revista literaria kawéskar
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Jueves 10 de Abril, 2014
Revista Literaria Infantil y Juvenil
Edición #
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ÍNDICE Editorial……………………………………… 3
Artículo………………………………………. 5
Crítica Literaria……………………………. 12
Tráiler………………………………………… 16
Bibliografía......................................... 17
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EDITORIAL
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Querido lector: Los Kawéskar son un pueblo originario de nuestro país, y para comenzar queremos contarles que este nombre fue elegido, ya que al leerlo nos produce es de curiosidad y ganas de investigar fascinarnos con su cultura. Es lo mismo que nosotros esperamos que ustedes logren con sus estudiantes, hijos, nietos con la lectura, que sea una ventana abierta hacia un mundo nuevo, y que esta revista sea de mucha ayuda para ello.
Esta Revista ha sido creada pensando en profesores de escuela, padres, lectores aficionados, escritores de cuentos o creadores de material didáctico o cualquier persona interesada en obtener información sobre diversas narraciones literarias para hacer una adecuada selección de las mismas teniendo en cuenta diversos aspectos para cada edad, además de una amplia variedad de géneros literarios, para lograr así “promover una sociedad de lectores y lectoras en la que se valore la lectura como instrumento que permite a las personas, mejorar su nivel educativo, desarrollar su creativiadad, sensibilidad y pensamiento crítico”(Cabezas, 2013. p. 96). Esta es la misma misión que tienbe el Ministerio de Educación de Chile con su proyecto “Lee Chile Lee” y esperamos con esto ser un aporte y apoyo a esta tarea tan importante, donde tú puedas obtener la información que necesitas para hacer una adecuada selección de géneros literarios.
Además, según Bajtín “toda comprensión está preñada de respuesta y de una u otra manera la genera: el oyente se convierte en hablante. Una comprensión pasiva del discurso percibido es tan solo un momento abstracto de la comprensión total y activa que implica una respuesta (…)” (Bajtín, 1982-1993. P 257). Esta referencia tiene un sinfín de implicancias con los niños, y nos hace evidente la necesidad de relacionarnos con diversos géneros literarios para enseñarles a comprender, y así ellos puedan utilizar estos conocimientos y aprendizajes para resolver problemas de su vida diaria, crear, reflexionar y analizar otro tipo de géneros discursivos, que como dice Bajtín cada enunciado es un eslabón de una larga cadena (Bajtín, 1982-1993); por lo que es necesario y de urgencia un aprendizaje completo de diversos géneros discursivos para lograr una comprensión profunda. Esta revista es un aporte para lograr esta desafiante tarea.
En esta primera edición de la Revista Kawéskar, comenzamos con dos artículos, tres críticas y un tráiler desde los cuales esperamos puedas disfrutar y tener mayor información sobre ciertos libros, los temas que tratan y el perfil del lector al cual se dirigen. A partir de esto dejamos la invitación abierta a que leas la revista, la disfrutes tanto como nosotros al escribirla, y puedas encontrar no solo las respuestas que estabas buscando, sino también un momento de goce y disfrute con los libros de nuestra infancia, donde sacamos sonrisas o lágrimas, encantos y desencantos, nostalgias y aprendizajes.
¡Bienvenidos todos los lectores!
LA EDITORIAL.
ARTÍCULOS
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¿Y si no Leemos lo Suficiente?
En el siguiente artículo, se hablará de la necesidad y la importancia de leer variados géneros
literarios para tener una comprensión profunda de los textos y cuentos a los que nos enfrentamos. En
esto, la intertextualidad entra como elemento constitutivo, que lleva a plantear la interrogativa de si es
suficiente lo que se da a leer en las escuelas como espacio de enseñanza formal.
Para profundizar en esta postura, se realizará un análisis de dos novelas que presentan la
intertextualidad como un elemento importante en las obras, que les da ese sello que lleva a la
fascinación de niños y adultos:
“Por Arte de Magia”, de Carmen Vázquez- Vigo; trata sobre unos niños que suelen jugar en
una casa abandonada y un día se encuentran con que un personaje desconocido, Aytas, está
habitándola. Aytas viste como cavernícola, y realiza magia para comunicarse con ellos. Es un
personaje que proviene del centro de la tierra, y comenta que una vez Julio Verne escribió sobre su
país. Los niños realizan diversas aventuras para devolver a Aytas a su país, sin antes aprovecharse de su
magia.
La segunda obra “El secuestro de la Bibliotecaria”, de Margaret Mahy, trata sobre una
hermosa bibliotecaria que s secuestrada por unos bandidos. En el secuestro los bandidos se enferman
y la bibliotecaria se dedica a cuidarlos, además de leerles muchos cuentos para que estos mejoren.
Cuando estos mejoran la liberan y le permiten volver a trabajar a la biblioteca. Un día hubo un
terrible terremoto, el jefe bandido corrió a rescatar a la hermosa bibliotecaria, que justo estaba
ordenando libros en un estante, por lo que quedó atrapada en una torre de libros. Se casan y todos
los bandidos se vuelven bibliotecarios.
A partir de los resúmenes realizados sobre ambas obras, se puede dar cuenta de los distintos
tipos de intertextualidad que poseen, comenzando por “Por arte de Magia”, donde se realiza una
intertextualidad explícita al hacer alusión a Julio Verne y utilizar de su obra un personaje que ocupa
un lugar central en esta novela, donde en torno a éste se desarrolla el conflicto y desenlace de la
misma. Pero, ¿qué sucedería si los niños nunca se han enfrentado a una obra de Julio Verne, no
saben quién es y ni siquiera han oído hablar de él? En este caso, no se llevaría a cabo la intención
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principal que cumple la intertextualidad, que claramente ha sido intencionada por el autor y que
busca enfatizar este hecho. Así lo señala Mendoza al mencionar que “este tipo de evocaciones a
referentes del sistema literario (…) refuerza la expresividad del mensaje y subraya la intencionalidad,
porque con la evocación (explícita o implícita) se alude a una tradición cultural, como se parodia un
estilo, un género, una ideología, o se rinde homenaje a un autor. Pero además, la presencia de esas
evocaciones marca la orientación receptora que necesita de la complicidad del lector” (Mendoza,
2003. p.21).
Lo anterior muestra las implicancias que requiere la intertextualidad, que no pueden llevarse a
cabo sin una rica competencia literaria. Esto afecta también en la lectura de la novela “El Secuestro de
la Bibliotecaria”, por ejemplo en su comienzo: “Un día Ernestina Laburnum, la bella bibliotecaria,
fue raptada por unos malvados bandidos”. Esta forma de comenzar, inmediatamente remite a los
cuentos clásicos de princesas, hadas y brujas malvadas, pero no es posible hacer esta conexión si antes
no se ha leído una amplia gama de este tipo de obras y no se ha incorporado su estructura. En
relación con la cita anteriormente mencionada, el lector no puede profundizar en su lectura, no
puede ser cómplice del mensaje que se busca transmitir y enfatizar.
Por otra parte, “una lectura rica, competente y placentera dependerá, en gran parte, de la
capacidad del lector de observar y descubrir las alusiones, semejanzas y conexiones que el texto
presenta” (De Amo, 2005. p. 63) y “gracias a la identificación de estas interrelaciones, el lector
interviene activamente en la comprensión e interpretación del texto, a la vez que va enriqueciendo su
competencia literaria” (Mendoza, 1994 y 2001 citado en De Amo, 2005. P.63). En relación a las
obras, en “Por arte de Magia” cuando Aytas, el personaje de la obra de Julio Verne hace alusión a este
escritor y es descrito como un cavernícola, busca que el lector active todos los conocimientos que
tiene sobre este tema y pueda responder en una comprensión activa a la interpelación que se le hace.
Solo en esta acción el lector podrá alcanzar un verdadero goce, porque además de sentirse
competente, comprenderá todo el mundo del cual proviene el personaje y podrá gozar de una nueva
forma de lectura, donde es posible mezclar diversos mundos.
Esto ocurre también en la obra “El Secuestro de la Bibliotecaria, donde la intertextualidad es
de tipo architextual, donde el lector debe utilizar su competencia textual para reconocer micro
elementos y estructuras. Este conocimiento es necesario ya que todo tipo de obra tiene un conjunto
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de reglas preexistentes que les permite lanzar predicciones, establecer hipótesis y construir
provisionalmente el sentido del texto (De Amo, 2005. p.76). En este sentido, en la obra no es posible
darse cuenta de que la hermosa bibliotecaria es una nueva versión de una princesa en peligro, y sin
esta interpretación no es posible predecir la historia y establecer hipótesis, esperar un príncipe que la
salve y gozar con las ironías que contiene la misma al no ocurrir las predicciones estereotipadas de los
cuentos tradicionales de princesas.
Como señala Culler (1981) “las obras literarias no deben considerarse como entidades
autónomas, sino como constructor intertextual (…) un texto sólo puede leerse en relación con otros
textos y su existencia la hacen posible los códigos que animan el espacio discursivo de una cultura”
(en Mendoza 2003. p.33). A partir de esto, se puede evidenciar la necesidad de fomentar en las
escuelas una lectura completa y variada de literatura tradicional, clásica y moderna de la nueva LIJ,
porque es necesario tener un bagaje amplio y no solo en literatura, sino en los diversos géneros
discursivos con los que lidiamos en la cotidianidad, ya que todos los textos con los que nos
enfrentamos contienen algo de lo que ha sido con anterioridad, como se puede apreciar en la cita, y
sólo en una lectura amplia se podrá comprender de manera profunda y activa los mensajes e
intenciones del autor, obtener un mayor goce de la misma y poder utilizar estos aprendizajes en
variadas situaciones.
Finalmente, es necesario realizar el llamado a las escuelas a tener un equilibrio en el fomento
lector de los alumnos, a no despreciar obras de Julio Verne y de princesas ya que en base a esto se
construyen las obras modernas, y tampoco quedarnos solo en estas obras tradicionales, ya que las
obras modernas muestran una realidad y posibilidades que antes no han sido tocadas y que también
es necesario desarrollar, pero ese es otro tema.
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¿Podemos Desprendernos Completamente De La Literatura
Moralizante?
En el siguiente artículo, se abordará el tema de la transición de la literatura moralizante, que
ha presentado larga trayectoria e importancia en los tipos de literatura creadas antiguamente, hacia los
nuevos temas que buscan acercarse a las realidades de los lectores infantiles, que ponen sobre la mesa
problemas de la actualidad que antes no han sido tocados, que ya no quieren proteger a los niños
para una infancia inocente, sino provocar un cambio radical en lo que se lee, y así también el fin de la
literatura infantil.
A partir de esto, surge una problemática que se hace evidente en la lectura y que provoca a su
vez ciertos sentimientos encontrados sobre la misma y que se relaciona a que se siguen encontrando
aspectos de la literatura moralizante en ella, ¿es posible desprenderse completamente de ésta?, ¿es
necesario?, ¿por qué no podemos lograrlo? Para abordar este tema se pondrán en diálogo dos cuentos
que presentan esta dicotomía: “La calle de Flor” publicada por la comisión europea de Medio
Ambiente, y “Niños, las brujas no existen” de María Inés Falconi.
“La calle de Flor” trata sobre Flor, una niña de color que viene de la Isla del Sol, a la ciudad
de su amigo Tom, donde siempre hay mucho tráfico, las calles están atestadas de ruido y la ciudad de
contaminación. En esto, la niña sufre un accidente automovilístico al cruzar la calle, mientras es
auxiliada un policía manda al culpable a concientizar a los automóviles que esperan debido al
accidente, sobre el efecto de contaminación que provocan en la ciudad el uso desmedido de los autos.
En “Niños, las Brujas no existen” el problema es acerca de unas brujas enanas que se ocupan
de hacer pasar a los niños por problemas para que los castiguen los adultos, cuando ellos acusan a las
brujas ante los grandes estos siempre responden “niños, las brujas no existen”. Como nadie les cree
deciden atrapar a las brujas ellos mismos y dejarlas en evidencia frente a los mayores. Cuando éstos
las ven se asustan mucho, buscan a los niños para protegerlos pero ellos muy tranquilamente les
responden “grandes, las brujas no existen”.
Ambos cuentos tratan sobre estos nuevos temas, por ejemplo en “la calle de Flor”, se ve en un
diálogo que realiza el policía con un conductor impaciente, donde dice “¡tenga un poco de paciencia!
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(…) ¡esa contaminación crea una especie de burbuja alrededor de la tierra ¡esa contaminación retiene
el calor de la tierra! ¡Es una de las causas del calentamiento de la tierra!” Tanto en este diálogo como
durante toda la obra, se realiza una denuncia directa e indirecta a la sociedad industrializada, “se trata
pues, de la defensa de aquello que ya existe y que debe ser preservado del devastador desarrollo de la
sociedad industrial” (Colomer, 1999. P.119). A su vez, el tratamiento de nuevos temas se ve en
“niños, las brujas no existen” en la medida que quita los estereotipos de la profesora bondadosa e
inocente, introduciendo a una profesora histérica que muchas veces se acerca más a la realidad que la
otra; además de mostrar una revelación del mundo infantil frente al mundo adulto, en otras palabras
no se presenta el estereotipo de los niños obedientes que no osan mirar a sus padres o hacer
travesuras.
A pesar de que los temas de estos cuentos son nuevos y contingentes, el tratamiento que se les
da en la obra, el cómo se presenta, muestra que aún no ha sido posible desprenderse de la cultura de
la literatura moralizante. Esto es posible verlo en “La Calle de Flor”, en el cómo presenta el tema de la
contaminación, de manera directa y explícita que se hace evidente en el policía y en Armando, el
culpable del accidente. Este problema es recurrente en la literatura con nuevos temas donde Colomer
menciona que “si los conflictos se describen directamente y no a través de representaciones o
metáforas, por ejemplo, es iluso pensar que puedan resolverse simplemente con la descripción
catártica de un adversario exterior. Por ello, la necesidad de regular la angustia de los conflictos de los
problemas literarios ha sido uno de los problemas que ha tenido que plantearse este tipo de ficción”
(Colomer, 1999. P.127). En otras palabras, la interpelación directa y explicita que tiene este libro
sobre la contaminación, intencionada al lector, no permite la reflexión libre sobre el tema, el último
no puede adoptar una posición crítica propia, porque se le entrega una dada y este es el mismo fin
que tienen los cuentos moralizantes.
En “Niños, las brujas no existen”, en cambio, la estereotipización se mantiene en relación a la
jerarquización existente entre los adultos y los niños, donde no existe ninguna clase de comunicación
ni complicidad, solo desencuentros que muestran una realidad frívola, donde la angustia es gradada a
través de recursos como la resolución humorística de los problemas y el distanciamiento a través de
un narrador omnisciente (Colomer, 1999).
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Por otro lado, según Hanán “los siglos XIX y principios del XX han representado (…) un
momento de desprendimiento de una literatura didáctica y de formación moral, hacia el
descubrimiento de formas más cercanas a lo lúdico y a la recreación” (Hanán, 2011. P.5). Se
evidencia el movimiento temático de la literatura infantil, que ocurre debido a que en esta época
“surgió una nueva visión del mundo que generaba, y requería a la vez, nuevas formas de educar a los
ciudadanos” (Colomer, 1999. P.107). La sociedad ha cambiado, por lo que la literatura debe
adaptarse a ella, los cuentos moralizantes tienen un carácter apagado y es lejano a la realidad de los
lectores, donde se les impone una concepción de las cosas.
Entonces, si se sabe que la búsqueda moralizante a través de la literatura ya no es un recurso
de utilidad, donde los lectores no fanatizan con estas obras ¿por qué entonces seguimos utilizando
estos recursos en la literatura con nuevos temas? Puede ser que aún sentimos la necesidad de proteger
a los niños de los temas conflictivos, alejarlos de situaciones que producen sentimientos de angustia y
temas que pueden ser complicados. Pero es aquí donde es necesario tener los ojos abiertos, porque
estos temas sí se encuentran en la vida de los niños, la diferencia es que no suelen ser tocados en las
diversas esferas en las que se desarrolla. El llamado es a ampliar las posibilidades temáticas, a mostrar
realidades diversas, difíciles, tabú; pero no con un juicio de valor de por medio, sino que a través de la
representación ellos puedan reflexionar, tomar una postura crítica propia, y sobre todo disfrutar y
gozar de la lectura.
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CRÍTICAS
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“Un Superzorro poco particular”
Nombre: “Superzorro”
Autor: Roald Dahl
Editorial: Alfaguara
Edición: 1970, Santiago de Chile
Páginas: 96 págs.
El “Superzorro” trata de una adorable familia de zorritos que viven en la colina, donde todos
los días papá zorro baja a buscar comida para darles a su familia a la granja de uno de los tres
granjeros: Benito, Buñuelo y Bufón, que criaban pollos, patos y gansos, pavos y manzanas
respectivamente. Un día, los tres granjeros hartos del zorro deciden matarlo y no van a descansar
hasta atraparlo a él y su familia. Éstos logran escapar cavando un hoyo muy profundo, y después de
ciertos problemas logran escapar y burlar a los granjeros gracias a las ideas del zorro, se dan un gran
festín con los animales de los granjeros y los amigos de la colina apodan al zorro “superzorro”.
La novela “Superzorro”, para niños desde 8 años, es una novela inocente y un tanto
humorística, además de un poco predecible y no completamente innovadora, ya que el bueno vence
al malo heroicamente y con astucia. Mucha de su estructura nos recuerda a la clásica historia de los
tres cerditos y el lobo feroz, tanto en sus personajes donde se encuentran los tres granjeros y la familia
del zorro (es lo contrario al cuento clásico). A pesar de esto, la familia del zorro no presenta el
estereotipo del bien y la inocencia por sobre todo, sino más bien los muestran como símbolo de la
astucia, ya que ellos comenzaban robándoles a los granjeros, y a causa de esto se desata el conflicto de
la historia. En contraposición los granjeros son horribles y muy malvados y no presentan una mezcla
de características que los hagan más reales, sino es una hipérbole de lo malo.
Sin embargo es un libro entretenido, de lectura rápida, adecuado para cualquier edad según la
temática, pero según la longitud de la novela y la complejidad semántica, la edad de ocho años es
adecuada y la lectura escolar una instancia perfecta. Como mencionaba anteriormente, una historia
inocente y traviesa para niños buenos, que aunque no se encuentra en la primera de mi lista, no
dejaría de recomendar.
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“Frin: Un cuento para recordar”
Nombre: “Frin” Autor: Luis María Pescetti
Editorial: Alfaguara Infantil
Edición: 2007, Santiago de Chile.
Páginas: 203 págs.
Frin… Frin es un niño como cualquier otro, que se encuentra en una pre adolescencia donde
vive las cosas que viven los pres adolescentes. Son conscientes de los problemas familiares y los de los
amigos, comienzan a enfrentar sus miedos, a entablar verdaderas relaciones de amistad, a descubrirse
a ellos mismos, sus gustos y disgustos, asumen más responsabilidades, conocen el amor… Frin se hace
amigo de Lynko, el chico nuevo, tiene amores y desamores con Alma, su amor de la infancia,
comienza a trabajar con Elvio en la librería, sus padres tratan de sobrevivir con sus problemas
económicos, hecho que provoca gran vergüenza en Frin, y es así como se desarrolla la historia, en una
secuencia de narraciones muy posibles y otras poco probables, donde Frin siempre tiene una
respuesta desde su particular personalidad y sentido del humor.
Esta novela, recomendada para niños desde 10 años, es sin duda una representación perfecta
de los sucesos que ocurren a esa edad, donde la representación de los personajes no es estática ni
monótona, no están los buenos y los malos, solo niños en crecimiento que aún se están descubriendo
y que presentan distintas reacciones y respuestas frente a una misma situación, que sin duda permite
la identificación del lector con el personaje.
Esta identificación con el personaje es fundamental, ya que les permite reflexionar, sentirse
acompañados, ampliar su mundo, estar de acuerdo o en desacuerdo con el mismo, vivir los sucesos
que se narran, gozar, disfrutar. Sin duda Frin es ese lector pre adolescente, Frin somos cada uno de
nosotros, y su lectura nos llevará a recordar los primeros años de nuestra juventud, nos sacará risas,
empatizaremos con él a tal punto de sentir que es real. Una historia imperdible, una historia para
recordar.
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“Crictor, una mascota singular”
Nombre: “Crictor”.
Autor: Tomi Ungerer
Editorial: Alfaguara
Edición: 1988, Buenos Aires, Argentina.
Páginas: 36 págs.
En la siguiente crítica se realizará un resumen del cuento “Crictor”, se comentarán diversos
aspectos del mismo, de lo que puede provocar en el lector, de su relación con la realidad y si es
adecuado o no para la edad recomendada. Se dará además un bosquejo del perfil del lector ideal, y
una apreciación personal de si es o no recomendable.
Crictor es un regalo que le llega a Madame Louise Bodot, una anciana residente de Francia
que se asusta mucho al ver la mascota que le envía su hijo investigador de reptiles desde Brasil, nada
más y nada menos, que una Boa Constrictor, razón de su nombre. Al descubrir que no es venenosa le
da toda clase de mimos y comodidades, muy peculiares para una mascota y más todavía con una
serpiente… es decir…. ¡¿A qué serpiente le dan leche en mamadera?!, bueno pero Crictor no es una
mascota cualquiera, cosa que da que se dan cuenta los habitantes de París, cuando Crictor atrapa a un
ladrón que entró a casa de Madame Bodot. Por su valiente comportamiento, las autoridades de
Francia le dan toda clase de conmemoraciones… y bueno Crictor vivió feliz y muy querida por los
habitantes de Francia.
Indudablemente Crictor es un cuento que nos lleva a pensar en esa mascota querida, aquella
que recibía todos nuestros mimos y cariños. Una divertida historia que nos muestra insólitas
situaciones que pocas veces nos podemos imaginar, una imperdible instancia para compartir con los
niños más pequeños. Es adecuado para una lectura individual de niños de 6 años, pero no podemos
dejar de leerla en voz alta, una excusa para compartir y gozar. Es un cuento del que no pasa como uno
cualquiera, imperdible tanto por niños y adultos.
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TRÁILER
''Rosaura en Bicicleta''
Daniel Barbot
https://www.youtube.com/watch?v=_Z6CVaJALT8&feature=you
tu.be
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Bibliografía
Bajtín, M. (1982-1993). “El problema de los géneros discursivos”. En Estética de la creación
verbal (pp. 248-292) México D.F.: Siglo Veintiuno Editores.
Cabezas, E. (2013): “Un año para comer perdices”. En Anuario Iberoamericano sobre el libro
infantil y juvenil 2013, (pp. 89-101). Madrid: Ediciones SM.
Colomer, T. (1999): “La literatura infantil y juvenil actual”. En Introducción a la literatura
infantil y juvenil actual. (pp. 107-158). Madrid: Síntesis.
De Amo, J. (2005). “El papel del álbum en el desarrollo del intertexto lector”. Campo abierto,
28 (pp. 61-80).
Hanán, F. (2011). “Literatura infantil Latinoamericana”. Peonza. No 96. (pp.4-14).
Mendoza, A. (2003). Los intertextos: del discurso a la recepción. (pp. 17-33). Cuenca:
Universidad de Catilla- La Mancha.