada, social – ambiental y económicamente, y por tanto la que debe emplearse.

Con el cuento de “tecnología de punta” se llevó adelante la llamada “revolución verde”, cargada

de agrotóxicos, provocando grandes afecciones a la seguridad y soberanía alimentarias de países

como el Ecuador.

La fuerza hegemónica del pensamiento neoliberal llevaría a sostener que se estaba formando un

“pensamiento único”, frente al cual José Saramago aclararía que es más un “pensamiento cero”

porque nos pedían no pensar y simplemente confiar en aparatos ideológicos tan fuertes como la

CNN y la producción de Hollywood. En realidad, parte del éxito de los neoliberales en aplicar

su esquema económico fue lograr que un alto porcentaje de la gente creyese que sus propuestas

eran “técnicas y no políticas” y que no existía ninguna otra opción, que eran “inevitables”.

En el campo ecuatoriano, fue esa también una realidad impulsada además con la fuerza de

proyectos impuestos con endeudamiento externo, principalmente los créditos que alimentaron el

Programa Sectorial Agropecuario, del cual emergería la Ley de Desarrollo Agrario de 1994.

Esta Ley fue condición de créditos de deuda externa y generó un mercado de tierras, al mismo

tiempo que de hecho impedía las expropiaciones y tomas de tierra, permitió la fragmentación y

venta a terceros de tierras comunitarias y autorizó que las concesiones de agua puedan

transferirse automáticamente con la venta del terreno.

Estas cuatro esferas de acumulación están íntimamente relacionadas y se afectan unas a otras. Si

se quiere combatir la inequidad en el acceso a la tierra, agua o cualquier otro factor productivo,

es necesario comprenderlo y actuar en todas estas esferas con igual insistencia y vigor.

Acumulación y seguridad alimentaria

La acumulación de tierra y agua no es un fenómeno de exclusivo contenido nacional ni solo de

los años de aplicación del neoliberalismo, pues forma parte del funcionamiento normal del

Page 29: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

29

capitalismo, en el cual la acumulación del capital en pocas manos no es solo consecuencia de la

inequidad, sino que es causa bendecida por los defensores del sistema que siempre dirán que es

el interés en el lucro individual el principio que permite el desarrollo, el crecimiento económico

y por efecto cascada, la distribución de algo de la riqueza a los más pobres.

La acumulación a escala internacional, ligada hoy indisolublemente a la existencia del

imperialismo, ha sido justificada en cualquier momento de la historia como un derecho de los

poderosos. Así, Hernán Cortés, el descubridor de México, habría dicho que: "los españoles,

tenemos una enfermedad del corazón para la cual el remedio indicado es el oro" (citado por

Gunder Frank, 1965); mientras George Kanande (Maldonado, 2005), sostenía en los años

cincuenta: “tenemos que defender nuestros recursos, los de Estados Unidos, el hecho que se

encuentren en otro país es un accidente”.

Ahora, con esa misma agresividad se invaden países, se colocan bases militares en todos los

países posibles, pero se procede también a otros mecanismos que se presentan como más hábiles

y engañosos. Uno de ellos, es la amplia, legal y financieramente justificada compra de tierras a

nivel global.

Más de 20 millones de hectáreas de tierras en el mundo en desarrollo están en manos de

gobiernos y empresas extranjeras, una cantidad equivalente a la cuarta parte de tierras arables de

Europa, que es ejemplo de una apropiación agraria que se disparó con la crisis alimentaria de

2008. Joachim von Braun, director del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas

Alimentarias (IFPRI, por sus siglas en inglés) calcula que esas adquisiciones implican

inversiones de entre 20.000 y 30.000 millones de dólares procedentes de China, Corea del Sur,

India y los estados petroleros. Se informa adicionalmente que: “alrededor de la cuarta parte de

estas inversiones son para plantar vegetales destinados a elaborar biocombustibles”

(Tierramérica, 2009).

Pero esta suma no considera otra forma de apropiación a través de contratos de arrendamiento o

compra por agentes privados como el firmado entre la compañía coreana Daewoo Logistics

Corporation en Madagascar, sobre 1,3 millones de hectáreas para cultivar maíz y palma

aceitera; el plan de Dexion Capital Global Farming de comprar mil doscientos millones de

Page 30: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

30

hectáreas en países pobre; o de Cáliz Agro que tiene ya 60 mil hectáreas en Brasil (Grain,

2009).

En el mismo artículo, la organización GRAIN resume este fenómeno señalando que:

“Juntas, las crisis alimentaria y financiera actuales dispararon un nuevo ciclo mundial de

apropiación de tierras. Los gobiernos con “inseguridad alimentaria”, que dependen de

importaciones para alimentar a su población, están arrebatando tierras agrícolas fuera de su

país en las que pretenden producir alimentos propios. Las corporaciones alimentarias y los

inversionistas privados, ávidos de ganancias en medio de la crisis financiera, ven la inversión

en tierras agrícolas extranjeras como una importante y nueva fuente de lucro. Las tierras

agrícolas fértiles se privatizan y se concentran más y más. De no poner coto a este proceso, el

acaparamiento mundial de tierras puede significar en muchos sitios el fin de la agricultura en

pequeña escala como medio de vida y sustento”.

Las implicaciones son multilaterales, al grado que el gobierno de Bolivia señalaría que son

expresiones de agro-imperialismo (Viceministerio de Tierras, 2009) y un informe de la

Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicado en

mayo de 2009 plantea que: "El incremento de las compras masivas de terrenos en África y otros

continentes aumenta el riesgo de que los pobres se vean desposeídos o se les impida el acceso a

la tierra y el agua". Acumulación y despojo caminando visiblemente juntos.

A estos factores, hay que añadir que la acumulación, tanto de carácter internacional como la

plantea, cuanto la que se presenta al interior del Ecuador, está atada al mercado mundial y

cadenas productivas en las que priman los intereses de lucro y no la garantía de derechos. Esto

es de vital importancia cuando se habla de la seguridad y soberanía alimentarias.

Sabemos bien que la soberanía alimentaria está amenazada por una producción agrícola de

exportación y la imposición de formas de consumo que responde a una historia cultural

diferente a la propia. No requiere mucho esfuerzo comprender que la acumulación de tierra y

agua está ligada a ese tipo de producción y que, dado que la producción de alimentos para el

mercado interno está en manos de los campesinos pobres y medios, va acorralando a la

producción diversa con tecnologías alternativas y prácticas culturales diferentes. La

Page 31: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

31

homogenización de la producción es necesaria para las grandes corporaciones como mecanismo

de ampliar la productividad, pero es también forma de imponer una cultura única, anulando los

rasgos propios.

De igual manera, la seguridad alimentaria se pone también en peligro. Campesinos despojados a

los que no les queda más opción que la de migrar a las ciudades o al extranjero, son el reflejo de

hectáreas que dejan de producir los alimentos que la población ecuatoriana consume. Grandes

extensiones prometidas para agro-combustibles u otras mercancías económicamente fuertes

pero inútiles para sostener la vida misma, reducen la capacidad de los países para alimentar a su

gente. Son múltiples los datos de cómo las medidas de la revolución verde, primero, y

neoliberales después, aplicadas como receta infalible hicieron de países con suficiencia de

alimentos unos países importadores que hoy dependen de las grandes transnacionales en lo más

fundamental (el caso de México antes y después del TLC es dramático en este sentido).

Soberanía y seguridad alimentaria son promesas de la nueva Constitución, pero no todas las

promesas se cumplen si no hay compromiso, vigilancia y claridad en el resultado que se busca y

los mecanismos que se requieren. Y uno de ellos, sin duda, es enfrentar los temas de la

propiedad de la tierra y la acumulación del agua.

Nos hemos centrado en la agricultura, pero acumulación de tierra y agua, despojando también

por esa razón a los campesinos, existe en la producción extractivista de actividades petroleras y

la minería a cielo abierto que se mantiene como amenaza sobre el país. Ello no debe ser

olvidado.

Acumulación y derechos

Para el régimen mercantil, los derechos que deben ser considerados son los que hacen referencia

a la propiedad individual y a las transacciones. Si esto fuera cierto, habría que creer que es en el

mercado en donde se realiza la justicia, lo no tiene nada que ver con que muchos puedan decir

que las Cortes también parecen un mercado. Las “fuerzas invisibles del mercado” son intereses

y acciones de personas, empresas y clases sociales claramente identificables y su juego está

hecho para que el “pez grande se como al pez chico”. El libre mercado puede llegar a ser

Page 32: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

32

eficiente, pero no es justo ni siquiera en cuanto al mero intercambio de mercancías. Y el

mercado de la fuerza de trabajo, lo es mucho menos.

Pero hay otros derechos, aquellos que nos pertenecen por ser parte de la familia humana,

participemos o no en el mercado. Son los derechos al territorio, al agua, a la alimentación, a

condiciones básicas de vida y a un ambiente sano, entre muchos más, y que resultan afectados

en el “libre mercado”, donde es más fácil comprar permisos para contaminar que dar respuesta a

las necesidades de la mayoría.

La acumulación se convierte en el motor generador de inequidad. El propio argumento de “libre

competencia” queda muerto cuando se trata de comparar a quienes tienen accesos tan

diferenciados a recursos fundamentales como tierra y agua. ¿Cómo puede competir el

campesino con poca y mala tierra que casi no recibe riego, frente a aquel empresario que tiene

abundancia de tierra y agua y puede hacer uso de tecnología moderna?

Considerando que en gran medida la producción de alimentos en el Ecuador está en las manos

de las mujeres, hay aquí además una carga de género indiscutible. Y lo mismo podemos decir de

las poblaciones indígenas y montubias. Entre los productores de alimentos está buena parte de

los mayores niveles de pobreza del Ecuador.

La tierra y el agua son los ejes de la inequidad en el campo, ampliada a lo largo de la aplicación

del neoliberalismo y con apoyo de los mecanismos colonizadores de la deuda externa que

supuso también ajustes legales para que aquello fuera posible. Ahora, distintas organizaciones

cuestionan nuevamente al Banco Mundial y sus socios por plantear nuevamente recetas

flexibilizadoras y mercantiles que involucran nuevos cambios normativos “recomendados” para

los “países en desarrollo”.

Las similitudes en los ajustes de corte neoliberal en un país y otro, de este continente u otros

más, plantea también que parte de la forma en que se expresa el fenómeno de la acumulación es

la anulación de las diversidades culturales y legales. No se trata solo de las normas jurídicas a

escala nacional, sino de la manera como se transforma la vida de comunidades, etnias y

nacionalidades que tienen arraigo en el campo. El mercado uniforme tampoco permite normas

Page 33: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

33

diversas, busca poner los mismos parámetros homogéneos sobre todo producto y proceso,

presenta listas de chequeo validadas como sistemas de acreditación y abre las puertas solo a

aquello que cumple las reglas. Incluso cuando se habla de formas alternativas que son realmente

importantes, como el comercio justo y el comercio de productos orgánicos, hay muchas veces la

tendencia a repetir esa modalidad de juego homogenizado, corriendo el riesgo de cambiar de

una cadena de proveedores de insumos a otra.

Acumulación y reforma agraria

La existencia de un proceso de despojo masivo, simulado como procesos mercantiles, plantea

los temas de tierra y agua como uno de los aspectos más importantes para una real

transformación en la estrategia de desarrollo mantenida por décadas en el Ecuador. Esto, desde

una visión global, habla de la importancia de asumir el Sumak Kawsay como perspectiva

orientadora que permita convivir en torno al bien común y respetar a la naturaleza, otra cosa que

se ha demostrado no sucede en la producción intensiva de monocultivos en grandes extensiones.

Los textos presentados en este libro ratifican de manera clara y con estudios de caso a

profundidad, que el fenómeno de la acumulación se agudiza al mismo tiempo que se justifica y

enmascara. No importan la provincia o región geográfica, lo que está de trasfondo es la

generación de nuevos conflictos sociales y de las contradicciones entre la economía campesina

y su producción para el mercado nacional, frente a grandes empresas, transnacionales o ligadas

a ellas, que emplean mano de obra para monocultivos de destino internacional.

El análisis a nivel de ejes productivos, microcuencas o canales de riego, permite incluso

identificar detalles de la manera en la que el proceso de acumulación se ha presentado a lo largo

de los años. No es un fenómeno nuevo, pero hay manifestaciones nuevas y el nivel que va

alcanzando profundiza las diferencias sociales. Esos materiales plantean también la necesidad

de alternativas que fortalezcan la argumentación a favor de los intereses campesinos, que son al

mismo tiempo, los de la seguridad y soberanía alimentaria, los de un país que quiere un destino

marcado por su propia gente y los intereses de protección de la naturaleza.

Page 34: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

34

También se ratifica en los estudios que componen este libro, que la transformación en el área

rural no podrá hacerse si no se enfrenta el problema de la tenencia de la tierra y el

reordenamiento de los permisos de uso de recursos hídricos o concesiones (esto último es

mandato constitucional) para romper con las formas de acaparamiento. Porque, hay que recordar

que no solo está la posesión directa, sino también la mutipropiedad con nombres distintos y un

solo poseedor real, el arrendamiento, la agricultura bajo contrato y las expropiaciones (más

frecuentes en las actividades extractivistas).

Por ello, muchos son los estudiosos pero sobre todo los movimientos sociales que vuelven su

mirada al planteamiento de la Reforma Agraria Integral. En ello, se parte precisamente de la

temática de la tierra, pero se pasa a la acumulación de otros recursos, las posibilidades reales de

participar en el mercado nacional e internacional, el respeto a formas diversas de organizar la

producción y la vida social, en fin, a entenderla dentro de una perspectiva de desarrollo

alternativa y contrahegemónica. En esta dirección son importantes los estudios incorporados en

la obra del SIPAE titulada “¿Reforma Agraria en el Ecuador?: viejos temas, nuevos

argumentos” (Brassel et al, 2008), en los cuales se presentan razones válidas y potentes para

reconocer en la reforma agraria una bandera de lucha que de ninguna manera está presente solo

para los pobladores del campo.

En un Ecuador en el que las clases y sectores sociales hacen cada día más visible su accionar y

que en ello van identificando sus verdaderos intereses y aliados, la construcción del sujeto

histórico capaz de llevar adelante esta transformación es un hecho factible a más de necesario.

Por ello, como en todo, a los argumentos hay que sumar la organización y la unidad. Hay

alternativas y hay que saber llevarlas al terreno de la realidad, en momentos en el que las

definiciones implican el futuro.

Page 35: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

35

REFERENCIAS

BRASSEL, F., HERRERA, S. y LAFORGE, M. (edit.) (2008). “Reforma Agraria en el Ecuador?: viejos temas,

nuevos argumentos”. SIPAE, Quito.

FRANK, André Gunder (1965). “¿Con qué modos de producción convierte la gallina maíz en huevos de oro?”. En:

Debate Rodolfo Puiggrós –André Gunder Frank (sobre los modos de producción en América Latina)

FRANK, André Gunder (1982). Capitalismo y subdesarrollo en América Latina. Siglo XXI editores, Buenos Aires.

GRAIN (2009). ¡Se adueñan de la Tierra! El nuevo acaparamiento agrario. En: Biodiversidad, sustento y culturas,

número 60, Quito.

GODELIER, Maurice: “La apropiación material y social de la naturaleza” en: Maurice Godelier, Lo ideal y lo

material, Taurus, Madrid, 1990.

HARVEY, David (2004). El “Nuevo” imperialismo: acumulación por desposesión. En: Socialist Register 2004

MALDONADO, Adolfo (2005). América se escribe con sangre. Facultad de Cierncias Médicas, Cuenca – Ecuador.

MARX, Carlos (1982). Elementos Fundamentales para la Crítica de la Economía Política. Introducción. Editorial

Siglo XXI, España.

Tierramerica (2009). Extranjeros a la caza de propiedades agrarias.

http://www.tierramerica.info/nota.php?lang=esp&idnews=3274

Viceministerio de Tierras de Bolivia (2009). El Agroimperialismo se adueña de la tierra. Documentos de trabajo No.

2. La Paz, Bolivia.

Quito, diciembre de 2009.

Page 36: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

36

¿MEDIACIÓN PARA LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS O,

MECANISMO DE ACUMULACIÓN?:

EL APROVECHAMIENTO AGRÍCOLA DEL AGUA

Alex Zapatta

Roberto Chiriboga

EL REPARTO SOCIAL DEL AGUA EN LOS ESTUDIOS AGRARIOS

En los años 90 y en la primera década de éste siglo, ingentes recursos financieros fueron

canalizados a través de organismos que pretendieron enclaustrar la reflexión de la problemática

de los recursos hídricos en torno a la “escasez del agua”, la “gobernanza del agua” o, su

“gestión integrada”, desatendiendo una cuestión medular en las sociedades capitalistas: el

acaparamiento del agua destinada a la producción agrícola; con ello, el análisis de la

problemática de los recursos hídricos, corría el riesgo de verse distanciada del análisis general

de la problemática agraria.

Es mérito del Consorcio para la Capacitación en Manejo de Recursos Naturales Renovables

(CAMAREN) y el Foro de los Recursos Hídricos, haber realizado un esfuerzo significativo por

insistir en la necesidad de comprender la problemática del agua en el marco de la comprensión

general de la problemática agraria en el Ecuador. Tal esfuerzo, que ha sido una constante desde

los inicios del Foro, alcanzó mayor trascendencia con la publicación de la primera parte de un

estudio en torno al acaparamiento agro empresarial del agua para riego bajo el título “El despojo

del agua y la necesidad de una transformación urgente” (2008). Los hallazgos principales de

éste trabajo, presentados en Portoviejo en el momento en que la Asamblea Nacional

Constituyente elaboraba la nueva Constitución, fue una contribución para que los temas del

acaparamiento y concentración de las aguas hayan tenido un tratamiento específico en el texto

Constitucional aprobado en el 2008.

Page 37: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

37

Desde luego, no es que la cuestión de una injusta distribución de las aguas no haya tenido un

tratamiento con antelación a la existencia del Foro de los Recursos Hídricos. Importantes

aportes en ésta línea de reflexión provinieron de la cooperación científica francesa materializada

por el Instituto Francés de Investigación Científica para el Desarrollo en Cooperación

(ORSTOM)1 que, en alianza con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INERHI)

2,

desarrollaron una serie de estudios en los que evidenciaron las desigualdades sociales en el

aprovechamiento del agua en el riego en las cuencas del ríos Mira, Esmeraldas y Pastaza. Los

informes de la cooperación conjunta ORSTOM – INERHI se hicieron públicos en 1993.

Luego, una serie de estudios vendría a confirmar la certidumbre de que, en la región interandina,

ni el proceso de reforma agraria, ni la aplicación de la Ley de Aguas (1972), habían logrado que

el reparto social del agua en el agro se democratice. Algunos estudios pusieron acento en el

entorno general de la distribución social del agua; otros estudios, enfatizaron el reparto de

derechos al interior mismo de los sistemas de riego. Entidades como la Central Ecuatoriana de

Servicios Agrícolas (CESA), el Instituto de Ecología y Desarrollo de las Comunidades Andinas

(IEDECA), el Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV), el Centro Internacional

de Cooperación para el Desarrollo Agrícola (CICDA – Francia) contribuyeron a generar

información sólida con respecto a la problemática de la distribución social del agua.

Pese a la importancia de la agricultura bajo riego en la Costa, el análisis del reparto social del

agua en ésta región del país, empezó a ser significativo solamente en los últimos años. Allí

destacan los estudios del Instituto de Investigaciones Rurales de la Escuela Politécnica del

Litoral (ESPOL), los estudios del Sistema de Investigación sobre la Problemática Agraria en el

Ecuador (SIPAE) y, los estudios del CAMAREN a los cuales ya se hizo referencia.

Los movimientos sociales indígenas y campesinos han hecho importantes contribuciones a la

comprensión de la problemática de los recursos hídricos, enfatizando articulaciones que para el

mundo académico, pasaban más o menos inadvertidas: las interrelaciones agua – cosmovisión

1 El ORSTOM, se transformó posteriormente en el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) y, continúa prestando cooperación científica al

Ecuador. 2 Parte de las funciones del INERHI fueron trasladas, en el año 1994, al entonces creado Consejo Nacional de Recursos Hídricos (CNRH), entidad que desde

el año 2008, fue transformada en la Secretaría Nacional del Agua (SENAGUA).

Page 38: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

38

andina; agua – soberanía alimentaria; agua – derechos colectivos de pueblos y nacionalidades;

agua – manejo y conservación de ecosistemas; etc. Si bien, la Confederación de Nacionalidades

Indígenas del Ecuador (CONAIE) ha tenido un rol destacado en el posicionamiento de varios de

ésos temas, las otras organizaciones de proyección nacional como la Federación Nacional de

Organizaciones Campesinas Indígenas y Negras (FENOCIN), la Coordinadora Nacional

Campesina “Eloy Alfaro” y, en general, todas las organizaciones y plataformas sociales con

presencia en el agro, han aportado desde sus experiencias y preocupaciones específicas, para

que la comprensión sobre la problemática del agua en el agro, revista mayor amplitud, pero al

mismo tiempo, tenga mayor profundidad.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL APROVECHAMIENTO DEL AGUA EN LA

PRODUCCIÓN AGRARIA3

Una revisión de los estudios sobre aprovechamiento del agua en la producción agraria de mayor

desarrollo capitalista – algunos de los cuáles están insertados en éste libro –establecen

elementos que permiten destacar la relación íntima entre el control sobre la tierra y

acaparamiento del agua.

En términos generales, la relación entre control de la tierra y acaparamiento del agua, se

caracteriza por: a) el rentismo; b) la exclusión; c) el extractivismo y, d) la transformación del

agua en commodities.

El aprovechamiento rentista del agua, se expresa en la conversión de ése recurso natural en

recurso productivo, cuyo control y uso abundante, contribuye a asegurar ganancias

extraordinarias en la actividad agrícola, la llamada renta diferencia, tema que, más adelante se lo

trata con algún nivel de detalle. De hecho, los productos agrícolas que asegurar mayor ganancia

en los mercados, son aquellos que demandan abundante cantidad de agua en el ciclo productivo,

en el caso ecuatoriano: banano, flores, brócoli, caña, etc.

3

Ésta parte del presente artículo, redactado por Alex Zapatta, fue publicado en Europa con ligeras modificaciones, bajo el título “Water consumption in

Ecuadorian Agroindustry” (2009).

Page 39: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

39

El proceso de reprimarización de la economía ecuatoriana, que se consolida a inicios de los años

90, se fue abriendo camino merced a la aplicación de políticas de ajuste. En materia de aguas,

las llamadas “políticas del ajuste hídrico”, se orientaron a viabilizar el nuevo rol que debía

cumplir el agua en la agricultura de exportación; el desmantelamiento de la institucionalidad de

las aguas en 1994 que, entre otras cosas implicó la extinción del INERHI, representa un

momento sobresaliente de ese proceso.

Es necesario recordar que la justificación teórica del modelo de acumulación basado en la

reprimarización de la economía tiene en el centro la noción de “aprovechamiento de las

ventajas comparativas” que, supuestamente, tienen los países en función de de sus

características ecológicas (suelos y clima favorables a unas actividades agropecuarias

específicas), ventajas relacionadas con la existencia de infraestructuras de comunicación

(pistas, puertos, etc.), etc. (Dufumier, 2004).

Por la información de la que se dispone, todo parecería indicar que entre las “ventajas

comparativas” – según el lenguaje de quienes se identificaban con ésa concepción - que “le

permiten al Ecuador reinsertarse en los mercados internacionales”, estaría también el supuesto

de contar con “suficiente agua” para cultivos exigentes en su consumo.

La exportación de cultivos exigentes en agua, no es nada extraño en el marco de la nueva

división internacional del trabajo y la configuración de un nuevo modelo de desarrollo de la

agricultura; de hecho, el comercio agrícola mundial no es sino una gigantesca transferencia de

agua, en forma de “commodities”, desde regiones donde se la encuentra en forma abundante y a

bajo costo, hacia otras donde escasea, es cara y su uso compite con otras prioridades. Esto ya

tiene un nombre, entre los estudiosos del tema, la denominan “agua virtual”. Éstos sostienen que

este comercio se incrementará en el futuro, de la mano de una demanda creciente, paralela al

agotamiento y contaminación de los recursos.

Pero entre las “ventajas comparativas” del Ecuador no solo está, al parecer, contar con

garantías de satisfacer las demandas de agua a los cultivos exigentes en su consumo; sino,

además, el poder “absorber” – sin que implique costos adicionales - los efectos ambientales

negativos del uso del agua en la producción de cultivos de alta rentabilidad. Es decir –

utilizando los términos de los economistas neoclásicos- no se internalizan en los costos, las

Page 40: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

40

externalidades negativas de los procesos productivos, pese a que, como se verá a continuación,

tales efectos, en varios de esos productos, son de considerable magnitud.

Pero además, no solo es un problema de volúmenes de agua consumida y efectos ambientales

adversos, es también un problema grave de consumo de energía. Un estudio científico (Alfaro y

Marin. 1990) advertía a inicios de los 90, que “la modernización de sistemas de riego en países

en desarrollo ha implicado reemplazar sistemas intensivos de riego y el bajo consumo de

energía, por sistemas más eficientes pero con un mayor consumo de energía y mayores costos

de operación. Aunque existen sistemas de riego que funcionan en forma eficiente, como los de

riego de plátano en Ecuador y de frutales en Chile, en muchos casos el funcionamiento de estos

sistemas es menor a lo esperado, y con resultados pobres en relación a la conservación del

agua y de energía.”

La necesidad de asegurar el agua para rentabilizar la producción agrícola, ha implicado el

desarrollo de mecanismos diversos para asegurar la suficiente dotación de agua. En las zonas en

donde históricamente el Estado ha jugado un papel importante en la asignación y regulación del

agua , en la región interandina especialmente, los grandes propietarios de tierra aseguraron para

si los derechos de agua, formalizados según la legislación vigente; en regiones en donde el

Estado no tuvo un rol significativo en la asignación y regulación del agua, en el Litoral y

Amazonía particularmente, los propietarios y dueños de plantaciones, desarrollaron mecanismos

de diversa índole para asegurar el control del agua, excluyendo o limitando su acceso a los

campesinos.

En cuanto al rol del Estado, no deja de llamar la atención, por lo paradójico, que algunos

proyectos públicos de riego hayan contribuido reforzar las inequidades sociales en el agro,

beneficiando a sectores vinculados a procesos de acumulación (Brassel ET AL. 2008). Sobre

éste particular resulta interesante como incluso el acceso a información sobre proyectos de riego

estatales a construirse, es asimétrica, en provecho de círculos empresariales que potencialmente

podrían ser beneficiarios. Ramón Espinel, Paúl Herrera y G. Vanhuylenbroeck (2005), analizan

el como se manejo la información en con respecto a la infraestructura de riego del proyecto de

trasvase de aguas a la península de Santa Elena:

Page 41: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

41

“...se estudió el problema de la provisión de riego a través de una infraestructura pública en un

entorno de información asimétrica (IA) sobre los potenciales beneficios de la disponibilidad del

agua y el valor de la tierra. Debido al mal manejo de la información por parte del gobierno,

una compra-venta masiva de tierras comunales empezó desde que se anunció la construcción

de los canales. Luego de 8 años, menos del 20% de la capacidad de riego es usada y existen

grandes problemas para asegurar la operación y mantenimiento de las obras y con ello la

sostenibilidad de la actividad agrícola. El análisis consiste en probar si ciertas condiciones de

optimalidad para la asignación de recursos naturales son aplicables cuando los ingresos de los

individuos y los costos de acceso al bien público son información privada. El resultado más

importante es que la presencia de IA induce un escenario en el cual los nuevos propietarios de

tierras (no comuneros) demandan una cantidad menor de riego, debido a sus altos costos

marginales de cultivar en grandes extensiones de tierra. Un segundo resultado importante

sugiere que subsidiar a los nuevos propietarios de tierras (y algunos especuladores de tierras)

a través de la provisión del riego, ha incrementado la inequidad con respecto a los campesinos-

comuneros.”

RIEGO Y VALORIZACIÓN CAPITALISTA DE LA PROPIEDAD AGRARIA

El carácter de la formación económica y social predominante en América Latina, en la que se

desenvuelven, de forma paralela y contradictoria, una agricultura capitalista o empresarial, cuya

forma de acumulación se basa en la extracción de la renta; y, una agricultura basada en la

producción mercantil simple, generalmente denominada agricultura campesina; demanda un

análisis sobre el desarrollo del mercado, esfera ésta - la de la circulación de las mercancías -, en

la que se articulan contradictoriamente ambas formas del desarrollo de la agricultura.

En la introducción a su trabajo sobre la renta capitalista del suelo, Marx señala que la

propiedad del suelo presupone el monopolio de ciertas personas a disponer de determinadas

porciones del planeta como esferas exclusivas de su voluntad privada, con exclusión de todos

los demás. Esto supone que se trata de desarrollar el valor económico, es decir, la valorización

de éste monopolio sobre la base de la producción capitalista (Marx. 1978).

Page 42: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

42

El monopolio de la propiedad territorial – continúa Marx - es una premisa histórica y se

mantiene como base constante, tanto del modo capitalista de producción como de todos los

modos de producción anteriores, basados en la explotación de las masas bajo una forma u otra.

Cuando Marx aborda el estudio de la renta de la tierra lo hace a dos niveles: en primer lugar

estudia la renta diferencial y posteriormente la renta absoluta de la tierra.

Sobre la naturaleza de la renta capitalista del suelo, el pensador alemán destaca:

1. La renta del suelo, es la forma en que se realiza, se valoriza económicamente la propiedad

inmueble;

2. Toda renta del suelo, es plusvalía, el producto del plus trabajo. Es directamente plus

producto en su forma más rudimentaria, la renta en especie; y,

3. La cuantía de la renta del suelo (y, con ella, el valor de la tierra), se desarrolla en el curso

del desarrollo social como resultado del trabajo social total. Por un lado, crecen el mercado

y la demanda de productos agrícolas; por otro, crece directamente la demanda de la tierra

misma, como condición de producción que compite con todas las ramas de actividad,

incluso las no agrícolas.

En ese marco, el autor de “El Capital” no dejó de reflexionar sobre el rol del agua en la

valorización capitalista del suelo, “para no emitir nada, debe observarse que por tierra se

entiende también el agua, etc., siempre que (...) se presente como accesorio de la tierra”

advierte Marx al inicio del Tercer Tomo de su obra mayor.

Luego, señala que “el capital puede fijarse en la tierra, incorporarse a ella, en parte de un

modo más bien transitorio, como ocurre en las mejoras de índole química, abonos, etc., en

parte de un modo más bien permanente, como es el caso de los canales de drenaje, obras de

irrigación, desmontes, construcción de factorías, etc. (…) Entra en las categorías de capital

fijo”.

Teniendo en cuenta que la superficie del suelo está limitada, puesto que lo ocupan enteramente

propiedades particulares, el precio de producción de los productos de la tierra no lo determinan

los gastos de producción en los terrenos de calidad media, sino en los de calidad inferior; no lo

Page 43: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

43

determinan las condiciones medias en que el producto se lleva al mercado, sino las condiciones

peores. La diferencia existente entre éste precio y, el precio de producción en terrenos mejores

(o en condiciones mejores) constituye la renta diferencial. Marx analiza en detalle la renta

diferencial, demostrando que proviene de la diferencia de fertilidad de los distintos campos, de

la diferencia de los capitales invertidos (Lenin. 1976).

Debe tenerse presente que la elaboración teórica de Marx tenía como referencia a la Inglaterra

de mediados del siglo XIX, en donde los capitalistas, para producir las mercancía agrícolas,

arrendaban la tierra a los terratenientes. En ese esquema, los arrendatarios capitalistas, se veían

obligados a entregar la renta diferencial al propietario de la tierra quedándose ellos, los

capitalistas, únicamente con la ganancia media. Pero cuando el capitalista, es al mismo tiempo

propietario de la tierra, no sólo asegura para sí la renta diferencial, sino también la renta

absoluta, debido al monopolio de la propiedad agraria (Carmona, José María).

Marx otorga un rol al uso del agua, como elemento fundamental en el proceso de constitución

de la renta diferencial. A propósito del beneficio de uso del agua en la producción, dice “cabe

que aumente la parte del producto del trabajo que representa la plusvalía frente a la parte que

se transforma en salario. En la medida en que lo hace, eleva la cuota general de ganancia, pero

no crea ninguna ganancia extraordinaria, la cual estriba precisamente en el excedente de la

ganancia individual sobre la ganancia media. Así pues, el hecho de que el empleo de una fuerza

natural (…) el agua, cree aquí ganancia extraordinaria, no puede surgir únicamente del hecho

de que la incrementada productividad se deba aquí al empleo de una fuerza natural. Tienen que

intervenir otras circunstancias modificativas capital invertido, modalidades de utilización de la

fuerza de trabajo, calidad de los suelos, cercanía a mercados, etc. .” (Marx. 1978)

Al realizar un balance histórico sobre las implicaciones de la renta del suelo, el académico

mexicano Armando Bartra, señala que “el saldo de la imposición de los moldes capitalistas a la

producción agropecuaria fue perverso. Monopolios naturales de un bien originario y escaso

como la tierra, y diversidad en el espacio y el tiempo de los costos de producción, generaron

rentas absolutas y diferenciales que distorsionaban la distribución del excedente económico,

propiciando modalidades viciosas de acumulación. Algunos pensaron que era una herencia del

viejo régimen, en realidad era el saldo de someter un proceso productivo basado en recursos

preexistentes, diversos, desigualmente repartidos y escasos, al sistema de mercado absoluto;

Page 44: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

44

era la resistencia de la naturaleza a la compulsión enajenadora del capital” (Bartra, Armando.

2000).

DEMANDAS SOCIALES Y NUEVO MARCO INSTITUCIONAL

Un efecto ni previsto ni deseado por los auspiciantes de las políticas de ajuste hídrico fue el de

conseguir una reacción de las organizaciones populares y movimientos sociales del agro, que se

vieron obligadas a tomar posición y a generar el más amplio debate – no siempre exento de

“despistes” – en torno a la problemática de los recursos hídricos y del aprovechamiento del

agua.

Ciertamente, a partir de 1994, en el momento de consolidación institucional del ajuste hídrico,

se politiza el debate en torno a las aguas – en el buen sentido del término – pasando a ser un

tema de discusión nacional. El marco normativo e institucional de las aguas, empiezan a ser

materia de análisis, discusión y generación de propuestas entre las organizaciones campesinas e

indígenas de Loja, Morona Santiago, Manabí, Carchi, El Oro, Sucumbíos, Los Ríos… en todas

las provincias del país.

En 1996, por vez primera en la historia del país, un movimiento indígena, la CONAIE, presenta

un proyecto de Ley de Aguas. En el año 2001, se conforma el Foro de Recursos Hídricos. Los

análisis, estudios, proyectos de reforma legal, de nueva institucionalidad desde los intereses de

los marginados y excluidos al agua para la producción agrícola, empiezan a incrementarse y

ganar en términos de calidad.

Ese acumulado logró que la nueva Constitución (2008) reconozca la necesidad de

desmonopolizar el control ejercido por las fracciones agroempresariales de la tierra y agua para

la producción agrícola. El artículo 282 del capítulo de soberanía alimentaria, expresamente

señala que:

El Estado normará el uso y acceso a la tierra que deberá cumplir la función social y

ambiental. Un fondo nacional de tierras, establecido por ley, regulará el acceso

equitativo de campesinos y campesinas a la tierra.

Page 45: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

45

Se prohíbe el latifundio y la concentración de la tierra, así como el acaparamiento o

privatización del agua y sus fuentes.

El estado regulará el uso y manejo del agua de riego para la producción de alimentos,

bajo los principios de equidad, eficiencia y sostenibilidad ambiental.

Constituye un avance significativo el hecho de que la nueva Constitución caracterice

jurídicamente al agua como “patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable,

imprescriptible, inembargable y esencial para la vida.” Ésta definición, contenida en el artículo

12, está ampliamente desarrollada en el artículo 318, en los siguientes términos:

El agua es patrimonio nacional estratégico de uso público, dominio inalienable e

imprescriptible del Estado, y constituye un elemento vital para la naturaleza y para la

existencia de los seres humanos. Se prohíbe toda forma de privatización del agua.

La gestión del agua será exclusivamente pública o comunitaria. El servicio público de

saneamiento, el abastecimiento de agua potable y el riego serán prestados únicamente

por personas jurídicas estatales o comunitarias.

El Estado fortalecerá la gestión y funcionamiento de las iniciativas comunitarias en

torno a la gestión del agua y la prestación de los servicios públicos, mediante el

incentivo de alianzas entre lo público y comunitario para la prestación de servicios.

El Estado, a través de la autoridad única del agua, será el responsable directo de la

planificación y gestión de los recursos hídricos que se destinarán a consumo humano,

riego que garantice la soberanía alimentaria, caudal ecológico y actividades

productivas, en este orden de prelación. Se requerirá autorización del Estado para el

aprovechamiento del agua con fines productivos por parte de los sectores público,

privado y de la economía popular y solidaria, de acuerdo con la ley.

En el artículo 314 se ratifica la responsabilidad que tiene el Estado de la provisión de los

servicios públicos de carácter estratégico, señalando entre otros el servicio de riego, indicando

que….

Page 46: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

46

El Estado garantizará que los servicios públicos y su provisión respondan a los

principios de obligatoriedad, generalidad, uniformidad, eficiencia, responsabilidad,

universalidad, accesibilidad, regularidad, continuidad y calidad. El Estado dispondrá

que los precios y tarifas de los servicios públicos sean equitativos, y establecerá su

control y regulación.

Un aspecto que resulta particularmente importante para la economía agraria y la justicia social

en el agro, es la restitución constitucional de la capacidad regulatoria – redistributiva del Estado

con respecto a los derechos de uso y aprovechamiento del agua para riego. El numeral 4 del

artículo 281 establece que es obligación del Estado “Promover políticas redistributivas que

permitan el acceso del campesinado a la tierra, al agua y otros recursos productivos.”;

mientras que la disposición transitoria vigésimo séptima del Proyecto, recoge una demanda

social fundamental:

El Ejecutivo, en el plazo de dos años desde la entrada en vigencia de esta Constitución,

revisará la situación de acceso al agua de riego con el fin de reorganizar el otorgamiento

de las concesiones, evitar el abuso y las inequidades en las tarifas de uso, y garantizar

una distribución y acceso más equitativo, en particular a los pequeños y medianos

productores agropecuarios.

Por último, con respecto a los recursos hídricos y su importancia para la agricultura, cabe aludir

que en el capítulo de Biodiversidad y Recursos Naturales, hay 2 artículos, el 411 y el 412, que

se refieren de forma importante a la gestión ambiental del agua.

En la primera de las disposiciones transitorias de la Constitución se dispone que…

El órgano legislativo (...) en el plazo máximo de trescientos sesenta días (contados desde

la entrada en vigencia de ésta Constitución) aprobará (…) la ley que regule los

recursos hídricos, usos y aprovechamiento del agua, que incluirá los permisos de uso y

aprovechamiento, actuales y futuros, sus plazos, condiciones, mecanismos de revisión y

auditoria, para asegurar la formalización y la distribución equitativa de este patrimonio.

El debate en torno a ésta Ley, se ha mostrado particularmente complejo y cargado de tensiones

sociales. Al momento de la publicación de éste libro, el país está a la espera de que la Asamblea

Page 47: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

47

Nacional apruebe, en segundo debate, el proyecto de Ley de Recursos Hídricos. Las

expectativas están en que ésta Ley, en efecto, plasme el espíritu de las disposiciones

constitucionales tendientes a garantizar una efectiva democratización del reparto social del agua.

REFERENCIAS

ALFARO, J.F; MARIN J. (1990). “Uso de agua y energía para riego en América Latina”. PNUD, Brasil.

ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE (2008). Constitución Política del Ecuador. Montecristi.

BARTRA, Armando (2000). “La renta de la vida”. En Revista “La Hojarasca” número 42, del mes de octubre.

México.

CARMONA, José María: “La transformación de las estructuras agrarias y agrícolas en México”. Versión digital en:

http://www.economia.umich.mx/publicaciones/EconYSoc/ES03_12.htm

DUFUMIER, Marc (2004). “Desafíos de la agricultura campesina en el proceso de globalización”. Documento

inédito.

FORO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS (2008). “El despojo del agua y la necesidad de una transformación

urgente”. CAMAREN. Quito.

HERRERA, Paúl.; ESPINEL Ramón; VANHUYLENBROECK, G. (2005). “Información Asimétrica en la Provisión

de Bienes Públicos: Riego y Uso del Suelo en la Península de Santa Elena (Ecuador)”. Ponencia Presentada en el

Primer Encuentro Ecuatoriano de Investigación sobre la Sociedad Rural. FLACSO – ALASRU.

LENIN, V. I. (1976). “Carlos Marx (Breve esbozo biográfico con una exposición de marxismo)”. En: Lénin,

Obras Escogidas. Editorial Progreso. Moscú.

MARX, Carlos (1978). “El Capital. Crítica de la Economía Política”. Libro III, Tomo III. Akal 74.

SIPAE (2008). “Reforma agraria en el Ecuador: ¿viejos temas nuevos argumentos?”. Editores: Frank Brassel, Stalin

Herrera, Michel Laforge. Quito.

ZAPATTA, Alex (2009). “Water consumption in Ecuadorian Agroindustry”. En: “Latin American report on

monocultures and violations of the human rights to adequate food and housing, to water, to land and to territory”.

Compiled and edited by: Maria Silvia Emanuelli (HIC-AL); Jennie Jonsén (FIAN Sweden and SAL); Sofía Monsalve

Suárez (FIAN International). Habitat International Coalition, Regional Coordination Office for Latin America (HIC-

AL), FIAN International, FIAN Sweden, Latinamerikagrupperna - Solidarity Sweden-Latin America (SAL).

Page 48: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

48

ESTUDIOS DE CASO

Page 49: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

49

DINÁMICAS SOCIALES EN TORNO A LA TIERRA Y EL AGUA

EN EL EJE CAÑICULTOR DE LA CUENCA BAJA DEL RÍO

GUAYAS

Andrea Ojeda

Paulina Pérez

Alex Zapatta1

1. PLANTEAMIENTO GENERAL DEL ESTUDIO

Éste artículo sintetiza el reporte del estudio realizado por los autores en el marco del proyecto de

investigación “Tierra y Agua, interrelaciones de un acceso inequitativo”, que el SIPAE, con

apoyo de la entidad de cooperación belga Broederlijk Delen, desarrolló durante los años 2008 y

2009 en torno a las interrelaciones tierra y agua en la cuenca baja del río Guayas.

El estudio tuvo los siguientes objetivos:

1.1 Objetivo general del estudio

Comprender las particularidades de las dinámicas sociales en torno a la tierra y el agua como

recursos productivos, y sus interrelaciones en el eje cañicultor del litoral ecuatoriano.

1.2 Objetivos específicos

a) Comprender las particularidades históricas de la formación de la propiedad agraria y del

desarrollo de la producción de la caña de azúcar y de los ingenios.

1 Los autores quieren agradecer el apoyo del abogado Jesús Zambrano en la elaboración de este estudio.

Page 50: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

50

b) Determinar la manera en que se encuentran socialmente distribuidos los recursos

productivos tierra y agua en el eje cañicultor.

Establecer una aproximación a las especificidades de la acumulación de capital en el sector

cañicultor y agroindustrial del azúcar.

1.3 Preguntas de investigación

a) ¿Cómo se articuló el régimen de propiedad privada sobre la tierra en la zona de estudio?

b) ¿Cómo se desarrolló la producción de la caña de azúcar y de los ingenios en el último siglo

y medio?

c) ¿Cómo está socialmente distribuida la tierra y agua en el eje cañicultor del litoral?

¿Qué condiciones se dan las relaciones capital trabajo en la producción de caña y

agroindustrial del azúcar?

1.4 Itinerario metodológico

Revisión bibliográfica y documental que permita situar la problemática en torno a la propiedad

agraria, del agua, de la producción de caña y de los ingenios azucareros en el litoral ecuatoriano.

a) Delimitación geográfica de la zona de estudio.

b) Trabajo de campo para aplicación de estudio agrario y entrevistas a informantes calificados.

c) Organización y sistematización de la información recogida.

d) Elaboración de reporte.

1.5 Delimitación de la zona de estudio

La zona de estudio corresponde a la cuenca baja del río Guayas, especialmente a su eje

cañicultor, comprendido entre el sur este de las provincias del Guayas y Los Ríos y, el

noroccidente de la provincia del Cañar. Debe anotarse que una pequeña parte del eje cañicultor

se encuentra ubicado muy al sur de la provincia del Guayas, en el cantón Naranjal, en un área

que corresponde al sistema hidrográfico del río Jubones.

Page 51: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

51

Gráfico 1. Ubicación de la zona azucarera, 2008

MAPA DEL ECUADOR

TERRITORIO DEL

EJE CAÑICULTOR

EN EL SECTOR

COSTA

EL CAÑAR

EL GUAYAS

LOS RIOS

N

CUENCA BAJA DEL RIO

GUAYAS.

FUENTE: SIAGRO (Sistema de información geográfica y agropecuaria).

ELABORADO: SIPAE.

Ilustración 1.- Ubicación de la área azucarera. 2008

Para el desarrollo de la investigación de campo se delimitaron tres zonas. Tal

diferenciación corresponde a la ubicación y la cercanía de los ingenios: una zona identificada en

el área de influencia del ingenio Isabel María (parroquia Pimocha, cantón Babahoyo, provincia

de Los Ríos); una segunda zona de estudio corresponde a la zona cañicultora de los ingenios

Valdez y San Carlos (cantones Simón Bolívar, Marcelino Maridueña, Naranjal, Naranjito,

Milagro, Alfredo Baquerizo Moreno, San Jacinto de Yaguachi, El Triunfo, Simón Bolívar); en

tanto que una tercera zona de estudio fue identificada en torno al ingenio La Troncal – ex

AZTRA- (cantón La Troncal, provincia del Cañar).

Page 52: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

52

Gráfico 2. Ubicación de los ingenios azucareros del litoral

INGENIO

ISABEL

MARIA

INGENIO

LA TRONCAL

DISTRIBUCIÓN DEL CULTIVO DE LA CAÑA

DE AZÚCAR E INGENIOS

N

INGENIO

SAN CARLOS

INGENIO

VALDEZ

FUENTE: SIGAGRO e Investigación de campo

ELABORADO: SIPAE.

Page 53: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

53

1.6 Los estudios y análisis previos

Hasta los años 70 del siglo XX, las relaciones sociales de producción en la cuenca baja

del río Guayas y, de modo específico, en su eje cañicultor, fueron abordados críticamente por

intelectuales vinculados a los partidos de izquierda, Socialista y Comunista. De esa vertiente

podrían mencionarse algunos trabajos: de perspectiva sociológica, como “El Montuvio

Ecuatoriano” (1937) de José de la Cuadra; de tipo literario, como “Nuestro Pan” de Enrique Gil

Gilbert (1941); o, trabajos de proyección política, como los escritos de Pedro Saad (1971).

Tras la masacre de trabajadores del ingenio AZTRA aquél fatídico 18 de octubre de

1977, Víctor Granda publicó un detallado trabajo sobre los conflictos laborales en esa

agroindustria (1979). Recientemente, Andrea Ojeda (SIPAE, 2008) estudió las condiciones de

trabajo en la agricultura y agroindustria en el cantón La Troncal.

Más concretamente, el problema de la tierra en la zona de estudio ha sido abordado

desde distintas miradas. A inicios de los 70, en el contexto del proceso de reforma agraria que se

vivía en el Ecuador, Leonardo Vicuña (1970) y Rolando Vicuña (1972) estudiaron las

particularidades del problema agrario en la zona. El Instituto Ecuatoriano de Recursos

Hidráulicos (INERHI) y la Comisión de Estudios para la Cuenca del Río Guayas (CEDEGE), en

el marco de la planificación de sus proyectos de riego, también le dedicaron atención al tema; de

los varios trabajos de esas entidades destaca el generado por la CEDEGE titulado “La tenencia

de la tierra en la cuenca del río Guayas” (1973).

Pero sin duda, el estudio más prolijo sobre cambios en la estructura agraria en el eje

cañicultor de la cuenca baja del río Guayas es el desarrollado por el norteamericano John

Uggen. Con el objeto de realizar una tesis de doctorado para la Universidad de Miami, a inicios

de los 70, Uggen desarrolló una cuidadosa investigación sobre las movilizaciones campesinas

en torno a la lucha por la tierra en las zonas de Milagro, Yaguachi y Naranjal. La tesis titulada

“Peasant Movilization in Ecuador: A case of study of Guayas Province” (1975), fue

complementada con un estudio posterior realizado por el mismo Uggen en el año 1984, que dio

como resultado un libro titulado “Tenencia de la tierra y movilizaciones campesinas” (1993).

Adicionalmente, el SIPAE publicó recientemente un estudio acerca de la actual

estructura de la propiedad sobre la tierra en el cantón La Troncal, en el marco de un conjunto de

estudios sobre la estructura agraria en el Ecuador (2008).

Page 54: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

54

El desarrollo de la industria azucarera en el Ecuador ha sido minuciosamente estudiado

desde una perspectiva crítica de las Ciencias Sociales, destacándose el trabajo de Rafael

Guerrero “Los ingenios en el desarrollo del capitalismo en el Ecuador 1900 - 1954” (1978), y el

trabajo de Sabine Fisher titulado “Estado, clases e industria” (1983).

El Estado realizó un amplio estudio sobre el desarrollo de la industria azucarera dando

como resultado un voluminoso trabajo integrado por cinco tomos bajo el título de “Estudios

técnico económicos referentes a la industria azucarera del Ecuador” (1980), bajo

responsabilidad de INCONEC (Ecuador), HVA International BV (Holanda), CODELCON BV

(Holanda) y, Motorcolumbus (Suiza).

El año pasado, el Foro de los Recursos Hídricos presentó el libro titulado “El despojo

del Agua” (2008), amplio análisis sobre el reparto social del agua en el país, con importante

información sobre la distribución del agua de riego en la cuenca baja del río Guayas.

2. ASPECTOS GENERALES DE LA PRODUCCIÓN DE CAÑA EN EL ECUADOR

2.1 El cultivo de la caña de azúcar en el Ecuador

A escala nacional, el cultivo de caña de azúcar tiene diferentes fines según sea la

variedad genética y según la región donde se cultive. De hecho, para la producción de

azúcar, la mayor parte de la producción de la caña se concentra en el litoral, en la

cuenca baja del río Guayas, especialmente en sur y sureste de la provincia de Guayas,

en el sur de la provincia de Los Ríos y en el noroccidente de la provincia del Cañar. En

menor proporción, se cultiva caña para los ingenios en la región interandina y en la

región amazónica.

En la región interandina y en la región amazónica, así como en los pie de

montaña del litoral, la producción de caña se destina principalmente a la elaboración de

panela, aguardiente y dulces artesanales. En la tabla 1, se puede apreciar lo señalado.

Page 55: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

55

Tabla 1. Producción nacional de azúcar y demás productos derivados de la caña.

2000

PRODUCCION AZÚCAR (ha) PANELA AGUARDIENTE,

FRUTA (ha)

SUPERFICIE

TOTAL (ha)

Región costa 51.919 4.277 56.196

Región sierra 30.830 32.596 63.426

Región amazónica 0 5.733 5.733

TOTAL 82.749 42.606 125.355 FUENTE: III Censo Nacional Agropecuario. (2000)

ELABORACIÓN: SIPAE

Según información del Censo agropecuario del año 2000, en el litoral existen

diez cantones con producción de caña para ingenios. Estos cantones, de acuerdo a la

provincia a la que pertenecen, son: en la provincia de los Ríos, Babahoyo; en la

provincia Guayas, cantones Alfredo Baquerizo Moreno, El Triunfo, Milagro, Naranjito,

Naranjal, San Jacinto de Yaguachi, Simón Bolívar y Marcelino Maridueña; y, en la

provincia del Cañar, el cantón La Troncal.

2.2 Características climáticas en el eje cañicultor del litoral

Las condiciones climáticas en las zonas dedicadas a la producción de caña de

azúcar, difieren entre sí. Por ejemplo, existen diferencias en los niveles de luminosidad.

Así, en la zona de Milagro y Babahoyo se registran 1000 horas / sol / año, es decir 2,6

horas sol/día; a diferencia de la Troncal, que registra 589 horas / sol / año, teniendo por

lo tanto menores rendimientos en la producción de azúcar.

En cuanto a la precipitación anual, Babahoyo registra una menor cantidad de

lluvia; sin embargo, este aspecto no incide en el desarrollo del cultivo porque esa zona

dispone de un importante sistema fluvial.

Page 56: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

56

La topografía donde se desarrolla el cultivo de caña de azúcar tiene una altitud

de 50 a 100 msnm, dando una ligera condición de planicie. A esto se añade que los

suelos con caña de azúcar u otros cultivos han sido acondicionados con maquinaria

agrícola.

2.3 La producción de azúcar

La gran dinámica del sector azucarero en el litoral se produce en la época de

verano - julio a diciembre -, “periodo de zafra”, a diferencia de la sierra que ocurre todo

el año. Durante la cosecha, asegurando las condiciones óptimas de los cañaverales, los

ingenios a través de mano de obra y/o maquinaria cortan los canteros propios y de

productores; fuera de estos meses de cosecha, se da “el periodo de inter zafra”, época

de invierno - enero a junio - donde se realiza el mantenimiento de los canteros y de la

fábrica.

La producción de caña de azúcar de ingenios autoabastece la demanda nacional,

llegando incluso a producir un excedente destinado a la exportación. Según el Servicio

de Información y Censo Agropecuario (SICA), para el año 2004 la producción nacional

de azúcar fue de 462,303 TM.

Tabla 2. Condiciones climáticas en diferentes localidades de influencia

de la caña de azúcar (2005).

LOCALIDAD LLUVIA

(mm/año)

TEMPERATURA

MEDIA (ºC)

HELIOFANÍA

(horas/día)

Babahoyo 920 25,47 2,6

Milagro 1.454 25,8 2,6

La Troncal 2.396 25,9 1,7

FUENTE: INAMHI (2005)

ELABORADO: SIPAE

Page 57: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

57

La producción azucarera esta diversificada, ofrece algunos tipos de azúcar cruda:

rojo, rubio, sulfitado, blanco, refinado, dependiendo de la coloración, la misma que esta

en función principalmente del porcentaje de sacarosa, azúcar impalpable, panela, panela

granulada, miel de caña.

La producción de azúcar es procesada por seis ingenios: Valdez y San Carlos,

ubicados en la provincia del Guayas; La Troncal (ex AZTRA), en la provincia del

Cañar; Isabel María en Los Ríos; IANCEN en Imbabura; y, Monterrey en la provincia

de Loja.

El 92.19 % de la producción nacional de azúcar está concentrado en los ingenios

del Litoral. Según FENAZUCAR, la participación porcentual de los ingenios del litoral

en la producción azucarera durante los años 2004 – 2005, fue la siguiente:

Tabla 3. Ingenios: participación en la producción

nacional de azúcar

Ingenio Producción (%)

Isabel María 1,45

Valdez 30,11

San Carlos 32,86

La Troncal 27,77

Total 92,19 FUENTE: FENAZUCAR (2006)

ELABORADO: SIPAE

La venta de azúcar por parte de los ingenios es libre, no existen restricciones por

parte del Estado, por zonificación, ni cupos de venta; se almacena el producto en sus

bodegas, para posteriormente vender el azúcar al por mayor a industriales (confiterías2,

gaseosas, alimentos y farmacéuticos), grandes mayoristas (los que adquieren el producto

directamente), comisariatos, minoristas (tiendas, los mismos que se encargan de vender

a los consumidores finales).

2 La industria confitera ecuatoriana se siente perjudicada por las políticas de protección estatal que rigen para el azúcar, debe comprar azúcar nacional cuyo

precio es el doble del que se vende a nivel internacional. (Caravali, Jorge, 2006).

Page 58: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

58

El sector azucarero, por el poder económico y político alcanzado, se encuentra

consolidado: con sistemas propios de comercialización; de hecho, la mayoría de los

ingenios disponen de puntos directos de comercialización, reduciendo la presencia de

intermediarios; en la última década se han creado centros de investigación para el

desarrollo tecnológico. Los propietarios de ingenios y grandes productores de caña han

desplegado una estructura organizativa en defensa de sus intereses: la Unión Nacional

de Cañicultores del Ecuador (UNCE) creada en 1.987; la Federación Nacional de

azucareros –FENAZUCAR-. Debe agregarse a lo dicho, que el sector azucarero ha

logrado tener un posicionamiento importante frente las negociaciones comerciales, en el

ámbito nacional e internacional; han conseguido beneficiarse del Sistema Andino de

Franjas de Precios – SAFP; así como del mecanismo de indexación de los precios.

2.4 Variedades de la caña de azúcar

Una de las variedades genéticas predominantes del cultivo de la caña de azúcar es la

denominada Ragnar sembrada en el 74% del área cañera para azúcar. Desde el 2005 se

han incorporado clones para complementar a la variedad Ragnar, que han sido

desarrollados por el Centro de Investigación de la caña de azúcar.

Tabla 4. Superficie sembrada por variedad en tres ingenios

azucareros de Ecuador, 2005

Variedad Total hectáreas

San Carlos Valdez La Troncal

Ragnar 15.435 13.491 18.523

B76-78 4.118 838

CR74-250 3.716

CC85-92 2.256

PR67-1070 991

C132-81 541

VARIAS 1.128 778 2.303

Totales 23.526 18.388 22.205 FUENTE: CINCAE (2005).

ELABORADO: SIPAE

Page 59: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

59

2.5 Principales industrias consumidoras de azúcar y subproductos

La caña de azúcar es uno de los cultivos que más articulaciones posibilita entre

la agricultura y la industria. En el siguiente cuadro se detalla el destino industrial que

tiene el azúcar y los subproductos:

Tabla 5. Principales industrias consumidoras de azúcar y subproductos

Productos Empresas

Bebidas y gaseosas Orangine, Unión Vinícola Inter., Chivería, Trica S.A., Cervecería

Andina, Industrias Quevedo, Bebidas Andinas, E.B.C., C.B.C, Industria

Conservera del Guayas, Ecuavegetal, Embotelladora Azuay, Pepsi,

Sumesa, Begazuay, Pasteurizadora Quito, Schullo, Toni, Lácteos San

Antonio, Cruz, Induquito, Alpina, Lácteos Nápoles, Fruit, Emprooro,

Biela.

Comercio y

fabricación de

alimentos procesados

Tía, Florandina, Ruales Donoso, Sociedad Frutera Nacional, Panificadora

Moderna, Incremar, Celnasa, Amyel, Falimensa, Levapan, Elito, Snob,

Fermepan, Agrícola Oficial, Productora Toscana, Panificadora

California, Norteéis S.A., Marcseal S. A. Industrial F.G.H., Harinosa,

Camari, Pan Mariscal, Frescopan, Panadería Nacional, Hilton Colón,

Figallo.

Confites Manina, Ferrero, Confiteca, La Universal, Nabisco Royal, Gustaff,

Chocolates Noboa, Ecuagolosinas, Chocolates la Perla, Nestle, Dulces y

Caramelos Ecuatotianos, Kaumal, Galletas Pecosa, Confrunas, Dulcinea.

Helados Servihelados, Pingüino, King Bolo, Halados Turrón, Induhelados S. A.

Industria

farmacéutica

Bristol Bayer, Lab. H.G., Lab. Kronos, Lab. Mopaz, Lab. Life, Lab.

Bajrner, Farmayala

Industria alcoholera Producargo S.A., Soderal, Codanasa, Alcohorsa

Papel Papelera Nacional

FUENTE: www.embajadadelbrasil.org.ec

ELABORACION: SIPAE

2.6 Reciclaje agroindustrial de la caña de azúcar

Page 60: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

60

Los subproductos de la caña de azúcar procesada en los ingenios son: bagazo,

melaza y cachaza.

El bagazo, que es la fibra de la caña de azúcar, se clasifica en meollo y fibra. La

primera se puede hidrolizar y obtener alimento para animales; en tanto que la fibra es un

subproducto que desde el año 2005 viene siendo utilizado en la generación de energía;

de hecho, durante la época de zafra, los tres ingenios más grandes venden energía al

sistema interconectado. Debe resaltarse que también el bagazo se utiliza en la industria

papelera; de hecho, parte del bagazo que sale de los ingenios Isabel María y San Carlos

se utiliza en esa industria.

La cachaza es un residuo compuesto por las espumas e impurezas que

sobrenadan en el jugo de la caña de azúcar al someterlo a la acción del fuego. La

cachaza se utiliza como alimento y fertilizante (abono orgánico). Por cada tonelada de

caña, se obtiene 0,04 TM.

La melaza es un producto residual de la industria azucarera, producto de la

reducción del jugo de caña por evaporación, obteniéndose un líquido espeso, de color

parduzco oscuro, ligeramente amargo. La melaza es usada como alimento para el

ganado y también para producir alcohol; esto explica que algunas de las empresas

productoras de alcohol estén vinculados a los ingenios. En el siguiente cuadro se detalla

ésta articulación:

Tabla 6. Relación de las empresas productoras de alcohol con los ingenios en la

cuenca baja del río Guayas

Empresa de alcohol Ingenio al que se

encuentra vinculado

Ubicación

ALCOHORSA Isabel María Pimocha

CODANASA Valdez y San Carlos Milagro

SODERAL San Carlos Marcelino Maridueña

PRODUCARGO La Troncal (ex AZTRA) La Troncal FUENTE: FENAZUCAR (2006) e Investigación de campo.

ELABORACIÓN: SIPAE

Page 61: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

61

Debe señalarse que ALCOHORSA se dedica a la producción de alcohol

antiséptico y, esta fábrica no pertenece al ingenio, ni a ninguno de sus accionistas.

3. CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA DE TENENCIA DE LA TIERRA EN EL EJE

CAÑICULTOR DE LA CUENCA BAJA DEL RÍO GUAYAS

3.1 Antecedentes

John Uggen (1993), diferencia dos orígenes de la gran propiedad agraria:

a) De origen colonial - relativamente pocas haciendas.

b) De origen republicano - la mayoría de las haciendas.

Con el pasar de los años, sobre todo luego de la crisis cacaotera, con los procesos de

reestructuración de la propiedad agraria, las propiedades de origen colonial y las de origen

republicano se dividen o fusionan; pero sin que ello signifique, en modo alguno – ni siquiera en

el proceso de reforma agraria –, que las élites guayaquileñas hayan llegado a perder el control

hegemónico sobre el tierra.

3.2 Las propiedades de origen colonial

Las amplias tierras no cultivadas de la América colonizada por España fueron

consideradas como regalía de la Corona y denominadas indistintamente como “baldías” o

“realengas”. La forma que tenían los particulares para acceder a ellas fue evolucionando, según

avanzó en el tiempo el proceso de colonización (Ots Capdequí, José María. 1968):

a) Inicialmente, el acceso a esas tierras se realizó a través de los “repartimentos”, realizados

por los jefes expedicionarios en los primeros años de la conquista.

b) Más adelante, el acceso a las tierras fue posible a través de las “reales cédulas”, ordinarias o

extraordinarias, “de gracia” o “merced”.

c) Finalmente, consolidada la conquista, el acceso a las tierras “baldías” o “realengas” fue

mediante la adjudicación pública en subasta.

Page 62: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

62

En los mecanismos señalados en los literales a) y b), el acceso a las tierras “baldías” o

“realengas” era gratuito, “por méritos”; no fue así con el mecanismo señalado en el literal c), en

donde el interesado debía cancelar el valor pactado en el remate.

La consolidación del mecanismo de subasta o remate de tierras no significó el fin del

acceso gratuito a la tierra gracias a las reales cédulas que, aunque en menor proporción, se

continuaba dando hasta muy avanzado el régimen colonial (Ots Capdequí, José María. 1968).

De hecho, los procesos de apropiación de tierras en la cuenca baja del río Guayas, al parecer

está muy asociado a una Real Cédula de 1780, según la cual, de manera muy generosa, las

autoridades reales ceden el dominio “de las propiedades de la Corona que estaban baldías” en

beneficio de “cualquiera que pudiera cultivarlas”. Empezaron a constituirse desde entonces las

llamadas “acciones de sitio o de montaña”. (Uggen 1993).

Uggen afirma que en lo que hoy se denomina “eje azucarero”, no fueron muchas las

propiedades de origen colonial; según él, están las haciendas que sobrevivieron a las guerras de

la independencia, fueron apenas tres:

– La hacienda Tenguel, de los Caamaño que, como “Tenguel Estates Limited” – de capitales

nacionales e ingleses - llegó a ser la plantación cacaotera más grande del mundo. Fue

rematada en 1926 por el Banco Territorial, debido a deudas. En 1933, fue adquirida por la

United Fruit que la mantuvo hasta 1962.

– La hacienda Papayal, de propiedad de Josefa Rodríguez De Bejarano (madre de Vicente

Rocafuerte). A la muerte de la señora, la propiedad se dividió en tres haciendas: Conducta,

Naranjito y Venecia. La hacienda Conducta, fue heredada por Vicente Rocafuerte. A la

muerte de éste, su viuda, entregó en arriendo una parte de la hacienda a favor del Sr.

Leonardo Yerovi, quien fundaría en 1884 uno de los primeros ingenios del país: el

“Rocafuerte”.

– La hacienda Rircay, propiedad que en algún momento llegó a ser de un tal Bartolomé

Serrano y, en otro momento del conocido hacendado cuencano Pío Bravo, se extendía desde

Cañar hasta Boca de los Sapos (El Triunfo). Solo fue colonizada desde los años 40 del s.

XX.

3.3 Las propiedades de origen republicano

En cuanto a la conformación de la propiedad agraria en el período republicano en la

zona de estudio, es necesario distinguir, diferenciar, los siguientes momentos:

Page 63: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

63

– 1833 – 1869: Apropiación de tierras comunales

– 1870 – 1924: Consolidación de las propiedades cacaoteras y cañicultoras

– 1925 – 1960: Reestructuración de la propiedad agraria

– 1961 – 1981: Afectaciones en el marco de la reforma agraria

– 1982 – 2008: Ampliación de la gran propiedad agraria en las zonas de caña

3.3.1 La apropiación de tierras comunales

En los últimos años de la Colonia, la Real Cédula de 1780 - a la que ya se hizo

referencia - fue uno de los impulsos oficiales a la apropiación de tierras comunales.

Tal impulso se vería complementado en los primeros años de la República, cuando Juan

José Flores, con el pretexto de indemnizar los servicios militares de parte de la oficialidad y

cubrir parte de las deudas adquiridas para las guerras de la independencia y la guerra con el

Perú, dispusiera -mediante Decreto de enero 16 de 1833-, la reversión de “los sobrantes de los

resguardos y demás bienes de comunidad”; en la práctica, ésta fue una medida de despojo de

tierras de las comunidades indígenas con particular incidencia en la Costa. A la expropiación de

tierras comunales, Flores agregó la obligación de un tributo - Ley de Contribución Personal –

especialmente gravoso para la población indígena. (Núñez S. Jorge. 1978).

Tales medidas, sumadas a contradicciones no resueltas en las guerras de la

independencia, fueron respondidas por las comunidades indígenas de la costa, incorporándose a

la llamada “Revolución de los Chihuahuas” (1833 – 1837), que hizo de casi todo el litoral,

escenario de una insurrección popular. (Núñez S. Jorge. 1978).

No obstante la resistencia indígena en el litoral, el proceso de despojo de las tierras

comunales se mantuvo. Uggen (1993) ha logrado documentar algunos casos de despojo:

En 1835, se produce el remate de la legua de Ñauza que es adquirida por un tal B.

Cornejo quien, posteriormente la vende a Camilo Landín; y éste, en 1870 vende los terrenos de

Ñauza a Ricardo Planas.

Tras el remate de la legua de Chirijo se conformó la hacienda Milagro. Adjudicada por

el Gral. Flores a favor de María Morán, posteriormente, en 1942, ésta hacienda pasó a poder de

la Caja del Seguro. Transferida luego por venta al Banco Nacional de Fomento, éste lo parceló

en favor de los finqueros.

Page 64: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

64

La legua de Cone fue rematada en pago “por servicios militares al Gral. José Mires”;

tras la muerte de éste, fue adquirida por Manuel Ycaza Silva. Una parte de estas tierras pasaron

a conformar la hacienda “Maruja”, en tanto que el resto fueron incorporadas por Ycaza a la

antigua hacienda Angélica (14000 ha.).

Para 1890, los Ycaza Paredes consolidaron el dominio de las tierras que originalmente

fueron propiedad de las comunidades de La Saiba, Cerro de la Ensenada, Palma de Pena, El

Guasmo.

De hecho, el núcleo inicial del ingenio Valdez, se asienta sobre el fundo antiguo San

Jacinto del Chirijo y del primitivo sitio comunero “Caimito de las Varas”.

3.3.2 Consolidación de las propiedades cacaoteras

Se constituye una clase terrateniente cacaotera a lo largo del siglo XIX, se abre la

frontera y monopoliza las tierras de acceso más fácil. Para 1900 encontramos una clase

plenamente constituida (Guerrero, Andrés. 1994).

De acuerdo a las cifras catastrales, a escala nacional se contaban a comienzos del siglo

XX con unos 4.837 fundos y más de 58 millones de árboles de cacao. Las grandes provincias

cacaoteras (Guayas y Los Ríos) eran aquellas donde las condiciones de transporte presentaban

mayores facilidades naturales, gracias a la red fluvial, para conducir la producción al puerto de

Guayaquil (Guerrero. 1994).

La importancia que tuvieron las vías de comunicación para las explotaciones de cacao,

caucho y caña, explica el hecho de que en la “época formativa” de las haciendas, éstas se

concentraron a lo largo de los sistemas fluviales; en tanto que las zonas que carecían de ríos

quedarían “baldías” hasta bien entrado el s. XX. A decir de Andrés Guerrero (1994) la red

fluvial densa del río Guayas elimina uno de los problemas esenciales de este tipo de producción

agrícola de exportación, constituido por las fuertes inversiones en medios de transporte

necesarios para acarrear el producto de las haciendas al puerto de exportación y que implican el

alza de los costos.

En esta misma línea de reflexión, debe enfatizarse la importancia que tuvo el ferrocarril

en la rearticulación de la propiedad agraria en la zona de estudio. En 1875. Yaguachi y Milagro

fueron las dos primeras poblaciones en estar interconectadas por el tren. A partir de entonces, la

Page 65: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

65

historia de la propiedad agraria estará íntimamente ligada a la historia del ferrocarril (Uggen.

1993).

Gráfico 3. Ubicación de los ingenios azucareros en 1930 y su correspondencia con la línea

férrea

IUBICACIÓN DE LOS INGENIOS AZUCAREROS

LÍNEA FERREA - 1930

FUENTES: SIGAGRO e investigación de campo.

ELABORADO: SIPAE

Otro tanto sucede con las vías carrozables. A partir de mediados de los años 40 del s.

XX, el vínculo “vías de comunicación – propiedad agraria”, se ampliará a las vías carrozables:

Durán – Tambo (1948), la vía a Naranjal y Milagro; en donde se empiezan a verificar procesos

de acaparamiento de tierras. La inauguración del tramo a Milagro en 1952 - a partir de la vía

Durán – Tambo -, subió el valor comercial de las haciendas Maruja, Eugenia y San Miguel y

fomentó el mercado de tierras. (Ibid).

A partir de 1885 y hasta inicios de la Primera Guerra Mundial, el Ecuador va a disfrutar

de un auge nunca antes conocido de las exportaciones del cacao. La situación favorable del

Page 66: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

66

cacao ecuatoriano en el mercado mundial conduce a la extensión de grandes haciendas

dedicadas al cacao (Guerrero, Andrés. 1994. Op. Cit.). En este período se consolida la gran

propiedad cacaotera en la zona. De las diez más importantes familias cacaoteras: los Seminario,

los Aspiazu, los Morla, los Caamaño, los Durán Ballén, los Ycaza, los Avilés, los Sáenz, los

Aguirre, los Acevedo y los Puga, seis tenían propiedades en la zona de Milagro.

Con las ganancias extraordinarias de la producción del cacao los propietarios de las

plantaciones, para consolidar su poder político y económico, fundan bancos y compañías,

siendo ellos parte de los directorios de tales empresas.

3.3.3 Reestructuración de la propiedad agraria

Entre 1914 y 1925, el auge de la producción y exportación cacaotera entra en crisis.

Lois Crawford de Roberts (1980) explica la crisis en los siguientes términos: El principal

producto de exportación del Ecuador creció en desproporción, mientras sus condiciones

favorables de mercado eran desafiadas por tres causas. En primer lugar, hubo severos ajustes de

mercado, aunque de corta vida, producidos por la Primera Guerra Mundial. Más serio era el

crecimiento de la competencia del África Occidental Británica y de Brasil en el mercado

Mundial. Por último, estaban dos enfermedades fungosas que iban a arruinar verdaderamente las

plantaciones de cacao: la monilia y la escoba de bruja.

La crisis del cacao desencadenó una crisis generalizada de la economía ecuatoriana,

siendo los trabajadores y sectores populares los más golpeados. El desempleo y el hambre

extendían su reinado. Ello explica la movilización popular del 15 de noviembre de 1922 en

Guayaquil, que será enfrentada por el gobierno liberal, con una masacre. El liberalismo placista

y sus gobiernos, designados todos ellos con la anuencia del Banco Comercial y Agrícola,

quedan entonces “sin piso político”. Es en ese contexto que el 9 de julio de 1925, los militares

jóvenes encabezan una revolución que pasará a la historia como “La Juliana”.

La crisis reseñada, explica los procesos de disolución de la hacienda cacaotera

tradicional. Productores azucareros, compañías extranjeras, especuladores, terratenientes de

nuevo cuño, empiezan a adquirir las haciendas de la zona.

El capital extranjero aprovechó la crisis cacaotera. La norteamericana “Ecuadorian

Corporation” compró las haciendas San Miguel, Panigón y parte de la hacienda Naranjito, en el

sitio denominado Supaypungo (sector que más adelante será denominado como “Presley

Norton”); en conjunto, las tres propiedades ocupaban una superficie superior a las 7.000 ha.

Page 67: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

67

Otra norteamericana, la “W. R. Grace” compró el antiguo ingenio “Rocafuerte”. La compañía

chilena “Echeverría Ltd.” adquirió catorce propiedades entre Naranjal y Milagro – entre otras

propiedades, esa empresa adquirió lo que quedaba de la hacienda Papayal; solo los fundos Taura

y Vainillo adquiridos también por la “Echeverría” sumaban en conjunto más de 30.000 ha.-. La

norteamericana “United Fruit” adquirió la hacienda “Tenguel”. Su subsidiaria, la Cía. Agrícola

del Guayas adquirió fraudulentamente los terrenos por donde iba a pasar la vía Durán – Tambo,

además adquirió casi todas las propiedades que originalmente fueron adquiridas por la chilena

“Echeverría”. Por su parte, otra empresa chilena, la “Frutera Sudamericana” compró las

haciendas “La Elvira”, “Nueva América”, “María Esther”, “La Florida” y “Balao Chico”,

siendo destinadas éstas a la producción bananera (Uggen. 1993).

Tras la Revolución Juliana, el Banco Comercial y Agrícola empezó un lento y largo

proceso de liquidación. Sin embargo antes, en 1923, el Banco adquiere el ingenio San Carlos.

Concluido el proceso de liquidación, en 1937 los socios de ese Banco se rearticulan como

“Sociedad Agrícola e Industrial San Carlos”, manteniendo el control de dicho ingenio. A partir

de 1940, esa Sociedad comenzó a extenderse a expensas de las haciendas cacaoteras. Adquirió

la mayor parte de la hacienda “Venecia” y, entre 1940 y 1976, adquirió 16 propiedades más.

Cada compra estaba marcada por procesos de desalojo de finqueros campesinos.

3.3.4 Afectaciones en el marco de la reforma agraria

Con respecto al proceso de reforma agraria en esta zona, es necesario señalar algunos

antecedentes. Desde fines de los años 20, con el apoyo del Partido Comunista del Ecuador, se

articulan diversas estructuras organizativas de tipo sindical, ejemplo de ello son la Central

Sindical – Campesina en Milagro; y, el Sindicato Campesino de Naranjal. Entre 1934 y 1935, se

conforman estructuras sindicales en el ingenio San Carlos; en la hacienda Angélica; en la

hacienda Venecia; y, en la Isla de Rocafuerte en Milagro. Poco después, en 1939, se conforma

el sindicato en el ingenio Valdez. Todas esas estructuras sindicales, bajo la orientación del

Partido Comunista, van a confluir en 1954, en la conformación de la Federación de

Trabajadores Agrícolas del Litoral (FTAL). Hasta 1958, entre las haciendas de Milagro,

Yaguachi y Naranjal se llegaron a conformar 35 sindicatos con reconocimiento jurídico; se

estima, sin embargo, que el movimiento sindical fue mucho más amplio. Los años 50 fueron

también el momento de mayor apogeo de la lucha en contra de la penetración del capital

monopólico transnacional (Uggen. 1993).

Page 68: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

68

En medio de ese proceso de efervescencia organizativa de tipo clasista, en 1955, en el

sector “Rosa María”, se reactiva el Comité de Expropiación de terrenos del ingenio Valdez,

organización que va a jugar un rol destacado en la lucha por la tierra en la zona de Milagro. En

“Rosa María” vivían en condiciones de hacinamiento los trabajadores agrícolas y sus familias

que habían sido expulsados de las haciendas cacaoteras. El Comité impulsaba la lucha por la

tierra en dos direcciones: por un lado, presionaba para que el ingenio Valdez ceda terrenos para

vivienda popular; por otro lado, el Comité agrupaba a los finqueros de la hacienda “Maruja”,

que estaban en conflicto con su propietario Jacinto Jouvín Cisneros, un funesto latifundista

empecinado en desalojar a los finqueros de su hacienda. A los finqueros de “Maruja”, se

adhirieron los finqueros de “La Eugenia”. Para el año 1961, el Comité de Expropiación se

convierte en la “Cooperativa 5 de Junio” y en esta condición, en 1965, alcanza a recuperar las

tierras de ambas haciendas aunque, con compensación económica de por medio. (Ibid.).

A inicios de los años 60, las haciendas “Taura” y “Vainillo” de propiedad de la

Compañía Agrícola del Guayas, subsidiaria de la United Fruit, fueron parceladas y vendidas a

bananeros que se comprometían a entregar la fruta a esa empresa norteamericana. La “Sociedad

Agrícola Buena Fe”, cuyo mayor accionista era Esteban Quirola, adquiere 11.570 ha.

Ante esta situación, que cuestionaba las posibilidades de reasentamiento campesino,

entre 1961 – 1963 se van a registrar un sinnúmero de tomas de tierras por parte de los

campesinos.

En 1962, la lucha por la tierra se vio impulsada por la invasión por parte de los ex

trabajadores a la hacienda Tenguel. Frente a ello, la United Fruit, no tuvo más alternativa que

vender la hacienda al Estado que, luego parceló el predio y vendió a los ex trabajadores.

En ese contexto era inevitable la promulgación de una Ley de Reforma Agraria. Las

discusiones entre las clases propietarias giraban en torno al carácter y alcance de esa Ley que

debía equilibrar las visiones del sector más tradicional de los latifundistas y el más moderno y,

entre los intereses de los latifundistas costeños y el de los latifundistas serranos. Al final, en

1964 se promulgó la Ley, cuidadosamente elaborada para no amenazar intereses de

latifundistas.

Ese mismo año -1965 - se promulgó la Ley de Tierras Baldías, que amplió un poco el

alcance de la Ley de Reforma Agraria, al declarar nulos los títulos basados en “derechos y

Page 69: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

69

acciones de sitio o montaña”. Esto afectaba a muchos propietarios de la costa que, habían

fundado sus propiedades en dichos títulos.

En 1965, el IERAC abrió una oficina en Milagro y anuncio la liquidación de las

relaciones precaristas. Por presión de la Cooperativa “5 de Junio” se expropió la hacienda “El

Peligro” del ingenio San Carlos. Entre 1965 y 1976, el IERAC intervino en un total de 90.000

hectáreas en los cantones Milagro, Yaguachi y Naranjal (un 23% de la superficie total de los

tres cantones). En el mismo período el IERAC intervino en otras 41.000 ha en la hacienda

“Papayal” (Uggen. 1993).

3.3.5 Ampliación de la gran propiedad agraria en las zonas de la caña

Los datos generados por el III Censo Agropecuario permiten tener una idea de cómo a

inicios de esa década se encontraba la distribución social de las superficies dedicadas a la

producción de caña para ingenios en el país: las unidades de producción (UPA) con superficies

menores a 10 hectáreas, representan apenas el 3,2% del total de las UPA; aquellas propiedades

de entre 10 y menos de 50 hectáreas, representan el 9,2% del total de las UPA; las propiedades

comprendidas entre 50 y menos de 200 hectáreas representan el 11,93 del total de las UPAS, en

tanto que las propiedades de 200 hectáreas y más, representan el 75,7 del total de las UPA

dedicadas a la producción de caña para ingenios azucareros. Hay, como se puede apreciar en la

información censal, un importante grado de concentración latifundista de las tierras en la

producción de caña para ingenios.

En lo que tiene que ver específicamente con las plantaciones de caña de los ingenios –

dejando por fuera a los finqueros y cañicultores proveedores -, desde 1979 se registra un

importante crecimiento de la superficie de los ingenios establecidos en la cuenca baja del río

Guayas, que prácticamente duplicaron la superficie de sus cultivos. Tal es la realidad que se

aprecia en el siguiente cuadro:

Tabla 7. Distribución superficie según ingenio azucarero. 1979 -2008

INGENIOS 1979* 2008 **

La Troncal (ex - AZTRA ) 16.044 25.000

San Carlos 15.641 26.000

Valdez 9.937 26.000

Page 70: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

70

Isabel María 1.671 1.800

TOTAL 33.331 78.800 FUENTE:* Estudios Técnicos Económicos referentes a la Industria azucarera en Ecuador (1980); ** Investigación

de campo (2008)

ELABORADO: SIPAE

Como se puede observar en el gráfico insertado a continuación, la superficie de caña

cultivada por los ingenios es superior a la superficie cultivada por los finqueros y cañicultores

proveedores; esto, no obstante de que la mayoría de cañicultores – que producen caña para

ingenios – son también, como ya quedó señalado, grandes propietarios.

Gráfico 4. Superficie de caña de azúcar por ingenios azucareros

FUENTE: Estudios Técnico – Económico Referente a la Industria Azucarera en Ecuador (1980); Investigación de

campo (2008).

ELABORADO: SIPAE

Los mecanismos de expansión de superficie de caña de azúcar se realizan a través de la

vinculación de nuevos productores (finqueros3 y cañicultores

4), inicialmente con apoyo de los

ingenios, así lo confirma un productor del ingenio VALDEZ “Para la década de los 80

VALDEZ si apoyaba a los cañicultores, con maquinaria, en créditos; en la actualidad ya no”.

3 Finqueros, que dependen de la producción de varios cultivos. 4 Cañicultores, que dependen solo de la caña de azúcar.

Page 71: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

71

La tierra de los ingenios azucareros se incrementa existiendo una reconcentración de la

misma. La adquisición de este recurso se da a través de varios mecanismos. Según un poblador

de Marcelino Maridueña, “En 1985 [los empleados del ingenio San Carlos] presionaron a

ciertos productores pequeños, los mismos que vendieron sus tierras. En la hacienda las Vegas,

hostigaban a los finqueros, hoy sus hijos son trabajadores de San Carlos”. Privatizado el

Ingenio AZTRA – al que se le cambió de nombre, pasando a denominarse “ECUDOS” – y, en

su lógica de expansión, contribuyó a que se realice inversiones en el cultivo de caña de azúcar,

pues requería caña de productores independientes. Para el año 1996 existe un pico de créditos

tanto por el Banco Nacional de Fomento y así como de la banca privada para el cultivo de caña

de azúcar. En el año de 1998 el fenómeno del niño afecta la producción de caña, no pudiendo

realizar los cortes, ni pagar las deudas a los bancos. Esta crisis es aprovechada para fomentar un

proceso de acaparamiento de tierras en provecho del Ingenio AZTRA (privatizado) así como de

grandes y medianos propietarios. Tal situación ya ocurrió anteriormente (1994) con la crisis que

sufrieron los pequeñas bananeros.

El acaparamiento de la propiedad agraria tiene como contrapartida la exclusión del

acceso a la tierra de muchos campesinos, aunque solo fuera para vivienda; ello ha derivado en

tomas de tierra, como la que sucedió en el año 2005, cuando se invadieron las áreas adyacentes

a las cunetas y canales de regadío del sistema de riego Manuel J. Calle.

En el proceso de expansión del cultivo de caña de azúcar, en la década de los 90, se

crean mecanismo de fortalecimiento de los grandes y medianos productores de caña: nuevas

asociaciones de cañicultores; creación de centros de investigación: Centro de investigaciones de

caña de azúcar (CINCAE), Centro Nacional de Investigación de la Caña de Azúcar (CNICA),

Fundación para la Investigación Azucarera del Ecuador (FIADE).

Pero además, los ingenios aumentaron su capacidad de molienda, así como también la

implementación de otras agroindustrias como las alcoholeras - para ejemplificar, basta recordar

que en noviembre de 1992 se inauguró SODERAL S.A., fábrica de alcoholes que utiliza la

melaza de los ingenios como materia prima-.

En cuanto al uso del agua, en el año 2000, el III Censo Nacional Agropecuario registró

82.749 ha dedicadas al cultivo de caña de azúcar para ingenios. De esa superficie, 78.303 ha

tenían riego seguro, es decir, el 94,63 % del total de la superficie cultivada. Es decir, la gran

propiedad agraria de la caña tiene garantizada el agua.

Page 72: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

72

4. EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA DE LA CAÑA EN UNA

RESTROSPECTIVA HISTÓRICA

4. 1 Orígenes y desarrollo de la industria azucarera

Rafael Guerrero (1978) ubica en los siguientes términos el contexto económico en el

que surge la industria azucarera en el Ecuador:

Hacia fines del siglo XIX la formación social ecuatoriana inicia un período de

profundas transformaciones, ligadas a una inserción más profunda en el sistema capitalista

mundial en calidad de proveedor de materias primas. Contrariamente a períodos anteriores,

esta inserción se desenvuelve alrededor de un proceso de concentración de la propiedad en la

zona costera y de desarrollo de las relaciones de producción asalariadas. El cuadro de clases

comienza a variar fundamentalmente, tanto por el nacimiento del proletariado de las fábricas y

servicios de la ciudad de Guayaquil, como por la configuración de una nueva clase

hegemónica: la burguesía agroexportadora y bancaria. Esta clase, a través de la revolución

Alfarista accede al poder y luego de romper los signos más visibles de la dominación

terrateniente eclesiástica, subordina a éstos en lo que sería el gobierno placista.

Los ingenios azucareros surgen en ese contexto, sobre la base de la transformación de

los artesanales trapiches del pasado para configurarse rápidamente en uno “de los principales

canales de acumulación de la burguesía..” (Guerrero Rafael. 1978).

En cuanto a los momentos históricos del desarrollo de la industria azucarera, quizá

podrían identificarse cuatro grandes momentos:

a) Desarrollo incipiente – artesanal, hasta 1880.

b) Capitalización inicial y primeros pasos hacia su desarrollo industrial, hasta 1914.

c) Auge de la industria azucarera, hasta 1949.

d) Monopolización de la producción de azúcar, desde la década de los 50 hasta la actualidad.

Hasta inicios de la década de los 80 del siglo XIX, cuando empiezan a fundarse los

primeros ingenios con una significativa capacidad de molienda, la producción de azúcar estaba

concentrada en trapiches artesanales, de tracción animal, sin mayor trascendencia económica.

Page 73: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

73

En 1880, la compra de la hacienda Milagro por parte de Rafael Valdez y la consiguiente

instalación de un ingenio cuatro años después, tras haberse obtenido un crédito por parte del

Banco del Ecuador, dio origen a la primera producción significativa de azúcar: 18.429 quintales

(Comisión Nacional del Azúcar. 1971. Citada por Guerrero, Rafael. 1978). Arrancaba entonces

un incipiente proceso de capitalización y desarrollo industrial del azúcar.

En 1892, tras comprar la hacienda “Santa Rosa”, Homero Morla, hacendado cacaotero y

banquero, fundó el ingenio Santa Rosa del Chobo que posteriormente pasará a denominarse

ingenio “Luz María”.

Un año después, en 1893, el comerciante Carlos Lynch adquiere la propiedad que

pertenecía a José Bermeo, ubicada en el sitio denominado Playa de Piedra, en donde había unas

pocas matas de cacao y 800 cuadras de caña de azúcar, situadas cerca de la confluencia de los

ríos Chimbo y Chanchan en el cantón Yaguachi. Para 1905, el ingenio contaba con un trapiche

sistema Harvez de fabricación inglesa. (Guerrero. 1978).

Gráfico 5. Superficie de caña de azúcar del Ingenio San Carlos

MAPA 5. Superficie de caña de azúcar. Ingenio “San Carlos”. 2008

FUENTE: ?

ELABORADO: SIPAE

Page 74: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

74

Rafael Guerrero (1978), a quien estamos citando, explica que el incipiente desarrollo

industrial de la producción de azúcar, en buena medida obedecía a que, a diferencia de lo que

ocurría con las haciendas cacaoteras, la composición orgánica de capital requerida para los

ingenios era bastante alta; requerimiento que no podía ser satisfecho por la limitación de la

fuerza de trabajo asalariada en la cuenca baja del río Guayas. De hecho, no es sino hasta inicios

del siglo XX que la costa y la sierra se unen por la vía férrea, posibilitando el flujo de mano de

obra hacia las plantaciones del litoral; mano de obra que, por otro lado, solo se vio “liberada” de

las ataduras semifeudales con las haciendas serranas gracias a la Revolución Liberal.

En el comercio internacional primaba en Europa el comercio de azúcar de remolacha;

mientras que Estados Unidos se abastecía de Cuba – que junto a Haití – estaban entre los más

importantes países productores de caña de azúcar en América. A finales del siglo XIX, el capital

norteamericano empezó a centralizar y monopolizar la producción de azúcar en Cuba. El

Ecuador no estaba entonces en condiciones de participar en el marcado mundial de azúcar; antes

más bien, en 1907, se permitió la libre importación de azúcar.

El inicio de la primera guerra mundial en 1914, como ya se ha señalado, va a repercutir

negativamente en el comercio mundial del cacao; pero, al mismo tiempo va a repercutir

favorablemente en el comercio mundial del azúcar, debido a la reducción de la oferta de este

producto. Tal circunstancia dinamizó la producción nacional del azúcar. Este auge duró hasta

1920, cuando se experimenta una nueva caída en los precios del azúcar.

Ese inicial auge, aunque corto, dio un impulso definitivo a la producción de azúcar en el

país; en lo inmediato, permitió la capitalización de algunos de los ingenios, que ampliaron la

superficie de sus propiedades y modernizaron su maquinaria. Con ello, su capacidad de

producción se vio incrementada; tal es la realidad que se puede apreciar en el siguiente cuadro:

Tabla 8. Situación de la industria azucarera en 1909 – 19225

Ingenio Propietario Cantón Producción anual

(En quintales)

5 En este cuadro hay que tener presente que al referirse a los ingenios de Homero Morla: “Luz María” y “Matilde”, la producción que corresponde al año 1909,

suma la producción de los dos ingenios; en tanto que la producción referida al año 1922, sólo se refiere a la producción del primero de los ingenios señalados. Por otro lado, pudiera ser que el ingenio “María” que solo registra producción en el año 1909, sea el mismo que el denominado como “Adelina María” que solo registra producción en el año 1922.

Page 75: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

75

1909 1922

Valdez Sucesores de Rafal Valdez Yaguachi 45.000 90.000

San Carlos Carlos Lynch Yaguachi 22.000 46.000

Luz María y Matilde Homero Morla Yaguachi 40.000 24.000

Inés María Carrillo Hermanos Yaguachi 20.000 18.000

Rocafuerte Julián Aspiazu Yaguachi 20.000 17.000

El Cóndor Félix Chevasco Yaguachi 5.000 13.000

María Darío Morla Balao 5.000

Santa Ana Herederos J.J. Gonzáles Daule 7.000 5.000

San Pablo J. Puig Mir Babahoyo 15.000 17.000

Esperanza 4.000

La Compañía 9.000

Supaypungo 12.000

Adelina María 19.000

Eulalia 10.000

Chonana 5.000

Total de la producción nacional de azúcar 134.000 289.000 FUENTES: Guía Comercial y Agrícola de la República del Ecuador (Guayaquil. 1909).

Asociación de Agricultores del Ecuador (1923 – 1924)

ELABORADO: Rafael Guerrero (1978).

La crisis de la producción del cacao en los años 20 posibilitó la expansión territorial de

las plantaciones de caña y, al mismo tiempo, permitió engrosar ese “ejército industrial de

reserva”, fundamental para el desarrollo de la industria azucarera, en tanto que condición para la

sobreexplotación de la fuerza de trabajo.

Como ya se indicó, en 1923, el ingenio San Carlos pasó a propiedad del Banco

Comercial y Agrícola, dado que Lynch no pudo cancelar una deuda. A partir de entonces, el

Banco comenzaría a expandirlo territorialmente y a incrementar la capacidad industrial. Entre

1940 y 1957 pasarían a control de la Sociedad Agrícola e Industrial San Carlos las haciendas

Venecia, Paraíso, La Lidia, Pretoria, La Lola, Peligro, Papayal, La Luz, Pomaire, María Teresa,

Teresita, San Luis y Ana María (Uggen. 1993).

Page 76: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

76

La expansión territorial de los ingenios, especialmente del San Carlos y Valdez

implicaba, al mismo tiempo, un proceso de proletarización del campesinado establecido en las

antiguas haciendas cacaoteras.

Durante los años 40 – como resultado de la segunda guerra mundial – y, en lo posterior,

el constante incremento de los precios del azúcar favorecería el desarrollo de la industria

azucarera. Poco a poco, los dos ingenios mencionados fueron copando la demanda nacional de

azúcar, desplazando a los otros ingenios que paulatinamente fueron desapareciendo (Fisher.

1983). En 1937, los ingenios San Carlos y Valdez controlaban el 64,4% de la producción

nacional de azúcar, el saldo lo cubrían doce ingenios pequeños. En cambio, para 1954 la

relación había cambiado radicalmente, los dos ingenios controlaban el 91,35 de la producción

nacional y habían sido eliminados de la competencia siete ingenios (Guerrero. 1978).

Ese proceso de monopolización se explica no solo por la expansión territorial de los dos

ingenios, sino también por la permanente inversión en la modernización industrial y la

preocupación que tuvieron por asegurar adecuados sistemas de irrigación en los cañaverales.

De ese proceso de monopolización de la producción de azúcar, en el litoral solo se salvaron dos

ingenios: el Luz María, ubicado en El Chobo - al cual ya se hizo referencia -; y, el Isabel María.

Gráfico 6. Superficie de caña de azúcar del Ingenio Isabel María

MAPA 6. Superficie de caña de azúcar. Ingenio “Isabel María”. 2008

FUENTE: Carta IGM. 1984

ELABORADO: SIPAE

Page 77: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

77

Fundado en 1936, el Isabel María en sus inicios fue conocido como “Hacienda

Compañía”, con 200 ha de cultivo de caña para azúcar. El ingenio como tal lo fundó Alejandro

Ponce Elizalde, casado con Isabel María Luque, de ahí surge el nombre del ingenio. Ponce tomó

posesión del Ingenio a raíz de una deuda, de la cual recibió como parte de pago un molino y

calderas, que posteriormente servirían para iniciar la industrialización de caña de azúcar. Para

las décadas de los 60 y 70 el cultivo de caña del Ingenio se incrementó llegando a 600 ha, tierra

que adquirió por la compra de haciendas cercanas al ingenio. Para evitar la acción del proceso

de reforma agraria, los propietarios subdividieron las tierras del ingenio en haciendas menores.

Contando con una mayor superficie de cultivo, la capacidad de molienda se incrementa

a 500 toneladas métricas por día. La producción del ingenio Isabel María durante la zafra del

año 1969 fue de 95.199 toneladas de caña molida. En el año 93 los accionistas de Isabel María

compraron la maquinaria del ingenio Luz María (tanques, molinos, caldero) y que, para ese

entonces, era propiedad de Juan Isaías.

En 1949, el gobierno de Galo Plaza promulgó la Ley de Fomento para impulsar el

desarrollo de las empresas. En los años 50, la industria azucarera se vio favorecida con esta

nueva Ley, en término de créditos; así como en término de precios altos, debido a la prohibición

de importación de azúcar (Fisher. 1983). En los años 50, una Ley que devendría en especial

impulso a la industria azucarera fue la Ley de Fomento Industrial, de 1957. Con base en los

criterios establecidos en esa Ley, todos los ingenios fueron clasificados en la categoría A,

gozando de un sinnúmero de beneficios: liberación de impuestos a la importación de

maquinaria, materia prima; reducción de impuestos al capital en giro (Fisher. 1983).

Como es conocido, a inicios de los años 60 el embargo económico decretado por

Estados Unidos en contra de la Revolución Cubana derivó en la rifa de la cuota azucarera

cubana a los países de América Latina, que respaldaban la postura imperialista. Eso alentó la

capacidad de exportación azucarera que para ese entonces habían desarrollado los ingenios

Valdez y San Carlos.

La expectativa de exportación del azúcar y la ampliación del mercado interno, crearon

las condiciones para el surgimiento de un nuevo ingenio azucarero. En efecto, la dictadura

militar de inicios de los 60, oficializa el proyecto de construcción de un nuevo ingenio

azucarero, en el sector hoy conocido como La Troncal.

Page 78: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

78

Es necesario tener presente que la constitución de este ingenio en 1964, denominado

Azucarera Tropical Americana (AZTRA), se da en medio de 2 procesos contradictorios entre sí:

el de colonización terrateniente y el de reforma agraria. Uno de los objetivos de este proyecto –

que hacían parte de su “agenda secreta” - fue el de garantizar las propiedades latifundistas

basadas en los “derechos y acciones de sitio y montaña”, así como aquellas propiedades

turbiamente adquiridas al ritmo de la construcción de la vía Durán - Tambo. De hecho, el

primer paso para materializar el proyecto de nuevo ingenio fue la declaratoria de “inafectables”

– del proceso de reforma agraria – a las tierras en donde se construiría el ingenio y, en donde

empezaría a producirse caña. (Granda, Víctor. 1979).

¿Quiénes fueron los promotores del nuevo ingenio?: los Jouvín Cisneros, latifundistas

ya mencionados; Piana Bruno, dueños de CEDOSA, la principal procesadora de grasas y aceites

comestibles del país; y, los Andrade Ochoa, accionistas de la compañía INCA, constructora de

la vía Durán – Tambo. (Uggen. Op. Cit.); (Granda, Víctor. 1979).

Inmediatamente, todos los propietarios de las áreas próximas, sobre todo quienes habían

adquiridos propiedades desmembradas de la antigua hacienda Taura – Vainillo, a cambio de

acciones aportaron sus tierras al nuevo ingenio; con ello buscaban protegerse de la ofensiva

campesina en pleno proceso de lucha por la tierra.

La deuda adquirida con la empresa francesa Fives Lille Gail para la construcción de la

planta procesadora y su equipamiento no pudo ser pagada, viéndose obligado entonces Andrade

Ochoa a transferir sus acciones a Filanbanco, propiedad del grupo Isaías, a cambio de que este

Banco pagara la deuda a la empresa francesa.

A inicios de los años 70, los Isaías, transfirieron sus acciones al Estado, a través de la

Corporación Financiera Nacional, entidad pública que llegó a poseer el 75% de las acciones de

AZTRA. (Granda. 1979).

En torno al ingenio AZTRA se fue conformando la población de La Troncal, hoy

cantón de la provincia del Cañar.

El 18 de octubre de 1977, en ese ingenio se produjo uno de los crímenes más

abominables en contra de la clase trabajadora ecuatoriana, conocida como la “Masacre de

AZTRA”, acción represiva de la dictadura militar del triunvirato, en el que perecieron

acribillados cerca de un centenar de trabajadores en huelga y sus familias (Granda. 1979).

Page 79: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

79

En el año 1993, en el marco de una política privatizadora del gobierno de Durán Ballén,

el grupo Isaías recupera, de forma fraudulenta, el control de AZTRA. Este ingenio entonces

pasó a denominarse ECUDOS. Recientemente, en el año 2008, para recuperar parte de las

deudas adquiridas por la familia Isaías con el Estado, el Ingenio fue incautado por la estatal

Agencia de Garantía de Depósitos (AGD). Los trabajadores y ex trabajadores del ingenio, así

como el pueblo de La Troncal, saludaron esta acción del gobierno nacional.

El peso político y económico de la burguesía azucarera ha garantizado que la industria

del azúcar sea “la niña mimada del Estado”: políticas proteccionistas en materia de comercio

exterior; indexación de precios; incentivos y beneficios legalmente establecidos.

En 1970, el gobierno creó la Comisión Nacional del Azúcar, que más tarde se

transformó en el Programa Nacional del Azúcar. El Programa, no obstante, nunca logró

funcionar en términos eficientes, por lo cual dejó de existir tiempo después (Fisher. 1983).

Entre otras normas dirigidas a favorecer la industria azucarera podrían mencionarse las

siguientes: Codificación a la Ley de Fomento Industrial (Decreto Supremo 1414, de septiembre

22 de 1971); Declaratoria de Zonas de promoción industrial regional (Decreto Supremo 1248,

de noviembre 3 de 1973); Lista de Inversión Dirigida (Decreto Supremo 989, de diciembre 14

de 1976). (HVA-INTERNATIONAL BV. 1980). Posteriormente, la Ley de Fomento y

Desarrollo Agropecuario (1979) y la Ley de Desarrollo Agrario (1994) también beneficiarían a

la industria del azúcar.

La expansión del capital azucarero

En 1993, el mismo año que se privatizó el ingenio AZTRA, la familia Valdez vende sus

acciones al Grupo Noboa S.A., Grupo que posteriormente lo transfiere al Consorcio NOBIS

cuya mayor accionista es Isabel Noboa, con lazos de consanguinidad con los mayores

accionistas de Noboa S.A.

NOBIS es el ejemplo de la conformación de estos holdings empresariales, estructurados

de tal manera que permiten la transferencia de capitales acumulados en la agroindustria a otras

ramas de la producción capitalista. De hecho éste Grupo, que además es propietario de la

hacienda ganadera “San Rafael”, ha incursionado en actividades de generación de energía

eléctrica, a través de Ecoelectric; en el aprovechamiento industrial del azúcar, a través de

Universal Sweet Industries; en proyectos de construcción inmobiliaria, a través de Pronobis; en

Page 80: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

80

actividades industriales diversas a través de empresas como Coca Cola. El Grupo NOBIS es

además propietario de la franquicia “Howard Johnson” en el Ecuador (Información recabada

del portal virtual de NOBIS).

Es interesante como se van estableciendo vínculos entre proyectos con inversión

pública, como por ejemplo la regeneración urbanística emprendida por el Municipio de

Guayaquil en el sector de Puerto Santa, al pie del río Guayas, con los proyectos inmobiliarios de

Pronobis. De hecho en Puerto Santa, esta empresa del holdig NOBIS, tiene pensado un

ambicioso proyecto inmobiliario: “Ciudad del Río”, que tendrá entre trece y quince

edificaciones, cuyo desarrollo está previsto para los próximos años. Durante ese tiempo la

inversión ascenderá a USD 130 millones. El complejo incluye un hotel cinco estrellas y

edificios con oficinas y apartamentos.

En el caso del grupo empresarial propietario del ingenio San Carlos, sus accionistas en

el año 1999 aprobaron una escisión del capital de la compañía para conformar una holding que

se convierta en la propietaria de acciones de las nuevas compañías del grupo que han ido

surgiendo como respuesta a la diversificación de inversiones y a la utilización de los

subproductos de la caña de azúcar. Así nace Inversancarlos con el mismo grupo accionarial e

integrada por las siguientes compañías: Papelera Nacional S.A. (100 % de las acciones), Codana

(Compañía de Alcoholes Nacionales con participación del 50 % de las acciones), Soderal

(Sociedad de Derivados del Alcohol con el 100 % de las acciones), Agritalisa (Agrícola

Talismán S. A. con el 100 % de las acciones), Doconsa (Bodegas de Azúcar en Durán con el

100 % de las acciones), Intercia (Recicladora de Cartón y Papel con el 100 % de las acciones) y

otras más que van surgiendo a partir del año 2003. (Información recabada del portal virtual del

ingenio San Carlos).

Algunos de los negocios son el resultado de inversiones compartidas por los dos grupos

empresariales, San Carlos y NOBIS: ese es el caso, por ejemplo de CODANA – empresa ya

mencionada-; o, de Carbogas, empresa dedicada a la recuperación de CO2 producido por las

levaduras fermentativas como resultado de la transformación de los carbohidratos de las

melazas de caña.

En torno al Ingenio AZTRA, los Isaías conformaron el Grupo Azucarero ECUDOS, un

conjunto de nueve empresas que se dedican al cultivo de caña de azúcar y a la producción,

industrialización y comercialización del azúcar. Hacen parte de ese grupo las siguientes

Page 81: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

81

empresas: Ecudos S.A., Sacorpren S.A., Podec S.A., Persol S.A., Agrícola Agriflorsa S.A.,

Broxcel S.A., Defaxcorza S.A., Esdestiva S.A. y Pracmax S.A.

La Agencia de Garantía de Depósitos AGD, según Resolución de fecha julio 8 de 2008,

procedió a la incautación de todos los bienes muebles o inmuebles, acciones, participaciones,

derechos fiduciarios y/o títulos valores de cualquier especie, inversiones, depósitos y todos los

activos de las empresas, los que fueron inicialmente transferidos a nombre de la AGD, para

luego ser transferidos al Fideicomiso Mercantil AGD-CFN NO MÁS IMPUNIDAD, siendo la

Corporación Financiera Nacional la Fiduciaria del Fideicomiso (Junta de Fideicomiso. 2009).

Al momento de cerrar éste informe, se estaban valorando todos los activos de esas empresas

para su venta.

5. LAS RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN AL INTERIOR DE LOS

INGENIOS

Las dinámicas que se generan alrededor del eje cañicultor determinan relaciones

sociales, entre ingenios, cañicultores, trabajadores, cuya interrelación se detalla a continuación:

5.1 La capacidad instalada

Los ingenios “Valdez”, “San Carlos”, “La Troncal”, disponen de una poderosa

maquinaria industrial para el procesamiento de la caña de azúcar, a diferencia del

“Isabel María” que mantiene una infraestructura antigua tanto industrial como de

transporte (gabarra). Los ingenios controlan el ciclo producción – comercialización del

azúcar, ya que estos producen la materia prima, la procesan, la comercializan y, en

algunos casos la reindustrializan optimizando los productores residuales del proceso.

5.2 La fuerza de trabajo de los ingenios

La provisión de mano de obra para este sector agroindustrial es de los pueblos de

La Troncal, Milagro, Marcelino Maridueña, Naranjito, Triunfo, Boliche, Pimocha

(Babahoyo), Chimborazo, Cañar y otros lugares de la costa y sierra, pero también

existe un importante porcentaje de trabajadores provenientes de poblados del norte del

Perú. Esta agroindustria ofrece empleo en diferentes actividades: en el periodo de

cosecha o zafra, zafreros (cortadores de caña de azúcar), en la fábrica (para la

Page 82: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

82

industrialización de la azúcar), choferes, capataces; cuando no se realiza la cosecha se

entra a la época de interzafra, ocupando menos mano de obra, principalmente en

actividades de mantenimiento de la maquinaria del ingenio o los canteros.

Según Caravali (2006): “En cuanto a la mano de obra: en el período de zafra se

incorporan 25.000 trabajadores en los diferentes Ingenios del país. […] Durante el

período de julio a diciembre. Dentro de este período de zafra, 250 vehículos son

utilizados para la movilización de la zafra; en tres turnos diarios de ocho horas cada

uno laboran febrilmente 750 choferes y 750 controladores o ayudantes. Más de 600

tractores, bombas hidráulicas entran en acción y crece la demanda de combustible,

repuestos, aceite, llantas, motores”.

El ingenio “Isabel María” tiene 386 trabajadores fijos, entre fábrica y campo, la

mano de obra temporal que es para campo mantiene relación a través de contratistas. La

mano de obra temporal para la época de zafra y siembra es mayoritariamente femenina,

de esta forma ayudan en sus hogares y apoyan a los esposos que trabajan para otros

ingenios; en el sector agroindustrial de la Sociedad Agrícola San Carlos S.A., según el

Comité de empresa para el 2007, trabajaban 6.600 trabajadores; en el Ingenio “La

Troncal” en el periodo de zafra para el año 2006 se registraba entre 1500 - 1800 zafreros

y, en fábrica aproximadamente 300 personas.

Aunque es considerable el número de trabajadores absorbidos por este sector

agroindustrial, al compararlo con el cultivo de banano no se puede dejar de observar que

éste – el banano - registra 104 jornales por hectárea al año; mientras que el cultivo de la

caña de azúcar es de aproximadamente 50 jornales por hectárea al año, lo que significa

que es un cultivo con menos impacto en la generación de empleo; considerando la

superficie sembrada de caña es el cultivo que absorbe más mano de obra en las áreas de

influencia.

Por otro lado, se debe considerar que la inserción de la maquinaria disminuye la

demanda de la mano de obra. En la década de los 90 se amplia la utilización de

maquinaria, especialmente de cosechadoras, “San Carlos posee ocho máquinas

Page 83: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

83

cosechadoras, cada una puede reemplazar a 150 trabajadores de zafra.”(Trabajador

de San Carlos), sin embargo la presencia de maquinaria no logra reemplazar totalmente

la fuerza de trabajo humana, ya que generalmente la maquinaria se utiliza en suelos

totalmente planos o canteros viejos que están próximos a ser renovados.

En sus inicios los ingenios buscaban la manera de asegurar y mantener el

aprovisionamiento de la mano de obra, a través de campamentos con la implementación

de servicios: hospitales, escuelas entre otros, tales campamentos crecieron formando

pueblos. “En la década de los 50, se construye el Hospital San Carlos, el primer

mercado, el barrio San Vicente y cuatro barrios más con viviendas para los

trabajadores, única forma de atraer la numerosa mano de obra que requería la

industria.” (Poblador de Marcelino Maridueña). A inicios del siglo pasado, la mano de

obra era retenida por las haciendas cacaoteras, lo que dificultaba la obtención de mano

de obra por parte del sector azucarero, el trabajador serrano era buscado incluso en los

sitios de origen movilizándolos hasta la Costa; con la crisis cacaotera existe una

expulsión de la mano de obra y su consecuente absorción por parte de los ingenios. A

medida que los ingenios incrementan su capacidad de molienda, aumenta la demanda de

mano de obra. Después de cierto tiempo, con la importante oferta de mano de obra los

campamentos fueron descartados por los ingenios azucareros, así lo hicieron los

ingenios “San Carlos” y “Valdez”. El “Isabel María” todavía mantiene un campamento

para la mano de obra de la zafra.

Desde los años 90, en el marco de las políticas de flexibilización laboral, ha sido

común en la industria azucarera la precarización del trabajo, a través de mecanismos

como la tercerización o intermediación. Pese a que a mediados del 2008, a través de

Mandato Constitucional 8 se eliminó esta modalidad de trabajo, algunos de los

trabajadores entrevistados para este estudio opinan que no ha cambiado la situación

significativamente; la estructura laboral cambió formalmente, ya no está supeditada a un

contratista, sino que éste, el contratista, se integra al ingenio como un capataz. En el

caso de Isabel María aún se mantiene este sistema de intermediación.

Page 84: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

84

Pero más allá de si los trabajadores dependen de un contratista o un capataz, las

condiciones de trabajo siguen siendo precarias; muchos trabajadores ganan salarios

inferiores al mínimo básico establecido por el Estado; no siempre se pagan las horas

suplementarias, no todos los trabajadores tienen afiliación al Seguro Social; no siempre

hay la dotación de herramientas o equipos de protección. Los trabajadores del campo

están sometidos a labores duras, a la deshidratación por las largos horas de sol,

amenazados por las mordeduras de culebras, y otros factores que afectan su salud.

El sistema de contrato por avance6, prolonga las horas de trabajo y limita que las

mujeres puedan ganar igual que los hombres. La presencia de trabajadores peruanos,

que ofertan una fuerza laboral mas barata, se ha convertido en mecanismo de presión y

chantaje para los trabajadores que exigen mejores condiciones de trabajo.

Si bien la flexibilización laboral como política de Estado se inaugura a fines de

los años 80, históricamente las relaciones capital trabajo en la industria azucarera se han

desarrollando en condiciones de explotación. Ello explica la importancia que en éste

sector llegó a tener la organización sindical. Rafael Guerrero (1978) reseña las formas

de organización y resistencia sindical en los ingenios hasta el año 1954; mientras que

Víctor Granda (1979) reseña la resistencia y acción sindical en el ingenio AZTRA

durante la década del 70. En ese ingenio, el 18 de octubre de 1977, durante la dictadura

militar “del Triunvirato” se produjo la masacre de los trabajadores que se encontraban

en huelga.

Pero en los años 70, no solo AZTRA sería el escenario de represión y lucha,

también en el ingenio “San Carlos” se producirían hechos sangrientos en contra de los

trabajadores, tal como lo recuerda un poblador de Marcelino Maridueña “en el Ingenio

la huelga duro 3 meses y 2 semanas, vino el ejercito, cayeron abaleados muchos

compañeros indígenas, no se puede saber cuantos muertos hubo. El dirigente sindical

Eduardo Anangono, él fue el duro del sindicalismo. La estrategia del ingenio San

Carlos era comprar a los trabajadores para romper la huelga, ¡estos se vendía!. Pero

logramos una conquista, a través del contrato colectivo, en el cual, que incluía

6 Contrato por avance, o destajo.- es cuando el trabajo se realiza por piezas, trozos, medidas de superficie y por unidades de obra con una remuneración

pactada para cada una de ellas, sin tomar en consideración el tiempo investido en su labor.

Page 85: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

85

beneficios sociales entre lo que estaba recibir 4 productos subsidiados (azúcar, carne,

leche, arroz) para los trabajadores”.

En la actualidad, la capacidad de organización y resistencia proletaria en el

sector azucarero está disminuida. En la población de Marcelino Maridueña pese a que se

encuentra una estructura sindical formal, en la práctica su capacidad de acción está

congelada como resultado de las maniobras patronales, esto a pesar de que el Comité de

Empresa de San Carlos llega a agrupar a 308 trabajadores. En el Ingenio “La Troncal”

(ex - AZTRA) antes de la década de los 90 los trabajadores llegaron a constituir 21

sindicatos y el comité de empresa; el año anterior, con el paso de éste ingenio al Estado,

se crearon muchas expectativas e interés por rearticular la organización sindical. En el

Ingenio “Valdez” existe un comité de trabajadores y un sindicato que es asesorado por

la FENACLE.

5.3 Los proveedores externos de materia prima

Los ingenios azucareros para complementar sus necesidades de materia prima se

proveen de productores cercanos a su área de influencia. Cada ingenio tiene sus propios

proveedores; en general, no existe competencia por la materia prima. Si al final de la

zafra existen cañicultores que no pudieron ser “zafrados” pueden vender a otro ingenio,

(previa autorización).

La inserción de los productores a la caña de azúcar se da a medida que la

capacidad de molienda de los ingenios aumenta, esto es evidente en las décadas de los

60, 80 y 90, por tal razón existen productores de más de 30 años vinculados a los

ingenios azucareros. Tal relación se viene manteniendo por medio de un contrato, que

se renueva cada año hasta cuando el cantero se tenga que renovar - con un rendimiento

de 50 ton/ha siendo económicamente ya no rentable -.

Para tener una idea de lo que representa el aporte de materia prima para los

ingenios, se puede señalar que, según información recogida en el trabajo de campo, en

el año 1999 el ingenio San Carlos requería ser abastecido de 11.000 hectáreas de

producción de caña desde los proveedores externos - esto al margen de su propia

Page 86: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

86

producción -. ¿Cómo aseguró ésta provisión?: cerca de 2000 hectáreas de caña de

azúcar fue abastecida por productores accionistas del Ingenio; en tanto que los

productores “independientes”, cañicultores y finqueros, sumaron 612 productores con

una superficie aproximada de 8.850 ha.

Los proveedores son pequeños, medianos y grandes propietarios. Los pequeños

son conocidos como “finqueros”, los medianos y grandes como “cañicultores”. El

desenvolvimiento de la producción de los medianos y especialmente de los grandes

propietarios, se da en un régimen de ausentismo; en éste caso, la mano de obra familiar

no interviene en las actividades productivas; la intervención del cañicultor está

relacionado con la supervisión del cultivo, estar pendiente de las reuniones de la

asociación de los cañicultores o con el ingenio.

Los productores pequeños, en cambio, dedican la mano de obra familiar a las

actividades productivas. Sostener el cultivo de caña resulta complejo para los pequeños

productores – propietarios, dado que el ingreso agrícola es de una temporada, no como

otros cultivos como el banano o cacao, que tiene un ingreso permanente.

Por lo demás, la relación con los ingenios, con alguna frecuencia suelen ser

motivo de inconformidades, entre otras razones por cuestiones como las que se señalan

a continuación:

a) El peso de las toneladas cortadas y los grados brix de los canteros de los

productores, no siempre es el mismo que registran los ingenios. A veces, el hecho de

que los productores externos tengan su propia balanza no resuelve las cosas, porque

finalmente se impone el registro de la balanza del ingenio, tomando en cuenta que la

balanza es un logro de la asociación, no es el punto mas importante dado que lo que

realmente se mide son los grados brix, porque el aumento o disminución de este es

objeto de incentivo o penalización.

b) Otro aspecto es el de los precios injustos por tonelada cortada, ya que los costos de

producción son altos. Según un proveedor del ingenio Valdez “el costo de

mantenimiento del cultivo es de 900 USD/ha; en relación a 1.330 USD/ ha que nos

Page 87: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

87

paga el ingenio, nos queda 430 USD/ha; los productores consideramos que el pago

es injusto.”

c) Los pagos de la compra de caña de azúcar bruta se hace en dividendos con retrasos

en los mismos.

d) Canteros particulares que se quedan sin zafrar, si quieren ser zafrados el ingenio les

exige 2 USD/ tonelada.

e) Presentar su inconformidad es casi nula para ciertos productores, según un

proveedor del Valdez: “Los productores proveedores no podemos decir nada

porque el Ingenio ya no nos compra”.

Una de las limitantes para algunos cañicultores u otros futuros proveedores de

materia prima para el ingenio es la distancia de ubicación de sus canteros, pasado de un

límite determinado (no más de 30km), estos tienen que asumir el costo del transporte.

Los problemas mencionados ha llevado a algunos productores a una

reconversión del cultivo de caña de azúcar a cacao CCN51, a arroz o a otros productos,

productores consideran que es la mejor opción, ya que el ingenio no requiere de su

producción.

5.4 Relación ingenios – entorno poblacional

Los ingenios azucareros han construido una ubicación estratégica a su alrededor

están las extensas superficies de los cultivos de caña; el riego está asegurado, las

plantaciones están cubiertas por importantes sistemas de distribución de agua que

fueron creados por el Estado, así como propios de los ingenios; por otro lado, cerca de

las industrias se concentran poblaciones que garantizan la mano de obra.

De hecho, en ciudades como Milagro, Marcelino Maridueña o La Troncal, los

ingenios representan parte de su identidad como “pueblos azucareros”. Son ciudades

que han nacido y crecido con la agroindustria azucarera, que hace parte de su historia;

con una importante población proletaria que por generaciones se ha dedicado a esta

agroindustria, en la fábrica, en la zafra o en actividades complementarias.

Page 88: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

88

Hay una dependencia económica, social y política de las poblaciones con

respecto a los ingenios que, por otro lado, se han dado modos de crear un sistema de

control sobre los pueblos manteniéndolos en cierto letargo; he ahí el caso de Marcelino

Maridueña, poblado pequeño, tranquilo, con poco comercio, que tiene en el Ingenio San

Carlos y empresas anexas – alcoholera y papelera - la única fuente de trabajo; ésta

población no es otra cosa que un “pueblo de mano de obra de Ingenio San Carlos”.

Totalmente rodeado por la caña de azúcar, la población de Marcelino Maridueña no

tiene a donde expandirse.

La permanencia del ingenio “Isabel María” en un sitio aparentemente no idóneo, genera

perplejidad. Así y todo, el ingenio llega a ser la fuente principal de absorción de mano de obra

en la parroquia Pimocha. Esta interrelación que se da entre el ingenio y la fuerza de trabajo, ha

adoptado la modalidad clásica de los grandes ingenios que han desarrollado pueblos alrededor

de la agroindustria; con el objetivo de asegurar la permanencia de mano de obra han

implantando escuelas, campamentos y brindan ciertos servicios, para acoplarlos a las

necesidades del Ingenio.

Tal es la importancia de los ingenios para algunas poblaciones, que al desparecer el

ingenio, el poblado pierde importancia económica y social, algo que por ejemplo, sucedió con

Yaguachi, “Cuando desapareció el ingenio en Yaguachi, el pueblo se quedo en la

pobreza.”(Poblador de Milagro). En el caso de La Troncal la privatización de ingenio AZTRA

produjo el detrimento de la economía como resultado de los despidos intempestivos y, de que

muchos trabajadores se quedaron sin pago por algunos meses. Éste aspecto tuvo repercusión en

el fenómeno migratorio que sufrió ese cantón en los años 90 pues, muchos trabajadores

emigraron hacia el exterior.

6. LAS DINÁMICAS SOCIALES DEL AGUA EN EL EJE CAÑICULTOR

6.1 El sistema hidrográfico

Los principales ríos que recorren por el eje cañicultor del litoral y abastecen de

agua a los sistemas de riego que irrigan las áreas de caña son el Babahoyo, Milagro,

Page 89: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

89

Chimbo, Chanchán, Barranco Alto, Bulubulu, Cañar, Naranjal, Culebras, Taura; así

como los esteros de Los Monos, Naranjito y, Cochancay. No obstante, también debe

destacarse que, en general, “La cuenca baja del río Guayas es el reservorio de aguas

subterráneas más grande e importante en el Ecuador, de los estudios realizados a

través de algunos años se puede deducir que cantidades importantes de agua

subterránea pueden ser explotadas en la cuenca a un costo relativamente bajo”

(INERHI. 1982).

6.2 Los sistemas de riego

En el área de influencia del sector cañicultor, el agua es administrada en forma

privada y asociativa a través de varios sistemas de riego:

a) Sistemas de riego construidos por el Estado: el “Manuel J. Calle” y el “Milagro -

Mariscal Sucre”; el primero riega la producción de caña para el ingenio La Troncal,

el segundo riega la producción de caña para el ingenio Valdez.

b) Sistemas construidos por los mismos ingenios, es el caso de “San Carlos” e “Isabel

María”;

c) Sistemas asociativos construidos por productores de caña, como el sistema de riego

de la “Cooperativa Unión de Naranjito”.

Cabe recordar que en el marco de la aplicación del Proyecto de Asistencia

Técnica (PAT) cofinanciado por el Banco Mundial, a inicios de la década de los 90 los

sistemas “Manuel J. Calle” y “Milagro” fueron transferidos a sus usuarios privados.

Una de las características comunes en estos sistemas de riego es la presencia

predominante del cultivo de caña de azúcar, aunque sirven también a la producción de

otros cultivos como banano, arroz, cacao, entre otros. El funcionamiento de estos

sistemas es más intensivo en los meses de verano julio a diciembre. Los cañicultores

usan el riego solo tres veces al año.

En la siguiente tabla se detallan las características de estos sistemas de riego:

Page 90: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

90

Tabla 9. Sistemas de riego del eje cañicultor del Litoral

Sistema

de riego

Caudal

otorgado

(m3/s)

Fuentes de

abastecimiento

Sup. bajo

riego (ha.)

No. de

usuarios

Particularidades

Manuel J.

Calle

15,5 Ríos Cañar y

Bulubulu

36.000 844 Su construcción se proyectó

a fines de los años 50.

Actualmente la

infraestructura está muy

deteriorada

Milagro 9,5 Chimbo, Chachan

y Milagro

9.766 623 Su construcción se inició a

fines de los años 40. Hasta el

2006, el Estado había

invertido USD. 17.548.293

San Carlos 8 Ríos Chimbo y

Barranco Alto,

entre otras fuentes

Canales sin revestimiento.

Cuenta con dos represas y un

sistema de grandes

reservorios

Isabel

María

No tiene

legalizado

uso del agua

Río Babahoyo y

estero Colorado

2000 1 El agua que sale de la

industria es transportada por

un canal para ser reutilizada

en el riego. En verano se

succiona el agua del río;

mientras que en invierno se

realiza la acción contraria

Cooperativ

a Unión de

Naranjito

0,56 Río Chimbo

Rio Anapoyo

2000 50 De los 50 usuarios, 35 son

cañicultores y 15 son

bananeros

FUENTES: CNRH (2008) e investigación de campo.

ELABORADO: SIPAE

6.3 Aplicación del riego

Fundamentalmente son dos los tipos de riego aplicados en la producción de caña

en la cuenca baja del río Guayas:

Page 91: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

91

a) El riego por gravedad, el más utilizado

b) El riego por aspersión, que generalmente se usa en terreno nivelado

En la siguiente tabla se presenta las formas de aplicación del riego en cada uno

de los ingenios estudiados:

Tabla 10. Aplicación del riego en los ingenios de la cuenca

baja del río guayas

Ingenio

% riego por

gravedad

% riego por

aspersión

Isabel María 80 20

Valdez Sin datos Sin datos

San Carlos 90 10

La Troncal 94 6 FUENTE: Investigación de campo

ELABORADO: SIPAE

Como se puede observar más adelante, los datos del III Censo Agropecuario ubican al

bombeo como uno de las formas de riego más utilizadas en el eje cañicultor; en criterio de

quienes han redactado éste informe, el bombeo no es un mecanismo de aplicación de riego, sino

un mecanismo de captación de las aguas, bien sea de pozos subterráneos o, de aguas corrientes –

ríos o esteros -.

6.4 Acceso a los derechos de agua

El que hayan productores que no puedan acceder al agua o exista desigualdad

entre quienes han accedido tiene que ver con un proceso histórico de apropiación del

recurso que se ha verificado desde el nacimiento mismo de la industria azucarera. Para

asegurar la dotación de agua, los ingenios y los medianos y grandes cañicultores han

desarrollado una serie de mecanismos:

a) Acaparamiento del agua que decurren por los sistemas estatales de riego

Page 92: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

92

b) Bombeo de aguas corrientes y aguas subterráneas, con y sin autorización del Estado

c) Interrupción o desvío de causes de agua, sin autorización del Estado

En las siguientes líneas se describen cada uno de estos mecanismos.

6.4.1 Acaparamiento del agua que decurren por los sistemas estatales de riego

El acaparamiento del agua sigue la misma tendencia del acaparamiento de las

tierras; en el eje cañicultor; indiscutiblemente quien concentra tierras, concentra el agua.

El sistema de riego “Manuel J. Calle”, según información propia (2006),

presenta una estructura agraria heterogénea: las unidades menores a 5 hectáreas, con un

número de productores de 273, que representan el 33,2% del total de los productores de

ese Sistema, ocupan 641.3 hectáreas, es decir, apenas el 1,8% del total de la superficie

regada; las unidades de entre 5 y 50 hectáreas, son regadas por 440 productores, que

representan el 53,5% de los productores, éstos riegan 6728,21 hectáreas, es decir el

18,5% del total de la superficie regada por ese Sistema; las unidades entre 50 y 100

hectáreas, son regadas por 88 productores, que representan el 10,7% de los regantes,

quienes en total ocupan 8025,38 hectáreas, es decir el 22,1% de la superficie regada;

mientras que las unidades mayores a 100 hectáreas, son regadas por apenas 21

productores, esto es, el 2,6% del total de los productores, pero ocupan una superficie de

20.900,5 hectáreas, es decir el 57,6% de la superficie regada por el Manuel de J. Calle,

dentro de este grupo se encuentra al Ingenio “La Troncal”.

Esta estructura no ha cambiado significativamente en los últimos 30 años, pese a

los procesos de colonización y lucha campesina por el acceso a tierra. Tal es la realidad

que se puede observar en las siguientes tabla y gráfico:

Page 93: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

93

Tabla 11. Evolución de la distribución de la tierra, en el Sistema de Riego

“Manuel de J Calle” (1976 – 2006).

RANGO 1976 (%) * 2006 (%)**

SUPERFICIE

(ha)

UPA SUPERFICE

(ha)

UPA

< 5 ha 2,8 37,40 1,8 33,2

5 - <50 ha 18,0 45,10 18,5 53,5

>50 -100 ha 12,0 7,10 22,1 10,7

>100 ha 67.20 10,40 57,6 2,6

TOTAL: 100,0 100,0 100,0 100,0 FUENTE: * MAG. Proyecto Manuel de J Calle. 1976. ** SISTEMA DE RIEGO. Manuel de J Calle.

2006

ELABORADO: SIPAE

Gráfico 7. Distribución de la tierra en el Sistema de Riego "Manuel de J Calle". 2008

FUENTE: SISTEMA DE RIEGO “Manuel de J Calle”. 2008

ELABORADO: SIPAE

1,8

18,5 22,1

57,6

33,2

53,5

10,72,6

< 5 ha 5 - <50 ha >50 - 100 ha > 100 ha

PO

RC

ENTA

JE %

Distribución de la tierra en el Sistema de Riego

"Manuel de J Calle". 2008

SUPERFICIE UPAS

Page 94: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

94

El sistema de riego “Manuel de J Calle”, tiene una importante presencia en el

cultivo de la caña de azúcar, según los datos del sistema de riego para el 2006: este

cultivo es el de mayor relevancia con una superficie de 23.120,3 ha (63,70%), siendo el

Ingenio “La Troncal” el mayor usuario; otros cultivos suman 1.526,38 ha (4,21%) con

85 productores (10,34%).

A diferencia de la caña de azúcar el cultivo de arroz posee 4.721,45 ha las cuales

representan el 13,01%; y cultivo de banano 4.891,5 ha (13,48%); cacao 2.035,76 ha

(5,61%). En todo el sistema de riego existen 159 productores de caña, 236 arroceros, 68

bananeros y el cacao tiene 274 productores; porcentualmente representan el 19,34%,

28,71%, 8,27% y 33,33% respectivamente; lo que indica que los cultivos con mayor

numero de productores poseen la menor cantidad de tierra.

Tabla 12. Evolución del uso del suelo en el Sistema de Riego “Manuel

de J Calle” (1976 – 2006)

Cultivos Superficie (%)

1976 * 2006 **

Arroz 4,00 13,01

Banano 44,00 13,48

Cacao 2,00 5,61

Caña de azúcar 47,50 63,70

Otros 2,50 4,21

Total 100,00 100,00 FUENTE: * MAG. Proyecto Manuel de J Calle. 1976. ** SISTEMA DE RIEGO. Manuel de J Calle. 2006

ELABORADO: SIPAE

Page 95: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

95

Gráfico 8. Uso del suelo. Sistema de Riego "Manuel de J Calle" (2006)

FUENTE: SISTEMA DE RIEGO “Manuel de J Calle”. 2008

ELABORADO: SIPAE

En la tabla 13, según la comparación entre 1976 y 2006 se evidencian cambios

representativos: 1. El cultivo de banano, ha disminuido en un 30% de la superficie,

debido a que el sistema de riego esta cerca del pie de monte con condiciones de suelos

pedregosos y poca luminosidad lo que afecta el desarrollo de este cultivo, por lo cual los

productores se dedicaron al cultivo de cacao (pequeños productores), o el cultivo de

caña de azúcar (pequeños, medianos o grandes productores); 2. El cultivo de caña de

azúcar, ha aumentado en un 16%, este se debe al aumento de capacidad de molienda y

la necesidad de superficie de caña de azúcar -materia prima- tanto de cañicultores y con

mayor presencia la propia superficie del Ingenio.

13,01 13,485,61

63,70

4,21

28,71

8,27

33,33

19,34

10,34

Arroz Banano Cacao Caña de Azucar Otros

PO

RC

ENTA

JE %

Uso del suelo. Sistema de Riego "Manuel de J Calle"

(2006)

SUPERFICIE NÚMERO DE PRODUCTORES

Page 96: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

96

Tabla 13. Distribución de la tierra para el cultivo de

caña de azúcar, Sistema de Riego “Manuel de J Calle.

2008

RANGO SUPERFICIE

(ha)

UPAS

< 5 ha 35,35 19

5 - <50 ha 1840,95 88

>50 -100 ha 1790 25

>100 ha 19454 27

TOTAL: 23120,3 159

FUENTE: SISTEMA DE RIEGO “Manuel de J Calle”. 2008

ELABORADO: SIPAE

Gráfico 9. Distribución de la tierra en el cultivo de caña de azúcar. Sistema de Riego

"Manuel de J Calle" 2006

FUENTE: SISTEMA DE RIEGO “Manuel de J Calle”

ELABORADO: SIPAE

0,157,96 7,74

84,14

11,95

55,35

15,72 16,98

< 5 ha 5 - <50 ha >50 - 100 ha >100 ha

PO

RC

ENTA

JE %

Distribución de la tierra en el cultivo de caña de

azucar. Sistema de Riego "Manuel de J Calle" 2006

SUPERFICIE UPAS

Page 97: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

97

Como indica el gráfico 9, según los datos del sistema de riego “Manuel J Calle”

para el año 2006, la distribución de la tierra en el cultivo de la caña de azúcar establece

que los productores entre 5 a 50 ha son relevantes por el número de productores con 88

unidades productivas (55,35%) y un total de 1.840,95 ha (7,96%); mientras que

productores mayores a 100 ha ocupan una superficie de 19.454 ha (84,14%) con 27

productores (16,98%).

Para tener un mayor acercamiento: el mapa 1, permite ver la inequitativa

distribución de la tierra; el mapa 2, permite evidenciar como el ingenio desde 1984 al

2006 ha incrementado sus áreas privadas de caña de azúcar. Según un usuario del

Sistema de riego “Manuel J Calle” entrevistado por PROMAS (Programa de Manejo de

Agua y Suelo ) menciona que: “El ingenio es el mayor poseedor de tierras, incluso

arrienda y/o compra la producción a medianos y pequeños productores-usuarios de la

ASUR. (Asociación de usuario de riego “Manuel J Calle”) Para los usuarios, la

política del ingenio es ir adquiriendo en forma paulatina la mayor cantidad de área

destinada al cultivo de la caña, por lo que, “se estaría monopolizando la tenencia de la

tierra” Por su parte el PROMAS (2006) menciona que: “por parte los propietarios de

la fabrica; esto preocupa a los usuarios, en la medida de que temen que a mediano

plazo, se desplace a los pequeños productores, desatando graves consecuencias

sociales en el Cantón”. Por ultimo el mapa 3, permite ver que el cultivo de la caña de

azúcar es predominante incluso en el año 1984 según el ex INERHI.

Page 98: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

98

D IS T R IB U C IO N D E L C U LT IV O D E C AÑA D E A ZU C A R

E N E L S IS T E M A D E R IE G O D E M A N U E L J C A LLE .

1979

10 de agosto 1984.shp40 cuadras .shp

Ruidoso, ingenio , rancho grande.shpLa envid ia 84.shp

Uso c ultivos 79.shp

CAÑA D E A ZU CA R

Ingenio u lti 1984.shpRios , esteros, 1984.shpVias principa les.shpCanales.shp

3000 0 3000 6000 Me te rs

655 00 0

655 00 0

660 00 0

660 00 0

665 00 0

665 00 0

670 00 0

670 00 0

675 00 0

675 00 0

680 00 0

680 00 0

685 00 0

685 00 0

690 00 0

690 00 0

9720

000 9720000

9725

000 9725000

9730

000 9730000

9735

000 9735000

9740

000 9740000

9745

000 9745000

N

D IS T R IB U C IO N D E L A T IE R R A

S IS T E M A D E R I E G O M A N U E L J C A L L E 1 9 8 4

2 0 0 0 0 2 0 0 0 4 0 0 0 M e te rs

10 de a go s to 1 9 8 4.s h p

40 c u ad r as .s h pR u id o s o , ing e n io , r a nc h o gr a nd e . s hp

La en v id ia 8 4. s h p

In g en io u l ti 1 9 8 4.s h p

R ios , es te ro s , 1 9 8 4. s h pV ia s p rin c ip a le s .s h p

655 00 0

655 00 0

660 00 0

660 00 0

665 00 0

665 00 0

670 00 0

670 00 0

675 00 0

675 00 0

680 00 0

680 00 0

685 00 0

685 00 0

690 00 0

690 00 0

9720

000 9720000

9725

000 9725000

9730

000 9730000

9735

000 9735000

9740

000 9740000

9745

000 9745000

655 00 0

655 00 0

660 00 0

660 00 0

665 00 0

665 00 0

670 00 0

670 00 0

675 00 0

675 00 0

680 00 0

680 00 0

685 00 0

685 00 0

690 00 0

690 00 0

9720

000 9720000

9725

000 9725000

9730

000 9730000

9735

000 9735000

9740

000 9740000

9745

000 9745000

MAPA 1. DISTRIBUCION DE LA TIERRA. SISTEMA DE

RIEGO “MANUEL J CALLE” . 1984

MAPA 2. DISTRIBUCION DE LA TIERRA. SISTEMA DE RIEGO “MANUEL J CALLE”

. 1984; CAÑA DE AZÚCAR DEL INGENIO “La Troncal” 2005

MAPA 3. DISTRIBUCION DE LA CAÑA DE AZÚCAR . SISTEMA DE RIEGO

“MANUEL J CALLE” 1979.

FUENTE: EX INERHI. (1984)

ELABORADO: SIPAE. (2007)

FUENTE: EX INERHI. (1984); SISTEMA

DE RIEGO “Manuel J Calle” 2006

ELABORADO: SIPAE. (2008)

FUENTE: EX INERHI. (Distribución de tierra 1984; Cultivo caña

de azúcar 1979); SISTEMA DE RIEGO “Manuel J Calle” 2006

ELABORADO: SIPAE. (2008)

Page 99: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

99

En lo que respecta al Sistema de riego Milagro – Mariscal Sucre, presenta

también una gran heterogeneidad: las unidades menores a 5 hectáreas suman 385

productores, esto es, el 61,8% del total de los productores de éste Sistema, en conjunto

éstos riegan 885 hectáreas, esto es, el 9,06% de la superficie regada; las unidades entre

5 y 20 hectáreas suman 189 productores, esto es el 30,34% del total de los productores

quienes, en conjunto, riegan 1.530 hectáreas, esto es, el 15,67% de la superficie regada

del Sistema Milagro; las unidades entre 20 y 50 hectáreas suman 38 productores, esto

es, el 6,10%, con una superficie bajo riego de 1.017 hectáreas, esto es, el 10,41% del

total de la superficie regada; mientras que las unidades mayores a 50 hectáreas están en

manos de 11 productores, esto es, el 1,77% del total de los productores de éste Sistema

(entre ellos el Ingenio “Valdez”), con una superficie de 6.334 hectáreas, esto es, el

64.86% del total de la superficie regada por éste Sistema.

Tabla 14. Evolución de la distribución de la tierra (1976 – 2007)

RANGO 1976 (%)* 2007 (%)**

SUPERFICIE

(ha)

UPA SUPERFICIE

(ha)

UPA

< 5 19,2 62,2 9,06 61,80

5 - < 20 36,3 31,4 15,67 30,34

>20 – 50 18 5,5 10,41 6,10

>50 26,5 0,9 64,86 1,77

TOTAL: 100,00 100,00 100,00 100,00

FUENTE: * Ex INERHI. (1976).

** SISTEMA DE RIEGO “Milagro – Mariscal Sucre” (2007).

ELABORADO: SIPAE

Page 100: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

100

Gráfico 10. Distribución de la tierra en el Sistema de Riego "Milagro – Mariscal Sucre"

2007

FUENTE: Sistema de Riego “ Milagro Mariscal Sucre”

ELABORADO: SIPAE

El cultivo de la caña es representativo, de las 9.766 ha del sistema de riego

“Milagro – Mariscal Sucre” 8.071 ha (82,64%) son de caña de azúcar con 240 unidades

productivas (38,52%).

Tabla 15. Uso del Suelo. Sistema de Riego “Milagro – Mariscal Sucre”. 2007

CULTIVOS SUPERFICIE (ha) UPA

Arroz 35,00 3,00

Banano 1102,00 186,00

Cacao 379,00 135,00

Caña de Azúcar 8071,00 240,00

Maíz 84,00 31,00

Otros 95,00 28,00

TOTAL 9766,00 623,00 FUENTE: Sistema de Riego “Milagro – Mariscal Sucre” (2007)

ELABORADO: SIPAE

9,0615,67

10,41

64,8661,80

30,34

6,10 1,77

< 5 ha 5 - < 20 ha > 20 - 50 ha > 50 ha

PO

RC

ENTA

JE %

Distribución de la tierra. Sistema de Riego "Milagro -

Mariscal Sucre" 2007

SUPERFICIE UPAS

Page 101: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

101

Gráfico 11. Distribución de la tierra por tipo de cultivo. Sistema de Riego "Milagro

– Mariscal Sucre" 2007

FUENTE: Sistema de Riego “Milagro Mariscal” (2007)

ELABORADO: SIPAE

Como muestra la tabla 16 y gráfico 12, es evidente que existe una importante

participación de los pequeños productores de caña de azúcar, sin embargo estos ocupan

poca superficie: donde productores menores a 5 ha suman una superficie de 885 ha

(9,06%) con 385 unidades productivas (61,80%), en contraste con superficie mayores a

100 ha donde suman 5904 ha (60,45%) son cuatro unidades productivas (0,64%).

0,36

11,283,88

82,64

0,86 0,970,48

29,8621,67

38,52

4,98 4,49

Arroz Banano Cacao Caña de Azúcar Maíz Otros

PO

RC

ENTA

JE %

Disrtibución de la tierra. Sistema de Riego "Milagro -

Mariscal Sucre" 2007

SUPERFICIE UPAs

Page 102: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

102

Tabla 16. Distribución de la tierra para el cultivo de caña de

azúcar, Sistema de Riego “Manuel de J Calle. 2007

RANGO SUPERFICIE

(ha)

UPA

< 5 ha 885,00 385,00

5 - <50 ha 2547,00 227,00

>50 -100 ha 430,00 7,00

>100 ha 5904,00 4,00

TOTAL: 9766,00 623,00 FUENTE: Sistema de Riego “Manuel de J Calle”. 2007

ELABORADO: SIPAE

Gráfico 12. Distribución de la tierra para el cultivo de caña de azúcar. Sistema de Riego

“Manuel de J Calle” 2007

FUENTE: Sistema de Riego “Milagro – Mariscal Sucre” (2007)

ELABORADO: SIPAE

El mapa 4, a pesar de ser de 1980, permite evidenciar la inequitativa distribución

de la tierra del sistema de riego “Milagro – Mariscal Sucre”, donde el Ingenio azucarero

“Valdez” requiere de riego para 5500 ha que representa el 56.31 % del total del

abastecimiento de riego.

9,06

26,08

4,40

60,4561,80

36,44

1,12 0,64

< 5 ha 5 - <50 ha >50 - 100 ha >100 ha

PO

RC

ENTA

JE %

Distribución de la tierra en el cultivo de caña de

azucar. Sistema de Riego "Manuel de J Calle" 2007

SUPERFICIE UPAS

Page 103: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

103

N

EW

S

DISTRIBUCION DE LA TIERRA

SISTEMA DE RIEGO DE MILAGRO- MARISCAL SUCRE. 1980

AREA SIN DISTRIBUCION DE TIERRA

INGENIO VALDEZ

PARCELAS PARTICULARES

Canales1.shp

Rios-estudio-caña.shp

Vias-estudio-caña.shp

4000 0 4000 8000 Meters

Río Milagro

s/n

s/n

650000

650000

655000

655000

660000

660000

665000

665000

670000

670000

675000

675000

9760

000 9760000

9765

000 9765000

9770

000 9770000

9775

000 9775000

FUENTE: EX INERHI. (Distribución de

tierra 1980; ELABORADO: SIPAE. (2008)

MAPA 4. Distribución de la tierra. Sistema

de riego “Milagro – Mariscal Sucre” 1980

El ingenio Valdez recibe 5000 litros/segundo del sistema de riego Milagro, es

decir, capta el 50% de las aguas que decurren por ese sistema.

Existen casos de productores que pese a haber realizado las gestiones

correspondientes, no pudieron acceder al riego, pese a que el canal pasa en frente de

ellos; “Cuando el canal pasaba en frente de nosotros pedimos que se nos deje coger

agua y no nos dejaron, pese que en aquel tiempo este sistema de riego pertenecía al

Estado, actualmente para nuestro cultivo cogemos del agua subterránea” (Productor

del cantón La Troncal).

6.4.2 Bombeo de aguas corrientes y aguas subterráneas

El bombeo de agua subterránea es intensivo para complementar los

requerimientos de agua para irrigación. La utilización de agua subterránea permite que

productores con desventajas, sin acceso a ríos, esteros o, canales de riego, puedan

obtener agua para sus cultivos e incluso para el consumo humano. “El Ingenio “La

Troncal” riega el 60% en forma directa de los canales y 40% por medio de pozos

profundos” (ZAMBRANO, J. 2006). “Para 1967, el Ingenio “San Carlos” contaba con

Page 104: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

104

el pozo más profundo de toda esta cuenca, pero aún, con sus 120 metros no se llega a

la roca consolidada [el número de pozos] 23, sin contar con la posibilidad que tenga

más pozos, 12 producen 190 l/s y resto entre 60 y 80 l/s. de los cuales desde 1956 se

usaban para irrigación de los cuales en su mayoría funcionaron en su totalidad en

1975. Dos o más de los pozos del Ingenio San Carlos, están destinados para

abastecimiento de agua potable del Ingenio” (CHAS T. MAIN INTERNACIONAL.ING,

1.967)

La importancia del agua subterránea en el eje cañicultor, queda relevada en el

información del III Censo agropecuario (2000), que da cuenta que el riego que

aprovecha el bombeo del agua es el más utilizado. En la siguiente tabla y gráfico se

puede observar lo señalado:

Tabla 17. Tipos de riego. Área de influencia de la caña de azúcar.

2008

SUPERFICIE

(ha)

% UPA %

Goteo 1825 0,96 91 0,83

Aspersión 47448 24,96 697 6,39

Bombeo 55.477 29,18 6.690 61,35

Gravedad 83.045 43,68 3.121 28,62

Otro sistema 2316 1,22 305 2,80

Total 190111 100,00 10904 100,00

FUENTE: III Censo Agropecuario. 2000

ELABORADO: SIPAE

Page 105: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

105

Gráfico 13. Tipos de riego en el área de influencia de la caña de azúcar

FUENTE: III Censo Agropecuario. 2000

ELABORADO: SIPAE

6.4.3 Desvío de los cauces

En algunos sitios donde no existen concesiones o el acceso al agua es difícil, e

incluso donde hay concesión como en San Carlos - “en verano baja el caudal del rio,

ingresa maquinaria para provisionar un by pass y llevar toda el agua que sea posible a

los grandes reservorios” (habitante de Marcelino Maridueña)-, se han implementado

algunos mecanismos, al margen de lo legal, entre estos el desvió de los causes de los

ríos y represamientos que impiden abastecer de agua a sitios posteriores, o disminuyen

el caudal para los usuarios concesionados, además cuando a “el río Chanchan lo secan

o desvían”, se ha producido la inundación de ciertos pueblos (productor de Marcelino

Maridueña).

Un ejemplo de lo que las mermas del caudal han provocado, es que las labores

agrícolas para los usuarios del sub canal Zarama, se compliquen debido al desecamiento

del potrero; por la presencia de tecas en terrenos de la compañía Valdez, a más de esto

han tapado el cauce natural del agua, y a la postre en estas zonas hay productores de

0,96

24,9629,18

43,68

1,220,836,39

61,35

28,62

2,80

Goteo Aspersión Bombeo Gravedad Otro sistema

PO

RC

ENTA

JE %

Tipos de riego. Área de influencia de la caña de azucar

SUPERFICIE UPAs

Page 106: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

106

90 ha (dos productores), 2 ½ ha, 2-4 ha, 15 ha, que son usuarios del sistema de Riego

Milagro Mariscal Sucre.

7. CONCLUSIONES

Ubicada en una zona agro - ecológicamente privilegiada, con las mejores tierras

productivas del Ecuador, el 89% de la superficie total de caña se encuentran en la cuenca baja

del río Guayas.

En ese espacio territorial, los ingenios y empresarios cañicultores han asegurado el

control de los recursos productivos, fundamentalmente la tierra y el agua. Las inversiones

públicas en la infraestructura de riego en ésta parte del país, han beneficiado particularmente a

los grandes propietarios azucareros, convertidos en fracción monopólica de la burguesía

agroindustrial.

Su condición de fracción monopólica está reflejada en el control casi exclusivo del

mercado del azúcar, en donde los ingenios instalados en la cuenca baja del río Guayas

controlan el 90.74% del mercado nacional de ese producto.

El desarrollo de la industria azucarera es uno de los puntales del desarrollo del

capitalismo en el Ecuador. De hecho, el desarrollo de los ingenios Valdez y San Carlos en la

primera mitad del siglo XX, ejemplifican adecuadamente los procesos de desarrollo capitalista

del agro, adecuadamente sintetizada por Rafael Guerrero en los siguientes términos:

Tal desarrollo, “se explica por la presencia de un conjunto de fenómenos que se

combinaron: en primer lugar, la superexplotación de la fuerza de trabajo, consecuencia del

incremento de la desocupación; en segundo lugar, el proceso de concentración de tierras

desencadenado a partir de la crisis del cacao; en tercer lugar, la renta diferencial que obtenían

debido a la buena calidad de sus tierras; y en cuarto lugar, por las ganancias extraordinarias

que obtenía debido a la maquinaria que poseía.”

El monopolio de la propiedad territorial es su premisa histórica. De allí que las

interrelaciones tierra y agua en el eje cañicultor; en última instancia, termina siendo la relación

obligada entre dos elementos fundamentales para la generación de la renta capitalista sobre la

tierra, renta que no es otra cosa que el mecanismo mediante el cual se valoriza económicamente

la propiedad inmueble.

Page 107: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

107

Si bien, la buena calidad de los suelos de la cuenca baja del río Guayas y, el

enmarañado sistema hidrográfico que atraviesa el eje cañicultor – asegurando el riego - serían

suficientes para garantizar la obtención de una renta diferencial, el control monopólico de las

tierras por la burguesía azucarera, posibilita a ésta fracción la obtención de una renta absoluta.

Desde otra perspectiva analítica, debe tenerse presente que el sector de la caña

no puede ser entendido sino a condición de entender todo el entramado de las

articulaciones agricultura e industria, con todas las complejidades que tiene ésta

relación. Blanca Rubio (2009) señala que en ésta fase agroexportadora del capitalismo,

el predominio de las agroindustrias, su control sobre la comercialización y

transformación de los bienes básicos, su papel en el impulso de la nueva tecnología de

vanguardia y, sobre la exclusión y marginalidad de los productores de alimentos

básicos, ha puesto a la orden del día el papel crucial que tiene la industria en el

desarrollo agropecuario de la región.

Blanca Rubio ubica una condición de subordinación de la agricultura a la

industria en la economía capitalista, afirmación que propone la imposibilidad de

analizar la agricultura separadamente de la industria - menos en una zona en donde

predomina la producción de la caña de azúcar, como la estudiada -. En éste campo, la

investigación agraria, todavía tiene, entonces, retos pendientes.

Otro reto que queda pendiente para una posterior investigación, son las

perspectivas que tiene la producción de caña en ésta zona, para la producción de

agrocombustible. Si bien, en éste estudio se generó alguna información, la complejidad

del tema, demanda un tratamiento específico.

8. REFERENCIAS

8. 1 LIBROS

OJEDA, A. (2007). “Concentración azucarera: El caso de La Troncal”. En: BRASSEL, F., HERRERA,

S., LAFORGE, M. (edit.) “¿Reforma Agraria en el Ecuador?: Viejos temas nuevos argumentos”. SIPAE.

Quito.

Page 108: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

108

BRAVO, Elizabeth (2006). Biocombustibles, Cultivos Energéticos y Soberanía Alimentaria en América

Latina. Encendiendo El Debate Sobre Biocombustibles. RALLT (Red Por Una América Latina Libre De

Transgénicos). pág. 98 – 113

CRAWFORD DE ROBERTS, Lois. (1980). El Ecuador en la época cacaotera. Editorial Universitaria,

Universidad Central, Quito.

DURAN, Javier (2006). El desarrollo de la agricultura en la provincia de Los Ríos. Editorial

Universitaria. Babahoyo.

FISCHER, Sabine (1983). Estado, Clases e Industria. Editorial El Conejo, 1ª Edición. ILDIS. Quito

FORO DE LOS RECURSO HÍDRICOS (2008). El despojo del Agua y la necesidad de una

transformación Urgente.- Imprimax. Ecuador.- pág. 50

GODARD, Jeane; OJEDA, Andrea. (2006). Análisis y Diagnostico Agrario en el Cantón La Troncal.

Tesis de Grado. SIPAE. Universidad Central del Ecuador. Quito

GRANDA, Víctor (1979). La Masacre de Aztra. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de

Cuenca. Cuenca. pág. 39.

GUERRERO, Andrés (1994). Los oligarcas del Cacao. 1ª Edición, Editorial El Conejo. Quito.

GUERRERO, Rafael (1978). Los Ingenios en el desarrollo del capitalismo en el Ecuador 1900 – 1954. En

Tomo I de Memorias del Segundo encuentro de Historia y realidad económica y social del Ecuador. IDIS.

Cuenca. pág. 533.

HUTTEL, Charles, ZEBROWSKI, Claude, GONDARD, Pierre (1999). Paisajes Agrarios del Ecuador.

Tomo 119. IRD, IPGH, IFEA, Comité editorial de la PUCE. Quito

SAAD, Pedro (1977). Obras escogidas. V Tomo. Editado por EEICA. Editorial Claridad S.A. Guayaquil

UGGEN, John (1993). Tenencia de la tierra y movilizaciones campesinas. Zona de Milagro. 1ª Edición.

ACLAS. Quito

Proyecto SICA, INEC, MAG (1954). I Censo Nacional Agropecuario. Quito

Proyecto SICA, INEC, MAG (1974). II Censo Nacional Agropecuario. Resumen Definitivo Provincias:

Cañar, Los Ríos y Guayas. Quito

Proyecto SICA, INEC, MAG (2002). III Censo Nacional Agropecuario (2000). Resultados Nacionales y

Provinciales. Quito

Page 109: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

109

8.2 DOCUMENTOS

ABAD, Ricardo (2006). Historia de La Troncal. La Troncal.

CHAST. MAIN INTERNACIONAL. ING (1967). Investigación De Aguas Subterráneas del Área

Milagro- M de J Calle. Quito.

CARRERA, Luis (1970). Las Obras Hidráulicas y la Supervivencia Del Ecuador. INHERI. pág.185 -

186.

CEDEGE (1973). La tenencia de la tierra en la cuenca del Guayas. Guayaquil.

CEDEGE (1996). Proyecto De Riego Manuel D J Calle. Evaluación Del Sistema Dirección De

Desarrollo Regional. Guayaquil. pág. 3

CEDEGE (2006). La tenencia de la tierra en la cuenca del Guayas. Guayaquil. pág. 11 - 12.

HVA - Internacional BV, INCONEC, MOTORCOLUMBUS (1978). Estudios Técnicos Económicos

referentes a la Industria azucarera en Ecuador. Tomo 5. Estudios Especiales. Ámsterdam, Quito, Badén.

MAG (1976). Proyecto de Riego Manuel de J Calle. Quito

MARINOD, Jacques (1966). Proyecto de estudios de Milagro y Manuel de J Calle. Quito.

OJEDA, Andrea. (2008). Estudio de la Mano de Obra en el cantón la Troncal. SIPAE. Quito.

ZAMBRANO, J. (2006). Conflictos de agua en los ríos Cañar y bulo. Documento preparado para e Foro

de los Recursos Hídricos.

ARTÍCULOS Y PUBLICACIONES VARIAS

Junta de fideicomiso mercantil AGD-CFN NO MAS IMPUNIDAD (2009). Bases para la Selección y

Contratación de una Consultora para la Valoración, propuesta Estratégica y promoción para la Venta del

Grupo de Empresas ECUDOS

OTS, Capdequi José María (1968). Sobre las “Confirmaciones reales” y las “Gracias a sacar” en la

historia del derecho indiano. Revista de Estudios de Historia Novohispana. UNAM. México.

PINCAY, Astolfo. (2007). Calentamiento Global. Revista: El bananero. pág. 14.

EL COMERCIO (2008). En Ingenio La Troncal hubo confusión y apoyo. Artículo publicado en la

sección ESPECIAL, edición de fecha, 9 de julio del 2008. Guayaquil.

Page 110: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

110

8. 3 PORTALES VIRTUALES

Embajada de Brasil: www.embajadadelbrasil.org.ec

Ingenio San Carlos: www.sancarlos.com.ec/quienessomos.htm

Proyecto SICA. www.sica.gov.ec/agronegocios. Trayectoria de “la unión nacional

de cañicultores del Ecuador - UNCE”. RIZZO Pablo

Proyecto SICA. www.sica.gov.ec/agronegocios. El Entorno Azucarero Ecuatoriano.

RIZZO Pablo.

Proyecto SICA www.sica.gov.ec/cadenas/azucar/docs/monitoreo2.pdt

Análisis Clúster de la Cadena Agroindustrial de la Caña De Azúcar y

Azúcar. CAMACHO, Víctor.

8. 4 ENTREVISTAS

8.4. 1 A funcionarios públicos

CAMACHO, Víctor: MAGAP. Entrevista realizada el 14 de marzo del 2008

CARAVALI Jorge: MAGAP. Entrevista realizada en el año 2006.

8.4.2 A funcionarios de ingenios y/o empresas

PONCE, Alejandro: Ingenio Isabel María. Entrevista Realizada el 18 de agosto del

2008

Page 111: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

111

CAPITAL SOCIAL Y DESARROLLO COMUNITARIO: EL CASO

DE LAS JUNTAS DE USUARIOS DEL SISTEMA DE RIEGO DEL

VALLE DEL DAULE

Paúl Herrera

Katherine Jiménez

Graciela Prado

Ramón Espinel

1. INTRODUCCIÓN

La importancia fundamental de los estudios de capital social es que permiten conocer el

mundo de las organizaciones sociales y sus relaciones con los procesos de desarrollo. Más allá

del debate teórico sobre la definición de este término, las investigaciones dan resultados sobre la

formación de redes de confianza, conexiones, normas, y todo lo que pueda facilitar la

cooperación entre grupos sociales. (Bebbington y Torres, 2001).

Se considera que las zonas de riego son apropiadas para realizar investigaciones sobre

capital social porque estas se delimitan socialmente, es decir, que encierran un número finito de

miembros1. Por otro lado, estos proyectos combinan diferentes formas de capital como el físico

(construcción de canales, reservorios), humano (formación para manejo del agua) y el social.

Finalmente, se trata de proyectos relativamente fáciles de evaluar porque se pueden usar

criterios simples para hacerlo, según Bebbington y Torres (2001).

Podemos hablar del capital social como un concepto que pretende ser una suerte de

teoría unificada que integra aspectos de diversos campos como los de la reciprocidad, las redes

sociales, el desarrollo participativo y la gobernabilidad. Promete ser una valiosa herramienta

para el análisis y la promoción del desarrollo de las propias organizaciones sociales, el Estado y

el mercado.

1 Para el caso de las Juntas de Riego del Valle del Daule, se estiman alrededor de 2.570 usuarios: 783 en América Lomas, 653 en Higuerón, 522 en San

Jacinto y 612 en El Mate.

Page 112: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

112

La presente investigación pretende identificar las formas concretas a través de las cuales

el capital social afecta a los usuarios de las juntas de riego, así como entender la formación de

capital social en la zona de riego del valle del Daule, provincia del Guayas en Ecuador, de

manera que sirva de base para implementar proyectos que fomenten su desarrollo y

aprovechamiento para beneficios de orden social y económico.

Este artículo está dividido en seis secciones: la primera sección desarrolla ciertos

conceptos básicos y su relación con la presente investigación, con el objetivo de definir la línea

teórica del presente análisis. Esto es importante por cuanto aún existen muchas divergencias

conceptuales sobre CS; en la segunda sección se exponen estudios previos que han sido

realizados en el Ecuador; la tercera sección describe la ubicación de la zona de estudio y sus

problemas; en la cuarta sección se describe el proceso estadístico para el análisis de los datos; en

la quinta sección se presentan los resultados obtenidos y finalmente, las conclusiones y

recomendaciones.

2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

2.1 Definiciones básicas

Coleman y Bourdieu son los dos sociólogos que más tempranamente expresaron el

concepto de capital social en una forma relativamente detallada y completa. La definición de

Bourdieu se basa en dos elementos claves: las relaciones sociales que permiten a los individuos

estar conectados mutuamente y, las ventajas que se derivan de esta asociación deliberada.

(Durston, 2000). Por su parte Coleman manifiesta que el capital social es productivo, y

posibilita el logro de ciertos fines que no se alcanzarían en su ausencia. Su definición está

caracterizada por crearse en la estructura social, facilitando las relaciones entre las personas que

están dentro de esa estructura.

Uno de los principales exponente sobre el tema de capital social ha sido Putman (1994)

con el desarrollo de su investigación “Making Democracy Work: Civic Traditions in Modern

Italy”. Este autor otorga especial importancia al impacto de los ciudadanos en los asuntos que

conciernen a sus grupos o comunidades, y que influyen en gran medida en el logro de ciertos

objetivos comunes, gracias al grado de confianza y reciprocidad, así como a las normas de

comportamiento cívico y el nivel de asociatividad.

Page 113: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

113

Debido a esto es entonces que se puede asegurar que hay distintos niveles de desarrollo de

CS, pues se trata de un recurso de las personas, los grupos y las colectividades en sus relaciones

sociales, con énfasis, a diferencia de otras acepciones del término, en las redes de asociatividad

de las personas y los grupos. No necesariamente de forma deliberada, sin embargo es evidente

que el CS resultas ser un recurso que, al igual que la riqueza y el ingreso, está desigualmente

distribuido en la sociedad (Atria, et al, 2003).

2.2 Clasificación del capital social

La clasificación de mayor aceptación y, que se presenta en diversos documentos, es la

propuesta por Michael Woolcok quien propone tres divisiones:

1) Capital social de nexo.- Existe en relaciones socialmente estrechas, generalmente se

basa en puntos de coincidencia heredados o creados como resultado de compromisos para toda

la vida y un contacto personal frecuente.

2) Capital social de vínculo.- Se refiere a relaciones medianamente estrechas y en la

mayoría de los casos se basa en puntos de coincidencia adquiridos.

3) Capital social de aproximación.- Es aquel que existe en las relaciones asimétricas

entre personas que tienen pocos puntos de coincidencia, un contacto personal limitado y a

menudo diferencias importantes en cuanto a los recursos que poseen, caracterizándose por

sentimientos asimétricos de conexión. (Atria, et al, 2003).

El caso del capital social en las juntas de riego del valle del Daule, lo podemos ubicar

dentro de la segunda categoría de clasificación descrita anteriormente, que se denomina “capital

social de vínculo” ya que la relación entre los miembros de las juntas de riego se caracteriza por

sentimientos moderadamente intensos de conexión como: el respeto, la confianza y el

compañerismo. A diferencia del capital social de nexo que se basa en sentimientos de

preocupación, afecto, mismos que se desarrollan con mayor frecuencia dentro del grupo

familiar, mientras que la tercera clasificación hace referencia a la asociación que puede existir

entre individuos solo por interés y logro de objetivos personales de mediano plazo.

Page 114: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

114

2.3 Capital social versus otras formas de capital

Las juntas de riego, para su operación, necesariamente combinan las tres formas de

capitales que son: el físico, mediante la construcción de canales, reservorios, bombas de riego,

entre otros; el capital humano que se encuentra presente en el conocimiento que deben poseer

los miembros de las juntas para el manejo de distribución del agua, llevar el control financiero

de cada junta de riego, para el caso específico de esta zona el conocimiento sobre la forma de

producción del arroz; y finalmente el capital social, que se refiere a las relaciones sociales y

organizativas entre los miembros de cada junta.

Dado lo anterior, y al realizar una aplicación de las propiedades esenciales del capital

físico al capital social tenemos que: 1) Capacidad de transformación. El capital social puede ser

combinado con otros inputs para producir beneficios para obtener un trato preferencial y otros

beneficios. 2) Durabilidad. El capital social presenta diferentes grados de durabilidad. Puede ser

de afinidad débil (sólo es capaz de producir una cantidad limitada de servicios antes de

desintegrarse), o puede ser extremadamente durable. Este tipo de relaciones están asociadas

principalmente a la familia. Al igual que el capital humano, pero al contrario del físico, el

capital social necesita mantenimiento, pues las relaciones sociales requieren una renovación o

confirmación periódica para evitar la pérdida de eficacia. 3) Flexibilidad. El capital social es un

recurso en el cual se pueden invertir otros recursos con la expectativa de beneficios futuros, a

través de la inversión en formar grupos o asociaciones. 4) Sustituto y complemento. Como

sustituto, los agentes pueden compensar la carencia de capital financiero o humano mediante el

establecimiento de buenas relaciones. El capital social es también complementario con las otras

formas de capital, puesto que por sí solo no es suficiente para el desarrollo. 5) Depreciable. Al

igual que el capital humano, no tiene un índice fiable de depreciación, puesto que no se deprecia

con el uso, sino que mejora, ya que si no se usa se deteriora rápidamente. (Glaeser, Laibson, &

Sacerdote, 2001).

La creación de capital social no es tan diferente de la creación de capital humano: se lo

consigue mediante la educación y, por tanto, exige inversiones en capacitación y una

infraestructura institucional donde pueda impartirse. A diferencia del capital humano

convencional, que entraña la transmisión de ciertas aptitudes y conocimientos específicos, el

capital social exige inculcar normas y valores compartidos.

Page 115: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

115

3. CAPITAL SOCIAL EN EL ECUADOR

Son relativamente pocos los estudios conducidos en Ecuador en esta temática, en su

mayoría asociados a resultados obtenidos en proyectos productivos. Bebbington ha realizado

diversos estudios sobre capital social en el Ecuador. Uno de ellos llevado a cabo entre los

cantones de Colta y Guamote (en la provincia de Chimborazo) en donde el acceso a una técnica

que permite la transformación de productos básicos en artículos procesados y de alto valor, ha

sido de suma importancia para que grupos de pequeños productores acceda a mercados

especializados. Esto gracias a una relación entre la comunidad y un profesor agrónomo de la

universidad provincial que facilitó el acceso a estas nuevas tecnologías. La organización social

ayudó a crear condiciones que favorecieron un proceso de intensificación, que si bien se ha

desarrollado y pareciera que también ha generado capital social, bien podría desaparecer en la

medida en que se extingan los medios o la transferencia provistos por medio de un proyecto.

Otro de sus importantes trabajos fue desarrollado en Guamote. En términos

organizativos y políticos, el cantón Guamote estaba dominado por la hacienda, el control de

labor y el Estado local. De hecho, había pocas comunidades indígenas independientes hasta los

sesentas y setentas y la relación más importante para las estrategias de la supervivencia era la

unión “vertical” de la hacienda, en lugar de la “horizontal” entre familias. La capacidad

organizativa de base era muy baja. Hoy, sin embargo, no queda ninguna hacienda grande, el

gobierno local está en manos indígenas, el uso de la tierra se ha intensificado significativamente,

y mucha de la tierra en la que antes había pasto, ahora tiene uso agrícola. Es en Guamote donde

se produjeron presiones que llevaron a la legislación de la reforma agraria en 1964 y 1973 que

habilitó a los campesinos indígenas a demandar que se les venda esa tierra. La formación de

capital social en Guamote, y sus impactos en vidas, recursos naturales y las políticas de

desarrollo, probablemente no se los habría tomado de la misma manera o hubieran adelantado

tanto, si no habría sido un proceso relacionado con organización indígena y con movilización a

nivel nacional en Ecuador. (Bebbington y Torres, 2001).

Bebbington además realizó otra investigación en las juntas de aguas de Porotog,

ubicadas al sur de la ciudad de Cayambe, en la sierra norte ecuatoriana. Este estudio examina la

magnitud en la que las intervenciones de dos organizaciones no gubernamentales (ONGs), el

Centro Andino de Acción Popular (CAAP) y el Instituto de Ecología y Desarrollo de las

Comunidades Andinas (IEDECA), ayudaron a formar el capital social en las juntas, una

Page 116: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

116

organización de segundo grado con miembros de once comunidades indígenas involucrados en

el manejo de un sistema de riego. (Millán & Gordon, 2004).

Martínez en el año de 1999, por su parte realizó un análisis crítico de capital social en el

medio rural ecuatoriano aplicado a las juntas de agua, presentado en su trabajo “Capital social y

desarrollo rural”. Afirma que para que el capital social tenga alguna utilidad en el desarrollo

rural debe ser definido en dos dimensiones: la relacional y la procesual. La primera nos dice que

las relaciones sociales que se generan entre los productores rurales se concretiza entre grupos,

comunidades, familias e individuos diversos y diferentes. La segunda indica que se trata de un

proceso que puede implicar un crecimiento o decrecimiento de las relaciones sociales. Nombra

las ventajas que ha tenido el caso de la Organización de Segundo Grado (OSG) Tucayta en la

provincia de Cañar, las cuales son: la homogeneidad étnica, presencia de energía social

acumulada, presencia de capital humano en la zona, vínculos con el Estado y agencias de

desarrollo y el apoyo de varias ONG. Recalca el rol importante que juega y debe jugar el Estado

en el proceso de desarrollo rural en este caso, ya que afirma que el capital social es mas bien el

resultado de un conjunto de acciones institucionales (capital puente) en un entorno favorable

que incide en la potenciación de la energía social; es un capital social inducido y no tanto el

resultado de una dinámica organizativa campesina. (Martínez, 2003).

4. LAS JUNTAS DE USUARIOS DE AGUA DEL VALLE DEL DAULE

En el año 1965 se crea la Comisión de Estudios para el Desarrollo de la Cuenca del Río

Guayas (CEDEGE), para conducir diversas investigaciones con el fin de determinar las

potencialidades del Régimen Hídrico de la Cuenca del Guayas. Este organismo fue el encargado

de iniciar en 1982 la construcción del Proyecto Jaime Roldós Aguilera y, un año más tarde se

diseña un Plan Hidráulico, que da una lógica multipropósito a este proyecto. Sobre la base del

represamiento del río Daule, se pretendía: a) almacenar agua para regar tierras secas de supuesta

gran productividad en el valle bajo del río Daule y la península de Santa Elena; b) facilitar el

suministro de agua potable a ciudades importantes como Guayaquil y un conjunto amplio de

poblaciones ubicadas en las riberas del río; c) controlar las inundaciones; y d) generar energía

hidroeléctrica barata. De esta manera, se ejecuta dicho proyecto a lo largo de los siguientes 20

años hasta el 2002, a través de un imparable endeudamiento externo.

Page 117: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

117

A raíz de la preocupación del Gobierno Nacional y de las entidades multilaterales de

crédito, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, sobre el escalamiento de los

costos de operación y mantenimiento de los sistemas de riego del país, se decidió transferir los

sistemas de riego a los agricultores. En 1999, con la asistencia financiera del Banco Mundial, a

través de un Proyecto de Asistencia Técnica (PAT), se creó una Unidad Ejecutora para llevar a

cabo los programas de entrega de los sistemas de riego a los agricultores y para establecer las

tarifas que permitan mantener y operar dichos proyectos.

La CEDEGE determinó que la presa Balzar, el canal de aducción y el sifón trans-Daule

podrían ser reemplazados por estaciones de bombeo, en cada margen, para servir

individualmente a cada sistema de riego. Así surgieron los sistemas de riego del valle del

Daule, uno de 17.000 ha y otro de 33.000 por un costo aproximado de USD 118’800.000.

De las 50.000 ha con infraestructura de riego que se puso como meta del Proyecto

“Jaime Roldós”, se han materializado solamente 13.269 ha, en la margen derecha del Daule

hasta la fecha. De esta superficie bajo riego efectivo solo estaban 9.200 ha hasta el año 2000.

Las juntas de riego que se formaron hasta el 2000, año en el que concluyo el proceso de

transferencia de los sistemas a las juntas son: San Jacinto, Higuerón, El Mate y América Lomas,

servidas cada uno por sus propias estaciones de bombeo (ver tabla 1).

Tabla 1: Áreas de las juntas de riego del valle del Daule

Al entregar el Estado los sistemas de riego a los agricultores de la zona del valle del

Daule, estos adquirieron la responsabilidad de la administración y distribución del agua entre los

usuarios, así como el mantenimiento del sistema, por lo que el progreso y desarrollo

comenzaron a depender mucho más de la organización que pudieran tener al interior de la junta,

sea esta obtenida en conjunto o mediante liderazgos individuales, siendo más la individualidad

de antiguos líderes y sus descendencias las que ha prevalecido.

Zonas de Riego San Jacinto Higuerón El Mate América-

Lomas

Total

Área, Ha 2,446 3,49 2,018 5,315 13,269

Estaciones de

Bombeo

2 2 2 1 9

Estaciones de

Drenaje

2 2 2 2 8

Page 118: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

118

No obstante, desde la época en que se realizó la transferencia, ha sido evidente el

desarrollo de una junta en particular: América Lomas, tanto en su infraestructura física,

organización de sus miembros, así como que se han convertido en la zona de mayor

productividad en la siembra de arroz en el país. Es justamente de este aspecto clave de dónde

surge la principal interrogante de esta investigación, sobre si dichas diferencias puede o no ser

atribuidas a distintos inventarios de Capital Social (CS), o son otros los factores.

5. METODOLOGÍA

5.1 Diseño de la encuesta y plan muestral

Por medio del Centro de Investigaciones Rurales (CIR) de la Escuela Superior

Politécnica del Litoral (ESPOL) se diseñó y aplicó un cuestionario que combina preguntas

desde distintos enfoques de capital social, incluyendo la encuesta que propone el Banco

Mundial para medir el capital social2. Más que seguir una línea específica, se utilizó distintas

escalas adaptadas un poco a la realidad de la zona y a la necesidad de combinar preguntas de

manera que permitan obtener indicadores de confianza, participación en organizaciones e

indicadores de desarrollo.

La encuesta del CIR puede ser dividida en cinco secciones: 1) Características

demográficas, ocupación agrícola e información de ingresos y activos del encuestado; 2)

Instrumentos de Putnam, mismos que tratan de medir la densidad de organizaciones voluntarias,

se planteaban 15 alternativas de grupos o asociaciones más conocidas de la zona; 3) Indicadores

de confianza; 4) Redes locales, conexiones con terceros y acciones voluntarias; 5) Nivel de

desarrollo en la junta.

Se consideró como unidad muestral al grupo familiar. Las encuestas fueron realizadas a

las cabezas de la familia o en su defecto, a un adulto en capacidad de responder las preguntas y

que sea miembro de la familia. La técnica de muestreo fue no probabilística por conveniencia.

Para determinar el tamaño de la muestra se utilizó la fórmula basada en la proporción de la

población, en donde el nivel de confianza utilizado fue del 95% (con un valor z = 1,96) y que a

su vez permitió tener un error muestral de alrededor de 5%. En la tabla 2 se muestra que el

2 Social Capital Integrated Questionnaire (SOCAP IQ)

Page 119: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

119

tamaño muestral de 400 encuestas fue repartido en forma proporcional entre las cuatro juntas de

riego de acuerdo al total de hectáreas de cada una de ellas.

Tabla 2: Distribución de la muestra por área agrícola

5.2 Análisis de datos

Se dividió el trabajo en tres fases: 1) Estadísticas descriptivas, con el propósito de

explorar y conocer ciertas características de los respondientes; 2) Análisis factorial, para el

propósito de determinar la existencia de algún tipo de relación entre las diferentes preguntas que

se realizaron en la encuesta y poder encontrar los factores comunes que influyen en la existencia

de capital social entre las juntas de riego. Se empezó empleando algunas preguntas, que estudios

previos relacionan con la acumulación o disminución de capital social. Con este análisis se

espera que los resultados concuerden con la teoría existente de que el capital social depende de:

la confianza, redes, asociatividad, entre otras cosas; 3) Análisis de conglomerados (Cluster) con

el propósito de determinar la existencia de diferencias de capital social entre las juntas de riego.

6. RESULTADOS DE LA ENCUESTA

6.1. Estadísticos descriptivos

De las 400 encuestas realizadas, se obtuvo que el 95% de encuestados eran de género

masculino y el 5% de género femenino. Estas encuestas fueron aplicadas en proporción a las

hectáreas de cada junta, de manera que en América Lomas se encuestó al 41% de la muestra,

siguiendo Higuerón con 30%, San Jacinto con 17% y por último la junta El Mate con 12%. La

edad mínima de los encuestados fue de 22 años y la máxima de 81 años. Los promedios de edad

por cada junta: América Lomas presentó un promedio de 52,38 años de edad, San Jacinto de

Junta de Riego No de encuestas % No de Hectareas %

América Lomas 164 41% 3.762,15 41%

Higuerón 120 30% 2.800,86 30%

San Jacinto 68 17% 1.596,75 17%

El Mate 48 12% 1.091,19 12%

Total 400 100% 9250,95 100%

Page 120: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

120

44,06 años de edad, Higuerón de 49,93 años y El Mate tiene un promedio de 49,78 años de

edad.

En cuanto al nivel de educación, se tiene que en América Lomas el 76,22% de la

población terminó la primaria, en San Jacinto el 36,76% de la población terminó la secundaria y

el 35,29% son analfabetos, en Higuerón el 68,33% concluyó hasta la primaria y en el Mate el

79,17% también. El principal producto de ciclo corto que se cosecha en esta zona es el arroz.

Los ingresos obtenidos por la venta de la gramínea varían entre $90 y $52,800. Así podemos

observar el promedio de ingreso por cada junta de riego, sus mínimos y máximos ingresos en la

siguiente tabla (ver tabla 3).

Tabla 3: Ingresos promedio, máximo y mínimo por junta de riego

La extensión de tierra que poseen los usuarios varía entre: 0,07 ha y 60 ha. Así se

obtuvo que, América Lomas tiene una media de extensión de tierras de 3,8 ha, en San Jacinto de

4,96 ha, Higuerón de 5,3 ha y en el Mate 0,75 ha (ver gráfico 1). Mediante un análisis de

contingencia se obtuvo que, al 5% de significancia, se rechazó la hipótesis nula de

independencia de variables entre “la propiedad de la tierra” y las juntas de riego a la que

pertenecen. Esto quiere decir que no se puede afirmar que haya una relación entre pertenecer a

una junta y tener más o menos tierra.

Junta De Riego Media Mínimo Máximo

América Lomas 4798,99 200 52800

San Jacinto 8417,59 1140 30000

Higuerón 5340,11 99 27216

El Mate 1035,23 90 6450

Elaborado por: K. Jimenez y G. Prado

Page 121: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

121

Gráfico 1: Propiedad de la tierra

Elaborado por los autores.

En San Jacinto el 63% de sus usuarios tienen la propiedad de la tierra mediante la forma

jurídica de herencia y otro 32% mediante título de propiedad. En la junta El Mate el 40% de la

población tiene la propiedad de la tierra con título y otro 40% mediante herencia. En América

Lomas un 61% de la población obtiene la propiedad de la tierra con título y otro 29% mediante

herencia. Finalmente en Higuerón un 83% de la población tiene la propiedad de la tierra

mediante título.

En cuanto al factor de educación, con los resultados obtenidos, se comprobó la hipótesis

de que entre mayor sea la edad de un individuo en esta zona, su nivel de educación alcanzado es

menor. Para ello se planteó una tabla de contingencia entre las variables “edad” y “números de

años que dedican las personas a estudiar”, rechazando al 5% de significancia la hipótesis nula de

independencia de las variables, empleando el estadístico chi-cuadrado.

En cuanto a la percepción de confianza entre los miembros de la junta se tuvo que (ver

gráfico 2): en El Mate, el 96% de sus miembros perciben que no pueden confiar. En América

Lomas el 54% de su población perciben que si se puede confiar, pero otra parte de su población

que es el 46% perciben desconfianza entre sus miembros. Las juntas San Jacinto e Higuerón son

las que tienen porcentajes muy altos con respecto a la confianza en los miembros de la junta

con un 100% y 96% respectivamente.

63%40% 29%

4%

32%

40% 61%83%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

120%

San Jacinto El Mate América Lomas

Higuerón

Junta de riego

Propiedad de la tierra

Otros

Título

Herencia

Page 122: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

122

Gráfico 2: Confianza en miembros de la junta

Elaborado por los autores.

Respecto de la confianza en la administración de riego, tenemos que en la junta El

Mate, el 35% de su población confía medianamente en la administración de la junta de riego y

el 25% de esa misma población no confía en absoluto. En San Jacinto e Higuerón, se tuvo

porcentaje altos de la población que confían medianamente y totalmente en la administración de

la junta de riego con porcentajes del 83% y 95% de la población respectivamente. En América

Lomas se encontró que el 44% de su población desconfía de la administración de la junta de

riego y un 55% sí confía.

El sentirse parte de la junta de riego (ver gráfico 3) puede influir en la decisión de

participar en la elección de los directivos de la junta, sobre todo al no tratarse de un proceso de

carácter obligatoria como lo son las nacionales. La participación en ellas en inminentemente

voluntaria. Al testear la relación entre estas variables, dio como resultado que resulta una

dependencia significativa sólo para el caso de América Lomas, con un nivel de explicación del

43.8% de acuerdo al estadístico Eta. Para el caso de las demás juntas no se encontró relación

alguna entre las variables expuestas.

95,83%

46,25%

4,17%

100%

53,75%

95,83%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

120%

San Jacinto El Mate América Lomas

Higuerón

Junta de riego

Confianza en los miebros de las juntas de riego

Si se puede confiar

No se puede confiar

Page 123: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

123

Gráfico 3: Sentirse parte de la junta

Elaborado por los autores.

La percepción que tienen los miembros de la junta acerca de sentirse parte de ella,

pudiera depender de la junta de la cual forman parte los respondientes. Así, se testeó la relación

entre estas variables, encontrando que es significativa y explicada en un 57.6% de acuerdo con

los resultados. Sólo en El Mate existe una posición neutra de la mayoría de los encuestados

respecto de esta pregunta. Esto evidencia que las relaciones que puedan existir entre la juntas no

es igual para todos los casos y que hay algunas donde un mejor grado de organización puede

llevar a los individuos a sentirse parte de la junta.

Con la encuesta que se empleó para este estudio, se buscaba obtener indicadores de

asociaciones, grupos o gremios que estén formalmente organizados o en su defecto, que se

traten simplemente de grupos de personas que se reúnan con regularidad para llevar a cabo

alguna actividad. Con este fin, se plantearon 15 alternativas de grupos o asociaciones, previa

una indagación de aquellas más conocidas en la zona. Las organizaciones que resultaron con

mayor nivel de participación de los miembros son: para el caso de los padres de familia, las

juntas de riego. Para el caso de las madres de familia, la mayoría participa en el comité de

padres de familia, mientras que los hijos participan en su mayoría en grupos o asociaciones

deportivas.

42,22%

46,67%85,30%

71,77%94,96%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

San Jacinto El Mate América Lomas

Higuerón

Junta de riego

Me siento parte de la junta

Parcial y total acuerdo

Neutro

Parcial y total desacuerdo

Page 124: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

124

6.2 Análisis factorial

Con el propósito de determinar la naturaleza del CS en el área de estudio, se procedió a

realizar un análisis factorial (AF). Un AF parte de la premisa de que existen un número de

variables interdependientes entre sí y que por tanto es difícil establecer relaciones causa-efecto

que generen una explicación al comportamiento de una variable dependiente. Por el contrario el

análisis factorial considera a todas las variables interdependientes entre sí, al tiempo que las

agrupa para formar constructos (factores comunes) que explican la naturaleza de la variabilidad

de los datos generados por las preguntas de capital social del cuestionario.

Para realizar este análisis, se emplearon aquellas preguntas de la encuesta que se las

asocia con capital social. En un principio fueron empleadas 33 preguntas del cuestionario. A

partir de un primer análisis, las 33 preguntas planteadas formaron 10 factores (constructos) que,

al momento de ser analizados, se identificó que por lo menos uno de ellos agrupaba preguntas

que no estaban relacionadas a un mismo tema o concepto, por lo que se procedió a eliminar

variables bajo los siguientes criterios: 1) un valor de comunalidad bajo, entendida la

comunalidad como el coeficiente de correlación lineal múltiple de cada variable con los

factores. Si ésta es alta implica que todas las variables están muy bien representadas en el

espacio de los factores; 2) una carga factorial baja, entendida esta como el peso atribuido de

cada variable en el factor; y, 3) el nivel de correlación de dicha variable con las demás del

modelo. Luego de este primer paso, se realizaron tres análisis factoriales que tenían como

propósito seguir eliminando variables no significativas y/o que no se agrupen bajos los factores

correspondientes.

Al realizar el quinto análisis factorial, se incluyó una variable que agrupara el nivel de

participación de los individuos en grupos o asociaciones dentro de la junta, esta variable no

había sido considerada inicialmente al tener un bajo nivel de observaciones para la muestra (364

respuestas). Además, se reintegraron variables que a pesar de tener baja carga factorial, era

importante no eliminarlas para que el factor al que pertenecen cuente con un mayor número de

variables y sea significativo en el análisis.

Para el análisis factorial final se emplearon las siguientes 20 variables que fueron el

resultado del proceso de eliminación de variables al que se procedió según lo descrito

anteriormente. Las variables se muestran en el siguiente cuadro:

Page 125: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

125

Cuadro 1: Preguntas incluidas en el análisis factorial final

Con los resultados obtenidos, al correr el Análisis Factorial mediante la opción

“Reducción de datos” del programa estadístico SPSS3, se identificó que el determinante de la

matriz de correlación fue de 0.002 con un Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) que arrojó un valor de

0.82, significativo al 5% a partir de la prueba de Esfericidad de Barlett. Esto significa que el

análisis realizado es robusto en términos estadísticos. Con cuatro factores, se logró explicar el

50,81% de la varianza total de los datos. Finalmente, con relación a la matriz de componentes

rotados, esta matriz muestra los coeficientes que se conocen con el nombre de pesos factoriales

(por ese motivo se llama análisis factorial). La carga factorial se mide en términos de valor

absoluto, y entre más altos éstos sean nos indican una relación más estrecha de esa variable

dentro de cada factor.

3 Statistical Package for Social Sciences

No. Preguntas relacionadas a capital social

1 Se puede confiar en los miembros de la Junta de Riego

2 Cuánto confía en el sistema de justicia

3 Cuánto confía en la policía

4 Cuánto confía en los administradores de la Junta de Riego

5 Cuánto confía en el gobierno local

6 Cuánto confía en el gobierno provincial

7 Cuánto confía en el gobierno nacional

8 Cuántos amigos de confianza tiene

9 Me siento parte de la Junta de Riego

10 Esta zona ha prosperado en los últimos 5 años

11 La gente por aquí es más confiable que en otras zonas

12 La gente por aquí es honesta

13 Ha contactado algún medio de comunicación

14 Ha contactado a autoridades cantonales

15 Ha organizado a personas de su zona

16 Ha contribuido en algo para mejorar la zona

17 Ha contribuido para obras de caridad

18 Ha contactado a alguien influyente en la zona

19 Ha notificado a la policía acerca de algún problema

20 Número de organizaciones en que participan los miembros de familia

Elaborado por: K. Jiménez y G. Prado

Page 126: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

126

Lo que se busca en el análisis factorial es que todas las variables tengan pesos altos en

unos factores y bajos en otros, de tal manera que se pueda ubicar en el factor de mayor peso. Por

ejemplo la variable “Me siento parte de la junta” se puede expresar de la siguiente manera:

43211105,012,004,084,0 FFFFB

donde 4321

,, yFFFF son los cuatro factores del análisis, por lo que se puede decir que

esta variable se ubica en el primer factor dado su peso de 0,84. El criterio empleado en el

estudio es que el valor mínimo de carga factorial sea de 0,50. En la tabla siguiente se muestra la

matriz de componentes rotados, donde se puede apreciar las 20 variables usadas y su agrupación

en 4 factores de acuerdo a las cargas factoriales de cada variable en cada factor.

Tabla 4: Matriz de componentes rotados

1 2 3 4

Me siento parte de la Junta de Riego 0,84281764 0,044542987 -0,12152592 0,051238829

Se puede confiar en los miembros de la Junta de Riego 0,76404963 0,151082275 0,029813895 0,136670486

Esta zona ha prosperado en los últimos 5 años 0,74539086 0,035143095 -0,0717942 0,221555425

La gente por aquí es más confiable que en otras zonas 0,7120095 -0,02565805 -0,03911193 -0,0110319

Cuánto confía en los administradores de la Junta de Riego 0,663779 0,356587726 0,088155431 0,113893132

Cuántos amigos de confianza tiene 0,57716617 0,034355042 0,094368108 -0,10178524

La gente por aquí es más confiable que en otras zonas 0,53657904 0,024413702 -0,18140306 0,125398074

Número de organizaciones en que participan los miembros de familia 0,50372344 -0,03908132 0,216349374 -0,05378224

Cuánto confía en el gobierno provincial 0,46154524 0,698500301 -0,07235455 0,096667608

Cuánto confía en la policía -0,20693045 0,692997348 0,194093151 -0,14146595

Cuánto confía en el gobierno local 0,49794939 0,648510982 -0,02546673 0,057237403

Cuánto confía en el sistema de justicia -0,17286274 0,626717693 0,17184568 -0,02809234

Cuánto confía en el gobierno nacional 0,26468006 0,519572984 0,028552815 0,195579372

Ha contactado a autoridades cantonales 0,10793652 -0,01351331 0,641333187 0,165684671

Ha contactado algún medio de comunicación -0,07127997 0,047803719 0,638708698 -0,00593567

Ha organizado a personas de su zona 0,03792173 0,025537221 0,625711013 0,000451073

Ha contactado a alguien influyente en la zona 0,02975543 0,195154817 0,438689564 -0,02236473

Ha notificado a la policía acerca de algún problema -0,36004918 0,048626065 0,41243373 -0,05007783

Ha contribuido en algo para mejorar la zona 0,02622019 0,011206283 0,074768037 0,871396596

Ha contribuido para obras de caridad 0,12346978 0,052049314 0,02005946 0,849110957

La rotación ha convergido en 5 iteraciones.

Elaborado por: Resultados del Programa Estadístico SPSS

Método de extracción: Análisis de componentes principales. Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser.

ComponentePregunta de capital social

Page 127: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

127

En el primer factor, como puede observarse, se agruparon ocho variables que

básicamente hacen relación a la “confianza al interior de la Junta de Riego”. Dos de las

variables que forman parte de esta factor no se encuentran en estricta relación a la referencia del

factor, como son: “prosperidad de la zona en los últimos cinco años” y “el número de

organizaciones en que participa la familia”; sin embargo, dada su carga factorial no era prudente

excluirlas del análisis. Pueden ser consideradas como dos características que aportan al

desarrollo de la confianza al interior de cada junta.

En el segundo factor se han agrupado cinco variables relacionadas con la “confianza al

exterior de la junta” en específico se hace referencia a la confianza en instituciones de justicia,

gobiernos seccionales y gobierno nacional.

En el tercer factor se agruparon cinco variables que pueden ser definidas bajo el

concepto global de “redes”, pues entre estas se encuentra la capacidad de organización de las

personas para realizar actividades así como si han empleado a sus contactos en medios de

comunicación o alguna institución para resolver conflictos al interior de la junta.

En el cuarto factor sólo se agruparon dos variables que están relacionadas a la

“disposición que tengan los miembros de la junta para participar en actividades” como obras

de caridad y otras que ayuden a mejorar la zona.

Los resultados obtenidos concuerdan con la teoría existente acerca de los factores que

influyen en el capital social. Se puede concluir que en la zona de las junta de usuarios del valle

del Daule están presentes los factores que contribuyen al desarrollo del capital social, de manera

específica este estudio demuestra que los factores principales son sólo cuatro.

6.3. Análisis de conglomerados

Para el caso del capital social en las juntas de riego del valle del Daule, se buscaba

determinar además si los datos de las encuestas formaban clusters y estos a su vez guardaban

alguna relación –mediante un análisis de datos cruzados- con la junta de riego a la que

pertenecían los encuestados. En una primera etapa se esperaba encontrar diferencias de capital

social entre las juntas de riego. Sin embargo, los resultados mostraban que la mayoría de los

Page 128: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

128

casos se unían en un determinado cluster; por lo que, se llegaba a concluir que el capital social

era igual entre las juntas de riego.

De esta manera en una segunda etapa se procedió a dividir la base de datos de acuerdo a

las características de ingresos y tamaño de finca, tomando como base para su división la medida

estadística de percentiles, para determinar si existía alguna característica en particular que

marcara diferencias en el capital social entre las juntas de riego. Las variables empleadas fueron

aquellas que resultaron del análisis factorial, es decir cuatro variables.

Cluster en base a la variable “extensión o tamaño de finca”

Basados en la división general que se aplica para estudios de investigaciones rurales en

que se determinan tres categorías para los productores: grandes, medianos y pequeños, se

procedió a dividir la base de datos en tres partes empleando el estadístico de percentiles. Se

ajusto el análisis a cuatro cluster y los percentiles se dividieron de la siguiente manera: percentil

1 “entre 0 y 1,5 ha”, percentil 2 “entre 1,51 y 4 ha” y percentil 3 “entre 4,01 en adelante”.

Para el primer percentil se encontraron diferencias en las juntas de riego de acuerdo a

los cluster que se formaron. De esta manera las juntas América Lomas e Higuerón se unen en

un mismo grupo y las juntas el Mate y San Jacinto en diferentes clusters. Por lo que se puede

concluir que a esta división de “productores pequeños” existen diferencias de capital social.

En el segundo y tercer percentil en donde se hace referencia a los “medianos y grandes

productores” se ajustaron los resultados de la siguiente manera: América Lomas e Higuerón se

unen en un mismo grupo y San Jacinto se ubica en otro grupo. En el caso del Mate no existe

mucha información que sea relevante. Por lo que se puede concluir que existe diferencias de

capital social entre las tres juntas pero no para el caso en que se compara entre las juntas

América Lomas e Higuerón.

Cluster en base a la variable “ingresos”

Para la división de la base de datos en base a los ingresos de los individuos, se dividió la

base de datos en cuatro partes de acuerdo a los percentiles. Se ajusto el análisis a cuatro cluster

y los percentiles resultantes fueron: percentil 1”entre 0 y 1.300 USD”, percentil 2 “entre

Page 129: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

129

1.300,01 y 3.475 USD”, percentil 3 “entre 3.475,01 y 6.793 USD” y percentil 4 “de 6.793,01

USD en adelante”.

Para el percentil 1 las juntas América Lomas e Higuerón coinciden en el mismo cluster,

y el Mate se ubica en otro grupo. La información de San Jacinto es poco relevante en este

percentil. Para el percentil 2 las juntas América Lomas y San Jacinto coinciden en un mismo

grupo, y el Mate e Higuerón en diferentes clusters. Para el percentil 3 y 4 América Lomas e

Higuerón se ajustan en el mismo cluster, mientras que San Jacinto en otro grupo. La

información del Mate es poco relevante en el análisis.

Se puede concluir que segmentando la base de datos en esta variable de “ingresos” se

obtuvieron resultados interesantes de diferencias de capital social. Los miembros de las juntas

con las características de cada percentil se ajustan en diferentes clusters. También se resalta la

similitud de los miembros de las juntas de América Lomas e Higuerón, ya que en tres de los

cuatro percentiles coincidieron en los mismos grupos.

7. CONCLUSIONES

Esta investigación buscaba determinar la existencia de capital social en el valle del

Daule y determinar su proceso de formación en la zona. Se procedió a la elaboración de un

cuestionario basado en la encuesta modelo propuesta por el Banco Mundial. Este cuestionario

fue dividido en cinco secciones. Las juntas de riego que forman parte de este estudio son:

América Lomas, San Jacinto, Higuerón y El Mate, en total fueron realizadas 400 encuestas que

fueron aplicadas en forma proporcional al número de hectáreas.

Los resultados obtenidos concuerdan con la teoría existente acerca de los factores que

influyen en el capital social que, para el caso de las juntas de usuarios son: la confianza, las

redes y la cooperación. La confianza, principal variable que incide sobre el capital social, resulta

ser una expectativa del comportamiento de la otra persona que participa en una relación en el

afecto que existe entre ambos. Esta variable ha sido empleada en diversos estudios como un

proxy para medir el capital social dentro de un grupo, comunidad o asociación.

Por otro lado, tenemos las redes interpersonales como factor del capital social. Es a

través de estas redes que lo individuos logran compartir sus habilidades, conocimientos y más

Page 130: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

130

con los miembros de una determinada asociación o grupo para cumplir con objetivos en

beneficio personal o del grupo al que pertenece.

El último factor está relacionado con acciones de cooperación, estudios sobre el capital

social se refieren a la cooperación como la acción complementaria orientada al logro de los

objetivos compartidos de un emprendimiento común. La cooperación emerge, en conjunto con

la confianza y los vínculos de reciprocidad, como un resultado de la frecuente interacción de

estrategias individuales.

En términos generales se concluye que existen diferencia de capital social entre las

juntas siempre y cuando este sea medido entre subgrupos dentro de las juntas, estos subgrupos

pueden formarse en base a variables tales como cantidad de extensión o nivel de ingresos que

para este caso, eran las variables con las que se contaba y que permitían segregar la base de

datos. Al realizar el análisis cluster para toda la base de datos, no se obtuvo diferencias de

capital social entre las juntas.

REFERENCIAS

Atria, R. ET AL. (2003). Capital Social y Reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe: en

busca de un nuevo paradigma, Michigan State University, Santiago de Chile.

Bebbington, A., Torres, V., (2001). Capital social en los Andes, Ediciones Abya-Yala, Quito.

Durston, J. (2000). Qué es el capital social comunitario, Serie Políticas sociales- división de desarrollo

social, CEPAL, Santiago de Chile.

Glaeser, E., Laibson, D., & Sacerdote, B. (2001). The Economic Approach to Social Capital, Discussion

Paper N°1916, Harvard Institute of Economic Research, Cambridge - United States of America.

Millán, R. & Gordon, S. (2004). Capital social: una lectura de tres perspectivas clásicas, Revista

Mexicana de Sociología, Publicación del Instituto de Investigaciones Sociales -Universidad Nacional

Autónoma de México, año 66, núm.4, 771-747, México D.F.

Martínez, L. (2003). Capital social y desarrollo rural, Revista ICONOS, Publicación FLACSO -

Ecuador, núm.16, Quito.

Woolcok, M. (1998). Social capital and economic development: towards a theoretical synthesis and

policy framework, Theory and Society, Nº 27.

Page 131: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

131

Concentración de Tierra y Agua:

el caso del Canal de riego Cayambe – Pedro Moncayo

Judith Flores

Tomás Quevedo

Eduardo Rodríguez

1. INTRODUCCIÓN

El objetivo del presente estudio fue determinar la inequidad existentes en el acceso a

tierra y agua existentes en la zona del Canal de riego Cayambe – Pedro Moncayo, identificando

mecanismos y estrategias utilizados por los empresarios florícolas para asegurar la gran cantidad

de agua y tierra requeridas para su actividad productiva.

La zona geográfica corresponde a la Sierra centro norte del Ecuador, provincia de

Pichincha, cantones Cayambe y Pedro Moncayo. Al momento de definir un área de estudio que

permitiera observar la concentración de tierra y agua, se propuso analizar el área que recorre el

Canal de riego Cayambe – Pedro Moncayo, antiguamente conocido como Acequia Tabacundo.

Las aguas que corren por el canal pertenecen a la cuenca del Río Pisque y la sub – cuenca del

Río La Chimba.

La construcción de la acequia Tabacundo tuvo sus inicios en el siglo pasado,

constituyéndose hasta la actualidad en una obra fundamental para la producción de la zona. Una

larga lista de conflictos sociales marca su historia. De manera reciente, la disputa por la

administración del canal entre las organizaciones campesinas e indígenas que agrupan a la

mayoría de usuarios/as del canal y el Municipio de Tabacundo, dio paso a una serie de pugnas

políticas y legales que determinaron, al finalizar el año 2006, el traspaso de la administración

que estaba a cargo del Municipio, a manos del Consorcio de Desarrollo para el Manejo Integral

de Agua y Ambiente Cayambe – Pedro Moncayo – CODEMIA CPM, instancia conformada por

cinco organizaciones campesinas e indígenas beneficiarias del riego en los dos cantones.

El estudio se orientó específicamente a:

Page 132: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

132

a) Comprender las particularidades generales del desarrollo y transformaciones agrarias en el

canal del río Pisque, de manera particular los cantones Cayambe y Pedro Moncayo

influenciados económica, ambiental, social y políticamente por la producción florícola.

b) Identificar, a partir de una breve mirada histórica, las articulaciones existentes entre los

resultados de las leyes de Reforma Agraria y de contrarreforma que se dieron entre las

décadas de 1960 y 1990, en las cuales se ratificó la implementación del modelo neoliberal

en el sistema legal ecuatoriano l.

c) Caracterizar los mecanismos y estrategias que utilizan las empresas de producción florícola

para exportación, en lo referente a ocupación de la tierra, agua y mano de obra asalariada, y

cómo éstas fortalecen la tendencia de acceso inequitativo a los recursos productivos: agua y

tierra.

d) Recoger las visiones alternativas al modelo de desarrollo agrario actual y las propuestas de

resistencia campesina en las organizaciones usuarias del canal.

La zona de Cayambe es una de las más estudiadas debido a que la actividad florícola

tiene fuerte presencia económica a escala nacional y local. Los impactos en las esferas

ambiental, de salud, social y cultural no tardaron en hacerse presente en las poblaciones de

campesinos y campesinas, fuente de mano de obra para estas empresas. De ahí que esta zona

siempre esté siendo observada.

La investigación, por tanto, pretendía recoger elementos históricos y técnicos trabajados

por otras instituciones; pero a la vez buscar articulaciones en los temas observados, de alguna

manera los estudios revisados enfatizan en ciertos aspectos, sin considerar articulaciones como:

tierra y agua, propuestas y políticas locales con nacionales. El tiempo en el que se realizó la

investigación estuvo cargado de las reflexiones nacionales de soberanía alimentaria dadas a

propósito de la elaboración de la nueva Constitución en el país y ese entorno enriqueció mucho

nuestras percepciones.

a) ¿Cuáles son las transformaciones agrarias más importantes registradas en la zona con la

llegada de la producción florícola para la exportación?

Page 133: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

133

b) ¿Cuáles son las condiciones económicas, ecológicas, productivas y sociales en las que se

desarrolla la producción de flores para exportación y cómo se han transformado durante las

dos últimas décadas?

c) ¿Cómo se han organizado estas empresas para mantener – mejorar sus ganancias?

d) ¿Cómo hacen estas empresas para acceder a grandes cantidades de agua y tierra para

ampliar la superficie cultivada?

e) ¿Cómo están socialmente distribuidos los recursos productivos tierra y agua en la zona?

f) ¿Cuáles son y cómo se expresan las lógicas de resistencia social a la expansión de las

agroindustrias?

Son preguntas que de manera flexible fueron organizando la observación y análisis de la zona.

El itinerario metodológico consideró trabajo de campo y de gabinete:

e) Revisión bibliográfica y documental previa, que permita situar la problemática en torno a la

propiedad agraria, problema del agua, floricultura en la zona y conflictividad social en torno

a las aguas del canal.

f) Delimitación geográfica de la zona de estudio.

g) Trabajo de campo para aplicación de lectura del paisaje, entrevistas y encuestas a

informantes calificados. A través de historias de vidas hechas a compañeros y compañeras

dirigentes o ex – dirigentes de las organizaciones del canal se obtuvo información valiosa.

h) Organización, sistematización y discusión de la información recogida.

2. CONTEXTOS GENERALES

Los cantones Cayambe y Pedro Moncayo constituyen una de las zonas con mayor

desarrollo de agronegocios, especialmente de flores y de leche. En este marco, en el cual el

capital transnacional determina cómo se va a producir se han creado obstáculos al campesino y

su supervivencia ya que no solo es explotado por estas empresas sino que también es excluido

de la producción, porque al no contar con los recursos necesarios como tierra, agua, créditos,

tecnología, entre otros, para producir en su tierra, entonces se ve obligado a vender su fuerza de

Page 134: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

134

trabajo, que es mal remunerada y acarrea consecuencias para su salud y la de su familia,

provocando además la ruptura de la lógica comunitaria y organizativa.

Uno de los elementos importantes de esta investigación es la reflexión que se realiza en

torno al agua y ese proceso de apoderamiento que a lo largo de la historia se dio por parte,

primero de los hacendados y luego de los empresarios florícultores, cuya acción despertó, en

unos casos, y, fortaleció, en otros, la lucha organizada de las comunidades por la administración

del agua, lo que trajo como resultado la creación del Consorcio de Desarrollo para el Manejo

Integral del Agua y Ambiente Cayambe Pedro Moncayo (CODEMIA – CPM) para distribuir de

manera equitativa este recurso y hacer que llegue a los productores que la necesitan.

Se pone énfasis en la producción florícola y en sus dinámicas de acumulación tanto de

tierra como de agua versus las necesidades de pequeños y medianos productores/as.

Finalmente, se discutió propuestas alternativas para la pequeña agricultura, para mermar

la expansión de los agronegocios y hacer que los campesinos cuenten con los recursos

necesarios para la producción de la tierra; este puede ser un aporte importante en el diseño y

construcción de otra forma de entender la economía campesina en el país, y colocar en su justo

lugar a los campesinos y campesinas como actores fundamentales de la soberanía alimentaria.

3. ZONA DE ESTUDIO

El canal de riego Cayambe-Pedro Moncayo, antiguamente denominado Acequia

Tabacundo, está ubicado en los cantones Cayambe y Pedro Moncayo de la provincia de

Pichincha, en la sierra centro del Ecuador. Ubicada a 70 kilómetros de Quito, esta zona se

caracteriza por un acelerado desarrollo económico y sus concernientes cambios culturales, dado

que el agro negocio, manifiesto en las empresas floricultoras, constituye la actividad económica

más importante, no solo en el cantón sino también a escala nacional.

El cantón Cayambe tiene una extensión de 1.196 km2, cuenta con una población de 69.800

habitantes (INEC, Censo 2001). El 56,3% de su población reside en el área rural. La población

femenina es más alta que la masculina, representa el 51,0% del total, siendo el índice de

Page 135: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

135

feminidad 103,928

(SIISE 2008). Se caracteriza por ser una población joven, donde el 46,6% de

la población tiene menos de 20 años (INEC, Censo 2001).

Pedro Moncayo tiene una superficie es de 333 km2. Cuenta con una población de 25.594

habitantes. Según el Censo Nacional de 2001, el 76,1% de su población reside en el área rural.

De manera similar a Cayambe, también posee una población joven, con un 46,9% de sus

habitantes menores de 20 años.

Cayambe y Pedro Moncayo son cantones con altos porcentajes de población indígena,

población rural y joven a la vez, estas condiciones de manera paradójica se entrelazan con

indicadores que dan cuenta de las difíciles condiciones de vida de sus habitantes: altos

porcentajes de pobreza y extrema pobreza, analfabetismo.

La acequia Tabacundo, ahora llamada acequia o Canal de Riego Cayambe – Pedro

Moncayo, nace el cantón Cayambe en las faldas del nevado del mismo nombre, al nororiente de

la provincia de Pichincha, y termina en la parroquia La Esperanza del cantón Pedro Moncayo,

en la comunidad Tomalón Bajo teniendo un tramo aproximado de 65km. Los afluentes de esta

acequia son los ríos Angurreal y San Pedro que forman un caudal aproximado de 450 l/s, el

mismo caudal que se distribuye en cinco parroquias: Tabacundo, La Esperanza y Tupigachi del

cantón Pedro Moncayo; y Ayora y Olmedo del cantón Cayambe.(Heifer, 2008: 2).

La historia de la acequia remite el inicio de su construcción en 1903 con la adjudicación

que se le hace al pueblo de Tabacundo. Pero al constituirse Pedro Moncayo en cantón pasa a ser

el municipio quien disputa las gestiones para que se le entregue la adjudicación, lo que se

concreta en 1914. De 1914 a 1930 se trabaja en la construcción de la acequia, acorde a la

estructura socio-económico son las comunidades indígenas quienes colocan su fuerza de trabajo

en la acequia.

Es así que la administración de la acequia Tabacundo quedó a cargo del Municipio de

Pedro Moncayo, cuya cabecera cantonal es Tabacundo. “El Municipio gestionó el reparto del

agua con predominio político del gamonalismo. Hasta los años setenta, las principales

beneficiarias del riego de la acequia Tabacundo fueron las haciendas, especialmente las

28 Cantidad de mujeres por 100 hombres.

Page 136: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

136

ganaderas. A partir de la década de 1980, cuando se produce el proceso de reconversión de las

haciendas en empresas agrícolas, las dedicadas a la floricultura heredan la condición de mayores

beneficiarias del riego. La dotación de caudales de agua para los productores campesinos era

menor y ocasional.” (Poats y otros, 2008: 144). Esta forma de administración que ha sido

permanentemente cuestionada por las comunidades y usuarios pequeños, en los últimos años fue

trastocada con el fortalecimiento de las iniciativas de gestión comunitaria del riego.

¿El agro-negocio de la floricultura, una actividad floreciente?

A finales de los años 70 se inicia en el país el cultivo no tradicional de flores, y su

exportación comenzó a partir de los años 1980. Como lo plantea Rubio, esto se da “en el marco

de la expansión de los cultivos no tradicionales de exportación, que emergió como una

tendencia general con el ascenso del modelo neoliberal en América Latina. Condiciones

favorables como la luminosidad que le otorga su ubicación geográfica, así como a la presencia

de temperaturas estables durante todo el año” (2008: 41).

El desarrollo florícola responde de manera exclusiva a las iniciativas privadas tanto de

capitales nacionales como extranjeros, condición que marca a la vez la acumulación de las

ganancias de este negocio en las pocas manos de los dueños del capital. Con esta premisa se

explica con mayor claridad los altos índices de pobreza que tiene esta zona.

La presencia de la floricultura genera empleo tanto para las poblaciones de las

comunidades indígenas y campesinas de la zona como para una creciente población migrante

que llega de diferentes puntos del Ecuador y del sur de Colombia. Esta concentración alta de

población migrante que llega a laborar en las empresas florícolas trae consigo un conjunto de

transformaciones sociales, económicas y culturales.

Un acelerado cambio en los patrones de comportamiento de las comunidades indígenas

es otro de los efectos de la ocupación de su población en las florícolas, dado que son las mujeres

el segmento de la población más contratado, que más adelante se explica por qué las

transformaciones al interior de la familia y la misma comunidad son más drásticas y explícitas.

Las tareas del cuidado de los/as hijos/as son trasladadas a los/as abuelos/as, a las mujeres

mayores y a los/as niños/as mayores que aún no pueden trabajar. En suma se puede decir que la

actividad florícola está influenciando en alto grado las actividades de las comunidades, como

bien lo reporta CEAS en uno de sus informes de trabajo (CEAS s/f: 5).

Page 137: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

137

Por otra parte, la zona en estudio Tabacundo – Cayambe presenta un dramático cambio

de paisaje en cuestión de pocos años, como lo reportan compañeros y compañeras de las

comunidades. Ahora a esta tierra se le conoce por la gran cantidad de plantaciones y plásticos.

La implementación de los cultivos de flores se ha hecho con la utilización de un paquete

tecnológico altamente contaminante; además, el agua es un recurso que se usa en grandes

cantidades en estos cultivos, lo que provoca conflictos con los/as campesinos/as por el acceso al

líquido vital. Es en este contexto conflictivo que desde la década del 90 del siglo pasado surgió

la propuesta de implementar un gran proyecto hídrico que pretendía, y aún pretende, ampliar la

acequia Tabacundo, permitiendo la captación de mayor cantidad de agua. El proyecto, de

acuerdo con lo informado en 1998 en el primer folleto de promoción pública, contemplaba un

total de 5.000 familias como beneficiarias directas y proyectaba un caudal de 8.500 litros de

agua para 14.000 ha.” (Poats 2008: 144).

El Proyecto, que fue impulsado por el municipio de Tabacundo bajo el discurso de

posibilitar la expansión productiva y garantizar el bienestar de las zonas más secas, llevaba en sí

el acuerdo de impulsar la producción florícola en el cantón. Sin embargo, debido a que es una

necesidad sentida en las comunidades, es acogido con buenos ojos. En el proceso se ha develado

una serie de irregularidades en la construcción del canal y de disputas sobre los actores y sus

roles en el desarrollo mismo del Proyecto, dando como resultado los esfuerzos y espacios

organizados desde los pequeños y medianos usuarios del canal, que han tenido su momento de

mayor concreción en la constitución del CODEMIA-CPM, espacio que agrupa a cinco

parroquias de los cantones Cayambe y Pedro Moncayo y abarca 49 comunidades. Esta entidad

es en la actualidad la encargada de administrar el agua del canal, luego de una fuerte disputa con

el Municipio de Tabacundo.

4. CONCENTRACIÓN DE LA TIERRA EN TORNO AL CANAL DE RIEGO

CAYAMBE – PEDRO MONCAYO

La hegemonía de la producción florícola se mantiene a través de la explotación y

sobreexplotación laboral de la masa de trabajadores/as, pero también se sustenta en “una

concentración de los recursos productivos como capital, agua y los servicios, más que en la

concentración de la tierra” (Rubio, 2008: 25). La demanda del recurso por parte de las

Page 138: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

138

empresas es cuantiosa y continua. Estos procesos de concentración de recursos se dan en

detrimento de la agricultura campesina.

En la zona de estudio se identificaron indicadores que, a más de determinar con mayor

precisión el acceso, uso y control de tierra y agua, pretenden ofrecer argumentos al debate

nacional que se está dando actualmente en torno a la construcción del marco jurídico en el que

la soberanía alimentaria constituye un eje de desarrollo nacional.

Tenencia de la tierra en el sistema de riego Cayambe-Pedro Moncayo

El sistema de riego Cayambe-Pedro Moncayo está compuesto por 2.339 usuarios, cuyos

predios en total suman 5.800 ha (Tabla 1). Las dimensiones de las unidades de producción

agropecuaria – UPA’s – presentan grandes diferencias, razón por la que se consideraron los

siguientes rangos29

: menor de 2 ha, de 2 a 5 ha, de 5 a 10 ha, de 10 a 20 ha, de 20 a 50 ha, y

más de 50 ha.

Las UPA's que se ubican en el rango entre 20 y 50 ha y en el rango de más de 50 ha,

representan el 2% de los usuarios que controlan el 30% de la tierra;

Las UPA's con menos de 2 ha, representan el 77 % de usuarios y tienen el 22 % de la

tierra.

Se observa que la inequidad respecto a la tenencia de la tierra se mantiene en la zona de

influencia del canal, existe mayor control de la tierras en manos de pocos usuarios del sistema

de riego en comparación con un alto número de usuarios que tienen predios menores a 2 ha.

Las UPA's de 10 a 20 ha, representan al 3% de los usuarios y tienen el 18% de la

tierra.

Y las UPA's de 2 a 10 ha, representa al 18% de usuarios y tienen el 30% de la tierra.

29

Esta división respondió al criterio del equipo en un afán de conectar con las percepciones locales y nacionales respecto a las extensiones de tierra que

pueden ser considerados latifundios; si bien 50 ha pudieran ser consideradas, bajo otras condiciones agroecológicas, una cantidad pequeña o moderada, para la zona de estudio (Sierra ecuatoriana), esta misma cantidad representa una propiedad que podría ser considerada un latifundio. Este es el espíritu que acompaña las ponderaciones que se realizaron tanto para el tema tierra como agua.

Page 139: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

139

Tabla 1. Tenencia de la tierra en el sistema de riego Cayambe-Pedro Moncayo en el 200730

UPA’s Usuarios Superficie total

N° % ha %

50 ha 9 0 710 12

20 a 50 ha 36 2 1.069 18

10 a 20 ha 68 3 1.016 18

5 a 10 ha 86 4 675 12

2 a 5 ha 333 14 1.068 18

2 ha 1.807 77 1.262 22

TOTAL 2.339 100 5.800 100

Fuente: Base de Datos del CODEMIA-CPM, 2007. Elaboración: Eduardo Rodríguez

Para tener un mejor panorama del control sobre la tierra en el sistema de riego, se

procedió a dividir a los propietarios en tres sectores: el florícola, el agropecuario y el ganadero

con el objetivo de determinar en qué sector se concentra más la tierra.

Es pertinente recordar que el agua del sistema riega a diferentes tipos de unidades

productivas y que ha sido, precisamente en torno a esta consideración, que el Municipio de

Cayambe, repartía el agua cuando esa entidad administraba el canal.

El sector floricultor está constituido por 124 usuarios, representan el 5% del total de

usuarios, tiene bajo su control el 20% de la tierra. Dentro de este sector, las UPA's que se

encuentran en los rangos que van de 5 a más de 50 ha, se encuentran empresas florícolas

que representan el 2% del total de usuarios, y controlan el 18% del total de la tierra.

El sector agropecuario está constituido por 2.120 usuarios, que representan el 91% del

total de usuarios y tiene el control del 54% de la tierra. En este sector se ubican la mayoría

de pequeños productores, ya que el 75% del total de usuarios tienen predios de menos de 2

ha, pero solo controlan el 21% de la tierra.

El sector ganadero constituido por 95 usuarios, que representan el 4% del total de usuarios

y tienen el control del 26% del total de la tierra. En este sector los predios que van del rango

30 No se consideró dentro de los usuarios totales a 80 usuarios por tener datos incompletos de superficie total o superficie regada. Del sector florícola 8

usuarios, del sector agropecuario 59 y del sector ganadero 13.

Page 140: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

140

10 ha a 50 ha representan el 2% del total de usuarios y tienen el control del 23% de la

tierra.

Tabla 2. Tenencia de la tierra por sectores en el sistema de riego Cayambe-Pedro

Moncayo en el año 200731

Sector UPA´s Usuarios Superficie Total

Nº % ha %

Florícola > 50 ha 1 0 60 1

20 a 50 ha 16 1 443 8

10 a 20 ha 26 1 417 7

5 a 10 ha 10 0 87 1

2 a 5 ha 31 1 113 2

< 2 ha 40 2 35 1

Subtotal 124 5% 1155 20%

Agropecuario > 50 ha 0 0 0 0

20 a 50 ha 4 0 104 2

10 a 20 ha 30 1 444 8

5 a 10 ha 68 3 526 9

2 a 5 ha 260 11 817 14

< 2 ha 1758 75 1218 21

Subtotal 2120 91% 3109 54%

Ganadero > 50 ha 8 0 650 11

20 a 50 ha 16 1 523 9

10 a 20 ha 12 1 155 3

5 a 10 ha 8 0 63 1

2 a 5 ha 42 2 138 2

< 2 ha 9 0 9 0

Subtotal 95 4% 1538 27%

Total 2339 100% 5802 100% Fuente: Base de Datos del CODEMIA-CPM, 2007. Elaboración: Eduardo Rodríguez

31 No se consideró dentro de los usuarios totales a 80 usuarios por tener datos incompletos de superficie total o superficie regada. Del sector florícola 8

usuarios, del sector agropecuario 59 y del sector ganadero 13.

Page 141: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

141

Los datos muestran que el sector donde se concentra más tierra es el ganadero, lo que se

explica porque el sector lechero, actividad importante en la zona después de las flores, requiere

de mayores superficies para la siembra de pastos que garanticen la producción de leche.

Después está el sector florícola que ha visto en la expansión de superficie la vía para

incrementar su rentabilidad. Y, por último, el agropecuario donde se ubican la mayoría usuarios

que son pequeños productores que realizan una agricultura de subsistencia.

Concentración de la tierra por parte de las empresas florícolas

Las fincas florícolas han aumentado de manera acentuada desde los años 80. Tal

crecimiento se logró por vía de la compra de tierras a las haciendas y a los/as campesino/as e

indígenas productores de la zona. Estas compras estuvieron dirigidas a zonas con vías de

comunicación y acceso al agua. Es por eso que la mayoría de plantaciones florícolas se

concentran en la parroquia Tabacundo, que está atravesada por la panamericana, vía de primer

orden que cruza la parroquia y que conduce al aeropuerto de Quito; le siguen la parroquia de

Tupigachi y, en Cayambe, las parroquias Cayambe y Ayora.

Uno de los métodos de las empresas florícolas para concentrar tierras es la compra de

pequeños predios de agricultores circundantes a la plantación. Se suma la estrategia de ir

encerrando a campesinos que tienen buenas tierras y acceso a agua, para de esta manera

empujarles a vender sus propiedades. Aunque no se pudo recabar datos estadísticos, también se

observó que la estrategia de cultivo y compra de flores a los/as campesinos/as en sus tierras

propias, sin necesidad de venderlas, modalidad también conocida como agricultura por contrato,

está ampliándose al parecer de manera acelerada.

Tabla 3. Fincas florícolas y hectáreas cultivadas de flores en las parroquias por donde

cruza el canal de riego Cayambe-Pedro Moncayo

Fincas Florícolas

Pedro Moncayo Cayambe Total

Tabacundo Tupigachi La Esperanza Cayambe Ayora

Número de fincas florícolas

registradas 88 28 7 9 22 154

Hectáreas cultivadas 945,53 309 24,9 103,6 422,66 1.805,69

Fuente: EXPOFLORES, 2009. AGROCALIDAD, 2009. SIGAGRO, 2009.

Page 142: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

142

Cuando se caracteriza la actividad florícola, se dice que es un cultivo intensivo que

centra su desarrollo en la utilización de otros recursos como agua y agroquímicos; y de servicios

como vías de transporte para asegurar su desarrollo. Producción que requiere bajas cantidades

de superficie de tierra y son, en todo caso, intensivas en capital y tecnología.

Estos elementos se han verificado en la zona y en la información precedente; pero

además se observa una fuerte tendencia a la ampliación de los cultivos en grandes extensiones,

con la información existente de las fincas floricultoras de la zona de estudio se procedió a

elaborar rangos que muestran esta tendencia:

Tabla 4. Rangos por superficies cultivadas de flores en los cantones Cayambe y Pedro

Moncayo (en porcentaje)

Rango por superficie

cultivada de flores Cayambe Pedro Moncayo

0 – 9 ha 35 % propiedades 57 % propiedades

10 – 19 ha 35% propiedades 24 % propiedades

20 – 49 ha 19 % propiedades 18 % propiedades

50 – 180 ha 11 % propiedades 1 % propiedades

Fuente: EXPOFLORES, 2009. AGROCALIDAD, 2009. Elaboración: Judith Flores / Tomás Quevedo

El otro método utilizado para el acaparamiento de tierras es el llamado de

multipropiedad, el cual consiste en comprar tierras en zonas diferentes para formar empresas

florícolas con otros nombres pero que son del mismo propietario o grupo económico. Es un

sistema que tiene éxito, debido a que no se puede determinar cuántas empresas pertenecen a un

solo dueño, ya que las empresas registradas ante AGROCALIDAD, entidad del Ministerio de

Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca -MAGAP, que sustituye al Servicio Ecuatoriano de

Seguridad Agrícola, tienen como representante legal al gerente general, presidente ejecutivo o

al representante legal de las empresas, no necesariamente a los dueños de las plantaciones.

Page 143: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

143

Pese a esto, al tomar como base al gerente general, se pudo determinar que varios de

ellos eran los representantes legales de varias fincas florícolas que se ubican en el mismo sector

o en diferentes sectores.

Tabla 5. Sistema de multipropiedad

Parroquias Una finca Dos fincas Tres fincas Cinco fincas Total

Nº ha Nº ha Nº ha Nº ha Nº ha

La Esperanza 8 25 0 0 0 0 0 0 8 25

Tabacundo 81 637 5 131 2 112 1 90 89 969

Tupigachi 26 249 2 97 2 44 0 0 30 390

Ayora 23 388 1 70 0 0 0 0 24 458

Subtotal 138 1299 8 298 4 156 1 90 151 1842 Fuente: AGROCALIDAD, 2009. SIGAGRO, 2009. Elaboración: Eduardo Rodríguez

Desde el año 1996 hasta el 2009 el número de florícolas creció de manera acelerada

como se muestra en los mapas (Ver Figura 1 y 2). Crecimiento que se dio de manera paralela, es

decir siguiendo la ruta del canal de riego Cayambe-Pedro Moncayo, comprando tierras de

agricultores y de algunas haciendas para acceder al agua que proporciona el canal.

Page 144: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

144

Figura 1. Florícolas en el año 1996

Fuente: SIGAGRO, 2002. CEAS, 2006. Elaboración: Eduardo Rodríguez

Page 145: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

145

Figura 2. Florícolas en el año 2009

Fuente: SIGAGRO, 2002. AGROCALIDAD, 2009. Elaboración: Eduardo Rodríguez

En el afán de bajar la reflexión a la realidad de la zona, surgen varias inquietudes sobre

la tenencia de la tierra en la zona:

¿Cómo entender la categoría de concentración – reconcentración de tierras en esta zona?

Como se observa en las tablas, las estrategias utilizadas por los empresarios floricultores son

diversas y consiguen el objetivo de ampliar la superficie de cultivo de flores. ¿Es pertinente leer

la concentración de tierras solo con los datos de hectáreas que se posee, o se debería considerar

las tierras que, siendo de los/as campesinos/as, también son utilizadas para la producción

florícola?

Page 146: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

146

¿Cómo entender el acaparamiento de tierras en Cayambe y Pedro Moncayo, por parte de

las florícolas? ¿Es un proceso circunstancial o una tendencia a nivel nacional para el caso de la

producción de flores?

Los mapas y tablas presentados evidencian que hay efectivamente una ampliación de la

superficie cultivada, lo que suple la incapacidad de las empresas florícolas para subir sus niveles

de productividad; que la concentración de la tierra está conectada con las fuentes de agua.

Condiciones que se muestran al menos diez años atrás. Los gobiernos posteriores a la Ley de

Desarrollo Agrario en 1994 no han cambiado esta tendencia, y se presume que al menos por vía

estatal este modelo no está en cuestión. Sin embargo, en la Constitución 2008 se coloca la tarea

de poner límites en la propiedad de la tierra y al acceso al agua, presentando a las

organizaciones campesinas un margen de apoyo para conseguir respuesta a esta demanda.

5. CONCENTRACIÓN DE AGUA: FLORÍCOLA vs. PEQUEÑAS PROPIEDADES

CAMPESINAS

La importancia del riego para campesinos y comunidades indígenas en Cayambe y

Pedro Moncayo

Dado que la fuente de mayor cantidad de ingresos en las comunidades de la zona

estudiada está en la venta de mano de obra en las floricultoras, los ingresos de las familias

campesinas se complementan con los que genera la familia en actividades agrícolas; por tanto la

agricultura y – por ende - el riego que garantiza la producción, resulta vital.

De ahí la importancia de administrar bien el recurso, de evitar robos, evitar pérdidas,

respondiendo a esta necesidad se han desarrollado experiencias en las comunidades con el

propósito de mejorar la gestión del agua, a nivel comunitario y en las propiedades campesinas;

sistemas de aspersión y de goteo, se construyen reservorios comunitarios o familiares, se

instalan hidrantes y sistemas móviles de aspersión, se utiliza PVC para evitar pérdidas

múltiples, son los mecanismos y herramientas utilizadas por los comuneros.

Acceso al agua en el cantón Pedro Moncayo

Como la mayoría de empresas florícolas se concentran en el cantón Pedro Moncayo, el

análisis se centra en este cantón.

Page 147: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

147

En el cantón las concesiones de agua otorgadas por el CNRH32 han sido en su mayoría

para riego el 54%, le sigue el uso doméstico el 32%, el uso para abrevadero representa el 10% y

el resto el 4%. El caudal otorgado para riego asciende a 2.322 l/s, llegando a representar el 90%

del caudal total concesionado para el cantón, este caudal sirve para regar 4.412 ha (CNRH

2007).

Acceso al agua en el sistema de riego Cayambe-Pedro Moncayo33

El sistema Cayambe – Pedro Moncayo riega 4.415 ha de las 5.800 ha que comprenden

la zona, es decir, el 76% de las tierras de los usuarios son regadas. De las UPA's que van en los

rangos de 20 a más de 50 ha que están en manos del 2% de los usuarios poseen el 29% del total

de la superficie regada. En cambio, las UPA's de menos de 2 ha, que abarca al 77% de usuarios

tienen el 25% del total de la superficie regada.

Como se mencionó, el sistema de riego no se compone de un solo sector. En la Tabla 6

se resume la información existente de los tamaños de UPA's por sector para determinar en qué

sector del sistema de riego se encuentra la mayor superficie regada.

32 Consejo Nacional de Recursos Hídricos (CNRH) actualmente Secretaria Nacional del Agua (SENAGUA).

33

Datos del CNRH, 2007.

Page 148: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

148

Tabla 6. Superficies regadas por sectores en el sistema de riego Cayambe-Pedro Moncayo

en el año 200734

Fuente: Base de Datos del CODEMIA-CPM, 2007. Elaboración: Eduardo Rodríguez

El sector florícola tiene un importante acceso al agua de riego. De las 1.155 ha, el 82%

tiene riego. Dentro de este sector, las UPA's que van de los rangos 10 ha a más de 50 ha,

conformado por el 2% de usuarios que son empresas florícolas, tienen el 17% de la superficie

total de riego. La pregunta es: ¿Cómo suplen el déficit de agua para el cultivo? Lo observado,

porque no existen registros oficiales, es la existencia de pozos de los cuales se extrae el agua.

34

No se consideraron dentro de los usuarios totales a 80 usuarios por tener datos incompletos de superficie total o superficie regada. Del sector florícola 8

usuarios, del sector agropecuario 59 y del sector ganadero 13.

Sector UPA'sUsuarios Superficie Total Sup. Total Regada

Nº % ha % ha %Florícola > 50 ha 1 0% 60 1% 5 0%

20 a 50 ha 16 1% 443 8% 363 8%

10 a 20 ha 26 1% 417 7% 376 9%

5 a 10 ha 10 0% 87 2% 77 2%2 a 5 ha 31 1% 113 2% 100 2%

< 2 ha 40 2% 35 1% 32 1%Subtotal 124 5% 1155 20% 952 22%

Agropecuario> 50 ha 0 0% 0 0% 0 0%

20 a 50 ha 4 0% 104 2% 71 2%10 a 20 ha 30 1% 444 8% 177 4%

5 a 10 ha 68 3% 526 9% 358 8%2 a 5 ha 260 11% 817 14% 647 15%

< 2 ha 1758 75% 1218 21% 1051 24%

Subtotal 2120 91% 3108 54% 2304 52%Ganadero > 50 ha 8 0% 650 11% 424 10%

20 a 50 ha 16 1% 523 9% 405 9%

10 a 20 ha 12 1% 155 3% 130 3%5 a 10 ha 8 0% 63 1% 57 1%

2 a 5 ha 42 2% 138 2% 137 3%< 2 ha 9 0% 9 0% 7 0%

Subtotal 95 4% 1538 26% 1158 26%

Total 2339 100% 5800 100% 4415 100%

Page 149: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

149

Cabe señalar que, en la mayoría de casos, ésta es una actividad ilegal dado que necesitan

permisos de la autoridad del agua para extraer el agua.

En el sector agropecuario de las 3.108 ha, el 74% de las tierras tienen riego, un

índice inferior al anterior. Dentro de este sector, las UPA's que tienen menos de 2 ha, que son el

75% de usuarios tienen el 24% de la superficie total de riego.

En el sector ganadero, de las 1.538 ha, el 75% de las tierras tienen riego, siendo un

poco más alto que el agropecuario. Dentro de este sector, las UPAś que van del rango 10 ha a

más de 50 ha, el 2% de usuarios, tienen el 22% de la superficie total de riego.

Con esta información se puede determinar que el acceso al agua para el sector

floricultor es superior, siendo los mayores beneficiarios en tierras regadas con respecto a su

superficie total.

El acceso al agua para el sector ganadero también es importante: las tres cuartas partes

de sus tierras tienen riego. Dentro de los mayores beneficiarios se encuentran medianos

productores lecheros y haciendas lecheras, que entregan su producción de leche a agroindustrias

como Nestlé, Reypac y otros.

Para el sector agropecuario el acceso al agua es más restringido. Dentro de este sector se

encuentra la mayor cantidad de usuarios compuestos de pequeños productores agrícolas que

mantienen pequeñas parcelas agrícolas para el autoconsumo. No todos los usuarios tienen

acceso al agua del sistema de riego, en especial los pequeños productores del sector

agropecuario, que llegan al número de 137 usuarios, y suman una superficie de 76 ha sin regar.

De estos pequeños productores, el 62% de ellos se ubican en el sector de Ayora, el 36% en el

sector de Tabacundo y el 2% en Tupigachi. (CODEMIA - CPM, 2007).

Concentración de agua por las florícolas

Para asegurar las ganancias de las empresas florícolas no basta tener el capital, los

recursos productivos y mano de obra barata: “Las empresas florícolas de la zona se han

asociado para satisfacer sus necesidades y para exigir servicios de los municipios en los que se

ubican sus empresas. Estas asociaciones también se preocupan de lograr la satisfacción de sus

demandas de agua” (Poats y otros, 2008: 132).

Page 150: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

150

En las parroquias por donde atraviesa el sistema de riego existen 151 fincas de flores

registradas ante AGROCALIDAD35

(Ver Figura 3)36

, que suman en total 1.843 ha de flores

cultivadas, y consumen mensualmente 1'842.790 m3 de agua, mucho más de lo que consume un

pequeño productor (de 5 a 25 m3 por mes).

Figura 3. Florícolas parroquias La Esperanza, Tabacundo y Tupigachi, 2009

Fuente: SIGAGRO, 2009. AGROCALIDAD, 2009. Elaboración: Eduardo Rodríguez

35

Antes Servicio Ecuatoriano de Sanidad Agropecuaria (SESA) 36

No se ingresaron 20 fincas florícolas por no existir coordenadas geográficas dentro de la base de datos de AGROCALIDAD.

Page 151: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

151

La parroquia donde se concentra la mayor cantidad de fincas y hectáreas de flores

cultivadas es Tabacundo. En ella se encuentran 89 fincas, que tienen cultivadas 969 ha de flores

que consumen mensualmente 969.340 m3 de agua

37, cifra muy cercana al millón de m

3.

Tabla 7. Consumo de agua de parte de las floricultoras

Parroquias Nº de

Fincas Hectáreas de Flores

(ha)

Promedio de Consumo de Agua

para Flores (m3/ha/mes)

Promedio de Consumo de Agua

(m3/mes)

La Esperanza 8 25 1000 25450

Tabacundo 89 969 1000 969340

Tupigachi 30 390 1000 390000

Ayora 24 458 1000 458000

Total 151 1842 4000 1842790

Fuentes: EXPOFLORES, 2008. SIG AGRO, 2008. AGROCALIDAD, 2008. CEAS, 2006.

En los registros de CODEMIA se hallan registrados en total 132 usuarios que tienen

1.102 ha de flores cultivadas y consumen 1'101.810 m3 de agua por mes.

Tabla 8. Consumo de agua por parte de las floricultoras en el sistema de riego Cayambe-

Pedro Moncayo

Fuente: Base de Datos del CODEMIA-CPM, 2007. Elaboración: Eduardo Rodríguez

37

De acuerdo al CEAS y al CODEMIA el consumo promedio de agua por parte de las florícolas es de 1000 m3 por mes

Parroquias

La Esperanza 24 60 1000 60320

Tabacundo 100 978 1000 978190Tupigachi 4 20 1000 19800

Ayora 4 44 1000 43500Total 132 1102 4000 1101810

Nº de Fincas

Hectáreas de Flores (ha)

Promedio de Cosumo de Agua para Flores

(m3/ha/mes)

Promedio Consumo Agua

m3/mes

Page 152: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

152

En este nivel de este consumo, las fincas38

de más de 2 ha de flores cultivadas llevan la

pauta, ya que entre las 86 fincas –o empresas florícolas- consumen el 96% del total del agua. En

cambio, las fincas que se encuentran en el rango menor a 0,5 ha, en el que se ubican pequeños

floricultores que por lo general son campesinos/as, apenas consumen el 1% del total.

Tabla 9. Consumo de agua por tamaño de finca florícola en el sistema de riego

Fincas Nº de

Fincas Hectáreas de

Flores (ha)

Promedio de Consumo de Agua para Flores

(m3/ha/mes)

Promedio de Consumo de

Agua (m3/mes) %

FG > 2 ha 86 1061 1000 1060940 96%

FM 0,5 a 2 ha 22 34 1000 33550 3%

FP < 0,5 ha 24 7 1000 7320 1%

Total 132 1102 3000 1101810 100% Fuente: Base de Datos del CODEMIA-CPM, 2007. Elaboración: Eduardo Rodríguez

El CODEMIA tiene a su cargo el manejo del sistema de riego desde finales del 2006 y

se considera que existe un mayor control en la distribución del agua. Del 100% del agua que va

por el canal, aproximadamente el 70% es utilizado por las florícolas, es decir el acceso aún

sigue siendo inequitativo, lo que ha llevado al directorio de CODEMIA junto con las

organizaciones de usuarios/as a del canal a plantearse la necesidad de construir estrategias que

impulsen una redistribución del agua que vaya de la mano con la reactivación de la economía

campesina.

Como el caudal del agua del canal varía en el transcurso del año y existe en la

actualidad un control en la distribución del agua, entonces la estrategia tomada por las florícolas

son las concesiones. En las concesiones otorgadas por el CNRH en el 2007 para el cantón

Pedro Moncayo, se han otorgado un caudal total 216 l/s a 20 empresas floricultoras, que al

comparar con la concesión otorgada para el sistema de riego Cayambe-Tabacundo llega a ser

casi la mitad de ella.

38

El CODEMIA tiene clasificado a las florícolas por el tamaño de la finca, en fincas grandes (FG), fincas medianas (FM) y fincas pequeñas (FP).

Page 153: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

153

Figura 4. Ubicación de las concesiones de riego de empresas florícolas

Fuente: SIGAGRO, 2009. AGROCALIDAD, 2009. Elaboración: Eduardo Rodríguez

Page 154: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

154

Otro dato interesante es que la mitad de estas empresas tienen fuentes del agua que

provienen de pozos construidos dentro de las fincas. Se estima que la mayoría de empresas

florícolas tienen pozos dentro de sus predios y, si esta información se verifica, se estaría

hablando de un gran robo de agua, puesto que de existir esos pozos han sido construidos sin

autorización legal. A esto se debe sumar la contaminación por el uso de aguas subterráneas y

una disminución de la capa freática, situación que debe ser estudiada con detenimiento por las

autoridades estatales.

6. A MANERA DE CONCLUSIONES

Los mapas elaborados con el apoyo de técnicos de CODEMIA muestran de manera clara

que la superficie cultivada para la producción florícola se ha incrementado de manera

significativa en la última década. No se analizó la primera década de producción florícola en

el país.

La floricultura ha generado un fuerte control de la producción de los pequeños y medianos

agricultores. Ya sea a través de mecanismos que tienen el principio de agricultura por

contrato, o por imposición al cercar las pequeñas fincas no florícolas.

El incremento de tierras destinadas a la producción florícola no se hace al azar, las zonas

están cerca al canal, esta es una manera de asegurar tierra y agua a la vez.

La producción en las propiedades de los y las campesinas poco a poco va disminuyendo,

este dato debe considerarse si la apuesta de redistribución del recurso agua se va a impulsar

en las nuevas leyes a construirse.

La búsqueda de tierra en los sectores campesinos ha desaparecido, a pesar de que la

producción se garantiza en tanto existen suficiente cantidad de tierra a más de agua, esta no

es una demanda presente.

El sistema administrativo y de gestión del agua no responde a las necesidades de los y las

campesinas; por tanto será de poca utilidad, o en el mejor de los casos el primer paso, hacia

el rediseño administrativo y político para una gestión equitativa y justa del agua.

En las tablas presentadas se observa con claridad que la distribución inequitativa del agua es

la tendencia que marca la zona, empresarios floricultores y grandes ganaderos han

garantizado su acceso al recurso en detrimento del grupo de pequeños/as productores/as.

Page 155: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

155

Debería leerse en detrimento de una propuesta de soberanía alimentaria.

El uso ilegal del agua por parte de las florícolas está presente a través de la perforación de

pozos sin los respectivos permisos, pero también a través de la búsqueda permanente de

nuevas concesiones. Estos mecanismos deben se primero cuantificados y luego normados

para evitar conflictos a futuro.

La conformación del CODEMIA demuestra que la gestión tanto de los gobiernos locales

como de la autoridad del agua son poco reconocidas por las poblaciones afectadas, quienes

esta vez han encontrado en sus dirigentes la garantía para una administración transparente y

justa.

Elementos para la construcción de propuestas desde las organizaciones campesinas e

indígenas de la zona

En la nueva Constitución se plasman debates y propuestas que sectores sociales,

académicos, privados del país han llevado adelante durante, al menos, tres décadas. De ahí que

se valore las definiciones tomadas sobre el tema soberanía alimentaria y reconocimiento del

derecho a la tierra y recursos productivos que tienen las comunidades y pueblos indígenas y

campesinos.

Sin embargo, como bien lo expresan los/as campesinos/as y técnicos entrevistados la

construcción y/o redefinición de las políticas públicas de agua, tierra, comunas,

agrobiodiversidad y más son temas muy conflictivos. Las discusiones deben abordar el juego

de roles entre Estado, sector privado, comunidades campesinas e indígenas y la capacidad del

mercado para adjudicar el agua y la tierra. Discusión que se da en un contexto político complejo

ya que ahora se debe asegurar que las leyes de agua y las leyes conexas de soberanía

alimentaria se enmarquen en los avances de la nueva Constitución

La relación Estado – comunidades en la disputa por la redistribución del agua y la tierra

y las formas de gestión comunitaria, de manera necesaria requieren acuerdos entre sus actores.

Siendo que la ausencia del Estado en el campo durante las últimas décadas ha fortalecido las

propuestas de que el manejo del agua debe descentralizar y desconcentrar las funciones y

atribuciones desde las autoridades a nivel nacional, lo que implicaría que las decisiones sobre el

Page 156: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

156

manejo del agua quedan a nivel local. Es justo reconocer que esta propuesta podría ser aplicada

en ciertas regiones donde las poblaciones tienen experiencia en el tema; pero esta realidad no es

la de todas las organizaciones a nivel nacional.

¿Cómo la experiencia exitosa hasta el momento del CODEMIA puede desprender

orientaciones a otras regiones?

Se habla de gestión integral, comunitaria, territorial del agua con la aspiración de

resolver la inequidad existente en el acceso a este recurso; pero estas propuestas no están

exentas de conflictos entre las propuestas de las comunidades, juntas, organizaciones de

segundo grado y más. ¿Cómo se entiende la gestión del agua en la propuesta de gobierno

territorial comunitario que están impulsando algunas organizaciones filiales de Ecuarrunari?

¿Qué instancias asumen la administración del agua: parroquias, organizaciones de segundo

grado, juntas de agua? ¿Cómo se acoplan las diferentes miradas sobre el agua: indígenas,

mestizos, mujeres, mayores, y más?, ¿Qué acuerdos se puede construir entre los sectores

empresariales y los sectores campesino-indígena, para el acceso equitativo y responsable del

agua?

Por otra parte es acertado reconocer que las propuestas de redistribución del agua deben

ir de la mano con la redistribución de la tierra. ¿Con qué argumentos proponemos una

redistribución del agua a los floricultores si en la comunidades se ha dejado de producir?,

pregunta que se hace la gente de CODEMIA, y que al intentar contestarse podría llevar a una

mirada profunda de la necesidad de retomar la producción agropecuaria, en un marco de

reconocimiento de las economías campesinas, pero de manera fundamental de redistribución.

En este contexto intentan reproducirse y ampliarse las experiencias de rescate de la

agrobiodiversidad, que cuestionan el modelo basado en el monocultivo que bajo la demanda de

mayor ganancia de un grupo, coloca en serio riesgo a un amplio sector de pequeños y medianos

productores, pero también de consumidores.

Page 157: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

157

Es primordial incidir en las políticas estatales de desarrollo del país y de manera

particular en las políticas para el campo ecuatoriano impulsando políticas integrales que

consideren los múltiples factores para la producción.

Se recoge, a continuación algunas propuestas el desarrollo agrario de la zona, que

salieron a lo largo de la investigación:

Desarrollar una propuesta de redistribución de tierras.

Fortalecer la organización comunitaria.

Planificar un ordenamiento productivo comunitario participativo: ¿qué sitios deben

estar destinados para la producción de flores, de leche y de alimentos?

Reordenar el sistema de riego para garantizar la soberanía alimentaria, bajo los

principios de equidad para los que tienen tierras y agua; de solidaridad para los que no

pueden acceder a esos recursos.

Pensar y diseñar sistemas de riego integrales para tiempos largos, al menos en 50 años.

Pensar en infraestructura para las comunidades que no tienen riego.

Agroecológica como alternativa sustentable, viable y rentable.

Acoplar la gestión comunitaria del agua con la producción agropecuaria.

Page 158: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

158

REFERENCIAS

CNRH. (2007). Base de Datos.

CODEMIA-CPM. (2007). Base de Datos del CODEMIA-CPM.

INEC (2001). VI Censo de Población y V de Vivienda. 2001.

POATS, Susan V.; ZAPATTA Alex; y, CACHIPUENDO, Charles (2006). Estudio De Caso: La Acequia Tabacundo

Y Las Microcuencas De Los Ríos Pisque Y La Chimba En Los Cantones Cayambe Y Pedro Moncayo, Provincia Del

Pichincha en El Norte Del Ecuador. Corporación Grupo Randi Randi. Quito.

RUBIO, Blanca (2008). Formas de explotación y condiciones de reproducción de las economías campesinas en el

Ecuador. Ediciones La Tierra. Quito.

SIISE (2008). Indicadores sociales del Ecuador. Quito.

PORTÁLES VIRTUALES

AGROCALIDAD (2009) http://www.agrocalidad.gov.ec/

Registro de fincas florícolas en AGROCALIDAD

Page 159: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

159

La problemática de los recursos:

agua y tierra, en la zona media del río Ambato

Yiseña Tiaguaro,

con la participación de Verónica Olovacha

1. INTRODUCCIÓN

La distribución inequitativa de la tierra y del agua ha causado una gran diferenciación

social en el país. Por un lado están los latifundistas, quienes poseen las mejores tierras y

disponen del 50% al 60% de los caudales disponibles; y por otro, muchos pequeños campesinos,

con poca tierra y con solo el 20% de los caudales totales disponibles.

La provincia de Tungurahua, al igual que muchas provincias de la Sierra, tiene una

inequitativa distribución de los recursos de producción agrícola (tierra y agua): el 70% de los

pequeños productores (con menos de 1 ha) poseen sólo el 0.14% de las hectáreas bajo riego por

unidad productiva, considerando que estas pequeñas economías son las que generan la mayoría

de los alimentos para la población.

La microcuenca del río Ambato es la más grande de la provincia de Tungurahua y el uso

del agua está destinado para riego, producción de energía y agua para consumo humano; sin

embargo, en los últimos años la demanda del recurso sobrepasa a la oferta, provocando un

déficit hídrico.

Hasta hace poco la provincia era reconocida a escala nacional principalmente por su

producción de frutas, hoy en día la superficie ha disminuido reorientando más bien a productos

de la canasta básica. A pesar de que sus productos son de importancia para la soberanía

alimentaria no cuenta con las garantías suficientes de riego.

Al mismo tiempo, la parcelación excesiva que se presenta en la provincia ha conllevado

a un impacto social, económico y cultural en las familias campesinas, sin dejar de mencionar

Page 160: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

160

que la falta de acceso a los recursos tierra y agua está causando un impacto ecológico debido al

incremento de la frontera agrícola en ecosistemas frágiles como son los páramos.

2. LA MICROCUENCA MEDIA DEL RÍO AMBATO: UNA ZONA DIVERSA

La microcuenca del río Ambato está situada en las faldas orientales del volcán

Chimborazo entre 2.600 y 5.000 msnm, en la provincia de Tungurahua. (Girard, Sabine. 2004).

La microcuenca cubre el 60% de la provincia, con una superficie aproximada de 1.300

km2 y una población de 310.000 habitantes.

Gráfico 1. Microcuenca del río Ambato

Fuente: Boletín “Cuencas Andinas” Nº 6, 2005.

Page 161: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

161

Está delimitada al oeste por una cadena montañosa cuyos nevados (Chimborazo 6.310

msnm y Carihuairzo 5.028 msnm) alimentan la red hidrológica de la provincia y se cierra cerca

de la ciudad de Ambato, al desembocar el río Ambato en el río Patate, a 2.200 msnm.

Presenta tres pisos bioclimáticos diferenciados, una zona alta de páramo propia de las

comunidades indígenas; una zona media donde coexisten comunidades indígenas y mestizas

con una producción diversificada; y, una zona baja de clima templado donde existe una

producción exuberante de frutas y hortalizas.

Tabla 1. Zonas altitudinales de la microcuenca del río Ambato

ZONA RANGO DE

ALTITUD

SISTEMA PRODUCTIVO

Zona alta

Páramo 3.500 – 4.200 msnm Ganadería extensiva de carne

Zona media 2.800 – 3.500 msnm Ganadería de leche y cultivos de cereales y tubérculos

Zona Baja 2.100 – 2.800 msnm. Cultivo de frutas, hortalizas, crianza de animales

menores (gallinas), pequeña industria y artesanías.

Fuente: Comisión Ejecutiva Provincial 2001; Andes System of Basins 2006; Guamán 2007

Este estudio se centra en la zona media de la microcuenca del río Ambato, que cubre

parte de los cantones Ambato, Cevallos, Tisaleo, Mocha, Quero y San Pedro de Pelileo, que

concentran el 25% de la población.

El acceso a la tierra en esta zona es limitado, la superficie promedio de las unidades

productivas es de 1 ha, donde la mayoría de familias campesinas se dedican a actividades

agrícolas y pecuarias, siendo ésta en mucho de los casos su principal fuente de ingresos. La

actividad lechera es una de las más importantes dentro de esta zona, caracterizada por el manejo

de animales de baja y mediana calidad genética, cuya producción está destinada al mercado

local.

Page 162: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

162

La actividad agrícola se centra en la producción de productos andinos como papa,

habas, maíz, cebada, arveja y en menor importancia frutal, destinada tanto para la venta como

para el autoconsumo.

El acceso al agua es un limitante dentro de la microcuenca, pues depende de la

ubicación de las unidades productivas en función del canal de riego, así se ven beneficiados los

que se encuentran debajo de éste, mientras los que están sobre el canal presentan mayor

dificultad de acceso y por ende mayor déficit hídrico.

En esta zona se presenta una topografía colinada con pendientes suaves a fuertes que

pueden llegar a sobrepasar el 45%. De igual manera, los suelos son diversos pero en su mayoría

son arenosos y secos o limo – arenosos profundos secos. Existen afloramientos muy puntuales

de cangahua (Pasa, San Fernando).

Gráfico 2. Microcuenca media del río Ambato

N

Fuente: SIGAGRO 2009.

Page 163: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

163

3. LAS POLÍTICAS DE AGUA EN EL PAÍS Y SU INFLUENCIA EN LAS

DESIGUALDADES DE ACCESO AL AGUA

Con la primera Ley de Aguas, promulgada en 1832, se suprime el obstáculo principal al

desarrollo del riego y se autoriza la construcción de canales sobre tierras de otros, a cambio de

un pago (Ley de Tránsito o Servidumbre). El levantamiento de la obligación de negociación

para obtener el acuerdo del propietario, para construir un nuevo canal permite una fuerte

extensión de los perímetros regados, pero implica también una multiplicación del número de los

pleitos por el agua. (Récalt, Christine 2007).

El agua juega un rol fundamental en la valoración de la tierra y se vuelve un mecanismo

de usurpación de tierras tanto privadas como comunales.

En el Ecuador, durante los siglos XIX y XX, se tenía dos tendencias marcadas en cuanto

a los sistemas de riego. En el caso de la Costa ecuatoriana se ampliaron los sistemas de riego

para la producción agroexportadora; mientras que en la Sierra la situación económica y social

evolucionó en función a la distribución de la tierra y por ende al agua. Las grandes haciendas

comenzaron a dividirse, lo que generó conflictos en la distribución del recurso. Por otra parte,

las agrupaciones de agricultores, mestizos o indígenas, reclamaban los derechos de agua,

alegando su participación preponderante en la construcción y el mantenimiento de las redes.

(Récalt, Christine 2007). Al mismo tiempo se construían las acequias, aumentaba la población

de las zonas campesinas, indígenas y de mediana propiedad de las zonas altas que reclamaban el

agua que compartían con las haciendas de la zona baja (esto ocurrió en la zona occidental, en las

nacientes del río Ambato). (Ospina, Pablo et al. 2009).

En algunos lugares de la microcuenca media se conforman cabildos para la construcción

de nuevos canales para acceder al agua, recurso importante para la producción agropecuaria, ya

que denota un acaparamiento por parte de los hacendados y grandes propietarios, especialmente

en la parroquia de Pilahuín, mientras que la gran propiedad se hallaba ausente en las parroquias

Santa Rosa, Tisaleo, Pasa del cantón Ambato. Para el período de 1870 a 1914, basado en

catastros de propiedad, se tiene que la mediana propiedad era dominante en Quero (58%) y

cerca de ser predominante en Tisaleo (49%). (Ospina, Pablo et al. 2009).

Page 164: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

164

La primera participación del Estado en el sector de riego fue en 1944 con la creación de

la Caja Nacional de Riego, la que tenía por objetivo la realización de estudios y construcción de

proyectos a escala nacional.

En el Ecuador, hasta la década de 1960, el modelo económico se basaba en la

concentración de la propiedad de la tierra y la agro-exportación, modelo asociado a la propiedad

privada del agua. A raíz de la reforma agraria destinada a redistribuir los medios de producción

(1964), el riego permitió aumentar y diversificar la producción agrícola. (Girard, Sabine. 2006).

En 1966 se crea el Instituto Ecuatoriano de Recursos Hidráulicos (INERHI), entidad

encarga de la administración de agua, planificación y construcción de sistemas de riego. La

creación de esta entidad influyó en ciertos zonas del área de de estudio, sólo en la denominación

de acequias existentes y mas no en una verdadera planificación y administración del agua.

En 1972, con la Ley de Nacionalización de Agua, se declara que todas las aguas

continentales del país son de dominio público, no se pueden vender ni tampoco se pierde su

naturaleza jurídica de bienes nacionales, aunque exista un uso sostenido en el tiempo por

particulares.

Los conflictos entre los grandes propietarios y las comunidades indígenas eran

frecuentes, pues todavía se mantenían una relación de tipo servil, donde los indios trabajaban a

cambio de obtener comida. Estos grandes propietarios eran dueños del agua y de la tierra, e

incluso algunos de los habitantes cuentan que tenían que pagar un “impuesto” para tener acceso

al agua, caso contrario no se les era permitido. Estas inequidades motivaron a los pobladores a

despresar su resistencia, como en los hechos ocurridos en la parroquia Pasa, que llevaron

incluso a la muerte de un terrateniente.

De cierta manera estas expresiones aminoraron los abusos y sobre todo las relaciones

partidarias. Éstas últimas fueron perdiendo fuerza con la Ley de Reforma Agraria, donde se

promulga la Ley de los Precaristas, que elimina las formas precarias de tenencia de la tierra en

1973. Esta ley manifiesta: “se prohíben las explotaciones precarias. Sin embargo, si con

violación de la Ley se mantuvieren formas precarias de tenencia de la tierra, ningún precarista

está obligado a pagar por el uso de la tierra ajena…”

Page 165: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

165

Los campesinos comenzaron a organizarse y crearon las Juntas de Agua de Riego para

solicitar concesiones al INERHI para los diferentes caseríos, los mismos que fueron concedidos

en años posteriores.

Desde la década de 1980, a raíz de la crisis de la deuda externa y con presiones

internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional), se aplicaron reformas

estructurales: la descentralización, la desregulación de la economía, la apertura de los mercados

y la privatización.

En cuanto a la gestión del agua, el modelo también cambió. El INERHI es desmantelado

en 1994 y sus funciones se atribuyen a estructuras descentralizadas: las Agencias del Agua, la

Empresa de Desarrollo Regional (1994) y los Consejos Provinciales (1998). El papel del sector

privado se ve reforzado al garantizar los derechos legales de agua (transferencia automática y

vínculo entre la propiedad de la tierra y los derechos de agua en virtud de la Ley de Desarrollo

Agrario, 1994) y la transferencia de los sistemas públicos de riego a los usuarios (1994) (Girard,

Sabine 2004).

En la provincia de Tungurahua, los pequeños productores (con menos de 1 ha),

representan el 70% de los agricultores y poseen 0.14% de las hectáreas bajo riego por unidad

productiva, mientras que para los grandes productores (con más de 100 ha), que representan el

0.08% del total, poseen el 46% de las hectáreas bajo riego por unidad productiva. (SIPAE,

2008).

La Reforma de la Ley de Aguas del 2004, incentiva aún más al sector privado y por

ende el incremento de las desigualdades sociales en torno al acceso al agua. En ésta se elimina

de la base imponible el precio del agua de los sistemas públicos de riego, que fue impuesto

proporcional al área de riego y de propiedad, que permite al Estado cubrir los gastos de la

pesada infraestructura de riego.

Estas políticas implementadas en el Ecuador se ven reflejadas en la desigualdad al

acceso a los recursos, tierra y agua, provocando un diferencial social campesino bien marcado.

En los últimos años, en la microcuenca se ha venido trabajando en la gestión integrada del

recurso con la participación de entidades públicas y privadas, que se la analizará posteriormente.

Page 166: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

166

4. LA PROBLEMÁTICA DEL AGUA EN LA MICROCUENCA MEDIA DEL RÍO

AMBATO

La importancia de mantener los ecosistemas como fuente fundamental de recurso

hídrico para la vida en general ha movilizado a varios actores que de una u otra manera tratan de

controlar el deterioro de estos ecosistemas. En este sentido se han identificado como problemas

más relevantes:

- Disminución en la disponibilidad de agua

En los últimos años, los cambios climáticos adversos han influenciado fuertemente en la

disponibilidad de agua. La presencia de sequías, dadas por fluctuaciones climáticas, están

caracterizadas por un prolongado período de escasez de agua en forma de precipitación,

reducción o desaparición de cursos y cuerpos de agua, o de no disponibilidad de agua en el

subsuelo. (Kuroiwa. 2002. Citado por Galárraga G y Guamán C).

La baja disponibilidad del recurso se denota en la oferta y demanda. En la provincia de

Tungurahua se estima que la demanda hídrica supera en un 40% a la oferta con un déficit

aproximado de 800 millones de m3 al año. (Portal digital: www.emapa.gov.ec).

El incremento de la frontera agrícola es otro factor importante en la disminución de la

disponibilidad de agua. Según reportes de los pobladores de los páramos, la oferta de agua ha

disminuido en un 40% en los últimos 20 años, debido a que el 71% de los páramos están

intervenidos y utilizados como unidades de producción agropecuaria (1.898 UPA’s). En muchos

casos se evidencia en el secamiento de vertientes (Portal digital: www.emapa.gov.ec).

- Infraestructura rudimentaria que influye en las técnicas de riego

En la microcuenca media del río Ambato existe una predominancia de sistemas de riego

cuya infraestructura rudimentaria, provoca grandes pérdidas por infiltración, los mismos que se

ven reflejados en sistemas deficientes.

Además, el riego es distribuido principalmente por gravedad cuya administración está

en manos de las Juntas de agua; sin embargo, se presentan graves conflictos sobre todo en época

de estiaje.

Page 167: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

167

Tabla 2. Métodos de riego en la microcuenca del río Ambato

Unidad hidrográfica

Métodos de riego (%)

Cantón Aspersión Goteo Gravedad

Río Alajua Ambato 8,6 0,0 90,9

Río Calamaca Ambato 7,5 0,0 92,5

Río Colorado Ambato 0,0 0,0 100,0

Alta del río Pachanlica

Mocha

0,7

0,0

99,3

Tisaleo

Quero

Fuente: Modificado de Salomón M, Galárraga R et al.

El método de riego por gravedad es el más generalizado en la microcuenca media del

río Ambato. Esto conlleva a una baja eficiencia de riego, lo que quiere decir que existe un

rango del 40 al 60% aproximadamente del agua que es utilizada por el cultivo con respecto al

total aplicado (Portal digital: www.catarina.udlap.mx). Además, es uno de los métodos que

causa una mayor destrucción de la estructura del suelo.

- Baja producción agropecuaria

Por las condiciones agroecológicas y los sistemas de riego rudimentarios, la baja

productividad de las actividades agropecuarias es evidente, cuya producción está destinada para

el autoconsumo y venta de excedentes. Los cultivos principales son cereales (maíz, cebada,

trigo), tubérculos, leguminosas y la producción lechera.

Para citar un ejemplo, en la parroquia Pasa los rendimientos de los cultivos como maíz y

papa, productos importantes en la dieta de los habitantes, son casi tres veces más bajos que los

obtenidos en la provincia y en el país. En el caso de la cebada, ligeramente supera los

rendimientos a nivel provincial y del país. Con respecto a la arveja, el rendimiento supera en 8

qq/ha con relación a la provincia y en 13 qq/ha en relación del país, esto se debe a que algunos

productores de la parroquia están innovando su sistema de producción mediante la siembra de

nuevas variedades, de mejor rendimiento y de menor tiempo de cosecha.

Page 168: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

168

Tabla 3. Comparación de los rendimientos de los principales cultivos de la parroquia Pasa

vs. Provincia y País

Cultivos

Rendimientos (qq/ha)

Pasa Tungurahua A escala nacional

cebada 15 11 13

maíz 17 43 40

arveja 35 27 22

papa 103 154 128

Fuente: III Censo Nacional-Provincial Agropecuario (2002); Entrevistas de campo

En la misma parroquia la producción lechera, que también es otra de las actividades

primordiales de la microcuenca, está por encima de la producción nacional, superándolo en 1.1

litros/vaca/día, mientras que a nivel de la provincia se encuentra por debajo, como se visualiza

en la Tabla 4.

Tabla 4. Comparación de la producción lechera de la parroquia Pasa vs. Provincia y País

Producción lechera (litros/vaca/día)

Pasa Tungurahua País

5,5 5,8 4,4

Fuente: Portal digital: www.siga.gov.ec

- Falta de normativas claras dentro de las Juntas de Riego

La administración del agua para riego está a cargo de las Juntas de riego que tienen

como funcionalidad velar por el mantenimiento, operación, distribución y administración del

agua. Se evidencia que en algunos casos la administración no ha cumplido su rol y se ha

limitado al cobro de tarifas y multas. Por ejemplo, en la parroquia Pasa falta una normativa clara

de regulación de uso del agua para riego, esta limitante genera graves conflictos entre los

usuarios, quienes han optado por una distribución de recursos por un mecanismo denominado

Page 169: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

169

“por golpe”. Este mecanismo es complejo, ya que para regar una parcela es necesario traer el

agua desde la bocatoma (zona de páramo) o de un lugar específico (un repartidor). Se

conforman grupos de 2 a 10 personas que suben al repartidor y se ubican en puntos estratégicos

para conducir el agua hasta su predio; sin embargo, deben tener especial cuidado en este proceso

para evitar que accedan otros usuarios sin permiso. De esta manera, el usuario tiene un cierto

tiempo para regar su parcela, sin importar la superficie. Concluido este tiempo, el siguiente

usuario corta el agua y la desvía hacia su terreno.

5. ORGANISMOS QUE PARTICIPAN EN LA GESTIÓN DEL AGUA EN LA

MICROCUENCA

A escala nacional las funciones y competencias en cuanto a la gestión del agua está en

manos de los ministerios, corporaciones y gobiernos locales como: Ministerio de Agricultura,

Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda

(MIDUVI), Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), Corporación Regional de Desarrollo

de la Sierra Central (CORSICEN), Consejo Nacional de Recursos Hídricos (CNRH), Consejo

Superior de la provincia de Tungurahua (HCPT), un municipio encargado de los problemas de

agua potable en zonas urbanas y otros cuatro municipios encargados de la gestión común de sus

recursos naturales.

En cuanto a la administración del agua potable, la responsabilidad está en manos de la

Empresa Municipal de Agua Potable (EMAP); y la encargada del agua para la generación

hidroeléctrica es de HydroAgoyan. Estas dos entidades actúan en la microcuenca, sobre la base

de sus propios intereses, garantizando el funcionamiento y rentabilidad de sus negocios en el

largo plazo.

En los últimos años ha existido una gran participación de organizaciones no

gubernamentales (ONG) y empresas privadas, que de alguna manera han servido como agentes

sustitutivos del Estado. Las ONG han realizado proyectos en cuanto a infraestructura, asistencia

técnica, resolución de conflictos, fortalecimiento organizativo, proyectos productivos y de

comercialización, entre otros.

Page 170: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

170

En este sentido, en la microcuenca han actuado algunas instituciones como la Central

Ecuatoriana de Servicios Agrícolas (CESA) y el Instituto de Ecología y Desarrollo de las

Comunidades Andinas (IEDECA) y la cooperación internacional a través de la Deutsche

Gesellschaft fur Technische Zusammenarbeit (GTZ):

- CESA, es una fundación de derecho privado que ha trabajado por más de 40 años en el

país. Desde 1972 ha realizado trabajos en varios sectores de la microcuenca (Quero, Chibuleo,

Santa Rosa, Juan Benigno Vela, Pilahuín). Actualmente está apoyando a las parroquias de

Píllaro, Quisapincha y Pasa. (Convenio de Cooperación entre HCPT, CESA et al. 2007). En la

parroquia Pasa viene trabajando en la producción, la comercialización y el manejo sostenible de

los recursos naturales, teniendo como eje dinamizador el agua, para lo cual se ha mejorado la

infraestructura con el trabajo conjunto de la fundación y de los habitantes. Hasta el momento no

se evidencia claramente los efectos de esta intervención, dado que aún no se utiliza la

infraestructura mejorada.

- IEDECA, es una organización no gubernamental que trabaja en el país desde 1990,

promoviendo y ejecutando proyectos direccionados a la producción campesina y mejoramiento

de los recursos naturales. Dentro de la microcuenca, desde 1997, se ejecuta el proyecto

Conservación de los Recursos Naturales y Riego Campesino en la Cuenca Alta del río Ambato

(CORICAM). Ha trabajado mayoritariamente en la zona alta; sin embargo, está pendiente

Pilahuín y Chibuleo, donde se evidencian mayores bloqueos y vacíos de la intervención. (Portal

digital: www.cosude.org.ec).

- GTZ, es una empresa del sector privado, propiedad del Gobierno Federal Alemán que

coopera para el desarrollo en todo el mundo y en el Ecuador ha venido trabajando desde 1973.

Dentro de la microcuenca ha realizado importantes trabajos como la gestión de cuenca

hidrográficas, con su Programa de Manejo de Cuencas Hidrográficas (PROMACH), cuyo

objetivo radica en: “Gestión sostenible de la zona de captación a través de la consolidación de

una estructura institucional y la participación de todas las partes interesadas” (GTZ, 2001,

citado por Girard, Sabine, Sabine. 2004).

A nivel de comunidades, las Juntas de Riego son las principales autoridades encargadas

de la administración del agua, cuyo mantenimiento se debe en gran parte gracias a los mismos

usuarios; a pesar de ello esto no es suficiente para cubrir todas las necesidades de los usuarios,

Page 171: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

171

como infraestructura, mantenimiento y gestión de sus sistemas de riego. Para mitigar en algo

estas debilidades se han acogido al apoyo de organismos no gubernamentales o gobiernos

locales, que en mucho de los casos no han mejorado la calidad de vida de los habitantes.

Las Juntas de Riego han jugado un papel clave en la organización de las comunidades,

pero han trabajado de manera aislada y sin ninguna o poca coordinación entre ellas, lo que ha

imposibilitado una presencia y participación en la toma de decisiones.

6. HACIA UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO…

Las entidades públicas, privadas y demás involucradas en la gestión del agua en la

microcuenca han venido trabajando de manera aislada, siguiendo su propia ideología e intereses.

En el 2003, el HCPT impulsa un nuevo modelo de gestión para la provincia con la participación

de todos los actores1 con un enfoque integral, cuya prioridad está orientado en tres ejes: agua,

trabajo y gente. Este nuevo modelo busca entre otras cosas, “…el desarrollo a largo plazo,

donde todos participen y se comprometan”; “fortalecer un poder hacia fuera, para negociar

con el gobierno central y un poder hacia adentro, para adelantar propuestas provinciales,

donde todos deciden, todos acatan” (Gobierno Provincial de Tungurahua, 2003).

En febrero de 2008, la Junta del Gobierno Provincial ratifica seguir con este modelo de

gestión (HCPT, 2008).

Este nuevo modelo de gestión es una iniciativa importante que trata de integrar a todos

los actores inmersos en la problemática provincial, sin embargo está a merced de los gobiernos

de turno. A pesar de que la administración del Consejo Provincial ha sido reelecta, pero esto no

quiere decir que se garantice la continuidad del proceso de cambio. Sería importante analizar a

profundidad el efecto que ha causado las diferentes líneas de intervención del modelo de gestión

vigente, en los ejes de agua, trabajo y gente, pero de forma articulada.

1 El “Equipo Promotor” estaba constituido por: Consejo Provincial, AME (Asociación de Municipalidades Ecuatorianas) Regional Centro Sierra, Movimientos

Indígenas, Asociación de Juntas Parroquiales, Diócesis de Ambato, Universidad Técnica de Ambato, Municipio de Ambato, Foro de la mujer, COE (Comité de Operaciones de Emergencia) y el PROMACH.

Page 172: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

172

Además, conocer ¿hasta qué punto ha existido una verdadera participación y

empoderamiento de todos los actores? Especialmente de las juntas de regantes, movimientos

indígenas - campesinos y usuarios, quienes conviven día a día con la problemática del agua de

riego, en este caso. La pregunta es: ¿son parte real en la toma de decisiones?

En la zona de estudio, y concretamente en la parroquia Pasa, el grado de participación

en temas de riego se restringe en la administración de la Junta Central, ya que los miembros son

los encargados de las resoluciones en torno al tema y los usuarios en muchas de las veces se

limitan a la participación en mingas, pago de multas, mas no en la toma de decisiones. De allí,

que la participación de los usuarios es limitada, sobre todo de la mujer, a pesar de tener un rol

fundamental en la producción y reproducción de la finca.

El manejo de páramos…

En la microcuenca media han existido estrategias de manejo del páramo bajo el

principio de la valoración económica de los recursos, esto sucedió con el EMAP y la

Organización de Comunidades Indígenas de Quisapincha (COCIQ) en el 2004, quienes firmaron

un convenio de servicio de tres años por un pago de 30.000 USD/año. Otras estrategias han

derivado de ONG, que ofrecen alternativas socioeconómicas para el manejo de este ecosistema.

Dentro del nuevo modelo de gestión en el eje “Agua” se busca trabajar en propuestas

enmarcadas en ambiente, producción y vida, cuyo objetivo radica en el aseguramiento de la

oferta hídrica en cantidad y calidad a través de un fondo económico (Fondo Económico para el

manejo de páramos), alimentado por recursos locales, nacionales e internacionales para el

manejo adecuado de los páramos, que resuelvan tanto problemas ambientales como sociales y

económicos de los sectores poblacionales vinculados con estas áreas.

Las organizaciones que tienen áreas de páramo en la microcuenca media del río Ambato

son: UOCAIP (Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Pasa), KIPU (Pueblo

Kichwa Kisapincha), UNOCANT (Unión de Organizaciones Campesinas del Nor-Occidente de

Tungurahua), UNOPUCH (Unión de Organizaciones del pueblo de Chibuleo), las cuales

estarían involucradas dentro del Fondo económico para el manejo de páramos, pero no se

conoce aún con claridad los primeros efectos de este Fondo.

Page 173: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

173

Gráfico 3. Ubicación de zonas en la provincia de Tungurahua que tienen relación con el

páramo

Fuente: Unidad y Desarrollo de los Movimientos Indígenas y Campesinos de Tungurahua, 2007.

El apoyo de los organismos no gubernamentales ha vinculado a las comunidades

indígenas y campesinas de los páramos para la protección de las fuentes de agua, a través de

proyectos orientados al manejo de los recursos naturales, como lo viene realizando CESA. Se

han realizado talleres, mingas, capacitaciones, para concienciar acerca de la importancia del

mantenimiento de los páramos. Sin embargo, ¿hasta qué punto estas acciones lo vuelve

sustentable? Cada vez más los campesinos buscan espacios para sembrar porque el

fraccionamiento de la tierra ya no da más. Y a cambio de este cuidado, ¿qué reciben?; o, ¿sólo

son agentes de protección para que otros ubicados en las zonas bajas aprovechen del recurso?

Page 174: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

174

7. LA MAXIMIZACIÓN DE LOS LIMITADOS RECURSOS AGUA Y TIERRA

El acceso al agua y a la tierra permite una mayor diversificación de cultivos en las

unidades productivas, generando mayor rendimiento en términos económicos. Las estrategias

productivas de maximización de estos recursos limitantes ayudan a incrementar los ingresos,

resultado de diferentes lógicas productivas, que marcan una diferenciación social entre los

mismos campesinos.

Para analizar el impacto del acceso a la tierra y al agua, se ha tomado como estudio de

caso a dos comunidades pertenecientes a la parroquia Pasa, que corresponden a la zona media

de la microcuenca del río Ambato antes descrita.

Acceso limitado a la tierra y poca disponibilidad de agua

La estructura agraria de la parroquia indica un claro predominio de la pequeña

propiedad, el 92% de las Unidades Productivas Agropecuarias (UPA) poseen superficies

menores a 2.5 ha, mientras que el 2% corresponden a las UPA que tienen más de 4.5 ha. Es

decir, que son pequeñas economías campesinas que tienen graves limitaciones de acceso a la

tierra.

Tabla 5. Distribución de la tierra en la parroquia Pasa – Tungurahua

Superficie

Nº UPA

UPA %

0.5 a 2.5ha 1521 92

2.5 a 4.5ha 96 6

Más de 4.5ha 40 2

Total 1657 100

Fuente: Proyecto Pasa – Cesa, 2006

En cuanto al acceso al agua, es necesario en primera instancia, analizar la geografía de

la red hidráulica de la parroquia. En este sentido, las aguas que irrigan a la parroquia provienen

Page 175: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

175

del río Pumahua y de la quebrada El Tingo, originadas por el ecosistema páramo, como se

observa en el Gráfico 4. Éstas a su vez son captadas por tres ramales o acequias: primera,

segunda y tercera coronaria. 2

Gráfico 4. Geografía de la red

Fuente: La importancia de los sistemas de Riego campesinos, SIPAE 2008

2 Son llamadas acequias coronarias por estar originadas en las partes altas de la parroquia.

Page 176: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

176

El sistema de riego de las acequias unificadas de Pasa se ha llevado desde hace años

atrás de una manera tradicional; es decir, por canales abiertos de tierra, desde su captación

(páramo) hasta su distribución en las ocho comunidades que conforma el sistema, se estima que

presenta una eficiencia del 32%. Su recorrido es de 25 km aproximadamente, con tramos en su

mayoría sin revestimiento que influyen en la pérdida de agua, por la infraestructura rudimentaria

que presenta.

El agua que es captada del sector el Tingo por la primera y segunda coronaria

corresponde a un caudal 72.3 l/s, mientras que la tercera coronaria es captada del sector

Pumahua con un caudal de 11.7 l/s, dando un total de 84 l/s de los tres ramales, para ser

distribuido a ocho comunidades de la Parroquia Pasa (Tabla 6).

Tabla 6. Asignación y disponibilidad del agua para riego en la parroquia Pasa

Sistema de riego

coronarias

Caudal

adjudicado

(l/s)

Superficie

regada (ha)

N º de

usuarios Caudal/ha

Caudal

/usuario

Primera Coronaria 53.5 308 923 0.17 0.06

Segunda Coronaria 18.8 150 430 0.13 0.04

Tercera Coronaria 11.7 65 180 0.18 0.07

Total 84.0 523 1410 0.16 0.06

Fuente: Inventario RRHH Tungurahua. (2004); Proyecto Pasa – CESA (2006)

El sistema de riego de la primera coronaria es el que mayor número de usuarios abarca y

mayor superficie regada presenta, a diferencia de las otras dos coronarias. Dentro de las

comunidades que se abastecen de agua proveniente de la primera coronaria se encuentran

Chillipata y Mogato, zonas a analizar en el presente estudio.

La ausencia de estatutos y normas claras en el sistema de riego ha conllevado a un

sinnúmero de conflictos sociales entre usuarios y comunidades para la distribución equitativa

del agua de riego.

Page 177: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

177

En el sistema de riego unificado de las coronarias y principalmente de la primera

coronaria, que es la que recorre casi las ocho comunidades de la parroquia, se tiene por

costumbre en las comunidades como Mogato, Pucaucho, Llullaló, Pasa Centro, Chillipata y

Playa Pucará, el llevar el agua por grupos, ya sea entre familias o vecinos; es decir, que quienes

llegan primero al lugar de captación del agua (óvalos), se distribuyen en puntos estratégicos a lo

largo del canal, evitando el robo de agua por otros usuarios de la misma comunidad o de otra.

Captan todo el volumen por una hora aproximadamente, luego de lo cual llegan otros usuarios

que hacen lo mismo, esto generalmente lo realizan en épocas de estiaje cuando el agua es

indispensable para la producción agropecuaria. Comunidades más altas Cuatro Esquinas,

Castillo y Tiliví no realizan esta actividad por estar más cercanas a los óvalos de distribución.

Tabla 7. Asignación y disponibilidad de agua para riego en las comunidades Chillipata y

Mogato

Comunidad

Caudal adjudicado Superficie bajo riego Usuarios Caudal/

ha

Caudal/

usuario litros/segundo ha Nº

Chillipata 17,38 76,00 160,00 0,23 0,11

Mogato 13,90 211,00 350,00 0,07 0,04

Fuente: Olovacha V. 2007.

En estas dos comunidades se puede visibilizar la disponibilidad de agua. La comunidad

de Chillipata presenta un caudal por hectárea de 0.23 y una disponibilidad por usuario de 0.11

litros por segundo, en contraste con lo que sucede en la comunidad de Mogato, cuyo caudal

corresponde a 0.07 y una disponibilidad por usuario de 0.04 litros por segundo, es decir, casi

tres veces menos que lo disponible para los beneficiarios de la comunidad de Chillipata.

Chillipata, una zona con tendencia ganadera

Para que el agua llegue a la comunidad de Chillipata, se la capta de la primera coronaria

por un ramal denominado Playa Pucará3, cuyo caudal corresponde a 0.11 l/s para cada usuario.

3 Este ramal también irriga las comunidades de Castillo y parte de Centro Pasa.

Page 178: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

178

Esta comunidad se caracteriza por presentar lotes que no exceden la 0.5 ha, destinados

principalmente a la producción de forraje para la alimentación del ganado vacuno. Los cultivos

que se encuentran son: alfalfa, asociación avena – vicia, kikuyo, holco, trébol. Además del

ganado vacuno, también se pueden encontrar algunas cabezas de ganado ovino y equino.

Esta zona presenta una topografía irregular, con pendientes que pueden llegar al 30% de

pendiente y suelos francos arcillosos.

Mogato, una zona diversificada

La comunidad está ubicada a la cola del canal principal, recoge las aguas del ramal que

lleva su mismo nombre, de la cual corresponden 0.04 l/s para cada usuario. A nivel de la

parroquia, Mogato es conocida por ser la comunidad más productiva, a pesar del predominio del

minifundio.

La zona se caracteriza por un relieve menos pronunciado que la zona ganadera, de

alrededor del 20% de pendiente. Los suelos son franco arcillo-limoso. Aquí se puede observar

un sinnúmero de lotes que van de 0.25 ha a 0.7 ha, aproximadamente, destinadas para la

producción de diferentes cultivos, entre los que se encuentran: frutales, pasto, hortalizas, maíz,

cebada, arveja, papa.

En cuanto a los animales, se pueden encontrar pocas cabezas de ganado vacuno y

equino, y algunos chanchos criollos.

En esta comunidad los productores practican rotaciones y/o asociaciones que permiten

el mantenimiento de la fertilidad de los suelos y es complementado permanentemente con abono

animal. Al término de cada cosecha los animales son incorporados a la parcela con la finalidad

de: alimentarse, aprovechando de los residuos de la cosecha; y, abonar el suelo, para las

próximas siembras.

Los productores y sus lógicas campesinas

De acuerdo a criterios analíticos como el acceso al medio explotado y al agua, sistemas

agropecuarios, actividades externas a las fincas, se identificaron cuatro tipos de productores en

las comunidades anteriormente mencionados.

Page 179: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

179

i) Productores doble activos: Este tipo de productores se caracteriza por tener acceso a una

superficie promedio de 2 ha en propiedad, las mismas que se destinan para la siembra de

diferentes cultivos y pastos. Estos productores se dedican a otras actividades extra finca, una de

las más importantes es la sastrería (actividad tradicionalmente practicada). La fabricación de

camisas es la más característica de la comunidad, que son comercializadas localmente o fuera de

la ciudad y distribuidos a los centros comerciales.4

ii) Medianos ganaderos: Estos productores tienen una superficie promedio de 7 ha, de las cuales

el 51% es propio y el resto de la superficie es arrendado. Un gran porcentaje de la superficie

total, está destinado a pasto y lo demás a cultivos como frutales, asociación maíz-fréjol, arveja y

tomate de árbol. La migración es uno de los factores que influyen en la poca disponibilidad de

mano de obra5; por tanto, estos campesinos han optado por sistemas extensivos como la

ganadería. Cuando son actividades de siembra y cosecha, tienen la capacidad de contratar mano

de obra principalmente para los cultivos.

iii) Productores familiares: Son productores que tienen un promedio de 3 ha., en total,

distribuidas en pequeños lotes que no exceden las 0.7 ha. La mayoría de sus unidades

productivas se encuentran bajo los canales secundarios donde practican actividades agrícolas y

pecuarias que son destinados para el consumo familiar y el mercado. Estas actividades se

encuentran relacionadas entre sí, los animales son importantes al término de la cosecha y su

abonadura a inicios de la siembra, de esa manera conserva la fertilidad de los suelos. La familia

es la base fundamental de la mano de obra, todos trabajan en la parcela y tienen derecho a una

cierta cantidad de producto en época de cosecha.

iv) Minifundistas: Tienen una superficie promedio de 1 ha, donde una superficie importante se

encuentra por encima del canal de riego, limitando la realización de nuevos ciclos de cultivo,

sobre todo en época de estiaje. El poco acceso a la tierra y al agua limita las actividades

agropecuarias por lo que la producción está destinada para el aseguramiento de la alimentación

familiar antes que a la venta. Estos productores son de avanza edad, y sus hijos han migrado a

ciudades como Quito y Guayaquil para trabajar como vendedores ambulantes.

4 En la comunidad de Chillipata existen 12 talleres dedicados a la confección de camisas que lo realizan por obra, es decir entregan el producto confeccionado

a las principales camiserías de Ambato, Quito y Guayaquil, principalmente. (Cesa, 2003).

5 El 43% de la toda la población (1.657 familias) emigra a realizar principalmente actividades en la construcción y vendedores ambulantes en Ambato o en

Guayaquil. (Olovacha V. 2007).

Page 180: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

180

Acceso al agua y a la tierra

Existen predios ubicados bajo el canal de riego, especialmente en la comunidad de

Mogato, donde en época de estiaje es muy difícil una planificación de siembras, por lo que se

recurre generalmente, a la siembra de cultivos de secano (trigo, cebada). Esta comunidad al

encontrarse en la “cola” del canal principal, presenta los mayores problemas en el acceso al

agua (0.04 litros/usuario), los comuneros tienen que recorrer grandes distancias para acceder al

agua de riego y por tanto tienen más riesgos de ser robados por otros usuarios. Otro problema es

el fraccionamiento de la tierra; en este sentido los minifundistas tienen una superficie promedio

de 1 ha de las cuales el 66% posee riego y el porcentaje restante no lo tiene. En el caso de los

productores familiares acceden a una mayor superficie 3 ha en promedio, de los cuales el 86%

tiene riego.

Tanto los productores doble activos como los medianos ganaderos de la comunidad de

Chillipata, tienen mayor acceso a la superficie bajo riego, 90 y 100%, respectivamente como se

observa en la Tabla 8.

Tabla 8. Acceso a la tierra

Productores Comunidad

Superficie promedio Con riego Sin riego

ha % ha % ha %

Medianos ganaderos Chillipata 7,2 100 7,2 100 0 0

Productores doble

activos Chillipata 2,1 100 1.9 90 0.9 10

Productores

familiares Mogato 3,3 100 2,9 86 0,5 14

Minifundistas Mogato 1,0 100 0,6 66 0,3 34

Fuente: Olovacha V. y Tiaguaro Y. (2009); SIPAE (2008).

Page 181: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

181

Uso del suelo

Tanto los productores ganaderos como doble activos destinan el 83% y 57% de su

superficie total para pastizales, respectivamente, siendo la actividad pecuaria su principal fuente

de ingresos, debido a que en el primer caso los hijos han migrado hacia las ciudades (Quito,

Ambato) en búsqueda de un mejor porvenir; y han quedado los padres dedicándose a

actividades que requieren de menos mano de obra, como la ganadería; en el segundo caso, son

productores cuya principal fuente de ingresos es la artesanal, por tanto la agricultura es

complementaria a esta actividad. En contraste con los productores familiares y minifundistas,

cuya mayor superficie está destinada para cultivos, el 75% y 73% respectivamente (ver Gráfico

5).

En el caso de los productores familiares, la producción de arveja y papa es

fundamental, que la destinan para la venta en mercados locales (mercado de Pasa y Ambato). En

cuanto a la producción de arveja, pueden llegar a producir 35 qq/ha, mientras que la producción

de papa asciende a 170 qq/ha. La lógica radica en la maximización de los recursos, tierra y agua.

En el caso del aprovechamiento del agua han construido reservorios, que utilizan para el riego

en las parcelas y de cierta manera mitigan el limitado acceso al recurso. Esto, además, ha

permitido sujetar a la mano de obra familiar, la familia y la familia ampliada, realizan todas las

actividades y en el momento de la cosecha se dividen los productos.

Los minifundistas, de igual manera tratan de ocupar la poca tierra con la que cuentan

para productos de autoconsumo, y así garantizar la soberanía alimentaria de su familia.

Page 182: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

182

Gráfico 5. Uso del suelo

Fuente: Olovacha V. y Tiaguaro Y. (2009); SIPAE (2008).

En el Gráfico 5 se visualiza que son los productores de la comunidad de Mogato

(productores familiares y minifundistas) quienes tienen menor acceso al agua de riego, los que

se dedican a la diversificación de los cultivos, a pesar de esta limitante; mientras que los

productores de la comunidad de Chillipata que acceden a mayor caudal, están destinando sus

unidades productivas a actividades pecuarias.

La generación de riqueza en las economías campesinas

La riqueza generada o productividad de la tierra generada por unidad productiva está

representada por el ingreso agropecuario por unidad de superficie (IAN/ha). Mientras mayor

sea el IAN/ha, más intensivo es el uso de la tierra.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

% d

e su

per

fici

e

Medianos

Ganaderos

Doble activos Familiares Minifundistas

Productores

forraje

cultivos

frutales

otros

Page 183: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

183

Gráfico 6. Intensificación del sistema de producción

Fuente: Olovacha V. y Tiaguaro Y. (2009); SIPAE (2008).

Los productores familiares generan más ingresos por unidad de superficie, es decir, son

más eficientes que los productores cuyo acceso a tierra y agua son mayores como los

productores ganaderos y doble activos, pertenecientes a la comunidad de Chillipata. Las

estrategias productivas que los productores familiares realizan además de la construcción de

reservorios, es la utilización de variedades mejoradas (de papa y arveja); utilización de fuerza de

trabajo familiar; mantenimiento de la fertilidad, a través de rotaciones y asociación con

incorporación de abono animal y diversificación, lo que le permite no sólo la dependencia de

ingresos de un solo cultivo. Si bien es cierto el mercado, el acceso a la tierra y agua son cuellos

de botella, los productores familiares a través de todas estas estrategias han logrado sobrevivir

hasta el momento de la producción de su finca.

En el caso de los minifundistas, el poco acceso a la tierra y a la superficie regada limita

la capacidad de mayor generación de riqueza, por tanto se ven obligados a producir

principalmente para la alimentación familiar.

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

US

D/h

a

Medianos

Ganaderos

Doble activos Familiares Minifundistas

Productores

IAN/ha

Page 184: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

184

8. A MANERA DE CONCLUSIONES

Las políticas desarrolladas en el país y, por ende, en la provincia, han causado deterioro

del campesinado a nivel estructural. Los pequeños campesinos (menores de 2.5 ha) se están

quedando con minifundios que ni siquiera abastece con la mayoría de productos para el

consumo familiar; sumado a esto el limitado acceso al agua con el que cuentan.

Han existido algunas iniciativas generadas por organizaciones no gubernamentales, que

parcialmente han “suplantado” el rol del Estado, pero no lo suficientemente sustentable para

disminuir la problemática. También han surgido iniciativas por parte de las entidades públicas,

como el mismo Concejo Provincial con su nuevo modelo de gestión, que involucra a todos los

actores que trabajan en la microcuenca. De allí que se da importancia a la Junta de regantes, a

los usuarios, organizaciones campesinas, pero todavía es cuestionable la participación y el

empoderamiento de estos actores.

Las familias campesinas con menor acceso al agua y tierra, han optado por realizar

algunas estrategias productivas que permitan la maximización de los recursos, agua y tierra,

con la finalidad de generar ingresos eficientes, incluso pudiendo en muchos casos ser mayores a

otros campesinos que tienen mayor acceso a los recursos.

Page 185: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

185

9. REFERENCIAS

9.1 LIBROS

APOLLÍN, F., EBERHART, C. (1999). Análisis y diagnóstico de los sistemas de producción en el

medio rural. Guía Metodológica, Quito.

CAMAREN (1999). Riego Andino. Quito.

9. 2 DOCUMENTOS

AUNCANCELA, M., BLEUZE, S. (2000). Diagnóstico Socio-económico y Técnico de los Sistemas

Agrarios de la Cuenca del río Ambato. Ambato

CESA (2003). Diagnóstico Pasa. Ambato.

CESA, HCPT, UOCAIP (2007). Convenio de Cooperación entre el Honorable Consejo Provincial de

Tungurahua “HCPT”, Central Ecuatoriana de Servicios Agrícolas “CESA”, Unión de Organizaciones

Campesinas e Indígenas de la Parroquia Pasa “UOCAIP” y la Junta General de Usuarios de las Acequias

Coronarias de la Parroquia Pasa, 2007. Ambato.

CNRH (2003). Departamento Sistemas de Riego. Quito.

GIRARD, S. (2004). Política del agua y gestión local de los recursos hídricos en los Andes

ecuatorianos. El caso de la microcuenca del río Ambato. Quito.

HCPT (2004). Inventario de los Recursos Hídricos. Datos de la Provincia de Tungurahua.

KOSMUS, M. (2003). La Economía Socio-ambiental como Enclave Estratégico del Programa

GESOREN.

LARREA, C. (2006). Hacia una historia ecológica del Ecuador – Propuestas para el debate.

Universidad Andina Simón Bolívar. Quito.

OSPINA, P., CHIRIBOGA, M. (2009). Tungurahua: una vía alternativa de modernización económica.

OLOVACHA, V., TIAGUARO, Y. (2009). La Problemática del Sistema de Riego Pasa y su influencia

sobre las economías campesinas, Pasa – Tungurahua. Quito.

OLOVACHA, V. (2007). El problema social de uso y distribución del agua de riego en la parroquia Pasa,

cantón Ambato, Provincia de Tungurahua. Ambato.

Proyecto CORICAM (2006). Informe Final de Consultoría sobre el nivel Organizacional de las

Juntas de Regantes: Cunucyacu – Chimborazo, Chiquicahua, Toallo Comunidades y Toallo Alobamba.

Page 186: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

186

La Reducción de la Pobreza Indígena y Campesina en Tungurahua, en base al manejo de Páramos que

aseguren la calidad y cantidad de agua, y las Alternativas Productivas.

RÉCALT, C. (2007). Las políticas del agua a través de la historia en el Ecuador: Obstáculos,

conflictos y oportunidades. Quito.

SIPAE (2008). La importancia de los sistemas de Riego campesinos. Quito.

9.4 ARTÍCULOS Y PUBLICACIONES VARIAS

CONAIE, FENOCIN, FEINE (2007). Unidad y Desarrollo de los Movimientos Indígenas y Campesinos

de Tungurahua.

KOSMUS, M. (2003). III Congreso Latinoamericano de Manejo de Cuencas Hidrográficas.

9.5 PORTÁLES VIRTUALES

ASIC www.asicprimerazona.com.ar/asic/publicaciones

Indicadores Biofísicos, Socio-económicos e Institucionales y Desarrollo de Políticas de Manejo

Sustentable del Agua en una zona seca de los Andes Centrales del Ecuador. SALOMÓN, M. y

GALÁRRAGA, S.

CRYCIT www.cricyt.edu.ar/ladyot/publicaciones/cyted _2005

Determinación de los Problemas Ambientales, Socieconómicas e Institucionales en una zona seca de los

Andes Centrales Ecuatorianos. GALARZA, R. y GUAMÁN, C.

FIDAMERICA www.fidamerica.org/admin/docdescargas

Sistematización de Experiencia del Gobierno Provincial de Tungurahua. Ambato

Proyecto Cuencas Andinas www.redcapa.org.br/cuencas/boletin-n6.htm

Proyecto Cuencas Andinas www.condesan.org/cuencasandinas/ambato.htm

9.6 ENTREVISTAS

9.6.1 A Junta de regantes

ANDAGANA, Manuel Junta General de Usuarios de las Acequias Coronarias de la Parroquia Pasa.

Entrevista realizada en el año 2007.

Page 187: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

187

El proyecto Píllaro

¿Iniciado por la voluntad del Estado, deseado por la de las

comunidades rurales, terminado en favor de quién?

Christine RÉCALT

1. LAS PARTICULARIDADES DE LA PROVINCIA DEL TUNGURAHUA Y EL

CANTÓN PÍLLARO

La provincia del Tungurahua se sitúa en el centro de la Sierra (figura 1). Entre sus

cantones se incluye a Píllaro, cuya situación geográfica es favorable a los flujos migratorios y

comerciales. Limita al norte, por las provincias de Cotopaxi y Napo; al sur, por las provincias de

Chimborazo y Morona Santiago; al este, por la provincia de Pastaza; y, al oeste, por la provincia

de Bolívar. Su superficie es de 3.335 km2.

Figura 1 - Localización de la provincia del Tungurahua

Fuente: Inventario y diagnóstico del recurso hídrico provincia de Tungurahua, Ambato, abril 2004.

http://www.condesan.org/Andean/docs/memoria_T%E9cnica.pdf

Page 188: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

188

Actualmente una de las principales vías de comunicación del país, la carretera

panamericana, cruza toda la provincia. Otras dos otras direcciones importantes salen de

Ambato, la capital regional, una se dirige al este hacia la ciudad de Puyo, en la provincia del

Napo, a las puertas de la Amazonía, y la otra conduce hasta la Costa, hacia Guayaquil, pasando

por la provincia de Bolívar. Estos ejes de carreteras se conectan también a infraestructuras

secundarias que favorecen los intercambios en toda la región.

La provincia posee un paisaje escarpado. Su configuración orográfica se caracteriza por

valles anchos, rodeados por colinas, barrancos y montañas con altitudes superiores a 4.000

m.s.n.m. El río Patate es el más importante del sistema hidrográfico de la provincia. Otros ríos

como el Ambato, el Mocha, el Casaguala, el Aluleo, nacen sobre las vertientes escarpadas de los

Andes. Abastecen en su trayecto amplios valles productivos. Estas particularidades son la causa

de climas variados y favorables a los cultivos y a la ganadería. La provincia presenta una

diversidad de pisos climáticos consustanciales al espacio interandino. Existe un predominio del

clima mesotérmico seco, pero que es influido por los vientos que recorren el valle del Pastaza.

La temperatura anual media es de 15°C. Los suelos están formados principalmente por

proyecciones volcánicas (volcán Tungurahua), ricas en materia orgánica y en nutrimentos y

poseen una fuerte capacidad de retención de agua. Son muy fértiles y especialmente propicios

para la agricultura.

Por otra parte, los importantes proyectos hidroeléctricos provinciales de Agoyán y de

Pisayambo producen parte de la energía eléctrica necesaria para el país. Proporcionan también

los recursos necesarios para el riego de sectores agrícolas. Sin embargo, la Cooperación Técnica

Alemana del GTZ (Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit) consideraba en

2003 que la demanda hídrica de la provincia superaba de un 40% la oferta, creando así un

déficit de 903 millones de m3 de agua al año. Eso plantea, a largo plazo, un problema de

suministro y mantenimiento de las reservas naturales (Maldonado y Al, 2003).

Esta provincia, entre las más pequeñas de Ecuador, administra nueve cantones: Ambato,

Baños, Cevallos, Mocha, Patate, Quero, Pelileo, Píllaro y Tisaleo (figura 2).

Page 189: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

189

Figura 2 – División política del Tungurahua

Fuente: Dinámicas agrarias del cantón Píllaro. Estudio en perspectiva agropecuaria. V. Lligalo, D. Taipe, R.

Chiriboga. Documento CESA- SIPAE, 2006

La población provincial censada es de 441.034 habitantes en 20011. Según las fuentes

(Mayorga, 2005; Municipio de Píllaro, 2007; Consejo Provincial, 2008), el nivel de la población

indígena se considera entre 25% y 40%. Se sitúa principalmente en los cantones de Ambato

(31,6%), Píllaro (25,5%), Pelileo (20%) y Patate (10,5%). En 2001, el Sistema Integrado de

Indicadores Sociales de Ecuador (SIISE) indica que el analfabetismo (población de 15 años y

más) es de 10% en la provincia, de 14,9% en Píllaro, de 14% en Quero y de 13% en Patate.

1 INEC (2001): VI Censo de Población y V de Vivienda. (2001).

Zona del

proyecto

Page 190: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

190

La tasa de pobreza es un factor significativo. Con 61,3% de pobres, como definido por

indicadores del PNUD, la provincia se sitúa en la media nacional. Es la quinta provincia más

pobre de la Sierra, con un porcentaje de 28,2% en el sector urbano y por tanto la mayor parte, un

71,8% en el sector rural. Los cantones más pobres son: Tisaleo (88,8%), Quero (86,6%), Mocha

(82,6%). Pero otros no van mucho mejor: Patate (79,9%), Píllaro (77,8%), Pelileo (75,2%) y

Cevallos (73,7%). Solamente Ambato (53,7%) y Baños (45,2%) tienen una posición menos

mala.

El cantón de Píllaro, situado al norte de la provincia, en el valle oriental del río Patate, es

un espacio abierto entre 2600 y 3200 m.s.n.m. La temperatura media anual es de 13,2 ºC. Las

precipitaciones medias son de 625 mm. El clima varía de moderado a frío, con un régimen de

lluvia entre septiembre y diciembre. La superficie cantonal se estima en 443,1 km2.

El cantón es el segundo de la provincia en términos de población. Está constituido por

34.925 habitantes incluidos 23.064 rurales mayoritariamente pobres. Las actividades de los

habitantes se dirigen principalmente hacia el comercio y la agricultura. El Tungurahua tiene la

marca, poco envidiable, de las superficies agrícolas explotadas más bajas del país. A la imagen

de lo que caracteriza el conjunto de la pequeña agricultura ecuatoriana, Píllaro puede definirse

como una zona fértil potencialmente favorable pero que apenas puede satisfacer las necesidades

esenciales de sus habitantes.

A pesar de eso, durante los últimos siglos la provincia del Tungurahua ha demostrado un

dinamismo productivo permanente a nivel agrícola, aún sigue siendo respetable en cuanto a

organización de los intercambios y de flujos comerciales, así como un paso obligado entre las

distintas provincias. Ante los límites de extensión física de su espacio agrícola explotable, la

población supo crear redes de producción irrigadas que favorecieron el desarrollo económico de

esta zona (figuras 3 y 4).

Page 191: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

191

Figura 3 – Zonas regadas de la provincia de Tungurahua

Fuente: Inventario de los recursos hídricos de Tungurahua

http://www.situngurahua.gov.ec/ihidrico/images/descarga/Tung_PDF/Tung_Mapas/Mapas1_pdf/areas_riego.pdf

Page 192: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

192

2 EL CANAL DE RIEGO DE PÍLLARO

La génesis del proyecto

El proyecto de realizar una red de canales de riego en Píllaro es el resultado de la

aplicación de políticas públicas para los recursos hídricos caracterizadas por ser voluntaristas en

relación con una realidad histórica y geográfica regional favorable a los intercambios, en un

ambiente caracterizado por pequeños productores muy activos. En efecto, en los años 1950-

1960, bajo la influencia de gobiernos nacionalistas se desarrollaron planes de adaptaciones de

obras hidráulicas con el fin de proporcionar espacios agrícolas especialmente productivos.

Debían anticipar mejor las fluctuaciones estacionales de asignación de agua para los cultivos y

participar en la mejora de la producción. En el Tungurahua, como el proyecto de red de riego de

Ambato-Huachi-Pelileo, el proyecto de la red de riego de Píllaro forma parte del plan de

adaptación hidroeléctrico y riego de Pisayambo, iniciado en los años sesenta por la Caja

Nacional de Riego (CNR) y el Dirección de Recursos Hidráulicos (DRH), luego recogido por el

Instituto Ecuatoriano de los Recursos Hidrológicos (INERHI) en 1966. Desde el principio se

trata de programas mixtos que asocian un proyecto de hidroelectricidad a un proyecto de riego

para la agricultura. La declividad natural debe utilizarse para permitir la producción de 619

GWH de energía final al año y el riego de 23.600 ha (figura 4).

Page 193: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

193

Figura 4 – Zonas regadas del cantón Píllaro

Fuente: Carta elaborada por T. Ruf sobre la base de documentos de trabajo conjunto INERHI - ORSTOM.

Los primeros panoramas de reflexión sobre esta red se inician en 1964, luego son completados

por estudios de viabilidad realizados en 1967 y recogidos en 1971. Antes de llegar al proyecto

de riego en sí mismo, es indispensable realizar una presa de altitud a Pisayambo. Se trata de

aprovechar una zona lacustre de 8 km2 de superficie, situada en la cordillera oriental de los

Andes a 3.537 msnm, aproximadamente a unos 25 km de Píllaro. Por esta presa debe construirse

un túnel de carga de 13 km para llegar a una central hidroeléctrica. A la salida de la central se

realizará un conjunto de túneles de una longitud total de 6,5 km, para llegar a un distribuidor de

las aguas. Por esta obra irán los dos canales principales previstos para el riego de las zonas

Page 194: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

194

septentrionales y meridionales del cantón Píllaro. El conjunto de este proyecto, por la diversidad

de las obras técnicas y medios que deben aplicarse, exige un compromiso importante y duradero

de las instancias públicas para llegar a su término. Prevé la transferencia de las aguas de altitud

de Pisayambo por un sistema de túneles hacia la totalidad de los espacios agrícolas posteriores,

olvidando o destruyendo al mismo tiempo los sistemas antiguos existentes (figura 5).

Figura 5 – Geolocalización del proyecto inicial Pisayambo - Píllaro

Fuente: Mapa elaborado por T. Ruf sobre la base de documentos del INERHI - Proyecto Píllaro plano general,

programa de ejecución.

Page 195: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

195

A pesar de la heterogeneidad de los nueve gobiernos sucesivamente establecidos entre

1960 a 1979, se observó una cierta continuidad en las acciones del Estado, por lo menos por lo

que se refiere a la realización del embalse de Pisayambo y la central hidroeléctrica de Pucará.

Durante este período, la búsqueda de un desarrollo nacional favorece las grandes obras. El

proyecto se realiza exclusivamente según un enfoque tecnicista. El embalse aparece como un

factor esencial para romper con los límites capacidades hidroeléctricas del país, liberarse de las

dificultades encargadas por la naturaleza e imponer la técnica. El progreso técnico se determina

como precursor del desarrollo; las consideraciones económicas sirven para justificar las

infraestructuras; las incidencias sociales sólo se prevén de manera positiva; y se aborda

solamente el aspecto relativo al agua para riego.

La construcción del embalse de Pisayambo, el más alto del país, a 3.569 m.s.n.m, dura de

1961 a 1967. La presa construida en tierra condensada es de 820 m de longitud y de 41,2 m de

cumbre. De una capacidad de retención de 10’706.000 m3

de agua, se sitúa en el Parque

Nacional Llanganates. El parque cubre 400 km2, en el municipio de San José de Poaló. La

superficie global de la zona de influencia de la obra es de 250 km2. Permite una producción

media anual real de 230 GWH (datos de Hidroagoyan, 2007). La presa recoge las aguas de

varios ríos: Pisayambo, Milín, Roncador y Tambo. Las aguas del Talatag, el Quillopaccha y el

Agualongo Pungo son conducidas allí por captación. Situadas en una zona de altitud libre de

ganaderías y cultivos, estas aguas son excelentes, no corrosivas y sin sedimentos. Eso vuelve

posible, hace excepcional, la utilización de estas aguas para la alimentación de agua potable de

Píllaro a partir de la red de los canales de riego. Actualmente el municipio, mediante una

estación de tratamiento rudimentaria, utiliza esta agua para cubrir las necesidades de la

población del cantón. Esta particularidad se vuelve aún más intensa hoy, con el aumento de la

presión demográfica, porque lo que está en juego es el control de este recurso. La construcción

del canal de carga para la central y la central hidroeléctrica de Púcara se termina en 1977. La

alta parte de la central se sitúa a 3.565 m.s.n.m. El túnel de carga dispone de una cuesta del

0,669%, tiene la capacidad de conducir 18,6 m3/s. la sala de las máquinas de Púcara es

enteramente subterránea. Dispone de dos turbinas de 40 MVA, cada una genera 13.800 voltios.

La energía así producida se transmite al Sistema Nacional Interconectando (SNI) que recoge

toda la energía eléctrica producida en el país.

Page 196: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

196

La central funciona solamente en las horas pico, mientras que su obligación legal inicial,

confirmada por el Consejo Nacional de Recursos Hídricos CNRH2 y la Agencia del Agua de

Ambato, es proporcionar un volumen mínimo constante de 7 m3/s. Esta diferencia de actividad

en parte se debe al hecho de que las capacidades de la presa, como las de la central, son tamaño

excesivo con relación al potencial hidráulico de la zona. En efecto, los datos climatológicos de

los años sesenta que sirvieron de base a la determinación de las obras y de sus capacidades

resultaron sobrestimados durante la explotación. Si las turbinas de la central funcionaban como

se preveía, vaciarían rápidamente la presa. Eso pondría en peligro el equilibrio hidráulico-

ambiental de toda la laguna de Pisayambo. En consecuencia, la central sólo funciona para

completar la oferta disponible a escala nacional, cuando la red no puede proporcionar la

totalidad de las necesidades en los picos de consumo. Generalmente está activa diariamente de

18h00 a 22h00.

El período de estiaje que se presenta de noviembre a abril es el período más activo para la

central hidroeléctrica de Púcara. La central vierte entre 7 y 18 m3/s de agua en el río Yanayacu

cuyos 3,5 m3/s se recogen para el canal de Píllaro. El Corporación Central Nacional de Control

de Energía (CENACE), el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y las interconexiones

internacionales deciden las horas de funcionamiento de la central de Púcara.

La intermitencia del funcionamiento de la central dificulta la utilización del agua para el

riego, y condujo a las comunidades a construir tanques de retención. Después de la instauración

de turbinas mejor adaptadas, esta situación debía cambiar para 2008. Las autoridades

provinciales formularon un acuerdo de modificación de la actividad de la central que está en

curso de aplicación para garantizar la alimentación sin interrupción de la red de riego de Píllaro

con una producción constante de 4,8 m3/s. Las necesidades útiles expresadas de la red de riego

ascienden a 3,7 m3/s, la solicitud de modificación de la utilización de la central de Púcara en

2006 a raíz de las solicitudes reiteradas de los regantes de la zona. La obtención de un

suministro continuamente permite una mejor asignación espacial y temporal del recurso, lo que

a su vez otorga mayor flexibilidad en la aplicación diaria de trabajos de riego, los cuales son

realizados más frecuentemente por las campesinas, cuyas tareas diarias son innumerables.

2 El CNRH, asumió parte de las competencias del INERHI en el año 1994. Posteriormente, en el año 2008, CNRH se transformó en la Secretaría Nacional del

Agua (SENAGUA).

Page 197: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

197

La red de riego

Si la parte relativa a la generación de hidroelectricidad está en funcionamiento desde más

de treinta años y constituye la cuarta fuente de energía del país, la parte consagrada al riego

agrícola no está terminada. Las razones abogadas para explicar los retrasos de esta empresa

pueden discutirse históricamente. Las dificultades económicas del Estado pueden avanzar para

legitimar los aplazamientos sucesivos. El período de reestructuración de la política hidráulica, la

crisis económica y la inestabilidad política de los años noventa se mencionan para justificar los

retrasos de inversiones así como la falta de interés de los protagonistas políticos nacionales. Sin

embargo, es innegable que otros proyectos principalmente situados en las regiones litorales y

cerca de Quito no sufrieron los mismos retrasos (2,7 mil millones de USD invertidos entre 1972

y 2002 para las regiones de Guayas, Manabí y Pichincha). Y, aunque la Corporación de

Desarrollo Regional de la Sierra Centro (CORSIEN)3 afirma que la obra de riego de Píllaro es la

más importante del cantón en términos de beneficio social directo sobre la población agrícola, la

atención prestada por las autoridades nacionales no fue tan favorable en ese caso como para

otros.

Más allá de las justificaciones habitualmente expresadas, otras explicaciones pueden

también proponerse. La zona de Píllaro se dedica a una agricultura campesina, practicada por

una población pobre, destinada a proporcionar los mercados locales y regionales, son pocas las

grandes propiedades. Los recursos hidráulicos disponibles en la provincia no bastan para cubrir

las necesidades expresadas. Eso podría incitar a los responsables institucionales a reconsiderar

las asignaciones de recursos previstas, tomando en cuenta que las aguas de Pisayambo son de

excelente calidad. Por fin, durante años la falta de vinculación de la clase política local fue

perjudicial al desarrollo de este proyecto.

Una zona de pequeña agricultura campesina

El cantón Píllaro es un espacio agrícola dominado por pequeñas explotaciones

diversificadas. La mayor parte de su producción es auto consumida y/o se vende localmente.

Los productores son generalmente desprovistos de medios económicos y financieros suficientes

para aplicar acciones de gran envergadura para llevar sus pretensiones más allá de Ambato y sus

alrededores.

3 CORSICEN, pasó a formar parte del Instituto Nacional de Riego (INAR), como INAR – Tungurahua.

Page 198: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

198

Generalmente el nivel escolar de los habitantes del cantón es bastante bajo. Apenas el

3,7% de la población supera el nivel primario, que constituye uno de los porcentajes de

instrucción más débil del país. Un 28,6% del total de la población no tiene ninguna instrucción

según el último censo de población y el porcentaje de analfabetismo es de 14,9%. La mayoría de

las comunidades disponen de escuelas pero de un nivel académico muy bajo. Los servicios

sanitarios básicos son poco satisfactorios. Las comunidades campesinas se benefician de un

sistema de aducción de agua tratada. Este servicio, administrado por el municipio de Píllaro, se

detiene cuando las lluvias son demasiado violentas y las crecidas arrastran demasiados légamos,

resultando entonces el tratamiento del agua insuficiente. Existe también un servicio de

electricidad proporcionado por una empresa privada de Ambato (Lligalo y Al, 2006).

Las parroquias que componen el cantón son: Píllaro, San Miguelito, Baquerizo Moreno,

Marcos Espinel, Emilio Terán, Presidente Urbina, San Andrés, San José de Poaló (tabla 1). Hay

que señalar que entre 1974 y 2001, la población rural declina (Baquerizo Moreno, San José de

Poaló) o aumenta poco (San Miguelito, Marcos Espinel), con excepción de la población de San

Andrés que aumenta de manera significativa.

Tabla 1. Evolución de la población del cantón Píllaro entre 1974 y 2001

Población del cantón Píllaro (1974, 1982, 1990, 2001)

Localidad Tipo Número de

habitantes

Censo 1974

Número de

habitantes

Censo 1982

Número de

habitantes

Censo 1990

Número de

habitantes

Censo 2001

Píllaro Urbana 9.978 10.753 11.147 11.861

San Miguelito Rural 4.218 4.887 5.243 5.050

Baquerizo Moreno Rural 452 385 336 276

Marcos Espinel Rural 2.070 2.422 2.294 2.182

Emilio Terán Rural 1.096 1.159 1.201 1.329

Presidente Urbina Rural 2.074 2.377 2.294 2.420

San Andrés Rural 5.894 7.276 8.605 9.885

San José de Poaló Rural 2.119 2.303 2.150 1.922

Total 27.901 31.562 33.270 34.925

Fuente: III censo Agropecuario 2001 et SIISE 2001, Censos 1974, 1982, 1990.

http://www.situngurahua.gov.ec/ihidrico/poblacion74_01.php?var=0

Page 199: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

199

En Píllaro mayoritariamente se aplica una agricultura campesina nuclear, donde el

conjunto de la familia participa en los trabajos, con niños/as y ancianos incluidos. La

productividad laboral es un parámetro difícil a comprender dada la plasticidad de la actividad

agrícola. Cuando los adultos no llegan a obtener empleos asalariados, permanecen para explotar

sus pedazos de tierra. Cuando lo pueden hacer, buscan complementos de rentas fuera de la

explotación agraria. La agricultura sigue siendo la actividad refugio ante las vicisitudes

económicas. Permanece la actividad de supervivencia y el medio escaparse a la exclusión. Los

habitantes de la zona consideran que se necesita al menos 5 ha de superficie en poli cultivo -

ganadería para alimentar a una familia de siete personas, en la parte septentrional del canal,

alrededor de 3 ha en la parte meridional. A escala nacional, la agricultura de exportación

propone pocos empleos para los campesinos excluidos y el tejido industrial, no aporta salidas

para la población que se dirige hacia las zonas urbanas. Por eso, numerosa gente joven, incluso

cuando tienen formaciones agrícolas, no prevé permanecer en el cantón. La mayoría pretende

emigrar.

La producción que tienen estos espacios es representativa de los territorios y variaciones

climáticas de la Sierra. La zona regada sirve los sectores de: Guapante, San Andrés, Presidente

Urbina, Andahualo, La Merced, Marcos Espinel, San Miguelito, Emilio Terán y Píllaro. El

perímetro agrícola es una meseta inclinada hacia el río Culapán (o Culapachán) cuyos límites

son: al norte, el río Yananyacu; al sur, el río Pucahuaico; al oeste, el río Culapán; y, al este, la

curva de nivel que corresponde a la cota de 3.100 msnm. La altitud de la zona de riego varía

entre 3.100 y 2.700 msnm.

El cantón es una de las zonas más importantes de producción de frutas, verduras y carne

dentro del país, es el que produce más leche de toda la provincia del Tungurahua. Estos

productos son muy diversos, considerados de buena calidad. Se benefician de una gran

diversidad climática, de agua no contaminada y de suelos fértiles. No obstante, se generan en

cantidad limitada por cada uno de los productores, llegan en el mercado de manera desordenada

e irregular. La inserción al mercado es habitualmente individual. La fijación de los precios se

sufre de sobra a falta de estructura de apoyo y alianza entre los productores. El conjunto de la

comercialización del cantón se efectúa en Píllaro durante los numerosos mercados (sobre todo

domingo y jueves) o en Ambato con alrededor del 80% de los intercambios y 20% para el resto

del país.

Page 200: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

200

Las Unidades de Producción Agrícola (UPA) poseen por medio entre 0,5 y 2 ha en la

zona septentrional del cantón, ligeramente más en la zona meridional. Producen frutas: manzana

(Malus sp.), pera (Pyrus sp.), reina claudia (Cerezo doméstico), durazno (Melocotonero),

tomate de árbol (Cyphomandra betacea), fruta de la pasión (Pasionaria édulis), mora (Rubus

sp.). Las explotaciones producen cereales: trigo (Triticum aestivum), cebada (Hordeum

vulgare), avena (Avena byzanthina); maíz (Zea mays); patatas (Solanum tuberosum); un amplio

grupo de leguminosas: habas (Vicia faba), fréjol (Vicia sativa); tubérculos andinos; forraje:

alfalfa (Medicago sativa) y ray grasos (Lolium sp.) para el ganado de la zona. La producción de

maíz, patata, fréjol, leguminosas, tomate de árbol y otros productos se realiza en pequeñas

superficies (Lligalo y AL, 2006). También se producen leguminosas con la ayuda de una ONG,

con el objetivo de diversificar y destinar, a largo plazo, productos al mercado de exportación,

como el brócoli (Brassica oleracea variedad. Italica), la col (Brassica oleracea), la lechuga

(Lactuca sativa), el nabo (Brassica napus), distintas variedades de coles (Brassica sp.), la

remolacha roja (Beta vulgaris variedad. vulgaris), la col de Bruselas.

En la zona septentrional, la más seca, se desarrollan cultivos muy distintos para adaptarse

a la diversidad del clima y a los suelos más arenosos y más ligeros. Adicionalmente, la parte

sureste es más favorecida a nivel climático (pluviosidad superior) y los suelos son más fértiles

(zona regada de agosto a septiembre), la parte septentrional es penalizada aún más por la falta

de agua (riego indispensable todo el año).

En la zona más elevada (San Andrés, San José de Poaló), se sitúan las haciendas

dedicadas a actividades intensivas de ganadería (vacuno, porcino). La leche se vende a

intermediarios regionales que fabrican yogures y queso. Se comercializa a los animales en la

región (Píllaro, Ambato, Latacunga). La hacienda Huagrahuasi cría toros de lidia. Conviene, en

efecto, destacar que existen también haciendas, explotaciones agrarias cuyo tamaño se sitúa

entre 50 y 2000 ha Representan un 0,7% de los UPA pero concentran, a pesar de todo, un 71%

de la tierra. El 96% de los UPA poseen un 20% del espacio agrícola (tabla 2). La desigualdad de

dotación de la tierra aquí es extrema, forma la más fuerte del país.

Page 201: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

201

Tabla 2 – Evolución de las UPA del cantón Píllaro, en el año 2000

Unidades Productivas Agrícolas en superficie y en porcentaje en el cantón Píllaro

Total de UPA’s ha < 5 5 > ha < 10 10 > ha < 50 ha > 50

UPA ha UPA ha UPA ha UPA ha

96 % 20 % 2 % 3,4 % 1,1 % 5,9 % 0,7 % 71 %

9 141 8 793 7 708 183 1 310 101 2 274 64 27 247

Fuente: III Censo Agropecuario 2000.

De las 38.540 ha del cantón, sólo se riegan 5.126 ha, lo que representa un 13% del total.

De este espacio, la zona septentrional del canal de riego de Píllaro representa aproximadamente

un 40% y la rama meridional 60% (CESA, 2006). Los espacios regados son los más

productivos, el agua es siempre el factor que limita a la producción agrícola en esta zona. Las 64

explotaciones más grandes monopolizan un 7% (de los 13%) del agua de riego disponible en la

zona (Lligalo y Al, 2006). Se sitúan tanto al norte como al sur de la superficie en cuestión. Al

sur, el sector de la ganadería se beneficia de la presencia de dos canales preexistentes, el canal

Sagrasacha (sector de Píllaro La Matriz, canal más que centenario que recibe el agua del río

Talatar en el parque de Llaganates) y el canal Cruzsacha (sector Píllaro San José de Poaló, canal

a menudo destruido por desmoronamientos naturales). La zona situada en la cuenca del río

Yanayacu se beneficia de 22 fuentes de alimentación. Proceden de agua de escorrentía,

torrentes, fuentes, y de la central de Púcara para el canal de Píllaro.

La mayoría de las haciendas disponen también de los tanques individuales que les

garantizan relativa autonomía hidráulica. Los propietarios de esas explotaciones raramente se

vinculan con las preocupaciones campesinas. No pretenden nunca modificar las posiciones

establecidas aunque indirectamente el canal es una oportunidad de desarrollo para los

campesinos, que no estarán disponibles para ir a trabajar en las haciendas como empleados

agrícolas. Los hacendados tienen conciencia de eso y no se comprometen con su presencia en

las manifestaciones para exigir la terminación del canal de Píllaro, ya que su vinculación es

esencialmente financiera para obtener un derecho de agua, pero algunos participan en la gestión

del canal. Actualmente un hacendado (propietario de una explotación de 50 ha) es responsable

de la Junta de Aguas de la rama septentrional del canal.

Page 202: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

202

Por fin, también es importante considerar que la provincia del Tungurahua tiene la

mayor densidad demográfica del país, con un promedio de 123 habitantes/km2

a escala

provincial. En la zona agrícola de Píllaro, la densidad varía entre 1 y 466 habitantes/km2. Así

pues, Tungurahua alcanza la marca nacional de densidad agrícola y de parcelación del territorio.

Es en efecto en esta provincia que, en la media de los UPA menor de 5 ha, la superficie

explotada es la más baja (0,86 ha) (tabla 3).

Tabla 3 – Evolución de las pequeñas explotaciones agrícolas censadas en 2001

Superficie media de los minifundios censados en Ecuador en 2001

Provincia Número de hectáreas promedio en la

categoría de menos de 5 ha

Azuay 1,24

Bolivar 2,02

Cañar 1,35

Carchi 1,92

Chimborazo 1,47

Cotopaxi 1,40

Imbabura 0,99

Loja 1,88

Pichincha 1,04

Tungurahua 0,86

Fuente: III Censo Agropecuario 2001.

La siguiente presentación del catastro de la parte del ramal norte de Píllaro ilustra esta

parcelación extrema (figura 6). Aquí es innegable que el acceso al agua y a la tierra son

problemas intrínsecamente vinculados. Los latifundistas mejor dotados también son los que

disponen de suficientemente de agua; contrariamente, los más pobres tienen dificultades para

acceder igualmente a estos dos recursos indispensables.

Page 203: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

203

Figura 6 – Mapa Catastral del Sistema de Riego Pillaro

Fuente: Mapa elaborado por T. Ruf sobre la base de documentos de CESA

Car t e a da p t é e e t i l lu s t r ée à p ar t i r d u S IG d u C ES A

( Ce n t r o ec ua t o r ia no d e s e r v ic io s ag r ic o la s )

Pr o y ec t o Pi l lar o, M o du lac io n, s e c u n d ar io s y r es er v o r ios Ram al No r t e)

No v . 2 0 0 3

B ra n c h e N o r d d u s y s t è m e ir r ig u é d e Pil la ro

C a r t e d e la z o n e N o r d

Ir r ig u é e p ar le s y s t è m e d e Pi l la r o

C ana l p r i nc i pa l

R es e rv o r i os

CA D A ST R E ET M O D U L ES

MO D U LE S D ’ IR RI GA T IO N

P A R C EL LE S D U C A D A S T R E

Page 204: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

204

En Píllaro, un 35% de las actividades de la población se orientan hacia la agricultura y

la ganadería. En este espacio, donde la presión demográfica es fuerte, la tensión sobre la tierra

lo es también. La conjunción de una nueva capacidad financiera de los emigrantes exiliados

fuera de las fronteras y la búsqueda de extensión de algunos propietarios hicieron incrementar

los precios de una cuadra de terreno, que representa 7.056 m2.

Tabla 4 – Precio de la tierra agrícola del cantón Píllaro en 2007

Precio de la tierra agrícola (2007)

Localización Estimación del precio de una

cuadra no regada (USD)

Estimación del precio de una

cuadra regada (USD)

San Andrés 4 000 - 6 000 10 000 - 12 000

San José de Poaló 3 000 - 5 000 5 000 - 8 000

Presidente Urbina 4 000 - 6 000 8 000 - 10 000

La Matriz* 8 000 - 10 000 12 000 - 20 000

Marcos Espinel 8 000 - 10 000 15 000 - 20 000

San Miguelito 10 000 - 15 000 15 000 - 20 000

* En la zona urbana hacia 35.000 USD

Fuente: Servicio del catastro, Municipio de Píllaro, marzo de 2007

Los emigrantes tienen, en estos últimos años, una notable influencia sobre el alza en los

precios de la tierra: o ellos mismos desean invertir con la esperanza de volver de nuevo

instalarse en el cantón, o, hacen llegar de los fondos al resto de su familia que permanecen en

Píllaro. Por otra parte, algunos hacendados que llegan con de recursos resultantes de sus

propiedades o trabajos exteriores que les permitieron extraer un excedente financiero, pretenden

comprar tierra agrícola, preferentemente en las zonas regadas (tabla 4). Si los precios son

anunciados por cuadra, las transacciones se refieren generalmente a media cuadra, a solares o

incluso a medio solar.

Un estudio realizado en 2005 por Mayorga sobre distintos municipios del cantón Píllaro,

indica distintos efectos de este proceso de expatriación sobre la población local. Aunque este

Page 205: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

205

espacio no esté identificado como zona de migración, existe un movimiento de desplazamiento

de la población dentro del país. De la población que se exilia, un 21,32% lo hace de manera

definitiva, un 19,64% de manera ocasional y un 59,04% de manera temporal. Sobre la única

comunidad de Guapante Chico (196 familias) la emigración definitiva alcanza un 30,40%, la

emigración ocasional 20% y la emigración temporal 49,60%. Esta migración se refiere sobre

todo a los jóvenes y a los adultos entre 12 y 45 años. La migración masculina alcanza alrededor

un 70%.

El planteamiento de dejar a su comunidad no es un fenómeno nuevo dentro de la

población rural, pero el proceso de migración se acentuó desde hace treinta años. Las personas

que se desplazan pueden esperar un salario de 4 a 5 USD al día en las explotaciones más

importantes de Píllaro, 8 USD en las empresas de floricultura o brócolis de Latacunga, 15 USD

en Quito como obrero del edificio, albañil y por término medio 12 USD como estibador. Las

transferencias financieras de los emigrantes se sitúan entre 300 y 450 USD mensuales (Lligalo y

Al, 2006).

En alrededor de un 70% de los casos, los asalariados se dirigen con desplazamientos

diarios hacia las haciendas más grandes de los accesos inmediatos a Píllaro, Ambato y Salcedo.

En las haciendas, los hombres y las mujeres trabajan en calidad de empleados agrícolas,

pastores, responsables de ganadería o máquina agrícola. En la ciudad son frecuentemente

vendedores de periódicos, vendedores ambulantes, estibadores en los mercados y las empresas

de transporte y embalaje. En un 25% de los casos, los emigrantes van hacia Latacunga, Quito,

Guayaquil o a la región amazónica. Los hombres trabajan en las obras de construcción mientras

las mujeres son vendedoras ambulantes o trabajan en las empresas hortícolas. El último 5%

representan a los emigrantes que eligieron viajar a Europa y en particular España. Las razones

de la emigración son mayoritariamente de orígenes económico y financiero, para obtener un

trabajo regular o perfeccionar su formación.

En cuanto a las rentas de los agricultores que permanecen en la zona de la cuenca

hidrográfica del río Ambato, varían entre 400 y 1.200 USD/año/familia, según datos del

Consejo Provincial de Tungurahua (HCPT). En este espacio de 130 173 ha, un 10% de la

población vive en una zona de altitud entre 3.500 y 4.200 msnm, se beneficia un 47% de la

superficie, de una renta media de 400 USD/año/familia. Este piso agro-bio-climatico

especialmente frío (la helada es un factor limitante y cotidiano), constituido de páramos, es

Page 206: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

206

poblado por comunidades indígenas. Los recursos hídricos son numerosos, pero las

potencialidades agrícolas limitadas.

En la zona mediana, entre 2.800 y 3.500 msnm, vive el 20% de la población ocupando un

32% de la superficie, que tiene una renta media de 1.200 USD/ año/familia. Es un piso frío con

cultivos variados, trabajados por mestizos y comunidades indígenas. La disponibilidad del agua

es inferior a las necesidades expresadas, lo que causa fenómenos de escasez y conflictos. El

cantón Píllaro se sitúa en este piso climático. El dinamismo que demuestran los habitantes con

el fin de obtener la creación de una nueva red, es justificado por las notables posibilidades

económicas que representan esta parte del Tungurahua. Además, ante la evolución demográfica

extrema y a las potencialidades agrícolas que presenta, este espacio se sitúa en una zona de

reconquista del control del agua por las autoridades públicas. Es la zona de contacto con los

páramos que constituyen verdaderos reservorios naturales de agua.

En la zona baja, entre 2.100 y 2.800 msnm, vive un 70% de la población (280.000

habitantes) sobre un 11% del territorio. Alcanza una renta media de 1.000 USD/año/familia.

Este espacio moderado está constituido por huertas y tierras de huerta de un hábitat mestizo. La

demanda en agua es importante y la oferta escasa, lo que causa conflictos de usos más

frecuentes.

Pero fuertes variaciones estacionales, tanto en altitud que en la llanura, pueden dificultar

la asignación de agua en todos los pisos de producción. Prever que las zonas de altitud sean

inevitablemente excedentarias está incluída más en el análisis a priori que es útil a una

determinada concepción de la división del agua, antes que a una comprobación práctica. En

efecto, ante el aumento de la demanda de agua en la provincia, la elección entre los distintos

sectores que deben satisfacerse se vuelve crucial. No se ajusta necesariamente a las

consideraciones en términos de equidad y justicia social.

Una zona de fuerte tensión sobre la demanda hídrica

La población censada que habita la provincia del Tungurahua es de 441.034 habitantes en

el año 2001. Está formada de un 42% de pobladores urbanos y un 58% de rurales, para una

densidad media de 123 habitantes por km2 (tabla 5). La provincia se sitúa entre 2.100 y 5.000

Page 207: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

207

m.s.n.m. La capital provincial, Ambato, se sitúa en el fondo de un valle a 2.600 m.s.n.m y

cuenta a una población de 227.980 habitantes.

En la actualidad, en la provincia, un 34% de la población activa está vinculada con el

sector agrícola, 18% a la industria, 18% al comercio, 13% a los servicios, 5% al transporte, 5%

a la construcción, 2% a los servicios financieros y un 5% a otras actividades. Sin embargo, la

densidad demográfica media de la provincia tiene una presión extremadamente fuerte en la zona

moderada, donde vive la mayor parte de la población, que representa 784 habitantes/km2.. En

consecuencia, las necesidades de esta población en medio montañoso ejercen una presión

también intensa sobre los recursos hídricos (tabla 5).

Tabla 5. Localización y densidad de las poblaciones de la provincia de Tungurahua, 2007

Localización y densidad de población en Tungurahua, 2007

Zona climática Población Superficie Densidad

Zona > 4.200 m 0 % 358,5 km2 (10 %) 0 hab/km

2

Zona páramo 44.103 (10 %) 1.685 km2 (47 %) 26 hab/km

2

Piso frio 88.206 (20 %) 1.147 km2 (32 %) 76 hab/km

2

Piso moderado 308.724 (70 %) 394 km2 (11 %) 784 hab/km

2

Total 441.034 (100 %) 3.585 km2 (100 %) 123 hab/km

2

Fuente: Elaboración del autor. Datos del HCPT, 2007

La población rural del piso moderado, al privar de la población de la ciudad de Ambato,

es de 80 744, se sitúa sobre un espacio de 394 km2, lo que representa una densidad de 204

habitantes/km2. “Como es necesario regar para cultivar a este piso, la población vive sobre un

espacio hídrico limitado, del orden de magnitud de 500 habitantes/km2 sobre la zona agrícola

regada” 4.

La oferta en agua de este espacio permanece limitada ante una demanda que no deja de

aumentar (crecimiento demográfico, intensificación agrícola). En 2003, el déficit hídrico de la

4 Comunicación escrita de T. Ruf, el 05de agosto de 2008.

Page 208: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

208

cuenca hidrográfica se evaluaba en 40% (Métais y Cruz, 2003). Según el HCPT para 2007 se

estima la demanda de agua en 3 millones de m3/año para la industria, o un 0,2% de la demanda,

33,7 millones de m3/año para el agua potable, o 2,1% y 1.590 millones de m

3/año para el riego

5.

En lo que se refiere a la presa de Pisayambo, según las medidas de los técnicos de la

sociedad Hydroagoyán efectuadas entre 1963 y 2006, existe una fuerte variabilidad estacional

pero el agua que se puede movilizar realmente parece en cantidad relativamente estable. La

cuenca del río Ambato se sitúa sobre las vertientes orientales del volcán Chimborazo.

Constituye un 40% del territorio de la provincia, lo que representa 131.700 ha, entre 2.600 y

5.000 m.s.n.m. El conjunto de sus recursos hídricos procede de la derivación de los cursos de

agua naturales abastecidos por el páramo (Girard, 2005).

En el contexto de competencia global, la elección de la asignación del agua entre distintos

usos se convierte en una apuesta. Las necesidades de agua para los espacios urbanos de Píllaro y

Ambato, así como las necesidades energéticas nacionales, están en aumento. Aunque eso no esté

formulado explícitamente, la búsqueda de nuevas fuentes de suministro o las dificultades de

preservar los recursos existentes podrían dejar predecir la reconsideración de los destinos

múltiples de las aguas límpidas acumulada en el embalse de Pisayambo.

Por fin, la implicación de los representantes políticos sigue siendo un elemento

importante en la evolución de un proyecto de adaptación hidráulica. Las comunidades

campesinas de Píllaro deberán esperar la segunda parte de la década 1990 para que su proyecto

se convierta en un objeto de consideración para los actores políticos. Y eso, en particular,

gracias a un nuevo enfoque de las poblaciones autóctonas por el aparato político y a la

instauración de la descentralización.

Una zona de dinamismo comunitario combinado con una reorganización institucional

En este territorio dominado por la agricultura campesina, la parte del proyecto Pisayambo

relativa a la creación de la red de riego permanece sin enlace en la clase política durante un

largo plazo. Este proyecto no se convierte en un aspecto importante a partir del momento en que

los pequeños regantes se organizan y buscan alianzas exteriores durante la década 1990. El

5 H. Consejo Provincial de Tungurahua (2007).Datos internos comunicados por el Servicio de los Recursos Hídricos, marzo 2007.

Page 209: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

209

impulso de movilización generado, conjuntamente al movimiento nacional de reivindicación de

las organizaciones indígenas y la difusión de información sobre las dificultades de este proyecto

en abandono, desafían a los responsables institucionales y políticos. Entonces, se convierten en

protagonistas cada vez más atentos y activos. En paralelo, el proceso de descentralización

iniciado durante este período refuerza las posibilidades de participación administrativa político

regional. En consecuencia, los dividendos políticos que pueden retirarse del apoyo a esta

iniciativa campesina resultan aún más evidentes.

En este período se desarrolla en el país una dinámica favorable a la descentralización.

Este proceso iniciado a partir del retorno a la democracia, con la nueva constitución de 1979,

define dos formas de descentralización. Una descentralización territorial vinculada a los

organismos sectoriales consustanciales a los gobiernos regionales autónomos (Servicio de los

Recursos Hídricos del HCPT) y una descentralización funcional caracterizada por instituciones

dependientes del régimen central (Agencia del Agua). En los años ochenta, esta tendencia se

amplía en debates sobre el papel que deben desempeñar los municipios a través del país

(Carrión, 1996). Durante la década siguiente, los partidos políticos y el ejecutivo se movilizan,

el corpus legal relativo a estas orientaciones aumenta. Por ello se aprobarán la Ley de

Modernización (1993), la Ley de Descentralización y Participación Social y la Ley Especial de

Distribución de un 15% del presupuesto del Gobierno Central a los Gobiernos Sectoriales

(1997). Luego se promulgará una nueva Constitución Política de la República del Ecuador

(CPRE, 1998) y, la Ley sobre las Juntas Parroquiales Rural (2000).

La reanudación de la dinámica de creación del canal de Píllaro es la traducción tangible

de la determinación campesina que se compromete durante los años noventa. Ésta permite

nuevas alianzas sociales y sinergias políticas. En efecto, si las infraestructuras y obras

monumentales indispensables para la instauración de la red hidroeléctrica de Pisayambo se

realizaron en un tiempo que puede considerarse aceptable debido a las exigencias y dificultades

encontradas, los trabajos indispensables para la creación de la red de riego de Píllaro se

escalonaron sobre más de treinta años y sin embargo no llegaron a su término. Mientras la

central Púcara entró en funcionamiento en 1977, los trabajos iniciados en 1980 para realizar la

unión del canal de salida de la central hidroeléctrica con el distribuidor de Santa Rita se

terminan en 1992. Se invierte un primer tramo de un valor de 13’353.864 USD (datos

CORSICEN) para la construcción de la toma al principio de la central de seis túneles y canales

Page 210: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

210

de conexión de una longitud de 8,3 km. Este tramo permite la fijación de la central

hidroeléctrica al repartidor de Santa Rita que garantiza la separación de las aguas hacia los dos

ramales de la red de riego.

En 1992, la realización de la unión de la central Púcara al repartidor de Santa Rita

anuncia la posibilidad de crear este espacio de regadíos. Tres años más tarde, las propias

comunidades campesinas ponen en obra el primer tramo de la parte septentrional del canal,

marcando el inicio de una dinámica orientada hacia las necesidades agrícolas locales. Esta

aplicación se produce en reacción al período anterior ampliamente dirigido por las instancias

técnicas nacionales que estaban preocupadas prioritariamente por la mejora del suministro

energético del país (la hidroelectricidad es la primera fuente de energía eléctrica en Ecuador).

En 1995, alrededor de 1.524 productores regantes potenciales deciden de su propia

iniciativa y su riesgo de realizar los trabajos de excavación y desplazamiento de tierra. Esta

valiente empresa de envergadura es realizada por medio de mingas6 que corresponden a 9.000

días laborables colectivos sobre un período de dos años. Los futuros usuarios cavan

manualmente la parte norte del canal con el fin de traer el agua del tanque de Santa Rita hacia

sus parcelas. Así pues, este ramal dispone de un canal principal de 16,3 km de longitud que

permiten el riego tradicional de 2 500 ha. Se nombra “ramal norte” o canal “Chaupi”, nombre

resultante de la toponimia del lugar.

Fortalecidos por la legitimidad que les concede la prueba material de su compromiso en

pro de esta obra, la participación social de las comunidades se vuelve entonces más activa y más

exigente. Desde el inicio de los trabajos comunitarios, los habitantes de Píllaro afectados por

este proyecto pretenden aprovechar esta dinámica común para construir un planteamiento

colectivo con el fin de mejorar las oportunidades que esperan obtener del riego. Recurren

entonces a la colaboración de estructuras agrícolas de apoyo, especialmente a CESA (Centro

Ecuatoriano de Servicios Agrícolas) 7

con el fin de elaborar un proceso de diagnóstico y

planificación participativa. Simultáneamente, los regantes de la rama meridional,

mayoritariamente compuestos de campesinos mestizos, siguen el ejemplo de “los del norte”.

6 Mingas: trabajos de interés colectivo que implican la participación del conjunto de las familias de una comunidad (práctica utilizada desde el preincario hasta ahora). En

Píllaro, los hombres reconocen, en particular, los esfuerzos inconmensurables de las mujeres de sus comunidades pero les impugnan siempre la demanda por derechos

iguales… la discriminación de clase es aquí real, ilustra la oposición entre el enfoque por la conservación de los valores comunitarios y los nuevos enfoques participativos. 7 CESA es una ONG nacional que trabaja conjuntamente con la población y los gobiernos locales para facilitar procesos duraderos de desarrollo humano. Apoya las solicitudes

del sector rural, promueve el desarrollo local. Tiene por objeto facilitar la inserción de la sociedad civil en una democracia participativa y equitativa.

Page 211: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

211

Realizan a su vez un canal de más 10 km, nombrado “ramal sobre” o “Rosario”. Este espacio

representa una superficie agrícola de 4.010 ha.

Los regantes del canal Chaúpi crean a su vez la Federación de las Organizaciones

Campesino de la Parroquia San Andrés del cantón Píllaro (FOCCAP), que agrupa a once

asociaciones de regantes por sectores de riego (Juntas sectoriales). Se agrupan poco después por

las Juntas de regantes del ramal sur y así conforman la Junta cantonal de Píllaro que administra

hoy la totalidad de la red (mantenimiento y control). Esta organización cantonal agrupa a las 25

Juntas seccionales. Actualmente el responsable de la Junta Cantonal es de un indígena, que

fuera uno de los responsables de la excavación del ramal norte, quien simbólicamente,

personifica el reconocimiento a la iniciativa de su comunidad mayoritariamente indígena.

Gracias a la dinámica de red, finalmente se incorporó a los mestizos del ramal sur.

Por otra parte, las comunidades de regantes integran progresivamente a las autoridades

locales en sus estrategias de acciones, aprovechando así los efectos positivos y combinados de

la coyuntura propicia a las reivindicaciones indígenas, nacionalmente abiertas a la pluralidad de

la representación política, y localmente favorable al proceso de descentralización. La

desconcentración de las funciones y recursos en favor de las colectividades locales confía a

estos últimos la responsabilidad de determinar las orientaciones económicas y sociales de su

espacio de competencias, en el marco legal nacional. En ese caso preciso, el conjunto de estos

protagonistas imputa el retraso del proyecto Píllaro a la ineficacia de la Corporación de

Desarrollo Regional de la Sierra Centro (CORSIEN). Buscan entonces la marginalización de

esta entidad. En efecto, el CORSICEN es el responsable administrativo, técnico y financiero de

este proyecto durante la década 1990. Tendrá la concesión de los derechos de uso del canal de

1999 a 2005. Sin embargo, no obtiene contribuciones presupuestarias significativas por parte del

Estado para realizar las infraestructuras indispensables para la continuidad de la red.

En agosto de 2001, a falta de ser el instigador de la dinámica de construcción, el

CORSICEN reacciona a las iniciativas campesinas y obtiene una financiación de 2.153 373 de

USD del Gobierno Noboa Bejarano para practicar trabajos de excavación suplementarios y

recubrimiento de los canales principales septentrionales y meridionales sobre una longitud de 28

km. La ejecución de estos trabajos tiene por consecuencia de desmontar el canal de tierra

construido por las comunidades, y que ya está en funcionamiento. Los trabajos de recaudación

de los canales principales comienzan en 2002 y se terminan en 2005 para un coste total de 3,2

Page 212: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

212

millones de USD. Estos imprevistos tienen como efecto descontentar el conjunto de los

usuarios. Éstos solicitan el apoyo del gobierno provincial y el Municipio de Píllaro para obtener

la evicción del CORSICEN.

En enero de 2006, el HCPT se convierte entonces en responsable de la conducta del

proyecto. Los documentos entregados por el CORSICEN indican que el INERHI invirtió

12’953.774 de USD en 12 años (1980-1992) y que el CORSICEN financió 8’340.000 USD en

10 años (1993-2003). Según las cifras siguientes comunicadas por el HCPT, las inversiones

efectuadas de 1992 a 2006 por distintos protagonistas, ascienden a 18.558 774 USD (tabla 6).

Tabla 6. Las financiaciones de distintos protagonistas para la realización del canal entre

1980 y 2006

Financiaciones realizadas para la red de riego de Píllaro entre 1980 y 2006

Años Tipo de obras - actores Montó USD Total de las

inversiones s

1980-1992 Tomas, túneles

Gobierno central

12 953 774 12 953 774

1994-1996 Plataforma, canal principal

Diferentes organismos

400 000 13 353 774

1999-2000 Ramales secundarios

Gobierno central

85 000 13 438 774

2001-2006 Ramales secundarios, reservorios

CESA

1 920 000 15 358 774

2002-2006 Canal principal

Gobierno central

3 200 000 18 558 774

Fuente: HCPT, 2007. Documentos internos

En marzo de 2006, a raíz de una movilización social de envergadura, la provincia

obtiene garantías financieras para numerosos proyectos. Los manifestantes llegan a

descolgar un compromiso por parte del gobierno para la terminación de los trabajos a

Píllaro. El Secretariado Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES) concede

Page 213: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

213

un presupuesto de 5,18 millones de USD para terminar esta red en los tres años (2006,

2007 y 2008). Algunos meses más tarde, una primera asignación de 2 millones de USD

permite construir 8,3 km de canales secundarios entubados en la parte norte del canal y

55,4 km de canales secundarios en la parte sur. Los canales terciarios y cuaternarios se

realizarán los dos años siguientes.

En 2008, se programan la construcción de los 12 tanques y la instauración de un

sistema de riego económico sobre 1.000 ha. El acuerdo firmado entre el HCPT y las

asociaciones de regantes prevén que la contribución financiera del Consejo Provincial

represente un 60% del esfuerzo estado de acuerdo y que las comunidades deben aportar

un 40% del esfuerzo en forma de días de trabajo para el equipamiento de las parcelas.

Según el director del Servicio de los Recursos Hídricos y del Medio ambiente del

HCPT, se trata de dotar el conjunto del canal principal de los tanques de retención y de

realizar la instauración de 1000 ha de redes bajo presión. Se trata también de

perfeccionar la formación de los regantes, de familiarizarlos a prácticas agrícolas más

económicas en agua (sistema de goteo) y de facilitar, a un plazo muy corto, la asunción

por los propios regantes de la integralidad del sistema. Esta red debe ser capaz de

proporcionar hasta 50 l/s/ha para cada riego efectuado. Los trabajos deben concluirse en

4 meses. Tras su ejecución, el HCPT prevé garantizar la gestión de la red completa

durante un semestre mas o meno y luego de transferirlo a las comunidades de los

usuarios de Píllaro. La planificación realizada indica que el año 2009 será el del final de

la construcción de la red.

Parece que, para completar las transferencias financieras del Estado central, la

búsqueda continua de recursos financieros de origen nacional e internacional influyó la

forma en que los gobiernos descentralizados concibieron sus acciones al servicio de las

poblaciones. Las orientaciones predicadas por los organismos internacionales

retransmitidos por el Estado central pero también por las empresas privadas y también,

por numerosas ONG participaron en la creación de discursos y prácticas uniformados

que se dan por solos posibles. Es notable que, incluso a Píllaro dónde la prueba de la

implicación de los usuarios sea innegable, los regantes no son la causa de la solicitud de

Page 214: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

214

transferencia de las infraestructuras. Las principales soluciones técnicas consideradas

para mejorar la situación de los usuarios son habitualmente resultantes de los gobiernos

locales y ONG. Del mismo modo, el modelo de gestión integrado tal como se promueve

regionalmente no es resultante de una iniciativa local pero la aplicación generalizada de

un procedimiento que ignora frecuentemente los más débiles que no son incluidos en el

proceso de negociación y en la definición de las dificultades que deben integrar. El

ejemplo de Píllaro ilustra una conjunción de oportunidades reales (movilización social,

interés político por la descentralización) que va inducir la adopción de estrategias y

decisiones (transferencia, gestión participativa) que no emanan de una demanda social

local.

En Píllaro, el proyecto de la red de riego participa en una fuerte localización

comunitaria, inicialmente independiente al norte y al sur y a justificación de la acción

colectiva ante la ausencia de respuesta pública en relación con una necesidad social y

una necesidad económica expresados desde hace muchos años. Eso refuerza el

sentimiento de unidad y forja un valor particular a esta conquista del agua. Actualmente

el sistema asociativo establecido desde un lustre demuestra la capacidad comunitaria del

control de la gestión del agua agrícola. Sin embargo, una incertidumbre permanece por

lo que se refiere a la financiación de las infraestructuras y costes correspondientes,

cuando se transfieran estos últimos. En efecto, el HCPT prevé garantizar el transporte

del conjunto de la red (gestión administrativa, financiera y operativa, mantenimiento

corriente) durante un período relativamente corto, luego de transferirlo a los usuarios de

acuerdo con las directivas nacionales. Además, el pago de una tarifa básica de 6

USD/ha/ año se planea, a la cual debería añadirse la tarifa volumétrica de 4,55

USD/ha/año. Este último sólo se percibe, realmente, de manera irregular dadas las bajas

capacidades financieras de los regantes de la zona. En este contexto la transferencia

debe ser efectiva a principios del año 20098.

8 Una última visita en la zona en octubre de 2008 permite afirmar que la transferencia será difícilmente realizable en 2009, aproximadamente 10% de los trabajos de

infraestructuras en la red secundaria se terminan hasta ahora. Además, ya se prevé un añadido de 12 millones de US $ (acuerdo ratificado en octubre de 2008 por el Estado) para realizar las redes bajo presión (redes terciarias) (los trabajos realizados anteriormente resultaron menos avanzados y menos operativos que previsto…).

Page 215: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

215

Aunque el ambiente institucional y político actual sea más favorable a las

comunidades campesinas, la situación socioeconómica de los usuarios sigue siendo

eminentemente frágil. La perspectiva de la toma a cargo de la gestión financiera de la

red sin el apoyo del Estado parece arriesgada. Aunque la inversión inicial es asumida

por este último, parece muy probable que la transferencia de la red a los usuarios se

convierta en una pesada carga rápidamente que ellos deben asumir. Y a pesar de un

proceso formal de participación campesina en el modelo de gestión provincial, la

cuestión de la transferencia del conjunto del mantenimiento de la red de Píllaro no es el

resultado de una concertación sino más bien de una decisión tomada por el HCPT, de

acuerdo con las políticas hidráulicas nacionales. La aplicación de esta transferencia es

orquestada por el servicio de los recursos hidráulicos del HCPT y el Municipio de

Píllaro. Se beneficia de la ayuda técnica de CESA (mejora de la formación de los

usuarios, apoyos financieros, contribuciones tecnológicas) y servicios descentralizados

del Ministerio de Agricultura. Por esta intervención el HCPT instaura una práctica

basada en los principios de la gestión integrada, en la búsqueda de una gestión más

económica en recursos hídricos, y más respetuosa del medio ambiente, conforme a las

condiciones nacionales vigentes y a las esperas de las distintas organizaciones

internacionales participantes a la financiación directa o indirecta de la zona. Los

regantes de Píllaro solicitaron el apoyo financiero del Estado para terminar su red. ¿El

planteamiento aplicado corresponde a sus necesidades?

En 2008, se prevé equipar la zona de Urbina y la parte sur del canal de

infraestructuras y equipamientos que permitirán la utilización exclusiva de sistema de

agua presurizada según un esquema preestablecido, no modificable (condiciones a las

financiaciones accesibles) y que no tienen en cuenta las realidades físicas y sociales de

los espacios. Después de haber descartado la gestión errática del proyecto por el

CORSICEN, el HCPT parece ser ahora él mismo frente a algunas dificultades en la

ejecución de estas obras. La lentitud constatada en la aplicación de los trabajos se

explica por las realidades físicas de los terrenos, también por el poco entusiasmo que

encuentra este enfoque para los usuarios y por un determinado déficit de concertación

Page 216: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

216

en la elección de los medios utilizados. Mientras que la parte septentrional del canal

(población indígena) participó manualmente en la realización del canal principal y

dispone de la posibilidad de utilizar la red hidráulica en riego por gravedad, la red que

debe construirse recurrirá a la intervención exclusiva de empresas que subcontratarán y

sólo permitirá el uso de sistema de riego bajo presión. Los trabajos anteriormente

realizados bajo la responsabilidad de la administración pública dieron lugar a la

realización de instalaciones incoherentes algunas de las cuales son inutilizables, se

expresaron también algunas dudas sobre la probidad de algunos protagonistas

implicados. Eso incita a los usuarios a una verdadera circunspección. Por fin, las

realidades territoriales (fraccionamiento parcelario), sociales y culturales (diferencias

estatutarias, prácticas divergentes, objetivos sociales diferenciados) se tienen poco en

cuenta, lo que ya debilita la adhesión de los usuarios al proyecto.

Por último, después de haber decidido del uso de las aguas del parque de

Llaganates con la creación de la presa de Pisayambo (hidroelectricidad y riego), el

Estado detenidamente se desinteresó del espacio agrícola y humano más abajo de la

central de Púcara. Luego durante las dos últimas décadas, las acciones campesinas

realizadas para la creación de una red de riego causaron una renovación de interés.

Parece que después de haber tomado conciencia del alcance de la iniciativa tomada por

los propios regantes, las autoridades públicas pretenden hoy aplicar un planteamiento

metodológico exógeno con el fin de volver a ser los responsables principales de las

orientaciones que deben darse a la organización colectiva de la gestión agua. Para los

representantes políticos, este planteamiento de reglamento permite, de hecho, controlar

mejor las actividades colectivas, encuadrar las iniciativas populares y, por fin, obtener

apoyos financieros exteriores en caso necesario. Las agencias públicas nacionales como

se descentraliza parecen retransmitir esta lógica al mismo tiempo que las posibilidades

de éxito de estos enfoques parecen dudosas. Además, las principales dificultades

intrínsecas de estas comunidades campesinas vinculadas a la presión de propiedad de la

tierra, demográfica y a la ausencia de medios educativos y financieros no se abordan

mientras que siguen siendo esenciales.

Page 217: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

217

REFERENCIAS

Carrión M. F. (1996). La descentralización: un proceso de confianza nacional, Nueva Sociedad n° 142.

Girard S. (2005). Les páramos, espace stratégique pour la gestion de l'eau dans les Andes

septentrionales : le bassin versant du río Ambato (Équateur). M@ppemonde n° 78, Quito.

http://mappemonde.mgm.fr/num6/articles/art05202.html

Lligalo. V, Taipe. D, CHIRIBOGA. R. (2006). Dinámicas agrarias del cantón Píllaro, Estudio en

perspectiva agropecuaria, Estudios CESA-SIPAE, Quito.

Maldonado Vásquez R., Kosmus M. (2003). El Pago por Servicios Ambientales (PSA): Una alternativa

para disponer de agua en cantidad y calidad, III Congreso Latino americano de Manejo de cuencas

hidrográficas, 9-13 de junio del 2003. Arequipa.

http://www.rlc.fao.org/foro/psa/pdf/kosmus.pdf

Mayorga M. (2005). Proyecto de Fortalecimiento de los Sistemas de Conocimiento e Información para el

Desarrollo Rural. FAO/TCP/ECU/2902.

Page 218: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

218

AUTORES

Page 219: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

219

AUTORES (por orden alfabético)

BREILH, Jaime

PhD. Médico y epistemólogo. En la actualidad dirige el área de salud de la Universidad Andina

“Simón Bolívar”. Fue el primer Director Ejecutivo del Sistema de Investigación sobre la

Problemática Agraria en el Ecuador (SIPAE); actualmente es el Presidente de su Comité

Científico Asesor.

Correo electrónico: [email protected]

CHIRIBOGA, Roberto

Ingeniero Civil, con especialidad en recursos hídricos. Investigador del Sistema de

Investigación sobre la Problemática Agraria en el Ecuador (SIPAE).

Correo electrónico: [email protected]

ESPINEL, Ramón

PhD. Ex director del Centro de Investigaciones Rurales (CIR) de la Escuela Superior Politécnica

del Litoral (ESPOL). Profesor de la Facultad de Ingeniería en Mecánica y Ciencias de la

producción (FIMCP) de la ESPOL. Al momento de ésta publicación, el Dr. Espinel ejerce las

funciones de Ministro de Agricultura.

Correo electrónico: [email protected]

FLORES, Judith

Socióloga. Estudiosa de los temas de género en el mundo indígena. Profesional vinculada al

Instituto de Estudios Ecuatorianos (IEE).

Correo electrónico: [email protected]

Page 220: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

220

HERRERA, Paúl

Doctor en Economía Agrícola. Director (e) del Centro de Investigaciones Rurales (CIR -

ESPOL). Profesor de la Facultad de Ingeniería en Mecánica y Ciencias de la producción

(FIMCP) de la ESPOL.

Correo electrónico: [email protected]

ISCH, Edgar.

Formación profesional en los campos de la antropología y educación. Investigador vinculado al

Consorcio para la Capacitación en Manejo de Recursos Naturales Renovables (CAMAREN).

Docente universitario. Ex Ministro de Ambiente.

Correo electrónico: [email protected]

JIMÉNEZ, Katherine

Economista. Estudios en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL). Investigadora

asociada al Centro de Investigaciones Rurales (CIR – ESPOL).

Correo electrónico: [email protected]

OLOVACHA, Verónica.

Ingeniera agrónoma. Estudios en la Universidad Estatal de Bolívar. Formación en temas de

riego campesino. Al momento de editar ésta libro, trabaja como asesora de la Junta Parroquial

de Pasa (provincia de Tungurahua).

Correo electrónico: [email protected]

OJEDA, Andrea

Ingeniera Agrónoma. Estudios en la Universidad Central del Ecuador. Investigadora del Sistema

de Investigación sobre la Problemática Agraria en el Ecuador (SIPAE).

Correo electrónico: [email protected]

PÉREZ, Paulina

Ingeniera Agrónoma. Estudios en la Universidad Central del Ecuador. Investigadora asociada al

SIPAE. Al momento de la edición de éste libro, trabaja como técnica del Centro de

Levantamientos Integrados de Recursos Naturales por Sensores Remotos (CLIRSEN).

Correo electrónico: [email protected]

Page 221: Libro_agua_y_tierra SIPAE Isch y Zapata

221

PRADO, Graciela

Economista. Estudios en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL). Investigadora

asociada al Centro de Investigaciones Rurales (CIR – ESPOL).

Correo electrónico: [email protected]

QUEVEDO, Tomás

Estudiante de la Escuela de Sociología de la Universidad Central. Pasantía de investigación en

el SIPAE.

Correo electrónico: [email protected]

RÉCALT, Christine

PhD. Investigadora francesa de las políticas y economía del agua. Formación académica en

Economía e Historia. Profesionalmente vinculada al Institut de Recherche pour le

Développement (IRD). Realizó su pasantía doctoral en el SIPAE.

Correo electrónico: [email protected]

RODRÍGUEZ, Eduardo

Ingeniero Agrónomo. Estudios en la Universidad Central del Ecuador. Técnico de Agrónomos y

Veterinarios Sin Fronteras (AVSF).

Correo electrónico: [email protected]

TIAGUARO, Yiseña

Ingeniera Agrónoma. Estudios en la Universidad Central del Ecuador. Investigadora del Sistema

de Investigación sobre la Problemática Agraria en el Ecuador (SIPAE).

Correo electrónico: [email protected]

ZAPATTA, Alex

Abogado. Estudios de post grado en Salud con enfoque de ecosistemas (Universidad de

Cuenca). Investigador del Sistema de Investigación sobre la Problemática Agraria en el

Ecuador (SIPAE) y, miembro de su Dirección Ejecutiva.

Correo electrónico: [email protected]