pedagogía para catequistas

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preocupando». Otra manera de compartir los sentimientos es abrazarlo. 6.2. Cómo hablar al niño Si los niños se hacen los sordos continuamente cuando se les pide algo no es porque sean sordos. Se trata de una tendencia a desconectar hasta que el volumen de la voz del catequista llega a un punto crítico determinado en el que el niño sabe que la cosa se está poniendo seria. Para acabar con este problema se requieren dos ingredientes esenciales: los catequistas tienen que decir lo que piensan y pensar lo que dicen. Es decir deben elegir sus palabras con cuidado y después apoyarlas con acciones justas, consecuentes y con sentido. El niño aprenderá rápidamente a escuchar la primera vez que se le pida algo. Para lograr esto es preciso: 1. Establecer un contacto visual Ya que los niños se distraen con tanta facilidad, los catequistas deben asegurarse de que el niño les mira cuando le están hablando. Este podría ser el factor más importante para conseguir que el niño siga las instrucciones de sus catequistas o simplemente para que escuche. Hay veces en las que es necesario usar el contacto físico para conseguir la atención de un niño. En este caso, es conveniente tocarle ligeramente el hombro o, si es necesario, orientarle hacia sí colocándole las manos sobre el hombro y girando al niño suavemente. Hay que usar esta técnica sólo como recurso e intentar eliminarla en seguida. En un niño más mayor un mero rozamiento de hombro podría provocar una confrontación inmediata en vez de conseguir que escuchara. Cuando el niño mira a sus catequistas cuando éstos están hablando, es bueno elogiarle por ello y manifestarle que se le agradece. Más adelante, se le puede elogiar por escuchar y por hacer lo que se le pide sin demora. 2. Hablar con voz sosegada y firme Si siempre se habla al niño con voz severa o se levanta la voz al pedirle algo, aprenderá a desconectar hasta que la voz de sus catequistas alcance el volumen máximo. Si los catequistas se dan cuenta de que cada vez levantan más la voz deben detenerse, respirar profundamente, restablecer el contacto visual, hablar lentamente y con mucha claridad. Decir, «Andy (con largas pausas entre palabra y palabra, contacto visual), quiero...que...dibujes...tu...familia...y... que...la...pintes...en...el...cuaderno...ahora». Poner un «punto final» al final de la frase. 3. Evitar utilizar preguntas en lugar de afirmaciones Si se le dice al niño, «¿Qué tal si recoges ese papel?» no sería de extrañar que contestara, «¡Ahora no!». Si se le dice, «Ahora leer la biblia», le da lugar a decir «No, ahora no». Cuando no hay ninguna duda sobre lo que se quiere que haga el niño hay que hacer afirmaciones definitivas que le indiquen exactamente lo que tiene que hacer, cuándo, dónde y como. 6. Utilizar frases sencillas No se deben usar palabras que el niño no comprenda. Hable clara y sencillamente. No hable demasiado. Las instrucciones o explicaciones largas pueden hacer que el niño pierda interés o se olvide de lo que se le dijo al principio. Los niños tienen una capacidad limitada para recordar retahílas de información verbal. La comunicación corta y simple con su consecuencia lógica será comprendida y recordada infinitamente mejor que un largo discurso. 7. Decir al niño lo que se piensa Los catequistas deben explicar al niño los sentimientos que producen sus acciones o actitudes en lugar de criticarle directamente. Por ejemplo, «Me enfado mucho cuando dejas tu banco desordenado y lo tengo que ordenar yo». O, «Temía que te hubieras perdido cuando no llegaste tarde a la reunión». Si se conjugan las frases en primera persona en lugar de en segunda se puede evitar la crítica, las culpabilidades, o el ataque directo sin dejar por ello de expresar emociones fuertes con eficacia. Didáctica para Catequistas Esp.Santo jesús Dios 22 Tema 1: Vida del grupo 1 Tema 2: Cómo manejar el grupo 7 Niños problemáticos 13 Tema 3: Técnica básica de la 17 disciplina Material elaborado por el Equipo Técnico Pedagógico Marista - Bolivia. 2005

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Texto pedagógico para catequistas

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preocupando». Otra manera de compartir los sentimientos es abrazarlo.

6.2. Cómo hablar al niño

Si los niños se hacen los sordos continuamente cuando se les pide algo no es porque sean sordos. Se trata de una tendencia a desconectar hasta que el volumen de la voz del catequista llega a un punto crítico determinado en el que el niño sabe que la cosa se está poniendo seria.

Para acabar con este problema se requieren dos ingredientes esenciales: los catequistas tienen que decir lo que piensan y pensar lo que dicen. Es decir deben elegir sus palabras con cuidado y después apoyarlas con acciones justas, consecuentes y con sentido. El niño aprenderá rápidamente a escuchar la primera vez que se le pida algo. Para lograr esto es preciso:

1. Establecer un contacto visual

Ya que los niños se distraen con tanta facilidad, los catequistas deben asegurarse de que el niño les mira cuando le están hablando. Este podría ser el factor más importante para conseguir que el niño siga las instrucciones de sus catequistas o simplemente para que escuche.

Hay veces en las que es necesario usar el contacto físico para conseguir la atención de un niño. En este caso, es conveniente tocarle ligeramente el hombro o, si es necesario, orientarle hacia sí colocándole las manos sobre el hombro y girando al niño suavemente. Hay que usar esta técnica sólo como recurso e intentar eliminarla en seguida. En un niño más mayor un mero rozamiento de hombro podría provocar una confrontación inmediata en vez de conseguir que escuchara.

Cuando el niño mira a sus catequistas cuando éstos están hablando, es bueno elogiarle por ello y manifestarle que se le agradece. Más adelante, se le puede elogiar por escuchar y por hacer lo que se le pide sin demora.

2. Hablar con voz sosegada y firme

Si siempre se habla al niño con voz severa o se levanta la voz al pedirle algo, aprenderá a desconectar hasta que la voz de sus catequistas alcance el volumen máximo. Si los catequistas se dan cuenta de que cada vez levantan más la voz deben detenerse, respirar profundamente, restablecer el contacto visual, hablar lentamente y con mucha claridad. Decir, «Andy (con largas pausas entre palabra y palabra, contacto visual), quiero...que...dibujes...tu...familia...y... que...la...pintes...en...el...cuaderno...ahora». Poner un «punto final» al final de la frase.

3. Evitar utilizar preguntas en lugar de afirmaciones

Si se le dice al niño, «¿Qué tal si recoges ese papel?» no sería de extrañar que contestara, «¡Ahora no!». Si se le dice, «Ahora leer la biblia», le da lugar a decir «No, ahora no». Cuando no hay ninguna duda sobre lo que se quiere que haga el niño hay que hacer afirmaciones definitivas que le indiquen exactamente lo que tiene que hacer, cuándo, dónde y como.

6. Utilizar frases sencillas

No se deben usar palabras que el niño no comprenda. Hable clara y sencillamente. No hable demasiado. Las instrucciones o explicaciones largas pueden hacer que el niño pierda interés o se olvide de lo que se le dijo al principio. Los niños tienen una capacidad limitada para recordar retahílas de información verbal. La comunicación corta y simple con su consecuencia lógica será comprendida y recordada infinitamente mejor que un largo discurso.

7. Decir al niño lo que se piensa

Los catequistas deben explicar al niño los sentimientos que producen sus acciones o actitudes en lugar de criticarle directamente. Por ejemplo, «Me enfado mucho cuando dejas tu banco desordenado y lo tengo que ordenar yo». O, «Temía que te hubieras perdido cuando no llegaste tarde a la reunión». Si se conjugan las frases en primera persona en lugar de en segunda se puede evitar la crítica, las culpabilidades, o el ataque directo sin dejar por ello de expresar emociones fuertes con eficacia.

Didáctica para Catequistas

Esp.San

tojesús

Dios

22

Tema 1: Vida del grupo 1

Tema 2: Cómo manejar el grupo 7

Niños problemáticos 13

Tema 3: Técnica básica de la 17

disciplinaMaterial elaborado por el

Equipo Técnico PedagógicoMarista - Bolivia. 2005

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cantidad.

A) Comuníquese regularmente.

Asigne un rato cada día para hablar con el niño Aunque sólo sean cinco minutos a la hora de salida. Siéntese a hablar. El tiempo variará, pero el hecho debe fijarse en el horario.

B) Repase citas para hablar.

Si no hay otro remedio que aplazar la charla, se debe asignar otro momento más tarde: «No podemos hablar ahora porque hay demasiado ruido, pero hablemos de ello en tu habitación esta noche en cuanto estén recogidos los platos de la cena». Asegúrese siempre de cumplir la cita.

C) Préstele la máxima atención.

Diga al resto del grupo que estará ocupado, acuda a un lugar privado y actúe como si tuviera todo el tiempo del mundo para escuchar. Preste al niño la misma atención que la que se prestaría a un amigo que viniera a hablar de un problema importante.

D) Inicie la conversación. Algunas veces, cuando los niños quieren hablar, les cuesta mucho arrancar. De modo que pueden ser de ayuda frases como «Hablemos» o «Dime lo que te preocupa». Pero cuanto más específicas sean las frases de apertura, mejor. Se puede decir, por ejemplo, «Cuando llegaste al colegio hoy parecías muy triste. ¿Me quieres contar qué te ha pasado?». Si el niño indica que, en efecto, pasó algo en la escuela pero no quiere hablar de ello en ese momento, debe saber que habrá tiempo para hablar más tarde.

Si el niño suele responder con un pequeño empujón adicional, hágalo suavemente para ayudarle a arrancar. Intente contarle un cuento o lea un libro, verdadero o ficticio, sobre una situación similar. A veces la mejor manera de ayudarle a empezar es sentarse abrazándole y esperar tranquilamente a que arranque.

E) Mantenerla la conversación.

Una vez que se ha comenzado, utilice todos los medios para mantener la conversación viva. Los adultos tienen la tendencia a dar soluciones, consejos, o incluso a hacer discursos a los niños.

Hay que resistir la tentación. Muchos niños se quejan de que no pueden comunicarse con sus padres porque cada vez que lo intentan, se les lanza un discurso. ¡Simplemente hay que escuchar!

Utilice preguntas para suscitar la confianza y para que el niño continúe hablando. «¿Y entonces qué pasó?» «¿Qué dijo?». O bien haga afirmaciones de apoyo que muestren comprensión por lo que el niño siente. «Seguro que eso te enfureció a mí me habría herido mucho si me hubieran hecho eso.» O incluso exclamaciones cortas como «¡Oh no!» o «¡Aj!» pueden hacer avanzar la conversación.

Escuchale activamente, esto significa repetir al niño lo que ha dicho o interpretarlo. Si el niño dice, «Gerónimo me ha pegado», el catequista responde, «¡Te ha pegado!». A continuación, para conocer sentimientos más profundos, los catequista pueden responder con algo como: «Gerónimo es tu mejor amigo, seguro que te hirió especialmente el que fuera él quien te pegara». Aunque no se acierte, incluso una interpretación poco exacta provocará, normalmente más respuestas por parte del niño. Sígale el hilo al niño como un científico simpático y un amigo en el rol de un policía haciendo una interrogación. Los catequistas han de pensar que se deben poner a la altura de la visión del mundo que el niño tiene, no necesariamente de la «verdad» exacta sobre lo que ocurrió.

No hay que exagerar ésta o cualquier otra técnica. Si se repite cada afirmación que el niño hace o se hacen demasiadas preguntas, quizás el niño se sienta incómodo o se interrumpa.

F) Haga saber al niño que se aprecia su esfuerzo por compartir.

Cuando el niño habla a sus catequistas de acontecimientos importantes de su vida, éstos deben expresar que les parece fantástico. Se le puede decir simplemente «Gracias por contarme esto». O quizás, «Sé que te habrá sido difícil hablar de eso. Me alegro de que sientas que puedes hablar conmigo cuando algo te esta

TEMA 1: VIDA DEL GRUPO

1. El grupo: definiciónExisten muchas y muy diversas definiciones de grupo, y en general todas dan a entender lo mismo:

Conjunto de individuos con un objetivo común, que interaccionan entre sí aceptando ciertas normas y compartiendo emociones, participando de un sentimiento común llamado espíritu de equipo

2. Características esenciales del grupo.

El objetivo común.

La estructura.

Los roles.

Las normas.

La cultura del grupo: valores y creencias.

Las interacciones.

La cohesión.

El clima o atmósfera del grupo.

El sistema de comunicaciones interno y externo.

2.1. El objetivo comúnEs la característica que define y da vida al grupo.Se define cuando el grupo particulariza y señala una situación a la que desea llegar.Puede surgir como una necesidad del grupo; como algo impuesto desde fuera o como objetivos intermedios antes de alcanzar el objetivo final.Define y une al grupo cuando es colectivamente aceptado.

2.2. La estructuraEs la configuración que adquiere el grupo al constituirse y desarrollar sus actividades. Las actividades y relaciones interpersonales suelen ser muy fluidas y cambiantes, pero es la estructura, como conjunto interactivo de roles y posiciones, lo que permanece.

2.3. Los rolesEl rol se podría definir como un modelo de conductas del individuo en un grupo.El rol puede ser impuesto por el grupo o asumido directamente por el mismo.

2.4. Las normasSon las reglas de funcionamiento del grupo por las que se regulan las conductas y procedimientos.Deben ser conocidas y aceptadas por los miembros del grupo.

2.5. La cultura del grupo: valores y creenciasEs el cuerpo de conocimientos que han sido transmitidos por generaciones anteriores y que resume el aprendizaje colectivo de un grupo: códigos de honor, escalas de valores, filosofías de trabajo, etc.

2.6. Las interaccionesEs la relación entre los miembros del grupo en la que las acciones de unos son afectadas por la de los otros.Cada miembro afecta al grupo en general y es afectado por éste y cada uno reacciona ante los demás como los demás reaccionan ante él.

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que es evidente que no ha sabido limpiarla lo bastante bien y que le enseñará con agrado cómo hacerlo. Ayúdale, pasale las herramientas, ponte a limpiar junto con el niño, incluso aunque se resista o se queje. Cuando la zona está limpia, se debe preguntar al niño que muestre cuál es el lugar para dibujar. Si vuelve a escribir en el banco, repita todo el proceso una vez más: «Oh no! El banco está sucio otra vez. Necesitas más práctica en limpiar bancos. Cuando termines puedes enseñarme dónde se puede dibujar otra vez».

En la mayoría de los casos, ésta es suficiente motivación para que hasta los niños más rebeldes dejen de escribir en las paredes. Esta técnica es eficaz tanto con niños pequeños como con más mayores.

A continuación se explica cómo aplicarla:

1. Obligue al niño a deshacer o corregir el daño social o físico

Ejemplos: limpiar la pared, recoger la basura del suelo, pedir disculpas por empujar.

2. Obligue al niño a practicar comportamientos positivos

Por ejemplo, si no entra al aula y se queda en el pasillo cuando se toca la campana, oblíguele a salir fuera y esperar allí y luego llamarlo con un talan talan durante tres veces consecutivas.

3. Supervise la sesión de prácticas

Esto puede requerir un tiempo, pero la inversión merece la pena.

4. Utilice las manos para guiarle si es necesario

Si el niño se resiste a practicar, hay que ayudarle a realizar las acciones correctas con las manos. Si no quiere recoger la basura que boto al suelo, pasele la escoba, remueva los bancos, acomode el basurero, como si fueras su ayudantes. Manténgase tranquilo pero firme hasta que la tarea termine o el niño empiece a hacerlo solo.

5. Elogie y refuerce la obediencia

A medida que el niño empiece a comportarse mejor y se necesite menos practica, hay que hacerle saber lo bien que lo está haciendo. Elogie en abundancia. Déle una pequeña recompensa por sus progresos.

6. TÉCNICAS BÁSICAS DE LA DISCIPLINA

6.1. Cómo deben escuchar los catequistas para que el niño hable con ellos

1. Escuchar a través del comportamiento

Cuando el niño empieza a actuar de una forma distinta, es posible que no se trate de una nueva etapa de su desarrollo. Quizás intente comunicar algo.

2. Definir sentimientos

E1 proceso de enseñar a un niño a identificar y expresar sus sentimientos supone años y mucha insistencia. Pero habrá muchas oportunidades para ayudarle a interpretarlos. A medida que se vaya haciendo mayor, se debe empezar a ser una especie de detective en lugar de dar la definición solamente: "Suena como si estuvieras enfadado con Jesús", o, «Parece que te preocupa algo. ¿Qué crees que es?» Luego, tras una corta charla, quizás el niño informe que está «celoso» de Jesús porque tiene más éxito con la gente. E1 identificar los sentimientos es una habilidad que necesita refinarse, así que hay que ser paciente.

3. Tiempo para escuchar

Se debe permitir a los niños que cuenten sus experiencias cotidianas y sus sentimientos a sus catequistas, que se sientan libres para darles detalles de lo que les está ocurriendo no basta con mantener alguna conversación profunda de vez en cuando.

La comunicación no es sólo una cuestión de calidad, sino también de cantidad. Este es un punto extremadamente importante y nunca se hará bastante hincapié en ello. Una gran conversación nunca compensará años de silencio.

Los siguientes pasos pueden ayudar a mantener una comunicación con el niño, tanto en calidad, como en

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2.7. La cohesiónViene dada por las relaciones iniciadas entre los miembros y sostenidas por las normas.La determina el grado en que los miembros desean participar y permanecer en el grupo.Es la responsable de producir el sentimiento de unidad, también llamado espíritu de equipo.

2.8. El clima del grupoEs la tonalidad afectiva que predomina en las acciones y las relaciones.La creación y mantenimiento de un buen clima es una de las responsabilidades del líder.

2.9. El sistema de comunicación interno y externoEs la forma en que los miembros, y sobre todo el catequista, han establecido las posibilidades de intercambiar mensajes entre ellos y con el exterior.Las comunicaciones permiten al grupo fijar y desarrollar sus pautas de actividad y consolidar su estructura.Las comunicaciones permiten al grupo definir, diagnosticar y resolver problemas comunes: se podrá trabajar en grupo.

3. FUNCIONAMIENTO DEL GRUPOEl grupo es un “ser” que, diferente a la suma de sus partes, va evolucionando y creciendo a lo largo de su vida.El grupo, desde su formación, está en un proceso continuo de cambio, pasando por diversas etapas:

1ª Etapa: Seguridad en la situación.En los primeros momentos aún no existe grupo, sino varias personas juntas que tratan de buscar seguridad en esa nueva situación.No se es uno mismo, funcionan las máscaras que combatirán esta inseguridad inicial, inseguridad que se verá reflejada en los diálogos que se establecen, donde no se llega al fondo de los problemas, tratándose los temas de forma superficial.

2ª Etapa: La seguridad en la confianza interpersonal.Se comienzan a abandonar esas máscaras y se asoma uno mismo, con la intención de trabajar en común.A algunas personas, este “mostrarse“ les crea una importante angustia, un pánico a esta situación, y tienden a agredir para afirmarse o defenderse.En estas primeras etapas, el comportamiento de cada miembro tiende a estar más orientado hacia uno mismo y menos hacia el grupo y la tarea, más a guardar una imagen o un papel para el resto.Todo esto es debido a la nueva situación a la que debe enfrentarse, a la inseguridad y la incertidumbre.Los problemas que aparecen en los comienzos de la formación de un grupo se resumen en:

a) Identidadb) Control e influenciac) Necesidades individuales y metas del grupo.

A) Identidad:Hay que elegir una identidad tanto ante uno mismo como para el resto del grupo, que sea aceptable.Ante esta situación se adopta un papel determinado que es diferente del que se adopta en otras circunstancias.Ante el grupo, cada individuo necesita autodefinirse, adaptando su comportamiento a esta nueva imagen.

B) Control e influencia:Al incorporarse a un grupo, los miembros no conocen las necesidades ni los estilos del resto.Cuanto se haga o diga va a influir y a provocar una reacción en el resto, que aún se desconocen.En este momento, el reajuste de todos los miembros es fundamental, apareciendo las primeras

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3.5. Centrarse en una sola conducta (o conductas asociadas) cada vez

Es imposible cambiarlo todo de golpe y el intentarlo agobiaría a todos los implicados. Tomar un problema cada vez, e ir añadiendo los otros de forma apropiada. Jaime, uno de nuestros niños, tenía problemas en cada reunión. Llegaba tarde, no quería hacerse las actividades y no le quedaba tiempo para realizarlas. Primero se atacó el problema de llegar tarde. Cuando empezó a llegar puntualmente, se añadió al gráfico el participar en las actividades, y así sucesivamente.

4. ¿SE DEBEN USAR CASTIGOS O PENITENCIAS?

De seguro que tus padres lo usan, así como los padres de los niños. Pero... nosotros como catequistas ¿podemos valernos de estas mañas?

Estas técnicas son válidas y muy usadas, pero son técnicas negativas, pues también generan otras reacciones que son inconvenientes: rebeldía, rencor, miedo, manías, etc. Y lo peor es que con el tiempo las penitencias o castigos pierden su eficacia.

Por ello es importante que sepamos cuándo y cómo usarlo. A continuación se sugiere seguir los siguientes puntos básicos:

4.1. Elegir una penitencia que reduzca la conducta no deseada

El consejo de los autores es el de observar los efectos que tiene la penitencia. Si la conducta no deseada decrece, entonces la consecuencia debe ser la sanción. Si no es así, no vale la pena repetir la acción. Hay que probar otra

4.2. Use la penitencia con moderación

Si se usa el penitencia demasiado a menudo, el niño se habitúa y deja de ser eficaz.

4.3. Usar la penitencia combinado con técnicas positivas

Cuando se escoge la sanción, asegúrese de que se está proporcionando también disciplina positiva.

4.4. No retrase la penitencia

Si se va a sancionar al niño, hágalo tan pronto como sea posible después de la conducta inapropiada. Las conductas se controlan mediante consecuencias inmediatas, así que no hay que esperar la semana que viene.

4.5. Explique siempre las consecuencias

El niño debe saber qué conductas le desagradan y lo que va a ocurrir si continúa perseverando. Explíquele cuáles son las reglas y las consecuencias que seguirán si no las tiene en cuenta.

4.6. No amenace en vano

No hay que amenazar al niño con sanciones y luego no seguir adelante. No hay que darle una segunda, tercera , décima oportunidad antes de entrar en acción. Se debe decir lo que se va a hacer y hacer lo que se ha dicho en todas las ocasiones. La falta de consistencia y las amenazas vanas conducen a la mala conducta, que se convierte en más firme y más resistente al cambio.

Como principio general, no se recomienda las sanciones ni penitencias, pero existen algunas excepciones aisladas. Nunca se debe aplicar el castigo físico, ni insultos o castigos sicológicos (poner al hielo, apartarlo en una esquina, sentarlo solo, etc.)

5. CÓMO USAR LA SOBRECORRECCION

El niño dibuja en el banco por enésima vez. Se le debe decir que el banco está sucia a causa de los garabatos y que «alguien» tiene que limpiarla para que quede bien otra vez. Déle al niño los materiales de limpieza adecuados y supervise el proceso de limpieza. Después explíquele que la zona limpiada ha quedado más clara que el resto de la pared, de modo que hay que limpiar esa parte también (dentro de lo razonable, por supuesto).

Si el niño se niega, el catequista debe decirle tranquilo pero firmemente que comprende cómo se siente pero

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manifestaciones de lucha para poner a prueba las distintas formas de influencia. Este es un fenómeno natural, una forma de tantearse unos a otros, necesaria para reducir la ansiedad y tensiones iniciales.C) Necesidades individuales y metas del grupo:Las personas, al incorporarse a un grupo, desean obtener o satisfacer determinadas necesidades y objetivos,pretenden que el grupo les aporte algo.Los objetivos del grupos deben establecerse teniendo en cuenta los objetivos y expectativas personales.Estas cuestiones surgen en los comienzos de un grupo, y deben ser consideradas y resueltas para que el grupo pueda evolucionar hacia momentos más constructivos, de tal manera que se consiga realizar la tarea propuesta.

Ante las cuestiones que surgen en los comienzos del grupo, sus miembros pueden responder de diferentes formas:

- Respuestas enérgicas: aparecen actitudes de lucha, de querer llevar el control y de resistencia a la autoridad.- Respuestas de dependencia: búsqueda de apoyo, pero sin orientarse a la tarea.- Comportamiento retirado, pasivo.

3ª Etapa: Desarrollo de la participación.Comienza la verdadera participación y el trabajo en grupo en un ambiente relajado.Se tiende a la unanimidad y a hacer concesiones para avanzar en el trabajo.

4ª Etapa: La estructura del grupo.El grupo se organiza, siente la necesidad de una estructura, ya que comienzan a aparecer otro tipo de problemas con los llamados roles del grupo.

5ª Etapa: Autorregulación del funcionamiento.Es la etapa de la madurez del grupo, donde este se controla, reflexiona y se gobierna, evaluando su propio progreso y haciendo frente a las situaciones difíciles.

4. GRUPOS EFICACESPara que el grupo se mantenga y se desarrolle de manera eficaz en la solución de problemas, es necesario que se establezcan unas buenas relaciones entre los miembros.Asentado el grupo, puede aparecer obstáculos que entorpezcan la participación de los miembros y, por tanto, su productividad y eficacia para alcanzar las metas propuestas, como pueden ser:

- Temor al ridículo.- Temor a sentirse observado por el grupo.- Ignorar los objetivos del grupo.- Ignorar el asunto presente.- Falta de tiempo.- Intereses creados.- Incompatibilidad de valores.- Educación recibida para no participar.- Miedo a tomar una posición determinada.

Estos obstáculos pueden salvarse con una definición clara de los objetivos, la creación de un buen clima, la implantación de unas normas claras y plenamente aceptadas y, por supuesto, el respeto por los demás miembros y sus aportaciones al grupo.

5. LA VIDA EN GRUPO- El clima hace referencia de las cualidades que predominan de manera consistente en los contactos

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Un modo eficaz de eliminar comportamientos específicos que irritan es simplemente ignorarlos. Puede que, al aplicar esta técnica, le parezca que no está haciendo nada en absoluto para cambiar las cosas, pero comprobará cómo al ignorar sistemáticamente ciertos comportamientos, y actuando como si no existieran, se consiguen resultados asombrosos.

La ignorancia sistemática es el arte de ignorar los comportamientos que desagradan y prestar atención positiva a los que agradan. Nunca se debe hacer una cosa sin la otra.

Sin embargo, antes de intentar esta estrategia, valore usted el comportamiento y decida si se puede ignorar sin problemas. Es evidente que no se pueden ignorar conductas peligrosas como correr por la calzada o subirse a la ventana y tampoco se pueden ignorar acciones intolerables como pegar o insultar.

A continuación se dan unas líneas generales para que la ignorancia sistemática sea un éxito:

2.1. Decidir lo que se puede y lo que no se puede ignorar

¿Es ésta una conducta que se puede, o se desea ignorar? ¿No es peligroso ignorarla?

La ignorancia funciona bien normalmente para detener un comportamiento que siempre ha provocado la atención y ha permitido al niño salirse con la suya con anterioridad. Las rabietas son un buen ejemplo. El niño quiere seguir jugando y usted le dice, «No, ahora no». Se calla, no participa, distrae a sus compañeros, etc. Usted intenta resistir, pero al final no lo soporta más y se rinde. Improvisa una dinámica para detener la rabieta, y esta se detiene. El catequista ha reforzado la dependencia del niño en las rabietas para el futuro.

2.2. No prestar atención al comportamiento

No se debe reaccionar al comportamiento indexado de ninguna manera, verbal o no verbal. No hay que decir nada al respecto. No se debe mirar al niño cuando esté actuando. No hay que mostrar ninguna expresión facial 0 hacer gestos como reacción a ello. Se debe mirar a otro sitio, hacer como si se estuviera ocupado en otra cosa, salir de la habitación.

3. COMO RECOMPENSAR

Las recompensas de conductas deseables actúan como refuerzos que hacen que el niño se sienta bien por lo que ha hecho y quiera hacer lo mismo más a menudo. Proporcionan motivación. No siempre es fácil la elección de una recompensa apropiada para las conductas correctas del niño. Es un tema de una labor detectivesca, sentido común y un poco de imaginación para detectar qué le puede gustar al niño. Se sugiere preguntar a los niños más mayores qué les gusta para así tener la información necesaria, y también para poder seguir manteniendo el control de la selección.

3.1. Hacer un cuestionario

Para ayudarle a lograrlo sugerimos que se haga un cuestionario de las preferencias del niño. Dado que las preferencias del niño cambian con frecuencia, repita el proceso de vez en cuando.

3.2. Variar las recompensas

Hay algunas estrategias para que la selección de recompensas sea más eficaz. Una de ellas es variar las recompensas para que no pierdan su atractivo. Seleccione varios tipos diferentes de recompensas del repertorio que se ha extraído de los cuestionarios. Posteriormente, alterne las recompensas materiales con actividades y privilegios especiales.

3.3. Cumplir siempre

Se deben entregar siempre las recompensas inmediatamente. Para el niño, el incumplimiento o el retraso al entregar una recompensa prometida, suponen una traición. No se deben hacer promesas que no se pueden cumplir y tampoco haga cambios

3.4. Recuerde: se necesita tiempo

“Roma no se la hizo en un día”, así que paciencia y perseverancia. Tampoco prolonguemos muchos las recompensas, si no resultan se debe tomar otras estrategias.

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catequista - grupo y en los contactos entre miembros, por tanto, según sea la disposición de ánimo y los sentimientos de un grupo, así serán las interacciones entre dichos miembros.- Cuando el signo del clima es positivo hay mejor productividad y eficacia y, sobre todo, mayor satisfacción.

A) El clima en el grupo- Es responsabilidad del catequista crear un buen clima y mantenerlo.- De todas formas, surgirá en el transcurso de la vida del grupo un rol determinado, el de “mantenimiento” (ocupado por el miembro más idóneo para ello), tiende a solucionar los problemas afectivos que aparezcan, equilibrando las emociones individuales y colectivas de forma que la convivencia sea tolerable y la acción productiva y eficaz.Se pueden encontrar tres tipos de clima que determinarán la manera en que se desarrolle el trabajo y las relaciones dentro de la vida del grupo:

1) Clima defensivo: las comunicaciones son difíciles, y los miembros sienten la necesidad de defenderse, a menudo mediante la agresividad.2) Clima de control: se tiende al conformismo y la resignación, debido principalmente al papel de la persona que dirige el grupo, que es considerado un factor coercitivo (por ejemplo un catequista autoritario).3) Clima de aceptación: la relación entre los miembros es buena, surgiendo de manera adecuada y fluida las comunicaciones. El ambiente es tolerante con las diferencias y desacuerdos que se producen y favorecedor de críticas constructivas.

Para conseguir el clima adecuado, se requiere tener en consideración muchos factores e idiosincrasias quepueden darse en el grupo, como:

• Conformismo.• Competición y cooperación.• Conflicto.

A) Conformismo:- Es la tendencia de un miembro a doblegarse frente a las presiones del grupo.- Las personas tienden a reservar su opinión cuando lo que piensan no está conforme con lo que piensa el grupo. Esto produce una sensación de confianza e integración, de manera que, a mayor cohesión, mayor es la presión involuntaria que el grupo ejerce sobre sus miembros.- El catequista (inconscientemente) a veces, contribuye al conformismo estimulando una manera de pensar que coincida con la suya y rechazando a su vez ideas que se salen de lo común. Para evitarlo hay que potenciar la creatividad, valorando adecuadamente aquellas ideas que supongan originalidad y creación propia.

B) Competición y cooperación:La mayoría de las situaciones que atraviesa un grupo es una mezcla de competición y de cooperación, donde esta última sería la característica más deseable.Cuando el clima no es el adecuado, si hay cooperación en exceso, ésta resulta artificial, contribuyendo al final a decrecer el interés por los asuntos del grupo.La competición es sana y estimulante para la dinámica grupo, el exceso puede destruir la cohesión. El líder debe vigilar la evolución de estas características fomentando la cooperación y aplacando la competición sin llegar a extinguirla del todo.

C) Conflicto:Es una manifestación de la disparidad de pareceres que aparecen en ocasiones en la evolución del grupo.Los síntomas del conflicto suelen ser:

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Tema 3: TÉCNICAS BÁSICAS DE LA DISCIPLINA

"Para la mayoría de las personas disciplina equivale al castigo y eso no es cierto."

1. CÓMO ELOGIAR

"Consideramos que este apartado es uno de los más interesantes de las técnicas que tenemos que emplear con los niños". Es fácil centrar nuestra atención en lo que los niños hacen mal y no darnos cuenta de lo que hacen bien.

Veamos algunas sugerencias de cómo elogiar:

1.1. Elogiar el comportamiento y no la personalidad

El comportamiento son las acciones o actitudes que asume un niño ante un situación determinada, mientras que la personalidad se refiere al temperamento y carácter del mismo.

1.2. Usar elogios concretos

El propósito de elogiar es aumentar conductas deseables, de modo que es necesario hacer hincapié en qué conducta concreta se persigue. Cuanto más concreto sea el elogio, mejor comprenderá el niño qué es lo que hace bien y será más probable que lo repita.

1.3. Elogiar los adelantos

Se debe empezar a elogiar cada pequeño paso dado hacia la conducta deseada, procurando atrapar al niño en un buen comportamiento elogie cada progreso, por pequeño que sea. Cuando el nuevo comportamiento esté bien establecido, se necesitarán menos elogios para mantenerlo. No es necesario continuar elogiando al niño constantemente.

1.4. Elogiar adecuadamente

Para suscitar la respuesta requerida, el elogio debe ser adecuado. Abrazos, caricias y otras señales físicas de afecto junto con las palabras correspondientes son muy eficaces. Sin embargo, a algunos niños un poco más mayores les gusta ser elogiados discretamente y en ese caso es mejor mantener una cuenta silenciosa o usar signos secretos especiales. Un guiño o levantar el pulgar le indicará, sin llamar la atención excesivamente, que se ha notado su comportamiento. Más tarde, hay que manifestarle lo bien que lo ha hecho.

Muchos niños mayores aceptan comentarios simpáticos, más que elogios directos. Decir: «Me pregunto qué pareja de limpieza ha pasado por aquí» puede ser mejor acogido por un preadolescente que decir: «Has hecho la limpieza realmente bien y has ordenado maravillosamente».

1.5. Elogiar inmediatamente

Los elogios son más eficaces, especialmente en niños muy pequeños cuando se producen pronto. No debe pasar demasiado tiempo entre el comportamiento positivo del niño y la respuesta del catequista, aunque los niños más mayores pueden apreciar el reconocimiento posterior.

1.6. Combinar elogios con amor incondicional

Los niños se vuelven locos por conseguir elogios .Cuando se trabaja para establecer un nuevo comportamiento, es necesario elogiar constantemente al principio, y luego reducir los elogios gradualmente. Cuando el niño lo ha aprendido, se debe elogiar sólo de vez en cuando. De todos modos no es posible estar presente cada vez que el niño hace algo correctamente. Cada vez que se hagan comentarios concretos y positivos sobre su conducta, el niño tendrá una visión positiva de sí mismo, y estará así más seguro de sí mismo.

2. COMO IGNORAR

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- Aparece cierta intolerancia entre distintos miembros.- Ataque a las ideas, antes de terminar de expresarlas.- Los argumentos se exponen con violencia.- El grupo contradice las propuestas del coordinador en un clima agresivo o apático.- Cualquier propuesta organizativa es negada o contradicha.- Hay ataques personales, directos o sutiles.- Las tensiones se polarizan en dos bandos que se niegan a ceder.

El conflicto en el seno del grupo puede surgir por tres motivos fundamentalmente:- Al grupo se le encomienda una tarea superior a sus posibilidades;- Las conductas individualistas de algunos miembros del grupo impiden centrarse en la tarea, convirtiéndose en el pretexto para satisfacer necesidades personales;- Cuando el problema es muy complejo y atañe de lleno al grupo, los miembros trabajarán y discutirán con ahínco, siendo en este caso un conflicto positivo, aumentando la cohesión si las partes saben ceder, aunque podría convertirse en negativo cuando siempre ceden los mismos (caso de mayoría - minoría).

Pueden surgir conflictos entre el catequista y el grupo:- Cuando el grupo no se ha identificado con los objetivos formales.- Cuando el catequista no cumple las expectativas del grupo.

En estos casos es acertado:- Ayudar al grupo a escoger sus propios objetivos (objetivos informales).- Cambiar el estilo de liderazgo del catequista.

6. CÓMO CREAR GRUPOS EFICACES?- Los verdaderos equipos aprovechan lo mejor de las personas, obteniendo resultados espectaculares.- Por el contrario, grupos formados de cualquier manera pueden acarrear más problemas que Beneficios.

6.1. Planificar la primera reunión- Es muy importante que todo el mundo asista a la primera reunión, especialmente aquellos miembros que serán responsables del equipo.- Usted debe dirigir dando ejemplo, así que llegue puntual, pues su comportamiento servirá siempre de precedente.- Planificar las actividades, pensando en los más pequeños detalles: tareas, materiales, tiempo, responsables, etc.

6.2. Establecer los primeros objetivos a corto plazo- Todos deben comprobar cómo alcanzan parte de los objetivos rápidamente.- En un proyecto, obtener éxito y resultados pronto estimula y da a todos la confianza necesaria para seguir adelante y ver que es factible el llegar al final del mismo.

6.3. Comunicar de una manera clara- Cada miembro ha de conocer y estar de acuerdo con los objetivos del equipo.- Muchos equipos fracasan porque las prioridades de una persona difieren de las del resto del grupo.- Utilizar las áreas claves de la tarea para fijar por escrito los objetivos y las prioridades tanto del equipo como de cada uno de sus miembros.

6.4. Delegar- La delegación hace posible que un grupo de personas se convierta en una “máquina” de dar resultados.- Para ello es importante que cada persona tenga claro cuáles son sus tareas, sus recursos, responsabilidades y fechas límite.

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12) El "Telefonista"

Teléfonos móviles, beepers, ordenadores portátiles lo acompañan siempre y a donde vaya. Un instante sin comunicación con el mundo exterior puede llegar a desmoronarlo.

¿Cómo "desconectar" al telefonista? !Reglas precisas y pacto de expectativas !Salir puntualmente a los descansos !Pedir cerrar los teléfonos móviles al comenzar la actividad !Brindar servicios de avisos durante los descansos

13) El "Sabelotodo"

Caracterizado por tener una autoconfianza exagerada, todo lo sabe y todo le resulta conocido. Se siente obligado a opinar sobre cualquier tema. Está convencido que su verdadera función debería ser la de formador. ¡Atención! Deberemos saber distinguir entre "simuladores" y aquellos que de verdad saben mucho.

¿Cómo tratar al sabelotodo? !Exámenes previos !Reconocimiento de la experiencia y la sabiduría de los alumnos !Designar a alumnos destacados como "mentores" de sus compañeros !Ejercicios avanzados !Apertura adecuada (ejercicios "reloj y "moneda)

14) El "Dormilón"

Siempre cansado, se duerme frecuentemente, pasivo.¿Cómo despertar al dormilón?

!Activación de los alumnos (especialmente en las horas difíciles) !Variaciones en la entonación y la intensidad de la voz !Bebidas (café y agua fría) !Descansos breves frecuentes !Ejercicios físicos !Preguntas y debates !Designar alumnos "despertadores"

15) El "Chupamedias"

Admirador incondicional del catequista. Siempre está de acuerdo incluso aun en casos en que no ha entendido el contenido. "Guardaespaldas" de la clase. Neutraliza desacuerdos enfrentándose con quienes disienten con el catequista.

¿Cómo tratar al chupamedias? !Destacar el comportamiento de otros alumnos !Alentar respuestas alternativas !Guardar distancia !Misiones desagradables !Desacuerdo manifiesto

16) El "Escéptico""...no va a funcionar...", "...ya lo hemos probado y ha fracasado...", "...no es lo que necesitamos...”

¿Cómo tratar al escéptico? !Utilizar ejemplos reales !Testimonios !Presentación de datos !Exigencia de resistencia argumentada !Disminución de energías negativas

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6.5. No interferir- Un buen equipo es aquél que permite trabajar a cada uno de sus integrantes a su manera.- Usted puede pensar que algo podría hacerse mejor si se realizara de otra forma.- Pero pregúntese si a Ud. le gustaría que le cambiaran su forma de trabajar si su resultado final es plenamente satisfactorio.

6.6. Compartir tiempo con el equipo- Muchas personas pertenecen a varios equipos, con lo que no siempre tienen tiempo suficiente de trabajar, hablar e intercambiar impresiones con los demás.- Asegúrese de que la energía y las ideas se comparten.- No debe olvidar que los miembros del equipo son siempre y ante todo personas.

6.7. Fomentar la cooperación en lugar de la rivalidad- La competición entre los miembros de un equipo puede empezar de una manera amistosa, pero es muy peligrosa, ya que puede llevar a la gente a ocultar información y a no ayudarse.- No enfrentar a las personas y crear un buen ambiente de trabajo son dos factores que ayudan enormemente a la efectividad del equipo.

6.8. Ser paciente, dar tiempo a que el equipo se forme- Frecuentemente, cuando varias personas forman un grupo no obtienen una actuación demasiado satisfactoria.- Esto es natural, pues necesitan tiempo y energía para conocerse entre ellos, establecer la trayectoria del proyecto y acordar objetivos.- Sea paciente y deje que el equipo se forme.- Ya verá como los beneficios finales que obtenga del equipo superarán con creces a las frustraciones iniciales.

6.9. Establecer normas de conducta- Asegurarse de que cada persona sabe qué es lo que le está permitido hacer o decidir y lo que no le está permitido.

6.10. Procurar que cada persona crezca personalmente con el equipo- Cada persona tendría que adquirir al menos una nueva habilidad tras su experiencia de trabajo en equipo.

6.11. Permitir asumir riesgos- Ningún equipo podrá desarrollarse si no se le permite cometer errores.- Cada persona debe tener conocimiento de hasta qué límite puede asumir riesgos con respecto al proyecto.

6.12. Dar un feedback positivo (retroalimentación)- Es muy importante que el equipo reciba su opinión y su apoyo en todo momento.- No debe dejar que el equipo trabaje sin impulso y según la marcha de los acontecimientos.

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8) El "Prisionero"

Comportamiento clásico en alumnos que fueron enviados a la actividad sin ninguna explicación previa. Ve su participación en la clase como un castigo injustificado.

¿Cómo liberar al prisionero? !Legitimar sus reservas !Presentar en forma clara los beneficios de la actividad formativa !Movilizar su ayuda !Conversación personal para detectar las verdaderas causas de su comportamiento !Permitir el abandono de la actividad

9) El "Inadecuado"

Participa de la actividad sin reunir los requisitos básicos. "Alguien" se ha preocupado en incluirlo en la clase insinuando que debe aprobar de cualquier manera.

¿Qué hacemos con el inadecuado? !Difusión anticipada del programa de estudios !Fijar exigencias previas para la participación en la actividad !Exámenes de ingreso y clasificación por niveles !Nombrar un alumno que le sirva de apoyo !Desarrollo cronológico de los temas de acuerdo a su dificultad !Permitir el abandono de la actividad

10) El "Anticuado"

Alumno veterano, pertenece a la vieja generación, hace ya mucho tiempo que no participa de una actividad formativa y de pronto está involucrado en un curso con gente joven, moderna y muy activa. Teme que su imagen se vea alterada por un posible fracaso en público.

¿Cómo ayudar al anticuado? !Abrir la clase con temas conocidos !Reconocimiento público de la importancia de la experiencia y la veteranía !Utilización de testimonios y acontecimientos del pasado !Conversación personal de apoyo

11) El "Charlatán"

Alumno extrovertido, puede llevar a cabo varias conversaciones simultáneas especialmente en los momentos en que habla el Formador. Si se le llama la atención pasa a las conversaciones por escrito mediante el uso de pequeños papeles.

¿Cómo silenciar al charlatán? !Activación de los alumnos !Trabajo en pequeños grupos !Rotación entre los miembros de los grupos !Cercanía física !Preguntas directas e indirectas !Disminución del volumen de la voz !Conversación personal

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Tema 2: CÓMO MANEJAR EL GRUPO

1. CÓMO DIRIGIR EL GRUPO

Usted como catequista debe mantener la actitud de quien guía un tren.

1.1. Consiga que arranque la discusión...Es un buen método empezar casi siempre su clase dejando a los niños hablar acerca de su experiencias personales relacionadas con el tema, esto permite una apertura de ellos al tema e involucrarse de una manera personal en el tema. Además transmite automáticamente la idea al grupo de que la clase es de ellos y los libera para participar.

1.2. Guardar que no se salga de los carriles...

Debemos estar atentos para guiar con paciencia la discusión sin desviarnos del tema principal. Esto debe ser hecho con mucho tacto sino destruirá la participación del alumno, debemos poder extraer de lo que dijo lo relacionado al tema que estamos tratando y continuar a partir de ahí.

1.3. Detenerla a tiempo para que sea de bendición...

Así como el tren se detiene en estaciones, el catequista debe detener la discusión en los puntos claves de la reunión y fijar estos puntos. Se supone que el catequista debe llevar a la reunión dos o tres verdades principales acerca del tema que se esta tratando.

2. PREPARANDONOS PARA HABLAR CON EL GRUPO

2.1. Las discusiones en grupo

1.La discusión promueve acción.2.La discusión desarrolla audacia para atestiguar y explicar su fe.3.La discusión fomenta el compañerismo y la relación.4.La discusión inspira.5.La discusión refuerza y da claridad a lo aprendido.6.La discusión ayuda a la gente a descubrir cosas que hay dentro de ellos.7.La discusión ayuda a construir su propia estimación y les ayuda a descubrir que ellos tienen algo con que contribuir.8.La discusión ayuda al líder a conocer a la gente para así administrarle más efectivamente.

2.2. Principios básicos para discutir en grupo

1. Reconoce todas las contribuciones. Nunca se niegue a recibir una respuesta.2. Anima al principiante o el miembro tímido preguntando directamente preguntas simples. Dé estímulo especial a éstas personas. Dé oportunidades a todos, pero nunca fuerce a participar. Algunas personas aman hablar, pero otras son reservadas.3. Las pausas profundas generan momentos de compartir profundos.4. Enfoca en el crecimiento espiritual y en pasos prácticos para aplicar la Palabra de Dios, no en contestar preguntas simplemente.5. Se flexible. Mientras estes dentro del formato de la reunión y dentro del horario, no permitas ninguna forma de atropello al trabajo del Espíritu Santo en su grupo.

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!Determinación de reglas claras para la actividad !Pacto de expectativas !Disposición adecuada del aula (la puerta de entrada debe estar al fondo) !Comenzar la clase en la hora fijada !Presentación de material atractivo al comienzo de la clase y después de los descansos !Agradecimiento público a los alumnos puntuales y entrega de premios simbólicos !Ubicación de un reloj visible en una de las paredes del aula !Evitar detener la clase en el momento en que llega tarde algún alumno

5) El "Confundido"

Siente una permanente incertidumbre respecto a su relación con la clase. Fue enviado a la actividad sin habérsele aclarado los objetivos y las exigencias de la misma. Le resulta difícil entender el racional de la clase y por ello retrasa el avance repitiendo preguntas ya formuladas, presentando ejemplos irrelevantes y haciendo comentarios fuera de contexto.

¿Cómo podemos ayudar al confundido? !Revisar minuciosamente las invitaciones a la actividad !Presentación detallada del programa !Resúmenes parciales frecuentes y control de captación

6) El "Introvertido"

Silencioso, evita la comunicación directa con sus compañeros, difícil de estimular, a pesar de estar atento y concentrado no participa en forma activa.

¿Cómo hacemos participar al introvertido? !Utilización de pequeños grupos !Presentación de preguntas a los grupos !Solicitar preguntas por escrito !Alentar la participación a través de premios simbólicos !Formación de parejas junto a alumnos extrovertidos !Participación en actividades no-verbales !Solicitud de feedback y divulgación pública con la correspondiente autorización

7) El "Super-ocupado"

El prestar atención a la clase es sólo una actividad más entre otras muchas que lo mantienen ocupado. Actualizar su agenda, contestar el correo, redactar informes, todo esto se ha transformado para él en rutina durante las actividades formativas de las que toma parte.

¿Cómo podemos ayudar al super-ocupado? !"Limpiar" las mesas antes de comenzar la clase !Suministrar armarios para guardar material "competidor" !Ejercicio "postergación de misiones" !Debates en grupos pequeños !Misiones por parejas !Activación permanente de los alumnos !Cercanía física con el alumno !Conversación personal

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6. Aprende a escuchar. Ser escuchado atentamente es una de las actitudes mas valoradas hoy en dia. Use sus ojos para mirar a la persona.7. Ponte atento a lo que digan las personas para formular preguntas.8. Prepárate para escuchar una respuesta. Esperando demuestras tu interés real y preocupación. Da tiempo a la persona para pensar. Alistate para escuchar segundos pensamientos.

2.3 El uso de las preguntas.

La mayoría de nosotros pensamos que los grupos deben ser dirigidos o por la persona que tiene mas personalidad o por el que tiene mas conocimiento. Los primeros no sirven como catequistas del grupo porque siempre dominan las discusiones y los segundos pueden tener un obstáculo grande; las personas no quieren participar porque siempre el tiene la respuesta exacta. Esto corta la participación.

Un buen catequista, sabe hacer buenas preguntas. No importa cuántos años tengas como cristiano, tu puedes ser eficaz llevando una discusión de la Biblia si aprendes a hacer buenas preguntas. Lo hermoso de una reunión se presenta cuando unos a otros se ayudan mutuamente. La clave de la reunión esta en la habilidad del catequista para incluir a las personas en la discusión con preguntas claves.

Y..., Si el catequista es tímido?- PERFECTO! Entonces usted seguramente permitirá que otros compartan libremente sus ideas.

Pero..., Si soy muy hablador? ­ BARBARO! Entonces los miembros del grupo se sentirán libres para participar sin complejos.

1) Las preguntas animan a la gente a participar. Las preguntas son la llave del conocimiento

2) Sugerencias para usar las preguntasa) Hacer preguntas lógicas y claras que estén vinculadas con el textob) No contestar a sus propias preguntas

2.4.Tres tipos de preguntas: (Para la gente y en el estudio de la Biblia)

PREGUNTAS DE DESCUBRIMIENTOPREGUNTAS DE COMPRENSIÓNPREGUNTAS DE APLICACIÓN

A. PREGUNTAS DE DESCUBRIMIENTO

Contestan la pregunta, Qué dice?

Esto parece simple, pero muy seguido sacamos o agregamos a lo que dice el pasaje. La llave al descubrimiento está en mirar el pasaje con una mente abierta. El propósito de la pregunta del descubrimiento es para comenzar la discusión. Ejemplos de Preguntas del Descubrimiento:

Qué dice Pablo en este versículo? ¨Cómo se describe a Jesús en este pasaje? Qué lo impresionó cuando usted leyó este pasaje?

B. PREGUNTAS DE COMPRENSIÓN

Entender es el segundo paso en el estudio de la Biblia. Contestan la pregunta Qué significa?

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Tratamiento de alumnos problemáticosJulio Pitlik Patxi Vera

1) El "Aburrido"Este alumno transmite de muy variadas formas su falta de conexión con el tema de la clase. Su lenguaje corporal es inconfundiblemente claro y expresivo: relajamiento, pasividad, desganado, miradas disimuladas al periódico, bostezos frecuentes, todo esto nos alerta acerca de su presencia en la clase.

¿Cómo podemos "sacudir" al aburrido? Cambios de ritmo en la clase Actividades motóricas Remarcar los beneficios personales vinculados al material enseñado Utilización de elementos pedagógicos no convencionales Presentación de ejemplos negativos exagerados y mucho humor

2) El "GolpistaSu comportamiento se manifiesta a través de una molestia activa basada en un intento permanente de competir con el catequista y con sus compañeros a los efectos de tomar el mando de la clase. Su tendencia a discutir y a elevar mociones de orden reiteradas ponen en peligro la posible intervención de alumnos introvertidos y vergonzosos.

¿Cómo podemos tratar al golpista? !Utilización de grupos pequeños !Rotación de liderazgo dentro de los grupos !Aliento a la participación, premiándola en forma simbólica !Mantener una cercanía física con el golpista !Fijar reglas claras para el proceso de aprendizaje !Repartir "fichas de participación" !Formular preguntas directas a otros alumnos !Nombramiento de alumnos "silenciosos" para la ayuda activa a otros compañeros !Dar misiones difíciles al golpista !Movilización del golpista para que ayude a otros compañeros de estudio

3) El "Inquieto"Este alumno tiende a dividir su tiempo dentro de la clase y fuera de ella. Muy sociable, activo, tiene la costumbre de fijar encuentros de trabajo y de otro tipo justamente durante las horas de clase. Sale del aula, vuelve y sale nuevamente y todo ello con una maravillosa e irresistible sonrisa.

¿Cómo "anclamos" al inquieto? !Difusión anticipada de las exigencias del curso !Aclaración de las "reglas de juego" al comenzar la actividad !Nombrar al inquieto como ayudante del formador !Conversación personal

4) El "Tardón"

Embotellamientos de tránsito, niños enfermos, reuniones sorpresivas, inconvenientes con su micro, todos estos son acontecimientos rutinarios en su vida. Sin embargo, a pesar de sus retrasos no renuncia al hecho de querer estar actualizado y es así que molesta a sus compañeros solicitando de ellos que lo pongan al tanto del material presentado en su ausencia.

¿Cómo trataremos al tardón?

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Las preguntas comprensivas son el corazón y alma de la discusión de la Biblia. Estas preguntas están basadas en un conocimiento anterior. Estas preguntas no pueden contestarse con "s¡" o "no" o con una sola respuesta exacta. Los ejemplos de Preguntas Comprensivas:

Qué significa la palabra paz para ti?, Cuál es la diferencia entre alegría y felicidad?, Qué piensas que es lo opuesto a la fe?, Cual es para ti la relación entre fe y amor?, Por qué Pablo esta enojado en este pasaje?

C. PREGUNTAS DE APLICACIÓN

La aplicación está contestando la pregunta, Qué quiere Dios que yo haga?

Dios espera obediencia en nuestras actitudes, entonces la aplicación es la parte mas importante de la discusión de la Biblia. Siempre que nosotros vengamos a la Biblia nuestra pregunta más importante debe ser, Dios, qué quieres que yo haga de acuerdo a este pasaje?"

La aplicación vendrá siempre al cierre de un estudio. Las personas deben llevarse una aplicación especifica para sus vidas. Recuerde, dar énfasis a todo es no dar énfasis a nada. Los ejemplos de Preguntas de Aplicación:

Qué puedes hacer esta semana para permitir que la sonrisa de Jesús brille en tu s sonrisa?,Qué está diciéndote Dios que hagas en su vida?

2.5. El Uso de Preguntas de Rompehielo.

Ellas son especialmente útiles cuando un grupo es nuevo porque sirven para conocerse y distenderse. Aquí van algunas pautas:

1. Elija preguntas que sean apropiadas para su grupo.

Tenga cuidado de no usar preguntas que pongan al catequizando en una situación incomoda. Especialmente se debe tener cuidado con los catequizandos nuevos ya que no conocemos su pasado.

2. Algunas preguntas pueden usarse muchas veces.

Qué es lo más importante que les ha pasado esta semana?

3. Siempre siga el círculo, para que todos tengan oportunidad de participar.

Esto logra que la persona callada participe si lo desea.

4. Esté seguro de mirar el tiempo.

El grupo puede gastar todo el tiempo compartiendo, si usted lo permite. Intente mantener un equilibrio entre los ingredientes de la reunión.

5. Cuidadosamente escucha las necesidades en las vidas de los catequizandos.

A menudo las necesidades aparecerán durante el tiempo de compartir. En ocasiones, tu o el grupo decidirán responder inmediatamente. O la necesidad puede ser tal que requiere atención fuera del grupo. Si la necesidad no es urgente puede ser atendida durante la reunión.

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C) Disponibilidad para el diálogo:El catequista estará siempre en la posición de escucha, antes de dar consejos. Pendiente de la opinión o confesiones del grupo. Buscando que todos dialoguen y no sólo unos cuantos ni los de siempre. Buscando nuevas técnicas para hacer del diálogo la herramienta para transformar el corazón.

4.3. Algunas actitudes del catequizando (ver “tratamientos de alumnos problemáticos”)

4.4. Principios pedagógicos para el catequista

! Todos aprendemos mejor cuando participamos activamente en descubrir cosas nuevas!! Una clase en cuyas discusiones tomamos parte es más interesante que una clase en la que sólo

escuchamos.! Una clase en la que vemos por nosotros mismos cómo son las cosas y cómo funcionan es más

interesante que una clase en la que sólo hablamos de esas cosas.! Una clase en la que no sólo hablamos y vemos sino que en realidad hacemos y construimos y

descubrimos cosas por nosotros mismos, es emocionante. Cuando aprendemos descubriendo cosas por nosotros mismos, basándonos en la Palabra de Dios y aplicando las enseñanzas a nuestra experiencia personal , no se nos olvida. Lo que aprendemos a través del descubrimiento activo se vuelve parte de nosotros.

! Hágase tan innecesario como sea posible, tan pronto como sea posible. En todas las oportunidades posibles, dé un paso para atrás para retirarse del papel de maestro. Si usted logra que entre sus alumnos busquen las verdades principales de un tema y saquen conclusiones que les permita ayudarse unos a otros en aspectos de su vida diaria habrá realizado un buen trabajo:

Hágase capacitador de maestros...Luego, sólo asesor o "persona con ideas"...Luego retírese por completo...usted a logrado la victoria.

4.5. Etapas de trabajo del Catequista

A) PlanificarPrepararse y organizar lo mejor posible los materiales, los tiempos, las actividades, etc. Si tiene un compañero de catequista, no lo deje nunca de lado, hagánlo juntos, ahí comienza la catequesis, en la comunión del pensamiento.

B) Desarrollar la actividadesLa planificación no debe ser una regla imperdonable, debe adaptarse a las necesidades, ambiente, y características de los niños.

C) EvaluarEl maestro y alumnos participan en evaluarse unos a los otros y a la clase. Esto nos ayuda a preparar maestros para trabajar con la gente, no como patrones o autoridades, sino como iguales.

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amor.

3.2. ObservarDebemos sentarnos siempre en circulo para poder observar a todos, escuchar a todos y hablar a los ojos a todos. La importancia de verse todos es que los ojos y el idioma del cuerpo son una gran parte de la comunicación que afectan grandemente los sentimientos de las personas y que nos dan pistas del interés de la persona.

3.3. ClarificarEs bueno ayudar a la charla clarificando lo que no queda claro a algún miembro del grupo. Esto simplemente puede ser echo reiterando lo que la otra persona ha dicho, pero en sus propias palabras. Cuando nosotros mezclamos cristianos y no cristianos, tenemos un grupo de personas con muchos puntos de vista diferentes, posiciones diferentes y lenguaje diferente.

Lo que tu HACES tiene mas impacto que lo que tu DICES, lo que tu haces muestra a los otros lo que tu realmente crees. Si tu quieres un grupo informal y relajado, deben verte informal y relajado. Si quieres un grupo alegre, debes estar alegre. Tu no puedes ser de una manera y que tu grupo sea de otra manera. Los niños aprenden mas por lo que ven que por lo que escuchan, y los grandes también.

4. EL TRABAJO CON EL GRUPO

4.1. Formas de compartir en grupo

Hay dos formas primarias de compartir.

1) Compartir nuestra vida: Cuando las catequizandos oyen las historias de otros en el grupo, descubren que ellos no están solos en sus luchas y que otros pasan por circunstancias parecidas. Esto puede traer tremendo estímulo. Cuando alguien comparte una necesidad, hay también gran estímulo que viene de saber que otros miembros del grupo están orando por el. Compartir de nuestras vidas nos permite empezar a ayudarnos y curarnos unos a otros.

2) Compartir la Palabra de Dios: Cuando nosotros animamos a los miembros de nuestro grupo para estudiar la Biblia cada día, podemos pedir que ellos compartan cosas que han aprendido personalmente. Una buena pregunta es: Qué es lo que han aprendido en esta ultima semana al escuchar la Palabra de Dios?

4.2. Actitudes del catequista

Tres actitudes del catequista, para que el grupo se sienta libre para compartir su vida con los demás:

A) Aceptación: Un buen catequista acepta a las personas como ellos son, de la misma manera que Jesús lo acepta a El. El grupo será tan abierto como él lo sea.

B) Estímulo:Cuando las personas comparten sus necesidades ellos están buscando apoyo. Un buen catequista esta listo para animar en cada oportunidad. Nosotros animamos a través de lo que nosotros decimos y lo que hacemos. Cuando el catequista da el ejemplo de animar, otros en su grupo aprenden a animarse unos a otros.

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2.6. Errores comunes al dirigir una discusión de la Biblia.! No hacer las preguntas de modo natural.

Aunque estes haciendo preguntas que tienes escritas y preparadas, es posible realizarlas en tono natural y usando su propio vocabulario.

! No aguantar el silencio.No sea impaciente o nervioso. Usted debe dar a las personas tiempo para pensar.

! Limitarse a hacer preguntas y dirigir la discusión.El catequista es un participante en el grupo. Es importante que compartas tus respuestas y observaciones como uno más sin dominar la discusión.

! Hacer dos preguntas en una.Tenga cuidado para hacer sólo una pregunta a la vez.

! Querer mantener el mando.Si el grupo "se te va de las manos", no te preocupes con tal de que esté edificándose y dentro de la dirección que te planteaste. Tu puedes clarificar las actividades a realizar cuando sea necesario. Busca la dirección de Dios a cada momento para la reunión de grupo.

! No explicar claro lo que esperas que el grupo haga.No dudes en dirigir, aclarar, guiar, pedir, llamar a alguien a orar, pedirle a las personas que respondan una pregunta particular o volver la discusión a los carriles si esta a perdido el rumbo.

! No participar cuando el grupo esta en otro tema.El catequista necesita estar participando y completamente envuelto en discusiones que surjan del grupo, incluso cuando el grupo se va hacia otro tema por atender alguna necesidad.

! Hacer preguntas que se contestan con "si" o "no".Este tipo de pregunta impide discusión. Cómo? y por qué? son preguntas excelentes. Quién?, donde? y cuando? también pueden estimular la discusión.

! Hacer preguntas muy difíciles. Haga preguntas claras y simples.

! Colocar siempre nuestra explicación como la correcta.El catequista no debe esperar impresionar el resto del grupo con sus conclusiones, lo mejor es cuando los integrantes del grupo llegan a conclusiones practicas y de fe, esto refuerza su identidad como grupo y los anima a participar.

2.7. Preguntas simples para aplicar a la Biblia.¿Hay en el pasaje algún EJEMPLO para seguir?¿Hay en el pasaje alguna ORDEN para obedecer?¿Hay en el pasaje algún ERROR para evitar en nuestra vidas?¿Hay en el pasaje algún PECADO para dejar de hacerlo?¿Hay en el pasaje algún PROMESA para que buscar realizarla?¿Hay en el pasaje algún PRINCIPIO para aplicar?

3. CÓMO TRABAJAR CON GRUPOS PEQUEÑOS

3.1. EscucharEs muy importante adquirir el habito de oír. Normalmente nosotros sólo escuchamos lo que nosotros queremos oír. Si vamos a servir a las personas deberemos aprender a escuchar.Nosotros debemos escuchar como lo hacían los discípulos a Jesús, El ha prometido recordarnos y enseñarnos, por lo tanto El puede revelarnos cosas del problema de esa persona mientras el otro habla. El propósito de escuchar es entender la verdadera necesidad de la persona, demostrar afecto (por la manera que escuchamos) Si nosotros somos buenos oyentes, nosotros podemos usar la información que nosotros oímos para atender a las personas y guiarlos a una relación con Dios. Escuchar con atención hoy en día es una demostración de amor que es muy valorada por las personas. Muchas personas no encuentran esto ni en sus propias familias. Se requiere paciencia para escuchar a una persona, por eso es importante desarrollarla con

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