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SEPIA XIV Piura, del 23 al 26 de agosto 2011 Eje Temático I Dinámicas Territoriales “Territorios rurales y globalización. La fragmentación territorial de la provincia de Loja" Patric Olivier Hollenstein, Pablo Ospina & José Poma 1

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SEPIA XIV Piura, del 23 al 26 de agosto 2011 

Eje Temático I 

Dinámicas Territoriales 

 

“Territorios rurales y globalización.  La fragmentación 

territorial de la provincia de Loja"  

 

Patric Olivier Hollenstein, Pablo Ospina & José 

Poma    

1

Territorios rurales y globalización: La fragmentación territorial de la provincia de Loja

Resumen Este artículo revisa a partir de dos casos el proceso de construcción de nuevas

dinámicas territoriales rurales en la provincia de Loja, Ecuador. Partimos de una

comprensión de la dimensión territorial basada en el flujo de ideas, personas y bienes.

Argumentamos que en este aspecto y a lo largo del desarrollo económico y social

durante el siglo XX e inicios del siglo XXI, la provincia vive una fragmentación territorial

en tanto determinados subterritorios se desprenden de los procesos socioeconómicos

marcados por los antiguos centros político-económicos, como la ciudad de Loja, pero

también por las élites locales tradicionales de las ciudades intermedias en el resto de

la provincia. El cambio en el plano económico corresponde, por tanto, a cambios en la

dimensión espacial, es decir, los itinerarios de los productos agrícolas, del territorio.

Visto desde esta perspectiva podemos distinguir tres fases sucesivas, cada una

representado una “unidad territorial”. Sin embargo, es evidente que las dinámicas

territoriales rurales de la última fase –con inicio a finales del siglo XX– se han basado

hasta ahora principalmente en transformaciones tecnológicas de los sistemas de

producción y comercialización, sin que ello haya tenido mayores efectos sobre la

arquitectura institucional de los subterritorios emergentes. Concluimos que para que

los motores económicos tengan un efecto duradero, es imprescindible que las

coaliciones sociales que los sostienen, superen sus fronteras sectoriales, al incorporar

los gobiernos locales, entre otros actores, para adaptar también las instituciones a las

nuevas oportunidades y retos de las dinámicas territoriales rurales.

1 Introducción En este documento nos interesa explorar el proceso de construcción de nuevas

estructuras espaciales en el sur del Ecuador. Si asumimos la postura teórica de la

geografía social francesa, el espacio geográficodebe entenderse como el conjunto de

aquellos flujos o itinerarios materiales y simbólicos que unen sitios físicos entre sí.

Sumariamente podemos entender las estructuras del espacio geográfico como las

redes de relaciones que sirven para unir sitios. Estas redes de relaciones son

recorridos de personas, de cosas, de ideas. Se logran mediante medios de

comunicación o vías de transporte. En cierto modo podríamos decir que son itinerarios

(Dollfus 1980, 1991; Deler 2007 [1981]). La caracterización geográfica de un territorio

2

es, pues, la identificación y valoración de flujos materiales y simbólicos que cambian

conforme cambian las sociedades que los establecen.

El propósito de este documento es mostrar cómo las dinámicas económicas

territoriales, y más específicamente el proceso de superación del histórico aislamiento

de la región sur del Ecuador, está promoviendo la emergencia de nuevas estructuras

espaciales caracterizadas por dos rasgos: por una mayor fragmentación territorial y

por el surgimiento de nuevos polos de articulación espacial. Mostraremos con dos

casos específicos la forma en que las dinámicas económicas marcadas por la

aparición de nuevos mercados y la transformación en las coaliciones sociales de los

actores que realizan el trabajo de conectar un lugar con otro, está llevando a la forja

de nuevas estructuras del espacio en el sur del Ecuador.

Los datos empíricos que presentamos en este documento son el producto de una

investigación sobre dinámicas territoriales rurales exitosas. En este proyecto llevado a

caboa nivel latinoamericano1 fueron seleccionados territorios rurales caracterizados

por una combinación virtuosa de crecimiento económico, reducción de la pobreza y

reducción de la desigualdad. La investigación apuntó a estudiar el conjunto de factores

que sustentan estas dinámicas exitosas y que diferencian los territorios exitosos de

aquellos “atrapados en vías de subdesarrollo” (Berdegué&Schejtman 2008). Los

datosque sustentan dichainvestigación provienen de un análisis estadístico de

variables socioeconómicas y elaboramos mapas de pobreza, desigualdad social

(coeficiente de Gini) y consumo familiar por habitante a escala parroquial para dos

momentos que permiten visualizar los cambios ocurridos en la última década. El

primer grupo de mapas se basa en el Censo de Población de 1990 y la Encuesta de

Condiciones de Vida (ECV) de 1995, el segundocombina el Censo de 2001 y la ECV

de 2006. Los mapas se elaboraron empleando modelos matemáticos de regresión por

el método de estimación de áreas pequeñas (Elbers, Lanjouw, Lanjouw 2003 y 2005)

desarrollado por el Banco Mundial. Específicamente se ha utilizado el programaPov-

Map2.0.2Además, realizamos estudios etnografícos de las relaciones productivas,

sociales y de género, así como encuestas sobre los sistemas de producción y de

comercialización3 del café de altura y del maíz amarillo.

1 Para una descripción de las preguntas de investigación y el marco metodológico ver: Berdegué & Schejtman 2008. 2 El programa ha sido elaborado por Qinghua Zhao y Yonfming Du, para el Banco Mundial (http://iresearch.worldbank.org/PovMap/PovMap2/PovMap2Main.asp). 3 Una aplicación muy interesante y más completa del mismo tipo de encuesta, junto con una breve explicación metodológica, se encuentra Modrego y Sanclemente (2007) para analizar las redes de comercialización de las fresas en Michoacán, México.

3

2 El territorio El “territorio” lojano sobre el que nos concentraremos puede ser caracterizado

como un conjunto de, cuando menos, tres círculos concéntricos. El primero y más

grande es el de los “Andes bajos” que atraviesa la frontera con el Perú, y que en el

pasado tuvo como ejes de articulación la minería de oro en Zamora y Zaruma y la

exportación a través del puerto de Piura (Perú). El segundo, de dimensiones más

restringidas, incluye la actual provincia de Loja y una gran parte de la provincia

amazónica de Zamora así como las partes orientales de la provincia costera de El Oro

(cantones de Zaruma, Portovelo, Piñas y Las Lajas), y corresponde a la región

hegemonizada por la oligarquía terrateniente lojana durante el período republicano. El

tercero, es un conjunto de subregiones marcadas por el crecimiento de la intensidad

de las articulaciones espaciales internas, de los vínculos independientes de cada una

de estas subregiones con la Costa ecuatoriana y su cada vez mayor autonomía

respecto a la dinámica provincial y de la capital.

La tendencia de largo plazo parece ser la de restringir constantemente el tamaño

del territorio: en la época precolonial y colonial, era más relevante el primer círculo. A

lo largo de la época republicana, el aislamiento tendió a reforzar el poder terrateniente

en el territorio más restringido de la provincia antigua, es decir, incluyendo parte de

Zamora y El Oro. Finalmente, el tercer tercio del siglo XX, marcado por el fin de la

hegemonía terrateniente y el crecimiento de la conectividad de la región, tiende a

fortalecer el tercer grupo de territorios más pequeños que se articulan directamente

con mercados exteriores debilitando su dependencia respecto a la ciudad de Loja. Así,

se debilita, aunque persiste, el poder de concentración de los dos primeros “círculos”

al tiempo que se refuerzan las tendencias centrífugas de las pequeñas subregiones

del tercero. Todos ellos, por supuesto, se superponen actualmente y siguen siendo

importantes para las dinámicas locales.

2.1 Primer círculo: los Andes bajos La provincia de Loja es parte de una región mayor denominada por Galo Ramón

los “Andes Bajos” (Ramón 2008: 15-30). Esta región tiene características geográficas

y ambientales originales en el conjunto andino. Es una zona donde la cordillera de los

Andes pierde altura, desaparecen las montañas con glaciares permanentes, la

cordillera occidental pierde su patrón longitudinal paralelo al Océano Pacífico para

convertirse en estribaciones andinas que se dirigen con dirección al mar creando un

patrón de hoyas transversales, estrechas y profundas, marcadas por una orografía

muy irregular.

4

La principal variable que define al territorio es la humedad cuya influencia distin-

gue dos zonas: la occidental que afecta al 66% el territorio de la provincia, en la que la

humedad está fuertemente determinada por la alternada influencia de las corrientes de

El Niño y de Humboldt, creando una zona de enorme inestabilidad climática en la que

las lluvias normales se alternan con fuertes El Niño y temibles sequías.. La zona

oriental, por su parte, representa el 34% del territorio restante de la provincia, y el

patrón de lluvias es más estable y más simétrico a lo largo del año, fuertemente

influido por la los vientos y el clima de la amazonía (Maldonado 2005; Ramón 2008).

Esta diversidad interna, la inestabilidad del clima en la zona occidental, la au-

sencia de glaciares de altura que alimenten por deshielo los acuíferos subterráneos y

los manantiales, la fuerte irregularidad del paisaje y la presencia de suelos terciarios

muy erosionados, presentaron serios desafíos a las poblaciones que allí se asentaron.

De manera muy particular, representaron para el modo convencional de la moderniza-

ción que se buscó implementar en las últimas décadas una gran desventaja ambiental.

La historia precolonial de esta zona estaba muy integrada por densos intercam-

bios culturales y materiales entre los pueblos Paltas, Guayacuntu y Tallanas que

formaron luego la antigua Gobernación de Yaguarzongo que unió a Loja, Piura, Jaén y

Tumbes (Ramón 2008: 32-114). El manejo de la humedadsin recurrir a complejos y

costosos sistemas de riego fue, sin duda, uno de sus mayores logros tecnológicos

regionales. Ya en la época colonial, la característica esencial que marcó el amplio

territorio de los Andes bajos fue sin duda la existencia de dos épocas de conexión con

el exterior y de reforzamiento de sus inteconexiones, marcados por la producción

minera y la producción de cascarilla: el primero en el siglo XVI y el segundo a fines del

siglo XVIII e inicios del XIX.

Ambos períodos reforzaron el papel articulador de la ciudad de Loja: la explota-

ción minera en Zaruma, al occidente, tenía su centro en Loja, donde se encontraba la

“caja real”, lugar donde debía registrarse el oro extraído de las minas; la explotación

de la cascarilla, por su parte, ubicada en las vertientes orientales de la cordillera,

también se acondicionaba en Loja antes de su embarque en el puerto de Paita con

destino a la botica real de Madrid. El esplendor minero duró poco: con el decaimiento

a partir del siglo XVIII, la región se especializó en proveer los medios necesarios para

el transporte, es decir la producción de mulares. Esta actividad era posible en

condiciones de escasez de mano de obra, circunstancia que llevó a los hacendados a

favorecer la especialización ganadera (ver sobre todo Ramón 2008: 116-192, y

Jaramillo 2002 [1955]: 147-57 y 203-24).

El período de auge de la cascarilla también duró poco. A inicios del siglo XIX

sobrevino la crisis debido a la técnica de cosecha que arrasó los bosques –no

5

solamente del árbol de la quina- y a la escasez de mano de obra. Su fin, que coincidió

con los últimos años del orden colonial, representó también el fin del período de oro de

la poderosa articulación de la gran región de los Andes bajos.

2.2 Segundo círculo: la provincia de Loja Durante el período republicano, la frontera con el Perú se convierte en fuente

permanente de tensiones militares. Ello contribuyó a consolidar un aislamiento

persistente que duraría hasta la década de los años 1970, cuando creció la red vial de

conexión con el resto del país. El rezago es, sin embargo, persistente hasta que a

partir de los acuerdos de paz en 1998 dicha red vial mejora significativamente. Para

1992, la densidad de la red vial lojana era ya similar al promedio de la sierra

ecuatoriana: 31,2 km/100km2 (INEC1992). De esta manera, hasta épocas muy

recientes, el aislamiento y la condición de frontera configuran la base de la identidad

de este territorio.

El inicio del período republicano, y la “petrificación” de la frontera sur que le

acompañó, favorecieron el aislamiento de la provincia de Loja y con ello contribuyeron

a la consolidación de una oligarquía terrateniente poco articulada a mercados externos

que logró controlar todas las esferas del poder local (Fauroux 1983). El poder

terrateniente se basó en el control monopólico de la tierra: cerca del 60% de la

superficie registrada hacia mediados del siglo XX se encontraba en manos de 120

latifundios que representaban el 0,3% de las unidades de producción agropecuaria

(Censo Nacional Agropecuario 1954). Estas haciendas tuvieron su origen a fines del

siglo XVI en las mercedes de tierras que pedían los españoles en retribución a los

servicios prestados a la Corona durante el proceso de conquista.

El aislamiento y la falta de un mercado local hacen que los hacendados lojanos

no se interesen por mejorar la productividad ni agregar valor a la producción primaria.

La renta es obtenida por la explotación de la fuerza de trabajo bajo dos modalidades

dominantes: colonos, con quienes la relación es “al partir” y, arrimados, quienes pagan

al hacendado el usufructo de la tierra mediante trabajo no remunerado en la hacienda

(CIDA 1963: 305-326).

Las mismas condiciones de aislamiento hacían difícil que las haciendas lojanas

se articularan a los ciclos exportadores nacionales del cacao o, más tarde, del banano.

Al contrario, todo hace pensar que la crisis del cacao, hacia 1925, contribuyó al

fortalecimiento de la oligarquía lojana pues la mano de obra que expulsan las

haciendas cacaoteras de la costa es acogida por los extensos latifundios de la

provincia. Allí es donde surge esta nueva categoría de trabajador adscrito a la

hacienda, el arrimado. La revolución liberal (1895-1912), sin embargo, había buscado

6

contrarrestar el poder terrateniente mediante la ruptura del aislamiento a través de la

construcción de ferrocarril, el re-direccionamiento del comercio y la creación de flujos

mercantiles desde y hacia la costa, en lugar de los debilitados pero históricos

relacionamientos con los mercados peruanos. Sin embargo y más allá de las medidas

liberales, el conflicto con el Perú (1941) tuvo efectos más decisivos puesto que limitó

aun más el comercio y solidificó más rígidamente el obstáculo de la conflictiva frontera

del sur.

2.3 Tercer círculo: las subregiones de Loja El tercer tercio del siglo XX verá quebrarse los fundamentos de la hegemonía

terrateniente en Loja: se vence progresivamente el persistente aislamiento y se

resquebraja el monopolio sobre la tierra. Los recursos de la época petrolera (década

de 1970) permitieron el desarrollo de las vías de comunicación tanto con el eje andino

Cuenca-Quito como con el eje costeño Machala-Guayaquil. Además, se hacen más

densas y seguras las conexiones entre los cantones, con lo que se redirigen los flujos

del comercio interior, pues las localidades ya no estaban obligadas a vender

suproducción por los difíciles y no siempre legales caminos que llevaban. La reforma

agraria de los aos 1960-1970, la entrega de la tierra a los arrimados y la terrible sequía

del año 1968, confluirán para provocar un verdadero abandono de la mayor parte del

hinterland agrario de la oligarquía terrateniente lojana. Quedarán en posesión de las

tierras más planas, más cercanas a importantes vías de comunicación y que disponen

de riego.

Desde el punto de vista espacial, el correlato de ese cambio social mayor fue la

fragmentación de la unidad territorial de Loja. Es lo que puede sacarse como

conclusión general del magnífico libro de Anne Lise Pietri-Levy (1993). El proceso

ocurre por varias razones. Una de ellas es que los terratenientes asentados en la

capital dejan de ser los dueños de prácticamente todas las tierras de las subregiones y

por lo tanto la ciudad de Loja deja de ser el punto nodal de conexión con el centro de

toma de las decisiones productivas de los territorios subordinados del hinterland. Una

vez desestructurada la hacienda, se resquebrajaron las bases no solo económicas

sino también del control social sobre la población.

Estos cambios territoriales llevan a la progresiva configuración de dinámicas

particulares en subterritorios. Pietri-Levy considera que hay cuatro dinámicas

subregionales:

El dinamismo económico de la ciudad de Loja y de la provincia en su conjunto, es ex-

tremadamente débil y esta debilidad se refleja en la hipertrofia de todos los niveles del

sector comercial (…). La evolución reciente y el dinamismo económico de los otros

7

diversos centros urbanos depende esencialmente de su localización, puesto que sus

funciones son ante todo comerciales. Cariamanga es el polo económico del sur de la

provincia; la única ciudad capaz de contener, en un espacio dado, la influencia directa de

Loja (…). La función comercial de Cariamanga es antigua. Punto de concentración de los

productos de la ganadería y de la agricultura de una amplia parte de la provincia, Caria-

manga, trata con Cuenca o Guayaquil y con el Perú. Catacocha, del otro lado del valle

del río Catamayo, en el camino de acceso al oeste de la provincia no ha alcanzado

nunca la importancia comercial de Cariamanga. El comercio de la parte occidental de la

provincia de Loja se ha organizado en torno a Celica y, más recientemente, también de

Alamor (Pietri-Levy 1993, énfasis agregado).

El análisis que realizamos de tipos de parroquias tiende a superponerse de

manera notable con las regiones identificadas por Pietri-Lévy a inicios de los años

1990.La zona de influencia directa de la ciudad de Loja, tiene a dicha ciudad como eje

de articulación y observa crecimiento económico, reducción de pobreza y de la

desigualdad en valores estadísticamente significativos. Dentro de la zona, y en similar

condición, se encuentranlas parroquias Vilcabamba y Catamayo,adyacentes a Loja.

Catamayo es un espacio de articulación del occidente y el oriente de la provincia, por

lo que podría también considerarse como un territorio relativamente autónomo de la

ciudad de Loja. El cantón Paltas, caracterizado como una zona de influencia débil de

Loja y moderada de la Costa, tiene como eje de articulación a Catacochaque

conjuntamente con las parroquias Yamana y Casanga, lograron crecimiento

económico, reducción de pobreza y de la desigualdad en valores estadísticamente

modestos, pero positivos. La zona de influencia del municipio de Puyando, Zapotillo y

Pindal , inclinada a la región Costa y con muy débil influencia de Loja, tiene como eje

de articulación territorial a la ciudad de Alamor; este sub-territorio logró crecimiento

económico y reducción de pobreza, aunque no de la desigualdad que más bien

empeoró. Finalmente, la zona de influencia de Cariamanga y débil influencia de Loja,

incluye varias parroquias de los cantones Sozoranga, Gonzanamá, Calvas y

Espíndola, en las que se produjo un cambio modesto del consumo por habitante,

tuvieron una pequeña disminución de la pobreza, y disminuyó ligeramente o se

mantuvo la desigualdad social.

Mapa 2. Tipología socioeconómica de parroquias de Loja

8

Fuente: INEC, Censo de Población y Vivienda, 2001, Encuesta de Condiciones de Vida, Quinta Ronda, 2006. Elaborado en base a la proyección de indicadores sociales sobre sectores censales. Elaboración:

Autores del estudio.

2. Los territorios del maíz y del café Cinco motivos nos impulsaron a seleccionar el territorio del maíz, en Pindal-

Alamor, y el del café en la región de Cariamanga. En primer lugar, identificamos

dinámicas que son cada vez más determinantes para las economías locales y cada

vez más autónomas respecto al centro de la provincia (la ciudad de Loja). En segundo

lugar, son casos relacionados con actividades agropecuarias, que son las dominantes

en la Loja rural. En tercer lugar, son zonas con poco o ningún riego, que es la

situación de la mayoría de las economías agropecuarias de la provincia (Maldonado,

Vivar y Vélez 2005). Cuarto, nos permitió contrastar dos casos muy diferentes, tanto

por sus historias agrarias como por el control sobre sus dinámicas económicas. El

maíz nació en regiones donde la pequeña y mediana propiedad independiente tenían

9

una larga historia y donde se instaló una dinámica económica controlada, principal-

mente, por intereses empresariales externos, mientras que el café nació en regiones

donde había predominado el latifundio y donde los actores locales han logrado un

mayor control sobre la dinámica económica.

Finalmente, a pesar de las diferencias señaladas, los subterritorios del café y del maíz

comparten cuatro características definitorias entre sí y con el resto de la provincia.

Estamos hablando, por tanto, decaracterísticas que definen a los subterritorios

emergentes (del tercer círculo) y que, por la historia compartida, son muy parecidas

enel territorio provincial(el segundo círculo concéntrico).Primero, la provincia carente

de ventajas ambientales tradicionales ligadas al agua y la tierra, pero está dotada de

una valiosísima y única diversidad biológica. Segundo, mantiene una muy alta e

histórica emigración, una verdadera “sangría de población”, que no se ha detenido en

los últimos años. Esto significa que las dinámicas territoriales positivas de crecimiento

económico, reducción de pobreza y de desigualdad todavía no alcanzan un “umbral”

suficiente para revertir una situación de estructural desventaja y estancamiento.

Tercero, la provincia tiene una estructura de empleo muy poco diversificada, altamente

dependiente de productos agrícolas tradicionales y con relativamente poca participa-

ción femenina en la PEA. Al mismo tiempo, la reciente emigración internacional ha

llevado a que sean fundamentalmente las mujeres las que dispongan del dinero

recibido por concepto de remesas del exterior. Cuarto,la provincia tiene una creciente

presencia de población con estudios universitarios, especialmente en las áreas

urbanas y un acceso a educación básica bastante similar al del promedio nacional. El

corolario es que cuando un nivel educativo relativamente superior al promedio se

combina con una estructura económica poco diversificada el resultado inmediato

parece ser la promoción de la emigración.4

3. El café La producción de café en Loja es antigua. Entre 2000 y 2009 hubo una notable

caída de la superficie sembrada y de la producción. Mientras en 2000 había 29.500 ha

sembradas, de las cuales casi 10.000 ha se ubicaban en el cantón Puyango, cuya

capital es Alamor, en 2009 se calculó en solo 18.220 ha la superficie provincial de café

(INEC 2000;MAGAP 2009).

Ese cultivo fue afectado por la crisis del mercado internacional del café que

ocurrió entre 1999 y 2002, y por la caída estrepitosa de los precios internacionales y

locales entre 2001 y 2004 (ETG 2009). Este periodo coincidió con el de mayor éxodo

4En el marco de este artículo no cabe presentar todos los datos estadísticos que elaboramos.

10

de ecuatorianos y ecuatorianas al extranjero. Mucha gente lojana, particularmente de

las zonas cafetaleras, emigró o abandonó los cafetales.

Desde dicha crisis han cambiado algunos patrones históricos de comportamiento

de los precios del café. Hasta inicios de este siglo, lo determinante fue la producción

de gran escala, que privilegió la cantidad y el precio,5 mientras que, actualmente, el

café se cotiza como un producto de “nicho”, una “especialidad” cuyo precio depende

de la calidad, el sabor, el aroma, su carácter orgánico y otros factores propios de un

consumo diferenciado.A consecuencia de la demanda internacional y el aumento de

los precios, renacieron los territorios cafetaleros en Loja.

3.4. Condiciones locales del renacimiento Lo importante para comprender la dinámica territorial no es tanto el aumento de

la demanda y los precios del café, sino cómo los productores “crearon” esa nueva

oportunidad vinculada al reflote de los precios. Varios actores locales, aliados con

algunas Organizaciones no gubernamentales (ONG), buscaron activamente insertarse

en los nuevos mercados orgánicos.Estas coaliciones nos remiten a los cambios

sociales, productivos y organizacionales en los territorios y sus dinámicas, más o

menos independientes de la ciudad de Loja.

Durante toda la década de 1990, en las regiones cafetaleras de los cantones

Espíndola, Quilanga, Gonzanamá, Sozoranga y Calvas (mapa 1), trabajaron varias

ONG junto con la cooperación internacional para conservar los bosques. La iniciativa

más importante y extendida fue la del proyecto de la Organización de las Naciones

Unidas para la Agricultura y la Alimentación ( FAO) denominado Desarrollo Forestal

Campesino (DFC), con el objetivo de promover el manejo de sistemas agroforestales,

pero cuyo mayor impacto fue la capacitación a “promotores forestales” locales,

quienes provenían de organizaciones comunitarias de base: las comunas campesinas

tradicionales lojanas y las organizaciones formadas por la iglesia católica, que tuvieron

mucha importancia en la zona en décadas anteriores. Fueron estas experiencias

organizativas de los campesinos la clave del éxito de la iniciativa de la cooperación

internacional.6

En Espíndola, la estructura agraria está conformada por comunas tradicionales

y pequeños productores independientes, desde que desaparecieron las 11 haciendas

de entre 800 y 4200 ha, cuyos propietarios fueron miembros de reconocidas familias

oligárquicas asentadas en la ciudad de Loja (Pastre y Waroquiers 2003, 11-7). En

5Hasta fines de la década de 1980 el mercado era regulado por acuerdos entre gobiernos; desde entonces lo regulan, cada vez más,las empresas transnacionales. 6Entrevista a E.A. realizada en Espíndola, el 2 de abril de 2010.

11

Quilanga son pequeños y medianos propietarios con suelos de buena calidad; en

Gonzanamá son propietarios más grandes dedicados al café y la ganadería.

La organización local clave fue la Unión Cantonal de Organizaciones Campesi-

nas y Populares de Espíndola (UCOCPE), filial de la organización campesina

provincial Federación Unitaria Provincial de Organizaciones Campesinas y Populares

del Sur (FUPOCPS).7 La UCOCPEjunto con el personal técnico del proyecto DFC

diseñaron, en 1996, un proyecto de tres años y 300.000 USD, para apoyar a los

cafetaleros, que fue financiado por el Fondo de Contravalor Ecuatoriano-Canadiense

(FECD) creado mediante el canje de deuda externa. Este Fondo apoyaba a varias

organizaciones cafetaleras en Loja con la intermediación de algunas ONG. En

Puyango sostenía proyectos apoyados porVredeseilanden Country Office en Ecuador

(VECO), una ONG belga, mientras en Palanda, lo hacía a través de la ONG lojana

Fundación de Apoyo Comunitario y Social del Ecuador (FACES). En Espíndola

entregó la administración del proyecto de café a la ONG lojana Fundatierra,8 que lo

extendió hacia Quilanga. Así se consolidó una alianza entre organizaciones

campesinas y técnicos de las ONG con la hegemonía de los segundos, que ha logrado

mantenerse.

El trabajo unificado de VECO, FACES y Fundatierra, así como de las organiza-

ciones quepromovieron (Asociación Agro – Artesanal de Productores de Café de

Altura de Puyango, PROCAP; Asociación de Productores Ecológicos de Palanda y

Chinchipe, APECAP; y Asociación de Productores de Café de Altura de Espíndola y

Quilanga, PROCAFEQ, localizadas en Puyango, Palanda y Espíndola-Quilanga,

respectivamente), fueron la columna vertebral de la organización regional Federación

Regional de Asociaciones de Pequeños Cafetaleros Ecológicos del Sur

(FAPECAFES), que tiene, actualmente, alrededor de 1800 socios y exporta 9000

quintales de café, con un valor superior a los USD 1.700.000.9

La nueva coalición cafetalera integrada por la cooperación internacional, los

cafetaleros, organizaciones campesinas locales, técnicos lojanos de ONG y

compradores orgánicos europeos,empezó a operar cuando los precios internacionales

del café caían en picada, los dirigentes migraban a España y los cafetales se

convertían en potreros para el ganado. En medio de esta desfavorable situación, los

7La FUPOCPSes filial de la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras del Ecuador, FENOCIN, una de las más grandes y antiguas organizaciones campesinas del país. Desde 1975 está liderada por militantes del partido socialista. 8 Aunque muchos miembros de la UCOCPE participaron y todavía participan en el proyecto de apoyo cafetalero, la organización no interviene ni en la administración ni en la dirección. 9En Ecuador, la exportación de café está concentrada en pocas empresas. La empresa Café C.A., que no actúa en Loja, exportó 85 de los 125 millones de dólares vendidos en 2008, según la Asociación Nacional de Exportadores de Café, ANECAFE (citado en ETG 2009).

12

campesinos escucharon la prédica sobre el cambio tecnológico y se involucraron

activamente en la búsqueda de alternativas para conseguir mejores precios en el

mercado internacional orgánico.

Un factor que favoreció y amplió la coalición social en la zona de Cariamanga

han sido las remesas internacionales, puesto que una parte de ellas se destina al

proceso productivo del café, algo que no aparece en los estudios disponibles, porque

esta relación es indirecta. En efecto, empezó con el surgimiento de las redes de

economía solidaria, de cajas de ahorro rural y de cooperativas de ahorro y crédito

locales. Si bien en la provincia de Loja y en la zona cafetalera bajo estudio han

existido, desde hace décadas, cooperativas tradicionales ubicadas en los centros

urbanos, especializadas en promover el crédito comercial y de consumo, desde 2005

surgieron algunas cajas de ahorro alternativas vinculadas a organizaciones de

productores y a la Red de Entidades Financieras Equitativas del Sur del Ecuador

(REFSE), promovidas y apoyadas técnicamente por una ONG ecuatoriana ligada a la

iglesia católica, el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP).10 Varios

observadores y dirigentes locales llamaron la atención sobre el hecho de que las cajas

de ahorro situadas en áreas cafetaleras lograron crecer y consolidarse, mientras

decayeron otras ubicadas en zonas deprimidas.Cuando realizábamos el trabajo de

campo, esa coalición estaba a punto de volverse plenamente formal. PROCAFEQ

estaba concertando un acuerdo con tres cooperativas de la zona ─Quilanga, San José

y Gonzanamá─, para la provisión de crédito a los caficultores.11 Adicionalmente, los

créditos entregados por las cooperativas locales, que son manejados principalmente

por las mujeres, aunque no estén directamente ligados a la producción, debilitan el

poder de los intermediarios y comerciantes de Cariamanga, cuyos créditos han sido

tradicionalmente fundamentales para la reproducción de las familias durante las

épocas de penuria.12 Ahora los hogares, especialmente las mujeres, pueden acceder

rápidamente al crédito sin depender de los comerciantes.

El surgimiento de esta nueva coalición también restó importancia a la tradicio-

nal coalición asentada en la ciudad de Cariamanga, alrededor de la cual ha estado

organizada la producción de café de altura, y donde se encuentran las principales

entidades financieras y la mayoría de comerciantes de granos y de café. Aunque el

10Entrevista a P.G. realizada en El Airo, el 7 de abril de 2010. 11De esta manera, al menos 120.000 USD del ahorro local se destinarán, anualmente, a financiar los préstamos y adelantos que PROCAFEQ hará como capital de operaciones del sistema de comercialización asociativo. Los habitantes de la localidad financiarían de esta manera, con sus ahorros, el 25% del capital actual de operación de la organización más grande de comercialización asociativa de la zona (Entrevistas a F.A. realizada en Amaluza, el 2 de abril de 2010; y a E D.C. realizada en Quilanga, el 13 de abril de 2010) 12Testimonio de S.C., El Airo, 2 de junio de 2010.

13

peso de la nueva coalición todavía no es dominante en el territorio respecto a la

comercialización del café, tiende a eludirla relación con Cariamanga.PROCAFEQ y

FAPECAFES han privilegiado la relación con Catamayo (La Toma), ciudad beneficiada

por su ubicación estratégica ydonde se instaló el centro de acopio, procesamiento e

industrialización del café para exportación, y donde se concentra todo el café de la red

de comercialización de la región sur del Ecuador.

3.5. Consolidación de la nueva coalición Esta nueva coalición, sin embargo, está enfrentando algunos problemas cuya

principal manifestación es el lento crecimiento de la curva de asociados y de

producción acopiada. Según la encuesta de comercialización de café que realizamos

sobre la cosecha de 2009, solo el 41,3% de los hogares entrevistados ha ingresado en

la nueva modalidad tecnológica, que se distingue porque los productores deben lavar

el café.13La encuesta de comercialización de café da luces sobre los motivos por los

cuales los productores no se involucran masivamente en la nueva modalidad de

producción. Calculando por hectárea, los productores que lavan el café obtienen 37%

más ingresos que los que no lo lavan. Aproximadamente la mitad de ese ingreso

adicional puede atribuirse al aumento de productividad por hectárea y la otra mitad a la

mejora de precios. Es muy probable que el aumento de la superficie cosechada junto

con las mejoras técnicas incorporadas en finca, motiven a quienes han ingresado a la

nueva modalidad, pero los bajos ingresos adicionales conseguidos explican por qué la

nueva coalición avanza lentamente. Una de las razones por las cuales no se ha

producido un crecimiento económico mayor es la baja productividad por hectárea en

toda la zona.

Otra limitante para ingresar a la nueva coalición es el cambio tecnológico. La-

var el cafées un trabajo adicional del nuevo sistema; hay que despulparlo, quitarle el

mucílago usando mucha agua, secarlo y seleccionarlo para almacenarlo sin humedad,

basura o malos olores. Además, requiere una buena organización del trabajo. Según

los técnicos de PROCAFEQ, las tareas de “beneficio” de 50 quintales requieren cinco

jornales por cosecha y otros cinco de transporte al centro de beneficio. Sobre todo,

exige coordinar los tiempos de la cosecha para hacer el despulpado el mismo día del

desmatado y tener confianza en los trabajadores que seleccionan las pepas de café

durante el secado. La certificación orgánica exige otros trabajos adicionales como la

producción de abonos y su traslado a las fincas, un cuidado especial de la sombra y, 13Asimismo, la participación en organizaciones de productores que buscan vender asociativamente es la siguiente: el 28% de entrevistados pertenece a PROCAFEQ; el 3,1% a El Colmenar (en la parroquia San Antonio de las Aradas); y el 7,6% a la Asociación de Productores Orgánicos de Café de Altura y Comercialización de Productos Agropecuarios de la parroquia El Airo (APROCAIRO).

14

en general, más tiempo de cuidado en la finca. Sin embargo, el mayor desafío es la

organización de la cosecha. Calculan los técnicos de PROCAFEQ, que el café

“tecnificado” requiere 160 jornales por hectáreapara 50 quintales, cantidad que ningún

productor ha logrado en la zona. Por lo tanto, para tener una cosecha relativamente

alta (de 25 o 30 quintales por ha) se requerirían alrededor de 100 jornales, mientras

que el sistema tradicional requiere 40 para un rendimiento de 10 quintales. La razón

es que para poder lavar el café, los frutos deben seleccionarse en la mata durante la

cosecha (el llamado “pepiteo”), mientras que en el sistema convencional, el dueño del

café recoge toda la producción de la rama de cada planta en un solo viaje. Ese

incremento notable de mano de obra exige mayor coordinación y más entrenamiento

de quienes trabajan: hay que asegurarse de que reconozcan las pepas; que no llenen

el costal con producto inadecuado solo para aumentar el peso pues cobran a destajo;

que escojan adecuadamente la planta en el momento justo de la cosecha. En pocas

palabras, necesitan personas de confianza o pagar más a los trabajadores o una

combinación de ambas opciones. En cualquier caso, es crucial la participación de las

mujeres, especialmente en las tareas cercanas al hogar o ligadas a la contratación de

mano de obra conocida (vecinos o familiares).

La rentabilidad que obtiene el propietario cuando produce café orgánico es

menor, porque el 60% del costo de producción se invierte en el pago de mano de obra.

La productividad requerida para cubrir tales costos es difícil de conseguir, motivo por

el cual las ganancias se distribuyen entre muchos actores y queda menos para los

propietarios. Debido al gran requerimiento de mano de obra, los principales gastos se

quedan en manos de jornaleros de la zona; la mayoría son parientes, amigos o

vecinos; pocos son extraños que provienen de otros municipios o del Perú.

Por último, la participación en una organización para la intermediación comer-

cial exige más involucramiento de cada agricultor y más inversión en viajes, reuniones,

gestiones y debates. Ocuparse de la organización es un costo, no solo un beneficio.

Además, los costos técnicos son excesivamente altos debido al peso que tienen las

ONG y los técnicos en este sistema.

En síntesis, el aumento de los precios internacionales del café fue el punto de

partida de una dinámica económica más favorable para los campesinos lojanos. El

patrimonio ambiental disponible es vital, pues favorece solo a los productores

ubicados en las zonas aptas para el café de altura (las más húmedas y altas del

occidente de la provincia). El factor social decisivo para potenciar los beneficios y

redistribuirlos más es la formación de una coalición nueva conformada por caficultores,

ONG, organizaciones campesinas, compradores de café orgánico en Europa y

cooperativas de ahorro y crédito rural, que establecen un vínculo directo con el

15

mercado internacional del café orgánico. Esta coalición hubiera sido imposible sin la

presencia de varios factores: la acumulación de capital social producto de la

experiencia previa de los campesinos que fueron parte de las organizaciones que

lucharon por la tierra; de la iglesia católica comprometida con los pobres; y de un

conjunto de proyectos sostenidos por la cooperación internacional.

El mercado orgánico obliga a introducir cambios tecnológicos en la producción

y “beneficio” del café, lo cual exige un uso mucho más intensivo de mano de obra que,

a su vez, reduce la rentabilidad de los propietarios, pero favorece la distribución local

de los beneficios económicos a través del pago de jornales. Adicionalmente, existe la

posibilidad de que se potencien programas de protección ambiental en la zona, porque

el sistema está basado en el uso de tecnologías ambientalmente más sanas, y

promueve la diversidad agrícola y forestal al requerir la combinación de cultivos y

sombra para el café.

La dinámica territorial de la zona cafetalera depende del exterior, pero la coalición

social ha acrecentado el poder y control local sobre las redes de intermediación y

también sobre los insumos productivos requeridos para el cultivo (uso de mano de

obra local, de abonos orgánicos locales, de energía y cultivos variados adaptados a la

zona). A través de la dinámica ha aumentado la autonomía de las mujeres en el

territorio, puesto que se les han abierto más oportunidades de trabajo remunerado, ha

aumentado sus responsabilidades en la supervisión y la gestión de la mano de obra,

así como su participación decisiva en las cajas de ahorro y las cooperativas de ahorro

y crédito.

4. El maíz El motor inicial de la dinámica territorial de Pindal es el crecimiento de la industria

de carneque se expandió a partir de los años 1970 en el Ecuador, aunque el boom

ocurrió desde 2001: en menos de una década se ha duplicado la producción nacional

de pollos y huevos. Fue así como la producción lojana de maíz duro y sus rendimien-

tos por hectárea aumentaron sustancialmente.

En la provincia de Loja, gran parte de la producción de maíz amarillo proviene de

los cantones Puyango, Celica y Pindal (mapa 1); éste último es el que más aporta a la

cosecha anual provincial14. En Pindal y la zona seca de Loja el clima reduce los costos

y el tiempo de secado del maíz; así la producción local tiene una ventaja comparativa

(o renta diferencial) decisiva.

14 Según la encuesta del MAGAP, en 2009, Pindal produjo el 46% de la cosechatotal de maíz de la provinciacon el 34% de la superficie sembrada, es decir, tiene una productividad promedio mayor que el resto de la provincia.

16

En el cantón Pindal, la PEA agropecuaria está compuesta por 2695 personas

(Municipio de Pindal 2010) y había 2000 maiceros en 2006 (SNV 2006, 25). La

producción cantonal anual de 2009 fluctuó entre 800.000 quintales y 1.100.000 de

quintales según los productores, mientras la encuesta del MAGAP (2009) y nuestra

encuesta sobre comercialización del maíz, la sitúan entre 700.000 y 900.000 quintales.

Con respecto a la superficie sembrada, los cálculos oscilan entre 9000 ha (MAGAP

2009) y 12.000 hade nuestra encuesta y las estimaciones de la fundación Naturaleza y

Cultura Internacional (NCI) basadas en fotografía aérea.

4.4. El contexto local: Pindal Los datos del Censo Agropecuario de 2000 sobre la estructura de tenencia de

la tierra confirman que, en Pindal, la distribución de la tierra seguía siendo más

equitativa que en el resto de la provincia, con un coeficiente de Gini de 0,56. La

autosubsistencia alimentaria exigía que la producción agrícola fuera diversificada;

incluía maíz criollo, sarandaja, fréjol, yuca, guineo y café, así como la crianza de

animales menores como cabras, borregos, gallinas y pavos. Era una agricultura

autosustentable, ya que dependía poco de flujos energéticos externos, salvo la urea,

el nitrógeno artificial y unos pocos herbicidas que se aplicaron desde la década de

1980.15La sequía de 1967 y 1968 quebró el equilibrio entre la economía campesina de

autosubsistencia y el intercambio mercantil en los centros regionales. Se produjo un

movimiento migratorio estacionalde hombres que se desplazaron hacia la costa,

principalmente a la provincia de El Oro; los campesinos pindaleños encontraron

trabajo como jornaleros en la agroindustria bananeraque se expandió a partir de la

década de 1960. La migración rompió el aislamiento de la zona (Martínez 2002),

reforzó la tendencia al incremento de la ganadería (menos exigente en mano de obra),

provocó la concentración de la tierra y debilitó la organización comunal.

En ese contexto llegaron los agentes de las empresas agroindustriales a com-

prar maíz. El resultado de la interacción es que ahora el sujetode la producción del

grano son los pequeños y medianos agricultoresque antes lo producían en otras

condiciones tecnológicas.

4.5. ¿Nuevas coaliciones? Nuevos actores, la mayoría de fuera del territorio, promocionaron un paquete

tecnológico de semillas híbridas e insumos químicos. Fabricantes y vendedores de

agroquímicos, bancos y cooperativas de ahorro y crédito facilitaron, a partir de 2002, el

15Entrevista a C.G. realizada en Las Peñas, el 10 de mayo de 2010.

17

acceso de los maiceros a dichos paquetes. Además, la mayor demanda del grano, así

como la sensible mejora de la red vial cantonal atrajeron a comerciantes extra

regionales que disputaron el poder con los comerciantes locales.

La empresa Agripac fue la primera en distribuir el paquete acompañándolo de

capacitación para aplicarlo. En 1996 colocó exitosamente las semillas Brasilia y Pacific

en el mercado local, con las cual aumentó el rendimiento considerablemente.16 A

finales de la década de 1990, los productorespioneros cosecharon alrededor de 100

quintales por ha, más del doble de lo que producían antes (SNV 2006, 21). Es muy

probable que gracias a estos logros, la superficie de maíz se extendiera aún más, lo

cual atrajo más actores externos a Pindal. A partir de 2002 se constituyó una coalición

tripartita, entre el Banco de Loja, la empresa PRONACA (Procesadora Nacional de

Alimentos), una de las principales productoras de alimentos balanceados y de carne

del país, y actores locales.

En síntesis, la característica central de esta dinámica es que la iniciativa vino

de fuera del territorio de Pindal; pudo instalarse por el poder de los grupos ligados a

las empresas y por la debilidad organizativa local. A diferencia de Espíndola, en Pindal

no hubo organizaciones campesinas con reivindicaciones de carácter político y que

tuvieran agendas amplias, como la UCOCPE; no tuvieron que luchar contra los

hacendados para acceder a la tierra ni para demandar la propiedad ante el Estado.

Hizo falta un “sustrato político” para consolidar, a largo plazo, una organización de los

productores con perspectivas más amplias. La consecuencia es que las organizacio-

nes campesinas existentes en la actualidad se interesan, exclusivamente, en la

comercialización.17

En efecto, las experiencias organizativas locales surgieron como respuestaa la

nueva dinámica del maíz híbrido para crear canales propios de comercialización. En

2010, la más importante organización maicera del cantón es la Corporación de

Productores Agropecuarios de Pindal, CORPAP, que nació con el proyecto “Desarrollo

Integral”, financiado porel FECD, en 2003. Esta Corporación representa a unas 30

organizaciones que agrupan a 650 socios. Para fortalecer o profesionalizar la

comercialización del maíz se creó, en 2007, con el apoyo del FEPP,18 el Centro de

Negocios Campesino, CNC (a raíz de un convenio de comercialización entre la

CORPAP y la Asociación de Avicultoresde El Oro), que se encarga de comprar los

16 Entrevista a M. G., ex-empleado de Agripac, realizada en Quito, el 10 de agosto de 2010. 17 Entrevistas a W. G. realizada en Alamor, el 14 de mayo de 2010; y a P. V., gerente del CNC, realizada en Pindal, el 8 de septiembre de 2010. 18 Entrevista a K. V.realizada enPindal, el 3 de septiembre de 2010.

18

insumos agroquímicos en grandes cantidades. De esta manera, la organización local

de maiceros se ha insertado en la dinámica creada por otros actores.

4.6. Estructuras de intermediación La estructura tradicional de la comercialización del maíz se transformó cuando

los nuevos actores pusieron en marcha la nueva dinámica. Actualmente es más

abierta, menos concentrada, con más competencia entre compradores, lo cual

potencialmente favorece a los hogares campesinos, pues ha aumentado su poder de

negociación.

Hasta 2002, la comercialización estaba controlada por los comerciantes locales

de Pindal y Alamor (SNV 2006, 20). El aumento de la demanda y del precio del maíz

amarillo atrajo a nuevos comerciantes y motivó a los acopiadores industriales y

artesanales a abrir canales directos de distribución, situación que debilitó el

oligopsonio de los comerciantes locales. Un canal nuevo es manejado por comercian-

tes o transportistas afuereños que proveen a los fabricantes de alimentos balanceados

y a la industria cárnica de diferentes ciudades del país. Un tercer canal es el

establecido mediante convenios de compra y venta entre los maiceros, coordinados

por la CORPAP, y PRONACA.

Nuestra encuesta sobre la comercialización de maíz nos permite caracterizar

los primeros eslabones de esos tres canales de venta.19 El 50,04% de la producción

(85.666 quintales) fue vendido a comerciantes locales en Pindal, y el 7,25% (12.415

quintales) a comerciantes locales de Alamor. La concentración en este canal es muy

grande, pues el 45% de la cosecha de 2009 fue controlada por diez comerciantes

locales. Así pues, en 2009, estos comerciantes todavía controlaban una parte

importante del mercado, pero sustancialmente menos de lo que controlaban antes.

Pindal fuesu principal centro de intermediación, mientras Alamor fue clave en la oferta

de servicios (Banco de Loja) y venta de insumos químicos (Agripac). El pueblo de

Balsas, donde se encuentra la mayor producción de pollos de la provincia de El Oro

(vecina de Loja) fue el destino más importante de esta red comercial que representa el

41,7% del maíz acopiado.

El canal que más ha crecido es el de los comerciantes externos que llegan a

Pindal durante la cosecha alentados por el alto precio. En 2009 compraron el 33% de

la cosecha a un precio promedio de 30 centavos de USD por quintal, levemente más

alto que el pagado por los comerciantes locales. Llegan hasta la finca de unos pocos 19Hicimos 419 entrevistas: 396 a hogares maiceros (20% de la población total) y a 23 comerciantes de Pindal, Alamor, Balsas y Guayaquil, con lo cual dimos seguimiento a 650 relaciones comerciales, a través de las cuales fluyen 171.179 quintales de maíz amarillo (entre el 14% y el 24% de la producción anual de Pindal).

19

productores que se encargan de concentrar toda la cosecha de maíz, aprovechando

que sus fincas tienen fácil acceso vial, están más cerca que las otras al centro barrial,

y que tienen bodegas para guardar el producto.

Los convenios entre la empresa PRONACA y CORPAP representan el tercer

canalde venta. A través de este canal se compró el 8% de la cosecha de 2009.

Aunque el precio de venta fue mayor, los productores asumieron los costos de

transporte hasta la ciudad de Durán, localizada en la provincia del Guayas, por lo que

su ventaja competitiva no es tan grande. Si bien PRONACA fue la empresa que

promovió el paquete tecnológico y facilitó la expansión del cultivo de maíz amarillo, no

se está beneficiando directamente de la producción de la zona. Su beneficio es

indirecto: al haber aumentado la producción de maíz en el país y, con ello, contribuir a

mediano plazo a controlar el alza de precios.20 Son los comerciantes y el complejo

agroindustrial de Balsas los que están aprovechando el cambio de la dinámica

productiva de Pindal. Si esta tendencia se reforzara, Balsas podría convertirse en la

“ciudad intermedia” de la que dependería Pindal, quizás sustituyendo a Alamor. Ahora

mismo los productores de Pindal que tienen conflictos con los comerciantes locales,

optan por vincularse con Balsas. Los otros grandes beneficiarios son los importadores

y proveedores de insumos químicos.

4.7. Consolidación de la dinámica entre los campesinos La nueva dinámica territorial centrada en el maíz se basó en una transforma-

ción tecnológica radical, lo cual contrasta con la dinámica del café, cuyo ingreso al

nuevo sistema productivo ha sido más lento y desigual. La mayoría de campesinos

maiceros adoptó el paquete tecnológico en pocos años, porque lograron un notable

aumento de la productividad y tuvieron facilidades para conseguir los insumos, así

como crédito para comprarlos. Según nuestra encuesta, en 2009 la productividad

promedio del maíz en Pindal fue 69,4 quintales por ha, frente a los 40 quintales por ha

del cultivo “tradicional”. Apenas el 10% de maiceros no aplica el paquete tecnológico.

Según datos oficiales, la productividad de la provincia de Loja creció en la década de

2000 a un ritmo mucho mayor que el de las otras provincias maiceras del Ecuador

(INEC y MAGAP 2004-2008).

Solo inicialmente tal aumento de la productividad repercutió en un aumento de

la rentabilidad, porque el talón de Aquiles del paquete son los altos costos de

producción. Según el MAGAP, en 2009, el costo de producción de una hectárea de

maíz “tecnificado” fue 1089 USD, mientras que la del tradicional fue 690 USD. Por lo 20 En las entrevistas a dos técnicos de PRONACA, J.V. realizada en Quito, el 19 de julio de 2010 y D. V. realizada en Pindal el 8 de septiembre de 2010, ellos se quejan sobre esta situación.

20

tanto, a un precio promedio al productor de 10,20 USD por quintal, necesitan producir

más de 107 quintales por hectárea para cubrir los costos. Solo el 3% de los

productores de Pindal superó esa marca.21 En 2009 se abrieron las importaciones de

maíz con lo cual bajaron los precios en plena cosecha,22 situación que se sumó a los

problemas de producción de 2008: exceso de humedad y cosecha baja. Luego de dos

años de muy baja rentabilidad ha aumentado el número de maiceros de Pindal que

empieza a desconfiar del paquete tecnológico y que trata de reducir los costos para,

eventualmente, abandonarlo.

Por esta situación excepcional del año 2009, solo podemos hacer suposiciones

en cuanto a la rentabilidad. Los datos de nuestra encuesta indican que en Pindal, en

2009, la venta total de una cosecha “normal” de maíz fue de USD 8.000.000 a un

precio aproximado de 10 USD por quintal. Si el 35% del costo de una hectárea

“tecnificada” corresponde a mano de obra, en gran parte familiar, en los años de auge

las familias campesinas se habrían repartido entre el 15% y el 30% del giro total del

negocio en forma de utilidades y salario. A precios de 2009 representan entre

1.000.000 de USD y 2.500.000 de USD, que repartidos entre 1800 maiceros da un

ingreso familiar netode entre 500 USD y 1400 USD anuales, un monto mayor de lo

que se obtiene en el café.

No obstante, la distribución es mucho más desigual que la del café. El 30% del

costo fijo de una hectárea de maíz “tecnificado” corresponde a la compra de insumos y

el 25% se paga al banco por el crédito y al hacendado ganadero por la renta de la

tierra. Por lo tanto, las diez empresas proveedoras de insumos, las cuatro instituciones

financieras y los ganaderos reciben como ingreso bruto aproximadamente el doble del

ingreso neto de las 1800 familias campesinas de Pindal; todo ello sin asumir riesgos,

pues cualquier cambio en el precio o en el volumen de la cosecha es asumido por los

productores.

Un último factor que explicaría la rapidez con la que se difundió el paquete tec-

nológico del maíz es que implica solo un 30% de jornales adicionales con respecto al

cultivo tradicional. El MAGAP calcula que una hectárea de maíz “tradicional” necesita

28 jornales mientras que una de maíz“tecnificado” necesita 38. En el cuadro 4

presentamos cálculos realizados según varias fuentes donde se puede observar las

implicaciones del cambio desde el sistema tradicional al “tecnificado”.

21Los datos de productividad de nuestra encuesta difieren de los del MAGAP, según el cual la productividad promedio de Pindal fue de 107 quintales por hectárea. Enrealidad, tanto nuestra encuesta como informaciones cualitativas sugieren que, en 2009, una gran parte de los productores no cubrió sus costos de producción. 22 El precio bajó a USD 10 dólares a pesar de que el precio oficial era USD 12,60.

21

Recientemente se calculó que, en la provincia de Loja, el cluster del maíz de

2400 ha ocupaba 2940 personas, mientras que el del café, usando 2870 ha generaba

empleo para 11.000 personas (CEDETy ADE 2009, 30 y 31). Así, pues, la presión

para la contratación de trabajadores es menor en el cultivo de maíz y, por lo tanto, una

parte importante del ingreso se queda en la propia familia del productor. Tampoco es

una condición que las mujeres participen directa, permanente y obligatoriamente como

en el café. Ellas pueden dedicarse a las tareas reproductivas, a la preparación de la

comida para los trabajadores y para los varones de la casa, pero tampoco tienen

trabajo remunerado durante las cosechas. El modelo “tecnificado” de producción del

maíz se adapta mejor a una sociedad patriarcal, en la cual las mujeres se dedican

principalmente a las tareas reproductivas. Por lo tanto, a diferencia de lo que ocurre

con el café, la dinámica y el nuevo paquete tecnológico del maíz refuerza las

relaciones patriarcales de género.

El nuevo sistema productivo del maíz está muy lejos de la sustentabilidad. El

uso intensivo de químicos tiene efectos negativos sobre los suelos, el agua y la salud

de los trabajadores e impone una rígida división sexual del trabajo. Aumenta la

vulnerabilidad de los campesinos porque dependen de la importación constante de

insumos químicos, del financiamiento vía créditos y de un mercado inestable y volátil.

Hay, además, indicios de que ha disminuido el tiempo destinado a la producción de

alimentos en la finca, una actividad principalmente de las mujeres.

En síntesis, la reciente expansión de la producción de maíz duro en Pindal y

Alamor obedece a la expansión de la industria cárnica en el Ecuador durante la

primera década del siglo XXI, que impulsó la demanda de alimentos balanceados. Se

basa en la desigual interacción de los campesinos de un territorio con un poderoso

complejo agroindustrial conformado por empresas nacionales e importadoras de

insumos. Los resultados de esa interacción son:

1. Los hogares rurales campesinos reemplazaron los sistemas productivos

tradicionales, auto-sustentables y diversificados, por un modelo agrícola típico

de la Revolución Verde.

2. En Pindal y Alamor, dos pequeños pueblos del territorio estudiado, se ha

asentado un conjunto de servicios y empresas vinculado con la producción in-

tensiva del maíz amarillo. Surgió a su alrededor un cluster que transformó la

economíaurbanay las conexiones espaciales de Pindal y de Alamor.

3. Impulsado por la nueva modalidad tecnológica se diversificó el sistema de

comercialización; surgieron organizaciones campesinas para promover el co-

mercio asociativo del maíz junto con nuevos comerciantes extra regionales y

redes de acopiadores industriales ligados aPRONACA. Esta diversificación

22

debilitó el sistema tradicional basado en los comerciantes e intermediarios loca-

les.

5. Conclusiones: dinámicas territoriales y estructuras espaciales Como vimos, la historia de lo que desde la perspectiva ecuatoriana podemos

llamar el “espacio lojano” o la “región sur”, es la historia de una progresiva desarticula-

ción espacial. La región colonial articulada alrededor de la minería y el comercio a

través del Puerto de Paita, se convirtió durante la época republicana y el recorte de los

circuitos mercantiles que le siguió en la región lojana de abrumadora hegemonía

terrateniente. Con la dislocación de la hacienda en los años 1960 y la extensión de las

vías de comunicación en las décadas siguientes, el espacio lojano ha sufrido nuevas

rearticulaciones y una mayor fragmentación.

Nuestro estudio de las dinámicas del café y el maíz muestran, desde la perspectiva

espacial, cómo ocurre el proceso de rearticulación territorial.Hemos visto que la

población de ambas zonas, la maicera y la cafetalera, ha establecido débiles vínculos

mercantiles con otras regiones, se ha especializado en pocas actividades agropecua-

rias (café, maíz y ganadería) y migra temporal y definitivamente.El más importante

circuito mercantil local consiste en un sistema de acopio de productos en la feria

semanal de Catamayo (La Toma) que los redistribuye hacia la Costa y la Sierra sur

(Cuenca) y central (Ambato). Esta debilidad en las conexiones mercantiles es un

producto histórico del aislamiento regional posterior al nacimiento de la República.

El motor de las nuevas dinámicas económicas territoriales proviene, en última

instancia, de la ruptura de ese aislamiento. El aumento de los precios, locales y

nacionales, del café y del maíz estimuló a los campesinos, mientras que las

coaliciones de actoresque se conformaron en cada territorio, los conectaron con los

nuevos mercados. Fue así como se instaló una nueva dinámica económica territorial.

Mientras la producción del maíz dependió de una iniciativa externa,23 en la del

café fue una coalición conformada por actores externos y del propio territorio la que

buscó, activamente, nuevos mercados orgánicos y canales directos durante la crisis

internacional del mercado cafetalero. En el café, la nueva dinámica se basó en la

creación de un circuito de comercialización que articuló, directamente, a los

caficultores con el nuevo y reciente mercado internacional del café orgánico. En el

caso del maíz hubo una expansión de la demanda nacional de alimentos balanceados

centrada en grandes y medianas empresas de la costa, se debilitaron los canales y

23 Una empresa situada en Guayaquil y un banco con sede en la ciudad de Loja.

23

actores tradicionales de la comercialización y la coalición fue menos estable que la del

café y más dependiente de empresarios privados que compiten entre sí.

Ambas dinámicas impulsaron la restructuración de los sistemas productivos

tradicionales. El cambio fue radical y abrupto en el caso del maíz, y lento en el caso

del café. El nuevo sistema de producción del maíz es muy dependiente de insumos

externos y de créditos, produce deterioro ambiental y quienes han concentrado más

ingresos han sido los proveedores de insumos. Con la producción orgánica de café no

ha habido ni alzas exponenciales de la productividad ni una mejora sustancial de los

ingresos de los productores, como sí ocurrió con el maíz. No obstante, los productores

mantienen mayor control de la coalición de comercialización que impulsa la

reconversión tecnológica ambientalmente favorable,24 promueve un mayor uso de

insumos y créditos locales, aunque la cooperación internacional, los grupos de

compradores orgánicos europeos y un importante grupo de técnicos lojanos (y locales)

tienen gran peso en la orientación práctica y política de la coalición.

Ahora bien, ¿qué significa la mayor fragmentación territorial para las posiblidades de

desarrrollo territorial rural en Loja? Primero, se confirma que la globalización25 es una

mayor condicionante estructural de los territorios rurales en Latinoamérica (Berdegué

& Schejtman 2008, p. 46), lo cual se manifiesta en los dos casos en estudio por medio

de una desvinculación local de de las cadenas productivas y una revinculación con

diferentes elementos extraterritoriales (mercados, consumidores, intermediarios, etc.).

Segundo, la reorientación de los itinerarios tiene efectos sobre las relaciones de poder

territoriales, con un claro debilitamiento de las élites económicas tradicionales y un

fortalecimiento de los productores agrícolas independientes. Dicho de otro modo, en

los dos casos en estudio la fragmentación espacial/territorial conlleva transformacio-

nes en la trama de las relaciones de poder. La globalización es, pues, un mecanismo

poderoso para fragmentar lealtades tradicionales basadas en el compadrazgo entre

grupos sociales poderosos y los grupos sociales subordinados. Tercero, el vacío de

poder es llenado frecuentemente y tempranamente en las dinámicas territoriales por

poderosos actores extraterritoriales. Mantener el control sobre estos procesos en el

propio territorio resulta ser un nuevo desafío significativo por parte de los actores

territoriales. Los casos del café y del maíz indican que la buscadel control local sobre

los motores económicos dependen también de manera significativa del tipo de actores

24El modelo tecnológico del café tiene muy favorables condiciones ambientales, lo cual permite articular esta producción a las políticas nacionales y locales de protección de zonas de bosque andino, de nacimiento de vertientes y de conservación de agua y biodiversidad. 25 Como señalan Berdegué y Schejtman, la globalización no es un proceso nuevo, pero cualitativamente distinto a lo que ha ocurrido en “épocas pasadas” y que tiene varias consecuencias para las condiciones y el contexto en las cuales se desenvuelven las economías territoriales rurales (2008, p. 46).

24

extraterritoriales presentes en la dinámica. Cuarto, si bien ambas dinámicas son

todavía muy recientes,se manifiesta una cierta dificultad de involucrar a actores

centrales intraterritoriales, peroexternos al sector económico que genera el motor de la

dinámica.En otras palabras, las coaliciones sociales que han permitido el surgimiento

de nuevos motores económicos son de carácter sectorial y no involucran de manera

suficiente a todos los “jugadores de veto”. Es que junto con el debilitamiento de

poderosos actores tradicionales, la fragmentación territorial en Loja también implica

una débil incorporación de aquellos actores que tienen más poder de definición de las

instituciones, tal como son los gobiernos locales. Sin embargo, como señalan

Berdegué y Schejtman (2008) en su artículo sobre desarrollo territorial rural y como

muestran otros casos de dinámicas territoriales rurales exitosas en Ecuador,26 el

componente institucional territorial, basado en normas y reglas de comportamiento, de

identidad cultural o étnica, son fundamentales para convertir un crecimiento

económico pasajero en una dinámica territorial sustentable. Por un lado, parece que la

fragmentación territorial en Loja abre grietas en aquellas instituciones que en el

pasado no han permitido el surgimiento de motores de crecimiento económico. Por el

otro, la fragmentación territorial, impulsada por fuertes actores extraterritoria-

les,representa un reto para los actores territoriales en su búsqueda deimpulsar, junto

con las nuevas actividades económicas, procesos institucionales que reconstruyen

una nueva territorialidad.

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