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OBSERVACIONES SOBRE EL LÉXICO DE LA EDUCACIÓN EN HERÓDOTO Y TUCÍDIDES* Juan Antonio López Férez Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Madrid [email protected] A la memoria de Alfonso Férez Hernández, mi tío-abuelo materno. Fue mi maestro, tutor, guía y ejemplo durante los cuatro primeros cursos de Bachillerato, preparados sucesivamente a su lado (Albudeite. Murcia) y aprobados, como alumno libre, en el Instituto «Alfonso X el Sabio» de Murcia (1951-1954). RESUMEN El léxico de la educación entendido en sentido amplio, es decir, como la acción y resultado de transmitir o recibir algún conocimiento con voluntad de hacerlo, fue especializándose dentro de la literatura griega a lo largo de los siglos. Es un campo oportuno para obtener infor- mación sobre numerosas circunstancias sociales, políticas, económicas, familiares, cultura- les, etc. En los planos literario, léxico y semántico es posible seguir la evolución de algunos de los principales conceptos correspondientes al campo léxico de la educación (sustantivos, adje- tivos, verbos) desde el propio Homero (siglo VIII a. C.), es decir, desde el comienzo de la lite- ratura europea. Posteriormente, en la poesía arcaica puede rastrearse el desarrollo de los térmi- nos más destacados concernientes a la educación, todavía en un estadio preliminar. En cambio, en el siglo V a. C., gracias a la evolución de las condiciones sociales, económicas y políticas, los textos literarios nos ofrecen abundante información sobre diversos aspectos de la educación. El presente estudio no pretende recoger todo el léxico usado por Heródoto y Tucídides que roce de algún modo el campo de la educación, sino que se concentra en varias familias léxicas relevantes. El trabajo abarca cuatro partes: 1. διδάσκω y su familia léxica; 2. παιδαγωγός y su campo léxico; 3. παιδεία-παιδεύω y su familia léxica; 4. μανθάνω y su campo léxico. Con ayuda del TLG hemos revisado las obras de los dos historiadores, examinando todos los pasajes, viendo los contextos en que tales términos aparecen así como la relación u opo- sición respecto a otros vocablos relacionados con la educación, en sentido amplio. PALABRAS CLAVE: Léxico, educación, Heródoto, Tucídides. OBSERVATIONS ON THE VOCABULARY OF EDUCATION IN HERODOTUS AND THUCYDIDES ABSTRACT The vocabulary of education understood in a broad sense, that is, as the action and result of transmitting or receiving some knowledge with the will to do so, was specialized in Greek literature throughout the centuries. It is a timely field to obtain information on numerous FORTVNATAE, Nº 29; 2019, PP. 27-90 27 FORTVNATAE, Nº 29; 2019, pp. 27-90; ISSN: 1131-6810 / e-2530-8343 DOI: http://doi.org/10.25145/j.fortunat.2019.29.002

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  • OBSERVACIONES SOBRE EL LXICO DE LA EDUCACINEN HERDOTO Y TUCDIDES*

    Juan Antonio Lpez FrezUniversidad Nacional de Educacin a Distancia (UNED), Madrid

    [email protected]

    A la memoria de Alfonso Frez Hernndez, mi to-abuelo materno. Fue mi maestro, tutor, gua

    y ejemplo durante los cuatro primeros cursos de Bachillerato, preparados sucesivamente a su lado

    (Albudeite. Murcia) y aprobados, como alumno libre, en el Instituto Alfonso X el Sabio

    de Murcia (1951-1954).

    RESUMEN

    El lxico de la educacin entendido en sentido amplio, es decir, como la accin y resultadode transmitir o recibir algn conocimiento con voluntad de hacerlo, fue especializndosedentro de la literatura griega a lo largo de los siglos. Es un campo oportuno para obtener infor-macin sobre numerosas circunstancias sociales, polticas, econmicas, familiares, cultura-les, etc. En los planos literario, lxico y semntico es posible seguir la evolucin de algunosde los principales conceptos correspondientes al campo lxicode la educacin (sustantivos, adje-tivos, verbos) desde el propio Homero (siglo VIII a. C.), es decir, desde el comienzo de la lite-ratura europea. Posteriormente, en la poesa arcaica puede rastrearse el desarrollo de los trmi-nosms destacados concernientes a la educacin, todava en un estadio preliminar. En cambio,en el siglo V a. C., gracias a la evolucin de las condiciones sociales, econmicas y polticas,los textos literarios nos ofrecen abundante informacin sobre diversos aspectos de la educacin. El presente estudio no pretende recoger todo el lxico usado por Herdoto y Tucdides queroce de algn modo el campo de la educacin, sino que se concentra en varias familias lxicasrelevantes. El trabajo abarca cuatro partes: 1. y su familia lxica; 2. y su campo lxico; 3. - y su familia lxica; 4. y su campo lxico. Con ayuda del TLG hemos revisado las obras de los dos historiadores, examinando todoslos pasajes, viendo los contextos en que tales trminos aparecen as como la relacin u opo-sicin respecto a otros vocablos relacionados con la educacin, en sentido amplio.PALABRAS CLAVE: Lxico, educacin, Herdoto, Tucdides.

    OBSERVATIONS ON THE VOCABULARY OF EDUCATION IN HERODOTUS AND THUCYDIDES

    ABSTRACT

    The vocabulary of education understood in a broad sense, that is, as the action and resultof transmitting or receiving some knowledge with the will to do so, was specialized in Greekliterature throughout the centuries. It is a timely field to obtain information on numerous

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    FORTVNATAE, N 29; 2019, pp. 27-90; ISSN: 1131-6810 / e-2530-8343DOI: http://doi.org/10.25145/j.fortunat.2019.29.002

    http://doi.org/10.25145/j.fortunat.2019.29.002mailto:[email protected]
  • social, political, economic, family, cultural, etc. circumstances. In the literary, lexical andsemantic planes it is possible to follow the evolution of some of the main concepts corres-ponding to the lexical field of education (nouns, adjectives, verbs) from Homer himself(VIII century BC), that is, from the beginning of European literature. Later, in archaic poetrythe development of the most outstanding terms concerning education can be traced, stillin a preliminary stage. In contrast, in the fifth century BC, thanks to the evolution of social,economic and political conditions, literary texts offer us abundant information on variousaspects of education.The present study does not intend to collect all the vocabulary used by Herodotus andThucydides that rubs in some way the field of education, but concentrates in several relevantlexical families. The work covers four parts: 1. and its lexical family; 2. and its lexical field; 3. - and its lexical family; 4. and its lexical field.With the help of the TLG we have reviewed the works of the two historians, examining allthe passages, seeing the contexts in which those terms appear as well as the relation or oppo-sition with respect to other words related to education, in a broad sense.

    KEY WORDS: Education, lexicon, Herodotus, Thucydides.

    El lxicode la educacin entendido en sentido amplio, es decir, como la acciny resultado de transmitir o recibir algn conocimiento con voluntad de hacerlo, fueespecializndose dentro de la literatura griega a lo largo de los siglos. Es un campooportuno para obtener informacin sobre numerosas circunstancias sociales, polti-cas, econmicas, familiares, culturales, etc. En los planos literario, lxico y semnticoes posible seguir la evolucin de algunos de los principales conceptos correspon-dientes al campo lxico de la educacin (sustantivos, adjetivos, verbos) desde el propioHomero (siglo VIII a. C.), es decir, desde el comienzo de la literatura europea. Poste-riormente, en la poesa arcaica (desde Arquloco, en el siglo VII, hasta Pndaro y Baqu-lides, siglo V a.C.) puede rastrearse el desarrollo de los trminosms destacados concer-nientes a la educacin, todava en un estadio preliminar. En cambio, en el siglo V a. C.,gracias a la evolucin de las condiciones sociales, econmicas y polticas, los textosliterarios nos ofrecen abundante informacin sobre diversos aspectos de la educacin.

    He tenido ocasin de ocuparme en varios estudios anteriores del lxico dela educacin en diversos autores griegos1. No pretendo recoger todo el lxico que rocede algn modo el campo de la educacin, sino que me concentro en varias fami-lias lxicas relevantes. El estudio quiere abarcar cuatro partes: 1. y su familialxica; 2. y su campo lxico; 3. - y su familia lxica;4. y su campo lxico.

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    * Acabado dentro del Proyecto FFI2017-82850-R del Ministerio de Economa y Competitividad. [Agradezco las observaciones y sugerencias hechas por los dos evaluadores annimos de este

    trabajo].1 Herdoto y Tucdides (2000c. Slo los datos esenciales),Eurpides (1995),Aristfanes (1997a),

    Corpus Hippocraticum (2000, 2002), Platn (1997b, 2000a, b), Aristteles (2004), Galeno (2003)y Sinesio (2016). Cf. la Bibliografa.

  • En este trabajo revisar ese vocabulario en Herdoto y Tucdides2, con los quese establece la historiografa griega que nos ha llegado. Aunque cercanos cronolgica-mente (les separan unos treinta aos de diferencia) la intencin de sus obras respec-tivas es distinta; diferentes tambin fueron los aos que les toc vivir y las circuns-tancias polticas y sociales en que se desenvolvieron. Con ayuda del TLG he revisadolas obras de los dos historiadores, concentrndome en el lxico arriba apuntado, exa-minando todos los pasajes3, viendo los contextos en que aparecen as como la relacinuoposicin respecto a otros trminos relacionados con la educacin, en sentido amplio.

    I. HERDOTO

    Herdoto4 nos ofrece una lengua5 muy rica, muy trabajada, un jonio litera-rio, artificial, notable por su arcasmo y simplicidad, producto quiz de sus muchosviajes as como del paso de su obra, primero, por Atenas y, posteriormente, por Ale-jandra. Gran imitador de Homero es, por otro lado, un formidable creador de lxi-co y nunca estuvo ajeno a las corrientes ms avanzadas de su poca6.

    1. (3), ensear de nuevo, o mejor, o a fondo.

    Herdoto es el primero en presentarlo. Por lo dems, constatamos pocos usosen los siglos VI-IV a. C.: Tucdides (3), Platn (1), Aristfanes (5), Aristteles (2), etc.En la literatura posterior sobresalen Filn (93) y Proclo (104). Se ha visto que el prever-bio -, a partir del sentido esencial de abajo arriba, adquiere, en ocasiones, el valor

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    2 Algunos estudiosos abordan aspectos que muestran la semejanza o diferencia entre ambosautores: cf. Hunter, 1982; Moles, 1993; Scardino, 2007; Foster-Lateiner, 2012; Will, 2015.

    3 Son 215 herodoteos y 83 tucidideos; en total 298 secuencias. De ellas recojo en el estudioslo las relacionadas, lato sensu, con el campo de la enseanza-educacin.

    4 No sabemos casi nada sobre las fechas de su nacimiento y muerte, respectivamente en Hali-carnaso y Turios. Una opinin extendida es la que sita su vida entre el 484 y algn momento poste-rior al 430: cf. Asheri-Lloyd-Corcella, 5. Pero algunos ponen el nacimiento en el 525 a. C., y otrospiensan que muri hacia el 425. Muchos sostienen que redact su obra (la Histore, en nueve libros)entre 430 y 425 a. C. Un importante estudio general sobre el autor es el de Schrader, 1988.

    5 Entre los numerosos trabajos sobre diversos aspectos de la lengua del historigrafo mencio-no unos pocos: van Groningen, 1958; Rosn, 1962; Wood, 1972; Dik, 1995; Slings, 2002; Bakker,2006; Murray, sobre la oralidad, en Luraghi, 2007; Harrison-Irwin (eds.), 2018; Bowie (ed.), 2018,con aportaciones importantes sobre lengua, narracin y ciencias; etc.

    6 De la estrecha relacin entre el pensamiento del autor y la forma literaria de su obra sealodos trabajos: Immerwahr, 1967; Lateiner, 1989. En torno a la presencia y uso de la retrica en el mencio-nado escritor, vanse, entre otros, Cogan, 1981 y Zali, 2009. Para el empleo, dentro de su obra, derecursos normales en la sofstica, acdase, por ejemplo, a Dihle, 1962; Ubsbell, 1983, especialmentecap. III: Herodotus and the sophistic movement, 339-399; Thomas, 2000. Sobre otros aspectos gene-rales, aportan datos relevantes Marg, 1965; Bornitz, 1968; etc.

  • de completamente7. Dicho preverbio lo encontramos bien establecido desdeHomero8.

    La nica secuencia herodotea donde hallamos el verbo citado en relacincon el campo lxico que nos interesa es la siguiente:

    Ese Zlmoxis9, conocedor del modo jonio de vida y de unas costumbres ms reflexi-vas que las propias de los tracios por haber tenido trato con griegos y precisamentecon Pitgoras, no el ms irrelevante sabio de los griegos, mand preparar un salnen el cual, recibiendo a los primeros de entre sus conciudadanos y ofrecindolesbanquetes, les enseaba a fondo que ni l ni sus compaeros de bebida ni los quenacieran de stos moriran, sino que llegaran a un lugar tal donde podran disfru-tar de todo tipo de bienes10.

    Creo que el verbo tiene aqu el sentido de ensear, transmitir, a otros unadoctrina de carcter religioso, concretamente la que postula que, para determinadaspersonas o grupos, hay vida ms all de la muerte.

    2. (1), lo que se ensea, lo que es objeto de enseanza.

    Es una innovacin del halicarnaseo, el nico autor del siglo V que la regis-tra11. Hace referencia a la cosa enseada, a lo que es o ha sido objeto de enseanza.Leemos lo siguiente: Esos fenicios que llegaron con Cadmo de entre los cuales eran

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    7 Vase, Chantraine, 1968: 82.8 Cf. (Il. 1.312), (Il. 1.478), (Il. 1.236), (Il. 1.191), etc.9 Herdoto dedica un excurso (4.94-96) a este personaje que aparece en la literatura griega

    con diversas grafas (, , ): segn una tradicin oral recogida por el escri-tor en el Helesponto y el propio Ponto, se trataba de un tracio que haba sido esclavo en Samos, dondesirvi durante un tiempo a Pitgoras; finalmente regres a su pas donde logr hacerse rico. El halicar-naseo no se pronuncia sobre el carcter humano o divino de dicho individuo ( , si se es una divinidad epicrica entre los getas: 4.96.2), pero s afirma quelo considera muy anterior al filsofo. Ms informacin sobre el particular: Platn, Chrm. 158b (Scrateshabla de uno de los mdicos tracios seguidores de Zlmoxis, de los cuales se deca que daban la inmor-talidad ( ). El citado, afirmando que Zlmoxis, su rey, era dios ( , ), a continuacin se extiende en el modo de curar del mismo); Diodoro de Sicilia,1.94; Estrabn, 7.3.5; 16.2.39; Porfirio, VP 15. Segn How-Wells, 367, no cabe duda de que Zlmoxisera un dios tracio. Entre otras aportaciones dedicadas a la religin en el halicarnaseo, destaco dos:Burkert, 1990; Harrison, 2000. Respecto a la presencia de los tracios en el historiador, vase Pavlo-poulou, 2006.

    10 4.95.3: , , , , . [Todas las traduccionesson mas].

    11 La ofrecen, despus, entre otros, Jenofonte (1), Plutarco (10), Basilio de Cesarea (8), JuanCrisstomo (7), etc.

  • los gefireos12, habitando esa regin13, trajeron otras muchas enseanzas a los hele-nos, y, especialmente, las letras14, no tenindolas antes los helenos, segn me pare-ce; en primer lugar, las que usan todos los fenicios15.

    3. (18)16, explicar, ensear.

    El verbo ya est presente en Homero con el valor de domesticar, explicar,ensear17. Presupone la inteligencia, o, al menos, la capacidad de aprender en el querecibe sus efectos, y, al mismo tiempo, el conocimiento y saber en el sujeto que ha deensear algo. Comporta, en el plano morfolgico, el sufijo -sk-, que subraya, encierto modo, la repeticin sistemtica18. Dentro del plano morfolgico puede estable-cerse que el reparto de voces dentro del halicarnaseo es el siguiente: activa (9), media(5), pasiva (3). En el terreno semntico, conviene dejar a un lado los usos en quedicho verbo aparece con la acepcin de explicar, aconsejar19. Tambin hallamos

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    12 Para muchos, los gefireos eran originarios de Eubea. En cambio, el halicarnaseo relacionaquiz el topnimo Gefira (, antiguo nombre de Tanagra, en Beocia) con la ciudad de Gabhara,al sur de Fenicia. Cf. Schrader, IV: 104.

    13 Es decir, Beocia.14 Esta explicacin sobre el origen del alfabeto griego coincide con el parecer casi unnime

    de los estudiosos, basado en la comparacin de formas, nombres y orden de las primitivas letras feniciasy griegas. En todo caso el prosista se mantiene muy cerca de los hechos comprobados, fehacientes, y norecoge las lucubraciones de otros literatos que recurrieron a explicaciones mticas para justificar el origende los caracteres griegos (Segn el Fr. 531 Rose de Aristteles, Estescoro, en su Orestea, pens en Pala-medes y lo mismo hizo Eurpides; Esquilo, en Prometeo, dentro de la obra homnima; Mnaseas, enHermes; otros, en Museo: cf. How-Wells: 432. Macan: I, 197, indica que los primeros testimonios dealfabetos griegos estn documentados en las islas del Egeo, especialmente en Creta y Tera. La inscripcindel Vaso del Dipiln (aprox. 740 a.C) figura entre los primeros testimonios escritos en alfabeto griego.

    15 5.58.1: , , , , .

    16 Una leccin es dudosa (1.84.3), por lo que contamos slo 17 ejemplos.17 Cf. Il. 9.442; Od. 8.488.18 Schwyzer: I, 706.19 9.31.2: Y (sc. Mardonio) haca esas cosas, por indicarlo y explicarlo los tebanos (

    ). En otro lugar (7.162), Artbano le habla a Jerjes:Pues los ensueos que les llegan errantes a los hombres son tales como te voy a explicar, pues soy muchosaos mayor que t ( , ). El mismo valor encontramos en un pasaje donde se hablade los trescientos nios, nacidos en las familias ms destacadas de Corcira, enviados a la corte de Aliates,en Sardes, para ser castrados: Llegados a Samos los corintios que llevaban a los nios, tras haberse infor-mado los samios del motivo por el que se les llevaba a Sardes, en primer lugar, les explicaron a los niosque se refugiaran en el santuario de rtemis, y, despus, sin permitir que apartaran del santuario a lossuplicantes, como los corintios les impidieran a los nios recibir alimentos, los samios celebraron unafiesta que todava hacen hoy de la misma manera (3.48.2: , , , , , , , ).

  • en el historiador el valor de representar un ditirambo20 o un drama21. Podemosmencionar, asimismo, algunos ejemplos en que el vocablo alude a domesticar,amaestrar un animal (cocodrilo22, caballo23), donde hallamos precisamente el parti-cipio medio-pasivo , posiblemente como muestra del inters mostradopor los dueos de los citados. Por su lado, la voz pasiva, dentro de algunos usos abso-lutos, sin objeto directo, no nos permite concretar el valor del verbo que examinamos.As lo vemos en una secuencia como sta, donde la reina Atosa habla con Daro,su esposo, cumpliendo una peticin que le hiciera su mdico, Democedes, el cualle haba curado un tumor importante. El texto no indica previamente qu le habaindicado ste, aunque s nos precisa que sera algo que no produjera vergenza: Puesbien, una vez que, tras eso, aplicndole un tratamiento la puso sana, entonces ya, infor-mada por Democedes, Atosa le deca a Daro las siguientes palabras en la cama24.Pienso que, en esta secuencia, estamos en el lmite entre recibir informacin o expli-cacin y atenerse a la enseanza, precepto o indicacin recibidos de otro25.

    Cercano al campo de la enseanza, o incluido en l, leemos otro ejemplocuando Megabizo26 propugna la oligarqua y critica la democracia, a la que, vindo-la como un sujeto personal (es decir, el pueblo), le niega la capacidad de entendi-miento respecto a las acciones que pudiera acometer: Pues cmo comprenderael que ni fue educado ni conoci ningn bien propio, y, arrasando sus empresas, seprecipita sin sentido, semejante a un ro torrencial?27. El personaje hace referencia

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    20 1.24.1.21 6.21.2.22 2.69.2.23 4.22.2; 5.111.1.24 3.134.1: ,

    . Atosa, hija de Ciroel Grande, tras estar casada con Cambises II y, despus, con Esmerdis, fue la esposa de Daro I y madrede Jerjes. Esquilo la menciona en los Persas (155, etc.) con gran respeto. Padeci un tumor en el pecho(3.133); trat de ocultarlo al comienzo, pero, finalmente, Democedes se lo cur. Por su lado, Demo-cedes de Crotn haba sido mdico oficial en Egina, Atenas y en Samos (3.131.1-3); posteriormente,tras haber sido reducido a la esclavitud, cur a Daro de una dislocacin de tobillo, muy dolorosa;a partir de ese momento, figur entre los personajes ms notables de la corte persa. La presencia y funcinde las mujeres en la obra herodotea ha sido revisada, entre otros, por Blok, 2002, y Hazewindus, 2004.

    25 Otra secuencia semejante la leemos donde se nos habla de la hija del tirano Periandro, la cualhaba intentado convencer a su hermano, Licofrn, para que volviera a su pas junto a su padre (3.53.5):Ella, informada por su padre, le deca las palabras ms convincentes, pero l, replicndole, afirmabaque jams ira a Corinto mientras supiera que su padre segua viviendo ( , , ).

    26 Noble persa, uno de los siete que derrocaron al mago Esmerdis. Es un defensor a ultranzade la oligarqua. Sobre la crtica acerba contra la democracia entre los oligarcas a lo largo del siglo V,especialmente en Pseudo-Jenofonte, Constitucin de los atenienses, 1.5, vase Schrader: III, 81.

    27 3.81.2: , , , ;

  • al pueblo desenfrenado ( ), al que dos lneas antes ha llamadomuchedumbre intil ( ).

    Muy prximo al valor que andamos buscando es lo que leemos cuando Art-bano28 habla del segundo de los dos planes propuestos a los persas: Otro que hacacesar (sc. su desmesura) y que dice que es malo ensear al espritu a desear siempretener algo ms que lo presente29. Notemos la presencia del doble objeto de .

    A medio camino entre explicar y ensear puede entenderse un pasajecomo ste: Las hijas de Dnao fueron las que trajeron ese rito30 desde Egipto y se loensearon a lasmujeres31 pelasgas32. El contexto,muy rico, hace referencia a las Tesmo-forias33, fiestas rituales en honor de Demter, sobre las que el escritor decide guardardiscreto silencio. El de Halicarnaso sigue diciendo que, cuando, tras la llegada delos dorios, los peloponesios se vieron obligados a emigrar, ese rito se perdi casi porcompleto; slo lo conservaron los arcadios, los nicos que no emigraron a parte algu-na. La presencia del doble objeto directo, explicar algo a alguien nos permite pensarque estamos muy cerca del valor de ensear, o acaso ya dentro del mismo.

    A partir de ahora recojo los pasajes que no nos planteandudas respecto al valorde ensear ofrecido por el verbo que estamos revisando.

    3.1: A Ariapites, rey de los escitas, le nace, entre otros hijos, Escilas34. steera hijo de una mujer istria35, de ningn modo natural del pas; al cual su propia

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    28 Hermano y consejero de Daro, funcin que desempe tambin con Jerjes, su sobrino.29 7.162:

    .30 Es uno de los primeros lugares de la literatura griega (si no el primero) donde hallamos

    con el valor de rito de iniciacin, iniciacin: cf. Eurpides, Ba. 22; Aristfanes, Nu. 304, Ra. 1032,etc. El sentido de fiesta, celebracin religiosa, lo registran varios pasajes de Pndaro y Eurpides.

    31 2.171.3: . Segn Asheri: 369, ser mujeres, y, adems, egipcias erandos elementos esenciales para servir de intermediarias entre ambos pueblos.

    32 Para los pelasgos, cf. nota 41.33 Cf. How-Wells: 275, quienes destacan que la fiesta estaba en conexin con el tiempo de

    la siembra. Por las Tesmoforiantes de Aristfanes sabemos bien que el festival estaba reservado a las muje-res. Por su lado, el historiador quiere ver sus orgenes en Egipto, porque identifica a Isis con Demter.No obstante esa explicacin no es aceptada por muchos, pues ritos semejantes acontecen en pueblosdistintos. Ms informacin en Diodoro de Sicilia, 1.14, para la funcin de Demter como introducto-ra de la agricultura y de la ley.

    34 Rey escita, apasionado por las costumbres de los griegos. El escritor ofrece curiosos deta-lles de cmo se vesta de griego cada vez que llegaba a la ciudad de Borstenes (= Olbia), cmo se hizoconstruir all un palacio donde tuvo por esposa a una mujer del lugar, cmo se hizo iniciar en los ritosbquicos y cmo, finalmente, todo eso le cost la vida, pues los escitas no toleraban ningn cambioen su modo de vida, y, menos, los excesos propios de los seguidores del dios Baco. Sobre el inters denuestro historigrafo por Escitia y Libia, consltese Benardete: 99-132.

    35 Istria (de donde el gentilicio istrio) estaba situada cerca de la desembocadura del Istro,es decir, el Danubio. La ciudad era llamada tambin Istro e Histra. Pues bien, Istria, colonia de Mileto,fundada en el siglo VII a. C., fue conocida desde la Antigedad por sus relaciones comerciales con Samos,Rodas, y, algo despus, con Atenas. En el siglo V comenz la acuacin de monedas propias. AunqueHerdoto no da ms explicaciones, cabe suponer que la madre de Escilas hablara, dentro de la lenguagriega, el dialecto jnico, propio de Mileto.

  • madre le ense la lengua griega36 y las letras37. Herdoto, aqu, en pocas palabras,transmite mucha informacin. En efecto, la mujer istria le ense a su hijo su lenguanativa, el griego, por pura comunicacin oral, pero, adems, le transmiti el conoci-miento del alfabeto griego, y, con ello, lo habilit para leer lo escrito en dicho idioma.

    3.2: Esas mujeres, segn se fueron llenando de retoos, les enseabanla lengua tica38 y las costumbres de los atenienses a sus hijos, los cuales no queranmezclarse con los hijos de las mujeres pelasgas, y cada vez que alguno de aqullos eraherido por alguno de stos, todos le socorran y se apoyaban mutuamente. E inclusolos nios crean justo mandar sobre otros nios39 y los dominaban con mucha fuerza40.Para entender bien la situacin conviene acudir a varias fuentes donde leemos quelos pelasgos41, tras llevarse algunas mujeres desde Atenas a Lemnos, las hicieron susconcubinas.

    A partir de los dos ltimos contextos, creo de extraordinario inters sociol-gico y cultural el hecho de que precisamente sean mujeres unas madres las primeras

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    36 Hasta 12 veces registra el historiador la expresin lengua griega, presente en l por prime-ra vez en la literatura griega. Aparte de aqu, en 2.56.3; 137.5; 143.4; 144.2; 154.2; 4.110.1; 155.3;192.3; 6.98.3; 8.135.3; 9.16.2. Mucho ms tarde recogern la frmula, entre otros, Dionisio de Hali-carnaso (8 veces) y Filn de Alejandra (5 secuencias).

    37 4.78.1: . Acerca de la presen-cia de los escitas en Herdoto, vase West: 437-456. En general, sobre la presencia de pueblos y lenguasbrbaras en el prosista, acdase a Nenci-Reverdin, 1990, con trabajos especiales sobre rabes, indios,persas, cimerios, escitas, tracios, lidios, egipcios, libios y fenicios; Campos, 1992, especialmente 27-78,en torno a la lengua de los brbaros y los problemas de comunicacin y traduccin; Bichler, 2000;Munson, 2005; etc.

    38 Macan: I, 393, indica que parece anacrnica la afirmacin de que en esa poca las muje-res atenienses hablaran tico.

    39 How-Wells: 534, creen que la explicacin del escritor corresponde a una leyenda en la quese justificara el dominio ateniense sobre Lemnos, y, por tanto, el de los nios atenienses sobre los natu-rales de dicha isla. Sobre un caso semejante, a saber, cmo un nio, especialmente dotado, se imponesobre sus iguales, vase en nuestro prosista (1.114-119) la leyenda referida a Ciro, cuando era, aparen-temente, hijo de un boyero (siendo, en realidad, nieto de Astiages, rey de los medos).

    40 6.138.2: , . , , .

    41 El escritor explica (6.137) los motivos por los que los atenienses echaron de su territorioa los pelasgos, los cuales molestaban continuamente a las mujeres de aqullos cuando ellas iban por agua:los expulsados se marcharon a la isla de Lemnos. En otro lugar indica que los pelasgos eran considera-dos por los griegos como habitantes autctonos de la Hlade (5.27) y hablantes de una lengua no griega.El escritor (1.56.2) tiene a los atenienses por pelsgicos, mientras considera helnicos a los pelopone-sios. Aadamos que los pelasgos (Pelasgo), pueblo prehelnico, estn registrados desde Homero, dondese habla de Argos pelsgica (Il. 2.681), apuntando a una parte del reino de Aquiles, en Tesalia. Por otraparte, los trgicos recogen varios trminos del tema pelasg-, relacionados, ms o menos estrechamente,con Pelasgo (Pelasgs), epnimo primer rey de la Arglide, anterior a la llegada de Dnao. Un trabajopanormico sobre los pelasgos lo ofrece Sourvinou-Inwood, 2003.

  • que figuren desde Herdoto como transmisoras de la lengua (la griega, en general,sin ms detalles, en un caso; el dialecto tico, en otro). Basndonos en ambos pasajespodemos afirmar que nunca estara mejor dicho, por cierto, lo de lengua materna.

    3.3. Dos ejemplos del valor estudiado los tenemos en voz media. En el primerode ellos se nos informa de que Ciaxares, rey de los medos, acogi como suplicantesa unos escitas nmadas; los trat cortsmente y les entreg unos nios para que apren-dieran bien la lengua y la tcnica de los arcos42. Posteriormente, como esos escitasregresaran un da sin haber cazado nada, el soberano los trat de modo ofensivo y grancrueldad: Y los que haban sufrido eso de parte de Ciaxares, habiendo sufrido algoindigno de ellos, decidieron hacer pedazos a uno de los muchachos que se educabancon ellos, y, tras prepararlo como tenan por costumbre preparar las piezas de caza,ofrecrselo a Ciaxares como si fuera caza43. Si examinamos los dos textos ofrecidos,podremos subrayar la relacin y estrecha correspondencia entre (aprenderbien) y (recibir enseanza). La secuencia nos llevara a hablar deciertos mitos bien conocidos en que los padres despedazan a sus propios hijos y se losofrecen a otros comensales en un banquete44.

    3.4. El segundo texto nos habla de las desgracias ocurridas a los quiotas. Efec-tivamente, tras la batalla naval de Lade (494 a. C.), Mileto cay ante los persas. Enla defensa de la ciudad haban colaborado valientemente los quiotas; derrotados enel combatenaval, algunos se salvaronpor tierra, pero,posteriormente, cayeron en manos

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    42 1.73.3: .Respecto a la asociacin de los escitas con el manejo del arco, vase Jenofonte, Mem. 3.9.2; Platn,Lg. 795a; etc. Por otro lado, todo apunta a que eran medos los nios entregados para que recibieraninstruccin en la lengua escita y en el manejo del arco. Ciaxares rein en Media durante cuarenta aos(1.106.3); fue padre de Astiages, cuya hija, Mandane, casada con Cambises, rey de Persia, fue la madrede Ciro el Grande. El hecho de que el rey de un pueblo importante (el medo) mostrara inters en queunos nios de su territorio aprendieran escita podra justificarse por motivos de frontera o econmicos.Sobre la lengua escita, vase nota 98.

    43 1.73.5: , , , , .

    44 El historiador (1.118-119) recoge lo sucedido a Harpago, pariente y hombre de confianzade Astiages, rey de los medos. ste, para vengarse de la omisin cometida por aqul, que haba reci-bido la orden de eliminar al nieto del monarca (el nio que luego sera Ciro), le ofreci en un festnlas carnes cocinadas de su hijo adolescente. Por lo dems, la literatura griega nos provee de varios ejem-plos mticos paralelos. En primer lugar el caso de Procne, la cual mat a su hijo y se lo present comomanjar a su esposo, Tereo, porque ste haba violado a Filomela, hermana de la citada, y, adems, lehaba cortado la lengua para que no dijera nada de lo sucedido. En segundo, el mito famoso de Tntalo,quien, tras dar muerte a su propio hijo Plope, se lo sirvi a los dioses en un banquete para cercio-rarse de si las divinidades lo saban todo. En tercer lugar, el de Atreo, hijo de Plope, pues acab conla vida de sus sobrinos, los hijos de Tiestes, a quien se los dio a comer en un festn. Halm-Tisserant, 1983,presenta un estudio interesante sobre diversos mitos griegos relacionados con la muerte de los propioshijos a manos de sus padres y el banquete en que stos ofrecen las carnes de los mismos.

  • del enemigo y fueron ejecutados. Con anterioridad al desastre martimo, en su ciudadnatal, Quos, haban sucedido otras desventuras: Y, adems, en la ciudad, por lasmismas fechas, (sc. ocurri) lo siguiente, poco antes de la batalla naval: a unos niosque estaban aprendiendo las letras les cay encima el techo, de modo que, de cientoveinte nios, uno solo escap. sas seales45 les demostr de antemano el dios46, y,tras eso, la batalla naval, sorprendiendo a la ciudad, la puso de rodillas, y, tras la bata-lla naval, se present Histieo47, conduciendo a los lesbios48.

    El escritor poco antes de los hechos que hemos recogido apunta que, cuandosobre una ciudad o una nacin, van a caer grandes desdichas, suele49 haber algnindicio anterior ( ). Ese anticipo resulta recogido a conti-nuacin por los que leemos unas lneas despus.

    Conviene sealar varios detalles: los nios se encontraban en un nico lugar(quiz una escuela o local similar); el edificio si es que no se vino abajo por causade algn terremoto, no mencionado en el pasaje no tendra buenas condiciones50;

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    45 En griego, . En el prrafo se habla de un dios; luego dicho sustantivo podra enten-derse como presagio, prodigio.

    46 Posiblemente Apolo, pues el santuario de Delfos aparece en la secuencia unas lneas antes,donde leemos que los quiotas haban enviado all un coro de cien muchachos, de los cuales slo dos regre-saron a su patria, pues los dems murieron a causa de la peste (). Macan: I, 289, aunque vislum-bra una cierta alusin a Apolo y la peste enviada por el dios tal como los vemos al comienzo de la Ilada(Il. 1.44), sugiere que se tratara ms bien de Zeus, pues en Herdoto hay una tendencia visible haciael monotesmo o monismo, como comprobamos en una serie de pasajes (3.108.1; 6.98.1; 8.13).

    47 Antiguo general ateniense al que, por sus servicios a los persas, Daro nombr tirano deMileto. Hombre ambicioso y de proceder ambiguo, fue para muchos uno de los responsables de lainsurreccin de los jonios frente al imperio persa.

    48 6.27.2: , , , . , , Scott, 145, afirma quetanto este pasaje como el ofrecido por Pausanias (6.9.6), referido a Astipalea (pequea isla del archi-pilago del Dodecaneso, situada entre Naxos y Rodas) y datable en el 496 a. C., apuntan a las fechasms antiguas en que se habla de una escuela. La literatura griega nos habla de personajes ilustres preo-cupados por la educacin de los nios en fechas anteriores a las sealadas. As, Diodoro de Sicilia(12.12.4) indica que Carondas, legislador de Catania (de fecha incierta: desde mediados del VII afinales del VI a. C.), redact leyes para que todos los nios aprendieran a leer, preocupndose inclusopor el salario que haba que dar a los maestros; y Esquines (1.7-11) alude a las leyes de Dracn y Soln(respectivamente, 621/620 y 594 a. C.) para la enseanza de los nios. Por lo dems, desde principiosdel V, al menos, diversos vasos muestran escenas de nios aprendiendo a leer. Plutarco (Them.10.5)menciona la escuela de Trecn a la que acudieron los hijos de los refugiados atenienses en el 480 a. C.,cuando huyeron de su ciudad a causa de la invasin de los persas.

    49 How-Wells: 482, creen que no se trata de una forma impersonal, sino que el sujeto esun dios.

    50 Es sabido que la isla de Quos, de origen volcnico, situada entre la placa anatolia y la euro-asitica, ha sufrido numerosos movimientos telricos; algunos, de triste memoria. El peor ocurri en1881, con una magnitud estimada de 7.3 (Richter) y casi 4.000 muertos slo en la isla.

  • el nmero de nios era bastante elevado; los escolares reciban la enseanza de lasletras del alfabeto (lectura y escritura)51; es importante, en mi opinin, la ausenciadel sujeto responsable de impartir la enseanza, pues el modo sintctico de expresarque los nios estaban aprendiendo algo es la voz media, que nos aporta poca infor-macin. Con dicha voz se muestra el inters del escritor en la accin verbal, y, si acaso,el modo favorable con que los nios la reciban; el autor desea precisar que slo uno,de los 120, se salv. No olvidemos que lneas ms arriba el prosista haba sealadoque, de los cien enviados a Delfos, slo dos haban escapado de la peste. Por ltimo,las formas gramaticales correspondientes a los nios ( ) sin ningndeterminante, no nos permite saber si haba escolares de los dos sexos.

    En el plano histrico, pensemos que estamos en los primeros aos del siglo Va. C.: es una de las primeras noticias sobre los locales en que se imparta la ensean-za. Sabemos, por lo dems, que, desde comienzos de ese siglo, haba, en diversos luga-res, escuelas para muchachos, donde se enseaban la lectura y escritura, quiz con fineseconmicos y comerciales52.

    4. (3), accin de ensear.

    El sustantivo surge en el siglo V. Es un trmino tcnico que leemos en Dem-crito, Herdoto, Tucdides, etc. En Herdoto encontramos dos empleos en que puedeentenderse como la recomendacin o instruccin recibida53. Un tercer ejemplo, encambio, est muy cerca del campo de la educacin. En l, se est hablando de los feni-cios que haban venido a Beocia con Cadmo54, considerndolos introductores del alfa-beto en Grecia:

    Pero, pasando el tiempo, junto con la pronunciacin, cambiaron tambin la formade las letras. Durante aquel tiempo, en la mayora de los lugares les rodeaban, de entrelos helenos, los jonios, los cuales, habiendo recibido, mediante enseanza, las letras departe de los fenicios, tras introducir pequeos cambios55, las utilizaban, y, utilizndolas,

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    751 How-Wells: 482, sealan que lectura y escritura eran enseadas en las escuelas pblicas

    para nios. Scott: 145, insiste en que hasta la mitad del VI la escritura se us casi exclusivamente pararedactar las leyes (vase Gagarin: 59-77) y dedicatorias religiosas.

    52 Macan: I, 289. Scott: 145, recuerda que una inscripcin de Quos, fechable en el VI a. C.(ML 8, p. 46, n. 162 de Meiggs-Lewis) contiene las reglas generales para el funcionamiento de unaescuela, y es anterior a la de Lcrida ozolia (525-500 a. C.: ML 13).

    53 3.134.4; 5.70.2.54 5.58.1: .55 How-Wells: 432, aportando el testimonio de Aristteles (Metaph. 985b15:

    ), sugieren la equivalencia =, es decir: se alu-dira aqu a la forma, la figura.Adems, los citados estudiosos sealan que el historiador parece no haberreparado en tres modificaciones muy importantes: la utilizacin de ciertas consonantes fenicias para repre-sentar las vocales a, e, i, o, as como la adicin de u, , ; la evolucin hasta llegar a la representacinde la phi, chi y psi; la desaparicin de algunas sibilantes innecesarias, aunque observa la conservacinde la san adems de la sigma. En todo caso el inters del escritor parece centrarse ms en la forma queen el sonido de las letras.

  • declararon como, adems, era lo justo, al haberlas introducido unos fenicios a laHlade que se llamaban Fenicias5657.

    5. (2), ensear (instruir) a fondo.

    Precisamente, de las dos secuencias que ofrece el historiador de Halicarnaso,hay una en que ese verbo aparece con el valor de recibir enseanza58. El pasaje nospresenta al faran Psamtico I, el cual, agradecido con los jonios y carios ( ) que le haban ayudado a hacerse con el poder, les dio unastierras junto al Nilo: Y adems, les entreg unos nios egipcios para que les fuera ense-ada a fondo la lengua griega; y, de sos que aprendieron bien la lengua, son los actua-les intrpretes59 que hay en Egipto60.

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    56 Entindase , no como adjetivo, sino con la funcin de sustantivo, referido a las letrasde ese origen, sentido que aparece en algunas inscripciones. As, en How-Wells, ibid.

    57 5.58.2: . , , , , . Macan, I, 197, se detiene en el sustantivo dentro de la construc-cin sintctica pertinente, y concluye que, segn lo plantea el escritor, resultan dos postulados: porun lado, el origen fenicio del alfabeto; por otro, que los fenicios establecidos en Beocia lo introdujeron,o se lo ensearon, a los griegos. Pero, del contexto se deduce un tercer punto esencial: que fueron los jonioslimtrofes quienes, tras haber recibido el alfabeto fenicio de parte de los fenicios establecidos en Beocia,modificaron las letras, las adaptaron, utilizaron y les dieron nombre. Por su lado, How-Wells, ibid.,entienden la contruccin como les dieron el nombre.

    58 En la otra (4.118.1) el verbo equivale a explicar, contar con detalle.59 El sustantivo lo hallamos dos veces en Esquilo (A. 616, 1062) con el sentido de

    intrprete y, en ambos pasajes, con el calificativo de fiel, exacto: en el primer caso, de las palabras deClitemnestra; en el segundo, de la actitud de Casandra, que no haba dicho nada hasta entonces. Noobstante en el siglo V y comienzos del IV quienes ms usan el trmino son Herdoto (8) y Jenofonte (12).El de Halicarnaso lo emplea en distintos contextos. Me he permitido hacer un extracto de los distintosusos del mismo por considerar que dicha profesin, al parecer del escritor, estaba en ntima relacincon los egipcios que en su da aprendieron el griego gracias a las enseanzas de los jonios: lo tenemoscuandoCiro no entiende aCreso (que hablara griego), 1.86.4; 86.6; cuando alguien le tradujo al histori-grafo lo escrito en la Pirmide de Keops, 2.125.6; cuando leemos que los intrpretes, por su lado, formanuna de las siete castas egipcias, 2.164.1; adems, como Daro les hiciera unas preguntas a los indioscalatias, los que se comen los cadveres de sus propios padres, los griegos presentes seguan la respuestavalindose de intrpretes, 3.38.4; los intrpretes reales del palacio de Susa atienden a un griego (Silosonte)que haba llegado all diciendo que era benefactor del monarca, 3.140.3; los escitas, cuando van al pasde los calvos (los argipeos), usan siete intrpretes que hablan siete lenguas, 4.24.

    60 2.154.2: -, .Lloyd (Asheri: 355) duda que los intrpretes que conoci Herdoto fueran descendientes de los aqumencionados.

  • Puede y debe subrayarse la estrecha correspondencia entre ,recibir enseanza a fondo, y (), aprender bien. Precisa-mente este ltimo verbo est bien registrado en Platn con el sentido de aprendertotalmente, de memoria61; el valor de insistencia, de perfeccin y acabamiento,viene conferido por el preverbio -62. Sucede lo mismo en el caso de .Pues bien, si recordamos que Psamtico I gobern Egipto desde 663 hasta 609 a. C.,puede apreciarse an ms el sentido prctico del faran, al buscar que esos nios selec-cionados aprendieran el griego, quiz con fines comerciales. En todo caso, segnel escritor, de los citados procederan los intrpretes existentes en su propia poca.Naturalmente, en dicha ocasin, los encargados de ensear la lengua griega habransido los jonios, dado que los carios, por lo general, no hablaban griego63.

    6. (1), acompaante del nio, educador.

    Dicho sustantivo est registrado slo una vez en Herdoto, donde resultaser una innovacin lxica. Posteriormente lo recogen, entre otros, Eurpides (2) yPlatn (18): en el filsofo ocupa un lugar relativamente importante. Es el que acom-paa al nio cuando va y viene de la casa del maestro, y tiene una funcin funda-mental bien expuesta por el pensador: evitar que los nios anduvieran solos y fueransometidos a violencia o agravio, especialmente en el terreno sexual64.

    El de Halicarnaso nos refiere que, reunida la flota griega en Salamina, surgidescontento entre los soldados. Temstocles, jefe de los atenienses, envi al campa-mento de los medos un hombre en una barca, con el fin de que, mediante una aa-gaza, incitara al enemigo a entrar en batalla: Su nombre era Sicino, y era un criado,y, adems, pedagogo de los hijos de Temstocles65. El pasaje es muy parco y apenas

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    961 Los ejemplos platnicos los hallamos en Phdr. 228d, Hp. Ma. 285e; etc.62 Vase, Chantraine, 1968: 352. 63 Cf. Homero, Il. 2.867: , los cariosde habla brbara. Recor-

    demos que Caria estaba situada al sureste de Asia Menor, cerca de Mileto y del valle del ro Menandro.El cario es una lengua indoeuropea procedente del grupo anatolio, hablada en la regin de Caria,situada en el suroeste de la actual Turqua. Para su estudio han sido esenciales las inscripciones de msde 100 tumbas halladas en Egipto, donde, durante los siglos VII-V a. C., numerosos carios sirvieroncomo mercenarios de los faraones.

    64 Cf. Smp. 183c.65 8.75.1: ,

    . Plutarco (Them. 32) afirma que el estadista ateniense tuvo cinco hijos. Por lo dems, Polieno(1.30.3) tiene posiblemente razn cuando alude a Sicino como el pedagogo de los dos hijos de Tems-tocles, pues es muy probable que, cuando aconteci la Batalla de Salamina (480 a. C.), slo dos ellosestuvieran en edad de tener tutor: vase Macan: IV, 475. De otro lado, How-Wells: 681-682, insistenen que Sicino era griego, como lo leemos en Esquilo (Pers. 355), e indican que Plutarco (Them. 12)puede estar en un error al tomarlo por persa. En todo caso, podra tratarse de un griego asitico. Parala presencia de Temstocles en el historiador, cf. Goldscheider, 1965; Blsel, 2004.

  • permite extraer unas pocas conclusiones. Efectivamente, algn estudioso de Herdotoha entendido el sustantivo como preceptor, tutor, educador, es decir, maestrol mismo, aparte de acompaante de los nios66. En Eurpides, el sustantivo equi-vale al sentido general que tendr definitivamente en Platn. Por lo dems, en Sfo-cles (1) y Eurpides (2), significa ir al lado, acompaar. Por su lado,Platn nos habla de un pedagogo que era esclavo67. No obstante, un pasaje platni-co presenta a Fnix como pedagogo de Aquiles68: en el filsofo, pues, y slo en dichocaso, tendramos que aceptar el significado de educador para el trmino que veni-mos examinando.

    7. (2), accin de ensear, de educar,educacin.

    Innovacin herodotea: uno de los muchos nombres de accin con sufijo- que aparecen en las lenguas especializadas propias de las artes-ciencias que vansurgiendo en el siglo V. Veamos los dos ejemplos de nuestro autor.

    7.1: Y a Escilas69, aun siendo rey de los escitas, de ninguna manera le gusta-ba el rgimen de vida escita, sino que estaba mucho ms inclinado hacia las cos-tumbres helnicas a causa de la educacin que haba recibido70. No debe olvidar-se en el texto el giro etimolgico ( ), procedimientolxico apropiado para insistir en la idea ms relevante. Es algo muy corriente enpoesa, pero no ajeno a la prosa, como vemos; represe tambin en el valoretimolgico de .

    7.2. El segundo texto herodoteo lo encontramos a propsito de Clstenes,tirano de Sicin, que decidi dar su hija en matrimonio al que ms le agradara al por sus mritos relevantes71. Atrados por la propuesta, se presentaron trece pre-tendientes. Una vez llegados sos en el da sealado, leemos: Clstenes, primera-mente, se inform de sus patrias y del linaje de cada uno, y, posteriormente, rete-nindolos durante un ao, les haca pruebas sobre su hombra de bien, inclinacin,educacin y modo de ser, entrevistndose con cada uno por separado y con todos

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    66 Macan: IV, 475.67 Ly. 208c: .68 R. 390e: . Segn leemos en la Ilada (Il. 9.438 ss.),

    Peleo haba enviado a su hijo Aquiles, nio an, a casa de Fnix para que ste le enseara a ser oradorde discursos y realizador de hazaas (Il. 9.442-443: ,/ ).

    69 Para el personaje, recordemos lo que hemos dicho en la nota 34.70 4.78.3: ,

    .71 El cuento popular donde se relatan hechos semejantes es bien conocido en diversas literatu-

    ras. Entre otros, han examinado la presencia del mismo en el historiador Aly, 1969 y Luraghi, 2013.

  • en conjunto72. Pienso que el sustantivo debe interpretarse aqu, no comoun simple nombre de accin en -sis, la accin de ensear considerada en su desarro-llo durativo, evolutivo, sino con un valor especialmente conclusivo, terminativo: la edu-cacin que los aspirantes a la mano de la hija de Clstenes posean en aquel momen-to por haberla recibido hasta entonces.

    8. (3), educar, ensear.

    Encontramos el verbo a partir del siglo VII, en un fragmento de Safo (1), perose generaliza en el V: Pndaro (1), Sfocles (6), Eurpides (9), Antifonte (1), los doshistoriadores que estudiamos, etc. En Herdoto conserva el sentido etimolgico73,es decir, una estrecha relacin con .

    8.1.Heaqu la primera secuencia: (sc. Los persas), comenzandodesde los cincoaos y hasta los veinte, ensean74 a sus hijos75 slo tres cosas: montar a caballo, dispa-rar el arco y decir la verdad7677. Posiblemente este tro de la paidea persa pudiera ser

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    72 6.128.1: . , . Scott, 424, ve en el pasaje una reminiscencia pica de los pretendientes de Helena, puesincluso el vocabulario nos permite pensar en los ideales del mundo aristocrtico homrico: familia,honor y pruebas fsicas. La primera mencin de la pareja lxica pretendientes-Helena la hallamosen Hesodo (Fr. 204.42-43, 55.58).

    73 Kennedy: 45-46, ha sealado el inters de Herdoto por la etimologa, los juegos etimol-gicos, la estructura formal de los discursos, el uso de anttesis y otros rasgos de carcter especialmen-te sofstico.

    74 Con respecto a los verbos fundamentales que sirven para expresar la idea de ensear,educar, son significativos los ejemplos de Platn y Aristteles, en los cuales tenemos las siguientescifras, respectivamente, de -: 221-73; 163-68. Observamos en el primero que el nme-ro de ejemplos del verbo ahora considerado compite con , a corta distancia del mismo. En todocaso, fue bastante menos utilizado que en todo el periodo clsico: cf. Lpez Frez,2000b: 61. Segn el TLG, en lnea, el total de ambos verbos dentro de la literatura griega es: (38.517)- (10.521).

    75 En el presente pasaje, funciona con el sentido de hijo. No obstante, desde siemprehubo entre los griegos un inters por delimitar las edades de la vida. As, por poner un ejemplo del mdi-co ms importante, y con respecto a las primeras etapas de la vida, en los tratados galnicos la edad delnio (, con 427 alusiones) oscila desde recin nacido hasta los 18 aos; por su lado, el (369 ejemplos) es el que no llega a los siete aos; y el (utilizado en 123 ocasiones) tieneuna edad comprendida entre los 18 y los 25 aos. Notemos que en el texto del escritor estamos anteun periodo extenso de la vida, pues abarca quince aos, si nos atenemos al criterio de Galeno. Por otraparte, un detalle interesante es que el sujeto de ensean son los propios persas, pues no se habla aqude maestro alguno.

    76 Otra innovacin lxica herodotea es el verbo , presente tres veces en su Historia.Vocablo bastante raro, no lo volvemos a encontrar hasta el siglo II d. C., en los escritos plutarqueos (1).Sayce, 81, seala la importancia que los persas daban a la verdad a la luz de la inscripcin de Behistn,

  • una interpretacin del historiador basada en frmulas orientales dedicadas a la glori-ficacin monrquica. Represe en el acusativo etimolgico, externo ( ), como prueba del inters del halicarnaseo por insistir en el concepto clavedentro de la frase. Por otro lado, que los persas supieran montar a caballo fue una deci-sin tomada por Ciro, si hacemos caso de lo que nos cuenta Jenofonte78.

    8.2. Un segundo ejemplo recoge la recomendacin que Creso le dio a Ciroa propsito de los lidios: Y mndales que enseen a sus hijos a tocar la ctara, hacervibrar las cuerdasmusicales79 y comerciar al pormenor; y rpidamente, oh rey!, los versconvertidos en mujeres en vez de hombres, de modo que no te ofrecern ningn peli-gro de que vayan a hacer defeccin80. El historiador se hace eco de la vida un tantoafeminada de los lidios de su tiempo, muy distinta de la que cabra esperar de su pasa-do guerrero81. En el plano sintctico y estilstico es relevante de nuevo la presenciadel acusativo etimolgico, modo expresivo de recalcar la idea clave del pasaje.

    8.3. El tercer texto lo hemos visto ya al hablar de 82.

    9. (2), ignorante, estpido.

    El adjetivo, dotado de una alfa privativa, indicadora de carencia o ausenciade la idea aportada por el tema correspondiente (-), y con el valor de ignorante,

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    2 en la que Daro menciona varias veces el valor de la verdad y execra la mentira y los mentirosos.Por otro lado, el mismo investigador apunta que, a pesar de las palabras de Herdoto, la educacinde los persas no poda ser iletrada, basndose en el inters de Daro en que la inscripcin mencionada(trilinge: persa antiguo, elamita y babilonio; y de enorme tamao: 15 metros de alto y 25 de ancho)estuviera al lado del camino real. Con todo, dada la distancia de la misma hasta un posible lector (msde 100 metros), sera casi imposible leerla a simple vista y, adems, estaba en un sitio casi inaccesible.Brosius (Asheri: 528-537) recoge la indicada inscripcin. A su vez, S. West, 1985, examina el intersdel historiador por textos epigrficos.

    77 1.136.2: , . Asheri, 170, insiste en que, aparentemente, la educa-cin persa no comprenda la lectura ni la escritura, asunto que fue idealizado entre los grupos conser-vadores griegos: Jenofonte (An. 1.9.2-6; Cyr. 1.2.3-12), Platn (Alc.I 121e-122a), Onescrito, (FGH134 F 35); etc.

    78 Cyr. 1.3.3. How-Wells: 132, exponen que la caballera, poco desarrollada en un pas tanmontaoso como el persa, empezara a ser importante cuando ese pueblo comenz su poltica expan-siva y de conquista.

    79 El verbo se aplica con frecuencia a la accin de pulsar con los dedos las cuerdasde un instrumento, sin percutirlas con plectro alguno. En ocasiones equivale a tocar la lira.

    80 1.155.4: . , , , .

    81 Tocar la ctara se asoci pronto con la mujer: cf. Nicolao historiador, FHG, Fr. 10.72;un texto importante nos lo ofrece Din Casio, 62.6.3, cuando presenta a Nern con nombre de varn,pero ocupaciones femeninas.

    82 Vase la secuencia recogida en nota 70.

  • estpido, seala propiamente al que no aprende, que no sabe. Est registradodesde el siglo V: Cratino (1), Esquilo (1), Demcrito (3), Herdoto, Tucdides, Eur-pides (15), Arquipo (1), Aristfanes (11), Tratados hipocrticos (3), etc., lo conocenbien. En el IV destacan Iscrates (6), Jenofonte (6) y, sobre todo, Platn (63).

    9.1. En el primer ejemplo, el calificativo, segn indica el historiador, se loaplica Creso nada menos que a Soln, uno de los siete sabios griegos, una vez queel ateniense le hubiese contestado a su pregunta de si lo consideraba feliz: Diciendoestas palabras no agradaba en modo alguno a Creso: sin hacerle ningn caso lo despi-de, pensando en sumo grado que era un ignorante, quien, dejando a un lado los bienespresentes, le exhortaba a mirar el final de cualquier asunto83.

    9.2. Si en el texto anterior estamos ante una evaluacin mental de Creso,en la secuencia siguiente hallamos una consideracin personal del autor: Y el PontoEuxino, hacia el cual Daro iba a dirigir su campaa, ofrece los pueblos ms igno-rantes de todas las tierras, salvo el escita. Pues ni tenemos ningn pueblo de los dedentro del Ponto que sobresalga en sabidura ni sabemos que haya existido ningnvarn notable, excepto el pueblo escita y Anacarsis8485.

    10. (1), aprender bien, aprender por completo.

    Verbo de uso raro, slo lo registra el halicarnaseo en el siglo V, donde lo encon-tramos como una innovacin. Posteriormente lo hallamos en Diodoro (1), Filn (1),

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    83 1.33: , , , . How-Wells, 83, reparan en el abrupto cambio de sujeto as comoen la falta de correspondencia sintctica que cabra esperar por la presencia de .

    84 El prosista explicar ms adelante (4.76-77) que el citado escita, tras haber estado en muchospases y mostrado su sabidura en todas partes, fue muerto de un flechazo al tratar de introducir en Escitiacostumbres y ritos extranjeros. En efecto, habiendo visto en Ccico una fiesta en honor de la diosa Cbele,quiso llevar a su patria los rituales pertinentes. A propsito de la presentacin del extranjero en Herdoto,vase Hartog-Lloyd, 1988.

    85 4.46.1: , , , . El pasaje es recogido y parafraseado en Eustacio, Commentarium in Dionysii Periegetae orbisdescriptionem, 669.30, a propsito del personaje citado, como hombre sobresaliente ( )entre los escitas. La distribucin lxica en que se contraponen - la tenemos tambin enAristfanes, Nu. 491-2, Platn, Ap. 22e, Smp. 202a; etc. Mucho ms frecuente es la oposicin polarentre -, a partir del siglo IV: Jenofonte, Mem. 4.2.22; Platn, Ap. 22e; Tht. 170b; etc.Corcella (Asheri, 615) indica que es tpico de la etnografa antigua aplicar superlativos a los pueblosms inteligentes, o los ms torpes, as como atribuirlos a sus usos y costumbres. En torno a Anacarsis,especialmente en Herdoto, acdase a Schubert, 2010.

  • Josefo (1), etc86. El historiador, refirindose a los griegos, est hablando de que la bata-lla de Platea haba tenido lugar por la maana del mismo da en que, por la tarde, ocu-rri la de Mcala: Y que aconteca que haban tenido lugar en el mismo da y el mismomes, les result claro, no mucho tiempo despus, cuando lo aprendieron bien87.

    11. (24), aprender totalmente, aprender de memoria.

    El preverbio - tiene, entre sus valores, el de acabamiento o terminacinde la accin verbal, es decir, un matiz confectivo88. El verbo que revisamos aparece enel siglo V: Esquilo (7), Pndaro (1), Herdoto, Sfocles (21), Eurpides (16), Arist-fanes (3), etc., lo utilizan en esa centuria. Entre los prosistas posteriores destacanPlutar-co (14), Luciano (14) y Galeno (130). Recoger slo los ejemplos ms destacadosdel historiador, especialmente los relacionados con algn aspecto del aprendizaje.

    11.1. Abundan los contextos donde el verbo indicado presenta el valor desaber bien, comprobar bien, etc., pero sin rozar el terreno de la educacin. Algnejemplo nos plantea dudas sobre si estamos, o no, en el terreno del aprendizaje, dela enseanza recibida. As, cuando Atosa, mientras estaba en la cama con Daro, leaconseja la conveniencia de hacer alguna hazaa, para que los persas aprendan bienque estn gobernados por un varn89.

    11.2. En tres contextos, al menos, creo que encontramos el valor de apren-der bien, y, de ah, saber algo perfectamente por haberlo aprendido. Tal sucedecuando Perseo lleg a Egipto, conociendo bien el nombre de Quemis9091, pues talinformacin se la deba a su madre92. En segundo lugar, a propsito de que las heteras

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    86 Para el sentidodelpreverbio, vase lo indicadoenel apartado1apropsito de . 87 9.101.2: ,

    . La batalla de Mcala aconteci cerca del montehomnimo, situado frente a la isla de Samos.

    88 Chantraine, 1968: 358.89 3.134.2: . How-Wells: 830 (app. XII.3),

    sugieren que el halicarnaseo le da aspectos romnticos a una ley no escrita en la historia oriental, a saber,un pueblo conquistador tiene que seguir aspirando a ms hasta que sufra una derrota, pues la inactivi-dad significa decadencia. Asheri: 513-519, piensa que el contexto tiene una finalidad etiolgica, puespretende, en suma, buscar la causa de las guerras persas; si Helena fue la causa de la guerra de Troya,Atosa lo ser del expansionismo persa y de las guerras mdicas.

    90 Tal ciudad, prxima al Nilo, se llamara despus Panpolis, en el Alto Egipto. En ella se cele-braba un culto especial en honor del citado hroe.

    91 2.91.6: .92 A saber, Dnae. De la presencia de los hroes en Herdoto, as como de la estrecha relacin

    entre mito e historia, vase Vandiver, 1991; en especial, 192-194, para la importancia de Perseo en Quemis,donde, segn el historiador (2.93.4-5), los egipcios celebraban juegos a la manera griega. De otra parte,de la integracin de relatos mticos en la obra de Herdoto se han ocupado Wesselmann, 2011,y Baragwanath-de Bakker, 2012.

  • de Nucratis eran encantadoras, el escritor se extiende en una de ellas, muy cono-cida, una tracia, compaera de esclavitud de Esopo, la cual, llevada a Egipto a ejercercomo prostituta, lleg a ser tan famosa que todos los griegos haban aprendido bienel nombre de Rodopis9394. En una tercera secuencia, hablando del uso de la circun-cisin, el historiador seala que slo era practicada entre los colcos, egipcios y etopes:aunqueno puedo decir culesde los dos, egipcios o etopes, la aprendieron de los otros,pues parece ser algo antiguo. Pero de que la aprendieron al relacionarse con los egip-cios, tengo como gran prueba la siguiente95.

    11.3. Ya hemos visto dos textos donde el verbo que estamos revisando estrelacionado con 96 o 97, y, en ambos casos, a propsito del apren-dizaje de la lengua, respectivamente la escita y la griega. Un tercer ejemplo semejan-te nos lo ofrece el de Halicarnaso cuando afirma: Los saurmatas utilizan la lenguaescita98, pero cometen solecismos99 con ella desde antiguo, ya que las amazonasno la aprendieron del todo de forma correcta100. El historigrafo afirma en diver-sos momentos que son las madres, de modo especial, quienes transmiten la lenguaa sus hijos. En esta ocasin no comenta ese detalle, pero s seala que las mujeres

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    93 El prosista indica que fue liberada por Caraxo, hermano de Safo (2.135.1), el cual se la llevconsigo a Mitilene. Aade que, cuando lleg con ella a la isla, Safo lo injuri mucho en un poema(2.135.6). Aunque esos versos no nos han llegado, algn autor posterior (Estrabn, 17.1.33) dijo queRodopis, llamada Dorica por Safo, se haba enamorado realmente de Caraxo cuando ste fue a Nucratisa vender vino lesbio.

    94 2.135.5: .95 2.104.4:

    . , Por cierto, no resulta clara la prueba aportada por el escritor, a saber, que cuantosfenicios comerciaban con Grecia no seguan la costumbre egipcia y ya no circuncidaban a sus hijos.Ntese la convergencia lxica, marcada en cursiva.

    96 Vanse los pasajes recogidos en notas 42-43.97 Consltese la secuencia ofrecida en nota 60.98 La lengua escita corresponda al grupo de lenguas iranias, o indo-iranias, procedentes del

    indoeuropeo. Un panorama general lo ofrece Schmitt, 1989. Por su parte, Corcella (Asheri: 660) apoyala afirmacin de que los saurmatas usaban un dialecto parecido al escita.

    99 En general, se llama as al uso de una parte de la oracin por otra (sustantivo por infini-tivo, etc.), a la utilizacin impropia de un adjetivo en un lugar que no le corresponde, o de un gneropor otro, o de un caso por otro, o de un adverbio por otro, y tambin a diversos errores cometidos a causade diferencias grficas. Con el sentido que nos interesa lo registran numerosos escritores: He rdoto (1),Demstenes (1), Aristteles (6), Epicuro (2), Aristxeno (1), Crisipo (3), Filxeno (1), Dionisio de Hali-carnaso (1), Estrabn (1), Plutarco (7),Herenio (1), Galeno (13), Luciano (29), Ateneo, etc. Con respec-to a diversos trminos relacionados con el citado concepto en la obra de Galeno, cf. Lpez Frez,2015: 263-271.

    100 4.117: , , .

  • de los saurmatas101 descendan de las amazonas, pueblo singular sobre el que ofreceun extenso relato102. As, pues, ni stas, ni sus hijas (las mujeres de los saurmatas), nilos hijos que las ltimas tuvieran de su unin con los citados hablaban bien el escita.

    11.4. Por ltimo recojo una secuencia donde se establece una cierta oposi-cin semntica entre el verbo que revisamos y el adjetivo , ignorante, queno sabe. Nuestro hombre, hablando de los lacedemonios, afirma:

    E, incluso, adems de esos detalles, les impulsaban los orculos103 cuando decan queles ocurriran muchas situaciones hostiles de parte de los atenienses; y de aqullos eranignorantes antes, pero, entonces, los aprendieron bien por haberlos trado Clemenesa Esparta. Clemenes, desde la Acrpolis de Atenas, haba adquirido los orculos,los cuales los haban adquirido antes los Pisistrtidas, pero, al ser expulsados, los deja-ron en el santuario, y, al estar abandonados all, Clemenes los haba cogido104.

    12. (2), aprender adems, aprender a continuacin, aprender bien.

    Verbo bastante raro en griego: el TLG slo recoge 27 usos. Es otra innova-cin lxica del escritor. En los siglos V-IV lo encontramos tan slo en cuatro ocasiones:

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    101 Los saurmatas, un pueblo de estirpe irania, vida nmada y economa bsicamente pastoril,procedan de Asia Central y fueron conocidos posteriormente con el nombre de srmatas; ocupabanel territorio que iba desde la margen izquierda del Don hasta el Volga, ms arriba de Volgogrado: Cf.Schrader: IV, 300.

    102 4.110-117: cmo llegaron por mar cerca del territorio escita, al norte del mar de Azov,y lo saqueaban a caballo; cmo los escitas decidieron tener hijos con ellas y luego se les unieron sexual-mente; los problemas mutuos con el uso de sus lenguas; ellas aprendieron antes; luego, convencierona los escitas para atravesar el Tanais y se establecieron a tres das de camino de ese ro en direccin este,donde entonces, en la poca del historiador, residan; etc. Cabe suponer que Herdoto relata hechosde su propia poca, cuando los saurmatas estaban casados con mujeres procedentes, segn l, de lasantiguas amazonas. Sobre stas, vase ms informacin en la nota 141.

    103 Macan: I, 234, indica que esos orculos no tenan carcter dlfico. Por lo dems, del pasa-je se deduce que, ya en la poca de los Pisistrtidas (527-510 a. C.), Atenas haba comenzado la polti-ca de hostilidad y amenaza contra Lacedemonia. Cabe inferir que los tiranos atenienses haban tenidoun poder importante sobre el contenido de los orculos. Las amenazas atenienses contra LacedemoniaacabaroncuandoClemenes, rey deEsparta, se llev los orculos quehaba en el templo deAteneaPoliade,sito en la Acrpolis. Poco despus, aproximadamente en el 500 a. C., segn nos dice el de Halicarnaso(5.91.2), los espartiatas quisieron reponer a Hipias como tirano de Atenas, afirmando que, por causade unos orculos, se haban equivocado al haber expulsado anteriormente de dicha ciudad a toda la fami-lia. Los orculos de carcter poltico se hicieron muy frecuentes en Grecia desde mediados del siglo VIa. C. (cf. Herdoto, 8.141.1, y Tucdides, 2.8.2). Previamente, los Alcmenidas, con Clstenes a la cabe-za, haban sobornado el orculo de Delfos para que convenciera a Clemenes a fin de derrocar a los Pisis-trtidas, hecho acontecido en el 510 a. C.

    104 5.90.2: , , . , , .

  • Herdoto (2), Tucdides (1), Jenofonte (1). Mucho despus, destaca Galeno (12).El sentido roza el campo de la educacin, en la medida en que el sujeto de la accinverbal est dispuesto a aprender algo. Veamos los dos ejemplos.

    12.1. El historiador explica que entre las costumbres de los persas est hacersacrificios en honor de Zeus, el sol, la luna, tierra, agua, fuego y vientos105. Y, en talcontexto, precisa lo siguiente: A sos solos les hacen sacrificios desde el comienzo,pero han aprendido tambin a sacrificar en honor de Urania106, tras haberlo apren-dido de los asirios107 y rabes108109.

    12.2. Unos representantes de los eleos llegaron ante Psamis110, convencidosde que las reglas de la competicin de Olimpia eran las mejores: Tras haberlo expli-cado todo, afirmaron que haban venido para aprender bien si los egipcios podranencontrar algo ms justo que eso111.

    13. (1), aprendizaje, conocimiento, estudio.

    Es uno ms de los numerosos neutros en -, -, que indican, especial-mente, el resultado de la accin: la filosofa hizo gran uso de ellos112. El que ahora

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    105 He aqu una versin ampliada de la teora de los cuatro elementos, con la novedad de quese habla de los vientos en vez del aire.

    106 Entindase Afrodita. El escritor aprovecha la ocasin para dar la equivalencia lingsticadel trmino en asirio, rabe y persa, aunque comete algn error de bulto, como confundir el dios Mitracon una divinidad femenina. How-Wells, 128, sealan la estrecha conexin de la diosa griega con la babi-lonia Milita, la asiria Istar y la fenicia Astart, si bien pudieron ser desarrollos independientes en las respec-tivas culturas. Por lo dems, sabemos bien que Platn (Smp. 180-181) establece claramente la distin-cin entre Afrodita Urania (la Celeste y pura) y la Pandemo, la popular. Vase, asimismo, Jenofonte,Smp. 8.9. En todo caso el halicarnaseo es el primero en mencionarla con ese apelativo.

    107 Herdoto (32) y Tucdides (1) son los primeros en nombrarlos. Posteriormente, desta-car Jenofonte (91). Tanto este gentilicio como el siguiente son sendas innovaciones herodoteas.

    108 Herdoto (42) es pionero en citarlos. Asheri, 167, puntualiza que los deHerdoto son los de que hablan fuentes posteriores.

    109 1.131.3: , , .

    110 Psamtico II (594-588 a. C.). El de Halicarnaso (2.160.1) afirma que rein en Egipto sloseis aos y llev a cabo una campaa contra Etiopa. El episodio de los eleos lo presenta Diodoro (1.95)como acontecido en los aos del faran Amasis (=Amasis II, 570-526 a. C.).

    111 2.160.2: . Algo antes, Herdoto haba afirmado que los egipcios son los hombresms sabios del mundo. Pues bien, la contestacin de los egipcios fue que, si los eleos queran organizaruna competicin verdaderamente justa, haban de excluir a sus conciudadanos, a fin de no favorecerlosen detrimento de los extranjeros. Asheri: 360, se ocupa de un tema recurrente en la Antigedad: la sabi-dura de los egipcios.

    112 Cf. Schwyzer: I, 522-524.

  • estudiamos aparece en el siglo V. En Herdoto, Eurpides113 y Sfocles114 lo leemoscon el valor de lo ya aprendido, leccin, es decir, algo conseguido, pasivo; pero,en otros autores tiene otro matiz, aprendizaje, conocimiento, estudio, con un senti-do claramente activo: tal sucede en Tucdides, como veremos. Con este ltimosignificado lo ofrecen, en el siglo IV, Iscrates y Platn, quien tambin recogeel primer sentido.

    El autor ofrece el primer valor a que nos hemos referido y, casi con seguridad,es otra innovacin lxica, pues su obra es quiz algo anterior a las de los dos trgicosantes indicados, donde el trmino aparece. El vocablo lo leemos enHerdoto cuando,indeciso Ciro entre atacar o no a Tomiris, reina de los masgetas, y aconsejndolemuchos que esperara el ataque de los enemigos en el lugar donde se encontraba,Creso, manteniendo la opinin contraria, la de cruzar el ro Araxes y atacarlos, ledijo entre otros puntos: Mis padecimientos, al ser infortunados, han llegado a serlecciones115. Dichas palabras contienen un pensamiento paralelo al que fuera expre-sado antes por Esquilo116.

    14. (1), que aprende, discpulo.

    Entre los autores de obra conservada son Herdoto (otra innovacin lxi-ca) y Aristfanes (7)117 los primeros en atestiguarlo. En la centuria siguiente, Platnsobresale por el nmero de secuencias (49) y matices. En el historigrafo lo halla-mos en un contexto donde se nos cuenta cmo los escitas le quitaron la vida a Ana-carsis por tratar de introducir en su tierra ritos extranjeros. El de Halicarnaso ofre-ce varias versiones de lo acaecido: Ahora bien, tambin he odo un relato diferentecontado por los lacedemonios: que Anacarsis, enviado por el rey de los escitas paraque fuera discpulo de la Hlade, una vez regresado a su procedencia, afirm, antequien le haba enviado, que todos los griegos estaban dedicados a la sabidura de

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    113 Hec. 814. Obra del 424 a. C.114 Ph. 918. La pieza fue representada en el 409. Para la publicacin de la Histore, va-

    se nota 4.115 1.207.1: . 116 El estrecho paralelo y correspondencia mutua entre el sufrimiento y el aprender es seme-

    jante al que en fechas anteriores leemos en el Agamenn, donde el Coro de ancianos habla de Zeus:quien estableci que aprendizaje con sufrimiento/ tuviera fuerza de ley ( / . A. 176-178). Por lo dems, el juego lxico, semntico y estilstico entre ambos sustanti-vos lo hallamos tambin en Jenofonte (Cyr. 3.1.17), y lo recoge, mucho despus, Galeno (4.673.14).

    117 En Nu. (133, 140, 142, 502, 1413, 1497) y R. (964), comedias, respectivamente, de 423y 405 a. C.

  • toda clase, salvo los lacedemonios, pero slo con stos se daba y reciba conversa-cin de modo sensato 118.

    Advertimos en la distribucin sintctica el genitivo de procedencia, con elque se apunta a la persona de quien se aprende algo como discpulo, construccincorriente en Platn119.

    15. (149), aprender.

    Este verbo lo encontramos ya en Homero (3). En los textos ms antiguosempieza a ser utilizado con el valor de aprender por la prctica, por la experiencia,aprender a hacer, aprender a conocer. De ah pas a la nocin de comprender120.En el siglo V lo tenemos en Pndaro (10), los tres trgicos (Esquilo, 52; Sfocles, 98;Eurpides, 129), Herdoto, etc. En la centuria siguiente destaca Platn (648).

    Antes de abordar el sentido de aprender algo de otro, con lo que estaremosen el campo de la educacin, entendido en sentido amplio, veamos una secuencia,entre muchas, donde nos acercamos a ese valor. As lo tenemos en las palabras deDaro a su mujer, partidaria, ante todo, de apoderarse de Grecia: Mujer, pues real-mente te parece que nosotros nos apoderemos ante todo de Grecia, me parece, enprimer lugar, que lo primero es enviar hasta ellos exploradores persas junto con eseque t dices, los cuales, tras aprender y ver, nos cuenten cada cosa respecto a ellos121.

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    118 4.77.1: , , , . El relato ha sido discutido, puesparece un elogio del laconismo espartano frente al deseo de aprender propio de los jonios. Macan, I, 52,recoge varias interpretaciones y cree que la verdadera intencin de la secuencia es elogiar la prudenciay la sabidura de los peloponesios, con lo que la frase ms delicada ( ) cabra enten-derla en el sentido de que todos los helenos no tenan tiempo libre (sc. para dedicarse a la sabidura),salvo los peloponesios. Por lo dems, de la ntima relacin griegos-sabidura tenemos abundantesejemplos en la literatura griega. Recojo unos pocos: Pndaro, O. 1.16; Herdoto, 1.60.3; Platn, Prt. 342b;Dionisio de Halicarnaso, Isoc. 1(bis); etc. Corcella (Asheri, 637) examina el pasaje y subraya que el rela-to de los peloponesios se centra, no en apreciar el carcter filohelnico de Anacarsis, sino en destacarel laconismo espartano.

    119 Cf. discpulo de alguno (Phd. 99c); discpulo de nadie respecto a tales cosas (Lach.186e); alumno de Eros (Smp. 197b); Damn, discpulo de Agatocles (Lach. 180d); de entre los disc-pulos de Protgoras (Prt. 315a); etc.

    120 Vase, Chantraine, 1968: 664. Adems, Drrie, 1956, aporta numerosos ejemplos refe-rentes al paralelo y contraste entre -. Sobre y sus compuestos es importanteel trabajo de Douterelo, 2001. En general, para dicho verbo y su familia lxica, aporta es relevante elestudio de Coray, 1993.

    121 3.134.6: , , ,

  • Ntese que la accin de aprender () ocupa en el texto un lugar anteriora la de ver (), de donde cabe inferir que esos enviados persas tendran querecabar una serie de informaciones mediante confidentes o preguntando a las gentesde su confianza antes de observar la realidad por sus propios ojos.

    Dentro de nuestro historiador, me centrar ahora en los ejemplos donde hayaalgn elemento que nos permita pensar que estamos ante el significado de aprendery, por tanto, dentro del amplio campo de la educacin. Hallamos un esquema quese repite en numerosos pasajes: alguien aprende algo de otro. Es un asunto intere-sante que no le pas inadvertido a un gran viajero, observador y estudioso comoHerdoto. En la exposicin de los ejemplos seguiremos un cierto orden histrico.

    15.1. Comenzamos con lo que aprendieron los griegos de otros pueblos.15.1.1. Primero, de los pelasgos. Sabemos que los griegos (o quiz mejor:

    los hablantes de griego), al llegar a Grecia, se encontraron con los pelasgos, pueblodel que el escritor se ocup en numerosos pasajes122. Precisamente, Herdoto sostie-ne que los griegos haban adoptado numerosas costumbres a partir de los egipcios,pero hacen las estatuas de Hermes con el miembro erecto, no por haberlo aprendidode los egipcios, sino tras haberlo tomado los atenienses, los primeros de los griegos,a partir de los pelasgos123, y, a partir de aqullos, los dems124.

    15.1.2. En segundo lugar, de los babilonios: Pues el polo, el gnomon y lasdoce partes del da los aprendieron los griegos a partir de los babilonios125.

    15.1.3. A continuacin, vendran quiz los fenicios. Se trata ahora de otro tipode aprendizaje, a saber, el prstamo lingstico, referido, en concreto, al nombre de

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    122 Vase nota 41.123 How-Wells: 213, apuntan que se tratara aqu, no de los primeros habitantes de Grecia,

    sino de una colonia pelasga establecida en el tica (cf. Hdt., 1.57.2)124 2.51.1:

    , , . Con respecto a la importancia de los Hermes, Tucdides habla de la mutilacin de losmismos en Atenas, pues en una sola noche les cortaron a casi todos la cabeza (6.27.1), lo que produjouna consternacin general y un sentimiento popular contra lo que se entendi como una seal paraderrocar la democracia. Por su lado, Pausanias (4.33.4) insiste en que los dems griegos tomaron delos atenienses la costumbre de representar al dios de ese modo. Lloyd (Asheri: 273) observa que Herdotoofrece dos tradiciones diferentes sobre la historia del tica: segn una (8.44.2), los atenienses fueronpelasgos transformados en helenos; segn la otra (6.137.1-4), los pelasgos vivieron en el tica al ladode los atenienses. Ahora bien, el texto presente es una mezcla de ambas tradiciones.

    125 2.109.3: - . El polo, una especie de reloj de sol hemisfrico, construido a semejanzade la bveda celeste, se utilizaba para seguir la traslacin del sol. En el citado, destacaba el gnomon,un puntero que indicaba el momento del da segn la direccin que tena. El espacio situado entrela salida y puesta del sol era dividido en doce partes, cuya duracin dependa de la poca del ao.Segn Digenes Laercio (2.1), Anaximandro puso en Lacedemonia el primer gnomon.

  • una planta: Y dicen que unas aves grandes transportan esas ramas secas a las quenosotros, tras haberlo aprendido de los fenicios, llamamos cinamomo126.

    15.1.4. Despus nos fijamos en los contactos con los egipcios: Los egip-cios fueron los primeros entre los hombres en celebrar asambleas generales, proce-siones y ceremonias sagradas127, y a partir de sos las han aprendido los griegos128.

    15.1.5. Por ltimo, los libios: Y los griegos han aprendido de los libiosa uncir cuatro caballos129.

    15.2. Pueblos que aprenden de los griegos algn asunto. Herdoto explicaque los persas son los hombres ms propensos a adoptar las costumbres extranjeras:Y, cuando se informan de placeres de todo tipo, los practican, y, as, tras haberloaprendido de los griegos, se unen130 con nios131.

    15.3. Unos pueblos (no griegos) aprenden de los egipcios: Los dems (sc.pueblos) dejan las partes sexuales como ellos han nacido, salvo cuantos han aprendi-do de sos (sc. los egipcios), pero los egipcios se circuncidan132; [] los etopes,habien-do aprendido las costumbres egipcias, han llegado a ser bastante civilizados133.

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    126 3.111.2: . El historiador no indica en qu regin o pas tienen lugar los hechos.Con respecto al cinamomo, Teofrasto (HP 9.4.5) habla de varias clases, indicando que sola comerciar-se en rama. Varios indicios del contexto (lugares relacionados con la crianza de Dioniso, intervencinde esas aves misteriosas) hacen pensar que el relato herodoteo puede estar basado en un cuento popular.

    127 How-Wells: 216, recogen varios sentidos para el trmino , pues para unos es la accinmediante la cual la imagen de una deidad visita a otra divinidad (); para otros, aludea la procesin hacia el templo, acompaada de sacrificios. Por su lado, Sayce, 159, piensa en las letanase himnos cantados siguiendo la msica de algunos instrumentos.

    128 2.58: , .

    129 4.189.3: . Laafirmacin del prosista est en contradiccin con Homero (Il. 11.699; Od. 13.81), Galeno (4.361.16),y, especialmente, Pausanias (5.8.7), el cual sita en 680 a. C. la primera victoria olmpica en la carrerade carros. Por su lado, Corcella (Asheri: 712) seala que aparecen cuadrigas en las representacionesgeomtricas del VIII a. C.

    130 Dentro de las expresiones eufemsticas referidas a la unin sexual, las construidas con elverbo / (en la voz media, unirse; propiamente, mezclarse) son de las ms usadas engriego. Algunos ejemplos: Homero (Il. 6.25; O. 7.61), Pndaro (O. 6.29; 7.71); Eurpides (Andr. 174;Io. 338); etc.

    131 1.135: .

    132 2.36.3: , , . De las palabras de Herdoto cabe deducir que todos los egipcios estaban circunci-dados. Josefo (Ap. 2.13), en cambio, sostiene que slo los sacerdotes tenan dicha condicin. En todocaso, frente a lo que leeremos en 2.104.3-105 (nota 140), haba otros pueblos semticos, o no, quepracticaban la circuncisin por motivos religiosos, y, quiz, tambin sanitarios: cf. How-Wells: 202.

    133 2.30.5: . El pasaje cabe encuadrarlo en el reinado de Psamtico I (663-609 a. C.), es decir,en el siglo VII, pero hay numerosas pruebas que documentan un contacto de los egipcios con los eto-pes ya en la XII Dinasta (1991-1802 a. C.), cuando los faraones se apoderaron de parte de Etiopa,extendiendo sus dominios hasta la segunda catarata: vase How-Wells: 196.

  • 15.4. Unos pueblos (no griegos) aprenden de otros (no griegos). El escritorse ocup repetidas veces de la circuncisin, en la que vio una costumbre relevantede ciertos pueblos:

    Pues los fenicios y los sirios de Palestina, y ellos mismos lo reconocen, lo han apren-dido de los egipcios, pero los sirios de en torno al ro Termodonte134 y el Partenio135,y los macrones136, que son vecinos de sos, afirman que lo han aprendido reciente-mente de los colcos137, pues sos138 son los nicos entre los hombres que se circun-cidan, y es evidente que sos lo hacen del mismo modo que los egipcios. De entrelos propios egipcios y etopes no puedo decir cul de los dos lo aprendi del otro,pues realmente es algo antiguo. Y de que lo aprendieron139 al mezclarse con Egipto,tengo como gran prueba la siguiente: cuantos fenicios se mezclan con Grecia ya noimitan a los egipcios en lo referente a las partes sexuales, sino que no circuncidanlos miembros de aquellos que les van naciendo140.

    15.5. Algunos pasajes nosmuestran las dificultadespara aprender algo de otros,concretamente una lengua extranjera. As sucede en la secuencia en que los escitas,

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    134 Hoy,TermeThsai. Pequeo ro de la provincia turca deSamsun; desemboca en elMarNegro.135 Llamado, actualmente, Bartin Thsai. El ro nace en los Montes Ilgaz y termina tambin

    en el Mar Negro.136 Los macrones, antigua tribu emparentada con los colcos, vivan al este del Mar Negro.

    Herdoto es el primero que los menciona (4); luego, Jenofonte (9).137 Las primeras menciones de los colcos las hallamos en Pndaro (3), Herdoto (16), Sfo-

    cles (1) y Eurpides (2). Eran los habitantes de la Clquide, patria de Medea, territorio situado juntoal extremo oriental del Mar Negro.

    138 Creo que recoge anafricamente a todos los pueblos mencionados que practicanla circuncisin. How-Wells, 241, aportan la explicacin de algunos estudiosos segn los cuales hubouna dependencia directa de los colcos con respecto a los egipcios. En este sentido, se ha sugerido, inclu-so, una deportacin de egipcios al territorio de la Clquide.

    139 Como en tantas otras ocasiones sucede en el historiador, no est claro quin es el sujetodel verbo. Creo que son todos los pueblos que haban aprendido de los egipcios la citada prctica, no slolos etopes, los ltimos mencionados, pues habra un contrasentido al referirse a continuacin a los feni-cios, que no tenan vnculo alguno con los etopes.

    140 2.104.3-105: , - , . . , , , - . Sealo con curviva las formas relacionadas con el verbo que revi-samos o con un compuesto, evidente ejemplo de acumulacin lxica, cuyo objetivo aqu es recalcarla idea de aprender, esencial en el prrafo. Lloyd (Asheri: 315) sostiene, en cambio, que la circun-cisin entre los pueblos semitas no tiene un origen egipcio.

  • enviados para acampar junto a las amazonas141, se encontraron con ellas. En un primermomento ninguno de los dos grupos entenda al otro, pero una amazona que se habaunido voluntariamente con un escita, le haca saber por seas, hechas con la mano( )142, que volviera al da siguiente al mismo lugar con un compa-ero; as lo hicieron, y posteriormente todos los jvenes escitas se unieron con igualnmero de amazonas: Despus, tras haber unido sus campamentos, vivan en comn,teniendo cada uno la mujer con la que se haba unido al comienzo. Los varones nopodan aprender la lengua de las mujeres, pero las mujeres comprendan la de los varo-nes. Y cuando se entendieron mutuamente, los varones les dijeron a las amazonas loque sigue143.

    15.6. Los griegos aprenden de una persona concreta: Habiendo introducidoMelampo144 que el falo fuera llevado en procesin en honor de Dioniso, los griegos,tras aprenderlo de se, realizan lo que realizan145146.

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    141 Este pueblo mtico es recogido por numerosos escritores antiguos. Menciono algunoshasta el siglo IV: Homero (2), Etipide (1), Esquilo (4), Herdoto (13), Eurpides (6), Iscrates (5), etc.En el terreno del mito las amazonas estn ligadas fundamentalmente a Heracles, que hizo una expe-dicin contra ellas, acompaado de Teseo, para apoderse del cinturn de Hiplita, la que luego, unidaal hroe ateniense, sera madre de Hiplito. Vencidas por Heracles, las amazonas atacaron Atenas,una de cuyas grandes glorias habra sido derrotarlas en su intento de apoderarse de la Acrpolis, moti-vo dilecto de literatos y artistas diversos. Una reina de las amazonas fue Pentesilea (hermana de Hiplita),que intervino en la guerra de Troya y es citada por primera vez en el poema cclico Etipida de Arctinode Mileto. El lugar de residencia de ese pueblo mtico vara segn los autores: Homero (Licia), Herdoto(Escitia),Diodoro de Sicilia (Libia), Estrabn (junto al ro Termodonte), etc. Nada sabemos de su lengua,pues ni siquiera est bien establecido el significado del gentilicio: Cf. Chantraine, 1968: 69, donde,con dudas, y, descartando la etimologa popular (sin seno), se propone como origen el nombre deuna tribu irania: *ha-mazan, guerreros.

    142 4.113.2. Una expresin semejante hallamos, por primera vez, en Esquilo, A. 1061, cuandoClitemnestra le pide a Casandra que, si no comprende lo que le est diciendo, le replique, en vez decon la palabra, con signos hechos con su mano brbara. Sobre la importancia de los signos y su inter-pretacin dentro de la obra herodotea, vase Hollmann, 2011.

    143 4.114.1-2: , . , . , Efectivamente, los escitas les rogaron que les acompaaran a su pas,donde tenan padres y propiedades, y, al mismo tiempo, les prometieron que las haran sus esposas.

    144 Hroe de Pilos (Mesenia), fue quiz el primer adivino, mdico y taumaturgo, as comoel primero que erigi un templo en Grecia en honor de Dioniso. Cf. Schrader: II, 337. De la presenciade aqul en la Historia herodotea se ocupa Gray, 2012.

    145 Expresin eufemstica con que se alude a las ceremonias obscenas realizadas durante ciertosrituales dionisiacos: Cf. Herclito, B 15.

    146 2.49.1: -, . A continuacin de este pasaje el histo-riador nos ilustra sobre otros muchos asuntos que Melampo aprendi en Egipto. Cita, por ejemplo,las ceremonias referentes a Dioniso.

  • 15.7. Una persona concreta aprende algo de otros pueblos: Dicen que,tras haber llegado los escitas para eso, Clemenes tuvo con ellos un trato mayor delo normal, y al tratarlos ms de lo apropiado, aprendi de ellos a beber vino puro.Y los espartiatas piensan que por eso se volvi loco147.

    15.8. En ocasiones, el de Halicarnaso no sabe bien de quines han aprendi-do algo ciertos pueblos:

    Pues bien, si los griegos han aprendido eso148 de los egipcios, no puedo juzgarlocon precisin, al ver que tambin tracios, escitas, persas, lidios y casi todos los brba-ros tienenpor menosdignos que a los dems ciudadanos a quienes aprenden las artes149

    y a los hijos de sos, y, en cambio, consideran nobles a quienes se apartan de los ofi-cios manuales, y, de modo especial, a los que se dedican a la guerra. Y bien, todoslos griegos han aprendido eso, ante todo los lacedemonios150, pero son los corintioslos que menos censuran a los artesanos151.

    15.9. Frente al sentido positivo del verbo que recorremos, vemos en otrolugar que las amazonas no haban aprendido ciertas actividades consideradas feme-ninas. Tal leemos cuando aqullas les replican a los escitas que queran llevrselas

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    147 6.84.3: , . Platn, Lg. 637e, indica que los escitas y los tracios consumen vino puro.Ateneo, 36b, recuerda que beber vino puro produce parlisis de los cuerpos.

    148 A saber, la costumbre de no permitir ejercer ningn oficio, salvo el arte militar.149 Es la primera vez en la literatura griega donde se asocian ambos trminos: aprender-artes

    (como objeto directo). Otros ejemplos los presentan Aristfanes, Pl. 905, Jenofonte, Mem. 4.2.5, Is-crates, 19.45, Platn, Euthd. 289e; etc.

    150 Entre los lacedemonios estaba prohibido dedicarse a las labores artesanales: cf. Plutarco,Ages. 5. Esas ocupaciones estaban reservadas a los periecos. Aristteles, hablando de la ciudad ideal,expone que los ciudadanos no deben tener una vida propia de artesanos (Pol. 1328b39), afirman-do, adems, que el artesano no participa d